miércoles, 25 de julio de 2012

REPASO DE LA NOVELA 1







MARCEL PROUST


El autor de novelas


El asunto del libro se desprendía de mi personalidad y yo ya quedaba libre de adaptarme o no a él.
Originalidad, gracia, delicadeza, fuerza, todo eso es cabalmente el talento.
Hay autores originales que, con la más mínima novedad excitan la ira del publico, sencillamente, porque antes no halagaron sus gustos atiborrándole de esos lugares comunes, al que está acostumbrado.
El disturbio que hay en buscar en la realidad los cuadros de la memoria, porque siempre les faltaría ese encanto que tiene el recuerdo y todo lo que no se percibe por los sentidos.
El genio, por poseer una gran experiencia de la mente, tiene el talante de entender las ideas más opuestas a las que constituyen el fondo de su propia realización.
Sucede con los grandes escritores, que la belleza de sus frases es imposible de prever, como la de una mujer que no conocemos. Es creación porque se aplica a un objeto exterior, en el que están reflexionando y que no habían logrado expresar.
El genio, incluso un gran talento proviene, más que de elementos intelectuales y de refinamientos sociales superiores a los ajenos, de la facultad de trasponerlos y transformarlos. Los productores de realizaciones geniales son aquellos dispuestos a cesar bruscamente de vivir y convertir su personalidad en algo semejante a un espejo, de tal suerte que su vida, por mediocre que sea en su aspecto mundano, y hasta algún punto en el intelectual, vaya a reflejarse allí; porque el genio consiste en la potencia de reflexión y no en la calidad intrínseca del espectáculo reflejado.
El hábito forma el estilo del escritor, como forma el carácter del ser humano, y el escritor que sintió en varias ocasiones el contento de haber llegado a un punto de satisfacción en la expresión de su imaginación, planta para siempre los jalones de su talento.
La memoria nos presenta los recuerdos como un reflejo donde está alterada la organización de las partes.
Mientras que dura el primer periodo, el artista, poco a poco, ha extraído la ley y la fórmula de su inconsciente don artístico. Sabe cuáles son las situaciones, en el caso de que sea novelista.
Como una idea es algo que no puede participar de los intereses humanos ni podría gozar de sus beneficios, los hombres de una idea no son influidos por el interés.
El talento es el producto vivo de una complexión moral en la que faltan, generalmente, muchas cualidades y en la que predomina una sensibilidad, algunas de cuyas otras manifestaciones, que no percibimos en un libro, pueden hacerse sentir con bastante fuerza en el curso de la existencia; tales curiosidades, tales fantasías, el deseo de ir aquí o allá por gusto y no con vistas al acrecentamiento, al mantenimiento, o para el simple cumplimiento de las referencias humanas.
Un escritor parte de una experiencia justa, discurre, formula su reflexión.
Se encuentran en la sociedad fina pocos novelistas, pocos poetas, entre esas personas sublimes, que hablan precisamente de lo que no se debe decir.
Ese terrible poder de registro que tiene el cuerpo.
Un novelista funde diversos elementos tomados de la realidad, para crear un personaje imaginario.
Una nueva novela de un autor preferido.
La impresión es, para el escritor, lo que la experimentación para el sabio, con la diferencia de que, en el sabio, la actividad de la inteligencia precede y la del escritor viene después.
Los mejores escritores, al acercarse la vejez o después de un exceso de producción, finalizan, en ocasiones, de tener talento.
Mi novela está dominada por la distinción entre la memoria involuntaria y la memoria voluntaria. La memoria voluntaria, sobre todo, una memoria de la inteligencia y de los ojos, no nos ofrece del pasado, más que aspectos faltos de verdad. Pero si un olor, un sabor reconocido en circunstancias muy diferentes, despiertan a nuestro pesar el pasado, entonces sentimos hasta qué punto ese pasado era diferente del que creíamos recordar y que nuestra memoria voluntaria pintaba, como los malos pintores, con colores faltos de realismo.
Es sólo en los recuerdos involuntarios, donde el artista debería buscar la materia prima de su creación. En primer lugar, precisamente porque son involuntarios, porque surgen atraídos por la semejanza de un minuto idéntico a otro, sólo tienen el sello de lo auténtico. Después, porque nos ofrecen las cosas en una exacta dosis de memoria y olvido. Por ultimo, porque como nos hacen experimentar una sensación ya vivida, en circunstancias muy distintas, la liberan de la contingencia, nos dan la esencia extratemporal, esa que tiene justamente el contenido del buen estilo, esa verdad general y precisa, que sólo la belleza del estilo traduce. El estilo es, como el color para los pintores, una cualidad de la visión, la revelación del universo particular, que cada uno ve y que no ven los demás.
Los recuerdos de amor no son una excepción de las leyes generales de la Memoria, regida esta por la Costumbre, que lo debilita todo. Lo que mejor nos recuerda un ser es justamente lo que habíamos olvidado, porque carecía de importancia. No se puede ser fiel sino a aquello que se recuerda, como sólo se puede recordar lo que se ha experimentado.
En realidad, los casos en los que disponemos de nuestro poder anímico, son aquellos en los que no creemos hacer algo independiente, en los que no seleccionamos de manera arbitraria, la meta de nuestros esfuerzos. El tema del novelista se impone de una manera casi de menester, exterior a su reflexión. Y es sometiendo su ánimo al esfuerzo de traducir esta visión, de concretar esta verdad, como el artista llega a ser verdaderamente él.
Desde que, en 1736, Crébillon hijo publicó la novela "Les Égarments du coeur de l´esprit", la unión de los términos corazón y ánimo es una expresión hecha en la literatura francesa.
Afortunadamente para el novelista, hay menos gustos y caracteres que hombres o, mejor dicho, el más singular participa suficientemente de los gustos y de los caracteres de un gran numero de hombres.
La falta de una cosa consiste en que no la tengamos, no es un defecto parcial, sino un trastorno de todo, una condición nueva, que nunca pudo preverse en la condición anterior.
La conversación carece de virtualidad.
Los compartimentos de un depósito.
Salida de pie de banco.
El mirto era el perfume de las nubes.
Un tesoro oculto y coloreado, el prisma de la ventana descompone un rayo de luz del verano antes de entrar en un comedor oscuro.
Reuniones, salones, que los periodistas filósofos llaman parisienses, o panamistes, de Paname, París, en argot.
Una capa de nieve disimula una fuente.
Como la imaginación está constituida de una manera rudimentaria, simplista (pues no ha pasado por las innumerables transformaciones que modifican los modelos primitivos de los inventos humanos, apenas reconocibles, ya sea del barómetro, del globo, del teléfono, en sus perfeccionamientos posteriores), sólo nos permite ver pocas cosas a la vez.
El péndulo de la intuición sólo puede impulsar fuera una oscilación igual a la que ejecuta en el sentido interior.
La curvatura de las iluminaciones de mi linterna mágica dependía de la curvatura de los vidrios de colores.
Naltiers, libros soberbios.
La bolsa sube cuando se solicita y baja cuando se ofrece.
Sería absurdo sacrificar al símbolo la realidad que simboliza.
Día que este Prometeo consentidor se hizo atar por la Fuerza a la roca de la pura Materia.
Ley inevitable que dispone, que sólo se puede imaginar lo que está ausente.
La herencia de un nombre es triste como las demás herencias, como las usurpaciones de propiedad.
Prosa, volapuk.
Esa barra oblicua, tempestuosa que, con razonamientos, enlaza lo que se termina de oír con reflexiones poco agradables.

Los actos creadores proceden, no de la investigación de sus leyes, sino de un poder incomprensible y oscuro, que no se fortalece aclarándolo.


Prefacio de John Ruskin

La variación de circunstancias que permite discernir, mediante una suerte de experimentación, los rasgos permanentes del carácter, es la variedad de las realizaciones. De la comparación entre creaciones diferentes extraemos rasgos comunes, cuya reunión compone la fisonomía del artista.
Percepción exacta de un matiz justo.
Las palabras del genio pueden dar a las cosas una forma eterna, igual que el pincel. También la literatura es una lámpara del sacrificio que se consume, para iluminar a nuestros descendientes.
Encanto singular de un país.
Nada de lo que ha vivido muere.
El ser humano, lo que de más particular hay en una persona, en una intención.
Sólo lo que ha salido de una reflexión puede un día fijar otra reflexión, que fascine la nuestra.
Algunas ocasiones el Ánimo visita la tierra y, a su paso, los muertos se levantan y las pequeñas figuras olvidadas reencuentran la vista y fijan la de los vivos y van a buscar la vida sólo allá donde al ánimo se la ha mostrado, en piedras que ya son polvo y reflexión.
El amor se encuentra en el grado más elevado en la escala de los egoísmos, disposición egoísta, en la que el sentimiento poético difícilmente se produce.
Somos libres en nuestra vida, pero teniendo metas. Se ha puesto en evidencia el sofisma de la libertad de la indiferencia. En realidad, los casos en los que disponemos de nuestro poder anímico son aquellos en los que no creemos hacer algo independiente, en los que no escogemos la meta de nuestros esfuerzos.
El tema del novelista, la visión del poeta, la verdad del filósofo se imponen de una manera casi de menester, exterior a su reflexión. Y es sometiendo su ánimo al esfuerzo de traducir esta visión, de acercar esta verdad, como el artista llega a ser verdaderamente él.
Las creaciones de un gran escritor son el diccionario en el que se puede controlar con verosimilitud el sentido de las expresiones que emplea. No reflexionamos una idea sólo una vez. Amamos una idea durante un tiempo y volvemos sobre esa idea, aunque sea para después abandonarla. Lo que hay que hacer con un ánimo si se quiere volver a ver una de sus ideas, es lo que hacen los pescadores. Colocar una red de un extremo a otro (de una época a otra) de su producción, aunque se vea incesantemente renovada. Si la red es densa y fina, raro será que no capturéis una de esas bellas criaturas que llamamos Ideas y que se solazan en las aguas de una reflexión, nadando por una generación, que semeja de alguna manera espontánea y en la que quienes gustan de pasear por las orillas del ánimo, están persuadidos de verlas un día, si sólo tienen un poco de paciencia y amor.


Ensoñaciones

La realización triste de un verdadero artista nos habla con el acento de los que han sufrido, obligan a los hombres que hayan sufrido a abandonarlo todo en el acto y escuchar. Lo que el sentimiento trajo, este caprichoso lo lleva consigo y la tristeza, más intensa que la alegría, no es duradera como la virtud.
(Ensoñaciones)





La realización novelística





El invisible secreto de una novela.
Es un marco convencional para la ficción de una novela el asiento del vagón donde la va leyendo el viajero, para matar el tiempo.
El placer desinteresado, propio de la lectura de una novela.
Para hacernos ver cuán presto huye el Tiempo en la vida, los novelistas no tienen más remedio que acelerar frenéticamente la marcha de las agujas y hacer al lector que franquee diez, veinte o treinta años en dos minutos.
Me pregunté si la originalidad prueba realmente, que los grandes escritores sean dioses, cada uno patrono de un reino, independiente y exclusivamente suyo, o si no habrá algo de ficción y las diferencias entre los libros no serán más una resultante de la actividad, que expresión de una diferencia radical de esencia, entre las diversas personalidades.
Una belleza plástica independiente del significado de las frases.
La verdadera variedad consiste en una plenitud de elementos inesperados y reales; mientras que la imitación puramente formal de la variedad (y también se podría argumentar, para las demás cualidades del estilo), no es otra cosa que vacuidad y uniformidad, lo opuesto a la variedad, y si logran los imitadores dar la ilusión y el recuerdo de la variedad verdadera, es sólo para aquellas personas, que no la supieron entender en las grandes creaciones.
Esas alteraciones de sintaxis y de acento, que están en forzosa referencia con la originalidad intelectual.
Un escritor utiliza en una novela, con el pretexto de que son verdad, <<palabras>> y personajes que, en un contenido vivo son peso muerto, parte mediocre.
Apreciar mejor y con plena experiencia de causa la fuerza del argumento.
Después de todo, tal vez el criterio infalible para juzgar del valor de una hermosa página, no tenga nada que ver con el placer que se sintió al escribirla; tal vez ese placer no sea más que algo accesorio, que se superpone después, pero que en caso de faltar, no indica nada diferente del valor del texto. A lo mejor, algunas creaciones se escribieron entre bostezos.
Lo que nos posibilita la creación de un libro no es el deseo de celebridad, sino la costumbre de ser laborioso.
Un novelista podría pintar, durante el curso de la vida de su protagonista, casi exactamente iguales sus amores sucesivos, y con eso dar la impresión de no imitarse, sino de crear, puesto que menos fuerza demuestra una innovación artística, que una repetición destinada a sugerir una verdad nueva.
El marco de una novela, un paisaje imaginario que me costaba representarme y que sentía más deseos de investigar.
Una novela puramente de aventuras, estéril y falta de verdad.
El ocio que reclama la carrera de las letras.
Una novela es en raras ocasiones cabalmente entendida y victoriosa, sin que la de otro escritor, oscuro en el día, no haya empezado, para algunos ánimos más difíciles, a sustituir con un nuevo culto el que ha terminado casi de imponerse.
El atractivo novelesco de la enseñanza de una mayor riqueza de planos explorados uno tras otro por la vida.
El recién llegado debía, en las novelas de otrora, pagar su escote refiriendo su aventura, en el momento que entraba en este asilo de calor y de garantía, en el que la diferencia con aquello de lo que había escapado uno hacía reinar la jovialidad y la camaradería, que bromean unidos ante el fuego de un vivaque.
La imitación tiene por condiciones la ausencia de una originalidad irreductible y, además, una relativa finura de oído, que permita discernir primero lo que se imita luego.
Hilo del relato.
Hay una evolución en los juegos de palabras como en los géneros literarios, epidemias que desaparecen reemplazadas por otras, etcétera.
Si la experiencia del conjunto precede siempre al de los detalles, propicia muchísimo la investigación de estos.
La realidad, aunque sea precisa, no es completamente previsible.
La realidad no es más que un incentivo para una meta desconocida, en cuyo camino no podemos llegar muy lejos.
Gozaba de los restos del sueño, de la unica invención, de la unica renovación que existe en la manera de contar, pues ningún relato en la vigilia, aunque sea embellecido por la literatura, tiene esas misteriosas diferencias de las que nace la belleza.
Carácter de ser siempre incompletas -aunque maravillosamente-, el carácter de las grandes creaciones del siglo XIX; de ese siglo XIX, cuyos grandes escritores han fallado sus libros, pero viéndose en actividad como si fueran a la vez el obrero y el juez, han sacado de esta autocomplaccencia una belleza exterior nueva y superior a la novela, imponiéndole retroactivamente una unidad, una grandeza que no tiene.
No se puede leer una novela sin poner en la heroína los rasgos de la mujer amada. Pero aunque el libro termine bien, nuestro amor no ha dado un paso más y, cuando lo cerramos, la mujer que amamos y que por fin vino a nosotros en la novela, no nos ama más en la vida.
Puede haber belleza en las cosas más humildes y en las más preciosas.
La literatura no revela una verdad profunda.
Esa belleza independiente del valor propio de un libro.
La literatura que se limita a <<describir las cosas>>, a dar sólo una mísera visión de líneas y de superficies es aquella que, llamándose realista, está más lejos de la realidad, la que más nos empobrece y nos entristece, pues corta bruscamente la comunicación de nuestro yo presente con el pasado, cuyas cosas aguantan la esencia, y el futuro, con el que nos incitan a gustarla de nuevo. Es esa esencia lo que el arte debe expresar y, si fracasa en el propósito, se puede sacar de su impotencia una enseñanza (mientras que de los éxitos del realismo no se puede sacar ninguna); que esa esencia es, en parte, incomunicable e interior.
Las circunstancias tienen siempre algo particular y los caracteres algo personal.
En un libro, las unidades (humanas o no) se componen de impresiones numerosas que, tomadas de muchas personas o cosas, cooperan para hacer una sola.
Esa filosofía de folletinista, que cree que todo está predestinado al olvido.
Afortunadamente para el novelista, hay menos gustos y caracteres que hombres o, mejor dicho, el más singular participa suficientemente de los gustos y caracteres de un gran numero de hombres.
Un libro realmente bueno es particular, imposible de prever, y no consiste en la suma de las precedentes creaciones artísticas, sino en algo que no se logra con haber asimilado perfectamente esa suma, porque está, precisamente, fuera.
Novela de introspección. Todo lo que puede ayudar a encontrar leyes, a reflejar luz sobre lo desconocido, a hacer que se experimente más profundamente la vida, es valioso.
Las novelas pierden su encanto cuando entran en la realidad.

Las realizaciones de un ser humano pueden semejarse más a la naturaleza que a él propio. Pero luego, esa esencia propia, que cada contacto genial con la naturaleza ha ido intensificando, las impregna más completamente. Y hacia el final se hace manifiesto, que la realidad ya no es para él más que eso y que lucha, para mostrarla del todo.
La verdadera belleza no puede replicar a las expectativas de una reflexión novedosa. Todo lo demás no es inferior a la idea que se hacía. La habilidad la fascina, la vulgaridad la halaga, la sensualidad la embriaga, la teatralidad la deslumbra. Pero la belleza, unida desde el origen de los tiempos a la verdad por una amistad eterna, no tiene a su disposición esos encantos.

También la literatura es una lámpara del sacrificio, que se consume, para iluminar a nuestros descendientes.
El amor se encuentra en el grado más elevado en la escala de los egoísmos, disposición egoísta, en la que el sentimiento poético difícilmente se produce.
Somos libres en nuestra vida, pero teniendo metas; se ha puesto en evidencia el sofisma de la libertad de la indiferencia. En realidad, los casos en los que disponemos de nuestro poder anímico, son aquellos en los que no creemos hacer algo independiente, en los que no escogemos de manera abusiva la meta de nuestros esfuerzos.



La emoción



Los procedimientos expositivos destinados a excitar la curiosidad o la emoción, y algunas expresiones que despiertan sentimientos de inquietud o melancolía, son comunes a muchas novelas.
Impresión novelesca, encanto de secreto sorprendido.
Esa deliciosa vaguedad, rica en esperadas sorpresas, que se llama lo novelesco.
Lo propio del novelista es urdir una intriga y levantar los corazones, más que esmerarse en dibujar a la punta seca un frontispicio o una viñeta.
La pena que produce la lectura de una novela, una pena que sólo un loco podría prolongar en un dolor duradero y permanente de su vida. No nos preocupan los hechos de la heroína imaginaria en una novela después de terminar la lectura.
Y en ocasiones, la lectura de una novela un poco triste me hacía retroceder bruscamente, pues algunas novelas son como grandes duelos momentáneos, que terminan con la costumbre y nos vuelven al contacto con la realidad de la vida, pero sólo por unas horas, como una pesadilla, pues las fuerzas del hábito, el olvido que producen, la alegría que vuelven a traernos por la impotencia del cerebro, para luchar y recrear lo verdadero, se imponen infinitamente sobre la sugestión hipnótica de un bello libro, la cual, como las demás sugestiones, produce efectos poco duraderos.
Las cosas no tienen poder y somos nosotros quienes se lo conferimos.
El escritor, para lograr volumen y consistencia, generalidad, realidad literaria, precisa muchos seres para un solo sentimiento. Son nuestras pasiones las que abocetan nuestros libros, la pausa de reposo lo que los escribe. La creación del escritor no es más que una especie de instrumento óptico, que ofrece al lector, para permitirle discernir lo que, sin ese libro, no habría podido ver. El reconocimiento por el lector de lo que el libro expone, es la prueba de la verdad de este, y viceversa.
Invisible como el secreto de una novela.
La ingeniosidad del primer novelista estribó en entender que, como en el conjunto de nuestras emociones la imagen es el elemento esencial, una simplificación que consistiera en suprimir, pura y simplemente personajes reales, significaría una decisiva perfección.
El interés de la lectura, mágico como un profundo sueño, había engañado a mis alucinados oídos, borrando la áurea campana de la azulada superficie del silencio.





