Investigación del caso del Dr. Monro. En el
primero de Abril falleció bajo misteriosas circunstancias. La primera testigo
fue Anna Harper, el ama de llaves. Compungida, explica al tribunal que cuando
puso la mesa del desayuno, la hija del doctor exclamó que había ocurrido algún
suceso. En la sala, tirado en una piel de oso, se hallaba el médico sin vida.
Un hombre que nunca había visto antes la advirtió de que no debía tocar nada y
acompañó a la afligida jovencita.
Cuando los investigadores examinan el cadáver,
el hombre desconocido coopera en el arresto de un criado, que se da a la fuga.
El segundo testigo, el señor Weyler (Victor
Sjöström), ingeniero jefe de United Mechanics, declara para el registro.
Presentó el informe incompleto. Si los diseños no existían al primero de Abril,
perderían millones y también el puesto.
Desde hacía semanas se encontraba cansado y no
podía trabajar. Examinado por el médico, el Dr. Monro, a pesar de que tomó la
medicina recetada, siguió encontrándose incapacitado. Tiene unas extrañas
marcas triangulares en una de las muñecas.
En su poder los diseños, el jefe se enfureció
porque no había progresado. El plazo para las propuestas era el 1 de Abril, una
semana después.
Un mensaje firmado por Ruth reprocha al
ingeniero de que las ocupaciones son más importantes que el matrimonio. Anuncia la ruptura y vuelve con los padres. Nunca la verá de nuevo.
Pasado un instante, un colega llamado Lebel
(Victor Sjöström) le visitó, para mostrarle una invención. Cuando examinaba los
documentos, Weyler hizo un descubrimiento. La afinidad de los rasgos
fisonómicos. Tiene una alocada idea. Si no se halla listo, perderá el puesto.
Le ruega ayuda para llegar a tiempo. En un comienzo, Lebel tomó la idea por
absurda. Pero comparados frente al espejo, y con los cambios de indumentaria
precisos, el plan podía dar resultado. Y Weyler se retiró a un sanatorio.
Un tercer testigo. El ingeniero Lebel estipula
que el Dr. Monro se emocionó esa noche, ya que le vio saludable. Sin embargo,
con el fin de no traicionar, había tomado el medicamento prescrito y enfermó.
Otro médico, el Dr. Adell hizo un examen y descubrió la sustancia. Después de
haber dejado de tomar la medicina, pudo volver a sus ocupaciones. La mujer de
Weyler no lo había notado.
El 30 de marzo los diseños fueron completados,
pero los robaron esa noche. A la mañana siguiente descubrió que el dibujo
esencial faltaba.
El Dr. Adell quería ayudar a esclarecer el
asunto. Preparan la exploración. El médico proporciona revólveres y
mascarillas. Descubren que a través de la ventana es inyectada una varita que
exhala un gas. Vio al hombre misterioso. Enfundado en una amplia capa y con el
rostro totalmente encubierto, tomó el pulso a la persona postrada en cama y
exclamó que no era Weyler.
Adell y el ingeniero se precipitan tras el
intruso, que quiso abrir la bóveda que guardaba el tesoro. Amenazado por los
revólveres se rinde, aunque con un golpe en la máscara, excreta un gas que
fulmina al doctor. Tras la nube de gas el ladrón voló. El ingeniero lo persigue
hasta el jardín. No queda huella del asaltante en la noche. Ve al Dr. Monro y
encuentran la máscara del ratero. El Dr. Monro quiso someter a examen la
máscara en su domicilio.
En el tribunal aparecen reunidos Weyler y
Lebel.
Examinan la máscara en el laboratorio del Dr.
Monro. El médico es reclamado y el ingeniero comprueba que fue encerrado. Oyó
pasos a través de la otra puerta, también cerrada. La hija del Dr. Monro
accedió al laboratorio. Preguntó por el padre. La arropó en la habitación
infantil y emprendió una sigilosa búsqueda. Oyó voces en el salón. Espió por el
ojo de la cerradura. Lebel entiende de repente. El rival de United Mechanics
figura tras el ataque a Weyler. Como se encuentra en peligro pasa la noche en
casa del Dr. Monro.
Con el chocolate del desayuno, juega con la
niña. El doctor besa a la hija. El veneno disuelto en el cacao fue el beso de
la muerte. Unos segundos después había fallecido. El Dr. Adell descubrió en el
azucarero un veneno mortal.
Lebel pasó los dibujos robados a la Compañía
de Weyler. La mujer, a sus espaldas, se arrojó en sus brazos. No obstante, la
presencia del marido.
Ana Kontroversy
Pase por su marvilloso blog.Es una delicia encontrar aquí todos estos famosos y clasicos filmes Mis felicitaciones a las dos ya ke hacen un gran trabajo.
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