domingo, 26 de diciembre de 2010

EXTRACCIÓN LITERARIA CON REFERENCIA AL ÉTER





Odisea

El Bóreas, nacido en el éter, levanta con simplicidad grandes olas.


Pitágoras


Un astro es un mundo situado en el éter infinito que lo engloba todo.
El éter frío y árido.
El alma es un extracto del éter caliente y frío.

Parménides

Pureza del éter.
Esta armazón, fue por los mortales dividida en opuestos, con caracteres precisos y separados unos de otros. A uno quedó asignado el fuego etéreo de la llama, dulce y en extremo ligero, idéntico propiamente en cualesquiera partes, pero no al otro. Este otro es el opuesto de aquel, como noche incapaz de explorar y estructura compacta y pesada.

Zenón

Todo lo que es de naturaleza terrestre es divisible, y la sustancia líquida o húmeda es muy blanda y que puede sencillamente ser comprimida y rota, mientras el fuego y el aire son impulsados por impactos y tienen consistencia dúctil y disipable. Estos elementos perecen cuando sufren una transformación. Cuando la tierra se convierte en agua, y del agua brota el aire, y del aire se produce éter. Ningún ser animado o vivo es eterno.
El fuego tiende hacia arriba, hacia su lugar; este elemento, o la parte de él famoso bajo el nombre de éter, ha sido el rudimento de los astros y de sus esferas.

Cleantes

El mundo es mente y alma del universo, remota atmósfera ígnea que rodea el universo, el éter, las estrellas, la razón.

Sófocles

Pueda serme dispuesto el destino de guardar la santa honestidad de las palabras y actos, con arreglo a las leyes sublimes nacidas del Éter uranio, de las cuales el Olimpo es el solo padre, que la raza mortal de los hombres no ha engendrado y jamás el olvido adormecerá.

Menandro

¡Oh, ciudadela de la tierra de Cécrope! ¡Oh, éter inmenso! - Exclamaciones paratrágicas, tomadas del Edipo de Eurípides.

Aristófanes

El torbellino etéreo empuja las nubes.

Los pitagóricos conciben el alma como un fragmento del éter, mientras que el éter frío es el aire y el éter denso el mar y la humedad.

Empédocles

En el primer desarrollo, el éter apareció en primer lugar; luego, el fuego; después, la tierra, que hirvió; el agua, que se elevó, y el aire, que se separó del agua.

El fuego (ignis) es la sustancia de la que se compone el mundo, según Heráclito, el cual vislumbró el fuego dotado de inteligencia y causa primera del gobierno del universo. Parménides, en los discursos "Según la opinión", examinó la dualidad fuego-tinieblas (equivalente a la de calor-frío), la ley de explicación de la apariencia sensible.

Los estoicos identificaron al fuego, que habita la parte extrema del universo, con el éter.

Aristóteles adoptó la teoría de los cuatro elementos, formulada por Empédocles. Sin embargo, no son los últimos constituyentes, sino cualidades que confieren en la naturaleza sublunar la materia primaria, que es la única realidad física, la apariencia sensible. Y añade el éter, la quinta essentia, la Sustancia Corpórea Giratoria, la cual componía los cuerpos celestes. 
Según Aristóteles, el movimiento circular no tiene opuestos, porque moverse de derecha a izquierda, o de izquierda a derecha, circularmente, no modifica la circularidad del movimiento. Será propio de la sustancia que compone los cuerpos ingenerados e incorruptibles, los cuerpos celestes, y esta sustancia es el éter.
El movimiento, en sentido específico, es el movimiento local o traslación. Aristóteles afirma la prioridad de este movimiento sobre los otros, el que puede pertenecer a las cosas eternas, a los astros. Las especies del movimiento local caracterizan los elementos del universo, incluyendo el constitutivo de las sustancias celestes, el éter, que se mueve con movimiento circular.
Aristóteles, al rechazar la teoría pitagórica de la visión, admite que la implicación del ambiente, entre el ojo y el objeto percibido, es esencial en el fenómeno de la visión. Mientras ese entorno, que llama diaphanés (transparente) está en condición potencial, de reposo, hay oscuridad y el objeto no puede ser percibido. Excitado por el fuego o el éter, pasa a la condición activa, de movimiento y el objeto se vuelve visible.

Menandro

¡Oh ciudadela de la tierra de Cécrope! ¡Oh éter inmenso! Exclamaciones paratrágicas tomadas del "Edipo" de Eurípides.

Arato

Exponer los círculos de las estrellas fijas y las constelaciones que los señalan en el éter. Como antagónicas a las estrellas errantes (Planetas) la denominación de estrellas fijas se ha usado para diferenciarlas de otros astros, el sol, la luna y los planetas cuya localización en la esfera celeste es variable.
El éter ardiente al recibir exhalaciones secas produce unos destellos a los que se confunde con la trayectoria de los astros. 
Investigar atentamente los cuatro ultimos días del mes que termina y los cuatro primeros del que comienza; pues allí tienen lugar los límites de los meses contiguos momento que el éter durante ocho noches es más inseguro con la ausencia de la luna de visión brillante.

Licofrón

Llega de lo alto de las torres el clamor, sube hasta las quietas salas del éter con llanto de las mujeres.
El río llameante desde el que la cabeza yergue al éter el monte, que inaccesible se alza. Dominios de Core o Perséfone.

Cicerón

Cinco formas o figuras, cuerpos regulares esenciales. Pirámide, cubo, octaedro, dodecaedro e icosaedro. Figuras de las partículas de fuego, tierra, aire, éter y agua.
El calor o fuego celeste, éter.
Cleantes. El mundo es la mente y el alma del universo, remota atmósfera ígnea, que rodean el universo, éter, estrellas, razón.
Juno, Hera, éter, extremada blandura, hermana y esposa de Júpiter.
Todo lo que es de naturaleza terrestre es divisible, y la naturaleza líquida o húmeda es blanda, puede ser comprimida y rota, mientras el fuego y el aire son impulsados por impactos y tienen consistencia dúctil y disipable. Estos elementos perecen cuando sufren una transformación, cuando la tierra se convierte en agua y del agua brota aire y del aire se produce éter. Ningún ser animado o vivo es eterno.
Progenitores del Cielo. El Éter y el Día y sus hermanos y hermanas, a quienes los especialistas en genealogías denominan Amor, Dolo, Temor, Acción, Envidia, Hado, Vejez, Muerte, Tinieblas, Miseria, Lamentación, Favor, Fraude, Obstinación, Parcas, Hespérides, Sueños, hijos de Erebo y de la Noche.

Lucrecio

Los cuerpos que han salido del seno del aire los vuelve a abrazar y la materia enviada del aire es recibida por el espacio etéreo nuevamente. 
Un éter siempre claro.
El cuerpo podrá ser mutilado y su alma y sus miembros una parte perder, pero vive el tronco y goza auras etéreas de la vida.
Las causas y las apariencias que se experimentan encima de nosotros sobre la región etérea. 
La perenne fuente de luz pura, el Sol etéreo, baña el cielo con un brillo renaciente y alimenta la luz con otra nueva; sus rayos se pierden al ponerse, cuando las nubes hacia el Sol empezaron a arrimarse su inferior parte al momento desaparece porque precisan de nueva luz los cuerpos.
Los más puros orígenes hicieron los fluidos que no tienen idéntica ligereza. El fluido éter es el más transparente y ligero, circula sobre el aire sin mezclarse con las auras del aire borrascosas, le permite que todo lo revuelva con raudo torbellino, le permite con borrasca inconstante alborotarlo. Con ímpetu arreglado él resbalando lleva consigo sus brillantes fuegos porque el poder uniformemente moverse el fluido éter lo declaran las olas de los mares cuyo flujo periódico y reflujo sigue moviendo idénticas leyes. 
Cuanto más vecinos a la tierra están los astros menos puede a su entender el torbellino etéreo conmoverlos, porque la ligereza y la acción del firmamento poco a poco se va debilitando hacia el extremo inferior.
Aquellas apariencias que encima de nosotros se experimentan de la región etérea. 
Solo se estremecen con el trueno las azuladas bóvedas celestes cuando agitadas por hostiles vientos chocan mutuamente etéreas nubes.
Vemos que de los ríos y de la tierra se levantan nieblas y cálidos vapores cuyas exhalaciones se remontan por el aire y los cielos oscurecen y que con sus reuniones insensibles forman espesas nubes, pues las olas de la sustancia etérea las empujan por la parte de arriba y condensadas cubren las bóvedas azules. Puede también que vengan de otros mundos a reunirse a este aquellos cuerpos que forman los nublados y las tormentas; porque es innumerable el numero de átomos y el todo ser también profundísimo. No ignoras de cuánta ligereza están dotados los átomos y cuán rápidamente suelen correr el espacio inmensurable, por lo que no es extraño que al momento cubran la tempestad y las tinieblas colgadas del aire, el mar, la tierra y las montañas, pues los elementos encuentran entradas y salidas por dondequiera de todos los conductos del éter y por las lumbreras del mundo.

Petronio

La bélica trompeta, resonando entre los astros, despertó a Marte y encendió con furia, y pronto, devorado el Etna por fuegos desconocidos, elevó sus relámpagos hasta el éter. 

