martes, 12 de marzo de 2013

INGMAR BERGMAN. HAMNSTAD (LA CIUDAD DE LA NIEBLA), 1948








Es pleno día, y Berit Holm (Nine Christine Jönsson) ve en la bahía la posibilidad del suicidio. Gösta (Bengt Eklund), un marinero que dejó el barco en ese instante, asiste al rescate, no aceptado por Nine, quien rehúsa cualquier ayuda.
Gösta recibe una grata acogida. Un amigo, antiguo marinero, le invita a jugar a las cartas. Gösta llega de India. Pero basta. Otro año en el mar es demasiado. Ofrecido un lecho por un precio óptimo, decide quedar aquí. Aguarda un empleo en el puerto.
Cantan el numero de Gösta. Comienza a las siete y media en el muelle.
Trabaja en la carga y descarga. Una pesada tarea.
Es sábado, e indica al amigo que no va a salir. Tiene un momento bajo. Pero Gösta baila en un salón al completo. Escapa de la pareja de baile y saluda a Berit. La simpatía es mutua y empieza con la cantinela del apretujón de gente, el sonido de la orquesta y el calor. Todos cuentan esas cosas, sólo que de modo diverso. Resuelven marchar.
Berit invita al hombre a casa, un piso bastante gris. El padre se halla en el mar y la madre de visita. Esquiva la clásica amabilidad de Gösta. Fue una noche apasionada. Con la barra de labios, Berit escribe en el espejo: Solo.
La joven angustiada sostiene con la madre un cambio de palabras, ya que no fue al trabajo. Pregunta qué hizo el día anterior. Descubre que miente y que lo pasó con un muchacho. Por tanto, debe llamar a la señora Villander y hacer un informe. Berit responde que lo haga y que la encierre otros dos años. La madre quiere una explicación, quiere disculpas.
En la fábrica en la que Berit hace un turno, el señor Villander reclama a la obrera. Es hermano de la asistenta social. La reprende y amenaza con volver al reformatorio. Berit nunca es consultada. Tiene que esforzarse por entender a la madre. La orientadora desespera de poder recuperar a la descontenta joven. Sufre la angustia de que la encierren. A Berit le gustaría diseñar sombreros. El señor Villander le ofrece una posibilidad. Los dos hermanos conversan acerca de la delincuencia.
El miércoles, el día que Gösta quedó citado con Berit, acepta hacer horas extraordinarias para terminar a tiempo. Berit se encuentra pendiente del reloj. La madre quiere conocer los planes que tiene. A la sazón, anuncia a la hija el próximo divorcio. Las amenazas son las exclusivas respuestas que recibe Berit. Recuerda la infancia, las desavenencias de los padres.
Por la noche, Gösta alcanza a Berit en el tranvía. Al fin. Deciden ir a reír al cine Victoria.
Unos descarados pretenden la compañía de Berit. Gösta hace uso de los puños. Tres atrevidos desvergonzados no detienen a Gösta. Sin embargo, un traicionero impacto en la cabeza con un varal, reduce al valiente.
El fin de semana serán Señor y Señora.
Berit cuenta cómo una noche, que llegó tarde a casa, la madre no permitió el acceso. Sentada en la escalera, aceptó la amable invitación de Tomas, consideró su agradable favor y vivieron juntos. Dieron la identidad de Berit en la radio. Llegó el Departamento de Apoyo de la Tutela de Jóvenes. La condujeron a un instituto de recuperación social. Fue mucho peor de cuanto se pueda imaginar. Quería gritar, también se encontraba sola. Gösta escucha con atención el relato. Cuando salió, fue acogida por una buena mujer. Era controlada constantemente. El hijo de aquella era gentil con Berit. Y cuando la madre lo descubrió, hizo el informe, naturalmente. Escapó a Estocolmo. Vivió con Gunnar y los padres, pero descubrieron el oscuro pasado. Proyectó tirarse al mar.
Entiende que Gösta la abandone. Él pregunta cuántos hombres hubo. Tendría que haber callado.
El amigo de Gösta sugiere como unica solución, que encuentre una nueva novia. La charla sobre el amor es sólo una pérdida de tiempo. ¿Por qué es difícil ser el tipo de persona que gustaría ser a uno? ¿Por qué es fácil transmitir las propias culpas y no las de los demás? Gösta quiere ser leal. Berit tuvo una vida dura.
La tormenta de los celos dispersa a la pareja. No obstante, Berit acude a Gösta, ya que una amiga sufre las consecuencias de un aborto. Gösta ayuda en el trance y Berit es interrogada.
Pero a pesar de los desengaños, Gösta quiere a la mujer. Encuentra al amado, el cual espera. Felices de encontrarse, sufrieron el dolor de la ausencia.
Dejan todo atrás. No deben abandonar jamás. Y pronto llega el verano.





Ana Kontroversy

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