LOS CUERVOS
Arato
El linaje de los cuervos y la estirpe de las grajillas son signos del agua que va a caer del cielo cuando aparecen a bandadas y chillando como halcones. Los cuervos al sobrevenir la lluvia imitan con su voz la caída de las gotas celestes; o después de lanzar unos graznidos con su voz profunda hacen un ruido muy estridente al sacudir repetidamente las alas.
Es señal de que cesa la tormenta cuando los cuervos solitarios graznan doblemente pero seguidamente lo hacen de una manera más fuerte e incesante; o reunidos en tropel cuando pretenden anidar plenos de voz; alguien podría creer que se alegran al oír cómo lanzan sus nítidos graznidos y al ver cómo rodeando al árbol donde duermen o sobre él aletean a su vuelta. Los cuervos eran tenidos frecuentemente como signos de buen tiempo.
Los cuervos, las aves más grandes del actual paisaje son textualmente odiadas por Menandro: “¡Que se vayan al diablo!”
Licofrón. Decrépito cual cuervo.
Apolonio de Rodas
Un álamo con su corona de innumerables hojas sobre la que a menudo se posaban los cuervos parlanchines.
Artemidoro tacha este animal de adúltero y ladrón. Sin embargo, pueden ser monógamos, al igual que los gasterópodos, los grajos y, en ocasiones, los rinocerontes.
Cuando fue encomendado a los cuervos el cuidado de alimentar a Eliseo, oculto cerca del torrente de Cherit, el profeta no acariciaba las impuras aves que, por milagro, proveían sus menesteres. Pero el rumor de sus alas debía ser grato a sus oídos. Los cuervos, pasado aquel momento, volvieron a ser lo que naturalmente eran.
Los poetas latinos hacen un comentario benigno de los cuervos, duro con las palomas.
Tito Livio
Se posó un cuervo sobre el casco del tribuno de los soldados M. Valerio, dando frente al enemigo; lo que desde luego vio gozoso como augurio enviado del cielo. Permaneció el ave en el lugar que había escogido y cada vez que comenzaba el combate, levantando el vuelo, atacaba con pico y uñas el rostro y los ojos del enemigo, hasta que al fin cayó el galo degollado por Valerio, remontando entonces el cuervo su vuelo hacia el Oriente y desapareciendo.
Un cuervo, pasando delante del cónsul Papirio, lanzó un penetrante grito; contento por este augurio y garantizando que nunca habían mostrado visiblemente los dioses su implicación en las cosas humanas, manda tocar las trompetas y lanzar el grito de ataque.
Luciano
Búho, cuervo nocturno.
Greoffrey de Monmouth
Un cuervo volará con los milanos y devorará los cadáveres de los muertos.
Salisbury
El cuervo alimenta a Elías. Reyes, 17.
Huon de Burdeos
Por fin llegó la hora que los gallos y el cuervo comenzaron y partieron a París antes del amanecer.
Sir Gawain y el Caballero Verde
Separaron el lomo del costillar y arrojaron algunos trozos a un matorral, para los cuervos.
Sir Gawain y el Caballero Verde
Separaron el lomo del costillar y arrojaron algunos trozos a un matorral, para los cuervos.
Mandeville
Las golondrinas y los cuervos y otras aves pasan una vez al año por el convento de Santa Catherina del Sinaí con gran suma y numero como si fuesen de romería y cada uno lleva un ramo de oliva como lugar de ofrenda de las cuales hacen los monjes mucho aceite.
Algunos de nosotros dicen que son bestias de mal agüero los cuervos.
Petrarca
Qué siniestra corneja o diestro cuervo notifican mi destino. Según los romanos eran signos de buenos augurios.
Boccaccio
Con muchas blancas palomas más belleza añade un negro cuervo que un cándido cisne.
Chaucer
Cuando Febo habitaba aquí abajo en la Tierra tenía en su casa un cuervo enjaulado que hacía mucho llevaba educando y al que había enseñado a hablar de la forma que se enseña a los arrendajos. Este cuervo era blanco como un cisne albino y sabía imitar la voz de cualquier persona que estuviera contando un cuento. Además, no había ruiseñor en el mundo que cantase ni la millonésima parte de bien y con semejante alegría. Contó el ave la deshonra de la mujer, y al instante se precipitó Febo sobre el cuervo y le arrancó todo su blanco plumaje. Entonces lo hizo negro, le despojó de su facultad de cantar y hablar y lo puso en la puerta, mandándole al diablo, a quien se lo recomendó. Por dicha razón, hoy en día, todos los curvos son negros.
Cuando lees poesía sobre cómo los dioses fueron convertidos en estrellas, pájaros, peces, hombres y mujeres, animales como el cuervo o el oso, o sobre la constelación de Lira, Cástor, Pólux o el Delfín, o sobre cómo fueron situadas en el cielo las siete hijas de Atlante, no sabes dónde están.
El sabio cuervo.
Pigafetta
Cuento de un cuervo que haya entrado a la garganta abierta de una ballena muerta.
Ariosto
Estrena. Dádiva o regalo. Mala, porque se da al lobo y al cuervo.
Petrarca
Qué siniestra corneja o diestro cuervo notifican mi destino. Según los romanos eran signos de buenos augurios.
Boccaccio
Con muchas blancas palomas más belleza añade un negro cuervo que un cándido cisne.
Chaucer
Cuando Febo habitaba aquí abajo en la Tierra tenía en su casa un cuervo enjaulado que hacía mucho llevaba educando y al que había enseñado a hablar de la forma que se enseña a los arrendajos. Este cuervo era blanco como un cisne albino y sabía imitar la voz de cualquier persona que estuviera contando un cuento. Además, no había ruiseñor en el mundo que cantase ni la millonésima parte de bien y con semejante alegría. Contó el ave la deshonra de la mujer, y al instante se precipitó Febo sobre el cuervo y le arrancó todo su blanco plumaje. Entonces lo hizo negro, le despojó de su facultad de cantar y hablar y lo puso en la puerta, mandándole al diablo, a quien se lo recomendó. Por dicha razón, hoy en día, todos los curvos son negros.
Cuando lees poesía sobre cómo los dioses fueron convertidos en estrellas, pájaros, peces, hombres y mujeres, animales como el cuervo o el oso, o sobre la constelación de Lira, Cástor, Pólux o el Delfín, o sobre cómo fueron situadas en el cielo las siete hijas de Atlante, no sabes dónde están.
El sabio cuervo.
Pigafetta
Cuento de un cuervo que haya entrado a la garganta abierta de una ballena muerta.
Ariosto
Estrena. Dádiva o regalo. Mala, porque se da al lobo y al cuervo.
Rabelais
Cuervo marino.
Escribir con hiel de cuervo.
El cuervo que alimentaba en los desiertos al primer santo eremita.
La pleura como el pico de un cuervo.
Cicerón ante los pompeyanos perdidos. <<Las águilas estarían bien si hicierais la guerra con los cuervos.>>
Volver los cuervos poetas. Domesticar los cuervos.
Solo se mantienen de pescado los cuervos del mundo.
Holinshed
La doncella Radegunda los cuervos de la libra que le molestaron y que llegaron mientras iba a una capilla.
Diversos actos para la completa destrucción de los cuervos.
Los cuervos muy astutos con su industria.
Me he desviado del plomo a los cuervos y de los cuervos a los duelos.
Spenser
Los canosos negros cuervos trompeta de lugubre tristeza.
Sydney
No se puede persuadir al cuervo con el cisne para que se desprenda de sus plumas negras.
Un cuervo que salta de una loma a otra.
Sobre tu rostro pululen cuervos carboneros.
Nash
Engendran con la boca los cuervos y las palomas, subir o engrandecerse minando.
Un badajo para ahuyentar los cuervos de tu carroña.
Shakespeare alude también a los cuervos.
Shakespeare alude también a los cuervos.
“Ha dado a los hombres ojos la Naturaleza para ver este arco abovedado, y la rica cosecha de tierra y mar, y pueden distinguir entre las encendidas esferas de arriba y las piedras mellizas de la playa, innumerables, y no podemos, con esos preciosos lentes, distinguir entre lo hermoso y lo feo. No puede estar en los ojos, ni en el juicio, ni en el apetito. La voluntad, harta, ese deseo saciado, pero satisfecho, ese tonel, a la vez lleno y saliéndose, primero cae como un cuervo sobre un cordero, y luego anhela la basura.”
“Dragones de la noche, que al alborear desnude el ojo del cuervo.”
(Cimbelino)
Vamos a dar su merecido a esa bola sudorosa, a esa humanidad grasienta, para que sepa distinguir las tórtolas de los cuervos.
(Las alegres comadres de Windsor)
(Cimbelino)
Vamos a dar su merecido a esa bola sudorosa, a esa humanidad grasienta, para que sepa distinguir las tórtolas de los cuervos.
(Las alegres comadres de Windsor)
“El tiempo, ese cuervo voraz.”
Amor color de cuervo.
(Tito Andrónico)
Cuervos de color de ámbar.
El cuervo critica el color negro.
(Troilo y Crésida)
¡Que el maligno rocío que barría mi madre con una pluma de cuervo sobre el malsano aguazal o inunde a los dos!
Jonson
Se decía que los cuervos abandonaban a sus crías en el nido y que su supervivencia dependía de la previsión divina. En el Salmo 147, se afirma, <<Yahve es el que da al ganado su pasto y a los polluelos del cuervo, que claman.>>
Vaya, vaya, comienza la visita
de mis clientes; del buitre y del milano,
del cuervo y de la corneja; mis aves de presa,
que vienen, creyéndome ya cadáver.
¿Y no hay zorra
estirada sobre el suelo que, con engañoso ardid,
burle al boquiabierto cuervo?
Se ha ido el buitre y llega el cuervo.
Que la mofa te acompañe, viejo cuervo.
Un cuervo que construyó su nido en nave real.
Llegarán, codiciosos y llenos de expectación,
en busca de su carroña, el buitre y la corneja,
el cuervo y la loba.
Otway
El cuervo de medianoche había chillado, ruido imaginario.
Amor color de cuervo.
(Tito Andrónico)
Cuervos de color de ámbar.
El cuervo critica el color negro.
(Troilo y Crésida)
¡Que el maligno rocío que barría mi madre con una pluma de cuervo sobre el malsano aguazal o inunde a los dos!
Jonson
Se decía que los cuervos abandonaban a sus crías en el nido y que su supervivencia dependía de la previsión divina. En el Salmo 147, se afirma, <<Yahve es el que da al ganado su pasto y a los polluelos del cuervo, que claman.>>
Vaya, vaya, comienza la visita
de mis clientes; del buitre y del milano,
del cuervo y de la corneja; mis aves de presa,
que vienen, creyéndome ya cadáver.
¿Y no hay zorra
estirada sobre el suelo que, con engañoso ardid,
burle al boquiabierto cuervo?
Se ha ido el buitre y llega el cuervo.
Que la mofa te acompañe, viejo cuervo.
Un cuervo que construyó su nido en nave real.
Llegarán, codiciosos y llenos de expectación,
en busca de su carroña, el buitre y la corneja,
el cuervo y la loba.
Otway
El cuervo de medianoche había chillado, ruido imaginario.
Burton
Un poco antes de la muerte de Tulio (según Plutarco) los cuervos hicieron un gran ruido y arrancaron la almohada debajo de la cabeza. Gaguinus cuenta que a la muerte de Johannes de Monteforti (1345) una bandada de cuervos se posaron sobre la casa del moribundo.
Cada cuervo cree a su ave la más hermosa.
Los cuervos de África no son escasos como un devoto.
Butler
Podría transformarse como los hipócritas con un espectáculo / Son para los santos o el cuervo para el cuervo.
Huir como los cuervos cuando huelen la pólvora.
Debemos tirar de un cuervo.
¿No es ominoso en todos los países / Cuando los cuervos croan sobre los árboles?
Petty
Los cuervos creen que sus pájaros son los más bellos.
Locke
Los hombres jamás quisieron inventar un nombre para cada cuervo que vuele.
Fenelon
En la laguna Estigia, no se oía más que el graznido del cuervo y la voz lúgubre de los búhos.
Swift
Ominosos cuervos.
Locke
Los hombres jamás quisieron inventar un nombre para cada cuervo que vuele.
Fenelon
En la laguna Estigia, no se oía más que el graznido del cuervo y la voz lúgubre de los búhos.
Swift
Ominosos cuervos.
Richardson
Un lugar de acogida para los mochuelos, los cuervos y otras aves tristes.
Florian
Los cuervos nunca viven excepto con grandes bandadas.
Un cuervo en una jaula / Cansaba sin cesar con sus gritos. / Pidió pan, asado, queso / Que nos apresuramos a traerle. / El cuervo llora y no pierde nada.
La urraca va a ver los cuervos / Y otras cosas similares.
Los gritos lastimeros de un cuervo joven / Por crueles padres abandonado en su cuna.
Macauley comenta “el carácter de Grenville, severo, melancólico y pertinaz. Cuervo de la Cámara de los Comunes, graznando bancarrotas, en medio de la abundancia de la Hacienda”.
Fielding
Hábil en el manejo de su escopeta, mataba a un cuervo en pleno vuelo.
Smollett
Una caterva de cuervos carroñeros.
Un monstruoso cuervo, más grande de lo habitual y con cascabeles en las patas. En nuestro país se considera que esa criatura es un instrumento de las maldades de demonios y brujas. Un cuervo domesticado.
Arremolinarse los cuervos en torno a la carroña.
Un párroco que se contonea casi sin resuello como los cuervos.
Fielding
Hábil en el manejo de su escopeta, mataba a un cuervo en pleno vuelo.
Smollett
Una caterva de cuervos carroñeros.
Un monstruoso cuervo, más grande de lo habitual y con cascabeles en las patas. En nuestro país se considera que esa criatura es un instrumento de las maldades de demonios y brujas. Un cuervo domesticado.
Arremolinarse los cuervos en torno a la carroña.
Un párroco que se contonea casi sin resuello como los cuervos.
McPherson
Negros eran sus cabellos como las alas del cuervo.
Malte-Brun
Los cuervos no se apartan de su víctima hasta haberla devorado.
El cuervo verde.
Cuervos caledonianos.
Un cuervo que imita el ladrido del perro.
El cuervo y varias otras aves de rapiña se precipitan sobre los cadáveres disputándolos a los dogos de los saharauis.
Goethe
Una yegua con sus potros, negros todos como el ala del cuervo.
Beckford
Miles de cuervos y cornejas comenzaron a graznar desde las copas de los árboles y pude escuchar claramente cómo decían: ¡Arrepiéntete!
Se le echaba encima cualquier cuervo de mal agüero.
Malte-Brun
Los cuervos no se apartan de su víctima hasta haberla devorado.
El cuervo verde.
Cuervos caledonianos.
Un cuervo que imita el ladrido del perro.
El cuervo y varias otras aves de rapiña se precipitan sobre los cadáveres disputándolos a los dogos de los saharauis.
Goethe
Una yegua con sus potros, negros todos como el ala del cuervo.
Beckford
Miles de cuervos y cornejas comenzaron a graznar desde las copas de los árboles y pude escuchar claramente cómo decían: ¡Arrepiéntete!
Se le echaba encima cualquier cuervo de mal agüero.
Lord Byron
“Los cuervos hambrientos revolotean alrededor de la estaca fatal". Debe ser la estaca que representaba a Palas Atenea, tosco poste sin efigie y madero informe.
La gaviota y el cuervo sobre la carroña se juntan igual que hombres.
Blake
Sacerdotes del cuervo del alba.
Jean Paul
Los cuervos y las águilas arrancan primero los ojos antes de devorar las otras partes del cuerpo.
“Los cuervos hambrientos revolotean alrededor de la estaca fatal". Debe ser la estaca que representaba a Palas Atenea, tosco poste sin efigie y madero informe.
La gaviota y el cuervo sobre la carroña se juntan igual que hombres.
Blake
Sacerdotes del cuervo del alba.
Jean Paul
Los cuervos y las águilas arrancan primero los ojos antes de devorar las otras partes del cuerpo.
Alfred de Musset
“Para un combate desigual,
¿enviáis numerosos cuervos frente un águila enferma?”
Reverendo padre Cormorán, arzobispo in partibus. Cuervo marino, género de aves palmípedas.
Scott
Una admonición práctica al hijo del extranjero, el jinete del caballo lustroso y alimentado, cuyo color es el del cuervo.
El cortejo habitual de la guerra, una multitud de cuervos, de buitres y de otras aves de rapiña.
El que no pueda cumplir la venganza como un hombre, no debería impulsar una enemistad inútil como un cuervo.
Graznido del cuervo, susurro de la víbora.
Chillido del cuervo nocturno.
Los gitanos no eran más molestados en su ciudad de refugio, que los cuervos que moraban sobre los viejos fresnos vecinos.
Rebajarse a imitar los cuervos de Gollowgate.
Poeta latino de la crítica. Benigna con los cuervos, dura con las palomas.
Chateaubriand
Massú, el que logró salvarse del diluvio en su canoa de corteza, y el cuervo enviado a avistar tierra.
De Maistre
Abandonado para pasto de los cuervos.
Reverendo padre Cormorán, arzobispo in partibus. Cuervo marino, género de aves palmípedas.
Scott
Una admonición práctica al hijo del extranjero, el jinete del caballo lustroso y alimentado, cuyo color es el del cuervo.
El cortejo habitual de la guerra, una multitud de cuervos, de buitres y de otras aves de rapiña.
El que no pueda cumplir la venganza como un hombre, no debería impulsar una enemistad inútil como un cuervo.
Graznido del cuervo, susurro de la víbora.
Chillido del cuervo nocturno.
Los gitanos no eran más molestados en su ciudad de refugio, que los cuervos que moraban sobre los viejos fresnos vecinos.
Rebajarse a imitar los cuervos de Gollowgate.
Poeta latino de la crítica. Benigna con los cuervos, dura con las palomas.
Chateaubriand
Massú, el que logró salvarse del diluvio en su canoa de corteza, y el cuervo enviado a avistar tierra.
De Maistre
Abandonado para pasto de los cuervos.
Lyell
Los cuervos han desaparecido de los distritos más cultivados.
Hugo
En argot, delantal de un cuervo, sotana de abate.
Montfaucon, eminencia de yeso manchada por los cuervos.
Balzac
Aunque no seamos más que conscritos, tú verás si pertenecemos a la raza de los cuervos.
Una mirada negra como el ala del cuervo.
Los cuervos pasaban crascitando sobre sus cabezas.
Como dos cuervos hambrientos se peleaban y graznaban cobre el cadáver caliente.
Unas pupilas más negras que el ala de un cuervo.
La rapidez del cuervo que husmea los cadáveres de un campo de batalla.
Cuervos recelosos encaramados en su roca.
Enteramente como cuervos que aguardan a que entierren un caballo para ir a escarbar la tierra y removerla con sus garras y picos.
Hugo
En argot, delantal de un cuervo, sotana de abate.
Montfaucon, eminencia de yeso manchada por los cuervos.
Balzac
Aunque no seamos más que conscritos, tú verás si pertenecemos a la raza de los cuervos.
Una mirada negra como el ala del cuervo.
Los cuervos pasaban crascitando sobre sus cabezas.
Como dos cuervos hambrientos se peleaban y graznaban cobre el cadáver caliente.
Unas pupilas más negras que el ala de un cuervo.
La rapidez del cuervo que husmea los cadáveres de un campo de batalla.
Cuervos recelosos encaramados en su roca.
Enteramente como cuervos que aguardan a que entierren un caballo para ir a escarbar la tierra y removerla con sus garras y picos.
Pauly-Wissowa
El cuervo es uno de los pájaros fantasmas; el alma de Aristeas salió volando de su boca como un cuervo.
Eumelos transformado por Hermes como un cuervo nocturno.
El poeta épico Apolonio de Rodas quiere ridiculizar la historia del cuervo hablador de Calímaco. Calímaco detestaba a Arquíloco.
Athubodua. Cuervo de la guerra.
Corniscae divae, las cornejas elevadas a dioses (las cornejas eran símbolos de lealtad marital) estaban bajo Juno y gozaban de especial veneración a la margen derecha del Tíber. Las monedas de la gens Cornificia aparece con la serpiente, la representación de la corneja (cornix) o del cuervo (corvus) puede remontarse a una interpretación etimológica del nombre Cornificius.
Corvus, una constelación asociada con la serpiente de agua, hidra, hydrus del hemisferio sur. El cuervo, que estaba consagrado a Apolo, fue enviado a un manantial a buscar agua pura de un cráter y vio unos higos verdes colgando de un árbol. Se sentó a la orilla del manantial y esperó que estos frutos maduraran. Cuando sucedió después de unos días los comió. Consciente de su culpa arrancó una serpiente del manantial, la llevó con la copa y fingió que esta serpiente bebía el manantial todos los días. Sin embargo, como Apolo sabía el curso de los acontecimientos castigó al cuervo haciéndole sufrir dolores de ser y lo indicó matándolo al lado de una copa y una hidra.
Ainsworth
A la oscura hojarasca del tilo negros cuervos vienen / para ofrecer cobijo a sus criaturas hambrientas; / cada año sus nidos entre el ramaje aparecen / y sus roncos graznidos al cielo se elevan.
Cuervos ancestrales.
La cabellera por los negros cuervos a través del suelo esparcida.
El cuervo, el gran pájaro de la casa, lleva consigo el alma del difunto.
Un cuervo solitario volaba con las alas extendidas sobre la cabeza del caballero.
Una bandada de cuervos sobrevolaba con su garrulería habitual.
Un cuervo nocturno graznó sobre los cadáveres.
El nictálope cuervo.
Ancestrales cuervos.
Stifter
El rizo negro como un cuervo.
Dickens
Ruidosos cuervos.
Empieza a caer la nieve, que transforma al cuervo, que vuela muy cerca del suelo para evitar el viento, en un manchurrón de tinta en el paisaje.
Abriendo los ojos y adoptando su expresión de cuervo.
Se dedicó a engullir enormes trozos de todo lo que pudo alcanzar, como un cuervo.
Thackeray
Swift. Gigante Prometeo, caído y solitario, gruñendo a los cuervos que se acercan a él para desgarrarlo.
Poe
El cabello, negro como ala de cuervo.
Una enorme masa de cabellos desordenados, más negros que las alas de cuervo de la medianoche.
Una calavera. Alguien dejó su cabeza en el árbol y los cuervos comieron la carne.
Me despojé de mis ropas y me tiré de cabeza a la corriente, teniendo por testigo de mi destino a un cuervo solitario, el cual, dejándose llevar por la tentación de comer maíz mojado en aguardiente, se había separado de sus compañeros. En cuanto me hube tirado al agua, el pájaro resolvió echar a volar llevándose la parte más indispensable de mi vestimenta.
Un cuervo roba, un zorro engaña, una comadreja triunfa por el ingenio, un hombre tima.
Los cabellos como ala de cuervo, lustrosos, exuberantes y naturalmente rizados, demostraban la fuerza del epíteto homérico, cabellera de jacinto.
Abrí el postigo y entonces, entre mucho revuelo y aleteo,
en él se posó un cuervo magnífico de los sagrados días de antaño;
no rindió la menor pleitesía; ni un minuto se detuvo o lo dudó,
sino que, con porte de dueño o de dama, se posó sobre la puerta
de mi cuarto, se posó en un busto de Palas justo sobre la puerta de mi cuarto,
se posó, se instaló y nada más.
Entonces cautivó aquel pájaro de ébano mi triste imaginación
haciéndome sonreir
por la grave y severa corrección que ofrecía su semblante;
"Aunque esté tu cresta rapada y pelada -le dije- no eres de
cierto ningún cobarde;
fantasmal y adusto cuervo antiguo, que errando llegas de la costa
de la noche, dime cuál es tu nombre majestuoso en la costa plutoniana de la noche".
Dijo el cuervo: "Nunca más".
Cuervo, insulsa ave.
El cuervo seguía cautivando mi imaginación y haciéndome
sonreir;
este lúgubre, desgarbado, fantasmal, adusto y ominoso pájaro de
una remota edad.
Los ojos del cuervo se asemejan a los ojos de un demonio que soñara.
Trollope
Veía los cuervos, que graznaban con peculiar reverencia, mientras seguía su camino.
Flaubert
Espantaba a terronazos a los cuervos, que levantaban el vuelo.
El graznido ronco y suave de los cuervos.
Los cuervos atraídos por el olor a muerto.
Gautier
Fisonomía de córvido.
Los cabellos negros como la noche de las alas del cuervo.
Melville
Pequeños púlpitos llamados "nidos de cuervos" donde se guardan de las inclemencias de los mares gélidos los vigías de los balleneros de Groenlandia.
Masivos enjambres de inescrutables cuervos marinos.
Yo soy un cuervo, sobre todo cuando estoy a lo alto de este pino. ¡Cou! ¡cou!
Emerson
Escribir, con fina pluma de cuervo, un fino romance.
Ainsworth
A la oscura hojarasca del tilo negros cuervos vienen / para ofrecer cobijo a sus criaturas hambrientas; / cada año sus nidos entre el ramaje aparecen / y sus roncos graznidos al cielo se elevan.
Cuervos ancestrales.
La cabellera por los negros cuervos a través del suelo esparcida.
El cuervo, el gran pájaro de la casa, lleva consigo el alma del difunto.
Un cuervo solitario volaba con las alas extendidas sobre la cabeza del caballero.
Una bandada de cuervos sobrevolaba con su garrulería habitual.
Un cuervo nocturno graznó sobre los cadáveres.
El nictálope cuervo.
Ancestrales cuervos.
Stifter
El rizo negro como un cuervo.
Dickens
Ruidosos cuervos.
Empieza a caer la nieve, que transforma al cuervo, que vuela muy cerca del suelo para evitar el viento, en un manchurrón de tinta en el paisaje.
Abriendo los ojos y adoptando su expresión de cuervo.
Se dedicó a engullir enormes trozos de todo lo que pudo alcanzar, como un cuervo.
Thackeray
Swift. Gigante Prometeo, caído y solitario, gruñendo a los cuervos que se acercan a él para desgarrarlo.
Poe
El cabello, negro como ala de cuervo.
Una enorme masa de cabellos desordenados, más negros que las alas de cuervo de la medianoche.
Una calavera. Alguien dejó su cabeza en el árbol y los cuervos comieron la carne.
Me despojé de mis ropas y me tiré de cabeza a la corriente, teniendo por testigo de mi destino a un cuervo solitario, el cual, dejándose llevar por la tentación de comer maíz mojado en aguardiente, se había separado de sus compañeros. En cuanto me hube tirado al agua, el pájaro resolvió echar a volar llevándose la parte más indispensable de mi vestimenta.
