domingo, 7 de octubre de 2012

REPASO DE LA NOVELA 5D








FRÉDÉRIC MISTRAL

Cena del sueño.
A fin de reposar el alimento, pusimos en la boca una ramita de sauce.
Cabra de oro, que ningún mortal apacienta ni ordeña, que bajo los peñascos de Baus lame el musgo de las rocas.
Aplicar como la piedra al ladrillo.
Desembojar los capullos de seda.
Diáfanos a la retama, los gusanos de seda suben como en fiesta, para hilar sus blancas prisiones, orugas artistas consumadas se amortajan en sus capullos muy sutiles, que semejan fabricados con un rayo de sol.
Gusanos alandreados por el viento.
Ligadura maléfica.
Tridente de la divinidad terrible, que en horroroso desorden mueve la tempestad y el diluvio y que trastorna de abajo arriba los abismos del mar.
Cola de caballo, hierba pulidora.
La palabra precipitada llama a los portales nebulosos del porvenir.
Nudo de la desgracia.
La ola más pérfida es aquella que duerme.
Hoz del Amor.
Velo de la carne.
Polvo líquido del abismo.
Salvia y búgula para curar la desgracia.
Sombra peor que la muerte.
Tramontana. Viento Nordeste.
Limosna florida. Limosna dada por un pobre, que la recibió de otro pobre, beneficio raro.
(Mireya)


Samuel Butler

Un enemigo que no merece cuartel.
El arte de escribir cosas que suenen bien, incluso siendo incorrectas, ha creado muy buenas reputaciones y deleita a muchos lectores.
Las inconsistencias del libro.
Hacer una corrección completa de torpezas literarias y adiciones sustanciales que diesen nueva vida, al menos en lo referente a los derechos de autor.
Las circunstancias que me condujeron a abandonar mi tierra natal.
Cuando abandoné mi hogar lo hice con la pretensión de ir a una nueva colonia y encontrar, o tal vez adquirir, tierras apropiadas, reflexionando que mejoraría mi forma de vida más rápidamente.
La verdad marca su impronta, muestras intrínsecas de veracidad.
Colonos osados.
Una milla equivale a 1,609 kilómetros.
La marea de colonos.
Ovejas de crianza tranquilas.
Un valle con un arroyo, no más que un cul de sac.
El pasto no se había quemado nunca y era agrio y maloliente.
Maravillosos efectos atmosféricos.
El lecho del río, ese torrente de desolación, con el distante rugido de las aguas.
Esperemos que la suerte esté de su parte.
Un río poderoso.
La gente siempre decía que no hay oro hasta que se encuentra en abundancia.
Pizarra y granito se encuentran con el oro.
Actitud, se incomodó y empezó a hablar con rodeos y evasivas.
Las pacas de lana.
Un pulso mental.
Una cara claramente diabólica.
Superar el límite de la monstruosidad.
La frente arrugada en una expresión malévola.
De lo ridículo a lo sublime sólo hay un paso.
Grotesca expresión de maldad.
Boquiabierto de estupefacción.
El pánico de alguien que ha cometido un crimen horrible ante agentes desconocidos y sobrehumanos.
El lecho del río fluía en cauces serpenteantes que le daban la apariencia, vistos desde arriba, de un ovillo enredado de cintas que brillasen al sol.
Un torrente estrepitoso, de gran profundidad y furia ingobernable.
El chorlito simula estar herido.
Rememorar con deleite.
Casi nunca somos conscientes de los momentos que nos encontramos bien, pero se aplica también en sentido opuesto; ya que si fuésemos conscientes de estos momentos, tal vez también lo seríamos de cuando nos encontramos en malas situaciones.
Una yarda equivale a 0,9144 metros.
Los glaciares descendían por las faldas de las cumbres como cataratas.
Glaciares claramente infranqueables.
La magnitud de la alegría.
Bullir la sangre de euforia y de ilusión.
Sopesar la situación cuidadosamente.
Enojado por el engaño.
Vados practicables.
El motivo y el súbito fin del sueño.
Volver a la realidad y a las extrañas circunstancias.
Sentir un presagio, llamar la atención.
Un sueño intenso.
Un sueño reconfortante y reparador.
La exploración es algo maravilloso cuando se anticipa y cuando se recuerda, pero no es agradable mientras se pone en práctica.
Una imaginación avivada por la descripción.
Compensar algunas deficiencias e infracciones del pasado.
Un canto fantasmal.
Erewhon es un anagrama de Nowhere (ningún lugar), alterando la h y la w.
Una vía de escape.
Apresado e incinerado en sacrificio a los gigantes guardianes del paso.
La miseria de la soledad me había invadido y estaba muy aturdido, aterido y angustiado, que no conseguía asir ninguna reflexión de las fantasías que revoloteaban en mi cabeza.
La puesta del sol, con el cielo de colores carmesí y dorado, azul, plata y granade, era exquisita y tranquilizadora.
Expresión de aprobación.
Tono agradable.
Serenidad y dignificada placidez.
Modales de los italianos de total falta de reparos. Pequeños gestos de las manos y los hombros.
"Punch", del impresor de la revista "The Illustrated London News", fue una famosa publicación semanal inglesa dedicada a la sátira, desaparecida a fines del siglo XX.
Una verosimilitud razonable.
La ocasión era demasiado tentadora para echarla a perder.
Extraordinaria depravación intelectual en lo referente a muchos temas.
Incluso en ese recoveco de humanidad había raquíticos brotes de comercio, que echaba raíces y sobrevivía en la más inhóspita atmósfera.
Domodossola es una ciudad del Piamonte, al norte de Italia, y Faido una ciudad suiza de la frontera con Italia.
Tono firme y severo.
Tono grave y ofendido.
El tono y la actitud transmitirían lo que pretendía decir.
La memoria de las viejas tecnologías.
Proverbio inglés. <<Pity is akin to love>>. La piedad es semejante al amor o La piedad lleva al amor.
Como todo retrato, verosímilmente falso.
Un delito alevoso.
Pedantes puros y duros.
Desfalcar una gran cantidad de dinero en unas circunstancias penosas.
Aborrezco los negocios turbulentos en asuntos pecuniarios, pese a que estimo el dinero como el que más, si se obtiene con honradez.
Decaer el ánimo.
Perversión mental.
Extraña e inquietante conversación.
Solidaridad y conmiseración.
Los italianos usan una palabra idéntica para deshonra y desventura.
Actitud y apariencia agradables.
Mala suerte, dificultad o enfermedad.
Tono despectivo que semeja decir, <<Si yo estuviese en tu lugar, sería mejor persona de lo que tu eres>>.
No he sabido de ningún inglés en sus cabales, que se negara a someterse a las más aterradoras operaciones si sus doctores le indicaban que eran precisas.
Con los males morales e intelectuales fingimos estar sanos con una gran pericia hasta que se nos destapa.
El código de etiqueta profesional.
Reconocer como un axioma moral que la suerte es el concepto digno de la veneración humana.
Asesora profesional.
Recibir azotes con un látigo de nueve colas.
El ingenio y la elocuencia de uno de los más célebres abogados del país.
Enfermedades odiosas.
Acusar del crimen odioso de haber sido injustamente agraviado.
Trasfondo claramente diferente.
Lo que percibimos que la gente alrededor toma por supuesto también lo tomamos por supuesto.
No es injusto castigar a la gente por las desgracias que le acontecen o recompensarles por haber tenido buena suerte.
La propiedad, el matrimonio, la ley, son idénticos que el cauce de un río; de esta manera son la regla y la convención para el instinto.
La locura es menos contagiosa que el crimen.
El cautiverio ideológico en el que le habían criado y educado.
Iniciar una reforma es una tarea ardua y es menester familiarizar primero a la opinión publica con la idea, de igual manera que se inserta una cuña por su extremo más delgado.
En una sociedad de gente pragmática hay espacio para progresar.
El argumento económico, se alcanza antes un fin apelando a los bolsillos de la gente, en los que habitualmente guardan algo propio, que apelando a los cerebros, donde la mayoría no almacena sino alguna posesión prestada o robada.
La muerte igual que la vida es un asunto que más que causar dolor asusta.
El instinto de reservar el nombre vivo tras la muerte de la materia semeja ser común de la humanidad.
La organización de Madame Tussaud, donde las esculturas llevan ropas de verdad y las pintan de manera que semejan muy reales.
El grado de intimidad o de referencia.
Aquella magnánima disposición, aquel mitigador de conflictos, aquel roce que altera nuestros cálculos sin el cual la existencia sería intolerable, aquella maravilla sublime de la invención humana que nos permite estar ciegos y ver a un tiempo. Bendita inconsistencia.
Esos hombres valiosos a los que no se paga sino por minuto.
Formular una acusación grave respecto de la salud.
La discusión se había transformado como un tornado, daba vueltas y vueltas hasta que no se sabía dónde empezaba y dónde terminaba.
Gente retorcida por las valoraciones tergiversadas que se les inculcaba desde la infancia.
La complexión de una persona es algo respecto de lo que no tiene ningún control, mientras que la mente es diferente, puede ser reconstruida y dirigida por el camino que su dueño le indique. Mientras los actos de la mente y el carácter no tienen nada que ver con la aptitud mental y la educación, lo físico es consecuencia de las circunstancias y el cuidado que se le haya dado en la infancia.
El banco, el sistema comercial que emite la moneda con la que las transacciones deben llevarse a cabo.
La moneda correcta.
Los sucesos comerciales del banco.
Abonar cheques.
Hacer trámites en el banco.
Las prácticas bancarias garantizadas y estudiadas.
Pagar dividendos por los depósitos a plazo, algo que hacían frecuentemente algunas compañías especuladoras.
Los hombres más versados respecto de la regularidad de las instituciones humanas, como los abogados, hombres de ciencia, doctores, estadistas, pintores y similares son los más propensos a permitirse engañar por sus supuestos logros personales y a ser excesivamente suspicaces, dado su obsceno deseo de mayores beneficios instantáneos (lo que motiva a los descontentos) por su vanidad, que los induce a simular que se encuentran por encima de los prejuicios del vulgo y por el aguijoneo de su autoconciencia.
La moneda que gestionan los bancos.
Valor comercial.
La expresión de una persona es su sacramento, la exteriorización, el signo visible de sus dones o de su falta.
Mantener en una ignorancia calculada respecto de los verdaderos inconvenientes del sistema.
Situación espuria.
En lo que respecta al sistema comercial doble, los países tienen y han tenido unas leyes y también otras que, aunque supuestamente son sagradas, tienen menos aplicación en su vida y su comportamiento diario. Da la impresión que fuera inherente a la humanidad el menester de unas leyes por encima de las del país y que incluso dislocan estas. Habría sido difícil que el ser humano hubiese llegado a donde se encuentra sin esa evolución gradual de la idea de que, pese a que el mundo en el que vivimos nos sobrecoge con su inmensidad, puede que cuando partamos de él lo veamos más trivial.
Cuando el ser humano alcanzó la idea de que en el permanente ser y no ser, el mundo y lo que en él se encuentra tiene una doble esencia y perceptible e imperceptiblemente sintió el menester de los dos sistemas de leyes, una para el lado perceptible y otra para el lado imperceptible. Aquellas leyes que regulan el mundo perceptible las sancionan los poderes visibles; las del imperceptible (del que el ser humano sabe sólo que existe y es poderoso) las remite a un poder invisible.
El velo del mundo de los humanos.
La educación, una delicia.
Prejuicios iniciales por haber <<Desfalcado dinero>>.
Las muestras de dulzura y entrega que alguien se encarga de dar en las familias.
Mrs. Grundy, la personificación de la tiranía de las reglas establecidas y el <<qué dirán>>.
La ley inglesa asume que todos la saben.
La personalidad de las cualidades.
Cortar impacientemente el nudo gordiano de los problemas existenciales.
La licencia aberrante que toman los progenitores con los niños, al obligarlos a sufrir los vaivenes de la vida moral sin darles alternativa alguna.
Una simple señal vital.
El deseo de extender las opiniones que apreciamos para nuestro bienestar está arraigado muy profundamente en la forma de ser inglesa, que pocos podemos aguantar su llamada.
Allegados, una palabra muy moderada y que expresa poco, ha suplantado a parientes.
Los límites de lo razonable.
Camuflar las consecuencias del dolor.
Desarrollar las aptitudes requeridas en los asuntos cotidianos.
No hay inconsistencia que no puedan defender por manifiesta que sea, o mandato del que no sean aptos de excusarse por inexorable que sea.
La razón empuja con falacias al ser humano a establecer límites claros y rotundos y a definir el mundo a través del idioma.
Aptitud general y savoir faire.
Un grado de competitividad y el consecuente egocentrismo.
La complacencia intelectual.
La verosimilitud categórica.
Un vestigio de oposición.
Se funde la tecnología con la vida animal de infinitas formas.
La humanidad no representa el total de la existencia.
Grado de verosimilitud.
Una raza dócil y muy sufrida.
El aumento de la prosperidad material.
Establecer fundamentos racionales respecto de asuntos que la gente cuyo tiempo es oro aceptaba sin plantear fundamentos que valgan.
Con el truco del poder intangible guardado en la manga.
Los límites de la moderación.
La inteligencia vegetal y la animal coinciden en un punto esencial; que aunque se han ocupado de los asuntos que son vitales para el bienestar del organismo que habitan, nunca se han ocupado de cualquier otro asunto.
Ser inteligente consiste en hacer lo que uno quiere y hacerlo de forma repetida.
Cada etapa del desarrollo conlleva el recuerdo del camino tomado en la etapa anterior y el proceso orgánico se ha repetido en muchas ocasiones, que cualquier duda desaparece (y la autoconciencia respecto de la acción).
Motivo de acusación judicial.
Flotando hacia la eternidad imperturbable.
El cabo de Land´s End, el cabo más occidental de Cornualles, en Inglaterra.
(Erewhon)


Hitchens
En el primer libro de la serie "Erewhon Revisited" Higgs visita un remoto país del cual consigue finalmente escapar en globo. A su retorno dos décadas más tarde encuentra que durante su ausencia se ha transformado como una divinidad llamada <<Niño Sol>> a la que se rinde culto el día que ascendió al cielo. Dos sumos sacerdotes se disponen a celebrar la ascensión y cuando Higgs les amenaza con destaparlos manifestando ser un simple mortal le dicen que la moral del país se volverá depravada.


LOUISE MAY ALCOTT

La conversación se generalizó sin tropiezos.
El curso de la conversación.
Actitud artificial.
Un contrato firme.
Educada dentro del canon.
La copa de su encanto.
Ácido como una manzana verde.
Postura gentilmente burlona de todo cínico educado.
A manera de amistosa reconvención.
Sugerencias egoístas.
Estudiosa abstracción.
Abrió mucho la boca aterrorizado.
Serio como un ciprés.
Tono autoritario, exclusivo.
Atractiva conversación científica.
Conversar breve y educadamente.
Sin posición, sin familia renombrada.
Acusar un ambiente de violencia.
Caminos generosos y buenos.
Disimular la impresión.
El sueño es el mejor sedante y remedio.
Un ángel azul lo está conduciendo.
Apogeo de la satisfacción.
Acusar de ser responsable de la mala educación.
Acusar de coqueta y veleidosa.
Comunicar con tono casual.
El ritmo de la respiración.
Dolorosa incredulidad.
Viejo matiz apasionado.
Había tomado el pasaje del buque que surca los mares de la Eternidad.
Conflicto de abrigo.
Madera de genio dotado de exquisito temperamento.
Pretender descifrar un sorprendente enigma.
La actitud ocultaba algún secreto.
Para amar hay que sentir admiración por la integridad, por la energía, por la distinción de aquel a quien se ame. Debe familiarizarse ciegamente con él para caminar unidos por la vida amistosos y felices.
Le era un poco violento y desconcertante empezar la conversación instantáneamente.
Hacer audaces y descabellados programas de fuga.
Apoyo facultativo y moral.
Angustiosas incertidumbres.
Indagar noticias.
Piedad por la constancia.
(Rosa en flor)


BRAM STOKER

Dedicatoria. A mi querido amigo Hommy-Beg (alias de Hall Caine).
Paprika hendl. Pollo sazonado con pimentón picante, un plato húngaro.
Ordnance Survey maps.
Mamaliga. Gachas de harina de maíz.
Impletata. Berenjenas rellenas.
Una presunción natural.
Una existencia azarosa.
Expresión alegre.
El cuatro de mayo, la víspera de san Jorge, cuando el reloj dé las doce todos los seres malignos andarán libremente por el mundo.
Manifestar una angustia evidente.
Expresión de lástima.
Ordog, Satanás.
Pokol, infierno.
Hacer la señal de la cruz y apuntar con dos dedos, un conjuro o protección del mal de ojo.
Manifestar piedad.
El nevado pico Isten Szek, la Silla de Dios.
Una broma siniestra.
Una extraña mezcla de gestos temerosos.
Una sensación densa y opresiva de tormenta.
Relinchar y corcovear locamente los caballos.
Una fuerza prodigiosa.
Sensación de soledad.
Slivovits. Licor de ciruela.
Aguardar con una ansiosa sensación de incertidumbre.
Impresionar la imaginación.
Tétrico silencio.
Paralizado de terror.
Solo cuando el ser humano se enfrenta cara a cara con los terrores es cuando puede entender su auténtica importancia.
El cerco vivo del terror.
Con qué siniestra aventura había embarcado.
Explicar las gestiones de la compra de una finca.
Bello en las palmas de las manos.
Expresión de extrañeza.
"Azul y Rojo", "Whitaker´s Almanak".
Un noble boyardo.
La entonación inglesa.
La creencia común que una noche del año -cuando los malos ánimos se liberan- se ve una llama azul sobre aquellos lugares que esconden un tesoro.
La guía inglesa de Bradshaw.
Los escalofríos que dan a uno cuando comienza a amanecer, que son de alguna manera como la marea. Dicen que la gente que está a punto de fallecer lo hace generalmente al romper el día o al mudar la marea.
La extraña existencia nocturna.
Permitidme ser prosaico a la hora de contar los hechos; eso me ayudará a soportar el lugar y eludirá que se me desboque la imaginación.
Una vaga sensación de inquietud.
El crucifijo, un objeto que la Iglesia anglicana me ha enseñado a mirar con desaprobación y como idolátrico.
Encauzar la conversación.
Los reyes hablan de forma plural.
Por las venas de los szckelys corre la sangre de muchas razas valerosas. A este remolino de razas europeas la tribu ugra trajo de Islandia el ánimo guerrero que le dieron Thor y Odín y del que sus berserkers (gigantes de la mitología escandinava que poseídos de una furia incontenible durante el combate realizaban proezas extraordinarias) hicieron gala en las costas europeas de Asia y África de tal ferocidad que los pueblos creyeron que era una invasión de hombres lobos. Cuando llegaron se encontraron con los hunos cuya furia guerrera había asolado la tierra como un fuego viviente, lo que había hecho creer a sus agonizantes víctimas que por sus venas corría la sangre de aquellas brujas que expulsadas de Escitia fueron a aparearse con los demonios del desierto. Cuando Arpad arrasó con sus legiones la patria de los húngaros dio como terminada la Honfoglalas.
Los hechos escuetos comprobados con libros y cifras no debo confundirlos con experiencias que radican con mi propia percepción o con el recuerdo.
Las gestiones bancarias.
Los que duermen imprudentemente sufren pesadillas.
Terminó la frase de forma estremecedora, ya que movió las manos como si las lavara.
La existencia nocturna me destroza los nervios.
Horribles figuraciones.
Son muy pocas las cosas que entretienen y atraen a un ser humano cuando está prisionero.
Le vi emerger entero de la ventana y comenzar a reptar el muro del castillo al tremendo precipicio cabeza abajo con la capa extendida a la manera de grandes alas como andan los lagartos por los muros.
Un efecto óptico de la luna, una ilusión fantástica de la sombra.
Una criatura con apariencia de ser humano.
Siento que me está minando el pavor de este lugar.
Los estragos de la polilla y el tiempo.
La conmoción que hará naufragar el cerebro.
La obstinación que acompaña al sueño.
Ojos como pálidos zafiros.
Una agonía de deliciosa expectación.
Aliento dulce como la miel.
La amarga repugnancia del olor de la sangre.
Regodear manifiestamente.
Una deliberada voluptuosidad a la vez emocionante y repulsiva.
Cerrar los ojos con extática languidez.
Un instante veloz como un relámpago.
Furia tempestuosa.
Ira y furia de los demonios del abismo.
Una exultación de los demonios.
Sobrecogido de horror.
El horror me venció y me hundí bajo la inconsciencia.
Una intriga siniestra.
El hetman de los cíngaros. El segundo después del príncipe.
Las violencias del exceso de emoción.
¿Cómo escapar de esta espantosa esclavitud de la noche, las tinieblas y el miedo?
El temido Más Allá.
Los ojos abiertos y petrificados aunque sin esa calidad vidriosa de la muerte.
Expresión inglesa. <<Acoge al invitado que llega, ayuda a marchar al que se va.>>
Solemne gravedad.
Lágrimas de amarga decepción.
Un centelleo de los ojos rojo de triunfo.
La transformación sutil del aire que notifica el comienzo de la mañana.
Lo que hacen los periodistas; entrevistas, describir y pretender recordar conversaciones.
Acusar injustamente de ser perezosa.
Proverbio. Las alegrías no vienen solas.
Expresión decidida y seria.
Ideas singulares y distintas, el núcleo del misterio de un loco.
Los elementos de la alucinación.
Con los egoístas la cautela es un arma muy eficaz para sus enemigos como propiamente.
Una gracia local.
Tono de manifiesto desprecio.
Los rasgos desarrollados del carácter; egoísmo, reserva y resolución.
Reducir a una cantidad como dicen los contables.
Vi con su expresión un aviso de peligro.
Cómo evoluciona el antojo.
Una razón suficiente.
Progresar la ciencia según su aspecto más difícil y vital; la experiencia del cerebro.
La clave de la fantasía de un lunático.
La psicología de Burdon-Sanderson y el estudio del cerebro de Ferrier.
Un cerebro excepcional congénitamente.
Un rumor encima del mar resuena como un presagio fatal.
La boca cuenta lo que tiene como costumbre.
La vida es esperar algo distinto de lo que hacemos.
Una miríada de nubes marcó el descenso del sol con todos los colores del crepúsculo; fuegos púrpura, rosa, verde, violeta y matices de oro con unas marcas de negrura con especies de formas cuyas colosales siluetas se recortaban vigorosamente.
Barcas cobble y mule.
Truenos cavernosos.
Estalló la tempestad. Con una rapidez que semejaba invencible el aspecto entero de la Naturaleza experimentó una convulsión.
Terror supersticioso.
Empujar alguna terrible fatalidad.
Manifestar la opinión.
Una expresión de horror estremecedora.
He transformado mi diario como una obligación.
El miedo personal.
Un miedo vago, irresistible me oscurecía los detalles.
Los pequeños callejones o wynds como los llaman en Escocia.
Fue un comentario singular a propósito de nada que me sobresaltó.
Una súbita impresión.
Acusar recibo.
El valor del cheque sobrante del gasto.
Un vago recuerdo.
Zumban los oídos de las personas que se ahogan.
Desviar la conversación a otros derroteros.
Convaleciente de una violenta encefalitis.
Al ver con su actitud violenta que era inglés.
Actitud de sublime autoapreciación.
Las distinciones infinitesimales de un ser humano y otro son demasiado pálidas para un ser Omnipotente.
La Divinidad creada de la vanidad humana.
La expresión astuta típica de los locos cuando se les ocurre una idea y la actitud huidiza de la cabeza y de la espalda.
Apatía real o fingida.
Un paroxismo de rabia.
La resolución de los ojos.
Los desvaríos de un loco.
La encefalitis puede ocasionar la locura.
Sellar un pacto solemne.
Expresión congestionada.
Suplicante, humillante mansedumbre.
Una influencia transitoria.
La razón lúcida frente la demencia.
<<Siempre ocurre lo inesperado.>> Disraeli.
Un vago temor.
El análisis cualitativo de la sangre.
Un sueño pesado, letárgico con pesadillas que asustan pero de las que no es capaz de recordar nada.
Las enfermedades oscuras.
Unos nervios de acero, un temperamento frío, una indomable resolución, autodominio y tolerancia.
Su reserva significa que todo su cerebro está dedicado a curarla.
Tono afable.
Existe una causa para todo.
Expresión sombría y afligida.
Tono dócil y sumiso.
Sondear la mente.
Es prodigioso el poder de recuperación intelectual que poseen los lunáticos.
El saber es más fuerte que la memoria y no debemos confiar de lo más débil.
Los síntomas sensiblemente más acusados.
La naturaleza con uno de sus gestos benevolentes ha dispuesto que hasta la muerte contenga algún antídoto para sus propios terrores. La Madre Naturaleza envuelve el cuerpo extraño con una capa insensible protegiéndose del mal que acarrearía su contacto.
Un egoísmo impuesto.
Una vena enormemente humorística, un talante.
El narcótico manifestó su poder letárgico.
Manifestar la emoción con una profunda y siseante aspiración.
La bendición que todos deseamos es dormir.
El sueño como un presagio de horror.
Un sueño profundo, tranquilo, vivificante, reparador.
Sentir un embotamiento que indica la extenuación mental.
El amor tiene mente y voluntad para vagar donde quiere.
El paso apagado de felino.
Las encías retraídas del que ha muerto después de sufrir una prolongada enfermedad.
Agónica incertidumbre.
Un gesto de abnegación.
Una gran solemnidad fingida.
Las flores de loto hacen olvidar las preocupaciones.
Experimentar un vago terror.
Lágrimas contenidas.
Los horrores que trae el sueño.
Un hado procedente del paganismo.
Expresión de grave pesadumbre e infinita piedad.
Una oscuridad tras la que no había ni el dolor de la ilusión que hiciese más intensa la aflicción.
Actitud arrepentida.
Un accidente que desbarata las previsiones.
Aptitud para recuperarse.
Expresión de tremenda gravedad.
Un gesto de perplejidad.
Los médicos hablan a puerta cerrada.
Una serie de circunstancias han desbaratado las previsiones.
Confortar la simpatía.
Acopio de valor.
Un acerado susurro.
Apelar al valor.
Un espasmo de furia.
La acritud de la muerte.
Grave solemnidad.
Obsequiosa untuosidad.
Los procedimientos legales ingleses.
Unidos cooperar con la consecuencia del buen fin.
Es muy rara la lealtad y sentimos simpatía de quienes la manifiestan espontáneamente a aquellos a quienes amamos.
Grave amabilidad.
Entender con claridad meridiana.
Ociosa curiosidad.
Una inesperada prosperidad.
Aguantar con una moral de vikingo.
Un ataque de histerismo.
Su sentido del humor se manifestaba con situaciones terribles.
Una réplica contundente y misteriosa.
Vuelve a danzar la sangre y a darme las mejillas el sol que trae consigo.
Lúgubre ironía.
Estamos separados y durante muchos y largos días la soledad cubrirá nuestros tejados con sus alas tenebrosas.
Mantener el ritmo de las obligaciones.
Memoria para los hechos y los detalles.
La soledad de mi existencia.
Estos tiempos escépticos y egoístas.
Carezco de datos para aventurar ninguna hipótesis.
La transferencia corporal, la materialización, los cuerpos astrales, la lectura de la mente, el hipnotismo; eso Charcot lo ha demostrado palpablemente.
La mente del gran Charcot penetra el alma del paciente a quien influye.
Las cualidades de los brutos están presentes en muchos hombres y en otros no.
Mientras muchas arañas mueren muy pronto y son de pequeño tamaño, vivió aquella araña enorme durante siglos en la torre de la vieja iglesia española y creció hasta el punto de que bajaba y bebía el aceite de las lámparas.
Percibía vagamente que pretendía darme una lección.
Siguen los locos una idea.
Primero tenemos la verdad pequeña. Valorémosla, pero no debemos permitir que crea ser la verdad total del universo.
No permitir que ninguna persuasión previa turbe la receptividad de la mente respecto de alguna cuestión extraña.
Expresión de ternura.
Me armé de valor.
Los murciélagos abundan en los montes del norte de Londres.
Ciclistas y demás gentes bulliciosas.
Una obstinada inclinación a la polémica.
Tono agresivo.
Esa horrible sensación de la realidad de las cosas con las que cualquier esfuerzo de la imaginación semeja fuera de lugar.
El afán de polémica.
Falleció de un trance y hoy es una No muerta en trance también.
El retorno a mi vieja posición escéptica.
No me gusta <<comprar a ciegas>> como suele decirse en Escocia.
Terminar los pourparlers.
Tono sorprendido.
Una broma monstruosa.
Rígido, hermético como el que se encierra dentro de su propia dignidad.
Tono grave y severo.
Un misterio que va más allá del honor y del deshonor.
Salacidad voluptuosa.
El gesto despreocupado e insensible de un demonio.
Una gracia lánguida y voluptuosa.
Expresión de frustrada malevolencia.
Transformados como No muertos les llega la maldición de la eternidad; los que mueren víctimas de los No muertos se transforman como No muertos a su vez, nosferatu, como los llama la Europa oriental.
Thor con su brazo inexorable alzándose y cayendo.
Expresión de turbación.
Infantil ingenuidad.
Su persona manifestaba ánimo y resolución.
Regular el fonógrafo a menos velocidad y mecanografiar a partir de los cilindros. Utilizar papel carbón y sacar copias.
Mejorar retroactivamente con moneda del reino.
Decidido, fuerte, lleno de energía volcánica.
Instintiva delicadeza.
Sacudir la emoción.
Expresión suplicante y encantadora.
Pretensiones homicidas.
La naturalidad es una de las cualidades que más respetan los locos.
Expresión de ceño impasible.
Imaginar que la vida era una sustancia positiva y perpetua.
La necromancia, la adivinación a través de los muertos.
Tomar un negocio con seriedad y formalidad.
Una causa a la que consagrarnos y una finalidad desinteresada.
El siglo XIX científico, escéptico y positivista.
El vampiro posee la aptitud de surgir de los rayos de la luna con la forma de minúsculas motas de polvo y volverse sutil.
Aprender los secretos de la Scholomancia de las montañas que rodean el lago Hermanstadt (Rumanía) donde el demonio reclama su derecho a un discípulo de cada diez. De los documentos aparecen palabras como "stregoika", bruja, "ordog" y "pokol", Satanás e infierno; y "wampyr".
La dignidad de la actitud y la ecuanimidad de la persona.
Hosca resignación.
Una explosión de histerismo.
Vivimos para aprender.
Contestar vagamente.
Diabólica fechoría.
Aire vago y maloliente.
Excitar el miedo la imaginación.
Recobrar el valor.
La sombra del temor.
Los dementes se torturan con inútiles reflexiones dolorosas.
La perplejidad y el terror del que despierta de un mal sueño.
La desviación de la mente y de la memoria y el estudio de las enfermedades mentales.
Sombrío descontento.
Cuestiones terribles.
Eludir manifestar los temas más vitales.
Tono dulce y tierno.
Tono de súplica apasionada.
Es maravilloso los engaños que nos ofrecen los sueños y con qué consonancia podemos imaginar.
Una dosis de cloral como sedante.
Revolotear el sueño en torno.
Refugios macabros.
Es preferible el desencanto a que termine mal de los nervios.
Un lápiz de carpintero.
Una vaga idea.
Brumosa orientación.
Actitud tosca.
Un pedante de primera magnitud para discutir con él.
Una alusión casual.
Dar el coup final.
La actitud del ser humano dueño de su destino.
Expresión de perplejidad.
La bruma de la demencia.
La energía mental.
La actividad mental inconsciente.
Tono débil como de excusa.
Ser cruel para ser amable.
Recibir heridas terribles con la intencionalidad de una cordura letárgica.
El manicomio de Eversfield.
La rapidez de la sufusión (inhibición) delata la extrema gravedad de la herida.
Había una incertidumbre nerviosa sobre nosotros; como si una terrible campana desde lo alto se hubiese puesto a doblar poderosamente cuando lo esperábamos.
Una extraviada expresión de desamparo.
Agónica confusión.
La agonía de la desesperación.
La Acherontia atropos de las Esfinges, la mariposa de la muerte, mariposas nocturnas con la calavera y las tibias cruzadas al dorso.
Expresión grave y sombría.
Unos tenues flecos de vapor.
Actitud indefensa y dislocada.
Una expresión de asombro indescriptible.
Expresión frenética.
Un gesto protector.
Terror vago.
Tono de burla.
Una vaga idea.
Se estremecen y tiemblan las arenas movedizas cuando sube la marea.
Hacer y trabajar en règle.
Expresión desesperada.
Surgir alguna dificultad legal.
La agonía de la humillación.
Echar los cabellos sobre la cara como los viejos leprosos.
El velo del dolor.
Un ambiente prosaico de abandono, de polvo y descomposición.
Fumar furiosamente.
Diabólica agilidad.
Expresión de odio y de frustrada malignidad, de ira y de rabia infernal.
Poner de manifiesto la devoción.
Una expresión de descanso como la primavera después de las tormentas de marzo.
Tono sosegado.
El sueño no tiene lugar.
Suelen estar ciegos los hombres ya que cuando miramos atrás vemos lo que podríamos haber previsto si hubiésemos visto lo que podíamos ver.
Dar una double entente (doble sentido).
Como si todo manifestase mi designio consolador.
Una sarta de sapos y culebras.
Una tienda para comprar los impresos de embarque.
Administrar <<el bautismo del vampiro>>. Tal vez sea un veneno que se destila de las cosas buenas; una época que la existencia de las ptomaínas es un misterio no hay por qué extrañarse de nada.
La atmósfera de tristeza que nos agobia.
Manifestar el yo.
Un escéptico no ve de lo santo y lo emocional otra cosa que una parodia de la amarga verdad.
Don dinero lo arreglará.
Afable actitud.
Gran machete ghoorka.
Un trance hipnótico.
No sabíamos cómo, cuándo ni por qué nos vendría el rayo.
Apretar el cinturón significa acción.
Exponerse a un grave, terrible riesgo.
Echar una idea a volar.
Alcanzar empíricamente la existencia del proceso.
Dos pou sto, según Arquímedes "dadme un punto de apoyo y moveré el mundo".
Max Nordau, líder del movimiento sionista.
Cesare Lombroso, criminólogo.
Decisión, empeño y ocasión.
Dirigir una visión de inteligencia.
Angustiada expectación.
La compañía londinense Hapgood.
Una mezcla de simplicidad y de astucia, de superstición y razonamiento comercial.
Contenida ansiedad.
Evaluar las declaraciones con metálico.
Los ríos Pruth, Sereth y Bistritza.
El maravilloso poder del dinero. Cuánto puede cuando se utiliza adecuadamente y qué repercusiones tendría si se empleara de manera indigna.
Apelar al valor.
Una aventura insensata.
Un mundo de tinieblas y de seres espantosos.
La boca firme y apretada de un conquistador incluso con los sueños posee un instinto de resolución.
(Drácula)

Grado de precisión y detalle histórico.
Admitir la acusación.
Dar paso a la exactitud de las noticias.
La audacia depende de la rapidez.
El principal activo de valor de este mundo, la ironía del paso del tiempo.
Incluso los animales salvajes, las plantas venenosas y las enfermedades miasmáticas tienen que manifestarse para vencer o están abocadas a desaparecer.
Embeleso, según la jerga criminal, vigilar para dar un golpe.
El gremio de los estafadores tornadizos.
La esfera no puede faltar del taller de un mago.
Marcada a fuego con una V los dos hombros. Del francés voleuse, ladrona.
La desbandada de los perros de la autoconciencia.
La verdadera ciencia médica siempre ha recelado del empirismo, lo ha mirado con cautela.
Creencias legendarias. El áloe solo florecía una vez cada cien años.
Durante la Edad Media el mundo de los charlatanes era competitivo como pueda serlo hoy el mundo del deporte.
La infeliz consecuencia de un duelo durante el que mató a su rival.
El oficio de banquero se asemeja según algunos de sus aspectos al de jugador.
Cuando el alto sol alcanza su esplendor con el meridión comienza ese instante su curso descendente.
Para colomo de males.
Regla general de las finanzas. Cuanto mayor sea el dividendo menor será la garantía.
El tipo que dentro de los círculos criminales franceses viene a llamarse agents provocateurs, cuya ocupación no se limitaba a promover supuestos crímenes, sino a exaltar la oposición que dichos crímenes encontraban.
El más bajo de los grados, el del cazador de brujas, una profesión nauseabunda solo comparable al gremio de los paraskistae o destripadores que desempeñaban los rituales de la industria momificadora de Egipto.
Con el desarrollo del saber el cálculo del éxito sólo guarda una referencia menor con la de las aspiraciones.
Permear la sospecha.
Proverbio. Las malas conversaciones corrompen las buenas virtudes.
La nigromancia es una adivinación a través de los muertos  como implica la etimología del término.
Científico ingenuo.
Acudir a una seance.
La pericia y sutileza que caracterizan la raza italiana.
Loco de lujuria.
Una semblanza real de su satánica majestad, un deseo que viene de lejos.
Destellos de imaginación.
El eco de los gritos desesperados.
Fase donde el miedo y el temor ya no tienen asiento, donde la miseria del sufrimiento abandona ser efectiva.
El dolor significa la ultima atadura consciente a la vida.
La piedad es afín al ánimo eterno de la justicia.
No es una mala muerte fallecer ahogado, pues la agonía es muy breve.
Había reunido una gran cantidad de dinero merced a las expectativas creadas.
La osadía, la pericia y la tenacidad de un perro que no suelta la presa.
El eco de alguna manifestación.
No es de extrañar que los tiempos más difíciles, cuando el ánimo aventurero no se ataba corto y las convenciones no atenuaban las dificultades iniciales, los casos de ocultación de sexo fueran mucho más numerosos y se dilataran con el tiempo.
La experiencia ratifica la sagacidad de la naturaleza.
La angustiosa espera durante la vigilia perpetua.
Las ideas que la pasión y la sensualidad pueden originar y las ansias de notoriedad llevar a término.
Una cantinela monocorde.
La ley abstracta es muy distinta de la efectiva.
<<Habiéndose echado al monte>> era un eufemismo de transformarse como un salteador de caminos.
<<Puesto en bando>> significaba desterrado a un lugar remoto sometido a custodia, de donde la huida podía suponer una condena a muerte.
Presa de un ataque de pánico.
Hay una categoría de impostura que incluye todo tipo de actos que se distinguen de otros engaños por la pretensión que los anima. Se caracterizan con independencia de su consecuencia por una pretensión graciosa y divertida. Tales acciones reciben el nombre de mistificaciones.
Salchichas de Cambridge.
Sufrir el peso de los convencionalismos.
La acusación de haber mentido deliberadamente.
El rumor que con el tiempo se transformará como una acusación.
No mostraron el menor respeto de su figura y de su memoria ni tampoco el elemental apego a la verdad que cabría esperar de personas honorables.
Actitud favorable.
Una suerte de prolegómeno apologético para la aproximación ética del asunto. 
Grafía fonética, comienzo aglutinador.
Centena. Primitiva división administrativa de los condados ingleses. Su nombre alude a que originalmente contenía cien familias, guerreros o casas señoriales.
Un acceso de fiebre aguda.
Forma parte del crecimiento intelectual que se den avances.
Esbozar conjeturas.
El peso de una pretensión.
La región del Peligro o de la Dificultad.
Para colmo era inválido.
Examinar la historia y desovillar sus detalles.
Las razones por las que un argumento se mantiene.
Si debemos reclamar el concurso de la invención para auxiliar las artes deductivas nadie deberá reprocharnos que deslindemos estos dos métodos para el ejercicio del intelecto y que tracemos debidamente las fronteras que los separan. Cualquier especulación que dé un paso más deberá entenderse que pertenece al reino de la pura ficción.
La sospecha posee unos tentáculos largos y flexibles, provistos de ojos y orejas a sus extremos que pueden penetrar cualquier lugar y verlo y oírlo todo.
Ha sido el deseo de este autor cuyas experiencias se han centrado dentro del terreno de la ficción abordar este material como si fuese el material de una novela con el aviso de que todos los hechos que aquí se mencionan son reales y auténticos.
Mostrar el respeto de la inteligencia de los lectores.
Las numerosas fases de la actividad literaria, que están en el punto de vista de quienes viven del ejercicio de su cerebro.
Thomas Browne, "Sobre errores vulgares o Pseudodoxia Epidemica", 1640.
George Croly, "Salathiel: una historia del pasado, del presente y del futuro", 1828.
Eugene Sue, "El judío errante", marchó con un éxito atronador en las páginas de Le Constitutionnel. Sue sería en la jerga de nuestro tiempo, un escritor que estaba <<al día>>. Sabía todos los ardides y trucos del mundo de la publicidad, y de consuno con su impresor, el doctor Veron, no abandonó ninguno en el tintero. Pero tenía una buena arcilla sobre la que crear. Sus novelas son realmente excelentes, pese a que las transformaciones en la vida social y en cuestiones religiosas, políticas y artísticas, que tuvieron lugar entre 1844 y 1910, hacen que algunos de sus pasajes semejen un poco anticuados. Su imaginación extraordinaria y la aptitud de atraptar al vuelo y con firmeza cualquier acontecimiento destacable, que pudiese valer de provecho en su relato, le señalaron el camino a seguir. Sue, para acrecentar la intensidad de sus padecimientos, tomó de la experiencia de su tiempo las fórmulas para emponzoñar el alma del ser humano que nos ocupa. Tenía que verse obligado a sentir que su existencia era una maldición para él y para todos. Con este fin, añadió al errante la obligación de cargar con una terrible enfermedad. La rápida inteligencia del gran folletinista captó el momento dramático y se aprovechó de la ocasión. Hacía poco más de diez años que la pavorosa propagación del cólera había sembrado la confusión de nuevo y había aterrorizado al mundo entero. Alguien con una mente inquieta, que se solazaba trazando oscuras comparaciones, se dio cuenta al ver los casos de la enfermedad, que su avance mostraba el progreso de los pasos de un ser humano en una dirección concreta. Bastó una insinuación, para que el publico abrazase con entusiasmo la idea de que el judío errante había sido, desde el primer caso documentado de cólera, el malhadado portador de aquella pestilencia pavorosa. La idea semejaba inflamar y encoger a un tiempo los corazones del publico. Incluso cuando el éxito de los "Misterios de París" fue enorme, "El judío errante" lo superó con creces, y esta novela dio nuevos bríos y nuevos lectores al viejo acervo y lo transmitió al presente.
Carlyle, en su "Historia de la revolución francesa", compara dos libros de ficción, que marcan los extremos opuestos de las fuerzas que conmovieron Francia; "Paul et Virginie" y "Les Amours du chevalier de Faublas". El primero lo describe como <<el canto del cisne de la vieja Francia moribunda>>; del segundo afirma, <<Si las de este miserable Faublas son las ultimas palabras de un moribundo, lo son de alguien que está ya en la horca, de un criminal que no se arrepiente>>.
A la postre, es probable que el novelista se asustara bastante con la consecuencia de la pequeña broma, pues salió precipitadamente del país.
Con una prosa expresiva y con todo lujo de detalles pintorescos.
El Chevalier d´Eon con una carta dirigida a Madame de Staël se refería a su persona como <<una ciudadana de la nueva Republica de Francia y de la vieja republica de las letras>>.
Según un sentido existe una tarea que el lector no debe esquivar, aunque sólo sea por su propia preferencia y es no negarse a aceptar los hechos sin la debida apreciación.
(Famosos impostores)

Ventaja de los relatos exhaustivos; los hechos aislados, las dudas, las conjeturas, las sospechas, dan paso a una visión de conjunto, homogénea, mucho más persuasiva.
Versatilidad, permitirse llevar alternativamente por la ilusión y la desesperación.
Fijar finalidades claras, lo cual transforma el deseo como garantía.
El jeroglífico "eternamente" se expresa con la frase "millones de años".
Entusiasmo propio de otros tiempos.


Joyce
La noche libre de Drácula.

Landsdale
Parte de "Drácula" sobre Lady Bloofer, la mujer vampiro que mataba niños.

El trío de la Dama Blanca
Un altisonante hombre holandés, Van Helsing, un hombrecillo de ojos redondos y una chaqueta tres tallas mayor.


JENS PETER JACOBSEN

Relegar como meras reminiscencias como el recuerdo de un festín tras la extinción de la ultima vela y la ultima nota musical.
Cada rincón de la existencia.
La uña hendida de la prosa se había manifestado una y otra vez.
Fría, silenciosa y reservada.
Su amor un breve instante lo había dotado de un fugaz brillo de emotividad y exaltación muy comun de las personas de naturaleza inferior.
Llevar a cabo las cautelosas mejoras recomendadas tras una deliberada consideración.
Tenía poca fe de las teorías y un respeto excesivo de los dogmas de la experiencia venerables y consagrados con el tiempo que otros llamaban prácticos.
Columbrando el centeno verde y exuberante o la avena dorada con un extraño trance vegetativo.
Un suave suspiro de la libertad del pájaro en su vuelo y de la nube que se perdía fugazmente en la distancia.
Las figuras y los tonos oníricos de la noche pueden deambular con el día despierto como meras formas vaporosas audibles, las imágenes de ese futuro nacido de un sueño susurraron el hecho de que había un límite establecido para ese tiempo feliz.
El sueño estaba vacío de acontecimientos y carente de sensaciones.
El odio clasista de la plebe a todo lo exaltado.
Su castillo de ensueño.
Una forma embrionaria vaga e intangible.
Las aburridas imágenes del ABC.
Holger el Danés u Ogier el Danés también Holger Haraldson (780-807) aparece en los poemas Geste de Doon de Mayence o Los cuatro hijos de Aymon. Se ha identificado con Holger Danske hijo de Harald segundo rey de Haitrabu muerto en combate en el mar de Irlanda y hermano de Halfdan de Frisia.
El castillo de Gurre a las afueras de Elsinor en el lago Gurre residencia real de 1360 a 1400.
Valdemar I de Dinamarca reinó de 1157 a 1182.
El agua corriente se colorea con cada imagen que pasa.
"Peter Simple" novela de 1834 de Frederick Marryat.
La magnífica estructura de su mente.
Era una enorme incongruencia pagar su tiempo con el pan de cada día y una colosal absurdidad permitirle ganar el pan por recomendación de pobres mortales comunes.
La brutal estupidez de una existencia.
La envidia fiel sombra de la admiración.
Las costillas gramaticales.
Copenhague la ciudad que se extendía desde Vesterport hasta la Aduana a los dos lados de Östergarde y Kongens Nytorv.
Los pies largos y delgados tenían casi la inteligencia de una mano con sus finas y flexibles curvas.
Un sueño de ansias de escapar.
Las princesas descalzas.
Hamacas de enredaderas.
La inconstancia de los hijos de los hombres.
Las verdades eternas.
Las poderosas visiones.
Como sabemos algo cuando esperamos con fuerza que nuestro conocimiento es falso. Tal vez nuestra inteligencia, nuestro instinto, nuestros sentidos a pesar de su claridad diurna nos estén llevando por mal camino.
Un gesto irritado, un gesto de ira.
El rostro ensombrecido con la rabia despertada que hierve cuando uno huye de sus reflexiones atormentadoras sabiendo que huye vanamente.
Mirando al frente con una expresión estupida de profunda fijeza.
Gracias a su filosofía temperamental podía entusiasmarse y embelesarse con cada aspecto de la cuestión.
Desarrollar un alto grado de independencia.
Los niños nunca pueden fundarse con nada vago o indefinido; su instinto de supervivencia exige un sí o un no rotundo que les indique adónde dirigir su odio y adónde su amor.
Un constante redoble de argumentos e indicaciones.
Libre de ensoñaciones, fantasías o entusiasmos.
El claro sentido comun infantil desdeñoso de las idiosincrasias mentales.
El furor ardiente del renegado.
Un gran gesto consagratorio.
Cansado de la existencia.
Después de un tiempo el pasado se volvió menos vívido.
Los deseos vagamente enlazados se alargaron, abordaron los aspectos externos.
Una atmósfera de ensueño envolvía la mente trayendo la provocativa fragancia de la vida y el insidioso veneno de las fantasías sedientas.
El afán infantil.
Una expresión de preocupación.
Un tono significativo.
Adam Oehlenschläger (1779-1850) romántico danés. 
Alberga una ilusión insondable el océano.
Fanfarrias exultantes.
La Odisea de la mente humana.
Un asesor farmacéutico.
Una rabia instintiva con las marcas de la raza.
El silencio lo invadió como un ataque de vértigo.
Mil sueños trémulos, imágenes frescas y delicadas, tintes transparentes, aromas fugaces y una musica exquisita proveniente de corrientes de cuerdas plateadas muy tensas y apretadas y luego el corazón más íntimo del silencio donde las olas de aire nunca llevaban un solo tono perdido sino donde todo era descanso hasta la muerte impregnado del resplandor tranquilo de los colores rojos y el calor lánguido de la fragancia ardiente.
Cansado de las ideas frías y de los sueños mentales.
Una alegre navegación por el Mar Español de la vida.
Bailar sobre telarañas.
Es muy genuina y a su manera inconsciente se vuelve inocente.
El fresco aliento de las violetas tardías.
Una débil reflexibilidad hizo de un desdén instintivo a la acción decisiva hija de una sensación subconsciente de falta de personalidad.
Las palabras traen acciones y las acciones consecuencias.
En ningun lugar hay más uniformidad ni monotonía que en el mundo onírico de la imaginación.
Encajar como engranajes.
Una reserva, una especie de modestia animada lo había rescatado de la excesiva familiaridad peligrosa para la amistad.
Una reserva estricta.
Las violetas azules se alzaban.
Paullinias como violetas gigantes.
Filisteo y provinciano.
Helado de rabia.
La decisión final podría depender de algo insignificante, de la sombra de una reflexión, de la vibración de una disposición de ánimo.
Una estructura surgió de las reflexiones de las hojas amarillentas de los libros completa y entera.
Los coquetos lazos de cintas de colores de las cortinas de un lecho nupcial para Corydon y Phyllis. Bucólicas de Virgilio.
Campanillas azules de Canterbury.
Una expresión de energía y fría astucia.
Henriette von Paalzow (1788-1847) novelista histórica.
Una conversación humorística.
Robinson Crusoe se sintió perturbado con el miedo al encontrar las huellas en la arena.
Las ah muy anchas del efecto sueco.
Una amplia extensión de horizonte manifestada de repente con una curva del sendero. Pero el paisaje era una fata morgana.
Galletas inglesas enormes.
Un ataque de irritación.
Había saboreado el éxtasis de la concepción; le quedaba la tarea de criar, cuidar, nutrir, llevar a la perfección.
La amplia y firme escalera de la sabiduría humana.
La inmunidad de quien pasa una enfermedad grave.
Una de las muchas personas comunes; pobre al fin de menester, no por elección; un verdadero mendigo, no un príncipe disfrazado.
Las alas del mañana.
El velo de oro reluciente con el que había descendido a la tierra.
El caballero andante de la amistad personificado.
El tiempo se mete hasta la cintura de la eternidad y arrastra las horas y pasan a total velocidad.
Una de esas personas susceptibles de las que el entorno exterior se apodera.
Una indiferencia amistosa, una cordialidad superficial, una simpatía educada era la actitud adecuada.
La delicia sin sentido.
Es imposible que podamos pisar con firmeza la prosa de la vida cuando nos ciegas con los poéticos fuegos fatuos.
La vieja historia del amor, la comida festiva que se niega a transformarse como pan de cada día sino que sigue siendo comida festiva solo que cada día más insípida y menos nutritiva.
Esperar y calcular con la fría sabiduría del médico que no habría consuelo hasta olvidar.
La tierra se cansa de dar una idéntica cosecha.
Los sueños se volvieron débiles, estériles y rígidos perdiendo los exuberantes detalles que los habían enlazado como largos brotes de enredaderas.
Las delicadas hojas dormidas de una acacia.
La conversación se estancó.
Bajo el hechizo del largo silencio de la tarde.
Un tono frío y hostil.
Lo delicado y fino: una exquisita frialdad virginal, una dulzura sublime.
La fragancia, el glamour y los tonos trémulos.
Forjar un pacto de amistad.
La fragancia ácida de la sidra de manzana.
Los cristales están presentes en una solución saturada y sin embargo no están presentes hasta que una astilla o la más mínima partícula de la materia adecuada es tirada a la solución liberando los átomos dormidos como por arte de magia y corren a encontrarse unos con otros uniéndose y remachándose segun leyes inescrutables y al instante hay cristal.
Un pozo sin fondo de asco y miseria.
El aire antinatural trágico de lo imposible.
Los fragmentos de meteoros que se precipitan a lo largo del espacio son astillas de un mundo.
Se sentía titánico mucho más que humano; inagotable era el manantial de su alma, vasta la ternura que llenaba su corazón, maravillosa la amplitud de su visión, infinita la dulzura de sus percepciones.
Desarrollan los criminales una cínica intimidad.
Señalar con dedos acusadores.
Embriagándose de una humildad sedienta de degradación.
Una visión poderosa y majestuosa de espadas y llamas rojas que la arrastraría y elevaría a un trono.
Andar como un pintor sin manos.
Su talento era como algo aparte de él, una Pompeya silenciosa o un arpa que había que sacar de su rincón.
Una visión irónica de él y de su pasado.
Era de naturaleza fogosa y apasionada sin matices sutiles.
Había bajado su escudo, borrado su blasón y dimitido.
Obstaculizado con los caprichos de su cerebro.
Viendo fijamente el trigo dorado o la avena abundante con un extraño trance vegetativo.
Una comparación con la literatura extranjera.
Una expresión absorta.
Millefleur. Agua de colonia.
Abrazados con un gesto fraternal.
La tendencia del amor a hundirse y el poder para levantarse.
La humanidad se desarrolla y crece constantemente más allá de sus propósitos ideales.
El yeso histórico de los dogmas.
Seguir el estandarte de su ideal.
Su inquietante presentimiento se transformó gradualmente como una terrible verosimilitud.
Las expresiones de hostilidad derivadas del fanatismo.
Los ataques de convulsiones.
Apuñalarse hasta la muerte con la visión.
Había cedido a un instinto heredado.
Las opiniones son solo para vivir.
(Niels Lyhne)


JORIS-KARL HUYSMANS

La escuela del naturalismo que había de prestar la inolvidable ayuda de situar personajes reales en ambientes extraños estaba condenada a machacarse y pisotear el lugar. Se limitó a la descripción de la existencia común esforzándose bajo el pretexto de hacer vida, de crear seres que fueran lo más semejantes posible al buen nivel de las personas. 
La virtud nos semejaba una prerrogativa de seres carentes de sentido difícilmente movido en todo caso a abordar desde el punto de vista del arte.
El orgullo, la ira y la envidia habían aparecido con las publicaciones románticas y estos temas dramáticos habían sido violentamente distorsionados con el abuso de los actos, que realmente habría sido menester ser un genio para rejuvenecerlos con un libro. Cuanto a la glotonería y la pereza semejaban poder encarnarse más con personajes episódicos y más adecuados para compinches que para jefes de oficio o los primeros cantantes de novelas románticas. Nos vimos obligados a cavilar sobre la fechoría más sencilla de diseccionar, el pecado de la lujuria; pero este tipo de carrusel era corto. Actualmente se llama estudio psicológico.
El volumen que no tiene documentos probados, que no me enseña nada no me atrae.
La época que apareció "À Rebours", 1884, la situación era la siguiente. El naturalismo estaba quedando sin fuelle al girar la rueda de molino con igual círculo. La suma de experiencias que todos habían acumulado comenzaba a agotarse.
Preocupados de un arte más sutil y más verdadero.
El idioma de la Decadencia con su aroma de aves acuáticas y sus tintes jaspeados de venado.
Nunca he sido ni un ser humano tenaz ni un autor astuto. Mi vida y mi literatura tienen un elemento de pasividad, de desconocimiento, de una dirección muy específica fuera de mí. Fue guiado con lo que se llama "los caminos extraordinarios".
Caer bajo el fatalismo y la negación de la psicología.
Las emociones lujuriosas.
El estremecimiento interno, ese pequeño temblor que uno experimenta al ver, escuchar o leer una creación hermosa.
Atletas rudos y repulsivos jinetes.
Los vicios de un temperamento empobrecido, el predominio de la linfa de la sangre.
Una expresión ambigua a la vez cansada y curiosa.
Un perfecto obtuso con los primeros elementos de las ciencias.
Absorta con la noche artificial cuyas gruesas cortinas envolvían la habitación.
Pompa febril.
Una conversación vanal como la puerta de una iglesia.
Una inteligencia que se complacía con una decadencia estudiosa, una mente puntiaguda y preocupada.
Soñaba con una Tebaida refinada, con un desierto confortable, con un arca inmóvil y tibia donde refugiarse lejos del diluvio incesante de la estupidez humana.
El desdén general que lo atenazaba.
La excitante suciedad de la miseria.
Abominablemente cansado implorando un fin que la cobardía de su carne le impedía alcanzar.
Un experto de la sinceridad y la evasión de los tonos.
Cestas de violetas.
Lechada de trufa.
Al ingerir santonina se ve púrpura. Sustancia que mata las lombrices intestinales.
Descuidando al pueblo llano cuyas toscas retinas no perciben ni el ritmo de cada uno de los colores ni el encanto misterioso de sus degradaciones y matices.
Las personas de pupilas refinadas ejercitadas con la literatura y el arte que sueñan con ideales, que exigen ilusiones, que solicitan velos a la puesta del sol.
Los ojos de las personas debilitadas y nerviosas cuyo apetito sensual busca platos condimentados con el humo y las salmueras, los ojos de las personas sobreexcitadas y demacradas aprecian este color irritante y enfermizo con esplendores ficticios, con fiebres ácidas: el naranja.
El naranja se permite llevar y se transmuta como un rojo capuchina, un rojo fuego.
Las fallas de su estómago no le permitían absorber platos variados y pesados. Desayunaba ligero dos huevos duros, tostadas y té.
El placer de viajar que existe solo para la memoria y casi nunca al presente el momento que se produce.
La imaginación semejaba suplir la vulgar realidad de los hechos.
Las Guides Joanne fue una serie de guías de viajes publicadas en París, 1841.
El dulce Virgilio se le apareció como uno de los más terribles pedantes, uno de los más siniestros aburridos que nunca haya producido la antigüedad; sus pastores se lavaron y acicalaron descargando sobre sus cabezas tinajas llenas de gusanos gélidamente sentimentales; su Orfeo al que compara con un ruiseñor llorando; su Aristeo que gime sobre las abejas; su Eneas, ese personaje indeciso y fluido que camina como una sombra china con gestos de madera detrás de la transparencia mal fijada y mal aceitada del poema lo exasperaba. Habría aceptado las tediosas tonterías que estos títeres transfieren; los imprudentes préstamos de Homero, Teócrito, Ennio, Lucrecio, el simple vuelo que manifiesta Macrobio del segundo canto de la Eneida casi una copia palabra a palabra de un poema de Pisandro. 
El vacío mental, la hinchazón de esos bulbos que apelmazan la piel de la "Farsalia".
El autor que realmente quiso y que le hizo relegar los sonoros discursos de Lucano fue Petronio. Era una visión sagaz, un analista delicado, un pintor maravilloso; con calma, sin prejuicios, sin odio describió la vida cotidiana de Roma, relató con los capítulos alertas del "Satyricon" las costumbres de su tiempo. Anotando los hechos sobre la marcha de forma definitiva desplegada la poca existencia del pueblo, sus episodios, sus bestialidades, sus rodadas.
Las comparaciones singulares.
Claudiano, una especie de avatar de Lucano, domina el siglo IV con el terrible clarín de sus versos; un poeta forjando un hexámetro deslumbrante y sonoro arrancando con haces de chispas el epíteto de golpe seco alcanzando una verosímil grandeza elevando su composición con un soplo poderoso. 
La logomaquia de la Edad Media.
Impedir el divorcio resuelto de los tonos.
La turquesa oriental con la perla banal y el coral odioso hace las delicias del pueblo llano.
Las turquesas occidentales, piedras que rigurosamente no son más que marfil fósil impregnado de sustancias cobrizas y cuyo azul celadón está atascado, opaco, sulfuroso como amarillento de la bilis.
Una mezcla impecable de té de Si-a-Fayoune, Moyou-tann y Khansky.
Los cantos de cuentas del ruiseñor.
La tortuga acostumbrada a una existencia sedentaria, a una vida humilde transcurrida bajo su pobre caparazón.
Escapar de una época odiosa de bozales indignos.
Perder la atracción de la existencia contemporánea.
La pesadilla de la ciencia.
El amarillo administrativo y clerical.
Ociosidad monótona.
Los profanos eran los utilitaristas y los imbéciles.
Comenzó a soñar deliciosamente, se lanzó a total velocidad con una estela de recuerdos borrados y de repente rehecha con el recuerdo de un nombre que despertaba sin cualquier motivo su memoria.
El poder despiadado de las pequeñas miserias más desastrosas para los temperamentos fuertes, una perspectiva infinita de ridículos males.
Aromáticos cigarrillos Dubeque.
Los ciento diecinueve golpes.
La parábola secular, la alegoría de la educación general abre los ojos para percibir destinos inmerecidos y más indulgentes alegrías más laminadas y agudas y por tanto más deseables y apetecibles, más caras.
La sábana del pasado.
La inmensa extensión de tristeza, episodios sin atractivo de su existencia.
Una estaca firme, un hecho neto.
Los detalles materiales.
El carácter rebelde a los consejos, puntilloso, escudriñador, inclinado a las controversias.
Discutiendo consigo como un casuista.
El golpe mágico de la conversación no se produce de repente.
Un enjambre de paradojas, de sutilezas, una madeja de reglas complicadas como artículos de código.
Aguantar los argumentos.
El vago remedio de una ilusión de la otra vida.
La nada de la existencia, las ventajas de la soledad 
La resignación, el laissez-faire.
Los libros organizados con estopilla destilados por cerebros atormentados y sutiles.
Las flores de línea alta como las orquídeas delicadas y encantadoras, palpitantes y frías.
Vadeó la memoria de sus viejos pozos negros.
Una esfinge tumbada, las piernas estiradas, la cabeza rígida y erguida.
Escapar de la horrible realidad de la existencia, traspasar los confines de la mente, andar a tientas sin llegar nunca a una verosimilitud tras las brumas de más allá del arte.
Recurrió al más eficaz coadyuvante de los viejos e inconstantes pruritos, el miedo.
Un ideal extrahumano.
El ideal ilegítimo de la voluptuosidad.
El arte de la precisión artificial de los perfumes.
Con la excepción del inimitable jazmín las flores están representadas con alianzas de alcoholatos y espirituosos.
Un joyero purifica el agua de una piedra y la realza.
El estilo de la concisión inaudita.
La tilia de Londres.
Hilo arcal para soldar.
Una guía Baedeker o Murray de Londres.
El engranaje despiadado que aplasta millones de desgraciados a quienes los filántropos instaban a manera de consuelo a recitar versos y cantar salmos.
Galletas Palmer.
Embutido andouille.
Langostas pintadas con minio.
Una satisfacción efectiva.
El baño de la costumbre al que los pesares artificiales insinuaban una cualidad más tonificante y vigorizante.
Los libros especiales de Arquelao, Alberto el Grande, Arnaud de Villanova que estudian la Cábala y las ciencias ocultas.
Gruel & Engelmann, encuadernación de lujo.
Los desfiles de bobèches (cristal transparente) que contribuyen a la alegría de las ferias.
El austero pesimismo, el doloroso desgaste de Pascal.
Oponer como rival netamente.
Empollones furiosos.
El juguete de las ilusiones sensoriales.
Un enjambre de reminiscencias.
Los caboulots (tugurios) del Barrio Latino.
Los síntomas eran manifiestos y verosímiles.
El punto de vista de las actitudes eruditas.
Un empuje a lo fantástico y lo onírico.
Con Goncourt era la nostalgia de siglos anteriores, un retorno a la elegancia de una sociedad perdida. Un estilo perspicaz y morboso, nervioso y retorcido, diligente para notar la impresión impalpable que hiere los sentidos y marca la sensación, experto para modular los complicados matices de una era singularmente compleja.
El paganismo moribundo de Roma había modificado su parodia, transmutado su idioma con Ausonio, Claudiano y Rutilio con su estilo atento y escrupuloso, embriagador y rotundo con los matices de sus partes descriptivas de reflejos.
Goncourt, la novela nostálgica "Faustina".
El escritor subalterno de la decadencia y el escritor personal pero incompleto espira un bálsamo más irritante, más aperitivo, más ácido que el artista realmente genial, perfecto. De sus turbulentos bocetos se veían las agudas exaltaciones de la sensibilidad, los morbosos caprichos de la psicología, las escandalosas depravaciones del idioma convocado a incluir sus ultimas negativas, a recubrir las sales efervescentes de las sensaciones y de las ideas.
Las ilusiones del oído, estas alteraciones que se dan solo el ultimo periodo de la enfermedad.
Recetar óxido de zinc y quinina, bromuro de potasio y valeriana para la neurosis.
Un sueño de lasitud atravesado con sueños incoherentes.
La transformación radical de la existencia.
El odio a la existencia detestable a la que le condenaba la jurisdicción médica.
Un tono seco que no admitía réplica.
Los nosógrafos (estudio de las enfermedades) de la neurosis.
Blanco de rabia.
Apreciar la delicadeza de una frase, la sutileza de una pintura, la quintaesencia de una idea.
Flotar con ideas escépticas y arrebatos de persuasión.
El horizonte amenazador y oscuro.
Semillas de iniquidad y cosechas de oprobio.
(À Rebours. Al revés)


