domingo, 18 de enero de 2015

EL PLAN SOCIALISTA 2






Aristóteles

El espléndido se preocupará de cómo la realización puede derivar más hermosa y adecuada, más que de cuánto le va a costar y a qué precio le será más económica. La posesión más digna deviene la que tiene más valor (el oro); pero si consiste en una realización, será la mayor y más hermosa (la visión del tal consecuencia produce admiración y lo magnífico es admirable). La excelencia reside en su grandeza.
Las cosas deben tener un precio, porque habrá permuta y asociación de hombres. La moneda iguala las cosas, haciéndolas conmensurables. No habría asociación sin transferencia, ni transacción sin igualdad, ni igualdad sin conmensurabilidad.
(Ética Nicomáquea)

Uno de Sicilia con el dinero que se le había dado como depósito compró todo el hierro de las minas y cuando llegaron los comerciantes de los mercados solo él lo vendía sin hacer una subida excesiva del precio; sobre sus cincuenta talentos obtuvo cien. Cuando Dionisio se enteró mandó que se llevara el dinero, pero que que no permaneciese más tiempo dentro de Siracusa por haber hallado una fuente de recursos perjudicial a sus conveniencias. Con una idea idéntica los dos se las ingeniaron para hacerse con el monopolio.
(Política)

Cicerón

¿Qué precio creéis que los habitantes de Regio exigirían por ceder su escultura de mármol de Venus, y los tarentinos por vender su Europa sobre el toro, por el sátiro que se encuentra en su templo de Vesta, los tespienses por su escultura de Cupido, los Cnidios por su Venus de mármol, los de Cos por su cuadro, los efesios por su Alejandro, los cizicenos por su Áyax o su Medea, los rodios por su Ialiso, los atenienses por su Iaco de mármol, por su cuadro de Paraliena y por su vaca de bronce original de Mirón?
Entre Sicilia y las demás provincias existe una diferencia esencial relativa al impuesto de los campos. A los demás países se les impuso una tasa determinada (que recibe el nombre de tasa permanente, para diferenciarla de los diezmos, que dependían de las cosechas), como sucede con los españoles y las ciudades cartaginesas. Es el precio de nuestras victorias y el castigo a su resistencia.

Lucrecio

Escipión, aquel rayo de la guerra, terror de Cartago, dio sus huesos a la tierra cual sumiso de vil precio.
Quisieron los hombres emplear la plata y el oro para los menesteres que hizo el cobre, pero fue vano porque no tenían bastante consistencia estos metales ni la dura fatiga aguantaba. Tuvo entonces el cobre mayor precio y se despreció el oro como inútil embotando su punta sencillamente. Se desprecia hoy el cobre, el oro sube a la mayor apreciación. De esta manera transforma el tiempo la suerte de las cosas, lo que antes se apreciaba hoy se desprecia.
(De rerum natura)

Salustio

Con paz y con guerra ha sido puesta a precio la republica.
(La guerra de Yugurta)

Virgilio

Tiempo llegará que Turno compraría a gran precio la vida de Palante y que maldecirá estos despojos y este día.
Cedamos a los Teucros como precio de su amistad aquella región y ajustando equitativa paz llamémoslos a formar parte de nuestro país y si es su pretensión buscar otras regiones y otro pueblo construyámosles de roble italo veinte naves.
(La Eneida)

Horacio

¿Qué fin me aguarda o qué precio he de pagar?
(Epodos)

Laomedonte engañó a los dioses con el precio convenido. Viejo soberano de Troya no quiso pagar el precio convenido a Apolo y Neptuno al haber construido las murallas de su ciudad.
A qué precio podemos comprar un cántaro de vino de Quíos.
(Odas)

Tito Livio

Los romanos concedieron a los veyos cien años de tregua, pero a precio de parte de su territorio.
Asustado el pueblo, pedía recibir a los soberanos en la ciudad y comprar la paz al precio de la libertad.
El monopolio de la sal, que se vendía a precio excesivo, se retiró a los particulares y se reservó al poder político.
Ya no había ilusión en la concordia de los ciudadanos y era menester conseguirla a cualquier precio.
Llegó de Sicilia gran cantidad de trigo y deliberó el Senado respecto del precio a que se entregaría al pueblo.
No habría sido difícil a los patricios, rebajando el precio del trigo, libertarse del poder de los tribunos y de otras innovaciones que les habían impuesto.
Cassio, a quien su desinteresada condescendencia con los aliados en la distribución de las tierras había hecho despreciable a los ciudadanos quería, para conciliar los ánimos con otra dádiva, que se entregase al pueblo el dinero recibido por el trigo de Sicilia. Mas el pueblo rechazó con desprecio aquel donativo, como si lo estimase precio de la corona.
El cónsul Fabio vendió cuanto se tomó al enemigo y el precio lo llevó al Tesoro.
Con la paz disminuyó en seguida el precio de los víveres, porque trajeron trigos de la Campania y cuando desapareció el temor del hambre aparecieron los que habían tenido ocultos.
El precio de la castidad.
Un favor como precio de las prestaciones particulares a los tribunos.
El invierno fue extraordinariamente frío y nivoso, hasta el punto de quedar cortadas las comunicaciones por los caminos y la navegación por el Tíber; a pesar de lo que grandes aprovisionamientos, acopiados de antemano, permitieron mantener el precio ordinario de los víveres.
Los objetos no reconocidos fueron vendidos en subasta, distribuyéndose el precio a los soldados.
Las manos ávidas y rapaces de los ciudadanos ociosos no arrancarán a los valientes guerreros el precio de sus esfuerzos.
Decidieron que era indispensable, a cualquier precio, rendirse o libertarse.
Se vendió a los prisioneros en subasta y muy buen precio se obtuvo, que después de devolver a las matronas el valor del oro que habían dado, el resto permitió hacer tres copas de oro, que fueron depositadas a los pies de Juno, en el santuario de Júpiter.
El cónsul hizo lo que hasta entonces no había ocurrido. Habiendo reunido sus tropas por tribus en su campamento de Sutrium, les hizo votar una ley que imponía un vigésimo sobre el pecio de los esclavos que se manumitían. Como esta ley proporcionaba ingresos al Tesoro, que estaba apurado, el Senado la aprobó.
El precio de viejos beneficios hechos a corazones generosos.
Los cónsules P. Valerio Publicola y C. Marcio Rutilo pretendieron aliviar la carga de la usura, hicieron del pago de las deudas cuestión de preferencia y crearon cinco magistrados encargados de la repartición pecuniaria, llamados por esta razón mensarios. Se establecieron en el Foro pagadurías repletas de dinero, abonando el Tesoro después de tomar las convenientes garantías; o una estimación a justo precio y una cesión libertaban al deudor.
De los parapetos de Sutrium, el cónsul M. Valerio Corvo llevó encadenados delante de su carro triunfal a cuatro mil volscos que se habían rendido, vendiéndolos después y entregando el precio al Tesoro publico. Pretenden algunos escritores que aquellos prisioneros eran esclavos, más verosímil que haber vendido soldados rendidos.
Los desterrados lucanos envían mensajeros a sus compatriotas y por el precio del llamamiento les ofrecen entregarles a Alejandro de Epiro muerto o vivo.
Pagó la confederación de los auruncos el sueldo al ejército romano y quedó obligado a dar dos túnicas a cada soldado; este fue el precio de la tregua.
Los etruscos, despreciando la tregua, se disponían para la guerra; pero mientras hacían los preparativos invadieron su territorio un ejército de galos y les separó por algún tiempo de su propósito. Después, contando con sus riquezas, que les hacían poderosos, pretenden ganar a los galos y hacerlos aliados con objeto de ayudarse con aquel ejército en su guerra con Roma. No rechazaron los bárbaros la alianza y marcaron el precio, bajo la condición expresa de que les cederían una parte del territorio y que al fin se establecieran sólidamente. Por la repugnancia que experimentaban a recibir en su proximidad hombres de muy hosco carácter, fueron despedidos los galos, cargados de riquezas que no les habían costado actividad ni peligro.
(Historia Romana)

Ovidio

Y no desprecio yo ni me conviene a Esparta despreciar, harto precio tiene con la beldad que contiene.
No creo que con su litis y valor me pusieron por precio a tu rudeza, era para mí deshonra y perjuicio.
La grandeza de haberme tu valorado por sumo precio para tu grandeza y por corona y prez de tu reinado.
(Las Heroidas)

Veleyo Paterculo

La lex frumentaria abastecía a la plebe del suministro anual de trigo a precio inferior al del mercado y la construcción de almacenes para el almacenamiento del grano. Cada familia podía tener un suministro mensual al precio de dos sestercios y 1/2.
Opimio realizó un acto abominable. Poner precio a la cabeza de un ciudadano romano y pagarlo en oro.
Antonio tomó los setecientos millones de sestercios depositados en el templo de Ope Opífera por César, alterando el registro de las ciudades. Todo se tasaba en un precio, siendo el cónsul quien ponía la republica en venta.
Beneficios del poder de Tiberio. ¿Cuándo hubo un precio de abastecimiento más moderado?
(Historia Romana)

Petronio

Se busca hasta en los confines del Hammón africano, para poseer el monstruo cuyo diente asesino fija su precio.
Las conchas arrancadas a las rocas de Lucrinia, vienen a avalorar con su costo los banquetes y avivar el apetito de la fuerza de su precio enorme.
Los Quirites, comprados, dan sus votos a quienes les sobornan y se inclinan con el peso de su oro. Si venal es el pueblo, venal es la curia de los senadores. El favor tiene un precio.

Lucano

Como había sido su padre, cónsul el año 76 a.n.e., Curión fue en los comienzos de su vida política, hasta su tribunado, el año 50, enemigo encarnizado de César. Pero en esta ocasión (campaña de Libia), abrumado por las deudas, Valerio Máximo las evalúa en dieciséis millones de sestercios, se permitió comprar por aquel, que disponía del enorme botín, que había supuesto el coronamiento victorioso de sus campañas gálicas. Suetonio le atribuye haber puesto en venta el oro de las depredaciones de la Galia a tres mil sestercios la libra, cuando el precio corriente era de cuatro mil. Curión recibió sus recursos con el propósito de someter Roma al poder de César.
(Farsalia)

Josefo

Precio y pago gravoso.

Suetonio

Cayo Julio César repudió a Cossutia, hija de simples, aunque opulentos caballeros, con la cual estaba desposado desde la niñez, y tomó por esposa a Cornelia, hija de Cina, el cual había sido cónsul por cuarta vez. De esta nació Julia, sin que Sila pudiese conseguir que la repudiase. Por este motivo, le despojó del sacerdocio, de los bienes de su esposa y de las herencias de su casa, persiguiéndole de tal forma, que hubo de ocultarse y, aunque enfermo de fiebre cuartana, se veía obligado a mudar de asilo por las noches y a rescatarse a precio de oro, de manos de los que le perseguían. Consiguió ser perdonado al fin, por mediación de las Vírgenes Vestales, Mamerco Emilio y Aurelio Cotta, parientes y allegados suyos.
La conducta de rapiña le proporcionó mucho oro, que hizo vender en Italia y las provincias, al precio de tres mil sestercios la libra.
Conducido a Roma por orden de Octavio Augusto el Tesoro real de Alejandría, derramó tal abundancia de numerario, que al punto bajó el interés del dinero y subió el precio de las tierras.


Aulo Gelio

Soción, esclarecido filósofo de la escuela peripatética, compuso un libro lleno de historias de todo género, intitulado "El cuerno de Amaltea", que es como llaman los griegos a lo que llamamos Cuerno de la abundancia. En este libro se encuentra la historia sobre Demóstenes y la cortesana Iais. Iais la Corintia, cuya belleza y elegancia eran famosas, obtenía mucho provecho del comercio de sus perfecciones. Los hombres más opulentos acudían a su casa de todos los lugares de Grecia; pero no se les admitía hasta después de haber pagado el precio que ella fijaba, siendo muy exigente en estas peticiones. Según Soción, este es el origen del proverbio común entre los griegos, No es dado a todos abordar a Corinto.

Dionisio de Halicarnaso

Decreto del Senado del tiempo de Cayo Marcio Coriolano. Que los precios que los alimentos de cada día tenían antes de la rebelión se abarataran al máximo.
Durante el reinado de Lucio Tarquino, aconteció, para la ciudad de Roma otro afortunado y admirable suceso. Una mujer extranjera se presentó ante el tirano con el deseo de vender nueve libros llenos de oráculos sibilinos. Recopilación de oráculos, atribuido a la Sibila de Cumas. Como Tarquino no creyó conveniente comprar los libros al precio que pedía, la mujer marchó y quemó tres. Cuando llevó sólo tres y pidió igual cantidad, Tarquino hizo llamar a los augures. A causa de algunos indicios aconsejaron adquirir los oráculos que quedaban. Tarquino seleccionó dos ciudadanos ilustres y les encargó la custodia de los libros.
(Historia Antigua de Roma)

Arriano

Los tiempos de Chandragupta eran frecuentes los matrimonios con los que la novia había sido comprada al precio de dos bueyes. 
(Anábasis)

Amiano Marcelino

Semejaba superfluo que sólo por su deseo de popularidad, Juliano se esforzaba por rebajar el precio de los objetos de lujo, circunstancia que si se produce en un momento inadecuado, suele originar pobreza y hambre.
El que se formen perlas pequeñas o grandes depende de la calidad de su alimentación y de diversas circunstancias. Su captura es difícil y peligrosa y lo elevado de su precio se debe a que evitan las costas frecuentadas por temor a las trampas de los pescadores y que se esconden entre los abruptos escollos y las guaridas de las focas.
Ciudadanos realmente ingratos quemaron un magnífico hogar, situado al otro lado del Tíber, impulsados por cierto plebeyo insignificante, que había inventado y difundido que Simmaco iba a utilizar el vino para el mantenimiento de sus hornos, antes que venderlo al precio que todos esperaban.
Como se habían vendido a los indigentes diez modios por una pieza de oro, y Himetio, procónsul de África, había comprado treinta, entregó las ganancias al tesoro del príncipe por igual precio. Entonces Valentiniano, sospechando que le había enviado menos de lo que convenía por esta venta, le castigó con la pérdida de parte de sus bienes.

Historia Augusta

Entre las centurias que formaban el rango ecuestre, dieciocho tenían un censo superior y recibían el caballo publico (equus publicus), el precio de la compra y el mantenimiento del caballo, para la prestación en la caballería. Eran los equites Romani equo publico, votados por los censores, de condición libre, mayores de dieciocho y con ganancias de 400.000 sestercios.
Y por la moderación que todos experimentaron, siguiendo el indicativo de Helvio Pertinax, el cual se comportaba con gran austeridad, se originó un abaratamiento de los precios. En efecto, disminuyó los gastos a la mitad de lo usual, rechazando los que no eran menester.

Cuentos irlandeses

Dar precio de un cargamento de trigo. Vender para pagar el alquiler.
Pagar el precio más alto que se dé en el mercado.
Vendió el cargamento de avena y obtuvo buen precio.

Chrétien de Troyes

Oro y plata, veros y petigris y telas de seda de caro precio.
(Erec y enide)

Sois de corazón muy esforzado y a ningún precio me atrevería negaros nada que os agrade pedirme.
Le dijo que le pertenecía plenamente. No se atreve a alojar este tesoro más que dentro de su corazón. A ningún precio lo abandonaría fuera, pues teme ladrones y salteadores.
Ninguno de los que golpea elude pagar el precio de abandonar la silla y los arzones.
(Cligés)

Salisbury

Hay cosas que poseen un valor propio y otras con la apreciación ajena. El pan y aquellas provisiones que consisten en alimentos o vestidos de menester son tenidos en aprecio en cualquier parte. También las cosas que deleitan los sentidos. Lo que pertenece a la Naturaleza es auténtico y tiene vigencia entre todos. Lo que sigue a la opinión es incierto, está en alza o decae por el capricho.
(Policraticus)

Giraldus Cambrensis

El castor existió en el río Teivy los días de Howel Dha; la mención de él de sus leyes y el alto precio que se puso a su piel lo demuestran.
(El Itinerario del arzobispo Baldwin a Gales)

Von Eschenbach

Con gran actividad se montó la tienda, que tenían que llevar treinta caballos de carga. Evidenciaba su elevado precio.

Villani

Comprar fortalezas y aldeas a cualquier precio, levantar nuevos castillos.
Cuando se hizo la demanda se llevó a cabo consejo y deliberación.
(Nueva Crónica)

Petrarca

Perder libertad era precio. Quedar hecho prisionero de amor.
Querido, dulce y fatigoso precio.
Nudo, el ánimo, precio.
De piedad tienes el precio.
(Cancionero)

El Libro del Castellano de Coucy

Se prometió que a ningún precio omitiría acudir a cuantos torneos se celebraran. Si la dama oía elogiar su actuación él podría alimentar la ilusión de obtener algún día su favor.

Huon de Burdeos

Agradecer la justa oferta.
Estoy dispuesto a hacer tus ofertas.
Cualidades. Poder volar el precio.
Conceder la demanda.
Escuchó mi demanda y la tomó como una gran locura.

Sir Gawain y el Caballero Verde

No os preocupéis por el precio; pagado está cuanto haya conseguido.
El valor del precio.
Muy pobre precio para el tesoro otorgado.

Chaucer

Disponer una cena a un precio fijo de antemano.
(Cuentos de Canterbury)

Boccaccio

Vender a un precio razonable.

Sir Tryamour

Prometer tierra y alquiler (ingresos) / y me obligan ofertado.

Pigafetta

Se entiende, que el precio de los géneros de las especias debía ser muy bajo originariamente y que el menester de pagarlos muy caros era una consecuencia de los gastos de transporte y de los riesgos que se corrían, ya en el mar Rojo, ya en los desiertos, además de la ganancia con que quedaban aquellos por cuyas manos pasaban. Sabemos por Bartolomé Florentino, negociante, el cual residió veinticuatro años en las Indias, al fin del siglo XV, que pasaban por doce manos diferentes antes de llegar y que cada uno ganaba el décuplo; pero sobre todo, el monopolio elevaba excesivamewnte  el precio.
Trocamos a buen precio las figuras de los naipes; por un rey de oros me dieron seis gallinas, y aun imaginaron haber hecho un magnífico negocio.
Compramos a poco precio clavos de especia.

Rabelais

Una esmeralda de Physon de precio inestimable.
Habiéndose negado los vecinos de París a contribuir para comprar un collar de precio enorme a la duquesa de Etampes, les amenazó con quitarles las campanas de Notre Dame.
Requirieron cortésmente para que con su dinero y al precio usual les vendiesen algunas tortas de Lerné.
Por su precio os habríamos vendido nuestras uvas.
Pagar el precio acostumbrado.
Desaparecido el préstamo, como sustituto de su puesto nacerán la desconfianza, el desprecio y el precio con la cohorte de todos los males, las maldiciones y las miserias.
Precio bajo.
A la verdad, su hacha es para él de un precio igual al que merece un reino para su soberano.
Según el precio de venta de valor del año más caro que haya pasado ese lapso de tiempo.
Conformarse con la mitad del justo precio.
Apalear a cualquier precio.
Son muy ingratos y nunca tendrán cama a ese precio.
(Gargantúa y Pantagruel)

Bodin

Se puede ser esclavo por haber colaborado en el precio de la venta de su libertad.
Tratado entre la casa de Francia y las ciudades hanseáticas, entre milaneses y suizos, desde 1315, mediante el cual están obligados a venderles cierta cantidad de grano, al precio fijado por las convenciones.
Si la moneda, cuya eficacia es calcular el precio de las cosas, es variable e incierta, nadie sabrá lo que tiene; los contratos serán inciertos, los gravámenes, tasas, gajes, pensiones, beneficios, intereses y honorarios, inciertos; las penas pecuniarias y multas fijadas por las costumbres y ordenanzas, inciertas.

Lavater

Saber el precio sospechando la buena baratura de una casa.
Cuando abandonaron las Sagradas Escrituras y las desecharon, las costumbres y los preceptos de los hombres comenzaron instantáneamente a ser tenidos a gran precio y fueron más apreciados que la palabra divina.
(De fantasmas y ánimos)

Spenser

Algunos pagarán el precio de la culpa de otros.
Pagará con su sangre el precio que ha derramado.
Para poner precio a su sangre (pagar el precio) aquí derramada a la vista.
Cuyo precio pasajero. De paso, cuyo valor de superación era difícil de calcular.
Un precio de rescate de dinero.
Los ojos vendados a precios aleatorios.
La presente oferta de justa victoria.
No lo haría por el precio o las oraciones una vez pagadas.
Permiso para ofertar.
Ofertas ociosas de tu tarifa dorada.
Tus ofertas ociosas las rehuso.
Canuto recibió su parte / A la que llamó Canucio por su precio, / Hoy Cantium, Kent.
Saquear a un precio demasiado alto.
Ese poder celestial a quien el cuidado / De la vida y generación de todos / pertenece a un cargo particular, / Que las cosas maravillosas relativas a nuestro bienestar / Y extraños fantasmas nos permiten prever / Y a menudo hay malas ofertas secretas / Ese es nuestro Yo a quien aunque no veamos / Sin embargo, cada uno percibe ser.
Despreciad la justa oferta de buena voluntad manifestada / Porque es gran reprensión amor para despreciar / O formular groseramente una petición amable y sincera.
Precio de plata.
Me despido de la oferta de su cama.
Ningun precio mundano puede reprimir / Su esclavitud y miedo.
(La Reina de las Hadas)

Nash

Si pones a mis papeles algun precio mantendré mi creación satisfecho.
Contaba sus barriles fijando el precio a la cabeza de cada uno.
El precio completo.
(El viajero infortunado, o la vida de Jack Wilton)

Shakespeare

Se cobra el dulce precio de la despedida.
(Venus y Adonis)

Las mujeres son ángeles en cuanto se las hace la corte; una vez conseguidas, las cosas pierden su precio. El alma del placer está en la persecución. La mujer amada no sabe nada si no sabe que los hombres aprecian lo que no han conseguido en más de lo que vale. Está por nacer la mujer que ha encontrado muchas dulzuras en el amor triunfante como en el amor suplicante.
La alabanza debilita su valor cuando la persona alabada es el objeto; pero la que el enemigo da frente a su deseo representa la que a la fama le gusta publicar. Esa sola alabanza es pura y de alto precio.
La valía de un objeto no depende de una apreciación personal; su mérito proviene de su precio intrínseco y de la estimación del tasador.
Vale la pena de ser guardada, porque es una perla cuyo precio ha hecho lanzar mil barcos al mar y mudado soberanos coronados en comerciantes.
Nosotros, que nos hemos comprado mutuamente al precio de miles de suspiros, tenemos por fuerza que vendernos miserablemente al precio de uno solo exhalado a la carrera.
(Troilo y Crésida)

Burton

Las excelencias de "La anatomía de la melancolía" quedaron declaradas con el aumento de precio que producía cada copia ofrecida a la venta; y el aumento de la demanda señaló el menester de una nueva publicación.
Enviamos nuestras mejores mercancías más allá de los mares, de las que hacen un buen uso para sus menesteres, se dedican a trabajar y mejoran enviándonoslas a precios muy caros o hacen juguetes y chucherías con los restos que nos venden de nuevo a un precio alto como el total.
De la escasez que vendrá del grano no extender tal precio.
Juvenal. Los platos de mayor precio brindan la mayor gratificación.
El precio del gasto del tiempo, de nuestras sustancias y patrimonios.
Demandar por deterioro.
Degradado, completamente fuera de demanda.
Comprar las mercancías y venderlas a precio opresivo.
Obtenido con un gasto y una demanda pequeños.
Demanda y favor revocan el destierro.
(La anatomía de la melancolía)

Butler

El oso acusado y el perro demandante.
Vender su piel y su canal a / Un precio alto y desesperado / Como nunca pudo.
Los compradores ofertando.
Probar la demanda.
Una placa robada restaurada a precio razonable.
Lo mejor para el que da el mejor precio.
Una especie de comercio de corretaje del amor / Empleado con la lujuria débil y especulativa / Y subieron sus precios tres a uno.
Presbítero e Independiente / Se transformaron como demandante y demandado.
Abaratando el precio de las brasas.
Los precios extrañamente elevados.
Para los Tribunales de Justicia se entiende / Que el demandante es mano mayor / Quien puede decir lo que le place.
Dudando que fue vano demandar / Nos reclamas audazmente como lo que te corresponde.
No es difícil entender / El misterio de esta demanda audaz / Que no puede apuntar a nuestras personas / Sino algo con la aptitud de reclamar.
Nada puede salir perfectamente / Ni tiene ese precio como lo que vendemos. / Gobernamos cada reunión publica / Y hacemos que los hombres hagan lo que juzgamos apropiado.
(Hudibras)

Locke

Consecuencias inevitables, de que el precio del alquiler del dinero pueda ser regulado por ley.
1. Hará que la dificultad de pedir prestado y de prestar sea mayor y, por tanto, el comercio (fundamento de la riqueza) se verá obstaculizado.
2. Perjudicará a aquellos que más precisan asistencia y ayuda, viudas, huérfanos y personas poco instruidas en las artes y manipulaciones de hombres hábiles, aquellos cuyos patrimonios están constituidos por dinero.
3. Incrementará la ganancia de banqueros, prestamistas y expertos agentes de comercio quienes, hábiles en el arte de prestar dinero conforme a su valor verdadero, al que ascenderá el interés conforme a la condición actual del comercio, del dinero y las deudas. Obtendrán el verdadero valor del interés, por encima del legal.
4. Probablemente origine mucho perjuicio al país; como el dinero es una mercancía de uso general precisa para el comercio, todos deben obtenerlo al precio que les sea posible e inevitablemente tendrán que pagar más caro cuando sea escaso.
Por tanto, si el interés legal se mantuviera bastante cerca del natural (aquel precio del dinero al que su actual escasez lo hace ascender, sobre una distribución equitativa), tal vez haría bajar el precio del dinero para el prestatario y lo distribuiría mejor, con el respectivo beneficio para el comercio del país, porque los hombres autorizados por ley a obtener casi el total del interés, no se sentirían tentados a llevarlo a Londres, para ponerlo en manos de los banqueros; lo prestarían a sus vecinos del país, lo que resultaría conveniente para el comercio.
Punto de vista del dinero como elemento del comercio. Como en las manos del consumidor, en cuyo concepto incluyo al comerciante, el cual compra mercancías manufacturadas para exportarlas, si carece de dinero, el valor de la mercancía fabricada disminuye y el Reino pierde con la bajada del precio.
Otra consecuencia de reducir el dinero a un precio bajo. La rebaja del interés hará subir proporcionalmente el valor de las demás cosas. Porque al ser el dinero la compensación de las cosas que se pueden adquirir y al estar en el otro platillo de la balanza del comercio, la consecuencia semeja ser, que cuanto más valor quitéis al dinero, más agregáis al precio de las otras cosas que se transforman por él; y la subida del precio de cualquier cosa es sólo el aumento de su valor con respecto al dinero, o la disminución del valor del dinero.
El cálculo del valor del dinero con referencia a cualquier cosa que se adquiera con él, es la cantidad de dinero en efectivo que tenemos, en comparación con la cantidad de esa cosa y su salida o venta. El precio de una mercancía sube o baja en proporción al numero de compradores y vendedores; esta regla se cumple generalmente en las cosas que han de ser compradas o vendidas.
El valor de las cosas más o menos convenientes, sube o baja con respecto al dinero en iguales proporciones de incremento o disminución, con la diferencia de que las cosas precisas para vivir deben obtenerse a cualquier precio, pero las comodidades se obtendrán sólo si se prefieren a otras comodidades y, por tanto, en estas mercancías el valor sube sólo en cuanto disminuye su cantidad y su salida es mayor, lo que depende de que se las prefiera consumir antes que a otras cosas.
Como el dinero es siempre idéntico en virtud de su interés y da un tipo de producto a lo largo de todo el país, puede tener un precio fijo anual determinado por el magistrado; pero la tierra no.
Las cosas deben dejarse en paz, para que encuentren su propio precio, y es imposible en la persistente vicisitud, que la previsión humana establezca reglas y límites a su permanentemente variable uso y proporción, que regularán su valor.
El dinero, como las otras mercancías, está sujeto a iguales variaciones y desigualdades; en realidad, con respecto a la variedad de su valor, originada por el tiempo con la sucesión de los acontecimientos, el tipo del dinero es menos susceptible de ser regulado por una ley, que el beneficio de la tierra. Porque a las transformaciones rápidas, que se suceden en el comercio, debe agregarse que el dinero puede entrar o salir del Reino, cosa que la tierra no hace.
Lo que regula el precio, o sea, la cantidad que se da en dinero (que se llama compra o venta) por otra mercancía (trueque) es su cantidad con respecto a su venta o salida. Por tanto en la compra y venta, el dinero se encuentra exactamente en las condiciones de otras mercancías y está sujeto a las leyes que regulan el valor de las cosas.
El interés legal jamás podría regular el precio de la tierra.
La razón por la cual el precio de la tierra no está regulado por el interés legal del dinero es porque el precio del dinero no se atiene al patrón fijado por la ley, sino al precio de mercado, y los hombres no se guían por el interés legal e impuesto del dinero, sino por el corriente por el cual regulan.
Las cosas compradas o vendidas bajan y suben su precio en proporción al numero de compradores o vendedores.
No es la presencia, el agregado, el incremento o la disminución de una buena cualidad en una mercancía, lo que hace que su precio sea mayor o menor, sino que la proporción entre su cantidad o salida sea menor o mayor.
1. La bondad o utilidad de una cosa no incrementa su precio, ni en realidad hacen que la cosa tenga un precio determinado, salvo en cuanto disminuye o aumenta la proporción entre su cantidad y su demanda.
2. El agregar calidad a cualquier mercancía tampoco sube su precio, a menos que incremente su consumo.
3. Tampoco el incremento de una buena cualidad en una cosa la hará valer más.
4. Ni la disminución de las buenas cualidades de cualquier mercancía baja su precio.
Si el monopolio fuera de la mercancía y esta fuera de uso general, el precio dependería de la voluntad del monopolista.
Cuando una cantidad de dinero recorre el comercio, constituye realmente una referencia de la caída o subida del valor de las otras cosas y la alteración del precio se produce sólo en las cosas. Pero si incrementáis o reducís la cantidad de dinero corriente en el comercio de cualquier lugar, entonces la alteración de valor se produce en el dinero.
Pero el valor o precio de las mercancías, entre las que se incluye el dinero que circula por el comercio, consiste en una proporción entre dos cosas. Se altera al incrementar una o disminuir la otra.
En un país que tiene un comercio abierto al resto del mundo y usa dinero hecho de igual material que sus vecinos, debe haber una cierta proporción entre su dinero y su comercio. La razón es que, para mantener vuestro comercio sin pérdida, las mercancías que están en vuestro país deben tener un precio igual o aproximado al precio del tipo de mercancías en los países vecinos. Porque el valor del dinero es la cantidad total de dinero que hay en el mundo, en proporción con todo el comercio, pero el valor del dinero en un país es la cantidad de dinero actualmente corriente en ese país en referencia con el comercio de ese momento.
La subida o bajada del precio de la tierra, como el de otras cosas, depende de la cantidad de tierra que se va a vender comparada con la cantidad de dinero destinado a ese comercio, o del numero de compradores y vendedores. Puesto que el bajo precio de la tierra depende del gran numero de vendedores en proporción con los compradores, lo que hace que haya abundancia de vendedores es la mala administración y sus consecuencias, las deudas.
En los días de la reina Isabel (cuando la sobriedad, frugalidad y laboriosidad incrementaron diariamente la ya creciente riqueza del Reino), la tierra mantuvo su precio y se vendió por más años de explotación, de lo que incumbía al interés del dinero, que en ese momento estaba utilizándose activamente en un comercio floreciente, que hizo que el interés  estuviera mucho más alto.
Los gastos y menesteres del Gobierno requieren una provisión de tres millones, que se imponen sobre la tierra. Las mercancías deben ser subidas en un cuarto de su precio al consumidor. Los pobres profesionales y artesanos no pueden pagar el impuesto, porque sólo subsisten, y si su comida, ropa y utensilios costasen un cuarto más que antes, sus salarios deberían subir con el precio de las cosas, para permitirles vivir.
El precio actual de mercado del oro con respecto a la plata. El oro es alrededor de quince cantidades y media más valioso que la plata.
Gruesas piezas que se acuñaron a 20 chelines, durante el reinado de James I y de las que hoy nadie se desprende por menos de 23 chelines, según el precio de mercado.
El dinero es la dimensión del comercio y del precio de las cosas y, por tanto, debe mantenerse (como las demás dimensiones) equilibrado e invariable como sea posible. Pero esto es imposible, si vuestro dinero está hecho de dos metales cuya proporción, y en consecuencia cuyo precio, varía uno respecto del otro.
Valor mutuo del oro y la plata. Su uso o proporción puede variar con su precio. Porque al estimarse el valor de uno en referencia con el otro, es como si estuvieran situados en dos platillos diferentes de la balanza y cuando uno sube el otro baja y viceversa. Incumbe que el Reino haga uso del tesoro que posee. Es menester que vuestro oro sea acuñado y lleve el sello, para garantizar a los hombres que lo reciben, que hay determinada cantidad de oro en cada pieza. Pero no es menester que tenga un valor fijo establecido por autoridad publica. No es conveniente que esta proporción variable tenga un precio fijo. Dejemos que el oro, al igual que otras mercancías, encuentre su propio precio. Y cuando en virtud de la inscripción y de la imagen, porte la garantía publica de su peso y fineza, el dinero de oro acuñado de esta manera nunca dejará de circular al precio de mercado, como cualquier otra especie de vuestro dinero.
El valor o el precio de una cosa, que consiste en la estimación que se le atribuye en comparación con otra cosa con la que entra en competencia, sólo puede saberse por la cantidad de una, que puede canjearse por determinada cantidad de la otra. Como en la naturaleza no hay dos cosas cuya proporción y uso no varíe, es imposible establecer un precio regular.
La razón de la transformación alta es la compra de muchas mercancías en un país extranjero, por más valor de lo que ese país nos compra. Porque aquello cuya demanda sube, aumenta luego el precio.
El oro, a pesar de que no es el dinero del mundo, ni el cálculo del comercio porque no es apropiado, puede y debe ser acuñado, para garantizar su peso y fineza y esa moneda puede tener un precio y un sello puesto por la autoridad publica, a fin de que el valor fijado sea determinado con su precio en el mercado.
En los tiempos en que la East India Company, o alguna venta extranjera, requirió una mayor cantidad de plata, hizo que el orfebre peleara, y los importadores de lingote subieron su precio, con arreglo al menester presente de grandes cantidades de plata.
La valoración de las cosas es lo que se toma en cuenta, para establecer su precio.

La verdad, como el oro, no tiene menos valor porque termine de ser extraído de la mina, sino que son la prueba y el examen los que fijan su precio por encima de cualquier moda anticuada. Y aunque no tenga cuño de curso habitual puede, sin embargo, ser viejo como la naturaleza y no por eso menos genuino.
Las cosas del menor precio alcanzan gran valor cuando se ofrecen con respeto, estima y gratitud.
(Ensayo sobre el entendimiento humano)

Hobbes

La muerte del Mesías es precio suficiente por los pecados de la humanidad, porque no se requirió más.
(Leviatán)

Jonson

Oh riqueza venerada, diosa muda,
que a los hombres habla otorgas,
que nada puedes y a todo mueves;
precio de las almas.

Por lo que respecta al precio, valorar. Seis coronas es el precio. Su valor real no pido que, entonces, exigiría mil coronas. Este fue el precio pagado por personas notables.
La gradación descendente del precio.
No esperéis precio más bajo, ya que, por mi destacada insignia, no bajaré un bagatino. Moneda veneciana, del valor de la cuarta parte de un quadrino y equivalente a 2,5 céntimos, o sea, la duodécima parte de un penique.
¿Y si hablara sobre el precio? El mundo se trocara en banco y ese banco en monedero con el que poder adquirirlo.
Desplazar, a un precio desorbitado.
Aceptaré que se ausente, a cualquier precio.
Precio concreto.
Abaratar el precio de los arenques.
(Volpone)

Mme. La Fayette

El cuidado y la sinceridad que me demostráis tiene para mí un precio incomparable.
Reservad mis palabras; con un alto precio compro el secreto que os pido.

Racine

Gloriosa aprobación de una persona, que sabe otorgar a las cosas un precio justo.
¿Querrías reinar al precio de un parricidio?
Precio de la paz.
(La Tebaida)

¿Pero a qué precio creéis que Alejandro quiere cobrar la indigna paz con la que pretende sorprenderos?
Como soberbio vencedor, exigirá mi corazón como precio de vuestra muerte.
A este precio recibo la amistad de Alejandro.
Mostrar la fidelidad al precio de la sangre.
Someted al precio de su dominación la cólera de una ingrata.
(Alejandro Magno)

La ingrata, que muy alto precio ponía a su corazón, aprende a su vez a soportar el desprecio.
El precio de un tirano muerto.
(Andrómaca)

Poner precio a la amistad secreta.
El precio que tiene el corazón.
(Berenice)

Precio del rescate.
Salvarse a un precio.
Querer a cualquier precio.
Precio del perdón.
Precio de las atenciones, de la justa complacencia y del agradecimiento.
(Bayaceto)

El precio mínimo que debe proponerse.
Pagar a cruel precio las mercedes.
El precio de una cruel argucia.
(Mitrídates)

Precio de un triunfo hermoso.
Los dioses sólo nos prometen los vientos a ese precio, el sacrificio de Ifigenia.
Si se castiga a su familia por el crimen de Helena, haced buscar en Esparta a su hija Hermione. Permitid que Menelao rescate a semejante precio su mitad culpable, de la que está excesivamente prendado.
Corréis a pagar un poder con vuestra sangre y a ese precio queréis que os pueda disputar vuestro lugar.
A qué precio, con qué inciensos, oh cielo, podré alguna vez recompensar a Aquiles y pagar sus mercedes.
(Ifigenia)

Precio que merece la lealtad.
Sea cual sea el precio que hayamos de pagar.
(Fedra)

La muerte es el precio de cualquier audaz, que se presenta ante sus ojos sin ser convocado.
(Esther)

¿Significa un precio muy caro para vos un poco de complacencia?
Una corte donde los honores y los empleos son el precio de una ciega obediencia.
Preciado depósito.
Cargado de hierros, tiene miedo de mi celo  y mi valor; pero ese es el menor de los precio, que su cólera me reservaba.
El poder del tesoro de David, a ese precio les permite vivir.
(Atalía)

Shaftesbury

Nunca querría que me tocara en suerte librarme de un hábito al precio de transformarme en un irreflexivo e insensato.
(Carta sobre el entusiasmo)

Puede que se hayan adquirido coronas al precio de limosnas y donaciones.
(Sensus Communis)

Leibnitz

Los hombres solemos estimar poco importantes aquellas cosas que podemos conseguir por poco precio. El bienestar que se nos regala lo valoramos menos. El propio modo de tratarlas frecuentemente confiere su precio a las cosas. Obtiene mejor el salario o el premio quien lo pide en el momento de ganarlo y no mucho después, cuando el asunto está ya resuelto y comienza a depreciarse su aportación, o si, hasta tal punto nos lo dio todo hecho quien propuso la solución, que lo que queda podemos hacerlo sin su ayuda.

Bayle

Prodigiosa avaricia de los judíos, los cuales sólo sueñan con transportar monedas a los lugares en los que alcanzan mayor precio y no en la traducción de libros.

Swift

Imponer un ánimo de honestidad, industria y cuidado a nuestros comerciantes, los cuales si hoy tomáramos la decisión de no comprar otras mercaderías que las del país instantáneamente se unirían para trampearnos con el precio, el cálculo y la calidad y a quienes por mucho que se insistiera no se les podría arrancar una sola oferta de comercio honrado.
(Escritos subversivos)

Crébillon

En cuanto corre la voz de que una joven tiene la malhadada costumbre de no pedir nada cuando se entrega, todos se creen dignos de poseerla por ese precio o, al menos, a precio módico.
Comprar al precio más alto unos favores, que ya empezaban a cotizarse muy a la baja, aunque no se menospreciaban como merecían.
El precio de la inocencia.
Como el precio del sacrificio está en la dificultad que cuesta, ¿qué mérito puede tener aquel que sacrifica una mera idea?
El precio que cuestan las reconciliaciones.
Poner precio al silencio.
si le hurtaba alguno de sus hechizos era para entregarle a otro de mayor precio.

Smith

Leyes que regulan el valor de las mercancías. El precio real y nominal de las mercancías, o su precio en actividad y su precio en moneda. Cálculo real de este valor, o en qué consiste el precio real de las mercancías. Una vez que la división del trabajo se ha consolidado, la propia actividad de cada hombre no podrá proporcionarle más que una proporción de las cosas convenientes y agradables de la vida. Deberá obtenerlas de la actividad de otros hombres. El valor de una mercancía es igual a la cantidad de actividad, que permite a la persona comprar u ordenar. La actividad es el valor de las mercancías. El precio real de las cosas es la fatiga que su adquisición supone. Valor de una cierta cantidad de actividad. Poder de compra, mando sobre la actividad. El valor debe ser exactamente igual a la extensión de este poder, que confiere a su propietario. Pero habrá que tener en cuenta los diversos grados soportados y la destreza desplegada. El valor de una mercancía es habitualmente estimado, según la cantidad de dinero que se obtiene. La actividad, al no variar en su valor, es el patrón auténtico y definitivo, mediante el cual se puede estimar y comparar el valor de las mercancías en todo tiempo y lugar. Es su precio real; y el dinero es sólo su precio nominal. El precio real tiene siempre un valor; pero debido a las variaciones en el valor del oro y la plata, el precio nominal tiene valores muy diferentes. El precio nominal o precio en moneda de las cosas finalmente determina la prudencia o imprudencia de las compras y las ventas, y regula los negocios de la vida cotidiana, que tienen que ver con el precio. El comerciante acomoda el precio de sus bienes. El precio monetario de los bienes es la cantidad de oro o de plata puros por el cual se venden.
Partes que componen el precio de las mercancías. Cuáles son las diferentes partes que componen o constituyen este precio real. Si una actividad requiere un extraordinario grado de destreza e ingenio, el aprecio dará valor a su producción. Larga dedicación, compensación razonable, salarios. En el precio de las mercancías, los beneficios del capital constituyen una parte componente distinta de los salarios.
Precio natural y precio de mercado de las mercancías. En una sociedad o población, existe una tasa corriente o media de salarios y de beneficios en los diferentes empleos de la actividad y del capital, anualmente determinada por las condiciones generales de la sociedad, su riqueza o pobreza, situación de progreso, estancamiento o decadencia. De igual forma, hay una tasa corriente o media de beneficio, también regulada por las condiciones generales de la sociedad y por la fertilidad natural o artificial de la tierra. Tasas naturales de salario y beneficio. El precio de mercado es el precio efectivo al que se vende habitualmente una mercancía. Está determinado por la proporción entre la cantidad que se trae al mercado y la demanda efectiva. Interés de que la cantidad nunca supere la demanda efectiva ni sea menor; alguna de las partes componentes del precio deberá ser pagada por debajo o subir por encima de su tasa natural. Las fluctuaciones ocasionales y temporales en el precio de mercado de cualquier mercancía repercuten sobre aquellas partes de su precio, que se resuelven en salarios y beneficios al valor. En algunas ocasiones puede ocurrir que accidentes o causas naturales o disposiciones políticas mantengan, en el caso de numerosas mercancías, el precio de mercado durante mucho tiempo por encima del precio natural; aumento en la demanda efectiva. Los secretos de la industria pueden perdurar más tiempo que los secretos en el comercio.
Las asociaciones de los patronos frecuentemente enfrentadas por una combinación defensiva de los profesionales. Elevar el precio de la actividad.
Precio monetario de la actividad. Las variaciones en el precio de la actividad son opuestas a las del precio de los alimentos.
La recompensa real de la actividad, la cantidad de cosas cómodas para la vida, que procura al profesional, ha crecido en una proporción mayor que su precio monetario.
El precio de la actividad aumenta en los años de abundancia.
El precio monetario de la actividad está determinado por dos circunstancias. La demanda de actividad y el precio de las cosas cómodas para la vida. La demanda de actividad determina la cantidad de cosas convenientes; y el precio monetario de la actividad está determinado por lo que se precisa para comprar esa cantidad.
En realidad, los beneficios elevados tienden a aumentar el precio de las cosas mucho más que los salarios elevados. En el aumento del precio de las mercancías las subidas salariales actúan como el interés simple lo hace en la acumulación de una deuda. Las subidas de los beneficios actúan como el interés compuesto.
El prevenir la reducción en el precio, y consecuentemente en los salarios y los beneficios, es el propósito por el que han sido promulgadas las leyes corporativas, cuyo objeto es restringir la libre competencia, que ocasionaría ese abaratamiento.
La ciudad obtiene del campo su subsistencia y los materiales de su industria. Paga de dos formas. Al enviar una parte de esos materiales ya realizados y manufacturados, y al enviar al campo una parte de las materias primas y de los productos manufacturados importados a la ciudad. El precio original de estos bienes resulta incrementado. Industria y comercio.
Plutarco expone que mil minas era el Didactron de Isócrates, precio habitual de sus enseñanzas.
Era habitual pretender regular los beneficios de los comerciantes y empresarios, mediante la tasa del precio de las provisiones y otros bienes.
El reducido precio al que el trigo importado desde países extranjeros era distribuido entre la población, debe haber hundido el precio del que se traía a Roma desde el Lacio, el viejo territorio de Roma.
La lana de Inglaterra, que no podía ser ni manufacturada ni consumida localmente, encontró un mercado en Flandes, entonces más rico y avanzado, y su precio aportó algo al beneficio de la tierra que la producía.
El impuesto real sobre el oro se paga con mucha más dificultad; y el beneficio deberá representar una fracción más pequeña del precio del oro, que del precio de la plata.
A comienzos del siglo XV, y durante algún tiempo antes, el precio del trigo no era inferior a cuatro onzas de plata el cuartal, y en proporción, el de los demás cereales.
En 1262, el quincuagésimo primero del reinado de Enrique III, volvió a ponerse en vigor un estatuto denominado "tasa del pan y la cerveza". Es probable que se remonte a la época de su abuelo, Enrique II. Regula el precio del pan, según los precios del trigo, desde un chelín a veinte chelines el cuartal, en la moneda de entonces. El precio del trigo cuando este estatuto fue promulgado, debió ser estimado en diez chelines, que contenían seis onzas de plata y equivalían a treinta chelines de hoy.
Hacia mediados del siglo XIV, el precio corriente del cuartal de trigo no era inferior a cuatro onzas de plata, peso de la Torre. Entre mediados del XIV y comienzos del XV, lo que era considerado razonable y moderado, el precio del trigo, semeja haber declinado gradualmente hasta la mitad de dicho precio, y cayó hasta unas dos onzas de plata; ese nivel se mantuvo hasta 1570.
1463. Los legisladores imaginaron que cuando el precio era bajo no habría inconveniente en autorizar la exportación del trigo; pero cuando aumentaba era prudente permitir la importación. Seis chelines y ocho peniques, que contenían una cantidad de plata similar a trece chelines y cuatro peniques de hoy, era lo que se consideraba entonces el precio moderado y razonable del trigo.
El precio al que se transformaba una cantidad en especie por una cantidad en dinero, se denomina en Escocia precio de conmutación.
Desde comienzos del siglo XIII y hasta mediados del XVI, el precio disminuye gradualmente, y hacia el final del XVI empieza a subir.
El precio del oro y la plata crece con la riqueza del país. Como las demás mercancías, buscan el mercado donde obtienen el mejor precio.
Las cosas precisas, su precio real, la cantidad de actividad que pueden comprar, sube en épocas de pobreza o depresión y se hunde en tiempos de riqueza y prosperidad y copiosa abundancia.
1570-1640. El valor real de la plata se hundió, y el precio nominal del grano subió. Exploración de los ricos yacimientos de América.
La suma nominal, que constituye el precio de mercado de cualquier mercancía, está regulada por la cantidad, que según la experiencia, contienen realmente las monedas. Esta suma nominal es mayor cuando la moneda está envilecida.
El precio de los metales, aunque susceptible de variaciones lentas y paulatinas, se transforma menos de año en año, que otro producto de la tierra; y el precio de los metales preciosos es menos susceptible de modificación, que el de los metales ordinarios. Esta extraordinaria estabilidad en el precio de los metales se funda en su durabilidad.
Valor de la plata. El alza del precio nominal es consecuencia del alza en su precio real.
Alto precio pagado por los romanos en tiempos de su máximo esplendor, por aves y peces raros. Esos precios fueron efecto del gran valor de esas rarezas, que la actividad humana no podía multiplicar a placer.
El precio pagado durante la Republica por el modio o peck de trigo del diezmo de Sicilia era de tres sestercios, seis peniques esterlinos. Este precio era menor al precio de mercado, porque la obligación de entregar su trigo a esa tasa era considerada como un impuesto sobre los granjeros sicilianos. Cuando los romanos tenían menester de más cereal del que les proporcionaba el diezmo del trigo, estaban obligados a pagar el exceso a la tasa de cuatro sestercios de peck, u ocho peniques esterlinos, precio convenido corriente, equivalente a veintiún chelines el cuartal. Los precios reales, la cantidad de actividad y subsistencias que se daban, eran como un tercio mayores, que lo que su precio nos asemeja hoy.
La ganancia es el propósito de cualquier mejora. Si la mejora y cultivo completo del país es el máximo beneficio publico, el incremento en el precio de los distintos productos primarios debe ser considerado el precedente y acompañante del mayor de los beneficios sociales. El alza en el precio nominal o monetario de esas diversas materias primas ha sido el efecto de su alza en el precio real.
Durante el reinado del príncipe Eduardo III (mediados del siglo XIV, en torno a 1339), el precio estimado como moderado y razonable, para cada tod o veintiocho libras de lana inglesa, no bajaba de diez chelines de la moneda de entonces, que contenían, a doce peniques la onza, seis onzas de plata, peso de la Torre, equivalentes a treinta chelines de hoy. En la actualidad, veintiun chelines el tod es un buen precio por la lana inglesa de máxima calidad. El precio monetario de la lana en la época de Eduardo III, con respecto a su precio monetario de hoy, era como de diez a siete. La superioridad de su precio real era mayor. Esta rebaja en el valor real y nominal de la lana ha sido el efecto de la violencia y el artificio; por la prohibición de exportar lana de Inglaterra, por el permiso para importar lana española libre de aranceles y por la prohibición de exportarla desde Irlanda a ningún otro país, salvo Inglaterra. Como consecuencia de estas replanteaciones, el mercado para la lana inglesa ha sido confinado al mercado local. La lana era habitualmente pagada en concepto de subsidio, y la valoración que se le daba indica cuál era su precio corriente.
Los autores que han recopilado los precios monetarios de las cosas, han considerado al bajo precio monetario del cereal y los bienes en general, al alto valor del oro y la plata, como prueba de la escasez de dichos metales y de la pobreza y atraso del país en esa época. Idea conectada con el sistema de economía política, que sostiene que la riqueza consiste en la abundancia y la pobreza en la escasez de oro y plata. El elevado valor de los metales preciosos es prueba sólo de la improductividad de las minas, que en ese momento abastecían al mundo comercial.
El bajo precio monetario de algunos bienes, ganado, aves, caza, demuestra que el capital y la población del país no guarda la proporción con la extensión de su territorio, como ocurre en los países refinados. Del elevado o reducido precio monetario de algunos bienes con respecto a otros, podemos inferir que es rico o pobre, que el grueso de sus tierras están mejoradas o no y su disposición.
Si el aumento en el precio de algún tipo de provisiones se debe a la elevación en el valor real de la tierra que las produce, a su mayor fertilidad, se debe a una circunstancia que indica la prosperidad y la disposición progresiva del país.
La disminución gradual del precio de las manufacturas es el efecto del progreso. Como consecuencia de la mejor maquinaria, mayor destreza y adecuada división y distribución del trabajo, efectos del desarrollo, se requiere una cantidad de actividad menor, para fabricar un producto; y aunque el precio real de la actividad debe aumentar como consecuencia de la prosperidad social, esa gran disminución en la cantidad compensará el aumento que puede registrar el precio.

Richardson

Ofertas muy apreciables.
Ofertas bellas.
La injusticia de hacer ofertas y de administrarlas.
El bajo precio del arriendo.
El designio de hacer caer de la gracia a cualquier precio.
Ponderar las ofertas.
Aceptar las ofertas con motivos que ofendían a un alma delicada incluso cuando pretendiese comenzar con esta acepción su fortuna.
Se halla muy amado con meras ofertas.
Comprar la dignidad con el precio de innumerables condescendencias.
Ofertas seductoras.
Con las ofertas a una familia extraña despoja a sus parientes de sus justos derechos.
Una oferta con gusto y sin reserva.
Las ofertas son el atractivo que ha puesto los parientes de su parte.
Conseguir un préstamo a menor precio.
Una oferta razonable y un expediente muy propio.
Rehusar la oferta de un noble y rico casamiento.
La oferta de renunciar.
Arriesgar las ofertas.
La oferta de ser célibe.
Brillantes ofertas.
Cuando tus allegados tienen la aptitud de venderte al precio que les ha ofrecido un miserable que solo puede contarlo gritando a los suyos sus ilusiones se precisa más que un sentimiento de justicia, el más común para irritarse con semejante venta.
Una oferta condicional.
Desechar las ofertas.
El más formidable con sus ofertas.
No tendrá nunca la bajeza de comprar de sus parientes su reposo con el precio de preferir a otro.
Ofertas que la justicia no permite hacer ni aceptar.
Ponderar la magnitud de las ofertas.
Las ofertas eran otro estímulo.
La oferta de la protección.
Las ofertas recibidas.
Una oferta verdadera.
No obligar la oferta.
Admitir la oferta.
Una sincera oferta.
Las ofertas producirán algún efecto.
Esperar las ofertas. 
Despreciar las ofertas.
Injusto con sus ofertas.
Con una donación injusta el donador y el donatario son principalmente responsables y viendo yo las ofertas que se me hacen con este aspecto sería inexcusable si las aceptase.
Tener el secreto con poco precio.
Haber pesado las razones y las ofertas.
Una objeción a la oferta.
Un corazón que sabe el precio de los menores beneficios.
Las consecuencias de las nuevas ofertas.
Armar un lazo con las ofertas.
Una disensión sobre la oferta.
Ofertas y proposiciones.
La oferta de abandonar la hacienda a los familiares.
Ofertas cuyo cumplimiento ha de costar alguna repugnancia.
Haciendo valer las ultimas ofertas darán una nueva fuerza a las razones.
Las ofertas para comprar, las ricas y ponderadas ventajas.
Ofertas que no se debían rehusar.
Disfrutar las ofertas del sueño si quiere hacerme gustar un momento sus dulzuras.
Indigna de las ofertas.
Ofertas, declaraciones y amenazas.
La oferta me llena de temor.
Abandonar el plan y admitir la oferta de olvidar.
Tiernas ofertas.
Si la oferta que hago de nuevo fuera aceptada.
La oferta los tuvo suspensos y tomaron tiempo para resolver.
Guardarse de hacer la oferta.
Retirarse o resignarse con las ofertas.
Las ofertas haciéndolas valer darán nueva fuerza a mis razones.
La generosidad de las ofertas.
No disputar sobre el precio.
No reñiremos sobre el precio.
Joyas de gran precio.
Cumplir las ofertas.
Rehusar la oferta de su mano.
No conoceis el precio del corazón que ultrajais ni entendeis cuánto desprecia mi alma vuestras bajezas.
Tocante al precio será lo que quisiereis. No es de su liberalidad de la que os exhorto a desconfiar.
La oferta de enviar algunos platos a su cuarto.
No regatear el precio.
Alquilar los aposentos por el precio que se ha querido.
Todos los mercaderes aunque no lo sean más que de alfileres son más adictos a sus parroquianos que lo serían a un extraño por un presente que valiera un décimo más que las utilidades que dan estos con especialidad si se precian de tener autoconciencia. La oferta de un regalo excita la sospecha y no puede menos de inquietar sus escrúpulos en vez de que pagando más caro lo que se compra se somete al comprador a pasar como engañado con el material que el mercader hace profesión de buscar su ganancia.
No aparece ni se manifiesta sino las ocasiones extraordinarias cuando según el precio ha de pasar como una mujer de calidad.
Una reparación de la oferta de matrimonio.
Traer a cualquier precio un coche.
Honradas ofertas y promesas.
Ofertas, promesas y protestas.
Escrupulizar aceptar la oferta.
Esta oferta se podía hacer a una Princesa.
Contentar la oferta.
Una caterva de juramentos, ofertas y protestas.
Los tiernos sentimientos y las ofertas oficiosas de los que estaba lleno mi corazón.
Corromper con las grandes ofertas.
Tenía sobre su persona el precio de su traición.
Merecer un vestido de pez y una hoguera más que el vestido de cotón que ha sido el precio de su traición.
Sabe con tu pérdida el precio del tesoro que ha descuidado.
Aceptar una oferta cortés.
Vender y manifestar al por menor los particulares de la demanda.
Rescatar un diamente con mucho precio.
Haber sobreseído la demanda.
Comprar una sortija de buena gana por el precio que se diga.
No tuvo reparo de aceptar las ofertas de mi brazo.
Había ofertas generosas para la persona que las hacía, las cuales no podía aceptar con decoro aquella a quien se dirigían.
La oferta de hacer justicia.
Ofertas llenas de humanidad.
La honradez y la oficiosidad de la oferta.
Reiterar las ofertas.
El precio de los inconvenientes que siguen de la viveza de los admirables talentos.
Yo pongo poca diferencia con el ladrón y el ser humano que abusa de los menesteres de su hermano para comprar sus efectos a mejor precio del que correspondía del dividendo legítimo de su dinero, supuesto que haga la compra sin una precisión actual.
Deliberar la oferta oficiosa.
Una repulsa total de las ofertas.
Una oferta como señal de afecto.
Desprenderse de sus vestidos por un muy corto precio.
El precio convenido.
Repetir las ofertas.
No debo rehusar vuestras ofertas y someterme a mi suerte.
Ofertas verdaderas.
Excesivas ofertas.
Las ofertas sin éxito.
Las recientes ofertas.
Los carruajes y el precio de sus viajes.
La dificultad aumenta según mi concepto el precio de las cosas.
El precio de las ligeras circunstancias del amor.
No disputar el precio.
No reñir sobre el precio y ajustarlo.
Cumplir las ofertas.
El precio del corazón ultrajado.
Tocante al precio será lo que quisiereis.
He alquilado por el precio que se ha querido.
Contentar la oferta.
Una caterva de ofertas que solo se diferencian con el tiempo y el lugar.
Las ofertas oficiosas de mi corazón.
Un corazón incapaz de afecto y ternura. Las ofertas pasadas no se apartan de su memoria.
Corromper con grandes ofertas.
Viendo que se sospechaba el precio de su traición estaba turbada y su aspecto semejaba el de una rea.
Es muy cortés esta oferta y no se hace todos los días.
Comprar una sortija de buena gana por el precio que se diga.
La libertad de salir al haber desistido la demanda.
Había ofertas generosas para la persona que las hacía, las cuales no podía aceptar con decoro aquella a quien se dirigían; a la verdad no era muy rica entonces como echaría de ver con la oferta que era preciso aceptase.
Temer que tenga más parte de la oferta de hacer justicia vuestra condescendencia con vuestros parientes que vuestra inclinación.
Actualmente no se me ofrece la ocasión de aceptar vuestras ofertas.
Vuestra oficiosa oferta, cualquiera que sea.
Una oferta que le había causado mucho más sentimiento que el que con la pereza de mis pretensiones me había prometido.
Yo reiteré mis ofertas de escribir a sus parientes.
Me es imposible gozar del placer que causan estos admirables talentos sin comprarlo con el precio de los inconvenientes que siguen de su viveza.
Hacer la oferta de la manera que habría convenido mejor a mis pretensiones.
He formado un buen concepto de vuestra humanidad y no miro esta oferta como un mero cumplimiento.
El precio convenido.
La referencia de las sinceras ofertas.
El precio total de la sortija.
La oferta generosa de una pensión anual.
Una voluntaria y sincera oferta.
Alguna desconfianza de la sinceridad de las ofertas.
Cuando vuelva a la ciudad os daré cuenta del mayor precio de sus joyas personales.
Se creyó obligado a admitir la oferta de su oponente.
(Clara Harlowe)

Imponer un precio caro.
Vivir mejor al precio de la perdición.
El precio de la vergüenza.
(Pamela)

Mandeville

Para hacer pródiga la generalidad de un país, la cuantía de los productos debe estar en proporción al numero de sus habitantes, para que su abundancia permita que los precios sean bajos, y para hacer un país frugal, las cosas de menester para la vida deben escasear y ser caras. Por tanto, la prodigalidad y la frugalidad de un pueblo tiene que depender, a pesar de todo, de la proporción de la fertilidad o esterilidad del país con respecto al numero de habitantes y los impuestos que estos tengan que soportar.
La cantidad de moneda circulante en un país debiera tener referencia con el numero de manos empleadas y los jornales de los profesionales, en proporción al precio de las provisiones.
Imagino verme atajado por algún epicúreo de esos que, para no carecer de una dieta restauradora, en caso de menester, tienen reserva de verderoles vivos, diciéndome que la bondad y la probidad se pueden obtener a un precio más económico, que el de la ruina de un país y la destrucción de las comodidades de la vida.
La abundancia y la baratura de las provisiones depende del valor que se dé a la actividad y del precio con el que se la recompense. Por tanto, el bienestar de las sociedades, incluso antes de estar contaminadas de lujos superfluos, requiere que estas labores las realicen aquellos de sus miembros que sean, en primer lugar, fuertes y robustos, que nunca hayan conocido las comodidades ni sepan de la ociosidad; y en segundo lugar, que se conformen con cubrir los menesteres más indispensables.
Nuestra lana, teniendo en cuenta la condición de nuestros negocios y el comportamiento del pobre, no se debería exportar al extranjero, apreciando los enormes y numerosos peligros a los que hay que exponerse, antes de lograr ver este producto lejos de la costa y desembarcado felizmente al otro lado del mar; es inevitable que los extranjeros, antes de que puedan fabricar nuestra lana, tengan que pagar mucho más de lo que pagamos en nuestro país. Sin embargo, a despecho de esta diferencia con el costo inicial, en los mercados extranjeros se pueden vender las manufacturas hechas con esta lana a menor precio que en los nuestros. He aquí el desastre que soportamos, el intolerable daño, sin el cual la exportación de este artículo no nos causaría más perjuicio, que la del estaño o el plomo, con tal que nuestra mano de obra tuviera pleno empleo y que nos quedara lana sobrante.
Si en un país, los obreros realizan una actividad de doce horas diarias seis días a la semana, y en otro la jornada es sólo de ocho horas diarias y cuatro días a la semana, el ultimo se verá obligado a emplear nueve hombres, para hacer lo que el otro hace con cuatro. Pero si el costo de la vida, la comida y las prendas de vestir y lo que consumen los obreros industriales, cuesta sólo la mitad del dinero que se gasta entre un numero igual del otro país, la consecuencia será, que el primero tendrá la actividad de dieciocho hombres por el precio que al otro le cuesta la actividad de cuatro. La mitad de la diferencia, en la diligencia como en los menesteres de la vida, entre nosotros y el otro país vecino, es suficiente para compensar la desventaja bajo la cual esos países laboran, en cuanto al precio de la lana.
Ningún país, en cualquier ramo de fabricación, puede vender a menos precio que sus vecinos con quienes esté, siquiera, en iguales condiciones de preparación y diligencia, especialmente cuando el costo de la materia prima de lo que se fabrica no lo favorece, a menos que las provisiones y las cosas referidas a su sustento estén más baratas, o que sean más asiduos o estén satisfechos con una manera de vivir más mezquina o tosca.
No hay nada abundante que pueda ser caro, por beneficioso que sea para el ser humano, y la escasez determina el precio de las cosas con más frecuencia que su utilidad. Por eso, serán más lucrativas las artes y las ciencias que no pueden ser poseídas, sino mediante un estudio fatigoso y gran aplicación, o que requieren un genio particular infrecuente.
(La Fábula de las Abejas)

Fielding

Un precio excesivo.
Un precio moderado.
Al igual que sucede a menudo, que quien hace el favor olvida el precio que ha pagado por él, en ocasiones, aunque muy escasas, el que lo ha recibido lo olvida.
El collar estaba hecho de la pasta con la que Derdaeus Magnus, insigne fabricante de baratijas, surte de joyas a precios muy moderados, a los galanes de segunda fila de esta metrópolis. Alusión a William Deard, famoso joyero del Strand de Londres, a quien Fielding satirizó.
Era costumbre habitual, que los carceleros cobraran a los presos un precio, para disminuir el peso de los grilletes, cadenas y demás cargas.

