La forma de mono de los duendes de Grecia.
Las hadas, Sidhe de Irlanda poseen el señorío sobre las fuentes, las colinas, los espinos.
Una vara de avellano daba suerte.
El hombrecillo verde golpeó el coolaya-coric, el poste de combate. Ante el estruendo, no hubo tejón en su recodo, que no diera tres vueltas.
Gato calzado como el Grimalkin de los cuentos de hadas y tocando el violín.
Hábito de la Sierpe, la mujer-serpiente de tipo melusino, que oculta en su cola una piedra preciosa, que puede ser arrancada en circunstancias determinadas, cuando está bebiendo en el agua de una fuente.
Reina Picel, sobre su magnífica libélula.
Las hadas vigilan y aceleran el crecimiento de las plantas.
Íntimos lazos que se tienden entre los elementales y las flores.
Enanos festivos y bromistas, de color naranja y violeta, o rojo oro, que danzan en las vides de Sicilia. Criaturas gris y verde, casi melancólicas, que se desplazan con elegancia entre los robles y aulagas de las landas bretonas.
Jardines encantados del cuento de hadas. Una sola sílaba disolvía el hechizo.
Chrétien de Troyes
Guingamor era dueño de la Isla de Avalon; de este hemos oído que fue amigo del hada Morgana, verdad probada.
Vestido con un mujayar (muaré). Macrobio me enseña a describir la labor del tejido y su aspecto. Lo habían hecho cuatro hadas con gran experiencia y pericia. La primera representó a Geometría como percibe y calcula con el cielo y la dura tierra de forma que no faltó nada; y como calcula después el bajo y el alto, el ancho y el largo; y luego explora el mar cómo era de grande y profundo y cómo calcula el resto del mundo. La segunda se esforzó de representar a Aritmética: numera segun el sentido los días y las horas y las aguas del mar gota a gota y después la arena y las estrellas completamente; sabe decir la verdad al respecto y cuántas hojas hay en un bosque. La tercera labor es de Musica con la que se emparejan todos los entretenimientos: canto y discanto y sonido de cuerda de arpa, de rota y de viola; esta labor era buena y hermosa pues delante estaban todos los instrumentos y cosas agradables. La cuarta llevó a cabo una actividad muy buena porque representó la mejor de las artes: se ocupó de la Astronomía que hace muchas maravillas y se aconseja con las estrellas, con la luna y con el sol. No toma consejo de ninguna otra cosa que haya en cualquier lugar; aquellas le dan buen consejo de cuantas cosas les pregunta, de cuanto fue y de cuanto será, a la fuerza lo tienen que saber sin mentir ni engañar.
Huon de Burdeos
El camino de Babilonia está lleno de magia y son extrañas las cosas que pasan allí. En el bosque mora el rey del País de las Hadas llamado Oberon; no tiene más de un metro de altura y los hombros torcidos pero un rostro angelical, de manera que no hay mortal que lo vea que no se complazca mucho. Encontrará la manera de hablar contigo y estarás perdido porque no hay mortal que pueda escapar de sus palabras agradables de escuchar. Si ve que no dices una palabra estará muy disgustado. Cuando puedas sal del bosque; provocará lluvia, viento, granizo y nieve y tempestades maravillosas con truenos y relámpagos para simular que todos perecerán. Verás ante ti un gran río corriendo negro y profundo. Pero puedes pasarlo cómodamente y no moja los pies de tu caballo porque todo no es más que fantasía y encantamiento que el enano ha hecho con la pretensión de tenerte con él y si puedes mantenerte sin hablarle entonces podrás escapar.
El enano de las hadas, el rey Oberon, pasó cabalgando con un vestido muy rico que sería maravilla contar las riquezas y sus modas adornado con piedras preciosas cuya claridad brillaba como el sol. Tenía a la mano un arco muy rico y sus flechas de igual tipo con la gran propiedad que podían golpear cualquier bestia del mundo que deseara. Además tenía al cuello un rico cuerno colgado de dos cordones de oro muy rico y hermoso que nunca se había visto tal: fue hecho por cuatro hadas de la isla de Cefalonia. Cualquiera que oyese su sonido si estaba bajo la peor enfermedad instantáneamente sanaba. La dama que dio este poder al cuerno se llamó Gloriande. La segunda dama se llamaba Transeleyne; dio a este cuerno el poder que cualquiera que lo oyera si estuviera con la mayor hambruna del mundo debería quedar satisfecho como si hubiera comido todo lo que podría desear y también beber hasta saciarse. La tercera dama llamada Margale dio a este cuerno un regalo incluso mayor y era que cualquiera que lo oyera aunque fuera muy débil, pobre y enfermo gozaría de tal alegría en su corazón que debería cantar y bailar. La cuarta dama llamada Lempatrix dio a este cuerno el regalo que cualquiera que lo oyera si estuviera a cien días de viaje debería ver a su gusto a quien lo sopló lejos o próximo.
Oberon con su hermoso verbo puede engañar a todos.
Oberon nació cuarenta años antes de la Natividad.
La madre de Oberon era la señora de la Isla Secreta alguna vez amada de Florimont de Albany. Pero como su madre los espió partió y abandonó a Florimont su amante y nunca más lo volvió a ver. entonces retornó a su tierra y después se casó y tuvo un hijo que fue rey de Egipto llamado Anectanabus; él fue quien fomentó a Alejandro el Genial y encontró la muerte a su lado. Después de muchos años Julio César pasó el mar al entrar a Tesalia donde luchó con Pompeyo. En el camino pasó por Cefalonia donde se enamoró de su madre porque le demostró que debería desconcertar a Pompeyo como lo hizo; César era el padre de Oberon. Con su nacimiento hubo muchos príncipes de hadas y muchas damas nobles vinieron a ver a la madre. Pero había una que no estaba persuadida porque no fue enviada a buscar como las otras y cuando Oberon nació le dio como regalo que cuando cumpliera tres años de edad no debería crecer más. Le dio otro regalo, que debería ser el niño más hermoso que nunca haya existido. La dama del País de las Hadas llamada Transeleyne le dio el regalo de saber todo lo que cualquiera puede saber o reflexionar, bueno o malo. La tercera hada para hacer más por él y para complacer mejor a su madre le había concedido un país como ninguno hay hasta hoy, pero si desea estar allí estará al instante con el numero de hombres que lista y tendrá un castillo o un palacio por su cuenta. La cuarta hada le donó que no hay pájaro ni bestia que serán crueles y podrá tomarlos en su mano; y también que nunca semejará mayor y cuando salga de este mundo su lugar está preparado en el Paraíso; sabe que la totalidad de las cosas creadas de este mundo mortal deben de menester tener un fin.
El poder que tenía de las hadas.
La madre de Oberon era la Dama de la Isla Secreta y cuando nació estaban con la madre muchas damas de las hadas de las que tuvo muchos regalos.
Sir Gawain y el Caballero Verde
Un fantasma surgido del reino de las hadas.
Chaucer
En los viejos tiempos del rey Arturo, cuya fama pervive entre los naturales de Gran Bretaña, todo el reino andaba lleno de grupos de hadas. La reina de los Elfos y su alegre cortejo danzaba frecuentemente por los prados verdes.
Alrededor del pozo que se hallaba bajo un laurel, Plutón y su reina Proserpina y su tropel de hadas solían divertirse con música y danzas.
En un lugar secreto y silvestre
la reina de las Hadas
con arpa, y flauta y tamboril,
hizo su casa y plaza.
Sir Gawain y el Caballero Verde
Un fantasma surgido del reino de las hadas.
Chaucer
En los viejos tiempos del rey Arturo, cuya fama pervive entre los naturales de Gran Bretaña, todo el reino andaba lleno de grupos de hadas. La reina de los Elfos y su alegre cortejo danzaba frecuentemente por los prados verdes.
Alrededor del pozo que se hallaba bajo un laurel, Plutón y su reina Proserpina y su tropel de hadas solían divertirse con música y danzas.
En un lugar secreto y silvestre
la reina de las Hadas
con arpa, y flauta y tamboril,
hizo su casa y plaza.
Sir Tryamour
Tryamour es también el nombre del amante de las hadas de "Sir Launfal".
Shakespeare
Como un hada me deslizaré sobre el césped
Los elfos corren y en copas de bellotas se esconden.
Decían que las hadas me harían rico.
País de las hadas, duendes, trasgos, ánimos. Si no las obedecemos, tras pellizcarnos hasta ponernos el cuerpo morado y negro, terminarán por tragarse nuestro aliento.
Duendes y hadas, no se les puede hablar ni espiarles, porque el que lo hace, cae muerto.
Algún hada nocturna había canjeado nuestros hijos arropados en la cuna.
Hadas verdes, grises y negras, que os mostráis luminosas bajo la luna, en las tinieblas de la noche.
Convocad a las hadas, pregonero Hobgoblin.
Oberón, rey de las hadas.
Titania, reina de las hadas.
Un círculo de hierba más oscura y espesa, en mitad de un prado, era realización de las hadas y bailaban sobre él. Sus guardianes son las prímulas. Sus mantos dorados brillan de rubíes, don de hadas. Vive su fragancia.
Oberón, cegado de ira, porque la Hada Reina ha robado a un rey de India un hermoso niño, que será su paje. Oberón celoso, quiere la criatura para su cortejo.
Robin el Bueno, espíritu bribón y travieso, asusta a las mozas del lugar, trastea molinillos, la leche desnata, hace que no saquen manteca en las casas o la cerveza no levante espuma, que se pierda el viajero de noche. Divierte a Oberón.
Oberón invisible.
El séquito de Titania mata larvas en los capullos de rosas, quita a los murciélagos el cuero de sus alas, para hacerles capas a los elfos, aleja al búho, que de noche ulula de asombro ante la finura.
Titania, espíritu de alta condición, el grato verano es su lacayo.
Hadas, que del fondo del mar han de traerte joyas.
Oberón, Rey de las Sombras.
Historias de hadas y cuentos quiméricos.
Medianoche ha sonado con jerga de hierro. Acostaos, amantes. Es la hora de las hadas
(El sueño de una noche de verano)
Ariosto
Perecer no puede el hada
mientras Oriente vea el sol,
o no mude el cielo estilo.
Un ánima encantada nacida de un trasgo y de una hada.
El hada Falerina forjó con Fineza a Balisarda, espada fiera,
puesta en la gallarda mano de Roldán, singular y raro.
Aretino
Sibila, hada, Beffana. En la Epifanía, en Italia, los niños esperan la Beffana, vieja mujer, que les lleva juguetes.
Las Romanescas tienen el libro de misa al revés, para que se crea que son hadas, y son fantasmas.
Ha sido en la escuela de rufianería, donde han tomado el bonete de doctor las sibilas, Hadas, Espíritus, Nigromantes, Poetisas.
Los elfos corren y en copas de bellotas se esconden.
Decían que las hadas me harían rico.
País de las hadas, duendes, trasgos, ánimos. Si no las obedecemos, tras pellizcarnos hasta ponernos el cuerpo morado y negro, terminarán por tragarse nuestro aliento.
Duendes y hadas, no se les puede hablar ni espiarles, porque el que lo hace, cae muerto.
Algún hada nocturna había canjeado nuestros hijos arropados en la cuna.
Hadas verdes, grises y negras, que os mostráis luminosas bajo la luna, en las tinieblas de la noche.
Convocad a las hadas, pregonero Hobgoblin.
Oberón, rey de las hadas.
Titania, reina de las hadas.
Un círculo de hierba más oscura y espesa, en mitad de un prado, era realización de las hadas y bailaban sobre él. Sus guardianes son las prímulas. Sus mantos dorados brillan de rubíes, don de hadas. Vive su fragancia.
Oberón, cegado de ira, porque la Hada Reina ha robado a un rey de India un hermoso niño, que será su paje. Oberón celoso, quiere la criatura para su cortejo.
Robin el Bueno, espíritu bribón y travieso, asusta a las mozas del lugar, trastea molinillos, la leche desnata, hace que no saquen manteca en las casas o la cerveza no levante espuma, que se pierda el viajero de noche. Divierte a Oberón.
Oberón invisible.
El séquito de Titania mata larvas en los capullos de rosas, quita a los murciélagos el cuero de sus alas, para hacerles capas a los elfos, aleja al búho, que de noche ulula de asombro ante la finura.
Titania, espíritu de alta condición, el grato verano es su lacayo.
Hadas, que del fondo del mar han de traerte joyas.
Oberón, Rey de las Sombras.
Historias de hadas y cuentos quiméricos.
Medianoche ha sonado con jerga de hierro. Acostaos, amantes. Es la hora de las hadas
(El sueño de una noche de verano)
Ariosto
Perecer no puede el hada
mientras Oriente vea el sol,
o no mude el cielo estilo.
Un ánima encantada nacida de un trasgo y de una hada.
El hada Falerina forjó con Fineza a Balisarda, espada fiera,
puesta en la gallarda mano de Roldán, singular y raro.
Aretino
Sibila, hada, Beffana. En la Epifanía, en Italia, los niños esperan la Beffana, vieja mujer, que les lleva juguetes.
Las Romanescas tienen el libro de misa al revés, para que se crea que son hadas, y son fantasmas.
Ha sido en la escuela de rufianería, donde han tomado el bonete de doctor las sibilas, Hadas, Espíritus, Nigromantes, Poetisas.
Spenser
Los caballeros de las hadas, los campeones de Gloriana la reina del país de las hadas.
La bella Tanaquill una princesa británica hija de Oberón rey del país de las hadas.
La Reina de las Hadas se llama Belphoebe, la patrona de la castidad y Britomart, el genio bélico de Gran Bretaña.
El sueño fingido y el ánimo forjado por las hadas.
El hada Dryope, princesa de Echalia, la cual se transforma como la ninfa del bosque Pholoe es probablemente una creación ficticia del autor.
Pero en el país de las hadas su famoso valor quedó desperdiciado. Blasonado con la trompeta de la Fama.
Arthur entregado a un caballero de las hadas. En "La muerte de Arturo" de Malory, Arturo es separado de su madre Ygerne al nacer y puesto al cuidado de Sir Ector como su padre adoptivo. En "Merlín" Sir Antor es su padre adoptivo.
Changeling. Un niño hijo de un hada, xana, troll o elfo puesto secretamente en lugar de un niño robado.
Las hadas del linaje de los jardines de Adonis.
Oberon es para la mitología celta el rey de las hadas y primo del rey de los hombres. La leyenda de Oberon habría tenido su inicio literario con el cantar de gesta francés "Les Prouesses et faitz du noble Huon de Bordeaux" (siglo XIII). El duende Oberon ayuda a Huon. A Oberon le son dados atavíos celtas como una copa mágica que estará llena para los valientes y se decía que era hijo de Morgana.
La raza de un hada nacida de alto grado.
Nash
Su hígado blanco se había mezclado con el blanco de sus ojos y estaban vueltos arriba como si hubieran ofrecido un hada blanca para que la muerte disparara.
Hobbes
Reino de las hadas en la tiniebla.
Las hadas, sea cual fuere el país donde se reúnan, sólo tienen un rey, que algunos poetas nuestros llaman Oberon, pero que la Escritura llama Belcebú, príncipe de los demonios.
Hobbes
Reino de las hadas en la tiniebla.
Las hadas, sea cual fuere el país donde se reúnan, sólo tienen un rey, que algunos poetas nuestros llaman Oberon, pero que la Escritura llama Belcebú, príncipe de los demonios.
Burton
De los demonios sublunares Psellus hace seis tipos, diablos ardientes, aéreos, terrestres, acuáticos y subterráneos además de las hadas, sátiros y ninfas.
Los diablos de agua son esas náyades o ninfas del agua y de los ríos. El agua según Paracelsus es su caos donde viven; algunos las llaman hadas y dicen que Habundia es su reina; causan inundaciones, naufragios y engañan a los hombres como Suceuba o apareciendo con la forma de mujeres. Paracelso tiene varias historias, vivieron y se casaron con hombres mortales, siguieron cientos de años y después de algún disgusto los abandonaron. Como Aegeria con quien Numa estaba familiarizado, Diana o Ceres. Olaus Magnus cuenta de un tal Hotherus, rey de Suecia, el cual habiendo perdido su compañía mientras estaba cazando, un día se encontró con una de estas ninfas acuáticas o hadas y fue aparejado.
Los demonios terrestres son aquellos lares, genios, faunos, sátiros, ninfas del bosque, hadas, puck (ser fantástico juguetón, Robin Goodfellow), trulli que como son los más versados con los hombres les hacen más daño. Las hadas han sido adoradas con superstición para el barrido de las casas y la colocación de un balde de agua limpia y buenas vituallas; no deben ser pellizcadas para encontrar dinero en los zapatos y ser afortunados con las empresas. Son los que danzan sobre los brezales y los verdes y trazan los círculos de los campos llanos. Trolli o telchines. Un tipo frecuenta casas abandonadas que los italianos llaman foliots, son inicuos.
La más bella de las bellas que la justicia sobresale. Reina de las hadas.
La riqueza prestada, como el dinero en los cuentos de hadas, aunque sea oro en mano de quien lo recibe, se transformará en hojarasca y polvo cuando se pretenda emplear.
Las palabras nunca podrían evocar la idea que significa la luz, a un hombre que no tuviera antes esa idea, como si le dijeran que la luz no era sino un conjunto de pelotitas de tenis, que las hadas golpean todo el día con raquetas contra la frente de algunos hombres, mientras que no lo hacen contra otros.
Por las ideas que alguien tenga de las hadas, alguien puede llegar a saber que existen cosas que responden al término de esas ideas.
Leibnitz
Entre las hadas, realizan transformaciones, mediante un simple acto de magia.
La Fontaine
Soy Manto, la hada,
nombre famoso que tomó esa ciudad, Mantua llamada,
la elevó mi esfuerzo prodigioso.
Mis hermanas y yo somos sencillas,
no morimos y hacemos maravillas.
Pero vivir es un tormento,
cual la raza humana sabemos también del sufrimiento.
Somos sierpes un día de la semana,
tesoro que me aguarda Luzbel en el profundo.
Lockenombre famoso que tomó esa ciudad, Mantua llamada,
la elevó mi esfuerzo prodigioso.
