miércoles, 14 de enero de 2015

MUEBLE









Aristóteles
La igualdad de la propiedad. La propiedad de la tierra, la riqueza de esclavos, ganados, dinero y la abundante provisión de los llamados materiales muebles. Hay que buscar la igualdad o un cálculo moderado de estas cosas.
(Política)

Apolonio de Rodas
Asientos brillantemente bruñidos.
Sillas perfectamente lustradas.
(La Argonáutica)

Lucrecio
Dar reposo al cuerpo fatigado más primitivo es que camas y plumones y el apagar la sed antes que el vaso. Estos hallazgos fruto del menester y la experiencia podemos persuadirnos que se han hecho por utilidad nuestra.
(De rerum natura)

Salustio
La gente debe tener mayor abundancia de gloria que de riquezas y sus armas, no los muebles preciosos, han de ser su principal adorno.
(La guerra de Yugurta)

Ovidio
Mi nefaria cama temblaba.
(Las Heroidas)

Tito Livio
La ciudad, los campos, las aguas, las fronteras, los templos, los bienes muebles, las cosas divinas y humanas.
La obligación de los particulares había libertado la republica de la contribución, que antes merecía el nombre de limosna que de diezmo. Pero sólo se había levantado el diezmo sobre la parte mobiliaria del botín y nada se decía de la ciudad y de las tierras invadidas. El colegio de los pontífices decidió que cuanto había en Veyas debía formar parte del diezmo consagrado a Apolo.
(Historia romana)

Petronio
Ha pagado de su salario un traje de tracio; ha economizado, para comprar un sofá y dos vasos.
Costosas mesas de cidro. Virtud de excitar los embotados sentidos.
(El Satiricón)

Lucano
Ofita de la Tebas de Egipto, canteras de este mineral empleado en decoración.
(Farsalia)

Josefo
Mesa de Delfos. Patas que los dorios ponen a sus camas.

Valerio Flaco
Inquieta prueba este y aquel lado de su sofá.
(Argonáutica)

Plutarco, "Licurgo". Esos utensilios corrientes y de menester, divanes, escabeles, mesas, eran fabricados excelentemente en Lacedemonia.
Ateneo. Critias, "Constitución de los lacedemonios". Lecho milesiurgo y escabel milesurgo, lecho quiurgo y mesa reniurga.

Historia Augusta
Tribunal. Plataforma para las sillas curules de los jueces y personas de distinción.

Chrétien de Troyes
Fueron dispuestas las camas con sábanas blancas y mullidos colchones.
Una colcha de seda llegada de Tesalia.
Una alfombra de Limoges con una imagen de leopardo representada.
Con colchas bordadas que tenía mandó que hicieran una cama alta y larga con bastante hierba y juncos.
(Erec y Enide)

De aumaire deriva armoire, armario, librería.
Según el "Lexicon des Mittelalter" el nombre más usado para biblioteca era armarium; de igual manera las habitaciones destinadas a guardar libros se guardaban dentro de armarios y cajones.
(Cligés)

Giraldus Cambrensis
Este pueblo está completamente ocupado con el cuidado de sus caballos y de sus muebles.
(La descripción de Gales)

Von Aue
Poder de la riqueza.
El ganado era la riqueza mueble por excelencia.
La herencia puede significar bienes muebles e inmuebles.

Von Eschenbach
Las camas se utilizaban también para sentarse.
Caballetes de marfil. Las mesas se armaban al ir a comer, no eran fijas.
Instalaron por los cuatro lados, a manera de respaldos, cuatro amplias y suntuosas telas de seda. Hacían la representación de paredes, que aislaban y protegían del sol.
(Parzival)

De Rémi
Gran sala pavimentada.
Suelo adornado con grandes azulejos de barro, dispuestos como las casillas de un ancho damero. Inventado damero.

Chanson de Guillaume
Vajilla de oro, alfombras y almohadones.

Sir Gawain y el Caballero Verde
Un dosel de ricos tejidos de Toulouse y tapices de Tharsia, bordados y orillados con las más brillantes gemas, que el dinero haya podido comprar.
Un hermoso aposento, en el que había un espléndido lecho.

Roberto el Diablo
Camas muy molidas y palacios muy bien entoldados.

Boccaccio
Bello lecho del dux de Venecia.
Un colchón de fustán, sábanas finísimas, listadas de seda y una colcha de riquísima tela de Chipre, muy blanca, con dos festones maravillosamente trabajados.
El lecho esculpido con motivos chipriotas muy ricos.

Sir Tryamour
Comido, remoto, mesa.

Rosencreutz
Se dispuso y amuebló una cama de viaje.
(Las bodas alquímicas)

Pigafetta
Sillas de terciopelo verde y azul.

Ariosto
Lámpara, resplandor claro y luciente.
Alfombras de oro alejandrinas.
(Orlando furioso)

Aretino
Dejar en herencia ducados y haciendas, más el mobiliario de un palacio espléndido.
Columnas de nogal de una cama de gala.
Grupo de judíos, cargados de tapicerías, lencería, vajilla, cubos y utensilios de cocina.
Una cosa de valor. Una colcha de seda, para el lecho, paños para respaldos de sillas, pintura.
Llamé a un judío, le vendí mis muebles.
Mantel del oficio secreto del Palacio.
Plaza Navona, cuando se llena de hacas (muebles e inmuebles) bien preparadas, pintadas y lustrosas, en venta.

Rabelais
Pedrería, esmaltes y orfebrería duplicaban el valor de la vajilla.
Cuando Filipo de Macedonia quiso sitiar y arruinar Corinto, los de este pueblo avisados de sus espías quedaron espantados; pero no por eso descuidaron marchar con actividad y cuidado. Unos llevaron a los campos y fortalezas muebles, ganados, grano y demás municiones precisas.
(Gargantúa y Pantagruel)

Holinshed
La tierra amueblada con habitantes.
Creen que tienen poco menester de otros muebles que los que sus suelos les ofrecen.
Acumulan riquezas que donarán a los muebles de sus casas.
Las vidas amuebladas con extraños.
Catedral se deriva de cathedra, una silla o asiento donde descansa o en su mayor parte permanece.
Los muebles del hogar cómodos y mejor cuidados.
Mientras que a los Equites Romani se les concedió el equm publicum de costumbre, los caballeros de Inglaterra no lo tienen sino que también llevan sus propios cargos con eso como con otros tipos de muebles como armería para su defensa o prestación.
Una mesa delicadamente amueblada.
Cuántas prendas tiene uno y qué pocos muebles tiene el otro con poco espacio.
Muebles bonitos de terciopelo o piel.
Practicar al máximo la obstaculización del mobiliario del numero de los escogidos.
Adornar los muebles, las alacenas con platos, las camas enjaezadas con tapices y colgaduras de seda, las mesas con alfombras y finos manteles.
Una reserva de finos objetos domésticos.
El mobiliario de la humanidad.
Si mi pequeño complot de jardín está perfectamente amueblado ¿qué reflexionaremos de los de Hampton Court?
Camas suaves.
La cámara o armario.
(Crónicas)

Bodin
Los eclesiásticos representando sólo en las republicas de occidente la centésima parte del numero de los súbditos recibían los diezmos y opuestamente a los mandatos de la Iglesia primitiva se apoderaron de legados, muebles e inmuebles, ducados, condados, baronías, feudos, castillos, casas rústicas y urbanas y beneficios. Todo sin tallas, impuestos ni gravámenes.
Categorías de impuestos. Ordinarios, extraordinarios y mixtos. Incluidos los ingresos procedentes de la jurisdicción, sal, moneda, pesos y cálculos, como los que gravan la venta de objetos, o donaciones, legados y sucesiones, o la venta de oficios, o en forma de impuesto directo, sea personal (capitación) o real sobre materiales muebles, inmuebles y los frutos de la tierra, como minerales y tesoros.
(Los seis libros de la Republica)

René d´Anjou
Tapices de seda labrados en oro o en tarea de Arras.

Lavater
Los muebles instrumentos de pecado señales y muestras de tormentos.
(De fantasmas y ánimos)

Spenser
Sofás diurnos.
Canapés majestuosos.
Una cama suntuosa.
Una silla de ébano.
Su frente como una mesa ancha despreció.
Un barco cargado con preciosas mercancías / Y valientemente amueblado.
Sus muebles no estaban perfectamente dispuestos.
Saltó ligeramente de su cama archivada.
La amorosa madre da a luz los nueve meses / En el querido armario de su lado doloroso.
Su cálido lecho, su cama calentita.
En sus orgullosos muebles dormía.
(La Reina de las Hadas)

Sydney
En ese lugar oscuro cada cofre o armario que encontraba uno le saludaba las espinillas, otro los codos dispuesto a vengarse y golpear la cara.
Los materiales muebles de la naturaleza con los que mi primera juventud mis reales padres me otorgaron.
La garantía propia es una nodriza de la magnanimidad que a pesar de todo no abandona cuidar los muebles precisos.
(Arcadia)

Shakespeare
Intelecto amueblado.
Mueble. Se inclina, se endereza, se maneja.
Tapicería de Tiro.
Colchas de Arras.
Baldaquines de Venecia.
Enredo de dama de compañía, un arrimo de esos de escalera, de baúl, de detrás de la puerta.

Donne
Un sillón de mimbre.
(Elegías)

Jonson
Arquetas de madera de ébano y madreperla.
Una caja perfumada hecha de ónix.
Una mesa de pórfido.
(Volpone)

Burton
Demócrito. Los hombres dan mucha importancia a cosas sin sentido, esculturas, pinturas y otros materiales muebles similares caros comprados y con perfección labrados que nada les falta sino palabras y, sin embargo, odian las personas vivas que les hablan.
Desdeñando las artes de la historia, la filosofía, la filología para amueblarlas con el discurso.
Los ricos muebles de Menelao
(La anatomía de la melancolía)

Butler
Lo que Adán soñó cuando su novia / Salió de su armario a su lado.
El honor es un contrato de arrendamiento para las vidas venideras; / Es un material mueble.
Los diseños de gabinete del destino.
(Hudibras)

Cook
Un calentador de cama holandés.

Petty
Si calculamos que de la riqueza del país, tierras, viviendas, barcos, mercancías, muebles, plata y dinero solo una parte de cada cien es moneda podemos conceptuar lo difícil que para los hombres de condición es pagar una suma de dinero de repente; es más tolerable arruinar a un miembro particularmente que poner en peligro a todo el país.
(Ensayo sobre impuestos y contribuciones)

Huygens
El mobiliario y belleza con los que están provistos los planetas.
El fino y dorado mobiliario del cielo.
Los muebles y adornos.
(Los mundos celestiales)

Locke
El valor de las mercancías consiste en que en su calidad de cosas muebles y útiles, mediante su transacción o consumo, proveen los menesteres o comodidades de la vida.
Los demás bienes muebles se deterioran rápidamente con el uso, pero el dinero se consume e incrementa menos; es retirado o incorporado al libre comercio de un país, más paulatinamente que las otras mercancías. Como la proporción entre su cantidad y su salida se altera más lentamente, se la considera comúnmente como un cálculo de referencia, para juzgar el valor de las cosas, especialmente al estar ajustadas en su peso y denominación, mediante la acuñación.

Swift
Inglés bench, banco, escabel, escaño y tribunal. La utilización actual de escaño corresponde exactamente con la etimología de su nombre que, en idioma fenicio es una palabra de gran significación y que denota, si se interpreta literalmente, el lugar del sueño. Pero en su acepción común es un asiento mullido y almohadillado para el reposo de viejos y gotosos miembros. Senes ut in otia tuta recedant. La fortuna se los ofrece.
(Historia de una barrica)

No usar ropas ni moblajes que no sean producidos por nosotros.
(Escritos subversivos)

Pope
La mesa coronada con tazas y cucharas.
(El rizo robado)

Richardson
Algunas piezas de entrada donde se reciben las visitas.
Una gabeta secreta para las cartas.
Una conversación silla a silla.
Una escribanía guarnecida.
Cuidar la casa, los muebles y los jardines con devoción.
Si una viuda alquila cuartos amueblados no es motivo para despreciarla.
Salas amuebladas con más aseo que ostentación.
Una cama vieja de cañas.
Bellas salas con sus guardarropas y gabinetes.
La llave del armario de ébano, de las gabetas, del gabinete.
El armario del gabinete.
Amueblar una casa que le pertenecería como propiedad a fin de persuadirla a que permaneciese hasta este tiempo.
Suspirando sobre el lecho y cada pieza del amueblado.
La precisión de alquilar una casa amueblada para subsistir.
Viejos sofás a la turquesa usados y con la borra suelta. Una mesa vieja, coja y carcomida.
Quebrando los muebles con el furor.
El usufructo de los muebles sencillos pero muy aseados.
(Clara Harlowe)

Dura fuente de haya.
(Pamela)

Voltaire
Tapices en Savonnerie.
Tapicerías de los Gobelinos. Trabajaban ochocientos obreros; se daba alojamiento a trescientos en la fábrica; se fabricaban ouvrages de rapport, especie de mosaico admirable.
Tapicerías de Beauvais. Seiscientos obreros.
Las fábricas de tapicerías de Aubusson, en decadencia, se organizaron de nuevo.
(El Siglo de Luis XIV)

Mandeville
El lujo ostenta sus mayores excesos en los edificios, el mobiliario y los carruajes.
Gobelinos, bellos cuadros, buen artesonado, lujoso canapé, carroza dorada.
Según Plutarco, el rey Leotiquides, el primero de este nombre, estaba poco acostumbrado al espectáculo de la madera tallada; una vez que en Corinto le recibieron en un imponente salón, asombrado al ver el maderamen y el techo primorosamente labrados, preguntó a su huésped si en su país crecían de esa manera los árboles.

Gibbon
Amiano. Los bárbaros apreciaban las mullidas camas y casas de mármol y sus copas eran más pesadas que sus espadas.

Smith
Cuando la tierra igual que los materiales muebles es examinada sólo como material de subsistencia y placer, la ley de la herencia la divide con igual utilidad. Esta ley de sucesión rigió con los romanos. Pero cuando la tierra pasó a ser apreciada también como poder y protección se reflexionó que era mejor que fuese transmitida sin división a una sola persona.
El salón de Westminster era el comedor de Guillermo el Rojo
Se apreciaba como un rasgo de magnificencia de Thomas Becket el que revistiese el piso de su salón con heno limpio y juncos para que caballeros e hidalgos se sentasen en el piso para cenar.
La cantidad de oro y plata está limitada para un país con el uso que se pueda hacer; su uso consiste en la circulación de mercancías como moneda y el suministro de mobiliario doméstico.

Hutchison
Sorprende ver que el ingenioso autor del "Alcifron" mantiene que la belleza es exclusivamente de algún uso percibido o imaginado por la exclusiva razón de que el uso pretendido acaece cuando estamos percibiendo las formas de las sillas, puertas, mesas y otras cosas de uso obvio y de que nos gustan más las formas que están más adaptadas a su uso. Mientras que opuestamente experimentamos que con esas cosas se atiende a la semejanza de las partes cuando partes desemejantes habrían sido igualmente útiles. De esta manera las patas de una silla habrían tenido igual uso aunque fueran diferentes si tienen idéntica longitud, aunque una fuera recta y otra curvada o una curvada afuera y otra adentro. La forma de ataúd para las puertas habría mostrado con más claridad su adecuación a la figura humana que la que los artistas requieren.
Nuestros biombos indios que maravillosamente abastecen las regulares imaginaciones de nuestras damas con las ideas de deformidad con las que la naturaleza es muy tacaña y escasa, carecen realmente de la belleza surgida de la proporción de las partes y, sin embargo, no pueden ser despojados de la belleza y uniformidad de las partes aisladas.
Los hombres pueden tener diferentes gustos de la belleza y, sin embargo, la uniformidad ser el fundamento general de nuestra apreciación de una forma cualquiera como bella. Lo que se cumple con el mobiliario de las casas.
(Una investigación sobre el origen de nuestra idea de la belleza)

Sterne
Couvert. Plato, servilleta, cuchillo, tenedor y cuchara.
(Viaje sentimental por Francia e Italia)

Smollett
Una habitación muy pequeña; cuando bajábamos la cama, teníamos que sacar fuera el resto del mobiliario de la estancia y usarla también para sentarnos.
Penetralia, estancias privadas de una casa.
Mísera carriola. Cama baja o tarima con ruedas.
La señora era propensa a los delirios y algunas ocasiones se creía un animal y otras un mueble, transformaciones fingidas.
(Roderick Ransom)

Cuando en Italia muere una persona destruyen la cama y las sábanas; los otros muebles se exponen a la intemperie y la habitación se pinta de cal antes que la ocupe otra persona.
Mucho gusto a la hora de decorar las viviendas.
Limpiar la casa y los muebles de arriba abajo por el honor de Gales.
Materiales superfluos, muebles de todo tipo.
Una cama con dosel dorado y cortinas de mohair amarillo.
Con los muebles viejos que encontré me las arreglé para equipar un salón y tres habitaciones con mucha sencillez.
La venta de los muebles no precisos.
Calcular el valor de los muebles.
(Humphry Clinker)

Bentham
De forma ocasional los artículos de subsistencia pueden ser utilizados para la defensa. Las hamacas o camas colgantes de los marineros se emplean durante un combate para ocultar a los combatientes.
Operaciones de manufacturas compuestas pertenecientes a la preparación de artículos de barro. Ladrillero, alfarero, fabricante de porcelanas, fabricante de vidrio, de esmalte.
Artículos móviles. 1. Moblaje de utilidad y provisiones para el uso doméstico. 2. Moblaje de tipo puramente ornamental. Vasijas de oro y plata; productos de artes imitativas, lienzos, esculturas, medallas; libros cuando estos son exclusivamente para distracción y ornato, libros que abordan un arte particular o una ciencia.
Los artículos de valor instantáneo o intrínseco son aquellos que sin implicación de ningún otro artículo pueden ser empleados para la subsistencia, la defensa o el placer. Tales son los alimentos, los vestidos, los combustibles, los muebles, las casas, los lugares de recreo, las pinturas, los libros.
Para unos casos la actividad se emplea con artículos que aunque son improductivos tienen la ventaja de su durabilidad. Vestidos, muebles, edificios y otros objetos que poseen esa cualidad con infinita variedad de grados.
Respecto a los precios de los muebles son muy variados y dependen de las modas y la condición económica de las distintas personas; es casi imposible obtener datos positivos de las investigaciones. Como la duración de estos artículos es intermedia entre la de los artículos de rápido consumo como los víveres y la de las cosas permanentes como las casas, los gastos ocasionales de estas mercancías son intermedios entre el gasto anual de los ingresos y la inversión de capital.
(La verdadera alarma)

Edgeworth
No tener más sentimientos que una mesa.
Es como un mueble en Grosvenor Square, una de esas buenas personas inamovibles, uno de esos amigos zoófitos convenientes algunas ocasiones.
El armario de las curiosidades.
Arrimar un sofá a la lumbre.
Una mesa de ruleta, un mueble fabricado con fines ilícitos.
El mueble de backgammon.
(Belinda)

Los muebles eran elegantes y a la moda y por doquier se percibía el brillo de lo nuevo.
La casa decorada y amueblada con un grado de elegancia, incluso de magnificencia.
Todo tipo de muebles tirados.
Apuntalado en la silla.
Torturado en el potro de un sillón demasiado cómodo.
(Ennui)

Malte-Brun
El lingoa (árbol de Amboine) con el que se fabrican muebles elegantísimos.
El territorio de la isla de Palos pertenece como propiedad al soberano, no teniendo los súbditos más que propiedades mobiliarias, canoas, armas, muebles.
La confección de muebles de lujo.
La ebanistería parisiense ha adoptado las maderas de Argelia para la fabricación de muebles, olivo, roble y tuya.
El mueblaje de las gentes pobres africanas se reduce a menudo a dos o tres calabazas.
Las termitas reducen a polvo los equipajes, los muebles y hasta las casas. Pero los muebles se pueden poner a cubierto de semejante plaga colocando sus pies dentro de vasijas llenas de agua.
(Geografía)

Goethe
Tren de fuentes y botellas.
(Reineke el zorro)

Humboldt
La época de los Ptolomeos, la fundación y el amueblamiento planificado de dos grandes instituciones, el museo de Alejandría y las colecciones de libros del Bruchium.
Un fenómeno llamativo y complicado del terremoto es el hallazgo de los muebles de una casa en las ruinas de otras más lejanas, que ha dado lugar a pleitos.
(Cosmos)

Beckford
Fagfurí, de Bagbúr, o Fagfúr, denominación genérica de la porcelana china.
Cocknos, ave muy estimada por la calidad y belleza de su pico, utilizado en la fabricación de cucharas.
Cuatro columnas, dos de jaspe con incrustaciones de sanguina y las otras dos del más puro alabastro, sujetaban aquel trono simbólico. Las columnas rojas significaban la severidad, las blancas la clemencia y las estrellas la luz sobrecogedora, que emana del buen monarca y que sólo sabe usar, para iluminar a su pueblo. Simbolismo tomado de la Kábala, por las dos columnas del rigor y de la misericordia, y de la Francmasonería, por el uso del cielo estrellado, de las cuatro columnas, símbolo del locus o logia.
(Vathek)

Ricardo
Los muebles del profesional se calcula que duran un periodo de diez a veinte años.
Mobiliario costoso.
(Principios de Economía Política y Tributación)

Saint-Simon
Silla bipersonal.
Construir un vasto palacio con las dependencias propias de una Corte y amueblarle con magnificencia sin economizar dorados ni pinturas, completarle con los más bellos jardines y no preocuparse de vincularle a ningún feudo ni señorío, porque la soberanía del país no lo precisaba.
(La Princesa de los Ursinos)

Malthus
Los bienes de consumo, tales como las sedas, encajes, joyas y muebles de lujo, son parte del beneficio de la sociedad. Pero son el beneficio de la gente rica sólo, no de la sociedad en general. Un incremento de esta parte del beneficio no puede considerarse de igual importancia que un aumento de la cantidad disponible de alimentos, ya que estos constituyen el beneficio de la gran masa del pueblo.

Scott
Paredes guarnecidas con piel de España. Tapicería de moda, cegríes y abencerrajes, lanzando el djerid o jabalina del Oriente.
En tiempos de guerra, se ha encontrado en la vajilla un recurso útil.
Manteles de espeso adamascado.
Silla alta a la antigua usanza.

Tapiz de Bristol.
(Guy Mannering)

Mesas de comedor en forma de <<T>> de los viejos colegios de Oxford y Camdridge.
Vastos requisitos ornamentales y de magnificencia.
(Ivanhoe)

Austen
Vajilla. Proteger la industria de un país.
Tetera de loza de Stafforshire.
Porcelana de Dresde o de Sèvres.
Estufa Bath.
Ventana colocada a la fuerza.
(la abadía de Northanger)

Itard
Un gusto pronunciado de los arreglos de algun mueble que accidentalmente fuera movido.
(De la educación de un niño salvaje)

Stendhal
Un tillado de madera de colores.
Toldo de cutí.
La alcoba cerrada por cortinas de sarga verdes. Había otras hermosas cortinas de tafetán rosa recamadas de blanco, que durante el día cubrían las otras.
Habitación tapizada de papel de Lyon, que imitaba el damasco rojo.
Una biblioteca de madera de cerezo y con cristales.

Los caballos no eran exactamente muebles, según la forma de expresión común.
(Vittoria Accoramboni)

Chénier
Silla de haya.

Byron
Ornamentaciones de bronce dorado de los muebles de moda durante el periodo de la Regencia.
Cama de grandes dimensiones que se encontraba dentro del Saracen´s Head Inn, Hertfordshire.
(Don Juan)

Polidori
Scaldino. Brasero de cobre o de barro cocido.

Hegel
Los príncipes se preparan la comida y Ulises labra una cama con una higuera.
(Lecciones sobre la Filosofía de la Historia)

De Maistre
Sopha, término hebreo.

Musset
Joyantes sedas de la alcoba.
Armario cama de dos lechos.
Muebles de estilo griego, magníficos e incómodos.
Saloncillo recargado de tallas y dorados como una bombonera.
Gran sillón de damasco violeta.
Caja de lunares.
Gato de la casa, mueble indispensable en el Marais.

Balzac
Cuchillos de acero muy pequeños, puntiagudos y con mango de nácar, que se usan para cortar la fruta del postre.
Loza de Limoges.
Muebles de moda, una araña Thomire.
Asientos, causeuse, góndola.
Tapizado de papel escocés.
Miserias de aquel zaquizamí.
Herrajes, sistema de crémone.
Butaca. Duquesa.
Sala empapelada con un papel viejo de cabaré.
Juego de Saxe (porcelana o cristal).
Lámparas astrales, antecesoras del quinqué.
Cortinas de lampatán blanco con flores verdes.
André-Charles Boulle, ebanista parisiense famoso por su arte de combinar la madera con la incrustación de metales. En 1847, Balzac compró por seiscientos francos un reloj de Boulle.
Esbeltos jarros de azul de Sèvres, ricamente ornamentados con cobre sobredorado.
Cortinas de madapolán rojo, mueble forrado con terciopelo de Utrecht, reloj de alabastro.

Viril. Vidrio muy claro y transparente que se pone delante de algunas cosas para preservarlas sin ocultarlas.
Brillo de la porcelana.
(La piel de zapa)

El salón, tillado con madera de teca, brinda a los ojos las maravillas de una pintura, que imita la laca chinesca. Sobre fondos negros, con marco de oro, brillan los pájaros de numerosos colores, los follajes verdes, los fantásticos dibujos. El comedor está revestido de madera del Norte, recortada y tallada como en las bellas cabañas rusas. La pequeña antesala, formado por el rellano y el hueco de la escalera, están pintados imitando madera vieja y representan adornos góticos. El gabinete está artesonado y estucado como el camarote de un buque.
Lindo moblaje.
Con los valores, incluyendo los muebles, había para pagarlo todo.
Sillón a la Voltaire.
Linda arqueta de ébano, con incrustaciones de nácar y herrajes, labrados como blondas.
Destinar un millón a instalarse, para el hotel y el moblaje.
Un bastidor de tapicería.
Comprar muebles Renacimiento y Luis Quince, cosas grandes.
(Modesta Mignon)

Hubo de adherirse vivamente a las ideas de la escuela romántica incluyendo el mueble y la ópera.
(La musa de la provincia)

Lámpara Carcel. Tipo de lámpara en la que el aceite ascendía gracias a un resorte.
(Melmoth reconciliado)

Carlyle
Ilusiones, pasiones, reflexiones; el maravilloso mobiliario de más o menos perfección perteneciente al misterio humano.
Golpes de pecho, golpes de frente (con las paredes), roturas de muebles.
Un armario de Buhl.
(Sartor Resartus)

Katalla. Materiales muebles, propiedades y singularmente ganado.
Epergnes (centro de mesa), cómodas, cajoneras, sofás acolchados.
(Pasado y Presente)

Flotando cristal y seda.

Hugo
Gran butaca <<bergère>>, de madera dorada, forrada de tela de pekín, floreada.
Sillería de salón, de terciopelo de Utrecht amarillo, con flores.
Tapices de Gobelinos y de Beauvais, motivos pastoriles.
Cómodas de laca de Coromandel, pequines, damascos, moirés pintados.