Jean Santeuil

Columbrando el cielo a la manera de los viejos augures.
Decepción de un neurópata que querría arrancar a su médico alguna frase profunda sobre su mal.
Los niños creen que la noche no terminará nunca.
Distinguir lo moral y lo físico, la libertad y el menester.
Gastar para consumar su falta, la violencia que el remordimiento ejercía.
Menesteres mundanos dominantes.
El hábito, la unica de las viejas potencias de este mundo, más fuerte que el sufrimiento.
Cada vez que una circunstancia cualquiera vino a suspender los efectos anestésicos del hábito.
Nerviosismo. Sustituyendo el deber de evitar una falta sólo reflexionó la ventaja de cuidar una enfermedad.
Evadirse a ese campo de la ilusión y de los siglos donde la mente puede correr como un potro suelto.
Steamer. Navío de vapor.
Mm. de Thèbes, célebre quiromántica que predecía el futuro.
Jugar a las rayas. Juego de carrera de dos campos limitados cada uno con una raya trazada sobre el suelo.
Coger un libro o ir a ver un amigo e inmolar el triste hoy a la ilusión del gozoso mañana.
Desierto de su pena.
Y era el milagro que sólo habría podido realizarse con sueños lo que era la realidad, la deliciosa, inesperada triunfante realidad.
Mal organizados para gozar de la alegría sólo lo estamos un poco mejor para soportar el dolor y si nuestras alegrías son menos profundas de lo que las imaginamos nuestras penas también son menos duraderas.
A cada momento nuestra vida está ante nosotros como un desconocido a lo largo de la noche ¿y quién sabe adónde llegará mañana ese desconocido?
Son difíciles las leyes del deber sobre todo cuando hay que aplicarlas a una circunstancia particular.
Salón de Mme. Recamier.
Hilos con los que jugaban sus reflexiones.
Entonces descansaban con el porvenir desconocido, el cual es para nuestra vida presente como si no fuera y al que cuando se realice sacrificamos con gusto esa vida pasada de la que somos solos para recordar, hasta el punto de que de verosímil manera nos hace el efecto de uno de nuestros sueños que podemos recordar, pero que sólo existió para nosotros.
El genio de la memoria da la vuelta a la tierra más rápidamente que la electricidad y con igual rapidez da la vuelta al tiempo. La electricidad no tarda menos tiempo para conducir hasta nuestro oído inclinado sobre un auricular telefónico una voz, sin embargo, muy lejana que la memoria, ese otro elemento potente que como la luz o la electricidad con un movimiento vertiginoso que nos da la sensación de un reposo inmenso, una especie de omnipresencia, está a la vez a lo largo de cualquier parte alrededor de la tierra, sobre los cuatro confines del mundo donde palpitan sus alas gigantescas como uno de esos ángeles que la Edad Media imaginaba. Pero el momento que esa voz amada se dirige a nosotros con el auricular telefónico nos da la impresión de sentir esa lejanía que franqueamos sin tener tiempo de notarlo. Por eso, cuando despertamos después de unas horas de sueño del tren tenemos ante la presencia de los lugares nuevos que nos rodean el vértigo de las distancias que la máquina de vapor ha recorrido por nosotros. Han pasado unos pocos instantes y, sin embargo, tenemos la sensación de todo lo que con una velocidad milagrosa se ha realizado, se ha transformado sin saberlo.
Fatiga de la sombra atravesada.
Lejanísimas estrellas, aunque no las vemos lejos.
La vida se las arregla para aliviar nuestros males volvíendonoslos soportables. Pero la imaginación nos presenta los males de los demás con su desolación íntima sin poner nada de lo que los vuelve insignificantes o incluso dulces. Por eso derrama la piedad sus lágrimas. Las nuestras ni siquiera las ve.
Visión suave de piedad y admiración.
Los hábitos son cimientos que lejos de desmoronarse se consolidan con el tiempo.
Sólo los niños creen que su deseo es una ley de las cosas.
La imaginación no tiene experiencia, puesto que la ilusión borra cada día sus ligeras huellas para devolverle su pureza.
A un loco le gusta volver a encontrar al amigo dócil que lo escucha sin rebatirlo.
Dulces palabras de vanidad de la vida, de nirvana.
Una mente profunda da la sensación de que contiene las leyes a las que obedece la realidad.
El ánimo no se cataloga con las dignidades oficiales ni con la reputación filosófica o literaria, que como la creación general está hecha de imitación, sugestiones materiales, ardor ficticio y percepción y que deviene discutible para el mundo de la Verdad.
Las amistades y los odios se alejan de nosotros a tal velocidad que ha transcurrido un poco de tiempo y ya no los comprendemos.
Retirado al fondo de sus aposentos desde donde ya no veían el resto de la vida.
Vert-Galant. Expresión adjudicada al bandido que se refugiaba dentro de los bosques, pasó a identificar al ser peligroso para las mujeres. Apodo con el que se denominó a Enrique IV.
Piedad burlona que va unida a la simpatía, a la admiración de un ser humano frío por un entusiasta.
No hay una sola cosa que sea enteramente sabida, pero tampoco que esté oculta.
Cálculos del refinamiento o la prudencia.
Rumor vago que no sabemos si viene de la concha o de nuestra oreja.
Reserva del simple oyente. Aumenta su bienestar sin turbar su reposo.
No obligado a levantarse, a hablar, a contestar y privarse de las muecas, bostezos, estiramientos, frotamientos de ojos, prolongaciones precisas del bienestar del que son signos casi físicos e incoercibles que consuman el placer causado con una sensación, que se liberan con el seno del reposo.
Afortunadamente para el novelista hay menos gustos y caracteres que hombres, o mejor dicho, el más singular participa suficientemente de los gustos y caracteres de un gran numero de hombres para que hablándote de mis amigos tenga alguna probabilidad de sorprenderte con la amistad profunda de los tuyos a los que, sin embargo, nunca he visto, si como el espectador ingenuo no ves que el prestidigitador no precisa haber visto con el milagro tu carta para decirte cuál es (pues para el juego que has creído escoger las cartas eran iguales), verdaderamente se diferenciaban como unos reyes modernos se diferencian de esos reyes pasados que eran, según cuenta la historia, agricultores y reyes y los retratos, unos atributos simples tomados de la vida rústica, semejan reflejar una soberanía natural e inocente.
Instante que el bienestar que sigue al inicio de la digestión basta plenamente para llenar la vida.
Prescindir de hablar manifestando la disminución que se operaba con sus facultades.
Atributos pasados e inocentes de la soberanía rural.
Pregunta constitucional.
Esperar que se manifestase una mosca al lado de él para apartarse.
El recuerdo mantiene el pasado sin mutilarlo y lo que estaba unido con la realidad permanece unido con nuestra memoria.
Se comenta que lo que ha sido a lo largo de nuestra vida es irreparable, que nada podría hacer que eso no haya sido. Por eso muchas ocasiones el pasado pesa sobre nuestra vida presente con un peso ineluctable. Pero también es real con nuestro recuerdo, imposible que sea otra cosa; es irreemplazable, algo singular. Y lo que también dicen los filósofos, que cada una de las pequeñas alegrías, de los acontecimientos simples de ese pasado no los han sentido los demás, que no hemos podido entrar a su manera de sentir como tampoco han podido entrar a la nuestra; esa idea que da una sensación de aislamiento triste a quienes reflexionan ¿no termina de dar a nuestro pasado ese carácter que hace de nuestros recuerdos una realización artística que ningún artista podría imitar y que sólo puede jactarse de incitarnos a complacer para nosotros?
Flores abiertas como palacios hospitalarios.
Prestigios de la analogía y la indiferencia que tienen poder sobre nuestra mente.
Al comienzo trabamos contacto con las cosas que más debemos amar luego igual que con personas desconocidas que sobre todo nos sorprenden.
Trabajar bajo los rayos del sol y con los sonidos equilibrados de las campanas.
Noticias que no tenían nada de platónico, que satisfacían su curiosidad, pero para hacerla renacer instantáneamente de sus cenizas más sensual e impaciente porque un menú si informa como una gaceta también excita como un programa.
El fuego, un gigante que el ser humano ha transformado como cocinero.
Se va abandonando progresivamente, pero muy deprisa un luto ya terminado realmente.
Sucesión trabada de ocupaciones sabidas con la que lo imprevisto viene a poner un poco de sal, pero cuya monotonía hace la dulzura.
Palabras simples que nos vienen a la hora del peligro y que encontradas allí al azar de una presencia misteriosa de nuestra memoria, ese momento son encargadas de representar la parte que la palabra debe tener para nuestra valerosa acción.
Progresos del bienestar y el confort.
Fijeza de los ojos bajo cuyo fondo se escondía la inercia del apuro.
Tabiques del silencio.
Lo que pesa con el espantoso peso de las ansiedades imaginarias y con el penoso peso de los sufrimientos reales puede ser desplazado con una palabra que no cuesta nada a quien pueda proferirla.

Rojo sol de invierno.
Edificio de creencias, opiniones, admiraciones. En esta tierra no se nos juzga por nuestras intenciones.
Los hábitos, dulces ciegos, que cuidan de nuestras acciones si siguen siempre igual camino, economizan esfuerzo y alegremente cuidan todos los días.
Ilusión, optimismo.
Cólera que reservaba manifestar, saludablemente transformada en reproches, consejos, amenazas, prohibiciones, mandatos.
Y cada vez sentía el alivio de un instante, igual que en la orilla del mar nuestra espera, prolongada con la aspiración, la formación, el impulso, la inflexión de la ola se resuelve agradablemente cuando la ola rompe, cierto que para volver a formarse en el instante consigo propia.
El odio tiene menester devolver odio.
Por escrúpulo del tiempo perdido, miedo al nerviosismo, a la jaqueca y al insomnio que podría seguirla, quiso coger un libro o trabajar.
Gruñidos de cólera. Ola de cólera.
Sueño, borrar con su agua ciega y ascendente.
Escapar los instantes con el ala baja. Mensaje encomendado a cada uno.
Vastas ilusiones concebidas para su futuro.
El egoísmo o el menester de la vida nos impide fijar demasiado tiempo estas ideas de la muerte de los que nos son queridos, peligrosas y funestas, puesto que, por horror a esa muerte, se anticipan y difunden su tristeza sobre el tiempo que nos es dado gozar de su vida y, en un insostenible paroxismo, para no sufrir el dolor de tener que renunciar un día a esos seres, nos llevarían a través del suicidio a renunciar instantáneamente.
Los celos hacen ver a un celoso las imágenes que más daño le hacen.
Manifestar cariño.
Cada hora es seria y cada acción hace el bien y el mal. Como sólo hay una vida y no hay otras similares, en las que se pueda empezar de nuevo lo que se ha hecho mal en esta, cada día es singular, no tiene su doble. Lo que en él señalamos de alegría o pena, para los demás, es una cosa sobre la que no se puede volver, la cual es de esa manera por la eternidad.
Dulzura que encontramos en quienes son los testigos de nuestros actos extraordinarios, en quienes podrían salir garantes de nuestra grandeza moral.
Ver una razón para el paso.
Beso magnánimo.
Usos halagüeños y decepcionantes, como los usos mundanos, que tienen que ver con las tarjetas de visita.
Raciocinio oscuro del ambicioso, que sacrifica instintivamente los placeres del presente, para adquirir la reputación duradera de un desinterés total, útil para las satisfacciones futuras de su pasión, como funestas le son las satisfacciones pasajeras del bienestar y la vanidad.
Ciertos seres humanos desean lo que nunca han tenido porque, no experimentándolo más que en la imaginación, sólo saben su lado bueno.
La cortesana desea el respeto o el amor. El criado la independencia.
Jóvenes nacidos de padres cuya profesión o linaje fueron despreciados, dan la vida por tener un noble como testigo en un duelo.
Los literatos, que ven el mundo a través de su imaginación, que lo embellecen todo, hacen al gran mundo un sacrificio mayor que para otros, dado que añade a los bienes inmolados el amor a la soledad, las alegrías de la vida interior, la profundidad de su reflexión, la dignidad de su vida, la solidez de su gloria. Pero es raro que los literatos sean ingenuamente snobs, deliberadamente struggleforlifers como la gente los cree o la novela los pinta y que en una realización eterna se muestre.
Avance del cálculo.
Impulso del deseo.
Ingeniosidad de aquellos a quienes una pasión ha llevado a persuadirse de que, hacia unos fines egoístas o distinguidos, son quienes lo han dirigido y que en vez de ser sus esclavos son sus patronos.
Con genio, extendió sus recursos, la constancia de su política, las máximas de su diplomacia, la política a la vez taimada y digna.
Aire satisfecho de una persona que sorprende a otra.
Días de invierno, que hace un poco de sol por la mañana -la ternura y el calor simpático no podían transformar su ambiente positivo y tranquilo.
La grandeza de una luz nos da la idea de la distancia a la que está situada.
Aire tímido de quien, por un momento, está fuera de sus propósitos habituales.
Descendía, como una bendición del cielo, el arco potente y delicioso de un arco iris.
Comarca de una singularidad diferente.
Las cosas colaboraban en la conversación.
Un aguacero, tímido preludio del buen tiempo que vuelve.
Goces vulgares de calor, pereza y sueño.
Un día desconocido está en cualquier parte.
Nuestra vida es el alfabeto en el que aprendemos a leer y en el que las frases pueden ser cualquiera, puesto que están compuestas por idénticas letras.
Criaturas misteriosas a las que, probablemente, sólo nos es dado poder acercarnos a través del cristal precioso de sus libros.
Sofismas del materialismo y del escepticismo.
Lo que admiramos ardorosamente se convierte en la dimensión del resto.
La literatura sólo pretende imitar lo que estas cosas, la política, la depravación y la bicicleta dan, las verdaderas emociones de la vida. Lo que hay de real en la literatura es el resultado de una actividad anímica, por material que pueda ser la ocasión (un paseo, una noche de amor, unos dramas sociales), una especie de experiencia en la disposición anímica o sentimental, que la mente hace, de suerte que el valor de la literatura no está en la materia que se extiende ante el escritor, sino en la esencia de la actividad que su mente opera.
Las cosas sólo pueden poseerse por el ánimo.
Frente el orden establecido, a favor de las aventuras.
Como no tenía esos escrúpulos intelectuales, que son patrimonio de las inteligencias verdaderas, nunca pretendía discutir sus impresiones, separar las incitaciones de la simpatía o del encanto ocasional de la amabilidad.
De la inspiración, como del cloroformo, sólo se despierta progresivamente.
Sorpresa Di primo cartello. Expresión italiana, de primer cartel.
Alegría que sentimos por simpatía, reflexionando en los placeres de los demás cuando no influye el deseo de gozarlos directamente.
Los lugares son personas que se transforman y a las que volvemos a encontrar, a las que la humanidad que hay en nosotros, ha dado una fisonomía de persona.
Si algo pudiera transformar a los demás no es nuestra inteligencia, sino sólo el ascendente del carácter.
Pantalla negra de la noche.
Distinción por linaje y por esencia.
Hábito que termina por hacer caer la máscara de nuestros semejantes más horribles, para permitirnos ver lo que tienen de humano.
Viento del amor, humo de los sentidos.
El hecho de hablar de alguien con otros, no semeja implicar una selección y una alianza.
Silencio, calor, bienestar, aislamiento, encanto.
Precipitados en las inconmensurables profundidades negras de la nada.
Esa vida que la costumbre ya no nos permite sentir en la ciudad donde vivimos y donde las calles no son más que caminos, que tienen un nombre y las casas posibilidades de encontrar a una persona, excitaba de manera extraña su imaginación a unirse, su sensualidad a aprovecharla.
Nuestra expresión habitual y nuestra expresión en las circunstancias habituales, revelan el fondo de nuestro carácter.
El aire de un ser humano en la calle es la imagen de su actitud frente a la vida. Enmascara, bajo un aire de asombro, una actitud imperturbablemente majestuosa, un aire aburrido, que la sonrisa ilumina un momento, pero que no tarda en reaparecer ante los transeúntes.
Todos tenemos una meta situada fuera de nosotros.
Profundo placer, dado que el menester es exigente difícil de satisfacer, singularidad simbolizada por su nombre.
Nuestros sueños tienen la forma que una divinidad les da.
Placer, elemento exaltante y corruptor.
Los ojos están entre los más maravillosos instrumentos de precisión, que se hayan encontrado; de precisión, como demuestra la luz vacilante, que se adapta perpetuamente, infinita y que se impregna de cualidades morales, eso que se llama la visión humana, una de esas lentes, que sólo muestran al complacido que las ve su brillo y dimensión, pero que a quien está situado detrás (y nunca hay más que un sólo ser humano, que vea detrás de los ojos, es un microscopio del que los demás no pueden ayudarse), le permiten ver profundamente en las cosas y sobre las que después de haber reflexionado, pasa el reverso de la mano, como se limpia la lente después de haberla usado.
Nos gustan los libros o las circunstancias de la vida, en los que vemos que la inocencia va en busca del juez y a mostrar ante él la justicia, la bondad, a persuadirle en un instante y a darnos la idea de que los hombres son buenos, de que la verdad tiene su fuerza invencible y de que, en la sociedad, todo ocurre como en una tierna familia, en la que la madre, incluso severa, cree a su hijo y le besa si lo merece.
Punto de vista de la satisfacción.
Aumento de gastos que ocasionaba.
Sencillez, espontaneidad, generosidad.
Atacar la honorabilidad de los políticos.
En cantidad incierta y fluctuante, la extrema ceguera se mezcla con la clarividencia.
Cualquier forma de actividad, que desvía en su favor una parte de nuestras fuerzas, desarrolla en torno una serie de curiosidades, simpatías, menesteres de expansión y conversación, que se complacen en ser satisfechas, más cuanto que, por lo general, suelen ser rechazadas.
El responsable de una biblioteca se encuentra a gusto con los bibliotecarios
Los ricos reservan a los ricos la estimación, el saludo cordial, la conversación sincera.
Un temor posible es débil frente a un placer garantizado.
Placer de la franqueza y el orgullo.
Bruscamente, con esa desagradable violencia del afecto verdadero, al que hace daño vuestra desgracia y que semeja devolveros los golpes que le dais.
Palabras falsas y estridentes, malas razones de un culpable o el canto agudo de una loca.
Como el amor, el odio se alimenta de mentiras.
Ilusión invencible.
Novelesco odio.
Las novelas pierden su encanto cuando entran en la realidad.
Los celos toman del amor sus instrumentos de goce, para convertirlos en sus instrumentos de tortura.
Agradecemos más la amistad de los que pasan por violentos y crueles, de igual manera que la dulzura tiene más valor en los fuertes.
Dividiendo bien las cuestiones, se suele escamotear una parte.
Semejante a la puerta maravillosa, que velara como un guardián dotado de reflexión por una mansión encantada, el párpado, cuando una luz demasiado viva llega a herir el ojo, se cierra propiamente sobre el frágil palacio al que da acceso y lo protege de un ataque, que no podría mantener. Nuestra sensibilidad no está provista de órganos menos delicados ni menos resistentes que, con el nombre de desvanecimientos, alelamiento, sueño o fiebre, echan sobre la sensibilidad, en el momento que el dolor demasiado violento ha quebrado, su fina e impenetrable envoltura.
Ojeadas brillantes de bienestar y simpatía.
Entender el carácter de los demás hombres y cuán poca cosa son la riqueza, la gloria y que la vida, sin otro valor que el de poder ser consagrada a la búsqueda de la verdad y a hacer el bien a los hombres, no puede merecer que se le sacrifiquen esos dos fines. Esa sensación nos conmueve en "Fedón" cuando, siguiendo el razonamiento de Sócrates, tenemos la sensación de oír un razonamiento, cuya pureza no ha venido a alterar ninguna especie de deseo personal, como si la verdad fuera superior a todo. Pues nos damos cuenta de que la conclusión que Sócrates va a sacar de ese razonamiento, es que tiene que fallecer. Por tanto, en ese momento hay en él algo superior a la vida, puesto que por eso da su vida. Y, sin embargo, está muy mezclada nuestra miserable condición a la grandeza que poseemos en ese momento, que él es más que el Sócrates, que mañana estará muerto y en esos momentos supremos hace idénticos razonamientos filosóficos, de los que advertimos que no puede separarse. Hay mucho de vanidad y absurdo en decir que habríamos querido poder prescindir de nosotros propios. No importa, hay momentos, que uno se siente triste viendo que lo que hay de inmaterial en nosotros, traza como lo material su surco y que sus marcas permanecen, que el viejo filósofo tiene sus tics profesionales.
Si nuestros defectos no semejan menos graves que los de los demás, también nos dan la sensación de menos prestigiosas nuestras ventajas.
Pánfilo, cobarde o débil mental.
Ponerse el monóculo, gesto que, en la dignidad de sus modales, correspondía a guiñar el ojo, vieja costumbre de una capa distinta.
¿De qué ayuda desesperarnos por no tener lo que deseamos? Pues en el curso de sus permanentes evoluciones, las cosas terminan por llegar.
Atmósfera fétida de mediocridad engreída, alegría macabra y materialismo imbécil.
Nuestra presencia en mitad de nuevas personas nos hipnotiza con la fijeza de su realidad singular, nos hace olvidar las cuestiones abstractas que podíamos plantearnos, sobre lo que representaban en nuestra imaginación y establece referencias originales y vivas, que no se preocupan, en su impulso espontáneo, por las ideas preconcebidas que pudiéramos tener.
Demostrar con tranquilidad y lujo de argumentos irónicos.
Saber científico aproximado.
Bienestar práctico.
El mal siguió siendo lo que endurecía el ánimo y hacía flotar apellidos distinguidos, conversaciones animadas, hechos materiales, fórmulas aprendidas o deseos de movimientos, carreras, conversaciones.
Pantanos del ánimo.
Calidad de la mercancía.
Determinado grado de lujo.
Prisa de la gratitud y de la solicitación.
La reserva excita el arrebato.
Nos complace recibir la luz de una estrella, que viaja, tal vez, desde hace millones de años.
Tono de concesión.
Había recibido en los estambres sueltos de su vista el polen ardiente y ligero de su sensibilidad.
Viejos goznes del hábito.
Todo lo que nuestro miserable interés particular nos hace tirar en nuestra vida, la vida se apodera y lo hace prestar ayuda en los fines generales de la vida del ser humano.
A todos los que aman les gusta hablar de lo que aman.
Tener una fisonomía aparte, no ser como todos, son un prestigio indiscutible y el amor vive de prestigios.
Caricias cuya lentitud brutal y cuyos recursos artificiales nadie imaginará nunca.
Las cosas pierden el atractivo de su singularidad.
Poco éxito de un filántropo, el cual quiere proteger una región de un diputado que la explota.
Bravata del sufragio publico.
Lo que hace amar la soledad, tener mil reflexiones, lo que hace palpable y elocuente la naturaleza, es el amor.
Satisfacción que hay en amar.
El amor se presenta a nuestros ojos como una sensación interna. Por eso es un placer cuyas condiciones sabemos, antes que la búsqueda de un objeto al que tendríamos que subordinarnos. El amor pone pasión en la persona que amamos y cuando vemos que no es nuestra, que tal vez es de otros, pone a través de los celos, que son como su envés, una curiosidad apasionada por saber todo lo que hace. En lo desconocido de los acontecimientos que se nos ocultan es difícil que lo falso despierte nuestras sospechas y que la verdad sea lo que imaginamos. Porque la verdad no viene determinada sólo por las posibilidades que imaginamos, sino por una realidad anterior, que desconocemos. Los acontecimientos de una vida no prestan interés para el artista o el sabio, pues son contingentes para el sabio y para el artista están desprovistos del sentimiento que hace su poesía. Pero los celos y el amor, al poner nuestra especulación, nuestra vida interior bajo la dependencia de una persona, dan un carácter singular a nuestros sueños y a lo que constituye el objeto de nuestra reflexión. De suerte que los acontecimiento, en cuanto se refieren a la persona que preside durante esa época la vida de nuestro ánimo, resulta que adquieren, momentáneamente, una especie de interés en ser investigados y experimentados y la confidencia, el espionaje, la curiosidad, se convierten en maneras de saber lo que constituye el objeto de nuestra experiencia y que, por ser singular, sólo puede alcanzarse a través de lo particular. Entonces lo desconocido, eso ante lo que merodea y ladra nuestra reflexión, es una contingencia, la realización particular de los acontecimientos de una vida privada.
Ojo del día.
El azar, un bien garantizado.
Vivimos vueltos hacia el futuro y cuando da la sensación de que seguimos encontrando idéntica dulzura en las cosas que habían fascinado nuestro pasado, es porque ese pasado sigue perdurando y porque soñamos con un futuro similar a él. Un pasado tal nunca es muy viejo. Es el libro regalado el verano anterior por una amiga, a quien creemos que hemos de seguir amando la primavera próxima. Incluso de esa manera, ¡cuán muerto está, comparado con la rosa que nos ha permitido coger ayer, la propia amiga algo pálida, comparada con las palabras que nos dirá mañana!
Muerto, por fin se había hecho carne su poder moral, su fuerza latente.
Demonio de la generosidad.
Ademán de un pastel.
Gloria de ilusión.
Un diputado inteligente y experimentado no tiene menester de estudiar mucho una ley, para saber cómo se puede combatir.
En nuestra vida, las grandes transformaciones se operan sin que estemos prevenidos y sólo inconscientemente colaboramos.
Nunca vemos una cosa una sola vez, sino que después de haberla visto volvemos a verla en seguida, como si hubiera empezado a existir desde el momento que la hemos experimentado.
Tendiendo al que llega el ramo hospitalario.
Encontraba en las transformaciones de tiempo la brutalidad de la fatalidad.
Prisa por recuperar el tiempo perdido.
En el juego del furet = hurón, los jugadores sentados en corro pasan de mano en mano un objeto, el furet, un anillo o una sortija, mientras otro jugador pretende adivinar dónde se encuentra y arrebatárselo, para ser hurón a su vez. Va acompañado de una canción. "Corre, corre el hurón / el hurón del bosque, señoras. / Corre, corre el hurón, / el hurón del bosque bonito. / Ha pasado por aquí. / Pasará de nuevo por allí".
Desplegada su sábana como un ala blanca.
Cae propiamente la cortina, que estaba unida a la escultura y a la crisálida.
Frío casi agradable, que hace presa de nuestro vientre, cuando se ha llorado mucho o perdido demasiada sangre.
Tempestades de los celos.
Relámpago del deseo.
Los seres humanos no se transforman, mediante el añadido de partes aisladas y arbitrariamente colocadas, como en los juegos ingleses, en los que podéis poner a un ser humano delgado un brazo gordo, manteniéndole el otro brazo delgado.
En el mundo que encierran las diversas formas que puede revestir la sabiduría, igual que las esculturas de los dioses rodeaban el hogar romano, la mujer adúltera no entrará nunca, la echarían a pedradas. No se admitirá en él al poeta ni al actor. Un gasto, una generosidad, un capricho, son en ese mundo crímenes, encienden la cólera.
Todos los hombres mueren, por eso el más grande es pequeño, explica la filosofía corriente. Yo diré, por eso el más pequeño es grande, puesto que por esa vía llega al infinito y a la nada.