Mis hermanas y yo somos sencillas,
no morimos y hacemos maravillas.
Pero vivir es un tormento,
cual la raza humana sabemos también del sufrimiento.
Somos sierpes un día de la semana,
tesoro que me aguarda Luzbel en el profundo.
La riqueza prestada, como el dinero en los cuentos de hadas, aunque sea oro en mano de quien lo recibe, se transformará en hojarasca y polvo cuando se pretenda emplear.
Las palabras nunca podrían evocar la idea que significa la luz, a un hombre que no tuviera antes esa idea, como si le dijeran que la luz no era sino un conjunto de pelotitas de tenis, que las hadas golpean todo el día con raquetas contra la frente de algunos hombres, mientras que no lo hacen contra otros.
Por las ideas que alguien tenga de las hadas, alguien puede llegar a saber que existen cosas que responden al término de esas ideas.
Leibnitz
Entre las hadas, realizan transformaciones, mediante un simple acto de magia.
Crébillon
Sucesos unicos, hadas, talismanes.
Saint-Simon
Es grave haber incurrido bajo la implacable enemistad de dos hadas todopoderosas.
Diderot
Astuta como un hada.
Chénier
Para mi vejez el hada omnipotente
Me reservaba la tiniebla oscura.
Mandeville
Sobre una nube el hada encapuchada, la Justicia, volando por los aires; alrededor de su carro y detrás de él iban los oficiales que exprimen lágrimas para ganarse la vida.
Dar pábulo a los infantiles relatos respecto de hadas y duendes.
Shaftesbury
Un informe detallado de la creencia en las hadas.
Jean Paul
La soberbia es un hada que satisface todos los deseos del idiota.
Fielding
En cuanto a los duendes y hadas y otros trasgos por el estilo, omito con mencionarlos, ya que me siento poco propicio a encerrar dentro de cualesquiera límites esas imaginaciones sorprendentes, para cuya vasta aptitud son demasiado estrechas las fronteras humanas, cuyas actividades deben apreciarse como una nueva creación y quienes, por tanto, tienen perfecto capricho a hacer lo que quieran.
Smollett
Acudir a presentar los respetos al hada ofendida.
Hadas navegando con una cáscara de nuez.
Un grupo de hadas danzando a la luz de la luna.
La superstición natural se ha visto muy perjudicada con las historias de brujas, hadas, fantasmas y duendes.
Sucesos unicos, hadas, talismanes.
Saint-Simon
Es grave haber incurrido bajo la implacable enemistad de dos hadas todopoderosas.
Diderot
Astuta como un hada.
Chénier
Para mi vejez el hada omnipotente
Me reservaba la tiniebla oscura.
Mandeville
Sobre una nube el hada encapuchada, la Justicia, volando por los aires; alrededor de su carro y detrás de él iban los oficiales que exprimen lágrimas para ganarse la vida.
Dar pábulo a los infantiles relatos respecto de hadas y duendes.
Shaftesbury
Un informe detallado de la creencia en las hadas.
Jean Paul
La soberbia es un hada que satisface todos los deseos del idiota.
Fielding
En cuanto a los duendes y hadas y otros trasgos por el estilo, omito con mencionarlos, ya que me siento poco propicio a encerrar dentro de cualesquiera límites esas imaginaciones sorprendentes, para cuya vasta aptitud son demasiado estrechas las fronteras humanas, cuyas actividades deben apreciarse como una nueva creación y quienes, por tanto, tienen perfecto capricho a hacer lo que quieran.
Smollett
Acudir a presentar los respetos al hada ofendida.
Hadas navegando con una cáscara de nuez.
Un grupo de hadas danzando a la luz de la luna.
La superstición natural se ha visto muy perjudicada con las historias de brujas, hadas, fantasmas y duendes.
Mendelssohn
La sed de saber de las mentes embotadas prefiere ser satisfecha con cuentos de hadas.
Los cuentos de hadas con razones ilusorias y figuras oratorias.
Burney
El fulgor mágico de las luces de un castillo encantado o de un palacio de las hadas.
Edgeworth
Esperar tres días, el plazo de deliberación habitual de los cuentos de hadas.
Pídeme lo que quieras y el hada buena hará que se cumpla en un santiamén. ¿O dudas de mí porque no he aparecido ante ti con la forma de la viejecita arrugada del hada madrina de Cenicienta? <<Ah pequeña ignorante del mundo de las hadas>>. Verso del poema "Fairy Tale in the Ancient English Style" del reverendo Thomas Parnell (1722).
Hadas y brujas sin sombra y banshees. Las primeras menciones de estos ánimos femeninos o seres sobrenaturales del folklore irlandés son del siglo VIII y su nombre procede del gaélico bean si que significa <<mujer de los túmulos>>.
Paine
La imaginación ha dado una figura y un carácter a centauros, sátiros y hasta a la tribu de las hadas, pero los títulos confunden incluso a los poderes de la imaginación y son una mera carencia quimérica de descripción. Si todo un país está dispuesto a despreciarlos desaparece su valor y nadie quiere tenerlos.
Raspe
Carroza de la reina Mab, reina de las hadas, esférica como una avellana.
Scott
Echó a correr con la presteza de un hada.
Color verde predilecto de las hadas.
Cuento de hadas, en el que un hombre ve súbitamente trocadas en cachos de pizarra las monedas que trajera al mercado.
En cavernas, palacios de hadas, la raza de criaturas aéreas, de categoría intermedia entre hombre y demonios, sin ser enemigas debían evitarse con cuidado, en atención a sus caprichos y humor irritable y vengativo. Daoine Shie, criaturas de paz.
Leyendas de hadas, estimadas por las tribus célticas. Los duendes robaban las criaturas antes de que fuesen bautizadas, para sustituirlas con las de su raza, a las que siempre faltaba alguno de los órganos propios del género humano. Pequeñez de talla, tez morena, cabellos largos y sedosos, singularidad de maneras, caprichos inverosímiles, atributos de la raza irritable, inconstante y peligrosa.
Cantar con las hadas en el encantado valle de Glenmoy o sobre las montañas de Snawfell y Baroal.
Las personas cultas no daban a estos absurdos más prestigio, que el que se da de ordinario a las ridículas exageraciones de los ignorantes, que confunden lo extraordinario con lo sobrenatural.
Varita de virtudes.
Espíritu familiar, del sexo femenino y de la especie Ban-shie, acostumbra lanzar gemidos, para anunciar sucesos desgraciados.
Hada, trasgo que se transforma cuando quiere.
Gato calzado como el Grimalkin de los cuentos de hadas y tocando el violín.
Los caballeros tal vez procedan del país de las hadas y sean portadores de un mensaje del rey Oberón.
Stendhal
Pretendía enternecer a aquel hada mala haciéndole versos.
Saint-Simon
Enemistad de dos hadas todopoderosas.
Chateaubriand
Volaban las hadas fantásticas, que se aparecían a Tristán y a Galaor en los bosques.
Paine
La imaginación ha dado una figura y un carácter a centauros, sátiros y hasta a la tribu de las hadas, pero los títulos confunden incluso a los poderes de la imaginación y son una mera carencia quimérica de descripción. Si todo un país está dispuesto a despreciarlos desaparece su valor y nadie quiere tenerlos.
Raspe
Carroza de la reina Mab, reina de las hadas, esférica como una avellana.
Scott
Echó a correr con la presteza de un hada.
Color verde predilecto de las hadas.
Cuento de hadas, en el que un hombre ve súbitamente trocadas en cachos de pizarra las monedas que trajera al mercado.
En cavernas, palacios de hadas, la raza de criaturas aéreas, de categoría intermedia entre hombre y demonios, sin ser enemigas debían evitarse con cuidado, en atención a sus caprichos y humor irritable y vengativo. Daoine Shie, criaturas de paz.
Leyendas de hadas, estimadas por las tribus célticas. Los duendes robaban las criaturas antes de que fuesen bautizadas, para sustituirlas con las de su raza, a las que siempre faltaba alguno de los órganos propios del género humano. Pequeñez de talla, tez morena, cabellos largos y sedosos, singularidad de maneras, caprichos inverosímiles, atributos de la raza irritable, inconstante y peligrosa.
Cantar con las hadas en el encantado valle de Glenmoy o sobre las montañas de Snawfell y Baroal.
Las personas cultas no daban a estos absurdos más prestigio, que el que se da de ordinario a las ridículas exageraciones de los ignorantes, que confunden lo extraordinario con lo sobrenatural.
Varita de virtudes.
Espíritu familiar, del sexo femenino y de la especie Ban-shie, acostumbra lanzar gemidos, para anunciar sucesos desgraciados.
Hada, trasgo que se transforma cuando quiere.
Gato calzado como el Grimalkin de los cuentos de hadas y tocando el violín.
Los caballeros tal vez procedan del país de las hadas y sean portadores de un mensaje del rey Oberón.
Stendhal
Pretendía enternecer a aquel hada mala haciéndole versos.
Saint-Simon
Enemistad de dos hadas todopoderosas.
Chateaubriand
Volaban las hadas fantásticas, que se aparecían a Tristán y a Galaor en los bosques.
Lyell
Joseph Forsyth escritor escocés sobre Italia. La Campania, una costa que una vez fue el país de las hadas de los poetas y el retiro favorito de los grandes hombres.
Balzac
Tentadoras hadas.
Voluptuoso lecho de una joven hada desposada con un genio.
Mujeres virtuosas, que Mirabeau llamaba hadas concombras, compuestas de átomos semejantes a los de las raíces de fresal y de nenúfar.
Hadas que en los cuentos se encargan, por cuenta de alguna Carabosse celosa, de amasar ojos de hormigas o de hilar piezas de tela, que caben en una avellana.
Arquitectura, merced a los dedos de las hadas.
Los príncipes de los cuentos de hadas no retroceden ante los dragones y los obstáculos que un genio maléfico interpone entre ellos y las princesas.
"Gabinete de las Hadas". La colección más completa de cuentos de hadas, en 39 tomos y profusión de grabados.
En los cuentos de hadas, el alifrite (genio de categoría inferior) pertenece al genio.
Inocente, linda y gentil criatura salida de un huevo encantado, bajo el mágico poder de la varita de un hada.
Magos de los cuentos azules, que imponen tareas a jóvenes perseguidas, en cuyo socorro acuden las hadas buenas.
Balzac
Tentadoras hadas.
Voluptuoso lecho de una joven hada desposada con un genio.
Mujeres virtuosas, que Mirabeau llamaba hadas concombras, compuestas de átomos semejantes a los de las raíces de fresal y de nenúfar.
Hadas que en los cuentos se encargan, por cuenta de alguna Carabosse celosa, de amasar ojos de hormigas o de hilar piezas de tela, que caben en una avellana.
Arquitectura, merced a los dedos de las hadas.
Los príncipes de los cuentos de hadas no retroceden ante los dragones y los obstáculos que un genio maléfico interpone entre ellos y las princesas.
"Gabinete de las Hadas". La colección más completa de cuentos de hadas, en 39 tomos y profusión de grabados.
En los cuentos de hadas, el alifrite (genio de categoría inferior) pertenece al genio.
Inocente, linda y gentil criatura salida de un huevo encantado, bajo el mágico poder de la varita de un hada.
Magos de los cuentos azules, que imponen tareas a jóvenes perseguidas, en cuyo socorro acuden las hadas buenas.
Hugo
El idioma es el vínculo de las referencias humanas, y los cuentos de hadas, los relatos de la familia original.
Prometeo es el padre de una dinastía de dioses, como Enfinán, fundador de Clópolis, la ciudad de las hadas.
El hada pareada con los hombres dormidos en su carroza, que tiene por lecho un ala de saltamontes, tiene por antecesor al prodigioso Titán, ladrón de astros, amarrado al Cáucaso.
Mab. Tanaquil.
Una beldad plebeya, una villana linda, una hada, un ángel, una gracia cumplida.
Musset
Si quieres, como un hada, adivinar mi cuita,
contesta a mi pregunta de esta manera,
<<ya lo sabía>>.
Es muy cruel haber vivido en un palacio de hadas, donde se oía el cántico de los ángeles y dormirse acunada por su hijo, para despertar en una choza, en sangre untada, llena de desechos de orgías y restos humanos, en los brazos de un espectro horrible, que os mata llamándoos con el nombre de madre.
El palacio de las hadas, realizar cuentos donde los príncipes extraviados hallan castillos mágicos.
Un hada de tontillo, Armida entre lentejuelas, Dríada de corte.
Postraba ya seria y estupefacta, ya loca de alegría, como la lectura de un cuento de hadas.
Sagaz, su indiferencia se complace con adivinar, como un hada, anticipadamente.
Prometeo es el padre de una dinastía de dioses, como Enfinán, fundador de Clópolis, la ciudad de las hadas.
El hada pareada con los hombres dormidos en su carroza, que tiene por lecho un ala de saltamontes, tiene por antecesor al prodigioso Titán, ladrón de astros, amarrado al Cáucaso.
Mab. Tanaquil.
Una beldad plebeya, una villana linda, una hada, un ángel, una gracia cumplida.
Musset
Si quieres, como un hada, adivinar mi cuita,
contesta a mi pregunta de esta manera,
<<ya lo sabía>>.
Es muy cruel haber vivido en un palacio de hadas, donde se oía el cántico de los ángeles y dormirse acunada por su hijo, para despertar en una choza, en sangre untada, llena de desechos de orgías y restos humanos, en los brazos de un espectro horrible, que os mata llamándoos con el nombre de madre.
El palacio de las hadas, realizar cuentos donde los príncipes extraviados hallan castillos mágicos.
Un hada de tontillo, Armida entre lentejuelas, Dríada de corte.
Postraba ya seria y estupefacta, ya loca de alegría, como la lectura de un cuento de hadas.
Sagaz, su indiferencia se complace con adivinar, como un hada, anticipadamente.
Pauly-Wissowa
Un cuento de hadas alemán. "La reina de las serpientes".
Cuentos de hadas griegos de animales agradecidos.
Aëdon. El personaje principal de un cuento de hadas de animales que ha sido rediseñado varias ocasiones y retomado temprano de la saga.
Encontramos varias características de los cuentos de hadas sobre la forma de vida del oso.
Ainsworth
Hada auxiliadora.
Dickens
Llevadas por el viento, esas hadas adversas que se presentan en los bautizos de las princesas, para turbar la ceremonia con algún maleficio.
Tus deseos son para mí como los cuentos de hadas: desde que los concibes pueden darse por realizados.
Las princesa errante de un cuento de hadas y su amable monstruo, sentados al amor del fuego, hablaban unidos.
Diligentes como abejas, si no livianos cual hadas.
Primavera, hada inconstante y versátil.
Era un tiempo en el que se hallaban los bosques poblados de hadas, que acostumbraban acudir a las palabras de invocación de los mortales con una prontitud bastante inconveniente en algunos casos.
Voces, según refiere la leyenda, de las que se valía el gigante Blunderbore para comunicar sus mandatos.
Desagradecida, indigna y condenadamente ingrata hada.
Hadas. Maneras agradables y severamente correctas.
(Nicholas Nickleby)
Sabor delicioso del pan de las hadas.
La brisa arrastró una peculiar fragancia, como si a un hada le hubiese entrado hipo y previamente hubiera pasado por la bodega.
Una calle de hadas empañada por la neblina.
(Martin Chuzzlewit)
Keats
El rocío había imitado fantasías de hada.
Hauff
Hasta el mínimo regalo de un hada benéfica es útil y de gran valor.
Hada bienhechora, portentoso enano.
No burlarse, porque las hadas se irritan con facilidad y mudan su bendición por maldición.
Baudelaire
Una vez al fondo de un teatro banal / que aturdía una orquesta sonora, / vi un hada aparecer con un cielo infernal / cual milagrosa aurora; / vi un ser que semejaba hecho de gasa y luz / vencer al terrible Satán.
Sólo puede regalarse un festín de vitalidad a costa del género humano aquel a quien un hada insufló en su cuna el gusto por el disfraz y la máscara, el odio al domicilio y la pasión por el viaje.
Se hallaban las Hadas reunidas en asamblea general para proceder al reparto de dones entre todos los recién nacidos. Esas inmemoriales y caprichosas Hermanas del Destino, esas Extrañas Madres de la alegría y el dolor eran a cual más dispar: las había de semblante adusto y ceñudo, y también de aire dicharachero y avispado; las había jóvenes, que siempre habían sido jóvenes, y viejas, que siempre habían sido viejas. Los Dones, las Facultades, las Buenas Fortunas, las Circunstancias Invencibles, estaban apiladas junto al tribunal. Pero lo que la cosa tenía de particular era que los Dones no suponían la recompensa a un esfuerzo, sino una gracia concedida a quien no había vivido, una gracia con la aptitud de delimitar su destino y de transformarse en fuente de su felicidad o de su desdicha.
El mundo intermedio está sometido como el nuestro a la terrible ley del Tiempo y de su infinita posteridad, los Días, las Horas, los Minutos y los Segundos.
El capricho es el carácter distintivo y eterno de las Hadas.
Vestido de vapores multicolores del hada.
Una ley, rara vez aplicada, pero sabida por todos los que habitan el mundo sobrenatural, por esas divinidades impalpables amigas del ser humano y que a menudo se ven obligadas a amoldarse a sus pasiones, como son las Hadas, los Gnomos, las Salamandras, las Sílfides, los Silfos, los Nixos, los Ondinos y las Ondinas, me refiero a la ley que otorga a las Hadas, en casos en que se agotan las existencias, la facultad de conceder a título de excepción un don adicional, siempre y cuando posea la suficiente imaginación para crearlo en el acto.
Aplomo digno del rango del hada.
Ainsworth
Hada auxiliadora.
Dickens
Llevadas por el viento, esas hadas adversas que se presentan en los bautizos de las princesas, para turbar la ceremonia con algún maleficio.
Tus deseos son para mí como los cuentos de hadas: desde que los concibes pueden darse por realizados.
Las princesa errante de un cuento de hadas y su amable monstruo, sentados al amor del fuego, hablaban unidos.
Diligentes como abejas, si no livianos cual hadas.
Primavera, hada inconstante y versátil.