Un cuervo roba, un zorro engaña, una comadreja triunfa por el ingenio, un hombre tima.
Los cabellos como ala de cuervo, lustrosos, exuberantes y naturalmente rizados, demostraban la fuerza del epíteto homérico, cabellera de jacinto.
Abrí el postigo y entonces, entre mucho revuelo y aleteo,
en él se posó un cuervo magnífico de los sagrados días de antaño;
no rindió la menor pleitesía; ni un minuto se detuvo o lo dudó,
sino que, con porte de dueño o de dama, se posó sobre la puerta
de mi cuarto, se posó en un busto de Palas justo sobre la puerta de mi cuarto,
se posó, se instaló y nada más.
Entonces cautivó aquel pájaro de ébano mi triste imaginación
haciéndome sonreir
por la grave y severa corrección que ofrecía su semblante;
"Aunque esté tu cresta rapada y pelada -le dije- no eres de
cierto ningún cobarde;
fantasmal y adusto cuervo antiguo, que errando llegas de la costa
de la noche, dime cuál es tu nombre majestuoso en la costa plutoniana de la noche".
Dijo el cuervo: "Nunca más".
Cuervo, insulsa ave.
El cuervo seguía cautivando mi imaginación y haciéndome
sonreir;
este lúgubre, desgarbado, fantasmal, adusto y ominoso pájaro de
una remota edad.
Los ojos del cuervo se asemejan a los ojos de un demonio que soñara.
Trollope
Veía los cuervos, que graznaban con peculiar reverencia, mientras seguía su camino.
Flaubert
Espantaba a terronazos a los cuervos, que levantaban el vuelo.
El graznido ronco y suave de los cuervos.
Los cuervos atraídos por el olor a muerto.
Gautier
Fisonomía de córvido.
Los cabellos negros como la noche de las alas del cuervo.
Melville
Pequeños púlpitos llamados "nidos de cuervos" donde se guardan de las inclemencias de los mares gélidos los vigías de los balleneros de Groenlandia.
Masivos enjambres de inescrutables cuervos marinos.
Yo soy un cuervo, sobre todo cuando estoy a lo alto de este pino. ¡Cou! ¡cou!
Emerson
Escribir, con fina pluma de cuervo, un fino romance.
Ruskin
Los látigos de escorpión son los de los vicios agradables del país que son como las langostas de San Juan: corona en la cabeza, cuervo en la boca y aguijón en la cola.
Tylor
Nombre sánscrito del cuervo, Râka.
El augurio del cuervo será distinto, según se encuentre a la derecha o a la izquierda.
En Buyán, la isla-paraíso de la mitología rusa, se encuentran la Serpiente más vieja de las serpientes, el profético Cuervo, hermano mayor de los cuervos, el Pájaro y la Madre de las Abejas.
Le Roy
Pájaros de mal agüero, como cernícalos, urracas, cuervos, a la derecha o a la izquierda.
Hebbel
Cuervos, grajos y lechuzas, que reñían.
En mitad del graznido de los cuervos y de los grajos que oía, no se le pudo abrir el corazón.
El cuervo se posó encima del oro cuando lo llevaban al barco y graznó de tal manera, que Sigfrido, el cual lo entendió, tapó primero los oídos, silbando. Luego le tiró piedras preciosas y después, como no se fuera, dicen que incluso le tiró la lanza.
¿Cómo no le habéis castigado por su descaro? Un cuervo le habría sacado los ojos a picotazos, para escupirlos despreciativamente.
Malditos cuervos.
Los cuervos trazan círculos a su alrededor advirtiéndole, pero les arroja al zorro y les hace huir.
El cuervo que revolotea en el bosque en torno al desierto lugar donde sucedió, no cesa jamás en sus giros y graznidos, hasta que despierte al vengador. Si vio correr la sangre del inocente, no encuentra reposo hasta que haya derramado también la del asesino. ¿Ha de avergonzarse un animal, que no sabe por qué grita y que, sin embargo, prefiere pasar hambre, a no cumplir con su deber?
Sabiduría de cuervo verdadera.
Algunos de vosotros se meten en cuevas y allí pasan hambre y si no le lleva algún cuervo comida, trepan a escarpados peñascos y anidan allí, hasta que los derriba un torbellino.
Ostrovski
Los rapaces cuervos cuidan a sus polluelos.
Fromentin
Manejar como un viejo cuervo charlatán.
Los primeros cuervos que el invierno traía con regularidad al país.
Murger
Los cuervos, negra y voraz miseria del aire.
Zola
En las mortíferas batallas de las finanzas, la Méchain era el cuervo que seguía a los ejércitos en marcha.
Los cuervos tienen un ojo redondo, que semeja estar acechando a su alrededor con aparente desinterés.
Lee
Cuando los delincuentes eran ahorcados o torturados en la rueda, los cadalsos de piedra sobre los que se realizaban las ejecuciones (para permitir una mejor visión al publico), eran habitualmente instalados a las afueras de las poblaciones; sus cuerpos, abandonados allí insepultos, atraían cuervos y urracas.
Stevenson
El graznar de los cuervos.
Un avechucho disecado, que no ayuda sino para espantar los cuervos.
Rimbaud
Los grandes jueces, terribles pajarracos negros, a los que siguen los cuervos y las urracas.
El cuervo es el penacho de esas testas cascadas,
un pingajo de carne pende de su mentón.
Los deliciosos cuervos de mi anhelo.
Nuestro fúnebre pájaro negro.
La voz de los cuervos.
Soldados de los bosques, mil cuervos deliciosos.
Tylor
Nombre sánscrito del cuervo, Râka.
El augurio del cuervo será distinto, según se encuentre a la derecha o a la izquierda.
En Buyán, la isla-paraíso de la mitología rusa, se encuentran la Serpiente más vieja de las serpientes, el profético Cuervo, hermano mayor de los cuervos, el Pájaro y la Madre de las Abejas.
Le Roy
Pájaros de mal agüero, como cernícalos, urracas, cuervos, a la derecha o a la izquierda.
Hebbel
Cuervos, grajos y lechuzas, que reñían.
En mitad del graznido de los cuervos y de los grajos que oía, no se le pudo abrir el corazón.
El cuervo se posó encima del oro cuando lo llevaban al barco y graznó de tal manera, que Sigfrido, el cual lo entendió, tapó primero los oídos, silbando. Luego le tiró piedras preciosas y después, como no se fuera, dicen que incluso le tiró la lanza.
¿Cómo no le habéis castigado por su descaro? Un cuervo le habría sacado los ojos a picotazos, para escupirlos despreciativamente.
Malditos cuervos.
Los cuervos trazan círculos a su alrededor advirtiéndole, pero les arroja al zorro y les hace huir.
El cuervo que revolotea en el bosque en torno al desierto lugar donde sucedió, no cesa jamás en sus giros y graznidos, hasta que despierte al vengador. Si vio correr la sangre del inocente, no encuentra reposo hasta que haya derramado también la del asesino. ¿Ha de avergonzarse un animal, que no sabe por qué grita y que, sin embargo, prefiere pasar hambre, a no cumplir con su deber?
Sabiduría de cuervo verdadera.
Algunos de vosotros se meten en cuevas y allí pasan hambre y si no le lleva algún cuervo comida, trepan a escarpados peñascos y anidan allí, hasta que los derriba un torbellino.
Ostrovski
Los rapaces cuervos cuidan a sus polluelos.
Fromentin
Manejar como un viejo cuervo charlatán.
Los primeros cuervos que el invierno traía con regularidad al país.
Murger
Los cuervos, negra y voraz miseria del aire.
Zola
En las mortíferas batallas de las finanzas, la Méchain era el cuervo que seguía a los ejércitos en marcha.
Los cuervos tienen un ojo redondo, que semeja estar acechando a su alrededor con aparente desinterés.
Lee
Cuando los delincuentes eran ahorcados o torturados en la rueda, los cadalsos de piedra sobre los que se realizaban las ejecuciones (para permitir una mejor visión al publico), eran habitualmente instalados a las afueras de las poblaciones; sus cuerpos, abandonados allí insepultos, atraían cuervos y urracas.
Stevenson
El graznar de los cuervos.
Un avechucho disecado, que no ayuda sino para espantar los cuervos.
Rimbaud
Los grandes jueces, terribles pajarracos negros, a los que siguen los cuervos y las urracas.
El cuervo es el penacho de esas testas cascadas,
un pingajo de carne pende de su mentón.
Los deliciosos cuervos de mi anhelo.
Nuestro fúnebre pájaro negro.
La voz de los cuervos.
Soldados de los bosques, mil cuervos deliciosos.
Hardy
No me agrada ver los cuervos y los estorninos volando por los campos porque recuerdo cuando los veíamos los dos.
Wilde
Graznidos del cuervo.
Los negros cuervos por el aire. Son negros como la noche.
Festín abundante para los negros cuervos.
Wilde
Graznidos del cuervo.
Los negros cuervos por el aire. Son negros como la noche.
Festín abundante para los negros cuervos.
Chejov
Cruzaban el jardín frenéticamente los cuervos.
Por encima volaban los cuervos.
Solo los cuervos que habían envejecido con la estepa y que estaban acostumbrados a sus inclemencias volaban tranquilamente encima de la hierba o indiferentes revolvían con sus gruesos picos la dura tierra.
Aquí y allá se levantaban pequeños túmulos y volaban los cuervos.
Los cuervos, presagio de lluvia o de nieve, graznaban revoloteando.
Bandadas de cuervos revoloteaban graznando presintiendo el mal tiempo.
El aire impregnado de los perfumes del otoño es muy puro y puede distinguirse el pico de un cuervo colgado del campanario.
Los cuervos graznaban.
Los nidos de los cuervos semejantes a grandes sombreros.
Lubbock
El cuervo (Hura) de Nueva Zelanda.
El cuervo alcanza más de 100 años.
Joyce
Voz áspera como graznido de cuervo.
El frío de cuervos la aleteó súbitamente cracando desde el cielo.
El cuervo de cramwells Downaboo (Ambrose Bierce).
Volar silenciosamente bajo la altosonoridad de la noche una nave sola, un cuervo del oleaje.
Los pichones de paloma se posarán sobre él y los negros cuervos le lanzarán encima sus negras redes la noche siguiente.
Los cuervos pueden cuervear.
Triste cuervo.
Los cuervaríos de las lomas del diablo.
Como cuervo que huye al fin del hecho.
Kipling
Vivir con la ayuda de una asistenta, inciertamente como los cuervos jóvenes.
Alcott
Graznar roncamente un cuervo.
Rider Haggard
El temor se había posado sobre el tejado de la mansión como un cuervo graznador, y no podían evitar la sombra de sus alas.
Jaurès
El usurero, en justicia, debería colgar de la horca y ser desgarrado y devorado por cuantos cuervos por piezas de oro haya robado, caso de que su cadáver contuviera carne suficiente para alimentar a tal gran numero de cuervos.
Chopin
Su abundante pelo negro se balanceaba y brillaba como ala de cuervo.
Lagerlöf
El graznido del cuervo pregona la desgracia.
Barr McCutcheon
<<Estaba el maître cuervo posado en un árbol...>> Comienzo de la fábula de "El zorro y el cuervo", de La Fontaine.
Kipling
Vivir con la ayuda de una asistenta, inciertamente como los cuervos jóvenes.
Alcott
Graznar roncamente un cuervo.
Rider Haggard
El temor se había posado sobre el tejado de la mansión como un cuervo graznador, y no podían evitar la sombra de sus alas.
Jaurès
El usurero, en justicia, debería colgar de la horca y ser desgarrado y devorado por cuantos cuervos por piezas de oro haya robado, caso de que su cadáver contuviera carne suficiente para alimentar a tal gran numero de cuervos.
Chopin
Su abundante pelo negro se balanceaba y brillaba como ala de cuervo.
Lagerlöf
El graznido del cuervo pregona la desgracia.
Barr McCutcheon
<<Estaba el maître cuervo posado en un árbol...>> Comienzo de la fábula de "El zorro y el cuervo", de La Fontaine.
Yeats
La imaginación del pueblo atribuyó numerosos prodigios a la época que Mario se encerró a tramar la sedición que inició las guerras de Roma. Tres cuervos llevaron sus pollos a campo abierto, los picotearon hasta deshuesarlos y luego devolvieron los huesos a su nido.
T. Mann
Una bruma helada y matinal dura como el graznar de los cuervos.
(La montaña mágica)
T. Mann
Una bruma helada y matinal dura como el graznar de los cuervos.
(La montaña mágica)
Rolland
Durante el paseo contaba los cuervos y notaba adonde volaban.
Woolf
Estas teorías son el graznido de un cuervo en el cieno.
(Fin de viaje).
Pasto de los cuervos.
(La habitación de Jacob)
Lanzar una piedra a un cuervo.
Un crujido de los cuervos moviéndose entre los árboles. El aire semejó oscurecerse de negras y ásperas alas.
S. Lewis
No fueron capaces de hacer nada más, que molestar como una bandada de cuervos.
Gorki
El grupo de intelectuales radicales entre los cuales yo me encontraba como un pinzón entre una familia de cuervos.
Cuervo viejo.
Wells
Una escuadrilla de aeroplanos semejaban una bandada de cuervos o de gaviotas, ejecutando con admirable uniformidad las prácticas.
Lee Masters
El manojo de cuernas, fagots y flautines, que me inundaba el cerebro al oír a los cuervos.
Barbusse
Aviones enemigos, rígidos pájaros mecánicos que, según el juego de los reflejos allí en las alturas, un instante semejan cuervos negros y al otro gaviotas blancas.
Ejércitos de cuervos vuelan en el cielo con un vasto barrido de puntos.
Karlfeldt
Voces de cuervo y coplas de jilguero.
Murger
Los cuervos, negra y voraz miseria del aire.
Eluard
El búho el cuervo el buitre
No creo los demás pájaros
J. Huxley
Cuervo sagaz.
Woolf
Estas teorías son el graznido de un cuervo en el cieno.
(Fin de viaje).
Pasto de los cuervos.
(La habitación de Jacob)
Lanzar una piedra a un cuervo.
Un crujido de los cuervos moviéndose entre los árboles. El aire semejó oscurecerse de negras y ásperas alas.
S. Lewis
No fueron capaces de hacer nada más, que molestar como una bandada de cuervos.
Gorki
El grupo de intelectuales radicales entre los cuales yo me encontraba como un pinzón entre una familia de cuervos.
Cuervo viejo.
Wells
Una escuadrilla de aeroplanos semejaban una bandada de cuervos o de gaviotas, ejecutando con admirable uniformidad las prácticas.
Lee Masters
El manojo de cuernas, fagots y flautines, que me inundaba el cerebro al oír a los cuervos.
Barbusse
Aviones enemigos, rígidos pájaros mecánicos que, según el juego de los reflejos allí en las alturas, un instante semejan cuervos negros y al otro gaviotas blancas.
Ejércitos de cuervos vuelan en el cielo con un vasto barrido de puntos.
Karlfeldt
Voces de cuervo y coplas de jilguero.
Murger
Los cuervos, negra y voraz miseria del aire.
Eluard
El búho el cuervo el buitre
No creo los demás pájaros
J. Huxley
Cuervo sagaz.
A. Huxley
Dentro de un instante ¿quién sabe si el ángel de pie sobre el sol incitará a los cuervos y los buitres a salir de las hendiduras de las rocas para devorar la carne putrescente de millones de injustos que la ira divina habrá destruido?
El extravío viene cuando las gentes se empeñan permanecer sobre el aire. Sienten la ambición de ser ángeles; pero lo que consiguen es ser cucos o gansos de un lado y buitres y cuervos repugnantes del otro.
Heard
Durante una batalla los soldados no desperdiciarían municiones con cuervos y buitres.
Inclinarse adelante hasta el punto de verse precisado de unir las manos a la espalda para mantener el equilibrio, semejar un gigantesco cuervo.
Hasek
De vez en cuando se irá posando sobre una gorra descolorida con la visera oxidada un cuervo que recordará los pantagruélicos banquetes de antaño y la kilométrica mesa llena de sabrosos cadáveres de hombres y caballos. Precisamente bajo una gorra como esa acostumbraba encontrar el bocado delicioso, ojos humanos.
Los cuervos, de la familia de los grajos.
Wassermann
La desgracia era el cuervo de los acontecimientos.
Figuras aquerónticas, el cuervo de dos patas de los arrabales.
Musil
Espantar de una pedrada a un cuervo.
Kraus
Una bandada de cuervos revolotea grajeando alrededor del botín.
Los cuervos se sacian siempre.
Lu Shin
Ojeó alrededor pero solo vio un cuervo posado sobre una rama desnuda.
Si verdaderamente estás aquí y puedes oírme haz que ese cuervo se pose sobre tu tumba como un símbolo.
Vieron al cuervo extender sus alas, ponerse tenso y luego salir disparado como una flecha rumbo al lejano horizonte.
Brecht
La especie de los cuervos vive desde antiguo de la buena fama de un famoso cuervo blanco, al que se ha visto alguna vez en algún lado.
Una enorme nube negra cubría el cielo. Los cuervos seguían su vuelo graznando.
Shólojov
Un cuervo, pasando por encima del patio, lanzó un grito sonoro. Se oía claramente en el aire helado el batir de sus alas. Va hacia el Sur, en busca de los países cálidos.
Flechas empenachadas de plumas de cuervo.
Son mujeriegos los cuervos.
Los cuervos descendían sin temor detrás de la formación, graznando y picoteando los montones de estiércol producidos por los caballos.
En lontananza, negreaban algunos cadáveres, semejantes a cuervos acurrucados en el suelo.
Un gallo negro como un cuervo.
Detrás de las ventanas, graznaban los cuervos, que volaban en torno al blanco campanil como si se tratase de una carroña.
El siniestro graznar de los cuervos.
Hoy llevas contigo la piel, pero tal vez mañana te la arranquen los cuervos en el campo.
De vez en cuando, sobre las alturas, pasa volando un cuervo, viejo como la estepa, como aquella inmensa tumba con principesco gorro de nieve, orlado de matorrales semejantes a la piel de los castores. Pasa el cuervo; silvando, hiende el aire con sus alas y se le escapa un graznido gutural, como un gemido lúgubre... El viento arrastra lejos ese grito, que resuena durante largo tiempo, tristemente, sobre la estepa, como una cuerda de contrabajo, que ha sido vibrada involuntariamente en el silencio nocturno.
Desde el lejano bosquecillo de chopos, llegaron en precipitado vuelo, empujados por el viento, dos cuervos. El viento los empujaba a derecha e izquierda. Cuando el silbido del proyectil llegó al máximo, uno de los cuervos, el que volaba más alto, comenzó a girar como una viruta arrastrada por el torbellino de una tempestad y, abriendo por completo las alas, describiendo espirales y pretendiendo desesperadamente mantenerse en el aire, empezó a caer, semejante a una inmensa hoja negra.
El sol abrasaba, una bruma purpúrea se levantaba al Oeste, y los cuervos graznaban en los sauces.
Rohmer
Melena negra como ala de cuervo.
Hemingway
La lechuza ciega de día sobre un árbol con los cuervos alrededor.
Dos cuervos volaron circularmente encima de su cabeza y fueron a posarse a la rama de un pino.
Uno de los cuervos estaba vigilando algo.
Steinbeck
La risa suave y aguda de un cuervo nocturno.
Dinesen
Una pareja de cuervos, que paseaban tranquilamente por la yerba, alzó el vuelo ante la presencia de los jinetes.
Savinio
Los cuervos volaban alto y de dos en dos.
Los cuervos, que de día volaban alto y de dos en dos, en la oscuridad de la noche no se veían, aunque debía haber muchos, porque su graznido llenaba el cielo.
Waugh
Los cuervos pendientes de los animales muertos que yacían desparramados por el camino. Se acercaban a nosotros, pero pronto volvían a la carroña.
Los cuervos andaban apiñados alrededor de los cadáveres.
Mitchell
Carpetbaggers. Yanquis venidos al Sur como cuervos, después de la rendición, con sus bienes embalados. Politicastros forasteros llegados del Norte, guardaban dinero y documentos en un carpetbag, un saco de viaje hecho de tapiz (carpet, tapiz; bag, saco).
Lévi-Strauss
Si el águila y el cuervo permanecen asociados y antagónicos en el noroeste americano, ¿no será que el espíritu indígena, con miras a concebir formas similares de diferenciación social, precisa utilizar pares que estén a la vez en correlación y en oposición?
Bromfield
Cuervos sobre una tumba.
Peské
La esposa, al lado, como un cuervo.
Williams
No puede usted ir con el alma a flor de pecho, para que los cuervos la picoteen.
Lowry
Cuervos de vuelo ondulante, enérgico y laborioso, destrozando la hora crepuscular.
Gardner
Cuervo avispado.
Hasek
De vez en cuando se irá posando sobre una gorra descolorida con la visera oxidada un cuervo que recordará los pantagruélicos banquetes de antaño y la kilométrica mesa llena de sabrosos cadáveres de hombres y caballos. Precisamente bajo una gorra como esa acostumbraba encontrar el bocado delicioso, ojos humanos.
Los cuervos, de la familia de los grajos.
Wassermann
La desgracia era el cuervo de los acontecimientos.
Figuras aquerónticas, el cuervo de dos patas de los arrabales.
Musil
Espantar de una pedrada a un cuervo.
Kraus
Una bandada de cuervos revolotea grajeando alrededor del botín.
Los cuervos se sacian siempre.
Lu Shin
Ojeó alrededor pero solo vio un cuervo posado sobre una rama desnuda.
Si verdaderamente estás aquí y puedes oírme haz que ese cuervo se pose sobre tu tumba como un símbolo.
Vieron al cuervo extender sus alas, ponerse tenso y luego salir disparado como una flecha rumbo al lejano horizonte.
Brecht
La especie de los cuervos vive desde antiguo de la buena fama de un famoso cuervo blanco, al que se ha visto alguna vez en algún lado.
Una enorme nube negra cubría el cielo. Los cuervos seguían su vuelo graznando.
Shólojov
Un cuervo, pasando por encima del patio, lanzó un grito sonoro. Se oía claramente en el aire helado el batir de sus alas. Va hacia el Sur, en busca de los países cálidos.
Flechas empenachadas de plumas de cuervo.
Son mujeriegos los cuervos.
Los cuervos descendían sin temor detrás de la formación, graznando y picoteando los montones de estiércol producidos por los caballos.
En lontananza, negreaban algunos cadáveres, semejantes a cuervos acurrucados en el suelo.
Un gallo negro como un cuervo.
Detrás de las ventanas, graznaban los cuervos, que volaban en torno al blanco campanil como si se tratase de una carroña.
El siniestro graznar de los cuervos.
Hoy llevas contigo la piel, pero tal vez mañana te la arranquen los cuervos en el campo.
De vez en cuando, sobre las alturas, pasa volando un cuervo, viejo como la estepa, como aquella inmensa tumba con principesco gorro de nieve, orlado de matorrales semejantes a la piel de los castores. Pasa el cuervo; silvando, hiende el aire con sus alas y se le escapa un graznido gutural, como un gemido lúgubre... El viento arrastra lejos ese grito, que resuena durante largo tiempo, tristemente, sobre la estepa, como una cuerda de contrabajo, que ha sido vibrada involuntariamente en el silencio nocturno.
Desde el lejano bosquecillo de chopos, llegaron en precipitado vuelo, empujados por el viento, dos cuervos. El viento los empujaba a derecha e izquierda. Cuando el silbido del proyectil llegó al máximo, uno de los cuervos, el que volaba más alto, comenzó a girar como una viruta arrastrada por el torbellino de una tempestad y, abriendo por completo las alas, describiendo espirales y pretendiendo desesperadamente mantenerse en el aire, empezó a caer, semejante a una inmensa hoja negra.
El sol abrasaba, una bruma purpúrea se levantaba al Oeste, y los cuervos graznaban en los sauces.
Rohmer
Melena negra como ala de cuervo.
Hemingway
La lechuza ciega de día sobre un árbol con los cuervos alrededor.
Dos cuervos volaron circularmente encima de su cabeza y fueron a posarse a la rama de un pino.
Uno de los cuervos estaba vigilando algo.
Steinbeck
La risa suave y aguda de un cuervo nocturno.
Dinesen
Una pareja de cuervos, que paseaban tranquilamente por la yerba, alzó el vuelo ante la presencia de los jinetes.
Savinio
Los cuervos volaban alto y de dos en dos.
Los cuervos, que de día volaban alto y de dos en dos, en la oscuridad de la noche no se veían, aunque debía haber muchos, porque su graznido llenaba el cielo.
Waugh
Los cuervos pendientes de los animales muertos que yacían desparramados por el camino. Se acercaban a nosotros, pero pronto volvían a la carroña.
Los cuervos andaban apiñados alrededor de los cadáveres.
Mitchell
Carpetbaggers. Yanquis venidos al Sur como cuervos, después de la rendición, con sus bienes embalados. Politicastros forasteros llegados del Norte, guardaban dinero y documentos en un carpetbag, un saco de viaje hecho de tapiz (carpet, tapiz; bag, saco).
Lévi-Strauss
Si el águila y el cuervo permanecen asociados y antagónicos en el noroeste americano, ¿no será que el espíritu indígena, con miras a concebir formas similares de diferenciación social, precisa utilizar pares que estén a la vez en correlación y en oposición?
Bromfield
Cuervos sobre una tumba.
Peské
La esposa, al lado, como un cuervo.
Williams
No puede usted ir con el alma a flor de pecho, para que los cuervos la picoteen.
Lowry
Cuervos de vuelo ondulante, enérgico y laborioso, destrozando la hora crepuscular.
Gardner
Cuervo avispado.
Eliade
No podemos abandonarlo aquí para que lo coman los cuervos.
Reunirse los cuervos.
Bartolini
Cabellos negros corvinos de los moradores de la otra parte del Tíber o del Perione.
I. Shaw
Del gran árbol que se elevaba en el jardín llegaban reiterados graznidos de cuervos. Una colonia se había establecido en sus ramas, y de vez en cuando partían en expediciones, ahogando con sus clamores los demás ruidos de la campiña circundante.
En el gran árbol, los cuervos producían un estrépito infernal.
Los cuervos discutían en las ramas. Detestaba a los cuervos. Lanzó piedras hacia un grupo de cuervos. Las aves huyeron.
Bajo la neblina de noviembre.
Runciman
Kosovo, la llanura de los curvos negros.
