sábado, 29 de septiembre de 2012

REPASO DE LA NOVELA 4B







CHATEAUBRIAND

"Atala" ha sido escrita en el desierto y bajo las chozas de los salvajes. En "Atala" no hay aventuras; es una especie de poema, en parte descriptivo y, en parte, dramático; todo consiste en la pintura de dos amantes, que marchan y cazan en la soledad. He pretendido dar las formas más arcanas y la he dividido en prólogo, relato y epílogo.
No es grande un escritor, porque  ponga el alma en tortura, pues las verdaderas lágrimas son las que hace correr una bella poesía, a la que vaya unida la admiración y el dolor.
Las lágrimas que deben humedecer las cuerdas de la lira.
Los hombres compran la virtud a expensas de la desdicha.
Haber visto en sueños una cierva blanca.
Las vírgenes son flores misteriosas, que crecen en lugares solitarios.
Virgen digna de los primeros amores.
Reanudar al final el hilo del discurso.
La hora que la efímera sale de las aguas.
Los genios del amor nos habían abandonado sin palabras.
Más hermosa que el primer sueño del esposo.
Retuvo un fatal secreto, próximo a huir de sus labios. Sus palabras me abismaron en la desesperación.
Un involuntario ademán hacia el sol, que se perdía en el horizonte.
Oh, primer paso del amor. Muy poderoso debe ser el ascendiente de tu recuerdo.
Dotado de la previsión de una zorra.
Pugnaban los intereses, se dividían las opiniones.
Tristes reflexiones sobre el singular destino.
Seguir la dirección de la estrella inmóvil (el Norte).
Vagar a merced de la casualidad.
Traer a la memoria.
La hija del destierro.
Estruendo de la tempestad.
El tumulto de mis transportes.
Dominada de confusión y alegría.
Expresión sencilla y sincera.
Los hombres acostumbran imitar la Naturaleza, pero sus copias son siempre mezquinas; lo que no sucede respecto de la Naturaleza, que cuando semeja imitar las actividades de los hombres, les ofrece en realidad portentosos modelos.
Colmo de la desesperación.
El veneno dilacera el seno.
Rechazar los asaltos de la adversidad.
Triunfo del valor y la aquiescencia.
Cortina de la eternidad.
La colina del destierro.
(Atala)

Una dulce armonía del genio y de las inclinaciones.
Las engañosas sendas de la vida.
El pasado y el presente son dos esculturas incompletas; se ha extraído mutilada la una de entre las ruinas de las edades y, la otra, no ha recibido del porvenir su perfección.
Utilizado por todos de ánimo novelesco.
La multitud, vasto desierto de hombres.
El peso de la existencia.
El sol, inflamando los vapores de la ciudad, semejaba oscilar lentamente en un fluido de oro, como la péndola del reloj de los siglos.
Veía la luna surcar las aglomeradas nubes, a la manera de la nave, que hiende las inquietas olas.
Desgraciado carácter, displicencias, injusticias.
Es preferible asemejarse un poco a la generalidad y ser algo menos desgraciado.
Rescatado a la existencia.
Lágrimas y reminiscencias.
Los atavíos del siglo.
El ser humano goza en lo que no es común, incluso cuando sea una calamidad.
La vestal que adivina en un solo día todos sus días futuros.
Nadie se hace superior por ver el mundo a través de un prisma odioso.
(René)

Sonoras cascadas.
Un resto de prudencia.
Cumplimientos, costumbres y usanzas.
Luz que procede de la delicadeza y la profusión de ideas.
Lozano césped.
El poder de una pasión irresistible.
Las tempestades de la ambición.
El fuego que mantiene la antorcha es también el fuego que la consume.
Recibir con una fría política.
La conversación mudó de giro.
Sabrosos coloquios.
(El ultimo abencerraje)

Los materiales de las composiciones.
El viento del sureste soplaba basante para hinchar las velas, mas no para agitar el mar.
Ideas de beneficencia y de sosiego ante el dominio de las tempestades y de los peligros.
El océano abandonado a las tempestades y rodeado de desconocidas tierras debía ser la cuna de las fantasmas de Escandinavia.
Las puertas del Adriático entre el cabo de Otranto de Italia y el de Albania.
Aristóteles vino a expiar desterrado a Corcira los errores de una pasión que no siempre vence la filosofía.
Dos historiadores rivales de talento, Tucídides y Tácito.
Cosas y sucesos, hombre y costumbres.
Tiempo de recordar las memorias.
Math, aquel perro célebre por su ingratitud, su dueño era un soberano de Inglaterra de la casa de Lancaster.
No manifestarse delicado a la mesa.
Manifestar miedo o prudencia.
Laurel rosa. Adelfa, oleandro, rosa damascena.
Colmado de atenciones.
Comer con famoso apetito.
Las reflexiones respecto del trastorno de las cosas humanas.
Manifestar talento y buen humor.
Ruinas que recuerdan ilustres memorias desvelan la vanidad de las cosas del mundo.
Los ríos famosos tienen idéntica suerte que los pueblos famosos; primero desconocidos, luego célebres vuelven a caer bajo su primera oscuridad.
Como para burlarse de la movilidad y de la inestabilidad de las cosas humanas hasta los animales no experimentan ni trastorno ni alteración de sus costumbres.
Reflexiones generales.
El ultimo grado de la desgracia.
Las asombrosas riquezas que manifiestan la corrupción de las costumbres.
Manifestar una ambición útil.
Las semillas de la suerte futura.
¿Cuál es el admirable poder de la gloria?
Manifestar ánimo.
El amargo hastío de la vida que mucho cuesta vencer.
Vana delicadeza diplomática.
De un hecho particular no se puede sacar una consecuencia general.
Ligeros favores.
Expuesto a las injurias del aire.
El marinero señala el instante que desaparece de su vista una tierra lejana que no volverá a ver.
Una navegación ligera y agradable.
Cuando un país presenta grandes y numerosos recuerdos, la memoria para desahogarse de las numerosas cosas que la ocupan se fija a una.
Los gritos de borrachera y desorden de las bacanales de Antonio y Cleopatra.
El fatal talismán es el despotismo que ahoga la alegría y que no permite ni siquiera las quejas del dolor.
Cuando el ser humano ha pasado, los instantes de su vida son más vanos que los de su muerte.
Los que muchos declaman opuestos a la fama son precisamente los que más la aman.
Los campos de la inmensidad.
Las satisfacciones del amor propio que lisonjean a los autores.
No conozco fruta ninguna por sabrosa que sea que pueda hacerme olvidar mi patria.
Nuestros marineros dicen que con las nuevas colonias los españoles comienzan por edificar una iglesia, los ingleses una taberna y los franceses una fortaleza.
Los desengaños que produce la edad y el hastío que sigue a los placeres.
Las letras, cuyo comercio es muy agradable cuando es secreto, solo producen inquietudes cuando es publico.
(De París a Jerusalén)

El lado malo de la novela, la verdad.
Cartas, manifiesta o confidencial.


Malte-Brun
Chateaubriand. En los países salvajes se encuentran todos los sistemas políticos de los países decadentes.

Stendhal
Chateaubriand, ese soberano de los egotistas.
Las numerosas y pretenciosas frases de Chateaubriand y Salvandy me han hecho escribir "Le Rouge et le Noir" con un estilo demasiado cortado.
Gigantes de 1835, Chateaubriand y Villemain.

Balzac
Lucha que mantuvieron el "Journal des debats" y Chateaubriand frente al trono, ingrata oposición justificada en intereses innobles y una de las causas del triunfo de la capa media y el periodismo, en el 1830.
Chateaubriand y Royer-Collard, hombres del Debats.

Flaubert
Por la noche, antes de la oración, se hacía en el estudio una lectura religiosa. Era, en semana, algún resumen de historia sagrada o las "Conferénces" del abate Frayssinous, y el domingo, por recreo, algunos pasajes de "Le Génie du Christianisme". ¡Cómo escuchaba, las primeras ocasiones, la lamentación sonora de las melancolías románticas, repitiéndose en todos los ecos de la tierra y de la eternidad! Si su infancia hubiera transcurrido en la trastienda de un barrio comercial, tal vez se habría entregado a las invasiones líricas de la naturaleza que, generalmente, sólo nos llegan traducidas por los escritores. Tenía menester de sacar de las cosas una especie de provecho personal; y rechazaba como cosa inútil todo lo que no colaboraba al consumo instantáneo de su corazón, pues de temperamento más sentimental que artista, buscaba emociones y no paisajes.

Zola
Estaba poseído de ese aburrimiento escéptico de su generación, pero no de ese tedio romántico de los Werther y los René llorando la añoranza de viejas creencias, sino del aburrimiento de los nuevos campeones de la duda, de esos jóvenes químicos que se muestran enfadados y que declaran imposible el mundo porque no han sabido encontrar de repente la vida dentro de sus retortas.

Moore
No hay nada de Chateaubriand que se encuentra con Zola para que sea noticia de "Le Figaro".

Somerset Maugham
Hasta el siglo XIX, los novelistas prestaron escasa atención al paisaje. Pero cuando surgió la escuela romántica y Chateaubriand cautivó la fantasía del publico, se puso de moda escribir tales descripciones.

Fischer
Chateaubriand, Burke, Coleridge, Schlegel rechazaron solemnemente la Ilustración.

Yourcenar
La existencia de una especie de ley de difusión retardada hace que los jóvenes cultos del año 1860 leyeran a Chateaubriand más que a Baudelaire.

Leduc
El tipo Chateaubriand a los dieciocho.

Abbagnano
El romanticismo de Madame de Staël y de Chateaubriand  es de preferencia una exaltación de los valores del sentimiento y a lo largo de Italia encontró esta forma de expresión.

Koestler
El París de Barrès y de los Goncourts, de Michelet y las barricadas de 1848, de Luis XIV y Mansard y sobre todo de Chateaubriand y Enrique IV.

D´Ormesson
Chateaubriand, escritor al comienzo clásico y, sin embargo, discípulo de Rousseau y precursor de Hugo.

Tomalin
Dickens y Forster hablaron con el enfermizo Chateaubriand y con Lamartine.




E. T. A HOFFMANN

Manifestar descontento.
Progresos exiguos.
El entusiasmo lleva por compañera la audacia.
En mi ánimo se había operado una rápida y sorprendente transformación.
Innata serenidad alemana.
Asino tedesco!
Falta de fluidez, una rigidez característica de los alemanes.
Ser superior que me robaba los sentidos.
Furia, cocodrilo.
Satánica diosa.
Dulzura italiana y temple enérgico de un teutón.
El tiempo había suavizado mi despecho.
Dado los años, experiencia y razón.
Los años pesan y transforman mucho las cosas.
Realidad presente inferior al pasado.
Conducta hipócrita, fingidos arrobos y admiración concedida con aire protector.
Somos humanos, harto débiles, nos aferramos a la pequeñez y nos empeñamos por querer encerrar en el frágil barro lo celestial e infinito.
(Fermata)


Musset
Excitada, como expresa Hoffmann, con una taza de té muy azucarada.

Gautier
El extraño doctor tenía el aspecto de una figura escapada de un cuento fantástico de Hoffmann que paseara a lo largo de la realidad, estupefacto al comprobar lo grotesco de la creación.
El doctor del cuento de Hoffmann que estaba pidiendo como un desafío el lápiz de la caricatura.
Las historias fantásticas de Pierre Schlemil y de la Noche de san Silvestre le vinieron a la memoria; pero los personajes de La Motte-Fouqué y de Hoffmann solo habían perdido uno su sombra y otro su imagen; y aunque aquella extraña privación de una expansión que cualquiera posee inspiraba inquietantes sospechas, al menos nadie les negaba su personalidad.
Los ingleses de vodevil como los parodian Hoffmann o Levassor.

Flammarion
El elixir de Asmodeo permitió a Hoffmann robar sin cumplidos a Holberg, el autor de "Niel Klim".

Eleanor Marx
Un mago al estilo de Hoffmann. Las aventuras tristes y terribles.




XAVIER DE MAISTRE

Arrebato de entusiasmo animado con un acceso de locura.
Una bandada de grullas avanzaba con formación triangular, como la columna inglesa de la batalla de Fontenay.
Ese ruido misterioso y confuso de la creación viva que entona un himno involuntario a su Creador.
Cruel guadaña del Tiempo, tus horribles hijos, la Indiferencia y el Olvido.
Vanas memorias.
Fui despertado por el sueño, accidente que nunca le ha ocurrido a nadie.
Los sucesos de nuestra vida están determinados y atribuirlos al azar sería el colmo de la insensatez.
Memoria a la vez inconstante y fértil.
Hacer un chasquido destinado a arrear las caballerías. ¡Gh! ¡Gh! ¡Gh!
Acusar de ingratitud.
La razón tiene una ventaja de reconvención.
Sistema del mundo. Creo que el espacio, siendo infinito, la Creación lo es también y que han sido creados una infinidad de mundos en la inmensidad del espacio.
Objeto de comparación.
Alegría interior que precede a las buenas acciones cuando no están exentas de peligro.
Tiempo, temo a tus horribles hijos, Indiferencia y Olvido.
Reclamar la prioridad de la invención.
El amor a la patria depende de varios elementos reunidos. Del largo hábito que adquiere el ser humano desde su infancia, de las personas, de la localidad y del poder político.
Verbo ruso wladeti, mandar, dominar.
Smirnoff. Dulce.
Koniak. Amigo y patrono.
Burka. Manta de fieltro impermeable, de pelo largo, semejante a la piel de oso, capote habitual de los cosacos, con la que arrostran los barrizales del vivaque.
(Expedición nocturna alrededor de mi cuarto)

La abnegación a la que han llegado algunos anacoretas, el sacrificio completo de los afectos humanos.
Océano de quiméricos deseos.
Brisas del Piamonte en primavera.
Visiones síntomas de locura o efectos de la fiebre.
Disposición de ánimo.
(El leproso de la ciudad de Aosta)

Imprudencia manifiesta.
De su cuello pendieron una cadena, de cuyo extremo colgaba un leño de roble.
Koniak. Amigo y patrono.
Programas de liberación.
Su salud sufría terribles quebrantos.
La casualidad hizo que salieran fallidos los programas.
Koniak, título sagrado, que los montaraces del Cáucaso no han violado nunca.
Atacado de fiebres alternas.
Chislik, carne de carnero asada en pequeños trozos colocados en la extremidad de una varilla.
Un acceso agudo de fiebre.
Bostezando indiferente, como el que sale de un profundo sueño.
Sentir el peso de los párpados.
Las actitudes y los pasos grotescos que requería tocar la cosaca.
La sombra que refleja el cuerpo.
Burka, manta de fieltro impermeable, de pelo largo, semejante a la piel de oso. La burka, el capote habitual de los cosacos, no se fabrica más que en su país, con la que arrostran las lluvias y los barrizales del vivaque.
El inmenso horizonte ruso, similar a las lejanías del mar.
Depósito de provisiones.
Peso de las cadenas.
Momento de angustia grave.
Comunicar las mutuas inquietudes.
Proverbial fiereza de la raza chetchengo.
Desaparecer como el relámpago.
Un baile animadísimo.
Acusar de ingratitud.
(Los prisioneros del Cáucaso)


CATHARINE SEDGWICK

La exitosa práctica de al abogacía.
Los motivos simples y obvios.
Los informes y declaraciones.
El fósforo es una materia que brilla o incluso arde espontáneamente y sin la aplicación de ningun fuego sensible.
Añadir con un suspiro.
Un tono garantizado.
El mimetismo del tono y la mueca.
El museo es una vasta colección de maravillas naturales y curiosidades artificiales.
Los instintos y hábitos.
Seres rescatados de una manera de la existencia y restaurados a su elemento nativo.
Un experimento satisfactorio.
Trascendentales preocupaciones.
Los sentidos abiertos a la recepción de las dulces influencias de la naturaleza.
Ocupaciones utiles e inocentes.
Los padres con racionales expectativas de placer y los niños con la anticipación de un deleite ilimitado característica de la infancia.
La nariz es un rasgo que rara vez moldean las gracias.
El ánimo caballeroso es una gracia precisa para los albores de la edad adulta.
La industria y la resolución.
Una casta degradada, una herencia de burlas y chistes.
Algo de su actitud y movimientos denotaba los hábitos de la vida decadente.
Sentir como el fuego del sol, el huracán del sur, la marea del océano y no poder resistirlo.
La excitación de la imaginación.
El instinto de un cobarde.
Con la efervescencia tu historia se evapora con exclamaciones.
Liberado de la restricción.
Su publico lo escuchó con la más halagadora atención y al final le devolvieron el favor con exclamaciones que demostraban estar suficientemente impresionados.
Un ánimo emprendedor.
No somos videntes; solo podemos adivinar.
Proverbio escocés: "los halcones no escogen a los halcones".
Preferir las geórgicas de Virgilio a su epopeya.
Enseñar la razonable verdad protestante.
Una expresión de honestidad y bondad y de profunda tristeza.
Discreción y reserva.
Un pequeño paria sin una emoción de piedad.
Preparar con cuidado una naranja.
Las exigencias de la humanidad.
Los desnudos y hambrientos.
Este mundo de problemas.
Las ovejas que pastan inconscientes de las maravillas y su origen.
Un resplandor de devoción.
Rico como Creso.
La especie de los ricos vulgares.
Un desprecio profesional de la preferencia del arado en lugar de la espada.
Exponer motivos irresistibles.
Expresar las objeciones al procedimiento.
Un ser de humanidad distinguida.
Un repentino ataque de dolor de muelas.
Las hermosas vestales como una sola hermosura.
Un ataque de desesperación.
Es mejor tener piedad que condenar.
La imaginación llena de hazañas audaces.
El profundo sueño bajo la profundidad de la noche sumerge los sentidos bajo un olvido total.
Gritos de rabia y desafío.
Emolientes y paliativos.
El que delibera está perdido.
La bondad activa manda en el secreto manantial de la alegría.
Disfrutar los favores de la luna.
Una amabilidad adicional.
Los franceses son un país fanfarrón.
Una expresión de inocencia y buen carácter.
Vagas expectativas y luego ilusiones más difundidas.
Las alegrías que van precedidas del sufrimiento nos recuerdan algunas nubes que permiten caer sus lluvias después que el sol ha salido.
(Los viajeros: un cuento para jóvenes)



ALFRED DE MUSSET

Disecar su ser moral.
Fondo de la existencia.
Tríbada. Imágenes de voluptuosidades monstruosas y lascivas hasta el ultimo límite, furia lujuriosa, violenta y forzada lubricidad.
Ciego arrebato del deseo.
Experimentar los sufrimientos de la redención.
Valor sobrehumano.
Saturnal de sangre.
Humor vital.
Horizonte inagotable.
Recuerdos clásicos.
Ardor de un rapto de demencia.
Ágil, agudo estilete veneciano.
Dos manzanas de carne.
Paroxismo del ansia del placer.
Desconfiar y apelar al recurso de espiar.
Fuego de Italia, que redobla mis ímpetus.
Ardientes deseos de la materia, devoradores deleites de la carne.
Papeles que garantizan abundancia.
Dulzura de un reflejo de ópalo.
Insuficiente simulacro.
Pasión ideal.
Ánimos fuertes, dominadores, que arrastran a los otros a su órbita.
Retorcerse un energúmeno.
Extensión de tremendo exceso.
Hábil e insaciable boca de un vampiro.
¡Delicias inauditas! Gustarlas sólo lo que dura un relámpago, sería el goce supremo.
(Dos noches de pasión)

Petimete de la Regencia, su tono trivial, su sombrero ladeado y su apariencia de barbilindo pródigo y divertido recuerdan los tacones rojos de otros tiempos; iba con carroza y arrojaba el dinero a manos llenas.
Aunque se adaptaba sencillamente al ambiente con sus extravagancias seguía una verosímil racionalidad.
Gozaba de un verosímil desahogo sin pasar de una honrada futilidad.
Capricho del destino.
Dicho. A padre avaro, hijo pródigo; a padres económicos, hijo gastador.
Un abogado sin pleitos, profesión corriente hoy día.
Prefería gastar el dinero de una vez y privarse de todo al día siguiente.
Los niños desfloran margaritas; mucho, regular, nada.
Cerraba los párpados y fatigados por el resplandor apartaba sus ojos gozando seguir curiosamente la degradación de tonos de esa mancha rojiza que se fija a nuestra retina tras haber visto largo rato el sol.
Aficionarse apasionadamente por el oro y el sol, dos cosas divinas.
Dueño de su libertad se entregó sin reflexión ninguna a la vida irregular de los ricos herederos.
¿Para qué vale el traje si está la bolsa vacía?
La actividad cotidiana.
Sueños disparatados.
Quien es querido por alguien nunca será desgraciado del todo. El que ama a su madre nunca puede ser malo del todo.
La paciencia, los cuidados, las atenciones aparentemente simples y las pequeñas alegrías interiores, que son prueba silenciosa del cariño y que hacen la vida dulce y ligera.
Se entregaba a sus ideas sombrías. A otras alegrías, a otros dolores.
Una doble existencia se desenvolvía.
La naturaleza le hizo rico y el destino le hizo pobre.
Cuanto dentro de él había de paciente, reflexivo y resignado no podía triunfar sobre su amor al placer.
Un palacete de gran elegancia que se alzaba entre un patio señorial y un hermoso jardín.
Un tren de lujo y de opulencia.
Pulidos pisaverdes y elegantes lechuguinos.
Educación perfecta.
Educación descuidada.
Salir del paso argumentando.
Según el capricho de su imaginación.
No es difícil enamorarse, sino saber declararlo a quien se ama.
Una ocasión inesperada y extraña.
La realidad no le obedecía deprisa como deseaba.
La conversación prosiguió.
Superfluos adornos de la riqueza.
Por un vano alarde de elegancia lucía una cadena de oropel.
Repasó con su imaginación las circunstancias de sus visitas.
Sombra de severidad y resistencia.
Sombra de coquetería.
Hay damas hermosas del gran mundo que se permiten besar la mano, ceremonia piadosa, por cuanto conduce al paraíso.
Timidez gazmoña.
Su imaginación se exaltaba.
Un carnet de bolsillo guarnecido bajo cristal, un mal paisaje a la acuarela.
Frases preparadas de antemano que se saben por instinto y que nunca se dicen.
Escribir una declaración formal.
Las comas situadas y los párrafos delimitados, cosas que prueban poco amor.
La morbidez redondeaba sus líneas con un bello cendal alabastrino.
Mortal pavor.
Severidad injustificada.
El impuesto de presencia es el mayor de todos y el más difícil de combatir.
La cólera es contagiosa.
Le reprocho su conducta.
Decir a una mujer que amamos de su persona otra a quien semeja no es verdaderamente sino un recurso novelesco que puede autorizarnos a hablarle de amor.
Vanidad herida o halagada.
La conversación mantenida con este tono no disgustaba.
La conversación decayó.
Aire protector que toma todo lacayo después de una confidencia.
Una curiosidad caprichosa le pasó por la imaginación.
Proposición arriesgada.
Esconderse para sorprender es una idea de enamorado, pero no de amante.
Eco de la bóveda.
Acusar de novelero.
Sintió deseos de probar hacerse pasar por un sueño, como expresa Valmont.
Seno alabastrino cubierto de una blonda sutil.
El rumor de una cascada transparente.
La casualidad protege a los amantes.
Réplica mordaz.
Le ofuscaba la cólera.
Gentes hay que sabiendo engañar no saben mentir.
Con la cabeza baja, estupefacto y abismado de dolor.
El murmullo de la cascada con su monotonía.
Se entregaba al peligroso atractivo de la aventura.
Es cosa infalible que terminen amando el peligro los que se familiarizan con él.
La verdad clara e irrecusable.
Ciega de orgullo.
Precioso bosque de Romainville.
Siento elevarse mi ánimo exaltado por el suyo, haciéndole disfrutar con su afinidad los más exquisitos goces de la inteligencia.
Casual circunstancia.
Conversación animada.
Sorprender una conversación.
Buscaba de mil maneras la clave del enigma que le atormentaba.
Más de una familia dentro de cuya casa, no obstante, se dan tés y reuniones viven estrechamente de la labor de las hijas con la aguja a la mano.
El ánimo humano es algunas ocasiones absurdo.
Se acusó de un acceso de irritabilidad sin causa alguna.
Puede suceder que le salgan mal sus cálculos y que el ser humano después de obedecer se arrepienta de su complacencia, porque cuando el orgullo se entromete lo pueril se transforma grave y surge la discordia.
Tono glacial.
Altivez nativa que triunfaba hasta sobre las pasiones.
Dar a la conversación un tono jovial.
Ligero tono.
Italia, pasar el Lauzun disfrazado de postillón.
Imaginación inquieta.
Agotados todos los caprichos y fantasiosos programas de su imaginación.
(Las dos amantes)

Teocracia patriarcal.
Injusticia de la suerte.
Aspecto terrible.
Situación mortificante.
Pobre y menesteroso.
Aire de sinceridad.
Tristeza y humildad.
Voy a Bruselas y llevo al célebre banquero *** una noticia, que va a hacer bajar el beneficio en un franco setenta y ocho céntimos.
Urraca rusa blanca.
Melódicos esfuerzos.
Haber soportado áridas y crueles peregrinaciones.
Urracas y grajos, la peor compañía de la tierra, escandalizan.
Pinzones, currucas y petirrojos se agrupaban rápidamente en las ramas desocupadas, como los cristales de una girándula.
Tuve la impresión de reunirme con algunos pájaros de mi talla y pedirles hospitalidad.
Estorninos. Alas de oro y patas charoladas. Dandies del bosque. Conversación frívola.
Paloma vieja, más seca que una ruleta enmohecida.
Fruncir el pico con un pudor británico.
Gran pava. Aire de beatitud, rolliza, extendida y muellemente sentada sobre su triple vientre, se la habría tomado por una masa de pan. Mamá bondadosa y embarazada, no puede tener mal carácter.
Zorzales. Me metían rápidamente en su grupo como una carta de amor en un manguito.
El hacha había destruido todo.
Penetrado de una horrible tristeza.
Dos porteras, que discutían en la calle. -¡Si no vuelves más aquí, te compro un mirlo blanco!
Envanecerme, columbrando el espacio con aire victorioso.
Suerte del genio.
Quería huir del mundo y hoy deseo asombrarlo.
Mirlo blanco. Pájaro sin semejante, cuya existencia niega el vulgo, debo y pretendo comportarme como tal, ni más ni menos que el Fénix, y despreciar al resto de los volátiles.
En lo referente a mi persona, seré inexorable al amor.
Primera realización. Había algunos descuidos, debido a la prodigiosa fecundidad con la que escribí; pero reflexioné, que el publico de hoy día, acostumbrado a la bella literatura, que se imprime en los periódicos, no me haría ningún reproche.
Fatuidad encantadora, picante interés.
Descripción encantadora.
Cortar habitualmente y mezclar en el relato. Momento más interesante y dramático. Grandes secretos del arte.
Europa devoró las revelaciones íntimas que me digné comunicarle.
Gran problema que actualmente preocupa al mundo. El porvenir de la Humanidad.
Mirlo del Senegal, verde canario, pico corto, patas grandes y cola ridícula.
Mi aislamiento, aunque glorioso, no se me antojaba menos penoso.
Una circunstancia imprevista transformó el curso de mi vida.
Los ingleses disputan todo, hasta lo que no entienden.
Casémonos a la inglesa, sin ceremonias.
Asuntos dramáticos de novelas. Parricidios, raptos, muertes y violaciones; atacar los gobiernos y predicar la emancipación.
Gran costumbre del mundo. Dominio.
Prueba de una colada.
Enmendar un borrón, según el precepto de Boileau.
Aislamiento de un pobre huérfano y de un soberano.
¡Oh, si mi genio fuese una perla y tu fueses Cleopatra!
Anticuado rojo.
Desharinado y deslucido.

Evitar para siempre la vista de un ser vivo, como expone Alceste, ...un lugar apartado
donde libre pudiera un mirlo blanco ser.

El viento es el azar de los pájaros.
(Historia de un mirlo blanco)

Vida tranquila y sedentaria.
Distancia entre un gentilhombre y la hija de un comerciante.
Inalterable dulzura de carácter.
No debía quejarse de esas nubes, que todo destruyen si se les da importancia y que nada son si se las permite pasar.
Buenas gentes, comerciantes enriquecidos por la actividad.
Recursos de la ciencia.
Una desgracia merecida hace verter lágrimas; pero una desgracia sin motivo extravía la razón.
Ilusión próxima, tranquila, pura.
Noche del ánimo.
Vale más hacer que decir.
La Naturaleza realizaba su tarea, triste, pero fielmente.
El armiño rehúsa pasar adelante, si ve que un poco de tierra o fango puede manchar su piel.
Desgracia del Destino, que la energía y la piedad de un ser humano iban a destruir.
Extraña facultad, que los escoceses llaman doble vista, los partidarios del magnetismo pretenden hacer admitir y los médicos incluyen entre las enfermedades.
Instinto invencible, que hace a un niño de diez años concebir y perseverar en el propósito de tomar un sayal y consagrar su vida a los desvalidos.
Todo verdadero dolor da menester de soledad al ser humano, como el sufrimiento físico a los animales.
Pertenecía a una familia bastante extensa, para no tener algo por que sufrir.
Corona de aciano florido.
Esa visión que no engaña nunca, la visión de todos.
Shake-hand, apretón de manos.
Poner de relieve la gentileza de su progenie.
Me siento atormentado por una desgracia; tal vez la transformación, el viaje, la fatiga, mitigarán mis penas.
Voy a ocuparme de cosas materiales, importantes, precisas.
Lo que no es más que una falta de atención a los ojos del mundo, se convierte en un sensible dolor, para quien sospecha la causa.
Espectáculo publico de su desgracia.
Fuerza que la noche da a la reflexión.
Coger con una mano por la cintura y nadar con la otra, al estilo marinero.
Personas ligadas por una amistad viva y tierna.
Idioma horrible inventado por el dolor.
Razón perdida.
Deuda de cariño.
Uno de esos atractivos, que enlazan la bondad con la desgracia.
Escultura, el simulacro de un ser, que no hace más que ver la vida.
Idioma de Leibniz.
Los hombres de genio sobrepasan los límites, hasta que pueden llegar con sus fuerzas.
Nacido gentilmente de una hidalga familia, dotado de una viva inteligencia, pero víctima de la demi-morte, semimuerte.
Distinto de los demás hombres; por la distinción de su nacimiento y la desgracia de su cualidad natural.
El orgullo y la humillación disputaban un distinguido ánimo, que por suerte o menester no desatendía mantener puro.
La distancia, la pereza y la muerte pueden producir igual resultado.
La vigilancia del buen ser se manifestaba por su ruidoso sueño.
Presa de negra tristeza.
Lo que se ve no puede ser imposible.
Palacio objeto de admiración.
Motivo de disgusto.
Motivo de alegría y agradecimiento
(Pedro y Camila)

Invadido por ese extraño ensueño propio de los sabios y enamorados, que semejan estar lejos de la realidad.
Abogado sin pleitos.
Hidalgo de provincias, creado y puesto en el mundo, nada más que para hacer de vecino, comadrear en su misión.
Castillo, jauría y carroza vieja.
Incomparable ventaja que proporciona una amistad de diez años y una sumisión de por vida.
Fiel al templo donde la esfinge de los grandes ojos negros hace sus oráculos y aspira incienso.
Ante una pasión no hay leyes ni consejos.
Gran sentido y claro raciocinio.
Imaginación viva y apasionada.
Colono con el que estaba en ajuste sobre una tierra.
Gestos de aceptación, que emplean los que no saben qué decir; su paciencia, sometida a una prueba cruel.
Inconsciente desdén, lo más inocente del mundo, que causa mal en ocasiones.
Novela sombría y escandalosa.
Salir de la prueba puro como el oro.
Cuando una palabra produce su efecto, poco importa como se diga.
Orgullosa, coqueta e hipócrita.
Motivo de interés personal.
El mundo con sus leyes no ve tu desdén y tus lágrimas; es preciso contestarle en su idioma u obligarle a callar.
Extender impunemente habladuría de mala intención.
Buscas un lance de honor, para restablecer tu reputación, o tienes menester de una cicatriz, para mostrársela a tu amante, como un estudiante alemán.
Por gracia de la casualidad.
Cosas naturales y recíprocas.
Llegáis como marzo en cuaresma . Como Marte en cualquier tiempo.
Pretender persuadir por la razón. Emplear otra ayuda.
Límites de la cortesía.
(El secreto de Javotte)

Sepulcros blanqueados.
Desde que el mundo es mundo, la ocasión es la mayor de las tentaciones.
Mezcla de orgullo y miedo.
Cortesana linajuda, pedante sin recursos.
Taciturno y lacónico como un espartano cuando los asuntos se presentan bien.
Transparentar como una linterna mágica.
Nunca un acreedor puede arrebatar el lecho a un deudor.
Volver la cabeza como Agamenón, mientras me visto.
La protección de los pueblos enseña, que dos precauciones valen más que una.
Examinar imparcialmente las cosas desde un punto de vista filosófico.
Valor, humildad y virtud.
El más horrible y lento de los suplicios, el hambre.
Alegría y abundancia.
Horrores del hambre.
Quien habla lo que sabe, da lo que tiene y hace lo que puede, no está obligado a más.
(Mimi Pinson)

Razón fundada.
Velo de la adoración.
Establecer y pagar el impuesto.
Reclamar respecto de una injusticia.
Amor no irrazonable.
Cárcel invisible.
Castigar, iniciar un proceso legal.
Estilo de criatura.
Los viajes perjudican al amor, porque suministran distracciones; o fortalecen, porque dan tiempo de reflexionar sobre él. Sabias distinciones.
Haber extraviado la razón.
El príncipe Fonfarinet con sus botas de oro macizo.
Shake-hand. Coquetón saludo, reverencia.
La gente a quien no se puede impedir hablar cuenta lo que le pasa por la cabeza.
Atractivo, agradecimiento.
¿Tal vez hay valor con la política?
Fiel a sus distracciones.
Para un solicitante no hay mayor elocuencia que el saber callar con ocasión.
Colonos, inquilinos y administradores.
Comprobar las cuentas.
Formaba una ganancia a expensas de los gastos que dirigía, además se apropiaba anticipadamente sobre el testamento vestidos, ropas y joyas.
La impunidad enardece.
Languidez germánica y viveza francesa.
Beauce, granero de Francia.
Dirigir la casa. Acostumbrar a la organización y a la economía.
Igual de buena como una imagen
Reflexionar antes de tomar una decisión.
Exigir el importe del alquiler.
No era él un ser a quien frenase la idea de que la joven se percatase de sus mentiras al primer paso. Por lo que no se puede admirar demasiado el supremo atractivo de la fanfarronería.
Imaginación pronta y sencilla, propensión a la imitación de los niños.
Baño. Impresión de molicie y bienestar.
Cosa enfadosa. La cordura es una actividad y sólo para ser razonable hay que pasar muchas fatigas, mientras para cometer tonterías basta seguir el propio impulso.
Si un loco llega a hacer por casualidad una acción razonable se le agradece sumamente. Mucho dista la locura de ser una piedra; es una bola de jabón que va danzando ante nosotros y coloreándose cual arco iris con todos los matices de la creación. Estalla y nos salpica; al instante se forma una nueva y nos basta respirar para aguantarla en el aire. Reflexiones filosóficas.
Cuando el amor se mezcla con nuestras cosas no precisa que lo ayuden y sabemos que cerrarle la puerta no es un material para impedirlo entrar.
Un guerrero vencedor cargado con los despojos del enemigo.
Punzantes emociones.
Protestar con todo su poder por la injusticia del destino.
Escogía con mano economizadora alguna fruta para el postre.
La idea de un largo viaje posee similitud con la idea de un amor largo.
Costumbres añejas. Tendió la copa antes de beber para invitar a sus huéspedes a hacerlo.
Misterio imposible de descifrar.
Demostrar demasiada amistad y excesiva cortesía para ser parientes.
Los productos y el valor de sus tierras.
Mantener el nuevo propietario los viejos colonos del cortijo.
Dulzura del idioma italiano.
Es curioso que los que más se engañen con las cosas de este mundo sean casualmente los que prefieren esas cosas.
Ligera vanidad.
Se replegaba como una sensitiva.
Inquietud que se siente ante el mar cuando se ve a lo lejos la tempestad que se acerca lentamente bajo un cielo sereno.
Decisiones adoptadas naturales y justas.
Invencible obstáculo.
Ocurre algunas ocasiones que una circunstancia de poca importancia, según la impresión, varía el curso de nuestras ideas. La oscuridad, más que cualquier otra cosa produce este efecto.
Ocurre con muchos edificios viejos que la escalera está construida en una torrecilla, llenándola por completo y extendiéndose en espiral alrededor de una columna de piedra.
El otoño, estación que los pájaros se despiden de sus amores.
Para amar hace falta valor.
La ilusión vencía a la razón.
Los ahogados pueden volver a la vida si son auxiliados a tiempo.
Muerte. Hacer ante la alcaldía la declaración que manda la ley.
Comprometer su fama, desprestigiarse.
Los muertos no deben perjudicar a los enfermos.
Ceder de grado o por fuerza.
Aire vital.
Hay durante la vida momentos muy amargos.
El enlace se prestó a mil variadas versiones, ni una sola exacta por no ser ninguna sencilla y porque se quería atribuir a una causa extraordinaria un suceso inusitado.
Animada y de genio independiente.
La afición al estudio y el ardor de la inteligencia son los mejores profesores para los ánimos bien nacidos.
Flexible imaginación con la aptitud del entusiasmo.
Su curiosidad tenía por límite algún respeto propio. Nunca sintió ante su humor la influencia de los objetos de fuera.
Respeto humano.
¿Es por ventura un mal verse lanzada a la vida sin grandes reglas?
Terribles descripciones del amor.
A su alegría sucedió un raro aspecto de distracción.
Realizada la boda renació la alegría.
Gentes a quienes ha molestado el azar.
La alegría habitual se une con una disposición novelera.
Sus ojos distraídos buscan por las venas del mármol figuras, animales, paisajes, mil alimentos de ensueños.
Componer una novela.
Una tertulia de gentes de ingenio.
Genio mundano.
El adorador. Tema inagotable de viejas simplezas y palabras de doble sentido.
Reglas de gentes educadas.
Por una rareza de su genio.
Aventura. Lección y tema de reflexión.
Como se descifra un manuscrito precioso al que faltan muchas páginas, que la inteligencia del lector tiene que reemplazar.
Da la impresión que nada la ofende y que nadie hay menos severo para con sus amigos; lo que procede de que la experiencia la obligó a apreciarse como un ser aparte y recreándose inocentemente con las debilidades del prójimo renunció a imitarlas.
De viva y ágil se tornó sedentaria. Agilidad del cuerpo y del ánimo.
La gente selecta se busca.
El palacio punto de reunión, buen sentido de no transformarse en una agencia de ingenio.
Idea de que no se podía amar dos ocasiones durante la vida.
Para qué estamos en la tierra, qué hacemos y qué nos aguarda.
Variar de existencia.
Llego a un punto delicadísimo y no sé cómo saldré de él.
La picardía, el soporte de la gracia.
Extraños elementos de formalidad.
Cariño de amistad.
Cosecho secretamente flores misteriosas.
Avara alegría.
Proverbio. "No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague".
Los refranes son perrillos de bodas; no hay uno sólo que no tenga otro opuesto y sea cual fuere la conducta de uno, encuentra un refrán que lo apoye.
Imaginación entusiasta.
Entreabierto el velo que la cubre, cual Venus ante el pastor de la fábula, comparece tímidamente.
El semiletargo, la disposición que he de escoger al ir al Paraíso.
Gozar de los sobresaltos del misterio.
Nunca es secreta una intriga.
Las consecuencias del asombro que pueda causar una resolución.
Lo que ya es no puede variarse.
Los hombres desprecian lo que poseen y vuelven con ardor a lo que por su culpa temen perder.
Anular un requisito.
Modales de aturdido y expresiones que, aunque sencillas y naturales, debía lastimar el pudor y la modestia perfectos.
Exaltado genio.
(El lunar)


Moore
Había comprado unos libros de Musset; pero en Boulogne-sur-Mer agradable y soleada la poesía se iba haciendo monótona.
La poesía de Musset evolucionó poco. Sus modernismos desentonaban con el florecimiento de mis aspiraciones y sustituyendo las palabras inesperadas y las expresiones excéntricas no hallé más que la tosca versificación de quien estaba programado para ser un escritor de prosa. Un error de dicción es perdonable si el error no cae del lado de la trivialidad; pero lo trivial, lo innato es constitucionalmente aborrecible.

Ribot
Alfred de Musset un personaje inquieto, nervioso y descoordinado.

Gorki
La traducción de Musset de la excelente Mysovskaya.

A. Huxley
Es un Peter Pan más a lo Musset.

Yourcenar
La existencia de una especie de ley de difusión retardada hace que los jóvenes cultos de finales de siglo leyeran a Musset más que a Rimbaud.

Braudel
Musset. <<¡Venecia como yo la quería!>>, 1833.
Habitación de los tumultuosos amores de Musset y George Sand.

E. H. Carr
La capital francesa era el dominio de George Sand y de Musset.


THOMAS CHANDLER HALIBURTON

Utilizado de manera escandalosa.
Si mis reflexiones y nociones son mías ¿cómo pueden ser las de otras personas?
Contener verdades hogareñas.
El juego limpio es una joya.
Soy sencillo como un guante viejo pero un guante no es un zapato viejo que hay que pisar.
Siento el placer de no ser superado en el camino.
Esparaván. Enfermedad de los caballos caracterizada con una inflamación ósea desarrollada del corvejón como consecuencia de la inflamación de los huesos.
Cuyas tonterías perturban mis reflexiones solitarias.
La agudeza de la expresión.
El abrigo de los de Tempest & More que distingue a los abogados rurales de los bobos rurales.
Eludir la curiosidad de un compañero de viaje es el valor de un buen caballo.
Empujar rápido al caballo a su mejor nivel.
Una humillante competencia de trote.
Gemir mentalmente.
Un caballo de raza Goliat.
El valor del tiempo.
Los relojes no pueden llamarse artículos de menester.
El mercado de los relojes está saturado y abandonar este circuito se realiza con una suave verosimilitud y naturalidad humana.
El fondo y el privilegio del agua.
La más inefable expresión de lástima y sorpresa.
No poder trabajar y hablar también.
Todo termina donde comienza: con la conversación.
Comentarios extraídos de objetos familiares pero todos expresando amargura y desprecio.
Disgustado con la flagrante parcialidad del juez.
Un yugo de sinvergüenzas.
Saber la genealogía, la historia y los materiales de cada uno.
No distinguir la tiza del queso.
Semejando complacido como una hiel a la que hacen cosquillas.
Era eminente y tenía una práctica muy extensa.
Cómo diablos pretendes digerir la comida si no tomas la molestia de diseccionarla ni tiempo de masticarla.
Mostrar un valor claro.
Nunca vi a un inglés que no cortara sus palabras muy cortas.
Un ataque poco caballeroso.
Tranquila de temperamento como una mañana de abril.
Los niños pálidos como la tiza o gritando como una naranja.
Solo las grandes personas viajan de incógnito.
Los viajes estatales son incómodos y lentos; el peso constante de las formas y la etiqueta oprimen al tiempo las fuerzas y el ánimo.
Dondequiera que haya misterio hay importancia.
La nulificación y el arancel.
Los ingresos excedentes son otra manzana de la discordia.
Tono de inefable desprecio.
El francés comercial sin bordes blanquecinos ni sacudidas, todo material transparente.
Un gesto de cabeza es bueno como un guiño a un caballo ciego, veo cómo el gato salta.
Lejano como un chisme y una jactancia.
Puntos, forma, constitución y raza.
El movimiento del agua salada mantiene dulce y saludable.
El aspecto desdeñoso de una dama de Londres.
Irritar el temperamento.
Problemático como valioso.
El clarín del destino cuando suena su retirada.
Cuando la razón no persuade no queda más que el ridículo.
Un comienzo airoso hace que las etapas sean sencillas.
Un dardo, un aspecto inteligente como el descaro que se podía ver un día de viaje.
Buenas especificaciones.
Valorar las ventajas.
Las personas que van muy profundo no pueden distinguir la naturaleza del vado.
La política vuelve corrupto como un fardo a un buhonero.
Algunas de las existencias permanecen disponibles el resto de sus vidas.
Gastos y decepciones.
Un potro, un genuino clipper (velero), una margarita, una muñeca perfecta.
Un arnés holandés.
Un resbaladizo silbido.
Llorar hasta las nubes.
Tono brusco.
Rasca la cabeza un irlandés cuando busca una mentira.
Los irlandeses están enamorados o bebidos o en fila. Son los afeitadores más alegres, proporcionan fuerza laboral con las condiciones más favorables.
Los ingleses son gente con cabeza y cuello de toro (John Bull). Criaturas malhumoradas de temperamento feo y feroces, testarudos como mulas y engreídos como pavos reales.
Las verdades evidentes que no tienen menester de prueba ni disculpa.
Un pirata normando.
Le quitan brillo a la creación: son equivalentes al dinero efectivo.
Aulla fuerte un irlandés pretendiendo despertar a su consorte cuando está muerta.
Has sembrado orgullo y cosechado pobreza.
Riqueza mineral.
Unas tenazas de cocina todo patas, eje y cabeza y sin barriga.
Un viejo proverbio de Yorkshire. Un vientre lleno hace una espalda fuerte.
Aprovechar y usar el valor.
Un ser humano desinteresado.
No nací en el bosque para que un buho me asustara.
Un humor muy particular y elegante.
Un potro ágil, arena clara, jengibre hasta la columna.
Tu ausencia será diez cantidades más agradable que tu compañía.
Si escoges sacrificar tu comodidad para ser el primer peldaño de la escalera no me culpes.
Cocinar la conversación.
Gran llanto y poca lana, todo charla y nada de sidra.
Alejándose como un loco tras una rana.
El hambre escrita claramente como un folleto en sus mejillas chillonas.
Una cura para la vanidad.
Una dosis activa.
El cálculo de la pérdida.
Rascando la cabeza como un tipo que ha perdido el camino.
Una cura para la vanguardia.
El tiempo soplando. Blowin time. Tomar un tiempo de soplado.
Astucia para encontrar y humor para ridiculizar las debilidades de los demás.
Los ataques injustificables y gratuitos de las sectas.
Prisa eterna, expulsado como un loco despistado a un barranco.
Los protestantes ahuyentados con martillo y tenazas.
Por los poderes de Moll Kelly. Una persona ficticia utilizada para hacer juramentos con caricaturas del discurso de los irlandeses sin educación.
Una muesca de la cuenta de un panadero.
Vieja novilla de temperamento desgarbado.
Se fue como el viento completamente partido.
La agricultura descuidada y degradada.
Los abogados son como arañas, han comido la totalidad de las moscas y pronto tendrán que comerse unos a otros porque hay más que causas en el tribunal.
No puede comerse el pastel y tenerlo también.
Mitad caballos mitad cerdos pero con las orejas rectas y puntiagudas.
Garantizar la salud, el viento y la integridad.
La copa de la degradación.
La costumbre reconciliará a uno con cualquier cosa.
Para la política como para las carreras todo depende de un comienzo justo.
No vale de nada llorar sobre la leche derramada.
Un emético augurio y una cosecha caliente.
Los autodidactas saben con la experiencia y no con los libros; y la experiencia lo es todo, es oír, ver y probar.
El temperamento tiende a transformarse con la mejilla. Cuando la frescura de la juventud está en movimiento la dulzura del temperamento es propensa a comenzar a su lado. Una mejilla biliosa y un temperamento amargo son como los mellizos siameses.
La gente quiere tres cosas: industria, empresa y economía.
Valorar la ubicación.
(El relojero, o los dichos y hechos de Samuel Slick, de Slickville)



HARRISON AINSWORTH

La piel ostentaba un colorido intenso y cálido que se diría español.
Una nítida alteración del tono.
La vieja avenida de tilos que lleva a la mansión.
Extraño y sepulcral tono.
Boba conseja.
Un estigma inextinguible, una mancha vil.
Incluso para el crimen hay gradaciones.
Penetrar los secretos del ánimo.
Exteriorizar el violento descontrol de las actitudes y los gestos.
Tono de desesperación.
Un tono que delataba más emoción de la que pretendía aparentar.
Sollozos histéricos.
La mano cortada a la altura de la muñeca para elaborar una Mano de Gloria o Vela del Muerto.
Cantar con rudos compases.
El siete es el numero místico, / la suma de los arcontes del gran Trimegisto.
Sésamo de Laponia.
Conmilitón de las juergas.
Gesto amenazante.
Un alto soto de avellanos.
Tono enojado.
Seguir con alacridad la pista.
Ruse, francés, trampa, ardid.
De gran fuerza, macizo, estevado, de complexión hercúlea.
La mansión era una bella e irregular mole de gran tamaño que lucía su rica y pintoresca estampa compuesta de innumerables gabletes, caprichosos recodos y una alta cresta de chimeneas pareadas.
El regocijo, la emoción y el intenso deleite.
La gran sala de la mansión llamada convite.
Una línea de azules y borrosas colinas que meneaban el lejano horizonte.
Las leyendas toman alas y vuelan a lejanas tierras.
La cualidad de la firmeza incólume ante un océano de problemas.
Flotaba sobre la procelosa corriente de la existencia abocada a la destrucción al igual que el cierzo arrebata y destruye la tela de araña veraniega.
Circunstancias imprevistas.
Soportar una existencia miserable.
El recurso habitual de una mente débil, el libertinaje.
Algunas ocasiones sucede que de los más tenebrosos elementos se componen las más brillantes y sutiles sustancias.
El perfume intenso de un macizo de violetas.
Una patulea de comensales.
Padecer la más incómoda de las existencias imaginables.
Aceptar de buen grado el encargo.
La rubicundez de una peonía se oscurece con tintes púrpura con la plena floración.
Ostentar un apellido engañoso.
La hipertrofia del estómago.
La familia de los Small, según afirma Christopher North, componen una porción predominante del género humano.
Todo irlandés es rebelde y cismático.
La expresión de las reflexiones.
Una acusación terrible pero infundada.
Desconcertante lunático.
Su rostro tenía una de esas expresiones indescriptibles que semejan propias de una especie particular de personas, una típica fisonomía de Newmarket compuesta de ingenio y aplomo. Ni astucia ni fanfarronería, sino una perita y deliberada sutileza a la que los fines traen sin cuidado y es indiferente la dificultad de los obstáculos. Dispuesto a aprovechar la menor ocasión, impaciente pero remolón, iluso pero discreto.
Reentablar la conversación.
Los extremos más relevantes del caso.
Replicó el abogado tras emitir una tosecilla y esbozar un guiño de iniciado con el misterio.
Como si de pronto le afligiera una ignorancia sobrevenida.
Los rumores de los ociosos.
Vagos rumores.
Furtivos pajes de la luna.
Tono grave burlón.
Algunos de los más cumplidos caballeros de su tiempo como los capitanes Lovelace, Hind, Hannum y Dudley se hicieron famosos a través de los caminos y marcaron una época.
Los caracteres que distinguen un perfecto caballero. Una exacta experiencia del mundo, una completa independencia de carácter, mala fama, gran cantidad de dinero y un extraordinario éxito con las mujeres.
La casaca roja (red coat) fue hasta el siglo XX el color distintivo de los uniformes ingleses, hoy relegado para las celebraciones de gala.
Los brigantes de Italia, los traficantes españoles y los rateros de Francia.
Emocionado con la reflexión se puso sentimental.
James Hill, <<el Príncipe de los ladrones>>, distinguido capitán realista fue ahorcado, expuesto y descuartizado el año 1652. Se cuentan de él anécdotas estupendas, como robar a Cromwell, Bradshaw y Peters.
"La Vida de Claude Du Val"", del doctor Pope, o el brillante esbozo de Leigh Hunt, "El Soplón".
No sabemos cuál fue la razón de su sobriquet.
Tono engolado.
Afectada indiferencia.
El gran ladrón Carlomagno.
Una apuesta boba.
¿Ha sido vuestro retorno fruto de la mera casualidad?
Casualidad opuesta a premonición.
Aceleradas y vehementes imaginaciones.
Aversas circunstancias.
Ademanes ligeros y juguetones franceses.
Aletargadas emociones.
Agudos e hirientes términos.
El lazo se cortó y no se puede volver a coser.
La exteriorización de las emociones.
Una conversación íntima.
Ocultar de buen grado.
Mantener fresca la memoria.
Actitud sosegada y reservada pero orgullosa.
La celeridad de la percepción que a la vez proporciona datos ante una emergencia.
Llegar a extremos de difícil arreglo.
Una ocurrencia peregrina.
Soplón, cotilla, apergaminado plumífero.
Una expresión peculiar y muy significativa.
La noche avanzaba como un corcel de tinieblas.
Tono desabrido.
Una transformación repentina de tono.
Relinchar vibrante como un clarín.
Las supersticiones de la Dama Escarlata o el cisma romano, apodos con los que obsequian a la Iglesia Católica los zelotes de la anglicana.
Humor sarcástico.
Balthazar, el patriarca gitano.
Recuperarse lo suficiente de una sorpresa.
Ayudar la memoria.
Con un delito particular cargar la memoria.
Empozoñar la existencia.
Una circunstancia lo llenó de sorpresa y decaimiento.
La lluvia había cesado, el trueno sonaba a lo lejos y los relámpagos semejaban lamer la humedad de los árboles.
Como muchos videntes no había calibrado con exactitud el alcance preciso de sus predicciones y veía horrorizado el alcance específico de su presciencia.
El rayo de la muerte.
Un tono destacable por su tristeza como por su fuerza y fervor.
Otras circunstancias distintas de la presente.
La habitación o camarita.
El equilibrio del temperamento.
Perspectivas de futuro.
A diversos grados su mente se tranquilizaba.
Susurrante conversación.
Una circunstancia próxima a la tortura.
Retomar los argumentos.
Vaga inquietud.
Tono amargo.
Belicoso panorama.
Valorar la generosidad.
Un tono mezcla de tristeza y burla.
Sacar lo máximo de la breve existencia.
La influencia genial del sol.
Bullente cascada.
Evadir la cuestión.
Los rugientes abismos sobre los que la cascada rugía.
Gesto de experto.
Un implacable enemigo, la moral y sus convenciones.
Gesto de triunfo.
Los signos zodiacales del Mago Cineo de la Cíngara (de donde viene el nombre de cíngara, según Moncada).
Propagar el rumor más a propósito que por casualidad.
Los salteadores de caminos irlandeses, los raparees.
El verdadero salteador de caminos tiene una pasión por los gestos gallardos.
Peculiaridades de carácter del tipo alegre.
Devolver la cuestión.
Una jugarreta in petto.
Grandes y pequeños tunos, monipodistas payos y calés, tullidos, arrancabolas, falsos marineros inválidos, pedigüeños y gramáticos pardos, el archigolfo máximo y el misérrimo galopín.
El caballo de tres patas, el patíbulo.
Maranatha... Anathema.
Uno no debe despreciar la propia suerte.
Con un tono calculado para impedir cualquier indagación posterior.
Expresión feroz.
La verdad relumbró dentro de su cerebro con el fulgor de un relámpago.
Ponerse más amarilla que una guinea.
Hay algo más querido que la existencia, nuestro amor al que amenaza un golpe fatal.
Tono nervioso.
Desapareció como un fantasma a la alborada.
Autoconciencia próxima a la locura.
Adivinar la causa de la súbita alteración del humor.
Indiferencia vaga.
Una guinea era una moneda de oro que valía 1,05 libras o 21 chelines. Quedó fuera de la circulación el año 1813.
Ascético hasta el grado más severo.
Manifiesta ruina.
La desesperación que motivó su existencia.
La sal, un condimento aborrecido por el Diablo tomado como un símbolo de la eternidad, pues al ser incorruptible preserva todo lo demás de la corrupción.
Uno de esos momentos terribles cuando la impetuosa rueda de la pasión frena súbitamente.
Furia atrabiliaria.
Su semblante adquirió un tono mortecino y una expresión terrible.
Tono de horrible ironía.
Transportada a un pánico extremo.
Un apasionado arrebato de piedad.
Ocurrencias negras y caprichosas.
La sombra se manifestó con forma corpórea.
Discharge, descargar un arma y saldar una deuda.
In blank, los cheques sin cubrir y los disparos con pólvora pero sin bala.
Cotillear el billet doux. Cartita galante.
Actitud de deferente temor.
Entonación perentoria.
Carácter decidido.
Tono insinuante.
No queremos afrentar la memoria con tal injusticia.
El grado de excitación del peligro.
Actitud ambigua.
Con la emoción del momento se habían olvidado de su presencia.
Con lo que había pasado se daban los elementos para temer una muy seria terminación de la escaramuza.
La cara blanca de la impresión.
La peor de las realidades no es más terrible que la angustia.
Lamentar y aullar con quebrados, discordantes y patéticos tonos.
Transportado de horror.
Ansia frenética.
La expresión peculiar y reflexiva de la disipación.
Sobriquet, sobrenombre.
Los grandes meteoros son efímeros.
Casas de chocolate, casas de juego.
James Hardy Vaux (1782-1814), convicto cuyas acciones deletéreas le valieron un pasaje para Australia a cuenta de Su Graciosa Majestad dos ocasiones. Escribió unas "Memorias" publicadas el año 1827, una odisea fundacional de la literatura australiana y también compiló un diccionario del slang.
Fracas, estrépito, estruendo.
Tener un gran golpe in petto.
Los tahúres a menudo se engolfan con una profunda ensoñación.
Tono bajo y confidencial.
Soi disant, autotitulado.
Tono lánguido.
Trémulo a causa de la agitación.
Tonos desesperados.
Dudley, Hind, Wilson y Waters, cuatro célebres salteadores, todos los cuales gozaron de la honorable distinción de capitanes de banda.
Jack Ketch, uno de los verdugos más famosos de Londres. Por metonimia designa la expeditiva y didáctica corporación.
El ladrón Moor estaba emocionado con el glorioso crepúsculo.
Emoción transitoria.
Alas del viento.
La muchedumbre se permite arrebatar con una acción brillante.
Los silbidos eran liberalmente derramados sobre sus perseguidores.
Pasar con rapidez y levedad como águilas.
Con un pequeño retraso, admirable dadas las circunstancias.
La noche había cubierto con su manto la Tierra.
La vieja Noll no es una mala compañía. La luna.
Arriesgar de grado la existencia con la ilusión de labrar un nombre glorioso.
Tono de dureza.
Las corrientes turbulentas avanzan sobre las llanuras durante el aullante y desolado diciembre.
El amplio Notts. Denominación coloquial de Nottingham.
El atrevido Robin Hood y sus alegres compañeros y su Mariam y sus cabalgadas a la luz de la luna.
Expuesto a la dura y cruda atmósfera que no tiene los pellizcos y la agudeza del amanecer ni el frío profundo de la noche.
Malencarado y macilento fantasma de los que se desvanecen con el canto del gallo.
Alas de la velocidad.
Escabullirse como una liebre herida.
La acción de la yegua era inconsciente y mecánica. Le faltaban la sencillez, la ligereza y la vivacidad de sus viejos aires.
Un latigazo de nantz.
Tono gruñón.
Gesto macabro.
Un odio que dura una vida, una existencia largamente soportada.
Fantasía desordenada.
Tono perezoso y bostezante.
Ingenioso canalla.
La hora bruja de la medianoche.
Un tono de desánimo no desprovisto de margrura.
Gesto de desesperación.
Es inútil utilizar un material impracticable.
Tono hondo y profundo.
Acres acusaciones.
Horror inefable.
Nuestra vida es una novela con la que cada página que pasamos es más oscura.
El placer de anular las emociones humanas.
El amable pero poco entusiasta temperamento se había encendido bajo las circunstancias del momento.
Furia permanente e inagotable.
Otra circunstancia me aflige.
Actitud simple.
Pièce de resistence. El principal plato de carne de una comida.
Volver a los más oscuros recodos de nuestro relato.
Conspirar mil circunstancias.
Conmovido con emociones violentas, rabia y terror.
Los horripilantes estragos del hambre.
La agónica autoconciencia de la situación.
La insaciable sed, el menos soportable de los sufrimientos humanos.
El trono de la razón.
Hacer acopio de la fuerza del carácter.
(Rookwood)



Dickens
Los robos de Richard Turpin, Tom King y Jerry Abershaw.




HALLIDAY

La lúgubre oscuridad del pasado.
Saber de forma precisa y concreta.
Pozo del cinismo.
Cándidos y poco sofisticados.
Charla cínica y osada.


