Chris Isherwood (Laurence Harvey), un novelista de éxito, acude a la fiesta londinense de promoción del libro de Sally Bowles (Julie Harris). Sally sigue ilusionada. Una sorpresa para Chris, ya que fueron amigos otro tiempo.
Luchaba con el primer libro. El mérito que disfrutaba era que sabía el alemán. Y fue a Berlín. Corría el año 1931.
Era Noche Buena y había quedado solo. Una inspiración atrae al novelista. La idea de ser como una cámara dispuesta a retratar las cosas. Fritz Wendel, un amigo, consigue alejarle del hotel para enseñarle un hallazgo. La cantante inglesa Sally Bowles del cabaret Windenberg. Abandonada por el aprovechado novio es forzoso renunciar al viaje a París. Pretendía ser sofisticada, aunque era inocente. Un instante adecuado para acompañarla. Sin dinero de ninguna de las partes la invita a casa.
Chris da lecciones de inglés a Natalia Landauer (Shelley Winters), la hija del dueño de una tienda famosa de Berlín, atacada ese tiempo por los primeros gérmenes antisemíticos. Una ocasión para Fritz de trabar amistad con Natalia. Sally manicura las uñas de verde solo para atraer a los hombres. Natalia desprecia los convencionalismos y brota una atracción mutua con Sally. Hoy no hay lección. Natalia coopera con un mitin de parados.
Sally había impresionado a Chris. Aunque no permitiría que oscureciera su actividad. Sally se traslada al hotel de Chris. La escasez de dinero se aunaba con la falta de inspiración creadora. Tampoco Sally tiene suerte con el agente teatral y experimenta una decepción platónica cuando el joven la corteja.
Llega la primavera con su aire de optimismo. Invitados de los Landauer a su casa de cristales y cemento eluden pasar la velada para volver a enfrentarse con la suerte. Tras gastar el dinero del hospedaje con champagne y caviar, Chris tacha de inadecuado el carácter sensual de la díscola joven. Aunque Sally se las arregla para que Clive, un cliente del restaurante les invite. Encandilado con Sally los convida a todos los cenáculos de la ciudad. Clive es rico y un soplo para sus somnolientas existencias.
Lo que suponían que eran unas fiebres reumáticas llega a transformar la habitación del hotel como una mezcla de fiesta permanente con Chris como paciente, al cual aplican hasta hidroterapia.
Las carreras, el teatro, la moda, el casino, la locura llega al límite. La obsesión de Clive era ir a Honolulu después de un viaje a París. La diversión fue cancelada con la excusa de otro viaje al Amazonas. Una disculpa que Sally aprovecha para marchar del hotel después de acusar a Chris de falta de empuje.
Los problemas de los Landauer dirigen los pasos del joven novelista a casa de Fritz, el cual cuenta que había negado ser judío. Chris ataca un piquete.
Encuentra a Sally preocupada con un embarazo no esperado. Chris sugiere ser prácticos. Sally simplemente no va a tener el niño. Chris le ofrece casarse. Un límite para Sally.
Chris consigue un empleo como escritor de guías de viajes a lo largo de Europa. Sally marcha a París para probar como actriz de cine.
La prometida tarjeta nunca llegó y aquí se encontraba Sally, la cual recibe al viejo amigo con sofisticación y nostalgia. Celebra el debut literario aunque no tiene un centavo. Chris sabe la solución. Ir a casa con él. Eso no lo esperaba Sally. Una nueva prueba desde Londres.
Un pelín descolorido tras la versión de Bob Fosse, "Cabaret", 1972.
Ana Kontroversy

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