Virgilio

Tiende el mensajero el vuelo a lo largo del inmenso éter batiendo las alas.
El alma reducida solo a su etérea esencia y al puro fuego de su primitivo origen.
Caballos de etérea raza regalo del rey Latino que echan fuego por la nariz, de aquellos que formó la artificiosa Circe cruzando ocultamente yeguas mortales con los caballos del Sol de su padre.
El poderoso Atlante que aguanta las etéreas bóvedas sobre sus hombros fue el padre de Electra.
Saturno el primero vino del etéreo Olimpo huyendo de las armas de Júpiter.
Apolo desprendiéndose del alto éter.
Se ve esculpido con hierro Marte, ciego de ira a cuyo contorno vagan a lo largo del éter las tristes Furias.
Cual a lo largo del espacioso éter los desacordes vientos traban recia pelea con iguales empuje y brío ni cejan tampoco las nubes y el mar.
El soberano del etéreo Olimpo.
Las aves surcan el éter.
Júpiter, alto soberano del éter.
Resuena el éter con grandes lamentos.
Ya se sonrosaba la mar con los primeros rayos del sol y la rápida aurora desde el alto éter resplandecía con su carro tirado de dos caballos de color de rosa.

Dionisio de Halicarnaso

Y si es que un lugar recibe las almas de los hombres una vez separadas del cuerpo, el subterráneo y sombrío bajo el que dicen que viven los desgraciados no recibirá la mía ni la llamada Llanura del Olvido, sino el éter puro y que está en el aire, en el que se cuenta que viven los nacidos de los dioses llevando una vida feliz y bienaventurada.
La cosmología aristotélica dividía el universo como dos grandes regiones, sublunar o aérea (la tierra y el espacio superior) y celeste o etérea (el mundo de los astros).
El fuego fulmíneo, el rayo, está forzado a transformar su naturaleza, sea celeste o aérea, cuando se precipita abajo. Pues no le es posible caer sobre la tierra, según su naturaleza, sino ir desde la tierra hacia arriba por las regiones celestes, ya que en el éter están las fuentes del fuego divino. Es evidente también que el fuego que poseemos, ya sea un regalo de Prometeo o de Hefesto, cuando se libera de las cadenas en las que ha sido obligado a permanecer, se lanza hacia arriba a través del éter hasta aquel fuego análogo que encierra en un círculo todo el universo. Por consiguiente, aquel fuego divino y separado de la corruptible materia, que flota a través del éter, cuando permite caer sobre la tierra, forzado por un menester, pronostica transformaciones totales.

Artemidoro

Dioses etéreos, Zeus, Hera, Afrodita, Artemisa, Apolo, Atenea, Fuego Etéreo.

Sexto Empírico

Los del círculo del peripatético Aristóteles dijeron que el origen de todo era el Fuego, el Aire, el Agua, la Tierra y la Sustancia Corpórea Giratoria. El quinto elemento o esencia, el éter, componía los cuerpos celestes.


La constitución de la materia se halla estructurada en una serie de grandes grupos bien deslindados, de relativa masa, del tal modo que los miembros de cada grupo se mantienen unos a otros en determinadas referencias finitas de masa y, con respecto a los de los grupos más cercanos, en una referencia de magnitud o pequeñez infinitas, en sentido matemático. Forman cada uno de estos grupos el sistema planetario visible, el sistema solar, las masas terráqueas, las moléculas y los átomos y las partículas del éter.
Los físicos afirman que el éter cósmico, agente de las vibraciones del calor y de la luz, consta de partículas discretas, pero demasiado pequeñas, que se comportan ante los átomos químicos y las moléculas físicas, como estos con respecto a las masas mecánicas, como d al cuadrado x, con respecto a dx.
Cohesión en los gases negativa, trueque de la atracción en repulsión, la cual sólo es real en el gas y el éter.
Teoría cinética del gas. Lo que llena los espacios intermedios es éter. Se formula, pues, el postulado de una materia no dividida en células moleculares o atómicas.
Carácter antagónico del desarrollo teórico. Del horror vacui se pasa al espacio cósmico vacío y, sólo después, al éter.

Filostrato

El vino es una bebida pura, pero opuesto a la composición de la mente, por oscurecer el éter que hay en el alma.
Dominio de la consciencia sobre la mente. Lo que ven y oyen lo convierten en algo onírico y etéreo y a sus terrores confusos y fantasmagóricos, en verdaderos y persuasivos para el terror.

Kalidasa

Siva se reviste de ocho formas visibles. El éter recorre sin cesar las cosas con la propiedad de transmitir el sonido al oído.

Escoto Eriúgena

Los espacios etéreos se mueven con velocidad eterna.

Rabelais

Loco etéreo y junoniano.
Los cometas y las notas etéreas.
Las ciudades abrasadas con el rayo y el fuego etéreo.

Bruno

Campo etéreo.

Spenser

La Noche madre de Aether (cielo) y Hemera (día).
Diablillo éter.

Donne

Camino etéreo y vacío.
Una expansión como adelgaza / el oro que se bate hasta lo etéreo.

Los experimentos de Erasmo Bartholin y Olaf Römer ayudaron a Huyghens para reunir ideas sobre la naturaleza y la manera de la propagación de la luz con su libro "Traité de la lumière", cimiento histórico de la teoría ondulatoria. Semejante al sonido, la luz es un movimiento vibratorio. En cuanto las ondas sonoras se propagan en el aire, el lugar de las ondas luminosas es el éter, materia extremadamente sutil y de perfecta elasticidad, que impregna los objetos y llena el vacío. Cada foco luminoso es una fuente de ondas, que las comunica al éter circundante. Cada punto del éter alcanzado por una onda se vuelve centro de nuevas ondas, cuyas acciones recíprocas determinan la propagación global.
La sagaz idea de que la luz sería una perturbación del éter, que se extiende y que progresa en el espacio, surge por primera vez. Huyghens explica la reflexión y la refracción con su teoría.

Galileo

En la física galileana la luz, identificada con el éter, tenía una utilidad importante. La luz era el ultimo enrarecimiento que se podía dar, y de este primer origen se derivaban las cosas, según los diversos grados de condensación.

Burton

Los orbes etéreos y las esferas celestiales.

Newton

Es mutua la gravitación entre la Tierra (que flota en el libre éter) y sus partes.
La resistencia de todo fluido es como el movimiento excitado por el proyectil en el fluido, y en el éter más sutil, en proporción a la densidad de tal éter, no puede ser menor que en el aire, el agua y el mercurio, en proporción a la densidad de estos fluidos.
Es probable que los cometas desciendan muy por debajo de la órbita de Saturno. Pero la mejor prueba proviene de sus colas, que tienen que deberse a la luz del Sol reflejada en un humo que salga de ellas y se disperse por el éter, o a la luz de sus propias cabezas.
La transmisión definida de la luz de las estrellas fijas y de los planetas hasta nosotros nos demuestra que el éter, o ambiente, celeste no posee poder alguno de refracción. La temblorosa agitación del aire y los vapores ascendentes hace que los rayos de luz se aparten del estrecho espacio de la pupila de un ojo, pero no puede ocurrir con la apertura, mucho más amplia, del telescopio, lo que constituye una demostración de la transmisión regular de la luz por el firmamento sin refracción perceptible.
Kepler atribuye el ascenso de las colas de los cometas a la atmósfera de sus cabezas, y su dirección hacia las partes opuestas al Sol a la acción de los rayos de luz, que desplazan consigo la materia de la cola de los cometas, y en tales espacios libres, una materia fina como la del éter puede ceder a la acción de los rayos de luz solar, aunque estos rayos no puedan mover perceptiblemente nuestras espesas sustancias, atascadas por una resistencia palpable. Considerando que la gravedad de los cuerpos terrestres es como la materia de los cuerpos, por lo que no puede ser mayor o menor a una igual cantidad de materia, el ascenso se debe a la rareza de la materia de las colas de los cometas. Los rayos del Sol sólo obran sobre los ambientes en que penetran por reflexión y refracción, y las partículas reflectantes calentadas por su acción calientan la materia del éter que se encuentra en ellas. Esta materia es enrarecida por el calor que adquiere, y como debido a esta inercia, la gravedad con que antes tendía hacia el Sol ha disminuido, la materia ascenderá desde el Sol, llevando consigo las partículas reflectantes de que está compuesta la cola del planeta.

Locke

Estoicos. El mundo es el éter o el sol.
Si la presión del éter, o de cualquier materia más sutil que el aire, puede unir y mantener las partes de una partícula de aire, como las de otros cuerpos, sin embargo, no puede formar uniones y mantener unidas las partes que forman cada uno de los corpúsculos diminutos de esa materia sutil. No podemos concebir sin partes los corpúsculos del éter, puesto que son cuerpos y, por tanto, divisibles, ni de qué manera tienen cohesión estas partes, faltando la causa de cohesión que se da para explicar la cohesión de las partes de los otros cuerpos.
Si la presión del éter es la causa adecuada de la cohesión, en el momento en que esa causa no opere, no habrá cohesión.