Smollett

Arreglar el precio del viaje.
Os merecéis algo especial por el precio que tuvisteis que pagar.
Vender con beneficios, podríamos haber colocado cinco porciones más de la cantidad que llevamos, al precio que hubiésemos querido.
(Roderick Random)

Vender el grano a los pobres por debajo del precio de mercado.
Regatear el precio de unos anteojos con un comerciante judío.
El precio de la franela ha bajado tres cuartos de penique el ana.
En Bath dominan la extorsión y el desenfreno, por lo que el más sencillo artículo doméstico llega a adquirir precios exorbitantes, circunstancia que no es de extrañar puesto que cualquiera que se precie de poseer una pequeña fortuna tiene siempre invitados a su mesa y ve honorable pasar por alto la picaresca de los criados que están confabulados con los vendedores del mercado y pagarles cualquier precio que pidan.
La fruta buena de Covent Garden la acaparan algunos de enorme fortuna que pagan un precio exorbitante.
Adorar la fortuna a semejante precio.
El imponente castillo comenzado por el duque de Argyle a un precio exorbitado.
El pescado era de una calidad muy superior al que se pesca de los bancos de Terranova y su socio de Lisboa los vendió al precio que quiso.
Una buena comida y un vino excelente a precios muy razonables.
El comercio es una bendición mientras esté circunscrito a sus propios canales, pero un exceso de riqueza acarrea mal gusto, falsos apetitos, falsos menesteres, extravagancia, venalidad y un desprecio de la organización que engendran licenciosidad, insolencia y partidismo. ¿Qué persona razonable defendería que un país obtuviese a ese precio las ventajas de la opulencia? Aunque con las regulaciones correctas el comercio puede producir ventajas.
Es imposible hacer un viaje largo sin sufrir incomodidades, peligros y desagradables accidentes que son muy gravosos para una pobre criatura de nervios delicados como los míos y que me hacen pagar un precio muy caro por satisfacer mi curiosidad.
Las aves de corral y los demás artículos de consumo doméstico se podían comprar a mitad de precio de lo que costaban los de la ciudad.
Las granjas arrendadas a precios demasiado bajos.
Aceptar al precio actual.
Me precio de decir que no os parecerá indigno de nuestro afecto.
(Humphry Clinker)

Kant

El talento tiene un precio de mercado, el temperamento un precio de afección, pero el carácter tiene un valor intrínseco y está por encima de todo precio.

Voltaire

Se declaró al nuevo soberano Jacobo culpable de alta traición. Un bill de attainder se promulgó, fue condenado a muerte como su abuelo y en virtud de este bill se puso después su cabeza a precio.
Las sumas empleadas para pagar las primas son recaudadas a expensas del país. El efecto de una prima es aumentar para el comerciante el interés de los fondos que pone en el comercio. Es aumentar el precio de los artículos de consumo para el vendedor, o disminuirlos para el comprador. Cuando se fijan para el comercio de un lugar a otro, su efecto es el de venta. Proponer una prima de exportación es obligar a todos los ciudadanos a pagar, para que los consumidores de un comestible lo compren más caro y que aquellos que lo cosechan lo vendan también más caro.
Colbert. Supresión de algunos beneficios sobre la Municipalidad, adquiridos a precio ínfimo, el año 1656, y desprestigio en el que cayeron los bonos prodigados por el ministerio anterior. La supresión de los beneficios era una bancarrota y cualquier bancarrota es un verdadero crimen cuando un menester total no obliga. La moral de los países no es diferente de la de los particulares y nunca será digno de estima un ser humano que defraude a sus demandantes, por bienhechor que semeje en el resto de su conducta. Ofuscación que produce el interés particular y estrechez de ánimo que provoca.
El fatal año de 1709, cuando París expuso inútilmente el perjuicio que el ministro de finanzas hacía, por la variación del precio del oro y la plata.
Se creía hacer un bien al pueblo provocando la baja de los precios por corto tiempo y en algunas ciudades. Sin embargo, decaía el cultivo y se hacían más raros los artículos de consumo y se les hacía subir regularmente de precio. Como al examinar los precios de los mercados y la abundancia reinante se puede apreciar en un comercio libre de la abundancia real de los artículos de consumo, se creía poder hacer algo idéntico en un comercio dificultado por los reglamentos. De aquí la existencia de esos permisos particulares adquiridos por gente ávida.
(El Siglo de Luis XIV)

Florian

El tributo de alabanza que los autores distinguen como el precio de su composición.
Corazones dignos de sentir el precio de la amistad.
Cuya ternura maternal / Tendrá algún precio para usted.
La naturaleza buena y sabia / Por el precio de su cultivo dio cada año a los labradores / Hermoso trigo y hermosos niños.
El precio de las lecciones.
Diamantes de muy buen precio.
No quería dar un precio.
El precio de la victoria.
La hermosa edad de oro cuando los primeros humanos / Rodeados de una paz profunda / Fluyeron días puros y serenos / La verdad corrió el mundo / Con su espejo en sus manos. / Y el espejo veraz / Contó a cada uno su deseo más secreto. / Tiempos felices que casi no duraron. / La verdad huye al cielo / Tirando su espejo al suelo. / Sus restos que la caída dispersó al azar / Se perdieron para el vulgo. / Varios siglos después se supo el precio.
El precio de una lucha pastoral.
La ganancia de la demanda.
Qué triste precio por el cuidado dado.
El precio de la sabiduría.
Minerva poniendo el búho sobre su divina cabeza / Sabía todo su precio.
(Fábulas)

Diderot

Descartes experimentó el precio de la sumisión.

Burney

El precio de los fondos publicos.
Un precio especial al venir como grupo.
Preguntar el precio.
El precio habitual.
Un precio desorbitado.
El Ranelagh aunque el precio es plebeyo no es consonante con los gustos plebeyos. Requiere una verosímil experiencia de las reglas del gran mundo y un poco d´un vrai goût para apreciar realmente sus méritos.
El precio de la ropa.
Atraer las ofertas.
(Evelina)

Edgeworth

El precio de una apuesta.
Podría hacerle cantar otra melodía si lo quisiera, pero a qué precio. Una consorte sale carísima estos tiempos.
Preguntas y ofertas.
Encargar el precio que fuera preciso.
Sereis responsables si esta nueva amiga como decía Ninon de l´Enclos no vale el precio pagado.
No ser un precio exagerado.
Comparar la beldad a cualquier precio.
Estaba dispuesto a ayudar a su amada pupila a cualquier precio.
(Belinda)

Aceptar la oferta.
Se calculó el precio de los bouquets de flores de invernadero que colgaban de la parte trasera de mi coche.
Apreciar el atuendo maravillosamente económico a ese precio (quinientas libras).
Regulaba los mercados de la ciudad. Examinaba que el año era de escasez y había decidido mantener bajo el precio de las patatas y de la avena. No permitía que se vendieran en el mercado si no era al precio que él estipulaba. Los pobres protestaron y cerraron contratos secretamente. Aquel confiscó todo el grano que se vendía por encima del precio que había fijado.
Una propiciatoria oferta.
Los poemas del orientalista William Jones (1746-1794) fueron publicados póstumamente por A. M. Jones en seis volúmenes (1799-1801). El año 1807 se dedicó un volumen a William Jones de la colección "Poetas de Gran Bretaña" publicada en 109 volúmenes (el dedicado a Jones fue el volumen 61) por el innovador impresor John Bell, el cual vendía cada volumen al precio de seis chelines, un precio para llegar la poesía a las masas ya que los libros de ese estilo valían mucho más.
Debo ser sincera sea cual sea el precio.
La referencia del precio nominal de la actividad y la posibilidad real de disponer del menester para la vida.
Hacer una oferta con sinceridad y delicadeza.
(Ennui)

Malte-Brun

El lorito colorado y el kakatoes blanco se venden a muy buen precio.
El calami, junco o rotang blanco, muy fino, brillante y de mucho precio.
Nueva Zelanda. Los patronos matan a sus esclavos, el pueblo a sus jefes, para poder fumar y vender sus cabezas a buen precio.
Los presupuestos arreglados a los precios del país y examinados después por la Comisión Internacional.
La enormidad de la distancia que viene a ser preciso reducir a cualquier precio a fin de disminuir la dificultad y los gastos de comunicación.
El precio de venta y el precio de compra.
Precio fabuloso.
Sacar por un rescate el mejor precio posible.
Los bayeyé poseen muchas cabras y carneros y tienen por un gran precio sus vacas.
Se atribuye al coco de las Maldivas los más extraordinarios efectos medicinales vendiéndose a muy buen precio.
(Geografía)

Goethe

Empalmar esta finca con aquella por el placer de redondear los precios.
Asustar el precio que pedían.
(Hermann y Dorothea)

Quedar a la venta por igual precio.
Ver el precio escrito.
(Reineke el zorro)

Humboldt

Las diversas condiciones climáticas de los países vecinos o dos continentes productores de cereales provocan una igualación beneficiosa de los precios de los muchos productos de la viticultura y de la agricultura.
La ausencia de manchas solares y los fenómenos que las acompañan indican debilidad de la combustión y por tanto un efecto menos beneficioso sobre la temperatura de nuestro planeta y el crecimiento de la vegetación los años 1676-1684, 1686-1688, 1695-1700, 1795-1800 con el precio de los cereales y las quejas de las malas cosechas. Los precios de los cereales de una parte de Europa no fijan el standard para poder dar la condición de la vegetación de todo el continente.
(Cosmos)

Austen

Todo placer tiene un precio.

Jewitt

Con la inflación producida por los excedentes de artículos euroamericanos sobre una población indígena diezmada degeneró con los potlatches meramente competitivos. Fiesta de diversión donde el regalo de propiedades era el rasgo general.

Babeuf

Es a través de convenciones tácitas que los precios de las realizaciones más útiles han sido reducidos a las tasas más bajas, mientras que los precios de las ocupaciones indiferentes, e incluso perniciosas para la sociedad, fueron centuplicados y que puede el trabajador inútil expropiar al obrero útil y profesional; si hubiera habido más uniformidad de los precios y no se habría asignado a alguno un valor de opinión, todos los obreros serían iguales de ricos.
Los especuladores criminales, después de haberse puesto de acuerdo para reducir los salarios de los profesionales se concentran, sea entre ellos, sea con los distribuidores de lo que han amontonado, los mercaderes, sus compañeros de robo, en fijar el precio de las cosas, de tal forma que estos precios sólo sean accesibles a la opulencia y a los miembros de su liga, a aquellos que también se hallan en situación de abusar de la acumulación de los símbolos representativos y de apropiarse de todo. La moneda, el oro, la plata y el papel moneda. Babeuf condena la acumulación industrial en nombre de la justicia eterna y no como los socialistas científicos, en nombre de la dialéctica del menester histórico.
Depende de estos asesinos el engañar al comprador, exagerando el precio de las cosas, haciéndolo un misterio, operando a voluntad al alza o la baja con ayuda de culpables artificios, con un pretexto o con otro, disimulando la rareza de los artículos, acaparándolos ilegalmente y acelerándola, mediante la destrucción de una gran parte.
La competencia, que lejos de perseguir la perfección sumerge los productos concienzudos en un montón de productos decepcionantes imaginados para deslumbrar al publico, que no obtiene más que el vil precio que, obligando al obrero a perderse en actividades que le agotan, convirtiéndolo en un hambriento, matando su moralidad con el patrón de los pocos escrúpulos; la competencia, que sólo deja vencer al que tiene más dinero; que después de la lucha conduce al monopolio del vencedor y a la retirada de los buenos precios; la competencia, que fabrica sin importar como, al derecho y al revés, con riesgo de no encontrar compradores, una gran cantidad de materias primas, que habían podido ser empleadas útilmente, pero que no ayudarán para nada.
Son los inteligentes los que han dado alto precio a las concepciones de sus cerebros y si hubieran sido los fuertes los que hubiesen reglamentado las cosas, habrían establecido que el mérito de los brazos vale como el de la cabeza y que la fatiga del cuerpo podría ser compensada con la de la parte reflexiva. Igualdad estricta de las retribuciones.
El fijar un tope máximo a los precios indicaba que se podía, legalmente, limitar el just utendi de los propietarios. Abolir la propiedad privada era posible, pero implicaba repudiar la ley agraria, esta repartición generalizada, esta vasta construcción de un red de explotadores, en la que había creído Babeuf en 1793.
Derechos conseguidos con el precio de la sangre y los esfuerzos.
El 29 de septiembre de 1793, bajo los jacobinos, se decretaba el precio máximo de las mercancías. Con ese maximum se ponía un margen estricto a los beneficios, se eliminaba la especulación y se garantizaba al pueblo una cierta subsistencia.
Mientras se produce la escasez y la enormidad de los precios, la mayoría de la sociedad es conducida a velas desplegadas al puerto de la desesperación.
Dar un precio por el entusiasmo, por la dedicación generosa.
Examinemos qué recompensa proporcionaba la horda rica y patricia a los senadores como precio por la condescendencia, al favorecerles y al organizar la desgracia común.
Precio por el celo extremo de la Convención, en reparar en cuanto pudiera las pérdidas de las víctimas del reino del terror.
La decisión tomada de motivar una condena al precio que fuera.
Recompensas ganadas con el precio del coraje y de la sangre más preciosa.
Cada día se hace más y más inabordable el precio de todos los objetos imprescindibles.
La cicuta y los puñales son el precio ordinario de las lecciones saludables de la verdad.
Son los inteligentes los que han fijado un precio elevado a los productos de sus cerebros y, si hubieran sido los fuertes los que hubiesen reglamentado competitivamente las cosas, habrían establecido que el mérito de los brazos equivalía al de la cabeza y que la fatiga de todo el cuerpo podía compensar la de aquella parte rumiante.
¿Qué importa que por el precio de dulzor inestimable, se nos exija el que encadenemos a nuestros contemporáneos y a la posteridad?

Godwin

Hoy es perfectamente sabido que nunca florece el comercio como cuando se halla libre de la protección de legisladores y ministros y no pretende obligar a un pueblo a pagar caras las mercancías que encuentra por otra parte a menor precio y mejor calidad, sino cuando logra imponerlas como mérito a sus cualidades intrínsecas. Nada es más vano y absurdo que pretender alterar a través de una legislación artificiosa las leyes perennes del universo. La idéntica regla que ha demostrado su validez para el caso del comercio ha cooperado al progreso de la investigación intelectual.
(Investigación concerniente a la justicia política)

Paine

Los habitantes de Inglaterra dicen que su poder político es un mercado donde todo ser humano tiene su precio y que la corrupción es un tráfico común a expensas de un pueblo engañado.
Que un solo artículo que consume solo una parte de la población profesional esté sometido a una constitución igual al beneficio entero de la tierra de un país es un hecho sin equivalencia de las historias de los fiscos. Esta es una de las consecuencias de que una cámara legislativa esté formada sobre una agrupación de preferencias comunes; cualquiera que sea su política separada como partido respecto a eso están unidos. Que una agrupación tal actúe para elevar el precio de un artículo a la venta o los salarios o actúe para imponer contribuciones a otra especie de comunidad, el comienzo y el efecto son iguales.
(Derechos del Hombre)

Bentham  

El perjuicio de la reglamentación del comercio a los consumidores es una pérdida por la diferencia del precio cuando el artículo más barato se prohíbe como beneficio del más caro.
Cuando la cosa está hecha obtiene el precio y la retribución para hacerla, pero ¿cómo se las arreglará para hacerla?
Generalmente el negocio viejo es muy extenso y es su gran extensión lo que proporciona el gran aumento para su mantenimiento. Su amplitud actual hay que mantenerla a cualquier precio.
Haciendo un aumento conspicuo de la utilidad la subvención atrae aventureros que por su competencia abaten el precio. Hacen que el artículo se abarate y que a la larga se abarate hasta el monto exacto de la subvención a su valor neto deduciendo los gastos ocasionados por su gestión y su obtención. El súbdito economiza por la reducción del precio como pierde por el impuesto por cuyo producto se efectúa la reducción.
Es evidente que una subvención a la producción nunca puede a la larga aumentar la abundancia de un artículo cualquiera que sea la disminución que pueda producir a su precio. Sin la subvención solo los que disfrutan del beneficio pagan el precio del artículo; con la subvención pagan una parte solo como forma directa, el resto la paga el publico del cual forman parte con mayor o menor grado por una gran mayoría que no obtiene beneficio. Pero aunque una subvención a la producción no aumenta nada la utilidad de los comerciantes sobre un artículo de consumo general o a la abundancia del artículo proporcionalmente a la demanda, toma del precio que el usuario tiene que pagar por él.
El caso de la subvención a la exportación es probable que ocasione daño, ya que la magnitud de la ganancia es posible que atraiga más y más concurrentes hasta que su competencia reduzca el precio a tal punto que la subvención hasta donde alcanza constituye el total de la utilidad.
El artículo se habría exportado si se pudiera producir a un gasto tal que comparado con el precio que los extranjeros estuviesen dispuestos a pagar por él produjese una utilidad ordinaria; no se habría exportado si no fuera posible fabricarlos a tal precio.
Mientras más dinero dé nuestro poder político al que exporta el artículo menos tendrá que dar el extranjero a quien se envía. Él como cualquier ser humano lo haría no ofrece más que el precio mínimo que el exportador pueda aceptar. No tiene menester de dar más, puesto que si alguien no le suministra los artículos a ese precio algún otro lo hará, ya que por suposición siempre habrá alguien que se ofrezca, siendo efectuada la reducción del precio por el aumento de la competencia que traerá como consecuencia la utilidad extra.
Si un artículo de nuestra fabricación ya ha sido comprado por un país extranjero antes que se conceda subvención a su exportación ¿cuál será el efecto que produzca conceder esa subvención? Sencillamente abatir el precio del artículo a ese país.
Hay casos de los cuales sería muy conveniente pagar precios extraordinarios para obtener profesionales del extranjero.
La prohibición es por cuanto al gravamen un impuesto sobre nosotros que asciende al monto de la diferencia del precio; digo por cuanto al gravamen, pues por lo que hace que la utilidad, que representa lo indicado, produzca un verdadero impuesto, o sea un suministro para gastos o un auxilio que ascienda a igual monto que el gravamen de otros impuestos, esta no existe.
Sin contar con el placer de la reputación, mientras un ser humano puede reservar su invento secreto sin que se le excluya del beneficio de ponerlo práctico, puede ser de su poder suponiendo que sea de los que aumentan la existencia de la riqueza, para sacar una compensación adecuada a las molestias y los gastos que le ocasionó el darle existencia; vender el objeto para cuya producción, según la condición que se encuentra, consiste la invención exigiendo un precio como forma requerida superior al grado de recompensa que comúnmente se obtiene por la actividad de ese renglón.
Si un ser humano no puede mantener secreto su invento sin excluirse del beneficio de su ejecución o no pueda ponerlo práctico sin desvelarlo a quienes para el caso de demostrar su utilidad estarían dispuestos a copiarlo, no puede hacerlo práctico ni recibir beneficio sin que tenga que hacer partícipes a aquellos que no han tenido parte ninguna de la utilidad, lo que pueden hacer con ganancia a un precio que a él no le reportaría ninguna.
No debe venderse a un precio muy alto que la exportación consecuente tenga el efecto de producir el menester de la reexportación.
Para ser efectiva la subvención debe estar regulada por la demanda extranjera y no por el precio del país.
El gran perjuicio que hay que temer de una escasez es el descontento, la sublevación y otros distintos daños que la agitación puede ocasionar, tales como tomar el trigo y destruirlo o venderlo a precios inferiores.
Si se duplican con monedas verdaderas los precios de otras cosas se duplicarían con excepción de la cantidad correspondiente a la moneda que se ha fundido para la manufactura de artículos plateados. Si el aumento fuese generalmente sabido y las reglas de la economía bajo este título igualmente sabidas el precio como dinero de las cosas sería duplicado.
Supongamos que hay hombres que se comprometen a pagar un precio más alto que antes. De hecho, no pueden pagar sino proporcionalmente al aumento del capital circulante que solo puede ser gradual. Si se comprometen a pagar durante periodos futuros y distantes pueden pagar la diferencia hasta donde el producto de su frugalidad es igual al aumento del precio.
(La Psicología del Hombre Económico)

El aumento de los precios y la depreciación del dinero solo son dos maneras diferentes de expresar un hecho. Hay varias hipótesis comunes que explican el aumento de los precios. Algunas ocasiones se han culpado a las malas cosechas, pero tiene una influencia pasajera. Generalmente se imputa a la tributación y el influjo de esta causa es indiscutible, pero está lejos de bastar para la explicación de todo el fenómeno. Se experimenta que los artículos más esenciales de consumo, granos, forrajes, carbón y carnes han aumentado de precio sin haber sido objeto de ninguna tributación directa. Se atribuye al aumento de los materiales de circulación, al numero del papel moneda y es aquí donde debe buscarse la causa mayor y verdadera que explica las depreciaciones monetarias del pasado y que prepara la depreciación del futuro.
Durante el curso de esta investigación demostraré que el aumento de los precios, hasta donde es una consecuencia de un aumento del dinero metálico, no ha producido un aumento de la riqueza verdadera; hasta donde es una consecuencia del aumento del papel moneda ha producido un aumento de la riqueza verdadera, pero de un aumento que abandonó ser bueno al dimanar de esta causa y que podría haber sido producido con menos inconveniente a través de cantidades de dinero que el poder político podría haber recaudado con impuestos directos.
Entre los objetos que tienen valor invariable hay unos pocos que no agregan una parte de valor imaginario. De lo que deriva un valor complejo sencillo de dividir según las dos especies de valor simple. Dos artículos de alimentación que no difieren más que respecto a sus gastos de producción, como se indica por sus precios respectivos, piña y patatas.
La prontitud del pago representa la ultima circunstancia que influye sobre la aptitud de una especie de papel moneda para su rápida circulación. Es por esta circunstancia por lo que la validez de los documentos que devenga dividendos se ve más o menos afectada. La influencia de esta causa sobre los precios no es sencillo de desenredar porque está mezclada con otras causas y está diversificada por gran numero de modificaciones.
No debe suponerse que los documentos de los Bonos de la India Oriental y los bonos de la Tesorería no ejerzan una influencia indirecta sobre la eficacia total de los materiales de circulación y por consecuencia sobre la generalidad de los precios.
Por precio de un artículo se entiende la cantidad de materia de riqueza que se ha dado como transferencia de ese artículo y como el dinero una vez que se ha incluido dentro del país representa la especie de riqueza que ayuda para la transferencia de las demás, el precio pecuniario es lo que se significa cuando se menciona la palabra precio sin mayor explicación. Lo que se deriva del hecho de que como el dinero es el artículo empleado como un cálculo común de valor para todos los demás artículos es solo el precio como dinero como se puede formar una idea clara de su valor.
El precio, según el idioma común, presupone compra y transacción, describe el dinero o cualquier otra cosa dada por la que se ha efectuado la compra. Según un sentido figurado se puede hablar del precio de un artículo aunque no haya sido nunca el objeto de una transferencia. Se puede hablar de la actividad a través de la cual ha sido producida una cosa por un ser humano como el precio que ha pagado. ¿Pero pagada a quién? Ya que un precio presupone un pago y un pago presupone una persona a quien hacerlo. El precio para este caso es pagado a una entidad ideal según la ocasión.
Por el gasto primario de un producto entiendo la cantidad de dinero que ha sido invertida con diferentes precios para traerlo hasta su condición actual incluyendo los precios de los materiales de los que está compuesto el artículo, el de la materia consumida durante el proceso orgánico de producción, el combustible; el de la actividad, el precio que se ha pagado por el uso de la tierra o las casas, los utensilios, los instrumentos que han ayudado a hacerlo, transportarlo o reservarlo. Estas cantidades componentes tomadas por separado respecto del numero más grande de artículos están muy revueltas y es casi imposible desenredarlas con algún grado de precisión. Afortunadamente estas investigaciones rara vez son precisas por lo menos para el comprador, el cual es el consumidor, porque todos estos elementos fraccionarios del gasto primario de dinero se suman con el precio definitivo. Como el gasto primario de dinero da la suma de los precios elementales que no pueden ser percibidos separadamente con verosimilitud representa también fielmente la suma de las partes de la actividad que han sido empleadas para traer el artículo hasta su condición actual. El gasto primario es un término relativo. El gasto primario de un artículo es lo que ha costado como actividad o como dinero a la persona que lo posee.
La distinción entre gasto primario de actividad y gasto primario de dinero ha sido iniciada por Adam Smith. Distingue para el precio de un artículo el precio como dinero y el precio como actividad o precio verdadero, pero al hablar de precio sea como dinero o como actividad no explica si quiere decir gasto primario o precio de venta; tampoco al hablar del gasto primario explica las gradaciones de las cuales es susceptible según las distintas manos respecto a las cuales la palabra puede ser utilizada. Sustituyendo el término gastos aplicable a todos los casos, porque no presupone transferencia, emplea precio, que según su significación común implica la idea de transferencia. No es más difícil decir gasto de actividad que decir gasto verdadero y la palabra es menos ambigua y oscura. Uno debe estar informado para sospechar una diferencia grande entre precio verdadero y precio efectivo. Smith emplea precio verdadero como término técnico y sustituto preferible de gasto de actividad y utiliza gasto efectivo para expresar no el verdadero precio, sino el precio del mercado. Cuando deseamos comparar el precio general de los distintos artículos durante varios años solo los precios definitivos y no los preliminares son los que cuentan; los precios pagados por los consumidores y no los precios pagados por los diferentes agentes intermediarios que han transformado el artículo hasta el punto de acondicionarlo para el uso. Es solo el precio definitivo el que influye sobre el valor efectivo del ingreso, es solo por la elevación de los precios definitivos como el poder de compra de un ingreso, de un monto nominal dado se disminuye. Si quisiéramos contar con estos precios preliminares nos engañaríamos con las consecuencias de dos artículos que sacan una cantidad de dinero del bolsillo del consumidor; uno semejaría más costoso que el otro según la proporción con la que estaba compuesto de un mayor numero de precios preliminares.
Es inútil al comparar los precios de varios años contar con estos precios preliminares, pues todos están incluidos dentro del precio definitivo. Pueden variar según su proporción de un año a otro sin que haya variación del precio definitivo.
Otra razón para excluir los precios preliminares de la cuenta es que para varios sería imposible seguirlos con sus ramificaciones. Cuando el precio es completo para cada transacción, como lo es el precio de la tela entre el fabricante y el mayorista, o entre este y el detallista, la dificultad no sería insuperable, pero cuando el precio se fracciona bajo numerosas partes constituyentes, como el caso del tejedor, el tintorero, etc., no habría manera de alcanzar ninguna precisión.
Al analizar las causas del alza y la baja de los precios es esencial comenzar por hacer una distinción entre causas instantáneas y más o menos remotas, pues de otra forma causas de tendencia opuesta se agruparían. Entre las circunstancias que provocan un alza para el primer caso hay varias que producen una baja para el segundo. Un influjo de dinero nuevo del mercado hará las mercancías proporcionalmente más caras, pero ese aumento de precios proporciona materiales e incentivos para la producción y la inclusión de una cantidad extra de estos artículos tiene una tendencia a hacerlos proporcionalmente menos costosos una vez que la causa ha tenido tiempo de actuar.
Las causas que influyen sobre la elevación de los precios pueden distinguirse según dos especies. Las que afectan el volumen del dinero y las que afectan el volumen de los objetos a la venta. Por causas que afectan el volumen del dinero quiero decir las que producen un aumento del total de las cantidades pecuniarias desembolsadas durante el año con motivo del beneficio. Las hambres afectan principalmente el precio de los alimentos, la guerra independientemente de las devastaciones locales afecta el precio de los objetos con los que aumenta el consumo y con aquellos que hace más caros la importación. Estas dos causas bastan para ocasionar cada una dentro de su esfera de acción un alza de los precios y sin que se haya hecho ningún aumento al volumen del dinero. Con excepción de estos dos casos los precios solo pueden elevarse por razón de un aumento pecuniario del volumen del beneficio del país, con los ingresos totales singulares y ese aumento solo puede verificarse por adición de una nueva cantidad de dinero o una mayor rapidez de su circulación.
De lo que se sigue que apreciando el conjunto podemos buscar la causa del aumento permanente de los precios solo con el aumento de la fuerza efectiva, con la cantidad y la rapidez de la circulación del volumen del dinero. Por consecuencia la causa instantánea del alza de precios es el aumento del volumen del dinero empleado para los gastos de consumo. La causa instantánea de tal aumento es el aumento de la suma total empleada como forma de capital productivo. Pero de idéntica causa es consecuencia un aumento proporcional de la cantidad de mercancías a la venta. Si estos dos aumentos tienen lugar a un tiempo, si fueran proporcionales e iguales es obvio que los precios permanecerían siempre iguales. El simple hecho de la elevación de los precios es una prueba de que el aumento de las mercancías vendible no marcha al ritmo del aumento de la fuerza efectiva del volumen del dinero y el hecho es una indicación de la diferencia entre estos dos aumentos.
Antes que un artículo de comercio esté terminado y listo para ser comprado por el consumidor ha pasado a través de gran numero de operaciones de actividad, entre las que se ha dividido el nuevo capital, pero como el dinero se paga a los profesionales semanaria o diariamente y es empleado cuando lo reciben para los gastos de consumo, el aumento consecuencia del volumen del dinero contribuye instantáneamente a la elevación de los precios y produce esta alza mucho tiempo antes que pueda producir el efecto opuesto de aumentar la cantidad de mercancías vendibles que conduciría a una baja. La pausa entre la producción de estos dos efectos opuestos difiere según la diversidad de artículos, pero es obvio que el efecto del aumento respecto a los precios precede al efecto depresivo y se comprueba por la consecuencia final que lo sobrepasa.
De aquí que las consecuencias que actúan con el alza de los precios generalmente, con la suma total de los precios, pueden estar referidas con las dos siguientes categorías. 1. Cualquier causa que produce un aumento de la masa o el volumen del dinero circulante, ya sea como metálico o como billetes, o con compromisos no escritos, o sean simples promesas de pagos futuros. 2. Cualquier causa que aumente la rapidez de la circulación monetaria.
Decir que el año segundo de dos años los precios son el doble de lo que eran el primero equivale a decir que la cantidad de dinero no vale el segundo año más que la mitad de lo que valía el primero. De lo que se deduce que el volumen del dinero de la comunidad total, aunque doble, no vale más el segundo año de lo que valía el primero; respecto a la riqueza verdadera la comunidad al duplicar su dinero no ha ganado nada. Solo puede haber aumento de la riqueza verdadera cuando no hay alza de los precios. El monto de la elevación de los precios, de la depreciación del dinero es exactamente proporcional a la cantidad adicional de dinero que no ha sido acompañada y equilibrada por una adición al volumen de la riqueza. La pérdida sufrida por algunas capas de la sociedad como consecuencia del alza de precios es una pérdida sin compensación para la comunidad general. Los seres humanos sufren y la comunidad no gana. Lejos de ser un acompañamiento preciso al aumento de la riqueza verdadera y una prueba de ese aumento, el alza de precios es una prueba ante la existencia de ese aumento. Un aumento al dinero que no vaya acompañado por una adición a la riqueza verdadera no tiene valor. Un aumento a una idéntica cantidad de artículos de plata tendría su valor, pero el dinero acuñado no es un artículo de plata y si se transformase como él ya no pertenecería a la especie del dinero, sino a la del artículo vendible. Tomando la totalidad de los precios de dos años si los precios del segundo año son mayores que los precios del primer año la cantidad de dinero dada o prometida debe haber sido más grande el segundo año que el primero. Por cantidad de dinero circulante de un periodo de tiempo debe entenderse la cantidad de dinero que ha sido empleada para la compra de artículos vendibles durante ese tiempo.
Proposiciones referidas al alza de los precios. 1. Durante el curso del actual reino ha habido un aumento de los precios, aumento cuyo ascenso ha sido gradual aunque ha ganado velocidad los ultimos años. 2. Este aumento es el excedente de lo que pueda producirse durante unos años por causas ocasionales, como las malas cosechas. Para el cálculo se tendrá cuidado de deducir del aumento lo que semeja haber sido la consecuencia de estas causas pasajeras. Sin un aumento de la cantidad relativa del dinero o de la rapidez de la circulación ninguna escasez de granos u otros alimentos podría producir un alza permanente del nivel general de precios. Las cantidades extras que se han empleado para la compra de los artículos que se han vuelto más costosos deben haber sido deducidas de las compras que se habrían hecho de otros artículos de consumo o de los distintos usos productivos con los que se hubieran empleado las economías anuales de los ingresos. Si no ha ocurrido una disminución permanente de la producción de los distintos artículos vendibles para los que se precisa dinero no puede haber habido un aumento permanente de los precios de todos los artículos vendibles conjuntamente sin un aumento de la cantidad de dinero. Según esta cuenta era imposible dar más dinero por las mercancías ofrecidas a la venta a menos que hubiera más dinero. 3. Dentro del periodo ha habido un aumento de la cantidad de papel moneda circulante. Este es un hecho notoriamente publico. 4. No obstante, ha habido un aumento del volumen del dinero metálico. La cantidad de oro y plata utilizada por la Casa de la Moneda es el excedente de lo que ha sido menester para las distintas manufacturas que usan estos metales o para la exportación. Respecto al oro su precio nunca puede descender por abajo de su valor como forma acuñada cualquiera que sea su superabundancia, porque la oficina de la Casa de la Moneda está obligada a dar ese precio por él para cualquier cantidad que se le envíe, está obligada a transformar como efectivo todo el oro de barras que recibe. El oro de barras es proporcionado a la Casa de la Moneda por el Banco de Inglaterra y rara vez por personas. El Banco es un mercado abierto para la compra de metales de barras a un precio un poco inferior al de la Casa de la Moneda. Al ser humano le tiene cuenta someterse a este pequeño sacrificio porque el valor se le paga instantáneamente, mientras que si enviara el metal a la Casa de la Moneda tendría que esperar un tiempo indefinido hasta que la especie fuese acuñada y hubiese pasado por las formalidades de la oficina. La ventaja para el Banco estriba sobre esta pequeña utilidad que obtiene sobre el vendedor y con la emisión de una suma igual de sus billetes que da como pago por la que recibe un fondo de garantía de igual valor y que no es una expectativa como el caso de los descuentos de las letras, sino que instantáneamente lo posee. Esta explicación proporciona solución a dos cuestiones. ¿De qué forma y por qué causas el dinero efectivo recibe el aumento? ¿Por qué el Banco de Inglaterra es el conducto a través del cual el oro de barras pasa a la Casa de la Moneda y pasa a la circulación? Respecto a la plata la demanda para las manufacturas ha sido proporcional a la importación y durante el curso de este reinado ha sido superior al precio de la Casa de la Moneda. Lo que explica por qué muy pocas piezas de plata han sido acuñadas comparadas con el oro. Si la plata como lingotes hubiese sido un poco inferior a su valor como dinero los propietarios de estos lingotes no habrían titubeado para enviarlos a la oficina de la Casa de la Moneda, que no podría haber rehusado dar el precio corriente de su valor acuñado, o sea 63 chelines por cada libra de peso. Como los lingotes estuvieron por encima de este precio el poder político y el Banco no podían haber acuñado moneda de plata sin pérdida. La demanda de moneda de plata fue satisfecha por los falsificadores, que a riesgo de la horca proporcionaron al publico con una utilidad proporcional a la aleación y ligereza del efectivo de su fabricación. ¿Por qué durante este tiempo no ha habido una nueva acuñación? Porque si la operación se hubiera llevado a cabo según las reglas establecidas habrían sido gastos iguales como puras pérdidas. Pues cuando el metal comprado a un precio más alto fuera transformado como efectivo habría pasado al crisol de fundición siendo reducido a barras y vendido de nuevo a la Casa de la Moneda o al Banco al precio anterior. De esta manera es claro que el poder político no puede proporcionar efectivo de plata sin incurrir con pérdida hasta que haya sido reducida el peso o la calidad al punto que su valor no sea mayor que el precio nominal y como el precio nominal está sujeto a la fluctuación conduce como ultimo recurso al establecimiento de un banco de depósito para el metal y por consecuencia a un sistema de papel moneda. Pero la cantidad de dinero como oro existente es una cosa y la cantidad circulante otra y es solo la cantidad que circula la que contribuye instantáneamente a la elevación de los precios. Cuando el papel moneda existe con gran abundancia sucede que parte del dinero metálico se pone como reserva. Para cada cantidad de papel moneda puesta a circular hay una cantidad de dinero metálico que se retira. 5. Cualquiera que pueda haber sido el aumento del volumen del dinero metálico, el del papel moneda ha sido tal que los dos unidos han conducido a una adición del volumen del dinero. Siendo los precios ni más ni menos que las cantidades de dinero pagadas, aseverar que ha habido un alza de la totalidad de los precios durante un tiempo es aseverar que ha habido un aumento de dinero. Pero como no es esta o aquella especie de dinero, sino las especies unidas las que forman los precios, con esta alza todo lo que no se deba al dinero metálico debe ser atribuido al papel moneda. 6. Durante los ultimos cuarenta años del siglo pasado el aumento de precios fue tal que al fin de este periodo eran el doble de lo que habían sido al comienzo. 7. Suponiendo un precio igual al anterior los precios de los ultimos cuarenta años serían el doble que actualmente y por consecuencia cuatro porciones mayores que al comienzo del presente reinado. Lo que presupone que el aumento del dinero sea la causa del aumento de los precios y que el efecto es proporcional a la causa. Es imposible tener cuenta de la reducción que podría verificarse de la totalidad de los precios debida a un aumento de los artículos vendibles, o el alza extraordinaria que podría tener lugar con los precios debida a una emisión de papel moneda o a un aumento de dinero metálico que excediera al de los ultimos cuarenta años. 8. Suponiendo esta duplicación de los precios el valor de cualquier beneficio pecuniario se reduce a la mitad. 9. El efecto de esta depreciación del valor de esa especie de ingresos o beneficios fijos ha sido el de un impuesto indirecto sobre estos beneficios, un impuesto que aumenta progresivamente con los precios y que se eleva al final de este periodo a la mitad del beneficio neto.
¿De qué materia están compuestos los precios? Es dinero y nada más excepto para el caso comparativamente raro de una transferencia de especie o trueque. El precio es una cantidad de dinero pagada por un artículo vendible que se entrega. La suma de todos los precios dados para todos los artículos vendibles que han sido vendidos durante el curso de un año representa la cantidad total pagada. Siendo iguales las cantidades y las calidades si el segundo de los dos años el total de la suma de dinero es doble que el primero, los precios deben haberse duplicado y a la inversa, si los precios se han duplicado, el total de la suma de dinero debe haber sido duplicada. Un doble volumen de dinero circulante como una causa indispensable debe haber sido una circunstancia inseparable de la duplicación de los precios. La rapidez de la circulación debe contar. Cada vez que una cantidad de dinero pasa de manos durante el curso de las operaciones constituye un precio.
¿Hay algún material por el cual el impulso o fuerza de un volumen de dinero pueda ser aumentado mientras la cantidad de dinero permanezca igual? El negocio bancario como lo llevan a cabo los banqueros de Londres, los cuales toman dinero como depósito y lo prestan sin emitir ningún papel moneda de su propia creación; este negocio es una circunstancia que aumenta la velocidad del dinero y consecuentemente su impulso, aparte de cualquiera adición que se haga a la cantidad. El dinero puede representarse sin error constituyendo el cálculo y la causa del alza de los precios.
Todo aumento del volumen del dinero que exceda el aumento que tiene lugar con el volumen de los artículos vendibles puede apreciarse como representante de un excedente. Porque es productor de un alza de los precios y consecuentemente de un impuesto indirecto sobre los beneficios fijos proporcional al alza y de un peligro creciente de quiebra. Un alza de los precios es índice y prueba de que la adición hecha a la cantidad de dinero no ha sido compensada por un numero proporcional al volumen de la riqueza verdadera. El excedente representa la existencia de una cantidad que no es deseable. El alza de los precios y el impuesto indirecto consecuente, aunque un mal verosímil y manifiesto, no está constituido de manera que excluya la idea de compensación. El incremento de la riqueza verdadera que acompaña el aumento de dinero es una circunstancia que tiende a proporcionar una compensación por el alza de los precios.
Por cuanto los precios habrían ido disminuyendo, el dinero se habría hecho más raro con proporción al aumento de la población y de los artículos vendibles. Los beneficios pagados con granos se habrían incluido no para protección de los propietarios, sino como una protección para el agricultor. Concerniente a la riqueza verdadera su progreso no habría sido muy rápido sin el aumento hecho por estos distintos materiales al capital producido. Pero habrían sido de aumento entre los países comerciales proporcionalmente al grado de garantía política.
La historia no presenta que una desgracia sensible haya afectado a ningún país debido a la baja de los precios. Pero hay varias circunstancias según las cuales una baja estaba obligada a presentarse como consecuencia del curso de las cosas. Treinta o cuarenta años de tranquilidad interior deben haber producido un aumento de la riqueza verdadera y de la población sobrepasando cualquier aumento de la cantidad de dinero debido a la escasa producción de las minas anteriores de las del Nuevo Mundo. Los precios deben haber experimentado una baja proporcional.
Cuando la guerra era habitual para la sociedad, el aumento o disminución de los precios, aunque hubiese sido rápido como es naturalmente gradual, no habría producido una sensación suficientemente distinta para que hubiese quedado registrada por la historia.
La nueva importación de dinero o la nueva emisión de papel no tendría otro efecto que el de elevar el precio de la actividad y de los artículos y de disminuir el tipo de dividendo.
El incremento del préstamo pecuniario ha producido dos males; un alza de precios y un peligro creciente de bancarrota general. El nuevo dinero empleado desde el primer momento como forma de capital pecuniario produce un nuevo volumen de artículos vendibles. Para este caso no habría elevación de pecios.
Después de haber cesado el aumento de la riqueza seguiría el aumento de los precios. Como el dinero nuevo no produce nuevos valores actúa hasta el límite de su aptitud al aumentar los precios.
Como el aumento de los precios y el peligro de la quiebra son efectos de una causa, aquel puede ayudar como índice y cálculo de esta. Lo que hace presuponer que el aumento de dinero es como papel moneda o de otra de las modificaciones del préstamo pecuniario antes que de efectivo metálico. Pero esta suposición está de conformidad con los hechos. Si se pudiese concretar durante qué etapa del aumento de los precios se produciría la quiebra la indicación consecuente sería de gran importancia, pero mientras más aumentan los precios se aproxima más al periodo fatal.
¿Con qué regla es posible valorar cuándo el préstamo pecuniario ya no aumenta la riqueza verdadera, que ya no existe más aptitud de actividad que la que sería suficiente solo para el capital existente, que el mal del aumento de precios no está más que compensado por la adición a la riqueza verdadera, que el préstamo pecuniario ha alcanzado su límite y la bancarrota es un suceso previsible?
Es completamente evidente que el mal del alza de los precios no es nada comparado con el peligro de bancarrota general.
Al mal de ese impuesto indirecto sobre el beneficio que deriva de la elevación de los precios, mal que tiene sus límites, debe añadirse el peligro de ese daño ilimitado que se implica con el término general de bancarrota.
Los usos que no tienen tendencia a aumentar la riqueza del país y que no producen otra consecuencia que el alza de los precios y el peligro creciente de quiebra son las emisiones de papel moneda que no tienen otra finalidad que cubrir los gastos personales y la compra de tierras u otras fuentes de ingreso.
Ningún pródigo que esté completamente arruinado obtendrá préstamo, pero el que posea alguna propiedad encontrará con los banqueros las más grandes posibilidades para consumar su ruina, mientras mayor sea su menester de dinero se verá más constreñido a admitir sus billetes sin previo examen. El dinero nuevo empleado para el consumo y los gastos improductivos sin ningún aumento de la riqueza permanente no produce otro efecto que el aumento de los precios.
Tomando el alza de precios como un hecho notoriamente publico la finalidad del Comité de Investigación será especificar durante un periodo de tiempo cuál ha sido la suma total del alza. El periodo que debe seleccionarse es el periodo más próximo porque es el que proporciona mayores posibilidades para la investigación. Debe ser de duración suficientemente larga para que pueda ofrecer el material para saber las variaciones accidentales que durante un tiempo menor podrían afectar la corrección de la consecuencia final. Para tener una experiencia perfecta del asunto sería preciso saber para cada año la totalidad de todos los precios de cada artículo. Establecida la cantidad de dinero utilizada cada año para constituir los precios del año y de igual manera la cantidad de artículos vendibles que han sido realizados durante el año a estos precios respectivos las causas respectivas de variación de los precios entre artículo y artículo de una especie serán la calidad, el lugar y la época. Diferentes calidades de un artículo tienen precios diferentes. La consecuencia que se deriva de una especie de artículo con referencia al precio total del volumen será más correcta mientras más imparcial sea la selección de una muestra del precio más generalizado y mientras mayor sea el numero de muestras que se tomen. La consecuencia que se deriva de una simple muestra si está escogida del precio general será igualmente justa cualquiera que sea el tamaño del volumen.
Entre los artículos apreciados como heterogéneos la muestra más digna será la que se toma del artículo más importante, del artículo del cual la cantidad total de los precios sea la mayor comparada a todos los demás precios. De esta manera el precio del trigo puede tomarse como la muestra más garantizada de todos los precios
Es un hecho publicamente notorio que a menudo hay una diferencia perceptible de precios entre un lugar y otro. Una serie de precios de un artículo tomados durante una sucesión de años a través de diferentes lugares estarían expuestos a muchas causas de variación y de incertidumbre que sería imposible obtener ninguna consecuencia práctica. Establecidas dos series de precios durante diferentes años y diferentes lugares puede suponerse que la proporción es idéntica, a menos que pueda señalarse una causa especial de variación. De aquí que si el precio del trigo de Londres era alto el año 1800 como lo era el año 1760 puede suponerse que se encontraría idéntica proporción entre estos dos años a través de las poblaciones de la Gran Bretaña, aunque el precio fuera un poco mayor o un poco más bajo con referencia al precio de Londres. Según esta suposición una lista de precios de una localidad y hasta el precio de un solo año de otra localidad pueden tener su utilidad. Para verificar cuál es para el aumento de los precios la consecuencia del aumento del dinero es menester restar lo que constituye el efecto de los impuestos.
Para el caso de los diferentes artículos tal vez se encontraría que no hay aumento de los precios con mayor cantidad que el monto de los impuestos sobre estos y para otros que el aumento es nulo o que hay una reducción. Todo lo cual no echa por tierra la proposición general de que los precios han aumentado y que este aumento se debe al incremento del dinero. La disminución total o comparativa de los precios como dinero ha tenido por causa la disminución de los gastos de producción. Si el artículo ha sido producido con menos profesionales y con menos materias primas se ofrecerá a un precio menor. Los artículos que han tenido una reducción de los gastos de producción constituyen el menor numero y son los de menor valor comparados con los que no han tenido esta ventaja.
Idéntica investigación puede emplearse para los artículos gravados con impuestos comparados con los que no están afectados por esta causa del aumento de los precios. Es el aumento de los precios de estos artículos donde se puede apreciar el efecto puro y sencillo del aumento del dinero porque no están gravados con un impuesto que lo oculte al impulsarlos simultáneamente hacia una dirección ni una reducción de los gastos de producción que engañe actuando hacia una dirección opuesta.
Otra indicación justa es que el aumento de los precios afecta a la capa media del país. Afecta menos a las capas pobres, a la capa de los jornaleros, la más pobre porque tiene menos efecto sobre el pan que sobre la carne y porque el pan constituye una mayor proporción de la alimentación de esa capa que las de las otras. Respecto a las categorías ricas el alza de los precios semeja afectarlas menos a causa del efecto de las ilusiones morales que origina todo lo que pertenece a la condición del rico cuando se experimenta desde un punto de vista falso y porque el hecho de que los gastos de producción han disminuido es verdadero para gran numero de objetos de gusto y de lujo que constituyen una gran proporción de los gastos de las categorías más acomodadas.
El aumento de los precios. 1. Qué artículos deben quedar incluidos para esta investigación. Pretender hacerla extensiva a todos ería una empresa inútil. Solo es esencial saber los precios definitivos; los precios preliminares son útiles solo porque ayudan como índices respecto a los otros. 2. Qué fuentes de información deben ser analizadas. 3. Cómo debe orientarse la investigación con referencia a las diferencias de precios como consecuencia de la diferencia de lugar.
Siendo el objeto averiguar el valor comparativo del volumen de ingresos nominalmente regular durante diferentes periodos, deberán escogerse preferentemente aquellos artículos que constituyen la mayor parte de los gastos periódicos de la capa más numerosa del pueblo. Otra circunstancia que puede influir para la elevación es una relativa sencillez para obtener información sobre estos artículos más que sobre otros y la armonía del precio de lugar a lugar. Artículos de alimentación y bebidas, sobre todo los cereales y la especie más común de las carnes de consumo. El precio de las aves como artículo de lujo está sujeto a gran variación. El precio del pescado tal vez sería difícil controlarlo durante un periodo de años. Para el té, el azúcar, la cerveza, los vinos y licores es sencillo obtener la información. El tabaco aunque no contribuye a la subsistencia es un artículo de consumo generalizado especialmente para las capas bajas, que no debe ser omitido. El heno y la avena para la alimentación de los caballos. Los combustibles, especialmente el carbón, mercancía esencial de la que se puede obtener información con la mayor exactitud. El alumbrado de aceite utilizado para las lámparas y las velas. Los artículos para vestir; este renglón sería muy complicado a la vista de la diversidad de los materiales y la variación de los precios. El precio de los materiales de construcción. Este renglón es solo para los que construyen para su propio uso; la ganancia de las casas es lo que afecta el valor de los ingresos. Los precios de los materiales pertenecen al grupo de los precios preliminares.
Los artículos cuyos precios quedan dentro de la categoría de precios preliminares se excluyen, ya que nos referimos solo a los precios que afectan el valor del ingreso. Los precios preliminares están de menester incluidos dentro de la categoría de precios definitivos, que son los de los distintos artículos ya listos para el uso.
El libro de cuentas de la familia Northumberland publicado el siglo pasado es un curioso documento para los precios y la información de las costumbres de aquellos tiempos. Publicación de Thomas Percy, 1770.
Aunque los precios difieren de un condado a otro, los precios de Gales son muy diferentes de los de Londres, estas diferencias no conducen a inexactitudes del cálculo ni a consecuencias prácticas.
Las grandes carreteras y los canales han sido motivo de queja como factores del aumento de los precios. El hecho del aumento de los precios era verosímil, pero dudosa la causa a la que se atribuía una mayor sencillez para las comunicaciones, no puede tener otro efecto que disminuir el gasto general de los transportes. Disminuir el gasto general de los transportes era disminuir esa parte del gasto del país; y no podía haber como consecuencia de eso ningún aumento de los precios de una localidad, o si hubo algún aumento debe haber habido una reducción más grande de algún otro lugar. Según estas circunstancias debe haber sucedido que el precio de un objeto ha experimentado un aumento temporal porque con las nuevas simplicidades de transporte ha inflado su exportación. Pero esta alza de precios ha sido más que compensada por la reducción que ha tenido lugar con el precio de otros artículos.
Los precios de la Metrópoli no serán una muestra exacta de los precios de todo el Reino, pero el aumento gradual de los precios de la Metrópoli durante una serie de años representa un cálculo proporcional suficientemente exacto del aumento de los precios del resto del Reino.
Las Letras de la Marina y otros documentos negociables actualmente abolido llenaron los cometidos del dinero y contribuyeron al alza de los precios durante el periodo de su existencia.
Para lograr saber la cantidad de dinero circulante y del impulso de su fuerza a través de la rapidez de la circulación, para saber el numero de ocasiones que una moneda pasa de mano durante un año se requiere obtener evidencia de dos puntos. Saber las cantidades respectivas de la especie de dinero que ayuda a constituir los precios y saber las distintas cantidades que se han retirado de la circulación y que han sido puestas como reserva como fondos de garantía.
Si después de haber puesto fin al aumento del papel moneda el dinero general siguiera aumentando por el dinero metálico hasta el punto de producir una sensible alza de los precios sería menester tomar decisiones para limitar el aumento del dinero metálico hasta el grado requerido por el fin propuesto.
El aumento del dinero metálico de la circulación tiene un efecto mayor para el aumento de los precios que un aumento igual de papel moneda. Porque una nueva emisión de papel moneda produce una verosímil disminución del dinero metálico circulante con el propósito de constituir los fondos de garantía como metal preciso para mantener el papel moneda. El dinero metálico eleva los precios con una proporción equivalente a su monto total, el papel moneda los eleva solo con referencia a su cantidad.
Si admitimos la exactitud de las cuentas publicadas por Rose de la cantidad de oro circulante los años 1777 y 1798 y se supone que el aumento año tras año es igual al que ha habido durante estos veintiún años se verá que el año 1807 la cantidad sería el doble de la de 1777. Lo cual supuesto y si por el momento no se cuenta una importante apreciación, el aumento de la riqueza real de las mercancías vendibles que compensan proporcionalmente el aumento del dinero se verá que los precios se han duplicado al duplicarse la cantidad de dinero.
(La verdadera alarma)

Entre la prestación verdadera y su recompensa el cálculo exacto común representa la menor cantidad de la materia de recompensa que quien realiza la prestación consiente aceptar como retribución. Esta representa el cálculo de todos los precios; el cálculo de las cosas buenas que a la vez son valorizables y tangibles. Es el cálculo del valor de cualquier actividad por la cual se producen las cosas tangibles como también de la actividad a través de la cual aunque no se produzca nada tangible se realiza una prestación valiosa de alguna otra forma.
(Filosofía de la Ciencia Económica)

El mal pertenece al que se produce por el aumento de los precios como consecuencia de un excesivo aumento de dinero; es una especie de impuesto indirecto sobre los ingresos que causa más penalidades a quienes sufren esa reducción que placer a los que obtienen provecho por esa pérdida.
No semeja Adam Smith haberse formado una idea del perjuicio positivo como consecuencia de un aumento de oro y plata como forma de dinero por el aumento de los precios. Reflexiona que este aumento se efectúa solo de una generación a otra y no entre las distintas etapas de la vida humana. Hablando de su época niega el hecho de un aumento de los precios dependiente de un aumento del dinero. Acepta el alza de los precios hasta por un periodo de diez o doce años que termina el año 1775, pero lo atribuye a las malas cosechas y no al dinero. Da la preferencia a la suposición de diez o doce cosechas malas sin apreciar que aunque la escasez del trigo pueda aumentar el precio relativo de esta mercancía durante algún tiempo no puede, sin embargo, aumentar el conjunto de los precios durante un lapso, porque el aumento del conjunto de los precios implica por definición un aumento del conjunto del dinero contando la cantidad y la velocidad de la circulación.
La exportación de dinero lejos de constituir la raíz del mal actuaría hasta un punto verosímil como un remedio. Si disminuyera el volumen de artículos vendibles mientras la cantidad de dinero permaneciera igual, el precio de todos los artículos aumentaría más y más y el gravamen de un impuesto improductivo sobre los ingresos de cada ser humano vendría a agravar más el urgente menester del publico.
Si el oro y la plata llegaran a escasear como ocurrió durante los tiempos pasados, una décima parte del precio actual sería aceptada otra vez por una idéntica cantidad de actividad. ¿Cómo puede ser entonces que el aumento de la riqueza dependa del aumento del dinero si utilizando una idéntica cantidad es posible producir diez porciones de riqueza durante un periodo comparado con el otro?
(De la Balanza Comercial)

Ricardo

La doctrina de la aptitud de un país para pagar impuestos adicionales, a pesar de haber disminuido el valor total del dinero de la masa de sus productos como consecuencia de las condiciones de conseguir cereales del exterior a un precio menor a través de la exportación de sus artículos manufacturados.
Al hablar de las cosas, de su valor y de las leyes que regulan sus precios respectivos nos referimos a aquellas cuya cantidad puede ser aumentada por la industria humana y con cuya producción la competencia actúa sin restricciones.
El valor del trigo con referencia al paño o los géneros de algodón ha de ser alterado por un aumento del precio de la tarea.
Proporcionalmente a la duración del capital empleado para cualquier producción, los precios relativos de las mercancías con las que se emplee dicho capital duradero variarán inversamente a los salarios; bajarán cuanto estos suban; y subirán cuanto estos bajen; y los de las mercancías producidas por la actividad manual con capital fijo menos duradero que el instrumento de cálculo con el que se estima el precio subirán cuanto suban los salarios y bajarán cuanto estos bajen.
Las variaciones de precio son ocasionadas por alguna alteración del valor de la mercancía.
Adam Smith mantuvo que un alza del precio de  la actividad sería uniformemente seguida por un aumento del precio de las mercancías. Esta opinión no tiene fundamento y solo subiría el precio de aquellas cosas para cuya producción se empleara menos capital fijo que el utilizado con la del instrumento de cálculo del precio y las que tuviesen más bajarían de precio al subir los salarios. Si estos bajaran solo bajarían de precio aquellas cosas que tuvieran una proporción menor de capital fijo empleado para su producción que la que marcara el cálculo del precio; las que tuvieran más subirían de precio.
Los distintos efectos producidos por la alteración de valor del dinero son el cálculo con el que se expresa el precio.
Como el suministro del aire y del agua es ilimitado no tienen precio.
Es el coste de producción el que regula el precio a la postre.
Al hablar de precio variable la variación se produce con el artículo y nunca con el instrumento con el que se calcula.
Las desviaciones accidentales y temporales del precio efectivo o de mercado de las cosas y de su precio natural o primario, la actividad profesional, fundamento del valor de las cosas.
Según el curso usual de los acontecimientos no existe cosa ninguna cuyo abastecimiento siga con el grado exacto de abundancia que requieren los menesteres y los deseos de la humanidad y por consiguiente no existe cosa ninguna que no esté sujeta a variaciones accidentales y temporales de precio. Es solo como consecuencia de esas variaciones por lo que el capital es destinado, según la proporción precisa, a la producción de las distintas mercancías de las que hay demanda de mercado. Con el alza o la baja del precio los beneficios suben o bajan del nivel general y el capital se ve atraído o no por aquella inversión donde ha tenido lugar la variación.
Un precio enormemente elevado debido a ser la oferta inferior a la demanda.
El precio de las mercancías.
Es el deseo que tiene el industrial de retirar sus fondos de un empleo poco provechoso para dedicarse a uno más ventajoso el que evita que el precio de mercado de las cosas siga siendo mayor o menor que el natural. Es esta competencia la que ajusta el valor de las cosas de forma tal que después de pagar la mano de obra para su producción el valor remanente o excedente sea proporcional al capital empleado.
El dinero es invariable de valor y por consiguiente cualquier variación de precio se refiere a una alteración del valor de la mercancía.
Ningún aumento permanente tiene lugar sobre el precio de los artículos de consumo sin ocasionar un alza de los salarios o sin haber sido precedida por el alza.
La teoría de que los beneficios dependen de los salarios, estos del precio de los artículos de consumo y este a su vez del precio de los alimentos, porque todos los demás requisitos pueden ser aumentados de manera casi ilimitada.
Los precios del mercado varían primeramente por la condición relativa de la demanda y de la oferta.
Primero, un alza de salarios no haría subir el precio de las mercancías y haría invariablemente bajar los beneficios; y segundo, si los precios de las mercancías pudieran subirse, el efecto sobre los beneficios sería idéntico y realmente solo quedaría reducido al valor del instrumento con el que se calculan los precios y los beneficios.
El tipo de beneficios solo puede ser aumentado por una baja de salarios y solo puede producirse esta de manera permanente como consecuencia de una baja del precio de los artículos de consumo. Por tanto, si a través del desarrollo del comercio exterior o de mejoras de la maquinaria los alimentos y los artículos del profesional pueden traerse al mercado a precios reducidos, los beneficios subirán.
Las mejoras importadas para la manufactura de un país tienden a alterar la distribución de los metales preciosos entre los países del mundo; tienden a aumentar la cantidad de mercancías y hacen subir los precios generales del país donde las mejoras se producen.
Además de las mejoras de las artes y de la maquinaria existen otras varias causas que influyen sobre el curso del comercio y que destruyen el equilibrio y hacen variar el valor relativo del dinero. Las primas a la importación o a la exportación, los nuevos impuestos sobre las mercancías perturban el comercio de permuta y engendran el menester consiguiente de importar o exportar moneda a fin de que los precios puedan ajustarse al curso del comercio. Lo que explica que el valor del dinero sea distinto según varios países y por qué los precios de las mercancías de consumo de un país y las de gran amplitud, aunque de valor relativamente pequeño, son más elevados con aquellos países que las manufacturas están florecientes.
Solo por el alza del precio de las mercancías puede evitarse que estas sean exportadas de un país donde se compran con poco dinero a otro donde pueden venderse por más y este alza solo puede efectuarse a través de una importación de moneda metálica de afuera o de la creación o aumento del papel moneda.
Un tributo parcial sobre los beneficios hará subir el precio del artículo sobre el que recaiga.
Un impuesto sobre los beneficios, no experimentando el dinero permuta alguna de valor haría variar los precios relativos de las cosas. Igual ocurriría si el tributo recayera sobre los artículos; si estos fueran gravados proporcionalmente al valor del capital empleado para su producción subirían por igual, cualquiera que fuese su valor.
Los impuestos sobre los salarios harán subir el precio de la mano de obra y por consiguiente disminuir el tipo de beneficios del capital. Ni el industrial ni el propietario contribuirán al pago de un impuesto sobre los salarios, sino solo los que emplean profesionales. Este tributo es un impuesto sobre los beneficios. Los efectos iguales que un impuesto directo sobre los beneficios.
Una baja relativa del valor de los metales preciosos causada por un impuesto o un alza general de las mercancías no sería perjudicial para un país, pues una parte de los metales se exportaría, lo cual, al hacer subir su valor haría bajar los precios de las mercancías. Y si estos metales no se exportaran el efecto nivelaría el de los altos precios.
Un tributo sobre cualquier mercancía haría subir el precio de la mercancía. Si la mercancía gravada no subiera de precio con una suma igual al impuesto no proporcionaría al productor un beneficio idéntico y transferiría su capital a otro empleo.
Hay un límite al precio que los seres humanos se avendrán a pagar con la forma de un impuesto perpetuo por el privilegio de vivir en su tierra natal.
Cuando un artículo tiene un precio de monopolio está al precio más elevado al cual los consumidores están dispuestos a pagarlo. El valor de un artículo que tiene un precio de monopolio no está regulado por el coste de producción.
El precio de monopolio, o sea el precio más alto que los compradores están dispuestos a dar.
Say. El precio representa el valor de las cosas y el valor de estas significa su utilidad.
El beneficio es una consecuencia de un monopolio parcial que nunca regula el precio realmente, sino que significa el efecto de este.
Los precios de las mercancías varían con cada fluctuación de la cantidad y del valor del dinero. También varían debido a la alteración de la proporción de la oferta y de la demanda. Cuando los precios de las mercancías bajan debido a una oferta abundante, a una reducción de la demanda o a un alza del valor del dinero un industrial acumula una cantidad extraordinaria de artículos manufacturados y no está dispuesto a venderlos a precios depreciados. Pero el precio de mercado de sus artículos sube o la demanda disminuye; los precios bajan y el dinero y el dividendo recobran su valor real.
No es el alza de los salarios como dinero del profesional el que hace subir el precio de las mercancías, sino que esa alza afecta a los beneficios.
El precio es regulado por el rendimiento obtenido por aquella ultima porción de capital por el cual no se paga beneficio ninguno.
El comercio exterior solo puede ser regulado a través de la alteración del precio natural al cual los artículos puedan producirse dentro de esos países, lo que se efectúa alterando la distribución de los metales preciosos. Esta explicación confirma la opinión de que no hay impuesto, prima o prohibición sobre la importación o la exportación de las mercancías que ocasione una transformación de la distribución de los metales preciosos y que no haga variar el precio natural y de mercado de las mercancías.
Es el precio de las mercancías del país exportador el que regula los precios a los que estas han de venderse al mercado importador, si no son objeto de monopolio.
Es el coste de producción el que debe regular el precio de las cosas y no la proporción existente entre la oferta y la demanda; esta puede afectar durante algún tiempo el precio de mercado de un artículo hasta que la oferta de este sea más o menos abundante, según que la demanda haya aumentado o disminuido.
Los precios de las mercancías son regulados por su coste de producción. Al emplear maquinaria perfeccionada dicho coste se reduce y por consiguiente se pueden vender a los mercados extranjeros a un precio inferior.
(Principios de Economía Política y Tributación)

Scott

Rehusaron admitir el precio de su hospitalidad.
(Waverley)

El precio de la sangre.
(La viuda de las montañas)

Su vanidad atribuía gran precio a la dignidad que imaginaba debían darle.
Los precios de los artículos.
Liga de los banqueros y los ilustres comerciantes, para mantener el préstamo y oponerse a la depreciación de los fondos publicos, en la cual los conspiradores fundaran su éxito, condenando al poder político a una especie de quiebra. Formidable unión de industriales, órgano del contacto con el poder. Los efectos publicos habían invadido a bajo precio el mercado.
Tasa, una corona. Precio pagado generosamente.
Precio de la vida.

