jueves, 4 de octubre de 2012

REPASO DE LA NOVELA 5B








George Meredith

Tomó la decisión de invertir sus afectos.
Temperamento aventurero.
"Coelebs in Search of a Wife" (1809), novela de Hannah More (1745-1833). Coelebs, cuando salió con la pretensión de buscar una esposa, no cabía duda de que volvería con la mujer al hogar.
La jerga de los subastadores.
Una casona con invernaderos, pajareras, estanque, cobertizo para las barcas y otros lujos propios de la opulencia.
La Fama, corriendo como una polvareda desde el lugar que había abandonado.
El término excéntrica, en una señora de edad, habla mejor de un rasgo característico de la aristocracia del ocio, que busca retiro. Y como poco, implica riqueza.
Pasmado por el aberrante sueño de envidia hacia los enriquecidos oficiales invasores.
Acostumbraba lanzar una explosión de suspiros profundos como un ser humano en guerra consigo.
Paseo higiénico.
Circunstancia trivial.
Anuncio del grave apuro, un gesto de valor le permitiría entablar unas condiciones favorables, en las que no se exigirían sutilezas.
Expresar disgusto.
Compartir un tema y una pasión.
Recabar información.
Este es el patético contenido de mi historia y requiere una debida puntualización.
Manifiestamente creados.
Las amargas reflexiones sobre su inexplicable destino.
Ciego azar.
Compuso su expresión, para encarar el porvenir.
Cuando las experiencias nos proporcionan materia de reflexión reducen el resplandor, pero no nos empañan; sencillamente, la irradiación se sosiega.
Declaración filosófica.
La realidad está lejos de nuestras anticipaciones.
Verse inopinadamente plantado en plena ventolera, con el sombrero por los aires y los faldones del frac por cualquier parte.
Cenagal del ridículo.
Intensificando sus atributos hasta un climax glorioso.
Un tema de conversación fértil en ironía.
Como la sombra rodea un cuadrante.
Derrochar su desazonado ingenio en copiosas excusas.
Expresión, sacudir la cabeza y entornar los ojos con una convulsión del ceño, como si le doliera algo.
Manifestar una presteza frenada por el disgusto.
Ponía a prueba los ingresos con todo tipo de incitaciones al gasto, que la galantería no podía eludir.
Verse comprometido sin posibilidad de retirada.
Con un exceso de amabilidad, equivalente a una invitación en regla.
Asombrosa inestabilidad del carácter.
Las cejas expresaron vehemente perplejidad.
Un gesto amistoso con la cabeza.
En el terreno de la palabra, un insólito ánimo emprendedor.
Cualquier impresión ajena a sus emociones era frágil y pasajera.
El humor variable era patente como un nubarrón.
Aguantar un gesto imperturbable.
Rubor manifiesto.
Experimentar una alteración de la perspectiva mistificada.
Mar de tinieblas.
Carácter extremadamente honroso de la declaración.
La sensación de haber olvidado ultimamente la cautela, en aras de salvar las apariencias.
Entornar los ojos en un ademán modesto y rebelde a un tiempo.
Un ataque de remordimiento, que terminó adoptando una forma similar al temor reverencial.
Alto grado de veteranía.
Carácter afectuoso.
Con precisión marca el reloj de un ahogado el minuto exacto de su muerte.
En ocasiones sus dedos semejaban peines desdentados.
Loca imaginación.
Dirigir la conversación hacia el asunto.
Realismo espeluznante.
Un enemigo que anticipa lo que llevamos en la cabeza, tiene el poder de una divinidad maligna, que inspira terror.
Mantener una conversación consigo.
Acusar el golpe con intensidad.
Extender el aprecio del talento.
Pesar teñido de piedad.
Reaparece la tos del paciente débil del pecho cuando se produce una transformación en nuestros vientos del este.
Quedaba un poso de semejanza, que era como la levadura que hace subir la masa.
Objeto de especulación.
Ataques de tartamudez y pérdida de la compostura de los andares.
Venenoso ataque.
Conmoción emocional.
Expresarse a trompicones con retazos de frases.
Reiterados soliloquios.
Actitud antinatural.
Los auténticos filósofos, los escritores.
Un ataque de cólera.
No exagerar más de la cuenta.
En pleno chaparrón, sólo a medias pudo articular sus gritos de protesta.
Declarar con sinceridad el volumen de los beneficios.
Grado del engaño.
Replegado en la actitud caballeresca de un ser humano fiel a la palabra dada a una vieja.
Materia de reflexión.
Criterio intelectual.
Sensible al ridículo.
La exageración, cuando es pequeña, incide más en la realidad, que las transgresiones implacables.
El modesto se embriaga mucho antes cuando prueba la vanidad.
La impresión que le había causado aquella experiencia de la verdad.
Sensación benéfica de plenitud.
Fluir, valsar las reflexiones.
Una reserva de diversión para su humor, bueno, impresionable y, por encima de todo, pintoresco.
Unirse después de la más ansiosa de las controversias.
(El general Ople y lady Camper)



Stoker
George Meredith, "The Adventures of Harry Richmond", 1871.

Moore
De George Meredith no hay más que nueces estériles, frases que la gente llama epigramas y es imposible recordar un libro más semejante a una cacatúa que "The Tragics Comedians"; se pavonea y chilla como si fuese una; pero "Rhoda Fleming" contiene algo de ingenio.
Meredith insiste y la insistencia nunca expresa ninguna idea de su estilo.
Meredith se expresa con un estilo denso, casi no podemos percibir sus personajes, por lo que hay que ver con fijeza a través de la deslumbrante página para avistarlos. Da la sensación que están haciendo muchas cosas pero la verdad es que lo máximo que se puede decir es que bailan ritmos literarios, algo que, sin embargo, no se puede decir de ningún otro novelista. Su hábito no es desaliñado, no hay ningún rastro del gentío a su alrededor; él es de aquellos cuyo amor por el arte es puro sin estar contaminado con la comercialización, lo cual elogio.

A. Huxley
Los molinos del alma, demasiado a lo Meredith.
Afeitada de Shapgat. George Meredith.



THOMAS HARDY

Los impulsos son más poderosos que nuestras determinaciones.
Las falaces crónicas de familia.
Mármol de Purbeck.
Reflexionar cómo caen los poderosos.
Actitud perpleja.
El panorama adquiere un carácter de infinitud.
El valle fue llamado los tiempos remotos el bosque del Ciervo Blanco a causa de una curiosa leyenda del reinado de Enrique III según la cual Thomas de la Lynd había sido castigado crecidamente al haber dado muerte a un hermoso ciervo blanco que el soberano había perseguido y perdonado.
Arrugados semblantes estropeados con el tiempo y las dificultades.
Una perspectiva verdadera.
Grácil boca de peonía.
El Ataque al agnosticismo.
La sangre normanda no ayudada con el lucro Victoriano.
Una exclamación del tono más agudo.
Expresión de amargura inefable.
Desabridas realidades.
Los efectos del carácter.
Yuxtaponer la época jacobina y la victoriana.
Navegar hasta las dificultades, los desastres, el hambre y la enfermedad, la degradación y la muerte.
Arrojando los restos al suelo a la usanza polinesia.
Una perspectiva brillante.
Palideció el horizonte, permitió ver el camino su blanco tono de color.
Las dificultades y los apuros precursores de la miseria.
La actividad regular del jornalero.
Razones alegadas flojas.
La abrupta ciudad.
Perdido el color original con el de algún terciario indistinguible.
Concibió ideas malthusianas de su madre al haberle dado muchos hermanitos con lo que costaba sacarlos adelante.
Las cargas familiares.
Una representación honrosa.
Una casa de campo edificada pura y simplemente para solaz y recreo.
Todo lo de esta cómoda propiedad estaba reluciente, próspero y organizado. Todo era como dinero, como las monedas nuevecitas recién salidas del troquel.
Pinos austriacos.
Actitud alarmada.
Los recuerdos materializados con líneas jeroglíficas representativas de la historia de su familia y de Inglaterra.
La casa espuria.
La fresa de la variedad reina británica.
Obedecer como en sueños.
Galante prodigalidad.
El grado de bondad que la humanidad puede dar.
Un paréntesis de admiración.
Una suerte de compensación.
Pesar la argumentación.
Una actitud neutral.
Tono confidencial.
Replicar con tranquilo abandono.
Unir las manos con admiración infantil.
Había puesto pasivamente su familiaridad con el destino.
Colmando de amabilidades.
Afectada indiferencia.
La yegua con un genio muy raro.
Exclamar rígidamente.
Recobrada su reserva no replicó palabra.
Encendido con el fuego de su caprichosa pasión.
Tono ofendido.
Los polvorientos colonos.
Recovero. Compra de huevos y otras cosas para revender.
La movilidad fisionómica de aquellos que han perdido la vista poco a poco defendiéndola denodadamente y permitiéndola escapar a pesar suyo.
Amarga ternura.
Una escultórica severidad.
Una cara dolorosamente seria.
Cada aldea tiene su idiosincrasia, su temple especial y a menudo hasta su código de moral propio.
Los matemáticos de blusón apoyados con sus estevas o azadones.
Enredar con cálculos complicados.
Los monopolizadores de los otro tiempo ventas independientes.
Comenzaban el arrobo y el éxtasis, la emoción era la materia del universo.
El blanco de sus odios.
Hijos del aire libre.
Los impulsos de represalia que la caracterizaban.
Diabólicamente ingrato.
Con una triste sensación de cortedad al tiempo de expresar su gratitud aquel momento.
Cavilosa somnolencia.
El mezquino carácter humano no admite la regla de recaer sobre los hijos los pecados de los padres y, por tanto, no solucionan la cuestión.
Llevaba el peso como una persona que no encontraba una especial carga de los materiales.
Encauzar la atención y las energías.
Irreflexiva docilidad.
Con la causa de su familiaridad estaba el origen de su pesadumbre.
Los centelleantes ojos, el súbito despertar de las latentes energías de su ánimo.
Tono de ligera amargura.
Su carácter impulsivo y sencillo no se avenía con el desprecio.
Un suspiro esforzado.
El triste octubre.
El efecto de una terrible acusación.
Mover la cabeza con ademán de perplejidad.
Una cuestión que quema, la existencia, la religión.
Ceñir con un prestigio mucho mayor los peligros que entrañaba que si hubiese sido algo sin riesgo.
Cortar los vuelos a las murmuradoras.
Ingenua vanidad.
Sacar partido de la sensación de un coqueteo deslumbrante.
El menguado y falaz limitado y efímero triunfo.
Los rubores y pujos de envidia de las amigas.
Contagiar el entusiasmo.
Desapareció de su rostro la severidad marmórea, recobró su antigua vivacidad saltarina. Pero lejos de estar según la frase de Robert South <<enamorada de su propia ruina>> sus ilusiones de aquella tarde fueron fugaces como un relámpago; volvió la serena razón a mofarse de su flaqueza.
El desencanto del despertar.
Los espléndidos crepúsculos y los sucesivos plenilunios.
Dulce vagar.
Un brumoso amanecer de agosto.
La actual etapa de su existencia.
Un verosímil ligero carácter incauto que le venía de casta.
Solo a sus propios ojos era una existencia, una experiencia, una pasión y una estructura de sensaciones. Para el resto de los mortales no era más que una idea pasajera.
Las congojas morales.
El natural ánimo del profesional que encuentra que un cliente ha hecho torpemente lo que le incumbía.
Jeremy Taylor. Prosa del siglo XVII.
El poder de regeneración positivo de la naturaleza orgánica.
Para las criaturas cuya vida se desenvuelve dentro de esferas limitadas vienen a ser los kilómetros grados geográficos.
Un chorro de optimismo.
Años de silenciosa regeneración.
Edificar con los consejos y amonestaciones.
El río Var o Froom.
Sus ilusiones se mezclaron con el resplandor solar con una fotoesfera ideal que la circundaba de un nimbo.
Recayó la conversación sobre un tema más práctico.
Caer al estómago como plomo.
Educación, reserva y algo sutil y triste que le distinguía.
Un propietario de carácter excéntrico.
Acusar la boca todo menos irresolución.
Una incoherente idolatría redentora.
No tardaron manifestarse los efectos de aquel decisivo debate.
Dedicarse a leer no los libros, sino el carácter humano.
Manifestar los caracteres diferenciales como un proceso químico.
Apáticos no poco rayanos con lo genial.
La potencia de Cromwell.
Opiniones particulares.
Hombres que iban por su senda personal hasta el camino de la polvorienta muerte.
Los vientos con sus respectivos caracteres.
Desdeñaba los pormenores de cualquier acto exterior ateniéndose solo al conjunto.
Virginal y lozana.
Un encuentro casual.
Las tetas de las vacas duras como zanahorias.
Había puesto tal ardor con las palabras como si la presencia de él fuera de alguna manera un factor de sus deseos.
Era un anochecer típico de junio. Estaba la atmósfera con un delicado y comunicativo equilibrio, los objetos inanimados semejaban dotados de hasta cinco sentidos. Era sencillo sentir el contacto de cuanto abarcaba el horizonte. El silencio impresionaba como una entidad positiva y no la mera negación del ruido.
Los árboles tienen ojos de curiosidad. Y el río va diciendo <<¿Por qué me molestáis con vuestras miradas?>>
A cubierto de los menesteres materiales.
Sin descifrar la clave de sus respectivos secretos.
La vital energía.
Las dotes intelectuales, la inconmensurable andina altura del punto de vista.
Malograr la vida la falta de ocasiones.
Actitud meditabunda.
Lo vano del atributo del parentesco de la dignidad caballeresca.
Una caricatura de las opiniones.
Las criaturas efímeras que no pasaban de la condición de gérmenes y partículas inorgánicas.
Se estudiaban inconscientemente vacilando al filo de la pasión.
La zona indecisa que separa la simpatía del amor; no habían llegado a las grandes profundidades ni comenzado las reflexiones su balbuciente indagatoria.
La dignidad moral y material.
Los confines de su horizonte.
La gravedad de la situación.
Recaer la conversación sobre lo que importaba.
Ironía inconsciente.
El achaque crónico del rubor.
La desnuda sencillez de quien desafía la opinión.
Un suspiro voluminoso.
Cuestiones personales.
Casual coincidencia.
Los labios resecos con el efecto de la emoción.
Metódica escrupulosidad.
Una inteligencia secreta.
Los pueblos rurales donde domina el fatalismo.
Poblar de sueños dolorosos las sombras de la noche.
Cuadrúpedos o seres alados.
La plácida actitud de quien se entrega a la meditación.
Con algún misterioso proceso psicológico le acometió un prosaico estornudo.
Actitud de extraña y soñadora serenidad.
Prudencias, reflexiones, temores y reservas pasaron a segundo término cual batallón derrotado.
Se rindió al abrazo con irreflexivo fatalismo.
Una tendencia más irresistible que ese cúmulo de cosas que se ha dado llamar prácticas.
Absorbente espectáculo.
Una existencia retraída y transitoria.
La palpitación de una ardiente sensibilidad.
Una personalidad poderosa.
La magnitud de las vidas estriba más que con sus transformaciones y movimientos exteriores con sus experiencias internas.
A despecho de sus defectos y debilidades y heterodoxia era un ser humano de recta autoconciencia.
Flemática e inconsciente crueldad.
Desconsoladora indiferencia.
El torturante éxtasis y después la negrura de una noche inexpresable.
Sondear los ojos indagadores el futuro.
Todo dependía de que los gérmenes de aquella firme convivencia sobreviviesen a la emoción transitoria o de que solo fuese un capricho de los sentidos sin fondo perdurable.
Su faceta negativa llegaba a ser una filosofía de renunciamiento emparentada con las de Schopenhauer y Leopardi.
Las trascendentales aspiraciones según la manera inconsciente del concepto geocéntrico de las cosas con un paraíso al cenit y un infinito bajo el nadir.
El apasionado latir de la existencia.
Las progresivas limitaciones mentales.
Ocurre a muchos hombres que no son excelentes sus ocasiones de percibir la vida como sus materiales de expresión.
La diferencia de la verdad local y la verdad general.
La aptitud intelectual de un dogmático satisfecho.
Apreciar el valor de los rebaños y ganados.
Inteligente y seria en sumo grado.
Los requilorios exteriores.
El barniz del convencionalismo.
Los latidos de la emoción y los impulsos de la ventura doméstica.
Espurios respecto de la primitiva línea caballeresca.
El vehemente entusiasmo de un niño.
Desprenderse del hogar como de un superficial aditamento.
Expresión de alborozo, timidez y sorpresa.
La monstruosa calabaza lunar.
Tono indiferente.
Coral hilaridad.
Una pretensión manifiesta.
Expresión de perplejidad.
Las caprichosas evasivas.
Una circunstancia desagradable.
Sombría tristeza.
Tono apremiante.
Disminuía la leche con la proximidad del otoño.
La emoción de la mutua compañía.
Tono de broma.
Como seres racionales los abolengos que debemos respetar son los del ánimo de la inteligencia prescindiendo de la descendencia.
Esa laya egoísta formada de unos cuantos que se hicieron poderosos a expensas de los demás.
Millonarios de ocasión.
Tierno abandono.
Era su pasión una emoción torturadora con la aptitud de reservar la amada.
Entender vagamente pero de manera verosímil.
Una sospecha de artificio.
La actitud de quien está acostumbrado a exhibirse publicamente con desenvoltura.
El amor la envolvía como una fotosfera.
La distinción de las personas no es saber emplear con maña un despreciable arsenal de convencionalismos, sino figurar y ser contados con las personas honradas, justas y veraces.
La necedad de un ser humano indiferente a las sutiles emociones del amor.
Forzada tranquilidad.
Solo animadas de una atracción imparcial, de espectadoras.
Una brillante estela formada con los filamentos de las orugas semejante al rielar de la  luna sobre el mar.
Un arrebato de fervor.
Su inteligencia brillante comenzaba a rendirse al fatalismo de los pueblos y a las supersticiones.
Satisfactorios argumentos.
Una existencia bucólica desprovista de matices intelectuales.
Manifestar la previsión.
Actitud defensiva.
Un ciego impulso.
Atravesar el camino un fantasma del pasado.
Presa de una intensa emoción.
Arrebatada con una nube de polícromas idealidades que eclipsaban con su brillo cualquier siniestra preocupación.
Como el matrimonio había de celebrarse con licencia especial solo había una docena de personas.
Con la extática solemnidad que dio el sí desapareció la vana petulancia de su sexo.
Sabía que le amaba pero desconocía la verdadera profundidad, la integridad total y la docilidad de su amor y de cuánta abnegación, lealtad y sacrificio.
Un recuerdo atávico de la memoria.
El gallo cantando por la tarde, mala señal.
Expresión de arrogancia rayana con la ferocidad.
Una cuestión de vanidad.
Tono cohibido.
Cada una de las gemas de su cuello producía un guiño siniestro como el del sapo.
El cariz de los objetos exteriores semejó sufrir a su alrededor una mutación profunda según iba marchando su relato. Los objetos se mostraron indiferentes a las cuitas.
No conseguía polarizar su mente, lo que explicaba su perplejidad.
Una mistificación grotesca.
La crueldad de la honradez defraudada suele ser grande cuando por fin desvela el engaño.
Un caso más propio de la sátira que de la tragedia.
El cuidado temporal dura más que el de lo eterno.
No abrigaba la menor ilusión de que depusiera su actitud.
Intensificadas sus amarguras.
Terrible expresión apática.
Transformar con cualquier sofisma una negativa de fuerza.
La inesperada calidad de la declaración.
Desde el paroxismo de la desesperación no había que temer arrebato ninguno.
Un fugaz relámpago de gozo.
Carácter inflexible.
Quebrantando la reserva que guardara.
La astucia de zorro de la señora naturaleza.
La proclividad de los supersensitivos.
Le abrumó la fuerza de voluntad con la que sometía los impulsos más bajos a la emoción sutil, la sustancia a la idea y la carne al ánimo. Tendencias, propensiones, hábitos eran como hojarascas entregados al tiránico vendaval de su imaginativo dominio.
Argumentos prácticos.
Tono de tristeza innegable.
Expresión de dolor indecible.
Alguna vaga idea del extravío.
Un verosímil azoramiento y confusión de la actitud, una afectación enfática de la manera de hablar.
La severidad del secreto.
Actitud doliente y sumisa.
El ciego abandono al destino.
Cuestiones prácticas.
Congoja moral.
Presa de inefable angustia.
Trágico aspecto.
Plácido crepúsculo.
<<Lo más importante>> dijo el moralista pagano <<es no turbarse>>.
Su actitud de abatimiento se trocó como una terca indiferencia con la pasividad de un extraño.
Los ojos llenos de lágrimas semejaban gotas de plomo fundido.
Viendo las cosas del mundo como algo ajeno y vago.
Una educación fina y esmerada.
La sombra impenetrable y densa de las limitaciones.
Esclavo del hábito y los convencionalismos.
La criatura que está próxima padece porque muestra al desnudo sus flacos y defectos, mientras que la distancia favorece las figuras lejanas transformando sus manchas como artísticas. Lo defectuoso puede valer más que lo perfecto.
Una buena idea desde el punto de vista material, solo que viene a romper el seguimiento de la existencia.
Lanzado a una de esas actitudes demoníacas con las que el ser humano menosprecia sin verdaderos principios murmuró al oído las ideas más heterodoxas.
Desplegar sus lúgubres alas la sombra más negra de su vida.
Le habían cegado cruelmente.
La desordenada confusión de sus emociones.
Un ataque de fuerte excitación nerviosa.
Percibir la suerte con crueldad para no sentir el ansia de un lenitivo.
Una fuerza eficaz e ineludible.
Rodeada de circunstancias ajenas a su condición.
Sin desplegar grandes esfuerzos materiales al haber invertido el tiempo con varias e irregulares faenas.
Desvanecido cual imaginaria visión.
Una plaza de temporera.
Preciados recuerdos.
Ocultar las verdaderas circunstancias.
Delicadeza, orgullo, falsa vergüenza.
Actitud mendicante.
La escasez de energía, salud y aptitud profesional que suele darse con cualesquiera esferas de la vida.
El huraño y feroz irreflexivo presentimiento con el que caminaba a la ventura despidiéndose de su accidentado pasado.
Accidente o contingencia.
Corrió a lo largo de su ser un espasmo de angustia.
La tranquilidad de todo lo humano, la crueldad de la lascivia y la vanidad del amor.
Los terratenientes enemigos naturales de los árboles, arbustos y malezas.
La granja semejaba casi sublime en su desolación.
Las tres categorías de aldeas. La aldea atendida por el terrateniente que reside, la aldea libre o con el sistema de arrendamiento y la aldea no atendida de nadie o del propietario absentista.
La paciencia, ese compuesto de valor moral y timidez física era el rasgo preeminente de su carácter.
Ajenas al desolado aspecto sin reflexionar la justicia o injusticia de su suerte.
Venció la irresistible fascinación del tema.
Desquitar a fuerza de tiempo la falta de maña.
Proseguir la tarea con soñadora abstracción.
Separar las espigas con las hoces, el rumor de la paja y la hoz.
La emoción que le causara la conversación.
Tono soñador.
Título moral.
Los materiales personales.
Los derechos nominales.
El punzante relato puso un límite a su facultad de resignación.
La tierra resonaba bajo sus pisadas como una bigornia (yunque).
El aire perlado del crepúsculo matutino.
Esperaba que la casualidad la favoreciese, pero no acudía a auxiliarla.
Lo esencial de la vida; tristezas, placeres, reflexiones, nacimiento, muerte y eternidad.
Extravagantes opiniones.
Lágrimas cegadoras.
Las sutiles tribulaciones de los mortales menos apurados del menester no lograban conmoverles gran cosa. Al entregarse a los publicanos y pecadores llegaban hasta a olvidar que los escribas y fariseos merecían también alguna palabra de piedad.
Sus pisadas resonaban hueco como si anduviera por la mansión de la muerte.
La irracional persistencia del recuerdo.
Falsa actitud.
Vagos deseos opuestos.
Vagar los ojos confusamente.
Paralizante emoción.
Un rencor latente.
El carácter del panorama.
Una mueca de burlón cinismo.
Desbrozar con el almocafre las fibras.
El dilatado horizonte.
Desenvuelto y osado.
Afectada compunción.
Tono vehemente.
Un relámpago de ironía.
Cuestiones de carácter íntimo.
La férula del patrono.
Un monstruoso espanto, una desesperación ante la idea de verosímiles contingencias secretas.
El reprimido descontento que acusaban sus palabras.
Los Ensayos de Huxley.
El mar del entusiasmo.
Desdeñar los entusiasmos fogosos.
Asomó al horizonte la blanca faz de la luna.
Un arrebato de desesperación.
Desconfiar de las viejas exaltaciones de la moral.
Paganismo helénico.
El tiempo destruye sus propias leyendas.
Indiferente seriedad.
La acerada claridad de las estrellas.
El ultimo yerro de la impresión.
La pálida opalescencia del rastrero horizonte. Arriba pendía Júpiter que de cuanto brillaba casi llegaba a producir la impresión de una sombra.
La noche que durante el helado invierno cae sobre la tierra como un enemigo y cual un amante con el ardor del verano, tenía aquel mes de marzo una suavidad deleitosa.
Una humillante alusión.
Víctimas de la fatalidad que los tiempos de opulencia hicieran caer sobre sus inquilinos y colonos. Que tal es con perpetuo flujo y reflujo el ritmo al que se ajustan las cosas de la tierra.
Vecinos de escrupuloso carácter.
Terminar el contrato de arrendamiento y no tener derecho a seguir con la vivienda.
Respirar afanosamente.
Tono enfático.
Las emociones le quitaban el aliento.
Inflamada de cólera.
Desesperada indiferencia.
Un rasgo generoso.
Espasmódicos arrebatos.
Las máculas heterodoxas.
Carácter apasionado.
El amor trocado como desvío.
Una lacónica esquela.
Había sido su amor un amor <<que se altera cuando encuentra alteración>>.
Había tenido ocasión de ver muchas rarezas; había visto la virtual Faustina transformada como la textual Cornelia; la espiritual Lucrecia encarnada con el cuerpo de Friné; había reflexionado sobre la mujer acusada y a punto de ser puesta en la picota.
Decidir por la condición más que por la biografía, por la pretensión y no por los actos.
Recobrar las energías perdidas.
Las ilusiones marchitas.
La dignidad de carácter.
Manifestar turbación poniendo la mano a la mejilla.
Mal de su grado aplazó hasta el día siguiente sus pesquisas.
No tenía dispuesto el ánimo al reposo.
Era aquel pueblo como una ociosa residencia mediterránea emplazada en el Canal de la Mancha.
Desconcertados con la actitud.
La zozobra de quien hace esfuerzos para huir sin conseguirlo.
Abatido como atacado de fulminante morbo.
La realidad terrible.
Vaga autoconciencia.
El demonio de las cuentas de pérdidas y ganancias.
Un tono de soliloquio más que de exclamación y más de lamento fúnebre.
Leves golpecitos isócronos, tic, tic, tic.
La blanca vacuidad de la perspectiva.
Una vaga sensación.
La gravedad del acto.
Realizar actos truculentos.
Apreciando las circunstancias con instinto práctico.
Fue aquella noche extrañamente solemne y callada.
Soledad despejada y negro abandono.
Compartir el amor de buen grado.
La cinta de argentina lividez que marcaba el horizonte aproximaba y empañaba hasta los detalles más remotos de la gran llanura y todo el inmenso panorama asumía el semblante reservado, indeciso y taciturno propio del momento inicial del día.
(Tess D´Urberville)

La vivienda de la escuela había sido equipada por la administración.
Actitud perpleja.
Los prosaicos alumnos diurnos.
La fijeza del semblante propia del niño reflexivo que ha sufrido prematuramente los sinsabores de la vida.
Una felpa de musgo verde tapizaba el interior del pozo.
Los surcos recientes daban un aire vulgarmente utilitario a la extensión.
Sugestivas evocaciones.
Existencias insignificantes y humildes.
Sintiendo la futilidad de su existencia.
Cuando te haces mayor sientes que te hallas al centro de tu existencia.
La pequeña célula de tu vida.
Desplegar la existencia exterior un tiempo largo y monótono.
Sus sueños eran gigantescos como insignificantes las cosas que le rodeaban.
El cielo negro del nordeste.
Las brisas discurren a unos quince kms por hora.
Lanzarse a una empresa importante.
La unidad de fuerza de la marcha.
El destello de fugaz intuición de los niños.
A la decepción siguió un periodo neutro y vacío.
Aunque materialmente estaba atendido se encontraba en una total indigencia.
Ley de Grimm. Elevar las reglas rudimentarias a la perfección ideal.
Lo montañoso del material bajo el que se hallaban las ideas de esos libros polvorientos llamados los clásicos.
Los textos de las publicaciones viejas de los Clásicos Delphi.
Luchando con el Carmen Saeculare, himno de Horacio.
Una emoción reprobable.
El Homero de Clarke.
Exultante de optimismo.
Un gesto de modestia.
Obedeciendo un mandato enteramente ajeno como el que reciben inconscientemente los hombres desdichados.
Un ligero rubor de triunfo.
Había sufrido un gran impacto la suave y silenciosa corriente de su vida y sintió lo que debe sentir una serpiente al mudar su vieja piel y no entender el brillo y la sensibilidad de la nueva.
Los bordados de la imaginación sobre el cañamazo de la naturaleza.
Un tono extraño bajo, hambriento, de latente sensualidad.
La que nada arriesga nada tiene.
Su semblante transformó la expresión rígida de la tarea con la dulzura del amor.
La piel empañada con un ligero velo de sudor.
Despidiéndose con un gesto displicente y avinagrado.
Aspirando el aire con gesto celoso y felino.
Dadas las circunstancias no podía haber actuado de otra manera mientras prevalecían los convencionalismos al uso.
La sangre derramada sobre la nieve producía un efecto macabro, sórdido y repugnante.
Encontró un amargo sabor a la gracia.
Su atracción de los libros no le apartaba de la vulgaridad ni proporcionaba originalidad a sus ideas.
Actitud defensiva.
De un humor insoportable.
Afectando un terror humorístico.
La muerte liberadora.
Desgraciada situación.
Una decisión inteligente.
Experimentar emociones intensas.
Bene agere et laetari -hacer el bien con alegría- era la filosofía de Espinoza.
Un paisaje sombrío de tres años de vegetación.
El paréntesis de su experiencia matrimonial.
El factor que le animó a realizar su íntimo deseo.
La oscilante línea a lo largo de la cual el Támesis apacible acaricia los prados del viejo reino de Wessex.
El paso precavido de un explorador.
El hábito y el ánimo de la venerable ciudad.
Mansiones vetustas y decrépitas.
El predicador errante creyente fervoroso de existencia ensombrecida.
La ferocidad intelectual de nuestro siglo.
Nuestra meta verdadera, nuestro ideal, nuestra perfección.
El Espectador genial.
Un taller de restauración. Las reproducciones eran modernas ideas en prosa de lo que los colegios cubiertos de musgo presentaban con vieja poesía. Puede incluso que no fueran más que prosa de otro tiempo.
Las inquietudes intelectuales.
La suerte de encontrar un buen empleo.
Los entusiastas no reflexionan los detalles.
Tenía unas cuantas ideas generales de las que se había enterado casualmente.
Su deseo le absorbía completamente y le impedía examinar el lado práctico.
Un pretexto trivial.
Un ser más o menos ideal respecto del cual comenzó a tejer extraños y fantásticos desvaríos.
Los ojos limpios y enigmáticos con los que la agudeza combinaba con la ternura y con las dos el misterio.
Le emocinó de su proximidad y comenzó a temblar.
Lograr un grado de refinamiento.
Los diversos motivos que le refrenaban.
Qué miserablemente se había portado al permitirse llevar de la pasión animal por una mujer dando lugar a desastrosas consecuencias.
Desde la ortodoxia de su propio punto de vista la situación se estaba haciendo inmoral.
Un problema de erotolepsia (deseo sensual).
Un deseo de simpatizar intelectualmente y un menester de afecto bajo la soledad.
La timidez de un enamorado.
Recordar vagamente el detalle.
Su sensibilidad llegaba a confundirse con la vanidad.
Christminster, una ciudad cuya historia está vinculada a la de Newman, Pusey, Ward, Keble.
No quería fiar los efectos persuasivos a una mera carta.
Ingeniosos argumentos.
Una manera novelesca bastante extraña para un preceptor.
La dama de la historia jugando la pasada.
El colmo de la angustia.
La conversación derivó insensiblemente.
La ciudad, el granero intelectual del país, la quietud del movimiento infinito, el sueño de la peonza.
Libros farragosos y difíciles.
Una persona discreta, reservada.
Hombres de gran sensibilidad y perspicacia.
La petulancia de Crusoe dentro de su gran embarcación.
El programa había estallado igual que una pompa de jabón al contacto con una sosegada reflexión.
Vagar sin rumbo.
La vida de la ciudad era un ensayo de humanidad palpitante, variado y breve.
La ecuanimidad y filosofía del que ha bebido abundantemente.
Tono terminante.
Tono de burla.
Vencido con un sueño pesado.
El infierno de la autoconciencia del fracaso; de sus aspiraciones y del amor.
La vida intelectual y competitiva.
Un fracasado y un maula.
Es indispensable que exista un atractivo humano incluso para lo más anímico y abnegado.
La ciencia mundana y las sutilezas intelectuales.
Intensamente emocionado.
Una actitud de desdén.
Para descansar de la Patrística y de libros como los de Paley y Butler se puso a leer a Newman, Pusey y otras muchas eminencias modernas.
El sano estilo corintio.
Constituir el fondo de una hermosa cristalización.
Actitud crítica.
Lejos de las leyes excepto las de la gravitación y la germinación.
Una expresión agorera del semblante.
Alegar el pretexto.
Persistir con la actitud.
La Biblioteca Pusey de la Patrística.
Tono ligeramente desdeñoso.
Un asomo de burla.
El atractivo morboso de los libros de John Lempriére (1765-1824) y De Foe.
La vida no es muy larga como para hacer la prueba a cada cosa.
Acariciar una ilusión maravillosa.
Un ser humano falto de sentido práctico, se veía obligado a ganar y economizar dinero con una finalidad material; mantener una consorte.
La grave impresión de una actividad imperturbable.
Una sombra de satisfacción.
Humor evasivo.
Sobreponerse a la emoción.
Una mentalidad abierta y generosa.
Para el instinto animal es desconocido el ancho campo de un gran afecto con el que el deseo desempeña el papel meramente secundario de una Venus Urania.
La actitud de generoso entendimiento.
Nerviosa despreocupación.
Contar algo que puede que te extrañe su celeridad (como dicen las compañías ferroviarias de sus trenes).
Una persona práctica y calculadora.
Firmar la carta de una manera formularia y terrible.
Mirando un futuro que semejaba trazado sobre el mantel.
Disfrutar una camaradería sin protocolos.
Un temperamento perverso.
Apiadándose de su víctima con su extraordinaria falta de consecuencia.
Envuelto de una atmósfera brumosa que le impedía percibir las emociones de los demás.
Tirarse a unas tinieblas ignoradas solo para afirmar su independencia.
Se sentaban antiguamente a velar la noche de San Juan esperando el fantasma de la amada.
La ciudad de sus desvanecidos sueños.
Presenciando con los asombrados ojos de un filósofo.
Tono lúgubre.
Una coincidencia de gratuita ironía.
Su semblante inmóvil adquirió una expresión de condenado.
Una visión presagiosa e inquietante.
Eludieron mirarse para ocultar mutuamente la emoción.
El matrimonio no te ha triturado y digerido con su inmenso estómago como un átomo que ha perdido su singularidad.
La insoportable miseria del ánimo.
Había sufrido, vibrado, suspirado.
Había una segunda conversación silenciosa de sus emociones.
Una lección de renuncia.
Un gesto embarazoso.
La inmensa perspectiva septentrional.
Un gesto inocente, coger la mano.
Una expresión excitada no exenta de decisión.
El hecho de volver la vista atrás fue fatal para la reserva que habían mantenido.
El artificial sistema de cosas bajo el que los comunes impulsos del sexo se transforman como cepos domésticos y lazos.
Hacer frente a la evidencia.
Calificar la conducta.
Las cosas de manera general son horribles y crueles.
Las leyes domésticas deberían hacerse según los temperamentos. Si unas personas tienen una forma de ser especial entonces pueden sufrir bajo esas leyes que a otras personas les proporcionan bienestar.
Un gesto de dolor.
Un argumentum ad verecundiam persuasivo.
Grave súplica.
Expresión evidentemente angustiada.
Un suspiro semejaba decir que debía seguir la tarea de vivir.
La extraordinaria afinidad o simpatía elimina cualquier sombra de sensualidad.
Contar las emociones, ideas y sueños.
El murmullo de las aguas tributarias del Stour. 
Una amabilidad conciliadora.
La organización poderosa del ferrocarril.
Expresión atontada.
Tono ofendido.
Una expresión ausente y desolada.
Tono provocativo.
Ánimo, criatura incorpórea, adorable fantasma inasequible casi sin consistencia. Groseramente material.
Al atardecer el sol se ocultaba con todo su esplendor en las tierras bajas de Blackmoor.
Alzó los ojos y los brazos con un exagerado gesto de asombro.
Tono infantil, contrito, afable.
Conseguir la libertad con falsos pretextos.
Con escasa pasión animal de tu interior puedes imponer la razón sobre la materia.
La dignidad que confiere y las ventajas que se consiguen con el matrimonio.
Una expresión preocupada.
Las manos en el regazo con gesto de desamparo.
Tensión dolorosa.
Tono verdaderamente amable.
Decidida actitud.
En el interior el germen de las flaquezas humanas.
Humorístico cinismo.
Se fueron los dos sin decir palabra como suelen hacer los buenos compañeros.
La actitud que sin querer puede ser consecuencia de una obligación legal.
Un paraíso de ensueño.
Emprendió una marcha firme y maquinal con la impersonalidad del movimiento de una ola, de una brisa o de una nube.
Los niños reparan primero los detalles y aprenden a elevarse a lo general; comienzan con lo que les es instantáneo para ir abarcando gradualmente lo general.
Abstractas residencias humanas, vegetación y mundo sombrío y anchuroso.
El tiempo puede enderezar las cosas.
Encontrar cosas dignas de reflexión.
Padrecito Tiempo, el mote de un niño viejo.
La esencia volátil perenne del amor.
La bruma pegajosa que provenía de la Real Fortaleza del Támesis envolvía la ciudad.
Al terminar la Cuaresma había gran cantidad de bodas.
Las guirnaldas con las que adornaba la antigüedad las terneras para sacrificarlas.
Viejo refrán. <<Cásate deprisa y arrepiéntete despacio>>.
Réplicas vagas y distraídas.
Una extraña y repentina codicia.
Las tiernas atenciones mutuas.
Una sombra de tristeza.
La tácita expresión de afecto mutuo.
El humor regañón que suelen tener la mayoría de los matrimonios.
Una actitud apagada, temerosa e indiferente.
Un enigma vivo no pasaba de ser atractivo como un escándalo apagado.
Una atmósfera opresiva.
Un temperamento que sufre con un ambiente opresivo y le cuesta un triunfo aclarar las cosas con una explicación vigorosa y sincera.
Se afectaba cuando la tomaban como objeto de lástima.
La sombra que oscurece el ánimo.
Manifestar la indignación.
Los mercados y ferias donde la gente es gloriosamente indiferente a todo quitando la calidad de la mercancía.
La emoción que experimentó la incitó a actuar impulsivamente.
Intelectualmente se iba aproximando a la actitud del comienzo.
Acusó la tortura de las preguntas directas y crueles.
El dueño, administrador, confidente y amigo de su propia persona.
Volver a cero con la totalidad de sus humillaciones.
Un ánimo resignado es una dicha constante.
Gesto preocupado.
El ánimo embriagado de fiesta.
Momentos de humor turbulento y atormentado.
Se precisaría la sangre fría de un pez y el egoísmo de un cerdo para tener realmente la suerte de llegar a ser una de las personalidades del país.
El semblante experimentó una emoción intensa y repentina.
Llorar con tono apagado como intuyendo instintivamente la dificultad.
Un acceso de desesperación a la que estaba predispuesto su morboso temperamento.
Una agonía convulsiva sin fin.
El tremendo terror de la existencia, un deseo general de negarse a vivir.
Esperar la encuesta judicial.
Temía sus silencios apáticos indiferentes casi más que sus arrebatos furiosos.
Decía que era una tendencia de la Naturaleza y una raison d´être que fuéramos dichosos con los instintos con los que nos ha dotado, instintos que la decadencia se había encargado de reprimir.
Es mejor ser arrancado de la vida con el frescor que seguir en el mundo para ir marchitándose miserablemente.
No se puede hacer nada. Las cosas son como son y van a parar al fin que les está destinado. El coro de Agamenón.
Solían permanecer sentados silenciosos desalentados ante la idea de que las cosas más que obstáculos impasibles les eran declaradamente hostiles.
La antigua ira de ese Poder que tenemos encima se ha desatado sobre nosotros, sus pobres criaturas y debemos someternos.
El ser humano y las circunstancias impasibles.
Un desvarío de la fiebre.
Aparentemente los días se sucedían con esa monótona uniformidad bienhechora después de una desgracia.
Manifestar ideas peligrosamente desviadas.
La concepción de la vida, leyes, costumbres y dogmas.
La abnegación es un sendero más elevado que la pretensión inútil de alcanzar el goce personal.
La humanidad es paciente, no vil ni corrompida.
Dogmas estrechos.
Una embarazosa conversación.
Incapaz de adoptar una actitud a la altura de la catástrofe.
Le hería vivamente la actitud que había adoptado.
Tirar la vieja corteza de los prejuicios.
Animado de una verosímil beligerancia cuando se encontraba en la calle.
Asumir una empresa de pioneros.
Adoptar una actitud falsa por celos y atolondramiento.
Una repentina intuición de su propio peligro.
Que el velo de nuestro templo se rasgue en dos desde este momento.
Una angustia casi feroz.
Con grave reserva sintiendo que esta oposición le hacía afirmar su decisión de manera ilógica.
Purificada, cansada del mundo y arrepentida.
El placer de verse conducido personalmente a través de distintas variedades intelectuales de licor.
Un arranque de humor negro.
Una figura retórica, una hipérbole.
Un mensaje fuera de cualquier asomo de intriga.
Los dolorosos cimientos de la debilidad.
Los gemidos de la Creación.
Estamos actuando según la letra y la letra mata.
Degradante, inmoral, antinatural.
Permitir el lujo de sentir emoción ante una creencia simulada.
Un ultimo arranque de afecto humano.
Los apologistas y sus parientes los metafísicos, los estadistas despóticos.
Triturar la espantosa muela de la realidad.
Presa de un vago terror.
La tensa y resignada expresión volvió al rostro cuando quedó sola.
Un gesto sombrío.
Un gesto instintivo de retroceder.
Una sombra de aversión.
Tomar el lado humorístico.
Poder asimilar ideas y transmitirlas a otros.
Tomaba mis supersticiones como telarañas que podía barrer con una palabra.
Las ultimas páginas sobre las que el cronista de esta vida reclama la atención del lector se refieren a los sucesos que acontecieron cuando llegó de nuevo el frondoso verano.
El colegio Aldgate.
Tono irritado.
(Jude el Oscuro)

Mano del tiempo.
Finalidad de índole idealista o interna y fantástica.
Embrionaria fama.
Ser humano prosaico dado sólo al negocio y al comercio.
Predio familiar.
Fuente de placer.
Fenómeno interno.
Vivificado con las fatales influencias de su linaje y nacimiento.
Animosidad fantástica e independencia de las leyes y las imperfecciones físicas.
Amor, ánimo, emanación e idealismo.
La ausencia de la materia corporal no implicaba la ausencia del ánimo.
Vigorosa facultad de percepción.
Volubilidad significa hastiarse de una cosa, mientras permanece idéntica.
Consejo de amigo.
Impulso hirviente de emoción, que sin contacto con el espacio, brota del ánimo y que a todos desgasta, menos a los grandes hombres.
Cachamarines del Támesis.
Carnalmente apreciada, muere cada día, como el yo corporal del Apóstol.
Grúas, polipastos, garruchas y botes.
Publicas asambleas de partido.
Dioses de los partidos con sus batalladores serafines.
Comienzo de un sabio poder político, opuesto a embotado y frívolo personalismo.
Lentos e imperceptibles grados.
Casino de lujo y boato, opuesto a un modesto casino amistoso.
Fuerza expresiva.
Valor en la manifestación.
Obsesiones de la fantasía.
Punto de vista práctico.
Cuán incomparablemente los inmateriales sueños achican las más grandiosas cosas materiales.
Idea, esencia y compendio de cuanto es apetecible en la vida.
Extraña mutación de juego.
Cerrar la casa a piedra y lodo.
Dogmatismo flemático.
Peces rampantes <<varios>>, por su diversidad de colores, bigotes.
Limitado océano de humanidad.
Extender los años el velo sobre los sucesos.
Comodidades materiales.
Manifiesto deseo de verle.
Parigual, contemporáneo.
Punto de vista físico.
Puntos de vista peculiares y locales.
Penando desde que este bribón de Ideal aprendió la irrazonable treta de habitar en una sola imagen.
Por instigación de la disertación de bajo vuelo.
Uno de muchos, de los que dan la mano a su pasado y toman, en consecuencia, un aire de gravedad antirromántica.
Istmo de enlace.
Grave coyuntura.
Histórico ingrediente de genealógica pasión.
Personales apreciaciones.
Ilimitado mar.
Amañar las circunstancias.
Leve reflujo, oleaje, <<el meridional>>.
Prueba de apreciación.
Robinson Crusoe perdió un día cuando estuvo enfermo.
(La bien amada)

Callada modestia, que podría transformarse en vestal. Carecer de grandes ambiciones mundanas.
Carácter impulsivo. Mezcla de intelecto y emociones.
Carácter aprensivo por la influencia de la esposa y la familia.
Majestuoso brillo de Sirio con sus destellos de acero; Capella amarilla; Aldebarán y Betelgeuse brillan con un rojo intenso.
Hacer o reflexionar algo con un empuje muy vivo, como el de los hombres de las ciudades.
Asociaciones de alegría.
El sonido penetró en los oídos y llegó hasta su cerebro con instantáneo significado, como sucede con los sonidos esperados.
Inquietas Pléyades, sereno resplandor de Cástor y Pólux, árido y triste carro de Pegaso, Vega centelleaba como una lámpara suspendida entre los árboles desnudos.
Cielo, instrumento útil. Abstracción de las visiones y sonidos humanos.
Formas humanas, intromisiones, preocupaciones y alegrías.
Acostumbrarse al fenómeno de la visión.
Instinto heredado y tiempo de ser modificado por la experiencia.
Imagen persuasiva.
Rapidez de un martín pescador y sigilo de un halcón.
Afectación. Vanidad o dignidad.
Como no hay pecado sin ley, no hay sin ojos impudicia.
Situación, montón de los hechos pasados.
Conversación armoniosa con la magnitud de la hazaña.
Realizar notables incursiones en la constitución emocional.
Cuanto más enfático es el rechazo, menor la determinación.
Grado exacto de condena, que significaban las maldiciones y juramentos.
Gozan los pastores en común con los marinos de la ventaja de saber llamar a la divinidad en lugar de esperarla.
La desdicha es un buen narcótico para el terror personal.
Humildad que la dura adversidad le había impuesto.
La sabiduría consiste en moderar las impresiones.
Ideas de Saint-Simon respecto del compartir.
El tiempo y la marea deben seguir su curso sin respetar a nadie.
Dirigir la visión mental hacia experiencias pasadas.
No es frecuente que los placeres de la imaginación logren compensar el dolor del insomnio.
Diferencia entre ver y poseer.
"Diccionario" de Ash.
"Aritmética" de Walkingame.
Frontera entre el encanto y el ideal.
Grado de emoción del caso.
Cadena humana.
Humor irrefrenable.
La anticipación propicia la actividad.
Ánimo de la adivinación.
Simetría de la existencia.
Retorciéndose y entrelazándose como el cristal de Venecia.
Obviar los preliminares de palabra y acción.
Libros que mienten para los malvados.
Rostro de los países.
Las personas sensibles replican con un ¿qué habré hecho?, en lugar de razonar de manera imparcial.
Las causas materiales y los efectos emocionales no pueden disponerse en una ecuación regular.
Humor imprevisible.
Libro de asientos.
Época del cuarto vernal, cuando imaginamos a las dríades saliendo de su sueño.
Yugo y esclavitud de la helada.
Las motivaciones del amor son generalmente internas.
Oriental indiferencia al paso del tiempo.
Salud y color del paisaje.
No son los rayos que absorben los cuerpos, sino aquellos que reflejan, los que les confieren su tonalidad. Se distingue la gente por su disgusto y antagonismo, mientras se desprecia su buena voluntad.
Deslizarse imperceptiblemente como el tiempo.
Transformación mágica.
Recuerdos y anticipación. Actitud ante el tiempo, reflejo de la autoconciencia hacia los días pretéritos y los días por venir, que transforma lo pasado en sinónimo de lo patético y el futuro en una palabra que exige cautela.
Los recuerdos son un legado y, sobre todo, una enfermedad y las expectativas en su unica forma grata -la de la voluntad total- son casi un imposible, mientras bajo la apariencia de la ilusión y sus variantes secundarias -paciencia, impaciencia, resolución o curiosidad-, producen una fluctuación entre el dolor y el placer.
Equilibrio entre la razón y las inclinaciones.
Naturaleza vegetativa, opuesta a locomotriz.
Nerviosa, desaforada y franca como el día.
Erizada bola de oro.
Recobrar espadas. Posición técnica de la espada aguantada en vertical en la mano.
Infectar un padrastro en el pulgar.
La lluvia es el relato y los días de sol los episodios de la historia.
Un golpe de mar nos empapó como miseria en condición líquida.
Rigidez que trasluce, no el final, sino la momentánea suspensión de un movimiento previo.
Regla de preferir tener una ficción que carecer por completo.
La limitación y no la comprensión global es lo que se precisa para asestar un golpe.
Nerviosa arrogancia que dan las preocupaciones.
División horizontal entre la claridad y la opacidad.
Barreras de la tierra y del tiempo.
Las intuiciones atienden poco a poco a una inducción legítima.
Incremento sustancial del salario.
Cárcel de carpintero.
La eternidad significa verse entronizado sobre la memoria de los otros.
Coma temporal, opuesto a actividad.
Los actos de resistencia, que semejan comunes en el campo de la filosofía, son infrecuentes en el terreno de la conducta.
Dura masa de realidad prosaica.
(Lejos del mundanal ruido)


Moore
"Far from the Madding Crowd" hizo que me diera cuenta del hecho de que Thomas Hardy no era más que uno de los abortos de George Eliot. Los capítulos iniciales prometían y no había ningún motivo para sospechar que al final la historia se volviese timorata.
"Lorna Doone" es puerilmente gárrulo, estúpidamente farragoso, lleno de comentarios sin ningún atractivo que no conducían a nada. Hardy comienza con una idea y es una lástima que no pueda moldearla, darle forma, infundirle un nuevo aliento; pero es mejor que Blackmore, el cual simplemente semeja que haya encontrado una vez un tema atractivo para el publico de aquella época. 

Greene
Los poemas de Hardy.

King
De la perplejidad a la abierta indignación. Podía escribir una nueva "Tess de los D´Ubervilles".
"Jude la Oscura". <<Alguien podía haber llegado a calmar el terror del niño. Pero nadie llegó porque nadie llega.>>

Ford
La larga vida de Thomas Hardy, nacido el año 1840 y muerto el año 1928, una existencia a un tiempo abstracta y finita.
Libros que se me antojan secretamente sobre mi vida de joven. "El alcalde de Casterbridge". Una misión al vacío. Abandono. Una figura posiblemente misteriosa pero que al final no lo es. Mi idea es cruzar una frontera.
<<¿Habéis tenido alguna vez la extraña sensación de que de alguna forma os habéis librado de un castigo?>> "El alcalde de Casterbridge".

Tomalin
La señora Gaskell, Gladstone y Thomas Hardy alzaron la voz para combatir la hipocresía y hubo muchas iniciativas privadas para ayudar a las víctimas, pero ninguna audaz, original y creativa como el Hogar de Dickens, quien insistió que debía ser un verdadero hogar para las jóvenes que pretendía ayudar, regido por reglas hogareñas, no un lugar donde tuvieran que expiar sus pecados.
Thomas Hardy veía pinturas sobre su imaginación cuando escribía poemas.
Hardy desafió a <<la muñeca de la ficción inglesa>> con <<Lejos del mundanal ruido>> (1874) y <<Tess of the D´Urbervilles>> (1891) -las dos novelas censuradas por los impresores que publicaban las novelas por entregas- y mostró los problemas sexuales y maritales con "Jude el oscuro" (1894). Los críticos ingleses acusaban a Hardy de escribir como Flaubert, cuyo libro "Madame Bovary" se publicó el año 1857.


Mark Twain

Transposición de épocas y de cuerpos.
Perro viejo no aprende gracias nuevas.
Preguntas llenas de malicia y trastienda.
Las desgracias de los mayores se olvidan con el deseo y la excitación de nuevas empresas.
Desperdicios heterogéneos.
Nadaba materialmente sobre riquezas.
Una de las reglas fundamentales de la humana conducta. Para hacer que alguien, ser humano o diablo, desee alguna cosa, sólo es preciso hacerla difícil de conseguir.
Eximio y agudo filósofo.
La actividad es lo que estamos obligados a hacer y el juego aquello a lo que no se nos obliga.
Confeccionar flores artificiales por el tread-mil es una actividad -rueda que movían los condenados forzados, subiendo por los travesaños de la parte inferior-, mientras que jugar a los bolos o escalar el Mont-Blanc no es más que divertimiento.
Edificante disertación respecto el gran valor y el gusto especial que adquieren los dones cuando nos viene, no por pecaminosos materiales, sino por nuestro esfuerzo.
Peligro de captura y castigo.
La pasión, un fervoroso culto, opuesto a la trivial y efímera debilidad.
Repentina y seráfica aparición.
Lo glorioso de su inmunidad.
Suspenso por un rapto de alegría, enajenado.
Una cosa gustosa, un <<modelo>> atrapado.
Lo patético de los ensueños.
Vasta y desolada extensión de la corriente.
Perecer ahogado. Desagradable y rutinario programa ideado para estos casos por la naturaleza.
La mente revoloteando por las esferas de la mente humana.
Absorbentes y recreativas tareas.
Bajo la doble presión de la curiosidad y de la prometida ganancia.
La navaja Barlow valía doce centavos.
Oscura extensión de un terreno de secano.
Contundentes razones.
Cambalache. Trapicheo.
Ardiente emulación.
El estómago mental, el hambre.
La fama y éclat o el brillo que traía consigo.
Afanes mundanos.
Artes de la seducción.
De qué sustancia estaría formado.
Autoridad. Insecto.
Vales. Moneda legal.
Velo piadoso.
Persona hospitalaria y desprendida para dar fiestas.
Ocurre a menudo que cuando menos justificada está una costumbre, más actividad cuesta desarraigarla.
Los millones de oprimidos que gimen bajo el talón de las soberanías europeas y los déspotas orientales.
Gracia salpimentada.
Las penas tienen sus compensaciones.
Solitario valiente olvidado.
Paria infantil.
No disimulada condición de abandonado.
Vida apetecible y deliciosa.
El rumor, el zumbido del estudio.
Simpatía magnética.
Medalla de peltre. Aleación de estaño, plomo y cinc.
Roble de ancho ramaje.
Vaga, augusta región de lo novelesco.
Senda de la guerra.
Cenit de la fama.
Una ripia de pino.
Olmo corpulento.
Grave y metódico combate, golpe por golpe.
Avíos bélicos.
Permaneció despierto con una intranquila espera.
Fúnebre quietud.
Los ánimos andaban de ronda.
Monótono cricri de un grillo.
El tiempo había cesado de correr y había empezado la eternidad. Adormilarse.
Graznido de una lechuza.
Controvertir el tema interiormente.
Desalmado criminal.
Reflexivo silencio.
Escribir. Fluidez y grandiosidad de estilo.
Telegráfica velocidad.
El publico no se hace esperar en cuanto a desentenderse de pruebas y llegar al veredicto.
Satán, ser poderoso y formidable.
Torcedor de la autoconciencia.
Angustias mentales.
Chifladura de los específicos y los métodos flamantes para fomentar la salud o recomponerla.
Fraudes frenológicos.
Ventaja de la dificultad y el peligro.
Coruscante follaje.
Cúspide del solaz voluptuoso.
Gran recogimiento meditativo de la naturaleza.
El pescado de agua dulce es mejor cuanto antes pase del agua a la sartén.
Deslumbradora notoriedad.
Aire humilde.
Amigable compañía del fuego.
Ánimo de la noche.
La tempestad realizó un esfuerzo supremo.
Pan de la hospitalidad.
Población quieta y tranquila a machamartillo.
Manifiesto orgullo del recuerdo.
Con la madurez de los tiempos llegó la atractiva ocasión.
Transcurso del tiempo.
Mundo tornadizo e ilógico.
Detectives. Omniscientes y pasmosas maravillas.
Peso de las preocupaciones.
Soñar con ratas. Señal de apuros.
Oficio de cazadores de tesoros.
El tiempo ya ni corría y la eternidad iba envejeciendo.
Lento pasar de los años.
Decisivo argumento a favor de una idea.
Ojo zahorí.
Lento pasar de las edades.
Ristras de murciélagos.
Apagar la vela. Economía.
Era terrible reflexionar sentarse cuando el tiempo valía mucho.
Rejas y grilletes de la civilización.
Lacrimosos y elocuentes mítines.
Cerillas fosfóricas.
Casas corrientes y adocenadas.
(Las aventuras de Tom Sawyer)

No sabreis quién soy yo si no habeis leído un libro titulado Las aventuras de Tom Sawyer, pero no importa.
Cansado como un perro.
Calculé que no me iba a preocupar más.
Un abogado no flota de espaldas sino de cara.
Hay formas de escapar a algunos tipos de mala suerte.
Una patata irlandesa cruda para meter una moneda que no se podría ver el cobre.
Un blanco de sapo de árbol, de vientre de pez.
Una cara agria.
La crecida de junio me traía suerte porque bajan troncos de maderos o una canoa a la deriva y no hay más que cogerlos y venderlos a la serrería y los carpinteros.
Poner los detalles precisos, adornar las cosas.
Olía a que era tarde.
La conversación se fue alejando y no podía distinguir las palabras.
El transbordador disparando el cañón pretendiendo que el cadáver saliera a la superficie.
Ponían mercurio en barras de pan y las echaban a flotar porque suelen ir derechas a donde está el cadáver del ahogado y quedan allí.
Era pan de tahona del que come la gente fina; nada de pan de borona barato.
Contar las cosas que iba uno a cocinar para la cena traía mala suerte. Igual que si se sacudía el mantel después de anochecer.
Las señales traían mala suerte. Había pocas señales de buena suerte y no valen a nadie.
Para qué quieres saber cuando viene la buena suerte. ¿Quieres que no llegue?
El resplandor de la gloria.
La peor mala suerte es tocar una piel de serpiente con las manos.
Cuando mata uno una serpiente aparece su compañera que se le enrosca encima.
Ver la luna nueva por encima del hombro izquierdo.
Cuando una vaca se echa se levanta del lado de atrás. Y un caballo del de delante. 
Hirviendo de curiosidad.
Perseguir un fuego fatuo.
Los sueños lo cansan a uno como un diablo.
Estar buscando algo a que echar la culpa nos traería mala suerte hasta que entendiésemos que lo mejor era no hablar del tema.
La ofrenda de amistad de Orestes y Pílades.
Arrugar la frente de rabia.
A los cerdos les gustan los suelos apisonados el verano porque están frescos.
Pasaron dos o tres días con sus noches; creo que podría decir que nadaron de lo tranquilos, suaves y estupendos que se deslizaron.
Una bonita brisa abanica a uno fresca y suave que huele muy bien porque llega del bosque y de las flores.
La soledad del río.
Pasábamos el día haciendo el vago escuchando el silencio.
Veíamos la estela de las estrellas que caían. Era porque se habían portado mal y las habían echado del nido.
La imposición de manos para el cáncer y la parálisis.
No me sale mal lo de echar la buenaventura cuando alguien me averigua los datos.
Que el frío mundo perpetue su venganza.
Echar por las malas de las alturas.
Aprovechar las cosas como son.
Un golpe de suerte.
Aplastado bajo el lado del férreo talón de la presión. El infortunado ha quebrado mi talante antaño altivo.
Frenología. Trazar gráficos de la personalidad.
Extraer de las arcas del recuerdo.
El tono nativo de la resolución cual el pobre gato del adagio palidece de preocupación.
Sombreros amarillos de paja casi igual de anchos que un paraguas.
Un tono perezoso y arrastrado.
Contento como si estuviera cobrando un sueldo.
Rabiosos gritando y arrancando las cuerdas de tender la ropa para colgarlo.
El valor que da el pertenecer a una turba.
Alguna idea lucrativa.
Una prueba que se ve suavizada y santificada con la gran solidaridad.
Un gesto estupido e inexpresivo.
Todos patearon el suelo con un ruido como una tormenta.
La venta no será válida y todo volverá al patrimonio.
Ceder a los argumentos.
Por su gesto vi que había problemas.
Un gesto desesperado y tonto.
Un talento histriónico.
La cara llameante como un atardecer.
Calculaba que ni Tom Sawyer lo podría haber hecho mejor. Naturalmente él lo habría hecho con más estilo pero eso a mí no me sale sencillamente porque no me he educado de esa forma.
Muerto de confusión.
Una bolsa de tela de esas anticuadas hecha de tejido para alfombra.
Cualquiera que no hubiera sido una mula llena de prejuicios habría visto que decía la verdad.
Poner cara de apuro.
Un golpe sin ninguna advertencia.
De pésimo humor comenzaron a gritar.
Vamos a ahogar a los estafadores. Vamos a sacarlos en un rail.
El cañonazo de los truenos.
Lentamente y sarcástico.
Compensar el deficit.
De pésimo humor.
La mala sangre de jugar una pasada.
Jugando a dos paños.
Los calabozos subterráneos del castillo de Deef del puerto de Marsella.
Divertido e intelectual.
El valor de llamar la atención.
Cuando un prisionero fino escapa se llama una evasión.
La regala de la canoa.
Dicho. Arreglar la pierna con dos patadas.
Una reputación fenómena.
(Las aventuras de Huckleberry Finn)

Gente poco interesada cuando habla del tiempo.
Razón y ventajas.
Disertaciones despectivas.
Libre perdón, rescate, cautividad o muerte.
Gracia de pobre calidad.
Terror frenético.
No tiene utilidad tirar una cosa, simplemente por no estar maduro el mercado.
Aguadas estadísticas.
Las damas y caballeros de Inglaterra habían sido poco escrupulosos en su habla, en la moral y en la conducta, que tal habla implica, hasta hace cien años.
Experiencia de sueños de intensidad similar a la propia vida.
Percepción aterrorizada del que se aventura en un terreno horroroso y habla de cosas cuya mención podría acarrear la muerte.
La gente más preparada, ansiosa y deseosa de tragar milagros, es aquella que está más hambrienta de verle a uno llevarlos a cabo.
Citar una estupenda calamidad. Dar el nombre de la calamidad, concretar su significado y el momento de su llegada.
En el silencio y la oscuridad, las ideas se completan con la comprobación de que se van a realizar.
La simple experiencia de un hecho es pálida, pero en cuanto uno se pone a comprobarlo, adquiere color.
Bendita previsión de la naturaleza.
Punto de vista comercial.
Frenesí de pánico.
La muchedumbre se hundió mansamente en sus asientos.
Nube de ruegos.
Grado de arrepentimiento.
Son las pequeñas comodidades las que proporcionan el verdadero confort a la vida.
Inventar, esforzarme, crear, reorganizar las cosas, poner cerebro y mano a la actividad.
Eclipse. Disposición de pánico.
Centro de un homenaje.
Colapso general de consternación.
Disposición suspicaz.
Ocasiones para que un ser humano de experiencia, cerebro, valor e iniciativa, se lanzase y progresase al tiempo del país.
Aventureros. Montfort, Gaveston, Mortimer, Villiers.
Atmósfera libre.
Gente sencilla y reservada. Humildes y sinceras efusiones de lealtad.
Cualquier signo de realeza es exactamente un insulto; pero si uno nace y se educa dentro de estas persuasiones, no lo experimentará.
Signo de bambolla, que ha ocupado sus tronos sin sombra de ley o de razón.
Ideas heredadas. Fluían en surcos gastados por el tiempo y la costumbre.
Genealogía y poderío.
Barras en el lado izquierdo del escudo. En heráldica, signo de ilegitimidad.
Las explicaciones enmascaran las cosas, hasta un grado en el que no se puede decir nada.
No razonamos cuando amamos; sólo sentimos.
Infamia del gobierno monárquico.
El país es lo real, sustancial, eterno, hay que cuidar y ser leal. Las instituciones son extrañas, simplemente su vestido puede gastarse por el uso, puramente animal, inventado por la monarquía.
Ajustarse a las proporciones de las cosas.
Desterrar la opresión y devolver al pueblo sus derechos robados y su cualidad humana, sin afrentar a nadie.
Pruebas circunstanciales.
La gente tímida se encoge y acobarda, al ver al relámpago surgir de las nubes.
Un estadista gana poco con el ejercicio abusivo de una autoridad férrea, en las ocasiones que se ofrezca, porque hiere el justo orgullo de sus subordinados y tiende a minar su fuerza.
Una pequeña concesión, de vez en cuando, donde no pueda hacer daño, es la más sabia política.
Perversidad suave como la seda.
Los argumentos no tienen alternativa frente a la educación fosilizada; la desgastan como las olas una escollera.
La dura ley arranca la hacienda del ser convicto y convierte en mendigos a su mujer y huérfanos.
La pasión repentina es una circunstancia atenuante en la muerte de una persona.
Herencia y educación.
Vivir una vida pura, elevada y sin mácula, que salve ese átomo microscópico que hay en mí y en mi verdadero yo.
Las cadenas no se precisan cuando el ánimo ha desaparecido del ser humano.
Mente enferma y razón desequilibrada.
Manifestar de todos los modos posibles la profunda reverencia que los nativos de la isla, pasados y modernos, han sentido siempre por la jerarquía, sea cual fuere su envoltura exterior y el contenido mental y moral.
El descaro está más allá del asombro.
Industria. Pánicos financieros, su papel moneda languidece hasta llegar a cero y todo queda paralizado.
La contabilidad no existe con respecto a los seres humanos
Mensaje funesto.
Pago en asunto de réditos a la inversión del esfuerzo.
Entre las cosas más difíciles se encuentra el desembarazarse de los viejos hábitos mentales. Se transmiten como la forma física y las facciones.
Muchas cosas pequeñas se han convertido en grandes, merced al tipo apropiado de publicidad.
Profundas aguas del saber, que mugen de soberanía, invistiendo una reverenda condición ante los ojos mentales del humilde mortal.
Virtud auto-complacida. 
Pozo sin fondo de la humillación.
La economía de gastos supuso una notable economía.
Los gastos anuales de un Gobierno ascienden al equivalente, que resultaría de la aportación del salario de tres días de todos los habitantes. Este dinero se recaudaba a través de impuestos.
La desesperación da a uno alas.
La profecía es mayor que la magia.
Vigor real.
Marcas registradas de la pobreza, la miseria,la  opresión, el insulto y las corrientes crueldades, que extraen lo varonil del ser humano y le convierten en un súbdito probado, leal y propio.
Qué maravillosa es la verdad, aunque venga en la forma más inesperada que sea.
La actividad intelectual está mal denominada; es un placer, una disipación y tiene su propia y elevadísima recompensa. La ley profesional semeja injusta, pero no hay nada que pueda transformarla. Cuando más pago en placer recibe el profesional, más pago en metálico recibe también, y esta es igualmente la ley de esas transparentes estafas, la nobleza hereditaria y la monarquía.
Aspecto arruinado, manifestación elocuente de la pobreza.
Tranquilidad de la muerte.
Bendición sincera, que los malditos pueden otorgar.
Muerte Manchada.
Conducta nacida de las subdivisiones exactas de casta.
Intelecto, valor y carácter.
Denuedo característicamente británico.
Gracia indolente.
Estilo no negociable.
Consejo de valor.
La ley se hace para repartir justicia. En ocasiones falla. Sólo podemos lamentarnos, tener resignación.
Las palabras son fuego pintado, una visión es el propio fuego.
Limonada de circo.
La agitación de la multitud es preludio de pánico.
Impuestos uniformes.
Caer en el cinturón de arena.
Terror rojo.
(Un yanqui en la corte del rey Arturo)


Stoker
El viejo, en la inimitable "Huckleberry Finn", contó la historia de que, de niño, lo habían sacado en un cesto para la ropa.

