sábado, 25 de agosto de 2012

REPASO DE LA NOVELA 2







JAMES JOYCE


El aire enrarecido de la academia y del terreno de competición producen la novela de seis chelines, la canción de café cantante, pero la vida deseable se les manifiesta sólo a los pobres de corazón, la vida de los feacios de Homero.
¿Qué significa un fantasma? Uno que se ha desvanecido impalpablemente en torno de la muerte, en torno de la ausencia, en torno de una transformación de maneras. ¿Quién es el fantasma que viene del limbo patrum volviendo al mundo que le ha olvidado?
Toth de las bibliotecas, una divinidad-pájaro coronado de luna.
Rumiando, masticando el heno de la reminiscencia.
Debate. Alcance y desarrollo.
Los métodos científicos aceptados. La ciencia investiga fenómenos tangibles. El científico tiene que enfrentarse con fenómenos palpables ante los que no cabe cerrar los ojos para explicarlos lo mejor que le es dable.
Ingeniosa sugerencia. La natalidad y la mortalidad, como los demás fenómenos de la evolución, los movimientos de las mareas, las fases lunares, la temperatura de la sangre, las enfermedades, en general, cuanto hay en el vasto taller de la naturaleza, desde la extinción de algún remoto sol, al florecimiento de una de las incontables flores, está sujeto a una ley de numeración no averiguada.
Excusas, deseo, hechizo.
Las adivinanzas de salón.
La originalidad, aunque produciendo su propia recompensa, no siempre conduce al éxito.
Una Utopía, no habiendo método experimentado, desde lo sabido hasta lo desconocido.
Para aprender hay que ser humilde.
La fosforescencia, ese verbo azulado. Muy bueno para el cerebro.
Algo oculto. Simbolismo.
Etérea gente literaria, soñadores, nuboso, simbolistas, estetas.
Idea para una novela de misterio con veneno.
Mansa cabeza, huevo de alca, premio de su continencia.
Andar en la senda de pralaya o retorno.
Los límites de la debida reserva.
Mensaje penoso.
Lo mejor es enemigo de lo bueno.
Diccionario Walker de pronunciación.
Los fines y ultimidades de las cosas están en armonía, de alguna manera, con sus inicios y orígenes.
Palabras amargadas, como para acusar a quien las pronunciaba, algo malsano, un flair por las cosas más crudas de la vida.
El don del habla, haciendo visible la entelequia primera, el ritmo estructural.
Una muñeca de celuloide.
Sistema plutocrático de precedencia.
Transmisores preparados para la recepción del mensaje.
Emplea un recurso mecánico, para frustrar las finalidades de la naturaleza.
La calumnia, esa víbora, me ha acusado erróneamente.
Puestos de alta responsabilidad publica, directores técnicos de bancos, jefes de movimientos de compañías ferroviarias, presidentes de sociedades de responsabilidad limitada, vicepresidentes de cadenas hoteleras.
Esplín saturnino.
Gime con la vehemencia del océano.
Las trufas del Périgord, tubérculos desalojados, mediante el puerco omnívoro, no tenían rival en casos de debilidad nerviosa o viraguitis. Aunque hieden, sin embargo, punzan.
Orejas de repollo.
Todo fenómeno tiene una causa natural.
Telefonear mentalmente mensajes impronunciables.
Escribir mensajes a lápiz.
El sueño revela el lado peor de cada cual, con la excepción de los niños.
Reflexionar cautamente.
Pesadilla periodística.
El momento antes del siguiente, apunta Lessing.
El ojo lo ve todo plano. El cerebro reflexiona. Cerca; lejos. Ineluctable modalidad de lo visible.
Aliento de cenizas mojadas.
Los ojos duros de cólera y codicia.
Sinédoque, la parte por el todo.
La tierra, esta naranja oblonga.
El olor realmente apetitoso del pan, la más primaria y más indispensable para el publico, entre las mercancías. Pan, sustento de la vida, ganad el pan.
Inferir por el transcurso de la conversación.
Disfrutar de una próspera actividad como médico de gran tono en ejercicio.
Abandonados y vagabundos, diversificados por la conversación.
Los sonidos son imposturas. Como los nombres.
El ozono fortalece.
Poner fin instanter.
El poner inconvenientes es proverbialmente un mal oficio.
La vida estaba llena de numerosas cosas y coincidencias de cualidad terrible y quedaba dentro de los límites de lo posible, que no fuera una invención completa.
Una réplica suave desvía la ira.
El bulto craneal de la combatividad.
Ley de que los locos se aventuran allá donde los ángeles.
Reflexionó, que la progresiva extensión del campo de desarrollo y de experiencia, iba regresivamente acompañada por una restricción en el recíproco terreno de las comunicaciones.
Las partes de la anatomía humana más sensibles al frío son la nuca, el estómago y el tenar o planta del pie.
La luz de la inspiración.
Sopesar las posibles pruebas a favor y en pugna del crimen habitual. La incitación de la jerarquía, la propagación de rumores en disolución de veridicidad, la influencia de la represalia, la reaparición esporádica de la delincuencia atavística.
Tránsito de la sombra.
Taciturnidad de las criaturas aladas.
Idioma expurgado del loro.
Cascadas de Poulaphouca y Powerscourt.
Eminentes financieros. Blum Pasha, Rothschild, Guggenheim, Hirsch, Montefiore, Morgan, Rockefeller.
La luz de la razón, esa inconmensurable inteligencia categórica, situada en las circunvoluciones cerebrales.
Impresiones recurrentes posibles por hipótesis.

Cancro es una enfermedad de las plantas; cáncer, una de animales.
Redujo sus facciones hasta darles una apariencia de crasa brutalidad.
Tono de secreto.
Un leve malestar, un desfallecimiento de pavor.
Ciego de miedo y de ansia.
Ver con piedad.
Movimiento de impaciencia.
Festivo reproche.
Sarcasmos y virulencias de escritores subversivos.
Asombro infantil.
El terror del sueño.
Un abismo abierto por el sino o por el temperamento.
El placer de la camaradería, la ruda salud viril, la piedad filial.
Una sensualidad fría, cruel y sin amor.
La cáscara estéril de la luna.
Abismo de vergüenza y de rencor.
Su vida se había convertido en un tejido de subterfugios y falsedades.
Las espirales sombrías del sueño.
El despertar le atormentaba con sus confusos recuerdos del orgiástico desenfreno, con el sentido agudo y humillante de la transgresión.
Dulce presión del sonido.
Roma piedad.
El velo de la muerte le velaba los ojos; se iban apagando cual lámparas los centros animados de su cerebro.
En esta vida, nuestros pesares o no son muy duraderos, o no son muy intensos, porque la naturaleza o se sobrepone por la costumbre, o los hace cesar al hundirse bajo su carga.
Descifrar la pretensión del mensaje.
Las fantásticas construcciones de la imaginación.
Fábula vana y convencional
Un ave sobre su alcándara.
¿Era que amaba el rítmico alzarse y caer de las palabras, más que sus asociaciones de significado y color? ¿O era que, siendo débil su vista como tímida su imaginación, sacaba menos placer del refractarse del brillante mundo sensible, en torno de un habla policromada y rica en sugerencias, que de la experiencia de un mundo interno de emociones, perfectamente reflejado en el espejo de un periodo de prosa lúcida y alada?
Las jóvenes y las mujeres de los libros de Gerhart Hautpmann, las pálidas tristezas de estos seres.
La prosa claustral y veteada de plata, de Newman.
Una frase oxidada por el tiempo, llena de un pundonor añejo y falso.
Una dificultad en las discusiones estéticas es el saber si las palabras que estamos usando, lo están siendo con arreglo a la literatura, o según el uso común de la vida.
Desoladora piedad.
Cara olivácea y de expresión equina.
La generosidad del altruismo y la responsabilidad del ser.
Dar vuelta al regocijo, restregar epicúreamente las ingles con las manos.
Las caras arrebatadas del esfuerzo.
La emoción trágica es una cara que ve en dos direcciones; hacia el terror y hacia la piedad, y los dos son fases suyas. La emoción trágica es estática. O mejor, la emoción dramática lo es. Los sentimientos excitados por un arte impuro son cinéticos, deseo y repulsión. El deseo nos incita a la posesión, a movernos hacia algo; la repulsión nos incita al abandono, a apartarnos de algo. Las artes que sugieren estos sentimientos, pornográficas o didácticas, no son artes puras. La emoción estética es, por consiguiente, estática. El ánimo queda paralizado por encima del deseo, de la repulsión.
Abriendo un paréntesis cortés.
El deseo y la repulsión excitados por motivos no puramente estéticos no son emociones estéticas, por su carácter cinético y también por su naturaleza simplemente física. Nuestra carne retrocede ante lo que le espanta y atiende al estímulo de lo que desea, por una simple acción refleja del sistema nervioso.
La belleza que el artista expresa no puede despertar en nosotros una emoción cinética o una sensación puramente física. Despierta, induce, una stasis estética, una piedad ideal, un ideal terror, una stasis provocada, prolongada y al fin disuelta por el ritmo de la belleza.
Ritmo es la primera y formal referencia estética entre parte y parte en un conjunto estético, o entre el conjunto estético y sus partes o una de sus partes, o entre una parte del conjunto estético y el propio conjunto.
El pretender lenta, humildemente de expresar, de exprimir de la tierra, de la forma, del sonido y del color una imagen que hemos llegado a entender; eso es el arte.
Arte es la adaptación por el ser humano de la materia sensible o inteligible, para un fin estético.
Platón dijo que la belleza es el resplandor de la verdad. La verdad y la belleza son afines. La verdad es columbrada por la inteligencia, aquietada por las referencias más satisfactorias de lo inteligible. La belleza es vislumbrada por la imaginación aquietada por las conexiones más satisfactorias de lo sensible. El primer paso en dirección a la verdad es el llegar a entender la contextura y la esfera de acción de la inteligencia, el entender el acto intelectivo. El sistema de la filosofía de Aristóteles descansa sobre un libro de psicología, y este, sobre la afirmación de que un atributo no puede, en igual conexión, pertenecer y no pertenecer a un sujeto. El primer paso en dirección a la belleza es el entender el acto de la captación estética.
Una salida es la hipótesis de que una cualidad física, que los hombres admiran en las mujeres, está en referencia directa con los numerosos cumplimientos de la mujer, para la propagación de la especie. Esta solución conduce a la eugénica, mejor que a la estética.
La otra salida. Aunque un objeto pueda no parecer hermoso a todos, el que admira un objeto bello encuentra en él algunas referencias, que le satisfacen y que coinciden con las etapas de la captación estética. Estas referencias de lo sensible, visibles a través de una forma distinta para las personas, serán las cualidades precisas de la belleza.
Al llegar a los fenómenos de la concepción, gestación y reproducción artísticas, se precisa una nueva terminología y una nueva investigación personal.
Las mayores satisfacciones de lo sensible deben corresponderse con las fases indispensables de la captación estética. Si podemos encontrar estas, habremos hallado las cualidades de la belleza.
La primera fase es una línea trazada en torno del objeto. Una imagen estética se nos presenta, ya en el espacio o ya en el tiempo. Lo perceptible por el oído se nos presenta en el tiempo; lo visible, en el espacio. Pero, temporal o espacialmente, la imagen estética es percibida primero como un todo delimitado, contenido sobre el inmensurable fondo de espacio o tiempo, que no es la imagen. La percibimos como una sola cosa. La vemos como un todo. Captamos su integridad. Esto es integritas.
Después, pasas de un punto a otro llevado por las líneas formales de la imagen; la percibes como un equilibrio de partes dentro de sus límites; sientes el ritmo de su estructura; a la síntesis de la percepción sigue el análisis. Habiendo sentido primero una sola cosa, pasas a sentir una cosa, como un complejo, numeroso, divisible, separable, compuesto de sus partes y armonioso en el término, en la suma. Lo que quiere decir consonantia.
El arte, de menester impuro, no presenta nunca netamente separadas estas distintas formas. Incluso en literatura, la más elevada y anímica de las artes, estas formas se presentan confundidas. La forma lírica es la más simple vestidura verbal de un instante de emoción, un grito rítmico. Aquel que lo profiere tiene más conciencia del instante emocionado, que propio como sujeto de la emoción. La forma más simple de la épica la vemos emerger de la literatura lírica, cuando el artista se demora y repasa como centro de un acaecimiento épico, y tal forma va progresando, hasta que el centro de gravedad emocional llega a estar a una distancia igual del artista y de los demás. La forma de la novela ya no es puramente personal. La personalidad del artista se diluye en el relato, fluyendo en torno a los personajes y a la acción como las ondas de un mar vital. 
Temor a lo desconocido, a símbolos y a portentos, al ser humano que quiere evadirse de su cautividad volando con alas de mimbres entretejidos, temor a Thoth, la divinidad de los escritores, que escribe con su caña sobre una tablilla y lleva sobre su fino cráneo de ibis los cuernos de la luna nueva.
Molesta vista de desdeñosa cortesía.
Tono decidido.
(Ulises)