Sitial de roble.
(Hernani)

Mesa, sillón y silla de tijera.
Gran puerta dorada.
Puerta del dormitorio del soberano cubierta con un portier.
Aparador lleno de vajilla de oro y esmalte.
(El rey se divierte)

Whewell
El mobiliario común de las mentes.
(Historia de las ciencias inductivas)

Haliburton
Una persiana de cuero.
Un juego de auténtica porcelana dorada.
(El relojero, o los dichos y hechos de Samuel Slick, de Slickville)

Spencer
Los muebles de nuestros antepasados se nota una inferioridad comparados con los nuestros.
(Primeros Principios)

Cuando el dueño de un establecimiento alentado con un año próspero y favorables auspicios cede a las sugestiones de su mujer y sustituye sus viejos muebles con otros nuevos gastando más de lo que puede; si el año siguiente le da una baja de sus negocios al ver que las pérdidas superan los ingresos experimenta la tentación fortísima de adoptar algun fraude recientemente inventado.
(Creación y Evolución)

Dickens
Sillón de Windsor.
Puertecillas sajonas.
Un viejo reloj de pesas, de solemne y acompasada marcha, hacía oír su grave tictac, y un reloj de plata de igual edad.
Lecho enano francés.
Alfombra Kidderminster.
Reloj Tompion.
Caja de hierro sistema Brahmin.
Llave Bramah con un pequeño pasador.
(Pickwick)

Sillas de cordobán, clavos de cabeza dorada.
Mesa Pembroke con dos extensiones.
Paredes artesonadas.
(Oliver Twist)

Golden Square, barrio viejo, sector dedicado al alquiler de pisos amueblados.
Escalera pina.
Maniguetas de ataúd.
Tornero de marfil.
Manteles extendidos.
(Nicholas Nickleby)

Cotas de malla, que semejaban envolver el fantasma de algún guerrero, tallas fantásticas sacadas de pasados claustros, oxidadas armas de diversos tipos, figuras retorcidas de porcelana, marfil, hierro y madera, tapices y muebles raros cuyos dibujos semejaban un sueño fantástico. Todo se mezclaba en revuelta confusión en aquella miserable tenducha.
Habitación fresca, alta y resguardada del sol.
(Almacén de Antigüedades)

Los mandarines de madera que hay en las casas de té.
Vajillas, joyas, libros, relojes y otros objetos de valor.
El mobiliario te recordaba que habías ido allí a dormir y que lo que se esperaba era que durmieras.
Reflejos del fuego que impiden conciliar el sueño, como en las habitaciones modernas en las que, incluso en las noches más oscuras, se tiene la autoconciencia del brillo del barniz francés y de la vieja caoba española, que te guiña el ojo de vez en cuando.
Grandes sillones de asiento de cuero.
Extrañísimos armaritos con pequeños marcos como relojes de ocho días.
Transformar en sofá una de las sillas de la ventana.
Un escritorio monstruoso.
La solitaria mesita para el propósito de la refección y el disfrute social guardaba idéntica proporción con el escritorio y los demás muebles de oficina, que las gracias y relajaciones de la vida habían tenido en las personas con su persecución de la riqueza.
Vetusto y polvoriento mobiliario.
Una mesa con plata y cristal.
Las alfombras que se usan en Inglaterra para limpiar los zapatos.
Cucharita de metal Britannia.
La plancha, el cubreplatos y el calientacamas.
Un voluminoso e incómodo armario con un buche de caoba.
Fabricar una cama improvisada con la butaca, añadiéndole otra. Preparar el mejor canapé que permitían las circunstancias.
Un enorme sillón con un martillo de marfil y una campanilla.
Muebles caros, de lo más lujoso y elegante.
Las personas mezquinas se permiten impresionar por la ropa fina y los muebles caros.
La sala era espaciosa y elegante, amueblada con extremada magnificencia, decorada con pinturas, copias de los clásicos en mármol y alabastro, jarrones de porcelana, airosos espejos, rojos cortinajes de seda de la mejor calidad, molduras doradas, lujosos sofás, relucientes vitrinas incrustadas con maderas preciosas y todo tipo de costosos juguetes en negligente abundancia.
Demostró su buen humor alabando el mobiliario, preguntando si lo habían comprado y cuánto costaba cada objeto.
Una silla Windsor.
Mesas poco prácticas.
Tarjetas de almacenes de muebles.
Permita que se quede. Forma parte del mobiliario.
Un salón triangular.
Un viejo y malvado aparador oculto en la penumbra, rumiando siniestros planes de las costillas de los visitantes.
El mobiliario mohoso.
No faltaban los muebles indispensables, aunque eran muy anticuados; pero la soledad y la falta de uso los habían hecho inutilizables para cualquier comodidad y haberlos dotado de un aire embrujado y espantoso.
Muebles, vajillas y pinturas.
Buscando muebles para la casa.
Llevar a ver los muebles como un cordero al altar.
Amueblar la casa lo más deprisa posible.
Para un alma resignada, un armario es un palacio.
Una cama plegable, una cama francesa, una cama con dosel.
Sillas grandes y de respaldo ancho, con reposabrazos de caoba y asientos de crin de caballo.
La casa recién amueblada.
Espero que los muebles puedan compensarla en algo.
(Martin Chuzzlewit)

Ventana de maineles.
Tapetes de papel, veladores de China, álbumes rosas y dorados, pequeños libros de pastas multicolores.

Collins
Antiguo bargueño italiano decorado con nácar y piezas de marquetería, con seis filas de cajones.
Annual Register. Armario en el que se recogían los hechos más notables sucedidos cada año.
Armario indio.
Silla india de mimbre.
Copa de cristal de Venecia.

Asiento de la ventana, hecho al estilo clásico, para prestar ayuda de arcón y de asiento.
(El Secreto)

Paredes cubiertas con cretona de alegres matices.
Esteras de India en color maíz y bermellón.
Figurillas de porcelana de Dresde.
Herencia de dos signos distintos. Abarcaba por una parte su posible herencia de bienes inmuebles, o tierras, y por otra, su herencia total de bienes muebles, o dineros, cuando alcanzara la mayoría de edad.
Anaquel de madera de áloe.
Caja taraceada.
Cortinas de cretona.
Cama alta, incómoda y anticuada.
(La dama de blanco)

Gaskell
La despensa o pañol de la casa.
(La mujer gris)

Muebles de la ultima época de Luis XIV, conchas y rasgueos, blancos y dorados.
Mesa cuadrada a la Pembroke.
(Cranford)

Martineau
Las persianas de papel colgado, un tipo de persiana comun de los hoteles y los lugares de campo.
Los muebles de las ciudades del sur proceden de Nueva Inglaterra.
Las persianas venecianas de picea.
Empacar platos y mover muebles.
(La sociedad en América)

Stuart Mill
Porcelana. Granito de descomposición del que se hace.
Mezcla de arena y algas marinas. Cristal.
Hasta el producto del telar se emplea como material para el fabricante de artículos de vestir o muebles o como ulteriores instrumentos de una industria productiva, tal como la del fabricante de velas para barcos.
Muchos fabricantes de artículos ornamentales tienen inventores a sueldo a quienes pagan por imaginar nuevos modelos de igual manera que pagan a otros por copiarlos. Todo lo que rigurosamente es parte de la actividad de la producción.
La economía para la inversión productiva y el gasto coinciden muy de cerca durante el primer periodo de sus operaciones. Los efectos de los dos comienzan para el consumo con la consiguiente destrucción de una porción de riqueza; solo las cosas consumidas y las personas que las consumen son diferentes. Con el primer caso existe un desgaste de herramientas, una destrucción material y una cantidad de alimentos y vestidos suministrados a los profesionales y que estos destruyen al usarlos; con el segundo caso se consumen o destruyen vinos, coches y muebles. La parte de la riqueza que se ha destruido no es el dinero, sino los vinos, los coches y los muebles que el dinero compró y como estos se han destruido sin ganancia la sociedad conjuntamente se empobrece por el importe.
Es un axioma que la propiedad de la tierra debe interpretarse con severidad frente al propietario. El caso de la propiedad de materiales muebles y aquello adquirido con la actividad la potestad del dueño, de uso como de exclusión, debe ser total, excepto cuando puede derivar perjudicial para los demás. Por muchos que sean los materiales muebles que una persona pueda adquirir con su actividad no impedirán a los demás adquirir otros empleando idénticos materiales.
No es probable que los propietarios de la tierra estén dispuestos a seguir arriesgando sus materiales muebles a los peligros de las empresas agrícolas cuando tengan la garantía de poder obtener una ganancia fija de su capital sin arriesgarlo.
(Principios de Economía Política)

Pauly-Wissowa
Ábaco. Mesa espléndida y ornamental y plana.
La propiedad privada de materiales raíces había sido primitivamente imposible y solo los materiales muebles han sido objeto del comercio, especialmente personas y animales (familia, pecunia). Pero todo miembro debe haber tenido derecho a recibir una franja de tierra perteneciente a su categoría para su desarrollo. Desde este punto de vista la propiedad privada de la tierra aparece como una etapa superior de desarrollo de ese derecho.
La madera de arce era adecuada para somieres elegantes, sillones, tablillas de escritura, centros de mesa.
Las alfombras, tapizados, túnicas y velos fueron adornados con hojas de acanto artísticamente imitadas.
Aggothéke, un marco de madera, bronce o plata para colocar ánforas, cráteras metálicas, calderas y vasos.
Había armarios exentos (como la pintura que representa los erotes, dioses alados del amor de la mitología griega, como zapateros) y armarios de pared cerrados y sellados.
La técnica del artífice desarrollada con la imitación de patrones griegos, el efecto del ánimo de Fidias y de Policleto, de Praxíteles y de Apeles llegó a los talleres más humildes de alfareros, canteros y carpinteros con la repetición automática y la absorción interna. Las vasijas, bronces, adornos, las formas de las mesas, sillas, trípodes, los candelabros, la pintura mural decorativa.

La cama antigua, Klíne, lectus, sponsa consta de un marco cuadrado ensamblado a partir de cuatro tablones aguantados con cuatro o seis pies cubiertos con cinturones, una cabecera con respaldo y una barrera al lado de la pared. Con un mayor desarrollo del mobiliario se produjeron lecti cubiculares (al que subían unos escalones) y tricliniares especiales. Los lecti de los romanos para leer y escribir, una cama de estudio más pequeña. Grabatus, una cama pobre. Scimpodium designa el lectulus lucubratorius. Las armazones de las camas suelen ser de arce, haya y fresno. Los lecti Deliaci decorados con oro , plata y marfil. El plumón de los pequeños gansos germánicos blancos, gantae. Las cubiertas moradas y con bordados brillantes de los romanos.
Biaíon díke. La queja de la violencia tiene lugar debido a cualquier violencia, pero se mencionan especialmente dos casos. Una vez se usó frente al que quitó los materiales muebles a alguien a la fuerza y dado que los materiales muebles también pertenecían a los esclavos podría usarse para el robo violento e ilegal de esclavos. El segundo caso se aplica este cargo cuando alguien comete violación o rapta un niño, una doncella o una mujer libre.
Bisellium. Un sillón apto para dos personas. Honor bisellii.
Boëthos, archiescultor y toréutico de Calcedonia. Sus logros del campo de la toréutica se equiparan con los de Mys y Akragas. Un tipo especial de sofá de comedor con grabados e incrustaciones se llamaba Lecti Boethiaci. 
Paredes y techos dorados, muebles, las melenas de los leones, las hojas de las coronas, las hojas de oro y los adornos estampados que se cosían a la ropa de las tumbas del sur de Rusia cuentan con los dorados de brattea. 
La chapa de bronce para los muebles.
Los primeros muebles cubiertos de mineral de bronce (lecti aerati) son del año 187 con Cn. Manlius Vulso venidos de Asia Menor. Los hallazgos de Pompeya y Herculano muestran cuán extendido se había vuelto este lujo dell que Cicerón acusa a Verres.
El bronce de Delos para los pies y los pilares de los sofás (tricliniorum pedibus fulorisque).
Al comienzo del reinado de Augusto los Sosii, cuya tienda estaba próxima a la escultura de Janus del templo de Vertumnus, gozaban de excelente reputación. Los rollos se guardaban dentro de armaria o de capsae. 

Cama. Una cama corta y baja. La palabra no romana ha sobrevivido en español y portugués. 
En la Diocesis urbis Romae o Regio suburbicaria el nombre de millena se aplica a la propiedad de la tierra y también a las unidades de objetos muebles fiscales que se llamaban capita en las diócesis orientales.
Carvilius Pollio, un caballero romano, importó el uso de algunos muebles de lujo en Roma antes de las guerras de Sila.
Cervical, una almohada sobre la cama, sobre el palanquín rellena de plumas y colorida.
Chérnibon. En latín la palangana se llama trulleum, trulleus, el jarro gutturnium, guttus, aquaemanale.
El dialecto eólico de Quíos.
Commodore originalmente significaba poner a disposición, ocurrió principalmente con materiales muebles.
Conductio es llevar consigo un objeto o una persona; por tanto, también llevar un objeto para uso temporal como un alquiler o una persona para el uso temporal de sus ayudas o la cosa de otra persona de un taller para permutarla. Para procesar salarios. La ganancia, el arrendamiento. Este uso se ha desarrollado para los materiales muebles y luego se ha transferido a propiedades donde no encaja (similar a la palabra traditio). 

Dáneion. Préstamo. La prenda podría ser una cosa mueble (enechiron) o un material fijo, una casa o un terreno.
Dedicatio es el nombre técnico del acto con el cual alguien se despoja de la propiedad de una cosa mueble o inmueble a favor de la divinidad (excepcional y poco técnicamente se aplica a la transferencia para uso comunitario).
Delphica. Mesa de mármol de tres patas para colocar utensilios para beber.
La imagen de Apolo de oro y marfil de los muebles (autochthon kosmos).
Segun el sentido técnico actual depositum describe el depósito de cosas muebles con fines de almacenamiento.
Los argumentos opuestos a la realidad del movimiento eran sofistas y tuvieron la consecuencia legítima de un crudo naturalismo. "Veo la mesa pero no la mesa" dijo Diógenes de Sinope frente a Platón.
Las mesas de tres patas pequeñas portátiles con tapa redonda con patas rectas y curvas de cabra, vaca y caballo. En los hogares sencillos -mensa tripes- suelen estar hechas de madera.
El padre de Demóstenes era dueño de 20 fabricantes de sillas y 32 cuchilleros.
(Realenciclopedia)

Ainsworth
Una vieja y confortable silla.
El viejo mobiliario presumía de una especie de mohoso esplendor, más imponente tal vez que su original y chillona magnificencia.
Carros, caravanas, vagones y demás muebles pertenecientes a la tribu errante.
Un gran cuenco de porcelana china, uno de esos monumentos leviatanescos de la cacharrería vieja que columbramos encaramados (y volteados como prenda de su falta de uso) a lo alto de un gabinete de laca, pero que casi no consigue encontrar su lugar apropiado sobre los anaqueles patrios.
Magro mobiliario.
(Rookwood)

Stifter
La bunda, una especie de colcha, habitualmente es un abrigo de piel con el que el lado áspero está vuelto hacia adentro y el blanco liso hacia afuera. Este ultimo tiene numerosos cordones y está adornado con dibujos de colores cosidos con cuero.
Amueblar la vivienda con la riqueza más bella y brillante.
Mejorar y embellecer la vivienda.
(Brigitta)

Poe
Una alfombra tejida de riquísimo oro de Chile.
El lecho nupcial, de modelo indio, bajo, esculpido de ébano macizo, con baldaquino.
Sillas de respaldo cóncavo usadas por nuestros antepasados.
Un gran baúl ordinario de filera.
Un sofá o canapé de arce liso, pintado de blanco cremoso, con ligeros filetes verdes y asiento de mimbre entretejido.
Una simple lámpara astral (no solar) de vidrio deslustrado con una pantalla italiana.
Un dosel a la griega.

Daudet
El salón constituía una habitación muy amplia, con sus tapices claros, ligeros, veraniegos, sus cortinillas de resorte de paja fina o de gasa, sus biombos de laca, su polícroma cristalería.
Un hotel amueblado como residencia veraniega.
Un saloncito de ventanas abovedadas y bajas, cuyas colgaduras eran de la seda azul claro, que tapizaba los divanes y algunos muebles barnizados de laca.
Mobiliario coquetón, nido enguatado, acolchado, en el que la madera se ocultaba bajo delicados rasos y la cama no era más que un diván ancho, puesto en el fondo sobre pieles blancas.
Un diván de una casa amueblada para estudiantes, mullido como el banco de la prevención de una comisaría.
Un gran sillón de vaqueta.
Cortinajes de cretona de flores, para la colgadura de la cama.
Platos de loza inglesa, sólida y alegre a la vista.
El armario, una alhaja Luis XVI, con sus tableros pintados, representando fiestas provenzales, pastores con chaquetas floridas, bailes de chifla y tamboril.
Muebles derribados y mojados.
La gerencia de un hotel amueblado.
"Habitaciones amuebladas, pensión de familias".
El guipur de las puertas vidrieras.
Apacible salón, alumbrado con quinqués de pantalla.
Sillón de rejilla, armario pintado.
Divanes bajos, mesa oriental en forma de escabel.
Carros de mudanza.
Ya no le quedaban, para recordar el pasado, más que los muebles.
La activa fiebre de la que se contagian los objetos y los muebles.
(Safo)

Lecho rodeado de colgaduras de percal, que hacen en torno un aislamiento de media luz y de paz.

Macaulay
Sillas de ébano y escudos de piel de rinoceronte.

Thackeray
Los candelabros y el café.
(La Feria de las Vanidades)

Ch. Brontë
Cama francesa
Vaso opaco de valioso material.
Lámpara que lucía castamente.
Espaciosa cocina holandesa, pintoresca y agradable.
(Villette)

Ventanas amplias croisées.
En Inglaterra se pagaba un impuesto por las ventanas hasta 1851.
Alegre pasillo con paredes claras, del color de las palomas, a imitación del mármol.
Beaufet y armoire vitrée. Aparador y armario acristalado.
Girandole. Soporte para velas con varios brazos en forma de candelabro o aplique de pared.
(El Profesor)

A. Brontë
Gruesos parteluces de piedra.
Cama. Pretender ganar el dulce reparador de la cansada naturaleza.
(La inquilina de Wildfell Hall)

E. Brontë
Sillas de respaldo alto y formas anticuadas pintadas de verde.
Sillas negras y macizas.
La vivienda y los muebles no habrían ofrecido nada de extraordinario si hubieran pertenecido a un sencillo labrador de aire tozudo y fornidos miembros.
Todo el mobiliario era una silla, una cómoda y un enorme arcón de roble con aberturas cuadradas cerca de la tapa, como ventanillas de coche. Este armatoste era una especie de lecho anticuado ideado muy ocasionalmente para obviar el menester de una habitación propia de cada miembro de la familia. Formaba un pequeño gabinete y el antepecho de la ventana a la que estaba adosado valía de mesa.
Dos bancos con forma de sectores de círculo rodeaban casi el hogar.
El armario de la loza.
Un armario negro como azabache.
Un aposento que por su situación y la superior calidad de sus muebles supuse que era el mejor.
Una soberbia cama de roble con muchas cortinas carmesí de tela cara y hechura moderna.
Una habitación amueblada con lindo estilo.
Un silloncito hamaca.
(Cumbres borrascosas)

Edwards
The Potteries, región de las alfarerías, región del norte de Staffordshire, cuyo centro era la ciudad de Stoke-on Trent. Desde el XVIII, la productora de cerámica del Reino Unido.

Ch. Collins
Sillón estilo Windsor.

Baudelaire
Sillón rococó portugués de madera pesada y tenebrosa.

Muebles banales e indispensables.
J. J. Grandville (1803-1847) compuso un libro de imágenes, "El mundo al revés". Un apartamento en el que el desorden estuviera sistemáticamente organizado, en el que estrafalarias cornisas se apoyaran sobre el suelo, las pinturas aparecieran deformadas por procedimientos ópticos, los objetos se hirieran oblicuamente por los ángulos, los muebles tuvieran las patas por el aire y los cajones entraran en lugar de salir.
(Algunos caricaturistas franceses)

Flaubert
Bastidor de palisandro.
Relojes Pompadour.
Toldos de cutí de los cafetines.
Guipur para el respaldo de butacas.
Reloj de mesa Boulle con incrustaciones de concha.
Se sintió triste como una casa desamueblada.
(Madame Bovary)

Sillones de Utecht.
La cocina con sus bancos de piedra recuerda las francachelas feudales.
Cuando se ignoraba la existencia de Moutiers las porcelanas eran de Nevers.
(Bouvard y Pécuchet)

Wagner
Gran sillón frailero.

Cabet
La Comunidad es quien hace construir casas y fabricar todos los objetos precisos para alimento, vestido, habitación y mueblaje, es quien alimenta, vista, aloja y provee de muebles a cada ciudadano.
El Pueblo entero está dividido en quince grandes Comunidades, de constitución, educación, agricultura, industria, alimentos, vestido, mueblaje, estadística, etc.
Los conquistadores o la aristocracia del ocio habían adquirido, usurpado y robado las tierras y el mobiliario, repartiéndoselo todo desigualmente, de suerte que resultaron excesivamente ricos y algunos en extremo opulentos.
La mitad de los habitantes de las ciudades destruidas, que queda esclava, es obligada a cultivar los campos de los bárbaros, dueños de todo, hombres, tierras, muebles y animales.
Por lo referente al pueblo, Sócrates y Platón quieren el repartimiento por igual de tierras, la prohibición de enajenar propiedades, establecen un maximum para las adquisiciones de bienes muebles, no quieren dotes ni testamentos, quieren habitaciones iguales o semejantes, educación común y desean la igualdad de bienes.
Lo concerniente al sustento, vestido, alojamiento y muebles en lo posible es igual para todos, preparados de antemano por la comunidad que provee a cada uno. Todo se ejecuta según un modelo adoptado por la ley.
(Viaje a Icaria)

Gautier
Cama de sarga de Anmale.
Cardos de hierro. Colgaduras de lizo (alambre o cordón) superior de Flandes. Mundo fantástico creado por los obreros del lizo.
(Mademoiselle de Maupin)

Arrellanándose cómodamente con su butaca como quien se dispone a escuchar una confidencia de verosímil duración.
Grandes cortinas blasonadas colgaban majestuosamente de los arcos ojivales; butacas y muebles de forma vieja armonizaban con las paredes cubiertas de madera oscura o de frescos de un tono apagado y descolorido como el de los viejos tapices; ningún color demasiado nuevo, ningún oro demasiado brillante hacía daño a la vista y el presente no desentonaba con el pasado. Confort moderno.
Un canapé de mimbre.
Divanes bajos de telas coloridas donde se veían elefantes quiméricos y pájaros fabulosos.
Alfombras fúnebres con dibujos de ramas negras y blancas que tejen como castigo los thuggs prisioneros.
Una alta puerta de sarga guarnecida con clavos dorados.
Una alfombra ocelada que imitaba la piel del leopardo.
Un sillón de respaldo alto situado al lado de la chimenea.
Un mobiliario cómodo.
Una serie de armarios de madera preciosa esculpidos por Knecht y Lienhart, cuyas puertas estaban separadas con columnas salomónicas a lo largo de las cuales se enrollaban con espirales leves tallos de convúlvulo de hojas con forma de corazón y flores como campanillas cinceladas con un arte infinito, formaba una especie de entablado arquitectónico, un pórtico caprichoso de rara elegancia y refinada ejecución.
Las paredes y el techo estaban acolchados de raso verde como el interior de un cofre. Una espesa alfombra de Esmirna de tonos delicadamente combinados.
Los dedos de hada de los Peris (cinceladores).
Grandes butacas esculpidas, un arcón completamente historiado con figurillas, el mobiliario del gran salón de una mansión gótica.
Revestimientos de roble oscuro de un tono cálido y rico divididos entre paneles y departamentos simétricos subían hasta el techo donde algunas vigas de relieve y esculpidas formaban artesones hexagonales pintados de azul y adornados de leves arabescos de oro; sobre los largos paneles del revestimiento Philippe Rousseau había pintado las cuatro estaciones simbolizadas no con figuras mitológicas, sino con elementos de naturaleza muerta de productos que se referían a cada época del año; las cacerías de Jadin hacían juego con las naturalezas muertas de P. Rousseau y encima de cada pintura resplandecía como el disco de un escudo un inmenso plato de Bernard Palissy o de Léonard de Limoges, de porcelana del Japón, de mayólica o de alfarería barnizada con los colores del prisma; matanzas de ciervos, cuernos de uros alternaban con la cerámica y a los dos extremos de la sala grandes aparadores altos como retablos de iglesias españolas elevaban su arquitectura labrada y esculpida con ornamentos que rivalizarían con las más bellas creaciones de Berruguete, Cornejo Duque y Verbruggen; sobre sus estanterías brillaban confundidos la vieja vajilla de plata de la familia, aguamaniles de asas quiméricas, saleros a la vieja moda, copas medievales, tazas, centros de mesa contorneados con la singular fantasía alemana y dignos de ocupar un lugar del tesoro de la Bóveda Verde de Dresde. Frente la plata vieja resplandecían los maravillosos productos de la orfebrería moderna, las creaciones de Wagner, Duponchel, Rudolphi, Froment-Meurice; teteras doradas con figurillas de Feuchère y de Vechte, fuentes nieladas de vino de Champagne de asas de pámpano, bacanales de bajorrelieve; hornillos elegantes como trébedes de Pompeya, la cristalería de Bohemia y de Venecia, las vajillas viejas de Sajonia y de Sèvres.
Sillas de roble tapizadas de tafilete verde se alineaban a lo largo de las paredes y sobre la mesa de patas esculpidas con forma de garras de águila caía del techo una luz uniforme y pura tamizada con dos blancos cristales esmerilados que adornaban el artesón central que quedaba vacío.
Un samovar de Moscú.
Brocatel de Verona.
(Avatar)

Las butacas de madera de roble de patas torneadas abrían sus brazos tapizados de tafilete, la alfombra extendía sus rosetones.
Una hamaca india de algodón rojo y blanco adornada de plumas de pájaro.
Esteras de paja de Manila.
Persianas de junco de China con dibujos de pagodas, rocas, sauces, grullas y dragones.
Un estrecho canapé.
(Jettatura)

Melville
Un velador-lavabo.
En su país algunos jefes importantes a falta de sofás y sillones hacen cebar algunos pobres para que les presten como otomanas.
Sillas de campo plegables.
Venecianas persianas de fibra.
Un gabinete de caoba.
El chigre oficiaba de sofá marítimo.
Discutiendo jovialmente de gabinetes y salones, sofás, alfombras y finos lienzos.
Abrir y cerrar las cavidades de una cómoda.
Un fusil del armero que formaba parte del mobiliario de los buques que navegan por el Pacífico.
Butaca atornillada.
(Moby Dick)

Emerson
Estofa de espirales y rosetas.
El ropero de verbos y textos.
(Hombres representativos)

Motley
Los Lyf-eigene o esclavos totales eran los más miserables. Eran simples brutos. El material mueble tenía un atractivo benéfico de una porción de su carne y de su sangre.
(El ascenso de la Republica Holandesa)

Trollope
Una mesita de pino.
El bien surtido comedor y la solidez de los enseres. Alfombras gruesas, oscuras y caras; papeles de las paredes en relieve, muy sombríos, pesadas cortinas; sillas pasadas de moda, compradas a un precio muy superior al que se paga por muebles más modernos; la meta perseguida había sido gastar dinero sin obtener brillantez y esplendor; tenedores de plata pesados.
Habitaciones amuebladas con el esplendor de Stafford House.
¿Existe algo en el mundo más lujoso que un sofá, un libro y una taza de café?
Un gastado sofá.
Un sillón de crin.
La venta de los muebles era su solo recurso.
Decidió vender gran parte de sus muebles, puesto que no tenía otra manera de librarse.
(El Custodio)

Los atractivos de creación moderna que dan vida y alegría a las residencias de los ricos. El jardín de invierno, el papel de las paredes, los espejos, las alfombras, las ventanas que dan a la terraza, el mobiliario.
Alfombras viejas y apagadas. El mobiliario apenas era viejo y se veía anticuado e incómodo.
El gran comedor de la mansión era una habitación de unos quince metros de longitud con un oscuro papel con relieve de terciopelo y cortinas oscuras, oscuros paneles de madera pintada por debajo del papel de las paredes y enormes muebles oscuros de caoba.
Mobiliario nuevo, relucientes colgaduras.
(Ojo por ojo)

La Ideología Alemana
Cuando los príncipes tomaron bajo su protección a la burguesía con vistas a derrocar a la nobleza feudal, comenzó en todos los países el verdadero desarrollo de la ley que, exceptuando Inglaterra tomó como apoyo la ley romana, aunque se utilizaron reglas jurídicas romanas tocante a la propiedad mobiliaria.
Al lado de la propiedad comunal va desarrollándose la propiedad privada mobiliaria y, más tarde, la inmobiliaria.
La verdadera propiedad privada comienza con la prosperidad mobiliaria. El dominium ex jure quiritium, la propiedad del derecho quiritario, propiedad del ciudadano romano.
Propiedad mobiliaria corporativa de los pueblos surgidos de la Edad Media.
Rouleau. Cortina metálica.
Chaise percée. Silla horadada, lavabo.