J. Huxley
Los informes sobre la muerte de Mark Twain eran exagerados.

S. Lewis
Un toque del directo sentido del humor propio de estadounidenses como Mark Twain.
La tierra divertida, cordial y despreocupada de Mark Twain.
Artemus Ward, pseudónimo de Charles Farrar Browne (1834-1867), un escritor estadounidense, cuyos libros, reunidos en "La obra de Artemus Ward" (1862) y "Los viajes de Artemus Ward" (1865), ejercieron gran influencia en Mark Twain.

Saroyan
Samuel L. Clemes, verdadero nombre de Mark Twain.

Williams
La rana saltarina de aquel cuento de Mark Twain; la que por demasiado saltar salió del condado de Calaveras.

Sheldon
Mark Twain dijo que cuando el mundo terminara quería estar en Kentucky porque va con unos veinte años de retraso.

Zinn
Mark Twain no era ni anarquista ni radical. Era un escritor de fama mundial de historias tragicómicas y americanas hasta la médula.

Hitchens
Mark Twain calificó a las mil maravillas el Libro del Mormón como <<cloroformo impreso>>. "Roughing It" (Pasando fatigas).

Mackie
Nombres de ficción, nombres de personajes, lugares como <<Huckleberry Finn>> su uso encierra rasgos que producen perplejidad.

Pinker
Las aventuras de Huckleberry Finn constituye una fuente especialmente peligrosa de lecciones porque comienza con un mandato del autor. Muestra las flaqueas del honor del Sur anterior a la guerra como las flaquezas de la naturaleza humana vistas a través de los ojos de dos buenos salvajes encontrándolas mientras descienden el río Mississippi. Twain hablaba de la retorcida violencia que traspasa nuestros estereotipos de gente ordinaria y gente refinada. Pinta la imagen de los orígenes de la violencia endémica.


Edith Wharton

Aspectos familiares.
Cuidadosa reproducción de los vernáculo.
Novelista. Todos los temas contienen implícitamente su forma y dimensiones propias. Espacio de tiempo forzoso.
El relato como un arte de composición.
Lúgubre e inabordable.
Carácter taciturno.
Sensibilidad más delicada y cultura.
Serrería hidráulica.
Se dedicó a tirar el dinero como si los billetes fueran biblias.
Broncínea imagen de un valiente.
Aislamiento moral.
Furtiva oleada de inercia.
Establecer comunicación más directa.
Referencia negativa y unilateral.
Silencio. Viejo velo de la reserva.
Las puntas de la Osa colgaban de un cielo como carámbanos y Orión emitía sus fríos destellos parpadeantes.
Estudios amplios de gran utilidad práctica. Nutrir la fantasía, inmensos y nebulosos significados, tras la cara cotidiana de las cosas. Sentido de tales significados.
Exaltación física.
Reflexionar sardónicamente.
Fúnebre privilegio.
Recuerdos. Agudeza de las cosas desaparecidas.
Tono de quejumbrosa humildad.
Ante una realidad agobiante, se había desvanecido en una sombra insustancial.
Transformación de la expresión y el tono.
La visión llegó con la intensa precisión del ultimo sueño antes de despertar.
Rezumar frialdad fúnebre una cripta.
Mañana de invierno clara como el cristal.
El alba ardía roja como un cielo puro.
Cerebro exhausto.
Complementar los consejos con la ayuda material.
Coste del consejo de un médico nuevo.
Excursiones terapéuticas.
Serio e incapaz de expresarse, admiraba la desenvoltura y la alegría en los demás y le encantaba el contacto humano cordial.
Facultad de hablar.
Restaurar el equilibrio.
Sabiduría doméstica.
Miedo irracional a quedar solo.
Fundamento de la acusación. Nunca escucha.
Liberalidad de costumbres.
Autoridad reconocida en síntomas y medicaciones.
Tormenta de celos que bullía en su pecho.
Agobiado por una sensación de bienestar.
Sentir un súbito cosquilleo de celos.
Emocionante sensación de dominio.
Viejas implicaciones de orden y conformidad.
Espesura y claros encantados.
Ruborizarse de una manera gradual y delicada, como el reflejo de una idea.
Hiedra alemana.
Disimular alegría con un aire de exagerada indiferencia.
Aire de lánguida autoridad.
Problemas, opuesto a complicaciones.
Por razones de economía.
Acto de cólera manifiesta.
Descender al nivel de la recriminación.
El problema práctico estaba allí y había que abordarlo.
Recursos de evasión.
Realizar un complicado cálculo mental.
Antorcha de aviso.
Verdad inexorable.
Pálido resplandor de alegría.
Afrontar por primera vez la idea del futuro.
Magras propiedades.
Papel. Manera de comunicarse.
Savia de la vida.
Saludables instintos de autodefensa.
Implacables realidades de su situación.
Ganar la vida parcamente, sólo con una actividad incesante y supervisión personal.
Iniciar un pleito de divorcio.
Hechos inexorables.
Estremeció su asombro una alegría feroz.
Vago ademán de oposición.
Hacer la acusación de no atender y avivar el fuego.
Un peligro me había hecho ganar varios puntos en su estimación.
Terribles limitaciones de los pobres.
(Etham Frome)

París, ideada deliberadamente y con audacia como un escenario para el disfrute de la vida, sin haberse visto forzada a hacer concesiones poco generosas a los instintos festivos.
La experiencia del mundo que vivía a través de las novelas románticas daba un significado emocionante a su naturalidad.
Terraza de Feuillants.
Es preciso atenuar la dureza de la circunstancia con la ternura.
La dilatada disciplina europea ha aprendido a sobrellevar las pausas con naturalidad, extendida como un espacioso porvenir de complicada belleza, indicio de un vasto poder impersonal, la gran amplitud del ocio.
Momentánea inhabilidad para conducir convenientemente la situación.
Lago Pohunk.
Razones familiares.
Por fin la conversación se encaminaba hacia el punto que su mente se concentraba.
Perspectiva de futuro.
Una expresión con la que el pasado desconocido se mostraba como una sombra que oscureciera de pronto un cristal diáfano.
Influencia personal concreta.
Organizado de antemano. Persuasiones políticas y religiosas, forma de juzgar a las personas, sentido del honor, ideas respecto de las mujeres, visión de la vida.
Las acciones analizan la verdad y hacen que esta encaje. Y esta formación de la mente comienza cuando el niño empieza a tener autoconciencia.
Paciencia de un pretendiente durante el complicado cerco de su mente atormentada.
Atractivos del clan.
Singularidad libre.
Secretos de su poder.
Desdén irreprimible.
Curso de la justicia de un país relativamente ilustrado.
Solidaridad misteriosa.
Resplandor de libertad.
Escándalo. Retentissement.
Educado a través de la costumbre francesa de guardar escrupulosamente las apariencias.
Audaces, experimentadas y emprendedoras. Cualidades que los novelistas de la época llamaban <<garbo>>.
Misterio, percepción de una insondable profundidad iniciática.
Definir el carácter de la transformación.
Astucia de los movimientos, gracia culminante.
Aversión moral.
Manera gentil y, sin embargo, crítica.
Duras consonantes inglesas.
Impalpable aura de elegancia.
Oposición crónica.
Expresión repentinamente concentrada de la voluntad ancestral.
Objeto de su hospitalidad.
Ingobernable asombro.
Oscuras tortuosidades de la situación.
Cruel y agobiante sistema.
Declararse con sencillez.
Terrible escándalo económico.
La conducta, después de todo, debe ser conceptuada por su efecto de distinguir o degradar el carácter.
¿O era esta incisiva velocidad de réplica la manera que tenía la criatura herida de defender la intimidad de su dolor?
El paso del tiempo lo libró gradualmente de recelos concretos.
Liberación inminente. Librado de los ropajes de la esclavitud mental.
Semiabandono propio de la morte saison.
Para una imaginación sensible cada encarnación concreta de una vieja orientación de cosas testifica las auténticas persuasiones que una vez causaron sufrimientos.
Sensible con los casos prácticos al punto de vista opuesto.
Percepciones de las diferencias.
Lapso de tiempo. Precisión y perspectiva a la impresión.
Peso de la obligación.
(Madame de Treymes)


Capote
Edith Wharton, "La casa de la alegría".


Barbey D´Aurevilly

Temperamento inglés. Incluso heridos de muerte, no lo reconocerían nunca y perecerían manteniendo que viven.
Lentitud patricia.
Circunstancias, esas bribonas.
Noche oscura como boca de horno apagado.
Descanso, sueño de la animalidad fatigada.
Un ser humano que vela tiene algo de imponente.
Hipocresía de la curiosidad.
Gentes formales.
Azar. Diablo.
El odio tiene sed de desprecio.
Tensa vida del que acecha.
Gozo del misterio en la complicidad que, incluso sin la ilusión de triunfar, hará que haya siempre conspiradores incorregibles.
Frente neroniana.
La noche culpable extendía el rubor.
Blanda guta. Sustancia derivada del látex.
La cabeza humana tiene voluntades estúpidas frente la claridad de la evidencia y el destino.
Tenderse encima empleando lo que, según las viejas historias, empleaban los taumaturgos resucitadores.
Cadena de Mesmer.
Las cosas actuaban a la vez, tendían un arpa misteriosa de sus maravillosas organizaciones.
Zalemas de los salvajes al fusil de Robinson.
Protuberancia del respeto.
Cara sardónica.
El Medias-de-Cuero, de Fenimore Cooper, en los bosques de América. Campeón que se burla de las leyes sociales, pero que no las había reemplazado por la idea divina.
Despiadados experimentadores, que no pueden ser más que misántropos. Misántropo a lo Alcestes, se indignaba virtuosamente.
Huata (abrigo o panza) de oro del sol.
Pantera de Java, Armida y Locusta a la vez.
Esmeraldas que Sbogar llevaba en las orejas. Protagonista de una novela de Charles Nodier (1818).
Desaparecido de manera radical.
Molino de las hablas.
Extenderse el silencio, hijo de las hablas fatigadas.
Facultad de raciocinio, bastón de ciego del sabio y el médico. Razonar la situación, para aclararla.
Genio de la voluntad y genio de la inteligencia.
Garra de esfinge de un problema.
Gesto del poder que juega con el fuego.
Conversación, hija moribunda de las aristocracias ociosas y las monarquías.
Maledicencia o calumnia, Menecmas similares.
La novela es más común que la historia.
Exclusivos y altivos faubourg Saint-Germain, plaza Bellecour de Lyon.
Pasiones de rango, antagonismos de vanidad.
Cloacas de odio y envidia.
El respeto de los pueblos asemeja esa santa Ampolla, de la que se han burlado con ingenio. Cuando ya no hay más, aun queda.
Prudencia, distintivo del carácter normando.
Cualidades farisaicas y protestantes. Honorability.
Lavater. El secreto de la cualidad del ser humano se ve más en las líneas móviles de la boca, que en la expresión de los ojos.
Ingleses, hijos del mar.
Cualquier superioridad es una seducción irresistible, que procede por rapto y nos arrastra en su órbita. Nos fecunda al arrastrarnos. Grandes conversadores, que dan la réplica y la inspiran.
Garra del Tiempo.
Hilo de acero sobre el que danzaba incesantemente la flecha aguda del epigrama.
Esmeraldas frías, como retirado del vientre y las entrañas del pescado de Polícrates.
Ingenio brillante, damasquinado y afilado como una espada.
Igualdad, quimera de los villanos.
Agua durmiente bajo los nenúfares.
Motivos para actuar, de razonamiento, autoconciencia, instinto, reflexión, temperamento, gusto, lámparas interiores, que echan su luz sobre nuestros actos.
Spleen de las pasiones traicionadas.
La ola no hincha ni turba las aguas de un lago estrechamente rodeado.
El Matusalén de los marqueses.
La luz tiene sus azares y caprichos.
Deseo furioso de un capricho inglés.
Balas, arma que mata sin pasión, mientras la espada comparte la pasión de la mano.
Relámpagos de la emoción.
Resedas respiradas y trituradas.
Estómago prepotente.
Se moraliza a los pueblos por el terror.
Cocodrilo fosforescente en una fuente de fuego.
Opiniones y alegría del desesperado.
Sublime de agotamiento.
Fénix de furor, que renacía siempre de sus cenizas.
Imponía como los hombres que no piden nada a la vida, porque están por encima.
Los criados no se despedían a los postres, en las cenas del barón de Holbach.
El mercado es más que la casa de vidrio de los romanos. Es una casa sin muros.
Capón del menester.
Indiferencia del bronce.
La novela es especialmente la historia de las costumbres, contada como drama. Una diferencia. La novela pone las costumbres bajo la cubierta de los personajes de ficción; la Historia da los nombres y direcciones; la novela profundiza más que la Historia, está limitada por la realidad.
El Diablo, padre alegre de las anarquías.
Procela marina. Abismo.
(Las Diabólicas)

Ball
D´Aurevilly representaba el papel de satánico para irritar al burgués.


Villiers de L´Isle Adam

Respetuosas fórmulas de uso.
Círculo de aficionados y aburridos notorios.
Nuncio. Legado.
Fragmentos de conversación.
Un auxiliar de valor.
Un profesor de genio.
Ambición justificada.
Sólo se muere una vez.
Frías y crueles bajezas, traiciones envenenadas y sus millares de complicaciones que conducen al aburrimiento cotidiano; amistades envidiosas, enconadas y sonrientes; tramas pérfidas con las que se pierde el amor y la persuasión, el honor y la dignidad. Del mundo a nadie atrae sino lo que teme y bajo las exterioridades más atrayentes encontraréis la indiferencia y la maldad. El lugar de los sentimientos lo ocupan las sensaciones.
Los golpes de mano se vuelven generales y terminan por aceptarse, encadenarse y mezclarse de una manera simple y extraña gracias a la fluctuación general.
Vislumbre teórico de la existencia.
Durante una discusión de consecuencias serias con la que una persona no hable mucho tiempo frente a vuestras ideas, sorprendedla con un pequeño detalle desagradable de su conducta o vida privada.
Tener razón es tener más razón. No persuadiréis hiriendo a los demás con una negación total de su idea.
Razonamientos abyectos.
Valor ante el peligro.
Fuerzas de impulsos graduados hacia la infamia, engranaje de la bajeza y el crimen, empujes insensibles que conducen allá.
La modestia es un orgullo racional.
No os sinceréis nunca con nadie hasta el punto de manifestaros con palabras; disminuye la voluntad y el respeto del propósito. Ni confidencias ni expansiones de ningún género.
Destino oscuro o glorioso.
Voluntad de hierro.
Obstáculos menesterosos como el pan.
Me cuestan estos consejos.
Halla lo útil según su grado de inteligencia y comparativamente a las actividades que ejerce.
Razón, ley y fin.
Poder de la palabra humana.
Valor de la inteligencia.
Transformación de aspecto de los actos.
Pericia notable.
Uso general.
Pequeña mancha legal, huella de enredo judicial.
Vulgar comercio del mundo.
Zapa de la justicia.
Desinterés del genio.
Precauciones del genio.
Material de riqueza y tranquilidad.
Visión ingenua y penetrante como un golpe de espada.
La extensión de las aptitudes intelectuales.
Razonamiento de acción genial.
Carácter del ánimo.
Intensa fiebre de estudio.
Facultades penetrantes del genio.
Restos gráficos de negros caracteres etiópicos.
Los ánimos de otrora eran ánimos de sistemas fijos, mientras que la irresolución es una esencia del aire que respira nuestra época.
Esfinge, la más antigua de las diosas, tu reino es semejante a estepas áridas. Los sacerdotes de los templos de Egipto colocaban al lado de tu imagen la escultura velada de Isis, imagen de la Creación; bajo el zócalo habían escrito <<Yo soy lo que hoy es, lo que fue, lo que será. Nadie ha levantado el velo que me cubre.>>
Enigma de piedra.
Al genio no le frena el desaliento; por esa razón es el genio.
Sudores mortuorios de la angustia.
Impalpable pasado.
Golpe de alta o de baja justicia.
Canto de un ruiseñor entre las hojas.
Intrépidos genios de la rebelión.
Los Sergios, los príncipes o duques de Nápoles de la Edad Media.
Yataganes envenenados.
Es difícil recorrer los hipogeos y serapeums de Egipto.
Las inmensas floraciones que los esclavos nubios plantaban a través del valle de las tumbas. Sobre las altas pirámides brillaban las inscripciones de los magos de Osiris.
Los fénix eternos sobrevolaban los sepulcros de los faraones.
Cuando el mundo fue rico una vez durante su vida, al caer la noche la hermosa reina de la Heptanómide antigua se complacía rozagarse a través del río. Ultima descendiente de aquella dinastía triplemente secular de los Ptolomeos Lágidas, descendía del soldado macedonio arrojado allí con la fúnebre indiferencia de Alejandro.
Peligroso límite de un instante.
Los tiempos fatídicos entrevistos por los Escaldos inspirados que cantaban desde las montañas de Escandinavia. Sus cantos inscritos con runas de las sagas del Norte hablan de guerreros sentados entre los Ases del Walhalla divino.
La elegancia es una fuerza.
El poder del horizonte.
Todo desaparece con la superpotencia del Nirvana.
(Isis)

Symons
Con Villiers de l´Isle Adam el drama se transforma como una encarnación de las fuerzas del ánimo.
Desde el primer experimento salvaje de "Isis" hasta el resumen deliberado de "Axël" el mundo oculto cabalista encuentra su camino en las páginas de Villiers.
La rebelión de Villiers ante la ciencia es materialissta y su pasión con el vuelo de esa quimera hasta lo invisible son un impulso de la mente.
Los dos grandes rasgos de la creación de Villiers, el mundo ideal o el ideal en el mundo y la sátira, la burla de la realidad.
"La Révolte", que semeja anticipar "La casa de muñecas" muestra un Ibsen ocioso tocando la realidad con verosímil desdén con mucha más belleza. Pero "Axël" meditado a lo largo de su vida muestra el ideal de Villiers sobre su propio idealismo. El ideal religioso, el ideal oculto, el ideal mundano, el ideal apasionado se presentan uno tras otro en estas deslumbrantes y profundas páginas. 
Villiers seleccionando ocuparse solo de personajes excepcionales inventa un discurso más elaborado y magnífico, el discurso de sus reflexiones, de sus sueños.


Joseph Sheridan Le Fanu

Presentar un précis del razonamiento.
Los profundos secretos de nuestra existencia dual.
El primer acontecimiento de mi existencia que produjo a mi mente una impresión terrible.
Una insólita expresión de ansiedad.
Manifestar que no había ninguna señal visible.
Largo rostro saturnino.
Atmósfera sombría.
Las vívidas imágenes aisladas de la fantasmagoría rodeada de tinieblas.
Una verdad de la que yo he sido testigo ocular.
Me sentí más decepcionada de lo que una joven dama que habite una ciudad o un vecindario animado puede siquiera imaginar.
A un tiempo mortificada y curiosa.
Una condición similar al desvarío.
La sombra de unos magníficos tilos.
El escarlata desvaneciente del cielo.
La gloriosa eternidad de la bendición. El diablo que traicionó nuestra ciega hospitalidad lo ha hecho todo.
La maldita pasión del agente de la desgracia.
Arrogante incredulidad, despreciable actitud de superioridad.
Una delgada película de bruma se deslizaba como humo marcando las distancias con un velo transparente.
Existen disposiciones de ánimo indolentes con las que poco inclinados nosotros a hablar, la charla de otros es agradable a nuestros oídos desatentos.
Humores de adormilamiento.
El tren de viaje de alguna persona de rango.
Distintas exclamaciones de terror.
Un momentáneo transporte de gratitud.
Honestas garantías de cuidados y ternura.
La suntuosidad del tren de una persona de importancia.
Expresión rígida y severa.
Una conmoción nerviosa.
Proseguir con la vena de lo que la hospitalidad aconsejaba.
Ejercer una reserva alerta.
La curiosidad es una pasión infatigable y sin escrúpulos.
Vagas manifestaciones.
Vigilaba las ocasiones e insinuaba que no forzaba mis indagaciones.
El éxtasis de la enorme humillación.
El éxtasis de la crueldad que, sin embargo, es amor.
El ánimo amoroso.
Una vaga sensación de miedo y repugnancia.
Una vívida y muy aguda rememoración del curso general de mi historia.
El ardor de un enamorado.
Respecto de esas manifestaciones realmente extraordinarias yo me esforzaba vanamente para formar alguna teoría satisfactoria. No podía reducirlas a fingimiento o burla. Era inconfundiblemente el estallido momentáneo del instinto y la emoción contenidos. 
Una languidez corporal con la que su mente no armonizaba.
Era invariablemente una animada conversadora y muy inteligente.
Deducir con ocasionales atisbos.
Las fantasías horribles que acompañan verosímiles formas de fiebre.
El estremecimiento irreprimible del paludismo.
Sus energías semejaban tensarse para eludir un ataque; finalmente surgió un prolongado grito convulsivo de sufrimiento y gradualmente la histeria fue remitiendo.
Mostrar síntomas definibles de fragilidad de la salud.
Un momentáneo signo de furia.
Un amuleto para el upiro (vampiro) que anda suelto por el bosque como un lobo.
Volvió gradualmente a su tono habitual.
Humor abatido.
Contagiar las supersticiones y repetir las imágenes de terror.
Aquella noche se produjo un acontecimiento que orientó mis reflexiones de una manera totalmente nueva y que forzó la languidez a una momentánea energía.
Una extrañísima angustia.
Los progresos de la misteriosa y extraña epidemia que había invadido la zona.
Galantemente a su estilo anticuado le besó la mano complacido.
Atada con unos votos terribles.
El amor es cuanto más ardiente más egoísta.
Debes venir conmigo y amarme hasta la muerte; o debes odiarme pero seguir conmigo y odiarme a través de la muerte y después de la muerte.
Ver como los buzos ven lo que tienen arriba a través de un ambiente oscilante pero transparente.
Ocurrió esa noche algo que oscureció la imagen y que fijó sus colores.
Un amor cruel. Un amor extraño con la aptitud de arrebatarme la vida. El amor ha de tener sus sacrificios. No hay sacrificio sin sangre.
Una sensación incómoda.
Aquella noche tuve un sueño que fue el comienzo de una extrañísima angustia. No puedo calificarlo de pesadilla porque tenía plena autoconciencia de estar dormida. Pero tenía igualmente la autoconciencia de encontrarme tendida sobre mi cama precisamente como realmente estaba.
Ir y venir con la flexible inquietud de un animal enjaulado. 
Lo que pesaba sobre mi ánimo.
Nunca he visto un loco más asustado.
A esta distancia del tiempo no sabría decirte ni siquiera entender cómo superé mi horror eficazmente.
Al soñar pasa una fiebre o cualquier otra enfermedad y llama a la puerta y al no poder entrar sigue adelante abandonando detrás esa alarma.
El amuleto ha sido ahumado o sumergido con una droga y es un antídoto de la malaria.
Los malos ánimos vagan a lo largo del aire y comienzan a poner a prueba los nervios y de esta manera infectan el cerebro; pero antes de que se apoderen de una el antídoto los repele.
Extraños paroxismos de lánguida adoración.
Estaba sin saberlo en un grado notablemente avanzado de la más extraña enfermedad que ningún mortal haya sufrido nunca. Una inexpresable fascinación del efecto incapacitador aumentó hasta que se mezcló gradualmente una sensación de lo horrible que fue profundizando hasta descolorir y pervertir todos los aspectos de mi vida.
Una reserva morbosa.
Actuaba sobre mí el narcótico de una influencia no sospechada y mis sensaciones estaban entorpecidas.
Un vendaval de aporreamientos y gritos.
Una broma cruel.
La alarma y la confusión.
Éxtasis de alegría.
Aventurar una conjetura.
Un destello de horror.
Una conversación vehemente y argumentadora.
Imaginamos que las energías son una cosa que podemos conseguir cuando lo deseamos.
Tétrico triunfo.
Absortos con una aislada conversación.
Un ataque súbito.
La relativa ceremonia que imparten las plantaciones artificiales y el cultivo viejo.
Tono de intensa amargura y furor.
La monstruosa entrega a la lascivia y malignidad del infierno.
Detallar las circunstancias.
Víctima de una conspiración preternatural.
Una actitud similar.
Tono de vieja amistad.
Una obligada reserva.
Una misión de carácter crítico y urgente.
El tono de alguien para quien la solicitud equivalía más a conceder un favor que a pedirlo.
La elegancia y el resplandor de la buena cuna.
Encadenada con promesas impuestas sin conocer las razones.
Visitar sueños aterradores.
Unas noches después vino una sensación gradual y convulsiva de estrangulación; luego vino la inconsciencia.
Abundante tema de reflexión.
La ancha y oscilante extensión del bosque.
Atormentar la raza humana con atroces apetitos.
Un recrudecimiento de la sospecha que había detectado.
La ira y abominación de las maneras, nada caprichoso.
El pueblo perturbado con "los que vuelven".
Vampiros privados de su horrible animación.
El vampiro sale de su tumba, abandona al lado el sudario con el que había sido amortajado y se desliza hasta el pueblo para atormentar sus habitantes.
Torcer el curso de la enfermedad.
Un tono más agudo que el de una estricta discusión filosófica.
Indecorosa exhibición.
Aire disgustado.
Los límites de lo irrevocable.
Sufrir las visitas de un vampiro. Los pinchazos de la garganta eran la inserción de las dos largas, delgadas y afiladas piezas dentales peculiares a los vampiros.
Escéptico por cuanto a la existencia de un portento como el vampiro.
Un caso de erudición e inteligencia curiosamente asociadas con una alucinación.
Manifiesto placer.
Una escritura apretada.
La aterradora superstición vigente de Estiria Superior e Inferior, Moravia, Silesia, la Serbia turca, Polonia, incluso Rusia del fenómeno del vampiro.
El promotor de la investigación.
Un vehemente deseo repetidamente manifestado.
Los libros del tema del vampirismo. "Magia Posthuma", "Phlegon de Mirabilius", "Augustinus de curâ pro Mortuis", "Philosophicae et Christianae Cogitationes de Vampiris" de Juan Crisóstomo Herenberg.
La existencia anfibia del vampiro se mantiene con un sueño diariamente renovado bajo su tumba. Su horrendo apetito de sangre viva le aporta el vigor de su existencia despierta. El vampiro es propenso a verse fascinado con acaparadora vehemencia semejante a la pasión del amor de personas específicas. Persiguiendo estas ejerce una paciencia y una astucia inagotables ya que el acceso a una persona particular puede verse obstaculizado de mil maneras. Nunca desistirá hasta haber saciado su pasión y succionado la vida de su codiciada víctima. Esos casos economizará y prolongará su disfrute criminal con un refinamiento epicúreo realizado con las aproximaciones graduales de su complicado galanteo. Estos casos semeja como si deseara simpatía y consentimiento. Los casos ordinarios va directo a su objeto, lo vence con la fuerza y a menudo lo estrangula y aniquila el curso de un solo festín.
El vampiro está aparentemente sujeto según verosímiles situaciones a unas condiciones especiales limitado a las letras que anagramáticamente componen su nombre.
La fuerza de su mano es un signo del vampiro.
La imagen vuelve a mi memoria con ambiguas alteraciones.
El diablo contorsionado.
Despertar sobresaltada de un sueño.
(Carmilla)


Oscar Wilde

El juramento de los nihilistas. Ahogar en mí hasta los ultimos vestigios de la naturaleza, no amar ni ser amado. No conceder ni implorar piedad. Apuñalar secretamente durante la noche. Echar veneno en el vaso. Incitar al padre ante el hijo, al marido ante la mujer, sin temor, sin ilusión, sin porvenir, sufrir, aniquilar, vengar.
Estrella de la libertad.
El fruto del árbol de la ciencia.
El pan cotidiano.
Proclamas de libertad.
Infiel a tu juramento, inconstante como el agua.
Transferir ojeadas significativas.
Tono tranquilo.
Las tertulias han emigrado con los orleanistas.
Proclamas violentas del Comité Ejecutivo.
El mundo se venga de las medianías con la indiferencia. Para que alguien pierda hasta su ultimo enemigo es preciso que haya en él algo ruin.
Siempre hay en un presunto heredero algo insano para su padre.
Luchar en las tinieblas.
Lo de prisa que se cansa el pueblo hasta de sus mejores diversiones.
Las olas humanas, arrancando a las balanzas de la guerra peligrosas victorias.
Las actitudes valientes devienen impropias en un Palacio.
La venganza de rojizas manos y de agitaciones sanguinarias.
La aurora engañosa, que nos ilusiona en otoño.
En un estrato ocioso hay siempre más cinismo que inteligencia.
Un pan arrojado a un país, que sucumbe de hambre.
Ser deudores es una condición habitual de los nihilistas.
Entre los nihilistas y todos los hombres que, por el hecho de llevar una corona están por encima de sus hermanos, hay guerra a muerte.
Librar del apresamiento, del tormento, del látigo, de la muerte.
Víboras ahítas.
Gente ávida de ganancia.
Embestidas del populacho.
Jugar al soberano ciudadano.
Cintajo, bibelot.
Monopolio de la sal.
Entrar sin hacer ruido, sorprendiendo de esta manera la conversación.
Reformar radicalmente la administración publica, por el motivo de que el pueblo tiene demasiada carga.
Las reformas en Rusia terminan en sainetes.
Se presenta una ocasión inmejorable para practicar la abnegación.
Las mandíbulas ennegrecidas de la mina.
La copa de la vida llena de placer.
Ver la mañana de ropaje de oro salir furtiva del sombrío Oriente, antes de la hora, celosa de que seas el doble de bella.
Las doce en el reloj, la hora de los enamorados.
(Vera o los nihilistas)

Tono lánguido.
El tipo perfecto de la belleza inglesa, el tipo de flor de manzana, el perfume y la libertad de una flor.
Expresión de espera de un niño.
Ver con un guiño de ojos lleno de indulgencia.
Sociedad londinense compuesta de guapos imbéciles y de brillantes lunáticos.
El aspecto de una orquídea.
Los hombres de notable personalidad son rara vez populares.
Un viso de orgullo.
Temperamento nervioso con aspecto de laxitud.
La comparación refleja una separación entre la pasión y la inteligencia, como si la mente y la emoción se mantuvieran en su propia esfera, merced a una operación violenta de la voluntad.
El aspecto pintoresco no podría resistir al ambiente de la Cámara de los Comunes.
Una inclinación cortés de la cabeza.
Brillante Viena, Londres sombrío.
Las preguntas no son nunca indiscretas; las que lo son en ocasiones son las réplicas.
Una vida política es una notable carrera, un juego de pericia o una gran calamidad.
Las cosas pequeñas son siempre difíciles de hacer.
Un instante de reflexión.
Inteligente, incluso cuando no le agrada que le tomen por tal.
Le mortificaría enormemente que le apreciaran como un ser novelesco.
Juega con la vida y está en las mejores referencias con la sociedad. Le gusta ser difícilmente entendido; lo que le proporciona la ventaja de la posición. Un ser humano desocupado. Siempre soltero. Es el producto del Boodle´s Club.
Todos los motivos son absurdos.
Es peligroso escuchar. Escuchando se expone uno a que le persuadan y quien se permite persuadir con un argumento demuestra ser profundamente irracional.
Aire soñador.
Ver a los genios y escuchar a las bellezas.
Con el rostro animado hasta expresar un verdadero placer.
Los hombres son groseramente materialistas.
Hacer penosos actos de celos en publico.
Un tema de conversación aburrido y prosaico y las personas aburridas o mezquinas son dos cosas diferentes.
Una estafa bursátil vulgar.
Una especulación brillante y atrevida.
Haber enviado una comisión especial, para que se informe oficiosamente.
Someter a la Cámara la decisión de la Comisión.
Hablando en un tono meditado, que subraya su insistencia.
Ha vivido en el extranjero. No semeja en condición de entender.
Levantándose con indignación.
Tono despreciativo.
Es el juego de la vida tal como tenemos todos que jugarle, tarde o temprano.
En otros tiempos, nadie se creía mejor que su vecino, ni en un ápice. En realidad, al que era un poco mejor que su vecino, se le veía como un ser excesivamente vulgar, completamente de capa media.
Antes, los escándalos prestaban algún encanto a un ser humano, o le hacían atractivo. Hoy le aplastan.
Un escándalo sucio, no podría sobrevivir a él.
Pactar diplomáticamente con su enemiga.
Una alegría desvergonzada.
Jugar de una manera perfectamente leal.
Se debía jugar siempre limpio, cuando tiene uno todos los triunfos entre las manos.
Dar tiempo para reflexionar sobre una proposición.
Firmar un pacto amistoso.
Todo es preferible al agotamiento intelectual. Nada sienta peor. Ocasiona una extraña hinchazón en la nariz de las jóvenes.
Un relámpago de alegría en los ojos.
Las perlas hacen una cara fea, virtuosa, intelectual.
Una sorpresa desagradable.
Un carácter íntegro.
El pasado de un ser humano semeja ese ser humano. Representa la manera de juzgar a las personas.
Apreciaciones sobre un asunto.
Una Comisión parcial o difícilmente entendida.
La vida publica y la vida privada son dos cosas diferentes. Tienen leyes diferentes. Se mueven en distintas esferas. Una y otra deben representar al ser humano en su integridad.
Un asunto de política práctica.
La verdad es una cosa compleja y la política un asunto complejo. Son engranajes sobre engranajes. Puede suceder que tenga uno con la gente algunas obligaciones, que sea menester cumplir. En la vida política llega uno, tarde o temprano, a tener compromisos.
Algunas circunstancias varían las cosas. Las circunstancias no pueden variar en nada las reglas.
Menester vital.
Nunca puede ser necesario hacer una cosa denigrante.
El dinero que tiene un origen sucio rebaja el poder. Porque el poder no es nada. Lo hermoso es el poder que permite hacer el bien.
Cometer una acción deshonrosa.
Un compromiso razonable.
Los hombres pueden amar cosas por debajo, cosas indignas, sucias, deshonrosas.
Un ser humano que actúa con bajeza y a escondidas.
El amor da el presentimiento de las cosas.
Un gabinete de familiaridad.
Apartarse con horror y desprecio.
Una conversación seria.
Una experiencia psicológica peligrosa.
Tono amargo.
Cansado, desgastado, desilusionado.
Un escándalo atroz.
Una inteligencia finísima, distinguida.
La terrible filosofía del poder, el Evangelio del oro.
Singular encanto del lujo.
Tono persuadido.
Desplegar la perspectiva.
Ambición y ansia de poder ilimitadas.
Tentaciones terribles, que aguanta uno a fuerza de energía y valor.
Jugar su vida en un solo instante, arriesgarlo todo de golpe, ya sea la baza poder o dinero, en lo que hay un valor terrible.
Cuando los dioses quieren castigarnos, atienden nuestros ruegos.
Tono afectuoso.
Tono ligero.
El maravilloso Evangelio del oro falta algunas ocasiones a sus promesas. El rico no lo puede todo, al fin y al cabo.
No hay nadie que no tenga su punto vulnerable, una resquebrajadura.
Enviar un telegrama cifrado.
Un escándalo misterioso.
Siempre vale la pena hacer una pregunta, aunque no contestarla.
Un gesto de desesperación.
Dar pruebas de una asombrosa disposición de ánimo.
Tono serio.
Cosas oscuras, útiles y encantadoras. Las leyes de la actividad profesional en las fábricas, la jornada de ocho horas, la inmunidad política.
Una indignación fingida.
Pretender desembarazarse de la verdad es una costumbre que hace impopular, le llaman afectación.
En la vida práctica el verdadero éxito lleva consigo algo que semeja ligeramente la falta de escrúpulos; la ambición va unida a lo poco escrupuloso. Cuando un ser humano ha puesto su corazón y su alma en conseguir un fin, si tiene que escalar escarpadas rocas las escala y si tiene que meterse por el lodo se mete por el lodo.
En todo carácter hay partes débiles.
La vida no puede ser estimada, sino con mucha benevolencia y no podría uno cruzar por la vida sin mucha bondad.
Es el amor y no la filosofía alemana la verdadera explicación de este mundo, sea cual fuere la explicación del otro.
Tono triunfante.
Talento de adivinación.
Leve mohín de molestia.
Brillo de la vista.
Bimetalismo. Sistema de monedas de los países que tienen dos patrones, por oposición al monometalismo, que consiste en tener uno sólo.
Adoptar una actitud muy confidencial, que tiene una consecuencia horrible.
Un sistema de declaración cursi.
Augurar un brillante porvenir.
Un carácter admirable propenso al sacrificio.
Los hombres de genio son muy habladores y esa es una fea costumbre; no reflexionan más que propiamente.
Tono sentencioso.
Reservar un insignificante jirón de reputación decente.
Pump Room, el pabellón donde se encuentra el manantial y al que van a beber los vasos de agua prescrita los agüistas de los Balnearios. Las aguas termales de Bath.
Libros azules de la política.
Libros con cubierta amarilla de las novelas francesas, de la escuela naturalista.
La ingenuidad de la inconsciencia.
El amarillo es un color alegre.
Aire resuelto.
Cuando una persona se ha hecho culpable de un acto deshonroso, puede reincidir y se la debe mantener a distancia.
La moralidad es sencillamente la actitud que tomamos con las personas por las que sentimos una antipatía personal.
Una especulación deshonrosa.
Bajo la influencia de un espantoso sueño.
Una máscara horrorosa.
No son los seres perfectos, sino los seres imperfectos los que precisan amor.
Cuando nos hemos herido con nuestras manos, o hemos sido heridos por otras manos, es cuando el amor debe aportarnos sus cuidados. El amor verdadero debía conceder el perdón a las vidas, excepto a las vidas sin amor.
Pálida de angustia, oscila como una planta en el agua.
Amarse propiamente es el comienzo de una novela que dura una vida.
Esta flor para el ojal me remoza demasiado. Me transporta casi a la niñez.
La capa baja de Inglaterra no hace más que perder parientes.
Una conversación seria.
Un fin concreto.
Un asunto grave e importante.
Un idilio no debe nunca empezar por el sentimiento. Debe empezar por la ciencia y terminar en una dote inalienable.
Tono de súplica.
El matrimonio es un asunto de sentido común.
Aire confuso.
Ver sorprendido.
Un acto de baja deshonra, traficado, como un chalán cualquiera, con el secreto que había sido entregado como un ser humano de honor.
Actualmente, los periódicos sustituyen a los espías.
El amor y no la ambición es lo más grande que existe en el mundo.
Una expresión de desprecio y de cólera en el rostro.
Temas de conversación.
Si se pudiese enseñar a los ingleses a hablar y a los irlandeses a escuchar, la sociedad londinense sería completamente decadente.
El sacrificio es una cosa que debía prohibir la ley. Desmoraliza a las personas por quienes uno se sacrifica.
Un acto vil, horrible, infame.
Las palabras gruesas tienen poco sentido.
Una repugnante transacción comercial, en un siglo innoblemente mercantilizado.
Profana la palabra amor, para quien el amor es como un libro cerrado y sellado.
El inconveniente que tiene cometer un robo es que no sabe uno nunca las maravillas que encierra el cuerpo del delito.
Un paroxismo de rabia, emitir sonidos inarticulados.
El colmo del terror físico. Su cara está transformada y su boca se retuerce. Se ha desprendido de sus rasgos una máscara. Atrozmente pálida.
Con un tono amargo, pero triunfante.
Tono ligero.
La energía es menos común que el genio.
Una excitación de nervios atroz.
Una disposición de idiotez obsoleta.
Naturalezas terriblemente débiles, sobre las que deviene ineficaz una influencia.
Visión llena de indignación.
Cara de satisfacción.
Un suspiro de satisfacción.
Un destello genial.
Ver con asombro rayano al terror.
Publica deshonra, opuesto a homenaje publico.
A cubierto de una acusación.
El acto de retirarse de la vida publica semeja una capitulación. Tiene decididamente la ocasión de surgir en el peor momento. Demuestra con eso tener muy poco corazón.
Lo que se precisa hoy día en la vida política. Una elevada reputación, una elevada moralidad y elevados valores.
Tropieza con la vista clara y pura. Entonces entiende lo imposible.
Idiotez hereditaria.
Adoptar una actitud infamante.
Aceptar el consejo.
Altar, opuesto a barro.
Barro de la vergüenza.
La facultad de sentir amor.
Tono agitado.
Hay algo más horrible que un matrimonio sin amor; un matrimonio en el que haya amor sólo por una parte, ilusión, abnegación; en el que uno de los dos corazones debe quedar destrozado, fatalmente.
Solicitar ayuda y consejos.
La blanca imagen de todo lo bueno.
Una conversación edificante.
Este país no merece que se le eche a los perros o a los radicales.
Entregado a sus reflexiones.
Sentir amor o piedad solamente.
(Un marido ideal)

El artista sólo incidentalmente alcanza el éxito, nunca deliberadamente. Si alcanza el éxito no será artista plenamente. Es el destino del artista vivir una vida imperfecta. El triunfo, como un episodio (no puede ser otra cosa); el fracaso, como verdadero y supremo fin.
La muerte -si se la analiza- no es sino la justificación del fracaso, la definitiva deliberación de las fuerzas, los deseos y las concupiscencias, que en el transcurso de la vida nos agobiaron.
Carlyle en sus mejores años escribió su mejor libro, "La Revolución francesa". Después escogió para protagonista de su libro más voluminoso aquel ínfimo y despreciable personaje, Federico el Grande; un ser humano a quien el cielo había otorgado la aptitud sobresaliente de un genio y el infierno un alma de viajante de comercio, con aquella vana sed de experiencia humana que ha descrito Voltaire.
La falta de memoria es un don excelente.
La difícil tarea para la fantasía de un artista es, ante todo, hacerse y después hacer su publico. La vida del artista cuando tiene que crear, no la pieza artística, sino el vaso que la contiene. Es una batalla la que se traba entre el mundo y el artista. Hay que dar tiempo al artista para formar el mundo. Si es el mundo el que le forma a él es que no ha llegado a ser un artista. El artista -la ultima creación, el misterioso oyente de la palabra viva- sigue creándose. Pero siempre a merced a su propia invención, debido a su creación.
A las horas del almuerzo se ha ejercitado la Reina Blanca de Lewis Carroll en la recitación de sus cosas imposibles. Habla con una extraña entonación, con la voz clara y definitiva del que se despide.
Donde hay centralización hay siempre estupidez.
Colección de tinteros de doublé cubiertos de ónices falsos.
El "se dice" es una comadre embustera.
La personalidad del autor es causa primordial de peligros para la perfecta representación de una creación artística.
La mejor composición artística de nuestros días es aquella que enlaza la gracia clásica con la realidad.
Los peores dueños de esclavos eran los que se mostraban bondadosos impidiendo de esa manera, por un lado, a las víctimas del sistema que sintieran el horror de su situación y, por otro, a los simples espectadores que se diesen cuenta exacta. De igual manera, en la condición actual de cosas en Inglaterra, las gentes que hacen más daño son las que se esfuerzan en hacer el mayor bien posible.
Sólo el artista se halla exento del menester de ocuparse del prójimo. Sólo él puede crear una cosa bella sin que se mezcle ningún elemento externo. Y el arte no debe ser nunca popular. El publico es el que debe pretender elevarse hasta el nivel artístico. La evolución es una ley de la vida y no hay evolución más que en el sentido singular.
La simpatía es un refinamiento.
(Pluma, lápiz y veneno)

La fría luna de cristal.
El rey de las montañas de la Luna es negro como el ébano y adora un gran bloque de cristal.
Globetrotter. Andarines que recorren el mundo por alcanzar un crecido premio en metálico, donado por algún millonario protector de este turismo desinteresado.
La etiqueta formalista, que gobierna en España cada acto de la vida y que pone límites.
Gestos de languidez.
El nocturno azul y oro del Támesis.
El Támesis, de un verde pálido, se extiende como un tallo de jade, retorcido.

Desordenadas madreselvas.
El intelecto es propiamente una manera de exageración. Y destruye la armonía.
Hay un destino adverso ligado a la superioridad corporal o intelectual, el que persigue por la historia los pasos vacilantes de los soberanos.
Expresión de perplejidad.
Libélula larga y delgada como un hilo azul, pasó flotando sobre sus alas de gasa marrón.
Los pobres artistas tenemos que aparecer en sociedad de cuando en cuando, para recordar al publico que no somos salvajes. Reputación de decadente civilizado.
Autoconciencia y cobardía.
Talla intelectual.
Las masas opinan que embriaguez, estupidez e inmoralidad, deben ser exclusivo patrimonio suyo.
El valor de una idea no tiene nada que ver con la sinceridad de la persona que la expone.
Transmitir una influencia sutil.
Sólo discuten los que están perdidos intelectualmente.
El genio dura más que la belleza.
Ricos. Valor de la economía.
Ociosos. Dignidad de la actividad.
Divertida expresión de remordimiento.
La influencia es inmoral, desde el punto de vista científico.
La finalidad de la vida es el propio desarrollo. Alcanzar la plenitud.
Se nos castiga por nuestras negativas.
La acción es una manera de purificación.
Momento psicológico, en el que no había que decir nada.
Miedo en sus ojos, cuando se despierta a alguien de repente.
Investigar el misterio de la existencia.
Un capricho dura más que una pasión.
Sorpresa de la sinceridad.
Expresión de sufrimiento.
Estúpidas ocurrencias.
Noción de humanidad.
Punto de vista psicológico.
Calva rotunda como una declaración ministerial en la Cámara de los Comunes.
Razón bruta. Golpear por debajo del intelecto.
El camino de las paradojas es el camino de la verdad.
La ventaja de la ciencia es que excluye la emoción.
Adornó la idea con los fuegos de la fantasía y le dio alas con la paradoja.
Sentido de la belleza literaria.
La puntualidad es el ladrón del tiempo.
Grande passion.
La fidelidad es a la vida de las emociones lo que la coherencia a la vida del intelecto. Una declaración de fracaso.
Pasión de la propiedad.
Timbre de gloria.
Prosa de la vida.
Autoconciencia del talento.
Manifestar asombro.
A la gente le encanta regalar lo que más precisa. Insondable abismo de la generosidad.
Peculiar razón inflexible de la pasión.
El arte de la literatura se ocupa de manera instantánea de las pasiones y de la inteligencia.
Los sentidos podían refinarse y la inteligencia degradarse.
Impulso carnal y psíquico.
La experiencia carece de valor ético. Pero carece de fuerza determinante. Tiene poco de causa activa como la autoconciencia. Lo que realmente demuestra es que nuestro futuro será igual a nuestro pasado.
Método experimental.
Fenómeno psicológico.
Actividad de la imaginación.
Concha del oído, olas de la prudencia humana.
Flechas de la astucia.
Desagrado que los genios sólo experimentan ya tarde en la vida.
Si la pobreza llama humildemente a la puerta, el amor entra por la ventana.
Dura simplicidad de la vida.
Organizarse muy bien a la vida es el objeto de la existencia humana.
La experiencia tiene valor.
El matrimonio es una experiencia.
Todo lo realmente delicioso es repentino.
Las capas medias no son modernas.
El arte medieval es encantador, pero las emociones medievales están anticuadas. Se las puede utilizar en las novelas. Pero las cosas que se pueden utilizar en el relato son las que han prescindido de usarse en la vida real.
Disposición de ánimo la propia época.
Punto de vista de tono.
Publico vulgar y sin educación.
Expresión de infinita alegría.
Estímulo para la imaginación.
Gesto de consumado desdén.
Al alzarse el velo de la oscuridad el cielo, enrojecido por débiles resplandores, se vació hasta convertirse en una perla perfecta.
Frialdad de la luna.
Aire nacarado.
Superficial e indigna.
Minúscula mancha escarlata, que vuelve locos a los hombres.
Renacer la fascinación.
Irrealidad de un sueño.
Poder producirse una transformación. Un hecho.
Amor egoísta e irreal.
Existían narcóticos para el remordimiento, drogas que acallaban el sentido moral y lo hacían dormir.
Hilos escarlata de la vida.
Perdido en un laberinto de pasiones desatadas.
Voluptuosidad del autodesdén.
Ácido prúsico. Muerte instantánea.
Las buenas resoluciones son pretensiones inútiles de modificar leyes científicas. Tienen de origen la vanidad.
Egoísmo inconsciente.
Las tragedias reales de la vida ocurren de una manera poco artística; nos hieren por su absurda ausencia de significado, su completa falta de estilo.
Se deben absorber los colores de la vida, pero nunca recordar los detalles. Los detalles siempre son vulgares.
Terror de la eternidad.
Existir alguna razón científica.
No hables de cosas horribles. Basta con no hablar de algo, para que no haya sucedido nunca. El hecho de expresarlas es lo que da realidad a las cosas.
Patética inutilidad del martirio, belleza desperdiciada.
Ennui. Misántropo.
Investigación judicial.
Cálculo y traición.
"The St James´s Gazette".
Complicadas perífrasis, que caracterizan los libros de los artistas de la escuela simbolista francesa.
El culto de los sentidos ha sido censurado con justicia, porque al ser humano, su cualidad le hace sentir un terror instintivo ante las pasiones y las sensaciones, que se le antojan más fuerte que él y que es consciente de compartir con formas inferiores del mundo orgánico.
Teoría o sistema.
Cámaras del cerebro.
Ciclo agotador de costumbres estereotipadas.
Componente de lo desconocido, esencial para el sueño.
Noche sin estrellas, en la que la luna está de parto.
El misticismo, con su maravilloso poder para convertir las cosas corrientes y el sutil antinomismo, que semeja acompañarlo. Doctrina que enseña, en nombre de la supremacía de la gracia, el indiferentismo con respecto a la ley.
Especulación intelectual, acción y experiencia.
Destrozos que el tiempo causa en todo lo hermoso y extraordinario.
Consistía en una parodia repugnante, infame e innoble caricatura.
El Tiempo se paró, muerto. Dimensión ciega.
Actuar en beneficio de la raza humana, aumentar su abundancia de experiencias, satisfacer su curiosidad intelectual, o algo por el estilo.
Perspectiva estrictamente científica.
El tic tac del reloj dividía el tiempo en átomos de dolor.
Una desmedida jovialidad es disculpa suficiente, para la total falta de ideas.
Teoría fascinante.
Estupidez innata de la raza.
Encanto indefinible de la debilidad.
Los pies de barro dan todo su valor a la imagen de oro.
Lo que el fuego no destruye, lo endurece.
Frenesí de pecados recién cometidos.
Luna cerca del horizonte. Cráneo amarillo.
La pasión hace que se reflexione en círculos.
Sombras soñadoras de la Canción.
La vida es demasiado corta, para cargar con el peso de los errores ajenos.
Orquídea Robinsoniana.
Realismo vulgar en literatura.
Veredicto de Europa.
La raza representa el triunfo de los arribistas. Significa progreso.
Definir es limitar.
Métodos de la ciencia.
Encontraron la salvación en el desierto.
Extraña alegría temeraria.
El cielo era una copa invertida de metal azul.
Valor psicológico.
Corona ducal.
Broma cínica.
Experiencia que haría renacer su vida o la destruiría.
Personas que habitan en ciudades. Decadencia de la civilización. O se es culto o se está corrompido.
Campo. Estancamiento.
El crimen pertenece en exclusiva a las capas bajas.
Transposición de épocas y de cuerpos.
(El retrato de Dorian Grey)


Yeats
Encuentro con Wilde algo precioso, femenino, insincero que proviene de su admiración de los escritores del siglo XVII y gran parte de lo violento e insolente de él proviene de su deseo de escapar.

Joyce
Tenían mucho en común psíquicamente; como una cosa entendida dormían su sueño en la unica dulce madre oscilante como los derrochones de Wilde.
Si la violencia a la vida, los miembros y los materiales, muy frecuente, cómo no, ha sido la expresión directa o de un agente masculino de feminidad ofendida ¿no es que a la leva del chantaje desde los tiempos que las hadas estaban en eso y de buen grado con los cabellos por tierra a Wilde le siguió una impresionante reputación privada con pecados murmurados?
El wildeshaweshowe se les mueve swiftamente hasta Sterne.
Erró Wilde con insomnios abigarrados.

Ball
Con el testamento de Oscar Wilde adquirimos la persuasión de que había que hacer frente al common sense a cualquier precio. En su caso fue el puritanismo inglés y la consabida moral.
Según Dorian Grey la peor inmoralidad para alguien con experiencia humana sería aceptar las convenciones de su tiempo. Pero estas convenciones abarcan un lapso de tiempo muy amplio. Alejarse del tiempo como sea posible para visionarlo con perspectiva.
Las grandes paradojas de Wilde y de los ultimos encuentros parisinos.
El ensayo de Wilde "De la decadencia de la mentira".
El artículo de Wilde sobre el arte de fingir.
Wilde me ha enseñado que una disposición ilimitada para fabular, para exagerar transformada como principio es un poder muy valioso y es precisamente el vínculo que nos une a todos. 

Heard
Aquella tontería de Oscar Wilde, <<Un caballero nunca es descortés involuntariamente>>. Tal vez sea más exacto decir que una inteligencia desarrollada es aquella que nunca hastía involuntariamente.

Lowry
En noviembre de 1895, con ropa de presidiario, desde las dos hasta las dos y media de la tarde, esposado, reconocido, Oscar Wilde permaneció de pie en el andén central de Clapham Junction.

Leduc
Wilde con Alfred Douglas.

Welch
Beardsley, dibujante y caricaturista, amigo de Wilde, ilustró su "Salomé" y falleció a los veinticinco.

Passmore
Dijo Oscar Wilde en una ocasión, que el que escriba de forma inteligible corre el riesgo de que le destapen.