Un vicus de circunvalación de vuelta a Howth Castle.
El parque donde las naranjas se han echado a perder sobre el verde.
Abarcó vanamente el más alto cielo la celeste señal.
Marfilosos overoles (el traje de faena de una sola pieza) a los que era comúnmnete afecto.
La tortuga del paraíso.
Las ropas de domingo gastadas.
Galochas (calzado) de goliardo.
El museo de Wallinstone
Galochas (calzado) de goliardo (vida moralmente desordenada).
Cautivadoramente exquisito.
El grabado deslucido de la pared manchada del albergue.
El más azul de los libros de los anales del baile.
El viento de los haraganes volviendo páginas sobre páginas, anales propios cronometrando los ciclos de eventos grandes nos traen el pasado.
Un brote de refriegas.
Alcemos nuestras orejas, ojos de la oscuridad.
Tímidos faunos amantes.
Ese dicho es viejo como los howitts.
Troquemos sombreros y crucemos unos verbos fuertes cansinos.
Oh vanidad, venciste.
Con la ignorancia que implica la impresión que teje la experiencia, que halla la forma del nombre que agudiza, que conduce los contactos que suavizan la sensación que desencadena el deseo que adhiere al apego que persigue la muerte, que arruina el alumbramiento de la subsecuencia de la existencialidad.
La nómina salarial de la panza.
Un oculto tesoro de objetos: Alephs, betas, gimmels, dalets, alfrits, betys, gamarcks y daltons.
Me diste una bota y me comí el viento. Te pedí un quid y te fuiste al quod.
Los Doblendes Unidos (que la frente se llene de lodo de aquel que los divida).
Lo que doña cizaña le hizo hacer al ser humano.
La sobrina política, la reina de las bromas.
Suave gallardía de paloma.
Lavó las bendiciones de las manchas del amor.
Indagó y excavó por todo lo que le pertenecía.
¿Me has tomado por algún clavo de puerta?
Los brumosos rocíos extranjeros.
Su fama se está extendiendo como basílico ungüento.
Super sillelagh (garrote).
Los disturbios de los mineros rojos.
Coser un sueño unidos.
El buñuelo de manzanas abelinas.
La teoría de la ocasión.
Entrando y saliendo de su historia serial libremente adaptada.
Azules campanillas volarán en los salados sepulcros la noche que firme su ultima lágrima. Pero ese es un mundo de caminos lejanos. Hasta que la huella legisle el tiempo. Mientras llamean las velas adulonas.
Un negocio ilícito floreciendo como un lord mayor.
La mitad de la doble personalidad.
La génesis del agnomen ocupacional. La victoria de un general romano.
Descartando de una vez esas teorías de fuentes arcaicas que vincularían con ancestros pivotantes como los Glue (pegamento), Gravy (salsa), Northeart, Anker, Earwicker de Sidlesham en el Hundred of Manhood.
Un zorro ociosamente lanzado a la persecución.
Replicar con tonos nada inciertos muy similarmente con una frente desafiante.
Algunas aseveraciones no tendrían que existir.
Bajo la ridícula acusación de haber importunado a unos fusileros galeses en el parque publico.
La excelencia de su larga viceliberal existencia.
Una ocasión madura para provocar.
Cuentan la historia, una amalgama absorbente como pueden ser los cloereydes de calzium y las esponjas hidrófobas.
El fuego solemne de la emoción.
Este plato regional, benjamín de los pucheros.
Las manzanosas mejillas de los escolares.
Bajo la sombra del monumento del aspirante a legislador.
Una sobreabundante asamblea de las naciones.
Un tory norteño, un whig del sur.
Empachados haraganes.
Ocupados caballeros profesionales.
Eruditos de saco azul.
Naranja y ron a la puerta del Lickeye.
Sufriendo las delicias del infierno con las pústulas de las bellotas de sus propietarios.
Un dueto de dianas listas para la caza.
Un prebendario (empleo lucrativo) particularista reflexionando sobre la pascua romana.
Una cabeza adornada con ínfulas o dos o tres o cuatro desde una ventana.
La Balada de Persse O´Reilly.
Los actores zuavos de Inkermann.
Osti-Fosti, un verdadero genio musical.
Guerrambulando como Shuley Luney.
Impulsado por detrás hasta el gran Más Allá.
Un billete de lotería en el sombrero.
Uno pasa encontrándose la vez primera con raras suertes de otros durante cualquier suerte de las épocas.
El jardín inglés Whiddington Wild.
Tu rica novela de la noche.
Lo cubierto, lo desnudo, lo verde, lo helado, lo cubierto.
El bostezo (abismo).
Viendo el blando sol deslizarse.
Furia iracunda.
Un susurro a su vaso confidente.
Naranjas orquídeas limonadas  y éteres.
Lo tremendo había sido un caín pasivo.
Expresó su enérgico punto de vista.
Se la escucha tortolear por todo Doveland.
Brindar informaciones de las diversas facetas del caso.
La grandeza pudo haber sido la tragedia de él.
Apreciadas actitudes.
Criado con los negocios para hablar con el labio superior inmóvil.
Los horrores del primer terror.
Alternativas mellizas.
Qué transparente no verosímil gentil escritor.
Desde el momento de la mañana que pudo distinguir una hebra blanca de una negra.
La más pura de las pretensiones apacibles.
Bolsa de charlas.
Eres demasiado dadá para que yo baile.
A flote en un bote salvavidas de ensueño.
Uniones de Transportes de Uniones Federales de Éxtasis de Exultaciones de Triunfantes.
Retomando las investigaciones.
El unionista postal (oficialmente llamado el acarreador), el lelo que se retrasa olisqueando la goma dorsal de las misivas.
Zambullidos bajo nuestra urgencia.
Meter pico a la materia para ver qué murmullo persigue esta bolsa de kiribi llena con fragmentos de literatura.
El ataúd, un triunfo del arte del ilusionista, al primer recule naturalmente tomado como un arpa de mano había sido removido de las instalaciones de la ferretería, una prestigiosa casa que con el curso natural de las cosas sigue proveyendo solicitudes funerarias de cualquier descripción de menester.
Podríamos permitir que esa nutriencia de oxigenantes tome libre el aire y simplemente neutralice esa quimérica combinación, la bolsa de gas donde el guardia consigue mil logros.
Helio embotellado.
La resignada a su rendición.
Uno real con aire real regiamente enrobado, exaltada sea su gloria.
Con la memoria inspirados tornemos la rueda entera hasta el hueco de la pared donde Gyant Blyant enfrenta a Peannlueamoore.
Ayunando naranja.
Prosiguió a un ritmo endemoniado abrumando con una tempestad de metáforas.
Anarquísticamente respetuoso de las libertades de la persona.
Resurgirá el sueño térreo, altiva cresta en su valle de brezos.
Las palabras no pesan para él más que gotas de lluvia.
Ataúdes de exposición.
Los preseniles días de su vida de opulencia, viejo antes de la decrepitud, de grandiosa edad, rico en muerte anticipada.
Ansiar a suerte.
Guardaba una verosímil resemblanza.
Hubo un silencio de un minuto antes de reavivar el fuego de la memoria. 
El gloserio Nietzschiano que provee de raíces apriosísticas los idiomas aposterioris.
Donde más aguzado sea el apetito fuera festín, funeral o feria de fauno real.
El aguante germano.
Aflora el punto saliente de las inclinaciones politiqueras.
Resolver el enigma del crimen.
Una familia larga y honorablemente asociada con las industrias del alquitrán y de la pluma.
Una acusación incompatiblemente fraguada de las dos cuentas.
Los chupacirios wesleyanos.
No había luz de la enviudada luna ni como para oscurecer el altar de un niño.
Iguales como un duelo de lentejas.
El crack que broqueó la banca.
Una desfachatez de cara recién lavada.
Un indecoroso afeminado.
El olmo plañidero de la colina le contó a la piedra que gime abatida. El viento la quebró. La ola la barrenó.
Sobre eso escribió la caña. La mano la destrozó y salvaje sonó la guerra. La gallina la encontró y la paz prometió privación. Fue doblada con astucia, sellada con crimen, atada por una ramera, desatada por una criatura. Era la vida ¿pero era justo? Era libre ¿pero era arte?
Hay otras tres esquinas para la flota de corcho de nuestra isla.
Los hombres de cuatro botellas, los analistas.
Los aconteceres sumamente erróneos.
Renunciar al pasado. Todo sería olvidado.
Un tanque holandés.
Desde la gloria de la dorada aurora hasta el relumbre de la luciérnaga.
Solo la ruina de la lluvia ha oído.
Un fastidio en ruido Morse.
Vio subir la infalible espiga puntual del humo asomando del séptimo tejado de la pórfida torre de manteca.
El Hueco de la Ola.
L. S. D. y la Serpiente (¡Pepitas!) por una Mujer de Mundo que solo Puede Contar Verdades Desnudas sobre un Querido y todos sus Conspiradores.
Mostrando la Inmencionabilidad Acusando falsamente sobre los Impermeables.
La propia grafía proteiforme es un poliedro de escritura. Hubo un tiempo que los alfabeteros naïfes lo habrían registrado bajo el trazo de un recidivista puramente delicuescente posiblemente ambidextro.
Se las habían arreglado para sobrevenir con su total extensión.
Soplado en ronda por un consumado corredor regular o por una astucia tallada a cuchillo demasiado triste cargada con el botín de la experiencia.
Debemos evitar todo lo que semeje comenzar a perder la paciencia.
El odio político y los requerimientos monetarios.
Permitamos aquí que algunos artefactos argumenten como defensa propia. El río sintió que le faltaba sal. Nosotros los que vivimos bajo el cielo, nosotros los del trebólico reino, un pueblo de casi pecadores a menudo hemos vislumbrado el cielo sobrepasando la tierra.
Un basurero transformado más tarde como una naranjería.
La edad de oro debe volver con su venganza.
Antes y después de la batalla del Boyne era un hábito no firmar las cartas siempre.
Es una ignorancia menor escribir una palabra demasiado escasa de consonantes que agregarle demasiadas.
Si nos importara vender nuestro silencio in camera comprado con cuotas.
Una priápica urgencia para el congreso.
Espartaco intercelular.
Dónde estaría lo práctico a la raza humana.
Lágrimas y lágrimas y siglos.
Hay un límite para la totalidad de las cosas.
Una palabra astutamente escondida tras un laberinto de confusa pañería como un ratón de campo en un nido de cintas de colores.
El escritorzuelo; el desliz vocativo desde el cual comienza y el hoyo acusativo bajo el que termina.
La Copa llena de fuego de la Noche.
Un verdadero Wilberforce (abolicionista).
Es demasiado cómico para un pez y le sobra exterior para un insecto.
Como un heptágono cristalino emprisiona fieles; es elegantísima infinitud de indecorosos indumentos.
Acusado y alcanzado, pleiteado y probado.
Un chaperón de arrepentimiento.
Te has ido como se van los daneses; diversamente catalogado, regularmente reagrupado.
La oreja de Islandia.
Más grande que la vida, más valiente que la muerte.
Robo con irrupción, pérdida de efectivo.
Libertad, fraternidad, calidad.
Problema impersonal, un enigma locativo.
Exprimió la cerveza de la edad aleada de las ortigas de la temeridad.
Al prospectar cargaba con la mochila de la consideración, al retrospectar lleva un bastón alpino.
Tiene un campesino para que lo fastidie, un francés para que lo transporte, un belga para levantar sus piezas de caza y un fritz como su recambio.
Sus cómicos chapoteos para encenderlo y empapar sus sueños.
Hundirse bajo el jabón piedra de un discurso argentino.
Los porteros de las pasiones.
Controversias de diferenciación.
Teje hermosos y pálidos relatos mientras decae, qué rosados y oranges se tornan el amarillo y el verde y dale azul al final del asunto. El violeta se ha teñido.
Voy a volver trotando con talones rojos al final de la luna.
Cómica memoria.
Pastillas de la conversación.
La audacia de mi vergüenza.
Suma de mentiras dotadas.
Una ridiculización aleatoria.
Con materia de forma estaba probando.
Un secreto político.
Un escándalo leonino.
La capa de charlatán y la peluca.
Las gravedades específicas.
El diorama (maqueta) binomial.
El Horror Velado.
Densa penumbra.
Las lágrimas de la noche.
Inventó una miríada de errantes ideas con una sola.
Un nublado chillido de chiquilina.
La más adorable de las lágrimas.
Para ironía de las estrellas.
Estoy tambaleante sintiéndome algo ronco con mis verdades.
Al comienzo, antes de haber infringido la cuestión del espacio.
Calificados intelectuales.
El sistema contenido con los dogmas de origen de los espurios.
Adicto al lado más casual del caso arribista.
Un rey tirado y una quijada eterna.
Cuanto no podemos escapar de nuestros semejantes y dispares, exilados y embaucadores, vecino y mendigo -acá es donde los publicistas de espectáculos de cinco guitas anticipan el alegato de la mejora temporal- seamos tolerantes con las antipatías.
Regiones para sospechar.
El del anillo adecuado en el sitio equivocado, pero las palabras del recto rito escritas con la organización rota.
Todo ser humano honesto con la bondad de la tierra del espacio de hoy sabe que su vida pasada no soportaría ser escrita en blanco y negro.
Un estómago ciego.
Cuando el ángel de la muerte patea el balde de la vida.
Argumentos escripturales.
El significado de socio, esa expresión continental, una palabra transpirante como canaille.
Elocuente como agua del alero.
Seguirán los Huevos rotos a las Manzanas mordidas porque él su pared va a levantar.
¿Quién puede decir qué poco o qué mucho de las más veneradas imposturas publicas, cuántos palimpsestos piadosamente fraguados se han deslizado sobre este mórbido proceso con su pluma pelagiarista?
Explosivas cartas de amor.
Piedras de molino y escalones sin uso.
Retruécanos una vez corrientes.
Documentos temáticos incuestionables.
Maldiciones en quintilla.
Chistes rancios.
Besos desde las antípodas, regalos de carterista, plumas prestadas, promesas de princesa, panqueques quebradizos.
Pustulencias indelebles.
La verde mala manzana no cae muy lejos del verde malo manzano.
El moro melódico forja bromas desafiando el Acta de Preservatización de la Incontrolable Natalidad.
Trampalatas de palabras fermentadas.
Reflexionando a partir de su propia invisible vida de persona singular transaccidentado a través de los lentos fuegos de la autoconciencia de un caos peligroso, potente, común a cualquier carne, solamente humano.
La suerte de broma.
Con la mirada boba de una gallina y pas mal de siècle.
La fama te llegaría del sueño a la vigilia.
La olorosa noche.
Un apretón de la mano hambrienta.
Los sueños hechos de cuernos de marfil.
Compórtate inconsistencia.
Silbabas tus retorcidas elegías.
No me digas León del redil que no eres un tiburón.
Ten cuidado viejo tizne, toma un consejo de zorro y trágate tu medicina.
El silencio dorado implica afirmación.
Que deba hamacar el ancla eternamente si tengo la ilusión de que no sea verosímil.
Él apunta con el hueso de la muerte y los vivos se aquietan.
Un reino por una falta.
Has sido una misa negra de gigas acosado con un sentido comvulsivo de no haber sido o siendo lo que yo podría haber sido.
Rendido a su suerte.
Te prometo que te valdrá el rato. Y no quiero decir tal vez. Y te cuento una verdad.
Una liebre noctámbula.
Una muñeca ahogada boca abajo.
Cólera morboso.
Preciados sean y perdona mis días.
Decadente y ciego y gotoso.
Con quien sea que tengas la suerte de cruzarte dando vueltas.
Un balón de vejiga de cerdo.
El caballo blanco fantasma.
Quítate las telarañas de los ojos.
Mejillas vidriosas.
Ribeteantes murciélagos, charla de ratones del campo.
Me siento vieja como el olmo aquel.
Los susurros del ánimo de su mágico yelmo.
La causa de nuestras aflicciones, el remolino, el destello y la dificultad.
Recuperado parcialmente de una reciente acusación.
La semblanza de la sustancia.
Sable acusante.
La zorrita del pantano.
Traigan tanaceto, tiren mirto, esparzan ruda.
Pero viceversando desde esas palmas de perfección al arbor de la ira, qué tormentos de rabias complementarias sacudieron hasta el centro de su estómago mientras desplegaba la ciencia de su visible desgracia.
Se sentía chistoso y asolado del apunte.
Mas no hay gesta que manifieste a los toscos sabidos.
Una pluma de hueso.
Todo su confort de criatura era una tortilla de finas hierbas en un marco finis orbe, la mente nunca remienda.
La ciencia del silencio sonoro.
Una gripe de sus desgracias.
Su esfuerzo de carbón.
Tejos griegos.
Extender la sincera bienvenida.
Esterlinas y guineas han sido reemplazadas con torrentes y leones y algún progreso se ha hecho con los pilotes y las razas.
Patrono de nuestras inocencias, educador de las paradas, repartidor de blandas misivas.
Hasta el filo del riesgo.
La brecha de Londres.
No más tirar ácidos, enfrentar amabilidades, apelar a la unión.
Una plenitud de entuertos caseros.
La yerba de Jempson adorna la isla de Jackson, Arcángel, Rusia.
A es el signo y uno el numero.
Muy ligera se torna una herida oculta.
Wonder One es mi cifra.
Las respiraciones de su hermosura, la hermosura de la leche y el ruibarbo y de las carnes asadas y de la promesa en consonancia.
Celebrar la ocasión.
La perdición apesta delante de nosotros.
La costumbre de ser desfachatado cría un deseo de ser sabio.
Las reflexiones de un acto sucio, las marcas del deseo de una loca imaginación.
La larga rampa loca de los parelementos de la humanidad, el inaprendizaje instruido, despiadado como maravilloso.
Dividido o recompuesto.
Los pasados ligan con los presentes cuanto el humano engranaje se extiende.
Fases de escritura y poses de sepultura.
Lo que Aulo Gelio picoteó de Macrobio y lo que Vitruvio bolsiqueó de Casiodoro.
Punch puede estar orgulloso de su botella pero su Judy es una percepción de consorte mejor.
Las olas sonoras cesadas en vías erróneas.
La hidráulica de la sal común.
Los pasatiempos son tiempos pasados.
La energía comercial.
Una vernácula expresión vikinga.
Más allá del menester y de la invención.
Una cuestión de tirar.
Guiso del anochecer, guiso libresco.
Una lavable adorable flotable muñeca.
A menudo el odio a primera audiencia viene del amor a segunda vista.
Oblicuas oraciones analizadas a un lado.
Él es mi total humanidad de cada decepción.
Puede que falles al ver la mentira de la disposición.
Hay una división en el infinito del haber al haber sido y al será.
Come las tempranas manzanas de la tierra.
Persuade la cobra a los charlatanes.
Tu compulsivo inglés.
Deseada sin voluntad, espirada sin finalidad.
Las edades oscuras abrazan las raíces de la margarita.
Golpes, fragores y aullidos.
Sacude eternidad y lame creación.
Recibí tus descartes del diablo. Y estoy vagamente llena de gracia.
El enigma del asunto.
Posiciones (el rayo de la muerte lo frene).
Charlas y hoquedades.
Edificando a lo ministro.
Sube rápido, permanece un tiempo, desciende despacio.
Todos aman una gelatina grande y brillante.
Aprendiendo a sacar una cara broncíneamente ancha a través de un roto rasgado material.
Libre de su florido futuro.
Significancia de la inteligencia infraliminal.
El trono es una sombrilla de playa y un cetro es una vara.
Los laicos del hogar ancestral.
Alguien puede pretender evadir el goblete con su calidad como cantidad, pero el que quiera engañar al verdugo tiene que aprender a mascar la rumia. 
Una impresión curiosa sobre el diminutivo que nos chafa los fines.
Las maneras que coalesciendo proliferan la homogeneidad.
Con el oficio de sus modestias.
La faz en la corteza del árbol finge horror.
Ya que todo es guerras que terminan guerras, que los deportes sean el ocio y la feria de compraventa.
Un alto con el rumor del oír.
La ruda fidelidad es más fuerte que la fortuita ficción y es el dinero del sobrepelliz lo que paga la causa mientras que el ingenio pide las ropas prestadas.
La marguerite se plaît sobre las ruinas de Numancia.
Las civilizaciones están conmocionadas y rotas, sus pacíficas generaciones han atravesado los tiempos y han llegado hasta nosotros frescas y rientes como los días de la batalla.
Punzantes lotes de mentiras.
Señas de gloria.
Santo Joe en el laico Edén.
La malmaleada de tomates con ensalada De Quincey puede gustosamente acompañarse con Indiana Blues en las violas.
Despejado de facciones, vulgar y diezmado.
Orejas flexibles.
Circulando hasta el afuera más remoto.
La Célula Vegetal y sus Propiedades Privadas.
Los tengo y los no tengo; una distinción.
Nada aporto y acarreo horror.
Una carencia vagrante es una yerba flagrante.
Cuando estoy soñando para atrás de esa manera comienzo a ver que solo somos todo telecopios.
Las circunstancias externas.
Analítico plausible.
Flores de cortesía.
El manantial cartesano.
Parásito de Bhagavat.
El presente ideal solo produce el futuro real.
El valor de la evidencia circunstancial.
Una dieta apropiada y regular.
Rescatando la boca de su charco de fuego.
Todos haríamos de buen grado las glorias.
Si las flores del discurso vallearan los manantiales de mi ascenso cuanto más trepo a la cima mustia la bruma es de mi camino el ventisquero.
El irisado mar.
Antes que el amor fuera un asunto aparte.
Nunca amanece en lo oscuro pero el hecho cobra vida.
Aquel Día de la Totalidad de las Suertes.
Tristes hojas de roble.
Una tregua a los requiebros, embotados con ropas de guerra, sacos correosos, cosas y desolaciones.
Abandona la carta que nunca comienza ir al encuentro de la ultima que eventualmente llega al final escrita con humo y borroneada con bruma y formada de soledad sellada en la noche.
Con la hoz de una guadañoranza pero el humor de un martillo.
Sumiso de la estrella cimitarra y la luna cenicienta.
Paddocks osados (recinto para caballos).
Barajar el as de embustes.
Los buscasuerte de los sorteos.
Irlandesa placentería.
Todos los presentes deciden con respecto al futuro el porqué y el cómo de sus ausencias pasadas, las que podrían ver de oídas si pudieran una vez oler los gustos con el tacto. 
El anillo de su estructura.
La suerte del pote.
Explayó la corteza de su relato.
Estamos difundiendo a nuestros amantes de esta secuencia el doble rocío del canto de los ruiseñores desde sus protegidas posiciones.
Es el tiempo de la hoz dorada. Sacerdotisa de la santa luna quisiéramos nuestras uvas misteriosas. ¿Es polilla la materia?
Uno que vence es nulo, las ferias fieras se asoman a la nada.
Acciones en guineas.
Ignorantes insensibles, inmutantes inocentes.
Un acecho de naranjaentornos.
Auspiciablemente sospechoso pero con expectativas de respetabilidad.
Con una toma de su semejante astucia y en ninguna parte nadie más perspicaz.
Hechizos difusos.
Las trampas del viejo Dadgerson estafando el copiar de uno no es lo que el errante muchacho de la tierra de las maravillas exhibirá en la feria.
Notar las notas de admiración. Ver los signos de suspección. Contar las hemidemisemicomas. Mayúsculas gritonas y gomas inventadas, cuotas puntos perdidos.
Regente refutación.
Maza y yunque robados.
El cortador de fantasía recolectando hitos le espiaba.
Indulgencias valonas.
Tres golpes, tiempo, trago y urgencia.
El garbo de nueve.
Un gesto magnífico.
Nuestro constructor de mitos ha caído en desliz.
Los indicios subconscientes ensombrecidos.
Muerto como un picaporte.
El silencio de la mente.
A ser bastante material.
El centeno es hermoso para el que está dentro de su mente, pero la trigada es propiamente deliciosa.
Conmocionado con la negra ruina como una esponja fuera del agua.
Un cielo de alharaca.
El viejo berberecho canto peregrino.
Una capucha de hiedra.
Esperando la venida del fin.
Obtuvo gran zumbar para su nombre con los honores de airweek.
Asistente gracia.
El viejo Gallstonebelly (Cholelithiasis).
Sus guirnaldas de paja, las angustias en vela del pelo.
Artroposofía.
Las profundas inmaterialidades matemáticas de la turgencia pancósmica inmanente.
Turbia láctea, opacidad abstrusa.
Alejándose a paso de pirata a pie de pergamino.
Los narcoleptos de los lagos de Coma.
Previniendo la gracia.
El ímpetu de un haragán.
Dos ojos de dormitorio de primera categoría de un azul sumamente incómodo, el encanto del tierno consentimiento del favor.
Esa amable visión suficiente.
La flemosa tos culvulsa.
Haber realizado completamente las gratificantes experiencias de los altamente continentales evenements (eventos).
Una potencia de altaneros.
Y más quietos los tritones / manipulan su barrica.
Está libre su vía. Echada está su suerte.
Y graves robaron sobre la quietud los latidos del sueño.
Las sinuosas vías del azar eterno.
Los ciento sesenta impares conos y barras de esta visión pareja.
Estaba grandioso porque pretendía disfrutar los grandes momentos una vista de la materia las veinticuatro horas.
Su desayuno primero, un bendícenos oh naranjas de jugos de sangre.
Andaba plenamente de rampa y al amasijo como suele decirse.
Exhausto como liebre husmeada.
Sintoniza, entona.
Nunca te hagas abandonar de un amigo de quien dependas, nunca hagas faz a un enemigo hasta que lo rifen y nunca te quedes pegado a la naifa (jovencita, jerga) de otro.
Deducido sustantivamente.
La Memoria de la Desgracia.
Estoy sinceramente hambriento.
Ciego como una pulga de murciélago.
La desesperación del crónico.
Elevado al uso del dinero.
La iniquidad depravada, silenciosa, embolsada, suspendida y puesta en hierros de alguna institución fuera de las antípodas solo por verbolatría.
Un hecho consistente.
Pongas su orgullo en tu monedero de apropio.
Su hambre se apoderaba de su amargura.
Externo desprecio.
Que el viento de cola del centeno brille suerte.
El rastrillo de la lluvia.
Economía de movimiento.
El lado suave del hacha.
Colusión con el dinero.
Vanidad que vuela y fiereza de la Verdad.
Tras las lecciones de la experiencia hablo desde la inspiración.
Negocia con Naturaleza la gran verdulera y paga regularmente las mensualidades.
La emoción natural.
Los chorros de la brujería.
Lo inimitable con purasudación de lo inevitable. 
El fragor de mi cólera.
Recogiendoo ideas.
Las hipotéticas delicias del amor sobreviven casi nada, pero las hipotecas de la vida sobreviven eternamente.
Soñando con la gloria neta.
Eso traerá el rubor de la amapola de la vergüenza a tu postrera peonía.
Grado prepurgatorio.
Atrapando tenues topos brillantes.
Basta de parloteos de bosque verde.
Fracasamos del lado de lo aparente.
Reenviar con una paloma neumática.
La penumbra más potente que nunca ha florecido más allá de la sombra de un poste.
La charla de lobo de un estómago.
El retorno del atleta tardo.
Quién puede suceder a su suceso.
Adoro su vieja nariz portuguesa.
La diáspora de todos los piratas.
Un alambique de prisión de prorrotos españoles como el valet de las bagatelas.
Deudor intelectual.
Semiológicas aglutinativas.
No me martiriza dónde está el predicador, no hay plagas como Roma.
A volar fiacres míos.
Estoy aburrido berreando mi desgracia como estaba Andrew Clays compartiendo el aserrín con el viejo collie del Daniel.
La tierra al trote. El sol que grita. El aire que bailotea. El agua es grandiosa.
A algún lado debo llegar muy lejos de Banbashore. Sin montura ni estafeta pero impulso al instante. Tomaré el consejo del fribotas.
Sentimos la caída pero afrontaremos el desfiladero.
Me siento como aquella montaña ballenera que fue entregándose rodeando Groenmund´s Circus con su árbol lleno de algas y Dinky Doll dormida en su concha. Y graciado sea aquel que primero vea Halt Lindulf.
Un grito de genuina angustia.
Un sueño de favores, un sueño favorable.
Estelas y venusas, mala suerte a la mentira.
El destino y el accidente.
Ponernos en materia sobre la marchitez de nuestros rumbos.
Boca principesca, melaza que alguna billetera podría comprar.
Epicúreos valseando con filluras de jardín.
La pulpa de meteoro, la inconsútil piel de arco iris.
Por el escudo de Robinson.
Caminando del asfalto a lo concreto, desde el histórico bruto humano.
Saludable como el huevo, sabroso como la sal.
Muerto con magro escatológico pasado.
Un discurso vocal no todo fuerza digital.
La mente es ponzoñosa. Ese tiempo cosa reflexiona. La remembranza honorífica hace escupir al humilde.
Hades es Confucius y Elementos.
La historia como se la arpea. Tantris, triplete, entrevista y partida con ligazón vocal. Mera mímica humana.
Oigo un saltarín de traspuerta bofeteando los pies en un charco de afrecho (cáscara de grano).
Con una extensión de tu imaginación podrías ser largamente sustituido con secesión potencial de tu próxima vida con un personaje complementario, voces aparte.
Estrictas cuitas cruzadas, replicar sería para mí antiético como para ti habría sido absurdo no haber preguntado.
Soy simpliciter arduus, niño del Freeday (día libre) en lo amoroso y ladrón.
Un idealista llevando doble vida.
La gordura moral donde se recuesta su mente.
Voy a sentarme aquí repleto en mí mientras esté vivo, en mi casa de hilados como un topo dormido.
Del entero horizonte la tela.
Remontar al arresto del sentido.
Más tocado que una zarza.
Lava y cepilla tus memorias.
El menester distingue las menesterosas y ninguno las vestimentas.
Niño y nenita, asombro y tedio.
Este era su caballo blanco de la posada.
Todo el arriba abajo de su completa creación.
Surgido de la turba de los abismos rabiando con la sed de la sagrada esponja.
Pateando el polvo del diablo por el viento milesio.
Un ser humano pesadamente recto.
El clangor (sonido de la trompeta o del clarín) sagrado del uberno abierto.
Acusado de una verosímil ofensa o de una selección de dos cargos serios.
Los arbustos con ojos.
¿Qué vileza moral seleccionaarías? ¿Jugar al toro delante de unas oseznas o ser las patas traseras de un disfraz equino?
Un buen testigo de tercer grado.
Un plebiscito declaratorio o efectivo.
El hijo de la sabiduría, el hermano de la locura.
El oscuro rubor de la noche.
Collar de tormenta.
La harina de pureza, prontitud y perfección de este crudo materialista.
La doméstica religión protestante.
Un esponsoreo de programa y cierre.
Sus ideas que serían palabras, sus vivencias que habían sido hechos.
Dulcehogarizada con las tristezas de los afectos.
Salúdalo a través de lo hueco de mis promesas.
Antíformes reflexiones.
Las cosas pertenecientes a la rectitud.
Cuna de abril.
Ojos de bosque silvestre y pelo de primorosa.
Los bosques silvestres malvas de musgo y rocíos de dafne.
Una copa de gracia repleta de amargura.
Los sueños rotos de amarguras aturdidas.
Vana insolencia.
El amor propio arrancado al extranjero.
Según mi opinión del hecho parcial.
Una perspectiva de fullback (espalda completa).
Pobre frágil pequeño y mágico país de opaca mente.
El correo nocturno de las lejanías de la mañana.
Los estratos de vidas enteras abatieron las riquezas de los hombres pobres.
El solemne silencio de la naturaleza.
Concédeme más imagen sonora.
Se diría que contiene una total literatura de quichilines (pastel) debajo del delantal.
Hechizos tantristas.
Quintanillas lamentaciones.
Los matices de la dulce mañana que despierta.
Invocando droit d´oreilles (perforación del lóbulo).
Consanguíneos hasta el grado más bajo.
En todo soñamos la parte que temimos.
La mancha vieja portatristezas.
A pesar de todo lo que la ciencia podría botar.
Naufragios solitarios para el débil, hacha doble para el correo.
Marca la libra para tontear al diablo.
Gana antes de comer. Afánate después de beber.
No compres en liquidaciones.
Una completa materia de pura forma.
Fresca mácula y vieja traición.
Estamos a la parr todo Oogster hasta qeu los maresacíos se vuelvan googles.
El auricular de Malthus.
Brumosas ofensas.
Una tregua de nieve de luna.
La bella vista del horizonte.
Tableau final.
Te buscas muchas materias.
Una mano celestial ha emergido, una carta expandida.
El verbo principiante a lo largo de los espacios tranceitivos.
Nuestras sombras de mezcolanzas horizontes.
La Sarsqueehenna (dermatitis de tatuaje) hace el correpato a los canallas.
La sustancia de un flujo.
Perfecto grados excelsius.
La velada víspera violeta.
Un mero manierismo de esta ola de visibilidades. 
El brebaje que contiene el futuro.
Del sueño estamos saliendo.
Cuando el mensajero del sol naciente da a cada visible un matiz y a cada audible un grito y a cada espectáculo su lugar y a cada acontecimiento la hourama suya. Mientras nosotros estamos a la espera  del Himno.
De manera que cuando hayamos adquirido la unificación habremos de pasar a la diversidad y cuando hayamos pasado a la diversidad habremos adquirido el instinto de combate y cuando hayamos adquirido el instinto de combate volveremos a pasar al ánimo de apaciguamiento.
Pinto arcoiris.
Ayúdanos a dar testimonio al día de hoy para alcanzar el sueño.
Gentil como un hongo.
Arrullos, dulce buena suerte graznan.
Las grandes cosas, la culpa y la gloria.
La inminente visión de la eminente dimensión.
(Finnegans Wake)

