domingo, 21 de junio de 2015

HENRIK GALEEN. ALRAUNE (MANDRÁGORA), 1927







En el primer medievo, había emergido la leyenda de la mandrágora. Según la leyenda, era una raíz, que se transformaba en un ser humano.
Se salía por las noches, para buscar la raíz.
Cuando en el reloj latía la media noche, había que atenerse a las cosas en el suelo, debajo de la horca.
La raíz de la mandrágora con su fuerza mágica, portaba la fortuna a los hombres, pero también calamidades y dolores.
Su Excelencia, el consejero secreto, profesor Jakob ten Brinken (Paul Wegener) era famoso por su capacidad de experimentar los caracteres hereditarios del ser humano.
Durante sus estudios, encontró la leyenda de la mandrágora y desea examinar científicamente esta vieja superstición. Expone sus reflexiones a los científicos invitados. El viento porta el polen de flor en flor, sin voluntad alguna, sin una meta determinada. En el laboratorio consiguió obtener el animal de laboratorio. Pone en duda la tendencia hereditaria por casualidad. Sobre todo, ver los resultados.
A solas con el nieto, Franz Braun (Ivan Petrovich), muestra emoción por el experimento más grande de su carrera. Crear un ser humano en laboratorio. Un ser, cuyos caracteres hereditarios no vengan turbados de los sentimientos de sus progenitores. Y ya encontró el hombre. La mujer tiene que ser igual a la tierra fertilizada bajo la horca (mandrake) y el nieto la buscará en la escoria de la sociedad, mientras que la administración adquiría el hombre para el profesor.
Jakob ten Brinken se complace ante la vista de un tubérculo con cara, cabeza y cuerpo. Mandrágora, hija de los ahorcados, de los oscuros días de la superstición. Será trasladada a la clara luz de la ciencia.
Franz llegó con la mujer alquilada, una noche tormentosa. Abrumada con las máscaras que decoran las paredes. Se transformará en un ser vivo, el cual carece de calidez, en cuanto transporta el frío.
Alraune (Brigitte Helm) fue educada en un convento. Experimenta con una mosca, remojada en una tintura. Recibe a escondidas la visita de un joven pretendiente. Mientras soporta una reprimenda, desliza un ciervo volador por la espalda de la monja.
En el banco de la Industria, el pretendiente de Alraune entrega el almuerzo al padre, empleado del banco. Aprovecha para sustraer unos billetes de la cartera.
Las señoritas deambulan vivaces por el dormitorio. Alraune prueba fina ropa interior. Riega con perfume a las damiselas.
Cuando el silencio envolvió el colegio, la joven se vistió rápidamente y escapó con sigilo.
En casa del profesor, Franz pregunta por Alraune. El profesor relató "La evolución de mi Mandrágora", una suerte de diario. Se encontraba fechado en 1908. Como cuenta la leyenda, la mandrágora trae fortuna y oro. La llamó Alraune ten Brinken. El nieto, susceptible en cualquier circunstancia, habla de blasfemia, castigo y culpa. El profesor recibe un telegrama con la información de la desaparición de la joven.
Alraune y el cómplice viajan en un tren nocturno. Destaca la actitud despreocupada de la fugitiva, la cual fuma sin cesar. Se le antoja champagne y flirtea con un pasajero, con el consiguiente descontento de la pareja.
En una parada, Alraune encuentra por primera vez gente de un circo ambulante. Aleccionada por el mago, decide enrolarse en la troupe.
Después de meses de indagaciones, ten Brinken encontró a Alraune. Enfundada en su traje de punto deja el circo. El profesor la acusa de haber explotado al nieto.
Disfrutan la relajación en la soleada costa atlántica francesa. Alraune asemeja haber sido concebida con la finalidad de lucir elegantes vestimentas. Y luego el profesor condujo a Alraune en la llamada buena sociedad.
Un vizconde (John Loder) es su rendido enamorado. Cuando pedía su mano, la joven encontró las anotaciones acerca de su existencia. Planea escapar.
Cuando leyó "La evolución", que extrajo debajo de la almohada, replegada por el desaliento, sintió la vergüenza de un experimento del capricho de un científico cínico. Una hija del vicio y del delito. ¿Dónde se halla su lugar entre los hombres? El abatimiento y la incertidumbre decidieron que faltase a la cita con el vizconde y que se vengase.
El profesor rompió un collar, regalo del vizconde.
En el casino, Alraune, con su envoltura más decadente, seda y plumas, da calabazas a los pretendientes.
Y ya en el hotel, determinó contar que se hallaba en la plena actualidad del asunto. El profesor lo tomó a risa. Cuando se vio acosada, hizo una señal luminosa al vizconde.
Tras ganar una fortuna al rojo, Alraune se ausentó y ten Brinken se abismó en la ruina.
Alraune tiene el equipaje pereparado. Ni siquiera el cuchillo que ten Brinken empuña y que amenaza con desesperación, disuade a Alraune de dejarlo.
Implora al vizconde que la transporte lejos, que le de otra alma, un corazón. De esa manera amará como un ser humano. La transformación de la especie en un ser humano.
Alraune se unió con quien amaba. Y el que había violado la naturaleza, se hundió en la soledad y la locura.




Ana Kontroversy

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