De Maistre

Exigir el precio del rescate.
(Los prisioneros del Cáucaso)

Chateaubriand

Invadir a precio de la sangre.

Arreglar con el capitán del buque el precio del viaje.
La enumeración del precio de las cosas.
Infames ardides. La exacción de tasar a bajo precio todos los comestibles. Con lo que el pueblo se alegra y los mercaderes cierran sus tiendas, a lo que sigue la escasez. Negociando secretamente con los mercaderes y permitiendo vender al precio que quieran, el pueblo se ve obligado para mantenerse a vender cuanto tiene.
(De París a Jerusalén)

Byron

Los jurados fallan que una mujer, si es adúltera, / Merece una multa como concepto de pena / Que paga su amante, precio justo / De un delito con el cual se comercia.
El precio de la experiencia, / Algo como un impuesto sobre la ganancia que aplica el destino.
Precio costoso.
Los Países Bajos, donde el enebro vierte su zumo más espléndido y mejor, / Subrogado de cualquier opulencia para el pobre. / Prohibir a la canalla un estomacal, lo que suele / Ser todo el vestido, alimento o combustible, / Que les depara un buen poder, es cosa cruel. A comienzos del siglo XVII, el poder político apoyó la producción de ginebra y su bajo precio la hizo popular. Posteriormente, tuvo que tomar decisiones ante el consumo desmedido.
Como el aire es libre, aunque pocas ocasiones soleado, merece pagarse el precio de respirarlo.
El solaz de inflar los precios.
(Don Juan)

Shelley

El "Prometeo liberado" de Esquilo suponía la reconciliación de Júpiter con su víctima como precio por la manifestación del peligro que se cernía sobre su poderío debido a la consumación de su matrimonio con Tetis.
(Prometeo Liberado)

Balzac

Fijar el precio.
El precio de esa tensión perpetua de las fuerzas animales.
El precio de los sacrificios.
Un precio exorbitante.
El precio de la tranquilidad.

Especie de agradecimiento, que brota en el alma de un comerciante cuando se le paga un precio exorbitante por una mercancía de poco valor.
Una cosa inestimables sólo puede pagarse con una ofrenda que no tenga precio.

Se aprovechó del primer buen impulso, para sacar un buen precio.
Quimeras de raza, que las mujeres compran a un precio loco.
El precio de un amigo.
La actriz que pasaba, a precio de oro, por su mejor amiga.
Precio exorbitante de un pomo de fusta.
El alto precio atribuido a su estimación.
(Modesta Mignon)

El beneficio del empresario lo hace la diferencia entre el precio del capataz y la suma dada por el constructor que, deducción hecha de los materiales, se reduce a la mano de obra.
(Los pequeños burgueses)

Remise. Carruaje, vehículos que estacionaban en cocheras y no en la calle, como los de punto. Eran más lujosos y su precio mayor.
(Melmoth reconciliado)

Whewell

La publicación de los "Principia" de Newton se volvió rara y alcanzó un gran precio.
Una vaga demanda de transformación de los reformadores. 
(Historia de las ciencias inductivas)

Lyell

Los libros de los escritores clásicos más eminentes se compraron a un gran precio.
Los comerciantes de conchas tenían la costumbre de vender especies mediterráneas como conchas de latitudes más meridionales y lejanas en aras de mejorar su precio.
La condición de la comida. Puede preverse que la oferta será regular con periodos indefinidos en una parte del mundo y en otra muy precaria y fluctuante de especie como de cantidad.
(Principios de Geología)

Dickens

Un escribiente asalariado, interno o externo, concurre a mitad de precio al teatro Adelphi.
(Pickwick)

Si me llevara lo que escogerían y llevarían a cualquier precio diecinueve de cada veinte hombres, la llevaría a usted.
Pagar sólo el precio de un asiento de fuera de la diligencia.
No voy a permitir que me culpen cada vez que suban los precios.
Has pagado un precio muy alto por un pobre corazón.
Decidir instalarse si el precio conviene.
Hablar de los detalles relativos al precio del alojamiento y la comida.
Contratar un esclavo a un precio muy razonable.
El precio de reservar el tesoro.
Quedó pagada una suma ridículamente baja del capital aportado por la Compañía a la empresa arquitectónica, del precio de venta.
Contratar a cualquier precio.
Ofrecer una ganancia vitalicia el precio y en las condiciones más ventajosas del mercado.
Hurgó en el fuego como si en su deseo de replicar de la mejor manera posible, se hubiese vuelto indiferente al precio del carbón.
Delante del escaparate de un gran almacén de muebles y tapicería, para llamar su atención sobre algo muy impresionante e ingenioso que exhibían para disfrute y tentación del publico. Aventuró una suposición muy equivocada respecto del precio de este objeto.
El precio de las ocho sillas de palo de rosa y la mesita para jugar a los naipes.
Hablar del precio de las medicinas.
Dispuesta a hacerse cargo, al precio que usted diga.
El favor por el que has pagado muy alto precio al malvender tu viejo ser.
(Martin Chuzzlewit)

Collins

En Roma, como en el Londres moderno, debido a los altos precios del suelo de una ciudad superpoblada, los constructores sólo podían aumentar el espacio de una vivienda haciendo una inconveniente adición a su altura.

Haliburton

Si me hace una oferta no será difícil negociar conmigo, pero es posible que yo proponga más de la mitad de los libros.
El precio del libro es de 5 chelines 6 d.
Quita seis peniques del precio y luego lo reduce.
Cómo es posible que un estadounidense pueda vender sus mercancías al precio que quiera cuando un Nariz Azul no lograría realizar ninguna venta.
Endeudar y demandar.
Demandas en la corte.
El precio habitual.
El alto precio de la fuerza laboral.
Le gustaba mucho el caballo y bajó el precio.
No se puede conseguir nada especial sin un buen precio.
Ofertas de matrimonio de hombres responsables.
Las patatas se venderán a buen precio este otoño porque generalmente es una cosecha corta.
Cuando eras niño no te sacaban de la cama a ningun precio.
(El relojero, o los dichos y hechos de Samuel Slick, de Slickville)

Stuart Mill

Influencia del préstamo sobre los precios y regulación del papel moneda versátil.
La importación de cualquier cosa que no fuera metales preciosos se valoraba una pérdida para el país equivalente al precio total de los artículos importados; a no ser que se importasen para ser reexportadas con ganancia, o siendo materiales o instrumentos para alguna industria establecida ayudaran para producir artículos exportables a un gasto inferior y permitieran una mayor exportación.
Una persona que compra mercancías con fines lucrativos lo hace para venderlas después por dinero o con la ilusión de recibir más dinero que el que dio. La finalidad es obtener dinero. A menudo no se le paga con dinero, sino con alguna otra cosa como cuando adquiere mercancías de un valor equivalente de las que vende. Pero las acepta a su evaluación como dinero con la creencia de que eventualmente le producirán más dinero que el precio al que le fueron entregadas.
Dos millones de quintales de trigo no alimentarán a mucha gente como cuatro millones, pero dos millones de libras esterlinas garantizarán el tráfico, permitirán comprar y vender una cantidad de géneros como los cuatro millones, aunque a precios nominalmente inferiores.
Las pesquerías de ballenas del Ártico han sido insuficientes durante mucho tiempo para satisfacer la demanda existente, incluso al elevado precio para sufragar los gastos de las capturas. Y las inmensas extensiones de las pesquerías del Sur tienden a agotarse de igual manera.
Cuando es menester para el cultivo más tierra de la disponible de un lugar o de la disponible de un tipo y con las ventajas de la situación, la tierra que reúne esas condiciones de tipo y situación puede venderse a un precio verosímil o alquilarse por una ganancia anual.
El pan tiene que ser suficiente para remunerar a todos los trabajadores y algunos otros, los carpinteros y albañiles que construyeron la granja, los que hicieron las vallas para proteger los sembrados, los mineros y los fundidores que extrajeron y prepararon el hierro con el que se hicieron el arado y las demás herramientas. Pero estos y el herrero no dependen para su remuneración del pan hecho con el producto de una cosecha, sino con el de las cosechas recogidas sucesivamente hasta que el arado, las vallas y los edificios se hayan desgastado. Hemos de agregar otra actividad; la del transporte del grano desde el lugar donde se produjo hasta el sitio donde se empleó, la actividad de llevarlo al mercado y de este al molino, la harina desde el molino a la panadería y el pan al lugar donde se consume finalmente. Algunas ocasiones esta actividad es cuantiosa. Se transporta harina a Inglaterra, 1848, desde el otro lado del Atlántico, trigo desde el corazón de Rusia y además de los profesionales directamente empleados con esta actividad, carreteros y marineros, hay también costosos instrumentos, tales como barcos para cuya construcción se empleó mucha actividad. Pero la remuneración de esta actividad no depende solo del pan, ya que los barcos durante el curso de su existencia se usan para el transporte de muchas mercancías. No es una operación sencilla calcular la actividad de la que deriva una mercancía. Los factores del cálculo son muy numerosos. Pero tras subir uno o dos peldaños de esta escalera ascendente llegamos a una región de fracciones demasiado exiguas para el cálculo. Cuando se llega a compartir esta fracción entre los diferentes sacos de trigo y los panes se ve que no merece generalmente contar esas cantidades para ningún fin práctico referido con la mercancía; su precio de venta no subirá por el hecho de contar con esa actividad.
La actividad de los distribuidores es un complemento de la actividad de los productores y el producto distribuido y su precio es una fuente de la cual sale lo preciso para remunerar los esfuerzos de los distribuidores y la abstinencia que les permitió adelantar los fondos para el negocio de la distribución.
La actividad de los porteadores y los mercaderes o comerciantes agrega algunas propiedades a los objetos. Les agrega la propiedad de ocupar el lugar donde se precisan, la cual es una propiedad muy útil. La utilidad que confiere se comunica a las cosas, las cuales se encuentran para usarse y como consecuencia de esa mayor utilidad podrán venderse a un precio mayor proporcional a la actividad empleada para conferírselo.
Cuando un sastre hace un traje y lo vende hay una transferencia del precio desde el cliente al sastre y además un traje que antes no existía.
Las manufacturas domésticas no pueden precisar protección ya que siendo otras las fuentes de subsistencia de los profesionales el precio del producto por mucho que se reduzca es casi todo él ganancia líquida. Por consiguiente si los productores domésticos se retiran de la competencia no es nunca por menester, sino porque el producto no vale la actividad que cuesta, según la opinión de los que utilizan el primero y soportan el segundo. Prefieren el sacrificio de comprar sus vestidos a la actividad de hacerlos. Y no seguirán su actividad a menos que la sociedad les dé más de lo que según su opinión vale el producto.
Babbage. El gasto para el comprador es el precio que paga por cualquier artículo más el gasto de comprobar si su calidad pertenece a la que ha encontrado. Con algunos casos la bondad del artículo puede apreciarse por una simple inspección, no habiendo mucha diferencia con el precio que cobran diferentes tiendas. La calidad del azúcar de pilón puede apreciarse de una simple ojeada y consecuentemente el precio es uniforme y la ganancia muy pequeña, que a ningún tendero tienta venderla. Mientras que el té, cuya calidad es muy difícil de percibir y que puede adulterarse con mezcla, tiene gran variedad de precios y este es el artículo que todos los tenderos más desean vender. La dificultad y el gasto de comprobación son muy elevados, que justifican que se prescinda de reglas muy arraigadas.
Es una máxima general que el poder político puede comprar cualquier artículo a un precio inferior al que le costaría fabricar.
La posibilidad de vender a menor precio no depende del aumento total de la producción, sino de que esta crezca con mayor proporción que los gastos, lo cual puede hacerse incluso disminuyendo la producción anual. A través de la adopción de la maquinaria se ha transformado como capital fijo y precisa solo un pequeño gasto anual de mantenimiento, un capital circulante que se consumía y reproducía constantemente; y una producción mucho menor bastará para cubrir esos gastos de mantenimiento y reemplazar el restante capital circulante del productor. La maquinaria puede atender perfectamente a los propósitos del fabricante y permitirle vender a más bajo precio que sus competidores, aunque su efecto sobre la producción del país tal vez sea una disminución. Es verdad que el artículo se venderá más barato y que por consiguiente se venda mayor cantidad, ya que la pérdida de la comunidad ha recaído sobre los obreros, que no son los clientes más importantes de la mayor parte de las ramas de la manufactura.
Hacer resaltar con mayor fuerza el hecho de que una forma de producción no aumenta de menester el efecto productivo de la actividad profesional general de una comunidad solo porque permita vender más barata una mercancía.
Se gasta más actividad con la dirección de muchos capitales pequeños que con un gran capital. Sin embargo, los pequeños productores encuentran compensación suficiente a esta actividad con la sensación de ser sus propios dueños. Tal vez se diga que si dan un verosímil valor a esta independencia se someterán a pagar un precio vendiendo a los precios más reducidos que ocasiona la competencia del comerciante o fabricante a lo grande. Pero la realidad es que no siempre pueden hacerlo y seguir ganando la vida, por lo que desaparecen gradualmente de la sociedad tras consumir su pequeño capital con una lucha prolongada y sin éxito o descienden a la situación de profesionales asalariados o tienen que depender de otros para su mantenimiento.
En Inglaterra crece de manera constante el numero de grandes establecimientos fabriles y dondequiera que se reúna un numero de compradores suficiente comercios y almacenes para realizar a gran escala el negocio de venta al detalle. Estos logran vender a precios más bajos que los pequeños comerciantes por la división del trabajo y la economía realizada limitando el empleo de profesionales calificados a los casos que son estrictamente precisos y por la economía de la actividad que se deriva de las operaciones a gran escala, ya que no cuesta mucho más tiempo ni mayor esfuerzo mental hacer una compra importante que una pequeña y mucho menos hacer muchas pequeñas.
Es un error suponer que la competencia entre las compañías mantiene los precios bajos. Cuando los competidores son poco numerosos terminan entendiéndose para no competir. Tal vez bajen los precios para pretender arruinar a un nuevo competidor, pero si este aguanta terminan llegando a entenderse. Por consiguiente cuando un negocio de gran importancia publica no puede realizarse más que a una escala muy grande que haga ilusoria la libertad de competencia, el mantenimiento de varias instalaciones distintas para realizar una prestación a la comunidad es un derroche de los recursos publicos. Es preferible percibir de una vez esa prestación como una actividad publica y si el poder político no puede emprenderlo con provecho debe entregarse todo él a una compañía o sociedad que pueda realizarlo con las mejores condiciones para el publico.
Blacker, ensayo sobre los precios, "The Management of Landed Property in Ireland", 1837.
Las tierras interiores o alejadas del mercado rinden menos ganancia y no se puede surtir una mayor demanda si no es con un aumento del gasto de producción y por consiguiente del precio.
Un cultivo muy cuidadoso cuesta proporcionalmente mucho más y precisa precios más altos para dar ganancias que el cultivo superficial y no se adoptaría si hubiera tierras accesibles de igual fertilidad que estuvieran desocupadas.
Solo cuando no queda ninguna tierra que roturar excepto aquellas que a causa de su inferior calidad o alejamiento precisan un aumento de los precios para que su cultivo sea lucrativo puede ser ventajoso aplicar a las tierras americanas los sistemas perfeccionados de cultivo empleados para Europa, exceptuando tal vez la vecindad de las ciudades donde la economía de los gastos de transporte pueda compensar el menor rendimiento del suelo.
Los ferrocarriles y los canales reducen el gasto de producción de las cosas que van a los mercados y el de aquellos instrumentos y ayudas de la producción cuyo transporte favorecen.
Las manufacturas se prestan mucho mejor que la agricultura a los perfeccionamientos mecánicos y a los dispositivos para economizar actividad y la división del trabajo y la distribución económica y adecuada dependen de la extensión del mercado y la posibilidad de producir grandes masas. De consiguiente con las manufacturas las causas que tienden a aumentar la productividad de la actividad profesional predominan sobre la causa que tiende a disminuirla; y el aumento de la producción provocado por el progreso de la sociedad tiene lugar con un costo proporcional que no aumenta, sino que disminuye de manera regular. Este hecho se ha puesto de manifiesto con la baja progresiva de los precios de casi todos los artículos manufacturados durante los dos ultimos siglos, baja que se aceleró por efecto de las invenciones mecánicas de los ultimos setenta u ochenta años y que puede prolongarse y extenderse más allá de cualquier límite asignable. Aunque es del todo concebible que la eficiencia de la tarea agrícola sufra una disminución gradual por cuanto aumente la producción y que consecuentemente el precio de los alimentos suba progresivamente y que se precise una proporción cada vez mayor de la población para producir los alimentos para la totalidad, mientras por otra parte la fuerza productiva de la actividad de las otras ramas puede aumentar con tal rapidez que la cantidad de actividad requerida pudiera economizarse con las manufacturas y, sin embargo, obtener una mayor cantidad de productos y surtir los menesteres totales de la comunidad mejor que antes.
La abolición de las leyes de granos o de cualquier otra restricción que impida la producción de mercancías concretas allí donde pueden producirse a precios más bajos equivale a una gran mejora de la producción.
El mejoramiento de un país es un proceso orgánico muy lento y da tiempo para un crecimiento muy grande de la población del país y de aquellos a los cuales provee de alimentos, que su efecto de mantener bajos los precios no semeja ser más decisivo para Europa entera que para un país. Por consiguiente la ley del rendimiento decreciente de la actividad siempre que la población aumente con mayor rapidez que el mejoramiento de la producción es aplicable a los países que se alimentan con lo que produce su suelo y realmente también aquellos que están dispuestos a sacar los alimentos que precisan de no importa qué rincón del mundo que lo ofrezca más barato. Un abaratamiento importante y súbito de los alimentos por cualquier procedimiento que se produjera igual que cualquier otro progreso súbito de las artes de la vida haría recular la tendencia natural de las cosas sin alterar definitivamente su marcha.
El brevet o privilegio preciso para ejercer las profesiones u oficios de los notarios, procuradores, agentes de bolsa, tasadores, impresores, panaderos, carniceros alcanza un alto precio de mercado.
Por cuanto los beneficios, las ganancias, los salarios y los precios se fijen por la competencia se les puede asignar leyes, establecer reglas de carácter general y precisión científica con arreglo a las cuales se regirán.
Cuando no existía ningún monopolio los precios aguantaron primero la influencia de la competencia y se hallaron más generalmente sujetos a esta que los beneficios, pero esa influencia no es total. Proposición de la economía política. No pueden existir dos precios dentro de un mercado. Pero cada comerciante adapta su escala de precios a la especie de clientes que espera.
Opiniones corrientes. Los salarios son altos cuando los negocios marchan; cuando los precios son altos suben los salarios; los salarios como dinero varían con el precio de los alimentos.
Incluso si los salarios no bajan el precio de los alimentos tendría que subir, lo que equivale a una baja de los salarios.
La competencia solo puede bajar los precios de las mercancías hasta el punto que atrae suficientes compradores para vender todo lo que hay y los salarios solo pueden bajar por la competencia hasta que se hace sitio para que todos los profesionales participen del reparto del fondo de salarios. Si bajaran por debajo de este punto quedaría sin empleo una parte del capital por falta de profesionales, comenzaría una ineptitud por parte de los industriales y los salarios subirían.
Los salarios que exceden del tipo usual requieren precios correspondientes y existe un límite para el precio al que un numero restringido de productores puede disponer de su entera producción.
Puesto que los requisitos de la producción son la actividad profesional, el capital y los agentes naturales, la persona, además del profesional y del industrial, cuyo consentimiento es preciso para la producción y que puede reclamar una parte de la producción como precio de su consentimiento es quien por la disposición de la sociedad posee la potestad exclusiva sobre algún agente natural.
Las condiciones y las leyes de la producción serían tal cual son si los arreglos de la sociedad no dependieran de la transferencia o no la admitieran. Aun con el presente sistema de vida industrial con el que los empleos se subdividen minuciosamente y todos los que cooperan para la producción dependen para su remuneración del precio de una mercancía concreta, la transferencia no es una ley de la distribución de los productos, sino solo una parte de la maquinaria para realizarla.
Es preciso distinguir el valor y el precio. El precio expresa el valor de una cosa como dinero, la cantidad de dinero por la cual se transferirá. Entenderemos por precio de una cosa su valor como dinero; por valor de una cosa su aptitud general de comprar, el dominio que su posesión concede sobre las mercancías.
El valor del trigo como dinero o precio representará perfectamente como cualquier otra cosa su valor general o aptitud de compra.
La aptitud general de compra del dinero no varía, pero permanecen inalterables los precios de las cosas.
Respecto de la elevación general de los precios puede subir el precio como dinero de las mercancías, pero no puede haber un alza general de los valores. Si sube el valor de una mitad de las mercancías del mercado implica una baja del valor de la otra mitad y recíprocamente la baja implica un alza. Las cosas que se transfieren unas por otras no pueden bajar o subir a un tiempo. Cuando sube el precio de una mercancía el acontecimiento indica un alza del valor de la mercancía.
La perturbación de los contratos fijos como dinero. Un alza o una baja general de valores es una incoherencia; un aumento o descenso general de precios equivale simplemente a una alteración del valor del dinero, cuestión que carece de importancia excepto por cuanto afecte a los contratos existentes para recibir o pagar cantidades fijas de dinero y los dividendos de los productores de dinero.
Investigar las leyes del valor y del precio. Los casos que examino son aquellos con los que los valores y los precios los fija solo la competencia. Y solo por cuanto se fijen por la competencia pueden ajustarse a una ley.
Los valores y los precios a los que son aplicables son precios como los que se cotizan desde las listas de precios corrientes, los precios de los mercados al por mayor de los cuales comprar y vender es cuestión de negocio con los que los compradores averiguan el precio más bajo al que puede obtenerse un artículo de una calidad concreta, con los que por consiguiente es verosímil el axioma de que no puede haber dentro de un mercado dos precios para un artículo de idéntica calidad.
Para el caso de los precios al por menor, los precios que se pagan dentro de los comercios por los artículos de consumo personal, para estos existen con frecuencia muchos precios, ya que el hábito o la casualidad influyen como las causas generales. Las comparas para uso privado no siempre se hacen como un negocio, son extremadamente diferentes los sentimientos que se ponen a jugar para obtener esos ingresos y los que se ponen para gastarlos. Sea por indolencia, descuido, buen tono pagar sin hacer preguntas, los que pueden permitirse ese lujo pagan precios mucho más altos de lo preciso por las cosas que consumen; mientras los pobres hacen igual por ignorancia e imposibilidad de valorar, falta de tiempo para buscar e informarse y coacción abierta o simulada. Los precios al por menor no siguen con regularidad la actuación de las causas que marcan los precios al por mayor.
Con todos los razonamientos concernientes a los precios tiene que darse por entendida la excepción "suponiendo que todos los atraídos cuidan de sus preferencias."
Para que alguna cosa tenga algún valor son precisas dos condiciones. 1. Tiene que tener algún uso, tiene que convenir a algún fin, satisfacer algún deseo. Nadie pagará un precio o se desprenderá de alguna cosa que le valga para algo, para obtener una cosa que no le vale para nada. 2. La cosa tiene que ser de alguna utilidad y tiene que haber alguna dificultar para obtenerla.
Tooke, "History of Prices".
El precio de una mercancía monopolizada depende de la voluntad del monopolizador y solo se halla limitada por el valor que el comprador atribuya al artículo para su uso personal. El monopolista puede fijar el valor como quiera por bajo de lo que el consumidor no podría o no querría pagar, pero solo puede hacerlo limitando la oferta.
Con ningún empleo se invertirá nuevo capital a menos que se espere obtener una ganancia igual contando con las cualidades del empleo bajo otros aspectos a lo que puede esperarse de cualquier otra ocupación. Cuando es evidente que esa ganancia no se obtendrá, si la gente no retira su capital al menos se abstendrá de reponerlo una vez consumido. Puede llamarse precio o valor de las cosas que se hacen a través de la actividad profesional y del capital a la consecuencia de sumar el gasto de producción y la ganancia ordinaria. Si el valor de una mercancía es tal que devuelve el gasto de producción con la ganancia acostumbrada y con una mayor, el capital afluye hacia el negocio para participar de sus ganancias extraordinarias y aumentando la oferta del artículo reduce su valor.
Las cosas tienden a transferirse las unas por las otras a tales valores que permitan a cada productor resarcirse del gasto de producción con la ganancia ordinaria o que los precios se equilibren de manera que todos los productores obtengan idéntica tasa de ganancia sobre sus gastos. Pero para que la ganancia sea igual cuando el gasto de producción es igual las cosas tienen que transferirse unas por otras con idéntica proporción como se hallan sus gastos de producción respectivos. Las cosas que tienen igual gasto de producción tienen que tener igual valor.  Adam Smith y Ricardo han llamado a ese valor de una cosa proporcional a su gasto de producción su valor natural o precio natural.
La influencia latente por la que los valores de las cosas se ajustan a la larga al gasto de producción representa la variación que de otra manera tendría lugar con la oferta de la mercancía. Si esta siguiera vendiéndose a un precio desproporcionado con su gasto de producción, la oferta aumentaría y disminuiría si cayera por bajo de aquella proporción. Pero no hemos de suponer que sea menester que la oferta disminuya o aumente de hecho. Con frecuencia basta la mera posibilidad, los comerciantes se dan cuenta de lo que sucedería y la competencia mutua les hace anticiparse a la consecuencia bajando el precio. El que haya o no una mayor oferta permanente de la mercancía después de abaratada la producción depende de algo muy distinto; de si se precisará una cantidad mayor al precio rebajado. Lo más corriente es que se precise una mayor cantidad, pero no ha de ocurrir por menester.
Existen muchos artículos que precisan un alza de precio muy importante para que se reduzca la demanda, caso de los artículos de menester como el alimento habitual, el pan blanco del cual se seguirá consumiendo idéntica cantidad si la población fuera igual aun cuando el precio bajara mucho.
El que unas cosas tengan un valor alto es sinónimo de que otras lo tengan bajo. El error proviene de no prestar atención a los valores, sino solo a los precios. Aunque no existe algo como un alza general de los valores existe un alza general de los precios. Un alza general de los precios, incluso suponiendo que ocurra, no puede ser de ninguna utilidad para el productor o el comerciante, pues aunque aumentan sus ingresos de dinero con idéntica proporción aumentan sus gastos. No existe ninguna manera de que los industriales puedan compensarse por el alto gasto de la actividad profesional a través de su acción sobre los valores o los precios. No puede impedirse su efecto con bajas ganancias. Si los profesionales obtienen más, si obtienen una parte mayor del producto de la actividad, tiene que quedar un porcentaje menor para la ganancia. No hay posibilidad de escapar a esta ley de la distribución, ya que reposa sobre una ley aritmética. El mecanismo del valor y del precio puede ocultarla, pero es totalmente incapaz de alterarla.
Las cosas que se hacen con una actividad calificada se transfieren por el producto de una cantidad mucho mayor de actividad no calificada y la razón es que la actividad profesional se paga a un precio mucho más alto.
Si dos cosas se hacen con idéntica cantidad de actividad y esta se paga a igual precio y si han de anticipar los salarios por igual tiempo y el empleo no exige que exista una diferencia permanente de la tasa de ganancia de las dos, entonces ya sean altos o bajos los salarios y las ganancias y ya sea mucha o poca la cantidad de actividad gastada esas dos cosas se transferirán una por otra.
Si los precios son bajos el dinero podrá comprar una gran cantidad de otras cosas y su valor es elevado; si los precios son altos podrá comprar una cantidad mucho menor y su valor es bajo. El valor del dinero varía según el sentido inverso de los precios; baja cuando estos suben y suben cuando estos bajan.
Si suponemos que aumenta la cantidad de dinero de las personas siguiendo exactamente iguales los menesteres y las inclinaciones de la comunidad respecto del consumo, el aumento de la demanda alcanzaría las cosas por igual y se produciría un alza general de los precios. El valor del dinero siendo las demás cosas iguales varía según la razón inversa de su cantidad; todo aumento de esta hace descender el valor y la disminución lo eleva con una proporción exactamente equivalente. No es este el caso de las mercancías. Para estas la disminución de la oferta no hace subir el valor exactamente con idéntica proporción que bajaba aquella.
La regla de que los precios dependen de la cantidad de dinero circulante tiene que entenderse como aplicable solo a una condición de cosas que el dinero, el oro o la plata, es el instrumento exclusivo de transferencia y que pasa efectivamente con cada compra desconociéndose el préstamo. Cuando el préstamo entra como material de compra distinto del dinero contante la conexión entre los precios y la cantidad de monedas circulantes es mucho menos directa e íntima y no puede expresarse con igual sencillez.
El asunto complejo de la moneda y los precios. La proposición más elemental de la teoría de la circulación monetaria es que un aumento de la cantidad de dinero eleva los precios y una disminución los hace bajar. Se supone comúnmente que cuando aumenta la cantidad de dinero que existe de un país tiene que producirse un alza de los precios. Pero no es una consecuencia inevitable. Con ninguna mercancía la cantidad existente decide el valor, sino la cantidad que se ofrece para la venta. Cualquiera que sea la cantidad de dinero que exista del país la parte que afecta a los precios es aquella que va al mercado para transferirse por mercancías. Todo aquello que aumente esta parte del dinero del país tiende a hacer subir los precios. Pero el dinero atesorado no actúa sobre los precios. El dinero que guardan los particulares como una reserva para hacer frente a contingencias que no se presentan no afecta los precios. El dinero que los banqueros privados guardan como reserva no ejerce ninguna influencia sobre los precios mientras no sale para gastarse con mercancías.
Fenómenos mercantiles. Si un momento aumenta el numero de transacciones de dinero, cosa con la posibilidad de que ocurra por efecto de las variaciones de la actividad de la especulación e incluso según la época del año, ya que algunos negocios solo se realizan durante estaciones concretas, todo aumento de la circulación monetaria solo proporcional a este aumento de las transacciones y que no tiene mayor duración no tiende a elevar los precios. Si los momentos que se precisa no se pudiera aportar esa circulación suplementaria para hacer frente a los pagos extraordinarios sucedería que los pagos tendrían que hacerse sin dinero, tendría que aumentarse la velocidad de circulación de manera que una cantidad de dinero pudiera realizar más pagos, o habría que retirar del comercio de mercancías el dinero preciso para efectuar esos pagos y por consiguiente los precios tendrían que bajar. Un aumento de la circulación monetaria cuya importancia y duración son proporcionadas a las exigencias accidentales de los negocios no hace subir los precios, sino que solo impide esta baja. Ha de aceptarse la proposición de que el valor del dinero depende de su oferta y su demanda siendo proporcionalmente inversa de su cantidad.
Si el oro está por encima de su valor natural o de gasto ajustándose el valor de la moneda al del oro de barras, el dinero tendrá un valor elevado y el precio de las cosas, incluso de la actividad profesional, será bajo. Al bajar los precios se reducirán los gastos de todos los productores, pero como sus entradas se reducirán también ningún productor obtendrá ventaja ninguna si se exceptúan los de oro cuyas entradas, puesto que no dependen del precio serán iguales que antes y como sus gastos son menores obtendrán ganancias extraordinarias y se sentirán estimulados a aumentar su producción, e converso, si el metal está por bajo de su valor natural equivale a decir que los precios son altos y los gastos de dinero de todos los productores por encima de lo habitual. Sin embargo, todos los demás productores compensarán estos gastos insólitos con sus mayores ingresos de dinero. Solo el productor de oro seguirá extrayendo de su mina igual metal que antes mientras sus gastos serán menores; al disminuirse o anularse sus ganancias disminuirá su producción. De esta manera es como se hace que se ajuste el valor del dinero al del gasto de producción del metal del que se hace.
Las alteraciones del gasto de producción de los metales preciosos no actúan sobre el valor del dinero excepto con la proporción justa que aumenta o disminuye su cantidad, lo que no puede decirse de ninguna otra mercancía. Proposición que establece una unión entre el valor del dinero y su cantidad. Los precios de las cosas serán tales que el dinero se transferirá por su propio gasto con las demás mercancías y a causa de que no puede impedirse que la cantidad afecte al valor de aquella se mantendrá por una especie de mecanismo automático al importe compatible con los precios habituales, al monto necesario para realizar a esos precios todos los negocios.
El precio natural de las mercancías lo fija el gasto de producción o de obtención de los metales preciosos.
Con igualdad de condiciones un aumento del dinero circulante hace subir los precios, una disminución los hace bajar. Si se lanza a la circulación mayor cantidad de dinero de la que puede circular con un valor conforme con su gasto de producción, mientras dure este exceso el valor del dinero permanecerá por bajo del gasto de producción habitual. Pero existen otras cosas tales como los billetes de banco, las letras y los cheques que circulan como dinero y que desempeñan las finalidades del dinero. ¿Actúan esos sustitutos sobre los precios de idéntica forma que el dinero? ¿Tiende un aumento de la cantidad de papel transferible a elevar los precios de idéntica forma y con igual intensidad que un aumento de la cantidad de dinero? Circulación monetaria. Los billetes de banco, las letras o los cheques no actúan sobre los precios. Lo que actúa sobre los precios es el préstamo de cualquier forma que se conceda y origine o no instrumentos que puedan pasar a la circulación.
El dinero no actúa sobre los precios más que ofreciéndose por mercancías.
El dinero que no circula no afecta a los precios. Es mucho más común el caso opuesto. La gente hace compras con dinero que no posee. Pero una persona también puede hacer compras con dinero que espera tener o finge esperar tener. Puede comprar géneros por valor de sus aceptaciones pagaderas o con un pagaré o a través de un cargo a cuenta con una simple promesa de pago. Esas maneras de comprar afectan los precios de igual forma que si se hiciera con dinero contante y sonante.
Cuando existe la impresión general de la probabilidad de que suba el precio de una mercancía por efecto de una demanda suplementaria, de una mala cosecha, dificultades para la importación u otra causa, los comerciantes se sienten inclinados a aumentar sus existencias de la mercancía para beneficiarse del alza que esperan. Esta inclinación tiende a producir el efecto que se espera, el alza del precio y si esta es progresiva e importante atrae otros especuladores los cuales mientras no empiece a bajar el precio están dispuestos a creer que seguirá subiendo. Al efectuar más compras provocan otra alza del precio y una elevación que semejaba tener fundamento racional se exagera por las compras especulativas hasta un punto que excede del que justifican las causas originales. Lo que comienza a percibirse tras algún tiempo, cesa de subir el precio y los tenedores creyendo llegado el momento de hacer efectivas sus ganancias están impacientes por perder. Entonces empieza a decaer el precio. Los tenedores se precipitan al mercado para evitar una pérdida mayor y como pocos están dispuestos a comprar cuando el precio amenaza descender más, este baja con mucha mayor rapidez de la que tuvo cuando subió. Aquellos que compraron a un precio más elevado del que justificaba un cálculo razonable y a los que alcanzó la reducción antes de que se dieran cuenta pierden proporcionalmente a la baja y a la cantidad de mercancía que compraron.
El estímulo que producía ardor a las personas dedicadas a la producción ha sido la posibilidad de obtener más mercancías, más riqueza efectiva transferida por los productos de su actividad y no simplemente trozos de papel. Pero si todos los precios subieron por igual nadie pudo vender sus géneros mejor que antes.
El dinero es una mercancía y si suponemos que se duplica la cantidad de la totalidad de las mercancías hemos de suponer también que el dinero se duplica y entonces los precios como los valores no bajarían.
Para que el precio como dinero de una cosa durante dos épocas distintas pueda calcular la cantidad de cosas generales por las que se transferirá, una idéntica suma de dinero debe corresponder durante las dos épocas a una idéntica cantidad de cosas; el dinero tiene que tener igual valor, idéntica aptitud general para comprar. Aunque no es verosímil solo con respecto al dinero o a cualquier otra mercancía, incluso no podemos suponer ninguna condición de cosas con la que fuera verosímil.
El dinero es una mercancía de tercera categoría. Bajo una condición de libertad su valor se rige por las leyes de los valores de otras mercancías de su especie y por consiguiente los precios siguen idénticas leyes que los valores. De aquí se deduce que la oferta y la demanda rigen las fluctuaciones de los valores y los precios para todos los casos y que los valores y los precios permanentes de las cosas cuya oferta la fija cualquier otro agente que no sea la competencia libre, pero que bajo el sistema de la competencia las cosas se transfieren unas por otras a tales valores y que se venden a tales precios que ofrezcan idénticas perspectivas de utilidad a las capas de productores, lo que solo puede tener lugar cuando las cosas se transfieren unas por otras proporcionalmente a su gasto de producción. El gasto de producción no fija los precios singulares, sino el gasto total.
La demanda de una mercancía, la cantidad de la mercancía que puede encontrar comprador varía según el precio.
Cuando la mercancía es de uso general y la baja de su precio la pone al alcance de un mayor numero de personas que antes, la demanda aumenta con frecuencia con mayor proporción que la baja del precio y se gasta una cantidad total de dinero mayor que antes. Pero lo más frecuente es que cuando una mercancía baja de precio se gaste menos con la mercancía que antes; se consume una cantidad mayor, pero de menos valor.
Los países cuyos productos exportables están más solicitados por el extranjero y que contienen el mayor valor con el menor volumen, que están más próximos a las minas y que tienen menos demanda de productos extranjeros son aquellos donde el dinero valdrá menos o con otros términos dentro de los cuales los precios serán por lo general más altos.
Si los corredores ven que las letras que les piden importan más de las que les ofrecen no pueden enviar a sus corresponsales letras suficientes para liquidar las que giran y tienen que enviar una parte del importe de oro o plata; por lo que el corredor exige entonces de sus clientes un precio adicional para cubrir el transporte y el seguro de los metales preciosos que tiene que remitir unido con una ganancia que le compense de sus molestias y que le permita obtener una ganancia prudencial por el tiempo que tiene ocupado una parte de su capital.
Cuando se usa dinero, el país toma sus importaciones a igual precio que antes (trueque) y como no exporta una cantidad equivalente, la balanza de pagos se vuelve desfavorable; la transferencia se hace desfavorable y la diferencia tiene que pagarse con dinero.
Cuando la condición de los precios es tal que la ecuación de la demanda internacional no puede establecerse por precisar el país más importaciones de las que puede pagar con sus exportaciones es un indicio de que el país tiene circulando más metales preciosos o sustitutos de los que pueden circular permanentemente y que tiene menester desprenderse de una parte antes de que pueda restablecerse el equilibrio. Se reduce la circulación monetaria. Los precios bajan y a su lado los precios de los artículos exportables, para los cuales por consiguiente se crea una mayor demanda de los países extranjeros, mientras las mercancías importadas es posible que hayan subido de precio por el aflujo de dinero a los países extranjeros, que no han participado de la baja general.
Bajo un sistema monetario el comercio gravita hacia el punto que la suma de las importaciones y la de las exportaciones se transfieren por idéntica cantidad de dinero. Y las exportaciones y las importaciones cuyo precio como dinero es igual se transferirían si no se usa este unas por otras. La ley de los valores internacionales y por consecuencia la división de las ganancias del comercio entre los países que lo realizan son idénticas según el supuesto del dinero como el del trueque.
Como se supone que el comercio se halla equilibrado cuando se empieza a hacer el pago obligatorio, la primera remesa se ha de hacer por menester con dinero. Lo que hace bajar los precios del país remitente y los eleva dentro del que lo recibe. El efecto natural es que se exportan más mercancías que antes y que se importan menos y que por lo que respecta al comercio el país receptor deberá un saldo de dinero al país que hace la remesa.
Las importaciones y las exportaciones las deciden los precios como metálico de las cosas y no los precios como papel; y los precios como papel y los metálicos solo han de ajustarse cuando el papel se transfiere a voluntad por metal. La depreciación de la moneda no afecta al comercio exterior del país, este se conduce exactamente igual que si la circulación mantuviera su valor.
Como consecuencia del alza de los precios se desalienta la exportación y se estimula la importación; aunque realmente el incremento de las importaciones rara vez espera al alza de los precios consecuencia de la especulación, ya que algunos de los artículos de importación figuran por lo general entre las cosas sobre las cuales se manifiesta primero la especulación. Durante tales épocas existe un gran exceso de las importaciones sobre las exportaciones; y cuando llega el momento de pagar aquellas las transferencias se hacen desfavorables y el oro sale del país. La forma precisa que este flujo de oro afecta los precios es con el efecto de hacerlos descender.
La obsesión de que la circulación es el agente de las fluctuaciones de los precios ha hecho cerrar los ojos a los hombres de mundo y de negocios de las numerosas circunstancias que por su influencia sobre la expectativa de la oferta son las verdaderas causas de las especulaciones y de las fluctuaciones de los pecios y para poder conseguir la adecuación cronológica entre las variaciones de las emisiones bancarias y las de los precios exigida por su teoría han manipulado de forma fantástica los hechos y las fechas. Las rebate Tooke, "History of Prices". "Para todos los casos notables de alza o de baja de precios el alza o la baja han precedido a la expansión o la reducción de la circulación bancaria y por consiguiente no han podido ser una consecuencia."
Según la terminología del sistema mercantil, cuyo idioma y doctrinas forman lo que pudiéramos llamar la economía política de las capas vendedoras, a diferencia de los compradores o consumidores, ninguna frase se presenta con mayor frecuencia ni tiene un significado peligroso como la de "vender a precio más bajo".
Dos son las condiciones que permiten a un país vender a precio más bajo que otro a un mercado hasta el punto de expulsarlo. Tiene que disfrutar de mayores ventajas que el segundo país para la producción del artículo que los dos exportan, queriendo significar por mayores ventajas no las ventajas totales, sino las relativas por comparación con otras mercancías; y sus referencias con el país cliente por lo que respecta a la mutua demanda de los productos que cada uno produce y la consiguiente condición de los valores internacionales tienen que ser tales que se ofrezca al país cliente un provecho total mayor que el que ofrece el país rival; de otra manera este podrá mantenerse dentro del mercado.
Dentro del país los bajos salarios de carácter general no hacen que los precios sean bajos ni los altos salarios hacen que los precios sean altos. Un alza de los salarios no hace subir los precios generales, como no los haría subir tampoco el aumento de la cantidad de actividad precisa de la totalidad de las producciones. Los gastos que afectan a las mercancías por igual no influyen sobre los precios. De igual manera los bajos salarios de carácter general o un aumento general de la productividad de la actividad no hacen que los precios sean bajos, sino que las ganancias sean altas. El tipo al cual se paga la actividad como igualmente la cantidad que se emplea no afecta al valor ni al precio de la mercancía producida, excepto si se limita a la producción de esa mercancía y no es común a las mercancías generalmente. Igual que los bajos salarios no son causa de los bajos precios del país, tampoco son causa de que el país pueda ofrecer sus mercancías a precios más bajos a los mercados extranjeros.
El mecanismo por el cual se reparte la producción de un país entre las diferentes capas de sus habitantes no es otro que el mecanismo de la transferencia y tiene por exponente de su actuación las leyes del valor y del precio.
Si el gasto del dinero no sufre alteración ninguna el precio como dinero es un cálculo exacto del gasto de la actividad y puede usarse como un símbolo conveniente para expresarlo.
El salario nominal de la actividad profesional es una consecuencia compuesta de dos elementos. Primero, el salario real o salario como especie, o con otros términos, la cantidad de los artículos ordinarios de consumo que el profesional obtiene; y segundo, el precio como dinero de esos artículos. Los países viejos donde el incremento de la población se restringe con mayor o menor grado por la dificultad de obtener alimentos el precio habitual del dinero como actividad es aquel que permitirá justamente a los profesionales, unos con otros, comprar las mercancías sin las cuales no pueden o no quieren mantener el tipo acostumbrado de aumento de la población. Dado un nivel de vida concreto (y por nivel de vida de una capa profesional queremos significar aquel antes que descender del cual preferirán restringir su numero) los salarios nominales dependen del precio como dinero y por consiguiente del gasto de producción de los diferentes artículos que consumen de ordinario los profesionales, porque si sus salarios no pueden permitirles una cantidad de estos su numero se reducirá y sus salarios subirán.
Los precios serían o no afectados según que las mejoras de la producción se extendieran o no a la de los metales preciosos. Si los materiales con los cuales se hace el dinero fueran una excepción a la disminución general del gasto de producción los valores de las demás cosas bajarían con referencia al dinero, habría una baja general de precios a través del mundo. Pero si el dinero se obtuviera como las demás cosas y con igual grado que las demás cosas, con mayor abundancia y baratura, ni los precios ni los valores serían afectados; y no habría ningún signo visible para la condición de los mercados de ninguna de las transformaciones que habían tenido lugar; excepto que habría (si la gente seguía laborando como antes) una cantidad mayor de cualquier especie de mercancías que circularían a iguales precios poniendo a jugar una mayor cantidad de dinero.
Los valores de los artículos manufacturados comparados con los productos de la agricultura y de las minas tienen una tendencia decidida a bajar cuando la población y la industria avanzan. Como el dinero es un producto de las minas también puede sentarse la regla de que el precio nominal de los artículos manufacturados tiende a bajar cuando progresa la industria.
Con las sociedades pobres y atrasadas, el Oriente y Europa durante la Edad Media, podían existir diferencias extraordinarias del precio de una mercancía a través de lugares poco distantes uno de otro porque la falta de caminos y de canales, las imperfecciones de la navegación marítima y generalmente la inseguridad de las comunicaciones impedían que se transportaran las cosas desde los lugares donde estaban baratas a aquellos donde estaban caras. Las cosas que más expuestas estaban a fluctuar de valor, aquellas sobre cuya producción influía más el clima y sobre todo los alimentos rara vez se transportaban a grandes distancias.
La garantía y la baratura de las comunicaciones, que permiten suplir las deficiencias de algunos lugares con el excedente de otros con un aumento moderado o pequeño del precio ordinario hacen que las fluctuaciones de los precios sean mucho menos amplias que antes. Efecto que se acentúa por existir grandes capitales pertenecientes a los que se llaman comerciantes especuladores cuyo negocio es comprar géneros para venderlos con una ganancia. Como esos comerciantes compran las cosas cuando están más baratas y las almacenan para sacarlas de nuevo al mercado cuando el precio tiende a subir con exceso, sus operaciones contribuyen a igualar los precios o, al menos, a moderar las desigualdades. Si no existieran los comerciantes especuladores los precios oscilarían mucho más; serían más elevados durante momentos concretos y más bajos durante otros.
Cuando la especulación con una mercancía es provechosa para los especuladores conjuntamente es que durante la pausa entre la compra y la venta de sus existencias sube el precio por alguna causa independiente, siendo su mérito el haberla previsto. Sus compras hacen que el precio empiece a subir antes de lo que hubiera empezado si no hubieran influido, siendo la causa de que los consumidores tengan que soportar las privaciones durante más tiempo más contribuyen a mitigarlas durante la época que el precio es más elevado, lo que beneficia a todos. Suponiendo que los especuladores no hayan sobrestimado el alza que preveían. Sucede con frecuencia que se hacen compras especulativas a la espera de que aumente la demanda o que disminuya la oferta sin que al fin ocurra ni una ni otra cosa o que ocurran con menor intensidad de la que esperaba el especulador. Para este caso la especulación no hace moderar las fluctuaciones, ha sido causa de una fluctuación del precio que de otra manera no habría ocurrido o ha agravado la que se habría producido de manera natural. Pero para ese caso la especulación se ha hecho con pérdida para los especuladores conjuntamente por mucho que sea lo que ganen algunos. Aquella parte del alza del precio que excede de lo que por razones naturales debiera subir este no puede producir a los especuladores ninguna ganancia, ya que sus ventas hacen bajar el precio cuanto sus compras lo hicieron subir.
Es de esperar que cuando la sociedad adelante se vayan moderando las fluctuaciones de los valores y de los precios que provienen de las variaciones de la oferta o de las alteraciones de la demanda real (por oposición a la especulativa).
Un impuesto sobre una mercancía hará subir el valor y el precio de la mercancía con una cantidad, por lo menos, igual al importe del impuesto cuestionado.
El efecto de la acumulación cuando va seguido de su secuela habitual, el aumento de la población, es hacer subir el valor y el precio de los alimentos, elevar el beneficio y rebajar las ganancias; hace precisamente lo que haría un impuesto sobre el producto agrícola, excepto que este no eleva el beneficio. Por consiguiente el impuesto no hace más que anticipar el alza de los precios y la baja de las ganancias que habrían tenido lugar como ultimo término por el mero progreso de la acumulación, mientras que a un tiempo impide o retrasa ese progreso.
La influencia que ejercen los impuestos sobre las mercancías que se llevan de un país a otro, sobre la transferencia internacional. Todo impuesto sobre una mercancía tiende a elevar su precio y por consiguiente a disminuir la demanda de la mercancía dentro del mercado donde se vende. Todos los impuestos sobre el comercio internacional tienden a producir una perturbación y un reajuste de la ecuación de la demanda internacional.
Solo existen dos casos con los cuales los impuestos sobre las mercancías pueden recaer con mayor o menor grado sobre el productor. Uno es cuando el artículo es un monopolio estricto y tiene un precio de escasez. Para este caso el precio solo se halla limitado por los deseos del comprador. Un impuesto sobre vinos raros y caros. El segundo caso es más importante. Es el caso de los derechos sobre los productos del suelo o de las minas.
Los impuestos sobre la venta de mercancías de consumo son impuestos sobre esas mercancías. Si solo afectan a mercancías concretas hacen subir el precio de las mercancías y es el consumidor el que los paga. Si se pretendiera gravar con un impuesto las compras y las ventas, lo cual por muy absurdo que semeje se hizo en España durante varios siglos, el impuesto, si se podía forzar su cumplimiento, equivaldría a un impuesto sobre la totalidad de las mercancías y no afectaría a los precios.
Los artículos alimenticios son el caso más plausible para pretender abaratar artificialmente una mercancía. No obstante, lo que los poderes políticos han pretendido reducir no es el precio de los alimentos, como el elevado precio que estos alcanzan durante las épocas de emergencia. Lo que pueden hacer es aconsejar la moderación general del consumo y prohibir el de todo aquello que no sea de total importancia.
Si no armonizan la oferta y la demanda se debe a algún error de cálculo o a una transformación de algunos de los elementos del problema. Sea el valor natural o el gasto de producción, o la demanda por una alteración del gasto publico o del numero o la riqueza de los consumidores.
(Principios de Economía Política)

Pauly-Wissowa

Lycaon es vendido a Lemnos por Patroklos o por el propio Achilleus, el lasonide Euenos lo desencadena con un cráter plateado de orfebrería sidonia que Achilleus luego expone como precio en los juegos funerarios de Patroklus.
El pacto que Aquiles quiso terminar con Príamo con el precio de Polixena.
Se realizan juegos de lucha como honor de los muertos a los que Aquiles suspende los precios.
Actio a un precio más bajo que el Edicto (del Curulius aedilius) y la compra de la venta.
Antes del año 326 los ediles utilizan su derecho a supervisar el mercado de cereales para abaratar los precios.
Las áreas de la actividad de los ediles. Lo importante era su deber de garantizar precios de mercado baratos. El material más eficaz de prevenir la inflación era garantizar un suministro adecuado de cereales y eludir la especulación. El grano se compraba a cuenta del poder político y se entregaba inicialmente a los ciudadanos a precio de gasto con reducciones de precio cada vez mayores desde la Ley de cereales de Clodio con una exención total del gasto de compra. 
Aequitas. Cicerón. Aquellos que reflexionan a bajo precio pierden algunos de sus derechos.
Aestimatorius contractus (indebidamente llamado contrato basura por los más nuevos) es una entrega de un objeto tasado con permiso de venta de la que el destinatario recibe el derecho a comprar él al precio pactado.
La lista de precios Panatenaica.
Agón es una disputa pacífica, la competencia por un precio que está fijado con el mejor desempeño. Un agón se desarrolla en torno al precio del mejor discurso fúnebre, el epigrama grave más adecuado, el más digno himno a los dioses, el mejor poema ocasional.
La lista de precios da testimonio del rico desarrollo de las Panateneas.
El Agonothetes, el administrador de la competición, probablemente aumentó los precios del poder político con sus propios subsidios o suspendió los precios para nuevos tipos de combate.
La agonía realmente tuvo que pasar gradualmente de una mera epimeleia a una liturgia según el sentido de que los agonothetes añadieron sumas cada vez mayores de sus propios fondos a la contribución con lo que las demandas de los invitados al festival no se pudieron cumplir. De aquí también la primera pretensión del agonothetes dedicado a hacer brillar los precios.
Aquiles tiene el precio de la belleza.
Cuando después de la muerte de Aquiles su madre Thetis ofrece a los griegos sus armas a un precio, Aias lucha por su posesión con Ulises y dado que estas se otorgan a Ulises se apodera de Aias una amarga ira, la causa de su muerte.
Egipto suministró la tercera parte del grano que precisaba la capital de Roma, 20 millones de modii anuales y cualquier malestar de Alejanddría se debió en ultima instancia a la ausencia de incrementar el precio del grano de Roma, una fuente de preocupación de los césares.
Con su afán de hallar a los criminales que mutilaron la mayoría de los hermes los atenienses, el pueblo y el concilio expusieron los altos precios de los acusadores y designaron una comisión extraordinaria de investigación.
Alphitopolis, una sala de harina de Atenas y el Pireo. La venta de harina a los ciudadanos tuvo lugar bajo el control de los sitophylakes quienes tuvieron que prestar especial atención al hecho de que se mantuvo el impuesto sobre los precios establecido oficialmente.
Cuando los representantes anfictiónicos pusieron precio a la cabeza de Efialtes este proceso legal tal vez fue justificado con el hecho de que Efialtes apoyó a los persas para destruir Atenas y otras ciudades violando el estatuto anfictiónico de no participar nunca para la destrucción de una ciudad anfictiónica.
Anágein. En Atenas si se probaba el fraude del vendedor tenía que reembolsar el doble del precio.
El orador ático. El propósito de la tecne era la persuasión a cualquier precio incluso con materiales inmorales.
Milo había asumido deudas muy grandes para cubrir los gastos de sus juegos, el entrenamiento de sus gladiadores y los sobornos. Por tanto, sus materiales se vendieron después de la expropiación a un precio muy bajo. Cicerón compró una parte a través de su liberto Filotimo de cuya práctica fraudulenta Milo se quejó a Cicerón; este ultimo temía los peligros para su reputación y satisfizo a Milo.
Annona significa el precio total de mercado dependiendo del rendimiento y los requisitos, especialmente el precio del grano. La cura annonae se muestra con el hecho de que el poder político garantiza que el grano, el trigo especialmente, está disponible a cantidades suficientes y a precios bajos. Por tanto, durante una época de hambruna el grano se compra en las proximidades de Roma, luego en las regiones más distantes y se vende a los ciudadanos a precios moderados. El mantenimiento de un precio moderado también tiene como finalidad prohibir el crecimiento excesivo del grano, ante el cual los ediles tuvieron que actuar. El diezmo siciliano fue traído a Roma y vendido a un precio moderado, los sicilianos prohibieron cualquier exportación de grano a otros países; de esta manera el grano siciliano fue monopolizado por Roma. Hasta la época de los Gracos la preocupación se limitaba a mantener un precio de mercado moderado; a través de sus precios el poder político también estandarizaba el precio del comercio privado que no podía competir con el poder político. Rara vez se realizaron ventas por debajo de los precios de mercado; por otra parte los ediles a menudo reducían el precio de venta por cuenta propia. La cura annonae adquirió otro significado con las leges frumentariae; estas tenían como finalidad dar al pueblo el grano por debajo del precio de mercado y más tarde gratis. La diferencia de la cura annonae y frumentatio se forma respectivamente; la cura annonae tenía que atender al menester total de grano incluido el que se da gratuitamente y el que todos los ciudadanos compran a un precio específico de las revistas del poder. De la frumentatio solo los de las listas tenían participación de la annona de todos los ciudadanos.
La época de la republica el cuidado de la annona recayó sobre los ediles quienes supervisaban el mercado de cereales, dirigían las ventas y, por tanto, regulaban el precio del mercado. Pero no siempre pudieron cumplir con sus obligaciones por lo que se nombraron administradores extraordinarios. Tal fue Pompeyo el año 57 a. n. e. encargado de la cura annonae cinco años. César siguió el año 44. Augusto asumió el mando el año 22.
La tarifa máxima de Diocleciano del año 301 que se fundamenta con denarios solo tiene precios que son numeros divisibles de 2 o 5.
Apheidantidai, familia ática famosa por una inscripción del siglo IV de la compra y venta de terrenos cuyo producto debía pagarse como impuesto al porcentaje del precio de venta. Estos negocios eran realizados por empleados de las familias a quienes pertenecían las propiedades.
El precio de la actividad del escribano y del pergamino.
Del negocio de subastas el banquero negoció la venta de activos y el cobro de las reclamaciones de la subasta, también adelantó el precio de compra. Cobrar el precio de compra se suele llamar argentarius coactor.
Tras la batalla de Platea, Arístides contribuye significativamente para equilibrar a los griegos que luchan por el precio de la valentía a través de su obediencia.
Arístides, famoso pintor de Tebas contemporáneo de Apeles. Su pintura de Baco y Ariadna que Plinio vio en el Templo de Ceres de Roma quiso comprarla Atalo después de la destrucción de Corinto, pero Mumio se la quedó llamándole la atención el elevado precio que ofrecía. 
La acusación de Jenofonte de aquellos que vendieron a otros lo que habían recibido de Sócrates a un alto precio es probable que se refiera a Aristipo de Cirene y Antístenes.
La competencia de Aristómenes, líder de los mesenios (el del corazón peludo) con Kleonnis por el precio de la valentía.
Arkesilaos, el escultor más importante del periodo cesariano. Su creación más famosa fue la imagen de culto de Venus Genetrix para el templo dedicado por César. Otra imagen de los dioses con el elevado precio de 60 sestercios la encargó el joven Lúculo. Sus modelos alcanzaron los precios más altos del comercio de arte romano incluso durante su vida.
El armenio es un color azul que se cuenta con los colores floridi que Dioscórides, Vitruvio, Varrón y Plinio mencionan. El precio es verdaderamente alto, es el ultramar natural, el lazurita o lapislázuli mientras que las variedades afines a la crisocola eran vidriado cobrizo o azul montaña como el caeruleum.
Atrectus, librero de Roma de los tiempos de Marcial, vendía el libellus epigrammaton publicado el año 86 a 5 denarios (20 sestercios), precio que según la opinión del poeta era bastante alto. Su tabernáculo estaba en el Argiletum, sede de las librerías romanas frente al Forum Caesaris. Aparentemente prefería vender literatura fina.
El attagen (urogallo) es citado como un pájaro que no es raro, el bajo precio fijado con el Edicto de Diocleciano sigue siendo notable.
Desde el año 327 hubo una gran escasez. Sin embargo, como las fluctuaciones del precio del grano del Ática desde el siglo V fue motivada no por una mala cosecha del campo sino con la falta de importaciones.
La subasta romana tiene una importancia económica mayor que la actual porque el material con el cual se establece actualmente la unión de la oferta y la demanda del comercio minorista y mayorista (tiendas y exposiciones, publicidad de los periódicos y circulares comerciales, viajeros de negocios, corredores y comisionistas y la bolsa de valores) estaban disponibles solo de manera imperfecta.
El caso de una subasta actúan regularmente el praeco y el coactor. El praeco (referido al subastador con menor rango que hoy) publica la próxima subasta con proscripciones y se encarga de avisar los artículos y las ofertas. El coactor (estrechamente emparentado con el actual comisario de ventas con la responsabilidad del credere, el prestamista) participa de la subasta recaudando los precios de los compradores con una tarifa a su cargo y riesgo. Si se llama a un coactor, lo que ha sido la regla de las subastas más grandes, las referencias jurídicas nunca surgen con el comprador y el vendedor, sino con el comprador y el coacctor y el vendedor y el coactor. El coactor actúa solo como vendedor frente al comprador, garantiza ante él la entrega de la cosa, el habere licere y la cosa libre de defectos. El vendedor tiene regularmente un derecho instantáneo después de la subasta incluso si el comprador no ha pagado, un derecho frente al coactor con el pago del coactor como estipulación. El adquiriente no puede obligar al vendedor a aceptar la oferta (addictio) o a entregarla. Dado que el coactor se ve obligado a otorgar un préstamo por su cuenta y riesgo precisa mayores fondos. Como pago de su cooperación los coactores solo exigen rematar el 1% sobre la oferta más alta, pero reducir el 1% de la suma total de las ofertas más altas y rematar los precios al pagar al vendedor. 
La actio auctoritatis propuesta con el edicto pretorio para duplicar el precio de la mancipación.
Horacio canta el precio, la eternidad que los poetas podían otorgar y escritores posteriores como Statius y Marcial supieron perfectamente cómo contar con este precio.
Averta, un hierro grueso para herrar los caballos de montar, su peso máximo era de 12 a 60 libras y su precio finado como 1.500 denarios.