Auster
Ball. <<No sé si a pesar de todos nuestros esfuerzos iremos más allá de Wilde y de Baudelaire; si a pesar de todo no seguimos siendo simplemente románticos. Hay otros caminos para el milagro, también para oponerse como la ascética.>>


ANTON CHEJOV

El ánimo divino, el fuego sagrado que distingue con supremo grado. Es patrimonio de muy pocos.
Temía el efecto de una emoción.
Gesto de horror y piedad.
Futuras vicisitudes.
Atribuir una inteligencia excepcional.
Refranes. "El dinero requiere administración", "Muchos kopeks hacen un rublo".
Una deciatina = 1,09 Ha.
Redka, rábano.
Torturar los escrúpulos.
Expresión bondadosa, preocupada.
Tono de admonición.
Odesa tenía un puerto.
Los días corrientes las casas olían a coles y los días de vigilia a esturión frito con aceite de girasol.
Los alumnos para pasar a un grado superior se hacían pupilos de sus profesores, que les cobraban carísimo.
El médico y el veterinario del municipio imponían una contribución a las carnicerías y las fondas.
Los magistrados ejercían una influencia nefasta, contagiosa.
Nada me impedía gozar de la existencia como la aguda sensación de hambre.
El fastidio, la fatiga.
La vieja mansión con ventanas de celosía y alta techumbre.
La expresión vivaz de quien acecha algo pendiente de atraparlo.
Prefería tener su dinero con fincas que con títulos.
La llama de la existencia.
Los melindres de una anfitriona.
Atmósfera de misterio.
El ocio y lo incierto de mi situación hacían nacer la angustia.
Tono filosófico.
Carecía de sentido práctico y no sabía organizarse.
No saber qué actitud adoptar.
Batia, célebre invasor tártaro mogol fundador de la Horda de Oro.
Para colmo de dificultades llovía.
Llegó el otoño lluvioso, sucio, sombrío.
Mis conciudadanos, gentes rastreras, crueles, con la aptitud de cualquier villanía; a las gentes del pueblo nos engañaban, falseaban nuestros salarios.
Proverbio. Haga amigos con la riqueza adquirida injustamente, porque generalmente no puede puede haber riqueza adquirida con justicia.
El lujo, las comodidades ejercen una atracción mágica para la existencia; insensiblemente seducen hasta las personas de recia voluntad.
Hay que apreciar el lujo y las comodidades de la vida como un privilegio inevitable del dinero y de la instrucción. Pueden hacerse compatibles con cualquier actividad.
Actitud retraída.
Solo, abandonado a la suerte del destino.
Los actos y las reflexiones de los seres vivos están lejos de ser importantes como sus amarguras.
Ojos inteligentes, serenos.
El sublime amor terrenal.
El carácter inevitable y obligatorio de labrar o sembrar.
Tono indeciso.
La más infame de las existencias.
Un cubo, unidad equivalente a 12,3 litros.
De horizontes confusos y limitados.
Adquirir el dinero con cualquier suerte de fraudes cínicos y desvergonzados.
Rusia nació el año ochocientos sesenta y dos. 
Un desierto odioso, desolado.
Un rumor enojado.
La noche otoñal negra como el hollín.
Un caos donde cualquier actividad era inútil.
Expresión de asco.
Expresión maligna, provocativa.
Apoyo moral.
Los errores de la humanidad se combatían con tres velas, el numero trece y no creyendo que el lunes es un día fatídico.
Los libros le atraían por su contenido, por su moraleja, por la ingeniosa composición artística.
Acusación de frivolidad.
Gesto desalentado.
(Mi vida. Relato de un provinciano)

Tono grosero.
Preparar el chachlyk. Un trozo de cordero asado a la parrilla.
Un motivo para divertirse.
En líneas generales era irreprochable.
El simple rango de consejero. La quinta categoría de la jerarquía de los burócratas (siendo la más baja la decimocuarta); no da derecho nada más que al rango de "Vuestro Honor".
Razonar humanamente.
Huíamos al vacío de nuestra vida de intelectuales.
Un lamentable neurasténico, un ser humano de manos blancas.
Por lo que se refiere al amor, vivir con una mujer que lee a Spencer y que te ha seguido al fin del mundo es poco atractivo como vivir con la primera Anfisa o Akulina llegada.
Emplear expresiones inconvenientes.
Expresión triste y suplicante.
Cuando Ana Karenina ya no amaba a su marido, sus orejas sobre todo le desagradaron.
Reflexiones blandas, lentas se arrastraron por su cerebro como un largo convoy una tarde lluviosa de otoño y cayó bajo una somnolencia pesada.
Ser honesto, inteligente, elevado y puro.
Escapar a la banalidad y al vacío de la existencia.
Una vida intelectual, alerta.
Sensación de vértigo.
Pesar y calcular las circunstancias.
Zemstvo. Asambleas territoriales creadas con la reforma de 1864. 
La embriología de las medusas.
El lado material de la existencia no tiene nada de reconfortante para él y sobre todo psicológicamente está cansado.
Intelectuales de temperamentos complejos.
La existencia encerrada dentro del estrecho programa como un huevo dentro de su cáscara.
La masa inclinada al antropomorfismo ama los pequeños dioses que tienen idénticas debilidades.
Una ligera ironía negligente.
Orgulloso, intelectual.
Envidiar de buen o mal grado.
Se alegraba de que no le manifestara ternura.
Comprar bajo cuerda diversas futilidades de valor.
No tuvo ni la fuerza ni la voluntad ni la posibilidad de resistir y se entregó.
Temperamento plácido.
Una aristócrata orgullosa, limitada.
Las olas transparentes.
Una ola de alegría estremeció su pecho.
Una versta = 1 km. 07.
Un abkhase sobre su asno.
Garantizar la vida material.
Extasiarse sin parar delante de la naturaleza manifiesta una pobre imaginación comparado con lo que puedo soñar.
El pie velludo de un árbol desenterrado.
La impresión recibida vale más que cualquier descripción.
Pequeña, sencilla, ligera y aérea mariposa.
Tono cortante.
Tono lleno de prevención.
La audacia de la que hace gala el macaco con las exposiciones de pintura, los museos, los teatros, las opiniones de la ciencia; se eriza, encabrita, vitupera.
Situación punzante.
De buen o mal grado sácame de aquí.
Un carácter blando, débil, sumiso.
Un carácter firme, vigoroso, despótico.
El expedicionario Stanley no duerme.
Un exceso de hidrógeno sulfuroso hace imposible la vida orgánica de las profundidades del Mar Negro.
Los centros biológicos de Nápoles o de Villafranca.
Abstracciones como la humanidad, las generaciones futuras, la especie humana ideal.
Una caricia y una buena palabra valen más que una limosna.
Tono solemne.
Verdades duras.
Alusiones, chismes, hipótesis.
Los hombres con la vida familiar son ligeros, viven de la imaginación, no del corazón.
La furia celestial.
Hirviendo de impaciencia.
Prescribió quinina con una solución de kalium bromatum, infusión de ruibarbo, tintura de genciana, agua de foeniculi, todo para una poción y recomendó jarabe de rosa para quitar el amargor.
Fina escritura.
Todo lo de la naturaleza tiene un fin y se explica.
El topo es un insectívoro útil porque destruye insectos dañinos, aunque es muy dañino porque causa terribles estragos a las praderas.
El pillo Kerime, uno de los numerosos pillos del Cáucaso.
Vio con su gesto que experimentaba repulsión.
Los ladrones y los incendiarios también sufren.
Tono decidido.
Confusión infantil.
Si tuviésemos a cuenta todos los prejuicios no iríamos a ninguna parte.
El desagrado de la masa de la unión libre y la depravación es un prejuicio y una manifestación de odio.
Que los pueblos embadurnen las puertas de alquitrán.
Se miran los iconos con terror y arrepentimiento.
La letra cortada con largos palotes y lazos.
Estúpida burla.
Nuestro siglo es un siglo de nerviosos.
El mar fosforescente.
Sus malos recuerdos se habían materializado y andaban a su lado a través de la oscuridad, jadeantes.
La grosería del tono.
El murmullo regular del mar.
Sentía la cabeza ardiendo de celos y despecho.
Habiendo optado no por la mentira global, sino por las mentiras escalonadas.
Se irritaba de la atención escrupulosa, de la mirada escrutadora.
No entiendo su tono. Guarde su tono para otro.
Excitado, rojo y apocalíptico.
Una actitud tranquila, insolente e hiriente en grado sumo.
La distracción de un duelo.
Tembloroso de emoción.
Gesto desilusionado.
Sentía sobre su cuerpo igual que una herrumbre el odio del otro que terminaba de experimentar.
Una pesada ola de odio apasionado, ávido se agitó dentro de su pecho dando libre curso.
El duelo es estúpido y absurdo porque no resuelve los problemas y los complica, pero no se podía evitar.
Una montaña de mentiras.
Discutir el duelo.
Sin entender ni la emoción ni los secretos que podía guardar una enojosa y vana aldea.
La regla para distinguir los fuertes de los débiles es el saber y la evidencia. Los seres inmorales y los locos se distinguen con sus actos.
El duelo tuvo su tiempo, un duelo decadente no difiere de una riña de borrachos de un cabaret.
Tono bromista.
Con el caso de un duelo se expone uno a la prisión y si muere el adversario a tres años de cárcel.
Para justificar su despreciable existencia de parásito se había esforzado de adquirir un aire superior.
Débil, marchita, penosa existencia.
La vida no nos es dada más que una vez, sin retorno.
El duelo era un espectáculo pagano.
No vemos referencia de causa y efecto del insulto y del duelo.
El duelo no es más que una formalidad caduca, vana.
Tono ultrajado.
Tono impaciente.
La expresión de odio y desprecio que emanaba de la actitud y de la persona entera.
Tono firme.
Un caballo tropieza hasta en una carretera lisa y la suerte humana es igual; si no nos equivocamos con lo esencial nos equivocamos con el detalle. Nadie conoce la auténtica verdad.
Gesto vacilante.
(El duelo)

Motivos que no procede exponer detalladamente.
Sin manifestar satisfacción de estar despierto.
Como todo soñador no sabía con verosimilitud qué precisaba.
El tipo petersburgués; hombros estrechos, busto largo, sienes hundidas, ojos de color indeterminado y un ralo pelillo de tono indeciso.
Petersburgo no es España; la presencia no tiene allí mayor importancia incluso para el amor.
Filosofía, novelas francesas, manuales de economía política, de finanza, poetas nuevos, publicaciones del "Arbitrio" (publicaciones de tendencia liberal).
La memoria de un prodigio.
Excelente humor meditativo.
Se desinteresaba totalmente de la ruidosa actividad de su padre y daba la impresión de que lo había perdido hacía mucho tiempo.
Odiosa existencia.
Expresión seria, meditabunda, de filósofo griego.
Reir al leer a Gogol o a Saltykov-Chedrine.
Negocios con particulares con la calidad de curador, liquidador.
El tren de vida de quien tiene una familia numerosa.
Un arribista mezquino.
Banalidades escabrosas.
El papel de los guasones malévolos y el de los impíos.
Poner de manifiesto la devoción.
El papel de los vividores refinados y difíciles de contentar.
La gente cerraba los oídos a sus novelas.
El aforismo de Pruktov. "Solo con la actividad del poder político se aprende la verdad." Tipo de fantasía a quien el poeta satírico Jemtchunikov presta sus aforismos.
Las preocupaciones y la banalidad de la existencia.
La Filosofía, el sentido y la meta de la existencia.
Existe una raza de gente de Petersburgo especialmente ocupada de ridiculizar las manifestaciones de la vida.
El carnet de gastos.
Poner cara de siete varas.
Quería ir a almorzar a un restaurante para tener consciencia de su libertad.
Reflexiones serias y de peso.
Tachar de la existencia.
Expresión de astucia.
Tensión mental.
El tono de uno que se ve obligado a justificarse.
El juego de "pasapasa" de los ánimos.
Se turbó y mudó de conversación.
Graves preocupaciones y emociones.
Tono decidido.
Tono tierno y suplicante.
Encogerse de hombros con gesto perplejo.
Los seres indiferentes complacientes.
Gesto tardo.
Gestos tímidos, dulces.
Tono zalamero.
Un vulgar burócrata, un protagonista de Saltykov-Chedrine.
Gesto convulsivo.
Las reglas y las conveniencias al uso.
Expresión abierta, bondadosa y afable.
Un pretexto plausible.
Tono cariñoso, cordial.
Gesto lleno de gracia.
Preso de profunda emoción.
Engañar con energía y arte.
Expresión asustada e indignada.
Presa de una viva emoción.
Lujo de restaurante.
La piedad me quitaba todo valor.
Expresión caprichosa y suplicante.
Un total desenfreno de hábitos de cabaret y un completo paganismo.
Asombrar con el cinismo.
Pusilanimidad y mezquinos cálculos.
Dar vueltas a la cuestión sin tocar su fondo.
Invectivar, suplicar.
Gesto de perplejidad.
La expresión resignada de las personas viejas y piadosas.
Una ocasión favorable.
Reflexiones ociosas de la fragilidad de todo lo terrestre.
Quería abarcar e incluir con mi corta existencia cuanto es asequible al ser humano.
Conocía mal a las personas y es posible que diera exagerada importancia al detalle mientras se me escapaba lo esencial. 
Decir la verdad sin adornos.
Un desertor que para acallar su vergüenza se mofa de la guerra y del valor.
Gesto de espanto y de ruego.
Tono exaltado.
De condición libre.
Nerviosismo, vehemencia excesiva.
Expresión altanera, despreciativa y orgullosa, dura.
Lágrimas de dignidad y de ira.
El Hotel Bauer de Venecia.
Me embriagaba con la existencia.
Amplias y poderosas alas.
La Canova de Venecia y el león afligido. El palacio de los dogos pintarrajeado de negro donde se halla el retrato del desventurado Marino Faliero.
El escarceo de las olas.
Ideas insólitas, originales.
Chucherías como naranjas o golosinas.
Actitud desenfadada, negligente, irónica.
Reflexionar sin llegar a una idea precisa.
Tono desenfadado, despectivo.
Expresión irritada.
El mundo de las ideas es vasto, inagotable.
Expresión de indignación, de asco.
Las ideas, el amor y la perspectiva de ser amantes. La organización de las cosas de la vida y de las novelas.
Disimular la duplicidad bajo la máscara de las ideas.
La apasionada sed de existir.
Alas del viento.
Un libro nuevo y una plegadera de marfil.
La delicadeza solo propia de la gente perfectamente educada.
La inevitable cuestión que nos angustiaba.
Un asunto de extrema importancia.
Peliaguda cuestión.
Hay que ir a la raíz de las cosas y buscar para todo fenómeno la causa inicial.
Creo la coherencia final y el menester de cuanto sucede, pero poco me importa ese menester; lo que no quiero es que se pierda mi yo.
(Relato de un desconocido)

Manifestar la vivacidad del carácter.
Una copeica es una centésima parte del rublo.
Kvas. Bebida refrescante que se obtiene vertiendo agua hirviendo sobre cebada.
Dominado de un deseo confuso y mal definido.
El colmo de la inquietud y del horror.
Su carácter irascible y su susceptibilidad le impedían tener amigos.
La atmósfera de la ciudad es irrespirable, suda fastidio y aburrimiento.
Vania, diminutivo de Iván.
Humor sombrío.
Para llegar a tener una actitud respecto de la persona humana puramente formal y sin alma, para privar a un ser inocente de los derechos de su condición y condenarle a presidio, el juez no tiene menester más que de una cosa, de tiempo. No precisa más que el tiempo suficiente para respetar un verosímil numero de formalidades con las que recibe sus emolumentos y luego todo terminó. 
El gimnasio, el instituto.
Hay muchas reglas, pero ninguna ciencia.
Los enfermos impresionables.
Una manzana con almíbar.
Las manifestaciones del ánimo humano.
En este mundo todo es insignificante y falto de atractivo, excepto la suprema expresión anímica de la inteligencia humana. La inteligencia marca la frontera insalvable del animal y el ser humano, intuye la divinidad de este ultimo y con algún sentido suple la eternidad, que no existe. Partiendo de lo cual, la inteligencia es la unica fuente posible de placer. Es evidente que están los libros, pero no es igual que una buena conversación o el contacto con la gente. Los libros son las notas y la conversación el canto. Claro que la inteligencia tampoco es eterna y como todo perecedera.
Expresión de aflicción estúpida.
La existencia es una trampa enojosa. Sacado con los azares de la suerte del abismo de la nada a la vida desea saber el sentido y el objeto de su existencia, pero le dicen tonterías. La trampa de la vida pasa inadvertida cuando las personas a quienes les gusta el análisis y las generalizaciones se reúnen y pasan el tiempo transfiriendo sus ideas elevadas y libres. Según este sentido la inteligencia es un gozo irreemplazable.
La transformación de la materia, un sucedáneo de la eternidad.
Los procesos orgánicos inconscientes que se desenvuelven con la materia son de un nivel más bajo que la necedad humana, pues con la necedad hay al menos autoconciencia y libertad.
Gracias a la antisepsia se hacen operaciones que el gran Pigorov examinaba como imposible incluso in spe (en la esperanza). Nicolás Ivanovich Pigorov (1810-1881), famoso cirujano ruso (la "operación de Pigorov", la amputación del pie tibio-calcánea y osteoplástica), fundó un Instituto anatómico y reorganizó los hospitales de su país. Son notables sus experiencias de la congelación de los cadáveres y escribió numerosos ensayos de Medicina.
La paratomía. La resección de un tumor o de una hernia.
Elbruz, el pico más alto del Cáucaso, 5.620 m de altura.
Ya no se prescribe para los alienados una ducha fría para la cabeza ni camisas de fuerza; se les da una terapia humana y se organizan bailes y espectáculos.
Aficionado a mezclar con la conversación expresiones enfáticas como acicalado, qué mezcolanza, no la líe.
Gesto convulso.
Encerrados como corderos inmolados.
Hondo regocijo.
Una mente libre y profunda que se esfuerza de entender la existencia y un desprecio total de la vana estupidez del mundo, los materiales más preciados.
Tono desapacible.
Estancamiento o movimiento intelectual.
El sabio o simplemente el ser humano que reflexiona y que medita se distingue porque desprecia el sufrimiento; está contento y no se asombra de nada.
Un tejido orgánico si es apto para la vida debe actuar a cualquier excitación. Al dolor replico con gritos y lágrimas, a la ignominia con indignación y a la vileza con repugnancia.
Los estoicos han vuelto la espalda a la práctica y a la vida.
Filosofía, meditación, amplitud de vista. Pereza, faquirismo, torpor mental.
Manifestar claramente el desagrado.
Ironía indulgente.
Tono irritado.
Gestos convulsivos.
Expresión de desconsuelo y tristeza.
Gasto improductivo.
Encomendar la ayuda médica al control de la asamblea del distrito.
Presa por una oscura razón de una viva emoción.
El tono de examinadores que tienen autoconciencia de su incompetencia.
Una comisión encargada de investigar las facultades mentales.
El código de deontología obliga a los doctores a ocultar la verdad.
Idea brutal, fantástica.
Si había malas cosechas era porque se habían desecado los pantanos.
La virgen de Iveria. Icono de la Plaza Roja al que iban a visitar los zares cuando se dirigían al Kremlin.
El restaurante Testov.
No hay nada peor que la tutela magnánima de la amistad.
Dar a las reflexiones un tono elevado y serio.
La suficiente entereza de carácter como para aguantar.
De todos sus sufrimientos no pedía más que una recompensa, la resolución.
La equidad de nuestros tiempos es que los ascensos, las condecoraciones y las pensiones no ayudan a recompensar las cualidades morales y las aptitudes, sino el ejercicio de la actuación general sin atender su calidad.
Tono vulgar y condescendiente.
Abrumado con el peso de la vergüenza.
Tono jovial.
Inteligencia y tacto.
La aptitud para entender las cosas y la serenidad filosófica.
Tono suave.
He caído dentro de un círculo mágico que no tiene salida.
Con el tono como si no hubiese sucedido nada la víspera.
Cansado hasta la angustia.
Separando los brazos como señal de perplejidad.
Expresión maligna y burlona.
Encanecer de horror.
La llama de una fábrica de carbón animal.
Que el pescado menudo filosofe no perjudica a nadie.
La entonación de quien va a deshacerse con lágrimas y apiadarse.
Ha bastado el rudo contacto con la vida para hacerme perder el ánimo y caer bajo la postración.
La sensación de que una enorme ola salada envolvía su cuerpo.
La fluida claridad de la luna.
Expresión de pesar y entontecimiento.
Acusar de falsificación de documento y de malversación.
Ya ni los intelectuales superan lo vulgar; el nivel de su desarrollo no es nada superior a la más baja condición.
Persona de mauvais ton.
Aburrido hasta la congoja.
(El pabellón nº 6)

Dicho. En casa ayudan las paredes.
Actitud indiferente.
Tono quejumbroso.
Conversación repugnante.
Cuando se habla del lobo se le ve el rabo.
Expresión de pánico.
Una expresión radiosa de piedad y enternecimiento.
La miseria espantosa, sin remedio, inevitable.
La "memé", la abuela, había encargado que vigilase que los gansos no entrasen al huerto.
Los gansos desplegados formando una guirnalda blanca.
Pesar la angustia.
Tono de inquietud.
Tono burlón.
Devanar la seda.
La existencia antes de la emancipación.
Los numerosos querubines de una nube.
Palidecer de entusiasmo y horror.
Battenberg, príncipe de Bulgaria.
Tono tranquilo.
Oh riguroso invierno sin fin.
(Los campesinos)

Un pliego de papel de hilo.
Rojo de emoción.
Actitud de desmadejamiento.
Ademanes astutos y misteriosos de conspiradores.
Se decía que un viejo o un viudo se casaría con la joven a pesar de su pobreza y que la tomaría como el "comme ça" y que su madre estaría abastecida.
Tono desmayado.
Es costumbre del campo que el hijo se case para ayudar a la casa.
La secta de los flagelantes.
Desvaído, superficial.
Mermelada de Estonia.
Probar un tímalo.
Aguardiente inglés.
El médico del cantón y el secretario cantonal cebados de injusticia.
Había muerto el día.
A cada uno su papel.
Sentirse examinado como un fenómeno.
Gesto de ternura.
Daba la impresión que hubiese sido la primera vez de su vida que la hubiese satisfecho su existencia.
La avena estaba madura y bajo el sol resplandecía como el nácar.
El que sube, el que padece y trabaja está por encima del otro.
Textualmente estupefacta.
Gesto de espanto.
Privación de derechos y confiscación de los materiales.
Las circunstancias lo exigían.
Gesto abrumado.
Un carácter envidiable.
Arderéis de vergüenza.
Ciega de desesperación.
La vida solo se da una vez.
Una naranja salada.
Tono indiferente.
Tono irritado.
Cestos llenos de agáricos y de mousserons.
Hijos, queridas hachuelitas.
(En el barranco)

Cabeza de partido de la provincia.
La sequedad habitual del negociante.
Desgraciado en grado sumo.
Unos gemelos de plomo.
El bagaje intelectual.
Por más que se marcha nunca se llega a saber dónde comienza y termina el horizonte.
Seis segadores en hilera mueven sus hoces que brillan alegremente y cadenciosamente hacen "¡vsi, vsi!"
Gesto de ternura.
La expresión seca de un negociante que comunica un aire implacable.
Gesto de maligna alegría.
La sustancia es lo que existe propiamente sin exigir nada para su realización.
Gesto descuidado.
Gesto decidido.
Con aquella indumentaria, los largos cabellos y su luenga barba, le encontró semejanza con Robinson Crusoe.
El horizonte lila.
De los numerosos asuntos que habían ocupado su existencia le había seducido menos el asunto propio que la agitación y las referencias inherentes de la empresa.
Expresión de estúpido asombro.
La expresión de severidad y miedo de las gentes al oír una herejía.
Una avutarda semejaba un señuelo o una mariposa de pantano.
Rechinaba un pequeño molino instalado para ahuyentar las liebres.
Desfallecer de emoción.
Era muy pálido y con una hermosa barba negra como la tinta china. Un levitón negro y raído flotaba sobre sus delgados hombros como si estuviera sobre una percha y sus faldones batían como alas cada vez que unía las manos de alegría o de miedo.
Llevaba blancos pantalones bombachos y un chaleco de terciopelo adornado con flores rojizas similares a chinches gigantescas.
El tono de quien teme no ser creído.
Inclinarse, dar palmadas, contorsionarse y lanzar exclamaciones de contento, manifestaciones indispensables de una educación y una afabilidad excepcionales.
Molokán. Miembro de una secta que tomó su nombre del Molokaria que recorre la Táuride. La etimología ha hecho del agua los bebedores de leche (Moloko).
Tono respetuosamente bromista.
Actitud retadora, provocante y despectiva del bufón.
Dotado de una rica imaginación.
Expresión arrogante.
Esos personajes con los que algunas ocasiones se sueña, con el ánimo del mal.
Incontrolable, misterioso.
Su cerebro adormecido rehusaba totalmente la realidad, se nublaba y retenía solo las visiones quiméricas, fantásticas que tienen la ventaja de formarse solas dentro del cerebro y desaparecer sin rastro.
Sobre el horizonte el cielo estaba teñido de un resplandor purpúreo y era difícil discernir si era un incendio o la próxima salida de la luna.
Solamente con el mar y con la estepa una noche de luna podemos hacernos cargo de la profundidad infinita y de la inmensidad del cielo.
Se mantenía tieso como si hubiese tragado un paraguas.
Tres talentos. El primero es el que tenemos al nacer, el segundo lo da la instrucción y el tercero la buena vida.
Un pozo con cigoñal.
Un gesto de repulsión y miedo.
La mandíbula hinchada de trabajar en una fábrica de fósforos.
Expresión acariciadora.
El gesto de quien está haciendo un favor a su prójimo.
Bollitos de Viazma.
Una tetera de cobre rojo.
Durante la comida se generalizó la conversación.
Un punto común. Hablaban con entusiasmo del pasado y despreciaban el presente.
Todo se había estrechado y deshecho hasta el ultimo extremo.
Los ángeles de la guarda cubriendo el horizonte con sus alas de oro se disponían a dormir.
Fanfarrones comerciantes.
Huimos como si nos hubieran salido alas.
Admitir todo como moneda de ley.
Un gesto escéptico de un ser humano culto.
Rica existencia.
La fantasía de la invención palidecía al lado de la vida horrible y prodigiosa fundiéndose.
Gesto evasivo.
Tono de súplica.
La expresión seca, el fanatismo del comercio.
Salió la luna purpúrea y ceñuda como si se sintiera enferma. El horizonte era más turbio.
El cuchillo largo y afilado que los bandidos emplean en las posadas para degollar a los comerciantes.
Buscar un pretexto para quejarse.
Algunos han oído hablar de Pedro Mogila, pero no saben nada de la luna.
La respiración cortada de la emoción.
Rehusar con un gesto.
Cursar la solicitud de ingreso del liceo.
El perro pasó el portalón con la expresión del deber cumplido.
Sintió que desaparecía como el humo su existencia anterior.
(La estepa. Historia de un viaje)

Pirogov, gran cirujano y anatomista, actuó a favor de la instrucción del pueblo.
Una persona educada, modesta y honrada.
Las calidades literarias de las conferencias.
Redacto mal. La célula de mi cerebro que preside la facultad de escribir se niega a prestarse. Mi memoria ha disminuido, el encadenamiento de las ideas desfallece y cuando las traslado al papel semeja haber perdido el sentido del lazo orgánico, la construcción es monótona, la frase tímida y pobre.
El rasgo principal de mi existencia es el insomnio.
Una novela de título estrafalario de Spielhagen (1829-1911), "Lo que cantaba la golondrina".
Una expresión obtusa hecha de preocupaciones mezquinas.
Un helado era el colmo de lo bueno.
Babukhin, histólogo y fisiólogo.
Un bruto sabio.
Skobelev, general de la época de la guerra ruso-turca (1876-1877).
La infinita diversidad de las formas, de los fenómenos y de las leyes y la cantidad de ideas personales e impersonales que dependen de la idea.
Síntomas manifiestos de desánimo.
Expresión habitual de preocupación.
Las catástrofes de la existencia como la celebridad, el ascenso a una categoría superior, el paso de la comodidad a una vida por encima de nuestras posibilidades, las referencias con los ociosos casi no me han rozado.
Tono desabrido.
Actitud de mártir.
Gozar de una notoriedad honrosísima.
Pertenecer a una vieja familia a la que no ha faltado ni la suerte ni los dones.
Todos somos raros, originales, extravagantes.
Tono dulce, igual, chancero.
Esa astucia de zorro que se percibe de las personas muy husmeadoras.
La incapacidad para distinguir lo grande de lo pequeño delata la falta de sentido práctico.
Defectos de carácter accidental, pasajero y que dependen enteramente de las condiciones de vida.
Criticar al prójimo, una simple conversación lleva a la burla y al escarnio y puede meter por el camino de la calumnia.
La figura de N. Dobriolyubov con el sello de la profundidad de la frente. Crítico literario e igualitarista agitador ruso del siglo XIX, ideólogo de la agitación campesina.
¿Qué hacen sentados como dos sapos envenenando el aire con su aliento?
Tono áspero.
Tonillo de broma.
La disposición de somnolencia y de semiinconsciencia con la que sabemos que no dormimos pero que soñamos.
Libros franceses de cubierta amarilla.
La literatura rusa del día es una especie de industria artesana que no existe más que para recibir estímulos, pero cuyos productos no se utilizan. La mejor de las fabricaciones artesanas no puede ser calificada de notable ni alabada sinceramente sin restricciones. De las novedades literarias hay inteligencia y generosidad, pero no talento.
El pretexto de los asuntos.
Acusar de falsedad.
Manera de hablar libresca.
Nikita Krylov (1807-1879), jurista.
"Hay ocasiones que las águilas vuelan más bajo que las gallinas, pero nunca las gallinas suben más alto que las águilas". Krylov, "Fábulas".
Los terapeutas cuando enseñan el arte de cuidar las enfermedades aconsejan "singularizar cada caso particular". 
Tono y actitud de víctima.
Si se filosofa quiere decir que no se entiende.
Las noches espantosas con truenos, relámpagos, lluvia y viento que las gentes del pueblo llaman "noches de gorrión".
Espanto irracionado, animal.
Extender una receta.
Reina un silencio tal que retumba los oídos.
Un tono que no admite réplica.
¿Cómo se manifiesta el carácter excepcional de mi situación?
Busco un tema de reflexión que me ocupe el ánimo.
Con los actos todo es convencional.
Dime lo que deseas y te diré quién eres.
Desear amar no los nombres, las marcas de fábrica, las etiquetas, sino los seres corrientes.
El pequeño valor de un síntoma.
Expresión seca y severa.
(Una historia aburrida)

Humor festivo.
El día del perdón. El domingo que precede a la cuaresma se pide perdón a los que se ha ofendido o se hubiese podido ofender.
Unir las manos como bajo la impresión de un miedo horrible.
Tono irónico, indignado.
La hidra de la perversión.
La doncella, la "rouquina".
El sueño es maravillosamente dulce cuando está prohibido.
Tono amenazador.
Nuca de buey.
Una orgullosa, una advenediza, una corneja adornada con plumas de pavo real.
Expresión de ternura.
Manifestó una viva confusión y quiso disculparse.
El dinero llama al dinero.
Con testarudez estropear la existencia.
Gracia indolente.
Lo original y extraordinario.
Expresiones extraordinarias de diferentes autores.
Calificaba sus emolumentos como la prosa seca.
Verter lágrimas amargas.
Tono sincero y persuasivo.
Manifestar una viva agitación.
La conversación turbada.
El rostro ampuloso y satisfecho del abogado.
Maupassant es un artista espléndido, monstruoso, sobrenatural. Con cada línea un nuevo horizonte. Los más dulces impulsos del alma, los más tiernos alternan con los sentimientos violentos, tumultuosos; su alma como una presión de cuarenta mil atmósferas se transforma como una ínfima parcela de una sustancia de vago color rosa que tendría, sospecho si pudiéramos probarla, un sabor áspero, voluptuoso. Qué finura de las transiciones, los motivos, las melodías. Reposa uno sobre el muguet y la rosa y, de pronto, una idea tremenda, magnífica, inevitable penetra violenta como una locomotora, envuelve con una nube de vapor ardiendo y aturde con su silbido.
Un amor delicado, inmaterial como un rayo de sol.
El tono acariciador que se usa con los niños.
Su malignidad y malevolencia la hicieron merecedora de los comerciantes del sobrenombre de la Cafarde.
(El reino de las mujeres)

El tono empleado por las personas bonachonas con los niños.
Una sagena. 2,13 m.
Tono de broma.
Uno de esos momentos que no se tiene ganas ni de hablar ni de escuchar.
Manifestaba esa benevolencia tranquila, imperturbable del atributo de las personas honradas el momento que llegan a los grados superiores y que aumentan de peso.
Tenía el gesto y la palabra tranquilos, iguales, persuasivos como los de un ser humano que se sabe sobre el buen camino, que tiene un punto de vista definido de las cosas.
La guerra. Polvo y olvido.
Una novela más que una aventura con su intriga y su desenlace.
La escritura era delicada y blanda como una seda mojada.
Un verchok. 4,44 cm.
Las modulaciones de la mente.
Yo era exclusivo y un verosímil grado estrecho, pero mi horizonte especulativo no tenía comienzo ni fin.
Las ideas de inanidad de la existencia.
Pequeñas y mates existencias.
Conciliar las más altas reflexiones con la prosa más baja.
Nuestra mente al negar el sentido de la existencia niega el sentido de cada ser humano.
La heroína de una de esas novelas inesperadas con las que sueñan los turistas.
El curso de la conversación.
La colección de problemas de aritmética de Malinin y Burenin.
Las circunstancias se prestaban de maravilla para una aventura galante.
Era menester dar a la conversación un tono familiar y transformar con uno más ligero el humor lírico-serio.
Tono frívolo y banal.
Vi con mis propios ojos con qué avidez una generación se apresura a sustituir otra y qué significado fatal toman para la vida de un ser humano nada más que seis a siete años.
El murmullo regular del mar.
Actitud temerosa, culpable.
Cada ser humano debe soportar lo que la suerte le haya reservado.
Una sensación de soledad extraña que semeja que a lo largo del universo oscuro e informe solo existe uno. Sensación orgullosa, demoníaca solo accesible a los rusos cuyas reflexiones y sensaciones son vastas, infinitas y duras como sus llanuras, sus bosques y su nieve. Comparadamente las ideas de inanidad de la existencia, de la muerte, de las tinieblas de ultratumba no valen un kopek.
Gesto de despecho.
Gesto convulsivo.
A las personas que lloran no les gusta que vean sus lágrimas.
Adivinar el secreto de la existencia.
La frase escrita de las puertas de los cementerios. "Llegará una hora que todos los que yacen bajo el sepulcro oigan la voz del Hijo."
Las reflexiones más elevadas y la prosa más baja y más animal.
Expresión de perplejidad.
Expresión insensata y estúpida.
Manifestar un amor apasionado profundo. Lo que a mis ojos era un vulgar impromptu amoroso constituía una verdadera agitación de su existencia.
Manifestar una familiaridad irreflexiva.
Asimilar la técnica del reflexionar.
Reflexionar con aplicación e intensidad.
Aquel cuyo cerebro no actúa sin descanso, sino solo los instantes graves, suele reflexionar la locura.
Casta de pájaro.
No tenía ni persuasiones ni un código moral definido ni razón ni corazón. Mi riqueza anímica y moral eran experiencias técnicas, fragmentos, recuerdos inútiles, reflexiones no personales. Los movimientos de mi psiquismo eran incoherentes, simples y alfabéticos como los de un yakuta. 
El cerebro no tiene ni erudición ni sistema, sino un hermoso material.
La indolencia cerebral.
Persuadir con la experiencia personal y el sufrimiento.
Cavar con ardor los Hegel y los Kant.
Gesto de enfado.
La preocupación cotidiana.
Expresión de indolencia cerebral.
Gesto evasivo.
(Luces)

Dedicado a F. Popondoglo.
El amor no soporta nada vago ni informal, las uniones mal definidas.
Gesto doloroso.
Sumirse con las reflexiones.
Expresión preocupada.
Devorados con el odio.
Insignificante existencia de administrativo.
Tenía noticias de las arpas eólicas por las novelas alemanas.
Un enjambre de ilusiones.
Reanudar la existencia habitual.
Se asombraba postrado con la actitud del ser humano que ha llegado al límite de sus fuerzas.
Decir cosas valientes y mordaces.
Lujo desenfrenado.
La roía el gusano del hastío.
Proverbio ruso. "No temas al perro que ladra, sino al que calla." Proverbio ponzoñoso pero indispensable para la vida corriente.
De pronto, se sintió transportado al séptimo cielo.
Encorvados más semejaban seres de otro mundo que seres humanos.
Perseguir, envenenar la existencia.
(Mercancía viviente)

Una epidemia general de tifus de consunción o exantemático.
Sobol significa marta.
Al filo de los años.
La triste impresión general a la que contribuían las conversaciones, los periódicos y el mal tiempo, alarmas.
Atormentar una cuestión.
Kulak. Campesino rico.
La diputación provincial, los ayuntamientos y las oficinas comarcales, instituciones que mamaban de la ubre municipal y de la ubre del poder político, tenían dispuesta su boca para mamar de una tercera ubre.
Temía que la expresión de mi semblante me delatase.
Incompatibilidad de caracteres.
Gesto sencillo y cordial.
Gestos alborotados.
Los hambrientos odian los que tienen el estómago lleno.
Un pud equivale a siete kilos.
Expresión de odio.
Expresión cautivadora.
Inventar un pretexto.
La expresión tranquila, dulce y dócil con la que los simples ánimos y los inocentes suelen escuchar los santones y peregrinos. Expresión psicopática y monacal.
Enot significa castor.
Tono tajante.
Expresión decidida.
Un arrebato de cólera horrible.
La expresión de sufrimiento y de súplica con la que los niños asustados y llorosos piden que no se les castigue.
Un súbito efluvio de humildad.
Una sugerencia práctica.
Gestos desordenados.
Los habituales accesos de odio conyugal horribles e insensatos.
Lleva consigo algo que agobia y cohíbe a los demás, algo ofensivo y humillante en sumo grado.
Justificar la existencia.
Se encogió de hombros con aire escéptico.
Los ideales, la finalidad de la existencia, las reglas.
Yo era un obstáculo, una parte de la calamidad publica.
La Bolshaia Morskaia (la Avenida del Mar) de Petersburgo.
Una expresión forzada con la que se leía el odio.
El tono de no obedecer.
Soy de la capital, lleno de prejuicios y llevo cuenta de las visitas.
Tono adormilado.
Una existencia muy aburrida.
Materialista, idealista, dinero, instintos gregarios.
El manzano no tiene que preocuparse de dar manzanas; salen solas.
El aspecto y el porte del presidente francés Carnot.
Referencias de los negocios según el cálculo, el saber y la justicia.
Hablar menos de humanidad y preocuparse de reflexionar y cumplir con el deber.
Hacer mentalmente un cálculo.
Su semblante expresaba perplejidad e ironía.
Expresión de inquietud.
Un amor propio recalcitrante.
Rumores siniestros.
Una actividad febril, una orgía filantrópica.
(Mi mujer)

Acusar de injurias y violencias publicamente.
Cuando se siente vergüenza, de quien primero se esconde uno es de los suyos y se consuela con los extraños.
La prerrogativa del poder.
Gesto de amenaza.
La mentira es como un bosque; cuanto más se interna uno más difícil es salir.
Gesto majestuoso.
Tono displicente.
Expresión de burla humillante.
Tono brusco lleno de impaciencia y mal humor.
Un advenedizo, un aristócrata tronado. Un personaje de Saltykov-Schedrine, autor de novelas de costumbres satíricas. 
Si se casa usted con un discípulo de Tolstoi la hará que siegue.
Gesto protector.
Un sagen. 2,13 m.
Honrado, liberal y amigo del progreso.
Los Zemstvo, asambleas territoriales creadas con la reforma de 1864.
El aire de ceremonia y solemnidad de los niños y los criados.
Gesto irritado.
La cabeza pesada a causa de las conversaciones.
Vago malestar.
Gesto de arrepentimiento.
Gesto de impotencia.
(La fiesta onomástica)

Sokolniki. Parque de Moscú.
La pasión amorosa es una psicosis.
Un especialista de enfermedades internas.
Actitud indolente.
El presentimiento del enamorado.
Luna ingenua, provinciana, nubes héticas y lamentables.
Leía un pasaje de su crestomatía.
Lo que había padecido y sufrido durante su existencia.
Los de la capital no sentís atracción por las provincias más que desde el punto de vista lírico, desde el punto de vista del paisaje de Antón Goremyka. Novela de Grigorovitch, uno de los primeros ensayos de pintura realista de las costumbres.
Participaba de las suscripciones, de las loterías.
Todo se arreglará, o como espeta un criado de Tolstoi "tomará forma".
Tono edificante.
El spleen que había cultivado propiamente.
Tono desesperado.
Gestos vagos.
Las novelas dan una gran importancia al amor.
Un cálculo confuso no del todo consciente, pero un cálculo al fin y al cabo.
El carácter se había transformado.
La venta bruta y los beneficios netos.
La consecuencia psicológica de la época.
Manifestar alegría.
La naturaleza tiene aptitudes extraordinarias. Lo que se ha atornillado se puede desatornillar.
Pronunciaban las o, hacían sonar las g. Con la pronunciación corriente muchas o se pronuncian a.
Una tarta de casa Fley.
Tono aplastante.
Judouccka, protagonista de la novela de Saltykov-Shchedrin "Los Gotovlev" cuyo nombre es diminutivo de Judas.
Temía cualquier salida de tono.
Enrojecer de emoción.
Es preciso vivir unidos, los repartos y la falta de compenetración llevan a la ruina.
Amasar dinero.
Expresión inteligente, bondadosa y sincera.
Reinheit, pureza, alemán.
La pasión animal.
Humor tétrico y angustioso.
Opiniones convencionales.
Vender con transferencia una hipoteca.
Philipov, pastelería de la calle Tver.
Tener gota serena y comenzar a ver muy mal.
Casa Iar, gran restaurante fuera de Moscú.
Tono brusco.
Una comparación de restaurante, me recuerdas un pepino fresco recién aderezado.
Encontrar un muerto da buena suerte.
Acusar de cortedad de visión.
Se trasladan los moscovitas con la familia entera.
Acusado de robo con fractura.
Actitud irritada.
El silencio tenía orgullo, potencia, misterio.
Liapunov y Godunov. Personajes de las novelas históricas de Alexis Tolstoi.
El griterío del idioma incomprensible kalmuko.
Leer "El Mensajero de Europa".
¿Qué nos reserva el futuro? Quien viva lo verá.
(Tres años)

Los rugidos de la tempestad que se había desencadenado sin ton ni son.
La soledad y la angustia del lento transcurrir de la existencia.
La visión angustiosa y preocupada de las personas afectadas de una desconfianza morbosa.
Era inconveniente regatear en una farmacia.
Cuando una violenta tempestad sacude los árboles les da un aspecto terrible.
Vivían solitarios como los osos.
Hizo voto de silencio examinando como un pecado cualquier conversación.
La apertura de un canal de distribución.
Gesto de desaliento.
La vida extraña, insensata y lúgubre.
El tono a punto de llorar.
Actitud decidida.
Acusar de las desgracias.
Le llamaban Balai a causa de su larga barba.
Nostalgia intensa, invencible.
(Un homicidio)

Dedicado a N. J. Korokov.
Bonita como una heroína de novela inglesa con magníficos bucles color de lino y grandes ojos inteligentes y azules como el cielo de las doce del día.
Qué cobardes sois los hombres cuando no tenéis suerte.
Su estómago experimentaba una agradable saciedad.
El amor va emparejado con una garantía infundada.
La suerte no es siempre avara, pues algunas ocasiones ocurre que paga adelantado.
Schwach, alemán, débil. Empleado con sentido figurado quiere decir "va mal".
Los médicos célebres son caros. Pero la vida de un ser querido es más preciosa que el dinero.
Los médicos refunfuñan cuando auscultan.
Congestión pulmonar.
La muerte rondaba la casa, terrorífica pero invisible.
Para colmo de desgracias.
Tuberculosa en ultimo grado.
Paso calculado de general.
Cuando un día de otoño se sale a la calle las mejillas toman hermosos colores sonrosados y sanos que recuerdan las manzanas de Crimea.
Las amarillas hojas caídas del otoño pisoteadas por los paseantes brillan al sol con reflejos de monedas de oro.
Qué magnífica hazaña es afrontar la naturaleza y vencerla.
Cuya cara a fuerza de dignidad tenía una expresión estúpida.
Uno de esos silencios pesados, lentos durante los cuales sin ninguna razón se siente uno terriblemente incómodo y a disgusto.
El invierno brusco como una suegra o lloroso como una solterona cansa pronto.
El futuro se presentaba cubierto de nubes a través de las cuales se adivinaban fantasmas siniestros.
Soltar la imaginación.
El arte de la reflexión.
Actitud poco delicada.
La imagen de una desesperación y una tristeza sin límites.
El amor es injusto y parcial.
Encontrar justificación a la conducta.
Novelas donde los hombres y las mujeres se casan por despecho, desesperación y venganza.
El sueño voló para ceder el sitio a la tristeza.
Todos los rostros acusaban la huella de un mortal aburrimiento.
Garantizar una existencia modesta.
Se enfadaba cuando se le obligaba a darse cuenta de las circunstancias.
Encogiéndose de hombros como sorprendido de la ignorancia humana.
Las actitudes impregnadas de una innegable dignidad.
Majestuoso gesto.
Gesto de impaciencia.
Las historias tienen fin y aquella novelucha también iba a terminar.
Llegó el carnaval y con él los signos de la primavera.
Iba satisfecho de poderse asir a cualquier pretexto para cortar de raíz aquella situación embarazosa.
Orgullosa actitud.
Poseía la ciencia, la vida, el descanso, una casa principesca, una mesa selecta, caballos, todo eso que se llama confort.
El sol nada puede con las tinieblas y las flores tardías no aguantan el otoño.
(Flores tardías)

Un viejo parque de estilo inglés huraño y austero.
Prodigios, monstruos retorcidos parodias de la Naturaleza.
Árboles frutales de espaldera, un manzano parasol, un peral con forma de álamo piramidal, robles y tilos tallados como una bola.
Tono de broma.
Expresión seria.
Manzanas de oro, reinetas, doble rosas.
Expresión sumamente preocupada.
Expresión terrible.
Una leyenda extraña, absurda, que no brilla por su claridad.
El planeta Marzo.
El meollo de la leyenda.
Las frases habituales de los autores confusos.
El manzano ruso de San Antonio.
Gesto imponente y mohíno.
La finalidad de la vida es el goce de la experiencia.
El genio es vecino de la locura.
Expresión radiante y entusiasmada.
Dar los cien pasos para ocultar la agitación.
Vista, gestos y conversación dulces y distinguidos.
Seres seleccionados, excepcionales que se consagran a un ideal.
Tragaron el valor de tres mil rublos de víveres y bebidas.
Examinar la gloria como un sonajero que no te atrae.
El sol se había puesto y un reflejo rojo abrazaba el horizonte presagiando viento para el día siguiente.
Expresión taimada.
Con un tono despreocupado encogiéndose de hombros.
Hemoptisis. Arrojar abundante sangre, debilitamiento y sopor.
Tono de reconvención.
(El monje negro)

La feria de Tarabankovo.
Gesto de irritación.
Tono sarcástico.
Solo los propietarios usan cerillas suecas.
Poner un freno a la imaginación.
Amor propio, deseo de venganza.
La sensualidad de los labios gruesos.
Confiérame este asunto y permítame conducir la encuesta hasta el final.
Se carece de pruebas tangibles. Todo es filosofía, fanatismo y compañía.
El hacha y las sábanas ensangrentadas.
Expresión de aflicción.
Las cerillas suecas restallan.
Gesto de irritación.
Gesto indeciso.
Cerillas de azufre.
Lieskov. Pecherski.
Revista "Niva".
(La cerilla sueca)

Un ademán de rigidez, de gravedad, impotente.
Aleccionado con la experiencia.
Carácter seductor.
La tentación de una aventura pasajera.
Gesto acogedor.
Entablar una conversación agradable y despreocupada de personas que se sienten libres y contentas y a las que importa poco adónde van y de qué hablan.
Actitud conmovedora.
Tono ingenuo.
Es precisamente con esta permanencia de las cosas, con esta total indiferencia frente a la vida y a la muerte de cada uno con lo que radica tal vez la garantía de nuestro rescate eterno, del movimiento sin fin de la vida sobre la tierra y del permanente perfeccionamiento.
Reconfortaba la libertad total de su tiempo.
El desfile de gente ociosa, endomingada y harta.
Un enamorado impaciente.
Impresiones invariablemente admirables, sublimes.
El recuerdo cubierto de una bruma.
Su alargada silueta, sus patillas, su inicio de calvicie tenían algo de lacayesco.
Dominados con el pánico.
Verdad y engaño convencionales.
Una rara coincidencia fortuita.
El velo del secreto.
La existencia personal.
Sus existencias habían seguido un curso muy triste.
(La señora del perrito)

Gesto preocupado.
Expresión seria, severa.
Tono de vigilante.
Tono huraño.
Se llama psicólogo al escritor que describe las sinuosidades del alma humana.
Expresión perpetuamente solemne.
Expresión asustada.
Gesto amplio.
Soplaba un cierzo penetrante.
La batalla de Kalka tuvo lugar el año 1224 a orillas del río Kalka con el príncipe de Kiev Mistislav y los tártaros.
Un vago motivo.
Hablar de lo que todos saben desde hace mucho.
El "Mensajero de Europa".
Encogiéndose de hombros con gesto de preocupación.
El matrimonio es un paso muy serio. Hay que valorarlo todo.
Las palabras nupciales le habían emocionado hasta el llanto y henchido de solemnidad.
Al abrigo del menester.
Expresión extraña, tensa.
Me puse a escribir mi diario para expresar la plenitud, la variedad de mi dicha.
Expresión de tristeza.
Los domingos y los días festivos participaba de una vida ingenua pero extraordinariamente agradable que le recordaban las pastorales.
Expresión asustada.
Expresión de persona importante.
Le daban accesos de humor filosófico y comenzaba a discurrir sobre algún tema abstracto.
Cogió una erisipela facial y falleció.
Una existencia regalada, agradable.
Una casa de piedras vistas. 
(El profesor de literatura)

La vida comenzó a transcurrir igual que antes, una vida dura, agotadora y absurda, no prohibida con una circular, pero tampoco permitida.
(El hombre enfundado)

De las briznas de hierbas penden lágrimas turbias. No son las lágrimas de alegría apacible que llora la tierra cuando llega el sol del verano.
El colmo de la perplejidad.
Un silencio lleno de gravedad.
Sus sueños por más ingenuos que sean tienen un tono sincero, conmovedor, es difícil no creerlos.
El lunes, un día nefasto.
Expresión tímida, solícita.
Vagando por el pasto del municipio.
Un río con mérito y no un río de cuatro cuartos.
Gesto receloso y asustado.
El procedimiento de fabricación de ácidos orgánicos.
El grado de consejero.
Ya no existen hoy sobre la tierra menestrales ni trovadores y la reputación es casi la actividad exclusiva de los periódicos.
Un corifeo de nuestra literatura.
El filósofo Soloviov.
Apreciar el valor de la actividad ajena.
Gesto hosco.
Un silencio lleno de gravedad.
Un silencio obstinado.
Un niño no nace vestido ni con el estómago lleno.
Expresión culpable.
Prefiero cien cherkeses a un solo fantasma.
Las alucinaciones demoníacas de la tensión nerviosa.
Cinismo, palabra extranjera.
Gesto de circunstancias.
Los ácidos contenidos de la bilis.
Aquí nada es consecuencia del azar, del hábito, sino que todo, hasta la cosa más insignificante denota una madura reflexión y un programa estricto.
Un volumen de Belinski.
El libre impulso creador.
Se extiende con lamentaciones caseras.
Expresión de inocencia ultrajada.
Gesto apurado.
Un asesor colegiado.
Una alabanza compuesta a la manera de Cicerón.
Transformarse como polvo, como un milagro material.
Despreciar a quienes pretenden arrastrar a traicionar el deber con el cebo de los materiales de la existencia.
Las alegrías de la existencia.
El mastín Loche, llamado a causa de su pelo negro y de su cuerpo alargado como el de una marta.
Perfidia jesuitica.
Dulces de cebada.
Tono agudo.
Gesto rabioso.
Gesto de repugnancia.
La emoción le impedía hablar.
(Cuentos cortos)

Escapaba Maupassant de aquella torre Eiffel que le aplastaba con su vulgaridad total.
"Sur l´eau" de Maupassant.
El amor sin esperanza solo existe con las novelas. Lo que hay que hacer es dominarse y no estar esperando que suceda lo imposible.
Es misterioso como la "Máscara de hierro".
(La gaviota)

Solamente con las novelas idealistas se dedica la gente a educar y cuidar a los mujiks.
(El tío Vania)


Gorki
La famosa y natural descripción de Chejov del cochero de punto que cuenta a su caballo la muerte de su hijo.

Woolf
Un librito muy práctico para viajar, los cuentos de Chéjov.

Waugh
Como imaginaban San Petersburgo los campesinos de Chekhov.

Eliade
Es un pariente lejano, una especie de tío. "Oncle Vania" lo llamo yo.


Vernon Lee

Reunir coraje.
Calmado por la tranquilidad que reina con la noche.
Repasar todos los viejos argumentos.
Con expresión circunspecta.
Las mullidas alas que crecían de las sienes del Sueño podían acariciar el aire.
Para colmo, agarró un resfriado.
¿Me estoy transformando en novelista, en lugar de historiador?
Existen momentos en la vida de un artista que, a pesar de ser incapaz de atrapar su propia inspiración, o incluso de intuirla con claridad, es consciente de la inminente llegada de aquella idea largamente invocada. Una mezcla de alegría y terror le advierten de que la inspiración habrá cruzado el umbral de su alma y se habrá derramado con todo su entusiasmo.
El crepúsculo del mundo épico y el amanecer del reino de la prosa.
Alcanzar cotas irreales y hoffmannianas.
Había leído en viejos libros de viajes de Lalande y de Burney, que la Republica de San Marcos había dilapidado inmensas sumas de dinero en monumentos y ornamentos y en la organización musical de su grandiosa catedral de Terra Firma. 
Es una parte precisa de esta historia explicar como llegué a saber de de su existencia, o como terminó convirtiéndome en su cronista.
Una expresión de honestidad, que casi resultaba patética.
Una actitud avergonzada.
Ataques de furia causados por la estupidez y la debilidad del mundo decadente.
Sólo el refinamiento, la buena cuna y el lujo pueden aportar a las personas algún tipo de sensibilidad y una rápida intuición.
Tiró su volumen de Gyp y se acercó a la ventana. Pseudónimo de Gabrielle Martel de Janville (1849-1932), escritora francesa.
Un paquete de novelas extrañas.
Novelas enfermizamente sentimentales, brutales o ligeramente inapropiadas.
Adoptar actitudes vulgares.
Los encargos descritos en las novelas francesas, que algunas damas realizaban tras abandonar a sus lacayos y carruajes al doblar la esquina.
Rodeado de una atmósfera de extrañeza y aventura.
Estaba comenzando a sopesar el uso de su método más expeditivo.
La avenida de álamos gimientes.
En una disposicición irreflexiva y ausente.
Solemne y silenciosa decadencia.
El paisaje, para colmo, se mostraba de una monotonía insoportable.
Un conjunto que integre a la perfección el concepto de belleza y rareza.
Perseguía su imagen física, sus manifestaciones psicológicas con una especie de pasión, que llenaba mis días y evitaba que el tedio invadiese mi ánimo.
La permanente seriedad no ocultaba más que una total falta de imaginación.
Era sumamente callada, consecuencia natural de su indiferencia.
Los sentimientos de los diferentes protagonistas.
Actitud permanente.
Por lo que a mí respecta, soy demasiado escéptico, para creer en la imposibilidad de algo.
Y dio un ligero suspiro, como cuando alguien pretende reproducir en su imaginación una encantadora sensación que se desvanece.
Incurrir en referencias morbosas.
En el fondo de sus sospechas no había más que una pose imaginaria y un juego puramente mental.
Confidencias hechas con un aire de patética necedad, que sorprendía.
Todos aquellos libros que antes devoraba sólo en busca de las extrañas y fantásticas aventuras que relataban, sólo me eran agradables por las reflexiones que contenían sobre aquella espléndida naturaleza que me envolvía o por el eco que sentía de la energía apasionada que me llenaba.
Inventario de libros de publicaciones escogidas y ricamente encuadernados.
Los himnos de Gellert y las elucubraciones de Gottsched.
Literatura artificial y morbosamente sentimental.
La indiferencia y el descontento son terriblemente pegadizos.
Lacrimosas novelas.
Manchas rojizas del óxido de la sangre sobre el mármol.
Una legión de demonios con cuerpos de simio, garras de águila y hocicos de cerdo.
Los niños en ocasiones se permiten invadir por una inexplicable renuencia, casi temor, ante la idea de saber más respecto de algún asunto, al que otorgan un lugar especial en su imaginación.
La vibración cristalina del grillo, las notas trémulas de las ranas, las suaves notas de un mochuelo.
Bric-à-brac. Baratillo.
El zumbido confuso y el gorjeo monótono de los grillos.
El mar posa las salinas bajo los acantilados.
Lamentos, gritos y balbuceos incomprensibles de un loco.
Graznidos de buitres.
Bagatella! Diantre.
En la noche de San Juan, se permite a los muertos salir de sus tumbas.
Como si quisiera quitar a sus palabras cualquier asomo de acusación.
Dosis de amargura.
Si todos hemos oído hablar de fantasmas y albergamos en el fondo de nuestro ser una dosis de miedo, ¿por qué no vamos a admitir que existan?
Preguntar con una calculada lentitud.
(El príncipe Alberico y la Dama Serpiente)


Baring
Vernon Lee, "Ariadna en Mantua".


Kate Chopin

Una exclamación y un gesto de disgusto.
El azul del horizonte.
De un humor excelente, eufórico y charlatán.
Tono monótono e insistente.
El sempiterno sonido del mar imperturbable, a aquella hora apacible, rompía como una triste canción de cuna en la noche.
La encarnación de las gracias y encantos femeninos, no hay palabras para describirla, excepto las clásicas, que a menudo se han prestado para describir las heroínas de novela y las hadas de nuestros sueños. Sus encantos no tenían nada de sutil ni de oculto; su belleza saltaba a la vista, esplendorosa y manifiesta.
Siempre a mis pies, como un gato pesado.
Los dos impulsos incoherentes que la empujaban.
Una luz empezaba a despuntar lentamente en su interior, la luz que muestra el camino y a la vez lo prohíbe.
Borrosa angustia.
Posición como ser humano.
La pesada carga de la sabiduría, que descendiera sobre el ánimo.
Todos los comienzos, especialmente el del mundo, son vagos, confusos y sumamente turbadores.
El contacto del mar es sensual y envuelve el cuerpo en suave y estrecho abrazo.
Hacer confidencias había sido un rasgo ajeno al carácter. Su vida había sido reservada y pronto aprendió instintivamente la dualidad vital entre la vida externa, que aprueba y la interna, que cuestiona.
Manto de reserva.
Habitual reserva.
¿Quién puede decir qué metal emplean los dioses, para forjar los delicados eslabones que llamamos simpatía y que también podríamos llamar amor?
Un cuerpo que adopta posturas magníficas y que nada tenía que ver con la apostura estereotipada de un figurín. La distinguida belleza de sus hechuras y su graciosa severidad, fundada en el equilibrio y el movimiento.
Cautivada por la expresión absorta, que semejaba haber apresado y fijado sus facciones en un reposo de escultura.
Se entregó de buen grado a la caricia.
Amigas reservadas. Nunca había sido consciente de que la reserva de su carácter tenía su origen parcial, o tal vez total, en este hecho.
Afectos reservados.
Cerrar las puertas que conducen al reino de la aventura y de los sueños.
Peso del consejo, proporcionar un tema de reflexión.
Pasar fragmentos inconexos de conversación.
Con actitud resignada y sin ilusión.
Una disposición general a la desbandada.
Recorrer las emociones.
El voluptuosos reposo del gato.
Con claros signos de impaciencia y de irritación en cada sonido que emitía.
Andamos, nos movemos, nos sentamos o nos ponemos de pie, girando en la noria cotidiana, que nos ha tocado en suerte.
La voluntad se le había disparado, obstinada y resistente.
La hora más silenciosa de la noche había llegado; la hora que precede al amanecer, cuando el mundo semeja contener la respiración.
Roja vela latina.
Una conversación animada.
Los enamorados aprovechaban la conversación general, para susurrar asuntos, que estimaban con razón, que no interesaban a nadie.
Esforzarse en retener y ocultar, como si la escondiera de un extraño, la emoción que la angustiaba y la destrozaba.
La comprobación del hecho no disminuyó su realismo, ni la intensidad de la revelación se redujo con sombras o promesas de inestabilidad.
Bajo el hechizo del enamoramiento.
Era uno de esos hombres, que son la sal de la tierra. Su jovialidad sin límites rivalizaba con su bondad, su amplia tolerancia y su sentido común.
Recurrir a métodos fútiles.
Empezó a obrar como quería y a sentir como deseaba.
Ese yo ficticio, que asumimos como un disfraz con el que aparecer ante el mundo.
Manejar los resortes de un asunto.
El curso de la conversación.
Tener algunas aficiones en común.
Apartar con un expresivo gesto del pie.
La expresión de un profundo vínculo filial.
Hubo de recurrir a la reserva de memoria, para no quedar al margen y no dar la impresión de estar totalmente desprovisto del ánimo de los tiempos.
Argumentos forzados y poco persuasivos.
Las maneras que el afecto y el dinero pudieran concebir.
Manifestó preocupación por su salud y su comodidad.
Niños de asfalto.
Tenía la impresión de que la vida pasaba de largo, rompiendo e incumpliendo sus promesas.
Detectar la deseada y escurridiza información.
La insolencia de su vista ahuyentó la vieja y desvanecida identidad.
No quiero perder en las carreras todo el dinero que he ganado.
Ingenuidad desarmante.
Actitud de una jovial obsequiosidad y tácita adoración.
El primer beso, una antorcha llameante, que inflamaba el deseo.
Era sólo una fase de las numerosas emociones, que la abrumaban.
Negocios en perspectiva.
Caprichoso carácter.
Seguir una decisión repentina.
Fuerza y expansión como persona.
Refrescar y tonificar el estómago.
Dosis de reflexión.
Impresiones poco duraderas, como la huella de un remo en el agua.
Hacer recuento de los motivos que explicaban la reserva.
La sensualidad latente, como un adormecido capullo ardiente y sensible.
Tenía un carácter jovial y se negaba a tomar las decisiones demasiado en serio.
Aturdida y sin hablar por la emoción.
Notó que sus palabras ponían de manifiesto la incoherencia de sus reflexiones y se demoró bruscamente.
Desgarradora emoción.
Prado de hierba azul.
(El despertar)

Arrasa cualquier idea fija, que se mete en la cabeza y vence todos los obstáculos.
Una sugerencia inquietante.
Era el ultimo golpe de su suerte.
Agradable conversación.
Un exasperante, vulgar y desesperado menester de las pequeñas comodidades de la vida.
El delicado florecer de su existencia había sido brutalmente arrasado.
Flotar en la memoria.
Era más una mujer de acción, que de palabras.
Pausado y premeditado tono de abogado.
(De "Gente de los pantanos")

Aire de cálculo.
Decidir una línea de acción, que semejara el cumplimiento de un deber.
Expresión del carácter cariñoso y exuberante.
Desagradables reflexiones.
Se encogió de hombros expresivamente.
Una situación de dolorosa, pero silenciosa vergüenza.
Refugiado de los amenazadores elementos domésticos.
Reserva tus repugnantes expresiones.
Conseguir una prueba de peso.
Alegar aversión constitucional al matrimonio.
El nudo gordiano del matrimonio.
Expresión de reproches injustos.
Súplica en los ojos y temblor en los labios.
Acusar de persecución y daños.
Un chaparrón había depositado polvo en la carretera.
La hierba centelleaba húmeda y erguida.
Talento para la maquinación.
Signo de ira.
La tizne clandestino del asunto daba un sabor de aventura, que le encantaba.
Desear simpatía y compañía humana.
Expresión sincera y franca.
Mary Augusta Arnold (1851-1920), escritora australiana, publicó con su nombre de casada, Humphrey Ward. Sobrina del poeta Matthew Arnold y tía de Aldoux Huxley. Entre sus novelas, de fuerte contenido teológico, destacan "Lady Rose´s Daughter", "The Marriage of William Ashe" y "Robert Elsmere".
El pandemonium nocturno de la oficina del periódico.
Actitud de deferencia.
Todo su ser estaba empapado de una ola de embeleso.
Expresión de orgullo y satisfacción.
Dignidad y reserva de la actitud.
(De "Una noche en Acadia")

Una granja de las que aparecen en las novelas de entretenimiento.
No lee <<en los libros>>; son como anteojos a través de los que los miopes ven la vida.
Expresión dolorida y feroz.
Signo de devoción.
Horizonte misterioso y lejano.
Expresión descarada o estúpida.
Una sensual fiebre de expectación.
Con un encogimiento de hombros, que mostraba un desafío y un repentino desprecio por las consecuencias.
Riqueza de expresión y gesto.
Actitud de animada complacencia.
Recalcitrante e impasible suficiencia.
Las hojas estaban quietas, iba a llover.
Expresión de gran inquietud.
Expresión delicada, pero decidida.
Expresión severa.
Articular una disculpa.
Fino sarcasmo.
Un gesto de apreciación.
Expresión desolada.
Actitud de irresponsabilidad.
Absorto en la conversación.
Encogerse de hombros, con expresión plácida e inocentemente perpleja.
Las distracciones que sólo había experimentado en las novelas sobre la alta sociedad.
Mantener una conversación de todo punto satisfactoria.
Vuelos retóricos.
Conversación confusa e incoherente.
(Cuentos)


Du Plessing Gray
De las novelistas del siglo XX que han escrito con más agudeza (Colette, Doris Lessing, Kate Chopin, Jean Rhys y Jane Bowles), las tres ultimas son artistas consumadas. Aunque radicalmente vacía de sensualidad, "El despertar" (1899), de Kate Chopin, en la que una artista da la espalda al matrimonio y a la maternidad porque no satisfacen su búsqueda de la felicidad, fue desterrada de las bibliotecas publicas por su explícita autonomía de la mujer.