Ensoñaciones
Sombras de las nubes reflexivas.
Desperezarse como una inquietud.
Ligero espasmo anterior al instante que precede al llanto.
Una frontera no transforma el terreno.
Robles plenos de noche.
La imaginación al pasar incesantemente sobre sus ilusiones agudiza sus decepciones.
Hondonadas normandas.
La mar fascinará a quienes hastiados de la vida y atraídos con el misterio han anticipado las primeras penas como un presentimiento de la insuficiencia de la realidad para satisfacerlos. A quienes precisan descansar antes de experimentar cansancio ninguno el mar les aportará consuelo, una leve exaltación. No lleva como la tierra la huella de los trabajos de los hombres y de la vida humana. Nada permanece, nada pasa sino huyendo. De aquí esta gran pureza del mar que no tienen las cosas terrestres. Y esta agua virgen es mucho más delicada que la tierra endurecida que hay que decentar con azadón. El mar tiene el encanto de las cosas que no callan de noche, que son una promesa de que no todo perecerá, como la mariposa cuyo brillo hace que los niños se sientan menos solos. El mar no está separado del cielo como la tierra; es armonioso con sus colores; se conmueve con los más leves matices. 




Joyce
Reflejando rayos swann al abismo.
Con cuyo tiempo perdido tuvimos el placer de haber tenido nuestra pequeña cepillada a lo recherché.
Algún momento muy presente cuando las nubes de entonces se disipen después de un chaparrón de cuarenta años, es muy probable, estaremos ensartados y felices en comunión las noches de los Campos Elíseos, élite de los escogidos en el país de la pérdida del tiempo.
Termina con los rezongos: Vigila el camino de swan. Tómate tu tiempo para eso.


Benjamin
Rememorar involuntario, mémoire involontaire de Proust.
Confidencias sorprendentes respecto del tiempo envejecido.
Disertación social proustiana. Su sustancia no es el humor, sino la comicidad; la unidad de la familia y de la personalidad, la moral sexual, el matrimonio por conveniencia, las pretensiones de la burguesía.
La crema de la sociedad era, para Proust, un clan de criminales, una banda de conspiradores. La camorra de los consumidores. Excluye de su mundo todo lo que participe en la producción y exige que se esconda tras un gesto.
Según Proust, es cosa del azar que cada uno cobre una imagen, que pueda adueñarse de su experiencia. Las aspiraciones interiores del ser humano sólo adquieren un carácter privado irremediable, después de que disminuyen las probabilidades de que las aspiraciones exteriores sean incorporadas a su experiencia. El periódico representa un indicio de esa disminución.
La voluminosa creación de Proust es una idea de las disposiciones posibles, para restaurar en la actualidad la figura del escritor. Acuña el concepto de memoria involuntaria.
Sólo puede ser componente de la memoria involuntaria lo que no ha sido vivido explícita y conscientemente, lo que no ha ocurrido al sujeto como vivencia.
Es propio del lado disperso del procedimiento de Proust, que ponga locuazmente en el centro de sus apreciaciones el concepto de creación artística como reproducción, el concepto de lo bello, el aspecto hermético del arte. Las correspondencias son las fechas de la reminiscencia. No son fechas históricas, sino fechas de la prehistoria.


A. Huxley
Había merecido la distinción de ser citado en "Sodoma y Gomorra" por Marcel Proust.
Desde que Proust y Gide pusieron de moda les tapettes y les gousses no se ve otra cosa a lo largo de esta fastidiosa ciudad. Mi respetabilidad inglesa se pone de manifiesto.
El grande y horrible libro de Proust, una masturbación sin fin.


Adorno
El heredero de la obsesión balzaquiana, Proust, al cual una invitación del mundo elegante semeja abrir el Sésamo de la vida recobrada, se inserta en un laberinto donde el cotilleo prehistórico le revela los oscuros secretos de todo esplendor, hasta semejar este insulso y agrietado a los ojos demasiado cercanos y nostálgicos. Pero el placet futile, la aflicción por una categoría ociosa históricamente sentenciada, de la que todo burgués destaca su superfluidad, la absurda energía disipada de los disipadores, compensa mucho más que la serena atención a lo relevante. El esquema de la decadencia en el que Proust encuadra la imagen de su society se revela como el de una poderosa tendencia evolutiva de la sociedad. Lo que Charlus, Saint-Loup y Swann van perdiendo es idéntico a lo que le falta a la generación posterior, que ya no sabe el nombre del ultimo poeta. La excéntrica psicología de la décadence esboza la antropología negativa de la sociedad de masas. Proust da cuenta con alergia de lo que después se hará con cualquier forma de amor.
Nadie ha superado a Marcel Proust en sensibilidad, frente la forma de la crónica. Monologue interieur.
Cuando en Proust, el comentario se entreteje de tal manera con la acción, que desaparece la diferencia entre los dos, el escritor está atacando una componente de la situación con el lector; la distancia estética. Esta era inamovible en la novela vieja.
Proust. Idea de la unidad y de la totalidad de la persona. Reconstruye referencias entre las personas, psicología del carácter inteligible, transformación de las imágenes.
La concepción de Bergson y de Proust, dirigida hacia la cosificación y según, la cual, lo presente sólo se constituye por la memoria, por la acción recíproca del hoy y el antes, tiene un aspecto salvador e infernal. Igual que ninguna vivencia anterior que no haya sido liberada por alguna involuntaria rememoración de la rigidez cadavérica de su existencia aislada es real, ningún recuerdo está, a la inversa, garantizado con algo existente en él, indiferente al futuro del que lo guarda; ni ningún pasado es inmune por su concepción, en mera representación, a la maldición del presente empírico. El más feliz recuerdo puede quedar sustancialmente anulado por una experiencia posterior.


Woolf
En cualesquiera épocas, las grandes familias de Inglaterra y de Francia se han mostrado encantadas de sentar hombres famosos a su mesa, de forma tal, que los Thackeray, los Disraeli y los Proust estaban versados en los intríngulis de la vida aristocrática del ocio y podían escribir con autoridad. Por desgracia, la vida social está demasiado estructurada y el éxito literario equivale a un ascenso, nunca a una caída y rara vez , lo que sería mucho más deseable, a una ampliación del contacto social.


Stanislavski
Al llegar al taller, el actor no debe perder nunca su tiempo en charlas insulsas con sus colegas, sino siempre tener en cuenta lo preciosas que son esas horas fugaces e irrecuperables de la juventud, cuando la energía semeja inagotable y fuente de perenne vigor.
No perdáis el tiempo en conversaciones ociosas, en chismes tontos ni en la más vulgar de las preocupaciones, el miedo escénico.
No tener menester de perder el tiempo en las tareas físicas de un fragmento particular del papel, puesto que el sentimiento interior correcto ha transformado automáticamente los movimientos físicos en movimientos correctos.


Magarshack
Soñar en general sin un tema concreto y claramente definido es una pérdida de tiempo.
Mientras exista tensión física, es una pérdida de tiempo hablar de sentimiento correcto y refinado o de una vida psíquica del papel teatral.


Priestley
Es el misterio lo que crea lo mágico, los encantos imaginados desde fuera se desvanecen casi al instante una vez dentro; en rigor, lo verdaderamente mágico surge de nuestra propia profundidad. Proust es el analizador de estas ilusiones.
Un trozo de una opereta olvidada, la cantinela de un music-hall es mi equivalencia a la Madeleine de Proust.
Proust fue un novelista nato, grandiosamente dotado para la ficción en prosa. Retorció la forma, para adaptarla a sus fines y a su temperamento particulares.


Bataille
Hay en nosotros también un menester. Recuperar el instante presente. La creación de Proust es una pretensión de recuperación del instante presente.
Proust dio a la experiencia el marco de una estupidez general.
Proust, incluso al preservar la razón, intangible en él, semeja haber entrado en la muerte con la sensación de haber conseguido un triunfo. Sin embargo, no se puede subestimar la gravedad de unas anomalías que influyeron a lo largo de su vida. Proust, de acuerdo con lo peor, lo supera, hasta el punto que alcanza un tipo de salud mental a la altura de la comprensión de su contrario. Lo que une al arte con la sinrazón es que el uno y la otra conducen al poder del instante.
Denis Saurat establece una semejanza entre los relámpagos del "Tiempo recuperado" y la iluminación platónica de la Idea. Aunque es verdad que Proust, con el fin de captar el presente recurrió, dándole un valor eterno, al pasado, la operación tiene lugar dentro del mundo sensible, no dentro del inteligible.
Lo que concede a las enseñanzas de Proust un carácter privilegiado es el rigor con que reduce el objeto de su investigación al hallazgo involuntario. El objeto de la investigación de Proust está definido por la inmanencia; un método limitado a la investigación de objetos trascendentes pierde todo sentido. Es cierto que Proust no dejó de discurrir, y no es seguro que en su obra la parte del discurso no sea como un cuerpo extraño, que indica torpemente lo que importa. Lo que importa está fuera del alcance de la voluntad. Pues ya no se trata de cambiar el mundo, sino de entenderlo, o de dejar libremente que el mundo nos entienda.
El facultad de Proust es la angustia total, sin la cual la verdad ultima se nos escapa, ya que al tener cierto medio para luchar contra la angustia, no tenemos ni la mínima posibilidad de hacer transparente la opacidad de las cosas.
Bergson subordinaba la verdad de la memoria a la acción. Proust, insistiendo en la memoria involuntaria, sólo tuvo por objeto una captación inútil de lo que es.
La inocencia de Proust, la ignorancia en que se mantuvo de los vientos de fuera, le limitan.
Proust dio, hablando de las reminiscencias, una descripción fiel del objeto esperado. Este objeto percibido en el éxtasis, pero en una serena lucidez, difiere en cierto aspecto del ser amado. Es lo que, en el ser amado, deja la impresión desgarradora, pero íntima, de visto antes (déjà vu).
La singular narración que es el "Tiempo Perdido", en la que la vida se derrumba lentamente y se disuelve en la inanidad (en la imposibilidad de captar) y, sin embargo, capta puntos salteados en los que se resuelve, tiene la veracidad de un sollozo.
Proust imaginó que había mantenido en la memoria lo que, de cualquier modo, acababa de huir. La memoria revela enteramente lo que hurtaba la presencia, pero sólo por un tiempo.
Cuánto admiro la astucia -consciente- con la que el "Tiempo Encontrado" circunscribe lo que otros situarían en el infinito en los límites de una taza de té. Pues si se habla (André Breton) de un brillante interior y ciego, ni el alma del hielo ni la del fuego, subsiste en la fulguración evocada un no sé qué de grande y trascendente que mantiene, incluso en el interior del hombre, la relación de superioridad del hombre. El malestar introducido de esta manera no es evitable. Sólo desgarrándonos podemos salir de nuestros goznes. Lejos de mí la intención de sustraerme a los momentos de trascendencia (que el "Tiempo Encontrado" disfraza). Pero la trascendencia del hombre es expresamente negativa.
Carácter doble de la cumbre (horror y delicia, angustia y éxtasis). Expresado en relieve en los dos volúmenes -negro y blanco- del "Tiempo Encontrado": por un lado el horror de un hotel infame, por otro, los instantes de felicidad.
Involuntariamente, Proust ha respondido a la idea de unir Apolo a Dionisos. El elemento básico está divinamente -cínicamente- puesto al desnudo en su obra, por cuanto que esta participa de la dulzura de Apolo.
Nietzsche fue, en primer lugar, un evocador de la nada del sufrimiento. Este privilegio que Proust compartió es en el que podemos pasar completamente, si lo aceptamos, de la trascendencia del exterior.
La ausencia de esfuerzo -precedida del dolor, que zapa y aísla- se encuentra en la vida de Proust, una y otro esenciales para los instantes que alcanzó.
El carácter de teopatía de lo místico conocido por Proust.
Más allá de la realización del trabajo, hay en nosotros también una posibilidad: recuperar el instante presente.
Proust ilustrado con láminas de J. B. Janin.