Era un tiempo en el que se hallaban los bosques poblados de hadas, que acostumbraban acudir a las palabras de invocación de los mortales con una prontitud bastante inconveniente en algunos casos.
Voces, según refiere la leyenda, de las que se valía el gigante Blunderbore para comunicar sus mandatos.
Desagradecida, indigna y condenadamente ingrata hada.
Hadas. Maneras agradables y severamente correctas.
(Nicholas Nickleby)
Sabor delicioso del pan de las hadas.
La brisa arrastró una peculiar fragancia, como si a un hada le hubiese entrado hipo y previamente hubiera pasado por la bodega.
Una calle de hadas empañada por la neblina.
(Martin Chuzzlewit)
Keats
El rocío había imitado fantasías de hada.
Hasta el mínimo regalo de un hada benéfica es útil y de gran valor.
Hada bienhechora, portentoso enano.
No burlarse, porque las hadas se irritan con facilidad y mudan su bendición por maldición.
Baudelaire
Una vez al fondo de un teatro banal / que aturdía una orquesta sonora, / vi un hada aparecer con un cielo infernal / cual milagrosa aurora; / vi un ser que semejaba hecho de gasa y luz / vencer al terrible Satán.
Sólo puede regalarse un festín de vitalidad a costa del género humano aquel a quien un hada insufló en su cuna el gusto por el disfraz y la máscara, el odio al domicilio y la pasión por el viaje.
Se hallaban las Hadas reunidas en asamblea general para proceder al reparto de dones entre todos los recién nacidos. Esas inmemoriales y caprichosas Hermanas del Destino, esas Extrañas Madres de la alegría y el dolor eran a cual más dispar: las había de semblante adusto y ceñudo, y también de aire dicharachero y avispado; las había jóvenes, que siempre habían sido jóvenes, y viejas, que siempre habían sido viejas. Los Dones, las Facultades, las Buenas Fortunas, las Circunstancias Invencibles, estaban apiladas junto al tribunal. Pero lo que la cosa tenía de particular era que los Dones no suponían la recompensa a un esfuerzo, sino una gracia concedida a quien no había vivido, una gracia con la aptitud de delimitar su destino y de transformarse en fuente de su felicidad o de su desdicha.
El mundo intermedio está sometido como el nuestro a la terrible ley del Tiempo y de su infinita posteridad, los Días, las Horas, los Minutos y los Segundos.
El capricho es el carácter distintivo y eterno de las Hadas.
Vestido de vapores multicolores del hada.
Una ley, rara vez aplicada, pero sabida por todos los que habitan el mundo sobrenatural, por esas divinidades impalpables amigas del ser humano y que a menudo se ven obligadas a amoldarse a sus pasiones, como son las Hadas, los Gnomos, las Salamandras, las Sílfides, los Silfos, los Nixos, los Ondinos y las Ondinas, me refiero a la ley que otorga a las Hadas, en casos en que se agotan las existencias, la facultad de conceder a título de excepción un don adicional, siempre y cuando posea la suficiente imaginación para crearlo en el acto.
Aplomo digno del rango del hada.
Gautier
Finas trenzas de seda de las hadas.
Las hadas buenas le habían dotado desde la cuna y la perversa bruja que todo lo estropea se había mostrado aquel día de buen humor.
Las hadas buenas le habían dotado desde la cuna y la perversa bruja que todo lo estropea se había mostrado aquel día de buen humor.
Liermontov
Errar por el bosque como un duende maldito.
Poe
Un diminuto pie de hada.
Regiones de hadas, un palacio de imaginación.
Esa hermosa estrella verde, sus brillantes flores semejan un sueño de hadas... pero sus fieros volcanes, las pasiones de un turbulento corazón.
Las colinas producían una impresión de riqueza, de calidez, de color, de quietud, de uniformidad, de suavidad, de delicadeza, de elegancia, de voluptuosidad y de milagroso refinamiento de cultura, que hacía soñar con una nueva raza de hadas laboriosas, dotadas de gusto, magníficas y minuciosas.
Surgiendo confusamente la masa de un edificio semigótico, sosteniéndose como por milagro en el aire, centelleando en el poniente rojo con sus siete torrecillas y pináculos, como construcción fantasmal de silfos, hadas, genios y gnomos.
La morada de las pocas hadas graciosas, que sobreviven a la ruina de la raza. Para sucumbir, ¿consumen su vida melancólica, ceden poco a poco su existencia, como esos árboles entregan sombra tras sombra, agotando sus sustancias hasta la disolución? Lo que el árbol agotado es para el agua que embebe su sombra, ennegreciéndose en cuanto la devora, ¿no será la vida del hada para la muerte que la anega?
Mientras meditaba, la forma de una de esas hadas se encaminaba lentamente hacia la oscuridad desde la luz de la parte oriental de la isla. Allí estaba, erguida en una canoa singularmente frágil, impulsándola con el simple fantasma de un remo. Mientras estuvo bajo la influencia del sol tardío, su actitud semejaba indicar alegría, pero la pena la alteró al pasar al dominio de la sombra. Lentamente se deslizó por ella y al fin, rodeando la isla, volvió a la región de la luz. <<La evolución que termina de cumplir el hada -seguí soñador- es el ciclo de un breve año de su vida. Ha atravesado el invierno y el verano. Está un año más cerca de la muerte>>; pues no dejé de ver que, al llegar a la tiniebla, su sombra se desprendía y era tragada por el agua oscura, tornando más negra su negrura.
Y de nuevo aparecieron el bote y el hada; pero en la actidud de esta había más preocupación e incertidumbre, menos dinámica alegría. Navegó de nuevo desde la luz hacia la tiniebla (que se ahondaba por momentos) y de nuevo se desprendió su sombra y cayó en el agua de ébano, que la absorbió en su negrura. Y repitió el circuito de la isla (mientras el sol se precipitaba hacia su lecho) y cada vez que surgía en la luz había más pesar en su figura, cada vez más débil, más abatida, más indistinta; y a cada paso hacia la tiniebla se desprendía de ella una sombra más oscura, que se hundía en una sombra más negra. Pero al fin, cuando el sol hubo desaparecido totalmente, el hada, simple espectro, se dirigió desconsolada con su bote a la región de la corriente de ébano y, si salió de allí, no puedo decirlo, pues la oscuridad cayó sobre las cosas y nunca más columbré su mágica figura.
Con una gentil presión de la mano, semejante a la de un hada.
Poe
Un diminuto pie de hada.
Regiones de hadas, un palacio de imaginación.
Esa hermosa estrella verde, sus brillantes flores semejan un sueño de hadas... pero sus fieros volcanes, las pasiones de un turbulento corazón.
Las colinas producían una impresión de riqueza, de calidez, de color, de quietud, de uniformidad, de suavidad, de delicadeza, de elegancia, de voluptuosidad y de milagroso refinamiento de cultura, que hacía soñar con una nueva raza de hadas laboriosas, dotadas de gusto, magníficas y minuciosas.
Surgiendo confusamente la masa de un edificio semigótico, sosteniéndose como por milagro en el aire, centelleando en el poniente rojo con sus siete torrecillas y pináculos, como construcción fantasmal de silfos, hadas, genios y gnomos.
La morada de las pocas hadas graciosas, que sobreviven a la ruina de la raza. Para sucumbir, ¿consumen su vida melancólica, ceden poco a poco su existencia, como esos árboles entregan sombra tras sombra, agotando sus sustancias hasta la disolución? Lo que el árbol agotado es para el agua que embebe su sombra, ennegreciéndose en cuanto la devora, ¿no será la vida del hada para la muerte que la anega?
Mientras meditaba, la forma de una de esas hadas se encaminaba lentamente hacia la oscuridad desde la luz de la parte oriental de la isla. Allí estaba, erguida en una canoa singularmente frágil, impulsándola con el simple fantasma de un remo. Mientras estuvo bajo la influencia del sol tardío, su actitud semejaba indicar alegría, pero la pena la alteró al pasar al dominio de la sombra. Lentamente se deslizó por ella y al fin, rodeando la isla, volvió a la región de la luz. <<La evolución que termina de cumplir el hada -seguí soñador- es el ciclo de un breve año de su vida. Ha atravesado el invierno y el verano. Está un año más cerca de la muerte>>; pues no dejé de ver que, al llegar a la tiniebla, su sombra se desprendía y era tragada por el agua oscura, tornando más negra su negrura.
Y de nuevo aparecieron el bote y el hada; pero en la actidud de esta había más preocupación e incertidumbre, menos dinámica alegría. Navegó de nuevo desde la luz hacia la tiniebla (que se ahondaba por momentos) y de nuevo se desprendió su sombra y cayó en el agua de ébano, que la absorbió en su negrura. Y repitió el circuito de la isla (mientras el sol se precipitaba hacia su lecho) y cada vez que surgía en la luz había más pesar en su figura, cada vez más débil, más abatida, más indistinta; y a cada paso hacia la tiniebla se desprendía de ella una sombra más oscura, que se hundía en una sombra más negra. Pero al fin, cuando el sol hubo desaparecido totalmente, el hada, simple espectro, se dirigió desconsolada con su bote a la región de la corriente de ébano y, si salió de allí, no puedo decirlo, pues la oscuridad cayó sobre las cosas y nunca más columbré su mágica figura.
Con una gentil presión de la mano, semejante a la de un hada.
Darwin
La golondrina de mar, de cuerpecillo leve y delicado, habita el espíritu errabundo de un hada.
Ch. Brontë
Vagar como la doncella encantada de un cuento de hadas.
Sueño de hada.
Se vestía etérea, de cuento de hadas, pequeña, ligera, blanca, un ánimo del invierno.
Pas de fée, paso de hada o de fantasía.
E. Brontë
El feliz poseedor del hada benéfica.
El pastel y el queso quedaron sobre la mesa la noche entera a disposición de las hadas.
Montó saltando gozosa como una hada.
Sueño de hada.
Se vestía etérea, de cuento de hadas, pequeña, ligera, blanca, un ánimo del invierno.
Pas de fée, paso de hada o de fantasía.
E. Brontë
El feliz poseedor del hada benéfica.
El pastel y el queso quedaron sobre la mesa la noche entera a disposición de las hadas.
Montó saltando gozosa como una hada.
Heine
Como tocado con una varita encantada se transformó como una figura amiga y se hizo caro a mi corazón.
La leyenda según la cual las parisienses vienen al mundo con todos los defectos posibles, pero un hada buena se apiada y suministra a cada uno de sus defectos un encanto con el cual llega a transformarse como atractivo. La gracia es esta hada buena.
Dostoyevski
Hadas, hombros y rostros de azucena, veteados de rosa, figuras angélicas, piececitos encantadores que asomaban bajo sus vestidos.
<<Alfonso y Dalinda>>, relato de hadas.
<<Alfonso y Dalinda>>, relato de hadas.
Ruskin
Varita mágica de avellano de las hadas bienhechoras.
Santa Filis de las hadas.
Sidhe (se pronuncia shi), nombre irlandés de las hadas, raza con poderes sobrenaturales, que comparte este mundo con los humanos. Los campesinos irlandeses usaban expresiones eufemísticas, la Buena Gente, la Hueste del Aire, la Nobleza, la Gente de las Colinas. Raza escondida, dotada de poderes mágicos, vive en estrecha vecindad con los humanos. En ocasiones, se presentan con la estatura diminuta que se les suele atribuir pero, en general, no es fácil distinguirlas de los mortales. Si unas veces hacen el bien y favorecen a los humanos, otras se muestran hostiles y los perjudican. Habitan en los antiguos monumentos prehistóricos, como los arcanos montículos funerarios, o los raths o fuertes, círculos de piedra que señalan el lugar donde hubo campamentos fortificados. También viven en ciertas colinas, o tienen sus palacios en el fondo de determinados lagos.
Lady Wilde
Campos, lagos y colinas están poblados por estos fantásticos y bellos dioses de la tierra, los obstinados y caprichosos espíritus infantiles del mundo. Los sidhe aman apasionadamente la belleza y el lujo y desprecian las virtudes humanas de la frugalidad y el ahorro. Detestan la mano avarienta y tacaña que recoge hasta el ultimo grano, vacía la ultima gota de la colodra y despoja los árboles de su fruto, sin dejar nada para los espíritus que pasean a la luz de la luna. Les gusta que por la noche alguien les deje comida y vino, aunque son muy sobrios. Pero la gente no debe quedarse levantada hasta muy tarde, pues a las hadas les gusta congregarse en torno a las ascuas incandescentes después de que la familia haya ido a la cama, y vaciar la copa de vino y beber la leche. También hay que dejarles una vasija con agua clara por si les apetece bañarse. Si se las trata bien, mostrarán el escondrijo de la olla repleta de oro, revelarán el misterio de las hierbas y darán a conocer los ensalmos místicos que pueden curar la enfermedad, salvar la vida, hacer que quien ama sea amado. Piden a cambio que las dejen tranquilas y se respete su señorío sobre fuentes y colinas y sobre los viejísimos espinos que han sido suyos desde tiempos inmemoriales, donde llevan una vida gozosa, con música y bailes y encantadoras cenas de néctar de flores en las cuevas de cristal alumbradas por diamantes que tachonan las rocas.
Práctica atribuida a las hadas de llevar niños humanos, dejando a los suyos en su lugar.
Los lepracauns son pequeños espíritus alegres, industriosos y juguetones, que hacen de zapateros, sastres y remendones para las hadas de más categoría. Se les ve al crepúsculo, sentados bajo los setos, cantando y cosiendo. Conocen los secretos sobre tesoros ocultos, y si una persona les agrada, la guiarán hasta el lugar del rath de las hadas donde el oro yace sepultado. Oro que nadie puede poseer o conservar salvo quienes son de la sangre y la raza de las hadas. Cuando el ultimo fulgor rojizo del sol se desvanece, también el oro desaparecerá.
Jóvenes llevados por las hadas y tenidos prisioneros mediante encantamientos en lo más hondo del corazón de la colina, bajo la tierra, donde ningún mortal podía volver a verlos, y de donde sólo se les permitía salir para ver a sus seres queridos durante las noches en que los muertos caminaban sobre la tierra, y entonces caminaban con ellos cuando salían de sus tumbas.
Tabú que impide probar la comida de las hadas, so pena de verse obligado a vivir con ellas.
Knockma, colina de las hadas, rath de las hadas.
Finvara tenía poder sobre la tierra, el aire y el mar.
Si los mortales golpean el palacio de las hadas con su pala, este se reducirá a polvo y se desvanecerá como la niebla.
Voz de Finvara nítida como el son de una corneta de plata.
La leyenda irlandesa no establece una clara distinción entre las hadas y las almas de los difuntos, lo que da peso a la teoría según la cual las leyendas sobre los sidhe reflejan antiquísimas creencias sobre el inframundo celta. Finvara es señor de los muertos.
Rey Finvara, noble y grave caballero, todo vestido de negro. La reina, bella dama, con un velo de plata que le cubría la cara.
Hyde
Coash-t´ya bower, carruaje sordo, por el sonido traqueteante que produce. Carruaje de Finvara, rey de las hadas.
Llegaron hasta Cnoc Matha. Se abrió la colina y el rey de la hueste de las hadas entró. Allí estaban Finvara y Nuala, reyes supremos de las huestes encantadas de Connacht, y miles de personillas. Esta noche vamos a jugar a hurling contra la hueste de Munster. Antiguo deporte irlandés, parecido al hockey, se juega con palos y una pelota, una de las diversiones favoritas de las hadas y de los campesinos irlandeses. Para jugar a hurling, la hueste de las hadas ha de tener a su lado a dos hombres vivos.
Behoonuch, ladrón, truhán, falso cadáver usado por las hadas.
Linnaun shee o novia del pueblo de las hadas.
Según el mito, las hadas cabalgan sobre caballitos grises que, al caer la noche, atan bajo las hojas de acedera. Pero si llegan demasiado tarde y ya es de noche, la acedera ha plegado sus hojas y no puede darles cobijo.
Lady Gregory
Creencia de que las hadas eran ángeles caídos destinados a desvanecerse el día del Juicio.
La Banshee, del gaélico Bean Si, la mujer de las hadas. Personaje sobrenatural cuya misión era anunciar, profiriendo un lastimero gemido, la muerte de los miembros de las grandes familias. La Banshee es de la naturaleza de los Hynes. Llora por seis familias, los Hynes, los O´Brien, los Fahys y otras. Es una mujer pequeña, muy ancha, y de rostro ancho, envuelta en una capa. Plañen por la casa hasta las doce en punto de la noche.
Oisin, pronunciado Ushin, guerrero Fianna, era hijo de Finn Mac Cumhaill y de un hada metamorfoseada en cierva.
Oscar, guerrero Fianna, era hijo de Oisin.
Oisin es hijo de Finn Mac Cumhaill y de Sadbh, una mujer de los sidhe, que había sido transformada en cierva por Fen Doirche, el Druida Oscuro, su malvado pretendiente. Oisin fue el ultimo y más grande de los Fianna. Fue a él a quien llevaron a Tir na nOg, el lugar en que puedes quedarte durante mil años y seguir igual de joven como el día que llegaste. La Tierra de la Eterna Juventud, identificada con el País de las Hadas, lugar encantado bajo las aguas, está en cualquier parte, a nuestro alrededor.
Curtin
Leyendas sobre personas cautivas en el País de las Hadas. Las mujeres eran secuestradas para desposarlas con gente del otro mundo, o para cumplir como nodrizas.
Santa Filis de las hadas.
Sidhe (se pronuncia shi), nombre irlandés de las hadas, raza con poderes sobrenaturales, que comparte este mundo con los humanos. Los campesinos irlandeses usaban expresiones eufemísticas, la Buena Gente, la Hueste del Aire, la Nobleza, la Gente de las Colinas. Raza escondida, dotada de poderes mágicos, vive en estrecha vecindad con los humanos. En ocasiones, se presentan con la estatura diminuta que se les suele atribuir pero, en general, no es fácil distinguirlas de los mortales. Si unas veces hacen el bien y favorecen a los humanos, otras se muestran hostiles y los perjudican. Habitan en los antiguos monumentos prehistóricos, como los arcanos montículos funerarios, o los raths o fuertes, círculos de piedra que señalan el lugar donde hubo campamentos fortificados. También viven en ciertas colinas, o tienen sus palacios en el fondo de determinados lagos.
