viernes, 15 de junio de 2018

AUGUST BLOM. DEN HVIDE SLAVEHANDEL (TRÁFICO DE ESCLAVAS BLANCAS), 1910






La joven Edith, de humilde capa social, con los padres cargados por el peso de los años, atiende la llamada del periódico. Una dama busca una señorita de compañía, educada, para una estancia en el extranjero. Es una actividad generosamente pagada. La entrevista personal se efectuará en un hotel. Alentada por los padres, Georg, el enamorado de Edith, manifiesta su escepticismo ante el asunto, aunque pronto transige por no defraudarla.
Edith acude acompañada del padre. Los papeles firmados, recoge unas monedas. Con la pantalla dividida en tres planos, los negociadores telefonean, el padre y la hija en el centro.
La despedida. Llegan al ferry. Edith escala tras la intrigante dueña.
La decepción. La joven, vaporosamente vestida de blanco, da signos de angustia y tedio, rodeada de lujo, aunque totalmente descontenta. Rehúsa las caricias de la dama, quien la reduce y tira al suelo con una flagrante demostración de dominio. Edith ha caído en las redes de la promiscuidad y cuando hace su aparición un lila lo esquiva, lucha y consigue postrarlo inconsciente.
Consigue enviar noticias la desdichada. Cuenta que los estafadores la tienen en sus garras y que la mantienen encerrada. No sabe la dirección, aunque desde la ventana puede ver una alta torre con reloj.
Grande fue la preocupación de los padres. El padre deposita una queja en la organización que combate el tráfico de esclavas blancas.
Georg decide encontrarla. Con el fin de ganar el dinero del viaje, vende los muebles.
En Londres contacta con una agencia de detectives. Persiguen a un líder de la pandilla. 
En la fiesta de los traficantes, una bacanal de ordinarias heteras y jóvenes y decrépitos clientes, Edith se ve arrastrada sin ilusión. Aparece Georg y disimulan ante los concurrentes. Georg especifica sus preferencias por Edith y le transmite un plan de escape.
Con unas sábanas anudadas, Edith sale por la ventana. Un coche de caballos la aguarda en su huida. Destapado el engaño, un automóvil los persigue y consiguen vencerlos. La joven es atrapada de nuevo y conducida a un edificio con trazas de presidio.
El enamorado y el detective entregan la acusación y el escondite es registrado. 
Un ayudante inesperado informa del inminente transporte de la prisionera. Ataviada con un descomunal sombrero, forzada a navegar, los rescatadores consiguen saltar al ferry. 
Los raptores esposados, la pareja disfruta la liberación. Por fin en casa.



Ana Kontroversy










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