Bennett

La pericia humana tiende a burlar las inteligentes disposiciones de la Naturaleza.
Remedios específicos.
Actitud poco educada, si no desagradecida.
Una leyenda, el enigma de rigor de las conversaciones.
Charles Peace, el famoso criminal.
Involuntaria brusquedad del tímido.
Carácter tímido e impulsivo.
Había una reconfortante perspectiva tras la negra nube de la traslación a otra esfera de actividad anímica.
Harapientos vendedores de periódicos, heraldos de la muerte.
Hacer un gesto de incomprensión con la cabeza.
Una nube de angustia.
Melodramáticas ultimas voluntades.
Que te metan un palo ardiendo en el ojo. Una de las expresiones famosas de Arnol Bennett.
Novela histórica por entregas, de la escritora Bertha Runkle, "The Helmet of Navarra", 1901, de estilo muy pomposo y medievalista.
Papel caro, fuerte y rígido, en cuarto mayor.
En aquel ser humano latían las semillas de la locura.
Actitud de incredulidad.
Impulsivos y caprichosos arrebatos o incursiones en el campo de lo absurdo.
Era su paraguas, que le protegía de cualquier chaparrón de circunstancias desagradables.
Conversación ocasional.
El penetrante viento de las circunstancias.
Como ser humano experimentado, impuso el tono de la conversación.
Un extraño entusiasmo emocional.
El demonio que llamamos costumbre.
Amigable, respetuosa e inteligente conversación.
El ser humano de voluntad indomable.
Actitud respetuosa, amable, expectante.
Como tú, lector, y como yo, actuando siempre con arreglo a la razón.
Las máximas doctrinales luminosas.
Furiosa actitud desafiante.
Dar rienda suelta a una suerte de manifestaciones de asombro y alegría.
El moderno escritor impresionista.
El colmo de todos los tormentos.
Hay quien ve los pies grandes como un crimen.
Señalar con el dedo en un melodramático gesto.
(Enterrado en vida)


Selma Lagerlöf

Saludos de rúbrica.
Suspender la conversación.
Afzelius, "Las leyendas de la historia sueca".
Tono de chanza.
El depósito de seroja, hoja seca, para las ovejas.
La larga visión triste del esclavo que recuerda sus cadenas.
La pelusa de los pobos y de los álamos.
Deshojar una margarita dando al aire sus hojitas blancas que se esparcen por doquier como las ilusiones y las promesas del ser humano, también juguetes del viento.
La excitación que produce la defensa de la verdad, sobre todo, a los seres delicados cuando creen tener razón.
Era un ente fracasado.
Un jaulón de ardilla redondo, de alambre.
En Suecia acostumbran llamarse hermano con conversaciones y escritos las personas que simpatizan.
Durante las noches oscuras se restregaba con fósforo y galopaba.
Esas lagunas que suelen hallarse con la imaginación de los filósofos, opuesto a la filosofía libre de errores y firme y sólida.
Las casas señoriales son de madera y corren el riesgo de ser pasto de las llamas.
La humedad destruye como el fuego.
Acatar como sumiso.
Era valiente con la acción y tímido con exceso con la palabra.
Un salteador de naufragios.
Piedad profunda.
Piltrafas del cerebro.
Plumas rojas y azules del faisán.
Los grillos cantaban con el chirrido de sus élitros.
Brezos alegres y fuertes.
Fundir alquitrán, secar yesca.
Visión llena de ilusión.
Los confines del horizonte.
Visión de odio.
Tensión inefable.
El escalofrío de la proximidad de un espectáculo maravillosamente bello.
El gozo de una persona que se ve libre de una larga angustia.
Meditación serena.
Dominaba la violencia, el odio que excita el odio y el dolor sufrido sin ilusión.
La Violencia y el soberano, su esclavo.
Violencia de acero y hierro.
Valdemar, soberano de Dinamarca.
Panes redondos de Pascua.
Va alargándose el hilo de los sucesos.
Se habían desviado del tema de la conversación y quiso volver sobre él.
Césped tupido y muelle.
Le manifestó lo viejo y constante de su querer.
La fiebre de la caza.
El sonrojo del rapto.
Los libros caen pronto bajo el olvido y, al revés, el recuerdo de una vida sublime no se aparta nunca de la memoria de las gentes.
Las bardanas de verano frescas y verdes, cubiertas de flores rojas entre púas retorcidas secaban el otoño.
Los fjells escarpados frente al mar sin fin.
Visión de desolación.
Renacer la angustia.
Un príncipe extraviado.
Piaban los gorriones.
Gracia de paloma.
Codazos y dicterios.
La tramontana horrible lanza los buques hacia el puerto.
Bajo ningún caso la verdad es más peligrosa que la mentira.
Dolor incapaz de inspirar ningún rasgo genial.
Adquirieron con su actividad el bienestar y la apreciación publica.
Piedad filial.
Una asamblea de nihilistas blasfemando frente al zar.
Para nuestros días el ánimo crítico aquilata las grandezas. Pero sus lágrimas son el llanto consolador de los que se han librado de la deshonra y del peligro de perecer.
Vineta, una población sumergida bajo el fondo del mar a la desembocadura del Oder.
Establecer un lazo secreto, una misteriosa simpatía.
Refería la leyenda que al ser la orgullosa Vineta tragada por las aguas, sus habitantes supervivientes se habían dirigido a la isla de Gotland y habían fundado Visby.
Tono natural.
La conversación sumía con el encantamiento de recuerdos y sueños.
El invierno pobre de acontecimientos, callado y hosco.
La suave tranquilidad a través de la que todo se deslizaba dulcemente.
Se llora violentamente después de un sufrimiento que nos postra anonadados.
Redactar mensajes.
Al final del XIX Italia luchaba con Abisinia, con Menelik y sus shoanos; el ejército se concentraba sobre la región de Adua.
Cartelas transparentes.
La capital de Menelik, la emperatriz de Abisinia, el muelle de Massana.
Dar un nuevo giro a la conversación.
La araña, cazadora astuta.
La Sequía con sus ojos hundidos y llena de amargura. Encontrar una vena de agua.
La Sequía, la vieja enemiga de la manifestación profunda.
Un recitador de fábulas sobre su elevado taburete.
Los palacios, fortalezas, torreones, muros y vallados. Todo lo propio de una ciudad real.
Una gran zafra de aceite.
Les sucede a todos los viejos ser présbitos.
El brocal del pozo.
Atendidos con una piedad suprema.
Faustina, la vieja nodriza de Tiberio.
El numeroso juego de colores que anima todos los seres y cosas.
Manifiesto mal humor.
Tono desmayado.
El grillo se tornó ciego.
Las palomas gorjean.
Gorjeo del petirrojo.
Visión de desconfianza.
Prevalido de lo que le concedían las leyes.
Tono brusco.
Se desarrolló una fuerte ventisca.
(Los lazos invisibles)

Los opulentos y hermosos castillos de Ekeby y Biörne.
Un buen consejo vale dinero; y si es rápido oro.
Convoys interminables de mineral.
Una vaga visión de desesperación.
Disfrazarse de diablo con sus cuernos, su cola, sus patas de caballo y aparecer súbitamente.
Los doce legendarios pájaros que habitan las verdegueantes moradas de Iggdrasil.
Entre los doce de leyenda no faltaba nunca un Loki, un Prometeo o un Ganelón.
El diablo, como se sabe de tiempos, es cobarde.
Las mariposas deben saber sucumbir mientras brille el sol.
Papel negro símbolo del mal.
Proferir una palabra de acusación.
Ingeniosas conversaciones.
Las cornejas, pájaros chillones e insípidos.
El oso se vuelve hacia el enemigo asustado ante un nuevo adversario.
El zorro, muerto o vivo, es el animal más detestable que se haya podido crear.
Daba vueltas y revueltas a mil programas que tenía dentro de su genial cabeza.
Madame de Staël, "Corina", un pequeño libro encuadernado de tela encarnada.
Le recibió con harto desdén.
Un ser humano rechazado por la sociedad, un proscrito, un bufón sin hogar, soberano de nacimiento.
A buen hambre no hay pan duro.
Rojo como la grana.
Puso su bufanda verde a la parte trasera del trineo para amedrentar a los lobos.
Atormentado como el amante que ve las golondrinas emprender el vuelo hacia el lejano país de la amada.
Un suspiro de entusiasmo.
Coronas condales.
Su presencia dentro de un salón semejaba avivar la conversación.
Era un ser humano a quien obsesionaban sus amargos recuerdos y que entendía muy poco las cosas de la vida.
Resonó el tumulto de los aplausos.
La angustia, el miedo y el horror que de ordinario andan esparcidos a través del mundo.
Alrededor nuestro flamean los pesares como las olas de un mar embravecido.
Un inmenso mar de pesares.
El horrible rumor de las injurias y blasfemias.
Una fustigadora esclava.
Se había tornado impenetrable como los que viven mucho tiempo entre gentes desconocidas del extranjero.
Había deseado una pasión que la sacara de sus obstinadas reflexiones.
La cuidaban como al viento de la ceniza y como el sol de primavera de los montones de nieve.
Escupir tres ocasiones para evitar una mala influencia.
Más gente suele perecer con la huida que durante la batalla.
Acusar de desidia.
El amor, hijo del fuego.
La somnolencia y el cansancio, síntomas de vejez.
El látigo del chalán.
La fuerza de los frenos.
No se permitirían sorprender como un oso dentro de su guarida.
A través del patio repercutía el eco de sus juramentos impotentes y de sus deprecaciones.
Experimentar humillación.
Bajo las tinieblas de los bosques vive el lince, que el pueblo llama göpart, porque es peligroso pronunciar su verdadero nombre. Se lanza sobre las ovejas.
La Naturaleza es mala y cruel, traidora como una serpiente adormecida. Para nada se la puede creer.
La astucia de la zorra, la velocidad del lobo.
Creyó un compromiso de honor hacer por la señorita el sacrificio de su gloria.
Haber despertado los ecos dormidos.
El ángel del Juicio Final hizo tabla rasa de los tesoros.
Tono de disculpa.
Los abedules tendían sus finos encajes de ramas bermejas y permitían caer leves copos lagrimeantes.
Verdaderamente la espera no es difícil cuando se sabe lo que se quiere y tiene uno a su alrededor motivos de distracción.
El genio de la reflexión.
Suecia, el país de los osos.
La arrolladora alegría de la aventura.
Temblar de horror.
El estallido del rayo.
El fuego de la inspiración.
Los juegos y regocijos eran sus esclavos sumisos.
El alocamiento de la mariposa.
El soplo de la agitación le había curtido llenando sus pulmones de aire fresco.
Suspiraba por las cadenas como un viejo esclavo a quien se termina de conceder la libertad.
Caprichosa guerra, excitante peligro.
Una aventura extravagante.
El réprobo ha de seguir el camino de los repudiados.
El camino de la cólera, el camino de la desdicha, el camino de la pena.
Nos han impuesto el yugo de la actividad como a los bueyes.
El bastión de los tiranos debe derrumbarse.
La campana de la fábrica da el toque de alarma.
Esclavitud secular.
Simular un tono amable y lastimero.
La actividad profesional, ese gran bienhechor de la Humanidad.
A Gotemburgo llegaba el hierro de Stöme, Sölie, Kymsbergo, Uddholm, Munkfors, Ekeby.
Dirigió una vista que denotaba preocupación.
El timón y las jarcias de los veleros.
Las mejillas pálidas de angustia.
Tilos copudos, álamo rígido.
Manzanos de Astrakán de pomas de nieve completamente blancos.
La magnífica diversidad de la vida, su amargura, su dulzor, su riqueza y su locura.
Tor, el exterminador de los gigantes.
Graznar escandalosamente las urracas.
Terror mortal.
Los patios se engalanaban con mástiles de feria de los cuales pendían guirnaldas de flores y verdes coronas.
Un furioso loco de atar.
Un puente de rayos de luna.
Había experimentado el abrazo del dolor.
Un país donde el invierno no puede ser más crudo y donde el verano es avaro.
La vida es dura, la Naturaleza es dura. Las dos engendran como consecuencia el valor y la alegría.
El diente del tiempo.
Visión tímida e investigadora.
Al hablarle emplea los giros más elegantes de los clásicos.
Los lamentos de los pobres, las maldiciones de los engañados, las injurias y burlas, las coplas irónicas, las mofas y la execración publica.
El soberano Gustavo al fallecer profetizó que llegaría el día que el pueblo sueco deseara que su soberano saliera de la tumba.
Las crepusculares nubes de la preocupación.
Gérmenes de alegría.
Los dulces rasgos de la piedad.
Las libélulas salen de las profundidades bajo la sombra, les crecen unas alas y viven solo algunas horas a la brillante luz del sol.
Doblegaba su cuerpo una esfinge sumida bajo los sueños.
Piadosos desafueros.
San Olaf con el yelmo coronado y un hacha, pisoteando la nuca de un gigante vencido.
Le odiaba como solo los niños saben odiar.
Sentir la sed de ese infinito que ocultan los cielos.
El peso de una idea.
Hojas de oloroso espliego.
Olorosas ramas de enebro.
La magnitud de la sequía.
La hierbecita de rayas blancas que se llama hierba humana y que se siembra sobre los cementerios.
Murió Bel, el poderoso guerrero y Thot, el gigante de la cabeza de halcón.
El fanatismo del descreído.
El refugio invernal del oso, la madriguera del zorro, la gazapera subterránea del tejón.
Sabrosas y ovaladas pomas; amarillentas manzanas-limón; peras de rojiza piel, ciruelas rojas, azuladas y amarillas.
Las leyendas deben revestirse, si no de bellezas con los emblemas de la realeza. Las leyendas tienen predilección por las mansiones de bellas arcadas y altos pórticos suntuarios.
La torre maestra de un castillo feudal.
Un taller de relojería. Saber de ruedas dentadas, espirales y péndulos; construir relojes de sol y estelarios.
Relojeros con viseras verdes sobre sus debilitados ojos.
Se cernía hacia el horizonte como un gavilán.
Se remontaba con la garantía de un halcón.
Los delecarlianos y los campesinos de la Vestrogocia.
Confeccionar silbatos de cañas.
Había visto los horrores de la perversidad humana, lo que le había hecho perder la autoconciencia del bien.
Pretender desviar la conversación buscando un tema indiferente.
Sus facciones adquirieron la reducción del dolor.
Ver con creciente obstinación.
La alquitara tritura el grano de trigo para la fabricación del aguardiente.
La fama de un disipador y un verdugo explotador de los campesinos.
Una época férrea, implacable.
(La Saga de Gösta Berling)


THEODORE DREISER

Un suspiro patético.
Los hilos que la unían ligeramente a la niñez y al hogar se rompieron irremediablemente.
Vagas conjeturas.
La ciudad tiene sus astutas artimañas no menos que el tentador infinitamente más pequeño y más humano. Hay grandes fuerzas que seducen con la emotividad de expresión posible al ser humano más culto. El destello de mil luces es a menudo eficaz como la luz persuasiva de un ojo cautivador y fascinante. La mitad de la ruina de la mente natural y poco sofisticada la llevan a cabo fuerzas completamente sobrehumanas. Un estruendo, un rugido de vida, una vasta gama de colmenas humanas apelan a los sentidos atónitos con términos equívocos. Sin un consejero a mano que susurre interpretaciones cautelosas cuántas falsedades no pueden suscitar esas cosas al oído desprevenido.
Una mente rudimentaria con su aptitud de percepción y análisis.
Las gracias intuitivas.
Ambicionar ganar cosas materiales.
Las perspectivas materiales.
La relajada conversación.
Tomar el control para dirigir la conversación.
La atmósfera afectiva.
Una figura solitaria en un mar agitado y desconsiderado.
Circunstancias auspiciosas.
La ambición, la audacia y la actividad de una metrópoli.
Vidrio esmerilado.
Los términos pulcros y reservados de la empresa.
El límite de la angustia.
La mente empeñada de llevar a cabo una misión difícil pero precisa con el autoengaño que da la apariencia de una busqueda sin la realidad.
Cada baratija y objeto de valor la reclamaban personalmente.
Un paria sin empleo.
El aire satisfecho e independiente que da la experiencia de la ciudad.
Fuertes de audacia y jerga.
El flujo de la marea de esfuerzo y atención.
Los impulsos desesperados que a menudo surgen de una sensación fija de derrota, el ultimo brote de un conjunto de ideas frustradas y desarraigadas.
Especulaciones altisonantes.
Una voluntad pronta y una rápida selección mental.
Las disparatadas divagaciones agotaban los mercados del placer.
Calculando el poder adquisitivo de ochenta centavos para la cena del domingo.
Una actitud malhumorada habitual antes de la cena.
Un tono sereno y diplomático.
Un talante conversador.
Las reflexiones son un factor extrañamente penetrante.
La raiz de la oposición.
Evolucionar el carácter.
Las evidencias de la riqueza.
Rasgos de un aspecto dulce, reservado y agradable.
Las cenizas de sus hermosas fantasías ocultaban algunas brasas rojas de ilusión.
Repasando concepciones imaginarias.
Una vaga sensación.
Una escala finamente graduada de informalidad y amistad.
Una actitud grave y digna.
Los lujosamente ricos.
Los de ánimo materialista.
La compañía elegante y codiciosa, la pequeña charla egoísta, la acción mental desorganizada sin finalidad y errante.
Se lamentaba de su suerte estrecha.
Su imaginación recorría un camino muy estrecho terminando con puntos referentes al dinero, la apariencia, la ropa o el ocio.
Una sombra de antipatía.
Reunir la suficiente concentración para replicar.
Una condición de rebelión mental.
Una actitud amable.
La antigua definición: "Dinero: algo que todos tienen y yo debo conseguir".
La idea del valor relativo de la cosa.
El poder adquisitivo de las facturas.
Especulaciones y filosofía.
Golpeado con las fuerzas complicadas y desconcertantes que actuan sobre el ser humano.
El instinto de autoprotección.
No hay nada en este mundo más delicioso que ese intermedio que nos equilibramos mentalmente poseedores de los materiales atraídos con el deseo y sin embargo disuadidos con la autoconciencia o la falta de decisión.
El aliento de bienvenida de una puerta abierta.
Los recursos mentales.
Aguantaba la cabeza de forma inconsciente y delicada.
Una actitud inescrutable.
Soltando su volumen de información.
El Euchre es un juego de bazas con triunfo al que juegan cuatro jugadores con equipos de dos. Es similar al whist.
Un ambiente hogareño agradable es una de las flores del mundo.
Había una fina reserva de su actitud a la economía doméstica de su vida que era lo que englobaba el término de caballero.
Una actitud dogmática.
Limitándose a las generalidades a las que se dedican las conversaciones.
Sentirse más o menos disgustada con las evidencias de una aptitud superior en el sentido de destacar.
La fuerza de la costumbre o de la opinión convencional.
Los análisis liberales de Spencer y de los filósofos naturalistas modernos.
Albóndigas galesas.
La ola de éxito.
Una breve ronda de conversación.
Una sombra de intriga.
Bertha M. Clay (1836-1884) pseudónimo de Charlotte Mary Brame. Su novela romántica "Dora Thorne".
El límite de la experiencia.
Simplemente estaba permitiendo flotar esos hilos de reflexiones sutiles que como los de la araña esperaba que anclaran en algun lugar.
Un toque de simpatía moral.
El punto de vista del ingenio y la fascinación.
Extendiendo excusas.
El viejo término impecable para la elegancia.
La materia de deseo.
Las extensas arengas sobre los temas de la riqueza y la posición le enseñaron a distinguir los grados de riqueza.
Una actitud cínica.
El guardián irlandés de un salón de Bowery se humilla ante una Hermana de la Misericordia y paga el peaje a la caridad con una mano voluntaria y reverente.
Una actitud tímida.
Astucia y rapacidad.
El desenlace de la conversación.
La aptitud de ver las cosas que configuraban su existencia.
La cera de los escrupulos.
Con qué indulgencia se ven los errores dorados.
Reservado con sus modales.
Manifestar la aptitud de iniciativa.
Prefería la libertad a cualquier traba legal.
Con una actitud muy reservada que casi despertó sospechas.
Un río de indiferencia.
Una inflexión ascendente.
Un tono amargo.
Un rastro de emoción.
Bajo el aspecto material había mejorado. Su torpeza había desaparecido.
Una frívola acusación.
La actitud de quien hace un favor.
Una actitud inteligente.
Los subordinados asalariados.
Un ataque personal.
Reunidos como romanos al llamado de un senador.
Simulando una amabilidad relajada.
Las complicaciones del amor, el deseo y la oposición lo dominaron.
Un material prometedor.
Un tono desenfrenado.
Un tono serio.
Un tono despreocupado.
Una euforia trágica.
Un mar sin límites de especulaciones.
Una actitud tranquila.
Sombras de asombro y recelo.
La materia de la apariencia personal.
Un temperamento irascible.
Una patada intelectual.
La prueba clara de un hecho manifiesto era el aliento frío preciso para transformar las nubes de sospecha como una lluvia de ira.
Las emociones sutiles.
Seguía siendo un factor atraído con las diversiones del mundo.
Brotes de conversación irritable avivados con arrebatos de ira.
Su asombro fue reemplazado con la cualidad más sutil de la sospecha.
Se liberó de su impulso mixto de negar y cuestionar.
Una actitud persuasiva y conciliadora.
Asestar un segundo golpe eficaz.
Recuperando la reserva.
Una actitud fría, cínica y superior.
La evidencia, la ley, las propiedades.
La majestuosidad de la pasión saca la mente de su asiento, funde y derrite todos los argumentos y teorías con una masa enmarañada y destruye la aptitud de razonamiento.
Algun comentario directo.
Una posición reservada.
Su valor menguante cesó.
Asestando un golpe contundente.
Buscar una idea acertada.
Un tono herido.
Sin encontrar refugio más que la ira.
Aunque el peligro no había disminuido no se había materializado.
Uno derriba a otro con una emboscada secreta.
La suerte del día.
Un arranque de emoción.
Su marcha se estaba cristalizando con su permanencia.
Los lazos místicos del afecto no unen a todos.
Disimulando su asombro.
El equilibrio del deber y el deseo.
Las naturalezas sensible y altamente organizadas.
Ningun conocimiento del bien se predica de la repulsa instintiva del animal al mal. Los hombres son guiados con el instinto antes de ser regulados con el conocimiento. Es el instinto (donde falta el razonamiento altamente organizado) lo que da al criminal su sensación de peligro, su miedo al mal.
Los billetes lisos, compactos, portátiles.
Una actitud seria.
La actitud adecuada para abordar el asunto.
Un dilema de la decisión a la impotencia.
Solo escuchó como quien ha concedido amnistía temporal.
El nivel de error.
Un típico irlandés de baja estatura vestido con ropa barata y con una cabeza que semejaba una publicación reducida de algun gran político de barrio.
La sangre caliente se apoderó de su cerebro.
El valor de la expresión de su rostro.
Las historias más atractivas de placer y lujo.
Era reservado y guardaba sus opiniones.
Las tácticas y la información domésticas.
Era más pasiva y receptiva que activa y agresiva.
Una actitud de familiaridad relajada.
Una actitud plácida.
El gran golpe de la desilusión asestado.
El tiempo y la repetición. El agua que gotea y la piedra sólida... ¡cuánto cede al final!
Un tono de ayuda y zalamería.
Pidiendo consejo y sugerencias.
El efecto mental de la amistad.
Un irlandés lento y codicioso.
La clave de las opiniones.
El farol sobre el dinero y las inversiones.
Un humor solemne y reflexivo.
Argumentos incongruentes.
Un método conveniente.
El silencio discreto del poker y sin embargo invariablemente escrutador.
Leer las reflexiones y las disposiciones de ánimo más que las evidencias externas por sutiles que sean.
Abandonando a un lado una larga reserva.
Legal y vinculante.
La acusación mental.
El ansia de comodidad.
Ante él flotaban visiones de una gran apuesta.
La fría y amarga sensatez.
La naturaleza de la grandeza emocional. Una persona podía ser grande emocionalmente en lugar de intelectual.
Hacer algo. La disculpa de la lasitud o la energía.
Una actitud feroz.
Visiones de liberación de las dificultades económicas.
Un tono insulso.
Una fuerza invisible de reserva.
Tristemente limitada con el destino.
Era una pequeña Manon ajena a la feroz concepción de la moralidad de la sociedad pero buena con su prójimo.
La materia de la conversación.
Se movía inconscientemente con un aire agradable y particular. Lo que se debía a su naturalidad y total falta de timidez.
La cínica protesta y el arrepentimiento.
Enmendar el error.
No tiene sentido llorar sobre la leche derramada.
Una conversación estimulante.
La protección garantizada significaba el poder inexpugnable de las empresas.
Discutir con un consejero mental.
Una fuerza astuta y agradable.
Los comentarios mentales.
Una conversación intensa.
Almacenar una gran cantidad de existencias.
Ignorantes y vulgares, pobres ovejas en manos de un conductor.
Una expresión penetrante y atenta.
Una estufa de panza redonda.
La fría y amarga realidad.
Un tono conciliador.
Respirar agitadamente con la emoción.
No pueden sacar sangre de un nabo.
La superioridad amable de un genio.
Una actitud desagradable.
Con qué rapidez una profesión te absorbe.
Billetes verdes de denominaciones cómodas.
El mundo de la riqueza y la distinción.
Una amistad cálida y complaciente.
Poner la oreja en el suelo con un sentido figurado.
El contagioso regocijo del asunto.
La fría resolución de un orgullo encorvado, desaliñado pero intacto.
Reservada o altiva.
No había rastro de vergüenza en la actitud.
La autoestima que en su forma más rabiosa se llama vanidad.
Una imitación de languidez.
Disfrutar los lujos que el dinero podía comprar.
El dinero no tiene ningun valor si los deseos son del ámbito del afecto.
La puerta hasta el disfrute perfecto de la vida no estaba abierta.
Inconscientemente sus manos ociosas comenzaban a cansarse.
Invertir en el valor de los materiales raíces.
El humor del recuerdo.
Impulsado con un miedo nervioso.
Un gran estafador era objeto de desprecio privado.
Algo agudo e intelectual en sus ojos.
Un temperamento solitario.
La estolidez y la indiferencia de la desesperación.
Existía una ciencia de los rostros.
Anticipando vagamente ese algo indefinido mejor.
Flotando como una sombra.
La agitación de aguas turbulentas.
Una conversación embarazosa.
Aturdida con el ataque.
Una sombra de reflexión.
Un egoísta genial.
La tensión de la publicidad.
Un peculiar temperamento solitario y retraído.
Tranquila y reservada.
El viejo llamado del ideal estaba pitando.
Una cepa patética.
Un elogio entusiasta y analítico.
El efecto fue como el de aguas turbulentas y sin remedio.
Un toque de filosofía.
Un mendigo crónico.
Fatigado de la propensión a vagar.
Una vaga sensación de vergüenza.
Una expresión de indiferencia especialmente concebida.
El estímulo del ingenio y la camaradería.
La bondad de la noche.
Los seres humanos pueden alcanzar sus deseos originales.
La fuerza del humor.
Convención. No mejorarás tu situación excepto con una actividad honesta.
La busqueda de ese resplandor de deleite que tiñe las distantes cimas de las colinas del mundo.
(Sister Carrie)

Las asombrosas aventuras comerciales.
Una ciudad en ebullición.
Grandes barcos de grano y madera.
Un grupo de estibadores irlandeses ociosos.
Cartas de presentación.
El corretaje de la bolsa, la organización bursátil.
Evaluar el temperamento el calibre mental de su anfitrión.
El genio financiero.
La personalidad aunque mantenía una reserva exterior inquebrantable respiraba una tremenda humanidad.
Enigmas ambulantes sutiles.
El hijo menor de la familia sabe que puede vencer a los demás pero no quiere hacerlo.
La tendencia a extenderse y hacer mucho hincapie de las ventajas locales era occidental.
Haría falta una actitud occidental relajada y entusiasta para perdonarle la fuerza y la libertad con la que ignoraba y se negaba a aceptar las convenciones vigentes.
Una amistad fuerte y util.
Un mundo excavado y con andamiajes.
Los mayores depositantes del banco.
El temperamento y la importancia de un grupo de otra ciudad.
Los momentos de ocio -que no hacía cálculos prácticos- especulaba sobre lo que era la vida.
Un gran financiero y un organizador maravilloso.
Los hechos materiales de la vida o esos teoremas y silogismos de tercer y cuarto grado que controlan las cosas materiales y por tanto representan la riqueza.
Una cena informal.
Arrastrado hasta el fondo de las cosas.
Ese hermoso rubor de la vida material que se recrea con el deleite.
Las hermosas casas resplandecientes con una materialidad rica y complaciente.
Tijeras. Empresas o acciones.
Los ojos claros y agudos de un lince.
Un temperamento peculiar.
La psicología incisiva y aprensiva.
Temperamentalmente simpatizaba con la masa.
Abrir las manos con un gesto de desprecio.
Las corrientes variables de este mundo atribulado.
Emocionada y expectante.
Un tono despectivo.
Ching. Tintinear metálico, garra.
Los estanques lucidos y estables: sus ojos.
Afrontar las preguntas y sospechas del mundo.
Una armonía inusual.
El humor y el aplomo.
La cena como suele suceder con las cosas sencillas fue un éxito desde el punto de vista administrativo y pictórico.
El resplandor de las orquídeas.
La fabricación y distribución prácticas del negocio del gas.
Un tono de polémica.
Los consejos de las aldeas.
Los torcidos dientes de las anguilas.
Los carneros de referencia.
Un intermediario próspero.
Cálculos jurídicos turbios.
La política miserable y sin escrupulos del concejal.
Poner todos los huevos en una canasta.
Una disposición de ánimo reservado y especulativo.
La intelectualidad remota.
Un asesor práctico.
Trabajar como organizador aparente.
Un consejero práctico.
La flexibilidad de intelecto significaba éxito.
Detalles casi tabulados de recompensas y beneficios.
No había una particular amargura con sus ataques.
La pasión pagana era intensa.
Cuidadosa con su conversación.
El entusiasmo infantil.
La levadura que aligerara todo el bulto.
La igualdad y la supremacía.
El valor de las casas aumenta con la historia.
La diferencia del naturalismo y la ilusión.
Urgente, elemental.
Tenía dinero, modales afables, una personalidad magnética.
La tendencia a la eliminación.
Se dedicaba como un percebe a los cálculos más exclusivos.
Los aburridos convencionalismos.
La futura reputación de sagacidad y discernimiento.
Los ricos colores pompeyanos.
Un tono desenfrenado.
El brillo material.
El desempeño financiero.
Acusar de conspiración y soborno generalmente a los concejales.
Las acusaciones de los abogados no prueban nada.
Un factor astuto y manipulador.
Un lío político-financiero.
Su temperamento era el de mostrar un profundo desprecio a la humanidad.
Tono zalamero.
Cortando el palo para derribar el caqui.
El valor de las plantas y franquicias de las empresas.
Un tono de oposición sacudiendo la cabeza.
La vida dura y entusiasta del animal que no tiene más que sus percepciones, instintos y apetitos para guiarlo.
Las convulsiones publicas.
Los recursos del temperamento.
Rodeos, aprensión de ánimo.
Una luna con forma de hoz.
La importancia de esta visita no tardó para manifestarse. En los altos cargos, en los asuntos importantes la vida se descontrola con marañas de personalidades casi inexplicables.
Las fuerzas piratas del Ayuntamiento.
Los bancos obedientes a la mayor influencia financiera.
Era preciso como se diría otros tiempos <<dar un paso al frente y ver al capitán>>.
Combatir el fuego con el fuego o llegar a un pacto.
Disimulando su pesar.
Una actitud ofensiva.
Echar aceite a una situación problemática.
Había una marcada diferencia intelectual y anímica aunque estaba en sintonía con los aspectos emocional física e idílicamente.
La joven no tenía el temperamento suficiente para atraerlo más allá de un periodo de investigación ociosa.
Sus disposiciones de ánimo y sus reflexiones eran inciertas, casuales, anárquicas.
En el campo del romance era vaga y atractiva.
Un temperamento errático y emocional incapaz de situarse por falta de cohesión y la dedicación.
El interior ricamente teñido de una concha de ostra de los mares del Sur: cálida, colorida, delicada.
Un temperamento rico y pleno.
El humor astuto.
Seductoramente sencilla, ingenua, deliciosa y sabia.
Astuto hasta la destrucción.
El peso de su sustancialidad y la maravilla de su rico temperamento.
Débiles emanaciones de emociones, disposiciones de ánimo y fantasías.
Un estallido de temperamento.
Un tono animado.
Un equilibrio adecuado con el amor, la aptitud y la perspicacia.
El mar del sexo.
Improvisaciones emocionales, flirteos más o menos ociosos.
El humor distante, la actitud relajada y superior.
Era como una enorme ventana abierta desde la cual veía un paisaje casi ilimitado.
La agudeza de las antiguas monedas griegas.
El futuro semejaba trémulo de sorpresas.
Las compuertas de la sospecha.
Los enrevesados senderos del sexo.
Una conducta variable.
Un humor mordaz.
El deseo sexual y su realización son factores esenciales, las manifestaciones periódicas.
Las ebulliciones recurrentes de las emociones.
Una actitud de tranquilidad.
Angustiante suspense.
Una oposición furiosa y animal.
Una inflexión danesa.
Sus manos, sus dedos trabajando de una manera extraña e inconsciente.
Loca de rabia.
La brusquedad del ataque.
Un ataque casi relámpago.
Actuando como un camaleón a las diversas complejidades emocionales de la vida comenzó a respirar estentóreamente, a palidecer y a perder el control.
Una expresión dura, fría y dinámica.
Acusaciones desvergonzadas.
Alternando dolor y rabia.
Es un triste comentario sobre las uniones excepto las más químicas -esas flores rojas oscuras del romance que florecen solo para un final trágico- el hecho de que no puedan soportar los tormentos del desastre que suelen sobrevenirles.
Acusaciones infundadas.
Suponer por el bien del argumento.
Una burbuja brillante de romance.
De un solo ataque estalló.
Adaptar a la conveniencia publica.
Enfurecer hasta el punto de la anarquía.
Una aparente falta de coherencia.
El proverbial fuego bajo la tortuga que la haría seguir adelante.
Los trucos que se empleaban constantemente con la política para lograr un fin u otro.
Irritado con la actitud polvorienta y tacaña del viejo sistema.
Garantizar un dividendo satisfactorio sobre las acciones e inaugurar una política de futuro.
Una vía indirecta, una línea de sugerencia sutil de una parte aparentemente desinteresada.
Las regiones conspicuas de las altas finanzas y el control.
Para cualquier empresa publica con la que se desee el sufragio del pueblo o los privilegios de sus posesiones debe tenerse en cuenta a los periódicos.
La faz del paisaje comercial.
Hacer el negocio con tacones de algodón.
Los vientos de la influencia, los soplos del azar.
Un tono ofendido.
Pretender un golpe inquietante.
El punto de vista de la ventaja personal aguda y egocéntrica.
Simular afecto.
El entretenimiento ilícito.
El amor ese fuego fatuo que canta.
Un temperamento realista.
Los largos periodos prosaicos e ininterrumpidos de las noches.
Las extrañas e inalterables transformaciones que el tiempo obra sobre nosotros.
El regazo interior de las marcas de la edad.
La actitud promiscua era la consecuencia natural de un temperamento crónicamente promiscuo, intelectualmente inseguro y filosóficamente anarquista.
Buscaba la realización de un ideal pero nuestros ideales se transforman y nos abandonan dando tumbos tras la oscuridad.
Las variaciones desafiantes de la corriente habitual de las cosas son un desastre patético.
Los temperamentos de los padres se mezclan y revivifican con sus hijos.
Una expresión soñadora y lánguida.
Las ojeras indican dispepsia.
El valor como posesiones de las cosas.
Una letra pequeña pulcra y cuidadosa casi impresa.
Una decisión sabia reservada y diplomática.
La vanidad inteligente y egoísta de las personas.
La envidia por el progreso pirotécnico era un factor importante como cualquier otra cosa.
La formación irlandesa.
Preveía un ataque a sus reservas.
El método de negociación a través de abogados reputados.
Petulancia de buho.
Viejo busardo. Águila ratonera.
La vertiginosa fantasmagoría de las operaciones financieras.
Su pesada animalidad de lagarto.
Una generosidad vaga y amable.
A su manera artísticamente errática.
Comentar con tono de broma.
Pucheros de mal humor.
Ejercer una atracción irracional.
Un temperamento irascible.
El problema de la escala salarial.
Preguntar afable y políticamente.
Una emoción mística como el fuego del pantano sucedió a la primaria oposición.
El valor del jade.
Había perdido la compostura mental aunque no la externa.
Hay garantía con los numeros.
Temperamentalmente desequilibrado.
Al borde de una tormenta emocional.
Una deriva inconsciente de la dirección del bien, del deber. Son estandartes de fabricación mortal.
La actitud crítica u hostil de los periódicos.
Los nobles faros de aguas oscuras y tormentosas, generales y jueces.
La agradable expectativa de una conversación provechosa.
Un agente fiscal.
Enfurecido con la actitud de no hacer nada del consejo.
Un procedimiento de mandamus compele al cumplimiento de un deber. Es un auto privilegiado porque solo puede instarse cuando no existe otro recurso adecuado.
Elegante, comercial.
Discutir alguna variación de su programa del consejo.
Un acontecimiento periodístico o político local.
Un dilema sobre la vida y la suerte.
Las existencias estaban disponibles.
Una existencia muy alegre.
De un humor despectivo.
Las circunstancias ayudarían a decidir.
El humor gratuito o fortuito del destino que está referido con esa química subconsciente de las cosas de la que no sabemos nada.
La extensión de espacio terrestre del espléndido negocio.
La materialidad acompaña al romance de muchos temperamentos.
Un toque de humor sardónico.
Su humor no era nada hostil.
Ardía con un fuego ardiente y lento de venganza.
La reputación de probidad, solidaridad y moderación de las empresas exitosas.
El bienestar financiero de uno.
Un bienestar blando.
Hombres con su carácter pintoresco y su atmósfera sórdida no podían ser igualados en la ciudad ni siquiera con el país general.
La complicidad o la cortesía de la administración actual.
Un voto flotante sumamente hostil y peligroso.
Consejo y consuelo.
Hombres de temperamento fuerte, inquieto y animal.
Los oficiales generales nominados para la complexión de la ciudad.
Un gran golpe de efecto.
Trazar un programa de división intrincado. Implicaba la división de los empleados a prorrata de los sobornos y los juegos de azar. Un sueño político.
Una cobardía manifiesta.
Casas de todos los grados de esplendor material.
Un comentario aparentemente innecesario.
La rabia de su indiferencia la impulsaba.
El calor del despecho y la rabia generados con una larga indiferencia.
Transformación. El inevitable paso de las cosas.
Las votaciones ruidosas e irracionales.
Una actitud crucial.
Una actitud elevada.
El negocio mayorista de arneses.
Las perspectivas y ocasiones.
Un imbécil moralista y de pacotilla.
Una actitud despectiva.
Los entresijos de los tribunales (abogados, jueces, políticos) y sus estatutos.
Los pozos de sutileza, los sumideros de miseria y los cenagales de desastre que representaban las complejidades de la política, las finanzas y el control corporativo.
La maquinaria de la intrusión.
Inconscientemente cruel como solo puede serlo el tipo avaro e irreflexivo (con el sentido filosófico más amplio de la palabra).
Entender la razón de su existencia.
El comisionado de impuestos.
Los ojos agradecidos, persuasivos y suplicantes lo marearon y provocaron una perturbación química de su sangre que disipó completamente sus buenas resoluciones.
Había calculado que su voto le reportaría varios miles de dólares.
Estrechar la mano como un pez muerto.
La lealtad política es muy voluble.
Irritado con el ánimo de ataque.
Los concejales no afiliados (no aliados temperamental ni crónicamente de la idea de la reforma).
Designar una compañía como reserva central e inducir a varios bancos a mantener sus depósitos especiales en sus cupulas.
Marcadas evidencias de refinamiento.
Las náuseas con el abandono bajo el que caen los parias de la sociedad que los inexpertos comentan alegremente.
Navegaba vagamente los mares del azar.
Lo poseía un instinto para lo esencial y vital.
Una existencia placentera.
Cuando reflexionaba adoptaba un tono frío, brusco y formal.
El camino de salida a una mazmorra de miseria.
Dar rienda suelta a un poco de emoción agradecida.
Su actitud aunque cálidamente generosa también era sencillamente distante.
Una animalidad emocional.
Un sereno savoir faire.
La expresión de una disposición vanidosa, cohibida y superior.
Qué personaje encantador. Qué lástima que no se le permitiera florecer sin perturbaciones en su jardín imaginario.
El césped delantero en pendiente con flores de temporada.
Calculadora y voluntariosa.
Sacudida con una de las rabietas.
Fatua o reservada.
Una fiesta en el césped.
Un juego de pelota con cuerda.
La navaja de bolsillo en el césped.
Tetherball es un juego que dos jugadores usan sus manos para golpear una pelota de voleibol que está suspendida de un poste de metal estacionario con una cuerda o correa.
Mantener el aspecto amenazador de las cosas políticas.
Acero estructural.
Los famosos canales del astro belicoso Marte. ¿Había canales en él y gente? 
El pulido de cristal de lentes se hace a mano alisándolo con el pulgar y el índice.
Un valor noticioso.
Una gran riqueza en reserva.
El eclipse de su gloria.
Obtener el dinero de manera pirotécnica.
La maquinaria de procedimiento.
Una actitud irrevocable.
Oponerse moral y temperamentalmente.
Inducir al publico a votar.
El bienestar publico.
La angustia mental tiene un efecto reductor y coagulante.
Una actitud brusca.
Un dilema triste e impotente.
Una actitud censuradora.
La mansión era una mera estructura pero poco representativa del esplendor y la aptitud de su imaginación.
La visión y la maña del soñador original.
Un pagano, un fauno.
Simulaciones de ira.
Una actitud arrogante.
El ideal obsesionante que exige que las cosas se calculen con él.
Experimentar el escalofriante recuerdo de lo mejor.
Highball. Combinación de whisky con soda.
Llorar de una manera suave, lluviosa y reconfortante.
La vieja nepente (bebida de los dioses)  de la botella.
La espléndida voluntad de la existencia.
Exhalar los vapores de lo aburrido y lo insulso de su ser más íntimo.
Su actitud se suavizaba y estaba preocupado.
Era el día del trust con su magnificencia acuática. Los menesteres comerciales bajo el control de hombres astutos y despiadados. Mesa de Dives. Quien bucea o se zambulle. Piedra de buceo. Gigantes o titanes.
De gran fuerza y cálculo: corpulento, oleaginoso, político y valiente.
El valor nominal y el valor de mercado de las acciones.
La evidencia de la dificultad y la incertidumbre terrenales.
El tiempo y la suerte sucedían a todos los hombres.
Un mundo bancario y de corretaje.
Los grandes y sencillos movimientos que caracterizan los aspectos más favorables de las altas finanzas.
La casualidad o un error de cálculo arrastraban hombres aparentemente fuertes y valientes al limbo de lo inutil y olvidado.
Los cálculos financieros olvidados.
Los pequeños adornos del materialismo.
La inconsciente arrogancia de la riqueza y el poder.
Al borde del colapso.
Pedir una expresión formal de opinión.
Tabular los préstamos.
Al borde del abismo.
Un tono cáustico.
La previsión de un ataque.
Una actitud valiente y leonina.
Una demostración de desafío.
Tras un cálculo adecuado se pidió consejo de cautela.
Una dirección de la bolsa inflexible, una prensa sumisa y la alianza de los grandes banqueros.
La extensión de los derechos.
La primera y más potente tendencia de la mente humana, la ambición, termina transformándose como la dominante.
Los florecimientos fruto de la disposición de ánimo.
Una nube de gratitud.
La vida debe vivirse y las ambiciones deben heredar riquezas o reunirlas sabiamente.
Sibarita por naturaleza, intensa amante de las telas artísticas, de los actos majestuosos y del poder y el éxito había soñado con la riqueza del momento.
Atrapado con la deriva de las circunstancias -la edad, la inadecuación, las llamativas atracciones del romance y el vigor-.
La astucia y la previsión.
Una perspectiva moralista o altruista.
"Trilby" (1894) de George du Maurier el primer best seller.
El papel membretado de Buckingham.
Una noción monetaria constructiva de importancia.
Una actitud incierta.
Un extraño golpe del destino.
El amor ese indefinible e innombrable mimo del ánimo que los más fuertes desean.
El valor de mercado de la emisión corporativa.
El patrimonio personal.
Los ojos siniestros, intelectuales y constructivos.
Nunca hubo halcones como los periodistas miserables empleados por periódicos llorones y olfateadores de la oposición.
Una noticia, un rumor, un sueño, una fantasía.
Un temperamento enérgico e indomable.
Una deducción astuta e inteligente.
Acusaciones sobrecalentadas.
Alguna afirmación o curso de acción.
Un sinvergüenza egoísta y ambicioso materialista.
Una persona idealista peligrosa.
Una sugerencia de simpatía rica y profunda y una percepción filosófica de cosas inefables.
Un saturnino receptivo a la incertidumbre de las cosas mundanas (las corrientes subterráneas variables que están minando y socavando las profundidades).
Una ilusión de solidaridad y unidad.
Los hilos dorados pero acerados de la fantasía.
Un gesto triste casi despectivo.
Alguna prueba de la existencia.
Una horrible arcada de envidia.
Que nadie ridiculice los terrores del amor no correspondido. Sus tentáculos son cancerosos, su garra es de muerte helada.
Las cosas de las que están hechas los sueños huecas y antinaturales.
Es muy grande la influencia de las antiguas costumbres de devoción que perduran mucho después de la hora que el acto abandona ser válido.
La fanfarria de los vivos.
Dar sustancia a la mente.
Tierno como un arco iris que danza sobre un abismo.
La forma de hablar con su perspicacia y fuerza de una arpía.
Una escalera con nereidas de mármol.
Lo comun y lo ideal.
Una mentalidad materialista y comercial sin atractivo para las altas esferas de la inteligencia.
Un incidente sustancioso.
Una actitud reverencial.
Una actitud complaciente.
El don o la suerte de atraer la atención del publico.
La apariencia de un superhombre, un semidios o una semigorgona.
Acusar de soborno, perjurio y pretensión de frustrar la voluntad popular.
El mundo de los ricos aburridos mantenidos con el poder de la posesión, la conformidad, la sobriedad despreocupada y la ignorancia.
Los salones mercados matrimoniales.
El valor íntimo, el esplendor de los sueños.
Uno debe forjar su propia carrera o permanecer terriblemente aburrido arrastrado con las ruedas de otros.
Un monopolio gigantesco se extiende para envolverlo con las garras de un pulpo.
Qué espléndida ganancia de la suerte que el elemento monetario se asustara.
Un irlandés corpulento y pugilista.
La arquitectura soñolienta del antiguo Egipto.
Una alegría repentina con un toque de desconsuelo.
Un tono bajo y apresurado.
Acelerando un gran cometa hasta el cenit su camino como una estela resplandeciente.
(El Titán)


Thomas Mann

Libro encuadernado, "Ocean steampships".
El tiempo trae el olvido.
Esferas impropias.
Las grandiosas perspectivas de sagrada fantasmagoría y el amontonamiento del universo alpino.
Expresión cansada, casi triste.
Un trozo de tiempo.
Disposición de transición descolorida, inanimada y triste, que precede la entrada definitiva de la noche.
Fumigación con metaldehído, H2CO, para los microbios, limpieza rigurosa.
Articular con afectación.
Y pretendiendo evitar impresiones demasiado sentimentales, manifestó su satisfacción por tener alguien con quien poder transmutar palabras sensatas.
Conversar con libertad jovial.
Orientar la conversación.
Expresión dolorosa.
Expresión de sorpresa.
Saludar con cordialidad jovial, vigorosa y reconfortante.
Verter ardientes lágrimas.
Actitud recogida y devota, andar sobre la punta de los pies con el sombrero en la mano.
Una extraña impresión un poco angustiosa, mezclada de ensueño, de movible inmovilidad, de transformable permanencia, de volver a empezar y de una monotonía, que causaba vértigo.
Imagen grabada con una huella límpida y profunda, debido a su simpatía, o a una afinidad física particular.
Los niños vislumbran para admirar y admiran para aprender y desarrollar lo que ya han preimaginado por herencia.
Actitud rígida y severa.
Una expresión particular de cordura precoz.
Las lágrimas debidas a la emoción o al contagio del llanto de los demás.
Gesto de desdén.
Tendrían que contar con su persona como un factor político.
El juego pertenecía al dominio de los instintos animales.
Manifestó que ya estaba listo.
Bromeando, con una expresión de exuberancia alegre y desmedida.
Manifestó de pronto, con vivacidad irreflexiva.
La expresión de su rostro revelaba una ignorancia completa, se explicaban sin dificultad sus solemnes disparates.
Declinando con su actitud cualquier presentación.
Arrastrar la sílabas con una exageración de mal gusto.
El colmo del aburrimiento.
Un sabor de papel mascado, como si tuviese el estómago sucio.
Apoyarse en una actitud conveniente.
Un saludo matinal concreto y de una agradable sonoridad.
Actitud graciosa.
Un acceso de alegría.
Expresión fija y ciega.
Dirigir con gracia la conversación.
Acompañar las palabras con un gesto gracioso de la mano.
El tiempo no tiene ninguna realidad. Nadie puede saber qué cantidad de longitud ni de brevedad tiene.
Expresión preocupada y hermética.
Encoger los hombros con la expresión de uno que tiene mal sabor de boca.
Experimentar un lejano presentimiento de placer.
En el momento después de comer, el organismo se halla en plena actividad y debe manifestarse plenamente.
Una expresión perfectamente despreocupada.
Tono de confidencia excitada.
Rueda del destino.
Ventajas ilimitadas de la vergüenza.
Divagar sobre el tiempo.
Una conversación inteligente.
Para colmo de tortura.
Barajar las cartas con el gesto negligente de un ser de mundo.
Expresión fatua, con la boca pendiente y los ojos estriados de sangre.
Expresión a la vez soñadora y burlona.
Humor elegíaco.
El colmo de la satisfacción.
Perder albúmina sumergiéndose en la estupidez.
El ir y venir inarticulado de la existencia.
Cansancio y oxidación, motivados por una regla demasiado tiempo ininterrumpida.
Lo que se llama fastidio es una representación enfermiza de la brevedad del tiempo, provocada por la monotonía.
Una expresión de exaltación, extravagante y estúpida.
La potencia del amor.
Guardar una actitud severa y modesta, silenciosa, de súbditos dóciles.
Entusiasmo novelero.
Adoptar un aire reflexivo.
Rechazar encogiéndose de hombros.
Haber encontrado en el fondo de su memoria.
Sólo lo que nos es extraño se nos antoja que tiene carácter.
Se encogía de hombros con esa violencia negligente, que antes nunca había manifestado.
Se plantaba con las piernas cruzadas, en una actitud graciosa.
Una expresión de antipatía desconfiada, de repugnancia.
Con una sorpresa emocionada.
El crepúsculo de la superstición.
Una actitud de sublevación frente a todo lo que mancha y deshonra la idea del ser humano.
Los cantos sagrados de Manzoni.
La literatura es el alma de la dignidad humana y es idéntica de la política.
Nota liquidada con recibo y expresión de gracias.
Cordial piedad.
Acostumbrado y aclimatado, condición previa de todo descanso verdadero.
Comenzar el descanso y producirse la albúmina.
Mar de ensueños.
Experimentar una viva emoción.
Tono titubeante.
Colocarse delante de una bonita sorpresa, con los brazos pegados al cuerpo y la cabeza baja.
Rechazar una expresión de grave renuncia.
Expresión a la vez burlona y astuta.
Tono de indiferencia.
El color del fastidio más repulsivo.
Expresión vaga.
Los éxitos de reclamo y las curas maravillosas.
Pero he aquí, que va a ocurrir algo respecto a lo cual el escritor hará bien en expresar su propia sorpresa, a fin de que el lector no se sorprenda a su vez, por su propio impulso, mucho más de lo preciso.
Leyes de la escritura y de la audición, según las cuales, el tiempo se nos antoja largo y breve, se alarga o se encoge, según nuestra experiencia, igual que la aventura del protagonista de nuestra historia, sorprendido de una manera inesperada por el destino.
Saludar con una cordialidad enérgica.
Entablar una breve conversación de carácter personal.
El reproche de crueldad es bastante sentimental.
Las emboscadas de la existencia.
Con alegría y amabilidad, realizó con la cabeza, con los hombros y con las manos un gesto lleno de unidad.
Tono decidido.
Entablar una controversia.
Actitud distante, entre tímida y testaruda.
Desesperado, hizo en el aire un gesto del infinito.
Grado de la enfermedad.
Actitud de paciencia y reserva.
Manifestación de desdén.
Control sobre aventuras irreflexivas.
Digna actitud, apoyando la barbilla sobre el cuello.
Carácter de la enfermedad.
Expresión de discreción y reserva.
Taller de un inventor.
Una oficina técnica de hechicería.
Taburete de zapatero.
Expresión soñolienta y piadosa.
Penetración intelectual y simpatía.
Aceptar los regalos, para luego perorar con los defectos.
Humor recalcitrante.
Un vago espanto y emoción.
Adquirir hábitos muelles.
Palidecer de emoción.
Reivindicamos la ventaja, en el relato que aquí se sigue, de hacer reflexiones personales.
Lo cotidiano se convierte en extraño cuando se desarrolla en un terreno extraño.
Las ventajas fastidiosas del honor.
Esperar significa adelantar, percibir la duración y el presente, no como un don, sino como un obstáculo, negar y destruir su valor propio y franquearlos. Se sugiere que esperar es siempre largo. Pero también es igualmente corto, porque se devoran cantidades de tiempo sin que se las viva ni se las utilice. El que no hace más que esperar se asemeja a un gran tragón, cuyo órgano nutritivo arroja los alimentos sin extraer su valor alimenticio. Como un alimento no digerido no fortifica, de igual manera el tiempo que se pasa esperando no envejece la persona.
Pronunciar de una manera sonora, clara y plástica.
Aquella conversación personal había tenido un carácter demasiado imparcial, poco mundano, había semejado un poco una conversación, para que el tacto permitiese formular una aprobación.
Reuniones de controversia.
Expresión ligera y mundana
Las fermentaciones químicas del estómago.
Manifestar una impresión.
Telas de consejero.
El epicanto, una particularidad que existe en algunas razas y que consiste en que una membrana, que proviene de las fosas nasales, desciende del pliegue del párpado hasta la parte inferior de la comisura interior del ojo. Una imperfección de origen atávico.
¿Qué era lo que impedía al estómago digerirse, lo que se producía en ocasiones en los cadáveres?
La memoria amplificada y sorprendente, que constituye la transmisión hereditaria de cualidades adquiridas.
Actitud abandonada.
Una actitud amable, hecha para inspirar respeto.
Mientras vamos refiriendo nuestra historia, el tiempo progresa sin descanso y sigue su curso silencioso.
Una impresión profunda.
Correr el velo del anónimo.
Recibir la expresión de la gratitud.
Ojos de miosotis.
Había sido una hoja in folio.
Un argumento peligroso.
Se abstuvieron de juzgar su actitud.
Una moneda, cuando se trueca, equivale a gastarla.
Las ilusiones con las que se engaña en la ultima etapa.
Actitud respetuosa.
Actitud de abandono.
La expresión de la fisonomía y de los labios característica.
Llegar al colmo, al fin.
Valerse de la fórmula que se usa en el Occidente decadente, de la segunda persona del plural.
Pronunciar con una brevedad extranjera.
El amor no es nada si no es locura, una cosa insensata, prohibida y una ventura en el mal.
El Tiempo es un misterio sin realidad propia y omnipotente. Es una disposición del mundo fenomenal, un movimiento mezclado y unido a la existencia de los cuerpos en el espacio y a su movimiento. El tiempo es activo, produce la transformación. Pero como el movimiento por el cual se calcula el tiempo es circular y se cierra, ese movimiento y esa transformación se podrían calificar de reposo y de inmovilidad. Y como no se ha podido representar un tiempo finito ni un espacio limitado, se ha decidido creer que el tiempo y el espacio son eternos e infinitos con la ilusión de conseguir una explicación más perfecta.
La pausa de tiempo que hemos permitido transcurrir, durante la cual hemos cortado el curso de nuestro relato ligado al tiempo y que no hemos permitido reinar más que la duración pura.
El tiempo está unido y mezclado a los cuerpos en el espacio.
Alusiones mitológicas sutiles.
Reanudar la conversación.
Las olas marinas del Tiempo, de ritmo eternamente monótono.
Horizonte vacío, en el desierto salino.
Apreciación interesante, literaria.
Carácter peligroso de las circunstancias.
Frivolidad y provocación en las comodidades. Hybris.
Profunda expresión de asco.
Una gran sed de transformaciones, una impaciencia que devora el tiempo.
Hongo impudicus afrodisíaco.
El ritmo eternamente monótono del tiempo que pasa, la organización invariable de la jornada, repitiéndose hasta el punto de que uno llega a confundirse y desorientarse, eternidad inmóvil, que apenas se llegaría a entender cómo podían producirse las transformaciones.
Una sensación penetrante de repulsión.
Soldanelas con sus campanillas azules, púrpuras y rosadas, una especialidad de las regiones alpinas.
Los puntos de inflexión de que se compone el círculo no tienen extensión; la eternidad es un carrusel.
Era de una fealdad acusada, uno se sentía tentado a calificarla como corrosiva.
Volteriano, racionalista.
Seguir la conversación de una manera inofensiva.
La lanza del ciudadano sobre el altar de la Humanidad.
Su calamitosa cabeza se hallaba naturalmente llena de fechas y de cosas inútiles y le gustaba hacer las cuentas de los demás.
Terribles reflexiones.
Actitud rígida.
Precipitar la conversación.
Transformó la expresión, su actitud se aflojó.
El gesto de lo incalculable.
Un consejo despreciado.
Decidido, después de madura reflexión.
El curso de la conversación.
Lloró las lágrimas simples y sin amargura de la ignorancia.
Una impresión final poco hospitalaria hacía más sencilla la separación.
Actitud cortés.
Apelar a la vía jerárquica.
Alto empaque intelectual.
La gran controversia sobre la salud y la enfermedad.
La conversación rebasaba ya en mucho su horizonte.
Creer que la alucinación constituye para los alucinados un motivo de espanto, es precisamente un error de imaginación, que comete el sano.
Manifestar desdén.
Actitud despiadada.
Disponer del bien más precioso, de tiempo en cantidad abundante.
Hacer valer formidables argumentos.
Manifestar un descontento unánime.
Esquíes de madera de fresno.
Concertar con el tendero las condiciones del depósito.
En plena carrera, frenaba a lo Telemark, con una pierna hacia adelante y doblando la rodilla de la otra.
La muralla de las comodidades.
Llamar con el caracol de las manos ahuecadas.
El espanto es la condición previa del valor.
Los copos de nieve. Aquel ligero polvo blanco se componía de miríadas de partículas de agua, concentradas en un numero uniforme y cristalino, parcelas de la sustancia inorgánica, que hacía surgir el plasma vital, el cuerpo de las plantas y del ser humano, y entre esas miríadas de estrellas mágicas, en su impenetrable esplendor sagrado, invisible, ninguna era semejante a la otra. Un ardor infinito de inventor en la transformación y el desarrollo refinado de un solo tema fundamental, del hexágono de lados y ángulos, reinaba allí; pero cada uno de esos fríos productos era de una uniformidad total y de una regularidad glacial, precisamente en lo que estaba lo inquietante, lo antiorgánico y lo hostil a la vida. Eran demasiado regulares, la sustancia organizada no llegaba a semejante grado, la vida repugnaba una precisión exacta, que juzgaba mortal y se entendía por qué las construcciones de los tiempos pasados habían, expresamente y en secreto, previsto infracciones a la simetría en la disposición de sus columnas.
Horizonte limitado por las suaves eminencias.
Mezcla de fatiga y de emoción.
La engañadora órbita del año.
El viento asaltó con sus golpes de hoz.
Noticias que disimulaban mal algo muy triste.
Circunstancia agravante.
Una villanía sarcástica, un hecho antiidealista.
Carácter leal y caballeroso.
Manera de ser reflexiva, mesurada con gracia, discreta con dulzura y de una dignidad agradable.
Dominó los nervios vasculares, que habrían podido hacer enrojecer o palidecer su rostro.
Perderse en un dédalo desesperante.
Lo que turba al mundo es la desproporción entre la rapidez y la pesadez, la lentitud, la increíble pereza y la fuerza de inercia de la materia.
Un conato de reserva.
Una expresión de ensueño y amenazadora.
En lo que se refiere a la conversación, la controversia fue una cosa aparte, una discusión.
Una cara recalcitrante, llena de reservas mentales.
Expresión singularmente amenazadora.
Expresión de una timidez turbada, incertidumbre.
Expresión severa, a la vez razonable y púdica.
Expresión de seriedad, severidad, orgullo.
Actitud distante, severa, inabordable, incivil.
Las lágrimas, ese líquido que mana abundante, amargamente, hasta el punto de que se ha dado al valle terrestre un nombre poético, que recuerda ese producto alcalino y salado de las glándulas, que el trastorno nervioso de un dolor que nos traspasa, arranca a nuestro cuerpo. Ese líquido contenía mucina y albúmina.
Actitud recogida.
El mezquino guardián de la piedad.
Expresión grave y leal.
¿Puede describirse el tiempo como tal? No, eso sería en verdad una loca empresa.
El tiempo es el elemento de la escritura, como es el elemento de la vida; se halla indisolublemente unido a los cuerpos en el espacio. El relato incluye dos especies de tiempo. En primer lugar, su tiempo propio, la duración musical y efectiva, que concreta su desarrollo y su existencia; en segundo lugar, el tiempo de su contenido, que se presenta con una perspectiva de aspecto diferente y el tiempo imaginario del relato puede, o coincidir casi completamente con su duración musical, o hallarse infinitamente alejado.
Es posible que la duración de los acontecimientos relatados rebase, al infinito, la duración del relato, que los presenta en extracto; decimos en extracto, para indicar un elemento ilusorio o un elemento mórbido, que se manifiesta en el relato que se apoya en un hechizo hermético y de una perspectiva exagerada, recordando algunos casos anormales de la experiencia real de la evidencia, orientados hacia lo sobrenatural.
Pero como puede usarle, el tiempo, el elemento del relato, puede igualmente convertirse en su objeto. Novela del tiempo.
En condiciones extraordinarias, la importancia humana tiende más a vivir el tiempo abreviadamente, que a estimarlo de una manera demasiado larga.
El tiempo, cuando la sensación interna es débil o nula, tiene una realidad imparcial, en cuanto es activa y produce transformaciones.
Extremada reserva.
Encogerse de hombros con benevolencia.
Ese otro tiempo es vago; el escritor, el lector y el protagonista no ven muy claro respecto al grado de lejanía.
Expresión de un vidente o un sonámbulo.
Expresiones demasiado ligeras.
Cálculos audaces.
Los dones clásicos, los dones in folio.
La actitud espantosa no auguraba nada bueno.
Voluptuosa profundidad dulce y deleitosa del sueño.
Hoyuelo de sibarita en la mejilla.
Sentado en una actitud grandiosa.
Es condición de la vida y de la composición, que las cosas no pueden ocurrir simultáneamente y conviene respetar las formas de la experiencia humana.
Rindamos, al menos, al tiempo los honores que la cualidad de nuestra historia nos permite rendirle.
Influencias noveleras.
La sutil controversia seguía a todo trance.
El nervio de la controversia.
Conversación respetuosa y amistosa.
El silencio duró dos o tres minutos, lo que permitió que se dieran cuenta de la extensión de esas minúsculas unidades, en determinadas circunstancias.
Reanudar la conversación.
Pintoresca y famosa cascada.
El dilema se había ampliado hasta el punto de cohibirle doblemente.
La actitud de un paseante por el coso, una actitud de abandono y distinción.
Actitud característica.
Gesto despreciativo.
El escritor ha cargado su paleta de una manera demasiado romántica.
Un prado de color verde venenoso.
La expresión impertinente y de falsa inocencia de un pillete.
Emoción estereotipada.
Expresión absorta.
Banquete de alegre y fraternal memoria.
Una conversación decisiva.
El materialista, hijo de una filosofía de la fuerza pura, se obstinaría en explicar el ánimo como un producto fosforescente de la materia. El idealista, partiendo de la ley de la historia creadora, se inclinará y no tardará en resolver en un sentido exactamente opuesto el problema de la primacía.
Un desarrollo orgánico, legítimo y razonable.
La actitud se manifestó como extraordinaria, sorprendente e inconveniente.
Desaprobar las tentativas en los términos más plásticos
Actitud tranquila.
Incidentes del género espiritista ejercían sobre los nervios del estómago un efecto prolongado, como el mareo en un viaje por mar, que se siente luego horas enteras en la tierra firme, causando vértigos y náuseas.
Personalidad archisimpática.
Un gesto de satisfacción.
El aspecto de un acto lleno de misticismo orgánico.
La piedad que se había experimentado aparecía desplazada.
La expresión de gravedad y de virilidad, que le había embellecido.
La curiosidad y el desprendimiento del viajero, que no tiene más preocupación que la de instruirse.
¿Qué flotaba en el aire? Un ánimo de querella.
Una impaciencia sin nombre.
Una tendencia general a discusiones envenenadas, a explosiones de ira.
Los conflictos banales, las acusaciones recíprocas en presencia de conciliadores daban por término, que estos se permitían llevar con una espantosa sencillez por la grosería y los gritos.
Costumbre de transformar la comida en una especie de pasta y engullirla inclinado sobre el plato.
Semejaba sentir con entusiasmo la libertad de la locura furiosa.
Actitud de oposición.
Cólera negra.
En su rostro se veía la estupidez de la cólera y presentaba el curioso fenómeno de los cabellos erizados.
Círculo de un barniz muy elegante y mundano.
Calidad de súbdito austriaco.
La bella disparidad entre el honor y la cobardía.
Tenía la impresión de que su asistencia era precisa, para contener el tono de las controversias.
La palabra ciencia era la expresión del realismo más estúpido, que circulaba como el dinero.
La ciencia natural moderna, como dogma, reposa en esa hipótesis metafísica de las formas de experiencia, que nos son propias; espacio, tiempo, casualidad -formas en las que se desarrolla el mundo fenomenal- y que existen independientemente de nuestra experiencia. El espacio, el tiempo, la casualidad, en idioma monista se llaman evolución y este era el dogma central de la seudorreligión de los racionalistas y los ateos. Empirismo.
La referencia de cualquier cálculo con el infinito es igual a cero. No hay cálculo en el infinito, ni duración ni transformación en la eternidad.
Humor agresivo.
Actitud de reserva.
Calcular la importancia de la querella.
La expresión del malestar general.
Manifestar resuelto.
Actitud altiva.
El tiempo había seguido arrastrándose invisible, secreto y activo, produciendo transformaciones.
Brevedad telegráfica.
La reserva y el pudor nos impiden investigar lo que ocurrió entonces.
(La montaña mágica)