WILLIAM MORRIS

Rubio (fair) también puede significar hermoso.
El fosterage, una antigua costumbre del mundo indoeuropeo con la cual dos tribus o clanes transferían o adoptaban recíprocamente varios de sus miembros garantizando la ayuda mutua.
El término inglés carle de origen escandinavo (carl, karl) se refiere al ser humano libre dueño de las tierras que cultiva, un campesino que no es thrall (esclavo de guerra).
Cleve, cleof, un término del inglés medieval referido con cliff (risco).
Esclavo de la aflicción.
El término inglés long-ship, navío largo, procedente del islandés langskip era un tipo de embarcación que se remonta a la Edad del Bronce Nórdico; una nave cuyo casco de láminas superpuestas de madera presenta un perfil muy bajo como el de una serpiente marina que nadase la superficie lo cual le valió los sobrenombres de snekkja (serpiente) y dreki (en España y Francia drakkar) con la cabeza de dragón que adornaba su proa la cual se quitaba al llegar a aguas amigas. Este navío no se usaba para largos recorridos (este caso se utilizaba otro similar pero de mayor tamaño, el knörr) sino para rápidas incursiones de la costa.
Los navíos helados con los embates de las olas de marzo.
Las melodías que tocan los violinistas para que los hombres y las doncellas bailen el tiempo de Yule. Yule-tide. La llegada del solsticio de invierno celebraban los escandinavos con ceremonias el renacer del sol (la fiesta del Yule o Jul), el momento que los días comenzaban a ser más largos alcanzando su culminación el solsticio de verano a partir del cual las horas de sol volvían a decrecer. Fue reemplazado con la Navidad. El Jul dedicado a la divinidad Freyr al ser una fiesta de la fertilidad se bebía til aar og fred para propiciar una buena cosecha e impetrar la paz.
Un sacrificio ritual recogido con los kenningar. La Kenning es una figura retórica del siglo IX al XII.
Puny proviene del anglonormando puisné (formado en tierras británicas a partir del francés) y significaba el ultimo en nacer o pequeño de edad.
El sol con su panoplia de color.
Manejar el timón con la soltura que se enhebra una aguja.
La desapacible lobreguez de los sitios vacíos.
Con el empleo del séidr, una magia de características chamánicas, Odín y los escandinavos podían transformar el aspecto. Los guerreros se transformaban como berserkir, una especie de hombres-oso o como ulfhédnar, hombres-lobo, feroces combatientes. Ocasionalmente el hugr, una de las componentes anímicas (una especie de cuerpo astral) del mago abandonaba su cuerpo y adoptaba forma humana o animal.
El doble de suerte de lo usual.
Una visión del sueño a la vigilia.
El Viejo del Mar, Aegir, la divinidad del mar y de la navegación.
El término inglés therewith (y con eso) resume lo acontecido. Lo usaban los cantares de gesta.
Una mansión señorial (a long hall) es el tipo de construcción en cuya sala principal se desarrollan las actividades.
War-gear. Arnés.
La aguijada del labriego. Vara larga con punta de hierro.
Viejo campesino (old carle).
Uno nada puede frente a muchos.
Lucernario (clerestory) ventanales situados a lo alto del techo.
El fin de la ira, el comienzo del placer y la coronación del amor.
La épica y los libros de caballerías emplean el término bondad para referirse a una cualidad moral y a una óptima cualidad guerrera. Igual que excelencia.
La jauría de nubes incomoda a la luna, / pero la hierba sigue siendo visible.
La techumbre de los días de antaño.
Los corceles del mar (the steeds of the main): los barcos.
La costumbre de no cenar hasta que haya tenido lugar un hecho de armas es propia de los relatos caballerescos medievales.
Un tono divertido.
Asaltar los sueños hechos de retazos de recuerdos que olvidamos al despertar.
El barco de fresno.
Sopesar la situación.
Olvidar el nombre de uno y el significado de la existencia anterior es característico de los lugares donde se renace.
Un fantasma balbuciente arrastrado con el viento de la noche.
El colmo de la alegría.
Una tierra de sueños urdida para engañar.
El mundo está lleno de mentiras que no queda sitio para el ser sincero que se mantiene de pie y sigue sus propias reglas.
La víbora que se pone encima del oro para que lo críe.
Humillado con la vergüenza y pálido con la angustia.
Acusaba su pesar como si fuese suyo.
No durmió hasta que llegó la mañana cuando el duermevela y los sueños confusos lo vencieron.
El verbo estorbar propio de la épica románica.
Perseguir un sueño.
Frunció el sueño como el desmemoriado que pretende recordar.
Swine, puercos, jabalíes.
El cuerno que aparece colgado a la puerta de un castillo con el que hay que soplar para avisar que alguien se encuentra ante sus puertas es un motivo tópico de los libros caballerescos de ficción.
El campesino que habita una cabaña planta cara al poderoso jefe.
Los hombres que se encuentran muy cansados del viaje pierden la noción de donde se encuentran, de quienes eran sus acompañantes e incluso de si los tenían.
Aquel invitado a quien no le queda otra salida que abrirse camino con los sucesivos enemigos.
Los labios del airado mar.
El hecho de que el protagonista que vive solitario construya un arco con sus flechas y una casa constituye uno de los motivos tópicos de la novela de aventuras y la pretensión de querer dominar la naturaleza que lo rodea.
Las Nornas sentadas a la sombra del árbol cósmico Yggdrasill disponen el devenir del tiempo y asignan a los recién nacidos el destino, la energía y la voluntad para cumplirlo. Son tres: Urd, Verdandi y Skuld que simbolizan respectivamente el presente, el pasado y el futuro.
Según la mitología germánico-nórdica los gigantes de la montaña son los seres que representan las fuerzas del frío que viven en el Jötunheim. Antes habían sido los contrincantes de los dioses Ases y Vanes y se transformarán como los enemigos de los caballeros de las ficciones medievales.
(La historia de la Llanura Esplendente)

Los numerosos argumentos excelentes y definitivos.
Un alargado jardín que lamía el río se extendía con florescencia lujuriosa y enviaba efluvios de aroma estival.
Las monedas estúpidamente feas del siglo XIX.
Una moneda de Eduardo III con el soberano en un navío y el borde orlado con flores de lis y con leopardos de una emisión muy delicada.
Tono cariñoso.
Los tejidos y las matemáticas, actividades las dos de encierro.
Tono amistoso.
El pan grueso y tostado de miga oscura y compacta de sabor azucarado y el fino, sutil, rubio de crujiente corteza.
Un tono brusco.
Una sombra de inquietud.
Mi curiosidad tiene sus razones literarias.
Reflexionar una mentira combinada con un poco de verdad.
Como si la conducta fuera excusable por su excentricidad.
Los eruditos primitivos de los que hablan las insulsas novelas de la antigüedad estaban dispuestos a saltar encima de cualquier regla de cortesía para perseguir su saber utilitario.
El bosque de Epping.
Ne quid nimis. No exageremos.
La común expresión de benevolencia del rostro.
Extendió sus largas piernas y permitió colgar un brazo detrás del respaldo de su silla con el aire gracioso y solemne que las personas altas y perfectamente formadas pueden permitirse sin caer bajo la afectación.
Se inclinó con gracia exquisita.
Hablar con familiaridad o sequedad.
El placer de una conversación.
Ir directo al objeto.
Inclinarse con la gracia de un trovador.
El Baptisterio de Florencia. Siglo XI.
Experimenté aquella sensación de estorbo que sufrimos cuando encontramos un rostro simpático y atractivo que imaginamos no volver a ver.
Los naturalistas acuden a Kensington porque cuanto se ve es un bosque que reserva su natural salvaje, la poesía de los bosques. Al norte y al oriente este bosque llega a Puddington y hasta más allá del monte Notting y vuelve por el nordeste hasta el monte Primrose.
Las pequeñas cabañas cuando la campiña estaba habitada de esclavos.
Los rediles de niños que solíamos llamar escuelas.
La palabra educación viene del latín educere, hacer salir.
Las épocas de desorden, de disputa y de confusión las gentes estudiaban la historia.
Es inútil querer imponerse a las inclinaciones.
Tono reflexivo.
La apariencia de un pueblo poco atareado.
El amor no es muy razonable y la perversidad y la obstinación son dos vicios más extendidos de lo que creen los moralistas.
Tono sombrío.
La fisonomía solemne del niño que juega a las tiendas.
El nombre de las locuras desaparecidas nada supone.
Una expresión de desprecio.
Tono doctoral.
Un lánguido suspiro.
Las vanaglorias del siglo XIX.
Una saltadora fuente.
La preocupación, el enojo y el peligro de remover la riqueza de las memorias auténticas y los textos de los tiempos pasados.
Tender la mano temblando de emoción.
Los sagrados derechos de propiedad como nos los representamos no existían. Si no son posibles los litigios respecto de la propiedad ¿qué queda de esta materia que sea asunto de un tribunal? 
Hemos abandonado ser mercantilistas con los asuntos de amor y ser artificialmente locos. La locura que viene de la naturaleza, la imprudencia del inexperto y la desgracia del maduro son males que debemos soportar y que no son vergonzosos.
Tono sarcástico.
La estúpida usanza del siglo XIX practicada por la gente rica y culta de ignorar la preparación de los alimentos cotidianos como si eso fuera cosa indigna de las inteligencias sublimes.
Cantó victoria como un gallo viejo.
Frecuentar la escuela cualesquiera que fuesen los gustos y las facultades sometidos a un programa de instrucción convenido implica una completa ignorancia del desarrollo físico y moral. Nadie podría salir sin daño de semejante engranaje a menos de poseer un poderoso ánimo de rebelión. El pasado era la consecuencia de la pobreza. El siglo XIX la sociedad era escuálidamente pobre a consecuencia del robo organizado y la verdadera educación para todos tenía la categoría de un imposible. La teoría de la educación consistía en el menester de hacer entrar unas experiencias a la mente del niño acompañadas de unos verbalismos inútiles. Llegados a ser ricos podemos dar tiempo al crecimiento.
La tremenda "Canción de la camisa" de Thomas Hood (1843).
Izaac Walton autor de un ensayo de pesca muy celebrado. Pescaba en Old Ford y Strafford.
Hoy las cosas se hacen racionalmente y calculando la producción con los menesteres.
Consentir la producción de mercancías a vasta escala traería un fantasma de palidez y miseria.
No tenemos menester de un complicado sistema político para obligar a cada uno a someterse a la voluntad de la mayoría de sus iguales igualmente que no existe el menester de un mecanismo que haga entender a cada uno que su cabeza y un muro de piedra no pueden ocupar un sitio un instante.
Una larga disertación científica.
El Parlamento era como un comité de vigilancia encargado de que los atractivos de las categorías superiores no sufrieran daños y una especie de máscara para engañar al pueblo haciéndole creer que tenía una parte de la administración de los negocios publicos. El pueblo obligaba alguna ocasión a dar leyes, a legalizar hechos realizados. El poder político era el poder judicial apoyado con el poder ejecutivo valiéndose los dos de la fuerza bruta que el engañado pueblo le suministraba y que utilizaba exclusivamente.
Los enojos del convencionalismo y los vergonzosos menesteres que causaban tristezas a nuestros progenitores.
Procediendo de manera práctica no es sencillo vivir sin molestarnos mutuamente, nos causaría mayor perturbación que abstenernos.
Otra fuente de delitos y de violencias era la tiranía de la familia que fue objeto de muchas novelas e historias; también se derivaba de la propiedad privada. Lo que ha terminado desde que la familia abandonó ser un lazo coercitivo sea legal o social y se transformó como recíproca simpatía y mutuo afecto y cada cual es libre de hacer lo que quiere.
Examinar el delito como un espasmo nervioso.
Para la ley la ejecución sigue al proceso legal y es preciso que alguno padezca.
Las diferencias de opinión respecto de las cosas reales y sustanciales no son precisas.
El objeto de los cabezas de la política era lograr que el publico con lisonjas o amenazas pagase los gastos de una vida de lujo y francachelas para una camarilla de ambiciosos y la seria diferencia de opiniones ayudaba de maravilla a este objeto.
Viejo refrán. El escarabajo se acostumbra a vivir en la basura.
La calidad de las mercancías.
Después vino una subversión general y el siglo XIX se encontró como alguien que había perdido su ropa estando bañándose y se viera obligado a andar desnudo a lo largo de la ciudad.
El confort consiste en un incómodo amontonamiento de objetos.
El siglo XIX muy poco artístico regía la teoría de que las artes imaginativas deberían representar la vida contemporánea; pero con la práctica nadie se atenía a la teoría y el autor ponía todo su empeño para enmascarar, idealizar y exagerar la vida moderna hasta hacerla extraña.
Saber, descontento, tristeza, desaliento, ruina, miseria, desesperación fueron las fases de sufrimiento que atravesaron cuantos trabajaron para la transformación, cuantos sabían ver más lejos que los demás. La mayoría de los hombres asistían inconscientemente al desarrollo de los sucesos que encontraban naturales como la salida y la puesta del sol.
La guerra con las armas o las huelgas y lock outs con su séquito de hambre.
Rabia, terror y desesperación.
Escuchar temblando de emoción.
Las hojas volantes del tamaño y la estructura de las antiguas gacetas del siglo XVII compuestas de soldados, administradores y escritores.
Mirando al vacío y hablando a las paredes.
Las huellas de disgusto.
Saludar con la parsimonia y dignidad de la antigua cortesía española.
La hórrida vulgaridad artificial de las villas de los acomodados y banqueros.
El estilo de la corte de Guillermo I el Holandés (1772-1843).
Un puente de hierro, un horrendo aborto de la arquitectura de los tiempos pasados.
El Támesis se desborda e inunda Runnynrede el mes de enero.
El sistema de competencia hace al ser humano más vigilante y más activo.
El impulso de una competencia legítima e ilimitada.
Libros, siempre libros. Lo que más nos importa es el mundo del que formamos parte y al que nunca amaremos bastante.
Los libros eran buenos aquellos tiempos que las personas inteligentes tenían poca materia de placeres y sentían el menester de añadir a las sórdidas miserias de su vida la miseria de otras vidas que imaginaban. Algunos autores fingen piedad de aquellos a quienes los historiadores llaman pobres hablando de su misérrima vida que nosotros imponemos, mas presto transforman el asunto y ven que el protagonista va a vivir felizmente a la isla de la Tranquilidad rodeado de los tormentos de otros después de una serie de dolores ficticios que se ocasiona e ilustrando con un lúgubre e incluso un análisis de sus sentimientos y aspiraciones mientras el mundo sigue su órbita y los hombres siguen gastando zapatos, cociendo pan, construyendo y haciendo muebles rodeados de inútiles animales.
El viejo y miserable mundo de placeres malsanos y de ilusiones que no son sino temores.
Para eludir complicaciones lo mejor era replicar lacónicamente y con términos generales e incluso inventar una mentira.
Las mejillas frescas y rubicundas como una manzana.
El amplio desarrollo de las antiguas novelas de género.
Ver las cosas desde su justo punto de vista.
Manifestar la opinión.
Rumiando la tragedia ocurrida.
La esclusa de Maple-Durham.
Utilizar solo las invenciones cómodas.
Los disidentes obstinados.
Tono dulce.
Poseemos los secretos de los oficios y el más excelso refinamiento marcha unido con la libertad de la fantasía y de la imaginación.
Tono insinuante.
Los tiempos que la hospitalidad se vendía y se compraba.
El sello de la vida intelectiva y turbulenta del siglo XIX.
Un pantano sin cualidad ninguna brillante desprovisto de bellezas merecedoras de cuidado, privado de la variedad que se deriva de las fases del tiempo, de las propiedades del suelo y de otras circunstancias.
Las murallas romanas de Cumberland.
El sitio donde habito se armoniza con mi existencia.
La avaricia de nuestros tiempos negaban un poco de espacio a un lindo árbol.
Querían proporcionarse un perpetuo dolor aquellos ridículos tipos de las extrañas novelas antiguas.
Los extraños desvanes donde los viejos tiempos los labradores y los pastores del feudo dormían en pequeños lechos formados con materiales inútiles y viles como flores secas, plumas de aves, cáscaras de huevo de estornino y análogas materias.
Los palomos hacían la rueda.
Un nervioso arrebato.
La vida de reposo con la actividad , de actividad con placer y de placer con actividad.
El regocijado jardín.
Una emoción sincera.
El colmo de la tranquilidad y la alegría con humor de fiesta.
El banquete de apertura de la recolección del heno.
Las ventanas del gracioso modelo adoptado el siglo XIV en el condado de Oxford.
Bajo la ventana de occidente pendían dos hoces cuyas hojas blancas y tersas brillaban con una guirnalda de flores.
(Noticias de ninguna pate)


ALEXIS TOLSTOI

Parque Kronkverski de Leningrado.
Tchervonetz. Moneda rusa.
(Los bandidos mundanos)


BERNARD SHAW

En general, es arriesgado tomar mis libros por su valor de aspecto suburbial.
Una nube de embustes.
Un ser humano no puede existir sin una regulación coordinada de su respiración y de su circulación sanguínea.
Dicho común. Donde no hay nada, el soberano pierde sus derechos.
El soberano constitucional. Un sello, una estampilla de caucho.
Una conversación atrayente e instructiva.
Parlor maid designa la doncella encargada de recibir en el gabinete, el despacho o el salón las visitas.
Lo eterno opuesto a los circunstancial.
La liberación de la ciencia del profesionalismo.
Cuyos libros de alcoba son libros azules.
Levantándose, para dar más expresión a sus palabras.
Tomar las cosas como son, en vez de leer libros.
Un hato de tontos sentimentales.
(El carro de las manzanas)


Joyce
Tenían mucho en común psíquicamente; como una cosa entendida dormían su sueño en la unica dulce madre oscilante como los rasuradores de Shaw.

A. Huxley
Bernard Shaw atendido por eunucos y solteronas.
Los personajes espantosamente adultos de la Matusalén de Bernard Shaw.

Green
Demoledoras paradojas de Shaw.


HENRY RIDER HAGGARD

Un curioso relámpago de inspiración brilló en sus ojos azules.
Arrendatarios de tierras de diferentes grados.
Largas capas negras emblemas de la muerte.
Celos amargos.
Negra envidia.
Hauberks o cotas de malla.
El solar, la sala privada del piso alto, el hogar.
Un mensajero comprometido con un juramento a hacer cosas específicas.
Miedo de un golpe que nadie era apto de prever.
Conversación abierta y familiar.
Trenchers, grandes rebanadas de pan.
Recoger briznas de información.
Dromon, un tipo de barco mercante del siglo VI.
Una actitud extrañamente indiferente.
Una rígida serpiente a punto de atacar.
Humilde actitud.
Silencio espeso.
La noche era tranquila y el silencio profundo gravitaba sobre él como un peso.
Larga hoz que siega el maíz.
Un espectáculo desconcertante.
Actitud amenazadora.
Una actitud llena de orgullo.
El emblema del crimen.
Sois viejos y la vida ya os pesa.
Loco de ira o de miedo.
El lucio come el pez que ha mordido el anzuelo.
El arranque del puente.
La honra ganada.
Veloces golondrinas.
Ajustar la cuenta.
Aterrador duelo.
Los Saltings de Essex con el viento del este soplando a lo largo y las primaveras floreciendo de la ribera y los senderos embarrados.
La extraña vida oriental llena de prohibiciones y de días sin objeto.
Llevó la mano al pecho como para tranquilizar su respiración.
Colmar de regalos.
El desierto pardo.
Con pesado sarcasmo.
Bravuconería de taberna.
Retorcer las manos angustiado.
La actitud de un borracho.
La espada ciega del destino.
La naturaleza pudo más que las conveniencias.
Pasar a través de la negrura que rodea al ser humano.
A su pecho fue penetrando un abismo de miedo y su frente se vio bañada con un sudor de angustia.
Dolor del ánimo.
Cesar la angustia.
Llevar el peso de la defensa de la ciudad.
Se derrumbó como un buey atronado.
Con las cabezas bajas y actitud humilde.
(La Hermandad)

Algo de verdad, un grano de oro de la veta de la fábula.
Perdura la naturaleza. Isis.
En silencio, en espera de un mensaje.
Impalpable velo de temos (temor).
Roja escoba de la destrucción.
Roeduras de los dientes del Tiempo.
Golpes del azar.
Perniciosos dedos del deterioro.
Lento fuego del Tiempo, el torturador.


Moore
Revistas como el "Longman" con una entrega de fascículos de Rider Haggard o el "Nineteenth Century" con el artículo "La rehabilitación del proxeneta de la sociedad moderna" de W. E. Gladstone.
Rider Haggard cuyas atrocidades literarias son más espantosas que sus relatos sobre masacres recibe la atención de destacados periódicos y escribe sobre el resurgimiento de la novela romántica.

Greene
Qué mundo extraño y desconocido yace bajo nuestros pies. Vivimos sobre una tierra cavernosa llena de cascadas y corrientes fluviales, donde las mareas suben y bajan como en el mundo de arriba. Aventuras de Allan Quatermain y su descripción del viaje por el río subterráneo hasta la ciudad de Milosis.

King
Los ídolos venerados por supersticiosas tribus africanas que aparecían con las novelas de H. Rider Haggard.
Un horno construido dentro de la boca de uno de los ídolos de los relatos de Rider Haggard.
Una tribu de las historias de Rider Haggard aplacando a la diosa cuya cólera habían excitado haciendo sacrificios a su imagen.

Sanders
Yo leía a H. Rider Haggard.


H. G. Wells

Hombres de ciencia. Poca distinción natural.
Metodistas exigentes.
Teoría del crecimiento. Los seres crecen con saltos, el progreso del crecimiento exige en la sangre la concurrencia de alguna sustancia.
Disposición de excitación mental.
Los sueños no han de ser examinados significativos o proféticos.
Materia de diversión.
Selección de la materia con la que pretendía demostrar sus teorías.
Extender la vista.
Nada destruye la fuerza de investigación como haberse engolfado en la vida de la ciencia experimental.
Confín del horizonte.
Marcha de la ciencia tortuosa y lenta.
Ilusión no satisfecha y afanes, alimento diario de la imaginación de los hombres de ciencia.
El sol todo lo desvela.
Explanar los procedimientos.
Antinatural y diabólico.
Línea del horizonte.
Razón terminante.
Indiscreciones del publico.
En Inglaterra, se hace rara vez lo que se debe hacer.
Curiosas y variadas meditaciones.
Renació la tranquilidad en los ánimos.
El ánimo publico, con su clásico instinto de selección.
El instinto humano se opone a cuanto significa perturbación.
Bullebulle, hablar sin ton ni son.
La inteligencia, corona de la educación; las buenas costumbres y rectitud, el trono.
Furia de los revoltosos.
Hidroterapia. Baños carbonatados, de creosota, receta galvanoforádica, masaje, baños de pino, de almidón, de radium, de luz, de calor, de salvado de agujas, de alquitrán. 
Factor del tiempo, generoso con los niños.
Empleo de una fuerza no producida por efecto de un propósito.
Y como el poder aumentaba, la voluntad gigante debía desarrollarse en un propósito y tender a un fin. Adquiría temporalmente un desarrollo fatal.
Dirección del tejido desarrollado en el telar del tiempo.
La perspectiva en conjunto permitía ver la cualidad especial inglesa de un maduro cultivo, con el aspecto de todo lo que está bien y tranquilo.
Libros que acusaran una época remotísima.
Casualidad fructífera, imprevisto, hechicería, que los débiles apellidan Destino.
Disculparse con humildad.
Límite de la intensidad confidencial.
Anónimo, en el que el autor debió haber respetado sus secretos de carácter.
Registros, acusaciones, delaciones.
Dos menesteres primordiales de la niñez. Algo que comer y con qué jugar.
Paseos higiénicos.
Misterio de transformación.
Martilleo titánico.
Manto de la indulgencia.
Es más sencillo odiar a seres animados que inanimados.
Agitación de la votación, que había empujado hasta el poder.
Agudas estratagemas de los camareros.
Calcular las dimensiones de los intereses humanos, menesteres fundamentales y maneras de vivir.
Alegre mensaje para los que sientan la carga de la seriedad de la vida. Llamada a la atención general.
Monopolizar la ley.
Organización de cosas establecida por el acompasado andar de los tiempos.
Continente de las personas que sólo reflexionan en cosas grandes.
Fase, tono y carácter de la entrevista.
Poderosa y limitada inteligencia.
Ser humano moralmente responsable de sus actos y a quien se pudieran dirigir reflexiones razonables.
Leyes físicas y leyes económicas, cantidades y rebotes.
Hay leyes humanas que la fuerza de la ilusión óptica no llegará a vencer, y si llegaran a ser dominadas, sería para volver a ejercer su influjo con más violencia.
Ola de invencible grandeza.
Prisión y cadena, símbolo de la vida.
(El alimento de los dioses)

Limitaciones de la vida, deseos, sueños y reservas, que nos facultan para nuestra notoriedad. Nos refugiamos en nuestro sentido del humor.
Investigación consciente, real, documentada.
Fucilar los relámpagos.
El miedo. Primera limitación. La primera y más persistente de las fuerzas gregarias, que nos mantienen en el rebaño, que nos hacen volver a las comodidades y a la futilidad. Instinto general, pero sin inteligencia.
Osos imposibles, que acechan bajo la cama y en las sombras de la noche.
La piel del ser humano es infinitamente más sensible que la completa región interna.
Barcazas azuladas del Támesis.
Dolor impersonal.
Vieja sensación visceral.
Hay en la desesperación alguna serenidad.
Examen de la extensión y uso actual del miedo. Teoría de su control y disciplina. Es un instinto que surge en la soledad y una muchedumbre puede manifestar un pánico general, pero no un verdadero miedo personal. Lo que no es prudencia es el vestigio de una característica infantil.
Blanda inmensidad de la noche hindú.
Como el cantar de un centinela, el cantar familiar de un chotacabras.
Árido avance de la ciencia física y de la organización material.
Aguda armonía incesante de los chotacabras.
Transcurso real del tiempo.
Bienestar adormecedor.
Disposición de ánimo en el que se reflexiona sin ideas. El ánimo es como un cielo sin estrellas, sereno y vacío.
Fantasías hors d´oeuvre.
Peso de la conversación.
Ojillos rufos.
La novela habitual es una historia de amor y da por sentadas las ideas. Anuncia un protagonista, pero presenta una heroína. Y al comenzar, las novelas se escribían para la lectura de las heroínas.
Expresión de furia transitoria.
Resurrección crónica.
Los sueños tienen algo de la sustancia de la realidad y las realidades algo de la magia de los sueños.
Londres. Jardines suburbanos, fábricas de Croydon, grupos de quintas de Ealing.
Vapores de pasajeros desde los prados de Hampton Court hasta las naves de Greenwech.
Yermo de la madrugada.
Una mina de yeso.
Ciencia, Filosofía o Política, justificaciones para la usurpación del ocio.
Libre de la ficción hereditaria.
Cuanto dependen los seres humanos de las manifestaciones.
Fuerte vapor austriaco.
Esfuerzo ocioso, en el sentido de ser una actividad de minorías, que se apoderan del poder y que tienen una resolución común ante la inercia, la indiferencia, la insubordinación y la hostilidad de la masa del género humano.
Las ideas son un resplandor, una buena apariencia del ánimo.
Sangre y fuego españoles.
Máscara de silencio.
Bocado de la conversación.
Consejos dualistas incomprensibles.
Caballeros juramentados.
Cedazo de una educación de acero pulida por la discusión.
Agudo y sutil cuchillo de un criminal.
Carácter mental.
Ojos demostrativamente redondos.
Celos. Preocupación instintiva por los atractivos y la dignidad del yo.
Prejuicios o divisiones.
Prejuicio. Incapacidad común de la mente humana, para entender que una diferencia, en algún respecto, no es una diferencia en todos los respectos, incapacidad reforzada y pervertida por una hostilidad instintiva a lo que se diferencia de nosotros. Prejuicio familiar, nativo, de raza, de guerra y capa social, profesional, sexual.
La destrucción de la división y el prejuicio es una actividad común de la caballería. Tarea que ha de realizarse recurriendo a la persuasión, demoliendo un dique que se oponga a la libertad de palabra y la difusión del saber.
Hay soberanos y tiranías debido a la falta de realeza de los hombres.
Manifiesta hostilidad.
Pretensión cabal.
Repudiación hindú de la brutalidad.
El ánimo de casta que secciona el gran mundo de la India en mil mundos pequeños y fútiles, apartados y recíprocamente hostiles.
Afasia casual.
Pedantería, logomaquia.
Altivo intelectualismo, superioridades y refinamientos sistematizados, marcas de casta y dignidades defensivas de la India.
China, gran cisterna prolífica y hedionda de abigarrada humanidad.
Desorden en germen de Moscú.
Implacable disciplina de Berlín, pueblo de imaginación inferior, vil y materialista.
Ideal de Confucio, la persona superior, el Hijo del Soberano. El Cielo de Confucio podía castigar y recompensar.
Agravar la ofensa ampliando la acusación.
Las organizaciones corrompen.
Corrugaciones de hierro.
(La investigación sublime)

Firme de carácter.
Actitud de reservada rebeldía.
Una franca y desinteresada conversación con humanos seres.
Hondas cavilaciones.
El fuego inextinguible de la venganza.
Ademanes que expresaban perplejidad.
Expresión de tranquila suficiencia.
La molestia de los saludos.
Aire de extremada familiaridad, que adoptan los tímidos cuando se disparan.
Reflexionó y cayó en la tentación de la réplica, que postra anonadado.
Expresión rara, mezcla de acusación y burla.
Es el ser humano el más inquieto y el menos satisfecho de los animales. Siempre hay en él algo que le hace falta con urgencia. Nunca sabe cuándo tiene todo lo que quería.
Es tal la afición exploradora, que más pide cuanto más le dan.
Un festón de telaraña.
El meollo de la diversión, la independencia.
La vida errante de bohemio de afición.
Ingeniosa conversación.
Puerta secreta de la imaginación.
Empezar a escribir algo de un libro, mientras guardaba frescas algunas impresiones.
Argumento inverosímil.
Un arrebato de cólera.
La sofocante impresión que producen algunas ciudades.
Facultades organizadoras.
Ruin expresión de astucia.
Característica vehemencia.
Un elemento misterioso venía a unirse a la manifiesta catástrofe.
Expresión candorosa.
Reflexionar con profunda satisfacción.
Tono de acusación.
Animada expresión.
Ocultó su disposición de ánimo bajo la capa de su coquetona ligereza, que estaba ya lindando en el atolondramiento.
Su ánimo permanecía ajeno al encanto de la conversación.
Se iría extendiendo la leyenda de que se entretenía en mortificar a personas eminentes y de gran influencia con estúpidos bromazos y esta mala reputación terminaría por ir destruyendo como un cáncer su porvenir profesional.
Fórmula estereotipada y fastidiosa.
Pesar escrupulosamente qué era mejor.
Animar la conversación.
Manifiesta envidia.
El consolador soliloquio que presta secreta fuerza y que preserva de la desesperación a innumerables vidas.
Honda y dolorosa meditación.
Una expresión de desaliento y casi de desesperación.
Expresión de intensa, pero reservada conmiseración.
La indecisión ha sido causa de la desgracia de no pocos hombres, mucho más que la maldad.
Afectar un aire descuidado como de quien, por pura casualidad y sin darle importancia, lee un anuncio.
Una idea altamente inoportuna.
Expresión vengativa.
Sus labios se redujeron en una mueca de orgullo digna de Cromwell.
Cautelosa actitud.
Desolada expresión.
Fósforos de azufre.
Saludables reflexiones.
Una pausa de una tensión nerviosa fatigosísima.
Una pausa en la conversación.
Haber dado un mal paso hacia la pendiente del crimen.
Lo novelesco está siempre en acecho con los sencillos de corazón. Ni la edad ni la costumbre pueden nada con sus infinitos recursos. De pronto, del fondo de las vulgares y amables diplomacias, de las más discretas pretensiones del ser humano de mundo, salta la imaginación como un cohete que, abandonando su tranquilo refugio, va a estallar en el cielo.
La firmeza del acero.
Ese sistema de atenuar buscando diminutivos, mata todo el sentido de las cosas.
Distinguido origen o baja extracción.
Con aspecto amenazador.
Quien divide sus propósitos esparce trozos de su vida, para que sean juguete de los vientos.
Profundas averiguaciones.
¿Qué nube había oscurecido su cerebro?
Se fue oscureciendo su rostro hasta adquirir una expresión amenazadora.
El mostrar en publico amabilidad y no ser siempre esclavo del buen aspecto, produce mucho mejor efecto y es infinitamente más prestigioso, que el encerrarse en los límites de una dignidad puntillosa.
(Un criado que promete)

Tejado flamenco.
Su actitud reflejó ese toque de investigador de la calle Harley.
Actitudes despreocupadas.
El Vestido del Tiempo, del que habla Carlyle.
Instinto para los titulares.
Personas inconscientes, que siempre están del lado del perdedor.
El periodismo reduce la imaginación a frases.
Un destello de satisfacción.
La expresión demacrada.
Actitud nerviosa.
Las deliberaciones flemáticas de los científicos habituales.
Ravachol, Vaillant, anarquistas, distinguidas personalidades.
Vehemente conversación.
La ilación del relato.
Amabilidad depositada.
Una sórdida historia.
Viejos usos de organización y estrategia.
Sueño de retorno.
Imaginaba que sus argumentos me habían persuadido.
La avalancha de reflexiones, que había provocado su demanda.
La política quimérica del áspero y convulso norte.
Un sueño de un carácter tal, que más tarde se recuerdan minucias que la memoria había olvidado.
Entregado a pesarosas reflexiones. 
Siniestras meditaciones.
Los avisos hacían temblar el aire y el cable del telégrafo.
Cúmulo de ingenios.
Tono de reflexión.
La violencia de los aficionados.
Una muestra de acusación.
Sentir el deseo de placer.
Una expresión de enojada osadía, de placer.
El distante y confuso runrún de las calles londinenses.
(El nuevo acelerador)

Pan nutritivo.
Goces anímicos y belleza de la naturaleza.
Vivir es evolucionar, lo opuesto a estancarse moralmente.
Delicadas peonías de los Alpes.
Brillo que da la riqueza. Tipos de judías.
Alegre cooperación del sol de junio.
Gesto de gigantesca travesura.
Viento suroeste inglés.
Ánimo de paciente progreso.
Llave de todo del mundo. La religión.
Vida de las constituciones bajo la férula de las cuales viviera.
Existen personas que llevan a la tumba su persuasión de que existe algo por encima de las injusticias y desórdenes de esta vida, de las bufonadas de la política, de la rigidez de las instituciones, de la presión que ejercen las costumbres y de las divagaciones de las leyes. Creen firmemente que ese algo significa la sabiduría; no pierden su ilusión con la humanidad. Sin embargo, para una parte de los hombres viene una disolución de esta garantía. Les ilumina la verdad un día. Detrás de lo que antes semejase algo lleno de garantías y deberes, se ve como un universo diferente y sin límites.
La sabiduría representa la nuestra o no reconocemos sabiduría; nuestra ha de ser la decisión o no ha de haberla.
El fardo está sobre los hombros de cada uno según su aptitud.
Nos han dado talento y no debemos enterrarlo.
Se ha hecho mucho para destruir las severas limitaciones del campo de la conversación que nos imponían durante el tiempo de la Reina Victoria.
Tópicos de la conversación.
La cuestión de los impuestos. Una discusión que tienda a indagar quiénes son realmente los que los pagan con sangre y músculos e involuntaria sumisión para que otros gocen de libertad y magnificencia.
Tenía momentos de escepticismo y cinismo mucho más profundos de lo que las limitaciones de una novela permiten a un novelista relatar.
Extensiva digresión.
Explicar con retóricas frases entrecortadas la causa asociada.
El voto significa autonomía.
Una idea de mucho savoir faire.
Una novela de Mrs. Humphry Ward.
Lluvia de reproches.
Sumisa inteligencia.
Argumentar con enfática generalización.
Peso de la carga de los adjetivos.
Extensa independencia.
Variado mosaico de apreciaciones.
Dinero, monopolio, poder, preeminencia.
La crítica y el autoexamen debilitan a los hombres pesimistas.
Sello del silencio.
Predilección plebeya por lo violento.
Sensación de alegre renacimiento que suele dar la liquidación de cuanto uno posee.
No existen límites para un novelista decidido a ser inglés, gótico y poco clásico.
La crítica desbordaba sus límites.
Novelas de Elizabeth Robins.
Imagen de la Propiedad entronada.
Matrimonio. Ratonera.
Rotos y prohibidos ensueños.
Momentáneos paroxismos de excitación.
Literatura entretenida, vigorosa, inspiradora, manifestadora, maravillosa, hermosa.
Literato. Tejido nervioso muy sensible, simplicidad para replicar a un estímulo, expresivo de manera irresponsable.
Hoteles. Fuertes Chabrols.
Cafés y mezquinos restaurantes del tiempo de Tittlebat Titmouse y Dick Swiveller.
Inteligencia y fecundidad se rechazan recíprocamente.
Novelas de Edwin Pirgh, Petit Pudge, Franch Swinnerton, George Gissing.
Acusaciones de impertinencias.
Drama particular.
El matrimonio es una autocracia.
La ley no reconoce nada de una reconciliación hecha de palabra.
Anticipaciones, pretensiones, resoluciones, sospechas, hipótesis, urgencias.
(La consorte de Sir Isaac Harman)


Joyce
Un acta de batahola wellsleyana.

Hemingway

H. G. Wells, "Mr. Britling ve claro".

S. Lewis

Sugerencias para transformar el mundo de las novelas de H. G. Wells.

Russell
El relato de H. G. Wells "The Country of the Blind" cuenta los esfuerzos de un ser humano de vista corriente, para persuadir a una población ciega de que posee un sentido del que carecen. Fracasa y al final decide sacarse los ojos para curar la desilusión. Tal puede ocurrir con la intuición ética, pero si la mayoría de los hombres están éticamente ciegos, el destino de aquellos que tienen visión ética es probablemente semejante al del vidente de Wells.

Savinio
Aquel personaje de Wells, que había perdido su peso específico y que, por temor a elevarse hacia el cielo como el globo de un niño, salía de casa llevando un equipaje lleno de guijarros.
Wells, "Breve Historia del Mundo".

A. Huxley
El esquema de la Historia según H. G. Wells.
La perfección contemporánea personificada con las figuras de H. G. Wells y Alfred Mond. A través de la radiante bruma de la profecía las siluetas de Wells y de Mond aumentando a cada repetición se desarrollaban con una espiral triunfante hasta el infinito utópico.

Gramsci
Sólo has leído la mitad de un cuento de Wells y ya quieres juzgar la realización entera de este escritor, el cual ha escrito decenas y decenas de cuentos, ensayos históricos, etc.
Los libros de Wells no me gustan demasiado. Como escritor de ficción me da la impresión de ser demasiado mecánico; como historiador le falta la disciplina intelectual, la organización y el hábito del método (aunque pretende ensanchar el horizonte histórico habitual).

Wilson
Edward Ponderevo, personaje de la novela "Tono-Bungay".

Priestley
H. G. Wells trajo a colación el sexo con "Ann Veronica".

Rostand
La biología nos invita a realizar anticipaciones, al lado de las cuales las de Wells pecan de timidez.

King
Las máquinas de la muerte de Wells de "La guerra de los mundos". Los rayos de la muerte de los marcianos incendiando Londres.

Miller
H. G. Wells, "The outline of history".

Schwarnitz
"La máquina del tiempo" (1895). El viaje a través del tiempo conduce a un país cuyas gentes pertenecen a dos grupos. Los eloi (élites), decadentes y ociosos, y los morlocks (profesionales), seres malvados, que por la noche salen de sus agujeros y devoran eloi.

Hitchens
El doctor Moreau corrompiendo los desarrollos de la clonación y creando un ser híbrido.


LOUIS COUPERUS

Mantener la dignidad de una antigua princesa.
Comenzó a desatarse el caos.
El caos llegó a su punto álgido.
No debería permitirse llevar por esas transformaciones de humor. Con un poco de energía puedes superar ese nerviosismo.
Definitivamente no estaba con ganas de conversar.
Un aire jovial antagónico a la rigidez amanerada.
Un círculo atraído con el humor de sus anécdotas.
Una apariencia desvergonzada.
La opinión fue sopesada y considerada, disputada y aplaudida.
El gas ardía tenuemente como una llama de ventilador atenuada.
El dulce aroma de las violetas de Parma.
Apoyó la cabeza en el hombro de su hermana con un deseo incontrolable de ternura.
Tenía la sensación inconsciente de ser expulsada lo cual le semejó vago y desagradable.
No encontró tema, ningun agravio de sus reflexiones vacías y soñadoras.
Quejándose con frases inconexas nerviosamente irritada tras una noche de ensoñación solitaria en una habitación recalentada, la vida sin rumbo que arrastraba como una carga pesada.
El arrebato la había desequilibrado.
Contener un grito.
Lo histórico, lo fantástico.
Con un sentido práctico de la verdad desdeñaba la glorificación.
Germinar dos vidas emocionales cuyos lados cuanto maduraba su juventud se desvió segun las exigencias de dos temperamentos distintos.
De constitución letárgica y linfática sentía el menester de un tierno apoyo y un calor suave y nutritivo.
La existencia psíquica.
Los personajes de las novelas de Ouida.
La actitud familiar y despreocupada.
Un toque de falso ingenio.
Desear suerte de una manera sencilla y amigable.
Frases densas y pegajosas.
La exuberante y radiante fantasmagoría de Ouida sobre una vida idealizada brillante y radiante como un caleidoscopio reluciente con su resplandor de color y la luz del sol italiano. Los dones de los armados protagonistas, las bellezas inmaculadas de las heroínas diabólicas y celestiales adquirían un irresistible atractivo de seductora falsedad. Los viejos castillos ingleses donde los condes y las duquesas con cortés etiqueta se amaban elegantemente y se daban citas a la luz de la luna en un parque centenario como con un efecto de luz eléctrica con los tenues árboles azulverdosos de los telones teatrales.
La nieve caía con un silencio mullido.
Sus labios cortos y carnosos fruncidos con rabia.
Consolidarse como abogado.
Se encogió de hombros con desdén.
Una existencia tranquila y monótona.
Una personalidad desagradable.
Un carácter firme y robusto.
El peso de la estupefaciente soledad.
Sintió una piedad indescriptible e irracional por la niña sencilla e inconscientemente entrañable abrazándola con un gesto brusco y juguetón.
Agobiada con las tristezas domésticas.
Baboe. Niñera.
Kabaias. Compatriotas.
Con la proximidad sentía como una vaga simpatía de su extravío por él.
Un frenesí de placer y mundanidad.
Recitaba sus frases de manera rápida e imprecisa con una vivacidad francesa.
La perspectiva se transformó con la edad y las circunstancias.
La innata reticencia.
Al borde de las lágrimas tras la conversación infructuosa.
Un escalofrío de descontento.
Se encogió de hombros con impaciencia y permaneció silencioso.
Una expresión cansada.
Demostrar energía.
Un repentino y furioso ataque de furia.
Disfrutando de su dolce far niente.
Una pedagogía razonablemente estricta.
Se encogió de hombros con un suspiro resignado.
El vago deseo de contar con él como un apoyo incondicional.
Una actitud infantil.
La imaginación onírica.
Una expresión ansiosa.
Una estrechez de miras opresiva, una frugalidad asfixiante.
Fantasías idealistas.
Los recuerdos estaban dispersos como hojas marchitas.
La vida al aire libre sin preocupaciones materiales.
Insatisfecho con la vaguedad y la discreción del profesor.
Los médicos eran charlatanes.
Se fue sin un suspiro.
Le costaba superar el desaliento bajo el que se sentía hundirse como en un abismo, la apatía que la envolvía como con brazos de terciopelo.
Se hundía bajo la suavidad de su cansancio.
Se incorporó con un suspiro.
Una expresión solemne.
Un lío de tareas administrativas.
Expresiones de gratitud.
Se arremolinaba como un caleidoscopio desordenado.
Lánguida indiferencia.
Sumergirse bajo una vorágine de transformaciones.
La fiebre de la variedad lo había llevado a una insatisfacción con el presente.
Un mar de recuerdos.
Un tono diferente.
Exudar un venenoso atractivo seductor.
El paria de la familia.
El aire somnoliento de La Haya.
Olvidas tus deberes como anfitrión con tu filosofía.
Envidiaba a los otros esa vegetación física y moral que recientemente había despreciado.
La buena y robusta salud solo ligeramente debilitada con un arte menor.
Un aluvión de visitas.
Cultivaba el amor como una planta querida.
Quería compartir la riqueza de amor que creía poseer y que no podía desvelar a quienes la merecían.
Secamente con un tono ligero y despreocupado.
Una idea la asaltó como un zarcillo sin podar de su vívida imaginación floreciendo sobre su pasión.
Se sintió valiente al desafiar la convencional decencia.
Una gracia vibrante reemplazó su lánguida elegancia.
Un toque de travesura y picardía.
Perder el buen humor.
Una introducción, un pretexto para ir al grano.
Forzada ligereza.
Una sorpresa no puede durar siempre.
Prefiere ser agradable a ser terca.
Un caprichoso aleteo de la imaginación.
Reflexiones supersticiosas.
Un humor hostil.
Una actitud expectante.
Un abismo de tristeza.
Preveía una burla y no estaba de humor para tolerarla.
Avergonzada con su actitud.
Front d´airain. Imprudencia descarada.
Absorta con cuentas y cuadernos como una colección de animales ocupados a sus espaldas.
Incómodo silencio.
Un tono frío como el hielo.
Una actitud ingenua.
Abrumar con numerosas quejas domésticas.
Bouderie. Disgusto.
El hilo de la fantasía.
La rutina con la que estamos conscientemente atrapados.
Para ser independiente, para que nada moleste hay que poseer más fuerza moral de la que con nuestra condición superdecadente solemos atrevernos a tener -replicó deleitándose con el matiz filosófico epicureo que coloreaba ligeramente su conversación.
El rico ve su ideal realizado sin que nadie lo acuse de nada más que de excentricidad.
Brillaba de picardía y de arrogancia.
Lánguida elegancia.
El encanto enlazado lentamente como la mirada de una serpiente.
Involucrar con la conversación.
Divagaciones agradables y placenteras.
Una charla relajada.
Se encogió de hombros con impaciencia.
Cortó el nudo preguntando sin rodeos.
Algunas ocasiones las palabras semejan valer oro.
Había construido el palacio mágico de sus expectativas sobre la arena.
Vivía solo de viento.
El tono breve y decidido de las palabras.
Preocupado con la nube amenazante.
Majestuosa como una reina ofendida.
El peso de una terrible decepción.
Una segunda existencia imaginaria y fantástica; una novela de improbabilidad y romanticismo.
Alcanzar fama y lujo.
La tormenta de decepción.
Ahogada bajo un océano de sufrimiento.
Una indiferencia principesca.
Su mente impotente y amateur era un caos del que rara vez surgía la creación.
Una expresión traviesa.
Consejos no solicitados.
El velo de la intimidad.
Un matrimonio racional.
La ruina de sus fantasías destrozadas.
Incapaz de escapar a la convulsión de su destino.
Una gracia inconsciente.
Sus reflexiones al borde del desmayo se balanceaban en las dos direcciones.
Madame Lenormand (1772-1843) adivina profesional francesa ingeniosa cartomante.
Un velo de seriedad.
La tentación de las circunstancias.
Permitió escapar el aire contenido de un suspiro tembloroso.
Entregándose a sus emociones.
Un tono reprimido y amargo.
Un gesto amistoso de negación.
Llevando el dedo índice a la boca saboreando el misterio.
Un velo de elegante seriedad.
Del mar surgía un murmullo casi imperceptible como de una concha infinitamente grande.
Un tono de broma.
El sutil velo de dulce galantería.
Una solicitud de dinero.
Un tono aparentemente desenfadado.
Con una vaga premonición había anticipado un arrebato.
Acostumbrada a un ambiente cómodo muy práctica y frugal.
Distracción y encanto diplomático.
Una sombra de vacilación.
Hablar con tono contenido.
Campos rubios de avena y lino.
Un valiente caballero aniquilando los monstruos que rodeaban a la tímida doncella.
El aroma del musgo y las violetas latentes.
Arrancar una tontería fuerte de la mente como nenufares.
No deberías buscar nada detrás de mis palabras excepto lo que digo.
Un éxtasis casi infantil.
Enfatizando el artículo definido.
Los castillos ingleses de Ouida llenos de duques y príncipes.
Una expresión pedante.
Un fantasma loco.
Las advertencias lo habían puesto de mal humor.
Un horizonte radiante y dorado.
Gestos apagados.
Una idiosincrasia debilitadora.
La consecuencia de la voluntad de cientos de miles de coincidencias preexistentes.
Una charla intrascendente.
Abrumar una pasión.
Hundido inconscientemente bajo un reposo monótono.
Absorto con una extraña visión llena de aromas peculiares y tonos pálidos como un caleidoscopio de color y perfume.
La rabia ante fuerzas invisibles.
Una danza de visiones coloridas se arremolinaba en su mente.
Se alegraba de poder irse para no tener que presenciar el golpe.
Una ligereza vertiginosa le invadió la cabeza y de no haberse sentado se habría tambaleado al respirar una oleada de oxígeno.
Estaba prácticamente desbordada de una piedad insondable.
Temblando de rabia.
Las palabras en francés caían de sus labios agudas y penetrantes como agujas altivas y orgullosas.
Lanzar rabiosas reprimendas.
Predestinado con una cadena de otras inevitabilidades conectadas.
¿Qué era la vida? ¿Qué era un ser humano entonces? ¿Un juguete sin mente zarandeado por el destino?
Algo comenzó a hervir en la habitual bondad somnolienta.
Un tono decisivo.
Un sollozo inaudible.
Un estilo apasionado y recargado.
Un miedo frío fluyó como agua helada sobre la piel.
Una reflexión confusa de algo terrible de fuego, de crimen.
Una expresión apagada.
Un miedo vago.
Una expresión de derrota.
Un gesto desesperado.
Rabia silenciosa.
Una expresión de consternación.
Un tono ausente.
Una gran inconmensurable desesperación.
Una expresión vacía de su pálido rostro o irritable y gritona.
Comentarios sarcásticos como pinchazos.
El arrebato de su irritabilidad.
Comentarios vulgares y sarcásticos.
Un ataque repentino rompió la alegre cordialidad como si fuera un frío glacial.
Las reglas convencionales de la decencia.
Conversaciones filosóficas e idiotas.
Las alusiones la enloquecieron de rabia impotente.
Gritó con la agonía de una tigresa herida.
La tormenta la asolaba a la espalda como un vampiro gigantesco con garras anchas y desgarradoras.
La oscuridad como un tul negro la envolvía como un velo de pavor.
Los gritos de angustia de la naturaleza.
Rescatada de los poderes demoníacos de la oscuridad.
La tormenta seguía rugiendo furiosa como un monstruo herido sobre la ciudad oscura.
Acusarse de ingratitud.
Estridentes ataques de tos.
Una princesa lánguida.
Una nube de tristeza.
Los niños tras una novela de vicisitudes, padres malvados, hermanas nobles y tías al fin se habían encontrado.
Sufrir extraños arrebatos de nervios.
Agradecer de no robar el pan a nadie.
Una forma infantil y sin tacto de soltar las cosas.
Ideas sobrias sobre un mundo que solo conoce de alguna mala novela.
Un toque de cordialidad hogareña.
Ruborizada como el fuego.
Fingiendo una ofensa.
Eclipsando en audacia.
Elogios refinados como dulces fondant.
Gestos fugaces.
Abrumar el desaliento de la falta de aptitud creativa.
"Tries and Sourires" de Gustave Droz.
Presa de un ataque de alegría insaciable.
Las fiestas de la vendimia terriblemente dulces y champañesas como un episodio de una novela de Georges Sand. "La Petite Fadette".
Una expresión seria.
Quién querría un huésped triste.
Pretendiendo disimular su vergüenza.
La visión vaga y soñolienta de un niño retrasado.
Las unía un vínculo convencional que respetaban por la opinión publica pero que no implicaba amor.
Un tono amenazante.
Comentó prosaicamente que tenía hambre.
La expresión agria.
El aire del atardecer semejaba una promesa de amor enviando frescas alas de viento sobre sus cabezas.
El tacto diplomático de sus conversaciones sobre la comida y las tareas.
Adulaba la vanidad pidiéndole consejos y escuchando sus divagaciones.
Saludar con un gesto de sorpresa.
Conversar amenamente.
Una tuberculosis que se había simplificado excesivamente tras una breve recuperación.
Las estrellas florecían una a una en el cielo azul descolorido como margaritas brillantes.
Vagas imágenes de sueños, vaga ternura.
Su disposición de ánimo descontento.
La aventura económica.
Una oleada de adrenalina.
Una oración de Carmen Sylva (1843-1916) novelista reina consorte de Rumania.
Aquí y allá amarillenta y aterciopelada con el musgo rampante relucía una estatua mutilada sobre un pedestal, una Flora o una Pomona.
Un gesto acariciador.
Se escondía tras una presunta insensibilidad.
Gestos remilgados.
Egoísta, voluble, vanidoso.
Una oleada de ternura casi irresistible.
Distinguir la seriedad de las bromas.
Odiaba la filantropía tras la cual se escondían la envidia y los celos.
Los motivos ocultos.
Despertar a la emoción, a la vida.
Una ensoñación desesperanzada.
Los ataques de ira eran como demonios que la arrastraban sin voluntad.
Escribió una carta con la que se desahogó profundamente como con su anterior reserva nunca se habría atrevido a hacer.
El amor es una coincidencia y uno puede amar cien ocasiones a lo largo de su vida.
El sello de la emancipación.
Un sabor exótico.
Un elemento familiar de distinción.
Visitantes frecuentes.
El éxtasis suave y oscilante de la morfina. Oleadas de aire azul la mecían como olas.
Un orgullo que sin rastro de presunción denotaba fuerza y firmeza de voluntad.
Irradiaba una verdad tranquila y saludable.
Hipocresía y depravación monstruosa.
Energía, empuje y una amplia perspectiva sobre muchas cosas.
Un gesto indeterminado.
Conversaciones filosóficas y nebulosas cuyos temas eran como espirales de humo desenredándose y extendiéndose errática y aleatoriamente.
No había tenido la fuerza de esconderse tras su reserva.
Aplastar con silencioso desprecio.
Amistad, devoción, verdad.
Su tono era afilado como una aguja.
Un gesto de impaciencia.
Temblando de rabia.
Un sollozo nervioso la estremeció.
Qué era la vida sino una gran tristeza.
Un aluvión de protestas.
La escuchó referirse a lo que solo había aparecido en el contorno más vago de su mente.
Resolvió poner una reserva a sus réplicas pero su compañía fue muy agradable y no pudo lograrlo.
Recordar con nostalgia o con indiferencia.
Qué decir; las palabras no podían hacer nada. Sintió que palidecía pero no se notaba con el crepusculo de la tarde.
Un tono relajado.
Sano como un pez.
Reconfortado con el desbordante amor fraternal.
Las conversaciones le ofrecían pequeños y dulces oasis del pasado.
Estaba demasiado cansada para analizar la disposición de ánimo anterior.
Temblando de consternación.
El dinero importa. Aprender a administrar el propio dinero.
Los historiales financieros.
Sus pasos semejaban alados.
Una conversación neutral.
Un gesto de desaliento y resignación.
Se encogió de hombros con expresión triste.
Impotencia moral.
Un sueño sofocante finalmente descendió como un manto de plomo.
Ultimamente no podía reflexionar como si se le hubiera impuesto un límite infranqueable.
Un sueño pesado y artificial.
Una expresión preocupada.
Un tono de gran satisfacción.
La muerte terriblemente vasta, negra, vacía, indescriptible.
El veneno la volvería azul y verde.
Con una expresión de sonámbulo.
Exhaló un suspiro de desaliento.
Un tono adulador.
La resolución de ser más sabia se transformó como una rueda que giraba en su mente.
Atraída con la perspectiva de descansar.
El tiempo cruel y reconfortante a la vez había curado una herida pero que pronto se transformaría como una cicatriz.
(Eline Vere)


HENRI BARBUSSE

El encaje negro de los abetos y el encaje blanco de las nieves.
La conmoción de los elementos.
La costumbre de reforzar la expresión de la reflexión, utilizando dos sinónimos,
La tez corroída químicamente por las miasmas de las grandes ciudades.
De golpe y porrazo, su furor se transforma en satisfacción.
Comportarse con corrección y compostura extranjera.
La tierra, ese campo de muerte, se une indisolublemente con el campo de tristeza del cielo.
La conversación se reanima en vivas llamaradas, atizada por la evocación de la época de abundancia.
La sensatez y la experiencia adquirida derrotan las fantasías y libran a uno de los sueños.
Un estremecimiento de angustia.
Un soplo de libertad.
Los pinreles (pies) erguidos como ramos de violetas.
Al límite de sus fuerzas.
Rincones del horizonte.
La cúpula infinita de la noche.
Círculos concéntricos de oscuridad.
La fiebre tumultuosa de la noche.
Las casas gradualmente se van hundiendo en la bruma informe, bajo la sábana de su misterio.
La pálida lepra del polvo.
Expresión seria, soñadora, preocupada.
La energía de la desesperación.
Expresión impávida, anquilosada, acartonada.
Expresión odiosa.
La explotación de las miserias publicas.
Ronca un aeroplano.
En la claridad despiadada de la eterna primavera, semeja al pobre cíclope, que deambulaba por las riberas de Sicilia, burlado y domado por la fuerza luminosa de una niña, como un juguete monstruoso, al comienzo de los tiempos.
Flaco como la pata de una liebre.
El pasado de sufrimientos y el futuro terrible.
Un bancal de coles sentadas en fila en el suelo.
El grillo, a pesar de las fábulas, canta sin modestia y llena con un solo cri-cri todo el espacio.
Una urraca, mitad blanca, mitad negra, semeja un pedazo de periódico casi quemado.
Expresión ausente.
La batahola metálica y retumbante de los colosos cúbicos, que ajustaban sus muñones de acero.
Largo armazón vertebrado del convoy.
Los timbres estridentes del telégrafo y del teléfono.
Ciudad desnuda, tenebrosa y aplastada.
Camuflaje, rayas de amarillo, marrón y verde.
Impasible erudito.
El fulgor rojo del horizonte.
Bicot, término peyorativo para los norteafricanos.
La muselina de lluvia y de oscuridad.
Expresión furibunda.
Amenazar, rechazar una ingente marea de fantasmas.
Tragar la masa desordenada y asfixiante de los recuerdos.
Caían como una cascada las reservas de agua del espacio.
Empanada mental.
Desovillar las impresiones.
Una nube de palabras.
Una brisa dulce como palabras.
Baga ociosidad.
Beneficiarse de las circunstancias atenuantes.
Encendidos e irritados en grado sumo.
Un orgullo que cien hazañas justifican.
Ver demasiado en el fondo del pasado, para ver el futuro con precisión espantosa.
Ojos de azul horizonte.
Con expresión estupefacta, como si saliera de un sueño.
Horizonte nebuloso.
Expresión burlona.
Cargado con un montón de reflexiones, que se agolpaban en su cabeza.
Una transformación se operaba en el cielo y la tierra. La niebla no era ya más que un sueño. Las distancias se desvelaban. La llanura, hasta entonces estrecha, lúgubre, gris, se ensanchaba, expulsaba las sombras y se pintaba de colores. La claridad la iba cubriendo de este a oeste, como dos alas.
Encontrar una idea donde apoyar las ilusiones.
Un tren botijo. Iba a paso de carreta.
Tempestad de agua y viento.
Los postes telegráficos calvos.
Expresión rara, incómoda.
Un gesto de soberbia indiferencia.
Abismo de reflexiones.
Vaga expresión.
Inciertas poblaciones diezmadas, que emigran de un país del norte hacia otro país del norte.
Círculo fantástico de bruma y negrura.
Crescendo incesante del furor general.
Solo, como un náufrago en un mundo devastado por un cataclismo.
Fatigar la vista en la inmovilidad de las cosas.
El alba que viene una vez más a lavar el infierno terrestre.
Las manos encogidas de haberse aferrado al vacío.
El jugo de la muerte golpea al azar en plena carne.
El progreso llega como una fatalidad.
Carga de la fatiga.
Extender el brazo con un gesto indicador, al estilo de poste de telégrafos.
Triste lluvia infinita.
Desentrañar el misterio del colosal enigma.
Cara del diablo, brillante y lúgubre.
Color verde vivo, a causa del ácido pícrico liberado por la explosión, que le ha sacudido los sesos.
La noche de descanso y caricias.
El crepúsculo empieza a dorarse con los faroles; en las ciudades, la noche se adorna con joyas.
La división neta, irrevocable que, entre las muchedumbres de un país, hay entre los que se aprovechan y los que sufren, a los que se ha pedido que lo sacrifiquen todo, que llevan sus fuerzas, su martirio y su nombre hasta el limite, y sobre los que los demás caminan, avanzan, sonríen y logran sus éxitos.
La lentitud distraída de la costumbre.
Expresión vacía.
Un claro de luna fabricado a cañonazos.
La llegada del día. El increíble renacimiento de la luz.
El pelo del cráneo sumergido se mantiene vertical en el agua, como hierbas acuáticas.
Las andanadas transversales de las balas y los obuses se cruzaron rabiosamente por encima de la tierra, de un horizonte a otro.
La guerra es inimaginable, inconmensurable en el tiempo y el espacio.
Racimo de víctimas del suplicio.
Arraigar en el suelo una semilla.
Pretender vislumbrar las puertas del cielo.
Los adversarios eternos salen de la oscuridad del pasado y se presentan en la oscuridad tempestuosa del presente.
Las crestas de la tormenta del cielo, que viste el mundo de luto.
Los cuatro rincones del horizonte.
Desierto polar de horizontes brumosos.
(El fuego)