Noticias legales de los periódicos.
No hay amigos como los viejos amigos; cuando todo está dicho y hecho, no hay amigos en quien entregarse.
Entrar en comunión con el pasado.
Muerte truculenta y solemne.
Diferencias de cultura y constitución.
Relatos de detectives americanos. Pretensión ocasionalmente literaria.
Restrictiva influencia de la escuela.
Hambre de sensaciones salvajes, de la evasión que aquellas crónicas del desorden me ofrecían.
Comercio de Dublín. Barcazas, tostada flota pesquera más allá del Ringsend, grandes veleros blancos.
Cruzamos el Liffey en el transbordador y pagamos nuestro peaje.
Nos mantuvimos serios casi hasta la solemnidad.
Desarrollar un elaborado misterio.
Su imagen me acompañaba incluso en los lugares más hostiles al romance.
Sílabas, palabra, transformar en presa de un sortilegio oriental.
Manifestar sorpresa e ilusión.
Actividad seria de la vida. Feo y monótono juego infantil.
Refrán. Mucho trabajar y de diversión nada, hacen de la vida una estúpida bobada.
Laberinto de zozobras.
El movimiento rápido a través del espacio es exultante; también la notoriedad y la posesión de dinero.
Consciente de la actividad que había detrás del dinero.
Ese aire inequívoco de la riqueza.
El viaje había puesto un dedo mágico sobre el genuino latido de la vida.
Comercialmente satisfecho de haber garantizado en su hijo unas cualidades, que difícilmente se encuentran en el mercado.
Inflamada imaginación.
Generosos influjos.
Injuria personal.
Máscara de una capital.
Cuando contaba estos diálogos aspiraba la primera letra de su nombre, tal como hacían los florentinos.
Sumisión del comentario.
Manifestar halagos tomados a zumba.
Gesto de controlada malicia.
Pobreza de bolsa y ánimo.
Reynold´s Newpaper.
En cuanto te casaste, te liquidaste.
Sintiendo en la camisa la agitación de su pecho.
Virtudes del futuro.
Sensación del peso de la sabiduría legada por el paso de los años.
Cuando tocaban la tierra levantaban sus atuendos como alarmadas Atalantas.
Transacción monetaria.
Círculo de mentes afines.
Tono sosegado de un cronista.
Disposición emocional, erupción de violencia.
Proezas físicas.
Arrebato irónico.
Un médico medieval le habría calificado como un ser humano saturnino.
Disertación de una obtusa capa media, que encomendaba su moralidad a los agentes y sus bellas artes a los empresarios.
Aristas del carácter.
Todo vínculo es un vínculo con la pena.
Evidencia médica.
Partido bueno, malo o indiferente.
Nerviosa celotipia, pasión de los celos.
Su grandilocuente nombre occidental era el paraguas moral, en el que reposaba el delicado problema de sus finanzas.
Ser humano sumamente sensible, inteligente e influyente.
El acero de su sabiduría. Una astucia natural, particularizada a través de prolongados contactos con asuntos criminales en las comisarías. Se había atemperado, mediante cortas inmersiones en las aguas de la filosofía general.
Sistema pasado. Una sencilla y honesta educación, nada superfluo.
Asentador de grano.
Grado de experiencia que le diferenciaba.
Divisa irlandesa.
Se sobrepuso con un esfuerzo de la razón.
(Dubliners)


Yeats
El "Ulises" y su asociación onírica de palabras e imágenes; no hay nada que se pueda aislar ni analizar, nada que no forme parte del libro. Wyndham Lewis destaca este arte, "Time and Western Man". Mantiene que si desechamos las formas y las categorías del intelecto no queda sino ese <<flujo eterno de la sensación>>. Sin embargo, estas repulsiones cesan para la mente consciente.


O´Brian
J.D. Beresford señala que se está generalizando un nuevo método literario imparcial con el que el estricto desapego del escritor respecto de un tema imparcial se une a una tendencia impersonal para sumergirse con la vida que rodea a sus personajes. 
Mary Sinclair señala que los escritores están comenzando a dar el paso completo la primera vez y pone como caso las novelas de Dorothy Richardson y las de James Joyce.
Es perfectamente verosímil que Richardson y Joyce han incluido este método en la ficción inglesa y que Frank Swinnerton ha llevado el método un paso más allá en otra dirección pero antes de estos escritores había un precedente en Francia de este método con Jules Romains y Henri Barbusse. Son intensamente conscientes del tremendo aunque imponderable impacto de las fuerzas elementales y generales sobre la personalidad, de las profundas modificaciones que el ambiente natural y social inconscientemente imprimen en la vida personal y de la acción de fuerzas con las cuales se transforma el curso de la vida de manera más fundamental que con influencias menos imperceptibles.


Morand
Desde que la América de los escultores discípulos de Archipenko, de los poetas que se creen unos Rimbaud y de las mujeres que se creen pintoras porque precisan estudios para tocar los gramófonos, desde que los libertos con sandalias, camisa gris, pantalón de Oxford y sin sombrero imitadores de Gertrude Stein, de Joyce y de Man Ray viven en la Rotonde o en Cagnes, Greenwech no existe. Greenwich Village es falso.
"Strange Interlude" de O´Neill es el monólogo interior de Joyce llevado al escenario.


Adorno
Novela actual. Proust, Gide, Thomas Mann, Musil, Joyce, Kafka. La reflexión rompe la pura inmanencia de la forma, toma partido frente la mentira de la representación, frente al narrador, el cual, en cuanto comentarista supervisor de los acontecimientos, trata de corregir su apreciación.


Perkins
Presentado a la manera de Joyce. Alguien que cruzaba la villa y que, a través de sus percepciones, la describía al lector.


Moravia
La novela, más que sobre la escritura, está cimentada en fantasmas o estructuras presentados con esas formas que Joyce llama epifanías, apariciones. Una tesitura fantástica son las situaciones y los personajes. Ya antes de estar escrito, el personaje existe como fantasma. En cuanto a la situación, es la concordancia entre varios fantasmas.


Dinesen
Ulises y sus hombres se encontraban a gusto en el país y los topabas por cualquier parte.


Priestley
Joyce. El método de narración es profundamente personal. Testarudo y caprichoso, contorsionó la forma y la destrozó, dejándola convertida en una ruina deslumbrante, al final de un callejón sin salida. Es como una figura monumental, que queda fuera de la senda, como uno de los colosos de Memnón.


Fischer
La despersonalización descansa en la ilusión de que, confiando en el <<id>>, se puede hacer hablar incluso a los objetos mudos, como lo pretendió Joyce en su abstruso "Finnegans Wake", donde construyó un léxico que quería ser el del viento y el agua. No son, sin embargo, los objetos los que hablan; es el hombre el que se trata como un objeto; no cree ya en su conciencia, sino unicamente en las asociaciones de lo inconsciente.
Thomas Mann, hablando de "Doktor Faustus" pone de relieve su parentesco con las novelas de James Joyce.
Numerosos artistas y escritores de hoy comparten la convicción de que la realidad moderna no tiene nada que ver con los clisés existentes, que es preciso descubrir las nuevas situaciones características de nuestra época y crear un fondo de imágenes nuevas poderosas originales. Eisenstein, Maiakovski, Chaplin, Kafka, Brecht, Joyce, O´Casey, Makarenko, Faulkner, Léger, son algunos de los investigadores más eminentes en este dominio. La repulsa de los clisés y la búsqueda de un nuevo libro de imágenes del mundo son comunes a todos. No difieren por sus métodos, sino por sus perspectivas.


Greenberg
El "Ulysses" y el "Finnegans Wake" de Joyce semejan ser sobre todo la reducción de la experiencia vivida a la pura expresión, siendo esta mucho más importante que lo expresado.
"Finnegans Wake" y Gertrud Stein, los equivalentes literarios de la dodecafonía.


Vian
El gato era un híbrido de Mirus Premier y de un lejano vástago del amor de la gallina y el conejo que Réamur describe en sus "Páginas escogidas" (colección dirigida por Jean Rostand). Todos los gatos de esta familia tenían plumas en el rabo. Joyce ("Ulises", página 985) afirma que esta deformación proporciona a los miembros de dicha familia un gratísimo cosquilleo al fondo de la espina dorsal cuando se ponen a defecar aunque hasta hoy no hemos podido corroborar esta aserción muy característica del genio irlandés.


Eliade
La aparición de unos cuantos capítulos de la nueva novela de Achyntia Sen (1930) una copia fidedigna del "Ulises" de James Joyce ha provocado un gran revuelo en los ambientes literarios de Calcuta. Los contemporáneos autores anglosajones que han influido la joven literatura bengali son James Joyce, John Dos Passos y Aldoux Huxley.