Cabeza agramatical, sin lógica.
Relato anímico y abstracto.
Diferencia entre el Aquí y el Allí.
El thiudisc lo hablan los alemanes que viven en Helvecia.
Prosa bien ajustada con sus obligaciones rítmicas sutiles y recónditas.
Especias. Ámbar, teriaca, clavo, nuez moscada y cardamomo.
Piedras prodigiosas. Carbunco, ónice, calcedonia, corales, ágata, sardónice, perlas, malaquita.
Baño en agua de moyuelo. Salvado fino de trigo.
Gálica palidez de marfil.
Una alferecía le había atacado la sien. Parálisis.
Viaje y peligro emparentados.
Sentido sangrientamente devoto.
Un baño muy caliente suelta y ayuda.
Seso de gorrión.
Sensibles al honor y la política.
El duende de la escritura es pícaro y ladino, sabe administrar bien lo suyo y no satisface instantáneamente las curiosidades; despertando varias satisface una, mientras enfría en el hielo la otra, para que se mantenga y aguce. Pero no es necio, para sólo anunciar cosas tristes.
Acudo a la ayuda de la alegoría, para describir los sufrimientos.
Corte adusta.
En rigor, sólo debería llamarse canal al surco cavado por mano humana.
Caldera del demonio de la soberbia.
Hablar bien no es un deber, pero decir la verdad lo es.
Ascendencia, aunque noble, de pasado espantoso.
Podía organizar poco a poco su economía con más holgura.
Tesoro del pupilaje.
Peculio de oro.
Brujas la viva.
Dirigir los ánimos vitales al punto esencial.
Familiaridad con el idioma de las proezas de la caballería.
En el duelo, hay que tomar terreno para la acometida.
Con arreglo a los usos de la política.
La novela es comunicativa, gusta conducir a sus lectores y oyentes a cualquier parte, incluso al retiro de sus personajes, urdidos con palabras. Sin embargo, también sabe callar y omitir cuidadosamente lo que reputa demasiado desagradable describir y casi cree más conveniente silenciar, aunque los acontecimientos no permiten lugar a la menor duda, respecto a que tales hechos tomaron forma de palabras, presencias y actos.
Las acciones del país no son acontecimientos que puedan suceder de manera distinta de como precisamente se conducen; no se llevan a cabo sin preparación y a tientas, sino que todo está hablado y garantizado de antemano.
La naturaleza se es indiferente propiamente.
Pozo de vida.
Decir la verdad, poniendo límites a la exaltación.
De baja alcurnia, de la choza.
Peregrinación penitente como mendigo.
El alimento más digno, el cultivo de cereales.
La decadencia, el desmoronamiento y el hundimiento de las grandes cosas, bajo el peso de su propia grandeza, obedecen a los tiempos.
Disertación analítica de la situación, opuesto a un consejo, opuesto a limitarse al análisis teórico de las cosas.
Ocasión que brinda la extraña suerte.
Ansia de beneficio.
Establecer una beneficiosa conexión.
Colinas, espesuras y despoblados.
Formación científica precisa.
Tierra de los alamanes, amantes de lo provechoso, los hombres talan los bosques, para transformarlos en pastos y campos de labor, la rueca y la lanzadera alimentan dignas ciudades y la ciencia florece en apacibles monasterios. Saint Gall.
Condición del escritor, que todo lo sabe de antemano.
Disposición de humanidad adulta, a quien el tiempo había hecho madurar hasta transformarle en un ser humano.
Lo incomprensible del hecho.
En ocasiones el menester debe anteponerse a la ley.
Refrán. <<De buen grado se escucha a quien se quiere>>.
Criminales sumidos en el deleite sangriento de su paridad.
Nepotismo. Nada puede objetarse cuando los méritos lo justifican.
(El Elegido)

Padecía debilidad del plexo solar, complejo de nervios, que se encuentran en la mitad inferior del estómago y que pueden convertirse en el origen de serios trastornos.
Jovialidad y ánimo de agradecimiento.
Ojos, dos fulgurantes grietas.
Examinó su propia vida, que se componía de molicie y chanza, lujo y ánimo incoherente, opulencia y claridad intelectual, garantía económica y odio retozón; no había vivencias, sólo puro juego razonable; no había sensibilidad, sino un simple registrar de hechos aniquilador.
Manifiesto mal humor.
Se perdieron en caricias, que excedían sus límites razonables.
Nuestra patria es el reino de los Defraudados, Hambrientos, Acusadores y Negadores. Hijos de la Voluntad apasionada e inquieta.
Verdades sencillas y elementales.
Radicalismo íntimo en la transferencia de vivencias, impresiones y sensaciones.
El poder del ánimo y la palabra, encima de la vida inconsciente y fútil -exigiéndole aquello que suele pedir conmutado.
Las cálidas y cordiales sensaciones son banales e inútiles y sólo es artístico la excitación y el frío arrobamiento de nuestro corrompido sistema nervioso. El talento para el estilo, la forma y la expresión, presupone este respecto frío y escrupuloso con lo humano.
La cultura formaba parte de la aptitud de goce, equivalía.
Cuento de fino gusto literario. Verdadero epicúreo. Plenitud de goce mayor en los vagos, dulces y dolorosos deseos e ilusiones de las tranquilas noches primaverales, que en las realidades que brindaba el verano.
Campechanos mayoristas.
Las vivencias internas del ser humano son más intensas y corrosivas, cuanto más desligado, extraño al mundo que le rodea y más tranquilo en apariencia vive.
Vivía con la mayor previsión y con arreglo a mis circunstancias económicas.
Despreocupación que da el bienestar y la distinguida educación.
Propio concepto epicúreo de la vida.
Grado de respeto, que pública y notoriamente se concede cada uno.
(De la estirpe de Odín)


S. Lewis
Magnífico poder de hablar sobre los hombres, como Thomas Mann, Lion Feuchtwanger y Romain Rolland los cuales, durante el exilio, siguieron siendo escritores cuyas opiniones estaban muy solicitadas.
Extranjeros ateos, como Wells, Marx, Shaw, los hermanos Mann, Tolstoi y P. G. Wodehouse, por su propaganda sin escrúpulos a la tradición ociosa.
Thomas Mann se exilió a EEUU.

Shaw
Recordaba el desenlace de "La Montaña mágica": Hans Castorp, en 1914, corriendo hacia las líneas francesas, a través del campo de batalla constelado de flores y tarareando a Beethoven. El libro terminaba demasiado pronto. Habría debido tener otro capítulo en el que apareciese Castorp, en Lieja, tres meses más tarde, comprobando las punteras de las botas en un almacén de calzado. Y no habiendo perdido las ganas de cantar.
Discutir los libros de Thomas Mann.

Ball
¿Puede uno imaginar a alguien cantando canciones populares a Thomas o a Heinrich Mann?

Fischer
Thomas Mann, el gran escritor realista del mundo burgués contemporáneo, tenía profundas raíces en el romanticismo alemán y, particularmente, en el brillante numero de significados de la ironía; una ironía que el propio Mann describió como <<refracción de los instintos fundamentales>>.
Las primeras novelas de Thomas Mann, especialmente "Die Buddenbrook", fueron escritas en un estilo realista inspirado en Tolstoi y Fontane; las ultimas novelas, cuando Mann comenzaba a interesarse por las nuevas ideas sociales y a superar la herencia de Schopensahuer y de Nietzsche (el espléndido "Doktor Faustus" y "El elegido"), superan con mucho los límites adscritos al realismo.

Lukács
Thomas Mann es más radical que Dos Passos.
El ánimo humanista y la rebelión humanista penetran los libros de Thomas Mann.

Della Volpe
El concepto metodológico de Lukács de un realismo crítico precursor del realismo socialista que tendría su máximo exponente con Thomas Mann.
El drama de la "Muerte en Venecia" del esteta wildiano o la declaración de egoísmo del artista romántico-decadente de "Tonio Kröger" o la tragedia del final de la gran familia hanseática de los "Buddenbrooks" del inmanente escritor burgués Thomas Mann sobre todo comparado con el arte decadente pero autosatisfecho de Gide, Mann representa un realismo artístico superior pero no pasan de ser visiones episódicas de una crisis como las de nuestro tiempo porque son visiones sin un centro problemático profundo.
Pero el arte de Mann aunque burgués y de crisis no tiene herederos conocidos.
El modesto realismo inmanente de Mann, el sentido del hic et nunc.

Adorno
Fórmula del conflicto entre el burgués y el artista, en Thomas Mann, herencia patente de la antítesis nietzscheana entre vida y ánimo.

Eliade
¿Podría ser Thomas Mann leído por cualquier alemán?

Frisch
En la novela "Doktor Faustus", de Thomas Mann, el compositor Adrian Leverkühn cree que todo el arte debe liberarse de su soledad frente a una minoría llamada el publico, pues esta minoría abanonará pronto el existir y, entonces, el arte quedará solo, a menos que encuentre el camino del pueblo, de los humanos.

Koestler
"La Montaña Mágica" Todos los enfermos con la mitad de un pulmón forman un club.

J. P. Stern
Una serie de escritores han sido sujetos a la influencia de Nietzsche y lo reconocen. Pirandello, Thomas Mann, André Malraux.

Krüll
Con el relato "La muerte en Venecia", Gustav Aschenbach es un escritor de 53 años a quien Thomas Mann atribuye rasgos de Gustav Mahler fallecido poco tiempo antes.
El Grand Hôtel des Bains, donde Thomas Mann había concebido su relato "La muerte en Venecia".


Rudyard Kipling

Cuanto hay de bello y culto en muchas aldeas.
Espetología. Estudio de la Thanatofidia oriental.
Hasta el alba libres vagamos.
Nada hay inoportuno como elogiar a los niños estando delante.
Las tibias profundidades del bosque.
Los infelices, los simplísimos ciervos.
Flor Roja. Fuego.
Las fieras rara vez dirigen la vista hacia lo alto.
La distancia que alcanza la vista.
Vacilantes grupos.
Mi propia selva.
Cada sitio en ruinas se convierte en la India, tarde o temprano, en morada de serpientes.
El grito que ayuda a las serpientes. "Tu y yo somos de igual sangre".
De cómo vino el miedo.
El Ser Humano. El Miedo.
Los blancos pies de la lluvia.
El sol ya despierta la hierba brillante.
La noche, traidora, revela las huellas que ocultaba, y parte.
Todos los que viven gracias al propio esfuerzo son de carácter metódico.
Dinero. Eso que pasa de mano en mano y que siempre está frío.
La noche posee la virtud de volver feroz al pueblo de la Selva.
En el Norte miseria, en el Sur piojos.
El primer huevo que hubo en el mundo.
El ser ha sido también antes. Lo que será no es más que un año olvidado, que hiere girando la vista hacia atrás.
Con un temblor en las ancas, que significaba que allí iban a quedarse.
Los hombres matan sin ir de caza, matan por ociosidad y por gusto.
La Selva está llena de vocablos, que suenan de muy distinta manera de lo que significan.
Del mal humor nace el miedo.
Ojos malvados de las serpientes.
La victoria estriba en la rapidez de vistas y movimientos.
Una personilla de escaso seso, que nunca pudo tener en la cabeza dos ideas a un tiempo.
Científico y elegante.
Sintió una lasitud en el cuerpo y un mareo, como los que suelen tener las personas al llegar la primavera.
Siempre es la séptima ola la que más lejos llega a la playa.
Locos ingleses de pesados pies.
Una cara de expresión indeciblemente sabia y triste.
La lluvia tejió sus largas guedejas, de manera que semejaban cuerdas.
(El Libro de las Tierras Vírgenes)

Gran operación de magia, del tipo de magia que se practicaba en la gran Yadu-Gher, azul y blanca, la Casa Mágica o logia masónica.
Catálogo. Reverencia del devoto y finura de apreciación del artesano.
Kapilavastu, Mahabodhi, centro del budismo; Kusinagra, triste escenario de la muerte del Sabio.
Librarse de la Rueda de las Cosas, mediante una senda amplia y sin barreras.
Chela. Discípulo.
Punto de vista oriental sobre el valor del tiempo.
Para los orientales, no existe diferencia entre las veinticuatro horas del día.
Babu. Caballero o burócrata hindú, con alguna formación inglesa.
Inmemorial comisión de Asia.
Billete. Tikkut.
Quien se baña en el Ganges queda limpio y va a hacer compañía a los dioses, para seguir adelante una vez más en la sucesión de las vidas, siempre atado a la Rueda.
Bhumia. Divinidad de los hogares.
Om mane pudme hum.
Bastante irlandés, para creer que, en cualquier juego, el interés económico es lo menos importante.
Le apasionaban los efectos visibles de una acción.
Métodos para los horóscopos, prudentes.
Situación de los planetas en sus casas.
Casta arain. Descortés.
Yaghir. Propiedad.
Belaitipani. Sifón.
Indescriptible manera de andar de los vagabundos, recorren largas distancias por todos los caminos del mundo.
Sansis contaminados.
Gozoso desorden asiático.
Belait. Europa.
Proverbio. No hables nunca a un inglés hasta que haya comido.
Hundi. Pagaré.
Ánimo, a la manera oriental, en el tiempo y la suerte.
Afgano traicionero.
María. Diosa Bibi Miriam.
Rajá feudatario.
Arcaicas familias euroasiáticas, las cuales han tomado fuerte arraigo en Durrumtollah. Pereira, De Souza y Da Silva.
Hubshi. Negro.
Recursos y valor.
La Mano de la Amistad aparte el Látigo de la Calamidad.
Estilo, realización del escribiente.
El ser humano con dos identidades.
Churel. Fantasma malévolo de una mujer, que ha muerto al dar a luz. Suele aparecer en los caminos poco frecuentados, con los pies vueltos hacia atrás y lleva a los hombres la locura.
Dewani. Locura o proceso legal.
Mizamut. Caso criminal.
Soplo de aire fresco, que envía Jakko, coronado de cedros y próximo a las estrellas.
Máscaras tibetanas para la danza del diablo, con cuernos, ceñudas o con expresión de terror irracional. Demoníacos ropajes bordados.
Dagas de fantasmas y ruedas de oraciones del Tíbet.
Arsénico blanco.
Topacio tallado de Europa.
Rubí de Birmania.
Los <<comos>> tienen poca importancia en este mundo. El <<por qué>> de todo.
Angrezi. Inglés.
Proverbio. Perdería Delhi por un pez.
Arte y ciencia del cálculo.
Ánimos y demonios de Kulu.
Nombres y propiedades de medicinas indígenas, runas que se debían recitar al administrarlas.
Demonios. Murra y Awan, el compañero de Reyes.
Lamaísmo, danzas de diablos, encantamientos y amuletos.
Pukka. Permanente.
Pagar la dusturie (comisión) por el salario.
Yadu. Magia. Demonios. Zulbazan, hijo de Eblis, vive en mercados y paraos (albergues), responsable de iniquidades lascivas, que acontecen en lugares de descanso de caminos.
Sufi. Racionalista.
Punto de vista etnológico.
Oración aria somaj, de especie teísta.
Sat Bhai. Los Siete Hermanos. Expresión hindi, referida al tantrismo.
Turquesa. Tarkian.
Bairagi. Ser santo hindú.
Kashu. Benarés.
Prayag-Allahabad, buscando la Senda de la Iluminación.
Tranquilos minutos orientales, que nadie contabiliza.
Imágenes de los Arhats.
Sakyamuni, el Médico.
Sueño repentino de los ancianos.
Clamor de Benarés, la más arcaica de las ciudades de la tierra, ciudad que permanece despierta de día y de noche.
Buen té de Bhotiyal.
Mahratta. Personajillo enteco e insignificante.
Tar. Telegrama.
Atta. Harina indígena, toscamente molida.
Médico de perlas enfermas.
He realizado este encantamiento en tu presencia porque el menester era grande.
Gancho de un abogado.
Halconero rajputa.
Como el cocodrilo; siempre en el otro vado.
Llave de los secretos.
Corredor de algodón de Ajmir.
Sombra menos tupida de un siris blanco de Dun. Árbol de la floresta húmeda de la India.
Rueda de la Vida. En lo alto los dioses, sueños de sueños. Aquí nuestro Paraíso y el mundo de los semi-dioses, jinetes que luchaban entre las colinas. Después los animales bajo el peso del dolor, almas que ascendían y que descendían por la escala, mundo donde no habrá que entrometerse. Mundo Humano, atareado y sin provecho alguno. Debajo los Infiernos, calientes y fríos y la residencia de los ánimos atormentados. Al borde del camino giraba la Rueda, comiendo, bebiendo, comerciando, casándose y peleándose; todo cálidamente vivo.
La carne toma mil millares de formas desprovistas de valor; y el ánimo necio esclavizado, está obligado a seguir al cuerpo a través de todos los cielos e Infiernos, para volver a empezar cuando termina un ciclo.
Abstenerse de la acción es un bien, excepto para adquirir mérito.
Búsqueda en la humildad.
Loro satisfecho sobre un terrón de azúcar.
Alabar a los niños trae mala suerte.
Ágil mente.
Bastante buen seguidor de Herbert Spencer, para afrontar una cosa pequeña como la muerte, que ya está fijada en mi destino.
Existe otra sabiduría detrás de la sabiduría mundana; el elevado y solitario saber, que proporciona la meditación.
Depredaciones de los leopardos.
Incidencia de los impuesto, alquileres desorbitantes.
Hace mucho tiempo, preguntaron al Patrón si el mundo era eterno. Y el Sublime no dio ninguna contestación.
Gobierno que le había obligado a recibir la educación de un blanco, sin preocuparse de proporcionarle también un salario de ser humano blanco.
Historia de opresión y de injusticia.
Tipo curioso. Caricatura de un cortesano vienés.
Se aplastó en el suelo, al estilo de una perdiz.
Reflexionar en la Causa de las Cosas.
Beegar. Actividad.
El mal se añadió al mal hasta colmar la copa.
En la Senda, afinado como los si-nen (címbalos), para los fines de la Ley.
Casa Décimo Primera, donde el Deseo da a luz al Niño.
Quinta Casa, la Casa vacía de los Sentidos.
Antes de que nuestro soberano lograra la Iluminación, fue tentado.
Limitado por la ilusión del Tiempo y del Espacio.
Chattis. Jarras de agua.
Sombra de las apariencias.
(Kim)

Átomo de humanidad.
Gualda amapola marina.
Paterfamilias, Amante de la justicia, Constante lector. Pseudónimos corrientes en los escritores de cartas a los periódicos.
Aguja capotera.
Rapidez con la que el viento riza las aguas tranquilas.
Ataque vesánico, fulminante.
Unos pasos aislados pregonaron su aproximación.
Los cadáveres traen mala suerte, cuando uno termina de mudarse.
Es humillante verse manoseado por una persona, que nos muestra pretensiones agresivas.
Tono de consuelo.
Epigrama. Sólo los seres libres quedan atados; y sólo los atados quedan libres.
Recoger los frutos de los sacrificios.
Somos islas, que se gritan embustes unas a otras, a través de los mares de la incomprensión.
Flores azules de Hungría.
No hay dificultad en hacer una cosa cuando se sabe hacerla; lo difícil es explicar el método empleado.
Ambiciones y placeres del ser humano común. Fama, reputación o notoriedad.
El exceso de actividad profesional es una ociosidad criminal.
Si el esfuerzo de reflexionar algo no mata a la gente.
Averiguar cómo hemos de ejecutar nuestra actividad, llegar a ser patronos de nuestro oficio, en vez de esclavos, y no asustarnos nunca de nada.
Los polacos son capaces de matarse por trabajar demasiado si no se los contiene; los franceses hablan más de programas, que de realidades; los descuidados ingleses trajinan desesperadamente, sin comprender que la vocación no siempre implica facultades; los imperturbables alemanes aprenden una sola cosa.
Vista de silencioso reproche.
Deliciosa sensación de irresponsabilidad, que experimentan los desahuciados por los médicos, que incluso sabiendo lo que les espera, se entregan a la juerga, para olvidar su miedo.
Los reproches de un buen amigo son una cosa demasiado íntima y sagrada, para ser reproducidos.
Miserias del delirio.
Torrente de emoción.
Las personas que no lloran fácilmente, lo hacen sin moderación cuando por fin no pueden contenerse.
Existen culpas irremediables, aunque el malhechor desee repararlas sinceramente.
Lo mejor es olvidar el delito, si se es culpable como si se sufre, porque es irremediable.
A los ciegos, en las primeras fases de su adversidad, les desagradan los que pueden caminar libremente y sin tener que levantar los brazos.
Los besos son un veneno, que nunca sacia.
Regateo sobre los detalles del contrato.
(En Tinieblas)

Agobiados por el cráter de aquellos campos.
Tono de protesta.
Marea de la conversación.
Gastos de tribunales.
Meter hacia adentro las puntas de los pies, caminar como un gitano.
Tono de resignación.
Construir columnas, recurso de chipriotas. Demostración de falta de confianza.
Tolerancia y amabilidad.
Simplicidad económica, que hay en el fondo de la vida.
Impaciente solterona agresiva.
Mensaje general de precauciones.
De mañana todos se sienten inclinados a la tolerancia.
Equilibrar ingresos y gastos.
Miedo, brisa que blanquea las hojas.
Pruebas que exige la ley.
Mensajero corredor.
Los grandes son parcos de palabras en las estipulaciones, se benefician del silencio.
Demostrar ingratitud.
Gesto de desesperación.
Alcance general del conjunto de la idea.
Darle a la sinhueso.
Los convencionalismos son un estorbo para el genio.
Sol serio y atareado, propio de un atardecer veraniego en Inglaterra.
Lazos del miedo común.
Sufrir una aflicción divina. Locura.
Tiña blanca y brillante.
La sublime cortesía de un pueblo viejo tiene sus límites.
Sorpresa dolorosa de la ingratitud publica.
Reducir la acusación.
Entender el sentido del mensaje.
Gesticular de manera poco inglesa.
Angustia vivísima, superior a cualquier expresión, no el espanto o el horror de quienes ven fantasmas, sino una angustia dolorosa, inconsolable, que se mantuvo fija, igual que el rayo de sol de una lente de quemar.
Dr. Quincey. Sensación de la angustia de una culpa inexpiable.
Disponer de una hipótesis sobre la que iniciar la actividad.
El ser humano puede vivir en unos pocos segundos siglos de angustia mental.
Un rasgo característico de los ingleses en la conversación cortés, consiste en dar por supuesto que nadie compra ni vende nada, sólo por cuestiones de dinero.
Demonio de la irresponsabilidad.
Tono animador.
Dolorosa nube de tristeza.
Ruinas de negra hipótesis.
Suerte de ver cómo la sombra retrocede en la esfera del reloj, cómo se arrancan materialmente de los hombros de una persona los años, cómo los ojos hundidos se dilatan y se iluminan, cómo los labios ásperos se humedecen y humanizan.
(Actions and Reactions)

Desde que el verbo despertó el ánimo
por encima del ansia de alimento
en el ser humano, cuanto es, tuyo es y bello
en las artes, la acción y la reflexión.

Velo de acomodos.
Freno de la codicia.
El Destino hace sus cosas con mucha elegancia.
Tono de persuasión.
Indefinible énfasis, propio de la casta de los hombres doctos.
Hablar y actuar son dos cosas, que no suelen ir unidas.
Utilizar como mono de imitación y pobre de solemnidad.
Loco como una negreta.
Manejo de la pluma. Guiaré de soslayo el corcel del Desmaño, hacia el muro de la Expresión.
Enfermedad verde, el color pálido y la sangre empobrecida.
Los hados muestran cuidado en cerrar, a espaldas nuestras, las puertas de cada una de nuestras vidas sucesivas.
Fama eterna de la mejor calidad, que procede de Uno y que no se comparte.
El mundo occidental se aferra al miedo de la muerte con mayores ansias, que a la ilusión de la vida.
Las reglas no tienen excepciones. Hay algunas que semejan a la vista menos claras que otras, pero cuando se llega al tacto son iguales.
Semimemoria. Imaginación.
Sonrojo de satisfacción.
Ansia de dinero, tendencia desarrollada en la City.
Curiosa manera de hablar, que tiene la gente baja de la City, arrastrando las palabras con gangosidad nasal.
Papel representado en el esquema de la creación.
Sentirse más alegre que un grillo.
Miedo a una muerte invisible.
En el periodismo, cuando se manejan idénticos hechos, no se gana nada colaborando.
Darse de cabeza con la realidad.
Tono enfático, de quien no sabe qué hacer.
Gran serpiente de mar, ciega, blanca y oliendo a almizcle.
Congénita repugnancia, que el periodista siente por la rama ilegítima de la profesión, la novela.
La paciencia del Gobierno era muy larga, como un día de verano; pero su brazo era como una noche de invierno.
El sonido vuela como los pájaros.
Racionalista. La causa produce el efecto.
Tono humilde, moderado.
Muchas salidas, como un gato de nueve colas.
Manantiales de tristeza de un alborear inocuo.
Fama hipotética.
La reflexión, espontáneamente acude al ser humano, que ha sufrido en su honor.
Abstenerse de la demostración en la sala del Tribunal.
Hueso de la alegría de los dedos del pie.
Cuando se cree en tranquilidad, se le tuerce a un ser humano la buena estrella.
Fiebre sagrada del administrador.
El tiempo es valioso y las vidas cuelgan en la balanza de cinco minutos.
Depósito recomendado.
Parar igual que una fiera sobresaltada.
Noticias en tono confidencial.
Gallera. Riña de gallos.
Banquete general y entusiástico.
Morado de furor.
Borrachera de cámara principal y no de castillo de proa.
El dinero lleva a las riñas.
No es dolorosa la muerte, pero lo es el perecer.
(Muchas fantasías)


Norris
Kipling había fracasado de manera ignominiosa.

Russell
Kipling proclamó la supremacía blanca con su doctrina, <<las razas inferiores sin ley>>.

Bloch
El soldado <<a la manera de Kipling>> sabe obedecer y combatir. Lo iba a demostrar en los campos de batalla de Bélgica. Pero es saqueador y libertino. Son dos vicios que nuestro campo no perdona. Además, el inglés se muestra raramente en ventaja en el continente. Al menos, si no pertenece a ambientes singularmente refinados. En su casa, casi de manera sistemática, son de una amabilidad sin límites. En cuanto franquean el estrecho, tienen tendencia a confundir al huésped europeo con un nativo -entiéndase el indígena de las colonias, ser humano por definición de rango inferior- y lo que tienen de timidez no hace más que acrecentar su rigidez.

Dos Passos
Canción "The Bastard King of England".

J. Huxley
Algunas rotundas afirmaciones respecto de los británicos como las de Kipling, son similares a las afirmaciones respecto de las tribus de Israel. Con "La Carga del Hombre Blanco" puede ser comparado el capítulo del libro de Isaías.

Wells
Rudyard Kipling y Chamberlain.

A. Huxley
Un himno kiplinesco.

Christie
Kipling, localizar las fuentes de información.

Scott Fitzgerald
<<The ladies>>, poema de Kipling. <<Judy O´Grady y la mujer del coronel / hermanas son bajo la piel>>.

Gramsci
Pero Rikki-Tikki-Tawi fue quien aguantó la verdadera batalla.

S. Lewis
"Si", de Kipling.

Brecht
Canción <<El enfermo se muere y el fuerte combate>>, versos de poemas de Kipling.

Moravia
Slogan de Kipling, The white man burden, El fardo del hombre blanco.

Dinesen
Estar listos para los enciclopedistas y llegar hasta Kipling.

Febvre
East and west shall never meet. Este y oeste nunca se encontrarán.

Greene
"Gunga Din", poema de Kipling.

Wiener
El niño lobo que condujo al "Libro de la jungla" de Kipling con sus osos de escuela publica inglesa y sus lobos de Sandhurst es poco de fiar con su original e intensa escualidez como las idealizaciones del libro citado.
Kipling escribió un cuento notable cuando los vuelos de los hermanos Wright comenzaron a ser famosos, "Con el correo nocturno" y se da como un informe de un mundo de nuestros tiempos cuando la aeronáutica será corriente y el Atlántico un lago para cruzarlo una noche. La guerra habría pasado de moda y los asuntos importantes se decidirían con una Comisión de Tránsito Aéreo. Con su amor a la máquina como una colección de ruedas que giran y hacen ruido insiste con el transporte de cosas físicas más que de la transmisión del idioma y de las ideas. Sin embargo, incluso con sus limitaciones Kipling tiene la intuición de un poeta y la situación que previó semeja próxima a nosotros.

Vilar
Hoy ya no se piensa que existan hombres incultos, reflexiones salvajes. Tarzán es un mito y Mowgli tiene la experiencia de sus hermanos-lobos.

Yevtushenko
Una pantera a lo Kipling, negra como el carbón y  con ojos del color de la malaquita.
Astuto y artero Mowgli.

Burgess
Bigotes de Kipling y gafas de escarabajo.

Renault
La cuestión de la "proskinesis". Como los alféreces de fronteras de la India de Kipling, los oficiales jóvenes podrían confraternizar cuando Oriente y Occidente se encontraran. Sin embargo, la vieja guardia de Filipo se aferraba a su condición de vencedores.
Postrer recurso del soldado de Kipling. Rodar hasta el fusil y volar la tapa de los sesos.

Ondaatjie
A Kipling hay que leerlo despacio. Fíjate en donde se encuentran las comas y hallarás las pausas naturales. Era un autor, el cual escribía con pluma y tintero. Como la mayoría de los escritores que viven solos, levantaba con frecuencia la vista de la página, ojeaba por la ventana y escuchaba los pájaros. Sabía los nombres de los pájaros. Reflexiona en el ritmo de su pluma. De otra manera, dará la impresión de un primer párrafo ampuloso y pasado.

Themerson
<<Una mujer no es más que una mujer, pero un buen cigarro te hace echar humo.>> La frase sonaba a Samuel Goldwyn o a Groucho Marx. Realmente era de Rudyard Kipling.

Cott
El Puck del Kipling de Pook Hill.

Ford
Novelas encuadernadas de piel de Kipling, Conrad y Tolstói.


ROMAIN ROLLAND

La amarillenta claridad de la tarde.
Ojos azules de vaga visión.
Tono de persuasión.
Tono irritado.
No le acuse usted como siempre.
La solemnidad con la que expresaba todos sus aforismos.
Acusarse del casamiento.
Hombres que hacen profesión de no permitirse guiar por nadie y de guiar su barca con garantía a un fin específico. Pero cuentan propiamente porque no se conocen. Uno de esos momentos habituales que su existencia semeja vacía abandonan el timón.
Tal vez hay dentro de nosotros potencias muy distintas del ánimo y del corazón y hasta de los sentidos, potencias misteriosas que se apoderan del mando los momentos de anonadamiento cuando las otras semejan dormitar.
No era perverso y concedía perdón de buen grado.
Recobrar el contento.
Accesos de enajenación.
Empujar el destino.
Del fondo de su ser subía como un sufrimiento desconocido.
El ser humano que sufre puede disminuir el mal sabiendo de dónde procede, lo circunscribe con la mente a una parte de su cuerpo que puede ser curada e incluso arrancada para un caso de menester; especifica sus contornos y lo separa.
El niño no tiene ese recurso engañoso. Su primer encuentro con el dolor es más trágico y más verdadero. Y no saldrá de él sino hasta después de haberlo atenazado.
Pececito de oro.
Febriles imágenes.
Llorar de vergüenza.
Fueron corriendo lentamente los días, con inmutable marcha sucedió la noche al día y viceversa como el flujo y reflujo de un mar infinito. Transcurrían y volvían a comenzar las semanas y los meses y la serie sin fin de los días semejaba formar parte de un día solo.
El péndulo de la vida se mueve con pesadez. El ser se absorbe completamente con su lenta pulsación. El resto no es más que sueños, fragmentos de sueños informes y hormigueantes, polvo de átomos que bailan impulsados con el azar. Clamores, movibles sombras, formas que hacen horribles muecas, dolores, terrores, risas, todo no es más que un puro sueño y una sucesión de días y noches.
La fuerza, el hirviente océano que ruge dentro de la estrecha prisión del débil cuerpo del niño.
Las nebulosas que se organizan.
El ser del niño no tiene límites. Es todo propiamente.
Transcurren los meses. En el río de la vida comienzan a surgir como islas de la memoria.
La lontananza del tiempo.
Duelos y fiestas.
Nada hay indiferente. Todo tiene igual valor, igual vida; el gato, el fuego, la mesa, los átomos de polvo que bailan con el rayo de sol. La habitación es un país; un día es una vida.
El dédalo del día.
Para colmo de desdicha le azotan de nuevo.
Chupando el dedo con la mayor gravedad.
La casualidad es fértil de recursos.
Patadas de cólera.
El espacio de algunos escalones ha vivido una existencia entera.
Federico Stabs quiso matar a Napoleón.
Tono solemne.
Creía que era un arte supremo el abusar de la paciencia de los oyentes los momentos palpitantes.
Su sangre latía más fuertemente al llegar a los pasajes dramáticos.
Recalcar las palabras a fin de darles más vigor acompañándolas con gestos expresivos.
Pánico repentino.
Arrastrado con la ola de los cobardes.
Las fórmulas de obsequioso cumplido.
Nubes con formas de bueyes, sombreros, viejos o inmensos paisajes.
Resonaba el canto del pico verde de mágico timbre.
Los troncos tenían aspecto de fantasmas tristes y grotescos que decían "No sigáis adelante".
Gritar por el placer de gritar, cosa que agrada grandemente al pueblo.
Las oscilaciones lamían las ramas de los sauces con un ligero rumor de labios.
El crepúsculo iba extendiendo sus brumas.
La casa, el refugio de todo lo que espanta, la sombra, la noche, el miedo, lo desconocido. Nada hostil podría cruzar sus umbrales.
Cuánto lo quiere todo, personas y cosas. Todo es bueno y hermoso.
El grillo canta en el hogar.
Superabundancia de fuerza, alegría y orgullo.
Cual una pequeña salamandra baila día y noche dentro del fuego.
Carácter pendenciero.
El equilibrio moral.
Alegría ruidosa a la flamenca.
Obsequiosidad exagerada.
El gasto de expresarse y de forjar ilusiones.
Había dentro de él hermosos y patentes gérmenes, pero no llegaban a un completo crecimiento.
Expresar de una manera enfática y ridícula.
Tenía pretensiones de esprit fort y a un tiempo era de lo más supersticioso.
Valor verdadero.
La maravillosa ejecución del tours de force.
Brusco, inesperado, incongruente.
El carácter de las extravagancias cuya causa ordinaria era la bebida.
Absurdo orgullo.
Se las echó de genio desconocido.
Ese cariño animal que hace que cada uno ame a los suyos como partes propias.
No tenía bastante personalidad para ser egoísta.
No hay nada más terrible que esas personas que no son nada. Como un peso inerte abandonado al vacío tienden a caer y es menester totalmente que caigan arrastrando cuanto las rodea.
Desempeñar con la mayor gravedad el encargo.
No conocía más límites a su voluntad que la de sus padres, que no era muy modesta.
Tono protector.
Explicar con tono decidido las recetas culinarias.
Tono seco y categórico.
Un mohín de burla.
Las antipatías de niño crueles e infundadas.
Un obstáculo insuperable.
Para colmo de desdicha.
Se sentía enfermo de vergüenza.
Bailar de júbilo en torno.
No hay dolor más cruel que el del niño que percibe por vez primera la perversidad de los demás.
La vergüenza, el pesar, la rebelión ante la injusticia y las desdichas unidas dieron como consecuencia un rapto de loco furor.
Reducido a la desesperación.
Personas que todo lo creen permitido porque tienen dinero.
Vaga autoconciencia.
El cándido menester de amar a otros y de ser amado.
Abrumado con la fuerza bruta.
Tras haber agotado la increíble provisión de lágrimas de los ojos de un niño se sintió mejor.
Sus nervios tenían demasiada tensión para permitirle dormir.
La naricilla remangada.
Infantil orgullo.
Sacar fuerzas de flaqueza.
Su estómago robusto le atormentaba, le causaba temblores.
Entender vagamente.
Verdad es que la intemperancia no pasaba de verosímiles límites al comienzo. No era brutal, se manifestaba con un alegría excesiva.
Tono de enfado.
El ánimo perceptivo despierto.
El instinto infantil de la justicia.
Cuando el ser humano es demasiado débil para realizar sus deseos y satisfacer su orgullo los pone si es niño con sus padres y si es vencido de la vida con sus hijos. Y con esta abdicación orgullosa como provecho suyo se mezclan el amor y el egoísmo con fuerza y dulzura embriagadoras.
Motivos de queja y razones para admirar.
Terror desalentado.
Helado de terror.
Se irritaba con el objeto causante de su daño.
Un estremecimiento de terror.
El poder de creación inherente al cerebro de los niños suplía la pobreza de los grabados. No notaba la diferencia de aquellas figuras imperfectas y la realidad.
Pesadillas, veía penetrar por el tragaluz al desollado que hacía horribles muecas.
Sentía arder su cabeza y era presa de una semialucinación que confundía los cuidados del día con excesivas proporciones.
Una extraordinaria tensión nerviosa muy similar a la pesadilla.
Larvas que flotan sobre la penumbra crepuscular de la infancia como con el siniestro claroscuro de la enfermedad.
El gran Espanto que roe a todos los hombres y que vanamente pretende la cordura olvidar o negar; la Muerte.
Emponzoñó su infancia la idea de la muerte.
Sus nervios le hacían sufrir todo tipo de incomodidades; opresiones, punzadas y repentinos ahogos.
Llorar de ira.
Movía brazos y piernas con aire de desafío y de valor como si sintiese ganas de ponerse en marcha, de herir y de reducir a polvo el universo.
Hasta tal vez los sueños que sugieren los tontos son más misteriosos y más libres que los que hace surgir una mente dominadora que nos arrastra con violencia; porque el movimiento en el vacío y la charla insustancial no distraen el ánimo de su propia visión.
Una existencia alegre y distinguida al tiempo.
Indignado y herido su orgullo y su libertad.
Era preciso adoptar un partido desesperado.
Temblando ante la borrasca que presentía.
Saborear la venganza.
Un estremecimiento de terror.
La tristeza aguza los sentidos; semeja que todo se graba mejor a la vista después que el llanto ha lavado las borrosas huellas de los recuerdos.
El río era un ser inexplicable pero muy poderoso. ¿A dónde iba el río? ¿Qué quería? Semejaba gozar de entera libertad y estar garantizado de su camino. Nada podía frenarle. Todo le era indiferente, no tenía nunca tristezas y estaba satisfecho de su fuerza. Qué alegría ser como él, no cuidarse de nada, no verse cohibido ante nada, ser libre al fin.
El niño veía y escuchaba con avidez; se le antojaba que el río le arrastraba con su corriente y que pasaba con él. Cuando cerraba los ojos veía colores; azul, verde, amarillo, rojo y grandes sombras que corrían. Por cualquier parte había flores, acianos, amapolas, violetas.
Flota una atmósfera extraña, suave y crepuscular.
Nada más que un sueño ligero, una música serena que flota con un rayo de sol como los hilos de la Virgen los hermosos días de estío.
Las imágenes del oscuro abismo del Ser. ¿Es de lo que fue o de lo que será?
A través de un velo de bruma el río semeja desbordado cubriendo los campos y arrastrando sus aguas augusto, lento, casi inmóvil. Y allá en lontananza como un fulgor de acero al extremo del horizonte aparece una llanura líquida, una línea de olas que tiemblan; el mar. El río corre hasta él y él semeja correr hasta el río y atraerle y devorarle. A él van a perderse sus aguas. La música sigue sus giros, los hermosos ritmos de baile se arremolinan desenfrenados; todo lo arrastran con su torbellino triunfal, el alma libre hiende los espacios con vuelo de golondrinas ebrias de aire que atraviesan el cielo con agudos gritos.
La mortífera araña satisfecho su apetito se había retirado al más oscuro rincón.
La Luna clara y tranquila.
Ojillos de lince.
Un accidente o una desgracia imprevista.
Objeto de las conversaciones.
La emoción subió de punto con su llegada.
Detalles extravagantes.
Sus azules ojos de una visión vaga.
Boca expresiva.
Su actitud denotaba cansancio o fastidio.
El miedo y la emoción.
El hermoso silencio de la noche.
Acariciar con negligencia.
Cándido cariño.
Palabras ocurrentes.
Hay gente por cuya salud no debemos brindar.
El naciente amor propio.
Toser para disimular la emoción.
Presentir sobrevivir la memoria.
Su deseo de colaborar a aquella gloria imaginaria era muy humilde y conmovedor puesto que le bastaba transmitir una partícula de su mente a fin de no perecer completamente.
Sin poder contener su creciente emoción.
Las lágrimas, una prueba de debilidad.
Volvió a casa aturdido de alegría. Las piedras bailaban en torno suyo.
Prudentes palabras.
La peligrosa exaltación de un orgullo prematuro.
Respeto no exento de envidia.
Los cuadernos de cuentas de la casa.
Bondadosos ojos azules muy pálidos como miosotis ajados.
Burdos chistes.
Ejercía el oficio de buhonero e iba de una aldea a otra llevando a la espalda un gran envoltorio con especias, papelería, confites, pañuelos, pañoletas, calzado, latas, almanaques, canciones y drogas.
El chubasco de las bromas.
Desprecio burlón.
Abrumar con pesadas burlas.
Una invención divertida.
Según el idioma de los niños, bueno y simple son casi sinónimos.
Los ultimos fulgores del moribundo día.
La emoción le había paralizado.
Un grave apuro con su inteligente razonamiento.
Buscar un argumento o una impertinencia.
El agudo trémulo de los grillos replicaba la titilación de las estrellas. Murmuraba el viento mansamente con los tallos de los olmos y bajaba de las colinas que dominaban el río el delicado canto de un ruiseñor.
Los rumores de la noche.
Experimentar el menester de gritar.
Intimidado con la oscuridad.
Encendido de cólera.
Tenaz rencor.
Repetir el argumento ordinario.
Se las echaban de despreocupados a pesar de que se guardaban de comer carne los viernes.
Misteriosos conciliábulos.
Declamar con un tono enfático.
Involuntarios gestos.
Saborear como un ser humano inteligente el estilo de la epístola.
Veneración infantil.
Las subscripciones cubrirían con exceso los gastos.
Una idea triunfal.
Se figuraba que iba a realizar un acto de gran resonancia y sentía orgullo y miedo.
Se sentía arrebatado con aquella voluntad furiosa.
Graduar los efectos.
Orgullosa satisfacción.
Colorado como una amapola.
Ejecutar pasivamente los gestos.
Sufrir el amor propio.
Una libra de bombones de chocolate.
Apostrofar con burlona familiaridad.
Un arranque de ternura.
Pretender vanamente explicarse y balbucear como un culpable.
Para colmo de desdichas.
Cansado a consecuencia de las emociones del día.
Qué bueno es sufrir cuando uno es fuerte.
Solo se oía la respiración igual de los seres dormidos de la habitación, compañeros de miseria y sujetos con la suerte a una frágil barca que arrastra tras la noche una fuerza vertiginosa.
(Jean-Christophe. El alba)

Presa de una susceptibilidad enfermiza que no osaba manifestar.
Una afectividad propia de un príncipe.
Un pretexto cualquiera.
Impaciencia infantil.
Afectada indiferencia.
Insinuaciones afectuosas.
Un cumplido ingenioso.
Era el tipo terminado de uno de esos alemanes modernos que fingen repudiar burlándose de él el viejo idealismo de la raza y que embriagados con la victoria rinden a la fuerza y al éxito un culto que demuestra que no están acostumbrados. Pero es difícil transformar de un día a otro la naturaleza secular de un pueblo.
Generosa candidez.
Un torrente de injurias.
Carácter independiente.
Paseaban con la barca a la luz de la luna. Goteaba el agua de los remos formando ligeros arpegios y notas cromáticas, temblaba sobre la superficie del río un vapor lechoso, titilaban las estrellas.
Historias extrañas de la vida de los animales más misteriosas expresadas de forma breve y enigmática. Se separaban las cañas con crujir de seda.
La alcoba de pesada atmósfera.
Aficiones de patán.
Celoso del afecto.
Los apuros de dinero iban creciendo con la intemperancia y la holgazanería.
La pendiente del vicio.
Gozar de la apreciación general.
La lluvia de injurias y de humillantes despechos.
Se equivocaba con sus cálculos y había llegado al final de su carrera.
Sabía hacer justicia de las sidras, de lo bueno que había sido creado.
Buen pie, buena vista y una actividad incansable.
Libros viejos comprados de lance.
El testarudo viejo aumentaba sus imprudencias expresamente.
El adormecedor chirrido de los grillos.
Tono enérgico.
Miedo instintivo.
Una suprema e inútil invocación arrancada con el terror.
El horror de la situación.
Agitar la cabeza con actitud rebelde.
Expresión lúgubre.
Le es imposible permanecer bajo el dominio de una impresión triste.
Un solo golpe lo trastorna todo y la razón no ayuda nada.
La dureza de la existencia le distrajo de aquellas reflexiones que le asediaban.
Se precipitó la ruina de la familia. Perdieron sus más saneados recursos y penetró la casa la miseria.
Se abandonó completamente a su vicio, libre del freno que le contenía.
Pretendía callar sus momentos de expansión.
No había argumento con la aptitud de persuadirle.
Murmuraba gimiendo palabras vagas.
Acusarse propiamente.
Devorado con la sed de sacrificio.
Enternecimiento general.
Una extraña y natural inconsecuencia.
Apurar el cáliz de la vergüenza.
Patear de cólera.
Lo absurdo de su explicación le causaba rubor.
Una mezcla de ironía y de piedad.
Se figuraba que la conmiseración de la gente que le apreciaba y se apiadaba ocultaba una ironía injuriosa.
Llegó a idealizarle como un ser débil, bueno, desdichado y traicionado por los suyos.
Burlándose amargamente de sus ilusiones.
Un espantoso ataque de cólera.
Solicitar humillantes limosnas.
Poseer con mayor o menor grado muy desarrollado el sentido del ridículo.
Miedo de la propia voz.
El estómago vacío.
De esta suerte hasta el propio manantial de su vida se veía emponzoñado. Ni siquiera eran libres sus sueños. Pero según la costumbre la violencia de la que eran objeto los hacía más vigorosos.
No teniendo libres más que una hora o dos al día su energía se precipitaba como un torrente a las rocas.
Se mezclaban oscuros y poderosos presentimientos con reminiscencias extrañas de los que no podía desprenderse.
Lágrimas de humillación.
Ánimo de imitación.
El robusto estómago.
La victoria, la idea fija que le mantenía frente los motivos de hastío, de fatigas en la pantanosa laguna de esta vida.
Tropezar con los ocultos lazos que el presente siembra al paso.
Dirigía su barca a lo largo de las olas de la vida sin desviar los ojos inmóvil al timón con la vista fija en la meta que era el refugio y el término que divisaba en la lontananza.
Emoción respetuosa.
El pretexto de la conversación.
Una casualidad sorprendente.
Le era triste tomar de improviso una resolución cualquiera; era metódico y tenía menester de prepararse.
Reanimar la conversación.
Se admiraban mutuamente.
Aturdidos con los vapores de la comida.
Misteriosa emoción.
Una lasitud dichosa.
Balbucearon con emoción un sencillo "Hasta la vista".
Una carta escrita con papel color azul pálido.
Inteligencia y ciencia admirable.
En materia de amistad no hay ni protegidos ni protectores.
Devorado con la impaciencia.
Palidecer y ruborizar de emoción.
Se mostraba correcto incluso con la mayor emoción.
Sin lograr sacudir la pesada atmósfera que los tenía cohibidos.
Se abrían abismos de silencio que los helaban.
Lograban modelar con algunos restos de recuerdos una imagen maravillosa propia y de su amistad.
A pesar de la desproporción que había de la verdad y su visión se acostumbraban a eludirla y deformar las cosas según el sentido de sus deseos.
La fuerza desbordante y la independencia.
Sentía un estremecimiento de terror voluptuoso al oír criticar las más elevadas reputaciones de la ciudad e imitar con impertinencia.
Las emociones tenían un sabor exquisito.
Velar con solicitud inquieta.
Presa de una turbación extraña.
Un instintivo pacto.
Pintaban con colores trágicos la tristeza de su suerte y se afligían de perturbar la existencia de su amigo con las tristezas de su destino.
El suave y fresco sueño.
Necias inquietudes.
Los secretos pueriles tenían el encanto de los dulces misterios amorosos.
Tono indiferente.
Bromas de mal género.
Un instinto de extraña malignidad.
Silbar con negligencia.
Una cortesía exagerada.
Las palabras se le helaban en la garganta.
Tesoros de ingeniosa y delicada ternura.
Es falso suponer que las pequeñas disputas mantienen la amistad.
En materia de amistad no admitía particiones.
El mundo no se ajustaba al modelo de su carácter inflexible y exigía de las cosas más de lo que podían dar.
Se acusaba de egoísta.
Las convenciones de la amistad.
No brilló su valor con aquella prueba.
Cubrían el horizonte enormes nubes pesadas y cárdenas que se arremolinaban cual desbordados caballos. Semejaban dirigirse a un punto invisible como atraídas de un abismo celeste.
Pudor instintivo.
Epilépticas carcajadas.
Vigorosos instintos.
Su pureza nativa y la actividad sin tregua le habían preservado de cualquier mancha.
Alusiones sarcásticas.
Le fue imposible hallar el abandono de sus pasadas confidencias.
Amar con ternura tímida.
Relatos hiperbólicos.
La dulzura del silencio.
Extraña actitud.
La casualidad se había impuesto a su mala voluntad.
Oculta ironía.
Lastimosa actitud.
Escuchar transportado.
Gracia de buen tono.
Materia de amor.
Discernir la verdadera originalidad.
Las bufonescas salidas, las violencias y el caprichoso humor, no estaba perfectamente equilibrado.
Delicada ironía.
Un tono de superioridad desdeñosa con la impresión de un hierro candente.
Un verosímil matiz de familiaridad protectora.
Manifestaciones de agradecimiento.
Efusiones bruscas y apasionadas.
Reflexionando divagaciones.
Los contornos de su ideal estaban lejos de ser específicos y fijos.
Una realidad ventajosa.
Como no conocía el amor se creía enamorado.
Cuestionar gravemente.
Libertad de modales.
Libros de Lübke, Mommsen, Schiller, "Sin Familia" de Hector Malot, Julio Verne y Montaigne.
Saborear los sueños.
Construir el amor silenciosamente.
El amor tiene curiosos efectos retroactivos.
Un malestar general vago y angustioso.
La sed de ternura que exige retorno.
La divina irradiación del amor.
Su conversación había tomado un matiz grave. Hablaban de lo infinito, de la vida y de la muerte.
Pálido de emoción.
Circunstancias favorables.
Penetrados de un amor dulce, profundo, absurdo.
Deliciosa inconsciencia.
El encanto de las cosas.
La flecha quedaba lanzada y hería.
Pedantismo agresivo.
La ausencia no es más que uno de los disfraces de la muerte.
Conversaciones insípidas.
El egoísmo general.
El ordinario hastío de su existencia.
Tono de broma.
El fin de su existencia era esperar el próximo correo.
La nada no se describe.
Tono socarrón.
Tono distraído.
Recaer la conversación con un tema personal.
Darse cuenta vagamente.
Una burlona exclamación.
Tono grave.
Una ligera ironía del tono.
Subterfugios irónicos.
El vértigo de las reflexiones.
Peligrosas ideas.
La salud atlética.
Las reflexiones burlonas de los vecinos.
Una angustia inexplicable.
El rostro había adquirido una expresión severa y solemne penetrado con la sombría tranquilidad del muerto.
La intransigente probidad.
(La mañana)

Aplicado con incansable obstinación a la actividad.
Alguna experiencia del dolor.
Permitir vagar la mente.
Sobrellevar la realidad.
Tenía autoconciencia de su decadencia y se avergonzaba.
Absorbido con el egoísmo del propio dolor.
Adoptó un tono brusco y gruñón a fin de sacudir su apatía.
Tono gemebundo.
Carácter triste.
Lo que configura a los hombres es más el temperamento que las ideas; y cualesquiera que sean las distinciones ficticias o reales establecidas con la inteligencia y la humanidad se divide como dos grandes grupos, el de los que tienen buena salud y el de los que no la tienen.
Robusto estómago, buenos pulmones y vigor jovial.
Todos los hábitos naturales o adquiridos le habían comunicado algo meticuloso y desagradable que se notaba con mayor o menor grado a cada uno de sus hijos.
Agriado el ánimo con lo imbécil de su empleo de la cancillería de palacio.
No hay nada que resista la influencia que ejerce el vivir unidos.
Pasando sin transición de los regaños a las lamentaciones dando a cosas insignificantes proporciones extraordinarias.
Humor intolerante y arrebatado.
Acusándose de injusto.
Trabar conversación.
La mayor parte de las amistades no son más que asociaciones de mutua complacencia para hablar de uno propiamente con otro.
Aunque se abandonase cándidamente al placer de divagar tenía un tesoro de simpatía y estaba dispuesto a emplearlo a troche y moche.
Gente de talento.
Fórmulas enfáticas.
Instinto descontentadizo.
El cumplimiento de los deberes materiales.
El moribundo se agarra a la vida. Pero el que lleva el sol y la vida ¿qué tiene que buscar fuera?
Tono de superioridad cortés.
Cuando se discute no hay ni superior ni inferior ni títulos ni edad ni ser humano; no hay más que la verdad.
Su carácter indolente tenía miedo de andar, de conversar y de lo que exigía algún esfuerzo.
Después de dos o tres frases sobre asuntos indiferentes se lanzó brusca y brutalmente a la cuestión que le preocupaba.
Cuestión de buen sentido.
Un estremecimiento de deseo y de ilusión.
Todo se reducía a esfuerzos de ingenio, a bromas de los que abusando de su facundia fabrican frases y luego se divierten creyendo que esas frases son cosas.
Las violencias, las burlas, las mortificaciones que se sufren diariamente.
La hipocresía del renunciamiento.
Resoluciones morales, pretextos.
Invadido de una languidez, de una embriaguez y de una angustia voluptuosa.
Quedó destruido el equilibrio de su antigua existencia.
La nariz de la "Juno Ludovisi".
Reflexiones pesimistas.
Tenemos una tendencia a abusar del cariño de los que se familiarizan con nosotros.
Expansiones de cariño.
Manifestar júbilo batiendo palmas.
Enajenar de golpe las simpatías.
Adoptar buenas resoluciones.
Astucias infantiles.
Lanzar la imaginación a un camino engañoso.
Una razón oculta.
Disfrazar la reflexión con una ligera tos.
Una turbación deliciosa.
Oía vagamente los ruidos de fuera.
Deseaba, temía, amaba.
Desear vivir para la dicha prometida.
Cosas sagradas.
Demostrar afecto aparente.
Nadie es buen juez de la causa propia.
Vivía enteramente una novela que había inventado completamente.
La garantía del instinto que inspira un gran afecto.
Astucia burda.
Manifestar atracción.
Los progresos de la simpatía podría conducir al amor.
Se estaba realizando una actividad formidable que iba a borrarlo todo y trastornar hasta el fondo de su ser.
Una lasitud y una inquietud extremadas.
Pesadillas monstruosas y un torrente de deseos.
Un fatalismo apático y desalentado.
Se hallaba rota la cadena de los días. De la lisa llanura de las olas se abrían enormes agujeros donde se hundía su ser.
Ni siquiera se daba cuenta de su propia existencia.
Se movía y veía sus gestos desde lejos, desde lo alto de una torre.
La irracional tenacidad de una idea fija.
Una sucesión de fuerzas irracionales y de caídas al vacío.
Un conjunto de libros escogidos a la ventura de la heteróclita biblioteca.
Se perdía con divagaciones y sueños sin fin que daban a su ser cansancio y tristeza mortales.
Agitarse el caos tenebroso.
El olor de la carne enamorada.
Los límites del ser.
El horror y el éxtasis.
El cielo daba la impresión de correr como un transparente río.
La inconsciencia súbita de su acto le llenaba de terror.
Era muy inconsciente, ni se cuidaba de echar los visillos.
Un mentís irónico.
El sangriento Júpiter. El Carro de David; a lo largo de la inmensa pradera del cielo brillaban las estrellas como margaritas.
Alegar un pretexto para retirarse.
Trabar conversación.
Saboreaban el encanto de aquel silencio indefinido y de aquellas palabras indiferentes.
La gracia del tono y las palabras.
Tono de broma.
Un estremecimiento, casi un vértigo.
Un gesto de cólera.
Impasibilidad irónica.
Volvió la reflexión con su eterna y engañosa ilusión.
Puso el colmo a su irritación.
No era difícil adivinar la novela que entorpecía los secretos programas que habían formado.
Vengarse con frases coléricas.
Experimentaba las emociones de su amada porque les prestaba su ser.
Alegres injurias.
Se extendían a lo largo del cielo pesadas nubes y el río semejaba de tinta.
Un alba lamentable, triste, ahogada con la incesante lluvia.
Un gesto que le era familiar.
La indiferencia propia de los que se van.
El egoísmo de la pasión.
Un ataque de influenza.
El valor de la delicada ternura.
Oh abismo de la nada.
Ruidosa existencia.
Asombradiza independencia.
Reprimir una ilusión no razonada.
Buscar un pretexto para hacer callar.
Esa extraña complacencia que hallan algunas personas, sobre todo la gente de pueblo, de hablar de enfermedades con gran lujo de tristes detalles.
Manifestar una monstruosa indiferencia.
Sofocado con el dolor.
Había que asistir a aquella desaparición total sin atreverse a rescatar el más insignificante resto del naufragio.
Penetrado del sentido de su propia injusticia.
El acre sabor de las lágrimas.
Separados con la puerta de la eternidad.
El zumbido del molino.
La mente porosa y blanda.
La perezosa corriente de las sensaciones.
Su casto y ardiente amor.
Después del verano lluvioso vino un otoño resplandeciente.
Las coloradas manzanas brillaban como bolas de marfil.
La vía de explicación.
Aprovecharse de las circunstancias.
Su estómago le recordaba que era hora de cenar.
Manifestar respeto.
Los recursos de seducción.
Había sido víctima de su propio fuego.
Germinar el deseo.
Reinaba el abismo de las tinieblas. No había ni luz ni autoconciencia. Solo la fuerza del ser oscura y devoradora. La omnipotente y desgarradora alegría. El placer que absorbe al ser como el vacío atrae la piedra. La tromba del deseo que aniquila la mente. La absurda y delirante Ley de los mundo ciegos y ebrios que ruedan a lo largo de la oscuridad.
La dicha de amarse tras el vacío de las cosas.
Las alucinaciones de la noche poblada de rumores.
Las olas de la noche.
La noche. La muerte. ¿Para qué vivir?
Caer bajo los siglos del sueño.
Los rumores familiares del alba.
Una soledad deliciosa.
Analizar las facciones.
La graciosa gravedad de los niños que terminan de despertar.
Expresarse con ligereza.
Un pretexto cualquiera.
Ver de manera cruda las cosas.
Asuntos estúpidos o de grosera sensualidad, una atmósfera equívoca y animal.
Carecía de inteligencia y de manifestar otras pretensiones.
Egoísmo cándido.
Superstición, señales siniestras, los cuchillos y los tenedores en cruz, el numero de convidados y el derramar el salero, prorrumpía con lamentaciones cuando veía por la mañana una araña.
Un instinto de perversidad inconsciente.
Mentía tranquilamente incluso ante la presencia de lo evidente.
Un amor cándido gracias a la ardiente ingenuidad del placer.
Eran inclinados al pesimismo y a suponer que los perseguía la suerte. 
Le ponían cara de vaqueta y se desviaban a su paso. Se encogía de hombros ante tales manifestaciones.
Hacer mella la actitud.
La muerte había pasado su esponja por encima, lo había santificado todo.
El amor está con el que ama y no con el amado; vale como el que ama.
La indulgencia de la gente del pueblo para algunas faltas o debilidades.
Solo aguardaba un ataque para atacar.
El deber es excepcional, hay que reservarlo para los momentos de verdadero sacrificio.
Carácter triste.
La vida ingrata había marcado con su sello sus rostros, sus gestos y sus reflexiones. Habían sufrido la deformación de la miseria, no de la gran miseria que cae de golpe y que mata, sino de la mala suerte repetida, de esa miseria pequeña que va cayendo gota a gota desde el primer día hasta el ultimo. Qué inmensa tristeza. Qué tesoros de rectitud, de bondad y de silenciosa valentía hay reservados bajo aquella rugosa envoltura. Allí se encuentran el vigor de un pueblo y la savia del porvenir.
Habría querido corromperle a fin de humillarle. Verdaderamente no tenía talla para eso. Habría precisado más inteligencia incluso dentro de la corrupción.
Motivos de queja.
Reservar un pudor instintivo, un menester de pureza.
Preguntar de una manera insidiosa.
Un instinto secreto.
Aquella inconsciencia le desarmaba.
La tez digna de una flor.
Una puerta por donde podía escapar.
Salir de una de esas excursiones extrañas a otra vida.
Extravagantes discusiones.
Gesto de cansancio.
Una conversación limpia.
Se ama porque se ama, no hacen falta muchas razones.
Aprobar los consejos.
Simpatía irónica.
Una bronquitis de mal género.
Demostraciones de ternura.
Acusarse de egoísmo.
Solo como si ignorase la existencia.
Cruzó la mente una idea extraña.
Un huracán de desprecio.
Compromisos envilecedores.
Caer al nivel del vulgo.
El amor le había marcado con su garra.
La pasión del desprecio, de la orgullosa pureza eran solo alimento de un instante.
Las reglas de un ascetismo inhumano.
La fuerza como la verdadera moral.
Una vida limitada, sin alegría, sin tristeza y sin aire.
La buena suerte separa los que son fuertes y de larga vida.
Pereza incurable.
Zapar de una manera socarrona las reputaciones usurpadas de los hombres del día.
Tono de burla y de negación.
Atravesaba una fase de desaliento y hastío.
Deseos, instintos, reflexiones salían unos tras otros como nubes de azufre de las grietas de un volcán.
Los instintos hereditarios.
Se entregaba a una mímica extravagante.
Grandes demostraciones de afecto.
Un caos de deseos que se destruían unos a otros.
(La adolescencia)

Lanzando gritos inarticulados y cariñosos como los que se dirigen a los niños.
El embotamiento de una pereza orgullosa producida con la floración interna que estallaba súbitamente como una primavera.
Los juramentos de borracho duran hasta la noche.
Escuchar con afectuoso escepticismo.
Tono de broma.
Los peces de irisadas corazas se retuercen cual un nido de serpientes.
Los sueños que se agitan dentro de su ser.
El rosario de sus epítetos.
Soplando como una foca.
Una retórica de escolar.
El grado de verdad o de mentira de las reflexiones.
El trueno cae donde y cuando quiere, pero hay cimas que lo atraen.
Los ambiciosos, los egoístas, los viciosos estériles.
Manifestar la alegría.
El hastío o la nada.
A lo largo del cielo sin límites de su mente veía circular millones de lechosas estrellas, ríos de vivientes claridades.
Los subterráneos del ser más allá de los linderos donde comienza la autoconciencia, una fuerza enteramente pura que no se ajusta al cálculo común.
La inteligencia tiene menester de dar un nombre a esas construcciones que el ser humano fabrica infatigablemente dentro de la colmena de su cerebro.
Hombres gruesos de largas barbas y anteojos los cuales semejaban enormes arañas de redondos ojos.
Hay días que sin razón aparente nos salta a la vista lo grotesco de los seres y de las cosas que no echamos de ver con la vida ordinaria.
Aquellas plácidas caras escandalizadas pusieron el colmo a su alegría.
Se acusaba propiamente de falta de percepción o de haberse vuelto enteramente idiota.
Ruidosa ironía.
Los que ejercen como actividad social de las ciudades pequeñas el cargo de anotar escrupulosamente las faltas, las tachas, los sucesos tristes, feos y desagradables que se refieren a sus vecinos a fin de que nada se pierda.
A la venganza enteramente platónica suministró alimentos de más sustancia.
La satisfacción que le inspiraba su propia fuerza se manifestaba de una manera inmoderada.
Manifestar el júbilo.
Acoger las confidencias de buen grado.
Se extasiaba irónicamente.
La intuición de lo ridículo de tener genio siempre.
Exclamar enigmáticamente.
Un abismo de indiferencia.
Experimentaba la impresión neta de la caída al hastío insondable.
Estremecer de cólera.
Muecas de endemoniado.
Cuyo tono no admitía réplica.

