STENDHAL
Ideas firmes sobre los méritos literarios.
Corregir el estilo de la novela.
Las ideas políticas que aparecen mezcladas en el relato.
El lector y yo reflexionamos de manera opuesta en muchas cosas, pero coincidimos en el horror a las apreciaciones de carácter personal.
En Londres se publican novelas mordaces, como "Vivian Grey", "Almak", "High Life", "Matilda", etc., que tienen precisión de clave. Son caricaturas graciosas de personas a las que el azar del nacimiento o de la fortuna han colocado en una situación envidiable. He aquí un mérito literario en el que no queremos incurrir.
El autor ha puesto en el escenario a industriales y aventajados, satirizándolos.
Cada cual juzga las cosas desde su posición y en términos también opuestos hablan de la actual sociedad personas igualmente respetables, que quieren conducirnos por distintos caminos hacia la felicidad. Pero cada uno pretende de ridiculizar al partido opuesto.
¿Imputaréis a mala voluntad, en el ánimo del autor, las descripciones malévolas y falsas, que cada partido hace de los salones del partido opuesto? ¿Exigiréis que los personajes apasionados sean sabios filósofos, que no tengan pasiones?
Hablando de nuestro siglo, hemos dibujado dos de los caracteres de la novela siguiente. No se encontrarán, puede ser, ni veinte páginas, en las que aparezca el peligro de la sátira.
El autor sigue otro camino. El siglo es triste, tiene mal humor y le hace falta tomar sus precauciones, incluso publicando un folleto que, ya lo ha dicho el autor, será olvidado, a más tardar a los seis meses, como los mejores de su especie.
Se encuentran en el estilo de esta novela ingenuas formas idiomáticas, que no he tenido el valor de modificar. Nada es más molesto para mí como el énfasis germánico y romántico.
Permitidme mi simplicidad agreste y burguesa.
El estudio de los escritores, que desde hacía dos siglos han pretendido explicar cómo el ser humano reflexiona y cómo quiere.
En lugar de seguir un razonamiento, su alma se perdía en suposiciones novelescas sobre el porvenir de su hijo.
Adivinar mis reflexiones por las cosas de mis libros y sorprender lo que escribo, para guiarme en los momentos de locura.
Un volumen envuelto cuidadosamente en papel de Inglaterra.
Refirió, con muchos detalles y una ingenuidad perfecta, la serie de sentimientos y decisiones, que hemos hecho saber al lector.
El autor sabe referir y no está vendido a ningún partido.
¡Con qué amargura reprochaba las novelas, en las cuales extraviara su imaginación!
La ilusión novelesca.
Su imaginación se complicaba en las suposiciones de soledad completa y de isla desierta, muy novelescas y, sobre todo, muy usadas por las novelas, para ser repetidas.
Recordó una novela vulgar, en la que el personaje odioso hace imitar la escritura de los amantes y fabrica falsas cartas.
Novela banal.
Pero el lector está fatigado como nosotros de estos tristes detalles, donde se ven los productos gangrenados de la nueva generación luchar con la ligereza de la vieja.
Los personajes de Laclos escribían como peluqueros.
No recibiré más que las gentes a las cuales no pueda hacer objeciones.
La conversación se desarrolló al lado de la ventana, posición de rigor para la política.
El sombrío Alfieri.
Las dificultades que la casualidad presenta.
Operar en la Bolsa ante un aviso.
Nadie tiene un éxito verdadero y despreciar sin saber es muy vulgar en mi sociedad, para que yo haga el mérito de evitarlo.
Grado de perversidad.
Acusar de gazmoñería.
Argumento decisivo.
Un retorno perfecto a la vieja amistad.
Fatal secreto.
Palabras de conversación general.
Finura marcada.
Agudezas aprendidas.
Por primera vez había entrevisto el aburrimiento de las maneras muy perfectas y de los excesos de la fría etiqueta.
Acusar de mala educación.
Ir directamente a un fin.
Manifestarse dichosa.
Acción baja, una herencia captada.
Es meloso; es una metamorfosis de las maneras rudas cuando son miedosas.
Se encierra en la reserva más severa.
Acusar de fatuidad.
Grado de locura, salvajismo e insensibilidad.
Una idea, recurso ordinario de los desdichados que tienen valor, se le antojó enérgica.
Sentía ese espantoso dolor, que colmaba la tortura de los más grandes criminales; se despreciaba perfectamente.
Para colmo de dolor.
El partido de la tentación.
Grado de benevolencia.
Aquel aire indiferente que se tiene para una noticia ya pasada.
El sistema de perfecta reserva, que se había impuesto.
Parentesco, funesta analogía de caracteres.
(Armancia)
No recibiré más que las gentes a las cuales no pueda hacer objeciones.
La conversación se desarrolló al lado de la ventana, posición de rigor para la política.
El sombrío Alfieri.
Las dificultades que la casualidad presenta.
Operar en la Bolsa ante un aviso.
Nadie tiene un éxito verdadero y despreciar sin saber es muy vulgar en mi sociedad, para que yo haga el mérito de evitarlo.
Grado de perversidad.
Acusar de gazmoñería.
Argumento decisivo.
Un retorno perfecto a la vieja amistad.
Fatal secreto.
Palabras de conversación general.
Finura marcada.
Agudezas aprendidas.
Por primera vez había entrevisto el aburrimiento de las maneras muy perfectas y de los excesos de la fría etiqueta.
Acusar de mala educación.
Ir directamente a un fin.
Manifestarse dichosa.
Acción baja, una herencia captada.
Es meloso; es una metamorfosis de las maneras rudas cuando son miedosas.
Se encierra en la reserva más severa.
Acusar de fatuidad.
Grado de locura, salvajismo e insensibilidad.
Una idea, recurso ordinario de los desdichados que tienen valor, se le antojó enérgica.
Sentía ese espantoso dolor, que colmaba la tortura de los más grandes criminales; se despreciaba perfectamente.
Para colmo de dolor.
El partido de la tentación.
Grado de benevolencia.
Aquel aire indiferente que se tiene para una noticia ya pasada.
El sistema de perfecta reserva, que se había impuesto.
Parentesco, funesta analogía de caracteres.
(Armancia)
La imaginación novelesca concibió por un momento la idea de que, tal vez, fuera una joven disfrazada, que viniese a pedir alguna merced.
En París, el amor es hijo de las novelas. Habrían hallado en tres o cuatro novelas la aclaración de su caso. Las novelas les habrían trazado el papel que debían representar y les habrían señalado el modelo que tenían que imitar; y más pronto o más tarde, y aunque sin ningún placer y tal vez a regañadientes, la vanidad habría obligado a seguir aquel modelo.
En provincias se está lejos de tomar de las novelas maneras de conducta.
El amor que había visto en las novelas que, por azar, cayeron en sus manos, lo estimaba una excepción, incluso una cosa completamente anormal.
A un joven educado en las tristes verdades de la sociedad parisiense, le habría despertado en este punto de su novela la fría ironía.
Como no había leído nunca novelas, los matices de su felicidad eran nuevos para la joven. Ninguna triste verdad venía a amortiguarla, ni siquiera el espectro del porvenir.
Hablando como en las novelas, no le quedaba nada que desear. Pues el amor que había inspirado y la impresión inesperada, que le habían producido unos encantos seductores, le valieron una victoria a la que nunca le habrían llevado todos sus planes torpemente astutos.
Novelerías.
Creyéndose muy fino, siempre me está dirigiendo alabanzas exageradas y de mal gusto, que aprende de memoria en alguna novela.
Para el protagonista de las novelas de Voltaire, la felicidad consiste, sobre todo, en comer.
Tememos cansar al lector con el relato de otras mil cuitas de nuestro protagonista.
Acusado de novelesco.
A los diecinueve años, aquella pobre joven precisaba ya del ingenio picante, para interesarse por una novela.
La ocasión de hacer un extenso relato elegante.
Esta va a ser una novela epistolar. El enemigo hace un falso movimiento; yo voy a poner en juego la frialdad y la virtud.
La felicidad perfecta de la que hablan las novelas.
Impregnado por los prejuicios sacados de los libros, perseguía la quimera de una amante cariñosa y que no vuelve a reflexionar en su propia existencia, desde el momento que ha hecho feliz a su amado.
No tenía ninguna experiencia de la vida; ni siquiera había leído novelas.
¡Pero cómo! ¡Una persona de alta virtud elogiar una novela!
Hacía alarde de desprecio a los escritores que, a través de sus libros deleznables, pretenden corromper a una juventud demasiado propensa a los errores de los sentidos.
En ese género inmoral y peligroso, "Manon Lescaut" ocupa uno de los primeros puestos. En este libro, las flaquezas y las angustias merecidas de un corazón criminal están pintadas con un verismo, que no carece de profundidad.
Después de todo, mi novela ha llegado al final y el mérito es sólo mío.
Bajo una apariencia de desinterés y con frases de novela, su grande objeto es llegar a disponer del dueño de la casa y de su fortuna.
La provincia entera había acudido, para asistir a la vista de aquella causa novelesca.
Comienzo a creer esa extraña novela. Es verídica sólo en apariencia.
Algún autor ha hecho ochenta tomos de novelas impresas en París y cuyo nombre está en las bocas de Toulouse, Marsella, Bayonne, Agen y al que no conoce en París nadie. Uno es el barón de La Mothe-Lagon, autor de la novela titulada "Monsieur le Préfet". Paul de Kock, Victor Ducange, serían famosos en París si no se hubieran puesto a hacer dramas y melodramas con sus novelas.
El mecanismo del impuesto de consumos.
Un gasto para mantener el rango. Un preceptor.
Hallar un pretexto para reanudar el diálogo.
Orgullosa actitud.
Tornear un cumplido.
Acusación frente la conducta.
Arte del disimulo.
"La Châtelaina de Vergy", novela del siglo XIII, publicada en 1829. Trágica aventura de Gabriela.
Los vivos movimientos de la conversación.
Intensidad de la emoción.
El valor ciego que basta para la acción.
Para colmo de desdichas.
Bajo un terrible sufrimiento, que la hizo reflexionar.
Demostraciones de desdén o de favor.
La energía sublime que lleva a realizar las cosas extraordinarias.
Análisis de las respectivas posiciones.
La fama ganada.
Prosiguiendo el análisis de su posición.
Manifiesta inclinación.
La puerta del comercio.
Conversación seria.
La idea de las actitudes estudiadas.
Frase afortunada, dicha con cierta firmeza, que se esfuerza en vestirse con suavidad.
Emoción compasiva de mal tono.
La Fontaine es un autor inmoral. Una fábula sobre maese Jean Chouart se permite ridiculizar lo más venerable.
Cabaret. Restaurante.
Con la actitud y la expresión de una perfecta humildad.
Manejar la vanidad hábilmente.
Acusar de deshonestidad.
La verdad es austera.
Un desdén casi rayano en burla.
Salchichas con saurcraut, repollo agrio.
Hallar emociones delicadas.
Actitud hostil.
Por una fatalidad del carácter.
Peso de la indignación.
Forzada la transformación de actitud con calculada habilidad, la cosa no fue más que un placer.
Valen más las sospechas, que las incertidumbres.
En París se habla bajo y no se exageran las pequeñas cosas.
La expresión del aburrimiento, que examina sin olvidar el deber de producir una impresión imponente.
Ribetes de envidia.
Proverbio vulgar. Tout beau tout nouveau. Cuanto más nuevo, más bello.
En los momentos en que sus ambiciones de alto bordo permitían algún respiro, hacía negocios con sagacidad.
Los hombres ricos buscan en los negocios el entretenimiento y no los resultados.
Materia de duelo.
Sentía la verdadera finura, pero no tenía idea de los matices.
El colmo del ridículo y del aburrimiento.
Las demostraciones de gratitud.
Famas usurpadas.
Fama de ingenioso.
Una actitud orgullosamente humilde.
Profundidades del entusiasmo.
Las preferencias son patentes, directas.
Demostraciones de interés.
El desierto abrasador de la mediocridad.
Cuando se decidió a escribir no fue sin lucha.
El duelo ya no es más que una ceremonia.
Rango, un mérito explícito.
Un porte egregio.
El tono de la conversación corriente.
Angustias de la extremada timidez.
Voluntad manifiesta.
Un eterno secreto.
Una de las características del genio es no arrastrar sus reflexiones por los carriles que ha trazado el vulgo.
El amor cerebral es más inteligente que el amor verdadero, pero sólo por instantes experimenta el entusiasmo.
Acusar de indecencia.
Imaginación desquiciada.
Un ribete de locura.
Admiraba el garbo con el que montaba a caballo.
Temperamento flemático y tranquilo de los holandeses.
Tomó un periódico para componer una actitud.
Insuperable pesadez.
Conversación insoportable.
Estos magníficos argumentos no producían ningún efecto en la horrible realidad.
La veracidad de las acusaciones.
La ventaja del estilo enfático. Copias.
Gran pesar por un comportamiento aconsejado por su excesivo orgullo.
Corrosivo orgullo del parvenu.
Plausibles argumentos.
No hay argumento capaz de destruir el dominio de diez años de sueños agradables.
Insólita coyuntura.
La mano del tiempo pesaba sobre aquel ser.
El ministerio publico, encargado de mantener la acusación.
La acusación, mantenida por el fiscal general.
Para colmo de irritación.
Componer un memorial para el recurso de gracia.
(Rojo y negro)
A menudo reflexiono; ¿qué ojo puede verse propiamente?
Como un borrego, id est sin placer.
Es nuevo para mí. ¡Hablar a personas de las que se ignora el signo de inteligencia, el tipo de educación, los prejuicios!. ¡Qué aliciente para ser auténtico, eso es lo esencial!
Veneraba a Cabanis, Tracy y J. B. Say, leía a menudo a Cabanis, cuyo vago estilo me desolaba.
Vivía solitario y loco como un español, a mil leguas de la vida social.
Me aburro a falta de poder transferir ideas. Preciso de vez en cuando conversar por la noche con personas inteligentes, si no me siento como asfixiado.
Vida de favoritismo y de gastos. He sido un ser humano ingenioso, desde el invierno de 1826; antes me callaba por pereza.
Meditando sobre la vida, encontré que mi vida podía resumirse en estos nombres cuyas iniciales, como hiciera Zadig (error, es Astarté), escribí en el polvo con mi bastón.
La condición habitual de mi vida ha sido el de amante desgraciado, gustándome la música y la pintura, gozando con estas artes, pero practicándolas torpemente.
Creo que el ensueño es lo que he preferido a todo, incluso a pasar por un ser humano ingenioso. Sólo me he tomado la molestia de serlo.
Las cartas de Victor Jacquemont, el Indio.
Los enemigos son seres demasiado vulgares, para poder opinar sobre la brillantez.
¿Cómo podría opinar Lamartine sobre el ingenio, si en primer lugar no lo tiene, y en segundo lugar traga todos los días dos volúmenes de los libros más mediocres?
El gran drawback (inconveniente) de tener ingenio, es que se precisa tomar en cuenta a los seres tontos que nos rodean e impregnarse de sus pobres sensaciones.
Tengo el defecto de identificarme con el que menos carece de imaginación y de hacerme incomprensible para los demás, que se alegran.
La gente de Roma no entiende lo suficiente las sutilezas del idioma francés, para darse cuenta de la agudeza de mis experiencias y tienen menester de la grosería de un viajante, que les encanta y es su auténtico pan de cada día.
Veo el vacío de la vanidad.
He sido siempre un niño; por eso he tenido poco éxito.
Como dicen los niños, estoy lejos de sentirme hastiado de las estratagemas y monerías de las mujeres, me siento encantado de una larga conversación.
Apurado, más por inatención y despreocupación, que por falta de recursos.
Pretendía gozar y actuar, pero no aparentar más gozo o más actividad de las que existían en realidad.
Haber gozado de la estimación y el cariño, hasta donde el respeto y la diferencia de edad podían permitir la comunicación, que hace que nos amemos los unos a los otros.
Mi amor propio, mi interés, mi yo, desaparecían delante de la persona amada, me fundía.
¿Tendré la valentía de escribir estas revelaciones de una forma inteligible? Es preciso relatar y escribo "apreciaciones" sobre acontecimientos minúsculos, pero que precisamente, a causa de su tamaño microscópico, precisan ser contados con claridad.
Tener algo singular, un respeto terrible por las conveniencias.
Pretender resultar de buen tono o dignos.
Grandes y terribles amores.
Tenía yo un temperamento fogoso y la timidez descrita por Cabanis.
Monstruo, carácter atroz.
Nunca sabemos la crónica escandalosa de nuestros familiares.
Rasgo de carácter negro.
Intruso incómodo, le tiers incommode, traducción de la expresión italiana il terzo incommodo.
Acusado de haber sido amante de varias señoras.
Le horrorizaba el enternecimiento familiar.
Horrible pedante, alto, cetrino y delgado.
Retardar un relato imprescindible.
Las emociones arrebatadoras de una novela de George Sand.
Para quien ve las cosas con lucidez, la música, el paisaje y las novelas deberían transformarse cada tres grados de latitud.
Supongamos que yo miento sobre estos rasgos de ingenio que sobresalen; pero en realidad no miento sobre todo lo demás. Si siento la tentación de mentir será más tarde, cuando se den grandes faltas, muy posteriores.
Ser humano serio, pero con la seriedad de un ser de corte y muy respetado en la familia como director de conducta.
Acusar de ser insensible.
Fases de la desesperación.
Sofocar, dolor del ruido.
El engaño es inútil para los que lo practican, que siempre encontrarán seguidores.
El carácter tímido del francés es la causa de que no emplee con frecuencia los colores puros; verde, rojo, azul, amarillo intenso; prefiere los matices vagos.
Deplorar la fuerza de la fatalidad.
La prudencia de Fontenelle le impedía tener serias ambiciones.
Carácter de Fontenelle, modesto, prudente, discreto, extremadamente amable y divertido.
Ingenio frío y distinguido.
"Les Liaisons dangereuses", novela escrita por Choderlos de Laclos, oficial de artillería, describe las costumbres de Grenoble.
Refinamientos y escrúpulos de autoconciencia españoles.
El solo recuerdo del dinero me hace sufrir. Porque tenerlo no me hace feliz y carecer de él es una triste desgracia.
El hablar de dinero atentaba al pudor. El dinero era como un triste menester de la vida, por desgracia indispensable como los excusados, pero del que no se debería hablar nunca. Se hablaba, sin embargo, y a título de excepción, de la cantidad exacta que valía un inmueble.
Preciso retenerme, para no entregarme a la sensación que me producen los objetos y poder juzgarlos razonablemente con mi experiencia.
Fontenelle, un ser animoso y no patriota. El patriotismo le habría distraído vulgarmente de sus ideas elegantes y literarias.
Alejar de mí esta copa fatal.
Producir una cólera tranquila, sombría y perversa de diplomático flemático.
Meridional, franco, brusco, grosero y dependiente comisionista.
Periódico ministerial. Sólo sabe hablar de los peligros de la libertad.
Cara envidiosa.
Acusar de espiar.
Sombrío y reservado.
Un ejemplar in-4º del viaje de Bruce a Nubia y Abisinia.
Volúmenes de Voltaire encuadernados en piel, imitando mármol.
La alegría y la inconsciencia de la infancia.
Lo rastrero y vulgar sin compensación, enemigo del mínimo impulso generoso, lo que se alegra de la desgracia del que ama la patria o es generoso.
Voltaire era otro tipo de ser humano, que aquel imbécil de Luis XVI, del que se burlaba, o del astuto Luis XV, cuyas necias costumbres reprobaba.
Horror irreflexivo.
Contaminado por Marmontel, Durat.
Abate Prévost, "Mémoirs d´un homme de qualité".
Rollin, un libro serio.
La aprobación de los seres que veo débiles me es totalmente indiferente. Se me antojan locos, veo claramente que no entienden el problema.
Miedo a llegar a los peores extremos.
Aguardar el instante de inspiración, esa condición de exaltación.
Rojo de furor.
Horrible persecución.
Papel más ancho que largo, con la forma de una letra de cambio.
Toadeater (come-sapos), adulón, parásito.
Pálido a causa del miedo.
Donde se había desarrollado el acto.
Yo era un ser débil, y cuanto más reflexionaba, más reproches me hacía.
Bajeza del reproche.
Colmo de la torpeza de los tiranos.
Horrible aburrimiento.
La emulación es indispensable, para poder soportar la estupidez.
Un ser humano menos elegante, calculador, político, opuesto a amabilidad, alegría, elegancia física y moral.
Acusar de mentir.
No pretendo describir las cosas tal como son, sino sólo su efecto sobre mí.
El dolor por la muerte del amigo fue un dolor reflexivo, seco, sin lágrimas, sin consuelo. Estaba desconsolado y a punto de caerme.
Siento horror por lo sucio, y el pueblo está siempre sucio para mí. Sólo Roma constituye una excepción, pero allí la suciedad está oculta por la ferocidad.
Los paroxismos de amor que me dominaban, llegaban hasta el punto de hacerme estallar una vena.
Engolosinado por un poco de libertad, me había vuelto feroz.
Carácter a lo Fontenelle. Aborrecía los gritos.
Orillas del olvido.
Quiero al pueblo, detesto a quienes lo oprimen, pero sería para mí un suplicio de todos los instantes vivir con el pueblo.
"Felicia ou mes Fredaines", novela aparecida en 1776 y cuyo autor era el caballero Andréa de Nerciat.
Sólo tengo una manera de impedir a mi imaginación, que me juegue malas pasadas; es ir directo al bulto.
Ingenios de las novelas.
"Séthos", novela del abate Terrasson, aparecida en 1731.
Yo no puedo reflejar la realidad de los hechos, sólo puedo presentar su sombra.
Encontré al fin la dulce igualdad.
Una novela es como un arco de violín, la caja del violín que produce el sonido es el alma del lector.
Librero Falcon.
Disputa horrorosa.
El carácter a lo Fontenelle no permite aborrecer ni expresarlo.
Pasión política.
Las causas y la realidad de los hechos.
Veo una serie de imágenes muy claras, pero sin otra realidad que la que tuvieron para mí. Veo sólo ese aspecto real a través del recuerdo del efecto que me produjeron.
Radicalmente alejado de cualquier criatura de mi edad.
Los caracteres a lo Fontenelle son muy sensibles a ese desprecio que no se expresa.
Un escritorio Tronchin, tenía el tablero regulable, para poder escribir en él en distintas posiciones.
Arrebato de desprecio profundo y de indignación concentrada.
Un pobre que me dirige la palabra en estilo trágico, como hacen en Roma, o en estilo de comedia, como en Francia, me indigna.
Acusado de ganar dinero ilícitamente.
El españolismo de mi carácter me impedía tener talento cómico. 1º. Desvío la vista y la memoria de todo lo rastrero. 2º. Simpatizo con todo lo que sean cuentos de amor, de selvas (los bosques y su profundo silencio), de generosidad.
Predisposición a la tristeza, que me ocasionan los domingos; las tiendas están cerradas. La propensión a la felicidad se evapora.
Estúpido o ingenioso, miedoso o valiente.
Reproche insolente.
Leyes del instinto, la sencillez y la analogía, que han seguido los pueblos al formar los idiomas.
En provincias, no hacen más que distraerse todo el día.
Los estúpidos parisinos censuran esa descripción de la pronunciación sana y natural. Lo hacen por cobardía y por ignorancia.
Recobré mi sentido común al perder la cólera.
La astucia y un egoísmo mesurado son las cosas que aprecian los niños.
Las amabilidades y las ideas literarias constituían el pan cotidiano de la conversación.
Causa del reproche.
Predicciones sacadas de los libros. Precisaba la comedia novelesca, el drama poco negro, presentando penas de amor y no dificultades de dinero.
Comparación horrorosa por lo absurda.
No creo tener otro talento, garantía de mi éxito, que el de describir fielmente lo natural, que en algunos momentos se me aparece con claridad; mi adoración por lo verdadero; y el placer con el que escribo, que llegaba hasta la locura.
Acusar de envidioso.
Piadosas resoluciones.
Las pretensiones moralizadoras, interesadas, de un artista, destruyen una realización artística.
Acusar de fingir y de renegar de las primeras sensaciones infantiles.
Vivíamos como los conejos, que juegan en el bosque, mientras mordisquean el serpol.
Miedo a la burla.
Era una persona excelente y sencilla, dos cualidades que se aliaban con un inteligente sentido común.
Desprecio frío y burlón.
La mentira es el corriente recurso de los débiles.
Carácter distante, moderado, prudente.
Duclos, "Mémoires secrets".
Horror por la pedantería.
Voltaire, "Satires", gran reformador.
Hermosos brazos blancos y carnosos de las venecianas.
Horrorosamente feo, con cara de boticario.
Reproche de ser feo.
Generosidad y desinterés.
Su rostro expresaba un desprecio helado.
Piedad taciturna.
Críticas encarnizadas.
Yo era muy agudo y hacía juegos de palabras. Cuando se me ocurre una frase ingeniosa veo la gracia que tiene y no su mala intención.
Ironía acusada.
Reproche de inmoral.
Lo que sé perfectamente son las cosas que me producen dolor o gozo, las que deseo o las que odio.
Cuando estoy en mi ambiente prefiero oír hablar a los demás, que hablar yo. Y si hablo es para pagar mi entrada.
Amigo literario, lleno de envidia él y yo de recelo y los dos apreciándonos mucho.
Una persona delgada y enjuta, con una cabeza gorda, una cara muy marcada de viruelas y, sin embargo, roja y con ojos brillantes, aunque huidizos, que tenían la viveza inquietante del jabalí.
Esa audacia teñida de timidez, es precisa para brillar en un salón de París.
Tendencia a exagerar mi investigación y a no fijarme en otra cosa, consecuencia sine qua non de una sensibilidad extremada.
Piocher, cavar, término estudiantil equivalente a empollar.
Miedo de permitirnos arrastrar por la vanidad.
Miedo de ser menospreciado como hombre de letras.
Impresión de Voltaire in-8º, de Kehl.
Uno de los grandes defectos de mi inteligencia; reflexiono sin cesar sobre lo que me interesa y a fuerza de verlo en distintas posiciones del alma, termino por ver algo nuevo y lo hago transformar de aspecto. Voy sacando los tubos del catalejo en todos los sentidos, o los voy metiendo, según la imagen empleada por Tracy.
Cuando me pongo a escribir abandono el reflexionar en mi hermoso ideal literario, sólo me asaltan las ideas que preciso expresar.
Tono majestuoso y paternal.
Enérgico reproche.
Miedo de recibir una paliza.
En nuestra ciudad había costumbre de batirse. No como los napolitanos, cuyos duelos producen pocos o ningún muerto, sino como gente valiente
Remordimiento a causa de mi españolismo, defecto patente, que Fiori llama, siguiendo a Tucídides, apuntar demasiado alto.
Lo difícil no es explorar y decir la verdad, sino encontrar quien la lea.
Tal vez el placer de las investigaciones y de los juicios estéticos o apreciaciones que los acompañan, me impulse a seguir.
Experimentar un miedo total.
El dinero no suponía para mí más que la satisfacción de mis caprichos.
En aquel tiempo, yo era como un gran río, que va a precipitarse en una cascada, igual que el Rhin, más arriba de Schaffhouse, cuyo curso es tranquilo, pero que va a precipitarse en una inmensa cascada.
Ley. Un poco de pasión aumenta la inteligencia; mucha la ciega.
Máxima. Nuestros deber es perjudicar todo lo que odiamos, siempre que podamos.
Solteronas jansenistas.
"Mémoires" de Saint-Simon, publicación en doce volúmenes, compuesta con los caracteres de Baskerville.
Mecanismo de educación o de vanidad.
Especulaciones agrícolas.
El tema supera el libro.
Orgullo justo y delicado.
Legítimos reproches.
Las fronteras de la ciencia, la dificultad que hay que vencer o el velo a descorrer.
Pasión de lo útil de la vanidad o la vanidad de lo útil
En las personas menos apasionadas, la prudencia más egoísta, de la que se vanaglorian, sustituye la emoción colérica o generosa.
Estilo periodístico, que quiere disimular tras una manera insólita de decir las cosas, la ausencia de reflexiones o su puerilidad.
La diferencia entre esos bobos pedantes del periódico, que llevan la cabeza expuesta como si fuese un santo sacramento, y yo, estriba en que yo nunca he creído que la sociedad me debiese nada. Helvétius me ha impedido creer esa estupidez.
Al ser acusado de estupidez el partido ultra, hacia 1818, la vanidad ofendida de Lamartine se dedicó a alabar a un noble, con igual fuerza con la que un lago revuelto rompe el dique de contención.
Tímido por vanidad.
El amor, antes de tener una situación y de haber dado los primeros pasos por el mundo, no puede ser abnegado y total como el amor de alguien, que imagina saber ya la vida.
La primera versión que se me ocurre de un libro, es cien cantidades más inteligible después de haberla elaborado.
Cuando una ciencia empieza es cuando un ser humano, que no pertenece a esa ciencia, puede arriesgarse a hablar.
Andar entre barro, la cosa que más detesto del mundo.
Problema prosaico y urgente.
La educación y el comedimiento daban alas a mi timidez y a mi imaginación.
Aquellas preparaciones corteses e insólitas me hacían suponer abismos horrorosos.
Me sentía aterrorizado por las maneras diplomáticas.
Timidez, angustia y desconcierto.
Silencio, que se debía a la casualidad.
Grado de desarrollo.
Abominable humedad de París.
Extremada vanidad de cortesano.
Miedo de la energía feroz de aquel montañés.
Novela más o menos probable.
Horrible desencanto.
Miedo del examen.
Océano de sensaciones violentas.
Sumido en el silencio arisco, que produce la extrema timidez.
Animal orgulloso e ignorante.
Un carácter tímido, al que el terror que inspiraba le prestaba defensa.
Dureza, volcán de injurias.
La falta de exaltación puso un freno a nuestra amistad, que no fue más que una camaradería.
Carácter triste a la inglesa.
Su inteligencia es más bien mediana, pero su tristeza le daba alguna dignidad.
Ingenio aburrido a lo Charles Nodier.
La casualidad me ha llevado de la mano en cinco o seis circunstancias importantes de mi vida.
La suerte, a quien muchas cosas tengo que agradecer.
Esas estupideces ambiciosas, que reciben el nombre de política.
Hablar con ingenuidad y exaltación.
Casa espléndida, viva imagen de lo útil y lo comercial.
Durante mi vida, yo sólo he visto mi idea y no la realidad, como un caballo receloso.
Me sentía totalmente ebrio, loco de dicha y de gozo.
Miedo de mentir con artificio, como Rousseau.
Mentir y caer en la novela.
Prefiero abandonar algo sin contar, que caer en el abominable defecto de la declamación.
La naturaleza me ha dado los nervios delicados y la piel sensible de una mujer.
Repugnancia hacia las situaciones cómicas, en las que se encuentra un personaje mediocre, asco que se convierte en auténtico horror.
Las circunstancias acobardan a un ser humano.
Egoístas amargados y mal intencionados.
Atisbo del carácter humano.
Correr un riesgo de mentira.
La violencia de la timidez y de la sensación han matado completamente el recuerdo.
Mi recuerdo no es más que una novela fabricada con el pretexto del recuerdo de una amante.
Aterrorizados habitantes por el saqueo.
Miedo de hacer novela.
Lo novelesco en mí abarcaba el amor, el valor, todo.
Temía el momento de dar una propina a un portero, por miedo a no darle bastante y ofender su delicadeza.
Mejor seguir en el tono anterior.
Dicha celeste y completa.
Es imposible distinguir claramente el trozo de cielo cercano al sol; de igual manera me sería difícil hacer una descripción razonable de mi amor. Hasta se me olvida la ortografía en los grandes arrebatos apasionados.
Del partido prosaico.
Como ser humano honrado, que detesta exagerar, no sé qué procedimiento emplear.
(Vida de Henry Brulard)
Galantería, vanidad, dominio de las condecoraciones.
Cuando se tiene la tentación de saber las costumbres de los países extranjeros, hay que esperar las ideas más absurdas, bien diferentes de las nuestras.
El amor lo perdona todo, salvo la ausencia voluntaria.
Había adquirido algún sentido común, que por su penetración, habría sorprendido a los sabios.
Sobre un caballo hirviente de ardor.
Había creído, como los pueblos niños, que la guerra sólo consiste en batirse con valor.
Infame engaño.
Razonamientos apasionados, que semejan imitados de la filosofía de Platón.
Era con el hierro y no con el oro con lo que había que operar.
Flores manchadas de sangre.
Creo deber pasar en silencio muchas circunstancias que, en verdad, pintan las costumbres de aquella época, pero que me dan la impresión de ser tristes de referir.
Sus gracias modestas y su tono de dignidad.
Monjas escandalizadas.
Una biblioteca cuyo nombre deseo silenciar.
Aire de triunfo y de necedad.
Fatal secreto.
Una de las monjas, investigadas en presencia del instrumento de tortura, contesta que el autor del crimen debe ser el gato. Otra monja pretende que debía ser el viento.
Perfectamente desdichada.
Reflexionó que todo está permitido a una muerta.
Por qué no ensayaría el amor grosero, como nuestras damas romanas.
(La Abadesa de Castro)
El mecanismo del impuesto de consumos.
Un gasto para mantener el rango. Un preceptor.
Hallar un pretexto para reanudar el diálogo.
Orgullosa actitud.
Tornear un cumplido.
Acusación frente la conducta.
Arte del disimulo.
"La Châtelaina de Vergy", novela del siglo XIII, publicada en 1829. Trágica aventura de Gabriela.
Los vivos movimientos de la conversación.
Intensidad de la emoción.
El valor ciego que basta para la acción.
Para colmo de desdichas.
Bajo un terrible sufrimiento, que la hizo reflexionar.
Demostraciones de desdén o de favor.
La energía sublime que lleva a realizar las cosas extraordinarias.
Análisis de las respectivas posiciones.
La fama ganada.
Prosiguiendo el análisis de su posición.
Manifiesta inclinación.
La puerta del comercio.
Conversación seria.
La idea de las actitudes estudiadas.
Frase afortunada, dicha con cierta firmeza, que se esfuerza en vestirse con suavidad.
Emoción compasiva de mal tono.
La Fontaine es un autor inmoral. Una fábula sobre maese Jean Chouart se permite ridiculizar lo más venerable.
Cabaret. Restaurante.
Con la actitud y la expresión de una perfecta humildad.
Manejar la vanidad hábilmente.
Acusar de deshonestidad.
La verdad es austera.
Un desdén casi rayano en burla.
Salchichas con saurcraut, repollo agrio.
Hallar emociones delicadas.
Actitud hostil.
Por una fatalidad del carácter.
Peso de la indignación.
Forzada la transformación de actitud con calculada habilidad, la cosa no fue más que un placer.
Valen más las sospechas, que las incertidumbres.
En París se habla bajo y no se exageran las pequeñas cosas.
La expresión del aburrimiento, que examina sin olvidar el deber de producir una impresión imponente.
Ribetes de envidia.
Proverbio vulgar. Tout beau tout nouveau. Cuanto más nuevo, más bello.
En los momentos en que sus ambiciones de alto bordo permitían algún respiro, hacía negocios con sagacidad.
Los hombres ricos buscan en los negocios el entretenimiento y no los resultados.
Materia de duelo.
Sentía la verdadera finura, pero no tenía idea de los matices.
El colmo del ridículo y del aburrimiento.
Las demostraciones de gratitud.
Famas usurpadas.
Fama de ingenioso.
Una actitud orgullosamente humilde.
Profundidades del entusiasmo.
Las preferencias son patentes, directas.
Demostraciones de interés.
El desierto abrasador de la mediocridad.
Cuando se decidió a escribir no fue sin lucha.
El duelo ya no es más que una ceremonia.
Rango, un mérito explícito.
Un porte egregio.
El tono de la conversación corriente.
Angustias de la extremada timidez.
Voluntad manifiesta.
Un eterno secreto.
Una de las características del genio es no arrastrar sus reflexiones por los carriles que ha trazado el vulgo.
El amor cerebral es más inteligente que el amor verdadero, pero sólo por instantes experimenta el entusiasmo.
Acusar de indecencia.
Imaginación desquiciada.
Un ribete de locura.
Admiraba el garbo con el que montaba a caballo.
Temperamento flemático y tranquilo de los holandeses.
Tomó un periódico para componer una actitud.
Insuperable pesadez.
Conversación insoportable.
Estos magníficos argumentos no producían ningún efecto en la horrible realidad.
La veracidad de las acusaciones.
La ventaja del estilo enfático. Copias.
Gran pesar por un comportamiento aconsejado por su excesivo orgullo.
Corrosivo orgullo del parvenu.
Plausibles argumentos.
No hay argumento capaz de destruir el dominio de diez años de sueños agradables.
Insólita coyuntura.
La mano del tiempo pesaba sobre aquel ser.
El ministerio publico, encargado de mantener la acusación.
La acusación, mantenida por el fiscal general.
Para colmo de irritación.
Componer un memorial para el recurso de gracia.
(Rojo y negro)
A menudo reflexiono; ¿qué ojo puede verse propiamente?
Como un borrego, id est sin placer.
Es nuevo para mí. ¡Hablar a personas de las que se ignora el signo de inteligencia, el tipo de educación, los prejuicios!. ¡Qué aliciente para ser auténtico, eso es lo esencial!
Veneraba a Cabanis, Tracy y J. B. Say, leía a menudo a Cabanis, cuyo vago estilo me desolaba.
Vivía solitario y loco como un español, a mil leguas de la vida social.
Me aburro a falta de poder transferir ideas. Preciso de vez en cuando conversar por la noche con personas inteligentes, si no me siento como asfixiado.
Vida de favoritismo y de gastos. He sido un ser humano ingenioso, desde el invierno de 1826; antes me callaba por pereza.
Meditando sobre la vida, encontré que mi vida podía resumirse en estos nombres cuyas iniciales, como hiciera Zadig (error, es Astarté), escribí en el polvo con mi bastón.
La condición habitual de mi vida ha sido el de amante desgraciado, gustándome la música y la pintura, gozando con estas artes, pero practicándolas torpemente.
Creo que el ensueño es lo que he preferido a todo, incluso a pasar por un ser humano ingenioso. Sólo me he tomado la molestia de serlo.
Las cartas de Victor Jacquemont, el Indio.
Los enemigos son seres demasiado vulgares, para poder opinar sobre la brillantez.
¿Cómo podría opinar Lamartine sobre el ingenio, si en primer lugar no lo tiene, y en segundo lugar traga todos los días dos volúmenes de los libros más mediocres?
El gran drawback (inconveniente) de tener ingenio, es que se precisa tomar en cuenta a los seres tontos que nos rodean e impregnarse de sus pobres sensaciones.
Tengo el defecto de identificarme con el que menos carece de imaginación y de hacerme incomprensible para los demás, que se alegran.
La gente de Roma no entiende lo suficiente las sutilezas del idioma francés, para darse cuenta de la agudeza de mis experiencias y tienen menester de la grosería de un viajante, que les encanta y es su auténtico pan de cada día.
Veo el vacío de la vanidad.
He sido siempre un niño; por eso he tenido poco éxito.
Como dicen los niños, estoy lejos de sentirme hastiado de las estratagemas y monerías de las mujeres, me siento encantado de una larga conversación.
Apurado, más por inatención y despreocupación, que por falta de recursos.
Pretendía gozar y actuar, pero no aparentar más gozo o más actividad de las que existían en realidad.
Haber gozado de la estimación y el cariño, hasta donde el respeto y la diferencia de edad podían permitir la comunicación, que hace que nos amemos los unos a los otros.
Mi amor propio, mi interés, mi yo, desaparecían delante de la persona amada, me fundía.
¿Tendré la valentía de escribir estas revelaciones de una forma inteligible? Es preciso relatar y escribo "apreciaciones" sobre acontecimientos minúsculos, pero que precisamente, a causa de su tamaño microscópico, precisan ser contados con claridad.
Tener algo singular, un respeto terrible por las conveniencias.
Pretender resultar de buen tono o dignos.
Grandes y terribles amores.
Tenía yo un temperamento fogoso y la timidez descrita por Cabanis.
Monstruo, carácter atroz.
Nunca sabemos la crónica escandalosa de nuestros familiares.
Rasgo de carácter negro.
Intruso incómodo, le tiers incommode, traducción de la expresión italiana il terzo incommodo.
Acusado de haber sido amante de varias señoras.
Le horrorizaba el enternecimiento familiar.
Horrible pedante, alto, cetrino y delgado.
Retardar un relato imprescindible.
Las emociones arrebatadoras de una novela de George Sand.
Para quien ve las cosas con lucidez, la música, el paisaje y las novelas deberían transformarse cada tres grados de latitud.
Supongamos que yo miento sobre estos rasgos de ingenio que sobresalen; pero en realidad no miento sobre todo lo demás. Si siento la tentación de mentir será más tarde, cuando se den grandes faltas, muy posteriores.
Ser humano serio, pero con la seriedad de un ser de corte y muy respetado en la familia como director de conducta.
Acusar de ser insensible.
Fases de la desesperación.
Sofocar, dolor del ruido.
El engaño es inútil para los que lo practican, que siempre encontrarán seguidores.
El carácter tímido del francés es la causa de que no emplee con frecuencia los colores puros; verde, rojo, azul, amarillo intenso; prefiere los matices vagos.
Deplorar la fuerza de la fatalidad.
La prudencia de Fontenelle le impedía tener serias ambiciones.
Carácter de Fontenelle, modesto, prudente, discreto, extremadamente amable y divertido.
Ingenio frío y distinguido.
"Les Liaisons dangereuses", novela escrita por Choderlos de Laclos, oficial de artillería, describe las costumbres de Grenoble.
Refinamientos y escrúpulos de autoconciencia españoles.
El solo recuerdo del dinero me hace sufrir. Porque tenerlo no me hace feliz y carecer de él es una triste desgracia.
El hablar de dinero atentaba al pudor. El dinero era como un triste menester de la vida, por desgracia indispensable como los excusados, pero del que no se debería hablar nunca. Se hablaba, sin embargo, y a título de excepción, de la cantidad exacta que valía un inmueble.
Preciso retenerme, para no entregarme a la sensación que me producen los objetos y poder juzgarlos razonablemente con mi experiencia.
Fontenelle, un ser animoso y no patriota. El patriotismo le habría distraído vulgarmente de sus ideas elegantes y literarias.
Alejar de mí esta copa fatal.
Producir una cólera tranquila, sombría y perversa de diplomático flemático.
Meridional, franco, brusco, grosero y dependiente comisionista.
Periódico ministerial. Sólo sabe hablar de los peligros de la libertad.
Cara envidiosa.
Acusar de espiar.
Sombrío y reservado.
Un ejemplar in-4º del viaje de Bruce a Nubia y Abisinia.
Volúmenes de Voltaire encuadernados en piel, imitando mármol.
La alegría y la inconsciencia de la infancia.
Lo rastrero y vulgar sin compensación, enemigo del mínimo impulso generoso, lo que se alegra de la desgracia del que ama la patria o es generoso.
Voltaire era otro tipo de ser humano, que aquel imbécil de Luis XVI, del que se burlaba, o del astuto Luis XV, cuyas necias costumbres reprobaba.
Horror irreflexivo.
Contaminado por Marmontel, Durat.
Abate Prévost, "Mémoirs d´un homme de qualité".
Rollin, un libro serio.
La aprobación de los seres que veo débiles me es totalmente indiferente. Se me antojan locos, veo claramente que no entienden el problema.
Miedo a llegar a los peores extremos.
Aguardar el instante de inspiración, esa condición de exaltación.
Rojo de furor.
Horrible persecución.
Papel más ancho que largo, con la forma de una letra de cambio.
Toadeater (come-sapos), adulón, parásito.
Pálido a causa del miedo.
Donde se había desarrollado el acto.
Yo era un ser débil, y cuanto más reflexionaba, más reproches me hacía.
Bajeza del reproche.
Colmo de la torpeza de los tiranos.
Horrible aburrimiento.
La emulación es indispensable, para poder soportar la estupidez.
Un ser humano menos elegante, calculador, político, opuesto a amabilidad, alegría, elegancia física y moral.
Acusar de mentir.
No pretendo describir las cosas tal como son, sino sólo su efecto sobre mí.
El dolor por la muerte del amigo fue un dolor reflexivo, seco, sin lágrimas, sin consuelo. Estaba desconsolado y a punto de caerme.
Siento horror por lo sucio, y el pueblo está siempre sucio para mí. Sólo Roma constituye una excepción, pero allí la suciedad está oculta por la ferocidad.
Los paroxismos de amor que me dominaban, llegaban hasta el punto de hacerme estallar una vena.
Engolosinado por un poco de libertad, me había vuelto feroz.
Carácter a lo Fontenelle. Aborrecía los gritos.
Orillas del olvido.
Quiero al pueblo, detesto a quienes lo oprimen, pero sería para mí un suplicio de todos los instantes vivir con el pueblo.
"Felicia ou mes Fredaines", novela aparecida en 1776 y cuyo autor era el caballero Andréa de Nerciat.
Sólo tengo una manera de impedir a mi imaginación, que me juegue malas pasadas; es ir directo al bulto.
Ingenios de las novelas.
"Séthos", novela del abate Terrasson, aparecida en 1731.
Yo no puedo reflejar la realidad de los hechos, sólo puedo presentar su sombra.
Encontré al fin la dulce igualdad.
Una novela es como un arco de violín, la caja del violín que produce el sonido es el alma del lector.
Librero Falcon.
Disputa horrorosa.
El carácter a lo Fontenelle no permite aborrecer ni expresarlo.
Pasión política.
Las causas y la realidad de los hechos.
Veo una serie de imágenes muy claras, pero sin otra realidad que la que tuvieron para mí. Veo sólo ese aspecto real a través del recuerdo del efecto que me produjeron.
Radicalmente alejado de cualquier criatura de mi edad.
Los caracteres a lo Fontenelle son muy sensibles a ese desprecio que no se expresa.
Un escritorio Tronchin, tenía el tablero regulable, para poder escribir en él en distintas posiciones.
Arrebato de desprecio profundo y de indignación concentrada.
Un pobre que me dirige la palabra en estilo trágico, como hacen en Roma, o en estilo de comedia, como en Francia, me indigna.
Acusado de ganar dinero ilícitamente.
El españolismo de mi carácter me impedía tener talento cómico. 1º. Desvío la vista y la memoria de todo lo rastrero. 2º. Simpatizo con todo lo que sean cuentos de amor, de selvas (los bosques y su profundo silencio), de generosidad.
Predisposición a la tristeza, que me ocasionan los domingos; las tiendas están cerradas. La propensión a la felicidad se evapora.
Estúpido o ingenioso, miedoso o valiente.
Reproche insolente.
Leyes del instinto, la sencillez y la analogía, que han seguido los pueblos al formar los idiomas.
En provincias, no hacen más que distraerse todo el día.
Los estúpidos parisinos censuran esa descripción de la pronunciación sana y natural. Lo hacen por cobardía y por ignorancia.
Recobré mi sentido común al perder la cólera.
La astucia y un egoísmo mesurado son las cosas que aprecian los niños.
Las amabilidades y las ideas literarias constituían el pan cotidiano de la conversación.
Causa del reproche.
Predicciones sacadas de los libros. Precisaba la comedia novelesca, el drama poco negro, presentando penas de amor y no dificultades de dinero.
Comparación horrorosa por lo absurda.
No creo tener otro talento, garantía de mi éxito, que el de describir fielmente lo natural, que en algunos momentos se me aparece con claridad; mi adoración por lo verdadero; y el placer con el que escribo, que llegaba hasta la locura.
Acusar de envidioso.
Piadosas resoluciones.
Las pretensiones moralizadoras, interesadas, de un artista, destruyen una realización artística.
Acusar de fingir y de renegar de las primeras sensaciones infantiles.
Vivíamos como los conejos, que juegan en el bosque, mientras mordisquean el serpol.
Miedo a la burla.
Era una persona excelente y sencilla, dos cualidades que se aliaban con un inteligente sentido común.
Desprecio frío y burlón.
La mentira es el corriente recurso de los débiles.
Carácter distante, moderado, prudente.
Duclos, "Mémoires secrets".
Horror por la pedantería.
Voltaire, "Satires", gran reformador.
Hermosos brazos blancos y carnosos de las venecianas.
Horrorosamente feo, con cara de boticario.
Reproche de ser feo.
Generosidad y desinterés.
Su rostro expresaba un desprecio helado.
Piedad taciturna.
Críticas encarnizadas.
Yo era muy agudo y hacía juegos de palabras. Cuando se me ocurre una frase ingeniosa veo la gracia que tiene y no su mala intención.
Ironía acusada.
Reproche de inmoral.
Lo que sé perfectamente son las cosas que me producen dolor o gozo, las que deseo o las que odio.
Cuando estoy en mi ambiente prefiero oír hablar a los demás, que hablar yo. Y si hablo es para pagar mi entrada.
Amigo literario, lleno de envidia él y yo de recelo y los dos apreciándonos mucho.
Una persona delgada y enjuta, con una cabeza gorda, una cara muy marcada de viruelas y, sin embargo, roja y con ojos brillantes, aunque huidizos, que tenían la viveza inquietante del jabalí.
Esa audacia teñida de timidez, es precisa para brillar en un salón de París.
Tendencia a exagerar mi investigación y a no fijarme en otra cosa, consecuencia sine qua non de una sensibilidad extremada.
Piocher, cavar, término estudiantil equivalente a empollar.
Miedo de permitirnos arrastrar por la vanidad.
Miedo de ser menospreciado como hombre de letras.
Impresión de Voltaire in-8º, de Kehl.
Uno de los grandes defectos de mi inteligencia; reflexiono sin cesar sobre lo que me interesa y a fuerza de verlo en distintas posiciones del alma, termino por ver algo nuevo y lo hago transformar de aspecto. Voy sacando los tubos del catalejo en todos los sentidos, o los voy metiendo, según la imagen empleada por Tracy.
Cuando me pongo a escribir abandono el reflexionar en mi hermoso ideal literario, sólo me asaltan las ideas que preciso expresar.
Tono majestuoso y paternal.
Enérgico reproche.
Miedo de recibir una paliza.
En nuestra ciudad había costumbre de batirse. No como los napolitanos, cuyos duelos producen pocos o ningún muerto, sino como gente valiente
Remordimiento a causa de mi españolismo, defecto patente, que Fiori llama, siguiendo a Tucídides, apuntar demasiado alto.
Lo difícil no es explorar y decir la verdad, sino encontrar quien la lea.
Tal vez el placer de las investigaciones y de los juicios estéticos o apreciaciones que los acompañan, me impulse a seguir.
Experimentar un miedo total.
El dinero no suponía para mí más que la satisfacción de mis caprichos.
En aquel tiempo, yo era como un gran río, que va a precipitarse en una cascada, igual que el Rhin, más arriba de Schaffhouse, cuyo curso es tranquilo, pero que va a precipitarse en una inmensa cascada.
Ley. Un poco de pasión aumenta la inteligencia; mucha la ciega.
Máxima. Nuestros deber es perjudicar todo lo que odiamos, siempre que podamos.
Solteronas jansenistas.
"Mémoires" de Saint-Simon, publicación en doce volúmenes, compuesta con los caracteres de Baskerville.
Mecanismo de educación o de vanidad.
Especulaciones agrícolas.
El tema supera el libro.
Orgullo justo y delicado.
Legítimos reproches.
Las fronteras de la ciencia, la dificultad que hay que vencer o el velo a descorrer.
Pasión de lo útil de la vanidad o la vanidad de lo útil
En las personas menos apasionadas, la prudencia más egoísta, de la que se vanaglorian, sustituye la emoción colérica o generosa.
Estilo periodístico, que quiere disimular tras una manera insólita de decir las cosas, la ausencia de reflexiones o su puerilidad.
La diferencia entre esos bobos pedantes del periódico, que llevan la cabeza expuesta como si fuese un santo sacramento, y yo, estriba en que yo nunca he creído que la sociedad me debiese nada. Helvétius me ha impedido creer esa estupidez.
Al ser acusado de estupidez el partido ultra, hacia 1818, la vanidad ofendida de Lamartine se dedicó a alabar a un noble, con igual fuerza con la que un lago revuelto rompe el dique de contención.
Tímido por vanidad.
El amor, antes de tener una situación y de haber dado los primeros pasos por el mundo, no puede ser abnegado y total como el amor de alguien, que imagina saber ya la vida.
La primera versión que se me ocurre de un libro, es cien cantidades más inteligible después de haberla elaborado.
Cuando una ciencia empieza es cuando un ser humano, que no pertenece a esa ciencia, puede arriesgarse a hablar.
Andar entre barro, la cosa que más detesto del mundo.
Problema prosaico y urgente.
La educación y el comedimiento daban alas a mi timidez y a mi imaginación.
Aquellas preparaciones corteses e insólitas me hacían suponer abismos horrorosos.
Me sentía aterrorizado por las maneras diplomáticas.
Timidez, angustia y desconcierto.
Silencio, que se debía a la casualidad.
Grado de desarrollo.
Abominable humedad de París.
Extremada vanidad de cortesano.
Miedo de la energía feroz de aquel montañés.
Novela más o menos probable.
Horrible desencanto.
Miedo del examen.
Océano de sensaciones violentas.
Sumido en el silencio arisco, que produce la extrema timidez.
Animal orgulloso e ignorante.
Un carácter tímido, al que el terror que inspiraba le prestaba defensa.
Dureza, volcán de injurias.
La falta de exaltación puso un freno a nuestra amistad, que no fue más que una camaradería.
Carácter triste a la inglesa.
Su inteligencia es más bien mediana, pero su tristeza le daba alguna dignidad.
Ingenio aburrido a lo Charles Nodier.
La casualidad me ha llevado de la mano en cinco o seis circunstancias importantes de mi vida.
La suerte, a quien muchas cosas tengo que agradecer.
Esas estupideces ambiciosas, que reciben el nombre de política.
Hablar con ingenuidad y exaltación.
Casa espléndida, viva imagen de lo útil y lo comercial.
Durante mi vida, yo sólo he visto mi idea y no la realidad, como un caballo receloso.
Me sentía totalmente ebrio, loco de dicha y de gozo.
Miedo de mentir con artificio, como Rousseau.
Mentir y caer en la novela.
Prefiero abandonar algo sin contar, que caer en el abominable defecto de la declamación.
La naturaleza me ha dado los nervios delicados y la piel sensible de una mujer.
Repugnancia hacia las situaciones cómicas, en las que se encuentra un personaje mediocre, asco que se convierte en auténtico horror.
Las circunstancias acobardan a un ser humano.
Egoístas amargados y mal intencionados.
Atisbo del carácter humano.
Correr un riesgo de mentira.
La violencia de la timidez y de la sensación han matado completamente el recuerdo.
Mi recuerdo no es más que una novela fabricada con el pretexto del recuerdo de una amante.
Aterrorizados habitantes por el saqueo.
Miedo de hacer novela.
Lo novelesco en mí abarcaba el amor, el valor, todo.
Temía el momento de dar una propina a un portero, por miedo a no darle bastante y ofender su delicadeza.
Mejor seguir en el tono anterior.
Dicha celeste y completa.
Es imposible distinguir claramente el trozo de cielo cercano al sol; de igual manera me sería difícil hacer una descripción razonable de mi amor. Hasta se me olvida la ortografía en los grandes arrebatos apasionados.
Del partido prosaico.
Como ser humano honrado, que detesta exagerar, no sé qué procedimiento emplear.
(Vida de Henry Brulard)
Galantería, vanidad, dominio de las condecoraciones.
Cuando se tiene la tentación de saber las costumbres de los países extranjeros, hay que esperar las ideas más absurdas, bien diferentes de las nuestras.
El amor lo perdona todo, salvo la ausencia voluntaria.
Había adquirido algún sentido común, que por su penetración, habría sorprendido a los sabios.
Sobre un caballo hirviente de ardor.
Había creído, como los pueblos niños, que la guerra sólo consiste en batirse con valor.
Infame engaño.
Razonamientos apasionados, que semejan imitados de la filosofía de Platón.
Era con el hierro y no con el oro con lo que había que operar.
Flores manchadas de sangre.
Creo deber pasar en silencio muchas circunstancias que, en verdad, pintan las costumbres de aquella época, pero que me dan la impresión de ser tristes de referir.
Sus gracias modestas y su tono de dignidad.
Monjas escandalizadas.
Una biblioteca cuyo nombre deseo silenciar.
Aire de triunfo y de necedad.
Fatal secreto.
Una de las monjas, investigadas en presencia del instrumento de tortura, contesta que el autor del crimen debe ser el gato. Otra monja pretende que debía ser el viento.
Perfectamente desdichada.
Reflexionó que todo está permitido a una muerta.
Por qué no ensayaría el amor grosero, como nuestras damas romanas.
(La Abadesa de Castro)
Relatos de aventuras trágicas, cartas de desafío referentes a duelos.
Un estilo incisivo, ágil, brillante de alusiones sutiles a las maneras de sentir que están de moda.
Preeminencia fatal.
Grado de tranquilidad.
Es verosímilmente difícil burlar la mirada experta de un cortesano.
Acusar de consentimiento.
La corte no osaba entrar al palacio de un príncipe.
Costumbre de batirse con una espada y un puñal.
Bandoleros, exiliados.
Pretexto honroso.
Una de las piernas enormes, gruesas padecía la enfermedad llamada lupa (la loba), de esta manera llamada porque hay que nutrirla con una gran abundancia de carne fresca aplicada a la parte afectada; de otra manera el virulento humor al carecer de una carne muerta que devorar atacaría la carne viva que lo rodea.
Los célebres baños de Albano, cerca de Padua, una región dependiente de la republica de Venecia.
Programar dispensar un recibimiento honorable.
Cuán frágiles son las previsiones de los hombres.
Una viña, una casa de campo.
Decidir por la vía judicial.
Podestà. Alcalde.
Pena de ahorcamiento. Della forca.
Fundir balas con el estaño de las fuentes y el plomo de los cristales de las ventanas.
Un bandido de mucho cuidado.
Conducido a la ciudadela <<llevado del brazo>> como se suele hacer durante la guerra.
(Vittoria Accoramboni)
Con el epíteto de Mme. Roland, Stendhal designa a su lectora ideal.
Lady Morgan, en "La France en 1829 et 1830", reconoce que Stendhal es "chispeante de ingenio".
Las invasiones de Polonia por los rusos y las palabras amenazadoras pronunciadas por Nicolás I, levantaban la indignación de Stendhal.
Idea persistente en Stendhal. En cuanto a la gloria, un escrito literario es un billete de lotería. Carta a Merimée. El premio gordo de esta lotería, la literatura, es ser publicado de nuevo en 1900.
Idea persistente de Stendhal. La identidad entre la música y la pintura (en numerosas ocasiones explica que un paisaje produce en él igual sensación que un arco de violín), es un precedente de las correspondencias baudelairianas.
Duelo en Milán con sable con Alexandre Petiet, en 1800, en el que Stendhal fue herido en el pie.
Cristalización, mecanismo sucedido en el corazón, término empleado por Stendhal, para caracterizar una de las particularidades del sentimiento amoroso.
Un estilo incisivo, ágil, brillante de alusiones sutiles a las maneras de sentir que están de moda.
Preeminencia fatal.
Grado de tranquilidad.
Es verosímilmente difícil burlar la mirada experta de un cortesano.
Acusar de consentimiento.
La corte no osaba entrar al palacio de un príncipe.
Costumbre de batirse con una espada y un puñal.
Bandoleros, exiliados.
Pretexto honroso.
Una de las piernas enormes, gruesas padecía la enfermedad llamada lupa (la loba), de esta manera llamada porque hay que nutrirla con una gran abundancia de carne fresca aplicada a la parte afectada; de otra manera el virulento humor al carecer de una carne muerta que devorar atacaría la carne viva que lo rodea.
Los célebres baños de Albano, cerca de Padua, una región dependiente de la republica de Venecia.
Programar dispensar un recibimiento honorable.
Cuán frágiles son las previsiones de los hombres.
Una viña, una casa de campo.
Decidir por la vía judicial.
Podestà. Alcalde.
Pena de ahorcamiento. Della forca.
Fundir balas con el estaño de las fuentes y el plomo de los cristales de las ventanas.
Un bandido de mucho cuidado.
Conducido a la ciudadela <<llevado del brazo>> como se suele hacer durante la guerra.
(Vittoria Accoramboni)
Con el epíteto de Mme. Roland, Stendhal designa a su lectora ideal.
Lady Morgan, en "La France en 1829 et 1830", reconoce que Stendhal es "chispeante de ingenio".
Las invasiones de Polonia por los rusos y las palabras amenazadoras pronunciadas por Nicolás I, levantaban la indignación de Stendhal.
Idea persistente en Stendhal. En cuanto a la gloria, un escrito literario es un billete de lotería. Carta a Merimée. El premio gordo de esta lotería, la literatura, es ser publicado de nuevo en 1900.
Idea persistente de Stendhal. La identidad entre la música y la pintura (en numerosas ocasiones explica que un paisaje produce en él igual sensación que un arco de violín), es un precedente de las correspondencias baudelairianas.
Duelo en Milán con sable con Alexandre Petiet, en 1800, en el que Stendhal fue herido en el pie.
Cristalización, mecanismo sucedido en el corazón, término empleado por Stendhal, para caracterizar una de las particularidades del sentimiento amoroso.
Balzac
Los matices destapados por nuestro ánimo de análisis y creados por la ciencia moderna. Uno de los hombres más notables de aquel tiempo, por cuya pérdida visten de luto las Letras, Beyle (Stendhal), fue el primero en caracterizarlos a la perfección.
El verdadero amor abarca las maneras de amar; amor de corazón, amor pasión, amor capricho, amor gusto, según las definiciones de Beyle.
Baudelaire
Puede decirse de Stendhal que tenía un gran temor a ser cándido.
Un rasgo de Stendhal era su propensión a las fórmulas sencillas, a las máximas breves, pero la buena conducta de la vida.
Opinión de Stendhal respecto de la materia del dinero y la economía, que concilia la grandeza y la prudencia. El ser humano de ánimo debe aplicarse a adquirir lo que le es estrictamente imprescindible para no depender de nadie (6000 francos del tiempo de Stendhal), pero una vez logrado es un miserable si pierde su tiempo para aumentar su fortuna.
Gautier
El montón de cartas que copiar del Julien Sorel de Stendhal.
Creer las dos cámaras como Stendhal.
Zola
Stendhal era sobre todo un psicólogo.
Es sorprendente el análisis de los amores de Julien y de madame de Rénal, en "Le Rouge et le Noir". Es preciso tener en cuenta la época en la que fue escrita la novela, en pleno romanticismo, cuando los protagonistas se amaban con el más desmelenado lirismo. Y he aquí un muchacho y una mujer que, por fin, se aman tontamente, profundamente, con las caídas y los sobresaltos de la realidad.
Symons
Laclos se aproxima a la prefiguración de la novela (como Stendhal la concebirá después) pero mantiene la incómoda forma acostumbrada de las letras.
Stendhal halló un método de análisis impasible, ligeramente irónico que prescinde de las dificultades de la creación en bloque.
Desnuda ante el publico el alma de Julien con un decaro deliberado y fascinante. No hay una vena cuyo curso no siga ni una arruga que no señale ni un nervio que no toque profundamente.
Proust
Dulzura stendhaliana y reflejos de violetas.
Stendhal, el cual es materialista, para quien las cosas, al margen de nuestras disposiciones físicas, semejan tener una importancia real para nosotros, siempre puso por encima de todo el amor, que da la sensación de identificar con la vida interior.
Croce
Activismo. Stendhal, Nietzsche, D´Annunzio, Barrès. Futurismo.
Croce
Activismo. Stendhal, Nietzsche, D´Annunzio, Barrès. Futurismo.
Yeats
<<El espejo que pasea a lo largo de un camino>> con luminosidad de Stendhal.
Walser
Y que el bandido se sintiera algunas ocasiones una suerte de Fabrice del Dongo ¿no es eso una tontería?
Walser
Y que el bandido se sintiera algunas ocasiones una suerte de Fabrice del Dongo ¿no es eso una tontería?
Ball
Dadá Stendhal.
U. Sinclair
"La cartuja de Parma". La protagonista, una mujer para la cual el amor lo excusaba todo. El preciso análisis de una pasión amorosa.
Henri Beyle, soldado, diplomático y ser humano de mundo.
Musil
La fuerza y la implacable persuasión de un análisis de Stendhal.
U. Sinclair
"La cartuja de Parma". La protagonista, una mujer para la cual el amor lo excusaba todo. El preciso análisis de una pasión amorosa.
Henri Beyle, soldado, diplomático y ser humano de mundo.
Musil
La fuerza y la implacable persuasión de un análisis de Stendhal.
Gramsci
Autor de la novela psicológica, Stendhal fue alumno de De Tracy.
Moravia
Stendhal pretendió con la prosa francesa dar a cada página el ritmo de la acción. En una novela, los personajes deben estar siempre actuando. Cuando reflexionan, tiene que ser como si actuasen, tienen que imaginar de una manera impelente. Cuando actúan dan pasos. Si reflexionan, tienen que hacer igual; una idea tras otra, echaînant.
Stendhal decía que hay que tener sólo lo preciso. Porque si se tiene demasiado dinero hay que ocuparse de él y si se tiene poco, ganarlo.
Savinio
Existía cierta afinidad con Stendhal. Había explorado la manera menos arriesgada de ser feliz y se atenía.
Stendhal, ua manera ligera y sorprendente de representar la historia y sus personajes.
Apreciación que hace Stendhal, en un pasaje de "Promenades dans Rome", sobre la manera de disputar de los italianos. En Italia, quien tiene razón es el que grita más fuerte.
Braudel
Stendhal. <<Venecia, la ciudad más alegre de Europa>>.
Savinio
Existía cierta afinidad con Stendhal. Había explorado la manera menos arriesgada de ser feliz y se atenía.
Stendhal, ua manera ligera y sorprendente de representar la historia y sus personajes.
Apreciación que hace Stendhal, en un pasaje de "Promenades dans Rome", sobre la manera de disputar de los italianos. En Italia, quien tiene razón es el que grita más fuerte.
Braudel
Stendhal. <<Venecia, la ciudad más alegre de Europa>>.
Bataille
Stendhal zapaba alegremente sus recursos (la sociedad sobre la que se apoyaban sus recursos). Llega el ajuste de cuenta.
Malinowski
Definición de Stendhal de la belleza como promesa de felicidad.
Fischer
Goethe, el admirador de Stendhal y de Merimée.
Shelley, Byron, Stendhal y Heine, cuya visión de los absurdos del desarrollo social era profunda, siguieron la conducta de la Ilustración.
Stendhal apoyó el movimiento de liberación de Italia.
Baudelaire compara a Delacroix con Stendhal, en quien la pasión y la razón, la arrogancia y lo social, el calor del sentimiento y la austeridad de la forma se combinaban en una unidad llena de tensión.
La más audaz y la más coherente de las novelas que rompieron los límites del romanticismo es "Lucien Leuwen", de Stendhal. Por su lucidez social y por el carácter implacable de su crítica, este libro no terminado supera las novelas de Balzac. Lucien simpatiza con los republicanos y los saint-simonianos, pero imagina su causa desesperada. La novela empieza con la huida de Lucien de la frialdad de corazón de París. El protagonista se dirige, en primer lugar, al lago de Ginebra, donde visita los lugares que "La Nouvelle Heloïse" ha hecho famosos, y se traslada luego a Italia, donde una dulce melancolía abre su alma al arte.
La novela realista corresponde a una evolución social específica, a una sociedad abierta, burguesa. En la dimensión que la ciencia se desarrolla, su perfección aumenta. Los contenidos incrementan su numero y los horizontes se ensanchan, pero Stendhal y Tolstoi no son más perfectos que Homero.
Una condena total de la sociedad postrevolucionaria (Stendhal, Flaubert).
El argumento del jacobino Stendhal sobre la realidad social de su tiempo era incomparablemente más exacto, que el de los románticos vueltos hacia el pasado, porque tenía más talento y porque había escogido un punto de vista, que le permitía ver más lejos y más claro. Es verídico que ni siquiera Stendhal, el mayor escritor y progresista de su época, tuvo el talante de presentar el desarrollo global de la realidad y que se refugió en la variación. Lo máximo que se puede esperar es que el punto de vista adoptado por el artista coincida, en parte, con el desarrollo de la realidad social.
La entrega a la pasión pura, que Stendhal reputaba el rasgo esencial de la época romántica.
En "La vie de Henry Brulard", Stendhal reitera que la memoria es como un fresco que se deshace (un brazo por aquí, una cabeza por allí, otro fragmento más allá); no describe las cosas, sino sólo el efecto que le producen, en una sucesión de imágenes luminosas, cuyos vínculos se pierden en la oscuridad. Esta asociación de imágenes y de sonidos, esta absorción de lo imparcial por lo variable constituyen el método de la poesía romántica.
El romanticismo había sido implantado en Francia por la gradilocuencia de Chateaubriand. Por resistencia a este estilo pomposo, Stendhal se impregnó del léxico del Código.
El cielo claro en el que destacan, finalmente trazados por Stendhal, los contornos de la pasión, del fracaso y la muerte.
Malinowski
Definición de Stendhal de la belleza como promesa de felicidad.
Fischer
Goethe, el admirador de Stendhal y de Merimée.
Shelley, Byron, Stendhal y Heine, cuya visión de los absurdos del desarrollo social era profunda, siguieron la conducta de la Ilustración.
Stendhal apoyó el movimiento de liberación de Italia.
Baudelaire compara a Delacroix con Stendhal, en quien la pasión y la razón, la arrogancia y lo social, el calor del sentimiento y la austeridad de la forma se combinaban en una unidad llena de tensión.
La más audaz y la más coherente de las novelas que rompieron los límites del romanticismo es "Lucien Leuwen", de Stendhal. Por su lucidez social y por el carácter implacable de su crítica, este libro no terminado supera las novelas de Balzac. Lucien simpatiza con los republicanos y los saint-simonianos, pero imagina su causa desesperada. La novela empieza con la huida de Lucien de la frialdad de corazón de París. El protagonista se dirige, en primer lugar, al lago de Ginebra, donde visita los lugares que "La Nouvelle Heloïse" ha hecho famosos, y se traslada luego a Italia, donde una dulce melancolía abre su alma al arte.
La novela realista corresponde a una evolución social específica, a una sociedad abierta, burguesa. En la dimensión que la ciencia se desarrolla, su perfección aumenta. Los contenidos incrementan su numero y los horizontes se ensanchan, pero Stendhal y Tolstoi no son más perfectos que Homero.
Una condena total de la sociedad postrevolucionaria (Stendhal, Flaubert).
El argumento del jacobino Stendhal sobre la realidad social de su tiempo era incomparablemente más exacto, que el de los románticos vueltos hacia el pasado, porque tenía más talento y porque había escogido un punto de vista, que le permitía ver más lejos y más claro. Es verídico que ni siquiera Stendhal, el mayor escritor y progresista de su época, tuvo el talante de presentar el desarrollo global de la realidad y que se refugió en la variación. Lo máximo que se puede esperar es que el punto de vista adoptado por el artista coincida, en parte, con el desarrollo de la realidad social.
La entrega a la pasión pura, que Stendhal reputaba el rasgo esencial de la época romántica.
En "La vie de Henry Brulard", Stendhal reitera que la memoria es como un fresco que se deshace (un brazo por aquí, una cabeza por allí, otro fragmento más allá); no describe las cosas, sino sólo el efecto que le producen, en una sucesión de imágenes luminosas, cuyos vínculos se pierden en la oscuridad. Esta asociación de imágenes y de sonidos, esta absorción de lo imparcial por lo variable constituyen el método de la poesía romántica.
El romanticismo había sido implantado en Francia por la gradilocuencia de Chateaubriand. Por resistencia a este estilo pomposo, Stendhal se impregnó del léxico del Código.
El cielo claro en el que destacan, finalmente trazados por Stendhal, los contornos de la pasión, del fracaso y la muerte.
Lukács
La autoconciencia tipificante, la fisonomía intelectual de Julian Sorel.
Stendhal plasma la sociedad burguesa constituyéndose definitivamente a través de graves crisis.
Stendhal participó con las guerras que prepararon el parto de la agitación.
Stendhal colaboró con la administración.
Della Volpe
Las expresiones que segun los epistemólogos no comunican conocimientos físicos reaparecen sublimadas en el contexto de uno de los pasos poéticamente verdaderos de la "Cartuja" de Stendhal en boca de la enamorada Clelia la cual está temiendo el envenenamiento de su Fabrizio del Dongo.
Calvino
El caballo de Fabrizio del Dongo.
J. F. Brown
"Le rouge et le noir" de Stendhal está situado con el conflicto edípico.
I. Shaw
La importancia del miedo se suele exagerar mucho. Es la consecuencia de la literatura de la anterior postguerra y de la moda psicoanalítica. El miedo se convirtió en una cosa respetable y, por tanto, ha terminado desapareciendo de la circulación. Es un concepto esencialmente mundano. Los soldados no se preocupan del miedo como los novelistas ratifican. De hecho, su manera de representar la guerra como una experiencia insoportable es perfectamente falsa. Los hombres que participan en una guerra la ven como una experiencia satisfactoria. El ser humano que ha sabido escribir cosas inteligentes sobre la guerra se llamaba Stendhal. De hecho, los tres autores que merecen ser leídos en la historia de la literatura son Stendhal, Villon y Flaubert.
Stendhal supo captar los aspectos inesperados, humorísticos y demenciales de la guerra. Recordar su diario y su descripción del coronel, que procura rehacer un día a sus hombres, durante la campaña de Rusia.
Nunca literatura alguna ha tenido en cuenta el elemento irracional de la guerra. Los hombres del coronel de Stendhal estaban desmoralizados. Se hallaban a punto de huir ante el empuje de los rusos. El coronel lanzó un juramento, agitó el sable y gritó, <<¡Seguidme!>> Le siguieron y molieron a palos a los rusos. Es algo irracional. No hay referencia alguna de causa a efecto. Pero deviene perfectamente eficaz.
Radbruch
El gran novelista Stendhal declaró, que por las mañanas leía un trozo del Código, reconociendo que este ejercicio le ayudaba a encontrar el tono justo, para sus realizaciones literarias.
Lampedusa
Stendhal, "Henry Brulard". Instantaneidad de las sensaciones, evidente sinceridad, esfuerzo admirable por despejar las sucesivas capas de recuerdos hasta llegar al fondo, cúmulo de impresiones, más preciosas, cuanto más comunes.
Pero no puedo aceptar la resolución de Stendhal a propósito de la calidad del recuerdo. Él interpreta su infancia como una época, en la que fue víctima de la tiranía y las abusos. Para mí, la infancia es un paraíso perdido. Las personas estaban entonces <<aux petits soins>>.
Nooteboom
Stendhal, "Brouillon d´article" (1832).
Doctorow
Máxima stendhaliana. La novela es un espejo paseándose a lo largo de un camino.
Sciascia
Entre las cartas de San Pablo y el texto "De l´amour", de Stendhal, el discurso recorre un sendero de fuego; el infierno del otro mundo, el infierno de este mundo.
Rambaud
Lejeune y Stendhal, comisario adjunto de guerra, amigos, en Viena.
Schwarnitz
En "Le Rouge et le Noir", 1830, Stendhal cuenta la historia del ascenso social de Julien Sorel, hijo de un carpintero del Franco Condado. Atractivo e inteligente, pero inepto para la actividad, Julien ha nacido en la capa social equivocada, por lo que decide tomar la vía de ascenso, que puede transitar un provinciano, el sacerdocio. Pero antes, su entendimiento del latín le da la posibilidad de actuar de profesor en la casa del alcalde de Verrières, cuya mujer se enamora de él. Gracias a la recomendación de su protector, llega a secretario del Marqués de la Mote, en París. Con el noviazgo de la hija del marqués consigue el título de Chevalier de la Vernaye y alcanza la cima de la sociedad. Pero la mujer del alcalde de Verrières escribe tachando a Julien de farsante. Lleno de ira, va al encuentro de su vieja amante y le pega dos tiros. Aunque la mujer sólo sufre una herida, él es condenado.
Benevolo
La novela opone los destinos privados a los publicos. Los personajes se ven envueltos por azar en célebres batallas. Fabrizio del Dongo en Waterloo, Pierre Besuchoo (Bezukhov) en Borodino (Tolstoi).
Auster
Stendhal escribió "La cartuja de Parma" durante cuarenta y cinco días.
J. F. Brown
"Le rouge et le noir" de Stendhal está situado con el conflicto edípico.
I. Shaw
La importancia del miedo se suele exagerar mucho. Es la consecuencia de la literatura de la anterior postguerra y de la moda psicoanalítica. El miedo se convirtió en una cosa respetable y, por tanto, ha terminado desapareciendo de la circulación. Es un concepto esencialmente mundano. Los soldados no se preocupan del miedo como los novelistas ratifican. De hecho, su manera de representar la guerra como una experiencia insoportable es perfectamente falsa. Los hombres que participan en una guerra la ven como una experiencia satisfactoria. El ser humano que ha sabido escribir cosas inteligentes sobre la guerra se llamaba Stendhal. De hecho, los tres autores que merecen ser leídos en la historia de la literatura son Stendhal, Villon y Flaubert.
Stendhal supo captar los aspectos inesperados, humorísticos y demenciales de la guerra. Recordar su diario y su descripción del coronel, que procura rehacer un día a sus hombres, durante la campaña de Rusia.
Nunca literatura alguna ha tenido en cuenta el elemento irracional de la guerra. Los hombres del coronel de Stendhal estaban desmoralizados. Se hallaban a punto de huir ante el empuje de los rusos. El coronel lanzó un juramento, agitó el sable y gritó, <<¡Seguidme!>> Le siguieron y molieron a palos a los rusos. Es algo irracional. No hay referencia alguna de causa a efecto. Pero deviene perfectamente eficaz.
Radbruch
El gran novelista Stendhal declaró, que por las mañanas leía un trozo del Código, reconociendo que este ejercicio le ayudaba a encontrar el tono justo, para sus realizaciones literarias.
Lampedusa
Stendhal, "Henry Brulard". Instantaneidad de las sensaciones, evidente sinceridad, esfuerzo admirable por despejar las sucesivas capas de recuerdos hasta llegar al fondo, cúmulo de impresiones, más preciosas, cuanto más comunes.
Pero no puedo aceptar la resolución de Stendhal a propósito de la calidad del recuerdo. Él interpreta su infancia como una época, en la que fue víctima de la tiranía y las abusos. Para mí, la infancia es un paraíso perdido. Las personas estaban entonces <<aux petits soins>>.
Nooteboom
Stendhal, "Brouillon d´article" (1832).
Doctorow
Máxima stendhaliana. La novela es un espejo paseándose a lo largo de un camino.
Sciascia
Entre las cartas de San Pablo y el texto "De l´amour", de Stendhal, el discurso recorre un sendero de fuego; el infierno del otro mundo, el infierno de este mundo.
Rambaud
Lejeune y Stendhal, comisario adjunto de guerra, amigos, en Viena.
Schwarnitz
En "Le Rouge et le Noir", 1830, Stendhal cuenta la historia del ascenso social de Julien Sorel, hijo de un carpintero del Franco Condado. Atractivo e inteligente, pero inepto para la actividad, Julien ha nacido en la capa social equivocada, por lo que decide tomar la vía de ascenso, que puede transitar un provinciano, el sacerdocio. Pero antes, su entendimiento del latín le da la posibilidad de actuar de profesor en la casa del alcalde de Verrières, cuya mujer se enamora de él. Gracias a la recomendación de su protector, llega a secretario del Marqués de la Mote, en París. Con el noviazgo de la hija del marqués consigue el título de Chevalier de la Vernaye y alcanza la cima de la sociedad. Pero la mujer del alcalde de Verrières escribe tachando a Julien de farsante. Lleno de ira, va al encuentro de su vieja amante y le pega dos tiros. Aunque la mujer sólo sufre una herida, él es condenado.
Benevolo
La novela opone los destinos privados a los publicos. Los personajes se ven envueltos por azar en célebres batallas. Fabrizio del Dongo en Waterloo, Pierre Besuchoo (Bezukhov) en Borodino (Tolstoi).
Auster
Stendhal escribió "La cartuja de Parma" durante cuarenta y cinco días.
Ford
Había empezado a leer novelas europeas, Stendhal y Flaubert.
VICTOR HUGO
Si la esclavitud no deshonra, la domesticidad envilece.
Esclavo regalón.
La palabra colonial olía a esclavitud.
La palmera, el verde círculo de sus hojas que tienen la majestad de una corona y la gracia de una cabellera.
La dulce khatá, el ave de liberación que guía al viajero a la cisterna de las arenas africanas.
La tortuga, lento animal.
Haber pasado de los brazos del sueño a los de la muerte.
Ilusiones burladas; amor profanado; amistad vendida; porvenir perdido; los implacables celos me precipitaron bajo un ciego delirio.
El fuego del bosque, un velo de oro movedizo.
Cruzadas las piernas a la costumbre africana.
Sol de un viril de plata truncado.
Bramido de la hiena.
La buena madera es más dura cuando se le quita la corteza.
Atención profunda que semeja al estupor.
El sombrío silencio del terror.
Perífrasis retumbantes con las que sustituyen comúnmente los agitadores al nombre y al título de la persona a quien arengan.
El economista es un ser humano imprescindible por excelencia, el singular, el cual aprecia según sus valores respectivos los recursos materiales de una potencia que los organiza según la disposición de su importancia y según su valor; los mejora y perfecciona combinando sus orígenes y sus consecuencias y los distribuye debidamente a través del río de la utilidad general que desemboca a la mar de la publica prosperidad.
Para qué uso es esencialmente útil cada especie de madera. El chicalote y las sabinas para las quillas; las yacas para las curvas; las tocumas para los palos; los calumbucos, chacarandays, cedros, acomas, calagualas.
Diablos de los diecisiete infiernos.
El cinismo de la infamia.
Plantas rastreras. Clemátida, bejuco, jazmín.
La promesa con un bandido. Beber de una copa, romper una rama de arce real.
Abrigar dentro del seno las serpientes enemigas del pueblo.
Aristócrata, antirrevolucionario, realista, feuillant, girondino.
Llave de la batalla.
(Bug-Jargal)
Espléndidas capas de obispo.
Esclavo regalón.
La palabra colonial olía a esclavitud.
La palmera, el verde círculo de sus hojas que tienen la majestad de una corona y la gracia de una cabellera.
La dulce khatá, el ave de liberación que guía al viajero a la cisterna de las arenas africanas.
La tortuga, lento animal.
Haber pasado de los brazos del sueño a los de la muerte.
Ilusiones burladas; amor profanado; amistad vendida; porvenir perdido; los implacables celos me precipitaron bajo un ciego delirio.
El fuego del bosque, un velo de oro movedizo.
Cruzadas las piernas a la costumbre africana.
Sol de un viril de plata truncado.
Bramido de la hiena.
La buena madera es más dura cuando se le quita la corteza.
Atención profunda que semeja al estupor.
El sombrío silencio del terror.
Perífrasis retumbantes con las que sustituyen comúnmente los agitadores al nombre y al título de la persona a quien arengan.
El economista es un ser humano imprescindible por excelencia, el singular, el cual aprecia según sus valores respectivos los recursos materiales de una potencia que los organiza según la disposición de su importancia y según su valor; los mejora y perfecciona combinando sus orígenes y sus consecuencias y los distribuye debidamente a través del río de la utilidad general que desemboca a la mar de la publica prosperidad.
Para qué uso es esencialmente útil cada especie de madera. El chicalote y las sabinas para las quillas; las yacas para las curvas; las tocumas para los palos; los calumbucos, chacarandays, cedros, acomas, calagualas.
Diablos de los diecisiete infiernos.
El cinismo de la infamia.
Plantas rastreras. Clemátida, bejuco, jazmín.
La promesa con un bandido. Beber de una copa, romper una rama de arce real.
Abrigar dentro del seno las serpientes enemigas del pueblo.
Aristócrata, antirrevolucionario, realista, feuillant, girondino.
Llave de la batalla.
(Bug-Jargal)
Espléndidas capas de obispo.
Prisión de la mente dentro de una idea.
Haber entablado un proceso legal.
Fantasmagoría de jueces, testigos, abogados, procuradores, grotesca, sangrienta, sombría y fatal.
Sueño profundo de olvido.
Hilo que rompe el vuelo del insecto.
Haber entablado un proceso legal.
Fantasmagoría de jueces, testigos, abogados, procuradores, grotesca, sangrienta, sombría y fatal.
Sueño profundo de olvido.
Hilo que rompe el vuelo del insecto.
Hilera de los jueces cargados de harapos.
Tres rangos de testigos.
Veredicto. Descartado la premeditación será cosa forzosa a perpetuidad.
Decreto de muerte.
Blanco y pálido, color de una mortaja.
Nube que sentía superpuesta entre las cosas y yo.
Los hombres son todos condenados a muerte con sentencias suspendidas indefinidamente. "Hans de Islandia".
Horca para la plebe, hacha o espada para los caballeros, hoguera para los herejes, descuartizamiento para los acusados de lesa majestad.
Carceleros y cabos de vara.
Haber recurrido a casación.
Hablar el argot, rajar del mazo. Casarse con la viuda, perecer ahorcado. La cabeza de un ladrón, la sorbona. La veleta, la muerte. La encartelada, la plaza de ejecuciones.
Tres días de aplazamiento después del fallo pronunciado con el recurso de casación. Ocho días del olvido con el estrado de la sala de la Audiencia, después de los cuales las piezas de autos son enviadas al ministerio. Quince días de espera del despacho del ministro, el cual debe transmitirlas después de examinarlas a la corte de casación. Allí numeración, registro. Quince días para vigilar que no haya atropellos. Al fin la corte se reúne de ordinario un jueves, impugna veinte recursos conjuntamente y lo devuelve todo al ministro, el cual lo devuelve al procurador general, el cual lo devuelve al verdugo. La minuta del mandato de ejecución es redactada, expedida.
La inteligencia duerme, está como muerta. Asociar la imagen del loco con un muerto viviente es una idea recurrente de Hugo. Su hermano Eugène fue recluido a un hospital psiquiátrico y posteriormente su hija Adèle.
Paca de paja.
Leyenda. La hierba crece mejor bajo la horca y por extensión a lo largo de lugares donde haya cadáveres de criminales.
Tres rangos de testigos.
Veredicto. Descartado la premeditación será cosa forzosa a perpetuidad.
Decreto de muerte.
Blanco y pálido, color de una mortaja.
Nube que sentía superpuesta entre las cosas y yo.
Los hombres son todos condenados a muerte con sentencias suspendidas indefinidamente. "Hans de Islandia".
Horca para la plebe, hacha o espada para los caballeros, hoguera para los herejes, descuartizamiento para los acusados de lesa majestad.
Carceleros y cabos de vara.
Haber recurrido a casación.
Hablar el argot, rajar del mazo. Casarse con la viuda, perecer ahorcado. La cabeza de un ladrón, la sorbona. La veleta, la muerte. La encartelada, la plaza de ejecuciones.
Tres días de aplazamiento después del fallo pronunciado con el recurso de casación. Ocho días del olvido con el estrado de la sala de la Audiencia, después de los cuales las piezas de autos son enviadas al ministerio. Quince días de espera del despacho del ministro, el cual debe transmitirlas después de examinarlas a la corte de casación. Allí numeración, registro. Quince días para vigilar que no haya atropellos. Al fin la corte se reúne de ordinario un jueves, impugna veinte recursos conjuntamente y lo devuelve todo al ministro, el cual lo devuelve al procurador general, el cual lo devuelve al verdugo. La minuta del mandato de ejecución es redactada, expedida.
La inteligencia duerme, está como muerta. Asociar la imagen del loco con un muerto viviente es una idea recurrente de Hugo. Su hermano Eugène fue recluido a un hospital psiquiátrico y posteriormente su hija Adèle.
Paca de paja.
Leyenda. La hierba crece mejor bajo la horca y por extensión a lo largo de lugares donde haya cadáveres de criminales.
El cementerio de Clamart es el camposanto de los pobres de París donde se encuentra la fosa común.
El calabozo poblado de hombres extraños que llevaban su cabeza sobre su mano izquierda y que la llevaban de la boca porque no tenían pelo.
Humo, una imaginación de mi cerebro vacío y convulso.
La puerta de una tumba no se abre desde dentro.
Sotacabos. Oficiales de las galeras.
El calabozo poblado de hombres extraños que llevaban su cabeza sobre su mano izquierda y que la llevaban de la boca porque no tenían pelo.
Humo, una imaginación de mi cerebro vacío y convulso.
La puerta de una tumba no se abre desde dentro.
Sotacabos. Oficiales de las galeras.
Cadenas, <<collares de viaje>> y atados de pantalones de tela.
Largas cadenas, hilos.
La apelación es una cuerda que nos mantiene suspendidos sobre el abismo y que oímos crujir a cada instante hasta romperse.
Entre la vigilia y el sueño, el ánimo entumecido de dolor da la vuelta a una idea con todos los sentidos.
Barrera, barrière, puerta que cierra la entrada a una ciudad.
Reloj de París. Edificio recaudador de los impuestos a las mercancías que entraban a la ciudad.
Charlot, el verdugo. Cacillos, manos. Matrona, bolsillo. Me zumbaba un gabán, robaba un abrigo. Guindón, rufián. Trollista, ladrón. Forzaba una petaca, falseaba una vueltera. Forzaba un almacén, falsificaba una llave. Remar en la marinita, galeras. Obligar a echar nido, a vivir.
A los condenados forzados les marcaban a la espalda las iniciales T.F.P., Trabajos Forzados a Perpetuidad.
Gorras verdes, condenados a cadena perpetua. El baranda, el jefe. Apiolaban en las trochas, mataban en los caminos. Cordoneros, gendarmes. Guripas, camaradas. Abadía del Monte de los Lamentos, la guillotina. Bragazas delante de la carlina, cobarde ante la muerte. La encartelada, la Plaza de la Grève. Jabalí, sacerdote.
Largas cadenas, hilos.
La apelación es una cuerda que nos mantiene suspendidos sobre el abismo y que oímos crujir a cada instante hasta romperse.
Entre la vigilia y el sueño, el ánimo entumecido de dolor da la vuelta a una idea con todos los sentidos.
Barrera, barrière, puerta que cierra la entrada a una ciudad.
Reloj de París. Edificio recaudador de los impuestos a las mercancías que entraban a la ciudad.
Charlot, el verdugo. Cacillos, manos. Matrona, bolsillo. Me zumbaba un gabán, robaba un abrigo. Guindón, rufián. Trollista, ladrón. Forzaba una petaca, falseaba una vueltera. Forzaba un almacén, falsificaba una llave. Remar en la marinita, galeras. Obligar a echar nido, a vivir.
A los condenados forzados les marcaban a la espalda las iniciales T.F.P., Trabajos Forzados a Perpetuidad.
Gorras verdes, condenados a cadena perpetua. El baranda, el jefe. Apiolaban en las trochas, mataban en los caminos. Cordoneros, gendarmes. Guripas, camaradas. Abadía del Monte de los Lamentos, la guillotina. Bragazas delante de la carlina, cobarde ante la muerte. La encartelada, la Plaza de la Grève. Jabalí, sacerdote.
Charenton, hospital psiquiátrico situado al sureste de París.
Con el talante de romper una cadena con un pelo.
Usando la ventaja de la victoria.
Usando la ventaja de la victoria.
Un millar. Mil libras, quinientos kilos.
Blusón azul con dibujos rojos que llevan los hortelanos.
Sanson, célebre apellido de una familia de verdugos.
Insoportable el peso de las muchas vistas apoyadas sobre uno.
Se abandonan al sueño quienes se adormecen.
La realidad, cosa siniestra.
Alegato a favor de la abolición de la pena de muerte.
Podar del asunto lo contingente, particular, especial, relativo, modificable, el episodio, la anécdota, el acontecimiento, el nombre propio y limitarse a defender la causa de un condenado.
Crímenes publicos que llaman ejecuciones sumarias.
Es extraño que las agitaciones se muestren sobrias de sangre humana. Nacidas para podar, derramar, desmochar la sociedad casi no logran desembarazarse de una de sus serpientes más peligrosas; la pena de muerte.
Los tiempos de agitación la primera cabeza que caiga hace despertar el apetito al pueblo.
Humanidad, filantropía, progreso.
Blusón azul con dibujos rojos que llevan los hortelanos.
Sanson, célebre apellido de una familia de verdugos.
Insoportable el peso de las muchas vistas apoyadas sobre uno.
Se abandonan al sueño quienes se adormecen.
La realidad, cosa siniestra.
Alegato a favor de la abolición de la pena de muerte.
Podar del asunto lo contingente, particular, especial, relativo, modificable, el episodio, la anécdota, el acontecimiento, el nombre propio y limitarse a defender la causa de un condenado.
Crímenes publicos que llaman ejecuciones sumarias.
Es extraño que las agitaciones se muestren sobrias de sangre humana. Nacidas para podar, derramar, desmochar la sociedad casi no logran desembarazarse de una de sus serpientes más peligrosas; la pena de muerte.
Los tiempos de agitación la primera cabeza que caiga hace despertar el apetito al pueblo.
Humanidad, filantropía, progreso.
En Inglaterra, país de comerciantes, se atrapa un traficante de la costa de Dover, se le cuelga para que aleccione; pero como las intemperies del aire podrían deteriorar el cadáver lo envuelven con una tela empapada de alquitrán a fin de no tener que renovarlo a menudo.
Virutas de Acusaciones.
Cuando la pena de muerte mata un esclavo de las colonias hay mil francos de indemnización para su propietario.
(Ultimo día de un condenado a muerte)
Beneficio vitalicio.
Severa economía.
Inteligente administración.
Hay abajo más miseria, que fraternidad arriba, dado antes de ser recibido.
Cercado que nos separa del misterio de las cosas, al que llamamos vida.
Guillotina <<vindicta>>.
Somos los iniciados, hemos levantado el velo de Isis; no existe ni el bien ni el mal; no existe más que vegetación.
Materialismo. Cuando se posee, no se permite uno desterrar bestialmente como Catón de Utica (95-46 a. n. e.), ni lapidar como San Esteban, ni quemar vivo como Juana de Arco.
El ser humano no debe ser gobernado más que por la ciencia.
El viejo mundo, vaso de miserias, al volcarse sobre el género humano, se ha convertido en una urna de alegría.
Demolido el viejo sistema de los hechos, no suprimido completamente en las ideas.
No basta con destruir los abusos; hay que modificar las costumbres.
La cólera de la ley es un elemento de progreso.
Aspereza de la verdad.
El odio al lujo implicaría el odio a las artes.
Polvo de la actividad profesional.
Gran aspiración al progreso.
Legionario de Austerlitz.
La metrópoli tiene su poder mayor.
Magníficos encuentros de los átomos, que dan los aspectos a la materia, revelan sus fuerzas evidenciándolas, crean las singularidades en la unidad, las proporciones en la extensión, lo innumerable en el infinito y por la luz producen la belleza. Estos encuentros se hacen y deshacen sin cesar; de allí la vida y la muerte.
Luz de las cosas.
Cortar la mano y después la cabeza. Suplicio de los parricidas.
No hay hechos pequeños en la Humanidad, ni hojas pequeñas en la vegetación.
La figura de los siglos se compone de la fisonomía de los años.
Serenidad de la actividad profesional.
¡El ala de las libélulas tiembla!
Hermosa bajo los dos aspectos. El estilo y el ritmo.
Equilibrio de líneas, distinto de la proporción, del cual resulta la armonía del rostro.
Demasiada improvisación, vacía la imaginación.
Juegos de palabras. Moisés acerca de Isaac; Esquilo acerca de Polinices; Cleopatra acerca de Octavio.
Leyes. Diferencia entre la cuestión promovida y la cuestión pendiente.
Bebidas nitrosas y tisanas ninfeas, emulsiones de adormideras y agnocastos, lociones con licor de Saturno y fomentos con oxicrato.
La arroba de Castilla contiene dieciséis litros.
Lo inesperado brota del silogismo.
Consejos de la inteligencia y disolventes de la razón.
El yo visible no autoriza al filósofo a negar el yo latente.
La escuela mística de José de Maistre sazonaba con una alta cosmogonía los periódicos ultras.
La miseria y la riqueza publicas tienen un termómetro infalibble. Los gastos de percepción del impuesto.
Estoico, serio, austero, soñador triste; humilde y altivo como los fanáticos.
La suprema miseria es siempre ocasión de obscenidades.
Precisión de la realidad.
Muerte viviente a cielo abierto. Prisión.
En las ocasiones supremas, el ser humano se mueve, para pedir consejo a todo lo que encuentra al paso.
Existencia buena, pura, radiante.
Los sueños no conectan con la situación, sino por remotas conexiones.
Aparato de un proceso legal criminal.
Gran cosa humana, la Ley, gran cosa divina, la Justicia.
Bruma que el crepúsculo esparce entre los objetos.
Los niños no tienen memoria. Son como los pájaros.
Justicia, luz y verdad.
Autoridad, razón, cosa juzgada, autoconciencia legal, vindicta publica.
Ancha losa azul, que presta ayuda de delantal a los pozos de Bélgica.
Volvamos atrás. Es este uno de los derechos del escritor.
Práctica y competencia estratégica, que autorizan un sistema.
Invulnerabilidad vieja.
Leyes y elementos de los que dependen las gravitaciones regulares, en la disposición moral y material.
Infinito inagotable en hábitos.
Gran fenómeno general. La adoración de la materia al ánimo.
La hospitalidad, una virtud en los pueblos bárbaros y una mercancía en los decadentes.
Durar el tiempo de un relámpago.
Los demonios y los genios reconocen por algunas señales la presencia de una divinidad superior.
La simetría es el aburrimiento, y el aburrimiento el fondo del pesar.
Desván azul.
Haber dado lugar a una experimentación. La huida debe deslizarse inadvertida.
La memoria del pueblo flota sobre los despojos del pasado.
Aspecto monacal de una ciudad española.
Las situaciones extremas tienen sus relámpagos, nos ciegan como nos iluminan.
Nudo de golondrina, marinero.
Valor o miedo.
Alas que todos tenemos dentro.
Las horas del éxtasis son un minuto.
Posesión de libertad de ánimo.
Volubilidad campesina, nada inquietante.
Consejos e indicios útiles.
Papel nankín.
Ojos. Ánimo.
Los hechos desconciertan y son obstinados.
El monarquismo despuebla.
Fakires, bonzos, santones, calayeros, morabitos, talapuinos, derviches.
Es menester reformar y transformar.
Hay un infinito fuera de nosotros. Es uno, inmanente, permanente; es sustancial, y si la materia le faltase, esa sería una limitación; es de menester inteligente. A un tiempo, hay un infinito dentro. Se superponen el uno al otro.
Destruir el fanatismo, venerar lo infinito, tal es la ley.
Negación del infinito. Nihilismo, concepto del ánimo.
El progreso es el fin; el ideal es el modelo.
El monólogo existe en lo natural.
La alegría es el reflujo del terror.
Anquilosis de la muerte.
Nada enseña el silencio a los niños, como la desgracia.
La más divina de las generosidades humanas, la expiación por el prójimo.
Homuncio. Hombrecillo.
Cubeta de Trofonio y de Mesmer. Ergafilas y Cagliostro.
El Tíber era un Leteo.
Para la marcha hacia adelante del género humano, es preciso que encuentre en las cumbres de la sociedad lecciones permanentes y altivas de valor.
Sufrimiento y actividad son los dos rostros del ser humano.
Mesmer y su varilla.
Como hay pérdida de calórico en la proximidad de un cuerpo frío, se pierde apreciación con el contacto de gente menospreciada.
En la fama hay algo de anarquía.
Nada semeja al despertar como el retorno.
El absurdo del liberalismo es atacar al realismo.
Pura inocencia clásica.
Movimiento del tiempo.
Geoffroy Saint-Hilaire. Doble eficacia de la arteria carótida externa y de la arteria carótida interna. Una constituye el rostro, otra el cerebro.
La belleza del progreso consiste en no tener mácula.
La economía linda con la avaricia, la generosidad con la prodigalidad.
La verdadera gloria es persuadir.
La mariposa es un ser completo.
Peras mirabel.
Se juzgaría con más acierto a una persona por lo que suena en su imaginación, que por lo que reflexiona.
En la reflexión hay voluntad, no en el sueño. El sueño, cuando es espontáneo, adopta y mantiene, incluso en lo gigantesco e ideal, la figura de nuestro ánimo. En estas aspiraciones, más que en las ideas compuestas, razonadas y coordinadas, es posible encontrar el verdadero carácter del ser humano.
Reflexión similar a crítica.
Dedos de la noche.
El alba, el momento que se desvanecen los fantasmas.
Benevolencia de un brahmán y severidad de un juez.
Impresión monetaria.
Presencia y porción de autoridad divina, que los hechos contienen y promulgan.
Ley justa, verdadera, pura.
Habilidad, pequeñez, mediano.
Resplandor útil.
Actividad profesional, costumbre sencilla de abandonar y difícil de recobrar.
El ocio tiene alas.
Sesenta años, edad de la exención legal.
La naturaleza desconcierta las mezquinas organizaciones del ser humano y se derrama entera. Nada es pequeño.
Penetraciones profundas de lo natural. Circunscribir la causa y limitar el efecto.
Trayecto de una molécula.
Todo está en equilibrio en el menester.
Hay entre los seres y las cosas referencias de prodigio.
La luz lleva al firmamento los perfumes terrestres; la noche hace distribuciones de esencia estelar entre las flores dormidas.
Germinación. Advenimiento de Sócrates.
Cosas de la inteligencia y hechos de la sustancia.
Elementos y leyes se mezclan, combinan, unen, incrementan el numero, hasta el punto de llevar el mundo material y el moral a una igual claridad.
Realización de la educación.
Riqueza secreta y elocuencia de una inteligencia humilde y verdadera, espontáneamente cultivada.
Se ha abusado mucho de la mirada en las novelas de amor y se ha terminado por menospreciarla.
Es propio del dolor hacer aparecer el lado infantil del ser humano.
Vislumbrar la salida del sol, género de alegría dulce.
Fantasía de la miseria.
Lentitud delicada del cisne.
Mano de hierro de la actividad implacable.
Profundo amor seráfico.
Cloaca de las pequeñas deudas.
Omnibus. Para todos.
La capa media reemplaza al feudalismo.
Figurillas de saúco, cayendo sobre el clavo.
Obligación de agradar.
Punto de vista del poder.
La insurrección confina con la inteligencia.
El sufragio disuelve el motín en su comienzo, y dando el voto a la insurrección le quita las armas.
Táctica, brújula de las batallas.
Escocia tiene tercetos de brujas.
Laurel, símbolo de la guerra; mirto, del amor; el manzano supo perder a Adán con su fruto; la higuera es la abuela de las faldas.
El menester es un monstruo del viejo mundo, se llama Fatalidad. La ley del progreso es que los monstruos desaparezcan ante los ángeles y que la Fatalidad se desvanezca ante la fraternidad.
La espada no se torna puñal hasta que mata la ley, al progreso, a la razón, a la decadencia, a la verdad.
Hilo del silogismo.
Tranquilidad del ser humano, opuesto a frialdad de la escultura.
Hidra de la Anarquía.
Generoso certamen.
Empuje del progreso.
La palabra contrato se forma etimológicamente con la idea de vínculo.
Una insurrección es un peaje.
Propio de nuestra desesperación es extenderse a cuanto nos rodea.
Del peligro nace la organización.
Después del papirotazo, la puñada.
Reinar un silencio de provincia.
Las agitaciones son esfinges.
La utopía se transforma en insurrección, y de protesta filosófica en protesta armada, y en Minerva Pallas.
Punto de vista del género humano y de la persona.
El paso general del género humano se llama progreso.
El progreso es la vida permanente de los pueblos.
Los insurrectos defienden la ley natural. Soberanía de cada uno, que no tiene abdicación, justicia, verdad y, si es menester, perecerán como los trescientos espartanos.
El ideal es el punto culminante de la razón.
La cantidad de decadencia se calcula por la cantidad de imaginación.
Infierno del brahmanismo, el más formidable de los diecisiete abismos, que Veda llama la Selva de Espadas.
Suicidio, acto irreligioso.
El más fecundo y eficaz de los abonos es el abono humano.
Estilo administrativo.
Pasos de lobo del crimen.
Como un león, que consintiese la garra de un lince.
Fosforescencia felina de los pájaros nocturnos.
El suicidio, esa misteriosa violencia, que puede contener, hasta cierto punto, la muerte del alma.
Con la muerte termina la persecución.
Texto de la ley.
Por el hilo se saca el ovillo.
Hay cosas que no hay que pretender pintar; el sol es una.
Instrucción del proceso legal.
Proverbio. <<Si en martes de carnaval te casas, no habrá hijos ingratos en tu casa.>>
Todo puede ser parodiado, incluso la parodia.
La obediencia de la materia está limitada por el frotamiento.
Restituido un depósito.
Secreto del depósito.
Venganza corsa. Bajos fondos.
Sistema inexorable.
Progreso latente.
Semisíncope.
(Los miserables)
Ampliación del punto de vista.
El azar tiene en algunas ocasiones pretensiones especiales.
