El continente africano. La granja del colono Etienne Ranson (Jean Angelo) víctima de un ataque endémico de los nativos. La horda de caballeros con turbante es repelida con la fuerza de los fusiles. Comienzan a tambalearse y huyen.
Etienne Ranson veía de nuevo su vida de aventuras. Habían pasado los diez años de miseria y la partida de la vieja casa de provincia. Se halla dispuesto a marchar sin que nada le importe.
Los enviados de la tribu vuelven a quejarse al Residente.
Etienne veía el egoísmo del tío Guéroy. Y fue a la aventura. Una partida como apoyo al nuevo mundo. Había buscado oro como los otros.
Había llegado a esta África hermosa, misteriosa, llena de recuerdos y promesas. Y un día, seducido, la Fortuna había sonreído al Aventurero valiente y recto. Era millonario con el bateado del oro, el pobre perseguido por su tío.
El ruido de un automóvil conmociona a los defensores del establecimiento. Es el médico con la noticia de que el Residente cree ciegamente el informe de las tribus. Es preciso que Etienne se defienda. Decide rescatar la casa materna y pasar una temporada en París.
Dos días después, Ranson partía para Francia, que no había visto después de dos años.
La fábrica de los Guéroy, padre e hijo, un espectro industrial. Y el castillo al lado de la fábrica. Marthe, la mujer del joven Jacques Guéroy, con la labor del bastidor. Geneviève, la joven hermana de Marthe, lee un libro. La eficacia bancaria del hijo no es como la del padre, dado a la martingala y al ardid.
El poder político acusa a Etienne Ranson de haber asaltado una tribu africana aliada de Francia. Una vergüenza para el tío Guéroy. Etienne visita el castillo. Recibe una fría recepción. La pobre vestimenta había turbado la percepción de los parientes, que muda cuando deposita treinta mil francos. Encuentra a Geneviève, la cual no veía desde que era una niña. La joven se había comprometido con André Varèze, diputado de la circunscripción.
El almuerzo puso cara cara al prefecto del departamento y al Aventurero. Explica que los nativos le habían acusado de usurpar las tierras. Según los mandatos formales el prefecto se halla obligado a actuar, aunque para eludir el escándalo argumenta la marcha del millonario. El arresto de Etienne Ranson como prisionero político había conmovido profundamente la opinión publica.
La grave situación de Jacques Guéroy es comunicada a la mujer. Había comprometido 150.000 francos de la dote de la hermana. El padre esperaba la plena prosperidad de la fábrica.
La Cámara vota el triunfo y la reintegración de Ranson.
El joven especulador desea agrandar la fábrica y ofrece a Etienne que invierta su capital. Etienne no había tardado de entender el por qué de la ansiedad de los primos. La mujer de Jacques destapa la falta de dinero. Es menester que Etienne lo solucione con ochocientos mil.
Etienne cuenta confidencialmente a Marthe que quiere a Geneviève. Cuando celebran la tertulia dedicada al personaje del momento, Geneviève le presenta a su prometido. La decepción turba al enamorado.
Jacques es cegado con la obsesión del suicidio. Geneviève acude a Etienne, listo para partir. Declara su amor. Se siente alejado y, por tanto, seguirá como un aventurero.
La locura de Jacques y la angustia de Marthe propician la influencia del millonario, el cual no requiere agradecimiento ninguno. Y Geneviève le vio como era, el más fuerte, el más valiente, el que defiende a los débiles y a los vencidos.
Sin más tardar, Etienne Ranson se instaló sobre el sillón directorial del gerente.
Un despedido de la fábrica tras agredir a un niño convoca un extraño conciliábulo. Etienne es desafiado de manera insólita. Una espectadora de la contienda le previene del peligro.
Una visita matinal de André Varèze. Cree que Geneviève y él no se entienden. Sus ideas y caracteres no son compatibles y pide que le devuelva la palabra. Una alegría para las hermanas.
Después de la cena del castillo Etienne acude a la cita. Provistos de revólveres los primos siguen la pista. Los agresores aguardan despreocupados. Atrapan al valiente. Exigen que firme un cheque. Reduce a los bandidos uno a uno.
Cuando vuelve a casa Geneviève le espera. Agotado con la escaramuza desperdicia la ocasión.
Al otro día recibe la visita de los familiares inquietos de novedades. Era la devolución de la dote de la joven. Una conversación a solas con Marthe ofrece la alentadora noticia de que Geneviève ya no se halla comprometida y que le ama. Él sigue como su deudor, ya que le debe la felicidad.
Seis meses después, la fábrica alcanza la plena prosperidad. Ranson conduce a la joven mujer a la vida libre y salvaje, a la Aventura.
Ana Kontroversy
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