Entender vagamente que se había equivocado.
La modesta ciudad de provincia chismosa y aburrida.
La dolorosa experiencia de la persistente falta de entendimiento de los hombres y de su incurable estupidez.
Palabras vagas.
Carácter oficial y consagrado.
Manifestar especial alegría al ver atascado con una demostración.
Proclamar paradojas monstruosas que hacían rugir a su auditorio.
Modestia cándida.
Hacía al aire con el pulgar vagos signos.
Ingenio perverso y con frecuencia innoble.
Se permitía arrastrar de las utopías por extrañas que fuesen aunque generalmente eran generosas.
El rigorismo y filisteísmo alemanes.
Era tolstoiano, nirvaniano, evangelista, budista, apóstol de una moral muelle y desarticulada, un ensayo de placer, una asociación libertina de condescendencias mutuas.
Las mejillas poco abultadas manifestaban inteligencia.
Un hermoso perfil enérgico y neto.
Vista de frente la expresión de su fisonomía era más vaga, indecisa y compuesta.
Siendo la vida un juego con el que gana el más inteligente, era cuestión saber las cartas del adversario sin mostrar las suyas.
El deleite de una victoria.
La insustancial charla.
Su ironía halló materia para ejercitarse.
Por cuanto adelantaba su exploración hallaba una fuerza vaga y mal equilibrada, pero robusta y atrevida y experimentaba un vivo placer pues sabía lo raro de la fuerza.
Los límites y las deficiencias del ánimo.
Mezcla de admiración y burla.
Burlona simpatía.
Manifestar claramente.
Escuchar vagamente.
Reflexionó e hizo su balance.
La magnífica racionalidad de los fuertes que solo se atraen de los que lo son.
Su instinto sustituía al ingenio.
Vago e inquietante.
Nunca es más fuerte el amor que cuando tiene como objeto lo que entiende que le ha de hacer sufrir.
Una influencia intelectual.
Admirable inteligencia.
La mente es un mundo y la acción otro.
Lo peor de las esclavitudes es ser esclavo de la mente y sacrificarlo todo.
Cándido énfasis.
Resoluciones absurdas y sublimes.
Víctima de la propia fraseología.
Excepcional inteligencia.
La inmovilidad de la intuición apasionada le hacía saltar de un extremo a otro.
La atonía de la pequeña ciudad.
No reflexionan nada ni sienten nada; son esponjas.
El valor de ser verídicos.
El placer que da la dificultad vencida.
El genio no se permite llevar a lo largo de los senderos trillados. Él crea la organización y erige su voluntad.
No podían aventurarse de buen grado en semejante terreno aunque un periodista tenga la facultad especial de poder discutir sin tener a cuenta los argumentos de su adversario.
Un tejido de mentiras calculadas.
Generosa extravagancia.
El sentido práctico para hacerse la ilusión de lo opuesto.
La abrumadora vulgaridad de la gente razonable.
Los cerebros renanos se complacen con las resoluciones mixtas con las que nada deciden y que tienen el privilegio de prolongar indefinidamente una situación ambigua.
Un muro de hipócrita hostilidad.
La publicidad es una canalla infame.
Quiero ser un simple particular y vivir para mí y para los que me son queridos.
El diablo del orgullo y el deseo de la gloria.
El carácter inviolable de la persona.
El amor propio del autor.
Manifestaciones de agradecimiento.
Un cumplido irónico.
Una afectación de indiferencia desdeñosa.
No hay nada más internacional que la medianía.
No entendía de burlas para las cuestiones de etiqueta familiar y de las familiaridades que se deben a los parientes.
Para colmo de desdicha.
Una brusca resolución.
Soltar un terno.
Un gesto de asombro.
Marcada ira.
El carácter del mistral que barre las brumas.
Retratos mordaces.
Las interjecciones menudas y graciosas a las que están acostumbradas las francesas.
Las exclamaciones enormes, enfáticas y macizas de los alemanes.
Atrevimientos expresivos.
Alguna razón oculta.
Ojos de francesa burlona.
Manifestar una hilaridad poco decorosa.
Brillaban las mágicas pupilas de las vidrieras.
El ánimo sopla donde quiere.
Tono afectado y provocador.
El carácter meridional y generoso no se muestra avaro de sus dones, se divierte con fabricar no bellezas de salón e inteligencias de novela, sino seres armoniosos cuyo cuerpo y ánimo están hechos para desarrollarse al aire libre y al sol.
Los alemanes no se inquietan de solucionar el enigma.
La época que los poetas se ocupaban de rehacer las tragedias griegas. Los libros de von Hellmuth eran una de esas extraordinarias piezas greco-alemanas que mezclan a Ibsen, Homero y Oscar Wilde sin olvidar algunos manuales de arqueología.
Literatura enfática de ostrogodo degenerado que se disfraza de griego.
La falsedad de las palabras, gestos y actitudes.
Sentirse contenido con el temor de un pleito.
Los salones influyentes.
Un ente original.
Un culto secreto de la fuerza.
Siegfried Meyer, mote que los periodistas alemanes aplican al soberano.
El "Himno a Aegir", siglo XIII.
Una fuerte dosis de extravagancia.
Prodigar demostraciones de amistad.
Esquivando cualquier conversación.
Reflexiones de irónica conmiseración.
El colmo de la ira.
Las conversaciones de la vecindad.
Odio a la opresión.
Presentó la cosa sin artificio y con crudeza.
La deformación especial que experimentan los objetos que pasan al cerebro de un periodista.
Atacar con bajas invectivas.
El indiscreto periodista.
Publicar una gacetilla insultante.
Tomaron la ofensiva y se vengaron con usura.
Redoblar los golpes.
El escuadrón volante de los periodistas incompetentes que no sabiendo nada pretenden hacerlo olvidar a fuerza de adular a los vencedores y de injuriar a los vencidos.
La emotividad rutinaria del publico.
Demostrar que se hallaban por encima de los mezquinos rencores.
Acusar recibo del envío.
Una tolerancia generalmente admitida.
Una manifestación entusiasta.
El colmo de la tontería.
Hasta las mejores cosas terminan.
Pretender matar con el arma del ridículo.
Soñaba una vaca de hermosos ojos franjados de ágata.
Las personas vulgares tienen gran miedo a lo característico. Lo que más les agrada es lo que tiene carácter.
Calcular la reserva.
Echar de ver su existencia.
No era sensible al ridículo.
La locuaz cordialidad de las cosas y de los seres de aquel hogar.
Angelica, familiarmente Lili.
La amable libertad de las conversaciones francesas.
Una experiencia precoz.
Una ciudad necia y maléfica.
Escritores franceses. Theodore Henri Barrau, François Petis, Frédéric Baudry, Émile Delérot, Charles August Filon, Samuel Descombaz, Prosper Baur.
Los prosistas Gustave de Molinari, Fléchier, Ferdinand Buisson, Mérimée, Malte-Brun, Voltaire, Lamé-Fleury, Mezières, Mirabeau, de Mazade, Claretie, Cortambert, Federico II y de Vogüé.
Michelet celebraba a Federico II.
La Fontaine se burlaba de todo.
Boileau condenaba la nobleza por las armas.
Pascal ponía igual rasero a los cocineros, ladrones, soldados y granujas.
Lessing había corregido las "Fábulas" de La Fontaine transformando según el consejo del ginebrino Rousseau el queso de Maese Cuervo como un pedazo de carne envenenada que causó la muerte al vil zorro.
La independencia desenfrenada que a los ojos del alemán más libre hace el efecto de la anarquía al estar habituado a la disciplina.
La animación de los relatos franceses, Chamfort, Ségur, Mérimée.
Gestos extraños, solemnes y burlescos.
Provisión de entusiasmo.
Los franceses inteligentes con las cosas prácticas.
Manifestaciones llamativas y no muy refinadas, pero que nacían de un cariño verdadero.
Demostrar activa amistad.
Realmente nada se pierde como puede verse a cada paso de la vida; no es inútil ningún esfuerzo.
Expresiones de la más subida admiración.
Tono de sinceridad y de verdadera simpatía.
Una verosímil emoción material.
Una emoción violenta.
Satisfecho como un rey de haberlos engañado.
Oprimidos con la atmósfera de la pequeña ciudad.
Hay un mínimo de dicha que se puede desear, pero nadie tiene derecho a más; si se desea más tiene uno que ganarla.
La maldad de las poblaciones pequeñas. Son más tenaces los rencores cuanto que no tienen ningún objeto. Un odio decidido que sabe lo que quiere se apacigua una vez que lo ha obtenido. Pero los seres maléficos que nada tienen que hacer no desarman nunca porque están fastidiosos.
La actitud de desafío a la opinión.
Se abandonaban inocentemente a una familiaridad de palabras y de modales que debían suministrar sin esfuerzo alimento a la calumnia.
Acusar con términos bajamente odiosos.
No habrían tenido siquiera la excusa de una pasión.
Un gesto familiar.
A despecho de sus vanidosos alardes no tenía fuerza ninguna de carácter.
Pretextos vergonzosos.
Torpes mentiras que el malicioso azar se complacía desvelar.
Resplandecer la gloria.
Auxilio material.
Un carácter superior.
La insolente persuasión de los advenedizos y de los príncipes.
Manifestar un indiferente desprecio.
El partido de la oposición frente la amenaza de la Alemania del Norte del ánimo pietista y de la moral del poder político.
Un talento vigoroso y personal.
No podían salir de la atmósfera artificial que habían creado y como todos los cenáculos habían terminado perdiendo enteramente el sentido de la vida real.
Escepticismo irónico.
Manifestar poco entusiasmo.
Ironía insultante.
Calcular el numero de páginas.
Entendía vagamente que había perdido la partida.
Su mejor refugio eran los libros que no eran olvidadizos ni falaces. Las almas que de los libros amaba habían salido de las alas del tiempo, eran inmutables.
Manifestó con una ruidosa exclamación que había entendido.
Para colmo de desgracia.
Siguiendo una pista vaga.
Manifestar poco entusiasmo del paseo.
Su memoria era una profunda cisterna donde habían ido a recogerse las puras aguas del cielo.
Tono brusco.
Esas figuras extravagantes con rostro humano que se ven circular a lo largo de las calles de las ciudades de Baviera.
La llama de la vanidad satisfecha.
Abrumado de fatiga, molido, oprimido.
No tenían nada que decirse como sucede cuando la despedida se prolonga.
Los granizos revoloteaban como granos de plomo.
Tomar parte de la conversación con animación exagerada.
Callaba bajo el peso de la emoción.
La codicia de la campesina con su apego a la tierra.
La intrépida garantía de los ciegos, los cuales inventan tranquilamente lo que no saben.
Pretender hablar de cosas más graves.
Su sabiduría era huir de la sabiduría, no querer imponer su voluntad a las cosas, sino abandonarse completamente al curso de las cosas. De esta suerte iba asimilando su esencia misteriosa sin darse cuenta.
Sus dedos inteligentes iban arrancando suavemente las violetas marchitas.
Violetas frescas.
La obstinación del campesino dura como un guijarro.
Se despidieron con tono indiferente y alegre.
La realidad dolorosa.
Envuelta con las tinieblas quería persuadirse de lo que no existía, lo que existía y viceversa.
Abrumado con el pesado manto del silencio.
El sufrimiento de su genio comprimido con la estrechez de aquella pequeña ciudad le irritaba hasta hacerlo injusto.
Alemania había sufrido largos siglos al tener idealismo y no tener fuerza.
Cándidos ardides.
El triste valor.
Un desencadenamiento de cariño y de dolor.
Le hostigaba con su cariño inquieto, fastidioso y razonador.
Volvió con el pretexto de que había olvidado alguna cosa.
Lorchen, Leonor.
Rubicundas manzanas.
Dudaba si algún día pudo disfrutar del menor favor con los mayordomos y cocineros del castillo.
Devanar su madeja de groseras tretas.
Tono seco.
Las consecuencias de la reyerta.
Se acusaban unos a otros y echaban a la cara los golpes que habían dado.
Atrincherado con su orgullo.
La causa de su obstinación.
Verse abrumado con la fuerza odiosa.
Con el egoísmo de su libertad amenazada solo reflexionaba rescatar la libertad y la vida a todo trance.
El rumor de los siglos.
Una cara mofletuda, rechoncha y colorada como una manzana.
La cándida inverosimilitud del pretexto.
El horizonte amenazador.
Un campesino desconfiado.
El enlodado y escurridizo pavimento de París.
Avergonzándose de la ira.
La muchedumbre densa.
Sintió con gran angustia su propia nada con aquellos miles de seres, la repulsión de aquel rebaño humano, de aquella atmósfera impura y aquel mundo moral enemigo.
La ironía parisiense a lo ridículo de cualquier manifestación ruidosa y cándida del dolor. Reflexiones burlonas.
Agudas angustias.
Cándidas reflexiones.
Las amistades de la infancia que preceden al amor y que tienen mucho de él.
La fogosa independencia.
Completar la educación comercial.
La miseria de la ciudad de la Edad Media iniciada con los beneficios del sufragio, pero que no puede deshacerse de sus antiguas costumbres picarescas.
Modales imponentes.
Vía de explicación.
El rostro se descomponía de ira.
¿Qué podía esperar de un quidam a quien había abordado sin aprecio y que debía odiarle? Inútiles humillaciones.
Los discretos francfortenses.
Era demasiado inteligente como para guardar rencor.
Novelas de una voluptuosidad ardiente. La moderna Safo.
Le encantaba cualquier burla a la autoridad.
Para colmo de irritación.
El estilo adornado de las largas inversiones y las fórmulas ceremoniosas habituales del idioma alemán.
Tono ligero y lleno de pretensión.
No sabía qué actitud tomar.
No sospechar la existencia.
Coloreó la ira su semblante.
Desdeñosa cortesía.
Reprimir los arrebatos.
Tono protector.
Era imposible contener el torrente.
A la cólera había seguido el abatimiento.
Las olas de la miserable vida.
Oía latir sus arterias como un mar interno.
Se lanzó a la discusión apasionada a velas desplegadas.
La volubilidad de la palabra francesa.
Los amantes de George Sand y sus méritos respectivos.
Lauzun metido bajo el lecho del rey y de la Montespan.
No había detalle ninguno ocioso para la investigación de la verdad.
Preguntas vagas.
Pescaba de su memoria expresiones inverosímiles.
Ojos de miope vagos y absortos.
Se impregnaba larga y silenciosamente de los seres como una esponja y lo llevaba consigo.
No hay ánimos más libres que los que no conocen la materia de la que hablan pues es indiferente decir una cosa u otra.
Un vago parentesco o alianza.
Debía ser hijo "del bastardo de su boticario".
Al cabo de algunos meses de aprendizaje se llegaba a adquirir la pericia del oficio; el ganso podía volar.
Era a la vez solapado y grosero en alto grado, insolente o rastrero según las circunstancias.
Reflexiones extraordinarias.
Ineptas reflexiones.
Un vasto estómago.
La corte del rey Pétaud se refutaba con la mayor satisfacción.
Su divisa habitual no era enteramente la de Sosías (similitud). Soy enemigo de todos.
Una muleta literaria para apoyarse.
Una posada holandesa.
Coordinar las fuerzas con perseverancia para llegar a un fin específico.
El efecto ordinario de la energía francesa, gasta recursos enormes de talento y de buena voluntad para aniquilarse con sus incertidumbres y sus oposiciones.
El arte del perfecto notario, abstracto, anónimo, trabajoso y nada alegre.
Escuelas y cenáculos solo expresan una moda superficial o teorías prefabricadas. Pero los independientes que se refugian internamente tienen más probabilidades de dar con la mentalidad verdadera de su época y de su raza.
El idioma francés es demasiado racional, de dibujo sobrado neto, de contornos sobrado definidos, un mundo perfecto propiamente pero herméticamente cerrado.
Aprobar de buen grado.
La vida no tiene nada de refinada y no se coge con guantes.
El gran menester de simpatía.
Las caricaturas de la mente.
Los defectos copiados y exagerados por los monos habituales del arte y los gacetilleros de los periódicos.
Francia, un pueblo de químicos.
Una satisfacción manifiesta.
Disputas bizantinas.
Amar, buscar y estrechar la verdad, esa hermosa Pentesilea reina de las Amazonas que muerde al que la besa.
Deseaba ponerse lo más pronto posible al unísono con la mentalidad parisiense.
Indecencias arcaicas.
No se puede tener inclinación a veinte cosas a la vez ni es posible venerar muchos dioses.
El horizonte de su modesta ciudad.
La úlcera que devora los ocios intelectuales de Europa.
El arte desigual de Barrès. Las flores frágiles y perfectas que nacen del cementerio del alma de Barrès.
Una calamidad publica.
Era escéptico en materia de libros y revistas.
La alegría de la fealdad de las digestiones copiosas.
El caso del rey Mark les había hecho perder la cabeza (Tristán); como el ciervo de San Huberto no podían presentarse sino con una aureola.
El pabellón cubría la mercancía.
Gascones del ideal, Scudéry y la Calprenède, semilla indestructible, cantores de la falsa valentía, la enemiga de la verdadera.
El evangelio de Tolstoi.
La pereza del ánimo y la debilidad de carácter.
Las fluctuaciones de la Bolsa del placer.
Decir las verdades del barquero.
El carácter materialista.
Una apariencia de vida material bastante enérgica.
La autoconciencia de los valores.
Mengano era un Pascal.
Comparaban a Tolstoi con George Sand.
Hablar no por placer o menester sino como cortesía era humillante y vergonzoso.
El peso del fastidio.
Repetir mimando los gestos.
La indiferencia parisiense.
Maneras melindrosas llenas de preciosismo.
Atrapando las desvergüenzas de la conversación.
Aprovechaba los pretextos para reanudar la conversación.
Las conferencias de Bergson y de Jules Lemaître.
Un jirón de una idea.
La casuística del placer.
La palabra acariciadora, elegantes modales y las manos finas y suaves.
El conmovedor deseo de liberarse de la degradación constante de la vida.
Las declaraciones audazmente calculadas.
Una actitud de cortesía irreprochable e irónica.
El arte de fingir.
Aldeanos armados de hoces hervían unas calderas para defender las iglesias atacadas por los librepensadores en nombre de la libertad.
Era bastante escéptico como para admitir la exactitud de las apreciaciones.
Era demasiado fuerte la tentación de poder emplear el formidable mecanismo de la centralización administrativa constituido otros tiempos por el más grande de los déspotas sin incurrir con la veleidad de abusar de él.
La Razón tiene su fuente en otra parte que poner trabas.
Asustado de su valor.
Tolstoi menciona las influencias epidémicas que reinan con la religión, la filosofía, la política, el arte y la ciencia; las influencias insensatas cuya locura no conocen los hombres hasta que se ven libres pero que mientras se hallan sometidos a su influjo semejan verdaderas y que no se discuten.
El tipo del francés inteligente que no es humano. Un pedernal duro como el hierro nada puede penetrarlo y rompe cuanto toca.
El formulario político.
A los pueblos razonadores les queda una virtud que los gana; la inconsecuencia.
Sobre la tribuna adoptaba una voz de cabeza de tonos agudos, gangosos, martilleados, solemnes con trémolos, balidos, amplios y temblorosos gestos como aleteos; imitaba a Mounet-Sully.
A la prestación del nihilismo amigo de los goces había un oportunismo miope.
Los grandes atractivos de lo porvenir se veían sacrificados al egoísmo de la hora presente.
Un carácter inconsciente que no creía nada y una razón que cortaba, segaba y saqueaba la vida sin querer fijarse a nada.
Una resolución enérgica.
De los tres Estados del 89 el primero se hallaba anonadado, el segundo proscrito y el tercero dormía haciendo la digestión de su victoria.
La inteligencia mal desbastada pero amplia y robusta.
La frase famosa "Mi vaso no es grande, pero bebo el de los demás".
Las conversaciones insípidas de las que sale uno con una dilatación de estómago, desalentado y saturado y, sin embargo, hambriento sintiendo a la vez menester y hastío de seguir.
Pretensiones extravagantes, renanas, nietzscheanas y hermafroditas.
Los recursos de expresión de los países y las épocas.
Dar pretextos a la ironía.
Dulzura irónica.
Resignado de buen grado a esperar mejores tiempos.
Para colmo de desdicha.
El impulso de la emoción.
La adivinación de la ternura.
La atención inquieta e infantil.
Una amistad sobradamente exigente.
Las reflexiones agresivas.
El cándido afecto que más tarde debía ocupar un importante lugar de su existencia.
Circunstancias poco agradables.
Picado con la actitud.
Le era imposible manifestarse amable; era una desgracia especial de su carácter.
Su estómago se crispaba de menester.
Demostraciones de tempestuoso entusiasmo.
Un cesto de manzanas.
La fiebre creadora.
Horror a cualquier mancha.
La plenitud del ser.
La corriente del gran torrente de los sueños.
Refugiarse tras lo infinito del tiempo.
El vacío sin límites.
Disposición mórbida.
La ola de los transeúntes.
Luchando con la muralla viviente.
Vaga autoconciencia.
Lo volvía a sacar del fondo a la superficie una ola de autoconciencia.
No prescindía de su reserva.
La intuición de gran simpatía que la enfermedad había aguzado y que hacía más penetrante el recuerdo de las pruebas soportadas.
Existencias de pura apariencia.
Materialismo tranquilo.
Un fondo de fatalismo escéptico y burlón.
Poseía el genio de no hacerse querer.
La piedad irónica y desdeñosa de los médicos.
Barrido como una paja con el río de la vida.
El mundo de las fuerzas misteriosas de cada uno y cuya existencia oculta la confusión de la vida.
Los accesos de ternura mística de la flor de la debilidad y la enfermedad.
Bebía convaleciente la leche de dos buenas nodrizas. Amor y Miseria.
Con la tregua de su voluntad sentía el menester de aproximarse a los demás.
Las olas de los deseos, de los cuidados, de las volubles ironías.
Bloqueado dentro de una cárcel de silencio.
(La rebelión)

Inteligencia financiera.
Con la falta práctica de la psicología peligraba ser víctima de las buenas caras y las buenas palabras.
La inexperiencia total en materia de negocios.
Una naricilla au plus joli.
Había heredado el buen humor y la despreocupación.
Carácter huraño.
Comenzaba a forjar novelas para el porvenir.
El ruido del herrador con la danza irregular de los martillos sobre el yunque, el aspirar del cansado fuelle.
Las avispas soberbias y estúpidas no saben lo que quieren.
Picoteando los racimos de las viñas como un zorzal.
Chakabac el de los labios hendidos, el barbero hablador y el jorobadillo de Asgard.
Una resolución pronta y vigorosa.
Ensueños místicos.
Unas manos que apretaban como tenazas.
Accesos de economía secular.
Informes vagos.
Se persuadía de que las nubes se disiparían o que estaría a tiempo para verlas cuando no hubiese otro remedio.
La tendencia supersticiosa de creer que cuando uno se obstina no querer ver venir la desgracia tal vez logre impedir su venida.
Un gesto de cansancio.
Actitud cohibida.
Una conversación lánguida.
Vagabundeaban italianos piojosos con una cáfila de chiquillos.
Gestiones inútiles.
Tropezar con la ingratitud y el egoísmo.
Un bobo, un estornino.
La circunstancia atenuante que se podía invocar a favor es que no era enteramente responsable.
Se armaba de valor para hacer una petición.
Atender los angustiosos cuidados que siguen a la muerte.
El afecto repentino que experimenta el prestamista al deudor que al cabo de muchos años le lleva el dinero de una deuda con la que no contaba.
Hallar un pretexto para alejarse.
Su frágil salud semejaba alterarse en mayor grado.
Demostraciones de simpatía llamativa y sincera aunque alterna.
El egoísmo del amor no admite que no se le haga hasta el sacrificio más apreciado.
Era una empresa aleatoria fundar ilusiones con él a pesar de su ingenio vivo y encantador.
La sobreexcitación febril, la falta de equilibrio, la trepidación inquieta de los candidatos a la tisis.
Módica reserva.
El tren la arrastraba con sus alas.
El derecho sagrado que todo ser tiene a la soledad interna.
Libres de inquietudes materiales.
Su inteligencia se había hecho irónica con la soledad.
Una salida propia de un enfant terrible.
Se sentía encadenada como con una pesadilla.
La inutilidad de cualquier rebelión.
(Antonieta)


Lukács
Romain Rolland ha hallado encima del arte su camino hasta el pueblo. Lo decisivo es un seguimiento de los grandes problemas humanísticos del desarrollo anterior de la humanidad.
El ánimo humanista y la rebelión humanista penetran los libros de Romain Rolland.
Con la rebelión humanista declarada de Romain Rolland se halla contenido un esfuerzo serio de salir de las costumbres literarias de la literatura burguesa posterior a 1848.
"Jean Christophe" demostró que las referencias de la sociedad y los seres activos de nuestra época admiten inclusive una novela educativa. 
Rolland tomó la fuerza para la reproducción sintética de la realidad porque la amalgama social se daba con mayor grado.
La gran rebelión que llena el ciclo novelesco de "Jean Christophe" no acusa a la vida sino a la sociedad burguesa. Rolland aborda la cuestión del arte desde fuera; renueva la acusación que formulara Balzac con las "Ilusiones perdidas" de la transformación del arte y de las experiencias artísticas como mercancía; muestra la soledad del artista en conexión con este mercado general como una retirada precisa y una expulsión. La vida transformada como hostil al arte abandona aparecer como abstracta y la lucha del artista exterior e interior se transforma como un rescate animosamente desesperado e intrépido del arte del naufragio en el oleaje del mercado industrialista de las mercancías.

Eliade
Romain Rolland es quien ha contribuido a la consolidación de la fama que Ananda Coomaraswamy ha alcanzado en nuestro continente. La traducción de su volumen de ensayos "La dance de Shiva" (1922) llevado a cabo por Madelaine Rolland fue presentada al publico francés con el caluroso prefacio del autor de "Jean Christophe". Romain Rolland se encontraba bajo el hechizo de la India y el ánimo asiático. Había publicado su "Mahatma Gandhi" y preparaba los volumenes de circulación restringida sobre Ramakrishna y Swami Vivekananda. Ananda Coomaraswamy ataca frontalmente el sentimentalismo y el humanitarismo de la Europa profana. Hace diez años cuando hablaba de la crisis de Occidente y del deber de los intelectuales de defenderlo los fervientes negadores de Asia que reivindicaban la escolástica tomista o el racionalismo cartesiano atacaban indistintamente a los hindues y a Romain Rolland, Keyserling, André Gide y otros "patéticos de la confusión y lo caótico". Pero en lugar de aliarse con Bergson y Keyserling, Coomaraswamy se inclinaba a Aristóteles, santo Tomás y Dante.


E. M. Forster

Adquirir el don del disimulo.
Mauvais quart d´heure.
Baedeker de tapas rojas, Guía del Norte de Italia.
Sabemos que procedemos del viento y que a él volveremos, que la vida es un problema, una confusión, una imperfección de la eterna placidez.
Amémonos, actuemos y disfrutemos.
Profundas razones.
En otoño, los escorzos caídos dan olores reminiscentes de la primavera.
Conversación abierta, recurrir a diferentes grados de reflexión.
Sistema de revolverse frente al ideal.
Hora de la irrealidad, en la que los elementos extraños son reales.
Criaturas con negras capuchas, que aparecen en los sueños.
Investigación abstracta.
Elemento mágico, tomar idéntica posición, camaradería eterna.
Complacencia del destino.
Cálculos realistas.
Argumento. Amor, crimen, rapto, venganza.
Partie carrée.
Profanación monstruosa y humillante.
Perseo y Judit, Hércules y Thusnelda, han dado o soportado algo y, aunque son eternos, la eternidad les ha llegado a través de la experiencia, no antes.
Humor mordaz.
Punto de vista científico.
Abundancia de perspicacia.
Simulación de ascetismo.
La Naturaleza, el más elemental de los tópicos.
La tierra, donde siempre hay sombras, porque hay colinas.
Los secretos tienen ese inconveniente; perdemos el sentido de la proporción; no podríamos decir si nuestro secreto es importante o no.
Londres. Es menester una cabeza muy fuerte, para soportar el vivir entre demasiada gente.
Masa de filosofía.
Es un hecho, que las coincidencias son mucho más raras de lo que suponemos.
Agua, cielo, verde, una brisa... las cosas, que ni las estaciones pueden tocar y que se extienden más allá de donde el ser humano puede llegar.
Imposible profetizar el futuro con ningún grado de exactitud, imposible ensayar la vida.
Menesteres que oprimen al mundo.
Juego de la conversación.
El movimiento debe engendrar sombra.
Humor crítico, no partidario de la exaltación.
Amor y deber.
Armadura de falsedad.
Rabia precisa.
Vieja concepción, que retrasa Europa en cien años.
Puros ideales abstractos, opuesto a más distinguidos.
Debido a su cultura, un profundo asceta.
Enemigo interior.
Tolerancia y cultura.
Novelas con una finalidad.
Incidental ventaja de ser verdad.
Detestaba las confidencias, porque llevaban a una experiencia propia y a cualquier suerte de terrores, como la claridad.
Instrumentos de la vida.
Tienda Mudie.
La pasión es cordura.
Aunque vivir es algo espléndido, es difícil.
El ser humano debe aprender el uso de sus cumplimientos mientras va viviendo, especialmente la eficacia del amor.
Amarse mutuamente.
(Una habitación con vistas)


Moravia
En "Pasaje a la India", de E. M. Forster, el sentido de irrealidad de la India y de los hindúes constituye el fondo del relato y especifica su desarrollo. Lo que separa y opone la novela a ingleses y a hindúes no es el color de la piel o los abusos del colonialismo, sino el distinto sentimiento de la realidad, que para los primeros es un hecho, mientras que para los segundos es algo fluctuante, incierto.


Edgar Rice Burroughs

Grave dignidad.
Acusar de negligencia.
La inflexible determinación de no rendirse ante lo inevitable, sino como ultimo recurso.
La vitalidad y resistencia de un león.
Encontrar una luz acusadora en las pupilas.
Tono confidente y dulcísimo, impregnado de emoción.
El brillo que sólo anima los ojos de los fanáticos.
Tono exaltado, bajo el hechizo de un éxtasis, que le arrebataba.



Hemingway
Un Tarzán condenado a vivir a lo largo de una selva de acero templado.

Vian
Un tilingo que hacía el Tarzán.


Machen

Fórmulas literarias. Derechos de la imaginación pura o literatura asentada sobre un origen científico.
Despreocupadas alegrías de una bohemia, a la que faltaba la sal de la adversidad.
Lo maravilloso, increíble, improbable, la coincidencia extraordinaria.
Angustias entre la concepción y la ejecución.
Tabernas de Fleet Street, ambiente literario.
Aprender el secreto del éxito.
Entrar en la corteza del misterio.
Rigor intelectual.
Mano helada del desaliento.
Callejuelas protoplásmicas.
Incoherencias manifiestas en la conversación.
Concepción inicua, que llamamos tiempo.
(Los tres impostores


Jean Giraudoux

Tomar emociones inútiles.
El miedo de las personas de valor.
Los sonámbulos, cuando alguien grita su nombre, mueren
Ardilla, cisne, oso, ronda de animales legendarios que los alemanes llaman a su prestación.
Mano de náufrago.
Grito de la lechuza.
La charlatanería incoercible de los elementos.
Júbilos de comicio agrícola, delirios de mutualidad.
Aprovecha la fosfatina a una criatura gigante.
Respirar los gases deletéreos de Europa.
(Siegfried)

Genio cariñoso, flojo.
El horizonte en fusión.
Modesto arco iris azul y rojo.
Un arco iris con sus siete círculos que sin motivo me conmovía, me entristecía como si hubiese anunciado el descenso de las aguas de mi infancia.
Afinidad dolorosa.
Argumentos suntuosos, comparaciones fastuosas y expeditas.
Ejemplo o referencia.
El hurón minucioso con su husma.
Esa modestia que la aventura nos infunde.
Los filósofos irlandeses aprobaban el rapto.
Daba que reflexionar doblemente, como la contestación a un enigma desconocido.
La obstinación; la suave eternidad de los astrónomos.
Corté los lazos que me amarraban a la nostalgia, al spleen vivientes.
La altura justa que el escándalo no puede saltar.
Cada frase representaba mi memoria con personajes vivientes.
Las desdichas reservadas para soberanos ufanos.
La Luna de abril con cerco, amenazadora.
La fuerza que antaño se pedía a los filtros.
El azar, la ley de los numeros.
Los rincones yertos y duros de mi memoria.
Me invadía una emoción plenamente romana, de esas que hunden el pecho, una alegría de tribuno enamorado y ceñido por una armadura de junturas de oro.
Piedad que los moribundos tienen por indiferencia a los que quedan.
(Simón el patético)

Precaución, reserva mental.
Admirar sin egoísmo, sin concupiscencia.
Las referencias, la amistad, el recuerdo.
Un ser humano que había permitido ir a pique su existencia de otrora colmada de objetos.
Los lazos y anclas de este mundo.
El pasado, su práctica y sus usos.
Aspiro a vivir solo, libre, despojado.
Centenares de seres humanos que no son más que una expresión, pero dotados al completo de músculos y glándulas.
La perfidia se ha deslizado a mi alcoba.
El equívoco, el comprometimiento, los celos.
Displicencia, prejuicio.
La acusación sigue al reproche.
Con la edad estoy que el egoísmo del ser humano es renunciar a sus dones y a su deleite. El peor, el menos generoso de los egoísmos.
La vista a buen recaudo sobre los desvanes.
La pura existencia.
De todo sabe prescindir la desesperación.
El rostro empalidecido con el sueño diurno.
Expulsar los egoísmos y la derrota, la ceguedad del desastre.
La historia de la durmiente de Brentano.
Tu futura viuda, tu mujer de los dulzores de la nada.
Dentro del agua oscura de la alberca ve los ocho inmóviles flamencos rosados que levantan una de sus patas para que los niños comprueben su verdadera longitud y no crean que son infinitas.
El sueño vuelve a invadirme tu sueño futuro.
(Combate con la imagen)


Arthur Conan Doyle

Ciencia de la deducción.
Cocaína. Influencia físicamente mala, sin embargo, estimula y aclara la mente de una forma trascendental y sus efectos secundarios son pasajeros.
La aburrida monotonía de la existencia, opuesto a la exaltación mental.
Extender las actividades.
Vieja pipa de raíz de eglantina.
Cualidades del detective ideal. Facultad de investigar, facultad de deducir y experiencia.
Tabaco lunkoh de la India.
La explicación para definir los límites de la investigación y la deducción.
Acusar de utilizar una disculpa débil e insuficiente con la que tapar el fracaso.
Problema abstracto.
Suposiciones, hábito que destruye la facultad de razonar.
Mundo triste, lamentable e improductivo.
Ojos espirituales y simpáticos.
Exteriorizar síntomas de intensa emoción interior.
Tono seco y propio de un ser humano práctico.
Telegrama. Su mensaje rebosaba cariño y amor.
Islas Andaman. Vigilancia de los convictos.
Intuición muy correcta.
Es primordial no permitir que nuestro razonamiento termine influido con las cualidades personales.  El cliente es una simple unidad, un factor del problema. Los factores personales son antagónicos del razonar sereno.
Hábitos de negociante y fuerza de carácter.
Simples caprichos de la imaginación.
Una hipótesis alternativa que encaje con los hechos.
Espantosos edificios de ladrillo nuevo y llamativo como tentáculos monstruosos que una ciudad gigantesca reflejaba hacia el campo.
La avaricia es algo ciego y estúpido.
Extraordinaria cadena de circunstancias.
Profesiones científicas.
Una escultura viva del terror.
Aire de profesor clínico.
Precepto. Una vez eliminado todo lo imposible la verdad está con lo que queda por improbable que asemeje.
Muerte por un fuerte alcaloide vegetal, sustancia similar a la estricnina, produce el tétanos, sustancia mucilaginosa.
No hay tontos más molestos que los ingeniosos.
Librar de la acusación.
Aspecto desagradable de la vida.
Reptil lución.
Creosota. Líquido incoloro, se extrae del alquitrán por destilación. Producto empleado para el cuidado de la madera.
Blondin, célebre equilibrista de la época.
Bala Martini.
Grandes fuerzas elementales de la Naturaleza.
Entusiasmo profesional.
Simple problema intelectual abstracto.
Robo con escalo casual.
Materia para sorprender y asombrar.
Dragón y conde malvado.
Tremenda e infundada acusación.
Recurso ingenioso.
Examinar con ojo crítico.
Efectuar una estratagema sutil. Suelen ser producto de una educación elevada.
Mientras el ser humano tomado singularmente es un acertijo irresoluble, el conjunto de los hombres se transforma como un axioma matemático.
Máscara de estoicismo.
Desgracia, bendición disimulada.
Feringhee. Europeo.
Wilson tomó Delhi y sir Colin hizo levantar el asedio de Lucknow. Nana Sahib huyó al otro lado de la frontera.
Desarrollar un juego fino, pericioso y garantizado.
Fondo suficiente para actuar.
Pasión atropelladora, absorbente.
El amor es una disposición emotiva y todo lo emocional es opuesto al razonar frío y sereno.
(El signo de los cuatro)

Respeto, honra.
Cosacos y merodeadores.
Lanzas de los cosacos.
Grande influencia que ejerce uno que sabe lo que quiere sobre otros que no lo saben.
Visión vaga y torpe de un ebrio. Nube de la embriaguez.
Haber visto la historia por dentro.
Asertos del sabio o escribidor.
Hechos manifestados.
Suerte de las circunstancias notorias.
El viejo bulldog de la otra parte de la Mancha (Inglaterra) gruñía, pero no podía salir de su perrera.
Actuar con prudencia.
Jurisdicción de la diplomacia.
Deseo temporal.
Combinaciones extraordinarias de sucesos.
Me siento más tranquilo cuando, pasado el tiempo de la reflexión, llega el momento de actuar.
Boinas negras de España.
Ni contestación ni movimiento.
Loco de desesperación.
Corre un cobarde cuando su vida peligra.
El Destino sigue al ser humano.
Asestar golpes al acaso.
Colocado por el destino en una situación cruel.
Espectáculo inolvidable.
Desprenderse de las memorias.
Haberse portado bien, a la altura de la reputación.
Lo similar de los modales y el conjunto.
Impulso que hace actuar.
Matador de los miserables.
Devanar los sesos para encontrar una explicación.
Haber olfateado el lance.
Las circunstancias han variado.
Excelentes razones.
Evitar el escándalo.
Valentía y potencial.
Consumido de tedio y apenado.
Incluso entre los mejores hay grados de excelencia.
Experimentación, decidir con resolución.
Llena la imaginación de amagas reflexiones.
Un sitio deriva siempre algo aburrido.
Bart, nombre honorífico, como el don de España.
Exigir la palabra.
Invencibles aficiones al sport.
Sólo el pusilánime imagina lo peor.
Dar señales de carácter y de genio.
El menester carece de ley.
No se debe llamar desgracia a ningún suceso hasta ver cómo termina. A cada paso suelen verse las cosas desde distinto punto de vista.
Equivocación y refinada astucia.
Ojos de lince.
Ansiedad de la huida.
Cuando uno encuentra tontos obstáculos es menester mover el rey.
Rápido para concebir y ejecutar.
Por cuanto a valor, el pueblo ignorante y necio cree que los soldados de su país son más valientes que todos los demás. Pero no es grande la diferencia que existe y, aunque los ejércitos varían mucho de disciplina, todos son casi igualmente valerosos.
La oración del justo halla siempre su recompensa.
Verdad y modestia.
Cada cual sabe mejor que nadie cuáles son sus buenas y malas cualidades.
Ser humano cualificado encargado de cumplir una misión.
Siempre la suerte acompaña a los necios y más vale que sea de esa manera, o el mundo quedaría a merced de los astutos.
Vencer dificultades con talento.
El momento más propicio para atravesar un país de guerrillas es tras un atentado, y el instante más peligroso cuando todo está calmado.
Era inútil trabar combate, con el cual podía yo perder mucho, sin ilusión de ganar nada garantizado.
Ojos azules como el Garona y fríos como sus aguas.
El título de embajador tiene privilegios limitados.
En el salón sonaba el movimiento de la reunión.
Diplomas y mensaje.
Objeto del mensaje.
Encargo sencillo y llano.
Es preferible ser perseguido hacia adelante que hacia atrás.
Cruzar las mentes con la rapidez de un rayo.
Despreocupado ademán.
Situación difícil.
Dificultades grandes.
No debe omitirse nunca ninguna precaución.
Actuar como las circunstancias lo exijan.
Hemos garantizado el peón, pero la mano que lo juega está fuera de nuestro alcance.
Abusar de la situación.
Falsedades y embusterías de la corte.
(Las Hazañas del Brigadier Gerard)

El relato se ajusta a la Historia con la exactitud posible de conseguir a fuerza de investigación y dura actividad.
A lo más que puede llegar el cronista es a percibir la cadencia y el estilo de la manera de hablar inyectado de un saborcillo primitivo que sugiera las maneras de expresión.
Nube monstruosa, púrpura y peluda, cargada de amenazas catastróficas.
Setas monstruosas de tamaños y colores nunca vistos; escarlata y malva, ahigado y negro.
Gran nube purpúrea.
Un plebeyo atacante negro.
Las leyes tiránicas declinaron aplicarse porque no había quien obligase a cumplirlas y no hubo ya nadie con la aptitud de volver a ponerlas en vigor.
Lagos de Frensham.
Sello de esclavitud e infamia.
Inflexible Destino en su propósito.
Cuestiones de precedencia o conducta.
Entusiasmo de la aventura.
Huéspedes distinguidos y gente del común.
Reflexiones y preocupaciones de un estadista y guerrero.
Halcones. Peregrino, azor, merlín.
Grados y categorías de la caza. La de la liebre, el ciervo y el jabalí deben estimarse superiores.
Cete de tejones, enjambre de zorros, pompa de leones, extraordinario de jabalíes, estrépito de cerdos, bando de faisanes, manojo de agachaderas, pasada de chochas.
Té malva, té tanaceto.
Winchester capital sajona; Canterbury ciudad santa de Kent.
Inmensa selva del Weald, robledal.
Estaño de la región de Cornwall, lanas de la región del Oeste, hierro de Sussex.
Mallas de la ley.
Humillo del combate.
Ánimo combativo.
Rojizo zorruno.
Reglas de equidad.
Talego de los de guardar galleta.
Pericia y precaución de un guerrero veterano que permite el margen más pequeño posible a la casualidad.
Firmeza de carácter, no precavido.
El ánimo se halla por encima del cuerpo.
Armiño de Bretaña.
Conciso y claro toque de un clarín de guerra.
Ola de acero.
Valerosos guerreros de la más valerosa raza de Europa, hombres cuyos apellidos eran como clarinadas de un clarín marcial, los Beaujeu y Chatillon, Tancarville y Ventadour.
(Sir Nigel)


Joyce
Me gustaría preguntar a esa persona Sherlock Holmes que anda removiendo los techos de nuestros clásicos criminales con qué deductio ad domunum espera de tacto detectar.
Sherlock le anda a la lorca.

Kipling
Papel de Sherlock Holmes. Método y paciencia.

Barr McCutcheon
Sherlock Holmes diría que usted ha venido en coche.

U. Sinclair
Los papeles secretos de Sherlock Holmes.
Con tu aire inocente y reservado y hablas como el propio Sherlock Holmes.

A. Huxley
Maravilloso, mi querido Sherlock Holmes.

Highsmith
Unió las puntas de los dedos y quedó viendo fijamente el espacio a la manera de Sherlock Holmes reflexionando.

Kerouac
Desconcertó a Sherlock Holmes, el cual volvió a la comisaría.
Actuaron como Sherlock Holmes aficionados y repetían las preguntas esperando que cometiéramos algún desliz.

Orton
El misterio del Mary Celeste.

Belsey
Las hipótesis son indispensables para el discurrir humano y son usadas por los detectives (Sherlock Holmes). Forman un método científico (el método hipotético-deductivo) estrechamente ligado con la afirmación.

King
El perro de la historia de Sherlock Holmes que no ladraba.
No había que ser Sherlock Holmes para deducir.
Cuando Arthur Conan Doyle mató a Sherlock Holmes en Reichenback Falls, la Inglaterra victoriana protestó y exigió que volviese. Doyle fue amonestado por su propia madre cuando le comunicó su pretensión de terminar con Holmes. A vuelta de correo recibió su contestación indignada. <<¿Matar a ese estupendo Mr. Holmes? ¡Tonterías! ¡Ni se te ocurra!>> 

Sanders
Un nuevo misterio de "Mary Celeste". Todos los signos de la vida, pero sin vida.

Themerson
Sherlock Holmes es un títere hecho de papier maché. Se podrían volver a escribir sus historias para demostrar que señala al sospechoso equivocado y que permite que el auténtico criminal siga libre.

Mackie
¿Vive Sherlock Holmes realmente en Londres?

Cook
Suspicaz Sherlock Holmes.

El trío de la Dama Negra
Sherlock Holmes, el famoso investigador.
Sherlock Holmes se llama William Sherlock.
La piel de Sherlock era blanca como la leche, se movía de manera rígida como si tuviera los huesos de pedernal.
Irene Adler, norteamericana.
El investigador más grande de todos los tiempos.
Sherlock Holmes preparado para percibir los mínimos matices de las frases, las expresiones de la cara, los tonos de voz. Los casos se resuelven gracias a los detalles. Y los detalles a menudo son simples. Pequeños frutos de la casualidad.
La muerte es tal vez el acontecimiento más natural de la vida.
No saber los motivos para quitarse la vida.
La hipótesis de un suicidio muy teatral es válida.
Cuantas más personas metan la nariz al asunto mayor es el peligro de que se embrollen las pistas.
Sherlock no se había movido ni un paso y no había dicho ni palabra como si algo lo trastornara.
Sherlock absorto.
Las largas pausas de gran efecto de Sherlock.
Un caso singular y enigmático.
Una investigación realmente cuidadosa.
Un indicio que pudiera poner tras la pista adecuada.
El padre de Irene Adler, Leopold, era un gran industrial alemán de trenes y vías férreas por cuenta de la familia real bávara.
Las largas y uniformes zancadas de Sherlock.
Sherlock era tremendamente delgado.
Con Sherlock no valían de nada las formalidades.
Sherlock prepara la comida y la cena de sus hermanos para que la mamá pueda jugar tranquilamente a las cartas con las amigas.
Irene Adler es adoptada.
Sherlock imperturbable.
Sherlock con la vista ausente y mordiendo el labio inferior.
Mycroft (el hermano mayor) y Violet, los dos hermanos de Sherlock.
El rostro divertido de Sherlock Holmes.
La sonrisa burlona de Sherlock cada vez que alguien estaba a punto de admitir que había hallado algo antes que los demás.

Pinker
Las pesquisas al estilo Sherlock Holmes.


Sax Rohmer

Farfullar un demonio.
Ojos vidriosos del delirio.
Carcajada demencial.
Tono de reserva estudiada.
El destino es un timador.
Traspasar la zona fronteriza entre la realidad y el sueño.
Demostración de fuerza pura.
Núcleo de la razón y la vida.
Alas de la muerte.
Manto de la inconsciencia.
No existe ninguna palabra, en ningún idioma, en la que una letra aparezca tres ocasiones seguidas.
Tono emocionado.
Dedos helados del pánico.
Pusilanimidad infantil.
Arsenal de horrores.
Retrospección que pasa por la mente del ahogado.
Uñas largas de un vampiro enterrado en las épocas oscuras.
Nerviosismo febril.
Demonio del silencio.
Los animales de la selva suelen quedar callados cuando truena.
La sensación de que a uno lo están siguiendo, se examina un síntoma de un trastorno nervioso.
Horror palpable.
Terror misterioso.
Con la cabeza como una olla de grillos.
Las malas noticias trazan una sombra larga detrás.
De repente, la ley natural de las cosas se impuso.
Graves ojos irlandeses, brillantes.
Milagro científico.
Arsenal diabólico del pasado.
Sexto sentido, que me avisaba cuando alguien me espiaba.
Haber agotado mi cupo de suerte.
Poder de cualquier potentado vivo.
Criminal probado.
La Revue de Montecarlo.
Llevar en la sangre la marca indeleble del puritanismo.
Pellizcar el lóbulo de la oreja, una costumbre, señal de una profunda preocupación.
Determinación feroz.
Afinidades entre las mentes.
Libertad, cordura.
Idea exigida por la experiencia.
(Los Misterios de Si-Fan)


Walter de la Mare

La ansiosa indecisión que trae consigo la enfermedad.
Guardemos nuestro lado loco.
Un toque de aventura.
Las sombras yacían como alas eternamente plegadas.
El canto estridente y desapasionado del petirrojo.
El rosa llameante que había surgido rápidamente desde el oeste hasta el cenit menguó suavemente y al cabo de unos minutos solo un tenue color naranja ardía al oeste.
Ronroneó un chotacabras.
El silencio del rocío.
La oscuridad yacía como el dobladillo de una enorme capa cuyas joyas sobre el pecho de su portador podían ser en la insondable claridad las resplandecientes constelaciones.
Tono aburrido.
El terror, la rabia y el horror.
Una rápida y astuta idea.
Sal volátil.
Un tono tranquilo e infantil.
La vista desviada pétreamente.
Richard Quain (1816-1898) médico irlandés. "Diccionario de medicina".
La mezcla de contenidos del cajón.
La actitud exterior.
Tono tranquilizador.
Un toque de humor austero.
Primero el golpe; horas después el hematoma.
Aburrido e indolente.
Un Sésamo, un poder de transformación.
Unos ojos profundos significativos desolados y, sin embargo, indomablemente valientes. El cerebro que tenían detrás desarrollaba una discusión lenta e impasible. ¿Qué sueños pueden venir?
Decidiendo la vida inescrutable y la justa muerte.
La lasitud mortal de la locura.
Concentración de lince.
Una emanación fantasmal.
Tono cauteloso.
El terriblemente tenue control de cada uno sobre nuestra mera personalidad.
Un sueño tranquilo y completo de postración total.
El shock, lo increíble, las consecuencias.
Se simplifican las cosas con el mero uso.
Una imaginación morbosa.
Jeremy Taylor (1613-1667). Clérigo alcanzó fama durante el Protectorado de Cromwell. "Holy Living and Dying".
Un librito dorado sobre flores silvestres.
La emoción del momento.
Una ilusión morbosa.
La memoria le hizo latir el pulso.
La memoria traicionera.
El frenético indicio del método notable de los locos.
Una estratagema exitosa.
Aguantar una dificultad con descargo.
Decoro silencioso y hostil.
Encogió los hombros como si fuera a recibir un golpe.
Encogiéndose de hombros con disgusto y enojo.
Miserable falsedad y subterfugio.
Con un desdén inarticulado se encogió deliberadamente de hombros.
Objeto de alarde o publicidad.
Legiones de sueños son los aliados de la influenza.
Sin emoción, sin bromas.
El niño a quien los atareados petirrojos del tiempo habían cubierto hacía mucho con las hojas de numerosas horas.
Un manantial de ternura.
La extraña sensación de inmaterialidad que el sueño aporta al cuerpo.
Las caras alargadas que uno ve en los sueños como las de un halcón, como las de un prestidigitador.
El gorjeo de un zorzal con las primeras luces.
Una extraña inteligencia fantasmal rondaba el rostro inquieto.
El brillo dorado de los libros inutiles.
La ansiedad prolongada se manifiesta con el tiempo.
La actitud se intensificó con su quietud.
Monstruoso, frenético y cruel.
Césped silencioso.
El crepusculo se espesaba rápidamente.
Un enorme abismo de silencio.
Un ligero tono satírico.
Una expresión de consternación, de incredulidad, de asombro abrumador.
El yo familiar y cotidiano.
Un viejo amigo prudente y práctico.
Una condición de hostilidad pasiva e inamovible.
Un escéptico incorregible.
Firme, untuoso, sutil escepticismo.
Tono formidable.
Abruptamente inconcebible negligencia somnolienta de la naturaleza comun.
La mirada, esa impactante simulación humana.
Hay mucho lugar para los escépticos en un mundo como este.
Puso los ojos en blanco como si sufriera un vértigo temporal.
Los fragmentos de sueños, los susurros y las llamadas sombras del subconsciente.
Los argumentos dispersos sin propósito.
Un silencio inmóvil y sobrenatural.
El eco de la realidad.
Una explicación vaga.
Incluso una alucinación es algo mental.
Uno simplemente hace conjeturas cuando su temperamento o sus persuasiones flaquean.
Cada ser humano es una horda de fantasmas como un nido chino de cajas, robles que eran bellotas que eran robles. Somos todo lo que somos y a todos nos importa soñar que somos.
Un toque de alegría.
Libros puros inexpugnados que se leen como una confusa mentira.
Un silencio intenso e impotente.
Nuestros cuerpos se transforman: edad, enfermedad, mente, pasión, fatalidad. Demuestra que son increíblemente plásticos.
Somos esclavos de la mera repetición.
La frontera de lo inesperado.
Cuanto a la identidad, la semejanza o la personalidad solo tenemos a nuestros vecinos y un recuerdo que se desvanece.
El miedo vasto y amenazador.
Un vago presentimiento.
Un cansancio plomizo.
Una incesante monotonía ligeramente argumentativa.
Experimentos amateurs de ayuda.
Probar una historia inconcebible.
Los pájaros malvados retornan a casa para descansar y a menudo de un cielo despejado.
El estigma moral.
Conceptos erróneos.
Hundiéndose bajo el frío tenue y apagado del aburrimiento.
El velo negro se extendía de manera tentativa, especulativa, impenetrable.
Dinero como soborno para callar o como ofrenda de agradecimiento.
La experiencia doméstica.
El silencio semejaba una criatura nocturna bastante elegante esperando tranquilamente ser alimentada.
La presencia magníficamente contenida.
Una pertinacia casi de rana.
Con un estrépito vertiginoso y repugnante sus reflexiones daban vueltas.
Los ojos fijos de un animal.
Un higo por tu vanidad y resignación.
La oscuridad semejaba fría y quieta como el agua.
Un francés amoroso, aventurero y emocional.
Una visión lejana de una criatura insignificante y perezosa que se debatía sobre la corteza de un mundo incomprensible.
Las influencias que habían inflado con gaseosa valentía.
La vieja inquietud, el viejo hastío sin amigos y premonitorio.
La trama del silencio.
Sus siguientes palabras salieron apagadas y como si le hubieran sacado a la fuerza el comentario.
Solo somos diferentes con nuestras diferencias.
El ángel registrador.
Completo, radical.
Debatiendo el caos aquí y el caos futuro.
Enriquecer nuestro hastiado idioma un neólogo.
Histriónicamente. Actuar bajo la influencia de lo sublime para poner perplejo, desconcertado o extraño con la alteridad.
Una visión imparcial y sin prejuicios.
Apiadarse hasta las náuseas positivas.
Profundo, radical, agudo.
Las ventanas de un sueño.
Un argumento preliminar largo y poco estructurado.
Incluso un sueño debe tener un gancho.
Un material infinitamente complicado.
Todos somos parásitos psíquicos.
Un consejo oscurecedor.
Genial pero lánguido.
Un archipiélago positivo de hallazgos preciosos.
Ese frenético Tophet que llamamos Londres.
Coleccionando el tipo particular de material de lo que podríamos llamar chusma.
Pobres desgraciados tontos como traseros de malvasía; tontos como tambores sin baterista.
Con tranquilidad la tarde fluye hasta la noche.
Motivos puramente egoístas y prácticos.
El viejo yo también era nada mejor que una máscara sofocante.
Los lobos expulsan de la manada a los viejos, débiles y mutilados. 
El ultimo y débil remolino del atardecer.
Los párpados cerrados de una indiferencia ciega semejaban saludar al vagabundo desde las ventanas con cortinas.
Consciente de un peculiar sentido de la propiedad.
Liberar la memoria de la inquietante y fortuita sensación de extrañeza.
Un golpe de gracia arrogante y despiadado.
Las teorías por brillantes y extrañas que fueran no podrían ser otra cosa; una historia estupidamente extensa.
Un gran granero de atractivos distraídos.
La sutil atmósfera cristalina del sueño se había apoderado de la autoconciencia y casi borrado el significado del pasado.
El yo nunca duerme bajo las mareas y olas de la autoconciencia.
El azar y los acontecimientos de una vida desaparecida han derribado el velo que la edad gira denso y rápido.
Aunque llamemos a la vida un viaje y a la muerte una posada llegaremos por fin al anochecer cuando todo haya terminado.
Tono tranquilo y desapasionado.
El poder político es el espectáculo de los inteligentes o los engañosos dirigiendo a los aburridos.
Un shock de vergüenza.
El instinto a través del intelecto.
Soy un paria, un delincuente atrapado con las manos en la masa que ha llegado en persona a un proceso justo y espantoso.
Un silencio difícil con el que solo se percibía un mínimo grado de nerviosismo.
El oído exquisito como un invento de la ciencia registrando pasivamente el menor sonido.
El corpulento encogimiento de hombros fue casi audible.
Se movía con su total espléndida impotencia de seda y presencia a lo largo de la línea de visión general.
Ver es no creer.
Un abismo insondable de reflexión.
Insistir no con la palabra sino con la manifestación.
Una llamada o el paso del viento.
Un truco astuto, inteligente y abominable.
El panorama de su vida crujía con cada sacudida.
Una vieja historia rancia.
Sombría pompa.
En la totalidad de las esferas de la existencia lo similar atrae lo similar.
La hospitalidad de la oscuridad.
Volvió a caer bajo un ensueño gigantescamente meditado con formas que solo la imaginación concebía vagamente: los callejones remotos de su mente se agitaban con un tráfico sombrío e incesante que al menos no era asunto de esta vida escuchar o ver.
Tono triunfante.
Las personas aburridas y suspicaces desconfían de los extraños.
Disfrutar conversaciones atractivas e instructivas.
Una actitud peculiar: una verosímil inquietud o furtividad del comportamiento.
Una expresión de abismal desconcierto.
Manifestar la cepa extranjera.
Sin rastro de emoción o coacción.
La oscuridad mohosa.
Llega tarde o temprano un momento de la vida que no queda nada más que hacer que cerrar los ojos y seguir cometiendo errores.
El extraño y prolongado suspiro de la lluvia en la ventana.
(El retorno)