Escribir motiva y justifica los cerrojos.
Los desterrados suelen no tener suerte.
Callaban como náufragos que reflexionan.
En su propio interés y, para aumentar su circulación, la posteridad tiene sobre los nombres propios una regla de eufonía.
Londres, la Babilonia negra. Es lúgubre de día y espléndida de noche.
Sustituir el examen por la mofa no es científico.
Virutas de Acusaciones.
Cuando la pena de muerte mata un esclavo de las colonias hay mil francos de indemnización para su propietario.
(Ultimo día de un condenado a muerte)
Beneficio vitalicio.
Severa economía.
Inteligente administración.
Hay abajo más miseria, que fraternidad arriba, dado antes de ser recibido.
Cercado que nos separa del misterio de las cosas, al que llamamos vida.
Guillotina <<vindicta>>.
Somos los iniciados, hemos levantado el velo de Isis; no existe ni el bien ni el mal; no existe más que vegetación.
Materialismo. Cuando se posee, no se permite uno desterrar bestialmente como Catón de Utica (95-46 a. n. e.), ni lapidar como San Esteban, ni quemar vivo como Juana de Arco.
El ser humano no debe ser gobernado más que por la ciencia.
El viejo mundo, vaso de miserias, al volcarse sobre el género humano, se ha convertido en una urna de alegría.
Demolido el viejo sistema de los hechos, no suprimido completamente en las ideas.
No basta con destruir los abusos; hay que modificar las costumbres.
La cólera de la ley es un elemento de progreso.
Aspereza de la verdad.
El odio al lujo implicaría el odio a las artes.
Polvo de la actividad profesional.
Gran aspiración al progreso.
Legionario de Austerlitz.
La metrópoli tiene su poder mayor.
Magníficos encuentros de los átomos, que dan los aspectos a la materia, revelan sus fuerzas evidenciándolas, crean las singularidades en la unidad, las proporciones en la extensión, lo innumerable en el infinito y por la luz producen la belleza. Estos encuentros se hacen y deshacen sin cesar; de allí la vida y la muerte.
Luz de las cosas.
Cortar la mano y después la cabeza. Suplicio de los parricidas.
No hay hechos pequeños en la Humanidad, ni hojas pequeñas en la vegetación.
La figura de los siglos se compone de la fisonomía de los años.
Serenidad de la actividad profesional.
¡El ala de las libélulas tiembla!
Hermosa bajo los dos aspectos. El estilo y el ritmo.
Equilibrio de líneas, distinto de la proporción, del cual resulta la armonía del rostro.
Demasiada improvisación, vacía la imaginación.
Juegos de palabras. Moisés acerca de Isaac; Esquilo acerca de Polinices; Cleopatra acerca de Octavio.
Leyes. Diferencia entre la cuestión promovida y la cuestión pendiente.
Bebidas nitrosas y tisanas ninfeas, emulsiones de adormideras y agnocastos, lociones con licor de Saturno y fomentos con oxicrato.
La arroba de Castilla contiene dieciséis litros.
Lo inesperado brota del silogismo.
Consejos de la inteligencia y disolventes de la razón.
El yo visible no autoriza al filósofo a negar el yo latente.
La escuela mística de José de Maistre sazonaba con una alta cosmogonía los periódicos ultras.
La miseria y la riqueza publicas tienen un termómetro infalibble. Los gastos de percepción del impuesto.
Estoico, serio, austero, soñador triste; humilde y altivo como los fanáticos.
La suprema miseria es siempre ocasión de obscenidades.
Precisión de la realidad.
Muerte viviente a cielo abierto. Prisión.
En las ocasiones supremas, el ser humano se mueve, para pedir consejo a todo lo que encuentra al paso.
Existencia buena, pura, radiante.
Los sueños no conectan con la situación, sino por remotas conexiones.
Aparato de un proceso legal criminal.
Gran cosa humana, la Ley, gran cosa divina, la Justicia.
Bruma que el crepúsculo esparce entre los objetos.
Los niños no tienen memoria. Son como los pájaros.
Justicia, luz y verdad.
Autoridad, razón, cosa juzgada, autoconciencia legal, vindicta publica.
Ancha losa azul, que presta ayuda de delantal a los pozos de Bélgica.
Volvamos atrás. Es este uno de los derechos del escritor.
Práctica y competencia estratégica, que autorizan un sistema.
Invulnerabilidad vieja.
Leyes y elementos de los que dependen las gravitaciones regulares, en la disposición moral y material.
Infinito inagotable en hábitos.
Gran fenómeno general. La adoración de la materia al ánimo.
La hospitalidad, una virtud en los pueblos bárbaros y una mercancía en los decadentes.
Durar el tiempo de un relámpago.
Los demonios y los genios reconocen por algunas señales la presencia de una divinidad superior.
La simetría es el aburrimiento, y el aburrimiento el fondo del pesar.
Desván azul.
Haber dado lugar a una experimentación. La huida debe deslizarse inadvertida.
La memoria del pueblo flota sobre los despojos del pasado.
Aspecto monacal de una ciudad española.
Las situaciones extremas tienen sus relámpagos, nos ciegan como nos iluminan.
Nudo de golondrina, marinero.
Valor o miedo.
Alas que todos tenemos dentro.
Las horas del éxtasis son un minuto.
Posesión de libertad de ánimo.
Volubilidad campesina, nada inquietante.
Consejos e indicios útiles.
Papel nankín.
Ojos. Ánimo.
Los hechos desconciertan y son obstinados.
El monarquismo despuebla.
Fakires, bonzos, santones, calayeros, morabitos, talapuinos, derviches.
Es menester reformar y transformar.
Hay un infinito fuera de nosotros. Es uno, inmanente, permanente; es sustancial, y si la materia le faltase, esa sería una limitación; es de menester inteligente. A un tiempo, hay un infinito dentro. Se superponen el uno al otro.
Destruir el fanatismo, venerar lo infinito, tal es la ley.
Negación del infinito. Nihilismo, concepto del ánimo.
El progreso es el fin; el ideal es el modelo.
El monólogo existe en lo natural.
La alegría es el reflujo del terror.
Anquilosis de la muerte.
Nada enseña el silencio a los niños, como la desgracia.
La más divina de las generosidades humanas, la expiación por el prójimo.
Homuncio. Hombrecillo.
Cubeta de Trofonio y de Mesmer. Ergafilas y Cagliostro.
El Tíber era un Leteo.
Para la marcha hacia adelante del género humano, es preciso que encuentre en las cumbres de la sociedad lecciones permanentes y altivas de valor.
Sufrimiento y actividad son los dos rostros del ser humano.
Mesmer y su varilla.
Como hay pérdida de calórico en la proximidad de un cuerpo frío, se pierde apreciación con el contacto de gente menospreciada.
En la fama hay algo de anarquía.
Nada semeja al despertar como el retorno.
El absurdo del liberalismo es atacar al realismo.
Pura inocencia clásica.
Movimiento del tiempo.
Geoffroy Saint-Hilaire. Doble eficacia de la arteria carótida externa y de la arteria carótida interna. Una constituye el rostro, otra el cerebro.
La belleza del progreso consiste en no tener mácula.
La economía linda con la avaricia, la generosidad con la prodigalidad.
La verdadera gloria es persuadir.
La mariposa es un ser completo.
Peras mirabel.
Se juzgaría con más acierto a una persona por lo que suena en su imaginación, que por lo que reflexiona.
En la reflexión hay voluntad, no en el sueño. El sueño, cuando es espontáneo, adopta y mantiene, incluso en lo gigantesco e ideal, la figura de nuestro ánimo. En estas aspiraciones, más que en las ideas compuestas, razonadas y coordinadas, es posible encontrar el verdadero carácter del ser humano.
Reflexión similar a crítica.
Dedos de la noche.
El alba, el momento que se desvanecen los fantasmas.
Benevolencia de un brahmán y severidad de un juez.
Impresión monetaria.
Presencia y porción de autoridad divina, que los hechos contienen y promulgan.
Ley justa, verdadera, pura.
Habilidad, pequeñez, mediano.
Resplandor útil.
Actividad profesional, costumbre sencilla de abandonar y difícil de recobrar.
El ocio tiene alas.
Sesenta años, edad de la exención legal.
La naturaleza desconcierta las mezquinas organizaciones del ser humano y se derrama entera. Nada es pequeño.
Penetraciones profundas de lo natural. Circunscribir la causa y limitar el efecto.
Trayecto de una molécula.
Todo está en equilibrio en el menester.
Hay entre los seres y las cosas referencias de prodigio.
La luz lleva al firmamento los perfumes terrestres; la noche hace distribuciones de esencia estelar entre las flores dormidas.
Germinación. Advenimiento de Sócrates.
Cosas de la inteligencia y hechos de la sustancia.
Elementos y leyes se mezclan, combinan, unen, incrementan el numero, hasta el punto de llevar el mundo material y el moral a una igual claridad.
Realización de la educación.
Riqueza secreta y elocuencia de una inteligencia humilde y verdadera, espontáneamente cultivada.
Se ha abusado mucho de la mirada en las novelas de amor y se ha terminado por menospreciarla.
Es propio del dolor hacer aparecer el lado infantil del ser humano.
Vislumbrar la salida del sol, género de alegría dulce.
Fantasía de la miseria.
Lentitud delicada del cisne.
Mano de hierro de la actividad implacable.
Profundo amor seráfico.
Cloaca de las pequeñas deudas.
Omnibus. Para todos.
La capa media reemplaza al feudalismo.
Figurillas de saúco, cayendo sobre el clavo.
Obligación de agradar.
Punto de vista del poder.
La insurrección confina con la inteligencia.
El sufragio disuelve el motín en su comienzo, y dando el voto a la insurrección le quita las armas.
Táctica, brújula de las batallas.
Escocia tiene tercetos de brujas.
Laurel, símbolo de la guerra; mirto, del amor; el manzano supo perder a Adán con su fruto; la higuera es la abuela de las faldas.
El menester es un monstruo del viejo mundo, se llama Fatalidad. La ley del progreso es que los monstruos desaparezcan ante los ángeles y que la Fatalidad se desvanezca ante la fraternidad.
La espada no se torna puñal hasta que mata la ley, al progreso, a la razón, a la decadencia, a la verdad.
Hilo del silogismo.
Tranquilidad del ser humano, opuesto a frialdad de la escultura.
Hidra de la Anarquía.
Generoso certamen.
Empuje del progreso.
La palabra contrato se forma etimológicamente con la idea de vínculo.
Una insurrección es un peaje.
Propio de nuestra desesperación es extenderse a cuanto nos rodea.
Del peligro nace la organización.
Después del papirotazo, la puñada.
Reinar un silencio de provincia.
Las agitaciones son esfinges.
La utopía se transforma en insurrección, y de protesta filosófica en protesta armada, y en Minerva Pallas.
Punto de vista del género humano y de la persona.
El paso general del género humano se llama progreso.
El progreso es la vida permanente de los pueblos.
Los insurrectos defienden la ley natural. Soberanía de cada uno, que no tiene abdicación, justicia, verdad y, si es menester, perecerán como los trescientos espartanos.
El ideal es el punto culminante de la razón.
La cantidad de decadencia se calcula por la cantidad de imaginación.
Infierno del brahmanismo, el más formidable de los diecisiete abismos, que Veda llama la Selva de Espadas.
Suicidio, acto irreligioso.
El más fecundo y eficaz de los abonos es el abono humano.
Estilo administrativo.
Pasos de lobo del crimen.
Como un león, que consintiese la garra de un lince.
Fosforescencia felina de los pájaros nocturnos.
El suicidio, esa misteriosa violencia, que puede contener, hasta cierto punto, la muerte del alma.
Con la muerte termina la persecución.
Texto de la ley.
Por el hilo se saca el ovillo.
Hay cosas que no hay que pretender pintar; el sol es una.
Instrucción del proceso legal.
Proverbio. <<Si en martes de carnaval te casas, no habrá hijos ingratos en tu casa.>>
Todo puede ser parodiado, incluso la parodia.
La obediencia de la materia está limitada por el frotamiento.
Restituido un depósito.
Secreto del depósito.
Venganza corsa. Bajos fondos.
Sistema inexorable.
Progreso latente.
Semisíncope.
(Los miserables)
Ampliación del punto de vista.
El azar tiene en algunas ocasiones pretensiones especiales.
Escribir motiva y justifica los cerrojos.
Los desterrados suelen no tener suerte.
Callaban como náufragos que reflexionan.
En su propio interés y, para aumentar su circulación, la posteridad tiene sobre los nombres propios una regla de eufonía.
Londres, la Babilonia negra. Es lúgubre de día y espléndida de noche.
Sustituir el examen por la mofa no es científico.
Es ley de las grandes realizaciones, que los personajes estén en armonía consigo, pero que los hechos y las ideas se arremolinen en permanente renovación.
Hoffmann, sueño.
La epopeya se funde en el drama y resulta una novedad literaria y una gran potencia social, la novela.
Araña del olvido.
Vértigos, escarpas, precipicios, soplo sombrío.
Meditación. Visión que tiene la propiedad de hacer brotar la luz de las sombras.
La inteligencia humana se elabora por irradiación y, paso a paso, gana y humaniza la materia.
Traducción. Paráfrasis.
Imaginación. Profundidad.
Lo que distingue los genios de los ordinarios, es que tienen doble reflexión, como el carbunclo difiere del cristal y de la lente, en que tiene doble refracción, según Jerónimo Cardan. Los genios se elevan a la inmensa altura que los retóricos llaman antítesis, facultad mediante la cual se ven dos lados de los objetos.
Viejo suplicio, la extensión.
Cartouche, célebre criminal de París.
Lectura. Estupor y éxtasis.
Imitación estéril y funesta.
La ley de fraternidad proviene de la ley de la profesión.
El criminal Jeffreys.
Araña del olvido.
Vértigos, escarpas, precipicios, soplo sombrío.
Meditación. Visión que tiene la propiedad de hacer brotar la luz de las sombras.
La inteligencia humana se elabora por irradiación y, paso a paso, gana y humaniza la materia.
Traducción. Paráfrasis.
Imaginación. Profundidad.
Lo que distingue los genios de los ordinarios, es que tienen doble reflexión, como el carbunclo difiere del cristal y de la lente, en que tiene doble refracción, según Jerónimo Cardan. Los genios se elevan a la inmensa altura que los retóricos llaman antítesis, facultad mediante la cual se ven dos lados de los objetos.
Viejo suplicio, la extensión.
Cartouche, célebre criminal de París.
Lectura. Estupor y éxtasis.
Imitación estéril y funesta.
La ley de fraternidad proviene de la ley de la profesión.
El criminal Jeffreys.
(William Shakespeare)
Jefes magnánimos, puja de generosidad.
Entrada en la libertad de la materia, maldad que poseen los objetos inertes, inexorable cólera de lo inanimado.
Saltos de la pantera, terquedad del hacha, lo inesperado de las oleadas, rapidez del rayo.
Espectáculo titánico y feroz, combate del cañón con el artillero, batalla entre la materia y la inteligencia, duelo de la cosa con el ser humano.
Carácter alegre ante el peligro.
Donde la pantera queda presa, la comadreja escapa.
Extensión del horizonte.
El despotismo bajo sus diferentes formas, la invasión, el feudalismo, el fanatismo y el fisco.
Resplandor del meteoro en la frente.
Grandes alas ideales de la justicia, la razón y el progreso.
La herida no afectó el pulmón.
Cuando la desesperación llega a un grado, es ininteligible para el desesperado.
Operación espantosa, la practica con mano segura, mutila pero rescata. Hace a la experiencia una incisión profunda de la que saldrá la salud del género humano. Amputa la sociedad.
Monopolio del sebo.
Trompeta campesina y clarín bélico.
Venalidad corruptora de la autoconciencia, piedad corruptora de la justicia.
Pantallas. Disciplina y consigna.
El porvenir, oscuro destino humano.
Inmensa inocencia del sol.
El ser reflexivo habla a través de apotegmas, es monosilábico.
Pergamino que los pergaminosos de París compraban en la sala de Saint-Mathurin.
Fatiga de esclavos.
Vía dolorosa.
Punto de reunión.
Torsiones feroces de llama, propias de los relámpagos y de las serpientes.
Es lúgubre espectáculo el de la alegría de las llamas.
Hidra negra y dragón escarlata.
Lo imprevisto, altivo y superior que se burla del ser humano.
Horrible racionalidad de las represalias.
Tres ideas superiores del ser humano. Humanidad, familia, patria.
Pan de munición.
Violencia. Invasión.
La justicia nada debe ocultar. La ley es terminante. El juez es más y es menos que el ser humano, porque no tiene corazón y blande la espada de la justicia.
La piedad puede llegar a adquirir las proporciones del delito.
Parásitos. El sacerdote, el juez, el soldado.
La ley es el salario innato y el salario la ley adquirida.
Consecuencia fatal de lo pasado, que en París se llama la Bastilla, en Inglaterra la Torre de Londres, en Alemania el Spielberg, en España El Escorial, en Moscú el Kremlin y en Roma el Castillo de Sant-Angelo.
Búho de la noche del pasado y murciélago del crepúsculo del porvenir.
(El 93)
Jefes magnánimos, puja de generosidad.
Entrada en la libertad de la materia, maldad que poseen los objetos inertes, inexorable cólera de lo inanimado.
Saltos de la pantera, terquedad del hacha, lo inesperado de las oleadas, rapidez del rayo.
Espectáculo titánico y feroz, combate del cañón con el artillero, batalla entre la materia y la inteligencia, duelo de la cosa con el ser humano.
Carácter alegre ante el peligro.
Donde la pantera queda presa, la comadreja escapa.
Extensión del horizonte.
El despotismo bajo sus diferentes formas, la invasión, el feudalismo, el fanatismo y el fisco.
Resplandor del meteoro en la frente.
Grandes alas ideales de la justicia, la razón y el progreso.
La herida no afectó el pulmón.
Cuando la desesperación llega a un grado, es ininteligible para el desesperado.
Operación espantosa, la practica con mano segura, mutila pero rescata. Hace a la experiencia una incisión profunda de la que saldrá la salud del género humano. Amputa la sociedad.
Monopolio del sebo.
Trompeta campesina y clarín bélico.
Venalidad corruptora de la autoconciencia, piedad corruptora de la justicia.
Pantallas. Disciplina y consigna.
El porvenir, oscuro destino humano.
Inmensa inocencia del sol.
El ser reflexivo habla a través de apotegmas, es monosilábico.
Pergamino que los pergaminosos de París compraban en la sala de Saint-Mathurin.
Fatiga de esclavos.
Vía dolorosa.
Punto de reunión.
Torsiones feroces de llama, propias de los relámpagos y de las serpientes.
Es lúgubre espectáculo el de la alegría de las llamas.
Hidra negra y dragón escarlata.
Lo imprevisto, altivo y superior que se burla del ser humano.
Horrible racionalidad de las represalias.
Tres ideas superiores del ser humano. Humanidad, familia, patria.
Pan de munición.
Violencia. Invasión.
La justicia nada debe ocultar. La ley es terminante. El juez es más y es menos que el ser humano, porque no tiene corazón y blande la espada de la justicia.
La piedad puede llegar a adquirir las proporciones del delito.
Parásitos. El sacerdote, el juez, el soldado.
La ley es el salario innato y el salario la ley adquirida.
Consecuencia fatal de lo pasado, que en París se llama la Bastilla, en Inglaterra la Torre de Londres, en Alemania el Spielberg, en España El Escorial, en Moscú el Kremlin y en Roma el Castillo de Sant-Angelo.
Búho de la noche del pasado y murciélago del crepúsculo del porvenir.
(El 93)
Balzac
Victor Hugo ha optado por la oda.
Chateaubriand hizo la frase de "niño sublime", refiriéndose a Victor Hugo.
Gritos de la literatura. El arte comienza a cubrir con sus flores las innobles fachadas, de esas que llaman en París maisons de produit, y a las que Victor Hugo compara burlonamente con cómodas.
Esa sinfonía de verdugo, llamada "Ultimo día de un condenado a muerte".
La frente desmesurada de Victor Hugo, que todo bardo ha de tener.
De todos los poetas de aquel tiempo, sólo tres, Hugo, Teófilo Gautier y De Vigny, han podido reunir la doble gloria de poeta y prosista.
Musset
"Marion Delorme". Preciosas palabras de uno de nuestros poetas. <<Vivo por curiosidad.>>
Poe
Disfraces grotescos, reinaba el brillo, el esplendor, lo picante y lo fantástico, lo que se encuentra en "Hernani".
Collins
"Notre-Dame". Destacada novela de Victor Hugo.
Baudelaire
"El cisne", poema dedicado a Victor Hugo.
Gran poeta, Hugo se anticipa muchos años a sus tímidos admiradores.
François Biard, pintor de imágenes anecdóticas, recordado hoy porque su esposa fue sorprendida en flagrante delito de adulterio con Victor Hugo.
La influencia de Goya en Francia llega a través de Delacroix, quien lo desvela el año 1828 a Hugo.
Flaubert
Acompañaba las caricias con expresiones líricas, que a otros les habrían recordado a la Sachete de "Notre Dame de Paris".
Dostoyevski
Cuasimodo. Estúpido y bueno. Adora la estética.
Marcoy
Verarevenga, el traductor de Hugo, Sue y Dumas.
Kropotkin
Victor Hugo, pintoresco estilo.
Dostoyevski
Cuasimodo. Estúpido y bueno. Adora la estética.
Marcoy
Verarevenga, el traductor de Hugo, Sue y Dumas.
Kropotkin
Victor Hugo, pintoresco estilo.
Wilde
El movimiento romántico-realista, del que Hugo es el padre.
En ocasiones, en una novela arqueológica, el empleo de términos extraños y caídos en desuso semeja ocultar la realidad bajo la erudición y me atrevo a decir, que un gran numero de los lectores de "Nuestra Señora de París" se encuentran en gran dificultad, a propósito del sentido de ciertos términos, tales como la casaque à mahoitres (especie de manga), los craaquiniers (ballesteros), los voulgiers (soldados de a pie armados con un venablo, vouge).
Chejov
La duquesa Josiana ama a Gwynplaine y se le consiente por ser duquesa.
Moore
Había comprado unos libros de Hugo; pero en Boulogne-sur Mer agradable y soleada la poseía se iba haciendo monótona.
Hugo no es perverso ni siquiera es íntimo. Leerle era como estar dentro de una iglesia con un predicador de voz estridente gritando desde un púlpito con poca sonoridad. Habiendo compuesto más versos que ningún otro a Hugo solo se le puede tomar con dosis pequeñas; el esplendor de la imaginería, el estruendo de las sílabas. El poema es mejor que el libro, la estrofa mejor que el poema y un verso suelto mejor que su conjunto. Sin un igual que o un como sino con una simple declaración de los hechos se produce la situación, la impresión.
Hugo a menudo es pomposo, superficial, vacío, irreal pero al menos es un artista y cuando se recuerda al artista y se olvida al profeta como "Les chansons des Rues et des bois" sus malabarismos con los versos son magníficos y espléndidos. Un rude dompteur de syllabes.
La vanidad de Hugo era titánica, la de los Goncourt era pueril.
Victor Hugo es un pintor de porcelanas; su poesía es mera decoración, zarcillos alargados y flores.
Victor Hugo era el hedor y los gusanos del humanitarismo.
Todos los hombres de genio inferior, Victor Hugo y Gladstone, se refugian tras el humanitarismo.
"Choses Vues" el ultimo libro de Victor Hugo.
Examinad el talento de Hugo para la versificación y obtendréis al novelista. Hugo era más artista que Zola. Tenía una imaginación más peculiar pero no era más impactante ni más fecunda.
Symons
La poesía de Victor Hugo la primera vez desde Ronsard había aprendido a cantar.
Lubbock
Victor Hugo. El efecto general de la belleza es entristecer.
Leroux
El gran Coesre, el que lleva el látigo con forma de aspa para flagelar al mundo.
El gran Coesre, especie de ministro de la Guerra, célebre por haber sofocado la rebelión de los Lingurani, de los Liessei y de los Balogards.
Proust
Le recité versos o frases de prosa sobre la luna haciéndole ver cómo de plateada que fuera otro tiempo se tornó azul con Chateubriand, con el Victor Hugo de "Eviradnus" y de "Fête chez Thérèse", para volver a ser amarillo y metálico con Beaudelaire y Leconte de Lisle.
Cathrein
Teoría de la Escuela Histórica. La Ley es una consecuencia inconsciente del ánimo popular. Hugo, Savigny, Puchta, Stahl. Ley consuetudinaria.
Croce
Victor Hugo, "Châtiments".
El año 1867, se reunió en Ginebra un Congreso de la paz, con el que cooperaron Stuart Mill, Jules Simon, Quinet, Victor Hugo, Pierre Leroux, Herzen y Garibaldi.
Proust
Le recité versos o frases de prosa sobre la luna haciéndole ver cómo de plateada que fuera otro tiempo se tornó azul con Chateubriand, con el Victor Hugo de "Eviradnus" y de "Fête chez Thérèse", para volver a ser amarillo y metálico con Beaudelaire y Leconte de Lisle.
Cathrein
Teoría de la Escuela Histórica. La Ley es una consecuencia inconsciente del ánimo popular. Hugo, Savigny, Puchta, Stahl. Ley consuetudinaria.
Croce
Victor Hugo, "Châtiments".
El año 1867, se reunió en Ginebra un Congreso de la paz, con el que cooperaron Stuart Mill, Jules Simon, Quinet, Victor Hugo, Pierre Leroux, Herzen y Garibaldi.
Debs
Victor Hugo protestó elocuentemente a la ejecución de John Brown: "La republica masacrando a un libertador".
Pessoa
Llamamos románticos por igual a Chateaubriand, Hugo, Vigny, Michelet, Rousseau.
Giraudoux
Entrevista de Victor Hugo y Napoléon III.
Los que hasta entonces habían sido antecesores, Lamartine, Michelet, Hugo, pasaron el segundo círculo de la Estigia.
J. Huxley
El mejoramiento del hábito, que constituye la manera de herencia, para las agregaciones de mentes, esa costumbre, que como la "Nef magique et suprême" del destino humano, de Victor Hugo, habrá eventualmente "fait entrer dans l´homme tant d´azur qu´elle a supprimé les patries".
Benjamin
La multitud fue para Hugo, casi en el sentido pasado, multitud de clientes, de publico. Es el primero que alude a la multitud en sus títulos "Los Miserables", "Los Trabajadores del Mar".
Pessoa
Llamamos románticos por igual a Chateaubriand, Hugo, Vigny, Michelet, Rousseau.
Giraudoux
Entrevista de Victor Hugo y Napoléon III.
Los que hasta entonces habían sido antecesores, Lamartine, Michelet, Hugo, pasaron el segundo círculo de la Estigia.
J. Huxley
El mejoramiento del hábito, que constituye la manera de herencia, para las agregaciones de mentes, esa costumbre, que como la "Nef magique et suprême" del destino humano, de Victor Hugo, habrá eventualmente "fait entrer dans l´homme tant d´azur qu´elle a supprimé les patries".
Benjamin
La multitud fue para Hugo, casi en el sentido pasado, multitud de clientes, de publico. Es el primero que alude a la multitud en sus títulos "Los Miserables", "Los Trabajadores del Mar".
Richardson
Hugo, "Los trabajadores del mar".
Leblanc
Cualidad de gavroche. El pequeño Gavroche, personaje de "Los miserables", perece cantando a través de las barricadas durante la agitación de 1832.
Savinio
El castillo de Barbarroja, fiel amigo de los temporales que noche y día aventan su cráneo destrozado, lo dibujaba al anochecer à la clarité des lampes Victor Hugo para distraer a sus nietos. L´art d´être grand-père.
Hasek
El comentario de Victor Hugo sobre la réplica de la vieja guardia a los ingleses de la batalla de Waterloo.
Yourcenar
"El negro cerebro de Piranesi", expresa por alguna parte Victor Hugo.
Leblanc
Cualidad de gavroche. El pequeño Gavroche, personaje de "Los miserables", perece cantando a través de las barricadas durante la agitación de 1832.
Savinio
El castillo de Barbarroja, fiel amigo de los temporales que noche y día aventan su cráneo destrozado, lo dibujaba al anochecer à la clarité des lampes Victor Hugo para distraer a sus nietos. L´art d´être grand-père.
Hasek
El comentario de Victor Hugo sobre la réplica de la vieja guardia a los ingleses de la batalla de Waterloo.
Yourcenar
"El negro cerebro de Piranesi", expresa por alguna parte Victor Hugo.
Lukács
"Les Misérables" expone la situación social y psicológica de Jean Valjean.
Yevtushenko
Si hemos de creer a Victor Hugo, pernoctaban los "miserables" sobre la barriga del decorativo elefante de París.
Sciascia
Victor Hugo, Zola, Gorki hablan de cosas que han existido durante el pasado y dan la impresión de que hablaran de hechos que han sucedido después. Marx y Lenin hablan de hechos que habrían de ocurrir por el futuro y semeja que hablaran de cosas que ya no existen.
Pacaut
El soberano Barbarroja, cuya trágica desaparición creó el mito que se realizaba gracias a la unidad con una verdadera apoteosis, que también Victor Hugo tras su viaje a orillas del Rin pretendió representar con "Los Burgraves".
D´Ormesson
Chateaubriand, escritor clásico y, sin embargo, discípulo de Rousseau y precursor de Hugo.
Schwarnitz
El esquema de la novela "Waverley" de Walter Scott fue imitado por Victor Hugo para su novela "Notre-Dame de Paris>>.
Brown
La iglesia de Saint-Sulpice, construida sobre las ruinas de un viejo templo dedicado a Isis. En esa basílica recibieron las aguas bautismales Sade y Baudelaire y allí se casó Victor Hugo.
Miembros del Priorato de Sión. Botticelli, Da Vinci, Newton, Victor Hugo.
Tomalin
Macrone fue a París con la pretensión de contratar a Victor Hugo.
Dickens y Forster visitaron a Victor Hugo en su apartamento del Palacio Real. Hugo les cautivó con su elocuencia y Forster apuntó que se refería a Dickens con <<una adulación encantadora, de muy buen gusto>>. Dickens dijo del autor francés que <<su aspecto correspondía con el genio que era>>, que la esposa daba la impresión de ir a envenenarlo con el desayuno cualquier día y que de la hija que apareció <<muy ligera de ropa de cintura para arriba habría sospechado que llevaba un puñal afilado ceñido al corsé, excepto que no semejaba llevar ninguno>>.
Un amigo de infancia de Hugo, Édouard Delon, es condenado a muerte por rebeldía.
Hugo viajó a España, para reencontrarse con su padre, 1811, un oficial.
Luis Ulbach fue ejecutado a los veinte años acusado de haber dado muerte a su amante por celos. Hugo accede a la noticia a través de la revista "La Gazette des Tribunaux", publicación progresista, órgano de expresión de los abolicionistas.
Yevtushenko
Si hemos de creer a Victor Hugo, pernoctaban los "miserables" sobre la barriga del decorativo elefante de París.
Sciascia
Victor Hugo, Zola, Gorki hablan de cosas que han existido durante el pasado y dan la impresión de que hablaran de hechos que han sucedido después. Marx y Lenin hablan de hechos que habrían de ocurrir por el futuro y semeja que hablaran de cosas que ya no existen.
Pacaut
El soberano Barbarroja, cuya trágica desaparición creó el mito que se realizaba gracias a la unidad con una verdadera apoteosis, que también Victor Hugo tras su viaje a orillas del Rin pretendió representar con "Los Burgraves".
D´Ormesson
Chateaubriand, escritor clásico y, sin embargo, discípulo de Rousseau y precursor de Hugo.
Schwarnitz
El esquema de la novela "Waverley" de Walter Scott fue imitado por Victor Hugo para su novela "Notre-Dame de Paris>>.
Brown
La iglesia de Saint-Sulpice, construida sobre las ruinas de un viejo templo dedicado a Isis. En esa basílica recibieron las aguas bautismales Sade y Baudelaire y allí se casó Victor Hugo.
Miembros del Priorato de Sión. Botticelli, Da Vinci, Newton, Victor Hugo.
Tomalin
Macrone fue a París con la pretensión de contratar a Victor Hugo.
Dickens y Forster visitaron a Victor Hugo en su apartamento del Palacio Real. Hugo les cautivó con su elocuencia y Forster apuntó que se refería a Dickens con <<una adulación encantadora, de muy buen gusto>>. Dickens dijo del autor francés que <<su aspecto correspondía con el genio que era>>, que la esposa daba la impresión de ir a envenenarlo con el desayuno cualquier día y que de la hija que apareció <<muy ligera de ropa de cintura para arriba habría sospechado que llevaba un puñal afilado ceñido al corsé, excepto que no semejaba llevar ninguno>>.
Un amigo de infancia de Hugo, Édouard Delon, es condenado a muerte por rebeldía.
Hugo viajó a España, para reencontrarse con su padre, 1811, un oficial.
Luis Ulbach fue ejecutado a los veinte años acusado de haber dado muerte a su amante por celos. Hugo accede a la noticia a través de la revista "La Gazette des Tribunaux", publicación progresista, órgano de expresión de los abolicionistas.
HONORÉ DE BALZAC
No será inútil describir las diferencias características de los trajes y de las personas, para dar a esta historia los colores vivos que se estiman hoy; aunque, según ciertos críticos, más perjudican que favorecen la pintura de los sentimientos.
La curiosidad se excitó vivamente con el prólogo de un asunto, que ofrecía un interés casi novelesco, y quisieron bromear.
La persona a quien se deben preciosas noticias sobre los personajes.
Los campesinos vestían un pantalón de tela blanca muy burda, cuyo hilo mal tundido acusaba la incuria industrial del país.
Guardar una actitud profética.
La concentración de las poblaciones y los beneficios que reportan la comparación y el comercio de las ideas.
Cara pantanosa.
Su gesto acusaba a la vez elegancia y fuerza.
Pasado como carta por correo.
Con el enojo de un ser humano educado.
Sin darse cuenta, fue deslizándose hasta caer en una profunda meditación; amargos recuerdos se alzaban en su memoria, haciéndola añorar la inocencia de sus primeros años.
Depósito general de aprovisionamiento.
Abogados semejantes en la figura a una garrafa de limonada.
Silencio, prueba de desdén o de respeto.
La actitud de quien ha dado un mal paso y no sabe cómo volver atrás.
Contestó con una actitud, una mirada y un ademán.
Esta reserva anunciaba indiferencia natural o fingida.
Se mostró reservada sin mojigatería.
Libertad de ánimo y reserva.
Añadió, para proseguir una conversación, que podía revelarle lo que deseaba saber.
Actitud de candor y modestia.
Amenazadora acusación.
Actitud convencional.
Una actitud de profundo respeto.
Pero su aparente indiferencia acusaba más coquetería que candor.
¿Cómo acusar a la fuente de nuestros placeres?
Preguntas insignificantes, que preludian la conversación.
Grado de adhesión.
Acusar de aturdimiento.
Es una de esas bellezas extraordinarias, donde triunfa el azar y en las que no falta, empero, ninguna de las armonías naturales.
La magia de la luz y de la sombra.
El odioso suplicio que le reservaba su rival.
Fuegos nocturnos encendidos como señal de libertad.
El poder, la belleza y la originalidad de aquella parisiense, hacían el gasto en las conversaciones.
Concienzuda acusación.
Resortes de la coquetería.
Género de conversación.
Gracia y distinción.
Desarrollar la vanidad.
No pidáis a un desgraciado cuenta de los sufrimientos sepultados en su memoria.
Disposición de ánimo, para no responder a la acusación, que su avaricia justificaba.
Acusar de la inutilidad de los esfuerzos.
Una emoción agobiante.
(Los chuanes)
Los campesinos vestían un pantalón de tela blanca muy burda, cuyo hilo mal tundido acusaba la incuria industrial del país.
Guardar una actitud profética.
La concentración de las poblaciones y los beneficios que reportan la comparación y el comercio de las ideas.
Cara pantanosa.
Su gesto acusaba a la vez elegancia y fuerza.
Pasado como carta por correo.
Con el enojo de un ser humano educado.
Sin darse cuenta, fue deslizándose hasta caer en una profunda meditación; amargos recuerdos se alzaban en su memoria, haciéndola añorar la inocencia de sus primeros años.
Depósito general de aprovisionamiento.
Abogados semejantes en la figura a una garrafa de limonada.
Silencio, prueba de desdén o de respeto.
La actitud de quien ha dado un mal paso y no sabe cómo volver atrás.
Contestó con una actitud, una mirada y un ademán.
Esta reserva anunciaba indiferencia natural o fingida.
Se mostró reservada sin mojigatería.
Libertad de ánimo y reserva.
Añadió, para proseguir una conversación, que podía revelarle lo que deseaba saber.
Actitud de candor y modestia.
Amenazadora acusación.
Actitud convencional.
Una actitud de profundo respeto.
Pero su aparente indiferencia acusaba más coquetería que candor.
¿Cómo acusar a la fuente de nuestros placeres?
Preguntas insignificantes, que preludian la conversación.
Grado de adhesión.
Acusar de aturdimiento.
Es una de esas bellezas extraordinarias, donde triunfa el azar y en las que no falta, empero, ninguna de las armonías naturales.
La magia de la luz y de la sombra.
El odioso suplicio que le reservaba su rival.
Fuegos nocturnos encendidos como señal de libertad.
El poder, la belleza y la originalidad de aquella parisiense, hacían el gasto en las conversaciones.
Concienzuda acusación.
Resortes de la coquetería.
Género de conversación.
Gracia y distinción.
Desarrollar la vanidad.
No pidáis a un desgraciado cuenta de los sufrimientos sepultados en su memoria.
Disposición de ánimo, para no responder a la acusación, que su avaricia justificaba.
Acusar de la inutilidad de los esfuerzos.
Una emoción agobiante.
(Los chuanes)
El ser humano superior a quien he dedicado este libro.
Cuando la discusión del Código, las palabras impresionaron vivamente al autor de este libro; y tal vez sin advertirlo le inspiraron el libro que hoy ofrece al publico. Efectivamente cuando siendo muy joven estudiaba la Ley francesa, la palabra adulterio le causó impresiones singulares. De inmensa trascendencia en el código, nunca esta palabra apareció en su mente sin llevar en pos el cortejo lúgubre. Las lágrimas, las vergüenzas, el odio, el terror, crímenes ocultos, guerras sangrientas, familias destrozadas, la desgracia, en fin, se personificaban ante él y súbitamente aparecían al leer esta voz sacramental. Más tarde, llevado a las playas mejor cultivadas de la sociedad, el autor advirtió que la severidad de las leyes conyugales se hallaba, muy generalmente, suavizada por el adulterio. No obstante, el autor investigó, a pesar suyo. Puede que los libros se formen misteriosamente, como crecen las trufas en las perfumadas campiñas de Perigord. Del primitivo espanto, sus ideas se formularon. Era una burla respecto del matrimonio; dos esposos que se querían por primera vez a los veintisiete años de casados.
Se divirtió con este folletito conyugal y pasó alegremente la semana agrupando, en torno del inocente epigrama, las numerosas ideas adquiridas sin saber cómo y que se asombró de hallar en su cabeza. Esta broma se deshizo ante una experimentación magnífica. Dócil a los avisos, el autor volvió a caer bajo la apatía de sus hábitos perezosos. No obstante, aquel ligero inicio de ciencia y de humorismo se perfeccionó; cada frase de la composición condenada echó raíces y se fortaleció, quemando como una rama de árbol que, caída en la arena en una noche fría de invierno, se encuentra a la siguiente mañana cubierta de esas blancas y caprichosas cristalizaciones dibujadas por la helada nocturna. Nació este bosquejo, llegando a ser el punto de partida de numerosas ramificaciones morales. Fue como un pólipo que se engendró. Las sensaciones de su juventud, las experiencias que una potencia ocasional le permitió hacer, encontraron puntos de apoyo en los menores acontecimientos. Aquella masa de ideas armonizó, se animó, casi se perfeccionó y voló por las regiones fantásticas, donde el alma gusta permitir que peregrinen sus locas progenituras.
Las persecuciones fantasmagóricas de un libro que no existía volvieron a empezar, y en ninguna época de su vida fue asaltado el autor por ideas peregrinas sobre el tema fatal de este libro.
El autor refirió el programa del libro que le atormentaba, que le perseguía.
Si el autor escribe aquí la biografía de su libro, no es por ninguna aspiración de fatuidad. Refiere hechos para la historia y que explican lo conseguido. Mientras el autor se privaba de reflexionar en el libro que debía escribir, el libro se mostraba escrito en cualquier parte. Un ademán, un gesto, una palabra, fecundaban su cerebro desdeñoso.
Aunque aparecía bajo la forma que más podía agradar al autor, la Razón no fue escuchada, pues la Locura agitaba, allá a lo lejos, el cetro de caña de Panurgo (personaje de "Gargantúa y su hijo Pantagruel").
Cómplices femeninas del autor.
Hoy día apreciamos los libros como trajes; por la hechura más que por la tela.
El eclecticismo de este libro lo rescatará tal vez. Al tiempo que satiriza, el autor ha pretendido despertar resortes desconocidos.
Incluso defendiendo los atractivos más materiales, juzgándolos o condenándolos, habrá hecho percibir más de un goce intelectual.
Pero el autor no tiene la vana pretensión de haber acertado siempre a decir chistes de buen gusto: para formularlos ha contado con la diversidad de ingenios esperando recibir investivas como aprobaciones. La materia es grave, ha pretendido reducirla a anécdotas, ya que las anécdotas son hoy pasaportes de la moral y antinarcótico de todos los libros. Este, donde todo es análisis y experimentación, el cansancio del lector y el YO del autor no podrán menos de ser inevitables. Es una de las mayores desgracias que pueden ocurrir a una realización, y al autor no se le ha ocultado. Por eso ha dispuesto los rudimentos de este largo Estudio con altos y descansos, para amenguar la fatiga del lector. Este sistema ha sido consagrado por un escritor, que hacía una actividad semejante, Brillat-Savarin, "Fisiología del gusto".
Los libros están hechos, y las cuestiones están permanentemente resueltas.
Estos accidentes han dado asunto para treinta comedias y cien mil novelas.
Las rancias ideas que despierta ruedan por las literaturas desde que el mundo es mundo, y no hay opinión útil ni programa insensato, que no hayan ido en busca de un autor, de un impresor, de un librero y de un lector.
Sólo me quedan los que gustan reír, esos viejos pantagruelistas que no se apuran con banquetear y chancear y que aprecian esos libros sustanciosos, picantes y atrevidos. Vosotros sabéis tomar y depositar un libro a tiempo, entender a medias palabras y sacar jugo a un hueso medular.
Faltaba un piloto, una brújula para los peregrinos del matrimonio... este libro está destinada a serlo.
El siglo exige experimentaciones, hechos. Nosotros los aportamos.
Que el que quiera embarque con nosotros, que ría quien pueda. Ya sabéis el puntito de donde salir y esta es una gran ventaja que tenemos sobre bastantes libros.
Por cuanto a nuestra manía de poner sobre una página a Heráclito y a Demóstenes (el llanto y la risa), de no tener estilo ni premeditación de frase... ¡Fuera de abordo esos viejos cerebros entumecidos, esos clásicos de mantillas, esos románticos de mortaja y que bogue la nave!
Hoy basta la pretensión de un éxito para lograrlo; y como, después de todo, las grandes realizaciones no son otra cosa que ideas pequeñas desarrolladas en grande, no veo por qué no he de aspirar a recoger laureles.
Aquí sólo escribimos para ociosos, para los que tienen tiempo y afición a amar, para los ricos que han comprado la propiedad de las pasiones, para las inteligencias que han logrado el monopolio de las quimeras. Tal es la expresión publica del sentimiento secreto de los filántropos, que saben leer o pueden andar en coche. No existe en realidad más criatura que la investida por una educación aventajada y en quien la ociosidad ha desarrollado el poder de la imaginación.
El ser humano superior a quien este libro se dedica posee cierta óptica mental, que le permite seguir las degradaciones de la luz de la sociedad y saber el punto de decadencia, en el cual la apreciación es verdadera.
No hemos de resolver la totalidad de las cuestiones y algunas hemos de transmitir a nuestros descendientes. Por otra parte, es enteramente accidental en este libro, pues hoy, más que en ningún tiempo, se ha desarrollado la sensibilidad; en ninguna época ha habido tal diversidad de costumbres, porque nunca se ha entendido como hoy, que el placer procede del corazón.
No nos dirigimos más que a esos Manfredos que, habiendo levantado demasiadas falsas, quieren levantar todos los velos cuando los atormenta una especie de hastío moral. Para los cuales queda debidamente planteada la cuestión.
Las poderosas inteligencias femeninas, que se han dignado iluminarme en algunos pasajes oscuros de esta composición.
Esas condesas de prefacio y esas criaturas metafóricas, que frecuentemente emplean los novelistas, para rehacer o componer manuscritos viejos.
Hay mujeres que leen novelas, para mantener viva la imagen hábilmente presentada y siempre diversificada de un amor desilusionado que triunfa, para acostumbrarse a los peligros de una intriga.
Prosigamos nuestro análisis, sin dar a una broma más importancia de la que en realidad pueda tener y sin tomar a broma las cosas, que realmente tengan importancia.
Novelas y esas composiciones, que tienden a excitar poderosamente la sensibilidad.
Las novelas, y casi todos los libros, pintan los sentimientos y las cosas con colores más brillantes de los que tienen realmente. Esta especie de fascinación proviene, más que del deseo que tiene todo autor de mostrarse perfecto, afectando ideas rebuscadas, de una actividad indefinible de nuestra inteligencia. Por otra parte, el lector ayuda a esta conspiración de la verdad, ya a causa del silencio profundo en el que permanece, o de la fogosidad de la concepción, o ya a causa de la pureza con la que las imágenes se reflejan en su entendimiento.
Leyendo dramas o novelas, la mujer, criatura más propensa que nosotros a la exaltación, debe experimentar embriagadores éxtasis. Crea su existencia ideal, en comparación de lo cual todo palidece, y no tarda en pretender realizar esa vida voluptuosa. Involuntariamente, pasa del plan a la práctica y del alma a los sentidos.
Los autores modernos hacen más prólogos que libros.
El autor ha tenido que buscar una transición, para pasar de los ámbitos ocultos a los patentes. En literatura, el arte estriba por completo en la gracia de las transiciones.
Tarara teje velos aéreos.
Pasear es vegetar; callejear es vivir.
El objeto de un libro es ante todo hacer reflexionar.
Quien tiene tierra tiene guerra.
Tarara teje velos aéreos.
Pasear es vegetar; callejear es vivir.
El objeto de un libro es ante todo hacer reflexionar.
Quien tiene tierra tiene guerra.
El matrimonio puede ser examinado política y moralmente como una ley, un contrato, una institución, es una garantía cuyas obligaciones atañen a todos los hombres; todos tienen padre y madre y tendrán hijos.
La desgracia llega jugueteando.
A lo largo del reino vegetal las plantas que tardan más de crecer son las que gozan de una existencia más larga.
La desgracia llega jugueteando.
A lo largo del reino vegetal las plantas que tardan más de crecer son las que gozan de una existencia más larga.
La inteligencia humana sofista por naturaleza.
Proverbio. Dichoso como un tonto.
Leyes suntuarias. Leyes destinadas a poner tasa a los gastos.
Razón sabida de España, es más sencillo mandar un pueblo de idiotas que uno de sabios.
Proverbio. Dichoso como un tonto.
Leyes suntuarias. Leyes destinadas a poner tasa a los gastos.
Razón sabida de España, es más sencillo mandar un pueblo de idiotas que uno de sabios.
Nenúfar. Poder con los deseos amorosos.
Los italianos tienen un proverbio que confirma la lubricidad de las cojas. Los españoles, cuyo temperamento recibió con muchas mezclas la incontinencia africana, muestran sus deseos respecto de esta materia con una máxima. Mujer y gallina, la pierna quebrada.
Para la medicina cuando una inflamación se declara a un órgano importante se pretende llamar los humores a otro punto del cuerpo con moxas -cauterio de un sono de algodón o estopa encendido, escarificaciones-, incisiones hechas a una parte del cuerpo con sacrificador o bisturí, acupunturas -operación médico-quirúrgica de penetración metódica de agujas a diversas partes-.
Arco fatal de la luna menguada.
Aprended de los ministros constitucionales el arte de prometer.
Las horas crepusculares cuando la razón casi no brilla.
¿No tenéis para ayudaros a la imaginación, llama brillante y demasiado pronto extinguida?
Vanidades respectivas.
La marquesa de Maintenon, la cual nació el año 1635, casó primero con el poeta Scarron, siendo su casa el punto de reunión de los talentos de su época.
Grado de ánimo.
Oídos de tísico y ojos de lince.
La expresión luna de miel es un anglicismo.
Si no fuese posible ver los varios efectos de la luz sin percibir su origen, el Sol, muchas personas no creerían la existencia del Sol y de su unidad.
Una realización de duración tiene que ser incubada con el tiempo.
El colmo de la malevolencia.
Desplegó el encanto indefinible de su conversación.
Subordinar la conducta a las circunstancias y el éxito dependerá de los resortes que empleéis.
Las murmuraciones de la conversación criminal.
Acusado de carecer de tacto.
Mordaz epigrama, dulce madrigal.
Ser celoso es a la vez el colmo del egoísmo, la carencia de amor propio y la irritación de una falsa vanidad.
Pruebas irrecusables.
Todo lo que agita poderosamente nuestro organismo nos da una autoconciencia íntima de nuestra existencia. He aquí el placer. Se constituye con el deseo, con la dificultad y con el goce de tener alguna cosa.
Los exorbitantes impuestos sobre los naipes, el aguardiente, los jabones, los algodones y las sederías.
Desde el momento que el gasto estaba admitido era menester cubrirlo con un ingreso.
Haber relatado como un fiscal todos los documentos del proceso legal.
(Fisiología del matrimonio)
Casas de juego, conforme a la ley que protege una pasión esencialmente imponible.
Miserias del hospital, vagabundez del arruinado, sumarios y procesos legales, trabajos forzados a perpetuidad.
Demonio del juego.
El pueblo atento al cadalso.
Gracia nebulosa.
Hosca impasibilidad del suicidio.
Fiebre del estudio.
Aire de un inglés, para quien la vida carece ya de misterios.
Perdida distracción que invadía a los acusados a quienes se conducía en una carreta desde el Palacio a la Grève hacia el cadalso tinto en la sangre vertida desde el año 1793.
Paraíso inaccesible.
Fardo de la inteligencia y los recuerdos.
Cautivado por una convulsión de la vida que respingaba bajo la abrumadora idea del suicidio; pero los grises nubarrones, las bocanadas de viento cargadas de tristeza, la pesadez de la atmósfera seguían aconsejándole perecer.
Fúnebre semblante, divisa de una miseria acerba.
Circulación de la sangre turbulenta o tranquila y blanda.
Charla de cicerone, frases neciamente mercantiles.
Galas de un trono.
Civilización, cultos, divinidades, creaciones, realezas, ruinas, sensatez y locura.
Caer bajo la dominación de una fiebre debida al hambre.
Salió de la realidad, ascendió gradualmente a un mundo ideal, llegó a los palacios encantados del Éxtasis.
Imágenes doloridas, atractivas y pavorosas, opacas y diáfanas, remotas y próximas.
Vaporosas figuras de un sueño.
Caminar bajo los hechizos de un sueño.
Naturaleza plástica y vacía.
Cernido en alas de su genio, sobre el abismo sin límites del pasado.
Desvaríos del sueño.
Recobrar el ser y la disposición.
Céntimo francés, parat levantino, tarino siciliano, kreutzer alemán, copek ruso, farthing escocés, sextercio y óbolo de tiempos pasados, peso y piastra de los actuales tiempos.
Más opulento, poderoso y respetado que un soberano constitucional.
Piel de zapa, talismán que debía preservarle de la desgracia, negros granillos de la zapa esmeradamente pulidos y bruñidos, sus caprichosas rayas se destacaban con mucha limpieza, que las asperezas del cuero oriental, semejantes a facetas de granate constituían pequeños focos que reflejaban vivamente la luz. Marca que los orientales llaman sello de Salomón. Las supersticiones orientales han consagrado la forma mística y los falaces caracteres de ese emblema que representa un poderío fabuloso. Piel de un onagro.
Zapa. Piel de raya, tiburón, escualos o seláceos, preparada y teñida para encuadernaciones y estuches.
Onagro. Mamífero ungulado, salvaje, intermedio entre el caballo y el asno, vive en Asia, pertenece a la familia de los équidos. Máquina de guerra empleada por los romanos.
Corte licenciosa del Regente.
Querer, Poder y Saber.
Ligaduras del tiempo, trabas del espacio.
El XIX, siglo en el que todo está perfeccionado.
Licencia delirante, rugiente.
Ductilidad de la piel de zapa.
Desfachatez del escamoteo de la bolilla constitucional bajo el cubilete real.
El poder se ha trasladado de las Tullerías a los periódicos, de igual manera que el presupuesto ha mudado de distrito, pasando del Arrabal de Saint Germain a la Calzada de Antin.
El poder político, la aristocracia del dinero y del talento que se ayuda actualmente de la patria, como antes el clero de la monarquía, ha experimentado el menester de engañar al buen pueblo francés con palabras nuevas e ideas rancias, ni más ni menos que los filósofos de las escuelas y los poderosos de todos los tiempos.
Férula del poder.
Vida incolora de nuestra decadencia de la civilización, lisa como un riel de camino de hierro.
Gloria vitalicia.
Guadaña larga del tiempo.
La libertad engendra la anarquía, la anarquía conduce al despotismo y el despotismo retrotrae a la libertad.
En un pueblo nivelado por la instrucción desaparecen las personalidades.
Como el poder carece ya de unidad camina incesantemente hacia una disolución social, para la que no existe otro valladar que el dividendo. Por consiguiente, no nos apoyamos en la religión ni en la fuerza material, sino en la inteligencia.
Disertaciones literarias.¿Podrá reemplazar el libro al acero, la discusión al hecho?
Una dosis de fósforo de más o de menos hace al ser humano inteligente o idiota, valeroso o tímido o criminal.
Cabecear como una cometa sin lastre.
Sorpresas del lujo, milagros de la repostería, delicadas golosinas.
Cabeceos y bandazos de un bergantín.
Geometría del incrédulo.
Limbos deliciosos en los que, apagadas las luces del ánimo, el cuerpo desligado de su tirano se abandona a los delirantes goces de la libertad.
Cielo asfixiante de nuestros sueños, suavidad ardiente que adquieren las imágenes de nuestras visiones, musitados fenómenos letárgicos, quimeras de una pesadilla en la que el movimiento fuera silencioso y los gritos perdidos para el oído.
Enfermedad corpórea o anímica.
Semejanzas animales inscritas en los rostros humanos, curiosamente demostradas por los fisiólogos.
La vida sencilla y mecánica conduce a una discreción rutinaria, ahogando nuestra inteligencia con la actividad profesional, mientras la vida pasada en el vacío de las abstracciones o el abismo del mundo moral lleva a una sabiduría loca.
Exigente lector.
Dolores en razón directa de la sensibilidad.
Es pesado desarrollar una enmienda.
Privilegio concedido a las pasiones, que les otorga la facultad de anular el espacio y el tiempo.
Idea que expresar, sistema que establecer, ciencia que difundir.
Meditaciones científicas.
Buhardillón, jaula, "plomos" venecianos.
El ejercicio de la mente, la investigación de las ideas, las tranquilas meditaciones de la ciencia nos prodigan ineflables delicias, indescriptibles como lo que participa de la inteligencia, cuyos fenómenos son invisibles a nuestros sentidos exteriores. Por eso, nos vemos precisados a explicar los misterios del ánimo a través de comparaciones materiales.
Idea que despunta en el campo de las abstracciones humanas.
Teoría de la voluntad. Investigaciones de Mesmer, Lavater, Gall, Bichat.
Desarrollando, en cuanto crecía, las promesas hechas por las gracias de su infancia.
Razones de fiscal.
Dolencia humana, decadencia.
Plegarias de los extáticos. Transportan a las divinas regiones del primer amor.
El amor pasa por infinitas transformaciones antes de mezclarse definitivamente con nuestra existencia y comunicarle su color de llama. El secreto de esa infusión imperceptible escapa al análisis del artista.
Tranquilidad de un abogado, de un notario, que exponen a sus clientes las pruebas de un proceso legal o las cláusulas de un contrato.
Acusar emoción.
Nuestras ideas son seres organizados, completos, viven en un mundo invisible e influyen sobre nuestros destinos.
Si el amor platónico se prolonga, deviene ruinoso.
Cartas de Lescombat.
Discuto, estudio, estoy a mil leguas de la pasión.
Donde reina la miseria no existen ni el pudor, ni el crimen, ni el valor ni el ánimo.
Ideas, energías.
Vámonos a almorzar a la fonda; puede que las ostras nos den un buen consejo.
Ignorante como un burro de reata.
Mestizo en la moral; ni probo ni bribón.
Memorias contemporáneas, viejas, enlazadas con la corte.
Extensión de compromiso.
La guerra es el libertinaje de la sangre, como la política es el de los dividendos.
Lepra de la vanidad.
Opulencia de la peste.
El deseo alarga la piel.
Sofismas del ánimo.
Formar el cerebro, cultivar la inteligencia, desarrollar el genio.
Cuchillo de malaquita.
La política seguía rodando.
Preocupación científica.
El furor de los hallazgos semejante a las pasiones nos abstrae poderosamente de las cosas de este mundo, que hasta perdemos la autoconciencia del yo.
Modestia llena de suficiencia y testarudez, vanidad del sabio.
La zapa en desuso, actualmente las guarniciones dan la preferencia a la lija, la piel del raja sephen, un pez del mar rojo. La piel del pez es más dura que la del animal terrestre.
Proverbio. Malo como asno rojo.
El ser humano no inventa una fuerza, la dirige, y la ciencia consiste en imitar la Naturaleza. La Mecánica tiene por objeto aplicar las leyes del movimiento o neutralizarlas.
¿Tal vez constituye solución un nombre? Y sin embargo, en eso consiste la ciencia.
Podemos aumentar la velocidad a expensas de la fuerza y la fuerza a expensas de la velocidad.
Flema de un holandés.
Respeto del ser humano a su progenie.
El agua sigue viéndose como un cuerpo incomprensible. Sin embargo, se comprime, pero muy ligeramente, que podemos evaluar equivalente a cero su propiedad convulsiva.
Investigaciones de la Química. Salicina, aspergina, vanquelina, digitalina.
Ácido ftórico. Rapidez en descomponer los tejidos animales.
Axioma de los doctrinarios. Brutal como un hecho.
Inocencia y candor, atributos de la infancia.
Materialistas. Cabanis, Bichat, ánimos positivistas, ven en el ser humano un ser infinito sujeto a las leyes de su organismo y cuya disposición habitual o deletéreas anomalías se explican por causas evidentes.
Doctrinas abstractas de Juan Bautista van Helmont. Veía en la vida humana un origen elevado, secreto, un fenómeno inexplicable que se burla de los bisturíes, engaña a la cirugía, escapa a las fórmulas de la farmacopea, a los cálculos algebraicos, a las demostraciones de la anatomía y que se ríe de nuestros esfuerzos, una especie de llama intangible, invisible, sometida a la ley divina y que se mantiene en los cuerpos condenados por los pronósticos, como deserta de los organismos más viables.
Sistema implacable de la curación por el abatimiento, por la postración de las energías humanas, que se suponen excitadas, opuesto a la terapia puramente moral, examen a fondo del ser íntimo.
Dieta higiénica para regularizar la parte moral.
Aguas de balneario de Aix, en Saboya, Cantal; de Mont Dore, en Auvernia.
Horrible aislamiento reservado a las potestades y dominaciones.
La ciencia por excelencia de la cuestión.
Ley despótica y conservadora que rige las existencias instintivas.
Jean-Paul. Libros hidráulicos.
Sin decir oxte ni moxte.
(La piel de zapa)
Cuando a las pasiones no se las alimenta terminan por transformarse como menesteres.
Grado de perfección.
Espicanardo índico.
Cualquier existencia tiene su apogeo, una época durante la cual actúan las causas y se refieren directamente con las consecuencias.
Ese centro de la vida cuando las fuerzas vivas se equilibran y manifiestan con todo su esplendor es común a los seres singulares y se hace extensivo a las ciudades, los países, las ideas, las instituciones, las empresas comerciales, que a semejanza de los linajes y dinastías nacen, se encumbran y se desploman.
La avellana de Provenza y la auténtica avellana blanca de los Alpes.
El amor es una pasión esencialmente egoísta. Profundo cálculo.
Un ser humano inspira terror por la potencia del mal, el respeto por el genio y el miedo por la fortaleza de la inteligencia.
Ardor magnético que produce la afluencia del fluido nervioso y que crea un brasero del diafragma de las personas ambiciosas o enamoradas cuando están agitadas por grandes designios.
Furibundo vendaval del éxito.
Encarcelado bajo el peso de una grave acusación.
Comía la mitad de las palabras, conversación fluvial.
Haber agotado la humildad precisa para los pasos inútiles y la humillación de las tentativas.
Sello de la actividad.
La extensión adquirida por los negocios.
Las personas que sienten con el diafragma sufren de él, igual que las que perciben con la cabeza experimentan dolores cerebrales.
Las formas son la protección de la ley.
Los plazos son las alambradas judiciales.
Fases camaleonescas que sufre el deudor, desde la condición apacible donde le coloca la familiaridad hasta los colores sanguinolentos de la Belona comercial.
Mil campañas que la miseria tañe a los oídos de sus víctimas.
Sol de la superioridad.
Arrastrado por la locuacidad propia de quienes se permiten embriagar por la desgracia.
Seno de su prosperidad.
Un conspirador sometido a la tortura de la bota de Venecia.
Espanto sin límites.
Para la vida comercial solicitar un préstamo es una acción sencilla; pero pedir renovaciones es para la jurisprudencia comercial un primer paso hacia la quiebra, como el delito conduce al crimen.
Léonarde, personaje del "Gil Blas", la cocinera de unos bandoleros.
El dinero no conoce a nadie, no tiene oídos ni corazón.
Mueca volteriana.
Un juez del Tribunal de Comercio es el más extraño magistrado que la sociedad se haya permitido crear. Ese juez puede temer su propia justicia.
Hacha procesal.
Existe un horrible suplicio que la ley comercial impone a los quebrados. Deben comparecer personalmente con sus síndicos provisionales y su juez-comisario ante la asamblea, donde los solicitantes deciden su suerte.
Acusación de bancarrota simple.
Olvidar es el gran secreto de las existencias fuertes y creadoras. Olvidar a la manera de la Naturaleza, que no conoce pasado, que recomienza a cualquier hora los misterios de sus infatigables alumbramientos.
(Cesar Birotteau)
Edad en la que los hombres deben contentarse con los engañosos goces que proporciona la vanidad.
Magia, simulacro del poder divino.
Milord diáfano.
Ley de cortés conveniencia.
Instinto lleno de gracia, que caracteriza a las personas de los viejos tiempos.
Preguntas lazos, por la vieja costumbre de la corte, para adivinar el carácter.
Lo verdadero tal vez no lo hallamos más que por azar.
Sello que la delicadeza imprime a una carta abierta.
El amor legítimo es más difícil de sobrellevar que lo sería una pasión criminal.
Triste desacuerdo, bastante natural, que llevaría a odiarse, a desear un divorcio.
Amor tímido a la vez que serio, tácitamente expresado por el inglés.
Hombres cuya profunda nulidad es un secreto para las personas de su entorno. Un elevado rango, un barniz de cortesía, una gran reserva en su conducta, impiden a las valoraciones penetrar hasta su íntima esencia. Semejan soberanos cuya verdadera talla, el carácter y las circunstancias no pueden ser apreciados con justicia, porque son vistos desde muy lejos, o muy de cerca. Esos personajes de ficticio mérito cuestionan en vez de hablar, poseen el arte de sacar a los otros al escenario para evitar tener que salir; con una acertada selección saben coger a cada persona por el hilos de su pasiones o preferencias y a seres que les son realmente superiores los transforman en muñecos y juzgan pigmeos, por el hecho de haberlos rebajado a su nivel. Compensan el numero de hombres superiores que pasan por tontos, de suerte que el Poder Social tiene idéntica masa de aptitudes aparentes.
Como salario a su abnegación.
Vanidosamente irreflexivo.
Grado de utilidad.
Extensión de un sacrificio.
País, lugar, perspectiva, extensión y variedad.
Viejo seductor de guarnición.
Desarrollar penas.
Gasto de una conversación sin atractivo.
Violencia que origina una dicha inesperada.
Materiales con los que consolarse.
Voluntad de hierro, ánimo diabólico.
Economizar las sumas precisas para el pago de las diferencias debidas a consecuencia de falsas especulaciones de Bolsa.
Desembarazarse de la manera que lo hacen los ricos, a través de un beneficio.
Profunda visión, como el sello de un solemne contrato.
Triste reflexión debida al desaliento y al temor de no triunfar, por donde empiezan las pasiones verdaderas.
Las supersticiones de la experiencia hablaron su idioma.
Fantasma metafísico de la razón.
Ultimo esfuerzo de la prudencia.
Despotismo invasor y feroz, cuyo menor efecto son los monstruosos celos, un deseo de sustraer el ser amado a cualquier influencia extraña al amor.
Hipótesis que los amantes se complacen en discutir.
Penetraron de lleno en los cielos del amor.
Las pompas del atardecer son la señal de las confesiones y contribuyen a animarlas.
El silencio se hace más peligroso que la palabra, comunicando a los ojos la potencia del infinito celeste que reflejan. Si se habla, la más insignificante palabra posee un irresistible poder. ¿No hay entonces luz en la voz y púrpura en la visión?
Mandar con el despotismo del menester.
Asilo, secreto y agua.
Actitud de modestia.
Sedición popular.
(La mujer de treinta años)
Su conducta de jugador era intachable; nunca se quejaba y siempre alababa a sus adversarios cuando perdía. Tampoco los educaba, porque no demostró nunca cómo poder hacer las mejores jugadas.
Haber inventado una pausa.
Colocar un grano de sal en la boca de un gorrión.
Pobre como un ratón de iglesia.
Fina como el oro.
Aquellos que no pueden vivir, sino por y con su cabeza.
Axioma. Las épocas marcan a los hombres que las viven.
Armonía, objeto de las realizaciones humanas y divinas.
La ambición y el juego son inagotables.
Persona aturdida, cuyo éxito sobrepasa sus aspiraciones y que obtienen más de lo calculado.
Aunque era capaz de manifestar la más elevada sensibilidad, la corteza de su timidez destruía en él hasta las gracias juveniles, como el hielo de la miseria entorpecía las alas de su osadía.
Deseo de bienestar material, para los hombres que viven de sus ideas.
Terreno de los hechos.
Infalibilidad de la mecánica.
Simular con la punta de los dedos un aplauso, como el que suele dedicarse a los italianos.
Talle monstruoso, de una firmeza completa como la de las grandes masas.
El amor es un monedero falso, que transforma sin cesar las monedas de cobre en monedas de oro, y viceversa.
Los hombres que están en candelero semejan esa escultura del hermoso conde alegórico de Addison, por la cual se baten dos caballeros al llegar cada cual, desde distinta dirección, a la encrucijada donde está erigida; la encuentran blanca y negra, un tercer caballero llega en su auxilio y la encuentra roja.
La casualidad es la más grande de las artes.
Desconfianza que se apodera de los autores cuando leen un libro estimado perfecto, a un crítico exigente o cansado; las situaciones originales semejan gastadas; las mejores y más brillantes frases se convierten en pesadas y cargantes; las imágenes carecen de gracia, lo falso salta a la vista.
El verdadero aficionado no aplaude, goza.
Tono zumbón, certero del éxito.
Liberales, palabra actualizada por Alejandro, procedente de madame Staël y Benjamin Constant.
Irónicamente alegre, como aquellos que desprecian a todos en silencio.
Dolor primordial.
Si el triunfo de la voluntad es uno de los embriagadores placeres de la vida del ser humano, constituye la vida propia, para los seres de inteligencia limitada. El límite impuesto inspira el deseo de superarlo.
(La solterona)
Pie pequeño como el pico de un cisne.
San Gatien, patrono de los pazguatos.
Vergüenza y desengaño de los leprosos de antaño.
Infeccioso cólera morbo.
Saber acuñar moneda sobre un lecho de plumas.
Con lloros y pesares la belleza se perdía y por la puerta de las penas se deslizaban las arrugas.
Divertirse como cabra suelta.
Jolgorio ecuménico.
Tiempo de una rozadura de moscas.
Manifestaron que por muy lejos que esté el sol, cada uno podía gozar de su calor.
Sistemas vigentes de la recta razón.
El interés que hace muchas amistades también las deshace.
Cangrejos alados.
Sacos de los procesos legales.
Odio cuanto trigo negro puede entrar en un bolsillo.
Viñadores ágiles como peces.
Opresión diabólica.
Un ser bastante mal desempolvado por su madre.
Mantenerse al ambo sin llegar al terno.
Materia de proceso legal.
Razones dilatorias.
Crecido como una seta en un expediente.
Legítimo material de sus personas.
Poco divertido como el humo en las salas.
Refrán. Por muy estropeada que esté la olla siempre encuentra su tapadera.
Educado en la filosofía del Pórtico, ninguna malandanza le extraña a uno.
Maro y valeriana.
Col de Escocia.
La linterna oscura de su inteligencia se abrió y un vivo claror iluminó mil cosas.
Estimables consejos.
Misterio. Cosa que no se explica y debe creerse sin más examen.
Razón, timón para guiarnos en la tempestad de nuestros deseos ambiciosos.
Azares de la perspectiva.
Razón etimológica.
Proceso verbal.
Comunicar las acusaciones.
Madurez de pruebas, declaraciones verídicas, particularidades, acusaciones, quejas, prohibiciones, cargos, asignaciones, comprobaciones, juramentos, comparecencias, controversias.
Escribano, tabelión o rubricador.
(Cuentos libertinos)
Procedimientos para dirigir los asuntos de mi pequeño mundo.
Amable e inteligente.
Scribe. Pasante aficionado.
Movimiento de piedad y curiosidad.
Austeridades secretas.
Antaño, los modales y costumbres del estrato elevado resultaban diferentes de los miembros pertenecientes a las demás capas. Vieja nobleza, que había pertenecido a la Corte.
Ayuno y miseria grabados con trazos legibles como los del miedo y las actitudes ascéticas.
Andrajos de la opulencia.
La reflexión cerró la mano abierta, para la benevolencia.
Proveer de elementos de conspiración.
El cierzo, pasando por las colinas de Saint Chaumont y Belleville, silbaba a través de las viviendas construidas con tierra y huesos. De tal manera, lo natural de la miseria y la desesperación.
El miedo prestó ojos.
Renacer los temores.
Vieja torre, que el tiempo no cuidaba de derruir.
Señales de profundo terror.
Bajo el peso de una gran desgracia o bajo el yugo de la persecución, el ser valeroso comienza haciendo el sacrificio de su vida, y sólo aprecia sus días como otras victorias logradas sobre la suerte.
Incapaces de concordar sus ideas claustrales con las dificultades de la vida.
Debilidad moral e inexperiencia.
Por encima de la ley, puesto que hoy no hay monarquía.
Haber experimentado el brillo de las fiestas y respirado el aire de la Corte.
Actitud de curiosidad.
Satisfacción grave y dulce a la vez.
Cirios pegados con lacre.
Celebrar un <<obit>> sin el cuerpo del difunto.
Adhesión pura.
Asilo de indigencia.
Fieles realistas.
Arrepentimiento conmovedor y sincero.
Movimiento de involuntario terror.
Miedosos convencionales, que entregan una cabeza inviolable y sagrada a fin de mantener la suya.
No cooperar en el crimen.
Permaneciendo inactivos, se hicieron cómplices involuntarios.
Puritano del reino de los cielos, colocándole entre el dogma de la obediencia pasiva, que debe dominar, según los partidarios de la monarquía, en los códigos, y el dogma que consagra el respeto debido a los soberanos.
Venerable jansenista.
Prestaciones con las que cubrir los menesteres.
Aquella aventura ofrecía todo el interés de una novela.
Avisos precisos para su tranquilidad, ocasión, secretos.
Distracción, nuevo beneficio de diferente género.
(Una historia bajo el terror)
Las improvisaciones que deslucen la novela "Corina", de Mme. de Staël.
El mote de ruiseñor lo aplicaban los libreros a esos libros que permanecen encaramados en los anaqueles, en las profundidades de sus almacenes.
Trabajaba con esa aplicación mantenida, que nada distrae ni perturba y en la que se reconoce a los verdaderos obreros literarios.
Un libro psicológico y de altos vuelos en forma de novela.
Caprichos de Hoffmann, lanzados con agudeza al campo de las artes, sus humoradas, su fantasía.
En los escritores, el silencio y la brusquedad delatan la envidia que inspira una realización bella y su admiración denota el placer que causa un libro mediano, que tranquiliza su amor propio.
Tener que influir por fuerza en luchas horribles, de libro a libro.
El escritor a la moda es insolente, duro con los noveles.
"Smarra", "Pedro Schlemil", "Juan Sbogar" o "Jocko".
No existían entonces los gabinetes de lectura y, para leer un libro, no había otro recurso que comprarlo; las novelas se vendían en cantidades, que hoy semejarían fabulosas.
Una novela magnífica.
Para triunfar en literatura, hiera a todos, incluso a sus amigos, y haga llorar a los amores propios.
La novela que pide sentimiento, estilo e imagen, es la creación moderna más enorme. Sucede a la comedia, que en los tiempos modernos no es ya posible con sus rancias leyes. Abarca hecho e idea en sus invenciones. La novela es muy superior a la discusión fría y matemática, al seco análisis del siglo dieciocho. La novela es una epopeya entretenida. El siglo dieciocho lo puso todo en tela de juicio, el diecinueve se ha encargado de decidir y se ha decidido por realidades que viven y andan.
Tienes en la tripa novelas incomparables. No eres el autor de una novela más o menos buena, sino de una serie.
Había que desarrollar su libro, según la frase clásica.
Apurar gota a gota el amargo cáliz de aquel caldo, publicar el libro de un novel.
La misión de un escritor consiste en concebir las pasiones, ya que en expresarlas cifra su gloria.
Injertar un libro en la prosa.
Barniz de ciencia.
Liquidaciones de la casa Nucingen.
Su conversación cautivaba por su variedad como por la originalidad de sus ideas.
Acusar a la suerte de mordaz.
Maquiavélico Gondreville, tunante Maxime de Trailles.
Extensión de las ideas.
Con las cosas se logra la perfección con un simple viraje.
Economizar es simplificar. Simplificar es suprimir un engranaje inútil; hay, pues, desplazamiento.
El meollo del argumento.
Es el impuesto una extracción de dinero que se hace sobre las cosas o las personas bajo disfraces más o menos especiosos.
La inmovilidad del reflexivo político.
La preocupación del profesional intrépido.
La apática abulia del empleado vencido por el aburrimiento de las oficinas, trivialidad.
Obligado a adular para aconsejar y a disfrazar la lisonja con la máscara del consejo.
La reflexión de la avaricia viene a ser como una brújula.
Una perseverancia de topo.
Realizar prodigios.
La horrible existencia, la enfermedad de las oficinas.
Hojas de papel Tellière.
Teredos que han puesto a Holanda a dos dedos de la ruina corroyendo sus diques.
Asma, pecho adiposo.
El día de los ingleses es aquel que las oficinas son publicas.
Las irradiaciones de la inteligencia.
Un péndulo representando una fuente con un cristal que daba vueltas.
Buscaba a través del océano del menester del lujo y de la industria parisiense una idea, una experiencia, un perfeccionamiento que le proporcionase una rápida suerte.
Pastillas fosfóricas.
La Naturaleza es invariable con sus evoluciones.
Speech, palabra inglesa que significa tostón parlamentario.
Diccionario Malte-Brun.
La envidia de un profesional de oficio hacia hacia su colega, uno de los más violentos ingredientes del odio.
Aguante que sabemos oponer durante los comienzos de la vida a esos enredos, rastreros a la vez que elevados, que alguna vez triunfaron de un Richelieu.
La visión que sorprendiera acudió a su memoria como un relámpago.
Proposición aleatoria, contrato.
No se puede dar el nombre de contrato, sino a los convenios reconocidos por el Código, y el Código no concede acción para la apuesta.
Negarse al pago de las deudas equivale a reconocerlas.
El diablo es un soberano sin cartas.
Curiosidad de tigre.
Pese a su virtud romana, debió de emocionarse.
Emplear la crema de su astucia.
Un sistema nuevo significaría moverlo todo a través del empréstito, como expone Nucingen.
Una trágica actitud de dolor.
Garbo amoroso.
Joyero Fossin.
Saludar con mucho garbo.
La conversación es un desafío con testigos y todo.
Generalizar la conversación.
No encontró la más leve palpitación arterial que reprocharle.
Una conversación de ocho orejas.
Cuyo celo tenía una vivacidad sospechosa.
Los hábitos del dolce far niente administrativo.
Después de una estocada a lo Jarnac suelen quedar los adversarios como buenos amigos.
Acusar de venganza y de preferencia personal.
Sólo un curioso puede vencer a su igual.
Poseída de horrible ansiedad.
Divisa italiana. Col tempo. Todo llega a tiempo para quien sabe esperar.
Cooperar con celo a las actividades.
Collar de miseria.
Defectos de la burocracia. Es lenta e insolente, coarta la acción ministerial, ahoga muchos programas, retiene el progreso.
Aunque la estadística representa la puerilidad de los políticos modernos, que creen que las cifras son el cálculo, debemos usar las cifras para calcular.
Administración pesquisidora, minuciosa, garrapateadora, papelera, inventariadora, comprobadora, controladora, escrupulosa, hacendosa.
(Los empleados)
El timón del negocio.
Almanaque el Double Liégeois.
A las zozobras de la venta siguen las de su realización.
Igual que el amor, tiene la avaricia un don de segunda vista sobre las contingencias futuras, las olfatea y las precipita.
Acusaciones lanzadas.
Colocado entre la ciencia y el empirismo.
Planchadora de lo fino.
Cansado de beber de la grosera copa de la miseria.
Se acusó vigorosamente la diferencia formada por la oposición de aquellos caracteres y aquellos dos rostros.
El temple gascón, atrevido, bravo, aventurero que exagera lo bueno y atenúa lo malo no retrocede ante una falta si hay provecho y se burla del vicio si de él se hace un trampolín.
La fama de las fábricas de papel de Angulema establecidas a orillas del Charente.
D´Arlincourt, "Ipsiboé".
Lewis, "Anaconda".
El muérdago sombrío y exuberante que dañaba aquel bello árbol.
La estufa de los elogios.
El té se vendía por las boticas cual una droga para la indigestión.
El pie alto de empeine del franco.
Los pies planos del welche.
Escaleras pinas llamadas escaleras de molinero, sin más pasamanos que dos cuerdas.
Guardando una actitud de reo.
El estupor del miedo.
Espiaba cual gota recelosa.
Reservar una pera para la sed.
Veneciano desconfiado.
Personas privadas de emociones.
Whist. Interjección inglesa, silencio.
Provocativas actitudes.
Los azares de la conversación.
La lenta ejecución de las realizaciones del genio exige un patrimonio notable, que ya se tenga de bóbilis, o el sublime cinismo de una vida pobre.
El discernimiento del calculador.
Las grandes adquisiciones de la industria y de la inteligencia se han operado con excesiva lentitud y merced a agregaciones sucesivas igual que como procede la Naturaleza.
Silenciosa actitud.
(Ilusiones perdidas. 1. Los dos poetas)
Permitir ver las emociones y las reflexiones.
La conversación, ese comercio con el que el ingenuo se empequeñece al acuñarse moneda.
La vaga inquietud del librero.
Aquel tiempo que los libreros querían tener dentro de un desván y bajo llave a Voltaire y Montesquieu, muertos de hambre.
Emociones que agradan a las personas solitarias.
La paciencia es lo que con el ser humano se asemeja más al procedimiento que sigue la Naturaleza para sus creaciones.
Magníficos palacios de la fantasía.
Los límites de una reserva de discordia.
La primera emoción que causa el respeto.
Método del avaro.
El impulso del amor propio.
Tomó la conversación un giro donoso y transformó el tema.
Argumentos que desarrollar, la manera de presentarlos, complicarlos y desenlazarlos.
Enredarse con la conversación.
Lamartine acapara la Meditación.
El avaro flamenco.
Desesperación acusadora y terrible.
El normando ex vendedor de verduras.
Las tres, la hora de la Bolsa.
Perversa enfermedad secreta.
Benjamin Constant, el ser que por veinte años fuera el Potemkin de madame de Staël y que hacía la guerra a los Borbones después de haberla hecho a Napoleón, pero que había de fallecer aterrado por su victoria.
La Gloria de blancas alas.
No puede juzgarse sino a los iguales.
Culebras del comercio.
Mil recuerdos rodearon con sus azules horizontes al gran personaje.
Se llama copia, según el argot tipográfico, al manuscrito que hay que componer, porque se supone que el redactor sólo envía la copia de su original. Aunque tal vez también sea esa una traducción irónica del vocablo latino copia (abundancia), ya que la copia falta siempre.
El comercio no tiene fe ni ley.
Inventar fábulas emocionantes.
El pueblo hipócrita y sin generosidad desterrará de su seno al talento, como Atenas desterró a Arístides.
Las terribles emociones del juego.
La cohibida actitud que guardaba entre gente.
La acritud de las salidas que sembraba con su conversación.
Gunófobo. Miedo a estar desnudo.
Puso el colmo a la reputación de malicia y perversidad del periódico.
Había con su duelo un garbo y un esmero que anunciaban una viuda feliz.
Según el idioma de los vividores doblar un cabo en París quiere decir dar un rodeo ante un demandante.
Un campo inexpugnable.
Dan los lazzaroni los sueldos para recuperar por un día su traje de fiesta al Monte de Piedad.
La empresa enorme, pero falta de fondo, de los saintsimonianos.
Emociones devorantes.
Experimentó esa sensación deliciosa que con los jugadores sucede a sus horribles agitaciones, cuando no teniendo ya nada que arriesgar abandonan el candente palacio donde se desarrollaban sus fugaces ensueños.
Coger la mano con las engañosas alharacas de la amistad.
Enredarse con la conversación.
Había que desarrollar su libro, según la frase clásica.
Tozudez propia de los avaros.
Carne de cerdo inflamatoria.
(2. Un gran hombre de provincias en París)
Objeto de una acusación.
Permitía oír el molino su enervante fragor.
Avispero de atractivos.
Había sustituido las balas de entintar los tipos por el tintero de plancha y cilindro, con el que se extiende y distribuye la tinta por rodillos, compuestos de cola y melaza.
Leyendas. La historia de "El judío errante", "Roberto el Diablo", "La bella Maguelone".
Amenazante actitud.
Supo vestir su odio y envidia con la librea de la piedad.
Conversaciones diáfanas de dos cónyuges.
Mercier, "Cuadro de París".
En Inglaterra, allá por el mil ochocientos, pretendía el marqués de Salisbury, al tiempo que Séguin en Francia el año ochocientos dos, emplear la paja para la elaboración de papel. Nuestra caña vulgar, la arundo phragmitis, ha suministrado las hojas de papel.
La ignominia mercantil que significa la suspensión de pagos.
Y de cuántas acusaciones no fue objeto su apatía.
Arco fatal de la luna menguada.
Aprended de los ministros constitucionales el arte de prometer.
Las horas crepusculares cuando la razón casi no brilla.
¿No tenéis para ayudaros a la imaginación, llama brillante y demasiado pronto extinguida?
Vanidades respectivas.
La marquesa de Maintenon, la cual nació el año 1635, casó primero con el poeta Scarron, siendo su casa el punto de reunión de los talentos de su época.
Grado de ánimo.
Oídos de tísico y ojos de lince.
La expresión luna de miel es un anglicismo.
Si no fuese posible ver los varios efectos de la luz sin percibir su origen, el Sol, muchas personas no creerían la existencia del Sol y de su unidad.
Una realización de duración tiene que ser incubada con el tiempo.
El colmo de la malevolencia.
Desplegó el encanto indefinible de su conversación.
Subordinar la conducta a las circunstancias y el éxito dependerá de los resortes que empleéis.
Las murmuraciones de la conversación criminal.
Acusado de carecer de tacto.
Mordaz epigrama, dulce madrigal.
Ser celoso es a la vez el colmo del egoísmo, la carencia de amor propio y la irritación de una falsa vanidad.
Pruebas irrecusables.
Todo lo que agita poderosamente nuestro organismo nos da una autoconciencia íntima de nuestra existencia. He aquí el placer. Se constituye con el deseo, con la dificultad y con el goce de tener alguna cosa.
Los exorbitantes impuestos sobre los naipes, el aguardiente, los jabones, los algodones y las sederías.
Desde el momento que el gasto estaba admitido era menester cubrirlo con un ingreso.
Haber relatado como un fiscal todos los documentos del proceso legal.
(Fisiología del matrimonio)
Casas de juego, conforme a la ley que protege una pasión esencialmente imponible.
Miserias del hospital, vagabundez del arruinado, sumarios y procesos legales, trabajos forzados a perpetuidad.
Demonio del juego.
El pueblo atento al cadalso.
Gracia nebulosa.
Hosca impasibilidad del suicidio.
Fiebre del estudio.
Aire de un inglés, para quien la vida carece ya de misterios.
Perdida distracción que invadía a los acusados a quienes se conducía en una carreta desde el Palacio a la Grève hacia el cadalso tinto en la sangre vertida desde el año 1793.
Paraíso inaccesible.
Fardo de la inteligencia y los recuerdos.
Cautivado por una convulsión de la vida que respingaba bajo la abrumadora idea del suicidio; pero los grises nubarrones, las bocanadas de viento cargadas de tristeza, la pesadez de la atmósfera seguían aconsejándole perecer.
Fúnebre semblante, divisa de una miseria acerba.
Circulación de la sangre turbulenta o tranquila y blanda.
Charla de cicerone, frases neciamente mercantiles.
Galas de un trono.
Civilización, cultos, divinidades, creaciones, realezas, ruinas, sensatez y locura.
Caer bajo la dominación de una fiebre debida al hambre.
Salió de la realidad, ascendió gradualmente a un mundo ideal, llegó a los palacios encantados del Éxtasis.
Imágenes doloridas, atractivas y pavorosas, opacas y diáfanas, remotas y próximas.
Vaporosas figuras de un sueño.
Caminar bajo los hechizos de un sueño.
Naturaleza plástica y vacía.
Cernido en alas de su genio, sobre el abismo sin límites del pasado.
Desvaríos del sueño.
Recobrar el ser y la disposición.
Céntimo francés, parat levantino, tarino siciliano, kreutzer alemán, copek ruso, farthing escocés, sextercio y óbolo de tiempos pasados, peso y piastra de los actuales tiempos.
Más opulento, poderoso y respetado que un soberano constitucional.
Piel de zapa, talismán que debía preservarle de la desgracia, negros granillos de la zapa esmeradamente pulidos y bruñidos, sus caprichosas rayas se destacaban con mucha limpieza, que las asperezas del cuero oriental, semejantes a facetas de granate constituían pequeños focos que reflejaban vivamente la luz. Marca que los orientales llaman sello de Salomón. Las supersticiones orientales han consagrado la forma mística y los falaces caracteres de ese emblema que representa un poderío fabuloso. Piel de un onagro.
Zapa. Piel de raya, tiburón, escualos o seláceos, preparada y teñida para encuadernaciones y estuches.
Onagro. Mamífero ungulado, salvaje, intermedio entre el caballo y el asno, vive en Asia, pertenece a la familia de los équidos. Máquina de guerra empleada por los romanos.
Corte licenciosa del Regente.
Querer, Poder y Saber.
Ligaduras del tiempo, trabas del espacio.
El XIX, siglo en el que todo está perfeccionado.
Licencia delirante, rugiente.
Ductilidad de la piel de zapa.
Desfachatez del escamoteo de la bolilla constitucional bajo el cubilete real.
El poder se ha trasladado de las Tullerías a los periódicos, de igual manera que el presupuesto ha mudado de distrito, pasando del Arrabal de Saint Germain a la Calzada de Antin.
El poder político, la aristocracia del dinero y del talento que se ayuda actualmente de la patria, como antes el clero de la monarquía, ha experimentado el menester de engañar al buen pueblo francés con palabras nuevas e ideas rancias, ni más ni menos que los filósofos de las escuelas y los poderosos de todos los tiempos.
Férula del poder.
Vida incolora de nuestra decadencia de la civilización, lisa como un riel de camino de hierro.
Gloria vitalicia.
Guadaña larga del tiempo.
La libertad engendra la anarquía, la anarquía conduce al despotismo y el despotismo retrotrae a la libertad.
En un pueblo nivelado por la instrucción desaparecen las personalidades.
Como el poder carece ya de unidad camina incesantemente hacia una disolución social, para la que no existe otro valladar que el dividendo. Por consiguiente, no nos apoyamos en la religión ni en la fuerza material, sino en la inteligencia.
Disertaciones literarias.¿Podrá reemplazar el libro al acero, la discusión al hecho?
Una dosis de fósforo de más o de menos hace al ser humano inteligente o idiota, valeroso o tímido o criminal.
Cabecear como una cometa sin lastre.
Sorpresas del lujo, milagros de la repostería, delicadas golosinas.
Cabeceos y bandazos de un bergantín.
Geometría del incrédulo.
Limbos deliciosos en los que, apagadas las luces del ánimo, el cuerpo desligado de su tirano se abandona a los delirantes goces de la libertad.
Cielo asfixiante de nuestros sueños, suavidad ardiente que adquieren las imágenes de nuestras visiones, musitados fenómenos letárgicos, quimeras de una pesadilla en la que el movimiento fuera silencioso y los gritos perdidos para el oído.
Enfermedad corpórea o anímica.
Semejanzas animales inscritas en los rostros humanos, curiosamente demostradas por los fisiólogos.
La vida sencilla y mecánica conduce a una discreción rutinaria, ahogando nuestra inteligencia con la actividad profesional, mientras la vida pasada en el vacío de las abstracciones o el abismo del mundo moral lleva a una sabiduría loca.
Exigente lector.
Dolores en razón directa de la sensibilidad.
Es pesado desarrollar una enmienda.
Privilegio concedido a las pasiones, que les otorga la facultad de anular el espacio y el tiempo.
Idea que expresar, sistema que establecer, ciencia que difundir.
Meditaciones científicas.
Buhardillón, jaula, "plomos" venecianos.
El ejercicio de la mente, la investigación de las ideas, las tranquilas meditaciones de la ciencia nos prodigan ineflables delicias, indescriptibles como lo que participa de la inteligencia, cuyos fenómenos son invisibles a nuestros sentidos exteriores. Por eso, nos vemos precisados a explicar los misterios del ánimo a través de comparaciones materiales.
Idea que despunta en el campo de las abstracciones humanas.
Teoría de la voluntad. Investigaciones de Mesmer, Lavater, Gall, Bichat.
Desarrollando, en cuanto crecía, las promesas hechas por las gracias de su infancia.
Razones de fiscal.
Dolencia humana, decadencia.
Plegarias de los extáticos. Transportan a las divinas regiones del primer amor.
El amor pasa por infinitas transformaciones antes de mezclarse definitivamente con nuestra existencia y comunicarle su color de llama. El secreto de esa infusión imperceptible escapa al análisis del artista.
Tranquilidad de un abogado, de un notario, que exponen a sus clientes las pruebas de un proceso legal o las cláusulas de un contrato.
Acusar emoción.
Nuestras ideas son seres organizados, completos, viven en un mundo invisible e influyen sobre nuestros destinos.
Si el amor platónico se prolonga, deviene ruinoso.
Cartas de Lescombat.
Discuto, estudio, estoy a mil leguas de la pasión.
Donde reina la miseria no existen ni el pudor, ni el crimen, ni el valor ni el ánimo.
Ideas, energías.
Vámonos a almorzar a la fonda; puede que las ostras nos den un buen consejo.
Ignorante como un burro de reata.
Mestizo en la moral; ni probo ni bribón.
Memorias contemporáneas, viejas, enlazadas con la corte.
Extensión de compromiso.
La guerra es el libertinaje de la sangre, como la política es el de los dividendos.
Lepra de la vanidad.
Opulencia de la peste.
El deseo alarga la piel.
Sofismas del ánimo.
Formar el cerebro, cultivar la inteligencia, desarrollar el genio.
Cuchillo de malaquita.
La política seguía rodando.
Preocupación científica.
El furor de los hallazgos semejante a las pasiones nos abstrae poderosamente de las cosas de este mundo, que hasta perdemos la autoconciencia del yo.
Modestia llena de suficiencia y testarudez, vanidad del sabio.
La zapa en desuso, actualmente las guarniciones dan la preferencia a la lija, la piel del raja sephen, un pez del mar rojo. La piel del pez es más dura que la del animal terrestre.
Proverbio. Malo como asno rojo.
El ser humano no inventa una fuerza, la dirige, y la ciencia consiste en imitar la Naturaleza. La Mecánica tiene por objeto aplicar las leyes del movimiento o neutralizarlas.
¿Tal vez constituye solución un nombre? Y sin embargo, en eso consiste la ciencia.
Podemos aumentar la velocidad a expensas de la fuerza y la fuerza a expensas de la velocidad.
Flema de un holandés.
Respeto del ser humano a su progenie.
El agua sigue viéndose como un cuerpo incomprensible. Sin embargo, se comprime, pero muy ligeramente, que podemos evaluar equivalente a cero su propiedad convulsiva.
Investigaciones de la Química. Salicina, aspergina, vanquelina, digitalina.
Ácido ftórico. Rapidez en descomponer los tejidos animales.
Axioma de los doctrinarios. Brutal como un hecho.
Inocencia y candor, atributos de la infancia.
Materialistas. Cabanis, Bichat, ánimos positivistas, ven en el ser humano un ser infinito sujeto a las leyes de su organismo y cuya disposición habitual o deletéreas anomalías se explican por causas evidentes.
Doctrinas abstractas de Juan Bautista van Helmont. Veía en la vida humana un origen elevado, secreto, un fenómeno inexplicable que se burla de los bisturíes, engaña a la cirugía, escapa a las fórmulas de la farmacopea, a los cálculos algebraicos, a las demostraciones de la anatomía y que se ríe de nuestros esfuerzos, una especie de llama intangible, invisible, sometida a la ley divina y que se mantiene en los cuerpos condenados por los pronósticos, como deserta de los organismos más viables.
Sistema implacable de la curación por el abatimiento, por la postración de las energías humanas, que se suponen excitadas, opuesto a la terapia puramente moral, examen a fondo del ser íntimo.
Dieta higiénica para regularizar la parte moral.
Aguas de balneario de Aix, en Saboya, Cantal; de Mont Dore, en Auvernia.
Horrible aislamiento reservado a las potestades y dominaciones.
La ciencia por excelencia de la cuestión.
Ley despótica y conservadora que rige las existencias instintivas.
Jean-Paul. Libros hidráulicos.
Sin decir oxte ni moxte.
(La piel de zapa)
Cuando a las pasiones no se las alimenta terminan por transformarse como menesteres.
Grado de perfección.
Espicanardo índico.
Cualquier existencia tiene su apogeo, una época durante la cual actúan las causas y se refieren directamente con las consecuencias.
Ese centro de la vida cuando las fuerzas vivas se equilibran y manifiestan con todo su esplendor es común a los seres singulares y se hace extensivo a las ciudades, los países, las ideas, las instituciones, las empresas comerciales, que a semejanza de los linajes y dinastías nacen, se encumbran y se desploman.
La avellana de Provenza y la auténtica avellana blanca de los Alpes.
El amor es una pasión esencialmente egoísta. Profundo cálculo.
Un ser humano inspira terror por la potencia del mal, el respeto por el genio y el miedo por la fortaleza de la inteligencia.
Ardor magnético que produce la afluencia del fluido nervioso y que crea un brasero del diafragma de las personas ambiciosas o enamoradas cuando están agitadas por grandes designios.
Furibundo vendaval del éxito.
Encarcelado bajo el peso de una grave acusación.
Comía la mitad de las palabras, conversación fluvial.
Haber agotado la humildad precisa para los pasos inútiles y la humillación de las tentativas.
Sello de la actividad.
La extensión adquirida por los negocios.
Las personas que sienten con el diafragma sufren de él, igual que las que perciben con la cabeza experimentan dolores cerebrales.
Las formas son la protección de la ley.
Los plazos son las alambradas judiciales.
Fases camaleonescas que sufre el deudor, desde la condición apacible donde le coloca la familiaridad hasta los colores sanguinolentos de la Belona comercial.
Mil campañas que la miseria tañe a los oídos de sus víctimas.
Sol de la superioridad.
Arrastrado por la locuacidad propia de quienes se permiten embriagar por la desgracia.
Seno de su prosperidad.
Un conspirador sometido a la tortura de la bota de Venecia.
Espanto sin límites.
Para la vida comercial solicitar un préstamo es una acción sencilla; pero pedir renovaciones es para la jurisprudencia comercial un primer paso hacia la quiebra, como el delito conduce al crimen.
Léonarde, personaje del "Gil Blas", la cocinera de unos bandoleros.
El dinero no conoce a nadie, no tiene oídos ni corazón.
Mueca volteriana.
Un juez del Tribunal de Comercio es el más extraño magistrado que la sociedad se haya permitido crear. Ese juez puede temer su propia justicia.
Hacha procesal.
Existe un horrible suplicio que la ley comercial impone a los quebrados. Deben comparecer personalmente con sus síndicos provisionales y su juez-comisario ante la asamblea, donde los solicitantes deciden su suerte.
Acusación de bancarrota simple.
Olvidar es el gran secreto de las existencias fuertes y creadoras. Olvidar a la manera de la Naturaleza, que no conoce pasado, que recomienza a cualquier hora los misterios de sus infatigables alumbramientos.
(Cesar Birotteau)
Edad en la que los hombres deben contentarse con los engañosos goces que proporciona la vanidad.
Magia, simulacro del poder divino.
Milord diáfano.
Ley de cortés conveniencia.
Instinto lleno de gracia, que caracteriza a las personas de los viejos tiempos.
Preguntas lazos, por la vieja costumbre de la corte, para adivinar el carácter.
Lo verdadero tal vez no lo hallamos más que por azar.
Sello que la delicadeza imprime a una carta abierta.
El amor legítimo es más difícil de sobrellevar que lo sería una pasión criminal.
Triste desacuerdo, bastante natural, que llevaría a odiarse, a desear un divorcio.
Amor tímido a la vez que serio, tácitamente expresado por el inglés.
Hombres cuya profunda nulidad es un secreto para las personas de su entorno. Un elevado rango, un barniz de cortesía, una gran reserva en su conducta, impiden a las valoraciones penetrar hasta su íntima esencia. Semejan soberanos cuya verdadera talla, el carácter y las circunstancias no pueden ser apreciados con justicia, porque son vistos desde muy lejos, o muy de cerca. Esos personajes de ficticio mérito cuestionan en vez de hablar, poseen el arte de sacar a los otros al escenario para evitar tener que salir; con una acertada selección saben coger a cada persona por el hilos de su pasiones o preferencias y a seres que les son realmente superiores los transforman en muñecos y juzgan pigmeos, por el hecho de haberlos rebajado a su nivel. Compensan el numero de hombres superiores que pasan por tontos, de suerte que el Poder Social tiene idéntica masa de aptitudes aparentes.
Como salario a su abnegación.
Vanidosamente irreflexivo.
Grado de utilidad.
Extensión de un sacrificio.
País, lugar, perspectiva, extensión y variedad.
Viejo seductor de guarnición.
Desarrollar penas.
Gasto de una conversación sin atractivo.
Violencia que origina una dicha inesperada.
Materiales con los que consolarse.
Voluntad de hierro, ánimo diabólico.
Economizar las sumas precisas para el pago de las diferencias debidas a consecuencia de falsas especulaciones de Bolsa.
Desembarazarse de la manera que lo hacen los ricos, a través de un beneficio.
Profunda visión, como el sello de un solemne contrato.
Triste reflexión debida al desaliento y al temor de no triunfar, por donde empiezan las pasiones verdaderas.
Las supersticiones de la experiencia hablaron su idioma.
Fantasma metafísico de la razón.
Ultimo esfuerzo de la prudencia.
Despotismo invasor y feroz, cuyo menor efecto son los monstruosos celos, un deseo de sustraer el ser amado a cualquier influencia extraña al amor.
Hipótesis que los amantes se complacen en discutir.
Penetraron de lleno en los cielos del amor.
Las pompas del atardecer son la señal de las confesiones y contribuyen a animarlas.
El silencio se hace más peligroso que la palabra, comunicando a los ojos la potencia del infinito celeste que reflejan. Si se habla, la más insignificante palabra posee un irresistible poder. ¿No hay entonces luz en la voz y púrpura en la visión?
Mandar con el despotismo del menester.
Asilo, secreto y agua.
Actitud de modestia.
Sedición popular.
(La mujer de treinta años)
Su conducta de jugador era intachable; nunca se quejaba y siempre alababa a sus adversarios cuando perdía. Tampoco los educaba, porque no demostró nunca cómo poder hacer las mejores jugadas.
Haber inventado una pausa.
Colocar un grano de sal en la boca de un gorrión.
Pobre como un ratón de iglesia.
Fina como el oro.
Aquellos que no pueden vivir, sino por y con su cabeza.
Axioma. Las épocas marcan a los hombres que las viven.
Armonía, objeto de las realizaciones humanas y divinas.
La ambición y el juego son inagotables.
Persona aturdida, cuyo éxito sobrepasa sus aspiraciones y que obtienen más de lo calculado.
Aunque era capaz de manifestar la más elevada sensibilidad, la corteza de su timidez destruía en él hasta las gracias juveniles, como el hielo de la miseria entorpecía las alas de su osadía.
Deseo de bienestar material, para los hombres que viven de sus ideas.
Terreno de los hechos.
Infalibilidad de la mecánica.
Simular con la punta de los dedos un aplauso, como el que suele dedicarse a los italianos.
Talle monstruoso, de una firmeza completa como la de las grandes masas.
El amor es un monedero falso, que transforma sin cesar las monedas de cobre en monedas de oro, y viceversa.
Los hombres que están en candelero semejan esa escultura del hermoso conde alegórico de Addison, por la cual se baten dos caballeros al llegar cada cual, desde distinta dirección, a la encrucijada donde está erigida; la encuentran blanca y negra, un tercer caballero llega en su auxilio y la encuentra roja.
La casualidad es la más grande de las artes.
Desconfianza que se apodera de los autores cuando leen un libro estimado perfecto, a un crítico exigente o cansado; las situaciones originales semejan gastadas; las mejores y más brillantes frases se convierten en pesadas y cargantes; las imágenes carecen de gracia, lo falso salta a la vista.
El verdadero aficionado no aplaude, goza.
Tono zumbón, certero del éxito.
Liberales, palabra actualizada por Alejandro, procedente de madame Staël y Benjamin Constant.
Irónicamente alegre, como aquellos que desprecian a todos en silencio.
Dolor primordial.
Si el triunfo de la voluntad es uno de los embriagadores placeres de la vida del ser humano, constituye la vida propia, para los seres de inteligencia limitada. El límite impuesto inspira el deseo de superarlo.
(La solterona)
Pie pequeño como el pico de un cisne.
San Gatien, patrono de los pazguatos.
Vergüenza y desengaño de los leprosos de antaño.
Infeccioso cólera morbo.
Saber acuñar moneda sobre un lecho de plumas.
Con lloros y pesares la belleza se perdía y por la puerta de las penas se deslizaban las arrugas.
Divertirse como cabra suelta.
Jolgorio ecuménico.
Tiempo de una rozadura de moscas.
Manifestaron que por muy lejos que esté el sol, cada uno podía gozar de su calor.
Sistemas vigentes de la recta razón.
El interés que hace muchas amistades también las deshace.
Cangrejos alados.
Sacos de los procesos legales.
Odio cuanto trigo negro puede entrar en un bolsillo.
Viñadores ágiles como peces.
Opresión diabólica.
Un ser bastante mal desempolvado por su madre.
Mantenerse al ambo sin llegar al terno.
Materia de proceso legal.
Razones dilatorias.
Crecido como una seta en un expediente.
Legítimo material de sus personas.
Poco divertido como el humo en las salas.
Refrán. Por muy estropeada que esté la olla siempre encuentra su tapadera.
Educado en la filosofía del Pórtico, ninguna malandanza le extraña a uno.
Maro y valeriana.
Col de Escocia.
La linterna oscura de su inteligencia se abrió y un vivo claror iluminó mil cosas.
Estimables consejos.
Misterio. Cosa que no se explica y debe creerse sin más examen.
Razón, timón para guiarnos en la tempestad de nuestros deseos ambiciosos.
Azares de la perspectiva.
Razón etimológica.
Proceso verbal.
Comunicar las acusaciones.
Madurez de pruebas, declaraciones verídicas, particularidades, acusaciones, quejas, prohibiciones, cargos, asignaciones, comprobaciones, juramentos, comparecencias, controversias.