Un conductor tenía el derecho exclusivo de afeitarse por dinero y se le prescribía el precio. El edicto de Diocleciano establece el dinero del afeitado con dos denarios.
Básanoi. Piedras de toque, técnicas de examen de los tribunales, tortura. La solicitud de una encuesta vergonzosa se hizo como forma de próklesis sea como una solicitud al oponente para que entregue sus esclavos o como una oferta propiamente. Estos documentos se archivaban sellados en la anacrisis.
Para separar las ofertas específicas era costumbre que nadie que tuviera una preocupación por el basileus se le aproximara sin un regalo voluntario.
Los precios de las fundas de lino del edicto de Diocleciano, las variedades de Tralles y Antinoupolis. Los precios de las sábanas de lino. 
El precio máximo de la miel el año 301 era prácticamente igual al de hoy, de 1 sextar = 1/2 litro era de 20-40 denarios. 
De la tarifa máxima de Diocleciano el precio del sextar (0,549 l) de vini rustici es 8, de cervesiae o cami 4 denario.
El edicto de Diocleciano iguala el birrus con el sagum. Se usaban birrus más finos, se dan plazas como lugares de manufactura cuyas lanas eran famosas (Nervier, Laodicea, Canusium, una pieza rayada, semiotós, cuadrada, de Canusio) y los precios son elevados, hasta 8 denarios. 
El edicto de Diocleciano el precio máximo de veinte piezas de bulbi africano o fabriano (ajo) grande o cuarenta piezas de bulbi pequeño establece como 12 denarios.
Bonorum emptio significa la compra de una fortuna que se vende a los demandantes de su patrono. El comprador se transformaba como el sucesor general del deudor como un heredero. Aquellos que habían ofrecido a los demandantes la mayor fracción del monto de su demanda de la venta publica recibieron la propiedad puesta a la venta. Un procedimiento según el edicto pretorio. Era un negocio arriesgado del que se dudaba la validez de las reclamaciones y por tanto el precio podía ser demasiado bajo porque los compradores tenían que ver la insignificancia de la suma pagada como protección ante las pérdidas.
Dado que el comienzo del rollo estaba particularmente expuesto a daños con la apertura frecuente y los golpes generalmente se reforzaba pegando una tira horizontal o láminas fuertes de calidad más basta. Llevaba varias notas referidas al rollo algunas de las cuales debieron habeer sido añadidas antes de su uso como la marca de fábrica que más tarde indicaban su procedencia de una fábrica Aerarian, el tiempo, la calidad y el precio. Esta tira se llamó protókollon, de é kólla, el pegamento. Evaluar el precio de venta al publico.
Los precios de los libros no podrían haber sido bajos la época de Platón, lo que obstaculizó un animado comercio de libros. Un anticuario a finales del siglo V compra un escrito de Anaxágoras por un dracma. El año 407 dos kartai cuestan 4 óbolos. Aunque fueran pliegos u hojas de gran formato y de la mejor calidad el material es alto para un rollo de unas veinte kollémata. Si el biblidion tuviera aproximadamente el valor del grammateidion la tela de un rollo entero habría costado 1 dracma. El nuevo papel escrito incluido el beneficio  del impresor fue por tanto poco menos de 3 dracmas, caro a la vista del pequeño contenido de un papel.
No existía ningún derecho legal que hubiera impedido la distribución de copias de un libro una vez entregado. A lo sumo la oferta publica de escritos frente la voluntad del autor podría haber dado lugar a una iniuriarum actio. Es natural según tales circunstancias que antiguamente no pudiera desarrollarse el pago de un canon de autor -lo que no está excluido-. Bajo impensa scripturae puede entenderse como el gasto de la escritura, no el contenido.
Los libreros solo podían mantener existencias regulares de artículos vendibles. Si la demanda de un libro era grande otros bibliotecarios se apresurarían a copiarlo.
Incluso con el apogeo de la literatura los precios de los libros no eran bajos con referencia a los precios actuales aunque no se puede probar una tarifa de autor ya que la producción de las copias era una actividad manual. Un sestercio semeja haber sido el precio del gasto del impresor por un papel de pequeño tamaño y un equipo simple. La especificación del edicto de Diocleciano según el cual se permitió a un autor exigir de 100 versos de la mejor escritura un máximo de 25 denarios y de 100 versos sequioris 20 denarios. Los precios de las antigüedades fluctuaron enormemente según la demanda y la valoración de la copia original. 
Los poemas bucólicos al estilo de Teócrito fueron escritos la primera vez en griego por M. Valerius Messala, un representante del socrático Jenofonte, quien elogió la vida del campo. Contenían transferencias de los pastores Moeris y Meliboeus. El precio repetido de la vida del campo de Tibullus puede deberse a los estudios bucólicos de M. Valerius Messala.
La mantequilla figura como un artículo de mercado de la tarifa máxima de Diocleciano, está detrás del sebo; el queso se menciona con el pescado. El precio de una libra romana (0,327 kg) es fijada con 16 denarios; la del jamón, el sebo y el queso viejo con 12,6 y 12 denarios mientras el sextar (1 1/2 libra romana) de aceite de oliva (0.547 l) es de 12 a 40 denarios, solo un tercio del precio de la mantequilla de Italia hoy. 

En el Edicto de Diocleciano los zapatos patricios están tasados con 150 denarios, los zapatos de senador con 100 denarios.
Lentulus permitió que el Senado comprara el territorio de los de Campania, todos los cuales estaban como posesión privada, para que pudiera hacerse publico; y los poseedores pactaron con Lentulus para fijar los precios. Ningún ser humano justo fue engañado pues usó mucha moderación.
El precio máximo de la Tarifa de Diocleciano se fija como 75 denarios para una brida; una brida para el jinete con un pequeño cabestro para el mulo 120 denarios; un cabestro para mulas de carga 80 denarios.
Capitatio. Un tipo de valoración y de impuestos incluido por Diocleciano el año 290. Las comunidades sujetas cuyos miembros tenían que pagar impuestos comunales y también impuestos reales se dividían como dos tipos. A algunos se les impuso una suma de dinero fija e invariable a manera de tributo que debían pagar a Roma todos los años. Los burócratas municipales recaudaban los impuestos de los ciudadanos, luego el tributo se pagaba con los ingresos y el resto se usaba para los menesteres comunales. El segundo tipo, el impuesto era una parte alícuota de la cosecha (diezmo, séptimo, quinto) o una generosidad. Los ingresos variaban cada año, un inconveniente para la administración, los impuestos se subastaban al mejor postor un numero de años, generalmente cinco, con lo que los ingresos se fijaban durante la duración del contrato. Pero la consecuencia fue que solo si las propias comunidades hacían la oferta más alta sus burócratas podrían dirigir la recaudación de impuestos. Mientras sobrevivió la Republica los caballeros romanos cuyos miembros formaban habitualmente las asociaciones publicas utilizaron su gran influencia para que se mantuviera este tipo de tributación. Posteriormente cuanto que los pueblos no fueron completamente liberados, los tributos fijos sustituyeron los impuestos transformables. 
Capitularium. El precio de la entrada para afiliarse a los clubs. La cuota mensual de membresía de cinco ases.
Capsarius. El que custodia la ropa y los objetos de valor de los bañistas. El Edicto de Diocleciano de cada bañista dos denarios (3 1/2 libras).
Desde la época de Diocleciano caput se llama en la Galia cada unidad de la factura fiscal. Estas unidades incluyen ganado como personas. Originalmente se equiparaba un varón a dos mujeres por caput; desde el año 386, 5 hombres u ocho mujeres se equiparan a dos cápita cada uno.
Los precios del Edicto de Diocleciano tarifan la caracalla de lino para mujer con 138 denarios; según la calidad del tejido con 350-600 denarios para los istos (referido con el tamaño de la prenda); las tres variedades menores con 100-600 igual a las tres variedades correspondientes de la coxalia, taparrabos. Para la lana de la caracalla mayor y menor 25 y 20 denarios muy semejante a los precios de los pantalones (20 denarios) mientras un birrus cuesta 40.
La carruca de bronce con incrustaciones de plata tiene en el edicto de Diocleciano una tarifa de 4000-7500 denarios mientras que una carruca simple de cuatro ruedas vale solo 1500.
En la tasa máxima de Diocleciano el precio de una libra romana de xilocaria (canela) se fija como 125 denarios. 
Después que Spurius Cassius Vecellinus hubo derrotado a los hernicios tomó dos tercios de sus marcas de campo y quiso darlas como partes iguales a los plebeyos y los latinos como el ager publicus de propiedad privada. A lo que surgió una repulsa general y violenta; los patricios temían la disminución de sus materiales y el aumento de poder de Cassius; la plebe, a la que principalmente ayudarían sus planes no estaba satisfecha con la igualdad de los aliados. Los dos cónsules se esforzaron para ganarla; Verginius estuvo a favor de las concesiones de tierras si solo beneficiaban a la ciudadanía. Cassius quería reembolsarle el dinero que había pagado para comprar grano durante un aumento de los precios. Pero sus esfuerzos se habían vuelto muy sospechosos para la gente y rehusaron esta oferta como una especie de precio de compra de la corona real. Tras su salida del consulado Cassius fue juzgado, sentenciado y ejecutado por los dos Quaestores parricidi al año siguiente. 
La apreciación del suelo; por qué se establecieron verosímiles precios para los campos como en Panonia para el primer campo, el segundo campo, el prado, el bosque de bellotas, el bosque de pasto común, se debe tener cuidado para eludir la usurpación a través de falsas profesiones.
Con el Edicto de Diocleciano una manta de fieltro blanco o negro de 3 libras para los caballos se le da el precio máximo de 100 denarios; una variedad mejor a 250 denarios.
La transferencia de propiedad de Cessio in iure es independiente del motivo legal de la transferencia; también al comprar consecuentemente independiente del pago del precio de compra. El in iure cessio no tiene efectos secundarios obligatorios como la mancipación.
El precio que logró la charta con el comercio fue bastante alto las épocas anteriores. El gasto de la chartai duo anteriormente al 407 era de 2 dracmas 4 óbolos. Llegados a nuestra era ocasionalmente se dan precios de libros que muestran que un rollo terminado de tamaño pequeño y equipo simple costaba al impresor un sestercio; dado que incluye los salarios del escriba el papel de la charta no puede haber sido muy caro. También es atractiva la referencia del precio; los libros de pergamino son más valiosos que los rollos de papiro. 
Crisipo, pariente de protección en Atenas, el año 335 dio un talento de plata, luego importó más de 10.000 fanegas de grano cuando el precio subió y lo vendió al precio habitual de cinco dracmas y el año 327/6 volvió a regalar un talento al pueblo.
Clarigatio, derivado de los gramáticos, a claritate vocis, la obligación de pagar un rescate o un gravamen y como demanda de satisfacción.
Un quadrans, el precio más bajo.
Generalmente un coactor es cualquier negociante que organiza comercialmente el cobro de deudas para otros (pecunias cogere). Particularmente incluye a quienes cobran el precio de compra que se prueba para objetos más grandes con subastas publicas, en primer lugar el propio argentarius; luego también el ayudante del argentarius para la recaudación del dinero. Dada la importancia y la frecuencia de las subastas de la vida comercial romana existía una categoría separada de banqueros como el padre liberado de Horacio y el ex centurión Flavius Preto, abuelo de Vespasiano dedicada exclusivamente al lucrativo aunque poco respetado negocio de las subastas, casi todos son libertos. La sede era el foro vinarium y el portus vinarius. 
Codex accepti et expensi es el libro de deudas que todo romano llevaba con corrección y como cuestión de honor. Se diferenciaba del codex rationum y de las rationes especiales con las que los materiales se consignaban con grupos; también del kalendarium, el libro mayor de los industriales. Las entradas del codex accepti fueron precedidas con notas provisionales que se incluyeron con la adversaria. Las anotaciones iban seguidas de una obligación que independientemente de la razón obligaba como mera nota del libro. La entrada del demandante se denominaba expensum ferre (anotar una cantidad como una deuda y como una cantidad de préstamo desembolsada). Se discute si las acceptilationes eran notas en el recibo o entradas en el libro del deudor que comprobaban una expensilatio que había tenido lugar en el libro del demandante. Según Cicerón al presentar sus libros el demandante obligaba al oponente a presentar también sus libros.
El siglo IV los codicarii se han transformado como un gremio obligatorio al que corresponde entregar el grano a los panaderos romanos a un precio prescrito por el poder político. Lo que significaba que las entregas eran muy malas. De aquí que los cartuchos se hicieran reguladores y para eludir pinchazos Constancio II los prohibiera. Valentiniano I limitó a 200.000 el numero de modii para los cuales los codicarii no podían exceder el precio obligatorio, pero exigió que al menos esta cantidad reducida se proporcionara con una calidad decente que por supuesto no logró. 
Collectarii. A comienzos del siglo IV con referencia a la reforma de la moneda de Constantino los anteriores argentarii y nummularii se reorganizaron bajo el nombre de collectarii. Las ciudades más grandes formaron corporaciones que tenían el privilegio de manejar sus negocios exclusivamente como en Roma donde estaban subordinados al praefectus urbi y Constantinopla como ceularis huius almae urbis corporibus. El año 363 con Juliano asumen la posición de simples banqueros y son llamados trapezitae. Estaban obligados a vender piezas de oro por cobre a un precio fijado (taxativo). A finales del IV los colectarii de la ciudad romana sufrieron importantes pérdidas como consecuencia del curso del solidus, tuvieron que comprar en foro rerum venalium a precio de mercado a pesar de una subvención que podían reclamar de cada solidus vendido, después impuesto del arca vinaria. 
Commodatum es el préstamo gratuito de una cosa mueble o inmueble para un uso expreso o tácito. El uso previsto es lo que el comodato difiere del precarium, el préstamo revocable de una cosa para cualquier uso, mientras que la opinión predominante de la restricción del derecho de retiro del prestamista a un periodo de tiempo constituye la característica distintiva real del comodato y del precario. El precario incluye casos que la revocación reservada del préstamo posiblemente deba omitirse completamente, un préstamo provisional de la cosa vendida con la ilusión de que el destinatario la adquiera pagando el precio. En cualquier caso con total probabilidad el precario desarrollado con la diferencia del patrono y el cliente se produjo principalmente con materiales inmuebles.
A pesar de su nombre la demanda es una disputa y también hacer valer los derechos que tiene un copropietario ante el otro incluso el caso de propiedad permanente.
Sobre la regulación del precio de compra de la comparatio publica incluido en el Código Teodosiano la disposición de que el precio de mercado oficial se pague con la entrega de las mercancías y que el chelín total de la compra se decida instantáneamente.
Un contrato de alquiler no es válido si las partes solo han podido llegar a una aprobación sobre el piso y el precio pero no sobre las condiciones de rescisión. 
L. Cornelius Sulla Felix nació el año 138. Su padre le donó muy poco. Cuando era joven tuvo que alquilarse a un precio módico. Enormemente apto recibió un alto grado de instrucción académica del griego como del latín. 
El tribuno P. Sulpicius Rufus de 35 años, defendiendo los derechos de los aliados sammitas apareció con un séquito armado en la plaza del mercado donde los cónsules estaban reunidos frente al Templo de Castor y exigió que se levantara el anuncio de las fiestas. Pompeyo pudo escapar a tiempo, pero su hijo, el yerno de Sila, tuvo que pagar el precio de su insolencia con la muerte.
Cualquiera que adoptara un forajido aunque fuera un pariente era castigado con la muerte. Quien se deshacía de un forajido recibía dos talentos pagados por el cuestor; un esclavo también podía ganar este precio frente su patrono. 
Cornelia, hija de Sila de su primer matrimonio con Ilia, el momento de las proscripciones sullas compró la hermosa villa de Marius del Misenum a un precio bastante bajo y la vendió a Lucio con una gran ventaja. 
Corocota, ladrón que andaba haciendo travesuras en España los tiempos de Augusto, al entregarse voluntariamente fue indultado y dado también el precio fijado a su cabeza.
Cubitus, el codo que encierra la mano hasta la punta del dedo corazón se contaba como 1 1/2 pies o 6 palmos (palmi). El pie se dividía como 12 unciae o 16 digiti, surgieron las 18 unciae o 24 digiti. El cubitus era una longitud que sustituía el pie habitual. En la tarifa máxima de Diocleciano la masa de la madera se da como cubiti y digiti.
(Realenciclopedia)

E. Yates

Precios asequibles.

Poe

Precio del sacrificio.
Iniciar la moda más furiosa, entre aquellos que pudieran pagarla al precio de su entero patrimonio.
Las ruinas más grandes son el precio de las más altas decadentes civilizaciones.
El precio de nuestras fatigas.
Angustias, peligros y escapatorias, como precio de la luz que está en mi mano arrojar sobre importantísimas ramas de la ciencia física y metafísica.
Las orillas loteadas a precios exorbitantes como solares, para las villas de los opulentos.

Marx

Por un lado se manifiesta el carácter general del tiempo de actividad contenido; por el otro su cantidad se expresa con su equivalente áureo. El valor de las mercancías expresadas como forma equivalente y además como proporción numérica de este equivalente como términos de una mercancía específica o representado como la forma de una serie de mercancías equiparadas es el precio.
Segun Adam Smith la actividad profesional es el precio real y el dinero el precio nominal de las mercancías.
Dado que las mercancías se refieren como magnitudes de idéntica denominación calculadas con oro este se transforma de un cálculo de valor como un patrón de precio.
Debido a que el dinero cuando actua como patrón de precios aparece bajo iguales nombres de cálculo que los precios de las mercancías y que puede significar una onza de peso de oro y el valor de una tonelada de hierro, a este nombre de cálculo se le ha llamado precio de acuñación.
El precio significa el equivalente real para los escritores económicos ingleses del siglo XVII.
Después que la mercancía haya recibido con el proceso del precio la forma que se vuelve apto para circular y después que el oro haya adquirido el carácter de dinero la circulación presentará y resolverá los antagonismos inherentes al proceso de fijación de precios, la transferencia de mercancías. La circulación implica un flujo constante de transacciones que se renuevan. Los productos del proceso de transformación con un precio definido.
Las investigaciones inglesas minuciosas han demostrado que las primeras etapas de una escasez de cereales la cantidad de dinero en circulación aumenta porque el precio total de la oferta disminuida de cereales es mayor que el precio total anterior de una oferta mayor de cereales mientras que la circulación de las demás mercancías sigue algun tiempo sin perturbaciones a sus viejos precios.
La cantidad de dinero en circulación está dispuesta con la suma total de los precios de las mercancías que deben realizarse y con la rapidez con la que el dinero circula o con la que completa su actividad de realización.
Si el precio total de las mercancías en circulación aumenta pero con menor proporción que el aumento de la velocidad de la circulación del dinero el volumen del material circulante disminuirá. Si opuestamente la velocidad de circulación disminuye con mayor proporción que el precio total de las mercancías en circulación el volumen de la moneda aumentará. Un volumen creciente de la moneda combinado con una caída general de los precios o un volumen decreciente de la moneda con referencia a un aumento general de los precios es uno de los fenómenos de la historia de los precios.
Hay más o menos dinero en circulación porque los precios son altos o bajos.
A diferencia de Peter Schlemihl el oro no vende su sombra sino que compra con su sombra. La señal de valor solo opera cuanto que representa el precio de una mercancía frente al de otra dentro de la esfera de la circulación o cuanto representa oro para todo poseedor de mercancías.
El dinero como forma de símbolo de valor aparece como moneda, un mero representante de los precios de las mercancías.
Una investigación científica sobre la referencia del volumen del material circulante y el movimiento de los precios debe dar por sentado el valor del material monetario.
Se ha demostrado estadísticamente que desde 1793 hasta la actualidad cada vez que Inglaterra tuvo una mala cosecha la oferta de la moneda disponible llegó a ser superabundante y se volvió inadecuada y por tanto circuló más dinero tales ocasiones.
(Una contribución a la crítica de la economía política)

Engels

La actividad profesional es una mercancía como otra cualquiera y su precio depende consiguientemente de idénticas leyes que cualquier otra mercancía. Pero el precio de una mercancía bajo el dominio de la gran industria o de la libre competencia es igual a los gastos de producción de dicha mercancía. Por tanto el precio de la actividad es también igual al gasto de producción de la actividad profesional. Aunque el gasto de producción de la actividad consta precisamente de la cantidad de materiales de subsistencias indispensables para que el obrero esté en condiciones de mantener su aptitud profesional y que la capa obrera no se extinga. El obrero no percibirá con su actividad más que lo indispensable para ese fin; el precio de la actividad o el salario será consiguientemente el más bajo, constituirá el mínimo de lo indispensable para mantener la vida. Pero cuanto para los negocios existen periodos mejores y peores el obrero percibirá unas ocasiones más otras menos exactamente de idéntica manera que el fabricante cobra más o menos con sus mercancías.
(Principios del Comunismo)

El Manifiesto Comunista

El precio de una mercancía y, como las demás, la actividad profesional, equivale a su coste de producción.
El precio de la actividad asalariada es el mínimo del salario, la suma de víveres precisa, para mantener al obrero. A lo que aspiramos es a destruir el carácter oprobioso de este sistema de apropiación, en el que el obrero sólo vive para incrementar el numero del capital.

Musset

Saber el precio de los granos del ultimo mercado.
(El lunar)

Ainsworth

Su cabeza se cotizaba a un alto precio.
Buscar de cualquier manera y a cualquier precio ayuda.
(Rookwood)

Proudhon

Los industriales se encargan, por un precio alzado, de las actividades del municipio.

Malthus

Ocurre en pocas ocasiones, que el precio nominal de la actividad profesional descienda generalmente, pero con frecuencia se ha mantenido invariado, mientras subía gradualmente el precio nominal de los productos alimenticios. Esto, en la práctica, representa una disminución real del precio de la actividad y las condiciones de las capas inferiores de la comunidad se hacen insoportables. Pero los agricultores y los industriales se enriquecen gracias al bajo precio real de su mano de obra. Sus crecientes capitales les permiten emplear un mayor numero de profesionales. Al aumentar la demanda de actividad, subirá el precio de la actividad. Pero la falta de libertad en el mercado laboral tiende a evitar que la subida del precio y de la actividad se produzca en el natural momento. Cuando un artículo escasea y no puede distribuirse entre todos, aquel que presenta el título de más valor, el que ofrece más dinero, es el que lleva la mercancía.
El precio de los artículos alimentarios aumentará cada vez que la población crece con más rapidez que los extremos de subsistencia o cuando se modifica la distribución del dinero de la sociedad. Si aumenta la producción de alimentos en un país habitado desde hace tiempo, lo hace con regularidad y lentitud y no puede replicar a bruscas solicitudes. Las variaciones en la distribución del dinero de la sociedad se producen, a la inversa, con cierta frecuencia y están entre las causas que motivan las variaciones que experimentamos en los precios de las provisiones.
Proponer un paliativo, la total derogación de las actuales leyes de asistencia parroquial, poor laws; de tal modo, los campesinos recobrarán la independencia y la libertad de acción. Les permitiría establecerse donde viesen la perspectiva de una mayor abundancia de actividad y un mejor precio de la actividad. El mercado laboral quedaría libre y desaparecerían los obstáculos que impiden que el precio de la actividad se eleve en cumplimiento de la demanda. Estos estímulos, además de garantizar al mercado una mayor abundancia de actividad saludable permitirían, aumentando la producción del campo, elevar el precio comparativo de la actividad y mejorar las condiciones del profesional.

Precio de los metales preciosos en los diferentes países.
Teoría de los metalistas. Precio comercial de la acuñación, más alto que el precio del metal.
La actividad profesional, condición precisa de la oferta de objetos materiales, se estima en el precio al que se vende y aumenta la riqueza del país, en una cantidad igual al valor pagado por dicha actividad. La actividad que se realiza sobre productos materiales es susceptible de acumulación y valuación definida.
El valor nominal de una mercancía es su valor, en términos de cualquiera de las mercancías seleccionadas. Pero como los metales preciosos son la mercancía señalada, el valor nominal de un producto, cuando no se designa concretamente un objeto, se entiende que indica su valor por metales preciosos. Esta especie de valor ha sido designada como precio. Es otro término para el valor nominal y podemos aplicarlo a cualquier mercancía; precio en granos, en tejidos. La importación de un cálculo, que determinó los valores nominal y relativo de las mercancías respecto de un material que fuese aceptado sencillamente, fue un paso en el progreso de la sociedad y tendió a permitir las transferencias y a estimular la producción en extensión.
Smith. El comerciante sólo tiene en cuenta el valor nominal de los productos o sus precios.
El dinero se aprecia como un cálculo correcto del valor.
1) Uso. Utilidad intrínseca de un objeto.
2) Valor nominal o precio. El valor de los bienes calculado en metales preciosos.
3) Valor intrínseco. Poder adquisitivo surgido de causas intrínsecas, valor de un objeto.
Regla de la oferta y la demanda. Cuando por la inclusión de un valor se hizo una distinción entre compradores y vendedores, la demanda de cualesquiera mercancías puede definirse como la voluntad de las personas de comprarlas, combinada con sus materiales generales de adquisición. Y la oferta, la cantidad de mercancías para la venta, combinada con el deseo de venderlas. La extensión real de la demanda comparada con la extensión real de la oferta es aproximadamente igual a esta.
Mayor intensidad de la demanda. Actitud de los demandadores de hacer un sacrificio mayor a fin de satisfacer sus menesteres. No es posible ningún aumento de precio, a menos que la mercancía excite en un numero de compradores esta especie de demanda. La demanda y la oferta determinan los precios. Los precios de las mercancías varían directamente respecto de la demanda e, inversamente, respecto de la oferta.
Lo que hace subir los precios representa la transferencia en la referencia entre demanda y oferta, que hace precisa la expresión de una intensidad mayor de la demanda, o la oferta de un valor mayor, comparado con la cantidad ofrecida, con objeto de dividir pacíficamente una producción real, o impedir que baje la producción futura de idéntica especie.
La baja de los precios proviene de la transformación en la referencia de la oferta comparada con la demanda, que hace precisa una baja de los precios, para que pueda tener salida una abundancia temporal o impedir un exceso de la oferta, que provenga de una disminución en los costos de producción sin una disminución en el precio del producto.
Demanda. Dinero destinado a la oferta.
La ley de la oferta y la demanda determina el precio de las mercancías monopolizadas, independientemente de su costo de producción. El costo de producción sólo influye en el precio de las mercancías, en cuanto influye en su oferta relativamente a su demanda. El valor artificial que se da a los billetes de banco limitando su cantidad.
El precio de las mercancías varía con las alteraciones en el tipo y cantidad de beneficios.
Lo que distingue a una baja en el valor de los metales preciosos, consecuencia de la causa precisa, es un alza en los precios en dinero del trigo, las materias primas y la actividad, sin un alza general en los precios de los productos elaborados.
En Inglaterra, la subida del precio del trigo, que empezó el año 1795 y que siguió hasta el 1813, tuvo como consecuencia obligada un alza del precio en dinero de la actividad profesional.
Exceso del precio por encima del costo de producción, que caracteriza a un monopolio.
Pero es diferente el exceso ordinario del precio de la materia prima por encima de su costo de producción, del elevado precio de un monopolio.
Las causas del exceso del precio de la materia prima por encima de su costo de producción son, 1ª, aquella cualidad del suelo por la que puede hacérsele producir una cantidad mayor de artículos precisos, de los que son menester para el mantenimiento de las personas empleadas en la tierra; 2ª, aquella cualidad peculiar a los artículos, cuando se distribuyen de forma adecuada, de crear su propia demanda, o de hacer surgir un numero de demandadores proporcional a la cantidad de artículos producidos; 3ª, la escasez relativa de tierra fértil, ya sea natural o artificial.
La cualidad del suelo, que hemos señalado como la causa primaria del exceso en el precio de la materia prima, por encima del costo de producción, es un don al ser humano. No tiene nada que ver con el monopolio y, sin embargo, es esencial a la existencia del beneficio, que sin esta cualidad no existe ningún grado de escasez o monopolio, que pueda ocasionar un exceso del precio de las materias primas por encima de lo preciso, para el pago de salarios y utilidades.
Causas que tienden a hacer subir los beneficios en el desarrollo habitual de las sociedades avanzadas, a aumentar la diferencia entre el precio del producto y los gastos de cultivo, incluso las utilidades habituales.
1ª Una acumulación de capital, que comparada con los materiales que existen para emplearlo, hará bajar las utilidades del acervo.
2ª Un aumento de población, que haga disminuir los salarios en trigo de la actividad.
3ª Unas mejoras agrícolas o un aumento de actividad, que hagan bajar el numero de profesionales precisos, para producir un efecto concreto.
Y 4ª un aumento del precio de la producción agrícola ocasionado por una mayor demanda que, aunque hace subir el precio en dinero de la actividad, u ocasiona una baja en el valor del dinero, va acompañado de una disminución temporal o permanente de los gastos en dinero del agricultor, relativamente a sus rendimientos en dinero.
El alza progresiva de las ganancias está referida al cultivo progresivo de nueva tierra y la mejora de la vieja; y esta alza es una consecuencia de la actuación de cuatro causas indicadores del aumento de prosperidad y riqueza; la acumulación de capital, el aumento de población, las mejoras en la agricultura y el creciente precio del mercado de las materias primas, ocasionado por la mayor demanda en los países extranjeros o el desarrollo del comercio y las manufacturas.
Causas que tienden a hacer bajar las ganancias. Una disminución del capital, una disminución de la población, un sistema penoso de cultivo y la baja del precio de las materias primas, producida por una deficiencia de la demanda.
Referencias entre la gran riqueza relativa y el elevado precio relativo de las materias primas. Causas que afectan el precio del trigo. 1. Una diferencia en el valor de los metales preciosos en diferentes países. 2. Una diferencia en el costo elemental de producir una cantidad concreta de trigo.
Causas que afectan las costumbres de las capas profesionales. El precio de la actividad profesional en un país es aquel que, en las circunstancias reales de la sociedad, se precisa para producir una oferta relativa de profesionales suficiente, para hacer frente a la demanda efectiva. El precio de mercado es el precio real que en él se obtiene y que, debido a causas temporales, algunas ocasiones se halla por encima y otras por debajo de lo que se precisa para abastecer esa demanda.
Un aumento de la cantidad de fondos de mantenimiento de la actividad y el precio, es lo que hace subir el valor de los fondos de mantenimiento de la actividad profesional, crea mayor demanda de profesionales, aviva la laboriosidad e influye sobre el aumento de población.
En el transcurso del reinado de Eduardo II, el precio del trigo fue más del doble, que durante el reinado de Eduardo I y el de Eduardo III.
Cuando el aumento de monedas va acompañado por un aumento rápido del capital, existe  una razón para que baje el precio de la actividad profesional, más que el de otras mercancías. Baja del valor del dinero, de los años 1793 a 1814.
Las utilidades se calculan en la práctica por los precios en dinero de los productos, comparados con los precios en dinero de los anticipos; y como el dinero, en los cortos periodos durante los que se hacen las transacciones mercantiles, se aprecia como un cálculo de valor y no de cantidad, se sigue que las utilidades se calculan en la práctica por el valor de los productos, comparados con los valores de los anticipos y no por sus cantidades relativas
Los precios de mercado de las mercancías son la causa inminente de todos los grandes movimientos de la sociedad en la producción de riqueza y esos precios de mercado (cuando se sabe la referencia que guarda el dinero con la actividad) expresan los valores de las mercancías, que son consecuencia de causas intrínsecas, en el momento y lugar en el que se transfieren y sólo difieren de sus precios naturales, en cuanto la condición real de la demanda y la oferta difiera de su condición habitual y relativa.
La extensión del mercado produce un aumento del precio -si añadimos los efectos de una demanda de más producto y los materiales que tal hecho proporciona, para aumentar la rapidez de acumulación con la que hacer frente a esa demanda-, influencia directa del comercio interior en el aumento de la cantidad y el valor de la producción.
Pero el valor del ingreso sería mayor o menor, según fueran los precios de mercado de las mercancías producidas. Estos tienen que depender de la transacción de productos y el valor del ingreso y la aptitud y el deseo de aumentarlo ha de depender de la distribución de mercancías, que los adapte mejor a los menesteres y gustos de la sociedad.
La producción total de un país tiene un precio de mercado en dinero y en actividad profesional. Difícilmente puede producirse una transformación esencial en el material circulante de un país, sin la consecuencia de una alteración en la distribución de su producto. La causa de estas transformaciones es el uso imprudente del papel moneda. Antes de adoptar definitivamente el poder de compra de la actividad como el mejor cálculo práctico del valor de todo el producto, será conveniente examinar primero su valor en metales preciosos, para poder determinar si la distribución del producto es tal, que permita comprar actividad, en proporción al aumento de su calidad.
(Economía Política)


Darwin
En tiempo de los romanos, según Plinio, se pagaban precios enormes por las palomas.

Al decir que tienen los animales inferiores sentido de lo bello, no se ha de suponer que cada sentido es comparable con el correspondiente al de un hombre decadente a quien, sobre cualquier asunto, ocurren luego multiformes y complicadas asociaciones de ideas. Más equitativo sería comparar el gusto de los animales, para juzgar de lo bello, con el de los más atrasados salvajes, que de cualquier objeto curioso se admiran y que tienen como adornos de gran precio todo lo que brille y que sea reluciente.
(El origen del hombre)

Precio de tasa.

Spencer

Si guiados con exigencias comerciales llegamos a deducir que los precios suben cuando la demanda excede la oferta, que los productos se mueven de los lugares que son abundantes hasta los lugares que son raros y que las industrias de las diversas localidades están señaladas con las posibilidades de cada localidad; y si estudiando esas generalizaciones de la economía política las referimos al principio de que cada ser humano pretende satisfacer sus deseos con los materiales que le cuestan menos esfuerzos, principio que rige las acciones personales cuyas consecuencias son esos grandes fenómenos sociales, el valor, el comercio, la industria, examinaremos exclusivamente proposiciones científicas.
Si se puede escoger una ruta de dos puntos la seleccionada es generalmente la que cuesta menos ayudando ese caso el precio como cálculo a la resistencia.
La afluencia de los inmigrantes a cada centro industrial y el aumento de las familias correspondientes son limitados con el precio de la actividad, con la cantidad de mercancías que puede producir una fuerza dada.
Examinando la producción y el consumo, la oferta y la demanda nunca son iguales sino alternativamente mayor cada una. Los agricultores disgustados después de una abundante recolección del bajo precio conseguido siembran menos al año siguiente con la consecuente escasez y carestía.
Los precios hacen notar mejor que las demás la oscilación de las actividades sociales. Si se reducen los precios a cálculos numéricos se ve cómo los movimientos comerciales se componen de oscilaciones de magnitudes variables; el precio del trigo sube y baja y las máximas elevaciones y depresiones solo tienen lugar al cabo de un numero de años. Si se experimentase con minuciosidad las oscilaciones se notaría las más delicadas hora a hora que transmiten telegráficamente los corredores.
Nuestro comercio distribuye diariamente millones de mercancías, arregla el valor relativo de una inmensa variedad de artículos según la oferta y la demanda y combina las diversas fuerzas industriales de suerte que cada una dependa de las otras y las auxilie. 
Con la invención de la locomotora los precios de las mercancías y de las actividades profesionales han variado.
La demanda de la especie de acción y la oferta del organismo para ejecutarla.
La oferta y la demanda tienden a equilibrarse con las transacciones industriales y comerciales. La producción y la distribución de un producto industrial son consecuencias de varias fuerzas que producen movimientos de diversas especies o intensidades. El precio de ese producto es el cálculo de otro sistema de fuerzas, de otras especies o intensidades desarrolladas y gastadas por el productor. Las variaciones de precio representan un balanceo rítmico de esas fuerzas.
La difusión del comercio cuando hay buenos caminos, cuando la publicidad impresa y escrita se reparte sencilla y profusamente y sobre todo con los ferrocarriles, los telégrafos, los mercados semanales y diarios se halló establecido un equilibrio perfecto del consumo y de la producción. Un exceso de la demanda es seguido prontamente de un exceso de la oferta y las oscilaciones rápidas del precio con los límites próximos a uno y otro lado del nivel del precio son signos garantizados de un perfecto y próximo equilibrio.
Para la política como para la industria hay una demanda y una oferta y las fuerzas antagonistas producen un ritmo que oscila primero en puntos muy lejanos y termina con un equilibrio móvil de una regularidad relativa. 
Todo movimiento es alternativo o rítmico, los de los precios de las mercancías.
(Primeros Principios)

A mayor población corresponde mayor demanda de cada objeto con lo que crece la complejidad de actividades de los seres y de las capas adquiriendo la especialización un carácter más definido donde existe y fijándose donde solo está iniciada. Compitiendo los productores se afanan para ofrecer mejores artículos lo que les lleva a encontrar procedimientos perfeccionados o primeras materias más excelentes.
La rebaja de los precios de transporte propiciando la distribución de los productos nivela y disminuye los precios con lo que se hacen accesibles a muchas personas diversos artículos que antes estaban fuera de su alcance con su elevado precio aumentando de esta manera las comodidades que disfrutan todos. 
Como hay muchos fabricantes que producen artículos de idéntica calidad y precio o varios compradores de cuyas proposiciones hay corta diferencia no existe ningun motivo para inclinarse al uno con preferencia al otro; estos casos decide la expectativa de un instantáneo provecho.
Los compradores son agasajados por los fabricantes y obsequiados con una proporción del importe de las compras con la forma de un descuento sobre el precio.
Colocar mayor cantidad de mercancías a buen precio.
Tomar a precios muy elevados artículos de inferior calidad.
Es uso de los grandes almacenes el dar cuenta periódica a sus clientes de las transacciones hechas y del aspecto probable del mercado. Los autores de estos documentos, prospectos o circulares atraídos del movimiento de los precios de los artículos se permiten influir de sus egoístas miras al trazar la marcha probable de los negocios. Los comerciantes al por menor avisados se ponen con razón en guardia.
Hacer la compra por cuenta de los comerciantes de seda corredores jurados los cuales especulan una comisión con lo que su atracción personal del movimiento de los precios perjudica su probidad como agentes.
Las bajas de calidad y precio, al producto falsificado no es posible darle salida.
El publico ofrece a los que negocian con telas un precio que demuestra que le importa poco que obtengan o no el legítimo provecho con lo que se ven forzados a pedir más de lo que tienen la pretensión de exigir.
Seducir con engañosas ofertas.
(Creación y Evolución)

Engels

Según Hume, el dinero es un sencillo signo de valor, en consecuencia de lo cual, en igualdad de condiciones el precio de las mercancías baja en cuanto aumenta la cantidad de dinero circulante y sube en cuanto disminuye.
(Anti-Dühring)

Tocqueville

Cualesquiera que sean las adversidades de la época, la carestía o el buen precio de los artículos, cada hombre tiene menester de una cantidad de alimento; pero unas circunstancias adversas, pueden llevar a la población a privarse de ciertos goces. Es el gusto y el disfrute de esos goces con lo que cuenta el obrero para vivir.

Macaulay

Haber aprendido a valorar el poder, la riqueza y la fama en su verdadero precio.
Educado en una  mala escuela política. Doctrinas, máximas. Todo patriota tiene su precio; el gobierno sólo se puede llevar adelante por la corrupción; el país es entregado a los estadistas a titulo de presa.
Un estadista de larga vista se habría dado cuenta de que sólo una querella transitoria entre la madre patria y las colonias, costaría diez cantidades más que el impuesto del timbre en América que, por tanto, sería comprado a un precio muy caro. Pero Grenville no conocía ningún espíritu de la Constitución, que fuese distinto de la letra de la ley, ni ningún interés, excepto el que se traducía en libras, chelines y peniques.
La más importante decisión publica de la administración de lord Chatham fue su célebre intromisión en el comercio del trigo. Las cosechas habían sido malas, el precio de los alimentos era elevado y consideró menester echar sobre sus hombros la responsabilidad de decretar la confiscación de la exportación del grano. Por fin, se aprobó una ley indemnizando a todos los afectados.

Hebbel

El oro determina el precio de las cosas.
Mi corazón está muerto como aquel por quien latía, pero mi mano tiene un precio.

Wagner

Expatriado de su país, pagará alto precio por un hogar.

Burckhardt

Sistema fiscal de los Este de Ferrara. 1502. Compra de cargos publicos a precios desorbitados (salati).
Siendo inexpugnable como ciudad, Venecia, desde un comienzo se pudo permitir reactivar ante los problemas exteriores con calma y reflexión, ignorando la existencia de partidos en el resto de Italia y formando alianzas con fines temporales y por un alto precio.

En diversos anales encontramos, para el año 302, esta noticia. "Entonces mandaron los soberanos que hubiera baratura". Diocleciano fijó precios topes a las subsistencias. Ninguna decisión más funesta que la de los precios topes, para cuyo mantenimiento es menester la actividad itinerante de la guillotina, como muestra la Convención. Este mandato, o presupone el menester más extremo y desesperado, o un desconocimiento de los verdaderos conceptos del valor y del precio. Las consecuencias fueron inevitables. Ocultación de mercancías, que encarecieron a pesar de la prohibición y la pena capital castigó a innumerables vendedores, hasta que se derogó la ley. Registro exacto de esta disposición, en la inscripción Stratonicea, que reproduce el edicto de Diocleciano de pretiis rerum venalium, del año 301, con varios cientos de fijaciones de precios. Los motivos. En Oriente, una cofradía de especuladores elevó el precio de los artículos de menester. Roma, cuyos ingresos consistían, en su mayor parte, en especies, tal vez no podría abastecer a cada guarnición. Y como la emergencia fue adoptada con prisas y mal humor, se extendió la protección a las capas de la sociedad y a todos los valores, reflexionando, sobre todo, en las masas urbanas. La tabla d e precios es un documento de primera categoría, porque ofrece la referencia entre los valores de las cosas y de las actividades, fijándola oficialmente para aquella temporada. Pero es difícil transferir cada valor a nuestra unidad monetaria. Unos fijan el denario de plata (9 sous) y otros el denario de cobre (1/2 sou). En el primer caso, tendríamos unos precios enormes y, en el segundo, precios que no se apartan de los nuestros y que semejan los más probables.
(La época de Constantino el Grande)

Liermontov

Ver un papel, que es el precio de mucha gente y reflexionar, que uno ha alcanzado con su actividad la manera de transformar a la gente en papeles. El ser se pudre igual que el papel y también posee determinados signos, que lo ponen por encima de los demás.
(Un hombre extraño)

Dostoyevski

Precio por unificación; consumir por valor.

Ostrovski

Precio asequible.
Cualquier mercancía tiene su precio.
Los brillantes de valor precisan una montura de precio. Y un buen joyero. El joyero no es un simple artesano, debe ser un artista.
Esturión. Diferencia de precio, sea grande o pequeño.

Ch. Brontë

La mitad del pueblo inglés reclamaba la paz a cualquier precio.
(Shirley)

Precio de la experiencia.
(Villette)

Melville

Indagar el precio y no ser demasiado exigente.
Alcanzar la venganza un gran precio.
Perfumado y untuoso, con un matiz entre amarillo y ceniciento el ámbar gris cuyo precio es de una libra esterlina la onza de cualquier farmacia.
(Moby Dick)

Emerson

Si simulas darme pan y fuego percibo que pago todo su precio y que al cabo me abandona como estaba, pero la fuerza mental y moral es un material positivo.
A lo largo de mi vida me veré abrumado por una perenne tarifa de precios.
Me molesta el recuerdo del precio que he pagado por una ventaja nimia.
Qué precio pone Platón a las muestras de talento, a los poderes de Pericles, de Isócrates, de Parménides! ¡Qué precio por encima del precio a los talentos!
El precio al que compró sus éxitos.
(Hombres representativos)

Whitman

Se ha de pagar el precio inexorable con / la idéntica gran adquisición.
El precio que cobraba por adelantado.
El censo a las declaraciones, los precios vigentes o los recuentos de existencias.
El solemne precio pagado.
Los iraqueses lucharon con los británicos durante la Guerra de Independencia americana y pagaron un alto precio viéndose forzados a ceder sus tierras y muchos a emigrar a Canadá.
Para distinguir los delicados matices transformables del amor, el orgullo y la duda; / para entender verdaderamente / y abarcar todo la facultad decisiva y el precio de admisión / será la vejez y cuanto aportan las experiencias pasadas. 
Aunque la victoria sonrió a Lee pagó un precio muy alto.
Un país vivo puede marcar una huella profunda y someterse a la mayor superioridad al menor precio; la que ejerce su propia alma.
El precio al que los Estados han tenido que someterse a lo dulce de lo inglés no ha sido pequeño.
La vida del presente y del futuro nos hace demandas a las que no podemos negarnos.
Mi mercancía poética. ¿Sabrá la América del futuro, se dará cuenta alguna vez esta vasta y próspera Unión del precio que se ha tenido que pagar para conseguirla, de esas hecatombes de muertos en combate?
(Hojas de hierba)

Motley

Todos los delitos a la persona fueron conmutados con un precio definido.
Un parricida podía comprar el perdón al tribunal con un ducado, cuatro libras y tres chelines. Enrique de Montfort el año 1448 compró la absolución de ese crimen a ese precio.
Un tráfico frecuente de la época era comprar prisioneros de guerra distinguidos a bajo precio y rescatarlos a un precio inmenso. El mariscal Strozzi, el conde Mansfeld y otros soldados profesionales obtuvieron sus ingresos del sistema.
Pagó el precio de su temeridad con su vida.
A causa del aumento diario de los precios de los cereales se avecinaba una hambruna sobre la tierra.
La demanda había permanecido infructuosa.
(El ascenso de la Republica Holandesa)

Trollope

No poder mantener el cargo desempeñado al precio que se pide.
Rescatar a cualquier precio.
El precio que tendría que pagar por aquella concesión a su favor.
Afirmar sin recato que el periódico tiene su precio.
(El Custodio)

Había que poner al día el precio de las tierras.
(Ojo por ojo)

Baudelaire

Las consecuencias fatales de un genio esencialmente personal; sería posible que las expresiones más bellas del genio, fuera del cielo puro, en esta pobre tierra en donde la perfección es imperfecta, no pudieran obtenerse sino al precio de un sacrificio inevitable.

Bartolomeo Pinelli, la decisión tomada de destruir fastuosamente las creaciones por las que no le ofrecían un precio satisfactorio.
(Algunos caricaturistas extranjeros)

Gautier

Los mozos de cuerda, aunque habían recibido el triple del precio de su trayecto reclamaron un aumento.
Lo italiano de su vestimenta eran los botones de su camisa, de un precio demasiado elevado. Con eso se manifestaba el gusto completamente natural de un hijo del sur por las joyas.
El precio del volumen.
(Jettatura)

Hauff

Los maderos más largos y fuertes los venden a un alto precio a los Mynheers, que construyen barcos.
(Cuentos)

Keller

Por el mercado, calculando según su belleza y los bajos precios la prosperidad política y su justicia inmanente. Arte de la distribución exacta.
(Enrique el Verde)

Daudet

Sabía las casas conde había a precio de fábrica una batería de cocina completa.
La ocasión de comprar a buen precio una excelente cama.
Las groserías y las brutalidades del convenio que, envuelto en torbellinos de humo, escupe el ser humano, con un precio, sobre los afeites del la mujer de la vida.
Enterarse del precio.
(Safo)

Christina Rossetti

Regatear con el precio.
(Lugares comunes)

Carlyle

Ese laissez-faire, oferta y demanda, pago efectivo con el nexo solo.
La estupidez es el precio del equilibrio estable sobre el inestable.
El poder de vender el trigo al precio que marcan.
El precio del hambre.
Una demanda audible.
¿Qué precio te contentaría? El precio justo de la vida y de la creación te satisfaría.
El dolor es barato como la salud y la vida en lugar del galvanismo y la idea fija son baratas a cualquier precio.
Inventar cómo el algodón con su precio actual podría dividirse más justamente.
(Pasado y Presente)

Ruskin

Es una cuestión cómo conseguir mucho de una cosa y otra si la abundancia será buena para nosotros. Es una cuestión cómo cultivar un campo para obtener una buena cosecha y otra si prefiere mantener el precio del grano.
Nos quejamos del precio dado con la pintura mientras que nadie se queja del precio del orgullo.
El precio adecuado de las pinturas inapreciables es el precio para obtenerlas y restaurarlas.
El primer objeto de nuestra economía cuanto a la distribución del arte moderno debe ser constante y racionalmente limitar sus precios ya que se producirán dos efectos; harán que los pintores produzcan más creaciones y poniendo buenas pinturas al alcance de personas de ingresos moderados despertarán la atracción general del país, aumentará la demanda de la mercancía y por tanto su producción saludable y natural.
El precio de una pintura de un artista vivo nunca representa la cantidad de actividad o de valor. Su precio representa el grado de deseo que tienen los ricos del país de poseerlo.
Los salarios constantes sin variar proporcionalmente a la demanda del artículo, sino solo al precio de los alimentos; la producción de mercancías se almacena para satisfacer demandas repentinas que eluden fluctuaciones repentinas de los precios; solo se permite la fluctuación gradual y precisa como consecuencia de un suministro mayor o más limitado de materia prima.
De la limitación natural de la oferta se sigue que las maneras de la acumulación y distribución de los materiales deben estar regulados.
Hasta qué punto puede ser posible fijar la tasa de salarios independientemente de la demanda de actividad profesional.
El comerciante ha de distribuir su provisión al menor precio posible donde más se precise.
El poder de las riquezas es proporcionalmente inverso al numero de personas ricas y que están dispuestas a dar el precio de un artículo cuya oferta es limitada.
Las disputas que existen respecto del dinero surgen más de los disputantes que examinan sus actividades desde diferentes lados que de cualquier disensión real de sus opiniones. Todo dinero es una aceptación de una deuda; pero puede apreciarse que representa la actividad y la propiedad del demandante o la ociosidad y penuria del deudor. La complejidad de la cuestión se ha incrementado con el uso de productos comerciales como el oro, la plata, la sal y las conchas para dar valor intrínseco o garantía a la moneda, pero la ultima y mejor definición del dinero es como una promesa documental ratificada y garantizada por el país de dar o encontrar una verosímil cantidad de actividad a un pedido. La actividad de un ser humano de un día es un mejor standard de valor que un cálculo de cualquier producto.
El precio de mercado es el precio momentáneo del tipo de actividad requerida, pero el precio justo es un equivalente de la actividad productiva de la humanidad. El valor de una mercancía es el de la actividad requerida para producirla con la fuerza de la demanda de la mercancía.
El precio, el valor y su expresión como monedas.
Las tres cuartas partes de las demandas existentes son románticas fundadas sobre visiones, idealismos y afectos y la regulación del bolsillo es una regulación de la imaginación y del corazón. Por tanto la discusión correcta del precio es un problema psíquico. El precio de una cosa es una cantidad de actividad que da el que la desea para obtener su posesión. Depende de la cantidad de deseo y de la cantidad de actividad.
Los griegos llamaron al precio la apreciación honorable (honorarium) mientras que el precio de la falsa actividad sería la venganza, para lo cual reservaron atribuyendo la exacción de tal precio a una peculiar diosa llamada Tisífone, la pagadora o libradora de la muerte.
La calidad y el tipo de actividad que se da, su valor como el de las demás cosas valiosas es invariable. Pero la cantidad que debe darse por otras cosas es variable y al distinguir esta variación el precio de otras cosas debe contarse con la cantidad de actividad; no el precio de la actividad con la cantidad de otras cosas.
La economía depende de lo que se demanda y de lo que se ofrece.
Se ha definido el precio como la cantidad de actividad que el poseedor de una cosa está dispuesto a aceptar. Es mejor examinar que el precio es el fijado por el poseedor porque el poseedor tiene el poder de rehusar la venta, mientras que el comprador no tiene el poder de obligarla; pero el precio efectivo de mercado es aquel que coinciden sus apreciaciones. La apreciación de la conveniencia común llamada demanda.
Generalmente si la demanda es constante los precios relativos de las cosas son las cantidades de actividad involucradas con la producción.
El valor del oro, de la tierra, de las casas y de los alimentos y de las demás cosas depende de las cantidades y las demandas relativas existentes.
La moneda de cualquier país consiste en todo documento de aceptación de una deuda que sea transferible dentro del país. Esta transferibilidad depende de su inteligibilidad y préstamo, en ultima instancia de la existencia de materiales sustanciales para satisfacer su demanda.
El precio que tienta.
("Hasta este ultimo" y otros ensayos de economía política)

Bachofen

Los dona de los germanos. Regalos nupciales mutuos de la Ley germánica. El regalo matutino, donum matinale y el precio de compra, que correspondía a la esposa como dotación.
(El Matriarcado)

Rundle Charles

Reducir el precio de las indulgencias papales a la gente.
Nombrar el precio.
(Crónicas de la familia Schönberg-Cotta)

Boucicault

Una ley que se oponga a la oferta.
No valoro el lugar por su precio, sino por los muchos días felices que he pasado aquí; ese paisaje con lo llano y poco atractivo que sea me llena de encanto; esa pobre gente nacida y creciendo rodeando mi corazón ha limitado mi visión de la vida.
Aceptar rápido la oferta.
Si no hay una oferta para la propiedad y esas cosas lo venderemos como lotes más pequeños.
Una oferta de reserva.
Esperando la oferta.
Retirar la oferta.
Una oferta a buen precio.
(La cuarterona)

Una oferta para recuperar la propiedad.
Arrancaré la gargante de perro que se atrevió a insultarme con la oferta.
Hemos reflexionado su oferta y no vemos alternativa.
Hizo la oferta y rehusé su horrible proposición.
(The Colleen Bawn)

Comprar a cualquier precio y silenciar el asunto.
El precio del alma.
Sonrojándose ante la ridícula demanda.
Habría comprado esos dolores o una parte y pagó un alto precio.
El precio de las consolas.
El carbón fue provisto a un precio perversamente alto.
El precio de una vivienda.
El precio de los boletos de un teatro suburbano.
Gemas sin tallar de gran precio.
(Juego sucio)

Nietzsche

Idea de que todo tiene un precio y que se puede pagar. Canon moral de la justicia, más pasado e ingenuo, inicio de las ideas relativas a la bondad de ánimo, la equidad, la buena voluntad y la imparcialidad. La sociedad mantiene también con sus miembros esta referencia.
(Genealogía de la moral)

Bebel

La experiencia del hecho de que las crisis son la consecuencia de una producción ciega, que se deben al desconocimiento de los aprovisionamientos, de las salidas, de los menesteres de los diversos artículos en los mercados del mundo, ha conducido a los productores de hierro de diferentes países a unirse, a establecer una estadística exacta de sus existencias en almacén, las cantidades que puedan fabricar, su salida probable, fijando lo que cada fábrica debe producir durante los meses sucesivos. El consumo posee estadísticas completas. Cada semana, los grandes mercados y los puertos dan un cuadro de sus existencias en petróleo, café, azúcar, algodón, cereales. Se han comenzado a establecer estadísticas de las cosechas. Calculado el término de la cosecha, se puede establecer el precio del trigo de un modo cercano a lo exacto.

Fromentin

Tenía una manera de ofrecerse, que marcaba exactamente el alto precio que planeaba poner.
La ambición devoradora de obtener unos goces legítimos, incluso siendo al precio de muchos combates.
¿Qué precio iba a tener que pagar por verla?
No he creído pagar demasiado caro, al precio de unos pocos esfuerzos más, la tranquilidad, la alegría, la plenitud de mi porvenir.
He logrado situarme. ¿A qué precio? ¿Con qué certidumbres?
(Dominique)

H. James

Pago el precio con mis jaquecas.
(Washington Square)

Alquilaron un vehículo del que sólo pudieron encontrar inconveniente el precio que les pidieron.
Pintaba retratos de semejanza extraordinaria por precios más que razonables.
(Europeos)

Zola

Acostumbraba a ser muy puntual como mujer de negocios, que sabe el precio del tiempo.

Ponson du Terrail

La solicitud al ministerio de un encargo artístico, el día de la aceptación a título de adelanto entregan la mitad del precio de las creaciones.
Ajustar el precio.
(El Misterio del Pasaje del Sol)

Los prisioneros son numerosos y puede escoger; la mercancía abunda y, por tanto, está depreciada.
(Historia del niño perdido)

Rimbaud

Bebidas polares cuyo precio varía de ochocientas a ocho mil rupias.
Al precio que sea y con las canturias, incluso de los ojos metafísicos.

Jaurès

Gracias a las maniobras de los usureros, se encarecen los precios de las cosas y se venden más caros los comestibles, las bebidas y todos los artículos.
La avaricia es la causa de la elevación de los precios y del excesivo encarecimiento de las cosas.
No basta con fijar y garantizar la cantidad de los diversos productos naturales o manufacturados; también debe fijarse un valor respectivo y su precio relativo. Pues, en caso de una súbita elevación del costo del mantenimiento de la tierra, los obreros no podrán comprar lo preciso. Las variaciones de precios y cantidades perturbarían el justo comercio de los ciudadanos y el equilibrio económico.
Como el precio de las cosas se estima según las horas de actividad profesional precisas para su producción, existirá una concordancia perfecta entre el cálculo del valor y el sistema de compra. De esta manera, las variaciones del valor del oro o de la plata, que en cuanto metales tienen un valor independiente, no perturbarán la ley del valor.
La acción no tiene precio ni valor sin la colaboración de las cosas.

