jueves, 11 de febrero de 2021

LOUIS FEUILLADE. LE COFFRET DE TOLÈDE, 1914

 





Un joven matrimonio parisino, Jacques Pradier y la mujer, acarician la idea de un viaje a España. Los Pradier, decididos a viajar solos, declinan la invitación de los Marsange, los cuales a su vez van al país del Cid.

Tres días después, de paso por el Hotel Palace de Madrid, los Marsange se enteraron de que sus amigos habían partido para Toledo sin avisar.

Delante del puente de Alcántara un vendedor ambulante ofrece a los Pradier un cofrecito perfecto finamente elaborado. Bajo un doble fondo hallan una nota. La información de un tesoro de diez mil napoleones de oro enterrado de una hacienda de Sevilla. El benefactor sin herederos donará la fortuna con una condición. Una cruz a su memoria del cementerio de Montigny-sur-Oise. El billete con más de un siglo se encontraba firmado por el conde de Montigny d´Espars, jefe de escuadrón del 15º de húsares.

El estupor y la incredulidad se adueñan de los Pradier. La obsesión de la riqueza les perseguía. Pronto rodaban a lo largo de Andalucía.

Leen una noticia del periódico. La presencia del bandido Pepe de Triana y su banda a unas leguas de Sevilla. Pepe recuerda los asaltantes de caminos que combatiere la Santa Hermandad.

El día siguiente los Pradier llegaban a la hacienda, cuando fueron encerrados dentro del patio. El jefe de los bandidos no era otro que el vendedor de Toledo. Con pistolas que los confinan, el bandolero les propone un rescate con la mujer como rehén.

Un golpe teatral. Cuando el marido sale a caballo a buscar el rescate aparecen los Marsange. La señora Marsange (Renée Carl) percibe la exaltada conmoción de la señora Pradier. Los Marsange explican que no es más que una broma; que el falso bandido no es otro que su aparcero, que habían adquirido recientemente la propiedad y que no se les ocurría otra manera de que viniesen.

Pradier ve la faena como una broma malvada.

Un asaltante con una escopeta penetra furtivamente al patio interior de la hacienda. Es Pepe de Triana, quien ha sabido a causa de la indiscreción de sus gentes la farsa con la que mezclaron su nombre. La exaltación impacta las dos parejas, aunque pronto ríen la aventura. Excepto la señora Marsange, inadvertidamente confusa con el ataque.


Ana Kontroversy

















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