El conde de Granier da una fiesta para celebrar el compromiso del hijo mayor, Charles. El cordero pronto será conducido al matadero. La prometida es Lucie de Moranges.
El hijo menor, Henry (Ivan Mosjoukine), hasta el día había escapado a los rencores de las mujeres y su ilusión consistía en ser un atleta.
El tío Phillipp es un juez que odia a las mujeres y presidente de la Liga de Solteros.
Después de cenar los invitados pasean por el jardín. Charles ha encontrado la felicidad. Es el turno de Henry. Aunque no cree que su felicidad se halle en el ramillete de jóvenes damiselas. El saco de arena es más divertido para los hombres.
Esa noche Henry sueña, como de costumbre llegar, al menos, a segundo campeón del cuadrilátero. El sueño de Charles no conviene exactamente a su nuevo papel. El ensueño son las desnudas piernas de atrayentes bailarinas. Mientras Lucie ve mofletudos bebés por doquier.
Una semana más tarde, temprano por la mañana, Harry recibe un billete de Lucie. Charles ha pasado ausente una semana, nadie sabe dónde. Apela a él con el fin de encontrarle.
Yvonne Lely (Natalya Lesienko) era una brillante estrella del cine y el teatro de variedades. Sigue Henry una poderosa promesa y el hermano vuelve, muerto o vivo. Henry sabe perfectamente dónde encontrar a Charles.
Charles, con el cortejo de admiradores de la artista, pretende ganar una delicada zapatilla, como recuerdo de su adorable usuario. Henry irrumpe, ante el gesto de fastidio del hermano. Es hora de ir a casa. La bailarina replica que se atreve a forzarlo sin su voluntad. Explica que sólo es una suave persuasión. Henry quiere alejarlo del teatro. Incluso desatiende una cena con champán. La vedette lo califica de cachorro impertinente y se siente insultada. Los hermanos regresan en una moto con sidecar. Yvonne cuenta con solucionarlo antes de su viaje a Marsella.
Al día siguiente la paz y la felicidad reinan de nuevo en la casa Granier. En el parque, Charles lee a escondidas un mensaje. Henry reitera que debe romper con esa mujer, por Lucie. El blando Charles pretende que despache el asunto por él deportivamente. Significará unos dos mil francos, pero vale la pena.
Por supuesto, Henry no tenía dinero, pero para qué son los padres.
Tras leer una cita de Yvonne, Henry recurre al tío Phillipp, la moderación, con el propósito de contener los impulsos. Yvonne se hallaría en casa sin nadie ese día. El tío no se presta a seguir los planes.
Cuando alguien busca venganza nada vale la protesta de que la señora no se encuentra vestida. Henry exige que suelte a su pobre e inocente hermano. La exaltada mujer exige que salga de su casa. El arreglo del dinero es visto como un insulto. Yvonne se da cuenta que si pierde un hermano puede obtener el otro.
Y después de eso, fue extraordinaria la frecuencia con la que Henry hacía negocios en la ciudad. Y mientras Yvonne estudia arte en el Museo, Henry estudia el paisaje y mantiene la ilusión. Al final Yvonne fingió el encuentro.
Pasean por los parques y las deslumbrantes fontanas. A Yvonne le encantaría aprender a montar. En cuestión de maneras astutas, la Serpiente en el Jardín del Edén era una aficionada comparada con Yvonne. Con la excusa de haber perdido el látigo roba un beso al ingenuo galán.
Después del paseo. El amor creciente busca un entorno tranquilo. Vislumbran el puerto desde las alturas. Un vapor llama su atención. Mañana Yvonne marcha para un crucero en él. Precisa descansar antes de ir a París y reanudar la actividad en el Studio. Ante la mención de la partida de Yvonne, Henry se da cuenta que la quiere y la idea de la separación es intolerable. Permite que la acompañe en el crucero. Por supuesto, precisan dinero. Henry se encarga de eso. Se reunirán en el muelle.
Vuelve Henry a recurrir al padre. Veinticinco mil francos, por lo menos. El padre ofrece una rotunda negativa, resuelto a poner fin a su extravagancia imprudente. De cualquier manera, Henry decide marchar con la mujer que ama.
