viernes, 15 de febrero de 2013

ABRAM ROOM. TRETYA MESHCHANSKAYA (CAMA Y SOFÁ), 1927







Moscú, cuando estaba dormido. La tercera calle, Meshchanskaya, se encuentra adormecida. Y también sus habitantes.
De camino a la ciudad, Vladimir, el pintor (Vladimir Fogel), sentado en la portezuela del tren, goza de las impresiones naturales del viaje.
Moscú despierta. Nikolai (Nikolai Batalov) y Liudmila (Liudmila Semyonova), son marido y mujer. El día comienza con la higiene, el ejercicio y el desayuno.
Vladimir llega a la estación de ferrocarril. Atraviesa un puente del río Moskvá y juega con las ondas del agua.
Kolia trabajaba como capataz en el Teatro Bolshoi, en ese momento en construcción. Cuando sale para el trabajo, no desaprovecha la ocasión de recordar a la esposa que es el día que toca hacer la limpieza de la casa.
En la planta de impresión del Periódico de los Trabajadores, Volodia, primero, tiene que conseguir y arreglar un lugar para vivir. Con los bultos a cuestas, sólo encuentra carteles de "No hay plazas libres".
Nikolai toma el lunch recostado en una marquesina del teatro, y fuma el cigarrillo de la digestión bajo una escultura. Abajo, la ciudad hormiguea.
Vladimir, sentado en el banco de un concurrido parque, se adormece al sol. Era un día en que Moscú se hallaba en pleno apogeo.
Nikolai prefiere ir a casa, que asistir a una reunión. La mesa preparada, Liudmila recibe una inesperada sorpresa, la repentina llegada de Vladimir. En un primer momento alarmada, alega que es un apartamento privado. Por encima de la cortina, Kolia anima a Volodia. Presenta a la esposa al viejo amigo: "Luchamos y nos congelamos juntos en el Ejército Rojo". Habían tropezado en la plaza. Sin parar en ceremonias, el sofá es su reino.
Fogel demostró ser un experto prensador en el periódico.
El superintendente del edificio comenta a Liudmila que lo admite, pero fuera del derecho, por no tener espacio, y pregunta donde trabaja.
La mañana del 9 de Julio. Vladimir aportó una radio y unas revistas.
Nikolai recibe un telegrama. Tiene que darse prisa, es un viaje de negocios. Vladimir contesta que no le gusta quedar aquí, mientras él se halla fuera. La gente hablará muchas tonterías. Nikolai lo toma a broma. Nadie va a quitarle la chica. No se siente preocupado. A Liudmila le resulta molesta tal prepotencia.
El 14 de Julio. Día de los Amigos de la Aviación. En ese día, Liuda, por primera vez, vuela en avión, al lado de Vladimir. Impresiona la vista de la ciudad desde la altura. Luego, una vuelta por Moscú y una película en el cine. Vladimir echa las cartas y predice la fortuna.
Permiten que el deseo los arrastre. Kolia no dio señal alguna. Vladimir pregunta qué significa esa falta de ánimo. Unos días después, Liuda semeja ilusionada. Pero regresa el marido. Tendrá que hacer confitura de castañas.
Nikolai quiere dar una sorpresa a Vladimir. Los ojos tapados,  responde con un beso. Ríe la respuesta, ya que, como amigos, acostumbran a besarse. En la cena, no advierte la manera taciturna como la esposa y el amigo se conducen.
Volodia decide contar lo sucedido. El marido se muestra colérico. Responde que la confitura puede quemarse. No puede concebir que es verdad, en un cara a cara con el otro.  Vladimir marchará, si quiere. Pero es Kolia quien se irá, y los dos podrán vivir juntos.
Ha improvisado una cama en la oficina. Recuerda el confort de los días felices. Es un constructor, pero no tiene donde vivir.
Un nuevo día lluvioso en Moscú. Empezaban las lluvias. Nikolai vuelve para recoger las cosas. Liudmila quiere retenerle. Después de todo, no tiene donde ir y poseen un sofá libre.
Los tres unidos, de nuevo. ¿Qué pasará próximamente? Las partidas de damas consumen a Liudmila. El paso de un camión en la calle la sobresalta. Había quedado adormecida. Vladimir preparará el té, y Nikolai comprará unos bollitos. Cuando regresa, no encuentra a nadie a la vista.
Cada noche, la partida de damas exacta y el idéntico tedio. Liuda pasa las horas al aire en la ventana. Sugiere a Volodia dar un paseo. Ante la negativa, convence a Kolia. La mujer expresa hartazgo hacia los dos y de sus confusos juegos. Cada día, su vida llegaba a convertirse en más difícil.
Pasaron dos meses. Liudmila ofrece síntomas de fatiga. Vladimir adivina que está embarazada. El marido  insinúa que tiene que abortar. No quiere otro hombrecito en casa. Liuda los descubre planeando un aborto.
En una clínica privada, Liudmila sufre una gran decepción, con las mujeres que aguardan en la consulta. Desde la ventana, ve una niña jugar con la muñeca, y unos bebés en las cunas. Decide no esperar el turno.  Prepara el equipaje.
Los dos maridos reciben la noticia de la de alteración de la decisión. El tren la aleja de las exigencias  y las complicaciones.
  


Ana Kontroversy



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