Las ventajas materiales y morales.
El contacto humano desgasta las cosas con una lentitud desalentadora.
Las cosas también se empañan.
La nada positiva de cada día.
Breve con aire de reserva (aunque hay momentos que me permito llevar).
Las discusiones filosóficas eran totalmente inutiles. No se puede demostrar ni verificar nada.
La visión con la que penetro en mí como en una tumba.
Un silencio que suave pero garantizado sofoca y destruye.
El instinto de robo.
Mi ataque de emoción había terminado. Mucho mejor. Recuperé el equilibrio gracias a un esfuerzo de voluntad.
El director del banco, la divinidad de mi vida material.
Es extraordinario, un toque de divinidad estar realmente solo. La perfecta inocencia, la pureza de la soledad.
El gesto sublime y sobrecogedor de besar una carta.
La importancia del valor de la manifestación momentánea de su existencia.
Vagos ojos azules. ¿Qué podría hacer ante ese tipo de zafiro?
El shock de la idea de la muerte.
Noche total. Sombras espesas como terciopelo.
La soledad prohibida.
Todo retrocede con sombra, misterio, verdad.
Las orillas del río eterno de los siglos.
Labios como si sus bocas fueran pájaros.
Había llegado la hora de las decisiones hermosas y problemáticas; de las decisiones prohibidas. Cuando buscaban ser todo el uno para el otro.
Unidos con un vínculo invisible y sublime.
La gentileza casi tristeza extrañamente armonizando con el descarriado perdido.
Un tono de fantasmas del pasado.
He robado pero tengo una verdad reservada.
La sala guardaba su secreto como quien reflexiona.
Qué entrada. Qué irrupción de anatema.
Un tono ansioso.
La tumba donde habita el Más Allá.
El amor se había transformado como ídolo, como una cosa. Estaba blasfemando, invocando.
Esas personas amables que reflexionan demasiado y hacen el mal.
El velo cayó de mis ojos y la realidad quedó desnuda ante mí.
El encanto de su entonación, su lírica selección de palabras.
El estupido camino angosto por el que iba.
Entonces ese es el final de todo si debo contentarme con lo que tengo.
De las cosas sombrías la monotonía del mundo es más oscura, lugubre. Comparada con la noche es día.
Las complicaciones añaden variedad a la vida.
Afinidades sublimes, atracciones magníficas.
Un gesto de piadosa protesta vehemente.
Aturdido con la emoción.
Esa primera noche tu cara era las olas del mar, soledad total.
Leve y patética preocupación.
El estímulo de recordar sus emociones.
Un sobresalto de éxtasis.
Murmuró como una caricia espinosa.
Un lamento triste, la primera señal de una caída tremenda.
Había una sugerencia de inquietud, casi de disgusto en su expresión.
Vi un vago resto de crepusculo alejarse como un barco de gloria.
La agonía, la alegría se transformó como saciedad y la unión se disuelve.
Habiendo aprendido que la verdad viva es más triste y sublime que yo.
Lo deduje de lo que habían dicho. ¿Pero realmente sabía lo que habían dicho?
Salí atraído de la humanidad.
Si el amor me turbó fue con una gran reflexión y no con un mero instinto.
Ay de los que sueñan con lo que no poseen. Tienen demasiada razón y por tanto están fuera de la naturaleza.
Los secretos vivientes humanos. Estaba destinado a sufrir la infinita miseria que leí en los demás.
Paso a paso seguí la pista del infinito.
Pasaron las largas horas y al anochecer me agotó mi ilusión infatigable.
Una contundente elegancia de su personalidad.
La barrera infranqueable del amor.
No amar es peor que odiar porque la muerte es peor que el sufrimiento.
Los engranajes de la indiferencia.
El sufrimiento de esas innumerables personas que lo sufren todo.
Caen los velos. Se desmoronan las complejidades y aparece la sencillez.
Enterrar semejanzas tras la oscura noche del exterior.
Comiendo uvas con delicadeza y actitud estudiada.
Lo artificiales que son las palabras y los signos.
Buscar el refugio de las sombras fatales.
Eliminado como paja.
Con el velo crepuscular que los envolvía vi su cabeza hacer el gesto innecesario de negación.
Acostumbrado a esos tristes monólogos pronunciados con igual tono, tremendas invocaciones a lo imposible.
Las ideas y el temperamento.
Invadir la impresión de que las acciones son vanas y pasan como fantasmas.
Una impresión de verdad sombría, de aridez, de nada creciente.
Las primeras canas, qué golpe. Borrar el color de tu cabello te da la sensación de estar cubierto con tu sudario, de huesos secos y lápidas.
Funebre verdad.
Un gesto cansado.
Diversión, engaño. No altera ni una partícula la verdad.
Asumió un tono positivo y tranquilo que daba la impresión que abandonaba el tema.
Tuve una vaga intuición de que sabría qué replicar pero no había formulado cómo decirlo.
Somos pobres criaturas, una existencia breve.
Una imposibilidad como un niño llora por una estrella.
Un gesto de infinito cansancio.
Con un esfuerzo manifiesto, inseguro tanteando el camino.
Naufragó en el fondo de la desesperación.
Vemos pasar las cosas pero aguantamos.
Se encogió de hombros con aire de negación.
Abandonar el caso vivo de su destino por la ficción de su imaginación.
El tenaz menester de oír algo.
Preguntar con dignidad infantil.
No entró en la conversación tal vez por su condición más humilde o porque sus reflexiones estaban puestas con el acontecimiento que estaba por ocurrir.
Una alarma discretamente velada.
Descansaba inquieto como un preso fugitivo.
El misterio violeta del bosque.
La humedad y la monotonía de un día londinense.
Por qué algunos recuerdos son imperecederos.
Ayudar o compartir la embriaguez de revivir los recuerdos.
El día iba decayendo.
El círculo del pasado.
Un gesto de resignación.
Inexorable, inmóvil el pasado está dotado de los atributos de la divinidad de ser rezada.
Había una gran dulzura de su actitud que con cada pequeño detalle demostraba que sabía su amor.
Un futuro vago.
El tono de la riqueza.
Repasaba su existencia como un soberano terrible.
El habitual gesto amplio.
Una actitud afable.
El médico salió llevando a la ligera el peso de la miseria y de los recuerdos crueles.
Guardar silencio como niños culpables.
Replicar filosóficamente.
El sarcoma se forma como el embrión humano. El germen actua sobre la célula como ha enseñado Lancereaux de idéntica manera que un espermatozoide. Es un microorganismo que penetra el tejido, lo selecciona, lo impregna, lo hace vibrar, le da otra vida. Pero el agente excitante de esta actividad intracelular en lugar de ser el germen comun de la vida es un parásito. El tejido canceroso nunca alcanza su pleno desarrollo. Sigue sin llegar nunca a un límite. El cáncer es infinito en nuestro organismo.
El prejuicio del pasado nos impide hacer las cosas de manera diferente segun la razón y la moral.
El ánimo de la costumbre infecta a la humanidad y sus dos espantosas manifestaciones son herencia del pasado y de la patria.
Atacar la opresión y la guerra.
Un arrebato de sinceridad.
Vanidad, ánimo de predominio, codicia, odio, envidia.
Sucumbir a la evidencia.
Con valiente proximidad al inmenso grito.
Un silencio ideal.
Un velo de sangre.
Un argumento decisivo.
El suave crujido del viento en un jardín frondoso.
El torrente de reflexiones.
La mancha borrada con la verdad.
Una ola de rebelión.
Las cosas que esperamos son las cosas que no sabemos.
El cura. El comando claro y elemental.
Sílabas vagas.
Su dulce silenciosa atención.
La debilidad no evita el sufrimiento excepto ante los ojos de los demás.
Con el crepusculo había visto los ojos trémulos de seres profundos como pozos.
Las verdades tomadas conjuntamente forman una sola verdad.
El ojo del destino.
Los movimientos instintivos, las expresiones libres.
El de profundis, el esfuerzo para no perecer, la caída del deseo con su grito altísimo.
Retazos de conversación.
Eran casi indistinguibles el uno del otro tensos en el silencio creativo del beso un solo y oscuro hilo de carne.
El terrible hechizo de la memoria y de la mente.
El balanceo de la cuna como un susurro de alas.
Las cosas que aporta el amor a una unión: exclusividad, intimidad y sencillez.
Salí a la calle como un exiliado yo que soy un ser comun semejante a todos los demás.
Una actitud ociosa.
Un suntuoso nicho violeta.
El codo sobrecargado con la pesada artificialidad del lujo.
Una expresión triste de desconcierto.
Una caricatura temblorosa superficial.
Otro mundo donde todo lo que vemos es verdad y todo lo que decimos inolvidable.
No te atrevas a llamar las cosas por su nombre.
Pase lo que pase cualesquiera que sean las tragedias que pueda reservar para mí el futuro mi mente no será más grave ni más importante cuando habré vivido mi vida con todo su peso.
(El infierno)


Ball
Barbusse, "L´Aube". Es un tormento reconducir el sentido folletinesco frecuentemente desgarrado de este libro sobrevalorado a una forma con un estilo más sólido. Las partes dialécticas son especialmente flojas. Termina apabullándote físicamente con sus espantosos detalles.

Lukács
Barbusse tomó la fuerza para la reproducción sintética de la realidad porque la amalgama social se daba con mayor grado.

Vilar
La literatura que inflamó mi juventud, aquella de Henri Barbusse y de E. Maria Remarque, la protesta humana frente a la guerra y la propaganda que la alimenta.


DENTON WELCH

Azul de Reckitt. Producto químico para blanquear las coladas equivalente al azulete.
Silueta curva de la Butter Cross. Monumento medieval, una gran cruz de piedra.
Ennoblecerla. Veinticinco libras valía la insignia que requería la ceremonia. Querían hacerla Dama, miembro de la Fraternidad del Poderío Británico, el equivalente femenino al título de Caballero.
Arquitectura normanda. Catedral de Winchester, Abadía de Romsey.
Cara aplanada de plácida esfinge.
Lejana visión de esfinge.
Chatsworth. Castillo de los Duques de Devonshire.
Beagles. Raza de perros cazadores.
Loción Yeyes. Yeyes Fluid. Poderoso antiséptico y desinfectante inventado por John Yeyes el siglo XVII. Se sigue fabricando y vendiendo.
Consejo profundo y sentido.
La estación Victoria semejaba un acuario oscuro y nublado donde se metían grandes anguilas negras para tragar bandadas enteras de pececillos con cada bocado.
"Leyendas de Ingoldsby", libro de versos Richard Harris Barham (1790-1837), es una celebración del humor y la ironía; el lema del protagonista es <<Quiéreme y ríete de mí>>.
Azafrán de Marte.
Una emoción fingida es peor que cualquier afectación.
Cauris. Conchas que se usaron como dinero de África y la India.
Buyo. Mixture hecha con el fruto de la areca, hojas de betel y cal de conchas marinas que mascan los naturales de los países del sur de Asia, costumbre y ritual ampliamente extendido de los hombres y las mujeres.
Gin-shing, cocktail hecho de ginebra, azúcar y nuez moscada.
Chutney. Salsa agridulce, proviene de la India, hecha con frutas (la mayor parte de mango), hierbas y especias.
Tafel de arroz.
Sampanes. Pequeños barcos provistos de una pequeña cabina techada de juncos.
Amuleto del cerdo de la suerte. Tienen dos joyas de imitación sustituyendo los ojos.
Yi-ching. Auténtica ciudad china.
Estuco de almagre mexicano con rejas de hierro.
Expresión lasciva, casi lujuriosa que tienen los exhibicionistas.
Ye Tucke Inne. Inglés arcaico, nombre de una vieja posada.
Nubes esponjosas inglesas.
Suaves islas de esputos.
Mah-jong. Juego chino para cuatro personas, requiere 144 fichas similares a las de dominó.
Elaboradas vasijas tibetanas de metal y cobre, ruedas de oración y fundas de espadas con incrustaciones de coral y turquesa.
Composiciones victorianas de cera.
Punky. Apelativo cariñoso.
(El primer viaje)


KATHERINE MANSFIELD

Mi cerebro ha sido, durante años, como una colmena y con el transcurso de estos tres meses las aguas soterradas han aflorado a la superficie. Desde entonces, escribo todo el día hasta altas horas de la noche, encontrando siempre inspiraciones nuevas, nuevas reflexiones que, impacientes, baten sus alas alrededor de mi corazón. Sólo una novela puede producir un efecto tal.
Una novela sobre la mujer moderna. Porque nuestra época es una época de la mujer. Una época misteriosa, casi profética; el símbolo de la mujer avanzada verdadera; no una de esas desaforadas criaturas que reniegan de su sexo y disimulan sus frágiles alas bajo el engañoso pergeño de una falsa masculinidad.
Siempre hay belleza con el peligro, o peligro de la belleza. La idea de mi libro; la mujer no es sino un don, un presente.
Iba leyendo "Anna Lombard". Era una publicación barata rústica. Era algo respecto de una noche cálida y voluptuosa, de una orquesta que tocaba y de un joven de hombros ebúrneos y encantadores.
Hay un diablejo que urde las novelas.
Me encontraba terriblemente inútil, como si dentro del esquema del mundo no existiera un sitio para mí. Debe de haber sido por lo que entonces leía.
Salí de mi pijama para zambullirme dentro de un lebrillo de agua fría, como hace una dama británica de las novelas francesas.
Un minial cuidado.
Grado de parentesco.
Si uno quiere satisfacer sus deseos ha de ser suficientemente fuerte para ignorar los hechos de la Naturaleza.
Abismo de avaricia.
La semioscuridad del crepúsculo.
Golondrinas al vuelo como una bandada de reflexiones japonesas.
Sangre de pez sin alma, sin gracia, sin corazón.
La memoria ¿es un material o una maldición?
Su visión oblicua y trágica nos acusaba.
Garniture de guisantes de olor.
Una nidada de talentos.
Silencio sensacional.
Actitud peculiar de despego de los padres que están orgullosos de sus hijos.
Saludar con el mejor de los estilos.
El genio no puede esperar hallar su pareja.
Se sintió directamente acusado.
Satisfacción extraordinaria.
Abundancia de simpatía.
Ahíta de desdén por los humanos.
Ocio somnoliento.
¡¡Uuu... uiss!! Clamaba el viento agitando las cortinas de las ventanas.
El clima ejerce una influencia enorme sobre los partos. El buen tiempo es indispensable para los alumbramientos.
Vivaz, con garbo, con ánimo.
Actitudes de mutua amistad.
Las retorcidas raíces de una dalia semejaban estarse peleando.
El peso muerto de un amigo.
Seguir la conversación.
Una ira absurda trenzando dentro de su cerebro y ciñendo apretada la cabeza.
Tono irritante.
Adquirir un tronco de tordillas.
Una expresión de obstinada decisión.
El cariño de la gatita hambrienta.
Ojos aterrados.
Vuelvo a nacer como un ave fénix de las cenizas de esta horrible muerte.
Conversaría con alegría encantadora.
Los helados dedos de la aurora.
Las uvas de un obsequio de despedida.
Encantadora dignidad del mundo de antaño.
Conversaban con esa brillantez que proviene del roce.
¿Te sientes mejor? Negativa manifiesta.
Actitud pasiva.
Luna blanca y misteriosa.
Los altos olmos cuyo follaje tocado por el oro crepuscular temblará con el aire azul.
Ojo zarco.
Tono decidido.
El té de las niñas.
Tono de orgullo y regocijo.
Matas de manuka.
El grifo de la simpatía.
Amapolas dobles, claveles barbados.
Conchas de pawa.
Sundowners. Vagabundos típicos de Nueva Zelanda y Australia, llamados crepusculares porque terminan sus jornadas con el crepúsculo.
Arrebolado y garboso.
Ojos de cordero degollado.
Cencerro suizo.
Permitió caer el pelo sobre sus hombros como una copa dorada.
Dinero. Si se quiere una cosa de veras, o lo tiene uno o no hace ninguna falta.
El reloj permitía oír su tictac como una sedante y alegra cancioncilla. C´est ça, c´est ça.
El dip, dip del vino goteando de la mesa al suelo.
El ¡fa, fa! de un tren lejano semejante al resoplar de un enorme animal dormido.
Me expansiono demasiado. Me producen ese efecto las noches de los domingos.
Andar con garbo.
Claveles rojoscuros o amarillo pálido.
Afrontar los manifiestos azares de cada día.
Chik-a-chip-chip-chik, chillaban los gorriones.
Variaciones del menú.
Ánades renqueando.
Un tono que ponía de manifiesto su íntima satisfacción.
(En una pensión alemana)


Hans Fallada

Un cafetucho con su música gangosa que sale de una colosal trompa-embudo pintada de rosa y oro.
Mirar ladinamente.
Tono de amenaza.
Cuando uno está sumido bajo el dolor se encuentra incomprensiblemente solo y nada llega hasta él.
El freno que la familia representa.
Su actitud se hizo más firme.
Viejo tono autoritario.
Tono de reprensión.
Mirar amenazadoramente.
Las selvas del sueño y las malezas del ensueño.
Un amor infantil, algo ligero, jubiloso.
Una mañana azul y clara de junio.
Fulminar con una mirada airada.
Violento enojo.
Se limita a hacer con los hombros un ademán displicente.
Asentar al libro de caja.
Con el hombro hace un movimiento de desprecio.
La embriaga lo que podrá comprar con el dinero. Libertad, un traje de seda, goce.
Una visión de ayuda, perpleja y suplicante.
Disipado el débil enojo.
Visión triunfadora.
Desvía la vista cual acusado que se avergüenza de su culpa.
El brillo azul y verdoso de los brillantes, lanzaban sus hacillos de rayos.
Tener el descaro de utilizarla como pantalla para sus robos.
Tono de aliento.
Camouflage, protección con los colores.
La sosegada vista de paloma de muchos cargados de espalda.
Mirar con los ojos radiantes de ira.
Grado del desprecio.
Es una esponja; se le puede llenar y comprimir como se quiera y no se inmuta.
Aire de concesión.
tono doliente.
Tono amenazador.
Tono agrio.
Preguntando con tono de camaradería y nada paternal.
Tono de burla.
Tono decidido.
Ver con gravedad.
Una guerra que defiende el desorden que domina.
Tono amigable.
Transcurrir la conversación.
Ineludible e impertérrito se cernía el destino.
Lamentarse con satisfacción.
Llevar a efecto las pruebas que tenía convocadas.
Ver con timidez.
Cariño amortiguado y puro.
Los ojos muy abiertos con la visión de una paloma dulce, pero vivaz.
La compensación de la ganancia.
Humeantes locomotoras.
Papel sánico.
Propietario de títulos de préstamo.
Reinar un silencio embarazoso.
Mirada de desprecio.
Rociar las manos con una solución de sublimado.
Mirar con aire enojado.
El silbido de un canalla.
Defensiva vista.
Enojada mirada.
Tono de enemistad.
Ver con desconsuelo.
Realizar un esfuerzo corporal.
Una misión, una ocupación.
Replicar con aire importante.
El dinero era dinero si era papel como si era oro.
Una conversación a oscuras entre dos.
Adoptar un tono impropio.
Profundo silencio fatigoso.
Renovada ira.
Caballitos panjep, caballos rusos.
La gran ciudad pétrea de Berlín.
La pesca del arenque ante Arcona.
Un terror profundo y supersticioso.
El cerebro sigue reflexionando durante el sueño lo que ha reflexionado durante el día, no significa nada.
Los momentos de aterradora espera.
El pasado terror.
La expresión de improviso muy extendida de "Muerte aparente bajo la fosa común".
La gran transformación, el descenso desde el bienestar a la preocupación diaria por el pan cotidiano.
La jerga berlinesa.
Con las pequeñas cosas hay que guardar la organización, lo que da actitud a la vida.
Los párrafos del Código relativos a la tercería.
Un chulo sabe cuándo van mal las cosas.
Una pesadilla negra y desesperante.
Un apretón de bajos fondos.
El calibre, la órbita, la posición y el tiro de los cañonazos.
Cuando el todo tiene algún sentido tiene que tenerlo también la parte.
Un oscuro mensajero.
Hacen aspavientos con su nabicol.
Las aguas de la madera.
Miedo soberano.
Una condición de atormentadora indecisión.
Una nostalgia insensata.
El trabajador, el aherrojado.
Horror a la actividad, fatiga del yo.
Lo transitorio que representa la vida diariamente expuesta a una despedida.
El sueño, el solo olvido beneficioso.
Un resplandor de agradecida amabilidad de los ojos.
Un temblor irrefrenable.
Pasar el mal trago de la conversación.
Visión acerada y despierta.
Un miedo tímido.
Al hogar no se le pregunta ni lo que representa ni lo que depara. El hogar es el hogar.
Entonación cariñosa.
Miedo cerval.
Tono consolador.
Oleada de piedad.
Plumillas Bremer Börse E. F.
Estoicismo de barrio.
Enciclopedia Branchen.
Todo ser humano caído bajo la desgracia ha de tener una isla donde refugiarse del desespero de la vida cotidiana.
Mirar con recelo.
Signo de aquiescencia.
Signo amistoso.
Un desmoronamiento general, un galimatías.
Silencio opresivo.
Gripe del hambre.
Tono animoso.
Mirar severamente.
Una casa de alquiler plagada de hipotecas, la ganancia no cubre los réditos hipotecarios.
Jorobados ambiciosos.
La embriaguez del que no ha tenido nunca nada y que al poseer algo fantasea.
Transferir una visión rápida.
Ver con hechicera coquetería.
Miedo indecible.
Vista cariñosa.
Rojos de indignación.
Visión rápida.
Era un hechizado y casi no se fijaba de lo que una semana antes le hubiera apasionado.
Los materialistas como los egoístas quisiéramos tender nuestros brazos al ensueño, perdernos con él, poseerlo.
No es ningún deshonor sumirse bajo la confusión. Lo es perdurar.
Notaba una sensación de rareza, como cuando uno está soñando.
Era un mundo insólito, de hechizo, un mundo que se había vuelto loco.
Viejo proverbio. Mejor esclavo que muerto.
Realizar una verdadera actividad provechosa y honrada.
La Naturaleza no tiene idea de la existencia de la vergüenza. Falta de pudor de la Naturaleza.
Lúgubre humedad.
Materialismo y apetitos.
Hundido bajo su hechizo.Tenía una sensación acusada de que casi todo le iba mal.
El ser humano, la criatura más acomodaticia de la tierra, se acostumbra a todo.
Humor cáustico.
Nada iba con buen curso ni se resolvía.
Un criado, un esclavo, un dependiente.
Cadenas firmes e invisibles que retienen.
El esclavo no posee nada.
Prisioneros de una inclinación, esclavos padeciendo con el goce y gozando con el padecer.
Emplear referencias veladas.
Es mejor un final de espanto que un espanto sin fin.
Ladrillo refractario.
Rostro inexpresivo, como tallado sobre madera.
La amó con más fuerza que nunca.
Mentir con donaire.
Divino oscilar de los miembros.
Todos hemos tenido nuestros paraísos infantiles y hemos tenido que salir, pues el ser humano no vive dentro del paraíso ni lo desea. Quiere trabajar con sus semejantes.
Ver con expresión de triunfo y burla.
Aspira el aroma de la vida y de la vanidad.
El esclavo había hecho con las veleidades de sus sueños el instrumento que rompió sus cadenas.
Silencio expectante.
Hablaban el alemán altisonante y necio al que son aficionados los escolares.
Lanzando una vista de golfillo con el rabillo del ojo.
Proverbio. Los frutos de suelos pobres son más sanos que los de suelos abonados.
Escritura infantil perpendicular y torpe.
Ver con un mohín de cavilación casi infantil.
Perturbada, traspuesta al límite del sentido y el desvarío.
Contar con ahínco.
Depredación, saqueo, rapto, robo menor, robo mayor, robo con banda, crimen.
Vista tímida y maliciosa.
Un mendigo ciego. El tic-tac sin alma de un reloj que semejaba diluirse con el ruido callejero.
Un miedo indecible y abstracto entremezclado de goce.
Lágrimas de dolor y de piedad, de ira ante su impotencia.
Proverbio. Cuanto más viejo, más descosido.
Hacer caer la máscara con las conversaciones.
Sellar con un apretón un convenio rico de perspectivas.
El dinero no tiene olor.
Patata Silesia.
Fórmulas comerciales.
Promotor de escándalo.
La inconsciencia de los materiales humanos.
La embriaguez del triunfo.
Involuntaria desfachatez.
Alegría ruidosa y pertinaz.
Un hijo mimado de la suerte.
Suspirar beatíficamente.
Entre frecuentes y con rigor inmotivadas carcajadas.
Visión fugaz y enfadada.
Paciente tono.
Tono discreto, pero excitado.
Tono dulce y preocupado.
Despectiva sorna.
Cuando un deudor no puede pagar al contado se atiene a lo que los juristas llaman valores reales.
Sombrío silencio.
Tono de hostilidad.
Prisión preventiva de Berlín, Moabit.
Dicho. El que no tiene suerte hasta de la cama se cae.
Congelar la conversación.
Valores de inconmovible transferencia.
La vida calcula de otra manera que el truhán y surge del rincón menos imaginado.
Máxima. No soples sobre el fuego que no te quema.
Tono profesional.
A los idealistas no les es sencillo vivir este mundo según su ideal.
Máxima que dicen los comodones. ¡Qué le vamos a hacer!
Silencio de inmovilidad.
Había algo tenso, de airada vigilancia.
Miedo atroz.
Tono implorante.
Incluso los mejores de los documentos falsificados surten efectividad sólo hasta el momento que su poseedor no es sospechoso.
Existe una gran diferencia entre la sumisión y la obediencia.
Cuando ha despertado la desconfianza no hay manera de volver a dormirla.
La vida fluye, va transcurriendo.
El tema de la conversación.
Un pretexto de reconciliación.
Condición de enemistad.
Limitándose a levantar los hombros con perplejidad.
Tono despreocupado.
Sentía cómo la ola iba descendiendo y desaparecía.
Había podido ver y sentir durante unos segundos fugaces los tesoros del amor, de la dicha y de la pena. Con lo que había pasado el punto crucial de su vida y descendía a la mísera vida cotidiana de renunciamientos y deberes.
Dicho. Quien mucho tose, mucho vive.
La embriaguez altera la memoria.
Poner celo para transformar como dinero fijo cuanto poseía.
Amsterdam, ciudad importante como mercado de divisas.
Cundir el desenfreno de los millones.
Los jugadores no tienen ni freno ni escrúpulos; sólo quieren seguir jugando.
Una idea peregrina.
La impaciencia no gusta de los tranvías, hay que moverse propiamente.
Espantosa condición de cosas.
tono de excusa.
Llegó el retenmark, sobrevino la marea y sembró destrucción.
La exactitud y la irreprochabilidad de un jurídico.
Despedir a los empleados, descongestionar.
Las pensiones de alto copete con campanilla nocturna.
A pesar de todo, la vida economiza algunos malos tragos a la Humanidad.
Incluso cuando dormía, de su respiración se exhalaba como un gemido acusador.
La psicosis de la ganancia.
Difamación, perjuicio comercial.
Amistoso con el poder político o con otros agentes de negocios de apreciada solvencia.
La amistad es una planta delicada que hay que cuidar.
El paro se iba extendiendo como una peste contagiosa.
Proverbio que aconseja no tirar el agua sucia hasta que se tenga a mano la limpia.
El materialista, gordo y de aspecto vividor, y el idealista pálido y larguirucho.
Se acercaba la primavera, lo que generalmente significa un tiempo poco agradable.
Desenvolver papeles de barba.
La profesión, para satisfacer, ha de tener algún sentido.
Tono escolar.
Fallecido, quemado por tomar un vaso de Lysol (desinfectante).
El estómago gruñía.
Escribir con letra perfilada e impersonal de tenedor de libros.
Potencia creadora.
Una inteligencia dotada de razón y de memoria.
Estimular e imponer una regla de actividad profesional.
Cartas de la Fiscalía de la Vivienda, al comienzo de tonos sencillos y corteses y más tarde certificadas, duras y groseras.
Piadoso engaño.
Cabeza piriforme, con forma de pera.
Disposición de desconsuelo.
Tono de reprobación.
Un ánimo agudo, pero no hostil.
Versar la conversación.
Sentirse dichosos como los pinzones y llenos de ilusión como unos idealistas.
Un cínico desesperante, un amargado.
Entre camaradas no ha de existir el apuro personal.
Vínculo de la camaradería.
Horribles pesadillas con las que uno se encuentra solo, desnudo o con poca ropa, con gente correctamente vestida.
Sucede con los sueños que uno queda fijo al sitio sin poder moverse.
No era nada firme ni llegaba a un programa.
Miedo vil y rastrero, miedo al castigo.
Padecer de ambición insatisfecha.
Horrible apatía.
No era de la idea, sino del ser humano, de lo que dependía todo.
Extenderse con conversaciones.
Tono subido y agresivo.
Visión oblicua y taimada.
Haber firmado un contrato reglamentado.
El crepúsculo se va transformando como noche cerrada.
Una cantera de preocupaciones.
Una indigna visión de soslayo.
Una gota amarga con la copa de la dicha.
Canario de Harz.
Lo esencial era llegar a pasar la inextinguible noche con la que tenía la impresión de haber recorrido inútilmente un camino largo, prolongado.
Desarrollar las conversaciones.
Lograr persuadir los argumentos expuestos.
Desviar la conversación.
Conversación sediciosa.
(Gustavo el Férreo)

Pesarios para el control de la natalidad. Preventivos.
Tres tipos de vendedores. Los que se imponen a la gente, los que adivinan lo que quieren y los que venden sólo por casualidad.
Uno a los brazos del otro, las caras unidas, sumidos bajo una profunda oscuridad, cual un pequeño resplandor suave que flotara a lo largo del espacio.
Un patio tipo de los de una fábrica o unos almacenes. Depósito.
Un Don Nadie de falsa elegancia.
Tipo de presupuesto. Ingresos y gastos.
Involuntariamente reflexionaba respecto del mar. El mar que sube y que desciende, que nadie sabe hasta cuándo, pero que bueno es que sea de esa manera.
Gesto de protesta.
Economía de reservas.
Groschen. Moneda alemana de diez phennigs.
Vender bajo el látigo de la cifra fija.
Alternar con amabilidad, siendo su conducta una manifestación de una demanda de perdón.
Piedra fundamental de la existencia.
(¿Y ahora qué?)


ROBERT MUSIL


Cuando se daba a escribir sentía algo extraordinario, exclusivo; en él se elevaba una vida pletórica de luz y de maravillosos colores, de entre el mar de grises sensaciones, que día tras día lo circundaban, frías e indiferentes.
Ese recuerdo plástico, no ya propio de la memoria, sino corpóreo.
La manera que tenía de echar hacia afuera una cadera, cuando estaba de pie.
Excluido de cualquier comparación.
Vara de madera de la razón.
Ese fondo inmóvil de la personalidad.
Ocasionales árboles frutales.
Eran las cinco y sobre los campos se extendía una atmósfera fría y grave como un anuncio de la noche.
Las misteriosas, extrañas luces crepusculares del esotérico budismo.
Solía tomar al azar un pasaje y, después de leerlo, reflexionaba si aquel día no le sería desvelado su íntimo sentido.
Las fuentes de las fuerzas sagradas.
Señora de las negras huestes.
Las sombras de las tinieblas, cual negros eunucos.
La pasión primera dura poco y transmite un gusto amargo. Es siempre un error, un desengaño.
Cálidos murmullos de vida.
Caprichosas andanzas.
Como los movimientos de una carcoma al deshacerse la madera. Como si pretendiera meterle en el cerebro una aguda, delgada varilla de hierro.
La sombra que traza la pasión.
Había caído una piedra en las serenas aguas de la soledad de sus ensueños.
El verdadero deseo sexual le era por completo desconocido. Sólo le interesaba poseer el recuerdo del lance.
Hombres cósmicos.
El oscuro velo de la noche.
Iridiscentes lagartijas huidizas.
Mundo silencioso y sin tiempo.
La médula del libro.
Las matemáticas, habiéndole semejado antes una disciplina muerta, de improviso se habían convertido en algo vivo.
Un sueño sano, animal.
El balancearse de las flores en alto tallo.
Pero luego, de pronto, tuvo autoconciencia del contacto de su cuerpo con las suaves y tibias sábanas de la cama.
Y por primera vez entendió que tenía algo en su sensibilidad -porque hacía mucho que sabía que consistía en eso-, que nadie era apto de percibir y que tampoco nadie era apto de imitar. Algo que lo protegía como un supremo, escondido muro, frente la inteligencia de los demás.
Con la rapidez que da el miedo.
Esa reflexión estaba henchida de una horrible incertidumbre. Ya no suponía un blando abandonarse, jugar con enigmáticos rostros. Tenía aristas muy duras y era, sensiblemente, la realidad.
Algunos rodeos.
Sencillo menester sereno y sin deformaciones.
Salto, transformación.
Las oscuras olas del silencio.
La serena sabiduría de una enfermedad prolongada.
En su interior, el ruido impaciente de las garras de grandes gatos intranquilos, rascando las paredes de su prisión.
A decir verdad, hace ya mucho que deberíamos estar desesperados, pues nuestro saber, en todos los aspectos, presenta semejantes abismos y no viene a ser otra cosa que una serie de fragmentos de puente, que se extienden por un océano insondable.
Aburrida ética.
Sombra amorosa y pálida.
Un suave aroma, como el de espliego que exhalan las cartas viejas.
Cuerdas éticas.
A menudo, las reflexiones no son otra cosa que hechos contingentes, casuales, que pasan sin rastro alguno. Las reflexiones tienen, además, instantes vivos e instantes muertos. Puede uno lograr una genial experiencia y que, no obstante, se le marchite lentamente entre las manos como una flor. Queda la forma, pero los colores, el aroma, desaparecen.
El tenue tirón del futuro.
(Las tribulaciones del estudiante Törless)

A las ciudades se las distingue, como a las personas, en el andar.
Las vibraciones moleculares.
No se debe rendir tributo especial al simple nombre de la ciudad. Como cualquier metrópoli, estaba sometida a riesgos y contingencias, a progresos, avances y retrocesos, a inmensos letargos, a colisión de cosas y asuntos, a grandes movimientos rítmicos y al eterno desequilibrio y dislocación de todo ritmo y semejaba una burbuja que bulle en su recipiente con edificios, leyes, decretos y hábitos históricos.
Descolorido como un papel de envolver.
Una sensación vaga y paralizante.
Bajo la influencia del sobresalto.
Las velocidades, los ángulos, las fuerzas magnéticas de las masas fugitivas, que atraen al ojo fulminantemente, lo sujetan, lo sueltan.
Se retiró como una persona que ha aprendido a renunciar.
Los ánimos sometidos, disposición de debilidad.
La aventura le obligó a solicitar ayuda.
Manifestar inclinación a la vida del hogar y la organización.
Talento ocioso de una arrogancia semiinconsciente, pero jactante, que revela exactamente la cortesía.
La transgresión de un límite legal.
Un profundo amor por la utilidad general, más allá de la preferencia privada.
Soliviantar los ánimos.
Los aventajados puntales del país.
Las nubes que pasan altas y que no aportan frescura en la tierra.
Instruirse del exterior, de las circunstancias de la vida.
El dehors de un café.
Manzanas a la Melville.
Un rayo de reflexión.
El amor pertenece a las experiencias peligrosas, porque sustrae de los brazos de la razón y traslada a una disposición inconsciente sobre un abismo sin fondo.
Dar curso a la aventura por propia iniciativa.
Enseña la zoología que un conjunto de especímenes limitados puede conseguir una especie genial.
Fuerzas que guían el tren del tiempo.
La ejecución de sueños ancestrales.
Circunstancias novelescas y especialmente sugeridoras.
Llevar una vida doble, de día un respetable ciudadano y en la oscura pausa de la autoconciencia sale de camino.
El sufrimiento tendía sobre sus ojos un velo de húmeda ternura.
Sentir cerca la meta de los esfuerzos.
Justificación en el tiempo.
La expresión ascética y rígida, que algunos rostros adoptan durante un gran esfuerzo del cuerpo de la voluntad.
Pasear bajo la lluvia de dardos oblicuos del sol poniente.
Tono provocativo.
Pacto de hacer prevalecer la sinceridad sobre la prudencia.
Un simple diletante polifacético.
Sobrecargado, degenerado, afectado y decadente.
Mezclar la acomodación con la persuasión.
Una sombra de disgusto, de desaliento, desamparo, una antipatía general.
Una conmoción ética.
Decadencia mental.
El <<cómo>> marginal.
Su ternura se hundió en las aguas de la conmoción.
Manifestar repugnancia y horror.
Liberar el suceso de responsabilidad trasladándolo al ámbito de la patología.
Lo fundamental se realiza en abstracto y lo intrascendente en la realidad.
Los fallos de la simulación que se aprende en las cárceles.
Contenerse como una sombra.
Actitud humilde o desvergonzada.
Sintió un horror lacrimoso agarrotándole la garganta.
El tierno y execrable segundo yo.
Motivos vagos y extraños.
Una nube en transformación de forma y figura.
Inconsecuente, oscuro y fragmentario.
Vicios de forma.
Lacónicas noticias.
Referencias laudatorias.
Personalidades conspicuas.
Justipreciar en el exacto valor.
El arte inconsciente e inconstante de representarse.
Aguantar las reflexiones privadas a las circunstancias del momento.
Espontaneidad, indicio de energía y vehemencia.
Actitud agria y autoritaria.
Una circunstancia desconcertante.
Todo ser humano, cada uno en su ambiente, puede tener su propio desarrollo y obligaciones.
El líquido fluir del día y el navegar de los transeúntes en el acuario de la ciudad.
Aquilatar la joya.
Una hermosura anímica, ilustre profesora de amor.
La corrección encogida, con tentáculos extendidos de sentimentalismo también oculta, como el orgullo, ilusiones y ambiciones y puede constituir una fuerza incalculable.
Su corrección se transformó por extensión en una intelectualidad independiente.
Las formas finas y discretas de los altos administradores.
Sensaciones aladas.
Una profundidad genesíaca, que santifica lo que brota de sus fuentes.
Trascendental visita.
El toque de un resplandor.
Las apreciaciones introspectivas.
La intuición, la inspiración; algo impersonal, la afinidad y solidaridad de las ideas concentradas en un cerebro.
La metamorfosis amorosa de la autoconciencia.
Volar a través de una nube de locura.
Gustar las ultimas gotas exquisitas de la mutua presencia.
Tono amenazador.
Un ademán despreciativo.
Conversación desafinada.
Reconstruir el recuerdo en la memoria.
Una ola de desazón.
Frases que sabían como el pan mojado con perfume.
Contenido experimental.
Tono enfático.
El desorden psíquico de la humanidad.
El dolor punzante de la impotencia.
La oscuridad de la angustia.
Un cortejo de costumbre, ilusión y tensión.
Ir a un paso transigente y cordial.
Se deslizaba como una ola a través de su ola hermana.
La sospecha roedora de que las manifestaciones falsas, atolondradas y sin importancia personal obtienen mayor resonancia que las más propias y personales.
La brindada realidad.
El paso de la moralidad de los jóvenes a la moral superior de los adultos es por mucho tiempo un objeto ridículo de enseñanza, hasta que se llega a poseer.
Su sano sentido práctico se revelaba ante cualquier Acción Patriótica procedente de las altas esferas.
Repasar los apuntes en la memoria.
Emotiva invitación.
Un gesto evasivo.
Lo que significaba una gran cosa y lo que podía significar una cosa sospechosa.
Abrigar una impresión positiva.
Los perros salvajes de los juegos de Bolsa.
Vibrar acordes de emoción.
Reservas de sueños definitivamente insatisfechos.
El ser obstinado que lleva dentro el ser humano.
Amnistía para las cárceles del ánimo.
La ocasión de hacer triunfar la verdad.
Los desengañados sólo creen en el dinero y en la violencia, aunque tengan cualidades para todo.
La educación política y económica.
El ciudadano niega que exista el aire y lo ve como un vacío.
Reconvenciones de haber manifestado una ideología subversiva.
Tono de desesperación suplicante.
Rozar la brisa del amor errante.
Sospechoso de maquinación política.
La capital, un telón de fuego.
La complicación, el nudo o la intriga, que no faltaban en ninguna novela.
Arrinconar novelas.
Una novela calificada como una gran creación.
Las pequeñas obligaciones cotidianas y las cosas más valiosas.
Entre personas de educación se presupone que todo tiene algún motivo y no es señal de buena crianza el andar indagando.
El proceso orgánico histórico es, en resumidas cuentas, semejante a un proceso legal jurídico, con cien cláusulas, anexos, conciliaciones y reservas.
Estipular algún pacto.
Aquella histórica habitación, llena de piernas y conversación.
Las proposiciones no conformes con las circunstancias.
Las asambleas se clausuran con resoluciones.
Una imaginación desacostumbrada.
Ánimo generoso, distinguido, pusilánime, valiente, vulgar.
Preceder el horizonte, un semicírculo.
Los volúmenes amarillos de Calmann-Lévy.
Ardiente e incomprensible llama.
El descarrío de su apasionado instinto lucrativo.
El arder silencioso del mundo.
Escribir las memorias de la vida intelectual.
La fuente de la fama de un médico que sabe cuidarse.
Promete dividendos una acción bancaria en alza.
Las fuentes de ingresos para la fama.
Un sensible sentido del sabor para los manjares del negocio.
Fama de la superioridad.
La cristalización de los éxitos, la fascinación de la riqueza y de la fama.
Una enciclopedia, un todo o un entero.
Extender el bienestar, las diversas producciones técnicas, científicas y artísticas.
Un carterista levantino.
El cinismo austriaco.
La razón no ha sabido hacer otra cosa que debilitar el gran pasado y reducirlo al liberalismo.
Un resorte inconfundible.
Una disposición de ánimo fantasmagórica e ilógica, como un sueño cuyas absurdidades no escapaban al sentido práctico, sin que este desvirtuara el estímulo de la fábula.
Las líneas directrices de la razón.
Una atmósfera de responsabilidad.
El ser humano aguanta las sospechas como el papel de seda la lluvia.
Los que se permiten influir por las costumbres y la literatura tienen la impresión de depender en sus pasiones, caracteres, destino y acciones.
La parte personal, un superavit excesivamente valorado.
Pretender, con la superioridad del profesional, burlarse de la acción patriótica.
Oponer el silencio más inescrutable a las alusiones referentes.
Leer libros de memorias, evitar fragmentarse.
La confección del material periodístico.
Contestar de memoria.
Un gesto significativo.
Una manifestación publica.
Manifestaciones tangibles, responsables, en conexión con poderes, ideas y referencias.
Un gesto festivo.
Expresión de regocijo.
Adelantos que dificultan a una época enriquecida por esos adelantos la producción de hombres enteros.
Manifestarse inclinado a secundar la opinión.
Ponerse como niños a cantar de miedo.
Comenzará a moverse el horizonte y se echará bramando encima de nosotros.
Lograr subdividir, tipificar, mecanizar y regular.
Diferido, reservado.
Aumentar el oleaje del mar con el viento y la luna.
Atender con el celo de un arcángel.
Nuestra persona contribuye a las percepciones.
La columna del tiempo sobre el soporte de la nada.
Los ideales tienen extrañas propiedades, entre otras la de transformarse en su opuesto cuando cuando se les quiere seguir escrupulosamente. Tales fueron los de Tolstoi y Berta Suttner.
Las formas generales de la cortesía.
El cirujano Billroth.
Alzar la mano en señal de indulgente resistencia.
En la historia de la humanidad no hay retroceso voluntario.
La sombra de la irrealidad.
El desenvolvimiento de la realidad.
Llevadera ilusión.
Expresar las experiencias.
Casos de responsabilidad disminuida.
Grado del esfuerzo humano por conseguir precisión antes que perfección.
La utopía del ensayismo.
La precisión, como exactitud humana, requiere un exacto ser y actuar y lo exige en el sentido de una máxima demanda.
El acrecentamiento de las facultades intelectuales.
Un ensayo enfoca un asunto bajo diversos puntos de vista a lo largo de sus capítulos, porque un objeto desentrañado pierde de golpe su volumen y se reduce a un concepto.
Un gesto de inquietud.
Transformar la moral, adaptada desde hace dos mil años al gusto variable en los fundamentos de la forma y canjearla por otra con más adherencia a la movilidad de los hechos.
Persona designa aquella parte del ser humano modelada por el mundo y por el historial de la vida.
Temer el desahogo de la soledad.
Lágrimas de emoción.
Mitigar el doloroso desaire diluyéndolo en una larga conversación.
Tono persuasivo.
Insidiosa conversación.
Muchas emociones y poco sentido.
Manifestar admiración.
El suave incienso del idioma burocrático.
Un presagio de angustia le decía que algún lobo invisible merodeaba alrededor de su aprisco y que ya era hora de ahuyentarlo con la fuerza de la idea.
El dinero es una potencia extraordinariamente intransigente.
Conversación privada.
Tono sancionador.
Existir sólo como un sueño que, con almohada, lecho y despertador se transforma con su ternura en una nube blanca totalmente sola en el mundo.
La mezcla de severidad española con el tenor de vida de la capa media en las viviendas de grandes burócratas.
La afinidad del parentesco.
La suavidad y las sugerencias de una noche de luna.
La isla solitaria de la voluptuosidad.
La urdimbre de un sueño.
Desatar una furia loca impulsada por el vacío de lo perdido.
Losa de terror.
Concentración de intelectuales.
Novelistas ingeniosos.
La frontera entre la grandeza del ser humano y la de una cosa.
Los comerciantes rinden culto al suntuoso e internacional Mercurio.
Comerciantes sagaces y frenéticos.
Garantías de conseguir una digna posición.
La ocasión hace al ladrón.
La fascinación de lo prohibido.
Valor de actualidad.
El tren de la eternidad.
La diferencia entre lo escrito -donde el ánimo del amor vuela ligero, libre de concupiscencia- y lo sexual.
Gozar del éxito manifiesto.
Envuelto en una nube de amable opacidad ministerial, silencioso y con disimulo.
Escribir es una forma especial de cotorreo.
Sentencia de las memorias.
Remar en la penumbra como en la espesura de un bosque.
El día pasará verde, dichoso y será abovedado por algo.
Los hilos de la realidad.
Inteligente y amable.
El cálculo mental es una cualidad indispensable en las profesiones.
En las escuelas de comercio se enseñaba el sistema estenográfico Vogelbauch.
Tono tranquilo.
De su rostro manaba como una ola gigante de sudor, que ocultaba el semblante; pero incorpórea, puramente imaginaria.
El remedio ante la lúes.
La investigación del metabolismo vegetal.
Refrigeradora conversación.
Vagar la conversación.
Las insulsas desnudeces del ánimo.
Tono artificioso y restrictivo.
Un gesto de profunda desilusión.
La ambición precipita en la aventura.
Actitud regalada y confidencial.
Para que una cosa adquiera valor y nombre debe repetirse.
Ciencia inanimada y mecánica.
La reserva de un apartamento en el hotel sin fecha de expiración.
La sugestión de la apariencia.
La forma eficaz y operante de las ideas tienen que venir de fuera, de la reflexión y de las circunstancias vitales de la persona.
Actitud impresionante.
La ventana de la reflexión.
Impresiones encubridoras.
El anquilosamiento de la Bolsa al menor incidente.
El estilo de los decretos reglamentados por el regente de una reina destronada.
La escisión de la autoconciencia, para muchos es premisa de la creación literaria, excluyendo y olvidando el ánimo lo que no armoniza en su planificación.
Bruma de palabras.
El poseer una doble personalidad del ánimo ya no representa una especial cualidad, cuya demostración es exclusiva de los locos.
Una circunstancia fragmentada en varias combinaciones.
Gozar del favor de las circunstancias que garantizan alguna emoción.
El ánimo debería ser incrementado  por el jugo de la experiencia.
Regocijarse poniendo a los demás en tela de burla.
Von Hinz y la condesa Kunz.
Estimulado por los ligeros fenómenos de relajación que produce el amor.
Emociones del coro de ángeles.
Tono fastidioso, pero decidido.
Expresión irónica y condescendiente.
Conversación resbaladiza.
La vieja máxima aristocrática de que el ciudadano no debe preocuparse de todo.
Una excusa casual.
Vaga sonrisa.
Encogerse de hombros con indiferencia.
Conversación animada.
La riqueza es un atributo del carácter.
Una fétida nube de inseguridad, desconfianza, ineptitud y pobreza.
La aridez del espanto.
El apaciguamiento de un somnífero paralizador de la desesperación y la autoconciencia.
El tiempo pasaba como una flecha negra.
El silencio de la existencia.
La oferta y la demanda, el reembolso y el descuento.
El hueso generativo del tiempo.
Un arroyo estrecho e inadvertido de realidad.
Oso colmenero.
Arte y filosofía aureolaban su persona, como a la luna la rodea un celaje de nubes transparentes.
Comenzó la amistad; era como cuando la luna nos ve y unimos las manos.
Se adhería diabólicamente al desfile rítmico del mundo.
El tren del tiempo es un tren que va tendiendo sus raíles por delante. La corriente del tiempo es una corriente que arrastra sus riberas. El viajero se mueve entre paredes firmes y sobre firme suelo; pero suelo y paredes se permiten llevar vertiginosamente por los inconscientes movimientos de los viajeros.
Desenfrenada anarquía.
Algunas alteraciones permanecen formando las huellas mucosas del caracol de la historia.
El complejo variable de fenómenos.
Bajo la influencia de la retroactividad de los años.
Asumir deudas como un genio.
El aire de un genio, poderosa boca y arrogante cabellera.
Gesto de desagrado.
Ánimo escéptico y mecanicista.
Empezar las confidencias con unción y algún regalo.
Ideas de relieve e idea redentora.
Sed devoradora de saber.
Angustia, recogimiento, intranquilidad.
Para los locos los verdaderamente averiados son los demás.
Una pausa de beatitud.
Loco como cuando se vuelve del casino por la noche y se manda a las estrellas.
Leer a Kant o algo que excediera los límites de los conceptos y de las potencias cognoscitivas.
Un tono de broma ligera.
No perder de vista el ánimo en mitad de la materia.
Sentada dentro de una nube que le cegaba la vista.
Es preciso valerse de los materiales que proporciona a uno el tiempo; nunca con amor u odio totales, nunca cediendo a una inclinación, sino desarrollando todo lo que se posee.
Manifestar prolijamente la opinión.
Manifestar una mentalidad deforme.
Cobrar ánimo para afrontar la situación.
Un arcángel en su gloria.
La palabra seráfico expresa que uno soporta corporalmente a su semejante y que lo puede palpar sin estremecerse bajo sus enaguas psicológicas.
Las leyes de la personalidad son como una corporación sindical de serpientes venenosas, o como una cámara de comercio para ladrones.
Disolver en generalidades.
Reminiscencia de las impresiones recibidas.
Actitud de burlona obstinación.
Un gesto que evidenciaba la exagerada duración de aquel coloquio.
El temperamento adecuado para la especulación.
Entusiasmo notable de la aparición de una nueva enfermedad.
Inmiscuirse fatalmente en la conversación.
El término de las diferencias de los valores inflexibles, el valor central, el valor tipo, la dispersión. Análisis del fenómeno.
Tranquilo tono explicativo.
Hacer memoria de tiempos pasados.
Dosis de ironía.
Gesto desdeñoso.
Desnudo limaco.
Una factura del fisco.
Sistemático no.
Sin reflexionar, había tragado la píldora con su envoltura.
Actitud humana.
Los altos valores de la disciplina, del renunciamiento y de la ascesis.
Personas con una nube por pedestal.
Inmerso en una extraña disociación. La riqueza moral vive hermanada con la pecuniaria.
La propiedad por la que las acciones son reiterables y de la cual están investidas la moral y la razón, va unida al dinero como cualidad inseparable; el dinero se identifica y descompone los placeres en conjuntos de valores adquiridos con los que se puede emprender lo que se quiera.
El dinero es violencia anímica, una forma particular, dúctil, refinada, creadora, de violencia.
El crecimiento extraño y extrínseco de las uñas y del cabello.
El humor es hermoso, flota sobre los fenómenos, libre de concupiscencia.
Ir al ritmo del tiempo, siguiendo la trayectoria de un desarrollo tranquilo, pendular, impulsado simplemente por la inestabilidad de los conceptos.
Los restos de las cosas que vagan eternamente errantes, sin reducirse nunca a la armonía.
La caducidad de las cosas.
Una autoconciencia extremadamente artificial confiere al ser humano la entrada en el intermedio de las órbitas de los astros.
El gran engranaje, donde todos los campos magnéticos del cosmos actúan sobre el de la Tierra sin que se note, porque el acontecimiento terrestre es cabalmente la consecuencia.
Desde el momento que a uno se le limitan los movimientos todo el conjunto se vuelve absurdo.
La verdad es un fluido ilimitado en el que uno cae.
La nebulosa imprecisión del razonamiento empírico.
Una burla de cristal de hielo.
Una escultura no soporta un sombrero sobre la cabeza.
Discutir la cuestión bajo los puntos de vista técnico, productivo, financiero, intelectual y económico.
La sombra de una disculpa.
Lo que decía era sólo el disfraz de combinaciones de reflexiones más profundas.
El instinto de la adquisición.
El acondicionamiento amable de la conversación.
Concepto = rigidez cadavérica.
Equivalencia de la investigación = fijación.
Carácter = indolencia en cuanto a transformarse.
Consecuencia de la experiencia de una persona = insensibilidad frente a sus sugerencias.
Alcance = vista.
Manifestar una viva preferencia.
Los sótanos del tiempo, las alturas del presente.
Expresión de regocijo.
La hermosura y la emoción tienen lugar en torno de omisiones.
El tejido graso que redondea la realidad.
Desviar la conversación.
Las sombras de las cosas.
El sol y la sombra de un humanismo integral.
Los grandes escritores han dado a sus inspiraciones una forma muy sólida, que sobrevive a las épocas transitorias como un metal laminado. Sus ideas y sentimientos atraviesan las gradaciones entre las verdades y los errores que, de ser menester, podrían demostrarse y las entidades variables que se nos acercan o escapan cuando nos proponemos examinarlos.
Manifestar cómo organizar la operación.
El dulce aire de una templada noche de luna.
Tono de tierna adhesión.
Infidelidad manifiesta.
Un abismo inconsciente.
Una persona no supone para el vecino más que una serie de comparaciones.
Análisis plástico de una visión.
Tono enigmático.
Lucidez penetrante.
Tono exhortativo.
Tono tranquilizador.
El vacío de la noche.
Declaró con una maravillosa frase de novela, que no podía resistir más.
Rasgando la oscuridad, se desencadenó la tempestad undívaga del amor.
Vagar en la abierta locura del amor y de la anarquía personal.
Los peces se movían en el ambiente por el que eran movidos, lo que sucede al ser humano sólo en el sueño.
El desenlace de la conversación.
Reenhebrar el hilo del tiempo.
Su resolución, penosamente tomada, de asociarse a la mayoría de la humanidad sufría ataques reprimidos de violenta nostalgia hacia una actitud excepcional.
Tono inhumano lastimero.
Disimular con una actitud artificiosamente desenvuelta, que producía un efecto de extravagante rigidez.
Bogaba a plena vela hacia una fatal decepción.
Una emoción frenética.
Hojarada de palabras.
Los signos marginales de la imbecilidad.
Hinz o Kunz, nombres equivalentes a fulano y mengano.
La actitud de un fabricante que produce sin tregua, poniendo su vista en el mercado y no en regularlo.
El aspecto interior de una gran empresa industrial. Consta de dos cabezas; la de la dirección técnica y la del consejo de administración; sobre las dos se sitúa generalmente una tercera, el comité ejecutivo, la cual se forma con partes de las dos anteriores y que a diario se reúne con las demás. El consejo de administración está ocupado por personas de la mayoría accionista.
Tenía una vaga idea de conjunto respecto del mundo pecuniario, con sus agentes, ventanillas, cupones y papeles similares a las escrituras.
Desentrañar el meollo de la cuestión.
La vieja dicotomía de la autoconciencia humana, por la cual deviene esta dividida en dos; fin permitido y material tolerado, aunque de una manera grandiosa y aventurada.
Las líneas de la realidad son más esbeltas que el trazado de las reglas.
Un tono que traicionó a la vez su admiración y su pesar.
La decadencia occidental, tejido maravilloso de fuerzas y de inhibiciones.
Sembrar decepción.
Tono de tranquila imperturbabilidad.
El carácter, los atributos humanos.
Gesto de impaciencia.
Un rumor bancario.
Deficiente entonación.
Abrazar al demonio sólo por ser él el hombre sin par.
Carácter comercial.
El sentido de la épica primitiva que la vida privada posee.
Encogerse de hombros respetuosamente.
La acogida de una acción y la emoción subsiguiente.
Una sensación alada, invitadora a la acción, pero vacía y, en consecuencia, caprichosamente libre.
Actitud dominadora.
Pretextos de altos vuelos.
La forma de su boca reproducía la doble curva del arco de Cupido, repetido en las líneas de la frente y, más arriba, en las nubes translúcidas del cabello.
Las oscilaciones alternas de los recuerdos.
Se encontraba en el intermedio entre la somnolencia y la vigilia, en el cual las imágenes de la fantasía salen de caza.
Las aguas subterráneas que refrescan los pilares de la percepción y de la reflexióhn imparciales.
Las aguas embriagadoras del mar nocturno en el que se había sumergido.
La aversión del europeo y su intransigencia ante la sensiblería.
Acusar el alterno deslizamiento de las sensaciones.
La solemne expresión del madrugador.
Producir en la memoria un efecto.
Gotas de la conversación.
La cámara de absorción del silencio que sigue al ruido.
Circunstancias personales específicas, singularidades.
El gusto casi minuciosamente falto de reflexión de las pequeñas ciudades.
La cortesía que hay en la libre expresión de la familiaridad.
Por una misteriosa disposición del destino.
Un juego de magia del destino.
Se impone subrepticiamente el destino.
Un excitante pone en movimiento las emociones externas, abandonando incólumes las internas.
La sensación de desaliento con la que un recuerdo que se ha equivocado de vía avanza hacia los topes.
La pobreza conceptual del educador dispuesto a dar algo.
Un sistema empírico-cínico.
Un extraño cansancio de la voluntad.
Silencio refrescante.
Antorchas a la manera de Marienburg.
Las olas del ajetreo.
Expresión vacilante.
La cal muerta o el mar de la vida.
Un pillo redomado, que se había sometido a las jerarquías de la existencia.
Una vieja enemistad, un hábito mental.
Exhibición memorística.
Grabar en la memoria.
Valor de la integridad material.
La cumbre del entusiasmo.
Tono de leve reconvención.
Una espectacularidad circunspecta.
La lisa corteza de un sueño vivo.
Lo absurdo, la oscilación caótica del orden humano.
He quedado solo en el mundo, se ha roto una amarra.
Volver a encontrar la memoria.
Insensatez manifiesta.
La comicidad novelesca de un naufragio.
Más adelante, en tiempos mejor informados, la palabra destino adquirirá probablemente un sentido estadístico.
Las formas de sensibilidad sin contenido, que uno adquiere al comienzo y el contenido de las otras, las que llena la realidad.
Se ponen de manifiesto los daños experimentados por ideas o acontecimientos por los que me había apasionado.
El tono del que habla por propia experiencia y sin demasiado respeto.
Llenar con algo la indeterminación.
No estaría ausente más tiempo que el exigido por las circunstancias.
Las caretas amorosas que pone el ser humano europeo.
Un río que permite las fábricas pierde la fuerza de su corriente.
El contexto olvidado de la conversación.
Una vítrea rigidez.
El ser humano da carácter al acto. Distinguimos el bien y el mal, pero en el fondo sabemos que forman un todo.
Generalmente, en cualquier variante humana de signo negativo se esconde una variante desconocida de signo positivo.
Tono desabrido.
Tendió la vista en silencio hacia la lejanía aventurera.
Sin conceder atención alguna a aquellas circunstancias.
Demostrar inocencia y sorpresa.
Actitud rígida.
El efecto purificador que posee en ocasiones una súbita amargura.
Superflua interrupción.
Una pausa eminentemente retórica.
Tenía un prejuicio ante los análisis generales y apreciaba relativamente estéril todo esfuerzo.
Una expresión endurecida y de una excitación sorprendente.
Se aferraba con expresión seria a su respetuosa reserva.
Comer con gesto decidido.
Semejar un pastel y un grabado al boj.
El fuego del deseo desenfrenado.
Se desplegaba en conversaciones que no tenían fin y que, no obstante, siempre volvían a empezar.
La anarquía de su manera de ser había adoptado la forma triste y cansada de la siguiente persuasión, <<Lo puedo todo; lo que pasa es que no quiero hacerlo>>.
Expresarse de una forma intelectual.
Tono desprovisto de ironía.
Sombría por el afán de saber y radiante de impaciencia.
Actitud precavida.
La luna siempre en su puesto cuando en la noche buscamos alguien amistoso con quien charlar.
La imparcialidad y la admiración.
Ánimo de restringir las cosas.
Educado en la contención.
El pequeño instante de desengaño que sigue al súbito cese de una tensión.
Su memoria nunca tendía habitualmente a disolver sus impresiones en generalidades.
El papel de seda del recuerdo, que envolvía viejas sentencias.
Una gran oleada de emoción.
El egoísmo de los detalles.
Una superficie de la imagen
Los habituales procedimientos de la razón.
El inseguro temblor de los límites.
La paciencia, la solicitud y la ecuanimidad, que se hallan en oposición con la excitación que comportará la actividad inminente.
Tono festivo.
Un tono entre resentido y alegre.
Si llevas lo inequívoco de nuestra vida, lo que queda es un gallinero sin zorro.
Ideas exactas e independientes.
Tono seductor.
Una divinidad india, que antes de cada purificación se establece en alguna parte.
Evocar la memoria.
Las enaguas de follaje.
Una corriente mundano-bancaria carente de prejuicios.
El transcurso de un tiempo, que transforma  en una causa la primera cosa que se presenta.
El amor había llegado a la más alta cima de los combates.
Una actividad de un profundísimo trasfondo.
Hay muchas personas que prefieren las ideas locas a las difíciles.
Ser algo entrañable o una cosa general.
La boca forzada con violencia a la conversación.
El amor como el mar constituye una disposición permanente.
El peso de las graves ideas que le oprimían.
Dar la consigna de la acción.
Su inseguridad producía una impresión manifiesta de que estaba sufriendo.
Un lánguido gesto de negación.
Un signo de la disposición emotiva.
Gesto de altivez.
Libros muy sensibles e internos.
Un gesto muy estudiado.
Tono de repudio.
Un ataque intelectualizado.
Una broma osada.
Ideas imprecisas.
Una remota y lejana nebulosa.
Abordar con argumentos precipitados.
Tono despreocupado.
Rojo como una nube matutina.
Ante cuya expresión alejada de la realidad, casi nadie podía sentir miedo.
El recuerdo era como el gran movimiento de un columpio.
La riqueza de la evolución interior.
Tono débil.
El intelectualismo es sólo la expresión o el instrumento de una vida que se ha secado, opuesto a la esfera de la voluntad.
Rousseau, el analítico destructor.
Tono de aliento.
La ligera incertidumbre respecto de uno, consecuencia de unas transformaciones cuya magnitud es una consecuencia más clara que sus causas.
La expresión acostumbrada.
Una expresión justa cuenta mucho.
Leer con vivo énfasis.
Un gesto inseguro a causa de la impaciencia.
Actitud persistente ante las disposiciones oficiales.
La cola de la serpiente de la frase curialesca.
Manifestar con franqueza.
Ánimo de complacencias y rigidez.
Exclamar con una sorpresa estudiada.
Tono sosegado.
Gesto de abandono.
Dominado por la impaciencia o por la inseguridad.
Manifestar de una manera sorprendente.
La asimilación que practica la aristocracia del ocio inglesa es un proceso legal largo e incierto.
No hablaba de las cuestiones del momento, exponía de una manera dispersa y difusa sus ideas.
Dar un golpe al equilibrio vacilante de las ideas, sobre el que se sustenta el no menos vacilante equilibrio de las potencias europeas.
Las manifestaciones habían tenido la forma elaborada de los sueños penosos.
El hueco de la conversación.
Su peculiar memoria, singularmente fiel, con la aptitud de no deformar su contenido con ningún prejuicio ni designio.
Las pequeñas sorpresas de la entonación.
Los ademanes de las conversaciones.
Expresión de arrobo.
La prosaica sensación que da el hambre.
El tablón de publicidad, con sus giros tópicos, se le antojaban semejantes a las palabras que pronuncian los personajes de las novelas de moda en las situaciones más importantes de su vida.
El habitual esfuerzo de reflexión había dado un aspecto semejante al de unas sobaqueras de gutapercha.
Una mezcla de leve emoción y de ironía recalcitrante.
La inútil actualidad o la eterna perentoriedad de la literatura.
Un gesto de increíble vehemencia.
Como se recuerda el paso por el cielo de una nube extraordinariamente translúcida.
Equilibrio poliglandular, término fisiológico, un equilibrio de los humores, suponiendo que en la sangre actúan algunas glándulas, las cuales con sus impulsos y retenciones influyen sobre el carácter y el temperamento.
Abandonó ser el fantasma de sus nervios y halló una persuasiva naturalidad.
Tono de profética advertencia.
La encantadora expresión de la persona ofendida, que reflexiona inútilmente sobre la ofensa.
El celo de un neófito.
El tono de una conversación mantenida con una persona desconocida.
Un tono vacilante, pero sincero.
De su orgullosa nariz emanaba un encanto más vigoroso que la gracia.
Me excita la vida que hay en una novela, donde aparece organizada en un sistema.
Coherencia en el sentido de un libro.
Devolver el hilo perdido de la conversación.
Un hilo fantasmal y nebuloso de autoconciencia y de oscuro amor propio.
Desviarse de la cuestión.
El abanico de los párpados.
Tristeza solitaria, oscuridad del sueño.
Una claridad extraordinariamente intensa y una transparente atmósfera interior.
Los fragmentos que saturan incomprensiblemente la memoria una vez aplacadas las pasiones.
Su dignidad la inclinaba a la salud y al frescor de las sensaciones.
Una locura es una gracia.
Tono complaciente.
Tono tímido y obstinado.
Los crímenes realmente no se producen por el hecho de cometerlos, sino porque se toleran.
Tono de abatimiento.
Gesto indignado y acobardado.
Hablaba en tono arrogante, como suelen hablar las personas débiles y humilladas cuando pueden descargar su mal humor en alguien.
Tono de conspiración.
Tono apremiante.
La imparcialidad del especialista.
Tono tranquilo.
La ecuanimidad desesperada del especialista.
Prodigar la miel de los elogios.
Resumir las ideas en una frase concisa.
Las soluciones radicales son las mejores.
Negar con un gesto.
Voluptuosidad enorme y sin fronteras del genio.
El océano de placeres vitales.
Expresión enigmática.
La insulsez y la indecisión que caracterizan la vida diaria.
El cuchillo de doble filo de los celos.
La escrupulosidad de un médico.
Una tempestuosa huida.
El sufrimiento de un niño que no se atreve a mezclarse en un juego.
La verdadera condición humana es aquella en la que las cosas se transforman en signos.
La causalidad médica.
Pasar de la influencia a distancia a la influencia directa del diálogo.
Circunstancias extrañas.
Tono de reprobación.
El estupor, señal de una emoción profunda.
Tono de lamentación.
La ambigua relevancia de la vida superior, en la que se mezclan la energía de la voluntad y lo edificante.
Las repeticiones de unas explicaciones cuyos límites eran inalcanzables.
Las olas, algo atrayente y que se hurta a la vista.
La sencilla salida de los celos.
La impotencia intelectual del niño.
Una serie de impresiones plásticamente aisladas y desprendidas de su fin.
Tono marcadamente áspero.
Desaparecer como castillos de nubes.
Edificios de dos pisos con frontones griegos y conchas barrocas sobre las ventanas; cabezas humanas esculpidas, que resaltaban de los muros y otros centinelas mitológicos, que semejaban productos de ebanistería pintados para imitar la piedra.
No perder ni una gota de la amarga poción de su matrimonio.
El calendario, saber en qué grado de los meses o de las semanas se hallaba, dentro del mar de lo infinito.
Obligarse a una reflexión imparcial.
Manifestar una gran indiferencia o desidia.
Escoger una solución artificial y fantástica.
El contenido de las manifestaciones.
La expresión indicaba que no terminaba de decidirse entre la burla, la preocupación o el desprecio.
Objeto de una acusación.
La firmeza de una provocación, que acusa claramente el deseo de oír lo opuesto.
Tono tímidamente burlón.
Un gesto indefinido de defensa.
Gesto amistoso.
Un gesto involuntario de defensa.
Un pretexto fútil.
Una creación artística, un olor divertido, meteórico, tempestuoso, celestial, inquietante.
Las arterias urbanas.
La habían educado para contener sus emociones ante personas extrañas.
Celosa de una manera vulgar e insensata.
La apasionada e impotente amistad de la persona que se opone a que la rechacen.
Las conversaciones, con sus bromas y su superioridad aparentemente imparcial, tenían el efecto de un escarnio.
Rebajarse, una actitud de explosión temperamental.
Poseer dotes intelectuales y prácticas.
Letras de estilo Biedermeier.
Existe un asombro que olvida cualquier pregunta.
La visión oscurecida por las emociones.
Una voluntad infatigablemente activa.
Sus palabras venían de una conversación interior ya iniciada.
Una conmoción realmente profunda del yo.
Se imponía la seriedad de la burla.
Tono de reprensión.
Las palabras aisladas, esgrimidas con energía.
Tono entre brusco y delicado.
Los grandes archivos de la humanidad.
Una experiencia penetrante y un desprecio de las pasiones y del egoísmo.
Actitud insegura.
Impresión de abatimiento.
Enemigo del divorcio, una actitud retrógrada.
Liberarse de los materiales exteriores de protección, que la humanidad ha establecido ante su propia insuficiencia.
Una dignidad en la que había una actitud de defensa.
Llegar a impresiones totales.
Tenía la aptitud de presentir incidentes que pudieran surgir a cada momento y que exigieran una gran disposición de ánimo por su peculiaridad.
Expresión de amargura.
Expresión estólida.
Estigmas de decadencia física adiposa.
Un error manifiesto.
Una tremenda impresión terminó con las reflexiones.
Lo deforme, lo sucio, lo deteriorado, lo paralizado.
Entre aquellas armas y el mundo semejaban existir barras de plomo de muchos metros de espesor.
Precipitada en una negrura atroz y total, en la que nada se podía distinguir.
Las ideas y fantasías.
La falta de fantasía del infierno.
Experimentar mucho, saber mucho, pero no poseer una explicación suficiente de las circunstancias, he aquí los elementos de la parte intelectual de la actividad del doctor.
Expresión significativa.
Tono de persona enterada.
Enzarzados en una conversación tempestuosa.
Un signo amistoso.
Dar la impresión del hábito silencioso, experimentado en las cárceles.
Viena, la dorada.
Expresión de desencanto y consternación.
Lo insólito de las circunstancias.
Tono amenazador.
La insoportable modestia austriaca.
Una lítote, una atenuación artificiosa de la expresión.
La más profunda satisfacción del que sabe algo es el silencio, sobre todo, cuando es alguien precavido.
El título de consejero era un verdadero título de administrador.
Los bastidores de la política.
El genio verdadero y reconocido y el genio que no todos aprecian instantáneamente.
Tono perentorio.
Un instante de cansancio cósmico.
La mano levantada con el cigarro, como un inconsciente gesto de defensa.
Una maniobra de distracción.
Demostrar documentalmente.
Los ornamentos del que lo sabe todo.
Sólo permanecen a la larga las opiniones que nos dan beneficios, lo que demuestra que los demás las han admitido.
Tener dentro un menester grande de expresarse.
Un valor demostrativo, para efectuar una presión política a través de la voluntad publica.
Una solicitud amable.
Calidad de jurista.
Una diferencia técnica.
Ver todo el alcance de la conversación.
Un lord británico aferrado a las grandes ideas respecto de la libertad humana y de la libertad de comercio.
Opiniones extraordinariamente brutales, irrespetuosas, casi agitadoras.
Defenderse en un cansino tono de queja por la incomprensión.
Gesto rígido.
La voluntad ofendida le daba el mandato de comportarse con orgullo y el cuerpo temblaba.
Experiencia táctica.
Conversaciones descritas.
Gesto de enojo.
Osteomielitis, enfermedad profesional del fósforo.
Un marxista afirma, más o menos, que la infraestructura de una persona marca de una manera total su superestructura ideológica. Un psicoanalista afirma que la superestructura ideológica es un producto de su infraestructura instintiva.
Proverbio. El mundo está loco.
Una controversia azarosa.
Preguntar con acariciadora malicia.
Asuntos sentimentales lícitos e ilícitos.
Gesto de impaciencia y desconcierto.
Preparar los recuerdos a partir de partículas ultramicroscópicas.
Los límites de la reflexión son engañosos y solitarios.
Un signo de negación.
Un amplio gesto.
Un salón de belleza intelectual.
Hermética seriedad.
Repugnantes debates intelectuales.
Tono sofocado y de advertencia.
Tono incisivo, de burla.
Sentirse irritado y oprimido, como ocurre al verse indeciso y trabado.
Una truculenta expresión, fantasmas del pasado.
La pequeña pesadumbre que puede despertar la visión inesperada de un reloj que se ha parado.
Las hojas de los árboles brillaban aburridas como húmedo linóleo.
La palabra lujo tiene también el significado de lo superfluo e innecesario que pueda reunir una riqueza ociosa; superfluidad es lo <<superfluyente>>, desbordante, un acolchado de la existencia que supera ligeramente el marco, o esa comodidad y liberalidad que tiene la vida europea y de la que sólo carecen los pobres de solemnidad.
El grave ámbito del deber que manifiesta la fidelidad de una domesticidad.
Asaltar la desconfianza.
Un fino tacto moral.
Ánimos anticuados y afeminados, que se ocupaban con desagradable aplicación de los padecimientos humanos.
Una enigmática e inconsciente repetición filial.
Un niño desabrido del que se exige una tarea demasiado pesada.
Su discurso era un largo túnel horadado a través de una montaña, para caer más allá sobre una idea que brillaba ostentosamente al otro lado.
Tono mesurado, comedido.
Movimiento sulfurado.
Poseído de un celo insensato, siguió agitando su férula verbal.
Tono de expulsión.
Se despojó del ultimo hilillo de coacción que quedaba.
La vacua actividad del día y la sensible corporeidad de la noche.
El factor separador.
El fondo azul dorado de las alturas y las pálidas centellas del horizonte.
Las alas de la aventura.
Rayos lunares del día.
Los dolores de sobreparto de la emoción.
La posesión de la palabra correcta dispensa protección ante la indomada fiereza de las cosas.
La plenitud de forma arcanamente delimitada de una pequeña cúpula floral.
Entregarse a la impotencia de designar con palabras un color de una nitidez, tal como para ser agarrado, o una de las formas que hablaban de una manera irreflexivamente penetrante.
El césped verde es eso, verde césped.
Valor de los conceptos, lo que aportan.
Restablecer la corporeidad de la conversación.
Citar de memoria.
La sensación del tiempo, esta cadena siempre fluyente, esta rodante escalera con su horrible referencia de contigüidad con la muerte.
Hay un augurio que expone que para los dioses un milenio no significa más que un abrir y cerrar de ojos.
Adivinar las ideas, calidad de desviación inquietante.
El rumbo de las corrientes de la gran ciudad.
El carácter tenso y funambulesco propio de lo que puede ser una-vez-y-nunca-más, del hallazgo hecho venir mágicamente y que no admite repetición.
Emoción vaporosa y flotante.
La tullida regla del provecho.
Imbuidos en una conversación.
Tono de broma.
Recapitular la consecuencia, equilibrándola.
Tono burlesco.
Aterrizar en la otra ribera temporal del silencio.
Tono de jocoso reproche.
La conversación obstaculizada se perdía en la prolijidad.
Gesto desanimado.
Estorbar la conversación.
Tímida actitud.
Manifestar extrañado.
Orlado por azules nubecillas.
Tono de resignación.
Manifestación configuradora o indicio.
El Eterno Artista ama la creación, en cuanto la va haciendo, pero su amor se aparta de las partes terminadas.
Las callejas azul violeta de la ciudad.
Traer a la memoria.
Preguntar de grado o por fuerza.
Anárquica experiencia privada.
Una exageración de negación, una especulación à la baisse en los valores humanos.
Relatar con el gozo proporcionado por una materia que ha sido reflexionada.
Tono modesto.
Encasillar un depósito de medicamentos.
Las existencias de locuacidad.
Empantanarse en un sórdido materialismo.
Hondos tonos de disgusto.
La emoción de un mago que logra poner a los demonios en sometimiento.
No veía en el desorden que arrastra a un ciclo vital más bajo ningún presagio para la organización a que se aspira en un significado más alto.
Desterrada en un estudio de espera entre el bienestar y la desgracia.
Impresiones en la memoria.
La fantasía, una potencia desenfrenada, que puede llevar a la enajenación mental.
Las personas y circunstancias respecto de las que había girado la conversación.
Enconadas manifestaciones de la voluntad.
Una exposición de la jerarquía de valores de la realidad.
Un pretexto de viaje.
Vincular manifiesta o superficialmente.
Un tono de dolor serenamente elevado y de charla cortés.
Tono desabrido.
La nature morte de un idioma extranjero.
El estancamiento de la conversación; había quedado en suspenso, sin permitir sentir ni una fisura.
La memoria procede algo acuciantemente con aquello que desea oír.
El nebuloso peso del silencio y del recuerdo.
Cuando su reflexión hubo alcanzado algún peso, tenía la impresión de que la conversación, en conjunto, experimentaba un corrimiento.
Diccionario de Grimm.
Encajar la burla encogiéndose de hombros.
Abordar una cuestión correcta.
Con el tono satisfecho de un perito en la materia.
Que algo sea significativo quiere decir extraordinariamente importante, que se le atribuye un rango y un valor.
El valor persistente, en oposición con las inspiraciones del humor y del error.
El poroso sosiego nocturno.
Una serie de fugaces indicios.
Abrir la espita del alba.
Un mensaje confidencial.
El pecado (la hoz lunar).
Tenía terror y ansiaba lo terrible.
Expresión de meticulosidad agradecida.
El gioco della morra, un juego de azar, gana quien acierte el verdadero numero de dedos.
La parte dura de la conversación.
Llegar a la unidad, la cual se llama verdad.
Cautela, secreto terror.
Prefirió hacer girar la conversación hacia la concepción más natural, empezando a desenvolver sus experiencias en torno a las analogías, comparaciones, formas simbólicas de expresión y similares.
Pasar por encima de la fase de la alegoría a la realidad.
El símbolo de un ser doble. Las cosas fascinantes están fundadas en una locura vetusta e inmemorial.
Tono exigente.
La vista de las sombras del desenfreno y del placer hacen que estos semejen más grandes.
Los enfermos son seres dobles.
La imagen, el modelo.
Tono autoritario y sugestivo.
Cabalgar con silla en un caballo de madera.
Una cámara llena de manzanas de todos los colores.
Una gruta de reflejos.
La pesada plasticidad de más de un instante.
Dirigir cautelosamente los ojos y permitir beber la presencia.
La gracia fantasmagórica del doble de uno transforma la angustia del desamparo del mundo en la ternura del solitario estar al lado de otro ser.
Tono amistoso y somnoliento.
Encogerse de hombros agudizando la expresión.
Memoria precisa e independiente.
Símbolo, alegoría o imagen.
La diversidad embrollaba su memoria.
Se defendió con un viraje hacia lo general.
Tono de tierna paciente.
Una utopía sin sentido.
Se encogió de hombros con aire de personalidad política.
Un gesto de repulsa.
Recogimiento manifiesto.
Una profunda ausencia casi espacial.
No quería decir demasiado y se mantenía reservada.
Acólito de un crimen.
Los estigmas de un alto nerviosismo.
Actitud reservada.
Todo lo que sucede tiene una razón suficiente de su existencia.
Una decisión episódica.
Los gloriosos recuerdos husitas de los checos.
Disculparse por la sombría imparcialidad de su comportamiento.
Encogerse vagamente de hombros.
La manifestación de fuerza y amor.
Una manifestación de desprecio personal.
Nunca aceptó ninguna de las invitaciones, permitiéndose obsequiar, a lo sumo, con cigarrillos o una taza de té, como en las novelas rusas.
Perspectivas inagotables.
Tonos de disgusto.
Un ser fantástico y sin disciplina.
Manifestar los celos nítida e involuntariamente.
Las novelas respiran inequívocamente la esclavitud y sobreexcitación sensual de sus autores, fomentando lo más bajo de sus lectores, precisamente en torno de la ilusión poética con la que disimulan y encubren todo.
Tono de defensa.
Tono desvergonzadamente seco.
El mar inmóvil, abierto como un abanico.
Combaron la redondez del horizonte como una corona alrededor de sus cabezas y visionaron el cielo.
Habían superado el grado de ansiedad que gasta su energía en una acción y corto frenesí.
El fuego no se hace más pequeño cuando se enciende con él otro fuego.
Era doloroso, como cuando los ojos fijados en el horizonte tienen que habituarse rápidamente a la cercanía.
Un lagarto, pequeña llamarada de vida, que se desliza como una exhalación.
Caer en una tempestad casi impersonal como los elementos.
Una generosidad de carácter ético.
El verano ascendía ardoroso. Los elementos llenaban la existencia, apenas quedaba un lugar tolerado para lo humano.
Esperar, una melodía sin sonido, una imagen sin forma.
Tono apagado e insistente de un tambor.
Limitarse a denegar con los hombros.
(El hombre sin atributos)


