domingo, 25 de mayo de 2025

LOUIS FEUILLADE. LA LÉGENDE DE MIDAS 1910


 

A Midas el rey de Frigia le ha sido concedida la palma musical de la composición de su amigo Pan celebrada con Apolo. Desde su trono micénico divino escucha complaciente la ejecución de la siringa de Pan con el concurso de las nueve ninfas bellamente ataviadas. Mas la palma no es entregada instantáneamente porque Apolo concursa con la lira. Audición que agrada idénticamente a Midas y a la que vuelven a concurrir las ninfas.

Decidido a asignar la palma a Pan brotan de la cabeza del soberano dos desproporcionadas y peludas orejas que tapa avergonzado con la tunica. Cuando aparece en publico ha de ocultarlas con cautela. Lo mejor es permanecer a solas para lo cual despide a todos los criados y se encierra en sus aposentos.

Midas no puede ocultar la desgracia a su barbero y le exige estricto silencio ante sus ojos. Es duro para un barbero el apaciguamiento. Obcecado casi desvela el misterio aunque al final cada vez deniega destaparlo. Incluso refrena el impulso de comunicar el gran secreto a la propia mujer la cual es una auténtica tirana con los domésticos.

El barbero promete un formal mutismo. No resistiendo callar escarba con la mano la tierra del idílico jardín y permite escapar el escrupuloso secreto con sigilosas declaraciones a la concha de sus manos. Las ninfas del jardín emergen con las flores y se hacen eco de la desgracia de Midas.

Al retirar el gorro queda avergonzado con las naturales protuberancias.


Ana Kontroversy




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