Yevtushenko
Cual apaleado mi mirada comencé a ocultar
para que los ojos no me sacaran los cuervos.
Leduc
Voz de cuervo.
Burroughs
Córvidos cabellos.
Koestler
Ojos de viejo cuervo.
El estribillo del poema "El Cuervo", de Poe, es never more, nunca más.
Nooteboom
El cuervo de Calvino.
Pío XII, mirlo blanco y cuervo pinto.
Chevalier
En la teología céltica, el cuervo es el animal de Lug.
El cuervo es un mensajero o auxiliar de los dioses celtas en Gran Bretaña.
Sobre los escudos de los celtas, un signo como pie de cuervo.
En la práctica esotérica, los cuatro colores primordiales se representarían por el cuervo, pájaro negro, símbolo de inteligencia, el pavo real, verde y azul, el cisne blanco y el fénix rojo.
El búho se halla consagrado a Apolo. Su vuelo como el del cisne, del milano o del cuervo ofrece presagios.
Cronos se representa en compañía de un cuervo, como Apolo, Asclepios, Saturno y el dios británico primitivo Bran.
Lyon, Lugdunum, colina del cuervo.
Mitología escandinava. Dos cuervos posados sobre el asiento de Odín, Hugin, el espíritu, Munnin, la memoria, representan el principio de la creación. Dos lobos también cerca del dios, el principio de la destrucción.
O´Hear
La evidencia es una creencia experimental, que ayuda de soporte para algunas hipótesis poco establecidas. <<Todos los curvos son negros>>, es equivalente a <<Las cosas no negras son no cuervos>> y si los enunciados equivalentes son confirmados por la evidencia, un irrelevante violín verde constituye una evidencia de que todos los cuervos son negros. Igualmente sorprendente es el hecho de que un cuervo negro visto hoy soporte racionalmente la creencia de la especie humana, de que todos los cuervos son negros, pero también la creencia opuesta de un marciano, de que todos los cuervos son neglancos (= negros si se los ve antes del año 2000 y blancos a partir de entonces).
Waisbard
Pájaro Ullaguanga, especie de cuervo de los Andes.
Raucher
Jamás cuervo alguno voló derecho como él.
O´Brian
Cuervos del lago Mareotis.
Enzensberger
Ebanistas funerarios de San Domenico, cuervos triscando serrín.
Bartolini
Cabellos negros corvinos de los moradores de la otra parte del Tíber o del Perione.
I. Shaw
Del gran árbol que se elevaba en el jardín llegaban reiterados graznidos de cuervos. Una colonia se había establecido en sus ramas, y de vez en cuando partían en expediciones, ahogando con sus clamores los demás ruidos de la campiña circundante.
En el gran árbol, los cuervos producían un estrépito infernal.
Los cuervos discutían en las ramas. Detestaba a los cuervos. Lanzó piedras hacia un grupo de cuervos. Las aves huyeron.
Bajo la neblina de noviembre.
Runciman
Kosovo, la llanura de los curvos negros.
Yevtushenko
Cual apaleado mi mirada comencé a ocultar
para que los ojos no me sacaran los cuervos.
Leduc
Voz de cuervo.
Burroughs
Córvidos cabellos.
Koestler
Ojos de viejo cuervo.
El estribillo del poema "El Cuervo", de Poe, es never more, nunca más.
Nooteboom
El cuervo de Calvino.
Pío XII, mirlo blanco y cuervo pinto.
Chevalier
En la teología céltica, el cuervo es el animal de Lug.
El cuervo es un mensajero o auxiliar de los dioses celtas en Gran Bretaña.
Sobre los escudos de los celtas, un signo como pie de cuervo.
En la práctica esotérica, los cuatro colores primordiales se representarían por el cuervo, pájaro negro, símbolo de inteligencia, el pavo real, verde y azul, el cisne blanco y el fénix rojo.
El búho se halla consagrado a Apolo. Su vuelo como el del cisne, del milano o del cuervo ofrece presagios.
Cronos se representa en compañía de un cuervo, como Apolo, Asclepios, Saturno y el dios británico primitivo Bran.
Lyon, Lugdunum, colina del cuervo.
Mitología escandinava. Dos cuervos posados sobre el asiento de Odín, Hugin, el espíritu, Munnin, la memoria, representan el principio de la creación. Dos lobos también cerca del dios, el principio de la destrucción.
O´Hear
La evidencia es una creencia experimental, que ayuda de soporte para algunas hipótesis poco establecidas. <<Todos los curvos son negros>>, es equivalente a <<Las cosas no negras son no cuervos>> y si los enunciados equivalentes son confirmados por la evidencia, un irrelevante violín verde constituye una evidencia de que todos los cuervos son negros. Igualmente sorprendente es el hecho de que un cuervo negro visto hoy soporte racionalmente la creencia de la especie humana, de que todos los cuervos son negros, pero también la creencia opuesta de un marciano, de que todos los cuervos son neglancos (= negros si se los ve antes del año 2000 y blancos a partir de entonces).
Waisbard
Pájaro Ullaguanga, especie de cuervo de los Andes.
Raucher
Jamás cuervo alguno voló derecho como él.
O´Brian
Cuervos del lago Mareotis.
Enzensberger
Ebanistas funerarios de San Domenico, cuervos triscando serrín.
Thompson
Acusar de ser cuervos moribundos.
Beals
Como sucede con los cuervos, la guerra se reduce entre los iroqueses a incursiones en pequeña escala y la organización y dirección de las partidas guerreras se abandona a la iniciativa de jóvenes ambiciosos, ávidos de alcanzar honores y prestigio. La liga no difiere de la banda de los cuervos o de la aldea o el distrito de los samoanos, aunque está regida igual que estos por jefes señalados por sus cualidades y hazañas personales, los cuales no detentan el poder por la fuerza o la amenaza de la fuerza, sino por la persuasión y la influencia.
Carver
Cuervo de Ted Hugues, Galway, Frost, Pasternak, Lorca. Cuervos de Homero, impregnados de sangre coagulada tras la batalla.
Beals
Como sucede con los cuervos, la guerra se reduce entre los iroqueses a incursiones en pequeña escala y la organización y dirección de las partidas guerreras se abandona a la iniciativa de jóvenes ambiciosos, ávidos de alcanzar honores y prestigio. La liga no difiere de la banda de los cuervos o de la aldea o el distrito de los samoanos, aunque está regida igual que estos por jefes señalados por sus cualidades y hazañas personales, los cuales no detentan el poder por la fuerza o la amenaza de la fuerza, sino por la persuasión y la influencia.
Carver
Cuervo de Ted Hugues, Galway, Frost, Pasternak, Lorca. Cuervos de Homero, impregnados de sangre coagulada tras la batalla.
Moorcock
Un cuervo gigante con tres cabezas.
Puzo
Las monjas y los curas, los <<cuervos negros>>.
Puzo
Las monjas y los curas, los <<cuervos negros>>.
King
Hacer el signo del mal de ojo a los cuervos que cruzan el camino
Rutherfurd
Modron, diosa de la Luna, diosa celta de la guerra, con sus tres cuervos, de airado rostro, enseña de combate de la comunidad.
Boadicea sostenía una larga vara rematada por la figura negra del cuervo de la victoria en la batalla.
McCullough
El cuervo de Proserpina.
Mackal
<<El mito del cuervo>> es una fuente de identificación totémica repetida con una criatura claramente sagrada.
El cuervo es un animal sagrado en el mito del cuervo, pero esto no tiene una simple importancia simbólica, sino que este animal es una criatura que lleva inherentes poderes mágicos.
Lorenz. Los córvidos pueden permitirse una interrupción en sus cadenas de conductas instintivas, ya que, de una manera definitiva, siempre llegarán al tipo de actividad correcta como resultado de sus grandes habilidades de aprendizaje y su tendencia en extremo característica de intentar nuevas pautas de conducta.
En el antiguo Egipto, el gato representaba un amuleto de similar eficacia al cuervo con poderes mágicos, que protegía al dueño de la cosa.
Haldeman
Todos los sistemas atraen una cohorte de cuervos y sinvergüenzas.
Jennings
El temible color negro de ala de cuervo de la barba y el pelo.
Grandes cuervos negros de cola partida.
El claro cielo azul salpicado con el roa y el negro de los jilgueros y los cuervos.
Buitres, cuervos, urracas y perros carroñeros.
Improbable encontrar un cuervo blanco.
Una especie de nube de color negro herrumboso, un dosel de cuervos, llamados por los mian <<hierbajos con alas>>.
Voz de cuervo.
Hamburger
Actitudes jerarquizadas. Cuervos y otras variedades de animales están sometidas a las leyes de dominio y subordinación.
Potter
Fue volando para siempre a la otra orilla a lomos de un cuervo mareado.
Los ojos cobraron el fulgor sombrío y feroz de un cuervo.
Unos cuervos rezagados batieron sus negras alas posándose lentamente sobre los árboles y siguió su vuelo con atención furtiva, resentida como si estuvieran llevando pedazos de él a su miserable percha.
Los cuervos escarbaron el suelo con el pico afanándose silenciosos como empleados de pompas fúnebres.
Logue
Paradoja de los cuervos. Problema en la teoría de la confirmación, sobre el cual Hempel fue el primero en llamar la atención. Prima facie, una generalización como <<Todos los cuervos son negros>>, es confirmada por -gana fuerza por- cada nueva instancia vista de un cuervo negro. Pero esta generalización es equivalente a <<Todo lo que no sea negro no es un cuervo>>. No es obvio cuál de las premisas de este argumento debería ser rechazada.
Moore
Dos cuervos adelantaban a Odín, o Woden, y volvían para cuchichearle secretos al oído. Uno se llamaba Pensamiento y el otro Memoria.
Rutherfurd
Modron, diosa de la Luna, diosa celta de la guerra, con sus tres cuervos, de airado rostro, enseña de combate de la comunidad.
Boadicea sostenía una larga vara rematada por la figura negra del cuervo de la victoria en la batalla.
McCullough
El cuervo de Proserpina.
Mackal
<<El mito del cuervo>> es una fuente de identificación totémica repetida con una criatura claramente sagrada.
El cuervo es un animal sagrado en el mito del cuervo, pero esto no tiene una simple importancia simbólica, sino que este animal es una criatura que lleva inherentes poderes mágicos.
Lorenz. Los córvidos pueden permitirse una interrupción en sus cadenas de conductas instintivas, ya que, de una manera definitiva, siempre llegarán al tipo de actividad correcta como resultado de sus grandes habilidades de aprendizaje y su tendencia en extremo característica de intentar nuevas pautas de conducta.
En el antiguo Egipto, el gato representaba un amuleto de similar eficacia al cuervo con poderes mágicos, que protegía al dueño de la cosa.
Haldeman
Todos los sistemas atraen una cohorte de cuervos y sinvergüenzas.
Jennings
El temible color negro de ala de cuervo de la barba y el pelo.
Grandes cuervos negros de cola partida.
El claro cielo azul salpicado con el roa y el negro de los jilgueros y los cuervos.
Buitres, cuervos, urracas y perros carroñeros.
Improbable encontrar un cuervo blanco.
Una especie de nube de color negro herrumboso, un dosel de cuervos, llamados por los mian <<hierbajos con alas>>.
Voz de cuervo.
Hamburger
Actitudes jerarquizadas. Cuervos y otras variedades de animales están sometidas a las leyes de dominio y subordinación.
Potter
Fue volando para siempre a la otra orilla a lomos de un cuervo mareado.
Los ojos cobraron el fulgor sombrío y feroz de un cuervo.
Unos cuervos rezagados batieron sus negras alas posándose lentamente sobre los árboles y siguió su vuelo con atención furtiva, resentida como si estuvieran llevando pedazos de él a su miserable percha.
Los cuervos escarbaron el suelo con el pico afanándose silenciosos como empleados de pompas fúnebres.
Logue
Paradoja de los cuervos. Problema en la teoría de la confirmación, sobre el cual Hempel fue el primero en llamar la atención. Prima facie, una generalización como <<Todos los cuervos son negros>>, es confirmada por -gana fuerza por- cada nueva instancia vista de un cuervo negro. Pero esta generalización es equivalente a <<Todo lo que no sea negro no es un cuervo>>. No es obvio cuál de las premisas de este argumento debería ser rechazada.
Moore
Dos cuervos adelantaban a Odín, o Woden, y volvían para cuchichearle secretos al oído. Uno se llamaba Pensamiento y el otro Memoria.
Ford
Un águila real instigada por unos cuervos que querían ahuyentarla.
Los cuervos sobre las ramas de los árboles húmedos graznando y brincando de sitio antes de que volviera a llover.
Sardou
Se dispersaron como una bandada de cuervos.
Sardou
Se dispersaron como una bandada de cuervos.
Animales vulgares y codiciosos, es rebajarse imitar a los cuervos. Emiten un graznido, y son avispados.
Tienen un ojo redondo, que parece estar acechando a su alrededor, con aparente desinterés.
Cuervos de vuelo ondulante, enérgico y laborioso, destrozando la hora crepuscular.
El célebre vampiro de Gran, que aterró a los habitantes que viven entre las riberas del Danubio y la ciudad de Ofen, en el siglo XVI, aparecía como hombre, mujer, niño, cuervo, caballo y pez.
Un agudo grito lanzó en la hondura del bosque un cuervo triguero.
Un agudo grito lanzó en la hondura del bosque un cuervo triguero.
Reverendo padre Cormorán, arzobispo in partibus: Cuervo marino, género de aves palmípedas.
En la costa de Canope, los Ibis, son los cuervos del lago Mareotis.
LA NIEBLA
A la extremidad del profundo Océano están el pueblo y la ciudad de los Cimerios, entre espesas nieblas.
Anaxímenes de Mileto y Diógenes de Apolonia valoraban que el origen de todo era el aire o la niebla.
Lucrecio
Los fluidos que con un instante se disipan fugaces como humo, nieblas y llamas no se forman de lisos y redondos elementos, pues el cuerpo hieren y punzan y penetrando los peñascos deben agudos ser, no corvos sus elementos y les daremos puntas más que ganchos.
Horacio
El lugar que las nieblas llegan a su grado más alto.
Tito Livio
Se había levantado densa niebla que hasta muy entrado el día robó la claridad.
La primera claridad del día que la niebla debilitaba más y más.
La densidad de la niebla.
Aulo Gelio
Masas de niebla.
Dionisio de Halicarnaso
Una oscuridad como la que se produce con las nieblas espesas.
Columela
La mayor parte de los ríos están cubiertos de nieblas calientes en el estío y de nieblas frías en el invierno; las cuales, si no se disipan por la violencia de los vientos, causan enfermedades a los ganados y a los hombres.
El cultivador inteligente debe saber que el vidueño propio para llanuras es el que aguanta sin perjuicio las nieblas y la escarcha.
Los vientos que secan prontamente las nieblas y el rocío pestilencial.
Lucrecio
Los fluidos que con un instante se disipan fugaces como humo, nieblas y llamas no se forman de lisos y redondos elementos, pues el cuerpo hieren y punzan y penetrando los peñascos deben agudos ser, no corvos sus elementos y les daremos puntas más que ganchos.
Horacio
El lugar que las nieblas llegan a su grado más alto.
Tito Livio
Se había levantado densa niebla que hasta muy entrado el día robó la claridad.
La primera claridad del día que la niebla debilitaba más y más.
La densidad de la niebla.
Aulo Gelio
Masas de niebla.
Dionisio de Halicarnaso
Una oscuridad como la que se produce con las nieblas espesas.
Columela
La mayor parte de los ríos están cubiertos de nieblas calientes en el estío y de nieblas frías en el invierno; las cuales, si no se disipan por la violencia de los vientos, causan enfermedades a los ganados y a los hombres.
El cultivador inteligente debe saber que el vidueño propio para llanuras es el que aguanta sin perjuicio las nieblas y la escarcha.
Los vientos que secan prontamente las nieblas y el rocío pestilencial.
Quinto de Esmirna
“Nevoso Sípilo, donde los dioses convirtieron en Piedra a Níobe, cuyas lágrimas abundantes se derraman de lo alto de la firme roca, y gimen al unísono las corrientes del retumbante Hermo y las cumbres enormes de Sípilo, de arriba de las cuales baja volando la niebla, hostil a los pastores.” Níobe era hija de Tántalo, después de perder a la mayoría de sus hijos, fue transformada en roca y llevada al monte Sípilo, a cuyos pies fluye el Hermo, en Lidia, de donde provenía.
Petrarca
El denso aire y la importuna niebla
en torno oprimida por rabiosos vientos
pronto debieran convertirse en lluvia.
Jamás ocultó el cielo tal niebla
por el furor de vientos alcanzada,
que no huyese de cerros y de valles.
Ni lluvia, trueno o calor sentí cuidado de andrajosa niebla.
Pero jamás huyó niebla por vientos, como entonces.
Cual niebla que al viento se disipa.
O niebla o polvo al viento.
Chaucer
Muchos especularon con seriedad sobre la causa de la niebla.
La neblina que se levantaba del suelo hacía que el sol apareciese enorme y rubicundo.
Pigafetta
La atmósfera nebulosa y empañada de espesas nieblas.
La niebla da al árbol del clavo cierto grado de perfección.
Una niebla en forma de nubecitas, rodeando las montañas.
“Nevoso Sípilo, donde los dioses convirtieron en Piedra a Níobe, cuyas lágrimas abundantes se derraman de lo alto de la firme roca, y gimen al unísono las corrientes del retumbante Hermo y las cumbres enormes de Sípilo, de arriba de las cuales baja volando la niebla, hostil a los pastores.” Níobe era hija de Tántalo, después de perder a la mayoría de sus hijos, fue transformada en roca y llevada al monte Sípilo, a cuyos pies fluye el Hermo, en Lidia, de donde provenía.
Petrarca
El denso aire y la importuna niebla
en torno oprimida por rabiosos vientos
pronto debieran convertirse en lluvia.
Jamás ocultó el cielo tal niebla
por el furor de vientos alcanzada,
que no huyese de cerros y de valles.
Ni lluvia, trueno o calor sentí cuidado de andrajosa niebla.
Pero jamás huyó niebla por vientos, como entonces.
Cual niebla que al viento se disipa.
O niebla o polvo al viento.
Chaucer
Muchos especularon con seriedad sobre la causa de la niebla.
La neblina que se levantaba del suelo hacía que el sol apareciese enorme y rubicundo.
Pigafetta
La atmósfera nebulosa y empañada de espesas nieblas.
La niebla da al árbol del clavo cierto grado de perfección.
Una niebla en forma de nubecitas, rodeando las montañas.
Holinshed
Una espesa niebla
Spenser
Una niebla brumosa había cubierto la tierra.
Una nube de niebla.
Nieblas o tempestades turbias.
Cuando una niebla brumosa / El rostro del cielo y el aire claro envuelve / El mundo permanece tras la oscuridad hasta que al fin / El aguado viento del sur desde la costa / Resoplando dispersa el vapor perdido / Y se derrama como un aguacero tormentoso.
Sydney
Lanzar una niebla sobre la gloria.
La niebla más débil no es más sencilla de disipar con el sol que la que se disipa con reflexiones elevadas.
Tirar la ignorancia sobre los ojos una niebla.
Su vanidad se oscureció con una niebla de deseo.
Shakespeare
“Puesto que todo es niebla, que la casualidad me guíe.”
“Enturbiaremos con nuestros suspiros el firmamento, manchado el sol con niebla, como hacen a veces las nubes cuando le abrazan en sus senos derretidos."
Odiosa y neblinosa boca del Cocito, río infernal.
Brilla el sol entre las nieblas inmundas que parecían asfixiarlo.
La niebla del Sur le haga pudrirse.
Galileo
La sustancia o materia de los cometas es algo más tenue y rara que la niebla o el humo.
Odiosa y neblinosa boca del Cocito, río infernal.
Brilla el sol entre las nieblas inmundas que parecían asfixiarlo.
La niebla del Sur le haga pudrirse.
Galileo
La sustancia o materia de los cometas es algo más tenue y rara que la niebla o el humo.
Burton
Limpiar el cerebro de nieblas brumosas / Que embotan nuestros cerebros y obstruyen el alma.
Kepler demuestra que ninguna niebla se eleva a más de cincuenta u ochenta millas.
La graveolentia o niebla de los páramos de Venecia está suficientemente matizada, mitigada y corregida con los humos de los fuegos.
Kant
Los objetos vistos en el crepúsculo o a través de una niebla se ven mayores de lo que son.
Shelley
Niebla que disipa la brisa.
Swift
La región de las nubes y nieblas.
La niebla surge de la tierra.
Se desvaneció en forma de niebla.
Kant
Los objetos vistos en el crepúsculo o a través de una niebla se ven mayores de lo que son.
Shelley
Niebla que disipa la brisa.
Swift
La región de las nubes y nieblas.
La niebla surge de la tierra.
Se desvaneció en forma de niebla.
Richardson
Vapor infecto, viento apestado, niebla contagiosa que desvaneces las promesas brillantes de la mañana del año, que frustras las molestias del labrador y le privas un momento de sus ilusiones y de su alegría.
Smollett
Formarse una espesa niebla.
La espesa niebla impedía ver veinte metros delante.
La tormenta se transformó como una tempestad de lluvia y viento acompañada de una niebla muy espesa, no podíamos divisar la ciudad.
Desde Dumbarton las Tierras Altas occidentales semejan enormes montañas cubiertas de niebla y apiladas la una sobre la otra.
Smollett
Formarse una espesa niebla.
La espesa niebla impedía ver veinte metros delante.
La tormenta se transformó como una tempestad de lluvia y viento acompañada de una niebla muy espesa, no podíamos divisar la ciudad.
Desde Dumbarton las Tierras Altas occidentales semejan enormes montañas cubiertas de niebla y apiladas la una sobre la otra.
McPherson
La espesa niebla que las precoces tardes del invierno cubre la faz del sol.
Las estrellas brillan en la oscilante niebla que envuelve el astro de las noches.
Malte-Brun
A fines de verano algunas neblinas cubren completamente los objetos a dos kilómetros de distancia. Esa intransparencia del aire es común de los trópicos.
El harmattan, cuyo nombre es europeo, es un viento del Este que reina sobre el Benin y que se extiende hasta la costa del Oro; lleva consigo una neblina seca; se oscurece el horizonte y la piel de los animales y el cutis de las personas se raja. Los harmattas se permiten sentir durante la época de los solsticios.
El calor abrasador del clima produce sobre los valles densas y fétidas nieblas que son causa de numerosas enfermedades.
Scott
Una helada niebla que subía del Océano cubría el Oriente, tendiendo blancos cendales sobre la llanura.
El océano profundo de la niebla extendía sus olas blanquecinas sobre la llanura y sobre el mar que la limitaba.
El sol apareció en el horizonte y disipó la niebla; los vapores se elevaron como una cortina.
Goethe
Visto a través de la neblina, aparece el sol como un disco amarillento.
Malte-Brun
A fines de verano algunas neblinas cubren completamente los objetos a dos kilómetros de distancia. Esa intransparencia del aire es común de los trópicos.
El harmattan, cuyo nombre es europeo, es un viento del Este que reina sobre el Benin y que se extiende hasta la costa del Oro; lleva consigo una neblina seca; se oscurece el horizonte y la piel de los animales y el cutis de las personas se raja. Los harmattas se permiten sentir durante la época de los solsticios.
El calor abrasador del clima produce sobre los valles densas y fétidas nieblas que son causa de numerosas enfermedades.
Scott
Una helada niebla que subía del Océano cubría el Oriente, tendiendo blancos cendales sobre la llanura.
El océano profundo de la niebla extendía sus olas blanquecinas sobre la llanura y sobre el mar que la limitaba.
El sol apareció en el horizonte y disipó la niebla; los vapores se elevaron como una cortina.
Goethe
Visto a través de la neblina, aparece el sol como un disco amarillento.
Humboldt
La fresca niebla de las nubes.
Chateaubriand
Se levantó el viento del norte y al instante barrió la niebla.
Las nieblas son dañosas.
Lyell
Cada cuatro o cinco años un gran numero de icebergs flotando desde Groenlandia doblan el Cabo Langaness y quedan varados en la costa oeste de Islandia. Las cosechas de heno se perderán a consecuencia de las nieblas que se generan incesantemente y los peces abandonan la costa.
Las nieblas y las nubes privan a los rayos verticales del sol de la mitad de su poder.
La niebla salina.
De Maistre
Rodando las nieblas a lo largo de las colinas.
Dickens
Las luces de los establecimientos pugnaban por salir a través de la densa niebla, que a cada momento se hacía más espesa, envolviendo calles y casas en las tinieblas.
La niebla semejaba reposar sobre las chimeneas.
La neblina semihelada lo envolvía todo.
Cuando se acercaba el día, el aire iba siendo más frío y la niebla envolvía la tierra como una densa nube de humo.
El sello indeleble que una larga exposición a la intemperie, la niebla y el moho pueden causar a un edificio construido con los más discordes y groseros materiales.
El panorama que se veía vagamente a través de la niebla ofrecía un aspecto solitario y temeroso.
El otoño avanzado, el sol poniente abriéndose paso entre la niebla que lo había oscurecido todo el día.
La niebla que cubre la luna las noches de estío.
Collins
El panorama que la niebla dejaba entrever hacia poniente.
El aire neblinoso y pesado.
La opacidad de la niebla.
Llovizna neblinosa.
Una niebla ardorosa y trepidante.
Las nieblas son vapores terrestres.
La niebla, la oscuridad y el frío.
El entramado neblinoso.
Un fantasma de fuego, que expirara en una niebla oscura.
Hegel
Niebla carente de vida.
Balzac
Por un fenómeno asaz frecuente en estas frías comarcas, los vapores se extendieron como si fueran lienzos, colmaron los valles y, elevándose hasta las altas colinas, sepultaron aquella magnífica cuenca bajo un manto de niebla. Después, esta atmósfera nebulosa comenzó a encresparse con el oleaje de un Océano; olas impenetrables se alzaban, se balanceaban suavemente y, después,con violencia, arremolinadas tomaban a los rayos del Sol tintes de un rosa vivo, que ofrecían aquí y allá las transparencias de un lago de plata líquida. De pronto, el viento del Norte sopló sobre aquella fantasmagoría y disipó las brumas, que depositaron sobre las hierbas un rocío cargado de óxido.
La niebla, que el Sol había disipado al mediodía, volvía a caer sobre la ciudad.
Whewell
La formación de nieblas sobre torrentes y lagos cuando el aire es más frío que el agua.
Ainsworth
La neblina ascendente.
Stifter
Niebla espesa.