Ellmann
Harriet Shaw Weaver, albacea literaria de Joyce.
Harry Levin, el fundador de los estudios sobre Joyce.
La carta de Joyce a Marthe Fleishmann.
Joyce aborda el tema de Tristán e Isolda que sus colegas dublineses estaban remozando paradójicamente con los nombres irlandeses primitivos de Naisi y Deirdre, pero su atención está centrada en la vulgaridad del marido.
La colección Joyce de la Universidad de Cornell.
Cuando Livia Svevo supo que Joyce estaba usando para "Finnegans Wake" sus flotantes cabellos como símbolo del adorable río Liffey se sintió halagada, pero cuando se enteró que en el río había dos lavanderas remojando sábanas sucias se disgustó. Para Joyce el río es adorable e inmundo; Dublín entrañable y sucio; igual que la mente y el cuerpo.
La familia de Joyce se vanagloriaba de descender del distinguido clan de los Galway.
El apellido Joyce es derivado del francés joyeux (dichoso) y del latín jocax.
Joyce amigo de las coincidencias.
Una fábula maravillosa, una humorística pero acre parábola de nativos y extranjeros de "Finnegans Wake".
Joyce se identifica con Dedalus y Bloom en "Ulysses".
El retrato de Parnell como un águila soberbia colgada sobre los abismos manifiesta un verosímil automatismo, pero es un anuncio discreto de Joyce describiéndose en <<The Holy Office>> como un ciervo en las más altas cimas.
Joyce no estaba dispuesto a aceptar el país en bloque; como parnellista se mostraba reticente al olvido de viejas heridas y prefería revivirlas. Con la hoja de hiedra al cuello.
Joyce anteponía Dante a Milton a quien al igual que Yeats, Pound y Eliot desechaba con ferocidad.
Joyce leyó a Cavalcanti (siglo XIII); se sintió muy atraído con los conflictos de güelfos y gibelinos y encontró al filósofo Giordano Bruno.
Joyce excluye la instrucción como una de las finalidades del arte. Al igual que Shelley aceptaba lo verdadero y lo bello pero rehusaba lo bueno; condenaba la estrechez del didactismo.
Joyce inventó el término francés idée-niese como equivalente al leitmotiv.
John Francis Byrne, "Silent Years" (1953), amigo de Joyce.
Las Epifanías de Joyce. Poemas en prosa.
Joyce no insiste nunca y permite que el efecto salga. Utiliza una técnica habitual de la novela moderna. Arrogante y al tiempo humilde pretende la importancia de no pretender nada. Desdeña la capa de amistosa intimidad con el lector. El artista se abandona propiamente y abandona al lector frente al contenido.
Joyce tradujo a Gerhart Hauptmann.
Joyce llevó a cabo un gesto quijotesco al ofrecer a los italianos a Mangan. Luchó por escritores oscuros y olvidados como Svevo y Dujardin.
Los dublineses hacen generalmente los comentarios que se les atribuyen.
Dedicar un limmerick. Quintilla cómica.
Joyce gustaba de la frase me voy solo y sin amigos.
Aquellos protagonistas de Joyce que triunfan con la afirmación propia son igualmente desgraciados como si hubiesen llegado demasiado lejos.
Joyce comenzaba a entender que crecería con los ataques que desencadenase con las convenciones y con las resistencias que pudiese provocar. La salida de su país era una estrategia de combate.
Joyce permite que sus personajes experimenten la amistad antes de encontrar sus fisuras.
Joyce elaboró una teoría de la hemiplejía de la voluntad que aquejaba a Dublín.
Las exposiciones de Joyce de un neopaganismo que glorificaba el egoísmo, la licenciosidad y la ausencia de piedad y acusaba la gratitud y otras virtudes caseras.
Joyce amoldaba su vida a las exigencias del arte.
El 16 de junio de 1904 fue un día claro y fresco con cuatro horas de sol y una noche luminosa.
Precisamente porque fue el día que se enamoró el 16 de junio tuvo para Joyce un valor talismánico.
Epifanías. Transformaciones repentinas e imprevistas de la experiencia.
Joyce era meticuloso.
Joyce era demasiado exclusivista con su identidad como para encontrar sencillo el empleo de la palabra amor.
<<Con los pies doloridos a causa de sus nuevos zapatos>>. Eufemismo con el que Joyce se refería a la menstruación.
Los tres estilos de Joyce: el perentorio, el conmiserativo y el justificatorio.
Las preocupaciones de Joyce. Sus penurias monetarias, su familia, su país, su irreligiosidad, su amor a la libertad.
A Joyce le atraía la personalidad de los tipos jactanciosos y de recio hablar.
Joyce crecía con la conmoción y lo mejor de su creación fue cuando menos tiempo tenía.
Joyce al igual que T. S. Eliot después prefirió ser un empleado.
Poetria, una humorística corrupción de poesía aludiendo a porcheria.
Joyce pronunciaba Ulysses Oolissays (Ulidice).
Joyce sopesaba meticulosamente todo lo que leía según su exactitud naturalista, su honestidad de pretensiones y su estilo.
Corley, Ignatius Gallaher. "Dublineses".
Joyce siguió apoyando la demanda de un boicot económico a Inglaterra.
En su mente se fueron acumulando indicios, intuiciones y viejos recuerdos hasta que al final como el barbero del rey Midas, Joyce se vio forzado a hablar.
Todos los inocentes acosados que Joyce utiliza como protagonistas son aspectos de la idea propia que tenía.
La forma de escribir de Joyce es muy semejante a la de T. S. Eliot, es una absorción imaginativa de materiales diversos. A Joyce este método no le satisfacía mucho pues apreciaba que no era suficientemente imaginativo, pero era la manera de trabajar posible para él.
Con su lírica y melancólica aceptación de cuanto la vida y la muerte ofrecen <<The Dead>> es un eje de la creación de Joyce. Tiene esa especial mezcla de detalles específicos elevados a una intensidad rítmica. La pretensión ultima, la dependencia mutua de los vivos y los muertos es un tema meditado de su primera juventud. 
Joyce inspiraba presentimientos pesimistas, pero se recuperaba.
Francini Bruni, "Joyce desnudo en la plaza", 1922.
"Ulysses" representaría un Fausto irlandés. El Brocken de Goethe y el burdel de Coben tienen mucho común; la atmósfera surrealista, las transformaciones de forma, la mezcla de la Helas pagana del clásico Walpurgisnacht con los blasfemos elementos cristianos (el Dies Irae) también los unen. La descripción que Goethe hace de Mefistófeles como el ánimo de la negación ayudó a Joyce con el retrato de Buch Mulligan que niega todo lo que los demás protagonistas afirman.
Svevo sobre Joyce. La apariencia de un ser humano para el cual las cosas son como puntos de luz en movimiento para su diversión. Semeja un ser que se mueve para ver. Si usted tuviera que escribir una novela cuya finalidad fuera la descripción de la vida cotidiana y sin ningún problema que afectara con gran intensidad su mente (desde luego usted no escogería tal novela) se vería forzado a abandonar su método y buscar colores artificiales para prestarlos a las cosas que careciesen de colores.
Joyce partidario de inventar soluciones milagrosas para situaciones límite.
Los personajes favoritos de Joyce son aquellos que se retraen ante la masculinidad y, sin embargo, son amados de mujeres maternales.
Joyce imaginaba que el carácter de un ser humano se desarrolla como si partiera de un embrión y tiene rasgos constantes.
Joyce no perdía ni una de las pequeñas ironías que salpican la vida.
Al tiempo que Joyce se enorgullecía de fundar su arte con los hechos como De Foe, estaba con Blake a la hora de dar a la mente su primacía sobre sus objetos. Reflexionaban sobre un ser humano arquetípico. Inglaterra no queda representada adecuadamente con John Bull. Es Robinson Crusoe quien mejor resume la mente inglesa. La masculina independencia, la crueldad inconsciente, la insistencia, la inteligencia lenta pero eficaz, la apatía sexual, la religiosidad práctica y equilibrada, el calculador silencio.
Joyce es el principal estilista de prosa de este siglo.
Una de las supersticiones favoritas de Joyce era un anillo hecho con varios metales y que llevaba en el dedo porque era un preventivo de la ceguera.
Con Ezra Pound la literatura de Joyce encontró su misionero.
Joyce insistió que los diálogos de "Dublineses" fueran impresos con guiones en lugar de las habituales comillas de la ficción anglosajona porque las comillas <<son feas y dan impresión de irrealidad, son antiestéticas>>.
1914 semejaba un momento apropiado para una fotografía formal y la primera vez desde doce años hizo una.
Ezra Pound en el "Egoist" (15 de julio de 1914) insistió que "Dubliners" señalaba un retorno del estilo a la prosa inglesa y que incluía un tema nuevo de la literatura irlandesa. Gerald Gould en "New Statesman" dijo haber encontrado la aparición de un genio aunque de categoría estéril.
Joyce había logrado la <<gloire de cénacle>> del círculo de Wyndham Lewis, Ford Maddox Ford y otros.
Cuanto a la unificación de "Dubliners" Joyce encontró una ayuda inesperada de Balzac, el cual daba a su protagonista de "Le Médecin de campagne" el lema cartujano <<Fuge... Late... Tace>>, <<Silencio, exilio y astucia>>.
Los temas de "Exiles", el retorno, la amistad, los cuernos están próximos de los de "Ulysses".
Desde el año 1907 Joyce se había ido preparando para escribir "Ulysses". La historia se iba haciendo más ambiciosa cuanto al método cuanto a su alcance. El uso de varios estilos era una ampliación del método de "A Portrait of the Artist" donde el estilo ingenuo al comienzo pasa primero a ser romántico para terminar con un tono dramático adecuándose a las fases de la ontogenia de Stephen. Esta vez Joyce dio con una técnica más radical, la de un escritor poco de fiar que usa un estilo poco adecuado a ese carácter. La variedad de técnicas hizo que T. S. Eliot hablara del antiestilo de "Ulysses", pero Joyce no se opone al estilo sino que lo lleva a un nivel más profundo.
La técnica más famosa de las utilizadas para "Ulysses" es el monólogo interior. Stuart Gilbert argumenta de manera persuasiva que monologue intérieur podría ser traducido más precisamente como monólogo silencioso. También esta es consecuencia de sus anteriores experimentos. Joyce había prosperado rápidamente a una nueva concepción de la personalidad hasta entonces extraña al género de la novela. A diferencia de Henry James el cual trabajaba analizando las principales tendencias de la vida moral, Joyce había comenzado a crear con "Dubliners" y "A Portrait" un método sintético al construir el personaje con detalles intrascendentes, minucias. Prefería reducir la tensión de sus dramas. Sus protagonistas se movían en el mundo y actuaban a sus estímulos pero sus ansiedades y exaltaciones más importantes no tenían referencia con el ambiente. Esos personajes eran muy aislados, su uso del monólogo interno para permitir que los lectores penetren la mente de un personaje sin que el autor ejerza su papel de carabina semeja un hallazgo que era de esperar que realizara. Otros escritores como Dorothy Richardson llegaron a un tipo de monólogo interior con otras razones. Había percibido las primeras aproximaciones al monólogo interior de los libros de Dujardin, George Moore y Tolstoi. Había también jugueteado con las teorías de asociación verbal de Freud. La idea de suprimir las glosas y quedarse simplemente con una ligera elaboración de la palabra no estaba lejos. El primer monólogo interior de Joyce apareció al final de "A Portrait" donde no semeja extraordinario porque tiene la forma del diario de Stephen con el uso de frases fragmentadas y conexiones aparentemente casuales.
Otro de los elementos que componen "Ulysses" es el contrapunto de mitos y hechos, arranca cuando con el relato <<Grace>> parodia la división de tres partes adoptada por Dante y la comparación de sus personajes con los de la Biblia. Utiliza las leyendas homéricas y posthoméricas y gran variedad de otras identificaciones. Stephen es Dédalo, Ícaro, Hamlet, Shakespeare y Lucifer. Lo que más atraía a Joyce era encontrar un protagonista pagano al que poder soltar en una ciudad católica, hacer de Ulises un dublinés.
El marco que cierra "Ulysses" es en parte el cuerpo que proporciona un órgano que preside cada uno de los capítulos pero también es el día que tiene efectos en las mentes de los personajes pues el momento del día marca un tono especial.
El caballo de Troya casi no es mencionado por Homero pero Joyce recordó que Dante hace que sea la principal razón de la presencia de Ulises en el infierno. 
El primer propósito es una burla de lo heroico. El segundo y más sutil es el ennoblecimiento de la farsa épica. La versión de Joyce del relato épico es una versión pacifista. Amplió un aspecto del poema épico griego que Homero había hecho notar pero no exclusivamente, el de que Ulises era la unica mente notable de todos los guerreros griegos. Ulises era un ser brillante y nunca se sentía perdido. Homero presenta a Ulises como alguien que además es un buen guerrero. Joyce transforma su moderno Ulises como un ser humano que con sus condiciones físicas no es un luchador, pero posee una mente que nadie puede sojuzgar. Las victorias de Bloom son mentales con las cualidades de la prudencia, la inteligencia, la sensibilidad y la buena voluntad.
Hay otro aspecto de su protagonista que Joyce tomó prestado de Dante. El desear la experiencia y el vivir la vida totalmente.
Bloom es Ulises con un sentido muy importante. En ningún sentido es un Babbit. Ni es tampoco una noción arraigada en Irlanda. Los irlandeses están dotados de más aspectos de excentricidad que los ingleses o los norteamericanos.
Según Aldous Huxley, Joyce solía insistir con la verdad de una etimología del siglo XIII para la forma griega del nombre Ulises, Odiseo; decía que era una combinación de Outis, nadie y Zeus, divinidad.
El nombre de Bloom fue escogido para expresar su doble naturaleza. Como el Rosenbloom del poeta estadounidense Wallace Stevens, Bloom tiene un apellido judío corriente pero el nombre significa también una flor y Bloom es íntegro como una flor. 
El deseo de Joyce de que Bloom sea respetado le hace dotar de una de sus cualidades, la de infundir la rareza a las cosas más comunes. 
Bloom difiere de los demás dublineses porque su poesía interna es permanente incluso las situaciones menos prometedoras. Es uno de los principales signos indicativos del valor que le da Joyce. Jacques Mercanton deleitó a Joyce admitiendo la naturaleza artística de Bloom. 
Es muy persuasiva la verosimilitud de "Ulysses" y Joyce ha sido objeto de burlas de quienes suponen que tiene más talento imitativo que creador; al mostrar justificada esta acusación se transforma como la mayor alabanza posible.
Tras la muerte de Joyce la British Broadcasting Corporation (B.B.C.) preparó un largo programa sobre él.
Según Joyce el artista y su vida no son cosas distintas.
La imagen de "Ulysses" impersonal y distanciada de la vida de Dublín; no entra ningún elemento que no sea personal. Con "Finnegans Wake" en lugar de ser la divinidad andrógina de la creación el artista es su barrenador. Joyce era las dos cosas.
La tendencia a contar anécdotas de la ciudad.
El naturalismo de superficie utilizado para "Ulysses" aguanta con elementos muy complejos. Uno de los más atractivos la imprecisión de los márgenes. El libro presenta abundantes datos que no explica, de manera que "Ulysses" dé la impresión de tener muchos hilos que uno no puede seguir.
Joyce, Stephen y Bloom comparten la filosofía de la pasividad de la lección, la energía de la mente y la tenacidad de las persuasiones.
El artista aguanta el mal, no lo causa. Si se venga solo es físicamente con un drama o una novela.
W. Y. Tindall fue el primero que señala una alusión al libro de Leopold von Sacher-Madoch "La Venus de las pieles".
La ternura no es un elemento extraño al temperamento de Joyce.
La amabilidad con los animales que semejan niños y que solo pueden atender al afecto con el afecto es otro de esos ordinarios y poco distinguidos aspectos humanos que Joyce gusta subrayar.
Para el personaje de Bloom, Joyce usó el prototipo de Ettore Schmitz, Italo Svevo. Común con él tenía haberse casado con una gentil y sustituido el nombre (aunque solo para fines literarios); veía la vida con la ironía amable de Bloom. Joyce no soportaba comer los órganos internos del ganado ni de las gallinas, mientras Schmitz y Bloom los adoraban. Estas similitudes son minúsculas pero Joyce tenía ojos de araña.
Molly acepta aunque a su pesar y de una manera indirecta característicamente femenina la importancia de la mente con referencia al cuerpo, la importancia de la decencia, los lazos familiares. Bloom es con todos sus defectos un ser con intelecto además de cuerpo.
Para Joyce las referencias del protagonista y el antagonista (Boylan) eran complicadas porque había repugnancia y admiración mutua. 
Era adecuado que Joyce escribiera en Suiza la mayor parte de su libro más importante y que al cabo de un tiempo fuera allí adonde retornara para perecer.
La llegada de Joyce a Zurich a fines de junio de 1915.
En Zurich se sentía atraído de una visión menos rebelde. En lugar de Prometeo, Lucifer y Fausto, solteros, hijos desobedientes y brillantes fracasos Joyce conjuró la presencia de Ulises, Dante, Shakespeare, hombres enteros con familia , fueran viajeros, exiliados u hombres de su casa.
En Zurich Joyce tenía treinta y cuatro años, la edad de Dante cuando comenzó "La divina comedia" y la de Shakespeare cuando se enfrentó a la <<Oscura dama>> de los sonetos.
Irlanda se come a su juventud.
Según Joyce todos los idiomas eran insuficientes. Justificaba la creación de neologismos. Con "Finnegans Wake" usa el término bluddle filth (blud forma parte de bludgeon, cachiporra y suena como blood, sangre; pero además esta primera palabra recuerda muddle, desorden. Filth recuerda field, campo, pero significa inmundicia).
Joyce y Beckett en París.
La actitud de Joyce respecto de Irlanda comenzó a complicarse cuando los británicos abandonaron su plan de reclutar tropas en Irlanda. Joyce dijo a sus amigos "Erin go bragh" y predijo que algún día él y su hijo Giorgio retornarían a su país llevando el trébol, la enseña de Irlanda. Pero cuando pasó este fervor momentáneo y alguien le preguntó si no celebraría la independencia irlandesa replicó <<¿Para que pueda declararme su primer enemigo?>>
1916. La correspondencia de negocios de Joyce se dedicó con intensidad a resolver tres cuestiones. La primera fue una pretensión de aumentar la venta de "Dubliners". Comenzaba a cobrar derechos de autor con quinientos libros vendidos. La segunda cuestión era conseguir que "A Portrait" tras su aparición serializada fuera publicado como libro. Y Joyce dedicó idéntica atracción a preparar la publicación y el montaje de "Exiles".
El lector de Duckworth que rehusó "A Portrait" fue Edward Garnett.
B. W. Huebsch había decidido publicar "A Portrait" en Nueva York.
Paul Phokas tradujo el poema de Joyce <<Sleep now>> al griego moderno el 14 de marzo de 1917.
La risa de Joyce sin inhibición con la cabeza echada atrás y la boca muy abierta resonaba.
El ingenioso escepticismo de Joyce.
El año 1915 en el Café Voltaire de la parte antigua de Zurich el movimiento surrealista fue fomentado por Tristan Tzara, Hans Arp y otros y este grupo con el que fue equivocadamente identificado Joyce se desplazó a París al terminar la guerra. En el Café Odéon al que iba Joyce frecuentemente había un cliente cotidiano, Lenin. 
"Finnegans Wake" es un rito de la fertilidad y ocurre el mes de abril.
John Quinn, abogado neoyorquino patrocinaba artistas, envió a Joyce dinero para el manuscrito de "Exiles" y escribió a favor de "A Portrait" para la revista "Vanity Fair".
H. G. Wells declaró de "A Portrait" que la cena de Navidad no habría sido mejorada ni por Sterne y alababa esta memorable novela con su quintaesencial y constante realidad. Decía que Joyce como Swift tenía una obsesión de cloaca.
Dora Marsden hizo la crítica del libro.
Ulises no quería ir a Troya; sabía que el motivo oficial para la guerra, la diseminación de la experiencia del Hellas no era más que un pretexto de los comerciantes griegos que buscaban mercados nuevos. Cuando llegaron los oficiales que reclutaron soldados él se encontraba arando. Fingió estar loco. Entonces metieron a su hijo de dos años en el surco. Después de Troya solo Ulises no ha hecho sino comenzar. El tema del ser errante. Escila y Caribdis -qué magnífica parábola-. Ulises es también un gran músico; quiere y debe oír, se hace atar al mástil. Es el tema del artista que prefiere perder su vida a renunciar a lo que realmente prefiere. Y el retorno ¡qué profundamente humano! Y el rasgo de la generosidad de la entrevista con Ájax bajo el mundo de las profundidades.
Joyce describe a Ulises como un pacifista, un padre, un ser humano errante, un músico y un artista, datos que enlazan al personaje con la visión personal de Joyce. 
"Poetry", la revista de Harriet Monroe y "Little Revue" de Margaret Anderson y Jane Heap que era más vanguardista comenzó a publicar "Ulysses", marzo de 1918.
La mujer de Harold McCormick vivía en Zurich desde 1913, había ayudado con grandes sumas a C. G. Jung y había sido mecenas de Joyce y de otros escritores y músicos.
A Joyce le gustaba atacar todo romanticismo, los afectos del corazón.
Ulises es hijo de Laercio, pero también padre de Telémaco, esposo de Penélope, amante de Calipso, compañero de armas de los guereros griegos que luchan frente Troya y rey de Ítaca. Fue sometido a muchas pruebas pero gracias a su ingenio y su valor las superó. Habría podido librarse de la expedición a Troya. Pero el sargento reclutador era demasiado listo y mientras araba la arena colocó a Telémaco frente su arado. Sin embargo, este objetor una vez en la guerra defendió el "hasta el final". La historia de Ulises no terminó con la guerra de Troya. Ulises fue también el primer caballero de Europa. Cuando marchaba desnudo ante la joven princesa ocultó a su vista de jovencita las partes de su cuerpo empapado con salmuera. Fue también un inventor. Él creó el tanque; no importa que sea como forma de caja de madera o de metal pues la idea es idéntica; soldados metidos dentro de una concha. Ulises tenía los defectos de los hombres corrientes pero era un ser humano bueno, decente.
Joyce explicaba que escribir una novela es igual que componer música, entran iguales elementos, hay acordes y motivos de literatura.
Para superar la dicotomía de alma y cuerpo, para manifestar su unidad fundamental mostraba las imágenes mentales bajo la influencia de actividades físicas concretas.
Los temas del travesti, la coprofilia y los cuernos presentes en la mente de Joyce y su personaje Bloom.
Frank Budgen. <<James Joyce and the Making of Ulysses>>.
Según Joyce el poder político es excéntrico, el ser humano es excéntrico. Por eso se produce la lucha eterna.
Según Joyce un escritor no debería nunca escribir sobre lo extraordinario. Eso queda para el periodista.
Joyce reservaba su justicia para "Ulysses" donde distribuyó sus castigos escrupulosa e inexorablemente como Dante.
Joyce elogió a Defoe con su realismo que <<desafía y trasciende las trampas mágicas de la música>> específicamente de "Tristán e Isolda".
Con su libro Joyce hace una copia y una burla del incidente de la ópera cuando Siegmund saca la espada del fresno en el que la había hundido Wotan y levanta a lo alto la espada en son de victoria. De igual manera se burla del patético acto que Siegmund al explicar a Sieglinde por qué ha escogido el nombre de Wehwald se dirige a la joven llamándola Fragende Frau.
La flor mágica moly entregada por Hermes a Ulises para ayudarle a no ser afectado con la pócima que Circe va a prepararle. Una flor blanca con raíz negra.
Había logrado unir para "Ulysses" las mejores palabras (las inglesas) con el mejor tema posible (Irlanda).
Cuando se agotó la primera publicación de Sylvia Beach el verano de 1922, la Egoist Press compró las planchas de la imprenta francesa. El libro estaba impreso en Dijon por la imprenta Darantière, pero la primera página publicada para The Egoist Press, Londres, fue de John Rodker, París.
Joyce llegó a ser repentinamente el centro de muchas leyendas. Con "Finnegans Wake" se divirtió mostrando cómo asola a Earwicker el proceso que termina distorsionando su pasado, mientras que los pecadillos de Bloom son retratados con lente de aumento el episodio de "Circe" hasta el punto que no puede reconocerse. El mes de septiembre de 1920 Joyce escribió a su hermano Stanislaus comunicándole los rumores que comenzaban a correr y según los cuales había sido espía austriaco en Dublín y espía británico o del Sinn Fein en Zurich; que su "Ulysses" estaba escrito con un código secreto para los alemanes; que era adicto a la cocaína; fundador del dadaísmo, propagandista bolchevique.
Las leyendas sobre Joyce crecían en cantidad y rareza. Los periodistas permitían correr libremente su imaginación y hablaban de su baño diario en el Sena, de los espejos con los que se rodeaba para trabajar y de los guantes negros que ponía al acostarse. 
Samuel Roth (publicista americano) escribió para comunicarle su modesta admiración. Sisley Huddleston pasó a menudo por casa de Joyce.
Wyndham Lewis iba a menudo a París para encontrarse con Joyce.
Un dolor de muelas era una señal de mal agüero.
Ver una rata quiere decir mala suerte.
El método del monologue intérieur, un término prestado de la ""Cosmopolis" de Paul Bourget (1893) era una técnica anteriormente empleada por Edouard Dujardin con "Han cortado los laureles". Con este libro el lector se encuentra instalado desde las primeras líneas con la mente del personaje principal y el desarrollo ininterrumpido de esa reflexión al sustituir la forma corriente del relato nos da lo que el personaje hace o lo que le ocurre. Larbaud dedicó su libro "Amantes, felices amantes", 1921, con el que utilizaba esa técnica a Joyce.
Larbaud y Joyce gustaron bastante de su revalorización de Dujardin. Larbaud le dedicó uno de sus libros y escribió el año 1924 un prefacio a la reimpresión de "Les lauriers sont coupés". El año 1923 William Carlos Williams, "The Great American Novel" dijo que Dujardin era el originador del método que Joyce y él utilizaban. El año 1931 Dujardin publicó "Le Monologue Intérieur" donde abordaba el tema. Dujardin había dedicado su novela a Racine, pero una nueva publicación la dedicó a Joyce.
Benoîst-Méchin era uno de los más fieles admiradores de Joyce. Quería llegar a ser compositor de música. Había interpretado algunas de las composiciones de Butler. Joyce le pidió que escribiera algunas notaciones musicales para "Ulysses" y las publicaciones posteriores se han utilizado fotografías de su escritura musical. Dijo que había de Joyce algo excesivo aparte de su extraordinaria dignidad. Joyce veía de él un príncipe shakespeariano, un Próspero.
Stuart Gilbert, "El Ulises de James Joyce" 1931 publicó el plan en su totalidad.
Joyce hablaba de alcanzar <<la dolce paese dove il si suona>>. La gente de la bella patria donde suena el si. Dante.
Las traducciones realizadas de Benoîst-Méchier fueron anotadas por Léon-Paul Fargue. También ayudó a realizarla el actor norteamericano jimmy Light.
Larbaud explicó que "Chamber Music" proporcionaba el lirismo; "Dublineses" la inconfundible atmósfera de una ciudad concreta; "A Portrait" grupos de imágenes referidas, símbolos y analogías. De "Ulysses" los principales personajes son como gigantes que se desplazan a lo largo de un día aparentemente corriente.
"Ulysses" era un volumen encuadernado con los colores griegos -letras blancas sobre fondo azul- que Joyce apreciaba que le daban suerte y que sugerían el mito de Grecia y de Homero, la isla blanca que surge del mar.
Edmund Gosse. Joyce es el perfecto representante del "fumiste" (vividor).
Gertrude Stein se sintió irritada al ver que se le arrebataba la aureola de ser la máxima experimentalista.
Lady Gregory escribió a Joyce para preguntarle si podía utilizar una carta que él le había enviado e incluirla en un libro que estaba preparando del movimiento literario irlandés. Él se negó y añadió amargamente que no deseaba ser mencionado <<puesto que ninguna persona habló publicamente de mí, de mi lucha o de mis libros>>.
La crítica de Middleton Murray del "Nation". El libro era <<una inmensa y prodigiosa autolaceración, la destrucción propia realizada por un ser humano genial y semidemente que rompe con sus límites e inhibiciones>>.
El apóstrofe de las n y las s suprimido significaba a la vez la muerte de Finnegan y el resurgimiento de los Finnegan. El título era el de una balada ("El velatorio de Finnegan") del que lleva un cuezo y cae de una escalera. Se supone que muere a consecuencia de la caída, pero durante el velatorio el olor a whisky le devuelve a la vida. Debajo de este tipo de albañil irlandés había un prototipo irlandés más primitivo, Finn Mac-Cumhal, el valiente y sabio legendario.
Da la impresión de estar utilizando la forma onírica como una vez había utilizado el monólogo interior como conveniente estratagema debido a sus movimientos y transformaciones y posibilidades que le permiten la más libre amplitud para incluir cualquier material que deseaba y convenía a una pieza nocturna. Los personajes tenían que ser formas de lo eterno creadas con el sueño, la no-sagrada familia, Everyman o el ser humano general, su mujer y sus hijos y sus seguidores emergiendo y hundiéndose bajo el río. El siglo XX el avatar de Everyman iba a ser Humphrey Chimpden Earwicker, encargado de un bar de Chapelizod, casado con Anna Livia y padre de los mellizos Shem y Shaun y de Isabel, una joven con una personalidad dividida. Detrás y dentro de Earwicker iban a estar todos los hombres emprendedores fueran fuertes o débiles. Sus hijos mellizos debían ser todos los pares posibles de hermanos y oponentes. Su consorte la totalidad de las amas de casa. Su hija todos los objetos de deseo, desde la Isolda de Irlanda hasta la Vanessa de Swift. Aunque Joyce utilizó mucho a Swift para su libro no admiraba su estilo. <<Hizo un desastre de la vida de dos mujeres. No poseía intensidad>> comentó. Además de estas manifestaciones Earwicker debía ser un gigante, una montaña, una divinidad con un doble aspecto sugerido con los hijos mientras que su mujer Anna era un río, un principio de la naturaleza y su hija una nube. Era un libro completamente nuevo según la premisa de que la novela es imposible.
"The Book of Kells" de Edward O´Sullivan era una especie de modelo para Joyce.
También había decidido que "Finnegans Wake" fuera un libro de la noche al igual que "Ulysses" lo había sido del día. <<Al escribir sobre la noche sentía que no podía utilizar las palabras con sus referencias ordinarias. No pueden expresar cómo son las cosas de noche con sus diferentes estadios, consciente primero, semiconsciente después y por fin inconsciente.>>
Joyce se entregó a la tarea de crear esta técnica radical de hacer que muchas de las palabras de su libro fueran trabalenguas y juegos de varios idiomas con su acostumbrado tesón y persuasión. Quería igualmente invadir el mundo de los sueños. Acomodarse a la estética del sueño con el que las formas se prolongan, las visiones pasan de lo trivial a lo apocalíptico y el cerebro utiliza las raíces de los vocablos para hacer otras aptas de nombrar sus fantasmas, sus alegorías y sus alusiones. 
La acumulación de identidades. Joyce ata lo fabulado a lo actual y une lo real a lo imaginado.
Samuel Beckett ha señalado que para Joyce la realidad era un paradigma, una ilustración de una regla posiblemente indecible. 
A Joyce le atraía la variación y la igualdad del tiempo. También la variación y la repetición del espacio como podían ser percibidas con la pintura cubista cuyo método era establecer diferentes referencias de distintos aspectos de un objeto. Las simultaneidades inesperadas son la regla. Los personajes atraviesan secuencias de situaciones y reflexiones de engranajes mutuos de coincidencias con las situaciones y reflexiones de otras personas vivas y muertas e incluso de personas míticas y ficticias.
De todos sus libros hasta "Finnegans Wake" Joyce pretendió manifestar que el presente coincide con el pasado. Solo con "Finnegans Wake" se decidió a llevar sus consecuencias al ultimo término al implicar que no hay presente ni pasado, que no hay fechas, que el tiempo -y el idioma como la expresión del tiempo- es una serie de coincidencias generales de la humanidad.
Le atraía de Giambattista Vico el uso que hacía de la etimología y de la mitología para encontrar el significado de los acontecimientos como si los hechos fueran simplemente la capa más superficial de energías subyacentes. Admiraba su división de la historia humana como ciclos recurrentes. A Joyce no le atraían como a Vico estas eras como divisiones cronológicas de la historia eterna ideal, sino con el sentido de divisiones psicológicas, como ingredientes que están combinándose con formas que dan la sensación de déjà vu.
Los graznidos de las gaviotas, la burla que se hace del Rey Mark de Cornualles, el tío de Tristán.
La actitud de Joyce era escéptica. Nunca había aceptado los métodos defensivos del mecenas neoyorquino John Quinn del caso de censura de la "Little Review" y había hecho un mal negocio al vender a Quinn a un precio hoy bajo su manuscrito.
Como ejercía un control total sobre sus libros Joyce soñaba con un abandono completo propio al poder femenino.
Herbert Gorman, "James Joyce: The First Forty Years" Nueva York 1924.
La combinación de sinsentido infantil y de sabiduría antigua había encontrado un terreno propicio gracias a los dadaístas y los surrealistas, mientras que el dominante sentido de la forma que poseía la creación de Joyce distinguía su producción de las de aquellos grupos.
Rebecca West, "The Strange Neccessity" declara que su ensayo constituido sobre una estructura personal y casi de ficción pretendía mostrar la aptitud de James Joyce para entrar en una mente no preparada.
"El amante de Lady Chatterley" comenzó a competir con "Ulysses" como el libro que todo turista llegado a París debía comprar. 
Robert Bridges, "El testamento de la belleza" dedicado a Joyce.
Enrique II entregó Dublín a los ciudadanos de Bristol como una colonia para su uso exclusivo el siglo XII.
Para Joyce no hay apariencias; todo es un silogismo.
La tierra irlandesa de Dan O´Connell.
Joyce pasó por varios pintores, Augustus John, Ivan Opffer, Emile Bécat, Myron Nutting, Frank Budgen, Jo Davidson, Sean O´Sullivan y Jacques Emile Blanche.
Lo que a Joyce le importaba era el fluir de la prosa y mostraba más atención a las cuestiones de tono y ritmo que a las de sentido.
André Gide había comentado que el desinterés de Joyce de llevar sus experimentos literarios hasta el límite y su indiferencia ante el éxito y el dinero tenían algo de piadoso.
La nueva publicación de "Ulysses" bajo el nombre de Odissey Press salió el mes de diciembre de 1932 y fue corregida por Stuart Gilbert. Su cuarta impresión fue el texto más preciso de los hasta entonces publicados.
Henri Matisse había aceptado el encargo de hacer las ilustraciones para una publicación especial norteamericana de "Ulysses" del Limited Editions Club. Sus dibujos según la "Odisea".
La actitud de estilización característica de las conversaciones de Joyce.
El cariño de Molly Bloom de las flores era un rasgo femenino.
Joyce hacía hincapié en la sonoridad, el ritmo y los juegos de palabras; para las cuestiones de sentido era indiferente y hasta infiel.
Quienes presentaban objeciones al método utilizado con "Finnegans Wake" deberían tener en cuenta que difícilmente podría encontrarse un método más adecuado para representar las transformaciones y mutaciones características de la vida del sueño. Era una visión de la vida como repeticiones de caracteres y de situaciones típicas. Para defender su técnica o su forma entendida como términos musicales insistía sobre el menester de la unión de las artes, la importancia del tono y el ritmo y la imposibilidad de separar forma y contenido. El idioma es un material para las emociones y se erige gracias a una labor de criba y de aglutinación.
A partir del año 1938 Joyce ayudó a salir de Alemania a Irlanda y Estados Unidos a muchas personas perseguidas por los nazis. El primero fue Hermann Broch, el cual había publicado el ensayo <<James Joyce y la Presencia>>. La Anschluss (la anexión de Austria) de marzo de 1938 obligó a Broch a huir de Viena y Joyce le ayudó a llegar a Inglaterra.
La ultima página de "Finnegans Wake" era una maravillosa absorción de ecuerdos de cosas pasadas utilizados con nuevos fines.
Según Joyce la palabra yes que casi nunca se pronuncia significa la aquiescencia, el abandono, la distensión, el fin de cualquier resistencia. He encontrado la palabra más resbaladiza, menos acentuada, la más débil del idioma inglés, una palabra que no es casi una palabra, un soplo, una nada, el artículo the.
La preferencia de la poesía más sencilla y previsible compatible con su gusto de la más compleja y extraordinaria prosa.
La publicidad fotográfica con Gisèle Freund, 1838-1839 para "Times".
Con "Dubliners" Joyce había explorado la autoconciencia del ser humano desde fuera. Con "A Portrait" y "Ulysses" había llevado a cabo el examen desde dentro. Y había comenzado a abordar aunque solo muy cautelosamente la mente dormida. Con el sueño no pueden separarse ni los diferentes niveles de discurso ni las diversas capas sociales. Incluso el tiempo y el espacio entregan vencidos sus demarcaciones. Con el sueño cada una de las actividades humanas se confunde con las demás. "A Portrait" había demostrado que los primeros veinte años de una persona hay unos rasgos específicos que se repiten, que son comunes a todos. "Ulysses" había mostrado que estas repeticiones se dan igualmente con la vida cotidiana de dos personas un solo día. "Finnegans Wake" muestra las repeticiones que producen la vida de todos los hombres.
Joyce había conseguido adaptar el idioma inglés a los menesteres derivados de su esfuerzo para mostrar diversas disposiciones mentales con una expresión verbal apropiada e incluso había obtenido uno característico de cada momento del día. Lo que había logrado sobre todo utilizando palabras concretas y una sintaxis con cada capítulo. Para "Finnegans Wake" era preciso algo más atrevido: llevar el idioma al lugar de su génesis. Para imitar los complicados procedimientos con los cuales se forman las palabras y las imágenes de la mente inconsciente (pues Joyce no admitía que los movimientos de la mente fueran simples o primitivos) tomó las palabras establecidas y las imágenes corrientes y las desmembró para reconstruirlas.
Con sus anteriores libros Joyce forzó a la literatura moderna a aceptar nuevos estilos, nuevos temas y nuevos tipos de trama argumental y caracterización de los personajes. Con su ultimo libro la forzó a aceptar una nueva zona del ser y un nuevo idioma. Consiguió con estos logros técnicos su especial combinación de proximidad y distancia, alegría y lobreguez.
Oliver Gogarty decía de "Finnegans Wake" que era la zancadilla más colosal de la historia literaria desde el "Ossian" de Macpherson, pero también aceptaba el humor indomable de Joyce, la magnitud del libro. Joyce dijo a Budgen que Gogarty al ser un atleta sabía el valor que tiene ser un corredor de fondo.
"Finnegans Wake" sentaba que la importancia que pudieran tener las guerras para el ciclo total de la actividad humana era nula.
"Finnegans Wake" es un libro muy espiritual y por tanto opuesto al ánimo realista del siglo XIX.
La escultura de Joyce de Milton Hebald.