Auster
Musil dedicó dieciocho años a escribir "El hombre sin atributos".



THEODOR FONTANE

Bolitas de teriaca. Un producto farmacéutico usado desde el pasado y compuesto de diversos ingredientes. Se utilizaba también como antídoto de las mordeduras de animales venenosos.
Alcalde. Sabiduría y lealtad.
La división entre el bien y el mal.
Descuidado en su actitud.
El miedo y la confusión.
Petardos y girándulas.
Quien no tiene amor, tampoco lo encuentra.
Los siete ruegos. El padrenuestro.
Expulsar los viejos fantasmas con sus maquinaciones y argucias.
Una composición de Christian August Vulpius (1762-1827).
Un gran ciervo de diez puntas en cada asta de la cornamenta.
Amenazaba con sus celos.
De las ramas bajas del gran tilo colgaban pañuelos rojos y amarillos.
Pobre como un grillo en el hogar.
Agramar el lino.
Sobrevenir el miedo y la debilidad.
Sol del crepúsculo.
Como es propio de los débiles y fatigados, cuando estaba enojado tenía la aptitud de quitar de encima todo el cansancio y tener ataques de ira.
Refrán. Donde hay gana, hay maña.
Los navegantes no tienen un paso ligero y van muy lentos a pie.
Setos formados alternativamente por espinos y aligustres.
Umbelas de eneldo y de hinojo, muy altas y llenas de simiente.
Los ojos viejos ven mejor en la oscuridad y lo más oscuro de todo es el futuro.
Fruta y alfajores de Ulm y de Basilea.
Recuerdos dulces y dolorosos.
Retomar la conversación.
El amor y el deseo.
La avaricia es el diablo.
(Grete Minde)

Financieros renombrados de la capital.
Adquirir un lustre mundano convencional.
Refranes drásticos y frases hechas locales de género burdo.
Para expulsar al diablo se citaba a Belcebú.
Expresiones berlinesas y cínicas.
Los giros ingeniosos y las réplicas ocurrentes.
Rasgos amables del carácter francés.
Todo respiraba bienestar.
Refrán. El gato mira al emperador.
Una carta de porte.
Torturar con los celos.
Hoy colorado y mañana muerto.
También en su miedo se diferencian los hombres. Unos siguen al avestruz y meten la cabeza en la arena y no quieren saber nada, y otros prefieren tener su destino siempre presente, familiarizarse con él.
Verosímil como estas agujas del reloj.
Lo que los enamorados logran conseguir con buena voluntad.
Un giro humorístico.
Tiempo ganado, todo ganado.
Dicho. No hay que pintar al diablo sobre la pared.
Poseía el rasgo fatalista de los humoristas, que se duplica cuando son hombres de mundo.
Cortesías, ocasional tropiezo.
Excitación humorística.
No es cuestión de dar más de lo que se tiene. Las personas que han viajado mucho por el mundo suelen ser indiferentes a estas cuestiones.
El invierno había gastado sus flechas y había emprendido su retirada irremediable y sin más posibilidades de resistencia.
Rasgo característico destacado, el de reducir y negar.
Tendencia afrancesada de los berlineses.
Un silencioso antagonismo.
Un guiño de admiración desprovista de envidia.
Argumentos persuasivos.
Influido por los rumores o la especulación bursátil.
Suerte caprichosa.
Una suerte fabulosa.
Una suerte, que en su grandeza colosal devora y traga al ser humano.
Los actos son ideas o con ideas robadas o prestadas tienen algo tosco y brutal. Confunden los conceptos y mezclan los opuestos.
Calidad de berlinés adicto a la diatriba, las masacres de los grandes y la nivelación general.
Cautivación y hechizo.
Frases oraculares, opuestas a los enunciados concretos.
Un enérgico pulso de gimnasta.
Pertenecía a ese grupo de leales incondicionales, que ya se sentían dichosos con ver una simple sombra a través de la cortina cerrada y de la ventana de la esquina.
Cada cual tiene la aptitud para aprender a restringirse.
Máxima. <<Hay que economizar en lo pequeño, para poder gastar en lo grande>>.
Iniciar una conversación.
Los berlineses suelen perder la cabeza por todo lo extranjero.
Los consejeros comerciales son como fondos consolidados, que se pueden retirar en cualquier momento. Siempre hay cobertura.
Las personas ricas perciben a los seres humanos desde su peor lado.
Refrán alemán. Donde no hay nada, el soberano también pierde sus derechos.
Y para colmo esa canción.
Su actitud superior le atosigaba.
Tenía, como las personas deformadas, cara de lechuza.
Dulces incógnitas y fantasías.
Italianos poco de fiar.
Bienestar físico.
Un remedio imaginable.
Venus Spreavensis, Venus del Spree; Venus Kallypigos, Venus del bello trasero.
La generosidad que se encuentra en el hermano mayor. La posición dominante del primogénito le libera de la mezquindad y la intriga.
Indiferencia casi angustiosa hacia los placeres de la mesa.
El vuelo de la imaginación llena de imágenes.
Un ataque enloquecido de celos.
El ministro de finanzas, un ministro doble.
Un postre de los árboles del orchard.
En el centro del parque se alzaban, siguiendo el modelo de los famosos jardines de Kew, varios invernaderos de palmeras, altos y con cúpulas acristaladas.
Anteojos de cuerno.
Un típico jardinero. Antipático, grosero y avaricioso.
Viento cortante del este.
Analizado y decidido.
Vieja máxima. Cualquier ventaja nueva sólo puede nacer ofreciendo derechos más viejos.
Plus de voracidad.
Carácter desconfiado y pesimista.
El ser humano de las prevenciones opuestas.
Bajo el embrujo de una idea preconcebida.
Una casa de muñecas gigantesca, de tres pisos, con una cocina con fogón, caldero para lavar y cilindro para escurrir la ropa, anticuado con su piedra y rodillo de madera
Ponche sueco.
Un ser humano entrañable.
El ser humano de las delicadas apreciaciones.
Chiribitas delante de los ojos.
No era una persona distinguida, venía de una tintorería.
Hablar y utilizar expresiones como si no tuviera educación y fuera de Wedding.
Exponer su postura, suplicar.
Refrán. Una buena autoconciencia es el mejor cojín para descansar.
En momentos decisivos se quiere oír lo que a uno le procura la muerte.
Nadie puede olvidar. Los recuerdos, sin embargo, son poderosos y una mancha es una mancha, igual que la culpa.
Dijo, con la vehemencia de su vieja manera de ser.
Una cuestión de vana autocomplacencia.
Tormento y angustia.
No ser puntual es ser desordenado.
Organización y unidad.
La inundó una sensación de infinita congoja.
Con la compostura externa recuperó también la interna.
Los términos escogidos eran pretendidamente neutros.
Los progresos del bebé.
Su propio bienestar permitió el viaje.
Rousseau-Insel, la Isla de Rousseau, lugar de esparcimiento en el Tiergarten de Berlín, donde había una pista de patinaje sobre hielo.
Lo que había sucedido se le antojaba, en lo que se refiere a la sociedad, prácticamente compensado; habían cumplido con las reglas y las formas estaban rescatadas y reflexionó que no tendría que enfrentarse a un rigor del que el mundo, generalmente, sólo echa mano cuando cree ser menester, simplemente con la persuasión de que el que está en una casa de cristal no debe tirar piedras.
Una actitud rigorista.
Lo que se exhibe sólo tiene un valor corriente; lo que verdaderamente tiene valor se retira, se refugia en un rincón tranquilo, se esconde.
Encontrar un terreno neutral es una de las ventajas de la gran ciudad.
Qué actitud adoptaban.
Examinar todo bajo el aspecto de la disposición.
Las gemelas, manzanas rojiverdes.
Un beso de haut en bas.
Al lado en el trance, con esa serenidad optimista, que se transmite al entorno o que, al menos, no suele abandonar el influir en él.
Cuando en Londres hay algo muy especial expresa ser un nine-days-wonder y con esos nueve días queda expresada la máxima duración de una fiebre.
Todo temporal termina agotándose. Un día tendremos de nuevo el arco iris y la fiesta de la reconciliación.
A la inversa u opuestamente.
En el fondo, le viene incómodo reunirse en un proceso legal. Y por eso sólo espera la señal, para enfundar la espada de las ejecuciones.
Actitud azarada.
Un juego limpio, abierto y honesto.
La que huye del matrimonio sin otra razón que la de amar a otro, pierde la ventaja de interpretar al margen el papel de la madre tierna.
Una princesa de las que cuidan las ovejas.
Los hijos juzgan por doquier, en silencio e implacables.
Crear con la ayuda de palabras animadas una pantalla tras la que esconder lo que realmente le preocupaba.
La fidelidad acrisolada es aquella que vale.
Práctica y patricia, no creía en la duración de las exaltaciones.
Toussaint-Langenscheidt, método de aprendizaje del francés.
Constatar cinetíficamente.
Tolerancia y bondad.
Julklapp es el regalo con elementos humorísticos, que se hace en los países escandinavos en la fiesta de Jul, que coincide con las Navidades.
Manzana de Gravenstein.
Un memento y un aviso.
(La adúltera)



Nooteboom
Theodor Fontane. Y con todos los planes una pregunta me acompaña. <<¿Cuál es el sentido?>>, una pregunta que amenaza con apoderarse de mí por completo.


ISAK DINESEN

La verdad, al igual que el tiempo, es una idea que nace y que depende de la conversación y la comunicación humanas.
Reflejos de la personalidad y existencia de cada ser humano en la mente de las personas. Falsas caricaturas y embustes declarados.
Grado de amistad y buena voluntad.
Disposición de demencia furiosa.
Reflexión del tiempo. Prisión.
Infinidad del espacio. Estudio de las órbitas de los planetas y de las estrellas, sus elipses y círculos dentro del espacio infinito.
La vida tiene su ley de gravitación anímica.
Un huésped espera ser atendido y regalado; busca la diversión y el olvido de sus monotonías o preocupaciones y actividades diarias. Quiere brillar, imprimir su personalidad y nombre sobre las personas que le rodean. Y hallar alguna justificación, la forma de explicar los motivos de su existencia. Un anfitrión de su huésped precisa y quiere solamente el agradecimiento.
Un criminal asalariado de la ciudad. Tipo de disposición extravagante.
Un  rubí valioso.
Baños de Pyrrmont.
Pretensión y acción.
La acción hace desaparecer el deseo.
Candidez de un niño que espera plenamente la simpatía y admiración de los demás.
Disposición de triunfo y regocijo. Cenit.
Inclinación innata que nos induce a buscar el origen de las cosas.
Valoración de las gentes.
Nada es misterioso si no simboliza algo.
Agrado manifiesto.
Gran poder del universo.
Reflexionar respecto de la transformación de las cosas.
Educado en un sistema de exámenes y oposiciones.
Raza instruida sobre las leyes del azar y la guerra, adaptada a lo imprevisto y acostumbrada a lo inesperado, para la que el estar garantizado de algo no significaba lo más importante de las cosas.
Hay un límite en la fuerza de voluntad de un ser humano.
Un arrepentimiento a tiempo hecho con sinceridad.
Aguantaron valientemente con manifiesto peligro de sus vidas.
Máscara de horrorosa nariz veneciana.
Manifiesto orgullo.
La prueba de nuestro talento está en el éxito o el fracaso.
Devolver la burla al diablo.
Noción del delito y del miedo.
Riksdaler. Moneda.
Para crear es preciso imaginar.
Refrán. El viejo caballo de guerra levanta la cabeza cuando oye las trompetas.
Soplaban los vientos de mi vida en mis velas.
Fenómenos de la vida.
Los leones cazados y encerrados en jaulas reciben más pesadumbre y dolor por la vergüenza que por el hambre.
La luna tiene que seguir a la tierra; pero si la tierra llegara algún día a cuartearse y evaporarse, entonces la luna podría huir libre de su obligada dependencia y transformarse en luna de Júpiter o de Venus.
Tormenta de emociones.
Enormes sombras que aterrorizan y amedrentan a los que viajan por las montañas.
Un hueco de tiempo.
Ideal real del tiempo. Tiempo y eternidad.
(Siete cuentos góticos)

El cielo de un color azul pálido y violeta.
El aire como una llama centelleaba, ondulaba y brillaba como agua fluyendo, reflejaba y duplicaba los objetos creando una gran Fata Morgana.
Un tren de cremallera suavemente empinado.
La ley mental de la gravitación.
Diversos grados de oxidación.
El cerebro de una firma comercial.
La impulsiva y peligrosa gente del norte.
Emplear una grotesca fantasía humorística para conducir a una pista falsa.
Las cualidades de un veterano jugador de póker, que no se preocupa si sobrevaloras o infravaloras su jugada con tal que no sepas sus cartas verdaderas.
Como se teme un terrorífico ruido repentino.
Un revoltijo heterogéneo de átomos congénitos, como ocurre con la hoja de roble, la bellota y el objeto hecho de roble.
Un objeto digno de piedad.
Los blancos se esfuerzan por precaverse de lo desconocido y de los asaltos del destino.
Profunda animosidad ante lo que significara regularidad, sistematización.
La miel, un ungüento para las quemaduras.
Una conversación tranquila y benevolente.
Un porte de serena y refrenada dignidad.
Resplandeciente de un reprimido triunfo.
Estilo sosegado.
Golpe de efecto.
Astuto en materia de dinero.
Mezclar la sangre con la fatalidad.
El vivaz flujo de las conversaciones se levantó en rizos y cascadas de júbilo.
Una actitud especial de benevolencia, de ayuda, de condescendencia.
Pinche, marmitón.
Consejos útiles.
Burlar las precedencias de facultades y talentos, transformándose en algo místico e inexplicable, como ocurre con los genios.
Los atributos del genio, incluso su fatalidad, la impotencia del ser ante sus propios poderes.
Los grandes artificios y tours-de-force de la cocina.
El gran viajero Phineas Fogg.
Salsa Cumberland.
Expresión de sosiego y seriedad.
Un momento siniestro de fatal equívoco.
Un furioso optimista.
"East African Standard".
La Osa Mayor, chiste osuno.
El placer del verdadero soñador reside en que las cosas ocurren sin ningún estorbo por su parte y, además, completamente fuera de su control. Grandes paisajes creados, grandes y espléndidas vistas, ricos y delicados colores, caminos, casas. Las ideas de huida y persecución son recurrentes en los sueños e igualmente propiciadoras del éxtasis. Todos dicen cosas inteligentes. Rodea al que sueña un sentimiento de inmensa libertad y le invade, como el aire y la luz, una felicidad ultraterrena.
Cuando tomas un libro digno de ser leído tu mente corre transportada por un sendero fresco y verde oscuro.
Expresión de sorpresa profunda.
El destino envuelto en grandes mantos blancos.
Angustia abrumadora.
Cubrir la cabeza con una túnica mental.
Expresión pura y animada.
Una cantidad es algo concreto.
La corriente de aire de las bramas.
Las ideas que latían en la reunión.
Los cimientos de una negociación.
Un temor reverente.
Un informe lleno de complicadas circunstancias y de irrelevantes detalles.
Atrapar el pasado por la cola.
Una devoción humilde y estática a las reglas del arte por el arte.
Anticuada ortografía que engaña al lector.
El efecto magnificador de las noticias escritas.
Lacónico mensaje.
Expresión seria y digna.
Aprender el arte de las pausas.
Manifestar lenta y desconsoladamente.
De manera vaga pasar algo por alto.
La tragedia y el escándalo se me venían encima como sombras sepulcrales.
La cualidad que valoramos en un amigo, ser eficaz.
El tono cotidiano.
Una expresión de éxtasis angélico.
La actitud del invasor y la del prisionero.
Hay cosas que no pueden marchar por mucha buena voluntad que se les eche.
Los tintes más apreciados, carmesí, ciruela pura, pardo del Sudán, rosa de bengala azafranado.
Las circunstancias no eran muy malas, muy despreciables. Sólo pesimismo, inmundo vicio.
El carbón de leña liso como la seda, materia defecada, ligera de peso e imperecedera la pequeña, oscura y experta momia de la madera.
Lottenburg, un lugar de diversión cercano de Copenhague.
Hundirse en el más negro pesimismo.
El ser humano derrotado, el fugitivo sin hogar en un mundo desolado.
Oír vagamente hablar.
La cortesía de un animal acosado.
Legendarios cadáveres cuyas barbas crecen con rapidez bajo tierra.
Tener sentado a cenar a Armand Duval o al Chevalier des Grieux.
El viejo y sabio D´Artagnan de "Vingt Ans Après".
Burla patética de la audacia y la arrogancia.
El paso gentil de un duelista imbatible.
La sorprendente cantidad de prejuicios de un gato.
Niveles de ingenio, gallardía y humanidad.
Faltaba la levadura del pan de la tierra.
El arte de escuchar un relato.
Si nuestras vidas tienen algún valor es que no tienen ninguno.
El lago Natron es el lugar de donde se saca la soda.
Esas proposiciones que te hacen en los sueños.
El graznido del águila.
Qué cosas reservan su valor después de la muerte.
Sufrir de una crónica mala autoconciencia con respecto a los barrios miserables.
Los deseos y satisfacciones vitales.
El varaseto de la veranda.
El exceso de prisa es siempre malo.
El grado de un delito depende de las pretensiones de las personas implicadas y no de las consecuencias. Cuáles eran las pretensiones y la actitud de las personas implicadas en el caso.
El Jardin d´Acclimatation de Marsella.
El valor monetario.
Los cuerpos celestiales en su curso tienen el poder de llevar las mentes humanas hasta desconocidas cumbres de delicia.
Con una firmeza que no admitía ninguna objeción.
Expresiones de condolencia.
Una expresión de ansiosa y decidida disposición.
Según una vieja ley nórdica el ser humano no es responsable de lo que perora en una forja.
Rabia y desesperación enfermizas, el horror a la masa.
El mundo no era un lugar regular o previsible.
Hay un momento paradójico en la referencia entre un dirigente y sus seguidores; estos pueden ver cada debilidad y defecto que tiene, valorarle con agudeza y sin prejuicios, pero siguen precisándolo, como si en la vida no hubiera posibilidad de abandonarle.
Seguir los insistentes consejos de un amigo.
Repulsión y tristeza en el rostro, contacto con un tipo de existencia insoportable.
Una desaprobación completamente imparcial e impersonal.
África posee un sentido del sarcasmo tremendo.
Humor ausente.
La sombra del destino.
Venir encima, de repente, como un asombra.
Una reverencia hacia los valores.
La extendida opinión de que todo debe sucumbir.
Las nubes que venían del este lanzaban su sombra hecha de vida sobre la tierra amplia y ondulada y luego se disolvían y desaparecían.
Extraña y retraída existencia.
"Crome Yellow". Un cervato para Sir Hércules y su esposa con su traílla de treinta dogos falderos negros y amarillentos.
Una casa das Ding an sich, distinguida como una calavera.
Manifestar con gran alegría.
Un anillo abisinio de oro blando, que se podía adaptar a cualquier dedo.
El poema sobre Ragnarok, donde se describe la caída de las estrellas y los versos sobre los enanos que gemían en sus cuevas de las montañas y que fallecían de miedo.
Una coincidencia de circunstancias, lo que la gente llama una racha de mala suerte.
Un gesto de amistad.
Calcular para valorar y sopesar la pérdida.
Una profunda emoción silenciosa.
Manifestar solemnemente la formidable verdad.
La facultad de admiración.
Sabias conversaciones.
La mano de la distancia.
(Memorias de África)

El genio se había desvanecido.
Superficial, trivial, falto de contenido.
Lágrimas de emoción.
El arte de dormir.
Éxtasis exuberante y glorioso.
La expresión del caballero que se encuentra con otro.
El mundo no le era del todo indiferente, no estaba totalmente solo dentro de él. Los fenómenos dispersos y aislados del universo iban adquiriendo una consistencia muy semejante al demonio propio; y el demonio le tenía cogido de la mano o por el pelo.
Los barcos eran superficiales y estaban siempre a la superficie. Aquí residía su poder.
Hermosos y superficiales vagabundos, valerosos y flotantes invasores de las profundidades. Ángeles pesados y vacíos.
La conversación marchaba extraordinariamente.
No sentar bien la comida inglesa ni tampoco el domingo inglés.
Juré que me tendría el diablo si me volvía a embarcar.
Sopesar la cuestión.
Atrapado con una extraña ilusión óptica.
Hogar ¿dónde está tu aguijón? Vida conyugal ¿dónde está tu victoria?
Decaer y apagar la conversación.
La autoconciencia del silencio en torno.
Si se tiene paciencia todo lo que se ha poseído vuelve otra vez.
Grande fortaleza de ánimo para volver a aceptar.
Repasar los sucesos con el ojo experto de un escritor de ficción.
Expresión de arrobamiento, de gozo y placer.
Un relato bueno y agradable que vivirá dentro del corazón de los jóvenes enamorados.
¿No soy un ser humano y puedo escribir una historia de amor sin desear ese amor que ciñe y abraza y la dulzura y el calor de un cuerpo de mujer joven dentro de mis brazos?
El bajo, oscilante paisaje danés.
El campo respiraba una vida intemporal.
Una raza humana vivía sobre esta tierra desde hacía mil años; había sido formada con su suelo y su clima y había sido marcada con sus reflexiones, de manera que nadie podía decir dónde terminaba la existencia de una y dónde empezaba la de la otra.
Una casa solariega, signos elegantes y geométricos a través de la bruma azul.
Los tilos en fila alrededor de una fortaleza hablaban de poder.
La casa solariega tenía un horizonte terrestre más ancho que la iglesia y las cabañas.
Una débil fragancia, un mensaje aéreo, un eco oloroso de los sueños.
La sucesión directa era el orgullo del clan y un dogma sagrado.
Un gesto amistoso y generoso.
Los hermosos dioses de Asgaard eran justos, leales, benévolos y caballerosos. Pero no eran todopoderosos. Tuvieron a su lado esos poderes más oscuros llamados los jotuns, que traían el sufrimiento, los desastres, la ruina. El caballeroso Odín de Asgaard como Regente debe colocarse por debajo de Júpiter, que proclamaba su soberanía y que aceptaba el mundo que mandaba.
Declarar con profunda gravedad.
Cuestión de azar o de simpatía.
Su desazón adoptó una extraña forma como la autoconciencia de una ausencia.
Un gesto sombrío.
Un espectáculo espantoso y horrible, una figura grotescamente divertida como un pequeño planeta girando locamente a lo largo del firmamento una vez desaparecida la ley de la gravitación.
El ánimo efervescente no se quería sosegar.
Sus palabras tuvieron el carácter de un monólogo pronunciado por la persona que ve ir y venir las cosas mientras permanece.
Y de los elementos opuestos surgió la concordia.
La cruda realidad hervía de febril agitación.
Saber sólo con la superficie de la autoconciencia.
Recalar los viajeros.
Barrer de la existencia.
Actitudes divinamente abandonadas con las galas de la propia Venus.
Figuraciones cándidas y abandonadas.
Conversaciones, manuscritos y notas constituían la materia de la acusación.
Ola de desprecio.
Dicha callada y triunfal.
Actitud de brevedad y de impaciencia.
La facultad humana de sentarse.
Luna llena redonda, grave y presuntuosa.
Acometer con afecto osuno.
Carácter enérgico.
Se había erigido como la autoconciencia de la familia.
El matrimonio tuvo una motivación amorosa.
Converger las impresiones con una sensación de profunda alarma, con un pánico como nunca había experimentado.
Educado dentro de un ambiente de prudencia y previsión.
El factor central de la existencia.
La transformación de modesta doncella como valquiria.
La presión de la existencia.
El pájaro que se remonta hacia arriba y la brisa que lo lleva.
¿No quedaba nada notable bajo la luna visitante?
Replicar con hauteur.
Estallar un torrente de entusiasmo.
Un raro color rojo pálido casi amarillo como se encuentra con las conchas marinas.
La conversación humana es centrífuga desplazándose hacia afuera de la mente del hablante.
Los niños, para quienes dormir es una tarea, una ocupación seria.
Entregarse a la fruición del amor.
Una cara decidida, osada como un desafío.
Navegar triunfalmente sobre la marea de pesadumbre general.
Moverse y hablar con parsimonia como la persona que se sabe instrumento del destino.
Sacudir una gran agitación.
Un vago respeto a la verdad.
Ánimo resignado y fatalista.
Se entregaban liberalmente a cualquier suerte de debilidades -vagabundeo, bebida, juego, hijos ilegítimos, suicidio- que los seres humanos pueden concederse sin quebrantar la ley.
Sueños caóticos y de numerosos colores.
Meditar solemnemente la pregunta a la manera de una sibila.
Actitud amable y reservada.
Honrados y competentes comerciantes.
Talante moral recto, prudente, veraz y poco farisaico.
Casarse par dépit.
Con el comercio es peligroso desafiar al peligro.
Actitud reservada, desinteresada.
Manifiesta falta de inteligencia.
El don de ese personaje fascinante e irresistible; el del soñador cuyos sueños se vuelven realidad.
Ver con los ojos del soñador impulsados con un ideal.
Gracia sedosa.
El esquema de las cosas.
Un momento de amor desgraciado, de ironía del destino.
Una discrepancia de los hijos de las familias rancias y opulentas que consiguen lo que quieren.
Un jinete o un cornac.
Las amarras que aguantan el mundo de la realidad.
Finalmente como el arroyo que va a parar al océano se entregó a la ilimitada y definitiva unidad del sueño y fue absorbido por él.
Una misión penosa y desprovista de finalidad.
Al cabo del tiempo reinó como ocurre tras la desaparición de un idealista una vaga sensación de alivio.
Peso del silencio.
Una hora infausta y terrible.
El proverbio del tizón sacado del fuego.
Sonar a una historia sacada de un libro.
Al borde del abismo de la locura.
La nieve corría a ras de tierra como el humo.
Manifestar el compañerismo.
Un montón de oro procedente de una fuente demoníaca.
Mojar trozos de tela con la sangre del ajusticiado que según la creencia curaba la epilepsia.
Una doncella con piel de cierva y pezuñas de oro.
El éxtasis, la miel en los labios de los tiempos pasados.
El abrazo profundo, fresco, silencioso de la noche.
Vanidad, ambición y envidia.
Esclavo wuendo.
Un clan testarudo.
El escandaloso poder de Pierre la Brosse a quien el rey Felipe prodigaba tierras y honores había pretendido envenenar al joven príncipe Luis.
Una lluvia mansa.
Una perspectiva de mar abierto.
El mar y el cielo jugaban inconstante y seductoramente a lo largo del horizonte.
El rey Canuto había navegado a Inglaterra y Valdemar a Estonia; el obispo Absalón había lanzado al agua sus embarcaciones para castigar a los piratas wendos.
Los sacerdotes de Swantewit ejecutaban sus sacrificios humanos.
Caminaría por la yerba verde, cogería violetas y vería el revolotear de los chorlitos encima de los campos.
Prestar la sustancia a ser plasmada como palabras.
La luna muy joven y tierna se hizo vieja y decrépita.
Vislumbrar grave y meditativamente como una sibila.
Una sensación de vértigo.
Un asomo de ironía.
Armonía insuperable.
Cosas resplandecientes de peligro, de aventura y de victoria.
Con las calamidades estaba dispuesta a echar la culpa a cualquier otra persona.
Desvanecer la distinción de la vida y la muerte. Disposición que se designaba con la palabra eternidad.
La impresión fantástica, desconocida de no pisar nada firme debajo.
La referencia del artista con el publico se encuentra entre las más monstruosas.
Lanzar una mortal acusación.
Una creación artística es a la vez idealización y perversión o caricatura propia.
Conseguir la dulce influencia de las Pléyades.
Permanecer callado buscando dentro de la memoria.
Trabar conversación.
Doppelgänger. El doble.
Un lunar, un nevo.
Dignidad de la expresión de completo contento y autosuficiencia.
(Cuentos de invierno)


WILLIAM J. LOCKE

Los vaivenes de un mundo voraz.
Ironía cínica.
La vida matrimonial, como una verdadera pesadilla, fue piadosamente corta.
Actitud enérgica.
Languidecer la conversación.
La vehemencia propia de los niños.
Obedeciendo las inalterables leyes de la infancia, no hacía caso de las proporciones.
Una muñequita de celuloide.
Las emociones humanas, las ilusiones, las desesperaciones, las ambiciones, las pasiones y los odios.
Hizo un signo de agradecimiento con la mano y salió revoloteando como una hoja.
Niños recalcitrantes.
Un problema aterrador.
El brevet supérieur faculta para poder enseñar en cualquier colegio de Francia.
Expresión del desprecio de las cosas triviales.
Combinaba la autoridad benevolente de una pequeña diosa con la garantía serena de un ser felino muy bien educado.
Le asustaba, personificaba la resolución.
Una combinación diplomática.
El estremecimiento gozoso del jugador.
El vago dogma del inglés de ser dueño de su propia casa.
Calcular la voluntad con la de una personalidad formidable.
Mentalidad limitada.
Mantequilla legítima de Devonshire.
El Bayardo de la guerra, caballero sin miedo y sin tacha, el eje de las grandes batallas.
La fine fleur de l´entente cordiale, el perfecto y exquisito símbolo de la gran unión de los latinos y los anglosajones.
Obligaciones rusas.
Como dijo el papagayo cuando el mono entró en su jaula, vamos a tener un tiempo infernal.
Con sus maneras agrias, pero con un átomo de bondad.
Franca, pero sagaz.
La senda de la Eterna Verdad.
La jerga del abogado.
Enmohecido, opuesto a romántico.
Una institutriz joven, guapa y halagüeña, un mirlo blanco.
Asexual como una escoba.
Ruidos más aterradores que truculentos en la realidad.
Aventurero cosmopolita.
Las bajas pasiones humanas, la codicia, la vileza, los celos, la avaricia.
El dinero irá a parar a manos del poder político, que lo empleará en pensiones y prebendas, para ex ministros que no encuentran materiales sencillos de vida.
Era un ser humano de inmaculada pulcritud, resplandecía como el interior pulido de una concha.
Descifrar el enredo financiero.
Encararse con el león.
Bajo la fascinación de un ser radiante y gentil.
Llevar la conversación con pericia.
Inteligente, al menor ruido que haya en la casa destapará el esqueleto misterioso.
Tono franco, retador.
Enamorarse incontinenti.
Un tiempo de indecible angustia.
Condenar reliquias a una piadosa destrucción.
Carácter rígido del metódico ser humano de negocios.
La visión del investigador.
Una experiencia emotiva.
Cínica indiferencia.
Soportar el peso de un secreto intolerable.
La piedad de la indignación.
En voz baja, pero modulada, como la de un pájaro que canta por gusto y no buscando producir efecto.
El dulce hablar francés, efervescente, rutilante, distinto del sólido inglés.
Actitud lánguida.
Actitud hostil.
Conmovida por una piedad grande, que rayaba en amor.
Interpretación de los tropiezos psicológicos, cuyo sentido humorístico replicaba sólo a lo que estaba muy claro.
Espléndida, como el muelle principal del reloj.
Un objeto de fastidiosa responsabilidad legal.
El peso del negocio.
Situándose en esfinge, hizo comentarios parcos y enigmáticos.
Acusadora mancha de sangre.
Interpretando las impresiones con una inteligencia clara, que las fija en la memoria para ocasiones futuras, se articula pronto cuando se muda de ambiente.
Una declaración estilo abbé Louis Quinze.
El limbo de las cosas pueriles.
Un ser humano apocado, de carácter vago y evasivo.
Una máscara de trágico horror.
La vanidad de los deseos humanos, la diferencia entre la voluntad y el deseo.
El mundo amplio y palpitante.
Las referencias decretadas por el destino.
Emitir una resolución razonada.
Los nones pesaban sobre la banca, pues representaban el porcentaje del impuesto sobre el juego, que repartían el Ayuntamiento y el poder político.
La inmensidad de una banca sin puerta.
El dulce ambiente de la noche.
Les separó la nube del mutuo prejuicio.
Los avisos de la gitana.
La sencilla lealtad conmovió su piedad.
Don de la persona que escucha y que pregunta con simpatía.
La alevilla sería estúpida si avisase a otra mariposa su deseo insano de alcanzar una estrella.
Grandes combates de boxeo, que hacen vibrar todo el sistema telegráfico del mundo.
Dominado por una horrenda perplejidad.
Habría de llegar un momento, que se desatara la tempestad.
Actitud interna y externa de devota dignidad.
Hablaba el idioma de las orquídeas llenas de rocío.
Se daba cuenta de la influencia infernal de los <<peros>> en la vida.
Piedad o remordimiento.
La actividad profesional no es más que un material para poder gozar de la vida.
Actitud expectante.
La colilla de su cigarro sólo tenía ya esas dos pulgadas, que un epicúreo no debe atreverse a fumar.
La compra con prima.
Actitud de enamorado, aunque incoherente trovador.
Esfera de influencia.
Calculada imprudencia.
Los Bancos deben cumplir sus compromisos con más escrupulosidad que las personas.
Sabiduría de la reserva.
Blanco de rabia.
Lo dicho falso en un sitio publico es una difamación.
El impuesto inglés de utilidades.
Con la angustia retratada en la cara.
El hechizo de su fascinación.
Una cruel cara de halcón.
Un temblor de horror por hallarse en presencia de algo maligno.
Diabólica exactitud.
Los diablos de la pusilanimidad batieron sus terribles alas.
La presión de los negocios.
Suele acontecer, que en la humildad de un ser humano se trasluzca esencial su amor propio.
Rodeado por los diablillos del miedo.
La ironía del confort.
Extraña actitud.
El alba de la verdad.
La memoria ahondaba en el pasado, recordando.
Irrevocable decisión.
Reiterar los vagos argumentos.
La conducción de los asuntos humanos por el idioma se caracteriza por una condenada repetición. Es en lo que se funda la publicidad.
Los niños suelen acoger mal el fait accompli. Este es demasiado repentino para su mente tierna. Pero aceptan los hechos casi consumados sin sospechas.
Arrastrado por la ola de emoción.
El crepúsculo ensoñador de mayo.
El despertar del tonto.
Garrafa veneciana.
Los banqueros hacen enormes préstamos, es un asunto para el que han de mediar delicadas negociaciones personales.
Abandonó el darse cuenta exacta de las cosas externas, exaltado por un impulso físico de furia.
Pasó algunos instantes en razonamientos deshilvanados, para comenzar.
La donna delinquente, de Lombroso. Antropología criminal.
Acusar de vicios.
Circo Medrano.
Las mordazas del secreto.
Buscar la fórmula para hacer la manifestación.
Tener suficiente imaginación para volverse loco.
Escrúpulos de delicadeza.
La nota dominante en la actitud.
Sed de crueldad.
El sentido de la perspectiva.
Un paraíso de lujuriosa quietud.
Se hallaba en una disposición de ánimo, que no sabía definir.
Coquin de sort. Hechizo travieso.
Extraña ola de pasión.
(La sombra alargada)


John Galsworthy

La gelatina protoplásmica.
Uno de los mayores atractivos de la escritura es el privilegio que le otorga al autor de estudiar los resortes secretos de muchas personas invisibles, de analizar la naturaleza humana a través de la disquisición que su creación evoca, análisis que brota de los gustos o aversiones instintivos, de la fibra del ser humano que la expresa.
La cara manchada con la mancha de la nada que crece en aquellos que pasan sus vidas en la corriente de hechos duros.
La revista Strand.
El silencio que se apodera de los animales ante la primera amenaza de peligro.
Un ánimo sutil, fortaleza, ironía, rebeldía, desprecio y cuestionamiento.
Las nociones de decoro y complacencia.
Las convenciones no son más que cobardía y suerte.
Los campos de la mente.
El rostro ansioso con la emoción.
Los ojos bondadosos semejantes a los de una liebre.
Los binoculares periscópicos.
Las aspiraciones nostálgicas.
Su ansiedad se transformó como tristeza.
Había aceptado la condición de esperar con un placer extraño y grave.
La insensibilidad y la monotonía.
Una apisonadora moral.
Una cocina de piedra.
Antes que pudieras decir Jack Robinson.
Odiamos ver la sangre volar.
Los placeres del olvido de emborracharse.
No hay cosecha sin cortar tallos.
Mi respetabilidad es solo suerte.
Las calles sombrías, ridículas y desesperadamente joviales.
El zumbido del tráfico.
Las infracciones de la moral como los errores de etiquetas, la deshonestidad, la pasión, la simpatía.
Tenían todo el ajuar de los ciudadanos perfectos; solo les faltaban los sentidos, una pérdida que sufrían las plantas y los animales que no precisaban usarlos. Alguna rara facultad nativa de ver solo lo evidente y materialmente util había destruido su aptitud de percibir destellos u olores.
La serena satisfacción.
El mar de los entornos.
La especie humana mezquinos como orugas.
Lograr el golpe de revés para levantar el balón del tenis.
Una vida rígida con reglas empíricas.
La actitud de dignidad pesada que proviene de la garantía de que uno tiene razón.
Nunca se disculpó excepto con una jovial brusquedad que era peor que la ofensa.
La amistad llevaba largo tiempo dentro de la botella.
Una expresión satírica y resuelta.
Un temperamento cándido.
Asumir la actitud.
Las calles humedas y ventosas donde las plantas humanas crecen y mueren.
Una expresión mezcla de diversión y desprecio.
Venir a la mente un verosímil poder de visión.
Sereno ante la visión se extendía aquel Elíseo intocado con pasiones o límites de cualquier tipo, autocrático, complaciente, posesivo y cuidado.
Con el tono de alusión a su patrono había la aprobación satírica que acompaña una sumisión prolongada y fiel.
La expresión de acoso que comienza a aparecer en los rostros después de los cincuenta.
Una tolerancia desdeñosa de las personas que no progresaban se extendía bajo la superficie de su semblante.
El derecho al usufructo vitalicio.
Un pescador entusiasta.
La expresión humorística de su boca.
La habitación con su amplio horizonte y sus altas ventanas con sentido comun.
A la psicología la llaman poner con palabras cosas que no se pueden poner con palabras.
La verdad es el propio diablo.
Con su optimismo había una confusión conmovedora de ternura e intolerancia, de verdad y de garantía.
Los ojos fijos introspectivamente con el exitoso proceso de su alimentación.
La salsa de menta del cordero.
Una novela con una historia fatua pues aunque tenía una trama apasionante y estaba llena de gente con referencias aparentemente había sido ideada para no lanzar luz sobre nada.
La picante insensibilidad del asunto le había hecho temblar.
Una cuestión de buena educación, la presunción de una crianza superior, el deber de no delatarse.
Una verosímil inquietud de su actitud.
El inteligente resentimiento.
La naturaleza, el arte, las emociones, los vínculos que unen a todos los hombres.
Los encargados de la política y de la ciencia; el sistema de no comenzar demasiado joven, de formar fibras sanas y permitir que la vida después de la muerte las desarrolle.
En el blanco de sus ojos había una abstracción aletargada y serena. No había nada en ese libro que lo sobresaltara ni lo hiciera reflexionar.
Un humor sencillo y mundano.
Veía a través de la farsa de la vida de club la mezquindad del culto al éxito, la farsa de los novelistas con guantes de seda y la terrible decencia de nuestra educación.
Era reconfortante ver las cosas a través de las cosas, ser superior.
Estiró sus miembros al fuego y el fuego ardió en él con un resplandor discreto y venerable.
Un matrimonio deshilachado.
La percepción intuitiva de la guerra sin fin de los sexos.
Las flechas de la sospecha.
Un carnaval de emociones de segunda mano.
Demasiado inteligentes para mantener la cabeza fuera del agua mucho tiempo.
La tosquedad desenfrenada como una señal de casta.
Disfrutar los lujos de la abnegación.
Un toque de patetismo.
Acusar de inquietud.
Arrastrar los restos de una existencia agotada.
El descontento con lo aceptado.
Deseaba decir algo condescendiente pero siendo inglés solo pudo apartar la vista.
Presa de un instinto racial, de una ternura innata que le impedía exponer sus emociones y le repelía la manifestación de las de los demás.
Recibió una carta que lo llenó de emoción.
Los extranjeros superficiales.
Un espléndido ideal al que admirar.
Un paseo para desahogar sus emociones.
Un tono avergonzado.
Como todos los hombres inactivos después de la acción era más peligroso. 
Irritar la visión de un vestido azul rosado.
Manteniendo la cabeza ladeada como un pajarito.
Bodas de todo tipo (buenas, malas, indiferentes).
La panacea que la había ayudado a superar todos los males, ciega y brillante.
Había abandonado el lado oscuro de las cosas disfrutando de la ortodoxia.
Delicadeza farisaica.
Sufriendo con la emoción.
El don singular para despojar las cosas y a las personas de sus vestiduras, para arrancarles el velo de sus farsas y sus filacterias.
El viejo y sofocante Londres.
Lo que importa es mantener un ideal y ver adelante y sentir que has sido.
Las aspiraciones flotaban en el aire como un montón de fantasmas hambrientos.
Vio que su argumento estaba en peligro.
La conversación zumbaba.
La creación de ilusiones ha sido el negocio de la historia.
La conversación se estaba deslizando hasta generalidades.
Actuar el cerebro con la suficiente rapidez para argumentar. Cuántos movimientos de las células cerebrales se precisan para cada percepción.
De pie con una actitud incómoda.
Un toque de complacencia.
Un gesto de alarma.
La acusación de morbosidad.
Los profesionales que roban carteras de Notting Hill.
Londres ennegrece mi ánimo.
Se inclinó en su silla con un codo sobre la rodilla, su actitud favorita cuando estaba garantizado en su punto.
Numeros, criminales, dignos de desprecio.
El gesto nervioso delató hasta qué punto los filósofos más independientes son dependientes cuando no tienen dinero en el bolsillo.
La conversación había tomado un cariz demasiado personal.
Replicó con la vehemencia de quien tiene como ideal sentarse bajo el toldo de un café y hablar de la vida al revés.
Cínica discreción.
El sabor de la anticipación.
El ánimo subyacente bajo las cosas había llegado a la superficie; la mezquindad y el intolerable cálculo de los hechos duros eran demasiado evidentes.
Un optimismo sencillo.
Los muros de la prisión de Princetown esa lugubre jaula de piedra.
Todo es cuestión de horizontes.
El derecho abstracto o la justicia.
Ir al otro lado de las cosas.
Uno comienza a actuar antes de abandonar reflexionar.
El orgullo de un fariseo.
La magia de la mañana.
La satisfacción florecía como los girasoles al sol.
Olmos cubiertos de plumas.
No estamos en el mundo para ejercitar nuestro ingenio.
El portero con una actitud deferente.
Se produjo un silencio incómodo.
Sarcástica distracción.
Profundamente anclados en el mar de la vida las olas solo podían semejar impertinentes.
Dispuesto a utilizar los libros como mancuernas. Correa para manconear las reses.
Labios irónicos.
La fría hostilidad que se manifestó al instante dio paso a la indulgencia cortés y satírica característica de los hombres muy cultos.
Calculando cuánto tiempo podría caminar hasta el cielo.
Sus ojos como los de un perro miraban con nostalgia.
El aroma de los tilos flotaba con su dulzura mágica.
Reflexiones aleatorias, curiosas, casi rebeldes, casi dulces.
Tono posesivo.
Su carta contenía los gérmenes de una verdad desagradable.
Una franja de olmos el árbol de principios más establecidos eran el hogar de los grajos los pájaros más convencionales.
El mohín de disculpa como consecuencia de vivir con buenas familias.
El césped una visión de serenidad.
Presa de sus emociones.
Aunque delgada no carecía de sustancia.
El mantenimiento de sus ideas organizadas que no pudieran introducirse nociones extrañas.
Tono decidido.
El sentido de la forma.
Los agricultores, la parte más difícil de la especie humana después de las hijas.
Un tono pausado y seco.
Una cabaña de aspecto próspero.
La dulzura tímida y renuente que solo la lluvia produce.
Una debilidad radical por el aire fresco.
Estigmatizando los bailes de Londres como cosas sofocantes.
Las convenciones inventadas para impedir que el ser humano siguiera sus deseos naturales no eran más que la suma desaprobadora de innumerables aprobaciones personales.
Seguía siendo aparentemente una criatura dócil y educada y reservaba sus opiniones.
Una división de la inteligencia: los que aceptaban las cosas sin murmurar y los que las aceptaban con jocosidad burlona.
La conversación prescindía de las cuestiones de la inteligencia y la moral y se desarrollaba con un tono alegre y ruidoso característico de la gente de buena cuna.
Semejaba improbable sufrir de pasión, de introspección o de recelos y seguir siendo un caballero.
Todo semejaba dividido con capas cuidadosamente catalogado y valorado. Un británico valía más que un ser humano y las consortes más que las mujeres. Las cosas o aspectos de la vida con los que la gente no tenía conocimiento personal se veían con diversión y desaprobación.
La condición hipersensible y nerviosa propicia para registrar corrientes ajenas.
Una expresión de agradecimiento indescriptible.
Una expresión vivaz y algo enfadada.
Los caballos de madera moteados que se encuentran en el Soho Bazaar.
Tono áspero.
Frenando las piernas con una actitud relajada.
Ojos calculadores.
La indiferencia de los vándalos.
Amapolas frívolas.
Una amapola de Islandia con tallo recto y cuello curvo.
Decir cosas utiles que ayuden a creer sin correr el riesgo de reflexionar demasiado.
Con el valor de las cosas nada se compara a la libertad de la mente.
Era como si aquel vagabundo extranjero hiciera vibrar en su interior una cuerda olvidada que emitía gemidos de motín.
El césped quemado. No era culpa suya que hubiera mil tipos.
Una visión de Sajonia con olas de bosques y pastos.
Estoy completamente al límite de mis recursos.
El rostro revestido de una impasibilidad mordaz.
La entrevista que tuvo el placer mixto de ver.
La admiración de la actitud.
Los ojos fervientes como los de una liebre fijos en algo lejano.
El límite de lo práctico de la política.
La igualdad de la propiedad está destinada a llegar.
Amistosa taciturnidad.
Asumiendo inconscientemente una actitud de piernas cruzadas lo que le causó mucha incomodidad.
No se puede enseñar a un ser humano a estar orgulloso de su propia actividad; no lo lleva en la sangre.
Era el tipo de esos ingleses que mantienen el ánimo alegre y desgastan el cuerpo tras los lugares oscuros de la actividad dura.
Había bondad con la hospitalidad que se abría a un pájaro extraño.
Inteligente y tranquilo.
El objeto de su bondad, educación, patrocinio.
Las horribles sutilezas que serpenteaban el cerebro.
Su actitud lo alarmó.
Un gesto impaciente.
El bote permaneció en reposo balanceándose con una vibración rebelde como un ser vivo.
Lo que no ha pasado por el fuego no vale.
El largo silencio del río.
Una emoción extraña.
Una alegría ilegal.
La cafetera austriaca llena de café francés; una olla alemana para hervir huevos.
El murmullo de la conversación aumentó hilarantemente.
Una experiencia singular o particular.
Desprovisto de malicia distraída.
La fría expresión de la ofensa.
De qué vale el dinero si no sabemos como gastarlo.
Se deslizó hasta el césped.
Los relámpagos mostraban las formas de las cosas que había en el interior de la habitación con una claridad extraña que les quitaba cualquier semejanza con el propósito para el que habían sido hechas, las despojaba de su utilidad, de su naturalidad, las presentaba como esqueletos, abstracciones con una apariencia indecente.
Las perdices solteronas.
Una transición rápida.
Opiniones de segunda mano.
La oscuridad había abandonado ser el manto legítimo de los infelices; pero la Madre Noche era suave y sin luna y el ser humano no la había despojado de su comodidad del todo.
Había figuras oscuras sentadas en bancos como si las instituciones de la vida los hubieran tirado en una línea de basura sin fin.
El ánimo de satisfacción.
Un gesto de aniquilación.
Un estornudo agudo y desaprobador.
La mirada penetrante de la noche.
La prisa aleatoria de quienes vuelven de vacaciones.
Los moldes morales.
Sentirse superior con una moral subconsciente.
Las emociones y los impulsos naturales.
El monopolio del orgullo.
(Los Fariseos de la Isla)

Ángeles fuera de la realidad.
Cínica suposición.
Propiedad inmutable.
Dicen los filósofos que el tiempo es idéntico al espacio.
Lealtad opuesto a curiosidad.
Fantasmas sin cuerpo.
Pobre pelícano vagabundo.
Jardín holandés, cerca de Kensington Palace.
Conflicto del ánimo.
Narcosis de los recuerdos.
Pukka sahibs. Castas predominantes.
Colegios, constelación fija.
Los símbolos, valores que merecen ser defendidos, honradez, humanidad y valentía.
Deseo reverente.
Después de largos esfuerzos políticos, el ser humano carece de valor y el país lo ha absorbido todo. El yo pretende prevalecer y destruir el poder político y sus santos y señas.
El orgullo del ánimo se ve como una maldición divina.
La cualidad perdió a Lucifer.
Época demoledora de las formas.
El ser humano cuando persigue su propio ideal está rescatado por un elemento irónico.
El duelo es el gesto humano totalmente formal.
La vida es un sentido de la forma.
El formalismo supone la forma llevada a su punto de perfección y estandarizada.
Explicación de la disposición de ánimo. Justificación.
Memoria tenaz de otras épocas.
Duelos famosos de la literatura. Bel Ami, el doctor Slammer, Sir Lucius O´Trigger, D´Artagnan, Sir Tomy, Winckle.
Voluntades. Nexo racional.
Humor variable y violento.
Té Dover.
(Prado florido)


Eliade
¿Podría ser Galsworthy leído por cualquier inglés?