Escribano, tabelión o rubricador.
(Cuentos libertinos)
Procedimientos para dirigir los asuntos de mi pequeño mundo.
Amable e inteligente.
Scribe. Pasante aficionado.
Movimiento de piedad y curiosidad.
Austeridades secretas.
Antaño, los modales y costumbres del estrato elevado resultaban diferentes de los miembros pertenecientes a las demás capas. Vieja nobleza, que había pertenecido a la Corte.
Ayuno y miseria grabados con trazos legibles como los del miedo y las actitudes ascéticas.
Andrajos de la opulencia.
La reflexión cerró la mano abierta, para la benevolencia.
Proveer de elementos de conspiración.
El cierzo, pasando por las colinas de Saint Chaumont y Belleville, silbaba a través de las viviendas construidas con tierra y huesos. De tal manera, lo natural de la miseria y la desesperación.
El miedo prestó ojos.
Renacer los temores.
Vieja torre, que el tiempo no cuidaba de derruir.
Señales de profundo terror.
Bajo el peso de una gran desgracia o bajo el yugo de la persecución, el ser valeroso comienza haciendo el sacrificio de su vida, y sólo aprecia sus días como otras victorias logradas sobre la suerte.
Incapaces de concordar sus ideas claustrales con las dificultades de la vida.
Debilidad moral e inexperiencia.
Por encima de la ley, puesto que hoy no hay monarquía.
Haber experimentado el brillo de las fiestas y respirado el aire de la Corte.
Actitud de curiosidad.
Satisfacción grave y dulce a la vez.
Cirios pegados con lacre.
Celebrar un <<obit>> sin el cuerpo del difunto.
Adhesión pura.
Asilo de indigencia.
Fieles realistas.
Arrepentimiento conmovedor y sincero.
Movimiento de involuntario terror.
Miedosos convencionales, que entregan una cabeza inviolable y sagrada a fin de mantener la suya.
No cooperar en el crimen.
Permaneciendo inactivos, se hicieron cómplices involuntarios.
Puritano del reino de los cielos, colocándole entre el dogma de la obediencia pasiva, que debe dominar, según los partidarios de la monarquía, en los códigos, y el dogma que consagra el respeto debido a los soberanos.
Venerable jansenista.
Prestaciones con las que cubrir los menesteres.
Aquella aventura ofrecía todo el interés de una novela.
Avisos precisos para su tranquilidad, ocasión, secretos.
Distracción, nuevo beneficio de diferente género.
(Una historia bajo el terror)
Las improvisaciones que deslucen la novela "Corina", de Mme. de Staël.
El mote de ruiseñor lo aplicaban los libreros a esos libros que permanecen encaramados en los anaqueles, en las profundidades de sus almacenes.
Trabajaba con esa aplicación mantenida, que nada distrae ni perturba y en la que se reconoce a los verdaderos obreros literarios.
Un libro psicológico y de altos vuelos en forma de novela.
Caprichos de Hoffmann, lanzados con agudeza al campo de las artes, sus humoradas, su fantasía.
En los escritores, el silencio y la brusquedad delatan la envidia que inspira una realización bella y su admiración denota el placer que causa un libro mediano, que tranquiliza su amor propio.
Tener que influir por fuerza en luchas horribles, de libro a libro.
El escritor a la moda es insolente, duro con los noveles.
"Smarra", "Pedro Schlemil", "Juan Sbogar" o "Jocko".
No existían entonces los gabinetes de lectura y, para leer un libro, no había otro recurso que comprarlo; las novelas se vendían en cantidades, que hoy semejarían fabulosas.
Una novela magnífica.
Para triunfar en literatura, hiera a todos, incluso a sus amigos, y haga llorar a los amores propios.
La novela que pide sentimiento, estilo e imagen, es la creación moderna más enorme. Sucede a la comedia, que en los tiempos modernos no es ya posible con sus rancias leyes. Abarca hecho e idea en sus invenciones. La novela es muy superior a la discusión fría y matemática, al seco análisis del siglo dieciocho. La novela es una epopeya entretenida. El siglo dieciocho lo puso todo en tela de juicio, el diecinueve se ha encargado de decidir y se ha decidido por realidades que viven y andan.
Tienes en la tripa novelas incomparables. No eres el autor de una novela más o menos buena, sino de una serie.
Había que desarrollar su libro, según la frase clásica.
Apurar gota a gota el amargo cáliz de aquel caldo, publicar el libro de un novel.
La misión de un escritor consiste en concebir las pasiones, ya que en expresarlas cifra su gloria.
Injertar un libro en la prosa.
Barniz de ciencia.
Liquidaciones de la casa Nucingen.
Su conversación cautivaba por su variedad como por la originalidad de sus ideas.
Acusar a la suerte de mordaz.
Maquiavélico Gondreville, tunante Maxime de Trailles.
Extensión de las ideas.
Con las cosas se logra la perfección con un simple viraje.
Economizar es simplificar. Simplificar es suprimir un engranaje inútil; hay, pues, desplazamiento.
El meollo del argumento.
Es el impuesto una extracción de dinero que se hace sobre las cosas o las personas bajo disfraces más o menos especiosos.
La inmovilidad del reflexivo político.
La preocupación del profesional intrépido.
La apática abulia del empleado vencido por el aburrimiento de las oficinas, trivialidad.
Obligado a adular para aconsejar y a disfrazar la lisonja con la máscara del consejo.
La reflexión de la avaricia viene a ser como una brújula.
Una perseverancia de topo.
Realizar prodigios.
La horrible existencia, la enfermedad de las oficinas.
Hojas de papel Tellière.
Teredos que han puesto a Holanda a dos dedos de la ruina corroyendo sus diques.
Asma, pecho adiposo.
El día de los ingleses es aquel que las oficinas son publicas.
Las irradiaciones de la inteligencia.
Un péndulo representando una fuente con un cristal que daba vueltas.
Buscaba a través del océano del menester del lujo y de la industria parisiense una idea, una experiencia, un perfeccionamiento que le proporcionase una rápida suerte.
Pastillas fosfóricas.
La Naturaleza es invariable con sus evoluciones.
Speech, palabra inglesa que significa tostón parlamentario.
Diccionario Malte-Brun.
La envidia de un profesional de oficio hacia hacia su colega, uno de los más violentos ingredientes del odio.
Aguante que sabemos oponer durante los comienzos de la vida a esos enredos, rastreros a la vez que elevados, que alguna vez triunfaron de un Richelieu.
La visión que sorprendiera acudió a su memoria como un relámpago.
Proposición aleatoria, contrato.
No se puede dar el nombre de contrato, sino a los convenios reconocidos por el Código, y el Código no concede acción para la apuesta.
Negarse al pago de las deudas equivale a reconocerlas.
El diablo es un soberano sin cartas.
Curiosidad de tigre.
Pese a su virtud romana, debió de emocionarse.
Emplear la crema de su astucia.
Un sistema nuevo significaría moverlo todo a través del empréstito, como expone Nucingen.
Una trágica actitud de dolor.
Garbo amoroso.
Joyero Fossin.
Saludar con mucho garbo.
La conversación es un desafío con testigos y todo.
Generalizar la conversación.
No encontró la más leve palpitación arterial que reprocharle.
Una conversación de ocho orejas.
Cuyo celo tenía una vivacidad sospechosa.
Los hábitos del dolce far niente administrativo.
Después de una estocada a lo Jarnac suelen quedar los adversarios como buenos amigos.
Acusar de venganza y de preferencia personal.
Sólo un curioso puede vencer a su igual.
Poseída de horrible ansiedad.
Divisa italiana. Col tempo. Todo llega a tiempo para quien sabe esperar.
Cooperar con celo a las actividades.
Collar de miseria.
Defectos de la burocracia. Es lenta e insolente, coarta la acción ministerial, ahoga muchos programas, retiene el progreso.
Aunque la estadística representa la puerilidad de los políticos modernos, que creen que las cifras son el cálculo, debemos usar las cifras para calcular.
Administración pesquisidora, minuciosa, garrapateadora, papelera, inventariadora, comprobadora, controladora, escrupulosa, hacendosa.
(Los empleados)
El timón del negocio.
Almanaque el Double Liégeois.
A las zozobras de la venta siguen las de su realización.
Igual que el amor, tiene la avaricia un don de segunda vista sobre las contingencias futuras, las olfatea y las precipita.
Acusaciones lanzadas.
Colocado entre la ciencia y el empirismo.
Planchadora de lo fino.
Cansado de beber de la grosera copa de la miseria.
Se acusó vigorosamente la diferencia formada por la oposición de aquellos caracteres y aquellos dos rostros.
El temple gascón, atrevido, bravo, aventurero que exagera lo bueno y atenúa lo malo no retrocede ante una falta si hay provecho y se burla del vicio si de él se hace un trampolín.
La fama de las fábricas de papel de Angulema establecidas a orillas del Charente.
D´Arlincourt, "Ipsiboé".
Lewis, "Anaconda".
El muérdago sombrío y exuberante que dañaba aquel bello árbol.
La estufa de los elogios.
El té se vendía por las boticas cual una droga para la indigestión.
El pie alto de empeine del franco.
Los pies planos del welche.
Escaleras pinas llamadas escaleras de molinero, sin más pasamanos que dos cuerdas.
Guardando una actitud de reo.
El estupor del miedo.
Espiaba cual gota recelosa.
Reservar una pera para la sed.
Veneciano desconfiado.
Personas privadas de emociones.
Whist. Interjección inglesa, silencio.
Provocativas actitudes.
Los azares de la conversación.
La lenta ejecución de las realizaciones del genio exige un patrimonio notable, que ya se tenga de bóbilis, o el sublime cinismo de una vida pobre.
El discernimiento del calculador.
Las grandes adquisiciones de la industria y de la inteligencia se han operado con excesiva lentitud y merced a agregaciones sucesivas igual que como procede la Naturaleza.
Silenciosa actitud.
(Ilusiones perdidas. 1. Los dos poetas)
Permitir ver las emociones y las reflexiones.
La conversación, ese comercio con el que el ingenuo se empequeñece al acuñarse moneda.
La vaga inquietud del librero.
Aquel tiempo que los libreros querían tener dentro de un desván y bajo llave a Voltaire y Montesquieu, muertos de hambre.
Emociones que agradan a las personas solitarias.
La paciencia es lo que con el ser humano se asemeja más al procedimiento que sigue la Naturaleza para sus creaciones.
Magníficos palacios de la fantasía.
Los límites de una reserva de discordia.
La primera emoción que causa el respeto.
Método del avaro.
El impulso del amor propio.
Tomó la conversación un giro donoso y transformó el tema.
Argumentos que desarrollar, la manera de presentarlos, complicarlos y desenlazarlos.
Enredarse con la conversación.
Lamartine acapara la Meditación.
El avaro flamenco.
Desesperación acusadora y terrible.
El normando ex vendedor de verduras.
Las tres, la hora de la Bolsa.
Perversa enfermedad secreta.
Benjamin Constant, el ser que por veinte años fuera el Potemkin de madame de Staël y que hacía la guerra a los Borbones después de haberla hecho a Napoleón, pero que había de fallecer aterrado por su victoria.
La Gloria de blancas alas.
No puede juzgarse sino a los iguales.
Culebras del comercio.
Mil recuerdos rodearon con sus azules horizontes al gran personaje.
Se llama copia, según el argot tipográfico, al manuscrito que hay que componer, porque se supone que el redactor sólo envía la copia de su original. Aunque tal vez también sea esa una traducción irónica del vocablo latino copia (abundancia), ya que la copia falta siempre.
El comercio no tiene fe ni ley.
Inventar fábulas emocionantes.
El pueblo hipócrita y sin generosidad desterrará de su seno al talento, como Atenas desterró a Arístides.
Las terribles emociones del juego.
La cohibida actitud que guardaba entre gente.
La acritud de las salidas que sembraba con su conversación.
Gunófobo. Miedo a estar desnudo.
Puso el colmo a la reputación de malicia y perversidad del periódico.
Había con su duelo un garbo y un esmero que anunciaban una viuda feliz.
Según el idioma de los vividores doblar un cabo en París quiere decir dar un rodeo ante un demandante.
Un campo inexpugnable.
Dan los lazzaroni los sueldos para recuperar por un día su traje de fiesta al Monte de Piedad.
La empresa enorme, pero falta de fondo, de los saintsimonianos.
Emociones devorantes.
Experimentó esa sensación deliciosa que con los jugadores sucede a sus horribles agitaciones, cuando no teniendo ya nada que arriesgar abandonan el candente palacio donde se desarrollaban sus fugaces ensueños.
Coger la mano con las engañosas alharacas de la amistad.
Enredarse con la conversación.
Había que desarrollar su libro, según la frase clásica.
Tozudez propia de los avaros.
Carne de cerdo inflamatoria.
(2. Un gran hombre de provincias en París)
Objeto de una acusación.
Permitía oír el molino su enervante fragor.
Avispero de atractivos.
Había sustituido las balas de entintar los tipos por el tintero de plancha y cilindro, con el que se extiende y distribuye la tinta por rodillos, compuestos de cola y melaza.
Leyendas. La historia de "El judío errante", "Roberto el Diablo", "La bella Maguelone".
Amenazante actitud.
Supo vestir su odio y envidia con la librea de la piedad.
Conversaciones diáfanas de dos cónyuges.
Mercier, "Cuadro de París".
En Inglaterra, allá por el mil ochocientos, pretendía el marqués de Salisbury, al tiempo que Séguin en Francia el año ochocientos dos, emplear la paja para la elaboración de papel. Nuestra caña vulgar, la arundo phragmitis, ha suministrado las hojas de papel.
La ignominia mercantil que significa la suspensión de pagos.
Y de cuántas acusaciones no fue objeto su apatía.
Las constituciones de la Banca.
Vida de ciervo acosado.
Liebre acosada.
El candor de un sabio.
El principal inconveniente de las pastas sacadas de los vegetales es su falta de flexibilidad.
Cara ebriográfica.
Malicioso como un mulo.
El papel de Holanda está ligeramente encolado.
Resplandores fatales.
El pueblo juzga por las consecuencias.
Mutuo recelo.
Dicho. Herida del dinero no es mortal.
Pasadas las primeras efusiones de ternura se permitieron ver los matices de realidad.
El colmo de la alegría.
Aquella visión hizo que se avergonzara de su acusación.
Actitud de altivez y dignidad.
Para garantizar su ascendiente se colocó con la actitud de inferior.
El peso de la letra.
Las angustias de la incertidumbre.
Las fragancias del Paraíso.
La envidia suelta charlatanería como hiela la admiración.
El cebo del presente.
El partido liberal organizaba al fondo de las provincias su sistema de resistencia legal.
Tono epigramático.
Saludar con garbo.
Una conversación epigramática.
El juego de su garbo.
Con una blancura de magnolia.
El rumor que produce una aglomeración de gente.
Apagó su bujía cuando el dilúculo.
Es el suicidio un efecto de la propia estimación, para no confundirlo con el término honor. El día que el ser humano se desprecia, el día que se ve despreciado, el momento que la realidad de la vida no armoniza con sus ilusiones se mata, rinde tributo a la sociedad, ante la que no quiere seguir desnudo de sus virtudes o de su esplendor.
El suicidio que pertenece a la patología, el suicidio por desesperación y el suicidio por razonamiento.
El amor al lucro y la resistencia a soltar el dinero, incluso el más legítimamente debido, son las virtudes del comerciante; a esas dos avaricias las llaman prudencia y genio mercantil.
Los distingos legales de la falsificación.
La fabricación de Angulema se ocupaba casi exclusivamente de esos papeles de escribir llamados Escudo, Pollito, Escolar y Concha, que van todos encolados, la especialidad monopolizada de largos años atrás por los fabricantes de Angulema.
El suministro de papel de escribir es excesivamente limitado, mientras que el de los papeles de imprenta sin encolar casi no reconoce límites.
(3. Los sufrimientos del inventor)
La alta presión que ejerce la palabra sobre los más rebeldes escudos, los del terrateniente hundido dentro de su charca rústica.
El comercio de libros benefició la palabra pintoresco cuando la literatura hubo matado la palabra fantástico.
El Fisco ha adivinado el impuesto intelectual.
"El Globo", órgano de las teorías saint-simonianas.
Corriendo mundos como un verdadero Mayeux.
Todos habían terminado por no concederle más respeto ni atención que la que se le tiene a un trastajo.
Qué saco? Expresión provenzal, ¿Cómo es eso?
Actitud tranquila.
El espectáculo palingenésico de las transformaciones sucesivas del Globo animado emociona, transporta, conmueve.
Era normando y nunca había habido para él contrato que no fuese bilateral; quería un compromiso formal.
Contento como lo está un loco que se ha salido con su idea favorita.
(Los parisienses en provincias. 1 El ilustre Gaudissart)
La profunda filosofía acusada por aquella mezcolanza de versos y charadas.
Pero su preferencia acusó, respecto a su raquítica calidad natural tal falta de prudencia, que imposible fue no ver un profundo cálculo.
Cargar con el primer perro con sombrero.
Majestad del silencio.
Fénix berrichon.
La incuria y el mal gusto.
Acusada y convicta de pedantería, porque hablaba correctamente.
Tiene una conversación que seduce.
Actuar con la lentitud y la tenacidad de un insecto.
Hay con la admiración que inspiramos o con la actuación de un papel que representamos una embriaguez moral, que no permite a la crítica llegar hasta el ídolo.
Una atmósfera producida por una dilatación nerviosa forma un nimbo, a través del cual vemos al mundo a nuestros pies.
Mandaderos celosos.
Daba vueltas por su boulingrin.
Coursière. Un sendero trazado sobre la ladera más abrupta de la montaña obstruido de piedras.
Enanos, difíciles y picapleiteros con la materia de los negocios.
Con la precisión fatal que el relojero imprime al péndulo.
Eloísa y Julia se lanzaban al infinito, al ideal.
Acusar de asesina a la Prensa.
Una actitud profundamente seria.
Fatal brusco desenlace de las pasiones que suele experimentarse en Inglaterra.
Dentro de los países de una sola metrópoli el achatamiento de las costumbres será la consecuencia obligada de la centralización.
Languidez de la conversación.
Guardar una actitud severa.
Tono receloso.
Piedad que inspiran las desventuras del genio.
Las claridades indecisas del dilúculo.
Huellas de las impiedades agitadoras.
La mitad de las casualidades son buscadas.
Rasgos de ingenio, el ana de nuestro siglo.
Dolores nerviosos de estómago, indigestiones periódicas.
Fragmento de maculatura. Pliego mal impreso que se desecha por manchado.
Progresos del entendimiento del argumento.
Un numero incontable de impresiones diversas, hojas que llaman puesta en marcha.
La pelota del chiste.
Embelesamiento que infunde la irresolución.
Argumento directo con el que quería obligar a adoptar una decisión.
La economía velaba con gasas verdes los menores dorados.
Las culebras del vicio.
Vida de prolongadas emociones, corriente rápida donde todo se olvida.
El cerebro sólo obedece sus propias leyes y no reconoce los menesteres de la vida ni las exigencias del honor. Pero no hay ningún talento sin una gran voluntad. Dos fuerzas gemelas para la construcción del inmenso edificio de la gloria. Si el talento encierra dentro de su germen una predisposición cultivada, el querer es un logro a cada instante sobre los instintos y los gustos dominados, rechazados, sobre los caprichos y las trabas vencidas, sobre las dificultades de todo género superadas.
El pro y el contra son funestos al abogado.
El día de la Mi-Carème del Carnaval.
Garbosa sangre fría.
Colmo del disgusto y el desencanto.
Garras del milano judicial
(2. La musa de la provincia))
Una cinta de cola. Ruban de quewe. Camino que se pierde con la lejanía.
El amor que delata un temperamento rico es del ser humano la promesa de las más grandes cosas.
Crispada la boca por las dos comisuras como la de los sardos, estaba al quién vive de la ironía.
Las Ariadnas víctimas del final de las vacaciones.
Aquellas libras de beneficio, fruto de inversiones sucesivas, acusaban a todo tirar francos de economías.
Había guardado la antorcha bajo el celemín.
Argumento victorioso.
Nombres y caras obedecen las leyes de la armonía.
Por efecto de esa casualidad que todo se lo permite.
Coger por los cabellos la ocasión.
Ateo a la manera de monsieur de Wolmar, de la "Nueva Eloísa".
Un argumento irrebatible.
Según la moderna filosofía no existe el vacío. Para los materialistas el mundo está lleno, todo se conecta, se encadena y está mecanizado.
La divisibilidad infinita que implica la índole de las fuerzas imponderables.
¿No serán también las ideas más implacables que las cosas?
Los fenómenos de poner a actuar las propiedades del diafragma por verosímiles afecciones morbosas.
Fueros de la amistad que difícilmente prescriben.
Débil crepúsculo matutino.
Amor involuntario, rápido.
Según aquella oposición, lo que decidió su mente cobró el prestigio de la cosa prohibida.
Una actitud serena.
Proverbio francés. Abondance de biens ne nuit pas. Abundancia de bienes no daña.
Argumento irresistible.
Un argumento para vencer la obstinación.
Entre dos azares se debe evitar el más aventurado.
Negro pesar.
Veía con buenos ojos cuanto pudiera poner a berlina, desacreditar y deshonrar.
Ribetes de malicia.
Fenómenos peregrinos de la memoria, sorprendentes e inexplicables cual los del aroma de las plantas, que tal vez sean las ideas de la planta.
Se abarca todo un paisaje con la retina.
El terror que inspira la Justicia.
(Ursule Mirouët)
Abandono de la conversación.
El horrible esqueleto de una literatura acosada.
París, capital del buen gusto, la unica que posee esa ciencia de transformar una conversación por un torneo, donde que cada variedad de ingenio se condensa con un rasgo, donde cada cual suelta su frase y lanza su experiencia.
Conversación relatora de precipitado curso.
Me sentía vulgar, formulaba insensiblemente un tremendo Código, el de la indulgencia.
Presa de una emoción sincera o simulada.
Actitud sumisa.
Por una simple fatalidad.
La provincia con sus recoletas ideas, con su vida de reloj de arena.
La bravía libertad de la Naturaleza.
Los notarios no pueden aceptar legados.
(Otro estudio de mujer)
Campos donde la tierra era poco costosa antaño, como para poder sacrificarla al adorno.
Las leyes fisionómicas son exactas, en su aplicación al carácter, y en referencia con la fatalidad de la existencia. Ciencia de Lavater y Gall.
La fatalidad estampa su sello en los rostros de quienes han de fallecer de muerte violenta.
La vida carece de reflexión y se halla puesta totalmente a la prestación de los instintos en los animales.
Faz socrática.
Rojez leonada.
Profundo silencio, la filosofía de los fuertes.
Dinero que le producía su cargo en gajes y provechos.
No hay nada que entristezca más profundamente, que una degradación inmerecida y que muestra imposible rehabilitarse.
Mallas de la calumnia y la intriga.
Aire humildoso, que afectan los campesinos y tras el cual ocultan sus emociones y cálculos.
Sistema de creciente crueldad.
Límites de la legalidad, oposición.
Sagrados derechos del hogar, habeas corpus y domicilio inglés.
Ley del menester.
Linces selectos.
Lo más difícil en la política expectante es saber cuándo un poder que se inclina caerá.
Disimular el miedo.
Autoridad despótica, irresistible.
En los necios, el vacío semeja profundidad. Para el vulgo, la profundidad es incomprensible. De allí su admiración por cuanto no entiende.
En la acción radica la importancia de los partidos.
Poner de manifiesto la disensión.
Una brecha tiene siempre un fin y un uso.
Sumaria justicia de aquellos tiempos.
Aprensión vaga, indefinible, que produce una desdicha inminente.
Drama misteriosamente confinado dentro de los límites de la familia.
Etapas peligrosas del ensueño.
Los sentidos son la envoltura de una viva y penetrante acción, que del ánimo dimana.
Acusar de cómplice.
Daño de la subversión con su hacha.
El Hecho sucumbe ante la Ley.
Ansia que infunde el hambre.
Condición de estupor indecible.
Acusado de rapto con intimidación y secuestro.
La desdicha aguza la desconfianza.
La Defensa, que no tiene esbirros, no dispone en favor de sus clientes del poder social. La inocencia sólo el raciocinio tiene en su favor.
Las costumbres suelen ser más crueles que la Ley. Las costumbres son los hombres, mientras que las leyes son la razón del país.
Manifiesta persuasión de los jurados.
Hay una atmósfera de las ideas.
Éxito de la acusación.
Entendió aquel carácter en su extensión.
Faz cesárea, pálida y terrible.
Amuralló su vida íntima.
Manifestar curiosidad.
(Un asunto tenebroso)
Vida de ciervo acosado.
Liebre acosada.
El candor de un sabio.
El principal inconveniente de las pastas sacadas de los vegetales es su falta de flexibilidad.
Cara ebriográfica.
Malicioso como un mulo.
El papel de Holanda está ligeramente encolado.
Resplandores fatales.
El pueblo juzga por las consecuencias.
Mutuo recelo.
Dicho. Herida del dinero no es mortal.
Pasadas las primeras efusiones de ternura se permitieron ver los matices de realidad.
El colmo de la alegría.
Aquella visión hizo que se avergonzara de su acusación.
Actitud de altivez y dignidad.
Para garantizar su ascendiente se colocó con la actitud de inferior.
El peso de la letra.
Las angustias de la incertidumbre.
Las fragancias del Paraíso.
La envidia suelta charlatanería como hiela la admiración.
El cebo del presente.
El partido liberal organizaba al fondo de las provincias su sistema de resistencia legal.
Tono epigramático.
Saludar con garbo.
Una conversación epigramática.
El juego de su garbo.
Con una blancura de magnolia.
El rumor que produce una aglomeración de gente.
Apagó su bujía cuando el dilúculo.
Es el suicidio un efecto de la propia estimación, para no confundirlo con el término honor. El día que el ser humano se desprecia, el día que se ve despreciado, el momento que la realidad de la vida no armoniza con sus ilusiones se mata, rinde tributo a la sociedad, ante la que no quiere seguir desnudo de sus virtudes o de su esplendor.
El suicidio que pertenece a la patología, el suicidio por desesperación y el suicidio por razonamiento.
El amor al lucro y la resistencia a soltar el dinero, incluso el más legítimamente debido, son las virtudes del comerciante; a esas dos avaricias las llaman prudencia y genio mercantil.
Los distingos legales de la falsificación.
La fabricación de Angulema se ocupaba casi exclusivamente de esos papeles de escribir llamados Escudo, Pollito, Escolar y Concha, que van todos encolados, la especialidad monopolizada de largos años atrás por los fabricantes de Angulema.
El suministro de papel de escribir es excesivamente limitado, mientras que el de los papeles de imprenta sin encolar casi no reconoce límites.
(3. Los sufrimientos del inventor)
La alta presión que ejerce la palabra sobre los más rebeldes escudos, los del terrateniente hundido dentro de su charca rústica.
El comercio de libros benefició la palabra pintoresco cuando la literatura hubo matado la palabra fantástico.
El Fisco ha adivinado el impuesto intelectual.
"El Globo", órgano de las teorías saint-simonianas.
Corriendo mundos como un verdadero Mayeux.
Todos habían terminado por no concederle más respeto ni atención que la que se le tiene a un trastajo.
Qué saco? Expresión provenzal, ¿Cómo es eso?
Actitud tranquila.
El espectáculo palingenésico de las transformaciones sucesivas del Globo animado emociona, transporta, conmueve.
Era normando y nunca había habido para él contrato que no fuese bilateral; quería un compromiso formal.
Contento como lo está un loco que se ha salido con su idea favorita.
(Los parisienses en provincias. 1 El ilustre Gaudissart)
La profunda filosofía acusada por aquella mezcolanza de versos y charadas.
Pero su preferencia acusó, respecto a su raquítica calidad natural tal falta de prudencia, que imposible fue no ver un profundo cálculo.
Cargar con el primer perro con sombrero.
Majestad del silencio.
Fénix berrichon.
La incuria y el mal gusto.
Acusada y convicta de pedantería, porque hablaba correctamente.
Tiene una conversación que seduce.
Actuar con la lentitud y la tenacidad de un insecto.
Hay con la admiración que inspiramos o con la actuación de un papel que representamos una embriaguez moral, que no permite a la crítica llegar hasta el ídolo.
Una atmósfera producida por una dilatación nerviosa forma un nimbo, a través del cual vemos al mundo a nuestros pies.
Mandaderos celosos.
Daba vueltas por su boulingrin.
Coursière. Un sendero trazado sobre la ladera más abrupta de la montaña obstruido de piedras.
Enanos, difíciles y picapleiteros con la materia de los negocios.
Con la precisión fatal que el relojero imprime al péndulo.
Eloísa y Julia se lanzaban al infinito, al ideal.
Acusar de asesina a la Prensa.
Una actitud profundamente seria.
Fatal brusco desenlace de las pasiones que suele experimentarse en Inglaterra.
Dentro de los países de una sola metrópoli el achatamiento de las costumbres será la consecuencia obligada de la centralización.
Languidez de la conversación.
Guardar una actitud severa.
Tono receloso.
Piedad que inspiran las desventuras del genio.
Las claridades indecisas del dilúculo.
Huellas de las impiedades agitadoras.
La mitad de las casualidades son buscadas.
Rasgos de ingenio, el ana de nuestro siglo.
Dolores nerviosos de estómago, indigestiones periódicas.
Fragmento de maculatura. Pliego mal impreso que se desecha por manchado.
Progresos del entendimiento del argumento.
Un numero incontable de impresiones diversas, hojas que llaman puesta en marcha.
La pelota del chiste.
Embelesamiento que infunde la irresolución.
Argumento directo con el que quería obligar a adoptar una decisión.
La economía velaba con gasas verdes los menores dorados.
Las culebras del vicio.
Vida de prolongadas emociones, corriente rápida donde todo se olvida.
El cerebro sólo obedece sus propias leyes y no reconoce los menesteres de la vida ni las exigencias del honor. Pero no hay ningún talento sin una gran voluntad. Dos fuerzas gemelas para la construcción del inmenso edificio de la gloria. Si el talento encierra dentro de su germen una predisposición cultivada, el querer es un logro a cada instante sobre los instintos y los gustos dominados, rechazados, sobre los caprichos y las trabas vencidas, sobre las dificultades de todo género superadas.
El pro y el contra son funestos al abogado.
El día de la Mi-Carème del Carnaval.
Garbosa sangre fría.
Colmo del disgusto y el desencanto.
Garras del milano judicial
(2. La musa de la provincia))
Una cinta de cola. Ruban de quewe. Camino que se pierde con la lejanía.
El amor que delata un temperamento rico es del ser humano la promesa de las más grandes cosas.
Crispada la boca por las dos comisuras como la de los sardos, estaba al quién vive de la ironía.
Las Ariadnas víctimas del final de las vacaciones.
Aquellas libras de beneficio, fruto de inversiones sucesivas, acusaban a todo tirar francos de economías.
Había guardado la antorcha bajo el celemín.
Argumento victorioso.
Nombres y caras obedecen las leyes de la armonía.
Por efecto de esa casualidad que todo se lo permite.
Coger por los cabellos la ocasión.
Ateo a la manera de monsieur de Wolmar, de la "Nueva Eloísa".
Un argumento irrebatible.
Según la moderna filosofía no existe el vacío. Para los materialistas el mundo está lleno, todo se conecta, se encadena y está mecanizado.
La divisibilidad infinita que implica la índole de las fuerzas imponderables.
¿No serán también las ideas más implacables que las cosas?
Los fenómenos de poner a actuar las propiedades del diafragma por verosímiles afecciones morbosas.
Fueros de la amistad que difícilmente prescriben.
Débil crepúsculo matutino.
Amor involuntario, rápido.
Según aquella oposición, lo que decidió su mente cobró el prestigio de la cosa prohibida.
Una actitud serena.
Proverbio francés. Abondance de biens ne nuit pas. Abundancia de bienes no daña.
Argumento irresistible.
Un argumento para vencer la obstinación.
Entre dos azares se debe evitar el más aventurado.
Negro pesar.
Veía con buenos ojos cuanto pudiera poner a berlina, desacreditar y deshonrar.
Ribetes de malicia.
Fenómenos peregrinos de la memoria, sorprendentes e inexplicables cual los del aroma de las plantas, que tal vez sean las ideas de la planta.
Se abarca todo un paisaje con la retina.
El terror que inspira la Justicia.
(Ursule Mirouët)
Abandono de la conversación.
El horrible esqueleto de una literatura acosada.
París, capital del buen gusto, la unica que posee esa ciencia de transformar una conversación por un torneo, donde que cada variedad de ingenio se condensa con un rasgo, donde cada cual suelta su frase y lanza su experiencia.
Conversación relatora de precipitado curso.
Me sentía vulgar, formulaba insensiblemente un tremendo Código, el de la indulgencia.
Presa de una emoción sincera o simulada.
Actitud sumisa.
Por una simple fatalidad.
La provincia con sus recoletas ideas, con su vida de reloj de arena.
La bravía libertad de la Naturaleza.
Los notarios no pueden aceptar legados.
(Otro estudio de mujer)
Campos donde la tierra era poco costosa antaño, como para poder sacrificarla al adorno.
Las leyes fisionómicas son exactas, en su aplicación al carácter, y en referencia con la fatalidad de la existencia. Ciencia de Lavater y Gall.
La fatalidad estampa su sello en los rostros de quienes han de fallecer de muerte violenta.
La vida carece de reflexión y se halla puesta totalmente a la prestación de los instintos en los animales.
Faz socrática.
Rojez leonada.
Profundo silencio, la filosofía de los fuertes.
Dinero que le producía su cargo en gajes y provechos.
No hay nada que entristezca más profundamente, que una degradación inmerecida y que muestra imposible rehabilitarse.
Mallas de la calumnia y la intriga.
Aire humildoso, que afectan los campesinos y tras el cual ocultan sus emociones y cálculos.
Sistema de creciente crueldad.
Límites de la legalidad, oposición.
Sagrados derechos del hogar, habeas corpus y domicilio inglés.
Ley del menester.
Linces selectos.
Lo más difícil en la política expectante es saber cuándo un poder que se inclina caerá.
Disimular el miedo.
Autoridad despótica, irresistible.
En los necios, el vacío semeja profundidad. Para el vulgo, la profundidad es incomprensible. De allí su admiración por cuanto no entiende.
En la acción radica la importancia de los partidos.
Poner de manifiesto la disensión.
Una brecha tiene siempre un fin y un uso.
Sumaria justicia de aquellos tiempos.
Aprensión vaga, indefinible, que produce una desdicha inminente.
Drama misteriosamente confinado dentro de los límites de la familia.
Etapas peligrosas del ensueño.
Los sentidos son la envoltura de una viva y penetrante acción, que del ánimo dimana.
Acusar de cómplice.
Daño de la subversión con su hacha.
El Hecho sucumbe ante la Ley.
Ansia que infunde el hambre.
Condición de estupor indecible.
Acusado de rapto con intimidación y secuestro.
La desdicha aguza la desconfianza.
La Defensa, que no tiene esbirros, no dispone en favor de sus clientes del poder social. La inocencia sólo el raciocinio tiene en su favor.
Las costumbres suelen ser más crueles que la Ley. Las costumbres son los hombres, mientras que las leyes son la razón del país.
Manifiesta persuasión de los jurados.
Hay una atmósfera de las ideas.
Éxito de la acusación.
Entendió aquel carácter en su extensión.
Faz cesárea, pálida y terrible.
Amuralló su vida íntima.
Manifestar curiosidad.
(Un asunto tenebroso)
Joven de aspecto agradable, como el galante y cobarde campeón de amor, hecho famoso por Ariosto.
Las novelas y los libros pintan los sentimientos y las cosas de colores más brillantes de los que tienen realmente. Esta especie de fascinación proviene, más que del deseo que tiene todo autor de mostrarse perfecto, afectando ideas nobles y rebuscadas, de una actividad indefinible de nuestra inteligencia. Es innata en el ser humano la tendencia de purificar todo lo que tiene en el tesoro de sus reflexiones. Por otra parte, el alma del lector ayuda a esta conspiración de la verdad, ya a causa del silencio profundo en el que permanece, o de la fogosidad de la concepción, o a causa de la pureza con la que las imágenes se reflejan en su entendimiento.
Aventuras novelescas y peripecias extrañas.
La vieja cuestión de los climas sigue siendo útil a los escritores, para justificar los desenlaces bruscos y las imprudencias o las resistencias del amor.
Si fuera posible usar en literatura el microscopio de Leuvenhoëk, Malpigni y Raspail, cosa ya probada por el berlinés Hoffmann.
Aulney, célebre por haber pasado allí temporadas varios grandes escritores.
Los empleados guapos terminan casándose con viejas o jóvenes prendadas de su físico y con las que hilaron una novela esmaltada de cartas estúpidas, pero que surtieron su efecto.
Esgrimir el estilo de la pedestre prosa.
El mérito del folletón hablado, de los deliciosos comadreos adornados de bello léxico. Leemos folletones escritos en una jerigonza, que transforma cada tres años.
Tenía que despedirme de mis bellos ensueños, de mis novelas; no resistí al placer de saber la verdad de un modo oficial.
Transportado a un verdadero capítulo de novela, algo glacial, fúnebre.
Me abismé en una novela a lo Radcliffe, elaborada sobre los datos jurídicos.
Presa de una curiosidad novelera.
Historia novelesca de esa casilla que se encuentra en el centro de un tablero de damas; estaba en el centro del interés y la verdad. Había en aquella mujer el ultimo capítulo de una novela.
Tenía fama de instruida, porque leía novelas.
Antes de ir más allá, puede que los lectores amantes de la exactitud deseen encontrar aquí, de antemano, una especie de inventario, bastante preciso, por otra parte, para saber los grados de parentesco.
Lo que supone para un lector el paso notable de un libro, una brillante reflexión natural.
Vida bohemia, que el berlinés Hoffmann ha descrito.
Tiene un amor de corazón, que sólo va a acarrearle penas y preocupaciones; semeja una joven novelera (los notarios llaman de tal manera la sensibilidad excesiva) y la hemos de ver solterona para rato.
Hace estragos en el corazón una novela de amor.
Se inició la acción por el juego de un resorte gastado, en la vieja como en la nueva literatura, que nadie podría creer en sus efectos.
Devoró las novelas marítimas de Cooper y quiso aprender los términos marineros.
Forjaba novelas de negocios, cuyo desenlace era siempre la transferencia de los condenados títulos.
Casas que constituyen la aristocracia del ocio de "La comedia humana". Navarreins, Cadignan, Langeais, Blamont-Chauvry, Chaulieu, d´Arthez, d´Esgrignon, Mortsauf, Valois.
George Sand ha creado el sandismo. Esa lepra sentimental ha echado a perder a muchas mujeres que, sin sus pujos de geniales, habrían sido encantadoras. Pero el sandismo tiene una cosa buena y es que, como la mujer de él atacada hace recaer sus supuestas superioridades sobre sentimientos mal comprendidos, viene a ser, de alguna manera, la marisabidilla del corazón; de donde el mal es menor, ya que el amor neutraliza la literatura. Pero la fama de George Sand ha surtido el efecto de hacer reconocer, que Francia posee un numero exorbitante de mujeres superiores, lo bastante generosas como para permitir el campo libre a la nieta del mariscal de Sajonia.
La alianza del verso y la prosa muestra una verdadera monstruosidad en la literatura francesa, con alguna excepción.
Enredo peligroso, negro y lúgubre de una novela de lady Radcliffe.
Cómo descuidaban en aquel tiempo los novelistas los pormenores, que hoy vemos curiosa y prolijamente, so pretexto de color local.
La poesía del papel de Schedoni, inventado por mistress Radcliffe en "El Confesonario de los penitentes negros".
Hoy, los novelistas dibujan caracteres; y en lugar del contorno neto, os desvelan el corazón humano y os inspiran interés.
La educación del publico en materia literaria. El lector ha terminado por aprender el arte. Antes no se pedía a la novela más que interés; del estilo nadie se preocupaba, ni siquiera el autor; cuanto a ideas, cero; cuanto a color local, idem. El lector ha ido pidiendo estilo, interés, patetismo, experiencias prácticas; ha reclamado los cinco sentidos literarios; invención, estilo, idea, saber y sentimiento.
La vivísima imaginación ocupada en forjar novelas insidiosas. Libros peligrosos.
Trabajaba surco a surco, línea a línea, en una novela corta para una revista. Pulir el estilo, ahondar en el argumento.
Uno de los rasgos predominantes de la novelita debida a la pluma de Benjamin Constant y una de las explicaciones del abandono de Eleonora, es esa falta de intimidad diurna o nocturna de Adolfo. Cada uno de los dos amantes vive en su casa, han obedecido al mundo y guardado las apariencias. Abandonada periódicamente, Eleonora se ve obligada a enormes dispendios, para ahuyentar las ideas de libertad, que asaltan a Adolfo por fuera.
Artículo de Gustave Planche del libro de Benjamin Constant.
Buscar ideas para argumentos de novela.
Exigente lector.
Insistiendo mentalmente en los planes que su ambición le sugería. Como los hombres que han exprimido demasiado la naranja del placer, sólo le restaba ser ambicioso.
Pizzo, localidad de Calabria donde Murat fue fusilado el 13 de octubre de 1815.
Materiales a título de fideicomisario, materiales que recibe el heredero nombrado como sustitución de otro.
Los jugadores no tienen nada propio.
Fulgurante e intensa visión.
El garbo de su talle flexible como una rama de sauce.
La pureza de la perla que yace bajo el fondo de los mares.
La voluptuosidad que se ignora propiamente.
Las mil delicias de la riqueza.
Ninon de Lenclos y Marion Delorme son las que jugaron el papel francés de las Imperia, Catalina y Marana, mujeres que los siglos precedentes reunían la sotana, la toga y la espada.
Catalina es una cortesana española del tomo VIII de "Gil Blas".
Jurar con una honradez y una persuasión de condenado.
El violento amor de las prostitutas, como Henriette Wilson amó a lord Ponsomby.
Ilusiones celestiales.
Una de esas lágrimas que recogen los ángeles.
Día de luto y esperanza.
Esos peligros de los que no se espanta ni el ser humano con menos arrojo porque avivan el amor y sus placeres.
Dormir con el sueño de los viejos.
Vigilancia draconiana.
Al estilo de las viejas novelas ofrecía su corazón y su mano.
París está situado a 48º latitud norte.
Punzante reflexión.
Un escondite adaptado de un rincón de la casa ensanchada por aquel lugar con uno de esos caprichosos entrantes frecuentes allí donde los hombres se ven obligados por la carestía del terreno a no permitir espacio libre entre las casas.
Un crucifijo con un acetre.
Era una perla dentro de su concha de nácar.
Satanás ebrio de una dicha desconocida, entreviendo el cielo a través de los jirones de nubes.
Una visión con la que brillaba la pureza de los querubines.
Ver con una penetrante lucidez.
Se esforzó para ser respetuoso y tierno.
Tuvo palabras que sonaron como melosas caricias.
Embarcó a la joven con los programas de una nueva vida y comentó esas convenciones disputadas que dan derechos y realidad al amor.
Como jugador experimentado preparaba un desenlace del que disfrutaba de antemano como un artista enamorado de su realización.
Queriendo no abandonar nada de su presa como un tigre.
La Marana, querida declarada de un soberano, Murat.
Los ecos del dolor y la angustia de la alegría.
El argumento principal del estudio.
El vicio es un rápido desenlace; la devoción una vida de sufrimientos.
Meditación tormentosa y solemne.
El paroxismo de su inmensa cólera.
Magníficos silencios ignorados.
Ilusiones traicionadas.
El mundo noble por las armas del siglo IV.
La astucia que triunfa siempre representa la fuerza más grande.
Tacto aterciopelado.
Tono de atropello.
Desprecio elegante y encubierto.
Vivir con la aprensión de una desgracia.
La maldad calculada.
Visión de mártir, peso de una fascinación.
La curiosa jurisprudencia de las leyes francesas no permite perseguir a los muertos.
Una animosidad ilimitada, las precauciones de la desconfianza.
Las conversaciones íntimas constituyen uno de los mayores atractivos del matrimonio.
Exorbitantes goces del juego.
Los vericuetos legales.
Los bastidores del teatro político.
Hacer la actividad del poder político, impulsar la industria y ser una eminencia financiera.
Ese jugador vulgar que los demás caracterizan de indigno y que termina por mendigar.
El lodo del desprecio.
Tono brusco, dominante.
El velo del futuro.
Con el aplomo y la rapidez de los reflejos de un ser humano acostumbrado a sacar partido de todo se aficionaba con los indefinibles caprichos del juego.
Cuchillos de acero muy pequeños, puntiagudos y con mango de nácar para cortar la fruta del postre.
La energía de un león y la agilidad de un ciervo
La obediencia exenta de curiosidad de los hijos educados.
Crimen flagrante.
(La España tétrica)
Francisco Martínez de la Rosa (1789-1862), político y escritor, vivió en París como exiliado y embajador. Balzac pudo inspirarse con él para caracterizar el personaje de Macumer de "Mémoires de deux jeunes mariées". Le aportó datos para la redacción de "Les ressources de Quinola", 1842.
Calcular con la vista.
Fatalidades inexplicables.
Tono de amarga ironía.
Una condición de inmovilidad total.
Temblar de ilusión.
Tono solemne.
Mirada de desprecio y orgullo.
Un movimiento convulsivo, una manifestación de dolor.
Un grito de horror.
(El verdugo)
Verano, tiempo de oro para los mensajeros.
Apretujados como sardinas dentro de una banasta.
Fisco famélico.
Bienestar de un buen cargo.
Mi estómago es como la naturaleza; odia el vacío.
Las buenas cuentas hacen los buenos amigos. Les bons comptes font les bons amis.
Abundancia de bienes no daña. Abondance de biens ne nuit pas.
Le sienta como a un cauterio una pata de palo. Comme un cautere sur une jambe de bois.
Si no hay pasta no hay suizo. Pas d´argent pas de suisse. Los porteros de los grandes palacios solían ser suizos.
Los de Dalmacia, al fondo del Adriático, todos son piratas, truhanes, corsarios, uscoques.
Con los lobos hay que hacer aullidos. Il faut hurler avec les loups.
Locanda, hostería de Venecia.
Los tigres son celosos como un dálmata.
No atan su perro con longanizas. N´attachent pas leurs chiens avec des sancissês.
La dicha no habita a la sombra de los techos dorados. Le bonheur n´habite pas sous des lambris dorés.
Los zapateros son siempre los peor calzados. Les cordonniers sont toujours les plus mal chaussés.
El aburrimiento nació un día de la uniformidad. L´ennui naquit un jour de l´uniformité.
Hacer más ruido que faena. Faire plus de bruit que de besogne.
Cuando hay que emplear el talento nunca se emplea de más. Quand on prend du talent on n´en saurait trop prende.
Zumbona expresión del campesino cuando echa la cuenta de sus ganancias.
No hay que arrojar nunca el mango tras el hacha. Il ne faut jamais jeter la manche après la cognée.
Frase corriente. Famoso como el lobo blanco.
La croquer. Croquearla. Hacer un croquis y engullir una golosina.
Cólera de una reina ofendida.
Colorado como un ababol.
Estómago famélico no tiene orgullo. Ventre affamé n´a pas d´orgueil.
Demasiado hablar daña. Trop parler nuit.
La naturaleza procede y se vale del dolor para imprimir un recuerdo perdurable de sus enseñanzas. El discernimiento con el que las correcciones deben aplicarse es el principal argumento para refutarlas porque la naturaleza no se engaña nunca y el preceptor tiene por fuerza que equivocarse mucho.
Cocon. Capullo de gusano de seda.
Distraído o poco exacto.
Lacerado por la carlanca de aquel sistema férreo. Collar ancho y fuerte erizado de puntas de hierro que evita a los mastines la mordedura de los lobos.
Arrastrado por un remolcador de un poder de capricho ilimitado.
La organización moral tiene sus leyes que son implacables y que siempre que las desobedecemos llevamos el correspondiente castigo. Hay una, sobre todo, a la que el propio animal obedece sin rechistar. La que nos manda huir de todo aquel que una vez nos hizo daño con intención o sin intención, queriendo o sin querer. Siempre nos será funesta aquella criatura que una vez nos causó perjuicio o disgusto. Cualesquiera que sean su rango o el grado del afecto que nos una debemos romper, pues es nuestro genio malo quien nos la envía.
El azar pierde a los hombres y el azar los rescata.
(Un primer paso en la vida)
Llevar dentro del cerebro la imaginación controlada por la Prensa.
Lindo pie de castellana.
George Sand, con quien reviven la fuerza, el poder y la manera de ver las cosas de su abuelo natural, el mariscal de Sajonia.
Beata sequerona (muy delgada).
Batir con el martillo del respeto el yunque de la obediencia pasiva.
Una población donde todo está etiquetado, definido, sabido, encasillado, archivado, cifrado y numerado.
Blasones. La barra es señal de bastardía.
Párpados armenios.
La Suerte, la diosa de los necios.
El singular problema de ser poderoso sin ser popular.
La palabra, arma a quemarropa, solo tiene un efecto instantáneo. La reflexión mata la palabra cuando la palabra no ha triunfado de la reflexión.
El susto ocasionó una infiltración serosa dentro del cerebro.
(Albert Savarus)
El recodo de la carretera que gira formando lo que los italianos llaman cornisas.
Estigia de los secretos del prójimo.
Armar una de esas trampas, que llaman ratoneras, en la "Fisiología del matrimonio".
Incongruencias fisionómicas.
Ojos semejantes a dos ánimas de cañón.
Taciturno, devoto, viajaba por esa inmensa extensión del país que, en el mapa de lo Tierno, se llama Amor sin ilusión y que forman las áridas y sublimes estepas del Deseo.
Claroscuro, retruécano que se remonta al origen de las banderolas.
A caballo sobre las formalidades.
Firmar de buen grado.
¿Qué crimen de leso millón, no representa eso de demostrar a los ricos la impotencia del oro?
Seres y cosas ejercen un influjo sobre el porvenir, como el carácter, suponiendo que el carácter no reciba a su vez algunas huellas indelebles.
Catecúmeno del Becerro de Oro.
Reducir a su justo valor los rumores de la plaza.
Émbolos de la inmensa máquina llamada Comercio.
La resolución y la sangre fría.
Diabólica habilidad de beata.
Hoy más que nunca, dispone el novelista de los efectos de la completa ignorancia de los unos y de la palpitante atención de los otros. Lo social se daba el gusto de hacer la historia más interesante que la novela.
Los labios expresan la voluptuosidad.
Fisonomía vaporosa, a la vez que inteligente.
Fragancias de la flor azul del Ideal.
Aventurar en el tapete rojo de la guerra su audacia provenzal.
Encontrar esa casualidad, que busca a todos los chicos guapos.
La Banca es siempre baronesa.
El fenómeno de la admiración, que no es sino una creencia efímera, difícilmente se aviene al concubinato con el ídolo.
El genio está, con igual frecuencia, por encima y por debajo de los acontecimientos.
La teneduría de libros, esa ciencia que distingue a los sargentos mayores del comercio.
Poner el colmo a la dicha.
El palacio de cristal de la prosperidad.
La ruina con sus alas de buitre.
Falta de noticias, buenas noticias.
La leche se corta por efecto de un trueno.
Girar la conversación.
La explicación forma un cuasi paréntesis.
Acciones de gracia.
Palique criminal.
Novelas de Ducray-Duminil.
Un breve relato que, sabiamente desarrollado, habría dado materia, para un cuadro de costumbres.
Entregarse de lleno a leer, como para volverse idiota.
Ingenuidad germánica.
Expresión de hurañez.
Heroína de una negra novela.
Las peripecias de Gil Blas.
Comer el pan bazo de la vida honesta.
Sumergirse en ese empacho profundo, en el que caen los hombres de genio, ansiosos por librarse de él, mediante las inmensas tareas de la actividad a la cual se entregan.
Goldsmith, Charles Nodier, Maturin, los autores más pobres y sufridos, desenlaces entreverados de celestiales éxtasis, artistas mártires de sus facultades.
La vanidad, un auxiliar poderoso de los actos.
Bellos libros de d´Arthez.
Publicación en vitela de formato cavalier. Término entre el cuadrado y el marquillo mayor.
Se distingue Canalis de Lamartine, el fundador de la escuela angélica, por su melosidad de enfermera, una traicionera dulzura y una corrección deliciosa. Si el jefe de los gritos sublimes es un águila, Canalis, blanco y rosa, es una garza.
Con impaciencia, los árboles semejaron un plumaje.
Mennevales, hombres que gustan de vivir en la sombra y de una actividad tranquila.
Las ansiedades de una imaginación de fuego.
El sentido positivo del siglo se da prisa a unir el dinero con el dinero.
La ciénaga del interés personal.
Expresión zumbona.
Ensoñación tudesca y vivacidad provenzal.
Desmochar el tesoro.
Lo desconocido es el infinito oscuro y no hay nada más atrayente.
Reduzcamos a la verdad de la novela lo que por mi voluntad nos sucede.
La reflexión, la segunda vista y la experiencia.
Aburrido como un día de lluvia.
La máscara del incógnito más severo.
En literatura no se compone un tipo, sino fundiendo en él las singularidades de varios caracteres análogos.
Las incidencias de la navegación.
Un lindo brick de setecientas toneladas, construido con madera de teca, forrado de cobre, con pernos de cobre.
La desgracia que acarrea ese brillo fatal, que irradia la opulencia.
Consternada Petrilla ante sus huevos estrellados.
Fibra sensible de la delicadeza.
Asombro estúpido.
Blanco de sabio y perspicaz análisis.
Actitud impenetrable.
Rayar en el colmo de la desconfianza.
El frío silencio de las cosas.
La máscara del incógnito.
Un arrebato de autor aplaudido.
Semejar caído de la luna.
Las críticas y las desazones de la vida literaria.
Tirar en una kibitka como un fardo. Del ruso.
Ingenioso y astuto, cual príncipe que se venga y más hábil que un espía.
Flores abiertas al sol de la gloria.
Enfática ironía.
Gesto de atroz energía.
La perla de los yernos.
Burlas que se permite el azar.
Jugar a la fábula de "Beltrán y Ratón".
Hacer ejercicios de Alcides.
Una joven seducida, una Julia d´Etanges.
Cuánto daño hacen las novelas. Si no se escribiesen, las haríamos; preferible es leerlas. Hay menos aventuras en estos tiempos, que en los de Luis Catorce y Luis Quince, cuando se publicaban menos novelas.
Arnaldo Berquin. Literato francés del siglo XVIII, autor de novelas rosa.
Nuestra ley nos permite la agresión con sus consecuencias, salvo el crimen y la ruindad.
Hollar los guijos de vidrio de la realidad.
La fantasía, que en aquel frágil pecho reunía todo lo de la mujer, desde los ensueños esmaltados de violetas de la púdica doncella, hasta los insensatos deseos de la cortesana, la llevó al centro de sus encantados vergeles, donde veía, en lugar de su flor sublime, salir de la tierra las peludas y retorcidas patas de la negra mandrágora.
Copa del desencanto.
Las áridas llanuras de la realidad.
Pasar revista a las circunstancias de la aventura.
La figura del emigrado, en el conde de Mortesauf (véase "La azucena del valle") y la nobleza, en el marqués d´Espard (véase "La interdicción").
La familia d´Hérouville estuvo a punto de extinguirse a causa de un aborto (véase "El hijo maldito". Estudios filosóficos").
Ojos azules, tirando al éxtasis.
Los hombres son como los libros y, en ocasiones, se les aprecia demasiado tarde.
Porvenir cubierto de densas nubes.
Satélite de un astro, abandonado a los azares de la situación.
Como quien escucha la verdad, cuando esperaba un cumplido.
Actitudes de satisfacción.
Fijeza que la meditación presta a los ojos.
La palabra, una de las más terribles prodigalidades de fluido vital.
Tétrico como un español, con los ojos fijos.
Pretextar la hermosura de una noche equívoca.
El secreto de los celos.
Calidad de verdadero enamorado.
Los engendros nacen todos centenarios.
Dormir con el sueño de los triunfadores, el más dulce de los sueños, después del de los justos.
Refugiarse en el monte Aventino del orgullo.
Mantener la conversación a cabos sueltos.
Manifestaciones del egoísmo.
Escuchar con la atención de un espía.
Prosa pomposamente declamada.
Útil algodón.
Los sinuosos caminos de la fantasía.
Defecto del que presta, pero no da.
Presa de los dolores de unos celos negros y reconcentrados.
Implacables ángeles.
Salidas de pie de banco.
El extraño hechizo que realiza la suerte de la gloria, no perdura. Es una sensación fugaz como el relámpago y que no se renueva.
Irradiar la luna ingeniosamente evocada.
Viva elocuencia particular del gesto.
Ánimo de difamación, que anima a los comerciantes.
La hora tonta, l´heure du berger, la hora del pastor.
Garbo tozudo de los insectos.
Silencio epistolar.
El colmo de la inquietud.
El más solemne mentecato, que haya caído de la luna.
Tiesura británica.
La charada del porvenir.
La expresión de un deseo.
Emoción contenida.
Ribetes de respeto en el ademán y la palabra.
Acero de la cólera.
Diana de Manfrigueuse, joven muy bien puesta.
Vengarse con astucias más crueles que puñaladas.
Punzantes reflexiones del ambicioso.
Notable por ese tono, que une la impertinencia al desenfado.
Un epigrama descompasado, opuesto a la justificación de la conducta.
(Modesta Mignon)
Existencia tipográfica.
Odiosa especulación desenfrenada.
Santa vida privada, libertad del hogar.
Curiosidad publica.
Cuadro de costumbres.
Movimiento progresivo que lleva a la población parisiense a establecerse a lo alto de la orilla derecha del Sena.
Sintética descripción.
Tipo y estilo.
El movimiento que exige el comercio al detalle.
Categoría de comparsas.
Drama doméstico.
Tranquilo sabio.
Unión de menesteres y placeres.
Restauración menesterosa.
Mármol de Languedoc.
Miedo, odiosa divinidad.
El paso de la actividad al retiro es el tiempo crítico del empleado. Aquellos de los retirados que no saben o no pueden sustituir con otros los cumplimientos que abandonan se transforman extrañamente.
Devorados con el splin de los empleados.
Franquear los grados de la jerarquía burocrática.
La educación de la época.
La influencia de la Restauración sobre la burocracia. De los cuarenta y un departamentos suprimidos volvió una masa de empleados honorables solicitando plazas inferiores a las que habían ocupado. A estos derechos adquiridos se unían los derechos de las familias proscritas arruinadas con la agitación.
Pretexto frívolo.
Máquina ministerial.
Promoción al grado.
Preocupaciones de la propiedad.
La energía y la inteligencia, caracteres que bajo el martillo de la adversidad se concentran, devienen compactos e inflexibles.
La naturaleza habituada a triunfar.
Genio del menaje, sentido de la economía, entendimiento de la vida y amor a la actividad.
Cuestión financiera. Prevenir objeciones y desembarazar el drama.
Un autócrata, un Ladislao, un Papa infalible.
Ilota. Actitud pasiva.
El banquero Keller, campeón de las izquierdas.
La acción laminadora que gradúa la máquina administrativa, donde uno adelgaza con referencia a su extensión.
Callejón sin salida. Cul-de-sac.
Momento crítico.
Los que desde el año 1830 abandonaron el foro por la política.
La fuerza de la capa media que la agitación de julio embutió a las fibras del poder.
Tiempo crítico del retiro.
Razones de la oposición y del poder político.
La dinastía, actividad del movimiento de julio.
Frase y suceso.
Cándidos sabios que cultivan la ciencia por la ciencia.
Color uva de Corinto.
La votación con la cual la Cámara de los diputados terminaba de derrotar al Ministerio del 12 de mayo, negándose a la dotación solicitada por el duque de Nemours.
Magnificencia del trono y de la púrpura.
Llevar un tren real.
Entre los corsos, los tipos sujetos a cóleras e irascibilidades peligrosas son, a menudo, rubios y de aparente tranquilidad.
El examen de la ciencia médica y de la psicología filosófica.
Fases del carácter.
Bromas infernales.
Expresión famosa. El juego está ganado cuando las gentes vulgares comienzan a ver la trampa.
Cultivar la filantropía, expresión que explica al filántropo.
Vanidad, cimiento de la filantropía. Cálculo, hipocresía liberal.
Economía sórdida.
Sufrir persecuciones bajo la Restauración por fidelidad a los liberales.
El colegio de Abogados no admite un nuevo compañero si no posee un gabinete decente, una biblioteca y verifica cosas y lugares.
Demostraciones teológicas.
El valor de una visión sintética.
La manzana envenenada de la pasión.
El ruido decide la avalancha.
El momento que el deseo llega al punto que salta sobre las conveniencias.
Valor aristocrático del ocio de los gestos y la mirada.
Los colores de un tartán de un clan de Escocia.
Amar con un efecto sin límites.
Grado de licenciado.
Renombre y talento.
Urdir infamias con aspecto legal.
Usura del arroyo. Préstamo a la semana.
Relámpago de odio infernal.
Materia moral y política.
Encantadora bondad.
Las cúpulas del Panteón y el Val-de-Grâce semejan dos gigantes y disminuyen el aire.
El tiempo, que transforma fatalmente las caras de rasgos finos y delicados, embellece las que con la juventud tienen formas gruesas y toscas.
Saludo circular.
Consejero municipal.
La mano entre los botones del chaleco, gesto de Odilon Barrot.
Ley de la preferencia personal.
Delicadeza, flor del honor.
Fuerzas intelectuales.
Actuar franco, el colmo del arte.
El diablo de la Edad Media se posesionaba de las gentes haciendo imposible todo despertar.
La adulación, un material infalible con manos peritas.
El ser humano de voluntad no encuentra nada inexpugnable.
Cada cosa con su valor.
Grado de avaricia.
La catástrofe del pacto de las cuatro potencias. Los beneficios franceses, espantados con la perspectiva de la guerra a la que se entregó demasiado Thiers, cayeron veinte francos y llegó a verse el tres por cien a sesenta. Esta caída financiera influyó sobre los inmuebles de París de manera desagradable y todos los que estaban a la venta se vendieron a la baja.
Lo secreto de su situación.
El momento que los animales feroces van a coger su alimento ha sido siempre el más grave.
Acusar de bancarrota fraudulenta.
Potencia de la franqueza que mueve a todos.
Molesta cuando un adversario desnuda el pecho durante el duelo.
Matar moralmente.
Proverbio. Préstame el ruibarbo, que yo te prestaré el sen.
Autoconciencia del oficio.
El Colegio de abogados prohíbe a sus miembros hacer nada que concierna a los procuradores. Procurador y abogado se ven dentro del tribunal; sólo para casos de urgencia un abogado va a la busca de un procurador.
Poner sobre los autos de la trama.
Crimen de educación.
Los naturalistas someten la religión a la razón.
Deísta in petto.
Culto de la diosa Libertad. La Razón.
Transformación completa que produce la ilusión.
Falbalá de lodo.
Chis prolongados a los que obedecen los conspiradores.
Fin de libertinaje infame.
El pueblo da a las gentes de negocios el sobrenombre de monos y a los empresarios.
(Los pequeños burgueses)
La morada del usurero es una de las cien puertas del hospital.
Corsarios, banqueros, toman una cédula de mil escudos igual que un pirata coge sus patentes de corso.
El poder político siente armonía con esta Sociedad profundamente ilógica.
Plagas de nuestra decadencia, que desde el año 1815 ha reemplazado la ley del Honor por la ley del dinero.
Las oficinas son la gran fábrica de las mezquindades que los poderes políticos tienen menester para mantener el feudalismo del dinero con el que se apoya el actual contrato social.
Halperine, banquero con casas en Rusia y Austria.
Dolores que nuestra imaginación supone que debe producir el envenenamiento.
Según el diccionario Littré, banqueros y hombres de negocios utilizaban la letra P para indicar pagado o protestado.
Fiebre de la mente racional de un ser humano arrastrado con suficiente viveza por la pasión para cometer un crimen.
Grado de pasión inspirada con la costumbre que no permite ver nada.
Elementos del acta de acusación.
Hachazo del despotismo que abate el árbol para conseguir los frutos.
Transiciones, alternativas que calculan la alegría y el sufrimiento y que alteran los goces humanos.
Viendo el origen y el mecanismo del mundo no por eso admiraba sus consecuencias y manifestó ese desdén profundo que vuelve al ser humano superior semejante a una esfinge que lo sabe todo, lo ve todo y que se mantiene con una inmovilidad silenciosa. No sentía la menor veleidad de comunicar su ciencia al resto de los hombres.
Suave criatura prisionera de la mala voluntad de un encantador con un cuerpo deforme y que presa dentro de la campana de un pacto precisa de la voluntad de otro para romper una detestable envoltura detestada.
El Melmoth de Maturin descendía de una familia inglesa que ningún momento se presenta como noble por las armas, instalada en Irlanda durante la época de Cromwell.
División. Durante las asambleas deliberantes la separación que se hace de las proposiciones contenidas de una moción, de una cuestión para discutirlas separadamente.
La Bolsa es como una gran mesa de cacho donde los mañosos saben adivinar el juego de un ser humano y la condición de su caja por su fisonomía. Juego de naipes similar a la berlanga.
Horrorosa postración que provocan los goces excesivos de los narcóticos.
Bolsistas. Un trozo de papel llamado acción vale una potencia.
(Melmoth reconciliado)
Demonio, fuego fatuo que atrae con irresistible magnetismo.
Lágrimas de rabia.
Momentos horribles de la vida humana, en los que se modifica el carácter, en los que la conducta depende del acierto o desacierto de la primera acción.
Obstinación inteligente, que a la larga todo lo consigue.
Cuanto más difícil nos es conseguir una cosa, más violentamente la deseamos.
Sello del libertinaje.
Son pocas las pasiones que, a la larga, no se vuelven bastardas.
Conjeturas difusas como los primeros destellos del alba.
Papel Weynen.
Extraordinario disimulo, que deviene preciso emplear cuando están en juego las grandes preferencias.
Justicia inútil para resolver los asuntos particulares.
Abundante astucia.
La Naturaleza escapa a todo análisis, porque es inasequible en cualquiera de las formas.
Manifestar sorpresa.
Enemigo cruelmente inteligente.
Mar sin orillas de las suposiciones.
En su hogar un soberano bonachón, un ser humano de paraguas, filósofo sin saberlo.
Casa del género cabajoutis. Hechas de marquetería, viviendas antes separadas y que el capricho de los propietarios ha ido uniendo; o cuya construcción se suspendió y emprendió nuevamente; desventuradas, como algunos países han vivido bajo diversas dinastías de dueños caprichosos; pisos y ventanas carecen de conjunto, con expresión característica de la pintura.
Maletín enciclopédico.
Tafetán inglés para las heridas.
Ser humano de palabra, puntual como la aurora.
Un ser humano de honor debía haberse suicidado, para sustraerse a la infamia.
La memoria, cualidad que da sentido a nuestra vida.
Los dolores son personales y sus efectos no están sometidos a ninguna regla fija.
La muerte, los esfuerzos de un dolor sincero en lucha con la decadencia de la civilización, con la administración.
La legalidad constitucional y administrativa no alumbra nada; es un monstruo infecundo para los pueblos, los soberanos y los intereses privados; pero los pueblos sólo saben deletrear las reglas escritas con sangre; las desventuras de la legalidad siempre serán pacíficas; posee la aptitud de aplastar a un país.
Lluvia de inconsolable aflicción.
Incoar el proceso legal verbal.
La noticia del suceso se extendió con la rapidez telegráfica propia de los lugares en los que las comunicaciones sociales no sufren pausa y en los que la maledicencia, la charlatanería, la calumnia y el chiste social de los que se alimenta la masa, no permiten hueco.
(Historia de los Trece)
Orgullo del pobre.
Relieve y redondez de la naturaleza.
Naturaleza divina, completa, ideal.
Desalientos profundos y espontáneos cuya causa, de creer a los matemáticos de la medicina, radica con una mala digestión, con el viento, el calor o algún atasco de los hipocondrios. Y según los espiritualistas con la imperfección de nuestra moralidad.
Fanatismo inefable que produce el largo alumbramiento de una gran creación.
Viejo lansquenete, viejo reitre, persona experimentada.
(La creación artística desconocida)
Cuentos del conde de Steele.
Grado de similitud.
Espía vil.
Europa descansa sobre la Herencia como sobre un eje.
Bravo. Término italiano, matón.
Transferencias comerciales.
Muerte repentina con sus caprichos.
Influjo diabólico.
Analizar los hombres y las cosas.
La Muerte por donde pasa devora sin pudor.
Amor de posesión oriental de placeres largos y sencillos.
Grado de burla.
Velo del porvenir.
(El Elixir de larga vida)
Garras comerciales.
Ensoñación del intelectual.
Experiencias frenológicas.
Un tiempo que el papel moneda había alcanzado el ultimo grado de envilecimiento y que el oro valía mucho dinero.
Paciencia práctica de esos viajeros filósofos, los cuales han aceptado la inutilidad del ruido.
Franqueza picarda e ingenuidad de un carácter bondadoso y tierno.
Grado de maña.
Cayó bajo un ensueño que gradualmente lo llevó a sanas ideas de moral.
La razón terminó por disipar completamente su momentáneo frenesí.
Somnolencia primera y fantástica que precede un sueño profundo. Entonces los sentidos se embotan y la vida va aboliéndose gradualmente, las reflexiones son incompletas y los ultimos estremecimientos de nuestros sentidos simulan una especie de ensoñación.
Ese estremecimiento nervioso que sentimos cuando al despertar, termina una sensación penosa que ha comenzado durante el sueño. Actúa un hecho fisiológico, un sobresalto que contiene fenómenos curiosos para la ciencia. Esa terrible angustia producida tal vez con una reunión demasiado súbita de nuestras dos naturalezas separadas durante el sueño suele ser por lo general rápida.
(La posada roja)
Restallantes prestigios del genio.
Silencios, resignados y sometidos a la voluntad divina como gentes acostumbradas a seguir instintivamente como los animales las oscilaciones de la Naturaleza.
Las riquezas, el orgullo, la ciencia, el libertinaje, el crimen, la sociedad humana como la hacen las artes, la mentalidad, la educación, el mundo y sus leyes.
Aldeanos, gentes de esfuerzo y fatiga, encarnación de la tarea, de la labor de la que vivía el mundo.
Damas de la Edad Media que llevaban los blasones de sus casas pintados con sus vestidos de oro.
Reflexión política de Balzac inspirada del "Catecismo social" de Bonald.
La actitud balzaquiana obedece a exigencias políticas y sociales.
(Jesús en Flandes)
Si fuera posible usar en literatura el microscopio de Leuvenhoëk, Malpigni y Raspail, cosa ya probada por el berlinés Hoffmann.
Aulney, célebre por haber pasado allí temporadas varios grandes escritores.
Los empleados guapos terminan casándose con viejas o jóvenes prendadas de su físico y con las que hilaron una novela esmaltada de cartas estúpidas, pero que surtieron su efecto.
Esgrimir el estilo de la pedestre prosa.
El mérito del folletón hablado, de los deliciosos comadreos adornados de bello léxico. Leemos folletones escritos en una jerigonza, que transforma cada tres años.
Tenía que despedirme de mis bellos ensueños, de mis novelas; no resistí al placer de saber la verdad de un modo oficial.
Transportado a un verdadero capítulo de novela, algo glacial, fúnebre.
Me abismé en una novela a lo Radcliffe, elaborada sobre los datos jurídicos.
Presa de una curiosidad novelera.
Historia novelesca de esa casilla que se encuentra en el centro de un tablero de damas; estaba en el centro del interés y la verdad. Había en aquella mujer el ultimo capítulo de una novela.
Tenía fama de instruida, porque leía novelas.
Antes de ir más allá, puede que los lectores amantes de la exactitud deseen encontrar aquí, de antemano, una especie de inventario, bastante preciso, por otra parte, para saber los grados de parentesco.
Lo que supone para un lector el paso notable de un libro, una brillante reflexión natural.
Vida bohemia, que el berlinés Hoffmann ha descrito.
Tiene un amor de corazón, que sólo va a acarrearle penas y preocupaciones; semeja una joven novelera (los notarios llaman de tal manera la sensibilidad excesiva) y la hemos de ver solterona para rato.
Hace estragos en el corazón una novela de amor.
Se inició la acción por el juego de un resorte gastado, en la vieja como en la nueva literatura, que nadie podría creer en sus efectos.
Devoró las novelas marítimas de Cooper y quiso aprender los términos marineros.
Forjaba novelas de negocios, cuyo desenlace era siempre la transferencia de los condenados títulos.
Casas que constituyen la aristocracia del ocio de "La comedia humana". Navarreins, Cadignan, Langeais, Blamont-Chauvry, Chaulieu, d´Arthez, d´Esgrignon, Mortsauf, Valois.
George Sand ha creado el sandismo. Esa lepra sentimental ha echado a perder a muchas mujeres que, sin sus pujos de geniales, habrían sido encantadoras. Pero el sandismo tiene una cosa buena y es que, como la mujer de él atacada hace recaer sus supuestas superioridades sobre sentimientos mal comprendidos, viene a ser, de alguna manera, la marisabidilla del corazón; de donde el mal es menor, ya que el amor neutraliza la literatura. Pero la fama de George Sand ha surtido el efecto de hacer reconocer, que Francia posee un numero exorbitante de mujeres superiores, lo bastante generosas como para permitir el campo libre a la nieta del mariscal de Sajonia.
La alianza del verso y la prosa muestra una verdadera monstruosidad en la literatura francesa, con alguna excepción.
Enredo peligroso, negro y lúgubre de una novela de lady Radcliffe.
Cómo descuidaban en aquel tiempo los novelistas los pormenores, que hoy vemos curiosa y prolijamente, so pretexto de color local.
La poesía del papel de Schedoni, inventado por mistress Radcliffe en "El Confesonario de los penitentes negros".
Hoy, los novelistas dibujan caracteres; y en lugar del contorno neto, os desvelan el corazón humano y os inspiran interés.
La educación del publico en materia literaria. El lector ha terminado por aprender el arte. Antes no se pedía a la novela más que interés; del estilo nadie se preocupaba, ni siquiera el autor; cuanto a ideas, cero; cuanto a color local, idem. El lector ha ido pidiendo estilo, interés, patetismo, experiencias prácticas; ha reclamado los cinco sentidos literarios; invención, estilo, idea, saber y sentimiento.
La vivísima imaginación ocupada en forjar novelas insidiosas. Libros peligrosos.
Trabajaba surco a surco, línea a línea, en una novela corta para una revista. Pulir el estilo, ahondar en el argumento.
Uno de los rasgos predominantes de la novelita debida a la pluma de Benjamin Constant y una de las explicaciones del abandono de Eleonora, es esa falta de intimidad diurna o nocturna de Adolfo. Cada uno de los dos amantes vive en su casa, han obedecido al mundo y guardado las apariencias. Abandonada periódicamente, Eleonora se ve obligada a enormes dispendios, para ahuyentar las ideas de libertad, que asaltan a Adolfo por fuera.
Artículo de Gustave Planche del libro de Benjamin Constant.
Buscar ideas para argumentos de novela.
Exigente lector.
Insistiendo mentalmente en los planes que su ambición le sugería. Como los hombres que han exprimido demasiado la naranja del placer, sólo le restaba ser ambicioso.
Pizzo, localidad de Calabria donde Murat fue fusilado el 13 de octubre de 1815.
Materiales a título de fideicomisario, materiales que recibe el heredero nombrado como sustitución de otro.
Los jugadores no tienen nada propio.
Fulgurante e intensa visión.
El garbo de su talle flexible como una rama de sauce.
La pureza de la perla que yace bajo el fondo de los mares.
La voluptuosidad que se ignora propiamente.
Las mil delicias de la riqueza.
Ninon de Lenclos y Marion Delorme son las que jugaron el papel francés de las Imperia, Catalina y Marana, mujeres que los siglos precedentes reunían la sotana, la toga y la espada.
Catalina es una cortesana española del tomo VIII de "Gil Blas".
Jurar con una honradez y una persuasión de condenado.
El violento amor de las prostitutas, como Henriette Wilson amó a lord Ponsomby.
Ilusiones celestiales.
Una de esas lágrimas que recogen los ángeles.
Día de luto y esperanza.
Esos peligros de los que no se espanta ni el ser humano con menos arrojo porque avivan el amor y sus placeres.
Dormir con el sueño de los viejos.
Vigilancia draconiana.
Al estilo de las viejas novelas ofrecía su corazón y su mano.
París está situado a 48º latitud norte.
Punzante reflexión.
Un escondite adaptado de un rincón de la casa ensanchada por aquel lugar con uno de esos caprichosos entrantes frecuentes allí donde los hombres se ven obligados por la carestía del terreno a no permitir espacio libre entre las casas.
Un crucifijo con un acetre.
Era una perla dentro de su concha de nácar.
Satanás ebrio de una dicha desconocida, entreviendo el cielo a través de los jirones de nubes.
Una visión con la que brillaba la pureza de los querubines.
Ver con una penetrante lucidez.
Se esforzó para ser respetuoso y tierno.
Tuvo palabras que sonaron como melosas caricias.
Embarcó a la joven con los programas de una nueva vida y comentó esas convenciones disputadas que dan derechos y realidad al amor.
Como jugador experimentado preparaba un desenlace del que disfrutaba de antemano como un artista enamorado de su realización.
Queriendo no abandonar nada de su presa como un tigre.
La Marana, querida declarada de un soberano, Murat.
Los ecos del dolor y la angustia de la alegría.
El argumento principal del estudio.
El vicio es un rápido desenlace; la devoción una vida de sufrimientos.
Meditación tormentosa y solemne.
El paroxismo de su inmensa cólera.
Magníficos silencios ignorados.
Ilusiones traicionadas.
El mundo noble por las armas del siglo IV.
La astucia que triunfa siempre representa la fuerza más grande.
Tacto aterciopelado.
Tono de atropello.
Desprecio elegante y encubierto.
Vivir con la aprensión de una desgracia.
La maldad calculada.
Visión de mártir, peso de una fascinación.
La curiosa jurisprudencia de las leyes francesas no permite perseguir a los muertos.
Una animosidad ilimitada, las precauciones de la desconfianza.
Las conversaciones íntimas constituyen uno de los mayores atractivos del matrimonio.
Exorbitantes goces del juego.
Los vericuetos legales.
Los bastidores del teatro político.
Hacer la actividad del poder político, impulsar la industria y ser una eminencia financiera.
Ese jugador vulgar que los demás caracterizan de indigno y que termina por mendigar.
El lodo del desprecio.
Tono brusco, dominante.
El velo del futuro.
Con el aplomo y la rapidez de los reflejos de un ser humano acostumbrado a sacar partido de todo se aficionaba con los indefinibles caprichos del juego.
Cuchillos de acero muy pequeños, puntiagudos y con mango de nácar para cortar la fruta del postre.
La energía de un león y la agilidad de un ciervo
La obediencia exenta de curiosidad de los hijos educados.
Crimen flagrante.
(La España tétrica)
Francisco Martínez de la Rosa (1789-1862), político y escritor, vivió en París como exiliado y embajador. Balzac pudo inspirarse con él para caracterizar el personaje de Macumer de "Mémoires de deux jeunes mariées". Le aportó datos para la redacción de "Les ressources de Quinola", 1842.
Calcular con la vista.
Fatalidades inexplicables.
Tono de amarga ironía.
Una condición de inmovilidad total.
Temblar de ilusión.
Tono solemne.
Mirada de desprecio y orgullo.
Un movimiento convulsivo, una manifestación de dolor.
Un grito de horror.
(El verdugo)
Verano, tiempo de oro para los mensajeros.
Apretujados como sardinas dentro de una banasta.
Fisco famélico.
Bienestar de un buen cargo.
Mi estómago es como la naturaleza; odia el vacío.
Las buenas cuentas hacen los buenos amigos. Les bons comptes font les bons amis.
Abundancia de bienes no daña. Abondance de biens ne nuit pas.
Le sienta como a un cauterio una pata de palo. Comme un cautere sur une jambe de bois.
Si no hay pasta no hay suizo. Pas d´argent pas de suisse. Los porteros de los grandes palacios solían ser suizos.
Los de Dalmacia, al fondo del Adriático, todos son piratas, truhanes, corsarios, uscoques.
Con los lobos hay que hacer aullidos. Il faut hurler avec les loups.
Locanda, hostería de Venecia.
Los tigres son celosos como un dálmata.
No atan su perro con longanizas. N´attachent pas leurs chiens avec des sancissês.
La dicha no habita a la sombra de los techos dorados. Le bonheur n´habite pas sous des lambris dorés.
Los zapateros son siempre los peor calzados. Les cordonniers sont toujours les plus mal chaussés.
El aburrimiento nació un día de la uniformidad. L´ennui naquit un jour de l´uniformité.
Hacer más ruido que faena. Faire plus de bruit que de besogne.
Cuando hay que emplear el talento nunca se emplea de más. Quand on prend du talent on n´en saurait trop prende.
Zumbona expresión del campesino cuando echa la cuenta de sus ganancias.
No hay que arrojar nunca el mango tras el hacha. Il ne faut jamais jeter la manche après la cognée.
Frase corriente. Famoso como el lobo blanco.
La croquer. Croquearla. Hacer un croquis y engullir una golosina.
Cólera de una reina ofendida.
Colorado como un ababol.
Estómago famélico no tiene orgullo. Ventre affamé n´a pas d´orgueil.
Demasiado hablar daña. Trop parler nuit.
La naturaleza procede y se vale del dolor para imprimir un recuerdo perdurable de sus enseñanzas. El discernimiento con el que las correcciones deben aplicarse es el principal argumento para refutarlas porque la naturaleza no se engaña nunca y el preceptor tiene por fuerza que equivocarse mucho.
Cocon. Capullo de gusano de seda.
Distraído o poco exacto.
Lacerado por la carlanca de aquel sistema férreo. Collar ancho y fuerte erizado de puntas de hierro que evita a los mastines la mordedura de los lobos.
Arrastrado por un remolcador de un poder de capricho ilimitado.
La organización moral tiene sus leyes que son implacables y que siempre que las desobedecemos llevamos el correspondiente castigo. Hay una, sobre todo, a la que el propio animal obedece sin rechistar. La que nos manda huir de todo aquel que una vez nos hizo daño con intención o sin intención, queriendo o sin querer. Siempre nos será funesta aquella criatura que una vez nos causó perjuicio o disgusto. Cualesquiera que sean su rango o el grado del afecto que nos una debemos romper, pues es nuestro genio malo quien nos la envía.
El azar pierde a los hombres y el azar los rescata.
(Un primer paso en la vida)
Llevar dentro del cerebro la imaginación controlada por la Prensa.
Lindo pie de castellana.
George Sand, con quien reviven la fuerza, el poder y la manera de ver las cosas de su abuelo natural, el mariscal de Sajonia.
Beata sequerona (muy delgada).
Batir con el martillo del respeto el yunque de la obediencia pasiva.
Una población donde todo está etiquetado, definido, sabido, encasillado, archivado, cifrado y numerado.
Blasones. La barra es señal de bastardía.
Párpados armenios.
La Suerte, la diosa de los necios.
El singular problema de ser poderoso sin ser popular.
La palabra, arma a quemarropa, solo tiene un efecto instantáneo. La reflexión mata la palabra cuando la palabra no ha triunfado de la reflexión.
El susto ocasionó una infiltración serosa dentro del cerebro.
(Albert Savarus)
El recodo de la carretera que gira formando lo que los italianos llaman cornisas.
Estigia de los secretos del prójimo.
Armar una de esas trampas, que llaman ratoneras, en la "Fisiología del matrimonio".
Incongruencias fisionómicas.
Ojos semejantes a dos ánimas de cañón.
Taciturno, devoto, viajaba por esa inmensa extensión del país que, en el mapa de lo Tierno, se llama Amor sin ilusión y que forman las áridas y sublimes estepas del Deseo.
Claroscuro, retruécano que se remonta al origen de las banderolas.
A caballo sobre las formalidades.
Firmar de buen grado.
¿Qué crimen de leso millón, no representa eso de demostrar a los ricos la impotencia del oro?
Seres y cosas ejercen un influjo sobre el porvenir, como el carácter, suponiendo que el carácter no reciba a su vez algunas huellas indelebles.
Catecúmeno del Becerro de Oro.
Reducir a su justo valor los rumores de la plaza.
Émbolos de la inmensa máquina llamada Comercio.
La resolución y la sangre fría.
Diabólica habilidad de beata.
Hoy más que nunca, dispone el novelista de los efectos de la completa ignorancia de los unos y de la palpitante atención de los otros. Lo social se daba el gusto de hacer la historia más interesante que la novela.
Los labios expresan la voluptuosidad.
Fisonomía vaporosa, a la vez que inteligente.
Fragancias de la flor azul del Ideal.
Aventurar en el tapete rojo de la guerra su audacia provenzal.
Encontrar esa casualidad, que busca a todos los chicos guapos.
La Banca es siempre baronesa.
El fenómeno de la admiración, que no es sino una creencia efímera, difícilmente se aviene al concubinato con el ídolo.
El genio está, con igual frecuencia, por encima y por debajo de los acontecimientos.
La teneduría de libros, esa ciencia que distingue a los sargentos mayores del comercio.
Poner el colmo a la dicha.
El palacio de cristal de la prosperidad.
La ruina con sus alas de buitre.
Falta de noticias, buenas noticias.
La leche se corta por efecto de un trueno.
Girar la conversación.
La explicación forma un cuasi paréntesis.
Acciones de gracia.
Palique criminal.
Novelas de Ducray-Duminil.
Un breve relato que, sabiamente desarrollado, habría dado materia, para un cuadro de costumbres.
Entregarse de lleno a leer, como para volverse idiota.
Ingenuidad germánica.
Expresión de hurañez.
Heroína de una negra novela.
Las peripecias de Gil Blas.
Comer el pan bazo de la vida honesta.
Sumergirse en ese empacho profundo, en el que caen los hombres de genio, ansiosos por librarse de él, mediante las inmensas tareas de la actividad a la cual se entregan.
Goldsmith, Charles Nodier, Maturin, los autores más pobres y sufridos, desenlaces entreverados de celestiales éxtasis, artistas mártires de sus facultades.
La vanidad, un auxiliar poderoso de los actos.
Bellos libros de d´Arthez.
Publicación en vitela de formato cavalier. Término entre el cuadrado y el marquillo mayor.
Se distingue Canalis de Lamartine, el fundador de la escuela angélica, por su melosidad de enfermera, una traicionera dulzura y una corrección deliciosa. Si el jefe de los gritos sublimes es un águila, Canalis, blanco y rosa, es una garza.
Con impaciencia, los árboles semejaron un plumaje.
Mennevales, hombres que gustan de vivir en la sombra y de una actividad tranquila.
Las ansiedades de una imaginación de fuego.
El sentido positivo del siglo se da prisa a unir el dinero con el dinero.
La ciénaga del interés personal.
Expresión zumbona.
Ensoñación tudesca y vivacidad provenzal.
Desmochar el tesoro.
Lo desconocido es el infinito oscuro y no hay nada más atrayente.
Reduzcamos a la verdad de la novela lo que por mi voluntad nos sucede.
La reflexión, la segunda vista y la experiencia.
Aburrido como un día de lluvia.
La máscara del incógnito más severo.
En literatura no se compone un tipo, sino fundiendo en él las singularidades de varios caracteres análogos.
Las incidencias de la navegación.
Un lindo brick de setecientas toneladas, construido con madera de teca, forrado de cobre, con pernos de cobre.
La desgracia que acarrea ese brillo fatal, que irradia la opulencia.
Consternada Petrilla ante sus huevos estrellados.
Fibra sensible de la delicadeza.
Asombro estúpido.
Blanco de sabio y perspicaz análisis.
Actitud impenetrable.
Rayar en el colmo de la desconfianza.
El frío silencio de las cosas.
La máscara del incógnito.
Un arrebato de autor aplaudido.
Semejar caído de la luna.
Las críticas y las desazones de la vida literaria.
Tirar en una kibitka como un fardo. Del ruso.
Ingenioso y astuto, cual príncipe que se venga y más hábil que un espía.
Flores abiertas al sol de la gloria.
Enfática ironía.
Gesto de atroz energía.
La perla de los yernos.
Burlas que se permite el azar.
Jugar a la fábula de "Beltrán y Ratón".
Hacer ejercicios de Alcides.
Una joven seducida, una Julia d´Etanges.
Cuánto daño hacen las novelas. Si no se escribiesen, las haríamos; preferible es leerlas. Hay menos aventuras en estos tiempos, que en los de Luis Catorce y Luis Quince, cuando se publicaban menos novelas.
Arnaldo Berquin. Literato francés del siglo XVIII, autor de novelas rosa.
Nuestra ley nos permite la agresión con sus consecuencias, salvo el crimen y la ruindad.
Hollar los guijos de vidrio de la realidad.
La fantasía, que en aquel frágil pecho reunía todo lo de la mujer, desde los ensueños esmaltados de violetas de la púdica doncella, hasta los insensatos deseos de la cortesana, la llevó al centro de sus encantados vergeles, donde veía, en lugar de su flor sublime, salir de la tierra las peludas y retorcidas patas de la negra mandrágora.
Copa del desencanto.
Las áridas llanuras de la realidad.
Pasar revista a las circunstancias de la aventura.
La figura del emigrado, en el conde de Mortesauf (véase "La azucena del valle") y la nobleza, en el marqués d´Espard (véase "La interdicción").
La familia d´Hérouville estuvo a punto de extinguirse a causa de un aborto (véase "El hijo maldito". Estudios filosóficos").
Ojos azules, tirando al éxtasis.
Los hombres son como los libros y, en ocasiones, se les aprecia demasiado tarde.
Porvenir cubierto de densas nubes.
Satélite de un astro, abandonado a los azares de la situación.
Como quien escucha la verdad, cuando esperaba un cumplido.
Actitudes de satisfacción.
Fijeza que la meditación presta a los ojos.
La palabra, una de las más terribles prodigalidades de fluido vital.
Tétrico como un español, con los ojos fijos.
Pretextar la hermosura de una noche equívoca.
El secreto de los celos.
Calidad de verdadero enamorado.
Los engendros nacen todos centenarios.
Dormir con el sueño de los triunfadores, el más dulce de los sueños, después del de los justos.
Refugiarse en el monte Aventino del orgullo.
Mantener la conversación a cabos sueltos.
Manifestaciones del egoísmo.
Escuchar con la atención de un espía.
Prosa pomposamente declamada.
Útil algodón.
Los sinuosos caminos de la fantasía.
Defecto del que presta, pero no da.
Presa de los dolores de unos celos negros y reconcentrados.
Implacables ángeles.
Salidas de pie de banco.
El extraño hechizo que realiza la suerte de la gloria, no perdura. Es una sensación fugaz como el relámpago y que no se renueva.
Irradiar la luna ingeniosamente evocada.
Viva elocuencia particular del gesto.
Ánimo de difamación, que anima a los comerciantes.
La hora tonta, l´heure du berger, la hora del pastor.
Garbo tozudo de los insectos.
Silencio epistolar.
El colmo de la inquietud.
El más solemne mentecato, que haya caído de la luna.
Tiesura británica.
La charada del porvenir.
La expresión de un deseo.
Emoción contenida.
Ribetes de respeto en el ademán y la palabra.
Acero de la cólera.
Diana de Manfrigueuse, joven muy bien puesta.
Vengarse con astucias más crueles que puñaladas.
Punzantes reflexiones del ambicioso.
Notable por ese tono, que une la impertinencia al desenfado.
Un epigrama descompasado, opuesto a la justificación de la conducta.
(Modesta Mignon)
Existencia tipográfica.
Odiosa especulación desenfrenada.
Santa vida privada, libertad del hogar.
Curiosidad publica.
Cuadro de costumbres.
Movimiento progresivo que lleva a la población parisiense a establecerse a lo alto de la orilla derecha del Sena.
Sintética descripción.
Tipo y estilo.
El movimiento que exige el comercio al detalle.
Categoría de comparsas.
Drama doméstico.
Tranquilo sabio.
Unión de menesteres y placeres.
Restauración menesterosa.
Mármol de Languedoc.
Miedo, odiosa divinidad.
El paso de la actividad al retiro es el tiempo crítico del empleado. Aquellos de los retirados que no saben o no pueden sustituir con otros los cumplimientos que abandonan se transforman extrañamente.
Devorados con el splin de los empleados.
Franquear los grados de la jerarquía burocrática.
La educación de la época.
La influencia de la Restauración sobre la burocracia. De los cuarenta y un departamentos suprimidos volvió una masa de empleados honorables solicitando plazas inferiores a las que habían ocupado. A estos derechos adquiridos se unían los derechos de las familias proscritas arruinadas con la agitación.
Pretexto frívolo.
Máquina ministerial.
Promoción al grado.
Preocupaciones de la propiedad.
La energía y la inteligencia, caracteres que bajo el martillo de la adversidad se concentran, devienen compactos e inflexibles.
La naturaleza habituada a triunfar.
Genio del menaje, sentido de la economía, entendimiento de la vida y amor a la actividad.
Cuestión financiera. Prevenir objeciones y desembarazar el drama.
Un autócrata, un Ladislao, un Papa infalible.
Ilota. Actitud pasiva.
El banquero Keller, campeón de las izquierdas.
La acción laminadora que gradúa la máquina administrativa, donde uno adelgaza con referencia a su extensión.
Callejón sin salida. Cul-de-sac.
Momento crítico.
Los que desde el año 1830 abandonaron el foro por la política.
La fuerza de la capa media que la agitación de julio embutió a las fibras del poder.
Tiempo crítico del retiro.
Razones de la oposición y del poder político.
La dinastía, actividad del movimiento de julio.
Frase y suceso.
Cándidos sabios que cultivan la ciencia por la ciencia.
Color uva de Corinto.
La votación con la cual la Cámara de los diputados terminaba de derrotar al Ministerio del 12 de mayo, negándose a la dotación solicitada por el duque de Nemours.
Magnificencia del trono y de la púrpura.
Llevar un tren real.
Entre los corsos, los tipos sujetos a cóleras e irascibilidades peligrosas son, a menudo, rubios y de aparente tranquilidad.
El examen de la ciencia médica y de la psicología filosófica.
Fases del carácter.
Bromas infernales.
Expresión famosa. El juego está ganado cuando las gentes vulgares comienzan a ver la trampa.
Cultivar la filantropía, expresión que explica al filántropo.
Vanidad, cimiento de la filantropía. Cálculo, hipocresía liberal.
Economía sórdida.
Sufrir persecuciones bajo la Restauración por fidelidad a los liberales.
El colegio de Abogados no admite un nuevo compañero si no posee un gabinete decente, una biblioteca y verifica cosas y lugares.
Demostraciones teológicas.
El valor de una visión sintética.
La manzana envenenada de la pasión.
El ruido decide la avalancha.
El momento que el deseo llega al punto que salta sobre las conveniencias.
Valor aristocrático del ocio de los gestos y la mirada.
Los colores de un tartán de un clan de Escocia.
Amar con un efecto sin límites.
Grado de licenciado.
Renombre y talento.
Urdir infamias con aspecto legal.
Usura del arroyo. Préstamo a la semana.
Relámpago de odio infernal.
Materia moral y política.
Encantadora bondad.
Las cúpulas del Panteón y el Val-de-Grâce semejan dos gigantes y disminuyen el aire.
El tiempo, que transforma fatalmente las caras de rasgos finos y delicados, embellece las que con la juventud tienen formas gruesas y toscas.
Saludo circular.
Consejero municipal.
La mano entre los botones del chaleco, gesto de Odilon Barrot.
Ley de la preferencia personal.
Delicadeza, flor del honor.
Fuerzas intelectuales.
Actuar franco, el colmo del arte.
El diablo de la Edad Media se posesionaba de las gentes haciendo imposible todo despertar.
La adulación, un material infalible con manos peritas.
El ser humano de voluntad no encuentra nada inexpugnable.
Cada cosa con su valor.
Grado de avaricia.
La catástrofe del pacto de las cuatro potencias. Los beneficios franceses, espantados con la perspectiva de la guerra a la que se entregó demasiado Thiers, cayeron veinte francos y llegó a verse el tres por cien a sesenta. Esta caída financiera influyó sobre los inmuebles de París de manera desagradable y todos los que estaban a la venta se vendieron a la baja.
Lo secreto de su situación.
El momento que los animales feroces van a coger su alimento ha sido siempre el más grave.
Acusar de bancarrota fraudulenta.
Potencia de la franqueza que mueve a todos.
Molesta cuando un adversario desnuda el pecho durante el duelo.
Matar moralmente.
Proverbio. Préstame el ruibarbo, que yo te prestaré el sen.
Autoconciencia del oficio.
El Colegio de abogados prohíbe a sus miembros hacer nada que concierna a los procuradores. Procurador y abogado se ven dentro del tribunal; sólo para casos de urgencia un abogado va a la busca de un procurador.
Poner sobre los autos de la trama.
Crimen de educación.
Los naturalistas someten la religión a la razón.
Deísta in petto.
Culto de la diosa Libertad. La Razón.
Transformación completa que produce la ilusión.
Falbalá de lodo.
Chis prolongados a los que obedecen los conspiradores.
Fin de libertinaje infame.
El pueblo da a las gentes de negocios el sobrenombre de monos y a los empresarios.
(Los pequeños burgueses)
La morada del usurero es una de las cien puertas del hospital.
Corsarios, banqueros, toman una cédula de mil escudos igual que un pirata coge sus patentes de corso.
El poder político siente armonía con esta Sociedad profundamente ilógica.
Plagas de nuestra decadencia, que desde el año 1815 ha reemplazado la ley del Honor por la ley del dinero.
Las oficinas son la gran fábrica de las mezquindades que los poderes políticos tienen menester para mantener el feudalismo del dinero con el que se apoya el actual contrato social.
Halperine, banquero con casas en Rusia y Austria.
Dolores que nuestra imaginación supone que debe producir el envenenamiento.
Según el diccionario Littré, banqueros y hombres de negocios utilizaban la letra P para indicar pagado o protestado.
Fiebre de la mente racional de un ser humano arrastrado con suficiente viveza por la pasión para cometer un crimen.
Grado de pasión inspirada con la costumbre que no permite ver nada.
Elementos del acta de acusación.
Hachazo del despotismo que abate el árbol para conseguir los frutos.
Transiciones, alternativas que calculan la alegría y el sufrimiento y que alteran los goces humanos.
Viendo el origen y el mecanismo del mundo no por eso admiraba sus consecuencias y manifestó ese desdén profundo que vuelve al ser humano superior semejante a una esfinge que lo sabe todo, lo ve todo y que se mantiene con una inmovilidad silenciosa. No sentía la menor veleidad de comunicar su ciencia al resto de los hombres.
Suave criatura prisionera de la mala voluntad de un encantador con un cuerpo deforme y que presa dentro de la campana de un pacto precisa de la voluntad de otro para romper una detestable envoltura detestada.
El Melmoth de Maturin descendía de una familia inglesa que ningún momento se presenta como noble por las armas, instalada en Irlanda durante la época de Cromwell.
División. Durante las asambleas deliberantes la separación que se hace de las proposiciones contenidas de una moción, de una cuestión para discutirlas separadamente.
La Bolsa es como una gran mesa de cacho donde los mañosos saben adivinar el juego de un ser humano y la condición de su caja por su fisonomía. Juego de naipes similar a la berlanga.
Horrorosa postración que provocan los goces excesivos de los narcóticos.
Bolsistas. Un trozo de papel llamado acción vale una potencia.
(Melmoth reconciliado)
Demonio, fuego fatuo que atrae con irresistible magnetismo.
Lágrimas de rabia.
Momentos horribles de la vida humana, en los que se modifica el carácter, en los que la conducta depende del acierto o desacierto de la primera acción.
Obstinación inteligente, que a la larga todo lo consigue.
Cuanto más difícil nos es conseguir una cosa, más violentamente la deseamos.
Sello del libertinaje.
Son pocas las pasiones que, a la larga, no se vuelven bastardas.
Conjeturas difusas como los primeros destellos del alba.
Papel Weynen.
Extraordinario disimulo, que deviene preciso emplear cuando están en juego las grandes preferencias.
Justicia inútil para resolver los asuntos particulares.
Abundante astucia.
La Naturaleza escapa a todo análisis, porque es inasequible en cualquiera de las formas.
Manifestar sorpresa.
Enemigo cruelmente inteligente.
Mar sin orillas de las suposiciones.
En su hogar un soberano bonachón, un ser humano de paraguas, filósofo sin saberlo.
Casa del género cabajoutis. Hechas de marquetería, viviendas antes separadas y que el capricho de los propietarios ha ido uniendo; o cuya construcción se suspendió y emprendió nuevamente; desventuradas, como algunos países han vivido bajo diversas dinastías de dueños caprichosos; pisos y ventanas carecen de conjunto, con expresión característica de la pintura.
Maletín enciclopédico.
Tafetán inglés para las heridas.
Ser humano de palabra, puntual como la aurora.
Un ser humano de honor debía haberse suicidado, para sustraerse a la infamia.
La memoria, cualidad que da sentido a nuestra vida.
Los dolores son personales y sus efectos no están sometidos a ninguna regla fija.
La muerte, los esfuerzos de un dolor sincero en lucha con la decadencia de la civilización, con la administración.
La legalidad constitucional y administrativa no alumbra nada; es un monstruo infecundo para los pueblos, los soberanos y los intereses privados; pero los pueblos sólo saben deletrear las reglas escritas con sangre; las desventuras de la legalidad siempre serán pacíficas; posee la aptitud de aplastar a un país.
Lluvia de inconsolable aflicción.
Incoar el proceso legal verbal.
La noticia del suceso se extendió con la rapidez telegráfica propia de los lugares en los que las comunicaciones sociales no sufren pausa y en los que la maledicencia, la charlatanería, la calumnia y el chiste social de los que se alimenta la masa, no permiten hueco.
(Historia de los Trece)
Orgullo del pobre.
Relieve y redondez de la naturaleza.
Naturaleza divina, completa, ideal.
Desalientos profundos y espontáneos cuya causa, de creer a los matemáticos de la medicina, radica con una mala digestión, con el viento, el calor o algún atasco de los hipocondrios. Y según los espiritualistas con la imperfección de nuestra moralidad.
Fanatismo inefable que produce el largo alumbramiento de una gran creación.
Viejo lansquenete, viejo reitre, persona experimentada.
(La creación artística desconocida)
Cuentos del conde de Steele.
Grado de similitud.
Espía vil.
Europa descansa sobre la Herencia como sobre un eje.
Bravo. Término italiano, matón.
Transferencias comerciales.
Muerte repentina con sus caprichos.
Influjo diabólico.
Analizar los hombres y las cosas.
La Muerte por donde pasa devora sin pudor.
Amor de posesión oriental de placeres largos y sencillos.
Grado de burla.
Velo del porvenir.
(El Elixir de larga vida)
Garras comerciales.
Ensoñación del intelectual.
Experiencias frenológicas.
Un tiempo que el papel moneda había alcanzado el ultimo grado de envilecimiento y que el oro valía mucho dinero.
Paciencia práctica de esos viajeros filósofos, los cuales han aceptado la inutilidad del ruido.
Franqueza picarda e ingenuidad de un carácter bondadoso y tierno.
Grado de maña.
Cayó bajo un ensueño que gradualmente lo llevó a sanas ideas de moral.
La razón terminó por disipar completamente su momentáneo frenesí.
Somnolencia primera y fantástica que precede un sueño profundo. Entonces los sentidos se embotan y la vida va aboliéndose gradualmente, las reflexiones son incompletas y los ultimos estremecimientos de nuestros sentidos simulan una especie de ensoñación.
Ese estremecimiento nervioso que sentimos cuando al despertar, termina una sensación penosa que ha comenzado durante el sueño. Actúa un hecho fisiológico, un sobresalto que contiene fenómenos curiosos para la ciencia. Esa terrible angustia producida tal vez con una reunión demasiado súbita de nuestras dos naturalezas separadas durante el sueño suele ser por lo general rápida.
(La posada roja)
Restallantes prestigios del genio.
Silencios, resignados y sometidos a la voluntad divina como gentes acostumbradas a seguir instintivamente como los animales las oscilaciones de la Naturaleza.
Las riquezas, el orgullo, la ciencia, el libertinaje, el crimen, la sociedad humana como la hacen las artes, la mentalidad, la educación, el mundo y sus leyes.
Aldeanos, gentes de esfuerzo y fatiga, encarnación de la tarea, de la labor de la que vivía el mundo.
Damas de la Edad Media que llevaban los blasones de sus casas pintados con sus vestidos de oro.
Reflexión política de Balzac inspirada del "Catecismo social" de Bonald.
La actitud balzaquiana obedece a exigencias políticas y sociales.
(Jesús en Flandes)
Stendhal
Chateaubriand, especie de Balzac.
Hugo
Balzac sentado en el figón parisiense.
Baudelaire
Depresión, sensación de soledad creciente, que habíamos experimentado con la muerte de Chateaubriand y de Balzac.
Edouard Ourliac, autor el cual, en 1840, formó con Nerval, Balzac y Baudelaire la Escuela Normanda.