E. YATES

Un mal negocio. La demanda no está a la altura de la oferta.
Peculiaridades londinenses.
El rastrojo en septiembre.
El cemento y la escayola fraguan con extraordinaria lentitud.


EDWARDS

Imponer resultados, explicaciones.
La nieve empezó a caer con ominosa persistencia.
Familiarizado con los sistemas filosóficos, sutil en el análisis y atrevido en las generalizaciones.
Una pálida luz fosforescente, la luz de la putrefacción.
Un grito ininteligible de ayuda y piedad.


Ch. COLLINS

Dar alas para pavonearse.
Feroz insistencia.
Brutal actitud supuestamente propia de un duelista, con la mano izquierda detrás de la espalda y la derecha levantada, a punto de disparar una pistola.
Comportándose de una manera calculada, para agriar la dulzura de la bondad humana.
Horrible alivio.
Una pluma de tinta indeleble.
Habíamos salido de aquel asunto con un honor y una gloria, que en pocas ocasiones consiguen los hombres, en esta época práctica y poco novelesca.
Reunido en una ocasión y en unas circunstancias de peculiarísima y anómala cualidad.
Las proezas asociadas a una época pasada y no a aquella, en la que un destino inexorable había condenado a vivir a la presente generación.

Cuando empecé a tener edad para ser discreto.
Inmerso en cuestiones de negocios.
Ese entusiasmo que se deriva naturalmente de la sensación de que uno tendría que estar haciendo otra cosa.
Cuando el siglo XVIII tocaba a su fin y se acercaba el momento de la enorme transformación, que llevaba tiempo amenazando con acontecer, los parisinos nos habíamos permitido arrastrar por la peor disposición de ánimo posible. Decadentes, exhaustos, habíamos perdido el sentido de la diversión y el sentido del deber. Estábamos aquí para divertirnos, o siempre había un remedio.
Un método reflexionado como el suicidio.
Límites de la proporción.
Una sorprendente amabilidad.
Las barreras que su educación elevaba en torno a su persona.
Lámparas de enorme potencia.
Acusación intolerable y extraña.
Un método fino y delicado de librarse de las dificultades de la vida.
Con el fino tacto y la experiencia de la cualidad humana, que lo caracterizaban.
Ennui, aburrimiento, tedio vital.
Lo consumía una fiebre amorosa y de celos.
Tenían una expresión inexpugnable, que pretendía ser, y hasta cierto punto lo era, insondable.
Había una terrible circunstancia, que mataba la conversación. Nadie aludía al futuro.
Había desviado la conversación hacia un asunto desagradable y se había hecho menester contenerlo.
El murmullo de la charla.
Entablar conversación.
La gente no es muy exigente a la hora de trabar amistad, cuando le queda poca vida por delante.
Sus movimientos tenían ese aire lánguido característico de las personas de talla elevada.
Semblante blasé, hastiado.
Daba la impresión de ser un ser humano instintivamente bondadoso e independiente de la influencia impuesta por ley.
Se escondía en él una cualidad buena, amable, generosa y honrada, que carecía de timón o de brújula con los que guiarse. Era como un barco a la deriva.
Reanudar la conversación.
Margen para argumentar.
Disipaciones que pueden encontrarse en las distintas cortes.
Terrible conversación.
No era una mujer extrovertida. Tenía alguna reserva, que la impedía mostrarse tal como era. Era un defecto, igual que lo era su orgullo, el pecado de quienes no han caído nunca.
Interesado por el relato que estaba escuchando.
Cuyo relato había desencadenado aquello.


MULHOLLAND

Se creó un extraño vínculo de simpatía.
Yo era algo terrible. Una persona sin importancia.
Desdén y desesperación, opuesto a cordial y amable.
Lamentables reproches y acusaciones.
Cacique incivilizado.
Un destello de satisfacción.
Temblando, entre el miedo y el deleite.


SPICER

Estómago espartano.
Energía de Salamis.
Acto candoroso.
Aullido de terror.
Las sombras siguen siempre al sol.
Poner el pie en el primer peldaño de la escalera que conducía a la fama, el poder y la opulencia.
Correhuela escarlata.
Abrirse camino, ir directo a la fuente, que estaba en las grandes empresas comerciales y financieras.
Incurrir en algún tipo de gasto.
Quemazón de los celos.
Una conversación entre susurros.
Prorrumpir en llanto como un idiota.
Contar fielmente la conversación.
Inspirado por un intenso odio.
Impulsado por un hechizo.




WILLIAM MAKEPEACE THACKERAY

Algunos opinan que las ferias son inmorales y no llevan a su familia ni a sus criados. Puede que tengan razón. Pero a los que no son de este sentir, puede proporcionarles agrado pasar allí media horita viendo cosas extraordinarias. Mi espectáculo es variadísimo; combates muy reñidos, ejercicios ecuestres de alta escuela, sketches de la vida del mundo elegante, episodios de amor para los sentimentales y pasajes cómicos; todo con decoraciones apropiadas y profusamente iluminado por los aparatos luminosos, que ha inventado el Autor.
Las cartas de las directoras de colegio no merecen más influencia que los epitafios de un cementerio.
En la vida como en las novelas abundan la gente de malos instintos.
La triste precocidad de la miseria.
Los novelistas tienen la ventaja de saberlo todo.
Honda pena infantil.
Si las personas mayores permitiesen a los niños libertad de acción, si los profesores no los intimidasen, si los padres no se empeñasen en formar sus mentes y en imponerse a sus sentimientos, estas reflexiones y sentimientos, que son un misterio para todos (qué sabemos, lector, usted y yo, el uno del otro, de nuestros hijos, de nuestros padres, de nuestros convecinos, ¿es que no pueden ser más hermosas y sagradas las reflexiones de un niño, que las de la persona torpe, corrompida por el mundo, que pretende educarle?), si se posibilitase la paz de los infantes, nada se perdería.
¿Tal vez en la vida real de todos no existen capítulos cortos, que semejan insignificantes y, no obstante, ejercen influencia sobre el resto de la historia?
Esta "Novela Sin Héroe".
Genio brillante.
Virtud inmaculada.
¿Existe instrucción más eficaz, que la que se da uno?
Un sistema de hipocresía no se mantiene satisfactoriamente durante años enteros.
Reflexionaba en el alma de su hermano o en las de aquellos que mantenían una opinión distinta de la suya; es una especie de consuelo, que se conceden muchas personas graves.
Y afirmó que infligiría las reglas de la proporción, que la violeta tuviera el tamaño de una dalia doble.
Vírgenes relamidas e intachables.
El árbol más hermoso del bosque, de tronco y ramas más recios y de follaje más denso, que escojas para tu nido puede, aunque no lo sepas, haber sido marcado por el leñador, ser talado y caer con estrépito. Qué gran semejanza existe entre el hombre y el árbol de monte.
El monstruo corso.
Entre gente rica, la gratitud es virtud poco común y a nada conduce suponer su existencia.
Omnisciencia del novelista.
Esta comedia doméstica de la Feria de las Vanidades.
El altar de mi deber.
Suburbios de Londres, Hampstead, Hornsey, Dulwich.
Recibió una nota de su mujer que, a pesar de haberla arrugado y quemado en una vela, hemos tenido la suerte de leer, fisgando por encima del hombro.
Las belicosas multitudes de la Feria de las Vanidades.
Bélgica. País de comerciantes.
Irlanda, de donde proceden las mejores cabezas de ganado.
Aquellos que gustan arrimar a un lado el libro de Historia y especular sobre lo que pudo haber sucedido en el mundo, de no ser por lo que fatalmente ocurrió en realidad (reflexión sumamente divertida e ingeniosa). Pero, ¿qué habría sido de nuestra historia y de nuestros amigos, entonces? Si se evaporasen las gotas de agua que lo integran, ¿qué sería del mar?
El crepúsculo era muy hermoso y hacía uno de los días más espléndidos de las postrimerías de mayo.
Nunca hubo séquito brillante como el que rondaba el ejército del duque de Wellington en los Países Bajos, el año 1815.
Serenidad espartana.
De saber lo que nuestros íntimos y nuestros queridos familiares opinan de nosotros, viviríamos en un mundo, que gustosos abandonaríamos a la primera ocasión.
Quería ahogar su dolor por la derrota en mares de cerveza.
¿Qué no logrará el menester?
Semejar un caballo loco en una cacharrería.
El novelista, el cual todo lo sabe.
El magnífico océano en sombras.
Quién de nosotros puede discernir la vanidad que se esconde en nuestro cálido afecto por el prójimo y cuán egoísta es nuestro amor.
Tenía la persuasión de que todo cuanto hacía estaba bien, que siempre tenía que salirse con la suya... y como el aguijón de una avispa o de una serpiente, su odio se levantaba amenazador y ponzoñoso, frente a quien le oponía resistencia. Se enorgullecía de su odio como de todo aquello que le pertenecía. Tener siempre razón, arrollarlo todo en el avance y no vacilar nunca, son las grandes cualidades con las que el prosaísmo va en cabeza en el mundo.
Lo real es que cuando decimos de un caballero, que vive con elegancia sin nada al año, empleamos la palabra nada, para significar algo ignorado; queremos decir, simplemente, que no sabemos cómo el caballero en cuestión sufraga los gastos de su casa.
Millonarios, si no en efectivo, en productos y actividad ajena.
Creció delicado, sensible, autoritario.
Es lo que quedaba al término de más de setenta años pasados en una vida de pugnas egoístas, de propósitos astutos, de excesos y pecados.
Pretendió ahogar aquel horrible fantasma en Mares Rojos de vinos y jolgorio.
En la Feria de las Vanidades los pecados de los personajes muy importantes son juzgados con notable benignidad.
En realidad, Su Excelencia tenía un semblante solemne, grave y macilento el cual, unido al collar que adornaba su cuello, le confería notable semejanza con un venado morueco manso.
Existen ángeles de dos especies y, según dicen, los dos son encantadores a su manera.
Esta Historia Cómica.
Algunas de las puertas más altas e importantes de la metrópoli se le abrieron en seguida; puertas muy grandes y altas, que ni el modesto autor ni el lector esperarían merecer el honor de trasponerlas.
Perlas disueltas en el champaña.
Esa honesta veneración por la enseñanza, que todos los caballeros ingleses conciben.
Fui alentado siempre a ser extravagante y ocioso.
La jovialidad, la bebida, el cinismo y las bromas corren parejas con cualquier suerte de ocupaciones, en la Feria de las Vanidades.
Los chiquillos que lloran cuando van a la escuela, derraman sus lágrimas porque saben que se dirigen a un lugar muy desagradable. Sólo una reducida minoría llora por motivos sentimentales.
Té flojo y conversación científica.
La sombra del olvido.
Cuán lejos de los clarines, del vocerío y del fingimiento.
Los granos de la vida iban cayendo en el reloj de arena.
Dicen que existe un poder, que favorece a los no iniciados en el juego.
En la Feria de las Vanidades hay cosas que hacemos y que sabemos perfectamente, aunque nunca hablemos; de igual manera que algunos veneran al demonio, pero no lo mencionan.
A decir verdad, entre la edad de los dos muchachos había una diferencia de cinco años y una semejanza como entre mi respetado lector y este, su humilde autor.
¿Cuándo han sido acariciados tus labios por besos puros como estos?
El edificio de una vida de amor y tesón, arduamente levantado, construido sobre fundamentos ocultos, donde yacían pasiones sepultadas, innúmeras luchas, sacrificios ignorados.
Reverdece, tierna y pequeña parásita, en derredor del áspero y añoso roble al que te aferras.
(La Feria de las Vanidades)

Educar para la práctica y la experiencia de la verdad, el amor y el honor.
¿Existe algún espactáculo más augusto que el de un gran soberano exiliado?
¿Quién es más digno de respeto que un ser humano valiente caído bajo la desgracia?
Hounslow Heath. Lugar de la ruta hacia Londres, según se viene del oeste, famoso por la presencia de salteadores.
Hants. Abreviatura de Hampshire, condado del sur de Inglaterra.
La gran meretriz de Babilonia. El papa de Roma.
Noverca o injusta madrastra.
Hiedra, apegado parásito.
Conspiraciones de mayor calado.
Madame de Scudéry, "Artamème, ou le grand Cyrus", 1649, novela romántica francesa de moda.
"News Letter", precursor del periódico.
Atrevida como una leona no temía a nadie.
Downs. Características colinas verdes del sur de Inglaterra.
Pequeños famuli. Ayudantes.
Guardar silencio no era mentir; sin embargo, el silencio es equivalente a una negación y por consiguiente a un claro no de preferencia para la justicia o un amigo. Y un no a una pregunta que puede ser perjudicial para alguno de los dos no es delictivo, sino digno de alabanza y una forma lícita como la otra de eludir una exigencia injusta.
Curó con quina las fiebres palúdicas. Chinchona Succirubra, uno de los grandes remedios incaicos.
Amistad que propiciaban la proximidad, la benevolencia y el buen natural.
Profunda disposición de abatimiento.
No hagáis leña del árbol caído.
Actividades políticas clandestinas.
Richard Steele (1672-1729), famoso escritor. Amor por Saccharissa, la más dulce.
Su Júpiter y supremo soberano, su esposo.
Las travesías vitales de pocos hombres están destinadas a ser completamente prósperas. Antes que los fatales decretos de la vida sean ejecutados hay secretas visiones anticipadoras y augurios. Cuando todo semeja estar calmado percibimos que la tempestad se acerca.
La etapa de la vida de casados cuando la mujer percibe que la divinidad de la luna de miel es solo un mortal, vislumbra el fondo de su corazón y vacuae sedes et inania arcana, ve asientos vacíos y misterios huecos.
Extirpados el hechizo mágico y el encaprichamiento, opuesto a una buena disposición de ánimo y preclara inteligencia.
Termina ese ideal del amor igual que terminan las flores, el furor, las penas y los placeres.
Bajo la máscara del deber se esconden la indiferencia, el desprecio o la rebelión.
Hablar sin animosidad, aunque con la verdad sin atenuar ni relatar con malicia.
Gestión de la casa y de la propiedad, ocuparse de los arrendatarios y los pobres del pueblo y de la administración de las cuentas.
Maids (doncellas), palabra pronunciada descuidadamente da lugar a maze (panorama, maravilla, espanto).
Carácter precoz.
Grado de familiaridad.
Aturullado de miedo.
Pesar una preocupación secreta.
La vida humana zarandeada con temporales que nos hacen mudar de curso para que nos pongamos al abrigo.
Expresiones de Billingsgate barriobajeras. La zona era proverbial por la vulgaridad del idioma de las pescaderas.
La casualidad es madre de gran parte de lo que de bueno hay dentro de nosotros.
Facultades instintivas para percibir bellezas latentes y atractivos secretos de los libros.
Pierre Bayle (1647-1706), compilador del "Diccionario", 1697, una enciclopedia.
El amor tiene su curso como las cosas mortales, su comienzo, desarrollo y decadencia. Brota y florece con la luz del sol y luego se marchita y perece.
Casas en cuyo centro existe la íntima y sagrada llama del amor.
La lectura, la reflexión y la experiencia de los hombres lo habían hecho madurar.
Bel air. Aire distinguido.
Grado de intimidad.
Beau langage. Prosa exquisita.
Spring Garden. Lugar de diversión de Hyde Park.
Simple capricho del humor versátil de una niña perversa.
Grado de experiencia.
Caballos de Hannover color crema.
Infernal botte de Jesuite. Influencia jesuita.
Alegó el privilegio de la exoneración.
La suerte buena o mala no transforma a los hombres ni a las mujeres. Sólo manifiesta sus caracteres. De igual forma que existen miles de reflexiones ocultas al interior de un ser humano y que él no sabe hasta que toma la pluma para escribir.
Aquellos días los nobles por las armas eran juzgados conforme a sus privilegios por sus pares de Westminster. Los plebeyos eran juzgados en Newgate. Al reo se le queman las manos o solo se le hace una marca con una espada.
La educación que se obtiene de la enseñanza callada que se recibe de la adversidad, gran instructora con la mano dispuesta para usar la palmeta.
Guerra. Orgullo, pompa, circunstancias y peligro.
Bagshot-Heath. Monte cerca de Hounslow famoso por la presencia de salteadores.
Uno de los preciosos beneficios de la adversidad es proceder como una gran reconciliadora. Devuelve el cariño perdido, desarma la animosidad, hace que el enemigo del pasado aparte su odio y que tienda su mano al amigo de otros tiempos hoy caído.
Abismos insondables del firmamento iluminado por las estrellas.
Ágil ninfa, majestuosa reina.
Alas, opuesto a muletas.
Nuestro jefe tenía una característica propia de los dioses. Era impasible ante la victoria, el peligro y la derrota. Igual que el destino se mantenía frío, sereno y firme ante el mayor obstáculo o la ceremonia más trivial.
Injuria, opuesto a acto de amabilidad.
Sátira, opuesto a panegírico.
Descripción, visión clara y adecuadas maneras para obtener la información
Grado íntimo de amistad.
Aguda fatiga que produce la piedad.
Imaginación tiernamente juguetona, opuesta a una conversación de los ingenios preclaros con sus elaboradas pláticas y pretendidos vituperios.
Escondido tras la otra parte del río. Alusión velada a la cárcel.
Composición armoniosa y mayestática y no cercana o rayana a la vulgar verdad.
Isis. Río de Oxford.
No tienen piedad los dioses que están por encima de nosotros y son superhombres.
Charwell, río de Oxford.
Petit polisson. Pequeño villano.
Marcas del tiempo inexorable.
Publico y notorio.
Teniente general. Rango superior al de general de división.
Percepción que da el cariño.
Cinta azul de la Jarretera.
Liffey, río de Irlanda.
Darby y Joan. Apelación jocosa para un matrimonio unido de edad madura y vida humilde.
Balnearios. Tunbridge, Bath, Epson.
Spell. Hechizo y deletrear.
"Spectator" utilizaba también Shortface (cara corta).
Pied à terre. Lugar de tránsito.
Lubin. Nombre genérico para campesino.
Aceptamos la desgracia cuando es irremediable.
Las Gawries son mujeres voladoras del libro de Robert Patlock, "La vida y aventuras de Peter Wilkins", 1751. Peter Wilkins se casa con una.
El mes de octubre de 1711, Boligbroke hizo encarcelar a catorce libreros e impresores por haber publicado libelos.
La gente se inclina por una u otra opción política movida por los hombres y no por las reglas.
En Inglaterra sólo se puede pertenecer a un partido o a otro y hacerse cargo de la casa donde se vive con sus cargas, criados, inveteradas incomodidades y desperfectos. Sólo se le pone parches, pero nunca se construye de nuevo.
La olla de barro nadando a favor de la corriente con las ollas de metal.
La memoria duerme, pero vuelve a despertar.
Preux chevalier. Paladín.
Arria adora al borracho zopenco de marido que le pega. Personaje legendario que se suicidó por amor a su marido.
Hay algunos triunfos que los ángeles rehúsan renunciar.
Morbleu! Mil diablos.
Guet-à-pens. Encerrona.
Los novelistas tienen la ventaja de saberlo todo.
Omnisciencia del novelista.
El novelista, que todo lo sabe.
(La historia de Henry Esmond)


Edgeworth
"El ayudante de los padres" es una colección de relatos de Maria Edgeworth, 1796, publicada por Joseph Johnson, el más destacado impresor de Gran Bretaña la ultima década del siglo XIX. William Thackeray menciona este libro, "Vanity Fair" y la reina Victoria lo comentó como "inimitable y delicioso", correspondencia, 1837.

H. James
Carácter inglés excéntrico, thackeriano.

Moore
Thackeray no marcó una impresión muy profunda a mi mente; no consiguió apoderarse de mis reflexiones. No era pintoresco como Dickens y a mí, que estaba ansioso de una filosofía de la vida aceptable su sátira social se me antojaba una cerveza pequeña. Aceptable, una palabra que utilizaba de joven cuando estaba sediento de grandes verdades.
Todo escritor cuya creación está destinada a pervivir es autor de algún libro que eclipsa los demás y la imaginación publica personifica su talento y posición. Fielding, Carlyle, Thackeray o Zola.

Morris
Un buen libro espiritual como "La Feria de las Vanidades".

Joyce
Con sus narcisos de esteres años para hacerle retractar su feria de vanidades.

Woolf
Se maravilló de ver poner a Thackeray en segundo término. En su idea, era el mejor escritor contemporáneo e ignoraba que hubiera otro que pudiera superarlo, ni siquiera igualarlo.

Heard
Después de esta estúpida comedia me lavo las manos con el agua calentada con la <<hoguera de las vanidades>>.

P. D. James
Thackeray, miembro de la vieja cofradía del Temple.

Tomalin
William Makepeace Thackeray, un ser con talento que aspiraba a ser ilustrador, fue a ver a Dickens con su bloc de dibujos y se ofreció, pero Dickens le rechazó y encargó las ilustraciones a Hablot K. Browne, un artista joven, el cual adoptó el nombre de Phiz.
Douglas Jerrold, ilustrador de los relatos de Thackeray.
Thackeray no escatimó elogios al relato con clave de humor negro que hizo Dickens de la escuela de Paul de Brighton, donde se cebaba a los niños con los clásicos y expuso que la muerte del personaje era <<insuperable, formidable>> ("Dombey e hijo").
Dickens elogió <<el júbilo, el ingenio y la sabiduría que atesoraba>> "La feria de las Vanidades", cuando habló a lo largo de una cena honorífica de Thackeray, octubre de 1855. Paul Féval escribió, junio de 1870, que <<para Dickens, "La feria de las vanidades" era una verdadera creación>>.
Dickens renunció al Garrick Club el verano de 1858 por la disputa Yates-Thackeray.
Thackeray y la señora Gaskell eran de los que sentían que hacer publicos sus problemas domésticos era casi peor que la separación.
Thackeray, director de la revista "Cornhill", 1859, especializada con novelas por entregas de alto nivel.
El día de Nochebuena de 1893, Thackeray pereció mientras dormía. Él y Dickens estaban claramente distanciados desde el año 1858. Dickens fue al entierro en Kensal Green y escribió un artículo en su memoria para el "Cornhill" elogiando con afecto el carácter de Thackeray, pero sin decir una palabra de su escritura.

Lewis
Smollett es con William Makepeace Thackeray, George Gissing, Cyril Connolly y Julian Maclaren-Ross uno de los cronistas de la vida literaria y sus novelas están repletas de escritorzuelos agotados con su lucha para llegar a los plazos de entrega, que escriben reseñas al límite, transfieren chistes mordaces e incestuosos y refunfuñan sobre la pasividad de los impresores. Thackeray (1811-1863) dio cuenta de forma entretenida de la vida literaria con su novela "The History of Pendennis" (1848-1850), mientras lo más crudo lo relata Goerge Gissing (1857-1903) con "La nueva Grub Street" (1891).


Charlotte Brontë

Proceder cargado de aburrimiento y afligido por la monotonía de la extenuante actividad de un tejedor en su telar.
Sistema de invasión mutua. Condición de excitación.
Pudin de Yorkshire, pastel especiado.
Frases en cockney londinense. Elegancia y refinamiento, que conferían a su estilo.
Paddy, diminutivo de Patrick, por extensión nativo irlandés.
Entrañas donde residen los afectos naturales.
Innato refinamiento de su intelecto.
Buen carácter, flemático.
Haber extendido la influencia.
Órgano del asombro en el cráneo.
Crímenes y visiones.
Peligro real, el país se halla en condición de excitación.
Carretera empedrada. Comodidad.
Galanteo. Invención.
Profunda vena reflexiva.
Síntomas de ennui de su invitado.
Incertidumbres, contingencias del negocio.
Visión nublada por el hambre.
No ayudaría nada retener el progreso de la inventiva.
La miseria genera odio.
La alegría es algo que depende de la disposición de cosas interior como de la condición de cosas externas.
Frente la legitimidad se alinea la usurpación; ante una resistencia a la invasión, modesta, resuelta, justa y valiente, se alinea una ambición de poder jactanciosa, hipócrita, egoísta y traidora.
Europa con sus viejos poderíos ahítos y sus dinastías podridas.
Tiempos no garantizados, por culpa de una política desastrosa.
Órgano de la veneración.
Órgano de la comparación. Simpatía.
Órgano de la benevolencia y del idealismo. Gloria e indulgencia, divinas cualidades.
Veneración, tolerancia, admiración.
Pueden existir caracteres amables y admirables, entre quienes no pueden ser originales.
Categoría de una mentalidad sencilla y cándida, que desdeñaba el refinamiento y la intelectualidad.
El racionalista detestaba al formalista; el amante de la libertad al disciplinario.
Política corrupta, vil y sanguinaria.
Amberino, de Amberes.
La humanidad es igual en cualquier parte y en todos los especímenes que respiran; vicios y virtudes se hallan mezclados en mayor o menor proporción y esta no viene determinada por la condición social.
Personajes imperfectos, no trazar ningún modelo.
Alas de la acción y la ambición.
Signo y grado de cualidades.
Des moyens. Recursos.
Choucroute. Conserva de coles saladas y fermentadas.
Zuecos negros.
Sistema, método de reflexión, conjunto de opiniones.
Los pobres no deben tener demasiadas simpatías; su cerrazón es obligada. La pobreza es egoísta, constreñida, llena de desasosiegos.
Pobreza natural y habitual de la capa trabajadora.
Análisis. Proposiciones, generales e incidentes, incidente determinativo e incidente aplicativo, proposición plena, elíptica o implícita.
Tranquila solicitud fraternal.
Nada purifica como el afecto.
La discordancia familiar vulgariza; la unión familiar eleva.
Amplio retrato de la calidad humana, realidad impresa en los personajes.
Gesto parodia de la hipocresía.
Pesimista, grave como Saturno.
No siempre las aguas más tranquilas son las más garantizadas.
Empeine arqueado bajo el cual puede discurrir el agua, prueba de que no ha habido ningún esclavo de nuestra sangre desde hace trescientos años.
Acusado de parlotear.
Delegación de aprestadores.
Dr Moore´s Almanac. Publicación anual, en la que se ofrecen pronósticos sobre el año siguiente.
Transcurrió el tiempo y se asentó la primavera.
Corriente de la reflexión.
Sollozo del doliente viento del este.
Un grupo de seres humanos son muy proclives a mantener que otros grupos deberían renunciar a su vida, para consentir, y les pagan con alabanzas. Los llaman devotos y virtuosos.
Terrible vaciedad, burla, carencia y ansia, en esa existencia que se entrega a otros, a falta de algo propio a lo que dedicarla.
La humildad indebida alimenta la tiranía; la débil concesión crea egoísmo.
Pulcritud, limpieza, comodidad.
Visión borrosa, que ve más allá del tiempo.
Dolor mortal.
Venenos. Albayalde, minio, verdín, gutagamba.
Gracia auténtica en los modales desenvueltos.
Estilo y título.
Política de un comerciante de visión estrecha, egoísta y carente de patriotismo.
Referencia de dependencia o humillación.
Un mensaje de negocios.
Playa blanca, que creemos se extiende más allá del río de la muerte.
Razonar. Razón y esfuerzo.
Mentalmente daba consejos, que no pronunciaba.
Inexplicables escrúpulos nerviosos.
Idea de un viaje gloriosamente vivificante.
Colisión del oro y el marfil.
Preparación eficaz y actitud resuelta, las mejores maneras, para evitar el derramamiento de sangre.
Creación de la fantasía.
El amor nos hiere, es un tormento, un martirio y consume nuestra fuerza en sus llamas; en el afecto no hay fuego ni sufrimiento, sólo sustento y bálsamo.
Aptitud intelectual.
Energía para la administración y aptitud de ejecución.
Genio vivo y obstinado.
Comida estéticamente elaborada.
Platos científicos.
No hay nada menos piadoso que el terror.
Carácter fríamente flemático e imperturbablemente satisfecho, insensible a la vergüenza.
Carácter afable y cándido.
No se paga la generosidad con reproches.
Persona elevada, de categoría.
Concatenación entre causa y efecto.
Naturaleza finita de la guerra.
Analogía entre la atmósfera moral y física.
Deportado a Botany Bay, ensenada de la costa de Nueva Gales del Sur, castigo para delincuentes condenados.
Rectores, coadjutores y mayordomos.
Resabio de la batalla, cuando el dolor y la muerte sustituyen la emoción y el esfuerzo.
Exigua dieta de los deseos.
Filosofía, fuerza de voluntad, resignación.
Capa baja. Regañina sincera y jovial, disfrutan siendo el blanco.
Rubor púrpura, que imprime una emoción dolorosa.
Funesto y glorioso laurel.
Valorar la vida y disfrutarla mientras podamos.
Ley de clemencia.
Ayuda de la experiencia.
El enigma del sueño alcanzó su punto culminante.
Sopor más similar a un letargo, que al sueño.
Chamber´s Edinburgh Journal, publicación semanal, que creó, en 1832, William Chambers, fundador de la empresa W. & R. Chambers.
Elegante balneario de Cliffbridge.
¿Qué amistad no tiene un inconveniente?
Satisfecho como un gallo con chanclos. Dicho de Yorkshire.
Alba de los tiempos, antes de que se pusieran las estrellas matutinas y cuando brillaban unidas. Los cinco planetas, Venus, Júpiter, Marte, Mercurio y Saturno, que pueden distinguirse a simple vista al amanecer.
Personaje doméstico.
Grandes efectos pueden tener su origen en causas triviales.
Menester de ayuda, consejo y compañía.
Pobreza y orgullo van unidos.
Fija estrella polar.
Arco iris perfecto, lleno de promesas, extendiéndose gloriosamente de un lado a otro del nebuloso firmamento de la vida. Símbolo de ilusión, benigno.
Deleitarse razonablemente con la comida y atribuir la debida importancia al disfrute racional de las comodidades materiales.
Conversación amable, jovial y benevolente.
Es bueno parar la fábrica, mientras el comercio está estancado.
Siniestro arrojo del descontento.
Tormenta de la impopularidad.
Peso de la conversación.
Llama purificadora o peligro fortalecedor.
Odio secreto, repugnancia tácita, traición familiar, vicio profundo, funesto, doméstico.
Moravos y cuáqueros. Los próceres ostentaban corona de humildad.
Reformista y agitador.
Alas de la ilusión.
Lo salvaje es sórdido.
Ninfa de las montañas, la libertad.
Humilde mérito.
La verdad sin adornos no ayuda, los hechos desnudos nadie los cree.
Organización física y mental.
Carácter elevado y refinado.
Discutir la actitud.
Acusar de ser ignorante.
Bienestar físico.
Genio de la simulación.
Accidentes del tiempo.
Rudo como un cabo de granaderos.
Epidermis del carácter.
Extraña mezcla de sindéresis, indiferencia y antipatía.
Lazo de la decisión.
Tiempo y Tentación.
El aspecto viril y responsable le redimía de su juventud y atractivo.
Dura lección de la experiencia.
Seseo y ceceo de las Islas Británicas.
Renacer a la consciencia.
Flema de la costumbre.
Carácter liberal, dulce, impresionable.
Referencia ocasional, amistosa, sutil, concisa, no absorbente y tranquila.
Paciencia en los grandes conflictos.
Descenderá el heraldo de la salud.
Largos son los tiempos del cielo.
Las órbitas de los ángeles pueden entender siglos enteros y el ciclo de uno de esos viajes abarca incontables generaciones.
Fiebres nerviosas.
Alegre cabeceo de serafín.
John Bull, personaje simbólico de Gran Bretaña, alto, gordinflón y satisfecho.
Grado de intimidad.
Menester opuesto a las intuiciones milagrosas y las percepciones refinadas.
Torvo juez.
Dama inglesa de la capa media, bien vestida, aunque son sobriedad; sin pretensiones, sosegada y alegre por temperamento.
Brillo sardónico de los ojos.
Alegre confusión que confunde a los peores.
Razón. Bruja espantosa, látigo. Imaginación, su suave y brillante enemigo, nuestro dulce aguante, divina ilusión.
La razón es vengativa como un diablo, venenosa como una mala madrastra. Malos usos, actividad, frío, helado lecho, salvajes e incesantes golpes.
Loco como una liebre en marzo.
Proverbio. Lo que para uno es juego, para otro puede ser muerte.
Lección de estilo y literatura.
Borrosas figuras casuales de la imaginación, de las cuales la humanidad está hambrienta, pero de las que no puede vivir.
Dulce saludo, pequeña semilla de coriandro, ligera oblea, deliciosa miel.
Tosca y sabrosa ración del cazador, carne nutritiva y saludable cazada en el bosque o cultivada en el desierto, fresca, sana y vivificante.
Un regalo celestial.
Gran Bretaña, deliciosa isla de la insolencia y la arrogancia.
Límites de la paciencia.
Verdadero ánimo caprichoso y ubicuo.
Acusar de soñar despierto.
Persistente conflicto mental.
Razón vigorosa y vengativa.
Aspecto particular pálido, de esos que los escoceses llaman <<de resucitada>>.
Ilusión óptica, enfermedad nerviosa.
Médicos pertinaces, inamovibles en sus puntos de vista materialistas.
Siniestra y soberana Vashti.
Caos ciego, egoísta, cruel.
Aspecto de donoso valor y afable tranquilidad.
A causa de algunos sucesos casuales, de un cúmulo de nimias circunstancias sobreviene una pausa de sosiego, un silencio sin palabras, un largo espacio de olvido, un espacio sin cortes, pero sin explicaciones, vacío.
Horas sin alas.
Generosa resurrección.
(Shirley)

Tiempo manso opuesto a rápido y frenético.
Mutación inesperada.
Sensibilidad acusada.
Acusar de exceso de severidad, falta de paciencia, ser poco indulgente.
Missy, diminutivo de Miss.
Efectos del tiempo y la bondad.
Producirse una apreciable transformación.
Caracteres sentitivos, súbitos y peligrosos, divagaciones.
Agobiante especie de sensibilidad que se limita voluntariamente, como un gigante esclavizado por las cadenas del buen sentido.
Repentina libertad, acción irrespetuosa.
Racional y creciente animación.
Genio culinario.
Tiempo y circunstancia.
Manifestar carácter.
Originalidad y peculiaridades de su carácter.
Experimentar una rápida y llamativa transformación.
Débil como un junco.
Monopolizar la charla y la atención.
Vida y ánimo propios, opuesto a vivir, moverse y existir por y para otro.
Aspecto, modales, carácter.
Expresión ansiosa y meditativa.
Fundamento de la experiencia.
Su gozo no radicaba por entero en la acción y tenía la aptitud de entregarse a la experimentación.
Sabía deleitarse con la lectura y en la selección de sus libros, realizada con acierto, quedaban de manifiesto sus preferencias y gusto instintivo.
Discusión y explicaciones.
El tiempo trajo consigo mutaciones.
Familiaridad y acción impuestas por las circunstancias.
Carácter digno de ser respetado.
Hilo de la razón.
Carácter original.
Reciedumbre y fuerza vital para admirar.
Afecto humano.
Pereza tímida, cobarde indolencia.
Enfermedades epidémicas precedidas por un viento del este sollozante, atormentado, quejumbroso y entrecortado.
Brillante titilar de las estrellas que acompaña las duras heladas de primavera.
Dirigió la conversación hacia el pasado, evocando con singular claridad sucesos, escenarios y personajes.
Simples ideas que un día fueron realidad y que ya apreciaba muertas, desvanecidas, mezcladas con la tierra de la tumba.
Aspectos sobre los que desparraman su afecto.
Hilo de la existencia.
Pagar el salario.
Dar un valor modesto a lo que se hace proporciona tranquilidad al cuerpo y al ánimo; las ideas grandilocuentes pueden sumir en la fiebre.
Londres. Paternoster Row, zona clásica; jardines del Temple; Strand, barrio de los bancos; West End, barrio elegante habitado por gente adinerada; City, centro de los negocios.
Familiaridad que aporta la engañosa garantía del dinero.
Dignidad del aislamiento.
Blassé. Hastiada.
Piel del color de una guinea.
Los peligros, la soledad, el incierto futuro no son males abrumadores mientras el cuerpo esté sano y las facultades ocupadas, la libertad nos preste sus alas y la ilusión nos guíe.
Cielo, real promesa.
Estilo de frivolidad.
Carácter despreocupado.
El menester no se atreve a ser exigente.
La debilidad física no afectaba a mi sensatez, que se mostraba pronta y clara y mi ánimo renacía.
Humor filosófico.
Disposición propicia para favorecer la digestión.
Ancha y agitada sima.
Mi fantasía florecía fresca.
Secreta pero incesante autoconciencia de mi ansiedad.
Profundo desconcierto y azoro con el que la oscuridad rodea la primera llegada a una meta desconocida.
Don de la expresión.
Idioma de Albión.
Plena voluntad de ofrecer una actividad proporcionada al salario.
Inefables procedimientos para hallar la verdad con ayuda del tiempo.
Genio y sensibilidad, ternura y temores que comportan.
Estilo de mandar suave.
Ingleses. Inteligencia superior y proverbial integridad y rectitud.
Método generoso, eficaz y racional.
Reservas de benevolencia racional.
Proceso preliminar.
Disimulo e insolencia.
Volcán moral.
Concentración mental severa y seguida. Memoria e inteligencia.
Francés. Nervioso idioma.
Mordedura de la emulación.
Edificante consecuencia.
Siniestra serie de pesadillas, horror de la desgracia y el abandono.
Mandato del hado.
La extravagancia de acusarme a mí propiamente.
Invernal viento del Este.
El viento del Norte y del Este traían negros influjos, haciendo más mordaz todo dolor, más triste la pena. El viento del Sur podía calmar y el del Oeste en ocasiones alegraba, a no ser que trajese en sus alas el peso de los truenos, las nubes, bajo cuyo peso la energía moría.
La vida sigue siendo vida a través de las angustias. Nos quedan nuestros oídos, nuestros ojos y su uso, aunque desaparezca la perspectiva de lo que agrada y callen los sonidos que consuelan.
Proceso orgánico de una muerte por hambre.
Enloquecer a causa de la soledad.
Fuerte ventolera venida de las estepas rusas.
Personas lentas para sentir la verdad.
Carácter alegre y despreocupado.
La imaginación se distancia de las comodidades.
Comodidad material.
Escoceses proverbialmente orgullosos.
Asociación, adhesión y fusión.
Respeto y distinción.
Estilo fluido y sencillo.
La gente que ha sufrido desengaños reúne y echa a un lado los recuerdos tangibles.
La desesperación basta frecuentemente para ocupar el puesto del valor.
Qué incoherentes atributos hallamos adscritos a nuestra persona, según sea el ojo que nos vea.
Maniobras disimuladas.
Acusar de atolondrada, mundana, epicúrea, ambiciosa de grandezas, febrilmente sedienta de las pompas y vanidades de la vida, opuesto a la devoción, el recogimiento, el ánimo de la gracia, el sacrificio o la renuncia.
Protestantes. Orgullo y libertad del paganismo.
Refugiándome bajo el ala del silencio.
Déspota irascible.
Carácter germánico franco y directo.
Reserva inglesa.
Vencer una dificultad con ayuda de la inflexión y del esfuerzo.
Bruscas salidas germánicas.
Carácter asequible.
Actitud de razonable integridad.
Cuanto más vivimos, más se amplía nuestra experiencia.
Clavar el talón en las teorías utópicas.
Firme suelo de la realidad.
Brumoso carácter del sueño, inconsciencia, fantasía.
Zurra moral.
Valor que da la desesperación.
Emportement. Arrebato.
Acusar de voluble y alegre, variable y versátil, florida.
Honor concedido espontáneamente, no tramado y planeado de antemano.
Sombra de un terrible paroxismo, agitación de la ira, desdén, propósito.
Libros cuyos títulos y autores eran garantía de atracción.
El silencio es de varias especies y respira distintos significados.
Rápido como el relámpago.
Límites de la razón.
Torvamente, como vigilando al peregrino empujado ya por el dolor.
Estampaba el hondo sello de su aprobación.
Peso de la humillación, incapacidad.
Fluyeron las amargas indirectas ante el orgullo de la inteligencia.
Acusar de imitaciones vulgares e imposibles plagios.
Un depósito precioso, recogido en la colmena de la memoria aguantaba silenciosamente mis esfuerzos y nutría en privado mi ingenio.
Atribuir acusadoramente.
Benevolencia, cordialidad, música, miel de su carácter, bálsamo de su humor.
Le manifesté mis impresiones referentes a su sistema.
Silencio inquieto, no sin síntomas de abstracción.
En alas del pánico.
La tempestad exige un empleo de energías
El atardecer, la nevada, la lluvia piden resignación.
Tétrica Sidonia.
Rango anímico, valor práctico.
Vil rapto de la materia.
Avanzar con una mano con gesto tribunicio.
Demostrar una acusación infundada.
Acusadores triunfantes.
Acusación de extravagancia.
Flaquezas de la humanidad, lujos independientes de sus comodidades.
Los protestantes raramente son supersticiosos.
Humor tempestuoso.
En algunos aspectos, acusar con justicia.
Carácter aplacado.
Acusar con los ojos.
Minutos monopolizados.
Disposiciones simuladas de serenidad.
Relámpago iluminador sonsacador de verdades.
Noches sobrecogedoras que preceden a la muerte.
Aguda inteligencia.
La materia compañera de la imaginación.
Clave del misterio.
Escenario, extraño carácter de ensueño.
Hablando por un bondadoso impulso del recuerdo.
El viento del Sur aquieta la tierra.
Castidad de la luna.
Extensas fincas.
Al avanzar la hora se va extendiendo una extraña sensación de sueño y misterio.
Vulgar tejido de la verdad.
Penetrar la verdad real.
Manifestar inquietud.
Horno del dolor.
El sol se levantó alegre, con cara de julio.
Las horas se levantaron frescas como ninfas y vaciando en las colinas sus copas de rocío avanzaron claras, transparentes; azules y magníficas guiaron los corceles del sol en una carrera ardiente y sin nubes.
Hacer las cosas sin poner condiciones, a la manera de los caballeros y con generosidad.
Acusar de tener afición al juego.
Marcha habitual de la naturaleza.
Deuda de honor, especie sucia y funesta.
Tirando por poderes en la batalla de la vida.
Renovación y libertad.
Grado de falta de belleza exterior.
Algunas coyunturas de nuestras vidas siempre serán difíciles de hacer acudir a la memoria.
Valores económicos.
Historia ardiente, verídica, textual, amarga.
Sistema de represión.
(Villette)

Actividad combinada con una moderada dosis de placer.
Bastón de una moderada ilusión.
Diferencias que existen en la constitución de la mente de los hombres.
Leer en sus ojos la inteligencia que no veía en su rostro ni oía en su conversación.
Animado resplandor del intelecto.
Paisaje. El Vapor, la Industria y la Maquinaria habían desterrado todo romanticismo y aislamiento.
Ecuanimidad de temperamento.
Parar los sarcasmos blasfemos con un escudo de impenetrable indiferencia.
Teoría pseudocientífica de la frenología, formulada por Gall a comienzos del XIX. Las facultades intelectuales, los instintos y los afectos, dependen del desarrollo de las distintas partes del cerebro. Es posible determinar el carácter de una persona, mediante la explicación de la forma de su cráneo.
Timidez insular inglesa.
Capricho bilioso.
Aspirar libertad.
Riqueza mental.
Facultades. Cautela, Tacto y Exploración, Centinelas ojos de lince.
Fuego claro y generoso.
Egoísmo, opuesto a sensibilidad.
Varado en la playa de la Industria.
Golpe grave, porque la Verdad empuñaba el arma.
Conversación disonante.
Punto culminante de las disposiciones de ánimo y las situaciones de la vida.
El fluir de las reflexiones.
Soñar con Cordialidad, Reposo y Unión.
Salvado por las Circunstancias.
Límites más amplios y despejados.
Deseé que la Memoria grabara una impresión nítida y permanente del acto, a fin de atesorarla para épocas futuras.
Suaves perlas.
Vivificante y revivida.
Libertad y gozo.
Fisonomía fine et spirituelle.
"El vicario de Wakefield", muestras de inglés coloquial.
Los países continentales se permiten excentricidades en la selección de los nombres.
Cuando un velo de incertidumbre atenúa un peligro o un horror, el deseo del intelecto es desvelar primero la cruda verdad, reservándose el recurso de huir, para el momento que ocurre lo que se temía y esperaba.
Sonido francés desenfadado, burlón.
Eclipse temporal.
Coraza de férrea indiferencia.
Visera de impasible austeridad.
Hechizo, nebulosa dorada, que había encandilado mi perspicacia al comienzo.
Muestra cuyo elemento es la razón abstracta.
Comodidad inglesa.
Conversación, en el curso de la cual se desvelan las peculiaridades de un carácter o se debaten importantes intereses.
Ocasiones para comparar el ideal con la realidad.
Los idealistas sueñan con ángeles terrenales y flores humanas.
Interés y comodidad de los demás.
Mentalmente depravadas.
Monopolizar la atención.
Despreciamos lo que se ofrece en abundancia sin ser solicitado.
Boca, falsedad de una pantera.
Ventajas de un hogar asentado.
Accesible a intereses mercenarios.
A algunos hombres se les gana fingiendo debilidad, para luego hablar con excelente criterio, consciente de que otros cometen la locura de admirar el buen juicio estético.
Cada átomo del cofre.
Mejor actuar correctamente, que el interés personal, sinceridad superior a la política.
Sosegado reinado de la luna.
Replicar a la visión de la vanidad con la del estoicismo.
Cualidades intelectuales. Aplicación, amor a la experiencia, talento natural, docilidad, lealtad y agradecimiento.
Belgas, raza jocunda, material e irreflexiva.
Fuente de inquietud.
Valor de la Modestia, el Afecto y la Generosidad.
Cuello de la Humildad.
Disimulo e Interés personal.
Reacia voluntad.
Los seres humanos, especialmente los de menor edad, rara vez renuncian al placer de utilizar un poder, que son conscientes de poseer; no saben de piedad.
Inteligente recurso, para garantizar exactitud y economizar actividad.
Estilo precisado de pulimento y dignidad mantenida.
Débil perspectiva de emociones agradables.
Autoconciencia de la fuerza.
Fuerza y singularidad.
Viejo proverbio. Querer es poder.
Cuando hay un grano de perseverancia o de fuerza de voluntad en la composición, unos obstáculos insignificantes ayudan de estímulo, no de desaliento.
Acostumbrada a una calculada brusquedad de modales.
Experiencias a escala limitada.
Aprender algo por analogía; un échantillon, muestra que ayuda a dar una idea del conjunto.
Orgullo inglés y grosería flamenca.
Alba de la ilusión y del interés.
Acusado silencio.
Una renovación de los educadores da vida y variedad al proceso orgánico educativo, divierte al alumnado y sugiere a los padres la idea de esfuerzo y mejora.
Autoconciencia sin tapujos de su habilidad.
Celos como consejero.
La Razón reduce al rebelde.
Valor e ilusiones.
Abandoné a mi espalda el Oeste, donde el cielo se extendía como un ópalo. Mezclados azul y carmesí, el sol engrandecido con la gloria del tinte púrpura de Tiro se hundía ya en el horizonte.
Arco iris perfecto, alto, amplio, brillante, intenso.
Simulación de amistad y cordialidad.
Actitud reservada, formal, pero escrupulosamente educada.
Imbécil y lunático.
Constitución frágil o saludable.
Preferencia personal e interés mundano.
Ilusiones morbosas.
Hierro de los celos.
Francés, característica de la ferocidad.
¿Quién está libre de las limitaciones que imponen las circunstancias?
Ira. Nacimiento, desarrollo y extinción.
Senda empinada y erizada de dificultades de las reglas; sencilla carretera del Sentido Común.
Transformación en la actitud y el semblante.
El placer ilegítimo, que pisotea los derechos de otras personas, es engañoso y emponzoñado.
Ilusiones de invadir y poseer, decisión de trabajar y ascender.
Confrontación entre el rumor y los hechos.
Los ingleses exceden en insensatez, son esclavos más abyectos de las Costumbres, las Opiniones y el deseo de mantener las apariencias, que los italianos del Clero, los franceses de la vanagloria, los rusos de su zar o los alemanes de la cerveza negra.
Idioma de la Razón y el Afecto.
Delito de prosperidad.
Límite de la cortesía.
Operarse una transformación.
Haber visto la fea textura de la verdad bajo los bordados de las apariencias.
Una mente alterada termina en una almohada inquieta.
Placidez holandesa.
Los impulsos nos alcanzan con un salto de tigre y se convierten en nuestros dueños. Tal vez la Razón, mediante un proceso orgánico breve como silencioso, que termina antes de ser notado, haya decidido, que el acto que medita el instinto es sensato y crea justificada su pasividad, mientras este se lleva a cabo.
Doblar el salario con un esfuerzo adicional.
Impermeable mental.
El grave cielo nocturno se transforma con la llegada de la aurora.
El fuego deshiela una víbora en hibernación.
Ancha frente sajona.
Especie de Sybil suiza, con reglas ultramontanas. Heroína de la novela de Disraeli (1845).
Límites convencionales, opuesto a fuerza.
Libertad y esplendor natural.
Reverencia con gracia, propia de una extranjera.
Interés, dulce variedad y apasionada emoción del relato.
Faubourg. Suburbio.
Memoria. Ristra de rubíes, ciñendo la oscura frente del Pasado.
Probar la validez con la piedra de toque del discernimiento.
Selección de referencias.
Carrera del Progreso, tal como avanza el Progreso en las capitales europeas, sin descanso, diversión ni caprichos.
Libertad indispensable.
La Muerte protege de las malas leyes y sus consecuencias.
Tablillas mentales.
Viejos despotismos del norte y supersticiones del sur.
Ausencia de provincianismo, libertad y amplitud cosmopolitas.
Haber hecho un gran esfuerzo y salido triunfante, para liberar un talento enérgico y precioso de una restricción insoportable.
Letras de marfil, estímulos para leer.
Extenderse en profusión de detalles.
Emulación, sed de experiencias, gloria del éxito.
Arte del autodominio.
(El Profesor)


Yeats
El hermano de las Brontë puede semejar que está solo porque sabemos muy poco de él.

Richardson
La señora Beck de "Villette".

Renault
De las novelas de las hermanas Brontë, el duque de Wellington no es el duque histórico.

Du Plessing Gray
La ventaja de las mujeres a la independencia (incluso a costa de hundirse), ha sido tema dominante de la literatura feminista desde que los críticos varones atacaron la pulcra "Jane Eyre", de Charlotte Brontë, por <<fomentar el cartismo y la rebelión del hogar>>, la visión de las mujeres verdaderamente independientes de los hombres; mujeres de ánimo, nómadas, asexuales. Cuánto más amenazadora es para la psique masculina la libertad célibe de Jean Rhys, en "Después de abandonar a mister Mckenzie".

Schwarnitz
El patrón de la novela de amor de la época burguesa. Charlotte Brontë, "Jane Eyre". Rochester, un ser sin escrúpulos y la virtuosa institutriz.
"Jane Eyre" transforma la pareja richardsoniana de la joven burguesa y el noble libertino. Jane es una institutriz menuda, insignificante, pero una mujer muy fuerte, la cual ama apasionadamente al padre de la niña que tiene a su cargo. Rochester, un excéntrico hacendado, cuya conducta poco convencional obedece a un secreto. En la buhardilla de su casa oculta a su mujer, la cual se ha vuelto loca. Su presencia se hace sentir a través de la casa de manera inquietante. El día que su marido se casa con Jane, escapa y se desvela el secreto. Tras muchas peripecias la novela tiene un final feliz, pero antes la hacienda será consumida por las llamas y Rochester perderá la vista y la loca se consumirá atrapada por el fuego. Charlotte Brontë tenía un hermano alcohólico, que solía dormirse con la vela encendida y su casa fue pasto de las llamas. Lo que no sabía Charlotte era que Thackeray, a quien había dedicado su "Jane Eyre", tenía una mujer loca.

Townson
Con su novela "Shirley", Charlotte Brontë describe uno de los incidentes ludditas, el ataque a una fábrica de Rawfolds (Yorkshire) que tuvo lugar el mes de abril de 1812. Fueron ejecutados catorce hombres y a siete se les condenó a deportación; y el año 1813 fueron ejecutados diecisiete ludditas de York.

Tomalin
Hubo un gran revuelo con la aparición de la novela "Jane Eyre", que arranca con el relato de una niña y la cruel humillación que le dispensan sus tutores y el colegio. Se publicó bajo un pseudónimo masculino, pero pronto se supo que lo había escrito una mujer desconocida de Yorkshire, Charlotte Brontë.
Charlotte Brontë leyó "David Copperfield" y le gustó.
A los lectores, desde Charlotte Brontë, les irrita el tono de Esther de la novela de Dickens "Casa desolada", una mujercita siempre animada y noble con su altruismo existencial. Charlotte Brontë preguntó a su impresor, <<¿Qué opinan los lectores del primer capítulo de "Casa desolada"? A mí me gustó la parte del Tribunal Superior de Justicia, pero cuando adquiere forma autobiográfica y la joven que expone no ser "inteligente" inicia su relato, se me antojaba débil y con muchas tonterías; se caricaturiza un carácter afable, la señorita Esther Summerson es una caricatura que no se transmite con fidelidad>>.