Heine
Muebles destrozados.
Un asiento muy bajo, casi una banqueta.
Una estancia clara alegremente decorada con complicados muebles de estilo Pompadour.
Los muebles y la decoración del gran dormitorio ostentaban el sello de una época cuyo brillo es hoy polvoriento y su magnificencia modesta.
Describir con algún detalle los muebles de la habitación como suelen hacer los novelistas del día. Era una cama magnífica. Los pies eran cariátides y esfinges; deslumbraba con sus ricos dorados representando águilas que se arrullaban como tórtolas. Las cortinas del lecho eran de seda roja; y como las llamas de la chimenea transparentaban fuertemente me encontré con una iluminación de fuego y me imaginé ser Plutón, que rodeado de llamas infernales tiene a sus brazos a Proserpina durmiente.
(Noches florentinas)

Tenía la extraña costumbre de variar todos los días la colocación de los muebles de su casa; poner la cómoda en el lugar de la cama o el escritorio sustituyendo el sofá.
Todo debía permanecer como estaba, pues sus muebles y demás efectos le ayudaban según los preceptos de la mnemónica para fijar a su memoria cualquier especie de datos históricos y filosóficos.
Un gabinete con una decoración chinesca y pompadour; caprichosas pagodas de porcelana, juguetes de nácar; un sillón de terciopelo rojo con borlones dorados.
Una gran cama montada a la antigua que no tenía cortinas y a cuyas esquinas había cuatro grandes columnas de madera imitando mármol que aguantaban un dosel dorado.
(Memorias del señor de Schnabelewopski)

Marcoy
Especie de biombo.

Pushkin
Cama de marfil.
(El Zar Saltán)

Liermontov
Tres mesas redondas y delante un pequeño diván.
Mesa de nogal barnizada.
Engalanar con el sarafán de seda de los días festivos.
Una vela ardía en el salón dieciochesco.
El cuco repetía su triste y rítmica canción con el sonar de un reloj, en una austera sala gótica.
(Vadim el Jorobado)

Representación benéfica. Habitaciones maravillosamente amuebladas, de un modo regio.
(Un hombre extraño)

Empapelado francés color azul celeste.
Colgaduras de las ventanas de estilo chino.
Pequeños bustos de alabastro, Paganini, Ivanov y Rossini.
(La Princesa Ligovskaia)

Dostoievski
Grandes tapices de Bujara.
Gruesa cortina de damasco.
Amplio y muelle diván.

Diván turco, con su tapiz de fondo grana y floreado de verde.

Prenda interior. Inventario de propiedades muebles.
Candado alemán.

Table d´hôte, mesa redonda.
Figurilla de Sajonia.
(El jugador)

Ostrovski
Mis encargados y gerentes se dedicaron en mi ausencia a esquilmar mi firma. De haber seguido sus manejos, se hubiese llegado a tener que vender mis barcos en publica subasta, y todos mis bienes muebles e inmuebles. Salí volando a poner a salvo mi fortuna. Quedó una gran brecha.
Estuche de los objetos e valor.

Keller
Vieja sillita de las penas o de respaldo.
(Enrique el Verde)

Ruskin
Muebles pulidos y costosos.
Los muebles que tientan la indolencia, los olores dulces y la comida deliciosa son más o menos nocivos para la salud.
El ama de casa que cuida sus muebles del salón es una economista política con el sentido verdadero y final añadiendo a las riquezas y al bienestar del país al que pertenece.
Los libros como muebles del cerebro.
Exhibir la riqueza con la magnificencia del mobiliario.
("Hasta este ultimo" y otros ensayos de economía política)

Ridiculizar y descuidar los muebles viejos.
El peso de los muebles adapta la habitación a los ritos gastronómicos.
(La poesía de la arquitectura)

Tyndall
Examinar las mesas y las sillas antes de la llegada de la medium para que no hubiera engaño del mobiliario.
Nuestra esfera está iluminada con un sol que aunque está a 100 millones de kilómetros de distancia puede llevarse posiblemente a nuestros armarios y someterse allí a examen.
(Fragmentos de ciencia)

Mistral
La moco es un tarazón de caña, que en las granjas se suspende de las vigas del comedor; en su extremo inferior sujeta la lámpara romana caléu.
(Mireya)

Burckhardt
Objetos que en conjunto componen comodidad o bienestar. Coches de caballos, camas blandas y elásticas, alfombras y objetos de tocador, delicadeza y variedad de sábanas, vasijas, tapices, postres.

Tylor
Nombres locales. Los arcadios derivaron el nombre de su ciudad Trapezus, de la mesa (trapeza), que Zeus volcó cuando Licaón, el de condición de lobo, se disponía a darse un banquete, comiendo a un niño.

Rundle Charles
Muebles tallados.
Un gabinete de ébano y marfil con incrustaciones.
Tal vez algunos corazones están hechos para comunicarse unos a otros de igual manera que algunos muebles vibran cuando toco una cuerda del laúd mientras nada más de la habitación semeja sentirlo.
El mobiliario está una generación detrás.
Muebles gastados y viejos.
(Crónicas de a familia Schönberg-Cotta)

Boucicault
La hacienda en bloque con sus ingenios, acopio, máquinas, aperos, buenas casas y muebles.
(La cuarterona)

Un armario ropero.
Cuando se va se lleva el corazón y todo lo mío con él y me siento como una casa sin amueblar.
(The Colleen Bawn)

El comedor era muy grande, tenía muros de un verde enfermizo recortado con regidores de cuerpo entero; pesadas cortinas granate; sillas de caoba; una alfombra de pavo de una pulgada de espesor y se alumbraba solo con velas de cera. Al centro, erizada y reluciente de plata y cristal había una mesa redonda en la que podían haber cenado cómodamente catorce personas.
Un sillón liviano equipado con ojales para colgarlo de ganchos atornillados a las vigas del camarote.
Un apartamento grande revestido con paneles de roble español viejo y suave; los muebles en regla; una gruesa alfombra Axminster de colores sobrios, las sillas de roble muy macizas, una gran mesa de oficina con patas de roble como columnas, sólida; dos cajas fuertes Milner; un globo de tamaño inusual con una hermosa tienda de campaña sobre él hecho de cuero ruano labrado.
Las largas ventanas francesas.
(Juego sucio)

Fromentin
Honda butaca.
La madera sombría de algunos muebles viejos apenas se distinguía, el oro de las marqueterías brillaba débilmente. Telas de color sobrio, muselinas flotantes, todo un conjunto de cosas pálidas y suaves derramaban allí una especie de crepúsculo y de blancura, produciendo un efecto de lo más sosegado y recogido.
Silloncito de respaldo bajo.
Echar una ojeada de bienvenida a los muebles y objetos recién hallados.
Encima de los muebles, en las alfombras, había restos de flores, ramos deshechos, abanicos olvidados.
(Dominique)

H. James
Sillón de tapicería floreada.
Sillas de alto respaldo.
Las cortinas, los cojines y los bibelots.
(Europeos)

El carácter obstructor y fragmentario del mobiliario.
Vidrios musicales, copas de cristal.
Habitaciones de aspecto teatral.
Una pared de vidrio cilindrado.
(El americano)

Percibir en la elocuencia del mobiliario profuso y florido la total expresión de los signos y símbolos de su dueña.
Todos los objetos de la sala toman ese aspecto de misteriosos ídolos, de místicas excrecencias, con que uno supone que debía hallarse erizado el frente de su carro.
Gran reloj de bronce.
Samovar de plata.
(Las alas de la paloma)

Wharton
Tapicería de crin negra.
Lámpara Carcel.
Cobertor de calicó.
(Etham Frome)

Sofá Gobelin.
Alfombra de Aubusson.
(Madame de Treymes)

D´Aurevilly
Mueble de Boule.
Gran sillón de terciopelo de Utrecht rojo oscuro, de grandes orejeras.

Zola
Tapiz de Aubusson, flores de púrpura.
Largas mesas adornadas de mosaicos de Florencia.
Arañas con almendras de cristal.
Bronce florentino verde pálido.
Chaplin. Pintor decorador.
(La Carnaza)

Cargado de dorados, seriedad administrativa de un ministerio y lujo chillón de un gran restaurante.
(La conquista de Plassans)

Cerámica de Rouen.
Lámparas del viejo Delft.
(La obra)

Colcha de canalillo.
(Vida en común)

Muebles decorados con resedas.
Tapizados de reseda.
Arañas de Venecia.
(Una página de amor)

Cretona Luis XVI.
Terciopelo de Génova.
Alcoba revestida de andrinópolis rojo.
Cama Luis XIII.
Sillón voltaire de terciopelo rojo.
(Nana)

Mobiliario Luis XVI con brocados de ramilletes, bronces dorados y grandes plantas verdes.
Abanico chantilly.
Jarrones de mayólica.
Muebles de estilo Luis XIV, de madera dorada, recubiertos con terciopelos de Gênes.
La alfombra, las cortinas, los jarrones de porcelana, reflejaban el rendimiento de su actividad profesional y, al propio tiempo, su gusto por el confort. Cuantas cosas amables le rodeaban, venían a integrar un bienestar, que le producía sofoco, aunque delicioso en el fondo.
Tapices de Esmirna de complicados dibujos.
Armario normando, inmenso.
Butacas de terciopelo de Utrecht.
Apagados dorados de las dalmáticas echadas sobre los asientos, amarillentas incrustaciones de los gabinetes italianos y vitrinas holandesas.
Cortinas de zaraza.

Ponson du Terrail
La maison meublée o casa amueblada es más tranquila que un Hotel de viajeros y la mesa redonda más familiar.
El "Anuario", ese libro, mueble obligado del café Helder.
Arreglar los muebles y útiles.
Las casas amuebladas antes han sido casas de alquiler y se condenan puertas para hacer habitaciones separadas limitándose a colocar delante la cama o el armario.
Adobar sillas.
(El Misterio del Pasaje del Sol)

Marcos de ébano.
Viejos tapices de los gobelinos.
Alcoba amueblada de peral tallado, tapizada de brocatel oscuro.
(Historia del niño perdido)

Meredith
Alquilar la casa amueblada.

Lee
Cojines de lana de Berlín.
Un quinqué toscano de tres mechas.
Arcones nupciales decorados y repujados.
Un enorme sofá antiguo de madera clara, decorado con pequeños ramilletes y ramitas, como la seda antigua.
Enormes sofás tapizados de raso amarillo y aparadores bañados en oro.
Una bandeja de esmalte cloisonné.
Flores de escayola parisina.
Un elefante de jade de Cerdeña.
La casa de campo estilo gótico moderno, con el consabido mobiliario Morris, alfombras Liberty y novelas de Mudie.
(El príncipe Alberico y la dama Serpiente)

Stevenson
Puerta tapizada de fieltro rojo.
Preciados muebles.
La talla de las columnas de caoba.
Una roja colcha con rosas bordadas.
Almohada de espliego.
El pesado y anticuado lecho, pesada armadura de roble.
Las paredes tapizadas y los suelos cubiertos de enea.
Los muebles apilados en forma de barricada, a la entrada del callejón.

El salón con cortinas rojas.
(La resaca)

Hardy
Silla de Casiopea.
(Lejos del mundanal ruido)

Comunicando un aire acobardado al moblaje.
Las sillas brindaban asiento a pacíficos agricultores.
Un gran lecho con cuatro postes y pesadas cortinas de damasco.
Un gabinete amueblado con bastante comodidad.
Una mesita plegable.
Un viejo sofá de crin.
El moblaje con un aspecto de cosas fatalmente eternas.
Descargar los muebles.
Un día lluvioso era un fantasma y significaba calar el mobiliario y dar un largo rastro de dolencias y calamidades.
La cuna de mimbre.
Una cama de cuatro columnas. La cortina de los cuatro lados del lecho.
Un moblaje anticuado y macizo con un enorme lecho de madera con colgaduras en el retablo donde había talladas unas figuras corriendo de la raza de Atalanta.
(Tess D´Urberville)

Wilde
Tetera georgiana.
Baño con suelo de ónice.
Copa de cristal veneciano, adornada con perlas de oro.
Piso de ónix verdemar.

Tapiz que representa el Triunfo del Amor, según un dibujo de Boucher.
Decorado estilo Adams.
(Un marido ideal)

Rimbaud
Una silla almohadillada.
Divanes de terciopelo rojo.
Las lámparas y los tapices de la velada hacen el ruido de las olas por la noche, a lo largo del casco y alrededor del steerage.
Los tapices, hasta media altura, espesuras de encaje, color esmeralda, donde se echan las tórtolas de la velada.
Los espejos cóncavos, los paneles abombados y los sofás ribeteados.
Los plateados de las consolas.
Tallado en roble oscuro, un gran aparador.
Muebles embrutecidos.
Cofres y alcancías.

Twain
Grandes sillones de roble adornados con tallas rudas.

Cristal de Bohemia.
(Las aventuras de Tom Sawyer)

Richter
Cada persona debe hacer un inventario de las cosas que le hayan quedado tras la confiscación; cosas que algunos podrían verse tentados a apreciar como propiedad privada como muebles, ropa vieja, billetes de banco y cosas similares.
Un furgón de muebles.
Conseguir la cantidad de muebles precisa para los numerosos establecimientos estatales para la educación de los niños, el cuidado y la atención de los viejos y enfermos, proporcionar comida a la gente.
Una parte de la historia de nuestra vida se pega a cada mueble del lugar.
Conmover la ausencia de los muebles viejos.
Promover una igualdad social real para los enseres domésticos como ropa de cama, mesas, sillas, armarios, ropa blanca.
(Imágenes del futuro socialista)

Ribot
La vista de mis muebles dispuestos habitualmente no me causa ningun grado apreciable de placer o disgusto o si existen como cantidades infinitesimales la psicología no se preocupa.
El amante transfiere el sentimiento inicialmente suscitado con la persona de su amante a su ropa, a sus muebles, a su casa.
El sentimiento del orgullo ingenuo envuelve su esfera de acción y puede contribuir a aumentar su importancia: los muebles.
(La psicología de las emociones)

Kropotkin
Puertas de Hungría.

Chopin
Mecedora de mimbre.
Muebles ligeros, utilitarios y prácticos.
Alquilar chambres garnies, habitaciones amuebladas.
Guardaba sus pertenencias en un aparador extraño y viejo, deslucido y baqueteado por cien años de uso.
El aspecto de la mesa era espléndido; el mantel de satén amarillo pálido bajo las franjas de encaje transmitía una impresión de resplandor. En macizos candelabros de cobre había velas de cera, que ardían suavemente bajo sombras de seda amarilla y una abundancia de rosas fragantes, en sazón, rojas y amarillas. Había plata y oro y el cristal brillaba como las joyas que llevaban las mujeres.
(El despertar)

Silla con asiento de piel.
Magnífica cama de caoba.
(De "Gente de los pantanos")

Un macizo mobiliario.
Una habitación con alfombra en el suelo, celosías verdes y cortinas de encaje de Nottingham en las ventanas, que daban a la galería, y decorada con muebles baratos de nogal.
(De "Una noche en Acadia")

Grahame
Abandonándose sobre una mecedora.
Una mesa larga de sencillos tableros sobre caballetes con bancos a cada lado.
Un sillón un poco apartado.
Las filas de inmaculados platos relucían dentro de las repisas del aparador.
Los bancos de roble brillantes por el uso.
Camitas blandas y atractivas.
Habitaciones casi como armarios.
(El viento en los sauces)

Morris
Preparando las camas con mucha maña como suele hacer la liebre como quienes suelen descansar al raso.
Shut-bed, cama cerrada, una cama instalada en una especie de nicho construido en la pared utilizada por la gente adinerada.
Un lecho dispuesto en una hermosa tienda cuyo techo recamado de oro imitaba la noche estrellada.
(La historia de la Llanura Esplendente)

Una gran sala sencilla y alhajada con los muebles estrictamente precisos muy sencillos e incluso toscos pero sólidos y tallados con líneas aunque dibujadas, de grosera ejecución.
Un escritorio emplazado próximo a la ventana y un amplio y mullido sillón.
El mueblaje era bello y estaba ornamentado sin aquella pesadez que dan a los muebles comerciales los ebanistas y tapiceros.
En aquella mansión el mobiliario era escaso, solamente lo indispensable y de un gusto muy sencillo.
(Noticias de ninguna parte)

Un mueble que la industria fabrica manchado de adornos absurdos y falsos.
(El renacimiento de la artesanía)

Nettlau
Morris se inspiró con la idea de que a la casa bella le hace falta la decoración interior, el mueblaje de un valor semejante y que era preciso sustraer el todo a la influencia afeadora del utilitarismo moderno de aquella edad de suprema corrección y respetabilidad.
(Prólogo de Noticias de ninguna parte)

Chejov
Una hermosa sala que era a la vez un gabinete. Todo allí era mullido, elegante y extraño; ricos tapices, anchas butacas, estatuillas de bronce, pinturas y marcos de oro y de felpa; fotografías distribuidas por las paredes con hermosas mujeres, caras bellas, inteligentes, posturas descuidadas.
Mobiliario viejo de caoba.
Grabados con marcos de caoba.
Lanzó a los muebles una mirada fría y seria como pasándoles revista.
Una butaquita de niño.
Tapizar los muebles.
(Mi vida)

Un sillón de mimbre con un ancho respaldo inclinado.
Se afanó buscando su gorro por los muebles y las ventanas.
Para no caer agarró con las dos manos el brazo de un sillón.
De rodillas delante de una silla la rodeó con sus brazos y apoyó la frente.
La noticia de una venta de muebles de ocasión.
(El duelo)

La antecámara de piel de oso.
Los marcos de las pinturas, los bronces y los muebles de lujo.
Un canapé corto con una separación al centro.
(Relato de un desconocido)

Sillas sólidas.
Esconderse detrás de un armario.
(En el barranco)

Una vieja mesa de roble.
Aparte de un viejo diván cubierto con un hule agujereado y tres sillas no había otro mueble. Y hacía falta buena voluntad para llamar sillas aquellos asientos. Eran pobres imitaciones de estos a los que el hule en desuso y los respaldos excesivamente curvados daban el aspecto de un trineo infantil. Era imposible adivinar qué especie de comodidad buscaba el desconocido carpintero al combarles implacablemente los respaldos y uno se inclinaba a creer que la culpa no era de él, sino de algún coloso que había pasado por allí y que deseando alardear de fuerza los había combado.
Una silla plegable.
(La estepa)

Cruje la reseca madera de un armario.
Las largas siestas sobre un diván.
Para el cuerpo perezoso blandos divanes y blandos asientos; para los pies perezosos alfombras; para la vista perezosa colores suaves, velados o mates; para el alma perezosa colgados de la pared muchos abanicos y cuadritos de los que la originalidad de la factura destacaba sobre el fondo, muchas mesitas y estantitos sobrecargados de cosas inútiles y sin valor, telas informes sustituyendo las cortinas. Todo unido al miedo a los colores claros, a la simetría y al espacio atestiguan además de la pereza del alma la perversión del gusto natural.
Su vestido y su peinado padecen a causa de los divanes y las mecedoras donde pasa el día entero.
(Una historia aburrida)

Los rusos amueblan sus casas de campo con muebles incómodos, pesados, faltos de estilo, de esos que no se sabe donde poner, pero de los que nadie quiere deshacerse.
La mesa redonda de seis patas del comedor.
(Luces)

El frio diván de una habitación de hotel.
Un mullido sillón.
Los coches de mudanzas cargados de muebles y de utensilios caseros y los transportistas afanándose con el mobiliario.
Grandes sillones, un diván tapizado de terciopelo rojo oscuro, mesas destinadas a los salones y al comedor, una cama de matrimonio, una cama de niño, un piano.
(Mercancía viviente)

Una cama de ébano incrustada de nácar.
Mobiliario pobre y burgués.
Del gran salón no se veían más que sillas como de una escuela de danza.
Mezquino mobiliario.
Un armario de iconos.
Sillones con fundas, una cama con una colcha de verano.
Un sillón hondo.
Las cornucopias doradas, los espejos de Venecia con flores.
Una cómoda de caoba guarnecida de bronce.
(Tres años)

Un baúl cuyo interior estaba tapizado con etiquetas de botellas.
(Un homicidio)

Cuando venías la casa semejaba más fresca y más clara como si se hubieran quitado las fundas de la araña y de los muebles.
(El monje negro)

Sillas de rejilla.
(El profesor de literatura)

Una mesa escritorio.
(La gaviota)

Bancos y sillas de jardín y una mecedora.
Un enorme diván forrado con un género americano.
(Tío Vania)

Este armario con una fecha grabada al interior fue construido hace cien años. Podría celebrarse su centenario. Es un ser inanimado, pero al fin y al cabo es una librería.
Sufre tal impresión que habría caído al suelo de no haber al lado una butaca.
Muebles destinados a la venta.
(El jardín de los cerezos)

La luz verde de la lámpara ilumina parcamente unos muebles baratos con sus fundas blancas remendadas.
Un gran salón correctamente amueblado.
Los ratones roían la madera reseca de los muebles.
Los resortes de la cama.
(Cuentos cortos)

Lagerlöf
Su amor era semejante a un precioso tapiz bordado de oro, grande y resplandeciente.
(Los lazos invisibles)

La tranquilidad de un canapé.
Un viejo reloj de sobremesa.
Candelabros de Venecia.
El depósito de la vajilla.

Eleanor Marx
Arrear atado a unas sillas.
(Karl Marx. Notas dispersas)

Chandler Harris
Sentado en una mecedora todo envuelto con mantas.
Coser retazos para hacer un edredón.
El cordaje de la cama.
Echar un conjuro a la silla del herrero y a la maza de su fragua.
Se repantinga en su sillón.
Los gatos rascan la espalda de una silla.
El león tronando desde su sillón.
Miró severamente qué tenían que decir las sillas, su banco, las paredes y las vigas del techo de su notable apreciación.
(El Tío Remus)

Bellamy
Muebles caros que representaban dinero y cualquier momento podían transformarse en él.
La herencia de materiales muebles y las grandes acumulaciones.
Amueblar de manera que implique el mínimo de molestias para mantener el confort.
Las lujosas sillas de cuero que adornaban la biblioteca.
El mobiliario familiar.
(Mirando atrás, 2000 a 1887)

Dreiser
Los muebles eran de una calidad pobre remendada aprisa que venden las casas de empeño.
Muebles finos dispuestos de manera relajante como lo justificaba la percepción artística de los ocupantes.
Un sofá grande suave y verde cubierto con una felpa.
Conseguir mi nuevo conjunto de muebles para la logia.
Un establecimiento de muebles para el hogar.
Una mesa redonda de madera de cerezo.
Muebles de madera de colores vivos.
Las elegancias de muebles tallados.
Muebles mullidos.
El nombre de Tiffany de la cubertería, el de Haviland de la porcelana.
Divanes de felpa roja.
Camas de latón y esmalte blanco, sillas con ribetes de cintas blancas y chifoniers a juego, una mesa de biblioteca, mecedoras enormes, estanterías con libros y una vitrina dorada llena de rarezas.
(Sister Carrie)

T. Mann
Departamento tapizado de gris.
Una lámpara velada de rojo.
Una vitrina rococó de palosanto, detrás de cuyos vidrios pendía una cortinilla de seda amarilla.
Manta suave, rojo oscuro, salpicada de verde.
Una chaise-longue agradable. La armazón, de forma un poco pasada de moda -lo que no era más que un capricho, pues evidentemente la silla era nueva-, era de una madera lustrosa, oscura; el colchón, cubierto con una funda de cutí, estaba compuesto en realidad de tres almohadones, que se extendían desde los pies a la cabecera.
Espesa pared de cristal opal.
Una pequeña butaca de estilo pasado, cuyos brazos estaban ajustados por pequeños grifos.
Una cabina en forma de anaquelería.
Una pintada silla de jardín.
Un diván-librería.
Un fumoir amueblado a la turca.
Silla de mimbre de arrollados brazos.
Sillones de brazos retorcidos y almohadillados, agrupados en torno a una mesa redonda con incrustaciones de metal, un canapé de igual estilo, cargado de almohadones de terciopelo de seda.
Librerías de caoba esculpida.
Los blancos torbellinos invadían el balcón y cubrían el suelo y los muebles de una espesa capa.
Estufa de porcelana.
Sillón basculante.
Escritorios dobles.
Una silla Renacimiento recubierta de peluche, con un respaldo alto y derecho, sin brazos.
Elegancia y comodidad de la habitación. Había sillones tapizados de seda y mesas de patas curvas. Una mullida alfombra cubría el suelo y las camas no eran de las del tipo de las corrientes camas de muerte, sino incluso magníficas, de cerezo barnizado con adornos de cobre y con un dosel sin cortinas.
Silletines plegables.
(La montaña mágica)

Cojines de seda de palio de Halap y Damasco.
Magnífica vajilla de Assagauk.
Guarniciones de cuero de salamandra, imitación color arena.
Traspuntín de seda de palmar, asiento plegado.
(El Elegido)

Maggie Brown
Bassinettes. Cunas con dosel.

