sábado, 10 de abril de 2021

RENÉ CLAIR. LES DEUX TIMIDES, 1928





El letrado Frémissin (Pierre Batcheff), un joven tímido, va a pleitear por la primera vez. Defiende al inculpado Garadoux, un gigante que había llegado una noche a casa, cuya mujer no levantaba la cabeza de la máquina de coser, la había abofeteado, tirado al suelo, destrozado los muebles y robado las reducidas economías que la desdichada suplicaba. El tribunal demanda la total severidad y el joven abogado respectivamente lo imita. La tía del debutante (Françoise Rosay) se hallaba emocionada como el sobrino. Realiza una defensa romántica de la acusación. Un ratón saltarín conmociona la sala del juzgado. Condenan al agresivo Garadoux a tres meses de prisión.

Han pasado dos años. Garadoux, viudo, se fue a instalar a un pueblo con un negocio de automóviles, donde ignoran sus desventuras legales.

Los dos años pasados no han remediado la timidez de Frémissin.

Otro tímido, Thibaudier (Maurice de Féraudy), se encontraba esa noche muy avergonzado. Era el viejo padre de Cécile (Véra Flory), cuya petición para casarse espera nada menos que Garadoux.

Frémissin había trabado amistad con Cécile, la hija de un propietario. Sentía atracción y la tía le sugería audacia.

Cada día va a la villa donde vive Cécile y espera encontrarla. Cécile no quiere a Garadoux y reprueba al padre no haber osado decírselo. Una negativa que no cohíbe al gordinflón, el cual había escuchado la conversación completa. Informa al padre que lo tiene todo preparado. La familia vendrá con el notario para el contrato. Percibe la llegada y la indecisión de su joven defensor.

Frémissin sigue a Cécile cuando pasea. Un cortejo con el bucólico escenario de las luminosas praderas. Ante el aviso de que se encuentra comprometida no demora la partida. Aunque vuelve y la joven demuestra afecto. Una solicitud con valentía sería la solución.

El tiempo pasa y la timidez atenaza al joven enamorado incapaz de exponer sus deseos al expectante padre. Terminan por quedar dormidos y sin solicitud ninguna.

Con el crepúsculo Frémissin es asaltado por un enmascarado con la amenaza de que si vuelve es muerto. Era Garadoux, quien seguía con un monigote de papel con la forma de un pescado colgado de la chaqueta, una burla de los pilluelos del lugar.

Un telegrama urgente de Cécile. Y una amenaza del enmascarado.

La familia Thibaudier atiende a la familia Garadoux. Cécile sigue con la negativa de casarse con el ogro. Los Garadoux era un variopinto grupo seleccionado para la ocasión.

Frémissin es víctima de las secuelas de la intimidación alertado con la explosión de un neumático y los petardos que estalla la chiquillería. Cécile le da la bienvenida desde la ventana. Su oponente detecta su llegada. De nuevo con el rostro cubierto con un pañuelo le espanta.

Escondido tras un parterre da con el notario a quien avisa que la casa se halla repleta de bandidos enmascarados. Cuando el notario ve al farsante va a buscar al guardabosque. Este dispara al enmascarado del hall y los concurrentes quedan alarmados con la bala que rompe un cristal y las sucesivas descargas. Por fin Frémissin identifica al bandido, supone que quiere volver a prisión. Da la noticia de que había golpeado a la mujer y la ejecución de la sentencia. Exaltado con el padre de la novia, el canalla se enzarza con el abogado y la pelea se generaliza. Fuera de la villa el notario y el guardabosque huyen. Los impostores son apresados.

Los dos tímidos tras amenazarse y levantar las manos deciden dialogar. 

Después de la demanda de la familia Garadoux por golpes y heridas, Frémissin hubo de defender a su futuro suegro. Antes de la audiencia los dos tímidos discutieron con coraje y un buen numero de copitas la situación.

Con una bofetada de Thibaudier al impostor y el colapso de las lámparas del tribunal el proceso legal finaliza.

El lecho conyugal fulgura.


Ana Kontroversy














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