Balzac recarga sus originales y pruebas de manera fantástica y desordenada. Una novela pasa, desde entonces, por una serie de génesis, donde se dispersan la unidad de las frases y de la composición. Este método da al estilo no sé qué de difuso, de atropellado, de borrador. "La Comedia Humana", serie de 97 novelas.
Balzac, teórico de la voluntad.
Mostrar al campesino tal cual es, una fantasía inútil de Balzac. Referencia a la novela "Les Paysans", cuya primera parte se publicó en "La Presse", en diciembre de 1844.
La verdadera gloria y la misión de Gavarni y de Daumier fueron completar a Balzac, quien además lo sabía y los estimaba como auxiliares y comentadores.
Gautier
Ignorado como el Chabert de Balzac, que quería demostrar que no estaba muerto.
Poe
¿Quién fue el francés charlatán (Balzac, en esencia), que dijo, aludiendo al famoso libro de Zimmermann, que <<la solitude est une belle chose; mais il faut quelqu´un pour vous dire que la solitude est une belle chose? El epigrama es irrefutable; pero ese menester es una cosa que no existe.
Quand un bon vin meuble mon estomac
Je suis plus savant que Balzac. "Vaudeville francés".
Chateaubriand, especie de Balzac.
Hugo
Balzac sentado en el figón parisiense.
Baudelaire
Depresión, sensación de soledad creciente, que habíamos experimentado con la muerte de Chateaubriand y de Balzac.
Edouard Ourliac, autor el cual, en 1840, formó con Nerval, Balzac y Baudelaire la Escuela Normanda.
Balzac recarga sus originales y pruebas de manera fantástica y desordenada. Una novela pasa, desde entonces, por una serie de génesis, donde se dispersan la unidad de las frases y de la composición. Este método da al estilo no sé qué de difuso, de atropellado, de borrador. "La Comedia Humana", serie de 97 novelas.
Balzac, teórico de la voluntad.
Mostrar al campesino tal cual es, una fantasía inútil de Balzac. Referencia a la novela "Les Paysans", cuya primera parte se publicó en "La Presse", en diciembre de 1844.
La verdadera gloria y la misión de Gavarni y de Daumier fueron completar a Balzac, quien además lo sabía y los estimaba como auxiliares y comentadores.
Gautier
Ignorado como el Chabert de Balzac, que quería demostrar que no estaba muerto.
Poe
¿Quién fue el francés charlatán (Balzac, en esencia), que dijo, aludiendo al famoso libro de Zimmermann, que <<la solitude est une belle chose; mais il faut quelqu´un pour vous dire que la solitude est une belle chose? El epigrama es irrefutable; pero ese menester es una cosa que no existe.
Quand un bon vin meuble mon estomac
Je suis plus savant que Balzac. "Vaudeville francés".
Flaubert
Leyó a Balzac y a George Sand, pretendiendo satisfacer imaginariamente sus ansias personales.
Collins
Collins
Tal vez el autor de esa maravillosa novela francesa, "L´Ame Damnée", tiene razón cuando expone, que la felicidad humana no es más que desventura disfrazada.
Zola
La figura del barón Hulot, de la "Cousine Bette" de Balzac. El hecho general experimentado por Balzac es el estrago que el temperamento amoroso de un ser humano provoca sobre él, a su familia y a la sociedad. Escogido su tema, parte de unos hechos y después instituye su experiencia sometiendo a Hulot a una serie de pruebas, haciéndole pasar por determinados ambientes para demostrar la articulación del mecanismo de su pasión. Con esta novela existe experimentación, puesto que Balzac no se comporta sólo como un fotógrafo ante los hechos recogidos, ya que colabora de manera directa para colocar su personaje con unas condiciones con las que él sigue siendo el dueño.
Balzac estudiaba particularmente los temperamentos, reconstruía los ambientes, amasaba los documentos humanos tomando el título de doctor de ciencias sociales.
Balzac se encarnó con su "Cesar Birotteau".
Con la "Cousine Babette", ha escrito un libro de experimentación sobre seres vivos como analista, como aquel que desarrolla una investigación científica de su tiempo.
Con la "Cousine Babette", ha escrito un libro de experimentación sobre seres vivos como analista, como aquel que desarrolla una investigación científica de su tiempo.
La imaginación desordenada de Balzac, quien caía en las exageraciones y quería crear de nuevo el mundo, con unos planes extraordinarios, me irrita. Pero afortunadamente, Balzac tenía el más desarrollado sentido de lo real. "Cousine Bette", "Eugénie Grandet", "Le Père Goriot", "La Rabouilleuse", "Le Cousin Pons".
Balzac edifica su novela en una verdad primera. Los ambientes que describe son exactos y los personajes que crea tienen los pies en el suelo. Después, poco importa la actividad que siga, desde el momento que el método de construcción utilizado por el novelista es idéntico al utilizado por el crítico.
Ponson du Terrail
Ese episodio amoroso que Balzac llamaba la cristalización.
Wilde
El Luciano de Rubempré balzaciano poseía el don encantador y peligroso de diferenciarse de los demás.
Al criticar la importancia dada al dinero en la "Comedia Humana", Teófilo Gautier proclama que Balzac puede alabarse de haber sido el inventor de un nuevo tipo de la ficción, el protagonista metálico.
Chejov
Al final de la novela "El padre Goriot" el protagonista vislumbra París desde lo alto de una colina y profiere con aire amenazante "Nos las veremos tu y yo" y seguidamente comienza una nueva vida.
Lee
Lo que cuenta Balzac sobre planear cualquier libro. "Cést fumier des cigarrettes enchanteés...>>
Lee
Lo que cuenta Balzac sobre planear cualquier libro. "Cést fumier des cigarrettes enchanteés...>>
Proust
La flor de sedum, con la que se forma el ramo dilecto de la flora balzaciana.
Esos grandes escritores que, atentos a la realidad, escriben para la realidad y nunca tienen una forma que van perfeccionando, como Balzac.
Es raro que los literatos sean ingenuamente snobs, deliberadamente struggleforlifers, como la gente los cree o la novela los pinta y que en una creación literaria se muestre. Como ocurre con el poeta Lucien de Rubempré.
Puede ocurrir que, igual que la actividad cerebral se inicia en la soledad, para la finalidad especial, el verbo interior, seguido por la pluma, no se inicie para la conversación, a la inversa de lo que ocurre con los grandes conversadores, los cuales carecen de talento al escribir. Debe ocurrir, sobre todo, con esos grandes escritores los cuales, atentos a la realidad, escriben para la realidad y nunca tienen una forma, que van perfeccionando, como Balzac.
Es raro que los literatos sean ingenuamente snobs, deliberadamente struggleforlifers, como la gente los cree o la novela los pinta y que en una creación literaria se muestre. Como ocurre con el poeta Lucien de Rubempré.
Puede ocurrir que, igual que la actividad cerebral se inicia en la soledad, para la finalidad especial, el verbo interior, seguido por la pluma, no se inicie para la conversación, a la inversa de lo que ocurre con los grandes conversadores, los cuales carecen de talento al escribir. Debe ocurrir, sobre todo, con esos grandes escritores los cuales, atentos a la realidad, escriben para la realidad y nunca tienen una forma, que van perfeccionando, como Balzac.
Yeats
Shakespeare y Balzac utilizaron la Máscara falsa en el plano de la imaginación, la exploraron para imponer la verdadera; y lo que Thomas Lake Harris, un americano visionario y charlatán dijo de Shakespeare podía haberlo dicho de los dos. <<Se le erizaba el pelo a menudo y su vida fue una caja de resonancia de las cámaras de la tumba>>.
Alguien ha dicho que Balzac era a las doce del día muy ignorante, pero que a medianoche ante una taza de café lo sabía todo del mundo.
La luz física como era entendida por los filósofos medievales, por Berkeley en "Siris", por Balzac en "Louis Lambert" creadora de todo lo sensible.
La decadencia que Balzac predijo a la duquesa de Castries.
Moore
La simple y sencilla tragedia terrenal de "Père Goriot".
Balzac me ha rescatado de las aguas poco profundas de los nuevos esteticismos, del pútrido lodo del naturalismo y de las mareantes y enfermizas olas de los simbolistas.
El realismo alado de Balzac.
Admitiré que un artista pueda ser magnífico y que tenga limitaciones; con una palabra puede iluminar un abismo del alma; pero esta palabra debe ser mágica. Balzac nos la da algunas ocasiones tras páginas de vano esfuerzo.
De Balzac hay frases profundamente impregnadas con el sabor de la vida.
Una secuencia de acontecimientos -no importa lo sencillos o complicados que sean- se desarrollan hasta llegar a un desenlace con el que haya sentido del ritmo y la inevitabilidad es indicativo de genio. Balzac ofrece algunas pruebas.
El análisis anímico de Balzac iguala la evocación de Shakespeare; alcanzan idénticas cimas de trágico sobrecogimiento a lo largo de distintos caminos, pero cuando la improbabilidad que hoy día cumple con el deber de la imaginación se mezcla con los aspectos familiares de la vida, con las Montañas de la Luna y con el secreto de la vida eterna la consecuencia es un arte de la casa de campo.
Cuando leo las historias de Vautrin y de Lucien de Rubempré escirtas por Balzac rememoro a Adriano y Marco Antonio.
La máxima de Balzac de que la elegancia se encuentra en la cintura.
Una gloriosa posibilidad que Balzac habría entendido.
Kropotkin
Balzac ha hecho notar cuántos millones de campesinos permanecen durante su vida sin conocer la política, con excepción de los impuestos, que están obligados a pagar.
Kropotkin
Balzac ha hecho notar cuántos millones de campesinos permanecen durante su vida sin conocer la política, con excepción de los impuestos, que están obligados a pagar.
Eleanor Marx
Balzar era un autor al cual Marx admiraba.
Gissing
Balzac escribe respecto de las cosas que de verdad importan de la vida. "El primo Pons" es un libro terrible, pero no es una de esas novelas de amor.
Symons
Al seleccionar el nombre de "Comedia humana" para una serie de novelas de las que hay a la vez "la historia y la crítica de la sociedad, el análisis de sus males y la discusión de sus principios" Balzac se propuso hacer con el mundo moderno lo que Dante con su "Divina Comedia" había hecho con el mundo de la Edad Media. Condenado a escribir en prosa y encontrando su ocasión con esa restricción creó una forma equivalente a la épica o al drama poético. Hoy la poesía no puede representar más que el alma de las cosas; se ha refugiado de las terribles mejoras de la decadencia bajo una divina reclusión donde canta sin tener a cuenta las muchas voces de la calle. La prosa viene ofreciendo su infinita aptitud de detalle y la novela como la creó Balzac se ha transformado como la epopeya moderna.
Balzac trabajó contemporáneamente con el movimiento romántico, pero lo hizo fuera de él y su influencia se permite sentir solo con un pseudo-romanticismo ocasional como el episodio del pirata de "La Femme de Treinte Ans".
Los dos libros a los que Balzac ha puesto su reflexión más profunda son "Séraphita" y "Louis Lambert". "Séraphita" está hecho de la belleza extraña y brillante de sus nieves glaciales. Al tiempo es ficticio, una especie del románico sentimental de Novalis humanizando la especulación abstracta.
Se ha discutido hasta qué punto la imitación de Balzac de la vida era la verdad textual de la fotografía.
Escribiendo sus novelas a razón de dieciocho horas diarias en su soledad febril nunca tuvo tiempo de experimentar paciencia.
Para Balzac la humanidad no se había transformado desde los días que Edipo estaba ciego y Filoctetes lloraba en la cueva.
Balzac vio esos fluidos nerviosos o esa sustancia desconocida que llamamos voluntad. Ninguna palabra vuelve más a menudo a su pluma. Y el valor supremo de la energía.
Para él todo idealismo es igual; la gourmandie de Pons no es menos seria ni menos simpática ni menos perfectamente realizada que la búsqueda de Claës tras la Totalidad.
La acción de sus libros se cristaliza con alguna frase como las líneas sueltas de Dante.
Que su estilo carezca de simetría, de subordinación, de forma es una falta menos grave.
Es parte de su método expresar sentimientos a través de hechos y no hechos a través de sentimientos.
Balzac murió bajo el peso de sus deudas. Para el mundo moderno el dinero es más a menudo un símbolo que una entidad y puede ser el símbolo de todo deseo.
Dreiser
El significado empático de "Père Goriot".
Gorki
Yo leía con entusiasmo a Balzac y a Flaubert.
Somerset Maugham
El procedimiento de Balzac consistía en la economía de la invención. Añadía realidad a su relato con el objeto de reunir su realización, formando una unidad compacta. De sus personajes, Bianchon es un inteligente y honrado médico, desinteresado. Vautrin, un cerebro, con fuerza de voluntad y vitalidad, jovial, generoso y con afinidades con el joven Eugene de Rastignac.
Woolf
Llevando con una mano a Gibbon y con la otra a Balzac.
Si a una dama elegante el blanco le queda perfecto por la mañana, tal vez un vestido de color amarillo arena con topos lila, un sombrero negro y un volumen de Balzac le quede perfecto por la noche.
Woolf
Llevando con una mano a Gibbon y con la otra a Balzac.
Si a una dama elegante el blanco le queda perfecto por la mañana, tal vez un vestido de color amarillo arena con topos lila, un sombrero negro y un volumen de Balzac le quede perfecto por la noche.
Gide
Porque Balzac era un genio y porque todo genio semeja aportar a su arte una solución definitiva y exclusiva, se ha sentenciado que lo característico de la novela era hacer la competencia a la condición civil.
Balzac había construido su realización. Pero no había concebido codificar la novela. Su artículo sobre Stendhal lo muestra claramente.
Musil
Constelaciones, bacterias, Balzac y Nietzsche se mezclaron con un embudo de reflexiones cuyo extremo se aplicaba con creciente claridad a algunas diferencias vedadas que separaban sus cuerpos.
La nueva, mecanizada vida social y sentimental fue cantada épicamente ya al comienzo con los libros de Stendhal, Balzac y Flaubert.
Balzac había construido su realización. Pero no había concebido codificar la novela. Su artículo sobre Stendhal lo muestra claramente.
Musil
Constelaciones, bacterias, Balzac y Nietzsche se mezclaron con un embudo de reflexiones cuyo extremo se aplicaba con creciente claridad a algunas diferencias vedadas que separaban sus cuerpos.
La nueva, mecanizada vida social y sentimental fue cantada épicamente ya al comienzo con los libros de Stendhal, Balzac y Flaubert.
Faulkner
Los libros blancos de Jane Austen y "Les Contes Drolatiques" con estrecha amistad o entregados a una larga caricia de mutuo estímulo.
Los libros blancos de Jane Austen y "Les Contes Drolatiques" con estrecha amistad o entregados a una larga caricia de mutuo estímulo.
Nerval, Balzac, Baudelaire y Edouard Ourliac formaron el año 1840 la Escuela Normanda.
Balzac recarga sus originales y pruebas de una manera fantástica y desordenada. Una novela pasa desde entonces por una serie de génesis donde se dispersan la unidad de las frases y de la composición. Este método da al estilo no sé qué de difuso, de atropellado, de borrador. "La Comedia Humana" es una serie de 97 novelas.
Ollivier
El romanticismo había sido profundamente modificado por Balzac y Baudelaire. Su lado contemplativo o pasivo había cedido paso a una especie de voluntad de poder. Para manifestarse y afirmarse es preciso ataviarse de forma particular y vistosa. Junto al dandysmo, ilustrado y defendido por Baudelaire, Balzac escribió una "Fisiología de la corbata y del cigarro" y un "Tratado de la vida elegante". Ni Baudelaire ni Balzac conciben un lazo social al margen de la ley y a lo más que llegan es a estimar la posibilidad de pasar al extremo opuesto, a la dominación tiránica. Los personajes de Balzac son triturados por la sociedad. Para Balzac, la persona era un elemento de discordia, un verdadero peligro social. Al igual que muchos novelistas analistas, profundamente pesimistas respecto al ser humano, sólo podía concebir una mejora social.
Benjamin
El valiente es el verdadero sujeto de la modernidad. Lo cual significa que para vivir lo moderno se precisa una constitución valiente. Con esta opinión se oponen Balzac y Baudelaire al romanticismo. Los dos transfiguran las pasiones y la fuerza de resolución. El romanticismo transfigura la renuncia y la entrega. Aunque la nueva manera de ver las cosas sea incomparablemente más rala, más restrictiva, en el lírico que en el novelista.
Balzac fue el primero que habló de las ruinas de la burguesía. Pero es el surrealismo el que ha abierto sobre esas ruinas una perspectiva.
Benjamin
El valiente es el verdadero sujeto de la modernidad. Lo cual significa que para vivir lo moderno se precisa una constitución valiente. Con esta opinión se oponen Balzac y Baudelaire al romanticismo. Los dos transfiguran las pasiones y la fuerza de resolución. El romanticismo transfigura la renuncia y la entrega. Aunque la nueva manera de ver las cosas sea incomparablemente más rala, más restrictiva, en el lírico que en el novelista.
Balzac fue el primero que habló de las ruinas de la burguesía. Pero es el surrealismo el que ha abierto sobre esas ruinas una perspectiva.
Ball
El dandismo, los ultimos encuentros parisinos, Lucien de Rubempré.
El siglo XIX es mayormente una invención de Balzac.
Adorno
Realismo de Balzac.
En Balzac, la invisible hand, de Adam Smith, se convierte en la mano negra sobre el muro del cementerio. Lo que asustó a la especulación de Hegel, en la "Filosofía del derecho", como al positivista Comte, las tendencias explosivas de un sistema, que reprime las estructuras de raíz natural, en la arrebatada complacencia de Balzac arde como cualidad natural caótica. Su épica embriaga con lo que los teóricos hallaron insoportable, con lo que Hegel apeló a un árbitro y Comte a la sociología.
Marx apoya en Balzac una advertencia sobre la eficacia industrial del dinero, en oposición al viejo acaparamiento.
En Balzac, la invisible hand, de Adam Smith, se convierte en la mano negra sobre el muro del cementerio. Lo que asustó a la especulación de Hegel, en la "Filosofía del derecho", como al positivista Comte, las tendencias explosivas de un sistema, que reprime las estructuras de raíz natural, en la arrebatada complacencia de Balzac arde como cualidad natural caótica. Su épica embriaga con lo que los teóricos hallaron insoportable, con lo que Hegel apeló a un árbitro y Comte a la sociología.
Marx apoya en Balzac una advertencia sobre la eficacia industrial del dinero, en oposición al viejo acaparamiento.
A. Huxley
Se consoló al leer el "Louis Lambert" de Balzac, que todos los grandes hombres se habían distinguido con la peculiaridad de la ausencia de cuello por una razón muy sencilla; la grandeza es ni más ni menos la actividad armoniosa de las facultades de la cabeza y del corazón; cuanto más corto sea el cuello más próximos se hallarán estos órganos; argal, era una razón persuasiva.
Era corriente que Balzac o Isaac Newton pasaran dieciocho horas pegados a su escritorio.
Las circunstancias y la herencia hicieron atraer a Balzac apasionadamente por el dinero.
Moravia
Dostoievski describió la desorientación. Fue el creador del existencialismo. Sustituyó la comunicación entre ser humano y sociedad, como en Balzac, Flaubert, Dickens, Tolstoi, por la concordancia del ser humano consigo.
Savinio
Natural compensación de la indolencia de la Académie, que no ha dispuesto la consagración de Balzac, Flaubert, Zola, los cuales han quedado fuera.
La calle Renouart, en la que vivió y se aplicó agotadoramente Balzac y donde, más tarde, residiría y diseñaría sus poesías Guillaume Apollinaire.
Savinio
Natural compensación de la indolencia de la Académie, que no ha dispuesto la consagración de Balzac, Flaubert, Zola, los cuales han quedado fuera.
La calle Renouart, en la que vivió y se aplicó agotadoramente Balzac y donde, más tarde, residiría y diseñaría sus poesías Guillaume Apollinaire.
Wilson
Una creación de ficción, la "Comédie humaine" compone la ilusión de un organismo social vivo.
De Beauvoir
El humanismo está pasado de moda. La novela clásica está pasada de moda. Pero cuando yo defiendo a Balzac y al humanismo sigo la moda de mañana. Hay cosas que son mucho más que las modas. Los valores, las verdades.
Fischer
El romanticismo y el realismo se mezclan estrechamente en los libros de muchos grandes escritores -Byron y Scott, Kleist y Grillparzer, Hoffmann y Heine, Stendhal y Balzac, Puchkin y Gogol-; en algunas ocasiones predomina el elemento romántico, en otras el realista.
Balzac y Stendhal estaban menos dispuestos que Byron a la conciliación con el mundo burgués, o con los aristócratas del ocio, los financieros y el clero. En sus ultimas novelas, Balzac terminó aceptando la victoria de la sociedad burguesa, pero su desprecio por los representantes típicos siguió intacto. En estos libros los antagonistas de la burguesía son hombres que se alejan del gran mundo o artistas obsesionados por su profesión -como Wenceslas en "La Cousine Bette" que, en sus visiones, <<llevaba la vida de una cortesana, que se abandona a una imaginación extravagante>>.
Balzac, Dickens, Flaubert, Tolstoi, Dostoievski, Ibsen, Strindberg y Gerhard Hauptmann.
Balzac tenía la costumbre de imitar el paso y los movimientos de las personas que caminaban delante de él en la calle, para absorberlas completamente, incluso cuando eran desconocidos. Estaba obsesionado con los personajes de sus novelas, llegaban a devenir más reales que la realidad circundante.
De Beauvoir
El humanismo está pasado de moda. La novela clásica está pasada de moda. Pero cuando yo defiendo a Balzac y al humanismo sigo la moda de mañana. Hay cosas que son mucho más que las modas. Los valores, las verdades.
Fischer
El romanticismo y el realismo se mezclan estrechamente en los libros de muchos grandes escritores -Byron y Scott, Kleist y Grillparzer, Hoffmann y Heine, Stendhal y Balzac, Puchkin y Gogol-; en algunas ocasiones predomina el elemento romántico, en otras el realista.
Balzac y Stendhal estaban menos dispuestos que Byron a la conciliación con el mundo burgués, o con los aristócratas del ocio, los financieros y el clero. En sus ultimas novelas, Balzac terminó aceptando la victoria de la sociedad burguesa, pero su desprecio por los representantes típicos siguió intacto. En estos libros los antagonistas de la burguesía son hombres que se alejan del gran mundo o artistas obsesionados por su profesión -como Wenceslas en "La Cousine Bette" que, en sus visiones, <<llevaba la vida de una cortesana, que se abandona a una imaginación extravagante>>.
Balzac, Dickens, Flaubert, Tolstoi, Dostoievski, Ibsen, Strindberg y Gerhard Hauptmann.
Balzac tenía la costumbre de imitar el paso y los movimientos de las personas que caminaban delante de él en la calle, para absorberlas completamente, incluso cuando eran desconocidos. Estaba obsesionado con los personajes de sus novelas, llegaban a devenir más reales que la realidad circundante.
Lukács
La plasmación de lo típico de "Père Goriot". Da forma a los antagonismos internos de la sociedad burguesa.
La referencia moderna de literatura y periodismo de "Las ilusiones perdidas".
La figura central de Vautrin como delincuente, de Gobneck como usurero.
Con Balzac nos enteramos de acontecimientos que son significativos con el destino de las personas que participan, con el rico despliegue de su vida humana para la vida de la sociedad. Vivimos esos acontecimientos.
Balzac destaca que la tendencia literaria representada cuyo fundador es Walter Scott atribuye a la descripción una importancia mayor. Se acentua el nuevo significado del elemento dramático.
Balzac plasma la sociedad burguesa constituyéndose definitivamente a través de graves crisis.
Balzac fue partícipe y víctima de las especulaciones delirantes del industrialismo francés en formación.
Con Balzac vemos la grandeza sombría de la acumulación originaria en el terreno de la experiencia humana.
Balzac domina con la pintura de Frenhofer o de Gambara los problemas del arte a fondo como los de la nobleza financiera con la pintura de Gobseck o Nucingen.
Della Volpe
El realismo burgués optimista y constructivo de Balzac.
Calvino
Lucien de Rubempré antes de meter la cabeza al nudo corredizo veía las torres y los techos de la Conciergerie.
Koestler
Por qué este ser humano de diligencia y virtud adopta la pose de un abate libertino del siglo dieciocho. ¿Tal vez se deba a que ha leído demasiado a Rabelais o a ese pícaro de Balzac?
J. F. Brown
"Le père Goriot" de Balzac está situado con el conflicto edípico.
Koestler
Por qué este ser humano de diligencia y virtud adopta la pose de un abate libertino del siglo dieciocho. ¿Tal vez se deba a que ha leído demasiado a Rabelais o a ese pícaro de Balzac?
J. F. Brown
"Le père Goriot" de Balzac está situado con el conflicto edípico.
Lampedusa
Balzac monomaníaco no carente de agudeza.
Lo que Balzac no se atrevió a expresar con "Passion dans le désert".
Lo que Balzac no se atrevió a expresar con "Passion dans le désert".
Eco
El relato balzaquiano cargado de intriga, de emoción, de participación interna, dotado de un comienzo, de un climax, de un final apropiado.
La situación que Marx y Engels veían plasmada con Balzac, legitimista y reduccionista, quien había sabido manipular y organizar con tal profundidad de visión la rica materia del mundo del cual escribía, que sus libros (los libros de un escritor desinteresado de algunos problemas y fundamentalmente armonizado con el mundo dentro del cual vivía) constituía el don más válido para entender la sociedad burguesa. Balzac había aceptado la situación que vivía pero había tenido la lucidez de poner de manifiesto las conexiones sin quedar prisionero al menos con sus novelas.
Balzac había efectuado un análisis a través de la disposición de un tema (relatando una anécdota poblada de hechos y personajes y con la que aclaraba el contenido de su indagación); la literatura contemporánea puede analizar el mundo, pero a través de la disposición de una verosímil articulación estructural del tema seleccionando la articulación del tema y resolviendo el verdadero contenido del libro.
Massé
Con la expansión del XIX no había ascensión social más que para los Rastignac que se elevaban a pulso. Personaje balzaciano prototipo de la persona que llega a París con la irrefrenable voluntad de dominarlo.
Fowles
El proceso legal seguido (1853) al teniente Émile de la Roncière. A la vista asistieron Hugo, Balzac y George Sand.
Massé
Con la expansión del XIX no había ascensión social más que para los Rastignac que se elevaban a pulso. Personaje balzaciano prototipo de la persona que llega a París con la irrefrenable voluntad de dominarlo.
Fowles
El proceso legal seguido (1853) al teniente Émile de la Roncière. A la vista asistieron Hugo, Balzac y George Sand.
Berger
Los estudios de Rodin para el monumento de Balzac.
Supek
En términos del proceso general de reificación, es incomprensible que el romanticismo haya ignorado la reificación, mientras el realismo que lo siguió, con Balzac, no lo ignoró. ¿Se debió sólo a que el romanticismo era menos progresista que el realismo, o a que los románticos como seres humanos eran menos progresistas que los realistas (Victor Hugo en oposición a Balzac)?
Barthes
Soñaba Frenhofer, el personaje de Balzac, que quería que se pudiera pasar detrás del personaje pintado.
Saint-Pierre
Búsquedas activas del nouveau roman, nostalgias de la novela balzaquiana.
E. Vilar
Los hombres han sospechado que son los objetos de abuso en el acto sexual; por eso han tenido miedo a la libido femenina. Ese miedo se encuentra en las novelas de Balzac.
Kosinski
Passé. Un pasado inútil reservado por Balzac para las condiciones mentales que semejan prolongarse más tiempo de lo que deberían.
Supek
En términos del proceso general de reificación, es incomprensible que el romanticismo haya ignorado la reificación, mientras el realismo que lo siguió, con Balzac, no lo ignoró. ¿Se debió sólo a que el romanticismo era menos progresista que el realismo, o a que los románticos como seres humanos eran menos progresistas que los realistas (Victor Hugo en oposición a Balzac)?
Barthes
Soñaba Frenhofer, el personaje de Balzac, que quería que se pudiera pasar detrás del personaje pintado.
Saint-Pierre
Búsquedas activas del nouveau roman, nostalgias de la novela balzaquiana.
E. Vilar
Los hombres han sospechado que son los objetos de abuso en el acto sexual; por eso han tenido miedo a la libido femenina. Ese miedo se encuentra en las novelas de Balzac.
Kosinski
Passé. Un pasado inútil reservado por Balzac para las condiciones mentales que semejan prolongarse más tiempo de lo que deberían.
Benevolo
A partir del sexto decenio del siglo XIX, los intelectuales empiezan a desconfiar de los mecanismos y consecuencias de la iniciativa publica. Sue, Balzac, Hugo, Dickens, valoran el aspecto confuso, misterioso e integrado de la ciudad habitual. La regularidad, la simetría, la complicación técnica de la ciudad de Haussmann son criticadas como novedades vulgares y aburridas por los Goncourt, Proudhon (en la descripción de una reunión de obreros en 1863), Delvau, Sardou.
Tomalin
La temporada del teatro Carlo Felice se inauguró con una adaptación teatral de "Le Père Goriot" de Balzac.
Dickens se quejaba de las restricciones que padecían los escritores ingleses comparados con los franceses -nombró a Balzac y a Sand-, quienes podían escribir con libertad y realismo, mientras que <<el protagonista de los libros ingleses>> deviene <<no atractivo, demasiado bueno>>.
A partir del sexto decenio del siglo XIX, los intelectuales empiezan a desconfiar de los mecanismos y consecuencias de la iniciativa publica. Sue, Balzac, Hugo, Dickens, valoran el aspecto confuso, misterioso e integrado de la ciudad habitual. La regularidad, la simetría, la complicación técnica de la ciudad de Haussmann son criticadas como novedades vulgares y aburridas por los Goncourt, Proudhon (en la descripción de una reunión de obreros en 1863), Delvau, Sardou.
Tomalin
La temporada del teatro Carlo Felice se inauguró con una adaptación teatral de "Le Père Goriot" de Balzac.
Dickens se quejaba de las restricciones que padecían los escritores ingleses comparados con los franceses -nombró a Balzac y a Sand-, quienes podían escribir con libertad y realismo, mientras que <<el protagonista de los libros ingleses>> deviene <<no atractivo, demasiado bueno>>.
CHARLES DICKENS
No tenemos referencia oficial de los hechos cuyo relato hallará el lector en el siguiente capítulo; pero han sido cuidadosamente tomados de cartas y de otras fuentes auténticas, evidentemente femeninas, que justifican la referencia circunstanciada.
Con el libro de notas, dispuesto a recibir cualquier hallazgo digno de registrarse.
Consignar el hecho.
Los cuadernos de notas se hallaban completamente llenos con los rasgos notables de sus aventuras.
Recoger las primeras impresiones.
Muchos autores abrigan una ligera y verdaderamente condenable resistencia a reconocer los manantiales en los que aprontan muchas de sus valiosas informaciones. No somos nosotros de esta opinión. Nos proponemos sólo desempeñar con rectitud nuestras actividades de publicación; y cualquiera que pudiera ser, en otras circunstancias nuestra ambición, para reclamar la paternidad de estas aventuras, el respeto a la verdad nos veda recabar otro mérito, que el que corresponde a una organización sensata y al relato imparcial. La labor ajena ha acumulado un inmenso reservorio de hechos notables. Nosotros no hacemos más que difundirlos y comunicarlos en estilo llano al publico sediento de saber la historia.
Según esta valoración y procediendo resueltamente en armonía con nuestra decisión de declarar nuestra gratitud hacia las autoridades de las cuales nos hemos informado, libros de memorias, datos reseñados, pasamos a detallar sin más comentarios.
Presenciar escenarios e incidentes dignos de contarse.
Preguntó a su soledad, como otras grandes mentalidades hicieron.
Anotar en tiempo adecuado.
Notas que suministraron valiosas y útiles informaciones.
La conversación que vamos a transcribir explicará a los lectores la alteración en la conducta externa.
Por razones de importancia para esta accidentada historia y que se relatarán en otro capítulo.
Las innumerables leyendas veraces del Puente de Londres y de la adyacente barriada de la ribera de Surrey.
¿Hemos de extractar la superior descripción del conmovedor episodio? Ante nuestros ojos se halla el libro de notas, borrado a trechos por las lágrimas de su humanitaria simpatía; una palabra y pasa a manos del impresor. Pero, ¡no, tengámonos! No queremos herir la sensibilidad del publico con tal doloroso relato.
Los argumentos infundían fuerza y energía.
Anotar hechos y dichos.
Célebres por sus realizaciones y su talento.
Había de ser escenario de encantadores y deliciosos episodios -ofuscante resplandor de talento y belleza, espléndida y pródiga muestra de hospitalidad- y, sobre todo, de un brillo inusitado, tamizado por el más exquisito gusto; y un lujo armónico de recatados tonos.
Congregación brillante de belleza, elegancia y literatura.
Leones de Londres, autores, verdaderos autores, que habían escrito libros enteros y dados a la estampa luego.
Pidió tintero y pluma y permaneció escribiendo el día entero. Produjo el siguiente cuentecito que había publicado, valiéndose de las notas tomadas de la referencia auténtica.
Pero no nos permitamos llevar de la vena; prosigamos.
El centro y médula de la historia.
Pero, ¡oh desmedido afán de la publicación, en qué capítulo largo nos hemos metido! Hemos olvidado por completo las restricciones inherentes a las extensiones de los capítulos.
Un disipado Robinson Crusoe.
Se deshizo al día siguiente la agradable reunión. Las desbandadas, que tienen su importancia en la época de estudiantes, la tienen mucho más en periodos ulteriores de la vida. La muerte, el egoísmo y las mudanzas de fortuna disuelven todos los días muchas felices agrupaciones y las dispersan por el ancho mundo; los chicos y las jóvenes no vuelven más. No queremos decir que tal fuese el caso en las actuales circunstancias; sólo pretendemos informar a los lectores de que los diferentes elementos de la partida se restituyeron a sus distintos hogares.
Si nuestras perspicaces lectoras pueden inferir de estos hechos alguna conjetura satisfactoria, les suplicamos que no se priven de hacerlo.
El doctor era un ser humano con cara de linterna y enjuto semblante, de unos cuarenta y cinco años o <<que podría tener cincuenta>>, como dicen las novelas.
Según saben los lectores de este auténtico relato igual que nosotros.
Al cabo de una copiosa argumentación acumulada.
Página o novela de la vida real.
Es el destino de todos los autores y cronistas crearse amigos fantásticos y perderlos en el curso del arte. Pero no es esa su completa desventura, sino que, además, están obligados a dar cumplida noticia.
Muchos personajes célebres existen en la literatura, en las filosofías y en otras varias artes, que gozan de una alta reputación entre sus amigos, aunque no sabemos que hayan escrito nada que venga a fomentar esta fama.
Desmedido afán por la publicación, capítulo muy largo. Restricciones inherentes a las extensiones de los capítulos.
Juicio estético madurado por la experimentación y la reflexión. Gustos refinados por el estudio y la lectura.
No ha habido ser humano de los que nunca leen ni escriben, que no tenga algún pequeño aposento al que llama estudio.
La alocución y el debate acusan una estrecha afinidad con las disensiones mantenidas en otras ilustres corporaciones.
Tono de persuasión.
El grupo del comercio.
Intelecto desesperadamente confundido por la insólita conversación.
Tener ánimo en la reserva.
Acusado como encubridor del hecho, un duelo. Condena a deportación. Cumplir el azaroso cometido.
Desarrollo del asunto.
Puntualizar las circunstancias.
Decadente jovialidad.
Compartir la pretensión de la loa.
Transformar inconscientemente la conversación.
Vertía el sol poniente sus arreboles.
Por vía de experimento.
Entrar en conversación general.
Alto grado de júbilo.
Las desdichas iban a colmarse.
El dulce sueño de la niñez dichosa. Tal era el retorno que columbrara.
Los primeros transportes de emoción.
Demostración de simpatía.
Silencioso y reservado.
Grado de camaradería.
Divertir en alto grado.
La conversación languidecía.
Aureola del fervoroso entusiasmo.
Solemne actitud.
Frases iracundas.
Causa de la retirada.
Colmar de atenciones.
Reflexionar en los inconvenientes y peligros.
Dadas las dificultades que se concitaron.
Velocidad del huracán.
Gabinete reservado.
Estimulado por la reflexión.
Terciar en el diálogo.
Tomó un polvo de rapé argumentativo y adoptó una actitud de profunda gravedad.
Era en el razonar pronto y real y le bastó un momento de reflexión, para reconocer la improcedencia de su cólera. Esta fue dominada no bien concebida.
Gastar con prodigalidad.
Su rostro acusaba placidez y calma.
Animadas controversias.
Intensas emociones de indignación y descontento.
La energía y la consistencia de los argumentos.
Tempestad de regocijo.
Argumentos breves, pero satisfactorios.
Es grato desviarse de la complacencia de las luchas y tumultos de la vida política, para entregarse al plácido reposo de la vida privada.
Talentudo, aunque prosaico.
Un argumento de buena ley.
Ocasión de enriquecer el arsenal de las experiencias.
Se incomodó por la liviandad de su actitud.
Intrigada por la actitud.
Tono epigramático.
Trémulo de emoción.
Estimulado por el excitante diálogo, el caballero cayó en una actitud de parálisis, que interpretaron como deliberada postura de defensa.
Benigna expresión habitual del semblante.
Amigable carácter.
Disfraces, ambulante alegoría.
¡Minerva con abanico!
Talento claro, poderosa mentalidad.
Expresión pedestre e incomprensible.
Para un ser humano reflexivo siempre se ofrece el recurso de la meditación.
Empeñado en absorbente meditación.
Las reglas y cánones establecidos.
La identidad de la referencia.
Instinto de delicadeza.
Terciar en la conversación.
Post meridiano. Tarde.
Conversación que atesoraba el inestimable encanto de ser a un tiempo instructiva y regocijante.
Presunción de calamidad.
La innata galantería, preeminente cualidad, se puso gallardamente de manifiesto.
Duelo de revancha.
La vehemencia despertada por una reflexión desconsoladora.
Tema brillante y tentador.
Gallarda y honrada actitud.
Verificar un duelo.
El duelo es una de las más indiscutibles prerrogativas de Su Majestad, taxativamente consignada en la Carta Magna, arrancada por los barones.
Mímica demostración.
Obstinada actitud.
Se agrió la disputa y se prolongó largamente la controversia.
Conversación absorbente.
Género de pregunta.
Conversación privada.
Palidez de Julio César y Perceval.
Encanto de la conversación.
Fatal reto.
Le arrancó cabello bastante, para formar cinco o seis anillos de duelo.
Un quedo gruñido de satisfacción.
Desarrollo de la demanda.
Plácidas meditaciones.
Se regalaban con una grata conversación.
Demostrar agitación.
Qué actitud adoptar.
Favorablemente impresionada por la actitud y las palabras.
Una emoción filial y entrañable.
La inconveniencia de su actitud.
Recobró pausadamente su actitud primitiva.
El valor de un beso debe hallarse realzado por la actividad que cuesta obtenerlo.
Entablar una conversación admirable.
Alcanzó el grado máximo de su alegre facundia.
Extender citaciones.
Disparar algún tremendo anatema.
Su memoria había recibido una desagradable impresión con el pleito.
Sumergido en profundas meditaciones.
Le desorientaba la objeción hecha.
Decisión irrevocable y deliberada.
Una breve conversación mantenida en quedo murmullo.
Gesto de horrible presentimiento.
Rojas anclas, emblemas de la ilusión.
Pero mal viento ha de ser el que no sopla bien para alguno.
Levantó su mano, en actitud de escuchar.
La estatura de un gastador.
Actitud tranquila y filosófica.
Inspirar la conversación.
Circunstancia interesante.
Deseoso de promover la conversación.
Argumento realmente incontrovertible.
Edificante controversia.
Calles empinadísimas, que en sueños suelen verse y por las cuales se hace imposible subir.
Fruición y gusto.
Insólita decisión.
Honda emoción interna.
Manifestar una gran inquietud.
Empezaba a generalizarse la conversación.
Derivó la conversación hacia el punto que más interesaba.
Los rasgos constituían un excitante poco activo para su memoria.
El desarrollo de la conversación.
La conversación aligeró el paso de las horas.
La ansiedad que requisaba su mente y las atropelladas meditaciones, que hubo de suscitar Arabella.
Desarrollar la explicación.
El misterioso comienzo de su conversación quedaba suficientemente aclarado.
Contingencia de peligro.
Insinuar con energía inapelable.
Género de demostraciones hostiles.
Reconvenciones y argumentos.
Casta de seres.
Actitud de defensa.
Sofocado por la ira y el desgaste de energía.
La crema de los reinos.
Como la conversación presentara síntomas inequívocos de bordear el terreno personal, juzgó pertinente terciar.
La emoción prestó a su semblante un destello de vida mientras hablaba.
La actitud que debía tomar.
Notorio afán.
Conversación memorable.
Soberano desdén.
Trocaron un código completo de muecas y gesticulaciones telegráficas.
Artificios de su amena conversación.
Presentar un caveat. Un instrumento legal, que equivale a decir, eso no vale.
Lanzado a decisiones extremas, en vista de obstáculos desesperados.
Actitud de gruñona reconvención.
Manifestaciones de profundo desagrado.
Venenosas y nocivas drogas, que al ser mascadas disipan la memoria.
Empeñados y absortos en animada conversación.
Actitudes posibles de ociosidad e indiferencia.
El cuerpo. He aquí el término legal con el que se designa la masa afanosa y turbulenta de cuidados y ansiedades, afectos, ilusiones y dolores, que integran el ser humano.
Se reprodujo la controversia con nueva violencia.
Desarrollar el diálogo.
Cognovit. Documento en el que se reconoce la deuda -por el importe de las costas-. Ejecución sobre cognovit por costas.
Un legajo atado con balduque.
Reforzó su argumentación con otro pellizco de rapé.
Volvieron a formularse los argumentos, en cuya exposición arguyó cada cual, según su estilo propio y peculiar amplitud.
Esta conducta acusa una gran impertinencia.
Actitud amenazadora.
Meter en conversación.
Empezó la conversación en tonos vivos.
El procedimiento era recusable desde el punto de vista económico, ya que exigía el gasto.
Cometer la brutalidad de besar.
Se entregó a un éxtasis de regocijo.
Variedad de manifestaciones festivas.
Sosegada conversación.
Permutar telegráficas señales.
Una clave que permitiera adivinar las emociones.
Caja de hierro sistema Brahmin.
Llave Bramah.
Gastos de pasaje.
Deseo manifiesto.
Reanimarse en algún grado.
Actitud expectante.
Mientras se ventilaba esta conversación.
Las diferentes variedades y matices del carácter humano.
Difusión de la enseñanza.
Extraña mudanza de las cosas humanas.
Investigador del carácter humano.
Aves con setas, suculentas.
Tráfico y prosperidad comercial.
Kent. Manzanas, cerezas, lúpulo y mujeres.
Oporto. Gordop, Baco viejo, sin pámpanos, desmontado del tonel, no muy destilado, pero muy molido.
Atravesar las varias etapas que anteceden al letargo producido por la comida.
Sufrir las transiciones ordinarias que llevan del exceso de jovialidad a la tristeza profunda, y viceversa.
Una guinea. Y cayó la moneda mostrando el dragón (que por cortesía se dijera mujer).
Descifrar una esotérica divisa.
Se mostraron como Alejandro Selkirk, soberanos de todos los que veían.
Transpiración pasional.
Conserje liberal.
Disposición de inconsciencia en la que el sueño sume.
Acusado como encubridor del hecho.
Una caja de pistolas de desafío, con provisión de pólvora, balas y pistones.
Aguardiente. Líquido hilarante.
Desarrollo del asunto.
Fronteras del hambre.
Una mente provista del gobernalle de la razón.
Educada jovialidad.
El ser humano es un ser mortal y hay un límite al que no puede llegar el valor humano.
Ocasión de investigar el aspecto y reflexionar respecto de los caracteres y temperamentos de las personas que le rodeaban, costumbre de grandes hombres.
Obstinado impugnador del que obtuvo victoria.
La Papisa Juana, juego análogo al de la mona o ronda.
Acomodar el ánimo al perdón de las injurias recibidas.
Fuera de su elemento como golfín en garita.
Alto grado de júbilo.
Cuchufletas corrientes en la ciudad, no en el campo.
Permitiéndose invadir por el dulce sueño de la niñez dichosa.
Un profundo sueño libre de pesadillas.
El sol de la mañana irrumpió en la estancia con sus brillantes destellos de reproche.
Mezquindad de los jornales agrícolas.
Fiebre del entusiasmo.
Curiosidad del ocioso.
Marcar un desplante melodramático.
Viejas posadas, que fueron un tiempo cuarteles generales de célebres diligencias.
Reconstituyentes para el histerismo.
Guiño de inteligencia.
Filosofía envolvente.
Noche de sedante reposo.
Anímica perturbación.
El ánimo que arde en nuestro interior soporta el fardo que contiene la pesada carga de cuidados y tribulaciones mundanales.
Helado rocío del espanto.
Ceño iracundo de un soberano.
Ojo de águila de la ley.
Sagacidad y agudeza de los cuerdos.
Pericia de los juristas, afanosos por hallar la rendija.
Me sobrevinieron extrañas sensaciones y algunas reflexiones, imbuidas en mi mente por un poder secreto, ponían mi cerebro en vertiginosa agitación.
Vieja, leal y patriótica villa.
Ocupar la silla. La Presidencia.
Camparon por sus respetos.
Breve escarceo filosófico.
Se disipan gradualmente los trazos de un lápiz de plombagina bajo la influencia del caucho de la India.
Cuerda de dos peniques, casas de refugio donde cuesta la cama dos peniques por noche.
Ginebra holandesa británica.
Maldecir con feroz y sarracena contumacia.
Poder del histerismo y fuerza de las circunstancias.
Adaptar las reglas discursivas a las aptitudes inteligibles del rebaño.
Por vía de satisfacción.
Claridades de la ciencia en cuestiones de teoría.
Axioma reconocido. <<Cada bala tiene un blanco>>.
Jugaba la eutrapelia entre sus labios.
Dar un paso de rulo.
Por vía de pasatiempo.
Mezclar polvos de Seidlitz. Escritorio.
La desesperación rara vez sobreviene a la primera asechanza de la calamidad.
Mano del tiempo.
Accionar los resortes de la ley, los recursos y trampas que pueda fraguar el ingenio y ejecutar la desaprensión; los materiales lícitos y los rastreros; el peso de la ley estricta, sobrecargado con las argucias de los más sutiles picapleitos.
Cartas de reconvención, ruegos de moratorias.
Vaso de maldad.
Famosos toro de concurso, nabo histórico o verraco ciclópeo, por sus colosales dimensiones.
Linderos de la desesperación.
Caños de Chelsea.
Lo anticonstitucional constituye una alteración grave y una conculcación flagrante de la prerrogativa del soberno, taxativamente consignada en la Carta Magna.
Poner de manifiesto una majestuosa imparcialidad.
Julio César y Mr. Perceval.
Revelar el punto esencial.
Lágrimas y villanía.
Cacerola danesa.
Desgraciada, pobre cordera.
Siento producir alguna molestia, como dijo el ladrón a la vieja cuando la echó al fuego.
Ver en la Audiencia un proceso legal incoado por ruptura de promesa de matrimonio.
Pañuelo moral con peticiones de mendigos.
Walker. Charlatán, personaje figurado del argot inglés.
Reflexión consoladora de que el tiempo lo diría.
Relato de una boda y otros solaces, que con ser a su manera edificantes como el matrimonio, no se practican religiosamente en estos tiempos degenerados.
Navidades, candorosa y rústica honradez, llegaba la temporada de la hospitalidad, del regocijo y la cordialidad espontánea.
El año caduco, cual viejo filósofo congrega a sus amigos y se dispone a partir tranquilo entre el estruendo y la francachela.
Llegaban los días alegres y juguetones.
Cuántas viejas reminiscencias y simpatías dormidas no vienen a despertar los días de Pascua.
Tongada de paja.
Barriles de ostras.
Vergonzosos grandes genios.
La edad impone algunas flaquezas al temperamento y no había recobrado el humor.
Invitado confidencial y formalmente.
Dragon. Juego que consiste en atrapar sin quemarse, de un plato, uvas o nueces bañadas en una bebida alcohólica ardiente.
El sol del Estío hace del amor locura.
Luna modesta y suave, que la vendimia preside.
Desmedido afán de publicación, capítulo muy largo.
Restricciones inherentes a los cálculos de los capítulos.
Costumbre inveterada de los cortesanos de la tierra, pegan a quien pega la realeza y ensalzan a quien la realeza ensalza.
Cruzando los aires a lomos de un alazán tuerto, con ancas de león y cola de oso.
Grado máximo de alegre facundia.
Fullero, impostor.
Patinaje. <<Llamar a la puerta del remendón>>, figura que se remata deslizándose por el hielo con una sola pierna y dando en el suelo un golpe de cuando en cuando.
Realizar prodigios de valor.
La Ley y sus preeminentes y cultas autoridades.
Las oficinas publicas de la profesión legal, donde se pergeñan los escritos, se firman los procesos legales, se llenan las declaraciones y se ponen en movimiento otros ingeniosos mecanismos, para tormento y opresión de los súbditos del soberano y beneficio y emolumento de los profesionales de la Ley.
Acusar con el testimonio de los amigos.
Secretos de ratonera.
Día de San Valentín, costumbre galante, según la cual se cruzan entre los enamorados esquelas anónimas.
Una cuenta suele ser la más extraordinaria locomotora que ha producido el ingenio humano.
Estilo alegórico oriental.
Un destello de la razón.
Valentina. Tarjeta que se envía el día de los Enamorados.
Mercado de Leadenhall.
Reflexivos consejos.
Reflexión consoladora.
Solemne ademán de disertador.
Hipógrifo, licornio, nombres fabulosos.
Nunca se firma una valentina con el nombre de uno.
Política doméstica.
Sal de Epson.
Ácido oxálico.
Condición de imbecilidad histérica.
Grado de positiva verosimilitud.
Perversidad repulsiva, villanía transformada en hábito.
Presencia augusta de la Justicia.
Oasis doméstico.
Manifestar síntomas alarmantes de inminente desmayo.
Mantienen los juristas que hay dos tipos de testigos perjudiciales. El que declara a regañadientes y el que lo hace con empeño excesivo.
Impulsados a los linderos de la desesperación por la excesiva capciosidad de la indagación.
El que hace cuanto puede, según la infalible autoridad del viejo proverbio, no está obligado a más.
Pagar los derechos de Audiencia.
Añadir la injuria al agravio, como dijo el loro cuando vio que le sacaban de su país natal y que le obligaban, además, a hablar inglés.
Señales inequívocas de un disertador satisfecho.
No ha habido ser humano de los que nunca leen ni escriben, que no tenga algún pequeño aposento retirado al que llama estudio.
Actitud de aquel que está dispuesto a echarlo todo a broma.
Escultura de Nash, en Bath.
El caer de las monedas, con el que el pueblo nutría las cajas del tesoro real, para sufragar los gastos de la venturosa ceremonia del matrimonio.
Innumerables ventajas que reportan la decadencia y el refinamiento.
La soberanía es una vieja prerrogativa real, que no alcanza las pasiones de los soberanos.
Picores y molestias nerviosas hacen una larga espera.
Diversas manifestaciones de hallarse en una disposición envidiable de alegría y regocijo.
Grados de limpieza.
Desarrollo de la conversación.
Razón, autoconciencia de la inculpabilidad.
Desarrollar la explicación.
Recibir instrucciones concretas del alto manantial.
Condición de ignorancia.
Ruidos diabólicos. Asma, garrotillo y tosferina.
El tiempo opera verdaderas maravillas.
Inquietud alocada del hampa vagabunda.
Experimentaba el decaimiento del ánimo y la angustia, consecuencias de reflexionar que estaba enjaulado sin ilusión de liberación.
Aticismo de la maniobra.
Detalle prosódico intraducible.
Viejo proverbio. La adversidad procura al ser humano extraños compañeros de cuarto.
Desarrollo de una semilla.
Evolucionar la mente.
Claro como Salisbury.
Las cocinas y dependencias anejas de las casas de Londres se hallan, generalmente, en los sótanos.
Férreos dientes de la reclusión y la indigencia.
Los elefantes se hacen sensibles de cuando en cuando y se ponen furiosos.
Mover la cabeza con legal solemnidad.
Las ranas tienen los sesos desparramados por todo el cuerpo.
Proteger esa invención y entrar por ese sistema.
Dedicarse a comprar casa, lo que en inglés correcto se llama estar loco. O a construir, que en términos médicos significa un caso desesperado.
No cobramos más por sentarse, como expresó el soberano cuando quiso volar a sus ministros.
El cuerpo, término legal con el que se designa la masa afanosa y turbulenta de cuidados y ansiedades, afectos, ilusiones y dolores, que integran el ser humano.
Miseria, confusión y ruido.
Se agitan inquietas las sombras de un sueño proceloso.
Justificación del abandono.
Disponibilidad de numerario.
Reflexiones conciliadoras.
Gran pipa danesa.
Vieja sentencia. Un ser humano nunca sabe su aptitud hasta que la prueba.
Los fantasmas de correos llevan en sus valijas las cartas muertas.
Se entregó a un éxtasis de regocijo.
Filosofía y fuerza de razonamiento.
Avidez y curiosidad que sólo se manifiestan en los casos de extremado aburrimiento.
Rojo sombra.
Marcha de ociosa lentitud.
Por vía de reconciliación.
Serie de amoríos y conspiraciones que se han desarrollado.
El matrimonio clandestino o el picón.
Stock Exchange. Bolsa de Londres.
Manzanas de Ribston.
Apreciación de tiempo, lugar y conveniencia.
Vivir transitorio.
Es el destino de los autores y cronistas crear amigos fantásticos y perderlos en el curso del arte. Además, están obligados a dar cumplida noticia.
(Los papeles póstumos del Club Pickwick)
Como me propongo exponer si el caballero tenía o no razón, tal vez malograse el interés de esta historia -imaginando que lo tenga-, aventurándome a insinuar.
Quisiera yo que algún nutrido filósofo, de esos a quienes la comida y la bebida forman hiel en sus entrañas, de los que tienen sangre de hielo y corazón de hierro, hubiese presenciado la horrible avidez con la que trituraba aquellas sobras con la inmensa voracidad del hambre. Sólo una cosa me gustaría más; ver a ese filósofo comer idénticos manjares con igual fruición.
Lo que nos proporciona un excelente tema para la meditación. Nos muestra a qué cosa hermosa puede llegar la calidad natural humana y de qué manera imparcial se desarrollan las amables cualidades, en el caballero y en el cochambroso rapaz de la Beneficencia.
No obstante ser yo su biógrafo, no puedo afirmar con un relativo grado de persuasión, que Oliver Twist se sintiese movido a la resignación ante las muestras de aquellas buenas gentes; pero he de decir claramente que, por varios meses, siguió mansamente sometido a la dominación y malos modos.
Llego a un pasaje muy importante en la historia, ya que he de registrar un hecho, tal vez ligero y trivial en apariencia, pero que, indirectamente, produjo una transformación muy importante en las futuras situaciones y conductas.
Estaba leyendo con igual fruición, que si se hallase sentado en un sillón de su propia casa. No veía más que el libro que leía de cabo a rabo.
Proporcionar al relato la ocasión, para librar al lector de su incertidumbre.
Un hecho también registrado en un lugar anterior de este relato.
Dónde podría hallarse gente suficiente, para leer el inmenso numero de libros como se escribían, para hacer más sabio al mundo, cosa que sigue siendo un asombro, para gentes experimentadas.
Hay libros en los que lo mejor son las tapas y los lomos.
Volúmenes en cuarto con gran cantidad de dorados en la encuadernación.
Como quiera que las súbitas mutaciones del escenario y las rápidas transformaciones de tiempo y de lugar, se hallan sancionados en los libros por el prolongado uso y también son apreciados como el arte magno del creador; estimando los críticos la habilidad de un autor en su oficio, precisamente en referencia con las situaciones en las que coloca a sus personajes al final de cada capítulo, júzguese este breve preámbulo con delicada insinuación por parte del historiador.
Las mentiras de las noveluchas.
Pasaba las hojas con indiferencia; pero al tropezar con un pasaje que le llamó la atención, quedó pronto prendido por la lectura.
Como no sería nada correcto que un humilde autor abandonase esperando a un personaje digno; y como serría impropio de su condición o su galantería, el historiador cuya pluma traza estas palabras, creyendo saber ponerse en su lugar y que profesa un natural respeto a aquellos en quienes se ha delegado una elevada e importante autoridad, se apresura a mostrarles esa apreciación que su cargo exige y a agasajarlos con esa obsequisa ceremonia, que su elevada categoría reclama de sus manos.
¡Menudo cisco! Aquello fue mejor que una novela.
Enfrascado en sus libros, el esfuerzo realizado no va en detrimento de sus autores.
El mar devuelve a sus muertos, dicen los libros.
Este mundo de pesares y de inquietudes.
Biografía concisa y fiel.
La tarea de respirar, prácticamente molesta, pero que la costumbre ha hecho menester, para nuestra cómoda existencia.
Consoladora perspectiva.
Tono de aprobación.
Fingir pesar.
La amplitud del mundo.
Una feroz imprecación.
Tono de impresionante afectación.
Crítico momento.
Los ruidos extraños siempre asustan.
Deteriorado por las circunstancias.
Un peso muerto, una rueda de molino.
Chascar los dedos con desprecio.
Lágrimas de verdadera angustia.
Enloquecer de pánico.
Estalló en una histérica carcajada, que presagiaba violentas consecuencias.
Abundancia de la experiencia.
Lamentos de angustia.
Un violento acceso de llanto.
Hablar en un tono escarnecedor de fingida piedad, el más molesto.
Erguida su actitud.
Angustia perfectamente fingida.
Por qué no le regalaba con algo, que convirtiese aquella ininterrumpida serie de exclamaciones en un proceso orgánico involuntario.
Tono profundo e impresionante.
Aceptar voluntariamente la acusación.
Descansar al lado de un hito del camino.
Una baranda, algo sobre lo que uno podría asomarse.
Greenland, en la germanía de los golfillos, el país de los cándidos.
Actitud indecisa.
Actitud amenazadora.
Volviendo súbitamente a su pasada actitud.
Huir como el viento.
Batea del carnicero, cesta del panadero.
Actitud decidida.
Consumiéndose bajo el calor seco y agotador de la fiebre. No realiza el gusano su tarea sobre el cadáver con más garantía, que este fuego lento sobre el cuerpo vivo.
Fue cayendo en ese sueño profundo, que sólo proporciona el sentirse libre de un reciente sufrimiento; ese reposo tranquilo y plácido del que da pena despertar.
Entre el aguachirle y el caldo concentrado no existía afinidad alguna.
La inmunidad del sujeto y la libertad personal, son unas de las primeras y más altas vanaglorias del verdadero inglés.
Se revolcó traspasado de hilaridad.
Actitud solemne.
Actitud amenazadora.
Horribles imprecaciones.
Renacer la conversación.
Poseía esa natural buena educación, incapaz de infligir a un semejante el dolor de una negativa directa y terminante.
Nolly. Diminutivo de Oliver.
Actitud grave.
Replicar con calor.
Cuestión susceptible de controversia y estima.
Viejo adagio. Si uno no quiere, dos no riñen.
Un rapto de gozo.
Inclinar la cabeza con fingida humildad.
Un agudo sentido del ridículo.
Rapto de hilaridad.
Argumentos tangibles.
Tono de reconvención.
Actitud amenazadora.
Extraña actitud.
Colocar la conversación al nivel de la aptitud.
Grado de conducta.
Actitud intranquila y recelosa.
Expresión de ruindad diabólica.
Firmeza de su actitud.
Jemmy significa cabeza de cordero y palanqueta.
Reflexionar sobre el argumento.
Las angustias de la muerte.
Expresión de angustia y preocupación.
Volvió a caer en su pasada actitud.
Tono conciliatorio.
Modificar la actitud.
Actitud indiferente.
Propiedades refrescantes de las ostras.
Se sentía muy cortés, como lo son con frecuencia los que están asustados.
Una expresión de incontenible horror.
El mal y la injusticia, los sufrimientos, las miserias, las crueldades y los agravios, que trae consigo la vida cotidiana.
Grave actitud.
Un golpe de martingala, un robo cuando están complicados los criados.
Coger la copa por la espiga o por el pie.
Tono apresurado.
Viejo ridículo y vampiro.
Sentir el ansia de una variación.
Grata conversación.
La angustia de la separación de los seres amados.
Carga insoportable de angustia en el pecho.
Cerraba la noche rápidamente.
Una carga de flores escogida con esmero.
Angustia mental.
Tono protector.
El buen humor puesto de manifiesto en una serie de ingeniosidades.
La influencia en el aspecto de los objetos exteriores. Los sombríos colores son el reflejo de sus ojos y de sus corazones ictéricos.
Los verdaderos tonos son delicados y exigen una visión más clara.
Rápido en su percepción.
Mundo de pesadumbres y calamidades.
Una mancha y una rémora entre las gentes ambiciosas y distinguidas.
Mezcla de tristeza y agitación en su actitud.
Prosiguiendo el hilo de sus reflexiones.
Humilde y sumisa actitud.
Los abismos del Juan Lanas más desairado.
Casualidades que el diablo arroja al paso de los amigos.
Retroceder con la memoria.
Más flojo que el agua.
Categoría y prendas intelectuales.
Más soso que la cerveza.
Tono lánguido.
Un profundo y pesado sueño.
Atacado de un síncope.
Una importante y casta cólera.
Más vale el latón que el oro, que ha resistido el fuego.
Argumentos y apreciaciones.
Proseguir una conversación.
La actitud de un ser de mundo.
Algunos nigromantes dicen que el numero mágico es el tres; otros que el siete. Y es el numero uno.
Un randa cualquiera, sin pena ni gloria.
Actitud triste y desalentada.
La abundancia de su pena.
Volvió a su acostumbrada actitud.
Lo alterado de su actitud.
Resuelto a una gran realización.
Con el terror unido a su furia, golpeó.
Un minuto eterno de esa angustia del miedo vale por cientos de muertes violentas.Terror inimaginable.
Facultad y ocasión de recuperar la libertad.
La vehemencia y la emoción.
Actitud hostil.
Prolongada angustia.
Adoptó otra postura, como el que ha experimentado un súbito alivio.
El destello fugaz de una vieja amistad en un vívido sueño.
Cúmulo de acusaciones.
Un ¡Hurra! estentóreo de la multitud enfurecida, la magnitud de su extensión.
Un grito de victoriosa execración.
Bajo el peso de las influencias.
Un tropel de emociones se despertaron en su pecho.
Un rapto de emoción.
Pura, formal y jubilosa realidad.
Forzada actitud de inmensa atención.
Actitud atenta.
Noche larga en su horrible silencio y corta en sus horas fugaces.
Execrables angustias.
Actitud de escucha.
(Oliver Twist)
Carta con filete de luto.
Bienestar producido por la herencia.
Extender operaciones.
Secreta conexión existente entre las altas inteligencias.
El oro forma alrededor del ser humano una atmósfera más mefítica que el humo del carbón.
Comunicación y amistad.
Negociar con el dinero.
Especulación, juego complicado, las ganancias pueden ser grandes como las pérdidas. Golpe de agió, alarma.
Carácter taciturno.
Gente de aspecto comercial.
El irlandés y el escocés miembros vitalicios del poder político.
La cara de los hombres es una expresión de sus reflexiones o un comentario de lo que expresa.
Tono dominante.
Ojos, reducción de la avaricia y la sagacidad.
Desafío a los elementos.
Newgate. Prisión donde se ejecutaban las penas de muerte.
Las corrientes de vida.
El prejuicio del vulgo prefiere dos ojos a uno solo.
Lujo de la salud, bellezas morales, ventaja propia del hogar.
Fuente de la moralidad.
Hacer con el cuerpo las acrobacias acostumbradas de los niños cuando entablan un contacto.
El sistema de educación seguido.
Discípulos mercantiles.
La falta de título académico es una objeción.
Confrontación sencilla y corrida.
Fina sensibilidad para el ridículo.
Permitieron manifestar su pena y algo la aliviaron.
Todo vuelve a ser realidad con el sueño.
Tormento de la espera.
Examinar con aire crítico.
Epistaxis. Salida de sangre de la nariz.
Variar la conversación.
Genio alegre.
Luctuoso vacío.
La memoria de las cosas terrenales se envenena con el desengaño, el dolor y la muerte.
Desastres de la tempestad.
Indiferencia del habituado a la variación.
El tiempo y las penas les habían dañado el rostro.
La memoria, aunque sea triste, es el mejor y más puro lazo que existe entre este mundo y otro mejor.
Obtener recibo de la indemnización.
Materiales y grados de dominar.
Soberbio como un león y duro como el acero.
La situación se transformó.
Genio de la desesperación y del suicidio.
Tipo de asuntos.
Reducir a la razón.
Flor de azufre para depurar la sangre, calma el apetito, azuframiento.
Sistema de la casa. Exprimir y sacar.
Viciosa herencia.
Pasiones de odio y venganza.
Minutos de concentración mental.
Aire mixto de reserva y tolerancia.
Comisionista de granos. Corredor de granos.
Dar muestras de terror.
Condición de incertidumbre.
Rara mezcla de candor y malicia.
Poner el albarán para alquilar un piso.
Hábito de los negocios.
Irritabilidad de los seres que han caído súbitamente bajo la pobreza.
Sentir agudamente con la bolsa y la persona las consecuencias del desprecio de los negocios.
Casas magníficas del West End.
Coyuntura del índice.
Pedir prestado con la garantía de las facturas.
La actividad extraordinaria que pagamos como vela.
Necia imaginación.
Curso de la pasión sosegado o no.
Rayo de satisfacción.
Razones para alegrar el ánimo.
Paroxismo de lágrimas de despecho.
Simular alarma.
Simulada sorpresa.
Hablar con desusada volubilidad y violencia.
Humana pretensión.
Procedimiento vigoroso y notable que produce consecuencias.
Manifestar disgusto.
Grado máximo de expectación.
Influencia publica.
Querer es poder.
El rasgo de la cautela del Yorkshire.
La manera de devolver sin gasto.
Gente ordinaria, de menester de una mediana categoría.
Los hombres publicos están expuestos a la crítica, es culpa de su elevada posición.
Materias de precisa experiencia.
Demostraciones de extrañeza y placer.
Los materiales que disponía eran más cortos que sus deseos.
Manifestaciones de desánimo.
Aunque entre una muchedumbre indiferente pierde el ser humano el sentido de su propia importancia no le ocurre igual con la importancia de sus preocupaciones.
Negras reflexiones.
Vaho de la política.
Comisión de votantes.
Cuestiones relativas a maderas y hacienda.
Las creaciones del dinero pueden pertenecer al ser humano, pero las creaciones del cerebro deben pertenecer al pueblo.
Los que escriben para la posteridad deben contentarse con el elogio.
Delicadeza y urbanidad.
Glacial influencia del luto.
Filosofía. Degradación para las personas que se envilecen hasta hacerse con sus pasiones.
Si la gente baja crece es porque la gente alta se rebaja.
No basta para inspirar piedad el que una vida esté llena de dolores y fatigas. Hay partidarios de la beneficencia que precisan un mayor estímulo, como lo precisan los gozadores para sus placeres. Por eso aparece derrochada la piedad con objetos indignos, mientras se ve desdeñada la miseria real y próxima. La beneficencia tiene menester de un poco de novelería. Y mientras menos haya de esta parte novelesca de realidad diaria, de lucha y actividad, mejor. Ligeros movimientos de cabeza, calderilla de beneficencia.
Especial disposición de amabilidad.
Esfuerzo inventivo.
Desengaño, ilusiones truncadas. Haber desarrollado el genio.
Afán comunicativo.
Encantadora disposición de excitación.
Admiración convulsiva.
Grotesca vista.
Por razón de su jefatura.
Adorno y prestigio.
Retirarse sin réplica y calma.
Comisión del consejo.
Fórmulas elegantes de expresión.
Tono de exagerada cortesía, reyerta.
Baja trama.
Desarrollo de una flor.
Acusar de agredir.
Calcular las maneras de herir.
Menesteres y penas.
Mala voluntad, virulencia.
Disimular temores.
Mandamientos de confiscación, hacer inventario.
Cadogan Place es el lazo que une las aristocráticas aceras de Belgrave Square con la barbarie de Chelsea.
Maneras de la aristocracia del ocio.
Orgullo de los hijos ilegítimos.
Convenir manifestar pericias.
Carácter excitable.
Fiebre de los negocios.
Alegre influencia del día.
Caminando con pujanza de león estimulados con el ejercicio.
Adelantaba el día y aquellos brillantes colores tomaron tintas más apagadas, como se apagan las jóvenes ilusiones o como se calman y serenan las alegres facciones juveniles. Pero no eran menos bellos al declinar porque la naturaleza da a cada época sus bellezas y de la mañana a la noche, como de la cuna al sepulcro, no existe más que una serie de transformaciones, perfectamente graduada, que difícilmente podemos notar el progreso.
Con el viaje como con la vida es más sencillo descender que trepar.
Límites de un monte. Limitan la vista.
Cabezada de un compadre.
Manifestar el deseo de acostarse.
Remanente de su bolsillo.
Su perspectiva era el hambre.
Puente levadizo de Portsmouth.
Pesadumbre de una catedral.
Ambiente de exagerada hidalguía.
Victoriosa fortaleza que sólo la inocencia inspira.
Aspecto de un déspota endurecido.
Hacer amplia justicia.
Majestuoso bandido escocés.
Calcular la ganancia del beneficio.
La obligación de simular respeto y afición a las cosas fantásticas.
Disimular una lágrima.
Calcular la sorpresa.
Tristes y trabajadores, ociosos y divertidos.
Muestras de desorden.
Amigo de verdad, razonable y completo.
Visión recordatoria.
Ingenioso, humorístico, elegante y cumplido.
Afecto y atractivo ilimitados.
Casos de injusticia, opresión, tiranía y fanatismo.
Extrema disposición de tristeza.
Acusación injusta e infundada.
Simular alegría.
Ocupaciones humildes y duras.
Ficticia alegría.
Los lazos de la naturaleza son fuertes.
Aplicar un condigno castigo.
Furor popular.
Muestras de disgusto y consternación.
Aumentar el salario.
Acusar de pegar a su mujer.
tres grados de embriaguez. Digno, peleón y enamorado.
Recibido con ilimitado favor.
Sumario desayuno.
Esfera de acción.
El oro perdió su brillo para él.
Transformó su soñadora postura por su acostumbrada actividad.
Extravagante acceso de furia.
Manifestar indignación.
Menester de su presencia.
La manera más gantizada y práctica.
Consejos secundarios.
Conversación notable y sus notables consecuencias.
Flageló para reforzar la opinión.
Tumulto general.
Con su disposición de ánimo agotado el ser humano sigue el impulso primero.
Cobarde y brutal conducta.
Privado con un procedimiento expeditivo de comunicación.
Generosa proposición.
Extensión del amor.
Condenada, furiosa, agresiva agresión.
Apariencias de manicomio.
Fuente de información.
Farthing. Un cuarto de penique.
Acusar recibo.
Pasión de la economía.
Casa. Extensión y magnificencia.
Expresión enfática y seria.
Estilo familiar.
Alquiler. Mantener el hábito de la economía.
Ilusión, movimiento y alegría.
Privado y confidencial, relativo a asuntos familiares.
Excitación violenta.
Punto de vista de la utilidad.
Operación simbólica.
Recién nacido. Deliberar sobre el acontecimiento según sus diferentes aspectos.
Extraña coincidencia.
Torrente de ira.
Las apariencias le acusaban porque el esfuerzo de hablar con vehemencia, dominándose a un tiempo para que sus lamentaciones no llegasen al oído de su mujer, le había congestionado el rostro.
Aristocrática gravedad de Grosvenor Square y Hannover Street, aire de duquesa viuda de Fitzroy Square, arenosos paseos y jardines de las plazas de Russell y Euston.
Raro era el objeto animado o inanimado que no participase con algún grado del escrupuloso método y de la puntualidad.
Manifestación de la bondad.
Empapado de la trascendencia de su misión.
Condición de violenta actividad.
Autoconciencia de la pericia.
Vaso musical.
Amorosas manifestaciones.
Simular recibir una fuerte impresión y no querer demostrarla.
Acercarse gradualmente.
Condición de estupefacción y terror.
Misterio y dificultades, poderosos auxiliares del amor.
Lealtad y cariño se imitan mejor desde lejos. Pero el amor es atizado con las imaginaciones ardientes y vivas y alcanza su mayor desarrollo bajo la ausencia y las circunstancias difíciles.
Disfrazado con misteriosas razones.
Reputación, carácter, violencia.
Trascendental conversación.
La escultura de Charing Cross.
Bomba de Aldgate.
Ciudades degeneradas.
Quien escucha su mal oye.
Elevar la nariz con aire de inefable desdén.
Blanco de ira.
Juego general y no limitado a tres o cuatro jugadores.
Empleado de una agencia de colocaciones.
Martirizadora serie de ideas.
Grado de mental aplastamiento.
El placer de las reuniones cultas.
Rechazó indignado la acusación.
El fin es enriquecerse de cualquier manera. Simulan poseer un alto sentido oral y lamentan la depravación del mundo.
Rara mezcla de humildad y dominio.
Sombrero charolado de un criado de casa grande.
Ansiedad y gastos de un litigio.
Razón y justicia.
Materia confidencial.
Privaciones, caprichos y humillaciones.
Sabia previsión de la ley que permite desfallecer de hambre al deudor que no puede allegar dinero, negándole el alimento y el abrigo que proporciona a los presos convictos.
Hay muchas ficciones legales, pero ninguna sarcástica como la que cataloga a todos los hombres iguales y con idénticas maneras para alcanzar los beneficios de la ley sin hacer referencia a la provisión de sus bolsillos.
Huella de las pasiones. Expresión.
Unidad de cada tipo de moneda.
Vuelto con algún verosímil grado al buen humor con esta fantasía.
Condición de insolvencia.
Acusar de emplear circunloquios y evasivas.
Argumentos, súplicas y proposiciones de transacción.
Maniobras diplomáticas.
Poder aconsejar, razonar, insinuar un deseo.
Emoción que inspira la complacencia del valor.
Alegría y brillo de ilusiones y agradables visiones.
Trágica contorsión.
Enfermedad que afina su aspecto anunciando el tránsito próximo.
Fenómenos. A la Mujer Sedienta de Tutbury le da por pasar la vida dentro de la cama. El Fantasma del callejón del Gallo.
Relámpago embotellado.
Juglar ambulante.
Graduó el odio con los daños inferidos.
Capa de la sencillez.
Resolución que las circunstancias extremas dan a los caracteres.
Mechinales. Chabolas.
Átomo de iniquidad.
Formular una vaga acusación.
Simular diversión.
Es frecuente con los que van a cometer o sancionar una injusticia mostrar piedad hacia la víctima, con lo cual se creen superiores a los que no manifiestan piedad.
Abismo interminable que el sueño crea.
Asuntos de familia. Preocupaciones, ilusiones, desengaños y penas.
Fina estrategia.
Simular recordar un asunto.
La separación es un buen sistema que incita a los hombres.
Fuente de molestias y ansiedad.
Consejero experimentado.
Simular enfado.
La vela ponía de manifiesto sus horribles facciones.
Cédula del procurador.
Cartas de garantía.
Transformación de estilo.
Grado académico.
Ventaja de una acción por retención injustificada.
Bondad sin límites.
Su odio había alcanzado una intensidad rayana con locura.
Acusar de impaciente.
Dolorosas circunstancias.
Llorar como un becerro.
(Nicholas Nickleby)
La noche es más benévola que el día, que muy a menudo, destruye sin compasión las más gratas ilusiones.
Sencillez y candor.
Engullía, metiendo en la boca tres cuartas partes del cuchillo, con la habilidad de un prestidigitador.
Mi vida es un tejido de abnegaciones y de angustias y soy pobre.
Cesando en mi papel de iniciador de personajes en esta novela.
Nube de pesar.
Gestos que sólo pueden concebirse en malos sueños.
Casi demasiado listo para vivir.
Describir muy pálidamente.
Crímenes, robos y ausencias nocturnas.
Dormían inconscientes de peligro alguno.
Repetido y elevado en sonoridad, hasta semejar una batería de cañonazos.
Despertar súbitamente.
Ignoraba con qué atribuciones estaba allí.
Imprevista circunstancia, que desbarataba sus propósitos.
Quería librarlo de las garras del dinero.
Los vecinos curiosos, no pudo librarse tampoco de algún saludo.
Interior vacío.
Extremada cortesía.
Timidez rayana en el encogimiento.
Algo solemne, no profanado por las huellas del ser humano ni los menesteres de la vida.
Una carretera con prados a los dos lados.
La vida no ofrece menos transformaciones que la muerte.
Respeta la asociación, aunque no respetes al socio.
Animándola para que no se rindiera.
Las circunstancias del día.
Besos, abrazos y lágrimas.
Atreviéndose a abrir los ojos.
Entablar inteligencia con las ostras.
Respirando el perfume de las flores y columbrando cómo flotaban las nubes en el espacio.
Los reflejos del crepúsculo, largos en Inglaterra en el mes de Junio, iluminaban la Tierra a través del denso velo, que la iba envolviendo.
Todo lo bueno ha de obtenerse con ansiedad y cuidado.
Ostentaba bajo el labio inferior cierta prominencia, que alguien habría podido tomar por barba, pero que en realidad sólo eran las pestañas, que faltaban en su debido sitio.
Un camaleón se habría muerto allí desesperado.
Lecho de ceniza caliente.
Una carretera negra, muy rara.
El ruido, el humo y el vapor de la gran ciudad industrial los ahogaba.
Retiro encantador.
Ese aire solemne, propio de las cosas que han resistido la acción del tiempo.
Hay mucha gente en el mundo, que en el día está trabajando, pero cuya mente está al lado de las tumbas.
En los asuntos de la ley, lo mejor es no hacer alusión alguna a combinaciones de amigos.
Cuando nos separamos de los amigos, debemos separarnos generosamente. Ese es uno de los placeres de la amistad.
Un ser viejo y gastado, más por la desgracia y las pesadumbres, que por el peso de los años.
El dolor da resistencia.
(Almacén de antigüedades)
El invitado molesto que se demora en el vestíbulo después de haberse despedido.
Acusar de exagerar.
Congeniar con la familia.
Hacer gala de un orgullo familiar desmesurado.
Encontramos en los anales de las familias innumerables repeticiones de una fase de carácter.
Un elevado fin.
Una circunstancia notable.
Confusión de ideas, del idioma, a la que son propensas la edad y la charlatanería.
Lo que puede hacer en la prosa histórica un poco de ingenio por parte del comentarista.
Replicar con claridad, solemnidad y formalidad.
Una inclinación siniestra o una barra heráldica hacia la izquierda, una barra de bastardía.
Confusión de las expresiones manifiesta y ridículamente sencilla de enmendar.
Las pruebas documentales.
Quedar de manifiesto.
Las casas de empeño tenían una cartela con tres bolas doradas.
Chiselling, cincelado, timo.
Tener un origen y una importancia que no puede, sino hacer aceptables y recomendables.
Opresivo aire de tristeza.
Esos jardines fabulosos donde las frutas eran joyas.
Viento respetable.
Humor de los vientos.
Seca advertencia.
Expresiones incoherentes.
Optimismo infantil, juguetón e indomable.
La calidad de la mercancía.
El colofón del delicioso catálogo.
Más lleno de buenos preceptos que el cuaderno de un escolar.
Los enemigos, las sombras que arrojaba su resplandor.
Modales suaves y untuosos.
Su experiencia de la ciencia arquitectónica era de una profundidad casi espantosa.
Los compromisos profesionales.
Su genio consistía en enredar a padres y tutores y embolsar sus emolumentos.
Reflexión tranquilizadora.
Con osadía y en un tono imponente.
Pícara, calculadora y atrevida.
Quedar en blanco como si la mente pudiese influir directamente en la ganancia.
Migajas de filantropía.
Previsores y calculadores angustiados por el futuro.
Expresión plácida.
Demostrar delicadeza.
Un renglón en la inmensa suma de la humanidad.
Desarrollar las cualidades cuya posesión inspira un humilde respeto propio.
Gesto nervioso.
Retomar el hilo de la conversación.
Tono victorioso.
Abrazar en el ánimo.
Manifestar algún retintín.
El asco y el desprecio que puede expresar el monosílabo ¡bah!
Tono conmovido.
Mudar instintivamente de actitud.
Arañar y clavar las garras en el dinero.
Gestos rápidos y vehementes.
Preferencia del dragón, el grifo y el unicornio por los asuntos domésticos.
Un letrado que podía compartir la responsabilidad.
Expresiones inquietas indicadoras, no obstante, de una preocupación más mundana que anímica.
Rolliza y lozana como una uva espina.
Notable petulancia.
Con el buen humor intacto.
Tentado de expresar sus sospechas.
La actitud y la apariencia.
Actitud reflexiva y cómoda.
Un tono a la vez sublimemente piadoso y desapasionado.
Apreciar el carácter.
Actitud emocionada.
Una expresión de silenciosa sorpresa, no desprovista de rabia, pintada en el semblante.
Decidir amar en cualquier circunstancia.
Gesto torvo.
Apariencia que se tilda de andrajoso-elegante.
San Jorge había repudiado al dragón en los ultimos momentos de vida del animal.
Las peculiaridades del genio.
Orgulloso Lucifer.
El tono de quien no está dispuesto a permitirse sobornar.
Las pequeñas fragilidades que afligen a un intelecto poderoso.
La célebre adivinanza <<¿en qué se distingue alguien en la cárcel de alguien fuera de la cárcel?>> no tiene réplica.
Tono solemne e impresionante.
Peculiares y extraordinarias confidencias.
Tono hosco.
Mammon, el demonio de la codicia.
Las palabras llevan consigo malas compañías.
Expresión figurativa de la época, "tener mucho vapor que soltar".
Aporrear y apalear con palabras insultantes.
Estallidos y explosiones intrascendentes de la disputa.
Tono afable.
Botany Bay, colonia penitenciaria en Australia.
Cruzar los dedos índices con un gesto conciliador y argumentativo.
Frases ornamentales.
Un inteligente alfilerazo.
Circunstancias de fracaso y decepción.
Su conversación siempre ha sido como letra impresa.
Poder salir fortalecido de unas circunstancias que harían desdichados a otros, si tuviese ocasión de demostrarlo.
Ver hacia delante y a lo lejos, como hace la gente cuando medita profundamente.
Salió a pasear por las calles con la vaga y de alguna manera placentera idea, de que bullían de misterios y peligros.
Una tienda de libros. El pobre Robinson Crusoe aparecía solo, con su perro y su hacha, un sombrero de piel de cabra y varios fusiles; viendo con calma a Philip Quarll (personaje de la novela de Peter Longueville, "The Hermit", 1727) y la hueste de imitadores que le rodeaban. "Tales of de genii", 1769, de James Ridley. Las raras "Mil y una noches".
Simpatía nerviosa.
El viento que no sopla para bien de nadie es un mal viento.
Sustituyendo su expresión abstraída por otra de alegre reconocimiento.
Tristeza afectuosa.
Tono profundo.
Tono alegre.
Abrió luego otra puerta y volvió a cerrarla enseguida como si fuese una habitación azul. Como la de la historia de Barbazul.
Un pastel casero muy geológico.
La celebración del lord Mayor. El lord Mayor es el alcalde de la City londinense (no debe confundirse con el alcalde de Londres, el cual manda en una zona mucho mayor, que incluye el Greater London). Es votado anualmente y al día siguiente de su votación acude en procesión a Westminster, para jurar fidelidad al soberano. Es un cargo honorífico y dentro de los límites de la City sólo el soberano y la reina le preceden en rango.
Durante las silenciosas horas de la noche una casa encierra incoherentes e incongruentes fantasías como la cabeza de un loco.
Su humor adquiría una cualidad ácida y amarga.
Acritud añadida.
La vertiginosa ronda de placeres que gira.
Los días de mi infancia imaginaba que las cebollas crecían en los árboles y que los elefantes nacían con un castillo inexpugnable a la espalda. Alusión al escudo del gremio de los cuchilleros, que dio nombre al barrio londinense de Elephant Castle.
Una farola está calculada para refinar el ánimo y darle una tendencia clásica. Una barrera de portazgo ornamental ejerce un notable efecto sobre la imaginación.
La magia del genio transforma en oro todo lo que toca.
Afable, generoso y desenvuelto.
Un cínico, un verdadero grifo en su odio a los hombres.
Hablando con rapidez y despreocupación.
Obstinado y abominable egoísta.
Ceder a las circunstancias del caso.
Ponerse lo cómodo que permitían las circunstancias.
Pasar las páginas del libro con cuidado, como si fuesen criaturas vivas a las que tuviera mucho aprecio.
Garantías de amistad y protección.
Ajustar recibos de alquileres y deducir la comisión.
Tono indagador.
Una perfecta constelación de genio y talento.
El "Libro de los Mártires", de Fox, el Tribunal de Peticiones y la Cámara Estrellada. El "Acts and Monuments" (1563), de John Foxes. El Tribunal de Peticiones se ocupaba de las deudas de pequeña cuantía. La Cámara de la Estrella se ocupaba, sin miramientos, de los delitos más graves.
Un apasionado gesto de las manos y la cabeza.
La formulación de algún terrible anatema.
Circunstancias agradables.
Un anticuado monedero de cuero rojo con el cierre de acero.
Es proverbial que hay algunas cosas que la carne y la sangre no pueden soportar.
Moviendo la cabeza con expresividad.
Una disposición de arrebato pasajero.
Gesto de alegre sorpresa.
Parco consuelo.
Tono cortante.
Acusar de hipócrita.
Su cualidad más irritante es que nunca pacta ni se asocia con nadie para llevar a cabo sus manejos.
Velar por la venta de unas inversiones atractivas a las que habían echado el ojo como accionistas.
Poner en práctica su educado propósito.
Las más estrictas reglas del beneficio propio. Ganancia y dinero.
Evitar una fatal consecuencia.
Trituraron todo lo que había a su alcance y de esa manera adquirieron una grasienta expresión en el semblante, que indicaba una dicha, si no una saciedad muy agradables de ver.
Descorrieron varios cerrojos con un ruido herrumbroso, como si el tiempo hubiese enronquecido los propios cierres.
Tono desafiante.
Una barra de pan de cuarto poco cocido.
El afecto brillando en un ojo y el cálculo resplandeciendo en el otro.
Clavar los codos de cemento y ladrillo.
Un laberinto cuyo secreto sólo sabían unos cuantos seleccionados.
Naranjas estropeadas, con manchas azules o verdosas.
Una pensión comercial.
Desde que el ser humano tiene memoria.
Incontenible afecto.
Expresión ceñuda y rencorosa.
Tomar notas mentales.
Los beneficios conferidos.
Si alguna vez se ha dicho la verdad en este, a menudo, falso mundo.
Una imagen refulgente y difícil de olvidar.
Una reverencia abortada en su nacimiento.
Estallar en un torrente de indignación.
Hacer lo que podía esperarse razonablemente en tales circunstancias.
Vagos epítetos.
Humildad y jovialidad.
Expresar la persuasión.
Protegiendo la cabeza, según las reglas ideadas por Thomas Cribb. (1781-1848), un famoso boxeador.
Old Bailey, la calle de Londres donde se encuentra el Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales.
Los domingos los horneros permitían a sus clientes utilizar sus hornos para cocinar.
Un caballero aficionado a la literatura, que escribía agudezas sobre los demás y que sabía los puntos flacos de todos menos los suyos.
La conversación no se vio entorpecida.
Las diversiones, con la conversación miscelánea que inspiraron, ayudaron a pasar el tiempo.
Verduras indigestas y apreciadas por las patronas de las pensiones por sus propiedades saciantes.
Réplicas agudas y animadas, prodigiosas.
Nunca se sumaba a las quejosas emociones del grupo ni manifestaba el menor pesar.
Aficionado a dar conversación.
Dar rienda suelta a una oleada de elocuencia que lo aplasta todo a su paso.
Una deuda de gratitud.
Expresar una frenética negativa.
Un convulso discurso.
Hablando con una articulación imperfecta.
Moviendo la cabeza con un gesto estúpido y triste, como si viera un genio maléfico y reprochara con amabilidad.
Emoción desbordada.
Sufrir una dolencia crónica.
El atrevimiento de la desesperación.
Mundo vano e insensato.
Rezumar desaliento.
Lúgube ternura.
Epítetos oprobiosos.
Mejoremos nuestro ánimo a través de la investigación y la discusión. Seamos morales. Visionemos la existencia.
"Divine and Moral Songs" (1720), de Isaac Watts.
Con una extraña reminiscencia de la manera que se dirigía a sus nuevos alumnos.
Las graves exigencias.
El tiempo y la marea no esperan a nadie, cuenta el refrán. Pero todos tienen que esperar al tiempo y la marea.
Tono de sorpresa.
Gesto de impaciencia.
Tono lento y moderado.
Enjugar los indicios de debilidad de los ojos.
Añadir a las circunstancias.
Expresar turbación.
Inagotables reservas de afecto puro.
Gesto travieso y bromista.
Frívolas emociones.
Tono desesperado.
La jocunda hora de las doce del día.
Abandonado al albur y la guía de la propia sagacidad.
Las claras expresiones de deleite manifestadas.
Una manifestación vivaz.
El gran precepto <<Hagas lo que hagas, guarda las formas>>.
Por alguna extraña concurrencia de circunstancias favorables.
Furtivo como un gato.
Por sus venas no corre sangre, sino rabia líquida.
Hay quienes crean ídolos a su imagen y semejanza y luego no los adoran cuando están formados y culpan de su deformidad a la naturaleza ultrajada.
A la hora de cuidarse nunca se exagera.
La regla para los negocios. <<Estafa a los demás, porque te estafarán a ti>>.
Tono sibilante.
Demostración de regocijo.
Expresiones admiradas.
Hay una simplicidad de la astucia igual que hay una simplicidad de la inocencia.
El catálogo habitual de vicios degenerados.
Una circunstancia accidental.
Cualquier prosaica realidad de la vida.
El oráculo, siguiendo una práctica en los oráculos, no expresó ninguna opinión que valga la pena recordar.
Sustancioso consejo.
Poner de manifiesto la profunda impresión que le habían causado los favores recibidos.
Una mezcla de inclinación afirmativa y gesto de negación.
Gesto cómplice.
Visiblemente agitado y en una disposición de profundo abatimiento mental.
Condescendencia, piedad desenfadada.
La marea del regocijo.
Circunstancias muy concretas.
Obligado por las circunstancias.
Librar los sentidos de la maraña de airadas pasiones que los habían tenido prisioneros.
Dar un uso agradable a las percepciones morales o físicas.
Perspectiva triste.
"El bachiller de Salamanca" (1736), de Alain-René Lesage.
¿Quién no preferiría que lo abanicara, llegada la ultima hora, la ligera pluma de una mentira y no las púas arrancadas del erizado puescoespín con la verdad acusadora desde el comienzo de los tiempos?
Un reloj de caza de oro, mecánico, con tapa y cuatro joyas, con movimiento de escape, palanca horizontal y marcha garantizada.
La desesperación imprudente de su disposición de ánimo y de sus circunstancias.
Desdeñoso énfasis.
Ocupaciones en la cosa publica, las tabernas o public houses.
Quedar con una acusada sensación de haber quedado fuera, solo en el espantoso mundo.
Circunstancias extremas.
Tono confidencial.
Indicar la aquiescencia con un gesto.
Un patriarcal proverbio, de largas barbas y encabezamiento largo, afirma que el deber de un ser humano es ser justo, antes que generoso.
Soy una flor de invernadero, de crecimiento y cultivo muy diferentes a los de esa col.
Con súbita dignidad.
Lanzar una moneda al aire como hacen los pasteleros. En la época, algunos pasteleros atraían a los clientes animándolos a jugar una empanada de riñones a cara o cruz.
Llegar a oídos las circunstancias.
Con el deseo de fortalecerme en circunstancias que acobardarían a otros.
Expresión de perplejidad.
¿Qué mérito tiene alegrarse en estas circunstancias?
El cuidado depositado.
El reloj de los Horse Wards, el reloj publico más cercano al parque de St. James y el más famoso antes de la construcción del Big Ben.
Tono valeroso.
Antes se creía que sólo los poseídos por un ánimo maligno eran conscientes de los demonios que acechaban en el pecho de otros hombres.
Tono admonitorio.
Una sátira de su propia cólera.
La manera de proceder más sensata que alguien habría podido adoptar dadas las circunstancias.
La barbilla hincada de una manera no muy estética en las palmas de las manos.
Llevar encima algún objeto de valor en caso de menester.
Una expresión concentrada e indescriptible.
¿En qué región se reúne el consejo de los elementos o dónde descansan entre tremendas diversiones?
Las largas e hinchadas olas.
Diversos grados de enfermedad y sufrimiento.
Ondeando un pañuelo en la orilla, igual que en las estampas de un cancionero.
Embarcar en una aventura descabellada.
El objeto de la conversación.
Decidido a salir fortalecido de unas circunstancias desventajosas.
El baldón y la insignia de la pobreza más ignominiosa.
Una expresión muy seria no desprovista de sorpresa.
Dotes para prestar mérito a la alegría.
El aire de la Libertad que lleva la muerte a todos los tiranos y que nunca (en ninguna circunstancia que valga la pena reseñar) pueden respirar los esclavos.
Cruzaba los brazos de manera que su actitud semejaba más impresionante.
Gesto profundo.
Diver, en argot, carterista.
Grado de respeto.
Fragmentos de papel, galeradas y manuscritos.
Esas narices que la envidia de la humanidad ha tildado de chatas.
Un glotón echa sobre los hombros de su cocinero la responsabilidad de sus excesos.
Gesto indolente.
Gestos lentos y cansinos.
La prosperidad personal no siempre va a la par que la devoción patriótica por los asuntos publicos y las transacciones fraudulentas tienen sus altibajos.
Pesadillas siempre hambrientas.
Panfletos muy enérgicos.
Quien monta en pos de un zorro poniendo su vida y sus miembros en peligro preferirá montar peligrosamente.
El mayor patriota era el que más gritaba y el que menos se preocupaba por el decoro. Su paladín era el que en la furia brutal de sus fines no podía estigmatizar a los demás por la bajeza de los suyos.
El séptimo cielo de la Fama.
La excelencia en el logro de un peculiar estilo de andanada llamado <<titular periodístico>>.
La turbia atmósfera de un proceso legal criminal.
Una oferta franca, sin disimulos y cabal.
Actitud abierta y amable.
Su percepción estaba agudizada por las circunstancias.
Torcer el gesto.
Conteniéndose en ese punto que los británicos, por lo general, se supone que deben declarar que <<nunca, nunca, nunca>>.
Semeja uno su propia sombra cuando el sol la estira y alarga.
Se produjo otra deliciosa circunstancia.
El sufrimiento y la sordidez de la esclavitud.
Para que la conversación volviese a su agradable curso anterior varió el tema.
No hay nada igual de bajo como lo autóctono. Pues en eso los idiomas son como los viajeros, ordinarios y vulgares en casa, pero especialmente refinados en el extranjero.
Cuántos convencionalismos en esa sorprendente Europa.
Soltar una tos piadosa.
Alzar los ojos con gesto piadoso.
La filosofía de la materia.
Viejo proverbio. Seguir adelante, para empeorar.
Gesto triunfante.
La expresión Sherry Cobbler se refiere a un combinado similar al rebujito, consumido por las altas esferas en la Inglaterra victoriana y que puede traducirse por <<zapatero con jerez>>.
Solemne prefacio.
Tono reflexivo.
Hacerse eco alegremente.
Amarga sátira.
Extraño gesto de desconcierto.
Dar rienda suelta a las emociones.
Gesto huidizo.
Gesto inexpresivo.
Transformado de apariencia y de actitud.
Inapreciables cualidades.
Expresión de tensa susceptibilidad.
Escrita por un dedo eterno en su rostro lívido había una palabra. Muerte.
Una cuestión relativa, no al final de la vida, sino al otro extremo.
Tenía un rostro para cada ocasión.
Abrumado por la execración popular.
Los zuecos tenían unos aros de hierro para alzar a quien los llevaba sobre el barro.
Gesto solemne.
Con un gesto hacia el pueblo en general.
Amargo sarcasmo.
Vena conmovedora.
Refugiándose en su argumento, como si fuese imposible rebatirlo por el ingenio humano.
Verter flores retóricas.
Calcular la tara y la merma. Aritmética.
Tono de imponente reproche.
Retorciendo las manos con apasionamiento.
Manifestar transformaciones.
Agradables peculiaridades del idioma y la actitud.
Desconcertado profundamente, en eso radica la sabiduría de la sencillez.
Requerimientos imaginativos y prismáticamente teñidos.
Hablaba con gravedad de un asunto que untaba con la miel de la elocuencia.
Garantizar el sacrificio.
Un ser humano de humilde entereza.
La inocencia siempre es valerosa... o debería serlo.
Preguntar con dulzura teñida de un amable pesar.
Incluso el absurdo tiene un límite.
Tono persuasivo.
Tono pesaroso.
Armonía decorosa.
En inglés, watertoast, que alude al toast-and-water, una receta victoriana para los enfermos, consiste en meter una tostada en agua, para que adquiera el sabor del pan tostado. También puede significar brindis con agua.
Inmersos en una conversación muy seria.
Gesto preocupado.
Llevaba un tiempo evitando la cuestión.
La embriagadora influencia que ejercía la anécdota.
Disfrutar de la conversación.
Inmiscuirse en la conversación.
La pregunta impertinente inglesa, <<¿Qué tal tu madre?>>
Gesto solemne.
Gesto imperturbable.
Una circunstancia extraordinaria.
Tono benévolo.
La Torre de Londres, al estar cerca de los parques, avenidas, arcos de triunfo, la ópera y el Royal Almacks es el lugar para establecer una corte lujosa e inconsciente.
Ofrecer un consejo desinteresado.
Haber una ocasión en la especulación.
Tono impresionante.
Celebrar un consejo solemne.
Elevar materialmente las perspectivas en la vida.
Tono conciliador.
La figura de la Muerte y la Doncella de la vieja balada, dividida en dos mitades monstruosamente diferentes. Un esqueleto vestido con ropa de mujer.
Calidad de secretario.
Un espectáculo calculado para que el León Británico se vaya aullando de angustia con el rabo entre las piernas.
Romper las cadenas de la tiranía.
Argumentos irrebatibles.
Gesto agresivo.
Con los brazos cruzados en su gloria solitaria.
Escribir con gesto solemne.
Cormorant, un ave que simboliza el apetito desmedido.
Hierbajos del estercolero.
Replicar declinando educadamente.
Por las potencias celestiales.
<<No tener otro remedio>> no es una expresión muy amable.
Limitado intelecto.
Ver con el ojo desnudo.
Reunir el ánimo preciso para reanudar la conversación.
Reseñas y disquisiciones analíticas.
Una terrible opresión en la inteligencia, un sueño incompleto.
Algún grado adicional de aspereza.
El peso de la broma.
Los lúgubres dominios de una Gigantesca Desesperación.
Circunstancias alegres y favorables.
Tono despreocupado.
Gesto indignado.
Reconciliar materiales claramente discordantes y en conflicto.
Elementos de los placeres humanos.
Expresión ardiente.
El acto atolondrado de una persona irreflexiva.
Gesto sombrío.
Un grifo o un espantajo con un parche en el ojo.
Disfrutar de las delicias del descanso doméstico.
Buscar una amplia perspectiva de la que pudiera regresar con renovado entusiasmo a los placeres.
Los querubines sin cuerpo, representados soplando eternamente las trompetas celestiales sin pulmón alguno.
Variadas existencias comerciales.
Aprovechar la circunstancia para explicar.
Los señores Doe y Roe son ficciones legales. Nombres utilizados en casos legales hipotéticos.
Para vergüenza del innombrable. Dicho, <<Di la verdad y que se avergüence el demonio>>.
El colmo de la satisfacción.
Expresión de cansancio, impaciencia y sorpresa.
Un tono que expresaba debilidad.
El silencio de la noche. ¡Oh, demacrada imaginación, tanteando a oscuras en el pasado, incapaz de liberarse del desdichado presente, arrastrando sus pesadas cadenas de cuidados por festines y francachelas imaginarias y escenarios de horrible pompa, en busca sólo de un momento de descanso entre los lugares frecuentados en la infancia y los sitios favoritos del ayer y encontrando vagamente miedo y espanto en cualquier parte!
Un pellizco de rapé volvió a templar los nervios.
Tono terrible.
El sutil razonamiento de los científicos, lo previsible es que sus investigaciones no lleven a ninguna parte.
Los bromistas de Kingsgate Street.
Expresiones de disgusto.
Pronunció las ultimas palabras en un tono muy alto y con un temible énfasis, como si encerrasen la esencia del peor de los insultos.
Elegante descaro.
Un saber sometido a circunstancias premiosas, que debía de existir desde hacía muchos años y que estaba cargado de vivencias terribles.
La nublada atmósfera de la pensión.
El genio eclipsaba el tiempo y el espacio, privaba de sus sentidos a quienes lo veían.
Manifestar una evidente repugnancia.
Dando una palmada, que levantó una nubecilla de albero.
Expresión taimada.
Expresiones poco respetuosas cuando no injuriosas.
Una lluvia de cumplidos.
Vuelto del revés y puesto patas arriba, como se sabe que han hecho en ocasiones los grandes hombres.
Satánico, galante y marcial.
Frotar la nariz con astucia.
Crecer con las circunstancias. Con eso radica el genio.
Punto de vista mental.
Especular a gran escala.
Racional, justo y comedido.
El verbo inglés to crimp se empleaba con el sentido de enredar o engatusar a los marineros para que se enrolasen.
Una imitación espuria.
Gesto desenvuelto y seductor.
Tono ofensivo.
Hay una simplicidad de la astucia igual que hay una simplicidad de la inocencia.
Un modelo de probidad.
Actitud jactanciosa.
Consolar durante circunstancias terribles.
Expresiones de escuela dominical.
Terminó la frase con un susurro muy bajo, que sólo se oyó una expresión de forma imperfecta que sonó como <<en polvorosa>>.
Rendido de admiración.
Garraway´s, un café cercano a la Bolsa donde se cerraban numerosas transferencias de manera informal.
Avaricia. Como era consciente de que no había nada de su oficio, comportamiento, carácter o actos que inspiraran respeto estaba sediento de poder y era tirano como cualquier invasor laureado de la historia.
El cálculo del valor de un objeto.
Gesto incrédulo.
Candor infantil.
Lucubraciones de tono subido, muy agudas.
El fangoso canal de sus recuerdos personales.
Proverbio. Habrá que alejar el lobo de nuestra puerta.
Alargando los brazos con súbita emoción.
Gesto feroz.
Gata chillona de cara pálida.
Unos son precoces, otros profesionales y otros misteriosos.
El inquietante recuerdo o una operación mental sencilla, como hallar que no tenía nada que hacer.
Amable indiferencia.
Lozana y floreciente. El grito con el que se anunciaban los vendedores de flores.
El afecto desinteresado siempre es halagador.
El Almanaque Moore.
Mover la cabeza con gesto misterioso.
Fiebres del ánimo.
Gesto elocuente.
Tono triunfal.
Sufrir un ataque muy grave.
Su cerebro se había visto incendiado por la fiebre, bajo el influjo de algún terror imaginario o de una engañosa fantasía.
La obligación de esta historia, en su avance inexorable, es ver cómo se las arregla.
Extender el plumaje de la autoconciencia.
El jardín de la fantasía.
Tono y expresión de rabia y pura violencia.
El proceso orgánico de decadencia.
Los falsos pretendientes testamentarios.
La cadena de circunstancias.
Tono insinuante.
Amable placidez del carácter.
Con un resto de su vieja obstinación.
La sobria verdad.
Las hondonadas, donde crujían las hojas del año pasado con su olor a Memoria.
Las mejillas encendidas de indignación.
Tono muy tierno.
La afectación virginal.
La boa constrictor, un ser taimado.
Unirse en un vínculo de amor sincero.
Tono frívolo.
Fabricar petardos morales.
Una circunstancia inexplicable.
Se expone con razón, que nada viaja igual de rápido como las noticias.
Poder sumergirse a través del banco ceremonial y salir en Calcuta o en alguna región deshabitada al otro lado del mundo.
Sincera energía.
Circunstancias extraordinarias.
Cargado de prejuicios, no es una persona imparcial.
Reservas de prosaica elocuencia.
Dos lágrimas, no como las que emborronan los apuntes de los ángeles escribientes, sino como esas muy preciosas que utilizan como tinta, corrieron por sus meritorias mejillas.
Una serpiente flamígera proclamando desde la catedral de Salisbury.
Con valor renovado.
Actitud turbada.
Fragmentos de la conversación.
Actitud imponente.
Dadas las circunstancias esa forma de actuar estaría justificada.
Dar impresión de apresuramiento.
Circunstancias menos excepcionales.