Si Henry tiene que ir a una cita la mañana siguiente lo mejor será desayunar por la noche, dormir con la ropa puesta y esperar lo mejor. Se acomoda en un confortable sofá unido a la pared, mullido con pieles y cojines.
Yvonne aguarda en el muelle acompañada de un maduro compinche. Henry salta por la ventana con un ligero equipaje. Y la noticia llega como una bomba a su amorosa familia. Por lo que respecta al padre, Henry ya no es hijo suyo.
Los recién casados retornan a regañadientes a París, donde Yvonne tiene un papel cinematográfico que cumplir. Y cuando Henry es presentado a los amigos de su mujer, entienden que ha brotado un verdadero oleaje y que ha ganado categoría.
La noche siguiente Yvonne da una fiesta. Henry percibe que pertenecen a mundos distintos. La memoria implacable reclama el hogar perdido.
Comienza la actividad en el estudio y el verdadero carácter de Yvonne se refleja rápidamente. Enfadada con el marido, espeta que no sabe lo suficiente. Henry recibe una oleada cerebral.
El actor que iba a representar al mayordomo no aparece. Henry sugiere al director hacerse cargo del papel. Tras varios ensayos las cosas transcurren sin problemas. Era una secuencia en la que el mayordomo defendía a la actriz del ataque del partenaire. Ponderan el talento de actor de Henry.
Tras dos años, Henry es un actor famoso, pero el éxito significa menos para él que la sonrisa del bebé. Recibe flores de un admirador sin nombre.
En cuanto pasa el tiempo los celos de Yvonne crecen. Forman pareja en la pantalla y el realizador recrimina a la actriz, ya que el actor es quien toma la iniciativa.
Noche tras noche, aumenta la afición de Yvonne por el juego. El detective de la casa de juego destapa una trampa de alguien que quería trastornar la suerte de la jugadora. El tramposo acusa a Henry de guardar una tarjeta en el bolsillo. Y, en efecto, la encuentra, porque previamente el matón la había deslizado. Yvonne abofetea al intruso y calma al sofocado esposo.
La mañana siguiente leen en el estudio (probablemente el estudio del caballo) el escándalo en la casa de juego. Dan la espalda al matrimonio de actores, sin que sepan qué significa el rechazo. Significa que el publico no sentirá atractivo por ver un actor de cine que haya sido condenado por hacer trampas. La compañía no puede usarlos en ningún otro film.
Pasaron dos años y el escándalo cierra las puertas a todos los teatros y estudios a Henry y a Yvonne, los cuales fueron reducidos a la pobreza. Les queda el cariño de la pequeña hija.
Yvonne se ve obligada a bailar en un cabaret de escasa categoría.
Pasan los años y la desventurada pareja baja y baja, hasta que el Poderoso Destino los dirige de vuelta a la ciudad natal de Henry.
Actúan con la hija en un circo, vestidos como personajes de la commedia dell´arte. Un numero de acrobacia. La adolescente gatea por una barra. Pierde el equilibrio y se desploma. Sufre un shock terrible. Precisa un traslado al campo por su tranquilidad y recuperación. No tienen ni para comprarle la comida adecuada. La madre, desesperada, exige el socorro del rico conde.
La ansiosa expectativa deviene frustrada por la deshonra sufrida. Urge conseguir el dinero de alguna manera.
Esa noche Henry escala los muros de la mansión. El ruido alerta al conde, quien empuña un revólver y recrimina al hijo por haberse hundido a tal bajeza. Un afilador de cartas y un ladrón miserable. Henry derriba al padre, aunque acude en su auxilio. Dos agentes le atrapan y arremete a su vez con una lucha enconada.
Gracias al cielo era sólo un sueño. Una vida vivida en una pesadilla. Henry rompe la nota de despedida y saluda al padre en el jardín.
Era casi la hora de que Yvonne partiera. Henry notifica un error terrible. Recibe un bouquet de Yvonne y la decisión de marchar. La unión sólo traería la infelicidad. De cualquier manera, Henry acudió a despedirla al muelle. Y se dieron el adiós desde lejos.
Directo a la sede de la Liga de solteros con prisa por inscribirse, transformado en un miembro vitalicio. Aunque un año de afiliación sería una garantía.
Ana Kontroversy
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