Poe
Un neblinoso pueblo de Inglaterra.
No pude ver con suficiente claridad a causa de la espesa niebla que lo envolvía todo y sobre la cual se cernía un magnífico arco iris angosto y bamboleante. Aquella niebla, o rocío, se producía por el choque de las enormes paredes del embudo cuando se encontraba en el fondo.
La espesa y peculiar niebla o humo que caracteriza al verano indio en Norteamérica, que flota, pesada, sobre los objetos.
Una fuerte y breve ráfaga de viento disipó la niebla oprimente como por arte de magia.
Era noche cerrada y la espesa niebla húmeda, que envolvía la ciudad, no tardó en convertirse en copiosa lluvia.
No pude ver nada con claridad a causa de la niebla, que llenaba todo el pequeño valle inferior. Sin embargo, se levantó una suave brisa mientras el sol se ponía y, estando yo de pie en lo alto de la pendiente, la niebla se disipó en jirones y flotó sobre el paisaje.
Un día oscuro, caliente, neblinoso, de fines de noviembre, durante el extraño interregno de las estaciones, que en Norteamérica se llama verano indio.
Melville
Lenta y solemne campana de un barco que naufraga rodeado de la niebla.
Un vigía denodado al que no desplazan de su sitio ni nieblas ni heladas.
La niebla, las nubes y las estelas se oscurecían con las sombras de la noche.
La espesa niebla.
La niebla de una borrasca.
El lejano y neblinoso horizonte.
E. Brontë
La tarde se presentó fría y con niebla.
Daudet
La niebla de la madrugada.
Una mañana otoñal envolvía en nieblas el agua tranquila y los árboles.
Por la ventana se filtraba, entre la niebla, el aire de un indolente día de invierno.
Las nieblas, las lluvias otoñales y el temprano anochecer.
La primera niebla.
Niebla penetrante y fría.
Ch. Collins
El efecto de la niebla en algunas pinturas era horrible.
Hauff
Nibelungos, en la mitología germánica, raza de enanos, denominados por su rey, Nibelung, Hijo de la Niebla.
Christina Rossetti
Una niebla que semejaba humo, procedente de tierra, bajó de los acantilados a la playa; fue extendiéndose hasta lo más remoto y cubrió unas cuantas millas mar adentro.
Ainsworth
La neblina ascendente.
Stifter
Niebla espesa.
Poe
Un neblinoso pueblo de Inglaterra.
No pude ver con suficiente claridad a causa de la espesa niebla que lo envolvía todo y sobre la cual se cernía un magnífico arco iris angosto y bamboleante. Aquella niebla, o rocío, se producía por el choque de las enormes paredes del embudo cuando se encontraba en el fondo.
La espesa y peculiar niebla o humo que caracteriza al verano indio en Norteamérica, que flota, pesada, sobre los objetos.
Una fuerte y breve ráfaga de viento disipó la niebla oprimente como por arte de magia.
Era noche cerrada y la espesa niebla húmeda, que envolvía la ciudad, no tardó en convertirse en copiosa lluvia.
No pude ver nada con claridad a causa de la niebla, que llenaba todo el pequeño valle inferior. Sin embargo, se levantó una suave brisa mientras el sol se ponía y, estando yo de pie en lo alto de la pendiente, la niebla se disipó en jirones y flotó sobre el paisaje.
Un día oscuro, caliente, neblinoso, de fines de noviembre, durante el extraño interregno de las estaciones, que en Norteamérica se llama verano indio.
Melville
Lenta y solemne campana de un barco que naufraga rodeado de la niebla.
Un vigía denodado al que no desplazan de su sitio ni nieblas ni heladas.
La niebla, las nubes y las estelas se oscurecían con las sombras de la noche.
La espesa niebla.
La niebla de una borrasca.
El lejano y neblinoso horizonte.
E. Brontë
La tarde se presentó fría y con niebla.
Daudet
La niebla de la madrugada.
Una mañana otoñal envolvía en nieblas el agua tranquila y los árboles.
Por la ventana se filtraba, entre la niebla, el aire de un indolente día de invierno.
Las nieblas, las lluvias otoñales y el temprano anochecer.
La primera niebla.
Niebla penetrante y fría.
Ch. Collins
El efecto de la niebla en algunas pinturas era horrible.
Hauff
Nibelungos, en la mitología germánica, raza de enanos, denominados por su rey, Nibelung, Hijo de la Niebla.
Christina Rossetti
Una niebla que semejaba humo, procedente de tierra, bajó de los acantilados a la playa; fue extendiéndose hasta lo más remoto y cubrió unas cuantas millas mar adentro.
Tyndall
Las nieblas luminosas formadas con la condensación de vapores incandescentes.
La luz de la neblina oscurece y desconcierta el ojo y debilita la definición de los objetos vistos a través.
Una niebla intensificada con el humo y atravesada con una llovizna de fina lluvia.
Las luces intensas de la lámpara de seis mechas, la luz de gas de Wigham y la luz eléctrica que están destinadas a ayudar al navegante con las condiciones de mal tiempo son señales de niebla. El menester de emplear señales sonoras el caso de niebla densa.
Un viajero sin brujula tras la niebla puede deambular imaginando que está abriendo camino y encontrarse después de horas de fatiga en su punto de partida.
Pauly-Wissowa
Las hojas de metal más delgadas se comparan con telarañas y nieblas.
Erckmann-Chatrian
El viento, que amainó a medianoche, amontonó mucha niebla en el valle.
Erckmann-Chatrian
El viento, que amainó a medianoche, amontonó mucha niebla en el valle.
E. B. Tylor
Al ser considerado el espíritu de la etérea naturaleza del humo o de la niebla, surgió la idea de que las ofrendas reducidas a esa condición son las adecuadas para ser consumidas por los espíritus, o transmitidas, pues hacia ellos se eleva el vapor en el aire.
Le Roy
Había una niebla húmeda que la luna, con cuarto creciente, no podía atravesar del todo.
Fromentin
Las nieblas de octubre.
Tras los adioses del otoño llegaron las nieblas y luego las lluvias, que nos advirtieron de la proximidad del invierno.
H. James
La opaca niebla fluía.
La niebla agujereada de luces.
Zola
La niebla que se levantaba del mar producía en el cielo el efecto de un desfile, un auténtico caos en movimiento.
Apagada voz de lionés, engrosada por las nieblas del Ródano.
Lee
Espesa niebla húmeda.
Afuera comenzaba a caer la niebla, que iba cubriendo los grandes robles oscuros del parque.
Stevenson
Vientecillos variables y ligeros, del Sur y Sureste, arrastraban grandes bancos de niebla.
Como la niebla se iba amontonando rápidamente, empezó a oscurecer aprisa.
La niebla había invadido todo el cielo.
La niebla solía cernirse sobre la ciudad al amanecer.
Hardy
Una vaga neblina luminosa que durante la tarde estuvo cernida con el ambiente se difundió finalmente a lo largo del espacio. Semejaba tener como suspensión la claridad de la luna más penetrante que el aire despejado.
La niebla temprano la época del otoño.
La mañana era húmeda y nebulosa.
Ponson du Terrail
Un brick mercante que a causa de la oscuridad de la noche y la densidad de la niebla ha sido arrojado a la costa.
Butler
La mañana era fría y algo neblinosa, puesto que el otoño había hecho grandes avances los ultimos días.
Permanecer horas en una espesa niebla.
Wilde
La colina esfumada entre la niebla.
Rimbaud
Hay bellos días en octubre; esos hermosos soles, que atraviesan la niebla y disipan.
Butler
La mañana era fría y algo neblinosa, puesto que el otoño había hecho grandes avances los ultimos días.
Permanecer horas en una espesa niebla.
Wilde
La colina esfumada entre la niebla.
Rimbaud
Hay bellos días en octubre; esos hermosos soles, que atraviesan la niebla y disipan.
Chejov
Escrutaba atentamente las tinieblas y le daba la impresión que a lo largo de los millares de verstas de niebla veía su comarca natal.
A través de la neblina que la envolvía leyó de su rostro la piedad.
Fontane
Bancos de niebla.
La niebla se había disipado.
Proust
Rezongaba a cuenta de la niebla.
Al apuntar el sol, el río duerme en los sueños de la niebla.
El reino eterno de las nieblas marinas y de las sombras.
La campiña arropada en su suave y blanca vestidura matinal de niebla.
Joyce
A través de la niebla a la deriva.
Las nieblas del mal humor de la noche.
Fontane
Bancos de niebla.
La niebla se había disipado.
Proust
Rezongaba a cuenta de la niebla.
Al apuntar el sol, el río duerme en los sueños de la niebla.
El reino eterno de las nieblas marinas y de las sombras.
La campiña arropada en su suave y blanca vestidura matinal de niebla.
Joyce
A través de la niebla a la deriva.
Las nieblas del mal humor de la noche.
El smog se levanta.
La fundida niebla de la luna.
Moore
Ante nosotros se extiende la niebla y la tierra pantanosa.
Somos conscientes de la línea del horizonte aunque no podamos distinguirla a través de la neblina de las doce del día y del resplandor del mar.
La niebla de noviembre.
La niebla era espesa y le dio un ataque de tos.
Lubbock
La planta alpina edelweiss la cubierta lanosa de los pelos impide que los estomas o diminutos poros que conducen al interior de la hoja se obstruyan con la lluvia, el rocío o la niebla.
La niebla matutina que se eleva del torrente.
W. J. Locke
En el horizonte el mar y el cielo se unían con una cinta de niebla.
Rider Haggard
Cesó de pronto la nevada y se alzó un fuerte viento del norte, que disipó la espesa niebla y dejó a su paso el cielo limpio y azul.
La cálida neblina de una mañana de julio.
Densa niebla.
El sol apareció de súbito y la niebla se evaporó.
La niebla persistía.
La niebla se disipó.
Kipling
Dicho. La niebla reúne todos los barcos que navegan por el mar.
Lagerlöf
Los pantanos insondables exhalaban durante todo el año frías neblinas.
La noche de luna colmó de niebla los fosos para que el castillo apareciese, como en la edad legendaria, edificado sobre nubes.
T. Mann
Fue creciendo bajo un malísimo clima, entre el viento y la niebla.
La niebla se oscurecía y se infiltraba y de un momento a otro podría transformarse como una nevada.
W. J. Locke
En el horizonte el mar y el cielo se unían con una cinta de niebla.
Rider Haggard
Cesó de pronto la nevada y se alzó un fuerte viento del norte, que disipó la espesa niebla y dejó a su paso el cielo limpio y azul.
La cálida neblina de una mañana de julio.
Densa niebla.
El sol apareció de súbito y la niebla se evaporó.
La niebla persistía.
La niebla se disipó.
Kipling
Dicho. La niebla reúne todos los barcos que navegan por el mar.
Lagerlöf
Los pantanos insondables exhalaban durante todo el año frías neblinas.
La noche de luna colmó de niebla los fosos para que el castillo apareciese, como en la edad legendaria, edificado sobre nubes.
T. Mann
Fue creciendo bajo un malísimo clima, entre el viento y la niebla.
La niebla se oscurecía y se infiltraba y de un momento a otro podría transformarse como una nevada.
Rolland
Una niebla glacial.
Norris
Bajo la lenta neblina de lluvia.
Conrad
Clima pesado de las tormentas que, al llenar el aire con una niebla salada, que sube desde el mar, contraen el campo visual por todos lados hasta convertirlo en un horizonte reducido, que semeja estar al alcance de la mano.
Norris
Bajo la lenta neblina de lluvia.
Conrad
Clima pesado de las tormentas que, al llenar el aire con una niebla salada, que sube desde el mar, contraen el campo visual por todos lados hasta convertirlo en un horizonte reducido, que semeja estar al alcance de la mano.
Gissing
Las lluvias y las nieblas de noviembre.
Un aroma de niebla perduraba a lo largo del aire cargado y cálido.
La niebla se hizo más espesa.
Se internaron con la niebla, que no era de las más densas que se dan en Londres, pero hacía que caminar fuese bastante desagradable.
La niebla hacía que llorasen los ojos y se metía hasta la garganta.
La horrible niebla.
Una mañana que la niebla estaba muy espesa y tuve que encender la lámpara.
Una niebla espesa a través de la cual caían cálidas gotas de lluvia.
La luz se fue volviendo cada vez más débil; la causa era que había empezado a caer la niebla. La niebla era su enemiga; le ardía la garganta, una desagradable admonición.
La primera bocanada de niebla.
Cuando las nieblas de Londres se vuelven más espesas.
Un cielo velado con la niebla añadió su peso para quebrarle el ánimo.
Al disiparse la niebla se puso a llover.
Neblina otoñal.
Chambers
La niebla se transformó en bruma y la bruma en calima y la calima se alejó flotando.
El sol se había puesto tras la niebla.
Agitarse la niebla sobre un estanque.
Woolf
El calor había levantado una neblina sobre la ciudad.
(Fin de viaje)
Delgadas ramas quebradizas con la niebla.
No había nubes, pero el mar estaba recubierto con una neblina y el páramo también.
(La habitación de Jacob)
La lluvia cayó sin parar durante la noche creando una leve neblina.
La niebla era dura y hacía que las voces sonaran distantes.
Una bocina de niebla.
La niebla cubría por completo el amplio espacio abierto.
(Los años)
Rubia y extraña, destellante, plagada de agujas y de cúpulas, se extiende la ciudad de Londres bajo la niebla.
De la niebla surgen riscos erizados de casas.
Evaporarse la niebla marina bajo la miasma.
Los metales bajo la niebla se cubren de óxido.
Gorki
El disco amenazante de la luna entre las nieblas, sobre la marisma.
Mansfield
La niebla, frío húmedo.
Las calles a través de las ventanillas parecían esfumarse neblinosas.
Jammes
Los astros nos traen el buen tiempo; otros, la niebla, los vientos, la lluvia, la nieve, el granizo y los rayos.
Giraudoux
Las nieblas ascendían del Sena.
Pero hoy, con la niebla, resistir sería, en el fondo, hipócrita.
Wells
Un gran valle fresquísimo, cuyo horizonte cerraba la niebla.
Reed
Masas de niebla helada.
Zamiátin
Niebla muy densa.
Faulkner
Niebla brillante.
Lee Masters
Una niebla como un témpano.
Rohmer
La niebla agobiante favorece la distinción de los sonidos.
Silencio peculiar que acompaña a la niebla.
Retumbar los avisos de niebla.
Scott Fitzgerald
Una sirena de niebla gemía incesantemente en el Sound.
U.Sinclair
La fría y neblinosa Nueva Inglaterra.
Los valles envueltos en la niebla.
Se desvanece la neblina bajo los rayos del sol de la mañana.
Dos Passos
El sol podrá con la niebla.
Era una sofocante tarde de niebla.
S. Lewis
Neblina matinal.
La neblina del amanecer se disipaba.
Frost
Tres mañanas de niebla y un día de lluvia / Van a pudrir el mejor seto de abedul, que puede construir / Un ser humano.
Las nieblas que se levantan de las pequeñas corrientes.
Trono de niebla y hielo, trono místico hecho de música y espejismos.
Ludwig
Los nebulosos pictos.
Marshall
Respiración nebulosa del Támesis.
Bloch
Rodeado de inmensos terrenos de pastos y recolección, el vidazzone se protegía del ganado ambulante con una verdadera cerca de piedras secas con puertas provistas de cancela, similar a lo que envuelto por las nieblas cimerias podemos ver del infield de la Alta Escocia.
Heard
Un frío, impersonal e indiferente témpano que emergiendo de la niebla amenaza embestir nuestro navío.
Wren
Harmattan. Viento terrible que transporta el polvo del Sahara, niebla de polvo.
Schumpeter
La niebla que oscurece algunas partes del camino.
Shólojov
Subía del Don una niebla húmeda y glacial.
Detrás de la niebla no se ve el sol.
Durante el día reina el calor, el bochorno de las nieblas secas.
Una neblina, precursora del invierno, envolvía la tierra olorosa.
Una noche negra y neblinosa.
Brecht
Una de las nieblas relucientes como leche de la Vía Láctea se compone de innumerables estrellas.
E. Bloch
Para el Sturm und Drang, sobre el inconsciente flotan las nieblas del Norte y de las épocas primigenias.
Wassermann
Niebla, aliento de la naturaleza.
El tren zumbaba a través de la niebla gris de plata.
Farrington
Tales reconoció tres formas de lo que existe, vapor, agua y tierra, y creía que la niebla y la tierra son formas de agua.
Anaximandro. El mar está sufriendo un proceso de evaporación y llegará a estar algún día seco. Como resultado de la evaporación, los vapores se han condensado y han roto la envoltura ígnea que envolvía el mundo. Esta envoltura ígnea ha sobrevivido en forma de ruedas de fuego, que rodean el mundo, no visibles, envueltas por los tubos de vapor húmedo (envoltura de niebla), que rompieron al envoltura ígnea. Causan el tránsito nocturno de las estrellas y los recorridos del sol y la luna.
Hemingway
La niebla se había transformado como lluvia.
La niebla se había disipado y brillaban las estrellas.
Una espesa niebla matinal.
Steinbeck
El aire lleno de polvo era más denso que la niebla.
Wolfe
Una espesa capa de niebla envolvía la muralla de un monte.
El aire neblinoso amenazaba frío.
La niebla había espesado; el aire estaba saturado de pegajosa humedad.
El sol invernal se abría fatigosamente paso entre la niebla.
La noche estaba envuelta en una espesa niebla; los sonidos llegaban débiles y alegres.
Dinesen
Una semana de fría y húmeda niebla.
Chandler
Había un poco de niebla bajo la luna y no soplaba ni siquiera una brisa.
Con la niebla el aire se pone más agradable.
El aire estaba fresco y había mucha niebla.
La suave niebla semejaba encontrarse muy lejos, casi en otro país, aunque sólo se hallaba a quince minutos del coche.
Los ojos se encogen al ver a través de la niebla.
La niebla se hacía más espesa en cuanto subía el camino.
Cain
Niebla en Los Angeles.
Remarque
Caer la niebla.
Durante la noche la niebla, cual una bestia macilenta, había absorbido la sabia verde de las hojas, dejándolas pálidas y exangües en el ramaje.
Niebla indefinible.
Niebla acumulada detrás de mis ojos.
Una niebla espesa de otoño.
La niebla oscilaba hasta la altura de un hombre. Debajo, todo estaba claro.
La niebla ondulaba y se desgarraba.
Priestley
Densa niebla propia de septiembre.
Fallada
Como una niebla tenue se había diluido en el bosque primaveral.
Genet
Novelesca niebla de Brest o de Tolón.
Bromfield
Las olas de neblina que se levantaban del arenoso lecho del valle.
La sonrisa maquinal del que pretende estar interesado por algo que examina desde la cima de un monte distante y envuelto en niebla.
Había nieblas y mal tiempo.
La fría niebla del invierno.
Una mañana, muy temprano, cuando la neblina pendía sobre la línea azul del Mediterráneo.
Sayers
Es la incompatibilidad entre el punto de vista de la mente científica y la profana, lo que envuelve a la defensa y a los testimonios médicos en una niebla de malentendidos y de irritación.
I. Shaw
Las vaharadas de niebla que desfilaban.
Niebla húmeda, movediza, cargada del pesado olor del mar.
La fina niebla inglesa.
Moravia
Fenómeno en Londres, el pitch black mist, la oscuridad al mediodía, con una capa de niebla colgada sobre los tejados de las casas y, bajo la niebla, una visibilidad perfecta, pero nocturna.
Morante
Evaporarse la niebla.
Una luna grande, velada apenas por algunos vapores de niebla.
Vilar
¡Rocas! ¡Nieblas! ¡Lluvias perdidas!
E. H. Carr
El fenómeno de la niebla londinense.
Waugh
El humo de las cocinas se desvanecía con la neblina.
Niebla persistente.
Wren
Harmattan. Viento terrible que transporta el polvo del Sahara, niebla de polvo.
Schumpeter
La niebla que oscurece algunas partes del camino.
Shólojov
Subía del Don una niebla húmeda y glacial.
Detrás de la niebla no se ve el sol.
Durante el día reina el calor, el bochorno de las nieblas secas.
Una neblina, precursora del invierno, envolvía la tierra olorosa.
Una noche negra y neblinosa.
Brecht
Una de las nieblas relucientes como leche de la Vía Láctea se compone de innumerables estrellas.
E. Bloch
Para el Sturm und Drang, sobre el inconsciente flotan las nieblas del Norte y de las épocas primigenias.
Wassermann
Niebla, aliento de la naturaleza.
El tren zumbaba a través de la niebla gris de plata.
Farrington
Tales reconoció tres formas de lo que existe, vapor, agua y tierra, y creía que la niebla y la tierra son formas de agua.
Anaximandro. El mar está sufriendo un proceso de evaporación y llegará a estar algún día seco. Como resultado de la evaporación, los vapores se han condensado y han roto la envoltura ígnea que envolvía el mundo. Esta envoltura ígnea ha sobrevivido en forma de ruedas de fuego, que rodean el mundo, no visibles, envueltas por los tubos de vapor húmedo (envoltura de niebla), que rompieron al envoltura ígnea. Causan el tránsito nocturno de las estrellas y los recorridos del sol y la luna.
Hemingway
La niebla se había transformado como lluvia.
La niebla se había disipado y brillaban las estrellas.
Una espesa niebla matinal.
Steinbeck
El aire lleno de polvo era más denso que la niebla.
Wolfe
Una espesa capa de niebla envolvía la muralla de un monte.
El aire neblinoso amenazaba frío.
La niebla había espesado; el aire estaba saturado de pegajosa humedad.
El sol invernal se abría fatigosamente paso entre la niebla.
La noche estaba envuelta en una espesa niebla; los sonidos llegaban débiles y alegres.
Dinesen
Una semana de fría y húmeda niebla.
Chandler
Había un poco de niebla bajo la luna y no soplaba ni siquiera una brisa.
Con la niebla el aire se pone más agradable.
El aire estaba fresco y había mucha niebla.
La suave niebla semejaba encontrarse muy lejos, casi en otro país, aunque sólo se hallaba a quince minutos del coche.
Los ojos se encogen al ver a través de la niebla.
La niebla se hacía más espesa en cuanto subía el camino.
Cain
Niebla en Los Angeles.
Remarque
Caer la niebla.
Durante la noche la niebla, cual una bestia macilenta, había absorbido la sabia verde de las hojas, dejándolas pálidas y exangües en el ramaje.
Niebla indefinible.
Niebla acumulada detrás de mis ojos.
Una niebla espesa de otoño.
La niebla oscilaba hasta la altura de un hombre. Debajo, todo estaba claro.
La niebla ondulaba y se desgarraba.
Priestley
Densa niebla propia de septiembre.
Fallada
Como una niebla tenue se había diluido en el bosque primaveral.
Genet
Novelesca niebla de Brest o de Tolón.
Bromfield
Las olas de neblina que se levantaban del arenoso lecho del valle.
La sonrisa maquinal del que pretende estar interesado por algo que examina desde la cima de un monte distante y envuelto en niebla.
Había nieblas y mal tiempo.
La fría niebla del invierno.
Una mañana, muy temprano, cuando la neblina pendía sobre la línea azul del Mediterráneo.
Sayers
Es la incompatibilidad entre el punto de vista de la mente científica y la profana, lo que envuelve a la defensa y a los testimonios médicos en una niebla de malentendidos y de irritación.
I. Shaw
Las vaharadas de niebla que desfilaban.
Niebla húmeda, movediza, cargada del pesado olor del mar.
La fina niebla inglesa.
Moravia
Fenómeno en Londres, el pitch black mist, la oscuridad al mediodía, con una capa de niebla colgada sobre los tejados de las casas y, bajo la niebla, una visibilidad perfecta, pero nocturna.
Morante
Evaporarse la niebla.
Una luna grande, velada apenas por algunos vapores de niebla.
Vilar
¡Rocas! ¡Nieblas! ¡Lluvias perdidas!
E. H. Carr
El fenómeno de la niebla londinense.
Waugh
El humo de las cocinas se desvanecía con la neblina.
Niebla persistente.
Irish
Espesar la neblina.
Runciman
Constantinopla quedó envuelta de una espesa niebla, fenómeno desconocido de esas latitudes el mes de mayo.
Runciman
Constantinopla quedó envuelta de una espesa niebla, fenómeno desconocido de esas latitudes el mes de mayo.
Calvino
El aire neblinoso se abrió y con el desgarrón apareció un cielo finalmente azul y el sol resplandeciente y las montañas nítidas.
La bajada con la niebla.
Nos enfrentábamos con un enemigo como la niebla o la arena con el cual no hay fuerza que valga.
Los ruidos llegan debilitados sin brío ni color a través de la niebla.
El aire atravesado con condensaciones de las más variadas especies; niebla espesa al fondo de las montañas, jirones de bruma sobre los ríos, cadenas de nubes que el viento agitaba al azar.
Del crepúsculo neblinoso emergían unas pocas sombras.
Una noche de niebla espesa.
Empezó a entrar la niebla de afuera y no se veía el otro extremo de la sala.
Una franja de niebla corrió al ras del suelo.
Kerouac
Dormir en el viejo barco cuando haya niebla y todo cruja.
Respirábamos la niebla con el frío aire nocturno.
Las luces para la niebla de Long Island.
Thompson
La niebla que un frío atardecer surge de los canales y desagües va aumentando.
Spillane
Estaba oscureciendo y la niebla se cerraba.
Había una leve neblina, que se metía en los pulmones.
Yevtushenko
La niebla más espesa es siempre la de las cumbres. Cuando se está inmerso en esa niebla no se pueden ver los matices.
Las bolas de los correcampos surgían de la caliente y temblorosa niebla, para sumergirse en el horizonte.
La argamasa de niebla inglesa de la llamada "sopa de guisantes".
Pradeñas nieblas.
Grass
Las bocinas de niebla de los cargueros presos en el hielo de la rada.
Duras
Ya el cielo iba lentamente desprendiéndose de la niebla, lo que quería decir que no iba a llover.
Abetti
En las cámaras de niebla se fotografía el numero y el recorrido de los rayos que las atraviesan.
Robbe-Grillet
Se instalaban las nieblas de noviembre.
Kirk-Raven
Una concepción popular de la naturaleza del mundo, "Ilíada", "Odisea", Píndaro. La parte inferior del espacio entre la tierra y el cielo, hasta las nubes inclusive, contiene aér o neblina.
Aér aparece en Epiménides; comporta la idea de neblina y oscuridad; en la descripción hesiódica precede a la Noche el Tártaro nebuloso. Por la referencia de Damascio a Epiménides, la Noche y Aeer generan a Tártaro. Aparece la generación de un huevo, recurso no hesiódico y primitivo.