Lady Wilde
Campos, lagos y colinas están poblados por estos fantásticos y bellos dioses de la tierra, los obstinados y caprichosos espíritus infantiles del mundo. Los sidhe aman apasionadamente la belleza y el lujo y desprecian las virtudes humanas de la frugalidad y el ahorro. Detestan la mano avarienta y tacaña que recoge hasta el ultimo grano, vacía la ultima gota de la colodra y despoja los árboles de su fruto, sin dejar nada para los espíritus que pasean a la luz de la luna. Les gusta que por la noche alguien les deje comida y vino, aunque son muy sobrios. Pero la gente no debe quedarse levantada hasta muy tarde, pues a las hadas les gusta congregarse en torno a las ascuas incandescentes después de que la familia haya ido a la cama, y vaciar la copa de vino y beber la leche. También hay que dejarles una vasija con agua clara por si les apetece bañarse. Si se las trata bien, mostrarán el escondrijo de la olla repleta de oro, revelarán el misterio de las hierbas y darán a conocer los ensalmos místicos que pueden curar la enfermedad, salvar la vida, hacer que quien ama sea amado. Piden a cambio que las dejen tranquilas y se respete su señorío sobre fuentes y colinas y sobre los viejísimos espinos que han sido suyos desde tiempos inmemoriales, donde llevan una vida gozosa, con música y bailes y encantadoras cenas de néctar de flores en las cuevas de cristal alumbradas por diamantes que tachonan las rocas.
Práctica atribuida a las hadas de llevar niños humanos, dejando a los suyos en su lugar.
Los lepracauns son pequeños espíritus alegres, industriosos y juguetones, que hacen de zapateros, sastres y remendones para las hadas de más categoría. Se les ve al crepúsculo, sentados bajo los setos, cantando y cosiendo. Conocen los secretos sobre tesoros ocultos, y si una persona les agrada, la guiarán hasta el lugar del rath de las hadas donde el oro yace sepultado. Oro que nadie puede poseer o conservar salvo quienes son de la sangre y la raza de las hadas. Cuando el ultimo fulgor rojizo del sol se desvanece, también el oro desaparecerá.
Jóvenes llevados por las hadas y tenidos prisioneros mediante encantamientos en lo más hondo del corazón de la colina, bajo la tierra, donde ningún mortal podía volver a verlos, y de donde sólo se les permitía salir para ver a sus seres queridos durante las noches en que los muertos caminaban sobre la tierra, y entonces caminaban con ellos cuando salían de sus tumbas.
Tabú que impide probar la comida de las hadas, so pena de verse obligado a vivir con ellas.
Knockma, colina de las hadas, rath de las hadas.
Finvara tenía poder sobre la tierra, el aire y el mar.
Si los mortales golpean el palacio de las hadas con su pala, este se reducirá a polvo y se desvanecerá como la niebla.
Voz de Finvara nítida como el son de una corneta de plata.
La leyenda irlandesa no establece una clara distinción entre las hadas y las almas de los difuntos, lo que da peso a la teoría según la cual las leyendas sobre los sidhe reflejan antiquísimas creencias sobre el inframundo celta. Finvara es señor de los muertos.
Rey Finvara, noble y grave caballero, todo vestido de negro. La reina, bella dama, con un velo de plata que le cubría la cara.
Hyde
Coash-t´ya bower, carruaje sordo, por el sonido traqueteante que produce. Carruaje de Finvara, rey de las hadas.
Llegaron hasta Cnoc Matha. Se abrió la colina y el rey de la hueste de las hadas entró. Allí estaban Finvara y Nuala, reyes supremos de las huestes encantadas de Connacht, y miles de personillas. Esta noche vamos a jugar a hurling contra la hueste de Munster. Antiguo deporte irlandés, parecido al hockey, se juega con palos y una pelota, una de las diversiones favoritas de las hadas y de los campesinos irlandeses. Para jugar a hurling, la hueste de las hadas ha de tener a su lado a dos hombres vivos.
Behoonuch, ladrón, truhán, falso cadáver usado por las hadas.
Linnaun shee o novia del pueblo de las hadas.
Según el mito, las hadas cabalgan sobre caballitos grises que, al caer la noche, atan bajo las hojas de acedera. Pero si llegan demasiado tarde y ya es de noche, la acedera ha plegado sus hojas y no puede darles cobijo.
Lady Gregory
Creencia de que las hadas eran ángeles caídos destinados a desvanecerse el día del Juicio.
La Banshee, del gaélico Bean Si, la mujer de las hadas. Personaje sobrenatural cuya misión era anunciar, profiriendo un lastimero gemido, la muerte de los miembros de las grandes familias. La Banshee es de la naturaleza de los Hynes. Llora por seis familias, los Hynes, los O´Brien, los Fahys y otras. Es una mujer pequeña, muy ancha, y de rostro ancho, envuelta en una capa. Plañen por la casa hasta las doce en punto de la noche.
Oisin, pronunciado Ushin, guerrero Fianna, era hijo de Finn Mac Cumhaill y de un hada metamorfoseada en cierva.
Oscar, guerrero Fianna, era hijo de Oisin.
Oisin es hijo de Finn Mac Cumhaill y de Sadbh, una mujer de los sidhe, que había sido transformada en cierva por Fen Doirche, el Druida Oscuro, su malvado pretendiente. Oisin fue el ultimo y más grande de los Fianna. Fue a él a quien llevaron a Tir na nOg, el lugar en que puedes quedarte durante mil años y seguir igual de joven como el día que llegaste. La Tierra de la Eterna Juventud, identificada con el País de las Hadas, lugar encantado bajo las aguas, está en cualquier parte, a nuestro alrededor.
Curtin
Leyendas sobre personas cautivas en el País de las Hadas. Las mujeres eran secuestradas para desposarlas con gente del otro mundo, o para cumplir como nodrizas.
Mark Lemon
Círculos verdes en el claro del bosque o en la ladera de un monte, huellas de las danzas de las hadas.
Los niños nacidos en domingo tienen el don de ver a las hadas.
Los seres humanos que están bajo el conjuro de Titania creen que están soñando. La reina Titania y su real consorte, Oberón, con frecuencia peleaban, tenían trifulcas.
Los niños nacidos en domingo tienen el don de ver a las hadas.
Los seres humanos que están bajo el conjuro de Titania creen que están soñando. La reina Titania y su real consorte, Oberón, con frecuencia peleaban, tenían trifulcas.
Los celos eran uno de los defectos que tenían las hadas, de los que nacían las frecuentes peleas entre el rey Oberón y la reina Titania.
Tal como les ocurre a los humanos, las hadas no son siempre dueñas de su destino.
El grito desgarrador, propio de las hadas, semeja una trompeta.
George MacDonald
Las criaturas comúnmente llamadas hadas (y dentro del género hay muchas especies) no soportan la suciedad y el desorden. Con la gente enemiga del aseo pueden llegar a mostrarse francamente malévolas. Acostumbradas a la maravillosa apariencia de los árboles y las flores, y a la pulcritud propia de los pájaros y demás animales, sienten rechazo ante la idea de que bajo la luz de la luna pueda levantarse una casa sucia, descuidada o poco acogedora. Echan pestes a los inquilinos y criados guarros y los atormentan con cualquier suerte de molestas estratagemas.
Las hadas no son seres de sólidas leyes y están envenenadas. Nadie es malo en su país como fuera de él.
Las hadas no son seres de sólidas leyes y están envenenadas. Nadie es malo en su país como fuera de él.
En el País de las Hadas, la ambición de los animales es ser comidos por los humanos, porque es el fin más elevado para su condición. Pero no por eso mueren.
Christina Rossetti
Andar pesado de los duendes.
Duendes felino, roedor, comadreja y osezno.
Tylor
En el folklore europeo, el hierro ahuyenta a las hadas y a los duendes y destruye su poder. Son criaturas que pertenecen a la Edad de Piedra, y el nuevo metal es odioso y perjudicial.
Hay tres Hadas Escandinavas, Urdhr, Verdhandi y Skul, Era, Es y Será, y estas doncellas son las Parcas, que fijan la duración de la vida de los hombres.
Melville
Jardines encantados del cuento de hadas. Una sola sílaba disolvía el hechizo.
Región de las hadas, irreal.
Accionados por una varita mágica.
Mistral
Desenfrenada trena de una hada.
Marcoy
La esperanza, esa hada de alas cambiantes.
Le Roy
En el bosque había una colina en la que se cruzaban tres senderos. En el medio, había un gran roble antiguo, que cinco hombres apenas podían abrazar y al que llamaban el roble de las hadas. Ese árbol tenía miles de años; era de los que veneraban nuestros antepasados los galos, y sobre los que los druidas venían a cortar el muérdago con una podadera de oro. Ese lugar era frecuentado por los espíritus. Néhaliéna, la dama de plateados zapatos, descendía de las nubes con un vaporoso vestido blanco, acompañada por sus dos dogos negros y, tras deslizarse misteriosamente por la cima de los árboles, cuyas hojas se estremecían, venía a descansar al pie del gigantesco roble. También, a la luz de las estrellas, las estrigias, monstruos con forma de mujer y grandes alas de murciélago, llegaban volando desde los cuatro puntos cardinales, se posaban sobre su inmenso ramaje y, en la noche oscura, espiaban a los cazadores furtivos agazapados al pie del árbol. ¡Pobre del aquel que fuese mal querido por alguna mujer! Esas malvadas fieras, llegado el momento propicio, se abalanzaban sobre él, desgarraban su pecho como aves de presa, le devoraban el corazón y luego lo dejaban marchar llevando, a partir de entonces, una vida ficticia.
Tylor
En el folklore europeo, el hierro ahuyenta a las hadas y a los duendes y destruye su poder. Son criaturas que pertenecen a la Edad de Piedra, y el nuevo metal es odioso y perjudicial.
Hay tres Hadas Escandinavas, Urdhr, Verdhandi y Skul, Era, Es y Será, y estas doncellas son las Parcas, que fijan la duración de la vida de los hombres.
Melville
Jardines encantados del cuento de hadas. Una sola sílaba disolvía el hechizo.
Región de las hadas, irreal.
Accionados por una varita mágica.
Mistral
Desenfrenada trena de una hada.
Marcoy
La esperanza, esa hada de alas cambiantes.
Le Roy
En el bosque había una colina en la que se cruzaban tres senderos. En el medio, había un gran roble antiguo, que cinco hombres apenas podían abrazar y al que llamaban el roble de las hadas. Ese árbol tenía miles de años; era de los que veneraban nuestros antepasados los galos, y sobre los que los druidas venían a cortar el muérdago con una podadera de oro. Ese lugar era frecuentado por los espíritus. Néhaliéna, la dama de plateados zapatos, descendía de las nubes con un vaporoso vestido blanco, acompañada por sus dos dogos negros y, tras deslizarse misteriosamente por la cima de los árboles, cuyas hojas se estremecían, venía a descansar al pie del gigantesco roble. También, a la luz de las estrellas, las estrigias, monstruos con forma de mujer y grandes alas de murciélago, llegaban volando desde los cuatro puntos cardinales, se posaban sobre su inmenso ramaje y, en la noche oscura, espiaban a los cazadores furtivos agazapados al pie del árbol. ¡Pobre del aquel que fuese mal querido por alguna mujer! Esas malvadas fieras, llegado el momento propicio, se abalanzaban sobre él, desgarraban su pecho como aves de presa, le devoraban el corazón y luego lo dejaban marchar llevando, a partir de entonces, una vida ficticia.
Boucicault
Si algún hada pudiera transformarnos como piedra mirándonos eternamente a la cara como el lago azul abajo y el cielo arriba.
El amor hará de esa cueva un palacio para la Reina de las Hadas.
Nietzsche
El romanticismo, hada maligna.
Fromentin
Valoraba las supersticiones locales por encima de los cuentos de hadas.
Ponson du Terrail
Años de la hada Urganda.
Dones, genios y hadas.
Féval
Limitaciones que se imponen a lo feérico.
Wilde
Encanto, el don de un hada generosa, algo que nunca se podía perder.
Alcott
Tener a mano un hada para que dotase de alguna cualidad.
Zola
Admirable y preciosa gasa encantada de una túnica de hada.
Venus, con el dedo extendido, como un hada de apoteosis.
Hadas de los cuentos, que surgen del suelo y se desvanecen por las paredes, en el momento más inesperado.
Lluvias milagrosas de oro de los cuentos de hadas.
Alineados toneles de los cuentos, donde duermen los incalculables tesoros de las hadas.
Música ligera, cristalina, que salía del suelo, voz de las legendarias hadas.
Orilla trémula y velada, como una ciudad de hadas sorprendida en el sueño.
H. James
El sombrero puntiagudo, la capa corta, las hebillas de diamantes en los zapatos y la varita mágica, insignias de las hadas.
Difícil princesa de un cuento de hadas.
Un hada hogareña.
Lee
Nuestra mitología sobrenatural, con sus dioses clásicos, demonios y grandes hombres, está plagada de hadas, ogros y princesas.
La dama que condenó al pobre Tannäuser no fue Venus, sino una humilde pequeña hada de monte suabia.
De vez en cuando, llegaba un anciano, que combinaba en su persona andrajosa los oficios de arreglar loza y recitar cuentos de hadas.
La hermosa Oriana, el hada más desdichada, condenada sin razón alguna a un destino funesto por poderosos y envidiosos poderes.
La dama Serpiente era un hada o bruja maléfica, estirge es la palabra latina adecuada, que se transformó en una serpiente por sus pecados. La dama Serpiente dejaría de ser una serpiente si un caballero permanecía fiel a ella durante diez años; en todo caso, se transformaba en una mujer siempre que encontrase a un caballero con el valor suficiente para darle un beso como si se tratara de una dama y no de una serpiente, algo realmente desagradable. Esto le permitía adoptar temporalmente su forma humana, la cual era de suma hermosura. Se le permitía convertirse en mujer durante una hora con la puesta de sol, sin que fuera necesario que alguien la besara.
Siendo la dama Serpiente un hada, no puede fallecer a menos que sea decapitada y su cabeza sea separada del cuerpo, y vaga por el mundo al lado de otros espíritus malignos con la confianza de lograr que otro miembro de la casa sucumba a sus encantos y le sea fiel durante los diez años precisos, para que se rompa el hechizo.
Stevenson
Encontrar un buen hada que conduzca.
Tener una sortija mágica o un hada bienhechora o el poder de evocar a Belcebú.
Se cuenta uno esos cuentecitos de hadas por compañía. ¿Si sucediera que había algo en el folklore?
Como al toque de una varita mágica le veía engallado, radiante la faz.
Nietzsche
El romanticismo, hada maligna.
Fromentin
Valoraba las supersticiones locales por encima de los cuentos de hadas.
Ponson du Terrail
Años de la hada Urganda.
Dones, genios y hadas.
Féval
Limitaciones que se imponen a lo feérico.
Wilde
Encanto, el don de un hada generosa, algo que nunca se podía perder.
Alcott
Tener a mano un hada para que dotase de alguna cualidad.
Zola
Admirable y preciosa gasa encantada de una túnica de hada.
Venus, con el dedo extendido, como un hada de apoteosis.
Hadas de los cuentos, que surgen del suelo y se desvanecen por las paredes, en el momento más inesperado.
Lluvias milagrosas de oro de los cuentos de hadas.
Alineados toneles de los cuentos, donde duermen los incalculables tesoros de las hadas.
Música ligera, cristalina, que salía del suelo, voz de las legendarias hadas.
Orilla trémula y velada, como una ciudad de hadas sorprendida en el sueño.
H. James
El sombrero puntiagudo, la capa corta, las hebillas de diamantes en los zapatos y la varita mágica, insignias de las hadas.
Difícil princesa de un cuento de hadas.
Un hada hogareña.
Mary de Morgan
Hadas, duendes y elfos, unos son muy hermosos y otros feísimos. Cortejo de seres sobrenaturales.
Los duendes son más malos que un dolor. Seres horribles, negros como la tinta, tenían el rostro contraído con una mueca cruel y maligna. Bailan en corro, agarrados de la mano. Lentamente, la tierra se abre y surge en el centro un pueblecito igual al hechizado, que a los acordes del canto se desploma.
Lee
Nuestra mitología sobrenatural, con sus dioses clásicos, demonios y grandes hombres, está plagada de hadas, ogros y princesas.
La dama que condenó al pobre Tannäuser no fue Venus, sino una humilde pequeña hada de monte suabia.
De vez en cuando, llegaba un anciano, que combinaba en su persona andrajosa los oficios de arreglar loza y recitar cuentos de hadas.
La hermosa Oriana, el hada más desdichada, condenada sin razón alguna a un destino funesto por poderosos y envidiosos poderes.
La dama Serpiente era un hada o bruja maléfica, estirge es la palabra latina adecuada, que se transformó en una serpiente por sus pecados. La dama Serpiente dejaría de ser una serpiente si un caballero permanecía fiel a ella durante diez años; en todo caso, se transformaba en una mujer siempre que encontrase a un caballero con el valor suficiente para darle un beso como si se tratara de una dama y no de una serpiente, algo realmente desagradable. Esto le permitía adoptar temporalmente su forma humana, la cual era de suma hermosura. Se le permitía convertirse en mujer durante una hora con la puesta de sol, sin que fuera necesario que alguien la besara.
Siendo la dama Serpiente un hada, no puede fallecer a menos que sea decapitada y su cabeza sea separada del cuerpo, y vaga por el mundo al lado de otros espíritus malignos con la confianza de lograr que otro miembro de la casa sucumba a sus encantos y le sea fiel durante los diez años precisos, para que se rompa el hechizo.
Stevenson
Encontrar un buen hada que conduzca.
Tener una sortija mágica o un hada bienhechora o el poder de evocar a Belcebú.
Se cuenta uno esos cuentecitos de hadas por compañía. ¿Si sucediera que había algo en el folklore?
Como al toque de una varita mágica le veía engallado, radiante la faz.