Anne Brontë

La verdad comunica su propia moral a aquellos con aptitud de aceptarla.
El tesoro inapreciable se encuentra en el fondo del pozo.
Verdades saludables.
Peligros y trampas de la vida.
Historia de "Agnes Grey", acusada de cargar las tintas en aquellos pasajes, que eran copia exacta de la realidad.
Tiempo y talentos empleados.
Entretener y beneficiar.
Acusar de ingratitud y reserva hostil.
Detalles concretos y circunstanciales.
Límites de la paciencia y el placer.
Ambición y vanidad.
Transmitir acres paternos en situación floreciente.
Respectivos grados de destreza del tejón y los perros.
Discutir las circunstancias aparentes y no aparentes.
Consejos provechosos.
Momentánea, indefinible expresión de sereno desdén.
Expresión mudable, pero extraordinaria o diabólicamente maliciosa, o irresistiblemente fascinante.
Modales ásperos o recatados, según su propia y dulce voluntad.
Abetos escoceses.
Límite razonable.
Luz de la razón.
Tolerancia incondicional.
Grado de admiración y deleite.
No permita que el sol se ponga sobre su ira.
Hielo de la timidez.
Perseverancia humana.
Emancipar mis afectos de su dulce, pero inexorable poder.
Gibosa luna.
Límite de las virtudes domésticas.
Croco (azafrán) amarillo, que se abre al sol.
Fuentes de diversión.
Expresión de alborozo contenido.
Júbilo de la reunión.
Balsámica luz del sol.
Disgusto serio, casi afligido.
Llorar de desencanto y humillación.
Odioso dinero.
Ilusiones y temores opuestos, serias reflexiones y resoluciones.
Garantía reconfortante sobre la dignidad de aquellos a los que amamos.
Expresión de humildad ofendida.
Furtiva vista de escarnio.
Refugiarse dentro de las ofensas de un mundo demasiado cruel y amistoso.
Balsámico aire del atardecer.
Veneno de las hablas detractoras.
Cautelosa intimidad de la comunicación.
Cenagal del escándalo.
Mordacidad de la apreciación.
Vil calumnia.
Libre de formalidad, terror y constreñimiento.
Abismo hostil de la costumbre, muros divisorios de la terrible formalidad y el orgullo.
Resplandor de éxtasis.
Nube de angustia.
Piedra de escándalo.
Tener razón para sospechar.
Mente, caos de pasiones en conflicto.
Sombra de malestar.
Perversas e inhóspitas visiones.
Poder de persuasión, persuasión de que mi fervor me garantizaría la elocuencia, mi determinación, el menester de salir victorioso que yo sentía, debía proporcionarme lo que buscaba.
Tiempo y paciencia podrían alcanzar el éxito.
La luna llena de color rojo como la sangre, emergiendo.
Rescatar el buen nombre de cada acusación.
Frenesí de pasión.
Interés frío y fraternal.
Profundidad del interés, afecto generoso y desinteresado.
Agitación, tristeza, ansiedad.
Expresar abiertamente o insinuar cautamente la opinión.
Paroxismo de ira y desesperación.
Sucesos confusos y febriles.
Pausa de modorra inconsciente.
Vida peor que un vacío, rebozada de angustia y miseria (no un simple desierto estéril, sino repleto de espinos y zarzas); sentirme engañado, embaucado, desesperado.
Recuperar un grado suficiente de compostura.
Amigos y extraños, iguales y subordinados.
Me encadenaría al torno y a la faena.
Ininterrumpido y precioso fuego de la charla.
Rumiar amargas fantasías.
Rápido resplandor de un relámpago.
Juzgar el mérito de la proeza con arreglo al sacrificio implícito.
Inminente perspectiva de muerte.
Curva ondulada del trigo.
El pecho acorazado con una inocencia inconsciente.
Disposición de gran excitación.
Incógnitas, preguntas que sólo el tiempo y el destino pueden contestar.
Primero estudia, luego aprueba, después ama.
Consejos buenos y válidos, cálculos.
Ilusiones y fantasías radiantes.
Vida londinense. Mezcla de turbulencia y frialdad.
Frescura y libertad del hogar.
Serie de argumentos para defender los dogmas.
Manifiesta incomodidad.
Soltura y libertad / descanso y expansión / coacción y formalidad
Gélida gravedad.
Fuentes de innecesaria incomodidad de esta vida supercivilizada.
Apreciaciones disertadas y consejos solicitados.
Accidentales ayudas de la vista, el gesto, el tono.
Complacencia silenciosa.
Más poder consciente, que ternura en su comportamiento.
Carácter alegre, irreflexivo.
Probar difamatorias acusaciones.
Habitual rutina de ocupaciones invariables y entretenimientos apacibles.
Experiencias y prácticas.
Deber insoslayable.
Tempestad de cólera.
Grado de libertad, franqueza y benevolencia.
Disposición de aburrimiento y turbación horrorizada.
Garantía envidiable.
Aparición inesperada, creación de una imaginación sobreexcitada.
Gérmenes de extravagancia y vicio.
Pandilla de camaradas, amigos.
Comodidad tolerable.
Permanente o eterno, por los siglos, sin fin, mucho tiempo.
Condición de las finanzas.
Nube de desilusión.
Acusaciones injuriosas.
Gastar dinero, disfrutar de todo su valor.
Casas de juego, peripecias de esos adoradores de la suerte.
Lo que no puede curar, debe soportarse.
Hacienda familiar, inalienable.
Tempestad de aplausos.
Ataque de apoplejía, seguido de una seria meningitis cerebroespinal.
Bebedor, opuesto a valorar el bienestar.
Sacar provecho de un consejo.
Frenética hermandad.
Don de la moderación.
Clamorosa autoconciencia.
Disposiciones de ánimo sombrías y abstraídas.
Aspecto de maldito exiliado de la tumba.
Fuentes de entretenimiento.
Manifestar una señal de ánimo humilde y contrito.
Muchedumbre y bullicio, apresuramiento y transformación incesante de una vida ajena a mis costumbres anteriores.
Vender un terreno para pagar una parte de los gravámenes sobre el patrimonio.
Consejo acertado.
Crimen de la excesiva indulgencia.
Talento para la conversación.
Utilizar el dinero cuerdamente.
Actitud de humildad bufa.
Motivo de acusación y desgracia.
Acusar de romper promesas.
Heredero estimable.
Insaciable monopolista.
Con expresión decidida.
Entregarse a la tristeza por las transgresiones de otro.
Aquellos cuyo tiempo está ocupado, en raras ocasiones se lamentan de su soledad.
Disipaciones de la ciudad.
A la verdadera amistad debe preceder una experiencia íntima.
Manifestaciones de condolencia.
Grado de timidez.
Pruebas de transgresión premeditada y de un sistemático incumplimiento de la verdad.
Condiciones físicas y mentales.
Consejos y súplicas.
Frenesí de desesperación.
Tentación de la ciudad.
Ataques y acusaciones.
Acusaciones de ferocidad, crueldad e impaciencia.
Su carácter mejoró gradualmente, mientras se restablecía su salud corporal.
Escocia. Caza de la perdiz blanca y caza al acecho.
Fuentes de consuelo y de ilusión.
Esquema de la situación.
Acusación muy grave; si era falsa, era un insulto muy fuerte; si era verdad, era un hecho demasiado humillante, para decírselo abiertamente a la cara.
La acusación no despertó su vergüenza ni su indignación; no hizo ninguna pretensión de negarla o excusarse.
Límites de la moderación, cubrirse de ignominia con el exceso.
He tenido que abrirme paso entre el fuego y el diluvio, para ganarlo.
Persona artificial y convencional.
Casarse por dinero, rango, posición u otra razón mundana, que no sea el verdadero afecto y la estima bien fundada.
Criatura sensual y de pasiones, indiferente a los deberes y distinciones superiores de los seres inteligentes, prefiere los entretenimientos animales más activos y vigorizantes, a los de tipo enervante y de relajación.
Particularidad indecorosa en la aprobación o desaprobación.
Jugadores de ajedrez huraños; no se hacen compañía más que propiamente.
Lágrimas rápidas y libres.
Talento para la simulación.
Soi-disant amigos.
Mundo oscuro y mezquino, tediosos laberintos.
Peso de la tristeza sobre el ánimo.
Mal forjado con premeditada indisciplina.
Prudentes limitaciones.
Límites del decoro y la moderación.
Hacer acopio de valor.
Desacostumbrada libertad.
Inequívocas expresiones de grave y apasionado amor.
Disposición de abandono y soledad, de verdadero sufrimiento.
Amor generoso, distinguido, abandonado.
Poderosos sofismas.
Entretenimiento, ocupación útil, tarea.
Por razón de las apariencia.
La causa de error, la falta de valor o una generosidad mal entendida, acusar con demasiada severidad.
Poder mantenedor de la autoestima, que lleva a un ser humano, garantido de su integridad, a desafiar la maldad de sus desgraciados enemigos y contestar al desprecio con el desprecio o elevarse, para reposar en la eterna claridad solar del Cielo.
Fuente de inquietud.
Nido de alegres camaradas.
Dureza que proporciona la ingrata experiencia y la desesperación.
Conmovedora generosidad.
Extensión de la desgracia.
Trémula autoconciencia.
Deseo casi expresado.
Temor a medias profético.
Propiedad de un paso semejante.
Nocivos vapores de las calumnias del mundo y condenas de mi fantasía.
Silencioso combate entre la razón y la pasión.
Fuego del escándalo.
Océano de gloria.
Instintivo miedo físico.
Íntima conexión por sangre y cariño.
Transformaciones sucesivas.
Causa real.
Malicia mordaz, cruel y premeditada.
Su vida pasada ha degenerado su constitución, en otro tiempo distinguida, y viciado todo el sistema de su organismo.
La noticia se extendió por todo el vecindario.
Potentado comerciante.
Manifestar piedad.
La vida y sus atractivos, sus insignificantes solicitudes y placeres.
Paroxismo de horror.
Tristeza física y mental.
Decorosa gravedad.
Aguda percepción de los celos o del amor propio.
Sal y consuelo de mi vida.
Disposición de triste incertidumbre.
Finalmente naufragó en torno a menesteres y deudas.
Desgracia y miseria.
Hijo nominal.
Vida sin alegría ni amistad y mente mórbidamente desconsolada.
Luminoso recuerdo.
Contagioso tema del amor.
La perla, el caballero generoso, simpático y encantador.
Carácter del paisaje.
Mi ánimo se elevaba casi hasta la locura.
Vehemente anticipación.
Torrente abrumador de imágenes, reflexiones e impresiones.
Librar una batalla entre el deber y la inclinación, grado de seducción de la inclinación y fuerza de llamada del deber.
Razón y voluntad.
Implícita acusación.
Hermoso eléboro que crecía en el pequeño arbusto que asomaba por encima de la nieve.
Sorprendente transformación de la actitud.
Fiebre de terror y de impaciencia.
(La inquilina de Wildfell Hall)


EMILY BRONTË

Debía precisar el auxilio divino para hacer la digestión.
Acusar de verosímil orgullo grosero.
Su reserva procede de una aversión a ostentosas exhibiciones sentimentales y a manifestaciones de cariño mutuo.
Amar y odiar con igual disimulo.
Una hechicera criatura, una verdadera diosa.
La fama de premeditada insensibilidad.
Insultos silenciosos.
Lacónica manera de rebanar pronombres y verbos auxiliares.
Alguna mortal querella que vengar.
El tono reflejaba verdadero mal genio.
Una expresión de sarcasmo casi diabólico.
Dándome cuenta del desatino pretendí corregirlo.
Un libro largo y oscuro de Magia Negra.
Una suerte de lúgubre humorismo.
Un consejo sano.
Una carcajada conjunta hizo desbordar mi humillación y mi cólera.
La vehemencia de mi agitación me produjo una fuerte hemorragia nasal.
La biblioteca era selecta y su deterioro demostraba que había sido muy usada, aunque no del todo para fines legítimos. Apenas un solo capítulo había escapado al comentario manuscrito que cubría todos los claros que el impresor había permitido.
Tono plañidero.
Ninguna otra noche recuerdo comparable desde que fui apto para el sufrimiento.
Empecé a soñar casi antes de perder el sentido de mi situación.
Arrastradle y trituradle con átomos.
Sueños ingratos.
El terror me hizo cruel.
Casi enloquecer de miedo.
Con el paroxismo de mi terror lancé un alarido.
Sin manifestarme consciente del agravio.
Seguir el hilo de los sueños.
Ya estoy completamente curado de buscar placer con el contacto de las gentes, ya sean del campo o de la ciudad. Un ser humano sensato debería hallar compañía suficiente consigo.
La angustia de la efusión de dolor que acompañaba aquel delirio.
Impreso por la memoria.
Ceño de reflexión.
Hacer recaer la conversación.
Echar como el cuclillo a la curruca.
Llanto clamoroso y amargo.
Describir con emoción histérica.
Señalar los capítulos para aprender de memoria.
Mutuas acusaciones.
Desvanecida no de miedo, sino de dolor.
La facha de un villano.
Culpable negligencia.
Estúpida admiración.
La vergüenza y el orgullo oscurecían doblemente su semblante y le mantenían inmóvil.
Un arranque de osadía.
El orgullo no hace más que atormentarse propiamente.
Avergonzarse de la susceptibilidad.
Cumplir de buen grado el mostrar afabilidad.
Reapareció hecho una grana y sin aliento.
La gente del campo y la gente de la ciudad adquieren el valor que tiene la araña de un calabozo comparada con la araña de una casa. Las gentes viven más seria y propiamente y no con la superficie mudable y frívola de las cosas.
Un simple átomo ante la apreciación y la memoria.
Facultades reflexivas.
Proseguir la historia a manera de conseja.
Su dolor era de aquellos que no se exhalan con lamentos. Se abandonó a una insensata disipación.
Expresión reflexiva y amable.
El talle tal vez demasiado gentil.
Esfuerzos de cortesía.
Expresar desprecio.
Manifestar repugnancia y antipatía.
Preparar el camino para una intrusión.
Tono displicente.
Nunca tuvo fuerza para ocultar sus arrebatos y le ponían la cara hecha un ascua.
Es una afectación infernal, es diabólica vanidad entre nosotros tener por tal estima las orejas.
Un estremecimiento de horror.
Expresión perturbada y ansiosa.
Un imbécil sin remedio o un necio temerario.
Tono irritado.
Supersticiosa con la materia de los sueños.
Alguna sugestión profética de una horrible catástrofe.
Quiero engañar mi angustiosa autoconciencia.
Noche negra como boca de lobo.
Los escogidos de la inmundicia.
Dulces efluvios del jardín.
Eres una bobalicona del infierno.
Prorrumpir con una irresistible congoja.
Un torrente de desdeñosas injurias.
Insolente, arrebatada y altanera.
Ante las serias amenazas de un ataque como frecuente consecuencia de sus arrebatos.
Fogoso temperamento.
Conversar alegremente.
No era el espino que se inclinaba a la madreselva, sino la madreselva que abrazaba al espino. No había concesiones mutuas.
Permaneció la pólvora inofensiva como si fuese arena, porque no se le acercó fuego ninguno para hacerla explotar.
Los buenos y generosos son egoístas más justamente que los déspotas; y la dicha terminó cuando las circunstancias manifestaron que la preferencia de una parte no era la apreciación de las reflexiones de la otra.
Sospechar una horrible calamidad.
Prodigioso tesoro.
Reprimiendo la intensidad de su transporte.
Una pícara expresión, entre enojada y burlona por sus escrúpulos.
Esforzándose por mantener su tono acostumbrado y la debida dosis de cortesía.
Por vía de excusa.
Tira con una mano lo que agarra con la otra.
Por cariño o fútil irritación.
La reserva le permitió reprimir cualquier intempestiva demostración de afecto.
Circunstancias ulteriores.
Fuente de inquietud.
Limitada paciencia.
Acusaciones fútiles.
Insistir perentoriamente.
Una fiera indómita sin ilustración ni refinamiento; un árido yermo de aliaga y pedernal.
Deplorable ignorancia del carácter.
La aptitud de celebrar como nadie una diablura perfecta.
Protestas de afecto y admiración.
Como podría uno ver un extraño animal repulsivo, un ciempiés de las Indias que se examinara por curiosidad a despecho de la aversión que inspira.
Un diluvio de injurias.
Yo la quiero demasiado mal para pretender atraparla y devorarla, excepto a la manera de un vampiro. Insípido rostro de cera.
Lo más corriente será pintar solo su blanca tez con los colores del arco iris y ponerle negros sus ojos azules.
Ojos de paloma, ojos de ángel.
Brusco terror.
Mis ojos corporales fueron víctima de una momentánea ilusión.
Vivir dentro de la memoria.
Le ofrecí una naranja para aplacarle.
Tormenta doméstica.
Traidor, hipócrita, un burlador a sabiendas.
Dar rienda suelta a la indignación.
Se debilita Satanás con causar desgracias.
El ánimo que la asistía se había vuelto intratable; no podía calmarlo ni dominarlo.
Irascible discusión.
Intimidado por la violenta filípica.
Tono especialmente calculado para provocar.
Expresiones de cólera.
Su presencia es un veneno mortal que contaminaría al más valeroso.
Ofrecer excusas te corregirá de fingir más valor del que posees.
Un cobarde con leche corriendo por las venas.
Triturar las costillas como una avellana podrida.
Tono de disgusto.
Carácter violento rayano al furor cuando se enciende.
Afligido desaliento.
Insensatos y perversos accesos de ira.
Dar el espectáculo de un ataque de locura.
Permitir que se las arreglasen como pudieran; fue un lento y fatigoso proceso orgánico.
Filosófica resignación.
Dando vueltas a la idea aumentó su febril aturdimiento hasta la locura y rasgó la almohada con los dientes.
Su ánimo se había desviado hacia otras asociaciones.
El rubor de la vergüenza.
El agotamiento físico había abatido totalmente su ánimo.
Cruelmente provocativo.
Despejar la memoria. Mi angustia quedó ahogada con un paroxismo de desesperación.
Precipitar la sangre con infernal tumulto.
Fuerza frenética.
Impulsado por curiosidad o miedo.
Irritada animación.
Temple testarudo y despótico.
Hacer cantar la palinodia.
Manifestar presuntuosas aspiraciones.
Rasgos dolorosamente expresivos.
Ataque de una fiebre cerebral.
El gradual retorno de la salud física.
Las sombrías asociaciones establecidas.
Una vaga excusa.
Los afectos humanos.
Pretender trabar conversación.
Los ojos le relumbraron como a lobo hambriento.
Se entregó a un monólogo de execraciones y amenazas.
Manifiesta aflicción.
La autoconciencia de la dignidad.
Extraño tono.
Tono zumbón.
La quintaesencia de las locuras del mundo.
Cansadora, enfadosa.
Insanas rabias.
Un periodo de reflexión.
Amable tono.
Acusar de producir la enfermedad.
Son de súplica.
Contaminada del ánimo de descuido que se extendía a todo lo que la rodeaba.
Las circunstancias habían transformado sus respectivas posiciones.
Un prodigioso esfuerzo de perspicacia.
Derretido de ternura.
Acusar de falso cariño.
El colmo de lo absurdo.
Los daños de su presencia pesan más que la satisfacción de atormentarla.
Infame conversación.
Diabólica prudencia.
Una prueba de sosiego.
Extraeré saludables remedios de las amargas hierbas.
Tono de desesperación.
Palabras marcadas con hierro candente de la memoria.
La cara lívida de emoción.
Una loca resolución pintada sobre el rostro.
Blanco de estupor y de ira.
Libró la casa de su malhadada presencia.
Quietud del agotamiento del dolor.
Pregunta heterodoxa.
Súbito paroxismo de furor indomable.
Rugir como una fiera a quien aguijonean a muerte con cuchillos y venablos.
Ignorar la circunstancia.
Por un instante mi cólera fue mayor que mi asombro.
Golpear con infantil encono.
Borrar de la creación y de la memoria.
Llegó a olvidar la infernal prudencia de la que alardeaba y se entregó a vías de criminal violencia.
Envilecedora opresión.
Había cesado de beber al llegar a un entorpecimiento inferior a la animalidad.
Una irreprimible expresión de los labios.
La traición y la violencia son armas de doble filo que hieren a quienes las emplean, más que a sus enemigos.
Son de triunfo.
Yerta de espanto ante las consecuencias de mis improperios.
Sobrehumano esfuerzo de abnegación.
Labios sellados con una expresión de inefable tristeza.
Siniestras reflexiones.
Nubladas ventanas del infierno.
Ridículo, despreciable y degradante título.
Aborrecer con intensidad.
Dulzura de carácter.
Acariciaba su memoria con ardiente y tierno amor.
Tampoco le faltó consuelo y afecto terrenal.
Conductas opuestas ante similares circunstancias.
Cada cual escogió su suerte y el justo fallo del destino les obligó a sobrellevarla.
No pude abstenerme de reflexionar.
Manifestar una extrema repugnancia a consentir.
Regocijo triunfal.
Amor tierno y profundo.
La aviesa disposición que invariablemente toman los niños mimados.
Una zorrita taimada.
Ensombrecerse como una nube de tormenta.
Cual si la reflexión le produjese nueva pena.
Circunstancias favorables.
Acusar de agotar la paciencia.
Optimistas anticipaciones.
Enfermiza displicencia.
Con elevado tono como a la espera de oposición.
Angustiosa solicitud.
Extraña perplejidad.
Ilusorias garantías.
Mórbida irritabilidad.
Una ocasión conveniente.
Alimentado con caracoles y leche agria.
Vago temor.
Monopolizar el cariño.
Éramos demasiado asquerosos para sembrar el trigo con el que hacer su pan.
El sesgo que ha tomado el humor.
La promesa no la apaciguó mucho; pero el tiempo fue más fuerte.
Ojos radiantes de placer sin tacha.
Flaca memoria.
Un tono que expresaba pereza de moverse.
Abismo de tosquedad e ignorancia.
Extraño idioma materia de regocijo.
El rostro encendido de ira y mortificación.
Razones satisfactorias.
Amarga reflexión.
Actitud suplicante.
Accesos de irritación.
Retoques tomados de una fuente experta.
Cartas, despreciable hojarasca.
Tono grave y severo.
Frenéticos ruegos.
El orgullo se sobrepuso a la vergüenza.
Abismo de desesperación.
Ingratas circunstancias.
El fracaso de las amistosas demostraciones.
Un estallido de emoción.
Temperamento activo.
Hurtar los faisanes de los bosques.
Ligeras como el viento.
Una estúpida mezcla de torpeza y orgullo.
Se escurrió, la viva imagen de la vanidad mortificada.
Educada con idénticas circunstancias.
Envenenado por la reflexión.
Expresión de frenético e impotente furor.
Esconder su cobarde agitación.
Mi resolución se desvaneció antes que estuviese formada.
Se fue manifestando que se alegraba que lo tomase de esta manera.
Distraer con el relato.
Pertenecer al mundo activo.
Un cielo demasiado moteado y brumoso para amenazar lluvia.
Un giro de alarma.
Nubes suaves y apacibles, más bonito que el sol.
La torva cima.
Las devastaciones que hacían las horas.
La animación del entusiasmo y la alegría.
Levántate y no te rebajes a la condición de un abyecto reptil.
Expresión de agonía.
Presa de convulsivo terror.
Desdeñosa piedad.
Un nuevo acceso de irremediable temor.
Reprimida ferocidad.
Respetar los filiales escrúpulos.
Frenético empeño.
Es extraña la salvaje disposición que tengo para todo lo que semeja temerme.
Sus ojos negros fulguraban de ira y denuedo.
Diabólica agresión.
El colmo del desconcierto.
Amenazado con una horrible descarga de furor si fracasaba.
Dominar la egoísta zozobra.
Suelta tus dedos de lagartija.
Un torrente de injurias.
Hacer cantar alto.
Yacía como la imagen de la tristeza y la resignación a la espera de la muerte.
Los fueros de la autoridad del notario como apoderado.
Cavilando tristemente con desesperación, haciendo conjeturas sobre nuestro sombrío porvenir.
Semeja de alfeñique y un pellizco le mataría.
Arrogante paladín.
Desdichado, solitario y envidioso demonio.
Tono de lúgubre triunfo.
Lisos bucles de un cuáquero.
Se puso adusto y empezó a echar ternos.
Vaga tristeza.
Balbucear un indignado mentís a las acusaciones.
Era una indignidad burlarse de su ignorancia y luego burlarse porque pretendía remediarla.
Un libro que manifiestamente había sido manoseado con frecuencia.
Leer con el tono lento y penoso de un principiante.
Tono provocativo.
Solo halló un argumento material para saldar la cuenta y pagar sus efectos al causante.
Cuán angustioso era ofrecer tal sacrificio a su rencor.
Inquieta y ansiosa expresión.
Audaces y erguidas oleadas de brezo.
Lo que quedaba del día era un halo de ámbar del horizonte occidental.
Tono poco musical.
Nubes de la cara.
Disimulando las ganas de llorar con el tarareo de una extravagante canción.
No había aversión, sino contumacia.
Reflejó su emoción por los inmensos suspiros que exhalaba.
Cuyo ánimo estaba ocupado con asuntos ajenos a su compañía.
Escudriñar con honda gravedad.
Aire habitual de indignación y reto.
Expresión de odio mortal.
Ligado por vínculos más fuertes que los que la razón podía romper; cadenas forjadas por el hábito.
Su carácter honrado, entusiasta e inteligente se desembarazaba rápidamente de las nubes de ignorancia y degradación con las que había sido criado.
Objetos de apariencia material distinta.
Vana curiosidad.
El colmo del terror.
Vampiros, horribles demonios con forma humana.
Angustiosa y, sin embargo, arrobada expresión.
Las horas se deslizaban llenas de ansiedad.
Los muertos no se aniquilan.
Llorar con amarga vehemencia.
Vanas leyendas.
Amenazar tempestad.
(Cumbres borrascosas)


Welch
Publicación temprana pirata de "Cumbres borrascosas", Nueva York, 1848.

Sanders
Tal vez saldría corriendo a lo largo de los brezos gritando <<¡Heathcliff! ¡Heathcliff!>> como "Cumbres borrascosas".

Schwarnitz
"Wuthering Heights", de Emily Brontë. La acción transcurre por las solitarias zonas pantanosas de Yorkshire. La historia tiene forma de saga familiar y habla de los destinos de los rudos Earnshaw, los cuales habitan Wuthering Heights, y de los decadentes Linton, quienes habitan el valle. A través de la vida de las dos familias se cuela Heathcliff, un huérfano de aspecto agitanado que el viejo Earnshaw lleva a casa para que juegue con su hija Catherine. Entre Catherine y Heathcliff surge el amor, que tiene la rudeza de las zonas pantanosas. Como Heathcliff, dominado por el hermano de Cathy no recibe educación ninguna, esta se casa con Edgar Linton, un ser humano educado. Profundamente herido, Heathcliff desaparece durante dos años, se hace rico de manera misteriosa, vuelve hecho un caballero y se venga de todos por la separación. Se casa con Isabella, la hermana de Linton, para hacerse con su herencia; arrebata al hermano de Cathy, un borracho, la casa y permite que su hijo crezca igual de salvaje que él. Pero con la segunda generación, se abre paso la reconciliación. La joven Cathy ya no arrincona al niño, se ocupa de él y lo transforma como una persona educada.


TEOPHILE GAUTIER

Periódicos rojos, verdes o tricolores. Emprendieron la rehabilitación de la virtud.
Requisitorias de "Indiana" y "Valentina".
Polilla moral.
Piojos críticos.
Crímenes cometidos por Mandrin y Cartouche.
Los libros siguen a las costumbres.
Disertadores utilitarios.
Utilidades material y anímica de la novela.
Dos tipos de utilidad. Lo útil para uno, no lo es para otro.
Ir evitando el perecer no es vivir.
Fabricar constituciones.
Genio arcaico.
Pequeñas leyes absurdas y atroces.
Alta y potente idea de ayudarse de los impulsos.
Acusar con estilo de cocinera.
La lectura de periódicos impide que haya verdaderos sabios y artistas.
Dosis de ilusiones novelescas.
Máquinas del adulterio.
Inocencia, que tiene el monopolio del pelo sin rizar y los vestidos blancos.
Desagradable locura razonable.
Honores del relato.
Emoción del deseo.
El amor lo pintan desnudo.
Embrollo español.
Molestias inseparables de la presentación.
El tiempo, gran destructor.
Lo que me gusta en el diálogo es el abandono y la familiaridad.
Atmósfera de prosa, en la que no puede vivir una idea poética.
Vapor donde flotan las ideas.
Guerrilla de palabras.
Conversación íntima encantadora, opuesta a agotada y languideciente.
Galantería de un aunque y un aun.
Pantera de Hircania.
Aroma de tilo suave y penetrante.
Revelar bajo el sello del mayor secreto.
La luna, que no podía con el sueño, echó sobre sus ojos su gorro de nubes.
Circunstancia exterior.
Dos cosas a las que no se puede mandar; amor y aburrimiento.
Actitud displicente de abandono conyugal.
Es preciso un telón de fondo, para los personajes; las figuras no pueden destacarse en el vacío o sobre aquel matiz oscuro y vago con el que los pintores llenan el espacio de sus lienzos.
Ingenio, ternura y complacencia.
Pasión eterna.
Nuestro pasado nos empuja hacia adelante y nos impide retroceder o estancarnos.
Perspectivas azuladas.
Ley que obligaba a los jueces a no oír a los abogados, sino en sitio oscuro, por miedo de que su rostro, la gracia de sus gestos y actitudes llegaran a predisponer favorablemente e hiciesen inclinar la balanza.
Grado de embotamiento.
Grado de depravación horrible.
Fuego de las pasiones.
Ni mancha ni picadura.
Entrar en la forma ordinaria de la novela, reservándonos el provecho de adoptar, para la prosecución, la forma dramática si es menester, y la ventaja de proseguir en esta especie de declaración epistolar.
Fuego fatuo pérfido o faro hospitalario.
Garantía que confiere la costumbre de estudiarse uno.
Refinamientos y eufemismos de los velos de la expresión.
Acusado de trapacero y disimulado
Mantenida la inteligencia de los fenómenos que se producen.
Ojos fabulosos de lince, atraviesan.
Cuando se tiene hambre, el oído del estómago llega a ser más fino que el de la oreja.
El estilo desarrolla sus anillos matizados.
Guijarros de vidrio de la realidad.
Azul profundo del misticismo.
Retener el cerebro, diferencia entre el ser humano de talento y el ser humano de genio,
Es una efervescencia sin fin, en que la ola empuja la ola.
Grado de intensidad de la fatiga.
Ocasión de las circunstancias.
Velo de expresiones prestadas.
Aristocracia de los pies y las manos.
Grado de exasperación amorosa.
Velo de humo condensado por los siglos.
Dominó impenetrable.
Progreso satisfactorio.
Sucede con algunas ideas lo que con el horizonte; por cualquier parte se le ve delante, pero huye y se aleja obstinadamente; porque no puede manifestarse, sino con una condición de lejanía concreta; se destruye mientras uno avanza, pero es para formarse más lejos con su azul huidizo e incoercible, siendo vanos los esfuerzos, para atajarlo por los bordes de su manto flotante.
Grado de exageración.
Encantar hasta un grado indescriptible.
(La señorita de Maupin)

La enfermedad que minaba lentamente.
No acusar dolencia específica ninguna.
El muelle de la Mergellina de Nápoles, donde los lazzaroni casi desnudos se tuestan y dan a su piel una pátina de bronce.
Un interior coge a la larga la fisonomía y la mentalidad de quien lo habita.
Querer con una lectura maquinal adormecer una idea fija.
Permitía pasar los días con la indiferencia del ser humano que no reflexiona el día siguiente.
Ojos aterciopelados de un azul nocturno.
Estaba hastiado, las novelas de moda de la época le habían llenado el cerebro de ideas nocivas, no creía nada.
Suposiciones falsas.
La atonía profunda y la incurable desesperanza de la visión.
Las plumas dispuestas como una aureola alrededor de las pupilas nictálopes de los búhos.
Un hechizo aprendido de los brahmanes y los pandits.
Sentado sobre la piel de gacela al lado de los yoguis entre los cuatro hornillos ardientes.
Reblandecimiento de la médula espinal, derrame seroso del cerebro, fiebre nerviosa.
Emoción ansiosa.
Una imposibilidad crónica de vivir, una enfermedad moral.
¿Qué pesadumbre ha hundido su pico ganchudo dentro de su hígado? ¿Desde lo alto de qué secreta ambición ha caído usted roto y molido?
Tristeza silenciosa.
Acusar de una obstinación pueril.
Especial o novelesco, opuesto a una aventura sencilla, común y banal.
Países fabulosos y quiméricos.
Me instalé en el Lungarno, alquilé una calesa y me permití llevar de la agradable vida florentina que posee muchos encantos para el extranjero.
El café Doney de Florencia.
El tono rosado de algunas camelias blancas del fondo de sus pétalos.
La blancura irisada de los vagos reflejos del ópalo.
Los rasgos puros y delicados de los perfiles recortados de la ágata de los camafeos.
Inteligencia rara, delicada, vasta.
Reflexión, fuerza, valor.
Declaraciones de irresistible elocuencia.
La locuacidad febril del devoto.
Las estratagemas que emplean los Valmont del café de París y los don Juan del Jockey-Club.
Los síntomas del amor-pasión. Una joven paria enamorada de un brahman.
Una circunstancia favorable y rara.
Las banalidades propias de la conversación.
El amor es involuntario.
Gesto de negación.
Ni el estudio ni los viajes ni el tiempo han disminuido mi sufrimiento.
Los licnis de los Alpes.
Almeces de Provenza.
Los ultimos trinos del nocturno del ruiseñor.
La suave tristeza de los ángeles que desde el paraíso recuerdan la tierra.
Incitación banal.
Gesto de alegría involuntaria.
Catalepsia, sonambulismo, visión a distancia, lucidez extática.
Un yogui célebre con comunicación con los Munis.
El grado más alto de sublimidad.
Un apartamento de hilera como los que se hacían antes.
Sublime grado de ascetismo.
El traje de lino de un mago.
Una convulsión agónica.
Un gesto fulgurante.
La mente desorientada batía con sus alas inquietas la bóveda de aquel cráneo desconocido y se perdía con los meandros de aquel cerebro donde quedaban indicios de ideas extrañas.
Para un viejo barbián bronceado con todos los acontecimientos una emoción es una cosa rara.
Tono de obsequiosa humildad con el que se habría podido apreciar un ligero matiz de ironía.
Aceptar la diferencia de los sueños cuando los objetos habituales se presentan bajo aspectos muy distintos sin por eso abandonar ser familiares.
Flotante ensoñación, vaga somnolencia.
Las tenazas de los gruesos dedos cortos, carnosos y fuertes de un verdugo de la Edad Media.
Una carcajada sonora homérica, convulsa.
¿Smarra le había puesto la rodilla al pecho o vivía la vida real? Charles Nodier, <<Smarra o los demonios de la noche>> de los "Cuentos visionarios".
¿Su razón se había hundido bajo el océano sin fondo del magnetismo o era el juguete de alguna maquinación diabólica?
Su aspecto modelado por el diablo.
A lo largo de los países del norte ver al propio doble, incluso con los sueños, ha sido un presagio fatídico.
Un insuperable pánico supersticioso.
Pruebas materiales, palpables, testimonios imposibles de negar.
¿Un pozo de cal le había consumido o se había transformado como la propiedad de un audaz ladrón?
Olas inflamadas afluían al cerebro, lanzaba gritos inarticulados de rabia.
Tenía varios millones con Rothschild.
Explicar de la forma más natural del mundo como los fantasmas de las novelas de Anne Radcliffe.
Un sueño pesado, opaco semejante a la muerte.
Un ser fantástico, un personaje de Achim, Arnim o de Clément Brentano.
La familiaridad de un viejo amigo.
Un amor propio lleno de afecto.
Sacudir vigorosamente a la manera inglesa la mano.
Una letra apretada y fina.
A la sorpresa sucedió un furioso acceso de celos.
Descender desde el cielo de amor a una vulgar intriga.
Burla infernal.
Las ideas se arremolinaban tumultuosamente dentro de su cráneo.
Con una palabra ha disipado mi sueño; con un gesto ha roto el ala de la quimera.
La paciencia infatigable del amor desdichado.
Alegría intempestiva.
El doctor Esprit Blanche (1796-1852), alienista cuyo establecimiento albergó a Nerval, el año 1846 estableció su casa de salud de Passy.
El error puede venir de los ojos o del cerebro. Alucinación intelectual o perversión de la vista.
Una ligera alteración de las facultades mentales.
La visión es real, la idea quimérica.
Metamorfosis o usurpación.
Un gesto lleno de gracia.
La angustia le apretó la garganta como la mano de un thugg.
Un esfuerzo para recuperar el valor.
Actitud asustada y estúpida válida para un amante repudiado.
El amor puro, sereno, igual, eterno de los ángeles.
Una pasión terrestre incendiaba la mirada.
Ceder locamente a vanos terrores.
Pesadillas incoherentes y extrañas atormentaron su agitado sueño.
Maquinaciones infernales.
Las frutas rodeadas de un cordón de violetas.
El día había desvanecido los presentimientos, los temores y los fantasmas nocturnos.
El atrincheramiento de las consonantes que defienden las escasas vocales del polaco.
Vagas reminiscencias.
Los artificios sin salida de una existencia que no conocía.
Las referencias que ligan la existencia de un ser humano a las demás existencias.
Tono grave.
Actitud firme y tranquila.
La máscara de mármol de la cortesía mundana oculta algunas ocasiones atroces pasiones.
Tono lánguido.
Una serie inexplicable de circunstancias fatídicas.
Insultar con la cortesía de un gentilhombre, con la sangre fría de un diplomático.
Un ultraje manifiesto.
Gesto reflexivo.
Explicaciones confidenciales.
Como si el amor tuviera un porqué.
Inquietantes reflexiones.
El carácter de aquel grande de España que pedía a su amante que no mirara las estrellas porque no podía dárselas.
Gesto compungido.
Un testamento ológrafo.
(Avatar)

Trazar un círculo de separación infranqueable.
Papel Bristol.
La frase sacramental <<Vedi Napoli e poi mori>>.
El castillo de Santelmi, el castillo del Vovo.
El cono truncado del Vesubio.
Chiatamone, Pizzo Falcone, el muelle de Santa Lucía, el Palazzo Reale, el Palazzo Nuovo flanqueado de torres y celosías, el Arsenal.
Acusados rasgos de gran pureza.
La misteriosa armonía que dulcifica los contornos y que funde los unos con los otros.
Errar vagamente la vista.
El abigarramiento de grupos de ociosos, Facchini y otros canallas por el estilo acostumbrados a ver al extranjero como una presa.
Un gentleman-rider de las casas de Ascott o de las competiciones de Chantilly.
Un golpe directo digno de Adams o de Tom Cribbs al estómago.
Un grueso sobre de papel cream-lead azulado.
Esa letra inclinada de trazos grandes y picudos de una caligrafía cursiva que denota una alta educación.
Las tiendas de acquajoli llenas de guirnaldas de limones.
Los lazzaroni tumbados a lo largo de las paredes envueltos con sus chaquetones.
Las bellas islas esparcidas con forma de abanico a la entrada del golfo, Capri, Ischia, Nisida, Procida.
Se debe pintar el decorado de los escenarios que se cuentan.
Atenazó la mano de manera que sus dedos crujieron unos con otros, la suprema expresión de la cordialidad británica.
Tono jovial y dicharachero.
Algunos lazzaroni noctámbulos vagaban a la orilla del mar.
Las garras de una penosa pesadilla.
Los pies andaluces cortos y redondos como planchas que admiran en España.
Tono irritado.
Manifestar sorpresa.
La erupción de la casa de campo de Arrio Diomedes. Alusión al sueño de Octavien de "Arria Marcella".
Sus bellos brazos desnudos se cruzaban sobre su cabeza con la actitud de la Cleopatra antigua.
La reducción de la frente, una expresión de diabólica perversidad.
Gesto poco amable.
Permitir que la conversación languideciera.
Un gesto aparentemente involuntario.
Los comensales de Vitelio.
La conversación salpicada de palabras inglesas y francesas.
Actitud de incredulidad.
Moverse de sitio haciendo un gesto particular.
La persistencia de sus costumbres es uno de los signos característicos de la raza sajona.
Abandonar súbitamente los tópicos de costumbre.
El fascino es una influencia perniciosa que ejerce la persona dotada o afectada del mal de ojo.
Desdén británico.
Se ve una mano esculpida sobre la clave de la puerta del Tribunal de la Alhambra.
Tener los efectos del fascino o la jettatura.
Tono sereno y persuasivo.
Tono de profunda persuasión.
La mayoría de las ocasiones la jettatura es involuntaria; se ejerce sin que lo sepan los que poseen el fatídico don.
Un ligero matiz irónico.
Expresión de antipatía y espanto.
La mímica exagerada de los napolitanos, el pueblo más gesticulante del mundo.
Fantasmagorías confusamente terroríficas, vagamente terribles.
Smarra deslumbrado huye agitando sus alas membranosas cuando el día lanza sus flechas de oro dentro de la habitación a través de las cortinas.
Acusarse de extravagancia.
Fue a dar una vuelta a Chiaja para distraerse con el espectáculo de la turbulencia napolitana.
Actitud de alarma.
Un vago terror supersticioso.
Gesto socarrón.
Grado de perversidad.
Los murciélagos de la superstición.
Acusar vagamente al azar.
Una circunstancia reciente.
Un gesto furtivo de admiración.
Mi cerebro se bambolea dentro de mi cráneo como una avellana dentro de su cáscara.
Ese nido de cisnes que se mece sobre las aguas llamado Inglaterra.
Un gesto de total desdén.
Un tenso silencio.
Los primeros minutos de una visita incluso si es cordial, familiar, esperada y renovada todos los días, suelen ser confusos. Durante la ausencia, aunque solo haya durado unas horas, se ha formado alrededor de cada uno una atmósfera invisible con la que se rompe la efusión. Aparentemente no hay nada y, sin embargo, se sabe que existe un obstáculo.
Tono lúgubre.
Simular un desánimo burlón.
Comer pickles y beber vinagre para estar delgada.
Roncar, un síntoma vulgarmente extático.
El mar como un sueño azul de infinito.
El gesto del adiós propio de los napolitanos con la punta de los dedos.
Aquella conversación hería la delicadeza de su sensibilidad.
El apellido empañado con alguna mancha secreta.
Tono firme y dulce.
Odiosa y estúpida acusación.
Una quimera, una extravagancia, una superstición.
La vieja Mob prefiere las más jóvenes y las más bellas, es celosa como una mujer.
Tono emocionado y grave.
El tubo de tafilete de la houka.
Razonamientos capciosos.
Un instante su razón se arremolinó dentro de su cerebro y la locura batió con sus alas las paredes interiores de su cráneo.
Los colores pálidos del recuerdo de los muertos.
La realidad del sueño.
Luego el sueño había puesto su gasa negra entre la sombra y la durmiente y todo se había confundido con la noche.
Escribamos cada uno una nota declarando la lealtad del duelo; el vencedor la pondrá sobre el pecho del muerto.
Soy inocente como el rayo, como el alud, como el manzanillo, como las fuerzas destructivas e inconscientes.
La inmutable serenidad que sigue las grandes resoluciones.
Sus ojos poseían el infinito del cielo y el destello de la estrella.
Dulce ironía.
El sueño negro hermano de la muerte y consolador.
Discreción totalmente inglesa.
Volver a la memoria.
Expresión sobrenatural.
Las nubes negras se agrietaron como las murallas del infierno permitiendo ver a través de sus fisuras la ardiente hoguera de los rayos.
(Jettatura)


Malte-Brun
Gautier ha publicado un atractivo artículo sobre la ciudad de Argel, sus usos y costumbres.

Baudelaire
El artículo que Théophile Gautier ha escrito sobre Goya del "Le Cabinet de l´amateur et de l´antiquaire" (1842).
Dedicatoria de "Las flores del mal" a Gautier. "Con los sentimientos de la más profunda humildad".

Nietzsche
El arte por el arte es una frase acuñada el año 1836 por el filósofo V. Cousin y difundida por Th. Gautier con el prólogo de "Mademoiselle de Maupin". Se rehuye la heteronomía del arte.

Wilde
Gautier se sentía fascinado por ese dulce monstruo de mármol, el Hermafrodita de Florencia y del Louvre.
Gautier. La consolation des arts.
Gautier, "Emaux et Camées", 1852. Publicación de Charpentier en papel japón, 1881, con un grabado de Jacquemart de Hesdin, miniaturista del siglo XIV.

Mallarmé

Para que a la mañana de su altivo reposo,
cuando la muerte añeja y cual para Gautier,
de no abrir los sagrados ojos y de callarse,
surja, de la alameda ornato tributario,
el sólido sepulcro en el que yace
todo lo que hace daño:
el avaro silencio y la noche maciza.

Moore
"Mademoiselle de Maupin", ese deseo que no es <<el de la mariposa por la luz>> sino el de una perfección como la del brazo y el muslo cuando abandona la pasión sin aliento y predispuesta a las lágrimas es hoy un libro aburrido y tedioso como si fuera una tela de araña que ha permanecido suapendida de una esquina olvidado y llena de polvo en una habitación olvidada todo el invierno. Solo puedo recobrar mi embelesamiento y mi placer de juventud cuando memorizo esa parte de Gautier que hoy se ha encarnado en mí.
El escollo era Gautier; leí "Mademoiselle de Maupin" un momento que estaba harto de la pasión anímica y esta gran exaltación de lo visible sobre lo invisible me ganó instantáneamente y me cautivó. Este sencillo desdén de un mundo ilustrado con santos lacerados y con un Redentor crucificado abrió posibilidades a nuevas creencias, a nuevos placeres y a nuevas rebeliones frente todo aquello que haya llegado para formar parte integral del pueblo llano de la humanidad.
Había numerosos cuentos perfectos; "La morte amoureuse", "Jettatura", "Une nuit de Cléopâtre" y luego están las joyas de la corona "Les emaux et camées", "La symphonie en blanc majeur" y "Contralto". 
Transpose, una palabra que nunca se había empleado con anterioridad más que con las aplicaciones musicales, que la primera vez se aplica a una firma material y con un toque que otorga una belleza de la que Fidias podría enorgullecerse.
Gautier me ha enseñado que nuestro ensalzado progreso no es más que un escollo donde está cayendo la raza y aprendí que la corrección de las formas es el ideal más elevado con lo que acepté la sencilla y simple autoconciencia del mundo pagano como la perfecta solución del problema que me ha desconcertado.
Gautier cantó las alabanzas de la carne con su lira antigua y despreció el alma.

Stoker
La mayoría de los lectores de la raza angloparlante, los cuales disfrutan con la lectura de la fascinante novela de Théophile Gautier, "Mademoiselle de Maupin", no sabrán que la heroína fue un personaje real. El novelista ha realizado, por supuesto, las alteraciones precisas para traducir la cruda realidad al idioma más elegante de la ficción, no sin eliminar en lo posible el aspecto criminal o parcialmente criminal de la aventurera trayectoria de esta dama. Pero tal es uno de los deberes del artista literario. Aunque en algún sentido pueda ser un historiador, no se ve limitado a la simpleza ocasional de la verdad. Su propósito no consiste en que su libro sea verosímil sino, al decir de los franceses, vraisemblable. En la novela, al igual que en otras artes, la crudeza es, ante todo, un defecto y no una virtud, de manera que el escritor que persigue la excelencia en sus creaciones tiene que colmar los huecos que ha marcado la precisa supresión de algunos hechos, mediante la sutileza de la imaginación y la elegancia de las descripciones, para mantener la plenitud y rotundidad de las formas esféricas naturales. En verdad, la historia de la Maupin está repleta de situaciones emocionantes e interesantes; cualquier escritor que aborde el tema, sólo tendrá que practicar una selección agradable de episodios lo bastante dramáticos y coherentes, para armar un relato bien tramado. Un libro tal, tiene posibilidades de alcanzar un gran éxito, siempre y cuando el autor posea el genio de un Théophile Gautier, para exponerla. La verdadera dificultad a la que debería enfrentarse un autor de esa cualidad, residiría en eliminar la sordidez, la pasión descabellada, la falta de escrúpulos, las pretensiones criminales, que se ocultan en el personaje que nos ocupa.

Dujardin
El Fortunio de Gautier prende fuego a las cortinas y a través de las llamas lleva a su amante desnuda.

Symons
"Le Réve de la Vie" de Nerval muestra según Gautier "la fría razón sentada al lecho de la fiebre caliente, la alucinación analizándose con un supremo esfuerzo filosófico".
Gautier amaba las cosas imperecederas; el cuerpo como lo remodela generación tras generación, el mundo como es restaurado y reconstruido y luego las gemas y la piedra labrada y el marfil tallado y la tapicería tejida. Amaba el verso con su forma sólida estrictamente limitada, que mientras la prosa se derrite y flota permanece inalterable, indestructible.
Gautier incluyó la práctica de escribir elocuentemente sobre lugares y la descripción exacta.

Joyce
"Un coche ensable" (enarenado), llamó Louis Veuillot a la prosa de Gautier.

Schwob
La voz, que significa el signo aéreo de la reflexión y del alma, que instruye, predica, exhorta, ruega, alaba, ama, por la cual se manifiesta el ser en el vida, imposible de describir, por ser demasiado ondulante y variada, viva y encarnada en demasiadas formas sonoras, la voz que Théophile Gautier renunciaba a expresar en palabras, porque no es ni dulce ni seca, ni caliente ni incolora, ni coloreada, sino algo de todo eso en otro dominio, voz que no se puede tocar, que no se puede ver, la más inmaterial de las cosas terrestres, la que más se asemeja a un ánimo, es punzada a su paso con un estilete por la ciencia y enterrada en pequeños agujeros sobre un cilindro giratorio.

Ollivier
Entre los escritores pobres, Gautier, Narval, Baudelaire, es la vida imaginaria, la bohemia de los amoríos sencillos, rosa o negra, la que en lo ficticio termina por sucumbir lo real.
Entre el arte útil de los saint-simonianos y el arte por el arte de Gautier, que oponen visiones incompletas de la realidad, el primero, queriendo confundirla con la utilidad social, y el segundo, no viendo más que un reflejo, un fantasma, las voces románticas de ultratumba o de ultramar, las que siguiendo las enseñanzas orientales celebraban el furor de vivir y de actuar, mantienen su potencia y poder seductor.

Tomalin
Dickens y Forster hablaron con Gautier.



PROSPER MERIMÉE

Las memorias, que son conversaciones sinceras del autor con su lector, proporcionan retratos del ser humano.
Espadas de duelos, largas de dos filos.
Pré-aux-Clercs. Lugar próximo al Louvre donde solían tener lugar los duelos.
La susceptibilidad puntillosa de la nobleza por las armas de Francia bajo Enrique III y Enrique IV, el furor de los duelos costó la vida a más gentilhombres que diez años de guerras.
Satanás lleva el Orgullo sobre la cabeza como un gendarme lleva su almete.
Diploma de corneta.
Los testigos no eran simples espectadores; se batían, a lo que llamaban secundar y terciar a alguien.
Cuerno de Bolonia.
Galán de vía estrecha.
Según las reglas del duelo, obligado a batirme con la persona que primeramente me ha provocado.
Maniobra que los profesores italianos llamaban tiscio di spada e cavare alla vita, oponer el fuerte al débil apartando y rebatiendo el arma de su adversario.
Soldados armados de alabardas con misión de patrulla, hacían la vigilancia de las proximidades de Pré-aux-Clercs para poder actuar con las pendencias que se dilucidan con las armas.
Ni una estrella asomaba la punta de su nariz.
Vela verde, vaciada a medianoche, según las reglas del arte.
Campo de la mera suposición, opuesto a la confirmación publica.
Siete cabezas del dragón de la herejía.
(Crónica del reinado de Carlos IX)

Describir primeramente el vestido, luego hacer el retrato físico, luego el retrato moral. Este es el sistema de los que escriben novelas.

Mama-Jumbo es el espantajo de los africanos.
Folgar de un bosquecillo espeso y oscuro.
Tono de desesperación concentrada.
Clamor de triunfo.
Actitud del Jugador de morra, que designan con el nombre de Germánico.
Ilusión de la realidad, la vida.
Superstición, celebrar un casamiento en viernes.
Brillo de la victoria.
El castillo de Thunderten-Tronkh era el más hermoso de Vesfalia, porque tenía puerta y ventanas.
Llevar la mano a la frente como ser, agobiado.
Sol de plomo.
Saludar con un movimiento de cabeza familiar.
(Tamango)

Los ojos azules hacen el mal y hacen el bien.
Tono descontento.
Entendió intrínsecamente la verdad del reproche. Y como todo ser humano que se equivoca, agarró por los cabellos la ocasión de armar una disputa.
Tono lamentable.
Tono respetuoso.
Sufrir las ironías de la canalla.
Largas espadas de dos filos, que se llaman de duelo.
Pero la sorpresa devolvió a la Naturaleza sus derechos.
Retar a un combate a muerte, en camisa, como haría un duelista refinado.
Tono discreto.
Tono de desprecio.
Celoso como un tigre.
Un raffiné es un galanteador perfecto, un ser humano que se bate cuando la capa de otro roza la suya, cuando se escupe a cuatro pies de distancia de él, o por cualquier otro motivo legítimo.
De un extremo a otro de Francia, la susceptibilidad quisquillosa de la nobleza daba lugar a los hechos más funestos, hasta el punto de que, según un cálculo moderado, durante el reinado de Enrique III y bajo el de Enrique IV, el furor del duelo costó la vida a muchos más gentileshombres, que diez años de guerras.
Tono que revelaba una emoción creciente.
Tono brusco, de uno que se halla poseído por la cólera.
Tono nasal devoto.
El diablo aprovecha las ocasiones.
Tono grave.
Tono resuelto.
Tono severo.
Tono agrio.
En un tono siempre igual.
Visiones ardientes, acción mágica.
Era ley de los espadachines no terciar en ninguna querella, mientras tuviesen alguna pendiente.
Preparar los términos del desafío.
Os presentáis como demandante, y yo tengo la opción de las armas, en calidad de demandado.
El estoque es una buena arma, pero las heridas pueden desfigurar. La espada no hace más que un agujero pequeño, pero es suficiente.
Convenir la entrevista en el Pré-aux-Clercs, donde se cita la corte.
En muchas ocasiones los testigos no desempeñaban el papel de simples espectadores, pues se batían. Se decía secundar, tercear a alguien.
Había estudiado en Nápoles con Borelli y Lansac le había revelado el golpe secreto con el que había causado mucho daño.
Ver con una expresión, en la que se mezclaban la piedad y el placer.
Trompa, cuerno de Bolonia.
Espada y puñal de cazoleta.
Obligado, siguiendo las reglas del duelo, a batirse antes con la persona que ha provocado primero.
Maniobra que los profesores italianos llamaban liscio di spada e cavare alla vita. Consiste en oponer el punto fuerte al débil, haciendo de manera de separar y abatir el arma del adversario.
Seguir a paso de lobo.
Curar heridas por las reglas de la simpatía mágica.
Los ánimos son elementos, los astros nos protegen y el ultimo sacrificio del carnero negro ha dispuesto favorablemente al Otro.
Enterrar en el lugar en el que debía batirse una gallina negra y una espada bendecida por un cura.
Frotar las espadas con aceite de escorpión, influjo simpático, bálsamo africano.
Una vela verde, fundida a media noche, según las reglas del arte.
Tono amenazante.
Saludar con un aire humilde y familiar.
Tono gruñón.
Tono alegre.
Tono de burla.
Tono de perfecta indiferencia.
Tono burlón.
Buen jinete albanés.
Tono dulce.
Tono familiar y amistoso.
Proverbio. De mucho cantar, el búho quedó ronco.
Tono de un ser humano que sabe más de lo que cuenta.
Tono de desprecio.
Tono de seriedad.
Vista de desdén mezclada de cólera.
Tono de autoridad.
Las siete cabezas del dragón de la herejía.
Prodigio manifiesto.
Una bofetada dispensa de dar una contestación razonable.
Sus ojos brillaron con un relámpago de indignación y odio.
Tono mezcla de burla y cólera.
Tono brusco.
Valor de oveja.
Tono serio.
(La dama del antifaz)


Balzac
Coraza de reitre. Jinetes alemanes de la época de las guerras de Religión, que la "Chronique du règne de Charles IX" de Merimée (1829) había vuelto familiares a los lectores románticos.

Baudelaire
Merimée tenía una frialdad aparente, ligeramente afectada; un manto de hielo recubría una sensibilidad púdica y una pasión ardiente por el bien y la belleza; bajo la hipocresía del egoísmo, la consagración a los amigos secretos y a las ideas predilectas.

Proust
Cuando somos niños buscamos con los libros la Luna y las estrellas. La de "Colomba" nos desilusiona porque se la compara con un queso y un queso se nos antoja vulgar, mientras que la Luna nos semeja divina.

Symons
Era el estilo inglés lo que gustaba a Merimée, el exterior correcto, inmóvil, una especie de fuerza positiva que no debe ser quebrantada con ninguna avalancha de acontecimientos o emociones y en España encontró una aceptación animal de las cosas como son lo que satisfizo su sensualidad profunda, contenida, pagana con el sentido del siglo XVIII.
"Arsène Guillot" fue tomada como un ataque velado a la religión y a la moral.
Merimée tradujo a Poushkin y Tourguenieff.
Merimée, el artista selecto, estrecho, sensualista culto, impersonal.
El artista ha hecho una especie de coraza de frases frente al ataque directo de la emoción. Merimée ha definido el arte como una exageración a propósito.
Merimée como escritor pertenece a la raza de Laclos y Stendhal.
"La Vénus d´Illle" es una ambientación moderna de la antigua historia dell anillo dado a Venus, una historia de fantasmas.
La atracción abstracta de Merimée del significado de los hechos con la luz que lanzan a la psicología con una impersonalidad más real que la de Flaubert.


ALEXANDER PUSHKIN

Ukases. Decretos.
Manifiesto afecto.
Farisaica humildad.
Abrió unos ojos como naranjas.
Límites de la deferencia y la conveniencia.
(Dubrovski el bandolero)


Chejov
Oneguín, protagonista de Pushkin. Ha inventado el fracaso.
La noche de Ucrania de Pushkin, la naturaleza debe venir a arrodillarse delante de eso.
Voy volviendo asqueado las páginas de mi existencia. Pushkin.
Pushkin soportó antes de perecer horribles sufrimientos.
Pushkin. Un privilegiado de los dioses.
Los cursos superiores leían libros de Gogol o la prosa de Pushkin.
El molinero de "La ninfa del río" de Pushkin firmaba sus cartas con el nombre de "El cuervo".
Pushkin llamaba la gloria un remiendo chillón sobre una tela vieja, internamente.

Gorki
Puskin echó a perder su talento, que era algo más que el de un advenedizo, con su manía de escribir versos.


NIKOLÁI GÓGOL

Los campesinos rusos llaman alemanes a todos los extranjeros.
Cutiá de Nochebuena. Plato de arroz cocido con uvas, pasas y miel.
Látigo, miedo y terror de los perros importunos.
Zaporogo. Cosaco de la región del otro lado de las cataratas de Dniéper.
Galuchki. Pedacitos de masa de harina cocida.
Batko. Padre.
Brecha. Agujero grande que hacen en el río helado, para poder sacar agua durante el invierno.
(Nochebuena)


Chejov
Los hocicos de cerdo de la ciudad, según la expresión de Gogol.
Los Neuvazhái-Korito con chaqueta o con levita negra harán cuatro faltas con una palabra de tres letras. Personaje de la novela de Gogol "Las almas muertas".
A diario solía leer a Ostrovski y a Gogol.
Reir al leer a Gogol o a Saltykov-Chedrine.
El tosco Sobakévitch, personaje de "Las almas muertas" de Gogol.
Temo que se me acerquen a hurtadillas por la espalda, me agarren y me lleven como a Poprishchin a un manicomio.

Ball
El realismo de Belinski se mostraba tirando por la borda todos los sistemas metafísicos y entregándose completamente a las auténticas preguntas vitales y a ámbitos sociales como singulares. Su famosa carta a Gógol el cual le desdeña que idealice la Rusia oficial, sus terribles condiciones.



ALPHONSE DAUDET

Fase de animación y movimiento, la apoteosis de una magia.
Escalera holandesa de ancho tramo.
La esencia de lo picante y sabroso de la decadencia.
Una exclamación de desencanto.
Unirse por afinidades de simpatía.
Una voluntad superior, la violencia impetuosa de un deseo.
Cabezas de bolsistas avejentadas, con esas especiales arrugas, que hacen salir las preocupaciones crematísticas.
Examen ministerial.
Envanecido desdén.
Persistencia amorosa.
Tenía una idea de casi todo y eso proporcionaba a sus diálogos interés y variedad.
Grandes alarmas, que invaden el pecho de deseo y de impaciencia.
Se alejó tristemente, arrastrando los pies, como roído por un mal incurable.
Agrio gesto.
Confort de ocasión.
La resignada dulzura del buhonero, el cual vuelve a abrochar la correa de su fardo.
La cuestión de la economía.
Las deliciosas sensaciones de infinidad de pequeños goces.
Manera de vivir tranquila, herméticamente cerrada a los demás.
Simular engolamiento.
No admito el día siguiente, como decía la vieja Francia.
Razonó las circunstancias que concurrían en su desgracia personal.
Sombra más negra con la vecindad de la muerte.
Tristes ruidos humanos.
La calle retumbaba, torrente desatado.
Las maceraciones violáceas del placer y del insomnio y el pliegue del hastío, haciendo caer su labio inferior.
Letra larga, felina.
Las palabras brillaban en las páginas, igual que esas piedras sin montura, que los joyeros colocan sobre un papel blanco, para examinarlas mejor.
Inquietudes económicas profesionales.
Frases recordadas de memoria turbaban la imaginación del enamorado, le subían al rostro en oleadas de sangre, como algunos pasajes escabrosos de algunos libros.
Entonación altanera y desdeñosa.
Aquellas horas, que todo se puede decir.
Abrumado por el peso de la falta.
Sometido a una nueva prueba de orgullo.
La desembarazada habla y la experiencia de una comadrona.
Aldeanas de pañoleta, de la provincia de Seine-et-Oise.
Aficionado a los símiles.
Entusiasmo y nostalgia.
Disfraz de Chicard.
El puro camafeo del pasado quedó rayado con un cruel arañazo.
Idiotismo de cuarto particular de fonda.
Viejas llagas de crápula.
Entendió el silencio. La náusea que experimentaba ante aquella basura social, que lo salpicaba.
Saborear el perfume selvático de una carta.
Desbordamiento de cólera enfangada, de letrina reventada, que suelta su fétido limo.
En aquellos amores de la carne, en los que la estimación y el respeto del ser querido son prácticamente nulos, la brutalidad brota en la cólera de las caricias.
Desgranar en la memoria la historia.
Luz caliente, que entra por capas.
Cielo manchado como el amor.
Ventanas cerradas como ojos dormidos.
Grandes horizontes tranquilos, de sanas emanaciones de la montaña.
Gravedad perogrullesca.
Versatilidad, falta de racionalidad y de memoria.
Bañarse en los rayos de una luna brillante.
Las hermosas nutrias de color castaño dorado, a lo largo de los ribazos.
Ver con el prisma de las alegres correrías de chiquillo.
Machacona conversación.
Vértigo de una mala tentación.
Inquietud de ánimo.
La resbaladiza claridad de la luz de la luna.
La cólera que las provincias sienten hacia París.
Admirable sangre fría, que confiere la inteligencia y la experiencia.
Frases estúpidas, de circunstancias.
La emoción del primer momento.
El extremado cuidado de la inexperiencia.
Traición del sueño.
Horror en los vagos movimientos de las sombras.
Intenso y sofocante deseo de llorar.
Barba de confederado.
Pámpanos leprosos y quemados.
Contraste acusado.
Torpezas de cangrejo.
Loco afán de independencia.
La redondez pagana de la cabeza.
Actitud honesta, razonable.
Asquerosa cabeza descarnada de clown enfermo.
Protector saludo.
Gran cuello azul de timonel.
Aburrida actitud.
Respiración de foca.
El amor es cosa buena. Pero también se debe amar el dinero.
Un fenómeno producido por una instintiva comparación.
La primavera tornaba indolente.
Persuadir artificialmente.
Los hilos telegráficos estaban llenos de golondrinas.
Tormentos de celos estériles y exploradores.
Una explicación de doble alcance, monstruosa.
Una siestecita, sólo el tiempo preciso, para que pase la fuerte digestión.
Las delicias que le hacía sentir su materialismo.
Odiar lo que era susceptible de turbar una buena digestión.
Facultades activas.
Influencia disolvente del campo y de la soledad.
Ayudar al proceso orgánico de abandono, el materialismo.
Argumento decisivo.
Suspiros sollozantes, un oleaje de desesperación.
La vaguedad con la que se difumina un encuentro de viaje o los comensales de un banquete, en una mesa redonda.
Su cólera mantenía una reserva, una piedad de ser humano educado.
Muy escrupulosa en asuntos de probidad de dinero.
Una veleidad de violencia celosa.
Las cobardías de la costumbre.
Humillante bofetón.
Fórmula de filosófica indiferencia.
Silencio de odio.
Con la confusión de un sueño que se desvanece, de una decoración que se rompe, para las metamorfosis de una magia.
Un fondo de tristeza.
Grado actual de celos.
Odio de herencia.
Una reserva mundana, una exagerada urbanidad.
Sombrío silencio.
Expresión de indignación terrible.
Atribuir todo a la casualidad, a la desdicha.
Inefable tristeza que acompaña a la muerte.
Amenaza que se figuró intuir en las visiones, en las canciones, en las distracciones de los silencios.
Las transformaciones climáticas del invierno.
Tener valor para la despedida.
Luz de eclipse.
Sueño de cansancio.
Sentir en la boca una náusea de asco.
Hay en ciertas palabras que empleamos comúnmente un cierto resorte que, inesperadamente, las abre hasta el fondo y nos las explica en su integral intimidad. Luego, la palabra se repliega, ocupa su forma pueril y rueda insignificante, gastada por el uso maquinal, que del término se hace. El amor es uno de esos vocablos, cuya claridad brilló una vez por completo.
Trono administrativo.
Hubo en un segundo, la tácita inteligencia de una reflexión en aquellos dos seres.
Sentía un inefable bienestar, un dulce encanto que lo envolvía.
Asaltado por una alegría loca.
Nido de amor impuro.
Dispuesto a sacrificar el porvenir ante la costumbre fatal.
El resorte, el punto de apoyo preciso.
Encontrar la manera de evadirse, un pretexto, el desenlace de una reyerta.
Actitud en la que se mezclaban y confundían la reserva, la ternura y la clemencia y como la conmovida espera de una declaración.
Sumido en el dilema.
Moreno como una piña.
Tono de modestia.
Para las rupturas, igual que para los duelos, hace falta dinero.
El primer golpe es duro y la explicación enojosa.
Comparaciones denigrantes.
Tono negligente.
Entonación furiosa e irónica.
Esa vista de despedida, que abraza y confiere memorias y recuerdos a los sitios que vamos a abandonar.
Qué subida de sabia había en aquella criatura.
Manantial de dulzura.
Cruel verdad escueta.
Razonable argumento.
El deslumbramiento del nuevo amor.
Invadido por una pereza de cansancio, de digestión, de bienestar.
Presentimiento de suicidio.
Locas suposiciones.
Llenar el espacio del silencio difícil, preñado de cosas tácitas.
Un soterrado fondo de vituperio y un encubierto reproche por su rigor.
Desechó su emoción con ese movimiento de cabeza propio del viejo contemporizador.
Sentir la negra desorientación de una viudez.
Impulsado por el instinto natural, que nos hace referir nuestra manera de vivir con nuestras ideas.
La boca abierta se colmaba de sombra, para gritar.
Un singular desfallecimiento de la memoria.
Consejos de cordura y apaciguamiento.
Triste experiencia de los hombres y de las rupturas.
Sus facciones se habían regularizado, como el agua pura, sobre cuya superficie cae una piedra y que recobra su tersura al cabo de pocos segundos.
Frágiles impresiones.
Dar rienda suelta a los furiosos celos.
Relámpago de triunfo.
Látigo de la ironía feroz, insultante.
Poseído por unos celos feroces, incontenibles.
Sentirse reincidente, perdido.
Expresión de dicha y triunfo.
Conmiseración despreciativa.
La calle marsellesa, embrollada y bulliciosa.
El ronco mugido y la respiración del monstruo marino de un gran vapor transatlántico.
Rumores y densidades del aire.
El puerto dormido y negro, bajo el entrecruzamiento de los ástiles, de las vergas, de los baupreses.
Una explicación violenta, terrible.
Reflexionar profundamente.
Horizonte espléndido y sereno.
Arrojar de la casa, a extramuros del honor.
Ausencias dilatadas, travesías al peligroso azar del mar y el viento.
Seguir con el vuelo de la imaginación.
Dilatando placenteramente el ocio de la espera.
Sobre el mar, en el horizonte, las velas, el humo, todo era visible, todo se reflejaba, todo bailaba.
Playas soleadas con transparencias de atmósfera y agua.
El azul del mar brillaba hasta perderse de vista en el horizonte.
Misión íntima, confidencial y delicada.
(Safo)

Tahonas de pan de munición.
Almadías del Marne.
Niño, monicaco, cominillo, pituso, pequeño papanatas.
Tono iracundo.
Amenazar con el gesto, con la acción y con el tono.
Tono gruñón.
Apreciaba su realización con un marcado tinte de satisfacción.
Actividad febril y mantenida.
Radiante de júbilo.
En marcha a lo largo de los caminos de sirga, sonoros y empedrados.
De Diciembre hasta fines de Febrero los marineros no navegan. Carenan sus barcos y examinan atentamente los bosques, para comprar los árboles, que cortan al venir la primavera.
El barco se disponía a invernar; se desenganchó el timón, se cubrieron las bandolas en el entrepuente y se despejó todo el espacio libre, para jugar y correr sobre cubierta.
Majestad del viaje a lo largo del Sena, entre dos horizontes fugitivos.
Fue la expansión de una flor de cueva transportada, de pronto, al sol de una ventana.
Un ser flaco y seco como una duela.
Ganar dinero, tener "gato enterrado", como dicen las gentes.
Manifestar el afecto.
Impulso de piedad.
Acompañanta, una mujer que, por una retribución, se encarga de conducir al país los hijos de las nodrizas; los lleva en cuévanos.
La verdad pura y neta.
Inspirar piedad.
Avaricia del cariño.
Figurines al cromo.
Devorar una novela a escondidas.
Bajo la férula de un pasante hirsuto.
La distancia que separa una enseñanza con gorra de piel de conejo, de una enseñanza con birrete de armiño.
Aumentar y prosperar el comercio.
Perfume de libertad y cariño.
Aniquilado por la actividad, la pena y la fiebre, deliraba.
Cara hirsuta y azorada.
Al menos, que consienta vivir.
Para impedir que el niño hable, mantiene la conversación charlando por todos.
Un acceso de fiebre cerebral.
Un verdadero beso de niño enternecido.
Un gran ajuste de arrastre de madera.
Recriminaciones, resistencia.
Los adorables recuerdos surgen alegres y alados.
No es menester hacer frases para hablar. Una manera de darse la mano y de ruborizarse por cualquier cosa, dicen más que las palabras.
El codaste, donde está escrito el nombre de la embarcación.
Tiene una emoción de todos los diablos, que le picotea los párpados, le hace abrir un palmo la boca.
Restaurado, carenado y calafateado de nuevo.
Tono burlón.
(La Bella Nivernesa)


Bergson
El pasaje divertido de "Tartarín en los Alpes", en el que Bompard hace que Tartarín (y por consiguiente, también un poco el lector) acepte la idea de una Suiza llena de artificios, como los fosos de la Ópera, explotada por una compañía, que mantiene cascadas, glaciares y falsas grietas.
Imaginad a Bonivard cautivo en el castillo de Chillon; es una primera serie de hechos. Imaginaos después a Tartarín de viaje por Suiza, arrestado y preso; es una segunda serie, independiente de la primera. Haced que Tartarín quede unido a la cadena de Bonivard y que semeje que las dos historias coinciden un instante, y tendréis uno de los actos más divertidos, que la imaginación de Daudet haya trazado.