Fontenelle

El cielo donde están las estrellas fijas no tiene por sí mismo luz alguna y, por consiguiente, debería ponerse negro. Pero se le ve a través del aire, que es azul, y parece azul. Si esto es así, los rayos del sol y de las estrellas no pueden pasar a través del aire sin teñirse de su color y perder el que les es natural. Unicamente a la materia celeste corresponde proporcionarnos la luz y los colores en su pureza, tales como son.

Mandeville

La etérea moneda de la fama.

Pope

El éter luminoso.

Hutcheson

Los etéreos sueños de una imaginación calenturienta.

Smollett

Fragante éter.

Novalis

Ya siento de la muerte
olas de juventud:
en bálsamo y en éter
mi sangre se transforma.

Jean Paul

El artista sin reglas, que en el éter pinte el éter con éter.
La libertad con que se mueven los seres en el éter como otros soles.
El chapitel del éter.
Sensible e inalterable, un éter azulado envuelve el universo y el tiempo.
Los espíritus, un éter extraño.

Lor Byron

Fulgor etéreo.
Etérea belleza.
Los exabruptos británicos son casi áticos, etéreos e intrépidos, blasfemia platónica.

Mi Musa es mariposa y sólo dispone de alas,
No de aguijón, y vuela por el éter de modo errátil,
Sin posarse casi nunca. Porque si fuera una avispa,
Tal vez habría vicios que lo sintieran.

Cosa etérea, terrena, celeste.

Shelley

El éter que cerca el mundo. 
Ánimo del éter intangible.
Manda desde tu torre etérea tus rápidas crueldades para aplastar al ser humano.
Los claros ánimos que habitan las cuevas de la mente humana y que como pájaros que recorren el aire atraviesan el éter que cerca el mundo y que ven, igual que a través de un espejo, más allá de este reino del crepúsculo, el futuro.
Las ciudades después se construyeron y vientos calurosos cruzaron sus columnas níveas y el azul éter brilló y aparecieron el mar y las colinas.
Las flores de corolas traslúcidas y púrpuras visten de rocío etéreo, bebida del ánimo.

Hegel

El puro identificarse es ser otro. Este éter, en cuanto tal, es el fundamento de la ciencia o del saber, en general. La ciencia exige de la autoconciencia, que se remonte a este éter, para que pueda vivir.
Los Titanes son Urano, Cronos, Éter, Selene, Helios, Océano, Gea, las Euménides, Eros y Dione, madre de Afrodita. Estas figuras son seres naturales.
Zeus es un poder natural, el poder de la vida creadora. Es el éter, dispone del rayo y de la nube. Pero, ante todo, significa la esencia política, pólis, el protector de la hospitalidad.

Balzac

Azul del éter.
Estaba yo sentado al lado de la mujer etérea, en su tocador, en un diván.
Nube alguna empañaba el azul del éter, cuya pureza, viva por doquiera hasta en el horizonte, indicaba la excesiva rarefacción del aire.

Dickens

Dividir en varias direcciones los caminos en un mapa etéreo.
Una calma casi etérea.
Oh bendita estrella de la Inocencia en tu mansión etérea.
Una neblina en la hondonada, ligera y etérea como una gasa, que ante nuestros ojos modestos y admirados dota de un nuevo encanto la belleza sobre la que se extiende.

Hugo

Tintura etérea de percloruro de hierro, remedio antivenéreo.

Nodier

Bóveda etérea.

Goethe

Fausto al Emperador: ¡Has oído hablar alguna vez de aquellas nubes que se ciernen sobre las costas de Sicilia? Allí veréis raras formas errando en el cielo claro, llevadas hacia los espacios intermedios y reflejadas en vapores singulares. Allí, ciudades que van y vienen, en jardines que suben y descienden, según la forma que se destaca en el éter.

Humboldt

La materia etérea y cósmica restrictiva de los cometas puede experimentarse agitada gravitando a pesar de su densidad general condensada próxima de la gran masa solar aumentada durante miríadas de años con el vapor que emana de las colas del cometa.
Las capas desigualmente densas del éter mundial.
La inmensidad de los espacios etéreos.
Kepler prohibió las bolas de fuego y las estrellas fugaces de la astronomía porque son meteoros que surgiendo de los vapores de la tierra se mezclan con el éter superior. Stellae candentes.
Según la enseñanza de Anaxágoras de Klazomena las estrellas (todos los cuerpos del espacio) son pedazos de roca que el éter ardiente arrancó de la tierra con la fuerza de su agitación, encendió y transformó como estrellas.
El éter translúcido.
Las alturas etéreo-olímpicas.
Con los sistemas atomísticos que son diametralmente opuestos a los puntos de vista dinámicos de Kant, según Lavoisier la fuerza de atracción se transformó como los cuerpos rígidos discretos (moléculas), pero la fuerza repulsiva se atribuye a las atmósferas calóricas que rodean los cuerpos. Esta hipótesis del calórico como una materia extendida acepta dos tipos de materia, dos especies de sustancias elementales como el mito de las especies de éter de Newton, una inversión del éter que llena el espacio y es más delgado en los resquicios de las partículas de masa pero aumenta la densidad exterior.
Según los filósofos naturales indios el éter (âkâ´sa) pertenece al quinto de los elementos (pantschatâ), un fluido de infinita sutileza que impregna el universo, el estimulador de la vida como el material de propagación del sonido. Según el diccionario de sánscrito de Wilson el fluido sutil y etéreo que labra el universo. La palabra aka´sa (brillante) proviene de la raíz ka´s brillar en conjugación con la preposición a. Después de Magástenes, Estrabón menciona el quinto elemento de los indios que todo lo forma pero sin nombrarlo. Según los dogmas de la filosofía natural jónica, según Anaxágoras y Empédocles, este éter era bastante diferente del aire real más tosco (más denso) lleno de vapores que rodea el globo y tal vez llega lejos como a la luna. Empédocles llama al éter brillantemente radiante, autoiluminado, de gran delicadeza (delgadez) y eterna serenidad. El Estagirita niega al éter el nombre de un quinto elemento porque según él el éter como condición de la materia carece de opuesto. Los pitagóricos representaban el éter como un quinto elemento como el quinto de los sólidos regulares, el dodecaedro compuesto de 12 pentágonos.
La luz-éter vibrante de Huyghens y de Hooke.
Con íntima referencia se examina como probable que las vibraciones transversales del éter que llena el espacio producen los fenómenos de la luz, los fenómenos térmicos y los fenómenos eléctricos.
Según Fourier y Poisson la temperatura del espacio es una consecuencia de la radiación de calor del sol y de las estrellas reducida con la absorción que sufre el calor a su paso a lo largo del espacio lleno de éter.
La densidad que debe atribuirse al éter cósmico.
De la cuestión de la existencia de un fluido etéreo que llena el cosmos depende también la sugerida de Wollaston respecto de la limitación  de la atmósfera que debe tener lugar a la altura donde la elasticidad específica del aire se equilibra con la gravedad.
Las causas del centelleo de las estrellas. La transformación de la intensidad de la luz con una disminución brusca hasta que se apaga y vuelve a encenderse. Y la transformación del calor. Si el retraso de un sistema de vibraciones con respecto a otro asciende a un numero impar de medias vibraciones los sistemas de vibraciones para comunicar una molécula de éter al tiempo de velocidades iguales pero opuestas, de manera que el efecto de su combinación es el resto de la molécula de éter, la oscuridad. Algunos casos de refrangibilidad de los diferentes estratos de aire a través de los cuales se cruzan los rayos de luz más que las longitudes del camino juega el papel principal del fenómeno.
Empédocles explora el cielo de las estrellas fijas como una masa sólida que se formó a partir del éter que se había vuelto sólido como un cristal a través del fuego.
Según una declaración anterior de Macrobio el éter ardiente se encuentra más arriba del límite exterior, lo cual no impide el frío eterno de Saturno.
Un éter no luminoso que llena el espacio produciendo luz, calor radiante y electromagnetismo a través de un movimiento oscilatorio.
Puede ser que los rayos de calor difieran de los rayos de luz con otras longitudes de las vibraciones transversales del éter.
Las manifestaciones de fuerza del sol a través de oleadas excitantes de luz y calor (oscilaciones transversales) del éter.
La densidad del éter en el espacio planetario.
Anaxágoras tenía la madura edad de treinta y dos cuando sucedió el evento natural de Aegos Potamoi. Según él las estrellas son masas arrancadas de la tierra con la fuerza del levantamiento. Todo el cielo está compuesto de piedras. Los cuerpos sólidos de piedra son incendiados con el éter ardiente de manera que reflejan la luz que les imparte el éter.
Aristóteles llama al éter el cuerpo que está siempre en movimiento como si fuera el sustrato próximo del movimiento.

Thomas Young concibe la luz como la disposición vibratoria de un sutil fluido, el éter, que llena el espacio y penetra la materia. Compara la propagación de la luz con la del sonido. Sus vibraciones luminosas son longitudinales.

Thomasius

El aire puro o éter es un ánimo que mueve los cuerpos y que los hace visibles.
Existen ánimos que no tienen capacidad para reflexionar pero sí para actuar. Tales son la luz y el éter. La materia precisa una luz suficiente para hacerse ver.


