martes, 5 de septiembre de 2017

EVGENII BAUER. ZHIZN ZA ZHIZN (UNA VIDA POR OTRA), 1916








Nata y Musia habían sido educadas con el ánimo de la millonaria Khromova, como si fueran hermanas. La madre puso sus ilusiones en su hija Musia.
El comerciante Zharov se encuentra locamente enamorado de la hermosa hija adoptiva de la señora Khromova. En un espléndido bailongo, Zharov exhibe al príncipe Bartinsky, un jaranero y un derrochador, el cual queda prendado de Nata.
Con la llegada de un billete del príncipe, el espejo reflejaba un rostro lleno de amor y felicidad. La madre, ocupada en el despacho (dirige la fábrica), la visita se desarrolla ante la reserva de Nata y la desenvuelta disposición de Musia. 
El círculo social les ofrece frecuentes ocasiones. En unas elegantes galerías, Bartinsky invita a Nata a ver los surtidos que atesora. El antipático príncipe enamora a su huésped con su creencia en la transmigración. Se traslada a la época romana, en un alarde trasnochado.
En una conversación con Zharov, en la cual abordan el tema del casamiento, Bartinsky llega a saber que Nata es una hija adoptada y que no posee fortuna. Pero su hermana Musia podría alcanzar un millón neto.
Los esquemas del príncipe experimentaron una transferencia. Tal matrimonio le atrae y Zharov lo ayudará a arreglarlo, con la condición de que preste ayuda con Nata.
El amor del dinero significa la raíz de todo mal. 
El ingenuo príncipe, perturbado con el vuelco de los acontecimientos, expone con frialdad, que no podría ni siquiera pagar una décima parte de las deudas. 
En el palacio Khromova discuten el dispendio del pretendiente. No es el tipo que puede dirigir los asuntos económicos. Pero el disgusto de la heredera presiona el consentimiento de la madre.
La angustia se apodera de Nata. Accede a casarse con Zharov, sin extrañeza ni pesar.
Una boda doble. Avanzada la celebración nupcial, Nata, profundamente abatida, declara el amor por el príncipe y la atracción por el dinero. La millonaria ve comprobadas las sospechas. 
Pasaron varios meses antes de que el príncipe y su mujer volvieran. Musia demuestra amor por el esposo, el cual, un jugador empedernido, la abandona con frecuencia. Por supuesto, los cheques son regulares. Tenía a su cargo todo el dinero de Musia. Vladimir comenzó a vivir una vida desenfrenada.
La señora Khromova advierte a Musia que en unos meses no quedará nada de la dote. Sonriente, Musia no presta atención a los juegos de azar y las pérdidas no la preocupan. 
El cumpleaños de la señora Khromova. El distanciado encuentro de los viejos enamorados. Ante los gestos desesperados (sobreactuación de la Kholodnaia), el príncipe consuela a Nata. Musia los ve acariciarse.
Humillada, Musia permanece al lado de la chimenea y experimenta el distanciamiento y la frialdad del esposo. Sugiere ir al campo unas semanas, precisa descansar. El marido tiene negocios que resolver.
Zharov recibe un demandante con tres pagarés, que deben ser redimidos. No había entregado pagarés a nadie, pero comprueba su firma, según lo cual debe pagar al príncipe.
A lo largo del camino prohibido. Los amantes mantienen un tempestuoso romance, mientras Musia se consume en la desesperación.
Una explicación. La empresaria ajusta las cuentas al falsificador. 
Esa noche, en casa de Zharov, la señora Khromova informa del devaneo, del que el comerciante nada sospechaba. El impulso de Zharov fue matarlos a los dos. La señora comenta que prefiere ver al príncipe muerto, que en prisión.
Bartinsky tiene un revólver dispuesto.
El príncipe deniega cualquier consejo y rechaza la intromisión de la suegra en los asuntos domésticos. La casa se encuentra rodeada. La consecuencia de la solicitud de Nata. La señora indica el revólver y pide que sea valiente por una vez. El príncipe replica que nadie puede probar su culpa. Robó y mintió. La hora de la expiación ha llegado. Hará fuego si sale por la puerta. Dispara y coloca el revólver al lado del derribado. El ajustamiento pasa por un suicidio.



Ana Kontroversy












No hay comentarios:

Publicar un comentario