Moore
Daudet, c´est de la bouillabaisse.

Joyce
Un tartarín tentador clamidófago.

Freud
Majestuosa introducción de "Safo" de Alphonse Daudet.

Bloch
El capitán Bravida, personaje burlesco de la novela "Tartarín de Tarascón", caracterizado por su celo y torpeza.

Chopin
Venga a leerme Daudet mientras coso.

Leduc
El folletín literario del "Temps". El de la "Action Française" fue un transferencia de gentiles injurias de Leon Daudet y Paul Souday. Daudet llamaba a Souday, Sulfato de Souday.

Schwarnitz
Quien tenga por destino la Provenza debería llevar consigo un libro de Daudet.


NATHANIEL HAWTHORNE

Línea del mesmerismo. Las contribuciones del médico austriaco Franz Anton Mesmer (1734-1815) a la filosofía o la medicina, con su teoría de un fluido general invisible, que penetraba y rodeaba todos los cuerpos, estaban oscurecidas por un espiritismo ecléctico, mezclado con la magia, el hipnotismo y el sonambulismo.
Hoy día, en el manejo de su sujeto, clarividente o medium, el expositor afecta la sencillez del experimento científico e, incluso cuando pretende dar unos pasos dentro de los límites del mundo anímico, lleva consigo las leyes de nuestra vida actual y las extiende sobre sus alcances inexplicables. Hace doce o quince años, todo arte de preparativos misteriosos, de disposición pintoresca, de luz y de sombra, artísticamente controladas, era utilizado para presentar un milagro aparente, en una fuerte actitud de oposición a los hechos ordinarios.
Aislar del mundo material, del tiempo y del espacio, ventajas de un ánimo incorpóreo.
Solución profética.
Enigma. Resbaladizo propósito.
Modales políticos y recatados, obstinado y antojadizo.
Gentes encadenadas al abrumador tráfago del sistema establecido.
Buscar provecho por la mutua ayuda.
Vínculo de unión mutuo.
Ilusión, mascarada, pastoral, Arcadia falsificada.
Amor milenario.
Es más sencillo condescender, que aceptar la condescendencia.
Soportar las faenas y humillaciones de la vida profesional.
Esfera filantrópica.
Grado de pericia.
Textura del sueño.
Expresión de humilde gozo.
Buscar razonablemente ese fino y raro desarrollo de carácter en un niño, que probase la aptitud del afecto desinteresado, olvidándose propiamente.
Sentía el temor, que realmente existe en su extensión ilimitada.
Trabajar bajo los rayos abrasadores del rubicundo Febo.
Sátira latente.
Vasto desierto moral del mundo.
Grub, calle de Londres en la que vivían escritores que alquilaban sus plumas.
En peligro, como la mujer que en las viejas fábulas exponía la gente al dragón.
Sentados bajo el espino de la aldea, como los camaradas de Goldsmith, presenciábamos sus juegos. Oliver Golsdmith, "La aldea abandonada".
Es mucha verdad, que la costumbre ejerce influencia en la manera de descargar nuestras malas pasiones.
Equilibrio moral.
Degenerar los celos en una catástrofe trágica.
Programadores de una vida dichosa.
Grado de pulimentación externa.
Carlos II, después de ser derrotado en la batalla de Worcester, escapó de las tropas de Cromwell, ocultándose en lo alto de un roble, nido perfecto para Robinson Crusoe o el rey Carlos.
Reflexiones liberales y hospitalarias.
Asuntos sublunares, en los que yace una ciencia más infinita que la de los planetas.
La Naturaleza pone en el mundo a muchos de nosotros incompletos en la parte emocional, apenas sensibles, excepto en lo que de animales tenemos. No existe pasión, excepto la de los sentidos, ni santa ternura, ni la delicadeza consecuencia de esta. La desdicha y el deterioro moral de una vida falsa y superficial, sin fuerzas suficientes para mantener su dulzura, son las equivocaciones más lastimosas que sufren los mortales.
La vida real nunca se desarrolla exactamente como una novela. A fuerza de recorrer nuestros recuerdos, los sintetizamos en alguna sustancia consanguínea a la imaginación y que difícilmente se distingue.
Humor inventivo.
Parva olorosa.
Las golondrinas gorjeaban una antífona alegre.
La voluntad férrea de la fuerza corporal nos envilece en nuestra sumisión obligada.
Cortesía libre y generosa.
Alegría de pájaro.
Sistema real, poético y práctico de la vida humana.
Sistema lleno de defectos irremediables y condenables. No hay en él cualidad humana.
Volver periódicamente al sistema establecido de las cosas.
Pequeños muñecos de madera de fabricación alemana.
Los hombres son muy semejantes, se hacen intolerables, a menos que les hagan variar las circunstancias.
Logro de la fantasía de una imaginación, para un espléndido bienestar.
Rancia excusa del deber. Significa fanatismo, vanidad, insolente curiosidad, temperamento oficioso, discusión a sangre fría fundada en una interpretación superficial de percepciones a medias. Monstruoso escepticismo con respecto a cualquier autoconciencia o juicio estético, excepto los propios.
Lienzo de la realidad.
Sustancia física.
Los límites de su poder estaban indefinidos por el margen del pozo del Tártaro y la tercera esfera del mundo celestial. Del Tártaro, abismo insondable debajo del Hades, a la esfera de Venus en el sistema tolemaico.
Larga calamidad.
Relaja el orgullo solidario del ser humano el ver la imposibilidad de desligarse de afectos que han echado raíces en él. Los ligamentos que una vez creímos eran de seda, se transforman en hierro cuando deseamos quitarlos.
Tejido de una nube de verdad.
Las extremidades es lo primero que perece.
Genio directivo.
La Naturaleza adopta la calamidad instantáneamente en su sistema. La causa es que el ánimo estima lo poco que vale un cuerpo sin vida.
(Historia del Valle Feliz)

Mil diversas formas de vivir.
La humanidad con sus dolores, amarguras y cobardías.
Amores sublimes.
Creación engendrada por la Naturaleza, fenómeno, gigante o titán esculpido.
Continente agradable, ánimo dulce, destellos de inteligencia.
Honda veneración.
Especial predilección.
Tierna y simple imaginación.
Amor, especial privilegio.
Éxitos financieros.
Activo, astuto, dotado con esa misteriosa facultad que las gentes vulgares llaman suerte.
Tornasoladas perlas de la India.
Humildes chozas de nieve.
Alucinante tintineo de las monedas de oro.
Extendieron la mano, mientras de sus labios brotaba un quejido implorando piedad.
Sabiduría más alta de la que se puede aprender en los libros y vida más distinguida que la que se puede amoldar al mezquino patrón de otras vidas humanas.
Afecto que naturalmente sentía.
Pertenecía a una esfera más distinguida y sus reflexiones y afectos eran muy diferentes a los que asistían a los demás hombres.
El rostro lleno de energía manifestaba una voluntad de hierro.
Gentil sabiduría.
Expresión de gravedad dominante.
Ángel apocalíptico revestido de una túnica oro y púrpura.
La simplicidad alta y pura de su mente se manifestaba con muchas acciones benéficas, sabios consejos y admoniciones.
Un viaje como maniobra de propaganda política.
Majestad y sublimidad, profunda expresión de una simpatía divina.
Un ideal elevado.
El rugido y tumulto de las ciudades.
Verdades más altas.
(La gran casa de piedra)

Solía decirse, que si algo no salía bien en el arreglo de un cadáver (sudario), el muerto, ya en el ataúd y bajo tierra, lucharía desesperadamente por levantar sus manos gélidas y colocarlo.
(El invitado ambicioso)

Viejo gruñón, más agarrado que un vicio.
Ley de la plebe.
(La desgracia de Mr. Higginbotham)

Infolio. Libro de tamaño folio, generalmente asociado a impresiones especiales o de investigación.
Cínico. Mueca obediente, inefable sorna, lentes de colores, alma en pena, ceguera.
Espesura opuesta a soledad extensa y visible.
Preciosa joya, gelidez del hielo al amanecer.
(El Gran Rubí)


Melville
"Moby Dick" dedicado a Nathaniel Hawthorne.

Hitchens
El factor sexual. Lo que Nathaniel Hawthorne retrató con "La letra escarlata": la estrecha referencia existente de la represión y la perversión.

Haldeman
Poe es sencillo y entretenido pero Hawthorne es mejor estilista lleno de misterios teológicos difíciles de entender, puritanismo.



EDGAR ALLAN POE

Ni siquiera por un momento me conceptué verdaderamente muerto. Semejante suposición, no obstante lo que leemos en los relatos ficticios, es por completo incompatible con la verdadera existencia.
Avanzando con la desconfianza que viejos relatos me habían inspirado.
El castillo era una de esas construcciones, en las que se mezclan la lobreguez y la grandeza y que, durante largo tiempo, se han alzado cejijuntas en los Apeninos, percibidas en la realidad como en la imaginación de Mrs. Radcliffe.
Hay algunos temas de interés absorbente, pero demasiado horribles, para ser objeto de un relato de ficción. El mero escritor romántico debe evitarlos si no desea ofender o desagradar. Sólo se los usa con exactitud cuando lo severo y lo majestuoso de la verdad los santifican y los mantienen. Nos estremecemos con el más intenso de los <<dolores agradables>>, ante los relatos del paso del Beresina, del terremoto de Lisboa, de la peste de Londres y de la matanza de San Bartolomé, o la asfixia de los ciento veintitrés prisioneros en el Pozo Negro de Calcuta. Pero en estos relatos lo excitante es el hecho, la realidad, la historia. Como invenciones nos inspirarían simple aversión.
He mencionado algunas de las más destacadas y augustas calamidades que registra la historia; pero el alcance, no menos que el carácter de la calamidad, es lo que con vivacidad impresiona la imaginación. No necesito recordar al lector que, del largo y horripilante catálogo de miserias humanas, podría haber escogido relatos más llenos de sufrimiento esencial, que cualquiera de estos vastos desastres generales. La verdadera desgracia, por esencia, es particular, no difusa.
Se ha dicho de un libro alemán, que er lässt sich nicht lese -no se permite leer-. Hay secretos que no se permiten expresar.
Frente a algunos temas, me gusta ser minucioso. La persona constituye uno de esos temas. La estatura, la figura, los rasgos.
Sir Thomas More falleció riéndose. En los "Absurdos", de Ravisius Textor, hay una larga lista de personajes, que terminaron de tal magnífica manera.
Vosotros, los que leéis, estáis entre los vivos; pero yo, el que escribe, habré entrado hace mucho en la región de las sombras. Pues en verdad ocurrirán muchas cosas y se sabrán cosas secretas y pasarán muchos siglos antes de que los hombres vean este escrito. Y cuando lo hayan visto, habrá quienes no crean en él y otros dudarán, pero unos pocos habrá, que encuentren razones, para meditar frente a los caracteres aquí grabados con un estilo de hierro.
El estilo de la biblioteca y la peculiarísima cualidad de sus libros.
Mis libros, en esa época, si no ayudaban en realidad para irritar el trastorno, participaban ampliamente, por su cualidad imaginativa e inconexa, de las características peculiares del trastorno. Puedo recordar el ensayo del italiano Coelius Secundus Curio, "De Amplitudine Beati Regni dei" y Tertuliano; ocupó mi tiempo íntegro durante muchas semanas de laboriosa e inútil investigación.
Había muchos libros e instrumentos musicales en desorden, que no lograban dar ninguna vitalidad al escenario.
Nuestros libros -los libros que durante años constituyeran no pequeña parte de la existencia intelectual del enfermo- estaban en estricta armonía con este carácter espectral. Estudiábamos libros tales como el "Verver et Chartreuse", de Gresset; el "Belfegor", de Maquiavelo; "Del Cielo y del Infierno", de Swedenborg; el "Viaje subterráneo de Nicolás Klim", de Holberg; la "Quiromancia", de Robert Flud, Jean d´Indaginé y De la Chambre; el "Viaje a la distancia azul", de Tieck; y la "Ciudad del Sol", de Campanella. Nuestro libro favorito era un pequeño volumen en octavo del "Directorium Inquisitorium", del dominico Eymeric de Gironne, y había pasajes de Pomponius Mela sobre los viejos sátiros africanos y egibanos.
Aquí tienes una de tus novelas favoritas. Yo leeré y me escucharás y pasaremos esta noche terrible.
El viejo volumen que había tomado era "Mad Trist", de sir Launcelot Canning; pero lo había calificado de favorito de Usher, más por triste broma que en serio, pues poco había en su prolijidad tosca, sin imaginación, que pudiera interesar a la elevada e ideal animosidad de mi amigo. Pero era el libro que tenía a mano, y alimenté la vaga aspiración de que la excitación, que en ese momento agitaba al hipocondríaco, pudiera hallar alivio (pues la historia de los trastornos mentales está llena de anomalías similares), incluso en la exageración de la locura, que yo iba a leerle. De haber juzgado, a decir verdad, por la extraña y tensa vivacidad con la que escuchaba o semejaba escuchar las palabras de la historia, me habría felicitado por el éxito de mi idea.
Había llegado a esa parte famosa de la historia, en la que Ethelred, el protagonista del "Trist", después de sus vanas pretensiones de infiltrarse por las buenas en la morada del eremita, procede a entrar por la fuerza.
Aquí me contuve bruscamente, y con un sentimiento de violento asombro, ya que en esta ocasión había escuchado realmente (aunque me era imposible decir de qué dirección procedía) un grito insólito, un sonido chirriante, sofocado y aparentemente lejano, pero áspero, prolongado, la exacta réplica de lo que mi imaginación atribuyera al extranatural alarido del dragón, tal como lo describía el novelista.
La letra que aparece con mayor frecuencia en inglés es la e. Las restantes letras se suceden en la siguiente disposición; a o i d h n r s t u y c f g l m w b k p q x z. La e predomina, siendo raro encontrar una frase de cualquier extensión, donde no figure como letra dominante.
No he de escribir aquí un ensayo, sino que me limito a prologar un relato singular, con algunas advertencias pasajeras; aprovecharé, por eso, la ocasión, para apuntar que el máximo grado de la reflexión se ve puesto a prueba por el modesto juego de damas, en forma más intensa y beneficiosa, que por la estudiada frivolidad del ajedrez.
Los libros constituían su solo lujo, y en París es accesible proveerlos.
Nuestro primer encuentro tuvo lugar en una oscura librería de la rue Montmartre, donde la casualidad de que anduviéramos en busca de un libro -raro como notable-, ayudó para aproximarnos.
Con ayuda de bujías perfumadas ocupábamos nuestros ánimos en soñar, leyendo, escribiendo o conversando, hasta que el reloj nos advertía la llegada de la verdadera oscuridad.
No se suponga, por lo que llevo dicho, que estoy circunstanciando algún misterio o escribiendo una novela. Lo que he referido de mi amigo francés era sólo el producto de una inteligencia excitada o enferma.
Fingiendo relatar el destino de una grisette parisiense, el autor siguió con todo detalle los hechos esenciales (parafraseando los menos importantes) del verdadero crimen. Todos los argumentos de la ficción se aplican a la verdad, pues su objeto es la investigación de esa verdad.
Cuando en una novela titulada "Los crímenes de la calle Morgue", publicada hace un año, pretendí poner de manifiesto algunas notables características de la mentalidad de mi amigo, no se me ocurrió que volvería nunca a ocuparme del tema. Era mi pretensión describir esas características y su objeto fue plenamente logrado, dentro de la terrible serie de circunstancias que pusieron de manifiesto la manera de ser. Podría haber aducido otros casos, pero no habrían resultado más probatorios. Los recientes sucesos, sin embargo, con su sorprendente desarrollo, me obligan a proporcionar nuevos detalles, que tendrán la apariencia de una declaración forzada. Pero, luego de lo que he oído en estos ultimos tiempos, sería verdaderamente extraño que guardara silencio sobre lo que vi y oí hace mucho.
En el raciocinio como en la libertad, el epigrama obtiene la aprobación.
Pequeña biblioteca o gabinete de estudios.
Daban vueltas en mi memoria los extraños e incomprensibles razonamientos del autor.
El libro abrió una ventana en mi imaginación.
No ocurrió nada de importancia y pasé el día leyendo, pues había tenido la precaución de proveerme de libros.
Esa especie de literatura florida, que cabe bajo la denominación de galimatías.
Aventuras insignificantes, a la manera de Gil Blas.
El viaje a la luna de Bergerac es completamente insensato.
"El vuelo de Thomas O´Rourke" es un jeu d´esprit no del todo despreciable. Thomas, el protagonista, era en la realidad el guardabosque de un par irlandés cuyas excentricidades dieron origen al cuento. El vuelo se fectúa a lomo de águila, desde Hungry Hill, una altísima montaña, en la extremidad de Bantry Bay.
En estas diversas publicaciones, la finalidad es siempre satírica, pues el tema consiste en la descripción de las costumbres lunares y su comparación con las nuestras. En ninguna se hace el menor esfuerzo, para que el viaje se muestre plausible. Los autores semejan, en cada caso, totalmente ignorantes de la astronomía. En "Hans Pfaall", la originalidad del designio consiste en pretender cierta verosimilitud, mediante la aplicación de comienzos científicos (hasta donde los caprichos naturales del tema lo permiten) a un verdadero viaje entre la tierra y la luna.
Disertación cojeante, que en las letras ha elevado a Addison hasta la apoteosis.
Los arrebatados ensueños de madame de Staël.
Desespero de dar al lector una clara idea de las maravillas que mi amigo realizaba. Deseo pintarlas, pero me descorazona la dificultad de la descripción y vacilo entre los detalles y las líneas generales. Tal vez el mejor partido será unir las dos cosas por sus extremos.
Todo lo hecho allí semejaba realizado -con semejantes <<recursos>> naturales (como exponen los libros sobre el jardín-paisaje)- con muy poco gusto y gasto.
Aquí se contuvo un momento, se acercó a una biblioteca y sacó una de las comunes sinopsis de historia natural. Pidiéndome que permutáramos nuestros asientos, para poder distinguir mejor los menudos caracteres del volumen, se sentó en mi sillón al lado de la ventana y, abriendo el libro, prosiguió su discurso con el tono de antes.
Por la mañana había leído el "Leónidas", de Glover; la "Epigoniada", de Wilkie; el "Peregrinaje", de Lamartine; la "Columbiada", de Barlow; la "Sicilia", de Tuckermann y las "Curiosidades", de Griswold; declaré, por tanto, que me sentía estúpido. Me esforzaba por despabilarme con ayuda de frecuentes tragos de Laffitte, pero como no me daba provecho, empecé a hojear desesperadamente un periódico cualquiera.
La hez de las invenciones de un escritorzuelo de a un penique la línea, de un pobre cronista de aventuras en el país de Cucaña. Sabedores del extravagante cuidado de nuestra época, aplican su ingenio a fabricar imposibilidades probables, accidentes extraños.
Y por fin, me hizo una gran reverencia y marchó, deseándome en el idioma del arzobispo, en <<Gil Blas>>, beaucoup de bonheur et un peu plus de bon sens.
Luego de colocar una bujía en una mesilla de lectura a la cabecera y de pretender la lectura de algunas páginas de la "Omnipresencia de la Deidad", me quedé desgraciadamente dormido en menos de veinte segundos, olvidando la vela encendida.
El don de descifrar caracteres escritos en aquellos días, se apreciaba apenas menos cabalístico, que el arte de trazarlos.
Llano, positivo, perentorio, conciso como Tácito o Montesquieu.
En la época de este relato (ya que en definitiva se está convirtiendo en un relato).
Había explorado bibliotecas, que para otros hombres eran inexploradas; había leído más de lo que otros podían llegar a concebir como lectura; había entendido más de lo que otros habrían imaginado posible entender; y si no faltaban en la época de su florecimiento algunos escritores de Ruán para quienes <<su dicta no evidenciaba ni la pureza de la Academia, ni la profundidad del Liceo>>, y a pesar de que sus doctrinas no eran captadas de manera general, no se sigue que fuesen difíciles de entender. Imagino que su propia evidencia hacía que muchas personas las tomaran por abstrusas. No era platónico ni, hablando en rigor, aristotélico; tampoco, a semejanza de Leibniz, malgastaba preciosas horas, que podían emplearse mejor, facili gradu, analizando una sensación en frívolas tentativas de reconciliar todo lo que hay de inconciliable en las discusiones éticas. Era igualmente itálico. Razonaba a priori. Razonaba a posteriori. Sus ideas eran innatas... o de otra manera. Creía en Jorge de Trebizonda. Creía en Bessarion.
Los detalles meramente personales pueden ser abandonados a los novelistas históricos, pues se hallan por debajo de la dignidad moral de la realidad.
Acercó a su asiento una mesita llena de libros y papeles y no tardó en absorberse en la tarea de corregir un voluminoso manuscrito, cuya publicación era inminente.
Sobre la oreja izquierda, a la manera de los pasantes modernos, llevaba un instrumento semejante al stylus de los autores viejos.
Leer libros tranquilizadores.
Cualquiera sabe, de una manera general, que el lugar más hermoso del mundo es la villa holandesa de Vondervotteimittis. Sin embargo, como queda a alguna distancia de los caminos, en una situación, en alguna manera extraordinaria, tal vez pocos de mis lectores la hayan visitado. Para estos ultimos, convendrá que sea algo prolijo al respecto. Y es en verdad menester, por cuanto que si me propongo hacer aquí una historia de los calamitosos sucesos, que han ocurrido recientemente dentro de sus límites, lo hago con el propósito de atraer la simpatía publica en favor de sus habitantes. Ninguno de mis seguidores poseerá la falta de persuasión, de que el deber que me impongo será cumplido en cuanto a mis posibilidades, con esa rígida imparcialidad, ese cauto examen de los hechos y esa diligente cita de autoridades, que deben distinguir a quien aspira al título de historiador.
Gracias a la ayuda conjunta de medallas, manuscritos e inscripciones, poseo la aptitud,  para decir que la villa ha existido, desde su origen, en la exacta disposición que hoy preserva. De la fecha de su origen, sin embargo, me temo que sólo hablaré con esa especie de indefinida precisión, que los matemáticos se ven obligados a tolerar en ciertas fórmulas algebraicas. La fecha, teniendo en cuenta su remoto pasado, no ha de ser menor que cualquier cantidad determinable.
El director me condujo a una pequeña sala de recibo muy bien instalada que, entre otras señales de un gusto refinado, contenía diversos libros, dibujos, vasos con flores e instrumentos de música.
La ficción debería tener una consecuencia moral; incluso los críticos han decidido, que no hay ficción que no la tenga. Hace ya tiempo, Felipe Melanchton escribió un comentario de la "Batracomiomaquia", probando que lo que el poeta quería era volver odiosas las sediciones. Pierre La Seine, dando un paso adelante, mostró que la verdadera pretensión consistía en recomendar a los jóvenes la temperancia en la comida y la bebida. Jacobus Hugo, por su parte, quedó persuadido de que, en Euenis, Homero insinuaba la persona de Calvino; que Antinoo era Martin Lutero; los Lotófagos, los protestantes, en general, y las arpías, los holandeses. Nuestros escoliastas modernos son igualmente agudos. Demuestran la existencia de un sentido oculto en "Los antediluvianos", de una parábola en "Powhatan", de nueve ideas en "Arrorró mi niño" y del trascendentalismo en "Pulgarcito". En resumen, se ha demostrado, que ningún ser humano de este mundo puede sentarse a escribir sin un profundísimo designio. Con lo que los autores economizan muchas preocupaciones. Un novelista no necesita preocuparse de las consecuencias morales, pues allí están -están en alguna parte del libro-, y esas consecuencias y los críticos pueden arreglarse solos. Cuando llegue el momento, todo lo que dicho caballero se proponía y lo que no se proponía asomará a la luz, sea en el "Dial" o en el "Down Easter", conjuntamente con aquello, que claramente pretendió proponerse; todo se arreglará al final.
No hay ninguna justificación en la acusación que algunos ignorantes han formulado frente a mí; que nunca he escrito un cuento moral o, con palabras más precisas, un cuento con moraleja. Lo que pasa es que aquellos no son los críticos predestinados a ponerme de manifiesto y a desarrollar mis moralejas; he aquí el secreto. Poco a poco, la "North American Quarterly Humdrum" los hará sentir avergonzados de su estupidez. Pero por el momento, con el fin de aplazar la ejecución capital y mitigar las acusaciones alzadas, ofrezco el siguiente y triste relato, cuya obvia moraleja no puede ser cuestionada de ninguna manera, ya que cualquiera puede leerla en las mayúsculas que forman el título del relato. Debería reconocerse mi mérito por esta disposición, mucho más sabia que la de La Fontaine y otros, que reservan hasta el ultimo momento la impresión que desean producir y la meten de rondón en el final de sus fábulas.
Había algo en el aire con el que pronunciaba aquella ofensiva expresión, "Apuesto mi cabeza al diablo", algo en su manera de enunciarla, que primero me interesó y que luego me hizo sentirme muy preocupado; algo que, a falta de un término más preciso, se me permitirá calificar de raro -pero que Coleridge habría llamado místico, Kant panteístico, Carlyle retorcido y Emerson hiperenigmático-.
Las mejores piruetas, en cualquier estilo, las ha hecho mi amigo Carlyle.
He visto una revista trimestral, que quedó estupefacta a causa de la expresión <<¡Disparates!>>
Luego de una aburridora arenga en su estilo habitual, extrajo de la biblioteca cantidad de polvorientos volúmenes, que hablaban del duello, y me tuvo largo tiempo leyéndome fragmentos y comentándolos profusamente. Tenía en sus manos la "Ordenanza de Felipe el Hermoso sobre el combate singular", el "Teatro del honor", de Favyn, y el estudio "Sobre la autorización para los duelos", de Andiguier. Exhibió, además, pomposamente, las "Memorias de duelos", de Brantôme, publicado en Colonia, 1666, en caracteres elzevirianos, preciso volumen en papel vitela, con espaciosos márgenes y encuadernado por Derôme. Pero me llamó especialmente la atención, con aire de misteriosa sagacidad, sobre un espeso volumen en octavo, escrito en latín bárbaro por un tal Hedelin, un francés, que ostentaba el raro título de "Duelli Lex Scripta, et non; aliterque". De este libro me leyó uno de los capítulos más raros del mundo, concerniente a las "Injuriae per applicationem, per constructionem, et per se", la mitad de lo cual, según me garnatizó, se aplicaba estrictamente a su <<refinadamente peculiar>> caso, aunque a mí me fue totalmente imposible entender una sola sílaba de lo que me leyó.
Luego de conversar conmigo unos instantes, pasó a otra habitación, de la cual regresó trayendo el imperecedero "Duelli Lex Scripta, et non; aliterque". Alcanzándome el volumen, me solicitó que leyera una parte. Pretendí hacerlo sin resultado, pues no me era posible entender una sola sílaba. Tomó entonces el libro y me leyó un capítulo en voz alta. Para mi gran sorpresa, lo que leía pasó por ser el más absurdo de los relatos del duelo entre dos mandriles...
No tardó mi amigo en explicarme el misterio, mostrándome que aquel volumen, frente lo que aparentaba prima facie, estaba escrito siguiendo el sistema de los versos disparatados de Du Bartas; o sea, que las palabras habían sido ingeniosamente dispuestas, para producir una apariencia ininteligible y hasta de profundidad conceptual, aunque en realidad aquello no tenía pies ni cabeza. La clave del libro consistía en leer una palabra de cada tres, con lo cual surgían una serie de ridículas chanzas, sobre un combate celebrado en nuestros tiempos.
En su "Mandeville", William Godwin mantiene que <<las cosas invisibles son las solas realidades>>.
No puedo determinar estos detalles sobre algunos pasajes singulares de una vida bastante memorable, sin llamar la atención del lector respecto de los méritos de esa filosofía sin distinciones, que ayuda como escudo ante los dardos de la calamidad, que no alcanzan a verse, sentirse ni entenderse.
Dado que mis años van en aumento y, según tengo entendido, Shakespeare como Emmons fallecieron alguna vez, no es imposible que hasta yo tenga que perecer. He reflexionado que podía retirarme del campo de las letras y dormir en mis laureles. Pero ansío señalar mi abdicación del cetro literario con algún importante legado a la posteridad, y tal vez nada mejor, que contar la historia de los primeros tiempos de mi carrera. Ha brillado mi nombre ante los ojos del publico, estoy dispuesto a admitir lo natural de ese interés provocado y a satisfacer la extrema curiosidad que inspiró siempre. Por lo demás, constituye un deber de aquel que ha llegado a la grandeza, soltar en su ascenso los hitos precisos, para guiar a los otros, que ascenderán a su vez. Me propongo detallar en este artículo esos importantes, aunque débiles y vacilantes primeros pasos por los cuales llegué, a la larga, al pináculo del renombre humano.
Después de todo, ¿qué significa ese algo indescriptible, que los hombres persisten en llamar <<genio>>? Coincido con Buffon y con Hogarth; no es más que asiduidad.
¡Cuánto trabajé, cuánto bregué, cuánto escribí. Oh, dioses, lo que habré escrito! Siempre ignoré la palabra <<facilidad>>. De día no me apartaba de mi mesa y de noche, pálido estudiante, veía consumirse la bujía. Deberíais haberme visto. Me sentaba tête baissée (como dicen los kickapoos), acercando mi rostro a la página alabastrina. Y todo el tiempo escribía. A través de la alegría y del dolor, escribía. Con hambre y con sed, escribía. Fuera buena o mala mi reputación, escribía. Con luz del sol o luz de la luna, escribía. Inútil decir qué escribía. ¡El estilo... eso era todo! Lo tomé de Fatquack y estoy dando una muestra.
Tenemos el tono elevado, difusivo y exclamativo. Varios de nuestros mejores novelistas patrocinan este tono. Las palabras deben ser como un torbellino, como un trompo zumbador, y sonarán a la manera de este ultimo, lo cual reemplaza ventajosamente el que no tengan ningún sentido. Cuando un escritor se halla demasiado apurado para reflexionar, este es el mejor de todos los estilos.
Perdóname, gentil lector, pero me permito arrastrar por mis sentimientos.
Defensores de la perfectibilidad humana. Turgot, Price, Priestley, Condorcet, De Staël.
Con un poco más de prudencia, Dick Turpin habría sido un buen timador; Daniel O´Connell, con un poco menos de adulaciones, y Carlos XII, con una pizca más de cerebro.
Tranquilo, <<como una sonrisa de Lady Bury>>.


Colmo de la depravación.
Oasis de fatalidad en ese desierto del error.
Hechizo mental.
Tono vulgar del patronazgo y la protección.
Primera infancia, un tiempo en el que la memoria no había nacido.
Nube de morbosas conjeturas.
Atmósfera de penoso embarazo.
Silencioso desprecio, sarcástica compostura.
Estallido de indignación.
Refinamiento absurdo.
El colmo de la afectación y la insensatez.
Incontenible frenesí de rabia.
Colmo del espanto.
La locura de un recuerdo, que se afana entre cosas prohibidas.
El pozo, símbolo típico del infierno, ultima Thule.
Prolongar la reflexión.
La nerviosa energía de la desesperación.
Terrible presión de la tempestad.
La operación de un azar ingobernado.
Horror de las sensaciones.
Episodios menos espantosos que baroques.
Autor bajo el nom de plume.
Hipnosis. Pases laterales y verticales por la frente, concentrando la visión en el ojo derecho del sujeto.
Señales de influencia hipnótica. La vidriosa visión de los ojos fue reemplazada por esa expresión de intranquilo examen interior, que se ve en casos de hipnotismo.
Círculos hécticos (fiebre).
Impresión de triunfo.
Escuchaba en la pared los taladros cuyo sonido anuncia la muerte.
Los criminales condenados a muerte se ven favorecidos con algunas liberalidades, que se les negaban antes de que se pronunciara la sentencia.
Desesperada actitud de la caída.
Doctrinas de Mesmer. Establecer un rapport definido e intenso, una referencia magnética.
Colmo del asombro.
Barbas abundantes.
La inequívoca idiosincrasia del sueño, opuesta a la consistencia rigurosa y propia.
Relatar para la plena acusación judicial.
Abogado eminente.
La verdad es más extraña que la ficción.
Orgullo de casta.
Charlatanismo de la experimentación médica.
Paroxismos estáticos, que en ocasiones produce la batería galvánica.
Colmo de la angustia física y mental.
La memoria de los amigos queridos.
Catalepsia. La memoria se halla en suspensión.
Las débiles irradiaciones fosfóricas de la putrefacción.
Las sensaciones que despiertan luchan por convertirse en reflexiones.
La memoria recobra su dominio.
La plena posesión de la memoria.
Recobrar la memoria después de despertar del sueño.
Hostilidad letal.
Acusación de incendiario.
Cuánto más intensa es la excitación que provoca la visión del sufrimiento humano, que los más espantosos espectáculos que pueda proporcionar la materia inanimada.
Temperamento del ser humano de talento, una mezcla de misantropía, sensibilidad y entusiasmo.
Confusión y angustia.
El colmo de la estupefacción.
Los peores estigmas de la pobreza y el crimen.
Extraños incensarios convolutos.
Perspicacia de las academias.
Ensoñaciones o pausas de aparente abstracción.
Alas de la más delicada concepción.
Inconexa conversación.
Las unidades, las convenciones de lugar y, sobre todo, de tiempo, son los espantajos que aterran a la humanidad y la apartan de la complacencia de las magnificencias.
Las cárdenas estrellas.
No se ha resuelto la cuestión de si la locura es o no la forma más elevada de la inteligencia, si mucho de lo glorioso, si todo lo profundo, no surgen de una enfermedad de la imaginación, de presencias de ánimo exaltado, a expensas del intelecto general.
Purpúreas violetas.
Selvas de sueño.
Asfódelos rojo rubí.
Oprimir un maleficio.
Gradual desapego de mi actitud.
Experimentaba el vértigo de quien hunde la vista en algún abismo lúgubre, insondable.
La tristeza, el horror, la aflicción, recorrieron el afecto con sus nubes.
En la ética, el mal es una consecuencia del bien.
La memoria de la pasada beatitud es la angustia de hoy.
Una memoria como una sombra, vaga, variable, indefinida, insegura, en la imposibilidad de librarme, mientras brille el sol de mi razón.
La huida silenciosa de las horas de alas negras.
Sílfide entre los arbustos de Arnheim.
Análisis o explicación.
Las facultades mentales más ejercidas en el soñador son las de la especulación.
El tema de una especulación abstrusa, cuanto inconexa.
Un sueño confuso y excitante.
Horror vago, terror ambiguo.
El sufrimiento ha debilitado mi memoria.
Sumido en estudios que, por su índole, pueden como ninguno amortiguar las impresiones del mundo exterior.
Me asalta como un rayo el recuerdo.
Las circunstancias que originaron y acompañaron el hecho.
Ese ánimo al que llamamos Romance, la pálida Ashtophet del Egipto idólatra, con sus alas tenebrosas.
Los tumultuosos buitres de la dura pasión.
Opaco plomo saturnino.
En la intensidad de su salvaje deseo de vivir, el consuelo y la razón eran el colmo de la locura.
La placidez exterior de su actitud.
Mi memoria volaba con intensa nostalgia.
Habitualmente aherrojado por los grilletes de la droga.
Excitabilidad para el miedo, motivado por causas triviales.
La turbulenta violencia de una marea.
El colmo del horror.
Violento esfuerzo.
Me vi obligado a incurrir en la insatisfactorio término de que, mientras hay combinaciones de simplísimos objetos naturales, que tienen el poder de afectarnos, el análisis de este poder se encuentra entre las apreciaciones, que están más allá de nuestro alcance.
Un requerimiento singularísimo.
Expresión mezcla de baja astucia y perplejidad.
Cordialidad excesiva, esfuerzo obligado del ser de mundo ennuyé.
Una idealidad exaltada, enfermiza, arrojaba un fulgor sulfúreo sobre las cosas.
Watson, el dr. Percival, Spallanzani, el obispo Landaff, afirmaban la sensibilidad de todos los seres vegetales.
Simpatías casi inexplicables de los mellizos.
Una vacilación trémula, como en el colmo del terror, caracterizaba su pronunciación.
Las meras e inexplicables divagaciones de la locura.
Se deslizaban extrañas influencias de sus supersticiones fantásticas y contagiosas.
La infección de los sistemas y de la abstracción.
El gusto, facultad que, ocupando una situación intermedia entre el intelecto puro y el sentido moral, nunca podía ser descuidada sin peligro.
El lince, que eternamente mora en la tumba, salió y se tendió a los pies del Demonio y lo escrutó fijamente a la cara.
El erizado palmito.
Densa maleza de arrayán, planta que aprecian los horticultores de Gran Bretaña.
Estrechó mi mano con un expressement nervioso.
El colmo del júbilo.
Indicios de método.
Dividir el remanente del botín.
Oro de vieja data y gran variedad.
Rubíes de notable transparencia.
Preparaciones químicas, mediante las cuales se puede escribir sobre papel o pergamino, de manera que los caracteres devienen invisibles, mientras no se los someta a la acción del fuego.
Extender mi esfera de acción y proceder de manera más sistemática.
Los marinos de habla inglesa sólo usan la palabra glass, vidrio, para referirse al instrumento del catalejo.
Las características de la inteligencia, que suelen calificarse de analíticas, son poco susceptibles de análisis. Sólo las apreciamos a través de sus términos. Sabemos que, para aquel que las posee en alto grado, son fuente del más vivo goce. Le encantan los enigmas, los acertijos, los jeroglíficos y, al solucionarlos, muestra un grado de perspicacia, que semeja sobrenatural. Sus rendimientos, frutos del método en su forma esencial y profunda, tienen el aire de una intuición. Calcular, sin embargo, no es analizar.
Reglas de Hoyle, apoyadas en el mero mecanismo del juego.
Memoria retentiva.
El poder analítico no debe confundirse con el mero ingenio, ya que si el analista es por menester ingenioso, con frecuencia el ser humano ingenioso se muestra notablemente incapaz de analizar.
Entre el ingenio y la aptitud analítica existe una diferencia mucho mayor, que entre la fantasía y la imaginación, pero estrictamente análoga. Los ingenios poseen mucha fantasía, mientras que el ser humano verdaderamente imaginativo es un analista.
La extraordinaria amplitud de su cultura, el exaltado fervor y la vívida frescura de su imaginación.
Situación financiera.
Amar la noche por la noche propia, bizarrerie, negra divinidad.
Peculiar aptitud analítica.
Actitud fría y distraída.
Partícula de charlatanerie.
Curso de las reflexiones.
Desarrollo del asunto.
El grueso, pero común error de confundir lo insólito con lo abstruso.
Actitud abstraída.
Un insólito grado de vigor, apto de llevar a cabo una hazaña azarosa y difícil.
Le Monde, un diario consagrado a cuestiones marítimas y muy leído por los navegantes.
Un peso intolerable.
Un acceso de sofocación.
Demasiado astuto para ser profundo, no hay fibra en su ciencia; mucha cabeza y nada de cuerpo, como las imágenes de la diosa Laverna.
Las aptitudes analíticas le valieron fama de intuitivo.
Humor indolente.
Su expresión reflejaba alguna tristeza.
Argumentos esenciales.
Barrière du Roule, el habitual lugar de esparcimiento de los pájaros de cuenta de París.
En presencia de un crimen ordinario, por más atroz que sea, no hay nada particularmente excesivo, outré, en sus características.
La razón se abre camino por encima del nivel ordinario, si es que ha de encontrar la verdad y la verdadera pregunta es, ¿Qué hay en lo ocurrido, que no semeja nada de lo ocurrido anteriormente?
El diario que se conforma con la opinión general, no logra los sufragios de la muchedumbre.
Examinemos lo principal de los argumentos del diario, pretendiendo de evitar la incoherencia con la cual han sido expuestos.
Impugnar un pasaje del argumento.
Una regla antagónica. La argumentación opuesta debe concentrarse en la regla y a tal fin debemos examinar la razón de la regla.
Existen preparados químicos por los cuales un cuerpo puede ser preservado para siempre de la corrupción; uno es el bicloruro de mercurio.
Argumento parcial.
Pertinacia en el error.
Los abogados se contentan con repetir los rígidos preceptos de los tribunales.
La gran desproporción entre las situaciones personales y la población total de la ciudad.
Lo artificioso de la distribución de los efectos.
Lo minucioso de mis argumentos.
Ánimo que la presencia de otros inspira.
Espeluznantes recuerdos.
Prisa indecente de los bandidos.
Gruesa discrepancia.
Añadir un argumento con un peso irresistible.
Los magros, pero evidentes frutos de nuestro análisis.
Comparar las comunicaciones desde el punto de vista del estilo y de la presentación.
Depósito de lanchas.
Si consiste en algo que requiere reflexión, será mejor examinarlo en la oscuridad.
Jerga diplomática.
Tenía un método de adivinación, que consistía en la simple imaginación y en el cálculo de la astucia de sus adversarios.
Nociones que tienen siglos de existencia sancionada.
El mundo material abunda en estrictas analogías con el inmaterial y tiene de verdad el dogma retórico, según el cual, la metáfora o el símil ayudan, para reforzar un argumento, como para embellecer una descripción.
Hallarse en el colmo del ennui.
Una impresión indeleble.
Provisión de pemmicam, que posee mucho valor nutritivo en poco volumen.
El horror, la angustia y la sensación de total abandono y desastre.
Las insoportables angustias derivadas de mi situación.
El barómetro acusó una altitud.
Poner a prueba la verdad de una conjetura.
Mis temores llegaban a su colmo.
Colmo de la sorpresa.
Girar en tres ocasiones sobre sus talones, en una quintaesencia de asombro y admiración.
En qué se fundaban, para mantener la acusación.
Peter Wilkins, hombre-murciélago.
Actitud general de bonhomía.
Sensacional falsificación.
El término monstruo es igualmente aplicable a cosas anormales pequeñas, que a cosas grandes, mientras epítetos como vastas, son relativos.
Idioma fonético.
Nos pusimos al habla con el cúter magnético, que se halla a cargo de la sección central de los alambres telegráficos flotantes.
El colmo de la belleza.
Los férvidos sueños del ser humano de genio.
El desconsolado evita las perspectivas lejanas como la peste.
Una panorámica catarata de rubíes, zafiros, ópalos y ónix áureo, precipitándose silenciosamente por el cielo.
La gracia altiva de un cisne.
Ingeniosas ilusiones exhibidas con el término de imágenes fugitivas.
Una excusa de viajero.
Los animálculos que infestan el cerebro.
Junio, el mes de la fronda.
El Demonio de la Locomotora.
La cruel mano del utilitarismo.
En ningún momento lo imaginario afectaba su intelecto, nutrido de filosofía.
La indigesta trufa.
Un mohín propio de una solterona ceremoniosa.
La cólera y el desdén.
Expresión de profundo contento.
No chalk, literalmente, No tiza, o sea, la negativa a llevar cuentas, a no se fía.
Rugidos in basso.
Carcajadas demoníacas.
Se hallaba en el ultimo grado de hidropesía.
En su figura se advertía un extremado haut ton.
Sagradas y augustas finalidades.
Muerte. Davy Jones.
Un hirsuto pelmazo.
La generosidad y la volubilidad ha sido atributo de los adoradores de Baal.
Hombres apuestos no abundan, como las razones o las zarzamoras.
Estiramiento, rigidez en su actitud, un grado de precisión mesurada y rectangular en sus movimientos, que no podía atribuirse más que a reserva, a hauteur, al loable sentido de lo que corresponde a la dignidad de las proporciones colosales.
Insuperable, temerario, verdadero paladín.
Plum, en Inglaterra, designaba la suma de 100 libras esterlinas.
El caprichoso deseo de gastar la paciencia.
La memorable decisión, que cruelmente había desbaratado nuestras ilusiones.
Manifiesta pretensión.
Réplicas y controversias.
Acusar de excesos cometidos.
Furia de la multitud.
Manifiesto motivo.
Circunstancias convincentes, condenatorias
Fue juzgado en el tribunal de causas criminales; la cadena de pruebas circunstanciales (reforzada por algunos hechos condenatorios adicionales), fue decidida sólida y terminante.
El primer clamoroso arrebato de miedo.
Acusación de glotonería.
Ansiedad nerviosa, que la furia de una noche tempestuosa se presta a provocar.
La fisonomía del personaje era atractivamente saturnina y de una palidez cadavérica.
La admirable redondez de la muñeca se veía realzada claramente por un brazalete ornamentado con una magnífica aigrette de joyas.
Las horas se arrastraron, lúgubres e innumerables caracoles.
Destruía los argumentos que terminaba de levantar.
Insistir con la energía de la persuasión.
Actitud rígida y estirada, indecorosa.
Estupefacción profunda, extrema y espantosa.
Conversaciones usuales.
Pisotear y patear, en un verdadero fandango de arrebato y de enloquecida rabia.
La conversación versó sobre mí.
Complemento del engaño, un aguijón en el epigrama de la burla.
Tallar el reloj y el repollo.
To tar and feather, untar a alguien con alquitrán y cubrirlo con plumas.
Una larga familiaridad con los fundamentos de la locura me habían enseñado a no fiarme de ninguna apariencia de cordura, obrando con las precauciones iniciales.
Acusar de estupidez.
El sistema de la dulzura.
El mundo está formado por gentes con costumbres convencionales.
Conversación animada.
Entera, asada, apoyada en la rodilla y aguantando una manzana en la boca, como se acostumbra en Inglaterra presentar una liebre.
Recogiendo el hilo suspendido de la conversación.
El colmo de la admiración.
El colmo de la sorpresa.
Retorcerse en un ataque de ira.
Siempre me repelen aquellas circunstancias, que no puedo explicarme.
Una tentativa final de reconvención.
Actitudes equívocas.
Austera bufonería.
Escrutándome con la cara de una oveja decrépita en una pesadilla.
Conformación mental.
Rumor de expectativa.
Acusar al fantasma de Heráclito de ser capaz de una broma, fuera verbal o de hecho.
Los más egregios e imperdonables artificios, extravagancias y bufonadas.
Envuelto en una atmósfera de capricho.
Disertó sobre los beneficios y sobre todo, las bellezas del código de etiqueta, vigente en materia de duelos caballerescos.
Disfrutaba de gran renombre como duelista, varias víctimas habían sucumbido a sus manos.
Terminando sus palabras con algo de pésimo gusto, con un sarcasmo y una reflexión irónica.
Guardó silencio breve tiempo, como si luchara por dominar sus emociones.
El duelista aceptó mi asistencia con su aire estirado y ultra recherché.
Con grave expresión.
Cartel de desafío.
Rabioso leopardo.
No estaba bien que la cólera pudiera más que la buena educación.
Más furioso que un gato de Kilkenny.
Carne de látigo, pozo de iniquidad, horrible quintaesencia de todo lo abominable.
Enérgico epíteto de oprobio.
Amplitud de la inaudita calamidad.
Primer incontenible paroxismo de angustia.
Disposición de ánimo entre estúpido y sarcástico.
Thingum-bob, se usa en inglés, para reemplazar un nombre, que no se recuerda en el momento.
El peso de la sátira.
Calificar ácidamente, y con itálicas, para colmo.
Periódico proverbial por la amplísima latitud de sus apreciaciones.
Extraña expresión y actitud.
Viejo adagio. La sangre que sale de un nabo.
La venerable novela china "Ju-Kiao-Li".
La afinidad y la discordia.
Amplios y proficuos negocios.


Peligrosa disposición de frenesí.
Implantar un rígido sistema de exclusividad.
Dispéptica truffe.
Prueba de amable apreciación.
Contretemps de la humanidad.
Help, acepción de prestación. Help yourself.
Leones y recherches.
Nariz. Probóscide.
Viejo adagio. Sacar sangre de un nabo.
Sello de lo sensacional.
Tono o estilo del relato. Tono didáctico, tono entusiasta, tono natural. El tono lacónico o seco es escribir con frases cortas. El tono elevado, difuso o exclamativo, las palabras deben ser como un torbellino y sonar de forma similar, lo que suple la falta de significado. El tono trascendental ve las cosas con más profundidad que ninguna otra persona, tiene una especie de don del tercer ojo, utiliza palabras pequeñas. El tono heterogéneo es una razonable mezcla de los demás tonos, de lo profundo, extraño, grandioso, picante, pertinente y bonito.
Muestras de experiencia humana o bel esprit.
El Epidendrum Flos Aeris de Java tiene una flor de extraordinaria belleza y sobrevive cuando ha sido arrancada. Los nativos la cuelgan del techo y disfrutan de su fragancia durante años.
Tendre Zaire.
Edina. Simplificación de la pronunciación de Edinburgh.
Ju-Kiao-Li es fonéticamente semejante a Jo-Go-Slou, que significa Joe, vete despacio.
Steps, pasos, escalón.
Pesada y terrorífica Guadaña del Tiempo.
Es una característica de la perversidad humana rechazar lo obvio e instantáneo por lo equívoco y lejano.
Calamidad calculada, más incluso que la miseria, para privarnos de los afectos de la muchedumbre.
Rápido desarrollo de los inventos mecánicos.
Paquebote aéreo de Nassau, transporte entre Londres y Timbuctu.
(Relatos cómicos)



Baudelaire
La primera versión de "Berenice" de Poe la tradujo Baudelaire.

Mallarmé
Túmulo de Edgar Poe

Como un vil sobresalto
de hidra que oyera antaño al ángel dar sentido
más puro a las palabras de la tribu
proclamaron muy alto el conjuro bebido
del agua sin honra de alguna negra mezcla.

Flammarion
"La aventura sin igual de un tal Hans Pfaal".

Maeterlinck
Grietas, enfermedad y ruina. Influencia de Poe.

Moore
Poe ni leído ni entendido en América ni en Inglaterra con Baudelaire su arte forma parte integral de nuestra vida artística.
Las traducciones de Poe de Baudelaire.
Las repeticiones de Edgar Poe semejan duras y mecánicas.
Edgar Allan Poe no tuvo en cuenta las casualidades de la primera inspiración cuando en "Philosophy of Composition" explicó cómo escribió "The Raven". Pero la suya era una mente que habría visto el descuido mencionado y que habría declarado que con la fatiga y el estrés de otras reflexiones esta, la piedra angular de la teoría que estaba construyendo se le había escapado.

Symons
La aterradora racionalidad de Poe.
Los enigmáticos cuentos de lo grotesco con los que Villiers rivaliza con Poe en su propio terreno.
La traducción de Mallarmé en prosa de los poemas de Poe.
Nos hemos dado cuenta desde que Poe lo demostró que la era de la epopeya ha pasado y que nunca se escribió ningún poema largo; el mejor poema largo no es más que una serie de poemas breves unidos con la prosa.
La cualidad de extrañeza de una creación artística exigida por Edgar Poe.

Benjamin
Poe. Historias de detectives, relato científico.

Leblanc
Destellos geniales que iluminan a Dupin (Poe), Lecoq (Gaboriau), Sherlock Holmes. Cualidades. Investigación, sagacidad, perseverancia, intuición.

Rohmer
Poe, el genio singular a quien debemos el primer sistema factible, para descifrar criptogramas.

Ball
El dandismo, las grandes paradojas, Poe.

Somerset Maugham
Novela detectivesca de detectación, fundada sobre las reglas establecidas por Poe, en "El doble crimen de la calle Morgue".

Lawrence
Contar las aventuras de sus sueños. Tenían mucho de Edgar Allan Poe y de Andersen, con toques de Vathek, Byron y John Macdonald.
Paredes de acero al rojo de algún cuento de Edgar Poe.

A. Huxley
Achispado, se sentía del lado de los eternos, de Baudelaire, de Edgar Allan Poe, de De Quincey frente la masa amorfa y sin animosidad.

Lovecraft
El alocado viaje que siguió fue algo delirante, un verdadero ensueño de Poe o de Rimbaud, o un grabado de Doré.

Ambler
Poe, "The Purloined Letter". Técnica utilizada, el ocultamiento a partir de la familiaridad.

Mumford
Poe atribuye la moda de las novelas cortas de los años 1840 al menester de breves ratos de distracción de la rutina de un día atareado.

Bataille
El bonito ensayo de Poe de la princesa Marie Bonaparte muestra que la psiquiatría, al menos el psicoanálisis, permite hacer un comentario profundo a partir de la biografía.

Lukács
El importante lírico E. A. Poe es el fundador práctico de la moderna novela detectivesca, de la producción de tensión con la mera curiosidad y sorpresa y además el primer campeón teórico de la disolución lírico-afectiva ulterior de las formas épicas y dramáticas. Con su instructivo ensayo "El principio poético" Poe niega la posibilidad de una creación poética larga. Y con su "Filosofía de la composición" ilustra su afirmación con el hecho de que una composición que no se pueda leer con una sesión no posee en el sentido poético ni unidad ni totalidad. Es el repudio desde el punto de vista artístico de la trivial pseudoépica académica y de la producción de novelas en serie.

Greenberg
Grandes escritores. Whitman y Poe.

Lampedusa
"Metzengerstein" de Poe.

Vidal
La enfermedad terminal que había consumido a Poe.
Por la noche gratificaría su carne como hacía Poe.

Eco
Cuando Edgar Allan Poe, "Philosophy of Composition", proponía límites a la extensión de un buen poema definiéndolo como el que pueda leerse de una vez (puesto que el efecto total para ser válido no debe fragmentarse ni aplazarse) planteaba realmente un problema respecto de la aptitud por parte del lector de recibir y asimilar la información poética.

Haldeman
"La carta robada". El mejor lugar para esconder algo es ponerlo a la vista.

Preston
Del empeño de Honeycutt por demostrar que se podía hacer la travesía del cabo de Hornos, los barcos chocaron con una isla de hielo. Los quince supervivientes empezaron a padecer alucinaciones, decían que había un ser enorme con pelo blanco sedoso y dientes rojos, que llevaba a miembros de la tripulación, de donde sacó la idea Poe, en las "Aventuras de Gordon Pym".

Cornwell
Jardín encantado donde solía actuar Edgar Allan Poe cuando era joven y vivía en Richmond.

Tomalin
Dickens visita Filadelfia y a su admirador Edgar Allan Poe. Poe había elogiado "La tienda de antigüedades" por su <<imaginación pura, enérgica y gloriosa>>.
Poe señaló que las "Notas americanas" era <<uno de los libros más suicidas nunca publicados por un autor que tuviese una mínima reputación que perder>>.

George Snell ha visto en el "Manuscrito hallado en una botella" <<una parábola del paso del hombre por la vida>>. La perfección de su factura fue elogiada por Joseph Conrad.
D. H. Lawrence ha señalado la equivalencia entre "Usher" y "El tonel de amontillado". Fortunato es enterrado vivo por odio, como Lady Madeline lo es por amor. <<El ansia que nace del odio es un deseo irracional de poseer y consumir el alma de la persona odiada, y el ansia amorosa es el deseo de poseer hasta el límite la persona amada>>.
D. H. Lawrence ha analizado la mutua destrucción de los enamorados en "Ligeia", su vampirismo anímico, la lucha encarnizada de sus voluntades.
D. H. Lawrence ha estudiado "La caída de la casa Usher", partiendo del incesto como tema central y del arranque de que todo ser humano tiende a matar aquello que ama.
Incidentalmente, del relato "La conversación de Eiros y Charnion", pudieron nacer dos novelas de Julio Verne. "Héctor Servadac" y "El experimento del Dr. Ox".
El admirable relato que hace Monos de su muerte, en "El coloquio de Monos y Una", explica la prodigiosa influencia de Edgar Poe sobre los simbolistas franceses. La fusión de los sentidos, la visión por el olfato, la visión como sonido, preludian las correspondencias, que Baudelaire habría de ilustrar en su famoso soneto, y las sabias sustituciones de Des Esseintes, en la novela de Huysmans.
Baldini ve en el cuento "El Rey Peste", algún eco de "I Promessi Sposi", de Manzzoni, que Poe había reseñado. 
Charles Brockden Brown influyó en "El pozo y el péndulo".
Julio Verne utilizará "Tres domingos por semana", para la sorpresa final de "Le Tour du Monde en quatre-vingt Jours". El personaje del tío recuerda la figura de John Allan.
Julio Verne se acordó del relato "El diablo en el campanario", al relatar los experimentos del doctor Ox. 



