Dos jóvenes comunes, artistas de la pianola, reciben la visita del novio de una de las bailarinas. Una amiga de esta llega espléndidamente vestida, su atractivo seduce irresistiblemente al novio. Sin vacilar sigue a la peripuesta mujer.
Las artistas callejeras encuentran a la pareja. La decisión del novio es definitiva y la mujer alterada llora amargas lágrimas. Un matrimonio auxiliador la invita a su domicilio y le sugiere transformar la rústica indumentaria. Ataviada delicadamente ha de aprender a caminar sin tropiezos y domeñar la cola del vestido.
La transformada joven era la atracción del baile y el viejo novio vuelve a quererla incluso con las viejas ropas. La joven prefiere otro galán.
D. W. GRIFFITH. THE VOICE OF THE VIOLIN, 1909
Despreciado por la heredera, el profesor de música escucha el razonamiento de los anarquistas.
La joven (Marion Leonard) es cualquier cosa menos una buena alumna. No va más allá de la mera coquetería. Un encuentro amenazador con el padre da por terminadas las lecciones de violín.
Los colegas anarquistas poseen experiencia respecto de los diferentes grados sociales. Con amargo dolor apelan a los slogans anarquistas. "Ni alto ni bajo". "Abajo la riqueza". "Cuando lleguemos a lo nuestro no habrá acto bajo. Todos serán iguales".
Reciben al joven músico. Rodeado de encapuchados coge la carta fatal que le manda destruir al monopolista ofensor y firma con la sangre. La confidencia terrorista.
Con otro compañero colocan bajo los sótanos de un inmueble un explosivo. El músico escucha las disonancias de un violín. Identifica la casa de la alumna. Es preciso posponer la explosión. Pelea con el colega, que aunque derribado consigue encender la mecha. Y tras atacarle le abandona y huye.
El joven impide que la chispa detone la bomba y es socorrido por la alumna y el padre.
Ven al libertador con otros ojos y reanudan las lecciones. Un poco de violín no tiene importancia.
D. W. GRIFFITH. A DRUNKARD´S REFORMATION, 1909
La conferencia de temperancia más poderosa nunca representada.
La mujer y la pequeña hija esperan vanamente al padre. La historia vergonzosa se repite.
El marido con otros vividores, aturdido por el alcohol bebe un jarro de cerveza tras otro.
Cuando llega tambaleante desprecia la cena y la familia. La niña apunta que la madre compró tickets para el teatro. El padre acude resignado. La madre ruega por que nada fracase.
Elevado al escenario un alegato del demonio de la bebida. El padre identifica los personajes con la vida real y coge de la mano a la hija. Cuando el drama adquiere desarrollo una verosimilitud penetrante crece dentro del alcohólico. Un mensaje ocasional. Las propias deficiencias reflejadas ante el escenario.
De vuelta al hogar percibe lo tonto que fue. ¿Encontrará la mujer un lugar dentro del corazón para perdonarlo?
Ana Kontroversy
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