lunes, 5 de febrero de 2018

LÉONCE PERRET. LA FEMME NUE, 1926







Una eventual modelo, Lolette (Louise Lagrange), con prisa por llegar al taller del pintor Rouchard. El maduro artista demuestra impaciencia, ya que se halla enamorado. Podrían, incluso, huir de París. Aunque no son esas las expectativas de Lolette.
Con la visita de los pintores de Montparnasse, la joven sintoniza con Pierre Bernier (Ivan Petrovich). Vienen a solicitar la invitación de Rouchard para el Baile de las Artes. Lolette y Pierre, en seguida, forman pareja.
El baile de las artes. Una sucesión de exabruptos históricos.
Los escasos recursos económicos empujan a Bernier a vender una silla de su escaso mobiliario. La terraza del taller del joven pintor es un auténtico edén con vistas generales de la ciudad. Definitivamente enamorados, deciden vivir unidos.
En la horda del boulevard de Montmartre, Lolette consigue vender un lienzo, con la felicitación de Rouchard, quien no pierde la ilusión de recuperarla.
Habían planeado coger el barco, pero el cobrador del gas, pretenciosa intrusión, marcha con las escasas monedas. Lo celebran en la intimidad.
Los días difíciles asomaron y la joven se vio condenada a las tareas más sometidas. 
Las pinturas despiertan el atractivo de un comprador. Bernier compone "La mujer desnuda", un desnudo de espalda, simple y pastoso, remembranza del film de Jacques Rivette, "La belle noiseuse", 1991, inspirado respectivamente en un relato de Balzac. La génesis de la repulsión.
Bernier concursa en el Salon. Entabla un convenio con el marchante de arte Berheim y recibe la medalla de honor.
En el camino de la fortuna y la gloria.
En Niza, cinco años después, en el hotel Negresco, donde el célebre artista llega, procedente de Roma.
La sensación de los festejos era la princesa de Chabran (Nita Naldi), la cual hechiza al pintor. La mujer del artista experimenta el abandono, mientras las afinidades secretas se desarrollan. 
Las fiestas de Carnaval separan a los esposos.
En París, un mes después, la princesa posa con un atuendo oriental. Bernier refleja la seducción.
La ruptura es definitiva. El notario prepara el acta de donación, que la princesa debe signar, antes de consentir el divorcio. A pesar de su gran amor, Lolette parte hacia Provenza con Rouchard, tras una tentativa de suicidio.
Pierre quiere a Lolette. La princesa le colma de felicidad.
Bernier sigue a la princesa a su castillo de los balcanes. Las veladas de desenfrenada decadencia. Prisionero de los caprichos de esta mujer fantasiosa, Pierre es un objeto perdido. Comprobó la traición de la vividora, Parisia disoluta de las fiestas galantes.
Las estrellas de la noche despiertan los amores adormedidos. Pero cada corazón sigue su sueño.
Recuperada la serenidad, Lolette sigue enamorada de Pierre.
Pierre aparece en la finca de Provenza. Reprobado por Rouchard, declara merecer la humillación.
Los viejos enamorados vuelven a unirse. El amor no muere, se transforma con el tiempo.



Ana Kontroversy











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