En un campo de tiro, Bengt Vyldeke (Birger
Malmsten), a cargo del cambio de las dianas, sufre un accidente por socorrer un
perrito, que husmea en los alrededores. Como consecuencia, pierde la visión.
La novia de Bengt le devuelve el anillo. No es
capaz de verle después de aquello. Agneta, la hermana, cuida y divierte al enfermo,
aunque encuentra humillante la compasión.
Llegó el reloj de Bengt y recibió una máquina
para escribir Braille.
Ingrid (Mai Zetterling), una joven ataviada de
luto, ronda la casa. El padre de Ingrid falleció recientemente, y llaman a
Bengt para que toque el órgano en el funeral.
Ingrid se traslada con el fin de cuidar el
hogar de Bengt. En un paseo, le ofrece escaramujos helados y bayas, a los que
califica de deliciosos. Hija de campesinos, sólo quiere aprender, dejar de
tartamudear o de sentirse avergonzada.
Una nota en el desayuno, escrita en caracteres
Braille, en la que agradece los momentos pasados, hace ganar la estimación del
invidente por Ingrid.
Bengt presenta una solicitud al director de la
Real Academia de la Música. No es admitido.
Responde al anuncio de un restaurante del
Hotel Ritz, que precisa un pianista. El músico no quiere vestir el smoking por
la mañana, no es un camarero, no es una cosa elegante.
Recibe noticias de la casa de Miramar. Ingrid
estudia para sacar el graduado, y la señora Schröder, la profesora de piano, le
envía abrazos. Un ayudante adolescente guía sus desplazamientos.
A Bengt le gustaría tocar música decente.
Tiene que conformarse con "La oración de la doncella". Le acompaña al
violín Klasson (Gunnar Björnstrand). El pianista ciego descubre que fue engañado al darle billetes de cinco, haciéndolos pasar por billetes de diez.
El violinista apunta que es mejor que engañen por malicia que por lástima. El
culpable es el lazarillo, al que ajusta
las cuentas. Y es que a Bengt le tienen por
un ricachón.
Considera que todo estaba planeado y no va a
dar disculpa alguna. Preferiría no regresar al restaurante, pero firmó un
contrato.
En una escuela para ciegos, los niños leen en
común las aventuras de Nils Holgersson. Hacen labores de cestería. Bengt es
empleado en el colegio como afinador de pianos. Pero al informarse de que es
pianista, sugieren que siga un curso para músicos de iglesia. Un examen de
organista permitiría que trabajase en una parroquia. Bengt sólo quiere existir.
Una noche en el parque, distingue la voz de
Ingrid, a la cual acompañan dos amigos de estudios. Ingrid no contestó a las
cartas y es que no sabía cómo dirigirse a él. Pretende conformarse con los de
su nivel. Bengt razona que, hiciera lo que hiciese, ¿no es una vergüenza
suficiente la condición actual? Ingrid asciende en el escalón social, mientras
que Bengt baja. La invita a la casa en la que reside.
Aunque sufre la desesperación de las
tinieblas, entiende que luz y oscuridad son palabras sin sentido.
Ingrid comparte piso con un estudiante. En una
invitación a cenar, la tensión roza el enfrentamiento de los dos hombres.
Fue desagradable. Los rivales no congenian.
Cuando Bengt acompaña a otro invidente y llega
la novia del ultimo, la pareja abandona al protagonista. El retorno en la oscuridad resulta para Bengt una calamidad, tirado en los raíles, a punto de ser
atropellado. Ingrid celebra una fiesta de estudiantes, intuye algún daño y
marcha en busca de Bengt. El hombre se encuentra desmadejado sobre un puente. No soporta lo que le
ocurre. Abraza a Ingrid. Tenía la sensación de que se había perdido y que no
podía encontrarle. El compañero de Ingrid les ve abrazados. Bengt conmina al rival a que vigile el tono. Ingrid no es propiedad suya. Hace ademán de retenerla, pero
es derribado. Nadie puede ser un obstáculo para Ingrid y Bengt.
El vicario aconseja que olviden la
ridícula idea de casarse. Puede impedirlo hasta que sea mayor de edad, pero no
que vivan juntos. No obstante, declara que conoce el modo de evitar que eso
ocurra. Como tutor de Ingrid, su deber es procurar su bienestar. Lo primero es
que termine los estudios. Luego, que escoja. Pero Ingrid responde que ya lo
hizo. Podría ser un matrimonio precipitado, una esposa amargada en un hogar
infeliz. Puesto que rechazan el consejo, las invitaciones serán enviadas.
Los recién casados viajan en tren. Es
demasiado tarde para dejarlo. Ingrid no oye las ruedas, sólo el corazón de Bengt.
Se encuentran unidos. Este no es un tren cualquiera.
Ana Kontroversy
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