Aér significaba para Homero y la prosa jonia posterior neblina, algo visible y oscurecedor. Si Anaximandro habló realmente de lo frío en su cosmogonía, es probable que quisiera significar una neblina húmeda, parte de la cual se coaguló, para formar una especie de tierra viscosa.
Testori
Corrientes que desflecaban la niebla.
Moho movedizo y húmedo de la niebla.
Una calle inmersa bajo la niebla como un pantano.
Niebla, onda húmeda del aire.
Polvillo de la niebla.
Húmedo mar de niebla.
Nooteboom
La atmósfera aneblinada y sofocante amenazando una tormenta inminente.
Bernhard
Inglaterra envuelta con la niebla.
Chaisson
Las diminutas partículas de la niebla terrestre.
Se dispersa en la niebla la luz de los faros de un automóvil.
Spillane
Estaba oscureciendo y la niebla se cerraba.
Había una leve neblina, que se metía en los pulmones.
Yevtushenko
La niebla más espesa es siempre la de las cumbres. Cuando se está inmerso en esa niebla no se pueden ver los matices.
Las bolas de los correcampos surgían de la caliente y temblorosa niebla, para sumergirse en el horizonte.
La argamasa de niebla inglesa de la llamada "sopa de guisantes".
Pradeñas nieblas.
Grass
Las bocinas de niebla de los cargueros presos en el hielo de la rada.
Duras
Ya el cielo iba lentamente desprendiéndose de la niebla, lo que quería decir que no iba a llover.
Abetti
En las cámaras de niebla se fotografía el numero y el recorrido de los rayos que las atraviesan.
Robbe-Grillet
Se instalaban las nieblas de noviembre.
Kirk-Raven
Una concepción popular de la naturaleza del mundo, "Ilíada", "Odisea", Píndaro. La parte inferior del espacio entre la tierra y el cielo, hasta las nubes inclusive, contiene aér o neblina.
Aér aparece en Epiménides; comporta la idea de neblina y oscuridad; en la descripción hesiódica precede a la Noche el Tártaro nebuloso. Por la referencia de Damascio a Epiménides, la Noche y Aeer generan a Tártaro. Aparece la generación de un huevo, recurso no hesiódico y primitivo.
Aér significaba para Homero y la prosa jonia posterior neblina, algo visible y oscurecedor. Si Anaximandro habló realmente de lo frío en su cosmogonía, es probable que quisiera significar una neblina húmeda, parte de la cual se coaguló, para formar una especie de tierra viscosa.
Testori
Corrientes que desflecaban la niebla.
Moho movedizo y húmedo de la niebla.
Una calle inmersa bajo la niebla como un pantano.
Niebla, onda húmeda del aire.
Polvillo de la niebla.
Húmedo mar de niebla.
Nooteboom
La atmósfera aneblinada y sofocante amenazando una tormenta inminente.
Bernhard
Inglaterra envuelta con la niebla.
Chaisson
Las diminutas partículas de la niebla terrestre.
Se dispersa en la niebla la luz de los faros de un automóvil.
Moorcock
Había una neblina que se extendía sobre el lago. Era como la más tenue bruma que se forma sobre el agua una mañana de otoño.
Sanders
Cuando no lloviznaba llovía, nevaba o había niebla.
Fleischer
Si se imagina un mineral meteorítico como una especie de cámara de niebla.
Raucher
Podía ver la neblina avanzar ante él empujando su apelmazada sombra.
Oyó las voces que le llamaban empujadas por el viento y atravesando la niebla.
Los pliegues de la niebla.
Cuando la niebla se disipó, recuperó el poder de enfocar.
El sol apareció en el horizonte sin haber lanzado sus calientes rayos, que debían fundir la helada neblina que se había producido en la pasada noche.
Instante en que el sol rasgó la niebla, alumbrando de lleno el paisaje.
La niebla era espesa, no se sabía si había amanecido.
La niebla seguía acercándose.
Protegidos por la niebla.
McCullough
El alba trajo una espesa niebla y un aire suave y enervante.
Gaarder
Anaxímenes de Mileto (570-526), opinaba que el origen de todo era el aire o la niebla.
Jennings
El caligo, la niebla salada que por la noche envuelve Venecia.
En la mayoría de los países montañeses hay una ligera neblina que oscurece los objetos lejanos, posibilitando el distinguirlos de los próximos.
Niebla densa.
En algún lugar más allá de la niebla el sol se estaba poniendo.
Wren
Harmattan. Viento terrible que transporta el polvo del Sahara, niebla de polvo.
Hough
Al cabo de un tiempo, se va formando sobre la ciudad una capa de neblina en forma de cúpula. Por la noche, las partículas de la cúpula se convierten en el núcleo en el que la humedad se condensa, en forma de niebla. Esta niebla se hace cada vez más espesa, debido al crecimiento descendente y en ocasiones alcanza el suelo, en forma de niebla tóxica. Esta niebla inhibe el enfriamiento del aire y colabora en la perpetuación de la cúpula, evitando que las partículas salgan del sistema. En ausencia de viento o fuertes lluvias, la niebla tóxica sigue formándose. Puesto que en invierno penetra menos la luz en la ciudad, el aumento del consumo de carburantes se añade a la formación de la niebla. El proceso orgánico es autoperpetuador y es responsable de los severos problemas climáticos a los que se enfrentan las ciudades. Las tendencias del calentamiento son debidas al efecto de la isla de calor, más que a las transformaciones naturales del tiempo regional.
Preston
El Límite del Hielo es donde las aguas heladas de alrededor de la Antártida se unen con las del Atlántico y el Pacífico, que son más cálidas. Los oceanógrafos lo llaman Convergencia Atlántica. Se caracteriza por sus nieblas impenetrables y por el hielo, que es peligrosísimo.
Fleischer
Si se imagina un mineral meteorítico como una especie de cámara de niebla.
Raucher
Podía ver la neblina avanzar ante él empujando su apelmazada sombra.
Oyó las voces que le llamaban empujadas por el viento y atravesando la niebla.
Los pliegues de la niebla.
Cuando la niebla se disipó, recuperó el poder de enfocar.
El sol apareció en el horizonte sin haber lanzado sus calientes rayos, que debían fundir la helada neblina que se había producido en la pasada noche.
Instante en que el sol rasgó la niebla, alumbrando de lleno el paisaje.
La niebla era espesa, no se sabía si había amanecido.
La niebla seguía acercándose.
Protegidos por la niebla.
McCullough
El alba trajo una espesa niebla y un aire suave y enervante.
Gaarder
Anaxímenes de Mileto (570-526), opinaba que el origen de todo era el aire o la niebla.
Jennings
El caligo, la niebla salada que por la noche envuelve Venecia.
En la mayoría de los países montañeses hay una ligera neblina que oscurece los objetos lejanos, posibilitando el distinguirlos de los próximos.
Niebla densa.
En algún lugar más allá de la niebla el sol se estaba poniendo.
Wren
Harmattan. Viento terrible que transporta el polvo del Sahara, niebla de polvo.
Hough
Al cabo de un tiempo, se va formando sobre la ciudad una capa de neblina en forma de cúpula. Por la noche, las partículas de la cúpula se convierten en el núcleo en el que la humedad se condensa, en forma de niebla. Esta niebla se hace cada vez más espesa, debido al crecimiento descendente y en ocasiones alcanza el suelo, en forma de niebla tóxica. Esta niebla inhibe el enfriamiento del aire y colabora en la perpetuación de la cúpula, evitando que las partículas salgan del sistema. En ausencia de viento o fuertes lluvias, la niebla tóxica sigue formándose. Puesto que en invierno penetra menos la luz en la ciudad, el aumento del consumo de carburantes se añade a la formación de la niebla. El proceso orgánico es autoperpetuador y es responsable de los severos problemas climáticos a los que se enfrentan las ciudades. Las tendencias del calentamiento son debidas al efecto de la isla de calor, más que a las transformaciones naturales del tiempo regional.
Preston
El Límite del Hielo es donde las aguas heladas de alrededor de la Antártida se unen con las del Atlántico y el Pacífico, que son más cálidas. Los oceanógrafos lo llaman Convergencia Atlántica. Se caracteriza por sus nieblas impenetrables y por el hielo, que es peligrosísimo.
Las nieblas poéticas
Vapor que salía de la tierra en la Biblia. La niebla era el error.
Aristófanes
Sacudamos este velo de oscuras nieblas, y dirijamos hacia la tierra nuestras miradas, que atraviesan la inmensidad.
Aristófanes
Sacudamos este velo de oscuras nieblas, y dirijamos hacia la tierra nuestras miradas, que atraviesan la inmensidad.
Apolonio de Rodas
Una niebla se extendió ante sus ojos enternecidos.
Hera derramaba una terrible niebla día tras día.
Lucrecio
Sutiles la niebla y el humo.
Lucrecio
Sutiles la niebla y el humo.
Virgilio
Eneas va seguido de Acates andando hasta la ciudad, pero a los dos les rodea Venus extendiendo en torno una densa capa de niebla.
Eneas penetra encubierto con la niebla y se mezcla con la muchedumbre sin que ninguno le vea.
Se desprendió Juno del alto cielo envuelta de vapores y forma la diosa con vana niebla un tenue fantasma sin consistencia a semejanza de Eneas y le orna con las armas y el porte del campeón troyano cual es fama que vagan revoloteando las imágenes de los muertos a las que fingen los sueños de nuestros sentidos aletargados.
Horacio
Llévame a los infecundos llanos que agobian las nieblas y un Júpiter desapacible. Divinidad de los fenómenos atmosféricos.
El rápido Mercurio amigo de los poetas me sustrajo temeroso de los enemigos envuelto con densa neblina.
Dhammapada
Niebla del sueño.
Geoffrey de Monmouth
Disipar las nieblas de la mente.
El macho cabrío del castillo de Venus despedirá niebla por sus narices y la superficie de la isla quedará ensombrecida por entero.
Von Eschenbach
El sol era para la dama niebla, pues rehuía las alegrías del mundo.
Petrarca
Y yo en mi corazón, más frío que hielo,
de graves pensamientos tengo niebla,
como aquella que surge de estos valles,
puestos en contra de amorosos vientos,
y circundados de estancados ríos,
cuando cae del cielo lenta lluvia.
Que no sea mi madonna un día hielo
por dentro, y por fuera aquella niebla,
que veré seco el mar, lagos y ríos.
Tendrán sus bellos ojos esa niebla
que a los míos les causa siempre lluvia.
Aquella palidez que a la sonrisa
de una amorosa niebla recubriera
se ofreció al corazón regiamente
y este salió a su encuentro en pleno rostro.
Y luego desahogo con mi llanto
el corazón de triste niebla lleno.
Amor me ha puesto como niebla al viento.
Nieblas de desdenes.
Venza tu sol mis nieblas nuevas.
Horacio
Llévame a los infecundos llanos que agobian las nieblas y un Júpiter desapacible. Divinidad de los fenómenos atmosféricos.
El rápido Mercurio amigo de los poetas me sustrajo temeroso de los enemigos envuelto con densa neblina.
Dhammapada
Niebla del sueño.
Geoffrey de Monmouth
Disipar las nieblas de la mente.
El macho cabrío del castillo de Venus despedirá niebla por sus narices y la superficie de la isla quedará ensombrecida por entero.
Von Eschenbach
El sol era para la dama niebla, pues rehuía las alegrías del mundo.
Petrarca
Y yo en mi corazón, más frío que hielo,
de graves pensamientos tengo niebla,
como aquella que surge de estos valles,
puestos en contra de amorosos vientos,
y circundados de estancados ríos,
cuando cae del cielo lenta lluvia.
Que no sea mi madonna un día hielo
por dentro, y por fuera aquella niebla,
que veré seco el mar, lagos y ríos.
Tendrán sus bellos ojos esa niebla
que a los míos les causa siempre lluvia.
Aquella palidez que a la sonrisa
de una amorosa niebla recubriera
se ofreció al corazón regiamente
y este salió a su encuentro en pleno rostro.
Y luego desahogo con mi llanto
el corazón de triste niebla lleno.
Amor me ha puesto como niebla al viento.
Nieblas de desdenes.
Venza tu sol mis nieblas nuevas.
Ariosto
Que ir puedan las mujeres como niebla al viento.
Sol mío, quita de mi mente la oscura niebla triste y espantosa.
Niebla espesa y pura.
Los cernícalos empreñan la niebla con sus plumas, aves que semejan gavilanes.
Spenser
Se extendió una gran niebla / Con su vapor opaco todo lo que tiene el desierto / Y el rostro alegre y envuelto del cielo, / Que la totalidad de las cosas eran una y una como nada / Y este gran Universo semejaba más confundido.
Niebla desperdiciada.
La niebla del dolor disuelta se transformó como poder de venganza.
Enturbiaremos con nuestros suspiros el firmamento, manchado el sol con niebla, como hacen las nubes cuando le abrazan en sus senos derretidos.
(Tito Andrónico)
Burton
Disipar las brumosas nieblas de la superstición.
Burke
La confusión aumentó, la niebla se espesó, hasta que ya no fue posible descubrir lo que estaba permitido o prohibido, qué cosas eran privadas y cuáles comunes.
Fenelon
Se cubrieron sus ojos de una neblina semejante a la de la muerte.
Burke
La confusión aumentó, la niebla se espesó, hasta que ya no fue posible descubrir lo que estaba permitido o prohibido, qué cosas eran privadas y cuáles comunes.
Fenelon
Se cubrieron sus ojos de una neblina semejante a la de la muerte.
Richardson
El rayo de mi alegría ha de penetrar una opaca y triste niebla.
Fielding
Genio, retira esa densa niebla que ofusca a los intelectos de los mortales y les impulsa a adorar a los hombres por su arte o a detestarles por su astucia para engañar a otros.
Fielding
Genio, retira esa densa niebla que ofusca a los intelectos de los mortales y les impulsa a adorar a los hombres por su arte o a detestarles por su astucia para engañar a otros.
McPherson
Era como la luna nueva vista a través de amontonadas nieblas (Virgilio) cuando el cielo derrama su copada nieve y el mundo está silencioso y oscuro.
Una distante armada como la niebla del océano vinieron y derramaron su juventud sobre la costa.
De los pliegues de la niebla brotan las estrellas. / Mas de nuevo con un velo de vapores / Van a ocultar su frente misteriosa.
La triste niebla matinal.
Humboldt
Hay una magia misteriosa incluso de las partes envueltas con niebla, una lejanía fragante evoca la impresión de lo sensualmente infinito.
Beckford
Y nuestro pan se embeberá de las nieblas que, incesantes, cubren este lago.
Beckford
Y nuestro pan se embeberá de las nieblas que, incesantes, cubren este lago.
Babeuf
No tener más garantía que la niebla, algo nulo.
Chénier
Tu brillo eterno desgarrará del porvenir las nieblas.
Bentham
El idioma figurado es muy útil para posibilitar los conceptos cuando acompaña el curso del idioma común; es perjudicial cuando ocupa su lugar. Nos acostumbra a razonar con las más falsas analogías y envuelve la verdad con una niebla que las mentes más despiertas casi no tienen la aptitud de penetrar.
Shelley
Lágrimas, nieblas de rocío plateado.
Las nieblas con rocío de mi sueño nocturno flotarán como bálsamo bajo los astros.
Haber sucumbido ante el fiero poder de Júpiter, cual niebla que disipa la brisa.
Las nieblas con rocío de mi sueño nocturno flotarán como bálsamo bajo los astros.
Byron
“Torres ennegrecidas por la niebla de las edades.”
Algunos comparan la Fama a escalar una montaña
Cuya cumbre montuosa envuelve la niebla.
Los frecuentes bancos de niebla les inspiraban dudas.
De puertas adentro, la vida es menos poética
Y fuera hay chaparrones, nieblas y aguanieve.
“Torres ennegrecidas por la niebla de las edades.”
Algunos comparan la Fama a escalar una montaña
Cuya cumbre montuosa envuelve la niebla.
Los frecuentes bancos de niebla les inspiraban dudas.
De puertas adentro, la vida es menos poética
Y fuera hay chaparrones, nieblas y aguanieve.
Lepsius
Espíritus guardianes de las Puertas del Pacificador de los Dos Países. Ayudadme a despejar la opaca niebla que me oprime y me rodea.
Pascal
“El tiempo y mi humor tienen poca relación. Yo tengo mis nieblas y mi buen tiempo dentro de mí. El bien y el mal de mis propios asuntos influyen poco en él.
“El tiempo y mi humor tienen poca relación. Yo tengo mis nieblas y mi buen tiempo dentro de mí. El bien y el mal de mis propios asuntos influyen poco en él.
Niebla hecha de rencor, sospechas, cólera y desesperación.”
Balzac
Tristezas de la niebla.
La niebla espesa sepultaba el paisaje bajo un velo denso, que ocultaba las montañas cercanas a la ciudad.
La niebla puede ocultar la venganza igual que la perfidia.
La equívoca luz cernida por la niebla.
Condenada niebla.
Las afecciones románticas son dulces y plañideras como las baladas que se cantan en Escocia durante las nieblas.
Ainsworth
Niebla confusa.
Stifter
Las siniestras fieras se dispersaron a través de la niebla como si hubiesen sido absorbidas.
La funesta niebla se extendía espesa.
Dickens
Un velo de niebla enturbió sus ojos, un sudor frío cubrió su cara cenizosa.
Vellones de niebla.
La neblina tímida y amable.
Había una densa niebla, como si estuviesen en una ciudad en las nubes, a la que hubiesen viajado por la noche por el tallo de una mata de habichuelas mágicas y una gruesa corteza en la acera, que semejaba una torta de linaza.
El día empezaba a alborear en una mancha de luz acuosa por el este, precedida por unas nubes ceñudas de las que caía la lluvia, formando una neblina húmeda y espesa.
La breve perspectiva de cada calle y avenida estaba envuelta en niebla como una cortina sucia.
Viendo la niebla con atenta atracción.
Viendo absorto la niebla.
Puso una neblina soñolienta entre sus perspectivas y él, en la que estas perspectivas semejaban tener mágicas ventajas.
Una neblina fantasmal.
Collins
Un fantasma de fuego que expirara con una niebla oscura.
Melville
La niebla del futuro.
Un velo de niebla.
Ballenas semejantes a balsas de niebla.
Poe
Lloran los sauces con la niebla.
Una niebla humosa, semejante a la del veranillo, envolvía las cosas y, por supuesto, acentuaba mi inseguridad.
Su capa celeste, que por la forma semejaba una bata, ricamente ornamentada con dibujos carmesíes, flotaba gentilmente sobre los hombros como la niebla de la mañana.
Derramaron las nieblas del Tangay
cada noche su rocío en mi cabeza.
Alas de niebla.
Y sobre la colina la sombría
niebla -sombría y, sin embargo, intacta-
es un símbolo y es una señal;
¡cómo sobre los árboles se cierne,
misterio de los misterios!
Envolviendo su seno con la niebla,
la ruina con su quietud se desmorona.
Las neblinosas Hébridas.
La neblinosa región de Weir, que los ghules frecuentan.
Hauff
Nibelung, Hijo de la Niebla.
Liermontov
Cuando el abismo está velado bajo la niebla matutina, aparece más espacioso al desgraciado viajero, aun cuando está menos negro.
Súbita niebla veló sus reflexiones.
Hebbel
La caperuza de niebla.
Con tu arrogancia te atreves a soplar la fina niebla que cubre el secreto de nuestra casa.
Las nixas saltan con la niebla y pronto son visibles como absorbidas por el vapor azul.
Keats
La niebla de los años transcurridos.
E. Brontë
Una larga franja de neblina que culebreaba.
Gautier
Niebla voluntaria.
Unos ojos ardientes estaban fijos desde las profundidades de una espesa niebla y le lanzaban chorros de fuego.
Balzac
Tristezas de la niebla.
La niebla espesa sepultaba el paisaje bajo un velo denso, que ocultaba las montañas cercanas a la ciudad.
La niebla puede ocultar la venganza igual que la perfidia.
La equívoca luz cernida por la niebla.
Condenada niebla.
Las afecciones románticas son dulces y plañideras como las baladas que se cantan en Escocia durante las nieblas.
Ainsworth
Niebla confusa.
Stifter
Las siniestras fieras se dispersaron a través de la niebla como si hubiesen sido absorbidas.
La funesta niebla se extendía espesa.
Dickens
Un velo de niebla enturbió sus ojos, un sudor frío cubrió su cara cenizosa.
Vellones de niebla.
La neblina tímida y amable.
Había una densa niebla, como si estuviesen en una ciudad en las nubes, a la que hubiesen viajado por la noche por el tallo de una mata de habichuelas mágicas y una gruesa corteza en la acera, que semejaba una torta de linaza.
El día empezaba a alborear en una mancha de luz acuosa por el este, precedida por unas nubes ceñudas de las que caía la lluvia, formando una neblina húmeda y espesa.
La breve perspectiva de cada calle y avenida estaba envuelta en niebla como una cortina sucia.
Viendo la niebla con atenta atracción.
Viendo absorto la niebla.
Puso una neblina soñolienta entre sus perspectivas y él, en la que estas perspectivas semejaban tener mágicas ventajas.
Una neblina fantasmal.
Collins
Un fantasma de fuego que expirara con una niebla oscura.
Melville
La niebla del futuro.
Un velo de niebla.
Ballenas semejantes a balsas de niebla.
Poe
Lloran los sauces con la niebla.
Una niebla humosa, semejante a la del veranillo, envolvía las cosas y, por supuesto, acentuaba mi inseguridad.
Su capa celeste, que por la forma semejaba una bata, ricamente ornamentada con dibujos carmesíes, flotaba gentilmente sobre los hombros como la niebla de la mañana.
Derramaron las nieblas del Tangay
cada noche su rocío en mi cabeza.
Alas de niebla.
Y sobre la colina la sombría
niebla -sombría y, sin embargo, intacta-
es un símbolo y es una señal;
¡cómo sobre los árboles se cierne,
misterio de los misterios!
Envolviendo su seno con la niebla,
la ruina con su quietud se desmorona.
Las neblinosas Hébridas.
La neblinosa región de Weir, que los ghules frecuentan.
Hauff
Nibelung, Hijo de la Niebla.
Liermontov
Cuando el abismo está velado bajo la niebla matutina, aparece más espacioso al desgraciado viajero, aun cuando está menos negro.
Súbita niebla veló sus reflexiones.
Hebbel
La caperuza de niebla.
Con tu arrogancia te atreves a soplar la fina niebla que cubre el secreto de nuestra casa.
Las nixas saltan con la niebla y pronto son visibles como absorbidas por el vapor azul.
Keats
La niebla de los años transcurridos.
E. Brontë
Una larga franja de neblina que culebreaba.
Gautier
Niebla voluntaria.
Unos ojos ardientes estaban fijos desde las profundidades de una espesa niebla y le lanzaban chorros de fuego.
Carlyle
Una mera neblina vacante.
Ruskin
Las insolencias y petulancias comunes de la gente y su charla sobre la igualdad son mera ceguera, estupefacción y niebla de los cerebros.
Ruskin
Las insolencias y petulancias comunes de la gente y su charla sobre la igualdad son mera ceguera, estupefacción y niebla de los cerebros.
Rachas de niebla traspasada de rocío.
Tyndall
Un desierto de perplejidades y errores, una tierra de nieblas y sombras que controlado con la experiencia y la reflexión se transforma como un atributo humano.
Una definición sin neblina penumbral.
Boucicault
Desvanecido como una niebla.
Encender una niebla.
Fromentin
Nieblas calenturientas.
La niebla luminosa de las antorchas.
H. James
Sonriendo a través de una niebla.
La niebla agujereada de luces.
Zola
La niebla que se levantaba del mar producía en el cielo el efecto de un desfile, un auténtico caos en movimiento.
Niebla, bello lago de aguas tranquilas.
Butler
Envuelto en una neblina fría que me impedía ver.
Proceder con cautela a través de la niebla.
Huir entre la niebla.
Jirones neblinosos.
Una aldea surgió de súbito entre la niebla.
Abandonados a las conjeturas de la niebla.
Fromentin
Nieblas calenturientas.
La niebla luminosa de las antorchas.
H. James
Sonriendo a través de una niebla.
La niebla agujereada de luces.
Zola
La niebla que se levantaba del mar producía en el cielo el efecto de un desfile, un auténtico caos en movimiento.
Niebla, bello lago de aguas tranquilas.
Butler
Envuelto en una neblina fría que me impedía ver.
Proceder con cautela a través de la niebla.
Huir entre la niebla.
Jirones neblinosos.
Una aldea surgió de súbito entre la niebla.
Abandonados a las conjeturas de la niebla.
Bellamy
La niebla de las percepciones.
Mallarmé
Nieblas, monótonas cenizas.
Wilde
Niebla de un sueño.
Stoker
Se renovó la vieja profecía. Don Sebastián, al acecho, debía regresar de su misterioso reino envuelto en un denso manto de niebla, para destruir a Napoleón en la semana santa de 1808.
Miguel d´Antes, la autoridad sobre el rey Sebastián, refiere que, en 1838, tras el aplastamiento de una insurrección sebastianista en Brasil, se vieron hombres que creían en la llegada del rey en las costas brasileñas, escudriñando el horizonte a través de la niebla, esperando avistar las velas de la mítica nave, que debía traerles de vuelta al rey durmiente, cuya revelación juzgaban inminente.
Echar la vista atrás protegidos por la niebla protectora de un siglo entero.
Mallarmé
Nieblas, monótonas cenizas.
Wilde
Niebla de un sueño.
Stoker
Se renovó la vieja profecía. Don Sebastián, al acecho, debía regresar de su misterioso reino envuelto en un denso manto de niebla, para destruir a Napoleón en la semana santa de 1808.
Miguel d´Antes, la autoridad sobre el rey Sebastián, refiere que, en 1838, tras el aplastamiento de una insurrección sebastianista en Brasil, se vieron hombres que creían en la llegada del rey en las costas brasileñas, escudriñando el horizonte a través de la niebla, esperando avistar las velas de la mítica nave, que debía traerles de vuelta al rey durmiente, cuya revelación juzgaban inminente.
Echar la vista atrás protegidos por la niebla protectora de un siglo entero.
Hardy
La niebla todo lo desfigura.
Las redes de vapor que formaba la niebla con los árboles.
Una niebla luminosa.
Fuera arreciaba de tal suerte la borrasca que dentro de la cocina formaba la nieve una verdadera niebla.
