Un pueblo dormita dulcemente bajo los árboles. No hay estación de tren que interrumpa esta agradable calma. No existen industrias o muelles que aceleren el ritmo del día o la quietud de la noche.
El acontecimiento de cada jornada es la llegada del bus. Transporta los periódicos, el correo y caras desconocidas.
Hoy, una señora, por completo extraña, baja del autocar. Todo en ella habla de un mundo mucho más grande. Es la señora Jenny (Marianne Lofgren), la cual, tras dieciocho años viene en busca de su hija Nelly (Inga Landgré), quien fue cuidada por la señorita Ingeborg Johnson (Dagny Lind). Muchos se hallan de acuerdo en que este va a ser un golpe demoledor para Ingeborg.
La señorita Ingeborg es profesora de piano y alquila un cuarto a un joven veterinario llamado Ulf (Allan Bohlin).
Ingeborg, con frecuencia apurada de dinero, vestida con una raída chaqueta, recibe con estupefacción a Jenny.
Nelly, de quien Ulf se siente enamorado, sólo sueña con el baile de esta noche. Pero no quiere ir con un viejo. No puede quedarse aquí por siempre, quiere vivir otras cosas.
Ingeborg pregunta a Jenny el motivo de reclamar a la hija después de largos años. Es la madre, ¿no es suficiente?. La vida no fue un lecho de rosas. Nelly tuvo una vida tranquila y, actualmente, la dama se encuentra mejor. Ingeborg señala que está enferma. Nelly lo es todo para ella. Hizo algo de provecho, porque la joven la necesitó. Pide que la deje a su lado.
Realmente, no es fácil decidir si la niña fue abandonada a modo de una entrega constitucional, por una especie de amparo anticipatorio, o a través de la simple hospitalidad.
En el hotel, Jenny recibe a Jack (Stig Olin), un hombre joven. Le intriga el asunto turbio que trama.
Ingeborg tiene una sorpresa para Nelly. Un ligero vestido de primavera. Pero Nelly se presenta con un elegante modelo de diseño, que le envió la tía Jenny. Ingeborg la informa de que se encuentra en el pueblo para conocerla. La joven responde sencillamente, ¿qué quiere?
En el baile, Nelly y Ulf forman pareja. Y Jenny y Jack se mofan de los asistentes. Jack invita a bailar a la joven. Es arrastrada por el desparpajo mundano del chico. Convoca a los jóvenes y boicotean la cantata de una soprano.
Nelly y Jack escapan del hotel y retozan a la orilla del río. Ulf persigue al atrevido galán y lo tira al agua.
No iba a ser agradable para Nelly quedarse en el pueblo después de aquel escándalo.
Mientras Ingeborg toca en un funeral, Jenny halaga y convence a la hija. Tiene un salón de belleza y es un trabajo interesante. Nelly podría aprender, tendría un buen sueldo y saldría de este sitio. Quiere irse esta noche, si es posible.
Ingeborg no usa palabras duras sin motivo. Deberían marchar.
En el compartimento del tren, Jack es presentado como el hijo del hermanastro de la maquilladora.
El sensacional y embarazoso incidente fue olvidado. Pasó el verano. Ingeborg seguía igual, tocaba el órgano en la capilla y daba las lecciones de piano. Tal vez algo más solitaria. Ulf dejó la pieza de la casa y abandonó el pueblo.
Ingeborg tiene que ir a ver a Nelly. No puede soportar la ausencia. Es recibida con amabilidad. Jenny le enseña la habitación y el surtido guardarropa de la joven. Si regresa, Nelly será bienvenida.
Dispuesta a volver al hogar, encuentra a Jack y la acompaña a la estación del ferrocarril. Le cuenta con detalle cómo pasa los días. Proyecta vivir bajo unas escaleras, donde la luna brille.
Cuando Nelly ultima los preparativos del salón de belleza, hace su aparición Jack con un aspecto descontrolado. Trató de alejarse de Jenny, pero ama a Nelly. Acosa a la joven, la cual termina por rendirse. Jenny les descubre y recrimina al galán. Jack replica que el motivo de haber traído a Nelly es que se encuentra vieja y sola. Le contesta que lo dejó quedar por caridad.
Suenan unos disparos en la calle. Jack se suicida con un revólver que suele cargar en el bolsillo, para poner fin a la vida nocturna. Jenny se apresura hacia el cadáver tendido en el suelo y grita desconsolada la pérdida del joven amante.
Estos adversos acontecimientos hacen crisis en Jenny, quien decide volver al auténtico hogar. Llega en la noche y es maternalmente recibida. Saluda a Ulf, quien ocupa de nuevo el cuarto. Fueron unas vacaciones imprevistas. La esperó desde que era una niña.
Ana Kontroversy
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