martes, 5 de febrero de 2013

ALFRED HITCHCOCK. FAMILY PLOT, 1976






La mansión de la señora Julia Rainbird (Kathleen Nesbitt) es el escenario de una especial reunión. La espiritista Madame Blanche Tyler (Barbara Harris) es consultada con el propósito de hallar a una persona desaparecida. Madame Blanche al igual que las pitonisas de la antigüedad manifiesta los poderes mágicos que posee a través de la ventriloquía. El ánimo de Harry es el que le ofrece la información oculta.
Harriet, la hermana de la señora Rainbird, la atormenta en sueños. La espiritista garantiza que si se halla vivo encontrará al hijo de aquella. Hace cuarenta años el niño fue trasladado y hoy no sabe quién es. Dispuso que fuera entregado sin huella ninguna. Harriet era una madre fuera del matrimonio y aquella época significaba un escándalo. Quiere buscar al heredero secretamente y quedar tranquila. Pagará diez mil dólares para encontrarlo.
Blanche compone un equipo con George Lumley (Bruce Dern). Lumley investiga con el propósito de posibilitar a Blanche la tarea. Es actor pero actualmente conduce un taxi. Respecto del que buscan ignoran  cómo se llama, quién es, ni dónde vive.
En la negra noche por un despiste casi atropellan a una prominente y enigmática silueta cuando atraviesa la calle.
Esta espectacular sombra es Fran (Karen Black). Revólver en mano negocia la liberación de Constantine al cual tienen secuestrado, negociación evaluada con la transmisión de un prodigioso diamante. Conducida hasta un helicóptero la distinguida mujer no pronuncia ni una palabra, expresa sus exigencias con gestos e indicaciones. Aterrizan en un prado y Fran sigue una señal luminosa que procede de la vegetación. Arthur Adamson (William Devane) aguarda emboscado y comprueba la perfección de la valiosa piedra. El piloto del helicóptero acude a rescatar al involuntario rehén.
La casa de Adamson tiene una habitación insonorizada y oculta bajo el sótano. Recogen los desperdicios del secuestrado. Fue un plan brillante. Camufla el diamante con los cristales de una lujosa lámpara. Un homenaje a la araña de "Mauprat".
Lumley comienza la investigación. La hija del viejo chófer de los Rainbird desvela que un matrimonio, los Shoebridge, adoptaron aquella época un niño. Pero la familia falleció en un incendio.
Inspecciona el cementerio y choca a Lumley que las lápidas de los esposos sean viejas mientras que la del hijo es reciente. En el taller del marmolista no consta el niño. Se rumorea que provocó el incendio. La lápida fue pagada quince años después. En el registro no hay partida de defunción.
Las pistas orientan a Lumley a la gasolinera de Maloney (Ed Lauter) el cual niega conocer a Shoebridge. Es él quien puso la lápida en el lugar vacío.
Adamson posee una joyería. Maloney aparece en la tienda. Efectivamente Adamson es Edward Shoebridge. Informa que Lumley le busca persuadido de que sigue vivo.
Arthur y Fran vigilan el domicilio de Blanche. Asisten a una riña de la pareja en plena calle.
En una nueva reunión con la señora Rainbird la anciana recuerda un dato importante. El chófer antes de la muerte declaró quién había bautizado al niño. Fue el obispo Gould.
Cuando Lumley visitó la catedral fue testigo del velado rapto del obispo ejecutado por Fran disfrazada de una vieja achacosa y Adamson ataviado como capellán los cuales inyectaron al religioso un narcótico.
Maloney telefonea a la espiritista. Posee una pista sobre Eddie. Citados en un solitario bar de carretera el mecánico no acude a la cita y manipula el vehículo de la pareja. A la vuelta el automóvil pierde aceite, el acelerador se encuentra atascado y los frenos no funcionan. A punto de estrellarse con los estorbos de Blanche provocados por los nervios desvían el coche a un paraje elevado del camino.
Las dificultades no terminan. Maloney los persigue. Sin embargo otro vehículo de frente desplaza al mecánico hasta un precipicio y sucumbe con el incendio de la máquina.
Durante el funeral de Maloney, Lumley pregunta a la viuda quien proporciona la nueva identidad de Eddie.
Con el listín telefónico como documento de búsqueda y tras muchas entrevistas infructuosas Blanche encontró la joyería. La dependienta concede la dirección de Adamson.
Fran vestida con el atractivo y siniestro disfraz, sombrero negro y peluca rubia, se dispone a transferir al obispo secuestrado y recoger el rescate. Después de inyectarle el sedante suena el timbre. Cuando los secuestradores realizan la evasión por el garaje topan cara a cara con la espiritista. Blanche informa al joyero la herencia de la gran riqueza. Pero al pretender Fran ocultar un pedazo del ropaje del obispo que sobresale de una puerta del coche Blanche ve al secuestrado y lo identifica. Narcotizan a la mujer.
Lumley llega a la casa de Adamson y percibe el coche de Blanche aparcado. Accede al inmueble por un callejón lateral. Encuentra el bolso de la novia y unas gotas de sangre. Inspecciona la vivienda. Como los inquilinos vuelven, los espía escondido. Sigiloso comprueba cómo Arhur abre el cuarto secreto. Consigue aproximarse a Blanche quien simula hallarse inconsciente. Y cuando los secuestradores recogen a la hechicera Lumley los encierra.
De momento pretenden encontrar la gema. Blanche en trance se tambalea y da con el diamante camuflado en la lámpara. Realmente tiene poderes.
La recompensa es suya.



Ana Kontroversy
 
      

1 comentario:

  1. No la mejor pelicula de Hitch pero aun asi muy interesante l post, deberia Vd hacerla serie completa de este afamado director ingles, un genio del suspense
    Tate

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