Amis
Abandona los diálogos propios de Galsworthy.

King
Una vieja de ciento cinco años declaró que viviría hasta que Mr. Galsworthy terminase "La saga de los Forsyte" y murió una hora después de que le leyesen la página final del ultimo volumen.



JOYCE CARY

Mañana promediada de un día de otoño.
El sol envuelto con brumas.
Como una naranja dentro de una freiduría.
El peso de la gloria.
A lo largo de la cuesta árboles como cobre viejo.
Las hojas de un viejo sauce sacudiéndose con la brisa, dando sombras sobre las de abajo y reflejos sobre las de arriba.
Ojos de color de agua sucia.
Escarcha de la hiedra como claro de luna condensado.
Ojos redondos con luz interior.
Una fortaleza de célibe con alambradas de púas y ametralladoras automáticas.
Selvas de coles verdes como el Atlántico y rizadas con oscilación permanente.
El mundo de la imaginación es el mundo de la eternidad.
Una muestra de conversación frívola.
Con más tristeza que cólera.
Un retoño de dogma.
Las nubes como borlas de polvera se iban haciendo más consistentes y redondas. El cielo se iba poniendo verde como una luz de estribor.
Frases demasiado hinchadas.
Incubando una indignación como si lo hubieran engañado.
No ver nada, no escuchar nada, no decir nada. La regla de oro del tabernero.
Enciclopedia de Chamber.
Actitud desenvuelta.
Rotos cúmulos de nubes arremolinándose a lo largo de un cielo color acero como la resaca de la marea del Támesis.
Luna que se desliza sobre los frentes de las casas como un reflector. Al caer sobre los sauces, estos temblaban como jóvenes ocultas dentro de rincones oscuros a la espera de sus mozos.
Brazos veraces y sentimentales.
Las ideas mellan el filo o se derriten con grasa y agua.
El orgullo es un buen protector para el pecho, pero es una mala bicicleta. Las ruedas sólo dan vueltas circularmente.
Los árboles levantaban sus negros y descarnados brazos hacia el cielo sucio, como si fueran un montón de intocables, que rogaran una bendición de las alturas, sabiendo que no lo van a lograr.
Una muñeca holandesa con los ojos pintados.
Podrías enfurecer a un farol.
Se retorció como un loro blanco en su agonía mortal.
Una lágrima es una cosa intelectual. Y una alegría. Significa la sabiduría en la visión. Es el ojo profético en el espinazo. La pasión de la inteligencia.
Como olas que hicieran bailar los guijarros en las profundidades de mi ser. Y los transformaran en circones y rubíes; o, al menos, en buenas imitaciones.
En tren de hacer negocios.
Al contado, rabioso.
Se le había agriado el humor.
El polvo de desesperación incontenible.
Expresión intelectual y despierta.
Una ilusión óptica debida a una indigestión publica.
Expresión terrosa.
Una impresión rápida, cercana al nivel profesional.
Carácter acusado, devoto y obstinado.
Rascar los libros.
Signo de genio.
Una horquilla de heno.
Saber cómo vadear un obstáculo.
Era un abogado rico, con una cara similar a una naranja en malas condiciones. Amarillo y azul.
Nada más que el dogma más pesado puede mantener a esos demonios, efrits y poltergeits embotellados.
Un baúl de navegante, de madera sólida reforzado con cintas de hierro.
Y el río como coñac.
Aguijoneado por su agitación.
El mundo no expone nada a nadie, excepto lo que el zorzal dijo al caracol antes de que lo picara en el ladrillo. Sigue o apártate. Haragán.
Una sensación de declive.
Burbujeante de indignación, como una botella de sifón.
Reposo frente a la propiedad perdida.
Lleno de la amargura del parásito y de la malicia.
Brotar el reumatismo.
El hipócrita de cara de ladrillo, que podría barrer al arte y a los artistas de la faz de la tierra, como quien pela una naranja.
Las olas seguían rompiendo ante mi rigidez.
Disposición de la imaginación.
Mi imaginación actúa hacia adentro, en lugar de hacerlo hacia afuera; y fija las cosas dentro de un molde, en lugar de permitir que se ajusten espontáneamente a él.
Víctima de las circunstancias.
Un pagano temeroso, que no concurría nunca a la iglesia por temor de lo que pudiera suceder si iba.
Sed de gloria.
Lleno de una amabilidad muy de comisión.
Percibir signos de la más alta distinción.
Arrojando mis ultimas vestiduras.
La conversación amable significa grosera estupidez.
Un argumento persuasivo.
Mucha conversación, una verdadera orquesta.
Cuando se llega al fondo se está muy cerca de la cima.
(La boca del caballo)


ALDOUS HUXLEY

El tren salía con un resoplido.
Una congoja nostálgica indefinible.
Autoconciencia angustiosa.
Una barba naval.
Los horizontes sin árboles.
Un gesto con la mano como para esculpir al aire la expresión perfecta.
Locuciones enfadosas.
Tono suplicante.
Una figura retórica no requiere réplica. Un floreo de palabras, un gambito del juego de cortesía.
La alegre y despreocupada existencia había venido a un precipicio final.
Las Transformaciones completas que se ven de la publicidad.
Tono cavernoso.
Un cuchicheo confidencial.
Grandes ojos de azul porcelana con expresión de seriedad ingenua y perpleja.
Reposar con una actitud de gracia descuidada e indolente.
La extremadamente divertida anécdota.
Tuberías de desagüe hechas de roble.
Conversación literaria.
Una novela de brillo deslumbrador.
El plan de la novela.
Jean-Christophe es el prototipo del artista de la literatura como el Profesor Radium de los Comic Cuts es el prototipo del científico.
Combinador de formas.
Un rubor de satisfacción transformó el rostro como resplandeciente luna llena.
Un gesto descriptivo.
Ligeramente siniestro.
La conversación había tomado un giro absurdo e inesperado.
Un silencio lleno de significación.
Los caracteres distintivos del paisaje.
Una espesa muralla babilónica de tejos.
Llega uno al mundo con ideas preparadas de las cosas. Más valiera haber vivido primero y luego formar una filosofía para adaptarla a la vida. Con el mundo de las ideas todo es claro; con la vida real oscuro y embrollado.
La bullidora masa de élan vital que fermentaba en la pocilga.
Lo práctico y lo eminentemente positivo.
Sabiduría, percepción, sentido de los valores.
El toro macizo como una locomotora.
Actitud de metálica rigidez.
Manera generosa y jovial.
Expresión de olímpica condescendencia.
El "John O´London´s Weekly".
Un murmullo y un guiño de agradecimiento apropiados a las circunstancias.
Un amolador esfuerzo intelectual puede evitarse con la Inspiración.
Reanudar el hilo del discurso.
La publicidad de la leche Nestlé; los dos gatos sobre una tapia a la luz de la luna, el uno negro y desmedrado y el otro blanco, alisado y gordo.
Colgar la pequeña guirnalda de citas adecuadas.
Gotas aforísticas.
Una denigración ilimitada casi.
Las represiones de los instintos naturales del sexo.
Tono didáctico.
Expresión solemne.
Lo conveniente de adquirir experiencia.
Los complacientes discípulos de quienes Sócrates obtenía la réplica que él deseara.
Compartir preferencias intelectuales.
Alegre gravedad.
Un símbolo material de una verdad anímica.
Autoconciencia vaga, pero insistente y mortificante de cometer algún error.
Oscuro hierro.
La divinidad, una clara lumbre de justicia, un fuego airado.
Un notable cuerno de poderío.
La argumentación era firme y persuasiva.
Súbito y silencioso fantasma.
Lana negra de Norfolk.
Gesto de horror y repugnancia.
Menudos corpúsculos negros danzaban como negritos y tamborileaban sus arterias. Se transformaba como una jaula de movimientos, como un ambulante palais de dance.
Burlescamente solemne.
Discutir elevados temas.
Tono de resolución.
Los viejos carneros de bronce que aporreaban las murallas de las ciudades hasta que las derribaban.
Un rostro de lana.
Un esclavo a la muela.
Ojos de porcelana.
Someter a su absurdo catecismo.
Las "Preguntas de Mangold". <<¿Cuáles son las tres enfermedades del trigo?>> El Pulgón, el Mildeu y el Tizón.
El laconismo del que está garantizado de su crítica.
Una tristeza vaga pero angustiosa se apoderaba de su ánimo.
Precisaba aprisionar su indefinible dolor con palabras.
Tono obituario.
Severo, imponente, casi amenazador el inmueble se agigantaba encima de todos.
Aprovechando la pausa para colocar su opinión.
La casa de un ser humano inteligente, decadente y viciado no ha de semejar nunca brotada de los terrones.
Cabañas de similor.
Las glorias del pasado.
Los senderos de los hombres son más desconocidos que los divinos.
Beckford construye torres, Portland abre agujeros en el suelo.
Una brillante visión de abalorio.
La excentricidad significa la justificación de las aristocracias. Justifica las categorías ociosas, la riqueza heredada, los privilegios, las donaciones y las demás injusticias de esta suerte.
La aristocracia también tolera y fomenta la excentricidad de los demás.
Las tranquilas excavaciones de las minas de la frívola erudición.
Perpleja y desolada.
Entablar una discusión formal.
Egeria o nada.
Un diletante, un aficionado.
Poseía el secreto aquel asombroso rufián.
Una idea le hurgaba, se le difundía como un fermento con el ánimo.
Un pretexto baladí.
Trompe l´oeil. Trampantojo.
Un abrazo peripatético.
Intelectual, seria.
Una cosa vaga y fabulosa oída a menudo, pero nunca vista.
Unas crónicas plácidas y exentas de acontecimientos extraordinarios.
Las brumas del pasado.
Emergiendo súbitamente de un íntimo mundo interior como el cuco del reloj.
Atento silencio.
Fallecer del crup.
El carácter sereno se transformó como mal humor y hurañía.
Caballos negros de Shetland y selectos animales píos de la raza de New Forest.

Temperamento afectuoso y apasionado.
Caballitos blancos de Exmoot.
Rebelde a la persuasión.
Atacada de terrores imaginarios.
Atacada de vagos temores y presentimientos.
Grave cortesía.
Séneca y Petronio se abrieron las venas.
Invencible somnolencia, sueños vagos.
Lectura reposada.
Puddings pesados.
La horrible tiranía de la novela realista.
Oscuro y sibilino con sus aforismos.
Caracteres fabulosos.
Especulaciones extraordinarias.
La espada de Excalibur permanece fuertemente pegada a la roca esperando el advenimiento de un genio suficiente para arrancarla.
La superficie de las cosas había adquirido un enriquecimiento maravilloso.
Actitud de afección sincera.
El valor incomparable de los seis primeros Césares como piedras de toque. Julio, Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón.
Los rasgos del carácter, las inclinaciones mentales y emocionales, las pequeñas rarezas.
Claudio era demasiado estúpido. Los gérmenes del valor de Julio, su poderosa energía; la prudencia de Augusto, la libídine y la crueldad de Tiberio, la locura de Calígula, el genio artístico y la enorme vanidad de Nerón.
Desarrollar sin trabas todo el horror  de las potencialidades.
Los tics, debilidades y pequeños vicios hinchando y retoñando y floreciendo como flores enormes y fantásticas de crueldad y orgullo, de lujuria y avaricia.
Un estilo lleno de arranque para pintar figuras simbólicas, su color era pirotécnico.
Cocinar genialmente.
La atmósfera comenzó a palpitar.
Tono decidido.
Las cálidas tinieblas semejaban latir como sangre.
Transformados como gatitos que habían tomado una dosis de nébeda.
El efecto general.
Tono de llorosa indignación.
Los motivos de salud no se discuten.
Un ser lejano deseado e inexpugnable.
La luna convexa.
Tono técnico y científico.
Gestos descriptivos con los brazos.
La Tierra llega a la región estival de la lluvia de estrellas los meses de julio y agosto.
Una vaga sospecha, algo de louche, víctima de una añagaza.
Disponer de bastante ocio, energía mental o ánimo distinguido.
La obsesión de que su transpiración engendraba moscas.
El carácter dio muestras de una enmienda extraordinaria. Se tornó metálico y lleno de economía con sus costumbres.
Enmendada existencia.
El "Meteoro" de Norwich.
Las emociones patrióticas.
Su posición era desahogada y rayaba con la opulencia.
La "Indiana" de George Sand.
Un gesto marchito de sensitiva.
Gesto de Resignación.
Indiana y sir Rodolfo celebraron las místicas nupcias de sus almas arrojándose al Niágara.
Gorda y práctica.
Un vago pretexto.
Un laberinto de suposiciones.
Un rápido movimiento de cangrejo.
Una ola de pánico.
El tono asustado del que recobra la autoconciencia.
El abismo divisor.
Un danzante de la cuerda tensa.
Una pluma de pavo real, un ojo de púrpura y verde, de azul y oro con largas pestañas, una pluma de ángel.
Su pijama de color de púrpura semejaba una especie de Oso Teddy.
Un pequeño incidente, una burbuja que se dibujaba a lo largo de la corriente de la vida.
El album de visitantes.
Las alturas Acroceraunias (Albania).
Las alas auriculares de la mariposa, doradas.
La Ginebra pica y refresca al tiempo que enardece.
Formar una tabla de valores.
Un especialista lexicógrafo.
Carminativo, antiflatulento.
La piedra de toque del temperamento literario, la sensación de magia, el sentimiento de que las palabras tienen un poder. La parte verbal, la técnica de la literatura es sencillamente una extensión de la magia. Los literatos ensamblan las fórmulas verbales y tiemplan de gozo y temor ante el poder del encanto producido. Sus hechizos tienen un poder sutil porque evocan emociones de los ánimos vacíos.
Black ladders lack bladders. Escaleras negras vejigas del lago.
Les échelles noires manquent de vessie. Las escamas negras carecen de vejiga.
Black fire - escapes have no bladders. Fuego negro - los escapes no tienen vejigas.
Curvas de gracia indolente.
El caso que hace cien.
Se ruborizó con súbita e incontrastable cólera.
Una actitud de indolente abandono.
El rostro de una muñeca regular e indiferente.
El amor sin esperanza, inasequible, tal vez fuera el género de amor ideal y la manera tranquila, teórica del amor.
Una mano pequeña de lagarto con afiladas uñas.
Se ruborizó con retrospectiva vergüenza de la memoria.
El loco se dirige a lo fundamental, a la pasión y a los instintos y los filósofos a lo superficial y superfluo, la razón.
Gesto de resignación.
Todos desean el poder. El poder literario. El poder para perseguir a los demás seres humanos.
Lo racional de las cualidades del dinero y del temperamento.
Las Inteligencias Directoras, alcanzar un verosímil grado de libertad.
Valioso entusiasmo.
Las Inteligencias Directoras maravillosamente claras, despiadadas y penetrantes.
La muerte anestésica.
Fingir indiferencia.
Tono aprobador.
La Naturaleza es demasiado grande, complicada, insustancial e incomprensible.
Ideas justas, limpias, sencillas y perfectamente terminadas.
Actitud abandonada y graciosa.
Vagamente imaginaba que nadie sabía sus debilidades, sus insensateces.
Tono suavemente malicioso.
Una imagen de cristal sin defecto.
El vasto mundo consciente exterior de los hombres.
Los fabulistas presentaban los animales como casos de sus ensayos de moralidad humana.
La sombra profunda de un acebo gigante, inmenso pólipo de madera que desplegaba sus largos tentáculos.
La letra grande y osada.
Tono filosófico suave y triste.
La existencia de otros universos.
Había compuesto aquella generalización altamente abstracta como preliminar de una confidencial personal.
Tono rebelde.
Una máscara ingenua.
El Ideal, la platónica Vacación de las Vacaciones debe ser una transformación completa y total.
Metafóricamente nunca lograremos llegar más allá del cabo del mundo.
La creación escrita es sencillamente una pretensión para expresar la emoción propiamente inexpresable con los términos de la inteligencia.
Mi rancio yo cotidiano.
La ciudad de las tiendas y barracas de lienzo escarlata, oro y cristal.
Un globo henchido de hidrógeno, una esfera perfecta de ópalo ruboroso.
Actitud oficial.
Obtener un éxito de horror.
Gesto de atareada competencia.
Tono de tranquila confidencia.
Tono sepulcral.
El destino se preocupa de las pequeñas cosas no menos que de las grandes.
Pronunciar con lentitud silbante.
Fingir indiferencia.
Torcer la cabeza con gesto de lástima.
Galba exhibía elefantes en un camino aéreo. / Jumbo pasaba entonces la cuerda tensa.
La Roja Escarapela de la Inocencia y la Libertad.
Una muchedumbre de figuras bruñidas como focas con vestidos de baño negros.
Un silencio expectante.
Replicó al saludo con un vago y cortés murmullo.
Pasear vagamente.
Rápidos cálculos mentales.
El centro de un peligroso remolino.
Una insólita expresión ceñuda.
Sainte-Beuve, "Causerie du Lundi" para sedar y apaciguar el turbado ánimo.
Entusiasmo bastante tibio.
Una apagada pulsación rítmica.
El espectáculo de una muchedumbre de mis semejantes agitados me produce fatiga más que alegría y animación.
Las aventuras y las novelerías solo adquieren sus cualidades aventureras y románticas de segunda mano. Vívalas usted y serán una tajada de cola como otra cualquiera. Con la literatura se vuelven encantadoras.
Ventaja desleal.
Tono indiferente y coloquial.
Actitud de desesperación.
Turbado, afligido, agobiado.
¿Para qué seguir viviendo si estamos condenados a que al fin y al cabo nos apaguen de un soplo como todo lo demás.
El ánimo impermeable para todos los consuelos de la filosofía.
Meditativo paseo.
La sangre latía en sus oídos con el golpeteo de un tambor arterial.
Había dado a sus palabras un tono fuerte y una expresión particularmente siniestra.
Un grito de espantada sorpresa.
Embalsamado con la simpatía.
La modorra y el sopor con los que el sueño se torna como un placer sensual saboreado casi conscientemente.
La satisfacción brillaba dentro de él.
Un acto ejecutado, la realización de un paso decisivo.
El apetito aguzado.
El enigma del Universo.
Grandes nubes de un barroco florido flotaban muy altas sobre el cielo azul.
El enorme baluarte del "Times".
Tono ligero.
Preparar una manera de llevar la conversación al buen camino.
Vaciló con horrible incertidumbre.
(Los escándalos de Crome)

Verosimilitud culpable como desdichada.
Tono perezoso, excesivamente refinado incluso para la aflicción.
La exasperación marcada con el tono.
Lo que diría si le acompañara el valor.
Ignominiosa emoción.
El valor brutal de expresar.
Añadió con importancia y vaguedad.
Son menos persuasivas varias excusas que una.
El pozo del olvido.
Era añadir la trampa a la crueldad.
Una cólera débil y fútil.
De una historia de Pierre Louÿs las mujeres son jóvenes y de líneas perfectas; no existen el hipo ni el mal aliento, la fatiga ni el fastidio, recuerdos de facturas por pagar ni cartas comerciales por contestar que vengan a molestar el éxtasis.
La piedad había hecho de él un caballero andante.
Guiñaba el ojo como un viejo sátiro jovial y perverso.
El verdadero amor atemperado con las impurezas sexuales.
Encendió un cigarrillo para desinfectar la memoria.
Forzado con la fascinación del horror.
Un cielo brillante y aborregado.
Sus palabras se tornaban como lo que una convención misteriosa ha decretado imposible imprimir.
El aprecio de la existencia tranquila.
Contó sus dedos simulando los gestos que en Nápoles ayudan para conjurar el mal de ojo.
Leyendo vagamente sin constancia un poco de todo.
1887. El "Times" había publicado la carta apócrifa atribuida a Parnell defendiendo a los criminales de Phoenix Park.
Claude Bernard. La actividad glicogénica del hígado.
Tono animado y profesional.
El aire vago de un fantasma familiar.
Los monstruos que rondan los palacios de las mejores familias.
Expresión de alegría desdeñosa.
Expresión de horror y arrepentimiento.
Los anarquistas y los que escriben los artículos de fondo del "Morning Post" no tienen grandes probabilidades de ser amigos.
Proezas proverbiales.
Tono áspero.
Una expresión de terror, una caricatura.
La simpatía se desvaneció con la rapidez que había florecido.
Tono deliberadamente íntimo.
Expresión de embarazo.
Terror sagrado.
Tono sentido.
Una persona manifiestamente fuera de su esfera.
Hablo con vacilación con el tono de quien se da cuenta de las lagunas de su educación y teme cometer un error ridículo.
Armarse de valor.
Una emoción con la que se fundían la tristeza y la alegría.
Tono dolorido.
Tono forzadamente festivo.
Tono encarecido.
La cualidad que se requiere para ser lánguidamente desdeñoso.
El dinero produce una especie de insensibilidad gangrenosa.
Un profeta acusador.
El progreso. Había tocado un gatillo soltando un raudal de energía.
Una acusación personal.
Grado de coherencia.
Concha de silencio.
Había amado hasta las manifestaciones débiles y poco admirables de sus atenciones.
Una pesadez del estómago, una sensación de náuseas, una tendencia al hipo.
Los barcos del Lloyd Triestino.
Se atrincheró tras el tranquilo, remoto y frígido silencio.
Emotivamente era un extranjero.
Una generalización intelectual.
Intimidad emocional.
Cualidad de novelista.
Una brillante generalización psicológica.
Cortesía sarcástica.
Expresión festiva, desenvuelta e implacable.
El tono y la sonrisa que empleamos al hablar a las personas de aquellos que les son queridos.
El amor por el deliberado despropósito mundano.
Los profesionales conscientes no se contentan simplemente con tener talento. Industriosos, actúan firmemente para desarrollar sus facultades innatas.
Tropos, anécdotas y frases ingeniosas.
Las anécdotas de W. B. Yeats respecto de George Moore.
Los habladores son profesionales económicos con su ingenio y su sabiduría. No existen suficientes bon mots para surtir al industrioso con una nueva reserva para cada ocasión mundana. Aunque extenso, el repertorio de los habladores célebres es limitado. Saben hacer picadillo de los restos de conversación de la comida de la víspera para abastecer el almuerzo del día. El asado de los funerales del lunes se disponía para la boda del martes.
Expresión astuta y sutil.
El almacén interior de reflexiones a lo Teofrasto.
Una máscara pálida que lo había visto todo y que mostraba una expresión de desprendimiento divertido y una languidez dura y fatigada.
Las pulsaciones de la arteria.
Énfasis napolitano casi oriental.
La guerra fue una atrocidad domesticada.
Tono de buen humor.
Un argumento verdaderamente acertado.
Cinismo melodramático.
Tono demasiado cínico.
Tono protector.
Cuando nos hallamos enclavados con los hechos brutales, Barrie se nos antoja un insulto.
Un agente de la casa Cook.
La inteligencia no era una cualidad del todo garantizada.
La decadencia es una armonía y una totalidad.
Tono de disgusto.
Le ofreció el consuelo de su solicitud y de los buenos consejos.
¿Era justo embaucarla con un género de existencia como la que tendría que arrastrar él?
Extraer el grado de disfrute a la vida prosaica y sedentaria.
Hallarse completamente fuera de contacto de los hechos ordinarios de la existencia, habitar un planeta diferente del mundo de la realidad es mucho peor.
Desarrollar una argumentación coherente desde el punto de vista emocional.
Generalizar jactanciosamente.
Una receta de Mrs. Beeton.
Cínicamente impresionante.
Expresión de asustada admiración.
Tal o cual golpecito fraternal a la espalda.
Acariciar dulcemente los tobillos de la manera más platónica.
Desplegar los talentos socráticos.
Pasmoso grado de depravación.
Levantar súbita y acusadoramente los ojos.
La vergüenza no es espontánea. Es artificial, adquirida.
"Los Acarnienses" de Aristófanes, el saludable falismo.
La expresión justa verdaderamente impresionante.
Los borborigmos estertóreos de Carlyle el dispéptico. El mot, se halagó, difícilmente habría podido ser más exquisitamente juste.
Ligeras expresiones familiares.
¿Es tal vez la trivialidad alguna vaga, fantástica ilusión de que pueda encontrarse uno con la persona mesiánica que anda buscando?
Las cosas terminan por soltarse.
La llamada del deber. La hija severa del Verbo Divino.
La mayoría de los viejos han perdido su vitalidad bajo el peso de las responsabilidades.
Una cuestión de espesamiento arterial.
La dignidad de porte ministerial que el menester de callar la boca y contener el mal genio, de no decir nunca lo que verdaderamente se siente y guardar las formas tiende a producir diplomáticos, personajes reales, grandes administradores políticos y mayordomos.
Ponerse a tono con la conversación.
Hablar consigo, un hábito infantil.
Negaba a las burlas el poder hacer perder la costumbre.
Abrumada de vergüenza y turbación retrospectivas.
Exhaló la parodia de un suspiro de resignación.
Las noches son como los seres humanos; no son nunca atractivas hasta que llegan a la edad adulta.
Protestar, adular, mandar.
Ansiedad corporal y anímica.
Una emoción escalofriante.
La cautela de un criminal.
Comentar a manera de paréntesis.
El materialismo del siglo XIX.
Inconsecuencias prácticas.
La asombrosa, serena y desprendida ferocidad científica.
Con el curso de la erupción emocional todo había surgido a la superficie.
Desierto de silencio.
Había modelado su conducta conforme la de Tolstoi yendo directo a las grandes cosas simples y fundamentales, las impertinencias anímicas del viejo apóstol de la redención.
Culpable de algún horrible solecismo.
Cada una de sus palabras era como un golpecito seco sobre los nudillos con una maceta de marfil.
Un vago susurro de modestia.
Los estadistas romanos se ayudaban de oráculos y augures para promover su política personal.
Acusar de la humillación.
Solo y afligido hasta igual grado.
Una orgía de pesares.
Cuando un ser humano se halla emocionalmente exaltado a una dirección es susceptible de estarlo a otras.
Una vida de promiscuidades disfrazadas, platónicas y viscosamente anímicas.
El ridículo fue ineficaz como la protesta.
Mientras vacilaba las circunstancias decidieron.
Un vago murmullo.
Explicar vagamente.
Tono de víctima exasperada.
Cólera despectiva.
Los precipicios de coral de los Alpes Dolomíticos brillando con reflejos rosados, anaranjados, blancos sobre los bosques y los declives de nieve.
Cuando la existencia era un día de fiesta nadie podía ser más arrebatadoramente dichosa; pero cuando había que manejar negocios, tomar resoluciones, se sentía perdida, horrorizada.
Tono de ruego.
Desconcertada de verse obligada a especificar sus vagas reprobaciones.
El rojo es el color de Inglaterra.
Tulipanes Duc van Thol.
Tulipanes rojos y amarillos, blancos y abigarrados, lisos o plumosos.
Vago pero ardiente idealismo.
El arqueado gato romano escupía de cólera.
Extremas circunstancias.
Escapatoria, perspectiva de libertad.
Carlyle, "Sartor Resartus".
El "Misterio de las Esmeraldas de Castlemaine".
La regularidad previsible de los cometas.
Tono de verdadero resentimiento.
Lo asombroso de las cosas más obvias.
Tono de oráculo.
La ameba cuando encuentra una presa fluye torneándola, la incorpora y sigue deslizándose.
Era como un mar de protoplasma anímico con la aptitud de fluir a cualesquiera direcciones, de englobar cada objeto que hallara y de seguir su curso a otros receptáculos.
Remontar el cauce cada vez que lo requerían las circunstancias.
La traducción de Mardrus de "Las Mil y Una Noches".
Una condición de referencias particular y desagradablemente falsa. Largas conversaciones llenas de urbanidad y carentes de intimidad.
Un límite para los ultrajes y los insultos.
Cólera impotente y quejumbrosa.
La literatura lo había extraviado. Lejos de hacerle odiar y despreciar, la realización y el disfrute le habían hecho desear más realización y más disfrute.
La profunda ternura de la capitulación de la voluntad, la quiebra de todo aislamiento personal.
Libre económica y legalmente y emotivamente libre de admitirlo o rehusarlo.
La vía de la capitulación.
La lánguida convalecencia que sigue a la fiebre de los deseos satisfechos.
La noche es ilimitada, inmensa, salpicada de estrellas. Se enciende el fósforo y las estrellas quedan instantáneamente abolidas; ya no hay distancias ni profundidades.
No se puede obtener nada por nada. La cuestión es saber lo que se quiere y estar dispuesto a pagar su valor.
Un parásito que se alimenta de huéspedes vivos de los más selectos que encuentra.
La cosquilla de la vanidad. Es halagador tener parásitos. Es un cumplido a la calidad de la sangre.
Actitud de caro discípulo.
La energía metódica y sistemática que solo pertenece a los seres altamente decadentes.
La ansiosa expresión anímica cuando comenzaba a hablar de dinero.
Derivando a lo impersonal.
Los momentos de exaltación su prosa tenía tendencia a transformarse como verso libre.
Para los lunáticos el doctor es el loco.
Lluvia, viscosa vegetación.
Los Samuel Smiles y los grandes hombres de negocios.
El valor de afrontar un riesgo.
El valor propio.
Conducta novelesca y racional.
Distraía sus ocios sin fin con el libertinaje.
El hábito transforma los disfrutes suntuosos como menesteres insípidos y cotidianos.
Cuanto más refinado es el vicio con su rebuscada extravagancia, cuanto más raro y anormal más insípida y más desesperadamente falta de emoción se hace su práctica. El producto emocional de las variedades de orgías es un embotado sentido de humillación y envilecimiento.
Divorciadas de cualquier emoción significativa, fuese de aprobación o de remordimiento, las meras sensaciones de excitación o de placer físico eran insípidas.
Me gusta odiar y aburrirme.
El milagro de Piran de Perranzabuloe fue ir a pie desde Land´s End hasta las Sorlingas, patrono de los mineros de estaño de Cornualles.
Los desiertos anímicos del taller y de la oficina.
Es como leer a Haeckel después de Fénelon.
La noche era un vacío inmenso.
Tono zalamero.
Expresión de triunfo burlón.
Expresión de pétrea superioridad.
Tono distante.
Su desinteresada solicitud por la reputación estaba demasiado manifiesta e irreprimiblemente teñida de despecho.
La espera le había colocado un erizo dentro de las entrañas.
Falta de entusiasmo del tono.
El ruido higiénico del agua.
Tono consolador.
Maya, la eterna ilusión.
Homéricas indigestiones.
El Padre Tiempo usa barba.
Las raíces son cadenas.
Libre sin trabas, sin que lo poseído lo posea a uno, libre de hacer la real gana, de partir sin previo aviso adonde nos diga el capricho. Para ganar la libertad hay que sacrificar algo por un mayor provecho del saber, del entendimiento, de la intensidad de la vida.
La columna de Trajano de Portland.
La esfera puramente intelectual.
La máquina de escribir Corona portátil, la Hammond, una máquina un poco mayor y con la cual los caracteres estaban fijados a una banda de metal desmontable adherida a un tambor giratorio y una máquina muy grande y costosa también de calcular con un pequeño motor eléctrico adjunto.
Amenazar a la manera de una divinidad, seguir velando, inspeccionando.
Vendió antes que fuese demasiado tarde y reinvirtió el dinero con obligaciones a las cuales podía garantizar el cuidado de velar sus dividendos. De esta manera sus dividendos se vieron rducidos una tercera parte.
Tono protector.
El género de inteligencia.
Tono ansioso.
Las causas económicas de la conducta.
Cerrando los ojos persiguió la expresión escurridiza.
Las teclas martillaron rápidamente, las torres de marfil de la mente.
Un filósofo serio no debería tener temperamento, nervios.
La casa de Grindley, agencia corresponsal de los oficiales y burócratas ingleses de la India.
Escéptico respecto de las verdades eternas.
Una enorme reserva de energía.
La fuerza organizada.
Una expresión de tristeza y de ansiedad, un llamamiento a su clemencia.
El amor a la vez dulce y violento, violento como un crimen y dulce como un sueño.
Persistir con los argumentos.
La ciencia significa la racionalización de las percepciones de nuestros sentidos.
¿Por qué se tiene que atribuir un valor científico a una especie de intuiciones psicológicas?
Las caballerizas de Belgravia sin ventanas. Los belgravianos habían rehusado tener siquiera noción de la miserable vida de sus criados.
Humildad fingida.
Un extraño estremecimiento de horror pasmoso.
Las transiciones bruscas de una novela no presentan ninguna dificultad. Lo que se precisa es un numero suficiente de personajes y de intrigas equidistantes, argumentos de contrapunto. Se alternan los temas. El novelista modula reduplicando las situaciones y los personajes. Muestra varios personajes enamorados, o muriendo, o rezando de formas diferentes; disimilitudes que resuelven un problema. O viceversa, personajes símiles confrontados con problemas disímiles. Otro procedimiento; el novelista puede arrogarse el privilegio divino de creador y apreciar los acontecimientos de la historia según sus varios aspectos emocional, científico, económico, religioso, metafísico. Modulará del uno al otro; del aspecto estético al aspecto psicofísico de las cosas, del religioso al psicológico o al financiero. 
Incluir al novelista con la novela. Ayudará como pretexto a generalizaciones estéticas que pueden ser atractivas. Justificará el experimento. 
La publicidad de Avena Cuáquero, un cuáquero con una caja de avena donde se ve otro cuáquero con otra caja.
La novela de ideas. El carácter de cada personaje debe hallarse indicado con las ideas de las cuales se hace portavoz. Dentro del límite de las teorías como racionalizaciones de sentimientos, instintos, disposiciones del alma es factible. El defecto capital de la novela de ideas es el menester de meter personajes que tienen ideas que expresar que excluye la totalidad de la raza humana. Es arreglado, artificial. La gente con la aptitud de desarrollar tesis apropiadamente formuladas no es del todo real, es ligeramente monstruosa. A la larga vivir con monstruos es fastidioso. 
El instinto de adquirir comporta más perversiones que el instinto sexual. La gente es más extraña con lo referente al dinero. 
Una cuestión de política práctica.
Cuando eran mejoras inmobiliarias firmaba de buen grado dispendios de miles de libras esterlinas.
Su vanidad le impedía pretender aquello que no podía lograr con éxito.
La regla de enseñar con la persuasión racional y con el razonado consentimiento del discípulo.
Las lágrimas eran un argumento irresistible.
El hábito de dominio propio que tiene todo aquel perfectamente criado y el horror a los escándalos.
Una excursión a lo Maurice Barrès. "Du sang, de la volupté et de la mort".
Sombrío y exasperado y consecuentemente lírica y violentamente pesimista.
Una de las cosas más difíciles de recordar es que el mérito de un ser humano de una esfera no constituye una garantía de su mérito de otra.
Tolstoi fue un novelista excelente; pero esta no es una razón para no sentir desdén de su estética y sociología.
La ruta de todo intelectual si sigue su viaje con tesón y el tiempo suficiente termina con lo evidente, de donde no se han movido nunca los no intelectuales.
El axioma intelectualista. La vida mental, consciente, voluntaria tiene una intrínseca superioridad sobre la vida física, intuitiva, instintiva y emocional.
La famosa Investigación de la Verdad es un sustituto refinado y elaborado de la verdadera vida.
El pasatiempo favorito de los intelectuales; la sustitución de las complejidades vivientes de la realidad como simples y de consiguiente falsas abstracciones.
La afición a los vicios de la lectura informativa y de la generalización abstracta.
Contrato definido e irrevocable.
Términos ciceronianos, <<esos pactos inoportunos y obscenos>>.
Virgen, magnífica e inmaculada vaguedad.
Imaginación artística, literaria y especulativa.
Las regiones de la fantasía artística y literaria.
Una úlcera de estómago.
La consecuencia del contacto prematuro con la mejor filosofía fue producir un desdén divertido de las grandes abstracciones y los idealismos pomposos.
Irreverente actitud.
Los hechos brutos de la existencia, la sensación, los sentimientos, las reflexiones y los recuerdos solo tenían valor después de ser transformados por el arte y la industria de la conversación como palabras elegantes y frases torneadas.
Las flores de la primavera dan la sensación de hallarse convalecientes después de un ataque de gripe.
Paul Bourget, "Psychologie Contemporaine".
Anécdotas analíticas y epigramas filosóficos.
Cosas que se manifiestan propiamente, que salen de las profundidades del ser.
Actitud silenciosamente inquieta e implorante.
Encogerse de hombros y forzarse a la ferocidad.
Tono de burla feroz.
La confusión cobra un carácter grave.
El uniforme verde de Robin Hood y de Little John, de los que actúan fuera de la ley.
La ley del mundo de la igualdad representa la cantidad. Los que están fuera de la ley dan valor a la libertad personal. La estandarización humana o la diversidad y la jerarquía natural.
Tono de complacencia.
Circunstancias particulares.
Escusas, circunstancias atenuantes.
Los paraguas semejaban hongos negros que hubieran brotado súbitamente del fango.
Un trastorno material.
La nada ilimitada y sempiterna.
Tono melifluo.
Su ataque era solo verbal.
Una noche cardinal, decisiva.
La fantasía poblada de horribles caras peludas que acechaban tras las esquinas con manos amenazadoras, con cuchillos, porras y pistolas.
Una advertencia, una interdicción.
Le era imposible la composición sedentaria.
Indecisiones de gallina.
Prefería saber a qué atenerse por desagradable que fuera a permanecer bajo la incertidumbre por muy doradas que fueran las ilusiones contenidas.
El punto de vista característico del consumidor o del productor.
Erigido a pesar de la desnudez y del desarrollo más que sueco de los músculos abdominales por las damas de Inglaterra como honor del vencedor de Waterloo, el Aquiles de bronce de Hyde Park cuya carne había sido otro tiempo los cañones de Napoleón se erguía, el escudo a lo alto blandiendo la espada, amenazando y defendiéndose frente al cielo pálido y vacío.
Tono pesimista.
Emociones positivas.
Las facultades racionales, calcular la longitud de la sombra a diferentes horas del día y hallar las reglas de la trigonometría.
Procedimientos que no daban consecuencias rápidas y manifiestas.
Expresión de ansiedad, de alarma.
La verdadera grandeza está con proporción inversa al simple logro instantáneo.
No tenía el don de enfrentarse con las situaciones emotivas de la vida práctica.
Expresión de molestia.
El vacío tenebroso y abismal, la muerte.
Los ridículos aspavientos sin motivo que hacen los ricos sobre todo referente a sus niños.
Se puede uno alegrar y sentir remordimientos a un tiempo.
El césped semejaba un costoso terciopelo verde.
La calma azul y oro del paisaje, una piadosa mentira.
Pálida y amilanada como si hubiera visto un fantasma.
Un súbito retorno de su ansiedad.
Gesto superfluo.
Ten valor para poder auxiliarle.
El odio es un estimulante.
Materia de ultrajes.
El crimen era más estúpido y repugnante que horrible.
El horror esencial. La frivolidad del ánimo humano. La inconsecuencia errática.
Imaginación jadeante y nauseabunda.
Con dos horas la tierra recorre menos de doscientos mil kilómetros sobre su órbita.
Dos horas de hacer pasar un alimento del estómago al intestino delgado.
Dos horas de fallecer de una picadura de serpiente.
La mueca de burla y la helada expresión de ironía enloquecían.
Las chumberas cubrían cinco pérticas de territorio australiano.
Arrebatos deliberadamente aterradores.
Una persecución de pánico.
Expresión desesperada.
Farfullar vagas excusas.
El querer ser divertido era su principal defecto literario. Sus libros serían mucho mejores si permitiera que fuesen más pesados.
Una adecuada expresión de deseo.
No es el instinto el que hace hace los Casanova, los Byron y las lady Castlemaine; es un prurito imaginativo que estimula artificialmente el apetito, que estimula los deseos desprovistos de existencia natural.
Diferir de grado.
Los dedos tocaban con delicadeza, animosidad, inmaterialmente como los dedos de esos guantes de goma inflados que rozan la cara de una manera impresionante bajo la oscuridad de las sesiones espiritistas, que traen consuelo del Gran Más Allá y un mensaje de afecto de los seres queridos que han pasado a mejor vida.
Un kilográmetro economizado es un kilográmetro ganado.
El tono de uno que guarda un agravio personal.
Los "Mimos de Herondas".
Los estadios sucesivos de una horrible e imposible pesadilla.
Misteriosas, faltas de sentido las palabras del sortilegio de un nigromante.
La dificultad de pasar al duodeno el contenido del estómago.
Las pruebas circunstanciales.
Desviar la conversación de lo particular y personal a lo general.
Un pequeño torrente precipitaba al sumidero una cáscara de naranja.
El horror esencial.
Una cosa que existía manifiestamente.
(Contrapunto)

Favorecer las circunstancias.
Un símbolo, un jeroglífico sociológico.
Olores de sucia humanidad.
Oasis de inteligencia desinteresada.
La exaltación de la ciudad.
Caricias experimentales.
Según algunas circunstancias nuestra conducta puede ser representada con la diagonal de un paralelogramo de fuerzas que tenga como fondo el apetito o el atractivo y como altura nuestros ideales éticos o religiosos.
El particular sistema de casuística.
El celestial universo más allá del aborrecido abismo.
La máxima aceptada de que no estamos atados a promover impuestos por la fuerza.
La incumbencia, la figura, los hábitos y la reputación.
Las cuestiones relativas a lo sexual vinculadas con la religión y su combinación tienen un valor ligeramente repulsivo pero exquisito y picante que sobrecoge al paladar como una manifestación.
Erudición de lo profano.
Los ricos patanes, los toscos burócratas, los zafios de categoría.
Amargo fue el resentimiento de los notables excluidos cuando se enteraron de su familiaridad.
El talento y la discreción.
Qué transitoria deviene la fama, qué total vanidad son las pretensiones humanas.
Gozar del reflejo de la gloria.
Vituperar fortalece, bendecir debilita. Para mucha gente el aborrecimiento y la ira ofrecen dividendos de instantánea satisfacción más elevados que el amor. Congénitamente agresivos a menudo se transforman como adictos a la adrenalina dando rienda suelta a sus más bajas pasiones bajo el nombre del placer que obtienen de sus glándulas de secreción interna psíquicamente estimuladas.
Envuelto de un aire de disputas indecorosas, aunque por lo que respecta a lo personal plenamente gozosas.
Lance escandaloso.
El ególatra no cultivado solo desea aquello que desea. Dadle una educación religiosa y le dará la impresión de que un compromiso cualquiera es un Munich metafísico, un apaciguamiento del demonio.
El más deslumbrante de todos los dones y el más peligroso también; la elocuencia.
El trance casi hipnótico bajo el que suelen vivir la mayoría de los seres humanos.
La anécdota más delicada, más atrevida o más escabrosa.
La mayoría afectada de aburrimiento crónico.
Temperamento colérico-sanguíneo.
La probada eficacia del jabón aplicado con lavativas.
Absurdos y presuntuosos, solemnes y grotescos a la vez el boticario y el galeno invitaban al sarcasmo, solicitaban los dardos de la mofa.
La despiadada crueldad de un ser humano inteligente que llega a cualquier extremo bajo el nombre de la burla.
Manifestar confusión.
Corona de las pesadumbres.
Una verdad axiomática, evidente.
La racionalización de impulsos o de intuiciones.
La justificación de acciones heterodoxas desde el punto de vista del código moral vigente, pero no si se examina este código acomodándolo a las circunstancias del caso.
Su concubina actual, una pequeña sainte nitouche de vista inocente.
Acusado de lubricidad, indiscreción y soberbia.
Actitudes de desplante.
El mal humor es divinamente imparcial.
La parcial dirección del fiscal.
Se amonestaron las acusaciones que de cualquier parte iban cayendo.
Testigos comprados para acusar.
Perspectivas alarmantes.
Retirar la acusación.
Un arrebato de pánico.
Maquinar infundadas acusaciones.
Quedar la evidencia de los acusadores.
Las responsabilidades que acarrea el matrimonio.
Arrebatado por la ira.
Ocupar una posición legal responsable.
Cediendo a la presión serena pero persistente renunció.
Reflexionar las sugerencias.
Una mera cifra, un simple cero a la izquierda.
Las acostumbradas protestas de inquebrantable amistad.
Un premio preciado.
La introspección, la investigación y los estudios de la conducta humana sugieren que el impulso de autotrascendencia es general y poderoso como el de autoafirmación.
Para aquellos que se someten a pruebas de ESPC (percepción extrasensorial) o de previsión no existe distinción perceptible del éxito y el fracaso.
Alto grado de abnegación y altruismo.
Precisión, elegancia verbal, lucidez fecunda, delicado sarcasmo y urbana ferocidad de las <<Cartas Provinciales>>.
Alternativas, un término de la vieja farmacología.
Las paradojas y las antinomias de la vida real.
Las drogas producen manifestaciones anestésicas.
Transformar la actitud gradualmente.
Alcanzar un fin específico.
Ocasionales carcajadas de sarcasmo y de cínica bufonería.
Solemos imaginarnos simultáneamente como contenidos sin esfuerzo ninguno o como impenetrables, pero a no ser cuando las personas nos cegamos con alguna fatuidad los demás pueden ver a través de nosotros como podemos ver a su través. Este fenómeno puede conducirnos a un gran desconcierto.
Una envidia que oscilaba entre la aversión y la complacencia.
Un demonio de curiosidad, un íncubo de concupiscencia.
La avaricia y la ambición de poder son vicios desorbitados.
Un monstruo insaciable de verdad, la imaginación.
Un trastorno psicosomático que debilita y que impide caminar.
Tras el amargo resquemor de la derrota fue creciendo una rabia persistente y furiosa unida a una firme y maligna voluntad de odio.
Un impertinente íncubo que se deleita infligiendo a su víctima el ultraje de un desagradable pero irreprimible placer.
Los nocturnos visitantes eran real y manifiestamente satánicos.
Una intimidad excesiva con su beau ténébreux, el desconocido pero acusadamente titilante dentro.
La gama de los armónicos y los sobretonos de la pornografía.
Un éxtasis, una permanente manifestación del odioso y excesivamente familiar ser propio.
Supersticiones aceptadas. La creencia de que los brujos o hechiceros podían con solo invocar la ayuda del demonio provocar tempestades, producir enfermedades u ocasionar la impotencia sexual.
"La Vingt-Cinquième Heure" y "1984", páginas con las cuales Virgil Gheorghiu describe las pesadillas del presente y del pasado inminente y Orwell pronostica el más diabólico futuro.
La hechicería como rito o culto diánico.
La ceremonia más importante de la hechicería ritual era la denominada Sabbath, palabra de origen desconocido que no tiene referencia con su homónima hebrea. Los Sabbaths eran celebrados cuatro ocasiones al año; la Candelaria el 2 de febrero; la misa de la Cruz el primero de mayo; la fiesta de San Pedro encadenado el primero de agosto y la vigilia de Todos los Santos el 31 de octubre. Estos eran los grandes festivales esperados por cientos de devotos que se trasladaban para presenciarlos. Entre Sabbath y Sabbath había las semanales Esbats para congregaciones de menor cuantía de las aldeas. Para los Sabbaths había que contar con un asistente imprescindible; el demonio nunca faltaba hallándose representado con la persona de alguno que había heredado o tal vez adquirido el honor de ser la encarnación divina de las dos caras del culto diánico. Los adoradores de aquel culto rendían homenaje besando su faz posterior, una máscara estragada que llevaba debajo una cola de animal como parte trasera del demonio. Allí tenía lugar para algunas devotas un ritual de copulación y a tal propósito iba equipado con un falo artificial de cuerno o de metal. La ceremonia iba seguida de una romería con sus danzas que se celebraba extramuros al lado de árboles y piedras sagradas. Y terminaba con una orgía de promiscuidad sexual que primitivamente había sido una operación de magia realizada para incrementar la fertilidad de los animales con los cuales garantizaban la subsistencia los cazadores y pastores de aquellos tiempos. La atmósfera dominante de la fiesta de los Sabbaths era de confraternidad y despreocupada alegría animalesca.
El laberinto de la gramática.
Un baluarte del protestantismo.
Estallar carcajadas de escarnio.
Era manifiestamente un hechicero.
Verdaderos rencores legalizados, una orgía de inquinas y de envidia.
La máquina de la justicia empezaba a moverse hacia la vía de una apelación.
Los jueces del Supremo Tribunal regulaban su procedimiento sobre la regla de la legalidad y desconfiaban, por tanto, de la división ejecutiva del Poder.
Como las medicinas de aquella época, que no hacían más ni menos de lo que habían hecho las hermanas Fox, aquellas pobres endemoniadas y sus exorcistas tampoco eran capaces de inventar nada nuevo.
Volantes y libelos.
El eclipse de la milagrería.
Doctrina manifiestamente heterodoxa.
Humanidad y sensatez desde el punto de vista de la ortodoxia.
Careado por los acusadores.
Tomar nota precisa de cada una de las acusaciones.
Las actas fueron cuidadosamente firmadas, refrendadas y archivadas por duplicado para el registro.
Un pedazo de papel manchado con tres gotas de sangre y conteniendo sus pliegues ocho pepitas de naranja.
Según un específico lugar y momento verosímiles reflexiones son inconcebibles. Pero esta radical imposibilidad de concebir verosímiles reflexiones no tiene equivalencia con ninguna radical incapacidad de sentir verosímiles emociones o con ninguna radical anulación de las acciones inspiradas con tales emociones. Todo puede ser sentido y actuado aunque algunas ocasiones con gran dificultad y exponiéndose a la desaprobación general. Pero aunque los seres humanos pueden sentir y hacer aquello que su temperamento y sus constitución les permiten, no pueden reflexionar sobre sus experiencias a no ser dentro del marco de referencia que según su tiempo y lugar aparece como evidente. La interpretación se hace según los términos del modelo mental predominante, ese modelo condiciona la expresión de menesteres y emociones aunque puede inhibirlos completamente. 
Una estructura de verdades autoevidentes.
Podemos preguntar cómo afectaba la manifiesta inadecuación de la teoría la conducta de hombres y mujeres para los asuntos ordinarios de la vida cotidiana.
Un ser humano puede ser un excelente psicólogo práctico a pesar de ser completamente ignorante de las teorías psicológicas vigentes. Pero es más importante señalar que puede estar muy versado de teorías psicológicas que han sido inadecuadas y ser no obstante, gracias a su perspicacia natural, un excelente psicólogo práctico. La teoría es y no es simultáneamente verdaderamente importante.
Elucidar la significación de las expresiones meramente cualitativas con términos de cantidad.
La materia se manifiesta propiamente como aquello que se halla con una permanente actividad. Y de las formas de la materia, la materia coloide que compone los cuerpos vivos es frenéticamente atareada. Aunque es un frenesí maravillosamente integrado, una armoniosa danza de energías.
La simple investigación de las vitaminas fue motivo suficiente para que las antiguas falsas analogías con la alquimia abandonaran hacer estragos de nuestras teorías de la alimentación. 
Ignoramos cómo se halla asociada la mente de una persona con esa vorágine de compleja organización, ese vértice misterioso de la energía cósmica al que llamamos cuerpo. Que existe alguna organización es evidente; de lo que no tenemos idea es de cómo la energía se transforma como proceso orgánico mental y cómo afecta la energía.
Percepciones extrasensoriales (fenómenos ESP), psicoquinesis (efectos PK).
La glosolalia no constituye una clara e inequívoca manifestación de un idioma hasta entonces desconocido; es una jerigonza más o menos articulada, más o menos sistemática que manifiesta verosímiles semejanzas con alguna forma de idioma pasado y consecuentemente interpretable por los que escuchan sin retorcidas prevenciones como la oscura o confusa pronunciación de algún idioma más o menos familiar. Un idioma practicado durante la niñez y olvidado.
F. W. H. Meyers. <<No hay razón para creer -telepatía aparte- que pueda contarse con cantidad ninguna de experiencia de un nuevo idioma o un grado de experiencia matemática que no se haya adquirido previamente>>.
La prueba de Petronius para los exorcismos.
Dentro de la esfera de lo subconsciente se dan a menudo ignorancias voluntarias.
Nivel subliminal.
Flotaban al viento acusaciones espesas y borrosas.
Depurada investigación.
Contestó a sus infernales acusadores, impugnó la presunta legalidad del procedimiento y afirmó la parcialidad.
La saña de la voluntad ante los enemigos.
Gimoteando como un cocodrilo.
Tono de furia contenida.
Un expectante silencio.
Los recursos de la persuasión.
No desperdició ni argumentos ni halagos ni adulaciones ni simulados suspiros ni hipócritas sollozos.
Acusado de conducta irregular.
Un movimiento de rabia.
Tono de agónica protesta.
El horror y el espanto.
Belcebú es el señor de las moscas.
Cuando las causas persisten los efectos se mantienen.
Nel mezzo del cammin (34 años), su carácter formado y definida la regla.
Era como una paradoja no demasiado extraña; un ser humano de grandes facultades que tenía sus altibajos.
Alto grado de verosimilitud.
Todo placer indebidamente prolongado se transforma como su opuesto.
Disposición de ánimo y presupuesta actitud.
Manifiesta aversión.
Artemisa, aristolaquia y coloquíntida, las tres plantas a las cuales la ciencia de los galenos y el optimismo de los jóvenes atribuían eficacia abortiva.
Por más que pretendan el suicidio los histéricos nunca llegan a consumarlo.
Acusar una gran incomodidad.
Actitud de rebeldía.
Estremecer de horror y repulsión.
Vagar los ojos a lo largo del vacío.
El estómago se distiende.
El manifiesto derrame del humor.
El horizonte seguía siendo limitado.
El torrente de los anatemas.
La moralidad interna de las pretensiones debe ser complementada con la imparcial y utilitaria moralidad de las consecuencias. Visión realista.
Se derramaba abundantemente Madame de Sevigné y su parloteo hacía referencia propia.
Un ego obsesionado con la idea de la separatidad con sus ansiedades y sus aborrecimientos, sus fantasías compensatorias y sus proposiciones específicas respecto de las cosas.
<<Rehusar para preferir>>, según el Zen es clara señal del camino perfecto.
Una verdad irrecusable.
Los ojos de la imaginación.
El contacto con las circunstancias.
Acusada enorme desgracia.
Acuciar el aguijoneo de la destrucción.
Caterva de personas prudentes.
La brutalidad con los seres de una raza extraña se justifica con argumentos inferidos de premisas que se hacen pasar como verdades científicas. La brutalidad con los orates practicada antiguamente no se ha extinguido puesto que los locos son terriblemente provocativos.
Los domingos y los días de fiesta llevaban a los niños a ver a los locos y el tormento estaba permitido.
Un crónico desasosiego.
Asfixia crónica.
La realidad cardinal de la experiencia.
La distensión psicológica.
Una inalterable aptitud de predisposición literaria.
Una serie de retornos a los temas que cada una de las ocasiones son abordados desde un punto de vista diferente o con una estudiada gradación creciente.
Dadas las condiciones y circunstancias del caso.
Las palabras son a un tiempo indispensables y fatales. Examinadas como hipótesis de la actividad, las proposiciones respecto del mundo son instrumentos con los cuales adquirimos la aptitud de entender el mundo. Examinadas como verdades totales, como dogmas que han de ser creídos, como ídolos que hay que adorar, las proposiciones que se refieren al mundo falsean nuestra visión de la realidad y nos inducen a cualquier suerte de incongruentes actitudes.
Controlar los vocablos y los razonamientos.
La sofocante nube de miedo y de miseria que le oprimía.
Atenciones emocionales e imaginativas.
Promover objeciones.
Manifestarse con prudencia.
Desde un punto de vista paradójico e imposible un ser finito contiene lo infinito a la vez de ser aniquilado por el hecho de contenerlo.
La avalancha de una catarata.
Un entendimiento del profundo y arraigado menester del ser humano por la autotrascendencia, de su renuencia a emprender el difícil camino ascendente, de su búsqueda de una liberación espuria por debajo o al margen de su personalidad.
No beber bebidas alcohólicas era una excentricidad notable. Nacieron apellidos como el italiano Bevilacqua, el francés Boileau y el inglés Drinkwater.
Allí donde se reúnen dos mil o tres mil personas como masa brilla por su ausencia la humanidad común a todos. El hecho de pertenecer a una masa humana roba la autoconciencia y arrastra a estamentos inferiores, a las honduras de un reino donde lo personal no cuenta, donde no existen responsabilidades, donde no hay menester de una reflexión de discriminación sino solo un intenso y confuso sentido de descomunal gravitación, un masivo atractivo de instigación, un enajenamiento de rebaño.
Muchos casos esporádicos de involuntarios incontrolables bailadores de giga, esos zarandeos que unos países llaman tarantismo, otros baile de San vito se han producido los periodos de turbulencia que suelen seguir a una guerra, a una epidemia o a una situación de hambre general y que son corrientes a lo largo de las regiones de malaria endémica.
(Los demonios de Loudun)

Pukka sahib. Distinción de la India hacia los europeos importantes que residen allí.
Composición del adecuado y perfecto mensaje. Tierno e ingenioso, cargado de una genuina devoción irónicamente manifestada.
Bourne. Término de un viaje, punto de destino al que no llega viajero ninguno si puede evitarlo.
Jardines Boboli.
Salir al mundo del tiempo.
Presión económica.
Envejecimiento. Estasis intestinal y autointoxicación. Fagocitosis, neurófagos. Esteroles y flora peculiar del intestino de la carpa.
La carpa vive dos centenares de años.
Galantería humorística.
Proceso orgánico de autocuestionamiento.
Reglas de vida locales.
La inteligencia no es suficiente como auxiliar de la buena voluntad; es preciso que exista la reminiscencia que aspire a trascender y transformar la inteligencia.
Eternidad psicológica.
Actos buenos, actos que contribuyan a la liberación.
Liberación. Acepciones económicas y agitadoras, menester de desbancar al industrialismo.
Liberación del tiempo, deseos, repulsiones, de la personalidad.
La esclavitud y el fanatismo coadyuvan para intensificar la obsesión con la ayuda del tiempo, del mal y del yo. De allí el valor de las instituciones pluralistas y la aptitud escéptica de la mente.
Cuanto más se repele la personalidad más ocasiones se tendrá para hallar que cualquier personalidad es una cárcel.
El material potencial es todo aquello que permite la evasión.  El material actualizado reside fuera de la prisión, de cualquier temporalidad con la condición de pura y desinteresada autoconciencia.
La ciencia es buena, mala o indiferente, según se proceda y para qué se emplee. De igual manera que el arte y la erudición para los artistas y los eruditos. Buenos cuando propician la liberación y malos si la dificultan intensificando la obsesión de la personalidad. El científico y el artista son hombres entregados a un ideal, algún aspecto de la personalidad ampliado a enorme escala.
Nivel humano del tiempo y el deseo.
El fonendoscopio o estetoscopio.
El fluoroscopio. Una fuente de rayos X y una pantalla fluorescente.
No se puede proteger a la gente del alza y la baja de los valores mientras sigan reflexionando exclusivamente sobre el dinero apreciándolo como el supremo bien.
Tres maneras de silencio, de palabras, deseos y reflexiones.
Disposición de samadhí, la unión mística con la divinidad cuando se pierde la autoconciencia de la propia personalidad.
Donde existen las palabras existen recuerdos y deseos, inteligencia e imaginaciones, pasado y futuro, actual y fantástico, fidedigno e ignominioso, fealdad y belleza.
El lado opuesto de la luna habitado por elefantes verdes.
Proceso orgánico de desarrollo.
(Viejo muere el cisne)


La humildad es una condición de la verdadera profundidad.
La anarquía es enemiga de la libertad como también, según sus casos extremos, la eficiencia mecánica.
Caos, pandemonium.
(Las cárceles de Piranesi)



Lu Shin
Tuve autoconciencia de que mi lugar dentro del universo -como lo llama Huxley- se hallaba entre el perro pekinés y las gallinas.