Aprovechar la niebla.
Lee
Envolventes nieblas.
Los rayos de la mañana y la niebla pugnando.
Una especie de niebla semejaba flotar por todo el lugar y amortiguar el esplendor del altar mayor.
Niebla lunar.
Y han pasado los años, aquellos años que vistos a través de la niebla y la distancia del tiempo, aparecen como las cumbres de las montañas doradas por el sol naciente, de tonos púrpuras y rosados, incluso en los momentos en que eran evanescentes y tristes.
Rimbaud
Ya no es posible someterse a esta atmósfera personal, neblina de remordimientos físicos, cuya constatación es una aflicción.
Una tarde breve y tibia de neblina.
No será que cultivamos la niebla.
Niebla flotante lívida y triste.
Stevenson
Resoplar por la nariz como un cuerno de niebla.
La luna llena empezaba a levantarse y asomaba rubicunda sobre los más altos bordes de la niebla.
La niebla se iba dispersando más que aprisa.
Un cinturón de niebla se había levantado en cuanto apareció la luna.
La neblina movediza e incorpórea, que había confundido su vista.
La niebla sumergía en su vapor dormido la ciudad de Londres, donde las luces de las farolas brillaban como carbúnculos.
En la creciente desgracia de su vida su imagen le había ido apareciendo más lejana e indistinta, como la luna a través de la neblina.
Proust
La gran llanura, ora con tiempo brumoso en el que la inundación de la niebla nos daba la ilusión de estar rodeados de un inmenso lago.
La mortaja de las nieblas y la espuma de las olas.
El reino eterno de las nieblas marinas y de las sombras.
La campiña arropada en su suave y blanca vestidura matinal de niebla.
Al apuntar el sol, el río duerme en los sueños de la niebla.
Lee
Envolventes nieblas.
Los rayos de la mañana y la niebla pugnando.
Una especie de niebla semejaba flotar por todo el lugar y amortiguar el esplendor del altar mayor.
Niebla lunar.
Y han pasado los años, aquellos años que vistos a través de la niebla y la distancia del tiempo, aparecen como las cumbres de las montañas doradas por el sol naciente, de tonos púrpuras y rosados, incluso en los momentos en que eran evanescentes y tristes.
Rimbaud
Ya no es posible someterse a esta atmósfera personal, neblina de remordimientos físicos, cuya constatación es una aflicción.
Una tarde breve y tibia de neblina.
No será que cultivamos la niebla.
Niebla flotante lívida y triste.
Stevenson
Resoplar por la nariz como un cuerno de niebla.
La luna llena empezaba a levantarse y asomaba rubicunda sobre los más altos bordes de la niebla.
La niebla se iba dispersando más que aprisa.
Un cinturón de niebla se había levantado en cuanto apareció la luna.
La neblina movediza e incorpórea, que había confundido su vista.
La niebla sumergía en su vapor dormido la ciudad de Londres, donde las luces de las farolas brillaban como carbúnculos.
En la creciente desgracia de su vida su imagen le había ido apareciendo más lejana e indistinta, como la luna a través de la neblina.
Proust
La gran llanura, ora con tiempo brumoso en el que la inundación de la niebla nos daba la ilusión de estar rodeados de un inmenso lago.
La mortaja de las nieblas y la espuma de las olas.
El reino eterno de las nieblas marinas y de las sombras.
La campiña arropada en su suave y blanca vestidura matinal de niebla.
Al apuntar el sol, el río duerme en los sueños de la niebla.
Joyce
Un tenue vislumbre de terror comenzó a atravesar la niebla de su ánimo.
La niebla de los prohibidos frutos del manzano.
Extraviado en la niebla.
La fundida niebla de la luna.
W. J. Locke
Niebla metafísica.
La cara semejaba la de un diablo a través de una neblina.
Chopin
Una opresión indefinible, que semejaba originarse en algún lugar desconocido de su autoconciencia, la colmaba de una vaga angustia. Era como una sombra, una neblina, que atravesara su espíritu en un día de verano; una disposición de ánimo extraño y desconocido.
La niebla del olvido.
Se esforzaba por aclarar la amenazante neblina que se cernía sobre su persona.
Grahame
La alta proa del gran barco que se perfilaba a través de la niebla.
Chejov
La niebla condensada flotaba sobre el aire.
Da la impresión de querer enseñar a todos, incluso a la niebla, su seriedad y su discernimiento.
El otoño una niebla fría y desapacible sube de la tierra y se asienta con el alma elevándose ante los ojos como el muro de una cárcel atestigua al ser humano los límites de su libertad.
Eleanor Marx
Las nieblas y miasmas del sistema industrialista.
T. Mann
La imagen había entrado insensiblemente en su existencia, desprendiéndose de una niebla, que había ido adquiriendo limpidez y relieve.
Una noche de luna llena, mágica y saturada de nieblas húmedas.
Un contorno borroso, una especie de niebla, de halo pálido.
Una niebla producto del cerebro, producto de las toxinas solubles.
Reventará si traga vuestra simpática niebla.
Sumida la cabeza en la niebla de los sonidos.
(La montaña mágica)
Cabalgando en la niebla.
Kipling
Dicho. La niebla reúne todos los barcos que navegan por la mar.
Conan Doyle
Niebla, algo prosaico y material.
Moore
Mi libro no es más que la neblina evanescente de los lindes de un bosque, el encanto de una mañana de mayo.
El mundo entero desapareció con la neblina de las lágrimas.
Symons
La niebla y la lluvia / De las luces cálidas y garantidas de la ciudad.
Chambers
La medianoche resonó en las brumosas agujas de la ciudad cubierta por la niebla.
El cristal se fundía ante la criatura como la niebla.
Los amplios pliegues de la niebla se balanceaban, oscilaban y temblaban cuando los rozaba.
La brisa marina se estremeció tras el banco de niebla.
La inmensidad de las aguas que humeaban niebla.
Una voz mortecina a través de la asfixiante niebla.
Un destello en la niebla.
Chambers
La medianoche resonó en las brumosas agujas de la ciudad cubierta por la niebla.
El cristal se fundía ante la criatura como la niebla.
Los amplios pliegues de la niebla se balanceaban, oscilaban y temblaban cuando los rozaba.
La brisa marina se estremeció tras el banco de niebla.
La inmensidad de las aguas que humeaban niebla.
Una voz mortecina a través de la asfixiante niebla.
Un destello en la niebla.
Rolland
La barba mojada con la niebla.
La cabellera mojada con la niebla.
Oían a través de la niebla el ruido del río y el del barco que llegaba.
Tras un luminoso halo de niebla se distinguía la pálida luz de un farol.
Wells
Partieron, viendo las cosas como a través de una niebla, por lo que a las ideas se refiere, ya que la luz del sol brillaba espléndidamente.
Las sombras y las neblinas difuminaban los contornos.
Barr McCutcheon
La abrupta silueta de la ciudad se desvanecía en la niebla.
Norris
Acechando entre la nieve y la niebla bajo la forma de un sombrío baluarte negro, vasto y ominoso emergían los declives y los riscos.
La mezcla de la niebla con el almizcle del aire.
Luxemburg
Es característico, teórica y prácticamente, en los epígonos del marxismo, el perder el sentido de la realidad por sumergirse en un esquema abstracto y el tropezar con los hechos de bulto de la vida real, mientras andan a tientas entre las nieblas de la teoría.
Las alturas neblinosas y escarpadas del tercer tomo de "El Capital".
Woolf
Algunos atardeceres la niebla difumina las siluetas de los edificios y les da una extraña semejanza a una Constantinopla presentida en sueños.
Desaparecer como niebla al soplo del viento.
Pequeño y elogiado mundo de hermoso sol, donde la niebla era algo insólito.
Malestar que ocasionaba la niebla, que se forma en ocasiones ante los ojos, al pretender descifrar un escrito en malas condiciones de luz. Hacía lo posible para apartar aquella niebla y concebir algo elevado, pero se sentía impotente.
No sentía sueño, a pesar de distinguirlo todo a través de una neblina y de ver las personas pasar confusamente.
Preguntar como a través de una niebla.
La niebla de irrealidad que le envolvía se iba haciendo honda y profunda.
Daría cualquier cosa por ver niebla.
(Fin de viaje)
La ciudad sumida bajo la niebla.
Trémula neblina.
(La habitación de Jacob)
En el atardecer de octubre, mientras caían las hojas, la vieja plaza marchita semejaba sórdida, decrépita y dominada por la niebla.
El sol, cruzando el Canal, vanamente atacaba la manta de espesa niebla marina.
La luz penetraba con lentitud la neblina que cubría Londres.
En el bosque había un rizo de niebla, la ligera bruma de primera hora de la mañana.
Un velo de niebla cubría el cielo del mes de noviembre; era un velo con numerosos pliegues, de fina urdimbre, que formaba una sola densidad. Aquí y allá la niebla se condensaba en las superficies, humedecía los caminos y dejaba las calzadas resbaladizas. El rugido del tránsito se transformaba en un gruñido. De vez en cuando, como si una puerta se abriera o se cerrara, o el velo se partiera y se volviera a unir, el rugido atronaba y luego se debilitaba.
El final del sendero quedaba borrado por la niebla.
En la niebla gozaba de la libertad de decir lo que le viniera en gana.
Sus claros ojos azules se esforzaban en atravesar la niebla.
(Los años)
Habían salido de las nieblas septentrionales con coronas sobre sus cabezas.
Sobre el jardín pendían guirnaldas de niebla.
Spence
Bjarne Herjolfsson se vio atrapado en una niebla densa y los aventureros avistaron una tierra de suaves ondulaciones llenas de árboles. Nueva Inglaterra.
Schumpeter
Los innumerables problemas secundarios, cuyos perfiles se desdibujan en la niebla del futuro.
Lawrence
Una neblina tétrica había cubierto la región.
Walser
Estoy acostumbrado a saber que la bondad, la pureza y la grandeza se hallan ocultas en algún lugar, entre la niebla, y las adoro y venero en voz muy baja, en mitad de un silencio total, con un fervor frío y espectral.
Colina coronada por dóciles nieblas.
(Jakob von Gunten)
Todo estaba envuelto en una niebla ensoñadora y perfumada.
Las sirenas de niebla enviaban sus asmáticas señales sobre el lago. La niebla abundaba.
Niebla impenetrable.
(El ayudante)
Stanislavski
La luna de vuestra imaginación despierta será un disco suave, pálido, en la niebla de vuestros sueños poéticos.
Gorki
Arrastrado por una espesa niebla.
Niebla de recuerdos.
Wells
Partieron, viendo las cosas como a través de una niebla, por lo que a las ideas se refiere, ya que la luz del sol brillaba espléndidamente.
Las sombras y las neblinas difuminaban los contornos.
Barr McCutcheon
La abrupta silueta de la ciudad se desvanecía en la niebla.
Norris
Acechando entre la nieve y la niebla bajo la forma de un sombrío baluarte negro, vasto y ominoso emergían los declives y los riscos.
La mezcla de la niebla con el almizcle del aire.
Luxemburg
Es característico, teórica y prácticamente, en los epígonos del marxismo, el perder el sentido de la realidad por sumergirse en un esquema abstracto y el tropezar con los hechos de bulto de la vida real, mientras andan a tientas entre las nieblas de la teoría.
Las alturas neblinosas y escarpadas del tercer tomo de "El Capital".
Woolf
Algunos atardeceres la niebla difumina las siluetas de los edificios y les da una extraña semejanza a una Constantinopla presentida en sueños.
Desaparecer como niebla al soplo del viento.
Pequeño y elogiado mundo de hermoso sol, donde la niebla era algo insólito.
Malestar que ocasionaba la niebla, que se forma en ocasiones ante los ojos, al pretender descifrar un escrito en malas condiciones de luz. Hacía lo posible para apartar aquella niebla y concebir algo elevado, pero se sentía impotente.
No sentía sueño, a pesar de distinguirlo todo a través de una neblina y de ver las personas pasar confusamente.
Preguntar como a través de una niebla.
La niebla de irrealidad que le envolvía se iba haciendo honda y profunda.
Daría cualquier cosa por ver niebla.
(Fin de viaje)
La ciudad sumida bajo la niebla.
Trémula neblina.
(La habitación de Jacob)
En el atardecer de octubre, mientras caían las hojas, la vieja plaza marchita semejaba sórdida, decrépita y dominada por la niebla.
El sol, cruzando el Canal, vanamente atacaba la manta de espesa niebla marina.
La luz penetraba con lentitud la neblina que cubría Londres.
En el bosque había un rizo de niebla, la ligera bruma de primera hora de la mañana.
Un velo de niebla cubría el cielo del mes de noviembre; era un velo con numerosos pliegues, de fina urdimbre, que formaba una sola densidad. Aquí y allá la niebla se condensaba en las superficies, humedecía los caminos y dejaba las calzadas resbaladizas. El rugido del tránsito se transformaba en un gruñido. De vez en cuando, como si una puerta se abriera o se cerrara, o el velo se partiera y se volviera a unir, el rugido atronaba y luego se debilitaba.
El final del sendero quedaba borrado por la niebla.
En la niebla gozaba de la libertad de decir lo que le viniera en gana.
Sus claros ojos azules se esforzaban en atravesar la niebla.
(Los años)
Habían salido de las nieblas septentrionales con coronas sobre sus cabezas.
Sobre el jardín pendían guirnaldas de niebla.
Spence
Bjarne Herjolfsson se vio atrapado en una niebla densa y los aventureros avistaron una tierra de suaves ondulaciones llenas de árboles. Nueva Inglaterra.
Schumpeter
Los innumerables problemas secundarios, cuyos perfiles se desdibujan en la niebla del futuro.
Lawrence
Una neblina tétrica había cubierto la región.
Walser
Estoy acostumbrado a saber que la bondad, la pureza y la grandeza se hallan ocultas en algún lugar, entre la niebla, y las adoro y venero en voz muy baja, en mitad de un silencio total, con un fervor frío y espectral.
Colina coronada por dóciles nieblas.
(Jakob von Gunten)
Todo estaba envuelto en una niebla ensoñadora y perfumada.
Las sirenas de niebla enviaban sus asmáticas señales sobre el lago. La niebla abundaba.
Niebla impenetrable.
(El ayudante)
Stanislavski
La luna de vuestra imaginación despierta será un disco suave, pálido, en la niebla de vuestros sueños poéticos.
Gorki
Arrastrado por una espesa niebla.
Niebla de recuerdos.
Richardson
Una niebla seca invisible.
La neblina de calor.
Una niebla de follaje.
Barbusse
Escabullirse en la niebla mañanera.
La niebla y las gotas lo empapan todo.
Una capa de neblina recubre la tierra.
La niebla nos pasaba su esponja mojada por la cara y las manos.
Propagar la niebla de las voces.
Espesa niebla, gran vela que el cielo echa sobre la tierra.
La niebla obstruye herméticamente la retina perfeccionada de la salchicha, que debe flotar, enterrada en el algodón. Salchicha se llamaba a los globos cautivos (fijados al suelo con una cuerda), que los ejércitos soltaban, para divisar las posiciones del enemigo desde lo alto.
El algodón de la niebla se deshilacha a un lado y a otro.
Muro de niebla.
Las ondas transparentes de la niebla que se desplazan.
La humedad de la niebla se resuelve en gotas y barniza con una fina capa el paisaje.
El tiempo aclara. La niebla se disuelve rápidamente.
El clima del norte no vale gran cosa. Llovizna, niebla, lluvia menuda, chubasco.
Hilera de prisioneros, informe, indefinida y neblinosa bajo el cielo sucio.
(El fuego)
Zamiátin
Odias la niebla porque la temes y te gusta porque no la puedes someter. Porque sólo se puede amar lo insumiso.
Una ligera niebla, movediza, reinaba en mi cabeza.
Savinio
Un anillo de niebla personal, que circunda.
London
Velo de nieblas de la extinción definitiva.
U.Sinclair
Propósitos que se desvanecían como niebla, que no se transformaban como actos.
Niebla plagada de odio y propaganda.
La mayoría se asfixiaba en la pobreza, oteando ansiosamente a través de una cortina de niebla y pretendiendo discernir cuándo caería una nueva calamidad.
Una neblina de rostros.
S. Lewis
La niebla se compadecía de las corroídas construcciones de generaciones pasadas.
La niebla ocultaba la casa. Aun no se había creado el mundo, reinaba un caos sin agitación ni deseo.
Neblina bajo la luna, un velo de niebla sobre las flores de los manzanos y los pesados ramilletes de un viejo arbusto de lilas, situado al lado de las ruinas de una granja.
Las torres muertas, envueltas en sus vendajes de momia, compuestos por jirones de niebla.
Las profundidades neblinosas.
Abrazados en una neblina teñida por la puesta de sol, en la cima de una montaña.
Las nieblas tóxicas de Prusia.
Lu Shin
La luz de la luna flotaba vagamente entre la niebla.
Dos Passos
El parque rayado de vetas de niebla, pedazos de un cielo caído.
Una niebla que se agarraba a la garganta.
La niebla les rodeaba, formando una tienda de campaña.
Hundirse en la niebla.
Opaca niebla de aburrimiento.
Una calle esfumada por la niebla.
Niebla perforada por una fila de arcos voltaicos.
Shólojov
Imágenes confusas, retazos de recuerdos se levantaban en él como a través de una niebla desde el fondo del pasado.
Ondeaba la niebla, cuyos flecos semejaban prendidos en las puntas de las alambradas de espino.
Una niebla no muy espesa discurría impulsada por el viento, posándose sobre las copas de los árboles, deslizándose sobre los caminos y, como un ave presa sobre la carroña, giraba entre los alisos, que se elevaban en la azulenca vegetación de los pantanos.
Sobre el pantano se extendía la cortina de niebla nocturna.
En las angostas gargantas se acumulaba la niebla helada.
El viento levantaba nubes de niebla harinosa y la metía en la garganta abierta del barranco, velada por una ligera niebla.
La ciudad, velada de niebla y de escarcha, callaba.
La niebla espumeaba sobre la estepa, se acanalaba en las torrenteras, lamía las copas de los árboles; cubiertas de niebla, las alturas semejaban más claras.
Los haces temblorosos de la niebla.
La tierra desnuda, semejante a un terciopelo negro, humea en una dulce neblina.
La niebla resbalaba, errabunda, sobre las cimas de las montañas, se precipitaba en las quebradas y en los barrancos y se perdía allí, dejando un polvo mojado sobre las piedras arcillosas cubiertas de musgo y sobre las rocas de las crestas.
El pasado se difuminaba en la niebla de la vida vivida.
La niebla flotaba como un velo sobre el Don.
Fumó un cigarrillo y permaneció largo rato recostado en el muro húmedo de niebla.
Empapado por la niebla.
Musil
Niebla fría y pálida.
La blandura de la niebla.
Una niebla inútil.
Niebla escurridiza.
Una niebla que mudara permanentemente de forma.
Pero si se hablaba con aversión, ascienden las palabras como niebla de una superficie helada.
Densa niebla suspendida con su blandura en el aire.
Elevarse la niebla.
El paisaje dominado desde el tren, con un denso manto de niebla vespertina sobre el profundo valle regado por un río retorcido.
Una sensación ligeramente agradable, que ascendía desde el suelo como si fuera niebla.
El núcleo del error estaba compuesto de una niebla de fuego.
Caer en la niebla y en la charlatanería.
Cuando llegaba al fin, por detrás de las disipadas nieblas tenía que mostrarse o la claridad o el vacío.
La sutil niebla del sentimiento.
Dinesen
Hablando entre la niebla.
Una vez la niebla se levantó.
Dar vueltas en la niebla.
Sayers
Es la incompatibilidad entre el punto de vista de la mente científica y la profana, lo que envuelve la defensa y los testimonios médicos en una niebla de malentendidos y de irritación.
Christie
Un fenómeno curioso, origen de una materialización. El ectoplasma procede de la boca del <<medium>>. Sale con la forma de una cinta y se transforma en una forma, una niebla luminosa.
Toynbee
Visión percibida a través de una niebla de lágrimas.
Las nieblas de la antigüedad.
Skinner. Un mundo de formas fantasmagóricas, de aterradoras nieblas.
Zweig
Neblina de piedad.
Niebla, autoengaño.
Walter de la Mare
Frías nieblas de desengaño se cerraron sobre mi vana felicidad.
Hemingway
Esos grandes tiburones con sus grandes aletas de plata, su ronquido y la ligera niebla de sus hélices al sol no se acercan como tiburones. Se precipitan como la fatalidad mecanizada.
La tristeza se disipará con el sol. Es como la niebla.
Steinbeck
Niebla sutil.
Su confusión había levantado una niebla de torpeza en su cerebro.
Jung
La niebla de la propia infancia.
Wolfe
El olor de la niebla y del sol brumoso del invierno.
La fina niebla de la hora de la cena envolvía el barrio y se oían voces heladas y lejanas.
La ciudad se sumía bajo la neblina lejana.
Llegaron y pasaron con la pompa de la niebla sobre un torrente otoñal.
Escrutar la niebla.
Perdido y rasgado como un jirón de niebla.
Flotaba un olor a niebla y a cena a lo largo del aire.
Barbusse
Escabullirse en la niebla mañanera.
La niebla y las gotas lo empapan todo.
Una capa de neblina recubre la tierra.
La niebla nos pasaba su esponja mojada por la cara y las manos.
Propagar la niebla de las voces.
Espesa niebla, gran vela que el cielo echa sobre la tierra.
La niebla obstruye herméticamente la retina perfeccionada de la salchicha, que debe flotar, enterrada en el algodón. Salchicha se llamaba a los globos cautivos (fijados al suelo con una cuerda), que los ejércitos soltaban, para divisar las posiciones del enemigo desde lo alto.
El algodón de la niebla se deshilacha a un lado y a otro.
Muro de niebla.
Las ondas transparentes de la niebla que se desplazan.
La humedad de la niebla se resuelve en gotas y barniza con una fina capa el paisaje.
El tiempo aclara. La niebla se disuelve rápidamente.
El clima del norte no vale gran cosa. Llovizna, niebla, lluvia menuda, chubasco.
Hilera de prisioneros, informe, indefinida y neblinosa bajo el cielo sucio.
(El fuego)
Zamiátin
Odias la niebla porque la temes y te gusta porque no la puedes someter. Porque sólo se puede amar lo insumiso.
Una ligera niebla, movediza, reinaba en mi cabeza.
Savinio
Un anillo de niebla personal, que circunda.
London
Velo de nieblas de la extinción definitiva.
U.Sinclair
Propósitos que se desvanecían como niebla, que no se transformaban como actos.
Niebla plagada de odio y propaganda.
La mayoría se asfixiaba en la pobreza, oteando ansiosamente a través de una cortina de niebla y pretendiendo discernir cuándo caería una nueva calamidad.
Una neblina de rostros.
La niebla se compadecía de las corroídas construcciones de generaciones pasadas.
La niebla ocultaba la casa. Aun no se había creado el mundo, reinaba un caos sin agitación ni deseo.
Neblina bajo la luna, un velo de niebla sobre las flores de los manzanos y los pesados ramilletes de un viejo arbusto de lilas, situado al lado de las ruinas de una granja.
Las torres muertas, envueltas en sus vendajes de momia, compuestos por jirones de niebla.
Las profundidades neblinosas.
Abrazados en una neblina teñida por la puesta de sol, en la cima de una montaña.
Las nieblas tóxicas de Prusia.
Lu Shin
La luz de la luna flotaba vagamente entre la niebla.
Dos Passos
El parque rayado de vetas de niebla, pedazos de un cielo caído.
Una niebla que se agarraba a la garganta.
La niebla les rodeaba, formando una tienda de campaña.
Hundirse en la niebla.
Opaca niebla de aburrimiento.
Una calle esfumada por la niebla.
Niebla perforada por una fila de arcos voltaicos.
Shólojov
Imágenes confusas, retazos de recuerdos se levantaban en él como a través de una niebla desde el fondo del pasado.
Ondeaba la niebla, cuyos flecos semejaban prendidos en las puntas de las alambradas de espino.
Una niebla no muy espesa discurría impulsada por el viento, posándose sobre las copas de los árboles, deslizándose sobre los caminos y, como un ave presa sobre la carroña, giraba entre los alisos, que se elevaban en la azulenca vegetación de los pantanos.
Sobre el pantano se extendía la cortina de niebla nocturna.
En las angostas gargantas se acumulaba la niebla helada.
El viento levantaba nubes de niebla harinosa y la metía en la garganta abierta del barranco, velada por una ligera niebla.
La ciudad, velada de niebla y de escarcha, callaba.
La niebla espumeaba sobre la estepa, se acanalaba en las torrenteras, lamía las copas de los árboles; cubiertas de niebla, las alturas semejaban más claras.
Los haces temblorosos de la niebla.
La tierra desnuda, semejante a un terciopelo negro, humea en una dulce neblina.
La niebla resbalaba, errabunda, sobre las cimas de las montañas, se precipitaba en las quebradas y en los barrancos y se perdía allí, dejando un polvo mojado sobre las piedras arcillosas cubiertas de musgo y sobre las rocas de las crestas.
El pasado se difuminaba en la niebla de la vida vivida.
La niebla flotaba como un velo sobre el Don.
Fumó un cigarrillo y permaneció largo rato recostado en el muro húmedo de niebla.
Empapado por la niebla.
Musil
Niebla fría y pálida.
La blandura de la niebla.
Una niebla inútil.
Niebla escurridiza.
Una niebla que mudara permanentemente de forma.
Pero si se hablaba con aversión, ascienden las palabras como niebla de una superficie helada.
Densa niebla suspendida con su blandura en el aire.
Elevarse la niebla.
El paisaje dominado desde el tren, con un denso manto de niebla vespertina sobre el profundo valle regado por un río retorcido.
Una sensación ligeramente agradable, que ascendía desde el suelo como si fuera niebla.
El núcleo del error estaba compuesto de una niebla de fuego.
Caer en la niebla y en la charlatanería.
Cuando llegaba al fin, por detrás de las disipadas nieblas tenía que mostrarse o la claridad o el vacío.
La sutil niebla del sentimiento.
Dinesen
Hablando entre la niebla.
Una vez la niebla se levantó.
Dar vueltas en la niebla.
Sayers
Es la incompatibilidad entre el punto de vista de la mente científica y la profana, lo que envuelve la defensa y los testimonios médicos en una niebla de malentendidos y de irritación.
Christie
Un fenómeno curioso, origen de una materialización. El ectoplasma procede de la boca del <<medium>>. Sale con la forma de una cinta y se transforma en una forma, una niebla luminosa.
