El Casino de Madeira. Elric (Jacques Dutronc), un tramposo del juego, deambula por los jardines del casino y, debajo de un puente, en la tierra y los helechos, desarrolla una función expansiva propiciadora del azar, y exclama, "Te lo doy todo".
Repara en Suzie (Bulle Ogier), una diseñadora de modas, quien sostiene una acalorada discusión con un comerciante, a causa de unos vestidos. Siguió a Suzie hasta un bar, recogió el dinero que aventó por el suelo, y la condujo al casino, la dueña que adora. Decide que juegue por él. Los inocentes siempre ganan. Apuestan al numero 7 y tienen suerte al rojo. Suzie ha bebido, no se halla habituada.
A medianoche, la joven llama al hotel y quedan citados en el bar. Mientras aguarda, Elric es abordado por Jorg (Kurt Raab). Es habitual de varios casinos. Le admira porque sabe perder. Y tiene un método, que quiere que acepte.
Elric pretende que Suzie sea su fetiche, su mascota, su buena suerte. Pero comienza a vapulearla porque pierde, y la envía de vuelta al hotel
Derrengado y borracho, regresa bajo el puente. Pero aparece Jorg. Con él ganará siempre. Ofrece una cita, pero sin la mujer. Las mujeres y la suerte no van próximas.
En una tasca, explica que él es la cobertura ideal. El plan es distraer al croupier. Consiste en buscar el momento de actuar, justo antes de que la bola caiga. La trampa es la coronación del juego, de otra manera.
Ensayan con varias jugadas. Proverbial falta de suerte.
Jorg guía un grupo de timadores. Programan actuar en todos los casinos del mundo. Guadalupe, Manila, Valparaíso, Curaçao, hacer saltar las bancas, Kuala Lumpur, Jamaica, Atlantic City, Las Vegas.
Elric desaparece sin ni siquiera despedirse.
Jorg y Elric juegan en el Casino de Macao. Y desembarcan en San Remo. Elric detecta a Suzie, enrolada con las apuestas. Se encuentra aquí por azar, de negocios. Le regala un collar de perlas, que trueca con una señora por unas fichas de juego.
En la cama es una calamidad. No tiene importancia.
Jorg sufre un altercado. Pretendió insertar la apuesta demasiado tarde. Escapa, tirándose por una ventana del casino.
Llama a la puerta de la habitación de Elric. Desprecia a la mujer. Cojea. Quiere marchar a Miami. Elric no lo seguirá. La asociación se suspende aquí. Toma el desayuno que habían pedido. Es Elric o Suzie.
Un amigo técnico prepara un aparato. Consiste en una bola de ruleta, que tiene un canal. En el canal, una gota de mercurio, cuando acciona el telecomando, la bola salta automáticamente.
Vuelta a la isla de Madeira. Suzie traba amistad con un croupier del casino. Los empleados hablan de "los indeseables", los que ganan demasiado, los tramposos. Muestran fotos de estos fulleros profesionales. Destacan Jorg y los socios.
Hospedados en un mezquino hotel, Suzie y Elric se encuentran sin dinero. Pero la cosa marchará.
Visitan un juego de apuestas callejero. Pero Elric encuentra a Jorg, y abandona a la novia.
Contactan con Toni (Virgilio Teixeira), el croupier, y realizan la entrega de la bola que tiene que reemplazar. Es una bola demasiado frágil, si saltara más fuerte de lo que conviene, quebraría.
Tientan la suerte. Camuflan el mecanismo, enfundado en una caja de tabaco. Los numeros incluidos en 0, 10, 20, 30, son los numeros reglados seleccionados. Elric apuesta, Suzie aprieta el botón de control. Empiezan a destacar como ganadores. El director del casino denota impaciencia. Pero Suzie se ausenta de la mesa y Elric desvaría, apuesta en cualquier juego. Con un cuchillo, efectúa un corte en una mano. Suzie susurra que le ama.
Toni no pudo recuperar la bola. Por fin, localizan la ruleta en la que rueda, y regresan al juego. Los telecontroladores del casino siguen sus movimientos. El director pregona los tres últimos juegos de la mesa. Ganan una fortuna y celebran el triunfo en el hotel.
Es la primera vez que Elric gana en la vida. Marcha hacia el aeropuerto con las divisas.
Suzie sigue en el casino. Busca la bola en las distintas ruletas. La localiza de nuevo. Elric urge al taxista que acelere. Jorg, disfrazado, deposita idénticas apuestas. El protagonista es retenido en el aeropuerto. De pronto, el mando falla. La bola ha eclosionado y Jorg es atrapado.
Afortunadamente, el equipaje con el dinero había pasado el control de la aduana, y la pareja toma posesión de un castillo en Italia, el sueño que Elric había acariciado. Aunque un castillo podría perderse en un día, como en una hora.
Se distraen con un paseo por el lago, a bordo del barco del Casino de Annecy.
Ana Kontroversy

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