Al definir la física como la mecánica del movimiento molecular esta expresión no abarca todo el campo de la física actual. Las vibraciones del éter que determinan los fenómenos de luz no constituyen movimientos moleculares. Sin embargo, sus efectos terrestres afectan en primer lugar a la molécula. Los fenómenos de refracción, polarización de la luz, etc., dependen de la estructura molecular de los cuerpos.
Sabemos que hay al menos un punto en el que la electricidad modifica directamente el movimiento de la luz. Hace girar su plano de polarización. Clerk Maxwell según la teoría del éter calculó que la constante dieléctrica específica de un cuerpo es igual al cuadrado de su índice de refracción.
El éter cósmico, agente de las vibraciones de la luz.
No existe una sola distancia en que el éter no permita pasar la luz.

Lepsius

Percibo un demonio, su sombra etérea, sedienta y peligrosa maniobra en el Valle de las Tumbas.
Mi doble etérico se horroriza ante esas basuras repugnantes.
Salve, oh mi Doble etérico. Ka es el doble del muerto, su genio protector o el cuerpo vital, según los egiptólogos.
Doble etérico de Osiris: Ka.

Whewell

Según Leibnitz las partículas de la tierra tienen movimientos separados que producen colisiones y propagan una agitación del éter irradiando a cualesquiera direcciones.
Huygens conjeturó que la materia etérea de los vórtices giraba al centro en cualesquiera direcciones.
Un fluido o éter.
El éter identificado con el fluido nervioso.

Spencer

El éter es un fluido cuyas vibraciones constituyen el calor y la luz y es el vehículo de la gravitación. Está constituido como un compuesto de átomos que se atraen y repelen mutuamente, átomos infinitamente pequeños si se comparan con los de la materia ponderable; mas al fin átomos. Ese éter es imponderable y forzosamente habremos de admitir que la razón de las distancias que separan sus átomos y el tamaño de estos es inconmensurablemente mayor que la razón análoga de la materia ponderable sin lo cual las densidades de una y otra especie de materia no serían inconmensurables o incomparables.
Los movimientos que se verifican en el éter los hallaremos también rítmicos.
El retardo apreciable de los cometas con el éter.
El ritmo de las vibraciones eléctricas.
Hay una fuerza que tiende a llevar la Tierra y todos los planetas al sol. Esa fuerza es el éter que se manifiesta aproximando unas a otras las órbitas de los primitivos planetas. Llegará un tiempo que la órbita terrestre se confundirá con el sol y la cantidad de movimiento molecular bastará para volatilizar la tierra. Pero no puede dilatar indefinidamente la época de la integración completa de la masa total del sistema. Ese movimiento cuya desaparición produce el equilibrio relativo no ha sido perdido sino solo transferido.
Si el éter que llena los espacios estelares tiene un límite más allá de las lejanas estrellas el movimiento molecular difundido con las estrellas no traspasará ese límite, no se perderá y la materia sideral integrada podrá volver a su primitiva condición de difusión. Si conjeturamos como indefinido dicho ambiente etéreo y poblado de otros sistemas sidéreos puede suceder que la cantidad de movimiento molecular salido de esos sistemas a la región que ocupa el nuestro sea próximamente igual a la que él irradia, en cuyo caso la cantidad de movimiento variará y el sistema podrá repetir indefinidamente su ritmo de condensaciones y difusiones alternativamente.
Todo movimiento es alternativo o rítmico, los del éter con sus vibraciones lumínicas.

La parte de carbono en que el químico hace sus experiencias, tan pronto la encuentra oculta con otros elementos, en compuestos más complejos, como el éter, el azúcar y el aceite.

Pauly-Wissowa

Hesiquio. Epíteto de Agamemnon alegórico del éter en Metrodorus.
La etérea red de leyendas.
Betonica. Una laminácea etéreo-aromática que se creía con poderes curativos excepcionales. Un remedio para las enfermedades ginecológicas.
Bóreas hace que el éter sea claro y puro. Es beneficioso para la salud.
Caligo personificando la oscuridad, Higinio, como la oscuridad primigenia madre del caos y a través del caos madre de Nox, Dies, Erebus, Aeter (Noche, Día, Erebo, Éter), primer engranaje de la genealogía de los dioses, primera fase de la creación del mundo según el griego Erebos y Ekótos.

Ainsworth

Etéreo, arrebatador.

Poe

Después de administrarle éter revivió y recobró rápidamente la salud.
Danzas etéreas, a la orilla de itálicos arroyos.
Etérea figura.
Los recuerdos de su naturaleza elevada, etérea.
Materia indivisa, cuando llegamos al éter luminoso, sentimos una inclinación casi irresistible a etiquetarlo con el espíritu o con la nada. Destruyamos la idea de la constitución atómica y ya no seremos capaces de considerar el éter como una entidad o como materia. El éter es más sutil que el metal.
Un éter completamente denso detendría de una manera infinitamente más efectiva la marcha de una estrella, que un éter de diamante o de acero.
Con respecto a la marcha de una estrella, no puede haber diferencia entre que la estrella pase a través del éter o el éter a través de esta. No hay error astronómico más inexplicable que el que relaciona el conocido retardo de los cometas con la idea de su paso a través del éter, pues por sutil que se suponga ese éter detendría la alteración sideral en un periodo mucho más breve que el admitido por esos astrónomos, quienes han pretendido suprimir un punto que consideraban imposible de entender. El retardo experimentado es aproximadamente el que puede esperarse de la fricción del éter en el pasaje instantáneo a través del astro. En un caso, la fuerza de retardo es momentánea y completa; en el otro, es infinitamente acumulativa.
Un cuerpo luminoso imparte vibración al éter. Las vibraciones engendran otras similares dentro de la retina; estas comunican otras al nervio óptico. El nervio envía otras al cerebro, y el cerebro otras a la materia indivisa que lo penetra. El movimiento de esta ultima es la reflexión, cuya primera ondulación es la percepción. De esta manera, la mente de la vida rudimentaria se comunica con el mundo exterior, y este mundo exterior está limitado, para la vida rudimentaria, por la idiosincrasia de sus órganos. Pero en la vida definitiva, inorganizada, el mundo exterior llega al cuerpo entero (que es de una sustancia afín al cerebro), sin otra intervención que la de un éter infinitamente más sutil que el luminoso; y todo el cuerpo vibra al unísono con este éter, poniendo en movimiento la materia indivisa que lo penetra.
Un ser de una inteligencia infinita, para quien la perfección del análisis algebraico no guardara secretos, podría seguir cada impulso dado al aire, y al éter a través del aire, hasta sus remotas consecuencias en las épocas más infinitamente remotas.
Los impulsos en el éter, al penetrar, y ser el que penetra todo el espacio, es el gran elemento de la creación.
Entonces se alzó un clamoroso y penetrante sonido, y la masa de éter, dentro de la cual existíamos, reventó instantáneamente en algo como una intensa llama roja, cuya insuperable brillantez y abrasante calor no tienen nombre.
El cometa de Eucke experimenta una resistencia por parte de un obstáculo etéreo excesivamente rarefacto, que ocupa la zona de su órbita, ya que semejante obstáculo, al retardar la velocidad del cometa, debe aumentar su fuerza centrípeta debilitando la centrífuga. En otras palabras, la atracción del sol estaría alcanzando intensidad y el cometa iría aproximándose a él.
Según Valz, la aparente condensación del volumen del cometa se origina por la compresión del aludido obstáculo etéreo, y se va densificando proporcionalmente a su proximidad al sol.
Rosada cabeza, destacando a lo lejos en el soleado éter.

Y donde brillan tus pasos,
en qué etéreas danzas.

Astarté es más cálida que Diana,
se desliza por un éter de suspiros.

Collins

Ningún color encendido confiere materialidad a los tonos leves, etéreos, de los vestidos.
Bañadas por el brillante resplandor del sol, las lisas columnatas de pórfido destellaron con matices etéreos y cambiantes como los de los camaleones.
etéreas representaciones.
El paso etéreo de las nubes por los cielos.

Gautier

El éter, una droga anestésica.
Respirar un frasco de éter.
a estos cuerpos etéreos les falta la sangre roja y vulgar de la vida.
Perfección etérea.
Su piel era transparente, etérea, luminosa; se veía su alma a través como una luz de una lámpara de alabastro.
El olor a éter y a cera, los vagos perfumes de las cámaras mortuorias.

Melville

Sales etéreas recomendadas para los desvanecimientos de las damas.
A lo largo de qué mágico éter navega el mundo que nunca llega a cansar a los cansados.
Poder innegable y etéreo del fuego, poder callado y etéreo, luz surgida de la oscuridad.
Etéreo estremecimiento.
Pretendiendo asir lo etéreo e inalcanzable.

Emerson

Platón tiene al lado las dos ánforas, una de éter y la otra de pigmento y las usa invariablemente.
La mente es un cuerpo más delicado y resume sus actividades de alimentación, digestión, absorción, exclusión y generación en un elemento nuevo y etéreo.