Retazos de la conversación.
Las reflexiones de otros no son interesantes como sus experiencias.
Las cuentas de la vida se ensartan en un solo hilo, por sueltas y dispersas que semejen.
Treinta y tres son los ingredientes de ese antídoto soberano, la Triaca Veneciana.
Acusar de insensible e inhumana.
Ceñirnos a la realidad y empezar por el aparente comienzo.
Viejo dicho de Kent. Untar de manteca el tocino.
Un comentario críptico, que llenó dos cantaritos a rebosar. Del proverbio Pitchers have ears, los cántaros tienen orejas (asas), equivalente a las paredes oyen, o hay ropa tendida.
Un mundo en el que todo es efímero.
La o, en inglés, se añade en ocasiones, en el habla familiar-humorístico, a la terminación de adjetivos y sustantivos. Little-o, niñerías.
Quisquilla, shrimp, se aplica en sentido despectivo a la persona de aspecto raquítico.
Leer como un profeta minero.
Zarzas festoneadas de convólvulos y clemátides.
La experiencia lanzó una luz apacible sobre mi ánimo.
Tres divisiones inferiores del mundo animal; radiados, articulados y moluscoideos.
La luna no es más que una pura mole.
Las cosas son el doble de buenas e interesantes, porque hay palabras para nombrarlas.
Azares y avatares, cuidados y tribulaciones del mundo.
El futuro se acercaba ceñudo.
No podemos ni alterar el pasado ni prever el futuro.
Cómo se enreda la madeja de la vida.
La autoconciencia crecía débilmente en su visión.
Si los fantasmas de la memoria poseen alguna realidad.
Hacerse esclavo del estómago es un disparate.
Dos misterios grandes, el origen y el fin de la vida.
En pocas ocasiones se encuentra la Valentía en los linderos del sueño.
Silbido del murciélago.
Chillido de cacería de una rapaz nocturna.
Cucarachas, seres acorazados, nocturnos, de olor agrio, los machos tienen alas.
Cecean y gorgotean los estorninos.
La costumbre temprana es una segunda cualidad natural.
Si sueñas con huevos es que te va a salir la colocación que quieres. Soñar con peras es indicativo de grandes caudales, riqueza y de ascensión a una esfera más alta. Para una mujer, denotan que se casará con alguien de rango superior, con título y que vivirá con lujo. Para los que comercian, denotan éxito y un futuro de prosperidad y elevación.
Visión feroz de pájaro de una gitana.
La curiosidad, la befa, la aversión y la adulación del mundo.
Mil jerigonzas de la enredada nana del agua.
La áurea Moscú.
El líquido ámbar, rubí y esmeralda, que llamaba la clientela a una botica.
Es Moscú lo que sobrevive, no el viajero ingenuo.
Cara de severidad plácida.
Reflexiva y conversadora no copiosa, aunque pausada.
Manifestar mi respeto casi inexpresable.
Envolverse en un manto de reflexión.
Vislumbrar con deseo, como si fuera a revelar un profundo secreto.
Es natural volverse raro cuando se está mucho tiempo solo; juega uno consigo y la parodia se difumina.
Un haya enorme ahorquillaba sus raíces.
Tejer una corona de flores de hiedra y peralito.
Alquileres de los bancos.
Orión, desparramado en la oscuridad, el Gigante, agitando en el aire sus fuegos prodigiosos.
Mágicas luminarias. Bellatrix, la enorme Betelgeuse, Aldebarán, Sirio con sus súbitas erupciones de carmesí incandescente, entre sus esmeraldas y zafiros; Deneb, Vega, el Cochero, Algol.
Es un hecho, que el miedo, si está de buenas, es compañía estimulante.
Refrenar los ímpetus.
Mantener la conversación.
Teniendo la tierra sus polos y su ecuador, están estos en referencia con la eclíptica y el ecuador celeste.
Ansia infantil de huir.
Odiar con pasión.
Clavados los sentidos en el rumor como un vampiro.
La calidad varía con la cantidad.
Curiosos caprichos de la mente.
Existe una cosa; la amistad sobre cimientos falsos.
Ese ser interior con el que nos traemos conversaciones y debates interminables.
Murió en mí la ilusión, posando una náusea casi física.
Tempestad interior de reproches, humillación y amor despreciado.
Ramas lisas y columnares de las hayas.
Reloj de arena del Tiempo.
Las Seis Hermanas, las Pléyades rutilantes; la Séptima, Mérope, no se ve
Seguir ociosamente como una mariposa los aromas del aire.
La inconstante Algol, el Demonio.
Donde se arrastra el Cangrejo está la pequeña Colmena, Praesepe, entre las Rosas. Muy abajo, la Cabellera de Berenice. Más allá del cochero, esa cosa borrosa dentro de la Banda es la Gran Nebulosa. Y adelante, esa Invisible, que trina, es la Enana, vigila.
Una pausa de reflexión.
Sueño oprimente de los culpables y los obesos.
Lanzarse con ahínco a la conversación.
Desmedidamente caprichosa, de una crueldad gatuna, evasiva y esquiva.
No hay reflexión constante e indesterrable, que no extenúe la mente y debilite el cuerpo.
Lo que no cambia nunca, ese remedo de lo desconocido, que se ve en una flor, en un monte verde, hasta en un animal.
A la derecha, centelleaba Sirio, y al este venía la Hidra de cabeza chata, con Alfard, el Pájaro Rojo, en su rosca.
La tierra emprendía una nueva y fugaz evolución en torno a su dueño invisible.
Fantasías cloróticas.
La mente es más lista de lo que creemos.
Nudo de rizo y nudo al revés; este se llama también nudo del amante fiel.
Lo asombrosamente activos, dominantes y multitudinarios, que somos los seres humanos.
Aullido de asombro.
El terror y el odio de la raza humana.
Personas que prosperan con la atención de la plebe, miembros de la Realeza.
El sol del alivio asomó entre las tinieblas de la autoconciencia.
Conversación triste.
Nudo llano, nudo ahorcaperro, nudo doble.
Sombrías ráfagas de reflexión.
La semejanza humana con los caballos acompaña en ocasiones a una inteligencia fuera de lo común.
Atenazada por una novela.
Mensaje urgente y serio.
El jueves no tiene más que una hora buena; la que precede al amanecer.
Miércoles intermedio.
Visitaciones, en el sentido que antaño tuvo la palabra en español y que sigue teniendo en inglés su homóloga visitation, de aparición sobrenatural.
Entregar el mensaje.
Memoria milagrosa.
Tom o´Bedlam, Tom de Bedlam, apelativo dado a los locos que pedían limosna.
De sus ojos llovieron preguntas imposibles de contestar.
Catarata de comentarios.
Enmendar el mensaje.
Hay peces buenos en el mar como todos los que han salido de él. Proverbio con el que se pretende consolar al amante rechazado.
Hilo del secreto.
No es de sabios reflexionar demasiado
La alusión a las manchas del leopardo se ha hecho proverbial, para referirse a la dificultad de transformar la manera de ser o la larga costumbre.
Fruncir el ceño con horror y curiosidad.
Expresión. Los párpados de la aurora.
El Ser Humano, ánimo maligno, deforma y destruye.
Disposición de especial optimismo.
Ampollas que levanta la intolerancia.
Las cosas, mecánicas, a fuer de inesperadas.
Esa luz interior sin la cual la vida es verdaderamente oscura, sucumbió eclipsada.
Rostro de desafío.
Acusar recibo por correo.
Catarata de la conversación.
Expresión concentrada, a la vez de indulgencia, interés y diversión.
Ceñirse una nube en el crepúsculo.
Condición de salud excelente.
Rayo de jocosidad casi perversa en sus ojos hundidos.
Estalló la conversación como un chaparrón de tormenta.
Afectos instantáneos y fugaces.
Hambre repentina de soledad.
Llana, verde y aristocrática hierba.
La tristeza metida en la sangre.
En las reflexiones no hay particular tamaño, sólo efusividad; no, agudeza.
El tieso liquen, la saxífraga de semillas moteadas y el hisopo de los muros.
Alas de la montaña.
Cara negra de rabia y desdén.
Paciencia de animal.
Thomasina de Bedlam, la forma femenina del loco Tom o´Bedlam.
Transferir presencias.
Urbanidad con la que debía dirigirse San Jorge al Dragón.
Vanesa de plegados colores.
Acusar de engañar y humillar, ser un juguete, traicionar y ensuciar.
Injusta diatriba.
Resonar al calor como dulcémeles.
Acusación de vulgaridad.
Fiebre de alivio, vergüenza y aprensión.
Abril veleidoso.
Prodigio de diplomacia.
Races de marea.
Carta llena de temporizaciones, astucias, evasivas.
Hechos fríos y descarnados.
Reloj idiota.
Estallido de veneno.
Presagio oscuro.
Hacerse y desvanecerse un arco iris en el ventoso azul.
Tejos, echando sus frondillas verdipálidas como abalorios, en las puntas de sus negras ramas.
Alas de la serenidad.
Arrebato de odio y decepción.
Severa determinación.
El mar, llano, en forma de arco.
Cobb o espigón de piedras.
Algún icor o ácido, que repele los parásitos del ser humano.
En el crepúsculo tardío, con el planeta Venus flotando como una gota de agua luminosa en la prímula del cielo de poniente.
Mensaje idiota.
Condición alborotada de la mente.
Miedo repugnante, egoísta.
La vida gasta extrañas bromas.
La capital no es una parte de Inglaterra, sino una informe excrecencia humana, que hay dentro. Estaba muerta casi, de no ser por los seres humanos.
En ocasiones el futuro es más benévolo, pero nunca es igual que el pasado.
Domingo por la tarde, con sus campanadas y su vacío silencio londinense.
Grito salvaje y nostálgico de las gaviotas.
Rocío del cariño.
Llama esbelta y viva de las velas.
Manifestación de gratitud.
Brillantes plumas color esmeralda del colibrí.
Crema de la adulación.
Experimentar mutuamente una afición trasnochada a la verdad.
Vía de evasión.
La más pequeña confidencia es un atajo en el camino de la amistad.
Abundancia de bendiciones.
Visión globular animal.
Fancier. Acepción de aficionado, que se dedica a la cría de algunos animales o al cultivo de plantas concretas, buscando la obtención de muestras con características poco comunes.
Momería, actuación burlesca.
Ataque de la fiebre irregular de la vida.
Hechizo seductor y terrorífico.
Los sucios celos.
En Inglaterra, se llama león al personaje famoso a quien todos ambicionan sentar a su mesa, para lucirlo ante sus amistades.
Sumergirse en novelas similares a las partes más desagradables de la propia vida.
El Debrett es el registro anual de la alta jerarquía inglesa.
Los instintos humanos no son como Apolo, antes bien, siempre se degradan con sus disfraces.
Se visten de Simios y Mandriles; de Serpiente anillada, flexible, vanidosa y seductora.
Hay más de bendición que de maldición, en que el Tiempo nunca esté quieto.
Una fina arista de formalismo se había atravesado.
El amor, vivo o moribundo, aunque no sea ciego, no puede enfocar los objetos con mucha precisión.
Cariño tonto, animalesco.
Conversación tranquila.
Imagen del asombro.
Hilera de tonos silenciosos y suntuosos en su vidriado retiro.
El primer abogado fue un niño expósito, al que prohijaron una tortuga y un zorro.
Un topo con la piel al bies.
El ser humano viene al mundo como las setas de un día.
Silencio desasosegado.
Britania, una señora con una gran pluma en el sombrero, sentada apaciblemente en una silla de tijera, a la sombra de un sauce descopado al lado de un arroyo, y en la otra orilla un toro, que babeaba y resoplaba enfurecido.
Viejo refrán. Se puede ver el día por un agujerito.
Esos horribles etcéteras, que son los que inclinan la balanza.
Envuelta en sombras caía una tormenta londinense, con cerradas trombas de agua.
En las novelas, la protagonista se recrea en las proposiciones de matrimonio como al calor del sol, aunque sus rayos apenas alcancen a calentarle las puntas de los dedos.
Ramillete de boda de gipsófila.
Sardónicas reflexiones.
Emparejamientos conspicuos de seres humanos.
Pequeña pavesa de amor.
Me debatí, lastimándome las alas y el pecho, odiando la vida.
Abogados, tortugas zorrunas.
Ataques de celos.
Peón de los peones y a punto de ser sacrificado, sólo podía ver el tablero de soslayo.
La Sphinx stellatarum inserta su probóscide en el nectario de una flor sin detener el vuelo.
Una casa drásticamente organizada.
Devolver la visión desde el centro de una vorágine de recuerdos.
Carcajada, gorgoteo largo y estrangulado.
Aversión aguda.
Ser humano mostrenco y ridículo.
Miedo cerval.
Las plumas y colores de las Esfinges.
Acometer la náusea física.
Verdades de cajón.
Mente en condición de humillación y malestar.
Negras suposiciones.
Alguno de sus nervios debió de recoger el mensaje.
Ojo estático de una cacatúa.
Camposanto verdinegro.
Un péndulo tictaqueaba despacio.
Péndulo invisible.
El tiempo no para nunca de devorar.
El pasado desplegó su panorama ante mis ojos.
Silencio vacío y cavernoso.
El pasado cercado por un gran muro y el futuro claro y duro como el cristal.
La conversación encerraba pocos atractivos.
Días inagotables de agosto, cercados por el estruendo, el resplandor, el hollín, la magnificencia y la vista fija de Londres.
Boquear como un ciprino dorado.
Acusar de ser un ciprino dorado.
Medallón adornado con el monograma real en aljófar.
Relativamente frugal.
Las penurias que dan dolor de cabeza, que no son ni rojas ni azules, sino una mezcla.
Su conversación rara vez tenía otro interés, que el intelectual.
Un cometa desmelenado por los yermos fríos del espacio.
Soledades extrañas de un cometa.
Misterioso genio.
Un silencio en la conversación.
Temas respetables.
Seriedad maleducada.
Nutrido en un círculo demasiado retirado, para dar con una réplica.
Esfuerzo de la fantasía.
La costumbre es una segunda cualidad natural.
Viejo refrán de Lyndsey. Para escurridiza, la anguila.
Grito nocturno y solitario de la Creación. Hágase la Luz.
Estómago remilgoso.
Inmóvil Esfinge.
Expresión <<apelar de Filipo borracho a Filipo sobrio>, procedente de una anécdota clásica, sobre el soberano de Macedonia.
Apartar de la cara la piadosa sábana.
Facciones, los pliegues indicativos de la buena voluntad.
La garganta seca como el papel.
Reflexionar de una manera densa, pesada.
Su comentario cayó suavemente, como de una nube de puro despiste.
Deleite peculiar, opuesto a animosidad real.
Semblante pesado y moroso.
Debatía el viejo problema. ¿Qué era lo que podía hacer consigo?
Noche de lluvia, susurro y cloqueo de las aguas.
Enviar un mensaje desesperado.
Desierto de la ingratitud.
Dicho. Quien siembra odios recoge quebrantos y se acuesta con cardos.
Gastritis crónica.
A una hierba en invierno, la vida empieza a renovar la savia.
Pasado soñoliento, susurros dulces.
Fauces del destino.
Ataque de asombro.
Estallido de noticias.
Trepar por la escala del éxito.
Jardín. Muro encañado, pájaros, flores.
Qué refrescante bebida la reflexión de la acción, qué reconfortante el primer goteo de la autoestima que renace.
Cada ser humano genial lleva escondida en su pecho una mujer.
Hambre humana de lo monstruoso y lo obsceno.
Impulso nostálgico.
Oropel, aderezo y requilorio.
En el relente crepuscular, los murciélagos despedían sombras débiles y huidizas sobre los cristales.
La luna se había puesto, al este lucía Orión; por tanto, Sirio debía estar escondido debajo de aquel resalte silencioso.
Nubecilla de humo sobre el cráter de un volcán reprimido.
Visión boba y estupefacta.
Reinar el silencio de la tarde.
Mueca grotesca de preocupación.
Con el ánimo en otras latitudes.
Rugido quejumbroso de una fiera.
Explicar obsequioso.
Gravedad estática y peculiar.
Cuando el yo se ve envuelto en la tensión del momento que fluye, se pierde, más allá del tiempo y del espacio, otra presencia toma posesión. Será de esa manera como rompe una flor el capullo, como las mariposas quitan la máscara de la crisálida y como asciende el arco iris en los cielos.
Destello de miedo y desesperación.
La mano que mece la cuna gobierna el mundo.
La maña que una vez se ha adquirido se recupera en seguida.
El éxito trastorna.
El impulso es un patrón caprichoso.
Precipitarse sobre alas.
Imaginación, cámara secreta del ánimo.
Extraños murmullos guturales.
De manera extraña se tejen las casualidades.
Consumiéndome ante el muro impenetrable de tiempo, que me separaba de la hora deseada de la libertad.
El porqué, el dónde y el quién.
En mi mente se levantó un miedo súbito.
Pausa satírica, intencionada.
Sedosidad del tono.
El hipócrita piadoso.
Afrontar mentalmente las acusaciones.
El espantoso orden pasivo de la vida; su carácter mecánico.
El futuro implacable, bostezando sin hacer ruido, el pasado inexplorable.
Vista disimulada.
Captar un brillo de coincidencia en los ojos.
Inclinándome ansioso con las manos sobre el regazo, como una damisela apasionada de novela.
Los consejos valen mucho más cuando se han pedido.
Cólera patente.
Contorsionarse de manera histérica.
Diminutos rotíferos constructores (organismos microscópicos acuáticos), edificando con la realidad una casa exquisita.
Jardín de dalias y vara de oro.
El miedo me había abandonado.
Era otro patrón el que me fustigaba a seguir arrastrándome, con la terquedad y la indiferencia de un vagabundo.
Lágrimas serenas.
Oía correr las arenas en el gran reloj.
Argumentos y súplicas.
Tralla del látigo.
Los leopardos de satinada piel.
Gesto de saludo insolente, opuesto a amistoso.
Curiosidad de la plebe.
Sílaba de ofensiva.
Helado de miedo.
Piedad terrorífica.
Argumento astuto.
Vendaval equinoccial.
Insulto incalificable.
Horror del ánimo.
¿Qué era la humanidad, sino una mona vestida?
La pálida luz azafranada de la luna.
Tahúres, golfos y suripantas.
El ánimo, al dormir, se desmaya, se retira del cuerpo.
Rostros, ojos, investigadores vacíos o cínicos, asqueados, malévolos o meramente curiosos, ninguno piadoso, entristecido ni afligido.
Hasta el que se está ahogando puede hundirse en tres ocasiones y defraudar al agua.
Sabor de aventura, osadía, emoción.
Malicia reconcentrada.
Como siempre, el presente se diluiría en el pasado.
Un terrible presentimiento me amedrentaba.
Bramido de acogida, de la ola que rompe sobre un naufragio.
Susurrar dulcemente a la cara, tras un largo silencio, como se habla a un niño.
Fantasías, retazos de sueño, más que reflexiones.
Miedo tremendo de la soledad.
Percepción renovada y terrible.
Ataque violento de hipo.
Orgullo, vanidad, codicia, obstinación, desamor.
Llegó el crepúsculo con sus débiles estrellas.
Ronquido prolongado, como el ruido de una carraca.
Arbusto iluminado de belladona, que ha perdido sus flores malsanas y muestra sus frutos negros y lustrosos como cerezas.
A poca altura por el oeste, la deslumbrante Altair, en mitad de las vagas alas extendida, del Águila.
Presa del terror y de un frío espantoso.
Esmero lento y animal.
La verdad es una medicina salutífera, aunque en su esencia sea humanamente inalcanzable.
No podemos vernos como nos ven los demás, pero eso no es excusa para no llevar gafas.
Desconfiar de una mente bien barrida y decorada.
Permitirse arrastrar a la exhibición de un libro.
(Memorias de una enana)


F. Scott Fitzgerald

Thomas Parke D´Invilliers. Pseudónimo de Scott Fitzgerald.
Reservar las apreciaciones es asunto de infinito alcance.
El sentido de las cualidades elementales es desigualmente repartido al nacer.
Temperamento creador.
Amistosos árboles.
Midas, Morgan y Mecenas.
Ayuntamiento de Normandía.
Demostración de intimidad. Tributo de admiración.
Aterciopelado crepúsculo.
Insinceridad esencial.
Magazine "Town Tattle", original.
Esfuerzos de la Naturaleza por la restauración original.
Ramo artístico.
Pocas ganas de cumplir su obligación, que las bajas esferas demuestran.
Inextinguible variedad de la vida.
Cumplimiento de representar la circunspecta aristocracia del ocio del campo.
Acto, algo significativo, elemental y profundo.
Las fiestas íntimas carecen de intimidad.
Profundo y vinoso sueño.
Límites de la imaginación.
Bizarro y tumultuoso panorama.
Hecho infinitamente sorprendente.
Pausa fantasmal.
Unión por lazo material.
El máximo de enojo.
Gajo de luna.
Brillante jardín.
Enorme vacío.
Mano levantada en ceremonioso gesto de despedida.
Estudiar inversiones y valores.
Encantador crepúsculo metropolitano.
Para que haya un accidente tienen que ser dos.
Lento en el reflexionar, las reglas interiores actúan como frenos sobre los deseos.
Personas honradas.
Melodiosos términos de las flores y los meses.
Persona de indefinida importancia.
Estrafalarias acusaciones.
Incredulidad, transformada en fascinación.
Sonámbula abstracción.
Vender valores.
Oferta hecha sin tacto, como compensación por un favor.
Pálido como la muerte.
Establecer la decencia física.
Kant columbrando el campanario de su iglesia.
Materias primas para la cena de sus criados.
Irradiaba un bienestar de su persona.
Gran pánico de la guerra.
Esperar con un grado de intensidad.
Hora de profunda mutación humana.
La atmósfera se cargaba de excitación.
Vértice de los sueños.
Colosal vitalidad de la ilusión.
Platónica concepción propia.
Esmerada y acrisolada educación.
Sustancialidad de un ser humano.
Calidad de la opresión, destacar en la memoria.
Numerosa de color y de ritmo conmoción.
En la atmósfera, una impregnante e insistente dureza.
Es invariablemente triste ver a través de nuevos ojos las cosas a las que uno ha extendido su aptitud de adaptación.
Fondo del anonimato.
Inesperado huésped, persona infinitamente preciosa, digna de la mayor admiración, con un solo instante de mágico encuentro, borraría los cinco años de inquebrantable devoción.
Decidir las decisiones prácticas a tomar.
Vida confusa y desordenada; pero si una vez lograra regresar a un señalado punto de partida y repetirlo todo lentamente, sabría qué era lo que buscaba.
Citación que late en las mutaciones animales.
Entre las estrellas reinaba agitación y movimiento.
El mundo le ofrecía una escalera, que podía conducirle a las alturas, por encima del nivel vulgar.
Acercar los labios a las fuentes de la vida y beber el néctar incomparable de la gloria.
Cuando uniera sus inefables visiones a aquel aliento perecedero, su cerebro no se agitaría ya como la mente de una divinidad.
Misterioso oráculo de una estrella.
Violencia de una ráfaga huracanada.
Apogeo de curiosidad, que excitaba. Carrera de Trimalción.
Existencia humana.
La inminente contingencia le apartó del borde del abismo teórico.
Experiencia equidistante.
No había diferencia de raza o de inteligencia profunda, como la diferencia entre sanos y enfermos.
No hay confusión semejante a la que puede operarse en una mente sencilla.
Ardientes latigazos del pánico.
Agudo recuerdo físico.
Renovación de la intimidad.
Apasionada diatriba.
Ultima barrera de la decadencia de la civilización.
Radical transformación de libertino en un moralista pedante.
Conceder el obligado honor de compartir sus emociones.
Somnoliento silencio de la tarde agonizante.
Pretensión, valor.
Marcharon sin una palabra, de repente, aislados, al igual que fantasmas.
La simpatía humana tiene sus límites.
Sumario judicial.
En su ánimo se había operado una transformación.
Caballeresca vigilancia.
Vigilando la nada.
Entre la grotesca realidad y horribles pesadillas.
Fatigado por la vigilia, la tristeza o el desaliento.
Quebrado como el cristal, frente a la dura maldad.
Larga y secreta extravagancia.
Sombras y ecos de las emociones.
Fantasmales millones.
Capricho de un impersonal gobierno.
Experimentar la presión del mundo exterior.
Universo crepuscular.
En el aire latía un sabor de otoño.
Verse con ánimos de actuar decentemente.
Corroborarla  hipótesis.
En estático convenio sobre un hecho.
Ancestral mansión.
Incorruptible sueño.
Cotizaciones de las acciones.
Colgar con agudo click.
Gran sistema para lograr que quedase olvidado.
Histéricos movimientos.
Semiinteligente, semianonadada expresión.
Cálido y viejo universo.
Nuevo Universo material, sin llegar a ser real, donde los pobres fantasmas respiraban sueños.
Reportajes. Una pesadilla, grotescos y puramente circunstanciales, vehementes y falsos.
Desequilibrado por el dolor.
Intenso y personal interés, al cual todos tienen una vaga disculpa cuando han llegado al final de la vida.
Brigada de técnicos y empleados oficiales.
Reto, despreciativa solidaridad.
Edad en que la muerte no tiene ya nada de fantasmal sorpresa.
Discursear con descaro.
Poseer alguna deficiencia, que hace sutilmente inadaptables a la vida del Este.
Provincianos remilgos.
Fascinado instante, transitorio como maravilloso.
Reflexionar sobre el viejo y desconocido mundo.
Sueño próximo.
Luz verde, orgiástico futuro, que, año tras año, aparece ante nosotros. Nos esquiva, mañana correremos más deprisa. Y vamos adelante, botes que reman frente la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado.
(El gran Gatsby)

Un haragán de esquina.
Un inconsciente hastío, un apocado sentido de la aventura.
Las soñadoras vueltas de un lento carrusel.
Una boca como el recuerdo de un beso.
Jelly roll, juego de muñeca, juego de dados, acepción sexual.
Guardar silencio sin comprometerse.
Se debatía entre su insuperable timidez y una intensa curiosidad por lo que sucedía a su alrededor.
Se sintió como maleza entre las sombras.
Aceptar una naranja como ofrenda de un frutero rendido de adoración.
Ensueño sin reflexiones.
Un ensueño sensual.
Expresión soñadora.
Dura como un clavo.
Ver una expresión de triunfo revolotear en el rostro.
Tambalear de un sueño encantado.
"Tren lento a Arkansas", de Joe Miller; "Lucille" en una impresión vieja; "Los ojos del mundo", de Harold Bell Wright.
Lo que había constituido la fantasía de su existencia, la informalidad, la alegre despreocupación, la milagrosa prodigalidad de la vida.
Usar un sucio truco de garaje.
(El Gominola)

Pendencias y cuentas de comerciantes y empleados.
Orejas azuladas que traslucían mala salud.
Escrutadores ojos azules.
Expresión de disgusto.
En ese instante, de forma súbita y definitiva, los dos se odiaron mutuamente.
Despliegue de humanidad rebosante y chillona.
Batalla significativa, joven, alegre; o sombría, sin sentido, inextinguible.
Presto a la disipación.
Conversación cansina y tediosa.
Comer en masse.
Al borde de un ataque de ansiedad.
La imagen se le manifestó inesperadamente, trayendo cien recuerdos.
Carentes de todo excepto de una inteligencia elemental y hasta les faltaba esa exuberancia animal que da color a la vida. Arrojados a la deriva el día que nacieron, irían a la deriva hasta el día que pereciesen.
Correr en las venas sangre de algún valor ancestral y un ingenio innato.
Un tono que sugería que no iba a sorprenderse.
El rancho mental de aquellos hombres consistía en una ristra de resentidos comentarios nasales ante las instituciones -ejército, empresa, comedores sociales-, que les mantenían vivos.
Voluntades tenaces y amantes de la libertad.
Con el aire del que pasa de los asuntos superficiales a los trascendentes.
El tono elegante del antro.
Atenazados por la indecisión.
Saludar con suspicacia.
Invadir el aburrimiento.
Actuar con una correcta mezcla de dignidad y reticente piedad.
Un faux pas inconsciente.
El ritmo acelerado de las asociaciones.
Los vaivenes de la imaginación.
Debilidad de carácter, indefensión.
Tono conscientemente amable.
Susurrar confidencialmente.
Acusadoramente y casi llorando.
Ligero y alegre y despreocupado.
El desaliento y un inmenso letargo se habían apoderado de él.
La repulsión la invadió, seguida de un débil, sorprendente aburrimiento.
Un gran esfuerzo de autocontrol.
Con la partida de las preocupaciones irrumpió una brillante simbología de alto calado.
Extrema inseguridad, encantadora pose.
Paroxismo de deleite.
Cosas desenfadadas y poco convencionales.
Negar terminantemente.
Tono impreciso.
Amena conversación.
Una derrochadora, una frívola picaflores.
Negros ojos penetrantes.
Nebulosa noción.
Un vago sentimentalismo, no exento de sobrecogimiento.
Gesto pesimista.
Con expresión solemne e inclinado a la retórica.
Comenzó con el tono de alguien que hubiera sido llamado a armonizar en alguna discusión entre niños.
Irradiar vívidas personalidades.
La absurdidad del asunto de la vida.
Con el condescendiente desdén de los hombros que se dominan a través de un esfuerzo extraordinario.
Picantes epigramas.
Tono de reproche.
Saber mostrarse a la altura de las circunstancias.
Una fiesta memorable.
Expresión jocosa.
Una suerte de hechizada y atónita reverencia.
Gesto de alarma.
El suceso era meramente un iridiscente segmento colorista en un mundo que vibraba y que se movía.
(May Day)


S. Lewis
Críticas atroces, que Franklin Pierse Adams lanzaba a los libros de Scott Fitzgerald. Posteriormente, siempre se refería al novelista como "that horse´s ass".

De Beauvoir
Le ha hablado de Fitzgerald y le sorprende que una historia irreal pueda haber sido verdaderamente vivida.
Fitzgerald describe admirablemente la desgracia de los ricos.

Williams
Se lanzaron al muelle desde el barco una gran cantidad de serpentinas, muchos globos y cundieron las voces, las risas y los brindis. Fue todo muy del estilo de Scott y Zelda Fitgerald.

Ford
Libros que se me antojan secretamente sobre mi vida de joven. "El gran Gatsby".


Robert Walser

Limitarse a encogerse de hombros despectivamente.
Sujeto a su silla, montado sobre la satisfacción.
Humildes hasta la indignidad total.
La delicadeza en la conducta y en la sensibilidad aspira a algún fin preciso.
La honestidad y aptitud son ámbitos realmente inagotables e inconmensurables.
Las coacciones de cualquier tipo consienten el placer de transgredir la ley.
La ceñuda ley.
Tener razón vuelve fogosa a la gente, mientras que no tenerla invita a mostrar una placidez orgullosa y frívola.
El mal y su deseada desaparición.
La rabia me había dado una energía irresistible.
Sensación confortante, punzante y placentera.
Enredarse en una larga conversación.
Un gesto de simpatía.
Las alturas donde campea luminosamente la visión profunda en el caos de la vida.
¡Pobres orejas, víctimas perennes del miedo! Cuando el sonido de una llamada repercute, vibran y tiemblan como arpas, que alguien hubiera perturbado al rozar.
Labios fruncidos y apretados en señal de enérgica renuncia y expectativa.
Hace algún tiempo que el mundo gira en torno al dinero, ya no en torno a la historia.
Tiene una memoria tarda en la que, sin embargo, a costa de grandes esfuerzos, todo se va imprimiendo con firmeza.
Los éxitos tienen por inseparable compañía la dispersión y unas cuantas conmociones baratas.
Reanimar a un grado increíble.
La experiencia es totalmente independiente de cualquier reflexión y comparación.
Hace ya tiempo que he perdido el deseo de provocación.
Sensación de flotar en un limbo prenatal.
Corredores del sufrimiento. La miseria y la terrible renuncia inextinguibles.
Me gusta merecer las cosas, experimentarlas y una carcajada también se ha de experimentar.
Tu aspecto evoca la memoria buena y fresca, la memoria propia.
Asunto silenciado es en ocasiones asunto ya ganado.
El rocío de la satisfacción.
Las fatigas y esfuerzos innobles, que permiten acceder al honor y la fama.
Luz rojiza, el reflejo de un grandioso crepúsculo.
Con los labios apretados en un gesto de ira.
Actitud respetuosa.
Adoptar una actitud increíblemente negativa.
Los ojos cerrados en beatífica actitud.
Ser fuerte y enérgico significa no reflexionar mucho tiempo, sino emprender rápida y tranquilamente las tareas que han de realizarse.
El valor no es sino la superación del miedo.
Presos en la férreas garras de los numerosos preceptos.
Enormes extensiones de terreno, limitadas por un tenue horizonte.
Expresión sombría.
Emociones y debilidades.
Un miedo leporino, atroz.
Recuerdo espontáneo.
Un lecho de alegre y devota memoria.
Circunstancias absurdas.
Recuerdo distante, viejo y deslucido.
Aborrecer a un grado indescriptible.
Accesos homicidas.
Rojo de indignación.
Animados por una satisfacción fría y grandiosa.
(Jakob von Gunten)

Y para colmo se alegra.
Persona de humor incorregible.
El protagonista de nuestra novela, o quien está llamado a serlo.
Siempre ha habido algo refinado en la incertidumbre.
Y gracias a esta poco común y, sin embargo, común existencia, puedo yo construir un libro del que no hay lección que aprender.
La amistad es irrealizable, pues semeja una tarea harto difícil.
Podrían hacerse diversas reflexiones, pero el dedo meñique me obliga a no extenderme.
Experiencias prematuras.
Estaba más acostumbrado a la maleza, que a la gran extensión de césped cortado.
Le simplificaré el desempeño de un deber, que él asume acompañándolo, pues sufre de timidez.
Una casa cuya fachada es un poema.
Un pequeño y pálido bosque de noviembre
Cientos de acusaciones, ya sean razonables o injustificadas, te persiguen como una larga serpiente o como la cola de un sombrío vestido.
Lástima que el ánimo mercantilista se haya generalizado.
Había algo más o menos rubio en sus ojos, que pedían a gritos la hermandad con las mejillas.
Él recordaba el producto de un pintor de acuarelas.
"Sendas de mujer", de Schlatter.
Rinaldini había partido la cabeza a cientos de ciudadanos, sableado a los ricos y entregado sus riquezas a los pobres.
El calado de sus elucubraciones literarias.
Un profundo ensayo.
Insolencia azul como el cielo.
Irreflexión alegre y soleada.
Alegre, helénico, viveza de las clásicas leyendas.
Expresión simpática.
Soñar con un denso idilio.
Expresarse con aspereza.
Escribir con atrevimiento y temeridad.
Gracia deseable.
Porches, arcadas o aceras cubiertas.
El amor surgido de la selva de su carácter.
Los amantes son tontos y astutos a la vez.
Me ceñiré a hechos imparciales, seguiré el flujo del relato.
Robar impresiones de paisajes y simpatías.
Las calles semejaban cajitas alargadas. Las casas se erguían como si fueran de juguete.
No había cumplido las expectativas.
La postración es más bella a los ojos de quien se postra, que a los ojos de aquel ante el cual se postran.
Prefirió completar su formación cortando leña en el desván, que no escribir letras, palabras y frases.
Prosa alambicada, llena de cadencias, una prosa de suyo muy equilibrada.
Un silencio lleno de reproche.
Le volvió la espalda, una manifestación de disgusto.
La tontería está muy a menudo asociada a la gracia.
Evitar la rotundidad de la pregunta.
El sol brillaba en el patio, que solía ser tranquilo como el fondo del mar.
Hostil frío desprecio.
Jeremias Gotthelf (1797-1854), escritor suizo de marcado corte rural, naturalismo alemán.
Abraza el aire nuestra ciudad como un ser que vela por su amada.
El suspense llegaba en ocasiones al desgarro, como si la gente tirara de un paño que, no obstante, soportaba todos los tirones y roturas; el paño era más fuerte que todos los que tiraban de él.
Conformista, satisfecho consigo.
Las damas y otros objetos de deseo.
Gracia, aire de campanilla.
Don divino, el del buen humor.
El cuerno o la corneta de la perdición.
Una suerte de Eliseli, una cotorra que se las da de culta, como nos muestra Gotthelf, en "Uli, el siervo", una mujer, la cual sólo pretendía mejorar, educar, pulir y corregir a Uli y que recibió como castigo por esa insensatez un marido insensato.
Callar como el peñasco en el embate de las olas.
La complacencia de un crítico literario.
Una pluma prefiere escribir algo improcedente, a tener que descansar siquiera un instante. Tal vez sea este uno de los secretos de la mejor escritura; hay que escribir, según el impulso.
Un gesto plenamente literario, de ateneo de escritores.
Objetos de la pasión.
Un deudor, un ocioso.
La importancia que se nos concede nos sabe molesta. Cualquiera de nosotros prefiere que le amen sin excesos. A nadie le apetece ser el santo de otro, pues habría que ser una imagen. Ser ideal es terriblemente aburrido.
Vertiente infantil.
Feuilletons, suplementos culturales.
Hay que matizar siempre. En nuestros días, ya nadie tolera las expresiones en bruto.
A menudo, la arrogancia es nuestro ultimo refugio, aunque es un refugio al que no deberíamos huir. Tendríamos que salir de nuestra arrogancia, que no es más que una jaula y hablar con los más modestos y redimirnos.
Actitud seria.
La conversación tomaba el cariz deseado.
Pureza original notoria.
Saber analítico.
Experimentar el movimiento, el trasplante, la mejora, la actividad.
Los pueblos atesoran un valor incalculable.
Los refinados cubren su zafiedad con una capa de distinción.
Prisma del comportamiento.
A su persona le falta una etiqueta; a su periplo vital, un matasellos.
Estos rodeos que hago tienen el propósito de llenar el tiempo, pues tengo que alcanzar un libro de alguna extensión, si no quiero que me desprecien más profundamente de lo que ya me desprecian. Los vividores del lugar me llaman necio, porque las novelas no me caen del bolsillo.
Los escritores suelen hacer gala de un reverente desprecio por sus impresores, de una mezcla de sentimientos, reconocida en cualquier parte.
Los campos de siembra brotan verdes y los campos de batalla florecen rojos y rebosan de púrpura.
Eso de que los árboles tengan paciencia no es más que una impresión.
Frente al pueblo, los grandes están expresamente obligados a la grandeza y al donaire, a la flexibilidad de conducta. Asumen su compromiso conscientemente.
Como en el párrafo que termino de armar me he engrandecido, y eso es algo que podría disuadir a algunos lectores de seguir leyendo, me calmaré, templaré mis ánimos y me haré más pequeño que un dedal. A los fuertes de verdad no les gusta pisar fuerte.
El sol de la vanidad.
Vió a su alrededor con una valentía, que le hizo creer que era el personaje de una novela moderna.
Actitud de artista.
De una manera llana e ingenua.
Las grandes carreras se fundan en una suerte de desenfado o laissez faire.
Los tímidos se esconden detrás de la impertinencia.
Todo depende del cariz de las circunstancias. <<En determinadas circunstancias>>, he aquí una expresión decisiva.
Refrescar la memoria.
Una expresión que tiene algo de salonesco.
Quien semeje satisfecho con lo que tiene, tiene perspectivas de recibir algo más, pues tendemos a ser complacientes con él, porque advertimos que sabe poseer, es algo que hay que saber apreciar.
La osadía de bostezar.
Los destellos y el fulgor de un mar de ideas.
Sustancial novela.
Literatura, gala de falta de consideración, audacia delicada, intrépida temeridad, dolorosa alegría.
Vanidad, placer, siento como un río al que afluyen mis cualidades.
Vasta glosa, ridícula e inescrutable.
(El bandido)

Actividad con método y previsión.
Ingeniero, inventor técnico.
La indiferencia y la ironía.
Darse muchas ínfulas.
Enredos comerciales.
Venía de las profundidades de la sociedad humana, de los rincones sombríos, silenciosos, miserables de la gran ciudad.
Recapitular, calcular exactamente los beneficios del programa.
El tirano Igualdad es intolerable. ¡Pero qué educador!
Una adherencia, un fugaz apéndice, un nudo atado sólo por un instante.
Descripciones de viajes de atrevidos y sombreados trazos.
Ensueños lejanos, de casi mórbida belleza.
Controlar un cálculo de intereses.
Transformado en algo indolentemente doloroso, armoniosamente fatal.
Una casa bimembre, constaba de una parte vivienda y una parte comercial.
Gesto de arrogancia.
Impresión de que la superficie lisa, cálida y serena del lago se arqueaba y curvaba.
Brutal devastación del cerebro.
La fuerza física propia de todos los insensatos e insensibles.
Un aura de lamentable afectación.
Halo de refinada mundanidad.
Menear la cabeza con gesto defensivo, pero humilde.
Parca y cautelosa conversación.
Encontrar un tema de conversación alejado de cualquier tono ofensivo.
Atmósfera mortecina o principesca.
La visita de la reflexión sublime y una sensibilidad más profunda, atraída por su ignorancia, le salpica la autoconciencia con el ala mojada.
El cuerpo oscuro y perfumado del silencio nocturno del lago.
Extraña atmósfera de satisfacción, desagravio e importancia.
Profundidad e insondable liquidez.
Ningún ojo ve en el ojo de la profundidad.
Hilvanar de memoria unas cuantas palabras.
Energía, iniciativa y aptitud de entusiasmo.
Dosis de serenidad.
La tranquilidad anímica asemeja la fría indiferencia.
Una luz acuosa, vítrea.
La terrible voz se fue diluyendo en un susurro similar al de las hojas agitadas por la brisa cálida y ligera de los días de verano.
Superfluas efusiones sentimentales.
Un verde agresivo de maligna alegría.
Iluminación de origen humano.
Un claro de luna semejante podía simbolizar el sueño.
Gestos y tonos joviales.
La cercana lluvia de centellas de los cohetes crepita con gran estrépito y efectividad momentánea, para hundirse pronto en la nada.
La industria y el comercio pusieron en marcha sus ruedas y correas, más o menos primitivas.
Inclinarse con un gesto excesivamente alborozado y solícito.
Tomar una decisión definitiva.
Saludar con gestos irónicos.
Dosis de insensibilidad.
En cuanto se escuchan los pasos de alguien habitual, la persona que se aproxima ya está allí físicamente, de suerte que su aparición real no produce sorpresa, sea cual sea su aspecto.
La situación general.
En la vida de algunos comerciantes, el teléfono desempeña un papel primordial. Los actos de violencia mercantil empiezan, generalmente, por una llamada telefónica.
Chapotear en un océano de lodo.
Pacto fraternal.
Para colmo, se muestra levantisca.
El timón de la nave empresarial.
Jass, juego de cartas.
Reserva típica de las personas de vida inestable.
En el mundo no se puede pesar todo con balanza de joyero.
Densidad y opulencia.
Errores apropiados, menester de reflexión.
No tuvieron menester de forzar con memorias, que doblaron sus finos brazos abarcando cuanto merecía ser recordado, a fin de aproximarlo y hacerlo palpable.
El blando domingo.
El reino de las cuestiones y las soluciones técnicas.
Actitud altiva y amenazadora.
Llorar y poner cara de viernes.
El tiempo dio un invisible paso adelante.
El duro idioma de la verdad.
El deseado envío.
Negocios en el sentido positivo y remunerador.
La verdad desnuda e inclemente.
Expresión de angustia.
La vida libre e indisciplinada.
Un tono de superioridad y de insolencia decididamente infantiles.
Una alucinante imaginación fabuladora.
Una marea ascendente de intuiciones.
Un consorcio inmobiliario.
El cuchillo del oprobio publico.
Los temblores de viejas y feas emociones.
El velo de una extraña y benéfica originalidad.
Buscar en la memoria.
Una cara con dos expresiones; amorosa y lisa; subyacente, fruncida y severa.
Una emoción profunda y sincera.
Relegar lo importante y esencial a la esfera de lo fútil y poco significativo.
(El ayudante)


Kafka
R. Walser, "El ayudante".


Upton Sinclair

Las genialidades y la plétora.
Vigilar la conducta.
Una descripción exacta y con la realidad material de las cosas.
Alejar al golpe de curiosos.
Gestos de satisfacción.
Un éxtasis infinito.
Bailar con el éxtasis de la dicha.
Para colmo de desgracias.
La diferencia existente de ser vencidos o declarar la derrota constituye la fuerza que mantiene al mundo en movimiento.
La verelija de la boda que los lituanos han heredado de su pasado inmemorial simboliza el ser posible habitar una caverna y no ver más que sombras a condición de poder una vez en la vida romper las cadenas, desplegar las alas, ver el sol, darse cuenta que a pesar de las preocupaciones y terrores la existencia no es una cosa seria ni grave, no tiene más importancia que una burbuja en la superficie de un torrente o una bola dorada con las que se juega.
Las fuerzas humanas tienen un límite.
Un volcán de energía.
Bebiendo una botellita de pop rosa helado y delicioso.
El valor de sus pollos no podía expresarse con dinero porque representaba un material de ganar algo de nada.
El valor del tributo que aportaba.
Permitir que rodase el mundo como pudiera.
Bailar de manera monótona y maquinal con los ojos vagos.
Las reservas de alegría, de vigor y las fuerzas artificiales que suministra la bebida.
La tropa hambrienta de los desempleados se agolpa las mañanas a las puertas de las factorías.
Vendió su patrimonio a su cuñado.
Rojo de emoción.
El valor del salario.
Los sueños de riqueza.
Un ataque reumático.
El valor de la influencia.
Gestos afirmativos y negativos.
Mímica imitativa.
Las reservas del universo.
Los pobres seres marchando inconscientes de la suerte que les aguardaba. Un verdadero río de muerte.
Un grito de angustia.
Un fragor horripilante.
La matanza tecnificada.
Añadir el insulto a la injuria.
Filosofar, encontrar símbolos y semejanzas.
Un vago vislumbre.
La naturaleza mortal de las ptomaínas que se encuentran en la carne del cerdo tuberculoso.
Traducir a la positiva significación.
Asestar un golpe de muerte.
Preparar con la cabeza y los pies de las reses cola y gelatina.
Con los huesos largos de las reses se fabricaban mangos de cuchillo, cepillos para los dientes y boquillas para fumar; con las pezuñas se hacían también boquillas y botones y los residuos se transformaban como adhesivos.
De los pies, articulaciones, raspaduras de la piel, ternillas y tendones se obtenían productos heterogéneos y distintos como gelatina comestible, cola de pescado, fósforo negro animal, betun para el calzado y aceite de huesos.
Había talleres donde se peinaban y trabajaban las crines de las colas de los toros y departamentos para esquilar las pieles de oveja y cardar la lana.
Cuando de un producto no podía obtenerse más materia util el residuo final se transformaba como abono.
Comentarios satíricos y escépticos.
Haciendo cálculos mentalmente.
A la vista de como se les presentaba la suerte creyeron que tenían derecho a crear un hogar.
Una idea audaz.
Cantando a grito herido por el camino.
Las cuestiones de cálculo.
Se aferraban a su dinero que no estaban dispuestos a soltar sin precauciones.
Calculando y discutiendo.
De la discusión dependía su suerte.
Proferir un suspiro de satisfacción.
El miedo y la emoción les habían agitado.
El ánimo invadido de temor.
Pasando por alto las conveniencias nada bueno podían esperar del dinero economizado.
Una tempestad vino a turbar la serenidad de aquel cielo y una catástrofe dispersó a los cuatro vientos sus ilusiones.
Horrores que helaron la sangre.
Un edificio construido el periodo de la luna negra que trae mala suerte.
La alucinante pesadilla que el suelo falta bajo los pies y uno se siente caer sin fin bajo un abismo insondable.
Víctimas de su inexorable destino cogidos con las garras de la destrucción.
Una prueba amarga y cruel que les sumió en el ansia de la desesperación. La suerte les fustigaba.
Flotaba sin cesar el fantasma del menester.
Tribulaciones de la mente que nunca había concebido.
Entender el valor de las cosas.
El golpe de un enemigo imprevisible.
La leche azulada aguada y adulterada con formol. El té, el café, el azucar y la harina estaban mezclados químicamente, los guisantes enlatados coloreados con sales de cobre y las confituras con anilina.
La lana artificial, un material que se obtiene reconstruyendo y coloreando al urdir fibras de vestidos viejos.
El sueño pesado.
Los que carecían de pan y de abrigo de la población.
Para lo que no hay abrigo es con la fatiga.
Beneficios de naturaleza sustancial y positiva.
Un temperamento excitable, le acometían celos frenéticos.
Es comun que cada cual hable de las materias que sabe.
Contar con accidentes sobrevenidos.
Una broma feroz.
Una actitud silenciosa.
La actividad de las inteligencias superiores y la representación de las cosas inteligibles a una esfera más elevada. Porque el desarrollo trascendental de los fenómenos presentaba misterios maravillosos.
Los ánimos que se refieren a las cosas que nos rodean son los más poderosos.
En Rusia se examina al gobierno como una calamidad de la naturaleza del rayo o el granizo.
La existencia reducida a una penuria despiadada.
A los rigores de su existencia material se unía la constante tensión de su ánimo oprimido con la zozobra y el miedo. Lo que no era vivir, era existir.
Las contingencias imprevistas.
Un ser humano sujeto a errores.
El problema de la subsistencia.
Mencionar la existencia de una vacante.
Un hervidero de odios a merced de las furias.
Extrañas y tristes emociones.
El fantasma de la salud.
Las escalas de salarios y las tablas de rendimientos.
La posesión de algunas riquezas trae consigo cuidados y responsabilidades.
Un toro herido que muge de rabia.
Todo el poder de un ser humano no es bastante para aguantar la vida.
Una luxación de la que nunca se habría repuesto sin asistencia facultativa.
Un paroxismo de rabia.
En la fábrica de abonos se prepara la albumina extrayéndola de la sangre.
La sustancia que constituye el más reciente hallazgo científico, el radium que emite energía indefinidamente sin que se note disminución de peso ni de temperatura.
Para el adobo de los jamones se disponía de un ingenioso aparato que consistía en una aguja hueca en comunicación con una bomba impelente.
Embutidos manipulados con bórax y glicerina.
Las puertas de la memoria.
Presas de una angustia peor que la de la propia suerte.
La sensación de la que nunca habla el que no quiere aceptar su derrota.
Cosas prosaicas como los pagos, las facturas del tendero y las mensualidades de la casa.
Los instintos desdichados que duermen con los hambrientos.
El disgusto y la vergüenza.
Una expresión de impotencia.
Los hechos complejos y turbadores.
Expresiones de desespero y de angustia.
Una expresión ceñuda.
Su mente era una vorágine.
Loco de rabia.
Saciando su rabia con su enemigos.
Acusado de agresión y atropello.
La fiera tras el festín que le ha proporcionado su presa queda sumida en el estupor de la satisfacción.
Pobre gente trabajadora para la cual el dinero representaba la sustancia de la vida, la energía que les permitía alentar.
Glowler. Gruñón.
Regentar negocios ilícitos y burdeles.
Apreciar el valor de la respetabilidad.
Una cornucopia verde llena de dulces y bombones.
El prurito del poder ejercido sin freno ni cálculo.
Lo que a él le aplastaba era el sistema que eran los patronos los que habían comprado la ley y lanzado su brutal voluntad desde el sitio que debía ocupar la justicia.
Soñar con deseos de odio rabioso y frenético.
Un ganzua es alguien que se especializa en cajas fuertes.
Hablando con gran volubilidad.
Replicar al golpe con el golpe.
Hipótesis fantásticas.
Ridiculizado al elevar una tímida protesta.
Rendido a la evidencia.
Se permitió llevar de la fiebre de su mente.
El sector comercial de la ciudad.
Borrado de la existencia como seres fantásticos que nunca hubieran existido.
El dolor, la desesperación, la rabia le abrumaban.
Satánica burla.
Las columnas del ánimo.
Manifestar gratitud.
Salchichas vienesas.
Náufragos de la vida.
Cualquier sujeto que por razones políticas no conviene echar a la calle.
También los peldaños manifestaban su protesta.
Rabiando y sin aliento.
Las cuerdas del ser.
Lograr un beneficioso olvido.
Rabia y desprecio.
Las compuertas de la memoria.
Manifestar reprobación.
El fantasma de la desesperación.
Las instituciones que filántropos y reformistas señalan con orgullo.
La existencia de una sima.
Trabajar ajeno al estrépito y la violencia de los golpes.
A su reciedumbre de roble unía el apetito de un lobo.
En el horizonte semejaba perfilarse el fin de sus cuitas presentes y pasadas.
Reavivar el decoro y la amabilidad que antaño constituyeran sus hábitos de existencia.
Un loco impulso.
Disipar una pesadilla negra y odiosa.
Los padecimientos que la tierra le reservaba.
Una brisa con perfume a campiñas, a madreselva y a trébol.
Huéspedes parásitos.
El fiel reflejo de su actual disposición.
Ideas propias.
Retroceder ante el ataque.
Wanderlust. Ánimo de aventura, ansia de nómada.
Despertar de un sueño cumplido.
Restituir el gozo y las energías.
No le restaba sino retorcerse hasta la sofocación en la ciénaga de su vileza.
La inspiración de un agudo instinto.
El compañerismo del vicio.
Competir con desigualdad con una jungla de adversarios.
Una existencia decente.
Cuentas bancarias con abultados saldos.
Rabiar víctimas del delirio.
Un tono belicoso.
Disipar el ataque.
Por una vez la suerte había pasado a su lado.
Seguir con atención felina los movimientos.
Preso de rabia.
La rabia contenida le hizo romper a llorar como un chiquillo.
Odiosas ideas reformistas.
Correr con el sigilo de una sombra.
Un tono reflexivo.
La aristocracia de la bellaquería.
Torcer o comprar las voluntades.
Desde el puesto más humilde de meritorio hasta el cargo de alcalde.
El dinero y las cosas buenas de la vida.
Moderar la vida y llevar un método.
Luego como suele ser las cosas vinieron rodadas.
El formidable Trust Hípico.
Se habían convocado las votaciones y eso significaba un periodo de prosperidad para cuantos regentaban el mundo del crimen.
Los entresijos del combate de la votación política.
La actitud distaba de ser revanchista.
El oficio de activista político.
Un escándalo de proporciones gigantescas: la connivencia existente de la fuerza publica y el mundo del hampa que constituía lo que se denomina un canal paralelo.
Una actitud liberal.
Reclutar votos.
Importantes transferencias de opinión.
Un plutócrata jactancioso había sido derrotado por el pueblo llano.
Las tendencias políticas.
Inducido con el deseo de solazarse con la cerveza.
Argüir afeando la conducta.
Los diarios financieros famosos con su sobriedad informativa y su templanza.
Las furias de la opinión publica.
Imbuido de sus atributos.
Aumentar sustancialmente los ingresos.
Someter a laudo (decisión, fallo) las cuestiones en liza.
El procedimiento selectivo.
Saturnales y espectáculos de desenfreno.
De temperamento práctico.
Inundado de un río de furia ardiente.
Los detalles de la proposición.
Proscrito y transformado como paria.
Acusado de asaltar al cliente de provincias.
Atado y encarado al fantasma del hambre.
Un miedo cerval, un terror pánico anulaba sus sentidos.
El espectáculo de la abundancia protegida con la mano de la superioridad que oxeaba (espantaba) implacable a los ávidos.
Las ocasiones perdidas.
Los alfilerazos que el pesar y la desesperación ponían en todo su ser.
Una campaña política caracterizada con lo que la prensa calificó de apatía.
Los náufragos de la marea de la vida.
El dorado ayer. Horas doradas.
Componiendo una expresión de inocencia.
Enfocar el lado práctico de las cosas.
Refugiarse detrás del vecino a la manera de los corderos que han venteado al lobo.
Los sueños de una existencia digna libre de cualquier sumisión.
Una pletórica salud.
A fuerza de drogas conseguir torcer la voluntad.
Las bambalinas del teatro político.
La somnolencia a cuyos embates actuaba con tenacidad decidida a superarlos.
El influjo, la emoción.
La expoliación del poder económico.
La mano férrea de las circunstancias.
Desear y nutrir sueños esplendorosos para verlos después aniquilados.
Avarientos y materialistas, indolentes e incrédulos.
Ver manifiestos los peligros y obstáculos.
Los colgajos de las costumbres y convencionalismos.
Los rostros desfigurados con la rabia y el odio.
Han de llegar el tiempo y la sazón que el producto del quehacer humano pertenezca, sea empleado y administrado con la voluntad de la humanidad.
La carga emocional.
Perspectivas no imaginadas.
Fuerzas demoníacas en conflicto y portentos viejos como la vida pugnando para manifestarse.
El portentoso ánimo y el ardoroso ímpetu de La Marsellesa.
Zozobrar en un mar de confusión.
Contar los pormenores de la existencia.
Reducido a una existencia miserable.
Establecer contacto con un habitante de la cuarta dimensión, con un ser ajeno a las limitaciones humanas.
El tráfico de volatería, huevos y verduras.
Los principios vitales de la sobriedad y la actividad profesional.
Acusar las articulaciones el reumatismo.
Los enfrentamientos con el monstruo octópodo del industrialismo.
Invertir con valores inmobiliarios urbanos.
Estudioso y reservado.
Adoptar una actitud seria.
Suministrar el golpe de gracia reservado para el final.
La máxima aspiración de su existencia.
La esplendorosa visión con sus colores.
El meollo de la cuestión.
Analizar la situación política.
El hampa del Whitechapel londinense.
Las acusaciones de corrupción.
El propio sentido de la existencia de relativa importancia con la atracción del mundo de las ideas. En las regiones de la mente su existencia era una perpetua aventura.
El edificio acusaba los efectos del tiempo.
El sentimiento de indecible turbación al verse con personas de rango.
Un rostro lleno de expresión y sensibilidad.
Transformar su fuego como energía volcánica.
Los alimentos puros. Estudiar la composición de las materias nutritivas, la cantidad exacta de proteínas y carbohidratos precisos para actuar y el método de masticación científica que permitía triplicar el valor nutritivo de los alimentos consiguiendo subsistir con un desembolso de solo once centavos diarios.
Familiarizado con las humanas instituciones las hacía desaparecer semejantes a pompas de jabón de un simple soplo.
Aceptar dar tiempo al tiempo.
El Vaticano hoy niega categóricamente haber sometido a Galileo al suplicio.
Las riquezas representan el orgullo, el lujo y la tiranía.
Las sustancias provechosas.
Un sistema internacional para atender los menesteres materiales de los hombres.
Los libros de Charlotte Perkins Gilman.
El ensayo de Kropotkin "Campos, fábricas y talleres".
La sistematización y la racionalización de los científicos.
El hallazgo de los fisiólogos segun el cual las afecciones que aquejan el organismo humano proceden de un exceso de alimentación. La carne es un elemento dietéticamente superfluo.
Adquirir el derecho a una existencia humana.
(La Jungla)