ELIZABETH CLEGHORN GASKELL

Cánones y reglamentos para visitar y hacer invitaciones.
Hablar de dinero, asunto propio del comercio y del tráfico.
Esprit de corps. Cariño exclusivo a las preferencias y reglas de la corporación a la que se pertenece.
Formas y ceremonias.
Economía elegante, opuesta a hacer gastos, vulgar, ostentoso.
Enfermedad, pena y preocupación.
Visto de manifiesto.
Swarry. Corrupción de soirée, sarao o tertulia.
Au fait. Al corriente.
Puras fuentes del inglés impolítico.
Disputa literaria sangrante.
"Galignani", periódico de Roma.
Llevar a cabo con tranquilidad y sencillez.
Esq., esquire, escudero, caballero, correspondiente a Don, usándose el término pospuesto al apellido.
Fervor de la amistad.
Construir una suposición sentimental.
Disposición de silenciosa agitación.
Restregar las manos con gran efervescencia hospitalaria.
Delicia acrecentada de la traslación cotidiana y anual de las estaciones y la hermosura.
"The Edinburgh Monthly Magazine", revista mensual inglesa, cuyo primer numero salió el 1º de abril de 1817. Desde el numero séptimo se transformó en "Blackwood Edinburgh Magazine", del publicista e impresor escocés William Blackwood, fundador de la Casa <<William Blackwood & Sons>>.
Mansedumbre de la ignorancia.
Negro como los brotes del fresno en marzo, como el negro azabache.
Opacas y fantásticas ideas de ceñudas reuniones.
Olor de habas de Tonkin.
T. O. Abreviatura de turn over, gire usted, vuelva usted (la hoja, la página).
Esther Chapone (1727-1801). Moralista inglesa, escritora precoz, a los nueve años escribió una novela, "The Loves of Amoret and Melisa". "Cartas sobre el perfeccionamiento del alma", 1773.
Elisabeth Caster, erudita inglesa, tradujo el "Manual" de Epicteto. Mantuvo correspondencia familiar con Miss Talbot.
Maria Edgeworth (1776-1849), escritora inglesa muy fecunda, debutó con una novela de costumbres irlandesas, "Castle Rackrent" y escribió libros para niños, historias morales, cuentos, libros de educación. "Patronage", 1814, novela donde se habla de las locuras y vicios de las categorías aristocráticas.
Cabezas de grupo apiñadas.
Johnbullistas. Partidarios o hijos de John Bull (Juan Toro), remoquete que se ha dado al pueblo inglés, para caracterizar sus pretendidas pesadez y obstinación. 
Extender la invitación.
Seed-cake. Torta de semillas aromáticas.
Galletas de Saboya.
Roja vanidad.
Hilo del discurso.
Your ladyship. Vuestra señoría.
Predicciones astrológicas de Francis Moore.
Hablaban un inglés lindamente chapurreado Tadeo de Varsovia, los hermanos Húngaros, Santo Sebastiani.
Explicación científica en los procedimientos.
Aparecidos y relojes de la muerte.
Chapeau bas, haber quitado el sombrero.
Barra de melescha, un dulce.
Inglés. Cohesión entre las partes de sus periodos.
Haber fijado ideas sobre la vida y el mundo.
Azul quimon.
Mésalliance. Casamiento desigual.
Oscuridad del porvenir.
Dadivosas concesiones.
Idea de la dignidad del silencio.
Gloriosa ocasión.
Delicias de la perplejidad.
Máxima. Primero es el negocio que la complacencia.
Verde savia.
Billete de cinco libras esterlinas.
Verdadera condición del asunto.
Comprometida su dignidad por una señal de sorpresa, desaliento u otra reflexión.
Cansancio corporal, decaimiento del ánimo.
Se apartó de mí como la vida, para nunca más volver.
León couchant. Tumbado, tendido.
Poseer un honesto pasar, suficiente para inclinaciones elegantes y refinadas.
Acusación de uno propio.
Disposición de aquiescencia nerviosa.
Luncheon o lunch. Merienda, refacción, piscolabis, colación.
Energía de un mercader.
Té de Congou y Souchong, predominantes en las mesas aristocráticas. De Gimpowder y Pekoe, favorito de las esposas de comerciantes y labradores acomodados. Té verde, longevidad.
Traición pérfida.
Gritos sin lágrimas de la vejez.
Anécdota de tolerable magnitud.
Elegancia y ocasión de la actitud.
Mudar el giro de la conversación.
Conversación mutua.
(Cranford)

Acusar de perfidia y traición.
Adoptó una orgullosa reserva.
Con la suficiente imaginación, para desear algo por encima del estrecho rango de experiencias, en las que habían transcurrido hasta entonces sus días.
Torva expresión del rostro.
Las palabras tiernas y las caricias son el alimento de la edad provecta como de la infancia.
Había escrito un panfleto muy sonado
Egoístas argumentos.
La vanidad de la fama.
Dedicada a una intrincada labor de una manera casi espasmódica.
Jugarretas, una vez cometido el crimen, cuando el criminal se ha despojado de su menester.
(La mujer gris)



A. Huxley
Instalarse en el campo y hacerse una mezcla de Mrs. Gaskell y Knut Hamsun.

Tomalin
Una de las primeras colaboradoras de la revista "Housebold Words" fue la señora Gaskell, la cual había logrado publicar su primer anovela, "Mary Barton", con Chapman y Hall. Fue uno de los primeros relatos de la vida de los obreros industriales, muy atacado por la prensa conservadora. Dickens publicó las novelas de la serie "Cranford" y "Norte y Sur".
Elizabeth Gaskell pereció de pronto con sólo 55, justo antes de terminar su novela "Esposas e Hijas".


George Eliot

Ilusión razonable.
Fortaleza física y facultades mentales.
Peso insoportable de la existencia terrena.
Dolor causado por una ilusión decepcionada o de la experiencia anticipada.
Sensación de asfixia.
Sed por lo desconocido.
Angustia del dolor y la asfixia.
Suave aroma del aire cuando ha llovido.
Oscuridad sin angustia.
Sensación de avanzar.
Sólo a los vivos niegan los hombres piedad y respeto, al igual que el fuerte viento del este impide la lluvia.
Rencorosa simulación de indiferencia.
Cerebro. Deseos y actividad.
Esfuerzo, perseverancia y fracaso.
Honrar como es debido la tarea realizada.
Velo que oculta el futuro.
Monótono transcurrir de los largos años.
Admiración sin límites.
Opinión negativa o positiva.
La educación científica, formación realmente útil para un segundón.
Dura experiencia de un colegio privado inglés.
Comprar. Valor antes de cerrar la transferencia.
Adoptar un sistema.
Mecanismos con los que remediar los defectos de organización. Tutores privados, historia natural, ciencias e idiomas modernos.
Memoria para las catalogaciones. Estudiar zoología y botánica sistemáticas.
Cualidad sensible y nada práctica.
Presencia natural en su asombrosa majestad.
Vastedad azul del agua.
Amor acendrado.
Mente imprecisa, carácter sensible y nada investigador, opuesto a las investigaciones y dado a la complacencia.
Gamins ginebrinos.
Concepciones de experimentos y exploraciones futuras.
Delicadas nubes flotantes.
Praga. El sol de verano de un siglo muy pasado retenido en su curso.
Reposo de la noche y renacimiento de la mañana.
Surgir la visión progresivamente, como imágenes reflejadas por una linterna mágica, o la creciente precisión de un paisaje, en cuanto el sol alza el velo de la niebla matutina.
Influencia de algunas enfermedades sobre las facultades de la mente, que gana en sutileza y penetración.
Actividad prosaica, opuesto a pasividad embelesada.
La inspiración es inextinguible.
Disposición de emocionada expectación.
Objeto con el talante de enviar una vibración, que despierte el genio adormecido.
Compras en Ginebra. Una caja de música.
Tomar un tónico, en previsión del ejercicio inminente, que consumirá el estímulo
Delirio irregular.
Horror ligado al destino de una persona cuya disposición se aparta de la común condición humana.
Aspecto de sensibilidad anormal. Intrusión en la autoconciencia de procesos orgánicos mentales producidos en algunas personas. Autoconciencia sobreañadida.
Alivio que aporta el silencio a unos nervios fatigados.
Conversación racional.
Manifestaciones de afecto.
Características de la personalidad.
Manifestar la amabilidad superficial de un temperamento bien humorado.
Condiciones óptimas de salud, que permiten a un ser humano adoptar una actitud de generosa tranquilidad y una visión generosa de los actos ajenos.
Odio intenso.
Entonación, expresiones y gestos.
Funesto don de penetración.
Sincero atractivo de la ignorancia.
Actitud de disertación  impasible.
Entusiasmo por lo grande y bueno, elemento más sublime del carácter.
No existe tiranía más completa, que la que ejerce un temperamento egocéntrico y negativo sobre otro morbosamente sensible, que ansía simpatía y apoyo.
Emociones que se agitan en la mente, débiles, latentes, inactivas.
Declaración explícita.
Oasis de misterio en el desierto monótono de la experiencia.
Alegría desenfrenada, como de quien desafía al infierno.
La sed puede más que el miedo al veneno.
Enigma fascinante, opuesto a realidad ineluctable.
Impotencia de las ideas ante la fuerza del impulso.
Pretendemos creer que el egoísmo que llevamos dentro habría desaparecido, sencillamente, y que sólo la imperfecta experiencia de las cosas pone límites a nuestra generosidad, respeto reverencial, piedad de seres humanos, impidiéndoles desbancar nuestra dura indiferencia con las sensaciones y las emociones de nuestro prójimo. Nuestra ternura y talante de renuncia semejan fuertes cuando nuestro egoísmo se ha salido con la suya; cuando después de esforzarnos mezquinamente por un triunfo, que fue la derrota de otro, el triunfo llega, de repente, y hace que nos estremezcamos, porque quien nos lo ofrece es la mano helada de la muerte.
Irritación perceptible, aunque disimulada por la cortesía.
Desdén consolador.
Deseo arrollador.
Libros. Poder de encadenar la atención.
Delicadamante organizado para el dolor, pero sin posibilidad de replicar al placer.
Intensísimas torturas de la sensibilidad, que formaban el entramado de mi vida.
Un poco de contenido desprecio ayuda a dar elegancia a la vida.
Demostrar la validez del epigrama.
Extraña, criminal indiscreción.
Fallecido en el acto a causa de una conmoción cerebral.
Helado gesto de desesperación.
Radical discrepancia de caracteres.
Aguda percepción infantil.
Borrosa personalidad.
Influencia dulcificadora de la piedad.
Situación de la mente humana. Objeto de preguntas, hipótesis, debate.
Nuestros impulsos y actividades se ajustan mal a la idea de su futura inutilidad.
Fatigosa obviedad de las mentes.
La mitad de nuestras dulces ilusiones son mentiras conscientes, efectos de color, que sabemos hechos de oropel, trozos de vidrio y trapos.
Deseable transformación del carácter.
Análisis de la vida interior.
Cenas espléndidas.
Manifestación de mayor riqueza.
Aparato de la riqueza.
Sensación vaga e intensa, como un presentimiento.
Manifestación de ingenio.
Juzgan las personas como las monedad y valoran aquellas, cuya transformación está muy alta.
Los impulsos no predominaban ya sobre la experiencia.
Para los ricos no se muestra difícil vivir casados y aparte.
Los seres humanos tipifican la experiencia de su prójimo y emiten un juicio estético con sistaxis precisa, sintiéndose prudentes, vencedores  frente a tentaciones, que definen con predicados escogidos.
Genio del mal.
Gracias a la rapidez de la imaginación, los recuerdos del pasado llegan a sintetizarse hasta no tener mayor semejanza con la realidad exterior, que las formas de un alfabeto oriental con los objetos que sugieren.
Para quienes son totalmente desgraciados -quienes ni aman ni son amados-, no existe religión posible, ni otra adoración, que la de los seres diabólicos.
Condición de expectación e ilusionada incertidumbre.
Monopolio de clarividente.
Deuda de amistad inseparable de la distinción de carácter.
Aspectos psicológicos de las enfermedades.
Velo del ocultamiento.
Desgaste nervioso.
Voluntad manifiesta de decir algo.
Diosa cruel, que encontrara su alimento en los sufrimientos de una raza moribunda.
Presenciar el lento y maravilloso renacer de la vida.
Reconocimiento del odio.
Odio y venganza.
Presencia Desconocida, revelada y, sin embargo, oculta por el telón en movimiento de la tierra y el cielo.
(El velo alzado)


Moore
"Middlemarch", "Adam Bede", "The Rise and Influence of Rationalism", "The History of Civilization" fueron casos trascendentales de mi vida.
Los amantes de Safo, de George Eliot, de George Sand, de Rachel, de Sara.
Anne Thackeray sabía los límites de su talento, más de lo que puede decir George Eliot a pesar de las numerosas y profundas modulaciones de esa especie de Beethoven de la campiña.

Gissing
Si crees que eres una George Eliot comienza a escribir cuando quieras.

Woolf
Reservar un espacio de la cúpula del British Museum para una Eliot o una Brönte.

A. Huxley
El deseo es una cosa bárbara. Es salvaje como dar zarpazos y apresar con las garras. Debería semejarse usted a George eliot.

Machen
George Eliot, "Romola".

Priestley
El empleo del punto y coma de los ultimos libros de George Eliot.

Tomalin
Los relatos anónimos de la revista "Blackwood´s Magazine", <<Los infortunios del reverendo Amos Barton>> e <<Historia de amor de Mr. Gilfil>> eran la primera incursión de George Eliot del género de ficción y se publicaron con un tercer relato del libro titulado "Escenas de la vida clerical".
Marian Evans (George Eliot) y George Henry Lewes formaban pareja.
La esposa del buen clérigo Frank Milvey, Margaretta, es una mujer que sufre por haber tenido demasiados hijos, como la esposa de Amos Barton, Milly, que muere joven y consumida por el exceso de embarazos, de "Scenes of Clerical Life", que Dickens admiraba.

Sharpe
Es característico que las ideas filosóficas sean ilustradas más que asentadas, como con "Middlemarch", donde George Eliot muestra varias formas de egoísmo.

Inwood
"La esencia del cristianismo" (1841) de Feuerbach traducida al inglés el año 1853 por George Eliot dirigió la antropología frente a la religión.

Hitchens
George Eliot plantea mejor los dilemas éticos importantes que los cuentos morales mitológicos de los libros sagrados.
"Adam Bede" una sátira inglesa de las sectas.




WILHELM HAUFF

Comprar un gato dentro de un saco.
Dragoman. Intérprete.
Actuar como un pregonero de mercado.
Encogerse de miedo.
Fiebre latente.
Veedor. Criado amigable, que de las casas de los grandes vigilaba al despensero con la compra de bastimentos.
Veedor de esclavos.
Según es costumbre de Oriente le envió un chal de seda para que se ahorcara.
Manifestarse la desgracia.
Irresistible nostalgia.
Mal ánimo de la mentira.
El honor y la gloria son cosas peligrosas.
Llevan a menudo las causas más pequeñas a grandes consecuencias.
Dentro de cada ser humano hay un impulso a alzarse por encima de lo cotidiano y moverse con más libertad y ligereza por los espacios superiores, aunque solo sea a través de los sueños.
Hay un motivo fundamental que da a los géneros su encanto propio y es que vivimos algo atractivo, extraordinario.
Con las historias sucede algo según las leyes naturales, pero de manera asombrosa e inusual. Este acontecer natural de las cosas nos atrae como lo sobrenatural del cuento. Lo que se debe a la descripción de una persona concreta.
Con el relato corriente la manera como cada uno habla y actúa según su carácter es lo principal y lo más atractivo. El desarrollo del relato no sería llamativo ni sorprendente conjuntamente si no estuviera implicado el carácter de los protagonistas. El gozo aumentará y aprendéis a reflexionar respecto de lo que escuchéis.
Ingleses ingeniosamente descarados.
Compartimentos de los recuerdos.
Señores míos, denominación burlesca de los holandeses.
Grado de bienestar.
Era septiembre y ya habían comenzado las largas noches del largo invierno escocés.
Es proverbial que de las doce a las dos es tiempo de ladrones.
Miserias. Miedo, angustia, terror, piedad.
¿Cómo iba a soportar las preguntas de ese Otro a quien pertenecen todos los bosques, mares, montañas y las vidas de los hombres?
El menester no conoce leyes.
(Cuentos)




CLAUDE TILLIER

Voltear un molino.
Quien siembra privilegios debe recoger agitaciones.
Mambrú se fue a la guerra, / mirontón, mirontón, mirontera.
La campiña no está cerrada más que por el horizonte y pertenece a todos.
Piel de lobo. Cerval.
Despreocupación, como un mar a cuyas aguas no podían marcarse un curso.
Experiencia de la ciencia impresa.
Copiosa hospitalidad.
Días bordados de oro y seda.
Medicina, ciencia conjetural, es preciso adivinar las causas por efectos equívocos e inciertos.
La fama a todo se mezcla.
Las espinas del salmón como las hojas del manzanillo contienen una sustancia acre y corrosiva.
Lombriz solitaria. Hacer ligas. El ser más largo de la creación, exceptuando la serpiente boa.
Lamartine expone que duerme algunas ocasiones en la nada. El sueño es una cosa excelente.
Pólvora hecha de carbón y salitre.
Los grandes hombres no fueron nunca sorprendidos por las circunstancias.
Límites de la temperancia.
La administración le exige un proceso legal verbal.
Jamón de Mayence.
La vida está entera en el presente y el presente es el minuto que pasa. ¿Qué me importa una alegría o la desazón de un minuto?
Viento que barre con su ala.
Pérfida Naturaleza.
Emplasto de pez de Borgoña.
Rasgos de la moral en acción.
La libertad de la cabra consiste en ir desde la hierba que crece en el valle hasta la que crece en la montaña; pero la libertad del ser humano consiste en no hacer sino lo que le conviene.
Pero ¿a quién pertenece la libertad de estar dondequiera e ir a un sitio sin que se lo impida ningún obstáculo? ¿No están presos el paralítico en su lecho, el comerciante en su tienda, el empleado en su escritorio?
Morillo del hogar.
Catarro de garras entumecidas.
Amapola del Evangelio, que no sangra ni purga y que, sin embargo, está bien alimentada; ni cose ni hila y está vestida de un magnífico traje rojo.
La ternera de seis patas, la boa embalsamada, la calabaza monstruo, el escamoteador que traga las nueces, el príncipe que pasa han tenido su momento de gloria.
Postración profunda que produce el primer sueño.
El cadáver que siente los primeros ataques de la galvanización.
(Mi tío Benjamín)




GOTTFRIED KELLER

Insondable abismo de los tiempos.
Joven semilla de las ideas francesas.
Refinados círculos que cuidan la cultura de los intereses dominantes con una elevada actividad intelectual y que pretenden garantizarlos con una distinguida formación, opuesto a una categoría acomodada, que se limita a gozar de los frutos de sus esfuerzos y a divertirse.
Verdades filosófica y legales.
El ser humano culpa al destino doblemente por aquello que le falta, que por aquello que verdaderamente posee.
Heredado hilo de oro de la vida, cuyo comienzo nadie conoce.
Pampringado. Pan de centeno típico de Westfalia. Pumpernickel, un compuesto de Nickel (Nicolasillo) y pumper (pedorro), por ser la mezcla de ingredientes algo gaseosa. Significado de una cosa insignificante, sin importancia o inoportuna.
No se puede albergar bienestar y amor sin enaltecer al que los lleva.
Doctrina de la revelación, ley y expresión de un menester existente y reconocido ya entre la humanidad.
En virtud de la razón y la inteligencia más profundas, que subyacen tras el acto de perdonar, el adversario es el que se consume y destruye en su infructuosa rabia. Este acto de perdonar es también lo que en las grandes batallas históricas, tras haber zanjado virilmente con las armas una querella, acrecienta y justifica la superioridad del vencedor, de manera que esta ha llegado a madurar en su aspecto moral.
Refrán. Hay que comer para vivir, no vivir para comer.
Un quantum de fresas.
Investigadora fantasía.
Pobre como una rata e ignorante.
Cifras peladas, vieja escritura mágica pagana.
Libros paganos o idólatras.
Llevaba dentro, sin refinamientos ni pulimentos, la superstición inquebrantable de tiempos pasados.
Agitada fantasía.
Revestía con las formas manifiestamente concretas de lo popular, las cuales semejan toscos recipientes de metal, que a pesar de su avanzada edad, han permanecido brillantes con el uso.
Horroroso quehacer de un ateo.
Basura mística.
Mundo de fábula suprasensorial.
Hambre, guerra y agitaciones.
Intencionadas acusaciones.
Varear nueces.
Dogmas sobrenaturales e incomprensibles.
Fenómeno altamente científico.
Egolatría del mentiroso y ladrón de cualquier ralea, grande y pequeño.
Viví el momento, que perla tras perla caía del brillante cordón de la futura ilusión.
Actuando, nos liberábamos de la sensación de ansia que provoca el ser un inactivo espectador.
El ocioso y solitario deleite de la poderosa naturaleza ablanda y consume el ánimo sin saciarlo, mientras que su fuerza y belleza lo fortalecen y alimentan, cuando nosotros, también en nuestra apariencia exterior, somos y significamos algo.
La general satisfacción, como la organización y la actitud libre que manteníamos, propiciaron una nueva cadena de alegres actuaciones.
Mágicos granos de ingenio.
Alguna amable palabra de mi madre emergía como las campanillas de invierno en primavera.
Asociación formal.
Aristócrata del ocio urbano.
Pericia en valorar la referencia entre castigo y delito.
Si sobre la justicia de la pena de muerte domina una profunda y eterna disputa, también se puede tener en cuenta si la política tiene el poder de excluir de algo a un niño o a un joven, que no es precisamente un alienado. Excluir a un niño de la educación general no significa otra cosa que decapitar su desarrollo interior, su vida anímica. De hecho, los movimientos publicos de los adultos, de los cuales tales alborotos infantiles pueden ser denominados como una copia, han terminado, a menudo, con decapitaciones. La triste mácula, la negligencia y la comodidad de los que están a cargo de estas cosas.
Amplio círculo de los estratos altos.
Traer y recoger un consejo.
Campesino diplomático y comedido.
En plena flor del ánimo de la actividad y la fuerza.
Una pequeña zona de flores presagiaba que aquel hogar estaba a punto de fundar un joven bienestar.
Leche, bebida fría y blanca como el mármol.
Elementos hidalgo y campesino.
Lejano como un sueño.
Pueblecillo, generosa alegría irónica.
Soledad y congoja del pasado.
El verdadero genio no permite ver la pasión, la consume de antemano, mientras permite ver con gran suntuosidad lo puramente hipotético, igual que una estructura erosionada al lado de un templo no terminado.
Capa mágica, pretenciosa y deslumbrante, opuesta al cuenco de un pastor modesto y amable.
Extendida a lo ancho y baja, la frente de un canalla.
Dicho. Todo comienzo es difícil.
Entregarse a la parda tierra del campo y al silvestre bosque.
Esforzarse por las finas y delicadas costumbres, por alcanzar la vida y la fama de un ser sabio y justo, enfrascado en especulaciones anímicas y filosóficas, ve siguiendo las pautas de los libros y se alegra de entablar conversaciones razonables, para lo cual se esforzaba en desplegar una enorme cortesía.
La frente libre, un perfecto mozo de feria.
Disimuladas resistencias.
Haber llegado al oficio por casualidad y no determinados por alguna fuerza interna.
Justo orgullo de un ser humano del pueblo.
Seria y fría vida del mundo y sus dirigentes.
Hilos del amor.
Elegantes gentecillas de la ciudad.
Me dijo adiós con aquel agradable tono, distinto al de antes, después de haber trabado en silencio una amistad.
Su rostro se serenó, igual que el sol con la lluvia.
Equilibrada actitud de luto.
Dicho. Una especia perece y otra aparece.
Horizonte de dicha.
Reflexión y escrupulosidad del ánimo, opuesto a la vacía superficialidad prontamente adquirida.
Poseído por un ánimo de soñadora veleidad y desmesura, incluso más peligroso que las anteriores manifestaciones de mi voluntad.
Libro de Johann Georg Ritter von Zimmermann (1725-1795) sobre la soledad. Médico de Hannover, originario de Suiza.
Reuní las flechas de la burla, igual que un agitador no demasiado tolerante.
Manifestar desaliento interno.
Investigación sincera y logros de la ciencia
El día de Navidad se degusta el primer chucrut.
Divertimentos de carnaval. El viejo regocijo católico por el carnaval se ha mantenido entre nosotros como una fiesta de primavera común y ha transformado la rústica mascarada popular en representaciones patrióticas a cielo abierto, en las que primero participaban sólo los jóvenes, pero luego también adultos alborozados; o bien se representaba una batalla suiza, o un hecho de la vida de valientes famosos, según los patrones de la formación y del bienestar de cada región.
La victoria sobre un adversario miserable no tenía nada de particular.
Las vicisitudes del destino pueden aguantarse mejor si un pueblo camina con pericia bajo su estandarte a través de los tiempos, que corren ligeros y veloces.
Manifestar una visión constructiva del pasado del país y de su futuro.
Adquirir un grado de sensatez.
Imagen de la esencia apartidista de la política.
Los asalariados publicos constituye un falansterio, reparten la actividad y cada cual percibe de los beneficios generales lo que precisa para vivir.
Señales de fuego de la autoconciencia política.
Agradable bienestar que surge cuando lo que no es igual se une y divierte.
Manifestar deseo de no politizar.
Orgullo religioso de la indiferencia y la infalibilidad.
Prosaicos campos del esfuerzo diario, de la actividad particular.
Mistósofo. Un erudito, iniciado o creyente en doctrinas secretas religiosas o mágicas.
Descansar en los laureles del grado alcanzado.
Bajo la apariencia de una legalidad manifiesta.
Sublime llama del genio.
Manifiesta burla.
La filosofía de Leibniz y Wolff describe con el nombre de armonía preestablecida la organización inmanente del cosmos, a la cual está subordinada lo que acontece.
Gran colmena de la familia de los pueblos.
Valor y ocasión.
Con cuanta constancia suben y bajan los cubos del destino. La imagen del pozo del destino procede de la mitología nórdica, donde el pozo de las nornas se encuentra situado a los pies del fresno de Yggdrasil.
Tono azul de Berlín.
Los celos fundados, al igual que los infundados destruyen aquella dignidad que precisa el buen amor.
Se sobresaltó como un urogallo en celo.
El aire fresco desveló los ágiles tentáculos de la alegría.
En los límites de la aptitud de la percepción humana, no había barrera para lo racional y la garantía de las leyes de la naturaleza. La búsqueda de la verdad transcurre sin malicia, de manera inofensiva e inocente; sólo en el momento que se da por finalizada, se abre camino la mentira.
Es una cualidad del ser humano estar más agradecido por las buenas creaciones intelectuales, que por las físicas, y en cuanto el agradecimiento aumenta, cuanta menos utilidad externa traiga el beneficio intelectual. Sólo cuando el bien físico es de tal calidad, que da muestras de fuerza intelectual, la cual se transforma para el receptor en una experiencia moral, su agradecimiento alcanza una cima que lo distingue.
Ámbito de la ciega ley de la naturaleza, del impulso pasional.
Reluciente espada del libre albedrío.
Mas ya está previsto que los árboles no crezcan hasta el cielo.
Inviolable rigidez de la actividad profesional.
Otoñal viento del tiempo.
Armonía del tiempo, que pasaba volando.
Un talento total no tiene que preocuparse de cómo el pueblo de sombras pelea por apropiarse de las ideas y los inventos de otros.
Grado de autoconfianza, justa o arrogante.
Esclava condición de tener que pedir prestado.
El papel, que se vendía en pliegos sueltos, se contaba en libros, una proporción de cantidad. Un libro de papel de escribir tenía 24 pliegos; uno de papel impreso, 25, lo que corresponde con 192 hojas.
Innovaciones en el lago raso de la vida.
El cómodo suelo permanecía abajo sin utilizar, en el más puro estilo de los sueños.
El oro es riqueza y la riqueza es inteligencia.
La aurora anunciaba naturalmente una cena húmeda. Refrán zuriqués, en el que los campesinos interpretan el rojo de la aurora como premonición de lluvia.
Cada momento da a las cosas su valor especial.
Un ser humano libre por encima de las cosas casuales.
Fable convenue. Un tema a propósito, algo inventado, que puede hacerse pasar, sin embargo, por verosímil.
Presión de los torpes deseos de la persona.
Oscuro molino púrpura de la pasión.
Sello de la verdad.
Verdes senderos del recuerdo.
(Enrique el Verde)



MARCOY

¿Qué sería el color local, en el relato del viaje, si el viajero no describiera los lugares y los hombres tal como son y como los ha visto?
Gritos generales como no se oyen más que en las novelas de Cooper.



HERMAN MELVILLE

Libros sagrados o profanos.
El convite de las lágrimas.
Un cristal inquebrantable.
Las húmedas brumas de noviembre.
Ensueños oceánicos.
La meditación y el agua están coaligadas.
La imagen del incomprensible fantasma de la vida.
El acto de pagar es tal vez la más incómoda aflicción que hayan atraído sobre nosotros los dos ladrones del huerto. Pero ¿qué puede compararse a ser pagado? La cortés diligencia con la que una persona recibe dinero deriva maravillosa verdaderamente contando con lo serio de nuestras creencias respecto de imputar al dinero el origen de nuestros males terrestres.
Los vientos de proa prevalecen sobre los de popa.
Replantear las circunstancias.
Me gusta navegar por mares prohibidos y desembarcar a través de islas ignotas.
Soy rápido con la percepción de un horror y podría contemporizar con él si me lo permitiesen por ser mejor estar avenido con todos los vecinos del lugar donde vivimos.
Las enormes compuertas del mundo de lo maravilloso.
Comparando las tinieblas de la parte Norte con la oscuridad del Sur.
El borrascoso viento Euroclydon.
El romperse de los helados límites de la corriente del tiempo.
A cada cual le gusta la intimidad cuando está durmiendo.
Alto grado confidencial e íntimo.
La ignorancia es madre del miedo.
Una cantidad insufrible de tiempo.
El incógnito impensable y silencioso fantasma.
La cuchillería de Rogelio el pirata.
Hermético silencio.
Las aromáticas Molucas.
Fin específico.
Manifiesta exaltación y alegría.
Viles actitudes.
Una ola rabiosa.
Un profundo silbido de asombro.
Como el caso de la vieja dispéptica, debe "haberse perturbado su digestión".
El hielo de alguna indiferencia.
Una habitación provista de fuego es una de las lujosas comodidades de los ricos.
Muchos segadores y sembradores llevan a los campos de sus patronos sus propias hoces sin estar obligados a hacerlo.
Los infinitos e intolerables esfuerzos de este mundo.
La magnanimidad del mar, que no abandona huella ninguna.
Tontainas y patanes verdes que no habían soltado el pelo de la dehesa.
Escalan los Alpes los cazadores de gamuzas.
Ominosa cuestión.
Embarcaciones raras de alta popa, gigantescos juncos japoneses, galeotas como latas de mantequilla.
La veneración de los peregrinos devastó la losa de la catedral de Canterbury donde se desangró Becket.
Dibujos y relieves góticos del escudo tallado de Thorkill-Hake.
Nostálgicas cosas elevadas.
Sin posibilidad de variación.
Expresar la decisión de admitir.
Mil atrevidos rasgos de carácter propios de un vikingo escandinavo.
Ventajas accidentales.
Los hombres trágicamente grandes están hechos de retazos mórbidos.
Una variante modificada por circunstancias singulares.
El complaciente atardecer de la existencia.
Las pesquerías de ballenas no dan salarios; todos los miembros de la tripulación incluyendo al capitán reciben una parte de los beneficios que llaman quiñón, proporcional a la importancia del empleo que desempeñan. La parte proporcional de los beneficios líquidos de la expedición. Un quiñón de este tipo es de los que llaman a la larga.
Bajo la influencia del signo sombrío de la Borrasca.
Obtener una participación liberal de los beneficios.
Absorbente preferencia de la familia.
Una travesía de chanfaina; una pesca corta de la ballena con bergantín o goleta que no pasaba del Ecuador, limitándose solo al Atlántico.
Expresión alegre.
Los ayunos son excesivamente malos para la digestión.
Hacer oídos de mercader.
Insensata vehemencia de los modales.
El incierto crepúsculo.
Una canción marinera de las jóvenes de Boobley Alley.
El ciego Destino.
El mar ilimitado, abierto.
Una ocupación prosaica y poco recomendable.
S. W. F. Anagrama de las pesquerías de ballenas.
Un elocuente dechado de acción y no un engañoso rimero de palabras.
El valor más efectivo es el que nace de una justa estimación de los peligros enfrentados.
Un paladín que buscara el peligro.
El valor, una de las provisiones valiosas.
Factores que podían combinarse para agotar el valor.
Extender un arco iris sobre el desastroso crepúsculo.
Danzar con la carga de la vida a cuestas satisfecho.
La atmósfera terrestre está terriblemente infestada con las innumerables miserias de los mortales que perecieron exhalándola.
Los clavos de los carpinteros se dividen entre forjados y fundidos.
Atezada musculatura de los ágiles miembros del reptil.
El viejo caballero godo y su escudero.
Suspicacias desvaídas.
Perspectivas del viaje.
La pálida floración de una expresión.
Los soles de casco dorado.
Actitud jovial e implorante.
Eludir una violencia.
Expresión aterradora.
Durante la época de los vikingos los tronos de los soberanos daneses, muy amantes del mar, eran construidos con colmillos de narval.
La greenland o ballena común.
La morsa no es un pez porque es un anfibio.
Inglés Huzza, viva, Hurra.
Tiempo, energía, dinero, paciencia.
El muerto nivel de las masas.
Radicales supersticiones políticas.
Glosado con el aire incorpóreo.
Tono jovial.
La vanidad de la gloria.
Reserva casi insoportable.
Comer como marqueses.
Refrescar la memoria.
Los reparos de la falsa modestia.
Dar nuestro nombre a cualquier artilugio que seamos aptos de crear.
Las marcas de la idea fija, insomne e incansable.
Una fanática resolución estereotipada sobre el ceño.
Su ceño semejaba el horizonte al aproximarse una borrasca.
Tono vehemente y complacido.
Brotar de la memoria un recuerdo imperecedero.
Guinea. Moneda imaginaria inglesa equivalente a veinte chelines creada -1663- para los menesteres del comercio africano.
La verdad no tiene límite ninguno.
Intolerables reflejos diabólicos de la visión de un loco.
Panteras infieles.
Siendo escasos los elementos externos que nos cohíben son los más remotos mandatos internos quienes nos impulsan adelante.
Ponche más fuerte que la pezuña de Satanás.
La humilde aptitud de gozar.
Sutil y arteramente condenado al centro del Paraíso.
El tiempo y la marea se extienden.
Ponerse sentimentales es nocivo para la digestión.
Hay que segar cuando se puede, pues no tardarán por segaros las piernas.
"Bailaré sobre tu tumba", la peor amenaza de vuestras amigas de una noche que capean los temporales por las esquinas.
Tal vez el mundo no sea más que puro baile como afirman los sabios.
Proteger de los hombres que no tienen entrañas donde sentir miedo.
Influencias prácticas.
Fábulas de la montaña Strello de Portugal, próximo a cuya cumbre existía un lago donde flotaban los restos de los buques hundidos.
La eternidad no es más que ubicuidad del tiempo.
Relatos categóricos.
Rufián veneciano o malayo.
Cuitas intelectuales y morales.
La maldad ancestral que existía desde el origen del mundo y a quien los ofitas adoraban como un diablo natural.
La locura humana es algo sumamente astuto y felino. Se cree que ha desaparecido y probablemente se ha transformado como algo mucho más sutil.
Las verdades son profundas.
El problema de su desemejanza era solo materia para su percepción, no para su decidida voluntad.
Lacerado bajo los dientes inexorables de alguna idea inamovible.
Un vago e indescriptible horror.
Con el duelo y los símbolos el color blanco se ha transformado como emblema de muchas cosas distinguidas y conmovedoras -la inocencia de las novias, la benignidad de la edad provecta-.
El albatros levanta sus grandes alas de arcángel como si quisiera proteger algún arca sagrada.
Haber perdido el miserable y aberrativo recuerdo de las costumbres y las ciudades.
Goney, el equivalente marino de albatros.
Cómo aumenta violentamente el efecto de ese pasaje de Froissart donde relata cómo los desesperados Escudos Blancos de Ghent, enmascarados tras el albo símbolo de su facción matan a su alcalde sobre la plaza del mercado.
Pálida consternación del otro mundo.
El arco iris, ilusión y solaz de la miseria.
Dónde reside la cosa misteriosa que confiere al místico signo sus premoniciones.
Aunque este mundo visible semeja formado del amor, las esferas invisibles fueron formadas del terror.
Los blancos abismos de la vía láctea.
El blanco, la ausencia visible de color y a la vez la concreción de todos los colores.
El universo paralizado yace ante nosotros como un leproso.
Los obstinados viajeros de Lapland se niegan a poner lentes de color que coloreen el paisaje.
Los mares sin límites de este planeta.
Llegar a conjeturas aceptables, casi rayanas a la garantía.
Guiados por un infalible instinto, una secreta inteligencia divina.
Expresión técnica.
Cauta precisión.
Disfrutar de los derechos, prerrogativas y atribuciones del nombre.
Leviatanes famosos. Timor Tom, Nueva Zelanda Jack, Morquaw, Don Miguel.
Una fábula desaforada, una odiosa e intolerable alegoría.
Una indicación elemental del carácter.
Consumido por la hoguera de sus ardientes propósitos.
De cuantos instrumentos se utilizan bajo las sombras de la luna ninguno es propenso como el ser humano a estropearse.
Someter a influencias corrientes, circunstanciales y discretas.
Manifestar una locura sutil.
Hay pocos hombres cuyo valor aguante dilatadas reflexiones sin la compensación de la acción.
Los momentos de gran emoción la Humanidad desprecia cualquier apreciación ruin, pero tales momentos suelen ser fugaces.
Sopesar un factor de previsión.
Suerte, libre albedrío y menester de ninguna manera incompatible y mezclándose e influyéndose.
Atisbando las sombras del destino.
Deber y provecho van de la mano.
Los altibajos del horizonte líquido.
La Pasión y la Fatuidad patean la viviente magnanimidad de la Tierra sin que por esta razón altere aquella sus flujos.
Un correo de gabinete o una avanzada de gastadores.
Agrio tono de mando.
La sombra del difunto halla el primer fantasma del otro mundo.
El colmo de la prudencia.
Generosa fantasía.
Manifestar las pretensiones.
Esos parias flotantes que son los balleneros.
Fantasmas subalternos.
Perspectivas siniestras.
Las afinidades peculiares de una profesión común.
Realizar un gam o visita de cumplido.
Grado de erudición.
Concejales gotosos.
Town-Ho era el grito de los balleneros el momento de avizorar por primera vez la ballena.
Convencional mundo.
Más contento que un grillo.
El peculiar jadeo que denota la tensión física más extrema de las energías vitales.
No excitar el furor de un ser irritado, repugnancia que suelen sentir los hombres verdaderamente valientes, aunque sean ofendidos.
Manifestar la pretensión de no obedecer.
Clavar el estilete inflexible de la vista.
Fluye una corriente de veneciana corrupción y de vida de espantosa proscripción.
Humorístico desprecio.
Seguir fluyendo el relato.
Deslizándose los funestos cometas.
Sombrías entrañas de la desesperación.
Sutil alquimia de la maldad.
El mar nunca restituye sus víctimas.
Imaginativos e inescrupulosos tiempos.
El delfín representado revestido de armadura y la encasquetada cabeza como San Jorge.
La encarnación de Visnú con forma de leviatán, llamada por los eruditos Matse Avatar de la gruta-pagoda de Elefanta.
Un Physeter o ballena espermática.
Apreciable grado de exactitud.
Los franceses son los mejores para reflejar la acción.
De largo tiempo arrullados por ideas de guerra los países orientales veían ejércitos batallando sobre las nubes.
Segadores tempraneros que avanzan lentamente uno al lado del otro moviendo rítmicamente sus guadañas a través de la larga hierba.
El tiburón puede tener con sus aspectos genéricos una relativa analogía con el perro.
El gran Kraken del obispo Pontoppodan.
Los juglares indios con los miembros alegremente festoneados de los más mortales reptiles.
¿Qué no puede realizar la costumbre?
Cogidos con el rápido, súbito remolino de la muerte, toman autoconciencia de los quietos, sutiles y omnipresentes peligros de la vida.
Pesado galeón y ligero esquife.
Tranquilos como pepinos. Que se levanten los muertos perpendicularmente a sus tumbas.
De la producción literaria nacen los capítulos.
Reflejar una vaga impaciencia.
Manifestar extrañamente una secundaria causa de la animación.
La decencia, la nigromancia o la conveniencia de conciliarse con el demonio.
Un ángel no es más que un tiburón perfectamente administrado.
Echar la comida liberalmente.
Expresión continente.
Holandés eritters, torreznos o frituras.
Los buñuelos de las amas de casa de la vieja Amsterdam.
Algunos jóvenes cachorros entre los epicúreos a fuerza de comer seso de ternera terminan por llegar a tener cerebro propio y poseen aptitud hasta de distinguir una cabeza de ternera de la suya, lo cual no es una muy corriente discriminación.
Añadir una injuria a un insulto.
Una suerte de vitalidad genérica o panteísta tras haber perdido su vida singular.
Envuelve la cáscara la naranja; se la va mondando de manera espiral.
Controversias con sabios naturalistas.
Espantosa rapacidad de la tierra.
Extraordinarias circunstancias.
Sería vano pretender pesar un henil holandés con una balanza de joyero.
Ni el más pequeño de los átomos que se agita y vive de la materia elude tener su alertada compensación del ánimo.
La sagacidad propia de la locura.
Su locura estalló como una riada.
Lanzó un manifiesto con el que se presentaba como el libertador.
La seriedad inconmovible con la que manifestaba las cosas, producto atrevido de una imaginación excitada e insomne, aparte los sobrenaturales terrores que rodean la locura auténtica contribuyeron a investirla de una sagrada aureola.
La historia de los fanáticos no es ni la mitad de sorprendente que la aptitud inmensa que tienen para engañarse y su ilimitado poder de engañar y hechizar a muchos más.
Elucubraciones de loco.
Prevenciones y acusaciones.
Vestido de escocés (calzas y faldilla).
Si nuestro banquero quiebra nosotros saltamos.
La mano artera de las sociedades de la temperancia.
Hechizos de a bordo. El buque que lleva colgada una cabeza de ballena común a babor no puede naufragar nunca.
Cerebro transigente, sintético y sutil del ser humano.
Dicotomía visual y diametralmente opuesta de las ballenas.
Dilatado gran telescopio de Herschel.
El poco distinguido aspecto de un gigantesco zapato de punta roma.
La placidez de una pradera.
Una resolución práctica de enfrentarse con el problema de la muerte.
La cáscara envuelve la naranja.
Solo se puede calcular la leña amontonada por el cordel.
El más pequeño insecto obediente a una voluntad.
Provincianos y sentimentales por cuanto a la verdad.
Circunstancias fortuitas.
Transido de alguna importante idea.
Pruebo todos los quehaceres y remato los que puedo.
Una torre se aprecia indispensable o una cúpula o algún monumento para completar la perspectiva de la jardinería decorativa.
Una idea inoportuna como la peste que se abre camino cuando vemos la realeza majestuosa sobre su trono.
El círculo geométrico de imposible cuadriculación.
Las cosas colosales llevan ante el mundo una falsa frente.
Proverbio inglés. Llevar carbón a Newcastle.
Verter distinción.
Según viejas historias las ballenas y los dragones aparecen extrañamente revueltos.
Superfluas tareas científicas.
Veis positivamente que el arco iris no visita el aire libre. Solo irradia vapor.
La infantil desenvoltura y un titanismo de poder.
Un cometa jugando como si estuviera dentro de su propio hogar.
El codiciado mundo occidental.
El sol llevaba ya algún tiempo girando con su órbita de fuego sin precisar más aguante que el suyo propio.
El sagrado elefante blanco del real desfile de Siam.
No hay animal ninguno sobre la tierra cuya estupidez no sea infinitamente superada por la del ser humano.
Despedirse de la vida tranquila para no existir sino entre angustias delirantes.
Aquel espacio central presentaba el mar la superficie suave y satinada que se llama bruñido, producido por la sutil humedad que la ballena expulsa durante sus momentos más apacibles.
Alguna titánica ecuyère monta y cabalga los caballos de un circo.
El límite del horizonte.
El hechizo del espanto.
Círculos de consternación y terror.
Terror estacionario.
Refrán de las pesquerías. Cuantas más ballenas menos pesca.
Grupos que suelen contar de veinte a cincuenta ballenas. A estas bandas se las llama escuelas.
Las memorias de Vidocq.
El código ballenero promulgado por los Estados Generales de Holanda, 1695.
Palabras y golpes fuertes, nociones expeditivas.
Los océanos de la vida.
La medula del problema.
¿Qué significa la pobre Irlanda para ese temible arponero, John Bull, sino el pez-trinchado?
¿Quién eres tu lector, sino un pez libre y también un pez-trinchado?
Respetuosa consternación totalmente inglesa.
El fruto de su falaz astucia.
Un río vierte a otro y lo sigue por algún tiempo sin mezclar su corriente.
Limitada inteligencia.
El circular horizonte.
Invadido por la furia de la persecución.
El resto adoleció de una verosímil vaguedad, como les pasa a todos los sanos consejos.
Aunque el ser humano ama a su prójimo es también un animal para ganar dinero.
El confín del horizonte.
El círculo del horizonte empezó a ensancharse de manera desdichada.
Aroma purísimo de la grasa de la ballena, textual y verdaderamente semejante al de las violetas primaverales.
Disquisiciones matemáticas profundas.
Según la geometría todos los cuerpos que se deslizan por el cicloide descienden desde cualquier punto con un tiempo exactamente igual.
Un misántropo que se consume.
Tinieblas de azabache.
Invencible impresión.
Los millones de millas de desiertos y penalidades bajo la luna.
Aquel que califica a Cowper, Young, Pascal, Rousseau como pobres diablos de hombres enfermos no está dotado para sentarse sobre sepulturas y hollar la verde y húmeda tierra con el insondable misterio de Salomón.
Arrebatos infernales.
Saludar muy serio, matemáticamente con la cabeza.
Gente divertida, magnífica desde el tacón hasta la cinta del sombrero.
Estadísticas de una sequedad de pergamino.
No arrogar prerrogativas reservadas.
El aire transmisor de mensajes.
Los grandes sillares de un campamento gótico formando compactas hiladas de pesada fábrica.
Sin tener autoconciencia del fenómeno mi quirografía deriva hacia caracteres de rótulo.
Plinio menciona ballenas cuyo volumen cuenta por acres y Aldrovando cuenta de otra de ochocientos pies de longitud.
El punto sujeto a controversia.
El ultimo ser humano fumará su postrera pipa para esfumarse con la bocanada final.
Un argumento resistible demostrativo.
Ante la visión de sus valles los impávidos suizos se retiraban a las montañas.
Las ballenas suelen alcanzar cien años o más.
Los Países Bajos sumergidos para desembarazarse de sus ratas.
Mandar con la debida inflexibilidad.
Alegre y energético sol, dulce y musical luna.
La triste e imborrable marca de nacimiento que el ser humano lleva sobre su frente no es otra cosa que el sello de la aflicción de los que cantan.
Buscar refugio dentro del seno de marmórea asamblea de los muertos.
El accidente quedó envuelto de sombras pavorosas que derivaban de un país de agoreros fantasmas.
Emplear el procedimiento más práctico y positivo.
El ser humano hecho abstracción aparecerá como una maravilla, una grandeza, una aflicción. Pero la humanidad conjuntamente aparecerá como una multitud de repeticiones innecesarias desde el punto de vista de la contemporaneidad y de la herencia biológica.
Le caracterizaba una verosímil estupidez impersonal, porque se difuminaba de tal manera con la muchedumbre de las cosas que semejaba formar parte de la estupidez general evidente del mundo visible.
Obedecer es un valor muy prudente.
Un destello de honradez o simple política de prudencia.
Los círculos del agua que se ensanchan por cuanto se desvanecen.
Redondeados y agrandados anillos de la eternidad.
Manifestar encantado su sorpresa.
Forjando mi propio baldón de ignominia.
Meter las manos dentro de los bolsillos del pantalón como complaciente señal de gran satisfacción.
Adorar al fuego, el más fiel sumiso feudal del sol.
El sudario sombrío de la noche.
El horizonte flota.
El nivel de las visiones humanas se halla con el horizonte terrestre, pues los ojos no le resplandecen al ser humano a lo alto del cráneo.
Lucir un gozo sarcástico.
Que cante el tifón y que pulse el arpa de nuestros aparejos.
Sombras de perdición.
Actitudes extáticas.
Involuntaria emoción.
Fenómeno de cegadora evidencia.
Ideas recónditas.
Loco de fuerza o debilidad.
Arponeros paganos.
Un viejo bribón avaro y monopolizador, entrometido y diabólico.
Lo que transforma las cosas como cajas armónicas es que debajo no hay nada.
Los conductos ignorados de los mundos desconocidos.
Un tono que recalcaba deliberadamente cada palabra.
La Estrella Polar no se pone y mantiene los seis meses de la noche ártica su centelleo fijo y medular.
La trémula sombra reflejada por el cuerpo de alguna criatura invisible.
Dilatado horizonte.
Alguna artera significación.
El sitio cálido de la aleta donde la ballena, sobre todo, siente palpitar su vida.
Matices y grados.
La virginal frente de los cielos.
Permitió caer una lágrima al mar; y el Pacífico entero no contenía gota ninguna que valiese lo que aquella.
Cansancio, hastío, africana esclavitud del mando aislado.
Se estremeció como un árbol marchito y permitió caer al suelo su ultima y cenicienta manzana.
Paralizarse ante una súbita y estupefaciente situación.
Poner de manifiesto su imbatible disposición de ánimo y contribuir a mantener su reputación de valiente.
El cardo que el asno no quiso.
Valiente temerario fuego inconsciente.
El patente humor manifestado.
Inferir colaterales y sutiles cuestiones.
Las cosas que más ultrajan y exasperan a los mortales carecen de cuerpo, pero por cuanto que objetos, no por cuanto agentes. He allí una especialísima, sutil y maliciosa distinción.
El tiempo semejaba contener el aliento ante la aguda incertidumbre.
Verdes manchas del tiempo.
Suaves potencias del aire.
Venid desde vuestros remotos confines, olas denodadas de mi vida pretérita.
Arrogancia, lealtad o fatalidad pura.
El gran sudario oceánico.
(Moby Dick)

Leves alisios.
Tiempo delicioso, perezoso, lánguido.
Apreciar con escasa propiedad.
Aparición discursivamente correcta.
El Dueño de la Tabla, como el <<dueño de la horca y el cuchillo>> con potestad para condenar a muerte, por ejecutarse la sentencia haciendo avanzar al reo por una tabla saliente hasta que caía.
Grado de meticulosidad.
Proverbio. No hay salsa como el hambre.
Irlanda tiene fama de estar libre de la presencia de ninguna víbora.
Giovanni Belzoni (1778-1823), explorador y arqueólogo, publicó en Londres el año 1820 sus investigaciones de las pirámides y las tumbas egipcias.
Tempestad de la conversación.
Admitir las acusaciones. Imprecaciones.
Panegíricos lacónicos.
Levée. Recepción matinal desde la cama de los soberanos de Francia.
Rápido giro científico.
Hallar materia de comentario con un hecho trivial.
Recibir con benevolencia y hospitalidad.
Filosofía de la opinión.
Solemne penumbra, sombra catedralicia. Terrible genio de la adoración pagana.
Honores de su residencia, con todo el calor de la hospitalidad que muestra un hidalgo inglés al obsequiar a sus amigos dentro de alguna hermosa y vieja mansión ancestral.
Grupo de epicúreos humano, caballeresco y amable.
Manifestar preocupación.
Paroxismo de los gestos.
Acusar de una acción cobarde. Abandonar pérfidamente.
Acusar de ser un desertor ingrato.
Simpatizar con un grado de deferencia.
Visitante celestial.
Punto crítico del esfuerzo.
Etapa decisiva de la operación.
Presentar a la atención de la disertación.
Obsequio epicúreo. Ensaladas salinas.
Matices difuminados del delfín expirante.
Maravillosa aplicación de la ciencia. Coser.
Transformación perceptible de la conducta.
Amabilidad deferente.
Límites puestos a los vagabundeos.
La demoníaca pericia que exhibimos con la invención de cualquier especie de ingenios para manejar la muerte, la vengatividad con la que llevamos a cabo nuestras guerras y la miseria y desolación que abandonamos detrás de nosotros, son bastantes para distinguir al ser humano blanco decadente como el animal más feroz sobre la faz de la tierra.
Decadencia febril.
Catálogo de delitos decadentes.
Causas de irritación que el ingenio humano ha creado para estropear su felicidad. Procesos legales hipotecarios, letras protestadas, cuentas que pagar, deudas de honor; abogados de procesos legales de faltas para fomentar la discordia respaldando a sus clientes para llegar a los pleitos y derribándolos a todos.
Asunto obstinadamente contenido.
Una ballena atacada por una legión de peces-espada.
Fuerte viento alisio.
Sorprendentes muestras de humanidad.
Glorioso origen propio de la cualidad épica. La decisión arraigada de recibir la mejor parte del pastel o de pasarme sin ninguna.
Actitud de altivo mando.
Grado de exsperiencia.
Leyenda. Un cortesano de Falaris, tirano del pasado, para adular a su patrono inventó un suplicio con un toro de bronce dentro del que se metía a los condenado a muerte calentándolo hasta el rojo para que sus maullidos imitaran los mugidos del toro. Falaris complacido probó el suplicio con su inventor.
Cheltenham. Balneario inglés de Gloucestershire.
Escribir con estilo casual y precipitado.
Viajeros eminentes. Cook, Carteret, Byron, Kotzebue, Vancouver.
Paganos irreverentes y volubles.
Manifestar desprecio.
Mosquetes de Tower Hill.
Bienestar general.
Bizcocho napolitano.
Alexander Selkirk, náufrago solitario, cuyos relatos sentaron precedente para "Robinson Crusoe".
Emblema masónico.
Paroxismo de palabras.
Peligrosas aventuras de transferencia.
Acusación de difamación.
Perspectiva de escapatoria.
Fuente de ilusión.
Es extraño cómo los objetos inanimados se enlazan a nuestras afecciones, especialmente la hora del dolor.
Manifestar una decisión fija de propósito.
Restauración del trono.
Tumulto pagano.
Bosque callado como la muerte.
Escándalos de la corte.
Dólares españoles.
(Taipi)



Mérimée
Un tirano, un Achab.

A. Wilson
Pequod, barco ballenero de "Moby Dick".

Camus
"Moby Dick" de Melville, una novela verdaderamente absurda.

Kerouac
El sentido puro de Melville.
La carretera desplegándose y volando con aquel loco Ahab al volante.

Ludlum
Cuando el capitán Ahab llegue a la costa pídele que me llame.

Levin
Sintiéndose como Ahab.

King
Deliraba Ahab los ultimos días del Pequod.

Auster
Melville escribió "Moby Dick" dieciséis meses.

Lewis
Los episodios navales de "Roderick Random" que incluyen un capitán loco y tiránico y azotes y ataques enemigos en alta mar prepararon el camino para las novelas navales del siglo XIX como "Billy Budd" (1891).