Whitman
Algún navío solitario hiende el éter.
Llamas y éter se precipitan por mis venas.
Separado, incorpóreo o reencarnado, etéreo.
Una transparente franja de éter que queda al este.
El olor a éter.
Etéreo impregnándolo todo.
Tiro al barro chispas y semillas etéreas.
Colores suntuosos, etéreos, silentes tiñen el cielo de la tarde.
Los matices etéreos numerosos transformables de todo a la luz del crepúsculo.
El sentimiento de los latidos de millones de corazones, etéreo pero sólido.
El significado ultimo de la Igualdad, el etéreo y anímico.

Kierkegaard

Los dioses engañaron a Orfeo con una silueta etérea en lugar de su amada, porque era blando y nada valeroso, porque era un tañedor de cítara pero no un hombre. Interpretación humorística que da Platón, "Banquete", del mito de Orfeo. Los dioses le engañan porque en vez de tener el valor de perecer antes, para ir en busca de Eurídice, se las había ingeniado para entrar vivo en los infiernos.

Eliot

Leves vanidades etéreas de la joven transformándose en la coquetería sistemática y el egoísmo maquinador de la mujer.

Keats

Ethereal Band.

Marx

Una industria es un éter especial de la gravedad de todo lo que aparece.

Engels 

Al definir la física como la mecánica del movimiento molecular, esta expresión no abarca todo el campo de la física actual. Las vibraciones del éter, que determinan los fenómenos de luz, no constituyen movimientos moleculares; sin embargo, sus efectos terrestres afectan, en primer lugar, a la molécula. Los fenómenos de refracción, polarización de la luz, etc., dependen de la estructura molecular de los cuerpos.
Sabemos que hay, por lo menos, un punto en el que la electricidad modifica directamente el movimiento de la luz. Hace girar su plano de polarización. Clerk Maswell, fundándose en la teoría del éter, calculó que la constante dieléctrica específica de un cuerpo es igual al cuadrado de su índice de refracción.
Éter cósmico, agente de las vibraciones de la luz.
Absorción de la luz. El que la luz, atenuándose en el cuadrado de la distancia, tiene que llegar de menester a un punto, en el que no sea ya visible para nuestro ojo, aunque se arme con instrumentos, es evidente. No existe una sola distancia, en la que el éter no permita pasar la luz.

Heine

Era mi amada muy etérea, solo con sueños podía manifestarla.
El paso de Bellini era cándido, elegíaco, etéreo.
Mariposas embriagadas de dicha etérea.

Keller

Según la filosofía griega de la naturaleza, el éter era la capa superior y resplandeciente del aire. Su significado es lo ardiente. Hasta finales del siglo XVIII, se mantuvo la idea de que como la más delicada de las materias, podía penetrar las demás y llenar el universo.

Carlyle

Un ideal que no duerme en el éter.

Bachofen

El soporte físico del ser (Belerofonte) es el agua telúrica y el Éter que rodea la Tierra, que obtiene su humedad de aquella y que se la devuelve en un ciclo eterno, como indica el mito tarentino con las lágrimas de Etra (Pausanias, X).

Tylor

Ha sido en el marco de las sistemáticas escuelas de la filosofía decadente, donde se han obtenido las trascendentales definiciones del alma inmaterial, mediante la abstracción de la concepción primitiva del alma etéreo-material, para reducirla, de una entidad física, a una entidad metafísica.
No fue una espontánea fantasía, sino la razonable inferencia de que los efectos son debidos a las causas, lo que condujo a los hombres primitivos de los primeros tiempos, a poblar con fantasmas etéreos sus propias moradas y sus lugares preferidos, la vasta tierra y el lejano firmamento. Los aparecidos son, sencillamente, causas personificadas.

Boucicault

Verdaderamente la actitud inclinada de esta figura flexible vestida con muselina blanca, el rostro virginal, los ojos que irradiaban amor y reverencia y el beso etéreo tenían algo de virginal.

Dietzgen

Los movimientos oscilatorios del éter constituyen los elementos que forman el concepto de luz.

Flammarion

Lo infinito del espacio, la eternidad de la duración, son elementos que nos ayudarán de fondo. Pero como estas dos abstracciones, con ser menester, son poco sustanciales, agregaremos un elemento; le llamaremos éter o materia cósmica. Un centímetro cúbico de aire, dilatado en el espacio que se extiende desde aquí a Saturno, sería más denso que el éter. El éter es algo infinitamente más enrarecido que el vacío obtenido bajo las campanas de las máquinas neumáticas. Pero ser útil o nulo son cosas diferentes, y nuestro elemento es sobradamente sustancial, para que pueda inaugurar la serie de los movimientos creadores. Habrá acontecido que, en la región del espacio donde nos hallamos y que está la Vía Láctea, los movimientos combinados, debidos al magnetismo, a la electricidad, al calórico y a las propiedades esenciales anejas a la materia, merced a esta combinación, habrán producido, a la larga, un vasto movimiento circular, que habrá dado por primer resultado el desarrollo del calórico. Esta inmensa masa ofrecía el aspecto difuso y pálido de esos blancuzcos resplandores, que semejan flotar por los cielos como leves copos de vapor. Era una nube nevosa, donde los siglos tenían que hacer germinar una inconmensurable cantidad de puntos brillantes, donde la ley de la gravitación tenía que formar un gran numero de centros de condensación, centros luminosos, cuyo movimiento de rotación se acelerará en cuanto crezca su densidad, a consecuencia de la atracción preponderante del punto central y que permitirán escapar de su circunferencia exterior una serie de círculos concéntricos, separados por al fuerza centrífuga. De esa manera, nacerán sucesivamente los planetas, empezando por los más distantes de los centros. Partiendo de esta ley, se podría conjeturar por comparación la duración relativa del enfriamiento de los astros y se encontraría que, bajo el punto de vista de la habitación, los planetas distantes están demasiado fríos, para consentir la existencia de un sistema de vida. La extensión y disposición de las órbitas planetarias revelan, sin embargo, algunos propósitos respecto de la duración del sistema y la disminución progresiva de los círculos planetarios, causada por la resistencia del éter.
Los filósofos de la materia se complacen en creer que la armonía y la belleza se manifiestan en los cielos, tales como en la Tierra se manifiestan y que la riqueza infinita se ha desarrollado libremente en las etéreas llamas.
El éter, que los Hebreos llaman Rakiang, cuyo éter penetra todos los cuerpos, hasta en su constitución más íntima.

Lee

Exquisita y etérea.
Hermosos y etéreos ojos.

Stevenson

La canción tenía algo de etéreo y deleitoso.
Un líquido color rojo sangre de olor muy penetrante, consistía en fósforo y un éter volátil.

Butler

Una remota región etérea.
Ciudades etéreas como sus habitantes.
El hastío de una existencia etérea insoportable.

Rimbaud

El horrible éter.

Y todos estos mundos, que el éter va abrazando,
de alguna voz eterna ¿vibran al centelleo?

Y yo, barco perdido en la maraña de las algas,
lanzado por el huracán frente al éter sin pájaros.

Stoker

Aceptando la división de los cumplimientos espirituales y materiales, etéreos y corpóreos, ideales y reales, existe la posibilidad de conseguir trasladar un cuerpo, guiado por la inteligencia o la voluntad.

Hardy

El ánimo etéreo depende de la carne y de la sangre tangibles.

El aire claro, diáfano, etéreo.
El prestigio de su extraña belleza etérea.
Lo etéreo opuesto a la vida verdadera, el calor efectivo, la realidad corpórea.
Un amor que propendía a lo etéreo y lo imaginario.
Su amor era etéreo hasta la hipérbole y de un carácter imaginativo que se hacía incompatible con la práctica. Para tales caracteres la presencia corporal influye menos que la ausencia, pues esta crea una presencia ideal que encubre los defectos de la realidad.

Proust

Vagos perfumes, el azafrán era el deseo etéreo.
Los rayos horizontales del cuadrilátero de oro, que en la cámara mágica de una sibila figuraban arbitrariamente el éter según las formas consagradas.
Si cesaran las influencias debilitantes y moderadoras, la proliferación de los infusorios llegaría al máximo, pasaría de un milímetro cúbico a una masa de un millón de veces más grande que el sol, destruyendo al mismo tiempo todo el oxigeno, las sustancias de que vivimos, o una irremediable y verosímil catástrofe podrá producirse en el éter por la actividad incesante y frenética que oculta la aparente inmutabilidad del sol.
El éter incoloro de los años.
Dejar un planeta para ir a otro del que le separa el éter.

Joyce

Los fosilizados bosques originales habían derivado su existencia vegetativa del sol, fuente prístina de calor (radiante) transmitido a través del omnipresente luminífero y diatérmico éter.

Silencio. La Fama final lo puso bajo el éter.
Picoteando ensueños en miniatura, levantando las orejas hasta mi fono en el suelo y levantando los aires del otro del éter es transportado con la tristeza que soy esta noche sublime como puedes ver con mi tamaño y mi cara totalmente frente para ir adelante saltarín hasta la melodía con la cual se desató el viejo arado hasta lo ultimo de las cosas fallidas.
Lo sabré con etéreos materiales. 
El éter Manuum del Mesmer.

Pavlov

La sustancia éter.