Las habituales cláusulas de cobertura legal de las que algunos escritores de romans à clef hacen uso como fórmula de protección.
El límite de la corrección.
Grado de excitación.
Grado de dignidad.
Había entregado la villa en fideicomiso de manera que no la pudiera vender ni hipotecar colocándola en una posición extraña salpicada de puntuales desequilibrios financieros sin demasiada importancia.
Había conseguido desarrollar con un alto grado su aptitud de tomar parte de cualquier conversación sin preocuparse demasiado de los detalles.
Su actitud era afable y cordial, pero a sus espaldas se mofaba.
Forjar una coraza intelectual para protegerse de las críticas.
Los hombres no eran más que cangrejos y camarones y los países pulpos y tiburones.
La aguda daga del ingenio.
El enorme esturión de la desembocadura del Danubio. Debían arrancar las huevas, que contenían unos siete millones de huevos, para después devolver los peces vivos al mar. Caviar negro, una delicia epicúrea.
Una novela de gastada encuadernación.
"Mrs. Wiggs of the Cabbage Patch", novela de Alice H. Rice (1870-1942), cuenta las desventuras de una familia sureña, que lucha incansable con las adversidades.
Despropósito sentimentaloide.
Las maquinaciones de amargados y mortíferos conspiradores, nihilistas. Pretendían destruir todo Gobierno organizado. Gente de lo más taimado, grandes idealistas de cara a la galería, pero con los corazones corrompidos por el odio y los celos.
Impresión indeleble.
Haber perdido el temple y haber reprendido.
Sienkiewicz, "A sangre y fuego". Las hazañas del festivo Pan Zagloba y las vicisitudes del sufridor Pan Longin Podbipienta, en la Polonia del siglo XVII.
Renovar las promesas.
Permiso de entrada en la conversación.
Cuando te vas a acostar rodeado de canciones puedes descansar tranquilo, pues los malvados carecen de esas canciones.
Algo saltaba en su interior y golpeaba en la boca del estómago.
Una nube de desconcierto.
El propósito del psicoanálisis es conseguir sacar a la superficie de la consciencia las represiones, para librarse y adquirir actitudes habituales.
Grado de intimidad.
El odio y la envidia generan un desequilibrio, que sólo alumbra violencia.
La habilidad mecánica británica.
Novelitas Tauchnitz.
¿De verdad era correcto combatir el fuego con el fuego?
Actitud implacable.
Estaban alcanzando el climax de un duelo.
Cada trago semejaba volverse de goma blanda, que rebotaba por las paredes de su estómago.
Demerara, variedad de azúcar moreno.
Los yates son un bien standard, por el que se puede obtener una buena suma de dinero.
Se sentía desbordado por las emociones, que le provocaba aquella experiencia estremecedoramente humana.
Sublimar las decepciones.
Expresión de entusiasmo.
Comentarios ingeniosos y sintetizados, esprit de l´escalier, ingenio de escalera.
Famosos e intelectuales extremadamente tribales.
Le bout de table, distribución de los invitados, según su categoría.
Circunstancias que escapan a mi control.
Hurgar profundamente en la memoria.
Pleno climax de vergüenza y confusión.
El verdadero talento asfixiado por la indiferencia.
Conexiones útiles.
Encogerse de hombros, un gesto muy francés.
El dinero te conseguirá un buen puñado de cosas, especialmente si eres un comprador hábil. El dinero no podrá comprar el aprecio de los viejos asequibles por los libros, pero les permitirá comprar libros.
Tormenta de nerviosismo y confusión.
La verdad es sólo lo que consigues que la gente crea.
Actitud meramente defensiva.
El exceso de luz y calor adquiría un carácter hostil y amenazador.
El terror que amenaza las vidas de muchas damas de sociedad, el monstruo denominado embonpoint, sobrepeso.
Un cushy job, una actividad sencilla.
Recursos disponibles. Hombres, dinero, bienes y factores morales e intelectuales.
Diatribas antimilitaristas.
Decidió que pasaba demasiado tiempo leyendo novelas románticas y que debía empezar a dedicar su tiempo a libros más edificantes.
Disponer de una magnífica enciclopedia, que nunca se equivocaba.
Educación sentimental.
"Three Fishers", del novelista y poeta Charles Kingsley (1819-1875).
Actitud beligerante.
Los hombres tienen la aptitud de sentir el menester de otros hombres, de meterse de cabeza en el mundo, a pesar del peligro y el acecho de la muerte.
Actitud seria.
Las furias del dolor.
Tolstoi decidió que sus más grandes novelas habían sido esfuerzos inútiles e incluso libros corruptos.
Escritores, Justus Miles Forman y Elbert Hubbard.
Expresiones malevolentes.
Expresión de monstruosa insolencia.
Los ingleses, un pueblo rígidamente aferrado a sus convenciones.
Instintos británicos de autosuficiencia.
Actitud amable y serena.
A las puertas de la experiencia.
Temblar las rodillas, lo que los novelistas franceses llamaban la grande passion.
Nube de encanto.
Parálisis emocional.
Consumido por la ansiedad.
Expresión de desprecio.
Actitud reticente.
Alcanzar el límite de la resistencia.
El beneficio de la experiencia.
Relatar con vívida prosa.
Oscuro secreto.
Dolorosos secretos.
Si alguna oscura nube empañaba su horizonte, no había sombra alguna en sus ojos.
Tulipanes bizarres, de color amarillo, salpicados de púrpura y rojo; los bybloemen, blancos y moteados de violeta o púrpura.
Refrán. Speak of angels and they flap their wings. Habla de los ángeles y sentirás su aleteo.
Preso de la excitación.
Grado de oscuridad.
La gente se convierte, por lo general, en lo que las circunstancias hacen.
Expresión lúgubre y triste.
Ideas e impresiones.
Expresión de amargura.
Hay algo en cada ser humano, que se expresa a través del ser y que nos ayuda a forjar nuestro carácter y cuyo núcleo es la personalidad. Respetar la personalidad de los otros es el deber de cada uno, frente a cualquier gobierno, sistema u organización, cuyo propósito siempre será esclavizar, limitar y dominar a sus semejantes.
El bazar del amor y el mercado financiero.
Diatribas antibélicas.
Expresión entretenida y pasmada.
Enfrentarse cada día al signo de los tiempos.
Brecha emocional.
Expresión absorta.
Temperamento emocional.
Bacterias de la propaganda.
Actitud cautelosa.
La agonía del suspense.
Comenzar al pie del escalafón es lo habitual, según los escritores de novelas.
Actitud fría y profesional.
Las flechas del escándalo.
Hablar desde un punto de vista estrictamente técnico.
Retorcerse de humillación.
Blighty, término informal y afectuoso de referirse a Inglaterra.
Porque siembran vientos.
El rápido desarrollo de la intimidad.
Las viejas armas de la elegancia y el prestigio y de la cortesía y el tacto, por lo que París era célebre.
Actitud de la gente que sabía aceptar lo que era y que no pretendía otra cosa.
Percibir la actitud.
La actitud de los gentiles ante la arenga financiera y su febril movimiento de manos y hombros.
Sensación de agónica impotencia.
Ánimo hostil.
Ser sindicalista significaba apoyar las uniones de los profesionales de izquierdas, cuya finalidad era obtener el control de los bienes materiales.
El sindicalismo no era, en sentido práctico, muy diferente del anarquismo.
El ceño fruncido en un gesto de concentración.
Emociones verdaderas o no.
Emoción cien por cien genuina.
Hervir las teteras diplomáticas.
Actitud humorística.
Muy tranquilo, la viva imagen de una esfinge.
Enredados en una intriga, cuyo desarrollo se puede tornar imprevisible.
Expresión de alarma.
Expresión decepcionada.
El personaje de una pesadilla, poseído por una agonizante sensación de impotencia.
La digestión de la información, para elaborar argumentos.
Ver el mundo a través de un cristal esmerilado y oscuro.
Luna complaciente.
Grado de compromiso.
Lo mejor era seguir tranquilamente con la conversación, como si hada hubiera pasado. Al estilo inglés.
Válidos argumentos.
Dinero llama a dinero. El dinero es poder, es la aptitud de conseguir hacer cosas. Pero el dinero también es patriotismo.
La tierra de las castañuelas y la crueldad.
Grado de intimidad.
Había leído novelas de detectives y sabía que sólo dependía de él encontrar la manera de meter rápidamente en la boca todos aquellos papeles y tragarlos.
El verdadero grado de sorpresa.
En calidad de sospechoso.
Expresión de severo reproche.
El ligero toque de ironía, que hace las delicias de los franceses.
Fruncir el ceño con un gesto de furia contenida.
Tono de lástima, más irritante que la burla.
Ciego despilfarro de la cima y hambre y desesperación al final de la cadena.
(El fin del mundo)

El horror, la angustia de una vida destrozada.
Roído por el cáncer de la miseria.
La vida era un lugar donde enemigos crueles tendían trampas a los ingenuos, un campo donde estaban desencadenadas ciegas fuerzas despiadadas que no podían paralizar los hombres.
La divinidad de los negocios reducía a papilla lo bueno y lo bello.
El negocio permitía que el vicio triunfara sobre la ciudad.
Incubar la misteriosa angustia.
Blandura, enervamiento, tentación y esclavitud.
Saber ofrecer una taza de té con gracia.
Volcán de rebelión y desesperación.
Esa palabra hundía las garras dentro de su recuerdo.
Rebajar el cerebro con veladas estudiantiles.
Trenzar una conversación.
De las formas groseras de la tentación lo preservaba su innata finura para sentir.
Ola de locura.
Los pecados de los padres que alcanzan a los hijos, la vieja historia. Tormento y arrepentimiento.
Los golpes de martillo del destino.
Consciente actitud dentro del campo literario.
Despreciaba las formalidades, las convenciones de la existencia, se enojaba si alguien le hablaba.
La primera ebriedad creadora había pasado.
El instante de la concepción la disposición de ánimo del artista exige misterioso silencio; luego llega la hora que siente el menester de comunicarse.
Un estremecimiento de encanto.
Tenemos tres facultades. Inteligencia, sentidos y voluntad. Debemos desarrollarlas completamente.
Escuchar con tenso y gozoso atractivo.
El amor sensorial es limitado y también innoble.
Los seres deben abandonar el pensamiento de su persona por un gran ideal de perfección.
La eterna nostalgia.
Se acerca la mañana abriéndose inadvertida, inesperadamente hasta que estalla el resplandor del día.
Armado y acorazado detrás de las trincheras de la reflexión.
Mutuo abandono.
Cartas que la angustia impregna.
Pedir permiso a otros, un hábito de esclavos.
La gracia de una visión.
Es algo cruel tener que vender el fruto de la inspiración.
Crear sin mancha de egoísmo.
Se deslizaba un fantasma indefinido.
Lo vulgar, lo cotidiano se apoderaba de los comensales y la conversación terminaba con lo personal y las bromas.
Llama de la nostalgia.
Hay una experiencia intuitiva con las cosas de fantasía o de inspiración, que no tiene referencia con el tiempo.
Gastos de impresión.
El peso de hierro de las circunstancias.
Meditar con sana pauta y no con ciega pasión.
Vagar bajo el látigo de sus tempestuosos deseos.
Entablaban el primitivo duelo de los sexos.
Ola de los deseos.
Diosa oriental del amor desvergonzada, terrible, destructora.
Grito de la tentación.
El ángel de alas de fuego.
Ascuas de la admiración.
La mano cruel del destino.
Juguete de las fuerzas cósmicas, del irresistible instinto de proliferación de la naturaleza.
La prodigalidad de la naturaleza, las energías que despilfarra para llegar a su meta.
La cornucopia de sus dones la había volcado dentro de su seno.
La ilimitada e irritante fecundidad de la naturaleza.
Los poetas y los sabios de épocas pasadas, opuesto a la disertación inteligente y la cortesía formal.
Ciego azar.
Un cometido colosal.
Las burlas de la suerte.
La noche con sus mil ojos.
Envueltos por delicadas disposiciones de ánimo.
La primera señal de una vida que vendría, el primer grito de la tiniebla del no ser.
Leyenda hindú. La historia de Hatawi, el soñador. El niño solitario, el vidente de los misterios de la vida, el cual se retiró a la soledad para meditar. Dentro de él había muerto el yo y pudo complacerse con las cosas eternas que están ocultas a la vista de los mortales.
Acusar de vagabundo.
Dentro de la gran ciudad los hombres comenzaron a decir la verdad, de repente, de forma inexplicable. Lo que arruinó la vida comercial. Y ¿cómo era posible mantener la autoridad si se corría el peligro de que abogados, jueces y políticos dijesen la verdad?
Hacer una actividad positiva, real.
Un artista para quien la soledad representaba un menester vital.
Una disposición de ánimo pasajera.
Examinaron cada soga de la trampa.
La visión del dolor dentro de las barricadas de los muros de la ciudad.
Peso del desprecio.
Actividad literaria de creación.
Sentir una violenta preocupación.
La meta de la naturaleza y la razón de sus hechos.
¿Experimenta tal vez el océano o el desierto una soledad mayor que la del sufrimiento?
Ira negra, amarga rebelión.
Lo odió con la furia de un animal torturado.
El pulso ardiente del sufrimiento.
Garras del terror.
Fatal y monstruoso.
Infierno del horror.
Las furias del delirio y la desesperación, las fuerzas demoníacas del ser.
El humo que salía de la hirviente fosa de la vida que los siglos cerraron.
La tortura secular, el dolor de nacer.
La donadora de lo superfluo, la diosa de la fecundidad.
Palacios de granito y mármol.
Gestos llenos de orgullo del dinero.
Los generosos, los protectores, los defensores de la vida, opuesto a los parásitos destructores que ahogan las ilusiones de la humanidad.
Recaer la conversación.
La proteína de la carne es afín a la carne del ser humano.
Tomar parte de la conversación.
Ética de los esclavos.
El diario, con su carga de maldad e indiferencia.
Caracteres, episodios, diálogos, sátira mordaz, salvaje humorismo, rencorosa tragedia.
La digestión arruinada.
Un remedio de eficacia maravillosa.
Ese algo extraño que se llama privilegio.
El croar de las garzas, el aúllo del zorro.
Alelada espera.
Sed de vivir.
La posteridad eventual.
Agitadora pregunta. ¿Por qué daría solamente Satán los reinos de la tierra?
Demandar una suerte de genio.
Puedo vencer la angustia de una vida terrible, pero me queda la angustia de la angustia.
El lujo de la autoestimación.
Escribir la novela práctica.
Un libro digno de atención, poderoso.
Una extraña casualidad, casi simbólica.
Los relámpagos de su visión, el tempestuoso oleaje de su pasión.
Muela del poder económico.
La poderosa rueda económica muele día y noche.
Encajaba con la conversación simultáneamente una advertencia irónica que quedaba plantada dentro de la mente como un pequeño clavo.
Exorbitante desprecio.
Aceptar dinero con fines de propaganda.
Acusar de abandono malicioso.
Gente de prensa, sumisos de una máquina brutal de publicidad, que vivían entre el rugir y el crujir de dicha máquina, dentro de una atmósfera aplastante que envenenaba y mataba las cualidades del alma.
Hombres desilusionados, despreciables, indeciblemente cínicos, que no aceptaban sobre la tierra o el cielo más que la sensación.
Novela planeada.
Un enemigo rencoroso, El invierno.
La tuerca económica, una potencia.
Temblar de horror.
Conformarse con la gloria.
Radical aficionado, su estilo era artificioso, lleno de brillantes epigramas; sabía ayudarse inteligentemente de las debilidades de la humana existencia.
Representar un gasto elevado.
Si tenía más energía eso significaba sólo que sus ideas eran más amplias y que le planteaban un cometido más grave y pesado.
Lluvia reparadora.
Las olas de la inteligencia humana comenzando sobre la superficie fluyen hasta los abismos más profundos e influyen sobre las acciones humanas.
Laberinto de un dogma grotesco.
Estallar una huelga violenta.
La literatura era algo frío, accesorio, cómodo y convencional.
Una conversación consecuencia de una argumentación.
Vivir bajo la sombra del miedo.
Preparar el mensaje y 
Preparar el mensaje y comunicarlo.
Había hecho la más cruel de las experiencias. Había conseguido un succès d´estime.
Gritar las verdades de la hora, la ardiente protesta de la agitación cercana.
Soñaba con un análisis recriminador agitador que echaría por tierra los ídolos de la categoría ociosa.
Acusaría a las fuerzas que lo habían arruinado y las destruiría con agudas armas.
Temblar de angustia.
Pesaba sobre su autoconciencia como una capa de plomo el remordimiento.
Habían pretendido el amor dentro de una pequeña choza, el idilio hogareño de las novelas, y pretendían aferrar el fuego fatuo del aficionado a la granja.
Días de la espera, de la tensión casi sofocante.
Investigaba una creación vital que provocaría sensación.
Precioso cansancio.
Soportar con rebelde paciencia.
Durmió el sueño del agotamiento, a sus sueños no penetró la sombra del ángel del destino marcada sobre su frente.
Se sentía abandonada, como un átomo débil de un mundo enemigo.
Llegaba la morfina con su generoso apagamiento de las cosas.
Un fuego fatuo, un engaño.
El desierto de la soledad y del dolor.
El campo de la libertad y la victoria.
Los convencionalismos justifican para acusar.
Amor conscientemente libre.
(Peregrinación de amor)


Lukács
La concepción del arte como propaganda directa mantenida por Upton Sinclair pasa inadvertidamente por alto las posibilidades de propaganda profundas y parciales del arte y pone en su lugar una propaganda puramente imparcial.

Zinn
La novela de Upton Sinclair "The Jungle" publicada el 1906 llamó la atención sobre las condiciones de las fábricas empaquetadoras de carne de Chicago que provocaron peticiones de leyes que regulasen la industria cárnica. Hablaba también de socialismo, de lo maravillosa que podría ser la vida si la gente poseyera, trabajara y compartiera de manera cooperativa las riquezas de la tierra. Se publicó la primera vez en el periódico socialista Appeal to Reason. Una de las influencias de Upton Sinclair fue el libro de Jack London "People of the Abyss".

Hitchens
De "La jungla" la novela gráfica de Upton Sinclair sobre la actividad del matadero de Chicago es angustioso leer cómo se cuelga a los cerdos de unos ganchos desde donde chillan cuando se les corta el pescuezo.


Sinclair Lewis

Viseras de celuloide de los telegrafistas.
Despertar con el estómago encogido.
No sentía ya gran interés por las posibles e improbables aventuras de cada día.
Se levantó despacio, gimiendo por las oleadas de dolor, que pasaron por detrás de sus globos oculares.
Se mostraba en su plena madurez asexual como una monja anémica.
Gafas retorcidas de montura de plata del viejo pueblerino.
Apaciguar el estómago y el ánimo.
Abandonó el notar el estómago como si no fuera suyo.
Sacar a colación conversaciones bobas.
Tenía una expresión de cándida avidez en los ojos, que examinaba cínicos.
Hacer un gesto desdeñoso con la mano.
Disimuló su desliz de ternura con una queja.
Sentirse pletórico.
Un éxtasis de amor propio sincero.
Originalidad e ingenio.
Puestos de fruta al cargo de afables y melosos atenienses.
Actitud firme, que disciplina los clientes.
Le consumía un deseo, que era indiferenciable de la soledad.
Ni una sola vez había arriesgado la respetabilidad por la aventura.
Lucida prosa de la circular.
Abogado radical y pesimista notorio.
Amigo de la política sucia, de la diplomacia comercial.
El afecto de la familiaridad.
Sorber el virus de la inquietud.
Experiencia comercial.
Lo mejor es lo que se demuestra a la larga más barato.
Leve reticencia sombría.
Se habla de esas demi-vierges en las novelas.
La competencia ayuda para sacar a flote lo mejor de la gente, la supervivencia del más apto.
Manifestar admiración.
Un técnico, un iniciado.
Zona abigarrada, ruidosa y emocionante.
El colmo de la estrechez de vista y el de la banalidad.
Viento de odio gélido.
Un canon que permita hablar con autoridad.
Anuncios filantrópicos.
Día grande y traicionero de rebeliones veladas.
Miles de Personas Corrientes dormían.
Melodramático sigilo.
Expresión de resolución implacable.
Descender a la prudente realidad.
Puntos de vista amplios.
Expresiones de sofoco lento y doloroso.
Imagen poderosa y evocadora de la nostalgia.
Al experto en dar espectáculos, nada le es más grato que una humildad melodramática y egoísta.
Expresión astuta.
Las alegrías de la conversación.
Expresión pícara.
La incómoda ajenidad de la noche.
La vergüenza de la emoción le desbordó.
Meloso silencio.
Capa tras capa de malestar oculto.
Esponjarse emocionado.
Una esfera de más elevada utilidad.
Su deseo de rebelión se había reducido a una satisfacción avergonzada.
Confundir al publico con sutilezas bobas.
Industria honesta, opuesto a gandulería llorica.
Novelas edificantes.
Una florida disertación.
Los libros eran en su mayoría de <<series clásicas>>, con el toque correcto y habitual de azul ate, oro mate y satinada piel de becerro.
Actitud furtiva.
Una investigación urgente y secreta.
Una actitud retadora poco persuasiva.
Una expresión de definitivo optimismo.
Humor inestable.
Murmurar, con la emoción de un acto inminente.
Preguntar cansinamente.
La charla se había desprendido del delicado refinamiento y la corrección verbal con los que había pretendido adornarla, y se había hecho espontánea y cordial.
Equipajes ingleses duraderos y majestuosos.
Hablar con la avidez apasionada del ser humano que cuenta sus problemas.
Interés borroso, que suelen provocarnos las tragedias de los amigos.
Un ataque temporal de locura.
Se protegía del desconcierto de reflexionar.
"Salvamento", de Conrad; ensayos de H. L. Mencken, ensayos muy reprobables, que se burlaban de la Yglesia y las convenciones sociales; "Los Tres Peniques Negros", de Joseph Hergesheimer.
Dormido con la sensación de haber encontrado algo y haber roto con todo lo que era simple y decente, una ruptura aterradora y emocionante.
Quería ser uno de aquellos bohemios de las novelas. Fiestas en un estudio. Jóvenes alocadas y encantadoras, de ánimo independiente.
Un alto grado de respeto mutuo.
Deseo tembloroso.
Ojos bellos como charcos en abril.
Reavivar la emoción.
Enzarzarse en conversaciones imaginarias.
Grande es el poder de las ciudades para atraer al vagabundo. La ciudad, mucho más que las montañas o el mar devorador de costas, mantiene su carácter, imperturbable, cínica, a través de las transformaciones superficiales, sin perder nunca su finalidad esencial.
No se permitía arrastrar por las emociones, sólo le interesaba el negocio.
Expresión absorta y delicada.
Actitud defensiva.
Manifestación de afecto.
Manifestar repulsión.
Rasgó la púdica capa que cubría su desdicha.
El esfuerzo emocional de fingirse cariñoso.
Gesto hosco.
Un ramalazo de cólera.
Novelas fantásticas, historias de conspiraciones.
Refugiarse en una fanfarronería trémula.
Una afable expresión enigmática.
Miedo tenebroso.
La independencia huía veloz de él y recorría las calles solo, temeroso de los ojos cínicos y del incesante siseo de las murmuraciones de los hombres.
A merced de la negra tempestad.
La languidez tropical de la morfina.
Expresar satisfactoriamente la emoción del momento llorando.
Gesto respetuoso.
Expresión desolada.
Herida de la rebelión.
Cubrió la habitación una lluvia repiqueteante de frases.
(Babbitt)

La expresión inglesa "sembrar dientes de dragón", significa provocar la guerra, debido a la creencia de que, al plantar sus dientes en la tierra, brotarían guerreros armados y sanguinarios.
Unkie, cariñosamente, los tíos.
Novelas de Kathleen Norris.
Gruñir como un viejo lince acorralado.
Un canario en una jaula bávara de mimbre plateado.
Maldito profesor sin cualificaciones, meapilas, mafioso y con cara de sapo.
Una tranquila actitud desafiante.
La conversación rezumaba una cómoda trivialidad y un afectuoso hastío victoriano.
La digna tarea de vender economía falsa en un estrado cubierto, bajo luces de vapor de mercurio y frente un micrófono.
Tímidos dedos, suaves como pétalos de gardenia.
La barcarola de los Cuentos de Hoffmann.
Ojos de gitano, oscuros y alerta.
Los depósitos del saber.
Una pedante expresión de bondad.
Poseer ese engreimiento novelesco preciso, para sentirse culpable y atrapado en complejidades insoportables.
Jeeves es un personaje de los relatos y novelas cómicas sobre el estrato alto inglés, de P. G. Wodehouse, escritor británico, el cual vivió en EEUU. Es la personificación del criado viejo perfecto.
Acusados de incitación al disturbio.
Actitud condescendiente.
El flujo de gente se transformó en una reunión, la reunión en una muchedumbre y la muchedumbre en una turba.
Su miedo desapareció gracias a una furia protectora.
Temblar a causa de una ira demente.
Pasar de la agitación vivaz al trance de la espera.
Amar los tordos como las golondrinas.
Señalar con algo no displicente ni amable, en la brusquedad de su gesto.
Tener una memoria espantosa.
Reggie Fortune es el personaje de las novelas de Henry Christopher Bailey (1878-1961), un detective y médico caracterizado por un habla amanerada, en unas historias oscuras, que suelen incluir la obsesión criminal, la corrupción, los abusos infantiles y los errores judiciales.
Arthur Evelyn St. John Waugh (1903-1966), novelista británico, famoso por "Retorno a Brideshead" o "Un puñado de polvo".
Debatir sobre Agatha Christie, Dorothy Sayers y Norman Klein.
Anodina como un vaso de agua.
Actitud desdeñosa.
Ver algunas huelgas misteriosas brotando de vez en cuando, aunque estén prohibidas.
Una nueva novela sobre una dama, cuyo esposo era un indecente en la cama y que estaba demasiado absorto en las novelas que escribía sobre damas novelistas, cuyos maridos estaban demasiado absortos en las novelas que escribían sobre damas novelistas, para apreciar la magnífica sensibilidad que mostraban estas damas novelistas, que escribían sobre caballeros novelistas.
Al aparecer el miedo, desapareció su orgullo.
Inverosímiles historias de fantasmas.
Sintiéndose como espías en una historia de E. Phillips Oppenheim, asediados en el oscuro y lujoso dormitorio con suelo de piedra de una vieja posada.
Una idea digna de cualquier novela de espías.
Políticos profesionales e intelectuales ególatras.
Preguntar untuosamente.
El orgulloso amante de los libros.
La espera y su hermana, la muerte, semejan resignadas.
Una caja tipográfica del punto ocho, que se usaba en el pasado, para componer folletos, reemplazada por una monotipia.
Lebreles irlandeses.
"February Hill", de Victoria Lincoln.
La frase que hay que decir cuando alguien estornuda. "Verfluchter Schweinehund", "Maldito imbécil".
Actitud coqueta y provocativa.
Bajo el esplendoroso foco de la gloria.
Acusar de perversidad.
Escondía las hojas debajo de las páginas de un periódico en la estufa de su estudio, para poder encenderlas con una cerilla, en caso de redada (había aprendido el truco en la novela antinazi "Patria", de Karl Billinger).
Expresarse con sinceridad.
La incredulidad de su humillación se disipó. Salió de su miedo enfermizo como un náufrago, que ve acercarse un barco.
Mecánicas maldiciones.
Una cámara de oxígeno, para un paciente, que fallece de neumonía.
Un agitador cualificado.
Hundirse en la humillación inhumana.
Duro y brillante cristal.
Propiedad por destino manifiesto.
El tipo con cámaras en los ojos, que se enteraba de todo lo que estaba ocurriendo.
Un periodo de pobreza invernal.
Rememorar con el profundo dolor de la nostalgia.
Enviar paquetes de dinamita literaria.
Una hábil agitadora.
(Eso no puede pasar aquí)

Candidez benigna y falta de consecuencia propia de los padres.
Terribles dificultades de la imaginación abstracta.
Una de las cosas más importantes de la vida es presentir la Utopía.
La luna, a pesar de su celebridad, no es más que una claridad bastante fría y burlona, hecha del aliento de los enamorados muertos.
Quería la esencia del amor, no su corteza.
La carne no es el enemigo, sino el intérprete del amor.
Gentes sedentarias, cuyo miedo a la vida sólo es igualado por el descuido con el que arreglan sus habitaciones.
La Gallenne, "Quest of the Golden Girl".
Gritar, poseídos del irrazonable terror de la infancia.
Settlement Houses, o Corlears Settlement Houses, casas de asilo y cultura para inmigrantes.
H. G. Wells, "Tono-Bungay".
M. A. Ph. D. Doctor en filosofía.
Los políticos son simplemente los corredores de la economía, toman la Verdad Económica y la venden en pequeñas cantidades a sus clientes, obteniendo beneficios excesivos.
Aunque se les manifieste inexplicable, se encuentran los que tienen interés en encontrarse.
Debatir. Discutir sintético y vanidoso, magnífico aprendizaje para la política.
Escritor Edgar Saltus.
Alegre actitud cooperadora, propia de los políticos.
Si hay algo más asombroso que ver una persona falsear espectacularmente su propia cualidad natural, es verla en todo momento consecuente, sin el más ligero y humano desliz.
Estadístico termómetro.
Seca harina.
Humildad suficiente, para abrirse camino en un mundo, que por igual la alababa y despreciaba.
Diarios conservadores como el sarampión.
Un solar desocupado es propiedad particular.
Indiferencia de los mercenarios.
Un criminal era algo embrujado como un fantasma.
Actuar con celo y optimismo un misionero mormón.
E. Phillips Oppenheim, "La Joya de Jandaphur".
Weininger, "Sexo y carácter".
Revista "Judge".
Cárcel. Modo de cura bárbaro.
Inconvenientes y exhibicionismo propios de la reforma.
Ciénaga de la política y el éxito.
Bienestar profundo y completo.
Narcotizante novela policíaca.
Cumplir con el deber. Llevar el barco a puerto.
Causas coordinadas.
Andrew Lang, "Romance".
Bermondsey. Londres verdadero, verdes praderas, cubiertas de rosas.
Bardo viajero Gilbert K. Chesterton. Los establecimientos ingleses donde se vendía la cerveza rebosaban de risas, melodías, alegres carteles y conversaciones respecto de la puesta de sol.
Almanaque Whitaker.
Almanaque Bradshaw.
Guía A. B. C.
Estadísticas vitales.
Salarios proporcionales.
Apartamos de los demás a los tísicos incurables.
Estiró el brazo, abriendo mucho los dedos de la mano, como los monstruos que avanzan en las pesadillas.
Parálisis de rabia.
Primera concesión del ser humano libre. Actuar por algún fin.
La limpieza no es una cualidad innata sino, después del yachting, la forma menos natural y más cara del lujo.
Novelas de Harold Bellwright y Temple Bailey.
Rabiar como los reptiles.
Tanquilidad anormal del epicentro de un huracán.
O´Hare, "In Prison".
Acusar de sindicalismo criminal.
Radical, que está siempre asistiendo a los banquetes.
Se complacieron con el espectáculo garantizado de la luna en el océano.
Hundirse en un pantano de aburrimiento e irritación.
Vulgar y cínica falta de honradez en los empleados publicos.
La cualidad de los millonarios no era su metódico plan, su habilidad al escoger sus colaboradores, ni la imaginativa previsión de los futuros menesteres del mundo, sino el ser lo suficientemente estúpidos, para sacrificar la vida a ganar dinero.
Fines herbes de la literatura.
Infatigable prueba del éxito, la abominación de los amigos.
(Cárceles de mujeres)


Faulkner
Chekhov, Sinclair Lewis, Hemingway.

E. Bloch
Babbit protagonista de la novela de Sinclair Lewis, un burgués próspero, vulgar y realista se adhiere a los cánones sociales y éticos de su categoría social.

Lukács
El Sinclair Lewis de la primera época es más radical que Upton Sinclair.
Sinclair Lewis compara las modalidades de la composición épica de Dickens y Dos Passos.

Della Volpe
Símbolos poéticos con sentido eminente son los significados o términos traslaticios o literales que reciben de su autonomía semántica la fuerza suficiente para originar y estructurar enteros mundos expresivos (composiciones literarias); y puede apreciarse a primera vista o con los meros títulos de algun opus poeticum clásico el tejido de los símbolos poéticos o conceptos estructurales semánticamente autónomos: "Babbitt".

Fast
Sinclair Lewis "Sangre de rey".

Zinn
Con su novela "Babbitt" Sinclair Lewis percibió la falsa sensación de prosperidad y el placer superficial de los nuevos objetos de consumo para las capas medias.


Evgueni Zamiátin

Venir a la memoria una asociación por confrontación.
La velocidad del habla tiene que ser algo menor que la de la reflexión.
Si la novela de un escritor del siglo XX estuviera traducida para los salvajes, ¿sería posible no hacer alguna anotación?
Gesto serio.
La broma incluye una mentira con una ejecución poco clara.
Lluvia algebraica.
Vacío, mero cascarón hueco.
Crear, mediante arranques de inspiración.
Nuestro sol azulado y cristalino, que penetra uniformemente a través de los ladrillos de cristal.
Un sol salvaje, flotante y abrasador, que lo abandona todo hecho pedazos.
Me sentí útil y agradablemente agitado.
Entre nuestras transparentes paredes, que semejan estar tejidas de aire centelleante, nosotros siempre vivimos a la vista de todos, eternamente bañados por la luz.
Nuevamente me dirijo a usted, mi desconocido lector, hablándole de esta manera, como si fuese un viejo compañero mío. Sin embargo, usted está en la Luna, en Venus, en Marte o en Mercurio. ¡A saber quién es usted y dónde se encuentra!
Ojalá que mis anotaciones, al igual que un finísimo sismógrafo, lleguen a registrar las oscilaciones de mis más insignificantes ondas cerebrales, porque en ocasiones tales oscilaciones prestan ayuda de pronóstico.
Hemos encauzado todos los elementos, no puede ocurrir ninguna catástrofe.
Unos escribían para sus contemporáneos y otros para sus descendientes, pero hasta hoy nadie lo ha hecho para sus antepasados o para seres semejantes a sus salvajes y remotos antepasados.
Cristal magnífico, transparente y eterno.
Hacer un gesto de desgana con la mano.
Reina un estricto silencio, profundo y gótico.
La victoria de la masa frente a la persona, de la totalidad sobre la unidad.
Un gesto parsimonioso y calculado.
El proceso orgánico consiste en la disociación de la materia; la fisión de los átomos del cuerpo humano. Es como un signo de potencia sobrehumana del Benefactor.
Las flores pertenecen al mundo indómito.
El salvaje y pasado mundo de los sueños.
La noche verdosa e inerte.
La razón humana, precisa y aguda.
Labios. Tijera.
Expresión agria.
Vidrio dúctil como el oro y eterno como el acero.
Con delicadeza y odio.
Los omóplatos, los fondos de las alas.
Construir el muro, aislar nuestro perfecto mundo mecánico del irracional y feo mundo de los árboles, pájaros y animales.
Hurgar en la memoria y obtener una explicación.
Sufrir un desmayo, una condición de muerte temporal.
Una novela de aventuras fantástica.
Mi actual existencia, plagada de incógnitas y omisiones.
El espeso sirope de la aventura.
El instante de la primera ignición (=estampido).
No tenemos sitio para casualidades y es imposible que se produzcan sorpresas.
Venir a la memoria.
Células habitacionales de cristal.
Guardado en la memoria.
Expresión severa.
El ser humano es como una novela; hasta que no llegas a la ultima página, no sabes cómo terminará. En otro caso, no valdría la pena leerla.
Un disparate y un irracional acto de valentía.
El Benefactor es la indispensable y perfeccionadísima desinfección para la humanidad y, en consecuencia, no existe movimiento peristáltico alguno en el organismo gubernamental. 
Con expresión sombría, cavó rápidamente con sus ojos un pozo de prospección en mi interior.
Una compresión perversa.
Sólo escucho en mi interior.
El apagado, pero ruidoso desorden, que me provocaba el cromatismo rojo, verde, broncíneo, blanco y anaranjado.
Error que cometió Galileo. Tenía razón al afirmar que la Tierra se movía alrededor del Sol, pero no sabía que el sistema solar a su vez gira en torno a otro centro. Desconocía que la órbita real de la Tierra, no la relativa, no es un círculo simple.
Lo que de momento sabemos es que no existe una ultima cifra.
Es perverso que un ser humano, que tiene la facultad de reflexionar y ver, tenga que vivir entre irregularidades, incógnitas y equis.
Localización del centro de la fantasía; un lamentable nudo en la región craneal del pons Varolii. Una triple irradiación aplicada sobre este nudo curará de la fantasía.
El cero total, -273º.
Valkiria alada.
Gesto inexpresivo.
Gesto de desesperación.
La oscuridad me sumió en su manto verdoso.
El infinito no existe. Si el mundo fuera infinito, la densidad media de la materia tendría que ser igual a cero. Pero dado que no es cero, el Universo ha de ser finito, pues tiene forma esférica y el cuadrado del radio es igual a la densidad media multiplicada por el cociente.
(Nosotros)

El rostro arrugado como si fuese de arcilla.
Un rostro sin afeitar similar a un desierto en el que solo creciesen polvorientos hierbajos.
Extendió una mano resbaladiza y rápida como una lagartija.
La asombrosa máscara prudente de la luna.
El cielo verdoso y más abajo como de otro mundo el milagroso gaitero.
Crepusculo. Estaba envejeciendo el 29 de octubre atisbando con los ojos opacos y atentos de una vieja arrugada y todo semejaba encogerse y hundirse bajo la insistente visión.
Auténtico verdadero té.
Tarjetas de racionamiento.
La tetera hacía sonar su tapa llamando la atención.
La divinidad de hierro devoraba con fantástica indiferencia las palabras blancas, tiernas, amargas, eternas de las cartas.
(La cueva)

Para un escritor la privación de la posibilidad de escribir constituye un castigo mortal. Es impensable realizar cualquier tarea creativa cuando se trabaja en una atmósfera de acoso sistemático que se va reforzando año tras año.
De ninguna manera pretendo representar la inocencia ultrajada. Nunca he ocultado mi actitud ante la sumisión literaria y la hipocresía: eso rebaja al escritor.
Crearon el Diablo como personificación de las formas del mal.
La prohibición de mencionar mi nombre muestra claramente de forma químicamente pura la actitud que se ha tenido conmigo.
Los fundamentos para albergar la verosimilitud.
"Caoba" de Boris Pilniak.
Aniquilar al diablo que permite la utilización de cualquier estratagema.
Instantáneamente después de haber creado con éxito un fondo material se plantea de forma ineludible la creación de una superestructura, un arte y una literatura realmente dignos.
Iliá Ehrenburg sin abandonar ser un escritor soviético trabaja para la literatura europea escribiendo para ser traducido a idiomas extranjeros. También  También B. Pilniak. 
Viajar al extranjero para librarme de una antigua enfermedad crónica (colitis).
(Carta a Stalin 1931)


Yevtushenko
El novelista Zamiatin permitía entrever sus tristes ojos bajo Burroughs y Edgar Wallace resucitados con una libertad sin principios.

Deutscher
"Nosotros", novela de Zamiatin.
Podemos ilustrar la falta de originalidad en el hecho de que Orwell tomó la idea de "1984", la trama argumental, los personajes, los símbolos y todo el clima de su relato, de un escritor ruso, el cual ha permanecido casi ignorado en Occidente. Es Evgenii Zamiatin y el título del libro del modelo de Orwell es "Nosotros". Como "1984", "Nosotros" es una antiutopía, una visión de pesadilla del futuro y un lamento de Casandra.
Zamiatin nació el año 1884 y falleció el año 1937. Sus primeros escritos fueron descripciones realistas de las capas media baja. En su experiencia de la agitación rusa del año 1905, Zamiatin participó en el movimiento, fue miembro del partido socialista (al que pertenecían bolcheviques y mencheviques) y fue perseguido por los zaristas. Cuando bajó la marea sucumbió a un talante de pesimismo cósmico, rompió con el partido socialista. El año 1917, Zamiatin veía la nueva agitación con ojos fríos y desilusionados. Tras un breve encarcelamiento, el poder bolchevique le permitió marchar al extranjero; y fue en París, emigrado, donde escribió, al empezar la década de los veinte, "Nosotros". En la sociedad futura de Zamiatin el amor está prohibido; el contacto sexual está estrictamente racionado y sólo se permite como un acto no emocional. El país es mandado por una persona, "el Benefactor". Zamiatin situó su historia en el año 2600.


Kriegel
E. Zamiatina "Nosotros" 1920. Novela de anticipación.


MIJAÍL BULGÁKOV

Es habitual que Bulgákov bautice a sus personajes con nombres de compositores musicales. Berlioz.
Literatura de masas.
La fuerza plástica del talento del artista y la experiencia del tema.
Las expresiones afectadas y metafóricas.
Una expresión alarmada.
Solovki. Isla del mar Blanco viejo lugar de deportación.
Para dirigir algo es preciso contar con un futuro más o menos previsible.
Permitiéndose arrastrar con la conversación verdaderamente absurda.
Furioso, lleno de rabia.
Gerbert d´Aurillac (946-1003) nigromante del siglo X.
El asombro llegó al colmo.
La enfermedad terrible, invencible, la hemicránea cuando duele la mitad de la cabeza.
Una maza germana.
Al procurador romano se le llama hegémono.
La cabeza lucida y sin confusión había formado el esquema de la actitud a seguir.
Los discursos irrazonables y utópicos podían ocasionar disturbios.
Atravesar la mente una serie de ideas breves, incoherentes y extrañas.
El tono no expresaba esperanza ninguna.
Cualquier poder es un acto de violencia humana y llegará un día que no existirá. El ser humano formará parte del reino de la verdad y la justicia donde no es menester ningun poder.
Las palmeras monstruosas patas de elefante.
Una actitud sorprendida.
La ira terrible de la impotencia.
Cautivador del pueblo.
Aire solemne y reservado.
El ojo de un loco de remate.
Tono jovial.
Los enfermos mentales transforman el humor repentinamente.
La áurea luna.
Con la mente alguien lanzó un grito desesperado.
Apareció la luna quebrándose en pedazos.
La luna ilusoria.
Una sensación de frío en el estómago.
Un gesto arrogante.
Un grito solitario y ronco.
Utilizar el truco preferido de los bandidos: huir a la desbandada.
Temblando de rabia.
La suerte no le acompañaba.
Pasar por la imaginación.
Adivinar inconscientemente.
La comezón de la verde envidia.
El autor de estas verídicas líneas.
El esturión en porciones con capas de cuello de cangrejo y caviar fresco.
Los huevos cocotte con puré de champiñón en tacitas.
Los filetitos de mirlo con trufas. Las codornices a la genovesa.
Retener unos asuntos literarios inaplazables.
La colonia de chalets de los literatos.
Colmar el disgusto.
Tipos de shashlik; plato caucasiano que consiste en trocitos de carne a la brasa. Fliaki gospodárskije, plato polaco.
Mienten las leyendas que quieren seducirnos.
Estalló una ola de dolor ante la terrible noticia.
Filetes volaille de pollo.
La densidad del silencio.
La torpeza general.
Intoxicado con un ataque de neurastenia.
Humillante y furioso cinismo.
Cuando un maleficio aparece no hay manera de contenerlo.
Protagonistas del diablo sabe qué manejos.
La oscuridad de la memoria.
La merecida, precisa y lacónica definición.
Valand es uno de los nombres comunes del diablo del idioma alemán.
Una actitud insolente.
Inturist. Oficina de turismo extranjero de la Unión Soviética.
Una postura irónica.
Cocina fábrica. Tiendas especiales donde se pueden adquirir platos cocinados.
Encerrarse dentro de un silencio digno.
Demostrar alegría.
Débil y con menester de consejo.
Un arranque de decisión.
Una descripción impresionante con su fuerza plástica.
Todo es relativo. Una personalidad oficial depende del punto de vista desde el que se enfoque la cuestión. Depende de las circunstancias.
Agitó los brazos como si fuera un molino de viento.
Se quejaba con tono confidencial.
Una proposición seria práctica.
Un ser práctico y prudente.
La operación de contar amenizada con bromas y refranes: "Quien guarda halla", "El ojo del patrono engorda al caballo".
Un tremendo remolino de ideas.
Una idea repentina como un golpe le cruzó la mente.
No atormentarse con cuestiones complicadas.
El tráfico de divisas.
Una expresión de asombro.
Animoso con una viva actividad.
Falso Dimitri. Impostor y usurpador del trono de Rusia de comienzos del siglo XVII.
Un gesto nervioso.
Incapaz de actuar como si un velo siniestro le envolviese el cerebro.
Su fisonomía cubierta de un tinte de angustia y tristeza.
Inventar justificaciones ordinarias para sucesos extraordinarios.
Pushkino. Población próxima a Moscu.
La ilusión del que se sabe digno de la total atención con el hallazgo de algo sensacional.
Pelirrojo como el fuego.
Un golpe de viento.
El arcoiris desplegado en el cielo y más tarde disuelto.
Se le aproximaba el suceso lentamente y veía una palmera en una pata de elefante. El sueño le envolvía.
Una expresión agria y hosca.
Un gesto forzado y seco.
Rojo de asombro.
Un olor a dinero recién impreso.
Crecía la emoción por momentos.
Un caso de hipnosis en masa.
La sangre brotó de las arterias rotas como de una fuente.
A los hombres les ha estropeado el problema de la vivienda.
Una ola de suspiros.
Un gesto arrogante.
Alterar la expresión.
Tono amenazador.
Una mueca de disgusto.
El amarillo es un color desagradable.
El amor surgió ante nosotros como surge un criminal en la noche y nos alcanzó a los dos. Como alcanza un rayo o un cuchillo de acero. O nos amábamos desde hacía tiempo sin conocernos.
El sol de mayo.
Mi impaciencia se demostraba porque movía de sitio las cosas que había sobre la mesa.
Bizca de mentir mucho.
Fallecer como ahogado con tinta de pulpo.
Su actitud manifestaba gran decisión y dominio propio.
Beber el amargo trago de la responsabilidad.
Un miedo invencible infantil.
Una humedad putrefacta de malaria.
Una palidez enfermiza de cal.
La expresión completamente enajenada.
Bajar el botón de la cerradura inglesa.
Navegando despacio como un Cupido.
Bajo su máscara de dignidad se esconde una araña avara, un embustero sorprendente.
Una complicación familiar.
El discurso prosaico del presentador.
Dando patadas con indiferencia a los pequeños sílices que encontraba a su paso.
Una idea sencilla y genial.
Un cuchillo de pan largo afilado como una navaja.
Una canción ronca y sin sentido.
La serpiente kilométrica de impacientes espectadores.
Una expresión de angustia y de rabia.
Redactar varias disposiciones.
Temblando de emoción.
Un tono apacible.
Un ataque de histerismo.
Paquetes de dólares canadienses, libras esterlinas, florines holandeses, latos de Lituania, coronas estonianas.
Las personas inteligentes son inteligentes precisamente para resolver problemas difíciles.
Sufrir un ataque de dolor.
Los hombres de negocios saben que ocasiones unicas que sería pecado desperdiciar no se repiten.
Ver por la ventana con gesto triste.
Sorprendido con la actitud.
Tono oficial.
Una idea atractiva y sugestiva.
Un grito desgarrador.
Tono amargo.
El queso de oveja suele ser blanco.
Sorprendido con el inesperado ataque.
Los camareros nerviosos.
Una mirada turbia y angustiada.
El tono de la pregunta era piadoso pero no era una pregunta hecha con delicadeza.
El binomio de Newton.
Cáncer de hígado.
El barman cerró los ojos y escupió mentalmente.
Una viejecita masticando con la boca vacía.
Además de esquizofrénico era un estafador.
El gorjeo de un gorrión.
Ha llegado el momento de pasar a la segunda parte de esta verídica historia. Sígueme lector.
Amor verdadero, fiel y eterno.
Expresión de desconcierto.
Un arrebato alegre y sincero.
Cabalgar al aire a las quimbambas (sitio lejano e impreciso).
Quien sepa la quinta dimensión puede ampliar un local lo que quiera hasta unos límites incalculables.
Hablar como un sacamuelas, como el ultimo charlatán de un puente.
Astucias verbales.
Una preocupación fingida.
Un ambiente de envidia e intrigas.
En uno de los libros sobre el doctor Fausto con Lucifer rey de los infiernos y del virrey Belial figura Abadonn gran ministro y consejero del diablo.
Un color turbio de emoción.
Una actitud de ceremonia.
Pálida de emoción.
El torrente de invitados.
Los juerguistas vampiros de Brocken.
La atracción del futuro y no del hecho persuasivo y consumado.
Tambalear de emoción.
Tono íntimo.
Un tono seco.
La misericordia penetra inesperada y pérfida las rendijas más pequeñas.
Sea más razonable porque la suerte se le puede escapar de las manos.
Desfigurada la cara con un gesto convulso.
Hervía el torrente de luna.
Una opinión demasiado alta de la novela.
Se puso a temblar y a gritar emocionada y se le saltaron las lágrimas.
Recobrar la expresión serena.
Derramar un torrente de lágrimas de arrepentimiento.
El baño, el blanqueado, la caparrosa (sulfato ferroso usado en tintorería).
Si no existe el documento no existe la persona.
La desdichada novela.
Un ojo loco de curiosidad.
Los pesados golpes de los truenos.
Terror animal.
Mirar al infinito con expresión aburrida.
Frotar las manos con un gesto rápido.
Jadeante de emoción.
Expresión de frío despecho.
Dicen que si alguien no te reconoce es que vas a ser rico.
La cobardía era uno de los mayores defectos humanos.
Una mueca de disgusto.
Una expresión de ansiedad estudiando a aquel del que se ha oído hablar mucho, se ha reflexionado y al fin aparece.
Mirar de reojo como un lobo.
Un gesto como si estuviera tragando.
Haciendo muecas con el esfuerzo.
Un gesto brusco.
De los salgueros y los tilos llegaba la conversación matinal animada y alegre de los gorriones.
Confrontar la actitud con algunos datos de tiempo.
Recoger como con una aguja los malditos puntos del caso.
Tono cariñoso.
Estupida y absurda actitud.
Calidad de vampiro informador.
El burlesco certificado.
Apartarse un poco de la realidad.
En la ciudad nacían y se expandían rumores completamente inverosímiles de los que una parte ínfima de verdad se decoraba con abundantes mentiras.
Una tipografía de papeles de tipo mágico.
El Torgsin (la asociación de proveedores en cuyos almacenes el mercado se efectua exclusivamente con divisas) del mercado Smolenski.
Una antigua costumbre rusa. En las bodas los invitados solían gritar "¡Amargo!" para que los novios endulzaran el vino dándose un beso.
Un discurso estupido, falso de tacto y pernicioso políticamente.
Ocultar y madurar los talentos.
Levantando un dedo con aire preocupado.
La barba con forma de puñal del filibustero.
Gestos de invitación.
Panáyev y Skavichevski. Literatos rusos del XIX.
Su actitud era la consecuencia de todo lo anterior.
Un cronista famoso con su asombrosa omnisciencia.
Susurrar algo sugestivo.
Los zapatos negros de Satanás.
Ánimo del mal y dueño de las sombras.
La expresión escéptica de la cara.
Un hilo de fuego atravesó el cielo. Luego un golpe sacudió la ciudad.
Ojos llenos de desierto.
Cuando a uno le han robado todo pretende buscar una fuerza extraterrestre.
Forzado como una idea sin expresar.
Extender los brazos con gesto indefenso.
Un gesto fiero.
El insulto es el agradecimiento de una buena acción.
Volar como sombras de agua.
La tormenta se disipó y un arco de color cruzando todo el cielo bebía agua del río.
Una dulce ansiedad, una emoción de gitano nómada.
Tono condescendiente.
Una cumbre pedregosa plana y triste, las herraduras de los caballos aplastaban el sílice y las rocas.
Una fama inaudita.
Su memoria intranquila como pinchada con agujas comenzó a apagarse.
Un pesado murmullo de rumores increíbles.
El aire furtivo de los gatos.
Sufrir y experimentar la equivocación y la calumnia.
Situaciones ficticias y tergiversadas.
Las economías segun sus modestos cálculos.
Actitud soñadora.
Soñando algo precioso y elevado.
(El profesor y Margarita)


Alberto Savinio

Los solistas del Concierto Europeo, los más afamados nombres del Almanaque de Gotha, los astros mayores de la casta diplomática.
Un virulento desprecio por los estratos altos y una simpatía sincera, aunque formal, por las sencillas, desnudas, intactas virtudes del pueblo.
La primera cualidad de todo aristismo, de cualquier categoría óptima, es la innata facultad de síntesis. Lo mejor y lo máximo se obtienen con un esfuerzo mínimo, imperceptible, y en los casos más elevados, inexistente. En el perfeccionamiento supremo del juego de equilibrio, se supone que el ser humano puede alcanzar una gravedad personal, independiente de la terrestre y vivir casi del aire.
Reflexionamos cada vez con mayor insistencia en el menester de una biología superior, biología intelectual; ciencia precisa, instrumento de investigación en un mundo inexistente para la mayoría. A la luz de la ciencia nueva venidera, surgirá el equilibrio perfecto entre máximos alcanzados por el ser humano, la afinidad entre aristocracia del ocio y estilo, el consorcio de los óptimos.
Infancia es una corrupción de Ninfancia; periodo de la vida, que el ser humano transcurre bajo la autoridad de Antia, ninfa de las primicias (Antia de <<antes>>).
Un fantasma de lluvia.
La tarea de custodiar la memoria del episodio, de transmitirlo a la posteridad.
La pertinente determinación del ambiente.
Singularidad del ser humano. Isla.
Signos tangibles.
Un fantasma que circula embozado entre los vivos.
El mecanismo de dependencia se había roto.
Derechos ópticos, privilegios de respiración.
Soberanía, prolongado motivo de desequilibrio, fuente perenne de sufrimiento.
Las tres virtudes cardinales del perfecto ser de mundo; la fealdad decorativa, la estupidez dulce y la ignorancia garantizada.
Encorvado por una elegante aflicción, su cuerpo sin edad se pliega sobre el puño del bastón, imita la postura del Apolo sauróctonos.
Una idea lo endereza de golpe.
Los misterios de la parodia alemana.
El primer acto de orgullo.
El patronímico se redujo por exigencias de brevifonía.
Pacto estipulado.
Era tiempo de amores, tiempo de marineros.
Un grito de estupor.
La infancia, que está llena de designios y es severa y mucho más venerable que la vejez, era un <<mundillo de monigotes>>, en el más amplio sentido de la expresión.
Desde el primer destello de la autoconciencia sintió el estímulo de un destino superior.
La práctica ingrata de la Inteligencia pura.
Oponer la luz triunfante y llena de porvenir al crepúsculo, que significa derrota y anticipación de la muerte.
Bogaban de concierto, impelidos por un pío vientecillo.
Sículo de sangre ilustre.
Una prolongada pausa de espera discurrida con el aliento en el estómago.
La hostilidad y las ejecuciones de freno ejercidas por el sueño.
Ovillado por la vergüenza.
Las tiendas brillaban como teatros.
Se alejó con su paso de oso.
El juego secreto, la gran simulación, la impasibilidad que no permite concebir sospechas.
Ponía sobre el agujero pestilente de la autoconciencia la tapa de una majestuosa autoridad.
Un simulacro, un numen.
La ira y el hambre, el frío y la dicha celeste, que inspiran los juegos de los niños.
Una lóbrega nube descendía sobre los hombres y las cosas. La insoportable propensión de las personas serias a dramatizar los temas más baladíes se ofreció a las meditaciones.
Corregir la disposición de unas dalias puestas en un florero de porcelana.
Cuya memoria evocó al vuelo la imagen.
Era ligera como una sombra y olía a pureza.
Un escalofrío de horror.
Un lamento repta por la oscuridad como una culebra atraviesa las rendijas de las puertas.
Un revólver buldog.
Pionero, explorador, constructor, empresario, sucedáneos que imitan los caracteres del guerrero.
La embriaguez comenzaba. Por detrás del telón de los párpados, se precipitó al vacío en saltos sucesivos.
Desarrollos y variaciones del diálogo.
La experiencia es bastante lenta en la aplicación de sus enseñanzas.
El Tedio empezó a extenderse como una enorme mancha.
Deberes a cuyo cumplimiento estaba obligado por depender de voluntades ajenas.
Los sucesos brillan en su memoria como un paisaje de fósforo bajo un cielo de terciopelo negro.
Magnífico desarrollo de la retórica del ruido.
Un gesto que no se entendía si era saludo o llamada de auxilio.
La más loca generosidad es la del avaro, que se pone a hacer de generoso.
Un recuerdo fabuloso.
La etimología es una ciencia falaz.
El totemismo es el reflejo de la dignidad, que antaño gozaban todos los bichos, la prueba de que la tierra fue alguna vez un paraíso.
El sueño doblaba sobre él su ala abierta.
(La infancia de Nivasio Dolcemare)

La muerte, la estación de la memoria eterna.
Maupassant, toro con frac y sombrero de copa, compuesta criatura asiriobabilónica disfrazada de habitante de la aldea de París.
El pueblo italiano expresa de alguien, que lo querría ver <<desnudo con las manos en los bolsillos>>.
Las orejas tienen un carácter de pasividad pura, a diferencia de la nariz, prepotentemente activa y hasta pugnaz. Cuando la ciega Maria Theresia von Paradis recobró la vista gracias a Guillermo Mesmer, su primera visión, que fue la de la nariz de su sanador, a punto estuvo de causarle la muerte del susto.
<<Mouche>>, uno de los más logrados contes de Maupassant, además de un caso muy interesante de asociación sexual, es una bella muestra de renuncia de la búsqueda de la paternidad. Cinco remeros del Sena, entre los que figura el autor con el nombre de Joseph Prunier, tienen una amante en común, Mouche. Al quedar en cinta, a ninguno se le ocurre averiguar quién puede ser el verdadero padre. El niño nace muerto y los cinco socios, para confortarla, le dicen, <<Consuélate, pequeña Mouche, te haremos otro.>>
Un nombre-humo, un no-nombre, algo de inconsistente, de no serio, como en "el hablar español"".
Biografía de Maupassant, escrita por François Tassart, su ayuda de cámara.
Alberto Lumbroso, "Souvenirs sur Maupassant", impresa en Roma, en 1905, en los talleres de los Hermanos Bocca.
Nos gustan los libros, que por formato y numero de páginas pueden ser cómodamente lettia letto, leídos en la cama.
Estilo sepulcral, eufemístico y sistemáticamente laudatorio.
Escribir como escritor significa no escribir desde el presente, sino a partir de los recuerdos o por anticipación.
Desembarcar de un tren añade a la estación de ferrocarril un aire naval.
Georges Simenon, "Monsieur Gallet décedé"".
Los dos libros más significativos que ha dado la Gran Guerra son libros derrotistas, "El Fuego", de Barbusse y "Sin novedad en el frente", de Remarque. En vano buscaremos libros victoriosos entre la literatura de los vencedores. ¿Es por eso, que los gobiernos <<nicéforos>> se muestran hostiles a los literatos?
Maupassant estaba encerrado, inmerso como un pocero en la materia de sus relatos. Por esa razón sus relatos son incuestionablemente verdaderos, terriblemente verdaderos, aunque pasajeros y mortales como los hombres y las cosas pasajeras y mortales.
Hay una réplica en "Mademoiselle Fifi", de Maupassant, en la que resuena el acento del epos.
"Boule de Suif" da comienzo a la fortuna literaria de Maupassant.
Lectores pertenecientes a la especie de los superficiales.
Una incesante invocación escondida desde la tierra y desde el cielo, un monôme de todos los hombres y las cosas, una persecución, una obsesión.
El sentido de los negocios, de la economía, del control de los propios intereses, de la avaricia, es innato en los normandos.
Los contes de Maupassant parten fatigosamente, les cuesta ponerse en marcha, como a los trenes, y en la entrée en matière, que da comienzo a cada cuento, se oye el jadear del vapor y el esfuerzo de las bielas. Hasta que al fin emprenden la marcha y entonces con un raudo, aunque duro ritmo, no tienen más prisa, que la de llegar al término del trayecto.
La máquina de Papin ha tenido un papel importante en la génesis del naturalismo literario y la regla de atender a lo natural y verlo sin tansfiguraciones poéticas de otro género, forma parte de la idea del mundo desdivinizado, de la idea del ser humano dueño de la tierra y de la idea de desarrollo mecánico y de progreso, idea que ha sido inspirada al ser humano del siglo XIX por las nuevas y enormes posibilidades de la máquina de vapor. Existe lo negro del naturalismo, lo antracítrico de la locomotora.
En algún sentido, los contes de Maupassant son los antepasados de las novelas policíacas, compañeros de viaje en un destino ferroviario.
El Siménon posterior a las novelas policiacas, el Siménon de "Pitard" y de algunas novelas cortas, como "El Asno rojo" o "La Fiancée de M. Hire", no es inferior a Maupassant y su espacio vital deviene hasta más amplio.
Victor Havard, impresor de los libros de Maupassant.
Profunda satisfacción, al ver un día correr los propios libros sobre las rápidas y benditas ruedas de la gran empresa impresora y subir a los estantes de los carritos bibliarios de las estaciones.
El sonido que un día se convertirá en cuerpo y que sobre la orquesta agrupada en el escenario del "Adriano", veremos los sonidos formarse, confundirse y desvanecerse en una plástica sonora.
Perros de terracota, balaustradas de cartón-piedra y plantas de hule.
Procedimiento querido por los escritores del siglo XIX, de hacer relatar el cuento a un personaje del cuento propio.
Soledad del homosexual (pozo de la soledad).
Nuestro procedimiento literario, antimiguelangelesco por excelencia, pretende rodear cada objeto del ambiente más rico, más completo, más inesperado. Consiste en mostrar la cosa lo mejor posible por otras cosas distintas, de iluminarla con la luz más intensa, de penetrarla más hondamente. El paso literario es como caminar sobre la cuerda floja.
"Le Horla", uno de los cuentos más rebosantes de espanto y locura.
Por una vieja superstición, los bolsistas de París creen que llevar el sombrero puesto trae mala suerte.
Uno de esos numerosos Arieles imbéciles, que las mujeres y los hijos apartan de su lado y que perdidos, aislados, inconscientes, llevan una vida absurda, bolseando bajo un peristilo neoclásico, en mitad de un gran fragor de batalla.
De la labor de Maupassant en el Ministerio de Marina, nacen "Les Dimanches d´un Bourgeois de Paris" y la serie de cuentos burocráticos.
Conrad estimaba los libros de Maupassant. Uno de los primeros cuentos de Conrad, "Los idiotas", de ambiente bretón, está influenciado por el cuento campestre "La mère aux monstres".
A punto de iniciar una carrera literaria, Conrad había dudado entre hacerlo en inglés o en francés.
Escritor es aquel, que da peso y consistencia eterna a cada periodo suyo, a cada palabra suya.
Afán de generalización.
Maupassant robó a Bourget el argumento de una novela ("Fort comme la Mort").
Máquina de escribir Olivetti M.40.
Aburrido de la monotonía del almanaque de la vida.
La lectura de una novela de sentimientos escritos.
Las casitas oscuras, pero garantizadas y cómodas, de la locura y la muerte. Reconciliación y retorno al amor fraterno, a los afectos infantiles.
Imagen de viajero del viaje definitivo, permitir crecer la barba, tipo del poilu.
Maupassant fija la vista en el suelo, ve un hormiguero de insectos, que lanzan a una gran distancia chorros de morfina.
(Maupassant y "el otro")

El adjudicatario de la buvette (cantina) de a bordo.
Acudir desde el fondo de la memoria frases, analogías.
C. A. Saint-Beuve, príncipe de la pomposidad literaria.
Mucha autoridad ejercen y a pesar nuestro las palabras leídas de los libros incluso más estúpidos.
Caracteres cubicales.
Un liberoanticuario.
Gregorovius, uno de los mayores y más románticos visitantes de la isla de Capri.
Exacerbada fantasía.
Una crónica de viaje.
Duermen algunas barcas garantizadas por sus anclas. Las más perezosas, o quién sabe si enfermas, están echadas a la orilla y descansan sobre un costado como focas que amamantan a sus crías.
Expuesto a los peligros de un mundo sin leyes, mitológico y espantoso.
Baratijas, petits-rien, fruslerías.
Los volúmenes de los British Authors.
Las vistas nacaradas de Venecia.
Las ultimas novelas negras confraternizan con las más sugerentes perspectivas de la Grotta Azzurra.
Una intimidad filadélfica, una comisión homopsíquica.
El verdadero carácter de los Südmäaner.
Una lágrima de fuego brota del ojo lejano y solitario del Vesubio.
Vivir como niños, como lagartos.
La idea de llamar a la isla de Capri Apragápolis, la ciudad del ocio.
La superficie pasa como un velo, como cristal móvil sobre los misterios del fondo donde, entre oscuros bancos de algas y negras bocas de abismos, fosfóricos fragmentos de claro de luna perciben con ojos de medusa.
La isla Tsalal donde no se conocía el color blanco.
La violeta abundancia de las glicinas.
Calles abúlicas, sin resistencia, tornadizas, caprichosas.
Apurar el cáliz amargo de la desilusión.
Una cerradura inglesa minúscula.
Panorama mudable, engañoso, pagano.
El delincuente mata para acostumbrarse, para experimentar con otros lo que debería perpetrar con él.
Las ruinas del apagado paganismo.
(Capri)


La Capria
Las bellas páginas de Norman Douglas de "Siren Land", donde semeja atrapar el cósmico murmullo que aletea el aire de Capri. Las de "South Wind" semejan lastradas por digresiones demasiado eruditas y pedantes y por una ironía demasiado unilateral típicamente inglesa. Compton Mackenzie semeja tal vez demasiado mundano, Axel Munthe demasiado inverosímil, Edwin Cerio demasiado insular, Peyrefitte demasiado romántico.
Con el luminoso librito de Savinio no encontramos ninguno de estos énfasis, ninguna de estas audacias, ni ninguna de estas frecuentes caídas de tono. Aquí la hipérbole y donde no la hay el artificio, tienen una ligereza inigualable, no son espectaculares, son poéticas y de esta manera son estas páginas; musicales, leves, aladas.

Nooteboom
Andrea de Chirico, hermano de Giorgio, autor de magníficos libros escritos con el pseudónimo de Alberto Savinio.




Ana Kontroversy




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