Butler
En los climas cálidos la gente suele tener menos muebles en las habitaciones que en los climas fríos.
(Erewhon)

Leskov
Sillón Voltaire.
(Relatos)

Collodi
Silla de anea.

Jammes
Un reloj de Suiza. Los gorjeos de dos minúsculas tórtolas de madera hacían de timbre.
(Rosario al sol)

Salgari
Tazas de porcelana color "cielo después de la lluvia", el color favorito de los hijos de la Celeste China.
(Las dos pruebas)

France
Banqueta de cuero.
(La azucena roja)

Marco Antonio llevaba consigo innumerables escribas y agrimensores, que procedían al reparto de los muebles y de las tierras y que habrían hecho muchas escrituras inútiles, a no prescribirles César métodos muy sencillos y rápidos, para cumplir su deber.
Ventanas rematadas por una concha estilo Luis XV.
Pesados sillones de caoba con cabezas de esfinge.
Quinqué de petróleo en forma de columna, con el depósito de vidrio, dentro del cual se retorcía la mecha como una solitaria.
Mueble al estilo de Boulle.
(Cuentos de Dalevuelta)

Dujardin
Un sillón bajo de terciopelo azul con una ancha banda bordada.
Un armario de espejos.
Amueblar sin lujo banal.
Un dormitorio en blanco y sin muebles; al centro una cama cuadrada; en lugar de tela cobre que se adapta al blanco; de las paredes colgaban telas, satenes, cachemires, sedas blancas; también del techo; en el suelo pieles de oso blanco; los armarios para el baño; aquí nada más que sofás.
Cenar con una mesita de noche.
La vaguedad confusa de la porcelana pintada.
Una pequeña mesa de felpa con veinte cosas pequeñas, cajas, objetos de marfil, tijeras, cosas vagas.
(Han cortado los laureles)

Freud
Mesa redonda de los hoteles.
Porcelana de Meissen.
Siendo mesa y cama lo que imparcialmente constituye el matrimonio, reemplaza en el sueño la primera a la segunda, quedando sustituidas las representaciones del complejo sexual por las del complejo de alimentación.
(La Interpretación de los sueños)

Conan Doyle
Jarra veneciana.
(El Signo de los Cuatro)

Aldabas grotescas en el Fauburg Saint-Germain.
Lamparilla portuguesa.
(Las Hazañas del Brigadier Gerard)

Kautsky
Los ingresos de la población de Atenas enriquecieron a los ricos y privaron de profesión al resto de los libres los cuales se beneficiaban del gran tesoro, circunstancia que aumentó el numero de trabajadores muebles y minó y debilitó a la totalidad de la población.
Cuando el obispo muere todos sus materiales muebles recayeron en manos del Papa.
(La historia del socialismo)

Rousselet
Pondichery, sofás de junco y esculturas de madera.
Habitantes de Bombay, especialidad muebles de madera negra, bien labrados semejan encajes.

Proust
Moine. Término clásico anticuado, designa un utensilio formado por un armazón o un cilindro hueco, que forma un hornillo y que se usa para calentar una cama.
Un mobiliario venía a ser una especie de historia, en la que la persona, la profesión y la categoría unidas, habían determinado su presencia, fijado su vida, expresado su sueño, depositado su memoria.
Muebles y colgaduras de Maple. Ebanista y decorador parisién.
Al lado de una mesita de té, escogiendo un petit four.
Viejas camas bretonas de madera, que están cerradas como armarios.
Una habitación con esas proporciones, en las que el cuerpo se siente libre, pero rodeado y sin esas alturas que llevan a la tristeza, sin ese espacio superpuesto e inaccesible, que reina inútilmente por encima como un lustro inútil.
(Jean Santeuil)

Joyce
Fundas de chintz en las butacas.
Lámpara de alabastro, de cuenco, colgada.
Aparato automático de teléfono de vulcanita.
Araña piramidal de prismas.
Reloj de mármol veteado de Connemara.
Alfombra Axminster de nudo con fondo color crema y orla entrelazada.
(Ulises)

Apoltronada en su silla de Merlín.
Sabrosas camas.
Quebrar muebles con una oblonga barra.
Un fantasma ineluctable que escribe su propio misterio en los muebles.
Dos taburetes en tweed de manzano.
Una mecedora calmaniño.
Un sofá de pelo cano.
Los compartimentos lujosamente amueblados con habitaciones sibaritas.
Su cama de juicio, el esfuerzo de la privación, el resplandor de la memoria, el cubrecamas de la cobardía.
Un juego de muebles ordinario.
Una repisa de Adam con abanico de rapto marchito.
Nunca estuvimos encadenados a una silla.
(Finnegans Wake)

Polvorienta cretona.
Sillón de anea.
(Dubliners)

Fontane
Un pequeño reloj de sobremesa francés.
Pequeña escalera calada.
Una araña de múltiples brazos, de bronce francés.
El domicilio, una encantadora mansarda, amueblada y arreglada con opulencia y buen gusto.
(La adúltera)

Hoddgson Burnett
Muebles forrados de bonita cretona.
(El pequeño Lord)

Kipling
Cama estilo Hepplewhite.

Forster
Ambientación de estilo pintoresco.

Mantoux
Tapices de Wilton.
Corporation, en término jurídico inglés, una sociedad capaz de adquirir bienes muebles e inmuebles.
Tierra de porcelana de Cornualles.
Alfarerías de Staffordshire.
El inmenso acrecentamiento de la riqueza mobiliaria había reanimado la condición de la propiedad territorial.
Wedgwood artista. Pintores, escultores y ornamentistas trabajaban para él y bajo su mandato. John Bacon, John Voyez, Coward, Stothard, Hackwood, Stringer, Burdett, Mrs. Wilcox, Flaxman. Él escogía la forma, el color, la decoración, les daba su estilo en armonía con el gusto clásico de su tiempo.
Pastas empleadas en la manufactura de Etruria, en 1776. 1º. Loza de la Reina, de color crema, con vidriado brillante, vidriados de esmalte inalterable. 2º. Terracota, porcelanas mates, rojas y negras, de un rojo mate, como ciertas alfarerías japonesas. 3º. Basalto negro, a imitación de los vasos encontrados en Etruria. 4º. Jaspe, con medallones, guirnaldas, resultando en blanco sobre colores diversos, azul de ultramar, azul pálido, verde, malva. 5º. Bambú, pardo, con superficies acanaladas. 6º. Bizcocho, blanco, de pasta dura. Manufactura de Etruria, a corta distancia de Burslem. Inscripción, <<Artes Etruriae renascuntur>>.
Wedgwood tomó parte activa, igual que su socio Thomas Bentley, en el movimiento antiesclavista. Miembro de la Sociedad para la abolición de la esclavitud, dio el sello cuya marca quedó como su emblema habitual. Representa un africano encadenado, en una actitud suplicante. Divisa <<Am I not a man and a brother?>>
Pintura al encausto. Alfarerías romanas y etruscas.

Mansfield
Sofá de crin.
Antimacasar. Telas lujosas, que se colocan en las butacas, para proteger el tapizado.
Una taza de hierro esmaltado.
La casa de cuartitos chiquitos como cajones.
Si uno escucha atentamente, el rumor de una tetera semeja un amanecer primaveral.
(En una pensión alemana)

Apollinaire
Ricos tapices de Arras.
Credencia. Mueble grande y bello esculpido, gran armario de estanterías, vasos de mármol y pórfido, vajilla de oro y plata.
Casa llena como un huevo.
Putas de celosía y de pantalla. Ventanas con pantallas de tela.

Bennett
La empresa de mobiliario y equipamiento Waring & Gillow, de larga raigambre en Londres.
Salones amueblados por Maple.
Una especie de boudoir repleto de sillas y mesitas.
Floridas alfombras Aubusson.
La casa preparada à la papillote.

Barr McCutcheon
Legar todos los bienes, muebles e inmuebles.
paneles decorativos, que hasta las pinturas de Puvis de Chavannes palidecerían a su lado.
La decoración, una mezcla de complejidad y finura.
Los enormes candelabros de oro con matices nacarados, reliquias de una época más fastuosa.
Vajilla de Sèvres.
Para realzar las paredes, había hecho instalar en el techo una pantalla de vidrio macizo en tonos blancos, que mudaban al amarillo y al verde mate. Esta cubierta matizaba las luces durante el día y por la noche atenuaba y hacía agradable la iluminación eléctrica.
Un diván rodeado de cojines.
Un sillón amplio y mullido.
Venta de muebles y enseres personales.
El mobiliario para la vivienda.
Impuestos sobre bienes muebles.
(Los millones de Brewster)

Yeats
Una enorme cama de cuatro columnas.
La permutable pasión por la mesa de escritorio y el libro mayor.
(Una visión)

Moore
Sillas de madera de roble tapizadas con terciopelo rojo de Utrecht, un armario de madera de roble y la inevitable cama con columnas salomónicas.
Las mesas de estaño del café.
Un amplísimo apartamento cargado de sofás, butacas, espejos, grandes cornisas doradas revolcándose con los linos más suaves con una gran cama Luis XV con cupidos encima.
Asumir la tarea de amueblar un apartamento.
Nuestro salón era un bonito lugar de descanso; cretona inglesa con un diseño muy alegre de hojas de vid de colores verde oscuro y dorado separadas con arrendajos revoloteando. Las paredes estaban revestidas con esa tela muy colorida que hacía juego con los sillones y los divanes. La sala era de color rojo púrpura y la tela colgaba desde el centro del techo formando oscilaciones para que semejase una carpa; un fauno de terracota reía tras la penumbra rojizo y había lámparas y divanes. Los dormitorios eran poco convencionales con sillas con cojines y doseles suntuosos, en los pintorescos rincones había incensarios, ciriales enormes y palmas.
El sillón colocado bajo una planta de hojas perennes. Las enormes rosas blancas y rojas de la alfombra Aubusson se extienden enigmáticamente.
Una biblioteca con dos sillones de cuero, un gran escritorio y un busto de Homero.
Un apartamento de una implacable extravagancia debido a un impulso artístico o del reprimido gusto de un estudiante.
Un sofá del que cuelgan flecos reales.
Un tabouret puro estilo Luis XV.
El delicado color de la hermosa cretona británica.
Los marchands de meubles del quartier.
Una gran cama roja.
Un mobiliario ofensivamente suntuoso.
El crepúsculo se acentuaba y los enormes muebles surgían como sombras.
¿Es mejor examinar las opiniones de los demás como un mueble pesado que se mueve con dificultad?
Muebles de tallas de roble, tapices, retratos, rejas de hierro forjado.
Lujosos muebles rojos.
(Confesiones de un joven)

Una cama de hierro baja y dura arrimada a la pared.
El campo de los objetos raros. El comercio de artículos de cristal, joyas y muebles viejos. Un comerciante de mercancías artísticas.
La biblioteca, una habitación oscura con pequeños sofás verdes, estanterías sin libros y jaulas de pájaros.
Un sillón de madera.
El armario semejaba ser un depósito variado del que podía sacar cualquier fruslería.
Los muebles austeros hablaban de una vida miserable y solitaria.
Muebles dorados.
Un escritorio anticuado.
La casa reproducía el gusto que se había impuesto en el vecindario; una escalera con paredes blancas esmaltadas que se mantenían escrupulosamente limpias, un salón amueblado con mesas sólidas, armarios y sillas, un antimacasar largo y ancho, adornos chinos y jarrones de cristal.
Habitaciones del tamaño de un armario.
Una típica habitación de alquiler, el salón con puertas plegables y la habitación al fondo.
El reservado del bar albergaba con dificultad una mesa redonda, tres sillas y un sillón.
Era duro y llano como una mesa de cocina.
Una gran cama de latón sin cortinas.
El brillo vulgar de las alfombras de Bruselas.
Una gran mesa de madera de pino.
El nogal era una madera muy valorada, la usaban mucho los fabricantes de armarios.
(Esther Waters)

Gissing
Era una casita amueblada con más vistosidad que buen gusto, tenía que recurrir a soluciones desesperadas para mantener el oropel del desahogo económico. Un vaporoso, frívolo y barnizado saloncito.
El escuálido comedor con un biombo para ocultar la cocina.
La silla crujía y temblaba de manera ominosa.
Ni uno ni otro se atrevió a hablar de vender el mobiliario; habría sonado demasiado ominoso.
Si vendemos los muebles para sacar unas cuantas libras ¿qué posibilidades hay de comprar otros nuevos?
El sillón más lujoso.
Sintiéndose un miserable desgraciado entre aquellos muebles delicados.
Arrastrar los muebles a la acera a causa del fuego.
El legado de los muebles le había supuesto un gran beneficio.
(La nueva Grub Street)

Rolland
El embaldosado de losanges.
El papel de las paredes cuyas muecas cuentan historias burlescas o espantosas.
Bajo la mesa donde le gusta esconderse.
Al fin cayó víctima de una convulsión haciéndose daño al dar con los muebles.
Se revolcó por el suelo dando con la cabeza con los muebles.
Muebles familiares y de aspecto benévolo.
Una gran cama de madera blanca.
Algunos anaqueles de libros desordenados.
Arrastraba el sillón, las dos sillas y la mesa al rincón más abrigado de la habitación y formaba una especie de barrera.
Atravesaron los salones del palacio cuyas paredes se hallaban embadurnadas con pinturas que representaban hombres desnudos adornados con cascos; eran de color rojizo y hacían muecas de desafío. El cielo aparecía cubierto de grandes nubes que semejaban esponjas. Había también hombres y mujeres de mármol con taparrabos de metal. El pavimento estaba cubierto de tupida y blanda alfombra que apagaba el ruido de los pasos.
Jugando con las sillas dispuestas circularmente.
Retrepado en la silla.
(Jean-Christophe. El alba)

Petrificado en su silla con el horror de su acto.
El menester de vender secretamente algún mueble, libros o recuerdos de gran aprecio.
Acurrucado al armario.
Veía desaparecer con dolor aquellos preciosos recuerdos; los libros, la cama, los muebles y los retratos de los grandes músicos.
Las habitaciones se hallaban llenas desde que había habido que amontonar los muebles del abuelo.
Un pequeño favor como ir a buscar un objeto olvidado encima de un mueble.
El tranquilo saloncito.
(La mañana)

Transportaron sus pobres muebles a la nueva vivienda.
Abandonar los muebles viejos e inútiles.
Los más insignificantes muebles tenían gran valor personal, pues no quería desprenderse ni de una mesa rota ni de una silla coja.
Guardar como depósito los preciosos restos de los muebles.
Cargar los muebles.
Los muebles amontonados confusamente.
Un zafarrancho de muebles.
Frotar el pavimento, aljofifar las baldosas, sacar brillo a los llamadores de las puertas, sacudir las alfombras y remover las sillas, mesas y armarios. Lo hacía con verdadera ostentación. ¿No creen muchas mujeres defender su honra empleando tal procedimiento? Es una especie de mueble que hay que mantener brillante, un entarimado que debe estar encerado, frío, duro y resbaladizo.
Se agarraba a la mesa para no caer.
Los botones rodaban bajo los muebles.
Vio sembrados delante de la puerta de la calle la cama, el armario, los colchones, la ropa blanca.
Espió con triste atención la salida de aquellos muebles y enseres queridos.
(La adolescencia)

Norris
Un taburete de ébano con asiento de mármol.
Un cuarto del tamaño de un baúl grande.
Un mullido sillón de cuero.
La silla era grande, maciza. El roble con el que estaba hecha era negro.
(Relatos)

Somerset Maugham
La cerámica, a ojos de los entendidos, no pierde ningún valor por algunas grietas.
Ruinosos muebles de Millbank.
Almohadones de Bakst.
Cortinajes de reps rojos.
Tapetes de seda liberty.

Baño de asiento.
Escritorio Buhl.
(Burla burlando)

Cama bretona. Especie de agujero en la pared, tiene postigos.
(El Mago)

Seignobos
Un colchón de camisas de maíz.

Bernstein
Muebles y tapices denotando una visible estrechez económica.
Bailar alrededor de la mesa.
Un despacho. Los tapices y los muebles son de un gusto severo. Chocando con lo cual se ve una invasión reciente de bibelots, piezas de arte y pinturas.
Un piso de un hotelito amueblado.
(Bajo la zarpa)

Tropezando con los muebles al dar paso.
(Sansón)

Un gran sillón muy confortable.
Una mesa redonda de tres sillas.
Apoyarse con los muebles.
(La sed)

Barclay
Un biombo de El Cairo.

Walser
Los muebles están distribuidos armoniosamente, de modo que ya al entrar semeja como si nos recibieran en un tierno y cortés saludo.
Sobre un sillón de felpa rojo oscuro reposaba un hermoso gato negro; era el suave y negruzco bienestar, ovillado en rojo.
(Jakob von Gunten)

Un memorable salón.
El sillón sublime de la humanidad.
(El bandido)

La habitación en la torre con techo de cobre; una alcoba romántica y distinguida; clara, aireada y acogedora. La cama era impecable.
Cojines de seda o terciopelo rellenos de plumón.
El sacudidor de muebles.
Casas que fabricaban muebles para enfermos.
Una silla para enfermos.
Desempolvar los muebles.
Camas limpias y bien tendidas.
Escritorio americano de tapa enrollable.
(El ayudante)

Woolf
Una original y exótica sala de estar, tenía en el centro una mesa empotrada en el suelo y a su alrededor amplios y cómodos divanes a lo largo de los tabiques.
Corregir la posición de los sillones.
Los butacones son instrumentos esenciales para encontrarse a gusto.
Una mesa adornada con cantos de reluciente cobre.
Butacas de mimbre.
Butacas extensibles.
Muebles de cedro.
Persianas que resguardasen los muebles del sol.
De las paredes colgaban panoplias y ricas telas bordadas.
Había grandes divanes y butacas y varios biombos, que hacían más íntimos algunos rincones.
Su mundo está elegantemente amueblado y tapizado con lujo y mucho colorido.
El envejecido aspecto victoriano de la salita, con las sillas tapizadas de damasco verde alineadas a lo largo de las paredes. Las macizas cristaleras de la biblioteca, los cortinajes verdes y los cestos de costura enseñando sus intimidades de lana. Dos retratos de los abuelos y una copia de un grabado de John Stuart Mill. Era una habitación sin personalidad definida, ni bonita ni fea, como tampoco conseguía ser ni confortable.
Una cortina de madrás de color crema
Sillas verdes de Hyde Park.
(Fin de viaje)

El viento agitaba el tapete de la cómoda y permitía entrar un poco de claridad, de manera que la arista de la cómoda se hacía visible y corría recta hasta una forma blanca que hacía un bulto; y una veta plateada aparecía sobre el espejo.
La habitación tenía una mesa redonda y dos sillas bajas.
Se oía un estruendo sordo como si hubiera caído un mueble pesado inesperadamente por cuenta propia, que no perteneciera a la agitación general de la vida tras la cena. Se suponía que los jóvenes alzaban la cabeza de sus libros cuando el mueble caía.
El tono rojo de una caja de marquetería pulido por generaciones y generaciones.
El mobiliario (tres sillas de mimbre y una mesa de alas abatibles) procedía de Cambridge. Las estancias son proporcionadas, los techos altos. La madera del dintel labrada con una rosa o el cráneo de un carnero.
Letts, establecimiento de venta de material de oficina que sacó a la venta el primer dietario comercial.
La mesa oval del té.
Salones decorados al estilo Whistler. James Abbot Whistler (1834-1904), pintor estadounidense, vivió en Francia y Gran Bretaña.
Grandes butacas forradas de felpa verde.
Por qué el armario tenía mucho polvo.
Indiferencia es lo que se respira del aire de una habitación vacía, que solo hincha las cortinas; las flores del jarrón se mueven. Una fibra de la butaca de mimbre cruje, aunque no hay nadie sentado.
(La habitación de Jacob)

Verde tapiz de Arras con sus cazadores.
Divanes cubiertos de cebellinas.
La fortuna le había otorgado todos los dones -plata, lencería, casas, criados, alfombras y camas en profusión.
Alfombras, sofás, paramentos, porcelana, plata, vinagreras, calientaplatos y otros bienes muebles, con frecuencia de oro batido.
Un gran armario taraceado con cincuenta cajones de madera de cedro.
¿Y qué es la oratoria sin peroración? ¿Puede mencionarse el mobiliario en una peroración? ¿Puede hablarse de sillas y de mesas y alfombritas de pie de cama? Porque fuera lo que fuese lo que requería una peroración, aquello era lo que la casa requería.
Sillas de palo de rosa y armarios de cedro, jofainas de plata, fuentes de porcelana.
Alfombrar el comedor con bellas sillas talladas y procurarse espejos de plata maciza y sillas de ese metal con que adornar los dormitorios.
Pares de frazadas españolas, cortinas de tafetán carmesí y blanco con cenefa de raso blanco, bordada en seda carmesí y blanca.
Sillas de raso amarillo y escabeles con fundas de bocasí a juego.
Mesas de nogal.
Esteras de treinta yardas de largo.
Cojines de damasco escarlata ribeteados de vitela calada y plateada y escañuelos de tela de tisú y sillas a juego.
Candelabros de doce brazos.
Un aparador es igual a otro.
Bordar las colgaduras de una cama de plata con dosel.
Escritorio lacado.
Entarimar las galerías.
Casa amueblada y guarnecida.
La ligera corriente que soplaba en las galerías hizo temblar los tapices azules y verdes, del tal modo que semejaba que los cazadores cabalgaban y que Dafne huyera.
Sillas y mesas ricamente doradas y talladas.
Los sofás descansan sobre garras de león con cuellos de cisne curvándose.
Lechos con colchones de plumas.
La gente que se acomoda y que se echa en los muebles los mejora de forma extraordinaria.
Gastar el vello de los terciopelos.
El diván de las delicias.
El pulido entarimado de las galerías, cuyo reverso era de madera burda.
Una estancia diseñada por los hermanos Adam, con clásica dignidad.
Una mano unida a un cuerpo viejo, que olía como un armario, en el que se guardaban pieles entre alcanfor.
(Orlando)

Labio del teléfono.
(Las olas)

Gimiente sillón de mimbre.
Un aparador de tipo holandés, con porcelana azul en las estanterías.
Sillas de madera labrada.
Una cómoda amarilla.
Papel de pared de estilo Morris.
Sofá de aspecto monstruoso.
Concentrar cómodas de roble.
Puerta de estilo reina Ana, con su alero profusamente labrado y una fila de seis o siete campanillas.
Una silla con garras doradas, vacía, como si esperase a alguien, tenía un aspecto ceremonioso, semejaba estar en el agrietado suelo de una antesala italiana.
Barnizado armario ropero.
Era un piso de soltero, con sillones de cuero, el tablero de ajedrez sobre una pila de libros y el sifón de agua carbónica en una bandeja.
La estancia, con sus candelabros, su artesonado amarillo, y los sofás y sillones distribuidos por todo el espacio, tenía el aire de una grandiosa antesala.
Adornados muebles con jarrones de flores; y paneles de brocado amarillo incrustados en las paredes.
Las sillas estaban dispuestas en círculo y semejaban contener el esqueleto de la fiesta entre sus brazos vacíos.
Sillón con garras doradas.
Un armario forrado de cuero amarillo lleno de botellas de plata.
La curva de caoba de los respaldos de los asientos.
(Los años)

Wassermann
Lamparilla de Pompeya, pequeños cazos de la vieja Galia.
(Caspar Hauser)

Secretaría con archivo, escritorio, teléfono y aparatos de señales.
Poltrona ministerial.

Kafka
Un lecho sucio en tazizamí.
(El Castillo)

Escritorio comprado en un remate. Divisiones y gavetas.
(Amerika)

Algo como el goce de ensamblar una mesa a la perfección, conforme las reglas del arte.
(La Muralla China)

Pequeña caja fuerte Wertheim.
(La Metamorfosis)

Hodgson
Pesada puerta de teca.
(La nave abandonada)

Barbusse
Butacas de salón, de caoba.
(El fuego)

Reed
Una amplia habitación decorada con cornisas doradas y enormes candelabros de cristal
En sólidos marcos dorados, lienzos inmensos representaban escenarios históricos.
Cámara de oro y malaquita, con tapicerías de brocado carmesí.

London
Delicado y frágil bibelot de porcelana de Sajonia.
(El lobo de mar)

Rohmer
Sofá Chesterfield.
Persianas de lino.
Ventanas herméticamente cerradas, al estilo francés.
Lámpara con pantalla de seda.
Lámpara extraña, con forma de globo, montada sobre un pie de ébano.

Conrad
Quinqué de globo.
(Mañana)

Banco de Héctor.
(Lord Jim)

El estilo de los muebles.
(Reminiscencia)

Persianas de roten.
Persianas de junco de Indias.

Meyrink
Sillón gótico.
(Maese Leonhard)

Zamiátin
Un techo blanco, las paredes de color azul oscuro, la encuadernación anaranjada de libros viejos, el bronce amarillento de unos candelabros y de una escultura de Buda y las líneas de los muebles, de elipse deformada, inexpresables en ecuación alguna.
Armarios lúgubres, sofás de colores insoportablemente abigarrados, una chimenea enorme y una cama de madera de caoba.
Una silla de las nuestras, moderna; una silla arcaica de madera.
Buscar algo que resulte familiar y sólido, la pared, la lámpara o una silla.
Me hallaba anclado al sillón y a cada uno de sus temblorosos átomos.
Adornos de las épocas pasadas que colgaban.
(Nosotros)

Gide
Despacho de caoba, reps y pana.
Es hora de salir de debajo de los muebles.

Richardson
Camas box cubiertas de rojo.
Una habitación pesadamente amueblada.
Tapas de baño bordadas, muebles pulidos, vajilla dorada y crema, cortinas de encaje, camas blancas, la gran pantalla cortando su tercio de la habitación.
(Techos puntiagudos)

Ball
Chambre garni. Habitación amueblada.
Esnobismo y decoración.
(La huida del tiempo)

Masefield 
Crujir los resortes de las camas.
(La Misericordia Eterna)

Heidenstam
El arte del mueble tallado.
Mesitas pequeñas de madera de cedro y de sándalo.
Una singular mezcla de incongruencias como un armario con compartimentos secretos.
Una mesita de café de madera de cedro incrustada de nácar.
(Endimión)

De la Mare
Un pequeño escritorio de oración de palisandro.
No se pueden guardar esqueletos vivientes en un armario
Lo vacía que podía semejar una habitación amueblada.
La terrible inacción que trae la muerte encerrando a un pobre diablo como un niño que patea la puerta de un armario oscuro.
Viejas y duras sillas de madera.
El niño que golpeaba los dedos de los pies con la puerta del armario de la muerte.
(El retorno)

Armario Sheraton.
Muebles útiles de diseño Sheraton arcaico y sencillo.
Macetas verdes de Nankín.
Cerradura Bramah.
Sillita de enea. De una planta tifácea, pantanosa.
Muebles de diseño liso Sheraton.
(Memorias de una enana)

Scott Fitzgerald
Salones Restauración.