France

Su reflexión se elevaba a las regiones etéreas con alas filosóficas.
Origen del mundo. Cuando el sistema solar no era más que una pálida nebulosa, que formaba en el éter una corona sutil con un diámetro de un cúmulo de mil mayor que el de la órbita de Neptuno, hacía ya tiempo que estábamos todos acondicionados, determinados, predestinados irrevocablemente, y que la responsabilidad de todos los hombres estaba, no atenuada, sino abolida de antemano.

Chejov

Un ser etéreo, diáfano similar a un claro de luna.
El aspecto etéreo de la novia.
Ha explotado una botella de éter.

Freud

La irritabilidad de Grignard con la cual puede transformarse el magnesio bajo la acción catalítica del yodo como éter totalmente puro.

Sayers

Ya estaría aquí, mi vida, mi bien, si hubiera tal etérea senda.

T. Mann

Raro y ligero éter pobre de elementos terrestres, de elementos malos o buenos.
Un ser difunto y etéreo.
(La montaña mágica)

Chambers

Una niebla amorfa como el éter.

Conrad

Un atestado planeta que se deslizase veloz por los oscuros espacios del éter tras un enjambre de soles, de las espantosas y calmas soledades que esperan el aliento de creaciones futuras.

Cumont

El epitafio oficial de los Atenienses que cayeron en Potidea, el año 432, expresa la persuasión de que el éter ha recibido en su seno las almas de estos valientes

Luxemburg

Si abandonamos movernos en el éter azul y descendemos a la tierra llana.

Somerset Maugham

Tinctura Physicorum. El león rojo, líquido rojo y etéreo con el poder de transformar todos los metales inferiores en oro.

Shaw
Yo deambulo por las regiones etéreas.

H. G. Wells

Explicar con el éter y los átomos la evolución.
(El alimento de los dioses)

Moore

Del pasado no hay más que el etéreo cobijo de la enfermedad.

Lubbock

La luz como fue demostrado la primera vez por Young es una impresión producida con la vibración del éter en la retina del ojo.

Ribot

Bajo la influencia del éter la planta sensible pierde sus propiedades singulares, las semillas no germinan, la levadura fermenta.

Gorki

Las alturas etéreas.
Los sonidos potentes, hechos de gemidos, que llenan el éter.
Sombras vagas semejantes a las nubes le cogían y hacían rodar en el espacio, con el éter y la oscuridad, surgiendo siluetas confusas.

Reclus

Los amantes etéreos de lo bello.

Toynbee

Heard. Cuál es el camino a través del éter de los mensajes que se radian y se reciben.
El culto de Atón, un dios etéreo.
Helios etéreo.
Progreso hacia la autodeterminación. El progreso real consiste en un proceso definido como eterealización, una superación de los obstáculos materiales, que permite que las energías de la sociedad den respuestas a incitaciones que son internas antes que externas, espirituales antes que materiales.
En el plano de la vida hay dos partes de variaciones posibles sobre el movimiento tendiente a trasladar el campo de acción del macrocosmo al microcosmo, acto que corresponde al proceso caracterizado como eterealización: arcaísmo y futurismo, desapego y transfiguración.
Un instrumento etéreo.

Giraudoux

Triste condición para quien no gusta de la soledad, flotar en medio del éter.

Woolf

Los edificios tenían una simetría etérea, pero rigurosa, que no mostraban durante el día.

La etérea luna blanca no permitía que el cielo se oscureciera; el perifollo verde de los prados lucía brumoso.
(La habitación de Jacob)

El talante sereno, etéreo, es el nuestro. Y disfrutamos del momentáneo alivio (poco frecuente es liberarnos de la ansiedad) que se siente cuando los muros de la mente se hacen transparentes.
(Las olas)

Una especie de día etéreo y sin cuerpo debido a las muchas farolas que había a través de las calles.
Un aire de etérea calma y sencillez.
(Los años)

Conan Doyle

Vibraciones del fluido cósmico etéreo.
Estoplasmas, protoplasmas etéreos, luminosidad que modifica las sombras.

Walser

La silueta blanca y deslumbrante de los Alpes, etéreos como la nota de una lejana y expirante melodía.
(El ayudante)

Zamiátin

Densidad etérea, un ramaje transparente, que silbaba y zumbaba.
El ambiente etéreo helado.
(Nosotros)

Gide

Lanzar la imaginación hacia regiones etéreas, suprasensibles.
Beber éter.

Ball

Las cabezas están de parto e irradian un brillo etéreo.

J. Huxley

Las repetidas pulsaciones separadas de las ondas de éter se condensan en su ritmo ordinario, para formar la sensación ininterrumpida de luz.
De las ondas de éter, sólo somos sensibles a una octava en forma de luz y a algunas otras como calor.

A. Huxley

Era la más etérea; la que menos comía, se desvanecía más a menudo, hablaba más de la muerte y estaba más pálida, de una palidez sorprendente que semejaba verdaderamente artificial. Producía el efecto de estar a punto de romper los lazos que la unían a este mundo material para volverse totalmente ánimo.
La etérea libertad del elemental.

Heard

Visionarios etéreos.

De la Mare

Formas invisibles, etéreas y finas.

Ludwig

Movible y vaporoso éter.

Dunsany

La luz del sol atraviesa el éter para iluminar los valles de la luna.
La barrera titilaba y chisporroteaba como si una cosa muy etérea no dividiera los años perdidos de esa hora volátil llamada Instante.

Hemingway

El éter. Bajo los efectos de la anestesia, la gente se vuelve muy habladora.

Faulkner

Sobre el agua las efímeras sesgaban y se posaban etéreas.
Etéreos segmentos de polvo coagulado.

La inmensidad del espacio, un infinito poblado de estrellas y de éter.
(Pylon)

Fantasma etéreo.
El ánimo etéreo, un hábito transparente y sin sustancia.
Aspecto frío, etéreo.

Lee Masters

Una vaharada de éter.
Etéreos acantilados.

Jaspers

El resplandeciente éter y la oscuridad del abismo, dioses olímpicos y dioses ctónicos.

Jaeger

Adopción del éter como el elemento de los cielos y tesis de que el cosmos es indestructible e increable.
"Física" de Aristóteles. Teoría del éter y del motor inmóvil de los cuerpos celestes.

U. Sinclair

Le daba la sensación de disolverse, convertida en una autoconciencia flotante en el éter.

Hasek

Inyectar éter con gasolina, método para ingresar en el hospital.

Wolfe

Un vasto mundo etéreo de fantasía, erigía su tejido vaporoso e insustancial.
El éxtasis etéreo de la exoneración.
La etérea (pero varonil) belleza de las facciones.

Dinesen

El agua, el más distinguido de los elementos, penetra la tierra, de manera que nuestro planeta flota realmente en el éter como una burbuja de jabón.
Etéreo y romántico.
Etéreo idilio.
Voces mágicas en la oscuridad de la noche venían de arriba, del éter propio.
La tierra, en su curso a través del éter iba siempre hacia adelante, pero no había peligro de colisión.
Nuestras botellas cuando aterrizaron, venidas directamente del éter, estaban deliciosamente frías.

Lovecraft

Éter disolvente y repulsivo.
La extraña impresión de una cosa desconocida, un mundo etéreo, que podía desvanecerse o no en un sueño cuando pretendía encontrarlo y penetrar en él.
El zurrido de las presencias etéreas, que se perciben débilmente en el fondo de los grandes barrancos.
Monstruos con toscas y poderosas alas, con la aptitud de resistir en el éter.
Gozando en el negro éter en el limbo.
Alas resistentes al éter.

Fallada

Andaba como una reina, como andamos en sueños cuando el cuerpo se ha hecho etéreo y cree uno poder volar.
La radio transmite la música por el éter y desde cualquier parte.
Ente etéreo.

Musil

Los hombres de la posibilidad viven en una tesitura más sutil, etérea, ilusoria, fantasmagórica y subjuntiva. Cuando los niños muestran tendencias semejantes se pretende enérgicamente hacerlas desaparecer y se califica a esos seres con los apelativos de ilusos, visionarios, endebles y pedantes o sofistas.
La sensación etérea e iridiscente del gallo bailador.
El enemigo viene a ser la inconsistencia fluida y etérea de la condición general, la concurrencia de innumerables dominios, su ilimitada aptitud de asociación y transformación, a lo cual se une, por parte del receptor, la carencia o el fallo de reglas válidas.
Ideas como el Yo, el Sentimiento, la Bondad, la Maldad, esas emociones personales y a la vez de una generalidad interna, elevada y etérea.
El amor lejano, inmóvil, etéreamente tranquilo, incorpóreo como un día de otoño.
Sus palabras sonaban desprovistas de peso; sin peso y propagándose etéreas por la estancia, una vez la hubo abandonado.
Etérea necrofilia.

Farrington

Aristóteles descubrió un quinto elemento sólo con los ojos del alma. Hay dos categorías de movimiento. Vertical y en círculo. Los cuatro elementos de Empédocles se mueven por naturaleza de la primera forma; fuego y aire hacia arriba, ligereza; tierra y agua hacia abajo, gravedad. Lo que se mueve en círculo es un quinto elemento, el éter. Es eterno y no está sujeto a cambio como los otros elementos. De él están hechos los cuerpos celestes.