Hardy
Un paraje fantástico súbitamente creado por una varita mágica.
Gould
La existencia de hadas, que anuncian una muerte en Irlanda, del Kelpy en Escocia y de personas dotadas de misteriosos poderes imponentes, eran creencias.
Collodi
Hada de Cabellos Azules.
Bergson
Cuentos de hadas con relatos de gigantes de brazos interminables.
France
Vivimos en la espera de lo que Mañana, Mañana, rey del país de las hadas, traerá en su manto negro o azul, sembrado de flores, de estrellas, de lágrimas. Oh, bright King To-Morrow!
Leroux
Hay pequeñas hadas que no se hicieron para algunos paladares. Y es expuesto cabalgar detrás fuera de su laguna. Se cae de bruces en otro lago, que acogen a la víctima y la guardan para siempre.
Gould
La existencia de hadas, que anuncian una muerte en Irlanda, del Kelpy en Escocia y de personas dotadas de misteriosos poderes imponentes, eran creencias.
Collodi
Hada de Cabellos Azules.
Bergson
Cuentos de hadas con relatos de gigantes de brazos interminables.
France
Vivimos en la espera de lo que Mañana, Mañana, rey del país de las hadas, traerá en su manto negro o azul, sembrado de flores, de estrellas, de lágrimas. Oh, bright King To-Morrow!
Leroux
Hay pequeñas hadas que no se hicieron para algunos paladares. Y es expuesto cabalgar detrás fuera de su laguna. Se cae de bruces en otro lago, que acogen a la víctima y la guardan para siempre.
Moore
Una mujer esbelta de tez pálida con pinta de hada.
El barrio residencial de Enghien, un cuento de hadas.
Hasta este momento mi vida no había sido más que una neblina que permitía entrever como cada nube que forma un círculo y se extingue el rojo de alguna extraña flor o alguna cumbre elevada azul y nevada como si fuera un hada a la solitaria luz de la luna.
La vibración de una orquesta de hadas donde la flauta y el violín se desvanecen tras una neblina plateada.
Yeats
Las hadas hacen regalos a la gente simpática; y atormentan a la gente antipática.
Hadas y duendes son muy secretos y se irritan si se habla de sus historias.
Hadas y duendes en tropel, the trooping fairies.
En irlandés, hada o duende es sheehogue (sidheóg), diminutivo de shee en banshee. Las hadas son deenee shee (daoine sidhe), pueblo encantado. Son ángeles caídos.
El rojo es el color de la magia en todos los países. Las sombras de las hadas y de los magos son rojas.
Los nombres de los jefes de las hadas, o duendes, son los de los Tuatha De Danan, a los que se solía llamar sloa-shee, hueste encantada o Marcra shee, cabalgata mágica. Criaturas susceptibles, no pueden ser nombrados más que como <<los señores>>, o daoine maithe, <<la buena gente>>. Cuando se les complace pueden alejar la mala fortuna, basta con que se les deje un poco de leche en la ventana durante la noche. Su principal ocupación es estar de fiesta, luchar, hacer el amor, tocar bella música. Sólo hay una persona trabajadora, el lepracau, el zapatero encantado, personaje singular porque de costumbre trabaja en un unico zapato.
Leanhaun shee (hada amante). Busca el amor de los mortales. Si la rechazan se convierte en su esclava. Si consienten, ellos, a su vez, lo son y sólo pueden escapar buscando a otro que ocupe su puesto. Estas hadas viven de su vida y luego se consumen, no escapan a la muerte. Es la musa gaélica, porque proporciona inspiración a aquellos que persigue. Los poetas gaélicos mueren jóvenes, porque ella tiene una gran inquietud y no les deja que vivan mucho sobre la tierra, este maligno fantasma.
La Banshee, de ban, una mujer, y shee sidhe, un hada, es un hada que acompaña y sigue a las viejas familias y se lamenta antes de una muerte. El caoine, grito funeral de los campesinos, es una imitación de aquel lamento. Un presagio que acompaña a la banshee es el coach-a-bower, un inmenso carro negro con un ataúd, guiado por un Dullahan y por caballos negros sin cabeza. Haciendo mucho ruido, pasará por delante de vuestra puerta y, si la abres, os echarán a la cara una palangana llena de sangre.
En las cortes del País de las Hadas hay una reina y un bufón, y si cualquiera de los dos te toca nunca podrás recuperarte, aunque el contacto de otro habitante de aquel País sea curable. El bufón es el más sabio de todos y viste como uno de los mimos que solían recorrer el país. El bufón visita en sueños el País de las Hadas y se convierte en un Amadan-na-Breena, un bufón del fuerte, adscrito a una de las cortes de aquel País. Amadan, necio, estúpido.
El peor mes del año es junio, pues en ese mes el Amadan da su caricia. Semeja cualquier persona, pero es leathan (ancho) y nada espabilado.
La víspera de Todos los Santos, los muertos salen y danzan con las hadas.
Yeats
Las hadas hacen regalos a la gente simpática; y atormentan a la gente antipática.
Hadas y duendes son muy secretos y se irritan si se habla de sus historias.
Hadas y duendes en tropel, the trooping fairies.
En irlandés, hada o duende es sheehogue (sidheóg), diminutivo de shee en banshee. Las hadas son deenee shee (daoine sidhe), pueblo encantado. Son ángeles caídos.
El rojo es el color de la magia en todos los países. Las sombras de las hadas y de los magos son rojas.
Los nombres de los jefes de las hadas, o duendes, son los de los Tuatha De Danan, a los que se solía llamar sloa-shee, hueste encantada o Marcra shee, cabalgata mágica. Criaturas susceptibles, no pueden ser nombrados más que como <<los señores>>, o daoine maithe, <<la buena gente>>. Cuando se les complace pueden alejar la mala fortuna, basta con que se les deje un poco de leche en la ventana durante la noche. Su principal ocupación es estar de fiesta, luchar, hacer el amor, tocar bella música. Sólo hay una persona trabajadora, el lepracau, el zapatero encantado, personaje singular porque de costumbre trabaja en un unico zapato.
Leanhaun shee (hada amante). Busca el amor de los mortales. Si la rechazan se convierte en su esclava. Si consienten, ellos, a su vez, lo son y sólo pueden escapar buscando a otro que ocupe su puesto. Estas hadas viven de su vida y luego se consumen, no escapan a la muerte. Es la musa gaélica, porque proporciona inspiración a aquellos que persigue. Los poetas gaélicos mueren jóvenes, porque ella tiene una gran inquietud y no les deja que vivan mucho sobre la tierra, este maligno fantasma.
La Banshee, de ban, una mujer, y shee sidhe, un hada, es un hada que acompaña y sigue a las viejas familias y se lamenta antes de una muerte. El caoine, grito funeral de los campesinos, es una imitación de aquel lamento. Un presagio que acompaña a la banshee es el coach-a-bower, un inmenso carro negro con un ataúd, guiado por un Dullahan y por caballos negros sin cabeza. Haciendo mucho ruido, pasará por delante de vuestra puerta y, si la abres, os echarán a la cara una palangana llena de sangre.
En las cortes del País de las Hadas hay una reina y un bufón, y si cualquiera de los dos te toca nunca podrás recuperarte, aunque el contacto de otro habitante de aquel País sea curable. El bufón es el más sabio de todos y viste como uno de los mimos que solían recorrer el país. El bufón visita en sueños el País de las Hadas y se convierte en un Amadan-na-Breena, un bufón del fuerte, adscrito a una de las cortes de aquel País. Amadan, necio, estúpido.
El peor mes del año es junio, pues en ese mes el Amadan da su caricia. Semeja cualquier persona, pero es leathan (ancho) y nada espabilado.
La víspera de Todos los Santos, los muertos salen y danzan con las hadas.
Lubbock
La ciencia, nuestra hada madrina.
Los viejos tiempos las hadas solían dar regalos de flores y hojas a aquellos a quienes deseaban recompensar o a quienes más amaban aunque fueron a menudo recibidos con desilusión.
Mientras la tarde reviste muchos escenarios con poesía, los bosques son tierra de hadas todo el día.
Las insustanciales agujas del País de las Hadas.
Ribot
Las hadas fueron una vez una creencia, una realidad, un terror del que solo preservamos la semejanza con la forma de juego.
Dujardin
La sonrisa curiosamente femenina, esa sonrisa de hada.
Como estoy borracho y sin sentido me habla como un hada.
Proust
Su voz dulcemente musical hacía imaginar la endecha poética de un hada.
Un nombre de príncipes de cuento de hada francés, llegado tal vez hacía muchos siglos de Asia.
Una mutación de un cuento de hadas.
Domesticidad proporcionada en un cuento oriental por un hada llena de poderes poéticos.
Vieja pero omnipotente hada Carabosse.
Las hadas, las driadas, las divinidades familiares.
Valle visitado por las hadas.
Ritos de exorcismos. Un hada arisca se quita su primera apariencia y se presenta revestida de encantadoras gracias.
Momento sacramental análogo al de la comedia de magia, cuando el hada ordena a una persona que se convierta en otras.
Aquella familia de Lusignan, que había de extinguirse el día en que desapareciese el hada Melusina.
Encantador y bienhechor cuento de hadas.
Como en una casa habitada por una mujer de gusto, una persona en la que ha vivido un hada, conserva una gracia, que no se encuentra en las demás.
Varita mágica de un hada mala.
Ensoñaciones de las que viven las hadas, voz expirante.
Como en una casa habitada por una mujer de gusto, una persona en la que ha vivido un hada mantiene una gracia, que no se encuentra en las demás.
Joyce
El motivo del hermano de los cuentos de hadas. El tercer hermano que se casa con la belleza durmiente y gana el mejor premio.
Se lamenta con aflicción de hada anunciadora de muertes.
El gigante Forficules con Amni el hada.
Una reina de las hadas, una reina del shibín, una reina de las bromas.
Un campo de feérea felicidad como este fluir salvaje.
Kropotkin
Una utopía, un cuento de hadas.
Chopin
Las hadas lo arreglarían todo.
Gorki
Poseía esa ciencia que se llama alegría, desempeñaba el papel de duende bueno de los cuentos de hadas.
Se dormía cada noche, arrullado por la voz armoniosa de la vieja, que le pintaba un mundo de hadas. Personajes que confundían monstruos, princesitas rubias, pobres de espíritu, que resultaban las más sensatas.
Hada del cuento, buena hada siempre, ya parecida a la bella Basilisa, la sabia.
Iba por un ancho sendero de plata, en uno de esos maravillosos reinos que habitan las hadas y los gigantes de los fantásticos cuentos.
Un sueño placentero o un cuento de hadas.
Lagerlöf
Desvanecerse la vida como un cuento de hadas.
Doña Música es un hada poderosa cuando se trata de consolar a un desdichado.
Brillan las grutas de los cuentos de hadas.
El rey de los cuentos de hadas brinda todo el esplendor del mundo a la muchacha pobre que encuentra errante por los bosques.
En la noche saldrían las hadas para acechar el paso de los caballeros por el bosque. Todo dependía de la firmeza de su amor, pues en tales casos el poder de las hadas era ilusorio.
Las hadas atraen desde el bosque a los viajeros.
Las hojas de los matorrales, ennegrecidas por las hadas y el viento.
Maggie Browne
Hada que inventa las canciones infantiles.
Grahame
Nevar. Agujeros, hoyos, charcos, trampas y otras negras amenazas para el viajero se desvanecían rápidamente y una luminosa alfombra de cuento de hadas iba apareciendo con un aspecto demasiado delicado para ser hollada por toscas pisadas.
Kropotkin
Una utopía, un cuento de hadas.
Chopin
Las hadas lo arreglarían todo.
Gorki
Poseía esa ciencia que se llama alegría, desempeñaba el papel de duende bueno de los cuentos de hadas.
Se dormía cada noche, arrullado por la voz armoniosa de la vieja, que le pintaba un mundo de hadas. Personajes que confundían monstruos, princesitas rubias, pobres de espíritu, que resultaban las más sensatas.
Hada del cuento, buena hada siempre, ya parecida a la bella Basilisa, la sabia.
Iba por un ancho sendero de plata, en uno de esos maravillosos reinos que habitan las hadas y los gigantes de los fantásticos cuentos.
Un sueño placentero o un cuento de hadas.
Lagerlöf
Desvanecerse la vida como un cuento de hadas.
Doña Música es un hada poderosa cuando se trata de consolar a un desdichado.
Brillan las grutas de los cuentos de hadas.
El rey de los cuentos de hadas brinda todo el esplendor del mundo a la muchacha pobre que encuentra errante por los bosques.
En la noche saldrían las hadas para acechar el paso de los caballeros por el bosque. Todo dependía de la firmeza de su amor, pues en tales casos el poder de las hadas era ilusorio.
Las hadas atraen desde el bosque a los viajeros.
Las hojas de los matorrales, ennegrecidas por las hadas y el viento.
Maggie Browne
Hada que inventa las canciones infantiles.
Grahame
Nevar. Agujeros, hoyos, charcos, trampas y otras negras amenazas para el viajero se desvanecían rápidamente y una luminosa alfombra de cuento de hadas iba apareciendo con un aspecto demasiado delicado para ser hollada por toscas pisadas.
Chejov
Cuando salía de hada o de Gloria su rostro se encendía de rubor.
Con la suave fragancia adiviné el nombre de mi hada. La bufanda olía a muguete.
La choza con patas de gallina de los cuentos de hadas.
La anchura de la calzada le llevó a imaginar los cuentos de hadas. Podría creerse que existían en Rusia gigantes que andaban a grandes zancadas como Ilia Mouremets o Solovieï "el Salteador" y que los caballos de los paladines no habían muerto.
Poseía un corazón que hasta las hadas envidiarían.
Sosegado y encantado con el escenario feérico reflexionaba que todo es bello, excepto lo que reflexionamos y hacemos cuando olvidamos el alto destino de la existencia y nuestra dignidad de hombres.
Los gigantes son perfectos para los cuentos de hadas. Pero para la vida darán miedo.
Kipling
"El asedio de las hadas".
Mansfield
Las joyerías vistas a través del cristal semejaban palacios de cuentos de hadas.
W. J. Locke
Una promesa infantil del país de las hadas.
Peri, el hada de los persas, a las puertas del Paraíso.
Vivir un increíble cuento de hadas, sucediendo cosas extraordinarias, una feliz maraña.
Los momentos de agradable aturdimiento se presentaban siempre en su cuento de hadas.
La llegada de un príncipe de cuento de hadas.
T. Mann
Encontrar verdadero placer a la vida y darse cuenta de que consiste en una organización deliciosa, casi una cosa de hadas.
Comer como el hijo del sastre ante la mesa mágica, en el cuento de hadas.
El aspecto encogido, hundido, cómicamente disfrazado del paisaje, producía todo un mundo de gnomos, como sacados de un album de cuentos de hadas.
En los cuentos, cuando el hada o el enano permiten que se haga una petición y se corre el peligro de dejar perder la preciosa ocasión.
(La montaña mágica)
Apollinaire
Elinor, nombre de hada en las viejas novelas de caballería.
Lasca, "Cuentos".
Los elfos salen del Ambleve, zapatitos de vidrio.
Voces de los elfos, Mnié.
Elfos de las pouhons o fuentes que borbotean en el bosque.
Piel aceitosa de la Tritona del cuento de hadas.
Machen
Idioma de las hadas, las Tylwydd Têg.
Lo que había de adorno y de hipérbole, la versión fantástica, el pueblo menudo vestido de verde y oro, que juega entre las flores y una clara analogía entre el nombre de los personajes (supuestamente imaginarios) y la descripción de su aspecto y costumbres. Nuestros lejanos antepasados llamaron a esos seres terribles hadas buenas, justamente porque les tenían miedo, y les dieron formas encantadoras, a sabiendas de que la verdad era lo opuesto.
¿Quiénes eran los demonios que asistían a los aquelarres? Descartar las hipótesis sobrenaturales de la Edad Media y que las hadas y los diablos eran de una raza y origen, invenciones que exageró y deformó la imaginación gótica de esos tiempos, aunque detrás de esas imágenes subyacía un fondo negro de verdad.
Parte de la costumbre más incólume y antigua de lo que llamamos las hadas se asienta en la realidad, y el elemento estrictamente sobrenatural de estas costumbres puede explicarse con la hipótesis de que una raza, que se quedó atrás en la gran marcha de la evolución, retuvo ciertos poderes que, para nosotros, resultan milagrosos.
Conforme al supuesto de una raza que se apartó de las demás, es elemental imaginar que esas gentes hablarían una jerga cercana a los ruidos inarticulados de los animales.
Conan Doyle
Hadas, compuesto de humano y mariposa. El duende se acerca más al lepidóptero.
Hadas de los bosques, de agua dulce o marina, de campo.
Hadas, figuras de la contradanza de los lanceros. El objeto del juego es crear un torbellino de energía, que surgía en dirección al cielo a una altura de un metro. Los pequeños personajes feéricos se activaban más en lugares de espesa y oscura hierba.
Ninfa acuática. Espíritu de las aguas, pasa el pelo rubio entre los dedos, cuerpo de blancura deslumbrante apenas rosado, se desplaza horizontalmente con movimientos sinuosos de serpiente. Minúscula forma feérica, extremadamente sutil, posada sobre la espuma, con dos colores, violeta claro en la parte superior del cuerpo y rosa pálido en la inferior, sin sexo bien definido, sin alas.
Las hadas, minúsculas, van aumentando de tamaño hasta alcanzar cuarenta y cinco centímetros.
Ronda vertical de hadas, que danzan lentamente mientras vuelan, con una falda larga. Desde el punto de vista astral, el corro está bañado de luz amarillo dorado, bordeada de matices violeta; el movimiento semeja el de la gran rueda de Earl´s Court; flotan lentamente con el cuerpo y los miembros inmóviles y tocan nuevamente el suelo; las acompaña una música de campanillas. Hada floral con forma de clavel, machos y hembras vestidos de materia fluídica, que les da aspecto fantasmal, silueta bordeada de gris.
Fuente de hadas, fuerza telúrica multicolor, que brota y se derrama en el aire, desplegada como la cola de un pez.