Fischer
¿Por qué el escritor socialista no puede aprender de Proust? No se trata de limitar un estilo, sino de soldar los más diversos elementos formales y expresivos en el cuerpo del arte, de modo que encuentre su unidad en una realidad infinitamente diferenciada. La fidelidad doctrinaria a determinados métodos artísticos, está en oposición con la tarea de realizar la síntesis de los resultados de miles de años de evolución humana y con la tarea de describir un nuevo contenido con formas nuevas.
Nathalie Sarraute dijo de Proust, que experimentaba los hechos psicológicos desde una gran distancia, cuando ya han recorrido todo su curso, en actitud de reposo, como petrificados en el recuerdo.
El ángel de la historia inspiró a Proust y a Joyce, a Kafka y a Eliot: los fragmentos rotos del pasado como realidad, han tomado proporciones inmensas a los ojos de su imaginación creadora.


Williams
Estimo que la preferencias o desviaciones sexuales de un artista no condicionan el valor de su realización. Aunque desde luego le prestan interés. Sólo un hombre de esas características pudo haber escrito "A la busca del tiempo perdido".


Moravia
Proust parte de un origen autobiográfico, pero luego no inventa los personajes, sino que los transforma de un modo total y se identifica.  
La Albertina de Proust era un hombre.


Savinio
Los libros de Proust son dignos de ser famosos por su sustancia, su argumento, su nivel intelectual y por su carácter elegante, rebuscado, preciosista, exquisito; grandes atractivos para el lector. Si los libros de Proust no son populares, es por culpa de su paso muy lento. Estos libros premiosos están escritos para ser leídos en decúbito, tal como fueron escritos.
La guerra de 1939 lleva la sigla de la literatura exquisita y vacua, que incluye los nombres de Proust, Giraudoux, Gide.


Wilson
La novela de Proust pese a ser genial tal vez represente un incurrir de la decadencia del relato psicológico; al final permite que el elemento interno invada y hasta deteriore aquellos aspectos que realmente debería haber mantenido con estricta imparcialidad si pretendía que el lector diera lo ocurrido como verídico.
"Á la Recherche du temps perdu" abandona muchas cosas vagas, la edad de los personajes y las circunstancias reales de sus vidas y peor, la posibilidad de que no sean sino malos sueños del protagonista.
Los experimentos de Proust de variar la forma y el estilo de las diversas secciones según las diferentes edades y fases del protagonista; de los fragmentos infantiles de las impresiones de la niñez pasando de las manifestaciones extáticas y las terribles pesadillas de la adolescencia a las serenas notaciones de su juventud.
El relativismo de Proust reproduce textualmente los distintos aspectos, las distintas proporciones y texturas que adoptan cosas y gentes los distintos momentos del día y bajo distintas circunstancias.
Proust es más sinfónico que explicativo. Su relato tiene progresión, desarrollo, pero son más musicales que dramáticos.
Proust tiene muy poca apreciación de la aptitud de atención del lector; y uno siente que las longueurs que nos agobian, la combinación mecánica de elementos que no logran fundirse son consecuencia de un esfuerzo de sobrehumana energía para compensar con la acumulación su torpeza para hacerlos progresar.
El mundo de Proust se transforma según sea percibido por espectadores distintos e incluso estos los distintos momentos.


De Beauvoir
Cuando Proust llama por teléfono a su abuela desde Doncières, experimenta que el milagro de esa voz a la distancia se le ha hecho familiar y le irrita la espera.


Leduc
Jean Genet temblaba fuertemente en la cárcel leyendo "A la sombra de las jóvenes en flor", no podía seguir.
Es el otro lado de la placa fotográfica, Proust, con su "El tiempo perdido", con su "El tiempo recuperado". Yo estoy presa del uno y del otro. Leo y me ahogo, son sus periodos. El papel de la impresión ordinaria no hace más ruido que los calzados de las prisiones, cuando paso las páginas a las diez de la noche.
En ese tiempo, yo descubría a Proust y a Dostoievski por la noche, ante la llama de una vela, yo era una adolescente, que se dejaba vivir. Los grandes me alimentaban, también me alimentaba con un lirio sobre el cortapapel.
Saint-Simon, Proust, Cervantes.
Él se aleja, es para traernos una notita de Proust.
La or-ga-ni-za-ción no ha perdido el tiempo durante mi viaje. Paga a un vampiro; un vampiro muy especial. No bebe. Araña, se alimenta de mis nervios. Desgarra con sus uñas la parte de abajo de la tapa de los libros de Proust, sobre la chimenea de mi cuarto. "Du côté de chez Swann" se convierte en cola seca, una vieja color marrón, unos cuadernos de imprenta aglutinados. Es indecente.
He tirado la capa sobre el mármol, encima de los dos libros de Proust.


Camus
Reflexionar es aprender de nuevo a ver, a estar atento, es orientar la autoconciencia, es hacer de cada idea y cada imagen, a la manera de Proust, un lugar destacado.
La creación artística representa la posibilidad de mantener la autoconciencia y de fijar sus aventuras. Crear es vivir dos ocasiones. La búsqueda titubeante y ansiosa de un Proust, su meticulosa colección de flores, tapicerías y angustias no significan otra cosa. Pretende imitar, repetir y recrear la realidad suya.
Los grandes novelistas son novelistas filósofos, lo opuesto de los escritores de tesis. Balzac, Sade, Melville, Stendhal, Dostoyevski, Proust, Malraux y Kafka. Pero precisamente, la selección por la que se han inclinado, escribir con imágenes más que con razones, es reveladora de una reflexión que les es común, persuadida de la inutilidad de cualquier regla de explicación y persuadido del mensaje aleccionador de la experiencia sensible. Aprecian a la vez la creación como un fin y como un comienzo. La consecuencia de una filosofía con frecuencia inexpresada, su ilustración y su coronamiento. Pero sólo es completa gracias a los sobreentendidos de esa filosofía. Incapaz de sublimar lo real, la mente se limita a imitarlo. La novela es el instrumento de esa experiencia a la vez relativa e inagotable, semejante al amor. La creación novelesca posee del amor el deslumbramiento inicial y la renuncia fecunda.
La especial melancolía que respiramos en la creación de Proust o en el paisaje plotiniano; la nostalgia de los paraísos perdidos.


Braudel
Goethe, Proust, Ruskin.


Calvino
La curiosidad que iba creciendo dentro de él era la de saber cómo seguiría la historia de Albertine. ¿La encontraría o no Marcel?


J. F. Brown
"Du côté de chez Swan", de Proust, está situado con el conflicto edipico.


I. Shaw
Nombres de poblaciones soleadas que semejaban extraídos de los libros de Proust: Marigny, Coutances, Saint-Jean-le-Thomas, Avranches, Pontorson. Todos aquellos lugares permanecían lánguidos bajo el sol de estío, con el paisaje mágico donde Normandía y Bretaña se funden con una bruma verde y argentina de leyendas y de perdidos placeres. ¿Qué conversaciones elegantes, desesperadas y sutiles habrían mantenido De Charlus y la señora de Guermantes ante el espectáculo de los nuevos viajeros que poblaban las viejas carreteras más allá de Mont-Saint-Michel?


Eliade
Proust compuso veintidós libros y los libros de juventud, "Pastiches y mélanges" y otros.

¿Podría ser Marcel Proust leído por cualquier francés?


Kerouac
Proust le proporcionaba tardes de elevada eternidad.
Leyendo al ido de Proust.


Nooteboom
El conde de Montesquiou, que Proust refundiría con otros caballeros, retratado por Whistler, vanidoso.
Al barón de Charlus no le habría hecho ninguna gracia semejarse a un israelita.
Las relucientes guindas que tenía como ojos el autor de "À la recherche du temps perdu".
Nadie excepto el propio Proust y sus lectores había visto al barón y eso para el caso de que sea posible ver a alguien a través de las palabras.


Ellmann
Los marqueses y marquesas eran de menester al ánimo de Proust.
Joyce no encontraba ningún talento especial a Proust.
<<Hay una pretensión furtiva de oponer a un tal Marcel Proust conmigo. Creo que si yo cayera, algunos admiradores no quedarían decepcionados.>>
El 18 de mayo de 1922 Sidney Schiff (Stephen Hudson), el novelista inglés, invitó a Joyce a una fiesta en honor de Stravinski y Diaguilev después de la primera representación de sus ballets. Joyce llegó tarde y tuvo que excusarse al no ir vestido de etiqueta. Luego se abrió la puerta y apareció envuelto con un abrigo de piel Marcel Proust; Joyce dijo posteriormente que su aspecto era el del protagonista de <<The sorrows of Satan>>, novela de Marie Corelli, 1895. Schiff había comunicado a Proust que la fiesta iba a celebrarse pero no se atrevió a invitarle porque sabía la decisión de Proust de no salir de su apartamento. Joyce siguió a Schiff y a la mujer de este hasta la puerta, fue presentado a Proust y quedó sentado a su lado. Según el relato que ha hecho William Carlos Williams Joyce dijo <<Paso dolores de cabeza todos los días. Mis ojos son terribles...>> Proust replicó <<Mi pobre estómago. ¿Qué voy a hacer? Me está matando. De hecho debo irme enseguida.>> <<Yo me encuentro en idénticas condiciones -dijo Joyce- me iré cuando encuentre alguien que me lleve del brazo. Adiós.>> <<Charme -dijo Proust- oh, mi estómago.>> Mrs. Schiff niega que la conversación fuera por estos derroteros. De hecho tiene aspecto de inventado. Según Margaret Anderson, Proust dijo <<Lamento no conocer los libros de Joyce.>> Joyce repuso <<Nunca he leído a Mr. Proust.>> Y allí terminó la conversación. Pero a finales de octubre de 1922 Joyce informó a Sylvia Beach desde Niza <<He podido corregir la primera mitad de "Ulysses" para la tercera publicación y leer los primeros dos volúmenes recomendados por Schiff de À la Recherche des Ombrelles Perdues par Plusieurs Jeunes Filles en Fleurs du Côté de chez Swann et Gomorrhée et Co. par Marcelle Proyce et James Joust.>> La mezcla no carece de respeto. Cuando la tarde alcaravea compartida por Bloom y Molly bajo los rododendros de Howth fue traducida al francés como <<madeleine>> Joyce insistió con el no proustiano <<gateau au cumin>>. Joyce, sin embargo, contó a Arthur Power que Proust le había preguntado si le gustaban las trufas. Joyce replicó <<Sí. Me gustan>>. Él comentó <<He aquí las dos figuras más importantes de la literatura actual. Y sin embargo, preguntan uno a otro si les gustan las trufas.>> <<Proust -dijo Joyce a Jacques Mercanton- solo hablaba de duquesas, mientras yo estaba más preocupado de las doncellas de estas.>> Joyce dio otra versión del encuentro a Budgen. <<Nuestra conversación consistió solo en la palabra "no". Proust me preguntó si conocía al duque de tal. Yo le dije "No". Nuestra anfitriona preguntó a Proust si había leído tal parte de "Ulysses". Proust dijo "No". Naturalmente era una situación imposible. Lo de Proust comenzaba. Lo mío estaba terminando.>>
La fiesta terminó como recuerda Mrs. Schiff cuando Proust sugirió al matrimonio que la había organizado que le acompañaran en taxi a su casa. Joyce se metió en el taxi. Desgraciadamente lo primero que hizo fue abrir de golpe la ventanilla. Como Proust era muy sensible a las corrientes de aire Schiff la cerró instantáneamente. Cuando llegaron Proust insistió que Joyce aprovechara el taxi para que le llevara a su casa. Pero él se negó. Seguía algo bebido y tenía ganas de charlar. Proust, el cual temía que el aire fresco le afectara, corrió hasta el portal y encargó a Schiff persuadir a Joyce que se fuera. <<Si se nos hubiera permitido encontrarnos y hablar en algún lado...>> dijo posteriormente Joyce con melancolía. Sin embargo, es difícil imaginar sobre qué podrían haber conversado. Joyce insistía que la creación de Proust no tenía semejanza ninguna con la suya a pesar de que los críticos decían detectar bastantes. El estilo de Proust no impresionaba a Joyce; una vez que un amigo le preguntó si era bueno dijo <<Los franceses creen que sí y después de todo tienen sus standards, Chateaubriand y Rousseau. Pero los franceses están acostumbrados a las frases cortas, no a esa forma de escribir.>> En uno de sus cuadernos de notas Joyce hizo un comentario semejante pero más abiertamente. <<Proust, bodegón analítico. El lector termina la frase antes que él.>> De Proust envidiaba sobre todo las condiciones materiales de su vida. <<Proust puede escribir; tiene una casa cómoda en l´Étoile con suelo de corcho y corcho en las paredes para que no haya ruido. Mientras yo debo escribir en este sitio con la gente que entra y sale. Me pregunto cómo puedo terminar "Ulysses".>> Proust murió el 18 de noviembre de 1922 y Joyce acudió al funeral.
Pronto se transofrmó como leyenda el encuentro con Proust.
Pedir una colaboración a Proust. Una frase de Proust podría llenar una revista entera.


Sharpe
El análisis de la memoria y de la identidad que realiza Proust con sus novelas de "A la busca del tiempo perdido".


Yevtushenko
Me esperaba sentada sobre un sillón leyendo a su adorado Proust, algo muy elevado y ataviada elegantemente como si tuviéramos que ir de visita.
Los libros de Proust publicados por Academia, cuya lectura me producía un sentimiento de inferioridad intelectual, porque termina durmiéndome irremisiblemente.


Barthes
Esa identidad tremendamente significante que Proust, a su manera, ha explorado en sus <<Nombres de Lugares>>.
Gentil según una fantasía aparentemente inventada, como la princesa de Parma (en Proust), que señalaba la amplitud de sus utilidades y la altura de su rango (su modo de estar llena de cosas y de componerse en persona), no por la rigidez distante del trato, sino por la simplicidad voluntaria de sus maneras.


Capote
Leer a Proust es como sumergirse bajo la marejada con destino desconocido.


Eco
Sartre. "El genio de Proust incluso reducido a los libros producidos no equivale menos a la infinidad de puntos de vista posibles que se podrán asumir de esta creación y que serán llamados la inagotabilidad de la creación proustiana".  
La epifanía-contacto de la visión de los árboles que apareció al escritor de la "Recherche" a la vuelta del camino.

Las hojas esparcidas del universo formaban un solo volumen en vuestra mente y Proust os habría hecho sonreir.
Podemos ir a la busca del tiempo perdido siguiendo exiguas huellas en el bosque como Pulgarcito, pero somos incapaces de extraviar deliberadamente el tiempo reencontrado.
El imbécil es una raza en extinción, un portador de valores eminentemente burgueses. Precisa un salón Verdurin o mejor Guermantes. 
Charlus con Jupien, abeja y flor.
Proust era igual de grande que Balzac y tuvo que pagar las publicaciones.
Proust tuvo que doblegarse a aceptar la cruda realidad.
Tenía razón Proust: la vida está mejor representada con la musica mala que con una Missa Solemnis. El arte nos engaña y nos tranquiliza, nos hace ver el mundo como los artistas quisieron que fuese. 


Slade
Explicaciones de Balzac y de Proust sobre la creación literaria.


Magee
Los más grandes escritores reflejan el influjo de Schopenhauer con sus libros. Turguenev, Hardy, Conrad, Proust, Thomas Mann.


Fowles
Especie de fuerza evocadora a lo Proust.


Orton
Encogiéndose de hombros y pretendiendo adoptar la apariencia de un personaje de Proust.


Guimard
Proust. "Guerra y Paz". Gran novela postoperatoria.


Potter
¿Habría importunado a Proust de esta manera?


Cott
El paisaje de los cuentos de hadas, aquel al que Proust retornaba cuando notaba la tierra abriéndose bajo sus pies.


Schwanitz
La hipersensibilidad era el rasgo específico de Marcel Proust (1871-1922). Durante su juventud, Proust se esforzó por acceder a esa alta sociedad snob que describía en sus novelas, pero después se distanció y se aisló en una habitación, para escribir.
"Por el camino de Swann". El escritor recuerda su infancia en su casa de París y el tiempo que pasó en casa de sus parientes de Combray, incluyendo la adoración que sentía por Gilberte, la hija de Swann. Después, remontándose en el pasado, relata el amor de Swann hacia Odette.
En "A la sombra de las damiselas en flor", el autor está en París, donde va apagándose su amor por Gilberte. Dos años después, cuando se hallaba en compañía de unas mujeres ávidas de diversión, se enamora de Albertine.
En "El mundo de Guermantes", describe cómo prepara el terreno, para acceder a la exclusiva sociedad de Guermantes, hasta que finalmente logra ser invitado a una fiesta que da la duquesa. En este libro también perece su querida abuela.
"Sodoma y Gomorra " cuenta dos temas conectados; la homosexualidad del barón Charlus y la actitud de la sociedad hacia los judíos, durante el caso Dreyfus (un caso real). Dreyfus, un oficial francés de origen judío, fue condenado a muerte por alta traición a partir de pruebas falsas; la apelación de este error judicial provocó una oleada de antisemitismo. El escritor regresa a Balbec, donde el barón Charlus filtra a su amante Morel en las veladas de los Verdurin. Por otra parte, su amor hacia Albertine se aviva cuando sospecha que sea lesbiana.
En "La prisionera", describe cómo vigila sin cesar a Albertine. Los Verdurin provocan la escandalosa separación de Charlus y Morel y Albertine huye.
"Albertine desaparecida", relata la muerte de Albertine y el escritor experimenta cómo el olvido va borrando su dolor. Gilberte se casa con el nuevo amante de Morel, S. Loup.
"El tiempo recobrado" conduce a la I Guerra Mundial, que actúa como un acelerador del tiempo. El escritor asiste a una fiesta celebrada en casa de la nueva princesa de Guermantes, la que fuera Madame Verdurin, y la encuentra muy transformada. Rememora tres momentos del pasado y llega a la persuasión de que su verdadera vocación es eternizar sus vivencias a través del arte.
Para Proust, la memoria es una poderosa forma de experiencia involuntaria, que no puede proveer ni el suceso propio ni la elaboración consciente del recuerdo. De manera inesperada, una asociación incidental hace que nos invadan recuerdos, que pueden producir una simultaneidad de pasado y presente y hacer visible una realidad más allá del tiempo.
En Proust, la memoria repentina revela la esencia de las cosas.
Proust ofrece grandes síntesis y utiliza fórmulas, cuyo propósito es salir del tiempo a través de la memoria.
Según Proust, lo repentino se transformó en la categoría en la que se revelaba la esencia de las cosas más allá del tiempo, en cuanto recuerdo súbito.







Tucídides
Los atenienses, para quienes lo que no se emprendía, era siempre una pérdida de lo que se esperaba lograr.
Cuando Demóstenes vio la situación, reflexionó que no se podía perder tiempo ni permitir que le sucediese lo que a Nicias.
Decidir no perder más tiempo.
Votar por marchar y no perder tiempo, mientras fuera posible.


Según el esquema de Diels, al periodo escéptico de Gorgias siguió otro, que denomina erístico, en el que quiso recuperar el mundo de las apariencias y darle alguna existencia, a través de la persuasión que el discurso provoca en los oyentes.
"Defensa de Palamedes". No concedáis más valor a las acusaciones que a sus refutaciones y no consideréis que un tiempo breve es un juez más sabio que uno largo ni valoréis la calumnia más que la experiencia.


Lucrecio
Vanamente se afana el ser humano, se atormenta y con cuidados superfluos gasta el tiempo porque no pone límite al deseo y no sabe cómo el placer verdadero va creciendo. Lo que ha lanzado poco a poco entre borrascas la humana vida y ha movido guerras crueles para arruinar la sociedad entera.


Salustio
Sin reflexión y como gente desatinada todo lo querían hacer a un tiempo.
Tampoco he aprendido el griego ni querido perder el tiempo, porque veía que los que lo sabían no por eso fueron mejores.
Partir sin pérdida de tiempo.