La pregunta de Parsifal <<¿Quién es bueno?>>
Whiteboys, agitadores católicos frente los terratenientes.
Daniel O´Connell el Libertador (1775-1847) provenía de la península de Iveragh. De la rica familia de los O´Connell.
Stanislaus es el santo de Kostka (1150-1168) uno de los tres patronos de la infancia y que en Irlanda se confunde con el Santo Patrono de Polonia Stanislaus de Cracovia (1030-1070).
Los Home Rulers y los Unionistas.
Katharine Tynan, novelista y poetisa.
Una víctima de las circunstancias.
La creciente y manifiesta devoción.
El trueno vehículo del poder divino y de su cólera.
El enemigo real es Nobodaddy (Papanadie), el ánimo de la represión y no el pobre y viejo diablo Nick.
El esnobismo de los niños.
La frialdad de Parnell, el <<rey sin corona>> de Irlanda.
La pretensión del "Times" de Londres para denigrar a Parnell al publicar una carta con la cual condenaba los crímenes de Phoenix Park de 1882. El villano de ese acto fue Richard Pigott. 
Parnell mantuvo unido su partido; su lugarteniente Tim Healy declaró firmemente que su líder no debía ser abandonado. Pero la presión de Davitt, de Gladstone, de los obispos católicos y de Tim Healy y demás aliados políticos no tardó para conseguir sus propósitos y según Yeats <<la bestia fue abatida>>.
El valor demostrado.
Los drisheens, especialidad culinaria de Cork.
LDS. Laus Deo Semper.
Las novelas nostálgicas de Erckmann-Chatrian.
La rara profundidad que confiere a la decadencia familiar una inesperada distinción. 
La clínica de William Wilde de Dublín.
La publicación "Titbis" (1881).
La escritura de vanguardia de la escuela del general Booth, fundador del Ejército de Salvación.
Los libreros irlandeses Browne and Nolan.
La Scuola Berlitz de Trieste. Enseñanza de idiomas.
Los Black and Tans.
El desprecio intelectual para defenderse del esnobismo.
La árida monotonía de la existencia.
"Forthnightly Review" fundada por A. Trollope, 1865.
Un discurso patriótico del abogado irlandés John F. Taylor (1853-1902).
Los temas teosóficos, los ciclos, las reencarnaciones, la sucesión de los días, la eterna Madre de la Fe de las religiones transitorias.
El Nassau Hotel.
Uno de esos fracasos que nada prueban.
El muelle de Kingston, ese puente frustrado.
Encontrar una nueva excusa para solidificar su intransigencia y reafirmar lo conveniente de su ausencia voluntaria.
No estaba lo suficientemente poseído de su propio yo como para jugar las cartas del personaje anarquista.
Solo escribiendo, que también es partir, se puede alcanzar la purificación que emana del rebautizamiento del ánimo.
Agravar el colapso de la amistad.
Disminución de las exigencias del estómago y crescendos de hambre insoportable.
No puedo hacer más que tirar al demonio de la cola.
Negro panorama.
Arañando dinero.
Los caminos de la irreverencia y de la gaya futilidad.
La indomable y desinteresada paciencia con la cual justificar el impulso de la libertad.
Seguir a Pascal haciendo caso omiso de los ruegos de la madre.
Marcelle Tynaire, "La maison du Péché".
La "Anatomy" de Henry Gray (1858).
Una reserva a la que acudir para obtener pruebas de que estaba siendo víctima de necios, usureros y circunstancias.
Profetas del futuro más blandos que Marx.
Tono belicoso.
La visión de la personalidad como un río y no como una escultura.
La prosa actúa a través de la imagen emocional y no a partir de la idea.
Tono lírico opuesto a tono amargo y realista.
Conjoint (Medical) Examinations Office, Real Colegio de Médicos de Irlanda (CPI) 1654.
El poder de introspección.
Colgar dos palos cruzados con una manzana y jabón y tapar los ojos.
La víspera de Todos los Santos clavar nueve alfileres a la parte roja de la manzana y meterla debajo de la almohada para soñar con el futuro marido.
Robar un repollo una noche de luna y comerlo viendo un espejo para ver la cara del futuro marido.
El irlandés es falso.
La navaja de Ockham impide la introducción de razonamientos superfluos.
Tal vez los grandes gestos terminan con alguna otra persona preparando el baúl.
Rizando el rizo de la ingenuidad.
La emperatriz Isabel, nacida el año 1837, consorte de Francisco José, murió acuchillada por la espalda por el anarquista Luigi Luccherini el 10 de septiembre de 1898.
Las lavanderías eran mantenidas fuera de la vista.
Sustituyó el tono irónico con una simpatía reservada.
Acusar de ser el instigador del fracaso.
La novelista Elinor Glyn.
No estaba del todo enterado de su existencia.
Humorismo feroz.
El Bora, el viento de Trieste.
Oh cosa vagamente indeterminada detrás de las cosas.
El amargo pan del exilio.
Invocado el ánimo recalcitrante.
Los gambitos pedagógicos.
Irlanda, la Isla Esmeralda.
Los ingleses prácticos y ponderados.
Proverbio italiano. Los niños de la bonanza.
La mentalidad de los escritores italianos está dominada con cuatro temas elementales; huérfanos mendicantes y gentes hambrientas, campos de batalla, ganado y patriotismo.
La ley inglesa según la cual el impresor de cualquier material cuestionable es culpable de transgredir la ley y por tanto sujeto a procesamiento.
El banco Nast-Kolb and Schumacher.
The Coombe, una calle de Dublín.
Endosar los cheques de clientes importantes.
Acusar de tener vicios secretos.
La alternancia de cartas persuasivas y conminatorias.
Oponer banalidades a las acusaciones.
La colección de Elkin Matthews llamada Garland Series cuyos libros se vendían a un chelín.
Arthur Morrison, "Tales of Mean Streets".
Seumas O´Kelly, "By the stream of Killmeen".
De "Sebastian Roch" de Octave Mirbeau Joyce admiraba la siniestra visión de la vida de un colegio de jesuitas como su estilo.
Leonard MacNally (1752-1820) y Thomas Reynolds (1771-1832) fueron unos soplones notorios al haber traicionado a los Unites Irishmen. MacNally traicionó también a Robert Emmet.
Emocionar hasta la piedad incluso.
Una actitud de nerviosismo constante.
Muchos han dicho que la nieve simboliza la muerte; pero cae sobre los vivos como sobre los muertos. Además es muy raro que nieve en Irlanda entera.
El grado de intensidad de la aptitud de vivir.
El novelista Silvio Benco.
La muerte de John O´Leary (1830-1907) en Dublín el día de la fiesta de St. Patrick. Separtista irlandés feniano.
Irlanda arrastra el lastre de numerosas tareas.
Santa Ana patrona de la vista.
El impresor de Dublín Joseph Hone de Mannsel and Co.
Un ataque de iritis (inflamación del iris).
Italo Svevo, pseudónimo de Ettore Schmitz, de doble origen italiano y suevo, director de una empresa que fabricaba pintura anticorrosiva para barcos y cuya fórmula se compraba en las fábricas de Trieste, Busano (Venecia), Riga y Deptford (Londres). "Una vita" describía un empleado de banco indeciso con su profesión que no puede mantener sus ventajas ni obtener otras. Luego de seducir a la hija del banquero la pierde y pierde su empleo y finalmente renuncia a la vida suicidándose. "Senilitá" hablaba de Emilio, un negociante de treinta y cinco que vence sus escrúpulos buscando una amante, Angiolina. Combina su papel de seductor de la joven con el más problemático de ser su instructor moral. Supone ser bueno, amable y afectuoso, pero se vuelve evidente ser desconsiderado, vanidoso, cruel y senil antes de tiempo. Aunque lo engaña despreocupadamente, Angiolina al menos es bonita y no tiene maldad. Al final Emilio rebosante de ilusiones con una despedida cortés abusa de Angiolina y la aparta lanzándole guijarros luego de demostrar que la crueldad, los subterfugios y el engaño son imperecederos.
El joven escritor Cyril Ducker.
La negra piscina de Dublín.
Gradualmente se descongeló su actitud.
Hundido bajo una existencia sin finalidad ninguna.
El ópalo lleno de extraños e inciertos matices y colores, de cálidas luces y fugaces sombras y música rota.
El velo de vergüenza y timidez.
Piaras Béaslai, famoso escritor irlandés.
Una ligeramente irónica amabilidad.
Las complejas rencillas de un principado del siglo XIV.
La agitación emocional.
Compartir las emociones.
Lo desacostumbrado de la actitud.
Sackville Street, la principal vía de Dublín.
Un ataque de conjuntivitis.
Arañar dinero de diversos puntos.
La glosopeda, enfermedad muy extendida, los ingleses habían declarado una retención del ganado irlandés.
La raza de ganado Murzthaler o Murthaler.
Una actitud defensiva.
Un país notablemente adicto a la acusación legal por calumnia.
Los soldados escoceses instalados en el Ulster tras la campaña de Cromwell.
Arrastrado con la emoción.
La escuela de Bertrand de Born (trovador del siglo XII).
Pound influido de T. E. Hulme había fondeado el imaginismo pero estaba a punto de abandonarlo a favor del vorticismo, un imparcialismo más duro al que le acompañaron el escultor Gaudier-Brzeska y Wyndham Lewis.
La revista "Egoist" estaba dirigida por Dora Mardsden, inexorablemente intelectual. Ezra Pound comenzó a hacerse cargo de las páginas de letras. Con Allen Upward, Huntley Carter, Reginald W. Kauffman y Richard Aldington sugirió el nombre de "Egoist" que implicaba el interiorismo de Berkeley. Hilda Doolittle y T. S. Eliot fueron subdirectores. La responsabilidad cayó en manos de Harriet Shaw Weaver.
La imaginación que juguetea con su material de expresión.
El signo de sumisión de Leopold von Sacher-Masoch.
El nuevo impresor neoyorquino John Marshall había publicado a Alfred Kreymborg.
El rito de la fertilidad, Sächselüte (las campanadas de las seis) una ceremonia de la ciudad de Zurich que celebra el entierro del invierno. Durante dos horas pasan por las calles grandes procesiones ecuestres. A las seis en punto de la tarde jinetes y carrozas se concentran en la Bellevue-Platz donde se encuentra el Bögg o demonio del invierno. Un ser enorme de 18 metros de altura hecho de algodón blanco y con un gran sombrero blanco y una pipa blanca colocado sobre una pira de madera. El conjunto está repleto de cohetes y tracas. Cuando se enciende el fuego el Bögg estalla a pedazos y los cohetes arrastran con su vuelo un miembro del monstruo. 
Un ataque de glaucoma y de sinequia, enfermedades que llevan gradualmente a la ceguera al estropear la retina.
Lo sustancial de la descripción.
La compensación que debe habitualmente pagarse cuando se retira la acusación.
Las cataratas del Rin de Schaffhausen.
Una instigadora actitud.
Marco Praga. Novela y teatro.
Mirabeau, "The Courtain Drawn Up".
Aldo Palazzeschi, "Il Codice di Perelà".
Giovanni Boine, "Il Peccato".
George Payne, "The Smuggler".
Georges Ohnet, "Eva", "La vía de la gloria".
El viejo inglés y el anglosajón aliterativo y monosilábico.
El slang de Bowery.
De noche el agua del lago Sirmione chapalatea muy rítmicamente.
Un ataque de granadas de malhumor irlandés.
Una prosa exagerada.
La calidad o tendencia de la escritura.
Una señal manifiesta.
El penetrante ánimo de búsqueda, la abrazadora verdad y el poder y la sorprendente penetración de los intensos momentos de la imaginación.
Una consideración perfecta se tiene más respecto de un notario que de un mecenas.
William Aspenwall Bradley había escrito "Old Christmas", una colección de cuentos y había traducido a Remy de Goncourt; era agente en París de la Harcourt, Bracean Co.
Adrienne Monnier, la dueña de la librería La Maison des Amis des Livres de la rue de l´Odéon.
La tienda Shakespeare and Company de Sylvia Beach.
Una actitud de queja.
Fritz Vanderpyl, la novela "Marsden Stanton à Paris".
El escritor suizo Edmond Jaloux.
James Huneker, "Painted Veils".
El clou, la atracción principal.
Papel de Holanda y papel vergé d´arches.
La profundidad y la sonoridad superiores del inglés.
Un monumento de eminencia vespasiana. Término francés que designa el orinal.
Robert McAlmon, el poeta y escritor de cuentos norteamericano estaba casado con Winifred Ellerman (Bryhbrr) cuyo padre era uno de los hombres más ricos de Inglaterra.
El escritor Gilbert Seldes.
Un glaucoma foudroyant, la enfermedad que según el doctor Berman fue probablemente la causa de la ceguera de Homero.
Una solución ocular fuerte y dolorosa de dionina (salicilato de soda).
Hozando en una naranja.
El lobo puede perder su pelo pero no su vicio, dicen los italianos como tampoco puede el leopardo tansformar sus manchas.
La tienda Woolworth de Londres.
Las armas de acero y de fuego.
La traducción de Larbaud de "The Way of All Flesh" (El desstino de la carne) de Samuel Butler.
Acusar de obscenidad.
Una capsulotomía para quitar la pared frontal del ojo izquierdo. La cápsula es una parte posterior de la vaina del globo ocular.
La conjuntivitis se transformó como una episcleritis, una enfermedad más dolorosa que peligrosa.
La escopolamina es una medicina que se administra oralmente y ayuda a dilatar la pupila e impedir que quede adherida.
Una actitud psicofantástica.
Las referencias reservadas.
Anita Loos, "Los caballeros las prefieren rubias".
Tocado con un grado suficiente del genio.
El dos de febrero era el día del oso, del tejón y del verraco. La ardilla saca la nariz de su cola y salta a la busca de nueces.
Las manzanas verdes Calville.
Square, plaza, cuadrado.
El escritor italiano Nino Frank.
El escritor escocés Hamish Miles.
Un ataque anónimo.
Los patentes signos de alienación mental.
Acusar irracionalmente.
Inerte, catatónica.
El ambiente impersonal de las residencias para alienados.
Un alfabeto decorativo.
Las montañas y los ríos son los fenómenos que quedarán cuando los pueblos y sus gobiernos hayan desaparecido.
Esquizofrenia con elementos pitiáticos. Pueden curarse con la persuasión y la sugestión.
Una disociación mental y pseudoalucinatoria.
Leucocitosis, un exceso de glóbulos blancos de la sangre.
Su mente es clara y despiadada como un relámpago.
Una víctima de la falta de aceptación popular.
La rabia y la desesperación de un ciego.
La publicación danesa Martins Forlang.
El distinguido escritor danés Tom Kristensen.
Un tono elevado.
El escritor Gunnar Heiberg.
Un tono más cansado que persuasivo.
La acusación era irrebatible como injusta.
Sean O´Faolain, "Pájaro solitario".
La novela "Murphy" de Samuel Beckett.
Tickled, cosquilleado o divertido.
El 7 de enero de 1938 Samuel Beckett fue apuñalado en una calle de París por un rufián al que se negó a dar dinero.
Una actitud incomprensible.
Una actitud de defensa.
Una extraña actitud de incomunicación.
Las reservas de ingenio y energía.
C´est le bouquet, vraiment. Es el colmo.
El sombrero sobre la cama significa que alguien va a fallecer.