Lee

El precio del esparto.
Claro está, ella golpea, o consigue a alguien para que golpee por ella. ¿A qué precio?¡Una promesa de amor a un palafrenero!
Desea fervientemente poseer uno de sus dibujos, pero es demasiado considerada para pedirle un precio. Eso es lo que nos pasa por no saber cómo ganar un penique con nuestro propio esfuerzo.
Cierto notario de la región compró gran parte de los archivos del palacio arzobispal a precio de papel de desecho, ya fuera por curiosidad histórica o esperando encontrar allí documentos que pudieran gratificar su profunda aversión hacia el clero.
Tenía que negociar el precio de cierta talla renacentista, que un amigo quería comprar.
Negoció el precio de un coche de posta.
Un excelente granizado de limón, al precio de un sou por vaso.

Stevenson

Vender por un precio exorbitante.
El precio que había costado la victoria.
Nos alegramos de vernos libres de él a bajo precio.

El precio no constituiría ningún obstáculo.

Comprar el casarse y pagarlo a buen precio.

Admirar a la vez con éxtasis el vino y el precio.
Lo que se jugaba ¡era de tal precio!
(La resaca)

Hardy

Vender el título a un precio bastante razonable.
Volver a la actividad y pretender conseguir de nuevo a cualquier precio la dulce independencia.
(Tess D´Urberville)

Discutir los precios, es natural para los comerciantes ceñirse con firmeza al propio.
(Lejos del mundanal ruido)

Butler

Los descontentos o radicales mantienen ser un desatino por parte de la sociedad el rehusar los beneficios que pueda generar una persona sólo porque haya perjudicado a la sociedad previamente y que objetar la actividad de los reclusos no es más que un tipo de protección y una pretensión de elevar el precio de algunos productos al decidir que esta o aquella persona que quieren y pueden producirlos no deben hacerlo de manera que los demás tengan que pagar más por el producto.
Un precio razonable para los pobres.
Aquel que hace una fortuna en el negocio de la calcetería y que a través de sus esfuerzos consigue bajar el precio de los materiales lanares en una millonésima de penique, vale más que diez filántropos profesionales.
Los precios que han alcanzado las pinturas más notables de los ultimos cincuenta o cien años y las oscilaciones de su valor cuando (como a menudo sucede) se venden y revenden. El artista es un marchante de lienzos y, por tanto, idéntica importancia tiene en su labor saber cómo adaptar sus mercancías al mercado y qué precio aproximado tendrá cada una, como el ser apto de pintar el lienzo. Lo que los franceses quieren decir cuando hacen hincapié en los <<valores>>.
Pagar un precio incalculable en sangre y recursos.
Aceptar un pacto que proporcione mejor comida y ropa a precios más baratos.
Gestionar la alimentación a un precio razonable.
(Erewhon)

Kropotkin

Dos meses después de su advenimiento, Luis XVI llamó a Turgot al ministerio y le nombró controlador general de finanzas. La libertad de comercio de los granos, proclamada en septiembre de 1774 -antes el colono no podía vender su trigo hasta tres meses después de la cosecha, sólo podía hacerlo el jefe, en uso de una prerrogativa feudal, que le permitía vender su trigo a un precio elevado-, la abolición de la servidumbre personal, en 1776, y la supresión de los gremios examinadores de aprendices en las ciudades.
En 1789, vino una nueva causa de descontento a unirse. La escasez, el precio exorbitante del pan.
Las secciones vigilaban las remesas y la venta del pan, los precios de los artículos y la aplicación del máximo de los precios cuando fue establecido por ley, y tomaron la iniciativa de cultivar los terrenos baldíos e inútiles de Partís, para aumentar la producción agrícola por el cultivo hortícola.
Decretos del 16 y el 25 de agosto de 1792. Quedó suspendido todo proceso por no poder pagar los derechos feudales. Los derechos feudales que no fueran el precio de una concesión territorial primitiva, quedaron suprimidos sin indemnización.
Los que han seguido de cerca las fluctuaciones de los precios del trigo en los mercados internacionales, o del algodón en la Bolsa de Liverpool, o de los asignados rusos en la Bolsa de Berlín, reconocerán que nuestros abuelos tenían razón al atribuir al agio responsabilidad en la depreciación de los asignados. Hoy, cuando las operaciones financieras están infinitamente más extendidas que en 1793, el agio tiene por efecto exagerar fuera de proporción, los efectos de la oferta y la demanda, en un momento dado. Si actualmente el agio no puede elevar el precio de un género o un papel de una manera permanente, exagera el alza natural y amplía desmesuradamente las fluctuaciones temporales de los precios que habrían resultado, sea de la productividad variable de la actividad (en la cosecha), sea de las variaciones de la oferta y la demanda. Tal es el secreto de las especulaciones.
Agio, italiano aggio, conjunto de los gastos que gravan una operación bancaria.
Marat defendió a los montañeses y a los diputados de París. El motín produjo su efecto. La convención elevó de cuatro a siete millones el adelanto que hacía al Municipio, para mantener el precio del pan a tres sueldos la libra y el procurador Chaumette se presentó a la Convención a desarrollar la idea, que después fue introducida en la ley de maximum, de que también los artículos de consumo, vino, leña, aceite, jabón, café, azúcar, debían estar al alcance del pueblo, porque no existe justa proporción entre el precio de las jornadas de mano de obra y el de estos artículos.
El Ayuntamiento de París acordaba que el decreto fijando el maximum del precio de los artículos de consumo se pusiera en ejecución.
En ciertas industrias, se limita la producción con el fin de mantener los precios elevados y corre el mandato de Ca´canny, que significa, A mala paga, mala actividad profesional.

Elementos de las ciudades de la Edad Media. Libertad, organización creciente de lo simple a lo compuesto, producción y transformación efectuados por los gremios, comercio con el extranjero efectuado por la comuna, compra de provisiones, para vender a los ciudadanos a precio de coste. Centros de riqueza.
Mutualismo. Ideas de valor-actividad y transformación a precio de coste. William Thompson, John Gray, J. F. Bray, Josiah Warren, Moses Hess, Karl Grün, Wilhelm Marr.
En economía política, los males se deben a que los beneficios sean posibles, a la existencia de millones de personas que tienen para vivir su fuerza profesional, la cual se ven obligados a vender a un precio, que hace posible los beneficios y plusvalías de sus compradores.

Leskov

No plantear actividades como una profesión, sino tomarlas a la petersburguesa, como una ley inexorable, según la cual, la mujer no puede escapar de la miseria, si no es al precio de su propia caída.
(Relatos)

Ibsen

Pagar el precio al contado sin regatear.

Morris

Pagar el precio pedido.
Demanda (quest) con el sentido de búsqueda de los idiomas románicos.
El cumplimiento de la demanda peligrosa.
Seguía sopesando su imaginación la manera de proseguir con su demanda.
Mi demanda proseguía de nuevo a través de la maraña de mentiras con la que seguía atrapado.
Preciadas vituallas.
(La historia de la Llanura Esplendente)

El precio que deberíamos pagar para dar al mundo la felicidad es el socialismo en vez del laissez faire.
Hay objetos que son totalmente inútiles y activamente destructivos y venenosos y que obtienen un buen precio en el mercado como la comida y la bebida adulteradas.
Los industriales saben que no existe una demanda genuina y sana de las cosas que no tienen ninguna utilidad y están obligados a ponerlas a hurtadillas en manos del publico avivando un deseo febril de excitación barata cuya muestra externa se denomina convencionalmente moda, un monstruo extraño nacido de la vacuidad de la vida de los ricos y de la combinación del comercio competitivo para sacar el mayor partido posible de la gran masa de trabajadores a los que aliena como meros instrumentos para hacer dinero. 
Somos gente importante y digna pero moralmente aburrida; hemos comprado nuestro poder al precio de nuestra libertad y de nuestro placer. Solo podremos alejar los lujos y vivir vidas sencillas y decentes cuando estemos libres de la esclavitud del comercio.
La sociedad ha comprado las ganancias de la experiencia y de la libertad política a un precio demasiado alto; la pérdida del placer de la actividad diaria; la muerte del arte fue un precio alto que tuvimos que pagar con la prosperidad material de las capas medias.
(Arte y socialismo)

Otras mejoras de importancia práctica fueron dadas como impulso del socialismo. A finales del siglo XIX se produjo un movimiento para obligar a los patronos a emplear a los obreros un menor numero de horas. Si no se aumentaba el precio de la hora de actividad habría sido inútil. Tras una larga lucha se fijó otra ley de un límite mínimo para el salario de las industrias importantes a la que hubo que añadir otra fijando un precio máximo para los artículos de menester para la vida del obrero. El socialismo conducía a ese pantano de la tasa de pobres. Sin embargo, el socialismo llegó más allá de esas cuestiones de mínimo y de máximo. El poder político se vio obligado a replicar al clamor patronal que veía próxima la destrucción del comercio. Hubo de adoptar una solución hostil a los patronos estableciendo talleres para la producción de géneros de menester y mercados para su venta. Los obreros asociados insistían poner los recursos naturales del país al tiempo que las máquinas en manos de las organizaciones obreras reduciendo a los industriales a la condición de pensionados dependientes de la benevolencia de los obreros.
(Noticias de ninguna parte)

Nettlau

La década de 1860 Morris abrió un taller de decoración doméstica, la firma Morris, Marshall, Faulkner and Co. Fabricó tejidos, colores, vidrios pintados. Esa empresa prosperó porque fascinó al publico con sus precios elevados y su intransigencia ante el mal gusto habitual.
Las publicaciones de Kelmscott Press, libros para los cuales Morris dibujó los modelos de cada letra, los numerosos ornamentos, hizo fabricar el papel y la tinta más puros. Las ventas de publica subasta de Londres y Nueva York obtenían precios extraordinarios.
(Prólogo de Noticias de ninguna parte)

Dujardin

La diferencia de precio no es mucha.
Me sorprenden tus expresiones de sacrificio pecuniario grave. Lo que he hecho casi no vale el precio de lo que me gustaría hacer.
No vender los artículos a precios inasequibles.
(Han cortado los laureles)

Fontane

Requirió un precio escaso, lo pagó al instante como señal.
(Grete Minde)

Un argumento en su descargo. Su deseo de un pacto a cualquier precio le había llevado a hablar de manera diferente a la que sentenciaba su corazón.
(La adúltera)

Proust

Es discutible el precio de una pintura, en el mundo de la Belleza.
Precio del reposo.
Defectos singulares son el precio que debemos pagar por las cualidades particulares.
(Jean Santeuil)

Meredith

El precio de una residencia.
(El general Ople y lady Camper)

Gray

Hablar de los precios del mercado.
(Silverpoints)

Wilde

Lo que adora este siglo representa la opulencia. Es preciso ser opulento a todo precio.
El precio del deshonor.
(Un marido ideal)

Kipling

La verdad es valiosa como la plata cuando se sabe el precio que tiene.

La vida de un nuevo cachorro puede comprarse, mediante un precio estipulado.
(El Libro de las Tierras Vírgenes)

Chopin

La pérdida de autoestima se le antojaba un precio demasiado alto por una esposa.
Dos niñas habían prometido tomar lecciones de piano a un precio que resultaría violento decir.
(De "Una noche en Acadia")

La garantía de lo peor que había temido le habría aportado la paz deseada, incluso si el precio hubiera sido su felicidad.
El precio que solían costarle los zapatos.
No le importaba que el precio fuera un dólar o dos más si conseguía lo que deseaba.
Inclinarse la balanza del lado de la vida al precio que fuera.
(Cuentos)

Grahame

Muchas cosas agradables e incluso de lujo podían estar a su alcance a un verosímil precio, por supuesto.
(El viento en los sauces)

Chejov

Yo asciendo una escalera llamada progreso, de experiencia humana; subo sin saber exactamente dónde voy, pero esta ascensión maravillosa es el precio de la vida.
Juraba que vendía la carne a su precio y hasta perdiendo.
(Mi vida)

Apreciar a cualquier precio sin discriminación al primer llegado como tu prójimo es no razonar, renunciar a ser equitativo, lavarse las manos.
He comprado la vida al precio de la mentira, la ociosidad y el apocamiento y mis sufrimientos no valían gran cosa.
Al precio de una pequeña mentira compraría una gran verdad.
(El duelo)

Dar lecciones a muy bajo precio.
(La sala numero seis)

La subida del precio de la harina.
(Los campesinos)

El precio de los ladrillos ha subido.
Fue seducido de tal manera con su conversación al venderle un caballo que se lo entregó al precio que quería.
(En el barranco)

Soñar con los precios.
Los precios de la lana.
Nadie le da ni siquiera el precio que pagó.
Vender a más del precio.
El precio de la libra de peladillas.
La inquietud y el miedo de llegar tarde, de perder un buen precio.
Imponía los precios, no buscaba a nadie ni dependía de nadie.
Hemos vendido la lana a un precio que ojalá sea concedido a todos.
De haber sabido que iban a pagar semejante precio no habría vendido los puds en mi casa. ¿Quién iba a saber que aquí habían subido los precios?
(La estepa)

Pagar el Blutgeld, el precio de la sangre.
(Luces)

Sillas de un precio exorbitante.
(Mercancía viviente)

El precio de los artículos.
Una cómoda de palisandro notable por su belleza como por su precio barato.
(Mi mujer)

Los precios y las mercancías estaban marcados con letras.
Compraba una antigüedad que el comerciante le vendía al precio que quería.
Había comprado a altos precios algunas falsificaciones.
(Tres años)

Había comprado a precio irrisorio un caballo robado.
(Un homicidio)

Reflexionó respecto del precio que la vida exige de los materiales insignificantes que ofrece al ser humano.
(El monje negro)

Animales magníficos, caballos de precio.
Un obrero sabe el precio de cada kopek y no permanece indiferente ante la ganancia o la pérdida.
(El profesor de literatura)

Todo lo que sabemos es filosofar, lamentarnos de nuestro aburrimiento. Y sin embargo, para vivir el presente hay que liquidar primero el pasado, pagar su precio y eso solo es posible con el sufrimiento, con la actividad extraordinaria e incesante.
(El jardín de los cerezos)

Me sería desagradable no pagarle a usted como oír que me pide una suma exagerada, por eso insisto que me diga el precio.
El precio varía.
No entiendo sus vacilaciones, me veré obligado a fijar yo el precio.
(Cuentos cortos)

Chandler Harris

Podía ejercitar una gran cantidad de paciencia cuando la ocasión lo demandaba.
(El Tío Remus)

T. Mann

Los cuidados médicos incluidos con el precio de la pensión.
Por cuanto el terreno sube de precio y que malgastar el espacio se transforma como un imposible, el tiempo se transforma cada vez más como una cosa preciosa.
Los precios se hallaban anotados al interior de la encuadernación o sobre el tomo.
El precio de la operación.
El precio de los terrenos.
Dentro de un compartimento de la cartera un pequeño surtido de sellos catalogados por precios.
El precio del nuevo abono.
(La montaña mágica)

Gran demanda de algodón, acaparamiento de la mercancía por parte de los comerciantes, para aumentar los precios.
(El Elegido)

Cathrein

Según la L. 41, el comprador solo adquiere la propiedad de una cosa cuando paga el precio al vendedor o le recompensa suficientemente.
(Filosofía del Derecho)

Mantoux

El aumento del salario nominal no guardó proporción con el alza de los precios causada por la guerra. La importación de cereales se había acrecentado desde el año 1770.
El impulso fuerte dado por la gran industria a la producción se comunica a la circulación de los productos. La abundancia de los objetos lanzados al mercado rebaja los precios; los precios bajos acrecientan la demanda y aumentan las transacciones.
Industria de la seda. Centros de producción, Londres, Derby, Stockport, en Macclesfield, fabricación de torzal. Obstáculos. El precio excesivo de la seda cruda, desde que el rey de Cerdeña prohibió su exportación; la competencia desalentadora de la industria francesa e italiana; un impedimento del crecimiento.
El precio del hierro sueco en el mercado de Londres se elevaba a 16,5 chelines.
Los años de 1765-1775 marcaron una época de disminución en el progreso del bienestar general. Carestía de los víveres. Precio del trigo, desde 1710, 45 chelines el quarter; 1773, 66 chelines en el mercado de Londres.
En 1793, comenzó la gran guerra franco-inglesa. En 1795, el trigo llegó hasta 108 chelines. Esta crisis perniciosa fue seguida de un recalmón. Cosechas excepcionales restablecieron la abundancia.
A fortiori, una comparación en términos matemáticos, entre el movimiento de los precios y el de los salarios, correría el riesgo de ser una mixtificación.
(La Révolution Industrielle au XVIII Siècle)

Stoker

Como la demanda exacerba la ausencia de espacio, los precios extraordinarios se convirtieron en la regla habitual.
<<Encartado>> significaba que se había puesto precio a su cabeza.
(Famosos impostores)

Zetkin

La producción mecánica ha matado la actividad económica de la mujer dentro de la familia. La mujer debía pagar más caro la materia prima que compró, que el producto listo de la gran industria maquinaria. Debía sacrificar además de su precio de compra (de la materia prima) su tiempo y su actividad. Por consiguiente la actividad productiva dentro de la familia sería un sinsentido económico, un despilfarro de fuerza y tiempo.
Escaso precio.
El industrial se debe esforzar para no sucumbir a la concurrencia de hacer lo grande que le sea posible la diferencia del precio de compra (producción) y el precio de venta y buscar producir lo más barato posible. Prolonga la jornada y despacha con un irrisorio escaso salario.
(Por la liberación de la mujer)

Rider Haggard

Joyas y aderezos de precio incalculable.
Ofrecer ajustar el precio.
(La Hermandad)

Fue terrible el precio que pagaron.

Moore

Al cabo de un tiempo se producían demandas similares, se repetían los procesos invisibles de la autoconciencia como pasa con un estómago regulado.
Antiguamente las vajillas se pintaban a mano y la entrega estaba limitada a la demanda.
Una oferta firme.
¿Qué me importa a mí que la virtud de una joven de dieciséis años fuese el precio pagado por "La Source" de Ingres?
(Confesiones de un joven)

Encadenar una docena de carreras a un buen precio.
Una oferta de nodriza.
Si quieres volver a hacer de nodriza te quitaré también el segundo niño y a igual precio.
El mejor precio, dos a uno para todos, diez a uno excepto dos o tres.
Precios justos. Pagos rápidos.
Gritar las ofertas.
Discutir el precio.
Apostar por el favorito a un precio menor de lo que inicialmente habría apostado.
Yo tengo precios justos y tienen garantizado su dinero.
Conseguir el mejor precio por la casa.
Volver al precio inicial.
Los precios de las camas para alquilar.
Inclinado sobre su pala meditó si habría alguien del pueblo que por el precio de la madera podase el árbol y lo llevase gratis.
(Esther Waters)

Joyce

Mejora mi Precio.
El precio del ataúd.
El precio del dinero.
El precio de una pingüe angustia.
Escribe las valuaciones de los precios de los dinggyings (cavar) de la N. C. R. (finanzas) y la S. C. A. (rectificador controlado de silicio).
Un precio particional.
El precio de un plato de lentejas.
Si el precio era de plomo o de alimoney (pensión alimenticia).
Los precios para que recen por su viudo.
El precio de un buen trago.
El precio es gasto contigo.
El precio de las habas.
Solicitando con ofertas murmuradas con una barbuda voz muy grave y una linda manera.
Los receptáculos de precio libre.
Demasiado perfectamente sin precio para decirlo con palabras.
Se me ha dado a entender que un día valdrá mi precio en dinero.
Las hojas de la memoria caen profundamente a un libro de recuerdos de juventud, voy a soñar dulzuras de correos telepáticos en esta corriente vítrea donde se agita el frondoso roble a demanda y portarán las olas de mis hertzios las reflexiones de mis aguas. 
Apuesta mi precio. Cuando vendas logra mi precio.
El precio del factotem (desempeño) de Patsch Purcell. 
Ni siquiera el precio de gasto del pantalón de un escocés.
Al circo el sábado primero cuando la noche es a mitad de precio para los naturales.
Una oferta de vacancias.
Un cargador de precio de lista.
Sus palabras hondos precios.
Pagaré mi muy decente precio de lista por mi glucosa.
Su capilla vendida como canción de la que has creído que mi aprecio era para mí tu mucho precio.
Proveyendo a bruscas demandas.
Logra mi precio.
(Finnegans Wake)

Chambers

La tensión acumulada que había soportado, finalmente me hizo pagar un precio.
Indicar qué precio pedir.
Cien francos es un precio conveniente por hacerse cargo del jardín.
Fue la broma pesada de un gamberro borracho, por la que ha pagado su precio.
(El rey de Amarillo)

Barr McCutcheon

Pagar el precio del telegrama.
Calcular el precio.
Había llegado a una resolución con los comerciantes, para revenderles todos los artículos a un precio razonable, en el caso de abandonar el piso.
Precios de las acciones en venta.
Calcular hasta el precio de los guantes de la boda.
Un precio razonable, para una residencia.
Revender los vehículos, en un plazo de tiempo, a un precio mucho más bajo.
Decidir liberar al precio que fuese.
(Los millones de Brewster)

Gissing

Un libro escrito por alguien de posición; el autor no habría tenido más que escribir otro libro y poner su precio.
Lo moderado del precio de la matrícula de un instituto.
Lamento que le hayas escrito. No conseguirás nada y por igual precio podrías haber disfrutado de una reputación de estoicismo.
Conseguir un buen precio por un libro.
Decidido a seguir escribiendo a cualquier precio pasara lo que pasase.
Precios asequibles.
Las bibliotecas circulantes adquirían un gran numero de volúmenes con apreciables descuentos y luego los prestaban a precios reducidos.
Escribía un libro notable, cobraría un buen precio.
Si vendían los muebles el precio difícilmente superaría las diez o doce libras.
Sabía perfectamente que el precio ofrecido sería mínimo.
El roce y el perfume de la pasión. Sentía que abandonarla sería una bajeza cuyo precio sería perder una esposa.
El precio de la barra de cuarto de las panaderías de los barrios pobres varía de una semana a otra. Aquel momento costaba dos peniques y tres cuartos, un precio habitual.
(La nueva Grub Street)

Rolland

Hubo que renunciar no a causa del precio, no retrocedía nunca ante ningún gasto, sino a causa de la falta de tiempo.
(Jean-Christophe. El alba)

¿Qué precio podía tener el afecto de los demás para el egoísmo de la pasión que solo reflexiona propiamente?
(La mañana)

Poner al corriente de las particularidades locales, de la topografía del barrio y dar noticias de los proveedores y de los precios que pagaba.
(La adolescencia)

Norris

Depender de los precios de Chicago.
Los precios de almacenamiento.
¿No habría sido mejor poner al grano un precio prohibitivo que llevara a la bancarrota?
A comienzos de abril, cuando el precio había subido un dólar diez el saco había mostrado su juego y las definitivas noticias de que Chicago monopolizaba el trigo dieron la vuelta al mundo, de Liverpool a Odessa y de Dulutha a Buenos Aires.
Creyéndose todopoderoso había reventado los precios más allá del límite. El trigo había bajado a sesenta y dos, que era un precio inconcebible si uno contaba la época y las circunstancias.
Habían ido subiendo pertinentemente el precio hasta aquella mañana concreta.
El precio se mantuvo hasta el final con la cantidad de la apertura.
Subir el precio como tarifa definitiva.
No pudo evitar una risita cuando hubo calculado el precio neto.
(Relatos)

Wells

Precios de las localidades.
El precio del viaje.
(Un criado que promete)

Un precio alto pero no excesivo, si tenemos en cuenta las extraordinarias cualidades del fármaco.
(El nuevo acelerador)

Hamsun

Respecto a los precios de la harina y de los granos, compramos nuestro género franco. Rusia vende con tal de recibir especias y las importamos. En un gran país como Rusia hay infinidad de cosas que hacen variar el precio de los granos. En los años húmedos, con las inundaciones, los caminos se hacen impracticables y, entonces, los precios suben en Arjangel. Lo cual, por lo que respecta a la cebada y el centeno.
(Rosa)

Apollinaire

Pertinax, sucesor de Cómodo, y al que sucedió Didio Juliano, fue seleccionado porque fue bastante rico, para argüir al precio que los soldados habían puesto al poder soberano.

Bloch

Los precios de la vieja Francia se estipulaban según unidades de cuenta que no mantenían una referencia armónica con las piezas monetarias circulantes. Los ingresos se calculaban con libras o sueldos. Pero no existían piezas de oro o plata que representasen la libra o el sueldo. Las piezas nunca contenían el valor de las unidades de cuenta y se las designaba con simples nombres de uso derivados de su aspecto externo; escudos, luises. Este valor se hallaba fijado por la autoridad y era muy variable, al igual que variaban las piezas en peso y aleación. Resulta muy problemático llegar a determinar, para cada momento, la equivalencia metálica de la libra o del sueldo. En tal fecha, una libra representaba unos gramos de oro fino.
durante la segunda mitad del siglo XII y con anterioridad respecto a sus vecinos de Francia, los reyes ingleses consiguieron que todo el país reconociese la autoridad de sus tribunales de justicia. Sin embargo, esta precocidad también tuvo su precio. La organización de la sociedad, como entonces se encontraba constituida, impuso a los jueces reales un límite, que nunca se atrevieron a rebasar hasta finales de la Edad Media; se les prohibía intervenir en las referencias entre los patronos y las personas que tenían tierras de aquellos en villainage, con carga de cánones y sobre todo de corveas.

A través de los hechos nimios, el precio del hierro, la tasa del beneficio, el nivel de los salarios o el precio del pan se nos ofrece la posibilidad de saber las realidades de la historia general, profunda.
La geohistoria representa la historia del ser humano enfrentado a su espacio, luchando con él a lo largo de su dura vida plagada de pesares y fatigas que consigue vencer o soportar al precio de un esfuerzo incesante y repetido.
La vida económica es movimiento como demuestra el caso particular de la historia de los precios. Los movimientos de los precios ofrecen las oscilaciones generales de la vida económica. Con profundidad los precios comenzaron a bajar desde el año 1817 hasta el 1851. Del año 1851 al 1872 o 73 se produce un alza general. Desde el año 1873 al 1896 bajan de nuevo. Del año 1896 al 1929 una nueva subida. Desde el año 1929 al 1953 una baja. Si los poderes políticos de nuestra Restauración y los posteriores a Luis-Felipe tuvieron muchas dificultades desde el año 1817 al 1851 fue debido a esta caída insidiosa de los precios, a esta baja de la vida económica. Después del año 1851 el éxito político depende de la marea creciente de los precios y de la economía.
La nueva historia económica y social también ha caído bajo la realidad de los ascensos y descensos cíclicos de los precios.
Una curva de los precios, una progresión demográfica, el movimiento de los salarios, las variaciones de la tasa de los dividendos, el estudio de la producción, un análisis riguroso de la circulación reclaman un recitativo más amplio.
Europa precisa los metales preciosos producidos a buen precio con operarios sumisos. Tiene menester porque sus minas de rendimiento oneroso disminuirán la velocidad de su actividad, porque precisa el metal amarillo y blanco para sus transferencias interiores y el metal blanco para exportar al Levante, el océano Índico y China con transacciones ventajosas.
A partir del año 1470 los precios subieron como una potente oleada. Era una marea, un trend secular, un movimiento que durará hasta el año 1650. No aceptar esta alza de los precios del siglo XVI causada con la llegada de los metales preciosos de América. Sería encerrarse dentro de la vieja explicación de la teoría cuantitativa de la moneda, la cual es parcialmente exacta. Los precios subieron desde antes de las grandes arribadas americanas, luego su alza fue más fuerte que la que se esperaba del juego de los stocks monetarios disponibles. Había otros factores; la población, las devaluaciones monetarias y el impulso de la vida económica. El impulso económico creó el aumento de los precios y provocó, aumentó la llegada del metálico del Nuevo Mundo. Todo crecimiento económico crea su moneda metálica, escritural, fiduciaria. El movimiento secular de los precios, admirable registro de la vida económica a largo plazo es significativo respecto de las estructuras de las sociedades y las economías. Cuando se produce una transformación brusca eso quiere decir que habrá usuras, deformaciones estructurales. Igual que una realidad el movimiento secular de los precios es un indicio, un cálculo. Va acompañado de otros movimientos con referencia a él; la llegada de metales preciosos, el crecimiento demográfico, la depreciación de las monedas de cuenta, la extensión de los tráficos comerciales de la economía mundial, las contabilidades de los tráficos, las contabilidades financieras de los países, las curvas de producción agrícola o industrial. Todos esos movimientos van al alza. Cuando la cuestión son los tráficos la coincidencia del movimiento de los precios y de los volúmenes o cantidades transportadas posee una gran exactitud por cuanto se refiere a los controles aduaneros de los daneses del Sund o a los tráficos de Sevilla y América. Se ha hecho una demostración idéntica con lo que concierne a los presupuestos de los países. Siguieron al aumento de los precios. La oleada que conllevó la carestía de todo no disminuyó el impuesto de formas numerosas. El enorme poder español desde Carlos V a Felipe IV, del año 1516 al 1660, vio cómo aumentaba incesantemente el movimiento de sus ingresos y también el de sus gastos. Solo los grandes países ricos de espacio y de hombres, de pecunios, pudieron seguir el endiablado ritmo de los precios.
La producción industrial al alza como a la baja es más rápida que los precios y sus subidas empiezan después del despegue de los precios y sus bajadas a partir del mínimo signo de debilidad de los precios. Las cantidades industriales como los precios industriales tienen un comportamiento particular.
El comerciante de Lisboa estrictamente comerciante, jugando con los desniveles de los precios de las mercancías reales de alta calidad y grandes ingresos, pimienta, especias, cochinilla, o con los de las mercancías comunes, aunque sin aventurarse con el comercio de la plata y el juego de las letras.
Los historiadores alemanes hablan de los Fernhändler y de la Fernhandel. Los industriales son comerciantes que juegan a lo lejos sin final sobre las diferencias de nivel de los precios o del nivel del valor.
Durante el XVI los precios aumentan, los márgenes de beneficios se reducen, las quiebras clamorosas aumentan de numero y solo aguantan estos tiempos de progresivo agravamiento las grandes firmas, las familias poderosas de comerciantes, los grupos que saben entenderse, los grandes mercaderes genoveses. Es el tiempo de los mercaderes a los que la banca y el préstamo atraen más que la mercancía.
(Las ambiciones de la Historia)

Movimientos generales de los precios, franceses, europeos, mundiales. Curvas globales.
(La tierra y el campesino)

Para que un nivel de precios tenga sentido económico, tienen que cumplirse tres condiciones. 1º, que todos los precios estén tomados de una región, que constituya una verdadera unidad económica. 2º, que las materias cuyos precios se suman sean más o menos fungibles, o no tengan demasiadas desigualdades intrínsecas de valor. 3º, que los niveles se calculen a partir de una cantidad de elementos lo suficientemente grande, para que la ley de los grandes numeros anule las diferencias debidas al azar.
La idea de aumentar las fuerzas productivas del país no entusiasmaba al pequeño campesino, que ni siquiera estaba persuadido del menester de aumentar su propia producción, o la parte destinada a la venta. Sabía que las salidas comerciales no eran garantizadas y que los precios variaban. Veía el mercado como algo misterioso y peligroso. Su mayor preocupación era mantener intacta su manera de vivir.
En Inglaterra, la evolución agrícola se hizo más deprisa y a fondo que en Francia. Su precio fue la postración de un sector de la masa rural.
Cualquier crisis de mano de obra debe saldarse con un perfeccionamiento del maquinismo. Simiand aprovechó esta idea de la "Encyclopédie" para su teoría de la alternancia entre periodos de precios altos y bajos. Las fases de precios bajos -fases B- se caracterizan por un progreso de los inventos.
(Cuestiones globales)

Dogma de la ofensiva a cualquier precio.
(La extraña derrota)

Mansfield

Palpar volátiles de precio.
(En una pensión alemana)

Luxemburg

En la producción industrial, la determinación de los menesteres sociales son experiencias indirectas y negativas, que sólo permiten, partiendo del movimiento de los precios, sacar consecuencias sobre el exceso o carencia de los productos elaborados con respecto de la demanda.
Para plantear y resolver en su pureza el problema del valor tenemos que prescindir de las oscilaciones de los precios. La economía clásica, de Smith a Marx, ha manifestado que las oscilaciones dependientes entre la demanda y la oferta sólo pueden explicar cómo el precio se desvía del valor, pero no el valor propio. Para hallar el valor de las mercancías tenemos que abordar el problema bajo el supuesto de que la oferta y la demanda se equilibran, que el precio y el valor de las mercancías coinciden. En la economía industrial, el ciclo de la producción se realiza con desviaciones de las proporciones del esquema, lo que se pone de manifiesto en la oscilación diaria de los precios.
En la economía industrial, el ciclo de la producción se realiza con desviaciones de las proporciones del esquema, lo que se pone de manifiesto en la oscilación diaria de los precios.
En la época en la que la transformación general de las circunstancias, de las finanzas, de la producción y del transporte en la Unión, obligaban a prescindir de la producción para el propio consumo y a producir todo para el mercado, los precios de los productos agrícolas se encontraban extraordinariamente rebajados, por la extensión colosal del terreno cultivado.
Según Marx, la plusvalía relativa surge bajo el supuesto de que el precio de la actividad profesional, el salario, es igual a su valor; o, con otras palabras, que la demanda y la oferta de actividad se mantienen en equilibrio. El descenso surge bajo este supuesto, a consecuencia del abaratamiento de los costos de manutención de los profesionales.

Woolf

La comida no está a la altura del precio.
(Fin de viaje)

Conjuntamente, aunque el precio sea prohibitivo, los claveles valen lo que se paga; la cuestión es si es acertado ensartarlos con alambre.
(La habitación de Jacob)

Muebles, piezas valiosas y todo signo de objetos de precio.
Nada siega de raíz la felicidad como la sensación de que otro valora por lo bajo lo que percibimos del más alto precio.
(Orlando)

Echó una ojeada al taxímetro comprobando que el precio había subido notablemente.
(Los años)

Barbusse

Prismáticos a precio de oro.
(El fuego)

Gorter

Los campesinos pobres de Europa occidental disponen de una parcela de tierra como arriendo o propiedad. Y su situación ha mejorado desde unas decenas de años. Hoy pueden exigir precios elevados. Son indispensables, pues no se importan productos alimenticios sino con parsimonia. Por tanto, pueden seguir vendiendo al mejor precio. El capital los apoyará mientras él siga en pie.
El Ejecutivo de Moscú procediendo a la manera de los sindicatos y de los partidos políticos apunta a atraer las masas a cualquier precio sean estas comunistas o no.
La crisis progresa implacablemente. Si suben los precios aumentarán las oleadas de huelgas; si los precios bajan aumentará el ejército de parados.
(Carta abierta al camarada Lenin)

Reed

Después de febrero de 1917, el aumento de precios de los géneros alimenticios alcanzó el 556 %, o sea el 51 % más que el de los salarios. Respecto al precio de los otros artículos experimentó un alza tremenda.

Bennett

Los precios que había alcanzado su pintura.
Sombreros a un solo precio.
Era inútil excusarse con las imprudentes compras de licencias a precios muy elevados.
Precio milagrosamente alto.
Posibilidad de milagros respecto a la cuestión de precios.
Precio habitual.
Esperar una posible alza del precio.
Un brusco bajón en los precios.

De la Mare

La huida había acallado las demandas de esa otra personalidad débilmente luchadora de su autoconciencia.
(El retorno)

Schumpeter

Marx fue víctima de la ilusión de Aristóteles, de que el valor, aun cuando es un factor en la determinación de los precios relativos es, sin embargo, algo diferente e independiente. Los valores de que trata Ricardo son sólo valores de cambio o precios relativos.
Se desprende de la teoría de la utilidad marginal, que para que exista equilibrio, cada factor debe ser distribuido entre sus posibles aplicaciones, de tal modo que la ultima unidad o dosis destinada a una de dichas aplicaciones, produzca igual valor que la ultima unidad o dosis destinadas a las restantes aplicaciones. Si no existieran otros factores que la actividad profesional de una especie y calidad, significaría que los valores relativos o precios de las mercancías deben ser proporcionales al numero de horas-hombre contenidas en ellas, suponiendo que exista competencia y movilidad perfectas.
La proposición de que las fluctuaciones económicas tienden a atenuarse con el transcurso del tiempo, puede o no ser cierta (el periodo 1929-1932 no lo desmentiría), pero una mayor estabilidad del sistema industrial, una conducta menos sensible de nuestras series temporales de precios y de cantidades, no implicaría necesariamente una mayor estabilidad, una mayor capacidad de la organización industrial, para resistir los ataques.
La curva de la demanda de Cournot, que representa las cantidades como cumplimiento del precio, es aplicable estrictamente sólo a la transformación de dos bienes. Walras derivó los precios de equilibrio para los bienes de oferta y demanda, del punto de intervención de las curvas. De estas curvas, que se refieren a las actividades totales de los bienes en el mercado estudiado, derivó la demanda independiente y las curvas de utilidad para las cantidades de cada unidad económica y llegó a la piedra fundamental de su estructura, el concepto de utilidad marginal.
Walras. El precio de los nuevos bienes de capital se forma sobre el origen de las ayudas que pueden prestar. Y dicho precio constituye el conjunto de los valores de capital de los bienes de producción viejos, lo cual resuelve el problema de la capitalización, de la derivación de los valores de capital de todos los bienes.
Walras. El deseo personal de la cantidad de pago es perfectamente análogo a la demanda de pan; es algo que puede ser entendido dentro de la ley de la utilidad marginal decreciente. Como resultado se obtiene, partiendo de las ecuaciones de circulación, una magnífica teoría de la formación del precio del dinero.
Carl Menger. La formación del precio es la característica económica específica de la economía -distinta de las restantes características sociales, históricas y técnicas- y los acontecimientos específicamente económicos pueden ser decididos dentro de la formación de precios. Desde un punto de vista netamente económico el sistema económico no es más que un sistema de precios dependientes. La finalidad es encontrar la ley de formación de los precios. Por cuanto logró apoyar la solución del problema del precio en los dos aspectos de demanda y oferta, sobre un análisis de los menesteres humanos y sobre la utilidad marginal, el amplio mecanismo de la vida económica apareció transparentemente simple.
Encontramos en Menger muchas huellas de una teoría variable del valor, y de una teoría del precio originada en aquella, a partir de Genovesi e Ismard.
La aplicación práctica a los ferrocarriles de la ley de que el bienestar puede ser maximizado fijando precios, que cubran el coste marginal, incluso en el caso de industrias que trabajen a costes decrecientes y financiando los costes fijos.
Teorema que afirma que en la situación de equilibrio perfecto bajo la regla de competencia pura, cada unidad de cada uno de los innumerables elementos que intervienen en la producción, obtiene una retribución que iguala a su productividad marginal física, multiplicada por el precio del producto.
Concepto de Pareto. Precio = Coste marginal.
Böhm-Bawerk. La posibilidad de una teoría general del precio.
Simples aplicaciones de la teoría del precio y de la distribución, incidencia del impuesto, teoría del monopolio, teoría de la intervención política en el proceso de la distribución.
Böhm-Bawerk. En el campo de la teoría económica, valor, precio y distribución son los tres hitos culminantes, que muestran el camino a seguir; todo lo demás se ha agrupado en torno a estos puntos, entre otras cosas la teoría del capital.
Böhm-Bawerk se dirigió a la teoría del precio, desarrollando las implicaciones de la ley del valor acerca de la conducta de los compradores y de los vendedores, culminando su investigación en la proporción (relativa al caso de la concurrencia bilateral), que se ha convertido en histórica: <<El nivel del precio está determinado y limitado por el nivel de las valoraciones dominantes de las dos parejas marginales>>; por una parte, por las valoraciones del ultimo comprador que ha adquirido y del vendedor, que es el más cercano a la posición entre los que han sido excluidos, y por otra parte, por las valoraciones del vendedor menos propenso entre los que intervienen en la transformación y las del primer comprador que resulta excluido.
La condición -que consiste en poner de relieve la similitud de la teoría del valor y la teoría del precio- se convierte en una presentación de la ley del coste, considerados como un precio. Deriva, que los precios, determinados a través de la interacción de las valoraciones de dominio, tenderán, bajo las condiciones de equilibrio y competencia perfecta, a igualar los costes unitarios. Se deduce, que la proporción en la cual los costes puedan ser causas intermedias de los movimientos de precios resulta, en casos determinados, explicable según la ley de utilidad marginal. Y al final, se explora el panorama del proceso económico, en el cual, bajo la presión de las valoraciones dominantes, los bienes materiales de la economía son impulsados a sus diversos empleos.
Según Böhm-Bawerk, los salarios son la expresión en términos de precios, de la productividad marginal de la actividad profesional; la actividad resulta retribuirse con arreglo a su contribución productiva, a su importancia marginal con respecto al proceso socio-económico total.
Böhm-Bawerk. El interés es la traducción en el precio de la diferencia de valor, que surge a través de la teoría variable del valor y del precio.
Böhm-Bawerk. Las situaciones entre valores conducen siempre a una elevación del precio. Esta elevación del precio se dará entre una transacción entre obreros y propietarios de la tierra, de una parte, y empresarios poseedores del capital, de otra, bajo la forma de un descuento del valor monetario del producto marginal global y futuro y de los bienes originarios materiales. O si separamos el acto del industrial del acto del empresario y consideramos a este como un simple intermediario entre los propietarios de los bienes materiales originarios y los industriales, surgirá en la transacción entre los industriales y los obreros y propietarios de la tierra, representados por los empresarios, como un precio superior sobre el fondo de subsistencia anticipado por los industriales, bajo la forma directa de un tipo de interés. De este modo, vislumbramos a los industriales en su papel esencial como traficantes de bienes presentes. En las dos formas, que no son más que envolturas de un núcleo, el agio aparece como inevitable (la teoría del interés fundada sobre el valor). El precio de los bienes presentes debe elevarse siempre por encima de la par con respecto al de los bienes futuros y, por tanto, debe surgir siempre una ganancia, un tipo de interés.
Keynes propugnaba estabilizar el nivel de precios interior con la finalidad de estabilizar la situación de los negocios, concediendo atención secundaria también a remediar las fluctuaciones, a corto plazo, del cambio exterior. Para conseguir tales fines, recomendaba que el sistema monetario creado por los menesteres de la guerra fuera mantenido en la economía de paz; la más audaz de sus sugerencias, expuesta con una vehemencia evidente, fue la de desligar la emisión de los billetes de Banco de la reserva áurea, que él, sin embargo, deseaba preservar.
"Treatise of Money", de Keynes, pretende ser un análisis de la dinámica del nivel de precios, del modo, según el cual las fluctuaciones del nivel de precios llegan a desaparecer efectivamente.
La primera condición para la simplicidad de un modelo estriba en la sencillez de la visión que debe representar. Y la sencillez de la visión es, en parte, cuestión de genio y, en parte, cuestión que depende de la disposición para pagar el precio en términos de factores, que han de ser excluidos del cuadro.
Ricardo. El tipo del beneficio depende del precio del trigo.
Cualquier transformación suficientemente general en el tipo de los salarios monetarios influirá en los precios en igual dirección.

Wassermann

Cuando se trata de la vida, el precio no tiene importancia.
Tal vez se le helará la chillona lengua cuando se entere de mi precio.
El precio del que tratamos no puede ser pagado con moneda. Chance est chance.
Fisher tomó en cuanta una serie de factores (agrupados bajo la denominación de condiciones de la producción y del consumo), que permiten decidir el poder adquisitivo. Esto no equivale a una integración completa de la teoría del dinero con la teoría de los precios y de la distribución, y menos con la "de la ocupación". Pero constituye un atajo entre el dinero y la ocupación.
Fisher dirigió sus esfuerzos a la tarea de conseguir una teoría cuantitativa, según la cual, por lo menos, uno de los efectos de un incremento en la cantidad de moneda sea un incremento exactamente proporcional en el nivel general de precios. Dio como supuesto que los depósitos monetarios tienden a variar proporcionalmente a la moneda corriente (en reserva). La rica variedad de factores que actúan influyéndose recíprocamente la hizo desaparecer -como influencias indirectas- detrás de los cinco factores (cantidades de dinero y de depósitos, sus dos velocidades y el volumen de tráfico), a los cuales reservó el papel de influencias directas sobre el nivel de precios, que vino a convertirse de este modo en la variable dependiente de su famosa Ecuación.
La expansión y la contracción de la deuda, asociadas como están con la elevación y la caída del nivel de precios, nos llevan a la reforma monetaria.
Mitchell. Sus reajustamientos recurrentes de los precios son los movimientos imperfectos del sistema económico en la  dirección de un equilibrio.
Mitchell analizó las situaciones que mantienen unidos los precios en un sistema de resolución a través del tiempo, lo cual le condujo al estudio de los ciclos económicos como un primer paso hacia una teoría general de la economía monetaria moderna.
Investigaciones sobre numeros índices de precios y producción.

Fijar el precio, hacer primeramente cálculos.
Una nota de precios.
Las cosas que se consiguen a precio demasiado barato no causan el menor placer.

Walser

El precio de la localidad semejaba, en su nimiedad, un monumental edificio.
Pretendían obtener algo a cualquier precio, como si la ternura de un cariño y la inmensidad que eso conlleva, pudieran conseguirse con la inteligencia, con el arte o siquiera con la astucia.

Una lista de precios.
Conseguir alguna suma de dinero a cualquier precio.
(El ayudante)

Kafka

Dile que, no habiendo podido demostrar el agradecimiento, yo siento todo el precio de esta amabilidad.
Cosas que la comuna debía impedir, incluso al precio de un gasto.
Precio codiciado.
Precio de un esfuerzo de amor propio.
Precio de la amistad.
(El castillo)

Kolontai

Pagar el precio de la dignidad moral.

Gorki

No poder abonar el precio de la vivienda.
Semejaba un ángel de las pinturas al óleo de poco precio.
(Mis universidades)

Con esta sonrisa suave y triste se apreciaba el sutil escepticismo del ser humano que sabee el precio de las palabras, el precio de los sueños.

Una posición adquirida a precio de sufrimientos.
Cultura se deriva de culto, sólo significa adoración, amor elevado por la actividad y la organización de la vida. El ser humano culto es el que quiere organizar la vida, sabe su valor y precio.
(Tomás Gordeieff)

Bernstein

Piden un precio loco por una esmeralda.
El precio de un beso.
(Bajo la zarpa)

Busque otro confitero pero de igual precio.
Vender a cualquier precio con el mandato de liquidar.
Los infelices especuladores obligados por la justicia a cumplir sus compromisos se veían en el caso de vender a cualquier precio. Ventas forzadas.
Alcanzar el divorcio a cualquier precio
(Sansón)

La fijación de los precios con el fin de que no surja ningún monopolio que encarezca estos al usuario.
(La sed)

Korsch

La empresa autónoma, al igual que el sindicato autónomo, habrá de fijar para sus productos unos precios lo suficientemente altos como para que el producto total de la empresa (del conjunto de empresas integradas en el sindicato) garantice a cuantos intervienen en la producción, un sustento suficiente y duradero. Mediante la intervención, garantizada por la vía publico-jurídica, de las organizaciones de consumidores en la fijación de los precios, logrará evitarse que los grupos específicos de productores, que constituyen la rama o el sindicato autónomos, abusen del conjunto de los consumidores.

Lawrence

Cobraba quince chelines por trimestre, a razón de dos lecciones por semana. Precio que se consideraba bastante elevado.
Aumento de los precios.
Etiqueta y precio.
(La mujer perdida)

Conrad

Abusivo precio por el atoaje.
(Reminiscencia)

Heidenstam

Precios franceses.
Un precio ventajoso.
Un precio irrisorio, una cantidad miserable.
Rebajar el precio.
Los occidentales frecuentemente percibían el dolor como el precio de la suerte y su finalidad era sacrificar el presente a un porvenir mejor.
(Endimión)

Benjamin

La subida de los precios de alquiler empuja al profesional a los arrabales. Surge el cinturón rojo.
(Poesía e industrialismo)

Ball

Entradas a unos precios exorbitantes.
Había que hacer frente al common sense a cualquier precio.
El panfletista como compara los límites de la entrega con una posibilidad imaginaria desprecia precisamente lo que realmente demanda. 
Quería seguir serio a cualquier precio.
Las cosas elevadas son caras. Tienen como precio el dominio propio o incluso la completa destrucción del ser humano egoísta. Uno no puede quedar en la tierra de Jauja y en la Civitas Dei a un tiempo.
(La huida del tiempo)

Zamiátin

Nuestros antepasados pagaron un alto precio por vencer al Hambre, una guerra del campo y la ciudad. Es probable que debido a los prejuicios religiosos los salvajes campesinos se agarraran obstinadamente a su <<pan>>. Esta palabra se ha reservado para nuestra sociedad sólo como metáfora poética, pues desconocemos la composición química de esa sustancia. Pero nuestra actual alimentación deriva del petróleo.
(Nosotros)

U. Sinclair

Disfrutar del método de piano de Breithaupt a un precio exorbitante.
Dispuesta a pagar el precio que hay que pagar.
Exponer rápidamente el precio a pagar.
No había restricciones a la hora de viajar, excepto el precio del billete.
Un vestido de noche, que estaba siendo creado a un precio realmente especial, dada la publicidad que el modisto obtendría.
Se le antojaba imposible que las armas demasiado baratas fueran de buena calidad si se vendían a ese precio. Quería que subiera el precio y que le regalase un Rolls Royce.
A qué precio se cotizaban los corderos en el país.
Los amantes de la pintura ansiaban encontrar un gran artista y comprar sus pinturas a precio de ganga.
Rastrillo. Los precios de los artículos se fijaban, según el rango y procedencia de quien había hecho el donativo. Y si, además, se llegaba a pagar el doble del precio señalado, la dama podía incluso alargar su mano y permitir besarla.
Recomendar un incremento en los precios de los productos, para hacer frente al inevitable aumento del precio de los materiales y de los profesionales.
Aconsejó que no se llevara a cabo en ese momento un incremento del precio, sino más adelante, como parte del aumento general de las tarifas del mercado internacional, pues en el futuro estas estarían sujetas al propio incremento de las materias primas, que se dispararían.
El problema de la gasolina, que escaseaba y cuyos precios se habían disparado, debido a la gran demanda existente, para movilizar tropas y armamento, para la defensa de París.
Esa elegante sencillez, que constituye el culmen de un arte y cuyo precio es igual de elevado.
Convenir un precio, para poder utilizar una pintura.
Los franceses estaban dispuestos a comprar cuanto pudieran producir los ingleses, incluso a los precios más elevados.
Mantener a cualquier precio a todos los empleados.
En los Estados Unidos, el manantial había sido cegado y canalizado y sus aguas eran calculadas y controladas y había que pagar el precio fijado.
Las variadas materias primas, sus precios y las fuentes de abastecimiento.
Los precios seguían subiendo, el miedo se había adueñado de los corazones.
Saber los precios y los descuentos.
En venta por tres miserables pavos, el precio de las penosas mujeres que salían a cazar, pintadas como payasos, por The Great White Way (una parte de Broadway) a altas horas de la noche.
El precio era un título nobiliario y una casa solariega en la campiña inglesa.
Los precios actuales. La adición a los precios.
Los exorbitantes precios que la comida había alcanzado.
Los bolcheviques deseaban la paz y semejaban dispuestos a pagar cualquier precio, exceptuando entregar al capital la condición de los profesionales.
Poner fin a la guerra a cualquier precio.
En tiempos difíciles, los negocios pequeños eran barridos del campo de juego y sus fábricas se vendían a precio de saldo.
Auténticas legiones atestaban los restaurantes más lujosos, sin importarles cuánto habían subido los precios.
El Gobierno quiere comprar la comida a los agricultores a un precio fijo, pero actualmente no hay mercado suficiente para el excedente.
Podías conseguir cualquier cosa en París si estabas dispuesto a pagar el precio.
Periodistas y políticos dispuestos a venderse por el precio adecuado.
Exigir la actuación del Gobierno, para el control de la subida de los precios de los alimentos.
Los intermediarios y los especuladores retienen la comida en almacenes, permitiendo que se pudra, con el fin de subir los precios.
El programa bolchevique representaba el verdadero camino hacia la victoria, incluso aunque el precio a pagar fuera la pérdida temporal de libertades.
Los políticos y burócratas permitían que la gente desfalleciera de hambre o se alimentara de alimentos putrefactos, cuyo precio había duplicado el que tenían antes del comienzo de la guerra.
La comida se pudría en los almacenes, las mercancías se oxidaban sin uso, porque los especuladores aumentaban sus fortunas cada vez que incrementaban los precios.
Los franceses querían la soberanía de Renania y estaban dispuestos a conseguirla a cualquier precio.
Lenin deseaba la paz y estaba dispuesto a pagar el precio que fuera menester.
Dispuestos a pagar el precio.
El gobierno de los Estados Unidos  había garantizado a sus granjeros y agricultores el pago de un precio de guerra por sus productos y había llegado el momento de hacerlo efectivo.
Discutir sobre posibles precios.
Pañuelos cuyo precio superaba con creces el salario de varios meses de actividad de las jóvenes profesionales, que los confeccionaban a mano.
Mediante la inflación, lograría reunir grandes sumas de capital extranjero, por parte de empresas que creían en el marco y que procedían a adquirirlo. Grandes fortunas se construirían o se vendrían abajo, según cuál fuera el desenlace.
(El fin del mundo)

S. Lewis

Una excelente memoria para los precios.
El precio de mercado de los barrios.
Los beneficios eran demasiado bajos. Y con el tiempo podrían conseguir que aceptara su precio. (Eso era Visión). Vender las cosas por debajo del precio de coste hasta terminar con la competencia.
Precios sólo un poco más caros que los del centro
Tienda de precio exclusivo (cinco y diez centavos).
El precio y el estilo del automóvil
Pagar un precio razonable.
El problema de los precios de los automóviles.
Los precios del vidrio cilindrado.
Quejarse por el precio.
Elevar el precio pedido.
(Babbitt)

Hizo comprar tractores y cosechadoras y que los prestaran a los agricultores sin importar el precio.
Había analizado rigurosamente varios planes (sin especificar), para aumentar todos los salarios y disminuir los precios de los artículos producidos por los profesionales, que ganaban sueldos elevados.
Gracias a la inflación, las grandes empresas industriales podrán volver a comprar sus bonos de circulación por un centavo el dólar.
El incremento en la liquidez de la inflación de la circulación monetaria.
Los precios de los billetes de los ferrocarriles.
Fijar los precios de las cosechas.
Entradas del mitin, con precios entre los cinco centavos y los cinco dólares.
Razonable precio.
Significativa inflación alemana de la década de 1920.
Los profesionales, con los sueldos aparentemente triplicados, vieron cómo el precio de todos los artículos en las tiendas, aumentaban en mucho más que el triple.
La agricultura, que debía haber sido la más beneficiada por la inflación, respecto de la teoría de que los volátiles precios de las cosechas aumentarían más rápido que los del resto de los productos fue, de hecho, la que más sufrió.
Como el valor del dólar se transformaba a diario, los elaborados sistemas de fijación de costes y préstamos del gran capital eran muy confusos. Pero los presidentes y directores de ventas se vieron recompensados, pues debido a la devaluación del dólar, pudieron cancelar las deudas consolidadas, ya que pagaban en los viejos valores nominales. Por tanto, como la moneda era muy inestable y los empleados no sabían lo que debían percibir de salario y como se habían eliminado los sindicatos, los grandes industriales consiguieron salir del periodo de inflación con el doble de la riqueza (en valor real), que tenían en 1936.
Las listas de precios que decidieran las diversas asociaciones.
Cobrar precios simbólicos.
Unirse para obligar a las tacañas y pequeñas empresas regionales de electricidad y luz, a que proporcionaran energía a precios razonables.
Si la inflación es algo bueno.
Vender en el dinero real anterior a la inflación y al contado.
Artículos que demostraban que los precios de los productos estadounidenses eran más bajos.
Empezaron a imponer exportaciones y a practicar dumping con el trigo, el maíz, la madera, el cobre, el petróleo y la maquinaria. El dumping es una práctica comercial, por el que una empresa fija un precio inferior, para los bienes exportados, que para los bienes vendidos en el país. Sólo puede producirse si la industria está en competencia imperfecta, que las empresas pueden fijar los precios y donde los mercados estén segmentados, de manera que los residentes no pueden comprar bienes dedicados a la exportación. Es un tipo de discriminación de precios de tercer grado.
Aumentaron la producción, luego despojaron al agricultor de lo que tenía, para exportarlo a precios bajos. Sin embargo, a nivel general, los precios no disminuyeron, sino que aumentaron, por lo que cuanto más se exportaba, menos tenía el obrero industrial para comer.
Las calles estaban pavimentadas con rublos, que nunca se depreciaban.
Diez mil bebés famélicos les daba la impresión de un precio demasiado alto a pagar.
(Eso no puede pasar aquí)

Organizaciones dedicadas a ayudar a la humanidad por el estudio de la numerología y la reducción del precio de los pasillos de linóleo.

Morand

Firmar la demanda.
El éxito comienza al poder pagar un buen trago para el pescado a un precio elevado.
(La noche es larga)

Broadway es el barrio de las grandes compañías de navegación y de seguros. Los diez pisos cuadrados tienen aquí un precio equivalente al de un castillo a orillas del Loira.
Las casas de comidas con seres alineados con unos precios inferiores a los nuestros.
No se edifica con la suficiente rapidez y el precio de los alquileres se ha duplicado.
Cuando llega un aviso de compra a un Banco este lo transmite a su representante de la Bolsa. El representante no puede hacer más que advertir a un agente. El agente va a colocarse al sitio donde se vende aquel valor; consulta la cotización y expone su precio; el vendedor replica "Tómelo usted" (Take it) y sin más formalidad sumas fabulosas pasan de mano a mano.
Se oye a los americanos expresar su sentimiento viendo que sus hoteles decentes con su mesa redonda, sus serres de invierno (invernaderos), su precio fijo y sus grandes salones de recepción dorados hayan desaparecido para ocupar su sitio unas casas vanas cosmopolitas.
El precio del terreno de Manhattan es muy elevado y es preciso bajar varios pisos para llegar no a las cajas de un Banco o a una peluquería sino a los grill-rooms. Estos restaurantes han logrado instalar grutas de todos los colores.
El precio de la Ópera es dieciseis libras; la butaca de orquesta cuesta nominalmente tres o cuatro dólares, pero los revendedores duplican y triplican clandestinamente ese precio.
Algunos hoteles el precio de las habitaciones varía con el moblaje.
Las medias de ocasión (Hotstockings) robadas en los grandes almacenes y revendidas a precio ínfimo.
Los grandes terrenos contiguos de la Universidad de Columbia hoy tienen unos precios inasequibles.
(Nueva York)

Loos

La compañía del caballero era un precio demasiado alto para dos rondas de cócteles de champán.
Las marcas de precios en francos.
Una fábrica de botones que se vendía a un precio bastante bajo en Viena.
Demandas por incumplimiento de promesa.
Deshacerse del novio a cualquier precio.
(Los caballeros las prefieren rubias)

Scott Fitzgerald

Sacar un buen precio de la venta de la casa para no estar en una buena zona de la ciudad.
(El Gominola)

Faulkner

Las etiquetas de los precios.