Dinesen
"Crome Yellow". Un cervato para Sir Hercules y su esposa con su traílla de treinta dogos falderos negros y amarillentos.

Eliade
El diario del viaje al mundo de Aldous Huxley ("The Jesting Pilate") es un libro maravilloso, lucido, sorprendentemente justo, personal, divertido, fino, lleno de matices pero hay una media docena de libros iguales escritos por Huxley y tampoco era menester creo yo dar la vuelta al mundo para reflexionar y sentir como lo hace Huxley en su diario.
"Eyeless in Gaza" es una novela de más de seiscientas páginas.

Wilson
Joyce describe su método como embrionario el caso del tema de la maternidad y el capítulo está escrito como una sucesión de parodias de los estilos literarios ingleses desde el latín macarrónico de los primeros cronicones hasta Huxley y Carlyle.

Berger
La era de la idea de un futuro diferente transformado fue un privilegio europeo y norteamericano. Incluso cuando se lo examinaba como negativo ("Un mundo feliz", "1984") el futuro era concebido segun los términos europeos.

Dolci
La visión ligeramente fija de Aldous Huxley.



GERALD HEARD

El campo es realmente hosco e inhospitalario como cualquier gran ciudad.
Dificultades gravísimas.
Demostrar mi escasa culpabilidad y la forma que me forzaron a actuar las circunstancias.
La edad de la discreción.
Mi cerebro gira y gira como en su encierro una rata domesticada. Tal vez porque estoy sumamente preocupado, impresionado y hasta temeroso.
La regla de los aldeanos acomodados es cuidar de sus propios asuntos y nada más.
Bastante tediosos son los asuntos que los demás vienen a contarnos esperando nuestra piedad afectuosa.
Un silencio tenso y desafiante.
Somos animales de costumbre.
El griego <<bueno y hermoso>> solo se usan a manera de adjetivos siameses, de epítetos mellizos.
Una sombra de sorpresa.
Tocar el timbre de lo incorrecto.
Se lanzó vertiginosamente bajo las inmensas cámaras de la muerte.
La oleada mayor había pasado. Las noticias habían sido reveladas. Solo quedarían suaves oscilaciones de reminiscencias.
La mera palabra suerte nada explica; puede ser buena o mala.
La palabra suerte tiene un saborcito a superstición y soy lo bastante supersticioso e inteligente como para entender cuánto es lo que ignoramos y abandonar tranquilas esas creencias. Seré prudente y diré que el Destino me condujo.
Correctas y simétricas letras romanas.
Las incomparables mayúsculas de la Columna de Trajano.
Mi imaginación es volandera.
Vigila el pescador la línea y el corcho de su aparejo.
Los mil atractivos que la ciudad con sus distracciones no nos permite cultivar.
Llevamos con nosotros una gran parte de nuestro pasado y de nuestro ambiente habitual.
Hay razonamientos que se formulan y que pesan más rápidamente de forma oral que escrita.
Un experimento bioquímico.
Vaguedad y apocamiento.
Tono jocoso.
Tono conciliador.
Ilógico, deshilvanado y ridículo.
Experimentar la turbación extraña, irracional que produce la lisonja cuando al placer que nos causa se mezcla el temor de su origen.
Es una mera deducción pero a menudo no tenemos otra arma.
Temer otra vuelta al pasado o incluso peor, a la teoría.
Detesto los incidentes desagradables.
El absurdo de tomar parte de una prueba de inteligencia.
La paciente y exhaustiva investigación.
No hay oído humano con la aptitud de apreciar las notas de un pájaro que la hembra encuentra hermosas.
Me agradan los hechos extraños.
Galton inventó un silbato que emite notas inaccesibles al oído humano, pero no al de los perros.
De pronto, cualquier incidente cotidiano nos recuerda una historia soñada que de otra manera habríamos olvidado.
Pobres criaturas humanas, pasamos el tiempo pretendiendo imaginar cosas irreales y nos derrota la fantasía inextinguible y sutil de las cosas naturales.
Retener con un pretexto falso.
La impaciencia del procónsul Poncio, el cual durante una entrevista célebre como trascendental reflexionó que la discusión se tornaba demasiado abstracta y la terminó con prematuro enojo preguntando qué era la Verdad sin esperar la réplica.
El riesgo radicaba con su impaciencia y mala voluntad para enterarse del verdadero carácter de lo que le amenaza.
Demostrar minuciosamente cuáles son los factores que actúan.
Tono sereno.
La transparente estratagema me irritó, experimenté una positiva repulsión.
Un charlatán fantasioso.
Una expresión serena.
Manifiesta descortesía.
Las sobras frías del humorismo idiota.
Las mentalidades toscas hallan comportarse sin sentido común más desconcertante que cualquier injuria.
Un sobresalto, la impresión de un ataque.
La satisfacción agridulce de sacrificarse para molestar al prójimo impregna la vida de la capa trabajadora.
Me asaltó una idea extraña sin fundamento ninguno pero definida; la de que había tomado una resolución.
Una ola de resentimiento.
Me limité a hacer un aviso ocioso de esos que solo se formulan para eludir una pausa que se va haciendo demasiado prolongada.
El pretexto invocado era fútil, me sentí invadido de un extraño terror.
Los olores nos traen reminiscencias.
Una buena dosis de serenidad.
El goce perfecto de mi existencia solitaria.
La tetera de barro oscuro.
El té Lapsang de aroma suave con un leve toque a tanino que no disminuye su fragancia.
El oído es el más vigilante de nuestros sentidos y el que menos duerme. Cuando perdemos el conocimiento es el ultimo que se apaga y cuando lo recuperamos el primero que despierta incluso antes que entendamos dónde nos hallamos.
Mi primera inquietud causada al haber oído vagamente un rumor extraño.
Experimentar el estremecimiento de la alegría del triunfo.
La actitud profesional.
Los apartes que suelen hacer los médicos cuando desean saber otra opinión respecto de la salud de sus pacientes.
Me daba vueltas la cabeza. Cuando pude hablar lo hice como lo que los novelistas llaman <<un ronco murmullo> porque había perdido todo dominio sobre mi voz.
Estremecerse de emoción.
El secreto y horrible recurso forjado.
Material para las pesadillas, líbreme el cielo.
Los animales de presa se excitan cuando ven que su víctima huye y escapa de sus garras.
Transformar la existencia.
La pauta de tu infortunio.
Alérgico con grado excepcional.
Un caso típico de agorafobia.
Un periodo agudo de esquizofrenia.
Un demente peligroso cuyas palabras y actitudes eran una demostración de insania.
Detestar y eludir cualquier vigilancia, autoridad, fiscalización.
Ni la sombra de un pretexto.
Demasiado imbéciles para enloquecer.
La inevitable claridad de una pesadilla.
Comprobar con la demostración la insania específica.
La jerga médica terminante, la crónica de su grupo íntimo revalidando su propia estupidez.
Un frenesí provocado con un símbolo de asociación.
La imbécil serenidad y la ciega certidumbre.
Un caso perfecto de himenofobia.
Una demostración útil.
Demostraciones de la demencia.
Una exploración intuitiva.
Tono sereno y reposado.
Tono de reprobación.
Tono sencillo y espontáneo.
Lytton Strachey, un escritor humorístico vivía en Hungerford, en la pendiente de los North Downs.
Reuniendo todo mi valor.
La actitud ideal de bondad del médico y su sereno entendimiento me emocionaron.
Una tarea útil y peligrosa a un tiempo.
El típico criminal ingenioso. La expresión era exacta.
Las novelas policiales como otras manías y novelerías han degenerado. Comenzaron a escribirse con sentido común, investigación minuciosa y ánimo de organización, cosas que se aliaron no para exagerar la pena legal, sino para demostrar al criminal que estaba destinado al fracaso; que a la postre sobre la balanza de la inteligencia y la penetración el platillo se inclinaba a la organización y el derecho. Hoy lo que agrada al publico es el ladrón caballeresco. En el fondo lo que a cada uno le agrada es imaginarse con un impecable traje de etiqueta asaltando la banca de Montecarlo. Y unos cuantos transforman sus sueños como realidad. Creen concebir una idea novedosa. Sufren una antigua irritación; la vuelta a una casa oscura donde hay una consorte a quien detestan. Invierten los papeles y la historia es arcaica como la ciclópea Micenas y la guerra de Troya; Clitemnestra matando a su Agamenón en el baño. Matan una vez y luego como los animales que llevan con la sangre el instinto de matar, una vez cebados siguen matando. Nada les hace sentir intensamente su poder y tienen menester de gozar tal sensación. No hay miembro de la especie humana, sea el más altivo, el más encumbrado o el más odioso que no esté a merced del criminal. Tal vez les semeje un fracasado. Cuidado. Si a él se le antoja los transformaría como un montón de carroña.
La legislación inglesa es un magnífico monumento, pero como todos los monumentos levantados a lo largo de los siglos piedra sobre piedra está llena de resquicios. La libertad de la persona exige que la ley no tenga una trabazón demasiado estrecha. La ley y la vida no armonizan siempre y debemos expiar y compensar la libertad que gozamos para nuestras excentricidades permitiendo escapar algún delincuente.
Tono decisivo.
Un átomo de prueba.
Un chantajista o un neurótico fronterizo con la locura.
Los excéntricos tienen pocos amigos.
Enquistado con su malignidad es semejante a uno de esos lagartos venenosos que se mueven lentamente tiesos y reptantes; si uno los toma de una manera especial no pueden clavar su aguijón ponzoñoso.
La claridad meridiana dolorosa de la situación.
La extensión del cinismo.
Un comentario cruel.
Alcohol medicinal.
Una combinación de partes iguales de citronela, valeriana y aceite de anís es un olor que desconcierta y extravía el olfato de los animales.
Evidentemente me impulsaba, me ensillaba -como si fuese su cabalgadura- para lanzarme seguidamente a lo que quería.
Entendió mi pretensión y procedió con la mayor rapidez y lúcida energía.
Su petulante vanidad.
Los arcanos del instinto ciego.
La expresión del ser humano que siente cerrar el nudo corredizo torneando su cuello.
Tono de cordial cooperación.
Una inteligencia superior.
Bullicioso, vivaz, lleno de simpatía y al tiempo ingenuo como un escolar.
De excelente humor.
Una actitud nada hospitalaria.
La trucha de ojos saltones que cinco minutos después de librarse del anzuelo y hallar refugio bajo las aguas profundas vuelve a engullir la carnada.
Un candidato al Caso Típico Nº 3 del crimen perfecto ejecutado por el criminal que no da rastros.
Un tono indefinible de una garantía alegre y serena con esa atmósfera particular con la que el oyente no tiene otro remedio que aceptar cuanto le decimos.
El espadachín de muñeca débil, vista incierta y menos experiencia cede terreno a su contendiente más osado.
La casualidad ayudó a la técnica.
El estudio de los cromosomas de los tulipanes.
Con su alegre charla de prestidigitador se impuso suavemente firme, irresistiblemente.
Un macizo de tulipanes tardíos.
Tono de chanza.
Jardineros prolijos y cansadores.
Distingo el mérito cuando me sale al paso.
Un fingido entusiasmo.
El perfume imperceptible de los tulipanes.
Un Pileus purpúreo.
La peligrosa pantera acorralada.
Cuantos más rastros encuentre uno más garantizado es que el jurado no entenderá el engranaje de las pruebas que le presentemos.
Presintiendo el fracaso.
Si usted habla a una persona que no tiene ganas de hacerlo y camina directamente adonde está, aquella retrocede mientras lo cree a uno absorbido con la charla y toma el avance como cosa inconsciente y solo reflexiona cómo hacerle callar reteniéndole al tiempo.
Una réplica ciega e irreflexiva.
Hasta los millonarios sensatos están obligados a las fundaciones como los señores medievales tenían el deber de fundar monasterios y las gallinas el de poner huevos.
Una descripción de la prueba del polvo magnético para aclarar las huellas dactilares demasiado borrosas para ser identificadas de otra forma.
Una biografía bioquímica sumamente útil de los amoníacos de los animales.
Preparado a rehusar cualquier ataque.
La genética animal y la genética vegetal.
Los tulipanes listados nacen después de una rara alteración de los cromosomas como ha demostrado Hall.
Había destilado y quintaesenciado los sudores como un alquimista medieval con la malicia de esos brujos y más eficacia.
Un azar de la mala suerte (o del Destino).
Llegar a los hechos concretos.
La médula del asunto.
Los aspectos generales del problema.
Mi suerte era una faceta del conjunto.
Las cualidades del ingenio y la precaución no suelen coincidir.
Una casualidad extraordinaria.
Una prueba clara o una demostración perfecta y acusadora.
Inteligente, astuto y minucioso.
Las afinidades específicas, curiosas pero estudiadas que refieren el olfato de una especie particular de insectos con el aroma de una planta. La más famosa, la de la flor de yuca con la mariposa también llamada yuca.
Una frase concisa y optimista.
Los puntos psicológicos con los cuales como sobre un límite incierto y oscilante la razón roza al instinto; ese instinto que no es una mera repulsión mecánica ni tampoco un cálculo claro sino algo misterioso que permanece ignoto.
El olvido fatal.
Una prueba de amistad ilimitada. Una pregunta retórica y melodramática.
La suerte enfrentando a un demente.
Tono distante.
Adagio. "Ayúdate y la divinidad te ayudará".
Estamos inermes ante la malignidad calculadora del que estudia paciente y deliberadamente la mejor manera de sobreponerse a las limitaciones de la ley.
Una existencia tranquila y resguardada.
Pesar las contingencias y reflexionar con seriedad.
En ruso la palabra rojo es sinónimo del color propiamente dicho.
El tono alegre y superficial de su conversación.
Un sector de mi mente entendía que era una aventura peligrosa y hasta ilícita. Pero ese sector era el del raciocinio tímido, cobarde, calculador.
Las resonancias ominosas adjudicadas a la palabra aventura.
El olfato es un sentido sumamente sugestionable.
La sombra de un aroma.
Decidido a embarcarme a esa aventura lanzadas al viento las precauciones y armado de un valor inconmovible.
Más vale un gramo de experiencia que una tonelada de consejos y la demostración es indispensable.
Una sustancia perceptible.
Había llegado el momento de la acción, de dar una explicación práctica a nuestros experimentos.
Un tigre maligno, poderoso y estúpido con su vanidosa ignorancia de cuanto lo amenazaba.
El problema moral permanecía suspendido sobre el horizonte de mi mente como una vasta nube.
El problema material.
La responsabilidad de las iniciativas materiales y de las consecuencias morales.
Mi disposición de ánimo, mezcla de sometimiento mental y energía física no era habitual.
El té es una de las bebidas más reconfortantes.
Tono agudo, excitado.
La infatigable vigilancia del que está decidido a no permitir escapar su presa.
Una mejoría mezclada de exasperación.
Una personalidad mucho más enérgica y poderosa que la del vano, megalómano, criminal y al tiempo sumiso imitador de las ideas ajenas.
Sintiendo de forma extraña cuanto de absurdo tenía el acto y de inadecuado mi actitud.
No me agradan las conversaciones a larga distancia.
Sabe el valor financiero del hallazgo, pero el prestigio científico es lo fundamental.
La Tulpia Heregrovia.
Una verosímil garantía desdeñosa.
Su terrible ignorancia de esa total ficción.
Las personas y los hechos que desdeñamos sin reflexionar son precisamente aquellos que con su aparente insignificancia ponen a prueba nuestra inteligencia y nuestra bondad y si no logran ganarnos nos condenan sin remisión, pues verdaderamente nos hemos condenado nosotros.
La curiosidad científica.
Tono ceremonioso.
Los sueños de avaricia y riquezas.
La trucha atraída e hipnotizada con la línea fina que le tiende el pescador.
Los criminales son temibles solo porque les tememos y semejan inteligentes porque nos llevan la ligera ventaja de transgredir la ley.
Turbia inteligencia.
Siguió con un tono menos confidencial y más grave.
El entusiasmo desapareció repentinamente como un manto de hiedra que se arranca de un tirón destapando el desnudo torreón que tapizaba.
Los sabios entienden que la casualidad no existe.
Sumido en esa brutal impunidad que constituye la ultima, la más terrible de las ignorancias; desconocer el llamado, el aviso definitivo.
Extravagantes elucubraciones.
Tono abstracto.
La firma es un despliegue notable de energía nerviosa aunque no de caligrafía.
No permitía el menor asidero a la casualidad.
Una mezcla de petulancia y fatiga.
Tono insolente.
La ociosidad, la madre de la calumnia.
La actitud cuidadosamente preparada.
La rapidez y la tiesura son síntomas de un agravio imperdonable.
Un silencio suspicaz.
Escapar de las Horcas Caudinas y del lazo que amenaza.
Dispuesto a olvidarlo como se olvida lo que no ha existido nunca.
Ofrecer una alternativa, una tangente de escape.
Una persuasión rara, ominosa.
La expresión, la manifestación externa de las emociones es pura sensiblería.
Preferir aguardar y contemporizar.
Presentar acusaciones concretas.
Lo que no pueden apresar las gigantescas pinzas de la ley lo pueden recoger y tirar por la ventana las manos de un abogado sutil.
La ultima demostración de eficiencia valerosa.
Los hombres geniales moral o intelectualmente esperan de uno actitudes valientes.
(Predilección por la miel)

El puente del curso del tiempo.
Un postrer examen con ayuda de la autosugestión.
El delicado toque final característico de la elegancia genuina.
La rebelión pasiva frente la realidad exterior.
Manifestar la pretensión de manejar sus asuntos comerciales.
Escalar posiciones gradualmente.
El yerro puesto de manifiesto.
La cauta, paciente y discreta estrategia desplegada.
Una cantidad de dinero que valía para probar si con su ayuda la vida era más soportable.
El apellido como un elemento atractivo.
El deseo de agradar, de ser refinada y de gastar dinero.
Las condiciones de los fines particulares.
Poseer algún elemento sobresaliente.
Nada fomentaba el menosprecio con mayor rapidez y verosimilitud que la familiaridad nacida del manejo del dinero que pertenece a un pariente.
Las armas de un escudo en losange, cuartelados, en junta o diferenciadas. Las cornejas, las garzas, los halcones y los vencejos, pájaros que integran la heráldica.
Los asaltantes de la Edad Media preferían obtener la riqueza con la violencia a ganarla honradamente.
La parte plana del mango de la cuchara para el té ostentaba una figura heráldica.
Una condecoración, un privilegio.
Tono de desaprobación.
Descifrar el sentido oculto de las cosas.
El epicentro de un temblor de tierra demuestra las existencia de una discordancia subterránea.
Tono entusiasta.
El poco británico carácter impulsivo.
Tono débil.
Una actitud defensiva.
Emplear la presión consecuente de un equilibrio de fuerzas.
Variar de actitud.
Tono protector.
Su primera impresión fue de agradable sorpresa.
La aptitud para desenvolverse con la vida general.
Un tono menos formal, más ligero.
Muchos lombardos no poseían una tez morena sino bastante rubia. Y algunos habitantes de Lombardía estaban dotados de excelentes aptitudes para el comercio, podían desempeñar admirablemente la actividad de secretario.
Una adivinanza intrincada.
En primer término una atracción común y luego una broma de carácter privado; era el gastado sistema, tal vez el más común y breve para llegar a la intimidad.
Un arriesgado chiste.
Una actitud de vigilancia.
La confidencia personal es el paso siguiente a la broma de carácter privado.
El grado de intimidad.
Un vendedor establece con cuidado una referencia comercial.
Renacer las sospechas.
Reservar el dinero para la adquisición de piezas famosas.
Los ornamentos excedían la subestructura de la verdad.
Tono de negligencia.
El instinto filial.
Existiendo numerosos argumentos favorables.
Apreciaba el dinero como los demás objetos de su predilección.
Trilladas reflexiones.
Entender las facetas del asunto.
Compartir la facultad de percepción.
La conversación adquirió gradualmente un carácter personal.
De dos tizones ¿puede determinarse cuál produce la llama?
Se superponen dos figuras cuando se enfocan con un estereoscopio.
Abandonar de lado cualquier simulación.
La réplica a su indirecta, liberal, liviana y expresiva.
El sentido de la plenitud.
La vida supone refrencias personales. Si uno consigue establecerlas encuentra el auténtico sentido de la existencia.
Como trueque de su solicitud.
Celebraban verse libres del embarazo que origina la autoconciencia del propio cuerpo.
Tono casi comercial.
Los roedores y las serpientes de cascabel, los coyotes y las liebres, animales poseedores de una rápida percepción visual pero insensibles al color, con ojos adaptados más para columbarse unos a otros que para disfrutar de un paisaje con magnífico colorido.
Los aumicanos o aumicianos.
Actitud importuna y dominante.
Comenzar una existencia completamente diferente que compensaría con creces el sacrificio realizado.
Sumirse a una existencia limitada.
Los reptiles se componen solo de reflejos. Semejan aparatos de relojería fabricados con goma y cartílago.
La breve pero extraordinaria aparición de las flores silvestres.
Un comerciante endurecido con su profesión el cual, de repente, realiza un acto de generosidad puro y desinteresado.
El optimismo que se apodera de los tísicos.
Un puente anímico.
Una crecida cantidad de razones valederas.
Una existencia independiente.
El tipo de existencia de vivir sin rumbo fijo constituye la manera para hacer lo que uno no se propone.
La conversación se tornó embarazosa.
La parte de la existencia compartida.
El deseo de dormir el día entero, la encefalitis letárgica.
No existen mejores psicólogos que esos médicos entendidos y esforzados que atienden cada día treinta pacientes de distintas capas. Los psicólogos inteligentes se abstienen de mencionar la psiquis, mantienen un respetuoso silencio tocante al factor psíquico subyacente, ese elemento imponderable que hace variar el peso de las cosas pero que no puede colocarse sobre los platillos de la balanza.
Conciliador. Inglés irenical del latín irenarcha, un magistrado romano destinado a cuidar de la quietud y tranquilidad del pueblo.
Según los psiquiatras, a menudo puede diagnosticarse la disposición mental de una persona desde una distancia apreciable. El continente expresa la disposición de ánimo, la actitud física la condición mental.
Buscar y encontrar la persona del otro.
La pendiente abrupta que forma una escalera portátil.
Kermit, inglés eremita.
El cartero, el padrino bondadoso y componedor del lugar.
El tema de la investigación científica pura.
El nombre psicológico <<amor reprimido>>.
Tono calculado.
El fantasma del museo de antigüedades.
El margen de sospechar lo peor según pruebas mínimas.
Arrebatado con el ardor profético y bajo los efectos de la emoción.
Formular negativas terminantes.
Una situación de tirantez convencional, el triángulo vertical.
Nunca debe diagnosticarse sin ver al enfermo.
La enorme concha solitaria construida.
Tono de indiferencia sin reflejar desconfianza pero tampoco cordialidad.
Dar algo a cuenta y mantener como reserva.
Es un ser irreal. Carece de vida; solo es un sueño reflejado desde alguna parte por su personalidad real o tal vez por mí.
Tono jovial.
Había racionalizado su cautiverio.
Realmente dio el primer paso para salir de aquel statu quo.
Le restaba una posición de reserva a la que podía retirarse antes de verse obligado a combatir.
El efecto <<James-Lange>> (transmisión de las emociones), el hecho físico provoca una réplica emotiva.
Argüir algún pretexto para diferir, para escabullirse.
El orgullo latino del cuerpo superó repentinamente la prudencia adquirida con la disciplina.
La mariposa desecha y olvida su capullo mísero y estrecho.
Una expresión de desafío.
El mundo gastado y revuelto.
Las toscas ataduras del presente.
La exigencia de vigilar su persona y cuidar la plena manifestación de su personalidad.
Lograr la impersonalidad total, un ser con carácter maduro pero sin historia, sin pasado.
Era su mano prosaica que de manera semejante a la de un cadáver surgía de la tersa superficie de la laguna donde se había ahogado o como la de un fantasma atravesando una pared recién empapelada.
El perfume de las flores narciso ojo de faisán.
He de seguir hasta el límite que me he fijado. No debía decidir movido con un arranque emotivo.
Refrán. El Demonio puede transformar su cuerpo entero excepto los pies.
A menudo la aspereza es una consecuencia de la erosión.
Abrigar la total persuasión de haber procedido de manera enteramente racional.
El cuerpo indefenso envuelto con una telaraña brillante y compacta.
Con tono desapasionado como si comentaran la indigestión sufrida por una tercera persona.
Una yegua zaina.
Los movimientos del caballo, grande e inconstante.
La tranquilidad nacida del olvido propio.
Una rutina semejante a la de un decimal de fracción periódica de una división.
Sacar del mercado profesional para restituir al mundo de las referencias personales.
Ajustar al ambiente la apariencia discordante.
Los ojos reflejan la edad real.
El estilo de vida ejerce sobre el ser humano una fuerte sugestión para lograr la salud o caer en la senectud.
Llevar con deleite y persuasión una existencia que armonizaba con el conjunto. Una existencia sensata, agradable, racional.
No es propio de la vida real que la situación permanezca. Una restauración mantiene su apariencia hasta que los materiales utilizados recobran su aspecto informe primitivo. Pero la vida, que no tiene freno, es mucho más destructiva que la muerte.
La existencia de la pareja modelaba su personalidad.
El programa de cada día estaba trazado y se desarrollaba sin topiezos.
Una actitud de perfecta sumisión.
La empuñadura de marfil del látigo.
No era una frase informativa sino un motete.
Los niños a pesar de su arrobamiento saben distinguir el juego de la realidad.
Una existencia destinada finalmente a consumir todo el aire existente de la esfera de cristal dentro de la que se hallaban encerrados.
Tono de total aprobación.
Su temor de que el mundo reprobara su conducta recibió un golpe y lo obligó a ceder terreno.
Sacar provecho de la ocasión favorable.
El semblante de un ser patéticamente obstinado o de voluntad firme.
Ver a hurtadillas a través de una máscara de libros.
La transformación operada del carácter con la mudanza decisiva del aspecto.
Una actitud vigilante.
La corteza que cubría la figura y el porte.
Librar los recuerdos potenciales.
Un tono bastante mordaz.
La aspereza del tono.
Coger en la trampa del pasado.
Tono de desinterés.
El molde de la forma.
Tono meditabundo.
Un asunto abstracto y atractivo.
El presente carece de racionalidad; es solo una fase, un entr´acte.
Una existencia completa y estable.
Manifestaba una alegría no experimentada con igual grado hacía mucho.
Una existencia sosegada.
La dosis excesiva de arte viviente ingerida.
Hallaba la libertad de estudiar aquellas materias y problemas que se encuentran fuera del trillado camino de los que se dedican al comercio.
La experiencia técnica y la aptitud mental para resolver los problemas complejos.
Su experiencia referente a las enfermedades era reducida a algún romadizo.
Su casa imponente y desierta, aquella enorme concha nacarada de la que él era el precipitado, la perla.
Sugestiones provechosas.
Excesivamente científico.
Aceptar las frases de buen grado.
El valor de atenerse al estilo.
La referencia que debía existir con la reflexión y la expresión, el estilo y la idea.
Manifestar evidente satisfacción.
Pretendiendo demostrar que lo apoyaba.
La propia reflexión era un disfraz nacido de su menester de contar con dos motivos para adoptar una decisión y representar un papel incluso ante él propio.
Manifestar agrado y admiración.
Una actitud rígida.
Los movimientos bulliciosos y subrepticios de un prestidigitador.
El peligro fue desplazado con otro más importante y la manera con la que se eludió.
Precisaba un gran numero de motivos para realizar una acción cualquiera.
Proceder con método y tiento, avanzar con prudencia y saber dónde contenernos.
De forma inteligente tomó la delantera.
La yegua dando rienda suelta a su temperamento brioso lanzó un estrepitoso relincho.
Un comensal ingenioso y alegre.
Un jardín diseñado con rígida formalidad.
Un idilio singular o uno de esos amores paradójicos y auténticos que la imaginación destierra completamente el presente y escoge deliberadamente los reflejos sustituyendo la realidad.
Me he librado del presente, tal vez contribuya a forjar el futuro.
La dicha y el bienestar físico habían alcanzado su grado máximo.
Una actitud tranquila, solícita y tolerante.
Un gesto ceñudo y muestras de malhumor.
Las numerosas fluctuaciones de la singular comensalía, la mensa de los juristas pero no el thorum que implica unión.
La aguda dislocación que sufría la vida de los dos.
El aire de un drama griego que adopta el coro al mover la cabeza ante el desastre próximo.
En las fuerzas armadas de algunos países existe frente la disciplina una falta denominada silencio insolente.
El sentido de las conveniencias.
Una actitud descuidada e indiferente.
Manifestar afabilidad o tornar al resentimiento.
Actitud expectante.
El escepticismo como una espesa bruma invadió el ánimo.
La ira del prisionero.
Un carácter inconsecuente.
Un amistoso gesto de desagravio.
Poseer una existencia efectiva.
La sombra de  la desaprobación.
La unión de las dos facetas de su voluntad, su eterno y soñado deseo de libertad y el esfuerzo persistente para lograrlo.
Su salud empeoraba a causa de un humor amargo.
Satisfecho de su existencia.
Era demasiado inteligente para apremiarlo a que dijera el motivo de su abstracción.
Tono quejoso.
Demostró que era de índole poco sugestionable.
Se encogió de hombros con expresión de repugnancia.
Tono moderado, apacible, pero provocativo.
El médico recetó el hierro de costumbre con la pequeña dosis de cobre que actualmente se añade a ese remedio. Preguntó si accedería a tomar ventriculina.
Una advertencia de carácter reservado.
El miedo incita a actuar de manera adversa.
Un amor pintoresco y secreto.
Volver según el sentido literal o el metafísico.
Adquirir un carácter apremiante.
Cuidado y mantenido en el encierro como un caballo pura sangre.
Un cheque de una suma de dinero que representaba una generosa retribución.
Me han reprimido, sofocado. Todos los hombres poseen un derecho inalienable, la libertad.
La aptitud de combinar dos fines con una acción. Además simbolizaba la obtención de su libertad al asemejarse a un acto de manumisión.
La mezcla de alusiones históricas y literarias lo colmó de satisfacción.
La irreal actitud del arrepentimiento.
Una piedra movediza a la que nunca crece musgo.
Un caso de tuberculosis neutralizada.
Una demostración de superioridad.
El ochenta por cien de los casos de tuberculosis se originan con causas psicológicas.
Había manifestado que nada le hacía falta.
El excelente humor habitual.
Los cuerpos caprichosos agrían las mentes y los caracteres.
Justificar la actitud.
El aire de petrificada atención que indica la ausencia anímica del oyente.
Máxima. Todo lo que ve un médico incluso su propia imagen es un paciente.
Una existencia sosegada.
El límite de la discreción profesional.
Una profesión científica debe poseer estricto carácter profesional.
La línea que separa las confidencias privadas de las reflexiones publicas.
El agradable papel de quien concede un permiso.
La gente millonaria posee esta particularidad; tiene la aptitud de echar abajo y reconstruir una casa; pero luego no se decide a reemplazar de una pared un metro cuadrado de estuco, sino que lo retoca y pretende disimular los arañazos y agujeros.
Otra característica de los ricos. Cuando desean que se haga algo exigen su ejecución instantánea.
El estudio de la psicología de los plutócratas.
Para aquel que posee un poder de represión puro y sano la exhumación de las sospechas enterradas es desagradable.
Un temperamento nervioso y dispéptico.
Una actitud rígida.
Máxima famosa. El sitio más garantizado para refugiarse es aquel donde ha caído la ultima bala.
Una actitud extravagante, textualmente un perfecto manotazo en la oscuridad.
El material informativo de las investigaciones científicas, esos retazos singulares que nunca adquieren la forma precisa para incorporarse a las experiencias generales y a los libros de texto.
Los facultativos diagnostican la leucemia como un cáncer de la sangre desarrollado con los propios glóbulos.
El fantasma mata con la acción del susto.
Un crimen extraordinario y misterioso.
Algunos criminales como los tigres que comen carne humana se aficionan a matar. Pero con los criminales existen diferencias profundas como con las personas habituales.
El valor de la incertidumbre.
El aire de una persona que dispone de mucho tiempo y tiene un ánimo tranquilo libre de preocupaciones.
La simple artimaña empleada, el pretexto del secreto profesional para encubrir los límites de sus experiencias de la materia.
Se turbó de una manera completamente racional, no de su propia situación.
El paréntesis formado con los deseos.
Un importante engranaje de la cadena de pruebas.
La máscara de cortesía empleada.
Tono de cansancio y abatimiento.
Un asombro semejante a la ilusión.
Los casos que los reflejos motivados con el ansia o el miedo son provocados de manera repentina el ser se transforma como dócil y obediente.
Cruzando las manos a la espalda demostró que se imponía una limitación voluntaria.
Prisionero de un sueño.
Una forma de cáncer dolorosa y torturadora.
Una sentencia indeterminada y misteriosa.
Espantosa exactitud.
Un arranque de cólera.
Los organismos animales prefieren el dolor a la muerte.
La verdad desnuda.
Los elementos que un abogado experimentado y bien pagado puede lograr que los jueces desestimen.
Tono de gran serenidad porque había logrado vencer su repugnancia.
El ensueño vital o la ilusa vida de un soñador.
Viejo refrán. Ver es creer, pero sentir es saber.
Cuando uno desea lo mejor ve satisfecho su deseo.
Aquella casa deshabitada poseía una atmósfera peculiar expectante más que favorable a la meditación apacible.
La mano sin vida del pasado.
Mientras exista el tiempo la naturaleza proseguirá su actividad adelante.
(Muerte por reflexión)

El simple método de leer alternativamente las letras.
Conducir a un mensaje correcto.
Tono excitado.
El hilo del discurso.
Los problemas de las palabras cruzadas, la suerte de componerlos y de resolverlos.
Un estudio de los manuscritos auténticos de Roger Bacon, si realmente existen trazos griegos ocultos tras las vueltas y revueltas de las colas de las letras.
El descifrador mantiene despierta la mente abarcando el texto completo. Luego si hay una clave verá algunas letras como si estuvieran escritas con un tipo de imprenta ligeramente distinto. Generalmente estas letras dan un punto de partida respecto del mensaje.
Un mensaje oculto tras la máscara de una oración superficial.
Aunque mi rutina diaria seguía exteriormente sin perturbaciones mi mente iba arrastrando lenta pero firmemente sus anclas.
Mi mente había barrenado la concha que yo me había construido y había abierto una salida.
Ampliar el horizonte.
Usar a un tiempo la intuición y el análisis.
Un sentido y un mensaje real.
Una comunicación oculta.
El camino poco frecuentado de la investigación.
La actividad aventurada de la intuición.
Una extensión o exageración.
Los expertos reservados fuera de carácter.
Reproducir y mantener la memoria.
La varita de avellano del zahorí.
Un sueño ligero y estertoroso. Un adjetivo aliterado propio de los periódicos.
La gramática rara vez es el punto fuerte de una profetisa.
La pesca y el chapoteo de los bajíos telepáticos podían ser abreviados.
La semejanza de la pronunciación inglesa de las palabras cage (jaula) y cash (caja registradora).
La jubilosa charla de la personalidad en trance.
Un resoplido sotto voce.
Si la personalidad secundaria perdía atractivo y permitía caer el hilo probablemente nunca volvería a recogerlo.
Exasperantemente infantil.
Aprovechando apresuradamente la coyuntura.
La zona aletargada pero talentosa de la mente revivió el tema de concentración de su extraño don.
La infantil curiosidad del subconsciente.
En inglés extender y bostezar son homónimos, to yawn.
Colmar la paciencia.
La regla de los mediums auténticos; hay que eludir que la mente superficial actúe pues pretende encontrar prematuramente el sentido de lo que le ha llegado desde las capas más profundas y todo se echa a perder.
Una desgracia con suerte.
Alas que pudieran mantenerlo el caso de que el destino le hiciera realmente volar.
La reina Victoria cuando Disraeli con el éxito de sus novelas histriónicas decía a la autora de "Leaves from a Highland Journal" <<Nosotros los autores, señora>>.
La cosa más grande, la más curiosamente peligrosa y con mayor numero de riesgos.
El cauteloso deseo de permitir que las serpientes dormidas siguieran durmiendo.
Una extraña pieza aislada de un suceso.
El instinto investigador sigue realmente un sendero especial.
Algo a cuyo lado el oro del pirata es cosa de niños.
El saber demasiado puede impedirnos saber más.
Un investigador disciplinado.
Los hombres reservados no son dignos de confianza.
Una partida peligrosa que encierra un elemento valioso más grande cuanto más riesgos corramos.
Los arreglos monetarios con los clientes.
Investigaciones preliminares.
Bienaventurados los que pasan inadvertidos porque no se les preguntará por qué están donde están.
Una tienda de instrumentos científicos.
Una araña vigilando su tela desde el fondo.
Son cuestión de deducción y adivinación las cosas de la investigación.
Los poderes de la percepción provistos de un filo dirigido a la investigación criminal.
El agujero que el gran pez visitará.
Un cheque de una suma sorprendentemente abultada. Hizo las cosas de esa suerte rápida que hace que nos sintamos como si no se nos estuviera pagando.
Los límites cerrados y calculables con centímetros de nuestra isla natal.
Una inteligencia limpia, clara y atractiva con sus instrumentos.
La expansión me conmovió.
Ichang. Tri-metil-xantina, el mejor estímulo para la mente. Alcohol para la acción obvia, cafeína para la discusión y teína para la reflexión.
De noche al amparo de las sombras lejos de las perturbaciones magnéticas del día.
Admito que demostré mi mejoría.
Los instrumentos de investigación geológica.
Los instrumentos científicos recientes exigen una demostración previa sobre su manejo.
Una mercadería de vanguardia.
El desolado desierto.
Un arreglo general.
Una pequeña nube de irritación cruzó mi mente.
Fingiendo como un pretexto para ponerme en mi lugar.
Deseaba ser reservado.
Un punto de referencia que permita calcular el panorama.
El tren, el gran cilindro negro producto de la decadencia.
Los endebles rieles extendiéndose hasta transformarse como una fina línea negra.
Recitó con una entonación lenta y monótona como si estuviera leyendo un diario de navegación.
El cielo cuajado de estrellas, una descarga cósmica de soles.
Los silencios eternos no deben espantarnos porque si queremos podemos decir lo que nos contarían.
Un jardín fantástico.
La tularemia, una infección mortal, solo reside en la sangre.
No había nada en el horizonte.
No fue una ocasión apropiada para llamar la atención de las propias expresiones.
Se dijo de una tierra desolada <<En este lugar no hay ni agua para ahogar a uno ni un árbol para colgarlo ni tierra para sepultarlo>>.
El gesto elegante de un árbol en crecimiento.
Un flexible resorte.
La vida borra la historia, los testimonios y las huellas; la muerte es preservadora, Guardiana de los testimonios.
Reconstruyendo con la mente las circunstancias y llegando a lo sucedido partiendo del presente.
Es importante no apresurarse nunca a ir más allá de las pruebas reales, no dar nunca un salto como lo es permitir parar una señal que se nos ofrezca.
La deducción del detective.
Un homicidio fortuito.
Antes de abordar el porqué y el por quién la cuestión simple del cuándo.

En la bóveda de la antigua iglesia de San Michan de Dublín los cuerpos expuestos simplemente a una mezcla adecuada de aire impregnado de los gases provenientes de un viejo bosque de robles sumido en una marisma quedan salados completamente curtidos y flexibles.
Cavilaba sobre la cosa retorcida que había sido un ser humano como un inmenso murciélago.
Me estaba reservada una ultima y más horrible impresión.
La palabra tomaína (bacteria) representa una de las amenazas más terribles.
Un material con el valor de una prueba.
Una abundante reserva de energías.
Dormir pesadamente.
Cadáveres a la manera de ambiguos mojones.
Debía limitarse a problemas de palabras cruzadas.
La cautela no venció mi irritación pero la desvió a una salida más despejada.
Tono desafiante.
Mirar de manera ofensiva.
Un inexperto o aprendiz, un término despectivo.
Mi disposición de ánimo era muy poco comunicativa.
Me sentí inconmovible ante su falta de amabilidad y la futilidad de nuestra escapada.
Reuní mis ultimas migajas desecadas y viejas de cortesía.
La investigación detectivesca real de la vida y la muerte.
Es un caso particularmente rico de perspectivas y pueden presentarse una cantidad de problemas aparentemente secundarios.
Abandonado a un lado como una lista de compras desechable.
Las interpretaciones de los enigmas eran acertadas.
Una manera amable de aprobar las intuiciones. No hay nada como el aliento para el subconsciente.
Usar el subconsciente como una línea telefónica de larga distancia o una vibración radiotelefónica al supermundo.
Una mente intuitiva consciente.
Una entonación familiar.
El lado cauteloso.
Impulsado con una piedad atávica.
Los exploradores son criaturas extrañas cerradas como ostras.
No se derrama sangre cuando el desierto deseca un intruso.
Si queremos actuar debemos aproximarnos a las pruebas positivas antes de argumentar y deducir.
La sensación de nuestra suficiencia y de que corríamos una aventura.
Sellando el pacto.
Los más amplios límites urbanos.
El gran auge de la prosperidad permanente. 
La afición de un explorador a los horizontes amplios.
Examinar con una atracción profesional.
Con un gesto de perfecta cortesía me tendió la mano.
Cada vez que el barco llega al puerto se vuelven más rebuscados. Nada de severidad del hogar para quien no ha tenido casa y ha pasado sediento de comodidades en el erial inhospitalario.
La venta de canutos de oro en polvo.
El decorado es una máscara muy útil como lo es el típtico del espiritista, pues si está silencioso se está más en guardia.
La excitación y el esfuerzo me habían producido una indigestión; lo que hace que uno se ponga quisquilloso.
Mantener la reserva de las exploraciones.
La verdadera aide mémoire.
La memoria de Tucídides y otras informaciones circunstanciales que dan los estudios clásicos.
El autoelogio era justo y no admitía réplica.
Importuna ironía.
Me puse inadecuadamente nervioso. La ira nerviosa, la peor disposición de ánimo para pedir a la intuición que nos dé un punto de partida para descifrar una línea.
Demostrar erudición.
El viejo dómine celoso.
Los escritos en clave no contienen palabras inútiles y no omiten letras finales para guardar espacio.
Consistentes sugestiones.
No tuve el valor de aventurar usar una gran salida.
Una información esencial.
Una frase exacta, equilibrada, irónica, terminante.
Problemas pulcros, adecuados y remunerativos.
Respecto de las impresiones digitales son demasiado simples los diseños para que no se repitan a menudo.
Su conducta requiere una explicación.
Aceptar la actitud de buen talante.
Mi creencia de que la especie humana si no buena al menos no era peligrosa se verificaba de la manera más grata y sustanciosa.
Una actitud razonable respecto del asunto.
Un Nuevo Penitente o simplemente un excéntrico sui generis.
Una sorpresa aguda.
Expresarse de manera razonable.
Una conducta impertinente.
Una expresión curiosa e indescriptible.
Su actitud no era lo amistosa que yo habría deseado.
Una vaga y poco confortante impresión.
Una curiosa y desagradable intensidad.
No puedo aceptar teorías ingeniosas; preciso hechos.
Estaba harto de aquel sujeto, una mezcla nauseabunda de siniestro y estúpido, un merengue de estupidez cubriendo una sombra de peligro.
Actitud reservada.
Un ataque frontal.
Esas gentes con el dinero suficiente como para hacer sencillo sobrellevarlo.
Cantidades pequeñas de algunos minerales como el tungsteno podían transformar la calidad de los aceros.
La impresión de que tomaba la iniciativa de una aventura entretenida.
Aunque era firme de carácter como buenas suelen ser las personas sencillas y extrasensibles antes de que las echen a perder, tenía que respetar lo que no podía dominar; su temperamento subconsciente.
La esfera de mi yo.
Enredar los propios sedales de mar profundo.
Aceptó de buen grado mi amonestación ansioso solo de saber si le daría una ilusión.
La hipótesis es el simple fundamento de cualquier deducción científica.
El manejo de las preposiciones era flojo, descuidadamente verbal como deliberadamente insinuante.
La actividad estuvo llena de perspectivas.
La mente superficial no podría asir ninguna clave con la aptitud de confundir su autoconciencia más profunda.
Decidido a mantener la iniciativa.
Cuando la transmisión es buena la velocidad suele ser cuantiosa y puede perderse gran cantidad de información valiosa. Frecuentemente es difícil recordar un dato importante que llega con muchos otros y cuya pertinencia no se puede encontrar al momento.
Mantenía exactamente el tono que deseaba para impresionarlo.
El niño prodigio fantasma.
Instilar más presteza a la mente.
El infantil vencejo.
El tono de quien medita con el dedo sobre los labios.
La transferencia de afectos.
Una conversación sobre un cielo fantástico y seductor.
La expresión de quien ve fijamente un objeto que está en la lejanía.
Las aguas del mar se abren y emerge un monstruo lleno de manchas con sus garras velludas.
Actitud de excesiva compostura.
Su mente había resbalado desde las imaginaciones de un delirio de enfermo hasta los numeros.
Había hecho realmente maravillas insospechadas al mantener con movimiento el asunto y alentar las intuiciones caprichosas de la mente desengrasada.
Una cantinela de sandeces constituye el final de las sesiones.
El escéptico solemne, pedante, sensato al asistir a una sesión con unos pocos éxitos telepáticos innegables siente que se resquebraja su corteza de superioridad y aparece el patético creyente del todo había sido verosímil.
Unas retumbantes disculpas.
Estaba atraído, casi emocionado pero no quería decir que se hallase conmovido; semejaba particularmente endurecido, satisfecho y al tiempo desafiante, casi hostil.
Tal vez la extravagante insensatez de la fantasía del sueño estimularía mi mente para una clave verdadera.
Como dicen los periodistas la reseña había sido suficiente.
Una actitud vital y particular, una atracción estimulante.
Un relámpago similar al triunfo.
El consejero profesional y el cliente.
Terminar con un saldo sustancial a favor.
Solo el azar había cruzado en mi camino aquellas personas.
Oír un eco del asunto.
Una conversación casual.
La frontera de las referencias personales y el gran territorio inexplorado de la Vida Privada.
Un problema de ética profesional.
Los descifradores actúan encima del umbral del subconsciente.
Tono áspero.
Emplear bromoquinina para la gripe.
El aire de <<acariciar al Niño y bendecir al adorador>> de una Madona bizantina.
El summum de una elegancia perfecta, desenvuelta y terminante.
El aire ligero de quien no hace más que llenar un instante vacío antes de ponerse a la tarea.
Un tono deliberadamente poco claro.
Me eché adelante como algo que se derrumba.
El menester de los gestos ocasionales.
El estúpido eco mental que suelen dar las mentes impresionadas.
El origen de la noticia era intachable.
Mi emoción era pan comido para la señorita.
Reponerse con un fino esfuerzo al uso de la antigua escuela.
El sistema empleado es uno de aquellos que para descifrarlos es menester investigar la repetición de una serie de letras o palabras traspuestas.
Había recuperado el terreno perdido anteriormente.
Las victorias deben ser comprobadas.
Adjudicar el papel del inglés sencillamente emocionable que permite pasar a segundo plano sus ocupaciones porque algún amigo ha debido abandonar este mundo.
Demostrar la firmeza hasta el máximo. No debía ser una recuperación temporal sino una actitud establecida.
Nuestra mutua prudente admiración restaurada y aumentada.
Los viejos postrománticos cuando desbordamos con lamentaciones de crespón y azabache hacemos que los objetos se transformen como parte de ese desahogo higiénico.
La sulfanilamida no es indicada para los casos de un ataque agudo de gripe.
Incluso los casos de verdaderas pérdidas la actividad hace olvidar.
Odio meter mi dedo dentro de un sobre, se forman panadizos.
El pago del portazgo.
Una sorprendente desfachatez.
Un loco egocéntrico.
Textualmente verosímil como que yo soy yo.
Había fracasado su pretensión de representar Bar Lass y guardar los portones.
Mandar un beso o hacer algo igualmente idiota.
La primera impresión fue completamente eclipsada con la segunda.
Mi ira se encendió como un fuego tras una voluta de humo.
Una transparente excusa.
El arrebato y el despojo.
Su réplica demostró que había malgastado mi ironía con él.
Un verdadero terror a las infecciones.
Ese horrible desinfectante, la creosota.
Una muerte curiosamente ingeniosa.
Casi no tiene importancia el epíteto que se dé a la propia muerte ya que el sustantivo es dominante y ningún adjetivo cuenta.
Una sombra de verdad.
La ciudadela había capitulado.
Las teorías son sospechosas. Presentar pruebas, hechos.
Pasar por alto algunas cosas precisamente para ver y atender cuidadosamente otras.
Tono tranquilo y circunspecto.
Una gentil reverencia a la antigua usanza.
Estudiar otro ángulo de las réplicas inglesas.
Los pájaros se hipnotizan con el ritmo lento cuando las cobras se yerguen de frente, un encantamiento.
Una conducta desconcertante y deliciosamente grotesca.
Esa diversión anémica que nos queda cuando se cae bajo la usurpación investigadora.
Agregar un sello ruinoso.
Un grajo gigantesco examinando el nido de un pajarito antes de decidir qué huevo va a hurtar.
Permitir que exudara su experiencia con su acostumbrado ritmo de una gota por minuto.
Sospechaba que nos rodeaba algún peligro real, permanecí sereno y silencioso <<en alta mar>>.
Preguntas retóricas.
Un descifrador debe sentir consuelo con el hecho de que la piedra que lo hizo tropezar haya sido colocada con una gracia curiosa.
Su sentido del humor se había especializado en grado sumo.
Un ataque agudo de gripe.
Un diabólico envenenamiento.
La clave del otro yo, la otra autoconciencia.
Preguntas para cerrar un periodo, preguntas retóricas, meros adornos de arrogante condescendencia.
Un pesar realmente humano.
Un tímido petimetre.
Las extravagancias de los aprendices hipersensibles.
Inconscientemente inquieto.
Una infección generalizada.
Las ardillas terrestres infectadas de carbunclo.
El carbunclo es una infección de esporos y por tanto como todos los cultivos de bacilos semejantes es inmensamente resistente.
El signo, el síntoma que da su nombre griego a esta enfermedad (en inglés el carbunclo se denomina con el nombre de origen anthrax) es una defensa aunque desesperada que presenta el organismo al atacante. Lo que está demostrado con el hecho de que para el carbunclo el nódulo negro que se forma bajo la piel (el ántrax) aparece frecuentemente en la ingle, en los ganglios que protegen la parte principal del organismo de una infección causada a los miembros. Estos esporos viven indefinidamente.
El bumerang de los sueños de la niñez que golpea y mata la víctima a la que fue dirigido y que luego vuelve a las manos de quien lo lanzó.
Tono reflexivo.
El miedo hace que se sobreestime al enemigo.
Tono tranquilo y sarcástico.
Oscuro y superior.
Razonablemente enojado y triste.
Posponer y extender un castigo.
Un inexpresivo maniquí de cera.
La gente altamente inteligente y culta.
La mayoría de las cosas se desvanecen poco a poco, no llegan a nada al final.
Una ingeniosa publicación sobre el código doble; una forma de enriquecer y hacer difícil el familiar libro de códigos de manera que el significado real no dependa de encontrar la verdadera palabra, sino de saber cómo calcular con una progresión aritmética el lugar donde esa verdadera palabra debe ser desplazada.
Es mejor estar reflexionando (Arquímedes y el soldado romano) cuando llega un cliente.
La expresión de reserva que se utiliza al jugar al poker.
El catálogo de referencias de los estudiosos.
Uno adivina, intuye con mejor puntería si el subconsciente sabe que su negocio es verdadero.
El oro de nadie.
Me volvía deliberadamente vago.
Todo misterio es susceptible de varias interpretaciones.
Escribir una novela policíaca que partiendo del cadáver convencional (el teatral del cuerpo apuñadado) se prueba que no menos de tres personas diferentes cometieron el crimen y también que fue un suicidio o al menos una consecuencia de la propia acción del muerto.
Un balanceo que la hacía semejante a una ola perfectamente formada -no un oleaje, menos incluso una rompiente, sino una oscilación suave-. 
Pasar por todo de una vez como una visita al dentista.
Desenvolver la propia trama fina y altamente apreciada.
Investigaciones indirectas.
El doctor, una persona bondadosa y amable como la mayoría de los médicos.
Las infecciones agudas semejan ser más fatales cuanto menos extendidas están.
El burlador burlado.
El bubón, el carbunclo no se hinchará antes que muera el paciente. 
No tenía parientes próximos. Era un lobo solitario.
Discurrí un final bastante bueno.
Las intuiciones visuales del subconsciente.
Tono desafiante.
Un pretexto para iniciar la conversación.
Un tributo a la memoria.
La historia indocumentada, la historia escrita no con la pluma sino con la azada.
Su mente vio alguna imagen vaga.
Una vez que les ha llegado una idea a la mente las medium se aferran.
La pesca más vaga del mundo.
El Tiempo es el profesor de lo que a trazar rastros se refiere.
Una clave dada con la pluma, una clave con palabras.
Una apreciación con validez general.
Un entendimiento práctico y verdadero del misterio.
Mi apetito, mi curiosidad crecieron.
El águila pelada británica.
Una solución claramente superficial y errada.
Los caballos habían transformado prudentemente su fogosidad y brío como docilidad y aguante.
Un ataque agudo de nepotofrenia, una forma de disgusto.
Una tierra fatigada.
Tono zumbón.
Pointless traducido como sin puntas significa también insustancial.
Sugestiones útiles.
Un tono que expresaba derrota.
Tono cortante.
Cuando una persona está quieta pero fumando nos da la impresión de estar desagradablemente y a la espera como cuando simplemente queda sentada.
El negro y vacío Caos.
El cielo rutilante y denso.
Las reflexiones morales nunca pueden ser muy originales. Se llama <<los eternos lugares comunes>> las grandes verdades.
Mi problema y mi error eran llevados a un grado del que tal vez podía esperar salir con un veredicto generoso, ya que el asunto no tenía compostura.
Es difícil decidir las cosas elementales a no ser empleando negaciones. 
El relato totalmente fiel de cualquier investigación, de la dilucidación de cualquier secreto demuestra inconfundiblemente que está presente un verosímil factor que se mueve teológicamente o animado con un propósito oculto con lo que semejan sucesos casuales, golpes ciegos y fracasos, coincidencias del azar.
Cruzó mi mente la reflexión del menester de describir mis propios logros.
A mediados del siglo pasado un notable y recto erudito de Copenhague notificó al mundo ampliamente atraído de los estudios clásicos que había encontrado un documento latino perdido largamente deseado y que contenía informaciones específicas. Dijo haber hallado el famoso "Itinerario Antonino" cuyo original daba el mapa del sistema de correos Romano con las distancias, casas de postas, descripción del terreno, etc. Publicó una cantidad de extractos. Pero cuando se le exigió presentar el manuscrito original puso dificultades. Había caído en desgracia y falleció. Se excavó el sistema romano de caminos de Europa y la consternación llegó al hallar la azada un camino perdido y se vio que esa ruta había sido profetizada con los registros del erudito de Copenhague. La libre asociación (este término psicológico es el mejor para esta especie de pesca y conjeturas tendenciosas) súbitamente da lugar a una percepción verdadera pero desconocida incluso para la mente que la tiene.
El peor criminal nunca mata realmente como el mejor jugador de ajedrez nunca busca comer las piezas de su adversario. Desea ganar, no aparentar; desea poder, no derramamientos de sangre.
La característica precipitación y la impaciencia del criminal.
La línea de conducta.
Los enigmas simpáticos, manuales creados por los hombres.
Vacaciones significa vacío, ausencia de todo.
Cuando a Nada se atiende se abre la mente.
(Réplica pagada)