Bellísima silueta de hada, similar a Mercurio, pero con alas en la espalda.
Hada alada de color azul marino y rosa pálido, alas palmeadas y manchadas de colores transformables como una mariposa. En su pelo brilla una estrella dorada. Hada jefa de compañía. Vivifican el crecimiento de las plantas.
Compañía de hadas. La jefa es dinamizada y dirigida desde el interior y semeja que su autoconciencia descanse en un plano más sutil, que aquel en el que actúa.
Fase de antagonismo y aversión, que las criaturas feéricas experimentan con los seres humanos. De perfecta belleza formal a fealdad espantosa.
Hada dorada.
Diferentes razas en el país de las hadas, los especímenes difieren enormemente, según el lugar donde residan.
Verdaderas formas de vida, que se han desarrollado por una línea de evolución diferente. Por razones morfológicas han adoptado forma humana, de la curiosa manera con que la naturaleza fabrica en ocasiones especies, como las formas humanas en las raíces de mandrágora o las estrellas de escarcha en invierno.
Los gnomos protegen a las hadas, les preparan una especie de lecho de musgo.
En Inglaterra, las hadas más corrientes son de la especie verde esmeralda.
Las llanuras en el Sur y el Oeste bullían de una especie de hadas rojo y negro, muy atractivas y pillas. Les atraen los centros magnéticos instalados hace casi dos mil años por los sacerdotes magos de la raza milesia, para garantizar y perpetuar su dominio sobre el pueblo, manteniéndolos bajo la influencia de la gran ilusión.
Chambers
El crepúsculo del bosque cobija hadas y fugaces formas del mundo de las sombras.
Barr McCutcheon
El castillo de un cuento de hadas. Da la impresión de que no va a estar allí cuando despiertes.
La paz que reinaba en el país de las hadas.
Las noches suaves recordaban el país de las hadas.
Despierto, como el niño que termina de leer un cuento de hadas.
Kipling
"El asedio de las hadas".
Mansfield
Las joyerías vistas a través del cristal semejaban palacios de cuentos de hadas.
W. J. Locke
Una promesa infantil del país de las hadas.
Peri, el hada de los persas, a las puertas del Paraíso.
Vivir un increíble cuento de hadas, sucediendo cosas extraordinarias, una feliz maraña.
Los momentos de agradable aturdimiento se presentaban siempre en su cuento de hadas.
La llegada de un príncipe de cuento de hadas.
T. Mann
Encontrar verdadero placer a la vida y darse cuenta de que consiste en una organización deliciosa, casi una cosa de hadas.
Comer como el hijo del sastre ante la mesa mágica, en el cuento de hadas.
El aspecto encogido, hundido, cómicamente disfrazado del paisaje, producía todo un mundo de gnomos, como sacados de un album de cuentos de hadas.
En los cuentos, cuando el hada o el enano permiten que se haga una petición y se corre el peligro de dejar perder la preciosa ocasión.
(La montaña mágica)
Apollinaire
Elinor, nombre de hada en las viejas novelas de caballería.
Lasca, "Cuentos".
Los elfos salen del Ambleve, zapatitos de vidrio.
Voces de los elfos, Mnié.
Elfos de las pouhons o fuentes que borbotean en el bosque.
Piel aceitosa de la Tritona del cuento de hadas.
Machen
Idioma de las hadas, las Tylwydd Têg.
Lo que había de adorno y de hipérbole, la versión fantástica, el pueblo menudo vestido de verde y oro, que juega entre las flores y una clara analogía entre el nombre de los personajes (supuestamente imaginarios) y la descripción de su aspecto y costumbres. Nuestros lejanos antepasados llamaron a esos seres terribles hadas buenas, justamente porque les tenían miedo, y les dieron formas encantadoras, a sabiendas de que la verdad era lo opuesto.
¿Quiénes eran los demonios que asistían a los aquelarres? Descartar las hipótesis sobrenaturales de la Edad Media y que las hadas y los diablos eran de una raza y origen, invenciones que exageró y deformó la imaginación gótica de esos tiempos, aunque detrás de esas imágenes subyacía un fondo negro de verdad.
Parte de la costumbre más incólume y antigua de lo que llamamos las hadas se asienta en la realidad, y el elemento estrictamente sobrenatural de estas costumbres puede explicarse con la hipótesis de que una raza, que se quedó atrás en la gran marcha de la evolución, retuvo ciertos poderes que, para nosotros, resultan milagrosos.
Conforme al supuesto de una raza que se apartó de las demás, es elemental imaginar que esas gentes hablarían una jerga cercana a los ruidos inarticulados de los animales.
Conan Doyle
Hadas, compuesto de humano y mariposa. El duende se acerca más al lepidóptero.
Hadas de los bosques, de agua dulce o marina, de campo.
Hadas, figuras de la contradanza de los lanceros. El objeto del juego es crear un torbellino de energía, que surgía en dirección al cielo a una altura de un metro. Los pequeños personajes feéricos se activaban más en lugares de espesa y oscura hierba.
Ninfa acuática. Espíritu de las aguas, pasa el pelo rubio entre los dedos, cuerpo de blancura deslumbrante apenas rosado, se desplaza horizontalmente con movimientos sinuosos de serpiente. Minúscula forma feérica, extremadamente sutil, posada sobre la espuma, con dos colores, violeta claro en la parte superior del cuerpo y rosa pálido en la inferior, sin sexo bien definido, sin alas.
Las hadas, minúsculas, van aumentando de tamaño hasta alcanzar cuarenta y cinco centímetros.
Ronda vertical de hadas, que danzan lentamente mientras vuelan, con una falda larga. Desde el punto de vista astral, el corro está bañado de luz amarillo dorado, bordeada de matices violeta; el movimiento semeja el de la gran rueda de Earl´s Court; flotan lentamente con el cuerpo y los miembros inmóviles y tocan nuevamente el suelo; las acompaña una música de campanillas. Hada floral con forma de clavel, machos y hembras vestidos de materia fluídica, que les da aspecto fantasmal, silueta bordeada de gris.
Fuente de hadas, fuerza telúrica multicolor, que brota y se derrama en el aire, desplegada como la cola de un pez.
Bellísima silueta de hada, similar a Mercurio, pero con alas en la espalda.
Hada alada de color azul marino y rosa pálido, alas palmeadas y manchadas de colores transformables como una mariposa. En su pelo brilla una estrella dorada. Hada jefa de compañía. Vivifican el crecimiento de las plantas.
Compañía de hadas. La jefa es dinamizada y dirigida desde el interior y semeja que su autoconciencia descanse en un plano más sutil, que aquel en el que actúa.
Fase de antagonismo y aversión, que las criaturas feéricas experimentan con los seres humanos. De perfecta belleza formal a fealdad espantosa.
Hada dorada.
Diferentes razas en el país de las hadas, los especímenes difieren enormemente, según el lugar donde residan.
Verdaderas formas de vida, que se han desarrollado por una línea de evolución diferente. Por razones morfológicas han adoptado forma humana, de la curiosa manera con que la naturaleza fabrica en ocasiones especies, como las formas humanas en las raíces de mandrágora o las estrellas de escarcha en invierno.
Los gnomos protegen a las hadas, les preparan una especie de lecho de musgo.
En Inglaterra, las hadas más corrientes son de la especie verde esmeralda.
Las llanuras en el Sur y el Oeste bullían de una especie de hadas rojo y negro, muy atractivas y pillas. Les atraen los centros magnéticos instalados hace casi dos mil años por los sacerdotes magos de la raza milesia, para garantizar y perpetuar su dominio sobre el pueblo, manteniéndolos bajo la influencia de la gran ilusión.
Chambers
El crepúsculo del bosque cobija hadas y fugaces formas del mundo de las sombras.
Barr McCutcheon
El castillo de un cuento de hadas. Da la impresión de que no va a estar allí cuando despiertes.
La paz que reinaba en el país de las hadas.
Las noches suaves recordaban el país de las hadas.
Despierto, como el niño que termina de leer un cuento de hadas.
K. Liebknecht
Cuentos de hadas o historias cómicas.
Rolland
Las flores se transforman como carrozas doradas con los cuentos de hadas.
Un verdadero cuento de hadas.
Los hermosos y acariciadores nombres de las princesas de los cuentos de hadas.
Norris
El hada protectora semejaba haber guiado nuestros pasos.
Stanislavski
La condición del ser humano en el cuento de hadas, que posee el sombrero mágico con la aptitud de hacerlo invisible en cualquier momento.
Forster
Gluck, "Armide", música del jardín encantado, música con la cual Renaud se acerca, bajo la luz de una aurora eterna, que nunca vence ni mengua, ondea hacia la eternidad como los mares límpidos del país de las hadas.
Walser
La impresión de vivir un cuento de hadas, donde todo es caótico y desenfrenado.
Por la noche refulgen los escaparates, ricos y elegantes como en un cuento de hadas.
La impresión de un sueño, de un cuento de hadas absurdo y, no obstante, lleno de significado.
(Jakob von Gunten)
Amor de cuento de hadas.
El reino de las hadas de su ropa interior.
(El bandido)
Dos hadas encantadoras. La Decencia y la Limpieza.
Una gruta de hadas bajo tierra.
Los velos grises que cubrían la superficie de la tierra se esfumaron de improviso, deshilachándose al ser perforados por el abrasador azul del cielo y un sol cálido como el del verano evocó, en el caminante, un fastuoso cuento de hadas.
(El ayudante)
Woolf
Se levantó como un hada salida de un cuento maravilloso.
Dando vueltas, deslizándose como un hada.
(Fin de viaje)
Hadas que duermen profundamente bajo las flores.
(La habitación de Jacob)
Lytton Strachey
Hada radiante.
London
El hado quiso arrancarle de la sumisión de la tierra como al príncipe de un cuento de hadas.
Montgomery
Dríada, especie de hada crecida.
Spence
Leyenda de los chippeways. Algon, un cazador, obtuvo como esposa la hija de una estrella. Camino circular gastado por el paso de muchas pisadas, aunque sin huella visible. <<Corros de hadas>>, corro encantado.
Spencer, "La Reina Hada". Episodio de Una y el león.
Van Dine
Deus ex machina, genio tutelar, hada buena, hada madrina.
Norris
El hada protectora semejaba haber guiado nuestros pasos.
Stanislavski
La condición del ser humano en el cuento de hadas, que posee el sombrero mágico con la aptitud de hacerlo invisible en cualquier momento.
Forster
Gluck, "Armide", música del jardín encantado, música con la cual Renaud se acerca, bajo la luz de una aurora eterna, que nunca vence ni mengua, ondea hacia la eternidad como los mares límpidos del país de las hadas.
Walser
La impresión de vivir un cuento de hadas, donde todo es caótico y desenfrenado.
Por la noche refulgen los escaparates, ricos y elegantes como en un cuento de hadas.
La impresión de un sueño, de un cuento de hadas absurdo y, no obstante, lleno de significado.
(Jakob von Gunten)
Amor de cuento de hadas.
El reino de las hadas de su ropa interior.
(El bandido)
Dos hadas encantadoras. La Decencia y la Limpieza.
Una gruta de hadas bajo tierra.
Los velos grises que cubrían la superficie de la tierra se esfumaron de improviso, deshilachándose al ser perforados por el abrasador azul del cielo y un sol cálido como el del verano evocó, en el caminante, un fastuoso cuento de hadas.
(El ayudante)
Woolf
Se levantó como un hada salida de un cuento maravilloso.
Dando vueltas, deslizándose como un hada.
(Fin de viaje)
Hadas que duermen profundamente bajo las flores.
(La habitación de Jacob)
Lytton Strachey
Hada radiante.
London
El hado quiso arrancarle de la sumisión de la tierra como al príncipe de un cuento de hadas.
Montgomery
Dríada, especie de hada crecida.
Spence
Leyenda de los chippeways. Algon, un cazador, obtuvo como esposa la hija de una estrella. Camino circular gastado por el paso de muchas pisadas, aunque sin huella visible. <<Corros de hadas>>, corro encantado.
Spencer, "La Reina Hada". Episodio de Una y el león.
Van Dine
Deus ex machina, genio tutelar, hada buena, hada madrina.
Larbaud
El silencio de sombra y oro. Allí era donde se habían refugiado las antiguas y pequeñas divinidades proscritas, las de la orilla, las que protegían a los alfareros, las de la fragua y del prado, las ninfas o las hadas de Chelsea. Lo que transforma este barrio como un país feérico; se percibía con este silencio de ensueño, con esta luz suavizada con el agua y la vegetación fundida tras la bruma sutil con la que las formas aparecían y desaparecían como el gesto del dedo sobre los labios.
Ese preciso instante aparecieron las Hadas. Se produjo un débil ruido de cascabeles, de risas y tamborines y dos carros llenos de personajillos disfrazados.
Las Hadas deseosas de mostrarse a plena luz del día se habían disfrazado de personajes de la Comedia italiana.
J. Huxley
Los soporíferos pero amables cuentos de hadas.
Las influencias misteriosas, que se creía inherentes a los manantiales y ríos, al ser personificadas y antropomorfizadas como ninfas o dioses, han sido relegados a un aislamiento remoto de la vida práctica y diaria. Posteriormente, se alejaron más de la realidad, refugiándose en una mitología creída a medias y cayeron en la insignificancia, hasta correr parejas con las historias de hadas en un simple simbolismo literario, mientras los ríos, aceptados como la resultante de fuerzas naturales, fueron aprovechados para los menesteres del ser humano.
A. Huxley
Un elemento más que una mujer. Una especie de hada.
Hadas y seres humanos.
Ser un hada y poder volar.
Un hada ligera y libre de trabas.
El hada buena que visita la cuna de los privilegiados se transforma a menudo como el hada maligna cuando se la ve con su disfraz a plena luz. Llega cargada de presentes, pero su generosidad demasiado reiterada es fatal.
Heard
El <<Nido de la yegua>>, disparate o broma infantil reminiscencia de un cuento de hadas muy común del idioma familiar inglés.
El comienzo de un maravilloso cuento fantástico, un verdadero cuento de hadas.
Wassermann
Cuento de hadas, en el que de la nada surge un ser fabuloso, nos habla la voz pura de la naturaleza y un mito se transforma en realidad.
Cuerno de Oberón.
U. Sinclair
Felices para siempre, como en los cuentos de hadas.
Nada se mencionó explícitamente, pues sólo en los cuentos de hadas el rey expone, <<Deberás matar al dragón de siete cabezas y te entregará la mano de mi hija>>.
S. Lewis
Estaba soñando de nuevo con el hada, un sueño más romántico que pagodas escarlata a la orilla de un mar plateado.
Hacía años que el hada acudía a él. Le esperaba en la oscuridad, más allá de bosquecillos misteriosos. La joven volaba a su lado y se acurrucaban los dos en una umbrosa ladera. Era esbelta, blanca, apasionada. Le decía que se harían los dos a la mar.
Abandonado por el hada.
Publicaciones grandes y caras, de cuentos de hadas ilustrados por dibujantes ingleses.
(Babbitt)
Faulkner
Trasladado a la vida innumerable, que imprimía el molde oscuro de estos secretos lugares sin sol con delicadas huellas de hadas, que respirando y saludando, inmóviles, le ojeaban desde detrás de cada rama y de cada hoja, hasta que se movió.
Leroux
Algunas pequeñas hadas no se hicieron para ciertos paladares. Y es expuesto cabalgar tras ellas fuera de su laguna. Se cae de bruces en otro lago, acogen a la víctima y la guardan para siempre.
Walter de la Mare
El changeling, o niño sustituido en la cuna, era el que las hadas dejaban en sustitución de aquel que secuestraban. El sustituido no era un niño más que en apariencia; en ocasiones era un hada vieja, otras una efigie de madera.
Hadas nunca vi; ya sólo en los libros me inspiraban algo como temor y desagrado.
El campeón de los cuentos de hadas desvela el encantamiento y vive feliz, para siempre jamás.
Los absurdos, los increíbles cuentos de hadas.
Scott Fitzgerald
Roca del mundo fuertemente asentada en las alas de un hada.
El agradable sonido del comienzo de un cuento de hadas.
Lawrence
Extrañas figuras de cuentos de hadas, vivas, pero no reales.
El tren semejaba ir dando tropezones por el borde del Mediterráneo, rodeando bahías entre rocas oscuras y bajo castillos, como en el paisaje nocturno de algún cuento de hadas.
Christie
Henny-Penny. Cuento de hadas.
Barbusse
Una bengala ilumina una porción de firmamento con su halo lechoso, borra las constelaciones y desciende graciosamente con sus aires de hada.
Los que se aferran al pasado, los tradicionalistas, luchan para someter el futuro que palpita y el progreso apasionado, al reino de los fantasmas y de los cuentos de hadas.
Hasek
En ocasiones, alguien contaba un cuento de hadas y quienes lo escuchaban se liaban a mamporros, cuando a alguna princesa le ocurría una desgracia.
Nos da placer cada hada.
Bajó la voz, como si explicara un cuento de hadas.
Shólojov
Sencilla como un hada.
El bosque ribereño, como en un cuento de hadas, está cubierto enteramente por el brocado de una niebla plateada.
Schumpeter
Los cuentos de hadas no son un monopolio de la economía burguesa.
Mitchell
Hada Banshee del folklore irlandés, sus lamentos presagian una próxima muerte.
Priestley
Era como una criatura de un cuento de hadas, cuando no decía nada, y mejor a cierta distancia.
Dinesen
Hada negra de los cuentos infantiles y hada madrina, ángel vengador y ángel bueno.
Las hadas no duermen nunca, ni tienen idea de lo que es el sueño.
Comencé a escribir cuentos de hadas y relatos fantásticos que me llevaban lejos, a otros países y a otros tiempos.
Dunsany
Linde de las tierras de las hadas hecha de crepúsculo, y palacio del que sólo puede hablarse en canto.
Belleza de Lirazel, hija del Rey del País de los Elfos y corona de hielo que llevaba, dulzura que las runas fabulosas le atribuían. Princesa de linaje fabuloso, los dioses habían enviado sus sombras a su bautismo y también las hadas habrían asistido, pero se asustaron al ver en sus campos cubiertos de rocío, las largas sombras de los dioses, que avanzaban. De manera que quedaron escondidas en las pálidas anémonas rosadas y desde allí bendijeron a Lirazel.