Wilson
"A Portrait of the Artist as a Young Man" se publicó primero en Nueva York, 1916.
James Joyce como George Moore escribía según la costumbre francesa, no según la inglesa. "Dubliners" eran unos relatos franceses con su imparcialidad, sobriedad e ironía al tiempo que sus párrafos discurrían con una musicalidad y gracia bastante distintas de la cualidad tensa y metálica de Maupassant y de Flaubert. Y "A Portrait of the Artist" surgido una época que el publico estaba harto de las tiernas historias de delicados adolescentes -los Edward Ponderevo (H. G. Wells), Clayhanger (Arnold Bennett), Jacob Stahl (J. D. Beresford), Michael Fane (Compton McKenzie)- llamó la atención y fue causa de que estos libros semejaran psicológicamente superficiales, de baja calidad artística.
"Ulysses" se publicó en París, 1922. Originalmente se había concebido como un relato breve para "Dubliners" titulado "Mr. Bloom´s Day in Dublin". Pero esta idea se combinó después con la ulterior historia de Stephen Dedalus, el protagonista del autobiográfico "A Portrait". Sin embargo, "Ulysses" con su forma definitiva como volumen de setecientas páginas se perfiló enteramente distinto de los primeros libros de Joyce simplemente naturalistas. 
La clave de "Ulysses" está en su título. Como figura en la "Odisea" es el griego típico cuanto a inteligencia; con los demás valientes se distingue con un saber astuto más que exaltado y con el sentido común, la rapidez y el nervio más que con la bravura de un Aquiles o la firmeza y corpulencia de un Héctor. El curso de sus viajes Ulises pasa los peligros de tentaciones y pruebas y sobrevive gracias a su agudeza hasta volver a su hogar y familia y reafirmarse como dueño. La "Odisea" proporciona un modelo clásico al escritor el cual pretende una épica moderna del ser humano ordinario a causa de la efectividad calculada, la evidente sofisticación de su forma.
"Ulysses" es una "Odisea" moderna que sigue la clásica con el tema como con la forma. El Telémaco de Joyce es los primeros libros Stephen Dedalus, el propio Joyce. Los Dedalus son una familia apacible de Dublín. El padre de Stephen, Simon Dedalus, pasó varios empleos para terminar siendo nada especial, un bebedor, un deportista decadente, un tenor aficionado. Pero Stephen recibió una buena educación y al final de la primera novela lo vemos a punto de trasladarse a Francia para estudiar y escribir.
Al comienzo de "Ulysses" está desde hace un año de vuelta en Dublín; volvió a casa desde París al recibir un telegrama con la noticia de que su madre fallecía. Y al cabo de un año de su muerte la familia Dedalus reducida a la pobreza se ha desmoralizado y desintegrado completamente. Mientras los hermanos y hermanas jóvenes de Stephen no tienen lo suficiente para comer, Simon Dedalus hace la ronda de las tabernas. Stephen, habitualmente resentido con su padre, siente que realmente no tiene padre. Se halla más aislado que nunca en Dublín. Es Telémaco a la busca de Ulises. Su amigo, el estudiante de medicina Buck Mulligan con quien comparte una vieja torre de la costa y que imagina compartir los gustos artísticos y las preferencias intelectuales de Stephen prácticamente lo humilla al protegerle y ridiculiza sus aptitudes y ambiciones. Es Antínoo, el más atrevido de los pretendientes de Penélope, que mientras Ulises está ausente pretende hacerse dueño de la casa y se burla de Telémaco. Stephen avisó al término de la primera novela "Voy a forjarme en la herrería del alma la autoconciencia increada de mi raza"; y de nuevo en Dublín desorientado y desheredado lleva con Mulligan una vida disipada e improductiva. Pese a lo cual como Telémaco halla amistad y asistencia, a Stephen la mujer que le lleva a la torre la leche para el desayuno le evoca la autoconciencia increada de aquella Irlanda como su destino que forjar. <<Vieja y secreta, tal vez un mensajero>>. Es Atenea que a guisa de Mentor proporciona a Telémaco el barco; y el recuerdo de Kevin Egan, un exiliado irlandés de Dublín, es Menelao que le desea un próspero viaje. 
El escenario transforma como ocurre en la "Odisea" al propio Ulises perdido. El Ulises de Joyce es un judío de Dublín, un agente de publicidad llamado Bloom. Como Stephen vive con extraños; judío e hijo de padre húngaro se siente poco menos que extranjero con los irlandeses; y un ser humano de escasas aptitudes pero de sensibilidad e inteligencia auténticas poco tiene de común con el mundo de baja capa media con el que vive. Se casó hace dieciseis años con la lozana hija de un oficial del ejército irlandés, cantante profesional de prodigioso apetito sexual que le ha sido infiel de manera seguida e indiscriminada. Han tenido una hija hoy mayor que va por el camino de su madre; y un hijo a quien Bloom había puesto ilusiones de que algún día se vería con él mejorado, pero que murió once días después de nacer. Las cosas no fueron igual para los Bloom desde la muerte del hijo; hace más de diez años que Bloom no ha pretendido el coito con su mujer como si el nacimiento del enfermizo Rudy le hubiera desalentado y puesto en duda su virilidad. Hasta se resigna a que su mujer acepte dinero de sus amantes. Es un Ulises sin Telémaco y separado de su Penélope.
Seguimos las aventuras de Bloom del día 16 de junio de 1904 (todo el "Ulysses" tiene lugar menos de veinticuatro horas). Le atraen los lotófagos; le horrorizan los lestrigones. Asiste al entierro de un Elpenor y desciende con él imaginativamente a los infiernos; sufre a causa del aprecio transformable de un Eolo. Escapa con una treta de la ferocidad de un cíclope y se desliga con prudencia de los encantos de una Nausícaa. Y al fin del prostíbulo de una Circe que le había transformado como cisne vuelve a la condición humana.
Las idas y venidas de Stephen durante el día se tejen con los vagabundeos de Bloom; se encuentran dos ocasiones pero no se reconocen; los oprimen y arrastran ideas que han pretendido denodadamente apartar de sus mentes; la respectiva situación familiar los persigue y explica todo lo que hacen ese día.
El caso de Stephen hace solo pocos días que fue el aniversario de la muerte de su madre y está obsesionado con su recuerdo; le rogó en el lecho de muerte que se arrodillara y rezara por su alma y como rebeldía a la educación católica que había disciplinado y malogrado su conducta, celoso de la independencia que había ganado y con miedo al pasado al que había vuelto se negó cruelmente y permitió que muriera sin creer que se había arrepentido de su apostasía. Pero hoy este incidente le tortura.
Cuando enseña en la escuela termina la lección con un chiste histérico de <<la zorra que entierra a su abuela bajo un acebo>>. Se abandona mentalmente a otras cosas y pasea hasta más allá del lugar de visita de un tío materno al que desprecia. El artista pugna con el hijo; los dos son irreconciliables; se dispone a escribir un poema pero los versos se le rebelan y queda mirando un barco que va con silencioso retorno. Luego en la biblioteca improvisa una larga y pretenciosa lección sobre la referencia de Shakespeare con su padre, una lección que tiene poco que ver con Shakespeare pero bastante con el propio Stephen.
Y mientras Stephen se libra del recuerdo de sus padres, Bloom se libra del recuerdo de su mujer. Ha visto que Molly recibía durante el desayuno una carta que sospecha ser de Blazes Boylan, un macho de relumbrón de la ciudad que está arreglando una gira de conciertos a Molly con la cual mantiene una aventura amorosa. Elude a Boylan. Mientras Bloom come en el hotel Ormond, Boylan llega a la barra y se jacta de ir a ver a la señora Bloom. Y luego en la taberna la disputa de los ciudadanos-cíclopes y Bloom. Al término del episodio de Nausícaa la voz del reloj de cuclillo de la casa del cura avisa a Bloom que él es un cuclillo. La vecindad fonética de cuckooclock, reloj de cuclillo y cuckold, cornudo.
El naufragio final de Ulises y los infortunios subsiguientes son consecuencia de la impiedad de sus compañeros, quienes saltando las prevenciones han matado y comido los Bueyes del Sol. De manera análoga a Bloom le duele la impiedad de los estudiantes cuando hacen chistes obscenos del parto y la maternidad. La Calipso que retuvo a Bloom desde el naufragio es una ninfa que pende en su dormitorio y a quien hace objeto de sus fantasías amorosas. Es este pecado de la fertilidad el que el momento que la señora Bloom recibe la visita de Boylan atrajo a Bloom a la playa feacia para darse a nuevos ensueños relativos a la pequeña Gerty MacDowell, la Nausícaa de la playa de Dublín.
Es posible que Molly y Bloom como consecuencia del encuentro de Bloom con Stephen reanuden su comunidad marital, pero lo verosímil es que Stephen como consecuencia de este encuentro se irá y escribirá "Ulisses". Según nos avisa Buck Mulligan, el joven poeta se propone <<escribir algo dentro de diez años>>. Era 1904; "Ulysses" data el final de este año como iniciado el 1914.
Los hallazgos psicológicos y técnicos del libro y su magnífica poesía.
Calculo que "Ulysses" es como novela la más completamente escrita desde los tiempos de Flaubert. El gran poeta en prosa del naturalismo ha influido profundamente a Joyce con su actitud frente al mundo burgués moderno y la oposición que implica la equivalencia homérica de "Ulysses" con nuestro mundo y el pasado y el ideal de imparcialidad rigurosa y de adaptación del estilo al tema.
Joyce con "Ulysses" se propuso transmitir con la máxima exactitud y belleza las visiones y sonidos con los que se mueve su gente y mostrándonos el mundo como sus personajes lo perciben hallar el vocabulario y el ritmo que representasen las reflexiones de cada cual.
Joyce se propuso la tarea de encontrar el dialecto exacto que distinguiera las reflexiones de un dublinés de las de la otra gente de Dublín. Representa la mente de Stephen Dedalus con una urdimbre de brillantes imágenes poéticas y abstracciones fragmentarias y motivos de procedencia libresca con un tono sobrio, melancólico y arrogante; la de Bloom con una notación rápida de staccato, prosaica pero vívida y alerta de ideas a cualesquiera direcciones y que son consecuencia de otras ideas; las reflexiones de Gerty-Nausícaa con una combinación de coloquialismos de colegiala con jerga de novela rosa y las reflexiones de la señora Bloom con un largo ritmo propio del acento irlandés como el oleaje de un mar profundo.
Joyce nos hace penetrar directamente la autoconciencia de sus personajes y a este fin se valió de unos métodos que Flaubert no soñó: los métodos del simbolismo.
El entendimiento de Joyce de su mundo imparcial nunca decae; sus libros están inquebrantablemente fundados sobre el naturalismo.
El "Ulysses" ha sido ideado con racionalidad y documentado con exactitud hasta el ultimo detalle; todo lo que ocurre es perfectamente consistente y sabemos con precisión lo que los personajes llevaban, cuánto pagaron por las cosas, dónde estaban los distintos momentos del día, qué canciones cantaban y qué noticias leyeron de los periódicos el día 16 de junio de 1904. Pese a lo cual cuando se nos da acceso a la mente de cualquiera de los personajes nos vemos en un mundo muy complejo y especial; algunas ocasiones fantástico y oscuro como el de un poeta simbolista -y un mundo trasladado con similares rasgos del idioma-. Más a nuestras anchas estamos dentro de las mentes de los personajes de Joyce que lo estaremos probablemente, excepto tras algún estudio, de la mente de Mallarmé o de Eliot porque mayor es nuestra experiencia de las circunstancias que viven; pero se nos confronta ante la idéntica especie de confusión de emociones, percepciones y razonamientos y es probable que nos sintamos desconcertados a causa de la idéntica especie de lagunas de la mente cuando verosímiles vínculos de la asociación de ideas caen al inconsciente de forma que nos obliga a adivinarlos.
Pero Joyce ha llevado más lejos los métodos del simbolismo que simplemente el de situar un escenario naturalista y con aquel marco representar directamente el alma de los distintos personajes con monólogos simbolistas como los de "Mr. Prufrock" (poema de Eliot) o "L´Après-midi d´un faune" (poema de Stéphane Mallarmé). Y es el hecho de que no siempre se mantuviera aquí lo que vuelve muy enigmáticas algunas partes de "Ulysses" cuando las leemos la primera vez. Cuanto monólogos interiores dentro de escenarios realistas nos enfrentamos con elementos familiares meramente combinados de una manera novelesca. Pero cuando seguimos el "Ulysses" vemos que los escenarios realistas se van extrañamente distorsionando y disolviendo y nos sorprende la inclusión de voces que no semejan pertenecer ni a los personajes ni al autor.
El punto está en que Joyce se ha propuesto hacer de cada uno de los episodios una unidad independiente que mezclará las distintas series de elementos de cada cual -las mentes de los personajes, el lugar donde se hallan, el ambiente que los rodea, la sensación del instante del día-. 
Con "A Portrait of the Artist" Joyce había hecho experimentos al igual que Proust de variar la forma y el estilo de las diversas secciones según las diferentes edades y fases del protagonista; de los fragmentos infantiles de impresiones de la niñez pasando las manifestaciones extáticas y las terribles pesadillas de la adolescencia a las serenas notaciones de su juventud. Pero "A Portrait" lo presentaba todo desde el punto de vista de un personaje particular, Dedalus; mientras que "Ulysses" se ocupa de varios y distintos personajes y además su método, que nos permite vivir el mundo de dichos seres, no es una mera cuestión de ir transformando el punto de vista de uno al punto de vista del otro. A fin de entender lo que está haciendo aquí Joyce hay que imaginar una serie de poemas simbolistas que implican personajes cuyas mentes se representan de manera simbolista y que no dependen de la sensibilidad del poeta con nombre propio, sino de la imaginación del poeta que desempeña un papel totalmente impersonal y que se autoimpone las restricciones naturalistas relativas a la manera de contarla.
Joyce logra con métodos distintos un relativismo similar al de Proust; reproduce textualmente los distintos aspectos, las distintas proposiciones y texturas que adoptan cosas y gentes los distintos momentos del día y bajo distintas circunstancias.
Ha sido característica de Joyce el descuido de la acción, del relato, del drama según la forma usual e incluso del impacto directo que cada personaje provoca sobre los demás como suele ocurrir con la novela corriente a favor del retrato psicológico. Hay una tremenda vitalidad pero muy poco movimiento. Como Proust es más sinfónico que explicativo. Sus relatos tienen progresión, desarrollo, pero son más musicales que dramáticos. El relato más elaborado y atractivo de "Dubliners" -la historia titulada <<The Dead>>- es simplemente el informe de la modificación que una tarde originan marido y mujer a causa del efecto producido a la mujer con una canción que ha oído durante una reunión familiar de sus amoríos con otro; "A Portrait" es simplemente una serie de escenarios del autor de los sucesivos estadios de su desarrollo. Y "Ulysses" de nuevo pese a sus vastas proporciones es simplemente la historia de otra pequeña pero significativa transformación de otro matrimonio como consecuencia del impacto causado a su hogar con la persona de un joven poco menos que desconocido.
Aunque Joyce carezca del afán de los conflictos o de la acción vigorosa su creación es prodigiosamente rica y viva. Al componer sus libros trabaja simultáneamente las distintas partes. Más que ninguna otra composición de ficción, excepto tal vez la "Commédie humaine, "Ulysses" crea la ilusión de un organismo social vivo. Tomamos posesión de Dublín con la vista, el oído, el olfato, el sentimiento, la reflexión, la imaginación, el recuerdo.
"Ulysses más se resiente de un exceso de diseño que de una falta de él.
El libro de Stuart Gilbert sobre "Ulysses".
Identificar sin dificultad los cíclopes con los fenianos de profesión feroz.
Cuando Bloom pasa por la biblioteca mientras Stephen discute con los literatos, de un lado elude Escila -Aristóteles, la roca del dogma- y del otro Caribdis -Platón, la vorágine del misticismo-; cuando Stephen pasea por la playa está reconstruyendo el combate con Proteo cuyas transformaciones manifiestan a Stephen los objetos que absorbe y tira al mar pero cuyas formas poseerá la aptitud de retener y fijar como el Prometeo homérico fue contenido y sojuzgado con el poder de las palabras que le otorgan sus imágenes. La serie de frases y sílabas onomatopéyicas situadas al comienzo del episidio de las sirenas -el canto del hotel Ormond- son temas musicales y el episodio es una fuga. Los ciudadanos representan los cíclopes. Hay una elaborada equivalencia homérica de "Ulysses" y un órgano del cuerpo humano y una ciencia humana del arte representados con cada episodio. Está realmente enterrado y oculto bajo la fachada realista, plantado con esmero, explayado de manera inconfundible. Y podremos seguir hallando cualquier especie de ornas y emblemas encubiertos; del capítulo de los lotófagos hay incontables referencias de las flores; de los lestrigones a la comida; de las sirenas chistes de términos musicales; y de Eolo de la oficina del periódico, referencia al viento y -al ser la retórica el arte representado con este episodio según Gilbert- centenares de distintas figuras de dicción.
Generalmente el equivalente homérico de "Ulysses" se lleva a cabo con pretensión y firmeza y se justifica propiamente; contribuye a dotar la historia de una significación general y permite a Joyce mostrarnos con las acciones y referencias de sus personajes sentidos que tal vez no podría insinuarlas sencillamente de otra manera puesto que los propios personajes deben ignorar dichos sentidos y puesto que Joyce seleccionó un método estrictamente imparcial según el cual el autor no debe inmiscuirse con la acción. Y hasta podemos aceptar que las artes y ciencias y los órganos del cuerpo humano hacen del libro un conjunto completo e integrado aunque laboriosamente sistemático: el conjunto de la experiencia humana de un día. Pero cuando agrupamos estas cosas y apreciamos la ejecución de los recursos técnicos la consecuencia es desconcertante y confusa. El problema es que más allá del tema aparente y bajo la superficie del relato se nos proponen demasiados temas y categorías distintas de temas. 
Joyce elaboró demasiado "Ulysses" y pretendió poner en él demasiadas cosas. Las inclusiones del episodio de Calipso son cómicas, el incidente relatado es una creación del idioma y del humor, la idea de combinarlas semeja feliz; con todo, el efecto es mecánico y fastidioso. Un método demasiado sintético. Joyce describe su método como embrionario el caso del tema de la maternidad y el capítulo está escrito como una sucesión de parodias de los estilos literarios ingleses desde el latín macarrónico de los primeros cronicones hasta Huxley y Carlyle, la "Morte d´Arthur", los diarios del XVII, las novelas del XVIII y otras especies literarias. Si atendemos las parodias perdemos el relato.
Joyce tiene como Proust muy poca apreciación de la aptitud de la atención del lector.
El efecto discordante que produce el estilo de pastiche al incluirlo dentro del estilo directamente naturalista es del todo inadmisible desde un enfoque artístico. Es natural que Joyce pretendiera oponer los episodios insípidos y fastidiosos a los ricos y vívidos; es parte esencial de su punto de vista la representación de las mutaciones más profundas de nuestras vidas como iniciándose de manera natural de la noche a la mañana sin que las partes implicadas aprecien de momento su importancia. Joyce ha semienterrado el discurso bajo la ejecución de sus recursos técnicos como si hubiera levantado una muralla de prosa solemne y burlesca.
La indagación de la autoconciencia y de la conducta humanas constituye uno de los rasgos más notables de "Ulysses". Joyce pretendió expresar de la manera más exhaustiva, precisa y directa cuál es nuestra participación de la vida como la experimentamos instante tras instante. Estudió los elementos que solemos percibir como sucios, triviales y bajos de la vida con la implacabilidad de un psicólogo moderno; y también hizo justicia -lo que no hacía un naturalista coetáneo al carecer de una visión poética suficiente- a todos aquellos elementos de la vida que hemos descrito con nombres como amor, distinción, verdad y belleza. Un buen numero de críticos -incluyendo curiosamente a Arnold Bennett- acusaron a Joyce de misantropía. Al reproducir la técnica de Flaubert, Joyce evoca su tono acre. Pero Stephen, Bloom y la señora Bloom no carecen de simpatía y atractivo y pese a sus infortunios y defectos nos inspiran respeto. Incluso la gente insípida e inferior que los rodea no es retratada con amargura cuando es amargo el sentimiento de Stephen. Joyce es notable con su ecuanimidad; a pesar de la intensidad nerviosa de "Ulysses" hay detrás alejamiento y serenidad auténticas, estamos ante un ánimo que tiene mucho de común con el de los filósofos que con su esfuerzo para entender la causa de las cosas, de unir los distintos elementos del universo alcanzan un punto que los valores ordinarios de bueno y malo, bonito y feo se han perdido con la excelencia y la belleza del entendimiento trascendente.
A los primeros lectores de Joyce les disgustó el uso que hace de las palabras comúnmente hoy excluidas de la literatura inglesa y la manera de representar aquellos aspectos humanos que tendemos a apreciar como absurdos al estar íntima e inestricablemente mezclados. Con todo, cuanto más leemos "Ulysses" más persuadidos estamos de su verdad psicológica y más sorprendidos del genio de Joyce para dominar y presentar no con el análisis y la generalización, sino con la recreación completa de la vida del proceso del ser vivo las referencias de los seres humanos y su entorno, la percepción de cuanto pasa y la dependencia de sus vidas de lo intelectual, lo físico, lo profesional y lo emocional. El haber trazado estas dependencias, el haber dado a cada uno de estos elementos su valor correspondiente sin perder nunca de vista el aspecto moral en aras de la preocupación de lo físico ni olvidar con lo particular lo general; el haber mostrado la humanidad común sin satirizarla ni falsearla con sentimentalismos sería muy notable; pero el haber sabido dominar todo este material para lograr una creación sumamente ambiciosa y terminarla es una hazaña difícilmente equiparable de la literatura de nuestro tiempo. 
La prosa como el verso del primer Joyce mostraban la influencia de Yeats. Este poeta está presente en "Ulysses". Pero las convenciones del lírico romántico, de la prosa estética fin de siècle, incluso las del naturalismo estético de Flaubert no pueden para Joyce acomodarse a la realidad de la experiencia. Los diversos elementos de la experiencia se perciben con uniones distintas y deben ser distintamente representados. Joyce halló un nuevo idioma para esta nueva visión, pero que en lugar de diluir o violentar su genio poético le permite asimilar más materiales, reajustarse tal vez de una manera más completa y afortunada que el de ningún otro poeta de nuestro tiempo a una concepción del mundo moderno. Pero al logarlo Joyce abandonó el verso.
Joyce es realmente el gran poeta de una fase nueva de la autoconciencia humana. Como el mundo de Proust o el de Whitehead o el de Einstein el mundo de Joyce se transforma según sea percibido de un publico distinto e incluso los distintos momentos. Es un organismo compuesto de hechos que puede tomarse como infinitamente completo o infinitamente pequeño; y cada uno de estos hechos presume los demás y es singular. Un mundo semejante no puede exponerse con términos de abstracciones artificiales según fue convencional el pasado; sólidas instituciones, grupos, seres que desempeñan las partes de las distintas entidades perdurables o incluso sólidos factores psicológicos; dualismos de bien y mal, ánimo y materia, carne y ánimo, instinto y razón; claros conflictos de pasión y deber, de autoconciencia y atracción.
Tampoco los personajes de Joyce son meramente la suma de las partículas con las que se disocia su experiencia; llegamos a imaginarlos como algo sólido, a sentir como inconfundibles sus personalidades como nos ocurre ante cualquier personaje de ficción; al fin nos damos cuenta de que también son símbolos. El propio Bloom es el típico ser humano moderno. Vive de insignificantes negocios, lleva una vida común de capa media y mantiene las opiniones ilustradas que son convencionales de su tiempo; cree la ciencia, las reformas sociales y el internacionalismo. Pero a Bloom le sobrepasa e ilumina desde arriba Stephen, el cual representa el cuerpo, la tierra. Bloom aunque sea una personalidad menos vigorosa tiene la fuerza de la humildad. Bloom es de una vulgaridad abyecta que se agacha -como anota Rebecca West-, es a ratos Jesús como apunta Foster Damon.
Una prueba de la grandeza de Joyce es que incluso admitiendo la verdad perfecta y el carácter típico de Bloom no podamos encasillarle con cualquier categoría de tipo familiar, racial, social, moral, literaria o incluso -porque realmente tiene mucho de común con el Ulises griego- histórica.
La humanidad sobre la que descansa la estructura de "Ulysses" -palpitando a un ritmo muy intenso con la obscenidad, la vulgaridad y la miseria- se afana para lanzar alguna experiencia y belleza con la que pueda trascenderse.
Desde que terminó "Ulysses" Joyce se ha ocupado de otro libro ("Finnegans Wake", 1939) cuya mitad ha publicado la revista transatlántica "Transition". Joyce ha explicado que si "Ulysses" refleja el día y el alma consciente, el nuevo libro va a retratar la noche y la subconsciencia. Va a centrarse en el sueño de una noche de un solo personaje. Con su nuevo libro Joyce ha pretendido que su protagonista expresara directamente de nuevo con palabras condiciones mentales que realmente no suelen transmitirse con palabras ya que el subconsciente no tiene idioma -la mente humana no habla en sueños- y cuando lo hace es más probable que lo haga con el idioma del espejo de Jabberwocky (poema de "Alicia a través del espejo") que con cualquier otra manera de hablar similar a la ordinaria. La tentativa de Joyce de escribir el idioma de los sueños tiene mucho de común con la de Lewis Carroll; pero la diferencia de su nueva novela y los libros de Alicia es que mientras estos se conjetura que el autor nos cuenta con un inglés sencillo las aventuras que imagina su heroína y que solo con un poema que lee aparece el idioma literario peculiar de los sueños, con aquella se nos sumerge directamente bajo la autoconciencia del soñador que se presenta sin explicaciones del autor enteramente con el idioma del Jabberwocky. El libro es más accesible para la gente literaria que para la gente sin mentalidad verbal que no suele engendrar palabras como réplica a sus sensaciones, emociones y reflexiones.
La mejor manera de entender el método de Joyce es registrar cada cual lo que pasa dentro de su ánimo cuando queda dormido. Las imágenes -o las palabras si se reflexiona verbalmente como Joyce- que estaban con la autoconciencia adquirirán un significado amenazador que no tiene nada que ver con sus finalidades comunes; un vívido incidente que nos haya ocurrido instantáneamente, una emoción que al comienzo no reconocemos porque no procede de las capas sumergidas del ánimo y que pretende ocultarse bajo el ropaje de una experiencia instantánea al estar disociado de la situación que lo originó. O inversamente podemos librarnos de una idea molesta que nos preocupa transformándola como una inocua imagen concreta más sencillamente descartada de la mente. Una sola frase de Joyce podrá combinar dos o tres sentidos diferentes, dos o tres especies de símbolos; e igualmente podrá ocurrir con una palabra. Al inventar el idioma de los sueños Joyce se ha favorecido de las investigaciones de Freud sobre los principios que rigen el idioma realmente hablado de los sueños. Excepto cuando sueña que lee o que entabla una conversación, el idioma es meramente un equivalente literario de condiciones oníricas que ni siquiera articula con la imaginación. Ni siquiera hay por qué imaginar que el personaje durmiente de Joyce es realmente dueño de todo el idioma y entiende las alusiones que Joyce pone a su disposición con el sueño. Nos hallamos bajo el nivel de los idiomas específicos, la región donde surgen los idiomas y donde tienen su origen todos los impulsos motores de la acción.
Colegimos que el protagonista del sueño nocturno es el llamado H. C. Earwicker, noruego descendiente de noruegos, el cual vive en Dublín. Probó una serie de empleos, cartero, empleado de la fábrica de cerveza Guinnes, vigilante de un hotel y de una tienda. Está casado, tiene hijos, pero ha tenido amoríos con una joven llamada Anna Livia. Lo que con otros deslices de respetabilidad asociados inquieta y perturba su reposo. Se nos incluye desde el comienzo con la autoconciencia somnolienta de Earwicker y hemos de vérnoslas como podemos con nombres, formas y sobre todo voces que llenan ese mundo diminuto y mudable, que se combinan y recombinan, que transmutan de una a otra; pero cuando seguimos reinciden los temas y comenzamos a entender y referir una cosa con otra, a familiarizarnos con el carácter de Earwicker, a conjeturar sobre su condición y su historia. Identificamos a Maggie y los niños, la casa donde viven, los cuatro viejos con el burro, las faltas cometidas por Earwicker cuando está borracho y su miedo de ser arrestado, la lavandera que recoge la ropa, Anna Livia en la ribera del Liffey, la colina de Howth, el árbol y la piedra. Pero ninguno de estos elementos se ve con precisión e imparcialidad y todos son aspectos de la trama dramática, del propio Earwicker; hombres y mujeres, viejos y jóvenes, fuertes y débiles, río y montaña, árbol y piedra; es el soñador quien ve o es visto, usa palabras o le dicen. El viejo viene a elogiarle mientras él duerme en la ladera de la montaña, pero seguidamente es Earwicker quien está hablando de él propio o se desdobla como dos personalidades, una de las cuales intimida o acusa a la otra. Sale de la taberna a la calle con un grupo de compañeros borrachos; hay mucha gente, pero a los juerguistas no les importa llamar la atención; incitan a uno del grupo a que cante pero la canción es una referencia de los fracasos y faltas de Earwicker -él se declara como un loco y un estafador, objeto de las mofas de todo Dublín y su mujer está a punto de leerle el Decreto del Motín (<<Riot Act>>)-. O se pone a explicar algo con mucha dulzura usando una fábula de <<Mookse y Gripes>> (la fábula de "El Zorro y las Uvas"); Mookse se aproxima con fanfarronería a Gripes que está colgado de un árbol; tiene lugar una especie de altercado que se transforma como una representación algo dolorosa de uno de los encuentros de Earwicker con los agentes; pero anochece y la lavandera sale llevando a Mookse y a Gripes que son simplemente dos piezas de ropa. 
Una de las partes más notables que haya aparecido es el allegro con el que termina la primera de las cuatro largas secciones que han de componer el libro entero. (Joyce ha permitido su publicación independiente con un librito titulado "Anna Livia Plurabelle"). Las lavanderas que lavan la ropa en el río pasan a identificarse con la piedra y el olmo a la orilla de este; oímos los chismes que cuentan sobre Anna Livia, la cual es a la vez la joven de quien está enamorado el protagonista y el río Liffey; y los chismes constituyen la voz del río ligero, rápido, incesante, casi métrico sea discurriendo con monotonía sobre una nota unica sea obstruido y sincopado, pero de una manera vivaz murmurando sin fin la disparatada referencia parte sobrenatural parte vulgar humana de una heroína legendaria casi real.
Cuando cae la oscuridad sobre la piedra y el olmo las voces se vuelven más roncas y vagas.
Ha anochecido en esta primera sección del libro y la sombra del pasado, recuerdo probablemente del día anterior, oscurece el sueño del protagonista -las vulgaridades de la vida despierta le oprimen y persiguen-; pero pasada la medianoche al aproximarse el alba cuando se da confusamente cuenta de las primeras luces el sueño comienza a animarse y seguir sin trabas. Earwicker, de edad madura, se retrotrae al periodo de la juventud; es alegre, atractivo -se le rejuvenece al nuevo día el ánimo-. ¿Lo abandonaremos al borde del despertar o veremos al final que las fantasías del sueño se cierran definitivamente con el destino trivial que hemos podido adivinar? 
Esta nueva producción de Joyce exagera los rasgos que notábamos de "Ulysses". Hay incluso menos acción que con "Ulysses". Joyce arranca de unos temas específicos que tendrán su respectivo desarrollo, pero estos desarrollos requieren largo tiempo. Hay progreso -se pasa de la noche a la mañana-y cuando nos ofrezca el libro íntegramente veremos que con el ánimo de Earwicker juega un verosímil drama psicológico; vamos de un círculo a otro. Y mientras con "Ulysses" hay solo una equivalencia, con este nuevo libro hay una serie total: Adán y Eva, Tristán e Isolda, Swift y Vanessa, Caín y Abel, Miguel y Lucifer. Wellington y Napoleón. Es evidente que la generación de las referencias profundiza y amplía la significación de Earwicker. Anna Livia y él son el eterno femenino y el eterno masculino y durante las primeras horas de letargo y horror del sueño, Earwicker es Adán caído bajo la pérdida de la gracia, que será redimido -se cuenta que de esta manera lo notificó Joyce- con el renuevo de la luz matinal. Y se diría que Joyce ha dado razones plausibles para la aparición de todos estos personajes con el sueño del protagonista. Napoleón y Wellington surgen por vía del monumento del parque Fénix próximo del cual cometió Earwicker sus faltas; y según la ultima entrega publicada cuando a Earwicker le semidespierta el llanto de uno de sus hijos, Miguel y Lucifer proceden de una pintura colgada de la pared del dormitorio. Con todo, el efecto de superposición uno tras otro de estas variadas equivalencias más que enriquecer el libro semeja darle una complicación meramente sintética. Llegamos a la consecuencia de que Joyce está pretendiendo de nuevo decir demasiadas cosas a la vez. El estilo ideado para su propósito  opera sobre el principio de un palimpsesto; un sentido, una serie de imágenes se escriben unas encima de las otras. Podemos percibir simultáneamente un verosímil numero de estas sugerencias; pero Joyce con su indiferencia característica ante el lector trabaja cada página hasta llenarla de alusiones y juegos verbales. Lo cual es evidente. Nos produce una fascinación curiosa la experiencia gradual de un personaje al que solo se ve desde el interior y con sus sueños. Y sin las complicaciones del vocabulario Joyce nunca habría podido pintarnos con mano muy sensible y garantizada la vida túrbida de ese semimundo mental donde la autoconciencia y la inconsciencia se mezclan de igual manera que sin la maquinaria de la historia el mito no habría podido dar al tema una libertad poética de significación más allá del marco realista que lo aguanta con firmeza. H. C. Earwicker es una suma de todos los hombres (él imagina que las iniciales de su nombre representan Here Comes Everybody, aquí vienen todos). Hemos de hallar de su sueño la totalidad de las posibilidades humanas, víctima e invasor, amante y amado, niñez y vejez, la totalidad de las formas de la experiencia humana puesto que historia y mito han surgido de ese plasma psicológico que nada oscuro y profundo bajo la superficie de las pobres palabras, de los actos limitados y la máscara particular de la carrera diurna de un ser humano real. Y qué humor, qué imaginación, qué poesía, qué experiencia psicológica ha puesto Joyce al sueño de Earwicker.