Sumar las respectivas sagacidades.
Modales afectuosos.
El objeto del afecto.
El rostro expresó una suprema indiferencia.
La decadencia de la grandeza humana.
Un ardiente ataque ocasional de ese fuego que llaman de san Antonio. La erisipela.
No oscurecer las puertas comerciales del establecimiento.
Tenía una visión terrible del Destino y hablaba mucho de las <<misiones>> de la gente.
El mortífero árbol upas de Java. Un árbol del que se decía que echaba una maldición a quienes estaban cerca.
Un arrebato de pesar.
Una perspectiva muy prometedora.
La señal del gran lord Nelson en la batalla de Trafalgar. Inglaterra espera que todos cumplan con su deber.
Decidida a regir su conducta por el consejo.
Las primeras expresiones de sorpresa.
Un ser humano de triste experiencia.
La envidia de mi inusitada buena suerte, que siempre me persigue y que me tiende la zancadilla.
Un estremecimiento de terror.
Estimular el ánimo.
Los colonos son como el gallo que se escondió para reservar la vida y lo destaparon por el ruido que hacía. No pueden cesar de cacarear.
Sin manifestar la menor emoción.
Piedad sardónica.
Los impuestos del país, los tributos por la casa, las tasas por las ventanas.
Mísera sombra quebrantada y azotada por la pestilencia.
Feroz expresión.
Alguien inteligente, pujante, de esos que siempre caen de pie.
Tono de amenaza.
Circunstancias sombrías y desalentadoras.
A menudo sucede que los vicios domésticos más viles se contagian, para ser sus propios antagonistas. Ocurre, sobre todo, con el egoísmo, también con la sospecha, el disimulo, el sigilo y la propensión a la codicia.
Rechazar indignado la acusación.
El yo, algo sin valor, subordinado y mísero.
Llegó la reflexión, como a una ciudad sitiada por la plaga.
Manifestar signos de estar recobrando la salud.
Actuaban con pocas ilusiones, como una cuerda de presos en un penal.
Cada uno daba un significado distinto a tener suerte.
Llevó el dedo índice a la ceja como si estuviese meditando un asunto político.
Los enemigos magnánimos pueden verse en el terreno neutral de la vida privada.
Hablar de manera articulada
Hacer una nota mental.
Mortíferas herramientas de persuasión.
Manifestar satisfacción.
El ánimo y la materia se deslizan deprisa hacia el vórtice de la inmensidad, aúlla lo sublime y el plácido ideal duerme tranquilo en las susurrantes cámaras de la imaginación.
Coger la mano y llevarla a los labios como una palma patriótica.
Salpicar palabras y divagar de forma memorable.
Expresar la más ferviente admiración.
El dosel de humo que cubría la ciudad.
Rincones del cerebro de un ser humano obstinado.
Tono impresionante.
Hervir de rabia.
Lado bueno y malo de la circunstancia.
El peso de la inmensidad y la incertidumbre de Londres.
La cesta era estrictamente platónica, un regalo sólo por amistad.
La luna brillante ha salido y la tierra refleja los objetos en su seno como si fuese agua.
Robusta y vieja rigidez del roble.
Esquivar alegremente la cuestión.
Valorar el carácter.
No son más que unas cuantas cosillas de soltera. Los apaños improvisados que podrían habérsele ocurrido a Philip Quarll o a Robinson Crusoe.
El orgullo es algo muy sensible.
Un rostro prescindible, o en el que se había utilizado en exceso el almidón y el vinagre.
Un perfecto directorio y una guía de las residencias londinenses.
Una circunstancia sospechosa.
La guarida de fabricantes de repostería caníbal, que muchas leyendas rurales representan obteniendo pingües beneficios con sus negocios de venta al por menor en las metrópolis.
Candorosa desconfianza de Londres.
Un cínico, un ser de mundo.
Encontrar por fin el valor para replicar.
Malhumorada y desafiante actitud.
Una idea desasosegante, una vaga sospecha.
Lo he dicho de verdad, en el ánimo y en la letra.
Igual de alegre como largo era el día.
Piedad genuina.
Repetir, ser prosaico.
Constituir el asunto más absorbente de las reflexiones.
Perspicaz, pero viejo, taimado y escurridizo, encomios halagadores.
Una tranquila exultación en el tono.
Poner de manifiesto una atención seria y solemne.
Una serie de memorandos escritos en cualquier papel.
Un valioso rasgo de personalidad.
Energías sobrehumanas.
Tono lánguido y malhumorado.
Viejos con pinta de espantajo.
La calidad del voto.
Tono insinuante.
Control sobre el dinero.
Mano exangüe y pesada de la Muerte.
El vivo retrato del terror, la desdicha y la rabia.
Degradación de una llaga repugnante.
El consejo sagaz en asuntos de dinero.
Haber caído en el pozo de la ruina más profunda.
Una terrible escapatoria, un resplandor rojizo en un cielo de negrura.
Hongos envidiosos.
Un toque delicado, un tono homogéneo, una industriosa manipulación del objeto, finos matices. El triunfo de la inteligencia sobre la materia.
Una circunstancia inexplicable y extraordinaria.
Un visitante sobrenatural y no mortal.
Nuestra historia no es nada novelesca.
El Temple, en el centro de Londres, la zona de los despachos de abogados.
Tono amable y desenfadado.
Instalado en circunstancias peculiares.
Internarse en el humo londinense.
Cada día traía una especulación recurrente.
Una flor crecida y sorprendente en el jardín de la imaginación, que nunca se marchitaba y que nadie pisoteaba.
Actuar con generosidad no ocurriría hasta que el sol se volviese de color verde, la luna negra y pudiese distinguir a simple vista doce cometas dando la vuelta a dichos astros.
La inclinación del forastero de deambular por los barrios de la ciudad más famosos por su vida y animación.
Expresión de violenta animosidad.
Tono profético.
Aguda impaciencia.
Actitud enloquecida y desesperada.
La condenada colmena de la City está por encima de cualquier otra apreciación a la hora de hacer miel.
Brindis sentimental.
Llegar a un pacto amistoso y acometer una empresa.
Anormal, sereno, como les sucede a los hombres no muy valientes en los momentos de desesperación extrema.
Tono frívolo.
Tono comedido.
La agitación en su máxima expresión.
Siniestras circunstancias.
La balbuciente modestia del propietario.
Prosaico y literal.
La lluvia caía como la cólera del cielo.
Diabólica alegría, impotente expresión de la verdad.
Disposición de ánimo en la que las ideas se presentan una y otra vez en fatigosa repetición.
Su aspecto y actitud estaba en clara oposición con sus palabras.
Ejercer el poder con valor y magnanimidad.
Las hojas lacrimosas y encogidas.
Un tono que sonó a remordimiento.
Contener las emociones personales.
En sus días más egoístas y despreocupados.
Un pasado irrevocable y cargado de reproches.
Hermosa verdad. No vives en un pozo, mi sagrada regla, sino en los labios de los falsos. Del proverbio inglés "Truth lies at the bottom of a well". La verdad está en el fondo de un pozo.
La reflexión, la soledad y la desdicha.
La indignación lleva la ardiente lágrima al ojo honrado.
El peso del desprecio.
Adquirir el hábito en el sentido textual y figurado.
La expresión vacua e inmóvil frecuente en el rostro de las personas cuyas facultades declinan con la edad.
Animosas expresiones de simpatía y ánimo.
El proceso orgánico de debilidad y decadencia.
Ataques de ira.
Aunque los enamorados son notables por omitir decir muchas cosas y estar deseando volver a decirlas, también son notables por su sorprendente aptitud de síntesis.
Una advertencia, una rápida transferencia de adioses y de algo más de lo que el proverbio aconseja no hablar después.
Besar la mano con la devoción de un caballero errante.
Aplastar con la puerta una nuez.
El tiempo fresco en la memoria.
Gestos que traslucían la turbación de su ánimo.
Dorados misterios.
Vuelo de la fantasía.
Salir a la superficie de la conversación.
Un sobresalto de pánico.
Los secos y polvorientos canales de la Ley.
Una circunstancia curiosa.
Con expresión decidida y gesto inescrutable.
La sombría inflexibilidad de grifo repelente.
Inconscientes del paso del tiempo.
Una visita memorable y deliciosa.
La fuente murmuró atareada en el claro de luna.
Tono desesperado.
Tono confidencial.
Haber ido a tomar el té por pura delicadeza y no porque tuviese ningún compromiso oficial en la casa.
Tono tranquilizador.
Intrusismo profesional.
Ese tono grave que delata una indignación contenida.
Cumplir de buen grado y con afabilidad.
Obtusas fantasías.
Una angustia que tenía una extraña nota de terror.
Celoso secretismo.
La mosca española, la cantárida molida, que se empleaba para curar algunas enfermedades.
Algún monstruoso principio abstracto, como la humanidad o la ternura.
Tono hosco.
Ver por accidente o designio.
Tono muy sentido, implorando.
Manifestar la idea de volver a ajustar las cuentas.
Un secreto guardado en su pecho, que habría acudido a su memoria gracias al recordatorio del paso de las horas.
Tono desabrido.
Alegando como prueba de su memoria y familiaridad un sinfín de recomendaciones espigadas.
La gloria y su pariente de sangre, el bastardo crimen.
A su alrededor estaba cayendo un umbroso velo, que excluía las reflexiones, menos el presagio y la vaga premonición de una fatalidad inminente.
Por designio y mandato de las circunstancias.
Consejo y asesoramiento.
Gesto enigmático.
El rostro estólido e inexpresivo como un muro.
Unas circunstancias que tuviesen algún mérito.
Gesto de súplica y humillación.
Encontrar una salida del laberinto de dificultades, que no condujese a un seto confuso y enmarañado.
La resolución unánime en una reunión publica, que declara que un agravio no puede tolerarse ni un minuto más y que, no obstante, se tolera uno o dos siglos sin modificación alguna.
Un intelecto inquieto.
Un optimista al borde de la locura.
Salmón de Newcastle en escabeche.
Ausencias que se producen al prestar demasiada atención a alguna cosa.
Una actitud ofensiva, en cuanto discreta e inteligente.
Un rápido paso de la burla a la ferocidad.
Sulfurada despedida.
La solemnidad característica de un grado de ebriedad.
Vestirse para una visita profesional.
Expresión ridícula.
Dicho. Cuando los granujas discuten, la gente honrada sale ganando.
Transferir confidencias.
Una nube en el cielo de la imaginación.
Tono de profundo reproche.
Tono ofendido y apenado.
Incapaz de justificarse, como si fuera un monstruo del engaño y la falsedad.
Había recobrado la compostura y semejaba la verdad encarnada, aunque con ropa de andar por casa.
Acusar de traicionar.
Circunstancias casi desesperadas.
Algo que podría haber ocurrido en circunstancias muy diferentes, pero que no sucederá.
Los que leen historias épicas y deciden ser un valiente de libro, creen poder estar descontentos y ser malhumorados y misantrópicos y tal vez un poco blasfemos; porque no pueden hacer que todo suceda a su gusto.
Rememorar los detalles y circunstancias.
Una cadena de sospechas.
Expresión de impaciencia.
Reunir el valor suficiente.
Tono contenido.
Una pretensión patética de intimidar y hacer callar.
Un tono a un tiempo tranquilizador y animoso.
Está usted temblando como si colgara de un hilo de alambre.
La más aguda y terrible expresión.
El círculo de ruina que lo rodeaba se cerraba cada vez más deprisa y terminaría aplastándolo.
Las circunstancias de tiempo, lugar e incidente.
Proclamar sin tapujos, sin emoción y sin ocultar nada, la verdad.
Alas vengadoras de la verdad.
Gesto vacuo y extraviado.
Sus ojos se encendieron con una inteligencia y un recuerdo inesperados.
Su pecho se hinchaba como un mar encrespado.
Una desesperación violenta, incontrolable e iracunda.
Los hechos son cabezotas y difíciles de transformar.
Llegó rugiendo como las olas del océano.
Las formas fantasmagóricas de la tremenda verdad. Las muchas formas en las que surgía de la nada.
Gesto sombrío.
El tono quejoso con el que lamentó la inminente publicidad de lo que sabía.
¡Desdichado loco! ¡Tortura insoportable y desgarrada! ¡Encontrar vivos y activos -una parte del todo-al cerebro y la mano derecha del secreto que había creído aplastar!
La expresión de su rostro pálido y agónico apenas semejaba humano.
La forja de la cadena de circunstancias que condujeron a la muerte.
En cada circunstancia, ya fuese cruel, cobarde o falsa, vio el florecimiento de la idéntica grávida semilla. El yo codicioso, apremiante, estrecho de vista, que creía alcanzar más de lo que abarcaba; con su largo historial de sospechas, avaricias, engaños y sus consecuencias, era la raíz del árbol del mal.
La energía forzada y artificialmente alimentada, fruto de una larga contención.
Oleadas de resolución.
Dispuesto a depositar una gran familiaridad.
Un ataque de desesperación.
Replicar sin perder un átomo de su compostura.
Desconcertantes circunstancias.
La abrumadora educación con la que pretendió ocultar su confusión.
Ejercer un control férreo.
Tono de amable reproche.
Actitud vigorosa.
Abogado y agente confidencial.
Tildar de carne de horca.
La más mínima brizna de ternura.
su turbación daba la impresión de haberse extendido incluso a su atuendo.
Lejos de los impulsos de la pasión y de la parcialidad de los prejuicios.
Envidia y desprecio.
Ir a declarar voluntariamente como testigo de su carácter.
Desmayos andantes.
Obtusos ancianos.
Las fuentes no tienen nada de turbador.
Afecto sincero.
Brillantes perspectivas.
Pretensión aguda.
Hizo extensivos su perdón y sus invitaciones.
Manifestar amabilidad.
Anudar y cimentar.
Expresiones de descontento.
Tono desafiante.
Un lechuguino impertinente.
Quitar romanticismo al noviazgo.
Conducta impulsiva.
Una navaja con mango de cuerno de gamo.
Los tempestuosos gritos de los marineros.
Expresión sosegada y tranquila.
Mostrar desde diversos ángulos el más común de los vicios; exponer cómo se contagia el egoísmo y en qué tétrico gigante puede transformarse a partir de unos pequeños inicios.
Los relatos de esta colección económica.
(Vida y aventuras de Martin Chuzzlewit)
El Tiempo y su hermana la Inquietud.
Sombrío y misterioso océano, que lo lleva todo a los abismos.
Peso frío de la costumbre.
Burla, manifestación de desagrado.
Víctima de acusado malhumor.
Canje de periódicos, libros y otras pequeñas atenciones platónicas.
Bajo los ojos atentos y vigilantes del Tiempo.
La administración recomendada a una comisión, como sucede en determinados centros políticos, al no encontrar un Atlas de amplias espaldas, apto para soportar el peso de la tarea.
Extraordinario poderío del dinero, que hay que guardarse de despreciar.
Cuando una violenta tempestad marchita las flores de la ilusión, entonces es cuando nos encontramos dispuestos a representarnos en la imaginación el cuadro de la dicha que hemos perdido.
Confundir manifiestamente.
Momentánea idea, sin ilusiones de realización.
Veneno de la pobreza, que adultera al ser humano de ingenio.
Vestal amortajada en vida.
Cólera del amor propio humillado.
Monstruo triunfante. La Muerte.
Temblor involuntario.
Flying Duchtman, el holandés volador. El Barco fantasma. Según la leyenda, existió una fragata tripulada por un holandés, que volaba sobre las olas y a la que ningún navío podía dar alcance.
Títulos, belleza, dignidad y referencias.
Manifiesto desagrado.
Escultura fría, muda e inmóvil.
Manifestación de simpatía.
Imbecilidad manifiesta.
La noche como un gigante, descendió.
Bordo a tierra, estar al pairo, no marchar muy lejos.
Buscó la ilusión entre las llamas del hogar.
En este mundo, compuesto de mil círculos concéntricos, ¿es verdad que sus extremos se tocan y que nos encontramos, al término de nuestro viaje, en el punto de partida? Salvo la calidad y la riqueza de las telas que los distinguen, ¿no pueden hallarse gentes de igual sangre?
Guy Fawkes, Perico el de los Palotes.
El tiempo, firme y cierto de su paso, había caminado velozmente.
Las reflexiones del ser humano semejan el viento. Nadie puede tener en ningún momento la garantía de su dirección ni de su rumbo. Lo opuesto a las palabras.
Pedir cuentas a la fatalidad.
Tono de una vestal ofendida.
Dominio, tiránico diablo de las sombrías leyendas.
El fin del ser humano, el país invisible.
Molino de la ciencia.
Repulsiva severidad y frialdad intolerable.
El tiempo consuela los dolores y calma las cóleras.
Si las partículas nocivas que se agitan en el aire viciado pudieran apreciarse por la vista, veríamos de qué modo se condensan, a manera de espesas nubes negras sobre guaridas semejantes, rodando siempre como vehículos de miasmas hacia las partes sanas de la ciudad.
Manifiesta ingratitud.
Gran parte de la buena armonización de las ideas se debe al lugar en el que el paseo se verifica y a los objetos que se ven.
Separadas por la sombría sima del pasado irrevocable.
Devoción platónica.
(Dombey e hijo)
Desmedido afán por la publicación, capítulo muy largo. Restricciones inherentes a las extensiones de los capítulos.
Juicio estético madurado por la experimentación y la reflexión. Gustos refinados por el estudio y la lectura.
No ha habido ser humano de los que nunca leen ni escriben, que no tenga algún pequeño aposento al que llama estudio.
La alocución y el debate acusan una estrecha afinidad con las disensiones mantenidas en otras ilustres corporaciones.
Tono de persuasión.
El grupo del comercio.
Intelecto desesperadamente confundido por la insólita conversación.
Tener ánimo en la reserva.
Acusado como encubridor del hecho, un duelo. Condena a deportación. Cumplir el azaroso cometido.
Desarrollo del asunto.
Puntualizar las circunstancias.
Decadente jovialidad.
Compartir la pretensión de la loa.
Transformar inconscientemente la conversación.
Vertía el sol poniente sus arreboles.
Por vía de experimento.
Entrar en conversación general.
Alto grado de júbilo.
Las desdichas iban a colmarse.
El dulce sueño de la niñez dichosa. Tal era el retorno que columbrara.
Los primeros transportes de emoción.
Demostración de simpatía.
Silencioso y reservado.
Grado de camaradería.
Divertir en alto grado.
La conversación languidecía.
Aureola del fervoroso entusiasmo.
Solemne actitud.
Frases iracundas.
Causa de la retirada.
Colmar de atenciones.
Reflexionar en los inconvenientes y peligros.
Dadas las dificultades que se concitaron.
Velocidad del huracán.
Gabinete reservado.
Estimulado por la reflexión.
Terciar en el diálogo.
Tomó un polvo de rapé argumentativo y adoptó una actitud de profunda gravedad.
Era en el razonar pronto y real y le bastó un momento de reflexión, para reconocer la improcedencia de su cólera. Esta fue dominada no bien concebida.
Gastar con prodigalidad.
Su rostro acusaba placidez y calma.
Animadas controversias.
Intensas emociones de indignación y descontento.
La energía y la consistencia de los argumentos.
Tempestad de regocijo.
Argumentos breves, pero satisfactorios.
Es grato desviarse de la complacencia de las luchas y tumultos de la vida política, para entregarse al plácido reposo de la vida privada.
Talentudo, aunque prosaico.
Un argumento de buena ley.
Ocasión de enriquecer el arsenal de las experiencias.
Se incomodó por la liviandad de su actitud.
Intrigada por la actitud.
Tono epigramático.
Trémulo de emoción.
Estimulado por el excitante diálogo, el caballero cayó en una actitud de parálisis, que interpretaron como deliberada postura de defensa.
Benigna expresión habitual del semblante.
Amigable carácter.
Disfraces, ambulante alegoría.
¡Minerva con abanico!
Talento claro, poderosa mentalidad.
Expresión pedestre e incomprensible.
Para un ser humano reflexivo siempre se ofrece el recurso de la meditación.
Empeñado en absorbente meditación.
Las reglas y cánones establecidos.
La identidad de la referencia.
Instinto de delicadeza.
Terciar en la conversación.
Post meridiano. Tarde.
Conversación que atesoraba el inestimable encanto de ser a un tiempo instructiva y regocijante.
Presunción de calamidad.
La innata galantería, preeminente cualidad, se puso gallardamente de manifiesto.
Duelo de revancha.
La vehemencia despertada por una reflexión desconsoladora.
Tema brillante y tentador.
Gallarda y honrada actitud.
Verificar un duelo.
El duelo es una de las más indiscutibles prerrogativas de Su Majestad, taxativamente consignada en la Carta Magna, arrancada por los barones.
Mímica demostración.
Obstinada actitud.
Se agrió la disputa y se prolongó largamente la controversia.
Conversación absorbente.
Género de pregunta.
Conversación privada.
Palidez de Julio César y Perceval.
Encanto de la conversación.
Fatal reto.
Le arrancó cabello bastante, para formar cinco o seis anillos de duelo.
Un quedo gruñido de satisfacción.
Desarrollo de la demanda.
Plácidas meditaciones.
Se regalaban con una grata conversación.
Demostrar agitación.
Qué actitud adoptar.
Favorablemente impresionada por la actitud y las palabras.
Una emoción filial y entrañable.
La inconveniencia de su actitud.
Recobró pausadamente su actitud primitiva.
El valor de un beso debe hallarse realzado por la actividad que cuesta obtenerlo.
Entablar una conversación admirable.
Alcanzó el grado máximo de su alegre facundia.
Extender citaciones.
Disparar algún tremendo anatema.
Su memoria había recibido una desagradable impresión con el pleito.
Sumergido en profundas meditaciones.
Le desorientaba la objeción hecha.
Decisión irrevocable y deliberada.
Una breve conversación mantenida en quedo murmullo.
Gesto de horrible presentimiento.
Rojas anclas, emblemas de la ilusión.
Pero mal viento ha de ser el que no sopla bien para alguno.
Levantó su mano, en actitud de escuchar.
La estatura de un gastador.
Actitud tranquila y filosófica.
Inspirar la conversación.
Circunstancia interesante.
Deseoso de promover la conversación.
Argumento realmente incontrovertible.
Edificante controversia.
Calles empinadísimas, que en sueños suelen verse y por las cuales se hace imposible subir.
Fruición y gusto.
Insólita decisión.
Honda emoción interna.
Manifestar una gran inquietud.
Empezaba a generalizarse la conversación.
Derivó la conversación hacia el punto que más interesaba.
Los rasgos constituían un excitante poco activo para su memoria.
El desarrollo de la conversación.
La conversación aligeró el paso de las horas.
La ansiedad que requisaba su mente y las atropelladas meditaciones, que hubo de suscitar Arabella.
Desarrollar la explicación.
El misterioso comienzo de su conversación quedaba suficientemente aclarado.
Contingencia de peligro.
Insinuar con energía inapelable.
Género de demostraciones hostiles.
Reconvenciones y argumentos.
Casta de seres.
Actitud de defensa.
Sofocado por la ira y el desgaste de energía.
La crema de los reinos.
Como la conversación presentara síntomas inequívocos de bordear el terreno personal, juzgó pertinente terciar.
La emoción prestó a su semblante un destello de vida mientras hablaba.
La actitud que debía tomar.
Notorio afán.
Conversación memorable.
Soberano desdén.
Trocaron un código completo de muecas y gesticulaciones telegráficas.
Artificios de su amena conversación.
Presentar un caveat. Un instrumento legal, que equivale a decir, eso no vale.
Lanzado a decisiones extremas, en vista de obstáculos desesperados.
Actitud de gruñona reconvención.
Manifestaciones de profundo desagrado.
Venenosas y nocivas drogas, que al ser mascadas disipan la memoria.
Empeñados y absortos en animada conversación.
Actitudes posibles de ociosidad e indiferencia.
El cuerpo. He aquí el término legal con el que se designa la masa afanosa y turbulenta de cuidados y ansiedades, afectos, ilusiones y dolores, que integran el ser humano.
Se reprodujo la controversia con nueva violencia.
Desarrollar el diálogo.
Cognovit. Documento en el que se reconoce la deuda -por el importe de las costas-. Ejecución sobre cognovit por costas.
Un legajo atado con balduque.
Reforzó su argumentación con otro pellizco de rapé.
Volvieron a formularse los argumentos, en cuya exposición arguyó cada cual, según su estilo propio y peculiar amplitud.
Esta conducta acusa una gran impertinencia.
Actitud amenazadora.
Meter en conversación.
Empezó la conversación en tonos vivos.
El procedimiento era recusable desde el punto de vista económico, ya que exigía el gasto.
Cometer la brutalidad de besar.
Se entregó a un éxtasis de regocijo.
Variedad de manifestaciones festivas.
Sosegada conversación.
Permutar telegráficas señales.
Una clave que permitiera adivinar las emociones.
Caja de hierro sistema Brahmin.
Llave Bramah.
Gastos de pasaje.
Deseo manifiesto.
Reanimarse en algún grado.
Actitud expectante.
Mientras se ventilaba esta conversación.
Las diferentes variedades y matices del carácter humano.
Difusión de la enseñanza.
Extraña mudanza de las cosas humanas.
Investigador del carácter humano.
Aves con setas, suculentas.
Tráfico y prosperidad comercial.
Kent. Manzanas, cerezas, lúpulo y mujeres.
Oporto. Gordop, Baco viejo, sin pámpanos, desmontado del tonel, no muy destilado, pero muy molido.
Atravesar las varias etapas que anteceden al letargo producido por la comida.
Sufrir las transiciones ordinarias que llevan del exceso de jovialidad a la tristeza profunda, y viceversa.
Una guinea. Y cayó la moneda mostrando el dragón (que por cortesía se dijera mujer).
Descifrar una esotérica divisa.
Se mostraron como Alejandro Selkirk, soberanos de todos los que veían.
Transpiración pasional.
Conserje liberal.
Disposición de inconsciencia en la que el sueño sume.
Acusado como encubridor del hecho.
Una caja de pistolas de desafío, con provisión de pólvora, balas y pistones.
Aguardiente. Líquido hilarante.
Desarrollo del asunto.
Fronteras del hambre.
Una mente provista del gobernalle de la razón.
Educada jovialidad.
El ser humano es un ser mortal y hay un límite al que no puede llegar el valor humano.
Ocasión de investigar el aspecto y reflexionar respecto de los caracteres y temperamentos de las personas que le rodeaban, costumbre de grandes hombres.
Obstinado impugnador del que obtuvo victoria.
La Papisa Juana, juego análogo al de la mona o ronda.
Acomodar el ánimo al perdón de las injurias recibidas.
Fuera de su elemento como golfín en garita.
Alto grado de júbilo.
Cuchufletas corrientes en la ciudad, no en el campo.
Permitiéndose invadir por el dulce sueño de la niñez dichosa.
Un profundo sueño libre de pesadillas.
El sol de la mañana irrumpió en la estancia con sus brillantes destellos de reproche.
Mezquindad de los jornales agrícolas.
Fiebre del entusiasmo.
Curiosidad del ocioso.
Marcar un desplante melodramático.
Viejas posadas, que fueron un tiempo cuarteles generales de célebres diligencias.
Reconstituyentes para el histerismo.
Guiño de inteligencia.
Filosofía envolvente.
Noche de sedante reposo.
Anímica perturbación.
El ánimo que arde en nuestro interior soporta el fardo que contiene la pesada carga de cuidados y tribulaciones mundanales.
Helado rocío del espanto.
Ceño iracundo de un soberano.
Ojo de águila de la ley.
Sagacidad y agudeza de los cuerdos.
Pericia de los juristas, afanosos por hallar la rendija.
Me sobrevinieron extrañas sensaciones y algunas reflexiones, imbuidas en mi mente por un poder secreto, ponían mi cerebro en vertiginosa agitación.
Vieja, leal y patriótica villa.
Ocupar la silla. La Presidencia.
Camparon por sus respetos.
Breve escarceo filosófico.
Se disipan gradualmente los trazos de un lápiz de plombagina bajo la influencia del caucho de la India.
Cuerda de dos peniques, casas de refugio donde cuesta la cama dos peniques por noche.
Ginebra holandesa británica.
Maldecir con feroz y sarracena contumacia.
Poder del histerismo y fuerza de las circunstancias.
Adaptar las reglas discursivas a las aptitudes inteligibles del rebaño.
Por vía de satisfacción.
Claridades de la ciencia en cuestiones de teoría.
Axioma reconocido. <<Cada bala tiene un blanco>>.
Jugaba la eutrapelia entre sus labios.
Dar un paso de rulo.
Por vía de pasatiempo.
Mezclar polvos de Seidlitz. Escritorio.
La desesperación rara vez sobreviene a la primera asechanza de la calamidad.
Mano del tiempo.
Accionar los resortes de la ley, los recursos y trampas que pueda fraguar el ingenio y ejecutar la desaprensión; los materiales lícitos y los rastreros; el peso de la ley estricta, sobrecargado con las argucias de los más sutiles picapleitos.
Cartas de reconvención, ruegos de moratorias.
Vaso de maldad.
Famosos toro de concurso, nabo histórico o verraco ciclópeo, por sus colosales dimensiones.
Linderos de la desesperación.
Caños de Chelsea.
Lo anticonstitucional constituye una alteración grave y una conculcación flagrante de la prerrogativa del soberno, taxativamente consignada en la Carta Magna.
Poner de manifiesto una majestuosa imparcialidad.
Julio César y Mr. Perceval.
Revelar el punto esencial.
Lágrimas y villanía.
Cacerola danesa.
Desgraciada, pobre cordera.
Siento producir alguna molestia, como dijo el ladrón a la vieja cuando la echó al fuego.
Ver en la Audiencia un proceso legal incoado por ruptura de promesa de matrimonio.
Pañuelo moral con peticiones de mendigos.
Walker. Charlatán, personaje figurado del argot inglés.
Reflexión consoladora de que el tiempo lo diría.
Relato de una boda y otros solaces, que con ser a su manera edificantes como el matrimonio, no se practican religiosamente en estos tiempos degenerados.
Navidades, candorosa y rústica honradez, llegaba la temporada de la hospitalidad, del regocijo y la cordialidad espontánea.
El año caduco, cual viejo filósofo congrega a sus amigos y se dispone a partir tranquilo entre el estruendo y la francachela.
Llegaban los días alegres y juguetones.
Cuántas viejas reminiscencias y simpatías dormidas no vienen a despertar los días de Pascua.
Tongada de paja.
Barriles de ostras.
Vergonzosos grandes genios.
La edad impone algunas flaquezas al temperamento y no había recobrado el humor.
Invitado confidencial y formalmente.
Dragon. Juego que consiste en atrapar sin quemarse, de un plato, uvas o nueces bañadas en una bebida alcohólica ardiente.
El sol del Estío hace del amor locura.
Luna modesta y suave, que la vendimia preside.
Desmedido afán de publicación, capítulo muy largo.
Restricciones inherentes a los cálculos de los capítulos.
Costumbre inveterada de los cortesanos de la tierra, pegan a quien pega la realeza y ensalzan a quien la realeza ensalza.
Cruzando los aires a lomos de un alazán tuerto, con ancas de león y cola de oso.
Grado máximo de alegre facundia.
Fullero, impostor.
Patinaje. <<Llamar a la puerta del remendón>>, figura que se remata deslizándose por el hielo con una sola pierna y dando en el suelo un golpe de cuando en cuando.
Realizar prodigios de valor.
La Ley y sus preeminentes y cultas autoridades.
Las oficinas publicas de la profesión legal, donde se pergeñan los escritos, se firman los procesos legales, se llenan las declaraciones y se ponen en movimiento otros ingeniosos mecanismos, para tormento y opresión de los súbditos del soberano y beneficio y emolumento de los profesionales de la Ley.
Acusar con el testimonio de los amigos.
Secretos de ratonera.
Día de San Valentín, costumbre galante, según la cual se cruzan entre los enamorados esquelas anónimas.
Una cuenta suele ser la más extraordinaria locomotora que ha producido el ingenio humano.
Estilo alegórico oriental.
Un destello de la razón.
Valentina. Tarjeta que se envía el día de los Enamorados.
Mercado de Leadenhall.
Reflexivos consejos.
Reflexión consoladora.
Solemne ademán de disertador.
Hipógrifo, licornio, nombres fabulosos.
Nunca se firma una valentina con el nombre de uno.
Política doméstica.
Sal de Epson.
Ácido oxálico.
Condición de imbecilidad histérica.
Grado de positiva verosimilitud.
Perversidad repulsiva, villanía transformada en hábito.
Presencia augusta de la Justicia.
Oasis doméstico.
Manifestar síntomas alarmantes de inminente desmayo.
Mantienen los juristas que hay dos tipos de testigos perjudiciales. El que declara a regañadientes y el que lo hace con empeño excesivo.
Impulsados a los linderos de la desesperación por la excesiva capciosidad de la indagación.
El que hace cuanto puede, según la infalible autoridad del viejo proverbio, no está obligado a más.
Pagar los derechos de Audiencia.
Añadir la injuria al agravio, como dijo el loro cuando vio que le sacaban de su país natal y que le obligaban, además, a hablar inglés.
Señales inequívocas de un disertador satisfecho.
No ha habido ser humano de los que nunca leen ni escriben, que no tenga algún pequeño aposento retirado al que llama estudio.
Actitud de aquel que está dispuesto a echarlo todo a broma.
Escultura de Nash, en Bath.
El caer de las monedas, con el que el pueblo nutría las cajas del tesoro real, para sufragar los gastos de la venturosa ceremonia del matrimonio.
Innumerables ventajas que reportan la decadencia y el refinamiento.
La soberanía es una vieja prerrogativa real, que no alcanza las pasiones de los soberanos.
Picores y molestias nerviosas hacen una larga espera.
Diversas manifestaciones de hallarse en una disposición envidiable de alegría y regocijo.
Grados de limpieza.
Desarrollo de la conversación.
Razón, autoconciencia de la inculpabilidad.
Desarrollar la explicación.
Recibir instrucciones concretas del alto manantial.
Condición de ignorancia.
Ruidos diabólicos. Asma, garrotillo y tosferina.
El tiempo opera verdaderas maravillas.
Inquietud alocada del hampa vagabunda.
Experimentaba el decaimiento del ánimo y la angustia, consecuencias de reflexionar que estaba enjaulado sin ilusión de liberación.
Aticismo de la maniobra.
Detalle prosódico intraducible.
Viejo proverbio. La adversidad procura al ser humano extraños compañeros de cuarto.
Desarrollo de una semilla.
Evolucionar la mente.
Claro como Salisbury.
Las cocinas y dependencias anejas de las casas de Londres se hallan, generalmente, en los sótanos.
Férreos dientes de la reclusión y la indigencia.
Los elefantes se hacen sensibles de cuando en cuando y se ponen furiosos.
Mover la cabeza con legal solemnidad.
Las ranas tienen los sesos desparramados por todo el cuerpo.
Proteger esa invención y entrar por ese sistema.
Dedicarse a comprar casa, lo que en inglés correcto se llama estar loco. O a construir, que en términos médicos significa un caso desesperado.
No cobramos más por sentarse, como expresó el soberano cuando quiso volar a sus ministros.
El cuerpo, término legal con el que se designa la masa afanosa y turbulenta de cuidados y ansiedades, afectos, ilusiones y dolores, que integran el ser humano.
Miseria, confusión y ruido.
Se agitan inquietas las sombras de un sueño proceloso.
Justificación del abandono.
Disponibilidad de numerario.
Reflexiones conciliadoras.
Gran pipa danesa.
Vieja sentencia. Un ser humano nunca sabe su aptitud hasta que la prueba.
Los fantasmas de correos llevan en sus valijas las cartas muertas.
Se entregó a un éxtasis de regocijo.
Filosofía y fuerza de razonamiento.
Avidez y curiosidad que sólo se manifiestan en los casos de extremado aburrimiento.
Rojo sombra.
Marcha de ociosa lentitud.
Por vía de reconciliación.
Serie de amoríos y conspiraciones que se han desarrollado.
El matrimonio clandestino o el picón.
Stock Exchange. Bolsa de Londres.
Manzanas de Ribston.
Apreciación de tiempo, lugar y conveniencia.
Vivir transitorio.
Es el destino de los autores y cronistas crear amigos fantásticos y perderlos en el curso del arte. Además, están obligados a dar cumplida noticia.
(Los papeles póstumos del Club Pickwick)
Como me propongo exponer si el caballero tenía o no razón, tal vez malograse el interés de esta historia -imaginando que lo tenga-, aventurándome a insinuar.
Quisiera yo que algún nutrido filósofo, de esos a quienes la comida y la bebida forman hiel en sus entrañas, de los que tienen sangre de hielo y corazón de hierro, hubiese presenciado la horrible avidez con la que trituraba aquellas sobras con la inmensa voracidad del hambre. Sólo una cosa me gustaría más; ver a ese filósofo comer idénticos manjares con igual fruición.
Lo que nos proporciona un excelente tema para la meditación. Nos muestra a qué cosa hermosa puede llegar la calidad natural humana y de qué manera imparcial se desarrollan las amables cualidades, en el caballero y en el cochambroso rapaz de la Beneficencia.
No obstante ser yo su biógrafo, no puedo afirmar con un relativo grado de persuasión, que Oliver Twist se sintiese movido a la resignación ante las muestras de aquellas buenas gentes; pero he de decir claramente que, por varios meses, siguió mansamente sometido a la dominación y malos modos.
Llego a un pasaje muy importante en la historia, ya que he de registrar un hecho, tal vez ligero y trivial en apariencia, pero que, indirectamente, produjo una transformación muy importante en las futuras situaciones y conductas.
Estaba leyendo con igual fruición, que si se hallase sentado en un sillón de su propia casa. No veía más que el libro que leía de cabo a rabo.
Proporcionar al relato la ocasión, para librar al lector de su incertidumbre.
Un hecho también registrado en un lugar anterior de este relato.
Dónde podría hallarse gente suficiente, para leer el inmenso numero de libros como se escribían, para hacer más sabio al mundo, cosa que sigue siendo un asombro, para gentes experimentadas.
Hay libros en los que lo mejor son las tapas y los lomos.
Volúmenes en cuarto con gran cantidad de dorados en la encuadernación.
Como quiera que las súbitas mutaciones del escenario y las rápidas transformaciones de tiempo y de lugar, se hallan sancionados en los libros por el prolongado uso y también son apreciados como el arte magno del creador; estimando los críticos la habilidad de un autor en su oficio, precisamente en referencia con las situaciones en las que coloca a sus personajes al final de cada capítulo, júzguese este breve preámbulo con delicada insinuación por parte del historiador.
Las mentiras de las noveluchas.
Pasaba las hojas con indiferencia; pero al tropezar con un pasaje que le llamó la atención, quedó pronto prendido por la lectura.
Como no sería nada correcto que un humilde autor abandonase esperando a un personaje digno; y como serría impropio de su condición o su galantería, el historiador cuya pluma traza estas palabras, creyendo saber ponerse en su lugar y que profesa un natural respeto a aquellos en quienes se ha delegado una elevada e importante autoridad, se apresura a mostrarles esa apreciación que su cargo exige y a agasajarlos con esa obsequisa ceremonia, que su elevada categoría reclama de sus manos.
¡Menudo cisco! Aquello fue mejor que una novela.
Enfrascado en sus libros, el esfuerzo realizado no va en detrimento de sus autores.
El mar devuelve a sus muertos, dicen los libros.
Este mundo de pesares y de inquietudes.
Biografía concisa y fiel.
La tarea de respirar, prácticamente molesta, pero que la costumbre ha hecho menester, para nuestra cómoda existencia.
Consoladora perspectiva.
Tono de aprobación.
Fingir pesar.
La amplitud del mundo.
Una feroz imprecación.
Tono de impresionante afectación.
Crítico momento.
Los ruidos extraños siempre asustan.
Deteriorado por las circunstancias.
Un peso muerto, una rueda de molino.
Chascar los dedos con desprecio.
Lágrimas de verdadera angustia.
Enloquecer de pánico.
Estalló en una histérica carcajada, que presagiaba violentas consecuencias.
Abundancia de la experiencia.
Lamentos de angustia.
Un violento acceso de llanto.
Hablar en un tono escarnecedor de fingida piedad, el más molesto.
Erguida su actitud.
Angustia perfectamente fingida.
Por qué no le regalaba con algo, que convirtiese aquella ininterrumpida serie de exclamaciones en un proceso orgánico involuntario.
Tono profundo e impresionante.
Aceptar voluntariamente la acusación.
Descansar al lado de un hito del camino.
Una baranda, algo sobre lo que uno podría asomarse.
Greenland, en la germanía de los golfillos, el país de los cándidos.
Actitud indecisa.
Actitud amenazadora.
Volviendo súbitamente a su pasada actitud.
Huir como el viento.
Batea del carnicero, cesta del panadero.
Actitud decidida.
Consumiéndose bajo el calor seco y agotador de la fiebre. No realiza el gusano su tarea sobre el cadáver con más garantía, que este fuego lento sobre el cuerpo vivo.
Fue cayendo en ese sueño profundo, que sólo proporciona el sentirse libre de un reciente sufrimiento; ese reposo tranquilo y plácido del que da pena despertar.
Entre el aguachirle y el caldo concentrado no existía afinidad alguna.
La inmunidad del sujeto y la libertad personal, son unas de las primeras y más altas vanaglorias del verdadero inglés.
Se revolcó traspasado de hilaridad.
Actitud solemne.
Actitud amenazadora.
Horribles imprecaciones.
Renacer la conversación.
Poseía esa natural buena educación, incapaz de infligir a un semejante el dolor de una negativa directa y terminante.
Nolly. Diminutivo de Oliver.
Actitud grave.
Replicar con calor.
Cuestión susceptible de controversia y estima.
Viejo adagio. Si uno no quiere, dos no riñen.
Un rapto de gozo.
Inclinar la cabeza con fingida humildad.
Un agudo sentido del ridículo.
Rapto de hilaridad.
Argumentos tangibles.
Tono de reconvención.
Actitud amenazadora.
Extraña actitud.
Colocar la conversación al nivel de la aptitud.
Grado de conducta.
Actitud intranquila y recelosa.
Expresión de ruindad diabólica.
Firmeza de su actitud.
Jemmy significa cabeza de cordero y palanqueta.
Reflexionar sobre el argumento.
Las angustias de la muerte.
Expresión de angustia y preocupación.
Volvió a caer en su pasada actitud.
Tono conciliatorio.
Modificar la actitud.
Actitud indiferente.
Propiedades refrescantes de las ostras.
Se sentía muy cortés, como lo son con frecuencia los que están asustados.
Una expresión de incontenible horror.
El mal y la injusticia, los sufrimientos, las miserias, las crueldades y los agravios, que trae consigo la vida cotidiana.
Grave actitud.
Un golpe de martingala, un robo cuando están complicados los criados.
Coger la copa por la espiga o por el pie.
Tono apresurado.
Viejo ridículo y vampiro.
Sentir el ansia de una variación.
Grata conversación.
La angustia de la separación de los seres amados.
Carga insoportable de angustia en el pecho.
Cerraba la noche rápidamente.
Una carga de flores escogida con esmero.
Angustia mental.
Tono protector.
El buen humor puesto de manifiesto en una serie de ingeniosidades.
La influencia en el aspecto de los objetos exteriores. Los sombríos colores son el reflejo de sus ojos y de sus corazones ictéricos.
Los verdaderos tonos son delicados y exigen una visión más clara.
Rápido en su percepción.
Mundo de pesadumbres y calamidades.
Una mancha y una rémora entre las gentes ambiciosas y distinguidas.
Mezcla de tristeza y agitación en su actitud.
Prosiguiendo el hilo de sus reflexiones.
Humilde y sumisa actitud.
Los abismos del Juan Lanas más desairado.
Casualidades que el diablo arroja al paso de los amigos.
Retroceder con la memoria.
Más flojo que el agua.
Categoría y prendas intelectuales.
Más soso que la cerveza.
Tono lánguido.
Un profundo y pesado sueño.
Atacado de un síncope.
Una importante y casta cólera.
Más vale el latón que el oro, que ha resistido el fuego.
Argumentos y apreciaciones.
Proseguir una conversación.
La actitud de un ser de mundo.
Algunos nigromantes dicen que el numero mágico es el tres; otros que el siete. Y es el numero uno.
Un randa cualquiera, sin pena ni gloria.
Actitud triste y desalentada.
La abundancia de su pena.
Volvió a su acostumbrada actitud.
Lo alterado de su actitud.
Resuelto a una gran realización.
Con el terror unido a su furia, golpeó.
Un minuto eterno de esa angustia del miedo vale por cientos de muertes violentas.Terror inimaginable.
Facultad y ocasión de recuperar la libertad.
La vehemencia y la emoción.
Actitud hostil.
Prolongada angustia.
Adoptó otra postura, como el que ha experimentado un súbito alivio.
El destello fugaz de una vieja amistad en un vívido sueño.
Cúmulo de acusaciones.
Un ¡Hurra! estentóreo de la multitud enfurecida, la magnitud de su extensión.
Un grito de victoriosa execración.
Bajo el peso de las influencias.
Un tropel de emociones se despertaron en su pecho.
Un rapto de emoción.
Pura, formal y jubilosa realidad.
Forzada actitud de inmensa atención.
Actitud atenta.
Noche larga en su horrible silencio y corta en sus horas fugaces.
Execrables angustias.
Actitud de escucha.
(Oliver Twist)
Carta con filete de luto.
Bienestar producido por la herencia.
Extender operaciones.
Secreta conexión existente entre las altas inteligencias.
El oro forma alrededor del ser humano una atmósfera más mefítica que el humo del carbón.
Comunicación y amistad.
Negociar con el dinero.
Especulación, juego complicado, las ganancias pueden ser grandes como las pérdidas. Golpe de agió, alarma.
Carácter taciturno.
Gente de aspecto comercial.
El irlandés y el escocés miembros vitalicios del poder político.
La cara de los hombres es una expresión de sus reflexiones o un comentario de lo que expresa.
Tono dominante.
Ojos, reducción de la avaricia y la sagacidad.
Desafío a los elementos.
Newgate. Prisión donde se ejecutaban las penas de muerte.
Las corrientes de vida.
El prejuicio del vulgo prefiere dos ojos a uno solo.
Lujo de la salud, bellezas morales, ventaja propia del hogar.
Fuente de la moralidad.
Hacer con el cuerpo las acrobacias acostumbradas de los niños cuando entablan un contacto.
El sistema de educación seguido.
Discípulos mercantiles.
La falta de título académico es una objeción.
Confrontación sencilla y corrida.
Fina sensibilidad para el ridículo.
Permitieron manifestar su pena y algo la aliviaron.
Todo vuelve a ser realidad con el sueño.
Tormento de la espera.
Examinar con aire crítico.
Epistaxis. Salida de sangre de la nariz.
Variar la conversación.
Genio alegre.
Luctuoso vacío.
La memoria de las cosas terrenales se envenena con el desengaño, el dolor y la muerte.
Desastres de la tempestad.
Indiferencia del habituado a la variación.
El tiempo y las penas les habían dañado el rostro.
La memoria, aunque sea triste, es el mejor y más puro lazo que existe entre este mundo y otro mejor.
Obtener recibo de la indemnización.
Materiales y grados de dominar.
Soberbio como un león y duro como el acero.
La situación se transformó.
Genio de la desesperación y del suicidio.
Tipo de asuntos.
Reducir a la razón.
Flor de azufre para depurar la sangre, calma el apetito, azuframiento.
Sistema de la casa. Exprimir y sacar.
Viciosa herencia.
Pasiones de odio y venganza.
Minutos de concentración mental.
Aire mixto de reserva y tolerancia.
Comisionista de granos. Corredor de granos.
Dar muestras de terror.
Condición de incertidumbre.
Rara mezcla de candor y malicia.
Poner el albarán para alquilar un piso.
Hábito de los negocios.
Irritabilidad de los seres que han caído súbitamente bajo la pobreza.
Sentir agudamente con la bolsa y la persona las consecuencias del desprecio de los negocios.
Casas magníficas del West End.
Coyuntura del índice.
Pedir prestado con la garantía de las facturas.
La actividad extraordinaria que pagamos como vela.
Necia imaginación.
Curso de la pasión sosegado o no.
Rayo de satisfacción.
Razones para alegrar el ánimo.
Paroxismo de lágrimas de despecho.
Simular alarma.
Simulada sorpresa.
Hablar con desusada volubilidad y violencia.
Humana pretensión.
Procedimiento vigoroso y notable que produce consecuencias.
Manifestar disgusto.
Grado máximo de expectación.
Influencia publica.
Querer es poder.
El rasgo de la cautela del Yorkshire.
La manera de devolver sin gasto.
Gente ordinaria, de menester de una mediana categoría.
Los hombres publicos están expuestos a la crítica, es culpa de su elevada posición.
Materias de precisa experiencia.
Demostraciones de extrañeza y placer.
Los materiales que disponía eran más cortos que sus deseos.
Manifestaciones de desánimo.
Aunque entre una muchedumbre indiferente pierde el ser humano el sentido de su propia importancia no le ocurre igual con la importancia de sus preocupaciones.
Negras reflexiones.
Vaho de la política.
Comisión de votantes.
Cuestiones relativas a maderas y hacienda.
Las creaciones del dinero pueden pertenecer al ser humano, pero las creaciones del cerebro deben pertenecer al pueblo.
Los que escriben para la posteridad deben contentarse con el elogio.
Delicadeza y urbanidad.
Glacial influencia del luto.
Filosofía. Degradación para las personas que se envilecen hasta hacerse con sus pasiones.
Si la gente baja crece es porque la gente alta se rebaja.
No basta para inspirar piedad el que una vida esté llena de dolores y fatigas. Hay partidarios de la beneficencia que precisan un mayor estímulo, como lo precisan los gozadores para sus placeres. Por eso aparece derrochada la piedad con objetos indignos, mientras se ve desdeñada la miseria real y próxima. La beneficencia tiene menester de un poco de novelería. Y mientras menos haya de esta parte novelesca de realidad diaria, de lucha y actividad, mejor. Ligeros movimientos de cabeza, calderilla de beneficencia.
Especial disposición de amabilidad.
Esfuerzo inventivo.
Desengaño, ilusiones truncadas. Haber desarrollado el genio.
Afán comunicativo.
Encantadora disposición de excitación.
Admiración convulsiva.
Grotesca vista.
Por razón de su jefatura.
Adorno y prestigio.
Retirarse sin réplica y calma.
Comisión del consejo.
Fórmulas elegantes de expresión.
Tono de exagerada cortesía, reyerta.
Baja trama.
Desarrollo de una flor.
Acusar de agredir.
Calcular las maneras de herir.
Menesteres y penas.
Mala voluntad, virulencia.
Disimular temores.
Mandamientos de confiscación, hacer inventario.
Cadogan Place es el lazo que une las aristocráticas aceras de Belgrave Square con la barbarie de Chelsea.
Maneras de la aristocracia del ocio.
Orgullo de los hijos ilegítimos.
Convenir manifestar pericias.
Carácter excitable.
Fiebre de los negocios.
Alegre influencia del día.
Caminando con pujanza de león estimulados con el ejercicio.
Adelantaba el día y aquellos brillantes colores tomaron tintas más apagadas, como se apagan las jóvenes ilusiones o como se calman y serenan las alegres facciones juveniles. Pero no eran menos bellos al declinar porque la naturaleza da a cada época sus bellezas y de la mañana a la noche, como de la cuna al sepulcro, no existe más que una serie de transformaciones, perfectamente graduada, que difícilmente podemos notar el progreso.
Con el viaje como con la vida es más sencillo descender que trepar.
Límites de un monte. Limitan la vista.
Cabezada de un compadre.
Manifestar el deseo de acostarse.
Remanente de su bolsillo.
Su perspectiva era el hambre.
Puente levadizo de Portsmouth.
Pesadumbre de una catedral.
Ambiente de exagerada hidalguía.
Victoriosa fortaleza que sólo la inocencia inspira.
Aspecto de un déspota endurecido.
Hacer amplia justicia.
Majestuoso bandido escocés.
Calcular la ganancia del beneficio.
La obligación de simular respeto y afición a las cosas fantásticas.
Disimular una lágrima.
Calcular la sorpresa.
Tristes y trabajadores, ociosos y divertidos.
Muestras de desorden.
Amigo de verdad, razonable y completo.
Visión recordatoria.
Ingenioso, humorístico, elegante y cumplido.
Afecto y atractivo ilimitados.
Casos de injusticia, opresión, tiranía y fanatismo.
Extrema disposición de tristeza.
Acusación injusta e infundada.
Simular alegría.
Ocupaciones humildes y duras.
Ficticia alegría.
Los lazos de la naturaleza son fuertes.
Aplicar un condigno castigo.
Furor popular.
Muestras de disgusto y consternación.
Aumentar el salario.
Acusar de pegar a su mujer.
tres grados de embriaguez. Digno, peleón y enamorado.
Recibido con ilimitado favor.
Sumario desayuno.
Esfera de acción.
El oro perdió su brillo para él.
Transformó su soñadora postura por su acostumbrada actividad.
Extravagante acceso de furia.
Manifestar indignación.
Menester de su presencia.
La manera más gantizada y práctica.
Consejos secundarios.
Conversación notable y sus notables consecuencias.
Flageló para reforzar la opinión.
Tumulto general.
Con su disposición de ánimo agotado el ser humano sigue el impulso primero.
Cobarde y brutal conducta.
Privado con un procedimiento expeditivo de comunicación.
Generosa proposición.
Extensión del amor.
Condenada, furiosa, agresiva agresión.
Apariencias de manicomio.
Fuente de información.
Farthing. Un cuarto de penique.
Acusar recibo.
Pasión de la economía.
Casa. Extensión y magnificencia.
Expresión enfática y seria.
Estilo familiar.
Alquiler. Mantener el hábito de la economía.
Ilusión, movimiento y alegría.
Privado y confidencial, relativo a asuntos familiares.
Excitación violenta.
Punto de vista de la utilidad.
Operación simbólica.
Recién nacido. Deliberar sobre el acontecimiento según sus diferentes aspectos.
Extraña coincidencia.
Torrente de ira.
Las apariencias le acusaban porque el esfuerzo de hablar con vehemencia, dominándose a un tiempo para que sus lamentaciones no llegasen al oído de su mujer, le había congestionado el rostro.
Aristocrática gravedad de Grosvenor Square y Hannover Street, aire de duquesa viuda de Fitzroy Square, arenosos paseos y jardines de las plazas de Russell y Euston.
Raro era el objeto animado o inanimado que no participase con algún grado del escrupuloso método y de la puntualidad.
Manifestación de la bondad.
Empapado de la trascendencia de su misión.
Condición de violenta actividad.
Autoconciencia de la pericia.
Vaso musical.
Amorosas manifestaciones.
Simular recibir una fuerte impresión y no querer demostrarla.
Acercarse gradualmente.
Condición de estupefacción y terror.
Misterio y dificultades, poderosos auxiliares del amor.
Lealtad y cariño se imitan mejor desde lejos. Pero el amor es atizado con las imaginaciones ardientes y vivas y alcanza su mayor desarrollo bajo la ausencia y las circunstancias difíciles.
Disfrazado con misteriosas razones.
Reputación, carácter, violencia.
Trascendental conversación.
La escultura de Charing Cross.
Bomba de Aldgate.
Ciudades degeneradas.
Quien escucha su mal oye.
Elevar la nariz con aire de inefable desdén.
Blanco de ira.
Juego general y no limitado a tres o cuatro jugadores.
Empleado de una agencia de colocaciones.
Martirizadora serie de ideas.
Grado de mental aplastamiento.
El placer de las reuniones cultas.
Rechazó indignado la acusación.
El fin es enriquecerse de cualquier manera. Simulan poseer un alto sentido oral y lamentan la depravación del mundo.
Rara mezcla de humildad y dominio.
Sombrero charolado de un criado de casa grande.
Ansiedad y gastos de un litigio.
Razón y justicia.
Materia confidencial.
Privaciones, caprichos y humillaciones.
Sabia previsión de la ley que permite desfallecer de hambre al deudor que no puede allegar dinero, negándole el alimento y el abrigo que proporciona a los presos convictos.
Hay muchas ficciones legales, pero ninguna sarcástica como la que cataloga a todos los hombres iguales y con idénticas maneras para alcanzar los beneficios de la ley sin hacer referencia a la provisión de sus bolsillos.
Huella de las pasiones. Expresión.
Unidad de cada tipo de moneda.
Vuelto con algún verosímil grado al buen humor con esta fantasía.
Condición de insolvencia.
Acusar de emplear circunloquios y evasivas.
Argumentos, súplicas y proposiciones de transacción.
Maniobras diplomáticas.
Poder aconsejar, razonar, insinuar un deseo.
Emoción que inspira la complacencia del valor.
Alegría y brillo de ilusiones y agradables visiones.
Trágica contorsión.
Enfermedad que afina su aspecto anunciando el tránsito próximo.
Fenómenos. A la Mujer Sedienta de Tutbury le da por pasar la vida dentro de la cama. El Fantasma del callejón del Gallo.
Relámpago embotellado.
Juglar ambulante.
Graduó el odio con los daños inferidos.
Capa de la sencillez.
Resolución que las circunstancias extremas dan a los caracteres.
Mechinales. Chabolas.
Átomo de iniquidad.
Formular una vaga acusación.
Simular diversión.
Es frecuente con los que van a cometer o sancionar una injusticia mostrar piedad hacia la víctima, con lo cual se creen superiores a los que no manifiestan piedad.
Abismo interminable que el sueño crea.
Asuntos de familia. Preocupaciones, ilusiones, desengaños y penas.
Fina estrategia.
Simular recordar un asunto.
La separación es un buen sistema que incita a los hombres.
Fuente de molestias y ansiedad.
Consejero experimentado.
Simular enfado.
La vela ponía de manifiesto sus horribles facciones.
Cédula del procurador.
Cartas de garantía.
Transformación de estilo.
Grado académico.
Ventaja de una acción por retención injustificada.
Bondad sin límites.
Su odio había alcanzado una intensidad rayana con locura.
Acusar de impaciente.
Dolorosas circunstancias.
Llorar como un becerro.
(Nicholas Nickleby)
La noche es más benévola que el día, que muy a menudo, destruye sin compasión las más gratas ilusiones.
Sencillez y candor.
Engullía, metiendo en la boca tres cuartas partes del cuchillo, con la habilidad de un prestidigitador.
Mi vida es un tejido de abnegaciones y de angustias y soy pobre.
Cesando en mi papel de iniciador de personajes en esta novela.
Nube de pesar.
Gestos que sólo pueden concebirse en malos sueños.
Casi demasiado listo para vivir.
Describir muy pálidamente.
Crímenes, robos y ausencias nocturnas.
Dormían inconscientes de peligro alguno.
Repetido y elevado en sonoridad, hasta semejar una batería de cañonazos.
Despertar súbitamente.
Ignoraba con qué atribuciones estaba allí.
Imprevista circunstancia, que desbarataba sus propósitos.
Quería librarlo de las garras del dinero.
Los vecinos curiosos, no pudo librarse tampoco de algún saludo.
Interior vacío.
Extremada cortesía.
Timidez rayana en el encogimiento.
Algo solemne, no profanado por las huellas del ser humano ni los menesteres de la vida.
Una carretera con prados a los dos lados.
La vida no ofrece menos transformaciones que la muerte.
Respeta la asociación, aunque no respetes al socio.
Animándola para que no se rindiera.
Las circunstancias del día.
Besos, abrazos y lágrimas.
Atreviéndose a abrir los ojos.
Entablar inteligencia con las ostras.
Respirando el perfume de las flores y columbrando cómo flotaban las nubes en el espacio.
Los reflejos del crepúsculo, largos en Inglaterra en el mes de Junio, iluminaban la Tierra a través del denso velo, que la iba envolviendo.
Todo lo bueno ha de obtenerse con ansiedad y cuidado.
Ostentaba bajo el labio inferior cierta prominencia, que alguien habría podido tomar por barba, pero que en realidad sólo eran las pestañas, que faltaban en su debido sitio.
Un camaleón se habría muerto allí desesperado.
Lecho de ceniza caliente.
Una carretera negra, muy rara.
El ruido, el humo y el vapor de la gran ciudad industrial los ahogaba.
Retiro encantador.
Ese aire solemne, propio de las cosas que han resistido la acción del tiempo.
Hay mucha gente en el mundo, que en el día está trabajando, pero cuya mente está al lado de las tumbas.
En los asuntos de la ley, lo mejor es no hacer alusión alguna a combinaciones de amigos.
Cuando nos separamos de los amigos, debemos separarnos generosamente. Ese es uno de los placeres de la amistad.
Un ser viejo y gastado, más por la desgracia y las pesadumbres, que por el peso de los años.
El dolor da resistencia.
(Almacén de antigüedades)
El invitado molesto que se demora en el vestíbulo después de haberse despedido.
Acusar de exagerar.
Congeniar con la familia.
Hacer gala de un orgullo familiar desmesurado.
Encontramos en los anales de las familias innumerables repeticiones de una fase de carácter.
Un elevado fin.
Una circunstancia notable.
Confusión de ideas, del idioma, a la que son propensas la edad y la charlatanería.
Lo que puede hacer en la prosa histórica un poco de ingenio por parte del comentarista.
Replicar con claridad, solemnidad y formalidad.
Una inclinación siniestra o una barra heráldica hacia la izquierda, una barra de bastardía.
Confusión de las expresiones manifiesta y ridículamente sencilla de enmendar.
Las pruebas documentales.
Quedar de manifiesto.
Las casas de empeño tenían una cartela con tres bolas doradas.
Chiselling, cincelado, timo.
Tener un origen y una importancia que no puede, sino hacer aceptables y recomendables.
Opresivo aire de tristeza.
Esos jardines fabulosos donde las frutas eran joyas.
Viento respetable.
Humor de los vientos.
Seca advertencia.
Expresiones incoherentes.
Optimismo infantil, juguetón e indomable.
La calidad de la mercancía.
El colofón del delicioso catálogo.
Más lleno de buenos preceptos que el cuaderno de un escolar.
Los enemigos, las sombras que arrojaba su resplandor.
Modales suaves y untuosos.
Su experiencia de la ciencia arquitectónica era de una profundidad casi espantosa.
Los compromisos profesionales.
Su genio consistía en enredar a padres y tutores y embolsar sus emolumentos.
Reflexión tranquilizadora.
Con osadía y en un tono imponente.
Pícara, calculadora y atrevida.
Quedar en blanco como si la mente pudiese influir directamente en la ganancia.
Migajas de filantropía.
Previsores y calculadores angustiados por el futuro.
Expresión plácida.
Demostrar delicadeza.
Un renglón en la inmensa suma de la humanidad.
Desarrollar las cualidades cuya posesión inspira un humilde respeto propio.
Gesto nervioso.
Retomar el hilo de la conversación.
Tono victorioso.
Abrazar en el ánimo.
Manifestar algún retintín.
El asco y el desprecio que puede expresar el monosílabo ¡bah!
Tono conmovido.
Mudar instintivamente de actitud.
Arañar y clavar las garras en el dinero.
Gestos rápidos y vehementes.
Preferencia del dragón, el grifo y el unicornio por los asuntos domésticos.
Un letrado que podía compartir la responsabilidad.
Expresiones inquietas indicadoras, no obstante, de una preocupación más mundana que anímica.
Rolliza y lozana como una uva espina.
Notable petulancia.
Con el buen humor intacto.
Tentado de expresar sus sospechas.
La actitud y la apariencia.
Actitud reflexiva y cómoda.
Un tono a la vez sublimemente piadoso y desapasionado.
Apreciar el carácter.
Actitud emocionada.
Una expresión de silenciosa sorpresa, no desprovista de rabia, pintada en el semblante.
Decidir amar en cualquier circunstancia.
Gesto torvo.
Apariencia que se tilda de andrajoso-elegante.
San Jorge había repudiado al dragón en los ultimos momentos de vida del animal.
Las peculiaridades del genio.
Orgulloso Lucifer.
El tono de quien no está dispuesto a permitirse sobornar.
Las pequeñas fragilidades que afligen a un intelecto poderoso.
La célebre adivinanza <<¿en qué se distingue alguien en la cárcel de alguien fuera de la cárcel?>> no tiene réplica.
Tono solemne e impresionante.
Peculiares y extraordinarias confidencias.
Tono hosco.
Mammon, el demonio de la codicia.
Las palabras llevan consigo malas compañías.
Expresión figurativa de la época, "tener mucho vapor que soltar".
Aporrear y apalear con palabras insultantes.
Estallidos y explosiones intrascendentes de la disputa.
Tono afable.
Botany Bay, colonia penitenciaria en Australia.
Cruzar los dedos índices con un gesto conciliador y argumentativo.
Frases ornamentales.
Un inteligente alfilerazo.
Circunstancias de fracaso y decepción.
Su conversación siempre ha sido como letra impresa.
Poder salir fortalecido de unas circunstancias que harían desdichados a otros, si tuviese ocasión de demostrarlo.
Ver hacia delante y a lo lejos, como hace la gente cuando medita profundamente.
Salió a pasear por las calles con la vaga y de alguna manera placentera idea, de que bullían de misterios y peligros.
Una tienda de libros. El pobre Robinson Crusoe aparecía solo, con su perro y su hacha, un sombrero de piel de cabra y varios fusiles; viendo con calma a Philip Quarll (personaje de la novela de Peter Longueville, "The Hermit", 1727) y la hueste de imitadores que le rodeaban. "Tales of de genii", 1769, de James Ridley. Las raras "Mil y una noches".
Simpatía nerviosa.
El viento que no sopla para bien de nadie es un mal viento.
Sustituyendo su expresión abstraída por otra de alegre reconocimiento.
Tristeza afectuosa.
Tono profundo.
Tono alegre.
Abrió luego otra puerta y volvió a cerrarla enseguida como si fuese una habitación azul. Como la de la historia de Barbazul.
Un pastel casero muy geológico.
La celebración del lord Mayor. El lord Mayor es el alcalde de la City londinense (no debe confundirse con el alcalde de Londres, el cual manda en una zona mucho mayor, que incluye el Greater London). Es votado anualmente y al día siguiente de su votación acude en procesión a Westminster, para jurar fidelidad al soberano. Es un cargo honorífico y dentro de los límites de la City sólo el soberano y la reina le preceden en rango.
Durante las silenciosas horas de la noche una casa encierra incoherentes e incongruentes fantasías como la cabeza de un loco.
Su humor adquiría una cualidad ácida y amarga.
Acritud añadida.
La vertiginosa ronda de placeres que gira.
Los días de mi infancia imaginaba que las cebollas crecían en los árboles y que los elefantes nacían con un castillo inexpugnable a la espalda. Alusión al escudo del gremio de los cuchilleros, que dio nombre al barrio londinense de Elephant Castle.
Una farola está calculada para refinar el ánimo y darle una tendencia clásica. Una barrera de portazgo ornamental ejerce un notable efecto sobre la imaginación.
La magia del genio transforma en oro todo lo que toca.
Afable, generoso y desenvuelto.
Un cínico, un verdadero grifo en su odio a los hombres.
Hablando con rapidez y despreocupación.
Obstinado y abominable egoísta.
Ceder a las circunstancias del caso.
Ponerse lo cómodo que permitían las circunstancias.
Pasar las páginas del libro con cuidado, como si fuesen criaturas vivas a las que tuviera mucho aprecio.
Garantías de amistad y protección.
Ajustar recibos de alquileres y deducir la comisión.
Tono indagador.
Una perfecta constelación de genio y talento.
El "Libro de los Mártires", de Fox, el Tribunal de Peticiones y la Cámara Estrellada. El "Acts and Monuments" (1563), de John Foxes. El Tribunal de Peticiones se ocupaba de las deudas de pequeña cuantía. La Cámara de la Estrella se ocupaba, sin miramientos, de los delitos más graves.
Un apasionado gesto de las manos y la cabeza.
La formulación de algún terrible anatema.
Circunstancias agradables.
Un anticuado monedero de cuero rojo con el cierre de acero.
Es proverbial que hay algunas cosas que la carne y la sangre no pueden soportar.
Moviendo la cabeza con expresividad.
Una disposición de arrebato pasajero.
Gesto de alegre sorpresa.
Parco consuelo.
Tono cortante.
Acusar de hipócrita.
Su cualidad más irritante es que nunca pacta ni se asocia con nadie para llevar a cabo sus manejos.
Velar por la venta de unas inversiones atractivas a las que habían echado el ojo como accionistas.
Poner en práctica su educado propósito.
Las más estrictas reglas del beneficio propio. Ganancia y dinero.
Evitar una fatal consecuencia.
Trituraron todo lo que había a su alcance y de esa manera adquirieron una grasienta expresión en el semblante, que indicaba una dicha, si no una saciedad muy agradables de ver.
Descorrieron varios cerrojos con un ruido herrumbroso, como si el tiempo hubiese enronquecido los propios cierres.
Tono desafiante.
Una barra de pan de cuarto poco cocido.
El afecto brillando en un ojo y el cálculo resplandeciendo en el otro.
Clavar los codos de cemento y ladrillo.
Un laberinto cuyo secreto sólo sabían unos cuantos seleccionados.
Naranjas estropeadas, con manchas azules o verdosas.
Una pensión comercial.
Desde que el ser humano tiene memoria.
Incontenible afecto.
Expresión ceñuda y rencorosa.
Tomar notas mentales.
Los beneficios conferidos.
Si alguna vez se ha dicho la verdad en este, a menudo, falso mundo.
Una imagen refulgente y difícil de olvidar.
Una reverencia abortada en su nacimiento.
Estallar en un torrente de indignación.
Hacer lo que podía esperarse razonablemente en tales circunstancias.
Vagos epítetos.
Humildad y jovialidad.
Expresar la persuasión.
Protegiendo la cabeza, según las reglas ideadas por Thomas Cribb. (1781-1848), un famoso boxeador.
Old Bailey, la calle de Londres donde se encuentra el Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales.
Los domingos los horneros permitían a sus clientes utilizar sus hornos para cocinar.
Un caballero aficionado a la literatura, que escribía agudezas sobre los demás y que sabía los puntos flacos de todos menos los suyos.
La conversación no se vio entorpecida.
Las diversiones, con la conversación miscelánea que inspiraron, ayudaron a pasar el tiempo.
Verduras indigestas y apreciadas por las patronas de las pensiones por sus propiedades saciantes.
Réplicas agudas y animadas, prodigiosas.
Nunca se sumaba a las quejosas emociones del grupo ni manifestaba el menor pesar.
Aficionado a dar conversación.
Dar rienda suelta a una oleada de elocuencia que lo aplasta todo a su paso.
Una deuda de gratitud.
Expresar una frenética negativa.
Un convulso discurso.
Hablando con una articulación imperfecta.
Moviendo la cabeza con un gesto estúpido y triste, como si viera un genio maléfico y reprochara con amabilidad.
Emoción desbordada.
Sufrir una dolencia crónica.
El atrevimiento de la desesperación.
Mundo vano e insensato.
Rezumar desaliento.
Lúgube ternura.
Epítetos oprobiosos.
Mejoremos nuestro ánimo a través de la investigación y la discusión. Seamos morales. Visionemos la existencia.
"Divine and Moral Songs" (1720), de Isaac Watts.
Con una extraña reminiscencia de la manera que se dirigía a sus nuevos alumnos.
Las graves exigencias.
El tiempo y la marea no esperan a nadie, cuenta el refrán. Pero todos tienen que esperar al tiempo y la marea.
Tono de sorpresa.
Gesto de impaciencia.
Tono lento y moderado.
Enjugar los indicios de debilidad de los ojos.
Añadir a las circunstancias.
Expresar turbación.
Inagotables reservas de afecto puro.
Gesto travieso y bromista.
Frívolas emociones.
Tono desesperado.
La jocunda hora de las doce del día.
Abandonado al albur y la guía de la propia sagacidad.
Las claras expresiones de deleite manifestadas.
Una manifestación vivaz.
El gran precepto <<Hagas lo que hagas, guarda las formas>>.
Por alguna extraña concurrencia de circunstancias favorables.
Furtivo como un gato.
Por sus venas no corre sangre, sino rabia líquida.
Hay quienes crean ídolos a su imagen y semejanza y luego no los adoran cuando están formados y culpan de su deformidad a la naturaleza ultrajada.
A la hora de cuidarse nunca se exagera.
La regla para los negocios. <<Estafa a los demás, porque te estafarán a ti>>.
Tono sibilante.
Demostración de regocijo.
Expresiones admiradas.
Hay una simplicidad de la astucia igual que hay una simplicidad de la inocencia.
El catálogo habitual de vicios degenerados.
Una circunstancia accidental.
Cualquier prosaica realidad de la vida.
El oráculo, siguiendo una práctica en los oráculos, no expresó ninguna opinión que valga la pena recordar.
Sustancioso consejo.
Poner de manifiesto la profunda impresión que le habían causado los favores recibidos.
Una mezcla de inclinación afirmativa y gesto de negación.
Gesto cómplice.
Visiblemente agitado y en una disposición de profundo abatimiento mental.
Condescendencia, piedad desenfadada.
La marea del regocijo.
Circunstancias muy concretas.
Obligado por las circunstancias.
Librar los sentidos de la maraña de airadas pasiones que los habían tenido prisioneros.
Dar un uso agradable a las percepciones morales o físicas.
Perspectiva triste.
"El bachiller de Salamanca" (1736), de Alain-René Lesage.
¿Quién no preferiría que lo abanicara, llegada la ultima hora, la ligera pluma de una mentira y no las púas arrancadas del erizado puescoespín con la verdad acusadora desde el comienzo de los tiempos?
Un reloj de caza de oro, mecánico, con tapa y cuatro joyas, con movimiento de escape, palanca horizontal y marcha garantizada.
La desesperación imprudente de su disposición de ánimo y de sus circunstancias.
Desdeñoso énfasis.
Ocupaciones en la cosa publica, las tabernas o public houses.
Quedar con una acusada sensación de haber quedado fuera, solo en el espantoso mundo.
Circunstancias extremas.
Tono confidencial.
Indicar la aquiescencia con un gesto.
Un patriarcal proverbio, de largas barbas y encabezamiento largo, afirma que el deber de un ser humano es ser justo, antes que generoso.
Soy una flor de invernadero, de crecimiento y cultivo muy diferentes a los de esa col.
Con súbita dignidad.
Lanzar una moneda al aire como hacen los pasteleros. En la época, algunos pasteleros atraían a los clientes animándolos a jugar una empanada de riñones a cara o cruz.
Llegar a oídos las circunstancias.
Con el deseo de fortalecerme en circunstancias que acobardarían a otros.
Expresión de perplejidad.
¿Qué mérito tiene alegrarse en estas circunstancias?
El cuidado depositado.
El reloj de los Horse Wards, el reloj publico más cercano al parque de St. James y el más famoso antes de la construcción del Big Ben.
Tono valeroso.
Antes se creía que sólo los poseídos por un ánimo maligno eran conscientes de los demonios que acechaban en el pecho de otros hombres.
Tono admonitorio.
Una sátira de su propia cólera.
La manera de proceder más sensata que alguien habría podido adoptar dadas las circunstancias.
La barbilla hincada de una manera no muy estética en las palmas de las manos.
Llevar encima algún objeto de valor en caso de menester.
Una expresión concentrada e indescriptible.
¿En qué región se reúne el consejo de los elementos o dónde descansan entre tremendas diversiones?
Las largas e hinchadas olas.
Diversos grados de enfermedad y sufrimiento.
Ondeando un pañuelo en la orilla, igual que en las estampas de un cancionero.
Embarcar en una aventura descabellada.
El objeto de la conversación.
Decidido a salir fortalecido de unas circunstancias desventajosas.
El baldón y la insignia de la pobreza más ignominiosa.
Una expresión muy seria no desprovista de sorpresa.
Dotes para prestar mérito a la alegría.
El aire de la Libertad que lleva la muerte a todos los tiranos y que nunca (en ninguna circunstancia que valga la pena reseñar) pueden respirar los esclavos.
Cruzaba los brazos de manera que su actitud semejaba más impresionante.
Gesto profundo.
Diver, en argot, carterista.
Grado de respeto.
Fragmentos de papel, galeradas y manuscritos.
Esas narices que la envidia de la humanidad ha tildado de chatas.
Un glotón echa sobre los hombros de su cocinero la responsabilidad de sus excesos.
Gesto indolente.
Gestos lentos y cansinos.
La prosperidad personal no siempre va a la par que la devoción patriótica por los asuntos publicos y las transacciones fraudulentas tienen sus altibajos.
Pesadillas siempre hambrientas.
Panfletos muy enérgicos.
Quien monta en pos de un zorro poniendo su vida y sus miembros en peligro preferirá montar peligrosamente.
El mayor patriota era el que más gritaba y el que menos se preocupaba por el decoro. Su paladín era el que en la furia brutal de sus fines no podía estigmatizar a los demás por la bajeza de los suyos.
El séptimo cielo de la Fama.
La excelencia en el logro de un peculiar estilo de andanada llamado <<titular periodístico>>.
La turbia atmósfera de un proceso legal criminal.
Una oferta franca, sin disimulos y cabal.
Actitud abierta y amable.
Su percepción estaba agudizada por las circunstancias.
Torcer el gesto.
Conteniéndose en ese punto que los británicos, por lo general, se supone que deben declarar que <<nunca, nunca, nunca>>.
Semeja uno su propia sombra cuando el sol la estira y alarga.
Se produjo otra deliciosa circunstancia.
El sufrimiento y la sordidez de la esclavitud.
Para que la conversación volviese a su agradable curso anterior varió el tema.
No hay nada igual de bajo como lo autóctono. Pues en eso los idiomas son como los viajeros, ordinarios y vulgares en casa, pero especialmente refinados en el extranjero.
Cuántos convencionalismos en esa sorprendente Europa.
Soltar una tos piadosa.
Alzar los ojos con gesto piadoso.
La filosofía de la materia.
Viejo proverbio. Seguir adelante, para empeorar.
Gesto triunfante.
La expresión Sherry Cobbler se refiere a un combinado similar al rebujito, consumido por las altas esferas en la Inglaterra victoriana y que puede traducirse por <<zapatero con jerez>>.
Solemne prefacio.
Tono reflexivo.
Hacerse eco alegremente.
Amarga sátira.
Extraño gesto de desconcierto.
Dar rienda suelta a las emociones.
Gesto huidizo.
Gesto inexpresivo.
Transformado de apariencia y de actitud.
Inapreciables cualidades.
Expresión de tensa susceptibilidad.
Escrita por un dedo eterno en su rostro lívido había una palabra. Muerte.
Una cuestión relativa, no al final de la vida, sino al otro extremo.
Tenía un rostro para cada ocasión.
Abrumado por la execración popular.
Los zuecos tenían unos aros de hierro para alzar a quien los llevaba sobre el barro.
Gesto solemne.
Con un gesto hacia el pueblo en general.
Amargo sarcasmo.
Vena conmovedora.
Refugiándose en su argumento, como si fuese imposible rebatirlo por el ingenio humano.
Verter flores retóricas.
Calcular la tara y la merma. Aritmética.
Tono de imponente reproche.
Retorciendo las manos con apasionamiento.
Manifestar transformaciones.
Agradables peculiaridades del idioma y la actitud.
Desconcertado profundamente, en eso radica la sabiduría de la sencillez.
Requerimientos imaginativos y prismáticamente teñidos.
Hablaba con gravedad de un asunto que untaba con la miel de la elocuencia.
Garantizar el sacrificio.
Un ser humano de humilde entereza.
La inocencia siempre es valerosa... o debería serlo.
Preguntar con dulzura teñida de un amable pesar.
Incluso el absurdo tiene un límite.
Tono persuasivo.
Tono pesaroso.
Armonía decorosa.
En inglés, watertoast, que alude al toast-and-water, una receta victoriana para los enfermos, consiste en meter una tostada en agua, para que adquiera el sabor del pan tostado. También puede significar brindis con agua.
Inmersos en una conversación muy seria.
Gesto preocupado.
Llevaba un tiempo evitando la cuestión.
La embriagadora influencia que ejercía la anécdota.
Disfrutar de la conversación.
Inmiscuirse en la conversación.
La pregunta impertinente inglesa, <<¿Qué tal tu madre?>>
Gesto solemne.
Gesto imperturbable.
Una circunstancia extraordinaria.
Tono benévolo.
La Torre de Londres, al estar cerca de los parques, avenidas, arcos de triunfo, la ópera y el Royal Almacks es el lugar para establecer una corte lujosa e inconsciente.
Ofrecer un consejo desinteresado.
Haber una ocasión en la especulación.
Tono impresionante.
Celebrar un consejo solemne.
Elevar materialmente las perspectivas en la vida.
Tono conciliador.
La figura de la Muerte y la Doncella de la vieja balada, dividida en dos mitades monstruosamente diferentes. Un esqueleto vestido con ropa de mujer.
Calidad de secretario.
Un espectáculo calculado para que el León Británico se vaya aullando de angustia con el rabo entre las piernas.
Romper las cadenas de la tiranía.
Argumentos irrebatibles.
Gesto agresivo.
Con los brazos cruzados en su gloria solitaria.
Escribir con gesto solemne.
Cormorant, un ave que simboliza el apetito desmedido.
Hierbajos del estercolero.
Replicar declinando educadamente.
Por las potencias celestiales.
<<No tener otro remedio>> no es una expresión muy amable.
Limitado intelecto.
Ver con el ojo desnudo.
Reunir el ánimo preciso para reanudar la conversación.
Reseñas y disquisiciones analíticas.
Una terrible opresión en la inteligencia, un sueño incompleto.
Algún grado adicional de aspereza.
El peso de la broma.
Los lúgubres dominios de una Gigantesca Desesperación.
Circunstancias alegres y favorables.
Tono despreocupado.
Gesto indignado.
Reconciliar materiales claramente discordantes y en conflicto.
Elementos de los placeres humanos.
Expresión ardiente.
El acto atolondrado de una persona irreflexiva.
Gesto sombrío.
Un grifo o un espantajo con un parche en el ojo.
Disfrutar de las delicias del descanso doméstico.
Buscar una amplia perspectiva de la que pudiera regresar con renovado entusiasmo a los placeres.
Los querubines sin cuerpo, representados soplando eternamente las trompetas celestiales sin pulmón alguno.
Variadas existencias comerciales.
Aprovechar la circunstancia para explicar.
Los señores Doe y Roe son ficciones legales. Nombres utilizados en casos legales hipotéticos.
Para vergüenza del innombrable. Dicho, <<Di la verdad y que se avergüence el demonio>>.
El colmo de la satisfacción.
Expresión de cansancio, impaciencia y sorpresa.
Un tono que expresaba debilidad.
El silencio de la noche. ¡Oh, demacrada imaginación, tanteando a oscuras en el pasado, incapaz de liberarse del desdichado presente, arrastrando sus pesadas cadenas de cuidados por festines y francachelas imaginarias y escenarios de horrible pompa, en busca sólo de un momento de descanso entre los lugares frecuentados en la infancia y los sitios favoritos del ayer y encontrando vagamente miedo y espanto en cualquier parte!
Un pellizco de rapé volvió a templar los nervios.
Tono terrible.
El sutil razonamiento de los científicos, lo previsible es que sus investigaciones no lleven a ninguna parte.
Los bromistas de Kingsgate Street.
Expresiones de disgusto.
Pronunció las ultimas palabras en un tono muy alto y con un temible énfasis, como si encerrasen la esencia del peor de los insultos.
Elegante descaro.
Un saber sometido a circunstancias premiosas, que debía de existir desde hacía muchos años y que estaba cargado de vivencias terribles.
La nublada atmósfera de la pensión.
El genio eclipsaba el tiempo y el espacio, privaba de sus sentidos a quienes lo veían.
Manifestar una evidente repugnancia.
Dando una palmada, que levantó una nubecilla de albero.
Expresión taimada.
Expresiones poco respetuosas cuando no injuriosas.
Una lluvia de cumplidos.
Vuelto del revés y puesto patas arriba, como se sabe que han hecho en ocasiones los grandes hombres.
Satánico, galante y marcial.
Frotar la nariz con astucia.
Crecer con las circunstancias. Con eso radica el genio.
Punto de vista mental.
Especular a gran escala.
Racional, justo y comedido.
El verbo inglés to crimp se empleaba con el sentido de enredar o engatusar a los marineros para que se enrolasen.
Una imitación espuria.
Gesto desenvuelto y seductor.
Tono ofensivo.
Hay una simplicidad de la astucia igual que hay una simplicidad de la inocencia.
Un modelo de probidad.
Actitud jactanciosa.
Consolar durante circunstancias terribles.
Expresiones de escuela dominical.
Terminó la frase con un susurro muy bajo, que sólo se oyó una expresión de forma imperfecta que sonó como <<en polvorosa>>.
Rendido de admiración.
Garraway´s, un café cercano a la Bolsa donde se cerraban numerosas transferencias de manera informal.
Avaricia. Como era consciente de que no había nada de su oficio, comportamiento, carácter o actos que inspiraran respeto estaba sediento de poder y era tirano como cualquier invasor laureado de la historia.
El cálculo del valor de un objeto.
Gesto incrédulo.
Candor infantil.
Lucubraciones de tono subido, muy agudas.
El fangoso canal de sus recuerdos personales.
Proverbio. Habrá que alejar el lobo de nuestra puerta.
Alargando los brazos con súbita emoción.
Gesto feroz.
Gata chillona de cara pálida.
Unos son precoces, otros profesionales y otros misteriosos.
El inquietante recuerdo o una operación mental sencilla, como hallar que no tenía nada que hacer.
Amable indiferencia.
Lozana y floreciente. El grito con el que se anunciaban los vendedores de flores.
El afecto desinteresado siempre es halagador.
El Almanaque Moore.
Mover la cabeza con gesto misterioso.
Fiebres del ánimo.
Gesto elocuente.
Tono triunfal.
Sufrir un ataque muy grave.
Su cerebro se había visto incendiado por la fiebre, bajo el influjo de algún terror imaginario o de una engañosa fantasía.
La obligación de esta historia, en su avance inexorable, es ver cómo se las arregla.
Extender el plumaje de la autoconciencia.
El jardín de la fantasía.
Tono y expresión de rabia y pura violencia.
El proceso orgánico de decadencia.
Los falsos pretendientes testamentarios.
La cadena de circunstancias.
Tono insinuante.
Amable placidez del carácter.
Con un resto de su vieja obstinación.
La sobria verdad.
Las hondonadas, donde crujían las hojas del año pasado con su olor a Memoria.
Las mejillas encendidas de indignación.
Tono muy tierno.
La afectación virginal.
La boa constrictor, un ser taimado.
Unirse en un vínculo de amor sincero.
Tono frívolo.
Fabricar petardos morales.
Una circunstancia inexplicable.
Se expone con razón, que nada viaja igual de rápido como las noticias.
Poder sumergirse a través del banco ceremonial y salir en Calcuta o en alguna región deshabitada al otro lado del mundo.
Sincera energía.
Circunstancias extraordinarias.
Cargado de prejuicios, no es una persona imparcial.
Reservas de prosaica elocuencia.
Dos lágrimas, no como las que emborronan los apuntes de los ángeles escribientes, sino como esas muy preciosas que utilizan como tinta, corrieron por sus meritorias mejillas.
Una serpiente flamígera proclamando desde la catedral de Salisbury.
Con valor renovado.
Actitud turbada.
Fragmentos de la conversación.
Actitud imponente.
Dadas las circunstancias esa forma de actuar estaría justificada.
Dar impresión de apresuramiento.
Circunstancias menos excepcionales.
Sumar las respectivas sagacidades.
Modales afectuosos.
El objeto del afecto.
El rostro expresó una suprema indiferencia.
La decadencia de la grandeza humana.
Un ardiente ataque ocasional de ese fuego que llaman de san Antonio. La erisipela.
No oscurecer las puertas comerciales del establecimiento.
Tenía una visión terrible del Destino y hablaba mucho de las <<misiones>> de la gente.
El mortífero árbol upas de Java. Un árbol del que se decía que echaba una maldición a quienes estaban cerca.
Un arrebato de pesar.
Una perspectiva muy prometedora.
La señal del gran lord Nelson en la batalla de Trafalgar. Inglaterra espera que todos cumplan con su deber.
Decidida a regir su conducta por el consejo.
Las primeras expresiones de sorpresa.
Un ser humano de triste experiencia.
La envidia de mi inusitada buena suerte, que siempre me persigue y que me tiende la zancadilla.
Un estremecimiento de terror.
Estimular el ánimo.
Los colonos son como el gallo que se escondió para reservar la vida y lo destaparon por el ruido que hacía. No pueden cesar de cacarear.
Sin manifestar la menor emoción.
Piedad sardónica.
Los impuestos del país, los tributos por la casa, las tasas por las ventanas.
Mísera sombra quebrantada y azotada por la pestilencia.
Feroz expresión.
Alguien inteligente, pujante, de esos que siempre caen de pie.
Tono de amenaza.
Circunstancias sombrías y desalentadoras.
A menudo sucede que los vicios domésticos más viles se contagian, para ser sus propios antagonistas. Ocurre, sobre todo, con el egoísmo, también con la sospecha, el disimulo, el sigilo y la propensión a la codicia.
Rechazar indignado la acusación.
El yo, algo sin valor, subordinado y mísero.
Llegó la reflexión, como a una ciudad sitiada por la plaga.
Manifestar signos de estar recobrando la salud.
Actuaban con pocas ilusiones, como una cuerda de presos en un penal.
Cada uno daba un significado distinto a tener suerte.
Llevó el dedo índice a la ceja como si estuviese meditando un asunto político.
Los enemigos magnánimos pueden verse en el terreno neutral de la vida privada.
Hablar de manera articulada
Hacer una nota mental.
Mortíferas herramientas de persuasión.
Manifestar satisfacción.
El ánimo y la materia se deslizan deprisa hacia el vórtice de la inmensidad, aúlla lo sublime y el plácido ideal duerme tranquilo en las susurrantes cámaras de la imaginación.
Coger la mano y llevarla a los labios como una palma patriótica.
Salpicar palabras y divagar de forma memorable.
Expresar la más ferviente admiración.
El dosel de humo que cubría la ciudad.
Rincones del cerebro de un ser humano obstinado.
Tono impresionante.
Hervir de rabia.
Lado bueno y malo de la circunstancia.
El peso de la inmensidad y la incertidumbre de Londres.
La cesta era estrictamente platónica, un regalo sólo por amistad.
La luna brillante ha salido y la tierra refleja los objetos en su seno como si fuese agua.
Robusta y vieja rigidez del roble.
Esquivar alegremente la cuestión.
Valorar el carácter.
No son más que unas cuantas cosillas de soltera. Los apaños improvisados que podrían habérsele ocurrido a Philip Quarll o a Robinson Crusoe.
El orgullo es algo muy sensible.
Un rostro prescindible, o en el que se había utilizado en exceso el almidón y el vinagre.
Un perfecto directorio y una guía de las residencias londinenses.
Una circunstancia sospechosa.
La guarida de fabricantes de repostería caníbal, que muchas leyendas rurales representan obteniendo pingües beneficios con sus negocios de venta al por menor en las metrópolis.
Candorosa desconfianza de Londres.
Un cínico, un ser de mundo.
Encontrar por fin el valor para replicar.
Malhumorada y desafiante actitud.
Una idea desasosegante, una vaga sospecha.
Lo he dicho de verdad, en el ánimo y en la letra.
Igual de alegre como largo era el día.
Piedad genuina.
Repetir, ser prosaico.
Constituir el asunto más absorbente de las reflexiones.
Perspicaz, pero viejo, taimado y escurridizo, encomios halagadores.
Una tranquila exultación en el tono.
Poner de manifiesto una atención seria y solemne.
Una serie de memorandos escritos en cualquier papel.
Un valioso rasgo de personalidad.
Energías sobrehumanas.
Tono lánguido y malhumorado.
Viejos con pinta de espantajo.
La calidad del voto.
Tono insinuante.
Control sobre el dinero.
Mano exangüe y pesada de la Muerte.
El vivo retrato del terror, la desdicha y la rabia.
Degradación de una llaga repugnante.
El consejo sagaz en asuntos de dinero.
Haber caído en el pozo de la ruina más profunda.
Una terrible escapatoria, un resplandor rojizo en un cielo de negrura.
Hongos envidiosos.
Un toque delicado, un tono homogéneo, una industriosa manipulación del objeto, finos matices. El triunfo de la inteligencia sobre la materia.
Una circunstancia inexplicable y extraordinaria.
Un visitante sobrenatural y no mortal.
Nuestra historia no es nada novelesca.
El Temple, en el centro de Londres, la zona de los despachos de abogados.
Tono amable y desenfadado.
Instalado en circunstancias peculiares.
Internarse en el humo londinense.
Cada día traía una especulación recurrente.
Una flor crecida y sorprendente en el jardín de la imaginación, que nunca se marchitaba y que nadie pisoteaba.
Actuar con generosidad no ocurriría hasta que el sol se volviese de color verde, la luna negra y pudiese distinguir a simple vista doce cometas dando la vuelta a dichos astros.
La inclinación del forastero de deambular por los barrios de la ciudad más famosos por su vida y animación.
Expresión de violenta animosidad.
Tono profético.
Aguda impaciencia.
Actitud enloquecida y desesperada.
La condenada colmena de la City está por encima de cualquier otra apreciación a la hora de hacer miel.
Brindis sentimental.
Llegar a un pacto amistoso y acometer una empresa.
Anormal, sereno, como les sucede a los hombres no muy valientes en los momentos de desesperación extrema.
Tono frívolo.
Tono comedido.
La agitación en su máxima expresión.
Siniestras circunstancias.
La balbuciente modestia del propietario.
Prosaico y literal.
La lluvia caía como la cólera del cielo.
Diabólica alegría, impotente expresión de la verdad.
Disposición de ánimo en la que las ideas se presentan una y otra vez en fatigosa repetición.
Su aspecto y actitud estaba en clara oposición con sus palabras.
Ejercer el poder con valor y magnanimidad.
Las hojas lacrimosas y encogidas.
Un tono que sonó a remordimiento.
Contener las emociones personales.
En sus días más egoístas y despreocupados.
Un pasado irrevocable y cargado de reproches.
Hermosa verdad. No vives en un pozo, mi sagrada regla, sino en los labios de los falsos. Del proverbio inglés "Truth lies at the bottom of a well". La verdad está en el fondo de un pozo.
La reflexión, la soledad y la desdicha.
La indignación lleva la ardiente lágrima al ojo honrado.
El peso del desprecio.
Adquirir el hábito en el sentido textual y figurado.
La expresión vacua e inmóvil frecuente en el rostro de las personas cuyas facultades declinan con la edad.
Animosas expresiones de simpatía y ánimo.
El proceso orgánico de debilidad y decadencia.
Ataques de ira.
Aunque los enamorados son notables por omitir decir muchas cosas y estar deseando volver a decirlas, también son notables por su sorprendente aptitud de síntesis.
Una advertencia, una rápida transferencia de adioses y de algo más de lo que el proverbio aconseja no hablar después.
Besar la mano con la devoción de un caballero errante.
Aplastar con la puerta una nuez.
El tiempo fresco en la memoria.
Gestos que traslucían la turbación de su ánimo.
Dorados misterios.
Vuelo de la fantasía.
Salir a la superficie de la conversación.
Un sobresalto de pánico.
Los secos y polvorientos canales de la Ley.
Una circunstancia curiosa.
Con expresión decidida y gesto inescrutable.
La sombría inflexibilidad de grifo repelente.
Inconscientes del paso del tiempo.
Una visita memorable y deliciosa.
La fuente murmuró atareada en el claro de luna.
Tono desesperado.
Tono confidencial.
Haber ido a tomar el té por pura delicadeza y no porque tuviese ningún compromiso oficial en la casa.
Tono tranquilizador.
Intrusismo profesional.
Ese tono grave que delata una indignación contenida.
Cumplir de buen grado y con afabilidad.
Obtusas fantasías.
Una angustia que tenía una extraña nota de terror.
Celoso secretismo.
La mosca española, la cantárida molida, que se empleaba para curar algunas enfermedades.
Algún monstruoso principio abstracto, como la humanidad o la ternura.
Tono hosco.
Ver por accidente o designio.
Tono muy sentido, implorando.
Manifestar la idea de volver a ajustar las cuentas.
Un secreto guardado en su pecho, que habría acudido a su memoria gracias al recordatorio del paso de las horas.
Tono desabrido.
Alegando como prueba de su memoria y familiaridad un sinfín de recomendaciones espigadas.
La gloria y su pariente de sangre, el bastardo crimen.
A su alrededor estaba cayendo un umbroso velo, que excluía las reflexiones, menos el presagio y la vaga premonición de una fatalidad inminente.
Por designio y mandato de las circunstancias.
Consejo y asesoramiento.
Gesto enigmático.
El rostro estólido e inexpresivo como un muro.
Unas circunstancias que tuviesen algún mérito.
Gesto de súplica y humillación.
Encontrar una salida del laberinto de dificultades, que no condujese a un seto confuso y enmarañado.
La resolución unánime en una reunión publica, que declara que un agravio no puede tolerarse ni un minuto más y que, no obstante, se tolera uno o dos siglos sin modificación alguna.
Un intelecto inquieto.
Un optimista al borde de la locura.
Salmón de Newcastle en escabeche.
Ausencias que se producen al prestar demasiada atención a alguna cosa.
Una actitud ofensiva, en cuanto discreta e inteligente.
Un rápido paso de la burla a la ferocidad.
Sulfurada despedida.
La solemnidad característica de un grado de ebriedad.
Vestirse para una visita profesional.
Expresión ridícula.
Dicho. Cuando los granujas discuten, la gente honrada sale ganando.
Transferir confidencias.
Una nube en el cielo de la imaginación.
Tono de profundo reproche.
Tono ofendido y apenado.
Incapaz de justificarse, como si fuera un monstruo del engaño y la falsedad.
Había recobrado la compostura y semejaba la verdad encarnada, aunque con ropa de andar por casa.
Acusar de traicionar.
Circunstancias casi desesperadas.
Algo que podría haber ocurrido en circunstancias muy diferentes, pero que no sucederá.
Los que leen historias épicas y deciden ser un valiente de libro, creen poder estar descontentos y ser malhumorados y misantrópicos y tal vez un poco blasfemos; porque no pueden hacer que todo suceda a su gusto.
Rememorar los detalles y circunstancias.
Una cadena de sospechas.
Expresión de impaciencia.
Reunir el valor suficiente.
Tono contenido.
Una pretensión patética de intimidar y hacer callar.
Un tono a un tiempo tranquilizador y animoso.
Está usted temblando como si colgara de un hilo de alambre.
La más aguda y terrible expresión.
El círculo de ruina que lo rodeaba se cerraba cada vez más deprisa y terminaría aplastándolo.
Las circunstancias de tiempo, lugar e incidente.
Proclamar sin tapujos, sin emoción y sin ocultar nada, la verdad.
Alas vengadoras de la verdad.
Gesto vacuo y extraviado.
Sus ojos se encendieron con una inteligencia y un recuerdo inesperados.
Su pecho se hinchaba como un mar encrespado.
Una desesperación violenta, incontrolable e iracunda.
Los hechos son cabezotas y difíciles de transformar.
Llegó rugiendo como las olas del océano.
Las formas fantasmagóricas de la tremenda verdad. Las muchas formas en las que surgía de la nada.
Gesto sombrío.
El tono quejoso con el que lamentó la inminente publicidad de lo que sabía.
¡Desdichado loco! ¡Tortura insoportable y desgarrada! ¡Encontrar vivos y activos -una parte del todo-al cerebro y la mano derecha del secreto que había creído aplastar!
La expresión de su rostro pálido y agónico apenas semejaba humano.
La forja de la cadena de circunstancias que condujeron a la muerte.
En cada circunstancia, ya fuese cruel, cobarde o falsa, vio el florecimiento de la idéntica grávida semilla. El yo codicioso, apremiante, estrecho de vista, que creía alcanzar más de lo que abarcaba; con su largo historial de sospechas, avaricias, engaños y sus consecuencias, era la raíz del árbol del mal.
La energía forzada y artificialmente alimentada, fruto de una larga contención.
Oleadas de resolución.
Dispuesto a depositar una gran familiaridad.
Un ataque de desesperación.
Replicar sin perder un átomo de su compostura.
Desconcertantes circunstancias.
La abrumadora educación con la que pretendió ocultar su confusión.
Ejercer un control férreo.
Tono de amable reproche.
Actitud vigorosa.
Abogado y agente confidencial.
Tildar de carne de horca.
La más mínima brizna de ternura.
su turbación daba la impresión de haberse extendido incluso a su atuendo.
Lejos de los impulsos de la pasión y de la parcialidad de los prejuicios.
Envidia y desprecio.
Ir a declarar voluntariamente como testigo de su carácter.
Desmayos andantes.
Obtusos ancianos.
Las fuentes no tienen nada de turbador.
Afecto sincero.
Brillantes perspectivas.
Pretensión aguda.
Hizo extensivos su perdón y sus invitaciones.
Manifestar amabilidad.
Anudar y cimentar.
Expresiones de descontento.
Tono desafiante.
Un lechuguino impertinente.
Quitar romanticismo al noviazgo.
Conducta impulsiva.
Una navaja con mango de cuerno de gamo.
Los tempestuosos gritos de los marineros.
Expresión sosegada y tranquila.
Mostrar desde diversos ángulos el más común de los vicios; exponer cómo se contagia el egoísmo y en qué tétrico gigante puede transformarse a partir de unos pequeños inicios.
Los relatos de esta colección económica.
(Vida y aventuras de Martin Chuzzlewit)
El Tiempo y su hermana la Inquietud.
Sombrío y misterioso océano, que lo lleva todo a los abismos.
Peso frío de la costumbre.
Burla, manifestación de desagrado.
Víctima de acusado malhumor.
Canje de periódicos, libros y otras pequeñas atenciones platónicas.
Bajo los ojos atentos y vigilantes del Tiempo.
La administración recomendada a una comisión, como sucede en determinados centros políticos, al no encontrar un Atlas de amplias espaldas, apto para soportar el peso de la tarea.
Extraordinario poderío del dinero, que hay que guardarse de despreciar.
Cuando una violenta tempestad marchita las flores de la ilusión, entonces es cuando nos encontramos dispuestos a representarnos en la imaginación el cuadro de la dicha que hemos perdido.
Confundir manifiestamente.
Momentánea idea, sin ilusiones de realización.
Veneno de la pobreza, que adultera al ser humano de ingenio.
Vestal amortajada en vida.
Cólera del amor propio humillado.
Monstruo triunfante. La Muerte.
Temblor involuntario.
Flying Duchtman, el holandés volador. El Barco fantasma. Según la leyenda, existió una fragata tripulada por un holandés, que volaba sobre las olas y a la que ningún navío podía dar alcance.
Títulos, belleza, dignidad y referencias.
Manifiesto desagrado.
Escultura fría, muda e inmóvil.
Manifestación de simpatía.
Imbecilidad manifiesta.
La noche como un gigante, descendió.
Bordo a tierra, estar al pairo, no marchar muy lejos.
Buscó la ilusión entre las llamas del hogar.
En este mundo, compuesto de mil círculos concéntricos, ¿es verdad que sus extremos se tocan y que nos encontramos, al término de nuestro viaje, en el punto de partida? Salvo la calidad y la riqueza de las telas que los distinguen, ¿no pueden hallarse gentes de igual sangre?
Guy Fawkes, Perico el de los Palotes.
El tiempo, firme y cierto de su paso, había caminado velozmente.
Las reflexiones del ser humano semejan el viento. Nadie puede tener en ningún momento la garantía de su dirección ni de su rumbo. Lo opuesto a las palabras.
Pedir cuentas a la fatalidad.
Tono de una vestal ofendida.
Dominio, tiránico diablo de las sombrías leyendas.
El fin del ser humano, el país invisible.
Molino de la ciencia.
Repulsiva severidad y frialdad intolerable.
El tiempo consuela los dolores y calma las cóleras.
Si las partículas nocivas que se agitan en el aire viciado pudieran apreciarse por la vista, veríamos de qué modo se condensan, a manera de espesas nubes negras sobre guaridas semejantes, rodando siempre como vehículos de miasmas hacia las partes sanas de la ciudad.
Manifiesta ingratitud.
Gran parte de la buena armonización de las ideas se debe al lugar en el que el paseo se verifica y a los objetos que se ven.
Separadas por la sombría sima del pasado irrevocable.
Devoción platónica.
(Dombey e hijo)
La Cancillería, donde Dickens había sido empleado como taquígrafo era el Tribunal presidido por el Lord Canciller de Inglaterra. Hasta el año 1873 fue el más alto tribunal después de la Cámara de los Comunes. Como su origen de la capellanía del soberano sus veredictos se inspiraban de los principios de autoconciencia más que del derecho, de aquí el nombre de Tribunal de Equidad (Equity). A partir del año 1875 las leyes sobre la Judicatura unificaron derecho y equity y la Cancillería pasó a formar parte como Sala del Alto Tribunal de Justicia.
El Lord Canciller y su sala de Lincoln´s Inn.
