lunes, 15 de octubre de 2018

CLAUDE CHABROL. LA FEMME INFIDÈLE, 1969






La visita de la madre de Charles Desvallées (Michel Bouquet) desvela el extraño comportamiento de Hélène (Stéphane Audran) cuando, tras la inesperada aparición del marido en busca de las gafas de la señora, la mujer experimenta una profunda confusión que perturba la conversación telefónica.
Una familia acomodada con un niño, la cena de ese día refleja la ternura del marido y la lejanía anímica de la mujer. El pequeño Michel se dirige a su cama y el matrimonio, delante del monitor de televisión, expresa el redundante distanciamiento de la esposa, quien indaga la hora que partirá la mañana siguiente. Reparte el tiempo con el peluquero y el cine. Aunque no sabe si almorzará con el marido. En el dormitorio Charles se limita a ofrecer una sonrisa y apaga en seguida la luz. Se encuentra agotado, como una batería.
Charles, confuso y taciturno, llama al salón de belleza. La señora Desvallées no se halla en la peluquería. Llega a la oficina al final de la jornada y el marido pretende que cuente el argumento del "Doctor Zhivago", la excusa que había ofrecido por la ausencia.
Charles quiere sacar de la monotonía a Hélène con la diversión en una boîte, el King Club. Hélène demuestra agradecimiento por el entretenimiento, aunque el esposo la ve dormida, con una duda en la mente.
La secretaria informa a Desvallées que la mujer fue a París esa tarde. Replica que probablemente conseguirá lo que quiera. Y en un alarde de intimidad desliza que la mujer no confiaba en él.
Charles decide llamar a Bignon, el detective de la oficina. Un asunto personal reclama la atención. Quiere que compruebe los movimientos de su mujer. Desea saber dónde va en París, a quién ve. Tiene dudas respecto de la fidelidad, quiere que lo compruebe, saber el nombre del amante.
Efectivamente, la señora Desvallées mantiene un romance con Victor Pegala (Maurice Ronet). Le visita tres días por semana. Queda una o dos horas y nunca salen los dos. Pegala escribe, pero tiene un ingreso personal.
Llega la hora de espiar. Un día terriblemente lluvioso, Charles acecha el domicilio del amante. Hélèle, desnuda en el lecho, sin dar importancia a un hábito que tal vez el tiempo no identificará nunca, se entrega a la infidelidad, cuya sublimación habrá de llegar con "Les noces rouges", 1973. Ni siquiera sabía que Victor tuviera dos hijos. Es divorciado tras cinco años de matrimonio con una esposa a la cual califica de perra. 
No tarda Charles en presentarse en el piso de Pegala. Indica ser el marido de Hélène y escudriña el apartamento. Las complicaciones se disipan y beben una copa. El esposo engañado pretende ofrecer explicaciones. Cuenta que mantiene un pacto muy libre con la mujer, un entendimiento. No invaden la libertad. Es una complicidad. Señala que sólo faltaba verle personalmente. Victor se halla encantado de escucharle. Expone que se vieron por primera vez en un cine. Todo muy simple. Tras una larga conversación, Chales encuentra en la habitación un encendedor de gasolina gigante, que pertenece a Hélène. Marcado y debilitado, golpea al amante con una escultura egipcia. Lava la sangre derramada y hace desaparecer las huellas. Amortaja el cadáver con unas sábanas, que traslada al automóvil.
Un estúpido accidente exige que Charles actúe con sigilo. Pretende solventarlo con la simple transferencia de los papeles del coche. Afortunadamente, el capot había quedado bloqueado. Tira el bulto en una ciénaga, atado a una pesada piedra.
Hélène llega a la oficina con un visible desconcierto. Charles, un cariñoso padre y un feliz marido, no da síntomas de preocupación.
Dos oficiales entrevistan a Hélène, la cual sufre una inexplicable ausencia. Declara saber ligeramente respecto de la existencia de Victor Pegala. Encontraron su nombre, dirección y numero de teléfono. Tenía que verse con su ex esposa para pagar la pensión alimenticia y hablar de las vacaciones de los niños; no apareció. Hélène pregunta si suponen que le haya pasado algo. Es una investigación de rutina, pero podría haber un crimen involucrado.
La mujer infiel comenta al esposo la visita. Un vago amigo desaparecido. Hélène plantea lo extraño de la desaparición. Una llamada a la puerta en la noche. Los dos inspectores. El marido puede arrojar una luz respecto de algunos datos oscuros. Requieren dónde se veía la mujer con Pegala. Hélène insiste que no lo recuerda. Tal vez en la recepción de algún impresor. Charles afirma haber ido a esos cocktails, aunque sin haber trabado amistad con Pegala. Hélèle niega haberle visitado. El marido aduce lo desagradable del caso. Los esposos pasaron por un agitado trance.
Hélène encuentra en la chaqueta del marido la foto de Pegala. Retrato que prende fuego en el jardín. Una visión de entendimiento cruza los esposos.
Los dos hombres vienen por el camino. Charles expresa que se halla loco por Hélène y sigue a los oficiales. La mujer y el hijo lo ven alejarse.



Ana Kontroversy


















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