Nombre feérico lleno de misterio, constituido de sílabas como el canto de los pájaros de la noche.
Trasgos, elfos, gnomos y hadas que andan en la tierra, hipogrifos y pegasos en el aire y tribus de los pueblos bajo el mar.
Vigoroso dolor que surge oscuro del temple real de una princesa de linaje feérico.
Las imaginaciones feéricas son afines a las criaturas que habitan el País de los Elfos, como los duendes lo son a los trasgos.
Wassermann
Cuento de hadas, en el que de la nada surge un ser fabuloso, nos habla la voz pura de la naturaleza y un mito se transforma en realidad.
Cuerno de Oberón.
U. Sinclair
Felices para siempre, como en los cuentos de hadas.
Nada se mencionó explícitamente, pues sólo en los cuentos de hadas el rey expone, <<Deberás matar al dragón de siete cabezas y te entregará la mano de mi hija>>.
S. Lewis
Estaba soñando de nuevo con el hada, un sueño más romántico que pagodas escarlata a la orilla de un mar plateado.
Hacía años que el hada acudía a él. Le esperaba en la oscuridad, más allá de bosquecillos misteriosos. La joven volaba a su lado y se acurrucaban los dos en una umbrosa ladera. Era esbelta, blanca, apasionada. Le decía que se harían los dos a la mar.
Abandonado por el hada.
Publicaciones grandes y caras, de cuentos de hadas ilustrados por dibujantes ingleses.
(Babbitt)
Faulkner
Trasladado a la vida innumerable, que imprimía el molde oscuro de estos secretos lugares sin sol con delicadas huellas de hadas, que respirando y saludando, inmóviles, le ojeaban desde detrás de cada rama y de cada hoja, hasta que se movió.
Leroux
Algunas pequeñas hadas no se hicieron para ciertos paladares. Y es expuesto cabalgar tras ellas fuera de su laguna. Se cae de bruces en otro lago, acogen a la víctima y la guardan para siempre.
Walter de la Mare
El changeling, o niño sustituido en la cuna, era el que las hadas dejaban en sustitución de aquel que secuestraban. El sustituido no era un niño más que en apariencia; en ocasiones era un hada vieja, otras una efigie de madera.
Hadas nunca vi; ya sólo en los libros me inspiraban algo como temor y desagrado.
El campeón de los cuentos de hadas desvela el encantamiento y vive feliz, para siempre jamás.
Los absurdos, los increíbles cuentos de hadas.
Scott Fitzgerald
Roca del mundo fuertemente asentada en las alas de un hada.
El agradable sonido del comienzo de un cuento de hadas.
Lawrence
Extrañas figuras de cuentos de hadas, vivas, pero no reales.
El tren semejaba ir dando tropezones por el borde del Mediterráneo, rodeando bahías entre rocas oscuras y bajo castillos, como en el paisaje nocturno de algún cuento de hadas.
Christie
Henny-Penny. Cuento de hadas.
Barbusse
Una bengala ilumina una porción de firmamento con su halo lechoso, borra las constelaciones y desciende graciosamente con sus aires de hada.
Los que se aferran al pasado, los tradicionalistas, luchan para someter el futuro que palpita y el progreso apasionado, al reino de los fantasmas y de los cuentos de hadas.
Hasek
En ocasiones, alguien contaba un cuento de hadas y quienes lo escuchaban se liaban a mamporros, cuando a alguna princesa le ocurría una desgracia.
Nos da placer cada hada.
Bajó la voz, como si explicara un cuento de hadas.
Shólojov
Sencilla como un hada.
El bosque ribereño, como en un cuento de hadas, está cubierto enteramente por el brocado de una niebla plateada.
Schumpeter
Los cuentos de hadas no son un monopolio de la economía burguesa.
Mitchell
Hada Banshee del folklore irlandés, sus lamentos presagian una próxima muerte.
Priestley
Era como una criatura de un cuento de hadas, cuando no decía nada, y mejor a cierta distancia.
Dinesen
Hada negra de los cuentos infantiles y hada madrina, ángel vengador y ángel bueno.
Las hadas no duermen nunca, ni tienen idea de lo que es el sueño.
Comencé a escribir cuentos de hadas y relatos fantásticos que me llevaban lejos, a otros países y a otros tiempos.
Dunsany
Linde de las tierras de las hadas hecha de crepúsculo, y palacio del que sólo puede hablarse en canto.
Belleza de Lirazel, hija del Rey del País de los Elfos y corona de hielo que llevaba, dulzura que las runas fabulosas le atribuían. Princesa de linaje fabuloso, los dioses habían enviado sus sombras a su bautismo y también las hadas habrían asistido, pero se asustaron al ver en sus campos cubiertos de rocío, las largas sombras de los dioses, que avanzaban. De manera que quedaron escondidas en las pálidas anémonas rosadas y desde allí bendijeron a Lirazel.
Nombre feérico lleno de misterio, constituido de sílabas como el canto de los pájaros de la noche.
Trasgos, elfos, gnomos y hadas que andan en la tierra, hipogrifos y pegasos en el aire y tribus de los pueblos bajo el mar.
Vigoroso dolor que surge oscuro del temple real de una princesa de linaje feérico.
Las imaginaciones feéricas son afines a las criaturas que habitan el País de los Elfos, como los duendes lo son a los trasgos.
Benjamin
Empaque de la aventura, hada Morgana que atrae al jugador.
Adler
Cuentos de hadas. Peligros de la vanidad.
Adorno
Backnang. Pequeña ciudad, en un recodo del río Murr, al noroeste de Stuttgard, famosa por el ambiente de cuento de hadas, que crean la arquitectura de sus casas y su entorno, en el arbolado suabo.
Forster
Gluck, "Armide". Música del jardín encantado, música con la cual Renaud se acerca, bajo la luz de una aurora eterna, que nunca vence, ni mengua, ondea hacia la eternidad como los mares límpidos del país de las hadas.
Wolfe
Trueno fuerte, de cuento de hadas.
El país sin puertas de las hadas, esa tierra obsesionante e ilimitable, que se abría en alguna parte, debajo de una hoja o de una piedra. Y donde no cantaban los pájaros.
Chesterton
Estanque de las hadas.
El destino o las hadas han agregado este toque definitivo.
Braudel
Los dones que las hadas benéficas ponen en la cuna.
Musil
En un cuento de hadas todo se desarrolla vigoroso, obvio y estupendo.
Ver reflejado el rostro como en un cuento de hadas y no olvidarlo.
Sonar a preludio de un cuento de hadas. Los cuentos no me gustaron ya desde niño.
Había algo de la absurdidad de los cuentos de hadas en el hecho de ceder una vez, totalmente y sin previa advertencia, a lo que hacía otro ser.
La insensatez bella de un cuento de hadas.
La tremenda redención del genio -suave como un hada- donde se encuentra la solución a los problemas con los que se han fatigado en vano los más dotados y eminentes especialistas.
Steinbeck
Llevan las hadas los mensajes por el aire sustentadas por alas silenciosas.
Atrapar un hada para que remiende los zapatos.
Genet
Hadas, criaturas fabricadas para desviar de su recto camino a los soñadores de audaces alegorías.
Leduc
Dedos de hada.
Yo descuidaba los libros de láminas, los cuentos de hadas.
Coser como un hada.
Bataille
Los bramidos del remolcador alejan las ilusiones del cuento de hadas.
Frisch
Un hada con bocaditos untados.
E. H. Carr
El sano menosprecio que sienten los alumnos de las escuelas superiores por los cuentos de hadas de su infancia.
Bromfield
Todo era rico, caro, ostentoso, como de un cuento de hadas, exactamente como había soñado.
Algún hechizo arrojado por alguna hada maligna.
Manos de hada.
Lampedusa
Cofre de hadas.
Cesbron
La Desconocida, el Hada.
Cary
Andar tras un súcubo con las formas de un hada.
A la luz del día hasta los generales semejan cuentos de hadas.
Wolfe
Trueno fuerte, de cuento de hadas.
El país sin puertas de las hadas, esa tierra obsesionante e ilimitable, que se abría en alguna parte, debajo de una hoja o de una piedra. Y donde no cantaban los pájaros.
Chesterton
Estanque de las hadas.
El destino o las hadas han agregado este toque definitivo.
Braudel
Los dones que las hadas benéficas ponen en la cuna.
Musil
En un cuento de hadas todo se desarrolla vigoroso, obvio y estupendo.
Ver reflejado el rostro como en un cuento de hadas y no olvidarlo.
Sonar a preludio de un cuento de hadas. Los cuentos no me gustaron ya desde niño.
Había algo de la absurdidad de los cuentos de hadas en el hecho de ceder una vez, totalmente y sin previa advertencia, a lo que hacía otro ser.
La insensatez bella de un cuento de hadas.
La tremenda redención del genio -suave como un hada- donde se encuentra la solución a los problemas con los que se han fatigado en vano los más dotados y eminentes especialistas.
Steinbeck
Llevan las hadas los mensajes por el aire sustentadas por alas silenciosas.
Atrapar un hada para que remiende los zapatos.
Genet
Hadas, criaturas fabricadas para desviar de su recto camino a los soñadores de audaces alegorías.
Leduc
Dedos de hada.
Yo descuidaba los libros de láminas, los cuentos de hadas.
Coser como un hada.
Bataille
Los bramidos del remolcador alejan las ilusiones del cuento de hadas.
Frisch
Un hada con bocaditos untados.
E. H. Carr
El sano menosprecio que sienten los alumnos de las escuelas superiores por los cuentos de hadas de su infancia.
Bromfield
Todo era rico, caro, ostentoso, como de un cuento de hadas, exactamente como había soñado.
Algún hechizo arrojado por alguna hada maligna.
Manos de hada.
Lampedusa
Cofre de hadas.
Cesbron
La Desconocida, el Hada.
Cary
Andar tras un súcubo con las formas de un hada.
A la luz del día hasta los generales semejan cuentos de hadas.
Eliade
Me han alterado todos los dones con los que las hadas me colmaros desde la cuna.
Dylan Thomas
Marble Arch, allí es donde se reúnen las hadas bajo la luna.
Highsmith
Fairy, hada, según el idioma coloquial homosexual.
Peské
Voz un poco sorda, pero dulce como deben ser las voces de las hadas y de los genios, que pueblan la inmensa incertidumbre de nuestra existencia.
Greene
Leer cuentos de hadas desarrolla el sentido de la ilusión.
Caprichoso, fantástico cuento de hadas.
Un maligno tirano de un cuento de hadas busca una tarea imposible para alguna cenicienta.
Waugh
La heroína de un cuento de hadas, que juega con el anillo mágico, al que basta acariciar con la punta de los dedos y susurrar la palabra encantada, para que la tierra se abra a los pies y arroje su monstruo titánico, que traerá lo que pida, aunque lo traiga de una manera que no sea la deseada.
Morante
Poder oculto de las brujas y las hadas, al que las pastorcitas rinden sus destinos.
Lo presente surgía como una edad perenne, como una fiesta de hadas.
Dylan Thomas
Marble Arch, allí es donde se reúnen las hadas bajo la luna.
Fairy, hada, según el idioma coloquial homosexual.
Peské
Voz un poco sorda, pero dulce como deben ser las voces de las hadas y de los genios, que pueblan la inmensa incertidumbre de nuestra existencia.
Greene
Leer cuentos de hadas desarrolla el sentido de la ilusión.
Caprichoso, fantástico cuento de hadas.
Un maligno tirano de un cuento de hadas busca una tarea imposible para alguna cenicienta.
Waugh
La heroína de un cuento de hadas, que juega con el anillo mágico, al que basta acariciar con la punta de los dedos y susurrar la palabra encantada, para que la tierra se abra a los pies y arroje su monstruo titánico, que traerá lo que pida, aunque lo traiga de una manera que no sea la deseada.
Morante
Poder oculto de las brujas y las hadas, al que las pastorcitas rinden sus destinos.
Lo presente surgía como una edad perenne, como una fiesta de hadas.
Eliade
El mágico peligro de la hilatura de las hadas germánicas Perchta, Holda y Frau Holle.
Las puertas de los castillos están guardadas por hadas o demonios.
Paul Saintyves pretendió demostrar que una categoría de cuentos de hadas es iniciática en su estructura y origen. El germanista holandés Jan de Vries ha señalado los elementos iniciáticos de las sagas y los cuentos de hadas. Desde los tiempos que los cuentos de hadas se transformaron, los hombres primitivos como los decadentes los han escuchado con un placer susceptible de repeticiones infinitas. Los escenarios iniciáticos -incluso camuflados como aparecen con los cuentos de hadas- son la expresión de un psicodrama de un profundo menester del ser humano. Todo ser humano quiere experimentar situaciones peligrosas, enfrentarse a pruebas excepcionales al nivel de su vida imaginaria escuchando o leyendo cuentos de hadas o al nivel de su vida de sueño soñando.
Woolrich
Casa de troncos oscura y deshabitada, donde habitan las brujas de los cuentos de hadas.
O´Flaherty
Se sintió anonadado por el poderío del coloso, que lanzaba sus rayos como los gigantes de los cuentos de hadas, que le solían relatar al lado del fuego de la chimenea, durante las noches de invierno en su pueblo.
Lampedusa
Cofre de las hadas.
Nooteboom
Un hada cuyo peso no podía ser registrado por una báscula terrenal.
Bernhard
El mundo de los cuentos de hadas largo tiempo deseado.
Woolrich
Casa de troncos oscura y deshabitada, donde habitan las brujas de los cuentos de hadas.
O´Flaherty
Se sintió anonadado por el poderío del coloso, que lanzaba sus rayos como los gigantes de los cuentos de hadas, que le solían relatar al lado del fuego de la chimenea, durante las noches de invierno en su pueblo.
Lampedusa
Cofre de las hadas.
Nooteboom
Un hada cuyo peso no podía ser registrado por una báscula terrenal.
Bernhard
El mundo de los cuentos de hadas largo tiempo deseado.
Laing
Que le enciendan la luz le da garantía de que si despierta no habrá terrores de lo oscuro y le proporciona una garantía mágica de que durante el sueño está siendo vigilado con presencias benignas (padres, hadas buenas, ángeles de la guarda).
Vonnegut
Una especie de cuento de hadas con una moraleja para todos.
Un principito regala a un amable elfo de un cuento de hadas unas zapatillas mágicas de baile.
Japrisot
Mueren las hadas en su palacio de Florencia, de Roma o del Adriático.
Japrisot
Mueren las hadas en su palacio de Florencia, de Roma o del Adriático.
Thompson
Algún gesto de la varita mágica.
Chevalier
Los enanos, genios de la tierra y el suelo, surgidos entre los germanos de los gusanos que carcomían el cadáver del gigante Ymir, acompañaban a las hadas en las usanzas de los pueblos del norte. Pero mientras las hadas son de apariencia aérea, los enanos se asocian con las grutas y las cavernas de las laderas de las montañas, donde ocultan sus talleres de herreros. Fabrican con ayuda de los elfos, espadas maravillosas, como Durandal, o la lanza mágica de Odín, Gungnir, que nada puede desviar de su dirección. El jefe de los enanos de Bretaña, Gwioi, es el guardián que vigila un vaso místico, que se convertirá en el santo graal.
El hada, señora de la magia, simboliza los poderes paranormales de la mente, o las capacidades prodigiosas de la imaginación. El hada irlandesa es, por esencia, la banshee. En principio, se confunde con la mujer, es una mensajera del otro mundo. Viaja en forma de cisne. La banshee es, por definición, un ser dotado de magia. No está sometida a las contingencias de las tres dimensiones y la manzana o la rama que entrega tienen cualidades maravillosas. En la evolución psíquica se sitúa entre los procesos de la adaptación a lo real y la aceptación de uno, con los límites personales propios. Se recurre a las hadas y a sus operaciones mágicas si no se han roto los lazos de las ambiciones desmesuradas. Son, en el origen, las Parcas romanas, transposición latina de las Moiras griegas, Fata, los Destinos. Las tres Parcas estaban representadas en el foro por tres estatuas, que se llamaban vulgarmente las tres hadas, tria fata. Reunidas de a tres, extraen del huso el hilo del destino humano, lo enrollan en la rueca y lo cortan llegada la hora. Expresiones de la Tierra Madre, a la luz de la Luna se convierten en espíritus de las aguas y la vegetación.
Las ondinas de las mitologías germánicas y escandinavas, eran hadas de las aguas, malhechoras, que se ofrecen a conducir a los viajeros y los extravían y ahogan.
Charroux
Melusina, la bella hada del Poitou, verde Astarté de la fuente de Sée (del saber), traía piedras para construir iglesias y castillos.
Equidna, la ninfa inmortal, es una mujer admirable en la parte alta del cuerpo y víbora a partir de la cintura. Es la antepasada de Melusina, la maravillosa hada-serpiente del Poitou. Melusina vivía en el universo singular de las hadas, cuyos habitantes tenían el poder de realizar sus imaginaciones. Para conocer el amor y la muerte, escogió salir de su ciudad. Era la Extranjera, la que venía de Otra Parte, con el designio de conocer a los terrestres y engendrar con ellos.
Updike
Temeroso de que su madre se hubiera transformado, igual que en un cuento de hadas, en un oso, una bruja o un cadáver.
Chevalier
Los enanos, genios de la tierra y el suelo, surgidos entre los germanos de los gusanos que carcomían el cadáver del gigante Ymir, acompañaban a las hadas en las usanzas de los pueblos del norte. Pero mientras las hadas son de apariencia aérea, los enanos se asocian con las grutas y las cavernas de las laderas de las montañas, donde ocultan sus talleres de herreros. Fabrican con ayuda de los elfos, espadas maravillosas, como Durandal, o la lanza mágica de Odín, Gungnir, que nada puede desviar de su dirección. El jefe de los enanos de Bretaña, Gwioi, es el guardián que vigila un vaso místico, que se convertirá en el santo graal.