Figuras de Dresde rosas y azules y rojas y doradas, milagrosamente extrañas.
(El Gominola)

Los bonitos muebles de época en las elaboradas exposiciones de los interioristas.
Una puerta batiente de tapete verde.
La enmoquetada escalera.
Las cosas quietas en sus estanterías.
La raza humana ha progresado hasta alcanzar el nivel en el que diecisiete mil sillas son manufacturadas a diario.
(May Day)

U. Sinclair
Maderas lacadas en blanco y oro, los altos muros tapizados de sedas bordadas a mano y el mobiliario ornamentado con brocados en tonos escarlata. Pesados muebles tallados a mano.
Si la idea de una silla es previa a su fabricación, igual ocurrirá con la belleza, la bondad y la justicia, que habrán de gestarse en las mentes creativas.
Grandes sofás de la recepción.
Enormes y mullidos sillones del vestíbulo.
Un lujoso salón repleto de mármoles, sedas, bronce y oro, todos los elementos precisos, para reforzar la autoestima de los habituales poseedores de riquezas.
Uno de esos hombres, que creen que pueden comprar el corazón de una mujer y retenerlo como si fuera uno de sus muebles.
Mobiliario revestido de tejidos de zaraza y satén de hermosas texturas y brillantes colores. Ligeras sillas y mesas de mimbre en las estancias; grandes camas matrimoniales, para jóvenes mujeres modernas.
Alfombras tejidas con dibujos y motivos de inspiración futurista.
Preciadas sillas forradas de piel.
Muebles Old Colonial, diferencias entre lowboys y highboys (cómodas altas y bajas), armario trinchero, sillón de orejas, pies de bola y garra.
Round-rug, alfombra elaborada de suaves cordones trenzados en espiral.
Librerías francesas, labradas en madera de nogal.
Pintar diseños de interior a la acuarela.
Los suelos de la sala estaban cubiertos por una pesada alfombra Aubusson gris perla y decorada con grandes rosas rojas; cortinajes de damasco rojo engalanaban las ventanas y soberbios tapices de Gobelin cubrían las paredes. Los techos eran muy altos y las luces colgaban, dispuestas en enormes candelabros. Las mesas tenían forma de U y estaban cubiertas por secantes de seda verde y rosa; las sillas eran doradas y con los asientos tapizados de seda.
Fastuoso salón decorado con brillantes ónices.
Una mesa decorada con junquillos de color amarillo y rosas rojas.
(El fin del mundo)

S. Lewis
Un cuarto de baño regio de porcelana.
Las paredes eran grises, la carpintería blanca, la alfombra de un azul sereno y el mobiliario muy similar a la caoba; la cómoda con su gran espejo despejado; el tocador con un juego de plata casi maciza; las dos camas sencillas y entre las camas una mesita, en la que había una lámpara eléctrica, un vaso de agua y un libro con ilustraciones coloreadas. Los colchones eran fuertes pero no duros, unos colchones modernos magníficos, que habían costado un dineral. Las ventanas eran amplias y se abrían con desenvoltura; tenían excelentes picaportes y estores garantizados.
El elegante comedor, con un admirable aparador de roble, una vitrina de vidrio emplomado, las paredes estucadas color crema, el simple bodegón de un salmón moribundo sobre un montón de ostras.
Un centro asistencial con buenos aseos y cretonas y sillas de mimbre.
Las sillas de la oficina de roble claro barnizado, las mesas y los archivos de acero pintados en un apagado verde oliva.
Techados de papel alquitranado.
Mobiliario suficiente de las escuelas.
Puertaventanas Tudor emplomadas.
Taller de muebles de cocina.
La solana, una estancia acristalada con butacas de mimbre y una mecedora, en la que pasaban la tarde de los domingos.
Las paredes grises estaban divididas en paneles artificiales por blancos listones de pino esmaltados. Había dos mecedoras muy talladas; las otras sillas eran nuevas, muy cómodas y mullidas, tapizadas de terciopelo de rayas azules y doradas. Frente la chimenea había un sofá de terciopelo azul y detrás de él una mesa de cerezo y una lámpara alta de piano con pantalla de seda dorada.
El mueble del fonógrafo Victrola.
Escapar de la tortura de una silla recta y arrellanarse en el sofá.
Sillas de brocado duras como piedras.
Mesa de costura plegable.
Un estrado con un trono de terciopelo rojo y un altar de pino pintado de un azul desvaído, como los que utilizaban los Supremos Potentados de las logias.
El decorador de interiores de moda.
La mesa de roble tenía un tono oscuro y viejo, perfecto; los sillones eran de una arrogancia delicada.
Muebles de felpa roja.
Manipulaba los inventarios en las casas amuebladas, para que cuando el inquilino las dejase tuviese que pagar por artículos que jamás habían encontrado allí, pagos que embolsaba tranquilamente sin rendir cuentas a nadie.
Un sillón de felpa adornado con las armas de Sajonia-Coburgo.
Un endeble asiento de caña.
Sofás de un amarillo pálido con florones calados.
Las cretonas y los grabados en color de la sala.
Elegantes y endebles sillas doradas.
(Babbitt)

Cómodas sillas viejas de cuero, una silla Windsor.
Un magnífico armario de roble de estilo Tudor, procedente de Devonshire.
Estufa Franklin de hierro fundido.
Su piedad era como la de un vendedor ambulante de muebles para iglesias.
Una gran cama doble con doseles de seda.
Los muebles contemporáneos de los años treinta.
Tapices de Troissant, de 1670.
Sofás tapizados con felpa verde azulada.
Un armario de la corte jacobea.
Muebles de madera de nogal con tiradores de latón y cajas rusas pintadas.
Salón de brillantes cortinas de lino amarillo.
Un escritorio de madera de arce completo, con una pluma amarilla para escribir, papel de carta con membrete y un bloque de papel secante cubierto de plata.
Un escritorio de tapa corrediza con una silla de oficina.
Gran cama de nogal americano.
Un dormitorio demasiado amueblado.
Vigas auténticas talladas a mano, que todos quieren para sus imitaciones de salones ingleses.
Platos, tazas y platillos italianos de porcelana.
Vigas viejas de madera plateada de pino.
Viejo sofá de crin de caballo.
Una salita decorada con papel de ramas pintadas, grabados de Currier & Ives y mecedoras de madera pintadas de negro con cojines de algodón estampado.
El perchero de roble del vestíbulo.
Una cama con dosel, una alta cómoda colonial.
El frescor de las sábanas de lino extendidas sobre la cama de latón.
El ruido que hacían al destrozar los muebles de los dormitorios, era como el que hacían doce leñadores, que se hubieran vuelto locos.
Un hogar moderno, con horno de gas, cañerías nuevas.
Prefería las sillas mullidas de cuero, al estilo Luis XV.
E. G. Hubbard (1856-1915) fundó una comunidad artística en East Aurora, Nueva York, donde estableció la Roucroft Press, emulando el experimento idealista de William Morris, de Arts & Crafts. Realizaban muebles de madera, donde destacaba su famosa versión de la silla Morris, lámparas, objetos de metal y cuero y destacaban por la ilustración y la encuadernación de libros.
(Eso no puede pasar aquí)

Sillones Morris.
Alacenas de roble de Sussex.
Juego de café de mayólica.
Alfombras de Bruselas de color rojo.
Platos de hierro esmaltado.
Saloncito particular estilo Adams.
Sillas de petit point.
Cristalería veneciana.
Mantelería de hilo ruso.
Fregadero de metal Monel.
Colchón Simmons.
(Cárceles de mujeres)

Shaw
Tapices de Greenwich.

H. G. Wells
Coquetones canapés, blancas sillas de mimbre, sillones encorvados.
(Un criado que promete)

Cristal de Bacarrat.
Escultura de porcelana de la diosa Kivarmon.
Mesa de Sheraton.
(La esposa de Sir Isaac Harman)

Yeats
Los Thevshi o Tash, fantasmas perseguidores, pretenden mover los muebles y procuran llamar la atención.
(Cuentos fantásticos irlandeses)

Cather
Muebles de nogal macizos y anticuados, con incrustaciones de madera más clara.
Librerías de nogal con puertas de cristal coronadas por tallas.
Alfombra de Bruselas.
Mesa de juego de Nápoles, con la superficie de piedra y mosaico en forma de tablero de ajedrez.
(Una dama extraviada)

Locke
Despacho con una mesa exquisitamente equipada. Escribanía de ónice con tres tipos de tinta, carpeta y papelera de tafilete, bandeja de ónice para el lacre y el sello, calendario, cenicero y pitillera de plata, timbre eléctrico, teléfono y silla giratoria y de asiento mullido.
Caoba Chippendale.
Mudo como un mueble.
(La sombra alargada)

Dos Passos
Muebles de ocasión color jengibre.
Una campana roja de papel crepé.
Silla de felpa rosa.
Guardamuebles y Almacén.
Los cubrefuentes de plata se elevaban como cúpulas.
En el cuarto del piano, la alfombra era gruesa y muelle; el papel amarillo con rosas plateadas, entre las molduras crema y los marcos dorados de pinturas al óleo.
Sillón Morris.
La viva luz que alumbraba el comedor de nogal se quiebra en los cuchillos y tenedores de plata; se empapa en la oscuridad de los paños, brilla en la redondez de los platos, en los cubrefuentes.
Los cuernos de ciervo del perchero.
Un coquetón anaquel de caoba.
Un pupitre de tapa rodadera.
Un desteñido sillón rojo.
Un cofre diván, un anafe de cobre.
Gran salón con molduras de nogal.
Una sillita esmaltada.
El empolvado casimir que cubría el diván.
Pequeño sofá de patas torneadas.
Lámpara de marfil rosa.
Alto respaldo de una silla española, biblioteca de nogal negro.
Habitación tapizada con telas javanesas y decorada con molduras de caoba.
Gruesa alfombra de Beluchistán.
Un salón emperatriz Josefina.
Sofás Emperatriz Josefina.
Un enorme camión de muebles.
(Manhattan Transfer)

Faulkner
Razón, obligación o menester delegado que impulsa a algunas personas de las ciudades a amueblar y propiciar piezas a nombres ficticios y clandestinos.
(Las Palmeras Salvajes)

Una silla de tijera.
Un sillón de hamaca.
Oír golpear muebles.
Un sillón hamaca de nogal de fabricación casera.
La mesita de fumar.
(Gambito de caballo)

Christie
Vieja sentencia de la época victoriana. Puesto que ha escogido la cama, que duerma.
Canapé forrado de cretona floreada.
Bargueño indio.
Plegadera. Abrecartas.
Muebles de viejo estilo victorianos.
Librería Chipendale.
Sillas Hepplewhite.
Comedor de estilo victoriano. Mobiliario, pesada mesa de caoba, aparador macizo de esa madera con racimos de fruta esculpidos y sólidas sillas tapizadas de cuero.
Gran jarrón con tapadera, pieza de porcelana, objeto en el que se reflejaba el humor de la época victoriana.
Mobiliario costoso de estilo moderno. Centelleantes aplicaciones de cromo.
(El Testigo Mudo)

Taburete de loza de estilo victoriano, para la terraza.
(La puerta del destino)

Kraus
Dormir en camas sedosas.
(Los ultimos días de la humanidad)

Morand
El aromático fulgor de la lámpara de bronce gótica.
Los crujidos de los muebles y la cadencia acompasada del péndulo del reloj.
Un sillón de mimbre azul.
La cofradía de mendigos tumbados en sillas metálicas.
Muebles de importación inglesa.
Una cama de laca negra cubierta con una esponjosa cabra de Mongolia.
Alargué los brazos para no chocar con aquel mueble.
Un sofá bajo.
La publicidad del barniz Éternol.
Era un chalet Secesión amueblado por una de esas firmas vienesas que son responsables del mobiliario que rige en los Balcanes.
Muebles relucientes.
Una cama Biedermayer, barquilla olvidada de algun archiduque, de roble claro con ribetes dorados.
La crin espesa que permiten escapar los sofás viejos de las casas de compra-venta.
Los tabiques de abeto barnizados nórdicos.
Objetos de abedul: maletas, bicicletas, camas.
Muebles de fino abedul.
Estufas de porcelana blanca altas como torres.
(La noche es larga)

Como aquella época era difícil distinguir un mueble inglés de un mueble holandés de igual manera se confundían los pueblos.
Aparadores góticos incombustibles pagaderos a razón de cinco francos al mes.
El sol de la tarde enfunda las casas rojas como muebles de época con un terciopelo brillante.
Hoteles amueblados para señoras solas.
Taburetes con incrustaciones de nácar.
Cómodas de Diesner.
Un piso de soltero amueblado con un lujo sórdido con pebeteros, cortinajes de peluche, lámpara de alabastro y gramófono primitivo (vitriola).
Sommiers de muelles que se pliegan y quedan embutidos durante el día en las paredes.
(Nueva York)

Hasek
Un comerciante de muebles usados.
Hoy día los sofás de piel se pagan muy bien.
Mover el mobiliario de lugar, mover los muebles de un rincón a otro, ensayar nuevas combinaciones.
Los soldados como era costumbre serraron parte de los muebles para hacer leña.
(Las aventuras del buen soldado Svejk)

W. B. Maxwell
Quimón para tapizar.
(Y Mr. Wyke Bond)

Zweig
Una mesita de té ricamente preparada sobre ruedas de goma.
Una fosforera de galalita.

Ludwig
Bañeras de pórfido.

Green
Colgaduras de felpa oscura.
Una gran mesa ovalada indicaba que aquella estancia podía prestar ayuda como comedor o como salón.
Una gran cama con dosel, revestida con terciopelo oscuro.
Un baúl de madera negra cuya tapa estaba forrada de gruesa felpa.
Butacas tapizadas con felpa roja.
Sillón acolchado.
Un marco hecho de ébano y realzado por un espeso follaje de cobre, las ramas de olivo se enlazaban con las ramas de roble.

Gorki
Una tercera parte de su zaquizamí lo ocupaba la gran estufa rusa y otro tercio la cama de dos cuerpos con sus cortinas de algodón y muchas almohadas con fundas rojas. El resto del espacio estaba alhajado con un aparador para la vajilla, una mesa, dos sillas y un banco plantado debajo de la ventana.
Un caos de muebles revueltos.
Como patas de araña se veían las barras de hierro de las camas al rojo vivo.
Un sofá pesadote y pasado de moda.
(Mis universidades)

La mesa resplandeciente de cristales y de argentería.
(Tomás Gordeieff)

Brecht
Gigantesco reloj de péndulo Chippendale.
Tapiz Shiraz.

Lawrence
Lúgubre Bastilla de caoba.
Piqués, cobertores calados y colchas de cama.
Alfombra de coco.
Jarra enlozada.
Tablado Hoop-La.
Asientos de crin y cubiertos de crocket blanco sobre los respaldos, alfombra de linóleo.
Hule con brillantes dibujos de gusto americano.
Baranda de caoba pulida.
Colosales muebles.
Viejos grifos plateados, de forma arcaica.
Remate. Subasta de viejos mobiliarios.
Vidriera francesa.
Armario y sillones jacobinos, sillas Hepplewhite, silloncito de hamaca Sheraton, estantes Chipendale, alfombra Axminster, reloj de bronce con Shakespeare y Ariosto reclinados sobre la cornisa.
Mansarda cubierta con vertientes quebradas, buhardilla, desván.
Jarrones de Cerdeña adornados con grifos aterradores.
Cómoda. Despensa.
Lavabo, pequeño trípode.
(La mujer perdida)

Toile de Jouy.

Van Dine
Armarios estilo jacobino, de madera entramada.
Sillón Morris, blando y bajo, de anchos brazos.
Cofrecillo circasiano de nogal.
(El misterioso caso Benson)

Leblanc
Aubusson, ciudad del departamento de Creuse, famosa por su fábrica de tapices. Tapicería de sillas.
Gouthière, cincelador, broncista y fundidor, artista del mobiliario estilo Luis XVI, su creación más famosa es una linterna, almacenada en el palacio Trianon de Versalles.
Stourbridge, ciudad al oeste de Birmingham, a orillas del Stour, fábricas de vidrio.
(El tapón de cristal)

Frost
Un canapé de crinolina tachonada extendía sus torneados brazos / Bajo un retrato al carboncillo, que en la pared había, / Mal pergreñado a partir de un viejo daguerrotipo.
Muebles y enseres.
Abandonado aquí sin otra cosa que los muebles.
Shooks. Juegos de tablas para hacer cajas. Entretenimiento manual más o menos en la línea del bricolage.
(Al Norte de Boston)

Magarshack
Los actores deben poner en palabras aquello que les llama la atención por lo hermoso o típico, en una casa, una habitación, los muebles o la gente que los posee. Deben investigar el propósito real de una habitación o de un objeto; el porqué los muebles están arreglados de una manera y cuáles son los hábitos de sus propietarios, según lo que indican los diversos objetos en una habitación.

Lovecraft
Una débil fosforescencia había comenzado a penetrar en el apartamento. Iba inundando e infectando cada rincón, cada puerta y cada mueble.
Sillas góticas de alto respaldo.
Cojines de crin de caballo.
El gran pasillo de entrada, de viejo estilo colonial, era agradable y hermoso y no pude por menos de admirar el buen gusto de quien lo había amueblado.
Sillón Windsor.
(Necronomicon)

Sayers
Valiosa pieza de cristal de Waterford.
(El misterio del Bellona Club)

Musil
Diseñar los futuros muebles, de formas corpulentas e impresionantes, o estilizadas y técnicas.
Una suntuosa residencia, concebida e instalada por mueblistas, tapiceros y decoradores.
Las líneas artísticas de los muebles descarnados y esqueléticos.
La insidiosa simplicidad del mobiliario.
Una butaca mullida.
Aquellas líneas redondeadas, cruzadas, rectas, arqueadas, trenzadas, de las que estaba compuesto el moblaje y que se habían amontonado, eran una exuberancia barroca.
Un rígido biombo.
Para que la humanidad pudiera comer con corrección hubo que inventar primero el cuchillo y el tenedor.
Tocar al piano con una violencia tal, que los artísticos muebles de débiles patas bailaban y los grabados de Dante Gabriel Rosetti temblaban en las paredes.
Mesas de escritorio con una balaustrada, tapizadas con tapetes, de pies cortos y cilíndricos, barnizadas con laca de color bazo.
Porcelana de Meissner.
Una gran mesa de escritorio estilo María Teresa.
En un país de ambición social los palacios ostentaban -debido a una pátina inimitable, a una ocasional distribución de los muebles o a la colocación de una pintura en un lugar dominante de la pared- el eco delicado y claro de una gran música callada.
La florida tapicería traslucía el boudoir, un complejo que invitaba a hacer halagüeñas reflexiones respecto de la señora de la casa. La biblioteca la había colocado ingeniosamente, de manera que los huéspedes atravesaban las habitaciones atraídos por la pared de libros del fondo.
Una espléndida vasija de vidrio iridiscente.
Era costumbre de la casa tender las cortinas de los cuartos desocupados a fin de que los colores de los muebles no sufrieran con el sol.
El viejo ajuar de una casa.
Un sillón nuevo de mimbre.
Un mundo ensombrecido por una mesa cubierta para la sencilla reunión de dos personas, con sillas dotadas de mullida comodidad.
Sillas acostadas en la pared.
Hay hombres que sólo digieren los muebles fríos y claros, hombres que cuelgan en sus habitaciones pinturas representativas de la verdad.
La jícara del estante, colocada en el espacio como un Van Gogh.
Los días de gran recepción el dormitorio tenía que hacer de depósito de los muebles de la sala de reunión.
El aire olía a muebles amontonados, a cosméticos, jabones y perfumes.
Un sofisticado perfume de flores ascendía del barniz del suelo y también de los muebles tapizados y de los recién lustrados picaportes de latón.
Una habitación extrañamente ampliada en su mobiliario por algunas piezas simplemente acumuladas.
Una parte de los muebles procedía de los tiempos que los antepasados vivieron.
La alfombra de Bukhara.
El salón de forma oblonga estaba instalado con el gusto y el auténtico mobiliario del poderío burgués; entre ventana y ventana colgaban los alargados rectángulos de los espejos, circundados por lisos marcos de oro y las sillas moderadamente tiesas se hallaban con el dorso pegado a las paredes, de suerte que el suelo vacío semejaba haber inundado la habitación con el brillo oscuro de sus cuadrángulos.
El gris suave y las ondulaciones razonables aplicables a la estancia por una voluntad ancestral.
Una decoración severa.
En cuanto a muebles, recuerdos personales y otros objetos semejantes, como soltero que era, no reclamaría nada que no estuviese dispuesto a someter a los deseos de su hermana.
Después de ser durante mucho tiempo el revés inadvertido de los acontecimientos, los muebles, las paredes, la luz extrañamente cautiva, adquirían una sorprendente solidez en el momento del reencuentro.
Habían sacado de alguna parte una cama de hierro; un taburete de cocina y un barreño prestaban ayuda de lavabo y baño y, además de estas piezas, había en la habitación un viejo aparador con libros y una pequeña mesa de madera sin pintar.
De igual manera que en una habitación basta con mudar un pequeño detalle, para que un eco desanimado se transforme en una magnífica resonancia, también en la fantasía su pequeña casa se transformaba en una concha, que permitía oír los ruidos de la ciudad como una corriente lejana.
Un baúl-armario.
Algo femeninamente indisciplinado, una pequeña cubierta de punto, un cojín con rosas o unas faldillas de pantalla de lámpara.
Abnegadas sillas tapizadas.
Una mesa redonda, lo largo de su diámetro.
La facultad intelectual es el verdadero sillón de la dignidad varonil en el entrado en años.
Sillas extensibles.
La época de los muebles tapizados y las cortinas de borlas. Hoy día se reflexiona de una manera imparcial y espacial.
Se repantigó fáusticamente encima de su sillón.
Una ancha cama para dos, un letto matrimoniale, en Alemania expresión desusada.
(El hombre sin atributos)

Giraudoux
Las alfombras y los muebles amigos, hermanos míos.
Armarios fantasmagóricos.
(Combate con la imagen)

A. Huxley
Los muebles familiares.
Un mobiliario discreto y sin época.
El artesonado salón con sus enormes sillones enfundados de cretona, oasis de comodidad de las antigüedades austeras mortificadoras de la carne.
La salita con sus paredes limón pálido, sus sillas venecianas pintadas, sus mesas rococó, sus espejos, su pintura moderna.
La biblioteca fresca, espaciosa y oscura tapizada de libros desde el suelo hasta el techo, rica de infolios imponentes.
El comedor sólidamente inglés color de vino de Porto con su gran mesa de caoba, sus sillas y su aparador del siglo XVIII, retratos de familia, meticulosas pinturas de animales.
Una especie de elegancia de salón oficial.
Una silla entoldada baja.
Muebles viejos hereditarios. Camas inmensas semejantes a bajeles de cuatro mástiles plegadas sus velas de tela de orillantes colores. Camas talladas y embutidas, camas pintadas y doradas. Camas de nogal y de roble, de raras maderas exóticas. Camas de cualesquiera épocas y estilos pero grandiosas, magníficas.
El cuerpo de la cama semejaba un sarcófago cuadrado. De los artesones de madera se hallaban esculpidos en alto relieve manojos de rosas con las que se revolcaban regordetes putti. Sobre el fondo negro de los artesones los esculpidos relieves estaban dorados y bruñidos. Las rosas de oro se retorcían con espirales alrededor de los cuatro postes con forma de columnas y sendos querubines sentados sobre cada uno de sus capiteles aguantaban un dosel de madera adornado con idénticas flores esculpidas.
Una silla parda y barnizada.
La silla produjo un ruido de modesta desaprobación.
La importación del tenedor de tres púas.
La mesa de familia.
Elegante estilo Regencia.
Una silla entoldada.
Una profunda butaca.
Una mesita circular de caoba.
Una silla baja de madera.
Un banco de madera del jardín pintado de verde.
Las puertecillas del aparador.
(Los escándalos de Crome)

Algunas mujeres son como los armarios y otras como un batidor de huevos. 
El agarrotamiento de un armario o la vivacidad de un batidor.
Un salón combinación de patio romano y de la Palm House de Kew.
Te preocupas menos de mí que de un mueble.
Ocultó sus sentimientos y siguió como si sus ojos descansaran abstraídamente sobre un mueble.
El pulido nogal de una mesa.
Un redondo tazón veneciano.
Las cortinas de Dufy.
Yo cuando estoy sentado a una silla o tendido sobre una cama me transformo a imagen del mueble con el cual me he combinado; madera y acolchado simplemente.
La maza del obispo Odón de la tapicería de Bayeux.
Un paño de muebles.
Estirar un mueble doblado.
(Contrapunto)

Camas de madera.
El sofá de los psicoanalistas.
(Los demonios de Loudun)

Heard
Con espesas cortinas en las ventanas, pues según mi opinión las casas no son jaulas de cristal como creen los arquitectos de hoy.
Una banqueta alta.
La compacta madera del mueble.
La tranquila mesa de escritorio del abogado inteligente.
(Predilección por la miel)

Los ribetes de las cortinas ostentaban guarniciones clásicas con adorno de espirales.
Una vitrina de madera blanca y dorada dentro de cuyos estantes descansaban una tetera de plata, seis cucharas, dos candelabros y una caja de laca de Battersea para rapé.
Sillas con asiento de junco con las que el ocupante debía mantener una actitud de atención.
Un gabinete estilo Regencia.
Estantes rústicos para libros, dos sillas grandes a las que para hacerlas más cómodas había aplicado ramas con su forma natural; la sobrecama era de piel de gato montés, las mantas de coyote y el colchón de oso.
Un ropero alto y blanco.
Había escogido su cómodo lecho. Olvidaría la existencia de otras vidas distintas.
El cajón de cedro forrado del ropero.
Una mera mudanza de alcoba y hasta de la posición de la cama constituye a mejorar el sueño. Somos seres extraños y sugestionables.
Es mejor trabajar de nuevo con el arte aplicado después de saturarme de ciencia.
Dar una nueva disposición al dormitorio.
El programa ideado era de carácter realmente brillante, agradable y decorativo. Colocó a la cama colgaduras de seda blanca y penachos de plumas de igual color al extremo superior de las columnas del lecho.
Un canapé tallado de madera esmaltado de blanco y tapizado ajustadamente con tela de seda azul pegado a la pared. Los rayos de la luna naciente realzaban su elegancia.
(Muerte por reflexión)

Dentro de la habitación se encontraba diseminada una gran cantidad de muebles; sillones viejos, un sofá de estilo veneciano, dos pinturas con pesados marcos, dos hermosas bibliotecas talladas con puertas de vidrio mostraron contener un gran numero de libros encuadernados bastante incongruentes que versaban de arqueología, una mesa de sólidas patas doradas y con volutas ensortijándose a su borde inferior. Una mesa de taracea, una pieza genuina.
Hacía correr su mano sobre los amplios muebles para apreciar su naturaleza y su cualidad con su tacto aguzado como con la vista.
Las centelleantes volutas de similor retorciéndose con los alabeos más oscuros de caparazón de tortuga tallada de la mesa. Un horrible motivo de decoración. De qurtibus non disputandum.
Las hermosas piezas de magnífica técnica hechas para los despachos de los ministros, hombres que debían semejar refinadamente corteses superficialmente, de conversación amanerada y llena de floridos cumplimientos y vacía elocuencia insustancial como esos incesantes arabescos.
Un hueco para un escondite perfecto disimulado con la decoración de esas mesas. El cajón secreto que solo puede ser encontrado y abierto si se sabe el lugar preciso donde debe apretarse, dos puntos ocultos del decorativo follaje tallado.
Tomé la delantera y me recliné en mi sillón, pues esta es una gran posición cuando se tiene un escritorio delante.
La silla de las entrevistas.
Echado atrás en mi sillón con las manos detrás de la cabeza, esta extensión corporal ayuda a expedir.
Lo inesperado había sido como reclinarse en una silla pequeña pero firme y que súbitamente cediera.
Una mesita para el café.
Se quita el filo a los cuchillos de mesa de los niños y los locos.
(Réplica pagada)

Lu Shin
Alquilar casa y comprar muebles.
No era sencillo trasladar los muebles.
La cabeza como un arcón de extrañas historias.
Dicen que quieren comprar los muebles; pero lo que quieren es ver qué pueden robar.
Muebles demasiado pesados para mandarlos, no vale la pena llevarlos.
Una cama de cobre o algo más simple, como las camas de cedro que hacen los penados.
Quemar los muebles.
Nuestro mobiliario simple como era ya nos había insumido la mayor parte de mis pobres economías.
Nuestro mobiliario aparecía demasiado disperso para poder ocultar o esconder a alguien.
(Diario de un loco y otros cuentos)

Hemingway
Sillones cuadrados de mimbre.
(Por quién doblan las campanas)

Steinbeck
Una habitación de techo alto con paneles de cedro barnizado en las paredes.
(La Taza de Oro)

Fallada
León de porcelana verde del periodo de Ming.
Allí está, con su fuerte tic-tac, el reloj de pared con flores pintadas en la esfera.
El reloj de la cocina con su horrible esfera de loza.
Un lavabo de hierro esmaltado.