Los Inns con referencia a los asuntos de derecho y de los tribunales, su nombre (excepto dos que también se llaman Temples) se derivan de los cuatro Inns iniciales fundados el siglo XIV como posadas o albergues donde se daba de comer a los estudiantes de derecho. Gradualmente fueron evolucionando hasta una mezcla de bufetes y escuelas de abogados y salas de tribunales y hoy día son clubs y despachos de abogados aunque controlan la admisión a los colegios.
Una veintena de miembros del Alto Tribunal de la Cancillería ocupados neblinosamente con una de las 10.000 fases de una causa sin fin echando zancadillas los unos a los otros con precedentes escurridizos hundidos hasta las rodillas con tecnicismos dándose cabezazos empelucados de pelo de cabra y crin de caballo con los muros de palabras y presumiendo de equidad con gestos muy serios como si fueran actores.
Montañas de necedades carísimas.
El ambiente solemne y los lentos discursos que retumban lánguidos.
El Alto Tribunal de la Cancillería tiene sus casas en ruinas y sus tierras abandonadas en todos los condados; sus lunáticos esqueléticos en los manicomios y sus muertos en los cedmenterios; sus litigantes con sus tacones gastados y sus ropas gastadas, los cuales viven de los préstamos y las limosnas; da a los proveedores y adinerados abundantes materiales para desalentar a quienes tienen razón; agota la hacienda, la paciencia, el valor, la ilusión; agota las cabezas y destroza los corazones.
El abogado de la causa, dos o tres abogados que nunca tienen una causa y el foro de abogados.
Jaundice, ictericia, con sus connotaciones de prejuicio, envidia, resentimiento.
La causa quedó exprimida hasta el tuétano hace años.
Aparece un preso cetrino a fin de presentar una instancia personal <<para purgar su desacato>>.
Heredar odios legendarios.
La Oficina de los Seis Secretarios se ocupaba hasta el año 1843 de inscribir los procesos en el calendario con unos honorarios.
El engaño, la evasión, los aplausos, el hostigamiento, las falsedades de todo tipo no contienen influencia ninguna que pueda nunca llevar a nada bueno.
Drizzle, llovizna.
Opinar vagamente que si el mundo va mal era porque tal vez por distracción nadie pretendió nunca que fuera bien.
Tangle, confusión, embrollo, lío.
El grado de parentesco.
Los abogados corrientes solían hacer que sus documentos se transportaran con sacas azules. Los Consejeros (abogados) de la Corona con sacas rojas.
En el gran mundo como en el Tribunal de la Cancillería dominan los precedentes y las costumbres; son Rip Van Winkles que han dormido demasiado, que se dedican a extraños juegos inmersos bajo las mayores tormentas.
Este mundo nuestro tiene sus límites. Llegar al bordel del Más Allá. Pero es un mundo envuelto con algodón y lana fina de joyero y es incapaz de escuchar el bullicio de mundos más anchurosos y ver cómo giran estos alrededor del sol. Es un mundo amortiguado y su vegetación se marchita por falta de aire.
Deadlock, callejón sin salida, tiempo muerto, imposibilidad.
Los rumores del gran mundo al igual que el enemigo son omniscientes por cuanto al pasado y al presente pero no por cuanto al futuro.
Honorable, obstinado, veraz, del altos ideales, intensos prejuicios, perfectamente irracional.
Un gesto cansado, una ecuanimidad fatigada.
La moneda del truco del prestidigitador.
Fama de haber obtenido bastantes beneficios con contraros de matrimonios y testamentos. Está rodeado de un aura misteriosa de confidencias familiares de las que se sabe ser depositario silencioso.
Talkinghorn, cuerno parlante.
Recibe los saludos gravemente y los entierra con el resto de las cosas que sabe.
Un aire de prescripción legal.
Presa de la monotonía de la residencia.
Un trámite lento, caro, británico, constitucional.
La vaga impresión de constituir el más ridículo de los accidentes.
Wat Tyler fue el dirigente de las revueltas campesinas del año 1381 frente los impuestos. Capturó Londres, quemó las cárceles y logró de Ricardo II la abolición de la sumisión feudal, de los monopolios y de las restricciones de las ventas además del indulto para sus seguidores (14 de junio de 1381). Al día siguiente el Lord Mayor (o Alcalde) de Londres logró matarlo y el soberano abolió las concesiones y procedió a una feroz represión.
Las reiteraciones y las prolijidades jurídicas.
Tono desusado.
Un gesto inexpresivo.
Me es muy difícil comenzar a escribir mi parte de estas páginas pues sé que no soy lista.
Mi entendimiento se aviva cuando se anima mi afecto.
Un gesto adusto.
Un gesto inmutable.
Era demasiado buena para sentir emoción ninguna ante nuestra separación.
Tono enfadado.
Hablar con unos periodos verdaderamente majestuosos, muy elocuente.
Preciso, exacto, organizado.
La resolución de ser industriosa, alegre y amable.
Símbolos de recuerdo afectuoso.
Unos modales naturales cautivadores encantadores.
El Lord Gran Canciller el mejor de los casos semejaba ser un pobre sucedáneo del amor y el orgullo de unos padres.
Equiparar el sexto sello del Apocalipsis con el Gran Sello de Inglaterra.
Una filantropía telescópica.
Jelly, jalea.
Para la empresa que describe Dickens se inspiró de la Sociedad para la Civilización de África y la Asociación del Níger, que a comienzos del decenio de 1840 envió una expedición fallida al Níger.
Fusionado con las más brillantes cualidades de su consorte.
Guppy es un pececillo de agua dulce, Pboxinus aphyaea, muy utilizado de los acuarios con una expresión especialmente bobalicona.
Un gesto vergonzoso y enfurruñado.
Una serena compostura.
Calificaba la alianza matrimonial como la unión del ánimo y la materia.
Tono hosco.
Tono descortés.
Un gesto de descontento.
Tono remilgado.
Crook, sinvergüenza, maleante.
Fantástica e insistentemente seria.
Añadir los argumentos.
Tono condescendiente.
Se dio en la frente con el índice para expresar que debíamos tener la bondad de perdonarlo.
Tono despreocupado.
Revolcarse en el desorden.
Tono de asombro.
Un susurro de misterio.
Suburbios que habrían constituido una buena ciudad cada uno.
Las animadas influencias que nos rodeaban.
Reanimar una impresión general.
Recurrir a los expedientes y las evasiones más singulares.
Recordar vagamente.
Había terminado el corto día y comenzado la larga noche.
Una de esas casas deliciosamente irregulares que para ir de una habitación a otra hay que subir o bajar escalones y encuentra uno más habitaciones y hay gran cantidad de vestíbulos y pasillos y se tropieza con habitaciones rústicas y ventanas de celosía donde crecen las plantas.
Sencillez, espontaneidad, entusiasmo y una total incapacidad inocente para todos los asuntos mundanos.
Un gesto repentinamente grave.
Extender recetas con la exactitud de detalle precisa.
Añadió con una alegría deliciosa.
Tono ligero.
Problemas, gastos, responsabilidades.
La profundidad del silencio.
Un homenaje merecido a las encantadoras cualidades que fuera exquisitamente agradable.
Recibir las confidencias de una persona atrayente.
La sórdida palabra dinero.
Una expresión benigna.
La oposición del significado y la pretensión.
Un gesto amable.
En la Inglaterra de mediados del XIX existía la prisión por deudas y había arrendatarios de las cárceles que se lucraban.
Se había lavado las manos totalmente del problema que había pasado a ser nuestro.
Distinguir las personas y su cargo.
Las mariposas son libres.
La impresión vicaria.
Exprimiros como una tierna naranja de las Azores.
Una expresión alegre.
Acusar secretamente.
Una amabilidad excéntrica.
Sensaciones confusas.
Experiencias prácticas.
Mi imaginación agitada con el viento tampoco consentía ser totalmente altruista aunque la habría persuadido a serlo de haber podido.
Aquel sueño vano se había desvanecido.
La imaginación más vivaz.
Wold es un arcaísmo de wood, bosque y de un terreno alto generalmente abierto y accidentado.
Los caballos aparentemente aburridos e insociables.
Los fantasmas y el misterio.
Personalidades, pretensiones y opiniones singulares.
Un accidente grave.
El Sir no podía rebajarse a discutir con nadie de ningún tema.
Siente tristeza de él como si fuera un buen soldado que hubiera pasado al enemigo.
El siglo XIX existía en Inglaterra la costumbre de que las familias de la nobleza por las armas permitieran a desconocidos visitar sus mansiones especialmente cuando no residían.
Inclinar la cabeza como señal de acatamiento de los preceptos de la experiencia.
Manifestar atracción.
Manifiestamente fuera de su elemento.
Los días terribles de los rebeldes que se aliaron frente al rey Carlos I.
Opinar que cualquier familia de alguna antigüedad o importancia tiene derecho a un fantasma, uno de los privilegios de las categorías altas, un detalle de distinción que no puede reivindicar la gente común.
Un temperamento altivo.
La calamidad o el deshonor.
Con la llegada del día se iba aclarando gradualmente la perspectiva y se manifestaba el escenario que había recorrido el viento tras la oscuridad igual que mi memoria había recorrido mi vida.
De exteriores ásperos proceden influencias serenas y dulces.
Siguió con las fantasías con el tono más animado y a lo largo de terrenos muy emotivos.
Manifestar la aprobación con un gesto.
Avanzando tranquilamente hasta la muerte polvorienta.
Las visiones fantasiosas de un aquelarre.
Tono juguetón.
Cobrar unos honorarios sustanciosos al respecto.
Indeciblemente ceremonioso, verborreico, insatisfecho y caro.
Una expresión benigna.
Ojos de asfixiado, muy saltones.
Gusher aplicado a una persona es alguien verborreico, parlanchín, hablador.
Tono de ordeno y mando.
Tono altisonante.
Tono hostil.
Estoy harto de que me persigan como un tejón.
Una compostura forzada y calculada.
Tono animado.
Un gesto de conmiseración.
Me mantenía más callada que una ostra.
Un clipper corsario.
Un carácter despreocupado que confundía con la prudencia.
Una serie de gastos irreflexivos.
La dulzura de su temperamento le era consustancial.
Dispuesto a manifestar atracción animado.
Thorn, espina y espino.
Ingerirse con la marcha de nuestras vidas.
Animado y firme.
Lo ligero de su ánimo.
Tono estentóreo.
La imagen negra de la perfidia, la cobardía y la crueldad que nunca se le haya ocurrido a nadie poner como espantapájaros de un campo lleno de sinvergüenzas.
Si encontrase aquel déspota sin igual lo tumbaría como un árbol podrido.
La rotundidad y el vigor con los que pronunciaba cada una de sus palabras y la furia de superlativos que semejaban dispararse como cañonazos que nunca hacen daño a nadie.
Incapaz de hacer nada a escala limitada.
Con su sentido y su fidelidad este canario domesticado es un fenómeno.
El antro infernal de la Cancillería.
Un pleito por intrusión.
El imbécil más arrogante, tieso y terco.
Las bolas de marfil de una talla china.
No sin ruborizarse al aventurar lo que estaba reflexionando.
Según su actitud percibí que no podía seguir adelante hasta que mudara la dirección del viento.
Me sentía atraída pero no curiosa.
Las perspectivas de carrera.
Una promesa implícita.
Igual que quiero y honro obedezco.
El género de formularios de papel; piel y rollos de pergamino; papel de barba, satinado, a rayas, marrón, blanco, hueso y secante; agendas, almanaques, diarios y listas legales.
Tinteros de plomo y de vidrio.
La hiedra de Londres es el humo.
Llevada de una celosa solicitud de que llegara a la perfección.
El rumor con el que se originó aquella sabrosa leyenda.
Guster, la forma que los cockneys londinenses pronuncian el diminutivo de Augusta; al tiempo guster significa ráfaga, racha, ventarrón, galerna.
Una personalidad tormentosa.
El tristemente célebre orfanato de Tooting se dedicaba a ceder o vender niños y el año 1843 o 1849 estalló una epidemia de cólera que causó la muerte de más de ciento cincuenta niños debilitados con la desnutrición. A su propietario, un tal Drouet, se le procesó por homicidio pero fue absuelto y Dickens escribió cuatro artículos sobre el tema para el "Examiner" de enero-abril de 1849.
Inspirar tiernas emociones.
Los misterios prácticos del negocio.
Los rumores andan volando como murciélagos y entran y salen por las ventanas de todos.
De cuyo marido se sospecha que le calcula las costillas con un paraguas.
Vagos murmullos.
Turnstile, torno de paso, era una calleja para pasar por la cual había que pagar un peaje y era infranqueable para los rebaños que pacían en los alrededores.
El propósito de cualquier Alegoría es provocar dolor de cabeza.
En las casas de campo mueren de aburrimiento los grandes de la tierra.
Una ostra de la vieja escuela que nadie puede abrir.
Un gran depositario de confidencias al cual no hay acceso.
Se cierne una fragancia aromática de té caliente.
Tose llevando una mano a la boca con modestas expectativas de lucro.
La muchedumbre general a la cual la sabiduría jurídica de siglos ha opuesto un millón de obstáculos para la transferencia de los asuntos más vulgares de la vida.
Tono indiferente.
Tiene una vaga impresión de su fama de aristócrata.
Un pellizco de la pobreza.
Con las flacas manos abiertas sobre el cadáver como las alas de un vampiro.
Lleno de atracción malsana.
Tres tipos de atracción; el atractivo profesional, la morbosidad y el temor reverencial.
Con un gesto cortés del sombrero hacia la cama.
Un manojo de resguardos de casas de empeños cual billetes de peaje expedidos en la carretera de la Pobreza.
Una sugerencia práctica.
Lo fausto de la circunstancia.
Un desencanto natural.
Bajo el manto de la noche.
Swills significa tragos ansiosos y bazofia para los cerdos.
Un billar romano.
Tiene mucho que decir sobre todo con paréntesis y sin puntuación, pero no muchas cosas que comunicar.
Existía la costumbre de bautizar dentro de la casa sin celebrar los ritos completos de los niños cuyas vidas se temía.
Un queso holandés volante.
Hay hombres que cacarean diversas ocasiones de triunfo publicamente.
Preocupaciones hospitalarias.
Los rumores del gran mundo.
El remedio aunque sea imperfecto es huir del ultimo sitio donde se ha sufrido.
Tono sorprendido.
Repetir con una claridad inconfundible.
Solo manifiesta reserva por cuanto a la afabilidad.
El "Libro de Oraciones Comunes" de la Iglesia Anglicana contiene una plegaria ante <<el orgullo, la vanagloria y la hipocresía>>.
Según la vieja superstición deberían zumbarle las orejas porque esos momentos estaba hablando con gran energía de su persona.
Semeja desplazarse como una loba hermosa pero no domesticada del todo.
Cuando la comida llega a la fase de la cuchara.
Fuera del círculo que dibuja alrededor de él el nigromante se ven en movimiento seres muy extraños, fantasmas.
Su habitual máscara inexpresiva.
Escandalizado no con el hecho sino por el hecho de que se mencione el hecho.
Una elegancia insolente.
Sospechar reservar algo importante.
Una indecisión de carácter.
Desde hace siglos se llama con una curiosa inversión de términos public schools una serie de escuelas muy caras totalmente privadas que impartían un tipo de educación muy clásica.
Los abogados se meten en aguas muy turbias.
Apelar al sentido común para no engañarse.
Gestos expresivos y armoniosos.
Variedad, una gama amplia de experiencia.
Una de esas casualidades que pueden o no requerir una explicación más allá de nuestras actuales y limitadas facultades.
Abrir una perspectiva.
Una expresión cuidadosamente preparada del mayor dolor y el pesar más profundo.
Un aspecto general de debilidad.
Un gesto negativo de la cabeza.
Tono triunfal.
Tono confidencial.
Swasher, lo oscilante de las olas del mar y matachín.
Manifestar admiración.
Una nave de velas tensas. Una expresión náutica.
Tono de broma.
Depositar el cariño y las confidencias.
Todo género de cosas cariñosas y encantadoras.
La constancia del amor no significa nada si no existe la constancia de todos tus esfuerzos.
Tono orgulloso.
Hablar con gestos expresivos.
Reservado, sensato y agradable.
Grandes manifestaciones de amor.
Tono alegre.
Un gesto enfadado.
Cuánta verdad satírica reflejaban sus palabras.
Justificándose con un tono intenso pero no airado.
Aire provocador.
Mi papel se limitaba al de oyente.
El majestuoso porte del Príncipe Regente.
La estrella es una condecoración de la Fraternidad de San Jorge y San Miguel; la banda azul denota la pertenencia a la jarretera.
Los hombros tiesos, los codos atrás con una actitud de elegancia insuperable.
Una señora de gesto adusto.
Un gesto de sorpresa y curiosidad.
Un egoísmo absorbente.
Suficiente orgullo y deferencia.
Lo colocaba sobre un pedestal imaginario.
Engañar paladinamente.
Apostrofando con infinita vehemencia.
Conferir encanto y distinción a Londres.
Ver con lenidad los defectos.
Estos tiempos de igualdad no son favorables al buen porte. Fomentan la vulgaridad.
Inglaterra ha degenerado. No veo que nos pueda suceder más que una raza de tejedores.
Una galantería desagradable.
Cerrando los ojos y levantando los hombros con un gesto de modestia.
Tono santurrón.
Satisfecho, deferente y orgulloso.
Mi impresión favorable de su carácter casi infantil.
Preguntar mentalmente.
Añadir muchas letras innecesarias a las palabras cortas.
Un médico atendía con gran solicitud y piedad.
Una visita profesional del médico.
El prefijo Fitz (derivado del francés fils, hijo) era una forma de designar una filiación directa o indirecta. Según Eric Partridge, "Diccionario de jerga antigua" (Penguin, 1982) indicaba <<un hijo natural de una persona de la realeza>>.
Conferir herencias.
Un cartucho de chelines.
Su tono agradable habitual.
Retener con un pretexto u otro.
Unos gestos y unos modales singularmente expresivos de cautela e indecisión, un impulso, una actitud.
La mirada astuta de un viejo zorro blanco.
La existencia de restos variados.
Un brillo prodigiosamente suspicaz de la mirada.
Suele ocurrir que los ignorantes sean desconfiados.
La muchedumbre de damas y caballeros excitables cuyas actitudes nos habían sorprendido.
Su principal facultad semejaba ser de una admiración indiscriminada.
El objeto absorbente de su devoción.
Unos ojos demasiado pequeños para su cara de luna de manera que semejaban haber sido destinados al comienzo a otra persona.
Tono perfectamente audible.
Una gran persona según el sentido fofo del término.
El atractivo intelectual.
Las manifestaciones de infantilismo y despreocupación.
Totalmente carente de designios y sincero.
El valor del dinero.
Más influido con la pasión que con la razón.
Exagerado como el mar, vehemente como un toro que ha decidido que todo es de color rojo.
un gesto airado.
Un gesto preocupado.
Una gran aptitud de percepción de la realidad.
Un gesto cariñoso.
Un gesto de impaciencia.
El monopolio de aquel sistema monstruoso.
Dispuesto a acusar a los que están en el sistema en el Tribunal del Juicio Final.
Una expresión fija de ira.
Era agradable ver cómo las cosas iban encajando lánguidamente con sus fines.
Transformarse como un gran general que destruiría todo tipo de ciudades.
Se confundía con el ruido y la agitación de la ciudad como una gota de rocío en el océano.
Un demonio propio de la categoría de los patricios.
Existencias horribles que salen o entran a rastras.
Sentir que uno no tiene nada que hacer y, sin embargo, sentirse perplejo ante la idea de que uno está allí sin saber por qué. Debe ser muy extraño que le digan a uno que casi no es humano y sentirlo para sus adentros.
La vida material e inmaterial.
La gran peonza de la suerte está dispuesta para sus giros diarios.
Un gesto de repugnancia.
Un homenaje de admiración.
Los recursos expresivos.
Con su rapidez mental, buen humor, ánimo, alegría y vivacidad era encantador.
Educar los hábitos de la aplicación y la concentración.
El agua y el fuego aunque excelentes ayudantes o cualidades son pésimos patronos.
El ánimo despreocupado del jugador que se examina como parte de una gran partida del azar.
Tono insinuante.
Se refería a sus viejos maridos como si fueran sílabas de una charada.
Tono reverente.
Estudiar seriamente y sin ninguna reserva.
La expresión enamorada.
Un gesto serio.
La obsesión de las cosas indefinidas de las ilusiones frustradas.
La energía de un tipo impaciente y errático.
Se sometió de buen grado a la cautela que le habíamos demostrado que era precisa.
Un gesto de cansancio.
Tono de pesar.
Borrar cualquier huella de la existencia.
Un agente confidencial.
Tono animado.
Adquirir a gran velocidad un fondo apreciable de información.
Iniciar los estudios experimentales del bufete.
Su comportamiento para las cuestiones del dinero era generoso, profuso, totalmente despreocupado, pero estaba totalmente persuadido de que actuaba de forma calculadora y prudente.
Un sentido aguzado del ridículo.
Seamos amigos y al tiempo prácticos.
Hizo uso de una figura de dicción (procedente del Oriente) con el sentido de que nunca había visto qué color tenía el dinero.
Tono de la mayor indignación.
La raza de esos relojes de pared de cajas magníficas que nunca marchan.
El horizonte yacía con un brillo púrpura.
La pátina que imprimen los años.
Oxidando y destiñendo según el destino común de las cosas.
Con ira incontenible.
Las rocas están grabadas con los elementos.
Un sentido elevado de su posición y responsabilidad como anfitrión.
Las enormes fuerzas que dominaban nuestras vidas, lo benéficas que son y cómo en la más pequeña de las flores y de las hojas existe una frescura derivada de aquella cólera aparente que semeja una nueva Creación.
Volver la espalda casi con una expresión de desprecio o desagrado.
Aire de superioridad, poder y fascinación.
Vivía alejada de todo y me enteré por pura casualidad.
No hay nada insoportable para el orgullo como el orgullo propio y se vio castigada con su actitud dominadora.
Una represalia singular.
Son las vacaciones de verano. Las buenas naves del Derecho y la Equidad, esos clippers de teca con quilla de cobre, remaches de hierro y superficies de bronce que no son las más rápidas y precisas están fondeados como reserva.
El Colegio de Abogados es el refugio de los abogados de Inglaterra durante la adversidad y su triunfo definitivo con la prosperidad.
El escudo y la corona de Britannia.
Las argumentaciones intrincadas.
Los fragmentos dispersos del gran paladión.
Vessel, bajel, navío y vaso o receptáculo.
Deslizándose tambaleante como un fantasma.
Un oso al que han enseñado a andar a dos patas se desplaza silencioso y lentamente.
Nunca habla sin antes alzar una manaza como si diera a sus oyentes una garantía de que va a edificarlos.
Decir con una claridad ominosa.
La resignación de quien está acostumbrado a ser objeto de todo género de ataques.
El tono animado de una persona informada.
Un desdén inefable.
Una mentalidad investigadora para lo que se refiera a la presentación de pruebas.
El género de transacciones con el bufete.
La mirada que los profesionales agudos suelen lanzar a los jurados británicos.
Esta casa vive de la grosura de la tierra.
Perdiendo gradualmente el sentido.
Volver cual golondrina sedienta a escuchar mis lecciones, todo dicho con la sutileza de un rinoceronte.
Expresar absurdos abominables.
La gran ciudad confusa.
Todo circula con alguna finalidad y algún destino.
Las vacaciones de verano van avanzando como un río lento que va corriendo lentamente un país llano hasta el mar.
Algo tranquilo que no someta a una contribución demasiado pesada su energía física ni intelectual.
Informar con sarcasmo mordaz los momentos de confidencias.
Smallweed, pequeña mala hierba.
Los consejos de los aspectos difíciles de la vida privada.
Interpretar como una libertad excesiva.
Una sabiduría secular como la de un búho.
Si alguna vez estuvo en una cuna debe haber sido vestido de levita.
El espectáculo seductor del escaparate de aves blanqueadas artificialmente.
Un reservado favorito.
Cediendo a su imponente experiencia.
Exclamar con aire perceptivo.
Cheshire. El famoso queso del condado de ese nombre.
Manger, pesebre de las caballerizas.
Cuán extendida se halla esa ilusión de que se arreglan solas las cosas. Es como si un lunático supusiera que la luna se arregle.
Una expresión vaga tal vez como su significado.
Actuar a fondo con la conversación.
El tono gravemente impresionante de quien no tiene compromisos definitivos con la vida excepto el sentido de haber sucumbido a un dulce mal de amores.
Huelga exponer las circunstancias de la visita con la presente argumentación.
Una persona que ha ensombrecido mi existencia.
El tono de quien alienta a su testigo.
Encogiéndose de hombros con agradable modestia.
Aporta su conciso testimonio.
Cerrado prácticamente el pacto.
Las antiguas unidades sexagesimales británicas la libra se dividía como chelines, peniques y farthings.
Impasible tras el asombroso cálculo.
El gran formato de los diarios.
A todos los efectos prácticos.
Meevil. Gorgojo.
Las causas célebres lo hacen digno de gran aprecio profesional.
Obtener el voto y la atracción.
Los brillantes y distinguidos meteoros que corren disparados a cualesquiera direcciones a lo largo del cielo del gran mundo.
Las gracias infantiles de la total carencia de aptitud de percepción, memoria, entendimiento y atracción.
La aptitud de tener ideas, reverencia, imaginación y otros atributos frenolóficos.
Una inteligencia de índole famélica y ansiosa.
Fue ascendiendo gradualmente con la profesión de prestamista.
A su lado hay un cojín de reserva dispuesto con objeto de tirar cada vez que menciona algo relativo al dinero, tema al cual es sumamente sensible.
Chillar como un loro viejo horrible y desplumado.
La compañera del crepúsculo de su vida, sentados como dos centinelas olvidados tiempo ha en su puerto por el Sargento de las Tinieblas, la Muerte.
Pero tiene más suerte porque en su limitado mundo se ha abierto una puerta a perspectivas y horizontes más amplios.
Un gesto preciado de sentido.
Con un guiño como una arpía rabiosa.
No recibir el consejo con demasiado respeto.
Vigorosas manifestaciones.
Un ánimo viejo y maligno.
Interjecciones edificantes dirigidas al inconsciente.
La rígida economía de la familia.
El arte y el misterio de la confección de flores artificiales.
Un tono que no es del todo elogioso.
El mundo le utiliza de costumbre más o menos como si fuera un balón de fútbol.
Gestos amplios que llenan mucho espacio.
Igual que podrían abandonar dos oseznos a un viajero a manos de la osa madre.
Tono muy expresivo.
Una expresión astuta de triunfo.
Consolarse con una reflexión filosófica.
Un gesto firme y rotundo.
El valor de la cosa propiamente.
Su ánimo se eleva a esas regiones encantadas de la reflexión que han abierto a su mente su educación y sus ocupaciones.
El Circo de Astley.
La curiosa región que se halla de Haymarket a Leicester Square es un polo de atracción de hoteles anodinos y anodinos extranjeros, juegos de pelota, boxeadores, espadachines, vigilantes, vendedores de porcelana vieja, casas de juego, exposiciones y una gran variedad de vidas furtivas.
Tira polvo el derecho a los ojos de los profanos.
Una tosecilla deferente.
Un negociante de sentido común.
Una tosecilla de modestia.
El derecho a un pequeño patrimonio, maniobrando con referencia a ese patrimonio.
Un gesto inmutable.
Un gran anillo de luto al meñique.
Un abismo infernal.
Una pesadilla poblada de rostros horribles.
Consejos obsequisos.
Emitir una tosecilla de solidaridad.
Las lacónicas instrucciones.
Una expresión tensa.
Ha pasado con el mayor decoro todo género de desvanecimientos. Pero nadie se lo agradece.
Demostraba con los argumentos gastados que había leído.
Una actividad desasentada.
Tono de total persuasión.
Demostrar, probar con cálculos complicados.
Participas de la conspiración general para que yo esté de buen humor.
Cruzando las manos sobre mi brazo con gesto amigable.
Temía que el golpe fuera demasiado para él. Es una persona de magnífico porte y sumamente sensible.
Una mezcla de ilusión y timidez.
Al Príncipe Regente se le daba el apodo de primer caballero de Europa.
No tienes cualidades brillantes pero son constantes y meritorias.
Los negocios estaban totalmente fuera del ámbito de su entendimiento.
La suerte de estar ocupada y el menester de concentración.
Abriendo otra carta con la mayor complacencia.
La fruslería de una actitud tonta.
Había vuelto a caer bajo su típica visión del infinito.
Celebrar la conversación.
Un sinfín de gestiones desagradables.
Mantuvo una reserva constante de aquellos asuntos.
Aquella época y hasta 1870 los despachos de oficiales se podían comprar y vender a reserva de mostrar un mínimo de aptitudes como cualquier propiedad. El de alférez costaba 450 libras esterlinas de la época.
Gestos de amabilidad.
Agotar el patrimonio, los recursos naturales, lo poseído hasta hoy.
Tono alentador.
No ha llegado el momento de que os comprometais firmemente.
El tiempo, la verdad y la constancia.
Había con su tono y sus modales algo auténtico y celebré la ocasión.
Desconcertado con sus esfuerzos al recordar su asociación de ideas.
El Lord Canciller sentado con gran pompa y gravedad.
Pompa y ceremonia.
La modestia complaciente del que se siente propietario de un lugar.
Paredes de ladrillo visto (sin recubrimiento).
Un gesto de amenaza.
La mera sombra de un objeto lleno de forma y de color.
Acusar de ser unos farsantes.
Acusar de alteración publica.
Emociones para mantenerse en forma.
La casa se llena de fantasmas, de planchas que chirrían y vestidos que rozan las paredes.
Unos átomos de una idea.
El soplo de la inspiración.
Los aspectos de la argumentación.
La mera fuerza de la costumbre.
Proponer un enigma misterioso lleno de ingenio y de mérito.
Una historia rocambolesca de una dama y un soberano.
Los habitantes son aves nocturnas que van a la percha cuando el sol se ha levantado y están despiertos y listos para la presa cuando están brillando las estrellas. Una colonia de bergantes.
Por malo que sea el diablo vestido de fustán o de levita es un diablo más astuto, encallecido e intolerable cuando pone un alfiler a la corbata, se autocalifica de caballero y apuesta y juega.
Tono de sorpresa.
El reglamento de boxeo de Cornualles, de Devonshire o de Lancaster.
La conspiración de la pólvora. Los católicos ingleses víctimas de la persecución religiosa pretendieron volar el Parlamento el 5 de noviembre de 1605. El más famoso aunque no el más importante de los conspiradores era Guy Fawkes. La fecha se conmemora en Inglaterra con fuegos artificiales y la quema ritual de monigotes.
Le es difícil abordar un tema, se exaspera y hace gestos misteriosos de rascar el aire con una vengatividad imponente.
El ardor del afecto.
Para animar la conversación como diría un chistoso.
La expresión imponete de alguien a quien hacen sufrir todos los baches.
Sus modales son furtivos y secos.
Sacudido para que participe de la conversación.
Laconismo bélico.
Aire metódico, suave, ininteresante.
Aire de reflexión inquieta.
Más débil que un bebé del infierno.
Un gesto vehemente.
La diversidad de las respectivas experiencias.
Tono desusadamente alto.
Figurar con los engranajes de la cadena de oro de las personas de superior calidad o con los hechos de hierro común.
Algunas reservas de buen tono pero lucrativas.
Los parientes como una araña gloriosa que extiende los hilos de su parentela.
Ver con un desagrado olímpico.
La enfermedad crónica del aburrimiento.
La confusión bajo la que hemos caído estos tiempos, la forma que se destruyen los puntos de referencia, cómo se abren las compuertas y se desarraigan las distinciones.
El tiempo era de la propiedad como la casa y las tierras.
El valor que me merece su amable opinión.
Un tono muy altivo.
Una inteligencia demasiado viva y activa.
Una fuerte cara sajona imagen de la resolución y la perseverancia.
Poniendo la mano derecha en la solapa de la levita con la actitud de un estadista.
Sus opiniones peculiares aunque no tiene la culpa de esas opiniones.
Brillar el carácter de la hidalguía.
Escribiendo en una saleta (sala de apelación).
La casa de la ciudad cálida y luminosa semeja envolver los huesos con lana de color arco iris.
Leyendo con una gravedad y una pomposidad infinitas.
Estricta confidencialidad.
El gesto de testigo ante el estrado.
Una solemnidad triunfal.
Son muy limitadas las opciones matrimoniales de la Familia Real.
La inconstancia personificada.
Había terminado su quiebra (había <<pasado por la Gaceta>> como si fuera un túnel) con la clemencia y la conmiseración general de los demandantes.
Adoptó una actitud muy sumisa y se hicieron excelentes amigos.
Encontramos admirable la buena disposición con la que había sobrevivido al desencanto.
Nunca tengas una misión en la vida.
El personaje del pretendiente desilusionado o el del aceptado de una dama joven.
Anticipándose con grandes aires a cualquier objeción altruista.
En su mano la pluma aparentaba adquirir una animación perversa y saltaba y se encabritaba, corbeteaba y gambeteaba como un caballo indómito. Era muy extraño ver qué letras raras iba formando, encogidas, deformes y tambaleantes.
El gesto de seriedad apropiado.
Un gesto preocupado.
Una extraña expresión de sorpresa y terror.
La materia de las enfermedades y los problemas.
Con un aire ausente casi agradecido, casi inconsciente.
Cuya agilidad mental era grande como su disposición de ánimo.
Semejaba curiosamente indiferente a su destino.
Una indiferencia que no se podía tomar como asombro.
Tono casi severo.
Una curiosa expresión mezcla de extrañeza e indignación.
Su habitual sentido práctico.
Una admiración burlona.
Un ser responsable.
Un frasco de solución antipirética.
La aptitud para administrar las cosas de detalle.
Oír con despreocupación lánguida.
Era filosóficamente correcto sacar el mejor partido de su hallazgo.
Mostrar solidaridad activa.
Mi atención se desvió en una dirección que me sería memorable.
Las delicadas cualidades.
Afecto y devoción.
Recordar vagamente.
Las perspectivas testamentarias.
La opinión de que una vida privada decente es mejor que el aplauso del publico.
Algo que está suspendido del aire (que contiene muchas materias en suspensión) hace sentir incómodo.
Bajo la influencia opresiva del secreto que pesa sobre él. Impulsado con el misterio del que participa pero que no comparte.
Se cierne una circunstancia siniestra.
Una actitud despreocupada.
Una admiración real o fingida.
Una actitud ni hospitalaria ni propia de un caballero.
Los acordes que vibran con las más tiernas emociones.
No es tu carácter volar rodeando una sola flor.
Repetir enfáticamente.
El tono vivaz y alegre de la vida del gran mundo.
Rendirse al horror.
Cerrando un ojo tras una breve meditación como si fuera un investigador.
La muerte congénita innata engendrada con los humores corruptos del propio cuerpo viciado y nada más. La Combustión Espontánea y ninguna otra de las muertes de las que se puede perecer.
Mostrar hospitalidad líquida.
El nublado ojo londinense.
Una expresión de agotamiento nervioso.
Las facultades de discurso.
La mirada fija del ánimo de la acusación.
Una tosecilla de sumisión o de preocupación.
Tono tristísimo.
Una conducta circunspecta.
Jugar vagamente con la idea de entregarse a la justicia.
Quitar de la cabeza las telarañas sombrías que se pueden disipar con un paseíto.
Un fenómeno hipotético desagradable.
Tono moralizante.
Eres de carácter arrebatado y no tienes consideración.
Un humor arisco y materialista.
Mordiendo el pulgar con el apetito que da la frustración.
Tono conciliador.
Ocurrir una calamidad.
Un gesto de inquietud.
Un mitin de Manchester.
Las disputas filosóficas.
La sospecha instantánea y penetrante.
Trae malas consecuencias cuando piden a uno dinero.
Manifestar vigorosamente.
Dando un golpe autodespectivo al pecho.
Más firme que el Peñón de Gibraltar de largos méritos.
Una disposición de ánimo bastante desagradable.
La barbilla se agita con expresión de burla o desprecio.
Un gesto grave.
La gravedad ha llegado a su punto más profundo.
Sumido bajo un profundo abismo de gravedad.
El abogado con su tono monótono y desapasionado más difícil de afrontar que la vehemencia más desatada.
El gesto imperturbable de la Muerte.
La frente fresca y sana como una manzana madura.
La cara de carácter leñoso.
Estuve varias semanas enferma y mi sistema habitual de vida se transformó como un mero recuerdo. Semejaba que hubiera cruzado un lago sombrío y abandonado mis experiencias amontonadas a lo lejos en la costa de los años de salud.
Entender lo breve que era la vida realmente y en qué pequeño espacio podía la imaginación colocarla.
Más silenciosa que un ratón.
La perversidad transcendental de la Cancillería.
Es propio del sutil emponzoñamiento de esos abusos incubar esas enfermedades. Tiene una infección de la sangre y a sus ojos los objetos pierden sus aspectos naturales.
Aclarar la realidad de las cosas.
El ánimo de la caballería andante jura con términos feroces que nunca se podrían transcribir.
Confortar las calamidades.
Una serie de gestos de su propia frente para expresar la aptitud intelectual.
Tono de misterio.
La Maza y el Sello, los símbolos del Lord Canciller.
El tono sombrío y los terribles secretos.
Recuperó gradualmente su aire habitual de importancia amistosa.
Mi médico, el veredicto que disolviera el hechizo al que me tienen sometida la Maza y el Sello.
La memoria absorbida.
No había ninguna cadena que romper yo ni que arrastrar él y yo podía aspirar a encontrame con él de manera altruista e inocente.
El vocabulario de expresiones de admiración.
Un gesto radiante.
Stubbs, la colilla de un cigarro puro.
Había una pendiente famosa por las violetas que crecían.
Un gesto apresurado de súplica.
Un abogado de una fidelidad mecánica y muy cuidadoso del lucro, los privilegios y la reputación que comporta el poseer los misterios de las grandes casas.
La tontería, el orgullo, el desdén y la insolencia.
Las extrañas condiciones de mi existencia.
Una carta de cariñosa anticipación.
El adagio de que los niños se enteran de todo.
Vale sus sórdidos gastos.
Henchido de perspectivas brillantes para el futuro.
Las lamentables evasiones y los tristes enfrentamientos de la desgracia familiar.
Abrigar sospechas demasiado infames.
Aplazando la verdad y la seriedad.
Una conversación sin reservas.
Los enfrentamientos y las discordias de los pleitos.
Tono vivaz.
Indiferencia externa.
Acusaciones subrepticias.
Una conducta reprensible.
La energía y la decisión.
Mis opiniones no afectaban su actitud.
Un rumor fugaz.
Las circunstancias materiales distintas.
Aceptar un consejo.
Su carrera y su personalidad tienen un solo norte.
El dar alas comportaba una responsabilidad.
Una sorpresa jocosa de lo más agradable.
Un modelo de responsabilidad personificada.
Graves problemas digestivos.
Se comienza a ver el final del viaje y encima del mar muerto del pleito de la Cancillería y de la fruta cenicienta que lanzó a las playas creo que veo a mi ángel.
Decidir mentalmente una visita.
El pretexto para la visita.
Querer es poder.
Había encontrado un camino de industria y perseverancia natural sano y amoroso que era bueno como una misión.
Huesos para la buena suerte.
Una actitud condescendiente.
Las casualidades de la vida.
Se manifestó muy divertida.
Rehusar la proposición sin reservas ni matices de ningún tipo.
La carcoma, la suciedad y todo lo que provoca la decadencia y la ruina.
Con su actividad nunca pierde una ocasión, nunca se divierte, es reservado y serio, tiene problemas digestivos lo cual es seña de respetabilidad.
No se distingue la forma original de las grandes serpientes cuando están saciadas.
Engullir con un apetito profesional.
Acusar de insensibilidad.
El ojo familiar del afecto no es el ojo desconfiado de los negocios.
Tono de mejor humor.
Que nada se transforma para mejor debo negarlo como mera cuestión de hecho.
Representado personalmente y no perdido ni oculto con las ganancias de otros.
Lo que se ha ido viendo gradualmente.
Imperturbable con su actitud.
El desempeño celoso y activo de las obligaciones profesionales del abogado.
Las referencias del abogado y el cliente nunca pueden ser demasiado abiertas.
El cliente escribe la nota aunque no sin realizar antes un estudio y un cálculo perplejo de la fecha que puede llevar lo cual implica la existencia de escaso efectivo en manos de su agente.
El cuerpo y la mente abotonados.
El combatir con las sombras y verse derrotado requiere establecer sustancias con las que combatir.
El tema que está a punto de absorber su existencia.
El monumento de 62 metros de altura erigido próximo del Viejo Puente de Londres como conmemoración del Gran Incendio de 1666.
Levantar un inventario de lo que se puede vender.
La gata con su mueca de tigre que le va de oreja a oreja.
La imposición de condiciones de una cuestión de importancia.
El frenesí forense.
Una escalofriante calamidad patriótica.
Sincera y expresamente.
Inglaterra lleva varias semanas con la horrible situación de no tener un piloto para capear el temporal.
Ayudar con la gran Tasca Constitucional.
Una dama de honor de la corte de Carlos II con grandes ojos redondos y otros encantos consonantes.
Abatiendo como la edad y la muerte.
Las cosas hermosas que semejaban próximas y que se transforman.
Un fantasma distante.
El pez piloto que viene antes del noble tiburón.
Llegar al grado de la locura.
La gente ha dado muestras de ánimo avieso y la oposición política ha sido del carácter más decidido e implacable.
658, el número teórico de los miembros políticos británicos.
Los francmasones con su jefe de logia, el perfecto ídolo de todos, sus mandiles, candelabros y escuadras.
Los hitos del marco de la cohesión que mantiene las cosas organizadas.
De unas dimensiones morales muy apreciables a ojos de un metalúrgico.
El riachuelo de la luna se ha transformado como un lago.
Esta noche se ven miríadas de estrellas aunque su brillo se ve eclipsado con el esplendor de la luna.
Una visión de inquietud furiosa (¿es miedo o es ira?)
Ira, temor y vergüenza.
Obligada a ocupar sus energías a comprimir los labios si quiere hablar complacientemente.
Desecha la frase con un encogimiento de hombros para quitarse importancia.
¿Hay algún derecho al que deba renunciar o algún problema o alguna acusación que pueda evitar a mi marido para que quede exonerado?
Hace un amago de protesta pero lo descarta con una mano desdeñosa.
La mancha y la deshonra, dónde están y quién los representa.
Cuando un ojo experto ve la indecisión de una persona percibe perfectamente lo que vale.
Preparar para tamaño golpe.
Sus antepasados y su patrimonio son inseparables.
Hablar sin inflexiones.
Formula sus preguntas como si las repitiera de memoria, como si las dijera en sueños.
Replicar metódicamente.
Como precaución práctica.
Perdona un país arrepentido con un sueño majestuosamente condescendiente.
El vapor latente de la tierra.
La hierba bañada con el rocío de un terciopelo esmeralda.
Las perspectivas amplias y generosas.
Tono compungido.
El tono amargo y desafiante de desprecio.
Gestos airados y tensos.
Una determinación cataléptica.
Tono agradable.
Mi mera existencia como ser vivo era un peligro imprevisto.
Un ser poco mundano incapaz de cálculo, transparente.
Un gesto pasajero de irritación.
En un sitio llamado el Polígono en Somers Town aquella época había muchos refugiados españoles pobres los cuales paseaban envueltos con capas y fumando cigarros pequeños de papel. De 1823 a 1830 vivían en la zona de St. Pancras muchos refugiados liberales españoles quienes después participarían de la desastrosa expedición de Torrijos y a los que solía ver Dickens cuando era un muchacho.
Tono radiante.
Exponer las brillantes perspectivas.
Una existencia agitada.
La muralla de Verulam, antigua ciudad romana sobre la que después se edificó St. Albans.
Se manifestó muy halagado y honrado.
Insistir reiteradamente con afecto y amabilidad preocupados.
Abrigar vagas suposiciones.
Una actitud fina, sensible, cordial y sincera.
Actuar con reservas.
Un gesto sincero y leal de protección.
Pasé aquellos días tímidos hasta llegar a los graves momentos.
El resplandor de la bienvenida.
Las advertencias altruistas.
Una actitud sin la menor tensión.
Sonrosada y bonita como una de las doncellas de Flora.
Hay un límite a lo que se puede solucionar.
Tono sofocado.
Una actitud extrema.
Aspiraba a dividir la responsabilidad.
Tono amargo.
Los que no tenemos más ambición que la de que se nos aprecie como profesionales respetables no podemos hacer más que arrimar el hombro.
Un gesto sin ilusión.
Enterado por casualidad.
Las cosas están desesperadas.
El albor del deshonor.
Tono triste.
Me había visto tomada de sorpresa y me había fallado el valor.
Útil y valiente.
Uno de sus momentos optimistas y de buen humor.
Una emoción momentánea.
Una expresión singular del rostro de ansiedad, de preocupación agraz.
Puso una mano con gesto monótono en el hombro.
Un gesto de agradecimiento con la mano.
La yegua de la pesadilla más negra de los establos infernales pasta en Tomsolo.
La fuerza de las estadísticas.
Ponerlo en el buen camino a partir el aire los pelos de las elevadas polémicas con el cuchillo retorcido de su mente o a partir de piedras.
Recuperarse según la teoría de alguien y no según la práctica de nadie.
Al manchar, saquear y despojar obtiene venganza.
Un gesto preocupado y al tiempo sereno.
Las numerosas expresiones de agradecimiento.
Una vaga idea de haber visto antes al muchacho. Un vago recuerdo de esa figura.
Una persecución determinada y ridícula.
Un horror repentino.
Como un monstruo desagradable escapó una noche.
Moderar con un mero gesto.
Las precauciones e investigaciones.
Ver con la expresión atenta.
Las expresiones de cariño.
El ridículo (bolsa) lleno de documentos.
Un gesto pesaroso de la cabeza.
Un gesto decisivo.
Un pretexto distante.
La nube se ha cargado y va a romper.
Su tosecilla de solidaridad.
Reservar bajo su capa de orgullo.
Un gesto de sorpresa y confusión.
Replicar con negligencia.
Con las cuestiones de negocios es imposible exagerar el menester de ser claros.
Mantener el secreto como depósito.
La letra y el ánimo del pacto.
Gestos reflexivos, sombríos, concentrados.
El gran amasijo de Londres.
Tendría que ser algo muy fuera de lo habitual para sacarlo de su concha.
La precisión exacta de la memoria.
Recordar con un gesto admonitorio.
Manteniendo una gravedad indignada.
La amplitud y la variedad de su conversación habitual.
Un gesto de estar atento a todo lo suyo.
Recibir la armónica acusación.
El carácter de la ocasión.
La solidaridad secreta de la amistad.
Tono íntimo.
Expresiones de buena voluntad.
Adoptar una actitud razonable.
Un comerciante respetable deseoso de hacer perfectamente lo que le han encargado a plena satisfacción del cliente.
Débiles recuerdos de los días entintados.
La fuerza de la realidad.
Eliminar aquella ultima reserva absurda.
Un gesto de preocupación amorosa.
Se iba deslizando gradualmente al cálculo del numero de cartas que había recibido.
Nuestra limitada esfera de acción.
Es parte de mi cometido profesional decir las cosas con motivo.
Un gesto definitivo.
Amistoso y sin esperar como los fantasmas que vengan a mí.
Las huellas de la ansiedad prematura, de la desilusión.
Experimentar una emoción dolorosa y placentera al tiempo.
Tono alegre y activo.
Tal cálculo de reflexiones me causó gran agitación.
Dar garantías solemnes.
Una vez que se desencadenaba la sospecha podía irlo invadiendo todo.
La excentricidad y la vehemencia.
El Batallón de los Incomparables.
Los Augures del Templo de los Detectives.
Un filósofo benigno.
El ser humano según el sentido abstracto aparece hoy y desaparece mañana.
Una dama de genio detectivesco natural.
Un acontecimiento diabólico.
La muerte elimina la totalidad de las distinciones.
Preguntas inanes.
Un guiño del ojo como expresión de cumplido y haciendo un gancho con el índice.
Su afición a la compañía y su aptitud para adaptarse a todos los niveles.
Una serie de circunstancias que van a causar una grave impresión.
Un caballero puede decidir que está dispuesto a aguantar casi cualquier género de golpe.
Semeja encogerse ante la sombra de su figura.
Astuto y reservado.
Una información dolorosa, inquietante, imprevista, abrumadora, increíble.
Un gesto sagaz del índice.
Matan los cerdos porque tienen mucha jeta.
Sorprendido ante el repentino giro de las cosas.
La investigación del crimen minuciosa a fondo.
Mencionar el carácter del secreto.
Sumando las circunstancias sospechosas.
Somos hombres y mujeres de mundo y nuestro porpósito es que las cosas no sean demasiado desagradables.
De mente aguzada con la pérdida del uso de sus extremidades inferiores.
Tono elocuente y amistoso.
Tono insinuante.
Tenía esos caballos de las riendas y podía llevarlos como quería, pero tuvo que salir del establo con los pies por delante y están trotando cada uno a su aire y tirando por su lado. Cuando el gato sale de casa los ratones se ponen a retozar y cuando se funde el hielo vienen las inundaciones.
Tono jocoso.
Tono aprobador.
Un gesto de la boca de tigresa.
Tono impresionante casi implorante.
Pagar liberalmente su tiempo y sus molestias.
Un golpe fantasmal del índice al aire.
Jadeando como una tigresa.
Gestos sarcásticos.
Un desdén inefable.
La rodea y la circunde como una nube y marcha flotando como si fueran un Júpiter feo y el objeto de sus afectos.
La actitud de seguir escuchando y teniendo la atención ocupada.
Excepto el sentido de haber sido una fibra de las raíces de la dignidad y el orgullo de él nunca ha tenido una reflexión egoísta.
Con las formalidades y los convencionalismos rígidos de su vida ha sido una reserva de ternura y de amor susceptible de padecer la agonía que sufre él.
Un tono de dolor y de piedad y no de reconvención.
Restaurando con el sueño.
Liberarse de una acusación.
Tono blando.
Regirse según los mejores consejos que se puedan conseguir con dinero e influencia.
Sometido a la acusación.
Un gesto de imploración.
Comunicar bajo el sello de la confidencialidad.
K. O. expresión que equivale a fuera de combate.
Ponerse reservado y doble.
Un acusador invisible.
Las consecuencias le habrían llovido encima como un diluvio de dimensiones inconcebibles.
Su muerte fue la eliminación de la piedra clave de un arco sombrío.
Sometida a la frecuente enfermedad del aburrimiento.
Gestos indagadores e inquietos.
Un tono apreciable de realidad.
Persuadido del peso y la importancia para la humanidad.
Susurros, una jerga confusa.
Exhalar un gemido implorante.
Pesar las acusaciones.
Ustedes son excelentes, podrían exhibirse en un museo de cera.
Tomando un inventario mental de los numerosos objetos delicados.
Unas circunstancias apremiantes que no suelen presentarse a menudo.
No cabe negar la urgencia del caso.
Erige una gran torre mentalmente y otra en cualesquiera direcciones.
Comunicar las más cabales garantías de protección afectuosa y de perdón.
Una confusión de alarma, prisas y apuros.
El río cargado de formas indistintas y terribles de sustancia como de sombra; mortífero y misterioso.
El gesto de alerta.
Tono serio.
Los límites de la inocencia infantil.
Un gesto desganado.
Calculando con la vista.
Una actitud de incertidumbre.
Un violento golpe con el mango de la navaja a la mesa.
Un silencio terco.
Murmurando una imprecación lenta y enfáticamente.
Gruñidos renuentes.
Mantenía una mano como un martillo sobre la mesa.
Cuando reflexionaba el tiempo que llevaba de camino se me presentaba como un periodo indefinido de enorme duración.
Atenazar la ansiedad.
El colmo de la confusión.
Los rumores muy ocupados persisten con correr y parlotear a lo largo de la ciudad.
El tema del momento, el chisme del siglo.
Unos pequeños celos inocentes.
Transformado vagamente como el tema de conversación.
Apoyar unos elementos débiles con unas muletas majestuosas.
Al igual que cualquier despedida es un presentimiento de la ultima Gran Despedida también las habitaciones vacías privadas de una presencia familiar susurran lúgubres lo que algún día debe ser la habitación tuya, lector, y la mía.
Exhalando suspiros de solidaridad.
Hace frente con gran valor a sus problemas físicos como mentales.
Reprimir los bostezos con el proceso de la conversación.
Un ataque repentino y grave que atonta y confunde.
Con su aptitud predestinada para hacer el gesto equivocado.
Por transparente que sea la ficción sigue abrigando ilusiones.
La vacía oscuridad, el vacío silencio opresivo.
Gradualmente íbamos confinando nuestra búsqueda a límites estrechos y sencillos.
Tono amistoso y familiar.
La casa olía a cerrado porque nadie había dormido aquella noche.
La ultima acusación que me faltaba.
Las paredes impregnadas de una humedad densa como una enfermedad.
Un gesto solemne y piadoso.
Manifestar solidaridad.
El representante del gran motivo de sus sufrimientos.
Una pregunta extrañamente abrupta.
No tenía nada in mente que pudiera decir. Tenía una impresión indefinida de que sería mejor si tuviéramos otra compañía.
El dinero estaba quemándose igual que las velas.
Lo he transformado como mi albacea. Lo he designado, constituido y nombrado. En mi testamento. Albacea, administrador y derechohabiente.
Tono distinguido.
Le agradaba que se recibieran sus confidencias con aire de atracción.
Un gesto sombrío y triste.
Una expresión turbada.
Las gentes de leyes son víctimas de prejuicios.
Las perspectivas claras y brillantes.
La lamentable influencia que oscurecía su vida.
Establecer un principio que no fuera de carácter inmoral (ilegal).
Recaer bajo actitudes tristemente reflexivas.
Se manifestó muy dispuesto para el paseo.
La seriedad del tono.
Arruinado con una herencia fatal.
De su alegría preocupada había algo demasiado incoherente con lo que yo sabía de las honduras de la vida.
Tuve valor para intimar que seguía deseando hablar del tema.
Circunstancias precarias.
Un caso de equivalencia exacto.
Un gesto encantado.
Llegar al meollo del asunto.
La expresión animada.
Los comentarios prácticos.
Un gesto de benevolencia desinteresada que era totalmente asombroso.
Dijo -para seguir su argumento con un tono de persuasión despreocupado- si no voy buscando dolor a ninguna parte (lo cual sería una perversión de la finalidad de mi existencia y algo monstruoso de hacer) ¿por qué voy a ir a ninguna parte a ser motivo de dolor?
Una expresión agradable y caprichosa.
Tono seductor.
Yo sentía renuencia a los detalles al respecto.
Su conducta indicaba el desprecio de varias obligaciones morales.
Notable con su sentido práctico y su claridad.
Yo no concedo ningún valor al dinero. No me importa. No lo conozco. No lo quiero. No lo guardo, me separo de él. ¿Cómo se me puede sobornar a mí?
Yo no estoy envuelto con prejuicios como lo está un niño italiano con vendajes. Yo me aprecio encima de cualquier sospecha como la mujer de César.
Una imparcialidad juguetona mientras jugueteaba con la cuestión como si fuera una pelota de plumas.
Un lince domesticado, una persona cuyas energías han seguido un sentido concreto y es muy sutil por cuanto a los conceptos como a la ejecución.
La cohesión general de las cosas.
Una conversación variada y encantadora.
La encarnación del egoísmo.
He descrito mis debilidades al respecto con la fidelidad con las que las recuerda mi memoria.
Completamente absorto con sus ideas fijas.
Sumirse en un letargo mental y corporal alarmante.
El intenso deseo de recuperar lo perdido, la locura de un jugador.
Un amor abnegado, generoso y leal.
Inspirada de una dulce apreciación de los demás, exenta de ideas egoístas.
Aunque aquella noche cerrase yo aquella página imprevista de mi vida no me bastaría para merecerla.
Heredar la cueva de una urraca.
Trucos diabólicos.
El valor del testamento.
Libros de aspecto inexpresivo.
Un testamento ológrafo (redactado por el propio testador).
Un gesto persuasivo y suave.
El documento constituiría un elemento imprevisto y atractivo de la causa.
La habitual notificación de la vista de la causa.
Llegando gradualmente a la decisión de escribir una carta.
Abrumado con la perspectiva.
La emoción al recuperar.
Un vagabundo cabeza loca y no del género de los malvados.
Clara letra redonda.
Un gesto de confusión.
Las precupaciones febriles.
Su gesto más radiante.
Las sombras de los manzanos jugaban con la hierba.
El brillo de los ángeles.
No podía soportar la dolorosa delicia de sus elogios.
Decidido a no desperdiciar ni un átomo del valor.
Borrar el error de la memoria.
Un silencio embarazoso.
Tono cortante.
Una conducta distinguida, incluso magnánima.
Demostrar poder ponerse a la altura.
Con la muchedumbre salió mucho aire rancio.
Su singularidad indomable de opinión.
Un tono digno que se aproximaba a la severidad.
Para las numerosas dificultades, contingencias, ficciones instructivas y formas de procedimiento de esta gran causa se han invertido estudio, elocuencia, saber e intelecto de gran nivel.
Un gesto de aprensión.
Un declive gradual.
La benigna sombra de cuya presencia y conversación semejaba temeroso abandonar.
Contando gradualmente las noticias.
Cuando me vaya de aquí a ese país amable donde se encuentran los viejos tiempos.
He caído en tu camino como una pobre sombra perdida.
Con un ultimo gemido comenzó el mundo que corrige este.
Mostrar un deseo manifiesto.
Manifestando ferocidad al enemigo.
Los tríos de primos desanimados.
Un laberinto de grandeza.
(Casa desolada)
El puente de hierro de Southwark.
Agobiado con el enigma que constituye el tormento de su existencia.
No pretendo como la publicidad que me crea sin una garantía respetable.
La influencia que arrastra a los hombres a aprovechar la ocasión de fijar sus ojos en cualquiera, antes que en la persona que les dirige la palabra.
Imaginar algún crimen o trazar planes dignos de un sabio.
La sangre brota de la herida al contacto del criminal, se creía en otro tiempo.
El mar de los comentarios.
Ley matrimonial de los contrastes.
Bower. Morada, cenador, glorieta.
Seriedad cándida.
Divinidad dominante, ídolo habitual de los elegantes.
Cosy. Lugar agradable y cómodo.
Sentencia de destierro.
La miseria está aquí como el humo en el aire.
Menester que experimentaban los incultos y vigorosos, de descargar su cólera por una acción violenta.
Ver a lo lejos como un ser humano destinado a conseguir grandes cosas.
Lacerante negativa.
Colmena, sátira de la soberanía.
Pobreza vivamente sentida, aunque en extremo independiente.
Empleado en la entrevista que precede a una ejecución.
Periodo del amor, que se cree a cualquiera enemigo de la familia.
Inconveniencia rayana en la locura.
Coloca fondos, va a la City, acude a las reuniones de accionistas y tiene referencias personales con los dividendos.
Sus modales adquieren categoría tabernaria, se desmoralizan.
Humor sombrío.
Un rugido irónico se elevaba del mar.
Pálido dedo del diablo, manchas satánicas.
Un acceso de cólera, las manchas diabólicas del rostro aparecieron como las llaves de un instrumento de viento tocado por el artista infernal.
Ojos de toro de pudor incómodo.
Paciencia cortés.
Tokens. Signos, apariencias, huellas.
Autoconciencia de tener razón.
Autoconciencia de abrigar un designio y utilizar su sagacidad.
La primavera estaba en sus comienzos y no tenía la dulzura de la que nos habla Thompson, sino una acritud propia de un Johnson o un Smith.
Roguer. Pillo, bribón.
Iba sin ver nada, con su idea fija, impasible como el destino que avanza.
Autoridad constituida.
Respeto debido a la majestad de la ley.
Influencia del secreto.
Insectos invisibles y actividad diabólica.
Robos con falsificación.
Decir para demostrar la disposición de ánimo.
La borrasca, como una mensajera violentísima, trajo la primera claridad del alba.
Poder destructor que intimidaba como la catástrofe.
Las creaciones del ser humano, como las de la naturaleza, tienen un comienzo y un fin.
Decadencia característica de las casas que no han sido impregnadas de suficiente vida hogareña. La vivienda habitual se nutre de los seres que encierra.
Los escritores han hablado de algunas personas, que habiendo soportado una larga cautividad o terribles pruebas, o que por rescatar su vida han matado a un indefenso, muestran impresa la huella de un recuerdo imborrable.
Sufrir un proceso legal desagradable.
Locas oscilaciones de la Bolsa.
Una vigorosa constitución y energía prolongan el combate de la vida.
Sloppy. Cenagoso, mojado.
Mansión eminentemente aristocrática y patriarcal.
Corporaciones mendigantes.
Mendigos solitarios.
Acariciar la ilusión de hacer un hallazgo.
Plena disposición de inocencia y candor.
El jardín minúsculo y la casa muy pequeña, sus ventanas semejaban los ojos de las agujas y las puertas tapas de libros.
Inglaterra sentada en actitud meditabunda, posición en la que la vemos en las monedas de bronce.
Delegado confidencial de Inglaterra.
El té verde es apreciado un excitante.
Los vientos y las olas habían bajado a la tumba, opuesto a la maña para prosperar.
Avaricia de la vejez.
Sabía lo que valen las apariencias y vivía con manifiesta elegancia.
Crecían en numero los desprecios, habiendo fracasado los materiales conciliatorios.
Tu memoria tendrá que adquirir extraordinario desarrollo a causa de tus caprichos.
No consiste en la utilidad material de los objetos domésticos, sino de su influencia moral.
Tono de filósofo que alecciona a su discípulo.
Laberinto judicial.
En su interior, los dos tenían la percepción clara y neta de su rivalidad.
Huella acusatoria.
Sumida en éxtasis de serenidad sublime.
Los relatos vergonzosos que hacemos durante el año, las crónicas repugnantes de la inhumanidad oficial, no pasan inadvertidos al pueblo, aunque para nosotros no tengan importancia. Por eso existen esos prejuicios ciegos, orgullosos y desastrosos, que no tienen razón de ser -Dios salve a la reina, pero confunda su política-, igual que el humo no tiene razón de salir del fuego.
Actitud del sabio que se rebela violentamente frente lo que escapa a su entendimiento.
El amor es un vigilante muy despierto.
El flechazo es una expresión bastante extendida, para que no se ignore que en ocasiones, bajo una capa de ceniza, puede haber una llama latente y esa llama, de pronto, estalla, se propaga como un incendio agitado por el viento y destruye y domina las demás pasiones. Igual que existe un gran numero de personas débiles e influenciables, propensas a permitirse inflamar por una idea brillante, aunque deleznable y, entonces, ese fuego devorador puede alcanzar a un vasto sector de la opinión publica.
Wren. Reyezuelo.
Guirnaldas de ángeles.
Negándose a nombrar a su camarada, según se acostumbra en la cárcel.
La noción del tiempo resbala sobre lo borroso y el vacío.
Doblegarse ente la fuerza del menester.
Haber publicado un ucase.
Había hablado de un desaparecido, cuya muerte misteriosa seguiría siendo conmovedora, si su excesiva popularidad no le hubiese hecho perder más tarde su atractivo.
Salmodia política.
Los charlatanes son, con los usureros, los personajes que creen sus mentiras.
Catadura moral.
Transformación radical.
Inteligencia adocenada.
Existencia que el dinero puede proporcionar.
Dominante menester de dormir.
Debemos dominar a los demás o permitir que nos dominen.
Aureola de la ilusión.
Garrafas redondas y de altas asas, donde se pretende que los holandeses encierran sus valores.
Sello de la admiración.
Genio del mal.
El poder que no procede ni del saber ni de la virtud, tiene gran atractivo para los caracteres inferiores.
Está uno inclinado a juzgar a los otros, según la propia preferencia.
Los que atraviesan el valle donde se tiende la sombra de la muerte, están sujetos al delirio.
El tren cerró muy oportunamente su pupila verde y abrió su otra pupila roja. Hubo menester de apresurarse para tomarlo.
Imagen de la ociosidad descontenta, que nunca descansa.
Cortesía del potentado, que hace los honores de sus tierras.
Desesperación hundida en la sombra, que arrastra al crimen.
Yugo del patronazgo.
No se puede hablar de la posición de los astros sin utilizar elevadas cifras.
Hacia el cielo sube la sangre vertida de forma criminal.
Un ser humano que ha sido pescado dos ocasiones, no se puede ahogar. Superstición.
Sombría meditación.
Viejo adagio. El elogio propio no es una recomendación.
Le cogió del brazo como si fuera el Genio del Mal y tuviera un poder total sobre el pobre ser humano.
Olas del ánimo.
Reflexionar respecto de las vicisitudes de la existencia.
Consejos ocasionales y útiles.
Cortesía glacial.
Serenidad que dan la clemencia y la resignación.
Rostro radiante de un neófito, que se siente purificado por el castigo.
Tomar el partido de refugiarse en el sueño.
Mostraba para los quehaceres domésticos un talento, que se iba desarrollando con sorprendente rapidez; los amores y las Gracias se habían puesto a su disposición.
En la ciencia no existe un camino real y la vida no es más que un prolongado estudio.
Sombra de abandono y desolación.
Sospecha del tamaño de una ciruela.
Los convencionalismos, las Furias de este valle de lágrimas.
La actividad sin distracción alguna perturba las facultades y, además, conduce a la dispepsia.
Al río nada importa que las olas se alcen o abatan, que reflejen la claridad del cielo o las tinieblas, los rayos del sol o las nubes; que hagan crecer la hierba o las flores, que sean las aguas límpidas, tranquilas o turbulentas; a pesar de la diversidad de sus orígenes y esfuerzos, se dirigen hacia el océano, que no pueden eludir.
Las cosa, ya en la sombra, ya en pleno día, ceden a la atracción del eterno imán.
El tiempo ha transcurrido con extraordinaria rapidez, como si fuera uno de esos animales a los cuales se engrasa la cola en las fiestas de los pueblos.
El peso de su crimen.
Bendición de melodrama.
Encanto de bulliciosa sílfide.
(Nuestro común amigo)
Las experiencias adquieren aspecto notable.
Veraz fisonomía en referencia con la actitud.
Sabiduría eterna y carácter personal.
Aptitud natural, paciencia y esfuerzo.
Características. Matices verídicos.
Rostro de lo improbable.
Expresión facial.
Lo intrigante y malvado de la raza humana.
La deshonestidad verá con honesta vergüenza, si puede conseguir algo con eso.
Agencia de Seguros de vida. Formulario de referencia.
Contento de una manera educada, superficial.
Gente voluble, egoísta, desconsiderada.
Réplica por extenso.
Profesión. Talento y energía.
Profundo, original y enérgico.
Estima y admiración.
Sospecha indefinible.
Nunca repito lo que se habla; manera de recortar las garras y zapar al rumor.
Los atractivos y la distinción no son una coraza ante la muerte.
Análisis detallado.
Crueles y terribles fantasías.
Fuerza de carácter, torre de apoyo de sus débiles condiciones.
Ambiente adverso.
Borracho adelantado en su vergonzoso camino hacia la muerte.
Criminal calculador. Crimen, culminación natural.
Signos de decadencia gradual de la mente y del cuerpo; qué perturbaciones caprichosas se producían, transformaciones, dolores físicos.
Experiencia para futuros menesteres.
Sin sombra de transformación en su flexible propósito.
Palabras. Aspecto abrupto.
Iniciar el desarrollo de la explicación.
Frase ruda.
Condiciones miserables.
Angustia y garras de la pobreza.
Lo sarcástico del asunto.
Horror silencioso.
Pequeño fideicomiso en favor, cuestión meramente honoraria.
Causa poderosa de ruina, la pobreza.
Sórdido, temeroso, incapaz de admiración, un pequeño Bruto, que sólo suscitaba escalofríos.
Mantener una conversación desinteresada consigo.
A la fría luz de la luna, como un joven vampiro.
Criaturas muertas en vida.
Llorar por causa no meramente física.
Perturbar la reflexión.
En mis reflexiones, para humanizarme.
Carácter hosco e insociable.
Influencia de la vida de estudio y retiro de un pobre erudito.
Persona asocial.
Los hechos imponen una noción.
Situación mental.
Excelsa disposición de gracia.
Investigaciones de mi yo.
Vida y verdad.
Cuenta de merecimientos debidos.
Los ángeles no son instruidos.
Sospechas incipientes mundanas.
Circunstancia accidental.
Esfuerzo declarado.
Repulsivos misterios.
Sacrificio de la plegaria.
Mentalidad mundana y no mundana.
Por aguas de dulce amor acunados.
Nerviosismo o falta de voluntad.
Peticiones de prebenda.
Elemento mercenario.
Materia de adquisiciones mentales.
Materia de gracioso encanto y cualidades admirables.
Orgullo de la familia y de la riqueza.
Las semejanzas generan atracción.
Días cabales.
Verdad literal.
Sosiego de la mar y del firmamento.
Escribo para aliviar mi propia mente.
Sólo la omnisciencia podría adivinar las visiones.
Lazos trémulos.
Haber expresado pretensiones testamentarias generosas.
Haberse mostrado liberal y generosa.
Quienes aceptan los prejuicios populares sin reflexionar, personas que nunca serán sabias ni sensatas.
Futuro. Pasión formal, generosa y verdadera.
Cosa. Tiernas manifestaciones.
Pareja formal. Personas frías, rígidas y desagradables, opuesto a toque redentor de franqueza, cordialidad o naturalidad.
Tipo de gente, que entabla referencias y que evita las amistades.
Etiqueta y formas decentes de convivencia.
Popular, a su aire, animada.
Viejo aforismo, sabio y aleccionador. <<Una cosa buena en exceso puede ser demasiado>>.
Intereses creados y apreciaciones personales.
Guía. Experiencia desapasionada.
Entregados a un esfuerzo intenso.
Proeza acuática. Pelear un cangrejo.
Poderes de brío muscular.
Paraíso de dulzores.
Afinidades de finura y delicadeza.
Potentes honduras del torrente.
Tremenda sensibilidad ante las posibles bromas.
Tipo de diversiones inofensivas.
En mitad del bullicio del acto.
Monstruo impugnador, irritante.
Lo más maravilloso son los grandes muestrarios de partículas ínfimas.
Angustia mental.
El tiempo se hizo no para esclavos.
Constitución magnífica.
Recuerdos adormilados.
Curso ordinario natural.
Ingenio. Humor del tipo vital y estilo seco y cáustico.
Éxtasis sin control.
Animal pícaro.
Actitud muy especial.
Reforzar y consolidar la amistad. Carácter de padrino.
Prolijidades y absurdos.
Egolatría y egoísmo. Malas cualidades.
Grado de gentileza y apreciación.
Apatía y opacidad.
Actitud provocadora y pesada.
Pretensión respetuosa.
Insensatez e indiferencia.
Conjunto de expresión, ánimo, figura y aire.
Viveza y maneras enérgicas y rápidas de un pajarillo.
Virtudes domésticas.
Bondades y cualidades útiles.
Personas menudas vivaces y de buen talante.
Ventura económica.
Los nombres de aquellos con quienes mantenemos un contacto más estrecho, son los ultimos que nos vienen a la cabeza.
Sistema deliberado y premeditado.
Presunción vacía. Piedad.
Hipocresía presuntuosa. Disgusto.
Proceso orgánico llevado a cabo con éxito.
Sus ansias de cuidar su cuerpo tampoco le impiden atender al bienestar de su parte eterna.
Mal crónico en pleno.
Los viejos tiempos han pasado y otro nuevo ha llegado, para los demás.
Nexo herrumbrado.
Pruebas recordatorias.
Temblar por los años y de gusto.
Esbozos morales.
Creencia en las virtudes inglesas que engendra el hogar.
Bienes del hogar. Contento y tranquilidad. Estabilidad mental.
Oropel y relumbrón de una corte, esplendor de un palacio, pompa y gloria de un trono.
Mérito y virtud domésticos.
Orgullo de cuna. Criatura del cielo.
Coto a cualquier entretenimiento inofensivo.
Poderes de creador de desgracias.
Casos desesperados en los primeros días de la vida de una criatura. Ataques comunes y convulsiones terribles.
Los cabriolés pasaban de un lado a otro con la <<tarifa>> cuidadosamente oculta entre dos almidonadas cortinas de calicó, como cualquier cuadro misterioso de alguno de los castillos de Mrs. Radcliffe.
Indignación, opuesto a cínica ecuanimidad.
Ira suprema.
Grande y satisfactoria habilidad.
Argumento irresistible.
Dicho que afirma, <<Mucho más cruel que el diente de una víbora, es tener un hijo desagradecido>>.
Ánimo cincuenta grados por debajo de lo habitual.
(Acorralado)
Agobiado con el enigma que constituye el tormento de su existencia.
No pretendo como la publicidad que me crea sin una garantía respetable.
La influencia que arrastra a los hombres a aprovechar la ocasión de fijar sus ojos en cualquiera, antes que en la persona que les dirige la palabra.
Imaginar algún crimen o trazar planes dignos de un sabio.
La sangre brota de la herida al contacto del criminal, se creía en otro tiempo.
El mar de los comentarios.
Ley matrimonial de los contrastes.
Bower. Morada, cenador, glorieta.
Seriedad cándida.
Divinidad dominante, ídolo habitual de los elegantes.
Cosy. Lugar agradable y cómodo.
Sentencia de destierro.
La miseria está aquí como el humo en el aire.
Menester que experimentaban los incultos y vigorosos, de descargar su cólera por una acción violenta.
Ver a lo lejos como un ser humano destinado a conseguir grandes cosas.
Lacerante negativa.
Colmena, sátira de la soberanía.
Pobreza vivamente sentida, aunque en extremo independiente.
Empleado en la entrevista que precede a una ejecución.
Periodo del amor, que se cree a cualquiera enemigo de la familia.
Inconveniencia rayana en la locura.
Coloca fondos, va a la City, acude a las reuniones de accionistas y tiene referencias personales con los dividendos.
Sus modales adquieren categoría tabernaria, se desmoralizan.
Humor sombrío.
Un rugido irónico se elevaba del mar.
Pálido dedo del diablo, manchas satánicas.
Un acceso de cólera, las manchas diabólicas del rostro aparecieron como las llaves de un instrumento de viento tocado por el artista infernal.
Ojos de toro de pudor incómodo.
Paciencia cortés.
Tokens. Signos, apariencias, huellas.
Autoconciencia de tener razón.
Autoconciencia de abrigar un designio y utilizar su sagacidad.
La primavera estaba en sus comienzos y no tenía la dulzura de la que nos habla Thompson, sino una acritud propia de un Johnson o un Smith.
Roguer. Pillo, bribón.
Iba sin ver nada, con su idea fija, impasible como el destino que avanza.
Autoridad constituida.
Respeto debido a la majestad de la ley.
Influencia del secreto.
Insectos invisibles y actividad diabólica.
Robos con falsificación.
Decir para demostrar la disposición de ánimo.
La borrasca, como una mensajera violentísima, trajo la primera claridad del alba.
Poder destructor que intimidaba como la catástrofe.
Las creaciones del ser humano, como las de la naturaleza, tienen un comienzo y un fin.
Decadencia característica de las casas que no han sido impregnadas de suficiente vida hogareña. La vivienda habitual se nutre de los seres que encierra.
Los escritores han hablado de algunas personas, que habiendo soportado una larga cautividad o terribles pruebas, o que por rescatar su vida han matado a un indefenso, muestran impresa la huella de un recuerdo imborrable.
Sufrir un proceso legal desagradable.
Locas oscilaciones de la Bolsa.
Una vigorosa constitución y energía prolongan el combate de la vida.
Sloppy. Cenagoso, mojado.
Mansión eminentemente aristocrática y patriarcal.
Corporaciones mendigantes.
Mendigos solitarios.
Acariciar la ilusión de hacer un hallazgo.
Plena disposición de inocencia y candor.
El jardín minúsculo y la casa muy pequeña, sus ventanas semejaban los ojos de las agujas y las puertas tapas de libros.
Inglaterra sentada en actitud meditabunda, posición en la que la vemos en las monedas de bronce.
Delegado confidencial de Inglaterra.
El té verde es apreciado un excitante.
Los vientos y las olas habían bajado a la tumba, opuesto a la maña para prosperar.
Avaricia de la vejez.
Sabía lo que valen las apariencias y vivía con manifiesta elegancia.
Crecían en numero los desprecios, habiendo fracasado los materiales conciliatorios.
Tu memoria tendrá que adquirir extraordinario desarrollo a causa de tus caprichos.
No consiste en la utilidad material de los objetos domésticos, sino de su influencia moral.
Tono de filósofo que alecciona a su discípulo.
Laberinto judicial.
En su interior, los dos tenían la percepción clara y neta de su rivalidad.
Huella acusatoria.
Sumida en éxtasis de serenidad sublime.
Los relatos vergonzosos que hacemos durante el año, las crónicas repugnantes de la inhumanidad oficial, no pasan inadvertidos al pueblo, aunque para nosotros no tengan importancia. Por eso existen esos prejuicios ciegos, orgullosos y desastrosos, que no tienen razón de ser -Dios salve a la reina, pero confunda su política-, igual que el humo no tiene razón de salir del fuego.
Actitud del sabio que se rebela violentamente frente lo que escapa a su entendimiento.
El amor es un vigilante muy despierto.
El flechazo es una expresión bastante extendida, para que no se ignore que en ocasiones, bajo una capa de ceniza, puede haber una llama latente y esa llama, de pronto, estalla, se propaga como un incendio agitado por el viento y destruye y domina las demás pasiones. Igual que existe un gran numero de personas débiles e influenciables, propensas a permitirse inflamar por una idea brillante, aunque deleznable y, entonces, ese fuego devorador puede alcanzar a un vasto sector de la opinión publica.
Wren. Reyezuelo.
Guirnaldas de ángeles.
Negándose a nombrar a su camarada, según se acostumbra en la cárcel.
La noción del tiempo resbala sobre lo borroso y el vacío.
Doblegarse ente la fuerza del menester.
Haber publicado un ucase.
Había hablado de un desaparecido, cuya muerte misteriosa seguiría siendo conmovedora, si su excesiva popularidad no le hubiese hecho perder más tarde su atractivo.
Salmodia política.
Los charlatanes son, con los usureros, los personajes que creen sus mentiras.
Catadura moral.
Transformación radical.
Inteligencia adocenada.
Existencia que el dinero puede proporcionar.
Dominante menester de dormir.
Debemos dominar a los demás o permitir que nos dominen.
Aureola de la ilusión.
Garrafas redondas y de altas asas, donde se pretende que los holandeses encierran sus valores.
Sello de la admiración.
Genio del mal.
El poder que no procede ni del saber ni de la virtud, tiene gran atractivo para los caracteres inferiores.
Está uno inclinado a juzgar a los otros, según la propia preferencia.
Los que atraviesan el valle donde se tiende la sombra de la muerte, están sujetos al delirio.
El tren cerró muy oportunamente su pupila verde y abrió su otra pupila roja. Hubo menester de apresurarse para tomarlo.
Imagen de la ociosidad descontenta, que nunca descansa.
Cortesía del potentado, que hace los honores de sus tierras.
Desesperación hundida en la sombra, que arrastra al crimen.
Yugo del patronazgo.
No se puede hablar de la posición de los astros sin utilizar elevadas cifras.
Hacia el cielo sube la sangre vertida de forma criminal.
Un ser humano que ha sido pescado dos ocasiones, no se puede ahogar. Superstición.
Sombría meditación.
Viejo adagio. El elogio propio no es una recomendación.
Le cogió del brazo como si fuera el Genio del Mal y tuviera un poder total sobre el pobre ser humano.
Olas del ánimo.
Reflexionar respecto de las vicisitudes de la existencia.
Consejos ocasionales y útiles.
Cortesía glacial.
Serenidad que dan la clemencia y la resignación.
Rostro radiante de un neófito, que se siente purificado por el castigo.
Tomar el partido de refugiarse en el sueño.
Mostraba para los quehaceres domésticos un talento, que se iba desarrollando con sorprendente rapidez; los amores y las Gracias se habían puesto a su disposición.
En la ciencia no existe un camino real y la vida no es más que un prolongado estudio.
Sombra de abandono y desolación.
Sospecha del tamaño de una ciruela.
Los convencionalismos, las Furias de este valle de lágrimas.
La actividad sin distracción alguna perturba las facultades y, además, conduce a la dispepsia.
Al río nada importa que las olas se alcen o abatan, que reflejen la claridad del cielo o las tinieblas, los rayos del sol o las nubes; que hagan crecer la hierba o las flores, que sean las aguas límpidas, tranquilas o turbulentas; a pesar de la diversidad de sus orígenes y esfuerzos, se dirigen hacia el océano, que no pueden eludir.
Las cosa, ya en la sombra, ya en pleno día, ceden a la atracción del eterno imán.
El tiempo ha transcurrido con extraordinaria rapidez, como si fuera uno de esos animales a los cuales se engrasa la cola en las fiestas de los pueblos.
El peso de su crimen.
Bendición de melodrama.
Encanto de bulliciosa sílfide.
(Nuestro común amigo)
Las experiencias adquieren aspecto notable.
Veraz fisonomía en referencia con la actitud.
Sabiduría eterna y carácter personal.
Aptitud natural, paciencia y esfuerzo.
Características. Matices verídicos.
Rostro de lo improbable.
Expresión facial.
Lo intrigante y malvado de la raza humana.
La deshonestidad verá con honesta vergüenza, si puede conseguir algo con eso.
Agencia de Seguros de vida. Formulario de referencia.
Contento de una manera educada, superficial.
Gente voluble, egoísta, desconsiderada.
Réplica por extenso.
Profesión. Talento y energía.
Profundo, original y enérgico.
Estima y admiración.
Sospecha indefinible.
Nunca repito lo que se habla; manera de recortar las garras y zapar al rumor.
Los atractivos y la distinción no son una coraza ante la muerte.
Análisis detallado.
Crueles y terribles fantasías.
Fuerza de carácter, torre de apoyo de sus débiles condiciones.
Ambiente adverso.
Borracho adelantado en su vergonzoso camino hacia la muerte.
Criminal calculador. Crimen, culminación natural.
Signos de decadencia gradual de la mente y del cuerpo; qué perturbaciones caprichosas se producían, transformaciones, dolores físicos.
Experiencia para futuros menesteres.
Sin sombra de transformación en su flexible propósito.
Palabras. Aspecto abrupto.
Iniciar el desarrollo de la explicación.
Frase ruda.
Condiciones miserables.
Angustia y garras de la pobreza.
Lo sarcástico del asunto.
Horror silencioso.
Pequeño fideicomiso en favor, cuestión meramente honoraria.
Causa poderosa de ruina, la pobreza.
Sórdido, temeroso, incapaz de admiración, un pequeño Bruto, que sólo suscitaba escalofríos.
Mantener una conversación desinteresada consigo.
A la fría luz de la luna, como un joven vampiro.
Criaturas muertas en vida.
Llorar por causa no meramente física.
Perturbar la reflexión.
En mis reflexiones, para humanizarme.
Carácter hosco e insociable.
Influencia de la vida de estudio y retiro de un pobre erudito.
Persona asocial.
Los hechos imponen una noción.
Situación mental.
Excelsa disposición de gracia.
Investigaciones de mi yo.
Vida y verdad.
Cuenta de merecimientos debidos.
Los ángeles no son instruidos.
Sospechas incipientes mundanas.
Circunstancia accidental.
Esfuerzo declarado.
Repulsivos misterios.
Sacrificio de la plegaria.
Mentalidad mundana y no mundana.
Por aguas de dulce amor acunados.
Nerviosismo o falta de voluntad.
Peticiones de prebenda.
Elemento mercenario.
Materia de adquisiciones mentales.
Materia de gracioso encanto y cualidades admirables.
Orgullo de la familia y de la riqueza.
Las semejanzas generan atracción.
Días cabales.
Verdad literal.
Sosiego de la mar y del firmamento.
Escribo para aliviar mi propia mente.
Sólo la omnisciencia podría adivinar las visiones.
Lazos trémulos.
Haber expresado pretensiones testamentarias generosas.
Haberse mostrado liberal y generosa.
Quienes aceptan los prejuicios populares sin reflexionar, personas que nunca serán sabias ni sensatas.
Futuro. Pasión formal, generosa y verdadera.
Cosa. Tiernas manifestaciones.
Pareja formal. Personas frías, rígidas y desagradables, opuesto a toque redentor de franqueza, cordialidad o naturalidad.
Tipo de gente, que entabla referencias y que evita las amistades.
Etiqueta y formas decentes de convivencia.
Popular, a su aire, animada.
Viejo aforismo, sabio y aleccionador. <<Una cosa buena en exceso puede ser demasiado>>.
Intereses creados y apreciaciones personales.
Guía. Experiencia desapasionada.
Entregados a un esfuerzo intenso.
Proeza acuática. Pelear un cangrejo.
Poderes de brío muscular.
Paraíso de dulzores.
Afinidades de finura y delicadeza.
Potentes honduras del torrente.
Tremenda sensibilidad ante las posibles bromas.
Tipo de diversiones inofensivas.
En mitad del bullicio del acto.
Monstruo impugnador, irritante.
Lo más maravilloso son los grandes muestrarios de partículas ínfimas.
Angustia mental.
El tiempo se hizo no para esclavos.
Constitución magnífica.
Recuerdos adormilados.
Curso ordinario natural.
Ingenio. Humor del tipo vital y estilo seco y cáustico.
Éxtasis sin control.
Animal pícaro.
Actitud muy especial.
Reforzar y consolidar la amistad. Carácter de padrino.
Prolijidades y absurdos.
Egolatría y egoísmo. Malas cualidades.
Grado de gentileza y apreciación.
Apatía y opacidad.
Actitud provocadora y pesada.
Pretensión respetuosa.
Insensatez e indiferencia.
Conjunto de expresión, ánimo, figura y aire.
Viveza y maneras enérgicas y rápidas de un pajarillo.
Virtudes domésticas.
Bondades y cualidades útiles.
Personas menudas vivaces y de buen talante.
Ventura económica.
Los nombres de aquellos con quienes mantenemos un contacto más estrecho, son los ultimos que nos vienen a la cabeza.
Sistema deliberado y premeditado.
Presunción vacía. Piedad.
Hipocresía presuntuosa. Disgusto.
Proceso orgánico llevado a cabo con éxito.
Sus ansias de cuidar su cuerpo tampoco le impiden atender al bienestar de su parte eterna.
Mal crónico en pleno.
Los viejos tiempos han pasado y otro nuevo ha llegado, para los demás.
Nexo herrumbrado.
Pruebas recordatorias.
Temblar por los años y de gusto.
Esbozos morales.
Creencia en las virtudes inglesas que engendra el hogar.
Bienes del hogar. Contento y tranquilidad. Estabilidad mental.
Oropel y relumbrón de una corte, esplendor de un palacio, pompa y gloria de un trono.
Mérito y virtud domésticos.
Orgullo de cuna. Criatura del cielo.
Coto a cualquier entretenimiento inofensivo.
Poderes de creador de desgracias.
Casos desesperados en los primeros días de la vida de una criatura. Ataques comunes y convulsiones terribles.
Los cabriolés pasaban de un lado a otro con la <<tarifa>> cuidadosamente oculta entre dos almidonadas cortinas de calicó, como cualquier cuadro misterioso de alguno de los castillos de Mrs. Radcliffe.
Indignación, opuesto a cínica ecuanimidad.
Ira suprema.
Grande y satisfactoria habilidad.
Argumento irresistible.
Dicho que afirma, <<Mucho más cruel que el diente de una víbora, es tener un hijo desagradecido>>.
Ánimo cincuenta grados por debajo de lo habitual.
(Acorralado)
Oponer una objeción irrefutable.
En el colmo de su asombro.
Un incómodo formulismo y una costumbre arbitraria, con todo, prescribe que no puede existir historia sin final.
Ilustrado folletinista.
Poseer una dosis de penetración.
Quedar perfectamente satisfecho con los argumentos.
Una expresión de concentración y solemne gravedad.
Desesperación en la actitud y en la manera de expresarse.
Había leído y oído hablar, a menudo, de casos raros, en los que el presentimiento de la muerte a una hora concreta, había sido concebido. Estas anécdotas se referían a personas, que fueron asaltadas por un presentimiento de su propia muerte.
Actitud de pena.
El destello fugaz de la memoria.
La Guía de Ferrocarril de Bradshaw incluía los horarios de ferrocarril y un directorio ilustrado de hoteles.
Divisa de la Sociedad Antiesclavista. ¿Es que no soy un ser humano y un hermano?
Un aplauso de satisfacción.
Si fuese conscientemente culpable de semejante muestra de mal gusto, sería una muestra de supererogación.
Un alegrador para encender velas.
Molino de pólvora.
"Memorias de los barones austrohúngaros Franz (1711-1747) y Frederick (1726-1794) Trenck, primos", que habían sido traducidas al inglés por Thomas Holcroft (1745-1809).
Los impulsos son inevitables, pero las sospechas son voluntarias.
Sales volátiles.
Persona industriosa y recta.
Nos alegramos como dos francolines.
Locataires, huéspedes.
Almanaque del viejo Moore. Old Moore, es el sobrenombre de Francis Moore (1657-1715), médico, astrólogo y pedagogo, el cual publicó, en 1699, un almanaque, que contenía predicciones meteorológicas. Posteriormente, el nombre Old Moore´s Almanack siguió utilizándose, para designar varias publicaciones seudocientíficas.
Esfuerzo desesperado.
Vestir de azul como los carniceros.
Escuchar con aire negativo ladeando la cabeza.
En el colmo de su asombro.
Un incómodo formulismo y una costumbre arbitraria, con todo, prescribe que no puede existir historia sin final.
Ilustrado folletinista.
Poseer una dosis de penetración.
Quedar perfectamente satisfecho con los argumentos.
Una expresión de concentración y solemne gravedad.
Desesperación en la actitud y en la manera de expresarse.
Había leído y oído hablar, a menudo, de casos raros, en los que el presentimiento de la muerte a una hora concreta, había sido concebido. Estas anécdotas se referían a personas, que fueron asaltadas por un presentimiento de su propia muerte.
Actitud de pena.
El destello fugaz de la memoria.
La Guía de Ferrocarril de Bradshaw incluía los horarios de ferrocarril y un directorio ilustrado de hoteles.
Divisa de la Sociedad Antiesclavista. ¿Es que no soy un ser humano y un hermano?
Un aplauso de satisfacción.
Si fuese conscientemente culpable de semejante muestra de mal gusto, sería una muestra de supererogación.
Un alegrador para encender velas.
Molino de pólvora.
"Memorias de los barones austrohúngaros Franz (1711-1747) y Frederick (1726-1794) Trenck, primos", que habían sido traducidas al inglés por Thomas Holcroft (1745-1809).
Los impulsos son inevitables, pero las sospechas son voluntarias.
Sales volátiles.
Persona industriosa y recta.
Nos alegramos como dos francolines.
Locataires, huéspedes.
Almanaque del viejo Moore. Old Moore, es el sobrenombre de Francis Moore (1657-1715), médico, astrólogo y pedagogo, el cual publicó, en 1699, un almanaque, que contenía predicciones meteorológicas. Posteriormente, el nombre Old Moore´s Almanack siguió utilizándose, para designar varias publicaciones seudocientíficas.
Esfuerzo desesperado.
Vestir de azul como los carniceros.
Escuchar con aire negativo ladeando la cabeza.
Stuart Mill
Dickens, "The Election for Beadle", de "Sketches by Boz".
Gaskell
"Household Words", "Palabras familiares", revista semanal fundada y dirigida por Charles Dickens, 1850. También, "All the Year Round", "Todo el año", 1859.
"The Pickwick Papers", novela por entregas de Dickens, con el pseudónimo de Mister Boz.
Poe
Boz, pseudónimo de Charles Dickens.
Baudelaire
Robert Seymour fue el ilustrador de las dos primeras partes de los "Pickwick Papers" y el creador del protagonista original de Dickens.
Collins
Robusta Marian Manning, modelo en el que se inspiró Dickens, para el personaje de Hortense, en "Casa desolada", 1852.
Dostoyevski
Leían novelas de Dickens y en ocasiones algo serio.
"The Pickwick Papers", novela por entregas de Dickens, con el pseudónimo de Mister Boz.
Poe
Boz, pseudónimo de Charles Dickens.
Baudelaire
Robert Seymour fue el ilustrador de las dos primeras partes de los "Pickwick Papers" y el creador del protagonista original de Dickens.
Collins
Robusta Marian Manning, modelo en el que se inspiró Dickens, para el personaje de Hortense, en "Casa desolada", 1852.
Dostoyevski
Leían novelas de Dickens y en ocasiones algo serio.
Trollope
Mister Sentimiento Popular. Alusión a Charles Dickens. Las primeras entregas de las novelas de Dickens siempre están muy bien escritas.
Aunque los protagonistas de Dickens caminen sobre zancos, como tienen que hacerlo los protagonistas, sus acólitos son sencillos como las personas que encontramos en la calle; andan y hablan como hombres y mujeres y viven entre nuestros amigos una existencia llena de admiración y colorido; y vivirán hasta que se olviden las palabras que ayudan a designar sus profesiones y Buckett y Gamp sean los vocablos para designar a un detective o a una enfermera a domicilio. Personajes de "Casa desolada" "Bleak House" y "Martin Chuzzlewit".
El artista que pinta para millones ha de usar colores llamativos, como Dickens sabía hacer mejor que nadie, al describir; y la reforma radical de los establecimientos ha debido más a las entregas de la novela, que a las quejas bien fundadas que ha proferido la opinión publica.
En "The Loving Ballad of Lord Bateman", transcrita por Thackeray, con ilustraciones de Cruikshank y notas burlescas de Dickens, Lord Bateman y Sophia estuvieron separados siete años y catorce días.
Ruskin
"El reloj de Master Humphrey". La caricatura de Dickens nunca se equivoca. Aborda un tema de alta trascendencia política con "Tiempos difíciles". Mr. Bounderby es un monstruo dramático y Stephen Blackpool una perfección dramática.
W. Liebknecht
El erial de Hampstead -que se extiende al otro lado de la colina de Primrose- ha sido manifestado al mundo extralondinense gracias al Pickwick de Dickens.
H. James
Leyendas literarias, esos vagos y entremezclados de Trollope, Thackeray y Dickens.
Vivía en un mundo fantástico; se le antojaba estar leyendo una novela en episodios. No había tenido tales agradables emociones desde la lectura de "Nicholas Nickleby".
Vivía en un mundo fantástico; se le antojaba estar leyendo una novela en episodios. No había tenido tales agradables emociones desde la lectura de "Nicholas Nickleby".
Wilde
Dickens recorrió las cárceles de Londres en busca de efectos artísticos.
La "Vida de Dickens", de Forster.
Wainewright es el protagonista de "Hunted Down", de Dickens.
Stoker
<<Los hechos>>, expone uno de los personajes de Charles Dickens, <<incluso siendo testarudos y difíciles de conducir>>, están a nuestra disposición; al menos hasta donde alcanzan. La señora Gamp, en "Vida y aventuras de Martin Chuzzlewit".
Stoker
<<Los hechos>>, expone uno de los personajes de Charles Dickens, <<incluso siendo testarudos y difíciles de conducir>>, están a nuestra disposición; al menos hasta donde alcanzan. La señora Gamp, en "Vida y aventuras de Martin Chuzzlewit".
Bellamy
Por nuevo y sorprendente que sea el entorno, la tendencia es a formar parte de él cuando casi desde el comienzo se pierde la aptitud de verlo interiormente y calcular plenamente su extrañeza. Ese poder las páginas de Dickens lo restauraron al llevarme a través de sus asociaciones.
El escenario de los patéticos cuentos de Dickens, la miseria de los pobres, los errores del poder, la crueldad despiadada del sistema social.
Dickens volvió la mente de los hombres al error y la miseria de la vieja organización de las cosas y abrió los ojos al menester de la gran transformación que se avecinaba aunque él no lo previó claramente.
Bergson
Expresar honestamente una idea honesta, tomar una situación escabrosa, un oficio bajo o una conducta vil y describirlos en términos de estricta respectability, resulta generalmente cómico. Se hallarían innumerables demostraciones en Dickens, en Thackeray, en la literatura inglesa, en general. Notemos de pasada, que la intensidad del efecto no depende aquí de su duración. Una palabra bastará en ocasiones, con tal de que nos permita entrever todo un sistema de transposición aceptado en un ambiente y que, de alguna manera, revele una organización de la inmoralidad.
Bergson
Expresar honestamente una idea honesta, tomar una situación escabrosa, un oficio bajo o una conducta vil y describirlos en términos de estricta respectability, resulta generalmente cómico. Se hallarían innumerables demostraciones en Dickens, en Thackeray, en la literatura inglesa, en general. Notemos de pasada, que la intensidad del efecto no depende aquí de su duración. Una palabra bastará en ocasiones, con tal de que nos permita entrever todo un sistema de transposición aceptado en un ambiente y que, de alguna manera, revele una organización de la inmoralidad.
Morris
Boffin, un nombre muy familiar a los lectores de Dickens.
Las horas placenteras que me ha proporcionado la lectura de Dickens.
Sin más trámites que un breve y estúpido discurso que semejaba escrito irónicamente por Dickens.
Entender mejor a Dickens.
Es como si los tiempos de Dickens unos cuantos jóvenes hubieran trabajado el día de Navidad negándose a festejarle.
Nettlau
Para el drama "The Tables Turned or Nupkins awakened" representado el 15 de octubre de 1887 Morris tomó al juez Nupkins de los Pickwickianos de Dickens como el tipo ante el cual comparecieron como acusados los parados, socialistas y rebeldes que habían figurado ante esos tribunales desde 1885 hasta 1887 y el juez Nupkins reproduce el conjunto de las burradas y maldades cometidas por los magistrados. Al final todos bailan la Carmagnole.
W. J. Locke
El pequeño restaurante de frugal comida. Aquel viejo lugar tenía sus encantos. Apenas se había transformado desde los tiempos de Dickens.
Shaw
Cuán fina es la capa de barniz de la decadencia burguesa, y Shakespeare y Dickens no pueden ser convencidos de que, sin dirigentes ni gobernantes naturales, sólo puede ser alcanzada so pretexto de la Libertad por el Sufragio Ilimitado, para algún incompetente, designado por unos cualesquiera políticos incultos.
Shaw señala que el arte puede florecer espléndidamente cuando el sexo es excluido, como lo fue en la literatura victoriana, que produjo a Dickens.
W. J. Locke
El pequeño restaurante de frugal comida. Aquel viejo lugar tenía sus encantos. Apenas se había transformado desde los tiempos de Dickens.
Shaw
Cuán fina es la capa de barniz de la decadencia burguesa, y Shakespeare y Dickens no pueden ser convencidos de que, sin dirigentes ni gobernantes naturales, sólo puede ser alcanzada so pretexto de la Libertad por el Sufragio Ilimitado, para algún incompetente, designado por unos cualesquiera políticos incultos.
Shaw señala que el arte puede florecer espléndidamente cuando el sexo es excluido, como lo fue en la literatura victoriana, que produjo a Dickens.
Gissing
La mayoría de las personas que están a merced de unas circunstancias insignificantes. Dickens entendió estas posibilidades, pero su tendencia al melodrama por un lado y su sentido del humor por el otro le impidieron reflexionarlo con calma.
Las capas trabajadoras aborrecen cualquier pretensión de retratar su vida cotidiana por puro esnobismo. Solo Dickens sale perfectamente parado entre los mejores gracias a la fuerza de su fama y su melodrama.
Por citar a la señora Gummidge <<las cosas siempre me son adversas>>. Personaje de "David Copperfield".
Symons
Leer a Dickens para calmar los nervios.
Giraudoux
Venturoso niño Copperfield, el cual antes de casarse con su verdadera mujer tuvo acceso a una mujer niña, a una mujer hermana.
Toynbee
Un grupo de los imbéciles verdaderos de nuestra moderna sociedad Occidental, el Homo sapiens especializado y degradado como Homo economicus, proporciona los Gradgrind y Bounderby de la sátira dickensiana. Fue un grupo conspicuo de la primera parte de la Inglaterra victoriana.
Benjamin
Un barrio de Londres que tiene el aspecto y el ritmo del tiempo de Dickens.
Walser
Pasajes sobre las damas de la gran novela de Dickens. Cuando expone mujeres hermosas Dickens se muestra infinitamente tierno, afectuoso y escribe como un primor. Nadie mejor que él para halagar al sexo femenino. Es algo que por lo visto apreció realmente como un menester y efectivamente lo es.
Lawrence
Ningún conde francés de las novelas de Dickens podría haber sido más elegante, refinado y duro de corazón.
Benjamin
Un barrio de Londres que tiene el aspecto y el ritmo del tiempo de Dickens.
Walser
Pasajes sobre las damas de la gran novela de Dickens. Cuando expone mujeres hermosas Dickens se muestra infinitamente tierno, afectuoso y escribe como un primor. Nadie mejor que él para halagar al sexo femenino. Es algo que por lo visto apreció realmente como un menester y efectivamente lo es.
Lawrence
Ningún conde francés de las novelas de Dickens podría haber sido más elegante, refinado y duro de corazón.
Yeats
Con un solo libro, "Pickwick", Dickens tuvo la aptitud de sustituir la investigación privilegiada y peligrosa de Jane Austen con la camaradería del salón de una posada, cualidades que cada ser humano podía esperar poseer y que no vuelve hasta que Henry James comienza a escribir.
Moore
A Dickens me lo sabía de memoria y creía que "Bleak House" era su mejor logro.
Dickens daría una versión sentimental o se reiría de ti.
Hallar un embrión de Dickens.
Los errores ocurren en las mejores casas. Una frase de Mr. Micawber de "David Copperfield".
La señora Harris. Un personaje ficticio inventado por la señora Gamp de "Martin Chuzzlewit".
Perkins
Un libro autobiográfico, a la manera de "David Copperfield" o "Guerra y paz" o "Pendennis".
Hayward
Una insuficiente secreción de la glándula pituitaria es la causante de esos casos de niños demasiado voluminosos y torpes que, a pesar de su tamaño, son débiles físicamente y de mentalidad tardía y que se vuelven somnolientos y perezosos. El niño gordo del libro de Dickens, "The Pickwick Papers".
Chesterton
Dickens describe un patriarca, el cual no tenía otro menester, que la otra virtud que sus canas.
Sayers
Volúmenes de Charles Dickens de elegante encuadernación de tafilete y lomos dorados.
Debs
"Un cuento de dos ciudades". Con colores espantosos Charles Dickens pintó la pobreza y sus víctimas hambrientas en Francia.
S. Lewis
La literatura profana de Scott, Dickens, Thackeray, Jane Austen, Tennyson, Byron, Keats, Shelley, Tolstoi y Balzac.
Hablar sobre autores y técnicas, como Dickens.
Publicación ilustrada en treinta y cuatro volúmenes de las novelas de Dickens.
Dickens se quejó mucho sobre las condiciones laborales, las escuelas, los gendarmes.
Vio cómo su "Martin Chuzzlewit" volaba por los aires y aterrizaba sobre la tapa, en llamas, de una cómoda vieja. Quedó allí abierto, mostrando una ilustración de Sairey Gamp, realizada por Phiz, que se desvaneció al instante. Cuando era niño siempre se reía de aquel dibujo.
Squeers, personaje de la novela cómica de Dickens, "The Life and Adventures of Nickolas Nickleby", publicada originalmente por entregas. Squeers es un tuerto brutal, director del Dotheboys Hall, una especie de reformatorio, donde maltrata a los niños, "sin título en pedagogía". La novela fue ilustrada por Phiz y los dos viajaron por diversas escuelas en Yorkshire, para documentarse. Chesterton elogió la caracterización cómica y Peter Ackroyd la calificó "posiblemente, la novela más divertida en habla inglesa".
Dickens apreciaba "The Life and Adventures of Martin Chuzzlewit" su mejor novela. Apareció en entregas mensuales y como se vendía poco, Dickens transformó la trama y envió sus personajes a América, con su retrato del egoísmo social. El personaje de Sarah Gamp, una niñera loca y alcohólica, que siempre portaba una sombrilla negra, hizo famoso el término Gamp, que designaba las sombrillas, en general, en la Inglaterra victoriana.
El ilustrador Hablot K. "Phiz" colaboró con Dickens hasta finales de 1850. Pertenecía a la escuela de caricaturistas satíricos que, desde Gillray, se remontan a Hogarth.
A. H. Whittaker. Charles Dickens Collection, N. Y.
Faulkner
Ilusión a lo Micawber de los indolentes.
S. Lewis
La literatura profana de Scott, Dickens, Thackeray, Jane Austen, Tennyson, Byron, Keats, Shelley, Tolstoi y Balzac.
Hablar sobre autores y técnicas, como Dickens.
Publicación ilustrada en treinta y cuatro volúmenes de las novelas de Dickens.
Dickens se quejó mucho sobre las condiciones laborales, las escuelas, los gendarmes.
Vio cómo su "Martin Chuzzlewit" volaba por los aires y aterrizaba sobre la tapa, en llamas, de una cómoda vieja. Quedó allí abierto, mostrando una ilustración de Sairey Gamp, realizada por Phiz, que se desvaneció al instante. Cuando era niño siempre se reía de aquel dibujo.
