domingo, 12 de mayo de 2013

FRANÇOIS TRUFFAUT. LA PEAU DOUCE, 1964





Pierre Lachenay (Jean Desailly), un escritor parisino, anda con prisas ya que tiene que tomar un avión, rumbo a Lisboa, ciudad en la cual ofrece una conferencia en torno a la personalidad de Balzac. La pasarela del avión había sido retirada, pero le hacen el favor de poder embarcar.
A la llegada, los fotógrafos retratan al literato al lado de la azafata de vuelo (Françoise D´Orléac).
El libro del autor, "Balzac y el dinero", adquirió un cierto éxito, y la sala de conferencias se encuentra a rebosar. Destacan los árboles en las calles de Lisboa, adornados con resplandecientes bombillas de Navidad, nuevas modas que gozaron de éxito en Europa.
Hospedado en el Hotel Tivoli, concurre en el ascensor con la azafata y el piloto del avión.
Efectúa una llamada a la habitación de Nicole. Quiere disculparse. Debió acercarla hasta la alcoba. La invita al bar del hotel, pero a esas horas lo habrán cerrado.
Emplazados al otro día, Nicole comenta que hace seis meses casi se hallaron a punto de encontrarse, y que   vio a Pierre en televisión. En Orly le reconoció en seguida. Pierre cuenta que Balzac calculó que podía escribir una novela por mes. Buenos volúmenes de treinta capítulos, a razón de un capítulo por día. Los impresores pagan mal. Y es cuando resuelve convertirse en empresario y compra una imprenta. Desgraciadamente, los negocios fallan. Los socios tienen miedo, renuncian. Entonces, decide realizarlo todo personalmente. Los caracteres de imprenta y las letras de plomo. Funde sus propios caracteres. Y pronto empieza a fabricar su propio papel. Pero la empresa fracasó y lo perdió todo. Incluso el dinero prestado.
Nicole permite el acceso a la habitación del hotel. Surge el amor y la pasión.
Pierre posee un modesto despacho, desde el que dirige una revista, Ratures.
Regala a la hija, Sabine, un disco, "La Sinfonía de los juguetes", de Haydn. Con una música compuesta enteramente por juguetes y cantos de pájaros.
El escritor busca un ejemplar de Le Monde. Trae una crítica interesante de su libro "El enigma estelar". Maldice el desorden de la casa. Riñe con la mujer, Franca (Nelly Benedetti). Y marcha con Nicole.
Por la noche, capta la frialdad de la esposa. Disimula dormir, aunque pronto se apacigua. Encontró el periódico diez minutos después de haber marchado.
Franca planea escapar unos días al campo, solos.
Lachenay frecuenta un restaurante, en el que tiene una mesa reservada.
Los amantes cenan en un local con baile. Nicole luce el palmito en la pista. Les distancia la edad.
No encuentran alojamiento. Precisan algo que sea suyo. La mujer le invita a la habitación, con sigilo.
Pierre acuerda dar una conferencia en Reims, con el fin de disfrutar al lado de Nicole. En París tienen mil inconvenientes. Cumplimenta la exhibición de un film de Marc Allegret, alrededor de la imagen de André Gide.
Con prisas, contacta con los organizadores. Aclara que tiene que regresar esa noche. No consiguió ticket para Nicole, y no fue informado de que había una cena.
En plena disertación, Nicole no consigue una butaca, no quedan localidades.
El escritor toma una copa con uno de los organizadores, un amigo, y vislumbra a Nicole a las puertas del cine. Y ve cómo la acosa un hombre insistente, en la calle débilmente iluminada.
Al pasar por el hotel, abandona al amigo. Habían convenido el viaje a París, pero Pierre desapareció.
Nicole se halla disgustada. Entiende que le avergüenza. Pero qué puede hacer, es un engranaje. Marchan como fugitivos en la noche.
Albergados en un bungalow, idílico paraje campestre, Pierre desnuda a Nicole, relajada.
En el desayuno, la azafata cuenta sus amoríos. Con el piloto descubrió y entendió el amor físico, pero se sentía sucia. Se retratan en una arboleda.
Pierre, preocupado, quiere llamar a casa. Da por excusa que el film es proyectado dos noches seguidas. Pero Franca había llamado a Reims y Pierre había salido en ese momento. Colgó el teléfono.
Cuando regresó al hogar, Franca sospechó que había acompañado a otra mujer. Lo mejor será la separación. Pierre lo toma al pie de la letra dispuesto a desatender a la familia. La señora Lachenay habla de nerviosismo y fatiga. Quiere una prueba. Si pasa esa puerta no tiene que volver. Queda desolada. Pierre duerme en la oficina.
En una acalorada discusión, Franca no desea alegar la separación, sino que se cansó de ella y que la desampara. Y hacen el amor con el sentimiento de la aflicción, con una gran pretensión dramática. Al salir, Franca devuelve un cuadro de Fujita. No pudo retenerle. Tira el equipaje en el corredor.
En un restaurante, Lachenay amonesta a Nicole por hablar alto. La joven da signos de hartazgo.
Franca encontró el resguardo de la tienda de fotos.
Pierre busca piso. Pero es una tergiversación. Todo fue muy rápido. Precipitó las cosas. La mujer que lucha sola en la vida no puede hacer programas para el porvenir. Podrán verse de cuando en cuando. Pierre lanza una negativa. Nicole se aleja.
Franca recogió las fotos. Las imágenes la presionan a tomar una decisión. Carga una escopeta, que esconde debajo de un impermeable.
Pierre podría llamar a la señora y reconciliarse. Pero la señorita (Laurence Badie) que cuida de Sabine,   comunica que el coche cruzó la esquina de la calle.
Franca  avanza decidida hacia la mesa del restaurante favorito del marido. Mientras lee el periódico, sin una sola palabra, lanza las fotos y dispara la escopeta. Sentada, aguarda el arresto, con una especie de satisfacción en la expresión. 






Ana Kontroversy





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