ADALBERT STIFTER

Una pura fórmula de cortesía como las que acostumbran transmitir muchos viajeros.
Una pusta (paisaje) espléndida y desierta de Hungría.
Recabar la memoria.
Atravesar la memoria.
La imagen del país se tejía más singular como algo entero e independiente.
El ser humano liso y fino.
El lejano crepúsculo azul rojizo de la estepa y los mil pequeños puntos blancos del ganado del país.
Retumbar el martillo con el que se forja el futuro de este pueblo.
Un ala del castañar.
El arroyo irisaba y brillaba y se enroscaba entre juncos como una serpiente muerta.
La planta de la camelia era rara y costosa.
Armónicamente estimulado.
Quien viaja mucho aprende a respetar las personas y les permite hacer con la intimidad de su vida, que no se abre si no es voluntariamente.
Reserva o disimulo.
Grado de amistad.
El tiempo jovial y entretenido de la cosecha.
Ganar el grado de comandante.
Carácter obstinado y taciturno.
Como manifestación de su disgusto retorcía las manos con amargo desconcierto.
Una brillante vida regalada.
Orgullo y falsedad.
Conducta recatada, casi medrosa.La cortina entre los dos se había roto y el destino siguió su camino.
Vagar como una nube de sombra.
Lágrimas ardientes.
La señal de la existencia.
El sentido estricto de la expresión.
Valorar la actividad.
Fuerza inquebrantable.
Las conversaciones habían sido tranquilas y triviales, pero vibraba una intimidad secreta a la que se avergonzaban dar cabida.
Los pequeños menesteres vitales.
El destino al que no se había preguntado solucionó de forma inesperada.
Un fatal milagro, un meteoro.
(Brigitta)



ANTHONY TROLLOPE

Intensidad de los murmullos, para causar ansiedad.
Oponerse con insistencia y vehemencia.
Plantear la cuestión desde la perspectiva.
Extender los rumores.
Hiere la ingratitud que ponen de manifiesto las quejas.
La dignidad de hacerse llamar cirujano boticario.
Formas de utilizar el tiempo.
Qué extremo deben alcanzar las opiniones de una persona, para que se la pueda llamar de esa manera con justicia.
Pasión por la reforma de todos los abusos, en general, en el mundo en su conjunto.
El entusiasmo y la garantía de un Dalton.
Ver en qué dirección sopla el viento.
Razones de peso.
A diferencia de Homero, nunca da cabezadas.
Parlotear con soltura ante un médico o un abogado.
Expresiones de horror.
La claridad de una frase.
Alcanzar una perspectiva amplia.
El sueño libra de seguir enfrascado en las reflexiones.
Una encarnizada batalla.
La extensión y el valor de las propiedades.
Administrar en calidad de asalariado.
Expresión de desconcierto y preocupación.
Expresión ausente y preocupada.
Un grado de energía, producto de la irritación.
Nunca hay que esperar demasiado de la carne y de la sangre.
Buen estilo de escribano.
Saber escribir el nombre como las personas de rango.
Aprender la inutilidad de las riquezas mundanas.
Expresión de inefable desprecio.
Lastimosa indecisión.
Gesto triunfal.
El peso del combate.
Era un ser práctico, se permitía hacer uso de expresiones coloquiales cuando se hallaba entre personas de su estricta intimidad, aunque nadie era capaz de elevarse a un laberinto más intrincado de refinada fraseología.
Tono de disculpa.
Movido por la codicia.
Era muy duro que las agradables aguas de su pequeño río se vieran removidas y enturbiadas por manos sin delicadeza; que sus tranquilos senderos se transformaran en campo de batalla.
Disipar sin estrépito las nubes que se congregaban sobre su cabeza.
Dar algún paso trascendental, para evitar el riesgo del terrible destino.
Al que sufre le es mucho más sencillo ser generoso, que al opresor.
Consolarse con el consuelo de un romano.
El tacto de un general.
Murmurar desde lo más hondo del estómago.
A decir verdad, es un motivo de agradecimiento, que ni el historiador ni el novelista oigan todo lo que dicen sus protagonistas y heroínas, porque ¡no bastarían ni tres ni veinte volúmenes!
Alcanzar la agradable meta de escribir una novela de un solo volumen.
Una impresión que nada tenía de tranquilizadora.
El "Júpiter", adaptación que hace Trollope del mote con el que se designaba al "Times" londinense, <<The Thunderer>>, el Tonante.
Gesto altanero, orgullo del porte.
Dimensiones encomiables.
Escribir como Addison o con la energía de Junius. Pseudónimo que utilizó el autor de una famosa serie de cartas (1769-1771), en las que atacaba a Jorge III y a sus ministros.
La injusticia del ataque.
El poder inspira respeto.
Las preocupaciones y dificultades de la vida.
Grado de sumisa humildad.
La pericia de Bramah o de Chubb. Famosos cerrajeros ingleses del siglo XIX.
El meollo de la cuestión.
Los niveles salariales.
Levantar los brazos para manifestar sorpresa.
Manifestar la persuasión de que el asunto estaba en una situación satisfactoria, para cualquier persona prudente.
Una expresión de extraordinaria sagacidad y prudencia mundana.
Seguir vivo en la memoria.
Existen dos maneras de aconsejar; se puede dar un consejo, que sea bueno para el día de hoy y se puede dar un consejo, que sea bueno para el futuro.
Tono recriminatorio.
Sentido común (práctico, pero odioso).
Alguna ficción jurídica.
Expresión preocupada.
Imborrable memoria.
Animosidad venenosa e injusta.
Peso de la ignominia.
Un gesto de dolor, tocar la frente, desconcertado.
Entonación de afecto.
Un genio de inagotables recursos.
Sin escatimar detalle, en cuanto a las circunstancias.
Expresión de tierno afecto.
Valoración de las circunstancias.
Esforzarse por armarse de valor.
Más inclinada al sentido común, que a las fantasías literarias.
El enfoque de la cuestión.
Un ángel mortal.
Alcanzar la completa pleamar de la elocuencia.
Expresión terriblemente afligida.
Gesto implorante.
Histérico apasionamiento.
Tener un papel activo que desempeñar.
Manifestar recelos mudando de sitio.
Matices de vehemencia.
Sombra de remordimiento.
Dar un jaque mate inapelable.
Manifestaciones de júbilo.
Gesto tranquilo.
Mariposas de Lombardía.
Tono confidencial.
Expresar consternación.
¿Quién no ha oído hablar del monte Olimpo, la altísima morada de todos los poderes de la tipografía, sede preferida de la gran diosa Pica, ese maravilloso refugio de dioses y demonios desde donde, con incesante fragor de máquinas y el inagotable fluir de inspirada tinta, salen a la luz por las noches ochenta mil edictos, para el mando de un país sometido?
El terciopelo y los dorados no hacen los tronos, ni el oro y las joyas los cetros. Un trono lo es, porque el más eminente se sienta en él; y un cetro merece ese nombre, porque lo empuña el más poderoso. De esa manera sucede con el monte Olimpo.
Las cabañas de Connaught.
Bañados por la densa marea. Alusión a la contaminación de Támesis.
La impiedad del Strand y la zafia iniquidad de Fleet Street.
Los viejos comercios con el rostro lleno de agradable historia.
El césped de verdor delicioso, aunque apagado, muy refrescante a los ojos de los londinenses.
La décima musa, que hoy manda la prensa periódica.
Meterse en la boca del lobo, transformada en despacho de abogado.
El doctor Pesimista Antihipocresía. Alusión a Thomas Carlyle.
La magnitud del apetito, la aptitud del estómago.
La idea abría insospechados horizontes dentro del mundo en el que deseaba vivir.
Qué tranquila indiferencia manifestó el rostro.
Pedante y embaucador.
Se desvela que el ridículo es más eficaz que las razones, que los sufrimientos imaginarios conmueven más que las desgracias reales y que las novelas por entregas persuaden allí donde los doctos libros en cuarto no logran hacerlo.
Tonterías de las heroínas de la señora Radcliffe.
Hacer uso de la aptitud de intriga.
Dar vueltas a deseos insignificantes y a importantes deberes.
Pasar las páginas de su Blackwood.
Su rostro estaba lleno de inteligencia, pero falto de espontaneidad en la expresión.
Con frecuencia, unas palabras de viva voz tienen más valor que varios volúmenes de consejos por escrito.
Incurrir en la más total manifestación de debilidad.
Envuelto en un aura de bienestar.
Organizar las ideas y reflexionar.
Los clientes no acostumbrar visitar personalmente a sus aboragos.
Nada de lo que se diga privadamente al abogado se aprecia vinculante.
La perspectiva de la ruina.
El tribunal de la autoconciencia.
Las personas que mantienen un pleito, o que actúan en cuestiones que requieren asistencia judicial, tienden a visitar a sus abogados sin un menester concreto y son propensas a describir esas visitas como obligatorias y muy desagradables.
Sopesar la cuestión minuciosamente.
Gesto apesadumbrado.
Con la autoconciencia en carne viva y la vergüenza en el rostro.
Las lágrimas de los viejos son amargas.
Nuestra historia ha terminado y sólo nos queda recoger los hilos dispersos y atarlos, formando un nudo decoroso.
No será una actividad fatigosa para el autor ni para sus lectores; no nos hemos ocupado de muchos personajes ni de acontecimientos sensacionales y si no fuera por la fuerza de la costumbre, podríamos abandonar a la imaginación de los interesados suponer cómo evolucionaron las cosas.
Decidir capitular sin condiciones y declararse vencido.
Los aguijonazos de la muerte.
La amabilidad momentánea de un extraño.
(El Custodio)


Unión inextricable y sincero cuidado, entre el feudalismo y los hoy denominados intereses de los hacendados.
Las barbas se mueven. Proverbio de Thomas Tusser.
Presentar, justificar y describir.
Grandes médicos baronets de la metrópolis.
Si había en el cráneo un sentido más desarrollado que otro, era el de la combatividad.
Vestirse con la digna toga del silencio y proclamarse indiferente a los ataques publicos, dignidad que cuesta mantener.
Tarifa de una guinea, regla de dar consejo y no vender medicinas, resolución de mantener una nítida barrera entre el médico y el boticario y odio a contaminarse con una factura.
Rápido en el aprendizaje.
Grado de complacencia.
La realidad íntima, la quintaesencia anímica que concede el rango, es el mérito completo, intrínseco, reconocido y singular.
Las cosas se dan solas con frecuencia y no esperan que nadie las organice.
Derribar el ídolo del dinero.
Rapidez con la que las palabras vienen a la mente.
Symposium. Festín en el que se bebe.
Todo poder tiene sus límites. Pasados, se rompería, caería y se partiría en dos.
Etiqueta médica.
Venida inexorable de la Visitante severa.
Humor generoso.
Prejuicio que atribuye la suerte a un numero impar.
Manifiesta impaciencia.
Los hombres enfadados aman su agravio.
Furia médica.
Experimentar una personal colisión, que justifica un corte directo.
Referir la adoración de Pluto con la de Venus. Dioses de la riqueza y del amor.
Beneficios inestimables que aporta la ciencia en estos ultimos tiempos. Carlyle, "Latter-day Panphlets". El ferrocarril, el poder del vapor, el telégrafo, los telegramas y los nuevos trenes expresos.
Tolerable perspicuidad.
Pretensiones instantáneas.
Whig. Despotismo doméstico.
Delincuencia abominable, la venalidad en las votaciones
Para el pecado de soborno no hay perdón en a Cámara de los Comunes. Significa traición al más alto trono, en el que se sienta la Reina. Es una herejía, que requiere un acto publico. Contamina la Cámara.
Anatema. Algo maldito.
Leyes severas frente al soborno.
Me obligan a permitirme acuciar sin quejarme.
Parálisis causada por la intemperancia.
Grado de satisfacción mutua.
Mantener viva la idea de la información omnisciente y omnipresente. Memorias.
Delicias de la conversación.
Disparate infantil, vano.
Elementos de la farmacia.
Hacienda administrada por la preparación elegante y la pericia legal.
Tono de indiferencia aristocrática.
Forma epistolar, manera de escribir novelas. Es muy expresiva y permite al autor contar la historia de la manera más natural.
Estricta etiqueta de la corte.
Conversación amena.
Es duro conseguir maridos comme il faut, cuando hay princesas protestantes libres.
Es una farsa la teoría de la alta cuna y la pureza de sangre.
Botín arrebatado al enemigo, peñón de Gibraltar.
Amende. Disculpa y reparación publicas.
En su semblante serenidad, expresión de agilidad mental.
Particular de Londres.
Los almanaques, cómicos, ofrecen dibujos horribles de enero y febrero.
(El Doctor Thorne)


Su cabeza siempre está activa, como es el caso de los dementes y tiene presente a cada momento consciente de su existencia una cuestión, justificando alguna acción de su pasado.
Gozar de las comodidades materiales que la amistad o el amor podrían proporcionar. Recibe todo cuanto puede hacer el dinero para aliviar el sufrimiento.
Los ojos muy vivos y los rasgos apuestos y perfilados de su refinado rostro no se habían visto reducidos a la informidad por los estragos del tiempo, como ocurre a hombres que son enfermizos además de viejos.
Los mejores cotos de Escocia donde se cazaba el urogallo.
Costumbres enraizadas.
No creía que estuviese justificado que manifestase ninguna ira.
La ventaja de la precaución humana.
El dinero, un factor con el que contar.
Erradicar el manto de penumbra que cubría la mansión.
Dentro del radio de alcance.
El ánimo de aventura que latía con fuerza internamente.
El asunto era de tal importancia que justificaba casi cualquier intromisión.
Era, pese a sus buenas cualidades, justo el tipo que se enamoraría de una indómita joven irlandesa. Este es el título de una novela de lady Morgan, 1806.
Con los menesteres generosamente satisfechos.
Cuando nuestras diversiones se vuelven más serias que nuestros asuntos es que debemos estar perdiendo el norte.
Crear una actitud de prejuicio.
Todos los John se transforman como Jack y Jack, por lo que a respetabilidad respecta es justo lo opuesto de John. Cómo o cuándo los Jack vuelven a llamarse John y retornan al excelente nombre que les dieron sus padrinos es algo que nadie sabe. Jack es una forma familiar de John equivalente a Juanito.
Su manera de andar y su actitud llamaban la atención.
Hacer una visita relámpago a Londres.
Un tipo excepcionalmente inteligente.
Un ligero toque de ira.
Indignada hasta lo inefable.
La sedosa trampa que le había tendido.
Soportar la jerga.
Tenía que escoger esposa, con tal que no fuese una indómita joven irlandesa católica de la que nadie sabía nada.
Afecto abyecto.
Era evidente que sus miedos eran menos oscuros que los de su mujer.
Poner al corriente de las circunstancias que atañen a la finca.
Actitud imponente.
Argumentos que apenas pudo rebatir.
Mudar de actitud.
Dar rienda suelta al ánimo de aventura.
El peculiar musgo que produce el rocío salado del océano.
El autor quisiera presentar a sus lectores si le es posible una verosímil idea de la apariencia física y el carácter de cada una de las dos damas, ya que de otra manera no podría escribir su relato como corresponde.
Boca llena de expresión.
Cuando soplaba el viento subía el fuerte rocío con volúmenes cegadores y los monstruos marinos de blancas cabezas rugían furiosos frente las rocas.
Actitud sarcástica.
Lo que se precisaba para que la vida fuera dulce y que no hiciera falta añorar la eternidad.
Era profundamente humano y nunca actuaba movido por el egoísmo.
Ensoñaciones dichosas.
Fanatismo anticuado.
Tono jocoso.
Manifestar la opinión.
La vida es demasiado corta para tener que aguantar gente desagradable.
Ideas atrayentes y razonables.
Una vida de aventura era una vida de dificultades y el deber de superar las dificultades era el principal.
Una acusación directa de haber incurrido con alguna falta especial.
Se fue sin contestar a la ultima acusación.
Actitud casi irreverente.
Una solterona impertinente.
Una pausa antes de armarse de valor.
Reflexiones radiantes.
La libertad que da la total intimidad.
Las personas que se sienten amenazadas viven mucho.
La novelista rosa y sensacionalista Rhoda Broughton (1840-1920) y su peculiar incursión del melodrama.
Sin ningún propósito concreto y peor aun sin ningún límite definitivo a su estancia.
Confluir las circunstancias.
Al bosque de la mansión le hacía falta un entresacado urgente.
Ideas vagas perjudiciales.
Argumentos verosímiles y vinculantes.
Tono serio.
La bonita y refinada caligrafía francesa.
Una decisión de tono muy magnánimo.
Un yate es poco conveniente para las botas viejas.
Cuando las circunstancias designan a uno un hogar se ve arrastrado a él sean cuales sean sus supuestas predilecciones. Las circunstancias son más fuertes que las predilecciones.
Embebido de su promesa, de su amor y de su honor.
Imitar la actitud.
Le dio la mano que él llevó a los labios y que besó como acostumbraban hacer los hombres de los viejos tiempos.
La vida pesada de un noble por las armas inglés.
Las irritantes circunstancias de su posición.
Un arrebato de preocupación y afecto.
Promesa categórica.
Un toque de sobrecogimiento.
Tono de autoritaria ternura.
Cuando oyó el tono que empleó supo que estaba preparando la manera de huir.
Tono cortante.
El rugido del Atlántico.
Un ser humano práctico y honrado.
Especificar con detalle.
Tono de brusquedad.
La llamada del deber es mucho menos dominante que la del placer.
El encanto de la aventura.
El gemido del océano a los pies del acantilado.
Con una novela que era incapaz de leer y una pipa al lado que era incapaz de fumar.
Las perspectivas y la riqueza.
¿Cuándo se va a casar con mi niña?
Frascos de ira.
Ser más práctico que romántico.
Ser las perspectivas de la vida más que suficientes.
La actitud práctica de un negociante.
Actitud casi triunfal.
Doradas perspectivas.
La actitud del ser humano importante y rico al que bastaba mandar a sabiendas de que sería obedecido.
Un sinvergüenza sin blanca que estaba deseando que comprasen su silencio.
Manifestar lealtad incondicional.
Saber estar a la altura de las circunstancias.
Refinada deferencia.
La verdadera esencia de un ser humano y sus ideas respecto de la manera como ha de comportarse deberían ser más importantes para él que cualquier eventualidad externa.
Sabía que el nubarrón no tardaría por terminar descargando sobre su cabeza.
Enviar la noticia con voraz rapidez.
Soportar las penas con la dignidad del silencio.
Actitud sincera y solemne.
Ociosos como un carterista.
Expresión cariñosa, asustada y nostálgica.
Adusto silencio.
Tono amable de buen humor.
Pretendió armarse de valor adquiriendo plena consciencia de la magnitud de su situación.
Tono que evidenciaba preocupación.
Tono alegre y satisfecho.
Rebatir los argumentos.
Tono suave.
Puede que convenga que unamos los hilos sueltos del relato para beneficio de los lectores que lo quieran saber todo.
Igual que no se puede prohibir la entrada a la muerte cuando llama a la puerta, tampoco se la puede invitar que venga.
Tener las circunstancias claras.
El profundo abismo de la depravación.
(Ojo por ojo)




Waugh
Cuando su biógrafo manifestó a Trollope que trabajaba como un reloj, comenzando a una hora concreta como si estuviera dentro de una oficina y parando cuando se cumplía su horario, incluso a la mitad de una frase, su reputación y ventas cayeron instantáneamente. El publico de su época creía la leyenda romántica del genio inspirado.

Tomalin
Al pasar por Florencia Dickens visitó al escritor Thomas Trollope.
La casa de Waltham Cross, Essex, del novelista Anthony Trollope.




PONSON DU TERRAIL

"Cartahut o el Buque Fantasma".
La amistad verdadera tiene delicadezas infinitas.
Por esta época la rabia de la edificación comenzaba.
El boulevard Malesherbes y el boulevard de Sebastopol comenzaban a lucir sus adelantos.
Actitud triste y resignada.
Probar la inocencia a los ojos de los que le acusaban.
La ciudad negra es el barrio indígena de Calcuta.
Palidecer de cólera.
Manifestar un aire resignado y contrito.
Una fragata inglesa.
Dominado con la amarga tristeza de sus recuerdos.
Asaltar una tempestad espantosa.
Navegar las embarcaciones de conserva.
Abrir nuevos horizontes.
Detalles insignificantes.
Un gesto de desesperación.
Sufrir silencioso.
Era de París y por consiguiente poseía el ánimo parisiense.
Apatía filosófica.
Piedad de los enamorados y de los locos.
No conozco la vida de la alta sociedad si no es por las novelas.
Sin querer llegó a sus oídos una conversación e involuntariamente se puso a escuchar.
Obtener una cita, la primera, pero la decisiva.
Manifestar una verosímil inquietud.
Tono de mando de un magnetizador.
La idea se apoderó del ánimo.
La facultad que poseen algunos seres de probada energía para fascinar a los débiles.
El sueño magnético.
El magnetismo a lo mejor deviene de tal manera extraño que no pueden negarse sus efectos.
Hay una referencia grande del magnetismo con la persona magnetizada; se precisa simpatía de fluidos.
Expresión distraída.
Gesto de disgusto.
Para viajar hay menester de dinero.
Tono misterioso.
Tembloroso de emoción.
Un fin deliberado.
El azar tiene sus traiciones.
Seres antipáticos que no tienen profesión ninguna, pero que son hombres de negocios.
Se dedicaba a una porción de negocios; compraba los préstamos difíciles, daba informes al comercio, representaba algunas casas, se encargaba de los procesos legales escandalosos y estaba unido con un mundo de pillastres de corbata blanca que dan vueltas al templo de Themis sin entrar nunca.
Juzgado como falsificador y de abuso de confianza, condenado por unanimidad por los tribunales.
Saber vagamente qué hacer, pero no saber explicarlo.
La tempestad se acerca, pero yo sabré conjugarla.
Poner a la puerta con un fútil pretexto.
Temeroso de adivinar.
Exhalar un grito de rabia.
Un factor del ferrocarril.
Las cualidades de los viajeros.
Un tono pretencioso que demostraba su provincianismo.
Un abogado célebre.
Un lindo surtido de llaves, ruiseñores y ganzúas.
Una vaga idea de la dicha.
Otra puerta condenada.
Los pretextos más torpes son los mejores.
Extemporánea visita.
Teniendo nombre, apellido y origen se hallaba con el cuarto.
Un suspiro colosal.
Sufrimientos domésticos.
Un canciller de legación.
A ninguna causa artificial atribuyó su primer sueño.
Unos quevedos ahumados.
Lindo como un amor.
Linda cosa y soberbia.
Las fondas de huéspedes tienen tienen todos una llave numerada y una palmatoria.
Ejercer un influjo letárgico que privará de la lucidez.
Una pericia de timadora consumada.
Este eclipse ayudó para hacer varios preparativos.
Una sonámbula perfectamente preparada para la sugestión.
Revolverse con la pesadilla de un sueño horrible.
Las olas son grandes, furiosas, sopla el viento, el cielo ennegrece. El navío es empujado como si fuera una cáscara de nuez. Una tempestad.
Reflejar el semblante una dolorosa impresión.
Un gesto de cansancio supremo.
Palpitante de emoción, casi loco.
Un papel blanco sin caracteres.
La increíble tranquilidad de las sonámbulas bajo la influencia de su extraño sueño.
El sonambulismo tiene hermosos efectos. ¿Cómo el sueño que era la consecuencia de las emanaciones soporíferas de la bujía había sucedido al sueño magnético? ¿Cómo volvió de pronto la <<doble vista>>? Difícil sería la explicación del fenómeno si no se halla con la organización sonámbula de la joven.
Explicar de una manera plausible el suceso.
Un acceso de sonambulismo.
Hipótesis racional.
Tono decidido.
A lo lejos, sobre el horizonte, una mancha parda recortaba las primeras blancuras del alba; era el bosque de Rennes.
Con las caricias y los transportes de dos amantes que llegan por fin a ser uno de otro pasaron la noche agotando el vocabulario de las encantadoras insignificancias que son el idioma del amor.
El amor no vive solamente de contemplaciones. Almorzaremos.
Con un acceso de sonambulismo ha vuelto de donde había salido.
El valor de los documentos.
Tono de superioridad.
Un vago y misterioso terror.
Tono grave.
Yo soy tu horizonte, tu cielo, tu visión.
De ánimo práctico.
El resorte oculto del pavimento, el mecanismo de planchas que subía y bajaba y la buscada oubliette.
La violenta emoción duró lo que un relámpago.
La serenidad la llenó de valor.
Murmurar con más cólera que terror.
No contestó a la reflexión que no carecía de verosimilitud.
La queja dio algún valor.
Vio disipado por fin su terror.
Los fantasmas se desvanecen.
La costumbre de pesar las cosas.
Los sonámbulos siguen perfectamente las huellas de las personas durante su sueño.
Un perito médico alienista ha tomado el propósito de devolver la razón a la pobre loca.
Un botiquín para la intriga con los venenos vegetales de la India.
Esas encantadoras majaderías, esas adorables frivolidades que son el idioma del amor.
El narcótico hizo su efecto poco a poco pero garantizado, infalible hasta llegar a sentir un peso inmenso de la cabeza y dormir profundamente.
Un capricho de amor.
Un accidente casual.
El argumento satisfizo plenamente.
Su gesto, su actitud, su mirada.
Desconcertado con aquella tranquilidad incomprensible.
Enlazados como reptiles.
Complicidad inconsciente.
Ruda fatiga.
Una hoja gruesa y férrea daba un gran valor al cuchillo.
Las sombras de la noche extendieron su vuelo.
Tono de burla.
Los inconvenientes de la idea.
Pasar sin notarlo de un mundo a otro.
Un estremecimiento de horror.
El <<Grand Seize>> del Café Inglés, los helados de Tortoni, la terraza del Jockey, el proscenio de los Bufos y las cantantes del Edén.
En Rusia, desde el príncipe que habita su palacio sobre el Neva hasta el mujik que come pan de avena como entera colación son esclavos.
Consolarse de la desventura presente con los encantos del pasado.
Despertar de un sueño confuso.
Manifestó con un gesto su odio a Albión.
Experimentar una violenta pasión amorosa.
Se estremece un caballo de batalla con los sonidos de los clarines.
No hay duelo sin testigos.
Una violenta emoción le había hecho perder la memoria.
Batirse como un león.
El Cáucaso, eterno teatro de la lucha de los rusos y los circasianos. Tres razas lo habitan. La raza tártara, la georgiana y la tcherkesse. La georgiana ocupa la llanura.
Slouchi. Escucha. Es el ¿quién vive? del Cáucaso.
Tono de cólera.
Exhalar un grito de horror.
El carácter de fatuidad muy común de las razas orientales.
Sorprender un secreto.
Tono de admiración.
Tono altanero.
Piafar impacientes los caballos.
"El señor de la montaña" desenreda la acción.
(El Misterio del Pasaje del Sol)

Lámpara de la agonía.
Ordinariamente los viejos no se acuerdan de haber amado.
Incisiva viuda.
Estremecimiento galvánico, sensación indefinible.
Sacudir la opresión general.
Extraño encanto.
Paso furtivo y vacilante peculiar de los criminales.
El sol desaparecido del horizonte extinguiéndose la luz del crepúsculo. Hora "entre dos luces".
Bohemios del camino real.
Cándida admiración.
Los animales son más esclavos de la costumbre que los hombres.
Homérico recuerdo de habilidades.
Expositor de fenómenos.
Barba de gastador.
Los caracteres fuertemente concentrados, avaros de su primera impresión, son refractarios a comunicarla a los demás.
Pasión humana del dinero.
Ser humano formal en los negocios.
Extender una escritura de compromiso.
Tono glacial.
Adhesión ilimitada.
Impresión de doloroso asombro.
Acusado de loco.
Pleno goce de la razón.
Vaguedad que da la fiebre.
La razón, herida un momento, ha recobrado todo su poder.
Tener valor de esperar.
Proveer de fuerza y resolución.
Carácter, bondad y dulzura.
Manifestarse asombrado e inquieto.
Primeros destellos del alba.
Acometido de un acceso de celos.
Se habría propuesto, nuevo paladín, sacarla de las garras de aquel encantador.
Tenacidad del ser humano celoso.
Hipócrita bondad.
Lucidez de inteligencia.
Transformar el signo de inteligencia.
Borrascosa existencia.
Inmovilidad del hielo.
Cada profesión tiene su léxico peculiar.
Juguete de un sueño.
Cándida admiración.
Al llegar la noche, cuando cae la bruma a la puesta del sol, confundiendo los límites del mar y del cielo.
Explorar el horizonte.
Expresión de estúpida ferocidad.
Resignación de fanatismo.
Teatro de combate.
Consejeros íntimos.
Viva imaginación e ingenio de los marselleses.
Ensanchar los fundamentos políticos.
Prodigios de valor.
Cálculo exacto.
En los trópicos, las noches llegan con extraordinaria rapidez; el día se extingue, de pronto, al ponerse el sol y el crepúsculo apenas dura algunos minutos.
Cosa convenida; un protagonista de novela y enamorado por añadidura, es un ser demasiado poético, para descender hasta los vulgares menesteres de la vida.
Obtusa inteligencia.
Tristeza mortal.
Manifestarse asombrado.
El sol mostrado por encima de las montañas, que limitaban el horizonte.
Oscuridad de la miseria.
Existencia alegre.
Embrollados y debatidos procesos legales.
Sésamo mágico, billetito.
Dilletanti y sportman.
Proverbio. La joroba está llena de hiel.
Disimular la pobreza.
Humor filosófico y paradójico.
El dinero es una cosa terrible, para todo hace falta.
Devoto a machamartillo.
Ser humano de los recursos valientes.
Miseria, nueva roca de Sísifo.
Desesperados esfuerzos de la memoria.
Odio concentrado.
Genio positivista, especulación.
En vías de curación.
Súbitos rebotes de la locura. En materia de locura es imposible demostrar materialmente la curación.
Fuerza de razón y buen sentido.
Se expresaba con perfecta naturalidad, sin animación y con cierta tristeza.
Doctor Pangloss, personaje de "Cándido".
Una donación inter vivos puede ser revocada.
Instintos positivistas y calculadores.
Avaricia y amor al dinero.
Fumar prosaicamente.
El miedo, en su mayor grado, produce el aniquilamiento de las facultades.
Cuando la razón humana ha llegado a poner la planta en la pendiente de lo maravilloso, no espera.
Manifiesta impaciencia y disgusto.
Sueño de plomo, pesadillas y sobresaltos.
Aventajado estómago.
Salpicar la conversación con salsa filosófica.
Tributo de agradecimiento a la casualidad.
Inteligente fisonomía.
La justicia termina por aclarar la verdad y soltar a los inocentes.
Hambre. Las angustias de su estómago sobrepujaban sus angustias morales.
La opinión publica tiene, cuando se extravía, una falsa congruencia inflexible.
Límite razonable.
Valor y resolución.
Jettatore misterioso, fatídico.
Golpe del azar.
Extensión de la desgracia.
Reflexión consoladora.
Duelo, resto de la barbarie.
La vanidad suple al valor en ocasiones.
Leyenda de que rara vez es mortal el género de combate a espada.
El miedo, mal consejero.
Manifestar emoción.
Ciencia inexorable.
Manifestar apariencias de una próxima marcha.
Eureka. Encontrar un sistema infalible.
Cuya hospitalidad pagaba en moneda contante de chistes y buen humor.
Sólo los imbéciles tienen la facultad de no ser supersticiosos.
(Historia del niño perdido)


Moore
Las idioteces de Ponson du Terrail, la gramática similar y mala de Georges Ohnet no ha coneguido influirnos nada.



Mijail Yurevich Liermontov

Mendigos e impedidos esperaban la gracia de los peregrinos.
Monedas de cobre en sus grandes sacos de harpillera.
Seres desechados por la Naturaleza y la sociedad -sólo en este caso suelen estar las dos conforme-, malogrados por falta o exceso de ilusión.
Permaneció sereno, como Sócrates, cuando su mujer le arrojó un jarro de agua en la cabeza.
Disposición de ánimo de un sabio.
Duelista persuadido de la exactitud de su puntería.
Sauces plantados alrededor del patio.
Semblante divino.
Horroroso pordiosero.
Existen misterios en cuyo fondo hay ponzoña, misterios que unen indisolublemente dos destinos. Existen seres que infectan con su aliento la dicha de otros. Todos los que quieren u odian aquellos, están destinados a perecer.
Inteligencia e impetuoso carácter.
Siglo hereje.
La tormenta destroza los árboles delgados y altos y respeta los troncos centenarios.
Generalmente, el ser que sufre es humilde. Pero si alguna vez llega a liberarse de su carga, el cordero se convierte en tigre. El oprimido se vuelve opresor y obliga a pagar con creces al vencido.
Azuleaban los cerros semejando olas.
Castigos severos y culpabilidad grave.
Llevar a cabo el consejo.
Cuando se tiene mucho apego a una ilusión perdemos la entereza.
Pozo rodeado de sauces.
Agitar deseos misteriosos e inexplicables.
Ofensivas sentencias.
Completa abnegación al destino.
El amor es amor en cualquier parte, olvido propio o locura.
Asemejaba un vampiro, viendo la víctima agonizante.
Las nubes invocaban mi imaginación con alas aéreas.
Los hombres no pueden compadecer a alguien peor o mejor.
Tener menester de libertad, espacio y cielo despejado.
El cielo ha concentrado las circunstancias.
Pájaro de las doce del día rezagado.
Esa enfermedad que corrompe la vida, manteniéndola a un tiempo.
Olas frías y azules sometidas a la ley natural, que no nos prestan ayuda, desde que hemos instituido las nuestras.
En el murmullo de un río que nos sea familiar, hay algo semejante a una canción de cuna y a los relatos de la vieja nodriza.
Tristeza inexplicable, como un cocodrilo venenoso en el fondo de un pozo limpio y transparente.
Correos deficientes.
Impetuoso sin expresión de terquedad, alegre sin ironía.
Sus ojos esparcían luz sobre todo lo que encontrasen.
Había sido menester que cayese una piedra en el tranquilo manantial.
Volver al relato y terminar el capítulo.
Aparecer en la imaginación el pasado y el porvenir.
Ambición. Delirio enfermizo.
Orgullo o engaño.
Desconfianza propia de los enamorados.
Visiones de desesperación, ante las cuales tendrían que derrumbarse los muros.
El cielo tenía que recompensarla por el futuro con el presente.
El viento norte echaba los jirones de nubes por la bóveda azul del cielo.
El balanceo de las copas de los árboles producía un ruido semejante al de una cascada.
Se alegraban secreta o manifiestamente.
Fiel y honrado.
Insurgente inadvertido.
Valiente paciencia, rapidez de concepción y decisión.
Impetuoso adorador de su pasión.
Aquella noche quedó indeleble en su memoria, con todos sus matices celestiales y terrestres, como una maravilla multicolor ahogada en el ámbar.
Peso de la sola burla del egoísmo.
La muchedumbre representaba algo cómico y lastimoso.
Rumor incitante de la gente.
Trasladar la imaginación.
Vislumbrar filosóficamente, opuesto a ganar afecto.
El gallo había desplegado sus alas y se disponía a cantar su aria enronquecida.
Frágil avena.
El pueblo sublevado.
Refrán. Moscú ardió a causa de una bujía de kopek.
Huerta sembrada de coles, cáñamo, rábanos y girasoles.
Proteger a un diablo viejo.
Permanecer en dulce inconsciencia.
Antes de dar tu palabra reflexiona lo que haces, pero una vez que la has dado, manténla.
Ídolos impasibles, que nos asombran en algún cerro de las estepas, más allá del Volga.
Pradera y bosque. Trazo mágico.
Soñolientos abetos.
Inexperto deudor y tísico demandante.
Leer en las caducas hojas de la autoconciencia.
La muerte se le aparecía amenazadora, alta y con los brazos extendidos como una horca, inesperada e instantánea como una traición, como un trueno celestial; se dividía en miles de aspectos distintos, daba brincos sobre sus húmedos hombros, levantaba sus blancos cabellos y le hacía castañetear los dientes.
Su amor, al comienzo corriente y sin pasión, creció en su pecho por la casual reunión de circunstancias.
Brotaba una impetuosa llama, tempestuosos deseos y una voluntad arrogante. Círculo mágico.
Para arrancar su mente de los amenazadores desfiles del futuro, se dirigió al pasado, como hacen los médicos, los cuales, en los casos desesperados, emplean maneras extremas.
Desarrollarse una serie de recuerdos.
Inocente discípulo de la Naturaleza.
El encanto se disipó como humo.
El presente envenenó el encanto pasado.
Unica pasión, un nudo, que el destino no sabría desatar y que lo cortaría como Alejandro.
Lágrima diamantina, párpados de raso.
El pobre caminante marca su huella en el dorado fondo del arroyo.
Expresión de triunfo, como Hércules después de haber vencido la serpiente.
Sentir la ofensa.
Haber oído palabras, que habrían asustado a los ángeles.
Ser solitario y poco sociable.
El humo tiene la propiedad de aumentar los objetos.
Hogar y patrimonio.
El respeto tiene límites, pero el amor no tiene ninguno.
Las orejas no pueden crecer más arriba de la frente.
La manzana no cae lejos del manzano.
El ofendido orgullo se sometió a lo imprescindible.
Ni siquiera el diablo trabaja gratis.
La muchedumbre se asemejaba más a una caravana, que a un destacamento de libres habitantes del Ural.
Pena sagrada.
La mañana es más sabia que la noche.
Había pasado por dos grados de la ruina. La resistencia y el cautiverio. Le quedaba la tercera. La horca.
Facciones fundidas en un molde sublime y distinguido, marcadas por las garras del tiempo y los sufrimientos, que se habían unido a su vida igual que se mezclan dos líquidos homogéneos.
Indiferencia y curiosidad, como podríamos examinar algún experimento físico.
(Vadim el Jorobado)

La vida no es una novela.
(Un hombre extraño)

Rostro irregular, pero lleno de expresión, curioso para Lavater y sus partidarios. Habrían leído profundas huellas del pasado y maravillosas promesas, para el porvenir.
Opinión de los severos lectores.
Ignorar la genialidad. Alusión.
Terrible brillo con el que resplandecen unos ojos a través del corte de una máscara negra. Rayo de experimentados ojos llenos de reproches.
El buen tono reina sólo donde no oye uno nada superfluo.
Movimiento manifiestamente premeditado.
Una aventura es una cosa terrible. Que se haya portado uno con distinción o de manera ruin, lleve razón o no, haya podido evitarlo o no.
Voy a pie. Por ese motivo no soy noble, ni siquiera persona.
Encendido rostro magnífico como la tempestad.
Razonamientos largos.
El buen éxito es demasiado poco probable.
La fuerza magnética de la mujer amada.
Adivinar el verdadero carácter.
Epigrama vengativo.
Experiencia de la conversación mundana.
Papel adulador de una persona inflexible.
Adquirir la celebridad mundana, pasar por una persona que puede hacer el mal cuando se le antoje.
Lucir bromas y epigramas.
Tema. Amor metafísico.
Más perspicaces en calidad de espectadores no apasionados.
El que haya ido persiguiendo largo tiempo una finalidad y haya sacrificado mucho por conseguirlo, le es difícil abandonarlo e imposible si se unen las ultimas ilusiones de la juventud, que se va marchitando.
Manchas que se ven en la luna, a las que mucha gente humilde atribuye un significado simbólico.
Cielo de San Petersburgo. Una triste indiferencia, semejante con la que nuestro sol norteño se aparta de la desgraciada tierra de San Petersburgo, se filtra en el alma y produce un letargo en todos los órganos vitales. El corazón no es capaz de sentir entusiasmo ni la inteligencia puede razonar.
Recordando su pasado ímpetu se irritaba interiormente de su actual tranquilidad.
Misterios domésticos.
Testimoniar respeto.
Carácter firme, decidido y frío.
El tiempo es todopoderoso.
Acostumbrada al esplendor. Vengarse por el epigrama.
Persona refinada y mundana.
Declaración y juramentos de fidelidad.
Aunque tenía experiencia de la atractiva carrera de la depravación valoraba, que el honor de una joven inocente era su mayor santuario.
Hasta hoy, queridos lectores, habéis visto que el amor de mis personajes no ha salido de las leyes comunes a las novelas y a todo amor que comienza. Pero en lo sucesivo, veréis y oiréis cosas extraordinarias.
Carácter desgraciado.
Repertorio de noticias.
La sensatez impide mezclarse en política.
Aquellas personas no reflexionaban en el porvenir y menos en el pasado; se habían reunido para una comida pomposa, para disfrutar de los dones del lujo y, sobre todo, para satisfacer la vanidad de la inteligencia y la vanidad de la riqueza. Curiosidad, cortesía o secretos imparciales.
Ni los edificios, ni la decadencia, ni lo clásico tienen influencia en la dicha y la alegría.
He comenzado a sopesar mis palabras y a calcular los actos, siguiendo los pasos de los demás.
La virtud se ofendió.
Interpretación espontánea.
Secreto sufrimiento.
Mezquina venganza.
Gente célebre.
El odio se halla más cerca del amor, que la indiferencia.
Clave de intriga de la ciudad.
Gente de peso.
Endosar asuntos.
Comité de ministros.
Negociado del asunto.
El numero cuarenta y nueve es triste y misterioso, similar al seiscientos sesenta y seis del Apocalipsis.
Espectador sofista. Una persona que se acerca al cielo se asemeja a las plantas, que pierden en la cima de los montes el color y la fuerza.
Si la dicha fuese ciencia sería otra cosa.
Cargo y sueldo.
El asombro selló sus labios.
El casual juego del azar conturbó su ánimo.
Como la gente apasionada y obsesiva, abstraída por una idea fija, de todos los obstáculos, el que más pretendía evitar era el razonamiento, que podía distraerlo de su propósito.
Moscú es una viejecita muy hospitalaria.
Ese interés que semeja la vulgar cortesía, cuando uno no sabe qué decir a un desconocido.
Consejero titular.
El amor más puro está mezclado con el amor propio.
Inteligencia aguda y penetrante.
La gente de impetuosa imaginación exagera sus defectos.
Persuadido por su propia experiencia de lo difícil de enamorarse sólo de las cualidades intangibles, se había vuelto desconfiado y se acostumbró a explicar la atención o las caricias de las mujeres como cálculo o casualidad.
Demostración de un delicadísimo amor.
Pérfidos subterfugios de hábil coqueta.
Axioma de que tarde o temprano se someten los caracteres débiles a los fuertes e inflexibles, siguiendo una ley natural hasta hoy inexplicable.
La todopoderosa pasión destruye como la tormenta, de un arranque, los altos andamios de su razón y sus esfuerzos.
Pérfida trama.
Error infantil.
Quien gusta pronto también lo olvidan en breve.
Transformación de la opinión común.
El olvido es inflexible a los minutos como a los siglos.
Momento divino.
¿Quién podría explicar, interpretar el idioma de doble sentido de los ojos?
También les llegará su turno. Mísero refrán de odio mezquino.
Albayaldes franceses.
Sello del silencio.
Siempre es más cómodo creer lo malo que lo bueno.
(La Princesa Ligovskaia)

El camino es recto como una regla.
Es una situación estúpida la de una persona, que se ve obligada a entretenerse, para vivir como antaño entretenían los cortesanos a los pasados soberanos.
Ser el bufón de uno propio.
Novela, realización de la desesperación.
Percibir la extensión del tiempo.
Vínculo con el pasado.
Porvenir, aunque brillante en apariencia, vacío y trivial.
Ocasión o audacia.
Desengañado de todo lo que nos obliga que avancemos en la existencia
Al escribir, se deberían poner notas sobre las palabras, porque si no, el leer una carta, es como ver un retrato. No tiene vida, nada de movimiento. Es la expresión de una reflexión inmutable, algo que huele a muerte.
Preliminar y relato.
Componer una fórmula de maldición.
Publicación el "Contemporáneo".
Sujet, en francés, significa argumento y sujeto.
(Cartas)


Chejov
Petchorin, protagonista de Lermontov. Ha inventado la inutilidad.
Las descripciones del duelo de Lermontov.
"Yo miro con tristeza nuestra generación". Primer verso de la poesía de Lermontov "El pensamiento", 1837.



IVAN TURGUENIEFF

Pud, cálculo de peso, cuarenta libras.
Barin. Caballero.
Armiak. Especie de chaqueta.
(Se oye ruido)

Justificar por apreciación psicológica o moral.
Adagio. La última hora de espera pasó más rápida que las demás.
Gravedad simulada.
(La guillotina)

Marlinsky. Escritor en boga, precursor de los actuales autores de la <<nueva ola>>. Matices de este tipo humano. Byronismo, romanticismo, recuerdos de la agitación francesa, decembristas, ilusión en el destino, en una estrella, en la fuerza del carácter, en la pose y la frase y la angustia del vacío. Fatalistas y misterio.
Murmullo incesante, casi imperceptible, como la respiración de la noche.
(Toc... Toc... Toc...)



Dostoyevki
El relato de Turgueniev "Provincianita".

Chéjov
Rudin se justifica diciendo que la humanidad lo ha mutilado. Protagonista de "Tierras vírgenes"  de Turguenev.
De Turguenev también Zazarov tiene un duelo.
Profesores, personas intelectuales profundamente correctas y educadas con Turguéniev y Schedrin.
Turgueniev muestra que una señorita que tiene un ideal y una mente honesta debe seguir a quien ama hasta el fin del mundo y ponerse bajo su idea.
Si algún día me entraran ganas de liberar Bulgaria no precisaría la compañía de una dama. Alusión a la novela de Turgueniev "En vísperas".
El cuello de las heroínas de Turgeniev semeja un mástil de contrabajo.
Turgueniev, el cantor del amor virginal, de la pureza de la juventud y de la melancólica alma rusa.
Roudine, un personaje perfectamente descrito por Turgueniev.
Turgueniev se contagió de la angina pectoris a causa de la gota.
Plantaciones, casas solariegas en ruinas al estilo de Turgueniev.

Moore
Admitiré que un artista pueda ser magnífico y que tenga limitaciones; con una palabra puede iluminar un abismo del alma; pero esta palabra debe ser mágica. Turgueniev nos la da siempre.
Una secuencia de acontecimientos -no importa lo sencillos o complicados que sean- se desarrollan hasta llegar a un desenlace con el que haya sentido del ritmo y la inevitabilidad es indicativo de genio. Turgueniev ofrece algunas pruebas.
El ánimo intenso y penetrante de Turgueniev.
La visión de la vida apasionada, penetrante y sutil de Turgueniev.

Gorki
Tomar seriamente a Turguenev.

Heard
Las novelas de Turgueniev encuadernadas con cuero de Rusia.

Galsworthy
Duelos famosos de la literatura. Bazarof, protagonista de la novela de Turguenef, "Padres e hijos".

E. H. Carr
Turguenev permaneció en París en el invierno de 1848-49. Turguenev era un visitante regular del piso de Herzen.

Yevtushenko
Fino marcapáginas, situado entre las páginas de caza de Tolstói o Turgueniev.
Las heroínas sentimentales de Turgueniev
Lérmontov, "Tamán". Donde no se mejora se va a peor y corto es el trecho entre el mal y el bien.

Solomon
Nihilismo. Concepción extrema, que proclama que no hay justificación para los valores y, en particular, que no hay justificación para la moralidad. El término se usa en ocasiones para significar el rechazo activo como el ataque de los valores. La palabra fue inventada por el escritor Turguéniev, para describir a los jóvenes rebeldes en la Rusia de los zares. Desde entonces, ha sido usada para condenar a los que rehúsan aceptar algunos valores prevalentemente aceptados.

Bakhurst
Los herederos del occidentalismo, de los años 1860, fueron los nihilistas rusos, llamados de tal manera por su denuncia de la religión y de la moralidad, en favor de una reverencia positivista por la ciencia y por la ética utilitarista. El nihilismo es evocadoramente retratado en la novela de Turguéniev "Padres e hijos".




FIODOR DOSTOIEVSKY

Pleito por una propiedad.
Aspecto nada complicado, casi indiscutible.
Se envejece, más que por el numero, por la calidad de los años.
Su decadencia había empezado antes por dentro que por fuera.
Modales libres, atrevidos y graciosos, adustez y pesadez, pegado con el tiempo.
Luz y bondad.
Matiz de la tristeza y el dolor, tristeza voluble, como sin objeto, pero intensa.
Definitiva ruina de sus circunstancias económicas.
Se transformó en la soledad.
Signo especial de vanidad.
Razones inesperadas, inconcebibles, más elevadas.
Notable porción de reflexiones independientes.
Cosas graves y nimias.
Hechos en realidad existentes.
Rabia, opuesto a arrepentimiento.
Sarcasmo, opuesto a ternura.
Visible cotidiano desgaste de la memoria.
Evocaciones, reminiscencias, punto de vista nuevo, inopinado e inédito.
Sombría, unilateral y enferma razón.
Fiascos y humillaciones mundanos.
Ofender de modo franco y publico.
Epigrama chistoso.
Deudas de honor.
Relampagueante idea de abandonarlo todo.
Preocupaciones prosaicas.
Perspectiva del irremisible menester.
Armar un escándalo como un junker.
En virtud de un proceso orgánico mental.
Enojosa disposición del ánimo.
Maligna alegría.
Impresión del sueño.
Representar algo en la imaginación.
Solución del enigma.
Grado cómico.
Emocionado y aturdido, no podía razonar.
Vagueo, como quien desatiende su objeto.
Disposición de ánimo.
Expresarse con finura.
Condición de abstracción.
Arrebatado por sus evocaciones.
Intranquilo recuerdo.
Respeto como cosa debida.
Cualidades innatas.
Satisfacciones mundanas.
Literario y científico. Secundario, aunque útil.
Aducir razones y argumentos.
Envejecido, consecuente.
Huellas de impresión.
Emoción grata.
Gravedad infantil, desconfianza.
Saludo a la inglesa, hacer una ligera inclinación y dar la mano.
Consejero secreto.
Manifiesta furia.
Murmullo afanoso y llanto reprimido.
Plenas y radiantes ilusiones.
Mediar una circunstancia.
Primer amor, fogoso, ridículo y magnífico.
Recuerdo puro e irreprochable.
Vivo coloquio.
Maligno invencible deseo.
Los ojos del dolor grabados en la memoria.
Proceder con cálculo.
Tranquilamente y sin palabras superfluas, sin agitación.
Inclinaciones literarias.
Finalidad de la existencia.
Intemperancia y tristeza.
Tipos o categorías de fiera o mansos.
Motivos ocultos, ruines y bajos, pretensiones que mancillan.
Lleva la cuenta de la rectitud y la justicia, hace visajes.
Ruin insidia.
Alteración nerviosa, delirio.
Locura como de rabia felina.
Términos respetuosos y correctos.
Tropezando con la gente en su cavilosidad.
Inquieto y con repulsión.
Alegar una razón.
Acceder y aconsejar.
Ansioso de gastar.
Ebrio de gusto.
La inocencia gusta de obsequios.
Estilo desconocido y extravagante.
Arte de hablar en una reunión mundana, arte de semejar de todo punto ingenuo y dar a entender a un tiempo, que también a sus oyentes los aprecia uno igualmente sencillos. Arte de hacer que los demás actuasen en el diálogo.
Movido de emulación.
Estar a la altura del problema.
Velada artísticoliteraria de solteros.
Buscar la liberación de su pesar.
Jubilosa emoción.
Manera confidencial y patética.
Materia para seguir la conversación.
Constituir una razón para hablar.
Saltar un límite fatal.
Menester de salir a la defensa.
Cabeza de palo.
Papel del perro del hortelano. Ni para usted ni para los demás.
Discurrir con fundamento.
Despreciar como una viruta.
Con rabia me quería, el cariño más poderoso.
Filosófica soledad.
Fervoroso respeto.
Obligado a claudicar... por la pobreza.
Objeto grato.
Satisfecho de la aventura y el desenlace.
Reunía cuanto garantiza el éxito de un tenorio de capital, con las sabidas pretensiones sobre las mujeres.
Era manifiesto que siempre estaba dispuesto, era un ser humano enteramente ocioso y desocupado.
Halagar en grado sumo.
Ribetes de irritación.
(El eterno marido)

Consejero titular.
Rodeado de la realidad o dormido.
Poder con clara consciencia y lucidez, recoger las impresiones exteriores y reconocerlas como familiares y de la realidad cotidiana.
Elevado a una importante noción.
Reflexiones, por falta de organización, en loca e infructuosa rueda.
Cuidado idéntico, deleitoso arrobo y evidente placer.
Producir una desusada satisfacción.
Tema de la conversación y conversación propia.
Elocuente mímica de histrión.
Fragoso empedrado del zaguán.
Arrechucho de jovialidad.
Rígido de miedo.
Yo no soy yo, sino otro distinto.
Encarnado como la grana.
Tal es, sin que pueda existir otra razón específica.
Perdía el valor y, de alguna manera, se perdía propiamente, en cuanto tenía que declarar a alguien sus menudos asuntos.
Pronunciar la primera frase, piedra de tropiezo.
Reglas de buen tono.
Punto de vista escogido.
Requerir consejo.
Expresarse con concisión y exactitud.
Transformar radicalmente el carácter.
Frecuentar las amistades de buen humor.
Honor de manifestar.
Mi camino no se une con el de los demás.
Silencio expresivo.
Hablar con modesto orgullo.
Penosa impaciencia.
Despertó de su asombro y recogió sus sentidos.
Hipando angustioso.
Haber depuesto la inquietud.
Ocasión menos intempestiva.
Aun tiene leche en los labios.
Desplegar actividad.
Finalidad de las idas y venidas.
Categoría de empleados.
Buscar la gracia como la grana de indignado.
Dignidad ofendida.
Colmo de la admiración.
Conducirse, presentarse sans façon, en familia.
Punto de vista de las referencias oficiales.
Persuasión súbita y mortal.
Reconcentró sus energías, con el fin de meditar sobre su situación y adoptar alguna decisión adecuada.
Consejero, jefe de sección, protector.
Inspiración. Acometer empresas altas.
De más edad. Ventaja a la preeminencia.
Decir a punto fijo.
Palabras retumbantes y solemnes, creadas para demostrar qué y cómo la virtud descuella sobre las cualidades, el racionalismo, el vicio y la envidia, triunfando.
Envidia contenida dentro de modestos límites, de colegas.
Título de asesor.
Tiempo precioso.
Amabilidad contagiosa.
Describir de una manera persuasiva y adecuada.
Escritor modesto de acontecimientos notables en su categoría.
Respetable lector.
Vedado a mi inspiración.
Ser humano libre, vivía para él solo, no se sometía a nadie en lo más mínimo. Pero no estaba allí de una  manera exacta.
Espectador ocioso, que no alcanza a ver el espectáculo.
Aguardar e investigar.
Colarse de rondón.
Momentánea situación.
Reminiscencias históricas, ilusión.
Producir escándalo.
Nombre, mala sombra.
Lisonjas, ligera distracción sin finalidad visible ni razón especial.
Tener valor, no quererlo. Perder el valor, echarlo todo a perder.
No impulsado por su propia fuerza, obedeciendo una energía extraña que, sin consultar su voluntad, le empujaba hacia adelante.
Amenazaron con abandonarle todos los sentidos.
Lo que no ocurre no ocurre, como lo que ya ocurrió es imposible que no haya ocurrido.
Reflexionar a la sazón.
El bullicio se trocó en silencio, como por arte de magia.
Víctima de la fatalidad.
Consejero dignísimo.
Libre de su angustia, procedió a esparcir acá y allá la vista.
Solemnidad oficial.
Manera enteramente mecánica.
Extrema reserva.
Decisivo instante.
Realizar un atrevido golpe de mano. Confundir y aniquilar a sus enemigos.
Equivocado de una manera cruel e imperdonable.
Aire libre, ventura.
Húmeda nieve.
Impresionar de una manera positiva y honda su autoconciencia.
Inconcebible ignominia.
Nevar recio.
Afectar al honor.
Granjear la dicha.
Reflexiones tranquilizadoras y consolantes.
Encuentro, casual, sin importancia.
Razón desconocida.
Pretensión premeditada.
Turbión de nieve.
Justificada impaciencia.
Razones para perder el sentido.
Adornado de buenas cualidades.
Valor de apartar la vista del abismo.
Acelerar la ruina inevitable.
Expectación, un término.
Hincar las reflexiones.
Claridad pavorosa.
Tamaña maldad de sus enemigos, prueba de su perversidad diabólica.
Pesadilla, alucinación pasajera de su fantasía, desvarío nocturno momentáneo de su ánimo.
Perversidad de un enemigo, que se ha propuesto vengar su honor lastimado.
Con razones tranquilizó finalmente su autoconciencia.
Ocasiones análogas.
Razones alegables.
Se encaminó desalado a la oficina.
Haber prometido propiamente, de una manera formal.
Desasosiego e incertidumbre respecto a algo, que sobre él gravitaba inminente.
Meter prisa a la suerte.
Manera personal e inopinada.
Ingenio oficinesco.
Extraño, absurdo, sin igual.
¿Es el presente, o la prosecución de lo de ayer?
Colmo de desdichas.
Manera mecánica e inconsciente.
La expresión del semblante concordaba con sus actuales reflexiones. Algo rara.
Inusitado interés.
Asombrarse del lance.
Cosa digna de interés.
Fundado en una persuasión personal.
Mezclarse, soltar la liebre.
Se echó a temblar como la hoja en el árbol.
Presentarse una coyuntura apropiada.
Gravedad de la ofensa.
Poner la cabeza en el tajo.
Algo raro se cierne en los aires.
Inquietud, humildad y espanto.
Si es lícita la comparación.
Punto difícil de resolver.
Generosidad y bondad.
Amistad y protección.
Mendigo decente.
Uno que no estuviese hecho a tender la mano, como tal vez era preciso.
Poder, sentido, manera de ser útil.
Historia de sus yerros.
Abyección de un empleado.
Mendrugos de pan, que ablandaba con sus lágrimas.
Relato de calamidades.
Vulgar historia.
Punto litigioso.
Desempeñar el papel de protector.
Conducirse en lo futuro, no poniéndose en tales compromisos.
Colmo de la simpatía y la efusión.
Secretos chicos y grandes.
Carácter cándido.
Perseguido por la desgracia.
Tosquedad y poca educación.
Tramar un enredo fino.
La grandeza de ánimo y el dispendio son una virtud.
Profundamente duermen las criaturas vulgares.
Reproche ofensivo, insulto.
Datos verosímiles y fidedignos.
Chiquilicuatro, chisgarabís.
Echar mano de pretextos.
Burlas, sofiones y desaires.
Expresión preocupada y oficial.
Innata jovialidad de carácter.
Encargado de una misión especial.
Jefe del negociado.
Envidia y maldad de la husma de víctimas.
En buena sociedad, no está a nadie permitido decir a otro en su cara lo que de él imagina.
Nada faltaba, para que la semejanza fuera completa. Verdadero e imitación, original y copia.
Limitarse a exponer la tesis, la idea.
Recoger con diligencia debida el documento.
Cordial interés.
Protestar con fuerza, enérgico.
Razón inapelable. Momento libre para atender sus cosas.
Infligir una ignominia.
Defensa pasiva.
Punto redondo.
Sin resistencia ni castigo.
Sucios dobleces del pobre diablo.
Con hablar no se resuelve nada; es menester actuar.
Infundirse valor.
Fuerza de las circunstancias.
El asunto reflexionado razonablemente, a punto fijo, ¿qué procede hacer?
Lo que pasó ya no puede no de haber pasado.
La pobreza no es ningún defecto. Prescindamos de la pobreza.
Calco perfecto.
Destino, suerte ciega.
Empleado modelo y merecedor de que lo asciendan.
Satisfacer el gusto del ciudadano exigente.
Salir librado.
Haber hecho un gasto por valor de...
Sin dinero no se le da a nadie nada.
Herido en su vanidad.
El menester impele a manifestaciones.
Límites de lo correcto y decoroso.
Propósito deliberado y ofensivo.
Premeditado designio.
Halagar, untar la manteca en el pan.
Recto carácter.
Trámite de las explicaciones por escrito.
Razones bien fundadas.
Carácter agradable y jovial.
Sopesar maduramente la situación.
La inocencia es fuerte propiamente, opuesto al descaro y la insolencia.
La posición que cada uno ocupa en la Tierra se funda en postulados éticos.
Haber sembrado la cama de púas de puercoespín.
Pretensiones a la estimación de la gente.
Entereza de carácter.
Ingenio y buen tono.
Brillante producción mundana.
Rapidez del proceso legal.
Distinguido carácter conferido de la educación.
Pesado y dolorido el ánimo.
Cáfila de bandidos y traidores.
Rédito usurario.
Comisiones especiales.
Joven Faublas, seductor.
Apoyar el Gobierno una moción íntima, la cual experimento.
Deber beneficios.
Meter la razón en la cabeza.
Cual dotado de alas.
Capa que la Naturaleza le había concedido.
Ser humano listo y culto, el cual sabe apreciar las cosas grandes.
Distinguido y elevado punto de vista.
Colmo de su mala suerte.
Un hombre bueno no puede enseñar a uno nada malo.
La tristeza vive en los palacios.
La tierra lleva lejos los ruidos.
Conducirse en una situación desesperada.
Frotar las manos de gusto.
¿Qué tiene ese pícaro que freír con esa gente?
Él es otro ser humano y también yo soy otro ser humano. Él es él y yo soy yo, yo soy enteramente yo. Yo soy algo por completo mío. Yo no pude ser él. Duplicidad.
Reinando la lobreguez y la suciedad.
Firmeza de carácter.
La heroína daba a su Alfredo una señal, atando una cinta rosa a la ventana.
Temblar como la hoja de un álamo.
Maligno doble.
Dolor sobrenatural.
Noción del trance en el que se encontraba.
Padecer la honra.
En nuestros tiempos de lucro.
Receta de algunos malos poetas y novelistas alemanes. El suicidio.
(El Doble)

Ánimos revoltosos.
Palma de los favores.
Defecto de carencia de imaginación.
Los burlones se fijan, sobre todo, en la apariencia.
Ser humano machucho y serio, para quien ya era pasado el tiempo de las elegías.
Sórdida avaricia manifiesta.
Declara el biógrafo.
Lectores aficionados del estilo distinguido.
Los pormenores constituyen una singularidad distintiva, un rasgo dominante del carácter de nuestro protagonista.
Loca avaricia, exceso de previsión.
Ser humano intratable, reconcentrado e inaccesible.
Consejos y burlas.
Trapajosas antigüallas.
Idea indecorosa y grotesca.
Manifestación intempestiva.
Desarrollar copiosamente el tema, de que un ser humano pobre, nunca podría reflexionar en hacer economías.
Juzgar la ocasión, que ni pintada.
Aprovechar la coyuntura.
Declarar categóricamente.
Fines misteriosos, los conflictos estallaban sin dificultades ni preámbulos.
Haber ideado, para entrar en materia, una ayuda muy sutil.
Atajo de noticias apócrifas e inverosímiles.
Sometidos a un examen, para que atestiguasen su grado de ilustración.
Descarriarse en un dédalo de reflexiones insólitas, sin lograr acomodarlas a su particular entendimiento, juego mental, facultades singulares.
Apasionado investigador de la verdad.
Con la boca abierta y la pluma en el aire, más similar a la sombra de un ser inteligente, que a este ser propio.
Carácter misterioso y taciturno.
Silencio augusto.
Taimado y cuco.
Sufrir por la verdad.
Aptitud administrativa.
Ser humano lacio, de barba hirsuta.
Indigno, cobarde, indiscreto, lioso y necio.
Apartado del mundo y sus vanos ruidos.
El tiempo seguía su curso y se sucedían las horas y los días.
Sopor delirante.
Una liebre azorada se pega a la tierra, en sintiendo al cazador.
Sin escrúpulos de conducirse como un fantasma, a la fuerza de las leyes de la vida real.
Cima de una oleada humana.
Una borrascosa mar humana se encrespaba.
Poseído de una suerte de frenético rapto.
Sentía la presión del publico furioso, que le apretujaba como una serpiente, quitándole el resuello.
Racionalista, descamisado, sabihondo, hablar como un libro, volteriano.
Desbarra el necio, pero el sabio emplea su inteligencia.
Muestras de interés.
Tono de superioridad consciente.
Prudente, ríndete a la razón.
Energía del discurso.
Útil cultivo de conceptos.
Pasar un pánico regular.
Simple cero, menos que una corteza de naranja.
Pretensión de seguir los razonamientos.
Entender el súbito pánico.
Ponía la cabeza al revés, la vida es dura.
Jugar al interés.
Sueño o realidad.
Generalidad de latentes dotes naturales.
Los horrores de la anarquía llegaban al colmo.
Más imponente que el rayo, un caballero de distinguido porte, de semblante severo y malhumorado.
Intimación lacónica.
Inopinado industrialista.
Frase de rúbrica.
Pobre de ánimo sin imaginación.
Golondrina hacendosa.
(El caballero Projarchin)

