lunes, 10 de mayo de 2021

YAKOV PROTAZANOV. CHINY I LYUDI (RANGOS Y PERSONAS), 1929




Tres sketches según los respectivos relatos de Anton Chéjov.

La cruz de Santa Anna

Una boda real. El vestido de novia blanco de seda con un bouquet digno de Fantin-Latour. Anna Petrovna rehúsa besar al maduro esposo y promete al padre que nunca tendrá falta de dinero. El marido, Modest Alekseievitch, cumple las reglas.

Cogen el tren con destino al monasterio. Después de dos días los recién casados vuelven a la ciudad. Y los días transcurrieron comúnmente, afrentosamente semejantes los unos a los otros.

Modest amonesta a la mujer. La libró de la miseria. Cada uno se debe a sus obligaciones. Califica al padre de Anna de bebedor, le cubre de vergüenza. 

Confiscan a Piotr Leontievich, el padre de la novia. Solamente con la venta de los enseres evaluados por 67 rublos es expulsado a la calle con los dos hijos.

Recibido afectuosamente por la hija cuenta su desgracia. Anna se desprende de una pulsera de jade, regalo del esposo. Modest arrebata la joya al desdichado.

Su Excelencia preside una fiesta de beneficencia. Modest ha de ir al baile con la mujer. Le da el dinero para un vestido de noche. 

Llega el día esperado. El moralista indica a la mujer cuando debe inclinarse ante una dama. Es un nervioso lacayo. Artynov, el más rico de la fiesta, invita a Anna a bailar. Anna no pierde detalle de lo que ocurre y causa la admiración de los jóvenes invitados. Con la decepción del marido, una mera percha para su chal.

Su Excelencia ruega personalmente a Anna la colaboración de la venta del champagne como una ayuda para los pobres. 

La mañana después del baile, mientras el empleado desayuna y antes de levantarse Anna, recibe un gran bouquet como regalo de la cooperación aportada y la admiración de su belleza. Su Excelencia personalmente va a felicitarla. Reprende al burócrata al aullar para pretender despertarla como si la degollara. 

Condecoran a Modest Alekseievitch con la cruz de Santa Anna.

Y los días pasan, de la modista al baile, del baile al restaurante.

Anna, acompañada del rico Artynov, pasa al trote de calesa el instante que confiscan los enseres del padre. Los niños apuntan que no deben protestar.

La muerte de un empleado

El publico de un ballet rodeado de generales. Los humildes invitados dan la nota discordante. El entreacto remarca las diferencias de rango. El empleado Tcherviakov insiste disculparse ante el general Bryzgalov del involuntario estornudo. El pesado recomienza lo olvidado.

Tcherviakov fue corroído de inquietud la noche entera. Y a la mañana vuelve con las disculpas. Estornudó y farfulló por error. Para el general no significó nada. Aguarda hasta el final de la recepción. Indiferente, para el honorable es una burla o desafío.

De madrugada Tcherviakov escribe una disculpa. Sin la carta y a la mañana de nuevo vuelve a la mansión. Azotado con la cólera del general, el cual cierra la puerta furioso, replica qué será del respeto a la jerarquía. Irrumpe sumisamente. Le expulsa. Casi pisa la gorra caída al salir.

Vuelve marginalmente a casa. Sin siquiera quitar el uniforme se estira sobre el diván, reducido con la gigantesca cólera del superior. Velado con las sombras sus ojos comienzan a perder ectoplasma.

El camaleón

La tarde es calurosa. Reina el silencio. No hay un alma a lo largo de la plaza.

Avisan al inspector Otchoumelov de una perturbación de la vía publica. El artesano Krioukine ha sido mordido por un perro al que azuzaba. Con lágrimas cuenta la imprevisión de ser perturbado por una criatura vil.

El inspector asevera que con el boleto de la infracción el bribón entenderá lo que significa que los animales deambulen. 

Informado de que el perro pertenece al general Jigalov, el inspector sufre un aprieto. Termina por llamarlo un verdadero compañero. Los concurrentes deciden que el artesano fue mordido. El inspector desatiende las discusiones. El gendarme lo achaca al temperamento. El inspector manda devolver el pequeño fox-terrier al general. Con el dedo vendado el forjador pasa como un badulaque.

El cocinero del general llega a la plaza y aclara que la casa nunca albergó tal bestia. El inspector replica que el perro callejero debe ser derribado. El cocinero especifica que pertenece al hermano del general llegado hace poco. El inspector vuelve a favorecer al can. El artesano es arrestado sin la opción de echar la culpa al perro que lo mordió.


Anna Kontroversy































No hay comentarios:

Publicar un comentario