Hayward

En 1829, Michael Faraday, el gran electrofísico, había demostrado que el éter podía producir la pérdida del conocimiento, pero la ciencia médica no utilizó este descubrimiento hasta 1846, cuando el dentista americano W. Morton, de Boston, empezó a usarlo en sus operaciones. Puesto que esta anestesia duraba más que la producida por el gas hilarante (protóxido de ázoe), se ensayó con algún éxito en una operación quirúrgica. Este anestésico (éter sulfúrico) tenía serias dificultades -un olor desagradable, efectos inciertos, dificultad para su administración- y provocaba náuseas y malestar.
Éter aséptico.
Los rayos X son vibraciones del éter, causados por el choque violento de los electrones catódicos sobre las paredes de la lámpara.
Los rayos gamma no son ni protones ni electrones, sino vibraciones del éter originadas por la conmoción causada por las descargas de electrones que abandonan el átomo, de igual forma que el disparo de un arma produce ondas sonoras.

Deval

Remedio para la jaqueca. Ginebra pura, con algunas gotas de éter, diez gramos de sal y diez gramos de pólvora de fusil.

Maurois

Utilizar como disolvente la acetona, el éter o el alcohol.
Aislar el filtrado por extracción con éter.

E. H. Carr

Excepcional, casi etéreo.

Mumford

El éter fue primero usado en los juegos de salón de América, antes de ser empleado en cirugía.

Chandler

Mezcla de éter y láudano.

Remarque

Etérea convicción.
Había dejado de soplar el viento del tiempo. Ya no me zumbaba en los oídos. Me imaginaba haber transbordado de un avión a un globo. Flotaba y navegaba en el éter, pero había cesado el fragor de los motores.
Los conceptos moral y responsabilidad en su sentido más indefinido ya no existían. En su lugar surgieron leyes más elevadas, casi etéreas.

Williams

Embriagarse con éter.

Cesbron

Un olor a éter y limón flotaba sobre la atmósfera muerta.
Somos semejantes al campesino que se niega a permitirse operar; prefiere ese mal al olor a éter.
El olor nocturno del dolor; éter, sudor, aliento, orina.

Genet

El miedo es una especie de elemento con el que se realizan los gestos sin distinguirlos, podría desempeñar el papel del éter.

Waugh

Las primeras palabras de su rechazada crónica emprendían su camino por el éter hasta los oídos.
Frágil y etérea.

Vian

El sutil éter.

Irish

Emitir mortíferas vibraciones mentales que llegan a lo largo del éter.

Papp

El fuego etéreo de Heráclito de Éfeso era una fuerza motriz, concepto afín a la energía.
Aristóteles adoptó la teoría de los cuatro elementos de Empédocles. Sin embargo, no son los ultimos constituyentes, sino cualidades que confieren en la naturaleza sublunar a la materia primaria, que es la unica realidad física, apariencia sensible. Añade el éter.
Aristóteles, al rechazar la teoría pitagórica de la visión, admite que la intervención del ambiente entre el ojo y el objeto percibido es esencial en el fenómeno de la visión. En cuanto que ese ambiente, que llama diaphanés (transparente), está en condición potencial, de reposo, hay oscuridad y el objeto no puede ser percibido. Excitado por el fuego o el éter, pasa a la condición activa, de movimiento, y el objeto se vuelve visible.
Huygens, "Traité de la lumière", procedencia histórica de la teoría ondulatoria. Semejante al sonido, la luz es un movimiento vibratorio; en cuanto las ondas sonoras se propagan en el aire, el lugar de las ondas luminosas es el éter, materia extremadamente sutil y de perfecta elasticidad, que impregna a los objetos y llena el vacío. Cada foco luminoso es una fuente de ondas, que las comunica al éter circundante. Cada punto del éter alcanzado por una onda se vuelve centro de nuevas ondas, cuyas interacciones recíprocas determinan la propagación global. La sagaz idea de que la luz sería una perturbación del éter, que se extiende y progresa en el espacio, surge por primera vez.
Thomas Young. Los haces de dos fuentes luminosas adicionadas, pueden producir menos iluminación que cada una por separado. Dos porciones de luz se cruzan. Ley general de la interferencia de la luz. Young concibe la luz como la condición vibratoria de un sutil fluido, el éter, que llena el espacio y que penetra la materia. Compara la propagación de la luz con la del sonido; sus luminosidades son longitudinales.
Descartes. La sustancia más fina y más ligera de la materia, dotada de vibraciones excesivamente rápidas, se difundió en el Universo. Este elemento, que se asemeja al éter de la física clásica, llena, conjuntamente con la sustancia fluida, todos los intersticios de los cuerpos.
El éter cartesiano comienza por aglomerarse.
Nernst. El contenido energético del éter debería ser muy elevado, y es en su seno donde se formarían nuevos átomos.
La nueva física elimina de sus descripciones la herencia clásica del éter impenetrable, rígido.

Wilcox

Experimentación de la bóveda estrellada, viendo el voltear de las constelaciones y oyendo el zumbido de las grandes corrientes del éter, todo el mecanismo cósmico en movimiento.

Grass

Y zumbó como zumba el éter en la radio.

Wiener

El siglo pasado las investigaciones de Clerk Maxwell y de Faraday su precursor atrajeron nuevamente la atención de la óptica, la ciencia de la luz examinada desde entonces como un aspecto de la electricidad que podía reducirse a la mecánica de un curioso ambiente invisible y rígido llamado éter; aquella época se reflexionaba que el éter impregnaba la atmósfera, el espacio estelar y las sustancias transparentes. El estudio del éter planteaba verosímiles cuestiones cuya réplica no era muy evidente como la del movimiento de la materia a lo largo de ese ambiente. La famosa experiencia de Michelson y Morley proporcionó una réplica inesperada; no hay ninguna manera de determinar el movimiento de la materia a través del éter.

Capelle

Aristóteles. Éter, quinta essentia.

Reichenbach

Se consideró el ambiente de propagación de las ondas luminosas una sustancia de estructura peculiar, casi inmaterial, llamada éter.

G. Durrell

Gálago. Gracia suave y etérea del vilano del cardo, duende.

Foucault

El rostro del hombre es a su cuerpo lo que la faz del cielo al éter.

Grass

Como zumba el éter en la radio.

Abbagnano

Aristóteles creía que el mundo es de menester finito por ser perfecto y estableció como rasgo la división de dos partes. El cielo, compuesto de éter, sustancia ingenerable e incorruptible, que se mueve sólo con movimiento circular, y los cuerpos sublunares compuestos de los cuatro elementos, que se mueven desde o hacia el centro de la tierra.
El movimiento circular no tiene opuestos, porque moverse de derecha a izquierda o de izquierda a derecha circularmente no modifica la circularidad del movimiento. Será propio de la sustancia que compone los cuerpos ingenerables e incorruptibles, los cuerpos celestes, y esta sustancia es el éter.
La física aristotélica es una física cualitativa, en el sentido de que examina un determinado movimiento propio de un determinado elemento y establece una precisa división cualitativa de los elementos y entre todos los elementos y el éter.
Los estoicos identificaron el fuego, que habita la parte extrema del universo, con el éter.
Haeckel aprecia que los átomos se encuentran animados y que la materia y el éter están dotados de sensibilidad y voluntad.
Hipótesis de Fresnel, respecto del éter elástico como manera de propagación de las ondas luminosas.
Las especies del movimiento local caracterizan los elementos del universo, incluyendo el constitutivo de las sustancias celestes, el éter, que se mueve con movimiento circular.
Al ser apreciado el ánimo de la etérea cualidad del humo o de la niebla, la idea es que las ofrendas reducidas a esa condición son las adecuadas para ser consumidas, o transmitidas, pues se eleva el vapor en el aire.

Heráclides Póntico concibió el alma formada de una materia sutilísima, el éter.
Filipo de Opuncia. El aire y el éter deben ser divinidades con cuerpos transparentes, invisibles; constituyen una jerarquía de demonios intermediarios entre los dioses y los hombres.
Aristóteles. El éter, elemento que compone los cuerpos celestes es el que se mueve con un movimiento circular.
La divinidad es llamada Atenea por cuanto manda sobre el éter.