Horacio
Abandonó hablar de otros temas. Una divinidad pondrá tal vez todo eso a su sitio cuando el tiempo retorne benévolo.
Fugaces se deslizan los años.
Un día empuja otro día y las lunas al nacer se encaminan a su fin.
La divinidad previsora del tiempo futuro oculta el desenlace bajo una noche de tinieblas y ríe si el mortal se inquieta con lo que está más allá de su alcance.


Ovidio
El veloz tiempo todo lo agravia.
Horas voladoras.
Y dado caso que quieras permanecer con nuestro casamiento, el tiempo falta si el tiempo esperas.


Tito Livio
Alegar vanas excusas para ganar tiempo.
Perder el día por la circunstancia de reconciliar.
Nombres que ha hecho olvidar el tiempo.
El cónsul enviado a los volscos, para no perder tiempo, comenzó a talar el territorio enemigo, obligándoles a acercar su campamento al suyo y venir a batalla campal.
Reanimar un odio que el tiempo había extinguido.
¿Por qué habían de perder el tiempo los volscos, ociosos y sin botín a través de aquellos campos desiertos, cuando tenían a su alcance las fértiles campiñas de Tusculum?
Perder el tiempo y dividir entre numerosos combates lo que debía ser objeto de uno sólo.
No habiendo tiempo para examinar las causas de excepción.
La actividad y el tiempo perdidos.
Sin perder tiempo con cerrar las puertas el ala se refugió dentro de la fortaleza.
El general que acostumbraba tomar a la llegada campamentos y ciudades al primer choque, aletargado perdía el tiempo detrás de las empalizadas.
Perder el tiempo con deliberaciones.
No se había concertado ningún plan de ataque y no era posible la victoria sin mucha pérdida de tiempo y correr grandes peligros.


Petronio
Perder el tiempo en disertaciones eruditas, opuesto a amenizar la plática con anécdotas interesantes y graciosos chascarrillos.


Dionisio de Halicarnaso
Los plebeyos estaban excluidos, por ser inexpertos, en las ocupaciones publicas y no tener tiempo, a causa de su escasez de bienes. Debían cultivar la tierra, criar ganado y dedicarse a oficios lucrativos, para evitar sediciones.


Josefo
Determinar el límite ultimo del tiempo de vida reservado.


Aulo Gelio
Reflexión del filósofo Musonio. Cuando un filósofo exhorta, advierte, aconseja, censura o da una lección cualquiera de moral, si sus oyentes le dirigen con la fuerza de sus pulmones alabanzas triviales y vulgares; si lanzan gritos; si, arrebatados por las gracias de su estilo, la armonía de sus expresiones, las cadenciosas caídas de sus periodos, se agitan y gesticulan con entusiasmo, quedad persuadidos de que el orador y los oyentes pierden el tiempo, y que no hay allí un filósofo que enseña a las almas, sino un flautista, que halaga los oídos.


Chrétien de Troyes
Retroceder y tomar un poco de tiempo de reposo.
Pero ¿por qué contaros las pinturas, los bordados de las telas de seda que embellecían la habitación? Neciamente perdería el tiempo y no lo quiero gastar; sin embargo, quiero demorarme un poco porque quien sigue un camino recto se desvía.

Habrían tenido que salir si esta gente les hubiera caído encima, pero aquellos no llegaron a tiempo.
No quiero describir con palabras su belleza, pues aunque mil años viviera y mi saber se doblara todos los días perdería el tiempo antes de dar una idea verdadera de cómo era.
Bien sabría deciros cómo ocurrió todo, si quisiera, pero no quiero perder el tiempo, pues igual vale una palabra que veinte para contarlo.


Juan de Salisbury
Administrar el tiempo que se nos ha dado tasadamente y con parca mano para el uso de la vida, lo que no puede recuperarse y que se nos ha de reclamar con dividendos, con castigadora usura.


Giraldus Cambrensis
En la corte con tu sustancia pierdes el tiempo, la mayor y más irrecuperable de las pérdidas.
Se equivocó menos con asuntos que probablemente sucedieran dentro de un año.


El Libro del Castellano de Coucy
Deseo de retener el paso del tiempo.


Huon de Burdeos
Lo que no se puede recuperar se debe abandonar.


Villani
Lujosos, inofensivos, incultos y descorteses como gente que alcanza poco tiempo grandes propiedades y poder.


De Rémi
La divinidad concede a los suyos hasta lo que no se atreverían a pedir. Uno no malgasta el tiempo haciendo prestación a un ser honorable.


Véltandro y Crisantza
Tras las vueltas del tiempo, consiguió recuperar su distinguido rango.
¿Por qué te vas, tiempo informe de la vida?


Petrarca lamenta el tiempo perdido con la vida de acción a expensas de sus estudios.


Chaucer
El tiempo que se pierde no hay manera de recuperarlo.
En el interior del templo, para despecho de la casta Diana, colgaban en las paredes muchos arcos rotos, de aquellas doncellas que perdieron el tiempo bajo su asistencia.
El tiempo es huidizo como una corriente que nunca regresa, sino que fluye de la montaña al llano. El tiempo perdido no se recupera. No se nos devuelve una vez pasado.
Reciente canción francesa. He perdido mi tiempo y mis esfuerzos.


Sir Tryamour
El tiempo que se puede recorrer una milla.


Nicolás de Cusa
Antes que el tiempo no hay un antes.


Pigafetta
Perdimos mucho tiempo para componer nuestro mástil de trinquete que rompió al pasar la línea equinoccial.


Aretino
La Naturaleza odia el ver a la gente perder el tiempo que nos ha dado para que se emplee con su satisfacción y goza viendo a sus criaturas crecer y aumentar de numero.


Lutero
Nos hallamos bajo un tiempo perdido y peligroso.


Rabelais
Será inútil clamar por el tiempo pasado.
Se peinaba con el peine de Alemania que consta de cuatro dedos y el pulgar, pues peinarse de otra manera era perder el tiempo.
Cuando las cosas llegan a su tiempo superlativo vienen abajo como ruinas.
El tiempo no es de conquistar reinos.
La verdadera gratitud; el tiempo que cercena y que disminuye las cosas acrecienta y aumenta las relativas a los beneficios porque un favor hecho liberalmente a un ser humano razonable crece con el recuerdo generoso.
La mayor pérdida de tiempo es contar las horas y no seguir el entendimiento y el buen sentido.
Ninguno perdía el tiempo de atender y cuidar los vestidos; los encargados del guardarropa disponían la indumentaria correspondiente.
El tiempo mata la totalidad de las cosas.
Los buenos abogados se hallan muy embebidos de las preferencias de sus patrocinados y de dar para otros las réplicas de derecho y no tienen tiempo ni lugar para ocuparse de los asuntos propios.
Vamos a verle sin perder más tiempo.
El caso fue súbito y casi no tuve tiempo de reflexionarlo.
Véndelo si quieres y no le hagas gastar tiempo.
Partir las morcillas con la rodilla es una frase hecha de la época que quiere decir pasar el tiempo inútilmente.
Nada es caro y precioso como el tiempo; empleémoslo con buenas acciones.
No perder el tiempo ociosamente.


Maquiavelo
Llegó el momento que no debía perder más tiempo.


Cardano
Prefiero la soledad a los amigos, pues muy pocos son buenos y ninguno realmente es sabio. Y no lo digo porque busque ciencia -bastante poca tienen todos-, sino porque ¿quién me obliga a desperdiciar mi tiempo? Eso es lo que detesto.
Las ganancias que provocan pérdidas mayores no son ganancias, sobre todo por el desperdicio de tiempo.
Lo que de las cosas eternas es divino lo simula como su sombre el Tiempo, pero además este se ve alterado con la seguida mudanza.
De esta vida todo es mezquino e inconsistente, cualquier cosa, incluso la que se inscribe dentro de acciones no realizadas viene a depender de instantes del todo fugaces.
Mi finca es el tiempo y ya la tengo hipotecada entera para ganar el pago de la gloria y conceder algún recreo a mi ánimo.
Si leyendo te sale algo al paso muy difícil de entender no te pares como hacen los demás, sino pasa a otro punto sin perder tiempo. Leyendo lo que sigue se vuelve claro lo que semejaba oscuro.


Della Porta
No perdamos tiempo: vamos a preparar la casa y yo iré a comprar ropa.
Es una tontería perder el tiempo con bellas palabras, podría emplearse con un uso más deseado y apreciado.


Spenser
El tiempo a su justo término. A su debido tiempo.
Ese nombre vano del amor y de la vida de los amantes / Como pérdida de tiempo lo desprecio.
El sabio amante no perdió tiempo ni marea.
La pérdida lasciva de tiempo y el dolor que semeja muerto.


Nash
Ansiosos sus manos no tenían tiempo para pedir consejo a sus ojos.
He rogado que me mantuvieran solo para no perder tiempo con mi busqueda para volver por dinero.


Shakespeare
Aprovecha el tiempo; no desperdicies la ocasión propicia; la belleza no debe malgastarse.

Metamorfoseado. Abandonar los estudios, perder mi tiempo, no escuchar consejos, considerar todo como nada.
Precioso tesoro de un tiempo, gracias al cual habría podido llenar mi juventud de perfecciones.


Burton
Cuando voy meditando solo / Vacío de tristeza y vacío de miedo / Complaciéndome con dulces fantasmas / Creo que el tiempo corre muy rápido.
Leen un libro de jugadas o algún panfleto de noticias cuando no pueden moverse al extranjero para ahuyentar el tiempo.
Juramentos, pleitos, borracheras, pérdidas de tiempo y tales inconvenientes que son concomitantes ordinarios.
No omitas la ocasión, aprovéchala, no pierdas el tiempo.
Si vienes como invitado no te quedes mucho tiempo.
Cede al tiempo, sigue la corriente.


Butler
No es momento de perder el tiempo; / El enemigo comienza a reunirse.
Lo sorprendió mezquinamente sin preparación / Antes que tuviera tiempo de montar su guardia.


Bayle
La situación de desconcierto de los que, para evitar un precipicio, hacen cien circuitos y buscan parajes muy alejados, encontrando finalmente, después de haber perdido el tiempo y luego de muchas fatigas, al borde de este precipicio en el que cayeron por primera vez. Caer por caer, más valía hacerlo al comienzo.


Racine
Libraros de su cólera, sin perder aquí el tiempo en persuadirme.
No perdáis el tiempo, que su huida os permite, en rendir unos honores de los que quedáis dispensado.
El valor de un instante perdido.


Otway
Con la invención de nuevos placeres repararemos el tiempo perdido.


Swift
Bastará un poco de tiempo para decidir si he engañado al publico o a mí propiamente.
Perder el tiempo con la vagancia.


Pope
Si todo lo absorbe el tiempo fiero / no lo que escribe con acero.
El orgullo con el que se calcula / De la visita el tiempo.


Richardson
Sin dar tiempo para que se tranquilizara.
Faltar tiempo para atender los latidos del corazón.
No quiero tenerte suspensa más tiempo.
El juego, este grande disipador del tiempo y de los materiales.
Quitar el tiempo de expresar la sorpresa y los disgustos.
Hablar de galas, de capitulaciones, de abreviar el tiempo.
No quiero perder tiempo disputando con tu perversidad sobre puntos muy claros.
La injuria del tiempo.
No tener tiempo para reprender como merecía la insolencia.
Pasó el tiempo de las gracias.
Desterrar y encerrar el tiempo de la desgracia.
No tener un instante de seriedad ni tiempo.
Sin tener tiempo de dar otro aviso.
Desvanecer el tiempo la ilusión.
Una tristeza pasajera que quitaría el tiempo y la discreción.
Abreviar el tiempo de espera y de inquietud que fatiga el alma.
Algunos momentos de tiempo del cual quiero disponer.
Si no teneis como perdido el tiempo que empleais para pretender a esta ingrata empeño mi palabra de que haremos amainar las velas.
Un mérito extraordinario que no tengo tiempo ni deseo de examinar.
Temer no tener tiempo de hablar.
No tener tiempo para los preparativos de la evasión.
Pasó el tiempo de las súplicas.
Instando mucho el tiempo.
Estrechada con el tiempo y el menester del secreto.
Mis incertidumbres crecen a proporción que el tiempo corre y se aproxima la hora fatal.
No permitir el tiempo la compañía.
No había tiempo que perder.
No tener tiempo para explicar.
Si tuviera más tiempo os diría los motivos.
Nos haceis perder preciosos instantes al tiempo que la perspectiva de la felicidad comienza a ofrecérsenos.
El tiempo y las condiciones.
Fatigas, horas, suerte de tiempos.
No dar tiempo de serenarse hasta que hayan hecho las disposiciones que les satisfagan.
No hay que perder tiempo si eres generosa después de la conversación como hemos sido antes indulgentes contigo.
El tiempo que se nos corteja es el mejor de nuestra vida. Los favores hacen perder el respeto y la distancia lo aumenta. La separación es su esencia y advirtiendo cuánta satisfacción toman estos traidores hombres con una sonrisa ¿quién no se ha de complacer de gozar un poder que ha de durar muy poco?
Instando mucho el tiempo.
Ni el tiempo ni ningún accidente pueden hacer que yo no sea tu fiel amiga.
Los médicos después de unos años se han avergonzado al fin de hacerse pagar más tiempo y la aconsejan tomar aires.
El tiempo de terminar la dilatada carta.
Estoy desesperado y no puedo tolerar más tiempo esta dureza.
Pierde verosímilmente para componerse momentos cuyo valor ignora.
No tengo que perder aquí tiempo cualquiera que sea el giro voluntario o forzado que tomen para mí las cosas.
En caso de peligro y siendo el tiempo precioso como lo es.
No tener tiempo de recaer bajo mis antiguas preocupaciones.
Mis sospechas solo duraron el tiempo que empleé para escribirlas.
Había creído que me faltarían igualmente tiempo y deseo de escribirte.
Es tiempo de que parta.
No hay que perder un instante.
No habrá bastante tiempo.
Queda muy poco tiempo.
Pasó el tiempo sin sentirlo.
El tiempo de soportar otro quebranto de los más sensibles.
No haber tenido tiempo de adquirir la impostura.
Un viajero desviado de su ruta con una inundación de algún torrente impetuoso pero que solo ha visto sumergirse el tránsito recto que tenía delante. Es un rodeo de algunas millas que hay que andar, después de lo cual encontrará su camino e incluso acelerando la marcha podrá recuperar el tiempo perdido.
Apresúrate y no pierdas un momento.
¿Por qué se ha de perder el tiempo discurriendo con tal miserable ente?
Perecer antes que los parientes tuviesen tiempo de tomar los informes precisos.
Mi temor es que llegue demasiado pronto el tiempo de corresponder.
He perdido ha mucho tiempo la facultad de seguir mis propias inclinaciones.
Espere un poco de tiempo y satisfará más de lo que yo podría dar con palabras.
No quisiera emprender lo que el tiempo no me permitiría terminar.
No abusaré más de vuestro tiempo.
No tardará el tiempo que nos venguemos de estas injurias.
Perdí mi tiempo hasta las ocho.
Quisiera que viese como perdido todo el tiempo que hubiese pasado sin mí.
Vender con tiempo nuestras tierras para que los jueces no se regalen con nuestros despojos.
Los más singulares favores de mi querida no serán mucho tiempo riquezas prohibidas para mí.
He perdido mi tiempo causándome esta enfermedad.
No preví que tendría el tiempo y el honor de veros.
No he perdido mi tiempo y estos ultimos días no he sido un amante idiota.
No permitir retardar ningún tiempo mi dichoso día.
¿Quién puede adivinar lo que dos horas de tiempo van a producir?
Qué situación desesperada la de quien no puede menos que detestarse y mirar a los demás con horror mientras subsiste la causa de su rabia mientras agrava el mal la reflexión y solo vale el tiempo para hacerle más insoportable.
No puedo tolerar más tiempo esta dureza.
Su tiempo le era demasiado precioso para poderse quedar, no siendo favorable a sus negocios.
Solo le permitiré el tiempo que precise para desahogar su primer impulso de cólera.
No tengo tiempo para explicarte nuestras operaciones.
Lejos de mí importuna piedad que vienes fuera de tiempo.
Perder mucho tiempo y esfuerzo con necias exhortaciones a favor del matrimonio que me fastidiarían mucho con su insípida ineptitud.
No tengo que perder aquí tiempo cualquiera que sea el giro voluntario o forzado que tomen para mí las cosas.
No tener tiempo de recaer bajo las antiguas preocupaciones.
Mis sospechas solo duraron el tiempo que empleé para describirlas.
Faltar tiempo y deseo de escribir.
No habrá bastante tiempo.
Queda muy poco tiempo.
Cuya edad y gravedad y lo sólido de su razón le daban ventajas para la impostura que el otro no ha tenido tiempo de adquirir.
Tales gentes no son de alta posición para que hablemos dilatado tiempo.
No tardeis mucho tiempo de disponeros.
Sin dar tiempo para que replicase ni una palabra.
Expuesta a accidentes haciéndola caer las grandes sorpresas de alegría o de pesar y durándole una semana si no se le quitan con pocas horas.
No pude moderar mucho tiempo mi impaciencia.
Con la disposición de adormecerse aproveché este tiempo.
Mas yo pierdo tiempo. Sin embargo, ay de mí, con qué lo emplearé hasta la llegada de tus crules informes.
La referencia de sus desgracias el tiempo y la manera que tuviera como convenientes.
Espero no tardar mucho tiempo de volverte a escribir.
Llegar demasiado pronto el tiempo de corresponder a la amistad.
Un tiempo que no está remoto.
Nada haré antes de tiempo.
Será el asunto de otra carta para la cual solo quiero el tiempo de que descanse mi mano y de indagar mi memoria.
No veía de mis sueños más que arenas que me mostraban la fuga de las horas; cabezas de muertos, azadones, sepultureros y la eternidad teniendo mi imaginación sus emblemas.
Recelo no tardar mucho comunicarte la noticia que temes.
No sé cómo va el tiempo pero su curso es muy molesto.
He tenido aborrecimiento a los libros. Es perder el tiempo. Yo gusto de la acción, aborrezco la indolencia. Las riñas, las pendencias y el pillaje en los jardines eran de muchacho mi delicia.
A pesar del tiempo y de la naturaleza.
Sin tener tiempo para mis negocios ni para arrepentirme.
Si le quedaba poco tiempo de vida era un motivo más para esforzarse y serenarse.
Vuestro sueño lisonjero no puede durar mucho tiempo.
Quitar un tiempo que habría podido pasar con gusto o disgusto.
El tiempo todo lo vence.
Qué quieres que haya de nuevo con muy poco tiempo.
El tiempo lo serenará todo.
Ni él ni su mujer tenían al tiempo de casarse la menor idea de frugalidad y no podían resolverse a moderarse.
Las producciones de la música y de la lectura son como la primera disolución de una persona joven (las novelas, canciones y dramas). Las horas que no tenía mayor diversión ni entretenimiento perdía el tiempo, leía estos libros creyéndose dichosa con sus ideas de perfeccionar y formar su ánimo, enseñar a leer con discernimiento y adornar sus talentos.


Diderot
Los cínicos examinaban cada uno de los momentos utilizados como el robo de un tiempo precioso que debiera haberse destinado a la práctica del estudio de la moral.


Rousseau
Ciencias vanas por cuanto al objeto que se proponen, peligrosas por los efectos que producen. Nacidas de la ociosidad la alimentan a su vez; y la pérdida irreparable de tiempo es el primer perjuicio que provocan a la sociedad.


Sterne
Los misterios que han de aclararse solos, no hay que perder el tiempo de averiguarlos.