I. Shaw
Bajo la ropa de lana, había un "Ulises", los "Poemas", de T. S. Eliot, y las "Opiniones sobre el drama", de Bernard Shaw.
Viejo ejemplar gris de "Ulises".
Poseía un rostro alargado e inteligente y la ancha frente de un estudiante irlandés. Era el característico semblante, que uno podía imaginar en los compañeros de dormitorio de Joyce, en la universidad de Dublín.


Eliade
Los escasos libros modernos con los que pueden identificarse temas iniciáticos -el "Ulises" de Joyce, "La tierra baldía" de T. S. Eliot- fueron creados por escritores que no afirman haber sido iniciados y que no pertenecen a ningún círculo ocultista.


W. Burroughs
Hablar de James Joyce y de literatura, colocarse en una posición dominante.


Dole
James Joyce expuso en "Ulysses" las maravillosas propiedades del agua.


Burgess
Levantó el auricular, marcó -recordando a su James Joyce- EDENville 0000, y preguntó por Adán. No dio a nadie la ocasión de hablar.
James Joyce había vivido demasiado con las palabras y no con lo que significaban. Le había pasado con su deliberada selección de un novio de una confitería, su negativa a corregir a un visitante que había llamado fotógrafo a un pintor porque fotógrafo es una palabra hermosa.


Eco
El experimento sonoro "Homenaje a Joyce", una especie de transmisión radiofónica de cuarenta minutos que se iniciaba con la lectura del capítulo II del "Ulises" (el llamado "de las Sirenas", una orgía de onomatopeyas y aliteraciones) con tres idiomas, inglés, francés e italiano. Sin embargo, dado que Joyce había dicho que la estructura del capítulo era de fuga per canonem, Berio comenzaba a superponer los textos a manera de fuga como una especie de polilingüe y rabelaisiano fra Martino Campanaro hasta que terminó como una auténtica composición musical, la que circula como forma de disco con el título de "Omaggio a Joyce".
Del "Ulises" de Joyce un capítulo como el de los "Wandering Rocks" constituye un pequeño universo que puede verse desde distintos puntos de perspectiva, donde el ultimo recuerdo de una poética de carácter aristotélico y de un transcurrir del tiempo en un espacio homogéneo ha desaparecido completamente. Como ha expresado Edmund Wilson "cuando releemos el <<Ulises>> podemos comenzar por cualquier punto como si estuviéramos frente algo sólido como una ciudad que existiera realmente". 
Con el "Finnegans Wake" estamos verdaderamente ante un cosmos einsteniano enrollado y por consiguiente finito e ilimitado. Cada acontecimiento, cada palabra se encuentran con referencia a los demás y de la selección semántica de un término depende la manera de entender los demás. El instrumento primordial de esta integral ambigüedad es el pun, el calembour donde raíces distintas se combinan de manera que una palabra se transforma como un nudo de significados abiertos a nuevas constelaciones y nuevas probabilidades de lectura.
La referencia al seguimiento espacio-temporal para explicar la estructura del universo de Joyce.
La stream of consciousness reconstruida con los libros de Joyce logra constituirse como un documento psicológico.
Los vocablos abiertos y ambiguos de Joyce.
El hecho de que una frase del "Finnegans Wake" asuma una infinidad de significados no se explica con términos de logro estético como ocurría con el caso del verso de Racine; Joyce organizaba estéticamente un aparato de significantes que propiamente era abierto y ambiguo. Y por otra parte la ambigüedad de los signos no puede separarse de su organización estética, sino que los dos valores se motivan el uno al otro.
Joyce con el quinto capítulo del "Finnegans Wake" quiere describir la misteriosa carta que ha sido encontrada en un estercolero y cuyo significado es indescifrable, oscuro; la carta es el propio Finnegans y definitivamente es una imagen del universo que Fineggans refleja con la especie idiomática. Definirla es definir el cosmos. El "cosmos-Finnegans Wake-carta" es un caosmos y definirlo quiere decir indicar, sugerir su sustancial ambigüedad. El autor debe hablar de un objeto no unívoco y usar signos no unívocos vinculados con referencias no unívocas. La definición ocupa páginas y páginas del libro, pero cada frase no hace sino reproducir con una perspectiva distinta el campo de ideas.
Es natural que la vida sea más semejante al "Ulysses" que a "Los tres mosqueteros"; sin embargo, todos nosotros estamos más dispuestos a reflexionar la vida con términos de "Los tres mosqueteros", podemos rememorar la vida solo cuando la reflexionamos como una novela perfectamente hecha.
Accidentales y estúpidos son los hechos que acontecen a Leopold Bloom. Y no obstante son profundamente esenciales y concurren a reflejar una acción, un desarrollo psicológico, simbólico o alegórico e implican una verosímil argumentación implícita respecto del mundo.
La epifanía-contacto de la visión de la joven-pájaro de James Joyce.
Joyce ha dicho muchas cosas de la mutua influencia de lo psíquico y lo fisiológico al describir el juego de alternativas fisiopsicológicas de Bloom sobre la taza del retrete de su casa mientras evacúa y lee el periódico.
¿Qué hace Joyce cuando quiere hablarnos del periodismo contemporáneo? No puede analizar la situación de la "comunicación periodística moderna" desde la visión de un idioma incontaminado que no acuse esta situación. Por consiguiente organiza todo un capítulo del "Ulises", el denominado "Eolo" seleccionando como tema no una situación típica del periodismo moderno, sino una manifestación puramente accesoria, las argumentaciones casi casuales y perfectamente insignificantes de un grupo de periodistas de una redacción. Sin embargo, estas argumentaciones se encuentran unificadas con varios pequeños fragmentos titulado cada uno según el uso periodístico y dentro de una progresión estilística que hace que tengamos al comienzo los títulos acostumbrados de tipo Victoriano hasta llegar paulatinamente al título sensacionalista sintácticamente impropio reducido a puro slang del periódico sensacionalista de la tarde y hace que de las varias argumentaciones de los presentes cobren realidad las figuras retóricas al uso. Con este artificio Joyce pronuncia un verosímil discurso de los mass media y una percepción implícita de vacuidad. Sin embargo, no puede pronunciarse situándose fuera de la situación; por consiguiente dispone la situación de manera que quede reducida a su estructura formal y que se manifieste propiamente. Se aliena con la situación adoptando sus maneras pero haciéndolas evidentes, conscientes como maneras formativas, sale de la situación y la domina. Sale de la alienación extrañando con la estructura del relato la situación bajo la cual se ha alienado.