Kirk-Raven

Una concepción popular de la naturaleza del mundo, "Ilíada", "Odisea", Píndaro. La parte superior del espacio entre la tierra y el cielo (ouranós) es aíther, éter, el aire superior brillante, que en ocasiones conciben ígneo.
Hesíodo. A Éter se le agrupa con el Día. La generación se hace mediante opuestos. Erebo, cuyo género neutro no impide su actividad generadora, y la Noche, engendran a Éter y al Día.
El primer estadio en la formación de un mundo diferenciado era, para la fuente de Hesíodo, la producción de un vasto resquicio entre el cielo y la tierra. Hesíodo destaca la naturaleza del hiato y no el acto de la separación que lo origina. Lo imagina negro, porque el éter y el sol no han nacido, y ventoso, porque tal es la condición de la región.
En las versiones órficas, Crono engendra el huevo en Éter-Caos-Erebo.
Heráclito. La unidad del río depende de la regularidad (etera) del flujo de las aguas que lo forman.
Imagen del equilibrio de los constitutivos del mundo. El mundo es un fuego perdurable; algunas de sus partes están siempre extintas y constituyen las otras dos masas del mundo, el mar y la tierra. Las transformaciones entre el fuego, el mar y la tierra se equilibran mutuamente. El fuego puro o etéreo tiene una capacidad directiva; el fuego es la forma arquetípica de la materia y el cosmos concebido como totalidad puede describirse como un fuego que, cuando una determinada cantidad se extingue, se vuelve a encender en una parte proporcional.
Es probable que Heráclito identificara el aire cósmico puro con aíther, el éter, la materia prima brillante e ígnea, que llena el cielo resplandeciente y circunda el mundo. La consideración de este éter como divino y asiento de las almas gozaba de predicación, comparable con la creencia en la divinidad del sol.
El cosmos se compone de masas de tierra, interpenetradas de fuego secundario, como los volcanes, y de mar, circundado por el tegumento brillante de fuego o éter.
Aquello en lo que se convierte el fuego cósmico o etéreo es mar y tierra.
Anaxágoras. El mundo surgió de una mezcla de cada cosa singular, que había de terminar por emerger y sólo poniendo las cosas dentro de esta mezcla original, podía eliminarse eficazmente la llegada al ser y la destrucción. La mezcla original era una mezcla uniforme de diversos ingredientes, y un investigador imaginario no habría podido percibir nada, salvo tal vez aire y éter.
Las primeras cosas en emerger, en la separación progresiva producida por la rotación, fueron el aire y el éter (o el fuego). Hay, sin embargo, una dificultad. Anaxágoras ya dijo que en la mezcla original "nada era visible, debido a su pequeñez; porque el aire y el éter, siendo infinitos, mantienen sujetas las cosas".
El éter se compone de semillas caracterizadas por lo raro, cálido y seco. Cornford: Éter y Aire son nombres que representan a las series de semillas cálidas y frías. Los dos conjuntos existen en la Mezcla y constituyen la Mezcla total. Pero originariamente estaban revueltos en una total confusión y eran coextensivos.
La creencia de que el sol es una concentración de rayos procedentes del éter, está tomada de Empédocles.

Mason

Opinión newtoniana, según la cual existían cualidades como el espacio, el tiempo y la velocidad totales y un ambiente etéreo, que impregnaba el espacio total, conectado con la idea de un experimentador en el universo, la divinidad.
Faraday, Kelvin, Maxwell y Fitzgerald, experimentaban los fenómenos eléctricos como consecuencias de la tensión de un éter amplificado.

Cumont

El epitafio oficial de los Atenienses que cayeron en Potidea, el año 432, expresa la persuasión de que el éter ha recibido en su seno las almas de estos campeones.

Baudrillard

Fórmula característica de la fase actual, la fase "Cool" mass-mediática, la de su enfriamiento, de una neutralización de todos los mensajes en un éter vacío. La de una glacialización del sentido. Las masas producen indiferenciación.

Morrison

Un suave viento bañó mi piel en brillo etéreo.
El happening, el suceso en el que el éter es introducido en una sala llena de gente, a través de los conductos de aire, hace de la sustancia química un actor. Su agente, o inyector, es un showman-artista, que crea una interpretación para ser espectador propio. La gente se cree el publico, mientras actúan unos para otros, y el gas interpreta sus propios poemas por complemento del cuerpo humano. Esto acerca la psicología de la orgía, mientras no se abandone el reino del Juego y sus infinitas permutaciones.

Chevalier

Signo Libra, afinamiento, elemento Aire, de naturaleza sutil y etérea.
Mitología grecolatina. El Caos engendró la Noche, que esposa a su hermano Erebo. Tienen un hijo, Éter. Comienza a penetrar la luz de la creación. 
La iniciación órfica admite tres ternas de iniciación. El segundo abarca el Éter, la Luz y los Astros.

Gigon

Ley formal cosmogónica de la filosofía clásica. De lo uno surge, en primer lugar, dos opuestos. En Hesíodo encontramos, además del Día y la Noche, Erebos y el Éter. Son las dos habitaciones fijas de las que salen la luz y las tinieblas. El dominio del Éter ha de ser concebido debajo de la bóveda celeste y el de Erebo bajo el suelo.
En Hesíodo, el Éter está también como casa de la luz en la altura, y el Erebos como mansión de la noche, en lo profundo, y el día y la noche se mueven entre los dos y, por fin, el espacio del Caos se halla entre el Éter y el Erebos.
Empédocles habla en la polémica del Éter. Hay pie para dudar de si se trata de un nombre poético del aire o se toma realmente el Éter en el sentido estricto del brillo del cielo. 
El momento decisivo es aquel en que Parménides atraviesa la puerta en la que se separan el día y la noche y está descrito extensamente -dintel y umbral son de piedra y la puerta es llamada aítherios. No es más que la apertura entre el techo celeste y el suelo, el espacio del Caos hesiódico, que Parménides presenta relleno del Éter. La portera es la Justicia. Vigila para que Helios entre y salga en los tiempos prescritos.
Fuego etéreo de llama, benigno, sutil, idéntico consigo pero de ninguna manera con la otra forma de experiencia.
La naturaleza etérea sería la región astral ígnea más alta donde se encuentran como sémata las estrellas fijas. 
De Aecio se desprende que Parménides ha comparado el borde del cosmos con una especie de muro. Sería el muro que separa la región etérea superior de la región celeste propiamente ígnea. 

Ludlum

Postrar inconsciente con una dosis grande de éter.
Una lata de aerosol de éter.

Moorcock

La corte bailando con tal delicadeza y etérea gracia que semeja un cortejo de fantasmas.
Su etérea túnica hacía un juego casi perfecto con el color de las flores.
Una verosímil cualidad etérea, una muy peculiar ligereza de estilo.
Una filosofía etérea.

King

El etéreo hombro.

Losee

La hipótesis de la reducción de Lorentz no incrementaba el grado de refutabilidad de la teoría del éter a la que se había añadido. Lorentz sugirió que todos los cuerpos de la Tierra sufren una ligera reducción en la dirección del movimiento de la Tierra a través del éter circundante. Mediante esta hipótesis pudo de explicar la consecuencia del experimento de Michelson-Morley, quienes habían mostrado que la velocidad de ida y vuelta de la luz es igual en las direcciones de la superficie de la Tierra. Esta consecuencia experimental era inconciliable con la teoría del éter, según la cual la velocidad de ida y vuelta debía ser menor en la dirección del movimiento de la Tierra a través del éter, que en una dirección perpendicular a este movimiento.

Mouloud

Dialéctica. Esquemas y conceptos. Masa de los electrones y dependencia respecto al ambiente dinámico (éter) en el que se producen los materiales de la acción.

McCullough

Diosa Diana, diosa de la noche iluminada por la luna, medio etérea, moviéndose con tal gracia y belleza plateada, que no hacía ruido.
Para griegos y romanos, la muerte significaba la extinción vital y todo lo que había después era un fantasma, una réplica sin mente y etérea del difunto.

E. Vilar

Se ve a la mujer emancipada volar etéreamente por los pasillos de las redacciones.

Baring

Criolla etérea, lánguida y distraída.

Fleischer

Aspecto etéreo de una pintura medieval.

Laszlo

En los primeros años del siglo XX, fue preciso abandonar conceptos como los del éter físico, inerte pero invisible, que envolvía la Tierra y los cuerpos estelares a través del espacio.

Grenville

Los olores primarios corresponden a análogos al alcanfor, al almizcle, etéreo, floral y semejante a la menta.

Scott Rogo

Las apariciones asumen atributos físicos. Aunque tienen sin excepción la mala costumbre de atravesar las paredes y presentarse vestidas con ropas etéreas, también muestran tendencia a mover objetos y, en ocasiones, acuden en forma colectiva. Las apariciones representan una sección entre mente y materia.

Hamburger

El éter y las toxicomanías tienen el poder de metamorfosear la personalidad, haciéndola impropia para la vida social.

Bensaude-Vincent

En 1905, el examen de la relatividad, formulado por Einstein, suprimió el menester del hipotético éter. El éter tuvo una aparición fugaz en la tabla periódica, de 1903 a 1906.
Berzelius consagra el poder de la electricidad en la química a través de una teoría electroquímica de las combinaciones, que presupone la existencia de todos los compuestos, independientemente del numero de componentes, de dos partes, una cargada de electricidad positiva y otra de electricidad negativa.

Álvarez

Anestesia con éter sulfúrico.

Keneally

Un polvo etéreo sobre las hojas de los álamos.

Stern

La materia fue originalmente informe; se diferenció en cuerpos a través del pneuma, que llena el universo como una sustancia etérea y espiritual y que impregna la materia; un fuego sutil, mezclado con aire, del que lo informe surge como una forma, vulgo, masa y pasta. 

Sardou

Dio un etéreo paso atrás y le hizo una reverencia.

Rubenstein

Vieron en el cielo la forma de una ciudad y multitudes etéreas y diversas procedentes de diferentes direcciones, que pugnaban por entrar.
La etérea cúpula del Templo.






Vibraciones del fluido cósmico etéreo y ondas luminosas.


Ectoplasmas, protoplasmas etéreos, luminosidad que modifica las sombras.






Ana Caterina




No hay comentarios:

Publicar un comentario