Elenore (Asta Nielsen), una huérfana recogida y descontenta, es enviada a la calle por la madre adoptiva cuando recibe una pedida de matrimonio. El pretendiente la conduce a su casa, donde experimenta la reprobación materna. Afectivamente emocionado con la joven, la cual reprende el ardor, se ve estorbado con la visita de un amigo, Peter Karvan (Conrad Veidt). Elenore prende su ánimo. La invita al cabaret donde toca el piano.
Pronto abandona al primer novio, ya que esa noche escapa con Karvan, quien la espera sobre el adoquinado.
Algún tiempo después forma pareja como cantante con el pianista. La calamitosa sobreactuación de Elena mueve a la risa a los espectadores. El director del cabaret queda estupefacto. Un fracaso. La dama no es apta para el escenario. Aunque el viejo no desaprovecha la ocasión de un arrumaco. El pianista apostrofa que no sea aprensiva.
De noche y sin dinero, Elenore ha de enfrentarse con los frescos que la asedian y la desaprobación de pretender pasar la noche acurrucada a un barco del parque.
Por la mañana, tras pasar por la comisaría, atiende la publicidad del periódico.
Empleada como institutriz con la instantánea demostración de cariño de la niña, explica a la señora Peters que no posee papeles porque accidentalmente los perdió. Albert Peters recibe un flirt de la nueva señorita.
Mientras juega con la niña, la señora Peters percibe al marido hechizado con las posibilidades de la huérfana cuando sigue las evoluciones lúdicas del jardín.
La señora Peters se siente como una pobre mujer enferma sin ni siquiera el amor de la hija. Sufre un colapso fatal.
El tiempo pasa. Elenore acepta ser la mujer de Peters a causa de la niña.
Poco después de la boda, Fritz, el hermano de Albert, vuelve del extranjero. Atraído con los encantos de Elenore inventa una excusa urgente.
Localizada por Peter Karvan solicita verla. La azorada mujer le presenta como un viejo amigo. Karvan precisa dinero. Él no roba. Despierta la vieja fogosidad.
Se citan a lo largo de los lugares más sórdidos. Peters nota la falta de dinero del escritorio.
Vuelve Fritz, el hermano de Albert, enterado de las irregularidades, pero irremediablemente enamorado. Envía una carta, aunque pretende recuperarla cuando el cartero recoge la correspondencia, requerimiento que rehúsa.
Elena recibe una nota con escepticismo.
Karvan ronda la villa de los Peters y salta la verja. Aparece ante Elena y Fritz con la consiguiente estupefacción. Karvan arranca y reduce una nota plegada. Albert encuentra la puerta cerrada. Elena consigue calmarle. El pianista mendigante exige más dinero.
Albert recibe el billete del hermano con la información de la extorsión del pianista. Los Peters arreglan las dificultades, aunque persiste una duda.
Albert ve un intruso, una sombra a lo largo del parque. Cuando explora solo encuentra a Elena.
Durante el transcurso de una fiesta de la empresa de Albert Peters un invitado chocante, Karvan, reserva la compañía de la anfitriona. Un criado fiel avisa a Peters de la reunión del estafador y la señora. Mandados llamar y ante los invitados no es ajeno a que todos saben que la mujer es amante de Karvan. Repudia a la esposa.
Los viejos novios vuelven a formar una pareja musical y esta ocasión con éxito con un repertorio de danzas españolas. Al cabaret acude Albert y Elena suplica que la saque de allí si alguna vez la quiso. Después de una agresión Roberts desaparece. Karven le reenvía la carta de Fritz. Elena quiere avisar a Fritz.
Elena encuentra a los hermanos enzarzados y a Albert desesperado, el cual se desploma. Elena no persuade a Fritz.
La infiel huérfana, el ultimo elemento de la secta, llega al cabaret y dispara a Karvan. Tras enviar un aviso a Fritz ingiere una poción mágica. Fritz la acompaña los ultimos instantes.
Ana Kontroversy
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