Planear mis novelas y fantasear de qué manera escribirlas.
Sensaciones de los enfermos, engañosas.
Hoffmann, ilustrado por Gavarni.
Extraña disposición de ánimo.
Humorista alemán Safir.
Alemanes distinguidos, susceptibles y quisquillosos.
Dócil y humilde apresuramiento.
Perspectiva de independencia.
Las impresiones del pasado, al correr de la pluma, adquirirán un carácter más sosegado, armonioso.
Sólo el mecanismo de la escritura ya tiene su valor. Me tranquilizará y aplacará, despertará mis viejas costumbres de autor, orientará mis recuerdos y dolorosos sueños hacia la acción.
Infancia. La vida se manifestaba por primera vez, maravillosa y enigmática.
Verdad auténtica, de ley.
Gestionar un proceso legal.
Robar sin vergüenza ni censura.
Pruebas suficientes de culpabilidad.
Inalterable buen humor.
Bienestar y protección.
Fama escandalosa.
Innato ánimo de economía.
Escribir de forma detallada, sincera y amistosa.
Carácter frívolo, opuesto a reglas salvadoras y severas, imprescindible.
Acusar implacablemente.
Acusaciones e infundios.
Tranquilidad amistosa.
Fisonomía seria y deliberada.
Descrito con estilo simple, como hablamos.
Exigencia de elevación.
Para el favor no existen reglas.
"Abbanddon", novela romántica de Polivoí.
Gloria y dinero.
Rectitud de ánimo, opuesto a disimulos.
Venenosa calumnia.
Mostrarse las acusaciones indiscutibles.
No se podrá acusarle por una mala acción, sino lamentarlo.
El deber más elemental.
Terror místico.
Argumentos de la razón.
La gloria no da de comer.
Cúpula negra del cielo de Petersburgo.
Rublo de papel.
Apostura ociosa.
Inteligencia, finura y penetración.
Atolondramiento y ánimo infantil.
Éxito, dinero, celebridad y rango.
Alegría serena y total.
Desconfianza indagadora, suspicacia.
Enfermedad lenta, crónica e incesante, que gradual, pero inexorablemente, destruía su organismo.
Cejas acusadas.
Misterio de las circunstancias.
Fantasía de la disposición del ánimo.
Tonto como un pato.
Límite de las fuerzas.
Ilusiones renacidas.
Acusación en las palabras.
Examinar con atención alemana.
Pretexto, finalidad.
Especiales cálculos secretos.
Como actúa el tiempo.
En algunos casos, el dinero reporta la independencia frente una situación, la libertad de decidir.
Nudo de una novela.
Carácter extraño.
Historias sombrías y torturantes.
Límite de la paciencia.
Motivo de sospecha.
Contenido de las acusaciones.
Aspecto de gran asombro.
Soledad, sueños y lectura de novelas.
Entusiasmo sin límites.
Exactitud de almanaque. Lugares, ciudades, personajes.
Los nobles se refugian en un elevado y generoso desdén, en lugar de acudir a los tribunales.
Materia para reflexionar.
Acusar de engañar con premeditación.
Inculparse con una acusación falsa.
Gastos señoriales.
Límites de la prudencia.
Moral inventada para el confort.
Acusar de tarado, depravado e inmoral.
En somme. En resumen.
Consejos médicos.
Revestir el impulso.
Transformación del carácter.
Egoísmo del sufrimiento.
Hurgar la herida, deleite de mis ofendidos y humillados, oprimidos por el destino y conscientes de su injusticia.
Condición de agitación.
Renacer la indignación.
Transformar el odio en clemencia.
Menester de hablar.
Menester de la tristeza, del sufrimiento.
Razón obnubilada.
Primer trueno de la primavera.
Minuciosidad y apretada lentitud en la actividad profesional.
Estética literario.
Gloria literaria, gloria de fino impresor, gloria de la disertación.
Concepto literario.
Conversación culto-literaria.
Novelas cinceladas.
Vía oficial.
Costumbre alemana. Escribir cartas y un diario.
Alimentarse con sueños de venganza.
Tuberculosis. Enfermedad que desarrolla de una manera especial la susceptibilidad y cualquier tipo de exageraciones.
Canallada, punible, abyecto.
Manifestar cariño.
(Humillados y ofendidos)

Acusar de egoísmo, ingratitud, falta de respeto.
Exigir un tren de vida confortable.
Remesas de metálico.
Barón Brambeus, pseudónimo del escritor ruso José Ivanovitch Jenkosk (1800-1859).
Oxear las moscas.
Petersburgueses francmasones y propagandistas del ateísmo.
Calamidad, pepla.
Comercio, industria, fuentes, útil y provechoso.
Bufón, rabajado, humillado, herido en su ideal, de allí su carácter agrio y maligno, quiere vengarse en la humanidad.
Independencia intelectual y libertad racional.
Cólera de estilo silencioso.
Corvetas y reverencias.
Ciencia de los libros.
<<Me he atiborrado de pastel la barriga como Martín de jabón>>. Anécdota del refranero ruso.
Valor del talante intelectual.
Yemelka Pugatchev (1726-1775), impostor, se hizo pasar por Pedro III, cometió tropelías y desmanes, derrotado y apresado por las tropas de Catalina fue decapitado en Moscú. Dramática descripción de Puchkin.
Journal des Débats. Periódico francés de ideas progresistas, alcanzó gran difusión por Europa.
La verdad no perdona.
Cláusula humillante.
Independencia de criterio, mientras no pase de los límites impuestos por la discreción.
Una gran emoción puede inspirar especificaciones decisivas.
Exigir una contestación categórica.
Los indicios acusan.
Peripecias y emociones del día.
Cáliz amargo del dolor.
Aislamiento, humillación y reproches.
Reducido al ultimo grado de humillación.
Vida pedestre y lúgubre.
Frenología y usura.
Escrúpulos, vacilaciones, barreras que levanta la realidad y sus reglas rigurosas y fatales.
Ciega casualidad.
Calcular el valor de las circunstancias y sus consecuencias.
Humor angelical.
Genio de la Bondad.
(Stepantchikovo)

Emperatriz arcaica, que se desnudaba ante sus esclavos, por no apreciarlos seres humanos.
Tufillo lacayuno, que impregna las crónicas de la prensa mundial.
Centro balneario de Wiesbaden.
Radical y definitivo.
Los hombres no persiguen más que un fin; ganar o quitar algo a los demás.
Juego mauvais genre, de mal tono.
Dos tipos de juegos. De caballeros, por el placer de experimentar el proceso orgánico de ganancias y pérdidas, y plebeyo, ávido de ganancias, juego de la canalla.
Sometido a humillaciones y esclavitud.
Menester de dinero, simple afán de dinero.
Barón Rothschild, Hoppe y Compañía.
La profesión heredada de generación en generación, durante cien o doscientos años de paciencia, inteligencia, honradez, carácter, firmeza, cálculo y una cigüeña en el tejado.
Haber prestado dinero frente hipoteca de todos sus bienes, incluida la finca.
Sentir un menester serio.
Motivo suficiente para volverse loco.
Delirio, fatalismo.
Fin concreto.
Ultimo grado de humillación y bajeza.
Rusos dotados de un natural demasiado rico y complej, para poder encontrar una forma adecuada de expresión. Es cuestión de forma. Tendrían que ser geniales, para encontrar la forma conveniente. El genio se da raramente.
Reglas de conducta permitidas y mantenidas.
Modales franceses impecables.
El ser humano es déspota y experimenta placer haciendo sufrir.
Límites de la esclavitud y bajeza.
Haber abusado de las circunstancias de los síntomas de la enfermedad en el mundo jurídico. En los procesos legales criminales, los abogados esgrimen en favor de sus clientes el argumento de que, en el momento de cometer el delito, se hallaban totalmente ofuscados, prueba de una supuesta enfermedad. La medicina les da la razón, confirma la existencia de una enfermedad, locura transitoria, en la que el ser humano no recuerda nada, o a medias.
Personalidad jurídica.
Francés, ser humano amable por organización, por interés.
Rutina de formas establecidas, de amabilidad de salón, desenvoltura y jovialidad.
Gesto de ironía manifiesto, no disimulado.
Obstinados ingleses.
Predestinada, condenada, maldita, dispuesta a aceptar los horrores de la vida y la pasión.
Fascinado por la visión de un basilisco.
Curar con polvo de heno.
Cura de aguas, la obstrucción desaparecerá.
Duelos, gallos.
Al pájaro se le capta por el vuelo.
Quien tema al lobo, que no vaya al bosque.
Liberal desengañado y arruinado.
C´etait du feu. Esto ha sido brillantísimo.
La suerte es tornadiza.
Locura inconcebible.
Los croupiers, ceremoniosos, con aire de vulgares empleados, a los que nada importa que gane o pierda la banca, no son indiferentes y tienen instrucciones precisas, para atraer a los jugadores y velar por el interés del fisco, por lo que reciben premios y gratificaciones.
Examinar con excesiva curiosidad, descortesía.
Expresión grave, triste y preocupada.
Grado de general.
Influencia de las impresiones, fuertes, aunque desordenadas.
Pasión fuerte y auténtica.
Exigir la finca por vía judicial.
Passe es una serie de cifras, de diecinueve a treinta y seis.
Negro, opuesto al rojo.
Un verdadero ruso, un calmuco.
Hablar sin pies ni cabeza, a batons rompus, sin ilación, a gritos.
Mala señal, probar la suerte en dos ocasiones en una mesa.
Embrutecido, haber renunciado a la vida, a los intereses particulares y de la sociedad, al deber de ciudadano y de ser humano, a todo fin, que no sea ganar y a los propios recuerdos.
Alusiones y comparaciones innobles.
Capricho de algún inglés excéntrico.
La amistad se funda, en gran parte, en la humillación.
(El jugador)

Declaración con arreglo a los términos de rúbrica.
(Diario de Raskolnikov)


Wilde
Se conciben los seres simpáticos en las novelas de Dostoievsky, en figura de parásitos adulones, ladrones, borrachos, sumisos como insolventes, facinerosos, criminales si llega el caso.
Los grandes literatos (Barbey d´Aurevilly, Dostoievsky, Thomas Hardy) no han hecho nunca más que una sola novela, o más bien, han refractado en torno de diversos ambientes una belleza, que aportan al mundo.

Chejov
De un cuento de Dostoyevski, un viejo patea el retrato de su amada hija por ser culpable a sus ojos.
La proeza religiosa de las solteronas según Dostoyevski, Leskov y Petcherski.
Saltykov-Chedrin o Dostoyevski podrían ser psicólogos.
Tengo talento, audacia, inteligencia. De haber llevado una vida habitual podría haber sido un Schopenhauer, un Dostoyevski.

Gide
Entiendo a Dmitri Karamazov, cuando pregunta a su hermano si entiende que pueda uno matarse por entusiasmo, por simple exceso de vida, por estallido.
Puede uno matarse por simple exceso de vida, por entusiasmo, como decía Dmitri Karamazov.

Yeats
El Idiota de Dostoievski era un tipo demasiado maduro.
Un personaje del "Idiota" invita a otros a contar sus peores acciones a fin de poder declarar que robó media corona permitiendo que una camarera cargase con la culpa.
Con Dostoievski el amalgamamiento es menos intelectual, menos organizado que con Flaubert; ha alcanzado el punto de equilibrio a lo largo de la vida, no a través del proceso deliberado de su arte; su voluntad entera, no exclusivamente su voluntad intelectual ha sido sacudida. Sus personajes opuestamente a los de "Bouvard y Pécuchet" con los que se refleja esa voluntad rota son conscientes de la existencia de un todo inasible al que se ha dado un nombre divino. Un momento se ha roto ese fragmento, esa referencia de nuestro propio ser; son un Udan Adan (Blake) <<llorando al borde de la nada, llorando por Jerusalén con débiles, casi inarticulados gemidos>>; no ha llegado la completa sumisión.
Dostoievski semejaba a los que primero aclamaron su genio cuando abandonaba la pluma un loco histérico. 

Gorki
Turguenev, Dostoievsky, León Tolstoy estaban de alguna manera más allá de los límites de la preferencia.

Walser
No sé si estoy o no autorizado a decir, como aquel príncipe Vronski, en el libro "Humillados y ofendidos", del ruso Dostoievski, que preciso dinero y compañía.
Como aquel príncipe ruso en la historia del famoso escritor, yo busco cualquier suerte de cosas agradables, cuantas más mejor.

Benjamin
La novela de crímenes, que en su tiempo primero mucho ha hecho por la psicología, como un Dostoyewski, se pone a disposición de la discusión social en el ápice de su evolución. El criminal tiene en el libro, como en la realidad, su holganza en la sociedad, como esta, igual que en la sociedad participa de su rapiña. A Dostoyewski le importaba la psicología, ponía de bulto la porción de crimen que hay en los hombres.

Ball
Esporádicamente (como con Chaadaiev, Dostoievski, Soloviov, Rosanov) se produce la pretensión de dar una nueva interpretación a los dogmas. Estos rebeldes son realmente doctores de la Iglesia heréticos.
Dostoievski, "La Casa de los muertos". La Kátorga y cualquier prisión educa enterrando los delincuentes y haciéndoles olvidar su antigua vida anterior.
"Los demonios". Una psicología como la de Dostoievski que proviene de la infinitud del corazón, una aptitud de motivación ilimitada tiene sus peligros. Los límites de lo lícito y lo ilícito se quiebran; el crimen semeja plausible; el prodigio natural. Una psicología semejante podría ser la abolición de las leyes, un anarquismo de la índole más sublime. Nietzsche sabía por qué triunfaba. Para el ortodoxo Dostoievski casi no habría tenido un elogio y él alaba a los psicólogos. Pero la psicología como regla es antinómica. Dostoievski podría ser más que un simple psicólogo. Podría ser el poseído que pretende ser su propio exorcista. Su psicología ilumina lo ultimo y lo más recóndito de los oscuros rincones del sofismo contemporáneo. Al fin y al cabo sus novelas como todos sus napoleónidas criminales, ateos y rebeldes tal vez sea la declaración más general del pasado siglo que con él aparece aferrado con cadenas a la Iglesia como Prometeo a la roca del Cáucaso.
El opúsculo de Hesse sobre Dostoievski. La caracterización de Mishkin. Mishkin se diferencia de todos los demás porque como idiota y epiléptico aunque a un tiempo sea un ser humano extraordinariamente inteligente tiene referencias más instantáneas con el inconsciente de cualquier otro.

Adler
Dostoyewsky, "El idiota".

Musil
Nietzsche, Altenberg, Dostoievski y otros autores, tenían que resignarse a descansar sobre el suelo o sobre la cama.
Dostoievsky, Strindberg y Freud encontraron los demonios del subconsciente.
La profundidad psicológica de Dostoiewski.
El gran Dostoiewski había hallado una referencia entre amor, idiotez y santidad interior; pero los hombres actuales, los que no habían sabido de la Rusia creyente, tenían menester primero de una redención especial, para poder entender aquella reflexión. La secreta sensación del corazón.
¿Cómo es que sólo en plena ventolera se te ha ocurrido hablar de Dostoievsky y Beyle?

Moravia
Solución existencial de tipo dostoievskiano.
Dostoievsky describió la desorientación. Fue el creador del existencialismo. Sustituyó la referencia entre el hombre y la sociedad, como en Balzac, Flaubert, Dickens, Tolstoi, por la referencia del ser humano consigo.

Savinio
<<Vida de Dostoievski>>, escrita por su hija Lubova.
Dostoievski creador de Stavroguin.
Odio de Conrad hacia Dostoievski.
Trance, disposición de ánimo del Raskólnikov, cansado, impotente de seguir luchando por más tiempo con el delito; el Raskólnikov que se entrega a Porfirio.

Leduc
Describiendo a Dostoievski de rodillas a los pies de una dama. Él mendigaba elogios. Había que perdonarlo.
Dostoievski, "Los poseídos".
Una brizna de ensueño, sin embargo, para la casa de Breton, de Céline, de Dostoievski, donde no tengo más que amigos.

E. H. Carr
En 1849, los seguidores de Petrashevsky fueron arrestados en la fortaleza de Pedro y Pablo. Entre los que se encontraban Speshnev y el novelista Dostoievsky, los cuales fueron desterrados a Siberia, por su participación en una alegada conspiración.
El complejo amor-odio de los ensayos psicológicos de los primeros románticos y los profundos análisis de Dostoievsky.
El crimen de Ivanov, en el que Dostoievsky fundó la intriga de su novela "Los endemoniados", tuvo lugar el 21 de noviembre de 1869; cuatro días después fue hallada la víctima en una charca.
Consignar que en la novela de Dostoievsky, que sigue estrechamente la historia del crimen de Ivanov por Nechaev, los dedos del criminal son mordidos no por la víctima, sino por el suicida-maníaco Kirilov.

Shaw
La traza de un poseso salido de una novela de Dostoievski, malvado y casi loco, con el rostro ajado por los placeres perversos y las visiones obsesionantes de la muerte.
En uno de los libros de Dostoievski, un personaje, llamado el príncipe Michkin, pretende casarse con una ramera, impelido por el sentimiento de sus propios pecados y de su culpabilidad. 

Russell
Hay una frase famosa. <<La razón es, y sólo debería ser, esclava de las pasiones>>. Esta frase no procede de los libros de Rousseau, Dostoievsky o Sartre, sino de David Hume.

A. Huxley
Es un Peter Pan a lo Dostoievski, más años noventa.
Ríase usted, mr. Dostoievski. Pero permítame decirle que Stavrogin y no Mishkin es el que debería ser llamado el idiota. Él es incomparablemente el más idiota de los dos, el más completo pervertido.

Lukács
Autores pronunciadamente imparciales como Schiller y Dostoyevski. Dostoyevski llega a calumniar a sus propios personajes.

Camus
A través de las experiencias dostoyevskianas del condenado a muerte, Chestov ilumina y magnifica la rebelión humana ante lo irremediable.
<<Todo está permitido>>, exclama Iván Karamazov. Eso huele a absurdo. Aunque a condición de no entenderlo de manera vulgar. No significa que nada esté prohibido.
Todos los personajes de Dostoyevski se preguntan por el sentido de la vida. Son modernos en eso; no temen al ridículo. Lo que distingue la sensibilidad moderna de la sensibilidad clásica es que esta se nutre de problemas morales y aquella de problemas metafísicos. En las novelas de Dostoyevski la cuestión se plantea con tal intensidad, que no admite sino soluciones extremas. La existencia es engañosa o es eterna. Si Dostoyevski se contentara con este examen sería filósofo. Pero ilustra las consecuencias que estos juegos del ánimo pueden tener en una vida humana y en eso es artista. Entre esas consecuencias prefiere la ultima, la que llama en el "Diccionario de un escritor" suicidio racional. En las entregas de diciembre de 1876 imagina el razonamiento del suicidio racional. Persuadido de que la existencia humana es un perfecto absurdo para quien no acepta la eternidad, llega a la desesperación. Hay, sin embargo, algo de humor en esta postura. Este suicida se mata porque se siente vejado en el plano metafísico. En un sentido, se venga. Es una manera que tiene de probar que no podrán con él. Idéntico tema se encarna, aunque con más admirable amplitud, en Kirilov, personaje de "Los endemoniados", partidario también del suicidio racional. El ingeniero Kirilov declara que quiere quitarse la vida porque esa es su idea. Se dispone a perecer por una idea, por una reflexión. Ese es el suicidio superior. Progresivamente, a lo largo de los capítulos en los que la personalidad de Kirilov se aclara, se nos va entregando la reflexión moral que lo anima. Por inferencia acepta que se utilice su suicidio en beneficio de una causa que desprecia. Prepara su gesto con una mezcla de sentimientos de rebelión y libertad. Kirilov es, pues, un personaje absurdo -aunque con la reserva existencial de que se mata-. Pero explica ese absurdo y de tal suerte que desvela al tiempo el secreto absurdo en su entera pureza. Añade a su racionalidad mortal una ambición extraordinaria, que da al personaje su perspectiva; quiere matarse para transformarse en divino. Es importante señalar, ante todo, que el ser humano que exhibe esta pretensión insensata es muy de este mundo. Es pueril y colérico, apasionado, metódico y sensible. Del superhombre no tiene más que lo racional y la idea fija, del ser humano tiene todos los registros.
Kirilov reaparece en otros personajes que también plantean nuevos temas absurdos. Stavroguin e Iván Karamazov ejercitan en la vida práctica verdades absurdas. A quienes libera la muerte de Kirilov. Stavroguin lleva una vida irónica. Despierta el odio a su alrededor. Y, sin embargo, la frase clave de este personaje se encuentra en una carta de despedida. <<No he podido detestar nada>>. Es zar en la indiferencia. Iván lo es también al negarse a abdicar de los poderes regios del ánimo. A quienes como su hermano prueban con sus vidas ser preciso humillarse para creer, podría replicarles que la condición es indigna. Su frase clave es el <<todo está permitido>>, con el conveniente matiz de tristeza.
¡Qué prodigiosa creación aquella en la que estos seres de fuego y hielo nos son familiares. El apasionado mundo de la indiferencia que brama en su corazón no se nos antoja monstruoso. En él encontramos nuestras angustias cotidianas. Y nadie como Dostoyevski supo dar al mundo absurdo prestigios próximos y torturadores. 
Como el razonamiento del suicida racional había provocado algunas protestas de los críticos, Dostoyevski desarrolla su posición.
No es un novelista absurdo quien nos habla, sino un novelista existencial. También aquí el salto es emocionante, confiere su grandeza al arte que lo inspira. Es una adhesión conmovedora, llena de dudas, incierta y ardiente.
Boris de Schloezer, comentarista de Dostoyevki, señala que Dostoyevki está conchabado con Iván y que los capítulos positivos de los "Karamazov" le exigieron tres meses de esfuerzos, mientras que compuso en tres semanas, en plena exaltación, los que llamaba blasfemos.
Estimación curiosa y penetrante de Gide. Casi todos los protagonistas de Dostoyevski son polígamos.
El Edipo de Sófocles como el Kirilov de Dostoyevski, da la fórmula de la victoria absurda. 

Calvino
Raskolnikov contaba los peldaños que lo separaban de la puerta de la vieja.

Abbagnano
Dostoievski se hizo profeta del patriotismo ruso.

Tomalin
El año 1862, el novelista ruso Dostoyevski, admirador de Dickens (había leído el "Club Pickwick" y "David Copperfield" durante su prisión) le fue a ver a Wellington Street. Dostoyevski presentó las palabras de Dickens. "Las personas buenas y sencillas de sus novelas son lo que le habría gustado ser y los malos eran lo que veía en él"".

Kerouac
Una exageración de Dostoiewski. Metía periódicos dentro de los zapatos y andaba con un sombrero hecho con un tubo de chimenea que había encontrado en un cubo de basura. 

Ludlum
Imitar a Dostoievski.

Yevtushenko
Había una tercera salida, que era la de convertirse, dentro del país, en disidente. Pero entre los disidentes se contaban personas maravillosas y puras, como Sájarov o Kópelev, y también gente ambiciosa y rabiosamente intolerante y sectaria, snobs altivos, personajes como Shigaliov y Verjovienski, salidos directamente de las páginas de "Los endemoniados", de Dostoievski.
Akaki Akákievich era una nulidad y un cobarde. Aliosha Karamázov estaba casi pirado. Pierre Bezújov era un pusilánime vestido de frac. En el campo de Borodinó debió dedicarse a jugar al golf y no a luchar. El doctor Zhivago no hallaba su sitio en plena Guerra Civil, y no hacía más que agitarse bajo el hielo. La literatura rusa no desenmascaraba a esos antihéroes, sino que los cantaba.
El significado de la palabra convergencia, en "Los hermanos Karamázov".
Despertó a la portera y le pidió un hacha. La mujer se asustó enormemente ante semejante demanda a aquellas horas de la noche, pese a que no era probable que hubiera leído "Crimen y castigo".
También Pushkin y Blok prestaron piadosa atención a sus hermanas caídas, que les correspondieron con no menos piedad. No creo que cuando Kuprín trabajaba en su novela "Yama", desdeñara el estudio en directo del material humano. Le sucedió igual a Dostoievski en Montecarlo. Pero después se le desencadenó un complejo de culpa a lo Nejliúdov, el protagonista de "Resurrección", de Tolstói.
Los libros son también una especie de escalada. Para que a uno no le dé vueltas la cabeza, tiene que apretarse también con las rocas. De esa manera, uno no se estrella.

Koestler
"Los poseídos" eran un tropel envidiable de maníacos.

Deutscher
La distancia entre la literatura y la política es en Rusia y siempre lo ha sido, muy corta, pues allí el "arte por el arte" no ha gozado nunca de mucha aceptación. Los rusos han esperado de sus novelistas, poetas y literatos, que actúen como su autoconciencia social  y que produzcan el mensaje político de su tiempo. Son muy pocos los grandes escritores rusos que han cumplido esa ilusión. Puchkin, Tólstoi, Dostoyevski, Gorki, para no hablar de escritores como Bielinski y Chernichevski, tuvieron algo de intuición política en su tiempo. Por otra parte, muchos de los líderes fueron hombres de letras. El literato ruso es potencialmente un portavoz político y todo fermento de ideas en literatura afecta por contagio la atmósfera política del país.

Nooteboom
Los trenes de Dostoievski y Nabokov con destino a Baden-Baden y Biarritz.

Bernhard
"El adolescente", de Dostoievski.
Leí "Los demonios", no había leído durante mi vida un libro de aquella insaciabilidad y radicalismo ni generalmente un libro muy grueso y me aturdí, durante algún tiempo me disolví con aquellos demonios. Cuando volví no quise hacer otra cosa por algún tiempo, porque estaba persuadido de caer bajo una inmensa decepción, a un espantoso abismo. La monstruosidad de los demonios me había dado fuerzas, mostrado un camino, dicho que estaba sobre el verdadero camino, hacia afuera. Había sido afectado por una creación literaria salvaje y grande, para salir como un campeón.

Sciascia
Fomà Fomíc. "La aldea de Stepanchikovo y sus habitantes", novela humorística, 1859. Personaje negativo, un literato, inconcluso e inconcluyente, un tartuffe.

Bauer
"Los endemoniados". La caridad corrompe, porque sólo aumenta la pobreza.

Orton
Pretendí leer "El idiota" y renuncié. Qué carga de palabras.

Vonnegut
Todo lo que podía saberse de la vida estaba en "Los hermanos Karamázov", de Fédor Dostoievski. Pero eso ya no es suficiente.

Kraus
Occidente no tenía experiencia de los escritos de la <<Intelligentsia>>, sino a través de Dostoiewsky y Tolstoi.
El influjo del Este de Dostoiewsky y Tolstoi.

Kriegel
Por cuanto a la suerte de los presos políticos y de los exiliados a Siberia, de la época de Dostoievski, la población concentracionaria se contaba por millares.

Pauza
Con "El ánimo de Rusia" (1913), Masaryk analiza la intelectualidad rusa del siglo XIX, subrayando la mentalidad de Dostoievski.

Themerson
Dostoievski, un escritor repugnante.

Tamás
El <<Círculo de los domingos>>, el primer grupo que adoptó al filósofo Lucács, combinó el platonismo con Dostoievski y Kierkegaard. Asumió el papel de ideólogo mesiánico de la Republica Soviética Húngara, el año 1919, cuando un joven filósofo leía pasajes de "Los hermanos Karamazov" para ganar a los oficiales.

Hitchens
El gran inquisidor y su rescatador de "Los hermanos Karamazov".
Dostoievsky plantea mejor los dilemas éticos importantes que los cuentos morales mitológicos de los libros sagrados.
La réplica de Aliosha a la pregunta de Iván de la tortura sagrada de un niño consistió en decir en voz baja <<No, no me prestaría>>.
Con "Los hermanos Karamazov" Dostoievsky se mostraba crítico con la religión (y vivía bajo un despotismo santificado por la Iglesia) y también caracterizó a su personaje Smerdiakov como una figura vanidosa, crédula y necia; pero la máxima de Smerdiakov segun la cual <<si la divinidad no existe tampoco existe la virtud>> resuena con aquellos que perciben retrospectivamente la agitación rusa bajo el prisma del siglo XX.

Parkes
Nishitani Keiji (1900-1990). Profundamente influido por figuras occidentales como Dostoievski, es una figura de la escuela de Kioto.

Haldeman
Dostoievski. Un metro cuadrado de tierra.

Schwarnitz
La oposición ideológica entre prooccidentales y eslavófilos ayuda a entender la creación del máximo representante de la novela psicológica, Fedor Dostoievski (1821-1881). Dostoievski se integró en un círculo de intelectuales, que leían los escritos prohibidos de los socialistas franceses. Fueron acusados de conspiración y condenados a muerte. Dostoievski iba a ser ejecutado, pero fue condenado a cuatro años en Omsk y a otros cuatro de prestación bélica (1849). Su reclusión en Omsk le permitió ver las capas más bajas de la sociedad rusa. Fraguó su idea del rescate a través del sufrimiento. Entre los años 1879-1880, aparecieron "Los hermanos Karamazov", que refleja otro trauma en la vida de Dostoievski; el crimen de su padre.
Esta novela cuenta la historia de Fedor Pavlovich Karamazov y de sus cuatro hijos, Dimitri, Iván, Alesa y el epiléptico Smeryakov. El viejo Fedor, un odioso payaso, rivaliza con Dimitri por Grusenka, la bella del lugar. Poco tiempo después, el viejo Fedor es encontrado muerto. A Dimitri se le encarcela, acusado del crimen. La novela entrelaza esta historia con el destino de los otros hermanos; Iván, un brillante intelectual, no puede sino reconocer que había deseado la muerte de su padre y que había insuflado este deseo en su hermanastro Smeryakov. El racionalismo de Iván se distorsiona con la religiosidad de Alesa y de Zosimo, su mentor, a través del cual Dostoievski tiene la ocasión de expresar sus persuasiones teológicas. Con su escenificación radical de un mundo sin la divinidad, Dostoievski avanza las ideas respecto del carácter absurdo de la existencia humana, que desarrollarán los existencialistas. El ateo Iván es víctima de la locura, mientras Dimitri es condenado por parricidio, crimen que ha cometido Smeryakov.

Bakhurst
Los filósofos religiosos rusos Nicolái Berdiáev y Lev Shestov (1866-1936), forzados a emigrar, estuvieron influidos por Dostoievsky, cuyas novelas (especialmente "Endemoniados" y "Los hermanos Karamázov") contenían una disertación profética del radicalismo ruso.

Pinker
Quién no va a entender al preso Dmitri Karamazov cuando pretende dilucidar lo que termina de aprender de un académico el cual le ha visitado.
La presciencia de Dostoievski.
Dmitri Karamazov meditaba en aquella celda del siglo XIX sobre el hecho de que la reflexión procede de unas colas de los nervios que se agitan y no de un alma inmaterial.
Ivan Karamazov conocedor de las atrocidades cometidas por los turcos en Bulgaria.


Harriet Beecher Stowe

Raza anglosajona, fría y dominadora.
El autor desaprueba todo sentimiento rencoroso hacia las personas que, sin culpa suya, se han visto mezcladas en las luchas y dificultades de las referencias legales de la esclavitud.
La política se agita y discute y los hombres siguen las fluctuaciones de sus instintos y deseos.
Cuando he dicho no, es porque no quiero.
Un segundo Wilberforce.
Cómo la humanidad y la filantropía se revisten, en algunos casos, de formas extrañas.
Imposible será obtener nada bueno respecto de la esclavitud.
A los ojos de la ley no era un ser humano, sino una cosa.
Actividades degradantes, más amargas por las vejaciones de una ingeniosa tiranía.
Mi vida es más amarga que la hiel.
Sus gesticulaciones anunciaban una desesperada resolución.
Regiones de la sociedad.
La reflexión unida a la bondad.
Sencillez humilde y reservada.
El africano busca siempre imágenes vivas y pintorescas.
Haley, mercader de negros.
Cruel menester.
El juguete favorito, un pequeño lorito de madera pintado.
Caída de un presidente del Consejo.
Ese talento útil a los políticos. Sabía poner siempre la vela del lado de donde sopla el viento favorable.
Gesto de temor muy cómico.
Cansancio y hambre.
Esa percepción pronta y peculiar de disposición de la excitación. La inspiración.
La ilusión de atravesar el río.
Cazador en beneficio de un tercero.
Los deberes publicos que impone la Constitución.
En defensa de mis ideas, en defensa de mi patria y en defensa de la sociedad, en general.
El manantial de las lágrimas.
Esa patria común donde terminan todos los dolores.
La muerte, esa reina del terror.
Partos de la ficción.
Aquellos tiempos poéticos, cuando las fantasías orientales reinaban en España.
La tisana de nebrina es excelente para la jaqueca.
Profetante. Ser humano que hace profesión de piedad.
Cuando el África posea una raza culta y elevada -y es menester que alguna vez desempeñe su papel en el gran drama humano-, se desarrollará la vida con una magnificencia y un esplendor, apenas soñados por los pueblos septentrionales.
Era un ser humano, que sabía lo que hacía y era de una perspicacia nada común.
Flores retóricas.
Movimiento involuntario.
Sombras dulces y tranquilas.
Figura casi inmaterial.
Mi conducta guarda poca armonía con mis valores.
Cuestión abstracta de la esclavitud.
La esclavitud es una invención del diablo y es la muestra más bella de lo que puede hacer en su género.
Raza humana. Debilidad y error.
Órgano de la veneración.
Aquellas nubes imitan grandes puertas de perlas.
Hermosa estrella del cielo doméstico.
La educación de los niños es la realización esencial de la raza humana.
La educación, para ayudar en alguna cosa, debe ser una institución, o es menester que congregue un gran numero de personas, a fin de que pueda extenderse.
Persuasión tranquila como los rayos del sol poniente, dulce como el silencio armonioso de un día de otoño.
Tenía, como todos los pequeñuelos, la persuasión íntima de que una madre no podía menos, que llevar siempre la razón.
Como una paloma fatigada.
Media noche, hora extraña y misteriosa, cuando el velo que separa al frágil presente del porvenir eterno es más espeso.
El río del tiempo.
La tristeza, semejante a un profundo letargo.
Ficción legal.
El monstruoso sistema de injusticias, fundamento de nuestra sociedad.
Se os invitará políticamente.
Matar la reflexión y convertir en bruto.
El ser embrutecido es inferior al bruto.
La opinión es una cosa muy delicada; puede sentirse sin expresarse.
Una repulsión, la antipatía natural de los malos por los buenos.
Tono de amarga burla.
Personificación fiel del poder de las tinieblas.
Furiosa locura.
Como todo ignorante, tenía a los locos un miedo supersticioso.
Bóveda fúnebre.
Piratas de las Islas Orientales.
Patria de la gloria celestial.
Resplandor siniestro.
Prendas morales.
Riberas eternas.
Las densas tinieblas de la esclavitud.
La oprimida y encadenada raza africana es la que escojo. Y si algún deseo abrigase en este particular, sería el de ser más negro de lo que soy.
Sentir como es debido.
El país que tolera en su seno una grande injusticia, lleva los elementos de una convulsión terrible.
(La Cabaña del Tío Tom)



Stuart Mill
El <<tío Tom>> bajo su primer dueño tenía su cabaña en la que hacía una vida propia casi como cualquier ser humano que vuelve a su casa y con su familia después de la tarea.

Moore
"La cabaña del tío Tom". Los libros de su madre.

Joyce
Reza-tus Rezos Timothy y Vuelve-a-la-Cabaña Tom.

Russell
"Relatos de un cazador", de Turgueniev, con todo el arte de un gran novelista, daba un retrato transigente de las penas y alegrías, creando de esta manera una sensibilidad rousseauniana, en los aristócratas del ocio de ánimo liberal. "La cabaña del tío Tom" rindió igual actividad a los esclavos de Estados Unidos. En los dos países fue abolida la institución opresora cuando los hombres ya no podían negar que los oprimidos tenían la aptitud para las penas y las alegrías de sus opresores. La controversia entre sus enemigos y sus defensores era la controversia en cuanto a las emociones humanas.

Highsmith
Simon Legree, personaje de "La cabaña del tío Tom", destaca por su crueldad.

Vonnegut
Era un buen momento para enterrar la novela precisamente cuando un virginiano cien años después de Appomattox había escrito "La cabaña del Tío Tom".
El melodrama fascinante "La cabaña del Tío Tom" antes de la guerra de secesión.

Schwarnitz
Harriett Beecher-Stowe (1811-1896), "La cabaña del tío Tom", 1852. El protagonista es un viejo esclavo afroamericano leal a su patrono blanco y a su hija Eva; pero después de aguantar con resignación numerosas pruebas es golpeado hasta la muerte por un capataz. Los pasajes más memorables y emotivos del libro son aquellos en los que se cuenta la muerte de la pequeña Eva y la huida de una esclava con su hijito a través de los témpanos de hielo de Ohio. La novela fue escrita como réplica a la ley que mandaba la persecución de los esclavos huidos. Influyó en los norteamericanos. Lincoln elogió a la autora, a la cual llamó Little lady.

Tomalin
Una descripción cruel del libro de Harriet Beecher Stowe consistente en una sola palabra, <<voluminoso>>.
Dickens expresó su indignación con la señora Beecher Stowe por publicar un libro titulado "Lady Byron reivindicada". Cuando visitó dos años atrás a la hija de Byron, Ada, <<lo que menos podía imaginar al hablarme de su padre era que los ánimos necrófagos ya estuvieran afilando las uñas para abalanzarse sobre la tumba>>.


DION BOUCICAULT

Hay lugares que semejan a primera vista inaccesibles al romance.
Dos cabelleros semejaban pulcros, serios, precisos y poco románticos como el lugar.
Una mandíbula cuadrada que presagiaba resolución y una tez pálida que era casi cadavérica. Pero con una verosímil dignidad rígida y respetabilidad.
Putney, barrio londinense.
Los supresores vivos de las referencias confidenciales, lacayos y mayordomo.
El aire consciente que precede un tema atractivo.
Un moralista muy estricto.
El mimetismo era desgraciadamente un hábito para él.
La suavidad y pulcritud de la carta de un comerciante.
Respiró hondo como quien está a punto de mejorar un terrible peso.
Eludir la especulación.
Lágrimas casi histéricas.
Una visita irregular, prematura y monstruosa.
Un descontador o corredor de billetes. Rebajar una cantidad al tiempo de pagar una cuenta, una factura, un pagaré.
Con la elevada indiferencia de un rico que nunca había roto un compromiso.
¡Ah!, dijo con un mundo de significado. 
Con qué crímenes son traicionados los hombres respetables a la hora de la tentación.
Dar consejos con un susurro.
Dragones con librea.
Una irregularidad de la factura endosada que debe ser explicada.
Un mandato de arresto por falsificación.
Percibir todo el horrible significado.
Un sueño intranquilo.
Su salud corporal cedió bajo su angustia mental.
La acusación contenía dos cargos; uno por falsificar la nota de mano, el otro por pronunciarlo sabiendo que estaba falsificado.
Declarar con genuina emoción.
Es sencillo despojar las palabras de su significado con una entonación falsa y los presos generalmente reciben este fragmento de cantinela con un silencio sepulcral. ¿Para qué? El canto no transmite ninguna idea a sus oídos e imaginarían replicar las notas de un cuco.
Un preso rara vez habla con un juez sin manifestar malas leyes, mala razón o palabras calientes.
Despedirse con emoción.
Arreado con los mayores sinvergüenzas de la creación no lo redujeron a su nivel, pero dañaron su mente. 
Con una brasa en el pecho, una criatura amargada, envenenada; esperando poco, creyendo poco, temiendo poco y odiando mucho.
Obedeció con un lúgubre silencio.
Había una impaciencia nerviosa en sus cartas.
Un comerciante muy ambicioso y en ascenso.
Un cariño cuya calidez, sinceridad y soltería eran manifiestas.
El ánimo rector de la firma comercial.
A la cola de una amenaza.
Las flores, estas lindas compañeras y niñeras no tenían vicios.
Se transformó como el sol de su existencia solitaria.
Cada día bebía más profundamente de una pasión insana pero purificadora y elevadora.
La vigilancia de los celos y la detección de la vigilancia.
Apolo rescató a Horacio de escuchar las rimas de un poetastro.
Somnus, pequeña divinidad benéfica equivalente romano de Hipnos.
Una conmoción general.
Atribuir el mérito.
Un toque de severidad.
Se retorció en su cama como una criatura agonizante bajo vivisección.
Aguijoneada con los celos.
Una mirada de rabia concentrada y de resolución.
El amante aficionado.
Esperó con una paciencia y una inmovilidad que presagiaban el mal.
Tiro o disparo de cisne. Perdigones de gran tamaño para la caza.
La luna se puso; las estrellas brillaron más claras. 
El amor y la venganza lo habían eludido.
Una persona con una disposición amable pero una tenacidad de propósito verdaderamente notable.
Una emoción silenciosa pero profunda.
Un empleado estrecho y apático.
Cajas de polvo de oro y lingotes, de plomo y cobre fundido.
Los hombres se aproximan demasiado a lo que les causa dolor.
Las pruebas materiales de la riqueza.
La cervecería de Mr. Goding de Londres.
Para no caer en el error de los escritores que subestiman la curiosidad y la inteligencia de sus lectores y los inundan con comentarios y explicaciones nos limitaremos a relatar permitiendo que usted sepa cuáles fueron los motivos según transcurre este relato.
El plomo es proverbialmente pesado, pero bajo pruebas científicas es respecto del oro de cinco a doce más o menos.
El casillero de Davy Jones. Legendario pirata.
Haciendo un escándalo por nada.
Los ultimos oficios amables de amor desesperado.
El estímulo febril de hacer actos amables.
La mente suele estar más clara de noche.
Gimió en voz alta y corrió salvajemente de vuelta a la ciudad.
Los abrigos negros de los misioneros.
Un pasaje firmado endosado con un acuse de recibo sellado.
Misteriosa conducta.
Tono ofensivo.
El ancla fue izada, levantada y pescada; se izó una vela tras otra, la proa giró y la nave partió con un viento favorable.
Una tierna vid desprendida de un olmo robusto.
El grado de peligro de la enfermedad.
La naturaleza invisible e insidiosa del enemigo.
Poner su locus tenens es como los hombres políticos generalmente ayudan a sus amigos.
Castigar, proteger o vengar según lo requiera el caso
Hay hombres que semejan estúpidos pero generalmente van a la perfección; hay también hombres inteligentes que semejan tener el arte de equivocarse sabiamente, sapienter descendunt in infernum y algunos de estos ultimos incluso se acostarán sobre sus espaldas después de una caída y elevarán sus voces y probarán que según las cosas deberían haber subido y que estar abajo es monstruoso, ilusorio.
Los valores sustanciales.
Pálido como la ceniza y con la frente cubierta de rocío.
Una bandada de cometas en el aire.
Una excelente memoria y una lectura omnívora con el hábito de tomar notas y repasarlas le habían hecho un diccionario y ensayista ambulante.
Vanidad e irritabilidad mezquina.
Las personas que hablan de la carga de la gratitud y arman un alboroto al estar puestos bajo una obligación.
La sangre corría sus venas como fuego celestial.
El viento constante del oeste dos días completos, la nave mostró sus mejores cualidades de navegación.
Apreciar el barco como una criatura viviente.
Cicero de officis era perfecto un periodo de la vida, pero Bibulus (Suetonio) nauta de officis es demasiado.
El Viejo Nick cuando el ángel lo atrapó con las tenazas al rojo vivo.
Un bruto indómito e inmanejable.
Refrán. Aguantar una vela al diablo.
Escapar de este infierno de amor y odio.
Sabes cuán profunda y devotamente eres amada, siento que las palabras casi se pierden al repetirlo.
Una circunstancia inesperada.
El comercio, la especulación y sus tentaciones.
Cartas comerciales de cortés concisión.
El asombro se transformó como horror.
Una lágrima gentil y desinteresada.
Una situación punzante de agonía.
Abandonaremos el tema, ha tomado un giro poco atractivo.
El tiempo lo demostrará.
Su decisión estaba a la altura de su delicadeza.
Memoriter. Recitado o aprendido de memoria.
Un verosímil grado de vaga sospecha.
"Quedé estupefacto y mis cabellos se erizaron y mi músculo bucal se pegó a mis quijadas". Describe uno de los personajes de Virgilio el efecto que su mente producía sobre su cuerpo una situación terrible.
Obstupuit. Estupor, aturdimiento.
Engañando con un antagonismo fingido.
Dame capítulo y verso para escoger.
La suerte de ser abordado por piratas.
Lubber, marinero de agua dulce.
La suerte sea soplada.
La ira repentina de un borracho.
Se mezclan las cosas ridículas y las cosas terribles del mundo real; solo para los que están en la arena el ridículo pasa desapercibido quedando eclipsado para su terrible vecino.
Unió los hombros como un gato que se prepara a defender su vida.
Una expresión de perplejidad.
Un ser peligroso que podía ser un zorro o un tigre según lo requería la ocasión.
Manchado, piqueteado, estaba al final de su ingenio.
El camino de la persuasión y de la amenaza.
Un ataque de ictericia amarilla. Las personas afligidas con esa triste enfermedad se oponen obstinadamente a las cosas que tienden a curarla.
La temible y enfermiza verdad irrumpió con todo su espantoso significado.
Un tono amistoso.
El océano es una carretera e incluye millones de caminos apartados.
No tienes previsión pero no serás guiado de aquellos que la tienen.
Una manera obsequisoa y calculada para desarmar la ira.
Marineros astutos como gatos.
La velocidad en el mar significa economía, ya que cada día que se suma a un viaje reduce gran cantidad las ganancias.
Un clíper con una carga miscelánea.
El restaurante Adelphi.
La terminal de Euston Square, Londres.
¿Quién puede amurallar un mar de problemas y las tempestades de la mente?
Se preparó para recibir el golpe con compostura externa.
Infligir la ruina y la exposición.
Fingiendo u ocultando la ansiedad.
Un estupor de miedo y dolor.
Tono débil e incrédulo.
El tono alto y poderoso.
Los hechos deben ser enfrentados.
No tenía suficiente imaginación para darse cuenta de cosas invisibles.
Su egoísmo con su falta de imaginación casi lo cegaron a todo menos al aspecto pecuniario del negocio.
Simple como astuto para desarmar las sospechas.
Las reservas de aprendizaje.
El horizonte de bronce.
El tiempo se había ido para la economía; lo que querían era fuerza.
Comenzó tristemente un día de relativa comodidad corporal, pero de angustia mental.
Un tono profundo y completo.
Las algas de roca comestibles.
El verde vívido aunque dulce y relajante de la Naturaleza.
Un césped para caballeros.
Tono amoroso.
La tortuga se alejó tranquilamente como un reptil indultado.
Tono ansioso.
Fósforos de lucifer.
Una actitud exaltada.
Apreciar la fidelidad.
Elevado con generosas y delicadas resoluciones. Las resoluciones dignas son tranquilizadoras.
Una persona de humor incierto.
Era simplemente un cerebro estimulado con el menester.
La masa de noli me tangere. No me retengas.
Perecer para eludir algunas dificultades sería cortar el nudo gordiano.
El tiempo es muy valioso.
Dificultades. Cosas que deben someterse.
Imposibilidades. Cosas que deben pisotearse.
Las cosas estaban en una condición incómoda y misteriosa.
Los diferentes cálculos de lo maravilloso.
Soltó un suspiro que indicaba que su mente estaba muy lejos.
Temblar de emoción mucho tiempo reprimida.
Una miseria inaudita e insondable.
La emoción de los modales y de la expresión del rostro.
No es humano razonar y sentir al tiempo.
La phoca leonina o león marino.
Cayó bajo el ensueño y del ensueño a una languidez soñolienta.
Inmóvil con la actitud con la que la había paralizado el terror.
Había extendido sus alas de ángel sobre su existencia.
Los geógrafos cuando dibujan mapas tienen licencia para completar algunos toques donde la exploración no había proporcionado detalles.
Enfermó de miseria celosa.
El carácter grave de la situación.
Quién puede sacudir los prejuicios de la educación temprana.
Concebir una idea verdaderamente original.
Le informó que no le permitiría monopolizar la asistencia.
La fuerza y la actividad de su memoria.
Trazar el curso de un evento misterioso que tenemos que registrar.
Los animales desprecian la conducta vacilante.
Sus reflexiones tomaron la forma de sátira. "¿Señores de la creación somos? Nos hundimos bajo el agua, del aire caemos, con la tierra tropezamos". 
El torrente semejaba el eco de la tranquilidad.
Dicho. La noche da sabiduría incluso a los sabios.
Tono decepcionado.
Con su profundo aislamiento de la raza humana incluso la presencia de los muertos aproximaba la humanidad a los dos.
Mi tiempo es demasiado valioso.
El oro es una droga para mí.
Un estallido de angustia que no podía expresar con palabras.
Aplastada bajo la evidencia material.
La arrebató un poco de sueño pero fue roto con sueños tristes y terribles.
Esperó con una agonía de impaciencia la marea alta.
La ceremonia y la cortesía semejaban estar invadiendo gradualmente la tierna amistad y la familiaridad.
Una verosímil mezcla de rigidez, timidez y formalidad demasiado sutil para describir.
Sus facciones rebosaban la más encantadora preocupación.
Mejoró, confundió un intermedio con una cura.
Falsas acusaciones.
Herald´s College, la aristocracia de hongos.
El Enigma Insular. Ser o no ser.
Difundir la inteligencia.
¿Por qué un zapatero es como un soberano?
Cuanto más difícil es el acertijo mayor es el cumplido que te hace la Esfinge.
Lady Caprice.
Él hace de los vientos sus mensajeros y de las llamas de fuego sus ministros.
Graeculus esuriens in caelum, isseris ibit. El griego codicioso si quiere subirá incluso al cielo. Juvenal, "Sátiras".
Una ternura manifiesta.
Fiebre reumática.
Negando con mucha seriedad como afirman algunas personas.
Hago cosas que semejan actos de invención, pero son actos de memoria.
El cálculo de las imposibilidades se ha perdido la época actual.
Una visión de desdén angelical.
Cultiva la paciencia, es una planta saludable.
El tacto y el buen sentido.
Saber, dificultades heterogéneas y distintas.
Las cosas más improbables se vuelven útiles pronto o tarde.
Vera incessu patuit dea. Al caminar semejaba realmente una diosa. "Eneida" 1.
El orgullo realmente va antes de la destrucción y la vanidad antes de la caída.
Con piedad furtiva, una fea semejanza con el cetro de paja con el que la vanidad corre a sembrar y balancea reinos imaginarios en Bedlam o Bicêtre.
Conversó encantadoramente, era un diccionario, un ensayista, un novelista.
Sagrada calamidad.
No había nada como el dinero vaya donde quiera.
Consejos e instrucciones.
Una letra grande, clara y formal.
El valor del préstamo.
Ver tierra y barcos reflejados en el cielo.
Un round-robin se distingue de un torneo de eliminación, los participantes como equipos son eliminados después de un numero de derrotas.
La hipocresía es un crimen.
Reflexionando con la memoria y dirigiendo con la invención.
Humilde y obstinadamente.
Las brasas de la discordia y la miseria.
Comenzó un nuevo capítulo de su existencia.
Qué triste que los sueños se disuelvan muy pronto.
La situación estaba más allá de las palabras.
Sus labios cerrados traicionaban una resolución inquebrantable.
Se levantó con una actitud de desafío, todo menos su ojo derretido.
Hay una gramática marítima y cuando un marinero ve que otro la viola consecuentemente hay una razón u otra.
El tiempo comprobó la conjetura.
El escaso intelecto que tenían los Ironsides de Cromwell, fraternidad que rezaba y golpeaba con dureza.
El fuerte impulso de la decadencia.
La diferencia de los dos era un anticipo.
El camino del deber comenzó a estar más espeso que nunca con espinas; y el camino del amor con prímulas.
Por una vez los marineros parlotearon como lavanderas.
Un espectáculo como para que los ángeles miren abajo y se regocijen.
Pero ¿qué pluma mortal podría pintarlo?
No podía soportar el giro que estaban tomando las cosas.
Un boleto de licencia.
La actitud abatida.
Ahogar la emoción.
Acusaciones terribles, profanadoras.
Fiddle-de-dee. Una exclamación de impaciencia, incredulidad o desacuerdo.
Fijar los ojos con tenacidad.
La Corona como se llama al abogado que levanta la acusación.
Blanco de ira y horror.
Vagas acusaciones hechas a sus espaldas.
La vergüenza puede matar rápido como el amor decepcionado.
Ese enemigo fatal de la industria doméstica, el "London Journal".
Pálido y desgastado hasta la sombra.
Los cuernos de la especulación.
Los triunfos del tiempo sobre las cosas humanas incluido el dolor.
La concentración de propósitos.
Comenzó con lugares comunes amorosos.
Una pausa es una ayuda para las perplejidades.
Limpiar el carácter de un estigma inmundo y devolverlo al mundo que está muy preparado para adornar.
Asustada con el peso del golpe que le había asestado.
Sospechas injustas como vagas.
Tamizar el caso.
Un enigma extraño y terrible.
Los miedos tímidos.
Sus pies semejaban estar obstruidos a cada paso de esta investigación.
Tomar la acusación muy a pecho.
Un deseo manifiesto de protegerlo, pero eran impotentes a falta de evidencia.
Una amistad honesta y conmovedora.
El escenario de la conversación.
Mi ladrido es peor que mi mordida este momento.
No hay nada como apegarse a la forma.
Hablar del diablo después del atardecer.
Las emociones fuertes y variadas.
Una percepción maravillosa de los hechos y de los rostros.
Derretida con una tierna reminiscencia.
Cada matiz de expresión.
Un periódico respetable, el "Daily News".
No valer un botón.
Encontrar una puerta que puede conducir a los materiales.
Exclamó con inocente horror.
Falsificaciones de rango.
Abrumar la emoción.
Su ira era similar a la de una paloma.
Ardiendo de emoción.
Aconsejar con razones de prudencia común.
Una investigación viva y diversificada.
Transformar la conversación directamente.
Estuvo en una corriente de aire cuando estaba acalorada y cogió un escalofrío que se asentó en sus extremidades con violentos dolores neurálgicos.
Tirar es una cuestión de peso más que de músculo.
Una visión de lástima angelical.
Sus primeras lágrimas inauguraron un dolor más tierno pero menos semejante a la locura y la desesperación.
Agotado con emociones feroces y conflictivas.
Extraña suerte.
El país más vanidoso y generoso del mundo.
El diálogo estaba construido de manera que podía variarse según las claves que podían preverse. La trama fermentaba.
Cometer una transgresión manifiesta.
Ideas altisonantes.
Rodeada de un halo de romance.
Manejar la maquinaria publica.
El color de la felonía.
Cada fibra temblando de emoción.
Un amor indescriptible.
Atravesar el fuego y el agua.
Una cantidad de demostración que rara vez se consigue los casos de falsificación.
Desarmar la ira y sustituirla con el desprecio.
Deshacer la transacción y devolver el dinero menos las primas, pero más un cinco por cien de dividendo.
(Juego sucio)