Smollett
Perder el tiempo aprendiendo tonterías que nunca aportarían ni un penique.
El tiempo ha perdido sus agujas y Cupido sus flechas.
Era una embarcación muy lenta y no podían perder tiempo subiéndolo.
No perdió el tiempo levantándose, sino que fue gateando a gran velocidad.
Era mi largo tiempo perdido y añorado benefactor.
Sin montar alboroto ni perder el tiempo.
Decidí no perder tiempo rindiendo homenaje a su ingenio.
A quien sacrifica un tiempo precioso habría que ponerle un gorro de bufón con campanillas.
Hay un tiempo para cada cosa.
El tiempo terminará de esclarecer el misterio.
Practicar una trepanación sin más pérdida de tiempo.
No estoy absorbido con las diversiones como para no tener tiempo de salir con la familia.
No llegó a tiempo de cumplir con su misión.
Con probabilidad no llegarán a tiempo para la boda.
Ejercitar sin pérdida de tiempo.


McPherson
Las usurpaciones del tiempo.
El tenebroso curso de los tiempos.


Goethe
No me enseñaron cartilla ni palotes y sería perder el tiempo.
Si alguno va con quejas al soberano pierde el tiempo inútilmente.
Sangre acusa vuestra orina, no hay tiempo que perder.


Paine
Las escuelas publicas no atienden los menesteres generales de los pobres, se hallan sobre todo dentro de las ciudades corporativas de las que están excluidos los pueblos rurales y las aldeas, o si se los admite la distancia ocasiona grandes pérdidas de tiempo.


Bentham
Al gasto publico hay que aumentar el gasto privado que la persona debe afrontar para pagar el dinero y recibirlo otra vez, un gasto con el cual la molestia y la pérdida de tiempo del financiero salen de balde forma una parte sumamente apreciable, que no faltan casos que el valor del supuesto favor se reduce textualmente a nada por las molestias para obtenerlo. Derechos sobre la sal, descuentos a las pesquerías.
El papel moneda emitido por un soberano que tiene menester de cubrir los gastos de una ostentación inútil. El préstamo del papel moneda es consecuencia de una disposición de ánimo de la opinión publica, que por la costumbre generalizada se fortifica a tal grado que llega un momento que nadie pretende transformarlo como dinero efectivo; hablando con un sentido abstracto todos pueden saber que el volumen existente no es sólido, pero esta reflexión ideal no influye sobre las transacciones comunes de la vida y la desconfianza no está ligada con este o aquel pedazo de papel particular. Implica un esfuerzo, un movimiento de locomoción y una pérdida de tiempo ir al banco a transferirlo. ¿Cuál puede ser la razón de tomarse estas molestias si puede hacerse pasar de mano a mano y ayuda para cubrir todos los menesteres comunes?


Gibbon
El honor y el atractivo precisaron a Juliano a no desperdiciar el tiempo ante las murallas de Ctesifonte.


Burney
No quiero con la futilidad de mis justificaciones robar su tiempo sino admitir concisamente las razones de mi temeridad.
Casi no tengo tiempo de respirar.
Por cuanto a mis planes de escribir de noche las aventuras de la jornada es imposible porque aquí las diversiones duran hasta una hora muy avanzada y no tendría tiempo para dormir.
No sé a qué dedicar mi tiempo.
No conseguía reprimir más tiempo su sorpresa.
Conceder un poco de tiempo para acostumbrarse a la idea de la separación.
Con muy poco tiempo tuvo ocasión de congratularse consigo de su audacia.
Nadie que haya viajado al extranjero pierde el tiempo con la religión ni la política.
El tiempo de nuestra estancia está por terminar.
Dueña total de su propio tiempo, de su propio patrimonio.
No saber cómo emplear el tiempo.
No tener tiempo de hablar.
Me limité a decir que no quería causarle ninguna molestia acaparando su tiempo.
No tengo tiempo de seguir escribiendo pues debo vestirme con premura para la noche.
Con el tiempo justo.
Un brevísimo y lejano periodo de tiempo.
Perder la paciencia y el tiempo.
Que no perdiera el tiempo, podían requerir protección inminente.
Antes de dar tiempo a contestar.
Absorbida con la conversación no tiene reflexión ni tiempo para quien no concurre.
Poco acostumbrada a las situaciones con las que me encuentro y avergonzada con las más mínimas dificultades rara vez encuentro a tiempo la conducta que debo seguir.
Abandono al tiempo y al destino mi éxito o mi decepción.
No queriendo dar tiempo a las reflexiones que no irían sino frente a mí.
Tiene razón de no ver el tiempo ante el temor a ser traicionado por sorpresa al reflejar cómo lo emplea.


Edgeworth
Si llorase con cada día perdido los ojos se me habrían secado de las lágrimas derramadas.
Cuando el discernimiento despierta súbitamente y se ve obligado a actuar qué cantidad de deducciones extrae con muy poco tiempo.
Para lo cual tengo poca atracción y menos tiempo.
El tiempo pasó de forma amena.
Las circunstancias no me permiten malgastar ni un instante.
Tendría motivos de queja si le hago perder el tiempo y juego con sus sentimientos.
Las jóvenes no suelen disponer de tiempo suficiente para deliberar con libertad.
Era innecesario perder el tiempo de persuadirlo por partida doble de su inocencia.
No hay error más común de los novelistas que el de apresurarse a terminar y no dar tiempo suficiente para esa transformación de los sentimientos que la variación de la situación no es capaz de provocar al instante.
Gasté dinero para pretender que el tiempo transcurriera más rápido. Pero cuanto más persistía para acelerarlo más lento avanzaba el villano.
Suele suceder que aquellos que menos provecho sacan de su tiempo poseen el mayor numero de relojes y son los más exigentes por cuanto a su exactitud.
No consentir la pérdida de tiempo.
El tiempo justo de hacer entender.
Los que no tienen nada que hacer en ninguna parte tienen una prisa prodigiosa.
Mi tiempo no estaba a mi disposición.
Una situación que no podía aspirar a tener ni intimidad ni tiempo libre, pero al menos disfrutaba de los gozos del poder.
Los atractivos temporales.
No perdamos tiempo repitiendo o abonando historias escandalosas.
Mi sagacidad estuvo roma un tiempo.
Perder el tiempo leyendo una vieja canción.
Me arrepentí profundamente de mis extravagancias, de mi laxitud moral, del tiempo que había perdido.
Lamentando vanamente un tiempo que no podía recuperar.
Percibieron que no había perdido el tiempo y que era dueño de mis reflexiones.


Scott
Los filósofos pretenden que sea tiempo perdido el que se pasa ante la mesa.
Emplear perfectamente las horas, que una vez perdidas no vuelven ya.
Fuerza es recobrar el tiempo perdido.


De Maistre
Negotior, formado de Ne ego otier (yo estoy ocupado, no pierdo el tiempo), de donde deriva negotium.


Stendhal
Reprochó con acritud el tiempo que había perdido con los  estudios profanos. Horacio.
El tiempo vuela rápidamente.


Schopenhauer
La escritura ayuda a restablecer la unidad de la consciencia del género humano permanentemente fragmentada por la muerte. Remedia la desintegración del género humano y de su consciencia con un sinnúmero de efímeros seres singulares y afronta la inevitable fugacidad del tiempo, de cuya mano va el olvido.


Byron

Silencio y no lamentes el tiempo perdido,
Porque te queda por probar el placer de ver un fantasma.

Tito Flavio Vespasiano (9-79), cuyo reinado fue próspero y gustaba de ayudar a quienes se acercaban, un día que no había ayudado a nadie pronunció la frase "¡He perdido un día!"


Shelley
El tiempo pasó como un soplo.
Las mutaciones y los numerosos avatares del transcurso del tiempo hacen que aspiremos a días mejores.


Chateaubriand
Tiempo de abandonarme a mis reflexiones.


Lyell
Como todos los que incluyeron causas puramente hipotéticas para explicar los fenómenos naturales Whiston retrasó el progreso de la verdad desviando a los hombres de la investigación de las leyes de la naturaleza sublunar e induciéndolos a perder el tiempo con especulaciones sobre el poder de los cometas para arrastrar las aguas del océano sobre la tierra, sobre la condensación de los vapores de sus colas y otros asuntos igualmente edificantes.
Podemos al menos recomendar a los devotos modernos de la diosa Vesta que no pierdan tiempo de hacer una peregrinación a su santuario ya que la próxima inundación puede no respetar el templo.
Alguna aproximación al tiempo mínimo requerido.


Haliburton
Poner las riendas bajo el pie (una manera de conducir para no perder tiempo).
No ha habido tiempo para que la decadencia se apoderara de la ciudad un sábado.
No ha llegado la plenitud del tiempo.


Balzac
Pronto el recién llegado recobró el tiempo perdido gracias a su suelto manejo del tenedor, que denunciaba un voraz glotón.
Burchell, del "Vicario de Wakefield", pierde uno o dos años de su tiempo con adivinar, con espiar a las mozas que imagina hacer sus mujeres.
El postillón se esforzó por recobrar el tiempo perdido.
Se propuso investigar su carácter y adivinar sus pretensiones; pero fue tiempo perdido.
Placer. Recuperar el tiempo perdido.
Es de lamentar el tiempo perdido.


Dickens
Tiempo malgastado.

El tiempo pasó como una historia que se cuenta.
El tiempo volaba con alas de plomo.
Tiempo de paliativos y ocultaciones.
Indemnización por el tiempo perdido.

Corriendo cuanto pudo, para recuperar el tiempo perdido.
Corrió con rapidez en dirección inversa, por recobrar el tiempo perdido y para marchar al unísono con el raudal impetuoso de sus reflexiones.
Debemos recuperar el tiempo perdido en cuanto tengamos las cosas a punto.
Honorables comités, nobles y caballeros, es imposible enderezar el raciocinio de unos ánimos perversos. Sea el que sea el esfuerzo de la ciencia legislativa, habéis creado tales instituciones. ¿Se puede preguntar si vale la pena reflexionar en el tiempo perdido?
Algo que semejaba haber olvidado hacía mucho tiempo acudió a su mente y no desapareció, como otras ocasiones, sino que volvió con insistencia.
No pierde usted el tiempo. Hace lo que le han encargado y cobra su dinero.
No perdió el tiempo; y al cabo de uno o dos minutos regresó con uno de los preciosos volúmenes del estante de al lado de su cama.
Ninguna conversación agradable ayudaba a pasar aquel tiempo demorado, ningún grupo hacía causa común ante ese acto deprimente.
Razón de más para no perder el tiempo.
Sin perder un minuto.
Marchar al extranjero y perder el tiempo.


Musset
Acción del buen rey Roberto, permitiendo a un mendigo cortar la franja de su manto. Según cuenta la Historia, estaba sentado a la mesa cuando el mendigo, deslizándose a cuatro patas, llegó hasta la mesa y con unas tijeras cortó la franja de oro del manto real. La reina se indignó por el hecho, pero el magnánimo monarca le perdonó generosamente. El rey era muy piadoso, pero perdía el tiempo cantando en la capilla, mientras los normandos hacían de las suyas. El rey Roberto se desprende de la franja, pero en total le queda el manto. No hizo un gran sacrificio. Hablan de él el buen Bossuet y el ramplón Anquetil.


Stuart Mill
Cuando los productos y las transacciones aumentan más allá de un límite verosímil, cuando una fábrica abastece a muchas tiendas y una tienda tiene que obtener mercancías de muchas fábricas distintas, la pérdida de tiempo y molestias que experimentan fabricantes y detallistas comerciando directamente unos con los otros hace que les convenga más comerciar con un numero más reducido de grandes comerciantes, los cuales compran solo para vender recogiendo las mercancías de diversos productores para distribuirlas a los detallistas y estos a su vez las distribuyen entre los consumidores.
El empleo de herramientas diferentes para las operaciones sucesivas es otra causa de pérdida de tiempo al pasar de una a otra. Si las herramientas son sencillas y la mudanza no es frecuente la pérdida de tiempo no es apreciable, pero con muchos procesos orgánicos de fabricación las herramientas son delicadas y requieren un ajuste cuidadoso cada vez que se usan y el tiempo empleado para hacer este ajuste constituye una parte apreciable del tiempo durante el cual se emplea la herramienta. Como el ajuste del carro de un torno o de la broca de una máquina de taladrar.


Macaulay
Favorito. Es menester sobornar con más descaro y maldad con objeto de recuperar el tiempo perdido.


Ainsworth
La vela menguante señaló el paso del tiempo.
He perdido ya demasiado tiempo.
No quedaba más tiempo para reflexionar.
El tiempo por breve que fuese, que tardó el animal para recuperar su posición, permitió agarrar al adversario.
Se le dio poco tiempo para reflexionar.
Un tiempo razonable.
Pierdes el tiempo al pretender que mude mi decisión.
No debo perder mi tiempo con cotilleos.
No podemos perder un instante.
Cumplir las condiciones sin perder un instante.
No podemos perder ni un minuto.
Asuntos pendientes que no admiten más demora.
Las horas han pasado tristemente desde que te fuiste.
No debo perder mi tiempo con la persecución de las sombras de la felicidad mientras la realidad fluye ante mí.
El tiempo no me permite veros o no os escribiría.
No puedo perder un momento, tengo una larga cabalgada ante mí.
El tiempo que perdieron con abrir la puerta le ayudó a aumentar la distancia.
Apremiado por el tiempo.
El tiempo apremia. No nos demoremos.
Aunque tengo mucho que deciros no puedo perder un segundo.
Solo valéis para hacerme perder el tiempo.
No podía perder más tiempo con esta horrible diversión, sus cómplices se impacientaban.
Tardar un tiempo para recobrar las dispersas facultades.
El tiempo solo se contaba con la duración de sus males, lo que lo hacía inagotable.


Stifter
Sin el menester de aclarar antes de tiempo lo que supe antes de tiempo, sino con el desarrollo natural de las cosas.
Para hablar no había tiempo.


Poe
Ya no habría más pérdida de tiempo por parte del Rey de los Espantos.
No hay, entre las muchas anomalías incomprensibles de la ciencia psicológica, punto más atrayente, más excitante, que el hecho de que en nuestras pretensiones por traer a la memoria algo largo tiempo olvidado, con frecuencia llegamos a encontrarnos al borde del recuerdo, sin poder, al fin, asirlo.


Darwin
Idea del inexorable volar del tiempo, en el que cada minuto que pasa no puede ya recobrarse.


Collins
Renovar el feliz tiempo pasado.
Calcular por aproximación el tiempo transcurrido.


Ch. Brontë
Cabalgando deprisa para recuperar el tiempo perdido.


A. Brontë
Recuperar el tiempo perdido con doble esfuerzo.


E. Brontë
No tuvo tiempo de seguir expresando sus sentimientos.
No perderá más tiempo disputando con ese vil granuja.
Sin dar tiempo al propósito.
Si quiere esa alcoba pierde usted el tiempo.
Perder demasiado tiempo.
Mi memoria retrocedió inevitablemente a tiempos pasados con una suerte de opresiva tristeza.


Heine
El diente del tiempo es una mala metáfora, pues es muy viejo y no tiene ningún diente.


Dostoievski
Emplear el tiempo de una manera atrayente.
Apretó el paso cual si quisiese de esa manera ganar el tiempo perdido.
Maligno industrialista, resuelto a no perder ni en la tumba el tiempo con la ociosidad, reconcentrado con cálculos bursátiles.

El día de mañana puedo resucitar de entre los muertos y empezar a vivir de nuevo. Puedo recuperar dentro de mí al ser humano antes de que se haya perdido definitivamente.
(El jugador)


Ostrovski
Perder el tiempo hablando como un tonto, causa de pecado.


Cabet
El estudio del latín, del griego y de los idiomas pasados y vivos extranjeros es siempre tiempo precioso perdido con enojosa tarea.


Flaubert
Siempre hay manera de recuperar el tiempo perdido.


Melville
No perdí más tiempo y me eché a dormir.
Aquellos bandidos amarillos (piratas malayos) bogaban a nuestro alcance para ganar el tiempo muy previsoramente perdido.
No sobrar el tiempo.
Tampoco nuestros remeros perdían el tiempo.


Emerson
Si hay amor entre nosotros nuestro contacto será inconcebiblemente grato y provechoso; si no, perderéis el tiempo y sólo me aburriréis.
Nadie puede permitirse perder el tiempo con compunciones.


Keller
Sin lamentar el tiempo perdido, porque siempre estaba ocupado en mis reflexiones y por vez primera me sentí conmovido en mi tranquilo caminar y pleno, al vislumbrar seriamente mi destino y mi futuro.
Paso del tiempo ladrón.


Ch. Rossetti
Recuperó el buen humor y no perdió tiempo en exponer las deficiencias de su vestuario.


Beecher Stowe
No darse cuenta de la marcha del tiempo.
Un ser envilecido y materializado, que sufre desde su nacimiento influencias perniciosas y que pierde sus días enteros en una actividad corporal.


Daudet
No perder el tiempo con indagadoras pesquisas morales, insultantes, minuciosas.


Trollope
Tengo prisa; mi tiempo no es exactamente un tiempo para el ocio y por consiguiente iremos al meollo de la cuestión.
Se creó una verosímil sensación de que el tiempo quedaría suspendido hasta que estuviese allí de nuevo.
Allí se quedó perdiendo el tiempo y reflexionando muchas cosas.
No hay tiempo que perder. ¿Cuándo se va a casar con mi niña?
No perder ni un día más.


Carlyle
La posteridad general tiene sus bolsas de viento suficientemente preparadas en todos los mercados y no tiene tiempo de atender las nuestras.


Ruskin
Las investigaciones de consecuencias comerciales accidentales o menores para cuya búsqueda un lector común no podría tener tiempo libre.
Un país desperdicia su tiempo y actividad directamente cuando inventa un nuevo menester de tipo frívolo y, sin embargo, puede ser el signo de una actividad saludable.
Sería una pérdida de tiempo seguir con las falacias; buscaremos una definición verdadera.
La pérdida del tiempo y la mente dedicados a realizar el fraude.


Boucicault
Las cosas se han atascado mucho encima de nosotros y no tenemos tiempo de ponernos guantes de seda para manejarlas.
Me equivoqué al quedarme mucho tiempo.
No me queda mucho tiempo de vida.
Había poco tiempo que perder.
Sería mejor que dividieran sus trabajos, ya que el tiempo era corto.
No hay tiempo para descamar y comer.
Abominable pérdida de tiempo.
No tenía tiempo para ejecutarlo ese momento.
Quedó dormido y olvidó sus problemas un tiempo.
Presionada con el tiempo.
El tiempo pasó volando sin ser notado.
Jugó con su cena y perdió el tiempo de una manera muy inusual.
El asombro y la angustia de aquella hora.
El tiempo semejaba gastarlo todo, incluso la mala suerte.
Sin dar tiempo a respirar.


Fromentin
Propenso a hablar del tiempo que se fue, el sabor del pasado.
El encanto peculiar de las cosas, que el tiempo o la razón nos disputa y que se van.
En unos meses había compensado casi todo el tiempo perdido y encima de mi mesa había, como un montón de gavillas en una era, una nueva cosecha amontonada, de la que unicamente era dudoso el producto.


Flammarion
Saturno, gran ministro de las edades, severo dispensador del precioso tiempo, que no vuelve nunca.
La naturaleza actúa con lentitud y manifiesta una sabiduría eterna que nada tiene que ver con el efímero tiempo.


H. James
El mundo era diferente -para bien como para mal- al de sus rudimentarias lecturas, lo que le daba la sensación del tiempo perdido.
Me siento como si tuviese que recuperar mucho tiempo perdido.


Fontane
Colmar las pobres y perdidas horas.


Zola
Los ricos se dedican a la intriga, recuperan el tiempo perdido.
Las obreras pasaban apresuradas, para recobrar el tiempo perdido, ante los escaparates.
Vacío e inutilidad de los contactos. Perder el tiempo.


