Por las afueras de la pequeña ciudad francesa
de Vivonne, en Bretaña, dos tiernos adolescentes dulcemente enamorados, Marise
La Noue (Enid Bennett) y Jean Leonnec (Ramon Novarro) circulan en carro por el
paseo. Habían sido novios desde la niñez. Jean era hijo del alcalde. Y Marie la
hija del zapatero. Ante Marise y Jean se extendía el futuro, un largo,
brillante camino de amor y felicidad.
El edificio más imponente de la ciudad era el
ayuntamiento y el más imponente personaje el padre de Jean, Hugo Leonnec, el
alcalde. Con rapidez y desenfreno, el bedel irrumpe en la sala, con noticias
del zapatero. Marise, cuando llega a casa, intuye un suceso adverso y el bouquet
silvestre seleccionado se desprende evanescente de sus manos. Fue su corazón,
el padre de Marise sucumbió. Marise llora la pérdida y la temprana orfandad.
Sólo en una semana, las ataduras de una vida
fueron cortadas y Marise, empobrecida y sola, tuvo que ir con unos familiares,
los enseres de la casa etiquetados por el ayuntamiento.
Para colmo de calamidades, los desarrapados
parientes no son la compañía adecuada. Disienten constantemente. El hombre diabólico, con
el labio de la I dinastía, cede al sopor del vino. Cuatro churumbeles se encuentran
habituados al acoso.
El alcalde no aprueba que Jean quiera a
Marise. Pero Jean garantiza, que cuando tenga edad se casarán.
Marise, arrastrada por la miseria, tiene que
huir una noche de tempestad desbandada. Instintivamente, busca refugio en la
unica casa que conoció. Jean percibió la luz de una vela y se preguntó quién
podía haber aquí. Duda por las advertencias del padre, pero abriga a Marise y
prende la chimenea.
Con la mañana, la incertidumbre hace presa de
Marise. Jean ofrece protección. Planean casarse, cuando el alcalde y los
acompañantes los descubren. El alcalde expulsa a Marise de la ciudad, por
depauperación.
Un tren estrepitoso a través de la noche. Su
destino, el futuro. Marise y Jean se dirigen a París.
Leonnec tiene a Jean por un ladrón y
no quiere verle.
Arribados a París, Jean recava información
para casarse. Marise aguarda en un banco. Identificaron y arrestaron a Jean.
Pasaron dos horas. Marise, sumergida en el
ondulante trajín de los viajeros y Jean en otro tren, con dos detectives. El
tiempo pasa. Marise descuida el equipaje y un ratero les despoja de cuanto
poseían.
Jean escapó de los vigilantes y saltó con el
tren en marcha. Era de noche antes de que hiciera el camino a París. Cuando
llegó al ferrocarril, una fatal casualidad frustró el encuentro de los
enamorados. Es posible que no vuelvan a verse. Depende del tiempo ilimitado.
Confundidos con los demás transeúntes por las
calles parisinas, emprenden existencias separadas.
Un hombre se entregó como autor del robo del
ayuntamiento. Jean no es culpable, aunque siguió creyéndose fugitivo y no dejó
de buscar a Marise.
La negra noche pasada, Marise caminaba
desamparada por las orillas del Sena.
Y las semanas llegaron a transformarse en meses. Marise
ejerció oficios bajos, avocada a cumplir como camarera de copas.
Enrolado con una banda, Jean se oculta en
Bouchard, escondite duramente entendido. Sólo tiene en la mente el impulso de
Marise.
La huella que seguía alcanzaba el fin.
El año que siguió, Jean aprendió qué era
realmente estar a la caza.
Y un día, demasiado tarde, acepta por
conveniencia la insinuación de una mujer. No es otra que Marise. Desmejorada,
casi desfigurada, las ropas raídas, Jean, con la gorra del desprecio, no
contiene el furor defraudado y ataca a quien amaba con pureza. A pesar de
hallarse herida, Marise acierta a susurrar que esperó mucho, pero que Jean no
volvió.
Jean huye de su lado, atormentado, pero la
persecución es implacable y sólo puede esconderse en el piso de Marise. Recibe
un balazo en el hombro.
Los cuidados de Marise favorecieron la
recuperación de Jean. Consiente la presencia de la mujer en la banda, aunque se
desentiende, no puede ignorar el pasado.
La caterva de ladronzuelos lucha con los
perseguidores. Jean escapa a través de los conductos del alcantarillado, pero
Marise sufre un disparo. Fugitivo por las cloacas, se esconde detrás de una catarata underground.
Cuando las cosas llegaron a la calma, Jean
recibió la noticia de que Marise se encontraba grave en el hospital.
Marise recuperó su angelical aspecto y Jean la
quiere de nuevo.
Dos años después, Marise es costurera. Jean
cumplió una condena. Retorno al hogar.
Ana Kontroversy
Feliz año para las dos Anas ke hace mucho ke esperamos unas nuevas entradas interesantes y educativas.
ResponderEliminarEes para muchos l mejor blog del cime mudo.
Y para cuando algo de cine mudo latinoamericano?
con cariño de Mara y Fely
Perdonar por lo mal escrto es que tenems mal el teclado. Chau otra vez
ResponderEliminarPrecioso blog tienen aquí Una autentica enciclpedia del cine de antaño Gracias por compartirlo con todos ¿no pueden poner alguna seccion critica de peliculas actuales' Tambien seria de mucho interes Gracias JK
ResponderEliminarAna estamos a la espera de nuevos articulos y entradas en el blog, algo mas de cine europeo y de ruso y japones serían muy interesantes porfavor, con un cordial saludo nos despedimos y esperamos las novedades de esta nueva temporada del 2013 Yan y Pau
ResponderEliminartienen un tremendo blog me ayudo mucho a preparar mi prueba sobre cine clasico muchas gracias
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