Los preparativos de boda en el castillo del Duque Otto von Liebenheim se hallan ultimados. Pero el vestido nupcial yace en una butaca. La novia se dio a la fuga. Es su tercera escapada.
El novio es un pelele y ha de explicar a los invitados que la boda tendrá lugar algún día prometiendo dar con la fugitiva.
En el compartimento de un tren la Condesa Helene Mara (Jeanette MacDonald) viste un abrigo de pieles debajo del cual sólo exhibe una combinación. Tomó el coche del tren en marcha y ante la sugerencia del empleado industrial decide visitar Monte Carlo.
Es una aristócrata del ocio arruinada, sólo le quedan diez mil francos mientras que el acaudalado duque no tiene nada excepto dinero.
Por los bulevares del Casino de Monte Carlo pasea el Conde Rudolph Farriere (Jack Buchanan) con un amigo. Es un ser humano con suerte en el juego. Explica: "Si estoy al lado de una morena apuesto al rojo. Si es pelirroja al negro. Y si es rubia le pregunto donde vive".
La condesa llega al casino y al ver a un jorobado frota la chepa. Este le pide cincuenta francos. Es supersticiosa.
Es el primer encuentro de la pareja y el conde garantiza que si acaricia su pelo le traerá suerte. La condesa Mara luego de haber cerrado la puerta del casino abre de nuevo con el propósito de tocarle el cabello.
Efectivamente gana una gran suma de dinero apostando al numero dieciséis. Pero insiste demasiado al jugar a tal cifra que el azar la traiciona, termina saliendo el veintinueve y pierde lo ganado.
Alojada en el Hotel Palace emplea criados y reserva la planta entera.
El conde envía flores y telefonea cuando se halla en el lecho. Con el aparato descolgado escucha una canción; provoca en la distinguida mujer una verosímil gracia pero cuelga.
El galán escribe todos los días aunque no sabe siquiera que existe.
En el parque traba amistad casualmente con el peluquero de la condesa. Al tiempo la ve pasear escoltada con un séquito de admiradores.
El conde Rudolph llama a la puerta de la habitación del hotel identificado como el nuevo peluquero. La condesa pone muchos impedimentos. Requiere un corte a la Marotte. El estilista guarda un bucle en un camafeo. Con un masaje para la jaqueca queda persuadida y decide aceptarle.
Debido a la insolvencia la dirección del hotel desea cancelar la cuenta de la condesa. La invita a irse.
Rudolph desarrolla los oficios de chófer y ayudante. Tendrá que despedirle. No puede permitirse mantenerlo más tiempo.
El duque encuentra el paradero de la prometida huida y pretende un nuevo matrimonio. Pero es desdeñado.
Rudolph informa a la condesa que ha heredado y sugiere jugar en su beneficio.
Acudirán al casino esa noche. La condesa Mara manifiesta objeciones al presentarse con un peluquero aunque vestido de etiqueta pasará desapercibido. Le entrega los últimos mil francos.
El duque se halla inmerso en pleno juego y no pueden quedarse. Pasan la noche en el parque. De vuelta al hotel Rudolph realiza una donación de doscientos mil francos. Pero la condesa distante demora el asunto hasta el día siguiente.
Por la mañana es recibido con frialdad. La lucha social es intensa y la condesa alude a la desigualdad que los diferencia. Después de seducirla se retira.
La condesa Mara busca a Rudolph y telefonea a una peluquería. Sólo quiere ser atendida por Rudolph. Programa ir a la ópera con el duque. Rudolph acude como un profesional y una nueva confusión los distancia.
La ópera se titula "Monsieur Beaucaire" y es un calco de lo que ocurre a los jóvenes enamorados. A la sazón Rudolph ocupa un palco contiguo al de la condesa. Ligado el libreto con lo real el conde desvela su auténtica personalidad. Nada hay que perdonar. Han obedecido las imposiciones de la sociedad. Lo importante es el amor verdadero.
Música de Leo Robin.
Ana Kontroversy
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