D´Aurevilly
Cortesía, perfume de un tiempo desvanecido.


Stevenson
Me decidí al instante y, sin haber perdido tiempo, volví a la costa y salté a bordo del chinchorro.
Resultaba como si el matar un sujeto no fuera más que perder el tiempo.
El haber capturado la nave era una réplica aplastante y el capitán tendría que declarar que no había perdido yo el tiempo.
No tenía tiempo que perder, para fijarse en qué dirección marchaba.
No debía malgastar un tiempo precioso.
Ojalá fuera ya de noche; estamos perdiendo el tiempo y desviándonos hacia el Este.


Hardy
Perder la noción del tiempo.
Dar un paseo para matar el tiempo.
Con un brevísimo lapso de tiempo se había transformado de niña sencilla a mujer compleja.
No tenemos tiempo para ponernos de palique.
Necio, le faltaría tiempo para contarlo.
No había perdido el tiempo y mi felicidad habría sido más larga.
Siendo su deseo encontrar empleo y albergue para el invierno no tenía tiempo que perder.
No tuvieron tiempo de atender otra cosa que su nueva instalación.
Accionando como quien sufre una de esas torturas que transforman los minutos como siglos.
La lúgubre pausa semejó sumirse tras un caos y echándole encima el tiempo anterior y el presente lo suprimieron de su memoria.


Butler
No había tiempo que perder.
No había un momento que perder.
Los jóvenes pierden el tiempo y ni siquiera como cabría esperar, puesto que en sus ratos libres se dedican a los deportes.
Entre aquellos sin aptitudes especiales, la pérdida de tiempo tampoco supone un gran menoscabo.


Ponson du Terrail
Se sentó bajo el reloj como si su proximidad pudiera influir la velocidad del tiempo.
Un Hotel de viajeros es bueno para dos o tres días, pero más tiempo molesta. 
No perdáis tiempo y que se hallen aquí los tres.
No hay que perder el tiempo. Solo tenemos una horita.
Asaltada con el sueño casi no había tenido tiempo de desnudarse.
Vivió un siglo dos minutos.
No tener tiempo de avisar.
No hay tiempo que perder.
Perdiendo un tiempo precioso.
No tener tiempo que perder.
Me empeñé de curarlo, pero perdí el tiempo y la actividad.
Ni siquiera tuvo tiempo para dar gritos.


Alcott
Haber ganado rápidamente el tiempo perdido.


Wilde
Cuando hace uno una visita es para hacer perder el tiempo a los demás, y no para perder uno el suyo


Stretton
¡Como si fuera posible recuperar el pasado!


Chopin
Ultimamente, no se le acercaba durante un día entero y redoblaba sus atenciones los días siguientes como queriendo recuperar el tiempo perdido.
Cuánto tiempo perdí chapoteando como un bebé.
Perder el tiempo soñando con cosas imposibles.
Se está haciendo tarde; no tenemos tiempo que perder.


Grahame
Pero por supuesto ya era demasiado tarde como suele suceder.
Remar, una simple pérdida de tiempo.
Perder la noción del tiempo.
No perder más tiempo con este montón de trastos.
Nos estás haciendo perder un montón de cosas.
Estamos libres y no necesitamos seguir perdiendo nuestro precioso tiempo con hacer de centinelas.
Parloteando y perdiendo el tiempo de nuevo.
Podía quitar un disfraz que era indigno de su posición y recuperar el tiempo perdido.


Chejov
El tiempo pasaba sin notarlo aprisa sin que lo percibiéramos.
Mientras espera los libros no pierda usted su tiempo.
Una pérdida de tiempo y un gasto inútil.
No les quedaba mucho tiempo de vivir unidos.
Había puesto fin a ese tiempo como se arranca un hilo y lo había irrevocablemente abolido.
No ha habido tiempo de informar a usted de mis condiciones.
Abreviemos, el tiempo pasa.
No había tenido tiempo de replicar.
Cada uno de los días de mi existencia se me imponía como perdido para mí y para mi propósito.
Se le ha pasado el tiempo, tiene que resignarse.
Olfateaba que le quedaba poco tiempo de estar con nosotros y para no perder la ocasión se adueñaba de cuanto le venía a la mano.
No leía, sino que engullía sin perder tiempo de masticar.
Como los enfermos abundan y el tiempo falta, los diagnósticos se limitan a prescribir un remedio del género ungüento o aceite de ricino.
Su monotonía por una especie de efecto incomprensible adormecía su meditación, no reflexionaba nada y el tiempo transcurría sin sentir.
Con el tiempo todo se corrompería y sería reducido a polvo.
Había olvidado el paso del tiempo.
Para matar el tiempo se puso a hacer hilos torciendo la lana.
Con poco tiempo encontró la manera de contar muchas cosas.
Por aburrimiento y para matar el tiempo visitó una tienda.
No tenemos tiempo de tomar nada.
Hoy no me despido de tu familia, pues no tengo tiempo.
Adaptarse a la lentitud del tiempo.
El tiempo pasa, no espera.
Generales, oficiales, caballeros no vienen más que a hacer perder el tiempo a mi pobre huérfana.
El que tiene mujer y dos hijos no tiene tiempo de dormir.
No se hizo esperar mucho tiempo.
Se admiró de que el tiempo pasara con gran lentitud. ¿Cómo matar esas seis horas?
No tenía tiempo de leer novelas históricas.
No tengo tiempo de hablar de tonterías.
Hacían perder el tiempo del doctor con tonterías semejantes.
Se hundía con las diversiones como con rabia, como si quisiera desquitarse del tiempo perdido durante su enfermedad.
Por cuanto a las cuestiones secundarias no tenía tiempo de resolverlas y no se preocupaba.
No tiene tiempo, está ocupado todo el día.
Su tiempo estaba tasado.
Se apresuraba y daba la impresión de que caso de llegar con un minuto de retraso todo estaba perdido.
Casi no tuvo tiempo de echarse a un lado sobre el centeno para ceder el paso al torbellino.
No tener tiempo para el jardín.
El rápido correr del tiempo.
¿Qué hay de halagador, de grato y de instructivo con ver su nombre grabado sobre un pedestal para que después venga el tiempo a borrar esa inscripción?
Permítame el tiempo de circular.
El tiempo pasa pronto.
Sentir tristemente que pasaba el tiempo y que tal vez había pasado ya.
No puedo quedarme más tiempo.
No tiene tiempo ni deseos de aceptar su propia importancia.
Comencemos. No perdamos más tiempo.
¿Querrá creer que no he leído nada suyo? Nunca encuentro tiempo.
Gastar tiempo y energías.
Presa de la humillación y la ira más completas lamentando haber perdido estúpidamente el tiempo los años que podría haber gozado las cosas que hoy me prohíbe la edad.
Mi tiempo ha pasado ya, es tarde para mí.
Tiene muchas ocupaciones y le falta tiempo para mí.
Cómo corre el tiempo.
No dispongo de tiempo para charlar; pero se lo diré con cuatro palabras.
Es preciso tomar una decisión, el tiempo apremia.
Es un asunto perdido desde hace tiempo. No es posible volver atrás.
Siendo muy joven no ha tenido tiempo de reflexionar los sufrimientos que las cuestiones importantes como la verdad y la mentira causan.
Si quedara tiempo estaría dispuesto a declararme.
Escribir sin tiempo de volver las hojas.


Eleanor Marx
El tiempo urgía.
Prestaba su precioso tiempo a muchos que abusaban lamentablemente de su generosidad.


Chandler Harris
Ni siquiera tuvo tiempo de dar los buenos días.
Antes que tuviera tiempo de descruzar las piernas.
Antes que siquiera tuviera tiempo de reflexionar que le valdría pirarse.
No tengo tiempo para charlar.
Pierde el tiempo con enredos la gente hoy día.
El pie ligero inquieta la mente. Y ocurre que no tengas tiempo para esperar.
Si crees que tengo suficiente tiempo para explayar todo lo que sé estás muy equivocado.
Pasó el suficiente tiempo como para intranquilizar un poco al niño.
No pasó mucho tiempo antes que la suerte le ofreciera volver a encontrarse.


T. Mann
Cuento tonterías y pierdo el tiempo.
No habían hecho mucho caso y se daban prisa para recobrar el tiempo perdido.
Cruzar algunas palabras firmes respecto del tiempo que estaba perdiendo.
Se anda y se anda... Nunca se regresará a tiempo de semejante paseo, pues se ha perdido el tiempo y el tiempo nos ha perdido.


Yeats
Pretender confundir o hacer perder el tiempo.
Con el cuerpo maltrecho por el tiempo de espera la vergüenza se transformaba como dolor físico.
Lamentando la brevedad del tiempo y la falta de adecuación del ser humano a su destino.


Moore
Aprendería desde el exterior que el tiempo sería breve.
Las olas predadoras del tiempo.
Cuando la sociedad se volvió caótica la dama iba triunfando abriéndose paso a través de lagunas jurídicas desguarnecidas y cuando se casó con un protector tomó la decisión de recuperar el tiempo perdido.
Los clásicos no perdieron el tiempo esforzándose para unir la cuna con el chef d´oeuvre.
No había tiempo de llamar al médico.
Con ese dinero y mucho menos tiempo para mantenerse tal vez podría reponerse.
Merece escucharlo. Si no la gente no perdería el tiempo oyéndolo.
Más le vale no perder el tiempo indicando la dirección.
Solo consigues hacerme perder el tiempo.
La intensidad y la soledad de su deseo semejaban aniquilar el tiempo.
No tengo tiempo para escuchar tus tonterías.
Tuvieron el tiempo justo para comprar los billetes.
No tengo tiempo para esperar la suerte.
Las reflexiones que cruzaron la cabeza antes que tuviera tiempo de replicar a su pregunta.


Symons
Un instante inconmensurable completo.


Dujardin
Un tiempo indefinido.
¿Y mi lección de derecho? Si no tengo tiempo de ir no lo haré.
Solo he sido informada de su amabilidad un corto tiempo.


Joyce
Una pizca de tiempo del ideal.
Si desear no hubiera sido a menudo más que un buen tiempo perdido.
La más pobre pérdida de tiempo.
Y hablando de acideces y alcalinidades varias espero que podamos matar un poco el tiempo para alcanzar la sal.
El hoy es tuyo pero dónde puede ser mañana.
Aunque un día sea denso como una década.
Patear tiempo.
Las inquietudes del tempo.
Mi tiempo está en borrador. Embotella el tuyo.


Chambers
Malgastar más tiempo de una actividad perfectamente hecha.
Perder el tiempo haciendo bocetos in situ.


Gissing
Tengo la sensación de que no debo perder más el tiempo.
La mayoría de la gente supondrá que he andado perdiendo el tiempo estos ultimos años que he pasado con gandules de todo tipo. La verdad es que he recopilado ideas que pueden transformarse como moneda de cuño real. 
Si tengo tiempo de escribir unas cuantas cartas decidme cuándo estará lista la cena y no perderé media hora.
Tendría tiempo de preocuparse de semejantes cuestiones cuando no pudieran posponerse más tiempo.
Olvidar la noción del tiempo.
No tenía ni tiempo ni ganas de averiguar las posibilidades del mercado.
Pasó un cuarto de hora permitiendo pasar el tiempo sin reflexionar nada.
Sentada dentro de su habitación sin reparar el paso del tiempo.
Abandonado antes de tiempo.
Se limitaba a matar el tiempo lo mejor que podía.
Unas horas bastaron para borrar el tiempo transcurrido hasta entonces.
La conversación se le hizo muy agradable, perdió la noción del tiempo.
No lograr concentrarse mucho tiempo.
La pandilla solo le hará perder el tiempo y conseguirá que se sienta desdichada.
No alcanzo a entender cómo alguien de su posición podía encontrar tiempo para recibirme a menudo y portarse de una manera humana conmigo.
No había tenido tiempo de mudar la ropa ni se le había ocurrido hacerlo.
Debo trabajar y no tengo tiempo que perder.


Conan Doyle
Permitir tiempo al tiempo.


Rolland
Se lisonjeaba de no haber perdido el día.
Hablaría más tarde si tenía tiempo.
Miedo del sueño. Se lanzaba a la puerta para cerrarla y casi no tenía tiempo de apoderarse del pestillo.
Casi no tuvo tiempo de cerrar los ojos y de imitar la respiración regular de sus hermanos dormidos.
Ni siquiera le daban tiempo para visitar su querido río.
Solo recobró la consciencia el tiempo preciso para darse cuenta de su condición y aquel momento fue lúgubre.
Es una excelente disciplina para el arte que los esfuerzos del artista se vean comprimidos dentro de límites implacables. Según este sentido la miseria es un indicador de la mente y del estilo; enseña la sobriedad al ánimo y al cuerpo. Cuando hay que calcular el tiempo y las palabras no hay nada más y se adquiere la costumbre de reflexionar solo lo esencial. De esta suerte se duplica la vida porque se dispone de menos tiempo para vivir.
Bajo aquel duro yugo adquiría plena autoconciencia del valor y de la libertad y no perdía minutos preciosos con actos o palabras inútiles. Su tendencia a escribir con difusa abundancia permitiéndose llevar de los caprichos de una mente honesta pero sin alternativa halló el correctivo con la obligación con la que se veía de reflexionar y actuar lo más posible el menor tiempo posible.
No tuvo tiempo de gritar.
Pretendía persuadirse de que no habían tenido tiempo de fijar sus rasgos.
No echaba de ver el tiempo que pasaba.
Una sorda cólera del hermoso tiempo perdido sin haber podido aprovecharse de él. Había permitido huir el tiempo sin haber saboreado cada uno de sus más breves instantes.
No tener tiempo de escribir.
Absorbida con los cuidados materiales de la vida no tenía tiempo de adivinar lo que pasaba.
Hablaba sin parar con tal volubilidad que no tenía ni siquiera tiempo de respirar.
Semejaba falta de aliento cual si le faltase tiempo de respirar.
De lo material y lo intelectual falta saber y tiempo.
No perder el tiempo discutiendo con incrédulos.
Ocupado con una actividad muy urgente no podía perder un minuto.
Aquellas horas de anonadamiento cuando recordaba el tiempo pasado, la actividad abandonada, el porvenir perdido, se sentía helado de espanto. Y su cobardía hallaba excusas con la desesperada afirmación de la nada.
La crisálida que salía de su asfixiante capullo se desperezaba con delicia con su nueva forma y no había tenido tiempo de distinguir los límites de su nueva prisión.
Perder mucho tiempo de ver a la vecina.
Hace falta también algún tiempo para no hacer nada.
¡Cuánto tiempo habían perdido!
La noche sin fin, las horas que son siglos, los segundos que son la muerte.
Se encargaba de desquitarse del tiempo perdido.


Norris
Una vez que hubiese caído el rastrillo tras él sus perseguidores perderían un tiempo valiosísimo antes de levantarlo para poder darle alcance.
Va a perder el mejor momento de su vida.
No quiero perder tiempo buscando a nuestros malditos ayudantes.
Es muy tarde y dispongo de un tiempo limitado.
Reflexiones potentes. Ininteligibles. Pero si tuviera tiempo podría expresarlas.
Si se me concediera tiempo para arreglar las palabras de la descripción esta exaltación del ánimo de este preciso instante temporal se relajaría.


Luxemburg
Según Woronzof, faltaban a Rusia las condiciones de vida de una evolución industrial, por lo cual todos los esfuerzos unidos a los más grandes sacrificios para hacer que surgiese para Rusia el industrialismo eran tiempo perdido.


Walser
Cobró índole un ruego con voz de súplica, pues hacía ya mucho que estaba perdiendo su precioso tiempo.
Se despidió como uno de los grandes de esta tierra, como lo haría el director de un diario de difusión internacional, el cual no pudiese perder su preciosísimo tiempo.
Quien puede malgastar su tiempo ignora lo que significa, es el ingrato auténtico y necio.
Sus lecciones de religión sólo le hacen perder el tiempo.


Bloch
Los sucesos nos abordan al galope. Son dramas extraordinariamente breves, dramas-relámpago.


Benjamin
El tiempo solo es para el acontecer empírico una forma no colmada. El suceso llena la naturaleza formal del tiempo donde tiene lugar, el tiempo es mucho más que un cálculo de la curación de cualquier transformación mecánica. 


Giraudoux
No he perdido el tiempo. El caballero se casa conmigo.


Woolf
Un mundo donde nunca se producirían querellas porque sería malgastar el tiempo.
Contaba los días perdidos para su amor.
Por cuanto yo pueda hacer algo creeré que no estoy malgastando mi tiempo.
Aquellas rencillas sólo ayudaban a perder el tiempo.
No había desperdiciado el tiempo hablando con viejos perros de caza o levantando la escopeta.
No pierdas el tiempo con los de segunda categoría.
Correr para recuperar el tiempo perdido.


Kafka
La vergüenza, el tormento, el tiempo perdido, el futuro amenazante.


Cumont
Noción del Tiempo. Zenón.


Gide
Recuperar el tiempo que estuve enfermo.


Barr McCutcheon
Era incapaz de conciliar el sueño y comer le daba la impresión de una pérdida de tiempo.


Bernstein
Hay muchos periodistas que esperan. Que les digan que están perdiendo el tiempo.
No hay que perder un segundo. La manifestación toma muy mal carácter. Comienzan a tirar piedras al ministerio.
Habla, no perdamos el tiempo.
Pretexté haber olvidado unos documentos y dije que para ganar el tiempo perdido iría en automóvil.
No hay tiempo que perder.
¿A qué perder el tiempo? Las recriminaciones son impropias de ti.
Vaya usted. Casi no le queda tiempo.
No tengo mucho tiempo para la clientela.
Hacer un croquis que llevará poco tiempo.
Ser padrino de boda hace perder tiempo.
No atrasar la cena, no perder tiempo.
Tenía que arreglar algo aquí, pero llevará poco tiempo.


Ball
Una pérdida de tiempo y un derroche de energías.


U. Sinclair
Decidió aprovechar el tiempo que le quedaba, mostrándose adorable, amable y respetuoso.
Perder el tiempo desconfiando.
Algunos pretendían recuperar el tiempo perdido, acostándose desesperadamente con cualquier mujer que se cruzase en su camino.
El asunto del atentado estuvo a punto de echarlo todo a perder y ha hecho perder mucho tiempo.
Cuáles pueden ser los verdaderos fines, que mueven las mentes de los rojos, cuando están dispuestos a perder el tiempo con un joven.

Preciso varias semanas, para recobrar el tiempo perdido. Para recapturar las ideas perdidas.


S. Lewis
Podríamos invitarles a cenar cualquier noche. Pero, qué demonios, no vamos a perder el tiempo con esos plutócratas.
Perder el tiempo y meter en la cabeza ideas locas en tareas sociales no remuneradas.
Se impacientaba con la pérdida de tiempo.
Perder el tiempo con la cháchara.
¿Por qué perder el tiempo rajando, cuando podríamos bajar el río y pegarnos un baño?
Esas tonterías de perder el tiempo en Ginebra y charlar sin parar en Lugano.
Los congresistas habían preferido perder el tiempo en la cárcel del condado.
El sublime lujo de poder investigar cada minuto perdido, que le amenazaba.
Nadie tiene mucha suerte pretendiendo recuperar el tiempo perdido.
Soy un ser humano muy ocupado y no puedo perder mucho tiempo discutiendo.
Michael Gold atacó a Proust, a quien denominó "el gran masturbador de la literatura burguesa".


