viernes, 5 de abril de 2019

E. A. DUPONT. DAS ALTE GESETZ (LA VIEJA LEY), 1923








La vieja frontera occidental de la llanura rusa alberga un pueblo judío perdido.
Es el alba de un día jubiloso. La fiesta de Purim.
Nathan, el portero, despierta a los piadosos de Israel para la oración. Llama a la puerta del devoto rabino Mayer, no por menester, sino por respeto de la costumbre.
Baruch es el hijo del rabino. La mujer del rabino prepara los pasteles de la fiesta de Purim, los kreple.
Queda uno que desea concurrir a la fiesta. El gorrón Ruben Pick, un viajero vagabundo.
A lo largo de la fiesta es costumbre transferir regalos. Esther, la hija del pregonero, ofrece a Baruch un regalo y el joven se apura con unas recetas de la madre. Pretende besarla, cosa que la vieja ley prohíbe.
Ruben Pick relata al rabino sus briosos viajes y periplos.
La noche de la fiesta de Purim los jóvenes, disfrazados de personajes bíblicos, van como saltimbanquis de una casa a otra. Como compensación reciben comida y bebida. Violines, flautas, carracas y tambores resuenan a través de las calles. El rabino reprende a Baruch por comediante, a lo que Ruben Pick replica que los comediantes son gente muy respetada. El rabino culpa al viajero de llenar la cabeza del hijo con historias de teatro.
Baruch cuenta a Esther que no soporta la limitación del ghetto. Quiere partir para el extranjero y realizar alguna cosa grande. Cuando vuelva célebre y rico vendrá a buscarla.
Comunica al padre la decisión de volverse comediante. El rabino ríe ante sus pretensiones. La fuerza del judío se halla arraigada dentro del guetto. Aquel que lo abandone se tambaleará como un junco con el viento.
Baruch había tomado una decisión irrevocable. El padre bloquea la casa. La madre apoya al hijo. Cuando ve que el padre queda adormecido, Baruch escapa sigiloso. Un gran disgusto para el rabino.
Cualquier teatro no es un Burgtheater. La tribu de Asra, una troupe amateur de cómicos itinerantes, representaba "La Doncella de Orleans". Baruch no tiene dinero para la entrada. Pronto abandonamos la vieja patria, pero nos hallamos lejos de encontrar una nueva.
Baruch husmea alrededor de las roulottes del teatro. Expresa que quiere ser comediante. Ante la seriedad artística consigue una cita.
Tras la representación, el joven aspirante es bienvenido al templo del arte. Los debutantes también poseen un apoyo total. Sin los documentos financieros precisos sería robar un tiempo precioso. Aunque podría redactar los programas y cuidar los caballos. Es aceptado por amor al arte.
La corte de Viena disfruta un picnic campestre. Avisan a la archiduquesa Elisabeth Theresia que llegan los comediantes, los cuales aceptan el supremo honor.
El talento de Baruch destaca. Algunos minutos de cabotaje son divertidos; "Romeo y Julieta" deriva muy larga. Perciben un Romeo con bucles de judío.
La archiduquesa reclama al joven comediante. Quiere reparar la torpeza. El joven partirá hacia Viena enviado a Heinrich Laube, director del Burgtheater. Con su talento de actor consigue ser miembro del teatro.
La temporada comenzó, la archiduquesa había regresado a Viena. La aspiración de Baruch es alcanzar la altura de Josef Wagner con el papel de Hamlet. La archiduquesa le llama ambicioso. Josef Wagner es el actor querido del publico vienés.
La archiduquesa conduce a la práctica una idea. Sale de paseo e invita a Josef Wagner el cual, al faltar al ensayo, propicia la sustitución por Baruch Mayer. El teatro también tiene reglas que ninguna persona debe transgredir.
Lauber se encuentra muy satisfecho de su nuevo Hamlet. Esperaba que Baruch ofreciera una gran impresión y un honor al Teatro del palacio. Al joven actor le preocupaba que el día del estreno era la fiesta del Gran Perdón de los judíos. Pero para un comediante ninguna fiesta es más importante que una première.
Las velas de la sinagoga se encendieron al comienzo de la fiesta más notoria. La recitación del Kol Nidre, la oración del Gran Perdón, despierta un arrebato filisteo.
La araña del Burgtheater se encendió para el estreno de "Hamlet". Y él, a quien reservaban las lágrimas las mujeres, se decidió por el destino de Hamlet. 
Johann Strauss, el aclamado creador del vals vienés, dirige la celebración del arrollador suceso. La archiduquesa conversa con el actor mientras dan un paseo por el parque y le ofrece personalmente sus cumplidos con el éxito conseguido. Baruch manifiesta una gran satisfacción.
El actor visita a la archiduquesa. Pero la noche anterior un incidente había comprometido la reputación de la señora. Había perdido un abanico y deben rendirse a las expectativas de que no aprovechará la ocasión del fanatismo y los encuentros nocturnos con comediantes. A pesar de todo, consigue verla. Por ultima vez. También es esclava de una vieja ley. La etiqueta.
Baruch hizo lo que pocos pudieron hacer. Se mantuvo sobre la cima de su éxito. Y recibe al mendigo Ruben Pick. Cuenta lo decaídos que se hallan la familia y la novia. 
Cuando celebran la Pascua (Pessa´h) decide ir a verlos. Para el rabino el hijo ha muerto. Lo expulsa de la casa. Esther y la madre le apoyan.
Esa noche el rabino se sintió enfermo. La enfermedad no flaqueaba y ya recitaban las oraciones funerarias. Echa al cortejo fúnebre y decide leer las piezas de Shakespeare, un libro que Ruben Pick le había sugerido y que había tirado al suelo.
El día se elevaba hacia el este cuando terminó el in folio. El trotamundos había enviado veneno a su casa, que impregna su sangre. Ruben Pick replica que no es veneno, sino el ánimo de otro mundo lleno de magia y de belleza. Un médico de Viena podría curarle.
Esther y Baruch confortablemente instalados reciben la noticia del próximo estreno de "Don Carlos".
El día del estreno el Burgtheater vio aparecer un inusitado extraño. El rabino Mayer escoltado por Ruben Pick. La madre de Baruch prefiere aguardar acompañada de Esther.
El rabino, identificado con el personaje del padre de la pieza representada, sufre un colapso.
Baruch había ganado la victoria más bella de su vida. La avenencia paterna.



Ana Kontroversy














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