Cruzar una especie de Lete, emergiendo, permitiéndosele escapar, adquiriendo como precio por su vida un mundo externamente igual, pero alterado sutil e irrevocablemente. El río del olvido.
(Desciende, Moisés)

Abandonar sin reparar el precio.
Justificar el precio.
Aunque también, naturalmente, desea saber su precio. Decidimos el precio y yo le hice el favor y eso fue todo.
Los jóvenes van a la guerra por la gloria, porque no hay otra manera gloriosa de ganarla y el riesgo y el miedo a la muerte son el precio al que merece comprarse lo que se compra y el más barato que pueda pedirse y la tragedia no es perecer, sino no estar ya presenta para ver la gloria; y no se desea obliterar el corazón sediento; se desea saciar esa sed.
Había huido de Moscú. Por un precio pagado con cuotas durante largo tiempo a distintos demandantes.
(Gambito de caballo)

Dos Passos

Estudiar con cuidado la lista de precios.
Calidad superior. Precio mínimo.
Qué diablos tiene que ver una firma de importación y exportación con la política. Nuestro negocio es el precio de las habichuelas, que ya se halla por los suelos.
(Manhattan Transfer)

Frost

Convenir en algún precio.
(Al Norte de Boston)

Wolfe

El precio de venta de un solar.
Ofrecer el material al mejor precio, que pueda encontrar en el mercado.
Reclutar al precio de una parte, por cada cuatro que recogiesen.
Discusiones sobre los precios y los costes.
Pagar el precio del novato a la pandilla de hostiles muchachitos.
Precios módicos.
Excelente y cremosa leche de alto precio.
Dentro de muy poco tiempo, los precios de los inmuebles alcanzarían cifras superiores a sus bienes actuales.
Avenirse a reducir el precio a la mitad.
Demasiado altos los precios en Palm Beach.
Es un precio muy elevado, para pagar una planta baja.
Pasó a un catre de cinco centavos, donde volvía cada noche, pagaba el precio y dormía en una habitación con cuarenta marineros roncadores.
Es bueno por el precio que tiene. Vale más de lo que cuesta.
Había vendido la vieja casa por un precio bastante alto, teniendo en cuenta el barrio.
Pagar sin chistar el elevado precio.
(El ángel que nos mira)

Había sólo una regla, una ley preponderante e infalible; siempre comprar, pagar cualquier precio que se pidiera y vender de nuevo a los dos días, al precio que uno decidiera fijar.
Están vendiendo propiedades por precios, que no verías ni en Nueva York.
Los precios se duplican en seis meses.
Precios de la Calle Mayor. Se pueden conseguir locales comerciales en el pueblo por ese precio.
(Especulación)

Russell

Los alfileres son muy baratos y difícilmente podrá venderse alguno más a precio inferior.
(Elogio de la ociosidad)

Los cuáqueros fueron los primeros en adoptar el sistema de precios fijos en las tiendas. Lo hicieron porque imaginaron que era una mentira pedir más de lo que estabas dispuesto a coger. Pero los precios fijos derivaron incómodos para los clientes, los comerciantes cuáqueros se hicieron ricos y los otros encontraron conveniente seguir ese sistema.
No es pagar un precio demasiado alto permitir el bienestar de los que odiamos, para que siga nuestra propia existencia.
(Sociedad humana: ética y política)

Larbaud

Aproximarse al centro y economizar el precio del ómnibus.
Me ha hecho las suficientes ofertas.
(Belleza, mi bella inquietud)

Cather

Nunca regateaba el precio. Le abordaba como un ser humano.
Vender las acciones y otros valores al precio del día.
Un enorme ramo de rosas amarillas; su precio debía equivaler a la muerte de muchos conejos.
(Una dama extraviada)

Musil

Una finca de barbecho deshabitada, en espera de la subida de precios de los terrenos.
Prestar ocasionalmente el consejo de experto a muy elevado precio.
Un modesto colegio que, dotado de un prudente sistema de administración financiera, conseguía a precios bajos grandes transformaciones en los alumnos descarriados.
Los precios de los artículos de tocador y de ropa.
Fijar el precio del carbón.
Compraba el arte del futuro al por mayor y a bajo precio.
El efecto producido por la filosofía de Maeterlinck o de Bergson, al ser aplicada a los problemas del precio del carbón o de la política sindical.
Comprar para vender a un precio astronómico.
Conseguir el efecto del amor a precio reducido con sólo excitar la fantasía.
Regalos que no semejaban demasiado precio.
Las obvias circunstancias del viaje en tranvía con su precio fijo, con sus paradas y avisos acústicos.
Alguien buscaba un piano a buen precio.
La concesión de abastecer a buen precio.
Garantizar a poco precio algún control.
Yo no puedo pretender favor alguno de un país donde reinan la libertad y la igualdad, a ningún precio y bajo ningún concepto.
No hay nada peligroso como la paz a cualquier precio.
Tomar la resolución de no declarar todo enseguida, a ningún precio.
Habéis sido comprados a mucho precio, no os hagáis esclavos de los hombres.
No admitir a ningún precio.
Detestaba esta mística de baratillo al más ínfimo precio y alabanza que, en el fondo de su posesión divina, es chapucera sobre cualquier cálculo.
Un billete de banco de un valor aproximado al precio de una prestación. El indecoroso y desmañado espectáculo a precio fijo influyó en él, sin saber por qué, de una manera conmovedora; tal vez fue porque la comedia humana era representada por malos actores.
No quería traicionarse a ningún precio con un torpe movimiento de huida.
Un cartel político hablaba de <<Criminales maquinaciones>>, refiriéndose al precio del pan.
Quería terminar con él a cualquier precio.
(El hombre sin atributos)

Kraus

De repente, alguien se aparta de la muchedumbre para aportar su granito de arena a cualquier precio. Es algo que puede expresarse con gran plasticidad.
Precios máximos.
Pagar un precio adicional.
El precio de compra.
Fijar los precios.
Alza ilícita de los precios.
Estoy harto de que vengan a meter las narices en mis precios.
El precio era el doble de cuando hicieron el pedido.
Vaya follón que se ha armado en su restaurante. ¡Con los precios que gasta!
Aguantar a cualquier precio.
A este precio no levantaremos la moral.
Un aumento de los precios, la reducción de los precios, una ampliación de los precios, la profundización de los precios se podrá conseguir sin grandes esfuerzos.
Se han chalao con los precios, están prohibitivos.
Pretender ser populares al precio que sea.
La nieve también vale el precio que pagas.
(Los ultimos días de la humanidad)

Jaeger

Alejandro asaltó y arrasó Tebas, un aviso para los demás griegos. Sólo al precio de las mayores dificultades escapó Atenas al degradante mandato de entregar a Demóstenes y a los dirigentes. Estas personas desaparecieron del escenario publico. El sentimiento hacia Macedonia se hizo menos tenso.
(Aristóteles)

Hasek

Por docena todo sale mejor de precio.
Tener la sartén por el mango, por lo que se refiere a los precios de las mercaderías.
Cada tropa tenía su verdugo, que ejecutaba a los soldados, uno tras otro, al precio de un tálero de María Teresa, por cada ejecución.
De cualquier manera, como cuando un tendero regatea el precio de las patatas.
El campesino exigía que le devolviesen sus cerdos; no los quería entregar bajo ningún concepto, y menos por el precio que le habían pagado.
El precio de la mediación era muy asequible.
(Las aventuras del buen soldado Svejk)

Locke

El precio del soborno.
(La sombra alargada)

Shólojov

Ofrecer un precio ridículo.
Acordar el precio.
Un precio razonable.
La mano de obra había aumentado de precio y empezó a notarse la escasez de bebidas alcohólicas.
Se daba cuenta del precio que había pagado por la serie de condecoraciones al valor con que le habían premiado.
Comprar a buen precio.
Protestó por el precio exagerado y se negó a pagar.
Salvar como sea, a cualquier precio.
Vender al que ofrezca un precio conveniente.
Rechazar los ataques a cualquier precio.
Matar de un solo tajo y a cualquier precio.
El precio del viaje.
Dándose perfecta cuenta de la importancia estratégica de la posición, decidió no cederla a ningún precio.
Habéis sido engañados. Los traidores obtendrán a este precio el perdón y volverán a ganar sus galones de oficiales.
El precio que pagaba por aquella dicha.
Pagaré vuestros cuidados al precio que me pidáis.
Una pelliza de buen precio.
Los oficiales me consideraban un extraño. Lo he pagado a un precio bastante caro.

J. Huxley

La regulación por el equilibrio de precios y de mancomunidades -pools- amortiguadoras, son pretensiones deliberadas de aumentar la armonía suavizando los efectos del ciclo comercial con sus altibajos de bonanzas y depresiones; el mal es el ánimo de los productores que tiende a los precios al alza.

A. Huxley

A los cuarenta había comido y sobre todo bebido por el precio de casi la mitad de su fortuna.
(Los escándalos de Crome)

Una ocasión de mostrarse abnegado a poco o ningún precio.
El precio de las camisolas de franela.
Vender las pinturas y los dibujos a precios muy razonables.
El precio que tuvo que pagar estos años de depresión postbélica fue muy elevado y por cuanto se ocupaba cada vez menos de la administración rutinaria el precio se elevaba de manera alarmante, mientras que el fin que justificaba este sacrificio no llegaba a alcanzarse.
Decididamente el precio era demasiado elevado y se pagaba por nada.
El precio del viaje.
Había hecho indagaciones respecto del precio de los pasajes.
Con el precio de una taza de café y un bollito alquiló una mesa de un cafetucho.
(Contrapunto)

Fue un triunfo pero le costó su precio; un influyente que solo había sentido disgusto por él se transformó como su mortal e inveterado enemigo al acecho de una ocasión para vengarse.
Reservado ¿por cuánto tiempo y a qué precio?
Ganar el pan haciendo labores de costura o de hilado para comerciantes rapaces que abusaban de los menesteres y la desastrosa situación pagando las labores a menor precio que el corriente.
Un asiento de hierro que pesa doce libras al precio de tres sueldos a cuatro dineros libras.
Con el material que fuere puede ser transformada la condición de la autoconciencia. Tales transformaciones pueden obedecer a lo peor; pueden alcanzarse al precio de un malestar presente, de un apego a lo futuro, una degradación o una muerte prematura.
Los ocasionales destellos de manifestación de las drogas y el alcohol hay que obtenerlos a un precio muy elevado. Estupor infrahumano, frenesí, alucinación, acusado malestar.
(Los demonios de Loudun)

El precio de la libertad es una eterna vigilancia.
(Viejo muere el cisne)

Heard

Señaló un precio ridículamente exiguo.
Las reglamentaciones sobre los virus restringen las importaciones holandesas de nuestro mercado. Hay una fuerte demanda de variedades nuevas y los vulvos de tulipanes se venden a precios excelentes.
Someter el precio a la valoración de un tercero imparcial.
Muy sensible a algunas drogas le infundí momentáneamente el arrojo de Batavia. Hay que pagar el precio de la estimulación, precio que no es exorbitante calculando que lo paga con su vida.
La oferta era una farsa.
Las ofertas de la vida revisten una forma que merece.
Era imprescindible disfrazar la oferta.
Una oferta sólida y real.
Una oferta auténtica.
(Predilección por la miel)

Como las personas que han vivido solas luchando para que el mundo las acepte según su propio valer se identificaba propiamente con bastante precisión. Sabía que estaba obligada a venderse no con el sentido melodramático del término, sino con el comercial; debía persuadir a la gente para que pagara un precio ligeramente más alto del que se halla dispuesta a pagar cuando la mercadería carece de la terminación elegante que la hace semejar valiosa.
No se negaría a desembolsar el precio.
Siendo una oferta ventajosa ¿por qué había de resistir?
Una transmisión a nuestra justicia terrena por otra superior equitativa y dispuesta a conceder la ocasión de enmendarse con un precio que debe pagarse.
No sabemos si con el precio que ha de pagar usted merecerá la absolución.
(Muerte por reflexión)

Una oferta directa.
Mis honorarios profesionales suena mejor que el precio.
Cerrar el pacto con la oferta.
El precio del radio hace que todos los metales preciosos no sean más que hierro viejo.
(Réplica pagada)

Lu Shin

Decidí que a ningún precio debía volver a preguntar nada.
El precio del kerosene ha subido.
(Diario de un loco y otros cuentos)

Green

Hablaba a los empleados y discutía hasta hartarles cuando creía rebajar el precio de algo que quería adquirir.
Examinó la alcoba con cuidado; y semejaba que iba a preguntar su precio, como con la habitación de un hotel.
Sostenía que los precios habían aumentado y cortaba en seco las discusiones, extendiendo sobre el mostrador la cantidad de billetes, que se le antojaba debía pagar.
Un precio irrisorio.
En las ventas de la subasta se encuentran cosas a muy buen precio.
Se puso el abrigo, proclamando su precio. Baratísimo, es un regalo.
(Mont-Cinère)

Precio de la ilusión.
(Leviathan)

Marshall

Aumento de los precios de la harina, el acero y las pieles.

Brecht

Como ningún contrato obligaba ya a comprar, el precio de las reses se hundió en el abismo. Porque los precios pudieron ir bajando de cotización en cotización como el agua se precipita a lo profundo de roca en roca hasta el infinito. En definitiva, todo es una obra inanimada y fatigosa cuando al espíritu le falta la materia.

El precio ha bajado mucho, que no compensa el transporte.
El terrateniente, al fijar el precio del arriendo, sobrepasó el nivel legalmente permisible.
(Cabezas redondas y cabezas puntiagudas)

Ya que el precio de la fuerza profesional, como el precio de cualquier otra mercancía, corresponde al precio de producción, el minúsculo taller de la vieja artesanía se transformó en la gran fábrica y, comandados como soldados, actúan los obreros. Dividida en mil partes está su actividad.
En la tierra, lo importante es el precio del cereal y el precio de la tarea.
(El comentario berlinés y la cuestión de Fracfurt)

May

Satisfacer el precio convenido, recibido el género.
(La mina)

Mauss

Los precios son con referencia de la moneda. La moneda debería ser un patrón del valor y presentar una relativa permanencia. Sin embargo, generalmente no sucede.
Los precios pueden llegar a ser fijos, mientras que el valor de la moneda está alterándose.
El ajustamiento de dos sistemas económicos, el de la producción y el del consumo, se lleva a cabo con la noción de valor. Para el caso de no haber un simple ajuste jurídico como sucede con la prestación total, el valor se calcula con la moneda. Desde que existe la moneda existe el valor actuando un elemento dinámico y psicológico. Las referencias sociales son por definición dinámicas; no son estáticas más que por convencionalismo; con el mero hecho de unir gentes de sexo y edad diferentes comportan un verosímil dinamismo. 
La existencia de una escala jurídica de los precios da lugar a un sistema de monedas, a la moneda. El precio justo es el precio estadísticamente fijado que no puede deducirse de cualquier manera. Esta jerarquía de los precios constituye algo fijo mezclado con otras cosas móviles.
(Manual de Etnografía)

Hemingway

Una buena noche de sueño no tiene precio.
(Por quién doblan las campanas)

Steinbeck

Con las guerras, quién sabe a qué precio llegará el algodón.
La oferta del día, en aquella plataforma. No la vendan nunca. Ayuda para atraer los clientes. Si vendiésemos ese coche al precio marcado, no ganaríamos un centavo.
Impuestos y pólizas. Eso hace subir el precio.
Se sintieron vencidos y aceptaron vender por dos dólares menos, que el primer precio que les había ofrecido.
El precio de los neumáticos sube.
El patrón cavila si lo precisan con urgencia, para pedir el precio.
Naranjas, que más tarde serían echadas al mar si el precio era bajo.
El precio está sujeto a convenio.
Los salarios bajaban y los precios se mantenían a igual nivel.
Pagar un precio decente.
La actividad en las raíces y en las viñas, en los árboles, ha de ser destruida, para mantener el precio, y esto es lo más amargo, lo más doloroso de todo.
Fijar los precios.
(Las uvas de la ira)

El precio de las cosas.
Despotricando indignada por el precio de unos zapatos que, de cualquier forma, no había querido comprar.
El precio de robo de un huevo en Londres.
Saber los precios de las cosas.
Cuando las poblaciones de Nicaragua y Perú y Darien se transformaron en cuadrillas de esclavos gemebundos, llegó a vivir a Panamá una nueva casta de hombres; los mercaderes, muy decididos a la hora de arrebatar una granja a su propietario apoyándose en la ley, o cuando los colonos extranjeros subían el precio de los alimentos, pero timoratos y cobardes cuando se oía el repiqueteo del acero.
Los mercaderes convinieron que todos tuvieran que pagar idénticos altos precios por los alimentos; y con los beneficios construyeron sus casas de cedro, con tejados de tejas rosadas; vestían a sus mujeres con sedas extranjeras y recorrían las calles seguidos de un séquito de esclavos.
Discutir el precio de la harina como un judío.
Fijar el precio.
(La Taza de Oro)

Savinio

Sólo el arrojo de los miedosos tiene precio.
(La infancia de Nivasio Dolcemare)

Adorno

Kant distinguía entre la dignidad de un objeto o de una conducta y el precio.
La historia dogmática es una pretensión de recuperar el prix du progrès, el precio del progreso, reteniendo aquello que se ha perdido y que existió como enfoque o concepción.

Como expresión, el impulso se transforma en un fenómeno no falsificado y, por ende de la oposición, por imitación sensible. Es muy fuerte y la modificación que supone su transformación en mera imagen, en precio de la supervivencia, le acontece sin mutilarse en su exteriorización. Sustituye la meta de su resolución interna-sensorial por la imparcial de su manifestación polémica. Lo que lo distingue de la sublimación.
(Minima moralia)

Mitchell

Con el alza de precios el valor de la moneda disminuía y su caída marcó el resurgir de una loca pasión por el lujo.
Sistema de la redención. Para pagar el precio del pasaje, algunos emigrantes europeos se vendían a los propietarios americanos y se rescataban poco a poco.

Dinesen

El precio de una doncella somalí.
Una joven en edad de casarse vale su precio en ovejas, cabras y algún novillo.
La suma del precio de compra.
Después de una epidemia de peste, se había puesto precio a cada rata muerta que se llevara al Comisionado del Distrito.
Fijar el precio.
Cuando estás realmente en el mercado y se discute tu precio en publico, la rivalidad adquiere un carácter franco y honrado.
Con grandes sacrificios personales ponen muy alto su propio precio.
Adquirir los automóviles al precio de coste.
Los precios del café se vinieron abajo.
(Memorias de África)

Le habían obligado a vender su alma a un precio, que era un abuso.
Buscaba un especial tono azul de porcelana y pagaría el precio que fuese por él.
¿Me concedes el precio de un chelín?
¿Voy a obtener, mientras escribo respecto de la belleza de las mujeres jóvenes de la tierra, el precio de un chelín nada más?
La gracia femenina, dignas y dulces cariátides, eran conscientes de su valor, mantenían alto su precio y se movían en una atmósfera de adoración y autoadoración; tocante a la suprema cuestión de la legitimidad.
Comprar el rescate al precio que usted pide.
Pactar el precio.
Deshacerse de la grandeza y el aplauso de las masas a precio de costo.
Treinta piezas de plata, el precio de una vida.
Un catálogo de pinturas, en el que cada pieza ha sido seleccionada por el pintor como la mejor, puede atraer la curiosidad del publico y aumentar su precio en una subasta.
(Cuentos de invierno)

Charléty

Los peores crímenes, la ley del maximum de precios y el bloqueo continental.

Murray

El artículo tiene valor, pero no declara cual es. El hombre decide el precio.

Erskine

Vender a precio de cementerio.

Toynbee

La prueba social, que es el precio de la ocasión económica.
Los vendedores cuáqueros al por menor resolvieron señalar sus mercancías con precios fijos, porque tenían escrúpulo de variar su precio, según el regateo del mercado.
La perla de gran precio.

Moravia

Precio del suicidio.
Mecanismo de precios y salarios.

Morante

Los patrones de barca discutían el precio del pescado.
Decidir castigar a cualquier precio.
(La Isla de Arturo)

Frisch

El precio significa ridículo.

Braudel

Los grandes duques perseguían dos propósitos opuestos. Crear una planicie cerealista, lo cual implicaba fuertes gastos, y establecer la compra de granos en su propio beneficio, un sistema de ventas a bajo precio.
Fanfani ha pretendido demostrar por el precio de venta del heno, lo que fue el movimiento general de los precios en Milán, por el siglo XVI.
Factores del movimiento de los precios y el alto coste de la mano de obra, pues no todo podía depender de la materia prima.
En Venecia, la prohibitiva elevación de los precios veda a los particulares, desde el año 1753, la construcción de grandes unidades navales
Génova se convirtió en la primera ciudad financiera, en el periodo de ascenso de la ola inflacionista y próspera, que caracterizó la segunda mitad del siglo XVI.
Los panaderos venecianos debían suministrar al publico pan de buen grano, blanco y con un peso que variaba, según la abundancia o escasez del abastecimiento, pero el precio por unidad seguía siendo igual, como era la regla en las ciudades de Europa.
En 1497, Venecia envía a Oriente 360 000 ducados en efectivo. En el acto, el marco de plata aumenta su precio en más de 5 grossi el marco. Venecia queda sin plata con el fin de que sus barcos traigan en el viaje de vuelta pimienta, especias, drogas, algodón, lino y seda. Era un comercio regular, perfectamente establecido y políticamente garantizado.
La evolución demográfica es más importante que la evolución de los precios. La ha provocado.
La razón de ser del comercio a largas distancias es que pone en contacto regiones, donde determinados productos se pueden comprar a precios bajos con otras, donde se pueden vender a precios elevados. Comprar cariseas o mandarlas hacer en los Costwolds ingleses y venderlas en Alepo, comprar telas en Bohemia y venderlas en Brasil, comprar pimienta en Calicut y venderla en Lisboa, Venecia o Lübeck.
Las diferencias de niveles de precios tendían a ser eliminadas cuando los negocios iban bien.
Una estrategia influye con la variación del precio de las mercancías y con el grado de riesgo. Se puede ganar más con la mercancía pura, que con las transferencias, pero se pueden sufrir pérdidas mayores.
Siglo XVI. El conjunto de los presupuestos fluctúa a la par de la coyuntura general y sigue la marea de los precios.
El alza de precio de las monedas de oro (en referencia con las de plata) produce una gran demanda de oro. Estas desempeñan el papel de moneda mala favorecida arbitrariamente, desplazando la buena, en este caso las piezas de plata. Pero nunca ocurre de manera fortuita.
Consecuencias y límites de forzar el mercado. El alza del oro produce automáticamente el alza de los precios de las transferencias y el aumento del coste de la vida.
La subida del precio del oro podía hacer descender la demanda de moneda de plata y, en consecuencia, suspender el alza de los precios corrientes, dado que estos flotaban con respecto de la plata. Las transferencias dependientes del oro deben subir y suben con él. Además, deben subir y suben las mercancías afectadas por los precios de tales transferencias (las lanas en España, los colorantes).
Los precios a partir de 1570. Complejo problema de la moneda, nuevo poder de la plata, destino de los hombres. A los buenos tiempos de antaño, donde nada costaba casi nada, suceden los durísimos años, en los que el costo de la vida incrementa cada vez más.
Teoría cuantitativa. Argumento de la equivalencia entre las llegadas de metales preciosos y la subida de los precios. La producción minera americana, instrumento de la inflación.
El rápido movimiento de los precios retrasa la lenta carreta de los salarios, que en ocasiones sigue a los precios remolonamente y otras para en seco. Los salarios nominales suben con el alza de los precios y, durante algunas depresiones, semejan incluso altos. Pero traducidas a salarios reales, las cifras nos dicen la espantosa miseria de los pobres.
La tierra confiere a los patronos un apoyo regular. En los periodos inestables de alza de precios los mantiene al margen, fuera del torbellino de la inflación.
Excepto la tierra, los sectores del mundo de los negocios se vieron sacudidos por la dura evolución de los precios, especialmente los bancos. Las operaciones bancarias, que se hacían en moneda de cuenta y no en moneda real, estaban expuestas a las vicisitudes de la inflación. Creciente espiral de la inflación.
Las quiebras bancarias se multiplican a partir de 1550-1570, agravadas por el periodo máximo del dinero, también el periodo máximo de inflación.
El gran mal secreto era la inflación, que acarreaba la ruina y el menester de fiscalización.
El alza de los precios vino a insertar un elemento de debilidad hasta el corazón de la industria italiana, razón de que no estuviera, a comienzos del XVII, en condiciones de hacer frente a la victoriosa competencia de los Países Bajos y la concurrencia peligrosa de Francia.
El estudio descriptivo de los presupuestos elude los verdaderos problemas, los cuales implican un cálculo del alza de los precios.
Era de la inflación del vellón. Las monedas de cobre hacen su entrada en el calendario monetario de Europa.
El resultado más tangible del comercio del grano era una extraordinaria variación en los precios, que oscilaban al conjuro de la menor noticia.
Cipolla. Los luoghi son títulos de la deuda publica de la Republica de Génova. El interés varía, dependía de los beneficios conseguidos por la Casa di San Giorgio, la cual retiene como garantía los impuestos que cobra en nombre de la Señoría. Aumentó mucho el numero de luoghi y eso explica la caída de los precios.
El trend secular. Alrededor de 1470, se inicia un movimiento ascendente de la vida económica y se hace más lento durante los años que se disparan los precios (1590-1600), siguiendo hasta 1650. El largo movimiento ascendente ocurre esencialmente a partir de las variaciones de precio de los cereales.

No es antes del siglo X  a.n.e. cuando el hierro se vuelve de uso corriente, su precio baja entonces.
(El alba)

Sartre

El precio del objeto remite a un comprador cualquiera, definido por el hecho de que posee la suma marcada en la etiqueta. Una vez entregada la suma, el comprador se convierte en propietario legal del objeto. La propiedad adquirida mediante la compra es una forma abstracta de propiedad, opuesta a la apropiación singular e irracional por participación.
El valor del objeto adquirido se identifica con su precio impreso y publico al alcance de cualquiera. Si el dinero define el valor, este es racional, no emana, por tanto, de oscuros orígenes sociales y es accesible a todos.
Supremo poder del dinero. <<Las conciencias se pueden comprar, basta con ponerles precio>>.

La industrialización de los cultivos con tractores, abonos químicos, explotaciones comunales, fijación de precios para los productos.
(El engranaje)

De Beauvoir

La granja arreglada al precio de una lata de caviar.
Las tuberías cuestan muy caras y eso haría subir el precio de las viviendas.

Leduc

Sus precios, que ignoraban, habían sido convertidos en burla.
Vigilar los precios, no bajar nunca el precio.
Un "flash", como dicen en los almacenes: en precio.
Bajé del taxi, el precio del viaje sería menos caro.
El precio elevado de cada ejemplar me aterraba, la envergadura de un bibliófilo me angustiaba.
Calentará todo si paga el precio.
Me entregó el despojo que había quedado sobre la mesa de bridge. Estaba incluido en el precio.
Por ese precio habría tenido un buen lecho en el Grand Hôtel.
Un restaurante a precio fijo.
El menú a precio fijo.
Ha aumentado el precio durante las vacaciones.
Italia es dada como alimento a los extranjeros, las rosas y las camelias se venden a precios de locura en los canastos.
Paseo por las noches en auto por la bahía de Nápoles con el hijo del dueño de casa. Estaba incluido en el precio del alquiler del cuarto.
El precio del libro a aparecer.
La lista de precios de la pastelería es igual.
Comprar a precio de oro.
Unas monedas; el precio de una rebanada de pan en la panadería.

Calcular el precio.
(La Bastarda)

Agrandar la tumba cuando los precios bajen. Los precios bajarán. Algunos años más y podremos comprarte una concesión.
Acarreabas leña. Su precio era una ocasión unica y el invierno llegaría pronto.

Genet

Magnificencia pesada del bárbaro, que huella con botas embarradas pieles de precio.

Camus

Por regla discutió el precio.
Iba a traicionar, cualquiera que fuera el precio que me costara.
Los patronos veían comprometidos sus negocios y querían mantener un margen de beneficios y lo más sencillo era mantener los salarios, a pesar de que los precios se elevaban.
Los menesteres del hacinamiento urbano y de la ganancia inmobiliaria habían obligado a los sucesivos propietarios a cortar, mediante tabiques, los aposentos demasiado vastos y aumentar el numero de los pequeños espacios habitables, que alquilaban a precios elevados a numerosos inquilinos. Y no hacían valer poco lo que llamaban <<el importante cubicaje de aire>>.
Desalentados por el precio de los carpinteros.
Los propietarios ofrecían a precios imbatibles cortinas provenientes de sus propias tiendas. La filantropía inmobiliaria era, en efecto, un violín de Ingres.
(El exilio y el reino)

El precio de la victoria.
(El mito de Sísifo)

Yourcenar

Una distribución razonable de los graneros ayuda a contener la escandalosa inflación de los precios en épocas de carestía.
(Memorias de Adriano)

Cain

Guerra de los precios con el comienzo de la crisis.
(La Mariposa)

Fromm

El movimiento hacia la eliminación de las diferencias. Tal es el precio que se paga por la igualdad. Las mujeres son iguales porque ya no son diferentes.
(El arte de amar)

En la etapa inicial de la automación (comienzos de los 60), los costos se han reducido hasta un punto tal, que el precio de una máquina de buena calidad puede equivaler a un tercio de lo que actualmente se gasta en pagar un año de salarios al obrero, al cual esta reemplaza.
(Humanismo socialista)

Malinowski

Mercado regular, precios, mecanismo establecido de transferencia. Material de transferencia y dinero.
(El cultivo de la tierra y los ritos agrícolas en las Islas Trobriand)

Cesbron

Las tarjetas con el precio.
Obligarlos a pagar por París el precio más elevado posible.
Han puesto precio a mi cabeza.
(Los inocentes de París)

Perecer algún día se ha entendido como el salir de la infancia, porque se precisa el precio que hay que pagar para franquear la frontera de la edad adulta.
Descifrado el precio.
La palabra reparar está suprimida de nuestro vocabulario. En esta decadencia de comerciantes, los objetos se han transformado en artículos. Más se eleva el nivel de vida en Occidente y más exigimos que bajen los precios. Lo cual es una hermosa falta de raciocinio. El decreto de cualquier precio está seguido del adverbio solamente.
(Carta abierta a un joven suicida)

El día que hacían rebaja de precios.
Copiados por algunos empleados de la sección de contabilidad, los resúmenes del balance circulaban como si fueran algo precioso, de incalculable valor. La cifra de la suma destinada a la compra de nuevas máquinas. La cifra para hacer frente al posible aumento del precio del carbón. La cifra que se refiere a lo que ocurre con el ejercicio del año. Queda un buen margen para los salarios. El margen, hacía mucho que no se había empleado aquella palabra y sonaba de una manera mágica.
Conseguir, ¡pero a qué precio!
(Los santos van al infierno)

Graves

Exigir un precio de hambre por todo lo que se ponía delante.

Cary

Una pintura no era una bolsa de harina, que sube o baja de precio en el mercado; era una cuestión complicada, que debía ser manejada por expertos y no muchos a la vez.
Ese es un marco muy bueno. Me costó ciento cincuenta libras y estaba muy barato en ese precio.
Los millonarios nunca compran un lienzo hasta que los expertos les dicen que el precio va a aumentar.
El genio no tiene precio.
Precio satisfactorio.
Sus precios eran bastante bajos.
El parásito mentecato es un mentecato que cree ser un parásito y hasta los gusanos lo muerden por el precio de un ataúd de hospital.
A precio muy rebajado, algunas de las más hermosas reproducciones de la ciencia fotográfica.
Sujeto a un entendimiento amistoso respecto del precio.
Un precio conveniente.
(La boca del caballo)

Priestley

Van diciendo estos quejumbrosos laboristas que en este país no puede prosperar nadie que no haya nacido muy arriba. Un ser humano (proceda de donde quiera) puede llegar a lo más alto con tal que se lo proponga y esté dispuesto a pagar el precio respectivo.
(Tres hombres vuelven del frente)

Bataille

Estamos sometidos a una ley. Al creer querer lo que nos gusta realmente buscamos lo que más afecta nuestra sensibilidad. Por cuanto lo podemos sobrellevar provocamos emociones fuertes penosamente intolerables. Al pagar este precio abandonamos reflexionar la preocupación sumisa del día de mañana.
(La literatura como lujo)

Aquel a quien el mundo de la utilidad tendió a reducir a la condición de una cosa ajena a la muerte, consecuentemente al crimen, exige al fin la violación de la prohibición que había aceptado. Ese momento escapa por el crimen a la subordinación que rechaza y se deshace violentamente de un aspecto de útil o de cosa que sólo había asumido por un tiempo. A este precio le es devuelta la existencia soberana, el momento soberano a fin de cuentas el que justifica una sumisión condicional y provisional al menester.
Existe un privilegio reciente de las conductas conformes a la razón. El primado de lo que maravillaba, aunque fuera al precio del terror, de lo que retenía e invertía el curso de las cosas semeja pertenecer al pasado. Pero es por cuanto la autoconciencia nos engaña abandonando bajo la penumbra del inconsciente nuestros deseos más arraigados.
(Lo que entiendo por soberanía)

Gilson

Convenir el precio de las lecciones.
El decreto divino nos ha condenado al ser; hechos con la creación, rehechos con la redención -y a qué precio- solo nos queda escoger una miseria o una bienaventuranza igualmente eternas.
El sacrificio de precio infinito que puede solo rescatar el mal moral que destruye la creación.
Pagar caro el precio de la libertad.
La amenazada incertidumbre de una concordia precaria como la nuestra; ni siquiera adquirida al precio de una unificación interna lo más perfecta que se la quiera concebir.
Como se puede tener razón una vez decidido a mantener una tesis al precio de la totalidad de las incoherencias.
(El espíritu de la Filosofía Medieval)

Greenberg

La monumentalidad de Cézanne ya no se garantiza al precio de un espacio reseco y poco aireado.
(Cézanne y la unidad del arte moderno)

Cipolla

Tras la abundante cosecha del año 1612, los toscanos habían comprado el pan a bajo precio durante cuatro años. En Siena, a partir de septiembre de 1612, el precio del grano había bajado por debajo de los 70 sueldos el staio -cálculo para áridos, equivalía a 24,36 litros-, y alcanzó un mínimo de 58 sueldos los meses de abril y mayo de 1616. Después se transformó la coyuntura. La cosecha de 1616 fue escasa, las de 1617, 18 y 19 míseras. La cosecha de 1620 fue buena y los contemporáneos la definieron como razonable; pero la de 1621 fue textualmente desastrosa. Como consecuencia, a partir de marzo de 1617, el precio del staio de grano del mercado de Siena se mantuvo por encima de los 70 sueldos y alcanzó el nivel de 119 sueldos entre mayo y junio de 1620 y el nivel de 120 sueldos el mes de junio de 1622.
Coyuntura agrícola del gran ducado durante la primera mitad del siglo XVII. Marcha de las cosechas y precios del grano. Para el grueso de la gente, el pan constituía un elemento esencial en la alimentación, y cuando los precios del grano se hallaban a niveles habituales, la mayoría vivían ya en condición de desnutrición crónica. Un aumento del 50 por 100 en el precio del grano significaba el hambre.
Para una economía de libre mercado, una penuria se traduce en un aumento de los precios de los productos agrícolas que escasean, y si los consumidores pagan más en términos monetarios por una cantidad determinada de productos, los productores perciben más. En términos monetarios, esto se traduce, si la elasticidad de la demanda respecto al precio es inferior a la unidad, en una transferencia de beneficios de los consumidores a los productores.
En cuanto la demanda de grano no era elástica, en que la cantidad de grano demandada no se reducía proporcionalmente al aumento del precio, dicho aumento implicaba una redistribución de los beneficios. Mientras el aumento de los precios agrícolas transfería beneficios de un grupo con baja propensión a economizar, a un grupo con alta propensión, la penuria podía engendrar un mecanismo depresivo. Dicho modelo puede explicar como máximo, la disminución de la demanda interna de bienes de consumo popular.
Una disposición del año 1620 da a entender que aquel duro invierno se dio en Florencia una situación de emergencia caracterizada por los altos precios del grano y el alto desempleo general. Era la disposición que instituía la <<Diputación de los cultivos>>, disposición destinada a censar las tierras no cultivadas y a obligar a los propietarios a cultivarlas empleando mano de obra desempleada.

Las autoridades no supieron retener el envilecimiento intrínseco de la moneda de vellón ni controlar el volumen de emisiones, por lo que el ducatón de plata (equivalente milanés de la piastra florentina) y las otras monedas grandes de plata siguieron aumentando su valor, un aumento mal visto por las autoridades monetarias por sus implicaciones inflacionistas.
Durante el siglo XIV, los duques acuñaron moneda, pero como cualquier otro operador particular. Las operaciones se realizaban de la siguiente manera. Un particular llevaba metal a la ceca. La ceca le abonaba una suma sobre el fondo de un precio. Al cabo de unos días, la ceca entregaba materialmente al operador o a su mensajero la moneda acuñada. En el parámetro de la entrega, la influencia de la ceca no se permitía notar. Las autoridades monetarias solían indicar el peso oficial que debería pagar el gestor de la ceca por el metal (la entrega), pero cuando consistía en comprar metal en forma de monedas extranjeras o prohibidas, la ceca no se apreciaba vinculada por este precio oficial y hacía mercado.
Con la bancarrota de las compañías, los años 1341 y 1343, los precios de la propiedad inmobiliaria ciudadana cayeron al 50 por 100 de su valor y los de la propiedad situada en el condado se redujeron a un tercio. La carestía de 1347, agudizó los graves desequilibrios del mercado. Mientras por el lado de la demanda había una fuerte presión deflacionista, que deprimía el empleo, los salarios, los beneficios y los precios, la desfavorable evolución de las cosechas dio origen, por el lado de la oferta, a una trágica escasez de esos bienes alimenticios, cuya demanda era poco elástica, por lo que los precios de los alimentos aumentaron (el precio del trigo subió más de un 100 por 100).
Entre 1345 y 1347, hubo un fuerte encarecimiento del dinero. Dado que el sistema de precios interiores se apoyaba en la moneda de plata, el encarecimiento de la plata agravó la grave deflación en curso.
Dado que el grosso veneciano había adquirido en el comercio con Oriente una posición y un prestigio que nunca gozó el grosso florentino en sus transferencias internacionales, Venecia no escatimó esfuerzos para preservar la estabilidad del grosso, y Florencia permitió que el grosso siguiera el destino del picciolo, si bien recurriendo a dudosas disposiciones, para ocultar la desvalorización efectiva de dicho grosso. La existencia de dos sistemas monetarios dio pie a dos sistemas equidistantes de precios. Inevitablemente, el sistema de los precios interiores siguió vinculado al sistema monetario del dinero picciolo.
Unas disposiciones legislativas de comienzos del XIV, establecían que sólo los mercaderes de Calimala, los laneros, sederos y peleteros, pudieran fijar sus precios y tener su contabilidad en florines; las demás categorías debían hacer referencia a la moneda pequeña.
Un alza de la cotización del florín en términos de moneda pequeña tenía efectos expansivos e inflacionistas en la economía, mientras un descenso tenía efectos depresivos y deflacionistas.
La moneda de oro era la manera de pago típico en las transferencias internacionales, mientras los precios interiores solían expresarse en moneda pequeña, al igual que los salarios, aunque luego se pagaran en moneda áurea, casos de las retribuciones de artesanos y operarios.
En cuanto la demanda externa era elástica respecto al precio, el alza de la cotización del florín estimulaba las exportaciones, haciendo que las mercancías de exportación fueran más baratas en términos de moneda de oro. En una fase de aumento de la cotización del florín, el empresario florentino podía mantener inalterado el precio de sus mercancías, en términos de moneda de oro y ganar con la reducción de costes, en términos de la propia moneda, o bajar el precio de sus mercancías destinadas a la exportación en términos de moneda de oro y beneficiarse de un aumento del volumen de negocios, o escoger una combinación óptima de las dos alternativas; en el caso de un retraso (lag) de los salarios y de los precios interiores con respecto a la cotización de la transferencia. En el caso de un adelanto (lead), un alza de la cotización apoyaba mantener la competitividad de los exportadores en el mercado internacional.
Proporción entre los movimientos del curso del florín y los del nivel general de los precios, expresados en moneda pequeña. La cotización del florín era uno de los precios (el precio del oro) y un alza implicaba un alza de los precios de las mercancías de importación (expresados en moneda pequeña). Se tendía a ver en el curso del florín el cálculo sintético del valor de la moneda pequeña y, por ende, del coste de la vida. Los cronistas de la época citan la cotización del florín con el precio de las vituallas.
La gran expansión de la economía florentina, entre mediados del siglo XIII y comienzos del XIV, se había producido bajo la enseña del alza de la cotización del florín de oro que, en 1252, estaba a 240 dineros piccioli y que, a comienzos del siglo XIV, había subido a 780. El encarecimiento de la plata reforzaba esta tendencia. Era un factor depresivo y deflacionista (en el sentido de que al revaluar la moneda de plata presionaba a la baja sobre los precios expresados en dicha moneda, el sistema de los precios interiores se fundaba en la moneda de plata), que por razones fortuitas aparecía en plena depresión.
La plata siguió revalorizándose y el año 1347, el precio de una libra de plata de 958,3 milésimas de ley llegó, en Florencia, al nivel de 8,79 florines de oro, con un aumento del 6,25 por 100 sobre el precio de dos años antes. La transferencia estaba en 61-62 sueldos (732-744 dineros) por florín y a dicha transferencia, 8,79 florines de oro equivalían a 6.487 dineros piccioli. Esta vez la especulación debió centrarse en los quattrini, aunque debido al desgaste de las monedas pequeñas, las ganancias reales tuvieron que ser inferiores. La maniobra de 1347 tuvo una vertiente fiscal.
En el verano de 1348, se declaró la peste. La población de Florencia disminuyó, de 80.000 habitantes a 450.000. Los precios de las mercancías aumentaron pero, en conjunto, menos que los salarios, de manera que hubo un claro aumento de los saalarios reales, que reflejaba la relativa escasez de la mano de obra entre los distintos factores de producción.
El año 1351, los precios, los salarios y la cotización del florín estaban en aumento. Sólo los beneficios de los terrenos y de los inmuebles siguieron deprimidos. La deflación había dado paso a la inflación. Los efectos de la inflación se notaron en la ceca. La reducción de las acuñaciones y la estabilidad intrínseca de la moneda de plata influyeron en la evolución de los precios y los salarios y en la cotización del florín. Los precios y los salarios, que habían experimentado un fuerte ascenso en el periodo posterior a la peste, el año 1353 se asentaron y durante los años 1354-1369, mostraron una tendencia a la estabilidad.
Entre los años 1355 y 1369, hubo en Florencia una fase excepcional, caracterizada por la estabilidad de los precios, los salarios y la cotización del florín, en el marco de la estabilidad intrínseca de la moneda de plata y de emisiones monetarias moderadas. Debido a la estabilidad sustancial de los precios y los salarios nominales, los salarios reales mantuvieron el alto nivel que habían alcanzado entre los años 1349 y 1351.
El crecimiento florentino del periodo 1250-1320, se había fundado en una mano de obra abundante, poco costosa y muy productiva, en precios de venta en progresivo aumento, en tipos de interés razonable y en un alza de la cotización del florín del 4 por 100 anual, con efectos sobre la incidencia de los costes y el estímulo a las exportaciones.
(El Gobierno de la Moneda)

Tres preguntas fundamentales de la economía. ¿Qué producir? ¿Cómo producirlo? ¿Cómo distribuir lo producido? Llevada a la práctica estas tres cuestiones se articulan con una serie de preguntas más específicas referentes a la delimitación de los precios, la asignación de recursos escasos, las variaciones a corto y largo plazo de la producción, del empleo, de la demanda y su estructura, de la distribución de la riqueza y del beneficio.
El edicto de Diocleciano que fijaba los precios de más de un millar de materiales y distribución podría ser la fuente ideal para un estudio sistemático respecto de la estructura de los precios durante la época romana después de la devastadora presión de más de un siglo de inflación. El hecho de que 9 salarios se fijasen con 25 denarios y 16 con 50 semeja la consecuencia de un esquemático plan burocrático, más que un reflejo de la realidad del mercado. El hecho de que se fijasen idénticos precios y salarios para las diversas y distantes zonas provoca dudas respecto del realismo de los precios fijados por el edicto. Las ordenanzas que fijan los precios son sospechosas. El edicto fue un fracaso y fue revocado.
Recientemente se ha puesto de moda entre los economistas rechazar la hipótesis de otros tiempos de que durante periodos de inflación prolongados los salarios crecen menos rápidamente que los precios. Un análisis más atento pone de manifiesto que con la mayoría de las inflaciones los salarios no van detrás de los precios.
El texto de las Doce Tablas de Roma preveía una multa de 25 ases (el as era una moneda de cobre romana) para quien hubiese golpeado a otra persona. Siglos después de la promulgación de las Doce Tablas la multa seguía siendo de 25 ases, pero debido a la inflación esa suma se había vuelto irrisoria. Y para demostrarlo empíricamente L. Veratius, un ricachón extravagante, andaba repartiendo bastonazos seguido de un esclavo que resarcía instantáneamente a las personas golpeadas con los 25 ases (Gelio, XX).
Los primeros fragmentos del edicto de fijación de precios que promulgó Diocleciano (284-313) fueron hallados en Caria, comarca del Asia Menor, el año 1709 por William Sherard, cónsul británico de Esmirna. El edicto formaba parte de un plan más amplio para poner fin al deterioro del sistema monetario y la secular y grave inflación que habían minado la economía romana. A tal efecto, Diocleciano llevó a cabo una reforma monetaria y poco meses después, entre el 20 de noviembre y el 9 de diciembre del año 301 publicó una gigantesca lista con la que fijaba los precios de más de un millar de materiales y distribución, detalladamente descritos y subdivididos con 32 secciones. El preámbulo la emprende con los especuladores, típico de la postura de los jefes políticos que crean las condiciones económicas que propician la especulación y que después castigan a los especuladores y penalizan su avidez como si fuesen el origen de todos los males. Diocleciano quiso que sus tarifas fuesen grabadas sobre piedra con texto latino en las regiones que se usaba el idioma de Roma y con texto griego para la península helénica. La primera reconstrucción del largo texto del edicto fue llevada a cabo por Theodor Mommsen, 1893, a partir de 35 fragmentos epigráficos. El año 1940, E. R. Glaser recompuso el texto del edicto sobre 60 fragmentos. La publicación de S. Lauffer, 1970, analizó 126 fragmentos. La de Marta Giacchero, 1974, se apoyó sobre 132 fragmentos. Las localidades donde aparecieron los fragmentos epigráficos abarcan desde el Asia Menor a Egipto, Cirenaica, Grecia e Italia y eso demuestra el esfuerzo realizado por los tetrarcas para difundir y aplicar la tarifa.
El impuesto de capitación tomó la forma de un impuesto sobre la sal. El poder político imponía a las familias la obligación de comprar a un precio hinchado una cantidad de sal, según el numero de miembros de la familia, excluidos los niños menores de siete años. Esta costumbre ha marcado huella sobre el italiano coloquial, donde salato es otra forma de decir excesivamente caro.
Cuanto figura de los Pipe Rolls representa una fracción cada vez menor de los ingresos y los gastos generales de la corona inglesa. Eso no impide que la serie sea rica como información de carácter financiero y económico con datos respecto de salarios, precios, hospitalidad de la corte, alimentación, construcción de edificios publicos.
Las innumerables ordenanzas destinadas a regular los precios y salarios.
Los documentos de la administración de los hospitales pueden ofrecer la posibilidad de seguir el movimiento de lo sueldos, salarios y materiales de consumo durante una época que no existían oficinas estadísticas. Y ofrecer noticias respecto de los precios de las medicinas y los remedios herbarios que se usaban.
Fuentes Familiares. Registros referidos a los gastos corrientes de familias particulares. Proporcionan información respecto de los precios y salarios, tipos de alimentación, tipos de vestuario, extensión de los domésticos, gastos de educación, sanidad y viajes, inversiones de propiedades agrícolas, títulos de deuda publica, edificios urbanos. Datos respecto la estructura y el nivel de la demanda.
(Entre la Historia y la Economía)

Como el poder de compra lo proporciona la ganancia corriente y el beneficio acumulado (patrimonio) se deriva, que dada una masa de deseos y una escala de prioridades, el nivel y la estructura de la demanda efectiva están especificados por el nivel de la ganancia corriente y acumulada, la distribución y el nivel y la estructura de los precios. Sólo participando en la producción cabe obtener ganancia.
Durante siglos, para la mayoría de la gente la ganancia estuvo representada por el salario y hasta la industrialización, dada la escasa productividad de la actividad profesional y otros factores institucionales, los salarios eran trágicamente bajos con referencia a los precios.
En la sociedad industrial, cada material y distribución tiene un precio y la compra a través del desembolso de moneda representa la manera más común de adquirir los materiales o distribución deseados.
La estructura de los precios. Mientras en el caso de los particulares el beneficio es una ganancia dada, el poder publico tiene la aptitud de aumentar los impuestos; su beneficio está también en referencia de sus deseos de gasto. Más allá de ese punto la presión fiscal puede secar las fuentes de beneficio.
La estructura de la demanda influye en la estructura de los precios, lo que a su vez señala la estructura de la producción.
El total de la moneda entregada a quien había llevado el metal a la ceca y el precio de mercado del metal.
Inglaterra se distinguió por la excepcional solidez de su moneda. Los soberanos ingleses estaban condicionados por el control de los señores feudales, los cuales al no administrar las cecas en nombre propio, tenían todo que perder y nada que ganar con una posible inflación.
Solidez de los precios. Para regular los precios, los salarios y las tasas de dividendos, las autoridades publicas recurrieron al expediente del que se ha ayudado el poder político; fijarlos oficialmente. Los precios sujetos a aranceles eran los productos alimentarios; el pan, la carne de ternera y de cerdo y las grasas animales y vegetales. También a los salarios se les fijaba regularmente por ley un techo máximo. Control de la oferta de los metales preciosos. Prohibir o contener la exportación de metales preciosos y alentar su importación. Obligación que se imponía al importador de ceder a la ceca todo el metal. Ilusión bullonaista.
Prohibición a los miembros de una corporación de estipular pactos para fijar los precios o controlar la oferta de materiales y distribución presentes en el mercado.
Finales del siglo XVI. En cuanto la oferta era elástica, el aumento de la demanda se tradujo en un aumento de la producción y de los precios. El nivel general de los precios es una abstracción estadística ambigua y el índice general de los precios varía, según los precios que se examinen y las ponderaciones que se adopten. El aumento de las disponibilidades líquidas provocó, sin embargo, en los centros financieros una caída tendencial del tipo de dividendo. Era tal vez la primera vez en la historia de la humanidad, que el capital se ofrecía muy barato. Oro y plata eran aceptados como pago en las transacciones internacionales. El aumento de la disponibilidad de metal precioso significó el aumento de la liquidez internacional, lo cual favoreció el desarrollo de las transferencias.
En el curso de la transformación de los precios del siglo XVI, los salarios nominales de más allá de los Alpes no consiguieron mantenerse a la par de los precios de los productos de mayor consumo. En Italia, gracias a una organización gremial más fuerte, los profesionales lograron obtener controles salariales.
(Historia Económica de la Europa Preindustrial)

Medow

Ha sido la persuasión adicional de que la producción industrial exige precios que reflejen correctamente la escasez relativa de bienes en la sociedad, la que ha identificado posteriormente la economía neoclásica con una vigorosa oposición a la sola idea de eliminar el comportamiento social competitivo, o de armonizar la producción industrial a fines socialistas más vastos.
Si se coincide en definir los deseos de los consumidores como el propósito final del conjunto del proceso orgánico económico y si los precios que las empresas deben pagar por los recursos adicionales reflejan correctamente la importancia del destino que les dan (como debería ocurrir cuando todos los recursos se venden al mejor postor), entonces la firma que aumenta al máximo sus beneficios como el poseedor de un recurso, que lo distrae de la economía, hasta que le pagan el precio más elevado posible, semejan estar desempeñando una vital eficacia económica.
Posteriormente, la posición de Schumpeter quedó debilitada, en el curso de un prolongado debate respecto de la relevancia que tienen los precios competitivos, para una economía de planificación centralizada. El debate demostró ser posible identificar los precios de escasez de los recursos industriales sin la ayuda ni de los mercados competitivos ni de cálculos matemáticos (O. Lange).
Recientemente, el debate respecto de la importancia que los precios equilibrados tienen para la planificación centralizada, se desplazó por el rápido desarrollo de las matemáticas aplicadas.
La disponibilidad de coeficientes técnicos para la economía provocó una revaloración de la relevancia de los precios óptimos, para los fines económicos.
Una serie de precios reflejos óptimos unidos a bienes singulares.
El análisis de los precios de escasez carece de todo rasgo específicamente económico.
J. R. Hicks. Se ha demostrado que un sistema de precios es inherente al problema de la magnificación sin restricciones.
Como el empleo de computadoras electrónicas ha permitido identificar los precios de escasez óptimos, ya no se puede deducir de la pertinencia que estos precios tienen, para el problema general de la distribución de bienes escasos, que las instituciones competitivas sean menester.
(Los ideales humanistas del iluminismo)

Wilson

En el comienzo de la edad del Hierro, no era la economía la unica fuerza activa, pero tampoco la menos importante. Quedó profundamente conmocionado el equilibrio de los precios. Comenzaron a subir los precios de los cereales, mantenido durante más de cuatro decenios. El precio del trigo duro subió a 1,5 deben (un deben de cobre, de peso aproximado de 91 gr), a 2,4 y a finales de la época de Ramsés IX, a 11,19, más de 5 deben de cobre. También subió de manera alarmante el precio de la cebada. En el reinado de Ramsés VII, 1149-1142, se pagaba 8 deben por un saco. Sólo hacia finales del siglo, los precios se redujeron notablemente, permaneciendo estable el precio a 2 deben de cobre por saco de trigo o de cebada, el doble del precio que tenía al comenzar la subida, seis decenios antes.
Se saquearon las tumbas de los faraones. El oro extraído de las tumbas fue puesto en circulación y la inflación pudo ser frenada.

Milosz

La opresión crece proporcionalmente al incremento del radio de acción. Semeja ser el precio a pagar.
(La importancia de Simone Weil)

Ambler

Los socialistas se oponen al control de los precios por la ley de la oferta y la demanda, por el hecho de que las personas arriesguen su capital con el objeto de sacar un razonable beneficio.
(No siga mandando rosas)

Bose

Pagar un precio descomunal.
Pagar el precio más elevado por el amor y la unidad.
(Gandhi: Humanista y socialista)

Böll

Cuánto tiempo ha habido que gastar, cuánto ha habido que robar, para hacer proverbial la injustamente famosa puntualidad castrense. Miles de millones de horas robadas son el precio, y más, en el caso de los monstruos de nuestros días, que nunca tienen tiempo. Siempre me los imagino como personas, que andan escasas de piel.

Genicot

La talla se justificaba como precio pagado, <<para que el patrón pueda defenderles de quien sea que les importune>>.

Crisis del feudalismo. Los factores externos fueron relevantes. Las manipulaciones de la moneda que afectaron a los precios y, consiguientemente, al peso de la evolución demográfica.

Lefebvre

Es preciso que la transferencia de equivalentes en el industrialismo, sea una apariencia. En realidad, los precios de cada mercancía y las fluctuaciones determinadas por la oferta y la demanda oscilan entre ciertos límites.
El precio de una mercancía es aproximadamente sabido por adelantado, siendo el que determina la demanda, puesto que no es determinado por esta. En la mercancía, en el dinero (solidarios de la división del trabajo, de la propiedad privada y de la transacción), la actividad humana se enajena, se aliena. 

I. Shaw

El precio de las localidades en los teatros.
Pequeños restaurantes italianos de poco precio.
Pagar precios fantásticos.
(El baile de los malditos)

Graves

Exigir un precio de hambre por todo lo que se ponía delante.

Greene

Exorbitantes precios.

No poder conseguir el arroz al precio oficial.
Los precios son altos.
Lo habían corrompido los sentimientos. Los sentimientos eran más peligrosos porque no tenían precio.
La desesperación es el precio que debemos pagar cuando nos proponemos un fin imposible.
El precio de la vida es una eterna vigilancia.
He rezado para obtener la paz. He pagado un precio demasiado elevado.
Aquí se invertían los valores comerciales; los precios subían ante la falta de dividendo.
El amor humano lo había privado del amor eterno. Era inútil pretender, como habría hecho un joven, que valía la pena pagar ese precio.
(El revés de la trama)

Calvino

El precio de primera del tren.
El precio es alto pero debemos aceptarlo; no podemos distinguirnos de las muchas señales que pasan por esta carretera, cada una con un significado propio que permanece oculto e indescifrable porque fuera de aquí no hay nadie con la aptitud de recibirnos y entendernos.
Tomaba mis comidas de pequeños restaurantes de precio fijo que pertenecen a familias toscanas; todos son parientes.
(Los amores difíciles)

Mayor estudio laborioso, aplicado a materias del mayor precio.
(Las ciudades invisibles)

Waugh

Vendían revistas ilustradas americanas a un precio muy encarecido.
A un precio rebajado para honrar las navidades.
Argumentando genialmente respecto del precio del café. No tenía ninguna competencia a doscientas millas por lo que sus precios eran increíblemente elevados.
Un precio insignificante.
Ofreció y pagó a los rancheros un precio mayor del que habían recibido nunca antes.
Un precio moderado.
Comprar por el precio.
Alcanzar exactamente igual precio.
Convenir el precio de antemano.
(Noventa y dos días)

Cotizar por encima del precio de librería.
Conseguir la colaboración a cualquier precio. Bueno, a un precio razonable.
Bajó el precio del papel, hubo pánico en la bolsa, se declaró la emergencia, el ejército fue movilizado, la gente empezó a pasar hambre, hubo amotinamientos y menos de una semana después se produjo en ese país una auténtica agitación.
Regatear tacañamente el precio.
Preguntaba el precio que pedían.
Hacer las compras precisas y a los precios que hacía ya mucho tiempo que todos aceptaban que eran los más justos.
Pagar los pecios más desorbitados.
De la noche a la mañana el precio de la gasolina se dobló y luego siguió subiendo a buen ritmo.
Los precios se habían doblado.
Grandes hombres habían pagado el precio de la soledad.
(¡Noticia bomba!)

Comprar a bajo precio cuando quiebran los talleres.
Los abogados pagan el pasaje; primera y litera. Por ese precio podemos viajar los dos en tercera.
El mundo adquisitivo. Marcar el precio.
Pagar un precio extra.
(Retorno a Brideshead)

Du Maurier

Hemos pagado el precio de nuestra libertad.
(Rebeca)

Preocupaba a los vendedores del mercado que los precios se estabilizasen de nuevo, que la calidad y la cantidad de los productos recuperaran su nivel habitual y el comprador su armonía, a fin de que abriera de nuevo la bolsa sin temores.
Precios razonables.
Todos los años las fincas doblaban su valor y aumentaba el precio de la propiedad urbana.
(¡Adelante, Julio!)

Radbruch

En el Digesto, se contiene una decisión del jurista romano Paulo, según la cual el vendedor de una cosa enajenada en dos ocasiones por él y que luego resulta destruida sin culpa de nadie, puede reclamar de los dos compradores el precio estipulado. Esta experiencia se presta para exponer a la luz las ventajas del Derecho casuístico, que obliga al jurista a contrastar directamente sus puntos de vista jurídicos a la vista de los casos concretos de la práctica, a diferencia del Derecho legalista, el cual sólo puede apoyarse en los casos jurídicos pintados por la fantasía o evocados por el recuerdo.
La cualidad del precio justo.
La justicia conmutativa representa la igualdad entre una prestación y una contraprestación, entre la mercancía y el precio.
Rasgo característico del Derecho social es la tendencia publicística del Derecho privado, la injerencia del Derecho publico en situaciones jurídicas reservadas al Derecho privado exclusivamente, como ocurre en las tarifas y reglas de vigilancia de precios.