Gombrich
La "Bauhaus" de Dessau, escuela de arquitectura fundada por Walter Gropius el año 1923, cerrada y suprimida. Se construyó para demostrar que el arte y la ingeniería no necesitan seguir divorciados, pueden beneficiarse recíprocamente. En esta escuela se inventaron los asientos de tubos de acero y muebles de uso cotidiano. Las teorías que la Bauhaus defendió se condensan en el nombre de funcionalismo, la creencia de que si algo se programa para que atienda a sus fines peculiares, podrá semejar bello.
(Historia del arte)

Moravia
Jarro de Murano.
Reloj de Nuremberg con cuco.

Alhajas expuestas en ménsulas forradas de terciopelo rojo.
Oficio de tapicero, tener ojo preciso, para clavar y tender, sin que formen arrugas u otros defectos las telas, al tapizar los muebles.
Cerradura de resorte.
(Cuentos romanos)

Muebles escogidos por su valor mercenario.
Muebles de estilo renacimiento, oscuro y macizo.
Vivía en el seno de su familia de igual manera que una sonámbula entre los muebles de la propia casa, excluyéndola de la propia autoconciencia.
(El tedio)

Los muebles, los objetos de adorno, los libros, recuerdan la institución de la propiedad.
Años 30. Muebles enchapados, lisos y oscuros, de formas cuadradas o cilíndricas, con pequeñas bolas de metal en vez de tiradores. Cortinas, alfombras, tejidos con motivos de cubos o rombos incrustados. Repisas macizas, en ziq zaq, manteniendo horribles adornos de mayólica. Estilo novecientos, engaño aparentemente fuerte y sustancialmente débil.
Estilo rústico, ibérico. Pavimento de ladrillo, puertas talladas en forma de almohadilla, techo con viguetas.
(Yo y Él)

Lámpara en forma de globo, estilo novecentista.
(¿A qué tribu perteneces?)

Morante
Los muebles, que fueron seleccionados con pintoresca e ignorante fantasía en los negocios de los pequeños anticuarios y ropavejeros, daban a los cuartos un cierto aspecto romántico y pueblerino.
Armazones de muebles cubiertos de musgo, damajuanas.
Cómodas y armarios que, al abrirse, semejaban estar a punto de desplomarse sobre uno. De esos muebles escapan los olores de una desaparecida y lejana burguesía.
Camas comunes de hierro con incrustaciones de madreperla y paisajes pintados.
Paredes empapeladas con papel de Francia.
Una mesa de seis metros de largo, divanes y poltronas.
Araña de vidrios coloreados.
Especie de linterna de metal, empotrada en la pared.
Un enorme lecho matrimonial, de madera maciza, pintado con figuras como se usan en Sorrento, con paisajes, barcas, la tarantella, en realidad era bastante elegante.
(La Isla de Arturo)

Savinio
Divanes en forma de barca, que amueblan las pinturas de Watteau.
Las suntuosas tapicerías ricas en criaturas pastorales, en espumosos riachuelos, en gallos silvestres.
Hegemónico sillón.
Los muebles vivían una vida tranquila, respiraban felices, disfrutaban de una alegría sabia, silenciosa, apenas perceptible, en la que nadie reparaba durante el día.
El magnífico encaje de Venecia entronizado en un cojín de terciopelo negro, que resaltaba su arácnea levedad, precioso tapetito.
Los muebles de la casa -muebles <<sorpresa>>- eran los mudos testigos de la lejana época dorada. Ningún mueble correspondía a su apariencia. Lo que semejaba una biblioteca era en realidad un armario. El armario era a su vez una cama vertical, que queriendo se convertía en una cama horizontal. Cuando se tiraba de un cajón de la cómoda se abría la cómoda, la cual era una caja médica para los baños de luz, constelada por dentro de bombillas azules. Los asientos de los sofás ocultaban o un orinal, según el uso pasado o, según pautas más modernas, un fuelle sonoro, que bajo el peso del cuerpo emitía triquitraques indecentes. Encima de la mesita del comedor un vaso lleno de licor invitaba a beber, pero ese licor rubí era sólido y estaba pegado al fondo del vaso. Un canario de tela dormía en una jaula dorada. Sobre un falso terrón de azúcar una falsa mosca dejaba caer una falsa caquita. Un excremento enorme y admirablemente imitado estaba puesto sobre la repisa del salón. Muebles originales parisinos ideados en familia por un artista extravagante. Se mencionaban una mesita hecha de carretes de hilo ensartados en varillas de hierro, el busto del abuelo esculpido en miga de pan, el retrato de una tía difunta compuesto por los pelos de la muerta.
Por delante de la escalera cruzaba el zaguán una verja de madera de estilo helvético.
Muebles arrumbados.
Por una simulación exquisita, la ventana a la que se permitía filtrar un poco de luz estaba tapada por una persiana que llagaba al suelo.
(La infancia de Nivasio Dolcemare)

Alto techo a lo Mansard.
(Maupassant y "el otro")

La inmaculada entrada de una Family-House repleta de muebles barnizados con Ripolin y lámparas floreadas.
Los jarrones pompeyanos confraternizan con los jarrones liberty.
A la sombra del toldo una butaca de mimbre con cojines desparramados.
(Capri)

Wolfe
Liso sofá de cuero del pequeño despacho.
La honda y acogedora panza de un diván de cuero.
El salón con muebles de nogal y cojines de crin, enriquecido por el suave aroma del piano y el olor de vieja madera barnizada.
Nuevos y brillantes sillones y mesas de una fábrica garantizada.
El ruido de los muebles al ser volcados.
Duro sillón frailuno.
(El ángel que nos mira)

El inmenso y laberíntico hotel, con sus amplios porches y sus cómodas mecedoras, los incontables alerones y gabletes, élficos, góticos, caprichosos y fantásticos, las gruesas alfombras rojas en los amplios corredores y el viejo vestíbulo, un espacio de cuero rojo ahuecado y deformado por las espaldas.
(Especulación)

Dinesen
Un escabel de madera.
Porcelana de Lamu.
Una alfombra de tela escocesa.
Una vieja silla europea.
Hacer una descripción de las casas y de sus muebles.
La venta de mis muebles nos dio mucha fatiga.
Viejos muebles daneses, los alegres, sabios y hospitalarios arcones y gabinetes.
Reunir suficiente dinero vendiendo los muebles.
(Memorias de África)

Una habitación empapelada de azul celeste y con cortinas carmesí.
Un jarrón azul, fresco como una brisa, profundo como un secreto profundo.
Semejaba firmemente anclada en el sofá, exclusivo objeto consolidado en un mundo turbulento.
Pinturas, tapices, plata y cristal.
Cortinas de encaje, arañas y armarios de ropa blanca.
Arañas de cristal con forma de flores y hojas brillantes.
Una sillita negra con rosas pintadas.
Las habitaciones caldeadas con cortinas de seda.
(Cuentos de invierno)

Yourcenar
Colocar los objetos en el cajón de un mueble.
La memoria de las mujeres semeja esas mesas viejas, que utilizan para coser; están llenas de cajones secretos.
Armarios de recuerdos.
Una cama presuntuosa entre unas cortinas muy gruesas.
(Alexis)

Galsworthy
Jarrón de ginger chino.
(Prado florido)

E. Bloch
Azulejos de Delf.
Platos de Fayence.
Armarios barrocos de Francfort y Danzig.
(El principio esperanza)

Charteris
Viejas porcelanas de Woolworth.
(El Santo y la evasión)

Hesse
Tendido sobre un sofá alquilado.
(El lobo estepario)

Lukács 
Los muebles afelpados.
(Problemas del realismo)

Adorno
Tisch und Bett. Mesa y cama. En la jerga jurídica alemana, Trennung von Tisch und Bett, significa separación de cuerpo y bienes.
Pieza estilo biedermaier.
(Minima moralia)

Deval
Chaise-longue capitonée.
Una frigidaire de esmalte blanco, una puerta que da a la escalera, la parte superior es de cristal esmerilado.
(Tovarich)

Chandler
Highboy de madera oscura.

Sillón de chint.
Muebles de cristal y madera de albayalde.

Lámpara bridge, de pie.

Ventanas estilo francés.
Enorme puerta italiana.
Techo de pizarra inglesa.
Alfombra más vieja que la abuela de Esopo.

Porcelana de Wedgwood y plata georgiana.
(Playback)

Cain
Llave Stillson.
(La Mariposa)

Frisch
Sillones Miller. Feos.

Von Doreder
Cama de abedul.
Pared purpúrea.
Bancos tapizados en seda roja.
Oscuras columnas de mármol.
Araña de pesado bronce adornada con esferas iridiscentes de vidrio opalino de Venecia.
La cara verde y reflectante de la ventana cerrada, espaciosa, profunda, plana, banal, mera separación de la calle profusamente iluminada.
Una pared sin ranuras, misteriosa, acatarrante.
La cortina desplegó su color castaño; el color de las velas de los pescadores itálicos.
Una habitación cuyos muebles de suaves contornos y telas multicolores, casi de arco iris, daban la sensación de ser todo aéreo, como un ala.
Se duerme por la noche sobre huevos crudos, en un catafalco en equilibrio, en una camilla que está sobre el abismo.
Puerta de cristal.
(Las escaleras de Strudlhof)

Welch
"Country Life", revista de decoración.
Porcelana de Dorchester.
Old Spode. A mediados del XVIII, Josiah Spode alcanzó un enorme prestigio como fabricante de porcelana en Inglaterra. Su hijo, Josiah Spode II, siguió la experiencia, hasta que otra firma (Copeland & Garrett) compró la marca, en el XIX. A partir de entonces, los productos llevaban el sello Late Spode.
Tazas y jícaras de porcelana de Dresde.
Tazas azules de porcelana de Nankin, sin asas.
Jarrón victoriano de color rojo rubí.
Cucharas selladas de la primera época georgiana. Estilo característico, que abarca desde la ascensión de Jorge I, en 1714, hasta la muerte de Jorge IV, en 1830.
Lustre, un tipo muy delicado de porcelana, de material brillante.
Cucharillas con efigies de apóstoles o santos, en época victoriana.
Canapés de Knole con flecos y borlas. Sofá de diseño clásico, en forma trapezoide y con adornos de pasamanería.
Cestas de rejilla de porcelana de Worcester.
Sofá Chesterfield.
Copa de vino pequeña de cerámica Fukien, o caolín.
Biombo de Coromandel. Biombos chinos hechos a mano, según métodos artesanos, que datan del siglo XVII. Un K´ang Hsi o Yung Cheng.
Tazas Ch´ien-Lung. Uno de los periodos de la dinastía Ching, 1736-1795.
Porcelana Chün yao, valiosa.
Variedad de porcelana Sung, llamada Ying-ching o azul sombra. Cremoso claro.
Jades fúnebres Han, del 206 a.n.e. al 220.
Raro temmoku manchado de aceite. Delicada técnica de elaboración de cerámica.
Bronces Chou, figuras funerarias T´ang.
Recipiente azul y blanco de la dinastía Ming pintado a mano. Patos mágicos escondidos debajo de unas flores de loto.
Cuenco pintado a mano Ta Ming. Gran Ming.
Moqueta de Axminster.
Porcelana azul y blanca de K´ang-Hsi.
Candelabros de porcelana de Sheffield.
Estilo eduardiano, profusión de elementos de madera blanca.
Cloisonné. Esmalte elaborado, en el cual cada color está separado del otro por finas bandas de metal.
Viejo juego de té inglés verde y dorado.
Ovejas en porcelana de Staffordshire.
Tazones viejos con asas de color azul.
Jarra de cobre de lustre.
Vieja mantelería con el motivo clásico de la serpiente y el carcaj de flechas.
(El primer viaje)

Sartre
Aposento. Concha.
Jarrón de china verde y gris, con asas como garras de loro, tres mil años, pesado.
Puertas pintadas al ripolín.
(La edad de la razón)

Amueblado, palabra triste de las novelas naturalistas.
Taza de mayólica azul.
(El Aplazamiento)

La cámara del Regente es una inmensa habitación suntuosa al fondo de la cual se alza un lecho con doseles. Una maciza mesa de roble, unos grandes sillones de estilo y cortinajes de terciopelo, brocados, tapices la amueblan y decoran.
Mesas y sillas de bambú claro, una pérgola blanca.
(La suerte está echada)

Un pequeño cuarto de sencillez casi monacal; una cama, dos sillas, una mesa y una cómoda.
Ni cuenta se daba de mi presencia. No me apreciaba más que un mueble.
Una pequeña habitación amueblada con un gran diván, dos sillones y una mesa.
Una amplia pieza como cuarto de desahogo. Allí se amontonan muebles y pilas de ropa blanca.
(El engranaje)

De Beauvoir
Encantadores cuartos tapizados de indiana con camas rústicas, colchas de patchwork, y sobre el lavabo una jofaina y una jarra de loza.
Una elegante boîte "belle époque". Luces tamizadas, espejos, plantas verdes, rincones discretos con sofás.
H. L. M. Habitations à Loyer Modéré. Vivienda económica.

Leduc
Carrusel con banquetas de góndolas tapizadas de terciopelo rojo y claveteadas de cobre, carros de hadas, ondulaban muellemente.
Los sillones estaban enfundados, el reloj estaba muerto.
Delante de los grandes cortinajes y las cortinas bordadas, que soportaban el peso del almidón y de su agresiva blandura, los vidrios eran amenazadores. Los ladrillos eran lisos y barnizados. La puerta de roble brillaba.
Distinguíamos rubieces apagadas, que sólo pedían reaparecer.
Los picaportes y la campanilla de entrada atestiguaban las pasiones domésticas, que habían desencadenado. El techo azul lanzaba luces severas como dardos.
Brillo de los marcos de los arcones panzones, de las porcelanas.
Endeble sillón.
Los dormitorios olían a cera, a ropa limpia, a pintura fresca; olores puritanos, que desesperaban a las que sentían nostalgia de las cocinas crepitantes con ollas que hierven a fuego lento.
Estufa Godin.
Un sillón destripado en un desván.
El domingo se habituaba, se dormía viendo el papel rosado.
Descansaba en un sillón de mimbre, con los brazos sobre almohadones de cretona fría.
Una puertecilla de fieltro rojo, apretada, a la italiana.
Una bombonera, en la que no podían caber dos.
Con la serenidad de los que pueden posar los ojos en sus adquisiciones: muebles, cuadros, amigos.
Vestuario bombonera.
Un sillón comprado en la galería Barbès.
Divanes y sillones de mimbre dramatizan los cinco o seis escalones.
Araña rústica.
Cofres capitoneados.
Muebles comedor Enrique II.
Una silla Luis XI, una mecedora.

Se diluyó en sus muebles y sus objetos.
Su voz resonaba en un desfiladero, donde muebles y objetos amenazaban.
Troncó el embudo del aparador, sopló en él. Ningún sonido. ¿Qué pasa?, preguntó al picaporte del tragaluz, perfección del exhibicionismo, de lo palpitante.
Las columnas del aparador se retuercen de risa.
Muebles, cosas, objetos, están enloquecidos en su cuarto.
Susurran huellas de bosquecillos en la tapicería, que ha permanecido neutral.
Muebles, cosas, objetos, son majestades, y es su súbdito.
(La mujer del zorrito)

Ángeles del reloj Directorio.
Studio. Departamento de un ambiente.
Fidelidad de los grandes órganos, hasta en los muebles y los objetos.
Mesa ratona de laca verde almendra con un espejo, que unía los dos paneles de madera.
(La Bastarda)

Genet
Lacayos, muebles de lujo.
Las graves curvas y las volutas estilo Luis XV de los muebles y los marcos, de los revestimientos de madera de las paredes.
(Santa María de las Flores)

Cama Luis XV, ancha y pesada cubierta de guipur de Venecia.
Frasco veneciano.
Habitaciones amuebladas con sencillez al estilo burgués con muebles de roble, una radio y una cama.
Estancia trivialmente tapizada de indiana y amueblada con asientos tiroleses.
Visillo de guipur.

Camus
Armarios que podían cerrarse con llave.
Muebles de falso estilo rústico.
Espesas cortinas.
Una araña de luces.
La altura verdaderamente extraordinaria de los cielos rasos y lo exiguo de los cuartos hacían de aquel departamento un extraño conjunto de paralelepípedos casi por completo cubierto de vidrios. Todo eran puertas y ventanas, en las que los muebles no podían encontrar apoyo.
A fuerza de puertas corredizas, de anaqueles que desaparecían y de mesas plegadizas, habían llegado a compensar aquel carácter raro de esos muebles, al acentuar el aire de caja de sorpresas de este original departamento.
Un ingenioso secador de ropa blanca.
El tintinear de la vajilla.
El cuarto de honor, hermoso por su arquitectura, sólo contenía muebles de rota y grandes jaulas con pájaros de estridentes aullidos.
(El exilio y el reino)

Cary
Plan de almacenar el mobiliario.
(La boca del caballo)

Priestley
Guardarropa de roble de España tallado (con su aspecto de galeón de la vieja Armada).
Hablar a través de un plaid.

Mauss
Los bienes muebles son menos numerosos que los inmuebles.
En nuestra sociedad, los muebles corresponden a una sola forma de propiedad. En Francia, el armario de la casada no pertenece a la comunidad conyugal, aunque no se ha especificado en el contrato.
La vajilla de los judíos durante la Pascua.

Peské
Ingleses, los cuales disfrutaban de su butaca como si formaran parte (¿existe en el mundo un pueblo que sepa sentarse más confortablemente?)
Una alacena disimulada detrás de un mueble.
(La caja de hueso)

Bromfield
Una pastora de porcelana de Dresde.
Una habitación alfombrada de rojo con adornos dorados.
Consola dorada con tabla de mármol.
Lecho matrimonial, ébano con incrustaciones de madreperlas.
(La señora Parkington)

Du Maurier
Cama turca adosada a la pared.
(Rebeca)

Cesbron
Los muebles saben crujir con tal naturalidad, que nadie sospecha nada.
Mantel de encaje.
(Los inocentes de París)

De la Roche
Alfarería de Mason de color rojo y azul oscuro.
(El camino de Wakefield)

Ambler
Varillas de roten, con las que se hacen sillas y cestas.

Silla de Viena.
(No siga mandando rosas)

Irish
Un sillón giratorio.
Coleccionar muebles carcomidos.
Los muebles comprados a plazos.
(La mujer fantasma)

Una villa suburbana amueblada.
Un vestíbulo artesonado y una escalera de oscura madera pulida con un pasamanos tallado de caoba.
Las fundas de los sillones, el sofá y el piano producían fantasmagóricas figuras. Una lámpara de forma de nido de avispas que colgaba del cielo raso arrojaba una luz indirecta.
(Pesadilla)

Ventanas estrechas como aspilleras de una fortaleza medieval.
(La ventana indiscreta)

A. Wilson
Seda dorada y blanca y mobiliario oscuro y solemne, habitación estilo Regencia.
(Aquellos adorables tipos raros)

Calvino
No podemos colocar los muebles mientras no hayamos terminado con las hormigas.
Las altas paredes revestidas de tapices viejos, los oscuros muebles tallados sobre los cuales jarras y teteras de plata lanzaban breves destellos, una pasada de decoración.
Salones de una casa señorial con espejos y consolas y chimeneas de mármol y tapices y alfombras.
El mobiliario habitual de las oficinas de comienzos de siglo.
Un mobiliario pasado de moda y pretencioso; lámparas y bibelots y cuadritos y estatuillas y calendarios, con encajes blancos los sillones.
Los muebles polvorientos.
(Los amores difíciles)

Variedades de ventanas. De ajimez, moriscas, lanceoladas, ojivales, coronadas con lunetas o con rosetones.
(Las ciudades invisibles)

Lampedusa
Mobiliario asqueroso como la monarquía borbónica.
Platos Capodimonte; dibujo de anclas doradas sobre una ancha orla verde almendra.
(El Gatopardo)

Arañas de Murano, de aceite.
Lambris de nogal labrado con revestimietno de madera.
Una biblioteca con armarios de ese sabroso estilo del siglo XVIII siciliano, llamado estilo de Badia, similar al estilo florido veneciano, pero más rudo y menos acaramelado.
Lit-bateau, cama con ruedas, triples lises dorados.
Puertas blancas Luis XVI, con grandes recuadros en los que había unos adornos en relieve dorados.
Araña de Murano, sobre cuyo cristal grisáceo destacaba el tema colorido de las flores.
Estuco brillante rosa, coloreado con el tinte de la Maréchale Niel.
Bañera oval de cobre, apoyada en cuatro altos pies de madera.
Sillas canées.
(Recuerdos de infancia)

Cretonas estampadas (gris sobre blanco)
Muebles de Salci.
(La mañana de un aparcero)

Waugh
Los sencillos muebles del salón, firmes, perfectamente ensamblados y encajados, muebles delicadamente terminados.
Estar sujeto a aranceles mobiliarios. Pasar como especímenes científicos.
(Noventa y dos días)

La habitación era grande e impecable. Un psicólogo, contratado en Cambridge, había supervisado la decoración en magentas y amarillo de Camboya, ya que estos colores inducían un humor alegremente digno.
Unas enormes puertas revestidas de palo de rosa neozelandés.
Un caluroso y blando butacón.
Una enorme cama de latón.
Un sillón afelpado.
Un juego de bandejas de Benarés.
Camas con cabezal de latón.
El mobiliario de las acampadas.
Elegantes cortinajes.
Una silla dorada.
El instantáneo peligro del torbellino de las patas de la silla.
Un embaldosado con alguna que otra isla de mobiliario y unas cuantas plantas en maceta.
Pesada vajilla georgiana.
Puertas forradas de desteñida bayeta verde.
Butaca tapizada de cretona.
(¡Noticia bomba!)