WILLIAM IRISH

Era una de esas iras persistentes, irreprimibles que duran horas enteras. 
El diálogo viejo como las colinas y repetido.
Rojo geranio.
Su actitud permitía entrever que estaría en el bar la noche entera.
Un plato de retorcidos pretzels.
Ver de una manera triste y calculadora.
Inclinó ligeramente la cabeza con actitud auditiva.
Expresión inexorable.
Una verosímil vehemencia de las exasperadas réplicas.
Tomar nota mentalmente.
Un restaurante de ambiente recogido famoso por la excelencia de su cocina. Era uno de esos lugares donde solo reina un murmullo de satisfacción.
Un momentáneo desfallecimiento del valor.
Aspecto insulso, el impacto de su personalidad era débil.
Un leve gesto de desconfianza.
Era buena conversadora sin hacer alarde e igualmente para escuchar lo evidente, lo intrascendente, lo insulso.
Solo una persona culta podía salir adelante sin echarlo todo a perder. Mantenía el equilibrio de la corrección y de la ligereza y, sin embargo, si se hubiese inclinado a uno u otro sentido habría sido más notable, más positiva. Si hubiese sido menos educada habría tenido la vivacidad de la ingenua. Si lo hubiese sido más habría sido brillante y podría recordársela. Como mantenía el equilibrio de los dos extremos tenía poco relieve.
Unió las dos manos bajo su mentón con un gesto de burla y extendió las manos para hacerlo más visible.
La subcutánea palidez de una ira tropical.
Los brazos apretados como una velluda tenaza.
Las manos cerradas y crispadas con amenazante gesto.
Usted seguirá su camino y yo el mío. Me agrada cerrar los círculos.
Los círculos son generalmente vacíos.
Estrechó brevemente la mano como pueden hacerlo los accidentales compañeros de una velada.
Un sueño, un acto que no tenía realidad, que no la había tenido nunca.
La actitud de quien simula no percibir la presencia de otra persona.
Tono áspero y perentorio.
Preguntar con obsesionante resolución.
Anotar el memorandum.
Un circuito de comunicación telepática.
El techo plomizo del silencio.
Tono menor.
Un gesto de condolencia.
Gesto apaciguador.
Vagando de un lado a otro como si no supiera qué hacer.
El tipo anglosajón. Ojos azules, cabello lacio color miel pulcramente estirado.
Apoyó la frente sobre el pecho con un gesto de inefable gratitud.
Barruntar con la actitud.
La verdad no es susceptible de mejorar.
Una prueba, una corroboración.
Distendió las manos con un gesto de impotencia.
Un temperamento flemático.
Un mito, un fantasma sin nombre.
Presentar de forma vaga para no hallar la verdad.
Ni libre ni acusado.
Actitud de fatua indolencia.
Las piernas se movieron gradualmente.
Catastrófica sencillez.
Tono ofensivo.
Las negras pupilas de sus ojos estaban fijas como perdigones incrustados a su rostro.
Las hipersensitivas yemas de los dedos.
El sueño, la sarcástica broma o lo que fuese siguió.
Perplejo a pesar de sus esfuerzos como quien no puede satisfacer lo que se le pide.
Aspirar profundamente cuando se experimenta un dolor intolerable.
Tono desolado y abatido.
Protestar con los gestos vivos y ampulosos de los nativos de la Europa oriental, pero sin agresividad.
Oriental fogosidad.
Tono agresivo.
Extraña cosa los presentimientos. 
Un gesto de impotencia.
No puede infundirse vida a una ficción, a una figura retórica, a una nebulosa, a una cosa que no es.
General expectación.
Los hechos son más sencillos de asir que las fantasías.
Impresionante pausa.
Las circunstancias, el ambiente doméstico que precedieron al crimen.
Brutal, inexcusable crimen.
Un chalán pretende envolver a un comprador ingenuo.
Miedo de que su actitud lo acusase.
Su coartada viviente.
La conversación puede ser un admirable acicate de la memoria.
Perecer a consecuencia de un error.
Cerró los ojos rápidamente dos ocasiones para indicar que aquello le había herido.
Aguda ironía.
Las coartadas fraguadas son muy inteligentes. Pulidas, repletas de detalles plausibles.
Una coartada endeble, anodina.
Un gesto expresivo.
Desempeñar el papel según la forma que la evidencia exigía.
La llama, la savia precisa que moverá el asunto.
Helada expresión.
El tinte del trópico.
Uno puede guiarse más con los detalles de una primera y rápida impresión que con las deliberadas percepciones que puedan hacerse después.
Arqueó el cuello con un gesto de rebeldía.
Una vez sabido el efecto, la causa puede llegar a hallarse.
Ver con las pupilas es un acto físico, ver con las células del cerebro es un acto mental.
Un caso de astigmatismo general.
Date tiempo, no fuerces tu memoria.
Prometer torvamente.
Tono confidencial.
Tono belicoso.
Atajó el alud de inútiles reminiscencias que vislumbró que iba a desencadenarse.
La inescrutable gravedad de un búho.
Enredados con una animada conversación.
El silencio vence una disputa.
El rítmico tic-toc, tic-toc del taconeo de sus frágiles zapatos.
Una irrefrenable exasperación.
Las circunstancias actuaban a su favor.
Su desafío era de los que solo pretenden ganar tiempo mientras esperan que la situación se resuelva con las menores dificultades posibles.
El tabú se levantó parcialmente desde que la injerencia no había sido buscada.
Manifestar la decisión.
Invadir una tensión inexplicable, una sensación de inminente peligro.
Un paso metódico de calculado acercamiento que pretendía simular un paseo sin objeto.
El rostro ceniciento y sudoroso.
Los tranquilos e inocentes ojos de un niño.
Correcta, dócil e inofensiva.
Reflejar el fracaso de los sitiados.
Lloraba vergonzosamente. Su cara era una repugnante máscara de color ladrillo.
Había transpuesto cualquier sensación de autodominio y se abandonaba a la humillación.
Tono de burla.
La muchedumbre suele ser más sádica de lo que se cree.
Una cara impasible, serena, neutral.
El irritado núcleo se disolvió.
El extremo de la degradación.
Lúgubre aprensión.
Era como una cera expuesta al ardiente sol de las doce del día.
Una tortuga cuenta la duración de su vida por siglos y no como lo hace el ser humano por años.
Un claro sentido del valor del tiempo.
La tortura china de la gota de agua.
Tono más implorante que amenazador.
Acusar de impostor.
Apreciar un detalle insignificante.
Un resoplido de disgusto.
Generalmente los accidentes escogen su momento, no el de usted.
Contenida ansiedad.
El factor dominante de la situación.
Reefers, cigarrillos especiales de marihuana.
Saturado de marijuana.
Parpadeó con una somnolencia de mochuelo.
Aquellos cigarrillos probablemente nublaban la memoria.
Tuvo que poner a juego otra vez el engranaje de su memoria desconectado con la marihuana. Era como un piñón que se desengrasaba irremediablemente.
Embelesar la conversación.
El terror irrefrenable, alucinatorio de la droga, el miedo que termina con quienes lo experimentan. Los ojos se dilatan. Lo negro de las pupilas reemplaza el color del iris.
El efecto inflamatorio de la marihuana sobre las emociones, la sospecha, la desconfianza y el miedo aumentándolos hasta más allá del punto de explosión latente del sujeto. Un ser irracional. La impetuosa e insospechable corriente de las reflexiones toma un rumbo peligroso y no hay manera de contenerla o desviarla. Un perturbado.
Gradual retroceso.
Un minué de terror.
"East Lynne", melodramática novela de mistress Henry Wood (1814-1887).
No se dirigía a un ser humano; hablaba a los efectos de un alcaloide.
Gritó un nombre que podía infundirle valor.
Como un sueño sus manos semejaban no pertenecerle.
Terror sobrehumano.
Gesto de desaprobación.
El paroxismo del miedo aumentado con la droga.
Los invisibles tentáculos de la amenaza más horribles por cuanto eran desconocidos.
Expresión de ceñuda bondad.
Poner de lado la cuestión.
El error táctico de pretender obtener informes de la administración. Era menester vencer dificultades, buscar recomendaciones.
Un consejo de verdadero valor.
El oído humano es un órgano muy delicado y solo puede abusarse de él hasta un punto.
Oscurecer lentamente el filamento de la ira.
Calomel. Cloruro mercurioso.
Ejecutar los actos habituales para reavivar la memoria.
Una copia fiel, un duplicado.
Los ojos se entornaron como para concentrarse.
Gesto rencoroso.
Actitud belicosa.
Gesto de impotencia.
Movida más con el despecho que con el altruismo.
Alcanzar su propósito.
Un momificado septuagenario.
Era una campeona para hacer dinero. Solo un éxito inaudito podía justificar el desaliño del que alardeaba.
Exprimir a los clientes.
La ética comercial.
Una persona con pocos momentos o ninguno de indecisión.
Una trampa legal tendida.
Entablar una demanda por falta de pago y agresión.
Una participación de las ganancias.
Tentar la suerte.
Actitud extraña.
Transmitir con el tono apropiado.
Una rechoncha botella de whisky irlandés.
La Kitty Shaw de una calle apartada.
La tenaza de la mano.
Presentir vagamente.
Persuadir con la emoción ya que no podía ser con el raciocinio.
Culpable, furtivo, pero obstinado; el amor del solitario se acrecienta cada vez más firmemente día a día y semana a semana.
Tono ausente.
Según la ley de las compensaciones debía poseer pocas virtudes morales.
Un largo suspiro de derrota.
Un lujo mantenido a fuerza de puro nervio, sin desmayos.
Una persona reducida a vivir de su inventiva sin saber de qué lado vendría el próximo golpe de suerte y desesperadamente temerosa de no estar bastante alerta para aprovecharlo.
Tono llano y casual.
La actitud del vencido.
Irónica solicitud.
Un movimiento de expansión del ánimo.
Su menester de dinero era muy serio.
Reflexionar amargamente.
Si uno va a algún lugar generalmente vuelve por ese camino.
Emocionada de júbilo.
Un inesperado golpe de la suerte.
Había reservado su esbeltez de líneas después de perder todo lo demás.
Una ojeada calculadora.
Superficial refinamiento.
Una aguda e inesperada miseria.
El enmohecido negro del desaseo que se usa para disimular la suciedad.
Expresión de sofocación.
Lo ultimo de todo, el final de las cosas es muy amargo.
Encerrar y dominar el terror.
La tensión había llegado al máximo. Fue como si algo congelado dentro se derritiese.
Infinito disgusto.
La helada y fatídica sombra del miedo.
El miedo había estrechado su abrazo torneándola, ahogándola.
Preguntó ásperamente para disimular su emoción.
Quedar a merced una vez quemadas sus naves.
Volver deliberadamente la espalda al amigo y apartarse de su camino para que le acusaran.
La fuerza de las circunstancias.
Enmendar lo que aconsejaran las circunstancias.
Mendigos simuladores.
Acusar del crimen principal.
Vaga y distraída.
Dar una palmada de aliento a la espalda como para apresurar la partida.
(La mujer fantasma)

El dique de la ira.
La violencia de un ciclón.
Carácter apacible.
Tono de aprobación.
Se agazapó como un sapo.
La silueta, la conformación y el porte.
El ultimo clavo de su ataúd.
Tono ausente.
Expresión de desencanto.
Disimular la alegría.
Vagos eternamente recostados a las puertas mirando de arriba abajo los que pasan.
Tono suplicante.
Se oyó un golpe a la puerta. Tétrico, de mal agüero.
Presa de un inconfundible impulso de rebelión.
Gesto brusco.
Acusar de complicidad.
Expresión de abatimiento.
Era un caso circunstancial sin par.
La gravedad de las circunstancias.
Ironías de la suerte.
No siempre el que expone la verdad semeja listo.
Las depredaciones de los vagos.
Pruebas circunstanciales.
Un grupo de pequeñas coincidencias inconexas flotando al aire.
Tono de chanza.
Distinto grado de deterioro.
Una actitud apática emocionalmente muerta, si no físicamente.
Una nota de ansiedad.
El resorte vital del caso.
Una huella perfecta abandonada ex profeso.
Dignidad ofendida.
La actitud le demostró que había dado en el clavo.
Mentir deliberadamente.
Todo fue un bluff. Tragar la píldora.
El sonido de los gatos agudo, serpenteante terminaba con un resoplido explosivo.
(No quisiera estar en sus zapatos)

Apoyó la cabeza sobre un hombro, una actitud que sugería la de una niña enfurruñada.
Taponar un desleal desvío de la mente.
Tal vez el carácter como las prendas de vestir colgadas sin usar se deforma.
Acarrear más trastornos que provecho.
El bostezo es un gesto desprovisto de gracia.
Irritar el cúmulo de preguntas.
Guiñó un ojo sugestivamente.
Una palidez de tiza.
Tono de enojo.
El torrente de autoconmiseración.
Una exclamación desmayada, espontánea.
El aterrorizado lamento del inválido que ve desplomarse la casa encima.
El pinchazo definitivo para su impaciencia.
Una profunda aspiración que equivalía a gritar.
Palabras vulgares, un verdadero anticlímax.
Expresión de alucinada.
Las tácticas de blitzkrieg (guerra relámpago) podían llegar a hacerse odiosas.
Los simulacros de apasionamiento amoroso.
Tono sombrío.
Mudó rápidamente el giro de la conversación como preparándose para eludir.
Recibir una mala noticia y perder de pronto la memoria.
Un estremecimiento de impaciencia.
La cordialidad del apretón de manos no era una corriente sino el resto de la que quedaba de él.
Asaltar una idea.
Tono lindante con la agresividad.
Correr una vaga historia.
Manifestarse muy parco.
Tonillo desafiante.
La gravedad del alcohólico crónico.
Los casos con los cuales la consecuencia anula todo el atractivo de la causa.
Un gesto de esos que hacen a uno granjear enemigos.
Acre volubilidad.
Era perjudicial para la digestión llorar después de comer.
No hubo un solo mes que no perdiéramos dinero.
Se ha perdido lo mejor.
Sus emociones se fundieron; cualquier superioridad había desaparecido.
La línea larga que se traza de un lado a otro del cheque para evitar que se hagan agregados.
Actitud solícita.
Algunas ocasiones semejamos con nuestros gestos la aptitud de actos que realmente no podríamos cometer.
Hasta su propia sombra le molestaba.
No querer quedarse, una demostración de petulancia infantil.
Tono suave y sereno.
Gesto de desafío.
Las palabras salieron de su boca lisas y crepitantes como una cáscara de cebolla, lo cual la hizo sentirse incómoda.
Arrolló la pretensión como una locomotora que marchara a plena velocidad.
Un ataque de amnesia.
Tono indiferente.
¿Cómo podía agregar a sus vagas contestaciones anteriores la ignorancia de tal detalle?
Papel esponjoso, dinero.
Presa de angustia.
Una barrera de silencio.
Curiosa repugnancia.
Un agente de enlace.
Saber con esa verosimilitud que suele tenerse al salir súbitamente del sueño.
El hábito de las cosas pequeñas.
El reloj semejante a una viborilla enroscada.
Gesto ausente.
Exhausto, emocionalmente agotado.
Su deseo de terror semejó llenar la habitación con un sonido similar al de una ráfaga.
Un acceso de cólera.
No podía entender los motivos de la actitud.
Temblaba como un azogado.
Al borde del frenesí.
Un mañoso criminal que huye amparándose bajo las sombras.
Ocultarse, perderse bajo el anonimato de las conejeras de la ciudad. La ciudad, el inevitable refugio de todos los fugitivos.
Hablar quedamente.
El ardor de la huida se aplacó imperceptiblemente.
Ya ha pasado demasiada agua bajo el puente.
Un caso completamente circunstancial sin la menor grieta ni resquicio. La acusación pende de un hilo sobre mi cabeza. Percibo el aire que se desplaza al oscilar. 
Con firmeza pronunciando cada palabra separadamente como un profesor de retórica.
Un detalle específico, un horrible factor adicional desconocido.
Un curioso temor exterior.
Todos los caminos que separan son muy largos.
Huir antes de ser acusado.
Hasta el crimen tiene una verosímil maligna dignidad.
Era uno de esos momentos demasiado llenos de emoción como para malograrlos con palabras.
El matrimonio era la ilusión de hallar la adhesión.
Abrigar un sombrío y definido propósito.
Tono indiferente.
Estudiada suavidad.
Un tono ligeramente agudo como para que fuera escuchado por otros oídos.
La valentía da siempre su fruto. 
La claridad y la alegría del sol se desvanecieron barridos con el recuerdo al despertar la memoria.
Llevó una mano a la frente con gesto de desesperación.
Negar vigorosamente.
Era un problema cuyos factores eran personas, lo que no lo hacía abstruso como ese otro tipo de problemas que atraen a matemáticos e ingenieros y cuyos términos son numeros y fórmulas abstractas.
La llave con sentido figurado y con sentido textual.
No se permitía enredar con apreciaciones.
El miedo no fue ajeno a su decisión.
La gente está dispuesta a cosas increíbles cuando ve amenazada su situación económica.
Una libreta bancaria, anotaciones a cuenta, extracción, depósito.
Prendas de carácter.
Un motivo justificable para ocultar.
Traidoramente una reflexión atravesó su cerebro.
El deseo de esquivar una reflexión como un latigazo.
Cuando una persona toma una ducha hasta los objetos que se llevan encima habitualmente y que se guardan con más cuidado son expuestos a la vista descuidadamente algunos minutos.
Desenterrar acusaciones reservadas.
La imperfección cautiva más que la perfección.
Los ojos desmesuradamente abiertos con la zozobra.
Un amenazante mensajero de la muerte.
Un caótico remolino.
Una evidencia a prueba de bomba.
Tono alterado.
Una sinecura vitalicia.
Una vaga aspiración.
El resguardo del depósito firmado.
(Fue anoche)

Insana crueldad.
La muerte tejía su tela bajo sus pies.
Una ligera conmoción del cerebro simplifica maravillosamente las cosas.
Prefería la venganza aleve y criminal.
El agravio artificialmente alimentado había inoculado su ponzoña.
La pericia y la parquedad de movimientos completamente profesionales de un relojero.
Pasos aislados, discontinuos como las huellas halladas por Robinson Crusoe.
Vagos y discontinuos ruidos.
Actitud amenazadora.
La horrible lentitud de una pesadilla.
Un clic, el sonido del fallo del Destino.
Enseñorearse el terror.
La llegada, la materialización de un rival cuya existencia solo había sospechado.
Casas de juguete.
Los tic tac sonaban sin cesar como las gotas de un aguacero tropical sobre un techo de cinc.
Besos sinceros, sonoros que hablaban de tranquilidad más que de intriga.
Darse vaga cuenta.
Circunstancias adversas.
¡A buena hora, mangas verdes!
Había encontrado un verosímil paliativo al que solo podía recurrir.
Un agudo ataque de histeria.
Cuando desaparece una persona el ultimo lugar que se registra es su propia casa.
Tono de reconvención.
Un ángel desatento y despreocupado.
Tono de aguda reprobación.
La tracción reemplazó la vaguedad.
Nada es extraño para un niño, no obstante serle todo extraño. Todo es maravilloso y le hace preguntar, pedir explicaciones.
El ansia de vivir es una cosa indomeñable.
Enterrado por un ocioso bajo la arena.
Solo un pequeño nervio palpitaba, el de la premonición; todos los tejidos que lo rodeaban estaban congelados. Su anticipada y lenta experiencia de que iba a fallecer era su propio anestésico.
Sonidos guturales inhumanos.
La prueba del tiempo de su traición.
Explosión de angustia.
Como un niño había encontrado algo humorístico con un defecto físico o con la simulación de este.
(A las tres)

Desencadené la latente amenaza que me había acechado; había atraído la descarga de la propia cosa de la que había pretendido escapar.
El peligro. Mi destino lentamente asomó su cabeza con movimientos típicamente submarinos; apareció perezosamente y desapareció con una terrible inexorabilidad de movimientos.
Lentitud cataléptica.
Me infundía un terror mortal. Un horror más grande de lo que la mente humana puede concebir.
Un abrazo de crustáceo.
Oprimir con la incontrastabilidad de una ventosa.
La inconsciencia del moribundo.
Un ser humano inocuo, invulnerable, inofensivo.
Uno de esos impulsos compulsivos difícil de rehuir por lo que tenía de ilógico.
El peligro semejaba transpirar a través de la puerta como un vapor.
Una llave con la forma de un trébol y el borde interior de cada una de las tres hojas labrado. Era de un metal amarillento, bronce o hierro dorado. Una llave como las que ya no se usan.
Los sueños son cosas curiosas. ¿De dónde vienen? ¿A dónde van?
Sueños realistas.
La trama del sueño.
El revés significaba la transferencia del sueño a la realidad.
Inveterados hábitos.
Mis labios se separaron espasmódicamente como cuando se recibe un golpe súbito.
Vagué de un lado a otrode la habitación como atontado.
Mi estómago era presa de un calambre.
Vagué al sol todo el día.
La noche se acercaba, la hora de los sueños, la enemiga.
Tono de aviso.
Lo que las pruebas materiales del sueño conllevaban.
Soñar una cosa doblemente terrorífica.
Ansioso de deshacerse de un elefante blanco.
Una expresión acusadora. Sus pupilas semejaban perdigones.
La cerveza era dentro de mi estómago un pan de hielo.
Sentir un calambre del estómago.
Aquel otro mundo muy lejano.
Presa de un terror indescriptible.
La noche inescrutable nunca repite lo que ve.
Su actitud era clara.
Un resquicio para la imparcialidad.
La ironía de la actitud.
La placentera superioridad del profesional sobre el profano.
Esfumarse las hipótesis.
Los ojos fijos y vidriosos de una persona mentalmente anormal.
Tono indiferente.
Distraído perder la actitud.
La fuerza de las circunstancias.
Al cabo de nuestras energías por la tensión emocional que habíamos soportado.
Ninguna combinación de tiempo, lugar, disposición de ánimo ni manera de reflexionar es idéntica. Es como una fórmula química. Si se varía un ápice la consecuencia será distinta.
Los ojos fijos y vidiosos de una persona mentalmente anormal.
Ni con forceps habrían podido sacerme de allí.
El brillo acusado de la mirada propio del detective que está a punto de resolver un caso.
La dureza de líneas de la muerte.
Un pálido fulgor de ilusión.
La esperanza es muy difícil de matar.
Puramente circunstancial y no del todo persuasivo.
Sobres de manila alargados que se usan para guardar dinero y títulos.
La clave del misterio que había ensombrecido mi existencia.
Un vago recuerdo.
Un lapso mental producido con la hipnosis.
Dentro de mi cerebro vacío de reflexiones conscientes no había más que fuegos artificiales.
Hipnotizado, irresponsable, inanimado, insensible.
Tono serio.
(Pesadilla)

Actitud de cordial recibimiento.
Un destello de tormento.
El llanto exige fuerzas.
¿Cómo puede saber nadie qué hace la mente después de la muerte?
Un acre gesto de disgusto.
Un gemido de irracional espanto.
Vago impulso.
Nadie tiene que dar cuenta de su vida privada.
Era una isla de cordura al centro de un mar de selvático frenesí.
Una desagradable coincidencia. Suponer otra cosa sería darles alas.
Un éxito sin precedentes.
Señalar la fatalidad.
Solo un quemante, oscilante odio que casi se podía palpar.
Era de los que sacan provecho de cualquier situación.
La naranja rodó por el piso como una bola de bolos.
Jurar como un condenado.
Opoterapia. Terapéutica de las glándulas endocrinas.
Acusar las balanzas de los cuartos de baño.
El más grande alienista. Pruebas mentales, físicas, metabólicas. Atar a un sillón que giraba horizontal y verticalmente y luego caminar por la sala. 
Odio inextinguible.
Infernal satisfacción.
Los ánimos de la tierra y del aire, del fuego y del agua no conocen el perdón.
Has tocado lo prohibido. La muerte te ha seguido.
Colgante a un lado la cabeza como una pera demasiado madura.
El paso del éxtasis a la estupefacción no es instantáneo.
El asunto cocinado y rotulado.
La evidencia legal iba a ser cuidadosamente rotulada para uso del fiscal durante el proceso legal.
Azul de metileno.
Cara de poker.
(Papá Benjamín)


MAX FRISCH

Una conversación de altura.
Historia auténtica.
Historia de su experiencia.
Se está más desnudo si no se corre.
Como los animales, encuentra lo propicio.
Escenario. Luz de la actividad.
Amabilidad, que llegaba al extremo de evitar pronunciar su nombre.
Provisiones de una momia.
Accidente real.
Milagro habitual.
Al comienzo se exagera siempre.
Futuro y humanidad.
Matrimonio. Independencia comprada.
Ha entrado Mercurio. Viejo refrán.
La retina es una protección frente el presentimiento, que casi todos los ruidos producen en nosotros, una protección frente al tiempo; y los relojes marcan siempre el presente. Una protección frente el recuerdo y sus abismos.
El negro es el color que no varía.
Cuidado en hacer a las personas libres del miedo a que les vean las mentiras.
Los formularios presentan alguna circunstancia, que nunca se da.
Desconfía. Circunstancia favorable.
Persona de carácter terrible.
Las historias son una invención.
Todo Yo que se expresa es un papel.
Las historias sólo existen desde fuera.
Los hechos reales escapan con mayor sencillez a nuestra memoria.
Franqueza de las tres de la tarde. Hora terrible, sin desniveles, llana y sin perspectivas.
Juguetona. Cuestiones vitales.
Palabras. Significado histórico-personal.
No me gustaría ser el Yo que vive mis historias, historias que no puedo figurarme.
No quería comodidad, sino hechos.
Los libros, suponiendo que no se ocupen de la prohibición de la guerra, la creación de una sociedad mejor, etc., carecen de sentido, son inútiles, irresponsables, aburridos, indignos de que se les lea, inadmisibles.
El sueño es la tierra más lejana que existe.
Flores del entusiasmo.
Persona en la soledad de su angustia.
El arte de la ficción tiene que reproducir los momentos sorprendentes, sólo estos.
Las personas, una vez persuadidas, no transforman su idea.
Intelectuales neuróticos, se distraen y ponen intranquilos.
Reproche secreto.
Amarillenta falta de actualidad.
Ásteres. Flores umbeliformes en rojo.
Dalias rojo borgoña.
Casualidad ciega.
Dalias con cabezas pesadas, se inclinan cariacontecidas.
El cuerpo es el sexo, la cara es la persona.
Lo que nos persuade no son composiciones, sino el papel que se representa delante de nosotros.
Le ha herido la autoconciencia de su valor real.
Sabe. El que no puede callar quiere ser famoso, pero esta grandeza no existe si no puede callar y se vuelve susceptible, ridículo, ambicioso.
La espera tiene la aptitud de hacer soportable la vida, lo abierto y lo incierto produce la ilusión y el miedo.
Mi experiencia sólo limita la espera.
Tiempos familiares de indiferencia.
El futuro sale del capullo hecho pasado.
Decididos a cualquier transformación, a romper, temerarios y pueriles, es nostalgia del deseo.
Sus ojos. Brillan de presente, y el presente no puede tocarse.
Problema del título, de cuáles colaboradores, de si tengo apego a la vida.
Demostración de una experiencia trivial.
Sólo la autoconmiseración se manifiesta sincera y desvergonzada.
Bajo un punto de vista urbanístico, el urbanismo como problema político.
Fuerza espontánea.
Telegrama. Lección.
Menesteres publicos, acción publica.
Si es un hecho comprobado, actualmente y siempre, que el urbanismo no puede realizarse, en cuanto el terreno, que no se multiplica por arte de magia, sea objeto de la especulación liberal, si no pueden edificarse ciudades que precisamos para sobrevivir, en cuanto exista la propiedad privada del terreno, ¿por qué no liberamos al fin al pluralismo de una falsa interpretación propia, que lo hace inviable?
Las personas precisan un recinto secreto.
Conjetura tomada del arsenal de mis propios secretos.
Aureola de un ser humano singular.
Gracia que da el alivio.
Encenagamiento de nuestros lagos.
Espero, leyendo un periódico, para permanecer en la realidad.
Autoconciencia insustancial.
Caligrafía personal.
Todo goce quiere durar, ser eterno, pero aber damit hat sich´s, eso no tiene importancia.
Telegramas. Éxtasis.
Sediento de monstruosidades.
Personalidad auténtica.
Sólo el amor puede entristecerse propiamente.
Se transforma, de año en año, mi estilo de vida.
Son las cosas baratas las que me recuerdan el dinero.
Diferencia biológica.
Los relojes se comportan como si existiese un tiempo común.
Impaciencia. Reproche.
Verdad dolorosa.
Preparación ciega para enfrentarse con un hecho.
Su bondad innata tiraniza.
Candidez astuta e indulgente.
Indicación adecuada de un hecho, cuya gravedad no permite palabras exageradas.
Los cisnes nadan al lado de manera muy honesta.
El poder del tiempo siempre está frente al amor, frente a nosotros.
Amistosa generosidad.
Diálogos crueles, que no transforman las circunstancias del hecho.
El presente no es posible.
Fin de un pasado, que no desemboca ya en el presente.
Abierto a los problemas de la humanidad, aliviado, libre de lo privado.
El pasado no tiene prisa.
Arena malvada.
The point of no return.
Divorcio o statu quo.
Hablar con liberal dignidad.
Periódico. Nombres de los deudos.
Lápiz blando B5.
Catálogo Eternit.
Tecnígrafos, reglas de cálculo. Actúan en tareas que tienen solución.
No hablamos categóricamente.
La verdad tiene márgenes muy amplios.
Supuestos intereses del anfitrión.
Lo que me traiciona incurre en la sospecha de que sólo vive en mi imaginación, y me gustaría estar en el mundo.
Conversación. Coartada.
Presente vacío, desconcierta.
¿Qué significa el tiempo? Un dibujo en las baldosas del suelo, una reflexión.
(Digamos que me llamo Gantenbein)


PATRICIA HIGHSMITH

El tren corría con un ritmo sincopado, irregular. Pero su avance era imperceptible.
El odio había empezado a paralizar su facultad reflexiva, convirtiendo en callejones sin salida las magníficas avenidas, que la razón le había señalado.
Monótonas reflexiones.
Negocios, robo legalizado. Casamiento, fornicación legalizada.
Edificio que había brotado.
Haber depositado el telegrama.
Un lei (guirnalda de flores) alrededor del cuello,
Montañas rusas, enorme rueda vertical.
Vago e indomable terror.
Intranquilidad, descontento.
Impresión trémula y traumática.
Raíz de su angustia.
De esa manera actúa la memoria. Se va y luego vuelve.
Confidential Detective Bureau.
Acusación franca y abierta.
Detective de serial.
Momentáneamente y de una manera muy débil, de la forma que se vuelve a experimentar una sensación rememorada.
Verde vida.
La materia y la energía, cosas iguales.
Da mala suerte rechazar a alguien cuando se estrena una casa.
Buen agüero. Alguien debe quedarse a pasar la noche en una casa.
Arenas de su paciencia.
Nublado cerebro.
Actitud del ser humano que ignora el propósito de su visitante.
Punto de vista razonable.
Natural como la nariz en su cara.
Torturado por la culpa.
Una frágil sospecha cruzó por su mente, como hoja arrastrada por el viento.
Ni es todo por completo malo ni por completo bueno, pero se manifiesta en la acción.
Tétrico y ávido acaparador de dinero.
Dificultades. Indómita determinación.
Retener mecánica y eficientemente.
Aire de reticente precaución.
Razón irónica.
Ángulo de la cuestión.
Actitud real.
(Extraños en el tren)

Sensación de desengaño.
Expresión patética y ansiosa, reflexiva.
Acusar de cometer un error al calcular los impuestos.
Impuestos. Ingresos, Exenciones, Deducciones, Abonos, Remesas, Saldo pendiente.
Incomodidad, situación irreal.
Sensación de vacío en la boca del estómago.
Gran hábito de la Cunard Line y de la marina británica.
Humor tranquilo y benévolo, pero no sociable.
Rostro de un verdadero conformista. Docilidad y temor.
Trauma imborrable.
Fortalecido moralmente por el lujo que le rodeaba.
Empleos precarios.
El ambiente se había transformado radicalmente.
Anglosajones equivocados, al no practicar la costumbre de ver pasar la gente desde la mesa de un café.
Lanzar sucias acusaciones.
Reciente revalorización del franco.
Sangre difícil de borrar.
Roma. Restaurantes estudiantiles de Via Margutta.
Francos suizos y schillings austriacos.
Los testamentos ológrafos no requieren testigos.
Lanzar acusaciones.
Tono beligerante propio de los italianos al conversar.
Aptitud de deducción.
Rostro plácido y avispado de irlandés.
Formas de empezar la acusación.
(A pleno sol)

Si estaba aturdido era indicio de que no había cometido el crimen.
Acusado injustamente.
Acusar de criminal y ladrón.
Manifestaciones de inocencia.
Autoconciencia existencialista.
Variopintos condicionamientos sexuales.
La letra X escrita al pie de una misiva, equivale a besos en los países anglosajones.
Impremeditado, terrible acceso de ira.
Pena capital. Cuestión de ojo por  ojo.
Declarar un crimen por motivos psicológicos.
Culpabilidad. Mera pose.
Stress emocional.
Fuerza de persuasión, algo insidioso, buen argumento con la aptitud de hacer abandonar una postura arraigada.
Hombres que explotan a sus semejantes, negociantes desaprensivos, políticos corrompidos
Oscuridad del pesimismo y la resignación.
No hay suficiente tiempo, para algo que prevalece por encima de lo temporal.
Práctica generalizada de la simulación o rito, el rigor de ayunar después del Carnaval puede que tenga un valor, pero no un valor per se. Es algo simbólico.
Los ritos terminan convertidos en creencias sin fundamento y pueden conducir al desequilibrio mental.
Cualquier tipo de autopersuasión puede convertirse en fuente de ilusión y fortaleza.
La verdad es algo relativo, que cada cual entiende a su manera. No existe. Por eso nos empeñamos en buscarla.
Ojos acusadores.
Época en la que los epilépticos eran tomados por dementes.
Trágica parodia de la futilidad de sus esfuerzos.
(El juego de los vivos)

Diccionario Harrap´s.
Carta cortés, de compromiso.
Personalidad auténtica e integrada.
Gesto gastado y filosófico del ser humano, que durante años se ha encontrado solo, dedicado a la complacencia de las montañas mexicanas.
Ambiente en España terriblemente pacato.
Hoteles Dorchester, Westbury, Mandeville. Ínfulas de grandeza.
Coup de fil. Llamada telefónica.
Satisfacción de la actividad terminada.
Restaurante. Addition honrada.
Se anunciaba un orage (tormenta) de mal agüero.
El viento doblaba la copa de los altos chopos, como si se consistiese en látigos o espadas.
Toque de locura. Forma dogmática.
Sin riesgo no hay ganancia.
Frisson (emoción) de horror.
El suicida sabe que su fuerza de comunicación es sobrenatural, mágica.
El eterno fracasar, no lograr comunicar cuanto se lleva dentro, es la unica cosa que quita el miedo del acto creador.
Signo de agotamiento del intérprete.
Especulación de bienes raíces.
Mantenimiento del tren de vida.
Orígenes asalariados, opuestos a borde de la grandeza.
Aspecto económico.
Falsificar, del francés forge, forja.
Personaje mágico.
Indolencia de África.
Piras funerarias de la India instaladas en elevados ghats.
Ataque momentáneo de náusea.
Peso de la fama.
Ingresos enviados anónimamente a una cuenta numerada en Suiza.
(La máscara de Ripley)

Cartas mimeografiadas.
Rodrigar las dalias.
Llaves del destino.
Dalias ensortijadas y anaranjadas.
Inglés remilgado.
Arrancar las polígalas, arbusto, hierba jabonera, lentisco.
Francis Bacon. Duro y real.
Empujado por la autoconciencia o las palabras de alguien.
Libros de la serie "Jane´s Fighting Ships".
Acusación imaginaria.
Una emoción fuerte, amor, odio o celos, termina expresándose por algún gesto y no siempre bajo la forma de una manifestación clara del tal emoción.
Luz moteada del sol.
Ingresos en forma de cheques en francos suizos.
Irónico y justo.
Lista de gastos.
Ingresos declarados a la hacienda, detallando su origen como acciones.
Ingresos globales.
Carta de residencia.
Gastos postales.
Ingresar en el viejo sistema.
Expresar con palabras aquel instante de violencia. La descripción del acto físico exigiría un análisis.
Utilizar la imaginación.
Sospechas, rumores, opuesto a acusación clara.
Valor monetario de los objetos.
Pasar por la aduana es una técnica, una actitud. Ni demasiado despreocupada ni ansiosa.
Situación política.
Ejemplar del Frankfurter Allgemeine.
Cosas que ayudan a las personas a ir tirando. Ilusión, ego, moral, energía, futuro.
Scheiss política. Jerga.
Valor imaginario, cuestión de disposición mental.
Gruesos sobres de papel manila.
Intensidad de la locura o de la histeria.
Libertad de escoger.
Límite a lo que debía saber. Señal en una escala.
Recuperarse pour mieux sauter.
Dinero, un marcador.
Garantía emocional.
(Tras los pasos de Ripley)


King
Basta de "Parece increíble pero es verdad" a lo Ripley.


Italo Calvino

Un hecho fisiológico existencial.
Los vencedores impulsados depositarios exclusivos de un patrimonio hereditario.
Lo genérico, la aproximación.
Las deformaciones de la lente expresionista.
"Uomini e no" de Vittorini con nuestra primordial dialéctica de muerte y de felicidad.
Una cuestión de estilo, de sense of humour.
Natalia Ginzburg (1916-1991) escritora y política.
Cesare Pavese (1908-1950).
Beppe Fenoglio "Una cuestión privada" construida con la tensión geométrica de una novela de locura amorosa y de persecuciones de caballeros como el Orlando furioso. Es un libro de paisajes y de figuras rápidas y muy vivas y de palabras precisas y verdaderas. Es un libro absurdo, misterioso que persigue para perseguir otra cosa.
Carrugio. La callejuela con gradas de los barrios pobres de las ciudades litorales del golfo de Génova.
Toser con rabia.
La rabia le hace apretar los dientes.
Desviar la conversación.
La historia de sangre y cuerpos desnudos de los hombres.
La rabia le hace apretar las encías.
Las absurdas caras de caballo verde de los grillos.
Los animales son seres monstruosos e incomprensibles como los hombres.
La noche es infinita como el coro de ranas.
El llanto enorme, exagerado, total de los recién nacidos.
Reventar a golpes.
Una gran villa de ingleses con un parque de araucarias con muchas torres y terrazas y chimeneas y rejas y un invernadero.
Culpables de delitos económicos, carniceros clandestinos, traficantes de gasolina y de libras esterlinas.
Los presos políticos se distinguen con los cardenales de la cara, con la forma que se mueven con los huesos rotos.
Los ojos de compota.
Un tono perentorio.
Le dan rabia esos que le dicen: ya lo sabrás.
Un grito de estupor.
Presos comunes, económicos, fiscales y los valientes políticos.
Encariñarse en seguida con los lugares.
La herida no se siente en seguida hasta que de pronto uno se desploma.
W. Abreviatura italiana de Viva.
Una expresión deshonesta.
El croar de las ranas nace de la amplia garganta del cielo, el mar es una gran espada reluciente bajo el fondo de la noche.
Al fondo de los charcos duermen las anguilas largas como un brazo humano; desagotando el agua se las puede atrapar con la mano.
La ansiedad voluntaria.
Una emoción suave.
Las lágrimas pesan en la concavidad de las órbitas.
Una mano grandísima caliente y suave semeja hecha de pan.
El mar de helechos.
Una choza para ahumar las castañas.
Un vago temor.
El primer honor es el de la causa.
Camastros de helechos frescos y de heno.
El ansia amarga de enemigos, el deseo de no permitir dormir de noche.
Estudiar los sistemas para resolver la situación.
El ansia remota de amor debe contener cuando se la satisface placeres secretos y misteriosos.
Desfallecer de rabia.
Una atracción mezclada de repulsión.
Una bofetada seca.
Formar banda aparte.
Un pistolón austriaco.
Un idioma rabioso y salpicado de un extraño énfasis con las consonantes.
Un gran sombrero negro de paisano.
Misteriosos duelos, emboscadas y venganzas.
La monótona cadencia genovesa.
El gesto de levantarse.
Sueños raros y cortos nacidos de las noches de hambre ligados a la historia de la comida escasa que hay que compartir.
Desahogar un rabioso y desbordante menester de alegría escuchando bromas.
La culpa es suya, de esa irresponsabilidad a la que ha tomado la mala costumbre de abandonarse.
Una ametralladora Breda.
Distribuir las tareas para una operación de desplazamiento.
Un brusco y fugitivo recuerdo del contagio del velludo y ambiguo matadero del género humano.
Atraído con el mundo de los hombres incomprensibles de visión opaca y boca humeda de ira.
La fatigosa guerra.
Sacudir la cabeza como víctima de un destino injusto.
La causa del industrialismo, la superproducción.
Desahogar la rabia con palabras y razonamientos.
Un sombrero de cazador alpino.
La guerra partisana es algo exacto, perfecto como una máquina, es una aspiración agitadora madurada con la actividad llevada al escenario de las montañas donde se puede desplegar audacia y astucia.
La explicación de todo está en esa masa de células en movimiento, no en las categorías filosóficas.
Detrás de los hombres la gran máquina de las capas que adelantan, la máquina impulsada con los pequeños gestos cotidianos donde otros gestos arden sin marcar huellas: la historia.
Descomponer cada problema como elementos diferentes.
El aire de la traición frío y humedo como el viento del pantano.
Las noticias que meten en la sangre una desesperación ciega y no permiten reflexionar.
Una paciencia que ataca los nervios.
El furriel (cabo con el cargo de la distribución de suministros) y el cocinero.
Tono persuasivo.
Una satisfacción científica.
Ideales, mitos y gritar vivas.
Surgir una idea torcida hija de la rabia, de la humillación.
Lo totalmente diferente, lo justo y el error; resolver o remachar las cadenas; el peso que gravita es una furia antigua con la ilusión de purificación, de rescate.
Un mecánico preciso y un montañés práctico.
Presa de furibundos desequilibrios movido con la historia.
La cara contorsionada con la rabia.
Terroni. Término peyorativo que se aplica a los italianos del sur; combina las palabras terremoto y meridional.
La rabia de no poder hacer que el mundo marche como se quiera.
Estudiar mentalmente los detalles del ataque.
Golpes de mano y evasiones.
Llenarse de rabia.
La expresión tensa.
Los coloridos sueños de vagabundeos.
Un magnífico temple de comandante.
Una expresión desconsolada.
Una unidad de partisanos que combaten sentados.
Lágrimas de rabia.
El entusiasmo de sus propósitos es falso, voluntario.
El mar es un gran grito azul.
Las puertas de los tuneles de los nidos de araña. La puertecita se abre y se cierra. Y detrás el tunel. Llega muy hondo. La hierba masticada rodeándolo. La araña está al fondo.
(El sendero de los nidos de araña)

Un encuentro blando y fugaz de tiburones.
Gesto secreto.
Un gesto rápido, un gesto de nada.
Un gesto inaudito de intimidad.
Gesto decisivo.
Un recorrido de la mano pleno de ansias y de dulces emociones.
Gestos separados de la autoconciencia que afloraban de una capa de sueño.
Vigilante apariencia de sueño.
Un pretexto hipócrita.
Cara severa y marmórea.
La sensibilidad del árbol de los huesos.
Un primer estremecimiento recorrió la morbidez como un fluir de lejanas corrientes marinas a lo largo de secretas vías subacuáticas.
Razonar nítido y tranquilo.
La giba de una ola.
Una incoherente cadena de circunstancias.
Ironía incómoda y gatuna.
Ansiedad trémula y suplicante.
Nirvana extático o agitado.
Suficiencia y egoísmo.
Gesto de connivencia.
Un cargo de acusación.
La repetición de gestos cotidianos.
La memoria con la aptitud de reconstruir con paciencia las horas pasadas segundo por segundo le abría paraísos infinitos.
Vagando con la mente sin prisa.
Actitud desenvuelta.
Un lector consuetudinario, minucioso.
Expresión satisfecha.
Aire cómplice.
Callar enigmático, discreto.
Escéptica condescendencia.
Verosímil aire distendido e indulgente.
Conversación imaginaria.
Crear la atmósfera de un mundo totalmente sin prejuicios y epicúreo.
Tono opaco.
Humildad instintiva.
Una conversación afable, sin fanfarronería.
Desaparecer la aventura como arena a lo largo de un mar de días vacíos e iguales.
Ahogarse decididamente bajo la sombra insegura del recuerdo.
Los que magnifican la sensibilidad de un diafragma o discurren sobre el numero de dinas.
El hilo de los razonamientos generales.
Actitud mental.
Explicar los hechos más alejados de la experiencia.
Las grandes tensiones de la voluntad, de la pasión, de la aversión.
Gestos remilgados e irónicos.
Rasgos que definen el verdadero carácter.
Con los sueños una presencia venida de las profundidades de la memoria se adelanta, se permite identificar y se transforma como algo inesperado que asusta porque no se sabe qué transformación adoptará.
Una sensación de libertad y amplitud de gestos.
El perfecto equilibrio del impulso interno y la impasible neutralidad de las cosas.
El septentrión racional y disciplinado antes de aventurarse con las incontrolables pasiones del Centro-Sur.
Un signo ideográfico encierra un concepto.
El sórdido escenario de idas y venidas nacidas del menester y de la paciencia.
A lo largo de cielos mucho más altos que los semanarios navegaba su impaciencia.
El tren masticaba su camino invisible.
Se durmió como si se hundiera bajo un pozo de plumas.
Lo bueno de la existencia.
Caer bajo lo indistinto.
El tono de asombro piadoso se transformó como un movimiento de valiente orgullo.
Sentir el vértigo de la brusca mudanza del destino.
Reencontrar las vías del sueño.
El cielo ostentaba su meridional indiferencia al otoño.
Estirarse con movimientos informes de foca.
La cruel irrupción de los días.
El mar se extendía hasta el horizonte alto y esfumado.
Gesto de precaución.
El atractivo de la acción sobrevivía con el placer de la lectura; su pasión eran los relatos de hechos, las historias, la trama de las vicisitudes humanas. Novelas del siglo XIX, memorias y biografías hasta llegar a las novelas policíacas y la ciencia ficción. Sentía el placer físico que da hacer frente a un gran esfuerzo.
La bala que silbando a lo largo del cielo caía a los pies del príncipe Andrei. Tolstoi.
La perspectiva de una conversación convencional.
Un juego de circunstancias.
Con el libro encontraba una adhesión a la realidad más plena y concreta donde todo tenía un significado, una importancia, un ritmo.
Gesto vago.
Un calculado impulso de agresividad.
Encariñado con la manera de ser.
Atributo, esencia.
Un objeto extraño, un producto de la industria.
Actitud negativa.
El mundo se había transformado como la nube insípida.
Recibiendo saludos de brumosos y anónimos fantasmas.
Tono de garantía propia.
La retórica del sonámbulo.
Como quien tiene ganas de hablar pero no sabe qué decir.
El sueño compacto de la mañana temprano.
Hablar con un seguido transporte de lo que veía y con un verosímil tono de polémica.
Cautelosa, avara referencia con el mundo.
Alto grado de perfección.
La mente habituada a traducir las sensaciones como palabras.
El ojo azul del cielo abierto cuyos contornos se transformaban.
Una claridad azulada de medusa.
La angustia del mundo humano.
El negro más total, impenetrable, desesperado como un grito.
Agitación de pequeños gestos desordenados.
Unos abetos ralos festoneados de encaje de hielo.
Bajando con cristianias frangolladas, gozando con el slalom las curvas quitanieves.
El sol se atería hasta desaparecer como absorbido con un papel secante.
Su figura casi dibujada como un paréntesis oscilante.
Los mil gestos perdidos.
El ovillo de consecuencias imprevisibles que cada gesto y cada palabra comportan.
El desorden equívoco de las vibraciones secundarias.
El circuito de exaltación de la vida afectiva.
Una divagación dentro de otro tema, una cosa dicha sin darle importancia.
La impresión de internarse a un mar borrascoso.
El tono neutro y cortés que empleaba con los extraños para fingir que prestaba atención a sus palabras.
Gente afable y cordial y poder conversar con amabilidad.
El tono de enseñar.
Aire de distensión.
Para consolarnos no teníamos el alivio de empezar otra vida sino la rutina de seguir adelante con nuevos inconvenientes.
La fatiga era más fuerte que la agitación y dormimos.
Una casa lisa y homogénea como un dado.
Limpiar, zapar y comenzar a sembrar y trasplantar.
Comentar con la suficiencia irónica habitual.
Lingera. Vagabundo y malandrín.
El tono de superioridad de los fanfarrones.
Secos gestos angulosos.
Tono melifluo.
Mezquino, ínfimo horizonte.
Tono resentido.
Tono insinuante, casi irónico.
Expresión de estudiada impasibilidad.
El gesto de un sufrimiento agudo.
Actitud totalmente desenvuelta.
Una sombra de alivio.
Un juguete de celuloide.
Se había manifestado como una de las enemigas más encarnizadas.
Un nuevo acceso de cólera.
Encerrarse dentro de un orgullo doloroso.
Las barcas de pesca que llaman gozzi.
Fluido, provisional.
Sello fiscal.
La revista era el órgano de un Ente.
La expresión de las caras macilentas de los transeúntes.
Acoger con exagerada expansividad.
Uno de esos tipos que hablan como si lo que dicen estuviera escrito a máquina.
Tono práctico respecto de las consecuencias.
El grado de dificultad de las tareas.
Cortesía inexpresiva.
Cosas sumamente detalladas y sin embargo vagas.
Las circunstancias mezquinas de las que estaba tejida mi vida.
El abandono amoroso.
Ansiedad febril.
La angustia o la alegría de vivir.
Las tempestades que me agitaban.
Los transeúntes como sombras sin cara.
Invisibilidad de fantasma.
Una actitud de caballero desenvuelto.
El ser humano anónimo que pasa inadvertido como una mancha de humedad de la pared.
Una pericia técnica hecha de una exactitud geométrica de movimientos.
Una gorrita de visera como el pico de un mirlo.
El campo de entusiasmos y estímulos mentales de la actividad de presidente.
Contestar desde arriba con suficiencia profesional.
Una corta pipa inglesa.
Las serpentinas se tendían como haces de fibras desprovistas de materia desmoronándose, una destrucción general. 
Ni reformismo ni extremismo.
El peso de cosas no dichas que se transformaba como superstición.
Alguna fonda desplegaba su pérgola sombreada.
El pan de jabón de Marsella.
(Los amores difíciles)

Reflexión válida.
Un libro es algo con un comienzo y un fin, es un espacio donde el lector ha de entrar, dar vueltas, tal vez perderse, pero encontrando, en algún momento, una salida o varias, la posibilidad de dar con un camino que le saque fuera. Debe tener una construcción, es preciso que se pueda explorar una trama, un itinerario, un desenlace.
Las ciudades son un conjunto de memorias, deseos, signos de un idioma; son lugares de trueque de mercancías y también trueque de palabras, deseos, recuerdos.
Sentí que no había bien, que no pudiera esperar de la vida.
La flor del ibisco indica el fin del invierno.
Forma que el azar y el viento dan a las nubes.
Cada ciudad recibe su forma del desierto al que se opone.
La ciudad es redundante; se repite, para que algo llegue a fijarse en la mente. La memoria es redundante; repite los signos, para que la ciudad empiece a existir.
Manifiesto u oscuro.
Poder de los emblemas, que una vez vistos no se pueden olvidar ni confundir.
Hilo de los razonamientos.
El pasado del viajero se transforma según el itinerario cumplido; no digamos ya el pasado próximo, al que cada día que pasa añade un día, sino el pasado más remoto. Al llegar a cada ciudad, el viajero encuentra un pasado suyo, que no sabía que tenía; la extrañeza de lo que no eres o no posees más, te espera al paso en los lugares extraños y no poseídos.
Cuidarse de contener, dentro de límites precisos, su pesadumbre ante las transformaciones.
Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y temores; aunque el hilo de su discurrir sea secreto, sus reglas absurdas, sus perspectivas engañosas y cada cosa esconda otras.
Proceso orgánico incontenible.
La mentira no está en las palabras, está en las cosas.
Cerrada como una copa.
Reflejo aproximativo, realización humana.
Elaborar formas de compuesto rigor.
Abandono generoso.
Sistema de las formas.
Lo que comanda el relato no es la voz, es el oído.
(Las ciudades invisibles)


Eco
Escribía Calvino a propósito de sus novelas que podían definirse como abiertas con lo numeroso y la movilidad que permitían.
El problema que planteaba Calvino al acusar la presencia abrumadora e inquietante de un mar de la imparcialidad e indicaba el término negativo de una situación.



IRWIN SHAW

Había asistido a buenos colegios, como dicen en las novelas.
Voz tímida, refinada, apagada, de ser humano de libros.
Aquel día se hallaba de pie, ante los estantes de la biblioteca, examinando soñadoramente los lomos de los libros allí alineados. Alargó el brazo para coger un volumen de Yeats.
Hablaba como por casualidad, de libros, de música, de pintura, de política y de mujeres.
Una habitación repleta de libros.
Como a todos los jóvenes tímidos y literatos, cuyos corazones se forman en las bibliotecas, no lograba concebir a Isolda tomando el metro o a Beatriz ante un bar automático.
Vestía como un joven escritor de vanguardia, con tosca camisa de azul intenso y corbata mal anudada. Había escrito libros incendiarios sobre el destino obrero.
Su rostro se crispó ligeramente al oír aquello de <<hija mía>>, que semejaba sacado de una mala pieza, sobre la vida campesina de 1900.
Los viejos argumentos usados, feos y familiares.
Desprecio al ser humano que se sacrifica por una mujer. Es la forma más repugnante de la derrota, de la resignación a la fatalidad; si no dependiera más que de mí, mandaría quemar las novelas amorosas, al tiempo que "El Capital" y los poemas de Heine.
Aprovechar como argumento.
Libros ligeramente estropeados, pero perfectamente legibles.
Expurgar el texto.
Sentía la impresión de haber leído antes todo aquello. Las personas, las intrigas y los decorados eran exactamente iguales, y las costumbres no diferían apenas. Y reflexionó, <<Por una absurda transposición en el tiempo, nos convertimos en personajes de las novelas de nuestra juventud aunque, desgraciadamente, siempre demasiado tarde, para semejar románticos>>.
Qué fatigoso y absurdo es atenerse siempre a idénticos argumentos, para llegar a consecuencias completamente distintas de lo que se espera.
A algunos de mis compañeros no les gustan las cuestiones simples. Les complace el papel de grandes detectives de novela. Les satisface que todo sea complicado y oscuro, a fin de demostrar hasta qué punto llegan sus brillantes facultades.
Sabía que las cosas de idéntico signo ocurrían de vez en cuando.
Una novela policíaca, una <<publicación para Ultramar>>.
Los reflejos amarillentos en los ojos de los animales.
Una expresión absurdamente astuta.
Una dilatada y movida existencia.
El elemento más competente de la firma.
Abrir silenciosamente la puerta con calculada desenvoltura.
Una expresión excitada y alegre.
Un impulso obstinado, desesperado, una determinación personal o patriótica.
Una expresión de superioridad impaciente y divertida.
Rectificar la actitud.
Actitud amarga.
Escuchar con una expresión secretamente divertida.
Gemir de terror.
Una expresión fatigada.
Significación emocional.
Una expresión extraña, incierta, infantil y desconsolada.
Los ojos llenos de un pesar indecible.
Ese amigo fantasma con el que sueñan por la noche los niños solitarios.
Actitud tranquila, regulada.
Expresión apaciblemente examinadora.
Delicioso estremecimiento de culpable anticipación.
Cualidades raras y superiores.
El largo y siniestro laberinto excavado por el metro en las entrañas de la ciudad.
Un sátiro de encrucijada.
Lanzar clamores histéricos.
El habitual horror francés por el fresco aire de la noche.
Con espesa coquetería.
Expresarse en son de queja.
Ojos demasiado inteligentes y calculadores.
Doblado, en el desarrollo demencial de sus carcajadas.
Elevó las manos hacia su rostro con una mueca de angustia indecible.
El ser humano que duerme traiciona sus secretos.
Tono acusador.
La guerra hacía de un ser humano un avaro, economizaba sus emociones en su provecho.
El mortal vaivén de la fiebre.
Actitud de sonámbulo.
Un momento de insólito bienestar.
Establecer el balance de cuentas, reconstituir.
Nada impetuosa e indolora.
Sus zapatos despertaban ecos plebeyos en el corredor de mármol.
Una expresión de hostilidad impersonal.
Ojos defraudados y acusadores.
Expresión razonable.
Pesada atmósfera de la barraca.
Una idea sensacional.
Pesar el silencio en la pequeña estancia.
La lejana lejía del cielo deshilachado.
Expresión de un animal acosado.
Relámpago de terror.
Actitud de hostilidad.
Hombres gruesos, cuya crasitud no proviene de una buena alimentación, sino de una mala digestión.
Renacer el silencio, peligroso, insólito.
El ámbito dichoso y frágil del amor.
Mandarlo todo a paseo, una actitud infantil.
Cada hora tiene su afán.
Actitud cínica.
El ojo de la noche.
Actitud egoísta.
Diferencias, controversias y querellas.
Durmió con un sueño, que turbaron todo signo de imágenes nebulosas.
Para colmo, chismosa y gruñona. Eso le faltaba.
Fuerza fría y calculadora, severamente fiscalizada.
Con falsa animación.
Réplicas equilibradas de un ser humano sano.
Manera grave, reservada, serena, organizada, perfectamente dueña, de los campesinos.
Mentiras despectivas.
Peso de las confidencias.
Bosquejar un rictus desdeñoso.
Sabía que las cosas de idéntico signo ocurrían de vez en cuando.
Sus ojos erraban incesantemente de un lado a otro, en una apoteosis de terror.
Con una luz de demencia en las pupilas.
Expresión de despreciativa mofa.
Adoptar una solución intermedia.
Actitud denunciada.
Fijar en la memoria los detalles.
Rebuscar en la memoria.
Expresión aliviada y afrentada de los prisioneros.
La fiebre de la posesión.
Bosquejar una reverencia.
Era un charlatán y un fanfarrón incorregible, que para colmo, tenía fama de dar mala suerte a los demás.
Las actividades con el barro y el carbón, para obtener el vidrio.
Loca avaricia.
La topografía del terror, el dolor y el cansancio estaba impresa en su rostro de una manera invencible y oscura.
Un además de aquiescencia.
El cedazo de la mente.
Organizarse en un sistema de generalidades.
Yacían en actitudes extrañamente deformes.
Expresión patéticamente animal.
El rostro lívido de ira, sus ojos, casi purpúreos, expresaban un odio sin límites, rayano en la locura.
Los rostros ansiosos y acusadores de los lugareños.
Repentinamente, se desplomó en la inconsciencia.
La división de la sangre.
Expresión de madurez desconocida antes.
Sintió renacer en su interior la vieja impresión, ya cotidiana, de culpabilidad.
Carácter afectuoso.
Un depósito de organización.
El viento caprichoso de noviembre.
Actitud de grave competencia.
Combatir con prudente tenacidad.
La ancha frente de un estudiante irlandés.
Expresión meditabunda y dolorida.
Expresión fugitiva, insondable.
Manifestar confidencialmente.
Una mueca de horror y desesperación.
(El baile de los malditos)


Arthur Koestler

Saludar con gracia corporal.
Impresión de masa y vulgaridad.
Añadir el insulto al daño.
Las ruedas catalinas, gavillas, lanzas, girándulas, soles, fuentes y cascadas de los fuegos artificiales.
Disposición de ánimo sumiso.
El relajado ludonismo de la pereza del sur.
Nadie podía herirse seriamente en aquella forma, excepto en las novelas.
La mayoría de la gente vivía cada cual dentro de una especie de caja telefónica invisible, comunicándose con los demás sólo a través de un alambre.
Despertar de una amarga meditación.
Una transformación se logra sólo por una actitud organizada de las masas.
Es menester ver todo desde un ángulo educacional. Hasta el aristócrata que era León Tolstoi lo decía, y también Platón. Sólo los decadentes llaman tiranía la organización encauzada al arte.
Le había impresionado una novela de Julio Verne, en la que contaba que un lago nunca se había congelado, a pesar del intenso frío, hasta que un muchachito tiró una piedrecilla que, al producir ondulaciones, alteró la superficie íntegra del lago y se congeló en pocos minutos. Proceso orgánico, que los químicos denominan de inoculación.
Su memoria no era para el uso diario, era demasiado preciosa, para abandonarla flotando por encima de sus reflexiones.
Sentir ese deseo secreto de terminar con todo de una vez.
Poetas y novelistas disciplinados, con mentes limpias, listos para lanzar la llama de su inspiración hacia cualquier propósito que se les indicara, alertas a cualquier llamada del clarín.
Espinoza y Galileo, Tolstoi y Sigmund Freud, piedras fundamentales de la humanidad.
Un sueño, un anhelo personal.
Aliviado y contento, como el moribundo entre dos ataques.
Libro sobre las persecuciones de los armenios, de Fridtjot Nansen y el Pastor Lepsius.
Vieja superstición, herejía y diversión, como aquellos premios anuales de literatura y de paz otorgados por los hermanos Nobel, los cuales habían sido dueños de las refinerías de Bakú y que habían inventado la dinamita.
Una actitud altanera y vaga.
Actitud provocativa y coqueta.
Expresión seria y amistosa.
Unos viejos paralíticos, cansadas moscas de invierno, arrastrándose por las ventanas del futuro.
Barones bárbaros de las finanzas, con sombrero de copa y chaquetas de largas colas.
Actitud de desconfianza.
Hay situaciones que no tienen solución; no se puede nadar en la hondura de la ola.
Discusiones venenosas y aburridas.
El estante con su hilera de libros de tapas de papel viejas y gastadas, que hace que las bibliotecas francesas semejen cementerios de la literatura.
Actitud defensiva, impelido por un deseo de justificarse.
Gazmoña actitud.
Europa ha aceptado la finalidad de la muerte personal.
La realidad no puede traducirse directamente a la ficción; hay que digerirla, asimilarla, destilarla en pequeñas gotas. Es una especie de magia simpática. El escritor debe poseer el sistema digestivo de un caníbal, pues su calidad depende de eso.
Actitud de altanera desesperación.
Escribir la versión cableográfica del discurso.
Hacer una pantomima de apaciguamiento.
Una controversia diplomática.
Mórbido pesimismo.
Sufrir del mórbido deseo de sacrificio.
Senda del olvido.
Los críticos habían llegado al fin a un pacto tácito respecto a su libro, lo que sucede con frecuencia con aquellos escritores, que han sido víctimas de ardientes controversias.
Añadir el insulto a la injuria.
Actitud patética.
Aura de escritor de novelas erótico-místicas de gran éxito.
Era un vacío desnudo y amargo, no era el sereno nitchavo de los viejos tiempos, sino el lacónico "pues nada", el terminante nihil.
El sustantivo en el idioma del destino es un símbolo afirmativo, y el verbo un gesto de protesta.
El ansia incesante del deseo y el nunca jamás de la saciedad.
La feria ambulante con sus loterías y tiovivos.
Actitud sincera.
Expresión cordial.
Semejaba encontrarse en una disposición de ánimo, que precisaba de conversación.
Sintió otro ataque de culpabilidad porque todo era sencillo.
Víctima del microbio del deseo.
Actitud de frialdad.
Ola de desconfianza.
El primer proceso orgánico de contaminación muy rara vez va acompañado de hechos tangibles y concretos.
La esfera donde lo absurdo semeja razonable.
No era menester reflexionar, la conversación se desarrollaba sola.
Un gesto de indiferencia.
El elegante novelista, los bigotes oscuros y los ojos ligeramente desiguales.
La exaltación propia de los tímidos.
(La época del anhelo)


ANGUS WILSON

Consejo eficaz y rápido.
La casa de Karl Marx de Viena.
"Salar the Salmon". Salmón Tartar, protagonista de un libro de Henry Williamson.
"Tarka, The Otter". "Tarka, la Nutria", libro de H. Williamson cuyo protagonista es una nutria.
Radical transformación.
¿Puede exigir el esclavo que su patrono cese con sus pretensiones hacia él?
Aislamiento polar.
Cuadradas siluetas de las casas de los colonos del siglo VIII.
Generosa espontaneidad propia de un viajante de comercio.
En el norte, las Artes y las Letras son utilizadas con las reglas que rigen para los negocios.
Arbustos de laureles de su infancia suburbana.
Peso de una disertación perfectamente dirigida.
Luminal. dosis masiva para recuperarse.
Entrar a la convalecencia.
Ibis escarlata.
Gracia cortesana.
Desarrollar el sentido realista de la vida.
Acogió su derrota con verdadera piedad.
(Aquellos adorables tipos raros)


WILLIAM GOLDING

Gigantesco instrumento del idioma inglés.
Idioma diverso, directo cuando es indirecto, completa, inconscientemente metafórico.
Derramará sangre, con tal de que el contrato esté bien redactado.
Rápida caída de la noche tropical.
Blanco, por debajo de la sangre, cadáver.
Habitual actitud calculadora, opuesta a la ocasión de lanzarme físicamente a alguien.
Cobrar una prima de presa.
Aptitud de reflexión.
Feroz anticipación de un animal de presa, que oye acercarse a su víctima.
Sentido común, autoconciencia política.
Tabernero, lacayo, valet.
Grado de entendimiento y tolerancia mutua.
Filástica alquitranada.
Rayo, coup de foudre.
Uña de un ancla.
Acusar de poseer inteligencia.
Fiebre real y física inducida por golpes.
Si el recuperar un entendimiento total de la situación de uno es estar curado, prefiramos todos la enfermedad.
Menesteres sórdidos y humillantes del enfermo.
Humillación reclusa.
Autoconciencia parcial.
Cuanto más corto es el péndulo, más rápida la oscilación.
De las simas de la desesperación a una decisión distinguida.
Movimiento que el comité desea iniciar.
Golpeado por una séptima ola.
Afición a no decir nada por circunspección e inclinación.
El castigo por tener una cabeza fría, hábitos mentales diplomáticos y cautelosos, es que el día de nuestra primera y ultima pasión se va retrasando y llega con más fuerza, al ser imprevisto. Como si los constantes fanales inconstantes con sus destellos y, después, su oscuridad, lo hubieran mantenido en silencio y como hechizado, como uno de los sujetos de M. Mesmer. Con la cabeza vacía, esperando un mandato.
Estar más borracho que un lord.
Levantar la barbilla a la romana.
Dar una forma a las circunstancias.
Proceso orgánico de crecimiento, largo y doloroso.
La prosa es el discurso de los mercaderes, el idioma de la guerra, del comercio, de la administración.
Cabeza, órgano como un coladero.
Jardines de Wilton House.
Mojado por falta de arenilla.
Cándida por la blancura.
Nymphe. Novia.
Flema consiguiente a haber mantenido su morosa boca inmóvil, más tiempo de lo que permite la constitución humana.
Razonamiento opuesto a instantaneidad.
Sentido británico del humor, de la diversión. Contenía frialdad, desdén por la vida, un toque de salvajismo.
(Cuerpo a cuerpo)


ROBBE-GRILLET

Buena víctima, decididamente, con su aspecto de araña triste, que no para de recomponer los andrajos de su ajada inteligencia.
Es un poco novelesco. Sería prudente ser menos misterioso.
Una goma de dibujo amarilla, alargada y cortada en bisel, un artículo corriente para escolares.
Lo inverosímil no debe evitar nunca la sospecha.
Semejante historia de conspiración es muy digna de la imaginación funambulesca de ese viejo loco.
Estar en situación de reflexionar con provecho.
Su amabilidad adquirió visos de impertinencia.
Los Poderes fingen creer en actos sin conexión, en accidentes sin importancia. Hará falta la improbable coincidencia que se prepara, para que estalle el pánico.
Cuadros de pintores célebres, que estallan súbitamente con ruido siniestro, retratos de antepasados, que se ponen bruscamente a bizquear, creando en el seno de una familia esa impresión de malestar, cuyas consecuencias fatales son la insatisfacción, el mal humor, las disputas, la enfermedad, la muerte.
Conversación de tono mundano.
Afectación de desconfianza.
A la gente corriente le gusta comentar los acontecimientos gloriosos de los grandes criminales y de los soberanos. A menos que consista simplemente en la novela de folletín publicada por algún periódico.
El relativo atractivo de los barrios céntricos.
Una goma blanda, ligera, friable, que al aplastarla no se deforme, sino que se reduzca a polvo; una goma que se seccione con sencillez y cuyo corte sea brillante y liso como una concha de nácar. Tenía la forma de un cubo amarillento, de dos o tres centímetros de lado. La marca del fabricante estaba impresa en una de las caras.
Las gomas son demasiado blandas o demasiado duras. Gomas de <<miga de pan>>, maleables como la arcilla, o de materias grisáceas y secas, que rascan el papel, buenas a lo sumo para borrar manchas de tinta; las otras son gomas de lápiz de tipo ordinario, rectángulos más o menos alargados de goma más o menos blanca.
Un pretexto fútil.
Se esfuerza en vano por escapar del malestar algodonoso, que le impide reflexionar seriamente en su asunto.
Una expresión casi picaresca, que tiene algo de vulgar, de satisfecho, un poco repugnante.
Esgrimir el argumento.
Una reflexión vertiginosa.
Inquietante enmascaramiento demasiado sagaz de una trampa.
Las novelas de aventuras de abigarradas cubiertas.
Todos vuelven a sumergirse en el curso de su tiempo.
El argumento que termina de asestar no tiene réplica.
Las deducciones que se pueden sacar de tales indicios ofrecen escasos caracteres de verosimilitud.
Actitudes de ratero.
(La doble muerte del profesor Dupont)

Actitud amenazadora.
Fuera, el calor es asfixiante. Perfectamente inmóvil en la noche húmeda, como fosificado en mitad de una materia sólida, el follaje finamente recortado de los bambúes se adelanta sobre el sendero.
Una perspectiva súbitamente despejada.
La expresión <<velarse el rostro>>, volver la mano hacia delante y llevarla a los ojos.
Esculturas terribles o fantásticas, del tipo de las que adornan los templos de Tailandia o el Tiger Balm Garden de Hong-Kong.
Anuncios enigmáticos.
Ademanes instintivos de defensa, sorpresa o miedo.
En el resto del salón, las intrigas locales prosiguen su marcha, como si nada.
Vislumbrar risueñamente.
Rostro grave, exaltado, bruscamente resuelto.
Tender una mano soberana, o condescendiente.
Con gesto resuelto.
Frases convenidas.
Calor pesado y húmedo.
Argolla, almella, aldabón, cuña o escarpia.
Los accidentes, cuando los hay, siempre son superficiales y sin gravedad; no van en perjuicio del interés del numero, sino al revés.
Farfullar silbante como un latigazo.
Un gesto de amplitud exagerada.
Diálogo rápido y distante, reducido a lo esencial.
Rostro terso de visión amplísima, otorgadora, rebelde, sumisa, vacía, sin expresión.
Actitud improbable, amanerada.
Respiración emocionada.
Un retazo de frase acude a mi mente.
Cara dura, hermética, cerrada.
Compongo mi actitud y mi fisonomía a tenor de las suyas.
Expresión de azaramiento o de pudor.
Perdida en sueños espléndidos y sangrientos.
Los rasgos tensos de quien atiende el febril desarrollo de un experimento, o de una prevaricación.
Adoptar la actitud del viandante, que nada tiene que reprocharse.
Amañar un gesto difuso, acompañado de una mueca de inseguridad, de ignorancia y falta de interés.
Dar vueltas a los datos de la dicha perdida y la desesperación.
Recobrarse de la emoción.
Aficionados a emociones fuertes.
Comentarios y suposiciones, adobados con detalles pintorescos.
Como sabe el texto de memoria, no precisa luz para leerlo.
Relato coloreado y fértil de emociones.
Actitud reservada.
Fair-play diplomático.
(La casa de citas)


Russell
La pauta que sólo concede valor de realidad al pequeño hecho auténtico, al detalle verdadero -como Nathalie Sarraute repite-, ha sido llevado a sus extremas consecuencias por la antinovela francesa. El detalle sigue al detalle, en dos dimensiones, sin perspectiva, sin ir nunca más allá del Aquí. Esta frialdad, esta distancia insistente son una negativa a reconocer la más mínima prioridad entre los objetos, los sentimientos o los acontecimientos. La consecuencia de esta negativa es, sin embargo, que las situaciones materiales adquieren un poder exagerado. El mundo no tiene sentido ni abandona tenerlo -exclama Robbe-Grillet-, está simplemente allí.
Este comienzo lleva a una condición de atonía, a una serie convulsa de imágenes, no a una sucesión, sino a una discontinuidad fragmentaria; el momento que pasa es irreal y sólo en el recuerdo las situaciones se petrifican en realidad. La novela de Robbe-Grillet, "Le Voyeur", representa la quintaesencia de este método: las personas son meros objetos entre objetos, el crimen no tiene más sentido que la venta de un reloj, el crimen no tiene más sentido que el grito de una gaviota; el hecho no es más que un sueño confuso o un testimonio falso; una realidad sin perspectiva, sin valor, sin mesura.