MARY ELIZABETH BRADDON

Un césped liso salpicado de grupos de rododendros.
Una casa de ese buen y viejo constructor, el Tiempo, derribando un trozo de muro sajón permitiendo que un arco normando se instale aquí; tirando una hilera de ventanas altas y estrechas del reinado de la reina Ana y uniendo un comedor a la manera de la época del hannoveriano Jorge I.
La alegría y el brillo.
La perfecta armonía que impregnaba todos los encantos.
Actitud encorvada.
El crepúsculo creciente.
Más allá de su agitación y de su vehemencia hay algo indefinido de su actitud que llena de una vaga alarma.
Dependencia, monotonía, humillaciones.
El borde rojo del sol se hundió bajo las aguas. El desvanecimiento carmesí del cielo del oeste.
Tranquila y reservada.
El orgulloso triunfo del éxito y la experiencia de las dificultades.
Un atardecer de agosto feroz y carmesí.
Era casi opresiva la quietud crepuscular.
Un poder de represión y autocontrol.
Un maravilloso golpe de buena suerte.
La boca tosca y de expresión animal.
Perezosa indiferencia.
Desgarbada vergüenza.
El valor comercial de las joyas.
Un suspiro reacio.
Un ingenio astuto y un humor tranquilo bajo su manera apática, holgazana, indiferente e indecisa.
Un caballo bayo de temperamento apacible y miembros robustos.
Un cerebro ocioso.
Las filas (tirria) trastornan la digestión.
Un tono expresivo del más intenso asombro.
Cuyo lore (ciencia) clásica no era muy grande.
Modales bulliciosos y excitados.
Su actitud le dijo que su decepción por insignificante que pudiera semejar era realmente muy amarga.
Rígido, blanco e indefenso.
Una disposición mental extraña y desconcertada.
La vaga autoconciencia de su desgracia se desvaneció lentamente de su mente seguida de una dolorosa autoconciencia de las cosas externas.
Viendo con piadosa alarma.
Un canario estaba cantando un himno estridente al sol poniente.
Una taza de té fuerte para la cabeza.
Una expresión lastimosa y desconcertada.
Callada como un cordero.
Los parches de césped fresco.
En cualquier lugar fuera del mundo.
Vestía su ropa raída con una afectación de gentileza.
Una fuerte idea.
Una fiebre de arrepentimiento y desesperación.
Las historias tristes son muy breves.
Abatido con la calamidad.
El documento que designaba el tutor del niño.
Otro de esos abogados cuya ultima reflexión es de breve sustancia.
Las agonías desperdiciadas de remordimiento y autorreproche.
Encantadora ingenuidad.
Uniéndose a los placeres de los demás con una resignación desesperanzada, imperturbable.
Un eslabón de esa terrible cadena de pruebas que luego se fijarían lentamente con el caso criminal.
Un particular temperamento que aunque le permitía vivir la vida con perfecta satisfacción y tácito disfrute impedía completamente que sintiera una chispa de entusiasmo sobre cualquier tema.
Tomar la vida como un error demasiado absurdo.
La más singular de las casualidades.
La nariz inclinada a la retrousse.
Un espiegle coqueto.
La pesca para el devoto discípulo de Izaak Walton, la más animada de las ocupaciones. Escritor del siglo XVII representante de la literatura de la Restauración.
Examinaba los placeres como un tipo de problema negativo.
Un vago presentimiento.
Una pausa de prolongada deliberación.
Una ominosa puesta de sol espeluznante de aspecto pesado.
A pesar de la quietud de la atmósfera las hojas susurraban con ese movimiento siniestro y enternecedor que no procede de una causa externa, sino de un estremecimiento instintivo de los frágiles tallos como presagio de una tormenta que se avecina.
Alguna historia lúgubre de una casa antigua como si el pasado fuera una página oscura de tristeza y crimen.
Un tonto fenómeno.
Los fantasmas son la consecuencia de la humedad o la dispepsia. Ves una dama con el traje de la corte de la época de Jorge I.
Obedecer implícitamente.
Las fatigas de este mundo problemático.
Un aire de terror perfectamente sincero.
Tomó los truenos y relámpagos con idéntica compostura con la que aceptó los demás males de la vida.
Leyendo ostensiblemente el periódico.
Casi no puede llamarse miedo de los relámpagos, es constitucional.
Las nubes de tinta que se habían encerrado dentro de la tierra bochornosa como si tuvieran un techo de hierro candente derramaron su negrura con un súbito diluvio.
Recuperar los estribos.
Las mañanas serenas y hermosas tras la tormenta.
Un temperamento ecuánime.
Un grito somnoliento.
Un mendigo egoísta.
Murmurar reflexivamente.
Refrescar la memoria.
Un holgazán constitucional.
Un ataque de tristeza.
Pythias no puede existir ni media hora sin Damon. Filósofos pitagóricos conspiradores del tirano Dionisio I de Siracusa.
El precipitado acto con el cual no hay arrepentimiento.
Un escalofrío nervioso.
Mentiras piadosas e infantiles.
La inclinación perezosa de su mente que le impedía reflexionar media docena de cosas a la vez y a fondo ninguna como es costumbre de la gente más enérgica lo hizo notablemente lúcido sobre cualquier punto a los que prestó su seria atención.
La honesta irlandesa.
Una expresión latente.
Un sentido vago y fatigoso de su confusión y absurdo.
Encogiendo sus gráciles hombros blancos.
Cerrar la puerta completamente a la intimidad.
Las novelas francesas de cubierta amarilla.
Burlington Arcade, galería comercial cubierta de Londres del siglo XIX precursor de las galerías comerciales.
La huella de la mano destructora del otoño.
El uso cruel del poder del viento.
Molesto con la exhibición de la emoción.
La resolución no es una puerta de cinco barrotes.
Seducir el tiempo con reflexiones.
Los tintes opalinos del mar se transforman un día de verano.
La teoría de la evidencia circunstancial. Eslabones de hierro de la maravillosa cadena forjada con la ciencia del oficial detective.
Una tristeza vaga.
Una gran emoción de un carácter genuino y honesto.
Soy abogado y puedo llegar a un término por inducción.
La evidencia inductiva.
El afecto generoso y desinteresado comparado con la indiferencia despiadada, perezosa, egoísta y arrogante.
El tono semireflexivo con el que hablamos de los asuntos de los demás.
Una sombra de la deshonra.
Una actitud jactanciosa.
Podemos caminar inconscientemente en una atmósfera de crimen y no obstante respirar libremente. Ver el rostro sonriente de un criminal y admirar su tranquila belleza.
La indiferencia seráfica de los asuntos mundanos.
Una expresión de descontento del semblante.
El cansado suspiro de la triste resignación.
El lodo fangoso que los simples londinenses llaman nieve.
Suspirar con cansancio.
Las chuletas de cordero a la Maintenon.
Justicia a los muertos primero, misericordia a los vivos después 
Una letra remilgada y escolástica.
Pelear con el destino.
La mala suerte y la insolvencia.
El misterio se vuelve más oscuro y espeso a cada paso.
El incierto resplandor del intelecto, el pobre ingenio hasta el punto del escozor.
Una fuerza convulsiva.
El peso y el valor de las palabras.
La dignidad que debe estar unida a una miseria indecible.
La noción de la muerte que generalmente se imparte a los niños conduce la mente infantil a la tumba abierta y rara vez la lleva más alto.
Tenía la noción de los menesteres de un niño como los de un elefante blanco.
Este epicúreo desdeñaba el pan y la leche y pedía chuletas de ternera.
Poseer la debilidad de la vanidad.
La inflexible rectitud del intelecto, la obstinación inquebrantable.
Junius Brutus era vanidoso y disfrutó de la aprobación de Roma atónita cuando mandó que ejecutaran a su hijo.
El amor que no es ciego es tal vez solo una divinidad espuria después de todo; porque cuando Cupido quita el filete de los ojos es una indicación fatalmente verosímil de que se está preparando para extender sus alas y volar.
Tomó el lado más severo de cada verdad.
Algunas personas son muy débiles de mente como para afectar pinturas o esculturas. Él era demasiado práctico como para permitirse fantasías tontas.
Las emociones a las que está sujeta la humanidad.
Una pesadilla de tafetán rojo.
Un entretenimiento sustancial.
Atravesar el panel de roble un fantasma de una historia alemana.
Abrir la conversación.
Protesto ante este procedimiento como una conspiración.
Menospreciando el valor del consejo con una afectación transparente como su propia vanidad.
El irrazonable orgullo de un obstinado.
El cargo de espía, el recopilador de hechos condenatorios que conducían a horribles deducciones.
Una era de excentricidad anormal de la historia del mundo.
Una atmósfera de represión.
El camino repugnante y torcido de la vigilancia y la sospecha.
El tedioso mecanismo de la vida.
Algún misterioso enredo técnico de maldad, un enigma social para quienes están fuera del forum domesticum del Middle Temple.
El filósofo que llama a la vida un engaño vacío es bastante agudo con la inversión de su dinero y acepta el carácter tangible de los bonos de la India, los certificados españoles y los pagarés egipcios confrontado con la incertidumbre del Ego metafísico.
Un paquete de romances sin arte, cómicos y sentimentales.
Un suspiro de resignación.
El lúgubre enero londinense arrastró lentamente su monótona longitud.
Pasar el Rubicón intelectual de las palabras de dos sílabas.
El afecto agradecido era una parte muy importante para él, rara vez encontraba una salida con las palabras.
La maravillosa facultad de asociación tejida con las fibras más íntimas de la naturaleza más dura.
Un gesto de advertencia.
Los sofismas comunes y los argumentos superficiales.
El engranaje fatal de evidencia circunstancial.
William Hazlitt se estremece ante la terrible barbarie (1778-1830).
Sarah Rachel Levison (1814-1880) estafadora de Londres.
El breve relámpago de un cielo de verano.
Su limitada reserva de paciencia.
QC. Abreviatura de Queen´s Counsel es un abogado británico de alto rango al cual se le permite representar a una persona en la corte.
La nube negra cerniéndose, qué arco de burla, qué delirio diabólico.
La familiar ficción doméstica de la incertidumbre.
Sondeó la profundidad de su pequeña reserva de información.
Un amplio césped verde de bolos.
El misántropo Timón ansioso de llegar más lejos que sus semejantes.
El aspecto viejo de simple comodidad y precisión de la evidencia del reposo exterior.
La lúgubre perspectiva de la oscuridad negra y opaca que abarcaba el futuro.
La gran preocupación y la perplejidad de su vida estampada en su rostro y reflejada con su actitud.
Las extravagancias, las fantasías nerviosas de un soltero hipocondríaco.
Una advertencia indirecta.
La amplia plataforma de césped frente al patio.
La mezcla de desconcierto y curiosidad de un niño perplejo.
Un diálogo confidencial.
Golpear la raíz de la enfermedad.
Un tono estridente y penetrante.
La evidencia circunstancial de tiempo y lugar y de la escritura.
Un cruel instrumento de retribución.
Un escalofrío de horror similar al miedo.
El infernal poder de disimulo.
La sublimidad de la miseria.
Un abogado de mala estrella.
Un sibarita perezoso y egoísta que no se preocupa de nada excepto de su comodidad.
Cuyo cerebro había sido pasado por alto con la distribución de dones intelectuales.
Confundió la pereza con la incapacidad.
Se olvidó de los Cromwell que ven los navíos del poder político hundirse bajo un mar de confusión y una tempestad de ruidoso desconcierto y que, sin embargo, son impotentes para tomar el timón.
El Valhalla del mundo es un distrito próximo y tal vez los hombres más grandes sean aquellos que perecen silenciosos lejos del portal sagrado.
Algunos médicos declaran la locura como una enfermedad del cerebro a la que cualquiera está sujeto y que puede ser producida por causas dadas y curada.
La cuestión amplia de la locura en abstracto.
Uno de los diagnósticos extraños de la locura, el primer signo espantoso de aberración mental. La mente se vuelve estacionaria; el cerebro se estanca; la corriente de reflexión se corta; el poder de reflexionar del cerebro se resuelve con un tono monótono. La mente se vuelve turbia y corrompida con la falta de acción y la reflexión perpetua sobre un tema se transforma como monomanía.
Generalmente es un extraño el primero que percibe cualquier peculiaridad psicológica.
Un suspiro de resignación.
Estatuillas de mármol de Paros.
Una moraleja muy familiar.
Cualquier consuelo de emplastos como la riqueza y el lujo.
Había salido del círculo de criaturas descuidadas y buscadoras de placer, se había extraviado muy lejos en un laberinto desolado de culpa y traición, terror y crimen.
Los tres demonios de la Vanidad, el Egoísmo y la Ambición.
Vagar por un cansado laberinto de confusión.
Un gesto orgulloso y desafiante.
Los miedos recurrentes.
El horrible egoísmo de su miseria.
Las oscuras distancias de peligro y horror.
Una actitud rígida abrupta.
Tenía el conjunto de la apariencia y los modales de una persona que ha cedido a la influencia dominante de alguna excitación abrumadora.
Sufrió agonías que llenarían volúmenes apretados.
La parafernalia de las actividades favoritas.
Una actitud de irresolución y perplejidad.
Las ayudas para la conversación.
El amor es una esencia sutilísima, una maravilla metafísica indefinible, su debida fuerza aunque cruelmente sentida por el que lo sufre nunca es claramente entendida por aquellos que ven los tormentos.
El césped raquítico.
María Teresa Lewis (1803-1865) escritora y biógrafa.
Nuestros sueños no son menos terribles de perder porque nunca han sido las realidades con las que los hemos confundido.
El grito de un animal herido duele al oyente.
Una frívola mariposa.
Londres, ese gran caos de la humanidad.
La mancha hereditaria de la locura.
Solo podía derramar lágrimas infantiles de desesperación y terror.
Armonía y sol.
Gaud and gew-gaw. Chuchería, baratija.
Médicos y abogados son los confesores de este prosaico siglo XIX.
Un reloj cronómetro de cincuenta guineas fabricado por Benson.
Cómo comenzar la conversación.
Las contingencias de la experiencia profesional.
Percibir dónde termina la familiaridad y comienza la reserva.
Un tono decidido como la clave de un arco.
Una actitud de seria reflexión.
La mancha hereditaria, la astucia de la locura con la prudencia de la inteligencia.
El temor del menester de cualquier exposición o desgracia.
La vida se compone de acción y variedad.
La guía Bradshaw de ferrocarriles.
El transporte publico belga se apoyaba con la fuerza de la costumbre más que con cualquier gran beneficio asociado a la especulación.
Se encogió de hombros con cansancio.
Heredar las semillas de la locura.
La corrupción al acecho latente de su mente.
El alcance de la conversación.
La gran hoja que había arrancado de su vida.
Un pálido rayo de ilusión transitorio.
Fiebre furiosa.
El poder de reserva.
Se encogió de hombros con impaciencia.
El breve resto de su vida debía ser una carrera con el despiadado peatón, el Tiempo.
Prímulas y violetas tempranas en los setos.
Un flâneur ocioso. Un paseante o callejero.
Michel Lévy (1821-1875) fundador del Catálogo Lévy Frères.
Una existencia dura y seca de actividad seria y aplicación esforzándose de ser útil a sus semejantes y ganar una reputación propia.
Una disposición vacilante y dilatoria.
Una demostración de amistad.
Las personas autosuficientes tolerablemente ciegas creen plenamente su sociedad y la espartana regularidad de los atractivos de su hogar.
Una satisfacción plácida.
Una casa de botes suiza.
(El secreto de Lady Audley)



ELIZABETH RUNDLE CHARLES

Tengo muy pocas reflexiones, solo puedo escribir lo que veo y escucho de personas y cosas.
Paralipómenos. Suplemento o adición a algún libro.
Las pancartas de transmisión.
El castillo de Wartburg de la ciudad de Eisenach, Turingia, del siglo XI.
Una piedad fría y grave.
Las flores semejaban flores hechas.
Un temperamento plácido.
Santa Ursula viaja a Roma con once mil vírgenes.
Un mendigo atrevido e insolente como lo son algunos de los eruditos.
Era sometido y tímido como una criatura que había sido educada sin amor.
Los reflexivos hombres que se sumergen bajo los secretos de la tierra.
Visiones vagas, soñadoras, clarividentes ardiendo los corazones como las damas de los romances y, sin embargo, penetrantes en el cielo como Santa Cecilia cuando está extasiada ante su órgano.
Las fauces de la mordedura de la pobreza.
Rescatar de la presión de los afanes cotidianos de penuria y de ilusión diferida.
Deslizarse pronto el invierno sobre el verano de la vida.
Creen que para nosotros y la grandeza no hay más que el accidente o la ceguera del ser humano.
Cada esquema era claro, nítido y definido.
La luz del día se iba rápidamente; mi billetera estaba vacía.
Las suaves variedades del viento de los robledales del verano.
Ambicioso de distinción mundana.
¿Dónde terminaba el deber y comenzaba la ambición y el orgullo?
Obtener una absolución con falsos pretextos.
El fuego del hogar mantiene alejados los lobos.
Que incluso el peor bando pueda tener un juego limpio es a menudo el oficio de un abogado.
Pellizcando la pobreza.
El detalle de las reglas.
La vara de la ira.
Atravesar los circunloquios.
Reliquias familiares valiosas.
Un tono quejumbroso pero amable.
Una gravedad singular y reflexiva.
Floreció el bastón marchito de San Cristóbal.
El amplio horizonte de nuestras reflexiones.
Las naturalezas negativas flemáticas.
Conversaciones ansiosas y alegres.
Definidas las perspectivas más brillantes.
El hierro impenetrable de la voluntad y la autoconciencia.
Una fantasía deliberada y supersticiosa.
Ver largamente con un contoneo tranquilo.
Una expresión de preocupación y perplejidad.
Las profundidades de las que renacía lentamente.
Una vacilación culpable.
La áspera ropa de paisano.
Una barrera infranqueable como un océano sin barcos.
Los que habiendo puesto la mano en el arado miran atrás.
Soy un soñador descuidando mi simple tarea diaria con alguna Atlántida.
Ese monstruoso desarrollo de una facultad a expensas de otras, la deformidad o la enfermedad.
Una agonía de desánimo.
Gestos irreverentes.
La emoción de la alegría de la primavera.
Dos zorzales han construido un nido en un espino.
La pesada presión del cuidado pecuniario.
Conversaciones crepusculares.
Qué pequeño semeja ser el espacio en blanco de las personas cuando se han ido.
Murmuraba internamente de nuestra suerte.
Solo apto para personas que tienen tiempo de escalar las alturas.
Los bebés con rasgos demasiado grandes para sus rostros son las personas más hermosas cuando crecen hasta adaptarse.
Wendos. Los pueblos eslavos del centro-norte de Europa, sorbios o sorabos que viven al nordeste de Alemania.
Una preciosa reserva de conos y guijarros del bosque.
Arreglando algunas violetas.
Llenó sus manitas de violetas.
Violetas dulces.
El libro es una neblina deslumbrante, pero un resplandor de gloria indistinguible.
No puedo amar un océano porque es infinito e insondable o todo suficiente.
La verdad con el aprendizaje de la visión.
Una sombra de azar o de transformación.
Violetas secas.
Agua destilada para los ojos.
Una visión sagrada.
Ilusiones disipadas, aspiraciones aplastadas.
Un velo de ligereza.
Es un oyente inteligente y eso es un gran paso.
La fuente del amor inexpresable.
Una cadena ha caído de mi corazón y un velo de mis ojos.
Cree cada palabra como otros hombres trabajan, como si cada golpe fuera para contar.
Mientras en el viejo hogar el tiempo semeja marcar su curso como un torrente con el crecimiento y la vida, en el convento semeja marcarlo solo con la lenta caída de la sombra del dial silencioso: la sombra de la muerte.
El mundo con sus mezquinas ambiciones y rivalidades.
Los vínculos que unen cada momento de los pequeños círculos del tiempo con la vasta circunferencia del futuro eterno.
Una demostración de gratitud y afecto.
El ocio ininterrumpido.
El himno de Bernardo de Cluny sobre la perpetuidad del gozo en el cielo (siglo XI).
El velo de las apariencias.
El suave murmullo de una paloma.
Ningún amor verdadero puede reemplazar otro.
El tiempo y la naturaleza velan las ruinas.
Los que buscan días mejores.
Las posesiones reducen las personas ricas como meros esclavos y guardianes contratados de las cosas.
Una gravedad y solemnidad a la manera de la mayoría.
El juramento solemne para liberar sus hogares de los Tres Hombres de Grütly.
Un tono decepcionado.
Un sentido práctico claro.
Armar para las pruebas que vendrán enseñando a ser menos vehemente y apasionado con las pequeñeces.
Las divagaciones y errores.
El momento de la liberación al transeúnte se le antoja un gran esfuerzo repentino; pero los que han percibido el lento hincharse del capullo aprisionado saben que la ultima expansión de la vida que revienta los escamosos cerezos no es más que un momento del imperceptible pero incesante crecimiento del que hasta la aparente muerte del invierno fue una etapa.
Una usurpación doméstica.
Guillermo Tell. Personaje legendario de la independencia suiza (siglo XIV).
Arnold von Winkelried. Su sacrificio provocó la victoria de la antigua Confederación Suiza con la batalla de Sempach sobre el ejército del duque Leopoldo III de Habsburgo (1386).
La dignidad de la distancia.
La desesperada e infantil ocupación con nimiedades.
Arrancados de nuestros hogares el mundo es un desierto sin caminos.
Las más dulces cepas de suaves arpas.
Despertar al león dormido.
Una vena de historias.
La sensación de asombro abandona los sueños.
No daría ni un tallo de pera.
Los ánimos belicosos se vuelven de la furia de las pequeñas cosas externas a la gran batalla que comienza con la sumisión y la superstición.
Las cadenas del fantasma familiar de los Gersdorf.
Las violetas de ojos oscuros con las hermosas prímulas, aulagas doradas y brezos morados.
El peral lleno de flores blancas.
El Elba bordeado de robles y sauces.
La transformación que desarrollan los suaves tintes de la primavera con el verde de las hojas sombreadas.
Pasar de la antiafirmación de la niñez a la fortaleza y la bondad protectora de la edad adulta.
El dolor no es una sombra de la montaña de la ira divina, sino la sombra de una nube que trae bendiciones y oculta la luz que el sol del amor sacó y el arco iris de la promesa consagra.
El duro entrenamiento de las circunstancias.
Someterse a una cantidad ilimitada de caricias y acogidas familiares.
Enfrascado con una conversación.
Rastreando cada acto hasta su motivo, cada motivo hasta su fuente.
Un carácter resolutivo.
Correr un velo suavizante sobre nuestros errores.
Una criatura subdesarrollada y unilateral.
No permitirás que fracase mi fin más alto.
El genio inventivo.
Una conversación enriquecedora.
Un almacén de sabiduría y experiencia.
El carácter libre para desarrollarse sin ser comprimido dentro de un molde hecho para otros caracteres.
Tiernas advertencias y sabios preceptos.
Las alturas y las profundidades del amor que se extiende más allá de cualquier alegría y debajo de todo dolor.
Enlazar coronas de flores de nomeolvides.
Tono vacilante.
La desaparición gradual de las pruebas externas de la pobreza a través de la prosperidad y la generosidad.
El amanecer despierta la vida.
(Crónica de la familia Schönberg-Cotta)



Mrs. HENRY WOOD

El pálido e inconfundible aspecto de la disipación.
Los abogados embrionarios.
La ociosidad y el placer.
Las vergüenzas habían sido la ruina de su existencia.
La reserva o la altanería del tono.
Conversar confidencialmente como hombres de honor.
A un abogado se le atribuye el mérito de poseer nociones poco estrictas sobre el honor.
La propiedad estaba a la venta privada, no comprometida ni hipotecada con nada semejante a su valor.
Las ventas forzadas nunca alcanzan su valor.
Una consunción insensible.
Nunca la suerte acompaña los matrimonios fuera de control.
A lo más profundo de mi carrera de extravagancias.
Viejo dicho. Lo que se puede hacer cualquier momento nunca se hace.
Un tono bajo y cálido.
Visitas improvisadas y rápidas.
El refinamiento de la afectación.
Un torrente de desprecio.
Despiadado como un búho.
Salir de la aventura como una anguila.
Un gesto de impaciencia no reprimida.
Semejaba cansada no de cansancio sino de lo que los franceses llaman hastío (ennui o lassitude).
El dócil suspiro de la decepción.
El verdadero amor es tímido.
La desilusión y el impulso del instante.
Una fuente conmovedora de profunda tristeza y de miseria mental y corporal.
Hubo una pausa angustiosa porque el tema no admitía ni ilusión ni consuelo.
Salud y reforma.
Una cara fingidamente seria.
Un tono que sabía a resentimiento.
El ánimo extravagantemente alto.
La tierra de los sueños dando paso a sus engañosas fascinaciones.
Se esforzaba para hablar con emoción.
Un tono de angustia irritada dolorosa de escuchar.
Echó el cuello atrás con un gesto altivo.
Un tono alarmado.
Fiel como el acero.
Era veraz por hábito, pero con tal causa ¿cómo podría evitar el disimulo?
Nunca había relajado su regla.
La fuerza de la costumbre es fuerte.
Un salario sustancial.
Un negociante serio y tranquilo.
Una expresión de pavor.
Una actitud apresurada y nerviosa.
Reprimiendo lo signos de incredulidad.
Manifestar la inocencia.
Algo grande se cernió ante su persona como un barco con las velas desplegadas.
Recuperando la ecuanimidad.
El fuego y el agua no deberían mantenerme alejado.
Tocando asuntos de dinero.
Una expresión decidida.
Trabajar como un hurón.
Una fea mancha en el escudo de armas.
Dando vueltas a las noticias.
Poseía una rápida penetración de los asuntos legales.
Una mancha ardiente de sus delicadas mejillas.
Un viejo dicho y un buen consejo. Cuenta la verdad a tu abogado y a tu médico.
Tono serio.
Comerciantes ricos, padres de familia jóvenes, bajos, robustos y pesados como holandeses serios y muy respetables.
La transferencia se había realizado secretamente.
Más fino que un rayo de sol.
La objeción casi invencible de un francés de dar el brazo a las damas.
Una expresión sombría.
Había llegado a quererlo con un grado no común.
Un rubor escarlata.
Con sus simpatías despiertas.
Un punto oscuro de la memoria.
Un fideo con los asuntos de dinero.
Sus paroxismos de dolor eran espantosos.
Un ataque de escalofríos.
Un tono de profunda emoción.
Un ataque de lágrimas nerviosas.
Reprimiendo sus emociones rebeldes.
La ira externa.
Formidables reclamos, pagarés, letras vencidas, fuertes deudas pendientes de todo tipo.
La forma sencilla y directa que lleva su propia verdad.
Con el esfuerzo de hablar se apoderó la emoción.
Trastornar el estómago.
Percibiendo el rumbo de sus reflexiones.
Apostar la veracidad.
Un tono de severa reprobación.
Una vaga idea.
Los cometas que soltó tenían que ser provistos.
Aldgate es una bomba de agua de Londres. Marca el comienzo de la carretera a Norwich, Middlesex y Essex. La cabeza de lobo de metal del pico de la bomba significa el ultimo disparo al lobo de la ciudad de Londres. Se mencionó el reinado del rey Juan, siglo XII. Tras una epidemia de la filtración de calcio de los cementerios hubo la reubicación el año 1876.
Sobregirar la cuenta.
Conmocionado más allá de la expresión.
La prisa de partir cuando se emprende un viaje.
Una actitud de incertidumbre, de expectativa transformando su color.
Tono de irritación.
Un tono bajo y serio.
Un romance de ficción descabellado.
Apegado un grado notable.
Según la frase, no había arreglado sus asuntos.
Disimular la perplejidad.
Dicho. Los cántaros pequeños tienen grandes oídos.
Indignada simpatía.
Sus reminiscencias semejaban deliciosas ese momento porque hay que recordar que las cosas se aprecian como comparación.
Su mejor genio no lo estaba cuidando.
La primera emoción de su mente fue de total oposición.
La actitud inclinada de devoción.
El gran mundo, las pompas y vanidades.
Tono sarcástico.
Tono mordaz.
Un pobre con perspectivas inciertas solo puede jugar a la mariposa.
Su voluntad indomable había causado muchas cosas extrañas a su vida.
Parado como un ganso en una pierna.
Rompió el papel en átomos y los esparció.
El circunloquio del saludo.
Tono divertido.
La distinción de agrado y amor.
Tono severo y altivo.
Tono desagradable.
Poner en posesión de los hechos y de sus motivos.
Tono brusco.
La fuerza del hábito es fuerte sobre todos nosotros.
Los momentos de miedo nervioso de los murciélagos se afrontan mejor bromeando.
La vergüenza nos vuelve cobardes.
Desgarrar el temperamento.
Tono enérgico.
Una parafernalia de galas nupciales.
Tras una exitosa batalla con su emoción.
Libre de aires, gracias y fingimiento.
Obligó su actitud a la indiferencia.
El vapor de la emoción estaba encendido casi en su punto más alto.
Llegó la pasión, el temperamento, los agravios y el nerviosismo.
Según algunas leyes inexplicables de la simpatía una vaga y muy desagradable autoconciencia de la verdad comenzó a apoderarse de él.
Un grado de familiaridad.
Había tenido tiempo de reflexionar y la emoción se había ido.
Un tono bajo de emoción.
Debía ser un íncubo lo que se refería a su bolsillo.
Una plaga para sus perspectivas.
Acostumbrado a este tipo de cosas como las anguilas a desollarlas.
Dicho. Le entraba por un oído y le salía por el otro sin causar impresión ninguna.
Semejaba ansiosa y aprensiva con el crepúsculo de la mañana.
Los que no pueden hacer ningún bien mejor lejos.
Un grito mitad horror mitad desesperación.
Tono meditabundo.
El rostro pálido lleno de emoción.
Detectar la emoción.
La disposición casi dormida casi despierta y delirante de los que sufren debilidad y fiebre.
El garantizado destino.
Un tono firme e inconfundible.
Comenzó a discernir un método en su locura.
Transformó su tono de vítores a uno de grave seriedad.
Con la pasión fantástica, engañosa y poderosa de los celos las conjeturas más fantasiosas tienen el aspecto de la verdad, las mayores improbabilidades aparecen como realidades consistentes.
Como un sueño su mente, su imaginación como una masa confusa.
Una mezcla de alarma y preocupación.
Tono indiferente.
Golpear la apariencia la memoria.
La etapa actual del asunto.
Los casos de debilidad prolongada que no puedes hacer nada más que recuperar la fuerza, la transformación de aire y de escenario es de gran ayuda.
El argumento alegado de la educación es muy conveniente y ayuda a cientos.
Tono de simpatía. Suscitar emociones.
Tono de disculpa.
Alterar materialmente las perspectivas.
Prestaba a su actitud todo lo que evocaba fascinación.
Se le había escapado de la memoria.
La perspectiva del retorno elevó su ánimo hasta la exultación.
Un vano alarde, una excusa.
Una coqueta sistemática.
Tono de sarcasmo.
Una carta rígida.
En cachette. A escondidas.
Un agudo tono de consternación.
Yo no me doy los sueños. No puedo evitar que me pongan enferma, postrada, febril.
El sueño que viene sin ser llamado ni inducido debe presagiar algún mal.
Ataques de fiebre e inquietud.
Hablando gravemente de un tema que los hombres no ridiculizan.
Fingida gravedad.
Fumando soplando nubes.
Grabado a la memoria con caracteres de fuego.
Una realidad sobria y verdadera.
Un tono soñador.
Cavilando sobre sus imaginables errores.
Tono cínico.
Las circunstancias circundantes o concomitantes opuestas.
Exonerado de la terrible acusación bajo la cual yacía.
Una excitación que bordeaba el frenesí.
Cuyos celos como una secuencia natural se hicieron febriles en su extensión.
Tono bajo y significativo.
Las cosas semejaban estar progresando para atrás en lugar de para adelante.
El rubor de la emoción.
Un silencio obstinado.
Un tono que no invitaba a seguir con el tema.
La vieja historia rastrillada de nuevo.
Sin darle sombra de causa o razón para estar celoso.
Los pequeños males son más difíciles de soportar que los grandes.
Tono disgustado.
Aborrecía especialmente el engaño y los actos clandestinos.
Poco dado a las emociones.
Un tono significativo.
Jadeando con la emoción.
Tono de amargura.
Las reflexiones son rápidas, la imaginación es incluso más rápida.
Palabras lúgubres y ambiguas.
El rostro lívido de la emoción.
Hoity-toity. Engreimiento, pretencioso.
Una esclava de sus caprichos y temperamentos.
Un ángel paciente.
Un tono de profunda agitación.
Aunque era tranquilo y tenía sus emociones bajo control no era estoico.
El continente, ese refugio para los fugitivos.
La autoconciencia hiriendo agudamente con sus picaduras de víbora.
Su existencia futura sería un curso oscuro de retribución corrosiva.
Semejaba el fantasma de su viejo yo.
La miseria marca el semblante peor que la enfermedad.
El cuidado estaba cavando cuevas para sus ojos.
Un despreocupado tono de apatía.
Tono hosco.
Un ligero rubor de emoción.
La fuerza de las objeciones.
Refrán. Nada puede reparar la herida si una vez permites que sobrevenga.
La imagen de una desesperación pétrea.
Tono apagado y tranquilo.
La verdad desnuda sin pasar por alto.
Se estiró como si le hubiera sobrevenido un ataque de ociosidad.
Amarga mortificación.
Más allá de los límites del mundo 
La estrella de la suerte.
El recuerdo con sus pinchazos penetrantes.
Indiferencia innata.
Uno fuera del mundo y olvidado.
Burla cortante.
Los zancos del deber.
Un tono de rabia reprimida y asombro.
Un tono práctico como una pregunta práctica.
Tono mordaz y decidido.
Las palabras y los modales sobrios y prácticos.
Las fauces del destino.
Demostrar vanidad e inteligencia.
Tono de tristeza.
Un grupo de traficantes de escándalos de mente perversa.
Un tono rápido.
Un tono claro y decisivo.
Disposiciones de ánimo decidido.
La cualidad de la agudeza.
El nido de la yegua.
Una larga pausa de consternación.
Uno dado a la verdad más que a la cortesía habría llamado lo que se oía un ronquido.
Tono de exasperación.
Una especulación demasiado amplia.
Mi sangre se transformó como agua muerto de miedo.
Pájaros de igual plumaje, grandes oleajes.
Detectar la emoción.
Tono tranquilo y práctico.
Una réplica exasperada.
Los cerdos pueden volar pero nunca los vi pretenderlo.
Fragmentos de información pero nada tangible.
Un desagrado altivo de su tono.
Ira sarcástica.
Una intensa emoción, grande, difícil de reprimir.
El mal du pays que ataca a los suizos cuando se exilian de su país.
Comunicar las perspectivas futuras.
Una actitud avergonzada.
No se debe hablar por impulso.
Un súbito gesto de éxtasis.
Una actitud triste con las manos apretadas a las sienes.
Los signos de sufrimiento mental.
Un gesto de desesperación.
Un signo externo de satisfacción o de tristeza.
Un M. P. Un diputado.
Como un paquete de fideos engañando a los incapaces.
Viviendo el lado oscuro de las cosas.
El tiempo y la familiaridad nos acostumbran a la mejoría de las cosas, al peligro con los demás.
La naturaleza afirmando sus reclamos ocultos.
Un actitud persuasiva.
El temperamento se elevó.
Sepulcral tono solemne.
Las maravillas nunca cesan. Las sorpresas son la suerte del ser humano.
Una vaga promesa.
Una actitud holgazana.
Un terror abyecto como si hubiera perdido completamente el ánimo.
Era un látigo del ministerio.
Abalanzarse como un barco con las velas desplegadas.
La emoción y la indignación se habían apoderado de la ciudad.
Llamando a la insolencia como ayuda.
Los hombres inútiles son fuertemente cobardes.
Contando una historia inquebrantable con su alarma.
Una desesperación iracunda.
Probando suerte con muchos oficios.
Él no tiene el fantasma de una ocasión.
Ese tipo de niño al cual es casi imposible ocultar los hechos, rápido, reflexivo, perceptivo y adelantado más allá de su edad.
Un fondo de reserva para poner el dinero.
La consecuencia de un accidente, no del diseño.
Un impacto de decepción semejó lanzarnos más atrás que nunca.
Una fábula de un romance.
Las alas del amor.
Una hora puede atarse a la siguiente.
La espina de la memoria.
Restaurar la justa fama.
El abogado creería su historia no cuanto sus detalles generales, sino cuanto la acusación.
Una vehemente decisión.
Las semillas del consumo.
Hay misericordia escondida dentro de la nube más oscura.
El flat (el nivel, el bemol) del médico demasiado claramente pronunciado.
Un tono de inefable desdén.
Un tono apacible y manso.
Verde y notablemente humilde.
Un laberinto de desconcierto.
Nada peor que una deuda pasó ese momento su mente.
Nunca se decidió si estaba a punto de jurar por Júpiter o por Juno.
Una sombra de ocasión.
Audaz como un girasol.
Un jugador ambulante.
Un fantasma lívido.
¿Puede un ser humano salir de su perdición?
Su tono sonaba notablemente significativo.
El amplio calibre de las pruebas.
Una réplica intransigente.
El incienso de la vanidad.
Un tono agradable y libre.
Un eje lanzado al azar.
Colorear los puntos de la historia con las propias deducciones.
William Calcraft, verdugo inglés del siglo XIX.
Una tos insinuante.
El abogado lanzando otra de sus flechas.
Un pequeño escándalo extra a la espalda.
Inadmisible, una evidencia de oídas.
El tribunal lo derribó como un oráculo.
Su ánimo se apaciguó hasta un miedo abyecto.
Algunas personas tienen miedo al fuego más que otras.
Una fuente de problemas.
Enfermar de miedo. 
Pronunció las oraciones con un tono brusco y espasmódico traicionando su emoción interna.
Había tiempo para retractarse, pero no hubo voluntad.
La exposición y el escándalo.
Si hablara de él su nombre me ampollaría los labios.
El reverso de la imagen.
Un rumor corrió por el tribunal.
Una expresión recurrente de temor que no era agradable de ver.
Los abogados eminentes.
El abogado de la acusación.
Un veredicto de homicidio doloso.
Que la verdad completa se manifieste.
Amar con un amor honorable.
Un paso necio y fatal como consecuencia de la cobardía.
Imputar la acusación.
La sustancia del testimonio.
Una turba inglesa gentil o simple nunca aumenta su entusiasmo a medias. Sea su demostración de naturaleza elogiosa o condenatoria es garantizado que el vapor hará estallar.
Un ataque de parálisis.
El brillante frenético típico de la enfermedad.
Grandes gotas del tamaño de guisantes caían sobre su rostro sudoroso.
Una cucharada de gelatina reconstituyente.
Tono de ironía desdeñosa.
Los rayos del sol pasaban oblicuos desde el horizonte.
Un ataque de temblores.
Ahogando la emoción que surgía amenazadoramente.
La emoción del instante estaba mucho más allá de su fuerza de aguante.
Alzó los brazos con una tempestad de sollozos.
Un repaso del pasado.
Los viejos actos pasaron su mente como la imagen transformable de una fantasmagoría.
Una fiebre rayana con el delirio.
La terrible miseria de la retrospectiva.
Enfermos de mente y ominosamente enfermos de cuerpo.
El poder humano o la facultad combinada.
Las pasiones y los temperamentos humanos fueron traídos con nosotros a este mundo y solo pueden abandonarnos cuando nos despedimos de él para acceder a la eternidad del próximo.
¡Reprensible!, gime un moralista.
Una oscura acusación.
Las lanzas afiladas lanzadas a su memoria llenas de crueles aguijones.
Las cuerdas de la vida. 
Proverbio. Si todos hiciéramos exactamente lo que deberíamos.
La extensión del dolor.
La sombría Muerte estaba en camino.
Un tono retorcido, impaciente, falto de respeto con sabor a altivez.
Un tono ferviente.
Una desilusión temporal.
Es mejor nacer con suerte que rico.
Un gran burro verde.
Una disposición de semiimbecilidad.
Tono aprensivo.
Un siniestro secreto.
Un laberinto de angustia.
Un ataque de mojigatería.
Con incrédula burla.
Tono de sereno poder.
Un tono de triste y suave llanto, no de reprobación.
Locos por la luna, pues su conducta semejaba inexplicable.
Mantuvo un silencio estudiado.
Una sombra de desdén cruzó sus labios.
El tono hueco de la despedida.
El rocío de la muerte de su frente.
La emoción dándole fuerzas.
La semejanza creció sobre él con un grado maravilloso.
Erguida como un dardo.
(East Lynne)


THOMAS HUGHES

Ayudar a la rueda a pasar y tirar su piedra al montón.
Mentes maravillosamente antagónicas.
El colmo de la empresa.
Pasar de lo general a lo particular.
El Great Western Railway.
El cuello del collar educativo.
Las historias de los viejos cortijos con hastiales. Parte superior con forma triangular de la fachada de un edificio.
El día de las grandes visiones y de la humanidad gloriosa.
"Las Leyendas de Ingoldsby" son una colección de mitos, leyendas y poemas escritos supuestamente por Thomas Ingoldsby un pseudónimo de un clérigo inglés llamado Richard Harris Basham. Se imprimieron el año 1837 como una serie regular de la revista Bentley´s Miscellany y posteriormente en New Monthly Magazine.
La maldad de los caminos y de los tiempos.
Los distintos consejos de administración de las compañías ferroviarias, esos gigantescos traficantes sobornadores.
La propensión divagadora de mis compatriotas.
Habiendo decidido sar´it out (saltar fuera) holus bolo (todos de bulto) tal como viene entonces probablemente me sacarás la verdad.
Si uno muestra un sentido apropiado del valor de esta historia no hay forma de saber más de lo que podamos.
Los comerciantes legítimos con sus tentadoras variedades de caramelos y comestibles.
El margen de fanfarronería.
Adoptar aptitudes.
Estar a un viento famoso.
Actitud valiente.
Teorías de estatutos.
Cualquier garfio educativo que no sea un equivalente genuino de los juegos del viejo país.
Intelectualismo filantrópico.
Las profesiones: abogado, médico.
Las capas trabajadoras: sastres, ingenieros, carpinteros, grabadores.
Alguna brida más fuerte que una burocracia.
Salido de la rutina correcta. Demasiada decadencia excesiva y engaño de las riquezas.
Las opiniones idénticamente inofensivas sean azules, rojas o verdes.
Como otras potencias activas sus alianzas lo arruinaron.
La brillante inconsciencia y el buen humor natural evitaron que pelearan.
Césped corto y ramoneado.
Canicas blancas llamadas alley-taws.
La teoría de las escuelas privadas es (o era) una supervisión constante fuera de la escuela, lo que difiere fundamentalmente de las escuelas publicas.
Alegar primum tempus. Precoz.
Un consejo de despedida listo para usar.
Un cigarro largo de Trichinopoli.
Tomar buenas resoluciones.
Tipos irlandeses rudos regulares rompiendo piedras.
Mostrar con atractivo manifiesto y con la boca abierta los relatos.
Un viejo archivo seco con mucha amabilidad y humor.
El carácter desesperado y anárquico de las historias.
Trascendente frialdad.
Absorber las costumbres y prejuicios.
Cuándo aprenderemos que quien aumenta las posesiones aumenta los problemas y que el uso de las cosas que llamamos nuestras es para que sean de quien las precisa.
Los castigos caen sobre los hombres equivocados y las cosas van generalmente de una manera extraña pero el final llega de alguna manera al gran punto.
Una pelota de cuero.
Apreciar los delicados golpes del juego, los turnos con los que se pierde y se gana una partida.
Patear un gol hasta una naranja china.
Emocionado sin proporción.
El vendedor ambulante de naranjas.
La columna de la Vieja Guardia cuesta arriba en Waterloo.
Solo un pequeño giro de la acusación.
Hornear unos murphies (pasteles) impresionantes para el té.
El nuevo bolso y el dinero se quemaron en su bolsillo.
Mantener las cuentas arregladas.
Perseguía a sus torturadores de una manera vengativa y apoplética cuando era liberado.
La conversación es rápida y alegre.
No hay nada que destruya una casa como el acoso.
Existía la antigua costumbre de quitar los ejes a las tareas de los granjeros y los vendedores de bolsas de las ferias.
Un discurso florido, sensiblero o prosaico.
Incansables hijos de la armonía.
Un leal irlandés.
Acalorados y emocionados.
La entidad estupida, entrometida y despierta que llamamos yo, impaciente como obstinada.
El escenario de la fama.
La ola bendita que corre constantemente pasará sobre nuestros nombres.
La atmósfera general no era de ninguna manera devocional.
Plumas valiosas.
El paraíso de los tontos o los holgazanes donde había vagado casualmente.
Constancia y tenacidad.
Tirando andanadas de guisantes.
El suspense era angustioso.
Una vez perdido el carácter de estabilidad no se recupera sencillamente.
Cavilando como un joven Guillermo Tell los males generales y los suyos particulares.
El defecto de la pobreza en grado notable.
Una furiosa y oscura mancha de nube de tormenta.
La fuerza del dominio del dinero.
El rostro negro de rabia.
Frenéticamente emocionado.
Las brasas de la ira estallaron con astutos golpes y burlas.
La emoción de luchar con las reglas.
Hacer cosas que estaban prohibidas como una cuestión de aventura.
Al no tener mucha ambición su vapor superfluo estaba disponible para juegos y raspaduras.
Hombres pobres, valientes y torpes como Kossuth (regente hungaro), Garibaldi, Mazzini y causas justas que no triunfan en sus manos.
Grandes saldos en casa de sus banqueros.
Balanzas y banqueros.
Un martillo de carbón.
Perturbar la economía del reloj.
Silenciosa consternación.
El punto de inflexión del acto del carácter.
Irreflexivos y llenos de ánimo.
Leer las novelas de Marryat.
Poderoso como un carbonero.
El primer amanecer de consuelo.
El valor de tener un objeto en la vida que lo sacara de él.
La humanidad gloriosa.
La condescendencia o autoconciencia de modales que ultraja a los pobres independientes.
La ley de reforma de 1832 de Lord Gray.
Se consiguen las cosas correctas con compromisos adecuados cuando no se renuncia al principio.
Los ingenieros rusos de Sebastopol.
La reserva y la soledad.
Fidus Achates. El fiel Acates compañero de Eneas.
El método obstinado o prosaico.
Emocionado y con el rostro brillante.
Emprender un trote inteligente.
Un abeto del Himalaya.
Quiso la suerte ese día.
Se dispuso a vengarse sumariamente de la inocente causa de su desgracia.
La sabiduría del consejo.
Reservar las fuerzas.
Un ligero escrupulo interior.
No hay ejercicio en el mundo como el boxeo para el temperamento y los musculos de la espalda y las piernas.
John Sterling (1806-1844) novelista y poeta escocés.
Los grandes olmos plumosos.
La mente se inquieta y le gusta vagar hasta lugares extraños y desconocidos.
Una expresión conmovida.
Era sabio con el silencio como con la charla.
Uno de esos benditos y breves silencios cuando se toman las decisiones que colorean una vida.
Un tono elevado y patético.
Tono suplicante.
Una cuna. Una traducción.
Locus penitentiae.
Buscando con altivez el nominativo y el verbo.
Remachar y arreglar todo en la mente.
Un suministro de salud animal y de ánimo.
El rumbo y el propósito.
Los delicados matices de significado que constituyen la mejor parte de la diversión.
De un humor derretido.
La joven Inglaterra libre y tranquila, holgazana y precaria.
Las piernas morales e intelectuales.
(Los días escolares de Tom Brown)


EUGÈNE FROMENTIN

Aquel cuyas confidencias referiré en el relato, muy sencillo y poco novelesco.
Había llegado a ese grado de dimisión propia y de oscuridad, que semejaban darle por completo la razón.
Una experiencia moderada, que se realiza o termina dentro de un marco natural de serenidad, de silencio y de añoranzas.
El cazador describía la evolución especificada por la dirección del viento.
Circunstancia vulgar.
La orilla cortante del horizonte.
Un grupo animado de colores brillantes.
Delantal de ratina.
Zuecos. Bors.
La designación de París surgió de repente  como inevitable antítesis a lo sencillo y rústico de la vida.
Las avenidas discretas de su amistad.
La ausencia produce efectos singulares. Une y desune, acerca y divide, hace recordar y olvidar.
El menester mutuo de hacer confidencias.
Experimentar el efecto evidente del retorno y la inevitable seducción de los hechos que se repiten.
Estrecho círculo de la existencia activa y escondida.
Aquel doble horizonte llano del campo y del mar, era de una grandeza sobrecogedora a fuer de vacía.
Evolución de la existencia.
Calar hondo en la memoria.
Todo se transmite, incluso las ambiciones.
Con el abanico sobrio y amistoso, que sabía poner en las cosas cuando no se veía mezclada su vida interior.
Envuelto en las tinieblas de alguna idea preconcebida y taciturna, un acto de desesperación.
La tesis trivial de los desengañados.
Polvo de la soledad.
Las vanidades artificiales de la vida.
Viva expresión de pena.
Circunstancia decisiva.
Extraer de la existencia sensaciones.
Las tórtolas de septiembre pasaban con un aleteo sonoro.
Formar una memoria especial, poco sensible a los hechos, pero de una aptitud singular, para impregnarse por las emociones.
Justo lo preciso de agrado en el porte y el temperamento, para pasar desapercibido.
Reminiscencias que tienen el poder de rejuvenecer.
Un horizonte que semejaba no tener fin.
Sensación de una extensión amplia.
Las tinieblas de diciembre y las inmensas cortinas de lluvia, que cubrían el campo con un luto más sombrío que la escarcha.
Aturdido por un mar de palabras.
Ataque de sensibilidad enfermiza.
Un relámpago de estoicismo y decisión.
Por primera vez mi amor propio tenía que luchar con ambiciones rivales.
Rizado bridón inglés.
Linternas mágicas, retorno de la señal.
En el crepúsculo azul que bajaba del cielo, bajo los olmos provistos de leves frondosidades, a la luz de las primeras estrellas, que iban encendiéndose a través de los árboles como pavesas de fuego salpicadas, sobre el encaje de las hojas.
Revelaciones reunidas en un conjunto de evidencias.
Expresión de pesar.
Confidencias, discernir las verdades útiles.
Grado de lucidez apropiado.
Fría actitud y complicados cálculos.
Amable rostro de expresión fría.
Expresión de hostilidad malvada.
El colmo de la estupidez o la locura.
Hablar con el desorden de una memoria recargada de tumultuosos recuerdos.
Los diferentes niveles de la montaña, adonde nos llevaba su relato.
Incidentes de una existencia imprevista.
La ciudad cerraba el horizonte con sus siluetas graves.
Sentir las sensaciones y estar emocionado.
Análisis humano y dones divinos.
Primarios pudores de escritor.
Actitud de pura conveniencia.
Efusión de gestos y palabras.
Expresión de vivacidad, que me espantó.
Lucidez de una imaginación sobreexcitada.
Nuestras dos existencias han transcurrido sin confundirse, igual que dos ríos indiferentes.
Desesperante argumentación.
Aire de la habitación, de una emoción respetable.
Seducir a la suerte.
Cuerda emocional.
Mar, azul desierto sin límites, soledad agitada.
Horizonte circular.
Expresión extraviada que produce el vértigo.
Expresión de pesadumbre.
Reunir y organizar las emociones confusamente recogidas en la memoria.
Ocio e imprevisión.
Tráfico mundano.
Una imagen imprevista de la seducción.
El ingenioso error de un amor enfermo.
Actitud entristecida, sometida, vencida.
Grado de emoción.
Imagen ofendida y llena de angustia.
Actitud defensiva.
La insignificancia y la grandeza de una persona viva.
Sombra de preocupación.
Visita en actitud ceremoniosa.
Reserva sistemática.
Unos grandes bosques coronaban el horizonte con sus colores oscuros e invernales.
Expresión de inconcebible desprecio, por una idea demencial.
Las novelas, los embrollos, las situaciones escabrosas.
Reconocemos la creación divina y humana poder ser imitada, mas no sustituida y crear una carencia de no haber existido.
Expresión de espera y disgusto amargo.
Al igual que Bernard de Mauprat tras los pasos de Edmée, vi cómo huía bajo la alta columnata que formaban los robles, con el velo flotando al viento y su largo vestido oscuro arremangado, con la sobrenatural agilidad de un pequeño demonio negro.
Tono de inflexible audacia.
Expresión de pudor triste, que sigue a unas confidencias harto íntimas.
La ventana enmarcaba un tranquilo horizonte hecho de llanura y agua.
La inevitable prosa de las naturalezas inferiores.
(Dominique)

Sajones campanarios.
Monsieur nostramo.
Grado de lucidez.
Aspecto impenetrable de joven esfinge, vista enigmática, pero que no replicaba nunca  y sus ojos eran absorbentes.
Azul fosco.
Potencia de una sensación.
Humillación provechosa.
Argolla del silencio.
Lágrimas poco viriles.
Actitud recogida y torpe del ruiseñor que va a cantar, alado virtuoso.
(Domingo)


GEORGE DU MAURIER

La máscara de Dante, el alférez de Leda, el cisne de Miguel Ángel, un centauro y un lápita de los mármoles de Elgin.
Saveloy. Tipo de salchicha roja muy condimentada.
Ipssipimus. Para las costumbres esotéricas el pináculo del desarrollo anímico.
Nada prueba la verdadera amistad como el silencio.
La delicada blancura del aligustre o alheña.
Laird. Nombre genérico para los propietarios de grandes fincas de Escocia equivalente al squire de Inglaterra.
Las sustancias sacarinas y cristalinas.
Los monstruosos huevos de Pascua de encantador color guardados como joyas costosas en cofres de satén rojo.
La saciedad que sigue a la autocomplacencia y la alcanza.
Rápidos destellos de intuición.
Un manantial de dulzura.
Una fina y viscosa capa de tristeza y vergüenza.
Un guiño británico que no era diplomático.
Sus percepciones inarticuladas e intuitivas se limitaban a secretos de forma y color y se esforzaban para penetrar el velo de misterios más profundos con un impetuoso y dogmático desprecio infantil de las interpretaciones recibidas pues era intolerante ante la inconsistencia humana.
Las costumbres que carecen de fundamento científico o filosófico. No pasaba debajo de una escalera ni se sentaba a cenar a los trece ni cortaba el pelo los viernes y se disgustaba si veía la luna nueva a través del cristal. Creía los numeros de la buena y la mala suerte.
La punzada del desencanto y la vergüenza vicaria.
Estupida lechuza.
La ablución al estilo silbante, salpicante y encogido de los ingleses.
Ranunculos y margaritas de Vaterland.
Un ojo azul colérico.
La pérdida semiconsciente de casta.
Un gesto amistoso.
El lector ocasional.
Tenía una visión miope de la vida y no se preocupaba del mañana.
Una existencia indigna.
Amenazas sardónicas.
No tenía más noción del valor del dinero que un colibrí.
La cima de la fama pura y sin adulterar.
La haute solía llamarse a la mejor sociedad de la bohemia francesa.
Tenían los mejores y los peores modales. Eran auténticos camaleones.
Salchichas inglesas robustas cortas y gruesas.
Salchichas de Arles y de Lyon.
Los verdaderos británicos de opiniones liberales o el desprecio de los verdaderos ortodoxos.
Salsa Harvey.
Traer el rubor de la vergüenza a la mejilla de la modestia.
El encanto, el glamour y la esencia de las cosas.
El don inconsciente de evocar emociones, sensaciones y situaciones pasadas.
Encogerse de hombros con impaciencia.
El intenso suspense y la cruel ansiedad.
Un temperamento irascible.
Las cualidades intelectuales como las humanas.
Caer al suelo de un ataque.
Un laberinto de problemas.
Una actitud brusca.
Galignani´s Messenger fue un diario francés en inglés lanzado el 1814 reemplazado el 1895 por el Daily Messenger.
Se compara a Carlyle y Macaulay.
El genio y la suerte.
Para la costumbre europea del aprendizaje los años de oficial (Wanderjahre) son un tiempo de viaje de tres años y un día después de completar el aprendizaje como artesano.
Un trozo sucio de cáscara de naranja, / El cabo de un cigarro / Una vez pisado por un talón principesco / Qué bonitos son.
Mantener el recuerdo verde.
La mejora que el éxito y la experiencia de la vida habían obrado.
La mancha, nudo o coágulo que paralizaba la circunvolución de su cerebro donde guardaba los afectos.
Ese yo del que estaba harto.
El canal auditivo que llega a las emociones.
Un dedo en cada pequeño pastel insignificante, un ojo y un oído en cada cerradura.
El valiente amor perfecto no cree el mal ni busca recompensa.
El bastón de mariscal que yace en cada mochila clerical.
El torrente de la elocuencia.
Secretar amor y buena voluntad como la saliva sin esfuerzo.
En Londres al menos podía respirar.
La larga costumbre de sentirse en évidence, de ser admirado y escuchado.
Una atmósfera de billetes y oro.
Los albaneses alistados como bashi-bazouk (cabeza loca).
Su fama era como una bola de nieve con forma de ducado de oro.
El menester diario de un pobre paria hambriento de calor, comida y bebida.
La recurrencia de otro ataque.
Trump. El triunfo de las cartas.
Pasar noches blancas sin dormir hasta el amanecer.
Cómplice deliberada, particeps delincuentes antes y después del acto.
Una reverencia y un asombro crónicos.
Despertar sumido en un tormento de terror, rabia y vergüenza.
La expresión de su rostro era terrible por el asombro, la rabia y el miedo y estaba completamente consternado.
Contener la reseña biográfica un gran valor histórico.
Un fuerte shock nervioso.
Desfalleciendo y desvaneciéndose con una atrofia general.
La abrumadora fama.
Los signos evidentes de una celebridad colosal.
Un toque de gracia.
Un tono abstraído.
Por sorpresa conmocionada y dolorosa.
Un proverbio fundamental.
La boda de la polilla con la estrella, de la noche con la mañana.
La verdad es inexorable.
(Trilby)


CHARLOTTE M. BRAME

Romper las ataduras de la costumbre y las absurdas leyes de casta.
Argumentos razonables.
Algun grave agravio político.
El despreocupado y apasionado curso de su amor.
Heredando con el título y el patrimonio las disposiciones bondadosas y sencillas.
Lamentar la suerte.
El rostro sajón de líneas definidas con ojos claros y honestos y labios altivos, el cabello rubio y el porte majestuoso.
Un liberal de pura cepa.
La fiebre liberal.
Confraternizar con los agricultores y arrendatarios ante lo que el padre se encogía con un temor aristocrático.
Una nube de vergüenza y tristeza.
Una novela sensacional.
Inconsciente condescendencia.
Qué vergüenza de formación artificial.
Se sentó a la orilla violeta del torrente.
Casta e insensatez.
El romance absurdo de los encuentros.
Una carcajada incontrolable.
Una tormenta de reconvenciones.
Los condes son muy serios.
La diplomacia superó sus optimistas expectativas.
El sentido de la idoneidad de las cosas.
Una pesada carga de preocupaciones.
Los nenufares dormían en su tranquilo seno.
Las prímulas pálidas se habían marchitado, las violetas habían desaparecido.
Corregir el error de la duplicidad y el encubrimiento.
Tímida y reservada.
La escritura irrevocable del matrimonio.
Las personas prosaicas y comunes.
Una persona sincera como el acero.
Querer que alguien sea original instantáneamente lo priva a uno de cualquier reflexión. Preciso tiempo.
El agudo instinto del amor.
La heredera inglesa inteligente y hermosa hablaba francés con gracia cortesana e italiano con fluidez.
Cuya fama se estaba extendiendo rápidamente.
Los amigos más preciados.
Un tono quejoso.
Una expresión inquieta.
Un silencio rígido e inquebrantable.
Involucrar con la conversación.
Estilo, modales y dignidad.
Un toque de celos.
Es muy raro que alguien de buen carácter se equivoque voluntariamente.
Acusar de deshonra o negligencia.
Los hábitos se desarrollan pronto.
Un feroz y ardiente aliento de celos.
La lista de matrimonios desdichados.
Una naturaleza indisciplinada e inexperta puede romper con las restricciones de las buenas maneras y la buena educación.
Una sospecha de mal humor.
Una reserva silenciosa y hosca.
Celos amargos y mortales.
Qué débiles y frágiles son las palabras.
La tortura del recuerdo.
Llorar con desprecio y rabia.
Una resolución firme e inalterable.
Un humor hosco.
La furia de los celos y la rabia.
Los paseos instructivos.
Preferir la indulgencia de los propios temperamentos.
Era su estrella de carga.
Un anillo de luto.
Título y patrimonio.
Nada le quedaba de sus gloriosos sueños excepto la existencia.
Humillar el orgullo hasta el polvo.
Una expresión de enojo y oscuridad.
El orgullo y el temperamento pueden doblegarse y pegarse.
Con el paso del tiempo la tensión se disipó.
La piedra de la mala suerte -la pierre du malheur como llaman los franceses al ópalo-. 
La pregunta la asaltó de repente como un shock mortal.
Con un aplomo digno de una causa mejor.
Un profundo suspiro de perfecta satisfacción.
Las conspiraciones matrimoniales.
La artillería de fascinación.
El dulce murmullo de una paloma cushat.
Cultivar el reposo elegante.
El sistema nil admirari. No sorprenderse de nada. Cicerón. Estar preparado para cualquier contingencia.
Los especuladores desinteresados.
Un repentino ataque de timidez.
El rostro con una expresión triste y desgastada.
Ideas originales.
Cantar como una hechicera.
Creer en la virtud y el vicio hereditarios.
Una idea instintiva de la verdad.
La habitual vaguedad de los sueños.
Es un dicho trillado que la muerte es inmortal.
Morder los labios con rabia.
Un humor radiante.
El ingenio audaz, la rapidez mental, la imaginación vívida, los remordimientos y el intelecto.
El curso secreto que se cernía.
Un temperamento amable.
Una imaginación vivaz, singular y elegante.
Valorar las elevadas y sagradas enseñanzas.
Un temor vago e inefable.
Un febril suspense.
Murmurando una imprecación de decepción.
Una actitud tranquila y digna.
La expresión soñadora y absorta.
Apretar los dientes con rabia.
Libertad de cualquier mancha del mundo.
Un tono enojado.
Un temperamento hosco y celoso.
Estaba furioso por los celos y la rabia.
Inconscientes de su destino.
El abrazo firme y apretado de la muerte.
La clave del misterio.
La cara denotaba que el cerebro estaba perturbado.
El arrebato de la rabia.
Un temperamento orgulloso e implacable.
Un sueño turbulento y febril.
La fuerza de la memoria despertada.
Un suspiro de cansancio.
La pura e inmaculada nieve que cae.
(Dora Thorne)


EDOUARD DUJARDIN

Una tarde de sol poniente, aire lejano, cielos profundos y muchedumbres confundidas; ruidos, sombras; espacios infinitamente olvidados de horarios extendidos; una tarde vaga.
Bajo el caos de las apariencias, de la ilusión de las cosas que se engendran y se dan a la luz y de la fuente eterna de las causas y de la infinidad de existencias posibles surjo yo. El triste amante del misterio genital.
El placer no vale lo que cuesta.
Ojos provocadores.
La pálida blancura de una seductora.
Lo lamentable apareció idealmente una noche con las piedades que transfiguran.
El helado de Tortoni.
Un hermoso gesto ceremonial.
Amar con un amor devoto como se debe amar; no como se ama con altivez.
Un reloj neumático.
Cuando un matemático se enamora una vez todo está perdido.
Es el honor y la razón de mi vida, vi un gozo verosímil e infinito, una entrada al cielo.
Una tarjeta de negocios córnea.
Disposiciones de ánimo del amanecer de mayo, el ambiente acariciantemente nocturno.
La noche instigadora.
Dotada de todos los tesoros auténticos.
El consuelo de las cosas suaves.
Siento la noche; la sombra donde se mueven las apariencias, el silencio donde murmuran las arenas; los árboles largos empaquetados de negro; la radiación de estrellas en crecimiento, esa trepidación de los ojos llorosos de las estrellas.
Es muy aburrido cuando quiero reflexionar que me lance a divagar muy temprano.
Sus pequeños gestos alternativamente rápidos y perezosos.
La seda china colgada, las vagas flores blancas de sedas chinas donde flota la lenta cigüeña con su pico montado.
Cuando uno ha emprendido algo es muy reacio a darse por vencido abruptamente.
Fue instintivo; un deseo de asombrar, de deslumbrar, de ser admirable.
La historia de la purgación denegada.
La situación con la que me encuentro no me permite independencia.
Es el diablo también una vez que está atrapado con el engranaje para acortarlo.
La urgencia de la ejecución.
Afligir hasta la desesperación.
Violencias vanas, impotentes.
Habría sido el amor entonces como inevitablemente hoy el distanciamiento fatal de los seres.
La noche que estuvo enferma. Qué magullado, arrugado, hundido y sofocante. Un sueño de tristeza y piedad. Qué posesiones ardientes habían encendido esta fiebre tétrica.
Su imperturbable dignidad cuando estaba en publico.
Los labios obscenos bajo la complicidad de los ojos doctos con los placeres perversos.
Una vaga somnolencia.
La tibia enumeración de las cosas.
La triste existencia.
Cuánto amor se precisa para endulzar su amargura.
Una de las numerosas ilimitadas existencias, tal dirijo mi carrera; una de las innumerables borradas definitivamente; tales me han sido creados el hoy, el aquí, la hora, la vida y los males se retuercen con el deseo; saber cómo se desintegra lo original de un alma, un alma vuela a sueños del abrazo; es feminino el hoy, es una carne femenina tocada; mi hora es una mujer a la que me aproximo.
Tono burlón, aburrido, rencoroso.
Si el pretexto fuera suficiente.
Los elogios tocan la fibra sensible y son aceptados.
Asombro e indignaciones demostrativas.
Amable indiferencia.
Su visión de verdadera ternura, una victoria entonces.
Con una conversación tierna hay que estar callado.
Le daré la mejor prueba de mi amor no imitando a los demás con el amor solo con una pasión vana sino amándola profundamente y queriendo ser amado en lugar de recibir su sacrificio.
No es menester preparar grandes frases ni pelear por los flancos.
En el café vivo de colores deslumbrantes y luminosos; el consuelo de la cena pausada y los extraños ojeados.
Una velada agradable a pesar de la horrible impropiedad de una somnolencia comunicada.
Esta hora que el día vano huye y no es, después que cualquier día se ha extinguido, es mi noche, la hora de mi amor.
Tus labios son frívolos hasta volar lejos con los vientos.
Te quiero; mal por los largos respetos, por los amores humildes, los hermosos programas, los amores tardíos preparados mucho tiempo, las partidas, las renuncias.
Delicias imposibles, delicias mortales y desesperadas.
Nada es más que la infinita tristeza de la innegable inutilidad.
(Han cortado los laureles)


Eliade
Edouard Dujardin un mitólogo incorregible.





Ana Kontroversy

















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