Decorar las habitaciones con telas Morris y grabados Arundel.
Un biombo decorado con un paisaje provenzal, por Roger Fry.
Una figura de porcelana de Polly Peachum.
"Visión y diseño", de Roger Fry.
Un pie de elefante, que hacía de papelera, un cimborrio de frutas de cera, dibujos enmarcados de Daumier, que semejaban incluso incongruentes, al lado de los austeros muebles del College y la gran mesa comedor.
El papel de las paredes tenía un dibujo de lazos y rosas.
Los islotes de muebles tapados con sábanas.
Pabellón sofisticadamente reamueblado y redecorado al estilo artesanal modernista de la ultima década del siglo XIX.
Ángeles con túnicas de algodón estampado.
Mobiliario metálico de bronce batido a mano, hasta dar la pátina de una piel picada de viruela.
Un jarrón y copas de Lalique.
El salón pintado era un octógono espacioso. Las paredes estaban adornadas de guirnaldas, que formaban medallones; decoraban la cúpula pinturas pastorales con grupos de gazmoñas figuras pompeyanas. Todo lo cual, con los muebles de caoba y bronce dorado, la alfombra, el candelabro colgante, igualmente de bronce, y los espejos, había sido diseñado con una pauta unitaria por una mano ilustre.
Biblioteca de estilo Sloane.
Adornos Chippendale en relieve.
La inmensa sala de paredes cubiertas de tapices.
Un salón de té o un estudio, las paredes revocadas presentaban delicados paneles rococó y recorrían el techo hermosas aristas de bóveda.
Todo en la casa era de mármol, terciopelo o yeso mate y dorado.
Paredes decoradas con brocados y cubiertas de acuarelas agradablemente combinadas.
La casa había sido amueblada y decorada por la firma más cotizada.
Las librerías de roble victoriano contenían volúmenes de Hansard.
Una habitación estilo Adam.
Cama estilo regencia.
Decorador Joseph Emden.
Mesas diseñadas, tal vez por un ingeniero sanitario; bloques cuadrados y tapizados, con agujeros para sentarse y cubiertos, aparentemente, de papel secante.
Camas anchas y elásticas.
Muebles de mimbre pintados de azul.
Cojines de jardín.
Posee muebles a los que tiene cariño. Aparadores de roble, arcones.
Una pequeña silla heráldica, una silla mezquina, inhóspita, de asiento plano, que ayudaba simplemente de excusa a la sofisticada decoración heráldica pintada en su respaldo.
Exquisitos muebles Chippendale, porcelana, laca y tapices pintados.
La cama, una enorme tienda de campaña de terciopelo, similar al baldachino de la iglesia de San Pedro.
Una cama mortuoria.
Enormes secciones rococó, la cornisa tapizada de terciopelo, las columnas trenzadas de oropel y terciopelo, penachos de plumas teñidas, que brotaban de huevos de avestruz montados en oro y que coronaban el pabellón de la cama.
Muebles del vestíbulo pasadísimos.
Muebles barnizados.
Una cama práctica, estrecha.
(Retorno a Brideshead)

Eliade
Cuando vendieron los muebles transformaron el comedor como despacho.
El sillón favorito.
Un extraño aunque plácido cansancio lo tenía clavado al sillón.
Sentarse al respaldo del sillón.
Ladeó la silla para poder ver mejor.
(Relatos fantásticos)

Febvre
La cerámica roja vidriada que suministran los alfareros de Arezzo.
(Europa)

Vian
Un ancho sofá cubierto con una piel de oso de peluche.
Una puerta de aspecto anodino.
Una mesa de bridge.
Un hondo sillón de piel.
Un gran armario donde se guardaban las prolongaciones de la mesa cuando no se usaban cuando había menos de once comensales.
Crujir el arcón.
El armario macizo no se estremeció.
Sillas cojas e incómodas.
Dio un golpe tremendo con la rótula al borde del cajón central del escritorio.
Un mueble Luis XV de caoba segueteada al fondo de la alcoba.
Una mesa revestida de palisandro copiado.
La pulida superficie de la mesa.
Un aguamanil de caramelo tallado sobre un aparador color rojo chillón.
(A tiro limpio)

Un banco de madroño de vaca pintado de verde.
La pieza estaba amueblada con un gusto perfecto con seis archivadores de roble sodomizado pintados con barniz burocrático.
Un almohadón de cretona floreada.
Un sillón giratorio.
Una ola rumorosa de sillas movidas.
Los altos taburetes revestidos de moleskine.
Una sólida silla de cocina de haya maciza.
El departamento estaba amueblado con gusto con bibelots exóticos traídos de una lejana expedición al corazón de la sabana mogólica. Tapices merovingios de lanas chillonas. Todo ayudaba al conjunto de un home mullido y confortable.
(Veercoquin y el plancton)

Bellow
Linóleo en las habitaciones.
El espejuelo sobre la cómoda.
Las mueblerías de la calle Halsted.
Un juego de dormitorio.
Tapizados de color verde inglés.
El juego de sala tapizado de mohair con ceniceros involcables.
Lunas venecianas y tapices bordados, carritos para el té, mesas auxiliares, lámparas con pie de ónice.
Se hundía en su asiento como un vaquero en su silla de montar.
Para matricularse en la escuela técnica se había deshecho de sus muebles.
Una cama de armadura oscura.
Repantigada en el sillón y no sentada.
El respaldar alado del sillón.
Dar la opinión de una hipoteca sobre materiales muebles.
Sillas de acampar.
Ruidosos armarios metálicos.
La adquisición de mobiliario nuevo.
Los apestosos muebles chamuscados.
Estaba empeñado de sacar provecho de los muebles hasta el ultimo ardite.
Una cama de cuatro postes y lunas de marco dorado y Cupido con su cabeza dentro de un arco.
Los muebles arrumbados en el traspatio.
Porcelana Haviland, cortinas venecianas, tapices franceses.
A la espera de tiempos mejores mantendría el mobiliario rescatable.
Cortinas de tela suiza.
Acodada en el mueble que alojaba el instrumento del fonógrafo.
La hamaca de los niños.
La ruin venta de los muebles.
Romper sillas y armar una gresca.
Sillas de asiento mullido de las de antes.
Fondeado en un sillón poco muelle.
Un comedor producto de una riqueza estable y proba.
Decoran los palazzi venecianos ante el hedor de los canales con seda, raso, flecos y demás arrequives.
Un lecho de estilo Luis XIV.
Una cama metálica llena de perifollos barrocos de igual metal.
Un sillón tapizado de seda.
Armarios empotrados y tocadores.
La jaula cónica de un periquito de adorno.
Sillones modernos tapizados de cuero de buey.
Un tapiz de Gulistan.
Lámparas altas como ídolos esteatopígicos.
Una elegante mesa redonda de mármol.
Una cama que había adquirido en almoneda; un mueble de color marfil con guirnaldas y rosas de Arcadia importado de Baviera.
Un apartamento amueblado con la firma Empire con enormes espejos y arañas, biombos chinescos, pájaros de alabastro, espesos cortinados. 
Armarios de color verde.
Una suerte de gabinete con un feo trozo de tapiz, una enciclopedia Larousse de años atrás y una mesa verde.
Una silla Chippendale legítima.
Los muebles solo son cosas materiales.
La floreada cama bávara, las chucherías y las oropéndolas embalsamadas.
(Las aventuras de Augie March)

Una cama de matrimonio.
Tendido en el maloliente sofá.
Una enorme silla Sykes.
La maleta era su mesa-despacho de viaje.
Lámparas italianas, muebles provincianos franceses.
Los muebles eran de una época centroeuropea desaparecida.
Un sillón forrado de chintz.
Le estaba esperando su nueva cama de soltero.
El sofá del estudio con la funda de marroquín.
Habían sido pisos de lujo los años 1890. Los grifos de boca ancha soltaban un buen chorro de agua fría, los mosaicos eran de un color cereza borroso y la repisa para poner los objetos de limpieza personal era de níquel viejo y muy adornado. Un ambiente de lamentable lujo victoriano.
Una mesa de formica amarilla de restaurante.
Tenemos que amueblar este sitio. No puedo soportar las habitaciones vacías.
Un pequeño piso amueblado al estilo de los años veinte de una total corrección. 
Arrobado con la emoción e inmóvil en su silla escuchaba los muertos y sus muertas discusiones.
La frágil mesa.
Una cama de hierro.
El amplio y confortable sofá-cama, la lámpara Tiffany de la que colgaban cristales como plumas, los profundos sillones bajo las ventanas.
Las gangas que se encontraba en la Calle Catorce: pantallas de bronce, lámparas de pie, cortinas de nylon, flores de cera, objetos de hierro forjado, de alambre retorcido y de cristal.
Un sillón de forro a rayas.
Un sofá negro Naugahyde.
Una mesa-despacho con un cierre que se enrolla arriba.
La casa olía al barniz de los muebles.
La araña de débiles luces, el secreter y las mesitas, el sofá de brocado con su brillante funda de plástico, la alfombra oriental, las cortinas perfectas y rígidas sobre las ventanas, la consola del fonógrafo.
El secreter de madera de cerezo con la persiana de madera que lo cubría.
Las ganancias de las grandes compañías de muebles: elevadas tarifas, viejo material, falta de competidores.
La cama plegable del estudio.
El viejo sofá soltaba una nubécula de polvo.
Un sofá Récamier.
(Herzog)

Tomalin
Mesas de naipes.
Sillas de tela de crin.
Mudaba los muebles de lugar, hasta los de las habitaciones de los hoteles.
Empeñar los muebles.
Las construcciones al estilo de Piranesi de las casas Adams.
Palisandro para el salón, caoba para el comedor, un aparador, licoreras, jarras y tarros de porcelana.
Pasar el día deambulando felices y contentos por las tiendas de muebles.
Puertas de caoba, bibliotecas, repisas para las chimeneas, grandes espejos en las paredes, alfombras gruesas, persianas blancas y los mejores accesorios de baño del mercado. Una mesa con cinco alas adicionales para el comedor, que tenía columnas y doce sillas de piel.
Planear, comprar y amueblar habitaciones.
(Charles Dickens)

Le Fort
Un salón Biedermeyer.

Koestler
Salón Luis XV, con su multitud de patas frágiles, curvas doradas, tapices de seda y divanes.
La funda de cretona del sofá.
Gracioso escritorio regencia.
Alfombras de Bokhara.
Sillones floridos de estilo francés.
Los desteñidos gobelinos, con sus cacerías de ciervos y jabalíes destrozados por jaurías enfurecidas, colgando del espacio, hacían más oprimente el silencio.

Böll
Casa rodeada de candelechos, a manera de atalayas.

Grass
Mesita de fumar redonda.
Reloj de pared dorado y negro.
Col fermentada para frotar alfombras.
Araña central con sus colgajos de vidrio pulido, reluciente y cortado en facetas refringentes.
Reloj vertical.

Labin
Chatty. Pequeña estufa de leña.
Porcelanas Ming.
Tan. Armario.

Highsmith
Cómoda cuadrada Wellington, superficie y cantoneras de latón.
Mesa triangular Chêne, copia Luis XV.
Vasistas, ventana de invernadero.
Llave tipo Yale.
Colgador, muestra de la versión americana del style rustique.
Mobiliario Louis XV véritable.

Graves
Utensilios de peltre de cocina.

Lowry
Ventanas hospitalarias.

Cary
Sillones con relleno de crin.
Una biblioteca con frente de vidrio.
Colcha con buenos resortes en el elástico.
Una silla tapizada con gobelino.
Un escritorio Buhl con plumas y tinteros.
Cama italiana de bronce.
Viejo bronce sucio de sol.
Las sábanas guardadas bajo llave.
Una puerta de vaivén.
En forma, en superficie, en elasticidad, en iluminación y en ese algo indefinible, que es la belleza ultima de una pared, la esencia de su ser, la pared de Nariz de Pimienta.
(La boca del caballo)

Cesbron
Sillón de cuero de color de tabaco.
(Perros perdidos sin collar)

Un elefante de porcelana.
Ver los muebles familiares desde la infancia.
Trasladar los muebles que, húmedos, fríos habían pasado la noche en la calleja.
Se limpia el suelo y luego se colocan los muebles.
Transformar el viejo guardamuebles en un alojamiento humano.
Sacar los muebles.
Los muebles, situados en el patio, como gallinas mojadas, pasaron otra noche a la intemperie.
Yendo de un lado a otro y dando con el pie a algunos muebles.
Muebles removidos.
(Los santos van al infierno)

White
Enormes jarrones de cloisonné.
Alfombra tallada.
Briki. Pequeña copa de cobre pulido.
Un saloncito muy pequeño, como un camarote a bordo del barco del mundo.
(Los calcinados)

Silliphant
Superficie de bakelita de la mesa.
El pasado, las viejas bañeras de hojalata, los muebles de nogal.

Greene
Una silla reposera.
Las cortinas alegres y artísticas.
Sillas duras con respaldos altos e incómodos.
Aire de elegancia y orgullo personal del moblaje.
Los pocos elementos del moblaje convencional.
Cuartitos de un burdel amueblados con sofás y mesitas ratonas para licores.
El aire eterno de los muebles del infierno.
Los oscuros muebles oficiales.
Sillas gemelas.
Conseguir unas cuantas sillas más.
(El revés de la trama)

Si la habitación ha de reflejar cómo es el dueño, ha de respirarse un ambiente de presunción, de pedantería y sus muebles y decoración han de estar pasados de moda.
La lámpara central.
Muebles característicos de una pensión.
Silla confortable.
Los muebles de una casa definen el carácter de la persona que vive.
Una habitación confortable, llena de flores, con muebles de gusto, porcelanas valiosas, buenos lienzos.
Lámpara de pie.
(El león dormido)

Baum
Crujían las sillas de mimbre.
La mesita de haya con tablero de cristal.
Se arrellanó dentro de su butaca.
La alfombra con dibujos de pámpanos y piñas amarillas y verdes entre hojarasca más oscura, todo sobre un fondo rojo de frambuesa.
Un largo corredor flanqueado de cestas, jarrones, aplicaciones de bronce y bodegones.
La humedad de los armarios sobre los que habían pasado un paño mojado para lavarles la cara.
Muebles de nogal con brillo.
Muebles de caoba, sillas tapizadas de seda, un escritorio tallado y cortinas de encaje, unos bodegones con faisanes, un edredón de seda. Sobre el bureau se alzaba una imponente escribanía de bronce, un águila con sus alas desplegadas bajo las cuales se cobijaban los tinteros vacíos.
Un sillón de ruedas.
Muebles de junco.
Estamos sentados entre dos sillas y no sobre las sillas.
Despertado de su pequeña siesta se levantó de la chaise longue.
Un viejo baúl, un cofre de álamo.
La chaise-longue forrada de una imitación de Kelim.
Una cama de cobre fabricada serialmente.
Como si los muros y los muebles hubieran de transmitirle alguna fuerza o ayuda.
El pesado cuerpo hacía chascar los muebles.
(Grand Hotel)

Amis
Una silla baja hasta el absurdo que recordaba un escabel transformado como asiento por alguien con poca pericia.
Un aparador dieciochesco.
Una jarra de baquelita.
Un trastero repleto de muebles desvencijados.
Un biombo con motivos de cortesanos franceses con dibujos de gente con sombreros enormes y banjos.
Se levantó atáxico de su silla.
Tener la cabeza muy bien amueblada.
Algún mueble le propinó un golpetazo.
Los inmensos y lisiados sillones de la sala de fumadores del Pall Mall.
Una silla con respaldo de caña.
Un manual sobre vestimenta y mobiliario medievales.
Los pavorosos artículos que se publican sobre muebles y vajillas.
(Lucky Jim)

Harrod
Cuando varios productos tienen lo que el sentido común aprecia como un grado razonable de semejanza -mesas de despacho- se debe admitir que sus productores fabrican el producto aunque existan diferencias de calidad y de detalles. Hay competencia imperfecta, pues cada productor no puede vender cuanto quiera a un precio concreto fijado externamente a él por un mercado. No se enfrenta con una curva de demanda de elasticidad infinita.
Ha sido costumbre de la actividad profesional excluir los materiales muebles que han llegado a manos de sus compradores finales -mobiliario doméstico, pantalones del armario- aunque tengan un periodo de vida útil. Esta exclusión puede ser discutible cuando se ha extendido la práctica de comprar objetos de arte no para su disfrute, sino como garantía ante la inflación.
Las pretensiones del publico no bancario de restablecer el nivel deseado de sus activos no monetarios elevarán los precios de estos activos y reducirán los tipos de dividendo. Su preferencia por la liquidez se refiere a la proporción de sus activos totales que el publico quiere mantener como forma de dinero efectivo, la proporción que quiere mantener como forma de valores mobiliarios de diversos tipos. Querrán mantener más cantidad como forma de valores mobiliarios si su rendimiento como dividendo es alto y menos si este rendimiento es bajo.
Un amplio superavit presupuestario es una decisión deflacionista muy dura. Una manera de afrontar esta dificultad sería volver al viejo sistema y hacer que las empresas confiscadas emitan sus propios títulos mobiliarios autorizándolas para dar entrada con las condiciones de la emisión a algún elemento de ganancia variable. Lo que durante otros tiempos se habría rechazado  por apreciar que se mantenía un rasgo del sistema industrialista, el beneficio, cuya eliminación era una de las finalidades del socialismo. Las ideas son hoy menos rígidas y cuando se invierten sus fondos los socialistas recomiendan los valores industriales.
La referencia entre valores mobiliarios y dinero.
(Dinámica económica)

I. Shaw
Se sentaron, rodilla con rodilla, en las dos sillas de madera, como dos viejas damas dispuestas a tomar el té cotidiano.

Abbagnano
Hume. El recuerdo de la habitación de una casa lleva a la mente a las otras habitaciones (contigüidad).
(Historia de la Filosofía)

Spillane
Un llamativo sofá de mohair acurrucado bajo una ventana salediza.
Un gran despacho, que olía a puro y cuero viejo.
Una habitación interior con el aspecto aséptico de las habitaciones de hotel remodeladas.
Los muebles ven. Tienen algo personal.
Los ruidos de un armario abriéndose.
Un refugio femenino con sofá, vestidor, armarios y una pequeña mesa redonda.
(La serpiente)

Cepillar el mimbre
La escalera semejaba tallada a partir de una sola pieza de caoba.
Sofá de dos plazas.
El mobiliario escogido no iba con su personalidad.
El salón era muy moderno. Las sillas y el sofá eran fantasías surrealistas de cuadrados y ángulos. Incluso la mesita de café se aguantaba en equilibrio precario sobre unas pequeñas pirámides, que hacían de patas. Dos ninfas de madera enmarcadas semejaban frías en su desnudez, sobre el fondo que creaban las gélidas paredes azules.
Una otomana de cuero.
Con las herramientas de un ladrón serio se precisa una hora, para abrir la puerta de un simple armario.
Lámparas modernas y de cristal transparente.
Paredes blancas esmaltadas.
La carpintería sonriendo con su austeridad barnizada.
Un salón de auténtico lujo. Sillones mullidos, un sofá de dos metros, una silla en forma de plantilla Burmester, que te bajaba por la espalda, subía por debajo de tus rodillas y terminaba en un reposapiés acolchado. Caros portalibros de jade. Un gran piano con partituras operísticas dentro del asiento. Unos muebles sabiamente concebidos se transformaban en expositores de pintura o mesas para leer.
Una silla con doble fondo.
El mobiliario era caro y los óleos de las paredes incluso más.
(Un caso perverso)

East
Rollos de batik. Tallador de madera.

La totalidad del mobiliario.
Viejo escritorio estilo Adam.
Sillón de cuero negro Eames.
(El Legado)

Williams
Persianas de bambú.
Vidriera de Tiffany
Mesa de alas.
(La gata sobre el tejado de zinc caliente)

Un apartamento diseñado por Tony Smith.
Cuarto amueblado con un juego de piezas blanco marfil.
(Memorias)

P. Bowles
Arañar la tibia con un mueble.
Había empujado la lámpara hasta el borde de la mesa de luz.
Muebles amorfos e inútiles.
(El cielo protector)

J. Bowles
Confort de la propia cama.
No había cortinas en las ventanas, sólo un pequeño estor de color amarillo.
(Dos damas muy serias)

Cipolla
A finales del siglo XIII apareció una verdadera y cabal política de control de gastos ligado a la expansión que experimentó la ganancia de amplios sectores de la población urbana, fenómeno que marcó un crecimiento del gasto privado en géneros de lujo, edificios, muebles, vestidos y pinturas.
(Historia Económica de la Europa Preindustrial)

Miller
Puerta pintada de color crema.
Sillones forrados de satén.
Mesa de pino blanco.
(Foco)

Daninos
Bidés marca Shanks and Co. Ltd. Barrhead, Scottland.
Genuine mahogany. Caoba auténtica.
Room humidifiers. Pequeños aparatos que dan humedad al aire.

Humphrey
Sardinel del hogar.
(Con él llegó el escándalo)

Yevtushenko
Marco de abedul de Carelia.
Una bandeja de cuproníquel con un vaso de té metido en el portavasos de igual aleación.

Rostand
Lágrimas de Batavia. Cristal.

Guillain
Una vida sin muebles y sin comodidades, de una austeridad extrema, puede también entrañar bienestar. Noción del nivel de satisfacción.

Dylan Thomas
Camas deshechas e invitantes.
Una columna de sillas.
(Con distinta piel)

Kerouac
Un apartamento igual que la habitación de un santón ruso; una cama, una vela encendida, paredes de piedra que rezumaban humedad y un improvisado icono.
Una cama de un barco mercante.
Una mesa de comedor construida con una tabla de quince centímetros de espesor.
Niños sentados como sabios en viejas mecedoras.
(En el camino)

Ginsberg

Despojada la ultima habitación amueblada
hasta de la ultima partícula de mobiliario mental.

(Aullido)

Fo
Los campesinos se unieron con los artesanos y los asalariados. Llegaron a la organización de una extraordinaria comunidad. Los comuneros. Como centro de organización tenían la credencia. Sigue siendo en Italia, de Sicilia a Véneto, el armario que tenemos en casa, para guardar la comida, el aparador. El sustantivo deriva del verbo creer en algo. Credencia, creer en la comunidad, y estas formas de comunidad comenzaron a existir desde el siglo VI. La primera credencia es la de la comunidad de San Ambrosio. Un armario inmenso, con grandes hojas y ventanillas de madera especiales, en el que se preservaban los géneros alimenticios de la comunidad, el trigo de la humedad, todo lo que podía ayudar en las épocas de carestía. En Vercelli, para la división de los bienes comunales, se reunía todo y se repartía, según los menesteres de cada cual.
(Misterio Bufo)

Levin
Cocina Poggenpohl.
Tulipa de cristal, con las curvas características del Art Déco.
Tulipa cromada Art Déco.
Mesa Parsons color canela.
Grifo Art Déco.
Cristal con malla dorada.
Candelabros de peltre.
Cocina de Petak´s.
Respaldo del sofá, en forma de arco de Cupido.
Muebles de estilo jacobeo.
Puertas en forma de acordeón.
Paragüero victoriano.
(La astilla)

MacInnes
Lámparas chinas del viejo tipo Ma Jongg.
(Principiantes)

Gardner
Fortuna mueble e inmueble.
(El caso del gato del portero)

Thompson
Sábanas limpias. Estilo.

Japrisot
Apartamento muy inglés, con grandes butacones y espesas alfombras.

Neill
En los hogares alemanes, sofá reservado para los huéspedes importantes.

Burgess
Una pequeña escalera,de esas que se cierran y que se convierten en un vasto taburete de cocina.
Un auténtico pub Tudor.
Sofá victoriano.
Un taburete de artificial incomodidad.
Una cómoda y un armario ropero, de los que se ven flanqueando la puerta de las tiendas de baratillo.
Moqueta de color de galletas digestivas.
Armarios de acero.
Cortinas tejidas en Tilsit.
Delicada porcelana de Meissen.

Capote
Alfombras navajos.
Silla de la sala del trono de algún castillo ibérico.
(Ataúdes de artesanía)

Robbe-Grillet
Amarillo terciopelo del sofá.
Surtido de bibelots, que adorna el salón de vidrio.
Un amplio salón a la europea, cuya carpintería muy ornada de espejos y de estuco tiene por objeto dar una idea de lujo.
Un buffet cubierto de un mantel, que cae hasta el suelo.
Alfombra roja y negra, cuyas gruesas varillas de bronce están sujetas en las extremidades por dos gruesas anillas y que terminan en cada punta en dos piñitas estilizadas.
Inmensos candelabros de bronce en forma de lingam de tres brazos, que iluminan los sucesivos tramos de escalera.
Elementos de un lujo ingenuo y recargado, tales como paredes estucadas, plafones pintados al gusto del siglo XVII.
El raso negro del lecho del dosel.
La inmensa mansión de estuco, cuya recargada arquitectura y la exagerada repetición de motivos ornamentales, sin ningún funcionalismo, la yuxtaposición de elementos desaparejados y el insólito color, sorprenden.
Una falsa media puerta sin otro fin que el meramente decorativo, por un prurito de simetría.
Puerta giratoria automática.
Salida con clásicas ventanas redondas y sistema de bisagras en doble dirección, la pinta del acceso habitual a una sala de reunión o de espectáculos.
Una cómoda de laca de silueta adornada con motivos de bronce.
Gigantesco salón recargado de espejos, dorados y estucos.
Muebles de tipo francés 1925, que semejaban ideados para una pequeña buhardilla.
(La casa de citas)

Duras
Golfo de familia, registrador de armarios, criminal sin armas. Los golfos viven sin solidaridad, sin grandeza, en el miedo.
(El amante)

El lugar es muy claro, amueblado en blanco.
Unas alfombras enrolladas a lo largo de las paredes. Unas mesas desnudas.
(El amor)

Nooteboom
La estera china penitencial.
Una habitación como un tabernáculo de las matemáticas. Todo era simétrico, armónico y ajustado. Los muebles eran blancos y relucientes; de una odiosa modernidad calvinista. El sol dibujaba irresponsablemente sus geométricas sombras sobre el linóleo.
La incomodidad de la silla, demasiado dura y rígida.
Ninguna de las palabras pronunciadas había salido de la habitación, sino que habían quedado de alguna manera amueblándola.
Opulencia, no riqueza del interior de la villa; panzudos armarios, puertas y cuarterones, chesterfields, óleos de la escuela holandesa, un voluptuoso crucifijo renacentista de marfil, juegos completos de Sèvres y de Limoges, alfombras persas; y todo envuelto como de un cálido telón de boato.
Porcelana de Sajonia pintada de azul a mano.
La porcelana china rosa y los vasos y copas del vasar.
Una tallada copa de oporto.
Tendido sobre una mesa desde la que, como es sabido, el mundo transforma el aspecto de arriba abajo.
Se lo sacó de encima por puro instinto, como quien se desprende de un viejo sillón.
Dos escritorios, una pesada butaca, un chesterfield de dos asientos raído con el uso y dos estanterías con libros encuadernados de piel.
Un armario de caoba, una copa del siglo XVII.
Un armario-librería.
(Rituales)

Una funda de almohada rellena de putti.
(Perdido el paraíso)

Bernhard
El semipodrido diván materno.
Amueblar y organizar.
Desplazar armarios y cómodas, mesas y sillones y camas.
Una puerta acolchada.
El mobiliario de la tienda.
Muebles Biedermeier.
(El sótano)

Una lámpara de globo del techo.
(El aliento)

Una gigantesca cama con dosel, de pesadas cortinas de terciopelo.
Una mesita bamboleante, que no armonizaba con los restantes monstruos del mobiliario.
(El frío)

El mobiliario no valía el precio del transporte.
Sus muebles nunca habían sido otra cosa que cajones de azúcar baratos.
Sacar brillo con cera Schmoll.
Adquirir una vajilla digna.
Muebles hermosos de estilo José.
Muebles cómodos y elegantes.
Los muebles se colocaron más o menos propiamente sobre el lugar adecuado.
(Un niño)

Amueblamos completamente nuestras habitaciones con lo más preciso.
Muebles y utensilios.
Cosas de mudanza.
Operarios para faenas de peón corrientes, como transportar muebles.
Arreglar el caos de los muebles.
Comprar muebles a un precio relativamente alto.
Un tresillo barroco vienés. Esos sillones eran muy cómodos.
Las maderas heladas de los muebles.
Pavimentos de alerce.
Las tazas van a la cómoda.
Muebles horriblemente carentes de gusto, aunque francamente cómodos.
(La Calera)

Un sencillo escritorio de plancha de arce.
Una cómoda que no va con el mobiliario, una de esas rarezas josefinas de tres cajones, de nogal con una ornamentación sencilla de los cajones, un mueble favorito, una cómoda pulida de una forma extraordinariamente cuidadosa, no chapada, sino hecha con planchas de nogal enteras y equilibradamente veteadas.
Miles de cadáveres de moscas sobre los muebles.
Muebles, piezas de arte, estancias de lo más espléndido. Una atmósfera lujosa.
El sillón de las náuseas.
La carcoma toqueteaba dentro de los armarios y las cómodas, con los armarios de cajones sobre todo, las sillas y los sillones, se había abierto camino hasta la cama.
(Corrección)

Sciascia
Lámpara con pantalla.
(Todo modo)

Eco
El dibujo industrial ofrece casos mínimos pero evidentes de creaciones en movimiento con objetos de decoración, lámparas plegables o librerías que pueden armarse con formas distintas o sillones aptos de metamorfosis de dignidad estilística que permiten disponer las formas según el gusto y las exigencias de uso.
Nadie puede pretender que un estudioso de la geometría no euclidiana al calcular su cuarto para construir un armario vaya a usar la geometría de Riemann.
(Obra abierta)

Un elemento del mobiliario cósmico.
La forma que los museos, las bibliotecas, los palacios se hacen confidencias de noche, solo son viejos armarios que están acomodándose.
Una butaca siglo XVII.
Sillas modelo banquete del juez de Nottingham.
Los grandes muebles de la sacristía con fragancia de jacaranda.
Un sofá cama.
Una sala de aspecto confortable con muebles de diseño.
Umbrosos cuartos con viejos muebles.
Escritorios tipo secreter con poco espacio para apoyar una hoja pero lleno de cajoncitos visibles y ocultos.
Un armario majestuoso.
Consolas con decimonónicos teatritos de cartón, divanes con grandes colchas bordadas.
(El péndulo de Foucault)

Fast
Sillería de gutapercha.
Cortinas ribeteadas de pasamanería.
Porcelanas de Spode.
Sofá Lawson hecho por encargo.
Alfombra color barquillo.
Butacas tapizadas de cretona floreada.
Visillos de batista suiza con motitas bordadas.