Squeers, personaje de la novela cómica de Dickens, "The Life and Adventures of Nickolas Nickleby", publicada originalmente por entregas. Squeers es un tuerto brutal, director del Dotheboys Hall, una especie de reformatorio, donde maltrata a los niños, "sin título en pedagogía". La novela fue ilustrada por Phiz y los dos viajaron por diversas escuelas en Yorkshire, para documentarse. Chesterton elogió la caracterización cómica y Peter Ackroyd la calificó "posiblemente, la novela más divertida en habla inglesa".
Dickens apreciaba "The Life and Adventures of Martin Chuzzlewit" su mejor novela. Apareció en entregas mensuales y como se vendía poco, Dickens transformó la trama y envió sus personajes a América, con su retrato del egoísmo social. El personaje de Sarah Gamp, una niñera loca y alcohólica, que siempre portaba una sombrilla negra, hizo famoso el término Gamp, que designaba las sombrillas, en general, en la Inglaterra victoriana.
El ilustrador Hablot K. "Phiz" colaboró con Dickens hasta finales de 1850. Pertenecía a la escuela de caricaturistas satíricos que, desde Gillray, se remontan a Hogarth.
A. H. Whittaker. Charles Dickens Collection, N. Y.
Faulkner
Ilusión a lo Micawber de los indolentes.
Perkins
Un libro autobiográfico, a la manera de "David Copperfield" o "Guerra y paz" o "Pendennis".
Una insuficiente secreción de la glándula pituitaria es la causante de esos casos de niños demasiado voluminosos y torpes que, a pesar de su tamaño, son débiles físicamente y de mentalidad tardía y que se vuelven somnolientos y perezosos. El niño gordo del libro de Dickens, "The Pickwick Papers".
Chesterton
Dickens describe un patriarca, el cual no tenía otro menester, que la otra virtud que sus canas.
Priestley
Unos altos pupitres y unos estrechos y largos taburetes, que tenían un aire dickensiano.
El carácter alegre de comedia y la amenaza de Dickens.
Dickens, en "Nicolás Nickleby", describió la Academia de Dotheboys Hall, donde el profesor Wackford Squeers desgraciaba a los muchachos.
Pasajes-puente descriptivos, que requieren las novelas, facultad de mantener la acción en movimiento sin sacudidas ni interrupciones. Thackeray tenía ese don y Dickens no.
Una vez dijo Shaw, que leyendo "La pequeña Dorritt", se había hecho perturbador.
Una labor propia de Pecksniff. Villano de la novela "Martin Chuzzlewit".
Russell
Puedo probablemente hacer más por mi propia familia, que por alguna familia de África Central y, por tanto, la señora Jellyby estaba equivocada. Filántropa telescópica de la novela "Bleack House", 1852-1853, de Dickens.
No estamos dispuestos a que se cuide a los huérfanos como son atendidos en "Oliver Twist".
Fischer
Los logros y los planes reformistas de Dickens.
Moravia
Para pintar los barrios pobres de Calcuta, Bombay y Madrás, haría falta un Dickens o un Balzac, escritores contemporáneos de la agitación industrial en Europa, cuya fantasía no era inferior al carácter fantástico de la realidad que describían.
Cary
Cuando Millais expuso en la casa Carpenter, Charles Dickens escribió, que los prerrafaelistas eran peor que la peste bubónica.
El arte moderno es un peligro publico y, además, es insidioso. Dickens tenía razón al rechazarlo.
Dickens dijo de Millais, que era repulsivo y sublevante.
Una Biblioteca con Dickens y Thackeray.
Waugh
Permanecí descansando leyendo a Dickens.
Leer por deleite personal. Devoré "Nicholas Nickleby" con ávido placer, poco a poco mientras había luz, lamentando la belleza de la noche y el esfuerzo del día que me impedían desarrollar esta nueva y excitante afición.
Habíamos dividido el "Martin Chuzzlewitt" para ofrecerle la parte que ya había leído. Yo disfrutaba de los ultimos capítulos hasta que oscurecía y llegaba la hora de acostarse.
El carácter alegre de comedia y la amenaza de Dickens.
Dickens, en "Nicolás Nickleby", describió la Academia de Dotheboys Hall, donde el profesor Wackford Squeers desgraciaba a los muchachos.
Pasajes-puente descriptivos, que requieren las novelas, facultad de mantener la acción en movimiento sin sacudidas ni interrupciones. Thackeray tenía ese don y Dickens no.
Una vez dijo Shaw, que leyendo "La pequeña Dorritt", se había hecho perturbador.
Una labor propia de Pecksniff. Villano de la novela "Martin Chuzzlewit".
Russell
Puedo probablemente hacer más por mi propia familia, que por alguna familia de África Central y, por tanto, la señora Jellyby estaba equivocada. Filántropa telescópica de la novela "Bleack House", 1852-1853, de Dickens.
No estamos dispuestos a que se cuide a los huérfanos como son atendidos en "Oliver Twist".
Fischer
Los logros y los planes reformistas de Dickens.
Moravia
Para pintar los barrios pobres de Calcuta, Bombay y Madrás, haría falta un Dickens o un Balzac, escritores contemporáneos de la agitación industrial en Europa, cuya fantasía no era inferior al carácter fantástico de la realidad que describían.
Cary
Cuando Millais expuso en la casa Carpenter, Charles Dickens escribió, que los prerrafaelistas eran peor que la peste bubónica.
El arte moderno es un peligro publico y, además, es insidioso. Dickens tenía razón al rechazarlo.
Dickens dijo de Millais, que era repulsivo y sublevante.
Una Biblioteca con Dickens y Thackeray.
Waugh
Permanecí descansando leyendo a Dickens.
Leer por deleite personal. Devoré "Nicholas Nickleby" con ávido placer, poco a poco mientras había luz, lamentando la belleza de la noche y el esfuerzo del día que me impedían desarrollar esta nueva y excitante afición.
Habíamos dividido el "Martin Chuzzlewitt" para ofrecerle la parte que ya había leído. Yo disfrutaba de los ultimos capítulos hasta que oscurecía y llegaba la hora de acostarse.
A. Huxley
La unica literatura que leía era la de Dickens y Thackeray.
Las nociones respecto de cómo debían portarse los jóvenes estaban tomadas de "Los papeles póstumos del Club Pickwick".
La apariencia de las jóvenes de Dickens.
Las humoradas de Mr. Pickwick y de Micawber.
Un mundo donde incluso con personas cultas y previsoras, las enseñanzas religiosas eran tomadas con un sentido pickwickiano, de manera que el abismo existente de la teoría a la conducta publica, aunque un poco más angosto que el de los tiempos medievales, era enorme.
El tipo que representa el Uriah Heep de Dickens; el cuerpo larguirucho y retorcido, las manos húmedas y fofas que frotaba sin tregua ni reposo, las constantes protestas de humildad y de buena voluntad. También tenía, pese a sus palabras melosas, malevolencia dentro de sus entrañas y vista gorda con tal de lograr sus fines personales.
Según el sentido pickwickiano todo era verdad.
Un verosímil sentido pickwickiano.
Heard
Dickens. <<No existe la tal señora de Harris>>.
Lukács
Dickens plasma la sociedad burguesa constituyéndose definitivamente a través de graves crisis.
Los estudios sobre Dickens del poeta épico y dramático Otto Ludwig.
Della Volpe
El hecho de que la verdad de las londinenses nieblas dickensianas inolvidables (por tomar un caso de prosa de novela) se deba exclusivamente a la palabra de Dickens la cual se basta y de que la filología al respecto explique esa palabra dickensiana pero no la verifique porque esa palabra tiene su verificación propia por obra de la dialéctica contextual de un discurso semánticamente orgánico que la constituye con su verdad ese hecho está probablemente destinado a quedar mitificado con la mitomanía de los misteriosos poderes de la intuición pura.
Símbolos poéticos con sentido eminente son los significados o términos traslaticios o literales que reciben de su autonomía semántica la fuerza suficiente para organizar y estructurar enteros mundos expresivos (composiciones literarias); y puede apreciarse a primera vista o con los meros títulos de algun opus poeticum clásico el tejido de los símbolos poéticos o conceptos estructurales semánticamente autónomos: "Las grandes esperanzas".
"Great Expectations" un símbolo poético literal de la sociedad burguesa victoriana.
Mitchell
Thackeray cínico, caballero Dickens.
Tomalin
Doughty Street. Museo Charles Dickens.
El "Morning Chronicle", periódico para el que redactaba Dickens, se encontraba en el numero 332 del Strand; la impresora Chapman y Hall en el numero 186.
Verrey´s el restaurante preferido de Dickens a partir de la década de 1860.
Wellington Street, numero 16. Oficina alquilada por Dickens, 1850, para la revista "Household Words", con habitaciones privadas en el piso de arriba. Era un lugar conveniente para ir a los teatros, además recibía a sus amistades con frecuencia.
Invitaban a Dickens miss Coutts, lady Holland, lady Plessington y su compañero el conde D´Orsey.
Thomas Carlyle le llamó para una reunión preliminar y dialogar la fundación de la Biblioteca de Londres.
Dickens vestía ropa llamativa -<<geranios y tirabuzones>>, se burlaba Thackeray.
Era socio del Club Garrick y del Athenaeum.
Hacia los inicios de su carrera como escritor comenzó a llamarse <<el Inimitable>>.
Charles Dickens nació el viernes 7 de febrero de 1812 en la nueva zona residencial de Landport, construida alrededor del año 1790 a las afueras de la vieja ciudad de Porstmouth. Hoy día es Old Commercial Road numero 393. Le pusieron de nombre Charles John Huffam.
John Dickens fue el modelo de Micawber, el personaje más famoso de su hijo.
Micawber, su incapacidad para saldar deudas, sus bruscos arrebatos de humor, que iban desde el desespero al júbilo y su forma de hablar artificiosa y elaborada.
Skimpole se muestra, "Casa desolada", como el prototipo de ser humano artístico ajeno al mundo materialista, que nunca paga a los comerciantes y que espera que sus amigos salden sus deudas y le suministren dinero.
Era costumbre que los impresores vendieran libros desde sus oficinas.
En sus libros las mujeres apocadas y tontitas suelen ser más atractivas sexualmente que las inteligentes y expertas.
"Hints on Etiquette".
La compañía Chapman y Hall contribuyen a establecer la supremacía de Dickens entre los novelistas del siglo.
Un personaje cómico, Pickwick, un negociante rico y jubilado, con gusto por el buen comer y tendencia a beber con exceso, un personaje inocente, alegre y benévolo -W. H. Auden lo describió como <<una divinidad pagana que deambula por el mundo inmune a todo>>- rodeado de un grupo de amigos más jóvenes.
Boda de Dickens y Catherine Hogarth.
El patetismo, la truculencia y el grand guignol de "Oliver Twist" y la comedia de "Pickwick".
Pickwick es acusado de incumplimiento de promesa de matrimonio, discute con abogados, lo juzgan y envían a la cárcel.
Escribía con letra pequeña, una pluma de ave y tinta negra (ferrogálica) -después prefirió la tinta azul fuerte- sobre hojas de borrador grises, blancas o azuladas de nueve pulgadas por siete y media, que doblaba luego y cortaba por la mitad.
Amigos de Forster y Dickens. El ensayista Chrles Lamb; el fundador y director del semanario radical "The Examiner" Leigh Hunt; el impresor de entonces, Albany Fonblanque; el novelista Bulwer y el joven poeta Browning; Thomas Talfour, abogado radical, dramaturgo y diputado; Daniel Maclise, artista irlandés y Macready, el actor más famoso del momento.
Forster se fue haciendo imprescindible en el mundo laboral de Dickens y también influyó decisivamente en la vida social del autor.
Macready y Forster eran socios del Club Shakespeare y Dickens pronto fue uno de los setenta socios que tenía el club. Se reunían los sábados por la tarde en la Piazza Coffee House de Covent Garden para leer en alto y debatir temas, organizaban una cena al mes y una gala de Shakespeare. Entre los amigos estaban el joven Thackeray, artista y escritor satírico; el poeta Barry Cornwall; el dramaturgo Douglas Jerrold; el abogado y diputado de gustos literarios Thomas Talfourd; los periodistas Charles Knight y Samuel Laman Blanchard; los artistas Daniel Maclise, Clarkson Stanfield, Frank Stone, Edwin y Tom Landseer y George Cattermole.
Dickens admiraba a Talfourd y le dedicó "Los papeles póstumos del Club Pickwick" cuando se publicó la novela en un volumen, noviembre de 1837.
A Dickens no le gustaba desprenderse de sus personajes cuyas voces e idiosincrasias habían llenado su vida durante meses y cuando llegaba al final los añoraba.
John Stuart Mill escribió a un amigo que Dickens tenía el <<rostro ruin de un canalla iluminado con destellos de genio>>, una frase que copió de la descripción que Carlyle hace de Camille Desmoulins. Aunque compartía muchas de sus opiniones sociales y políticas.
Durante una cena con el político Edward Stanley comenzó su amistad con Carlyle.
Eleanor Emma Picken, más adelante Eleanor Christian, publicó <<Reminiscences of Charles Dickens from a Young Lady´s Diary>> para la revista "Englishwoman´s Domestic Magazin>> (1871). Su segundo artículo <<Recollections of Charles Dickens, His Family and Friend>> para la revista "Temple Bar" (1888).
Con "Barnaby Rudge" Dickens se había propuesto escribir por primera vez una novela histórica, cosa que hizo Scott con experiencia y Ainsworth con éxito. Los dos puntos más destacados y memorables del relato son Barnaby, el protagonista ingenuo que tiene un cuervo por mascota y que recorre con inocencia los misterios de la trama y la descripción de las revueltas de Gordon de 1780, cuando las turbas londinenses abrieron las cárceles, incendiaron numerosos edificios y desataron el caos.
El joven Martin Chuzzlewit y su primo Jones son lo más similar a dos juguetes programados y previsibles; uno es egoísta, el otro malvado y el abuelo de Martin es un simple recurso mecánico cuya finalidad es hacer marchar un argumento tedioso y de una inverosimilitud absurda.
Con los primeros capítulos de "Dombey e hijo" Dickens presenta el nacimiento de Paul Dombey, la muerte de su madre, la designación de una nodriza -terreno muy experimentado por Dickens-, el enfrentamiento de la pequeña Florence Dombey y su padre en una casa inmensa y sombría situada entre Portland Place y Bryanstone Square y el otro hogar de la City londinense, un hogar alegre donde vive el recadero de la empresa de Dombey, Walter, con su tío Solomon Gill, fabricante de instrumentos de barcos. Todo escrito con tono vigoroso y garantizado.
Dickens y Forster conversaron con el dramaturgo Eugène Scribe y cenaron con Dumas.
Dickens contó a Paul Féval que su amor por Francia comenzó el año 1847 cuando vio durante el funeral de Frédéric Soulié el respeto generalizado que había por la literatura.
"Dombey" ha recibido muchos elogios por ser la primera gran novela inspirada por el ferrocarril.
Jenny Hartley, "Charles Dickens and the House of Fallen Women", 20008.
Los temas centrales de "David Copperfield"son el apego emocional y la pérdida y cómo se moldea el comportamiento adulto a partir de las experiencias tempranas. Era su primer libro contado en primera persona.
El desarrollo del tema de "David Copperfield". La educación y la evolución de un ser humano desde su infancia, a través del sufrimiento hasta alcanzar una madurez feliz.
Steerford, compañero de colegio de David Copperfield, mayor que él, una figura byroniana irresistible.
"David Copperfield" se publicó entre los meses de mayo de 1849 y noviembre de 1850, con sobrecubiertas de papel verde y unas ilustraciones de Phiz, que llegaron a ser parte integral de la novela. Tolstoi lo admiraba especialmente.
El mes de abril de 1852 la revista "The Economist" declaró que <<los libros de Dickens se venden y se leen con idéntica verosimilitud que se vende y se come el pan una vez horneado>>.
El químico Michael Faraday aceptó de buen grado la solicitud de Dickens de utilizar sus conferencias para los artículos de la revista.
Los temas de "David Copperfield", el apego emocional y la pérdida, el amor y la amistad.
"Casa desolada" es una de las primeras novelas policíacas inglesas, cuyo punto álgido está marcado por el clásico crimen con tres sospechosos. También es un cuento de hadas o una pantomima decimonónica con ánimos buenos y malos, giros de los acontecimientos, hallazgos de padres e hijos perdidos, comedia y patetismo, muertes trágicas y violentas y triunfos del amor. Con el tercer capítulo inserta un conductor, Esther, y por primera vez utiliza el tiempo pasado.
Los de la prensa llegaron a decir que Dickens era <<un Creso literario>>.
La educación es el tema de la novela "Tiempos difíciles", 1854. Constreñida y prosaica comparada con la amplitud y la poesía de "Casa desolada". Ruskin declaró que <<su perspectiva es finalmente correcta, contada con crudeza y perspicacia>>.
El mes de abril de 1857 Dickens invitó a Hans Christian Andersen a pasar unos días.
El "Edinburgh Review" publicó una crítica desfavorable de "La pequeña Dorrit". Acusaba a Dickens de ofrecer una imagen injusta de la administración de Inglaterra y demostrar con su satírico retrato de la Oficina del Circunloquio su falta de entendimiento respecto al sistema administrativo. <<The Licence of Modern Novelists>> se publicó el mes de julio de 1857 de forma anónima, pero se decía que era de Fitzjames Stephen. Dickens publicó su réplica, <<Curious Misprint on the Edinburgh Review>> el 1 de agosto.
"Grandes esperanzas" es una novela casi perfecta que puede ser como una balada extraída de sus recuerdos y sueños tempranos, llenos de monstruos, horrores y enigmas que solucionar. "Nuestro amigo común" una colección de grotescos donde las jóvenes activas y espabiladas son más inteligentes que sus padres y los londinenses de capa media codiciosos son ridiculizados y denostados en la mesa de caoba de sus comedores. Los dos libros están tejidos con un hilo de corrupción y violencia.
El argumento de "Historia de dos ciudades" analiza tres familias francesas entre las décadas de 1750 y 1790, unidas por el delito y la crueldad; y el espeluznante retrato del ancien régime es de alguna manera mecánico con sus truculencias, los personajes son marionetas emblemáticas del bien y del mal; el médico virtuoso, la hija y la esposa perfectas, el marqués perverso, la mujer del pueblo vengativa.
Retrasar para permitir la ocasional llegada del rescate al más puro estilo de las novelas de suspense.
La modista de muñecas de "Nuestro amigo común" ofendió a algunos lectores decimonónicos que, al igual que Podsnap, preferían no enterarse de la existencia de deformes y minusválidos.
Louisa May Alcott, "Mujercitas", la novela que transformó a las niñas de Nueva Inglaterra en heroínas modernas.
Dickens enterrado en la abadía de Westminster al lado del busto de Thackeray, rodeado de Handel, Cumberland y Sheridan.
<<Todos sus personajes son mis amigos personales>>, dijo Tolstoi, quien tenía un retrato de Dickens en la pared de su despacho y decía que era el más grande novelista del siglo XIX.
Doughty Street. Museo Charles Dickens.
El "Morning Chronicle", periódico para el que redactaba Dickens, se encontraba en el numero 332 del Strand; la impresora Chapman y Hall en el numero 186.
Verrey´s el restaurante preferido de Dickens a partir de la década de 1860.
Wellington Street, numero 16. Oficina alquilada por Dickens, 1850, para la revista "Household Words", con habitaciones privadas en el piso de arriba. Era un lugar conveniente para ir a los teatros, además recibía a sus amistades con frecuencia.
Invitaban a Dickens miss Coutts, lady Holland, lady Plessington y su compañero el conde D´Orsey.
Thomas Carlyle le llamó para una reunión preliminar y dialogar la fundación de la Biblioteca de Londres.
Dickens vestía ropa llamativa -<<geranios y tirabuzones>>, se burlaba Thackeray.
Era socio del Club Garrick y del Athenaeum.
Hacia los inicios de su carrera como escritor comenzó a llamarse <<el Inimitable>>.
Charles Dickens nació el viernes 7 de febrero de 1812 en la nueva zona residencial de Landport, construida alrededor del año 1790 a las afueras de la vieja ciudad de Porstmouth. Hoy día es Old Commercial Road numero 393. Le pusieron de nombre Charles John Huffam.
John Dickens fue el modelo de Micawber, el personaje más famoso de su hijo.
Micawber, su incapacidad para saldar deudas, sus bruscos arrebatos de humor, que iban desde el desespero al júbilo y su forma de hablar artificiosa y elaborada.
Skimpole se muestra, "Casa desolada", como el prototipo de ser humano artístico ajeno al mundo materialista, que nunca paga a los comerciantes y que espera que sus amigos salden sus deudas y le suministren dinero.
Era costumbre que los impresores vendieran libros desde sus oficinas.
En sus libros las mujeres apocadas y tontitas suelen ser más atractivas sexualmente que las inteligentes y expertas.
"Hints on Etiquette".
La compañía Chapman y Hall contribuyen a establecer la supremacía de Dickens entre los novelistas del siglo.
Un personaje cómico, Pickwick, un negociante rico y jubilado, con gusto por el buen comer y tendencia a beber con exceso, un personaje inocente, alegre y benévolo -W. H. Auden lo describió como <<una divinidad pagana que deambula por el mundo inmune a todo>>- rodeado de un grupo de amigos más jóvenes.
Boda de Dickens y Catherine Hogarth.
El patetismo, la truculencia y el grand guignol de "Oliver Twist" y la comedia de "Pickwick".
Pickwick es acusado de incumplimiento de promesa de matrimonio, discute con abogados, lo juzgan y envían a la cárcel.
Escribía con letra pequeña, una pluma de ave y tinta negra (ferrogálica) -después prefirió la tinta azul fuerte- sobre hojas de borrador grises, blancas o azuladas de nueve pulgadas por siete y media, que doblaba luego y cortaba por la mitad.
Amigos de Forster y Dickens. El ensayista Chrles Lamb; el fundador y director del semanario radical "The Examiner" Leigh Hunt; el impresor de entonces, Albany Fonblanque; el novelista Bulwer y el joven poeta Browning; Thomas Talfour, abogado radical, dramaturgo y diputado; Daniel Maclise, artista irlandés y Macready, el actor más famoso del momento.
Forster se fue haciendo imprescindible en el mundo laboral de Dickens y también influyó decisivamente en la vida social del autor.
Macready y Forster eran socios del Club Shakespeare y Dickens pronto fue uno de los setenta socios que tenía el club. Se reunían los sábados por la tarde en la Piazza Coffee House de Covent Garden para leer en alto y debatir temas, organizaban una cena al mes y una gala de Shakespeare. Entre los amigos estaban el joven Thackeray, artista y escritor satírico; el poeta Barry Cornwall; el dramaturgo Douglas Jerrold; el abogado y diputado de gustos literarios Thomas Talfourd; los periodistas Charles Knight y Samuel Laman Blanchard; los artistas Daniel Maclise, Clarkson Stanfield, Frank Stone, Edwin y Tom Landseer y George Cattermole.
Dickens admiraba a Talfourd y le dedicó "Los papeles póstumos del Club Pickwick" cuando se publicó la novela en un volumen, noviembre de 1837.
A Dickens no le gustaba desprenderse de sus personajes cuyas voces e idiosincrasias habían llenado su vida durante meses y cuando llegaba al final los añoraba.
John Stuart Mill escribió a un amigo que Dickens tenía el <<rostro ruin de un canalla iluminado con destellos de genio>>, una frase que copió de la descripción que Carlyle hace de Camille Desmoulins. Aunque compartía muchas de sus opiniones sociales y políticas.
Durante una cena con el político Edward Stanley comenzó su amistad con Carlyle.
Eleanor Emma Picken, más adelante Eleanor Christian, publicó <<Reminiscences of Charles Dickens from a Young Lady´s Diary>> para la revista "Englishwoman´s Domestic Magazin>> (1871). Su segundo artículo <<Recollections of Charles Dickens, His Family and Friend>> para la revista "Temple Bar" (1888).
Con "Barnaby Rudge" Dickens se había propuesto escribir por primera vez una novela histórica, cosa que hizo Scott con experiencia y Ainsworth con éxito. Los dos puntos más destacados y memorables del relato son Barnaby, el protagonista ingenuo que tiene un cuervo por mascota y que recorre con inocencia los misterios de la trama y la descripción de las revueltas de Gordon de 1780, cuando las turbas londinenses abrieron las cárceles, incendiaron numerosos edificios y desataron el caos.
El joven Martin Chuzzlewit y su primo Jones son lo más similar a dos juguetes programados y previsibles; uno es egoísta, el otro malvado y el abuelo de Martin es un simple recurso mecánico cuya finalidad es hacer marchar un argumento tedioso y de una inverosimilitud absurda.
Con los primeros capítulos de "Dombey e hijo" Dickens presenta el nacimiento de Paul Dombey, la muerte de su madre, la designación de una nodriza -terreno muy experimentado por Dickens-, el enfrentamiento de la pequeña Florence Dombey y su padre en una casa inmensa y sombría situada entre Portland Place y Bryanstone Square y el otro hogar de la City londinense, un hogar alegre donde vive el recadero de la empresa de Dombey, Walter, con su tío Solomon Gill, fabricante de instrumentos de barcos. Todo escrito con tono vigoroso y garantizado.
Dickens y Forster conversaron con el dramaturgo Eugène Scribe y cenaron con Dumas.
Dickens contó a Paul Féval que su amor por Francia comenzó el año 1847 cuando vio durante el funeral de Frédéric Soulié el respeto generalizado que había por la literatura.
"Dombey" ha recibido muchos elogios por ser la primera gran novela inspirada por el ferrocarril.
Jenny Hartley, "Charles Dickens and the House of Fallen Women", 20008.
Los temas centrales de "David Copperfield"son el apego emocional y la pérdida y cómo se moldea el comportamiento adulto a partir de las experiencias tempranas. Era su primer libro contado en primera persona.
El desarrollo del tema de "David Copperfield". La educación y la evolución de un ser humano desde su infancia, a través del sufrimiento hasta alcanzar una madurez feliz.
Steerford, compañero de colegio de David Copperfield, mayor que él, una figura byroniana irresistible.
"David Copperfield" se publicó entre los meses de mayo de 1849 y noviembre de 1850, con sobrecubiertas de papel verde y unas ilustraciones de Phiz, que llegaron a ser parte integral de la novela. Tolstoi lo admiraba especialmente.
El mes de abril de 1852 la revista "The Economist" declaró que <<los libros de Dickens se venden y se leen con idéntica verosimilitud que se vende y se come el pan una vez horneado>>.
El químico Michael Faraday aceptó de buen grado la solicitud de Dickens de utilizar sus conferencias para los artículos de la revista.
Los temas de "David Copperfield", el apego emocional y la pérdida, el amor y la amistad.
"Casa desolada" es una de las primeras novelas policíacas inglesas, cuyo punto álgido está marcado por el clásico crimen con tres sospechosos. También es un cuento de hadas o una pantomima decimonónica con ánimos buenos y malos, giros de los acontecimientos, hallazgos de padres e hijos perdidos, comedia y patetismo, muertes trágicas y violentas y triunfos del amor. Con el tercer capítulo inserta un conductor, Esther, y por primera vez utiliza el tiempo pasado.
Los de la prensa llegaron a decir que Dickens era <<un Creso literario>>.
La educación es el tema de la novela "Tiempos difíciles", 1854. Constreñida y prosaica comparada con la amplitud y la poesía de "Casa desolada". Ruskin declaró que <<su perspectiva es finalmente correcta, contada con crudeza y perspicacia>>.
El mes de abril de 1857 Dickens invitó a Hans Christian Andersen a pasar unos días.
El "Edinburgh Review" publicó una crítica desfavorable de "La pequeña Dorrit". Acusaba a Dickens de ofrecer una imagen injusta de la administración de Inglaterra y demostrar con su satírico retrato de la Oficina del Circunloquio su falta de entendimiento respecto al sistema administrativo. <<The Licence of Modern Novelists>> se publicó el mes de julio de 1857 de forma anónima, pero se decía que era de Fitzjames Stephen. Dickens publicó su réplica, <<Curious Misprint on the Edinburgh Review>> el 1 de agosto.
"Grandes esperanzas" es una novela casi perfecta que puede ser como una balada extraída de sus recuerdos y sueños tempranos, llenos de monstruos, horrores y enigmas que solucionar. "Nuestro amigo común" una colección de grotescos donde las jóvenes activas y espabiladas son más inteligentes que sus padres y los londinenses de capa media codiciosos son ridiculizados y denostados en la mesa de caoba de sus comedores. Los dos libros están tejidos con un hilo de corrupción y violencia.
El argumento de "Historia de dos ciudades" analiza tres familias francesas entre las décadas de 1750 y 1790, unidas por el delito y la crueldad; y el espeluznante retrato del ancien régime es de alguna manera mecánico con sus truculencias, los personajes son marionetas emblemáticas del bien y del mal; el médico virtuoso, la hija y la esposa perfectas, el marqués perverso, la mujer del pueblo vengativa.
Retrasar para permitir la ocasional llegada del rescate al más puro estilo de las novelas de suspense.
La modista de muñecas de "Nuestro amigo común" ofendió a algunos lectores decimonónicos que, al igual que Podsnap, preferían no enterarse de la existencia de deformes y minusválidos.
Louisa May Alcott, "Mujercitas", la novela que transformó a las niñas de Nueva Inglaterra en heroínas modernas.
Dickens enterrado en la abadía de Westminster al lado del busto de Thackeray, rodeado de Handel, Cumberland y Sheridan.
<<Todos sus personajes son mis amigos personales>>, dijo Tolstoi, quien tenía un retrato de Dickens en la pared de su despacho y decía que era el más grande novelista del siglo XIX.
Kerouac
Mi dickensiana madre del puesto de comidas.
Amis
Permitió escapar una risotada, un dickensiano <<jo, jo, jo>>; lo que pudo reproducir su deformada boca.
Ludlum
Empujado a la guillotina por Madame Defargue.
Blumenberg
Dickens, símbolo de honorabilidad burguesa, no pierde su talla humana por su doble vida amorosa.
Burgess
Sam Weller, por supuesto, no transfería la v y la w; usaba una forma simple para las dos, el fricativo bilabial. Pero un registrador como Dickens, no entrenado fonéticamente, imaginaría que oía v cuando esperaba oír w, y w cuando esperaba oír v.
Voz fina de Uriah Heep.
Fowles
El atributo propio de un Uriah Heep, la duplicidad.
Blumenberg
Dickens, símbolo de honorabilidad burguesa, no pierde su talla humana por su doble vida amorosa.
Burgess
Sam Weller, por supuesto, no transfería la v y la w; usaba una forma simple para las dos, el fricativo bilabial. Pero un registrador como Dickens, no entrenado fonéticamente, imaginaría que oía v cuando esperaba oír w, y w cuando esperaba oír v.
Voz fina de Uriah Heep.
Fowles
El atributo propio de un Uriah Heep, la duplicidad.
Berger
Sorprende el carácter decimonónico dickensiano.
James
El exterior insensible de Scrooge esconde una aptitud para la ternura. Avaro y malhumorado protagonista de "Cuento de Navidad".
Bauer
Una experiencia del ultimo libro de Charles Dickens describe de forma apropiada las actitudes y actividades de los filántropos con inclinaciones totalitarias. "The Mistery of Edwin Drood".
James
El exterior insensible de Scrooge esconde una aptitud para la ternura. Avaro y malhumorado protagonista de "Cuento de Navidad".
Bauer
Una experiencia del ultimo libro de Charles Dickens describe de forma apropiada las actitudes y actividades de los filántropos con inclinaciones totalitarias. "The Mistery of Edwin Drood".
King
Los personajes de la resurrección de Dickens.
La gente se aglomeraba cada mes sobre los muelles de Baltimore cuando llegaba el paquete con la nueva entrega de "Little Dorrit" o de "Oliver Twist". Algunos se habían ahogado; pero no disuadió a los demás.
Lowe
Semeja correcto insistir respecto de que un yo debe saber que cualquiera de las reflexiones conscientes, experiencias y acciones presentes de su mente son los suyos propios. Por esta razón nos sorprende por estrafalaria la réplica que da la señora Gradgrind (de "Tiempos difíciles") cuando enferma en la cama se le pregunta si siente dolor. <<Creo que hay un dolor por alguna parte, de la habitación, pero no podría decir positivamente que yo lo haya atrapado>>.
Heers
El remordimiento social desarrollado por la literatura (Dickens) inspira las primeras leyes de protección obrera.
Leach
El retrato que Charles Dickens hace de los bajos fondos londinenses de mediados del siglo XIX. Las descripciones de Dickens pasan por verdaderas muestras de la vida real hasta que se experimenta que, en lo que se refiere a las costumbres sexuales, todos sus rasgos aceptan las convenciones remilgadas de la ortodoxia victoriana. Para una mujer perdida, el castigo es algo fatalista. La pequeña Emily, salvada en el ultimo instante del suicidio y de un destino peor que la muerte, tiene que ser embarcada a Australia, para escapar a los reproches de una sociedad que no perdona. "David Copperfield".
Aquellas alegres mujeres debieron haber sido algo muy familiar, para los lectores de Dickens, pero debido a que estaban catalogadas como inmorales, llegaron a ser examinadas socialmente invisibles. En una novela documental no debían ser mencionadas.
Cussler
Codicia que mostraría un Scrooge, al negarse a hacer una donación a una sociedad benéfica.
Schwarnitz
El escritor de la sociedad victoriana es Charles Dickens (1812-1870).
"Oliver Twist" (1837-1839). La novela se desarrolla en los bajos fondos londinenses y en uno de esos terribles centros disciplinarios para parados y huérfanos, los llamados correccionales. Oliver crece en uno, por el horrible crimen de haber pedido doble ración de papilla de avena. Mr. Bumble, el director del centro, lo entrega como aprendiz a Mr. Sowerberry, el dueño de una funeraria; pero Oliver escapa y cae en manos de una pandilla de ladrones, cuyo jefe es el siniestro Fagin. Con la ayuda de Nancy, Bill Sikes y el <<Artful Dodger>>, Fagin pretende dar a Oliver una exquisita educación como ladrón profesional. Mr. Brownlow, un ciudadano acomodado con instintos paternales, rescata a Oliver, pero el malvado Monks hace que su banda lo secuestre y Oliver es obligado a participar en un robo. Oliver es herido y lo cura la cariñosa Rose, la cual termina por desvelar ser su tía. El causante de la desgracia de Oliver ha sido el malvado Monks, su hermanastro, que quería hacerse con su herencia. Los malos reciben su castigo y Oliver es adoptado por Brownlow.
En esta novela aparecen muchos de los temas que constituyen el fondo de las posteriores novelas del autor. Una situación de manifiesta injusticia social, que se liga a una institución, el correccional. Dickens es el primer novelista en describir las instituciones disciplinarias de la sociedad moderna, como las escuelas, las cárceles, las fábricas, los correccionales, la oficina y la justicia. También es el primero que describe esa nueva capa social, que nace con la burocracia, cuyo propósito es vigilar y castigar y que puede justificar su sadismo apelando al cumplimiento de la ley. La riqueza de detalles de los libros de Dickens ofrece un catálogo de los avances modernos, es el primero que describe los trenes, las votaciones, los periódicos, el alumbrado de gas, el tráfico londinense, los cementerios y una extensa gama de profesiones, desde el tendero hasta el trapero.
Dickens estaba a favor de las reformas, pero protestó y sus novelas presentaron las escuelas ("Nicholas Nickleby"), las prisiones ("Little Dorrit"), la burocracia ("Bleak House"), como auténticos infiernos, en los que brutales tiranos se amparaban en las reglas de la administración, para torturar a niños y mujeres inocentes. Dickens no disponía de ninguna alternativa a esta situación, pero protestaba en nombre de la piedad y de la humanidad, frente la humillación que infligía la fría racionalidad y la degradante tiranía de la moderna administración racional.
La teoría del discurso es prácticamente una actividad de Michel Foucault, cuyo punto de partida es similar al de Adorno. Y en este sentido se asemeja a Charles Dickens. Foucault se siente atraído por el carácter disciplinario de la modernización. Investiga la historia de las instituciones que describió Dickens; hospitales, manicomios, prisiones. Pero su análisis no se centra en el aparato coercitivo, sino en sus correspondientes discursos, que definen cada caso; un loco, un criminal, un enfermo o un caso patológico.
Lowe
Semeja correcto insistir respecto de que un yo debe saber que cualquiera de las reflexiones conscientes, experiencias y acciones presentes de su mente son los suyos propios. Por esta razón nos sorprende por estrafalaria la réplica que da la señora Gradgrind (de "Tiempos difíciles") cuando enferma en la cama se le pregunta si siente dolor. <<Creo que hay un dolor por alguna parte, de la habitación, pero no podría decir positivamente que yo lo haya atrapado>>.
Heers
El remordimiento social desarrollado por la literatura (Dickens) inspira las primeras leyes de protección obrera.
Leach
El retrato que Charles Dickens hace de los bajos fondos londinenses de mediados del siglo XIX. Las descripciones de Dickens pasan por verdaderas muestras de la vida real hasta que se experimenta que, en lo que se refiere a las costumbres sexuales, todos sus rasgos aceptan las convenciones remilgadas de la ortodoxia victoriana. Para una mujer perdida, el castigo es algo fatalista. La pequeña Emily, salvada en el ultimo instante del suicidio y de un destino peor que la muerte, tiene que ser embarcada a Australia, para escapar a los reproches de una sociedad que no perdona. "David Copperfield".
Aquellas alegres mujeres debieron haber sido algo muy familiar, para los lectores de Dickens, pero debido a que estaban catalogadas como inmorales, llegaron a ser examinadas socialmente invisibles. En una novela documental no debían ser mencionadas.
Cussler
Codicia que mostraría un Scrooge, al negarse a hacer una donación a una sociedad benéfica.
Schwarnitz
El escritor de la sociedad victoriana es Charles Dickens (1812-1870).
"Oliver Twist" (1837-1839). La novela se desarrolla en los bajos fondos londinenses y en uno de esos terribles centros disciplinarios para parados y huérfanos, los llamados correccionales. Oliver crece en uno, por el horrible crimen de haber pedido doble ración de papilla de avena. Mr. Bumble, el director del centro, lo entrega como aprendiz a Mr. Sowerberry, el dueño de una funeraria; pero Oliver escapa y cae en manos de una pandilla de ladrones, cuyo jefe es el siniestro Fagin. Con la ayuda de Nancy, Bill Sikes y el <<Artful Dodger>>, Fagin pretende dar a Oliver una exquisita educación como ladrón profesional. Mr. Brownlow, un ciudadano acomodado con instintos paternales, rescata a Oliver, pero el malvado Monks hace que su banda lo secuestre y Oliver es obligado a participar en un robo. Oliver es herido y lo cura la cariñosa Rose, la cual termina por desvelar ser su tía. El causante de la desgracia de Oliver ha sido el malvado Monks, su hermanastro, que quería hacerse con su herencia. Los malos reciben su castigo y Oliver es adoptado por Brownlow.
En esta novela aparecen muchos de los temas que constituyen el fondo de las posteriores novelas del autor. Una situación de manifiesta injusticia social, que se liga a una institución, el correccional. Dickens es el primer novelista en describir las instituciones disciplinarias de la sociedad moderna, como las escuelas, las cárceles, las fábricas, los correccionales, la oficina y la justicia. También es el primero que describe esa nueva capa social, que nace con la burocracia, cuyo propósito es vigilar y castigar y que puede justificar su sadismo apelando al cumplimiento de la ley. La riqueza de detalles de los libros de Dickens ofrece un catálogo de los avances modernos, es el primero que describe los trenes, las votaciones, los periódicos, el alumbrado de gas, el tráfico londinense, los cementerios y una extensa gama de profesiones, desde el tendero hasta el trapero.
Dickens estaba a favor de las reformas, pero protestó y sus novelas presentaron las escuelas ("Nicholas Nickleby"), las prisiones ("Little Dorrit"), la burocracia ("Bleak House"), como auténticos infiernos, en los que brutales tiranos se amparaban en las reglas de la administración, para torturar a niños y mujeres inocentes. Dickens no disponía de ninguna alternativa a esta situación, pero protestaba en nombre de la piedad y de la humanidad, frente la humillación que infligía la fría racionalidad y la degradante tiranía de la moderna administración racional.
La teoría del discurso es prácticamente una actividad de Michel Foucault, cuyo punto de partida es similar al de Adorno. Y en este sentido se asemeja a Charles Dickens. Foucault se siente atraído por el carácter disciplinario de la modernización. Investiga la historia de las instituciones que describió Dickens; hospitales, manicomios, prisiones. Pero su análisis no se centra en el aparato coercitivo, sino en sus correspondientes discursos, que definen cada caso; un loco, un criminal, un enfermo o un caso patológico.
Hitchens
El valiente Sidney Carton de "Historia de dos ciudades".
Lewis
Se valoró mucho a Tobias Smollett durante su vida y supuso una influencia capital para el joven Charles Dickens.
Dickens percibe el aspecto y la vestimenta de sus personajes cuando semeja que presta atención a lo que ocurre dentro de sus mentes, lo compensa con la energía y comicidad con la que relata sus acciones.
Más allá de las bromas groseras el joven Charles Dickens era un gran admirador de "Peregrine Pickle"de Smollett y usa la picaresca a este efecto con sus primeras novelas aunque omite las secuencias sexuales y escatológicas por deferencia a las sensibilidades victorianas.
Dickens disfrutaba de las coincidencias inverosímiles y los finales felices.
Mackie
Nombres de ficción, nombres de personajes, lugares como Dotheboys Hall, su uso encierra rasgos que producen perplejidad.
Lewis
Se valoró mucho a Tobias Smollett durante su vida y supuso una influencia capital para el joven Charles Dickens.
Dickens percibe el aspecto y la vestimenta de sus personajes cuando semeja que presta atención a lo que ocurre dentro de sus mentes, lo compensa con la energía y comicidad con la que relata sus acciones.
Más allá de las bromas groseras el joven Charles Dickens era un gran admirador de "Peregrine Pickle"de Smollett y usa la picaresca a este efecto con sus primeras novelas aunque omite las secuencias sexuales y escatológicas por deferencia a las sensibilidades victorianas.
Dickens disfrutaba de las coincidencias inverosímiles y los finales felices.
Mackie
Nombres de ficción, nombres de personajes, lugares como Dotheboys Hall, su uso encierra rasgos que producen perplejidad.
Pinker
Las políticas infantiles dickensianas.
El fantasma de Marley pregunta a Scrooge por qué duda de sus sentidos. Muerto siete años fue un ex socio comercial del avaro. "Un cuento de Navidad".
Mr. Bumble es el antagonista de "Oliver Twist" (1838).
WILKIE COLLINS
Al disponerse a escribir un libro de ficción justificado sobre hechos reales, el autor de estas páginas no examinó requisito indispensable, que sus protagonistas fueran personajes históricos de la época. Estimó que varias objeciones de peso se oponían a esa idea. Sabía que atenerse a la historia obligaba al autor a añadir a los datos sabidos mucho de su imaginación -a vestir, con el colorido de la ficción novelesca, el escueto esquema de la verdad histórica- y, por tanto, a situar la invención del novelista, en lo que no podía menos que ver una discordancia sumamente desfavorable con la exactitud del historiador. Por otro lado, no estaba de ninguna manera persuadido de que un relato, en el cual los actores fueran personajes históricos, pudiera preservar la adecuada unidad de acción y mantenerse dentro de los límites apropiados para su desarrollo, sin falsificaciones o confusiones de fechas históricas; una especie de licencia poética, que no sentía la menor disposición de concederse, ya que su preocupación consistía en que su argumento naciera y se derivara, en su totalidad, de los grandes acontecimientos de la época, en la disposición precisa que ocurrieron.
Sometido, entonces, al peso de esas apreciaciones, reflexionó que, creando con su imaginación a todos los protagonistas podría moldearlos a su antojo, según los menesteres de la trama; hacerlos actuar al influjo de sus menores incidentes, de la manera que semejara más excepcionalmente interesante, sin cometer ninguna inconveniencia y, además, presentarlos en cualesquiera ocasiones, sin impedimentos ni estorbos, como exponentes prácticos del ánimo de la época, de los diversos prototipos históricos del periodo, que las investigaciones que el Autor llevó a cabo con ayuda de libros de igualmente notables, aunque discrepantes, autoridades sobre el tema, le permitieron acopiar. Al tiempo, estimó que la apariencia de verosimilitud precisa en una novela histórica podría preservarse con éxito, incluyendo ocasionalmente algunos personajes reales de la época, en aquellas partes del argumento, que se refirieran a acontecimientos visiblemente asociados.
Roma. La primera ojeada al título de este capítulo despertará sentimientos de aprensión y no de curiosidad en el pecho del lector experimentado. Imaginará que contiene largos ditirambos sobre las maravillas pasadas, cuya descripción se le ha hecho, desde hace tiempo, repugnante, debido a su incesante reiteración. Y ansioso por dispensar a su atención de una tarea ante la que retrocede, se apresurará a abandonar atrás el temido desierto de las reflexiones convencionales, para llegar al primer oasis que se presente, sea por un nuevo acápite del relato, sea por la súbita aparición de un diálogo. La atención de nuestra historia se centrará en los seres humanos de Roma, no en sus edificaciones. Lo que deseo es presentar al lector un panorama de las emociones íntimas de la época, de las acciones y pasiones vitales y animadas de los habitantes de Roma condenada a la ruina. Presto la topografía y la arquitectura a plumas más aptas y las reservo a otros lectores.
No obstante, resulta menester aludir al escenario en el cual se desplazarán los personajes de nuestra historia, a fin de propiciar el entendimiento de sus movimientos.
Los acontecimientos que se relatarán se desarrollan por entero en las partes de la ciudad. Pero evitaré el menester de penetrar en ruinas familiares o llorar sobre los sepulcros de patriotas idos.
No obstante, antes de regresar a los personajes ya sabidos, o presentar algunos nuevos, será preciso poblar las calles que he pretendido reconstruir. Tengo el ánimo que el lector adquirirá algunaa familiaridad con las maneras y las costumbres del siglo V, de la que depende esta historia, y que me siento incapaz de instilar, mediante una adquisición filosófica sobre las características de la época. Unas pocas páginas ilustrativas se adaptarán mejor a nuestro propósito, que varios volúmenes de descripción histórica. No existe índice más inequívoco del carácter de un pueblo, que las calles de sus ciudades.
Pero la aparición de otro actor en el escenario nos obliga a abandonar nuestras reflexiones sobre los motivos y los exámenes de carácter, para retornar al mundo externo de los intereses y los acontecimientos pasajeros.
¿Sería con los sentimientos de un oasis de luz (aplicados, sin embargo, a la mente y no a los ojos), con los que el lector recorrió estas páginas? ¿Tal vez la felicidad descrita brilla en el tormentoso curso del libro como brilla el trozo de cielo azul entre las nubes arremolinadas? ¿Registró esa perspectiva luminosa, al vislumbrarla, como un jardín de sosiego en el erial de fieras emociones que lo rodeaba? ¿Le dio ánimos, al compararlo con lo sucedido antes, para adentrarse en el terreno de más sombríos intereses, que vendría? Si lo impresionó, si puede recordar con emociones como esas, no pondrá reparos a abandonar por un momento las nubes arremolinadas y retornar al trozo de cielo azul; no se negará a que hagamos una breve digresión antes de seguir con la historia.
Distinguía a su primer amor con una devoción que, por lo heterogénea y exaltada, la mente puede imaginar, pero la pluma sólo puede describir de manera muy imperfecta.
Pero ya es hora de que retomemos el curso de nuestro relato, aunque antes de reincorporarnos al excitante y rápido presente, será menester volver la vista atrás unos momentos, hacia el pasado colmado de acontecimientos.
El periodo en el que se desarrolla nuestra novela.
Material para una novela de profundo interés humano, para un drama de las pasiones, que agrupara cautivantes vicisitudes extrañas, complejas y chocantes, Pero otra tarea reclama nuestra atención, que no se vuelve hacia un motivo de interés general, sino hacia uno de índole personal. Abandonamos la experimentación de la masa general del pueblo.
Vestir, con el colorido de la ficción novelesca, el escueto esquema de la verdad histórica.
Muy extraordinaria es la fuerza de la expresión, supera la de la semejanza física.
Realidades vitales del mundo y de las regiones umbrosas de las aspiraciones y de la especulación.
Desconocido, paria, ser humano olvidado, deshonrado, abandonado, solitario y derrotado.
Velo del olvido.
Aptitud de reflexión o percepción. Losa del olvido.
La divina elocuencia de la emoción humana.
Conversación mantenida en voz queda, susurrante.
La extraordinaria fuerza de la expresión supera la de la semejanza física.
Actitud calmada y triste.
Las tiernas y dulces emociones habían revivido en sus maneras, al calor de los recuerdos.
Conversación lánguida de los cortesanos.
Bajo la influencia de un hechizo.
El brazo de la reforma.
Enfrascados en animadas conversaciones.
Atribuir a los ciudadanos ese refinamiento de la valía intrínseca, demasiado elevada para influir sobre el carácter del comportamiento publico.
Rasgos acusados y regulares.
La funesta costumbre de transmitir los mensajes con el aire de un criminal.
Aire de reserva en las maneras.
Intensidad de las emociones.
La capacidad creativa de las emociones humanas, el ingenio, la vivacidad y la gentileza del carácter.
Expresión de concentrada, severa, amarga reflexión.
Ortodoxo paganismo.
Una calamidad de signo privado.
Peso de una maldición.
Cuando se extinguen las variadas emociones -de alegría o de dolor-, que marca el tiempo en la memoria y que imprimen su huella en el itinerario del corazón, los años son como horas, las horas como instantes.
Su imaginación revivió, mediante un penoso ejercicio de la memoria.
Depósitos de los tesoros.
La profundidad y la intensidad de sus emociones.
La violencia de las emociones.
Emociones de sorpresa y de inquietud.
Actitud de astucia.
Su natural había comenzado a retornar al influjo restaurador de las emociones optimistas.
Su pecho se agitaba como si sus emociones estuvieran a punto de abrirse paso al exterior de forma palpable.
Las emociones de las que había sido presa agitaban su mente.
Fuertes emociones de pesar y remordimiento.
Los argumentos que usara, para conmover.
Dominado por sus encontradas emociones.
La tierna elocuencia de la piedad y el amor.
La elocuencia sencilla, pero vigorosa, de las emociones pujantes.
Su mente, dúctil a los efectos de la conmoción provocada por las violentas emociones, reasumió su acostumbrado equilibrio.
La delirante energía de su decisión.
La prueba de la cosecha está en la cantidad de grano, no en el habla del granjero.
Actitud de atención y seriedad.
Erial de fieras emociones.
Tras las apacibles emociones del día solitario.
Gran contienda de secretas emociones.
Celo mecánico.
Pasión benéfica de gentiles emociones.
Emociones tumultuosas de temor y aprensión.
Absorbentes emociones de gratitud.
Recuerdos y terribles anticipaciones.
Las alegrías, las ilusiones, las alegres ocupaciones, sólo la memoria puede preservarlas, tal como eran.
Los afectos primeros sobreviven al agotamiento de las emociones tormentosas y las ambiciones de años posteriores, que pueden ocupar, pero no absorber el ánimo que nos estimula.
Los brazos extendidos, como si realizara una acusación.
Los oscuros velos de la quietud y el vacío cubrieron su mente.
Una feroz anticipación del triunfo daba alas a sus pies.
La sombra fiel a la sustancia.
Facultad de la actuación mecánica.
Los misterios de la creación subterránea, los pulsos gigantescos de la Acción y el Calor, que son las fuentes de la vida, que hacen girar al mundo.
La influencia misteriosa y hereditaria de la superstición, cuyo poder es la más prolongada labor de la verdad destruir.
Un día específico, una hora concreta.
(Antonina)
Laberinto de las leyes.
El fin primordial de un libro de ficción es contar una historia. Trazo de los personajes. Aliciente humano respecto de los acontecimientos.
Influjo lubricante del oro.
Ley sometida al dinero.
Heredar referencias profesionales. Perspectivas.
Parodia altisonante y extranjerizante.
Obligación de manifestar gratitud por asilo y subsistencia.
Artificiosa reserva británica.
Noticias de muy agradable cariz.
Insular concepto de la corrección, opuesto a idiosincrático desprecio por las apariencias.
Maravillosas noticias.
Llama eterna del genio.
Ser humano flemático, de dinero.
Billete. Estipular los términos de obligación convenidos. Contrato.
Irracional resistencia.
Débiles objeciones.
Manifiesta sinceridad y afecto inspirados por las reconvenciones.
Proverbio inglés. Cuando brille tu sol en Cumberland, en nombre del cielo, no olvides segar el heno.
Ideas engendradas de forma natural, por la próxima transformación, en hábitos y ocupaciones.
Fantasmagóricas imaginaciones.
Nube oscura que pendía sobre Londres.
Desconcertantes circunstancias.
Hacer una promesa de forma reflexiva.
Equilibrio de facultades.
El mar se abrió alborozado.
Tediosa experiencia londinense de ladrillos y cemento.
Vieja máxima, convención. La Naturaleza no puede equivocarse.
Expresión luminosa, franca, inteligente.
Incomodidad y desamparo familiares en los sueños cuando, de hecho, reconocemos, sin poderlas conciliar, las anomalías y estorbos propios de los sueños.
Té reconstituyente.
Pasión elemental como innata.
Carácter harto nervioso y sensible.
Vivaz donaire, delicioso refinamiento de lo familiar.
Abundancia de halagos.
Medallón de peltre. Aleación de estaño, plomo y cinc.
Reforma en la complexión de los niños.
La Naturaleza tiene mucho que hacer en este mundo, engendrar una variedad inmensa de seres coexistentes. Dispares procesos orgánicos.
Chalet suizo.
Clara, abierta verdad de la visión.
Actividad paciente.
Sensaciones familiares.
Deshizo el nudo gordiano del azoramiento con su estilo resuelto y llano.
Plumaje de vanidad.
Clave del carácter. Generosa familiaridad con los demás.
Innata carencia de empatía entre la criatura y la creación. Amplísima variedad de los destinos que viven el ser humano y su esfera terrenal.
Intereses humanos. Eternidad.
Calidad de invitado.
Verdadera riqueza material.
Decadente hábito extranjero. Abandonar la mesa cuando las mujeres se levantan.
Abundante actividad que sacar adelante.
Mi mente tenía plena libertad, para gozar del peligroso lujo de entregarse a sus propias y desenfrenadas reflexiones.
Salas yermas.
Llamativas circunstancias.
Su manera de afrontar la situación manifestó el dominio propio, su delicadeza.
Ilusiones. Hojas secas.
Devolver el valor.
Permitirse guiar por el consejo.
Sacrificado valor.
Seguir al pie de la letra los consejos.
Reglas elementales que rigen la facultad del raciocinio.
En mi fuero interno establecí esa conexión.
Ominosa semejanza.
Serie de azares y coincidencias corrientes.
Peligro emboscado en las tinieblas del futuro.
Letras rojas como llamaradas, con las que escribe el ángel caído.
Decisión avalada por hechos claros y verificables.
Tentar so capa de mera conjetura.
Pertinente asesoría en materia legal.
Poso de verdad.
Odio ciego.
Y si el ángel justiciero hubiera bajado del cielo, para confirmar sus afirmaciones, tampoco me habría persuadido, por más que pusiera ante mis ojos mortales su libro celestial.
Dotados para la investigación.
Absurda fantasía.
Imaginación suficiente para ver fantasmas.
Límites de la imaginación.
Fruto de perversidad de la imaginación.
Fuente de información.
Motivo de satisfacción.
Motivo de molestia y temor.
Poner anónimas trabas.
Motivo erróneo.
Razón de muchísimo peso.
Alteración del talante. Rastro de autoconciencia intranquila.
Tono de apasionada súplica.
Ruido, espectáculo.
Se produjo una transformación sumamente extraordinaria y asombrosa.
Reflexiones afables.
Impresión fuerte y duradera, que permanecía en su memoria.
Menester elemental y humanitario de devolverle la compostura.
Repentino arranque de cólera.
Tal vez el futuro dependa del uso que hagamos del presente.
Propiedades arrendadas.
Surgimiento de un menester dominante e imprevisto.
Quisquilloso orgullo del ser pobre.
Acopio de noticias.
Abogado. Modales, agradable sello de la formalidad y refinamiento de la vieja escuela de cortesía, avivados por la vigorosa agudeza y prontitud de un ser humano, cuya ocupación en esta vida le obliga a mantener sus facultades en óptimas condiciones. Trayectoria profesional de prosperidad acomodada y justificada.
Guardar la racional reserva, que impone la presencia de un extraño.
La lúgubre desnudez del invierno se extendía sobre el paraje.
Decidir el procedimiento a seguir.
Referencia profesional.
Un ser humano viejo. Optar por tomar las cosas desde el punto de vista más práctico.
Peso de la conversación.
Motivo de atracción.
Luz interior pura de su generosidad y piedad.
Dolor y apatía de la desilusión.
Arrepentirse de un compromiso tarde.
Su preocupación se manifestó en una mezcla de ternura y respeto.
Finura de ánimo.
Economizar azoramiento.
Manifestar síntomas de perturbación mental.
La gran belleza de la Ley consiste en que puede cuestionar una afirmación humana, hecha bajo cualquier circunstancia y reducida a cualquier forma.
Cumplimiento de índole estrictamente jurídico.
Elegancia y propiedad.
Imaginación. Escribía con el laconismo y la sencillez con que hablaba.
Generosidad y tolerancia. Apreciación.
Desprendimiento de un compromiso.
Jerga de los abogados. Equivocarse de reo.
Comunicación personal. Contrato de matrimonio.
Marcar diferencia entre la propiedad de la que sólo poseía el usufructo y aquella de la que podía disponer con libertad.
Desesperada adhesión al pasado, que prometía males futuros.
Mutuas posiciones.
Recorrido vital.
Preparación en duelo verbal.
Razón de determinación.
Oscuridades profesionales y tecnicismos.
Contrato adecuado.
Columbrar la razón.
Propiedad personal. Dinero.
De suma utilidad.
Tenía un pasar suficiente.
Procedimiento del usufructo vitalicio del dinero.
Asesor legal.
Nudo gordiano del asunto. Dinero.
Fuerza y razón.
Manejar con ecuanimidad los derechos de las partes.
Objeciones de índole trivial y técnica.
Motivo ruin y mercenario.
Datos económicos financieros.
Remediar la falta de liquidez.
Expresión franca y egoísta de menester.
Variedades de profesionales.
Instinto del abogado profesional. Regatear.
Todos los puntos de vista concebibles.
Razones puramente mercenarias.
Rango y linaje.
Penoso ejemplo.
Cuidado sin par.
Celos indignos.
Los motivos brotan.
Actual condición de estupor e insensibilidad.
Población levantisca.
Energía de carácter.
Límite del absurdo.
Remolino de reflexiones.
El famoso bandolero Dick Turpin huyó a York en un largo, duro, arduo, incesante galopar de horas y más horas.
Leer. Concentrarse en un libro.
Transformación moral. Matrimonio.
Sutil facultad que tienen los niños, para reconocer instintivamente a los amigos.
Manifiesta admiración, monstruo alegórico.
Me armé de renovado valor.
Apreciación extraña.
Honestos consejos.
La mayor parte de los hombres muestra su disposición natural cuando está en casa, como ha podido disimularla estando fuera.
Indicio de calor interior manifestado traicioneramente. Celos.
Libertad de su existencia anterior.
Los italianos poseen una extraordinaria aptitud a la hora de dominar nuestro idioma fuerte, duro y norteño.
Osada independencia de criterio.
Singulares incoherencias de carácter.
Las flores le gustan inmoderadamente.
Enorme sello de aspecto oficial.
Expresión de ira y alarma.
A tenor de las circunstancias.
Idea confiada con sencillez.
Abstractas reglas del honor.
En las transacciones existen dos alternativas.
Conseguir que las otras partes acepten letras a noventa días.
Manera de reunir dinero cuando venzan las letras.
Cuestión de un serio apuro económico.
Extraer una inferencia inevitable.
Lugar para la comisión de un crimen.
Los hombres de veras sabios son hombres buenos.
Los crímenes se delatan propiamente. Perla moral.
Despecho típico de los ingleses.
Epigrama moral.
Delincuentes necios y criminales inteligentes.
Cómoda máxima moral.
Diabólicamente cierto.
Virtud. Verdadera, falsa, genuina.
Elemental cortesía.
Recelos, carácter italiano.
Manifestar escrúpulos.
Expresión de impertérrita quietud.
Insolente injusticia.
Insulto encubierto y acechante, faena de profanación.
Naturaleza del contrato legal.
Transacción de índole mezquina y fraudulenta.
Transformación en el habla y el talante.
El aborrecimiento se conecta con el respeto.
Belleza perdida.
Censura del silencio.
Pintoresca comparación.
Objeción de peso a una iniciativa.
Estilo reposado e insistente.
Brutal carácter.
Referencia útil de cara al complicado presente y amenazante futuro.
Condición de vigilia o sueño.
Futuro ominoso, pavoroso.
Cuestión pendiente.
Transformar súbitamente las pretensiones.
Sensibilidad contenida.
Crepúsculos modestos y temblorosos ingleses.
Tiene lo natural encantos imperecederos y una ternura inextinguible.
Suspiran y meditan con languidez los hombres voluminosos.
Aducir una razón, expresar una objeción a la conducta.
Comunicación inminente y garantizada.
Impenetrable italiano.
Fuerza generada por una furiosa resistencia ante la ofensa y el perjuicio.
Conde ruin, espía miserable, informador.
Transmitir información.
Paciencia, opuesto a resistencia.
Loco de terror, atormentado por la culpa que le pesa.
Obtusa inteligencia, perro guardián.
Manifestar deseo.
Mostrarse tranquila y despreocupada, desdichado menester.
Insulto e injusticia infligido.
Sensación de humillación por haberme rebajado a pretender reconciliarme.
Gran abanico de recursos.
Instantes de reflexión.
Docilidad de las aves.
Acciones, propósito concreto.
Aptitud de disimulo.
Vil propósito en mente, tramar un designio.
Invariable humildad.
Manifestarse en las acciones con especial deliberación.
Manifiesta incapacidad.
Remedio para la jaqueca, irse a la cama.
Desquiciada disposición de ánimo.
Precipicio doméstico.
Burlar las precauciones.
Haberse propuesto examinar a fondo.
Sencillez y claridad británicas.
Presa de peligrosa locura.
Cautela, capacidad de previsión y resolución.
Inglés de talante pragmático.
Permitirse guiar por las circunstancias.
Hipotecar valores de terreno.
Hábito de la sinceridad.
Bajo férula, control.
Lluvia cruel.
Placer intelectual, lectura.
Grácil sencillez del estilo.
Proporcionar un inmenso beneficio a los compatriotas.
Las lágrimas se definen en términos científicos como una simple secreción corporal.
Pozo sin fondo de la confusión.
Odioso egoísmo del género humano, referencia que reciben las personas solteras.
Laberinto de complicaciones.
Vandálico vecindario.
La luz estimula, nutre, preserva.
Habitual flema británica.
Borrasca conyugal.
Más cháchara, más tiempo, para propagar gérmenes infecciosos en mis aposentos.
Manifiestamente increíble. Mi rostro no produjo en él la menor impresión.
Al límite de las fuerzas.
Sencillez y franqueza.
Menester de aceptar un empleo.
Anteponer la verdad por encima de cualquier otra apreciación.
Manifestarse la enfermedad.
Dominar la preocupación.
Atravesar por circunstancias adversas.
En pequeñas y delicadas atenciones se ponen de manifiesto las ventajas de quienes pertenecen a la aristocracia del ocio.
Divisa. No juzgar, para no ser juzgado.
Provecho anímico y edificación.
Poner de manifiesto los méritos.
Somo pobres seres descaminados.
Ociosa curiosidad.
Manifestar reparos, objeciones.
Experiencia guía.
Producirse la transformación.
Objeción silenciosa.
Sagrado deber de elemental humanidad.
Agria disputa.
Circunstancia desconcertante, sensación de inquietud, que empezaba a lastrar mi ánimo.
Debilidad pagana.
Cualidad de perdición que llevamos dentro.
Torquay. Localidad de clima benigno.
Manifestar inconvenientes.
Difundir rumores y aventar escándalos.
Una blanda réplica quita hierro a la ira.
Encogimiento de hombros, gesto de magra complexión extranjera.
Ataque de pánico y frenesí.
Delincuente que se da a la fuga.
Camposanto. Terreno consagrado a la gentileza y la bondad, el recuerdo, el respeto y el dolor.
El tiempo pasó volando, había caído el silencio, como la noche espesa, sobre su curso.
Peligros de muerte renovados y rehuidos.
Mano que por la senda oscura guía a los hombres
Informe breve y llano, estudiado, sencillo y conciso.
Corredor de comercio, venta de valores que poseía.
Curso cotidiano de nuestras vidas. Rumbo asentado.
Instinto de amor, con más garantía que el ejercicio de razonamiento, más perspicacia que el proceso orgánico de experimentación.
Vuelo de la fantasía.
Calor del cariño.
Tenue luz de Londres.
Alimentos revigorizantes.
Cartas, naipes y otras naderías por el estilo.
Reunir los hechos y recurrir al consejo.
Piedra que podía hacernos tropezar en el umbral de la salida. Punto flaco de información.
Abogado nada proclive a manifestar sus simpatías con desconocidos ni de alterar su actitud profesional.
Fraude astutamente urdido.
Decir con acrimonia.
Valor de los puntos elementales de la exposición.
Cuando un jurado inglés tiene que decidir entre un hecho, que está claro en la superficie de las cosas y una larga y profunda explicación bajo la superficie, siempre prefiere el hecho a la explicación.
Disposición anímica, remate metafísico.
Mantenerse la causa.
Perspectivas reales.
Las cuestiones de dinero entran en la esfera de las cuestiones legales.
Motivo económico, beneficio personal.
Consejo útil.
Pruebas y gastos legales.
Consejo, ayuda.
Oponer astucia a la astucia.
Resignación, sublime virtud.
Humilde descanso del hogar eternamente reparador y reconfortante.
Las tormentas de la vida pasan sin daño sobre el valle del recogimiento.
Energías y maquinaciones.
Insolente familiaridad del idioma.
Fiero carácter arrebatado.
Confabulación y afán de lucro.
Fin decretado.
Cálculos retrospectivos.
Serie de dificultades.
Mandatos judiciales en los muros.
Injerencia, allanamiento.
Tipo de demanda legal.
Motivos contaminados por el instinto de venganza.
Justamente equilibrado lo mejor y lo peor de mi persona.
Propuesta, atisbo de éxito.
Educar mentores particulares.
Proverbio. No pensaba esperar a que las ranas criaran pelo.
Exonerar del reproche futuro de autoconciencia.
Sustancia de la información.
Consejo de allegados.
Se manifestaron los primeros síntomas serios de la enfermedad.
Carácter impulsivo.
Apariencias y verdad.
Sospecha infundada.
Dibujos amigos de la adversidad pasada.
He reposado un momento en el progreso de mi relato.
Disfrazarse. Vulgar turba de espías y soplones.
Procedimiento duro.
Yo había despertado en su nido la serpiente de un odio pasado.
Curso de mi proceder.
Folletos con emblemas góticos en tinta roja.
Desdén manifestado.
Escribiente de sacristía, abogado.
Idea exagerada de la distancia e intensa percepción de lo que cuesta ir de un sitio a otro, característica de la gente del campo.
Irritación consciente.
Vía de acción.
Dueño del tiempo.
Ganancia de tiempo.
Alcance de la imaginación.
Castigo de la Ley.
Propósito obsesivo.
El fuego saltó afuera como un animal salvaje de su guarida.
Viga utilizada de ariete frente la puerta.
Sábana de fuego vivo.
Objeto de las pesquisas legales.
Auxiliar los fines de la investigación.
Incomprensible mundo, lo trivial y terrible corren parejos.
La ironía de las circunstancias no respeta ninguna catástrofe mortal.
Usurpación de derechos ajenos. Esencia del delito.
Generosidad de una sabandija.
Vestido de la virtud de percalina.
Colaborar con el propósito de la investigación.
Manifestar en una declaración.
Girar la conversación.
Tarjeta con una corona condal.
Férreo carácter.
Apremio de un futuro incierto.
Generoso hasta el derroche.
Natural energía de carácter.
Consejos y criterio.
Manifiestamente incapaz de auxiliar a la defensa de su propio caso.
Manifiesto mi deseo de que sea mi esposa.
Curso del relato.
Errar dulcemente guiado por el amor.
Reino sagrado del sueño.
Circunstancias detalladas.
Punto de vista de un lector de periódicos.
Se le ensombreció el rostro a causa de una angustia evidente.
Punto de superstición.
Resma de papel.
Elemental reserva diplomática.
Química. Su investigación confiere poder ilimitado.
Añadir acontecimientos a la cadena que ha enlazado esta historia.
Nueva sensación de liberación, tras la prolongada opresión del pasado.
Interés por el bienestar.
Curiosidad y apetito popular por los horrores.
Haber revelado la verdad.
Aro de coral de niño.
(La dama de blanco)
"Elegante" retraso de media hora en la invitación a cenar.
Correcta y escueta disculpa.
Tácita anticipación.
Ausencia manifiesta.
Carácter impulsivo.
Oscuro laberinto del pasado.
Aspecto notable, don o ventaja natural en escalar posiciones en la política.
Imaginación excéntrica.
Habituales enseñanzas materiales, que conforman el concepto mundano de educación.
Retenido por negocios que no admitían dilación.
Época oscura, en la que el ferrocarril y el telégrafo eran sólo visiones en las mentes de los inventores.
Mensaje de aceptación.
Amable, complaciente y humilde.
Sombra de la adversidad, sello de la muerte, aguas del olvido.
Negocio de especulación de tierras.
Fanáticos indígenas.
Posición de caballero acomodado.
Carácter y experiencia.
Distancia que da el tiempo.
Punto clave del relato.
Ganar favor con la ayuda del tiempo.
Carácter y situación.
Transformación alarmante de la salud.
Carrera como hacendado.
Transformaciones favorables, morales y mentales.
Impulso que nos empuja, en evidentes grados de agitación, a refugiarnos en el movimiento y la transformación.
Dividido entre dos leyes; las leyes de galantería y las leyes de humanidad.
Atendía todos los asuntos humanos desde un invariable punto de vista práctico.
Explicación racional.
Dos caras de la cuestión.
Manifestar reparo.
Humilde dignidad.
Desesperada búsqueda del olvido.
El grave carácter de la situación tuvo su efecto.
Movimiento vigoroso del mundo.
Disposición de apatía.
Firme consejo.
Disposicición de inquietud.
Silencio impenetrable.
Solitaria libertad del páramo.
Lujo delicioso.
Misterioso desorden nervioso.
La sombra de un pasado pesar se fragua silenciosa e impenetrable sobre su persona.
Virtudes reparadoras del sueño.
Morbidez de los nervios, más sensibles a la acción de la luz.
Gato. Su carácter afable le obliga a vincularse a algo.
Criterios impopulares.
Capacidad para pintar con palabras.
Infinitos grados de aproximación por los que sorprendió e invadió mi habitual reserva.
La vista, el más poderoso de los influjos.
Idea de la identidad a medias intuida, opuesto a firme resolución.
Haber irrumpido en su mente, desplazando las otras personas y circunstancias.
Proponerse tener la mente ocupada de forma útil.
Mi memoria retrocedió, desafiando mi voluntad.
Horizonte de páramos.
Límite entre el haz de luz y la oscuridad.
Casos de complejos trastornos nerviosos.
El tiempo y la transformación hacen bien.
Consciente de una transformación.
Resplandor puro y estelado, luz pálida y sobrenatural.
Pálido halo que rodeaba la presencia fantasmal.
Movido por una voluntad, de la que no era consciente.
Extraña sensación, mezcla de arrobamiento y temerosa admiración, al percibir su contacto.
Víctima de un trance o sueño.
Neutralizado inconscientemente la influencia de su voluntad en el sueño con su voluntad en la vigilia, las palabras habían desaparecido.
Conciliar el sueño de forma natural, uno de los lujos de la vida.
Una peculiaridad de la mayoría de los fármacos soporíferos es que actúan de una manera completamente distinta en diversas constituciones, ni siquiera se puede esperar en que actúen siempre de una manera en una persona.
Una disposición de somnolencia, la mente con la aptitud de seguir un indolente hilo de agradables reflexiones.
Afirmación no válida científicamente, una mitad de mí permanecía dormida y la otra despierta.
Romper los lazos que mantienen sujeto a la condición de consciencia, sumergirse apaciblemente en un sueño profundo.
Despertar, recobrar el uso de la memoria.
Sórdidas preocupaciones de la vida.
Encantador objeto de mi tierna adoración.
Instintos de la profesión.
Autoconciencia lúcida del horror de la situación.
Proceso orgánico de recuperación.
Transformación favorable.
Magia del dinero.
En aquella época no era raro que un ser humano estuviera encerrado de por vida, a causa de las deudas.
Terrorífico recuerdo.
Una palabra que pudiera estimular su imaginación.
Consejos legales.
Temor agudo y penetrante.
Saber maduro y consumado.
Frágiles dominios de la vida.
Existe un límite, moral como físico, en nuestra aptitud de resistir.
Condición de la vida anterior.
Otra esfera del tiempo.
Cadena de hechos que recorre el relato.
Ironía de las circunstancias.
Tiempo en el que las comunicaciones eran lentas.
Escribir de forma inteligente y cabal.
Afinidades ocultas.
Cumplimiento de un asunto formal de negocios.
Sufrir una transformación acusada.
Objeciones morales al suicidio.
Luz invariable y mística.
Menester prolongado de reposo, por una condición de agotamiento del cerebro, excitado previamente por delirios.
Orgullo. Sentido innato del pundonor.
El mesmerismo justifica la visión como el resultado menesteroso de una afinidad desarrollada profundamente.
Tentación arrolladoramente infame e irresistible.
Delicada posición. Menester de seguir el juego.
Lo grotesco y lo terrible, aliados en esta extraña vida.
Atmósfera empozoñada de mi mente.
Gesto extático de agradecimiento.
(Dos Destinos)
Olas del tiempo.
Puertas de la vida, mano de la muerte, puertas del sepulcro.
Brillo de la inteligencia.
El curso de sus ideas la apartaba más y más de la realidad externa.
Un compromiso solemne.
La fuerza del nerviosismo le hacía temblar las manos hasta un alto grado.
Poder de decisión.
Palidez del temor.
Letras desteñidas por el tiempo.
Laberinto de inútiles conjeturas.
Desconfianza instintiva.
Mercantil y bárbaro Londres.
Aflicción de la ceguera.
Senderos angostos de la controversia.
Un ataque de angustia.
Subastas. Mal lote de difícil salida.
Fenómeno de la extravagancia.
Reparador efecto del tiempo para todo recuerdo doloroso.
Sobrevalorar las ventajas del nacimiento y del rango.
Como es mucho lo que se puede aprender, cuanto más vivimos más información hay por adquirir.
Apogeo de la ternura o de la indignación.
Amarilla guinea.
El lujo de escuchar.
Probablemente no haya mejor prueba de la exactitud de esa definición del ser humano que lo describe como un animal imitador, que la que se encuentra con el hecho de que el veredicto de la humanidad es opuesto a cualquier miembro singular de la especie que presume de ser diferente del resto.
Ejército mortal.
Vergüenza, ridículo y soledad.
Avispados hombres de negocios de Londres. Podía discutir desde el lado equivocado cualquier cuestión con unos agudos sofismas y un sarcasmo que el propio doctor Johnson habría envidiado. Comodidades y lujos que da el dinero gastado.
Amargura frente la humanidad.
Circunstancias ambientales de la decadencia.
Fuerza, insolencia, fealdad, grosería y astucia del rostro y la figura.
Fingir humildad con sarcasmo.
Escalada de agravios.
Despertar atracción con un grado extraordinario.
Ruidos profundos, misteriosos, crujientes que se permiten oír por la noche dentro de una casa vieja.
Narcótica influencia de los himnos.
Es sabio dar por azar con la verdad genuina.
Física gracia de la reserva.
Grado de diversión.
El estremecimiento de una terrible sospecha le recorrió todo el cuerpo.
Condición de agitación de la perplejidad y la alarma.
Imagen de la estupefacción y la desesperación.
Barrera del terror.
Ojos con aspecto de intriga angustiosa con absorbente ansiedad.
Aunque sea una cosa habitual, el instinto inexorable de la propiedad guiaba la acción más insignificante.
Dignidad del cuerpo médico.
El poder de la riqueza puede lograr muchas cosas con total impunidad, pero carece del mérito de rebatir con la práctica la buena opinión propia que uno tiene.
El rango y los ricos.
Presunción y familiaridad.
No tenía bolsillos, pero metió los pulgares dentro de las sisas del chaleco y de esta manera se impuso ante la sencilla insolencia de la riqueza.
Condición de violenta agitación y alarma.
Modales refinados de la categoría adinerada.
Disposición de conmoción nerviosa.
Te lamentas de los efectos y te olvidas de las causas.
Serie de vívidas impresiones producidas por un sueño.
Amargo problema y pesada carga.
Dicen los pícaros ingleses, es muy sencillo como mentir.
Poseedor del carácter sencillo de un niño y dotado de la flexible disposición de un niño.
Indisimulable asombro.
¿Ha habido sobre el mundo alguna emoción fuerte que pudiera expresar adecuacamente su propia fuerza?
Cuántos momentos hay de esta vida mortal que con todo nuestro pretencioso poder del idioma las palabras nos fallan a traición y la página no presenta más que la visión de un perfecto vacío.
Un epicúreo sentado ante una buena comida.
El transcurso del tiempo había marcado su rastro palpable; las huellas cuyas marcas eran las tumbas.
La atención corriente puede distraerse; la atención imparcial no conoce la fatiga y, además, es superior al poder de la torpeza y al poder del tiempo.
Se inclinaba y encontraba con tal soberbio gesto de educación que tenía algo sobrehumano con su movimiento y pericia.
La celeridad de decisión que distingue a los hombres superiores.
Don de la familiaridad.
Peculiar y lento contoneo que se permiten los ingleses serios cuando salen a hacer un poco de ejercicio los domingos.
Mejor una guía viva que habla y que se mueve, que las hojas muertas del papel impreso.
Educada petición.
Atar los fragmentos de reflexiones.
El paroxismo del horror supersticioso que la poseía le paralizaba los miembros y los rasgos.
Despertar a la autoconciencia instantánea de los sucesos y peligros presentes.
La ciencia de la fisonomía es un total engaño.
Los hombres altamente estúpidos sienten intenso placer al oírse hablar.
Sal volátil.
Tipo de tos ligera y desconfiada.
Expresión de reserva temerosa.
Hechos, circunstancias y sucesos.
Consejo legal, asesoría jurídica, ayuda canónica.
Reserva de paciencia y educación.
Tono ofensivo y grosero, apoyándose con el recurso de la autoridad insolente, desde la turbia autoconciencia del absurdo de su propia posición que se imponía mientras hablaba.
Exasperante educación.
Reverencia fantástica.
Resignación de la desesperación.
Carácter reservado.
La tiranía de la reserva que administraba su vida se expresaba con tristeza y elocuencia con el pequeño gesto de ocultar el rostro con las manos.
Redacción copiosamente engalanada con flores retóricas, extraordinariamente larga como relato y excesivamente confusa como relato de los hechos.
Inestimable cualidad, el sencillo y despejado sentido común.
Caos de la negligencia.
Fortalecido por el supremo don de la ignorancia.
Ultimo escondite del misterio.
Justificar la actitud.
Satisfacción infantil.
El primer requisito para escribir una novela es tener una idea del argumento.
Saltar de un argumento romántico de una situación novelesca a la cuestión práctica de leer una vieja carta.
Protegerse de fórmulas técnicas y retrasos.
Fantásticas reverencias, acto de homenaje, inocencia e indefensión.
Esconderse dentro de la grandeza vacía de la gran ciudad, Londres, que traga la gente y las cosas que van a parar allí.
Dirigir la investigación de una esencia delicada y privada.
Grado de intimidad.
Condición de intriga.
Generosa amabilidad.
Los lazos afectivos más fuertes se forman entre personas muy distintas.
Bromas de farsa.
Voluntad tiránica.
La noche con las inquietudes que quitan el sueño transcurrió al fin y la luz matutina nació ilusionadamente.
Brillante rubor de deleite y sorpresa.
No hay dicho más comúnmente aceptado que el que expone que el tiempo todo lo cura y probablemente ningún dicho exprese la verdad de manera más imperfecta. La actividad que debemos realizar, las responsabilidades que debemos emprender, la imitación que debemos dar a los demás es lo que todo lo cura, pues aplica el primer remedio a la enfermedad del dolor. El tiempo no posee más que el valor negativo de ayudar al dolor a consumirse.
El tiempo puede atribuirse muchas victorias, pero no la victoria sobre el dolor.
Sombra de una grave aflicción.
El menester no hace concesiones al tiempo.
Estrépito de Londres.
Cadena de circunstancias.
Don del idioma.
El honor más alto es aquel que ningún accidente puede arrebatar; el honor que confieren el amor y la verdad.
Vestir, con el colorido de la ficción novelesca, el escueto esquema de la verdad histórica.
Muy extraordinaria es la fuerza de la expresión, supera la de la semejanza física.
Realidades vitales del mundo y de las regiones umbrosas de las aspiraciones y de la especulación.
Desconocido, paria, ser humano olvidado, deshonrado, abandonado, solitario y derrotado.
Velo del olvido.
Aptitud de reflexión o percepción. Losa del olvido.
La divina elocuencia de la emoción humana.
Conversación mantenida en voz queda, susurrante.
La extraordinaria fuerza de la expresión supera la de la semejanza física.
Actitud calmada y triste.
Las tiernas y dulces emociones habían revivido en sus maneras, al calor de los recuerdos.
Conversación lánguida de los cortesanos.
Bajo la influencia de un hechizo.
El brazo de la reforma.
Enfrascados en animadas conversaciones.
Atribuir a los ciudadanos ese refinamiento de la valía intrínseca, demasiado elevada para influir sobre el carácter del comportamiento publico.
Rasgos acusados y regulares.
La funesta costumbre de transmitir los mensajes con el aire de un criminal.
Aire de reserva en las maneras.
Intensidad de las emociones.
La capacidad creativa de las emociones humanas, el ingenio, la vivacidad y la gentileza del carácter.
Expresión de concentrada, severa, amarga reflexión.
Ortodoxo paganismo.
Una calamidad de signo privado.
Peso de una maldición.
Cuando se extinguen las variadas emociones -de alegría o de dolor-, que marca el tiempo en la memoria y que imprimen su huella en el itinerario del corazón, los años son como horas, las horas como instantes.
Su imaginación revivió, mediante un penoso ejercicio de la memoria.
Depósitos de los tesoros.
La profundidad y la intensidad de sus emociones.
La violencia de las emociones.
Emociones de sorpresa y de inquietud.
Actitud de astucia.
Su natural había comenzado a retornar al influjo restaurador de las emociones optimistas.
Su pecho se agitaba como si sus emociones estuvieran a punto de abrirse paso al exterior de forma palpable.
Las emociones de las que había sido presa agitaban su mente.
Fuertes emociones de pesar y remordimiento.
Los argumentos que usara, para conmover.
Dominado por sus encontradas emociones.
La tierna elocuencia de la piedad y el amor.
La elocuencia sencilla, pero vigorosa, de las emociones pujantes.
Su mente, dúctil a los efectos de la conmoción provocada por las violentas emociones, reasumió su acostumbrado equilibrio.
La delirante energía de su decisión.
La prueba de la cosecha está en la cantidad de grano, no en el habla del granjero.
Actitud de atención y seriedad.
Erial de fieras emociones.
Tras las apacibles emociones del día solitario.
Gran contienda de secretas emociones.
Celo mecánico.
Pasión benéfica de gentiles emociones.
Emociones tumultuosas de temor y aprensión.
Absorbentes emociones de gratitud.
Recuerdos y terribles anticipaciones.
Las alegrías, las ilusiones, las alegres ocupaciones, sólo la memoria puede preservarlas, tal como eran.
Los afectos primeros sobreviven al agotamiento de las emociones tormentosas y las ambiciones de años posteriores, que pueden ocupar, pero no absorber el ánimo que nos estimula.
Los brazos extendidos, como si realizara una acusación.
Los oscuros velos de la quietud y el vacío cubrieron su mente.
Una feroz anticipación del triunfo daba alas a sus pies.
La sombra fiel a la sustancia.
Facultad de la actuación mecánica.
Los misterios de la creación subterránea, los pulsos gigantescos de la Acción y el Calor, que son las fuentes de la vida, que hacen girar al mundo.
La influencia misteriosa y hereditaria de la superstición, cuyo poder es la más prolongada labor de la verdad destruir.
Un día específico, una hora concreta.
(Antonina)
Laberinto de las leyes.
El fin primordial de un libro de ficción es contar una historia. Trazo de los personajes. Aliciente humano respecto de los acontecimientos.
Influjo lubricante del oro.
Ley sometida al dinero.
Heredar referencias profesionales. Perspectivas.
Parodia altisonante y extranjerizante.
Obligación de manifestar gratitud por asilo y subsistencia.
Artificiosa reserva británica.
Noticias de muy agradable cariz.
Insular concepto de la corrección, opuesto a idiosincrático desprecio por las apariencias.
Maravillosas noticias.
Llama eterna del genio.
Ser humano flemático, de dinero.
Billete. Estipular los términos de obligación convenidos. Contrato.
Irracional resistencia.
Débiles objeciones.
Manifiesta sinceridad y afecto inspirados por las reconvenciones.
Proverbio inglés. Cuando brille tu sol en Cumberland, en nombre del cielo, no olvides segar el heno.
Ideas engendradas de forma natural, por la próxima transformación, en hábitos y ocupaciones.
Fantasmagóricas imaginaciones.
Nube oscura que pendía sobre Londres.
Desconcertantes circunstancias.
Hacer una promesa de forma reflexiva.
Equilibrio de facultades.
El mar se abrió alborozado.
Tediosa experiencia londinense de ladrillos y cemento.
Vieja máxima, convención. La Naturaleza no puede equivocarse.
Expresión luminosa, franca, inteligente.
Incomodidad y desamparo familiares en los sueños cuando, de hecho, reconocemos, sin poderlas conciliar, las anomalías y estorbos propios de los sueños.
Té reconstituyente.
Pasión elemental como innata.
Carácter harto nervioso y sensible.
Vivaz donaire, delicioso refinamiento de lo familiar.
Abundancia de halagos.
Medallón de peltre. Aleación de estaño, plomo y cinc.
Reforma en la complexión de los niños.
La Naturaleza tiene mucho que hacer en este mundo, engendrar una variedad inmensa de seres coexistentes. Dispares procesos orgánicos.
Chalet suizo.
Clara, abierta verdad de la visión.
Actividad paciente.
Sensaciones familiares.
Deshizo el nudo gordiano del azoramiento con su estilo resuelto y llano.
Plumaje de vanidad.
Clave del carácter. Generosa familiaridad con los demás.
Innata carencia de empatía entre la criatura y la creación. Amplísima variedad de los destinos que viven el ser humano y su esfera terrenal.
Intereses humanos. Eternidad.
Calidad de invitado.
Verdadera riqueza material.
Decadente hábito extranjero. Abandonar la mesa cuando las mujeres se levantan.
Abundante actividad que sacar adelante.
Mi mente tenía plena libertad, para gozar del peligroso lujo de entregarse a sus propias y desenfrenadas reflexiones.
Salas yermas.
Llamativas circunstancias.
Su manera de afrontar la situación manifestó el dominio propio, su delicadeza.
Ilusiones. Hojas secas.
Devolver el valor.
Permitirse guiar por el consejo.
Sacrificado valor.
Seguir al pie de la letra los consejos.
Reglas elementales que rigen la facultad del raciocinio.
En mi fuero interno establecí esa conexión.
Ominosa semejanza.
Serie de azares y coincidencias corrientes.
Peligro emboscado en las tinieblas del futuro.
Letras rojas como llamaradas, con las que escribe el ángel caído.
Decisión avalada por hechos claros y verificables.
Tentar so capa de mera conjetura.
Pertinente asesoría en materia legal.
Poso de verdad.
Odio ciego.
Y si el ángel justiciero hubiera bajado del cielo, para confirmar sus afirmaciones, tampoco me habría persuadido, por más que pusiera ante mis ojos mortales su libro celestial.
Dotados para la investigación.
Absurda fantasía.
Imaginación suficiente para ver fantasmas.
Límites de la imaginación.
Fruto de perversidad de la imaginación.
Fuente de información.
Motivo de satisfacción.
Motivo de molestia y temor.
Poner anónimas trabas.
Motivo erróneo.
Razón de muchísimo peso.
Alteración del talante. Rastro de autoconciencia intranquila.
Tono de apasionada súplica.
Ruido, espectáculo.
Se produjo una transformación sumamente extraordinaria y asombrosa.
Reflexiones afables.
Impresión fuerte y duradera, que permanecía en su memoria.
Menester elemental y humanitario de devolverle la compostura.
Repentino arranque de cólera.
Tal vez el futuro dependa del uso que hagamos del presente.
Propiedades arrendadas.
Surgimiento de un menester dominante e imprevisto.
Quisquilloso orgullo del ser pobre.
Acopio de noticias.
Abogado. Modales, agradable sello de la formalidad y refinamiento de la vieja escuela de cortesía, avivados por la vigorosa agudeza y prontitud de un ser humano, cuya ocupación en esta vida le obliga a mantener sus facultades en óptimas condiciones. Trayectoria profesional de prosperidad acomodada y justificada.
Guardar la racional reserva, que impone la presencia de un extraño.
La lúgubre desnudez del invierno se extendía sobre el paraje.
Decidir el procedimiento a seguir.
Referencia profesional.
Un ser humano viejo. Optar por tomar las cosas desde el punto de vista más práctico.
Peso de la conversación.
Motivo de atracción.
Luz interior pura de su generosidad y piedad.
Dolor y apatía de la desilusión.
Arrepentirse de un compromiso tarde.
Su preocupación se manifestó en una mezcla de ternura y respeto.
Finura de ánimo.
Economizar azoramiento.
Manifestar síntomas de perturbación mental.
La gran belleza de la Ley consiste en que puede cuestionar una afirmación humana, hecha bajo cualquier circunstancia y reducida a cualquier forma.
Cumplimiento de índole estrictamente jurídico.
Elegancia y propiedad.
Imaginación. Escribía con el laconismo y la sencillez con que hablaba.
Generosidad y tolerancia. Apreciación.
Desprendimiento de un compromiso.
Jerga de los abogados. Equivocarse de reo.
Comunicación personal. Contrato de matrimonio.
Marcar diferencia entre la propiedad de la que sólo poseía el usufructo y aquella de la que podía disponer con libertad.
Desesperada adhesión al pasado, que prometía males futuros.
Mutuas posiciones.
Recorrido vital.
Preparación en duelo verbal.
Razón de determinación.
Oscuridades profesionales y tecnicismos.
Contrato adecuado.
Columbrar la razón.
Propiedad personal. Dinero.
De suma utilidad.
Tenía un pasar suficiente.
Procedimiento del usufructo vitalicio del dinero.
Asesor legal.
Nudo gordiano del asunto. Dinero.
Fuerza y razón.
Manejar con ecuanimidad los derechos de las partes.
Objeciones de índole trivial y técnica.
Motivo ruin y mercenario.
Datos económicos financieros.
Remediar la falta de liquidez.
Expresión franca y egoísta de menester.
Variedades de profesionales.
Instinto del abogado profesional. Regatear.
Todos los puntos de vista concebibles.
Razones puramente mercenarias.
Rango y linaje.
Penoso ejemplo.
Cuidado sin par.
Celos indignos.
Los motivos brotan.
Actual condición de estupor e insensibilidad.
Población levantisca.
Energía de carácter.
Límite del absurdo.
Remolino de reflexiones.
El famoso bandolero Dick Turpin huyó a York en un largo, duro, arduo, incesante galopar de horas y más horas.
Leer. Concentrarse en un libro.
Transformación moral. Matrimonio.
Sutil facultad que tienen los niños, para reconocer instintivamente a los amigos.
Manifiesta admiración, monstruo alegórico.
Me armé de renovado valor.
Apreciación extraña.
Honestos consejos.
La mayor parte de los hombres muestra su disposición natural cuando está en casa, como ha podido disimularla estando fuera.
Indicio de calor interior manifestado traicioneramente. Celos.
Libertad de su existencia anterior.
Los italianos poseen una extraordinaria aptitud a la hora de dominar nuestro idioma fuerte, duro y norteño.
Osada independencia de criterio.
Singulares incoherencias de carácter.
Las flores le gustan inmoderadamente.
Enorme sello de aspecto oficial.
Expresión de ira y alarma.
A tenor de las circunstancias.
Idea confiada con sencillez.
Abstractas reglas del honor.
En las transacciones existen dos alternativas.
Conseguir que las otras partes acepten letras a noventa días.
Manera de reunir dinero cuando venzan las letras.
Cuestión de un serio apuro económico.
Extraer una inferencia inevitable.
Lugar para la comisión de un crimen.
Los hombres de veras sabios son hombres buenos.
Los crímenes se delatan propiamente. Perla moral.
Despecho típico de los ingleses.
Epigrama moral.
Delincuentes necios y criminales inteligentes.
Cómoda máxima moral.
Diabólicamente cierto.
Virtud. Verdadera, falsa, genuina.
Elemental cortesía.
Recelos, carácter italiano.
Manifestar escrúpulos.
Expresión de impertérrita quietud.
Insolente injusticia.
Insulto encubierto y acechante, faena de profanación.
Naturaleza del contrato legal.
Transacción de índole mezquina y fraudulenta.
Transformación en el habla y el talante.
El aborrecimiento se conecta con el respeto.
Belleza perdida.
Censura del silencio.
Pintoresca comparación.
Objeción de peso a una iniciativa.
Estilo reposado e insistente.
Brutal carácter.
Referencia útil de cara al complicado presente y amenazante futuro.
Condición de vigilia o sueño.
Futuro ominoso, pavoroso.
Cuestión pendiente.
Transformar súbitamente las pretensiones.
Sensibilidad contenida.
Crepúsculos modestos y temblorosos ingleses.
Tiene lo natural encantos imperecederos y una ternura inextinguible.
Suspiran y meditan con languidez los hombres voluminosos.
Aducir una razón, expresar una objeción a la conducta.
Comunicación inminente y garantizada.
Impenetrable italiano.
Fuerza generada por una furiosa resistencia ante la ofensa y el perjuicio.
Conde ruin, espía miserable, informador.
Transmitir información.
Paciencia, opuesto a resistencia.
Loco de terror, atormentado por la culpa que le pesa.
Obtusa inteligencia, perro guardián.
Manifestar deseo.
Mostrarse tranquila y despreocupada, desdichado menester.
Insulto e injusticia infligido.
Sensación de humillación por haberme rebajado a pretender reconciliarme.
Gran abanico de recursos.
Instantes de reflexión.
Docilidad de las aves.
Acciones, propósito concreto.
Aptitud de disimulo.
Vil propósito en mente, tramar un designio.
Invariable humildad.
Manifestarse en las acciones con especial deliberación.
Manifiesta incapacidad.
Remedio para la jaqueca, irse a la cama.
Desquiciada disposición de ánimo.
Precipicio doméstico.
Burlar las precauciones.
Haberse propuesto examinar a fondo.
Sencillez y claridad británicas.
Presa de peligrosa locura.
Cautela, capacidad de previsión y resolución.
Inglés de talante pragmático.
Permitirse guiar por las circunstancias.
Hipotecar valores de terreno.
Hábito de la sinceridad.
Bajo férula, control.
Lluvia cruel.
Placer intelectual, lectura.
Grácil sencillez del estilo.
Proporcionar un inmenso beneficio a los compatriotas.
Las lágrimas se definen en términos científicos como una simple secreción corporal.
Pozo sin fondo de la confusión.
Odioso egoísmo del género humano, referencia que reciben las personas solteras.
Laberinto de complicaciones.
Vandálico vecindario.
La luz estimula, nutre, preserva.
Habitual flema británica.
Borrasca conyugal.
Más cháchara, más tiempo, para propagar gérmenes infecciosos en mis aposentos.
Manifiestamente increíble. Mi rostro no produjo en él la menor impresión.
Al límite de las fuerzas.
Sencillez y franqueza.
Menester de aceptar un empleo.
Anteponer la verdad por encima de cualquier otra apreciación.
Manifestarse la enfermedad.
Dominar la preocupación.
Atravesar por circunstancias adversas.
En pequeñas y delicadas atenciones se ponen de manifiesto las ventajas de quienes pertenecen a la aristocracia del ocio.
Divisa. No juzgar, para no ser juzgado.
Provecho anímico y edificación.
Poner de manifiesto los méritos.
Somo pobres seres descaminados.
Ociosa curiosidad.
Manifestar reparos, objeciones.
Experiencia guía.
Producirse la transformación.
Objeción silenciosa.
Sagrado deber de elemental humanidad.
Agria disputa.
Circunstancia desconcertante, sensación de inquietud, que empezaba a lastrar mi ánimo.
Debilidad pagana.
Cualidad de perdición que llevamos dentro.
Torquay. Localidad de clima benigno.
Manifestar inconvenientes.
Difundir rumores y aventar escándalos.
Una blanda réplica quita hierro a la ira.
Encogimiento de hombros, gesto de magra complexión extranjera.
Ataque de pánico y frenesí.
Delincuente que se da a la fuga.
Camposanto. Terreno consagrado a la gentileza y la bondad, el recuerdo, el respeto y el dolor.
El tiempo pasó volando, había caído el silencio, como la noche espesa, sobre su curso.
Peligros de muerte renovados y rehuidos.
Mano que por la senda oscura guía a los hombres
Informe breve y llano, estudiado, sencillo y conciso.
Corredor de comercio, venta de valores que poseía.
Curso cotidiano de nuestras vidas. Rumbo asentado.
Instinto de amor, con más garantía que el ejercicio de razonamiento, más perspicacia que el proceso orgánico de experimentación.
Vuelo de la fantasía.
Calor del cariño.
Tenue luz de Londres.
Alimentos revigorizantes.
Cartas, naipes y otras naderías por el estilo.
Reunir los hechos y recurrir al consejo.
Piedra que podía hacernos tropezar en el umbral de la salida. Punto flaco de información.
Abogado nada proclive a manifestar sus simpatías con desconocidos ni de alterar su actitud profesional.
Fraude astutamente urdido.
Decir con acrimonia.
Valor de los puntos elementales de la exposición.
Cuando un jurado inglés tiene que decidir entre un hecho, que está claro en la superficie de las cosas y una larga y profunda explicación bajo la superficie, siempre prefiere el hecho a la explicación.
Disposición anímica, remate metafísico.
Mantenerse la causa.
Perspectivas reales.
Las cuestiones de dinero entran en la esfera de las cuestiones legales.
Motivo económico, beneficio personal.
Consejo útil.
Pruebas y gastos legales.
Consejo, ayuda.
Oponer astucia a la astucia.
Resignación, sublime virtud.
Humilde descanso del hogar eternamente reparador y reconfortante.
Las tormentas de la vida pasan sin daño sobre el valle del recogimiento.
Energías y maquinaciones.
Insolente familiaridad del idioma.
Fiero carácter arrebatado.
Confabulación y afán de lucro.
Fin decretado.
Cálculos retrospectivos.
Serie de dificultades.
Mandatos judiciales en los muros.
Injerencia, allanamiento.
Tipo de demanda legal.
Motivos contaminados por el instinto de venganza.
Justamente equilibrado lo mejor y lo peor de mi persona.
Propuesta, atisbo de éxito.
Educar mentores particulares.
Proverbio. No pensaba esperar a que las ranas criaran pelo.
Exonerar del reproche futuro de autoconciencia.
Sustancia de la información.
Consejo de allegados.
Se manifestaron los primeros síntomas serios de la enfermedad.
Carácter impulsivo.
Apariencias y verdad.
Sospecha infundada.
Dibujos amigos de la adversidad pasada.
He reposado un momento en el progreso de mi relato.
Disfrazarse. Vulgar turba de espías y soplones.
Procedimiento duro.
Yo había despertado en su nido la serpiente de un odio pasado.
Curso de mi proceder.
Folletos con emblemas góticos en tinta roja.
Desdén manifestado.
Escribiente de sacristía, abogado.
Idea exagerada de la distancia e intensa percepción de lo que cuesta ir de un sitio a otro, característica de la gente del campo.
Irritación consciente.
Vía de acción.
Dueño del tiempo.
Ganancia de tiempo.
Alcance de la imaginación.
Castigo de la Ley.
Propósito obsesivo.
El fuego saltó afuera como un animal salvaje de su guarida.
Viga utilizada de ariete frente la puerta.
Sábana de fuego vivo.
Objeto de las pesquisas legales.
Auxiliar los fines de la investigación.
Incomprensible mundo, lo trivial y terrible corren parejos.
La ironía de las circunstancias no respeta ninguna catástrofe mortal.
Usurpación de derechos ajenos. Esencia del delito.
Generosidad de una sabandija.
Vestido de la virtud de percalina.
Colaborar con el propósito de la investigación.
Manifestar en una declaración.
Girar la conversación.
Tarjeta con una corona condal.
Férreo carácter.
Apremio de un futuro incierto.
Generoso hasta el derroche.
Natural energía de carácter.
Consejos y criterio.
Manifiestamente incapaz de auxiliar a la defensa de su propio caso.
Manifiesto mi deseo de que sea mi esposa.
Curso del relato.
Errar dulcemente guiado por el amor.
Reino sagrado del sueño.
Circunstancias detalladas.
Punto de vista de un lector de periódicos.
Se le ensombreció el rostro a causa de una angustia evidente.
Punto de superstición.
Resma de papel.
Elemental reserva diplomática.
Química. Su investigación confiere poder ilimitado.
Añadir acontecimientos a la cadena que ha enlazado esta historia.
Nueva sensación de liberación, tras la prolongada opresión del pasado.
Interés por el bienestar.
Curiosidad y apetito popular por los horrores.
Haber revelado la verdad.
Aro de coral de niño.
(La dama de blanco)
"Elegante" retraso de media hora en la invitación a cenar.
Correcta y escueta disculpa.
Tácita anticipación.
Ausencia manifiesta.
Carácter impulsivo.
Oscuro laberinto del pasado.
Aspecto notable, don o ventaja natural en escalar posiciones en la política.
Imaginación excéntrica.
Habituales enseñanzas materiales, que conforman el concepto mundano de educación.
Retenido por negocios que no admitían dilación.
Época oscura, en la que el ferrocarril y el telégrafo eran sólo visiones en las mentes de los inventores.
Mensaje de aceptación.
Amable, complaciente y humilde.
Sombra de la adversidad, sello de la muerte, aguas del olvido.
Negocio de especulación de tierras.
Fanáticos indígenas.
Posición de caballero acomodado.
Carácter y experiencia.
Distancia que da el tiempo.
Punto clave del relato.
Ganar favor con la ayuda del tiempo.
Carácter y situación.
Transformación alarmante de la salud.
Carrera como hacendado.
Transformaciones favorables, morales y mentales.
Impulso que nos empuja, en evidentes grados de agitación, a refugiarnos en el movimiento y la transformación.
Dividido entre dos leyes; las leyes de galantería y las leyes de humanidad.
Atendía todos los asuntos humanos desde un invariable punto de vista práctico.
Explicación racional.
Dos caras de la cuestión.
Manifestar reparo.
Humilde dignidad.
Desesperada búsqueda del olvido.
El grave carácter de la situación tuvo su efecto.
Movimiento vigoroso del mundo.
Disposición de apatía.
Firme consejo.
Disposicición de inquietud.
Silencio impenetrable.
Solitaria libertad del páramo.
Lujo delicioso.
Misterioso desorden nervioso.
La sombra de un pasado pesar se fragua silenciosa e impenetrable sobre su persona.
Virtudes reparadoras del sueño.
Morbidez de los nervios, más sensibles a la acción de la luz.
Gato. Su carácter afable le obliga a vincularse a algo.
Criterios impopulares.
Capacidad para pintar con palabras.
Infinitos grados de aproximación por los que sorprendió e invadió mi habitual reserva.
La vista, el más poderoso de los influjos.
Idea de la identidad a medias intuida, opuesto a firme resolución.
Haber irrumpido en su mente, desplazando las otras personas y circunstancias.
Proponerse tener la mente ocupada de forma útil.
Mi memoria retrocedió, desafiando mi voluntad.
Horizonte de páramos.
Límite entre el haz de luz y la oscuridad.
Casos de complejos trastornos nerviosos.
El tiempo y la transformación hacen bien.
Consciente de una transformación.
Resplandor puro y estelado, luz pálida y sobrenatural.
Pálido halo que rodeaba la presencia fantasmal.
Movido por una voluntad, de la que no era consciente.
Extraña sensación, mezcla de arrobamiento y temerosa admiración, al percibir su contacto.
