Bob Bunter (Thomas Graals, Victor Sjöström), si no fuera el más vago, podría resultar el más exitoso artista de cine.
Pretende fumar un cigarrillo, colocado en el empeine del zapato, con un impulso hacia los labios. El zapato es lanzado al regazo de Bessie Douglas (Karine Mollander). Capta la atención de la joven con gracias y zalamerías. Arroja una cerilla encendida en un montón de papeles.
El señor Moshun, de la Compañía de Películas Katchem, el terrible enemigo de todos los autores, tenía un solo amigo, la papelera. Bunter escribió ayer, que el manuscrito no se encontraba listo. Es la millonésima vez que cuenta tal cosa.
El señor Douglas, cuya hija tiene por hobby escapar de casa, la tacha de antipática y desobediente. A lo que llama buscar aventuras, culpa a la esposa, la ha estropeado. Por piedad, tiene que parar de llorar. Enviado el mayordomo a la ciudad, garantiza encontrarla y traerla de vuelta en unos días.
En la eficiente secretaria de Bunter, vemos la hija del señor Douglas, Bessie. Las ideas no fluyen a la imaginación de Bob, quien manifiesta inquietos gestos de desilusión. Pasea por el cuarto, pisa el sofá, salta en el respaldo del sillón. Detectan un raro olor. El montón de papeles empieza a arder. El fuego alcanza las cortinas. Bunter apostrofa, "Como yo, la pobre cortina es consumida con ardiente emoción". La arranca y se sienta encima, tostando las nalgas del pantalón, a lo que ríen divertidos.
El mayordomo y dos detectives, siguen la pista de la joven desaparecida.
Bob no siente inspiración alguna, preferiría solazarse con Bessie y tiene que disimular. Por un furtivo beso es seriamente amonestado. Bessie limpia los labios con el revés de la mano. Amenaza con marchar y no regresar nunca. Entiende que es horrible. Bob suplica hasta el extremo, y Bessie estampa los dedos en su mejilla.
El mayordomo y los detectives atrapan a Bessie cuando sale del ascensor. Bob lamenta la marcha.
Todos los esfuerzos de Bunter por dar con Bessie fueron en vano. Pasaban los días. Aburrido, fuma un cigarrillo tras otro. Desesperado, reinicia el largo tiempo prometido y olvidado guión. Con el primer encuentro con Bessie, como el origen del argumento, teje un maravilloso romance. En un paseo por el campo, vislumbra a Bessie a lo lejos. Encaramado en la rama de un árbol, mientras lee, consigue una sonrisa cuando pasa, aunque, en seguida, le abandona. Bessie embarca en un ferry, y Bob marcha detrás. Bessie no tenía la certeza de si se hallaba extrañada o feliz, pero prevaleció el sentido del humor y decidió extraer la mayor diversión posible. Bosteza ante las explicaciones del literato, y hojea un libro en su compañía, en la cubierta del barco. Visto que es indagador, decide contarle, en secreto, que escapó de casa. Inventa un mórbido relato. "Todo era pobre y miserable. A menudo, el hambre nos dejaba aturdidos. Pero lo peor, era que mi padre bebía. Acostumbraba a pegar a mi madre y a mí cada día". Lo cierto es que Bessie, cuyos padres son mayores, un día que jugaban a los bolos, lanzó la bola, haciéndola chocar con el pie del padre, que la regañó seriamente. "Estaba esclavizada de la mañana a la noche". Vivía como una princesa, rodeada de atenciones. "Finalmente no pude soportarlo, y por eso me escapé". Bob la escucha atento y la consuela.
Al término de la travesía, Bessie ofrece la mano, en señal de despedida. Si se encuentra en problemas y precisa un amigo, tiene que prometerle que acudirá a él.
Bob se ocupaba incansablemente del guión.
Las pequeñas aventuras desaparecieron en la noche, rápidamente como habían venido. Bob imaginó que nunca volvería a ver a Bessie, pero una tarde la halló en la puerta de la casa, fatigada, y la acogió. No debe turbar el sueño de la joven. Pasa la noche en un banco, bajo la ventana.
Llegaron a un pacto; la emplearía como secretaria.