Marguerite Duras

Una montaña cercana, asfixiante.
Insignificante discusión.
Aire espeso como arrope.
La espesa bruma encerraba al cielo en una férrea argolla.
Silencio intenso del campo.
La visión ávida y verde de la libertad.
Ilimitada en la cólera y la desesperación, como en la alegría.
Verlo todo con incansable e implacable inteligencia.
El mar penetraba en la espesura del pelo, hasta el recuerdo.
La angustia del sol.
Seguir andando con la idea.
Frotar las manos de gusto.
Tono amable.
Levantar la mano levísimamente en ademán de indiferencia y resignación.
Se había transformado en un enorme poder de negación y de incomprensión.
Tachar de locura o de provocación.
Pasta con salsa de carne o de vóngolas.
El desencadenamiento puro del mar.
El anonimato de un hotel.
Hablar solo, sin esperar réplicas.
La ira le había hecho palidecer.
Infantil, sin ninguna idea en la cabeza
Empaparse de la inteligencia del mundo.
El alcance y el significado del amor.
La literatura es una fatalidad, no hay manera de salir.
Práctica fatalidad.
Cargado de una tremenda experiencia política.
La actividad profesional es una experiencia política. La miseria una experiencia humana.
Impulso entusiasta.
Todo amor vivido es una degradación del amor.
Un vago ademán de indiferencia y de tristeza.
Unas vacaciones fallidas.
En tono de querer mudar de tema.
El efecto liberador de hablar.
Valor para arriesgarse.
Abrumadores con sus personalidades definidas.
Como levado del impulso de un abordamiento licencioso, dio una propina desmesurada.
Respirar levemente como una flor.
La noche tranquilizadora como el soplo de una divinidad.
La maravillaba sentirse objeto del deseo.
Añadir con una leve vacilación.
Desconfío de las personas que están en guardia siempre. Existe una reserva de tipo aristocrático, que no me gusta.
En tono habitual de conversación.
Una noche luminosa y quieta arrebataba a uno, exuberante en las algas quietas y heladas del silencio. La carrera de los peces estriaba su grosor de inaccesibles cruces. De los abismos profundos y oscuros, una sombra azul se elevaba deliciosa, demostradora de la vida como el espectáculo de la muerte.
El agua era pura y viva como un alcohol.
El tranquilo horizonte.
La acarició de prisa, como un ladrón.
Flaco como una cerilla.
Buscar y esperar la ocasión de la mayor amabilidad.
A las ciudades se va por amor al amor.
Soñar maravillas de ciudades imaginarias.
Su propio razonamiento le encantaba y apenaba a un tiempo.
Añadir sosegadamente.
Silbar con arrogancia.
El aire olía a la vez a fuego y al azúcar de las flores. Era un olor que empecinaba el aire, el de una enorme cocina almibarada.
El aplastante sol.
Caminar de prisa, con la cabeza gacha, como unos prófugos.
Rendirse al volver, igual que un enemigo.
Fidelidades que tengan un sentido.
Complacencia en lo sentimental.
Se asombró, pero no lo manifestó apenas.
La brisa era blanda y regular, olía a fuego.
Sorprendida y fastidiada.
Pasó otro rato, breve, pero muy denso.
Algo les unía, tal vez la vanidad de aquellos insolubles conflictos.
Silencio violado.
Sufrir por la impotencia de resolver los problemas del sufrimiento y del amor.
La cara reducida a un gesto de fastidio y cansancio.
Con las manos abiertas, como un estrangulador.
En la liberación hay una opresión.
Remachar las palabras.
Tu perspicacia me da vértigo. Qué profundidad.
Este tipo de conversación me aburre horrores.
Volvió sobre sus pasos, como si hubiera tenido una idea decisiva.
Las parejas son de difícil convivencia.
Como empujados por una obligación a la que no pudieran sustraerse.
Tono monocorde.
Ratificar en el error.
Un miedo secular a la cólera asomó a sus ojos.
Visiblemente dividido entre el deseo de testimoniar simpatía y el temor de ofender.
Escuchar con ojos de niño.
Escuchar intensamente, pero con aire de sospecha y reprobación.
Yo de mi vida puedo contarlo todo, me siento como si fuera otro dentro de mi piel. Como si estuviera uno aquí y en otro sitio. Cuando se sufre es diferente, eso recuerda a uno quién es, como si le pellizcaran mientras duerme.
Sentir una extremada timidez ante los extraños.
Vagamente inquieta por su tono.
No todo se ve en los ojos. Los viejos soñadores no saben ver las cosas, sólo propiamente.
Bajar los ojos, próximo a las lágrimas.
Había recobrado aspecto de un ser vivo, de repente.
Alzar los ojos agrandados por el asombro y la espera.
Charlar amigablemente.
El rostro fue recorrido por un estremecimiento, reprimido en el acto.
Los goces del mar.
Las ciudades agotan los nervios de los hombres. La existencia era, generalmente, dura.
Por dura que hubiera sido, todos se sentían apegados a la forma que habían dado a su existencia y estaban dispuestos a justificarla como la menos mala.
Subrepticiamente, como un gato, llegó a su altura.
Las cárceles de oro de los grandes amores.
Mudar el curso de las reflexiones.
Tono ligero.
Había sentido un amor exclusivo. Las discrepancias de los demás humanos le trastornaban.
Uno puede hacer cosas, que tienen idéntico efecto que el hablar y que liberan exactamente igual de la amargura y la maldad.
Los grupos se organizaron con entusiasmo.
Una víctima lejana, pero real, de la guerra.
Dormir como una mosca, en la superficie de su pena.
A su alrededor, el mundo seguía su marcha habitual.
Impudente fructificación.
Tono extenuado.
El amor hay que vivirlo totalmente, con su aburrimiento y todo. Sustraerse no es posible.
(Los caballitos de Tarquinia)

No manifestar sorpresa alguna.
Avidez de su destino.
Moderato cantabile. Moderado y cantante.
Actualidad ya superada, ya tranquilizadora.
El rumor invadió inaplazable.
Resignación aparentemente serena.
Se entregó a la tregua que le concedía el miedo.
Situación política, riesgos de la guerra.
Casa hecha en favor de una comodidad.
El sol poniente pasó por sus ojos abiertos con la precisión del azar.
Desorden fortuito.
Crimen pasional.
Muaré del sol reflejado en el mar.
Posición escolar aparentemente perfecta, pero sin juego.
Aislamiento desesperado.
La condenó a la maldición de su amor.
Flor. Pétalos tersos, alcanzar la completa eflorescencia.
Tono de serena diversión.
Grado de atraso.
Volver a la consciencia con hastío y piedad contenida.
Crispación inhumana del rostro.
Investigar con indiscreción.
Miedo oculto de que la gran perfección no se quebrante de pronto, o no se mancille de un absurdo demasiado evidente.
Las magnolias elaboran su eflorescencia fúnebre.
Vaivén del viento.
Cocinara. El honor en juego.
Universo esplendoroso.
El tiempo huye, igual al tiempo propiamente.
Masas y formas de la noche.
Movimiento alterado y complementario.
Los dedos asumen un porte ilusorio.
Tiempo muy corto, pero el del escándalo.
Paciencia consentida.
La conversación, siempre más sencilla, incrementa a cada minuto un poco más la lejanía de la noche.
Ventanal del gran pasillo de su vida.
Tiempos sagrados de la respiración de su hijo.
Tiempo engañoso, que habría ocultado tras su perennidad alguna irregularidad, que pronto se permitiría entrever y convalidaría el curso habitual de las estaciones del año.
Brisa marina, blanda.
Recorrido leonado y lento del sol.
Como con frecuencia en el crepúsculo, el cielo se inmovilizó, relativamente, en un sereno soplo de nubes.
(Moderato cantabile)

Empujón del tiempo, que nos alcanza, al transponer los años más jóvenes, más gloriosos de la vida.
Interés por el desarrollo de una lectura.
Primavera, renovación.
Recogimiento en el que la miseria sume a los niños.
Niños-viejos del hambre endémica.
Escribir en un ambiente, que predisponía exageradamente al pudor.
Desde el momento que no es, confundiendo las coas, ir en pos de la vanidad y el viento, escribir no es nada, es publicidad.
Manifestar desesperación.
Haber reunido el tiempo la larga sucesión de días de espera.
Tonlesap, selva camboyana.
Silencio genial.
Ir hasta el final de la idea.
Fuerza del deseo.
Elegancia cardinal.
Conversaciones como periodísticas.
Cohibida por el inquietante recelo de un peligro, el de ese atractivo maléfico, que ejerce sobre todos, el de la proximidad de nuestros cuerpos.
Evidencia del Crimen.
Resistencia y Colaboracionismo.
Superstición. Creer en la solución práctica del problema personal.
Trastorno de la muerte.
Golfo de familia, registrador de armarios, criminal sin armas. Los golfos viven sin solidaridad, sin grandeza, en el miedo.
Condición peor que la de la muerte, la condición de la locura.
Prostitución manifiesta.
Valor de la especie, absurdo, gracia profunda.
(El amante)

Indiferencia, distracción.
Nunca se explora una novela antes de que haya sido escrita.
Falsedad de Roland Barthes.
Razonamiento lúcido, perfecto.
Evidencia, cosa, terrible, esclarecedora.
No hay libro alegre sin indecencia.
Haber escogido el silencio de lo escrito.
Vestida de blanco y desorientada en la Europa de la muerte.
El tiempo. Los siglos pasados y por venir fusionados.
En la playa, la memoria vuelve en torno de la transparencia de la tromba de las olas.
Cabeza llevada como un brote matemático, un faro, la resolución de una flor.
En la habitación oscura se derrumbó el tiempo y cayó la tarde.
Nuevo silencio de la escritura, el de las mujeres y los judíos.
(Yann Andréa Steiner)

El tiempo es lento.
El paso infinito de prisionero.
El perfil de las palabras es muy claro.
El tono expresa una violenta ilusión.
Un impulso incontrolable, orgánico, de una fuerza muy grande.
El movimiento nauseabundo del oleaje, el cuerpo de la arena, la sangre.
En el mar, incesante, el oleaje, la fiebre.
El oleaje aflora y se resuelve en resplandores blancos.
Atenta a un término cuya amenaza semeja aumentar, en cuanto disminuye el ruido.
Gesto abierto, de una ternura desesperada.
El fulgor azul de los ojos del pleno día, de la noche plena.
El engullimiento de la mar.
El brusco ascenso de la sal hacia el sueño.
El lamento de animal soñante.
Llegan, danzantes, hileras de bruma.
El silencio comienza con un espaciamiento de los tiempos.
Una ola de palabras.
Objeto de deseo, sueño nocturno alrededor de una hora abierta a todos los vientos.
La respiración, pacientemente, se abre camino en la respiración del conjunto.
Ver con una pasión insensata.
Un casino municipal.
Internamente voluntaria.
Luna de los locos.
El encadenamiento sempiterno, la materia negra.
Apoya la cabeza sobre su hombro en un gesto de confusión, de temor.
El cielo es leve, el tiempo está muy claro.
La mar de la mañana, la mar que bate, verde, fresca.
La dirección infatigable de la mar.
La fatiga del viaje, los ojos sin sueño.
Ha hablado con dulzura, se pierde la brusquedad del grito, se diluye la amenaza.
Atenta al desarrollo de sus propias palabras.
Niega el accidente de la reflexión que termina de producirse, que termina de atravesarla.
Descifrar lentamente el espacio.
Movimientos lentos de un oleaje pernicioso, de ánimos muertos.
Se lanza, animal, se abalanza.
Se pierde en la arena, en el viento ilimitado.
Sólo el espesor innumerable, adormecido.
Cosas cerradas, islas en el océano de piedra.
Ver con una atención anormal.
Sin advertir la atención insondable de la cual es objeto.
Por un segundo, su vista se clava en el parque y vuelve a ver el pasado en su totalidad.
El error que termina de cometerse respecto de la cronología de la muerte.
La transformación llega con la brusquedad de un paso del día a la noche.
Ojos de una transparencia líquida.
Tono tímido, asustado.
Invadir el miedo.
Un gesto de excusa.
La ira se ha roto.
Rumor de sollozos reprimidos.
Pasar la mano por la cara, para conjurar la visión.
La avidez de experiencia en los ojos de los niños.
Avidez sin límites.
La boca está entreabierta por la avidez sin límites de la experiencia.
La tensión de los rostros permanece inmutable.
Avidez insaciable.
Cortinas de lluvia soleada.
El encadenamiento del espacio, el espesor del tiempo.
Erguida frente al tiempo.
Retornar al tiempo puro, a la visión del suelo.
Ola informativa.
Buscar el destino de la violencia.
Tendida sobre la arena al sol, putrescible, perro muerto de la idea.
Ver con una atención extremada, anormal.
Tono cortante.
Un gesto de impotencia.
Ver con falsa atención.
Sol infernal.
La espera indescifrable.
El atardecer. La marea baja se hace más pesada, se torna cieno negro.
Las carniceras, las gaviotas de la mar.
Lamentos amorosos, los gemidos atroces del placer.
Un gesto abierto, de una ternura desesperada.
La progresión de la aurora exterior.
(El amor)


Japrisot

Aspiro oscuridad por la boca; una oscuridad poblada de rostros desconocidos, de murmullos.
El dolor se ramifica por mis venas como un chorro de llamas, que me seca la sangre.
Calculada lentitud.
Permitir que mi memoria se arrancase las alas, dándose con los barrotes de la jaula en la que estaba encerrada.
El violento fogonazo de luz blanca.
Nitidez dura e inquietante.
Las manos y el rostro, vislumbrado entre dos martirios, entre dos comas.
Universo blanco, indiferente e incomprensible.
Seguir un proceso orgánico definido, catalogado.
Amnesia de carácter senil.
Ver con ojos fijos, llenos de humillación y rencor.
Experimentaba la sensación de verme por los ojos de los que me veían.
Gestos inmovilizados en papel satinado de 9 X 13.
Admitía moviendo la barbilla, con fatalismo.
Cartas amables, inquietas, publicas, delusorias.
Vértigo desdibujado como a través de un cristal inundado de lluvia.
La mariposa del calentador de agua.
Marcada expresión de cansancio en el rostro.
Miedo al ascensor.
Tenía miedo de no creerla, caso de que se justificara.
Efectuar la operación de adeudo del cheque. Firma del titular de la cuenta y endoso.
Escepticismo razonable.
Ojos atentos, de porcelana.
Los rasgos más acusados procedían en línea directa de su infancia.
Una fea casualidad.
Envidiosa y paciente araña.
Ojos de Cáncer, grandes del todo.
Repetir, no inventar.
Pretextar un viaje.
Apuntar con un índice napolitano al hablar.
Actitud de buena compañía.
Caracteres de cualidad histérica.
Apreciación del grado en el que empieza la enfermedad.
Tirar piedras al agua, figuras excéntricas que se extienden de círculo en círculo.
Cortar la conversación.
Acusar de ser remolona.
La atenta vivacidad de los gatos.
Un pretexto profesional.
Conversación incomprensible.
Desarrollarse el fuego.
(Trampa para Cenicienta)


Anthony Burguess

Aspecto tenso.
Dispuesto a cooperar en cualquier experimento útil.
Aspecto de saciados.
Gruesas gafas de intelectual.
En su cara había una expresión clínica de burla, parte de un complejo síndrome.
Gestos burlescos.
Aguaturma. Jerusalem artichoke.
Un suspiro de tranquila satisfacción.
Torva expresión.
La alentadora silueta de una boca de Metro, significaba tranquilidad y fuga.
Tristemente, con un resto de ancestral cortesía levantina.
Lo apropiado de la expresión la sorprendió.
Frío, sórdido.
Hablar con fervor vocacional.
Suspiró con la fatiga de alguien, que ha ayudado a muchos y recibido en compensación muy poca gratitud.
Una escocesa de nariz respingona, la cual arrastraba las erres con delicia.
Experta en réplicas.
El agradable momento del torpor de la tarde.
Sacar fluido de la columna vertebral, dolor y sensación de desintegración.
El fricativo bilabial y su persistencia a través de los siglos, en el inglés coloquial.
Pruebas íntimas y minuciosas.
Consejos joviales.
Algún milagro sinestésico.
La enfermiza decisión de las perversas experiencias, que aguardan acechantes en el cuerpo.
Lo insignificante, cuando se dobla por dos, se transforma en importante.
Una tosca mancha de tinta sobre el papel, cuando el papel se dobla y se vuelve a abrir, se transforma en un dibujo que, aunque sea burdo, ya es erudito.
Una conferencia de burlones cínicos.
Completamente siniestro.
Un largo y aburrido día, como una enorme boca bostezante, en la que se arrojaban monótonas comidas.
Shove-half-penny. Un viejo juego con monedas, que se empujan sobre un tablero.
Actitud de firmeza, en posición de descanso.
Vocales cockney.
Agradable tono de Manchester.
Sueños policromos, estereoscópicos.
Los usos idiomáticos del pretérito.
Emplear el término académico pounds en vez del familiar quid.
Acusación iniciada y completada.
Depósito que recuperará cuando devuelva el objeto y un cargo por el préstamo.
Hablar con un galimatías rápido y rítmico, era uno de los recursos de efectos auditivos engañosos del viejo Londres.
Sílabas de palabras verdaderas separadas por el vocablo boro.
Una respiración pesada, sobre una revista pornográfica.
La prosaica calle.
Preguntándose si la colocación de las palabras era realmente idiomática.
De sagrada memoria.
Estallar en expresiones vergonzosas.
Figuras del hampa, Big Harry, Tony el Snob, Quick Herman, Pirelli.
Los kettles eran relojes fraudulentos baratos garantizados para cumplir unos dos días.
Las peleas que tienen lugar en el barrio de Gorbals, en Glasgow.
LCC, London County Council, Ayuntamiento de Londres.
Se desplomó limpiamente en el suelo, en la más pura y descansada negrura.
Brillaba el azul del rótulo luminoso del Metro.
Experimentó el miedo y la piedad propia del viajero perdido, que siente la noche no como un manto, sino como unas manos, que esperan para estrangularlo.
Expresivo odio.
Con expresión perezosa en los labios, al estilo de los gangsters.
Los vidriosos ojos cuadrados y muertos de una tienda de televisores.
Belgravia, un distrito residencial de Londres.
La puerta entera gruñó un preludio de mansión majestuosa.
El mínimo olor identificable, 0 M0I, es detectado por el aparato de Elsberg.
Perderse en el mundo real, donde las palabras se pegaban a las cosas
Utilizaba las palabras como cosas, cosas para ser analizadas y catalogadas, y no como parte de la cálida corriente de la vida.
Orquídea viene del griego orkhis (testículo), por la forma de su raíz.
Arrebato de aflicción.
Cosas para leer. Una lamentable y desastrosa pila de "Pans" y "Penguins".
Bananas de poder energético.
El ser humano del futuro, infinitamente plástico.
P. & O., iniciales de una naviera, que hace el trayecto entre Inglaterra y Francia.
Moverse como los búhos, en círculos.
La marea creciente del dinero.
El nombre hacía su dureza menos metalúrgica.
El frío se instalaba en las calles como una personificación del frío.
Sensación de culpabilidad.
Se había tomado muchas molestias para acusarle.
El retorno del deseo.
El rarísimo ingenio de los folletones.
Ásperos volúmenes encuadernados en tela, con descoloridos títulos dorados.
Una calle de librerías de lance.
Papel Regencia original.
Dramática máscara comercial.
Hacer un paréntesis suave.
En tono de conversación amistosa.
Había eliminado de su cara la primera expresión de sorpresa.
La verdadera esencia de la tristeza del bufón.
Aristóteles, para los británicos, siempre ha tenido resonancias de impureza.
Delicioso perfil chipriota.
En la jerga rimada del bajo Londres, Aristotle es la palabra-sustituto, que utilizan los cockney para referirse a la botella, Bottle-and-glass.
To call a spade, spade. Llamar espada a una espada.
Bark. Inglés, tos perruna y corteza de árbol.
La no perjudicial música compulsiva de las sirenas.
Era de estirpe campesina y no soportaba ninguna tontería sajona.
Era un viejo indefinido de cabello plateado.
Aquello ponía fin a la conversación.
Lo que se proponía hacer estaba cargado de su potencial resaca de culpa.
Pero ¿habían sucedido aquellas cosas fantásticas? Debían de haber sucedido, porque seguían poseyendo en la memoria un fuerte tono de realidad.
Torturar y cribar la memoria.
Varias fuerzas curativas habían conspirado, para establecer un humor de perdón.
Sufrir un ataque agudo de no existencia.
(El doctor está enfermo)

A los novelistas les atrae la numerología; los numeros tienen que significar algo para los humanos cuando los utilizan.
El novelista parte con una imagen de extensión y esa imagen se expresa en el numero de partes y capítulos, en los que se dispondrá el libro.
Emplear la energía humana en la creación.
Novela. Cualidad de ficción genuina, arte asentado sobre la regla de que los seres humanos se transforman. Posibilidad de una transformación moral, aumento de la sabiduría que opera en los personajes.
No es misión del novelista predicar, sino mostrar.
Los escritores en raras ocasiones son sus mejores críticos, y tampoco hacen disertación.
Ese futuro que extiende unos brazos nevados y prístinos ante mí.
La maldad es cosa del yo. Pero el no-yo no puede tener lo malo, de modo que los del gobierno, los jueces y las escuelas, no pueden permitir lo malo, pues no pueden admitir el yo. Nuestra historia moderna es el caso de los bravos yoes, peleando con esas enormes maquinarias.
Seguir el proceso legal en el tribunal superior, con jueces y jurado.
Cárcel. Zoo humano.
Criminalidad concentrada.
El ser humano sano siente náusea y miedo cuando se encuentra con cosas odiosas.
Robo como forma de violencia.
Propaganda, penetración subliminal.
Es difícil poner límites. El mundo es uno y es una la vida.
La actividad más dulce y celestial participa, en alguna manera, de la violencia.
La herejía de la edad de la razón.
Veo lo justo y lo apruebo, pero hago lo injusto.
El sujeto se siente impulsado hacia el bien porque, paradójicamente, se siente impulsado al mal.
El interés propio, el temor al dolor físico, lo llevaron a esa humillación grotesca.
Eliminar el delito. Aliviar la congestión de las prisiones.
El Amor Perfecto, que Destruye el Miedo.
Luz de la gracia celestial.
Dolor, sed y náusea.
El ser humano que no puede escoger ha perdido la condición humana.
Derrocamiento de este gobierno que nos aplasta. Capacidad de represión. Inclinado a vanagloriarse.
Sometidos al aparato totalitario.
Apología. Disculpas.
Goli. Unidad de moneda.
Odín. Uno.
Yajudo. Judío.
(La naranja mecánica)

Sisear y bisbisear los fantasmas.
Para ser fantasma, primero hay que haber muerto o, al menos, haber nacido.
Mar cruel, verde, corrupto.
Ánimos lloriqueando, fantasmas del año muerto.
Crump. Onomatopeya del estallido de una granada y la propia granada.
Té fuerte, debido al tanino.
Habla pasada de moda de un piloto.
El amor es esencialmente impreciso y difuso.
Fantasma intelectual de rostro sereno de los clásicos sonetistas.
Entendió otro recuerdo como si fuese una pulga.
Conjunto completo de dientes Tenniel.
La alegría es alegría.
Cielo de cinc.
Calvinista de labios delgados.
Ajo, artículo exótico.
Señalar con un dedo j´accuse con prontitud de forense.
La gente que acepta el materialismo dialéctico no suele aceptar la proposición de una causa primera divina.
La noche de bodas se supone que la novia debe esperar, acostada entre sábanas frescas con olor a lavanda, mientras el novio se emborracha y se vuelve impotente.
Tono despreocupado y efusivo.
Tono retórico.
El autosacrificio era el más censurable de los pecados, ya que era el más cobarde.
(Enderby por dentro)

Licencia prosódica agitadora.
Soldado de boudoir.
Esfinge. Nelson.
La traición tiene alas.
Oscuridad de las constituciones, pero a un tiempo deben ser breves para que semejen simples.
Un sistema fundado sobre una personalidad implica la negación de la constitución.
Mensaje de aliento.
La edad era como una agitación. Se desplomaba sobre uno.
El azúcar comenzaba a difundirse suavemente por su cuerpo.
La verdad se impone al idioma.
Finos corderos de las colinas de Sussex.
Saber de los sueños, sutil y estratificado.
Vendetta. Venganza corsa.
Con las tiranías la licencia sexual de los altos círculos fue de la mano con la supresión de la libertad de palabra.
Der Volk. La gloriosa alborada germana y los tristes atardeceres y los viejos dioses de los bosques alemanes.
El futuro está dentro de la síntesis. La fusión de las cosas.
Esparaván de los pantanos.
Mariposas -dando toques de oro al azul- navegaban.
Cattivo significa malo, pero su significado más primitivo es prisionero, cautivo, quien vive encadenado y que todo lo perdió.
División estratégica.
Arpía, valquiria, origen de la destrucción.
Reflexionaba con la firme experiencia que da la retrospección.
Categorías establecidas y puntuadas.
(Sinfonía Napoleónica)


Howard Fast

Dinero preciso para los gastos de viaje.
Visión de rencor y desconfianza.
Cuando vemos a alguien por primera vez no captamos sino su figura, su corpulencia, la forma en la que se mueve.
El dolor tiene la propiedad de aislarnos de los demás.
Sentido de la previsión y la frugalidad.
Complacencia, máscara de cordialidad.
Cuando se envejece, aquellas zonas de la mente que influyen en la memoria de la juventud, se tornan más clarividentes.
Declaración de una circunstancia profesional, no una razón.
Gran barco lleno hasta reventar, de sabiduría y verosimilitud.
Pudor victoriano.
Vemos el envejecer con escepticismo y temor y, no obstante, evitamos reflexionar en el pasado como si fuera una epidemia y lo rememoramos con un espanto mayor.
Atrevimiento, violación flagrante de las reglas corrientes.
Elemental sentido de la integridad.
Casa fiscalizada con un sello del Departamento de Impuestos.
Nimiedades inherentes a una manifestación de simpatía y poca imaginación, de la que hacen alarde las personas, para dar un pésame.
Pausa de un mordisco.
Justos límites del concepto.
Adagio. Sellamos un pacto con el nacimiento y con la muerte.
Huelga importante y enconada.
Dirigir una investigación y resumirla en hechos y cifras.
Establecer salarios uniformes y tolerables.
Las reflexiones a posteriori no devienen dignas de fiar.
Extenderse en lamentaciones de pobreza.
Formalidades de la presentación.
Responsabilidad clínica.
Proceso legal de requerimiento.
Mecanismo interior de la huelga. Ha de ser vigilada, impulsada, alimentada, coordinada.
Diferencias de matiz entre verdad y menester.
Reserva de lágrimas.
Las cosas sólo semejan simples cuando se las experimenta retrospectivamente, Mientras se es parte integrante de una cosa y se sabe lo que va a suceder y se siente gravitando sobre uno el desánimo y la sensación de impotencia de no poder impedir que suceda... la gente toma sus resoluciones y después quema las naves.
Islas de reposo y ternura.
Axioma. Las malas noticias se propagan más veloces que una epidemia.
Sueño inseparable del agotamiento total.
Barriga manifiesta.
Crimen político. Guerra, patriotismo.
Crimen ilegal.
Crimen judicial. Ejecución.
Lo que asusta al hacerse viejo es comprobar que el tiempo se una ilusión y que la eternidad de días y años por la que atraviesa nuestra juventud, no supone más que el pestañeo de un ojo, un breve instante, un esquivo y fugaz instante. Representa un tormento ver hacia atrás avergonzado y arrepentido.
Sindicato de profesionales, enfrentado a los sindicatos de artesanos.
Contrato de perro amarillo, en el que el profesional se compromete a abandonar el Sindicato y a no reintegrarse a sus filas.
Los respetables y distinguidos Sindicatos de artesanos y especialistas comenzaron a fraccionarse cuando los sastres, lampistas, carpinteros, pintores, elaboradores de cigarros y caldereros, comenzaron a saber la triste suerte que constituía la moneda corriente entre los mineros, en los tiempos habituales.
Aspecto a reglamentar de un protocolo y programa.
Redactar un mensaje respecto de la prolongación de la entrevista.
Desnutrición, pelagra, beri-beri.
Semilla de disgusto.
Etiqueta furibunda.
Proverbial ley. Premia a tus amigos y castiga a tus enemigos.
Noción de lo estático, de construir en un solo lugar, de la permanencia y la garantía.
Los años tienen peso cuando consiste en los venideros, pero cuando ya han transcurrido, no constituyen ningún cálculo del tiempo.
Desempleo y salario de hambre.
Tono blando y lúgubre.
Teoría sindical-industrial.
Nada hay igual de poderoso como una idea cuando se expone en el momento propicio.
Permitamos que el sol apacigüe la tensión.
Nunca perjudica transformar la dieta.
Debe existir previamente la unidad, para que pueda hablarse adecuadamente de escisión.
Calcular los gastos.
Gesto simbólico, idea.Sólo se llora por uno propio. Es mentira que lloremos por los demás.
Sacrificar la propia vida es más egoísta que economizar con ahínco.
Te acostumbras al miedo con el tiempo.
El tiempo desdibuja los contornos espinosos de todo.
Contar con algunos valores decentes.
(Poder)

Marchar a la hora adecuada.
Yo escribo respecto de lo que sé.
El nombre de un escritor es como una marca de fábrica, el compendio de su creación.
El ser humano está dentro, y como no sea actor o político, casi nunca sabe cuál es la imagen que da al mundo exterior. Es incluso menos lo que sabe de su yo íntimo.
Leonino, opuesto a confuso y desconcertado.
En realidad, el dinero sólo vale para contabilizar los triunfos.
El ritmo vital varía según las personas; unos viven más intensamente en sus primeros años, y otros en la edad avanzada.
La política es una cuestión de poder y de cultivar a la gente que posee ese poder.
Barco de diez metros, tipo balandro, construido de teca.
Nube de miedo.
Síndrome del llanto.
Asunto convertido en cause celebre.
Dicen que el tiempo mitiga las penas; pero su memoria se mantiene nítida.
No importa lo que sepas. Una parte del cerebro neutraliza la otra parte y la muerte nunca encaja en la experiencia. Sólo la vida forma parte de la experiencia.
En realidad no hay escritor que se limite a inventar. Toma algo de aquí y de allí, lima, retoca, desarrolla, pero siempre sobre algo que ha entrado en su vida.
Fantasmas o un pasado demasiado denso.
Vender un paquete de acciones como tenedores conjuntos.
Escribir. En su realización se apreciaba una mayor profundidad y un nuevo vigor.
Vértigo del deseo.
Línea marítima Cunard.
Teléfono cromado.
Los ingleses llaman el establishment, para distinguir la gente simplemente acomodada y los que son ricos y poderosos y dominan.
La ruindad, la imbecilidad, la malicia fastidian porque denigran el ánimo.
Autoconciencia. Propia estimación.
Merton, "La montaña de los siete círculos".
Guardar luto es sentirse culpable.
Don que distingue a la cocinera innata.
Jerome David Salinger, "El ingenuo seductor".
Por instinto, el escritor profesional se plantea mentalmente cada situación antes de vivirla. Todo debe estar en su sitio, encajar y actuar; cada frase y cada párrafo deben dar el tono preciso y mantener el equilibrio.
La muela de la justicia muele despacio, pero muele muy fino.
Tragar saliva, causa de la flatulencia.
Pozo de serpientes, decadencia de la civilización.
Entonces se derrumbó el muro seco de su interior y cayó al suelo, sollozando histéricamente.
(El sistema)

Reflexionar sobre la misteriosa finalidad de la muerte.
El cúter es una embarcación de un sólo mástil, con una pesada quilla y tres foques. Un cúter tiene un mástil bajo colocado en el centro de la navegación y, después, hay un gran mástil con un cangrejo. Es una embarcación larga, con el velamen como foques volantes y una trinquetilla, con un gran bauprés y cuelga muy profunda y pesadamente en el agua, no podría moverse por la bahía.
Pared de desprecio y aislamiento.
Indescriptible terror de una persona desplazada, inestable.
Silencio pesado como el plomo.
A causa de una grave herida en el estómago, padecía de ictericia crónica.
Tono sereno.
Frío nudo de temor.
Migraña crónica.
Talante reservado.
Tono de disculpa.
Reservas mentales.
Richard Halliburton, escritor norteamericano de aventuras.
Su tono quitaba intención a sus palabras.
Tono despectivo.
Casa cubierta con tablas de chilla.
Acusar de desacato al Congreso.
Ojos azul pálido, de visión directa, fría e indagadora.
Sensación de desastre.
Pasos de la vida faltos de voluntad.
Vista sombría.
Pastillas Tums para el estómago.
Pan de explorador.
Proceso legal por negligencia.
Pelota medicinal.
Los sueños tienen idéntica calidad que la extrañeza.
Acusar de haber engañado y estafado.
Demostrar curiosidad.
Una resma de papel.
Cabello rufo.
Shock de la cultura.
Protestas, acusaciones y réplicas.
Dicho. Cuando la hora de una idea ha llegado, esta es irresistible.
Tono lastimero característico de los niños.
La mente no es un bloque compacto.
Violetas africanas.
Dolor metastatizado.
El ultimo signo de la guerra, el campo de batalla de los tiempos.
El viento produce cabrillas en las aguas.
Azul del hielo invernal.
Hundido y eufórico.
Tonalidades de blanco. Blanco intenso, de yeso, grisáceo, ostra, viejo, azulado, amarillento.
Las cosas importantes no se dicen a la ligera.
Color de cervato.
Ver el mundo simbólicamente, opuesto a abordarlo pragmáticamente.
Nódulos, tumores.
Adormecido, se deslizaba en ese cálido espacio entre el sueño y la vigilia, en el que destellos del pasado adquieren una realidad no totalmente onírica.
(El Legado)

Juró que pediría un aumento del salario, pero su virilidad semejó concentrarse en sus gónadas.
Agotada constitución. Trombosis coronaria fulminante.
Acusar de deshonestidad.
Indignación moral.
Savia vital.
Absurdo veneno. La existencia prolongada.
Eje de las referencias mutuas.
Niñez, un país, ilusión latente.
Tomar el dinero y dar un recibo. Contrato de arrendamiento.
Tablero Bristol.
Máquina de escribir Underwood.
Hacer un encargo sin ver el menú denota distinción.
Sangre que contiene el sistema.
Herreros irlandeses.
Le ha tocado la copa destilatoria.
Carácter afrodisíaco del poder.
La ley no reparte responsabilidades respecto a los frutos del delito.
Para generar la fluidez del dinero es preciso arriesgarse hasta un punto.
Acusación publica.
Declaración acusatoria.
(Max)


Sylvia Plath

El ojo de un tornado.
Elaborada decadencia.
Átomo de intuición.
Aguacate relleno con carne de cangrejo y mayonesa.
Expresión tonta, eslava.
Comentario fino y picante.
Razón material.
Carne de cangrejo llena de ptomaína.
Negro sueño.
Verdad desnuda.
Conversaciones imaginarias.
Sueños destruidos.
Henry Gray, "Anatomía del cuerpo humano", 1858.
Sonsonete de inteligencia.
Caballeros cabales.
Conjunto de emociones.
Transformación espectacular.
Condición totalitaria privada.
Obturador de reconocimiento.
Viveza de ingenio.
Enfermedad de la voluntad.
Tuberculosis, enfermedad extremadamente siniestra por la forma que avanzaba invisiblemente.
Síndrome de un neurótico.
Preferencia de la ciencia.
Golpe de la voluntad.
Dioses invulnerables y colmados de poder.
Domesticada soledad del pino, el acre y el roble.
Papel bond.
Velocidad del relámpago.
Facticio. Artificial, falso.
Extensión de arena.
Brillante plato azul del mar con un borde sucio.
Matar con polvos de morfina.
Por alguna razón, a través de la extensa claridad sin sombra de las doce del día el agua semejaba amable y acogedora.
Un gesto con su escala.
Simular estar loco.
Lazo corredizo de la mente.
Expresión sabia, platónica.
Libertad del temor.
Rostro monástico.
Extensión inmensa de la estepa.
Amargura siberiana.
Milagrosa transformación.
Loco instante.
Inquietante periodo de la novela victoriana, cuando sucumbían mujeres y mujeres pálida y noblemente, entre torrentes de sangre después de un parto difícil.
Extensiones pantanosas.
Campana de aviso.
El olvido, como bondadosa nieve.
Un toque de emoción.
Grande, afable aburrimiento.
Prístina extensión.
Organización acostumbrada del mundo
Una campana de cristal con sus asfixiantes distorsiones.
Extender un cheque en blanco.
Hilo mágico.
(La Campana de Cristal)


JOHN FOWLES

Transformación de la actitud del ser humano ante el tiempo propio.
Uno de los más frecuentes síntomas de prosperidad es hoy la destructiva neurosis; un siglo atrás era el tranquilo aburrimiento.
El mes de octubre de 1867 aparece la publicación de Hamburgo del primer tomo de "El capital".
Agnóstico. Palabra inventada por Huxley, 1870.
Profesión de autor. Actividad dura y esfuerzo aguantado.
Cintas y margaritas amarillas, insignia del Partido Liberal.
Las remansadas aguas de la época victoriana. Seriedad, rectitud moral, probidad.
La valerosa reducción ante lo decadente, liviano, grácil que pudiera sugerir un recuerdo de la moral del odioso Prinny, Jorge IV.
Tests psicométricos.
Disraeli y Gladstone, Gladraeli y Dizzystone, como les llamaban los comentaristas satíricos. La aprobación de la ultima ley de la Reforma promulgada el mes de agosto de 1867 fue recomendada ante la viva oposición del Gran Liberal.
Terribles ecuaciones que se plantean a requerimientos del superego.
Eterna pericia de los hombres de ciudad para vencer el obstáculo, encontrar el atajo, forzar el paso.
Señal romana del perdón.
Fresnos con los exóticos polipodios de sus robustas horquillas.
Río del matrimonio.
Salmón del río Axe.
Telescopio gregoriano de latón.
Decadencia cálida y pulcra.
Tiranía de la especialización.
Atroces actos de venganza que cometen los sindicalistas.
Mariposas de primavera azufradas, atalantas y piéridas.
Los victorianos poseían una extraña cualidad de reminiscencias egipcias, esa claustrofobia patentizada con sus trajes envolventes y momificantes, su arquitectura de ventanas y pasillos estrechos, su miedo a la intemperie y la desnudez.
Cualidades típicas en los ingleses. Mezcla de ironía y convencionalismo, apasionados e imaginativos, sensualidad y capricho.
Mal es una palabra que los ingleses de antaño tomaron del primitivo noruego y que fue llevada a Inglaterra por los vikingos. Su significado era idioma, pero dado que los vikingos ejercitaban esta facultad más propia de mujeres, para exigir algo blandiendo el hacha con el tiempo vino a significar tributo. Una división de los vikingos siguió hacia el Sur y fundó la mafia de Sicilia, mientras otra, y por entonces ya se escribía mail, se dedicaba a vender su protección para las fronteras de Escocia. Si uno quería recolectar la cosecha o que su hija preservara la virginidad tenía que pagar mail a los caciques; y las víctimas llamaron aquella onerosa y negra protección black mail y de esta manera se llama hoy el chantaje de Inglaterra.
Capa media agitadora, cualidad de Jano, casta que se desprecia propiamente.
Afrodita de azúcar.
La transformación socioeconómica operada entre los años 1850 y 1870. La tienda pasó a ser más importante que la fábrica y el consumidor que el fabricante. Primera gran oleada de consumo masivo.
Mecánicos con bonete cuadrado.
Muere la forma, la materia es eterna. Esta sucesión de formas que llamamos existencia está animada de una esencia que permanece.
Las experiencias humanas precisan de una especie que practique la introspección, de una élite de ética rigurosa que se atenga a unas reglas de conducta. Su misión es beneficiosa. Aguantar el mecanismo que potencia su finalidad para la Historia.
Francachelas a lo Mytton.
La ventaja del inglés de ir adonde quiera, reunirse, entrar, gritar, amenazar y destruir. Todo lo que propende a la anarquía.
Traidores Judas y Efialtes.
Cloral. Droga.
(La mujer del teniente francés)

En inglés se llama maggot la larva de una criatura alada; podría darse este nombre al programa literario de la mente de un escritor.
La mano izquierda hurga las hojitas verdes con forma de corazón buscando la flor de la violeta escondida y la derecha aguanta el ramillete malva.
Los ojos de un azul vacuo, ojos de ciego que hacen impenetrable su expresión al no delatar emoción ninguna. Ojos de visión fija y ausente como las lentes gemelas de una cámara, no los ojos humanos.
El trino de un zorzal.
Un impetuoso torrente cruza el páramo con una vegetación más frondosa; violetas, acederas, helechos, matas de primavera, juncos tiernos color esmeralda y hierba.
La actitud de los señores que esperan a criados remolones.
Una actitud marcial.
La intolerancia intransigente del siglo XVII.
Un manojo de violetas lanzado descuidadamente.
Inglaterra se entregaba a su sempiterno pasatiempo: reconcentrarse unida solo con un odio estreñido a cualquier transformación.
La actitud de un sentimiento político de la sublevación de Monmouth (1685) de los condados de Somerset y Dorset a la que se unieron los que procedían de la industria del tejido, la comunidad agrícola y casi nadie de la aristocracia local, un mundo ajeno a aquel que dependía del telar.
El tutball, una forma primitiva de beisbol.
El cocksquailing o tiro al gallo consistía en matar gallos lanzándoles pesadas estacas. Habitualmente se usaba en carnaval.
Ser espectáculo de desocupados.
En las paredes tiemblan las sombras.
Una expresión de arrogancia e intransigencia.
Una expresión docta.
El azar no es superstición.
Viejo adagio. Volver a pretenderlo como todo buen enamorado.
Una súbita vehemencia de los ojos.
Disponer de pruebas irrefutables.
Infinitas calamidades.
El sentido de los argumentos.
La sacrílega ruptura de los sellos del tiempo.
Eso de la lectura es cosa del diablo.
Infantil actitud.
Unas mustias violetas.
La extraña movilidad y el silencio de dos personas que esperan que ocurra algo.
La profunda inocencia de algunos idiotas congénitos.
Una gravedad impávida, una reserva impenetrable.
La cabeza inclinada con actitud sumisa y suplicante.
Las violetas esparcidas sobre la almohada.
Para ganar al auditorio había que halagarlo.
Un rico sobrecargo. Oficial de un buque.
Deseoso de demostrar afabilidad.
Dicho. Usa unos modales y unos remilgos que ni la gallina de una monja.
Hallarse en un trance lunático.
Cuando la luna le da de lleno el lunático es como un tigre. Vencería al propio Héctor. Tiene el furor y la fuerza de veinte hombres.
Desconcertado con la acusación.
Venir al mundo con el destino trazado.
Encogiéndose ligeramente de hombros como dándose por vencido.
Un tono sosegado.
Reprimir la curiosidad y olvidar la inquietud.
Una actitud vigilante.
La cabeza gacha con actitud rebelde.
Una expresión de especulación, de cálculo.
Vuelve la cabeza a medias como el que sale de una abstracción.
Una extraña paciencia, un gesto apacible.
Llorar de tristeza como un animal.
Una ultima y paradójica transformación.
Un buey de la especie Bullock.
Habituado a mandar, de porte impaciente.
El ajetreo de la Fiesta de Mayo.
Personas instruidas, Rarissimae aves.
Alusiones veladas.
Haber desatendido algunas perspectivas de la herencia.
Una vida disipada, de despilfarro.
Una conducta desordenada.
Londres y sus tentaciones.
Era caballero más por riqueza que por seducción, honrado pero no refinado.
Sabía más de contadurías que de idiomas clásicos.
En la ciudad de Londres todos son whig, no expresan sus sentimientos y de los viejos principios no respetan más que su propio derecho secular. No admiten más que el dinero y pisotearán lo que pueda obstaculizar sus pretensiones para conseguirlo.
La pericia de los hombres de leyes para llevar la conversación al terreno que les importa.
Hablar con un tono grave pero como el que está acostumbrado a expresar su opinión de los asuntos y lugares publicos.
La visión penetrante de un experto con las personas.
Los desocupados amantes del chismorreo.
Un sujeto que espera mucho para cometer su crimen es que lo tiene meditado y no es un impetuoso.
El letrado trabaja despacio pero tamiza muy fino.
Non est inventus. No ha sido encontrado.
Omne ignotum pro magnifico est. Todo lo que no se conoce se examina como prodigioso. Tácito.
Mandar registrar con práctico fin.
Auspicium melioris aevi. Señal de una mejor edad.
Me presenté como el Mercurio de Júpiter, emisario de un importante personaje.
Un apéndice oracular.
El pretexto aducido ad captandum vulgus, arena para cegar otros ojos. Para contentar al pueblo.
Curiosi de las ciencias matemáticas o astronómicas.
Adquirir más sustancia el motivo.
Quo Fata trahunt retrahuntque, sequamur. Sigamos las Parcas donde quiera que nos lleven o desviemos nuestros pasos. Virgilio.
Realizar curas de fijación de huesos.
Carraspea con la práctica del que lo hace no porque desee aclarar la garganta, sino para llamar la atención.
Ladea levemente la cabeza un petirrojo que avizora la presa.
Rapé Devizes del mejor.
La cuerda del cadalso de Jack Ketch. Verdugo de Carlos II.
Insolente rufián.
Comienza a contar con los dedos las razones de su superioridad.
Un tono menos perentorio.
Un abogado levanta un dedo con severidad.
Bajo acusación jurada.
Acusado de robo con escalo.
Declarar carentes de materiales de vida visibles y regulares.
La ignorancia de las consecuencias no exime de culpa ante el tribunal.
Un gesto turbado.
Comenzar en vena de hipótesis.
Un aspecto grave y digno.
Los detalles y notas de color.
Llegar rumores a oídos hostiles.
El pretexto está claro.
Prever muy desagradables consecuencias.
Formular una acusación.
Ganar para la causa.
Pagar las consecuencias del acto.
Permanecer una temporada hasta que pasara la tormenta.
Un cómplice a sueldo de un acto criminal.
Alegar ignorancia del verdadero propósito.
Garantías plenas y formales.
Pedir opinión respecto del pretexto.
Partir con ánimo expectante como a una empresa venturosa.
El cuáquero recatado.
El falso pretexto.
No permitir inducir al chismorreo.
Nuestras sospechas se adormecieron y mitigaron.
La reserva ante la molestia del disimulo.
La libertad de movimiento como la nave en el vasto océano del tiempo.
La política era como las nubes que ocultan el sol, más un mal de menester que una verdad.
Sumar las dos ultimas cifras para formar la siguiente: uno, dos, tres, cinco, ocho, quince, veinticinco; estos numeros aunque de forma secreta aparecían con muchos objetos de la Naturaleza como una cifra divina que todos los seres vivos han de copiar; la referencia de los numeros sucesivos estaba en una teoría secreta de los griegos que habían hallado una proporción perfecta.
Un aire presuntuoso, insolente, avisado.
Ayudando a una fuga post facto.
Orgullosa como una infanta.
Los gansos, los libertinos empedernidos.
Sufrir un grave quebranto.
No consiento los afectos secretos ni los favores de balde.
Demostrar una atracción acusada.
Las actividades de una peculiaridad del carácter o de una atracción más profunda.
Una metáfora difusa y alambicada. El meridiano de su vida.
El caballo distingue a su verdadero dueño de otros jinetes.
Vagas manifestaciones.
Oscurecer con enigmas.
La razón de los subterfugios.
Un desventurado sin perspectivas ni futuro.
Resignado y como si la suerte estuviera echada.
Lascivia descarada.
Un viejo huraño y lacónico.
No poder imputar un relato moral ni la menor indiscreción de su vida privada.
El camino de la desobediencia.
Las pretensiones no eran las que publicamente manifestaba.
Un don particular de ingenio o elocuencia.
Ayudar a urdir el pretexto.
Más resignado con su suerte que decidido a rebelarse.
Una conversación íntima.
Quantum mutatus ab illo. Cuán transformado de lo que era antes.
La mente ordinaria pretende resolver los problemas con el minucioso perfeccionamiento del método propuesto y no procediendo con el análisis de los principios.
La serie numeral del "Liber Abaci" de Leonardo de Pisa. Siglo XIII.
Phyllotaxis. La organización de las hojas.
Las extravagantes deducciones hechas de las premisas.
Las actas de acusación fueron devueltas ignoramus.
El lema de Edimburgo. Nemo ne impune lacessit. Nadie me ofende impunemente.
Acusar de desórdenes.
Los ojos son maliciosos y buscan lo peor.
Las demostraciones de afecto.
Encontrado muerto con un manojo de violetas en la boca.
Dicho. Perdidos por cien, perdidos por cien mil.
Dicho. Una buena vista para un ciego.
El crudo y chovinista desdén del abogado a su testigo aunque ofensivo es puramente convencional.
Encerrados dentro de esa cárcel para deudores de la Historia de la que nadie puede salir.
El monigote de una lagarta.
Hacer verosímil el pretexto.
Abrazar no con puro formulismo sino como el que da las gracias a un igual.
La gente de la aristocracia son como veletas que giran a los caprichos del viento.
Satanás, Belcebú según el vulgo.
El diablo con una sonrisa malévola diciendo <<Hay quien hace mi faena. Mirad mis buenos ayudantes de este mundo>>.
Un fuego sin fin de una noche sin fin.
Ofender a la razón.
Todo sucedió más de prisa que se cuenta como sucede con los sueños para los ojos dormidos.
Dicho. Para pillar un ladrón nada mejor que otro ladrón.
Se armó un gran alboroto de perros.
Arrancar la túnica de la piedad cuando hay ocasión.
Viejo adagio de la profesión jurídica. Testis unus, testis nullus. Un testigo solo, testigo nulo.
Un embustero notorio.
La reserva de los obstinados correligionarios.
Reservas de leña y maderas para vallas.
El fuego es como un anacoluto en gramática. Inconsecuencia del discurso.
La expresión de los elementos.
La brea mineral y la brea de pino o vegetal.
Una tierra apta para el comercio e incrementar sustancialmente el valor de las posesiones.
El acto de comer es vagamente inmodesto.
Desconfiar del consumismo a ultranza con lo que puede acarrear.
Opaca inocencia.
La índole de la recompensa.
El oro puede fundir hasta el hierro.
La actitud especulativa con el gesto de un petirrojo.
Las desdeñosas diatribas con las que pretende compensar su escasa estatura.
El que miente una vez miente dos.
Poner un manojo de violetas en el embozo.
El gesto de autosuficiencia, la persuasión de poseer la razón soberana, una impavidez que era a la vez hábito y limitación.
Devora a dos carrillos alternando los bocados con elocuente aceptación de la realidad: el hambre ronda y cuando cae una buena comida no valen remilgos.
Hay dos verdades, la que uno cree verdad y la verdad indiscutible.
Las calzas largas de los marineros y los hombres del Norte ajustadas a la pierna.
Las manos a las caderas para mostrar su extrañeza.
Hay muchas cosas inauditas que son verdad.
Poner ruedas y alas al aliento divino.
Los prodigios que representan en Londres se puede decir que son fraude y mentira pero no que no estén allí.
Un gesto de respeto y sencilla gratitud.
Besar suavemente los labios a la antigua usanza.
Los claveles de junio que crecen en las peñas de Cheddar que las campesinas traen a vender a Bristol.
La Santa Madre Sabiduría es el ánimo sustentador de la voluntad divina.
Los detalles y circunstancias.
La condición de profeta vehemente, menos un rebelde potencial que un lúgubre personaje implicado casualmente.
El elemento del sentido de la identidad personal situada en un mundo que verosímilmente es manipulable o controlable.
La mente relativamente emancipada, activa y casi política con su persuasión de que los actos humanos pueden transformar el mundo.
Muchos novelistas están perplejos, se sienten desvalidos como un niño ante el hoy real y mucho más a gusto fuera de él con un pasado relatado conjugando un tiempo extravagante que no figura en la gramática: el presente imaginario.
Las elementales injusticias de la existencia.
El abandono a los ataques de la emoción.
Un violento compás de espera.
Culpables condenados a presentar un aval de buena conducta siete años.
Su actitud es digna de encomio.
Una señal de debilidad, una expresión de defensa.
Una historia absurda urdida para ocultar una verdad simple.
Los procesos de hechicería y el ocasional empleo de la silla de inmersión, una deficiente aplicación de la ley.
Un espía hipócrita que temiera por su vida.
Despejar el enigma oculto.
Una capa de emoción.
Este presente histórico o el futuro.
Un fantasma, una aparición para la que no hay obstáculos.
Visiones, conversaciones anímicas.
Las cosas no son como sería de esperar, sorprenden.
El dicho del patriarca: creo quia absurdum; si hemos de creerlo será porque es increíble.
Sospechosa actitud.
Víctimas de un encantamiento legendario.
Una plausible expectativa.
La hez de este mundo, puellae cloacorum.
El dinero del diablo.
Horresco referens. Me horrorizo al explicarlo.
Las aficiones filosóficas pueden conducir a sus adeptos fuera del ámbito de la razón y de la útil investigación hasta el oscuro secreto de la existencia.
Nos haec novimus esse nihil. Sabemos que estas cosas no son nada. Marcial.
Una ocasión menos frívola y casual.
Una singladura de prueba.
Fiat experimentum in corpore vili. Experimentemos con el cuerpo de este hombre sin valor.
Predominar la burda fantasía sobre el hecho verosímil.
Bajo un incógnito inexpugnable.
Los videntes son ciegos para el presente.
Los novelistas precisamos de nuestros lectores un buen entendimiento metafórico para que las verdades que encierran nuestros tropos puedan comunicarse, actuar.
Un trance catatónico.
El ánimo, el valor, la imaginación de la palabra, el logos, la divina quimera, el maggot.
(Capricho)


King
La primera novela de John Fowles.
John Fowles, "El coleccionista".


Peter Handke

El espacio de actividad del escritor, <<su casa en la casa>>.
El escritorio semejó ser el lugar de la justicia o de la ecuanimidad.
A quien remonta iguales ríos le abandonan atrás otras cosas y otras corrientes.
Transportado por una redentora sensación de candidez.
Un libro era algo, en el que el material casi no era nada y el ensamblaje casi todo; algo que, estando parado y sin una inercia especial, estaba en movimiento, cuyos elementos se mantenían mutuamente en el aire, algo abierto, abordable a cualquiera y no desgastable con el uso.
Río abajo, el horizonte irradiaba una luz diamantina.
Náusea elemental.
Punzada tras punzada, el escritor se sentía expuesto a unos lectores de segunda mano, a unos adversarios de sus libros que, como ocurre con las cosas que median entre el cielo y la tierra, se apreciaban cualificados, por el hecho de estar informados. Esta gente estaba a punto de saltar, estaba deseosa de echársele encima, por ser la encarnación de lo que odiaban, las fantasías diurnas, el texto escrito a mano, la voz opuesta, o sea el arte. Esta gente diversa, semejaban estar unidos en un odio manifiesto, que él, en sus adentros, llamaba "el odio a los paisajistas", porque le recordaba un cuento de Chéjov, en el que de una persona honrada, dispuesta a colaborar sin dilación y a actuar sin rodeos, se expresa, <<La mujer no me quería, porque yo era un paisajista.>> A estas avanzadillas del enemigo logró hacerles frente, y tal vez mitigarlas, simulando un plácido soliloquio. Pero entonces aparecieron muchos enemigos y le abandonaron las fuerzas.
Las primeras nieves eran como la primera cleopatra anunciando la primavera. Mariposa diurna de alas amarillas.
La nieve quedaba prendida en la franja de hierba, que dividía el camino, como si fueran troncos de abedules, dispuestos en línea recta hasta el horizonte.
Actitud atenta y nunca relajada.
Un texto original, mucho más honrado que cualquier figuración, por no sufrir ningún desgaste a efectos del tiempo, en el cual ser y acontecer eran fenómenos simultáneos.
He empezado a escribir bajo el signo del relato. Hay que seguir. Permitir que las cosas existan. Hacerlas plausibles. Exponerlas. Legarlas. Seguir elaborando la más fugaz de las materias, tu aliento; ser su artesano.
(La tarde del escritor)



Ana Kontroversy















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