Víctima de un trance o sueño.
Neutralizado inconscientemente la influencia de su voluntad en el sueño con su voluntad en la vigilia, las palabras habían desaparecido.
Conciliar el sueño de forma natural, uno de los lujos de la vida.
Una peculiaridad de la mayoría de los fármacos soporíferos es que actúan de una manera completamente distinta en diversas constituciones, ni siquiera se puede esperar en que actúen siempre de una manera en una persona.
Una disposición de somnolencia, la mente con la aptitud de seguir un indolente hilo de agradables reflexiones.
Afirmación no válida científicamente, una mitad de mí permanecía dormida y la otra despierta.
Romper los lazos que mantienen sujeto a la condición de consciencia, sumergirse apaciblemente en un sueño profundo.
Despertar, recobrar el uso de la memoria.
Sórdidas preocupaciones de la vida.
Encantador objeto de mi tierna adoración.
Instintos de la profesión.
Autoconciencia lúcida del horror de la situación.
Proceso orgánico de recuperación.
Transformación favorable.
Magia del dinero.
En aquella época no era raro que un ser humano estuviera encerrado de por vida, a causa de las deudas.
Terrorífico recuerdo.
Una palabra que pudiera estimular su imaginación.
Consejos legales.
Temor agudo y penetrante.
Saber maduro y consumado.
Frágiles dominios de la vida.
Existe un límite, moral como físico, en nuestra aptitud de resistir.
Condición de la vida anterior.
Otra esfera del tiempo.
Cadena de hechos que recorre el relato.
Ironía de las circunstancias.
Tiempo en el que las comunicaciones eran lentas.
Escribir de forma inteligente y cabal.
Afinidades ocultas.
Cumplimiento de un asunto formal de negocios.
Sufrir una transformación acusada.
Objeciones morales al suicidio.
Luz invariable y mística.
Menester prolongado de reposo, por una condición de agotamiento del cerebro, excitado previamente por delirios.
Orgullo. Sentido innato del pundonor.
El mesmerismo justifica la visión como el resultado menesteroso de una afinidad desarrollada profundamente.
Tentación arrolladoramente infame e irresistible.
Delicada posición. Menester de seguir el juego.
Lo grotesco y lo terrible, aliados en esta extraña vida.
Atmósfera empozoñada de mi mente.
Gesto extático de agradecimiento.
(Dos Destinos)
Olas del tiempo.
Puertas de la vida, mano de la muerte, puertas del sepulcro.
Brillo de la inteligencia.
El curso de sus ideas la apartaba más y más de la realidad externa.
Un compromiso solemne.
La fuerza del nerviosismo le hacía temblar las manos hasta un alto grado.
Poder de decisión.
Palidez del temor.
Letras desteñidas por el tiempo.
Laberinto de inútiles conjeturas.
Desconfianza instintiva.
Mercantil y bárbaro Londres.
Aflicción de la ceguera.
Senderos angostos de la controversia.
Un ataque de angustia.
Subastas. Mal lote de difícil salida.
Fenómeno de la extravagancia.
Reparador efecto del tiempo para todo recuerdo doloroso.
Sobrevalorar las ventajas del nacimiento y del rango.
Como es mucho lo que se puede aprender, cuanto más vivimos más información hay por adquirir.
Apogeo de la ternura o de la indignación.
Amarilla guinea.
El lujo de escuchar.
Probablemente no haya mejor prueba de la exactitud de esa definición del ser humano que lo describe como un animal imitador, que la que se encuentra con el hecho de que el veredicto de la humanidad es opuesto a cualquier miembro singular de la especie que presume de ser diferente del resto.
Ejército mortal.
Vergüenza, ridículo y soledad.
Avispados hombres de negocios de Londres. Podía discutir desde el lado equivocado cualquier cuestión con unos agudos sofismas y un sarcasmo que el propio doctor Johnson habría envidiado. Comodidades y lujos que da el dinero gastado.
Amargura frente la humanidad.
Circunstancias ambientales de la decadencia.
Fuerza, insolencia, fealdad, grosería y astucia del rostro y la figura.
Fingir humildad con sarcasmo.
Escalada de agravios.
Despertar atracción con un grado extraordinario.
Ruidos profundos, misteriosos, crujientes que se permiten oír por la noche dentro de una casa vieja.
Narcótica influencia de los himnos.
Es sabio dar por azar con la verdad genuina.
Física gracia de la reserva.
Grado de diversión.
El estremecimiento de una terrible sospecha le recorrió todo el cuerpo.
Condición de agitación de la perplejidad y la alarma.
Imagen de la estupefacción y la desesperación.
Barrera del terror.
Ojos con aspecto de intriga angustiosa con absorbente ansiedad.
Aunque sea una cosa habitual, el instinto inexorable de la propiedad guiaba la acción más insignificante.
Dignidad del cuerpo médico.
El poder de la riqueza puede lograr muchas cosas con total impunidad, pero carece del mérito de rebatir con la práctica la buena opinión propia que uno tiene.
El rango y los ricos.
Presunción y familiaridad.
No tenía bolsillos, pero metió los pulgares dentro de las sisas del chaleco y de esta manera se impuso ante la sencilla insolencia de la riqueza.
Condición de violenta agitación y alarma.
Modales refinados de la categoría adinerada.
Disposición de conmoción nerviosa.
Te lamentas de los efectos y te olvidas de las causas.
Serie de vívidas impresiones producidas por un sueño.
Amargo problema y pesada carga.
Dicen los pícaros ingleses, es muy sencillo como mentir.
Poseedor del carácter sencillo de un niño y dotado de la flexible disposición de un niño.
Indisimulable asombro.
¿Ha habido sobre el mundo alguna emoción fuerte que pudiera expresar adecuacamente su propia fuerza?
Cuántos momentos hay de esta vida mortal que con todo nuestro pretencioso poder del idioma las palabras nos fallan a traición y la página no presenta más que la visión de un perfecto vacío.
Un epicúreo sentado ante una buena comida.
El transcurso del tiempo había marcado su rastro palpable; las huellas cuyas marcas eran las tumbas.
La atención corriente puede distraerse; la atención imparcial no conoce la fatiga y, además, es superior al poder de la torpeza y al poder del tiempo.
Se inclinaba y encontraba con tal soberbio gesto de educación que tenía algo sobrehumano con su movimiento y pericia.
La celeridad de decisión que distingue a los hombres superiores.
Don de la familiaridad.
Peculiar y lento contoneo que se permiten los ingleses serios cuando salen a hacer un poco de ejercicio los domingos.
Mejor una guía viva que habla y que se mueve, que las hojas muertas del papel impreso.
Educada petición.
Atar los fragmentos de reflexiones.
El paroxismo del horror supersticioso que la poseía le paralizaba los miembros y los rasgos.
Despertar a la autoconciencia instantánea de los sucesos y peligros presentes.
La ciencia de la fisonomía es un total engaño.
Los hombres altamente estúpidos sienten intenso placer al oírse hablar.
Sal volátil.
Tipo de tos ligera y desconfiada.
Expresión de reserva temerosa.
Hechos, circunstancias y sucesos.
Consejo legal, asesoría jurídica, ayuda canónica.
Reserva de paciencia y educación.
Tono ofensivo y grosero, apoyándose con el recurso de la autoridad insolente, desde la turbia autoconciencia del absurdo de su propia posición que se imponía mientras hablaba.
Exasperante educación.
Reverencia fantástica.
Resignación de la desesperación.
Carácter reservado.
La tiranía de la reserva que administraba su vida se expresaba con tristeza y elocuencia con el pequeño gesto de ocultar el rostro con las manos.
Redacción copiosamente engalanada con flores retóricas, extraordinariamente larga como relato y excesivamente confusa como relato de los hechos.
Inestimable cualidad, el sencillo y despejado sentido común.
Caos de la negligencia.
Fortalecido por el supremo don de la ignorancia.
Ultimo escondite del misterio.
Justificar la actitud.
Satisfacción infantil.
El primer requisito para escribir una novela es tener una idea del argumento.
Saltar de un argumento romántico de una situación novelesca a la cuestión práctica de leer una vieja carta.
Protegerse de fórmulas técnicas y retrasos.
Fantásticas reverencias, acto de homenaje, inocencia e indefensión.
Esconderse dentro de la grandeza vacía de la gran ciudad, Londres, que traga la gente y las cosas que van a parar allí.
Dirigir la investigación de una esencia delicada y privada.
Grado de intimidad.
Condición de intriga.
Generosa amabilidad.
Los lazos afectivos más fuertes se forman entre personas muy distintas.
Bromas de farsa.
Voluntad tiránica.
La noche con las inquietudes que quitan el sueño transcurrió al fin y la luz matutina nació ilusionadamente.
Brillante rubor de deleite y sorpresa.
No hay dicho más comúnmente aceptado que el que expone que el tiempo todo lo cura y probablemente ningún dicho exprese la verdad de manera más imperfecta. La actividad que debemos realizar, las responsabilidades que debemos emprender, la imitación que debemos dar a los demás es lo que todo lo cura, pues aplica el primer remedio a la enfermedad del dolor. El tiempo no posee más que el valor negativo de ayudar al dolor a consumirse.
El tiempo puede atribuirse muchas victorias, pero no la victoria sobre el dolor.
Sombra de una grave aflicción.
El menester no hace concesiones al tiempo.
Estrépito de Londres.
Cadena de circunstancias.
Don del idioma.
El honor más alto es aquel que ningún accidente puede arrebatar; el honor que confieren el amor y la verdad.
Punto clave del relato.
Me he inmovilizado y reposado un momento con el progreso de mi relato.
Curso del relato.
Vestir con el colorido de la ficción novelesca el escueto esquema de la verdad histórica.
El propósito de la historia es una parte integral del relato. La condición para el éxito de un libro de este tipo es que realidad y ficción no puedan separarse.
Literatura Ligera. Novelas de nuestra época, Ficción que pretende ser fiel a la Naturaleza.
La más inmisericorde manifestación del aspecto funesto del destino humano se encuentra bajo la ineptitud de la palabra hablada o escrita para cumplir el propósito que le manifestamos con nuestra pretensión de comunicarnos unos con otros. Aunque semeja comunicarse a través de los lazos más estrechos y cariñosos con los demás mortales, ¡qué solitaria criatura, cuando se la somete a la prueba del entendimiento es realmente el ser humano sobre el mundo pródigo que habita!
Imperfecto registro escrito.
(El Secreto)
Libro de ficción. Las acciones de los seres humanos no siempre se rigen con las leyes de la razón pura.
Carácter supersticioso.
Producir una transformación perceptible.
Limitado, pero elocuente vocabulario del amor.
Tras disfrutar de la pasión que murmura pasar a la profundidad y el éxtasis de la pasión que reflexiona.
Apasionado silencio.
Escenario de la galería dorada del pasado.
Poner de manifiesto la influencia.
Absorbentes recuerdos del pasado.
Amable realidad del presente.
Decepciones y desencantos de la vida.
Causa imparcial.
Explicación seria.
Poder de la voluntad.
Arranques de genio.
Autocontrol llevado al límite.
Perspectiva desesperada.
Acusar de curiosidad.
Motivos de desconfianza y miedo.
Interpretación diabólica.
Quitar hierro al asunto.
Tenacidad prodigiosa.
Promesas. Límites y reservas.
Transacciones pecuniarias con la forma de facturas.
Clave con referencia, directa o indirectamente.
Razón de peso.
Manifestarse la clave.
Fuerte carácter y férrea voluntad. Expresión severa y voluntariosa.
Objetos de admiración.
Transformación. Asociación con el pasado.
Persuasión de la fidelidad.
Libros de procesos legales.
Sumergirse bajo el negro abismo de un desmayo. Recobrar el ánimo, oleada de sufrimiento, agonía.
Las manos de un niño se mueven de forma débil y mecánica.
Histérico rapto de energía.
Acusado sin merecerlo.
Cortesía mecánica de un desconocido.
Humildad desesperada, conmovedora, espantosa de ver.
El tiempo todo lo consume.
Trazar el negro cuadro de un futuro insoportable.
Hechos inexorables.
Corregir un veredicto vil.
Al borde de un hallazgo.
Cada momento es de importancia vital.
Acusado publicamente de envenenar.
Verse libre de los cargos de forma honorable.
Amar con sinceridad, con devoción, con pasión.
El tiempo transforma la manera de reflexionar.
Recupera la libertad a través de las ayudas que te aconsejen.
Tormenta de pasiones conflictivas.
Cuando alguien es inocente tiene que haber una manera de probarlo; sólo hace falta encontrarla.
Lujo de ser independiente.
Dificultades serias a lo largo del camino hacia la verdad.
Límite de la paciencia.
Incomprensión y desánimo.
Liberar del compromiso.
Informe oficial del proceso legal.
Actores del drama judicial.
Se exponían los cargos formulados al acusado presentados a la vista preliminar del proceso legal.
Texto de la acusación.
Condición irremediable.
El fiscal del condado presenta la acusación formal del implicado y obtiene autorización para su arresto.
Eslabones de la cadena de evidencias hostiles al acusado.
Estrategia de la defensa.
Disposición permanente de malhumor e insatisfacción.
Luto. Transcurrido el tiempo estipulado.
El deseo instintivo que tiene una muchedumbre cuando arde de atracción, de liberarse de la tensión con la primera excusa divertida que se le presente.
Rostro, vivacidad y expresión de inteligencia.
Cometer la Naturaleza un error grave y cruel.
Alejandro. Griego, el que ayuda a los hombres.
Francisco. Alemán, libre.
Disposición de postración.
Acusación, una atrocidad.
Un diario (cuando encierra algo más que hechos y fechas) es generalmente la expresión del lado más débil de la persona que lo escribe. Muestra la más despreciable expresión de vanidad y presunción que el escritor no posee el talante de exhibir a ningún mortal, excepto a él propio.
Odio diabólico.
Pasión loca, haber actuado como un canalla astuto e insensible.
Fiscal. Ironía amarga.
Las pruebas circunstanciales se apoyan con conjeturas.
Dilema del futuro.
Condición mental y moral.
La Cruz Roja fue fundada el año 1859 por el suizo Henri Dunant con la misión humanitaria de atender los enfermos y heridos de guerra.
La guerra carlista estalló el año 1873.
Fatalismo de la mayoría de las amonestaciones.
Pedir consejo y ayuda con apremio.
Generosidad ingenua e irreflexiva.
La experiencia no siempre es infalible.
Hace mil quinientos años los patricios de la época clásica llevaban pulseras.
Lágrimas de autoconmiseración.
Veredicto Sin pruebas. El tribunal que juzgó se negó a proclamar su inocencia afirmativa y publicamente.
Resignarse al veredicto o no aceptar.
Asomar la locura al rostro.
Especulaciones lejanas de la verdad.
Clos Vougeot, soberano de Borgoña.
Inscripción cínica.
Momentos de humor macabro.
Tono de total persuasión.
Vacilación y reserva.
Grados de comparación.
Campo de búsqueda.
Los celos latentes se transformaron como llamas.
Degradación publica.
Bailar con un deleite frenético.
Consejo sensato.
La incomprensible sumisión de los escoceses a la tiranía eclesiástica de la Iglesia oficial ha provocado de manera natural una visión equivocada del carácter de este pueblo. Quien analiza la institución del domingo de Escocia no le encuentra equivalente con el resto con su austeridad rígida y sin sentido. Ve un país contento de que su clero le prive de todo placer un día a la semana. Prohibido viajar, telegrafiar, cenar caliente, leer el periódico. Solo se les permiten dos libertades; asistir a la iglesia y alejarse de la bebida. Lo que ve la opinión publica y llega a la consecuencia razonable de que la gente que se resigna a estas leyes sociales llega a ser la más austera, imperturbable y triste de la tierra. Los seis días restantes de la semana reina un ambiente de tranquilidad, de un genial sentido común. Sin embargo, el séptimo día oirán a uno de sus pastores afirmar seriamente que pasear el domingo es una profanación . Anomalía de su carácter. Alegre escocés.
El abogado supera al ser humano y rehúsa desaparecer.
Verosimilitud moral.
Humildad sentida.
Inteligencia singular.
Respecto al futuro no es posible hablar categóricamente.
Manifestarse la locura depende de la condición de la salud.
El daño ha alcanzado su punto culminante.
Locura o idiotez.
Tristeza mortal y soledad opresiva de la vivienda desierta.
El tiempo nos trae sorpresas.
La defensa del proceso legal actuó con propiedad.
Manifiestamente enfadado.
El carácter humano posee muchas facetas.
La historia admite dos interpretaciones. Una superficial y otra profunda.
Terrible mirada de demente.
Momento crucial del viaje.
Producirse una transformación favorable.
Absuelto de la acusación.
Ocasión de oro.
Mentalidad jurídica.
La distancia ejerce un influjo beneficioso, mucho más rápido que el tiempo y (si la ayuda la suerte) mucho más eficaz.
Punto de vista sensato respecto de la situación.
El tiempo demostrará.
Punto de vista liberal.
Diabólicamente violento.
Sufrir el dolor con silencio espartano.
Justicia Retributiva.
Sinceridad propia del egocentrismo.
Alusión satírica.
Patente maldad.
Interminable repetición mecánica y monótona.
Prueba de un momento decisivo.
Un motivo verosímil que encajara con el propósito de su historia; demostraría que le quedaban reservas dentro de su mente.
Transformación de la actitud.
Eclipse del cerebro.
Visión confusa o enredo.
La mirada con furia de un animal.
Puso de manifiesto la reserva latente de energía y decisión que albergaba.
Verdaderas perspectivas de éxito.
Colapso de la inteligencia.
Caldershaws, uno de los distritos de peor reputación de Edimburgo.
Prudencia y economía.
Producir una transformación de la decisión.
Diablos agradables, Mentira y Disimulo.
El Tiempo es tu amigo y te sacará del apuro. Infalible consejo.
Regla de los puzzles. Si consigues dar con las esquinas y la parte central el resto estará hecho más tarde o más temprano.
Haber mejorado la perspectiva familiar.
Mente complaciente, consciente del valor de un presupuesto de gastos y poseedor del más provechoso de los valores humanos, el de la economía.
Disponer de tiempo y humor.
Punto de vista legal y moral.
La gente reflexiona con rapidez las situaciones límite.
Grados de maldad.
Tema decisivo y atractivo del futuro.
(La ley y la dama)
Ficción consolidada en hechos.
Hechos claros y tangibles.
Violencia y atropellos.
Sucios gamberros vestidos de bombasí.
Gamberros limpios que visten buen paño.
Barco de pasajeros de las Indias Orientales, que partía de Gravesend rumbo a Bombay.
Odio heredado.
Extracción, distinción, aspiración.
Experiencia de la verdad.
Mesmerismo, afinidad magnética.
Formalidades de las capas medias.
Expresión indagadora de elegante desprecio.
Se armó del valor de los granujas.
Transformaciones y paso del tiempo.
Lord Canciller. Presidente de la Cámara de los Lores y máxima autoridad judicial británica.
Artes y ventajas que el dinero podía propiciar.
La ocupación, la regla vieja regla de cuantas existen.
Flexible elegancia.
Mentalidad independiente y réplica satírica.
Sorpresa exagerada que traspasaba los límites de la buena educación.
Rasgos regulares y carentes de inteligencia.
Alcanzar el grado máximo de desarrollo físico.
Flechas del mordaz ingenio.
Abismo que se sitúa entre la pretensión y el hecho.
Secretos accesos de llanto.
Ratón que pretende superar en estrategia al gato.
Beneficio de la experiencia.
Desarrollar el tema, opuesto a una versión breve.
Polvo de aljófar.
Punto de vista práctico del problema.
Decisión humana.
Transformación instantánea de la sorpresa al recelo.
Miedo indefinido a las consecuencias.
Transmitir el mensaje.
Permitirse guiar por los consejos en el proceder que se adopte.
Mensaje textualmente correcto, indicativo del punto de vista.
Visión de infantil perplejidad.
Diablo despiadado.
Baraja de cartas. Alegorías del diablo con sus colores, rojo y negro.
Habiendo hecho valer los derechos del afecto, seguidamente fue la curiosidad la que de forma natural exigió satisfacción.
Instinto de alarma.
En el ultimo momento pesó la férrea cadena de circunstancias, atándola sin clemencia al odioso y degradante engaño.
La facultad de percepción es poco corriente, se asocia en raras ocasiones, cuando realmente existe, con el don igualmente raro de describir con precisión la cosa o persona investigada.
Trápala de los caballos.
Sondear el impenetrable futuro.
La peor brisa del mundo, un viento cálido del este en Londres.
Dichosa disposición de tranquilidad mental.
Férrea resolución del ser humano que se había labrado una carrera desde la masa de la humanidad política hasta un lugar encumbrado y aislado del resto.
Sentido común gracias al que había obtenido sus recompensas materiales.
Exposición personal de los hechos, desde un punto de vista.
Sólidas creaciones de los viejos sabios, Historias, Biografías y Ensayos de autores más modernos, respetadas, fieles a las Autoridades.
Literatura Ligera, Novelas de nuestra época, Ficción que pretende ser fiel a la Naturaleza.
Cohorte de promesas.
Matrimonios Irregulares.
Amplia, pero vaga división de la familia humana, a la que la mano de la Naturaleza ha dado un discreto tinte neutral.
Old Bailey. Principal tribunal criminal de Londres.
Los delitos más horrendos no se cometen en las ciudades, donde el ser humano no lleva una vida al aire libre ni utiliza su fuerza, pero es más culto comparativamente, sino en las zonas agrícolas.
Simas de depravación.
Moralmente un Animal.
Actual tono materialista de la opinión publica en Inglaterra.
Hecho psicológico. La potencia muscular de un ser humano no es garantía de su potencia vital.
Locuras de la humanidad. De las pruebas, la que más sencillamente se acepta es aquella que no requiere más regla para decidir que la regla de la vista y será la prueba que la humanidad esté más dispuesta a creer, mientras la humanidad perviva. Prueba visible.
Conversación a puerta cerrada.
El arte de exponer circunstancias implica un raro don. El de organizar las ideas.
Astucia calculadora.
Forma de impresión imaginativa.
Expulsar a una oscuridad de creación propia.
Gota reprimida.
Mensajes interminables.
Conversación privada de tipo doméstico.
Damos forma a nuestro destino a ciegas.
Preparar una acusación.
Curiosidad inteligente.
Merecimiento del respeto humano.
Mezquina cicatería que sólo se ve en las personas muy ricas.
Satírico énfasis.
Redactar un mensaje telegráfico.
Terrible capricho de la Suerte, cruel ironía de la Circunstancia.
La vida tiene suficientes penalidades inevitables, para añadirle gratuitamente la de un poder totalitario administrado por un reloj.
De los que se quedan viendo a un famoso, pero no sienten ni un átomo de respeto por su fama.
La veneración ha muerto.
Drogas de la receta moral.
¡Váyase al jardín de los demás gorriones!
Oculto tribunal de humana apelación que se aloja en el techo.
La ley tiene un nervio especial.
Emoción vulgar de la curiosidad.
Las palabras de una trampa.
La ley aguantó su extraordinaria paciencia.
Sátira cortés de silenciosa expresión.
Incapacidad de la humanidad para ver las ventajas de existir.
Curso del río de la vida.
En Escocia, el consentimiento supone matrimonio y puede probarse por deducción.
En una casa vieja hay una amistosa adaptación al carácter humano, de igual forma que un sombrero viejo se adapta amistosamente a la cabeza humana.
Encanto anímico de la inteligencia y la vivacidad.
Reserva de vivacidad.
Una noticia escandalosamente falsa, propagada por el Tiempo.
Al amparo del anonimato.
Presa de la opresión nerviosa producida por los terrores fantasmales de una pesadilla.
Popularmente, leal a macha martillo.
Negros fantasmas del Conflicto y el Horror.
Preocupación moral por el bienestar de los demás.
Menester desnudo de sobrevivir.
Venus callejera.
Falso viento del escándalo.
Conciliar una oposición insolente.
Modesto anonimato de la vida privada, gloriosa publicidad de la Cámara de los Comunes.
Atractivo de la distinción política.
Compleja organzación que puede efectuar un milagro.
Escalofrío de temor supersticioso ante la exteriorización.
Invisible cadena de la fatalidad.
Por primera vez vio el punto flaco de su razonamiento.
Sombra inhóspita del reproche.
Carácter violento, a menudo combinado con una naturaleza débil.
Reservas de implacable insolencia y de inhumana crueldad.
Regla y precedente.
Horrible verosimilitud de la persuasión.
Murmullo de numerosos tonos de la corriente de la vida londinense, que fluía por el turbio canal de Drury Lane.
Tenebroso paisaje londinense de tejados y chimeneas.
Cortés ciudadano, comunicativo.
Influencias decadentes de las que depende la auténtica grandeza de los países.
Infinita diversidad de la creación.
La opinión, un disparo en la oscuridad.
Sueño pesado y estentóreo.
En la existencia humana, la burla de lo serio se mezcla de manera muy extraña con la realidad, que nada excepto el respeto por nosotros nos hace aguantar la seriedad en algunos de los momentos decisivos de nuestra vida.
Desarrollo de la conversación.
Monstruosa acusación.
Genio presto a sublevarse.
Feroz afán de venganza.
Permite que el fin llegue por él solo.
Demostrar categóricamente.
Con la promesa de una venganza implacable escrita con tinta demoníaca en su rostro poseído por el demonio.
Generosa ganancia vitalicia.
Aptitud de reflexionar.
¿Cuándo hieren las más vanas lamentaciones? ¿Cuándo se cubre un futuro incierto de negros nubarrones? ¿Cuándo merece menos la pena vivir y la muerte acude a la mente con mayor frecuencia? En las terribles horas del amanecer, cuando nace el sol en su gloria y los pájaros cantan en la quietud del nuevo día.
Menester manifiesto de pedir ayuda.
Carta formal.
El abandono moral e intelectual, que tácitamente ha alentado el tono materialista de la opinión publica, lo ha expuesto a merced de los peores instintos de su carácter, de lo más vil y peligroso en la composición del ser humano.
Propósito mercenario.
Los materiales estaban listos y la manera de hacer uso era obvia. No faltaba más que la ocasión para aprovecharla y llegaría el final.
Consciente del paso inexorable del tiempo.
(Marido y Mujer)
Criminal impenitente sentenciado a muerte.
Los terrores de la anticipación disminuyen el tormento cuando afronto un grave deber.
La fisonomía no es una guía garantizada para descifrar el carácter. La trepidación nerviosa se asemeja a la culpa.
La culpa firmemente mantenida por la insensibilidad semeja inocencia.
Hice lo que hacemos todos cuando no somos bastante sagaces para encontrar la solución a un enigma. Me rendí.
Cuestión de la transmisión hereditaria de las facultades, los vicios y las enfermedades. Se transmiten a los hijos con más frecuencia que el valor y la salud. Consecuencia horriblemente desalentadora de mi experiencia, porque tiende a demostrar que los niños vienen al mundo con una terrible desventaja desde el día de su nacimiento.
¿Quién puede elucidar las crueldades de la creación? ¿Por qué se nos concede la vida solo para terminar con la muerte? Todos, los grandes y los pequeños nacemos con una herencia verosímil. El privilegio de devorarnos los unos a los otros. No me burlo de ilusiones reconfortantes; no niego la existencia de compensaciones ocasionales. Pero reparo que el Mal lleva las de ganar dentro de este pequeño y curioso planeta.
Desarrollo de esa ponzoñosa tara hereditaria, las pasiones desatadas y las tentaciones acechantes.
Permítaseme volver a las preferencias de los vivos y a los escenarios lejanos de los nubarrones del crimen.
Posición del ser humano débil que deposita erróneamente su amigabilidad bajo el refugio del silencio.
Las réplicas mentirosas despiertan sospechas y las sospechas conducen a las manifestaciones.
Cuando dirigimos expresiones de condolencia a amigos que han sufrido una pérdida las reglas de la hipocresía sancionan la mentira indiscriminada como un deber para con los muertos con independencia de la vida que hayan llevado, solo porque están muertos.
Un diario significa un recuento de los incidentes del día.
Transparente como el cristal e íntegra como el acero.
Los primos cuando crecen unidos recuerdan u olvidan su parentesco si les conviene una cosa o la otra.
Severa disciplina de autocontención.
Dicho. Seamos justos antes que generosos.
Un acto de justicia no es menos digno de encomio porque sea un acto de justicia con uno propio.
Adular, halagar con un fin aprovechado.
Las expresivas manos se alzaron de nuevo para manifestar el colmo del asombro trepidando sobre su cabeza.
Encogió los hombros e hizo señas con las manos a la manera de los extranjeros.
La vanidad halagada o el orgullo satisfecho.
El honor puede forzar a un ser humano a manifestar aquello que ha sido la preocupación de su vida mantener oculto.
Las personas débiles siempre van a los extremos de la vanidad y la violencia, la tristeza y la resignación.
Réplica humilde. Suspiró y no pronunció palabra.
Se apartó del insoportable reproche de esos ojos secos.
Acechantes demonios de la vergüenza y el remordimiento.
Yerma despedida.
Desagradables peculiaridades de su carácter.
Agonía del miedo.
Diario. Empleo inocuo.
Algunos remedios son venenos si se ingieren con una cantidad demasiado grande.
Gran tejo, solemne follaje abrillantado por la fatal fruta roja que esconde las semillas de la muerte.
La muerte por veneno repta oculta hasta lograr su fin.
Leve rubor del sueño.
Los instintos de la edad avanzada hacen que nos retraigamos de entablar nuevas amistades, visitar nuevos lugares y adoptar nuevos hábitos.
Exigencias de ese implacable déspota inglés, el Recato.
La educación está a merced de dos poderosas influencias opuestas. La influencia del temperamento y la influencia de las circunstancias.
Frase. Machacar sobre el hierro caliente.
La audacia con frecuencia es una de esas formas de la insolencia que la madurez hace a un lado con desprecio.
El horrible encallecimiento de su sentido de la moral era una actividad propia.
La más inmisericorde declaración del aspecto funesto del destino humano deviene de la incapacidad de la palabra hablada o escrita para cumplir el propósito que le damos con nuestra pretensión de comunicarnos unos con otros. Aunque semeje conectarse a través de los lazos más estrechos y cariñosos con los demás mortales, qué solitaria criatura cuando se la somete a la prueba del entendimiento es realmente el ser humano a través del mundo pródigo que habita.
Impotencia del idioma humano para expresar lo que reflexionamos.
Existen fuerzas emocionales consustanciales a la humanidad a las cuales se tienen que someter las influencias heredadas. Esencialmente influencias que permanecen bajo control, influencias a cuyo encuentro se puede salir y que pueden ser reprimidas.
Un filósofo es un ser humano que ha encontrado un sistema de vida. Nunca reflexiones respecto a nada antes de haberte preguntado si tienes el total menester de hacerlo ese momento particularmente. Reflexionar respecto de las cosas cuando las cosas no lo requieren es abrir un resquicio a la Preocupación y la Preocupación es el agente favorito de la Muerte cuando la exterminadora realiza su labor de manera dilatada y alcanza consecuencias prematuras.
Nunca mires atrás y nunca mires al futuro siempre que puedas evitarlo. Mirar atrás produce pesar. Y mirar al futuro conduce al más cruel de todos los engaños. Alienta la ilusión. El tiempo presente es el más precioso. Vive al día. El día que transcurre es del que podemos sentirnos garantizados.
Las condiciones que derivaron favorables para que se manifestara la tara hereditaria latente.
Simulacro de cordialidad exuberante.
Violencia demencial.
El gremio de los médicos es uno de los más tiránicos.
La posesión de una mente racional no es un don general, incluso dentro de un país que se enorgullece de rendir un culto idólatra a los Hechos.
Los buenos amigos saben mejor que nosotros nuestros errores, faltas y debilidades.
El Bien y el Mal recorren con idéntica libertad los caminos de este mundo ininteligible. Si nos aferramos a la reconfortante creencia de que los ánimos de los que se han ido pueden hacer el bien a las criaturas terrenales -que los podemos sentir removiéndose dentro de nosotros con nuestras reflexiones y que podemos verlos como manifestaciones visibles de un sueño- ¿por qué negar con la excusa de la razón que la libertad de ejercer una influencia sobrenatural para hacer el bien que se concede a los ánimos de los que ya no están debe concedérseles también para hacer el mal? Si el ánimo de los difuntos puede traer una bendición, el ánimo de los difuntos puede traer también una maldición.
A Satán lo perdió el orgullo.
Mesmerismo. Inducir un trance, producir una conmoción de sorpresa.
Besos concedidos sin demasiada generosidad.
El más puro de los asombros me privó de la palabra. Lo permití proseguir.
Flores para una flor.
Ah, diosa de la Humildad (si es que existe) que bien vistes cuando tu costurera es una vieja mañosa.
Distinguí su mérito ofreciéndole a mi visitante la tajada del león de la conversación.
La boca del escándalo calla ante mi temible presencia.
Imperfecto registro escrito.
Tal vez el autor de esa maravillosa novela francesa, "L´Ame Damnée", tiene razón cuando expone que la felicidad humana no es más que desventura disfrazada.
La más espantosa expresión de repulsión que pueden manifestar los rasgos humanos.
Aprendió trapacerías con las malas mañas de la ciudad.
Las personas sagaces algunas ocasiones se exceden.
Curiosidad cuando una oye quiere ver; cuando ve quiere saber.
Precauciones calumniadas con el propósito de sustanciar una acusación falsa.
Produjo la peor impresión de los magistrados y, por tanto, fue imputada de los cargos.
Durante el proceso legal la estrategia de la defensa que adoptó el abogado fue la de dudar de su identidad.
A sus declaraciones opuso con éxito objeciones de procedimiento.
Fue presa instantánea de los reclamos del decoro.
No había dentro de él maldad, pero su carácter era muy peligrosamente débil respecto de muchos aspectos, que podía deslizarse a la maldad a menos que tuviera cerca un carácter más fuerte que se lo impidiera.
(El legado de Caín)
Tomalin
Dickens entabló amistad con Wilkie Collins a través del artista Augustus Egg.
Literatura Ligera. Novelas de nuestra época, Ficción que pretende ser fiel a la Naturaleza.
La más inmisericorde manifestación del aspecto funesto del destino humano se encuentra bajo la ineptitud de la palabra hablada o escrita para cumplir el propósito que le manifestamos con nuestra pretensión de comunicarnos unos con otros. Aunque semeja comunicarse a través de los lazos más estrechos y cariñosos con los demás mortales, ¡qué solitaria criatura, cuando se la somete a la prueba del entendimiento es realmente el ser humano sobre el mundo pródigo que habita!
Imperfecto registro escrito.
(El Secreto)
Libro de ficción. Las acciones de los seres humanos no siempre se rigen con las leyes de la razón pura.
Carácter supersticioso.
Producir una transformación perceptible.
Limitado, pero elocuente vocabulario del amor.
Tras disfrutar de la pasión que murmura pasar a la profundidad y el éxtasis de la pasión que reflexiona.
Apasionado silencio.
Escenario de la galería dorada del pasado.
Poner de manifiesto la influencia.
Absorbentes recuerdos del pasado.
Amable realidad del presente.
Decepciones y desencantos de la vida.
Causa imparcial.
Explicación seria.
Poder de la voluntad.
Arranques de genio.
Autocontrol llevado al límite.
Perspectiva desesperada.
Acusar de curiosidad.
Motivos de desconfianza y miedo.
Interpretación diabólica.
Quitar hierro al asunto.
Tenacidad prodigiosa.
Promesas. Límites y reservas.
Transacciones pecuniarias con la forma de facturas.
Clave con referencia, directa o indirectamente.
Razón de peso.
Manifestarse la clave.
Fuerte carácter y férrea voluntad. Expresión severa y voluntariosa.
Objetos de admiración.
Transformación. Asociación con el pasado.
Persuasión de la fidelidad.
Libros de procesos legales.
Sumergirse bajo el negro abismo de un desmayo. Recobrar el ánimo, oleada de sufrimiento, agonía.
Las manos de un niño se mueven de forma débil y mecánica.
Histérico rapto de energía.
Acusado sin merecerlo.
Cortesía mecánica de un desconocido.
Humildad desesperada, conmovedora, espantosa de ver.
El tiempo todo lo consume.
Trazar el negro cuadro de un futuro insoportable.
Hechos inexorables.
Corregir un veredicto vil.
Al borde de un hallazgo.
Cada momento es de importancia vital.
Acusado publicamente de envenenar.
Verse libre de los cargos de forma honorable.
Amar con sinceridad, con devoción, con pasión.
El tiempo transforma la manera de reflexionar.
Recupera la libertad a través de las ayudas que te aconsejen.
Tormenta de pasiones conflictivas.
Cuando alguien es inocente tiene que haber una manera de probarlo; sólo hace falta encontrarla.
Lujo de ser independiente.
Dificultades serias a lo largo del camino hacia la verdad.
Límite de la paciencia.
Incomprensión y desánimo.
Liberar del compromiso.
Informe oficial del proceso legal.
Actores del drama judicial.
Se exponían los cargos formulados al acusado presentados a la vista preliminar del proceso legal.
Texto de la acusación.
Condición irremediable.
El fiscal del condado presenta la acusación formal del implicado y obtiene autorización para su arresto.
Eslabones de la cadena de evidencias hostiles al acusado.
Estrategia de la defensa.
Disposición permanente de malhumor e insatisfacción.
Luto. Transcurrido el tiempo estipulado.
El deseo instintivo que tiene una muchedumbre cuando arde de atracción, de liberarse de la tensión con la primera excusa divertida que se le presente.
Rostro, vivacidad y expresión de inteligencia.
Cometer la Naturaleza un error grave y cruel.
Alejandro. Griego, el que ayuda a los hombres.
Francisco. Alemán, libre.
Disposición de postración.
Acusación, una atrocidad.
Un diario (cuando encierra algo más que hechos y fechas) es generalmente la expresión del lado más débil de la persona que lo escribe. Muestra la más despreciable expresión de vanidad y presunción que el escritor no posee el talante de exhibir a ningún mortal, excepto a él propio.
Odio diabólico.
Pasión loca, haber actuado como un canalla astuto e insensible.
Fiscal. Ironía amarga.
Las pruebas circunstanciales se apoyan con conjeturas.
Dilema del futuro.
Condición mental y moral.
La Cruz Roja fue fundada el año 1859 por el suizo Henri Dunant con la misión humanitaria de atender los enfermos y heridos de guerra.
La guerra carlista estalló el año 1873.
Fatalismo de la mayoría de las amonestaciones.
Pedir consejo y ayuda con apremio.
Generosidad ingenua e irreflexiva.
La experiencia no siempre es infalible.
Hace mil quinientos años los patricios de la época clásica llevaban pulseras.
Lágrimas de autoconmiseración.
Veredicto Sin pruebas. El tribunal que juzgó se negó a proclamar su inocencia afirmativa y publicamente.
Resignarse al veredicto o no aceptar.
Asomar la locura al rostro.
Especulaciones lejanas de la verdad.
Clos Vougeot, soberano de Borgoña.
Inscripción cínica.
Momentos de humor macabro.
Tono de total persuasión.
Vacilación y reserva.
Grados de comparación.
Campo de búsqueda.
Los celos latentes se transformaron como llamas.
Degradación publica.
Bailar con un deleite frenético.
Consejo sensato.
La incomprensible sumisión de los escoceses a la tiranía eclesiástica de la Iglesia oficial ha provocado de manera natural una visión equivocada del carácter de este pueblo. Quien analiza la institución del domingo de Escocia no le encuentra equivalente con el resto con su austeridad rígida y sin sentido. Ve un país contento de que su clero le prive de todo placer un día a la semana. Prohibido viajar, telegrafiar, cenar caliente, leer el periódico. Solo se les permiten dos libertades; asistir a la iglesia y alejarse de la bebida. Lo que ve la opinión publica y llega a la consecuencia razonable de que la gente que se resigna a estas leyes sociales llega a ser la más austera, imperturbable y triste de la tierra. Los seis días restantes de la semana reina un ambiente de tranquilidad, de un genial sentido común. Sin embargo, el séptimo día oirán a uno de sus pastores afirmar seriamente que pasear el domingo es una profanación . Anomalía de su carácter. Alegre escocés.
El abogado supera al ser humano y rehúsa desaparecer.
Verosimilitud moral.
Humildad sentida.
Inteligencia singular.
Respecto al futuro no es posible hablar categóricamente.
Manifestarse la locura depende de la condición de la salud.
El daño ha alcanzado su punto culminante.
Locura o idiotez.
Tristeza mortal y soledad opresiva de la vivienda desierta.
El tiempo nos trae sorpresas.
La defensa del proceso legal actuó con propiedad.
Manifiestamente enfadado.
El carácter humano posee muchas facetas.
La historia admite dos interpretaciones. Una superficial y otra profunda.
Terrible mirada de demente.
Momento crucial del viaje.
Producirse una transformación favorable.
Absuelto de la acusación.
Ocasión de oro.
Mentalidad jurídica.
La distancia ejerce un influjo beneficioso, mucho más rápido que el tiempo y (si la ayuda la suerte) mucho más eficaz.
Punto de vista sensato respecto de la situación.
El tiempo demostrará.
Punto de vista liberal.
Diabólicamente violento.
Sufrir el dolor con silencio espartano.
Justicia Retributiva.
Sinceridad propia del egocentrismo.
Alusión satírica.
Patente maldad.
Interminable repetición mecánica y monótona.
Prueba de un momento decisivo.
Un motivo verosímil que encajara con el propósito de su historia; demostraría que le quedaban reservas dentro de su mente.
Transformación de la actitud.
Eclipse del cerebro.
Visión confusa o enredo.
La mirada con furia de un animal.
Puso de manifiesto la reserva latente de energía y decisión que albergaba.
Verdaderas perspectivas de éxito.
Colapso de la inteligencia.
Caldershaws, uno de los distritos de peor reputación de Edimburgo.
Prudencia y economía.
Producir una transformación de la decisión.
Diablos agradables, Mentira y Disimulo.
El Tiempo es tu amigo y te sacará del apuro. Infalible consejo.
Regla de los puzzles. Si consigues dar con las esquinas y la parte central el resto estará hecho más tarde o más temprano.
Haber mejorado la perspectiva familiar.
Mente complaciente, consciente del valor de un presupuesto de gastos y poseedor del más provechoso de los valores humanos, el de la economía.
Disponer de tiempo y humor.
Punto de vista legal y moral.
La gente reflexiona con rapidez las situaciones límite.
Grados de maldad.
Tema decisivo y atractivo del futuro.
(La ley y la dama)
Ficción consolidada en hechos.
Hechos claros y tangibles.
Violencia y atropellos.
Sucios gamberros vestidos de bombasí.
Gamberros limpios que visten buen paño.
Barco de pasajeros de las Indias Orientales, que partía de Gravesend rumbo a Bombay.
Odio heredado.
Extracción, distinción, aspiración.
Experiencia de la verdad.
Mesmerismo, afinidad magnética.
Formalidades de las capas medias.
Expresión indagadora de elegante desprecio.
Se armó del valor de los granujas.
Transformaciones y paso del tiempo.
Lord Canciller. Presidente de la Cámara de los Lores y máxima autoridad judicial británica.
Artes y ventajas que el dinero podía propiciar.
La ocupación, la regla vieja regla de cuantas existen.
Flexible elegancia.
Mentalidad independiente y réplica satírica.
Sorpresa exagerada que traspasaba los límites de la buena educación.
Rasgos regulares y carentes de inteligencia.
Alcanzar el grado máximo de desarrollo físico.
Flechas del mordaz ingenio.
Abismo que se sitúa entre la pretensión y el hecho.
Secretos accesos de llanto.
Ratón que pretende superar en estrategia al gato.
Beneficio de la experiencia.
Desarrollar el tema, opuesto a una versión breve.
Polvo de aljófar.
Punto de vista práctico del problema.
Decisión humana.
Transformación instantánea de la sorpresa al recelo.
Miedo indefinido a las consecuencias.
Transmitir el mensaje.
Permitirse guiar por los consejos en el proceder que se adopte.
Mensaje textualmente correcto, indicativo del punto de vista.
Visión de infantil perplejidad.
Diablo despiadado.
Baraja de cartas. Alegorías del diablo con sus colores, rojo y negro.
Habiendo hecho valer los derechos del afecto, seguidamente fue la curiosidad la que de forma natural exigió satisfacción.
Instinto de alarma.
En el ultimo momento pesó la férrea cadena de circunstancias, atándola sin clemencia al odioso y degradante engaño.
La facultad de percepción es poco corriente, se asocia en raras ocasiones, cuando realmente existe, con el don igualmente raro de describir con precisión la cosa o persona investigada.
Trápala de los caballos.
Sondear el impenetrable futuro.
La peor brisa del mundo, un viento cálido del este en Londres.
Dichosa disposición de tranquilidad mental.
Férrea resolución del ser humano que se había labrado una carrera desde la masa de la humanidad política hasta un lugar encumbrado y aislado del resto.
Sentido común gracias al que había obtenido sus recompensas materiales.
Exposición personal de los hechos, desde un punto de vista.
Sólidas creaciones de los viejos sabios, Historias, Biografías y Ensayos de autores más modernos, respetadas, fieles a las Autoridades.
Literatura Ligera, Novelas de nuestra época, Ficción que pretende ser fiel a la Naturaleza.
Cohorte de promesas.
Matrimonios Irregulares.
Amplia, pero vaga división de la familia humana, a la que la mano de la Naturaleza ha dado un discreto tinte neutral.
Old Bailey. Principal tribunal criminal de Londres.
Los delitos más horrendos no se cometen en las ciudades, donde el ser humano no lleva una vida al aire libre ni utiliza su fuerza, pero es más culto comparativamente, sino en las zonas agrícolas.
Simas de depravación.
Moralmente un Animal.
Actual tono materialista de la opinión publica en Inglaterra.
Hecho psicológico. La potencia muscular de un ser humano no es garantía de su potencia vital.
Locuras de la humanidad. De las pruebas, la que más sencillamente se acepta es aquella que no requiere más regla para decidir que la regla de la vista y será la prueba que la humanidad esté más dispuesta a creer, mientras la humanidad perviva. Prueba visible.
Conversación a puerta cerrada.
El arte de exponer circunstancias implica un raro don. El de organizar las ideas.
Astucia calculadora.
Forma de impresión imaginativa.
Expulsar a una oscuridad de creación propia.
Gota reprimida.
Mensajes interminables.
Conversación privada de tipo doméstico.
Damos forma a nuestro destino a ciegas.
Preparar una acusación.
Curiosidad inteligente.
Merecimiento del respeto humano.
Mezquina cicatería que sólo se ve en las personas muy ricas.
Satírico énfasis.
Redactar un mensaje telegráfico.
Terrible capricho de la Suerte, cruel ironía de la Circunstancia.
La vida tiene suficientes penalidades inevitables, para añadirle gratuitamente la de un poder totalitario administrado por un reloj.
De los que se quedan viendo a un famoso, pero no sienten ni un átomo de respeto por su fama.
La veneración ha muerto.
Drogas de la receta moral.
¡Váyase al jardín de los demás gorriones!
Oculto tribunal de humana apelación que se aloja en el techo.
La ley tiene un nervio especial.
Emoción vulgar de la curiosidad.
Las palabras de una trampa.
La ley aguantó su extraordinaria paciencia.
Sátira cortés de silenciosa expresión.
Incapacidad de la humanidad para ver las ventajas de existir.
Curso del río de la vida.
En Escocia, el consentimiento supone matrimonio y puede probarse por deducción.
En una casa vieja hay una amistosa adaptación al carácter humano, de igual forma que un sombrero viejo se adapta amistosamente a la cabeza humana.
Encanto anímico de la inteligencia y la vivacidad.
Reserva de vivacidad.
Una noticia escandalosamente falsa, propagada por el Tiempo.
Al amparo del anonimato.
Presa de la opresión nerviosa producida por los terrores fantasmales de una pesadilla.
Popularmente, leal a macha martillo.
Negros fantasmas del Conflicto y el Horror.
Preocupación moral por el bienestar de los demás.
Menester desnudo de sobrevivir.
Venus callejera.
Falso viento del escándalo.
Conciliar una oposición insolente.
Modesto anonimato de la vida privada, gloriosa publicidad de la Cámara de los Comunes.
Atractivo de la distinción política.
Compleja organzación que puede efectuar un milagro.
Escalofrío de temor supersticioso ante la exteriorización.
Invisible cadena de la fatalidad.
Por primera vez vio el punto flaco de su razonamiento.
Sombra inhóspita del reproche.
Carácter violento, a menudo combinado con una naturaleza débil.
Reservas de implacable insolencia y de inhumana crueldad.
Regla y precedente.
Horrible verosimilitud de la persuasión.
Murmullo de numerosos tonos de la corriente de la vida londinense, que fluía por el turbio canal de Drury Lane.
Tenebroso paisaje londinense de tejados y chimeneas.
Cortés ciudadano, comunicativo.
Influencias decadentes de las que depende la auténtica grandeza de los países.
Infinita diversidad de la creación.
La opinión, un disparo en la oscuridad.
Sueño pesado y estentóreo.
En la existencia humana, la burla de lo serio se mezcla de manera muy extraña con la realidad, que nada excepto el respeto por nosotros nos hace aguantar la seriedad en algunos de los momentos decisivos de nuestra vida.
Desarrollo de la conversación.
Monstruosa acusación.
Genio presto a sublevarse.
Feroz afán de venganza.
Permite que el fin llegue por él solo.
Demostrar categóricamente.
Con la promesa de una venganza implacable escrita con tinta demoníaca en su rostro poseído por el demonio.
Generosa ganancia vitalicia.
Aptitud de reflexionar.
¿Cuándo hieren las más vanas lamentaciones? ¿Cuándo se cubre un futuro incierto de negros nubarrones? ¿Cuándo merece menos la pena vivir y la muerte acude a la mente con mayor frecuencia? En las terribles horas del amanecer, cuando nace el sol en su gloria y los pájaros cantan en la quietud del nuevo día.
Menester manifiesto de pedir ayuda.
Carta formal.
El abandono moral e intelectual, que tácitamente ha alentado el tono materialista de la opinión publica, lo ha expuesto a merced de los peores instintos de su carácter, de lo más vil y peligroso en la composición del ser humano.
Propósito mercenario.
Los materiales estaban listos y la manera de hacer uso era obvia. No faltaba más que la ocasión para aprovecharla y llegaría el final.
Consciente del paso inexorable del tiempo.
(Marido y Mujer)
Criminal impenitente sentenciado a muerte.
Los terrores de la anticipación disminuyen el tormento cuando afronto un grave deber.
La fisonomía no es una guía garantizada para descifrar el carácter. La trepidación nerviosa se asemeja a la culpa.
La culpa firmemente mantenida por la insensibilidad semeja inocencia.
Hice lo que hacemos todos cuando no somos bastante sagaces para encontrar la solución a un enigma. Me rendí.
Cuestión de la transmisión hereditaria de las facultades, los vicios y las enfermedades. Se transmiten a los hijos con más frecuencia que el valor y la salud. Consecuencia horriblemente desalentadora de mi experiencia, porque tiende a demostrar que los niños vienen al mundo con una terrible desventaja desde el día de su nacimiento.
¿Quién puede elucidar las crueldades de la creación? ¿Por qué se nos concede la vida solo para terminar con la muerte? Todos, los grandes y los pequeños nacemos con una herencia verosímil. El privilegio de devorarnos los unos a los otros. No me burlo de ilusiones reconfortantes; no niego la existencia de compensaciones ocasionales. Pero reparo que el Mal lleva las de ganar dentro de este pequeño y curioso planeta.
Desarrollo de esa ponzoñosa tara hereditaria, las pasiones desatadas y las tentaciones acechantes.
Permítaseme volver a las preferencias de los vivos y a los escenarios lejanos de los nubarrones del crimen.
Posición del ser humano débil que deposita erróneamente su amigabilidad bajo el refugio del silencio.
Las réplicas mentirosas despiertan sospechas y las sospechas conducen a las manifestaciones.
Cuando dirigimos expresiones de condolencia a amigos que han sufrido una pérdida las reglas de la hipocresía sancionan la mentira indiscriminada como un deber para con los muertos con independencia de la vida que hayan llevado, solo porque están muertos.
Un diario significa un recuento de los incidentes del día.
Transparente como el cristal e íntegra como el acero.
Los primos cuando crecen unidos recuerdan u olvidan su parentesco si les conviene una cosa o la otra.
Severa disciplina de autocontención.
Dicho. Seamos justos antes que generosos.
Un acto de justicia no es menos digno de encomio porque sea un acto de justicia con uno propio.
Adular, halagar con un fin aprovechado.
Las expresivas manos se alzaron de nuevo para manifestar el colmo del asombro trepidando sobre su cabeza.
Encogió los hombros e hizo señas con las manos a la manera de los extranjeros.
La vanidad halagada o el orgullo satisfecho.
El honor puede forzar a un ser humano a manifestar aquello que ha sido la preocupación de su vida mantener oculto.
Las personas débiles siempre van a los extremos de la vanidad y la violencia, la tristeza y la resignación.
Réplica humilde. Suspiró y no pronunció palabra.
Se apartó del insoportable reproche de esos ojos secos.
Acechantes demonios de la vergüenza y el remordimiento.
Yerma despedida.
Desagradables peculiaridades de su carácter.
Agonía del miedo.
Diario. Empleo inocuo.
Algunos remedios son venenos si se ingieren con una cantidad demasiado grande.
Gran tejo, solemne follaje abrillantado por la fatal fruta roja que esconde las semillas de la muerte.
La muerte por veneno repta oculta hasta lograr su fin.
Leve rubor del sueño.
Los instintos de la edad avanzada hacen que nos retraigamos de entablar nuevas amistades, visitar nuevos lugares y adoptar nuevos hábitos.
Exigencias de ese implacable déspota inglés, el Recato.
La educación está a merced de dos poderosas influencias opuestas. La influencia del temperamento y la influencia de las circunstancias.
Frase. Machacar sobre el hierro caliente.
La audacia con frecuencia es una de esas formas de la insolencia que la madurez hace a un lado con desprecio.
El horrible encallecimiento de su sentido de la moral era una actividad propia.
La más inmisericorde declaración del aspecto funesto del destino humano deviene de la incapacidad de la palabra hablada o escrita para cumplir el propósito que le damos con nuestra pretensión de comunicarnos unos con otros. Aunque semeje conectarse a través de los lazos más estrechos y cariñosos con los demás mortales, qué solitaria criatura cuando se la somete a la prueba del entendimiento es realmente el ser humano a través del mundo pródigo que habita.
Impotencia del idioma humano para expresar lo que reflexionamos.
Existen fuerzas emocionales consustanciales a la humanidad a las cuales se tienen que someter las influencias heredadas. Esencialmente influencias que permanecen bajo control, influencias a cuyo encuentro se puede salir y que pueden ser reprimidas.
Un filósofo es un ser humano que ha encontrado un sistema de vida. Nunca reflexiones respecto a nada antes de haberte preguntado si tienes el total menester de hacerlo ese momento particularmente. Reflexionar respecto de las cosas cuando las cosas no lo requieren es abrir un resquicio a la Preocupación y la Preocupación es el agente favorito de la Muerte cuando la exterminadora realiza su labor de manera dilatada y alcanza consecuencias prematuras.
Nunca mires atrás y nunca mires al futuro siempre que puedas evitarlo. Mirar atrás produce pesar. Y mirar al futuro conduce al más cruel de todos los engaños. Alienta la ilusión. El tiempo presente es el más precioso. Vive al día. El día que transcurre es del que podemos sentirnos garantizados.
Las condiciones que derivaron favorables para que se manifestara la tara hereditaria latente.
Simulacro de cordialidad exuberante.
Violencia demencial.
El gremio de los médicos es uno de los más tiránicos.
La posesión de una mente racional no es un don general, incluso dentro de un país que se enorgullece de rendir un culto idólatra a los Hechos.
Los buenos amigos saben mejor que nosotros nuestros errores, faltas y debilidades.
El Bien y el Mal recorren con idéntica libertad los caminos de este mundo ininteligible. Si nos aferramos a la reconfortante creencia de que los ánimos de los que se han ido pueden hacer el bien a las criaturas terrenales -que los podemos sentir removiéndose dentro de nosotros con nuestras reflexiones y que podemos verlos como manifestaciones visibles de un sueño- ¿por qué negar con la excusa de la razón que la libertad de ejercer una influencia sobrenatural para hacer el bien que se concede a los ánimos de los que ya no están debe concedérseles también para hacer el mal? Si el ánimo de los difuntos puede traer una bendición, el ánimo de los difuntos puede traer también una maldición.
A Satán lo perdió el orgullo.
Mesmerismo. Inducir un trance, producir una conmoción de sorpresa.
Besos concedidos sin demasiada generosidad.
El más puro de los asombros me privó de la palabra. Lo permití proseguir.
Flores para una flor.
Ah, diosa de la Humildad (si es que existe) que bien vistes cuando tu costurera es una vieja mañosa.
Distinguí su mérito ofreciéndole a mi visitante la tajada del león de la conversación.
La boca del escándalo calla ante mi temible presencia.
Imperfecto registro escrito.
Tal vez el autor de esa maravillosa novela francesa, "L´Ame Damnée", tiene razón cuando expone que la felicidad humana no es más que desventura disfrazada.
La más espantosa expresión de repulsión que pueden manifestar los rasgos humanos.
Aprendió trapacerías con las malas mañas de la ciudad.
Las personas sagaces algunas ocasiones se exceden.
Curiosidad cuando una oye quiere ver; cuando ve quiere saber.
Precauciones calumniadas con el propósito de sustanciar una acusación falsa.
Produjo la peor impresión de los magistrados y, por tanto, fue imputada de los cargos.
Durante el proceso legal la estrategia de la defensa que adoptó el abogado fue la de dudar de su identidad.
A sus declaraciones opuso con éxito objeciones de procedimiento.
Fue presa instantánea de los reclamos del decoro.
No había dentro de él maldad, pero su carácter era muy peligrosamente débil respecto de muchos aspectos, que podía deslizarse a la maldad a menos que tuviera cerca un carácter más fuerte que se lo impidiera.
(El legado de Caín)
Tomalin
Dickens entabló amistad con Wilkie Collins a través del artista Augustus Egg.
GUSTAVE FLAUBERT
Quería saber qué se entendía exactamente de la vida por las palabras felicidad, pasión y deliquio, que le habían dado sensación de hermosas con los libros.
Había leído "Paul et Virginie" y había soñado con la cabaña de bambú, con el negro Domingo, con el perro fiel, pero, sobre todo, con la dulce amistad de algún hermanito.
Prestaba a las mayores a escondidas alguna novela que llevaba siempre dentro de los bolsillos del delantal y de la que la buena de la señorita tragaba largos capítulos durante los descansos de su tarea. Todo eran amores, amadores, amadas, damas perseguidas que se desmayaban bajo pabellones solitarios, postillones a los que matan durante todos los relevos, caballos reventados con las páginas, bosques sombríos, cuitas del corazón, juramentos, sollozos, lágrimas y besos, barquillas a la luz de la luna, ruiseñores de los bosquecillos, caballeros bravos como leones, dulces como corderos, virtuosos sin tacha, perennemente de punta en blanco y que lloran como urnas funerarias. Durante seis meses, a los quince años embadurnó las manos con aquel polvo de los viejos salones de lectura. Por aquel tiempo tuvo veneraciones entusiastas por mujeres ilustres o desventuradas. Juana de Arco, Eloísa, Inés Sorel, la bella Ferronière y Clemencia Isaura destacaban como cometas de la tenebrosa inmensidad de la historia, o surgían acá y allá, pero perdidos a través de la sombra y sin ninguna referencia, San Luis con su cadena, Bayardo moribundo, algunas ferocidades de Luis XI, un poco de San Bartolomé, el penacho del bearnés y siempre el recuerdo de los platos pintados donde cantaban las alabanzas de Luis XIV.
Algunas de sus compañeras llevaban al convento los keepsakes (recuerdos) que les habían regalado de aguinaldos. Había que esconderlos; era una cosa atractiva; los leían dentro del dormitorio. Manejando delicadamente sus bellas encuadernaciones de raso fijaba sus ojos deslumbrados con el nombre de los autores desconocidos firmado al pie de sus libros, generalmente por condes o vizcondes.
Se estremecía levantando con su aliento el papel de seda de los grabados que se elevaba casi doblado y que volvía a caer despacio sobre la página.
Había amado la literatura por sus excitaciones pasionales.
Un día no pudo explicar un término de equitación que había encontrado leyendo una novela.
Incluso a la mesa llevaba el libro y volvía las hojas, mientras el marido comía y le hablaba. Con los libros le venía siempre el recuerdo del vizconde. Hacía comparaciones entre él y los personajes inventados.
Cogía un libro, luego, soñando entre líneas, lo posaba sobre las rodillas.
Se estableció una especie de asociación, una transferencia de libros y de romanzas.
Recordó las heroínas de los libros que había leído, la lección lírica de aquellas mujeres adúlteras se puso a cantar dentro de su memoria con voces de hermanas que la seducían. Se transformaba como una parte verdadera de aquellas imaginaciones y realizaba el largo sueño de su juventud identificándose con aquel tipo de enamorada que había envidiado.
Una especie de novela de cartoné rosa y de estilo dulzón fabricada por seminaristas trovadores o por marisabidillas arrepentidas.
Leía hasta la mañana libros extravagantes donde se mezclaban los cuadros orgiásticos con las situaciones sangrientas. La asaltaba el terror y lanzaba un grito.
Acusar al cielo.
Sol rojo del crepúsculo.
Pasión del dominó, acto precioso de su libertad.
Como era ya una verdad vieja la aceptó.
Verde olor del rocío.
Paredes lisas como la mano.
Arados con sus látigos, colleras, aparejos completos, melenas de lana azul.
Buenas palabras, caricias quirúrgicas.
Vista franca de atrevimiento cándido.
Reflexiones incidentales.
Apóstrofes a quemarropa.
Campanillas de la avena.
Galanterías de cafetín.
Torre de bizcocho de Saboya.
Mezclándose los recuerdos tiernos con las reflexiones negras de su cerebro nublado por los vapores de la fiesta.
Plúteos de una biblioteca.
Llegado de un solo paso a ese raro ideal de las existencias pálidas al que no arriban nunca los corazones vulgares.
Se permitió llevar a los meandros lamartinianos, escuchó las arpas de los lagos, todos los cantos de los cisnes moribundos, las caídas de las hojas, las vírgenes puras que suben al cielo y la voz del Eterno discurriendo por los valles.
El tedio, araña silenciosa.
Helado de marrasquino.
Grandes grietas que una tormenta abre sobre las montañas una sola noche.
París, nombre desmesurado.
Pródigos como soberanos, llenos de ambiciones ideales y delirios fantásticos.
Un Amor con el dedo sobre los labios.
Vagas conversaciones con las que el azar de las frases conduce al centro fijo de una común simpatía.
Reserva que participa a la vez del pudor y del disimulo.
Lejanía de perspectiva que el recuerdo da a los objetos.
Diaquilón para los cortes.
Desánimo que produce la repetición de la vida cuando no la rige ningún atractivo ni la aguanta ninguna ilusión.
La tristeza, esa evocación de lo que nunca volverá, la lasitud que se apodera de nosotros después de cada hecho consumado, ese dolor que nos produce el colapso de todo movimiento acostumbrado, la cesación brusca de una vibración prolongada.
Comicios, del español, votaciones de cargos. Aquí feria o exposición agropecuaria.
La química tiene por objeto la investigación de la acción recíproca y molecular de los cuerpos de la naturaleza, de donde deriva que la agricultura está contenida dentro de sus dominios. Composición de los fertilizantes, fermentación de los líquidos, análisis de los gases e influencias de los miasmas.
Sugestiones de la rutina y consejos demasiado ligeros de un campesino temerario.
Método para curar los pies zapos. Operación de estrefopodia.
Estudio de los equinos, los varus y los valgus, la estrefocatopodia, la estrefendopodia y la estrefexopodia, las diferentes desviaciones del pie por debajo, por dentro y por fuera; estrefipopodia y estrefanopodia, torsión por la parte inferior y enderezamiento hacia arriba.
Dupuytren abrió un absceso a través de una espesa capa de encéfalo. Gensoul hizo la primera ablación del maxilar superior.
Indefinible belleza que deviene de la alegría, del entusiasmo, del triunfo y que no es otra cosa que la armonía del temperamento con las circunstancias.
Silencio meditativo.
Infalible retorno de acontecimientos mínimos.
Resolución de los tímidos que ante nada se retrae.
Cobarde docilidad, castigo y tributo del adulterio.
Capharnaüm. Especie de desván del boticario.
Enamorada de las novelas, heroína de los dramas, vaga de los libros de versos.
Corrupción casi inmaterial a fuer de profunda y disimulada.
Garus. Mixtura compuesta de canela, azafrán, etc.
La denigración de los que amamos nos separa un poco, a los ídolos no hay que tocarlos; queda el dorado sobre las manos.
Un infinito de pasiones puede caber dentro de un minuto, como una muchedumbre dentro de un pequeño espacio.
Sangre campesina codiciosa.
Habitaba el país azul donde se balancean las escalas de seda de los balcones, bajo el aliento de las flores del claro de luna.
Día de mi-carême, el jueves de la tercera semana de Cuaresma.
Se sentía perdida, rodando al azar por los abismos indefinibles.
Peso de la magnanimidad.
Con todos los envenenamientos hay que hacer un análisis.
Vanidades confusas, fracasadas.
Al inicio se desahogó con alusiones; después con reflexiones incidentales; por ultimo con apóstrofes a quemarropa.
Dentro de sus oídos resonaba algo monótono, como el zumbido de una peonza.
Acusar de orgulloso.
Tensiones de ánimo.
La conversación era llana como la acera de una calle y desfilaban las ideas de cualquiera con su traje ordinario sin suscitar emoción, risa o ensueño.
Espectáculos de París, títulos de novelas, cuadrillas nuevas y el mundo que no conocían.
Reserva que participa a la vez del pudor y del disimulo.
Establecer diferencias, separar la imaginación del fanatismo.
Sus ojos estaban llenos de una conversación más seria.
Era de una conversación limitada.
Reprochaba un defecto grave; escuchar las conversaciones.
La conversación que tenían se les antojaba más dulce, porque no la oían los demás.
Facundia meridional, cautela de la gente del norte.
Conversación lánguida.
Ante su presencia se derrumbaba la emoción.
Tertulia encantadora animada de conversación, de sueños comunes.
Sofocado por la emoción.
Instintos de lujo.
Se extendía dulce la noche; lienzos de sombra llenaban los follajes.
Las complicaciones, los gastos.
Cartas de negocios llenas de explicaciones cortas, técnicas y apremiantes.
Preocupaciones de dinero.
Extender los brazos con un gesto sintético de demostración.
Un irresistible argumento.
Actitud de agobio.
Sufrir el peso de su magnanimidad.
Una actitud tierna, suplicante.
Agonía de Voltaire, falleció devorando sus excrementos.
(Madame Bovary)
Temas filosóficos y atenciones singulares.
Encanto de los afectos incipientes.
Ingenuo, aturdido, generoso.
Discreto, meditativo, económico.
Un horizonte limitado los entristecía.
Transferencia epistolar.
Colmada la copa de la amargura.
Pedir la remisión de un vencimiento, aludiendo como pretexto el granizo.
Estudio de las nubes, configuración de Luke-Howard.
Juzgaba las cosas con escepticismo, como quien ha visto el fondo de la ciencia.
Sistema de calefacción.
Diez litros de aire pesan cien gramos.
La tierra como elemento no existe.
La sensación del hambre está en el estómago.
Creación de sustancia.
Terror al mercurio.
Sistemas, opuesto a empírico.
El sueño prolongado es una amenaza de apoplejía.
El cerdo es un buen alimento.
Detrás de la Vía Láctea están las nebulosas y detrás hay más estrellas. El Sol es un millón de porciones más grande que la tierra, Sirio tiene doce cantidades el tamaño del Sol, hay cometas que tienen treinta y cuatro millones de leguas.
La Osa Menor. La estrella polar, Casiopea, cuya constelación forma una Y, Vega de la Lira centelleante, en la parte inferior del horizonte la roja Aldebarán.
El Sol se precipita hacia la constelación de Hércules.
El pelo revela el temperamento y el temperamento la persona.
Acusar al cielo.
Sol rojo del crepúsculo.
Pasión del dominó, acto precioso de su libertad.
Como era ya una verdad vieja la aceptó.
Verde olor del rocío.
Paredes lisas como la mano.
Arados con sus látigos, colleras, aparejos completos, melenas de lana azul.
Buenas palabras, caricias quirúrgicas.
Vista franca de atrevimiento cándido.
Reflexiones incidentales.
Apóstrofes a quemarropa.
Campanillas de la avena.
Galanterías de cafetín.
Torre de bizcocho de Saboya.
Mezclándose los recuerdos tiernos con las reflexiones negras de su cerebro nublado por los vapores de la fiesta.
Plúteos de una biblioteca.
Llegado de un solo paso a ese raro ideal de las existencias pálidas al que no arriban nunca los corazones vulgares.
Se permitió llevar a los meandros lamartinianos, escuchó las arpas de los lagos, todos los cantos de los cisnes moribundos, las caídas de las hojas, las vírgenes puras que suben al cielo y la voz del Eterno discurriendo por los valles.
El tedio, araña silenciosa.
Helado de marrasquino.
Grandes grietas que una tormenta abre sobre las montañas una sola noche.
París, nombre desmesurado.
Pródigos como soberanos, llenos de ambiciones ideales y delirios fantásticos.
Un Amor con el dedo sobre los labios.
Vagas conversaciones con las que el azar de las frases conduce al centro fijo de una común simpatía.
Reserva que participa a la vez del pudor y del disimulo.
Lejanía de perspectiva que el recuerdo da a los objetos.
Diaquilón para los cortes.
Desánimo que produce la repetición de la vida cuando no la rige ningún atractivo ni la aguanta ninguna ilusión.
La tristeza, esa evocación de lo que nunca volverá, la lasitud que se apodera de nosotros después de cada hecho consumado, ese dolor que nos produce el colapso de todo movimiento acostumbrado, la cesación brusca de una vibración prolongada.
Comicios, del español, votaciones de cargos. Aquí feria o exposición agropecuaria.
La química tiene por objeto la investigación de la acción recíproca y molecular de los cuerpos de la naturaleza, de donde deriva que la agricultura está contenida dentro de sus dominios. Composición de los fertilizantes, fermentación de los líquidos, análisis de los gases e influencias de los miasmas.
Sugestiones de la rutina y consejos demasiado ligeros de un campesino temerario.
Método para curar los pies zapos. Operación de estrefopodia.
Estudio de los equinos, los varus y los valgus, la estrefocatopodia, la estrefendopodia y la estrefexopodia, las diferentes desviaciones del pie por debajo, por dentro y por fuera; estrefipopodia y estrefanopodia, torsión por la parte inferior y enderezamiento hacia arriba.
Dupuytren abrió un absceso a través de una espesa capa de encéfalo. Gensoul hizo la primera ablación del maxilar superior.
Indefinible belleza que deviene de la alegría, del entusiasmo, del triunfo y que no es otra cosa que la armonía del temperamento con las circunstancias.
Silencio meditativo.
Infalible retorno de acontecimientos mínimos.
Resolución de los tímidos que ante nada se retrae.
Cobarde docilidad, castigo y tributo del adulterio.
Capharnaüm. Especie de desván del boticario.
Enamorada de las novelas, heroína de los dramas, vaga de los libros de versos.
Corrupción casi inmaterial a fuer de profunda y disimulada.
Garus. Mixtura compuesta de canela, azafrán, etc.
La denigración de los que amamos nos separa un poco, a los ídolos no hay que tocarlos; queda el dorado sobre las manos.
Un infinito de pasiones puede caber dentro de un minuto, como una muchedumbre dentro de un pequeño espacio.
Sangre campesina codiciosa.
Habitaba el país azul donde se balancean las escalas de seda de los balcones, bajo el aliento de las flores del claro de luna.
Día de mi-carême, el jueves de la tercera semana de Cuaresma.
Se sentía perdida, rodando al azar por los abismos indefinibles.
Peso de la magnanimidad.
Con todos los envenenamientos hay que hacer un análisis.
Vanidades confusas, fracasadas.
Al inicio se desahogó con alusiones; después con reflexiones incidentales; por ultimo con apóstrofes a quemarropa.
Dentro de sus oídos resonaba algo monótono, como el zumbido de una peonza.
Acusar de orgulloso.
Tensiones de ánimo.
La conversación era llana como la acera de una calle y desfilaban las ideas de cualquiera con su traje ordinario sin suscitar emoción, risa o ensueño.
Espectáculos de París, títulos de novelas, cuadrillas nuevas y el mundo que no conocían.
Reserva que participa a la vez del pudor y del disimulo.
Establecer diferencias, separar la imaginación del fanatismo.
Sus ojos estaban llenos de una conversación más seria.
Era de una conversación limitada.
Reprochaba un defecto grave; escuchar las conversaciones.
La conversación que tenían se les antojaba más dulce, porque no la oían los demás.
Facundia meridional, cautela de la gente del norte.
Conversación lánguida.
Ante su presencia se derrumbaba la emoción.
Tertulia encantadora animada de conversación, de sueños comunes.
Sofocado por la emoción.
Instintos de lujo.
Se extendía dulce la noche; lienzos de sombra llenaban los follajes.
Las complicaciones, los gastos.
Cartas de negocios llenas de explicaciones cortas, técnicas y apremiantes.
Preocupaciones de dinero.
Extender los brazos con un gesto sintético de demostración.
Un irresistible argumento.
Actitud de agobio.
Sufrir el peso de su magnanimidad.
Una actitud tierna, suplicante.
Agonía de Voltaire, falleció devorando sus excrementos.
(Madame Bovary)
Temas filosóficos y atenciones singulares.
Encanto de los afectos incipientes.
Ingenuo, aturdido, generoso.
Discreto, meditativo, económico.
Un horizonte limitado los entristecía.
Transferencia epistolar.
Colmada la copa de la amargura.
Pedir la remisión de un vencimiento, aludiendo como pretexto el granizo.
Estudio de las nubes, configuración de Luke-Howard.
Juzgaba las cosas con escepticismo, como quien ha visto el fondo de la ciencia.
Sistema de calefacción.
Diez litros de aire pesan cien gramos.
La tierra como elemento no existe.
La sensación del hambre está en el estómago.
Creación de sustancia.
Terror al mercurio.
Sistemas, opuesto a empírico.
El sueño prolongado es una amenaza de apoplejía.
El cerdo es un buen alimento.
Detrás de la Vía Láctea están las nebulosas y detrás hay más estrellas. El Sol es un millón de porciones más grande que la tierra, Sirio tiene doce cantidades el tamaño del Sol, hay cometas que tienen treinta y cuatro millones de leguas.
La Osa Menor. La estrella polar, Casiopea, cuya constelación forma una Y, Vega de la Lira centelleante, en la parte inferior del horizonte la roja Aldebarán.
El Sol se precipita hacia la constelación de Hércules.
El pelo revela el temperamento y el temperamento la persona.
Objetos sublimes. El estruendo de un torrente, profundas tinieblas, un árbol azotado por la tempestad.
Respetar el decoro.
Cuando falta la actividad profesional es porque hay exceso de producción.
Cuestión del progreso en el campo científico. En literatura es menos claro; y si el bienestar aumenta, el esplendor de la vida ha desaparecido.
La política no es una ciencia.
Cuba mesmérica.
El espiritismo sienta como dogma el mejoramiento fatal de nuestra especie.
Un día la tierra se convertirá en cielo.
Od. Sustancia intermedia entre el mundo y nosotros.
Estómago hecho para digerir. Dispepsia.
La virtud de la humildad. Apreciarse incapaz de mérito, indigno de recompensa, inmolar y rebajarse.
Seis grados en la humildad.
Educación, escuela del respeto.
El objeto de un razonamiento tiene menos valor que la manera de razonar.
Enseñanzas racional y empírica.
Fósforo de Bolonia.
(Bouvard y Pécuchet)
Respetar el decoro.
Cuando falta la actividad profesional es porque hay exceso de producción.
Cuestión del progreso en el campo científico. En literatura es menos claro; y si el bienestar aumenta, el esplendor de la vida ha desaparecido.
La política no es una ciencia.
Cuba mesmérica.
El espiritismo sienta como dogma el mejoramiento fatal de nuestra especie.
Un día la tierra se convertirá en cielo.
Od. Sustancia intermedia entre el mundo y nosotros.
Estómago hecho para digerir. Dispepsia.
La virtud de la humildad. Apreciarse incapaz de mérito, indigno de recompensa, inmolar y rebajarse.
Seis grados en la humildad.
Educación, escuela del respeto.
El objeto de un razonamiento tiene menos valor que la manera de razonar.
Enseñanzas racional y empírica.
Fósforo de Bolonia.
(Bouvard y Pécuchet)
Zola
Con Flaubert vamos a encontrar la oposición a la influencia romántica. Cuando lanzó "Madame Bovary" fue como un desafío al realismo de entonces, que se jactaba de escribir mal. Él pretendía probar que se podía hablar de la pequeña burguesía de provincias con la amplitud y la energía que puso Homero al hablar de los dioses griegos.
Eça de Queiroz
Flaubert, realismo épico.
Wilde
El mérito de "Madame Bovary" no está con la lección moral que con esa novela puede hallarse, de igual manera que la arqueología no es el mérito de "Salambo". Pero Flaubert tiene perfecta razón al señalar la ignorancia de los que han tachado de inmoral la primera y de inexacta la segunda.
Proust
Esos grandes escritores, cuya realidad literaria (una forma que les fascina, como Flaubert) es demasiado interior, que no puede aplicarse en la conversación o en la correspondencia, de suerte que su correspondencia proporciona esa materia bruta, de la que extraen la belleza.
Croce
Los neorrománticos, Baudelaire, Flaubert, Goncourt prefirieron los poetas latinos de la decadencia. De dicha calidad de romanticismo ha pasado al uso <<decadentismo>>.
Croce
Los neorrománticos, Baudelaire, Flaubert, Goncourt prefirieron los poetas latinos de la decadencia. De dicha calidad de romanticismo ha pasado al uso <<decadentismo>>.
Yeats
Flaubert es el escritor que ha utilizado el doble cono. Habló mucho de escribir un relato titulado <<La Spirale>>. Murió antes de comenzarlo pero se han recopilado y publicado algunos de sus comentarios al respecto. Habría versado de un ser humano cuyos sueños se iban haciendo más espléndidos mientras su vida se volvía más desgraciada hasta coincidir el derrumbe de alguna aventura amorosa de su matrimonio con una soñada princesa.
La "Tentación de San Antonio" y "Bouvard", uno describe el efecto sobre una mente que todo es conciso y sensual; el otro sobre la mente moderna más racional, práctica y curiosa. Con los dos la mente agota la totalidad de la experiencia su alcance y se hunde agotada bajo una curiosa futilidad. Para Flaubert todo tenía que ser impersonal; no tenía que gustarle o desagradarle el personaje o el suceso; es <<el espejo que pasea a lo largo de un camino>> de Stendhal con una luminosidad que no es de Stendhal. Tenemos la impresión de que sistematizó refiriendo solo una asociación emocional con otra y se ha vuelto extrañamente duro, frío e invulnerable; que este espejo no es frágil sino de acero irrompible. El término que nos viene a la mente es <<sistematizado>>; pero implica demasiada deliberación mientras que la asociación se efectúa con él como se agrupan los trocitos de papel o las motitas de serrín sobre el agua de un cuenco.
Un pedante y arrogante, un Bouvard o un Pécuchet yendo de absurdo a absurdo desesperado e insaciable.
Para Goncourt, Flaubert como ser humano semejaba lleno de una mente reflexiva.
Flaubert según Anatole France no era inteligente.
Moore
La maravillosa delicadeza y sutileza de la creación de Flaubert.
Flaubert me aburre. Es el escritor más personal. Su odioso pesimismo nunca termina, lo arrastra à tout propos y la frasecita lírica con la que da fin a cada párrafo qué aburrida es.
C´est gigantesque como solía decir Flaubert cuando le llegaban noticias de algo más que el clásico despropósito de la bourgeoisie.
El verdadero artista ve la vida sin prejuicios; para él la vida es siguiendo la frase de Flaubert une hallucination à transporter.
Flaubert tardó siete años para escribir "La tentation de St. Antoine" y ocho o nueve para "L´Education sentimental".
Symons
La gran época de la literatura francesa que precedió esta época fue la del retoño del romanticismo que produjo a Baudelaire, Flaubert, los Goncourt, Taine, Zola, Leconte de Liste. Taine fue el filósofo que semeja explicar a la vez a Flaubert y Zola. Era la época de la ciencia, de las cosas materiales y las palabras y con esa sencilla elasticidad que poseen hacían milagros con la representación exacta de lo que visiblemente existía.
Flaubert, el novelista impecable que nunca ha existido estaba decidido a ser el novelissta de un mundo en el que el arte formal era el escape de la carga de la realidad en el que el alma se utilizaba principalmente como agente de la buena literatura.
Con "Madame Bovary" encontramos al analista y al poeta lírico en equilibrio.
Las formas modernas de la mente que con "Madame Bovary" traen una cadencia instintivamente moderna.
Flaubert es muy difícil de traducir porque no tiene un ritmo fijo; su prosa sigue el paso sin la música de la marcha regular. Inventa el ritmo de cada frase, transforma su cadencia con cada disposición de ánimo o con la conveniencia de cada hecho. No tiene una teoría de la belleza de la forma aparte de lo que expresa. Para él la forma es algo vivo, el cuerpo de la mente al que viste e interpreta.
Los trazos duros de la realidad de Flaubert.
Flaubert selecciona precisamente el detalle de todos los demás que representa o armoniza y da ese detalle con una ingeniosa rectitud.
Oyes una frase de Flaubert y ves seres vivos con formas y voces.
El arte de Flaubert, un desarrollo de Balzac, había llevado realismo si no a "Madame Bovary" al menos a "L´Education Sentimentale" hasta donde puede llegar el realismo sin abandonar ser arte. Con la historia gris y sórdida de Frédéric Moreau no hay un toque de romanticismo ni mucho menos una concesión al estilo, una huida momentánea de la tendencia lírica apasionada. Todo se percibe, todo se toma directamente de la vida; el realismo sincero, directo, implacable reina de punta a punta del libro. Pero con qué arte consumado se desintegra, organiza, compone esta masa de percepción. Y Flaubert no tiene teoría, no tiene prejuicios, solo tiene una verosímil impaciencia con la imbecilidad humana.
"L´Education Sentimentale", punto de partida de la novela naturalista.
Ribot
Flaubert queda atrapado con sus creaciones y es arrastrado violentamente encontrándose próximo a la alucinación. Segun la constitución de su mente ve sus personajes o los oye hablar.
Benjamin
La teoría artística de Flaubert, los Parnasianos, el círculo de George.
Kolontai
Flaubert escribió "Madame Bovary" la época que George Sand -heraldo brillante del surgimiento de la nueva mujer- vivía sufriendo y afirmando su <<ego>> humano y femenino.
Gide
Después de Flaubert hemos tenido <<numeroso y ritmado>>.
Faulkner
Huele como aquella sustancia negra que salió de la boca de Emma Bovary y que se extendió por su velo nupcial al levantarle la cabeza.
Savinio
La madre de Maupassant ofreció a Guy a un <<técnico>> de la grandeza literaria, a Flaubert.
<<Il a le facies d´un petit taureau breton>>, decía Flaubert del joven Maupassant.
Flaubert, en su idioma de gigante normando, decía hénaurme, de las enormes posibilidades de la máquina de vapor.
Lirismo negro de Flaubert.
Afinidad literaria entre Flaubert y Maupassant, afinidad manifiesta, incontestable, justificada.
Falubert ha sido el educador de naturalismo de Maupassant.
La técnica de la novela enseñada por Flaubert. Para escribir una novela, en primer lugar hay que madurar largamente el plan. Tras lo cual se pasa a los detalles; hay que reflexionar cada capítulo por separado, sin seguir nunca adelante. Cuando me propongo escribir una página, no espero hasta que no la he llevado a cabo. El resto de la novela no existe para mí. Es preciso gritar muy fuerte las voces de los personajes, de manera que se oigan retumbar dentro del oído. Consiste en explorar aquello que se quiere expresar atentamente como sea menester, para mostrar un aspecto que no haya sido nunca visto y expresado por otros.
Mientras "Madame Bovary" es un libro abrasado y que sabe a quemado, "Une vie", de Maupassant, es una Bovary azucarada y perfumada, a la frambuesa.
Flaubert y Zola son naturalistas y ascienden, sin embargo.
Flaubert le había educado en la literatura naturalista, a escribir sólo sobre las cosas naturales y sobre las cosas que ve.
A. Huxley
Si se jactaba de sus fornicaciones era porque el autor de "Madame Bovary" había sido perseguido.
Madame Bovary terminó mal precisamente porque imaginaba ser la especie de persona que de hecho no era. Jules de Gaultier, dándose cuenta de que la heroína de Flaubert daba forma a una tendencia humana muy difundida acuñó con su nombre la palabra <<bovarismo>> y escribió a este propósito un libro. El bovarismo realmente no siempre es desastroso; el proceso orgánico con el cual imaginamos ser lo que no somos y actuamos según esta regla es uno de los mecanismos más efectivos de la educación. Reflexionando y actuando con una situación dada, no como actuaríamos habitualmente sino como imaginamos que deberíamos hacerlo si fuésemos como los que son mejores que nosotros es como al fin abandonamos ser como éramos y llegamos a semejarnos a nuestro modelo ideal. Claro que algunas ocasiones el ideal es pobre y el modelo escogido más o menos indeseable. Pero el mecanismo bovarístico de imaginar ser lo que no somos y reflexionar y actuar como si esa figuración fuera un hecho es uno. El campo del vicio ofrece también una especie de bovarismo; es el bovarismo del buen chico que premeditadamente se entrega a la bebida y al lupanar a fin de hacerse pasar como un admirador galán. También hay un bovarismo con las jerarquías; es el bovarismo del burgués que imagina ser un ocioso y para quien su preocupación es comportarse como tal con sus gustos y maneras. Hay un bovarismo político, el de aquellos que viven para imitar a Lenin, a Webb. Hay un bovarismo humano y estético; este es el de las précieuses ridicules, bovarismo del moderno filisteo que de la noche a la mañana da el salto de trampolín de la portada del Saturday Evening Post a las originalidades de Picasso. Y finalmente existe el bovarismo de la religión. Encontramos como remate de la escala al santo con plena entrega y al otro extremo al hipócrita que pretende hacer creer que sea un santo con el fin de conseguir mejor sus propósitos enteramente profanos. Entre estos dos extremos que representan Tartufo y San Juan de la Cruz existe una tercera variedad de bovaristas religiosos; comediantes, caminan a dos vertientes.
Según palabras de Jules Gaultier sobre Richelieu <<el ángulo bovariano>> que separaba los hechos de la fantasía se aproximaba a los ciento ochenta grados.
Una subespecie muy corriente de bovarismo.
Lukács
Con Flaubert se transforma la belleza como un principio puramente formal de la selección retórica y pintoresca de las palabras que se impone artificiosamente desde fuera al material renuente de la vida.
La lucha de Flaubert con lo interior de la literatura.
La crisis de los ideales burgueses se plasma con Flaubert como un colapso de las aspiraciones humanas, como la quiebra de la experiencia científica del universo.
La descripción de la exposición agrícola y los premios otorgados a los campesinos de "Madame Bovary" formaba parte de los puntos culminantes más célebres del arte descriptivo del realismo moderno. Flaubert solo describe verdaderamente el escenario. Porque la exposición no es para él más que una ocasión para el acto de amor decisivo de Rodolfo y Ema Bovary. El escenario es casual y meramente un escenario con un sentido literal. El carácter accidental lo destaca Flaubert de manera concisa e irónica. Al poner equidistantes y antagónicos discursos oficiales y fragmentos del diálogo amoroso pone al tiempo la banalidad publica y privada de la vida burguesa con ironía chocante desarrollándose de una manera muy consecuente y con un arte superior. Sin embargo subsiste el antagonismo no eliminado de que este escenario casual, esta ocasión casual de un acto amoroso sea un acontecimiento importante del mundo de "Madame Bovary" cuya descripción detallada es precisa para los propósitos de Flaubert, para la integridad perseguida del dibujo del ambiente. De aquí que el antagonismo irónico no agote el significado de la descripción. El escenario posee un significado propio como elemento de la integridad del ambiente. Pero los personajes son exclusivamente espectadores. Con lo que se transforman para el lector como elementos homogéneos y equivalentes de los acontecimientos importantes solamente desde el punto de vista de la descripción del ambiente que Flaubert expone. Se transforman como manchas de color de una pintura que solo va más allá del mero género cuanto es elevado a símbolo irónico del filisteísmo general. La pintura adquiere un significado que no es consecuencia del peso humano interior de los acontecimientos relatados y que casi no guarda con estos referencia ninguna siendo producido artificialmente con materiales de la estilización formal. El contenido simbólico lo alcanza Flaubert irónicamente y a una altura artísticamente apreciable con materiales verdaderamente artísticos.
Los personajes de Flaubert no son más que espectadores más o menos atraídos con los acontecimientos. De aquí que se transformen para el lector como una serie de pinturas.
Lo que importa de Flaubert son los principios de la composición y no el fantasma de un fenómeno puro de describir. Lo que importa es cómo y por qué la descripción que originariamente fue uno de los numerosos materiales de la plasmación épica -subordinado además- se transforma como principio decisivo de la composición.
Flaubert inició su actividad después de la Batalla de junio de la sociedad burguesa constituida y completada. Era demasiado grande y honrado. Solo podía escoger como solución trágica de su situación el aislamiento. Se transforma como crítico de la sociedad industrialista. Y al tiempo como escritor con el sentido exclusivamente profesional de la división industrialista del trabajo. El libro se ha transformado completamente como mercancía y el escritor como vendedor de esta mercancía.
Flaubert es voluntariamente asceta.
Flaubert lucha para salir del círculo mágico de los prejuicios surgidos del menester social.
La estética de la desesperación de Flaubert.
Los trasfondos abstractos de Flaubert.
Los comentarios estéticos de Flaubert son imparciales -trágicos y penetrantes estética como socialmente- a propósito de la lucha de un escritor importante con la hostilidad de la sociedad industrialista frente al arte; respecto de la fealdad estética y moral de la vida burguesa; sobre el aislamiento preciso para el industrialismo desarrollado del artista independiente y honrado. Están llenos de sutilezas de los distintos elementos del proceso creador, de las dificultades de cuestiones técnicas de la descripción, del idioma, el ritmo, la prosa, las imágenes y el estilo de diversos escritores.
Adorno
La novela tradicional, Flaubert.
Ollivier
Flaubert evita caer en la desesperación, merced a su imperturbable ánimo en la ciencia salvadora del género humano.
Chandler
A Flaubert la inspiración no le venía fácil y sus libros son buenos.
Ollivier
Flaubert evita caer en la desesperación, merced a su imperturbable ánimo en la ciencia salvadora del género humano.
Chandler
A Flaubert la inspiración no le venía fácil y sus libros son buenos.
Della Volpe
Símbolos poéticos con sentido eminente son los significados o términos traslaticios o literales que reciben de su autonomía semántica la fuerza suficiente para organizar y estructurar enteros mundos expresivos (composiciones literarias); y puede apreciarse a primera vista o con los meros títulos de algun opus poeticum clásico el tejido de los símbolos poéticos o conceptos estructurales semánticos autónomos: "Madame Bovary".
La carta de Engels a miss Harkness de abril de 1888 sobre "Madame Bovary": <<Aquí no puede hablarse de indiferencia con el contenido; aquí tenemos un estudio atento y una cuidadosa representación de aquella manera ordinaria de vivir burgués. Un entusiasmo ideal y una apasionada recusación del ambiente. Pero cuando falta ese entusiasmo queda la descripción por la descripción y uno se aburre en seguida>>.
La interpretación poco comprensiva de "Madame Bovary" de Lukács el cual la acusa de un descriptivismo fin propio y en resolución de formalismo. Lamenta que Flaubert haya pretendido superar con materiales exclusivamente artísticos y técnicos aquella inmovilidad, aquel vacío y desconsolado gris de sus protagonistas. Con lo que se condena a Flaubert al haber dado vida artística a contenidos sociales que no son casualmente los de Zola.
El agnóstico político que fue Flaubert al cual debemos el hallazgo de uno de los rasgos más profundos de las costumbres burguesas: el vicio de la romántica evasión de la mujer ociosa, el bovarismo.
La difusa opinión de que el calígrafo Flaubert padecía una especie de idolatría de la lima.
Sartre
Flaubert es rebuscado en sus sustantivos y descuidado en sus verbos. Parnasiano, cuida el espectáculo y descuida el acontecimiento.
El iindustrialismo de Luis Felipe y los movimientos sociales del 48, inclinaban a los ánimos a hablar de las cosas (máquinas, herramientas), y el estilo que Flaubert encontraba a su disposición se había formado lentamente, para la descripción de las costumbres y de los hombres. Encarna la burguesía industrial.
Priestley
Vaciló, y como un nuevo Flaubert dirigió la vista en derredor de la habitación, en busca de la palabra.
Moravia
Sociedad ambiciosa, ignorante y bovarística, influida por la burguesía provinciana.
Fischer
El verdadero iniciador del naturalismo fue Flaubert, cuya "Madame Bovary" trazó el camino al nuevo movimiento. Zola escribió, <<Flaubert ha dicho en literatura la palabra justa y verdadera que se esperaba. "Madame Bovary" tiene una claridad, una perfección, que hacen la novela tipo, el modelo definitivo del género.>>
A primera vista puede extrañar que Flaubert, amante de la belleza como Baudelaire, y para quien el tema de su novela era como una tortura, presentase con precisión, con cuidado artístico la apagada y aletargada realidad de la vida pequeño-burguesa de provincias. Pero su impassibilité era una expresión de la aversión por la vanalidad, la estupidez y la bajeza del mundo burgués que había impulsado a Baudelaire a someterlo a juicio estético, en poemas de una belleza suprema. Flaubert escribió a George Sand, que el artista no tiene derecho a expresar su opinión sobre nada. Que el gran arte es científico e impersonal. Imparcialidad de la descripción.
Pero en realidad, su aparente imparcialidad equivalía a un odio colosal a la sociedad, a la derecha y la izquierda, a los tenderos y los obreros. La consecuencia fue una desilusión total sobre la humanidad.
La consecuencia de esta actitud es el desengaño, la profunda desesperación de Madame Bovary. Pretende refugiarse en un mundo soñado de histeria romántica, pero el ambiente en el que vive se niega a concederle la libertad y la estrangula con una cruel determinación. Su brillante, su inexorable novela es el prototipo del naturalismo.
El nihilismo, ya anunciado por Flaubert.
La retirada del escenario fue elevada por Flaubert a la categoría de pauta.
Fischer
El verdadero iniciador del naturalismo fue Flaubert, cuya "Madame Bovary" trazó el camino al nuevo movimiento. Zola escribió, <<Flaubert ha dicho en literatura la palabra justa y verdadera que se esperaba. "Madame Bovary" tiene una claridad, una perfección, que hacen la novela tipo, el modelo definitivo del género.>>
A primera vista puede extrañar que Flaubert, amante de la belleza como Baudelaire, y para quien el tema de su novela era como una tortura, presentase con precisión, con cuidado artístico la apagada y aletargada realidad de la vida pequeño-burguesa de provincias. Pero su impassibilité era una expresión de la aversión por la vanalidad, la estupidez y la bajeza del mundo burgués que había impulsado a Baudelaire a someterlo a juicio estético, en poemas de una belleza suprema. Flaubert escribió a George Sand, que el artista no tiene derecho a expresar su opinión sobre nada. Que el gran arte es científico e impersonal. Imparcialidad de la descripción.
Pero en realidad, su aparente imparcialidad equivalía a un odio colosal a la sociedad, a la derecha y la izquierda, a los tenderos y los obreros. La consecuencia fue una desilusión total sobre la humanidad.
La consecuencia de esta actitud es el desengaño, la profunda desesperación de Madame Bovary. Pretende refugiarse en un mundo soñado de histeria romántica, pero el ambiente en el que vive se niega a concederle la libertad y la estrangula con una cruel determinación. Su brillante, su inexorable novela es el prototipo del naturalismo.
El nihilismo, ya anunciado por Flaubert.
La retirada del escenario fue elevada por Flaubert a la categoría de pauta.
Wilson
La cualidad tensa y metafísica de Maupassant y de Flaubert.
El gran poeta en prosa del naturalismo con su actitud ante el mundo burgués moderno y la oposición que implica con el pasado y el ideal de imparcialidad rigurosa y de adaptación del estilo al tema.
Generalmente Flaubert se había limitado a ajustar la cadencia y la frase precisamente a la disposición de ánimo u objeto descritos; incluso más le ocupaban la frase que la cadencia y más el objeto que la disposición de ánimo, pues la disposición de ánimo y la cadencia no varían realmente mucho para Falubert; él nunca se encarna con sus personajes ni identifica su voz y como consecuencia el tono característico de Flaubert sombrío, pomposo e irónico se vuelve a la larga monótono.
Flaubert enseñó a Maupassant a buscar los adjetivos precisos que distinguieran un conductor de coche de otro de la terminal de Ruán.
Flaubert es misántropo si quiere y su tono es acre.
El naturalismo estético de Flaubert.
E. H. Carr
El producto original de la papelería francesa es el borrador, el duplicado jurídico y caligráfico, sus patrones son los eternos copistas, Bouvard y Pécuchet.
Fue especialmente característico de los ultimos románticos invocar la aprobación del otro mundo, para sus amores ilícitos. <<Estoy persuadida>>, dijo Emma Bovary a su primer amante, Roger, <<de que nuestras madres, unidas en el cielo, bendicen nuestro amor>>.
E. H. Carr
El producto original de la papelería francesa es el borrador, el duplicado jurídico y caligráfico, sus patrones son los eternos copistas, Bouvard y Pécuchet.
Fue especialmente característico de los ultimos románticos invocar la aprobación del otro mundo, para sus amores ilícitos. <<Estoy persuadida>>, dijo Emma Bovary a su primer amante, Roger, <<de que nuestras madres, unidas en el cielo, bendicen nuestro amor>>.
Calvino
La tienda atestada de estampas, de esculturas y Frédéric Moreau palpitante hacía su aparición por la casa de los Arnoux.
Koestler
El mundo sensual de Flaubert y de Baudelaire y de Manet.
Abbagnano
Bovarismo. Término creado por Jules de Gaultier, 1902, derivado de la heroína de Flaubert. Indica la actitud del que crea una personalidad ficticia, en colisión con su manera de ser y con los hechos.
La independencia de la poesía de la finalidad interesada o utilitaria. Carácter expresado mediante la fórmula del "arte por el arte", a la cual se adhirieron Flaubert, Gautier, Baudelaire, Walter Pater, Oscar Wilde, Alan Poe. El propósito frente al cual se dirige esta fórmula es la subordinación de la poesía a la emoción, a la verdad o al deber; su significado positivo es la libertad de la poesía, en el sentido que lo afirmara Kant. Es la defensa de la poesía frente la tentación de hacer un instrumento de propaganda, para una finalidad.
Koestler
El mundo sensual de Flaubert y de Baudelaire y de Manet.
Abbagnano
Bovarismo. Término creado por Jules de Gaultier, 1902, derivado de la heroína de Flaubert. Indica la actitud del que crea una personalidad ficticia, en colisión con su manera de ser y con los hechos.
La independencia de la poesía de la finalidad interesada o utilitaria. Carácter expresado mediante la fórmula del "arte por el arte", a la cual se adhirieron Flaubert, Gautier, Baudelaire, Walter Pater, Oscar Wilde, Alan Poe. El propósito frente al cual se dirige esta fórmula es la subordinación de la poesía a la emoción, a la verdad o al deber; su significado positivo es la libertad de la poesía, en el sentido que lo afirmara Kant. Es la defensa de la poesía frente la tentación de hacer un instrumento de propaganda, para una finalidad.
Tomalin
La concentración silenciosa no era una de las características de la vida laboral de Dickens. Es expresiva la comparación con la manera de escribir de su colega novelista Flaubert, quien por aquella época escribía y reescribía "Madame Bovary" enclaustrado en el refugio silencioso que su padre le había brindado de la campiña de Normandía. Los dos novelistas vivieron de cerca la experiencia de sus personajes estremeciéndose mientras escribían, pero si Flaubert no soportaba los estorbos y entregaba al mundo un escrito totalmente reflexionado, terminado y pulido, Dickens toleraba las distracciones y semejaba buscarlas y debía poner a prueba su prodigiosa aptitud de inventiva frente las exigencias de la publicación por entregas y una trama enrevesada. A pesar de <<Madame Bovary, c´est moi>>, Flaubert presenta sus personajes con un desdén divino, mientras Dickens se burlaba de algunos y se compadecía de otros, pero a todos los veía como sus iguales, seres humanos de carne y hueso.
Nooteboom
No conozco ningún libro que no se funde bajo una confusión. "Madame Bovary".
La concentración silenciosa no era una de las características de la vida laboral de Dickens. Es expresiva la comparación con la manera de escribir de su colega novelista Flaubert, quien por aquella época escribía y reescribía "Madame Bovary" enclaustrado en el refugio silencioso que su padre le había brindado de la campiña de Normandía. Los dos novelistas vivieron de cerca la experiencia de sus personajes estremeciéndose mientras escribían, pero si Flaubert no soportaba los estorbos y entregaba al mundo un escrito totalmente reflexionado, terminado y pulido, Dickens toleraba las distracciones y semejaba buscarlas y debía poner a prueba su prodigiosa aptitud de inventiva frente las exigencias de la publicación por entregas y una trama enrevesada. A pesar de <<Madame Bovary, c´est moi>>, Flaubert presenta sus personajes con un desdén divino, mientras Dickens se burlaba de algunos y se compadecía de otros, pero a todos los veía como sus iguales, seres humanos de carne y hueso.
Nooteboom
No conozco ningún libro que no se funde bajo una confusión. "Madame Bovary".
Eco
La idea reçue de escasa envergadura, elemento del repertorio de cualquier Bouvard y Pécuchet.
Saint-Pierre
Vivir como el lagarto de Flaubert, caliente todo el año al sol de la belleza.
Sanders
Era mucho más que una esposa frustrada, la Emma Bovary del lugar.
Schwarnitz
La novela de Flaubert, "Madame Bovary" (1856), debe ser incluida en el género de la quijotería. La protagonista, Emma Bovary, casada con el médico rural Charles Bovary, un ser humano bueno, pero tonto, es una mujer insatisfecha y sentimental, cuyas pasiones encajan perfectamente en los clichés románticos. Emma Bovary comete adulterio, se endeuda enormemente y termina quitándose la vida. La novela se hizo famosa por la precisión con la que su autor tuvo la aptitud de describir la vida cotidiana más trivial y el concepto de <<bovarysmo>> se transformó en el equivalente femenino de quijotería. Una mujer exigente desde el punto de vista emocional, que reclama realizarse sexual y sentimentalmente.
Baldwin
Sartre dedicó su atención a completar su magnum opus final, su vasto estudio de Flaubert, "El idiota de la familia" (1971-1972). Desgraciadamente, su aptitud de visión le abandonó el año 1973, cuando sólo estaban completos tres de los cinco volúmenes programados.
Mackie
Nombres de ficción, nombres de personajes, lugares, como <<Emma Bovary>>, su uso encierra rasgos que producen perplejidad.
Auster
Flaubert dedicó cinco años a "Madame Bovary".
Schwarnitz
La novela de Flaubert, "Madame Bovary" (1856), debe ser incluida en el género de la quijotería. La protagonista, Emma Bovary, casada con el médico rural Charles Bovary, un ser humano bueno, pero tonto, es una mujer insatisfecha y sentimental, cuyas pasiones encajan perfectamente en los clichés románticos. Emma Bovary comete adulterio, se endeuda enormemente y termina quitándose la vida. La novela se hizo famosa por la precisión con la que su autor tuvo la aptitud de describir la vida cotidiana más trivial y el concepto de <<bovarysmo>> se transformó en el equivalente femenino de quijotería. Una mujer exigente desde el punto de vista emocional, que reclama realizarse sexual y sentimentalmente.
Baldwin
Sartre dedicó su atención a completar su magnum opus final, su vasto estudio de Flaubert, "El idiota de la familia" (1971-1972). Desgraciadamente, su aptitud de visión le abandonó el año 1973, cuando sólo estaban completos tres de los cinco volúmenes programados.
Mackie
Nombres de ficción, nombres de personajes, lugares, como <<Emma Bovary>>, su uso encierra rasgos que producen perplejidad.
Auster
Flaubert dedicó cinco años a "Madame Bovary".
McEwan
Los transformables vericuetos de los complejos cuentos de hadas como "Ana Karenina" y "Madame Bovary". Flaubert asimiló que el adulterio es inteligible pero erróneo. Aquellos libros eran el producto de una acumulación constante y gradual. Fabulaciones irritantes. No hay un solo ser humano con alas.
Ana Kontroversy
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