Toynbee
Visión percibida a través de una niebla de lágrimas.
Las nieblas de la antigüedad.
Skinner. Un mundo de formas fantasmagóricas, de aterradoras nieblas.
Zweig
Neblina de piedad.
Niebla, autoengaño.
Walter de la Mare
Frías nieblas de desengaño se cerraron sobre mi vana felicidad.
Hemingway
Esos grandes tiburones con sus grandes aletas de plata, su ronquido y la ligera niebla de sus hélices al sol no se acercan como tiburones. Se precipitan como la fatalidad mecanizada.
La tristeza se disipará con el sol. Es como la niebla.
Steinbeck
Niebla sutil.
Su confusión había levantado una niebla de torpeza en su cerebro.
Jung
La niebla de la propia infancia.
Wolfe
El olor de la niebla y del sol brumoso del invierno.
La fina niebla de la hora de la cena envolvía el barrio y se oían voces heladas y lejanas.
La ciudad se sumía bajo la neblina lejana.
Llegaron y pasaron con la pompa de la niebla sobre un torrente otoñal.
Escrutar la niebla.
Perdido y rasgado como un jirón de niebla.
Flotaba un olor a niebla y a cena a lo largo del aire.
A. Huxley
El proceso fisiológico se ofrece como una cortina de humo o de niebla que brota de la sangre malsana de vísceras enfermas.
Heard
Solo él poseía realidad; lo demás era oscuridad, niebla a la cuál él, reacio e insensible al tiempo había sido lanzado.
Realmente las personas semejan fantasmas cuando son iluminadas con rayos que atraviesan la carne como si solo fuera sórdida niebla y solo respetan el esqueleto.
Formando un arco completo se desplegaba una banda de niebla luminosa; era la Vía Láctea disco y rueda de nuestro universo aislado.
Un lunar de niebla se extendía sobre el centro de mi experiencia del extraño asunto.
Morante
La región casi adormilada de la fantasía más allá de una niebla opaca.
Priestley
La densa niebla propia de septiembre.
Remarque
La niebla del cansancio.
Niebla acumulada detrás de mis ojos.
Ingrávida realidad y de brillante realidad sin nexos, sobre la que flotaba el ultimo vestigio de niebla de un sueño, que ya no se poda recordar.
Los planes edificados sobre cimientos de sueños y los milagros pragmáticos y una filosofía del tener y cerrar los ojos, que al temprano albor se extinguía y ahogaba en la niebla.
Fallada
Y de improviso le asaltó como una espesa niebla que todo lo cubriera de tristeza, aquella tristeza que todos los seres sienten de nuevo, la tristeza de que un ser se desliga de nosotros. Irremediablemente la vida se desliza entre nuestros dedos, y lo que un instante teníamos, deja de existir. Sin remisión.
Graves
Oler a niebla de tierra.
Cortina de niebla.
Poseidón decidió velar la vista de Aquiles con una neblina mágica y trasladar a Eneas por los aires.
Apolo envolvió a Héctor en otra espesa niebla.
De Beauvoir
En torno, el miedo es espeso como una niebla.
Leduc
Una mañana de niebla y de diluvio
La neblina hechizaba.
Vegetábamos a cada extremo del catre, la mejilla contra una niebla de inscripciones.
Bataille
En esta miserable, inútil disolución en la niebla.
Genet
Novelesca niebla de Brest o de Tolón.
Camus
Una ligera niebla.
Cesbron
Unos ultimos jirones de niebla remontaban el cielo.
Áspera niebla.
Surgir una silenciosa ciudadela entre la niebla.
Chandler
Su voz tenía un tono vago, como el de una voz en la niebla.
Jirón de niebla.
E. Bloch
Para el Sturm und Drang, del inconsciente flotan las nieblas del Norte y de las épocas primigenias.
Frisch
Atravesar los muros como si fueran de niebla.
Lévi-Strauss
Una mitología americana, fundada en una pareja original de términos en relaciones de reciprocidad y de oposición: la niebla y el viento. Al igual que el fuego de cocina, la niebla se interpone entre el cielo y la tierra, el sol y la humanidad; unas veces los separa, otras asegura la comunicación. Por su parte, el viento disipa la niebla, del modo que la lluvia anega los hogares y apaga el fuego.
En otra región marítima, la niebla se impone como un elemento de experiencia. El héroe cultural Lince (un animal carroñero) y su hijo presiden la niebla y el viento.
Bromfield
Imágenes románticas y titilantes como raudos contornos de la niebla.
Hizo un gran esfuerzo para salir de la espesa niebla que sentía a su alrededor.
La sensación era como la de una nube de niebla que la envolviese diluyéndolo todo.
Las separaba aquella extrañeza inexplicable como una niebla.
Todo era remoto y confuso, como un paisaje distante velado por la niebla.
Una espesa niebla de delirio.
Confusamente, como a través de una niebla.
Niebla de la incertidumbre y el dolor.
Fischer
Una verdadera niebla de especulaciones abstractas y de esteticismo, muy lejos de la realidad.
Waugh
La inminente realización empezaba a asomar, gigantesca, entre la neblina que le envolvía, como un elemento real y significativo.
El sueño estaba invadiéndole el ánimo como una enorme masa de rápida niebla espesa que bajara de Ludgate Hill hasta Fleet Street.
La niebla se levantó por fin en el cerebro, pero luego volvió a perderse en las tinieblas.
E. H. Carr
La niebla de la visión retrospectiva.
Wilson
Sinuhé, quien en la época de la muerte de Amenemhet I, 1961, se comprometió políticamente y tuvo que huir, fue partidario del Príncipe heredero y Corregente, Sesostris I. La noticia de la muerte del nuevo faraón horrorizó a Sinuhé, el cual, de noche, ocultándose en la niebla, decidió huir a Asia. El jeque asiático que le acogiera, lo nombró comandante de las tropas locales.
Peské
El efecto de la niebla a través de la cual el sol cuando se mostraba tenía risa de loco.
Du Maurier
Niebla, buen augurio.
Baum
La calle ahogada bajo la niebla de la mañana.
Las barredoras mecánicas cepillaban atravesando la niebla matinal.
La niebla que se va disipando huele al agua de los lagos y a la esencia.
Había cerrado los ojos y se sentía flotar sobre una nube dentro de cuyo seno evolucionaba rápido y ligero al tiempo que se fundía con sus dolores transformándose como una niebla que se disipa con el aire.
Morante
La región casi adormilada de la fantasía más allá de una niebla opaca.
Priestley
La densa niebla propia de septiembre.
Remarque
La niebla del cansancio.
Niebla acumulada detrás de mis ojos.
Ingrávida realidad y de brillante realidad sin nexos, sobre la que flotaba el ultimo vestigio de niebla de un sueño, que ya no se poda recordar.
Los planes edificados sobre cimientos de sueños y los milagros pragmáticos y una filosofía del tener y cerrar los ojos, que al temprano albor se extinguía y ahogaba en la niebla.
Fallada
Y de improviso le asaltó como una espesa niebla que todo lo cubriera de tristeza, aquella tristeza que todos los seres sienten de nuevo, la tristeza de que un ser se desliga de nosotros. Irremediablemente la vida se desliza entre nuestros dedos, y lo que un instante teníamos, deja de existir. Sin remisión.
Graves
Oler a niebla de tierra.
Cortina de niebla.
Poseidón decidió velar la vista de Aquiles con una neblina mágica y trasladar a Eneas por los aires.
Apolo envolvió a Héctor en otra espesa niebla.
De Beauvoir
En torno, el miedo es espeso como una niebla.
Leduc
Una mañana de niebla y de diluvio
La neblina hechizaba.
Vegetábamos a cada extremo del catre, la mejilla contra una niebla de inscripciones.
Bataille
En esta miserable, inútil disolución en la niebla.
Genet
Novelesca niebla de Brest o de Tolón.
Camus
Una ligera niebla.
Cesbron
Unos ultimos jirones de niebla remontaban el cielo.
Áspera niebla.
Surgir una silenciosa ciudadela entre la niebla.
Chandler
Su voz tenía un tono vago, como el de una voz en la niebla.
Jirón de niebla.
E. Bloch
Para el Sturm und Drang, del inconsciente flotan las nieblas del Norte y de las épocas primigenias.
Frisch
Atravesar los muros como si fueran de niebla.
Lévi-Strauss
Una mitología americana, fundada en una pareja original de términos en relaciones de reciprocidad y de oposición: la niebla y el viento. Al igual que el fuego de cocina, la niebla se interpone entre el cielo y la tierra, el sol y la humanidad; unas veces los separa, otras asegura la comunicación. Por su parte, el viento disipa la niebla, del modo que la lluvia anega los hogares y apaga el fuego.
En otra región marítima, la niebla se impone como un elemento de experiencia. El héroe cultural Lince (un animal carroñero) y su hijo presiden la niebla y el viento.
Bromfield
Imágenes románticas y titilantes como raudos contornos de la niebla.
Hizo un gran esfuerzo para salir de la espesa niebla que sentía a su alrededor.
La sensación era como la de una nube de niebla que la envolviese diluyéndolo todo.
Las separaba aquella extrañeza inexplicable como una niebla.
Todo era remoto y confuso, como un paisaje distante velado por la niebla.
Una espesa niebla de delirio.
Confusamente, como a través de una niebla.
Niebla de la incertidumbre y el dolor.
Fischer
Una verdadera niebla de especulaciones abstractas y de esteticismo, muy lejos de la realidad.
Waugh
La inminente realización empezaba a asomar, gigantesca, entre la neblina que le envolvía, como un elemento real y significativo.
El sueño estaba invadiéndole el ánimo como una enorme masa de rápida niebla espesa que bajara de Ludgate Hill hasta Fleet Street.
La niebla se levantó por fin en el cerebro, pero luego volvió a perderse en las tinieblas.
E. H. Carr
La niebla de la visión retrospectiva.
Wilson
Sinuhé, quien en la época de la muerte de Amenemhet I, 1961, se comprometió políticamente y tuvo que huir, fue partidario del Príncipe heredero y Corregente, Sesostris I. La noticia de la muerte del nuevo faraón horrorizó a Sinuhé, el cual, de noche, ocultándose en la niebla, decidió huir a Asia. El jeque asiático que le acogiera, lo nombró comandante de las tropas locales.
Peské
El efecto de la niebla a través de la cual el sol cuando se mostraba tenía risa de loco.
Du Maurier
Niebla, buen augurio.
Baum
La calle ahogada bajo la niebla de la mañana.
Las barredoras mecánicas cepillaban atravesando la niebla matinal.
La niebla que se va disipando huele al agua de los lagos y a la esencia.
Había cerrado los ojos y se sentía flotar sobre una nube dentro de cuyo seno evolucionaba rápido y ligero al tiempo que se fundía con sus dolores transformándose como una niebla que se disipa con el aire.
Vian
Un pozo profundo del que ascendía una neblina húmeda y tibia mezclada de emanaciones hediondas.
Eliade
La turbia niebla de la montaña.
Una lluvia menuda tejía una cortina de niebla que la luz incierta y pálida con la que se adivinaba la aurora no conseguía atravesar.
El río se fundía lentamente con la niebla.
Greene
La niebla del bromuro.
Era como si esos horribles años se hubieran prolongado a través de una niebla intermedia para rodearlo nuevamente.
I. Shaw
A través de la niebla del alcohol.
Sus labios eran suaves y un poco húmedos a causa de la niebla.
La semana transcurrió en una especie de niebla. Todo semejaba lejano e irreal.
La húmeda niebla marina apagaba el ruido de sus pasos.
Yevtushenko
Una visión tejida con niebla, que mis besos pudieran destruir.
Encaje, un trocito de niebla de un lago de Carelia.
Como entre nieblas, vio un fuerte destello. Aquel punto luminoso era un brillante. Bastante grande. De unos tres quilates. Engarzado en un antiguo anillo ruso. De la época de Catalina la Grande. Cuentan que el príncipe Potemkin envió a París tres de sus criados, para que aprendieran a tallar piedras preciosas y regaló a la emperatriz la sortija que llevaba el primer brillante tallado por rusos. Aquel brillante con engaste de fina red de oro, se encendía cuando le daba un rayo de sol y se apagaba al pasar a la sombra.
Los farolillos de sus ojos de color azul claro no dejarían que uno se perdiera ni aun en la niebla más espesa.
Deutscher
La nueva representación del sábado de brujas ha comenzado volando a través de la niebla y el aire inmundo.
Ginsberg
Moloch, cuyas fábricas sueñan y croan en la niebla.
Narcótica niebla de tabaco del industrialismo.
Kerouac
Jungla industrial de Los Angeles, niebla y smog.
Han Chan hablando de la niebla de Montaña Fría que nunca se iba. Osadía de Han Chan.
Greene
La niebla del bromuro.
Era como si esos horribles años se hubieran prolongado a través de una niebla intermedia para rodearlo nuevamente.
I. Shaw
A través de la niebla del alcohol.
Sus labios eran suaves y un poco húmedos a causa de la niebla.
La semana transcurrió en una especie de niebla. Todo semejaba lejano e irreal.
La húmeda niebla marina apagaba el ruido de sus pasos.
Yevtushenko
Una visión tejida con niebla, que mis besos pudieran destruir.
Encaje, un trocito de niebla de un lago de Carelia.
Como entre nieblas, vio un fuerte destello. Aquel punto luminoso era un brillante. Bastante grande. De unos tres quilates. Engarzado en un antiguo anillo ruso. De la época de Catalina la Grande. Cuentan que el príncipe Potemkin envió a París tres de sus criados, para que aprendieran a tallar piedras preciosas y regaló a la emperatriz la sortija que llevaba el primer brillante tallado por rusos. Aquel brillante con engaste de fina red de oro, se encendía cuando le daba un rayo de sol y se apagaba al pasar a la sombra.
Los farolillos de sus ojos de color azul claro no dejarían que uno se perdiera ni aun en la niebla más espesa.
Deutscher
La nueva representación del sábado de brujas ha comenzado volando a través de la niebla y el aire inmundo.
Ginsberg
Moloch, cuyas fábricas sueñan y croan en la niebla.
Narcótica niebla de tabaco del industrialismo.
Kerouac
Jungla industrial de Los Angeles, niebla y smog.
Han Chan hablando de la niebla de Montaña Fría que nunca se iba. Osadía de Han Chan.
Una gran saga tras la niebla.
Una niebla cruda que aumentaba el hambre.
La niebla bostezaba más allá de las paredes de piedra a lo largo del precipicio.
Koestler
Una niebla sospechosa.
Robbe-Grillet
Casi dormido sobre la mesa masculla frases incomprensibles entrecortadas con exclamaciones y ademanes esbozados que vuelven a caer pesadamente o se disuelven con la niebla de los recuerdos.
Nooteboom
Bancos de niebla.
Bernhard
La niebla de lo que se enseñaba.
Para perforar la niebla humana y también la política no he tenido nunca valor.
Testori
Sensación de vacío y encierro que la niebla y la vida le causaban.
La mortaja húmeda de la niebla.
Eco
La vasta provincia de Abcasia era una selva inmensa donde reinaba la oscuridad más profunda cerrada por la niebla, una nube oscura e impenetrable. Una provincia sin luz habitada por los abcasios, que vivían perfectamente, se orientaban con el oído y el olfato.
Noack
G. E. Moore exigía investigaciones esclarecedoras, con objeto de apartar la neblina filosófica. Análisis de la significación.
Gaines
Detectores de partículas. En una cámara de niebla, el volumen del recipiente se aumenta con rapidez a fin de producir un súbito enfriamiento del gas al expansionarse, elevando de este modo su humedad en más de un cien por cien. Cuando una partícula cargada pasa por la cámara, se forman gotitas en torno a los iones que produce, y entonces puede detectarse su rastro y fotografiarlo.
Morrison
Niebla de hierro.
Silenciosa niebla.
Soberano de las torres proteicas
de este fresco patio de piedra
sobre la niebla de hierro
hundida bajo su propio desgaste
respirando su propio aliento.
D. Lessing
Mente como la niebla, todo está mezclado.
Enzensberger
Sucia niebla.
Arpino
Los rostros familiares surgieron un momento de su neblina habitual para volver a esconderse blandamente.
La ansiedad repentina despejó la niebla de mi mente.
El fino olor de la niebla de noviembre, la mejor.
Chevalier
El viaje de Bran informa de una hermosa niebla que evoca la indistinción; el periodo transitorio de dos fases.
Una niebla sospechosa.
Robbe-Grillet
Casi dormido sobre la mesa masculla frases incomprensibles entrecortadas con exclamaciones y ademanes esbozados que vuelven a caer pesadamente o se disuelven con la niebla de los recuerdos.
Nooteboom
Bancos de niebla.
Bernhard
La niebla de lo que se enseñaba.
Para perforar la niebla humana y también la política no he tenido nunca valor.
Testori
Sensación de vacío y encierro que la niebla y la vida le causaban.
La mortaja húmeda de la niebla.
Eco
La vasta provincia de Abcasia era una selva inmensa donde reinaba la oscuridad más profunda cerrada por la niebla, una nube oscura e impenetrable. Una provincia sin luz habitada por los abcasios, que vivían perfectamente, se orientaban con el oído y el olfato.
Noack
G. E. Moore exigía investigaciones esclarecedoras, con objeto de apartar la neblina filosófica. Análisis de la significación.
Gaines
Detectores de partículas. En una cámara de niebla, el volumen del recipiente se aumenta con rapidez a fin de producir un súbito enfriamiento del gas al expansionarse, elevando de este modo su humedad en más de un cien por cien. Cuando una partícula cargada pasa por la cámara, se forman gotitas en torno a los iones que produce, y entonces puede detectarse su rastro y fotografiarlo.
Morrison
Niebla de hierro.
Silenciosa niebla.
Soberano de las torres proteicas
de este fresco patio de piedra
sobre la niebla de hierro
hundida bajo su propio desgaste
respirando su propio aliento.
D. Lessing
Mente como la niebla, todo está mezclado.
Enzensberger
Sucia niebla.
Arpino
Los rostros familiares surgieron un momento de su neblina habitual para volver a esconderse blandamente.
La ansiedad repentina despejó la niebla de mi mente.
El fino olor de la niebla de noviembre, la mejor.
Chevalier
El viaje de Bran informa de una hermosa niebla que evoca la indistinción; el periodo transitorio de dos fases.
Moorcock
Había utilizado su magia para invocar una peculiar neblina que ocultaba las galeras doradas de la vista de los enemigos, pero que permitía ver las naves que se aproximaban.
La niebla gimiente me ha envuelto y he perdido la orientación.
Una pantalla de niebla colgaba sobre el agua del mar.
La niebla semejaba absorber el sonido y engullirlo con voracidad como si sustentara su vida con el sonido.
Una niebla perpetua como una capa sucia y hecha girones.
El velo de la niebla.
Rocas neblinosas que semejaban elevarse eternamente.
Desvanecerse tras la niebla.
Leach
La niebla del prejuicio.
Puzo
Estaban empezando a perderse bajo la niebla de un mito.
Leach
La niebla del prejuicio.
Puzo
Estaban empezando a perderse bajo la niebla de un mito.
King
Sonidos que surgían de la niebla.
Los sonidos como el dolor se desvanecían y quedaba solo aquella neblina.
La neblina tormentosa existente.
Neblina de dolor.
La fina niebla transformaba las lápidas como islas.
Plácida niebla.
McDowell
Un velo de niebla.
Sanders
Remolinos de niebla grasienta.
Una niebla grasienta se cernía sobre el río Hudson.
La niebla trémula.
Lustrosa niebla.
Un grito apagado por la niebla.
Benchley
Niebla de la muerte.
Keneally
Una niebla de dolor y náusea.
Ondulante niebla.
Kaldor
La llama de niebla de guerra, en la que se colapsan las comunicaciones.
McCullough
El dolor le nublaba la vista, pero luego se disipó aquella niebla.
Davis
La residencia se alzaba entre una serie de jardines y patios con largos estanques y fuentes exquisitas, que llenaban el aire con una niebla fina y sensual.
Era otra mañana helada, aunque un sol pálido pretendía disolver la niebla con sus rayos.
La niebla se enredaba en nuestro pelo.
La niebla se alzaba del río.
Haefs
Tripas de la noche, niebla de los oráculos.
Jennings
La gente pasó a transformarse en simples borrones de niebla.
Niebla lanosa.
Bendita niebla.
Una simple neblina o pelusilla.
Haber encontrado un enemigo vengador en la niebla.
Jirones de niebla de polvo.
La niebla se concentraba en el cordaje y goteaba transformada en un rocío frío y húmedo.
Evans
Niebla. Puré de guisantes.
Potter
La neblina que empañaba las ventanas de marco metálico se adaptaba a las elucubraciones.
Su voluntad semejaba acobardarse ante la sensación de torpor como una criatura perdida a través de la malsana niebla andando a gatas sin guía ni punto de referencia.
Londres había arrojado un manto de niebla para protegerse de una inmensidad excesiva. La ciudad se encogía de miedo con frecuencia al oscurecer. El humor nocturno de la ciudad.
Nori
La niebla de la creación.
Benchley
Niebla de la muerte.
Keneally
Una niebla de dolor y náusea.
Ondulante niebla.
Kaldor
La llama de niebla de guerra, en la que se colapsan las comunicaciones.
El dolor le nublaba la vista, pero luego se disipó aquella niebla.
Davis
La residencia se alzaba entre una serie de jardines y patios con largos estanques y fuentes exquisitas, que llenaban el aire con una niebla fina y sensual.
Era otra mañana helada, aunque un sol pálido pretendía disolver la niebla con sus rayos.
La niebla se enredaba en nuestro pelo.
La niebla se alzaba del río.
Haefs
Tripas de la noche, niebla de los oráculos.
Jennings
La gente pasó a transformarse en simples borrones de niebla.
Niebla lanosa.
Bendita niebla.
Una simple neblina o pelusilla.
Haber encontrado un enemigo vengador en la niebla.
Jirones de niebla de polvo.
La niebla se concentraba en el cordaje y goteaba transformada en un rocío frío y húmedo.
Evans
Niebla. Puré de guisantes.
Potter
La neblina que empañaba las ventanas de marco metálico se adaptaba a las elucubraciones.
Su voluntad semejaba acobardarse ante la sensación de torpor como una criatura perdida a través de la malsana niebla andando a gatas sin guía ni punto de referencia.
Londres había arrojado un manto de niebla para protegerse de una inmensidad excesiva. La ciudad se encogía de miedo con frecuencia al oscurecer. El humor nocturno de la ciudad.
Nori
La niebla de la creación.
McEwan
La niebla mental.
Asombrado, cauteloso pero no util, asustado tras una niebla.
Ford
El viento levantó un enjambre de diminutos copos y lo desplazó por la calle como una niebla.
La neblina y el aroma de la muerte.
Sardou
El olor a sebo de las velas flotaba como neblina bajo el orbe de las bóvedas.
Sardou
El olor a sebo de las velas flotaba como neblina bajo el orbe de las bóvedas.
Largo viaje circular a través de las densas nieblas de la vida.
Velo de nieblas de la extinción definitiva.
La niebla de la misma infancia.
Con un simbolismo maternal, la niebla es fría y pálida.
Los cernícalos empreñan a la niebla con sus plumas, aves que parecen gavilanes.
El otoño penetra en el hombre la naturaleza, impresiona su epidermis, con las humedades, las nieblas, el olor de la tierra y el dulce calor de las hogueras.
Húmedos de las nieblas de noviembre.
Los colores de la niebla
Tierra gris, con su horizonte de paredes de niebla.
Gigantesca muralla de niebla rosada.
Niebla fúnebre y espectral.
Sucia niebla. Nieblas de oro.
Niebla roja de ira.
Apolonio de Rodas
Una niebla oscura cubría el cielo.
Una niebla oscura cubrió sus ojos.
Lucrecio
Cuanto más vecinas a los cielos tienen sus cumbres las montañas una niebla amarillenta y una especie de humo espeso las oscurece, porque cuando empiezan a tomar consistencia los nublados sin que puedan verlos los ojos los vientos los conducen y aglomeran sobre la cima de elevado monte. Cuando por fin se reunieron con mucho mayor numero apiñados condensados los vemos elevarse desde la húmeda cumbre por los aires. Puesto que la razón y la experiencia dicen ser el teatro de los vientos aquellos sitios que hay más elevados.
Lucrecio
Cuanto más vecinas a los cielos tienen sus cumbres las montañas una niebla amarillenta y una especie de humo espeso las oscurece, porque cuando empiezan a tomar consistencia los nublados sin que puedan verlos los ojos los vientos los conducen y aglomeran sobre la cima de elevado monte. Cuando por fin se reunieron con mucho mayor numero apiñados condensados los vemos elevarse desde la húmeda cumbre por los aires. Puesto que la razón y la experiencia dicen ser el teatro de los vientos aquellos sitios que hay más elevados.
Roberto el Diablo
Vino una niebla muy oscura, que cubría la ciudad, que semejaba media noche y tronaba y caían rayos, de tal suerte que todos pedían a altas voces misericordia.
Petrarca
Niebla pesada y negra.
Holinshed
Una niebla muy oscura lo rodeó a cada lado que no pudo ver ni discernir un tiempo nada respecto de él.
Sydney
La dignidad interior brillando a través de las nieblas más sucias.
Fontenelle
Aun cuando el aire no tuviese color alguno, a través de una niebla espesa, la luz de una llama vista un poco de lejos semeja rojiza, aunque ese no sea su verdadero color, y nuestro aire no es más que una espesa niebla, que nos debe de alterar el verdadero color del cielo, del Sol y de las estrellas.
Fontenelle
Aun cuando el aire no tuviese color alguno, a través de una niebla espesa, la luz de una llama vista un poco de lejos semeja rojiza, aunque ese no sea su verdadero color, y nuestro aire no es más que una espesa niebla, que nos debe de alterar el verdadero color del cielo, del Sol y de las estrellas.
McPherson
La oscura niebla se levanta lentamente de la laguna y se disolvió como una lluvia de sangre.
Las oscuras nieblas.
Malte-Brun
Con motivo de las espesas nieblas que envuelven la isla de Hierro los canarios llaman a esta isla "tierra negra".
Shelley
Veo y siento esos ojos brillando con las sonrisas que terminan con lágrimas, astros casi apagados por nieblas de rocío plateado.
Malte-Brun
Con motivo de las espesas nieblas que envuelven la isla de Hierro los canarios llaman a esta isla "tierra negra".
Shelley
Veo y siento esos ojos brillando con las sonrisas que terminan con lágrimas, astros casi apagados por nieblas de rocío plateado.