Spillane

Una parte del precio a pagar.
Era una finalidad a cuya cabeza habían puesto precio.
Papeles con notas, un registro de venta en el que aparecían precios, nombres y descripciones.
(La serpiente)

El precio era demasiado alto, pero ni pestañeó.
(Un caso perverso)

P. Bowles

Arreglar el precio.
Un precio demasiado alto.
Los pasaportes alcanzan precios altos en los destacamentos de la Legión.
Cualquier vehículo podía valer. Esta ultima indicación era, desde luego inútil. Pasó casi una hora discutiendo el precio del transporte.
La lucha por subir o bajar el precio.
(El cielo protector)

J. Bowles

Tengo pesadillas si como algo que no me sienta bien al estómago. Hay que pagar el precio cuando una se permite un capricho.
(Dos damas muy serias)

Amis

Compensaría el precio desorbitado de las cervezas engullendo sin control el pretencioso aperitivo de patatas fritas, pepinos y cebollas confitadas -de color rojo, verde y ámbar-.
El precio de las vacas durante los tiempos de Eduardo III.
Negociar el precio del billete del bus.
(Lucky Jim)

Runciman

Según los bizantinos, ni siquiera merecía comprar aquí abajo un rescate material al precio del rescate eterno.
El precio que Manuel pagó fue la obligación de incorporarse al ejército turco, en la invasión de la leal, intrépida y aislada ciudad de Filadelfia, ultima posesión bizantina en Asia.
Los griegos, con su doctrina de la Economía en sus mentes, pagaron el precio exigido por la ayuda occidental y, sin embargo, fueron defraudados.
El gran soldado Juan Hunyadi, regente de Hungría, pidió Selimbria y Mesembria como precio de la ayuda. Alfonso de Aragón exigió Lemnos.
(La caída de Constantinopla)

Baum

Al oír el precio de la habitación cerró un poco los ojos.
Adquirir las acciones a un precio ventajoso.
Bizquea con dirección a las pequeñas etiquetas fijadas a las diferentes prendas donde se marca el precio, la unica cosa que le importa y que no se atreve a preguntar.
La lanilla que la fábrica tenía viejas existencias y que antes de Navidad saldaba a bajo precio a sus empleados.
Comprar sin preguntar el precio.
La voz helada y gangosa discutiendo los precios.
(Grand Hotel)

Vian

Un motor fueraborda eléctrico comprado tirado de precio.
(A tiro limpio)

Las taquidactilógrafas compradas a precio de oro escaseaban y no se vendían sino al que ofrecía más como debe hacerlo cualquier provisión consciente de su valor.
No se rendían a ningún precio.
(Vercoquin y el plancton)

Eliade

"Patrono y criado" de Tolstoi, cuando Vasile Andreich se acostó en la nieve encima de Nikita para protegerlo de la congelación. Y lo protegió devolviéndole la vida al precio de la suya.
(Relatos fantásticos)

Las consecuencias válidas pagando el precio de una prolongada y meticulosa labor de exégesis.
(Nacimiento y Renacimiento)

Irish

Five & Ten. Cadena de tiendas de precio fijo.
Era uno de esos establecimientos situados fuera del centro, que antes había sido una residencia privada y luego transformada como una casa de comercio cuyos precios elevados y la selecta clientela semejan estar a razón inversa de su falta de suntuosidad.
Ofrecer pagar un precio elevadísimo.
(La mujer fantasma)

Regatear el precio.
Regir el precio.
Organizados con el sindicato ha aumentado el precio.
(No quisiera estar en sus zapatos)

Le gustaba ver lo que compraba, pues de otra manera los proveedores le endilgaban lo peor y al precio que les daba la gana.
(A las tres)

Bellow
Recibir las ofertas y propuestas para la comunidad mercantil.
El precio justo de un fusible o un clavo u otros enseres.
Las demandas de pago.
Negocios de pacotilla sin importar precios ni cantidades de mercadería.
Las ofertas de los chatarreros.
La asustaban los precios que cobraba aquel establecimiento.
Muebles tapizados a bajo precio.
Me hallé de pronto en un hotel donde tontamente no pedí el precio preocupado de que el conserje viese mis enlodadas ropas.
Una oferta negra en Londres; una gris en París donde ves mucha variedad de seres humanos yendo y viniendo bajo la lluvia y la neblina; una oferta parda en Chicago. Con lo oscuro se te ofrece el solvente hasta el momento que algo queda resuelto y por tanto suspendidas las ofertas, la clemencia y las ocasiones.
El banquete a diez dólares el cubierto, precio pasmoso para aquella época.
No debía bajo ningun concepto dar precios equivocados ni cometer deslices con mis cálculos ni durante ninguna transacción.
Detallar las demandas.
Allanarse a las demandas.
Los almacenes de precio ínfimo.
Cobrar un alto precio por un águila.
Demandar secretamente o no el mundo.
Justipreciar la selecta vestimenta.
De visita con ropa de poco precio.
Pagar un precio exorbitante por un placer. Supón que todo sea pagar sin obtenerlo. Entonces has pagado por tu deseo, no por lo obtenido. Y el pago lo haces con lo que puede llegar a faltarte.
La falta de pago del precio fijado.
(Las aventuras de Augie March)

Un traje de gran precio.
¿He venido a recoger el precio de mi ayuda?
Pagar un buen precio.
El de florista era un negocio de precios astronómicos.
Los coches, los aviones, las suites de los hoteles, los restaurantes, los teatros están a unos precios que los hacen prohibitivos para el que gana poco. Eso ocurre también con el precio de la prostitución; incluso con los médicos.
El precio de la finca.
(Herzog)

Cleveland

El valor del dinero, las fluctuaciones de la inflación y de la recesión, las amenazas de los sistemas ecológicos, la producción y la distribución de la riqueza.
Antes del año 1973 el mundo sabía qué política había que aplicar; permitir un abundante suministro de energía al precio más barato posible a fin de dar ímpetu al crecimiento económico y aumentar la productividad. Con la crisis que se produjo después de 1973, los exportadores de petróleo se agruparon con el cartel denominado OPEP para subir los precios hasta un valor cuatro cantidades superior al original y doce superior al final.
Con los vertiginosos aumentos de los precios de la OPEP, los grandes movimientos internacionales de capital de inversión se replegarían consecuentemente.
El mercado (el aumento de los precios) enseñó a consumir menos energía.
El beneficio que obtendrían los sistemas internacionales de un mundo suficientemente pacífico como para hacer posibles los transportes, las comunicaciones y las transacciones se vería reflejado con los precios que todos pagamos.
Es racional que alguien que viaje mucho y que haga amplio uso de los sistemas de comunicación internacionales pague una décima parte de los derechos de pasaporte, una fracción del precio de los billetes de avión o un suplemento de la factura de teléfono para contribuir a financiar el privilegio de la circulación de su persona a lo largo de un mundo menos justo y más peligroso si el sistema internacional no funciona.
Los carteles internacionales no gubernamentales dedicados a la especulación monetaria y la fijación del precio de los productos.
Los mercados internacionales fijan el precio de los productos (cereales, energía) y del dinero, los bonos y las acciones. El comercio internacional ejerce una profunda influencia con importantes industrias y con cuestiones internacionales muy delicadas como el empleo, los precios y la supervivencia de industrias enteras.
El Lunes Negro de 1987, cuando la información de los precios y el pesimismo se propagaron a lo largo del mundo.
El crecimiento del dinero se soporta sobre una inflación prestataria totalmente desproporcionada comparada con el comercio de cosas que los flujos monetarios reflejaban.
Los tipos de dividendos bajarían por cuanto el precio del dinero de la Comunidad tendiera a igualarse con los países miembros.
La idea de una moneda unica materializada de la unión monetaria europea se fundaba sobre el problemático supuesto de que se precisaría un banco central para conseguir un dinero sólido utilizado prioritariamente para mantener los precios y eludir las oscilaciones económicas violentas.
Los grupos de presión que quieren mantener los precios de los productos agrícolas.
Subir por etapas el precio del crudo hasta el cuádruple.
Definición de Oscar Wilde del cínico. Sabe el precio de todo y no conoce el valor de nada.
El precio de los productos y su valor social.
Vertiginosos aumentos del precio de los materiales raíces.
(El nacimiento de un mundo nuevo)

Williams

Un ser humano que da precio a la bondad y a la paciencia con los demás.
(Memorias)

Harrod

Dada la gama completa de los recursos productivos disponibles, dada la condición de la tecnología y los deseos y gustos de los seres humanos de una economía ¿cómo se dividirán los recursos entre los usos alternativos, qué precios se establecerán para estos y cuáles para los materiales y distribuciones producidos?
Debido a la dependencia del sistema de precios y cantidades expresada con un sistema de ecuaciones simultáneas es posible que una transformación de una de las magnitudes traiga consigo transformaciones de todo el sistema de precios y cantidades. Antes de la transformación se habrán concretado todos los precios y cantidades producidas a través de las ecuaciones que especifican la condición del sistema aquel momento. Tras la transformación será preciso concretar las cantidades de la gama de productos y el espectro de los precios.
La microestática se fundaba sobre un supuesto atomista; cada productor era una parte muy pequeña del total de la economía, las variaciones de su producción no tenían ningún efecto sobre el precio de su producto. Piero Sraffa, 1926, demostró que era imposible que con el punto de equilibrio se diese la condición de gasto de producción decreciente. Para que fuera posible debería existir algún grado de monopolio y que el productor se enfrentara con una curva de demanda de pendiente negativa.
Los productores afirmaban estar sujetos a gastos decrecientes y que si la demanda de sus productos aumentara probablemente bajarían los precios. Estas cuestiones inspiraron la teoría de la competencia imperfecta. Esta se alejó de la doctrina atomista clásica, según la cual todos los productores podrían vender a los precios corrientes.
Cuando se den gastos decrecientes puede esperarse que un alza de la demanda reduzca el precio. Por tanto, se debería esperar que excepto cuando una economía actúa a pleno rendimiento un alza general de la demanda cause un descenso de los precios.
Se ha mantenido que cuando los precios suben un remedio es reducir la demanda global. Lo que ha traído una desventurada consecuencia al desviar la atención de la espiral salarios-precios, un fenómeno enteramente diferente.
La construcción clásica tuvo su mayor triunfo al concretar cómo se distribuyen los recursos productivos para la producción de los distintos materiales y la distribución y cómo se establecen los precios de esos materiales y los de los factores de producción Pero no aportó gran cosa a la experiencia del grado que los recursos productivos tenderían a ser utilizados. La proporcionalidad entre las utilidades marginales y los respectivos precios.
Keynes atribuyó la mayor importancia a la influencia del dinero y la política monetaria, pero no mantuvo que un aumento de la oferta monetaria tuviera influencia directa ninguna con los precios.
No es probable que los salarios reales suban muy por encima de lo habitual con un empleo extraordinariamente alto; pero puede producirse una inflación de precios que reduzca a los que no trabajan a buscar empleo para mantener el nivel de vida de la familia.
Aunque una empresa puede vender más de lo que produce, la elasticidad-precio de la demanda de su producto puede no ser lo bastante pequeña para permitirle soportar el peso de cargar a su precio el gasto de atraer empleo adicional sin sacrificar una parte demasiado grande de la demanda existente.
El precio para el establecimiento de la tasa de crecimiento justificada es el conjunto de los tipos de dividendos. El tipo de dividendo tiende a elevarse al vértice de las expansiones y a bajar con las depresiones.
El viejo problema del mejor cálculo del valor; el cálculo como actividad o el cálculo como materiales. La austera escuela de David Ricardo ha deseado un cálculo con unidades de actividad. Lo que significa que los precios de los materiales (y la distribución) bajarían para el conjunto de la economía proporcionalmente al incremento de la cantidad de producto por unidad de recursos con proporción al incremento de la productividad. Implica que las tasas de remuneración de los diversos tipos de recursos permanecería a lo largo del tiempo. Según el plan moderado de Ricardo los recursos con remuneraciones monetarias experimentarían un nivel creciente de remuneración real a través del descenso de los precios.
El moderno análisis marginalista transformó las teorías del precio y del gasto de Adam Smith y de Ricardo. La teoría clásica del dividendo apunta que este es el precio que iguala la oferta de capital a su demanda. Para mayor precisión se debería sustituir el término capital por el de disponibilidad de capital, reservando la palabra capital para los objetos físicos que han incorporado recursos con vistas a una producción futura.
Se supone que hay expectativas firmes de inflación; este aumento esperado de los precios se refleja con el tipo de dividendo corriente. Los acontecimientos recientes han confirmado la teoría con unos tipos de dividendos remontándose a niveles que solo tienen precedente para la Edad Media y con una inflación rampante. Los que mantienen este punto de vista pueden haberse sentido desconcertados con la caída sustancial de los tipos de dividendo el año 1970, cuando la inflación de precios se había armonizado a un alto nivel y la visión pesimista de una inflación de precios endémica se hacía más fuerte. Keynes no aceptó el punto de vista según el cual la perspectiva del alza de los precios elevaría el tipo de dividendo del mercado.
Lo que puede hacer la aparición de una perspectiva clara de inflación es alterar la valoración relativa de activos, como los bonos, que no dan ninguna defensa ante la inflación y los que la ofrecen, como las acciones y la propiedad inmobiliaria.
La incertidumbre de lo que pueda pasar con la inflación puede afectar el dividendo.
La palabra inflación es bastante nueva. Durante el XIX tenían que arreglárselas con términos como rebajado o depreciación de la moneda.
El sentido original conjunta las ideas sobre política monetaria y política fiscal. Se decía que el poder político inflaba cuando gastaba por encima de sus ingresos y financiaba un deficit imprimiendo billetes, o según nuestro sofisticado mundo moderno pidiendo prestado al banco central o a los bancos comerciales.
La idea de inflación lleva consigo el que la emisión de billetes ha ido muy lejos y que sea preciso suspender la transferencia. Fue generalmente admitido que el alza repentina del gasto publico de las guerras combinada con las dificultades técnicas para obtener aumentos equivalentes con los impuestos haría precisa la inflación.
La palabra se podía aplicar a los actos políticos imprudentes que emitían cantidades excesivas de billetes o a la subsiguiente elevación de los precios expresados como moneda del país.
La palabra se utiliza hoy para designar cualquier elevación de los precios. Una inflación del 2 por 100 es tolerable.
Los precios se equilibraron por los hallazgos de oro de California y Australia, después de lo cual reapareció un fuerte descenso que llevó a los precios el año 1896 a un nivel muy inferior al de 1660. Luego vino el oro de Sudáfrica y la invención de la aplicación por cianuro y la guerra sudafricana. Estos acontecimientos fueron acompañados y seguidos de una tendencia alcista de los precios. Pero incluso el año 1933 los precios no estaban por encima del nivel de 1660.
Habrá deflación de la demanda cuando la fracción de los beneficios que los consumidores quieren gastar y la fracción de los recursos productivos para la formación de capital justificable no sumen la unidad. Una fuerte inflación de precios acompaña al desempleo.
El creciente afán actual por ganar la mano a la inflación debe apreciarse similar a otras manifestaciones sociológicas, como las agitaciones estudiantiles, la violencia creciente y los disturbios raciales.
Si es verosímil que la causa de la aceleración de las subidas de precios y salarios tiene raíces sociológicas es ilusorio esperar que cure con los remedios habituales del freno de la oferta monetaria o el logro de un superavit presupuestario. Estos métodos pretenden eliminar la inflación de la demanda. No queda fuera de los límites de lo posible el conseguirlo por métodos voluntarios entre los industriales y los dirigentes sindicales. Un exceso general de la demanda ocasiona una elevación de los precios. Esta proposición es muy diferente de la generalmente aceptada como axiomática, según la cual una demanda agregada creciente tiende a elevar los precios.
Por lo que respecta al nivel general de precios todo depende de si las mercancías sujetas a rendimientos decrecientes predominan o no sobre las sujetas a rendimientos crecientes. Las primeras son los alimentos y las materias primas y las mercancías para cuyo gasto de producción tienen mucho peso las materias primas. Para las manufacturas y la distribución predominan los rendimientos crecientes.
Cuando la demanda agregada real está por encima del potencial de oferta de la economía y se produce consecuentemente una inflación de precios, la política monetaria como la fiscal se deberían encaminar a reducir la demanda real agregada.
Para cualquier planificación racional tenemos que suponer que la tendencia a desarrollar una espiral salarios-precios se corregirá por otros métodos y que no se puede esperar que sea controlada por las usuales decisiones monetarias y fiscales.
La elasticidad de la demanda respecto al precio. Los alimentos generales se comercializan bajo condiciones de competencia perfecta y tienen precios mundiales. Lo que no quiere decir que tengan iguales precios según los diversos países. Es notorio que los alimentos están sujetos a regulaciones de los países y a grandes restricciones comerciales. Se encuentran fuera de las regulaciones del GATT. Los obstáculos se oponen a la igualación de los precios, gastos del transporte, etc.
Entre los productos terminados se incluyen los materiales de capital, maquinaria, equipo de transporte. Se puede esperar que la elasticidad-precio sea alta.
Si la demanda interior de alimentos tuviese alguna elasticidad respecto al precio las exportaciones se verían favorecidas.
La doctrina respetable de que cuando descienden los precios de las partidas importantes de la exportación se deben reducir los impuestos internos.
Con las inversiones de cartera habrá un espectro de niveles de garantía y un respectivo espectro de referencias entre los beneficios futuros esperados y el precio actual de los valores.
Las políticas monetaria y fiscal no pueden solucionar el gran mal de la espiral salarios-precios; es preciso un tercer instrumento de la política, la inflación directa a través de convenios laborales y la fijación de precios.
(Dinámica económica)

Papp

El precio de las suposiciones accesorias y poco satisfactorias en el marco de la hipótesis.

Goldmann

Marx demostró hasta qué punto la aparición del mercado reduce todos los valores a algo simplemente implícito al eliminarlos de la autoconciencia y al reducirlos al aspecto fenomenológico y cuantitativo de dos nuevas propiedades de los objetos inertes, valor y precio, que transforman los materiales como mercancías. Carácter pasivo de este desarrollo de reificación.
(Socialismo y humanismo)

Kerouac

Una oferta tentadora.
Las cuentas de la tienda con sus precios detallados.
Las tiendas de precio fijo.
Discutir el precio de una sandía.
El precio de destartaladas habitaciones tipo motel, dos dólares.
Apreciar la oferta.
Una agencia de viajes para obtener el asiento de un coche y compartir el precio de la gasolina, cosa legal en el Oeste.
Asumir la responsabilidad de escoger un coche y señalar su precio.
A las nueve el coche era un auténtico desastre. Era el precio de la noche.
Discutiendo de precios con unos pintores.
(En el camino)

O´Flaherty

Amortizar el precio a razón de unos pocos peniques por semana.
(Insurrección)

Vilar

El salario entendido como simple precio de mercado de la fuerza laboral abstractamente es un concepto de la era industrialista.
Es raro que los diversos sectores de la economía -particularmente la agricultura y la industria- acusen de igual manera el movimiento de los precios. El carácter sincopado del movimiento económico, consecuencia del periódico desequilibrio entre el aumento del capital y el aumento del poder adquisitivo conduce a los conflictos sociales centrados con las alzas de precios de un periodo ascendente, el paro y la intensificación de la actividad profesional de las etapas de recesión.
El movimiento de los precios estimula o desanima la producción. Es preciso estudiar el beneficio real y concreto.
Curva de los precios generales y curva de los salarios unitarios.
Las concordancias del movimiento de los precios tienen menos sentido que sus disparidades. Disparidades del espacio que oponen estructuras regionales diversas. Disparidades a corto término, como la desviación social entre los precios del centeno y del trigo. Diferencias a largo término que manifiestan los progresos desiguales de la productividad y que preparan las sustituciones de cultivos o de uso; trigo y no vino, carbón mineral y no vegetal.
Tema del squeeze precios-salarios.
El doble fenómeno simultáneo y brutal de la afluencia de metales y la subida de precios.
El fenómeno francés de los assignats, la inflación de los EE.UU.
El año 1812, inflación inglesa del tiempo de Napoleón.
Lo que una fase de deflación puede ofrecer de bueno. Garantía de los demandantes y subida del salario real.
El margen entre el alza de precios y el alza de salarios supone unos beneficios mayores para la empresa.
El elemento común a todos los pecios es el de estar expresados a través de la moneda.
(Crecimiento y desarrollo)

Thompson

Una pérdida del vigor y de la veracidad del idioma es un precio pequeño ante el progreso.
El progreso sigue su marcha y nosotros somos el precio.
Recaudar una cantidad inmensa de dinero (la mayor parte procedente de las empresas, que luego nos pasarán el gasto elevando el precio de sus productos).
Una victoria tras la crisis de la segunda guerra, aunque su precio fuese trágico.
Solidarnosc. No hubo ningún estadista occidental que sugiriese que las libertades polacas justificaban el precio de desmantelar cualquier arma nuclear occidental. Es evidente que el precio de una mayor autonomía polaca tiene que ser alguna concesión bélica por parte de Occidente.
(Nuestras libertades y nuestras vidas)

Haslett

El control del profesional es un sistema económico caracterizado por que la economía conjuntamente se apoya sobre el mercado -sobre la oferta y la demanda, más que sobre una planificación central-, para concretar los precios de todos los materiales y distribuciones y las ganancias que la gente obtiene por producirlos.
(Enciclopedia Oxford de Filosofía)

Senghor

La economía de los países europeos gira alrededor de la venta de productos manufacturados a los países subdesarrollados, a precios altos, y de la compra de materias primas a esos países, al precio más bajo posible. En el caso de Francia, si los precios que paga en los países africanos por las materias primas están subsidiados, generalmente los precios franceses son los más elevados de Europa.
(Socialismo como humanismo)

Baczko

El contexto sociológico del ser humano, objetó el precio que pagaba por el costo moral y físico de la civilización urbanizada e industrializada y el predominio que tenía el enfoque tecnológico del mundo.
(Marx y la idea general del ser humano)

Koestler

Es costumbre en las congregaciones judías, que para los grandes festivales religiosos el acceso a las sinagogas sea pagado. Los asientos se venden a precios, que varían, según la distancia del altar. El dinero va a la comunidad y los pobres se benefician con esto.
Precios razonables.
No era debilidad lo que le inducía a seguir adelante, sin tomar en cuenta el precio que debía pagar por aquellos momentos, sino el hecho de que las consecuencias eran futuras.

Deutscher

El precio que pagaron los ex-jacobinos fue que su causa antijacobina apareció como un anacronismo vicioso y ridículo.
Silone tiene autoconciencia del precio que los europeos de su generación han pagado por la aceptación de filosofías de mal menor.
Abandonemos en paz al intelectual ex-comunista con su propio yo, si el precio que ha de pagar por una falsa paz en el mundo significa la renuncia y la denuncia propias.
Cuando el mercado le es adverso, el obrero disminuye el precio de su peculiar mercancía, acepta la actividad por salarios más bajos y durante más horas y obliga a otros obreros a que hagan igual.
El joven economista soviético recuerda la fantástica inflación de precios en los mercados del koljós, durante la ultima guerra. Recuerda la depreciación del rublo, que obligó a la drástica reforma monetaria de la postguerra. La teoría marxista le ha explicado el dinero como el reflejo o encarnación del valor, que aparece y desaparece de la existencia con el canje de mercancías.
La pérdida del comunismo en la Alemania del Este habría sido el precio pagado por Rusia para un pacto con Alemania y para la retención de la carrera de armamentos. Pero haber pagado aquel precio cuando el fuego no había hecho más que iniciarse, era el colmo de la locura desde el punto de vista del Kremlin.
En una sociedad que vive con una utilidad rápidamente creciente, los grupos aventajados no precisan pagar a un alto precio la mejora en el bienestar de las masas profesionales; y en consecuencia, no están forzados a oponerse a dicha mejora.
(Herejes y renegados)

Memmi

Se viene a la colonia porque se ofrece mano de obra a precios sorprendentes.
Agarrarse a su suerte histórica y defenderla a cualquier precio.
Hay que pagar un precio cuando hay que recurrir a la fuerza y a la injusticia para seguir viviendo.
El precio de la rehabilitación.
Los presupuestos coloniales serán el precio pagado por las metrópolis, convencidas de la discutible grandeza de ser metrópolis.
El colonizado, a poco que dure la colonización, llega a perder hasta el recuerdo de su libertad, olvida lo que cuesta o no se atreve a pagar el precio.
El aspirante a la asimilación llega casi siempre a cansarse del precio exorbitante que tiene que pagar, y del que no termina nunca de eximirse. Descubre, horrorizado, el sentido completo de su pretensión. Es dramático el momento en que se da cuenta que ha hecho suyas las acusaciones y condenas del colonizador, que se ha acostumbrado a ver a los suyos con los ojos del fiscal.

Kriegel

Los almacenes especiales ofrecen a precios muy interesantes y en gran parte ficticios un surtido más amplio y mercancías de mejor calidad, imposibles de encontrar en el circuito de comercialización.

Gardner

Inflación del préstamo.
(El caso del gato del portero)

Foucault

El dominio de la riqueza fue el objeto de la economía durante la época clásica. Abarca las nociones de valor, precio, comercio, circulación, rédito.
Se habría comenzado, actividad de Cantillon, a separar la teoría del precio y la del valor intrínseco.
La importancia de los precios elevados para el desarrollo del comercio (regla de Becher, retomada por Boisguillebert y Quesnay).
El metal precioso tiene un precio, calcula todos los precios y se le puede transferir por cualquier cosa que tenga un precio. El siglo XVII atribuye estas tres propiedades a la moneda, pero se las hace descansar bajo la ultima (sustituir a lo que tiene precio). Lo que fundamenta los otros dos caracteres (la aptitud de calcular y de recibir un precio aparecen como cualidades que se derivan de esta finalidad) representa la finalidad de la transferencia. Esta inversión es fruto de un conjunto de reflexiones y prácticas que se distribuyen a lo largo del XVII (desde Scipion de Grammont hasta Nicolás Barbon) y que se agrupan bajo el término de mercantilismo.
No es el valor intrínseco del metal lo que da el precio a las cosas; cualquier objeto puede valer de moneda. Pero se requiere que tenga las cualidades de representación y las capacidades de análisis, que permitan establecer referencias de igualdad y diferencia entre las riquezas.
Prenda y precio. La teoría clásica de la moneda y de los precios se elaboró a través de experiencias históricas. Se trata de la gran crisis de los signos monetarios, que se inició en Europa, en el siglo XVII. A fines del siglo, se tiene la experiencia de que el metal amonedado es muy raro; regresión del comercio, baja de los precios, dificultades para pagar las deudas y los impuestos, desvalorización de la tierra.
La moneda permite fijar el precio de las cosas gracias a una referencia de proporción con las riquezas y un poder de hacerlas circular. En cuanto prenda, la moneda designa una riqueza (real o no), establece un precio. Pero la referencia entre la moneda y las mercancías, en consecuencia, el sistema de precios, se modifica desde que, en un punto del tiempo, se alteran la cantidad de moneda o la cantidad de mercancía. Si la moneda es una cantidad pequeña, en referencia con los bienes, tendrá un gran valor y los precios serán bajos; si su cantidad aumenta a tal punto que sea abundante frente a las riquezas, tendrá poco valor y los precios serán altos.
No hay precio justo. No hay nada en una mercancía, que indique por algún carácter intrínseco, la cantidad de moneda que habría que retribuir por ella. La baratura no es más exacta que la carestía. Sin embargo, existen reglas de comodidad, que permiten fijar la cantidad de moneda por la cual conviene representar las riquezas.
El problema consiste en saber cual es la cantidad precisa de moneda, para que en un país la circulación se haga más rápida, al pasar por un numero mayor de manos. Entonces los precios serán intrínsecamente justos y exactamente ajustados.
Se puede calcular la cantidad relativa de moneda que se precisa poner en circulación; sin embargo, esta estimación no debe tomar como referencia la producción de la tierra, sino una referencia entre los salarios y los precios con los usuales en los países extranjeros. En una comarca en la que los precios son relativamente poco elevados (por razón de una débil cantidad de moneda), el dinero extranjero es atraído por las amplias posibilidades de compra; la cantidad de metal crece. La cantidad de especies en circulación hace subir los precios, proporcionando a los particulares la facultad de comprar en el extranjero, en donde los precios son inferiores. Se trata de que los movimientos de la población tienen un sentido opuesto al del numerario. Este va de los países prósperos a las regiones de precios bajos.
Hay prosperidad cuando las especies están en ese estadio de aumento, que es menester prolongar indefinidamente, que permite sostener los salarios sin aumentar los precios. Entonces la población crece regularmente, su actividad profesional produce de sobra y el aumento consecutivo de las especies, al repartirse entre las riquezas poco numerosas, hace que los precios no aumenten con referencia a los usuales en el extranjero.
La formación del valor. La teoría de la moneda y del comercio responde a esta pregunta. ¿Cómo pueden caracterizar los precios, en el movimiento de las transformaciones, a las cosas, cómo puede la moneda establecer entre las riquezas un sistema de signos y de designación? La teoría del valor atiende a una pregunta que se cruza con esta al cuestionar a lo vertical el nivel horizontal donde se cumplen indefinidamente las transferencias. ¿Por qué hay cosas que los hombres pretenden transferir, por qué unas valen más que otras? Es saber por qué los objetos del deseo y el menester tienen que ser representados, cómo se da el valor de una cosa y por qué se puede afirmar que vale. 
El valor, para el clásico, es primero el valer algo, el ser sustituible por esta cosa según un proceso orgánico de transformación. La moneda ha sido inventada, los precios se fijan y modifican sólo por cuanto existe esta transformación. Para que una cosa pueda representar a otra se requiere que existan ya cargadas de valor. Y sin embargo, el valor solo existe interiormente de la representación (real o posible), a lo interior de la transferencia.
Una mercancía al llegar a un mercado lejano puede transformarse por un precio superior al que obtendría dentro de la plaza. Pero este aumento corresponde a los gastos reales del transporte. Y si nada pierde por este hecho es porque la mercancía por la cual se transfiere ha perdido estos gastos de transporte de su propio precio. Tampoco la industria tiene la aptitud de retribuir el costo de formación del valor. Los productos de las manufacturas pueden ponerse a la venta según dos sistemas. Si los precios son libres la competencia tiende a hacerlos bajar, de suerte que además de la materia prima cubren apenas la actividad del obrero que la ha transformado. Según la definición de Cantillon este salario corresponde a la subsistencia del obrero durante el tiempo que trabaja. Es menester agregar la subsistencia y los beneficios del empresario. Pero el aumento del valor debido a la manufactura representa el consumo de aquellos a los que retribuye. Para fabricar riquezas se requiere sacrificar materiales.
Cuando existe un precio de monopolio los precios de venta de los objetos pueden elevarse apreciablemente. Pero la actividad de los obreros no se retribuye mejor. La competencia de los obreros tiende a mantener sus salarios al nivel de lo justo indispensable para su subsistencia. Por cuanto a los beneficios de los empresarios los precios de monopolio los hacen crecer por cuanto aumenta el valor de los objetos puestos a la venta. Pero este aumento no es otra cosa que la baja proporcional del valor de las otras mercancías. Aparentemente la industria aumenta los valores; de hecho, descuenta de la transferencia el precio de una o varias subsistencias. El valor no se forma ni crece por la producción, sino por el consumo. Ya sea el del obrero el cual garantiza su subsistencia, del empresario que retira beneficios, del ocioso que compra. El valor solo aparece donde los materiales han desaparecido. Y la actividad actúa como un gasto; forma un precio de la subsistencia que ha consumido.
El programa económico y político de los Fisiócratas implica un aumento de los precios agrícolas, pero no de los salarios de quienes laboran la tierra; una abolición de los precios de monopolio y de los privilegios comerciales, a fin de que la industria y el comercio, controlados por la competencia, mantengan el precio justo; un amplio regreso del dinero a la tierra, para los adelantos a las cosechas futuras.
Los Fisiócratas y sus adversarios (utilitaristas) recorren de hecho un segmento teórico, pero en sentido opuesto. Unos se preguntan en qué condiciones y a qué precio puede un bien convertirse en un valor dentro de un sistema; otros, en qué condiciones puede transformarse un juicio de apreciación en un precio dentro de este sistema.
El papel constitutivo de la transformación en el juego del valor. Da un precio a cada cosa y baja el precio de cada una.
A lo largo de la época clásica, el menester calcula las equivalencias, el valor de uso ayuda de referencia a los valores transformables; es el alimento el que valora los precios, dando a la producción agrícola, al trigo y a la tierra, la preferencia que todos le han reconocido.
Smith. Objeción. ¿Cómo puede ser la actividad profesional el cálculo fijo del precio de las cosas, cuando tiene un precio, que es variable?
El metal precioso era la marca de la riqueza; su resplandor oculto indicaba que era presencia oculta y signatura visible de las riquezas del mundo. Por esta razón tiene un precio, calcula todos los precios y se le puede permutar por cualquier cosa que tenga un precio. En el XVII, se atribuyen estas tres propiedades a la moneda, pero se las hace descansar sobre la ultima (sustituir a lo que tiene precio).
El siglo XVII hace oscilar el análisis. Lo que vale de fundamento a los otros dos caracteres (la capacidad de calcular y la capacidad de recibir un precio aparecen como cualidades, que se derivan de esta eficacia), es el cumplimiento de transformar.
(Las palabras y las cosas)

Burgess

Haber dicho que es importante aumenta el precio.

Abbagnano

Bien. Agathón. Lo que posee valor, precio, dignidad, mérito. Como bien moral es objeto de la ética.
Corolario. Euclides. Lo que se deduce de una demostración precedente, como una especie de sobreprecio o ganancia extra.
Valor. Axía. Aestimabile. Todo objeto de preferencia o selección. Designación usada para indicar la utilidad o el precio de los bienes materiales y la dignidad o el mérito de las personas.
Hobbes. El valor o estimación de un ser humano es, como el de las demás cosas, su precio; cuanto sería dado por el uso de su poder. Es una consecuencia del menester y del juicio estético del otro. Un hábil conductor de soldados es de gran precio en tiempo de guerra presente o inminente; pero no lo es en tiempo de paz.

Eco

La sencilla dramaturgia con catarsis incluida con el precio de la entrada (con la que se ha batido Brecht).
A qué precio los instrumentos del campo de la teoría de la información pueden emplearse para el campo de la estética.
La réplica del Salón de Automóvil. ¿Cuánto cuesta este coche? - Depende del precio".
(Obra abierta)

Echar una ojeada a los precios.
Comprar una pintura sin discutir el precio.
Nos han obligado a adquirir a precio de suscripción una copia de las reflexiones de Mao y con el dinero han comprado los petardos para las fiestas de la nueva creatividad.
Al cabo de un año el impresor tendría derecho a destruir los libros no vendidos excepto que el autor los adquiriese al cincuenta por cien del precio de cubierta.
O se destruyen los libros o usted los compra al cincuenta por cien del precio de cubierta como es su derecho.
Contactar con cautela, depende del precio.
Acentuando los movimientos de oferta.
Quiero el secreto a cualquier precio.
El año 1344 en Provins el precio de una carreta de heno era de treinta y seis sueldos o denarios o cualquier otra moneda.
(El péndulo de Foucault)

Duras

El precio de lo desconocido.
Los extras son a doble precio que el cubierto.
(Los caballitos de Tarquinia)

Nooteboom

Obtener el comerciante el precio como dinero.
(Rituales)

Bernhard

De las sensaciones que tuvo durante la época de estudios tuvo que pagar para el resto de su vida un alto precio y probablemente la más alta de las sumas.
(El origen)

Pagaban lo que le daban con su propia vida y el precio fue el más alto.
Los americanos trajeron para algunas docenas de familias del poblado una mejoría inmensa de sus condiciones. Al precio de las tristes jóvenes, bonitas o menos bonitas.
(El sótano)

No querían abrirse al mundo exterior a ningún precio, ni siquiera al de una conversación muy simple, muy corta, al precio de una jovialidad siquiera insinuada.
(El aliento)

A menudo cedemos, renunciamos por razones de comodidad. Pero al precio de la vida, de la existencia entera, de la que no podía saber cuánto valía.
Entramos a la tienda de la vida y compramos y tenemos que pagar la cuenta. Aquí el vendedor no se equivoca. Todo lo sumado es exacto, es siempre el precio acertado.
(El frío)

Poder pagar el precio de la estancia.
De ese infierno quería salir, incluso al precio de tener que volver al lugar de donde había huido.
(Un niño)

El precio incesantemente aumentado, verdaderamente no justificado por nada.
Haber desembolsado el inaudito, increíble precio de compra.
Prometer un precio muy alto.
Comprar por un precio muy alto y demasiado tarde.
Vender por un precio ridículo.
Conseguir a cualquier precio.
(La Calera)

La ventaja de una favorable situación para el tráfico económico y la combinación de aislamiento y tranquilidad garantizaban un alto precio.
La venta por un precio no inferior a un mínimo verosímil no sería asunto fácil para el notario.
El precio de venta obtenido.
Comparar propiedades y precios.
El precio de una construcción como creación artística, nuestra propia construcción, solo puede serlo todo.
Ganarme al precio de la aniquilación de lo que constituye mi personalidad, mi carácter y mi cabeza.
(Corrección)

Laing

El precio que hay que pagar al transvaluar la verdad comunal es el de estar loco puesto que la muerte real que aceptamos es una muerte biológica.
Preferir pagar el precio de incurrir en un obsesionante sentimiento de futilidad, el acompañante de no ser uno, antes que atreverse a realizar la experiencia de un asombro y un desvalimiento que serían los acompañantes inevitables del comenzar a ser uno.
(El yo dividido)

Aymard

El modelo de poder político ha venido de fuera, como el precio de una reconquista. Y no se mantiene sin dificultad. El país sigue por inventar. O mejor, por volverlo vivo dentro del corazón de los hombres. Es con la coexistencia difícil, marcada por enfrentamientos y conflictos, donde la afirmación de los poderes políticos se vuelve hoy imposible.
(Migraciones)

George

El problema máximo del crecimiento urbano estriba en la creciente desproporción entre el precio de la construcción y el beneficio del capital invertido, el nivel de los alquileres, que puedan o quieran satisfacer los inquilinos.

Robbe-Grillet

Da las gracias, paga el precio de su billete, y se apea.
El precio de las postales estaba anunciado.
Los telegramas son siempre cortos, a causa del precio.
(La doble muerte del profesor Dupont)

Para que el negocio sea válido, es menester que el precio sea pagado esa noche.
Precio elevado.
Precio de la impunidad.
(La casa de citas)

Fast

El Sindicato es el paladín de la causa del precio justo y la competencia legal.

Aronson

Si una persona está sin empleo, o si la inflación está corroyendo sus economías, no podrá pegar una paliza al sistema económico, pero podrá encontrar un chivo expiatorio.
Carl Houland y Robert Sears, 1940, revelaron que para el periodo situado entre 1882 y 1930, era posible predecir el numero de linchamientos habidos en el Sur, conociendo el precio del algodón durante el año.
(El animal social)

Aquistapace

Dardanismo. Acción de destruir los productos antes que ponerlos en el mercado con el fin de mantener los precios en un nivel razonable.
Inflación. Desequilibrio económico y monetario caracterizado por un alza de los precios y un aumento de los stocks monetarios. La inflación proviene de un deficit presupuestario crónico y de un aumento de los salarios, acompañado por una debilitación o estancamiento de la producción. El poder adquisitivo de los consumidores, alimentado por el alza de los salarios, por una excesiva falta de caudal y por un aumento de la rapidez de circulación de la moneda, no corresponde a la masa de bienes producidos y los precios no cesan de aumentar, causando trastornos considerables.
Por extensión, se entiende por malthusianismo económico, todo sistema que tiende a reducir la producción con el fin de mantener los precios a un nivel más elevado.
Tasación. Fijación de los precios por los poderes publicos.

Nagel

Una versión simplificada de una famosa ley económica afirma que si se disminuye el precio de venta de una mercadería aumentará la demanda efectiva de esta. Si la acción establecida con la experiencia de una ley específica no es una de las condiciones que la ley menciona con su cláusula antecedente y de la que afirma que va acompañada de verosímiles consecuencias cuando se cumplen esas condiciones, no se demuestra que la ley sea errónea cuando se hallan situaciones con las cuales se realiza tal acción, pero no aparecen las consecuencias enunciadas.
(La Estructura de la Ciencia)

Pacaut

El precio de los cereales fijado por los condes.
Federico autoriza a los mercaderes a seguir las huestes, pero obligándolos a vender sus productos a un precio fijado de antemano.
Federico Barbarroja aunque admitiese a Alejandro III -lo cual a sus ojos era una concesión extraordinaria- atribuía un precio excepcional a la garantía de sus preferencias territoriales de la península y al mantenimiento de su dominio sobre el episcopado germánico, a la validez de los obispos adictos a Victor IV, Pascual III y Calixto III.
Cremona fijó el precio que se pagaría para abandonar su posición de neutral adoptado aparentemente y asociarse de manera oficial con el soberano.
Desde luego Federico ponderaba según su justo valor el precio pagado por él a Alejandro III. Pero sabía igualmente que una vez recibida la absolución era plenamente el soberano.
(Federico Barbarroja)

Supek

La cantidad de la actividad social equivale a la reducción de una unidad cualitativa originaria, a un cuantitativo del valor o el precio.
Reidificación, la determinación del valor o los precios de las mercancías, según el efecto caprichoso de las transacciones de mercado industrialistas, que equivalen a una fuerza externa al ser humano.
(Libertad y polideterminismo)

Massé

La teoría económica clásica supone que, cada centro de decisión, al tender al llevar al máximo su satisfacción o su beneficio, ajusta su posición, las cantidades que produce, invierte o consume, al sistema de precios que reina en el mercado; estos precios constituyen unas señales, que emanan del ambiente en el cual está sumergido. Unidad aislada en un gran numero de unidades igualmente aisladas, se adapta a las señales apreciadas como datos, a pesar de que estas señales sean la consecuencia del conjunto de las acciones personales. El conjunto de estos ajustes elementales provoca una variación de las ofertas y las demandas, De lo que deviene, en los mercados de los distintos materiales, unas variaciones de precios, que provocan a su vez nuevos ajustes, convergiendo hacia un equilibrio, no pudiendo los participantes mejorar su situación sin empeorar la de los demás. Esta construcción intelectual descansa, sin embargo, sobre el postulado de la obediencia a las señales. No obstante, algunos participantes pueden desobedecer y practicar una política activa, en cuanto tienen la posibilidad de influir en su favor respecto de algunos precios. Los defensores de la teoría clásica se han dado cuenta de la dificultad y pretenden solucionarla por la noción de mercado institucional, regido por un a manera de código general de buena conducta. Se puede imaginar que, para las transacciones corrientes, el mercado constituye, a pesar de sus imperfecciones, una referencia aceptable, mejor que los sistemas de precios artificiales, que han legado las operaciones improvisadas, a las cuales no presidía ningún plan de conjunto.
Una segunda divagación es que, si el mercado garantiza la coherencia presente de los programas de inversión, no puede garantizar su coherencia futura. Situémonos en el lugar de un industrial, que programa construir una fábrica para un artículo nuevo o para un producto, que forma parte del consumo de masa. Por un ejercicio de imaginación o de razonamiento, los estudios de mercado, la empresa evalúa la demanda futura en cumplimiento de los precios que sus costos futuros le permitirán proponer. El programa que elabora es un acto de voluntad emanado de su libertad de emprender, que puede ser calificado de plan.
Tal como el mercado habitual, supuesto perfecto, emite unos signos -los precios-, que son todo lo que la empresa precisa saber de su ambiente para hacer óptima su situación y concurrir a lo óptimo general, también podría concebirse un mercado generalizado del que emanaría un sistema de señales más completo, que el formado por los precios del mercado, un sistema de señales segregado para los futuros hoy posibles.
El tipo de dividendo es el precio del uso del capital y el parámetro director de las inversiones. De la optimización global efectuada por un centro de decisión emerge un sistema de precios -los shadows-prices de los anglosajones- que, aplicado convenientemente en decisiones descentralizadas, permite hallar el óptimo global.
De cualquier tentativa de una comunidad, para utilizar de forma óptima sus recursos, emerge un sistema de precios que, convenientemente aplicado, permite hallar este óptimo.
Efecto de mercado. Asistimos a un contagio de alzas, que se efectúa, según presiones irregulares, que benefician raramente a los débiles, no satisfacen a sus beneficiarios más que un instante y que contribuyen a encaminar la economía hacia la inflación.
Las industrias de transformación representan un conjunto complejo. Existen, ante todo, las producciones de gran serie, en cuyo mercado hay gran competencia y el precio de venta es muy tenso; el precio de coste es, entonces, un factor decisivo de localización.
El precio del tiempo.
La subida de precios hace el equilibrio de las balanzas de pago menos garantizado.
La inflación conduce, en un ánimo de defensa social, a bloqueos de precios severos y duraderos.
En la teoría económica clásica, la empresa es un centro de actividad perfecto, un transformador exactamente definido de imputs en outputs, sumergido en un ambiente que no tiene menester de saber materialmente. Puesto que este ambiente emite unas señales que guían las decisiones de la empresa, sin que esta precise saber nada más del mundo exterior. Estas señales son los precios del mercado, que permiten a cada empresa optimizar su situación y, por ende, bajo algunas condiciones que la teoría ha precisado (especialmente, la ausencia de comportamientos monopolísticos), contribuir a la realización del óptimo general. Pero este mecanismo sólo es eficaz en los terrenos en los que el retorno de las empresas a las señales emitidas hace sentir rápidamente sus efectos, si son decisiones corrientes de explotación, como de inversiones a corto plazo de maduración. En estos casos, la señal constituida por el alza o la baja de un precio suscita rápidamente una oferta o una demanda, que restablece el equilibrio.
Pero cuando consiste en inversiones a largo plazo, un complejo siderúrgico, una cadena de automóviles, un canal entre cuencas fluviales, un túnel bajo una cordillera o bajo un brazo de mar, no existe mercado para la venta de los productos futuros. El siderúrgico sabe los precios presentes, que reflejan el equilibrio actual de las ofertas y las demandas. Ignora los precios futuros, que reflejarán una situación esencialmente aleatoria.
El automatismo del mercado conduce a invertir cuando la demanda es fuerte y tiende a agravar los ciclos, en lugar de atenuarlos. Para atenuar esta dificultad, teóricamente son posibles dos vías. La vía del mercado generalizado, del que emanaría un sistema de señales más completo, que el formado por los precios del momento, un sistema de señales establecido por los futuros, que constituyen la gama actual de los posibles.
El ser humano no es el dueño de los acontecimientos, pero puede replicar a los golpes de la suerte, poniendo en práctica una estrategia de defensa de los propósitos por un refuerzo. Un inicio de inflación o de recesión puede combatirse por la utilización de la fiscalidad, del gasto publico. Pero la estrategia puesta en práctica debe ser razonable.
Decir que el futuro es incierto es decir que son posibles varios futuros. Son posibles también varios sistemas de precios, pues un objeto físico constituye en dos eventualidades distintas dos materiales económicos diferentes, que se permutan a dos precios diferentes.
La catástrofe crónica que constituye la inflación.
Al ejecutarse en un mundo aleatorio, es inevitable que el plan choque con los hechos. La solución a este dilema es una estrategia de retorno a los acontecimientos, aceptando los hechos, pero no las fatalidades y poniendo en práctica varios tipos de acción. El primero, la acción estructural y la transformación de nuestras estructuras. El segundo instrumento, la acción coyuntural, que remedia los incidentes del recorrido con la ayuda de los instrumentos de la política económica global (presupuesto, fiscalidad). El ultimo tipo de acción está constituido por la política del impuesto, que tiende a corregir las desigualdades excesivas, consecuentes del crecimiento espontáneo de la economía. Si esta tentativa se ve coronada por el éxito, será posible garantizar el pleno empleo de los recursos sin comprometer la permanencia de los precios y reducir la frecuencia y la amplitud de las correcciones coyunturales.
(El plan o el antiazar)

Deane

Los precios se transforman y el valor de la moneda se altera. Se debe calcular la extensión de las transformaciones en el valor de la moneda. 1750, precios seis cantidades superiores a dos siglos antes.
Encontramos diferencias regionales similares en los precios de las mercancías y en las cifras de producción.
La demografía, los precios, la producción y los ingresos tendían, ya en 1750, al alza.
El crecimiento de la población empezó a presionar sobre los suministros de alimentos y los precios empezaron a subir. A finales del XVIII, una fuerte elevación de precios se convirtió, a causa de la guerra general, en una rápida inflación. Elevación del 40 por 100, entre 1760 y 1792, y una multiplicación por dos, entre 1793 y 1813, cuando la inflación del periodo de guerra alcanzó su punto culminante.
El precio de los cereales fue el factor crucial que impulsó al terrateniente a consolidar sus tierras y al campesino a aferrarse a las suyas.
La enclosure, estimulada por la elevación de los precios del grano, tendió a favorecer los intereses de todos los que podían establecerse o comprar una parcela de tierra, e hizo provechosas pequeñas propiedades.
La elevación del precio de los cereales, estimulada por la urbanización y el desarrollo industrial, impulsó la extensión de las tierras cultivadas, la adopción de mejoras técnicas, que reducían los costes y la profesionalización de las labores agrícolas.
E. B. Schumpeter, "English Overseas Trade Statistics 1697-1808". Cifras sobre el comercio de ultramar. Los burócratas del siglo XVIII transcribían la cantidad efectiva de mercancías como les era comunicada por los importadores y exportadores y las valoraban con respecto a una escala de precios oficialmente establecida, precios fijados a finales del XVII. Eran los <<valores oficiales>>, valores aplicados a las estadísticas de exportación y a las de importación. La serie de precios elimina los efectos de las transformaciones en el valor de la moneda y nos permite una mayor aproximación a las transformaciones reales en el volumen del comercio.
Hoy, cuando el comercio se registra según los valores corrientes, una tarea del analista que estudia la productividad a los problemas del desarrollo, consiste en apartar el <<velo monetario>>, que cubre las estadísticas, construyendo un índice de volumen. En esencia, esto consiste en valorear las cantidades, según los precios de algún año particular. Nos interesa la cantidad de bienes que entran en el comercio internacional y no el valor que tenían para los contemporáneos. Cuando se pretende eliminar los efectos de las transformaciones en el valor de la moneda, durante un cierto periodo de tiempo, valorando las cantidades a precios regulares, partimos de la presuposición de que las trasformaciones en el nivel de precios han sido más importantes que las transformaciones en la referencia de precios y que la estructura de los precios ha sido igual al final y al comienzo del periodo en cuestión.
La estructura de los precios refleja un conjunto de circunstancias, que se transforman lentamente en el panorama total -costos de producción y patrones generales de valor o de gusto-; en su lugar, el nivel de precios fluctúa, según la cantidad de dinero en circulación o la velocidad con que circula; es mucho más variable.
Una mercancía que gozaba de demanda elástica, cuando los precios bajaban o los ingresos de los compradores subían, su demanda aumentaba más que proporcionalmente.
La máquina desmotadora de Whitney, en Estados Unidos, dio un impulso, al reducir el precio de la materia prima.
En 1830, los precios bajaron, al tiempo que mejoraba la calidad.
En la primera década del siglo XIX, el volumen de las exportaciones era diez porciones superior al de 1780.
La característica que convierte la industria siderúrgica en un factor crucial del moderno desarrollo económico, es que es una industria de producción y no de consumo. Una reducción en el precio del hierro significaba una reducción en los costes de producción de otras industrias y permitía utilizar el hierro en vez de otros productos menos duraderos.
En el periodo de alza de precios (1750-1815), el cottager y el pequeño propietario chocaron con mayores dificultades, que en los años de crisis agrícola, para resistir la presión del terrateniente, que consolidaba sus tierras y del granjero, que las aumentaba.
Mercado exterior. La baja de precios y costes en la agricultura y la industria británicas debió favorecer la venta de bienes británicos en el extranjero; las exportaciones domésticas aumentaron proporcionalmente. Tendencia alcista en las décadas de 1730, 1740 y 1750, repercusión secundaria de las transformaciones contemporáneas en el mercado interior.
El hecho de que los empresarios británicos de finales del XVIII y comienzos del XIX, pudiesen aumentar la producción y la capacidad industriales, sin tener que enfrentarse con una elevación de los costes, a causa de un aumento de los salarios reales, significó que los beneficios de la innovación se repartieron entre el inversor y el consumidor. Los beneficios aumentaron y los precios bajaron.
Para la gran masa de la población profesional, los salarios diarios no aumentaron de manera clara o sostenida, a lo largo del periodo 1780-1830, si tenemos en cuenta el alza de los precios alimenticios durante esos años de guerra. El sistema Speenhamland, inaugurado por decisión de los magistrados de Berckshire, en 1795 y ratificado, autorizaba la concesión de ayuda a los pobres en las parroquias y fijaba una escala de asistencia publica referida con el precio del pan.
Durante la inflación persistente, los precios aumentaron más de prisa que los salarios; los beneficios crecen más rápidamente que unos y otros. La inflación hizo aumentar los precios de los productos agrícolas. En su lugar, los precios de los bienes industriales tendieron a bajar. Los beneficios que los industriales reinvirtieron en sus empresas procedieron de la diferencia entre sus costes decrecientes y sus precios. No tuvieron referencia con la inflación.
La cantidad de dinero suministrada a una economía es una cuestión de máxima importancia para su desarrollo, porque influye en el nivel de precios, y a través de estos en el nivel y carácter de la actividad económica. Si la oferta de dinero no aumenta a igual ritmo que la expansión de los negocios en una determinada economía, si el dinero escasea más que las mercancías, los precios tienden a bajar, los productores pierden su incentivo y a los empresarios les es más difícil obtener los recursos financieros que precisan, para poner en marcha o ampliar sus negocios. Y viceversa. Si el dinero se emite con exceso, los precios suben y las inversiones tienden a reducirse en los sectores de actividad más inminentemente afectados por el alza de precios.
Oferta de dinero. Influencia en el nivel de precios y condición de los negocios.
Oposición entre dos escuelas. La escuela monetaria y la escuela bancaria. Los dos grupos aceptaban como ideal un sistema monetario automático, en el que el valor del numerario estuviese firmemente ligado al oro y, por consiguiente, a los índices monetarios y niveles de precios de los países que aceptaban el patrón oro. Esta visión del problema difiere de la concepción moderna, de que el valor del numerario debe ser controlado por el gobierno y adaptado a los menesteres interiores, más que a los patrones internacionales.
En la controversia sobre la depreciación de la esterlina, durante la ultima parte del periodo de guerra, Ricardo y el "Bullion Comittee" pusieron de relieve que el deficit de la balanza comercial podía resultar de una elevación indebida de los precios y que sólo podían bajar con una disminución del préstamo. Esta insistencia en la intimidad de la referencia entre las transformaciones exteriores y la emisión interior de billetes, constituyó el fondo de las teorías de la escuela monetaria. Argüía, que la manera de proteger la economía frente la emisión excesiva, era que el papel moneda actuase de igual manera que el dinero metálico. La escuela bancaria argüía, que las tasas de transferencia adversas se debían a causas independientes, como malas cosechas o anormal demanda exterior de oro, y que reducir el préstamo interior no era la solución.
Assize of Bread. Reglamentación que prescribía el peso y el precio del pan y los márgenes de beneficios de los panaderos.
En el ultimo cuarto del siglo XVIII, la población, los precios, algunos tipos de producción y de beneficios y el comercio exterior crecieron a un ritmo muy superior a los precedentes. Los índices de precios tienden a exagerar el descenso del poder adquisitivo de los ingresos en este periodo.
Hacia 1920, el economista ruso Kondratieff desarrolló independientemente su teoría de las ondas largas en la vida económica. Estas se superponían a los ciclos, del modo que estos se superponían a los ciclos estacionales anuales. Analizó los datos históricos sobre los precios y la producción de países occidentales, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Alemania, y llegó al resultado de que el mundo occidental había experimentado dos ondas largas; la primera comenzó en la década de 1780 o 1790 y llegó a su punto culminante en 1810-1817 y terminó en 1844-1851; la segunda terminó en la década de 1890. Eran unas fluctuaciones regulares y no fortuitas, Las ondas largas provienen de causas inherentes a la esencia de la economía industrial.
Nivel de vida de los obreros. Concepción optimista. McCulloch, Tooke, Giffen, Clapham, Ashton, Hartwell. Los profesionales pudieron gozar de un nivel de vida cada vez más alto, gracias a la baja de precios, mayor regularidad de empleo y posibilidades de ganarse la vida. Antes de terminar las guerras napoleónicas, el índice de salarios nominales, calculado combinando el índice de Wood de los salarios nominales en las ciudades, con el índice de Bowley de los salarios nominales en la agricultura, muestra un incremento del 75%. Los precios aumentaron más. Fue un periodo de inflación galopante. Calcular las transformaciones producidas en el valor del dinero. Para disponer de un cálculo de la transformación del nivel de vida, hemos de tener una idea del movimiento de los salarios reales, debemos ajustar los salarios nominales, de modo que se elimine el efecto del movimiento alcista de los precios.
Elevación global del nivel de vida. 1) Con la industrialización, en la década de 1820, la ocupación fue más regular. 2) Los bienes que antes se tendía a omitir de los índices de precios (manufacturados) bajaron más de precio, que los que se incluían (materias primas). 3) La reducción de los impuestos, indirectos y agresivos, constituyó un alivio para las capas profesionales.
En las tiendas más refinadas, se consideraba un signo de mal gusto fijar los precios de las mercancías.
(The First Industrial Revolution)

Eysenck

Experimentos psicológicos han demostrado, que cuando bienes idénticos se venden a diferentes precios, muchas personas compran a un precio mayor, que el más bajo.

Baudrillard

Por su victoria, los vencedores griegos, con los que los dioses se ensañaron a la hora de castigarlos (crímenes de Agamenón, Clitemnestra, Orestes), pagaron un precio muy alto.
(La ilusión del fin)

Fleming

El oro es el artículo más valioso y de más sencilla comercialización. Permite obtener materiales y distribuciones. No suelta rastros, lo que imposibilita hacer un seguimiento del oro, de su origen y movimientos alrededor del mundo. El oro y el dinero respaldado por ese oro son el fondo del préstamo internacional. Sólo sabemos cuál es el significado de la auténtica fuerza de la libra y los demás países sólo pueden saberlo si poseemos el valor en divisas que respalda nuestra moneda. Fuga, escape de oro hacia algún país donde pueda permutarse con mayor beneficio, que a nuestro precio de compra oficial. Brigada del Oro del Departamento de Investigación Criminal. Tras el metal fugitivo, pretender devolverlo a nuestras cámaras acorazadas, cegar la fuga y arrestar a los responsables.
(Goldfinger)

Servier

El aceite y el vino se exportan fuera del Mediterráneo. El trigo plantea un problema. Y el pan y su consumo de menester. ¿De qué harina se compondrá? ¿Cuál es su color? ¿Cuál su peso, se vende a un precio permanente, aunque su precio varíe?
(Les Portes de l´année)

Dent

La preferencia filosófica por el valor ha venido centrándose respecto de tres cuestiones. En primer lugar, a qué propiedad o característica de una cosa se apunta cuando se señala que tiene valor o es valiosa; en segundo lugar, si tener valor es una cuestión imparcial o interna, si el valor descansa en el objeto o es asunto de lo que sentimos por él; y en tercer lugar, cómo podemos decir qué cosas tiene valor, o que son valiosas.
La tarea de un tasador de joyas o de una propiedad es una actividad ventajosa.¿Sabe como el cínico de Oscar Wilde, <<el precio de todo y el valor de nada?>>
(Enciclopedia Oxford de Filosofía)

Niel

La difusión de buenos discos y libros a precios económicos favorece el aprovechamiento del tiempo libre.
(El fenómeno de la tecnología)

Orton

Me gustaría hacer una película de algo interesante. O dar un precio absurdo, para que lo rechacen.
Un disco caro, incluso a mitad de precio.
Abusivo, irritación por el precio de la entrada de una exposición de Millais.
El precio de las habitaciones de hotel.
Por este precio podríamos estar en el Hilton.
Sólo faltaba que el tiempo no fuese perfecto, por este precio.
¿Cobran habitualmente estos precios?
El precio habitual.
El precio de un camarote de un crucero.
Hacer la instalación de agua (completamente de cobre) a precio de coste.
Un precio no demasiado grande a pagar.
Discutir por el precio del billete.
La diferencia entre el precio del bus y el del tren.
Comer en el restaurante nos costó 19 libras y seis chelines, por los tres. Muy buen precio.
(Diario)

Dick

Violación de la confianza publica. Nadie debe tener información anticipada de las transformaciones de los precios.

Bieler

Un precio elevado. La pérdida de la libertad republicana.
(Historia de la Literatura Romana)

Romano-Tenenti

La carestía de los años 1313-1317. Los precios, que en Francia habían oscilado, desde 1201 a 1312, entre cifras de tres, cuatro, cinco, con raras subidas en torno al 10, en 1313 alcanzan un índice de 25 y, en 1316, de 21. En cuanto a Inglaterra, entre 1208 y 1314, los precios se sitúan alrededor de tres, cuatro, cinco chelines, con subidas máximas hasta siete y ocho chelines (nueve, dos tres/cuatro, en 1295); en 1315 y 1316, se pasa bruscamente a 16 chelines.
A la gran subida de los años antes indicados, sigue un periodo de años de precios muy bajos (que permiten a los campesinos y a los propietarios agrícolas sólo pobres ganancias), con algunos desplazamientos máximos, más relevantes socialmente, por cuanto que se producían en un periodo de precios descendentes, un periodo, que las posibilidades de acumulación de reservas (monetarias o de bienes) eran muy limitadas.
Una reducción de los operarios, con el consiguiente perjuicio del patrono, al que le queda el camino de arrendar sus tierras a precios cada vez más bajos, a los campesinos que quieran aceptarlas.
Apoyándose en el examen del movimiento de los precios del grano (en descenso) y de los salarios (en alza), se ha hablado de una época de oro de los operarios, de posibilidades liberadoras.
Como el valor total de la producción textil medieval era muy inferior al de la agricultura, los precios unitarios de los productos manufacturados no eran bajos.
Excepto Venecia, Italia se había sometido definitivamente al extranjero. Precio que una admirable raigambre urbana pagaba a los tiempos nuevos, tiempos de dominación, por no haber sabido adaptar sus estructuras a las nuevas exigencias.
Construir a cuatro mil metros de altitud la ciudad de Potosí fue el precio del sacrificio de millones de indios.
En el siglo XV, a través de un mecanismo complicado (los precios suben, a causa del mejor tono económico de la época; la producción aumenta, estimulada por la elevación de los precios y crea a su vez una ulterior mejora de las condiciones económicas generales, las cuales provocan una nueva subida de los precios), surge un gran movimiento en la agricultura europea.
El transporte marítimo incide -a igualdad de distancia y de cantidad de mercancías- sobre el precio del producto transportado, mucho menos que el transporte terrestre.
En el examen de los aspectos esenciales de la economía europea, entre 1480 y 1560, la atención de los historiadores es solicitada por el vasto fenómeno de los precios. Aunque en la corriente historiográfica no surge hasta los años 1520 y 1540.
Esta definición se aplica también a la llegada a Europa de las cargas de oro y plata, extraídos de las minas americanas. Tras el velo de la historia de los precios, se pretende hacer historia monetaria y metálica. Si lo que se pretende es ayudarse de los precios, para la valoración de la situación económica general, será menester recurrir a los precios, tomándolos en su expresión más simple y más pura; en moneda contante, prescindiendo de las variaciones, que terminan por ser alteraciones metálicas. Desde finales del XV, los precios, hasta entonces paralizados, empiezan a presentar un dinamismo, una tendencia alcista.
Esta subida se produce después de un siglo (el XIV) de descenso de los precios y de otro siglo (el XV) de estancamiento, al lado de lo cual, el movimiento de los salarios no se presenta con carácter igualmente general. Es por los países en los que esta diferencia, este desajuste entre precios y salarios se manifiestan, por lo que se ha hablado de nacimiento del industrialismo moderno, viendo en esas diferencias entre el movimiento de los precios y el de los salarios, una de las causas de la acumulación de capitales. Lo que ocurrió de una manera especial en Inglaterra y Francia.
(Los fundamentos del mundo moderno)

Woolhouse

Locke. <<El ensayo tentativo y el examen han de dar precio a la verdad>>.

Della Volpe

Subestimar la limitación del poder legítimo sobre la persona de los ciudadanos, implicará pagar un precio incalculable, en forma de intranquilidad y sufrimientos humanos.
(La filosofía socialista de la ley)

Morichau

Uso del jabón y fabricación de prendas interiores de algodón a bajo precio.

Jolley

Hoy día, el vehículo puede ser un paquete de jabón en polvo; el registro sería la letra impresa sobre él y la información sería su nombre, su precio y el peso de su contenido.
En la cuenta de un tendero, los conceptos están enumerados línea por línea y sus caracteres como son; la fecha de la compra, la cantidad comprada, el producto comprado, el precio por unidad, el precio total, aparecen de columna en columna. Una cuenta de esta especie es engañosamente simple, porque condena la extensión del carácter, de forma que muchos caracteres (muchos precios) aparecen en una columna. Puede hacerse de esa manera, porque los precios son mutuamente exclusivos respecto a cualquier concepto dado.
En ocasiones, un documento puede llevar un nombre solamente. Las etiquetas de precios colocadas en un escaparate de una tienda. Tales rótulos pueden representar cosas. La operación de atar una etiqueta de precio implica la operación de adosar un carácter distintivo a un concepto.
(Ciencia de la información)

Luchaire

Los precios industriales aumentan mucho más que los precios agrícolas.

O´Brian

"Croppies lie down". Canción que evoca la rebelión de los agricultores irlandeses frente a los gobernantes ingleses, debido a las Corn Laws (leyes que garantizaban el precio alto de los cereales, porque impedían la importación de trigo extranjero).