Escalfador. Invento de una fuente de loza soportada por un armazón metálico y colocada sobre un infiernillo.
(Max)

Laing
El gusto de los bordados, la tapicería y la decoración de interiores.
(El yo dividido)

Pinter
Un montaplatos, un montacargas con poleas.
Una silla de respaldo recto.
Una vajilla muy linda con una especie de rayas blancas y negras.
Camina como al azar hasta su cama y aprieta el colchón.
El tubo acústico pende de la pared a la puerta del montaplatos.
(El montaplatos)

Un dormitorio con dos camas.
(El amante)

Pacaut
Federico cuidó de ejercer plenamente las prerrogativas reales sobre las sedes vacantes asumiendo la dirección (regalía) y confiscando los materiales muebles de los prelados difuntos.
(Federico Barbarroja)

Nikitin
Mercancía, muebles de lujo.

Le Breton
Sillas de enea. De junco, pino, chopo.
(El clan de los Sicilianos)

Orton
Techo con moldura gruesa, con un adorno central de bellotas y pájaros color azul.
Mesas de refectorio. Baratas.
Cochecillos de muñecas victorianas, pájaros disecados, una aspidistra de porcelana de tamaño natural, una campana de cristal con una chistera debajo.
Supervisar el traslado de los muebles.
Una loca extravagancia. Alfombras de delicados tonos pastel; el mobiliario, antigüedades doradas; los accesorios que incluían una <<vitrina>> con absurdas piezas regencia iluminadas por detrás; en cada dormitorio y en el cuarto de baño había objetos denominados, en la terminología del agente, <<fruslerías>>; tocadores empotrados con espejos; el tipo de cosas ante las que nos muestran las actrices en las secuencias emotivas con sus amantes. Los apliques de la luz semejaban hechos de montones de oro y cristal. La escalera tenía pasamanos de hierro forjado. El hierro estaba retorcido como hojas, de una manera especialmente horrorosa. Sobre la bañera había un mosaico de trozos de cristal coloreado. Las cortinas eran de flores y bastante nauseabundas.
Dijo el nombre impronunciable de alguna bebida insípida, haciendo juego con el mobiliario.
Muebles de época valiosísimos.
Syrie Maugham (1879-1955). Decoradora interiorista de moda. Casada con W. Somerset Maugham.
Un banco plegable adosado a la pared.
La cocina demasiado moderna. Azulejos de cerámica, madera sin pulir, grandes planos de actividad. Las sillas eran baratas, pero semejaban caras. Cómodas hasta que caen a pedazos.
Un asiento cómodo. Un chisme grande, rojo, de cuero, en forma de huevo.
Tumbonas de lona.
Dormitorios llenos de soleras.
(Diario)

McCullers
Sobre la cómoda de roble claro había un jarro de cristal lleno de agua y un paquete casi consumido de bollos de canela, cubiertos de una garrapiña blanco-azulada y de gruesas moscas.
(Frankie y la boda)

Fleming
Alta ventana estilo Adam.
Tupida alfombra Wilton.
Sofá Knole.
(Goldfinger)

George
Zoco de guarnicioneros o de fabricantes de muebles.

Himes
Cerradura automática Yale.

Guimard
Pernios de la puerta.

Deane
Josiah Wedgewood. Fabricante de cerámica.

Plath
Cortinas de chintz.

Cuna de nogal español.
Globos, ovales animales almados, serviola amarilla, pez azul. ¡Con qué extrañas lunas vivimos, ocupando el lugar de mobiliario muerto!
(Ariel)

Cualquier momento algún escándalo podría / escurrirse / de un armario asfixiado por el humo.
Pálida porcelana.
Suena de verdad la buena porcelana.

Vidal
Alfombra floreada de Bruselas.
Alfombras de Axminster.

Fowles
Alfombra de Axminster.
Silla Windsor.
Porcelana de Staffordshire.
Cerámica de Ralph Leigh.
Jarrita Toby.
(La mujer del teniente francés)

Niel
Según los economistas Fourastié y Armand, como la demanda de bienes de consumo no puede crecer indefinidamente, se llegará pronto a un punto de saturación y disminuirán relativamente los pedidos de productos alimenticios y artículos del hogar; aumentarán los de pinturas, discos, muebles y creaciones artísticas.
(El fenómeno de la tecnología)

Uris
Alfombras de Aubusson, tapices de Gobelin.
(Topaz)

Babeau
Rocking-chair. Mecedora.
La imparcialidad de la Bolsa se requiere para el caso de un desarrollo de las inversiones directas de los particulares sobre valores mobiliarios, como el caso más probable de la extensión de las sociedades o fondos de inversión, entregándose la Bolsa a estas inversiones y garantizando a los inversionistas una evolución regular del valor de su cartera.
(El beneficio)

Maquet
Ventajas accesorias, alojamiento gratuito de las habitaciones amuebladas que pertenecían al empresario.
(Sociedad y poder en África)

Thuillier
Manufacture des Gobelins. Manufactura de tintes y tapicería.

Jolley
Algunas ocasiones un documento puede llevar un nombre solamente. Las tarjetas colocadas sobre una mesa de comedor, para garantizar el sitio a un comensal.
Vehículos de carácter distintivo presentados como listas separadas. El mobiliario de un dormitorio, los objetos de una mesa de escritorio.
(Ciencia de la información)

Doctorow
Vajilla de Wedgwood.
(Billy Bathgate)

Enzensberger
Lechuza de porcelana.
(Mausoleo)

Vonnegut
Dos sillones de piel al lado del hogar encendido de una salita artesonada.
Sillas de respaldo rígido de la típica mesa de superficie blanca y brillante.
Moviendo muebles como si quisiera desahogar su ira de una forma u otra.
Aquellos cortinajes azules colgando de los chocantes aros pintados.
Camas arregladas con su correspondiente cubrecama.
(Matadero cinco)

Una silla de club de cuero.
La estancia atestada de bargueños y escritorios y armarios y cómodas altas y cómodas bajas y tocadores galeses y armarios roperos y relojes viejos.
Irradiaba una sexualidad como la mesa de cartas de su abuela.
Hacer efectivas las opciones de valores para comprar ropa y muebles.
Una mesita de café con peces tropicales.
(Pájaro de celda)

Updike
Sillón danés.
(Cásate conmigo)

Pared de madera. Láminas de masonita acanalada.
Ventanas Andersen.
(Conejo es rico)

Robbins
Cristal de Baccarat, vajilla de porcelana inglesa ribeteada de oro.
Mesas de lucita.
(El descenso de Xanadu)

Cristal de Steuben.
(Avenida del Parque 79)

O´Hear
Una convención es una regla adoptada por una cuestión de costumbre, cuyos orígenes son desconocidos o no planificados, como la convención de colocar los tenedores a la izquierda y los cuchillos a la derecha.
(Enciclopedia Oxford de Filosofía)

Goncharenko
En el XVIII, la plata es reemplazada por la porcelana. Tres países lograron la fórmula de preparación de la porcelana. En Rusia la encontró D. Vinográdov, perfeccionada por M. Lomonósov. En Alemania lo fue Meissen y en Francia Sèvres, ciudad próxima a París; contó con los pintores Georget, Leguay y Adam.

Hadley Chase
Instaló su humanidad en un sillón.
(El buitre paciente)

Kraus
Un sosegado sillón occidental.
La posesión no significa (fuera de pequeños materiales muebles) una orientación de la mentalidad atractiva para el Este.

Deschamps
Artesanos judíos se dedicaban a la industria de loza esmaltada y cristalería, en Tiro, Jaffa y Beirut.
(En tiempo de las Cruzadas)

Le Clézio
Candil de aceite Clarke.

Moorcock
Habitaciones amuebladas según los lujosos gustos que se complacían con desbordantes mezclas de colores y raros diseños.
(Elric de Melniboné)

Buenos alimentos casi ifual de valiosos como los muebles.
Una cama labrada con intrincados dibujos de exquisita delicadeza incrustados de madreperlas y turquesas pálidas con lechosas filigranas de jade, de plata y de rubio oro.
Un sillón tallado.
Un sillón colocado sobre un pequeño estrado con cortinajes de brocado.
Siete sillones de respaldo alto y una mesa de roble pulimentada.
(La Fortaleza de la Perla)

Saint-Pierre
Mesa decorada con bronces de Caffieri.
(El millonario)

Procter
Originalmente la moneda como el "servicio" habían sido tributos de capitación de un maravedí per capita. Pero a finales del siglo XIII los dos se habían transformado como tributos sobre materiales muebles. Los decretos de las Cortes de Palencia de 1286 establecieron que fuesen tributos sobre materiales muebles y el tipo de tributo fue fijado con una décima parte.
(Curia y Cortes de Castilla y León)

E. Vilar
Llenar la casa del kitsch reglamentario.

W. Smith
Tapizado de chintz.
Bar de tek y bronce.
(El ojo del tigre)

Dieren
Algas marinas secas para rellenar colchones.
Patos de flojel, proveedores del edredón.

Clancy
Dicho de la Unión Soviética. Pisos de parqué, doctores okay.
Una costosa boiserie, que recubría las paredes.
(La caza del submarino ruso)

Ludlum
Una gran sala amueblada al estilo italiano rural.
La blanda butaca.
Los muebles de un comedor formal.
La adornada delicadeza de los muebles franceses.
Los pesados sillones de cuero que rodeaban la mesa circular de roble.
El gran dormitorio de la nave cómodo con sus pesados muebles clavados al suelo.
Un enorme sofá de estilo victoriano.
La silla del comedor del Savoy de respaldo curvo.
Seis sillones de cuero de color marrón formando un semicírculo del estudio de un adinerado squire de provincias con una robusta mesa auxiliar rectangular delante.
Un gran escritorio blanco con adornos de oro.
Se rebulleron en sus sillas.
La decoración y el mobiliario era lo que los suizos apreciaban como adecuado para los turistas; gruesas alfombras y sólidos muebles, butacas y muchas fundas de sofás.
(Trece en Zurich)

Una habitación con artesonado de nogal.
Una silla de cinchas entretejidas.
Un encendedor de escritorio.
Una silla de tijera.
Tender camas improvisadas.
Grandes quitasoles de mesa.
Una mesa de hierro forjado.
Apilar muebles delante de la puerta.
(El caos Omega)

Un inmenso estudio biblioteca. Las alfombras orientales eran mullidas, el mobiliario pesado de madera, masculino. Media docena de lámparas daban una luz indirecta. Había varios sillones de cuero y una gran mesa de caoba como escritorio.
Colocaba los muebles como si fueran piezas de ajedrez.
Un mueble pesado.
Una larga mesa de conferencias.
Muebles de estilo provenzal.
Un sofá de respaldo vertical.
Los muebles de jardín blancos y de hierro estaban llenos de cojines estampados.
Percheros ornamentales.
Una silla tapizada de terciopelo dorado.
Una mesa de ónix.
Una pesada puerta holandesa.
Un escritorio metálico.
Una taza de Limoges.
Un sofá de terciopelo.
Una mesa de linóleo.
La dura y breve cama de una habitación de cuarta categoría.
El sillón del poder.
(Y nada más que la verdad)

Puzo
Una alta silla que semejaba un trono.
El mobiliario del salón procedente de un palacio italiano eran sillones gigantescos, sofás largos y anchos como pequeñas embarcaciones y mesas de mármol macizo que semejaban robadas de algún museo.
Anchas sillas de mimbre.
Los muebles aunque pesados eran cómodos.
Había libros por todos los lados del salón; encima del sofá, sobre los veladores y sobre unos estantes adosados a las paredes. Grandes lienzos al óleo adornaban las paredes y había jarrones con flores por doquier. Sobre las mesitas colocadas delante de los mullidos sofás y los sillones resaltaban preciosas cajas de oro y plata.
Ocultar la boca de un túnel con un armario.
Enormes muebles de estilo rústico. Una mesa con una jofaina de esmalte azul.
Muebles franceses, vajilla alemana.
(El Siciliano)

King
Un estudio, pinturas de veleros de las paredes, sillones de cuero, mullidas alfombras grises.
Una mesa de café Trifles con la parte superior de cristal y estructura de bronce, 587 dólares.
Un escritorio de madera clara.
Un sillón Eames.
Su silla giratoria hizo un ruido como un cerdo mecánico, ¡Hoinc!
Tumbonas de aluminio tubular con tiras de plástico tejidas.
Un barato sillón de hotel de plástico.
Las jaras Ball con las que las mujeres ponen compota.
El reloj digital de la coqueta.
(Maleficio)

Muebles pesados y sin gracia.
La butaca favorita.
Los muebles eran todos auténticos, no reproducciones.
(Misery)

McDowell
La cama delicadamente hecha.
Rescatar los muebles que se creían perdidos.
El palisandro pulido y los medallones tallados del sofá.
Habrá tiempo de llenar la casa de muebles.
Mantener la pantomima de estar amueblando la casa.
La cama de nogal, el tocador, el espejo, el chifonier y la cómoda.
(Blackwater. La riada)

Sanders
Una alfombra tramada, sillones vencidos pero confortables.
Un sofá tamizado con gamuza marrón frente la chimenea.
Un sillón muy profundo, me sentí como engullido.
Era una sala espléndida. Los mullidos muebles cubiertos de cuero marrón, hilo beige, pana color chocolate. Sillas rectas y mesas estilo provenzal francés. Una mesita de bronce y cristal ahumado. Los cortinajes eran de batik y las pinturas sin enmarcar eran abstractos de brillantes colores primitivos. A manos de un decorador de escaso gusto este eclecticismo podría haber sido un desastre.
Platos de peltre, cuatro copas de vino y de agua para cada lugar, barrocos cubiertos de plata, flores frescas, elegantes velas blancas con candelabros de hierro.
Fundas de muebles floreadas.
El escritorio con tapa corrediza.
Los enormes edificios lujosos de apartamentos que tienen un aspecto institucional; pueden ser hospitales, oficinas o simplemente un inmenso mueble archivo de cuarenta pisos.
Bancos tapizados con vinílico negro.
Un sillón giratorio de roble.
Muebles de arce con almohadones de cretona.
(El sexto mandamiento)

Keneally
Porcelana de Meissen.

Fleischer
Coloridos cojines de macramé.

Distl
Loft. Un espacio grande, una fábrica o un almacén, transformado en habitat o estudio.

McIntyre
Un tatami cubría el suelo y un tufón se enrollaba en un rincón.
(Superluminal)

Simon
Biombo shoji.

Davis
Entrada con pintura de cinabrio.
Vajilla aretina y cristalería fenicia.
Grotescos pasillos de Nerón, el oro adornaba las pilastras, arcos y techos. Faunos y querubines remilgados hacían cabriolas bajo pérgolas, en las que las rosas se desmandaban.
(La plata de Britania)

Un diván de lectura.
Cabeceras de cama de concha de tortuga, lamparillas de oro en forma de Cupidos.
Meticuloso estilo romano. Colgaduras de colores refinados, divanes adornados con volutas, figurillas griegas de atletas y luchadores distribuidas con gusto, una mesilla con una pequeña librería de rollos en cajas de plata. También había toques llamativos; insólitos festones de tela púrpura y numerosas lámparas de bronce con hojas de acanto.
La cama alta con su estructura de conchas de tortuga, el cubrecamas con flecos y el escabel delicadamente tallado.
Una mesa de madera de arce cubierta con un mantel de lino de Hispania.
(La mano de hierro de Marte)

McCullough
El vidrio o la cerámica de Faenza formaba dibujos complicados y abstractos.
(Las mujeres de César)

MacAvoy
Sillones de orejas.
Sofá estilo Reina Ana.
Taza Royal Doulton decorada en azul.
Porcelana finlandesa, blanca, bordeada por una fina banda azul.
Falleba, varilla de hierro acodillada en sus extremos, ayuda a cerrar puertas y ventanas.

Higgins Clark
Escritorio Wells Fargo.
(Perdida en su memoria)

Monteilhet
Mesa de cidro. Especie de ciprés o tuya.
(Neropolis)

Miller
La poltrona de la gerencia.
Los edificios como la organización se vuelven complicados. Su tamaño aumenta y la categoría del ocupante de un despacho se deduce de los metros cuadrados, del mobiliario y de los materiales puestos a su disposición.
Las satisfacciones que proporciona aserrar y lijar unos trozos de madera hasta transformarlos como un mueble.
Muebles de oficina metálicos de un modelo común.
(De bárbaros a burócratas)

Potter
Una tumbona a rayas de colores.
La cama era una península dentro de la enorme buhardilla.
Una gran mesa redonda, una silla giratoria nueva y un banco más propio de un jardín.
Solitarios muebles.
Sillas metálicas con asiento y respaldo de lona.
Una mesa larga y baja con la superficie de espejo y unas gruesas patas de vidrio.
Una mesita accesoria.
Sus párpados se cerraron lentamente y las largas pestañas negras formaron una celosía de soñadora calina y los pesados muebles echaron poco a poco a volar.
Sillas flexibles de cuero blanco que crujían.
Los muebles de la habitación también estaban dispuestos de una forma que semejaba pretender hablarle, pero con un idioma confuso, sin traducción.
La sombra de burla maliciosa que conlleva todo mimetismo se había desvanecido con las pretenciosas ideas de un decorador de interiores.
Vetustas y sólidas butacas con respaldo abotonado esperaban pacientes a alguien.
Un pequeño sofá blanco.
La disposición de los muebles.
Una mesa de ajedrez.
Un mullido pero viejo sofá de tosca tapicería delante del hogar.
La cómoda de madera de pino.
(Ojosnegros)

Hough
Las tiendas de muebles agradecen el suministro de ambalajes por ser más barato utilizar partes de estos que comprar unos nuevos.
(Ciudades y Procesos Naturales)

Rutherfurd
Cerámica roja de Arezzo.
Garde-robe para guardar objetos de valor.
Vidrios de potasa, luz verdosa, más dúctil aunque de menos aguante que el vidrio de sosa de la época romana.
Patronato. Práctica mediante la cual un patrono podía ceder la finca de uno de sus arrendatarios, que a la sazón poseía una viuda o un menor de edad, como pago a otro terrateniente, quien administraba dicha finca y se quedaba con la mayor parte de los beneficios hasta que la viuda volvía a casarse o el menor alcanzaba la mayoría de edad. Con la práctica, este sistema propiciaba abusos escandalosos; algunos terratenientes vendían sistemáticamente los materiales muebles y devolvían sólo el cascarón de la propiedad a los herederos legítimos.
Diccionario de muebles compilado por Sheraton, extraordinario ebanista.

Deighton
Mesa de sobre de vidrio.
Porcelana de Meisen.
(Plomo para espías)

Ladero Quesada
Taracea. Incrustaciones de maderas de diversos tonos, arte venido de fuera.

Pavic
Tapiz de Buhara.
Vajilla de porcelana de Karlsbad.
Cubertería de plata de Leipzig.
Vidrio checo.

Jacq
Silla baja compuesta por un plano inclinado y un respaldo redondeado.
Con las raíces leñosas se fabricaban muebles, con las redes y las cortezas esteras, cestos, redes, cables, cuerdas, sandalias y paños.
Silla de manos. Ciempiés.

Norfolk
Mansión capitalina, diseño de los Adam.

Spinrad
Dormitorio estilo mediterráneo, azul y blanco.

W. Smith
Vajilla Rosenthal.

Osborne-McKnight
Silla romana de campo con reposabrazos, recubierta con piel de lobo.

Guhl-Koner
Las ropas de cama que menciona Homero consistían en régea, lo primero de todo, incluso entre las capas más ricas, mantas de un tejido lanoso de pelo largo, especie de colchón, pieles (kúnea) y mantas adicionales (tépetes), para ablandar el lecho. El conjunto se cubría con sábanas de lino. El chlaînai cubría al que dormía.
Mesas arcaicas cuadradas con cuatro patas o circulares u ovales con tres patas unidas; más tarde con una sola pata -trápesai, tetrápodes, trípodes, monópodes-, de madera de arce.
Guardarropas o baúles, furiamós, chelós.
El arcón de Kipselo, en el opistódomo del templo de Hera, en Olimpia, se usó para guardar tapices votivos; hecho de madera de cedro, con forma elíptica y con incrustaciones de oro y marfil.
Asamintos, bañeras de piedra pulimentada.

Benni
Vieja tapicería Wienerbaum. Geometrías.

Cornwell
Mobiliario de madera de tejo estilo Biedermeier.
(Causa de muerte)

Werber
En el antiguo Egipto los faraones se enterraban con sus mujeres, sumisos, animales y muebles.
Armario normando.
(El día de las hormigas)

Simon
Biombo shoji.
Catálogo Horchow.
(California Roll)

Cacucci
El diseño postmoderno se vale de objetos creados para otro uso que, extrapolados de su contexto, asumen una eficacia estética polivalente.
(Outland Rock)

Jennings
Un mobiliario raído.
Broquetas y cucharas venecianas.
Mesas de amatista púrpura.
Porcelanas Chizhsuo y Ren del arte han.
Ruidos de los que se deducía que alguien tiraba muebles y objetos y que los aplastaba.
Las calles vecinas a las casas de empeños estaban atestadas de gente, que por unos miserables qian depositaban sus joyas, sus muebles e incluso la ropa que llevaban puesta.
Fragmentos de mobiliario lloviendo alrededor.
Un pueblecito totalmente construido y amueblado con zhugan (bambú), la caña dorada.
Restaurado, amueblado y decorado de nuevo.
Mercancías preciosas o frágiles que no podrían permanecer al aire libre de los mercados abiertos, como muebles, piezas de arte, materiales perecederos.
Las tenacillas ágiles, instrumentos de mesa.
Transformar las posesiones de la Compagnia en materiales muebles y moneda.
Las ganancias de la Compagnia transformadas en materiales muebles para llevarlas a casa.
Desprenderse de una parte de los materiales muebles.
Dedicar las energías a la supervisión del mobiliario y la decoración.
(El viajero)

Jones
Marco de baquelita Woolworth.
(Perversión sangrienta)

Themerson
Viejas camas de latón dorado.
Un banco de hierro labrado.
Un sillón Sheraton.
Una colcha de tartán.
Un armario de bebidas.
Las paredes cubiertas de tapices estilo ducado de Varsovia.
Al rincón del estudio había un escritorio, al otro una radiogramola, al centro una mesita de ajedrez situada entre dos sillas estilo Viena y al frente un sofá y dos sillones.
Una gran cama de hierro con pomos de bronce.
El diván o sofá kanapa.
Un viejo escritorio georgiano hecho con madera satinada de las Indias, de color dorado, un escritorio femenino con gavetas y cajoncitos. El tambor de la tapa.
La silla georgiana de respaldo recto ante el escritorio.
(El misterio de la sardina)

Rice
Platos de Wedgwood.
Cristalería de Waterford.
(La Momia o Ramsés el Maldito)

McEwan
El espacioso ropero empotrado con luces automáticas y un interior intrincado barnizado de laca y recovecos hondos y fragantes.
Sofás Knole.
Muebles patizambos.
Muebles Shaker.
Pusimos la mesa al borde de una amplia extensión de césped.
Una mesa nido.
Una mesa thakat barnizada.
El suelo de madera de cerezo.
(Sábado)

Castanier
Lebrillos, fuentes, jarros vidriados y cabeceras de cama de tierra cocida sobre cuyos extremos hacía muecas la cara ridícula de la divinidad Bisu.
(La cortesana de Menfis)

Read
El maestre inglés del Temple Guillermo de La More estaba encarcelado en Canterbury, pero se permitió que le acompañaran dos hermanos y tenía sus muebles, ropa, ropa de cama y pertenencias personales.
En el momento de su arresto se hacía un inventario de las pertenencias de los Templarios. No había armas, el dinero era muy poco y el mobiliario escaso y pobre.
(Los Templarios)

Neville
Alfombra de Boussac negra con cuadrado de gruesos crisantemos rosados.

Ford
Piezas de mobiliario Montgomery Ward.
Una cama de matrimonio de madera muy ornada.
Un sofá pesado de brazos redondeados y tapicería áspera, dos sillas de respaldo recto y una mesita baja.
(Canadá)

Franceschini
Asiento alargado de ébano con pies de grifo.

Benevolo
Desde 1642 a 1647, Le Brun está en Roma, donde contacta con Poussin y se especializa como decorador de interiores.
Colbert organiza una serie de industrias, las manufacturas reales. Vidrios de Saint-Gobain, tapices de Beauvais, alfombras en la Savonnerie y fábrica de muebles de la corona en los Gobelinos, dirigida por Le Brun.
(La ciudad europea)

Larsson
Arquibanco de la cocina.

Townson
Había menester del consenso general para imponer un impuesto sobre el valor de un material mueble, de allí que el soberano convocara a los representantes de los condados y los burgos.
Josiah Wedgwood supo atender a la transformación de las costumbres sociales, como la hora del té. Contrató al artista James Flaxman y utilizando originales técnicas comerciales creó un mercado mundial para sus porcelanas. El año 1774 fabricó una vajilla de 952 piezas para Catalina la Grande de Rusia, decorado al detalle con representaciones de casas y paisajes dieciochescos. Se encuentra en el Museo del Hermitage de San Petersburgo. El año 1785, el 80 por cien de la producción de porcelanas de Staffordshire se vendía al extranjero. Cuando falleció, 1795, Wedgwood donó la inmensa fortuna de 500.000 libras.
(Breve historia de Inglaterra)

El trío de la Dama Negra
Muebles destartalados.
Salir una voz del armario de la habitación; un delicado mueble provenzal de perfil ligeramente vibrado.
La cristalería y los cubiertos de plata perfectamente colocados hacían más difícil cualquier conversación.
Un diván Luis XVI.
Muebles decadentes.
Las numerosas sillas y las mesas alargadas del juego de dados.
Golpear violentamente la cabeza con el pico de un mueble.

Tyerman
La inaudita tarifa del 10 por cien sobre los bienes muebles (los ingresos sobrantes tras haber pagado por lo esencial).
La carga de recaudar lo equivalente a un impuesto sobre los bienes muebles recayó en los notables los cuales, de cualquier forma, se enfrentaban al serio problema de que la suma total no alcanzaba, incluso la mitad del precio pactado.
El impuesto de una vigésima sobre bienes muebles, aprobación del año 1270.
En la década de 1390, Thomas de Woodstock adornaba su castillo de Pleshey con quince tapices, que bordaban los romances de Godofredo de Bouillon. Setenta años más tarde, la demanda por este tipo de objetos llevó al comerciante de Londres, Thomas Crooke, a ser acusado y procesado por traición, al haberse negado a vender a la suegra de Eduardo IV un paño de Arras <<ricamente bordado en oro y que representaba la historia del asedio a Jerusalén>>.
(God´s War)

Pinker
Los desafíos rutinarios como andar sorteando los muebles son unos formidables problemas de ingeniería.
Utilizamos la imaginería mental cuando visualizamos cómo puede quedar una silla en un salón.
(La tabla rasa)

McGrath
Un sofá viejo subido de la calle.
Un estudio con una cama.
Una cama grande de madera de teca.
Sillones de ratán.
Una alfombra de Oaxaca.
El mínimo de muebles para hacer el espacio habitable.
(Port Mungo)


También inmueble.






Chez Gaston



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