Lyell
Fenómenos que acompañan los terremotos. Un enrojecimiento del disco solar y una neblina del aire durante meses.
Balzac
La niebla densa y blanquecina de la mañana.
El cielo, velado de una neblina gris, permitía ver trechos claros, un azul puro.
Ainsworth
Al anochecer, los vapores neblinosos que entenebrecieron el horizonte durante el día se alzaron con volutas espirales y tras condensarse gradualmente conformaron enormes y agitadas masas cuando el orbe poniente pasaba del púrpura al color de las llamas y después al ceniciento y feo gris.
La luz sanguínea de un farol a través de la niebla de Londres a las doce del día.
Se levantaba gris el crepúsculo, / las nieblas que ascendían tejían un velo sutil sobre el paisaje.
Stifter
Niebla gris.
Dickens
Una lucecilla roja entre la niebla.
Las persianas de las ventanas amarillas como una niebla de noviembre.
La niebla matutina y el sol rojizo, apenas visible por detrás.
La niebla volvía rojiza la luz estival.
Collins
Las exhalaciones de una niebla dorada.
Poe
Y de improviso se levantó la luna a través de la fina niebla espectral y su color era carmesí.
Keats
Niebla purpúrea.
Ch. Brontë
Ninfa callada y seria, pero hermosa, una oréada, que desciende desde solitarios desfiladeros con algo de la niebla azul de las colinas, en el atavío de su fría brisa en el aliento, pero también mucho de su belleza solemne en el porte, muda pero majestuosa. Ninfas que habitaban las montañas y acompañaban a diana cazadora.
E. Brontë
Plateada neblina.
Una tenue neblina se elevaba para formar una nube rizada al borde azul del valle.
Neblina morada de julio.
Flaubert
Un vapor blancuzco como la neblina de un río una mañana de otoño.
Melville
La parte central del chorro de la ballena se esconde bajo la rociada de blanca niebla que le envuelve.
Daudet
Del estanque salía una niebla blanca.
Balzac
La niebla densa y blanquecina de la mañana.
El cielo, velado de una neblina gris, permitía ver trechos claros, un azul puro.
Ainsworth
Al anochecer, los vapores neblinosos que entenebrecieron el horizonte durante el día se alzaron con volutas espirales y tras condensarse gradualmente conformaron enormes y agitadas masas cuando el orbe poniente pasaba del púrpura al color de las llamas y después al ceniciento y feo gris.
La luz sanguínea de un farol a través de la niebla de Londres a las doce del día.
Se levantaba gris el crepúsculo, / las nieblas que ascendían tejían un velo sutil sobre el paisaje.
Stifter
Niebla gris.
Dickens
Una lucecilla roja entre la niebla.
Las persianas de las ventanas amarillas como una niebla de noviembre.
La niebla matutina y el sol rojizo, apenas visible por detrás.
La niebla volvía rojiza la luz estival.
Collins
Las exhalaciones de una niebla dorada.
Poe
Y de improviso se levantó la luna a través de la fina niebla espectral y su color era carmesí.
Keats
Niebla purpúrea.
Ch. Brontë
Ninfa callada y seria, pero hermosa, una oréada, que desciende desde solitarios desfiladeros con algo de la niebla azul de las colinas, en el atavío de su fría brisa en el aliento, pero también mucho de su belleza solemne en el porte, muda pero majestuosa. Ninfas que habitaban las montañas y acompañaban a diana cazadora.
E. Brontë
Plateada neblina.
Una tenue neblina se elevaba para formar una nube rizada al borde azul del valle.
Neblina morada de julio.
Un vapor blancuzco como la neblina de un río una mañana de otoño.
Melville
La parte central del chorro de la ballena se esconde bajo la rociada de blanca niebla que le envuelve.
Daudet
Del estanque salía una niebla blanca.
Boucicault
La noche era muy oscura y una fina neblina blanca cubría el agua.
Una lumbrera benéfica. El sol salió con un salto magnífico -era su manera en esa latitud- y lo desagradable se estremeció, la niebla se estremeció a su vez y semejó abrirse como surcos cuando grandes jabalinas de luz dorada la atravesaron desde el orbe que se elevaba rápidamente.
Fromentin
Una neblina azul, que se elevaba a través de los árboles indicaba que, excepcionalmente, en aquella hondonada había una corriente de agua.
Una ligera niebla de invierno tenía de azul las lejanías y engañaba sobre las verdaderas distancias.
La luna apareció por encima de las tierras, muy redonda y envuelta en unas nieblas cálidas, que la enrojecían.
Una tenue luz rojiza que caía de lo alto, ya no formaba sino una suerte de niebla luminosa, hecha del fino polvo oloroso y de los impalpables vapores del baile.
Zola
Neblina ligera de tinte lechoso, manto flotante de color del tiempo.
Lee
Era una hermosa mañana de invierno, soleada, azul y fresca, que despertaba a través de blancas neblinas.
La niebla blanca se acumuló formando tenues ángeles con hojas de palma.
Las flores carmesí y rosas de los granados y las adelfas están sólo envueltas en una neblina azulada.
Una pálida y luminosa niebla azul.
En la media luz de las tardes de inicio del otoño, cuando la niebla blanca se extendía por el parque.
Stevenson
Nieblas, un manto de bruma color chocolate.
Fromentin
Una neblina azul, que se elevaba a través de los árboles indicaba que, excepcionalmente, en aquella hondonada había una corriente de agua.
Una ligera niebla de invierno tenía de azul las lejanías y engañaba sobre las verdaderas distancias.
La luna apareció por encima de las tierras, muy redonda y envuelta en unas nieblas cálidas, que la enrojecían.
Una tenue luz rojiza que caía de lo alto, ya no formaba sino una suerte de niebla luminosa, hecha del fino polvo oloroso y de los impalpables vapores del baile.
Zola
Neblina ligera de tinte lechoso, manto flotante de color del tiempo.
Lee
Era una hermosa mañana de invierno, soleada, azul y fresca, que despertaba a través de blancas neblinas.
La niebla blanca se acumuló formando tenues ángeles con hojas de palma.
Las flores carmesí y rosas de los granados y las adelfas están sólo envueltas en una neblina azulada.
Una pálida y luminosa niebla azul.
En la media luz de las tardes de inicio del otoño, cuando la niebla blanca se extendía por el parque.
Stevenson
Nieblas, un manto de bruma color chocolate.
Hardy
Una neblina de vislumbres amarillentos.
La niebla de verano del aspecto de un mar blanco.
Ponson du Terrail
La proximidad del invierno de las regiones polares es una cosa que espanta. Solo algunas horas se ve a través de una niebla amarillenta un disco rojo que tiene la pretensión de ser el sol. Cuando llega la noche, la niebla sube cubriendo por completo la tierra.
Butler
Cuando ascendía a mi montaña entre la niebla, por encima de la bruma, subía y subía y veía hacia abajo un mar blanco en el que asomaban innumerables cimas montañosas como si fuesen islas.
Una neblina azulada en la distancia.
Wilde
Vi levantarse el sol rojo de sangre, a través de la niebla amarillenta, sobre la ciudad en tinieblas, vi aparecer un día más de opresión para Rusia.
Glacial en su frialdad la niebla amarilla ha descendido.
Como un chal de seda amarilla, la espesa niebla se detiene a lo largo del muelle.
Rimbaud
Una tarde verde y tibia, de neblina.
Fontane
Atravesaba una niebla blanca y húmeda.
Butler
Cuando ascendía a mi montaña entre la niebla, por encima de la bruma, subía y subía y veía hacia abajo un mar blanco en el que asomaban innumerables cimas montañosas como si fuesen islas.
Una neblina azulada en la distancia.
Wilde
Vi levantarse el sol rojo de sangre, a través de la niebla amarillenta, sobre la ciudad en tinieblas, vi aparecer un día más de opresión para Rusia.
Glacial en su frialdad la niebla amarilla ha descendido.
Como un chal de seda amarilla, la espesa niebla se detiene a lo largo del muelle.
Rimbaud
Una tarde verde y tibia, de neblina.
Fontane
Atravesaba una niebla blanca y húmeda.
Chejov
Niebla de color lila.
El sol se había ocultado y una niebla densa blanca como la leche se elevaba sobre el río. La niebla semejaba ocultar una sima sin fondo.
Se divisaba el horizonte como a pleno día, pero su leve tinte malva difuminado con las nieblas de la tarde había desaparecido.
Una muralla opaca de niebla blanca.
Tal vez sintiese su alma que los sueños de dicha no se acomodaban con la niebla gris.
Chopin
El crepúsculo rojo y la penumbra gris azulada extendían una neblina púrpura.
La lluvia envolvía el lejano bosque en una neblina gris.
T. Mann
Allá lejos, en las regiones de la niebla, allá donde sumiéndose con un carmín rubio y con luces lechosas el sol de verano se pone lentamente.
Rider Haggard
Una fuerte racha de viento se llevó los ultimos celajes de la niebla manifestando la faz roja del sol naciente.
El fondo de la sima cubierto de una neblina grisácea.
Lagerlöf
Las neblinas otoñales semejaban rosadas túnicas.
Chopin
El crepúsculo rojo y la penumbra gris azulada extendían una neblina púrpura.
La lluvia envolvía el lejano bosque en una neblina gris.
T. Mann
Allá lejos, en las regiones de la niebla, allá donde sumiéndose con un carmín rubio y con luces lechosas el sol de verano se pone lentamente.
Rider Haggard
Una fuerte racha de viento se llevó los ultimos celajes de la niebla manifestando la faz roja del sol naciente.
El fondo de la sima cubierto de una neblina grisácea.
Lagerlöf
Las neblinas otoñales semejaban rosadas túnicas.
Moore
Era un día cálido de abril; una neblina verde había comenzado a aparecer en los olmos de Green Park.
La niebla espesaba las plazas y un gran ventisquero de nubes amarillas se acomodaba sobre los techos de las casas.
Gissing
La niebla negra y espesa penetró cada rincón de la casa. Podía olerse y saborearla. Tal atmósfera empuja al borde del abismo.
Rolland
Flotaban sobre el río blancas nieblas que envolvían la ciudad.
Surgía del río una neblina blanca.
Norris
Sobre la ciudad flotaba una neblina grasienta de color marrón oscuro.
Chambers
Una niebla color amatista, cada vez más oscura, pendía a ras del horizonte.
El primer rayo de luna tiñó de plata las inhóspitas inmensidades de las aguas cubiertas de niebla.
Los negros acantilados alzándose en la niebla.
Bancos de niebla, murallas de bruma blanca mortecina.
Woolf
Neblina fina y gris.
El sol iniciaba su declive y una transformación se operaba en las montañas, como si fueran envolviéndose en una neblina azulada.
Generalmente, una neblina cubre parte de la ciudad y cuando sobre el parque cae un velo ligeramente azulado, entonces la circulación en Londres es completamente imposible.
Lo veía todo a través de una niebla empobrecida y rojiza.
El sudario de la blanca niebla.
(Fin de viaje)
La ondulante niebla blanca.
(La habitación de Jacob)
Rubia y extraña, destellante, plagada de agujas y cúpulas, se extiende la ciudad de Londres bajo la niebla. Guardada por los gasómetros, por las chimeneas de las fábricas, duerme. Los gritos, los clamores, están suavemente envueltos en silencio. Ni la propia Roma tiene esa mayestática apariencia. Ya se advierte inquietud en su maternal somnolencia. De la niebla surgen riscos erizados de casas. Fábricas, catedrales, cúpulas de vidrio, instituciones y teatros se van poniendo en pie.
(Las olas)
Se formó una concha luminosa, una niebla purpúrea.
Una suave neblina gris borraba las distancias.
(Los años)
Rohmer
Agobiante, amarillenta y envolvente niebla, característica de Londres en noviembre.
Barbusse
La niebla tenía un tinte argentino antes de desvanecerse por completo.
Gorki
Flotaba una densa niebla grisácea.
Walser
En la naturaleza se veían, sobre todo, tres colores. Blanco, azul y dorado; niebla, sol y azul cielo, tres colores muy finos y hasta distinguidos.
Kafka
El gris de la nieve y de la niebla.
Zamiátin
Hay una fina niebla. El cielo está cubierto por una trama dorada y lechosa y no se puede ver lo que hay más allá. Antaño sabían que allí habitaba su grandísimo y aburrido escéptico. Sin embargo, nosotros sabemos que allá arriba el azul cristalino es la simple y pura nada.
Es de noche. Hay una tenue niebla. El cielo está cubierto por una trama lechosa y dorada.
Las paredes de cristal se han disuelto en la niebla igual que cristales de sal en el agua. Las negras siluetas de la gente en sus casas, como partículas en suspensión en una estática solución lechosa.
En la esquina, unos labios afilados como cuchillos cortaron la niebla, que era como sangre blanquecina.
Entre la niebla, todo estaba anegado de una luz tersa, perlada, dorada, rosada y rojiza.
Tenía la impresión de tener dentro de la cabeza un humecillo azulado y corrosivo, como si todo se hallara cubierto por la niebla.
Shaw
La niebla argentina producida por la luna que surge en el horizonte.
U. Sinclair
Las largas hileras de cañones envueltos por la neblina azulada.
S. Lewis
Nervioso, sólo distinguía una niebla purpúrea.
Las montañas cubiertas de niebla del color del espliego.
Una oscuridad poco natural, que cubre el mundo como una niebla negra.
Hodgson
Gigantesca muralla de niebla rosada.
Faulkner
La tierra difuminándose tristemente en la monotonía de una niebla gris.
Dos Passos
La parda niebla de los Narrows.
La neblina vinosa del crepúsculo.
La niebla se arremolinaba a su alrededor en confeti de colores.
Según va acercándose al río, el aire se vuelve lechoso con la niebla.
El sol brilla rojizo a través de la niebla.
Wassermann
Cendal carmín de niebla.
Wells
Una áurea neblina.
Musil
Girar una niebla incandescente.
Su sombra era niebla de pardo azul.
Una niebla centelleante de color oro, gris y rosa.
Norris
Sobre la ciudad flotaba una neblina grasienta de color marrón oscuro.
Chambers
Una niebla color amatista, cada vez más oscura, pendía a ras del horizonte.
El primer rayo de luna tiñó de plata las inhóspitas inmensidades de las aguas cubiertas de niebla.
Los negros acantilados alzándose en la niebla.
Bancos de niebla, murallas de bruma blanca mortecina.
Woolf
Neblina fina y gris.
El sol iniciaba su declive y una transformación se operaba en las montañas, como si fueran envolviéndose en una neblina azulada.
Generalmente, una neblina cubre parte de la ciudad y cuando sobre el parque cae un velo ligeramente azulado, entonces la circulación en Londres es completamente imposible.
Lo veía todo a través de una niebla empobrecida y rojiza.
El sudario de la blanca niebla.
(Fin de viaje)
La ondulante niebla blanca.
(La habitación de Jacob)
Rubia y extraña, destellante, plagada de agujas y cúpulas, se extiende la ciudad de Londres bajo la niebla. Guardada por los gasómetros, por las chimeneas de las fábricas, duerme. Los gritos, los clamores, están suavemente envueltos en silencio. Ni la propia Roma tiene esa mayestática apariencia. Ya se advierte inquietud en su maternal somnolencia. De la niebla surgen riscos erizados de casas. Fábricas, catedrales, cúpulas de vidrio, instituciones y teatros se van poniendo en pie.
(Las olas)
Se formó una concha luminosa, una niebla purpúrea.
Una suave neblina gris borraba las distancias.
(Los años)
Rohmer
Agobiante, amarillenta y envolvente niebla, característica de Londres en noviembre.
Barbusse
La niebla tenía un tinte argentino antes de desvanecerse por completo.
Gorki
Flotaba una densa niebla grisácea.
Walser
En la naturaleza se veían, sobre todo, tres colores. Blanco, azul y dorado; niebla, sol y azul cielo, tres colores muy finos y hasta distinguidos.
Kafka
El gris de la nieve y de la niebla.
Zamiátin
Hay una fina niebla. El cielo está cubierto por una trama dorada y lechosa y no se puede ver lo que hay más allá. Antaño sabían que allí habitaba su grandísimo y aburrido escéptico. Sin embargo, nosotros sabemos que allá arriba el azul cristalino es la simple y pura nada.
Es de noche. Hay una tenue niebla. El cielo está cubierto por una trama lechosa y dorada.
Las paredes de cristal se han disuelto en la niebla igual que cristales de sal en el agua. Las negras siluetas de la gente en sus casas, como partículas en suspensión en una estática solución lechosa.
En la esquina, unos labios afilados como cuchillos cortaron la niebla, que era como sangre blanquecina.
Entre la niebla, todo estaba anegado de una luz tersa, perlada, dorada, rosada y rojiza.
Tenía la impresión de tener dentro de la cabeza un humecillo azulado y corrosivo, como si todo se hallara cubierto por la niebla.
Shaw
La niebla argentina producida por la luna que surge en el horizonte.
U. Sinclair
Las largas hileras de cañones envueltos por la neblina azulada.
S. Lewis
Nervioso, sólo distinguía una niebla purpúrea.
Las montañas cubiertas de niebla del color del espliego.
Una oscuridad poco natural, que cubre el mundo como una niebla negra.
Hodgson
Gigantesca muralla de niebla rosada.
Faulkner
La tierra difuminándose tristemente en la monotonía de una niebla gris.
Dos Passos
La parda niebla de los Narrows.
La neblina vinosa del crepúsculo.
La niebla se arremolinaba a su alrededor en confeti de colores.
Según va acercándose al río, el aire se vuelve lechoso con la niebla.
El sol brilla rojizo a través de la niebla.
Wassermann
Cendal carmín de niebla.
Wells
Una áurea neblina.
Musil
Girar una niebla incandescente.
Su sombra era niebla de pardo azul.
Una niebla centelleante de color oro, gris y rosa.
A. Huxley
Era un día de niebla blanca y persistente intrínsecamente tranquilo, los ruidos de Londres semejaban una inconsecuencia.
Lovecraft
Niebla fosforescente.
Shólojov
Una violácea niebla matinal.
El llano estaba enteramente cubierto de una niebla lechosa.
Era un día templado, ligeramente neblinoso. El cielo semejaba hecho de aluminio azulenco, sobre la tierra cubierta por un velo de viuda.
Velaba la estepa una neblina violácea.
La cortina blanca de niebla.
La estepa se extendía interminable, envuelta en una leve neblina azul.
La niebla rojiza de los incendios.
El encaje rosado de la niebla agitada por el viento.
Una neblina azulada y transparente.
Wolfe
Altísimas y majestuosas cimas se perdían en una niebla purpúrea.
El día amaneció frío y gris, con un lúgubre vaho de oscuridad y de niebla.
Era octubre, las montañas del oeste se desvanecían en una fría niebla purpúrea.
Hemingway
La pradera envuelta de una niebla gris.
Steinbeck
El crepúsculo iba penetrando por los pliegues de las montañas, llenándolos de neblina purpúrea.
Dinesen
Una nube de tiza en la neblina y la llovizna.
La niebla gris permanecía sobre las colinas y tomaba sus formas.
Una oleada de lluvia gris y de niebla.
La niebla despejó un poco y una claridad pálida y fría comenzó a llenar el mundo.
Una neblina gris sobre los arroyos.
Remarque
Niebla entre verdosa y plateada.
Una niebla liviana, blanca.
Los movimientos se desfiguraban por el ondular blancuzco de la niebla.
Vi a la luna cernerse sobre el paisaje, pálida, semejante a oro blanco y ya con las nieblas, el vapor y el fresco del otoño.
Cary
El banco de niebla se estaba tornando rosado en la cima como la orla de pelusa de la colcha de un nene.
Baum
La niebla matinal completamente gris tendida sobre los árboles.
Lovecraft
Niebla fosforescente.
Shólojov
Una violácea niebla matinal.
El llano estaba enteramente cubierto de una niebla lechosa.
Era un día templado, ligeramente neblinoso. El cielo semejaba hecho de aluminio azulenco, sobre la tierra cubierta por un velo de viuda.
Velaba la estepa una neblina violácea.
La cortina blanca de niebla.
La estepa se extendía interminable, envuelta en una leve neblina azul.
La niebla rojiza de los incendios.
El encaje rosado de la niebla agitada por el viento.
Una neblina azulada y transparente.
Wolfe
Altísimas y majestuosas cimas se perdían en una niebla purpúrea.
El día amaneció frío y gris, con un lúgubre vaho de oscuridad y de niebla.
Era octubre, las montañas del oeste se desvanecían en una fría niebla purpúrea.
Hemingway
La pradera envuelta de una niebla gris.
Steinbeck
El crepúsculo iba penetrando por los pliegues de las montañas, llenándolos de neblina purpúrea.
Dinesen
Una nube de tiza en la neblina y la llovizna.
La niebla gris permanecía sobre las colinas y tomaba sus formas.
Una oleada de lluvia gris y de niebla.
La niebla despejó un poco y una claridad pálida y fría comenzó a llenar el mundo.
Una neblina gris sobre los arroyos.
Remarque
Niebla entre verdosa y plateada.
Una niebla liviana, blanca.
Los movimientos se desfiguraban por el ondular blancuzco de la niebla.
Vi a la luna cernerse sobre el paisaje, pálida, semejante a oro blanco y ya con las nieblas, el vapor y el fresco del otoño.
Cary
El banco de niebla se estaba tornando rosado en la cima como la orla de pelusa de la colcha de un nene.
Baum
La niebla matinal completamente gris tendida sobre los árboles.
Eliade
Una neblina grisácea flotando muy alta.
Irish
La roja niebla de la ira había velado sus facultades.
Genet
Niebla espesa y blanca.
Admirable ver la niebla lechosa, cuya materia tenía el oriente de la perla.
Priestley
Reí mucho, me sentí envuelto con una niebla roja y corrí el peligro de ahogarme.
Von Doreder
Nieblas de oro.
Genet
Niebla espesa y blanca.
Admirable ver la niebla lechosa, cuya materia tenía el oriente de la perla.
Priestley
Reí mucho, me sentí envuelto con una niebla roja y corrí el peligro de ahogarme.
Von Doreder
Nieblas de oro.
Calvino
De las otras nubes o nieblas, que según se condense la humedad de las capas frías del aire son grises o azuladas o blanquecinas o negras, esta no era muy diferente de no ser por el color indefinido tirando al marrón o al bituminoso, o mejor, con una sombra de ese color que semejaba espesarse a los bordes o al centro y que era una sombra de mugre que la ensuciaba entera y que transformaba su consistencia porque era pesada, no se despegaba de la tierra, de la superficie moteada de la ciudad sobre la cual se deslizaba lentamente borrándola de un lado y cubriéndola del otro, pero marcando detrás una huella como de filamentos un poco sucios que no terminaban nunca. Una nube de smog.
I. Shaw
La niebla adquiría ese tono rojizo de neón, el color nocturno de las poblaciones de América.
I. Shaw
La niebla adquiría ese tono rojizo de neón, el color nocturno de las poblaciones de América.
Kerouac
Aquella noche sobre las aguas marrones había un místico jirón de niebla.
La amarillenta hez de la niebla.
Nooteboom
Manchas de niebla imperceptibles como las manchas de luz que bailaban a lo alto de los árboles. ¿Cuántos matices de verde había?
Robbe-Grillet
La estufa de leña espesa la atmósfera con una niebla azulada.
Chevalier
Gris, color de ceniza y de niebla.
Nooteboom
Manchas de niebla imperceptibles como las manchas de luz que bailaban a lo alto de los árboles. ¿Cuántos matices de verde había?
Robbe-Grillet
La estufa de leña espesa la atmósfera con una niebla azulada.
Chevalier
Gris, color de ceniza y de niebla.
Ludlum
El sol poniente inundaba los cerros con una niebla anaranjada y amarilla.
Crichton
Jirones de niebla parda.
Crichton
Jirones de niebla parda.
Moorcock
La niebla roja que cubría sus ojos.
Entró una niebla, unas volutas de colores púrpura oscuro y azul desagradable a la vista y era la niebla lo que gemía.
La niebla próxima a la orilla había tomado un tono verdoso extraño, casi luminoso.
Niebla gris.
Una niebla oscura.
El horizonte azul neblinoso y pálido del cielo.
Una neblina azul pálida.
King
A la caída de la tarde la excavadora es una nebulosa de un naranja pálido sobre la nieve.
Grullas vislumbradas a través de una niebla de metal.
Sanders
Avanzábamos venciendo una espesa niebla baja mañanera que debíamos empujar. Eran olas de humo blanco. Un aguafuerte borroso, neblina, vapor.
Preston
El límite del Hielo es donde las aguas heladas de alrededor de la Antártida se juntan con las del Atlántico y el Pacífico, que son más cálidas. Los oceanógrafos lo llaman Convergencia Atlántica. Se caracteriza por su nieblas impenetrables y por el hielo, que es peligrosísimo.
Jennings
El sol absorbía la niebla que subía del río, una luminiscencia lechosa flotando sobre el negro.
Azul neblinoso de los perfiles de la montaña, plateado y reluciente en el río en cuanto la niebla opaca se evaporaba.
Una tenue y sombreada neblina que lloviznaba y que no semejaba más terrible que un tamborileo gris de lluvia matutina.
Una densa niebla oscurecía la luna y las estrellas y nos envolvía en una lana húmeda y gris.
Potter
Todo el gris, el verde y el castaño se fundió con una neblina rojiza.
Preston
El límite del Hielo es donde las aguas heladas de alrededor de la Antártida se juntan con las del Atlántico y el Pacífico, que son más cálidas. Los oceanógrafos lo llaman Convergencia Atlántica. Se caracteriza por su nieblas impenetrables y por el hielo, que es peligrosísimo.
Jennings
El sol absorbía la niebla que subía del río, una luminiscencia lechosa flotando sobre el negro.
Azul neblinoso de los perfiles de la montaña, plateado y reluciente en el río en cuanto la niebla opaca se evaporaba.
Una tenue y sombreada neblina que lloviznaba y que no semejaba más terrible que un tamborileo gris de lluvia matutina.
Una densa niebla oscurecía la luna y las estrellas y nos envolvía en una lana húmeda y gris.
Potter
Todo el gris, el verde y el castaño se fundió con una neblina rojiza.
El viento, cuando amaina a medianoche, amontona la niebla en el valle.
La primera noche de niebla temprana.
La primera noche de niebla temprana.
La niebla puede transformarse en lluvia.
Fantasía de niebla escocesa.
Merry Mist. Niebla Jovial.
Ana Kontroversy
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