Enzensberger

Miedo, hambre, usura, inflación.
(Mausoleo)

Maquet

Puede apreciarse cómo importantes dominios de la actividad humana escapan al análisis sociológico, siendo esta especialidad o limitación el precio de su rigor.
Los bienes matrimoniales no significan el precio de compra de una mujer en algún otro linaje.
La significación de los materiales matrimoniales ha sufrido una degradación. Se han transformado como el precio de compra de una mercancía perdiendo su significado original; garantizar al linaje que hacía donación de una mujer la posibilidad de recuperar un día esta fecundidad potencial.
Georges Balandier. El precio que deberían abonar los detentadores del poder político no está nunca íntegramente pagado.
Para muchas sociedades de África el balance de los gobernantes arroja un saldo negativo. No han pagado el precio de sus privilegios.
Las colonias proporcionaban materias primas a buen precio (la mano de obra no cualificada era abundante y los salarios bajos), la metrópolis las transformaba en productos terminados.
En el mercado africano había comerciantes europeos e indios que generalmente vendían sus mercancías a precios muy altos.
El homo oeconomicus puramente racional persiguiendo la ganancia y cuyo previsible comportamiento permite establecer las curvas de la oferta y la demanda.
Un empresario africano disponía de esclavos y discutía su precio con un capitán negrero, pero era el circuito impersonal del tráfico el marco de sus negociaciones.
El precio de las materias primas, que siempre son las exportaciones de los países africanos, al estar marcado con la unión de unos cuantos países ricos que son sus compradores, no se elevan con idéntica proporción que los gastos de producción. Consecuentemente los términos de la transferencia se degradan.
(Sociedad y poder en África)

Vonnegut

Once centavos cuesta el algodón y cuarenta la carne.
Las fluctuaciones de los precios del mercado.
(Matadero cinco)

Thomas

La legislación laboral, la legislación fiscal, bastarán para imponer los controles para el interés publico. Quedará un margen para el mecanismo de precios y ganancias.
Es axiomático que el valor reditual de la tierra es una creación social. Yo puedo permitir que mi terreno se cubra de yuyos, pero si está situado en un pueblo o en una ciudad, obtendré por él un precio mucho mayor, que el que conseguirá mi amigo, el cual ha cultivado su jardín.
La industria del acero se encuentra en manos de un ologopolio, que logra administrar los precios, prestando poca o ninguna atención a la competencia.
(El socialismo humanista y el futuro)

Bauer

Los efectos del precio sobre la oferta y la demanda.
Los poderes políticos ofrecen mayores precios por los productos cuyo cultivo desean fomentar y protegen o subvencionan las actividades manufactureras. Si los productores incurren en costes y las ganancias personales son limitadas (las dos cosas consecuencia de las limitaciones de recursos), la demanda y la oferta han de estar referidas a los precios, aunque puedan no respaldar los desajustes de los precios, especialmente en un corto periodo.
Un plan de desarrollo descansa en el supuesto de que los precios de importación y exportación en vigor se mantendrán a lo largo del periodo del plan.
Cuatro reglas elementales de economía. La apreciación de la oferta y la demanda respecto al precio y el coste como coste de ocasión; la teoría de los precios relativos; las implicaciones de las ventajas y los costes comparativos y las referencias entre los flujos de ganancia monetaria, el volumen de empleo y la balanza de pagos.
La apreciación de los efectos de los precios sobre la oferta, o de la presencia e importancia de los costes, es preciso para aseverar las consecuencias de la existencia de licencias a las empresas de trasporte o industriales. El establecimiento de estándares físicos mínimos para los productos de exportación; el pago de precios uniformes a los productores, sin tener en cuenta su localización; la imposición de salarios mínimos; la prescripción de alquileres de terrenos propiedad de la administración a tasas uniformes, prescindiendo de su fertilidad y situación.
La economía explica de manera satisfactoria qué ocurre en los países subdesarrollados. Explica las grandes fluctuaciones estacionales y anuales de los precios del producto agrícola local, fenómeno general en el mundo desarrollado, que refleja el marcado grado de rigidez de la oferta y la demanda en periodos cortos. Lo que a su vez refleja la estrechez de los mercados en el espacio y el tiempo, debida al bajo nivel del transporte y de las posibilidades de almacenamiento. Ayuda a calcular los efectos de la política económica y la valoración de los efectos de las modificaciones de los impuestos.
(Crítica de la teoría del desarrollo)

Morrison

¿A costa de qué sacrificio, de qué precio puede nacer la ciudad?
(Los señores)

Godechot

A partir del año 1750, nobles y eclesiásticos, que también tienen dificultades para vivir de sus ganancias como consecuencia de la devalorización de la moneda y del aumento de los precios, hacen renovar sus terriers, la lista de los derechos señoriales. Los feudadistas, especialistas encargados de realizar esta operación, se esfuerzan por encontrar los derechos en desuso.
La reunión de los Estados Generales no logró contener la crisis económica. El precio del pan subía constantemente. Carestía del pan y miseria, creciente bandidaje y estancamiento de los Estados Generales.
(La toma de la Bastilla)

Updike

Se benefician de la inflación la gente endeudada, los desheredados de la sociedad, el poder político, porque recauda más impuestos sin subir la tasa. No se benefician el ser humano con dinero en el bolsillo, el que ha pagado sus facturas.
(Conejo es rico)

Beals

Los campesinos bagandas pobres sólo tienen una mujer, porque son incapaces de reunir el precio de boda elevado para la adquisición de una segunda esposa.
(Una Introducción a la Arqueología)

Kraus

Se pueden comprobar con la libertad síntomas de una inflación.
Para tener contentos a los diferentes satélites, Moscú habrá de pagar precios mayores al otorgar la autonomía.
Mientras los puestos del Partido del Este pretenden elaborar una producción literaria y artística para las masas, quedan sin vender las colosales publicaciones de estos libros a pesar del precio baratísimo. Sin embargo, las nuevas creaciones de autores internamente configurados se agotan pocas horas después de su aparición.
Los salarios y los precios se concretan según puntos de vista políticos dentro de la esfera económica del Este.

Parker

El remedio de elevar los salarios hasta que bajasen los precios fue la decisión del poder político inglés ante la grave crisis de subsistencia del año 1649. Los soldados del Nuevo Ejército Modelo percibieron un sueldo suplementario, mientras el precio de los granos se mantuvo alto.
(El Ejército de Flandes y el Camino Español)

Goudot-Perrot

La tenaza de los precios.
(Cibernética y Biología)

Hailey

Precio de los valores.
El papel moneda y la inflación fueron inventados desde la China. El primer caso de inflación tuvo lugar durante el siglo XIII, cuando el soberano mongol Kublai Kan no pudo pagar a sus soldados con monedas, por lo que usó un trozo de madera impreso para producir moneda. Desgraciadamente se imprimió demasiado y pronto la moneda perdió valor.
Con el oro la inflación puede ser disminuida y curada, puede retenerse el equilibrio.
(Traficantes de dinero)

Babeau

La política de precios es una variable explicativa esencial de la duración y la importancia de los flujos de beneficios. Un precio bajo constituye una excelente barrera frente a la entrada de competidores potenciales, pero el plazo de recuperación de los gastos de investigación invertidos será evidentemente más largo.

Renault

Al igual que Aquiles, Alejandro pagó con sus días el precio de la gloria.
Aquiles no vivió mucho más que Patroclo. Al adivinar el destino de su hijo mortal, la eterna Tetis le previno que si vengaba a su amigo, luego le sobrevendría la muerte. Aquiles pagó la deuda de sangre y su precio.
(Alejandro Magno)

Krauss

Una posición de equilibrio será estable si una pequeña caída en el precio produce un exceso en la cantidad demandada sobre la ofrecida. Un equilibrio será inestable si una pequeña caída en el precio produce un exceso de la cantidad ofrecida sobre la demandada. Bienes Giffen.
Referencia entre los precios de las mercancías y los precios de los factores, o sea, los beneficios de los propietarios de los factores.
En un modelo de dos mercancías sólo puede existir un precio relativo, y por la ley de Walras, si este precio aclara el mercado (establece un equilibrio en este mercado), simultáneamente debe aclarar el otro.
El problema del equilibrio general está en determinar los precios de los bienes y factores que garanticen el equilibrio entre demandas y ofertas.
Hicks. El progreso técnico se define como neutral si aumenta el producto marginal de los dos factores en igual proporción, de manera que si permanecen los precios de los factores también su referencia de utilización. El progreso técnico será economizador de actividad si aumenta el producto marginal del capital más que el de la actividad, de manera que aumente la referencia óptima de utilización de factores a precios inalterables.
En el mercado internacional, los precios se determinan por la oferta y la demanda. La demanda de importación de cada país, en términos de su oferta de exportación, a cualquier referencia dada de precios, se refleja en su curva de oferta.
Efectos de la imposición de un arancel sobre el país que lo hace. Mientras haga variar la referencia internacional de precios, la imposición de un arancel para un país alterará los precios de los factores, la distribución de los beneficios y la asignación de recursos entre industrias en el otro país.
Marshall y Lerner. Teoría de la simetría. El país que crea el arancel puede obtener una diferencia similar entre los precios internos y los internacionales, mejorando sus propios términos de transferencia y aumentando el precio relativo del bien de importación, para los productores y consumidores internos en igual cantidad, mediante la creación de un impuesto a la exportación, a un tipo ad valorem igual.
Proposición de la teoría monetaria internacional. La depreciación de la moneda (equivalente analítico de la creación combinada de impuestos a la importación y subsidios a la exportación iguales), aunque sea neutral respecto a la asignación de recursos, causa la inflación interna de precios y salarios monetarios en el país en cuestión, inflación proporcional a la depreciación.
Economía, poder monopólico, monopsónico.
La presencia de monopolio u oligopolio en la producción de un bien eleva el precio de dicho bien para los consumidores, por encima de su coste marginal privado de producción, al igual que lo haría la inclusión de un impuesto sobre dicho bien. Los impuestos sobre factores de producción y las aplicaciones específicas de leyes de salario mínimo, elevan también el precio del bien por encima del coste marginal privado de producción y ayudan para reducir las posibilidades de producción de la economía, por debajo de su nivel máximo, debido a la ineficiencia que inducen en la asignación de factores.

Thuillier

Uno de los frenos del crecimiento es la falta de mano de obra cualificada y de cuadros intermedios. El alza de los salarios producida por dicha falta, debilita el poder competitivo de los precios de fabricación en los mercados extranjeros.

Moorcock

Los ánimos del fuego que había conjurado comenzaban a dispersarse, pues les costaba un alto precio permanecer por entero a igual plano.
(Elric de Melniboné)

La capital y sus costumbres con el transcurso del tiempo se transformaron como la razón de su existencia. Sus ciudadanos estaban persuadidos de reservarla a cualquier precio.
Una idea del valor. Admitiréis que el precio que ofrecéis no es grande.
El precio del fracaso.
El deseo de mantener el poder a cualquier precio.
Valía pagar el precio respectivo de la sensación de bienestar que sentía.
Las fuerzas que podrían pretender contenernos a cualquier precio.
Sentirse atraída con la oferta.
Decid cuál es vuestro precio y marchaos.
El precio de la complacencia y de la crueldad más insensata.
Pagar un precio justo.
(La Fortaleza de la Perla)

Raucher

Pagaban el precio de su precocidad.
(Verano del 42)

Procter

Además del nombramiento de los oficiales, los asuntos despachados por el "concejo" incluían compras, ventas y donaciones de los materiales y las posesiones del "concejo"; cuestiones relativas a los límites, pastos comunales, permisos para fundar pueblos dentro del "término"; fijar precios, hasta que Alfonso X los fijó para todo el reino.
La "Crónica de Alfonso X" no menciona las cortes de Segovia de 1256, pero afirma que se presentaron ante el soberano protestas por la escasez de materiales de consumo, por lo que el soberano fijó los pecios; como consecuencia los mercaderes y otros retiraron mercancías de la venta, de forma que el soberano se vio obligado a derogar las tarifas que había fijado y permitir la venta libre de nuevo. Los años 1252 y 1253 se habían realizado protestas por la escasez y se habían fijado los precios de muchas mercancías. Estos fueron promulgados otra vez a causa de la depreciación del valor de la moneda y con un numero mucho mayor el año 1268 y no hay más prueba que la afirmación de la "Crónica" de que las regulaciones de 1252 fueron abolidas o de que los precios fueron fijados el año 1256. Fue una concesión del "Fuero real" descrito como <<aquel fuero que yo fiz con consejo de mi corte escripto con libro sellado con mio seello de plomo>> y de unos cuantos privilegios adicionales concedidos a los caballeros de la ciudad.
El año 1274 fueron eximidas algunas villas y monasterios a causa de su pobreza del pago de un "servicio" anual, evidentemente otorgado por el tiempo que el soberano quisiera, a condición de que pagaran los dos "servicios" destinados a la aventura mundial. El profesor O´Callaghan cree que fue aprobado solamente por las ciudades durante las Cortes de Burgos de 1272 y que el precio que el soberano pagó por él fue la restauración y confirmación de los "fueros" de las ciudades.
El principal propósito de los cuatro ordenamientos económicos de Alfonso X (1253, 1258, 1261 y 1268) era compensar la subida de los pecios y la escasez de materiales de consumo que caracterizaron el periodo. Las decisiones adoptadas fueron fijar los precios y unas severas leyes suntuarias dirigidas frente la ostentación, el derroche y el lujo de las categorías más adineradas de la sociedad. Carlé hace uso del código de 1268, <<El precio de la vida de Castilla del Rey Sabio el Emplazado>>.
El numero de precios fijados es de sesenta y uno, de los que no menos de veintiséis son precios de distintos tipos de halcones y gavilanes, lo que hace de este documento uno de los más valiosos para la cetrería de la España del siglo XIII. Del ganado tasado estaban los caballos, mulas y asnos y el ganado vacuno. De los materiales manufacturados estaban los escudos, las sillas de montar y los arreos; pieles, cueros y calzado. La gama de materiales tasada era limitada. Los precios de algunos artículos algunas ocasiones difieren de un "cuaderno" a otro, pero las diferencias son escasas y algunas pueden ser errores de transcripción. Generalmente los precios son iguales de los dos cuadernos y presumiblemente se aplicaban a las ciudades de Castilla. El "cuaderno" de 1268 -Cortes de Jerez- también incluía una extensa lista de precios de varios géneros de tejidos de lana. Esta lista demuestra que los tejidos más finos se importaban de las ciudades textiles de los Países Bajos y Francia. Entre las mencionadas están Brujas, Gante, Cambrai, Douai, Ypres y Lille; Blois, Rouen, Abbeville, San Omer, Tournai y Montpellier. También se incluyen tejidos de Inglaterra y de Navarra. De los centros productores de tejidos castellanos mencionados están Segovia y Ávila. Por tanto, aunque Castilla esos momentos producía gran cantidad de lana no era durante el siglo XIII un país productor de tejidos a gran escala. Las pruebas sugieren que la política de Alfonso de imponer tarifas los años 1253/3 logró controlar la subida de los precios, que permanecieron razonables durante más de una década. Un proceso orgánico acelerado por la emisión de la despreciada "moneda de la guerra" llevó a establecer las nuevas tarifas de 1268.
Los "cuadernos" de las distintas cortes de Alfonso X contenían verosímiles estipulaciones reguladoras del comercio y de la industria a favor del consumidor. Los de 1252 prohibían a los mercaderes y artesanos aliarse para forzar la subida de los precios de los artículos y deberían vender sus mercancías y productos lo mejor que pudieran de manera competitiva so pena de quedar a merced del soberano. A los detallistas (regateros) no se les permitía comprar pescado de río ni de mar ni salir de las ciudades para comprar cabritos, pollos u otros tipos de carne. Las pretensiones para prohibir el cerco a los precios se volvieron a promulgar los años 1258, 1261 y 1268 y la prohibición de comprar para revender apareció como forma diferente con el cuaderno de 1268.
Uno de los derechos del que más se abusaba era el cobro del "conducho" (del latín conductum), las provisiones para un viaje pagadas a precios justos. Lo que fue ejercido por los oficiales de la corte bajo el nombre de la casa real cuando estaban de viaje, por los merinos para algunos casos y por los nobles por las armas sobre sus dependientes como por las behetrías de linaje. Estos derechos estaban minuciosamente regulados. Los principales abusos con referencia al conducho eran su cobro por la fuerza donde no era costumbre o con cantidades excesivas o el no pagarlo. El conducho ilegal era una reclamación a la corona y para las behetrías los pesquisidores reales realizaban investigaciones periódicas sobre tales delitos.
Los ordenamientos castellanos de 1252 y 1268 fijaron los precios de las mercancías para la compra y la venta. Decretos castellanos.
(Curia y Cortes de Castilla y León)

Mackay

El final del siglo XII y el comienzo del XIII fueron unos años que presenciaron una serie de catástrofes naturales, una devastación extensa del campo, consecuencia de las campañas de los almohades y una inflación aguda de los precios derivada de las alteraciones monetarias. Por estas razones muchos pequeños propietarios tenían que vender una parte o la totalidad de sus propiedades para sobrevivir y pagar sus deudas. El mercado estaba saturado de propietarios mayormente rurales y también había casas, tiendas y tabernas dentro del propio Toledo. Del centro de esta crisis quienes tenían dinero encontraban sencillamente tierras y propiedades a precios de ganga.
Es verosímil que la aceleración de la reconquista y la caída consecuente de los precios de la tierra reforzaron la tendencia hacia la formación de grandes propietarios y señoríos. Pero la escasez de mano de obra había favorecido al campesinado y es esta la situación que explica la ausencia de algunos de los rasgos fundamentales típicos de las economías de otros países de Europa occidental. Incluso para una fecha temprana como el siglo XI los avances de la frontera habían debilitado fuertemente la economía agrícola de la explotación de la reserva.
Los subsidios fueron insuficientes y la Corona halló otra fuente de ingresos con el monopolio sobre la acuñación de la moneda. Las devaluaciones monetarias eran un recurso tentador para unos soberanos sometidos a fuertes presiones, pero provocaban la inflación y causaban el malestar económico y las cortes pretendieron quitar esta tentación ofreciendo a la Corona un nuevo impuesto, la moneda forera, como una compensación por la no alteración de la moneda. Este pacto se mencionó por primera vez con las cortes de Benavente de 1202 cuando Alfonso IX de León vendió sus derechos para reacuñar la moneda por la moneda forera durante un periodo de siete años. Las siguientes cortes de León y Castilla no fueron convocadas con la regularidad de siete años, pero se seguiría recaudando la moneda forera sobre igual fondo teórico. Sin embargo, a pesar del aumento de ingresos, los beneficios del petitum y de la moneda forera no eran suficientes para cubrir los gastos de la Corona y desde la mitad del siglo XIII los soberanos a menudo se veían obligados a forzar préstamos y a devaluar la moneda. Semejante política, al igual que la galopante inflación que siguió, no podía sino causar tensiones sociales por lo que a finales del XIII los nobles por las armas y las ciudades formaron hermandades para hacer frente a los actos más injustos de la fiscalidad real. Sin embargo, estas hermandades no tenían nada que ver con las cortes y sería erróneo dar por sentado que los soberanos y las cortes eran antagónicos o que el desarrollo de las instituciones representativas se debía a una pretensión deliberada de limitar los poderes de la Corona.
(La España de la Edad Media)

Dieren

La naturaleza representa un valor capital, como si quisiéramos colocar una etiqueta de precio a la evolución o apreciar la creación divina como una mercancía.
El precio es un cálculo de valor que se da a los artículos. Este valor varía según las preferencias, prioridades y disponibilidad de los artículos, de la oferta y la demanda. Mucha demanda y poca oferta da como consecuencia un precio más alto y viceversa. El precio refleja el valor de mercado.
(El valor de la Naturaleza)

Ludlum

Haber aprendido a un precio muy elevado.
Las condiciones de pequeñas regalías y paquetes de acciones con opción a la compra de otras a los precios anteriores de la instalación de los nuevos diseños.
Las acciones se habían valorizado de forma astronómica y según las cláusulas de los contratos esas firmas debían hacer accesibles sus opciones a los precios de mercado anteriores.
Nunca me has visto. No sabes que existo. Este es el precio.
Apostar el precio del mejor caballo de caza a un solo naipe.
El precio era penosamente elevado.
Precio de compra, alquiler, especificaciones.
La manera inteligente de vender los valores sería el efectivo con la transferencia de una reducción del precio de venta.
Aguantar o igualar el precio.
No puedes tocarnos. No tenemos precio.
No hubo acusación de connivencia debido a que el Ministerio de Finanzas pagaba precios exorbitantes.
Había maniobrado para quedar con grandes paquetes de acciones a bajo precio.
El precio era una garantía total hasta que se consumara el acto. Las recompensas corrían parejas con ese precio.
Tal vez sea hora de llegar al final que ansío y cuyo precio estoy dispuesto a pagar.
(Trece en Zurich)

Los precios que cobraban los jardineros eran ridículos.
Manipulación de los precios.
Un billete de cien dólares. Era nada más que un símbolo. Un precio. Cualquier precio.
(El caos Omega)

Los precios altos del restaurante.
El procedimiento si ha hecho la oferta y se acepta, las condiciones son que cualquier seleccionado de la comisión quede sujeto a la decisión de un comité.
Un ser humano familiar y amante se había transformado como un extraño grotesco porque no podía pagar el precio de la supervivencia.
Se exigía la recuperación del primer nivel no importaba a qué precio.
Calcular la demanda potencial con realismo.
Nunca dudamos del mercado, incluso subestimamos la demanda.
La razón que se ocultaba detrás de la oferta. 
Comprar sin preguntar el precio.
los que comenzaban a subir el escalafón de los empleados publicos podían alquilar un espacio amplio con un precio relativamente bajo.
Si se ganaba tiempo se podía eludir un verosímil grado de corrupción. Y si se cuenta con todo el tiempo del mundo es posible esperar que aparezca un precio razonable.
Había que ganar tiempo sin importar el precio ni las pequeñas manipulaciones de los proveedores. 
Eludir cualquier responsabilidad a cualquier precio.
Dar la ocasión de igualar el precio. Si es que se vende.
Evitar preocupaciones a cualquier precio.
Un precio de cuatro cifras.
El precio de la tierra de New Jersey era irrisorio, pero no siempre se mantendría bajo.
Una economía inescrutable, totalmente insegura; recesión, inflación, desempleo masivo.
Sopesar los valores, el terrible precio, los rifiuti.
La oferta legal.
Cuando vendes lo haces a buen precio. Picas alto.
(Y nada más que la verdad)

Puzo

El aire de orgullosa fiereza del ser humano dispuesto a mandar a cualquier precio.
El precio de su cabeza era de cinco millones de liras.
Era un fugitivo de la justicia que había puesto precio a su cabeza.
Aquel septiembre de 1943, Sicilia solo podía subsistir traficando con el mercado negro. Duraba el estricto racionamiento de alimentos y los campesinos tenían que entregar sus cosechas a los almacenes del poder político a unos precios fijos y con la transferencia de un dinero que casi no valía nada. A su vez el poder político vendía y distribuía teóricamente aquellos productos a bajo precio a la población.
Entregar las cosechas a los precios oficiales de tasa.
Vender la mercancía al floreciente mercado negro a precios cincuenta cantidades superiores a las oficiales.
Tenía previsto penetrar las fincas de los latifundios de la nobleza por las armas y comprar sus tierras a bajo precio.
Un forajido a cuya cabeza han puesto precio.
No conseguir mejor precio.
Ocupó la panadería y la tienda de comestibles pagando al propietario el precio de los productos y distribuyó pan, queso y pasta a los habitantes.
No tienes suficiente dinero ni para pagar nuestros precios ni para atraernos.
El poder de Roma puso un precio de diez millones de liras a la cabeza de Giuliano.
Cuando se paga al contado las ventas al por mayor se hace una rebaja sobre el precio.
La industria casera había ido elaborando una serie de reglas. El precio era negociado a través de intermediarios como la Mafia.
Si las dos partes se comportaban, el precio se concertaba a través de diversas negociaciones y el prisionero era liberado.
El primer precio del rescate solicitado nunca era el definitivo.
Cuál es el precio del cariño.
Adquirir los mejores solares a bajo precio y revenderlos después a precios exorbitantes.
(El Siciliano)

King

Tiendas de máquinas de fotografiar a bajos precios.
Si algo le sucede a mi amigo pagarás un alto precio.
(Maleficio)

No lamento el precio ni un poquito.
Sabía que iba a tener que pagar un precio muy alto.
Se daba cuenta que se habían estrechado los horizontes de sus preferencias; pero aceptaba aquello como precio de la supervivencia.
El precio del café de Borneo.
Cuando terminaba un libro se sentía extrañamente vacío, caído, consciente de que por cada pequeño triunfo había pagado un precio absurdo.
Establecer un precio de salida.
(Misery)

Schumacher

Precio c.i.f. del carbón. Coste, garantía, flete, precio de entrega.

Sanders

La década de los veinte, antes de la gran depresión, la tierra se vendía a buen precio.
Precio adicional.
La etiqueta del precio del supermercado.
El precio de la soja.
Discutir el precio.
(El sexto mandamiento)

Heers

El precio de coste de la producción permanece elevado porque a lo largo de Europa la ley de producción, la tierra, es costosa y está gravada con numerosos arriendos.
El año 1852 la invención del inglés Bessemer de un procedimiento de fabricación del acero reduce el precio de coste.
Fuera de las crisis, más localizadas a lo largo del tiempo y el espacio, las grandes fluctuaciones están ligadas a causas monetarias y de técnica industrial.
1) Del año 1850 al 1873. Fase de expansión, alza de precios, estimula la producción, crecimiento de la producción de oro (California y Australia).
2)1873-1896. Fase de dificultades, recesión, tendencia a la baja de precios. Empresas marginales, quiebras, paro. Los salarios se mantienen o progresan, reaparece la política proteccionista, abandonada desde 1860.
3) Después del año 1896 vuelve la prosperidad. Minas de oro del Transvaal. Política de armamentos.
Inglaterra victoriana. 1850-1886. Tras la abolición de los derechos sobre el trigo, en 1846, y la abolición del Acta de Navegación, en 1849, todos los derechos de aduana son suprimidos, entre 1852 y 1868. Baja el precio del pan, lo que evita aumentar los salarios y permite vender barato los productos manufacturados.

Johnson

La teoría económica divide el tema de sus estudios entre dos niveles de análisis. El nivel macroeconómico se refiere al comportamiento general de la economía, la delimitación del nivel de la producción, el grado de desempleo, la situación inflacionaria y la tasa de crecimiento económico. Inversamente, el poder político puede crear problemas de crisis y desempleo y un auge poco saludable y una inflación de precio a causa del uso inadecuado del presupuesto, el dinero y el control de las tasas. La microeconomía se refiere a la distribución de los recursos de la economía, según los diferentes usos particulares, producción, consumo, distribución y transformación.
El precio corriente de la distribución de un factor puede dividirse conceptualmente entre dos elementos. El pago preciso para mantenerlo con vida que afecta a la noción clásica de salario y un excedente por encima de este pago que surge de la escasez del factor. Apreciado como un rendimiento de la inversión del capital aplicado a la creación del factor, el precio corriente puede descomponerse analíticamente con el dividendo del capital invertido y con un residuo del beneficio o a la pérdida consecuente de la decisión empresarial de invertir el capital según la forma específica representada por el factor. Esta afirmación aclara la diferencia entre salarios y beneficio, que son conceptos del ingreso y los dividendos y beneficios que son conceptos del capital.
La inflación es una tendencia ascendente del nivel general de precios, un índice de expansión del ingreso de dinero, más elevado que la tasa de crecimiento del producto real. Es atribuible a la combinación de varios factores. Una gran guerra financiada con el deficit y la creación de dinero, más que apelando a impuestos; y la devaluación monetaria a la renuncia de revaluar las monedas subvaluadas.
La teoría cuantitativa del dinero aplicada al sistema monetario internacional por David Hume según su mecanismo del flujo metálico y los precios.
La Ley de Say sólo mantiene y garantiza a largo plazo la ocupación plena cuando los salarios y los precios como dinero están muy adaptados y garantizan el equilibrio entre la demanda y la oferta de dinero.
El mecanismo del flujo de precios y metálicos de Hume. Un país no ejerce a la larga control sobre la cantidad de la oferta interna de dinero que durante esa época era también su existencia de metales preciosos, porque el publico puede exportar o importar dinero por exportaciones o importaciones de artículos y distribuciones.
(Economía y Sociedad)

Lipman

Regatear el precio es parte de una transacción. Pagar y cobrar es otra parte de la transacción.

Guillain

Los japoneses han adoptado y perfeccionado las técnicas modernas de flujo de aire comprimido, inyección de fuel, preparación de cargas (sinterización), motivos de su éxito, pues garantizan una economía creciente de materias primas y una reducción del precio de fábrica.

Bailly

L. Walras ( 1874-77) pretendía simultáneamente determinar la evolución del conjunto de los precios en una economía, tratando de encontrar un modelo de equilibrio general. Puso de manifiesto la dependencia existente entre los sectores productivos y la competencia por obtener los factores de producción.
Alquier, Lojkine, Lipietz, técnicos marxistas. El precio del suelo es una retribución deducida por la propiedad territorial, en cumplimiento de la tasa de beneficio, de la solvencia social, de la distancia al centro, de los costes de preparación para la construcción y de los coeficientes de ocupación de los suelos.

Kaldor

Dado que el precio viene determinado en cumplimiento del sobreprecio por el coste ex post, un precio bajo reduciría la dimensión total del mercado.

Fol

El gobierno de Suecia consiguió estabilizar los precios desde 1830, y en 1834, situó la moneda sueca bajo el patrón plata.
1880. Crisis. Responsable, la libertad de comercio. Los precios y los salarios agrícolas se hundieron.
Movimiento sindical transformado bajo la influencia de la Conferencia de Zimmerwald y de los bolcheviques. Se constituyeron consejos obreros y consejos de soldados, los cuales exigieron ejercer un control estricto sobre los precios y la producción.
(Los países nórdicos)

Schaffer

Como lo vio T. Hobbes, los niños vienen al mundo como pequeños salvajes, cuyo propósito es llegar a dominar a los demás a cualquier precio.

Fleischer

Pagar un precio terrible.

MacAvoy

Haber pagado un precio infernal.

McCullough

El día que las leges Gabiniae fueron aprobadas, el precio del grano bajó en Roma.
Los cuatro ediles llevaban el control de los ciudadanos autorizados a comprar el grano a bajo precio, lo cual significaba que tenían una copia del censo de ciudadanos romanos.
(Las mujeres de César)

Si Marco Antonio era uno de los tres cuestores que quedaba en Roma, podía alterar (por un precio) los registros, para borrar alguna deuda, o garantizar que alguien recibiera cantidades del Tesoro a las que no tuviera derecho.
Gabinio aceptó la misión de reinstaurar a Ptolomeo Auletes en el trono de Egipto, y por un precio de diez mil talentos de plata. Pero el tribunal lo juzgó por extorsión, defendido por Cicerón, y a Gabinio se le condenó e impuso una multa de diez mil talentos.

Los precios de los alimentos subían en espiral, la gente pobre reunía todo el dinero que podía para comprar alimentos y vendía sus escasas y más preciadas posesiones, mientras aquellos que se encontraban en mejor situación económica empezaban a almacenar en secreto el dinero que poseían y los alimentos no perecederos.

El precio del consulado.
Una drástica carestía de trigo significaba peligro para muchas carreras políticas y un mal ambiente entre los del Erario y los Ediles, buscando otras fuentes de abastecimiento. Sicilia era la panadería de Roma. Todos los ciudadanos romanos que vivían en Roma tenían su ración de trigo al precio estipulado, a condición de ponerse a la enorme cola que se formaba ante el mostrador edilicio en el Portucus Minucia, para recibir la cédula que, presentada en los silos del acantilado del Aventino, sobre el puerto de Roma, facultaba para adquirir los cinco modii de trigo barato. A los pudientes era más sencillo comprarlo en el Velabrum y los mercaderes se encargaban de obtenerlo en los silos particulares situados al pie del acantilado del Palatino, en el Viscus Tuscus.
Los contratos se adjudican con arreglo a su precio combinado con la calidad.
(El primer hombre de Roma)

Davis

Después de la insurrección, a los hombres experimentados en Britania les ofrecieron reengancharse a un precio excepcional. Paga doble.
(La plata de Britania)

La lavandería, el establecimiento de precios reventados -del que desaparecían muchas prendas-.
Eran los precios escandalosos de una taberna, la causa de que me hubiera perdido como cliente.
Nadie que crea que un esclavo sano es un precio justo por un ánfora de mezquino vino importado, merece mi recomendación.
La inveterada práctica turística de pretender llevar a casa una muestra de alfarería arretina, al doble precio y con el triple de molestias, que si uno la comprara en Italia.
Cada vez que me aventuraba a pedir un precio, seguía adelante deprisa.
Pagar los precios vigentes. Eran los más altos que cada alfarero planificara poder conseguir.
Ojalá cortaran los precios por la mitad.
Los propietarios de las gabarras fluviales del Rin exigían un precio muy alto, por la ventaja de complacerse con las pintorescas cien millas de su recorrido.
A tres o cuatro cantidades de su precio.
Hacer rebajar a una cuarta parte del precio de partida, sólo por el placer de negociar.
Una vida pobre, el precio que pagan las mujeres refinadas por un vínculo senatorial.
Un collar de ámbar bien escogido, de un precio prohibitivo.
Comprar un plato impresionante, a un precio, que sólo me hizo fruncir el entrecejo levemente.
Precios competitivos.
Pagar el precio de la información.
El precio del rollo de "La Guerra de las Galias", de Julio César, había bajado, ya que Roma tenía nuevas guerras crueles con las que ocupar la atención.
(La mano de hierro de Marte)

Rösener

Ensayo de las crisis agrarias, por Wilhelm Abel, 1935. Partiendo de investigaciones respecto de las tendencias seculares en las series de precios y salarios, vio el desarrollo económico bajomedieval en conexión con la evolución de la población; pone en referencia la caída de los precios agrarios, durante los siglos XIV y XV, tras el alto nivel de precios de la fase de expansión centromedieval, con el descenso del numero de habitantes y la formación de despoblados en la Baja Edad Media; la radical regresión de la población, a consecuencia de las catástrofes de la peste del siglo XIV condujo a una disminución de la demanda global de víveres de consumo cotidiano, a que se vinieran abajo los precios de los cereales y se desencadenara una depresión en la agricultura.
Según los marxistas, el modelo de crisis agraria se ocupó de los fenómenos de mercado y las alteraciones en las listas de precios y salarios, sin querer entrar en las referencias de producción, las fuerzas productivas y el influjo del sistema feudal. Frente la teoría de la crisis agraria como modelo explicativo de las transformaciones socioeconómicas de la Baja Edad Media, surgió del lado marxista la teoría de la crisis del feudalismo. Jürgen Kuczynski.
(Europa 1400)

Hamburger

El infinito, concepto imaginario soberbiamente concebido por el ser humano, es de un precio inestimable.
A mi ánimo humano le gusta la unicidad, tiende hacia lo uno. Cree que la paz interior tiene ese precio.
La acción terapéutica no es totalmente inofensiva y sólo promete la curación al precio de la aceptación de algunos riesgos.
(La miel y la cicuta)

Haldeman

El Industrialismo Popular apelaba a la capa media baja debido a la inflación. Les proporcionaba el tipo de garantías que gozaban las categorías superiores.
(Mundos)

Jennings

La indiana, ese tejido satinado de bajo precio, se aprendió a confeccionar en la India, donde se llama chint.
Vender el azafrán a su precio.
Fabricar a un precio muy bajo que no vale la pena.
La mula, por su carácter apacible, obediente e inteligente es una montura preferida por hombres y damas de alcurnia (personas muy ricas) y los muleros piden sin avergonzarse precios exorbitantes por estos animales. Decidieron que no pagarían precios de este calibre y que sus caballos serían perfectos.
El sistema de la mano y la manga. El comerciante señalaba el precio que deseaba y el comprador el precio que estaba dispuesto a pagar. El comerciante fue reduciendo gradualmente sus demandas y el mayordomo aumentando sus ofertas. De esta manera se abrieron camino a través de todos los precios razonables y de las extorsiones disparatadas que puedan concebirse. En Oriente incluso hay nombres para los diversos tipos de precios; el gran precio, el pequeño precio, el precio de ciudad, el precio bello, el precio fijo, el buen precio. El sistema beneficia al comprador y al vendedor; nadie más se entera del precio pedido originalmente ni del precio final. De esta manera un comprador puede obligar a un comerciante a reducir su precio a una cifra que le avergonzaría decir en voz alta, pero al final puede decidirse a vender a este precio, sabiendo que el siguiente comprador no estará enterado y que no podrá aprovecharse. O un comprador muy atraído por adquirir un artículo y que no desea regatear por su precio puede pagarlo sabiendo que los espectadores no se burlarán de él tomándolo por un tonto derrochador.
Pagar satisfecho el precio.
Un precio superior.
El mejor precio.
El precio en los mercados alto.
Vender a un precio que compensaría el esfuerzo del transporte.
Sacar un precio mucho mejor.
Un precio exorbitante.
Cualquier capitán de buque exige siempre un fuerte precio para transportar un fugitivo desesperado. El precio que pidieron era más de lo que tenía.
Un cúmulo de recuerdos que no tenían precio.
Recomendar estimar los zafiros adquiridos por encima del precio pagado.
Las novias se están cotizando a precios de princesa.
(El viajero)

Aerts

El año 1363, la ciudad inglesa de Calais fue proclamada mercado obligatorio del reino, para el comercio de lana inglesa. Se hicieron aumentar las cargas impositivas y financieras, para las compras de lana flamencas, mediante la subida de precios y obligaciones adicionales, como las Calais pennies, los subsides y las bullion regulations.
Época de calma política, hizo que permaneciera estable la ley de la moneda, entre los años 1434 y 1467 y que los precios de los cereales se mantuvieran bajos después de 1438.
Los defensores del modelo de la escuela clásica inglesa, Malthus y Ricardo, investigan la evolución histórica como una sucesión de ciclos, cada uno compuesto por dos fases (two phase movement). La primera fase se caracterizaría por una coyuntura de crecimiento y por un aumento de la población. Equivalentemente a la mayor presión demográfica subirían los precios de los cereales, las ganancias de la tierra y los arrendamientos, con lo cual descenderían los salarios nominales, la producción marginal y la productividad (la productividad decreciente es encuadrada en la ley ricardiana de la disminución de los excedentes). Este proceso orgánico conduce a una situación de estrangulamiento (bottleneck situation), que sólo puede resolverse gracias al hambre y las epidemias y que da entrada a la segunda fase, caracterizada por una población reducida, por los bajos precios de los cereales, ganancias de la tierra de poca cuantía y salarios nominales altos. Esta situación social ventajosa favorece que la población vuelva a crecer, lo cual conduce con el paso del tiempo a la formación de un nuevo ciclo. Sin embargo, el marco de validez de este modelo se ve restringido por el hecho de que se refiere sólo al desarrollo demográfico y al sector agrario, abandonando al margen la industria urbana y el mundo del comercio. Carácter mecánico.
(Europa 1400)

Iradiel

La monetarización de las ganancias fue favorable para el campesinado, debido a la inestabilidad monetaria y a la inflación y había sido una de las causas de la caída de los beneficios agrarios señoriales.
(La crisis medieval)

Fryde

El ultimo siglo de la Edad Media Central inglesa estuvo marcado por el menester de tierras, enormes tensiones entre señores feudales y dependientes (sumisos), el alza persistente de los precios y el encarecimiento de la vida, las guerras bajo Juan sin Tierra y Enrique III y las desastrosas repercusiones económicas y sociales, que tuvo la práctica de la guerra nuevamente emprendida por Eduardo I y los elevados costes que acarreó.
De la historia inglesa de precios, de Beveridge, 1939, se deriva de sus series e índices de precios, que entre el final del siglo XIV y el comienzo del XV, los precios agrarios permanecieron estables. La ininterrumpida sucesión de cosechas catastróficas, de 1438 a 1441, puso por primera vez por las nubes el precio de los cereales, ocasionando el hambre general y muertes por inanición.

Haefs

Aparecieron las primeras monedas, sobre todo las dracmas de plata con la efigie de Alejandro. Incipiente caída de los precios de las ciudades de la costa asiática y de Atenas.
(Alejandro)

Miller

La política de bajar los precios para competir.
Los aspectos financieros de bajar los gastos y los precios, apalancar los activos y comprar otra compañía.
Justificar los administradores ante los gerentes el precio de la compra.
Fijar los precios de manera que la clientela prefiriese alquilar.
Pagar precios de fantasía.
La organización sigue creciendo con el procedimiento de arrebatar el gasto de mercado a las empresas competidoras a través de reducciones de gastos y rebajas de precios y la absorción de otras compañías.
Precio competitivo.
Los hábitos de control copiados de los británicos desincentivan la industria india a tal punto que las siderurgias fabrican el acero a un gasto que duplica el precio mundial y con personal un 30 por cien más numeroso.
El gasto exacto de cada producto, el nivel de producción, datos que pueden afectar al precio del acero.
Bill Levitt, el constructor de viviendas unifamiliares, el responsable de la célebre Levittown, importó sistemas de prefabricado que permitieron edificar a precios asequibles.
Proporcionar la mejor atención a un precio asequible al ciudadano corriente.
(De bárbaros a burócratas)

Braunstein

Una de las señales del tiempo de crisis es una adaptación de la unidad de explotación dominante, el señorío territorial feudal, a las nuevas condiciones de precio y salarios. Cuando aparecieron las explotaciones familiares mejor organizadas como soporte de una economía de mercado con proceso orgánico de afirmación, se percibe a través de Francia, hacia el año 1380, la aceleración de la tendencia a la disminución de la reserva y a la cesión del control directo.

Nadolny

Los colonos habían ganado mucho durante decenios, gracias a los altos precios del grano y de la lana. Eran independientes, gente acomodada y agresiva. Ni su susceptibilidad ni sus deseos de figurar disponían de ninguna válvula de escape y, fuera de los empleados políticos, no tenían ningún contrincante que valiera la pena.
En Irlanda reinaba el hambre y se presagiaba una catástrofe. Se hacía urgente tomar una decisión frente el proteccionismo. No quedaba más remedio que bajar el precio del pan, por mucho que gritaran los influyentes latifundistas.
(El hallazgo de la lentitud)

Rutherfurd

La paz en la isla trajo una prosperidad apoyada en dos factores. El aumento de los precios agrícolas, debido al aumento demográfico, y las ovejas. La lana inglesa era codiciada por los mercaderes de Flandes y de Italia, que regentaban prósperos negocios pañeros.
Bajo el sistema denominado arra, un comerciante podía adelantar dinero a un agricultor a un precio reducido, sobre el depósito de su próxima cosecha de lana.
Efecto del impuesto maltote. Los explotadores de lana al por mayor, al no poder repercutir la totalidad del impuesto aumentando el precio cobrado a sus clientes, compensaron ese hecho pagando menos por la lana. Y aunque a fines del siglo XIII, el mercado de la lana era pujante, los precios pagados a los proveedores cayeron.
La masiva importación de oro del Nuevo Mundo por parte de España, durante décadas había propiciado un enorme incremento de lingotes de oro, que había extendido la inflación a Europa. Los precios del trigo habían aumentado y los granjeros arrendatarios tenían que pagar más por los artículos de menester.

Latour

Metrología, mantenimiento de las constantes de cálculo y establecimiento y mantenimiento de las cadenas de equivalencia. Historia del cálculo de costes y precios.

Cacucci

Precio razonable.
(Outland Rock)

D. L. Smith

A mediados del siglo XVII, el rival económico de Inglaterra era Holanda, especializada en el transporte a bajo precio de cargas voluminosas, en barcos de casco plano (buchas). Para hacerle frente, se aprobó un Acta de Navegación, el 9 de octubre de 1651, decretando que las mercancías importadas a Inglaterra, debían ser transportadas en barcos ingleses o en barcos de su país de origen. Los holandeses se opusieron vivamente y lo que empezaron siendo escaramuzas en el Canal de la Mancha, terminaron desembocando en una guerra abierta, en julio de 1652. Sin embargo, el capellán y secretario de Cromwell, Hugh Peter, persuadió a la colonia holandesa de Londres, para que entablaran negociaciones con Holanda. El historiador Lieuwe van Aitzema era el Residente de la Hansa en La Haya y fue enviado a Inglaterra, en 1651-1652. El conflicto duró casi dos años pero, en 1654, se había vuelto claramente opuesto a Holanda. Inglaterra mantenía el control en el Canal y había apresado mil cuatrocientos barcos holandeses. Holanda capituló y firmó el Pacto de Westminster con Inglaterra, el 5 de abril.
(Oliver Cromwell)

Laszlo

Cuando no haya países que protejan y salvaguarden sus soberanías inviolables, una asociación mundial de comités y federaciones podría llegar a transformarse en un centro de poder mundial. Podría engendrar su superburocracia y sus líderes carismáticos, lo que debe evitarse a cualquier precio. Puesto que la cooperación global sólo es precisa en esferas concretas, tendremos que cerciorarnos de que sólo ellas están sujetas a conciertos de alcance mundial. Basta una secretaría poco numerosa, profesional, experta y eficaz.

Hubbard-Wald

No hay forma de anticipar los sucesos biológicos, físicos o sociales, que afectarán al modo en el que cada uno se desarrolla y transforma a lo largo de su vida. En realidad sólo hay unas pocas afecciones, que se puedan predecir a partir de los genes.
Los genes participan en los procesos de ejecución, pero no determinan quiénes somos; deben afectar a nuestro desarrollo, pero también lo hacen nuestras circunstancias personales y sociales.
Las actividades genéticas están embebidas en redes complejas de repulsiones biológicas y referencias sociales o económicas y no en procesos simples, que pueden ser duplicados en el laboratorio.
Muchos casos de desarrollo mental lento o paralizado tienen su origen en una enfermedad infecciosa o en traumas psíquicos, físicos o sociales y, por tanto, no son hereditarias biológicamente; no obstante, varios miembros de una familia pueden compartirlos, ya que comparten estas experiencias.

Jacq

Pagó el precio del viaje con un pedazo de tela.

Baremo de precios adecuado a lo habitual.
Inflación artificial, descontento de la población.
Aumentar el precio de los géneros y obligar a los vendedores de sal a bajar los suyos habría enriquecido al Tesoro y empobrecido al pueblo.
Los visires fijaban el precio de los objetos y los géneros en proporción a una referencia, que no circulaba ni se materializaba.

Nombrado el superintendente de pesca del delta. Cálculo del precio del pescado.

Themerson

El precio del libro impreso sobre la cubierta.
El precio del periódico.
El precio del café.
(El misterio de la sardina)

Osborne-McNight

Eric, moneda, precio del honor.
Los brehons, guardianes de la ley, reservan la memoria de cada una de las leyes del Eire y cada caso que se ha presentado ante esa ley, rigen la tierra y el ganado, el precio del honor y las ofensas, los hombres libres y los esclavos.
(Una leyenda celta)

Potter

El precio del restaurante del hotel era muy elevado como estimulante del panorama que se divisaba desde la planta superior.
(Ojosnegros)

Munck

Gran parte de Europa experimentó una crisis monetaria a comienzos del año 1620. La inestabilidad política contribuyó a favorecer un periodo de inflación galopante y de especulación descontrolada, los Kipper und Wipperjahre (Años de Recortes y Excesos), por culpa de la manipulación monetaria. Se establecieron diversas casas de moneda privadas y señoriales, que inundaron el mercado con gran profusión de monedas de cobre y estaño de un valor intrínseco cada vez menor. Los sectores urbanos más pobres se vieron perjudicados, porque tuvieron que recurrir al trueque. Y los comerciantes internacionales padecieron las consecuencias de la caída de los niveles de valor. Los edictos de acuñación del duque Federico III de Holstein-Gottorp y de Cristian IV de Dinamarca manifiestan cómo los angustiados príncipes vecinos querían evitar efectos desestabilizadores.
Con Carlos I, la venta de monopolios originó el alza de los precios por el coste que suponía para los consumidores y las preferencias comerciales, que se veían perjudicados.
Movimiento irregular e impredecible de los precios y salarios. Las fluctuaciones de los precios que tenían mayor trascendencia eran las de los cereales. La segunda mitad del siglo fue un periodo de relativo equilibrio de los precios. Durante las primeras décadas los salarios estaban por debajo de los precios y comenzaron a equipararse de forma marginal a partir del año 1640, aunque no llegaron a alcanzar la proporción favorable que tenían a comienzos del inflacionario siglo XVI. El verdadero cese del crecimiento de la población contribuyó a que se produjese un equilibrio de los precios de los alimentos y una escasez de mano de obra, que habría favorecido el incremento de los salarios.
Hay que examinar las oscilaciones momentáneas de los precios de los productos alimenticios y el suministro de grano, que llegaron a ser extremas durante las décadas de 1640 y 1650, dentro del contexto de otras dos tendencias; un estancamiento de los sectores de la economía y el efecto acumulativo de las imposiciones destinadas a costear la guerra.
La Fronda, 1648-1656. Desesperación provocada por la exaccción fiscal de los arrendadores de impuestos, los precios altos de los alimentos y la peste, los tributos impuestos sobre la ciudadanía.
(La Europa del Siglo XVII)

Read

Comida y transporte proporcionados a precio exorbitante.
Pagar un precio por el desafío.
(Los Templarios)

Markale

Equivalencia entre el Grial (por el cual Galaz será sacrificado) y la escudilla de sangre rescatadora, que al precio de su vida la hermana de Perceval llenará para sanar a una enferma.
Ámbar gris comprado a un alto precio, cuyo olor era agradable.

Spinrad

Happy hour. Costumbre de bares, tomar dos bebidas al precio de una, de 5 a 7.

Benevolo

Del siglo XIV al XV, los precios de los productos agrícolas de menester disminuyen; los precios de las otras mercancías y los salarios, en condiciones de escasez de mano de obra, aumentan. Lo que provoca, a la vez que privaciones y desequilibrios, un estímulo para la industria especializada y el comercio, una mejora de las vías de comunicación y un progreso de las técnicas financieras.
Las guerras de religión y la agitación de los precios aceleran la desaparición del estrato dirigente renacentista. Se produce un incremento de la importación de plata de América, en 1544, tras la exploración de las minas de Perú y Méjico. La subida de los precios se inicia alrededor de 1550 y sigue sin interrupción, hasta los primeros decenios del seiscientos.
Colbert utiliza el sistema de las corporaciones. El gobierno designa los instructores, prescribe los materiales y la manera de trabajarlos, nombra inspectores y supervisores, avala con los correspondientes sellos la calidad de las manufacturas, garantiza el nivel de los precios, mediante tarifas aduaneras y garantiza el consumo de los productos de lujo, en los que la corte invierte 800.000 livres anuales.
En la rue Royale, la administración de la ciudad de París se empeña en construir las fachadas en terrenos ajenos y en revenderlas a los propietarios por un precio fijado de antemano, pagándoles un interés, a partir de 1757, por la ocupación del suelo.
El método de planificación urbana padece una debilidad congénita. El capital privado se incauta de las deudas de los gastos publicos, con lo que queda abierto el ciclo financiero. Por esta vía se cierra el ciclo, pero sólo en la coyuntura ascendente y, desde entonces, la planificación urbana mantiene una dependencia respecto de la curva de los precios. Se activa cuando los precios suben y se suspende cuando bajan. Siguiendo esta regla, en los veinte años de subida de los precios, entre 1850 y 1870, se planea y lleva a la práctica un numero de transformaciones organizadas. En Bruselas, las construcciones del burgomaestre Anspach; en Viena, la construcción del Ring tras el concurso del 1857; en Londres, las grandes construcciones publicas de Bazalgette y la primera red metropolitana subterránea; en Berlín, el plan del prefecto; en Estocolmo, el plan de Lindhagen. Los siguientes veinte años de precios descendentes, de 1870 a 1890, retrasan estas experiencias y dificultan el comienzo de otras nuevas.
Apuesta de gran precio.
Se construye más de lo preciso y con una densidad mayor, con objeto de que aumenten los precios de los terrenos.
Los hombres del Ulster decidieron mantener a Conchobar en sus actividades reales, porque Fergus los había abandonado por bajo precio.
Es por el rostro, por el cual las leyes galesas de Hywel Dda (rey legislador del siglo X) y el tratado jurídico irlandés de Senchus Mor, fijan el precio de la compensación, la indemnización debida a la familia o al interesado por asesinato o injuria (precio del rostro).

Townson

Con un estatuto del año 1368 quedaba definida la jurisdicción de los jueces de paz. Hacer cumplir las leyes laborales, regular los precios y mantener la paz.
Las cosechas de los años 1315, 16, 20 y 21 fueron singularmente malas y los años 1319 y 21 se produjo una gran mortandad de ganado ovino y vacuno. Consecuentemente se generalizaron la hambruna y la enfermedad y los precios del grano se duplicaron.
Para los que sobrevivieron a la Peste Negra, la vida fue mejorando. Con un declive demográfico tal, había menos gente que buscara tierra, con lo que los salarios aumentaron y sumado a la caída de los precios el nivel de vida del campesino subió. Los terratenientes tuvieron que afrontar dificultades, contando con que la producción de trigo y lana derivaba menos provechosa con la caída de los precios.
El poder político pretendió controlar el mercado laboral a beneficio de los patronos aprobando el Estatuto de los Trabajadores de 1351, primera pretensión de legislar sobre precios y salarios con carácter general. El Estatuto fijó los salarios y los precios de los materiales manufacturados, tomando como referencia los niveles que existían cuando sobrevino la Peste Negra. Fue de cumplimiento obligado hasta el año 1381, pero durante las épocas que la mano de obra escaseaba, era difícil llevarlo a la práctica a largo plazo.
Los líderes de los campesinos se habían beneficiado de la Peste Negra, ya que habían tenido la ocasión de ocupar las tierras vacantes a precios bajos.
Durante el siglo XV la manufactura textil se trasladó al campo. Allí se eludían las restricciones que imponían los gremios urbanos con referencia a los salarios, los precios y las horas de actividad.
Lo que pretendían los gremios esencialmente era regular el mercado local y mantener el negocio. Fijaban los precios mínimos, el numero de aprendices que debía haber y la duración de la condición de aprendiz (siete años). Regulaban los salarios y las horas laborales y dificultaron el nacimiento de la industria a gran escala (la unidad de producción gremial coincidía con la unidad familiar). Eran responsables de las restricciones, pero no se puede negar que mantuvieron un alto nivel de la producción de materiales.
De 1594 a 1597, una lluvia incesante y unos fríos intempestivos terminaron con las cosechas. Los precios alcanzaron cotas sin precedentes los años 1596 y 1597 y sobrevino la hambruna. Los vagabundos se echaron a la calle y como preferían robar a perecer de hambre, fueron ahorcados con cifras alarmantes.
El año 1645 había fuertes resistencias. Al sur y al suroeste los granjeros y artesanos rurales se organizaron para expulsar a los bandos combatientes. El poder político tampoco era acogido, porque imponía elevados gravámenes. Los ricos y mejor situados socialmente tenían que pagar el 20-25 por cien de sus ingresos y el resto exaccciones sobre productos como la cerveza (bebida que con el té y el café no estaba al alcance) y la sal. El comercio se vino abajo y provocó una depresión económica desde el momento que el elevado precio de la comida redujo el mercado de manufacturas.
Uno de los apoyos de la industrialización era la industria metalúrgica, que fue desarrollándose por cuanto se sustituían los hornos de carbón vegetal por fundiciones. Lo que hizo Abraham Darby, el año 1709, en Coalbrookdale, Shropshire; pero la técnica no se empezó a utilizar a gran escala hasta la década de 1750, cuando los precios altos de la madera y los reducidos del carbón hacían más barato utilizar el nuevo método.
Los profesionales se dieron a <<la rebaja general por insurrección>> para obligar a los propietarios de fábricas a mantener salarios justos, precios equilibrados y prácticas de actividad habituales. La rebaja de salarios coincidió el año 1812 con una aguda subida del precio del pan, lo cual provocó un claro remonte de la actividad luddita; bandas organizadas, que tenían el beneplácito de la mayoría local la emprendieron con los empresarios y sus fábricas.
Se produjeron desórdenes callejeros. El problema empezó cuando el año 1815 fue aprobada una Ley del Grano por la que prohibía la importación de grano hasta que con el mercado interior el precio alcanzara un nivel verosímil. El Primer Ministro, Lord Liverpool, garantizaba que protegería la producción local durante un momento de caída de precios; pero muchos vieron un signo legislativo cometido por terratenientes para el beneficio propio.
1837-42, fue el más largo y severo periodo de depresión. Las malas cosechas, los precios altos y el desempleo se combinaron y redujeron a los profesionales a un grado de indigencia y hambre desconocidos.
Con la subida de los precios que provocaron las guerras napoleónicas aumentó aceleradamente el numero de pobres y los impuestos destinados a aquellos. De 2 millones de libras el año 1775 se pasó a 7 el año 1831.
Las exportaciones británicas sufrieron un aumento de precios de mercados europeos y americanos por las barreras arancelarias dispuestas desde la década de 1870.
Los precios de la importación y la exportación se fijaban por libras y los pactos se realizaban a través de bancos británicos que proporcionaba la City londinense.
Desde que disminuyó el precio de los alimentos gracias a los productos que se importaban de América y Australia el nivel de vida de los profesionales mejoró sensiblemente.
(Breve historia de Inglaterra)

Ford

Los grandes descuentos pulverizarían los precios.
Dado que la había recibido, la carne y su precio eran de su responsabilidad exclusiva.
Las entradas de la feria a mitad de precio.
Pagar el precio de los actos.
(Canadá)

Rubenstein

Ofrecer vender grano y carne a un precio generoso.
Vender los productos a precios razonables.
Evitar enfrentarse a cualquier precio.
Pretender negociar un aumento de la cantidad de provisiones a precios muy bajos.
Los francos, de vez en cuando, acusaron a los griegos de inflar los precios.
Pagar el precio adecuado.
Cobrar sólo precios justos.
Regatear en los precios.
La comida estaba disponible, pero sólo a precios inalcanzables.
La lista de precios.
Vender a precios exorbitantes.
(Los ejércitos del cielo)

El trío de la Dama Negra

El precio obtenido.

Flori

Corromper a precio de oro.
(Bohemundo)

Tyerman

Los precios se pusieron por las nubes.
En Worms, surgieron problemas por los altos precios que pretendían cobrar los lugareños, lo que afectaba a los peregrinos más pobres, como a los mercaderes del ejército, los cuales vieron reducirse sus márgenes de beneficio.
El conde de Nevers, primo del soberano, impuso un tributo de doce peniques por casa en sus tierras, que tal vez no formase parte del diezmo. Consistía en un impuesto de precio fijo, no proporcional, que se impuso sólo después de negociar con el clero local y la nobleza y que no hacía mención alguna de la exención para los crucesignati.
Según puso de manifiesto Roger de Howden, Ricardo puso en venta todo lo que tenía; cargos, condados, prefecturas, castillos, ciudades, tierras. Se despidió y multó a los sheriffs y se nombró a sus sucesores por un precio; las cartas de las ciudades, los derechos de uso de los bosques, los condados, los grandes puestos políticos y los obispados se obtenían con dinero. Los agentes del nuevo soberano hicieron una batida en los puertos de Inglaterra, Normandía, Britania y Poitou, en busca de barcos. La urgencia de la demanda encareció los precios.
Felipe II y Ricardo I se esforzaron por controlar los precios e impusieron de nuevo la disciplina entre los cruzados, al regular el juego y satisfacer sus deudas.
La reputación pagó un alto precio por la retirada.
La proliferación de representantes en las cruzadas, aportaba al enviado más beneficios que el precio del pasaje, el equipo, los gastos de viaje y el sueldo.
La ayuda de la flota veneciana tenía un precio; derechos legales y comerciales muy amplios. Pero eso no negaba el coste el material y humano.
Insistir en el precio pactado.
Poner un precio deliberadamente desorbitado.
Calcular un precio per capita.
Una garantía adicional al precio de la paz.
La satisfacción de las deudas en las que habían incurrido los cruzados, para hacer frente al precio del transporte del año 1202, sobre todo, con banqueros de Venecia.
La autoridad mudó de eje. Justo por esa razón, los sucesivos soberanos de Bizancio buscaron la unión eclesiástica con Roma, como precio por la ayuda bélica de Occidente.
Poner precio a la espada y prestar al mejor postor o establecerse independiente.
El precio de una coexistencia constructiva.
Reclamar territorios, al precio de una gran devastación y de numerosas muertes.
El precio de la victoria.
Consolidarse al precio de inimaginables riquezas.
El precio que tendría que pagar en prestigio.
La permuta de la vida y la libertad de los cautivos, conseguida a un precio muy alto.
El año 1370, un pacto garantizaba explícita o implícitamente derechos de visita duraderos para los peregrinos latinos a un precio fijo y proporcionaba las circunstancias favorables de esta forma de turismo de aventura que, el año 1400, había evolucionado hacia un itinerario habitual de visitas turísticas guiadas.
El cronista monástico Thomas Walsingham indicaba que el precio de las especias aumentó a consecuencia del saqueo de Alejandría y que muchos ingleses y gascones regresaron con <<telas de oro, sedas y joyas exóticas y espléndidas, que testimoniaban la victoria obtenida>>.
Infligir daño a otros exponiéndose a un grave riesgo, al precio de enormes privaciones.
(God´s War)

Tomalin

Preguntar los precios.
Un clima de intensa agitación política por la prolongada batalla con las muy denostadas Corn Laws o leyes de los granos, que imponían aranceles a la importación de granos y, por tanto, el precio del pan era alto en Inglaterra y en Irlanda. Los grandes terratenientes también se dedicaban a una actividad agrícola que dependía de la venta de granos a buen precio.
El precio que Dickens pagaba por el triunfo eran dolores de pie, de manos, de corazón y también del ojo izquierdo, ataques de nervios, insomnio y depresión al final de cada gira.
No es posible realizar una transformación precisa del valor porque depende de si se usa el índice de precios al consumo, el término de ganancias, el Producto Bruto Interno per capita, un porcentaje del PBI o el deflactor del PBI.
El aumento de precio de los alimentos.
(Charles Dickens)



Sweet Josephine






No hay comentarios:

Publicar un comentario