La interpretación de la "Scienza Nuova" de Vico de la historia proporciona el armazón del "Finnegans Wake", pero realmente la lección historicista no consigue transformar la actitud experiencial humana de Joyce. Su visión de los ciclos históricos se incluirá en el marco de una sensibilidad pánica y cabalística más afín a las influencias renacentistas que a las del historicismo moderno.
El historicismo es para Joyce una adquisición que viene a chocar y componerse con las demás.
La creación de Joyce se nos ofrece como el terreno de choque y de maduración de una serie de visiones del arte que encuentran una expresión más casuística y provocativa.
El alejamiento de Joyce de la familiar claridad de la forma mentís escolástica y su selección de un planteamiento más moderno e inquieto se fundamentan con la manifestación de Bruno de una dialéctica terrestre de los opuestos y la aceptación de la coincidentia oppositorum de Nicolás de Cusa. 
La oposición vasta y radical del ser humano medieval nostálgico de un mundo definido en el que podía vivir encontrando señales claras de dirección y el ser humano contemporáneo que percibe la exigencia de fundar un nuevo habitat pero sin conseguir encontrar sus reglas estatuarias mucho más ambiguas y difíciles con la desazón de la nostalgia de una infancia perdida. Con Joyce la selección definitiva no se produce y su dialéctica nos brinda más que una mediación, el desarrollo de una polaridad y de una tensión nunca aplacada.
Cuando Henry Miller insulta a Joyce como descendiente del erudito medieval que lleva priet´s blood (sangre de sacerdote) y una moralidad hermética percibe con paradójica perfidia una huella visible. 
Valery Larbaud examina que el "Portrait" está más próximo de la casuística jesuítica que del naturalismo francés. Los caminos de la sensibilidad de Joyce son extraños y opuestos.
Como las intemperancias de los vagantes medievales que abandonaban una disciplina pero no un acervo y una manera de reflexionar, a Joyce le queda el sentido de la blasfemia celebrada según un ritual litúrgico.
Los retruécanos de los que está tejido el "Finnegans Wake".
Las explícitas dos superestructuras impuestas al "Ulysses" y al "Finnegans Wake"; del primero el triángulo Stephen-Bloom-Molly se transforma como la figura de la Trinidad; del segundo, H. C. Earwicker, el protagonista, adopta el valor simbólico del chivo expiatorio que resume la humanidad caída y rescatada con una resurrección. Despojada de cualquier naturaleza teológica precisa, comprometida con todos los mitos y religiones la figura simbólica de H. C. E. con la que se confunden Historia y Humanidad se aguanta no obstante con su ambiguo referirse a un Cristo deformado e identificado con el fluir de los acontecimientos. Con lo vivo de esta evolución cíclica de la historia humana el autor se siente víctima y logos.
El catolicismo de Joyce manifiesta una especie de aptitud mental cuyo valor reside en el plano de la eficacia operativa. Una obsesión mística y una forma de organizar las ideas. El depósito de los símbolos y de las figuras filtrado y jugado y el hábito mental de la prestación de summulae heterodoxas. Una verosímil tendencia a la abstracción nos recuerda que Joyce llega a la estética a través de la teología.
Joyce rehúsa lo absurdo aunque sigue percibiéndolo como obsesión y se enamora de la coherencia. Una preocupación de la organización formal.
Con una disposición medieval Joyce examina el inmenso repertorio del universo reducido al idioma para capturar destellos de nuevas e infinitas probabilidades de combinación.
Atherton, "The Books at the Wake".
"Finnegans Wake" es un inmenso catálogo de citas, una Walpurgisnacht de filosofía à rebours.
La conferencia "Drama and Life" pronunciada el año 1900, el panfleto "The Day of the Rabblement", 1901 y de 1902 el ensayo sobre "James Clarence Mangan".
El arte como fin primario se propone la verdad; no una verdad didascálica, visto que Joyce a fin de cuentas reivindica la total neutralidad moral de la representación artística, sino la verdad pura y simple, la realidad.
La poética que preside los relatos de los "Dubliners" y las descripciones del "Ulysses" es una representación exacta y despiadada como profunda y vibrante de nuestra humanidad cotidiana.
El círculo dublinés de A. E., pseudónimo de George William Russell, místico y teósofo.
La forma épica es una prolongación de la forma lírica con lo que se alcanza la equidistancia del poeta, el lector y el centro emocional. La personalidad del artista casi fluye rodeando las figuras y los personajes. Joyce aduce la antigua balada "Turpin Hero" que comienza en primera persona y termina en tercera.
La vieja cuestión de los trascendentales, la pregunta de si la belleza es una cualidad extensiva a todo el ser y si cada objeto cuanto firma realizada con una materia específica (y percibido con estas sus características estructurales) es hermoso, sea una flor, un monstruo, un acto moral, una piedra, una mesa. Según Joyce <<incluso el objeto más horrible puede ser calificado de bello por la razón de que puede calificarse de bello a priori cuanto en él se centra la actividad de la simple percepción>>.
Joyce entiende la catarsis como la cesación de los sentimientos de piedad y de terror y el surgimiento de la alegría. Es una interpretación racionalista del concepto aristotélico con lo que las pasiones sobre el escenario trágico se exorcizarán al separarlas del espectador e imparcializarlas con el puro tejido dramático de la intriga enajenándolas y haciéndolas generales y por tanto impersonales. 
Desde el momento que Joyce se pone a escribir el "Ulysses" manifiesta la profunda persuasión de que el arte si es una actividad formadora, una humana disposición de la materia sensible con una finalidad estética debe ejercitarse con un material perfectamente seleccionado que no es sino el tejido de los acontecimientos, de las vicisitudes psicológicas, de las referencias morales además de la experiencia humana general.
La parálisis de la vida irlandesa que los cuentos juveniles proporcionan como objeto primario, con el "Ulysses" es solo uno de los datos de partida. Gustos, tipos y caracteres de la vida de Dublín son retratados con vivacidad y penetración con un despliegue de la gama discursiva y pictórica de lo cómico a lo patético, de lo dramático a lo grotesco. Esta fusión de una desenfrenada comicidad rabelaisiana con una penetración psicológica y una exactitud verbal digna de Flaubert constituye solo la dimensión textual de una construcción alegórica y anagógica más vasta.
Carta a Harriet Shaw Weaves, 8 de febrero de 1922. "Según la concepción y la técnica pretendí representar la tierra prehumana y posiblemente posthumana".
Es una epopeya de dos razas (Israel-Irlanda) y al tiempo el ciclo del cuerpo humano y también una pequeña historia de la jornada (vida). Una creación teatral, una creación-cosmos.
La carta a Mlle. Guillermet del 5 de agosto de 1818 Joyce critica la novela de su corresponsal porque está escrita como forma epistolar, método seductor pero que tiene el defecto de mostrar las cosas desde un solo ángulo visual.
Jung al ocuparse de la aparición del "Ulysses" señalaba cómo gracias a un rebajamiento del nivel mental con la abolición de la <<fonction du réel>> se confundía la dualidad interna e imparcial sacando a la luz una <<tenia>> que no se sabe si pertenece a la categoría física o a la categoría trascendental. A primera vista el discurso semeja el monólogo de un esquizofrénico, pero dada la pretensión oculta tras la decisión de la escritura era una especie de operación cubista con la que Joyce disolvía la imagen de la realidad con una pintura ilimitadamente compleja cuyo tono le daba la melancolía de la imparcialidad abstracta. El escritor destruye la imagen clásica del mundo.
"Ulysses" comienza con un acto de rebelión, una parodia litúrgica y con una serie de chistes goliárdicos iconoclastas y despectivos. El segundo capítulo Stephen como había hecho el primero al comprobar la crisis de su educación religiosa llama a capítulo a los educadores, la generación de la gente distinguida, los pontífices del prejuicio filisteo. El tercer capítulo arremete la filosofía; el viejo mundo se impugna no con sus manifestaciones accidentales, sino precisamente el cosmos organizado, el universo definido de manera unívoca según las reglas inalterables de una silogística aristotélico-tomista. Una serie de innovaciones sintácticas expresa una distinta visión del mundo (Leo Spitzer 1928). Es lo que Joseph Frank (1945) analiza de Joyce a propósito de la forma espacial creada con una organización técnica del material discursivo. Los primeros párrafos del capítulo proceden con particiones claras, con formulaciones inequívocas dotadas de un ritmo racional y de una nitidez de argumentación. Proteo nos penetra al centro del "Ulysses" y sienta un mundo dominado con las metamorfosis que produce nuevos centros de referencia.
Cuando Joyce quiere estigmatizar la parálisis de la vida irlandesa y la disgregación del mundo, el capítulo de Eolo, no hace sino registrar los discursos vacuos y presuntuosos de los periodistas sin pronunciar ningún juicio. Se emplean las figuras retóricas al uso (metonimia, quiasmo, metáfora, asíndeton, epífora, onomatopeya, anacoluto, hipérbaton, metátesis, prosopopeya, polisíndeton, hipotiposis, apócope, ironía, síncopa, solecismo, anagrama, metalepsis, tautología, anástrofe, pleonasmo, palíndromo, sarcasmo, perífrasis, hipérbole) mientras las varias fases de la discusión se dividen como parágrafos titulados como una noticia periodística con una reseña progresiva de estilos de encabezamiento del periodo Victoriano al diario sensacionalista de la tarde, del titular clásico al titular slang.
Definitivamente después de Joyce cada vez que la novela contemporánea realiza el ideal impersonal-dramático, el autor no habla propiamente ni se limita a hacer hablar a los personajes; hace hablar, hace expresiva la manera que hablan los personajes y se presentan las cosas.
Con la novela no ocurren grandes cosas importantes, sino que ocurren las pequeñas cosas sin vínculo mutuo del flujo incoherente de su devenir, las reflexiones como los gestos, las asociaciones de ideas como cualquier automatismo de comportamiento.
Warren Beach (1932), la evolución del punto de vista de Henry James a Joyce.
La poética de Eduard de los "Monederos falsos" aunque esté expresada con lucidez llega con retraso sobre la realización de Joyce y sobre una tendencia de la novela y de la psicología contemporánea que converge con la poética del monólogo interno y que Joyce adopta y perfecciona. 
Joyce con el uso del stream of consciousness (diálogo interno) pretende aferrar y mostrarnos una vida <<split in the middle>> (dividir la mitad) donde pululan todos los fenómenos conscientes e inconscientes que vagan a lo largo de la mente del personaje.
El tiempo del "Ulysses" se experimenta como una transformación, pero desde dentro; el lector y el autor se dirigen hasta una posesión del tiempo desde el interior del flujo. Si existe una ley del transcurso histórico no habrá que buscarla fuera del transcurso, puesto que la opción está decidida con el singular punto de vista dentro del devenir con el que nos encontramos situados. Pero si nos movemos dentro de los hechos de consciencia registrados con fidelidad como muchos acontecimientos equivalentes, entonces se duda la identidad personal.
Los vectores patéticos de la figura de Bloom.
Cada capítulo corresponde a un episodio de la "Odisea", a cada capítulo corresponde una hora del día, un órgano del cuerpo, un arte, un color, una figura simbólica y el uso de una técnica estilística. Los primeros tres capítulos están dedicados Stephen, los doce centrales a Bloom, los ultimos tres al encuentro Stephen-Bloom que semeja hacerse más estrecho y definitivo gracias al ultimo capítulo dominado con Molly donde se vislumbra la posibilidad de un triángulo adúltero que una futuramente a los tres. 
La odisea del ser humano corriente exiliado a un mundo cotidiano y desconocido, la alegoría de la sociedad moderna y del mundo a través de la historia de una ciudad y la referencia a la ciudad celestial, el sobresentido.
Como "Dubliners" expresaba una situación de parálisis, "Ulysses" expresa una exigencia de integración; el punto de partida es una falta de afectos, Stephen ha rehusado su universo religioso, la familia, la patria, la iglesia y no sabe lo que busca.
Bloom carece de una verdadera referencia con la ciudad porque es judío, con una mujer porque lo traiciona, con el hijo porque Rudy está muerto. Padre que pretende encontrarse con el hijo es al tiempo Ulises sin patria. 
"Ulysses" abre camino como una punta de diamante de la vanguardia artística.
El sentido del montaje cinematográfico del "Ulysses", de verosímiles variaciones de frecuencia que aparecen en episodios como el Cíclope donde la alternancia de la deformación cómica con la revelación mística consigue con su disonancia tal efecto de intensidad que lleva a la música de Schoenberg o de Alban Berg.
El diáfano ensayo de Hermann Broch (1963) sobre las conexiones del "Ulysses" y una nueva visión del mundo, las referencias de Joyce y la teoría de la relatividad, la nueva posición del espectador que para el "Ulysses" se incluye con su acto de visión en el campo de percepción como en un universo relativista con la consiguiente reducción del redactor como idea, del idioma con el que se describe, a los materiales de la descripción.
Las hipótesis homéricas del "Ulysses" coinciden con los hallazgos de Victor Bérard y la visión mitológica del "Finnegans Wake" con las de Zimmer.
"Ulysses" se presenta como la increíble imagen de un mundo que aguanta casi de milagro sobre los montantes del viejo mundo aceptados con su valor formal pero negados con su valor sustancial.
Con "Ulysses" podemos hablar de una gran epopeya de corte clásico porque emplazado en Dublín como un tiempo lo había sido en Florencia, irrumpe en el libro un conglomerado grandioso de experiencia y la totalidad de los problemas del ser humano contemporáneo, de manera que la calidad de las reminiscencias humanas en juego es anonadada con la vitalidad de las presencias que lo atestan.
Con el "Ulysses" toma forma una imagen del ser humano y de sus comportamientos como la que profundizarán más tarde la antropología filosófica contemporánea y la fenomenología.
Con "Ulysses" quedamos atrapados con un trobellino de realidad.
Desaparece la abstracta distinción de interioridad y exterioridad, ánimo y materia, bien y mal, idea y naturaleza.
Los monólogos filisteos y económicos de Bloom con los que la presencia de la ciudad con su trajín, sus sonidos, olores, colores se incluye con las evasiones de la fantasía, las patéticas exigencias del alma, los deseos de la carne.
Los recuerdos eruditos se traducen como estímulos senso-motores.
El indistinto horizonte total del mundo. La presencia de esta Lebenswelt no disuelta con fantasmas de la razón (donde debemos buscar nuestro origen) que la fenomenología contemporánea ha encontrado. La presencia con la que se rompen las distinciones operativas y provisionales, los útiles instrumentos de la experiencia organizada que nuestra pereza erige como fetiches, materiales indispensables para la posesión razonable del mundo pero que no son el mundo.
"Ulysses" había subvertido más allá de todo límite la técnica de la novela. "Finnegans Wake" rebasa este límite más allá de los umbrales de lo imaginable. Lleva el idioma más allá de todo límite de ductilidad y de comunicabilidad. Se sutodefine como chaosmos y Microchasm y constituye el documento de inestabilidad formal y ambigüedad semántica más aterrador del que nunca se haya tenido noticia.
Ensayos de Joyce. Fred H. Higginson, Thomas E. Connoly, Hayman. Clive Hart, Ellman, Budgen, Noon, Marshall McLuhan, Max Eastman, Eugenio Garin, Louis Gillet.
La entrevista de Joyce con August Suter, 1948.
El diseño está dotado de un sentido pero carente de un significado, se advierte qué está haciendo pero no por qué. 
Tim Finnegan es el personaje de una historia de vodevil que cae de una escalera de mano y lo dan por muerto. Los amigos organizan un alegre velatorio fúnebre rodeando su féretro pero alguien vierte whisky sobre el cadáver y Tim se levanta vivo y lozano y se une a la fiesta. El título no prevé el genitivo sajón porque no es el velatorio de Finnegan, sino el velatorio de los Finnegans o de un Finnegan no determinado.
El protagonista simbólico del libro no es una sola persona sino muchas. Es ante todo Fin again, Finn vuelve y es Finn Mac Cool, un irlandés mítico. Pero Finn es al tiempo la reencarnación de todos los grandes del pasado y su retorno se presenta numinoso, el que acompaña según las pretensiones de Joyce la noción de una caída y de una resurrección. Según el autor el libro habría debido ser el sueño de Finn dormido a la orilla del Liffey; la historia pasada, presente y futura de Irlanda y representada, la historia de la humanidad habría debido desarrollarse de forma onírica. De nuevo la historia del everyman como era Bloom; esta vez la reencarnación actual del arquetipo habría debido ser un tabernero del suburbio dublinés de Chapelizod, H. C. Earwicker. Pero las iniciales H. C. E. significan con muchas otras cosas Here Comes Everybody (aquí vienen todos) y por tanto resume la historia de la humanidad; también su mujer, Anna Livia Plurabelle, encarnación del río Liffey (luego de la naturaleza y del fluir eterno de las cosas) y de sus dos hijos Shem el penman (escritor), el instruido psicológicamente introvertido aunque abierto a la novedad de la búsqueda y a la transformación y Shaun, el postman, extravertido, abierto a las cosas del mundo pero por eso dogmático (según los términos contemporáneos hablaríamos de un choque de beat y square). Según se desarrolla la redacción ninguno de los personajes sigue siendo él, se transforma como algo diferente como si fuera el arquetipo de una serie de avatares sucesivos; la pareja Shem y Shaun que visiblemente adopta una serie de denominaciones diferentes se van encarnando como Caín y Abel, Napoleón y Wellington, Joyce y Wyndham Lewis, el tiempo y el espacio, el árbol y la piedra.
Al comienzo las pretensiones del autor son imprecisas. H. C. E. es el protagonista de una caída, de un pecado original que para la trama textual del libro (si es que la hay) se transforma como un oscuro pecado de voyerismo consumado en Phoenix Park. Lo que da lugar a una especie de proceso donde aparecen cuatro viejos (los cuatro evangelistas y también los Cuatro Compositores de la historia irlandesa de los Anales del siglo XVII) y aparecen varios defensores, varios testigos y una carta de difícil interpretación redactada por Anna Livia, escrita realmente por Shem, llevada por Shaun, encontrada por una gallina que escarbaba en un basurero. Puesto que la historia se desarrolla tras una atmósfera nocturna la llegada del día pone fin al sueño y establece una especie de resurrección de las cosas mientras el relato se cierra y suelda circularmente con la palabra del comienzo.
Este es el esquema simplificado que no tiene en cuenta la mole de hechos históricos, citas, personificaciones y transformaciones de los personajes que se establecen y que Joyce va añadiendo durante la redacción pasando de borradores sencillos a textos densos e intrincados con los que la complejidad se instala en el corazón de las palabras, en sus raíces etimológicas. Si "Ulysses" ha sido la historia de un día "Finnegans Wake" será la historia de uan noche. Un proceso que el autor asimila a la construcción de un mahjong puzzle. 
Joyce vivió en Zurich los años que Freud y Jung publicaron sus ensayos principales, pero ostenta desinterés a los padres del psicoanálisis. El Wake debe construirse según la racionalidad del sueño donde la identidad de las personas se confunde y transfiere una idea o el recuerdo de un hecho toma forma con una serie de símbolos dotados de una extraordinaria aptitud para instaurar uniones. Lo que ocurrirá también con las palabras que se asociarán de las maneras más libres para sugerir la expresión de una serie de ideas dispares.
Joyce establece que su libro se escribirá acomodándose <<a la estética del sueño con el que las formas se prolongan, las visiones pasan de lo trivial a lo apocalíptico y el cerebro utiliza las raíces de los vocablos para nombrar sus fantasmas, sus alegorías, sus alusiones>>. Una épica nocturna de la ambigüedad y de la metamorfosis, el mito de una muerte y de un renacimiento general con el que cada figura y cada palabra estará en lugar de las demás sin que existan divisiones claras de los acontecimientos y de manera que cada acontecimiento implique los demás con una especie de unidad elemental que no excluye el choque y la oposición de las parejas de opuestos.
Si el "Ulysses" era un paradójico equilibrio de las formas de un mundo desdeñado y la sustancia desordenada de uno nuevo, los libros sucesivos pretenderán ser una representación del caos con los que el autor buscará módulos de organización más armónicos a su índole.
Joyce encontró con Vico un filósofo a quien creer, un autor que le estimulaba la imaginación y le abría nuevos horizontes. De Vico le impresiona la exigencia de una organización del mundo que no debe buscarse fuera de los acontecimientos (como había ocurrido con "Ulysses") sino dentro con lo vivo de la historia como un alternarse de cursos y recursos. Esta teoría la asocia a concepciones orientales de la circularidad del todo, la noción esotérica de una especie de eterno retorno. Sale a la luz ese sincretismo filosófico como raíz de cualquier selección ideológica de Joyce.
Del ruido del trueno de la caída de Finnegan nace la pretensión de dar nombre a lo ignoto y al caos como había ocurrido con los primeros gigantes.
La razón de la experiencia humana del "Finnegans Wake" una vez reducido lo real al mundo de los mitos, de los frangmentos, de las palabras con las que el ser humano ha designado y conferido sentido a sus experiencias se pretende fundirlas con una amalgama del sueño para encontrar con esa libertad originaria, en esa zona de ambigüedad fecunda una nueva organización del universo desprendido de la tiranía de las antiguas costumbres. La caída inicial ha restablecido una condición de barbarie favorable, una barbarie culta debajo de la cual fluye la experiencia de la humanidad precedente. Desde que todo existe cuanto ha sido nombrado, este juego de metamorfosis no podrá sino suceder con las palabras y el pun, el retruécano será el resorte de este proceso.
Las iniciales H. C. E. de Howth Castle and Environs y Heres Comes Everybody.
La fluidez del universo del "Wake"; fluidez de las situaciones espacio-temporales, superposiciones de los tiempos históricos, ambigüedad de los símbolos, conmutación de las figuras, entendimiento complejo de los caracteres y situaciones y fluidez total del mecanismo del idioma con el que cada término construido con la forma de retruécano nunca es una sino varias palabras y todo es su opuesto.
El autor forjaba una máquina para sugerir. La fuerza de la composición está en la antigüedad permanente y el resonar de muchos sentidos que se prestan a la selección pero que no son domados ni eliminados con ninguna selección.
La fascinación que Joyce sentía de la pura <<music of ideas>> y de la producción de oxymoron retóricos.
Consecuencias estructurales recuerdan algunos aspectos de la ciencia actual. Se verifica con el "Finnegans Wake" la transposición de la estructura del discurso, de fenómenos descritos por las metodologías científicas contemporáneas; el libro se transforma como una grandiosa metáfora epistemológica. Metáfora, luego no traducción textual de situaciones epistemológicas sino proposición de situaciones estructuralmente análogas.
Con "Finnegans Wake" según como se entienda un término transforma totalmente la situación expuesta las páginas precedentes y según se interprete una alusión la identidad de una aparición remota es causal y deformada.
Joyce, Pound y Eliot han sido los pioneros de la nueva tierra; nos han mostrado cómo la inteligencia reduce el miedo.
El discurso del libro se mueve en los tres niveles carta-libro-mundo y tiene también un referente de carácter erudito-arqueológico. Constituye una especie de análisis minucioso con una vena imaginativa inagotable y una pretensión parodiadora de los análisis preexistentes del "Libro de Kells".
Las manifestaciones de ese genio irlandés que rayano con la locura en el plano de la provocación y de la ruptura no cesaría de dar a la experiencia humana con Joyce, el disgregador del idioma hablado, el mayor director del desconcierto contemporáneo.
El capítulo <<Ithaca>> de "Ulysses" tenía muchos puntos de contacto con la típica Imago Mundi a la manera de Honorio de Autun.
Las alusiones ultravioletas.
"Finnegans Wake" se presenta como el libro de una época de transición que la ciencia y la evolución de las referencias sociales están proponiendo al ser humano contemporáneo una visión del mundo que no obedece a los esquemas de otras épocas más terminadas sin que se posean las fórmulas para aclarar lo que está aconteciendo. Con una típica actitud experimental que ha tenido sus equivalentes históricos el libro pretende definir paradójicamente el mundo nuevo componiendo una caótica y vertiginosa enciclopedia del viejo saturándola con esas explicaciones que un tiempo se excluían mientras hoy se advierte que podrían coexistir con una oposición de la cual deberá nacer algo.
Desde un punto de vista pretende reflejar de manera fantástica y metafórica los procedimientos, los métodos, las consecuencias puramente conceptuales de la nueva ciencia transponiendo formas de la investigación y formas de la definición matemática con formas del idioma y de las referencias semánticas; desde otro semeja casi rebelarse a la cauta estrechez de las metodologías actuales (que nos permiten definir solo aspectos parciales de lo real y niegan la posibilidad de una definición ultima y total) y pretende sustituirlas con una actividad de enumeración, con un amontonamiento de definiciones parciales y provisionales que chocan y se componen como un enorme teatro del mundo con una clave general donde las nociones se disponen de manera que la estructura del libro es el espejo del cosmos, la reducción artificial pero especular de la realidad. Mientras la filosofía afirma que hay que callar sobre aquello de lo que no se puede hablar, el "Finnegans Wake" ostenta la orgullosa pretensión de doblegar el idioma a expresarlo todo y con ese fin emplea esos términos y referentes que comprometidos con cualquier doctrina, cualquier sistema, cualquier depósito de significados pueden exhibir y hacer coexistir cualquier afirmación sobre el mundo unificándolas gracias al tejido de un idioma con la aptitud de referir cualquier cosa, de establecer los cortocircuitos  más imprevisibles, de ligar con violencia etimológica los referentes más dispares.
Puesto que en el reino de la palabra la organización de los signos no puede sino ayudarse de una utilización de significados concretos (que actúan con la organización general de las estructuras) puede ocurrir como ocurre con "Finnegans Wake" que mientras la forma de las referencias de los significantes expresa una nueva posibilidad de ver las cosas, la forma que adoptan los significados llamados como causa expresan fatalmente una visión comprometida y consumida.
Richard Ellmann, "James Joyce".

Oh jubilo, oh vértigo de la diferencia, oh lector / escritor mío ideal que padeces un ideal insomnio, oh finnegans wake, oh animal benévolo y gracioso.
Joyce tuvo que pagar las publicaciones como Proust.
Joyce tuvo que doblegarse y aceptar la cruda realidad.

Probablemente no volveremos a conseguir reproducir nunca para nosotros el deleite sutil con el que el medieval encontraba con los versos del mago Virgilio mundos de prefiguraciones (¿o tal vez puede de forma no muy diferente el lector de Eliot o de Joyce?)
Joyce construye su doctrina de las epifanías abundantemente deudora de las estéticas postrománticas reelaborando con "Stephen Hero" y el "Portrait" las percepciones de lo bello del <<Angélico Doctor>> Tomás de Aquino.


Poirier
Analogías homéricas de "Ulysses", patrones bíblicos de Lawrence. Hostigamiento.


Kraus
Los libros de James Joyce con los que pesa no el numero de publicaciones a menudo reducido de los países del Este, sino la rapidez con la que se agotan, la circulación de mano a mano y la presencia de la conversación diaria.
La literatura de Joyce dio forma a nuevas zonas vivenciales sacándolas de lo inconsciente.


Tagliaferri
Como es sabido es típico de Joyce , amigo y mentor juvenil de Beckett, escribir según un procedimiento telescópico, haciendo que cada texto, a través de una compleja trama de referencias, de anticipaciones y de recuperaciones, se vincule con los demás y que todos reflejen experiencias personales del autor. Joyce asume cualquier sentido posible para enriquecer infinitamente la propia composición, unica realidad imparcial y perfectamente autosuficiente.


Schwanitz
El año 1922 el escritor irlandés James Augusta Joyce publicaba su "Ulises", la novela del siglo. Joyce describía las aventuras por la ciudad de Dublín del pequeñoburgués irlandés Leopold Bloom, a lo largo del 16 de junio de 1904. Desde entonces, los admiradores de Joyce celebran este día como <<El Día de Bloom>> (Bloomsday, juego de palabras, por similitud con la expresión inglesa Doomsday, el Día del Juicio Final). El protagonista de la novela es judío, pero los episodios de aquel día siguen el modelo de la "Odisea".
"Ulises" relata un día de la vida de tres personas de Dublín. El joven intelectual Stephen Dedalus, el pequeño agente comercial Leopold Bloom y su mujer, Molly. La novela se compone de dieciocho episodios organizados según el modelo de la "Odisea". Los tres primeros y el noveno están dedicados a Stephen, el décimo a los tres protagonistas y el ultimo presenta el monólogo de Molly Bloom. Todos los demás están dedicados a Leopold Bloom. Bloom es el Ulises moderno, pero debido a su origen judío es también Ahasvero, el Eterno judío, que vaga sin descanso por el mundo, arrastrando su maldición, el eterno exiliado, el apátrida. Con este vínculo Joyce remite a las dos fuentes históricas, Grecia y los textos judíos. La odisea del "Ulises" es el deambular de Bloom, personificación del moderno ciudadano, por al ciudad de Dublín, desde las primeras horas de la mañana, cuando se levanta de la cama y va al baño, hasta la mañana del día siguiente, cuando Stephen lo lleva a casa después de visitar el barrio chino y Bloom se acuesta, tras poner la almohada a los pies de la cama, al lado de su mujer Molly, cuyo flujo de autoconciencia desemboca en el sueño, como el río Liffey lo hace en el mar. Mientras, hemos acompañado a Bloom al restaurante, a la redacción del periódico, a un entierro, a un baño turco, al café, al hospital, a una biblioteca, a un burdel y a un paseo por las calles, plazas y parques de Dublín. Y todo lo que hemos vivido, lo hemos vivido a través de los sentidos de Bloom.
Nunca antes un escritor había envuelto profundamente al lector en la autoconciencia de otro, haciéndole percibir recuerdos semiconscientes, ideas vagas, sentimientos poco claros, sensaciones corporales difusas, imágenes, olores y sonidos con tal viveza, complejidad y ritmo, que al final el lector se halla mejor familiarizado con Bloom, que el propio Bloom. Encontramos un retrato exhaustivo de una persona. Erramos por las zonas del inconsciente y por el desorden de recuerdos intelectuales, personales y cotidianos; por los rincones de la intimidad; por los recovecos de inaprensibles y fugaces disposiciones de ánimo y por los ritmos vitales y variaciones emocionales. Los episodios de la novela están enlazados en torno de una prodigiosa técnica compositiva, que asocia cada uno a un género artístico, a un color, a un órgano humano, a una disciplina o a un elemento.
La novela refiere cinco formas de totalidad. La familia, compuesta por Bloom, su mujer y su hijo adoptivo Stephen, con quien Molly tiene una gran afinidad; la Odisea, en cuanto explicación del mundo; la autoconciencia, siempre presente; el transcurso de un día entero como un día cualquiera de una época y la ciudad, en cuanto cosmos moderno. La compacidad de la ciudad permite recuperar la imagen de la sociedad como un inmenso organismo. La ciudad se transforma en un organismo urbano; el tráfico es su circulación sanguínea y su metabolismo; las calles y las vías férreas son sus arterias. Las masas humanas que fluyen por las calles son las aguas del río Liffey, que atraviesa Dublín. El flujo y la inestabilidad de la autoconciencia son la imagen de la gran ciudad, por la que fluyen noticias, mercancías y hombres, como fluyen las asociaciones en la mente de Leopold Bloom. Los dos, la ciudad y el cerebro, son de índole laberíntica -no en vano, el autorretrato del autor adolescente se llama Stephan Dedalus-. Su futuro es idéntico al de Joyce, el cual, meditando profundamente sobre los planos de Dublín, durante su exilio en Zurich y Trieste, transforma la capital irlandesa en el ombligo del mundo y la odisea de Bloom en la anatomía de la modernidad, en la crónica diaria de una ciudad, en la monumental instantánea del tiempo, en el inventario artístico y la vida cotidiana de una época. 
Joyce parte de una estética de la percepción similar a la de Proust. En Joyce, la epifanía (manifestación, alumbramiento), obtura el fluir del tiempo y arroja su poderosa luz sobre la realidad, haciendo que esta se manifieste. Las dos novelas son un testimonio de la pretensión de salir de la historia y del tiempo a través del mito, la experiencia repentina, la permanencia de las formas y la eterna repetición de lo siempre igual. Cuando llegamos al final de "Ulises", en un sólo día hemos vivido todos los días de nuestra vida. Y al final de ese día nos unimos al flujo de la autoconciencia del eterno femenino, para desembocar en la noche.
Samuel Beckett (1906-1983) el representante del absurdo y durante un tiempo secretario de James Joyce a quien redactó algunas partes del "Ulises".
Según Joyce lo repentino se transformó como la categoría con la que se manifestaba la esencia de las cosas más allá del tiempo cuanto epifanía. 


Lewis
"Humphry Clinker", novela extraordinariamente sofisticada se anticipa a James Joyce con el uso del juego de palabras y dobles sentidos.


McGrath
Narciso. El retrato del artista adolescente.






Ana Kontroversy














3 comentarios:

  1. Saluts, mia amiga. Bueno blog!

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  2. Hi, Ana.
    You would have to post more often as it is always my pleasure to read his insightful summaries of works and the arguments of the forgotten films of the origins of cinema. Lou

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  3. Hi, Ana
    You would have to post more often as it is always my pleasure to read his insightful summaries of works and the arguments of the forgotten films of the origins of cinema

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