El hada, señora de la magia, simboliza los poderes paranormales de la mente, o las capacidades prodigiosas de la imaginación. El hada irlandesa es, por esencia, la banshee. En principio, se confunde con la mujer, es una mensajera del otro mundo. Viaja en forma de cisne. La banshee es, por definición, un ser dotado de magia. No está sometida a las contingencias de las tres dimensiones y la manzana o la rama que entrega tienen cualidades maravillosas. En la evolución psíquica se sitúa entre los procesos de la adaptación a lo real y la aceptación de uno, con los límites personales propios. Se recurre a las hadas y a sus operaciones mágicas si no se han roto los lazos de las ambiciones desmesuradas. Son, en el origen, las Parcas romanas, transposición latina de las Moiras griegas, Fata, los Destinos. Las tres Parcas estaban representadas en el foro por tres estatuas, que se llamaban vulgarmente las tres hadas, tria fata. Reunidas de a tres, extraen del huso el hilo del destino humano, lo enrollan en la rueca y lo cortan llegada la hora. Expresiones de la Tierra Madre, a la luz de la Luna se convierten en espíritus de las aguas y la vegetación.
Las ondinas de las mitologías germánicas y escandinavas, eran hadas de las aguas, malhechoras, que se ofrecen a conducir a los viajeros y los extravían y ahogan.
Charroux
Melusina, la bella hada del Poitou, verde Astarté de la fuente de Sée (del saber), traía piedras para construir iglesias y castillos.
Equidna, la ninfa inmortal, es una mujer admirable en la parte alta del cuerpo y víbora a partir de la cintura. Es la antepasada de Melusina, la maravillosa hada-serpiente del Poitou. Melusina vivía en el universo singular de las hadas, cuyos habitantes tenían el poder de realizar sus imaginaciones. Para conocer el amor y la muerte, escogió salir de su ciudad. Era la Extranjera, la que venía de Otra Parte, con el designio de conocer a los terrestres y engendrar con ellos.
Updike
Temeroso de que su madre se hubiera transformado, igual que en un cuento de hadas, en un oso, una bruja o un cadáver.
Moorcock
Se sentía ligeramente estúpido embutido dentro de la armadura de un valiente de un cuento de hadas.
MacAvoy
Thomas el Bardo, el huésped de las hadas.
Bellow
Talismán de un cuento de hadas capaz de abrir las puertas de un castillo o conducir hasta las cimas de las montañas.
Leonard
Lleva polvo de hada encima, nada puede herirle.
Thomas el Bardo, el huésped de las hadas.
Bellow
Talismán de un cuento de hadas capaz de abrir las puertas de un castillo o conducir hasta las cimas de las montañas.
Leonard
Lleva polvo de hada encima, nada puede herirle.
King
Puede que existan las hadas y los genios de los niños, pero aquel solo ayuda a quienes se ayudan solos.
Sanders
Un cuento de hadas maravillosamente urdido.
Un sujetalibros de nogal comprimiendo un delgado volumen de cuentos de hadas.
Potter
Una criatura encantada salida de un cuento de hadas. La piel blanca como la nieve, el pelo negro como el ébano y los labios rojos como la sangre que no había sido derramada.
Los cuentos de hadas son muy crueles.
Potter
Una criatura encantada salida de un cuento de hadas. La piel blanca como la nieve, el pelo negro como el ébano y los labios rojos como la sangre que no había sido derramada.
Los cuentos de hadas son muy crueles.
Themerson
Esfumarse con alguna pequeñez digna de un cuento de hadas.
Las matemáticas humanas solo valen para contar cosas de cuentos de hadas como Unicornios, o Numeros, o Altezas Reales Hamlet.
McEwan
Qué maravilloso cuento de hadas humano era era el sueño del contacto que sana.
Cott
El idioma es el vínculo de las referencias humanas y los cuentos de hadas los relatos de la familia original.
Evans-Wentz. Si las hadas existen en realidad, como seres o inteligencias invisibles, son naturales y no sobrenaturales, dado que nada que exista puede ser sobrenatural.
Cuatro teorías establecidas, para explicar el origen de la creencia en el mundo de las hadas. La teoría mitológica alega que estos seres son las figuras disminuidas de las pasadas divinidades arias. Para los hermanos Grimm, de igual manera que los mitos personifican fenómenos, los cuentos de hadas reflejan un drama cósmico y meteorológico. La teoría naturalista identifica el mundo de las hadas con el producto de los esfuerzos del ser humano por explicar los fenómenos. Según Evans-Wentz, <<el País de las Hadas existe como disposición sobrenatural de la autoconciencia; a él hombres y mujeres pueden acceder temporalmente en sueños, trances o mediante disposiciones de éxtasis; o por un periodo indefinido, al perecer. Las hadas existen, pues en sus rasgos esenciales se manifiestan igual que las fuerzas inteligentes que actualmente reconoce la psicología, ya sean unidades generales de autoconciencia, en la línea de las sustancias del alma, que caracterizó William James, ya unidades singularizadas, apariciones verídicas>>.
Muchos cuentos de hadas no son más que historias didácticas o expresiones de la sabiduría folklórica, conectadas con ritos de iniciación y, en estos casos, la disertación psicológica incurre en errores apreciables.
Si bien el paisaje de los cuentos de hadas está repleto de objetos luminosos y misteriosos, la atmósfera en la que tales objetos se perciben les da su carácter y definición. Es el paisaje lo que está cargado de la energía y los afectos adecuados de las sensaciones corporales no reprimidas, que tiene el niño perverso polimorfo, del cual habla Freud. Es el paisaje del cuento de hadas, los campos y los bosques, los mundos subterráneos y submarinos, que se agitan tras las cortinas del dormitorio.
Los sueños de hadas deben ofrecer Fantasía, Retorno, Evasión y Consuelo.
Stamer
Cualidades excepcionales concedidas por un hada milagrosa.
Holt
Las hadas que estuvieron en el bautismo, repartieron cualidades humanas.
James
Cuando el perdedor vive en el futuro, espera el milagro que, como en cualquier cuento de hadas, podrá hacerle vivir por siempre feliz.
El príncipe-rana del cuento de hadas está hechizado y vive la vida de algo que no le corresponde ser.
El "Príncipe Rana" es un cuento de hadas, que expresa la experiencia del estímulo negativo, demasiado frecuente de la vida real. Se trata de un guapo príncipe que, hechizado por una bruja malvada, está atrapado dentro del cuerpo de una rana y destinado a vivir como tal, en espera de que alguien le rescate.
Los Perseguidores de los cuentos de hadas son con frecuencia madrastras malvadas, brujas, ogros, lobos feroces, dragones u otras bestias. Las Víctimas son ranas, niños abandonados, bellas durmientes y pobrecitas cerilleras, patitos feos y otros tipos de pobres cosas. Los Salvadores son hadas buenas, duendes, sabios magos, bellísimas princesas y guapos príncipes.
Para ser rescatada, una Víctima debe encontrar a alguien, que se considere un Salvador. En los cuentos infantiles, el Salvador tiene poderes mágicos, que le son atribuidos. Un cuento que muestra la eficacia complementaria de Víctima y Salvador es el de la Bella y la Bestia. La Bella, a diferencia de sus hermanas egoístas, nunca pide nada. Cuando su padre pierde sus riquezas, se sacrifica y hace las tareas domésticas; esta conducta la convierte en el blanco de las burlas de sus hermanas, pero por otra parte, recibe el elogio paterno.
En busca de nueva fortuna, el padre de la Bella cae en las manos de una Bestia, que le amenaza con quitarle la vida si no le da una de sus hijas. La Bella se ofrece voluntariamente para la misión y su padre accede a ser rescatado de esa manera. Aunque la Bestia es muy fea, es también muy buena (se trata de un buen chico), y cuando enferma, la Bella se casa con la patética figura. Y he aquí que, por artes de magia, la Bestia se convierte en un guapo príncipe.
Otro personaje de cuento de hadas es la Cenicienta, una Víctima que desempeña tareas domésticas y que está rodeada de gente cruel y exigente. Su primer Salvador es un hada madrina, quien da a Cenicienta un magnífico vestido, zapatos de cristal y una elegante carroza, para que vaya al baile. Cuando llega allí, atrae a otro Salvador, un príncipe.
Algunos terapeutas dan una interpretación diferente del príncipe; este actúa más como una rana, que como un príncipe. El fondo para esta interpretación consiste en que, aunque el príncipe afirma que quiere a Cenicienta como novia, no consigue ni su nombre ni su dirección. Todos los cuentos de hadas pueden ser seguidos por los triunfadores igual que por los perdedores.
El Príncipe cojito es otro cuento sobre una Víctima, que ha sido injustamente perseguida y precisa ser rescatada. En el cuento original, una familia real exilia a su Príncipe cojito en una torre, a causa de su cojera. Acude a su socorro una buena hada, quien le regala una capa mágica, que permite al Príncipe viajar. Con su recién encontrada magia, puede volar sobre la Tierra de Nadie y por primera vez ver los árboles, las flores y otras bellezas de la naturaleza.
Distl
Hada de la nieve.
Scott Rogo
Relatos medievales de personas arrebatadas por las hadas, que aparecieron a varios kilómetros de distancia.
Robert Kirk, "La comunidad secreta de duendes, faunos y hadas", 1692.
Markale
Mordraín es el nombre de pila de un rey pagano, Evallach o Avallach, nombre galés de Avalón, la isla de las maravillas, donde en algún lugar del oeste del mundo los manzanos (avallach) dan siempre fruto y donde reina Morgana rodeada de hadas, capaces de metamorfosearse.
Linder
Un árbol que en Domrémy, la aldea de Juana de Arco, veneraban como el de las hadas, una corpulenta haya de crecimiento proporcionado y largas ramas colgantes que se alzaba fuera de la aldea y antaño había sido el lugar donde bailaban las mujeres y las brujas.
Colfer
Vial de agua de manantial del pozo de las hadas, que se encuentra a sesenta metros por debajo del anillo de Tara, el lugar más mágico de la Tierra; actuará como antídoto del agua bendita.
Sardou
Desaparecer por arte de magia, en los cuentos de hadas.
Extrañas hadas, hermosas y vaporosas doncellas apenas núbiles, ataviadas con finas túnicas azules, que dejaban brazos y piernas al descubierto y transparentaban el resto bajo sus tornasolados reflejos.
Cott
El idioma es el vínculo de las referencias humanas y los cuentos de hadas los relatos de la familia original.
Evans-Wentz. Si las hadas existen en realidad, como seres o inteligencias invisibles, son naturales y no sobrenaturales, dado que nada que exista puede ser sobrenatural.
Cuatro teorías establecidas, para explicar el origen de la creencia en el mundo de las hadas. La teoría mitológica alega que estos seres son las figuras disminuidas de las pasadas divinidades arias. Para los hermanos Grimm, de igual manera que los mitos personifican fenómenos, los cuentos de hadas reflejan un drama cósmico y meteorológico. La teoría naturalista identifica el mundo de las hadas con el producto de los esfuerzos del ser humano por explicar los fenómenos. Según Evans-Wentz, <<el País de las Hadas existe como disposición sobrenatural de la autoconciencia; a él hombres y mujeres pueden acceder temporalmente en sueños, trances o mediante disposiciones de éxtasis; o por un periodo indefinido, al perecer. Las hadas existen, pues en sus rasgos esenciales se manifiestan igual que las fuerzas inteligentes que actualmente reconoce la psicología, ya sean unidades generales de autoconciencia, en la línea de las sustancias del alma, que caracterizó William James, ya unidades singularizadas, apariciones verídicas>>.
Muchos cuentos de hadas no son más que historias didácticas o expresiones de la sabiduría folklórica, conectadas con ritos de iniciación y, en estos casos, la disertación psicológica incurre en errores apreciables.
Si bien el paisaje de los cuentos de hadas está repleto de objetos luminosos y misteriosos, la atmósfera en la que tales objetos se perciben les da su carácter y definición. Es el paisaje lo que está cargado de la energía y los afectos adecuados de las sensaciones corporales no reprimidas, que tiene el niño perverso polimorfo, del cual habla Freud. Es el paisaje del cuento de hadas, los campos y los bosques, los mundos subterráneos y submarinos, que se agitan tras las cortinas del dormitorio.
Los sueños de hadas deben ofrecer Fantasía, Retorno, Evasión y Consuelo.
Stamer
Cualidades excepcionales concedidas por un hada milagrosa.
Holt
Las hadas que estuvieron en el bautismo, repartieron cualidades humanas.
James
Cuando el perdedor vive en el futuro, espera el milagro que, como en cualquier cuento de hadas, podrá hacerle vivir por siempre feliz.
El príncipe-rana del cuento de hadas está hechizado y vive la vida de algo que no le corresponde ser.
El "Príncipe Rana" es un cuento de hadas, que expresa la experiencia del estímulo negativo, demasiado frecuente de la vida real. Se trata de un guapo príncipe que, hechizado por una bruja malvada, está atrapado dentro del cuerpo de una rana y destinado a vivir como tal, en espera de que alguien le rescate.
Los Perseguidores de los cuentos de hadas son con frecuencia madrastras malvadas, brujas, ogros, lobos feroces, dragones u otras bestias. Las Víctimas son ranas, niños abandonados, bellas durmientes y pobrecitas cerilleras, patitos feos y otros tipos de pobres cosas. Los Salvadores son hadas buenas, duendes, sabios magos, bellísimas princesas y guapos príncipes.
Para ser rescatada, una Víctima debe encontrar a alguien, que se considere un Salvador. En los cuentos infantiles, el Salvador tiene poderes mágicos, que le son atribuidos. Un cuento que muestra la eficacia complementaria de Víctima y Salvador es el de la Bella y la Bestia. La Bella, a diferencia de sus hermanas egoístas, nunca pide nada. Cuando su padre pierde sus riquezas, se sacrifica y hace las tareas domésticas; esta conducta la convierte en el blanco de las burlas de sus hermanas, pero por otra parte, recibe el elogio paterno.
En busca de nueva fortuna, el padre de la Bella cae en las manos de una Bestia, que le amenaza con quitarle la vida si no le da una de sus hijas. La Bella se ofrece voluntariamente para la misión y su padre accede a ser rescatado de esa manera. Aunque la Bestia es muy fea, es también muy buena (se trata de un buen chico), y cuando enferma, la Bella se casa con la patética figura. Y he aquí que, por artes de magia, la Bestia se convierte en un guapo príncipe.
Otro personaje de cuento de hadas es la Cenicienta, una Víctima que desempeña tareas domésticas y que está rodeada de gente cruel y exigente. Su primer Salvador es un hada madrina, quien da a Cenicienta un magnífico vestido, zapatos de cristal y una elegante carroza, para que vaya al baile. Cuando llega allí, atrae a otro Salvador, un príncipe.
Algunos terapeutas dan una interpretación diferente del príncipe; este actúa más como una rana, que como un príncipe. El fondo para esta interpretación consiste en que, aunque el príncipe afirma que quiere a Cenicienta como novia, no consigue ni su nombre ni su dirección. Todos los cuentos de hadas pueden ser seguidos por los triunfadores igual que por los perdedores.
El Príncipe cojito es otro cuento sobre una Víctima, que ha sido injustamente perseguida y precisa ser rescatada. En el cuento original, una familia real exilia a su Príncipe cojito en una torre, a causa de su cojera. Acude a su socorro una buena hada, quien le regala una capa mágica, que permite al Príncipe viajar. Con su recién encontrada magia, puede volar sobre la Tierra de Nadie y por primera vez ver los árboles, las flores y otras bellezas de la naturaleza.
Distl
Hada de la nieve.
Scott Rogo
Relatos medievales de personas arrebatadas por las hadas, que aparecieron a varios kilómetros de distancia.
Robert Kirk, "La comunidad secreta de duendes, faunos y hadas", 1692.
Markale
Mordraín es el nombre de pila de un rey pagano, Evallach o Avallach, nombre galés de Avalón, la isla de las maravillas, donde en algún lugar del oeste del mundo los manzanos (avallach) dan siempre fruto y donde reina Morgana rodeada de hadas, capaces de metamorfosearse.
Linder
Un árbol que en Domrémy, la aldea de Juana de Arco, veneraban como el de las hadas, una corpulenta haya de crecimiento proporcionado y largas ramas colgantes que se alzaba fuera de la aldea y antaño había sido el lugar donde bailaban las mujeres y las brujas.
Colfer
Vial de agua de manantial del pozo de las hadas, que se encuentra a sesenta metros por debajo del anillo de Tara, el lugar más mágico de la Tierra; actuará como antídoto del agua bendita.
Sardou
Desaparecer por arte de magia, en los cuentos de hadas.
Extrañas hadas, hermosas y vaporosas doncellas apenas núbiles, ataviadas con finas túnicas azules, que dejaban brazos y piernas al descubierto y transparentaban el resto bajo sus tornasolados reflejos.
Para los hermanos Grimm, del mismo modo que los mitos personifican fenómenos naturales, los cuentos de hadas reflejan un drama cósmico, meteorológico.
Si uno de esos mortales golpea el palacio de las hadas con su pala, se reducirá a polvo y desvanecerá como la niebla.
Si uno de esos mortales golpea el palacio de las hadas con su pala, se reducirá a polvo y desvanecerá como la niebla.
Las hadas, la Gente de la Paz, la Gente Buena, Los Que se Mueven en Silencio, incapaces de sobrevivir en un mundo incrédulo, codicioso y materialista, se dirigen al mar, donde emprenden su viaje, a través de los océanos del Occidente, Hacia Tir na nOg, la Tierra de la Eterna Juventud.
Tolkien, comentando la definición de hada, que dan los diccionarios -seres sobrenaturales de pequeño tamaño, a los que la creencia folklórica atribuye poderes mágicos y una gran influencia, maligna o benigna, en los asuntos humanos-, sugiere, en su ensayo "On Fairy Stories", "La palabra sobrenatural es delicada y peligrosa, en cualquiera de sus significados, sea extenso o estricto. Difícilmente puede aplicarse a las hadas, a menos que se tome como un prefijo superlativo. Pues es el ser humano quien, al revés que las hadas, es sobrenatural (y muchas ocasiones de menor envergadura), porque las hadas son naturales. En lo que consiste su maldición".
Ana Kontroversy
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