Unos días después, la largamente esperada historia del film llegó. Moshun exige al director la ejecución urgente. Sin embargo, el señor Fillum se encuentra demasiado apurado, para preocuparse de tonterías, como jovencitas perdidas. En ese momento ultima el sketch, en el que un actor es ahorcado. La cuerda rompe y cae al vacío. Enojado, el artista exige que le paguen, no quiere correr más riesgos.
Moshum muestra a Fillum una nota desprendida del guión, que exige como requisito el rol de Bessie, a fin de que Bunter protagonice el film. Con notas publicitarias encontrará a la actriz. No pueden permitirse perder a Bunter, en el papel protagonista.
Bob se siente cansado de la vida. Pero lo que alguna vez hizo, para hallarse agotado nunca se desveló. Mientras, se refresca del calor, sumergida una silla de mimbre en el agua.
Unos días después, un llamativo cartel apareció en los diarios. Bessie lo vio al instante, naturalmente. El padre pretende casarla con un conde. Bessie califica al aristócrata de idiota y lo rechaza. Vestida de amazona, escapa a caballo. El señor Douglas, el cual apenas es capaz de montar, la persigue. Bessie encuentra en la espesura un sinvergüenza, que maltrata a una mujer. No es más que un episodio, que rueda Fillum. Aclarado el asunto, ríen unidos. Entrega el recorte de prensa al director. Explica la oposición del padre. El señor Douglas no puede alcanzarla y, separados por un desnivel del terreno, obliga prometer no complicarla en asuntos con idiotas.
El comportamiento de Bessie asume, día a día, un tinte de profundo misterio. Y la repentina pasión por los deberes domésticos desorienta a los padres. Lee una nota de la Compañía Katchem. Encantados de saber que representará la heroína en el film, la convocan a ir a la ciudad, en cuanto pueda. Bessie ya se imagina en las carteleras. No posee experiencia respecto a como actuar. Pero ambiciona representar los grandes papeles trágicos.
Una mañana consigue el permiso de aprender cocina en la escuela de la ciudad. La estancia la vigilaría cuidadosamente la tía Janet.
Pero acudió, en seguida, al estudio cinematográfico. Y lo siguiente era estudiar el primer papel. "La pequeña aventurera", un guión de Bob Bunter. La idea de Bob del pasado desdichado de Bessie.
Un día o dos después, Bob recibe una carta. Encontraron la señorita y, en efecto, es la adecuada. Recuerdan la promesa de protagonizar el film.
Lamentablemente, Bob pierde el vapor, y lucha y arrebata la barca a una vieja señora. El capitán de un remolcador acude en su socorro. Este particular vapor tenía que tansportarle en diez horas, en lugar de las dos horas habituales.
Bob desembarcó en la ciudad, en mitad de la noche. Despierta a Moshun con el propósito de que le indique la dirección de Bessie. Aguarda sentado, fumando, en la puerta del apartamento. Confunde a la enamorada con una inquilina, a la que cómicamente besa. El ruido despierta a Bessie. El equipaje de Bob rueda por las escaleras y personalmente, se desliza por las gradas. Pero ya en la calle, Bessie reclama al pretendiente desde el balcón. Declara su amor y ruega, arrodillado. Prometen celebrar esa noche el compromiso. Los transeúntes se aglomeran en torno al protagonista.
Bob desembarcó en la ciudad, en mitad de la noche. Despierta a Moshun con el propósito de que le indique la dirección de Bessie. Aguarda sentado, fumando, en la puerta del apartamento. Confunde a la enamorada con una inquilina, a la que cómicamente besa. El ruido despierta a Bessie. El equipaje de Bob rueda por las escaleras y personalmente, se desliza por las gradas. Pero ya en la calle, Bessie reclama al pretendiente desde el balcón. Declara su amor y ruega, arrodillado. Prometen celebrar esa noche el compromiso. Los transeúntes se aglomeran en torno al protagonista.
Y festejan la cena de compromiso, elegantemente vestidos de etiqueta. Bessie quiere invitar al padre, al que presenta como el casero de un rico caballero.
Una hora después, llegaron ante la vista de la mansión del caballero. Desenredados los engaños, Bessie relega zafarse.
Ana Kontroversy

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