Faulkner
Miel pagana, evanescente y serena, vagamente evocadora de los días perdidos y de los placeres pasados.
Después de un no-tiempo retornó.
Como el gorrión aislado por sus duros pies muertos no-conductores de la línea de alta tensión, la corriente del tiempo corre por el recuerdo que existe sólo con referencia a la escasa realidad que experimentamos. Fuera de eso el tiempo no existe.
Idéntica anónima jerarquía de los días perdidos. El tiempo se mueve lento e irresistible.
Reflexionando con esa aberración visual o manual de un minuto... no, de un segundo.
No tener tiempo ni inclinación para preocuparse mucho ni para esperar o no algo.
Fuera del tiempo, viendo los acontecimientos más allá del tiempo.
Recto camino del tiempo.
Había provocado la aparición de ese horror, de aquella indignación, de aquel furioso deseo de hacer retroceder el tiempo un segundo, de desdecir, de deshacer.
No tengo más que tres días, de manera que no hay tiempo que perder.
No tuvo ni tiempo de volverse.
La transición fue leve, imperceptible.
Tampoco había tenido nunca tiempo para aprender a mentir.
Los aviadores calculan no con el tiempo transcurrido, sino con el contiguo, hacen aterrizajes prolongados para repeler la fuerza invasora y levantar el vuelo nuevamente.


Dos Passos
Pretender recuperar lo perdido.
Qué bobada, perder el tiempo con contemplaciones.
¿Quiere usted esperar un segundo para darme tiempo a escapar?
Ya no soy joven. No tengo tiempo que perder.
Me cuesta mucho menos tiempo olvidar los idiomas que aprenderlos.
¿Qué atractivo crees que tengo de perder el tiempo?


Frost
Desentendido del tiempo.
Cuando advertí que el eje me había atrapado por la chaqueta, / No perdí mucho tiempo pretendiendo soltarme a tirón limpio / Ni buscando a tentones mi navaja, para pegarle un corte. / Me abracé simplemente al eje y lo aguanté.


Gorki
No me quedaba tiempo para trabajar porque tenía que estudiar.
¿Por qué malgastas el tiempo?
No tenemos tiempo de enfadarnos por esas tonterías.


Christie
Una vez puso en plan, que la conversación fuera amistosa, había procedido a explotar la ventaja. Fue prudente, para no realizar ninguna pretensión inminente, con el fin de recobrar el tiempo perdido.


Wolfe
El sueño inextinguible, que borraba el tiempo y que daba la impresión de haber perdido, para siempre, un día de vida rutilante.
Un extraño, alimentado por las comunicaciones perdidas de eternidad.
Riendo tontamente y perdiendo deliberadamente el tiempo.
Los dioses pierden el tiempo, escuchan veloces en la espera y vuelven distraídamente a su hogar fijo.
Perdían el tiempo que les pagaba.
Deslizarse el tren, instante del tiempo que huye.
No perder más tiempo del preciso.
Era una lástima perder el tiempo, cuando se escribían realmente libros de primera categoría.
Los años irremediablemente perdidos.
Recordando los años perdidos, las caras perdidas, sentía pesar en su corazón por lo que no habría de volver.
Y a través de la plaza, destejida del tiempo perdido, la fría y brillante hora encogía y alargaba su sombra eterna.
La plaza se llenó de sus brillantes sombras perdidas y todos los minutos del tiempo perdido se aglomeraron y quedaron inmóviles.
Algo perdido y fugaz como los viejos tiempos y el destino.


Green
El signo de un periodo sin retroceso posible.


Musil
Sin tiempo que perder.
Perder el tiempo en aventuras amorosas.
El distintivo de un tiempo que ha perdido la garantía interior de épocas mejores, significa la dificultad de adquirir el título superlativo de importantísimo y eminente.
Sucesivos oradores perdían el tiempo con la exposición de sus inútiles y falsas sugerencias.
La <<escritura orejuda>> habitual favorece la pérdida de tiempo.
No había que perder tiempo. El tren del tiempo es un tren que va tendiendo sus raíles por delante. La corriente del tiempo es una corriente que arrastra sus riberas. El viajero se mueve entre paredes firmes y sobre firme suelo; pero suelo y paredes se permiten llevar vertiginosamente por los inconvenientes movimientos de los viajeros.
Nuestra actitud dentro de la realidad es evidentemente un compromiso, un intermedio en el que los sentimientos se estorban mutuamente durante su apasionado desenvolvimiento y se pierden algún tiempo en el gris anonimato.
Perder el tiempo pronunciando palabras altisonantes.
No perder el tiempo en construir escalas, demostrar un sentido práctico.
¿No es más importante ocuparse en vivir, que perder el tiempo en escribir?
Cuando el tiempo apremiaba.
No quiero recuperar el tiempo perdido. Porque es sorprendente, pero verosímil, que nada (ni en el curso de las cosas ni en la evolución de la ciencia) habría experimentado la menor transformación.
Ha existido un breve periodo de tiempo, que no sabía de la envidia, la malicia, la vanidad, la codicia ni nada semejante.
Desde un punto de vista legal, el asunto sólo podía terminar recuperando el tiempo perdido y con la mayor urgencia posible.
Vender sin pérdida de tiempo la finca familiar.
El frío y la oscuridad que esperan al tiempo que uno ha vivido en vano.
El extenso círculo de amistades imponía unas obligaciones sociales, que suponían una gran pérdida de tiempo.
La impaciencia de perder el tiempo, la sensación insaciable ante cosas que apreciaba grandes e importantes.
Una persona manda coser botones a sus ropas porque perdería mucho tiempo si pretendiera quitarlas sin botones.
El vacío de lo perdido.
No merece la pena que perdamos más tiempo aquí.
Se echan a perder incluso los niños de pecho, porque les decimos que son unos maravillosos seres instintivos, que sólo saldrían perdiendo con un desarrollo intelectual.
No puedo perder el tiempo.
El baño, ese acto voluptuoso y robador de tiempo.
Padecer la angustia de no tener tiempo para todo, ignorando que tener tiempo no significa otra cosa que el "no" tenerlo para "todo".
Regalar más tiempo del que era dado conceder.
Los veinte minutos que restaban para pérdidas de tiempo inevitables. Esta cuenta de pérdidas, estas improvisaciones de tiempo de emergencia, cuyas costosas gotas eran aceite en la máquina de sus días.
Las personas sin una rígida distribución de su tiempo se le antojaban seres de un atolondramiento patológico y en el caso de que obligaran, además, a su prójimo más serio a perder el tiempo, los tenía por peores que salteadores de caminos.
Una conversación respecto del genio, el término central y la probabilidad, le daba la impresión del tiempo perdido, por no dar ocupación más que a la inteligencia, sin tocar el sentimiento.
Superfluo, un infantil despilfarro del tiempo.
Prosiguió sus visitas. La cuenta de pérdidas de tiempo imprevistas se vio sobrecargada y su extralimitación significaba con demasiada frecuencia una deducción en las otras actividades.


Heidenstam
Administrar las horas de nuestra vida.
Las menudas cuestiones localistas del tiempo de uno.
Despreocupado de la marcha del tiempo.
Tenía un temperamento demasiado enérgico para permitir pasar el tiempo sin aprovecharlo.
Perdiendo un tiempo precioso.


H. G. Wells
Era evidente que había perdido el tiempo.
Sin pérdida de tiempo y con sencillez, aprovechar un conflicto, para adaptarlo al plan.
He perdido el tiempo durante un año.


Kraus
Estar personalmente en la redacción del periódico es perder el tiempo parados ladrando a la luna.
Los sentimientos con los que rememorar el tiempo pasado.
Y sigo aquí perdiendo el tiempo / al triunfo llegaré a destiempo.


Richardson
El tiempo tras el desayuno estaba lleno de incertidumbre y coyunturas.
No podía fingir el tiempo suficiente.


Larbaud
No se habían dicho nada. Desde luego tampoco tenían tiempo de hacerlo.


De la Mare
El tiempo y el simple transcurso del día a día desgastan.
No hay tiempo para muchos amigos.
Cuidar el tiempo.


Barbusse
Que pase el tiempo, ya no tiene nada que ver conmigo.
No consiste en perder el tiempo hablando, sino de espabilar y adelantar a los demás.
A mí me importan un comino los emboscados y los escaqueados, porque es perder el tiempo.
No hay que perder ni un minuto.


Lu Shin
Estuvimos muy ocupados todo el día y no tuvimos tiempo para conversar.
Con menos tiempo del que se precisa para un almuerzo.
No disponía de tiempo ni de dinero, nada podía hacer.
El tiempo vuela realmente.
El cuidado de la casa no le daba tiempo para conversar, leer o salir a pasear.


Gramsci
Ya es muy difícil estudiar la historia realmente ocurrida, porque se han perdido todos los documentos de una gran parte. ¿Cómo se puede perder, además, el tiempo construyendo hipótesis, que no tienen fundamento?


Hasek
Yo creo que no estoy demasiado mal, para hacer perder el tiempo a los médicos forenses.
Estoy perdiendo el tiempo con vosotros y veo que todo es inútil.
¿Por qué perder el tiempo con imbéciles?
Se fue, maldiciendo el destino y al cura, por haberle hecho perder el tiempo y estropeado el negocio.
Me niego a perder más tiempo con este desgraciado.
En la oficina me harían perder el tiempo durante un cuarto de hora.
No pierdas el tiempo, coge el lápiz y toma nota. Tienes un telegrama. Léelo entero sin perder tiempo.
¿Quieres hacerme perder el tiempo, o qué?
Hacer ejercicios para no olvidarlos y no perder inútilmente un tiempo precioso.
A una persona que sufre el tipo de crisis de autoconciencia, nada la hace desistir de su sagrada persuasión de recuperar el tiempo perdido en la oficina.
No perdía nunca el tiempo en los retretes.


Cather
Se pondría a estudiar con un tutor para recuperar los meses perdidos.


Savinio
Eructó, ventoseó, se comportó de una manera indecorosa, hubo que sacarlo de allí sin pérdida de tiempo.


Loos
Gente literaria. Mejorar la mente y no perder el tiempo. 
Perder el tiempo y arruinar la ropa.
Perder el tiempo con cualquier caballero.
Perdiendo mucho tiempo pretendiendo reformar a una joven.


Dunsany
Sintió la magnitud del abismo vasto, oscuro y poderoso como los abismos que separan nuestro tiempo de un día ya transcurrido; o los que separan la vida cotidiana de las cosas de los sueños a los que aran la tierra de los valientes de los cantos; o a los que viven de aquellos a los que los vivos lloran.
El compromiso con el Tiempo y las tierras del dominio de los hombres arrasadas por su tiranía, opuesto a la tierra atemporal.
El tiempo de los campos de los hombres va demasiado deprisa.
El contenido que colma un instante.
Cada vez que los hombres pierden el hoy el cabello se les pone más blanco, sus miembros se vuelven más débiles y sus caras más tristes y cada vez se encuentran más cerca del mañana.
El poder del tiempo. Nada de nuestros campos tiene poder para oponérsele.


Shólojov
Quiero amar para resarcirme del tiempo perdido durante mi desgraciada vida. Y no me importa que me matéis.


Dinesen
Haber perdido por completo la noción del tiempo.
Sentir en el corazón nostalgia del mundo perdido de la niñez.
Su corazón creía que todo tenía un límite y no pensaba gastar el tiempo en menudencias.
Habría sido una pérdida de tiempo pretender poner en marcha el coche y lo que hicimos fue ir corriendo.
El nativo no pierde el tiempo en reflexiones sopesando culpas o castigos. Se dedica a la compensación y los sofismas.
Los somalíes son muy excitables y doquiera que vayan pierden mucho tiempo y sangre con sus sistemas morales tribales.
Gastar mucho tiempo e ideas en la tarea.
Era una cuestión de tiempo, no pertenecían a su siglo.
Hacer perder el tiempo las angustiosas cartas de negocios.


Christie
Fue prudente para no realizar ninguna pretensión instantánea con el fin de recobrar el tiempo perdido.


A. Huxley
Obligados a disipar su tiempo con las rutinas que llevan el nombre de Honrada Actividad.
El muslo de pollo no había tenido tiempo de llegar a su destino.
Había marchado a tiempo.
No perdería usted el tiempo si cesara de hablar y de patear.
Lo inhumanamente grande, complicado y oscuro. No tengo valor y sobre todo no tengo tiempo para andar errabundo por tal laberinto.
Con la gente que está viviendo nos encontramos ante cantidades desconocidas e incognoscibles. Lo que podemos esperar es saber algo de una larga serie de los contactos humanos más desagradables y aburridos y que suponen una terrible pérdida de tiempo. Igual ocurre con el curso de los acontecimientos.
Incapaz de contener más tiempo sus ofendidas reflexiones.
El instante que según Isaac Newton separa el pasado infinito del futuro infinito avanzaba inexorablemente a lo largo de la dimensión del tiempo. O si Aristóteles dijo la verdad, un poco más de lo posible se hacía real a cada instante; el presente estaba quieto y atraía el futuro.
Las tertulias son una manera de perder el tiempo.
Los vastos abismos del tiempo.
Las tres cuartas partes del tiempo no contacta uno con las cosas, solo con las cochinas palabras que las representan.
Se hizo cargo de la actividad auxiliar de la redacción que no tenía tiempo de hacer.
Esta negligencia inexcusable que ocasiona la pérdida de un tiempo mucho más valioso que el de los soñolientos burócratas de los ferrocarriles.
No tenía tiempo para ocuparse del amor.
Modificar el proverbio. Más vale tarde que temprano.
Susurró antes de que tuviera tiempo de contestar.
Con la venganza, el horror y la humillación que entonces no había tenido tiempo de sentir.
No seguiré aquí más tiempo.
Turbación y rubor, era una pérdida de tiempo, pero era entretenido.
Laubardemont no perdió el tiempo.
Lo infinito debe inducir lo finito y por tal razón estar totalmente presente a cada punto del espacio, a cada instante del tiempo.


Heard
No debo desperdiciar más tiempo hablando de mí.
Me faltaba tiempo para entablar amistades.
Sin dar tiempo a mi escandalizada dignidad de soltero para pedir asilo.
Tampoco permanecería allí perdiendo el tiempo a partir del momento que supiera que la costa (o mejor dicho el cielo) estaba despejada.
Un acto del caso suele economizar tiempo. Especialmente cuando una inteligencia no familiarizada con verosímiles hechos debe entenderlos claramente.
Perder todo el día.
Articulando con lentitud como si no me hubiera hecho perder bastante tiempo.
La fatigosa espera de todo el día perdido.
Deberes cuyo cumplimiento impedía cualquier pérdida de tiempo.
No perder el tiempo con detalles superfluos. El tiempo urge.
No debemos concederle un minuto más dentro de lo posible.
la probabilidad de pretender un nuevo golpe si le damos tiempo.
El tiempo no pesa sobre las grandes personalidades como sucede con los animales; tienen la intemporalidad de una planta o de una roca.
Me fue imposible operar más tiempo.
No había tenido tiempo para seguirle.
Sin perder un minuto.
He desperdiciado más tiempo del que poseo.
Establecer claramente que no pedía el tiempo.
Al refugiarme tras el pasado he hallado la manera de despistar las jaurías del Tiempo.
Vio el peligro y se puso en guardia sin pérdida de tiempo.
Poder jugar con el tiempo sin menoscabo de la vitalidad.
Tuvo la sensación de que el tiempo pasaba, sentimiento que tal vez experimenten las personas que nunca viven solo un mundo o un presente. Había decidido no echar a perder el día con una vuelta apresurada y una llegada fuera de hora sin tiempo para descansar.
Su mayor placer residía con el recuerdo. El momento presente encerraba para él excesiva tensión emotiva como también una cantidad grande de detalles fuera de propósito que le suponía imposible armonizar con la experiencia principal. No estaba dispuesto a tragar el suceso sin paladearlo porque malograría su exquisito sabor.
¿Qué representa el tiempo? El presente ¿no es tal vez lo que nosotros queremos hacer de él si poseemos la independencia de ánimo para no permitir que otros escojan por nosotros?
Tenía todo su tiempo ocupado.
Atajado con un aviso sin pérdida de tiempo.
Solo tengo tiempo para cometer un error.
Disfrazar el método y hacer perder el tiempo.
Buscando en direcciones donde no podía haber nada como no fuera perder el tiempo.
Si queremos alcanzar el ultimo tren de la tarde tendremos que salir dentro de diez minutos o no habrá tiempo.
Para colmo no tenía ni siquiera tiempo para afeitarse.
Diciendo que no deseaba hacerme perder el tiempo.
No debemos tener a nuestro conductor esperando más del tiempo convenido.
Estaba ocupado de prepararme a fin de no hacerle perder su tiempo.
No tenía la atracción de mantenerme más tiempo con mi papel.
No podía ser solo mi impaciencia la que hacía que el tiempo semejara transcurrir lentamente.
No precisaré gastar mucho tiempo para persuadirle de un crimen ingenioso.
No quería ocupar su tiempo hasta no tener pruebas.
Con este asunto el tiempo no contaba para nada.
Absorbido no le quedaría tiempo para conspirar.
El tiempo es valioso también.
Los especialistas no somos sino economizadores de tiempo.


Hemingway
No valía la pena perder el tiempo con una cosa fea y triste que no valía nada.
No ha sucedido nada o no perdería el tiempo hablándote de esta forma.
Una treta para ganar tiempo.
El tiempo pasaba y no había más que un camino.
La nada desapareció y el tiempo quedó inmóvil, se encontraron los dos sorprendidos a través del tiempo y la tierra se movía y alejaba debajo.
No creía nunca que hubiera una cosa con mucho tiempo.
El valor del tiempo.
La precipitación, la falta de tiempo y las circunstancias especiales.
Aprovechar el tiempo, tomar las cosas como vienen.
Ganas de perder el tiempo. Es una tontería.
Pierdes el tiempo. Yo no provoco a nadie.
No puedo seguir más tiempo dentro de este manicomio de locos criminales.
Se preguntaba si le quedaría tiempo para completar su educación.
No tengo tiempo de leer.
Reflexionó, <<Abandonemos las tonterías y aprovechemos el tiempo disponible>>. Pero después discurrió, era demasiado pronto. Había que apurar lo que quedaba de la velada.
No falté mucho tiempo de mi puesto.
No debes engañarte con el poco tiempo que te queda.
Ha tenido la culpa la falta de tiempo que no hubiese ceremonia.
Siento mucho miedo por ti, no me queda tiempo para recordarte.
Haz que me acompañe alguien que me represente para no perder el tiempo.
Abrazar como para retardar el paso del tiempo.
Es inútil renegar de lo que ha sucedido sencillamente porque ha llegado el momento que vas a salir perdiendo. No hagas como esa serpiente que cuando le rompen el espinazo muerde la cola.
Cualquiera sabe el tiempo que va a durar su hermosa resolución.
Ya no era cosa de preguntarse si llegaría a tiempo.
Prolongar el paso del tiempo y sentirlo pasar.
El tiempo es muy corto.
Perecer cuando cuesta mucho tiempo y hace daño y uno queda humillado.


Steinbeck
¿Para qué vamos a hacerle perder el tiempo negando lo que jurarán cincuenta personas?
Cuando tu tienes todo el tiempo del mundo crees que yo puedo permitirme perderlo contigo.


Priestley
Recuperar el sueño perdido.


Silliphant
El tiempo perdido y angustioso.


Moravia
Recuperar el tiempo perdido, entablando una conexión hecha de visiones, y luego desarrollar.
Nada hace pasar el tiempo como aquello a lo que <<él>> llama una aventura. Se sale en un abrir y cerrar de ojos de la duración, uno se mueve, mágicamente, en una realidad fuera del tiempo.


Morante
El tiempo se alejaba. Sólo quedaba una niebla centelleante. Se me ocurría que todo había sucedido fuera del tiempo y fuera de la historia, que ni siquiera era algo perdido, sino existente.
Nadie valía la pena que perdiera el tiempo por él.
No resistí más la amargura de perder esas breves horas en compañía suya.
No perdí tiempo en desvestirme y sólo me quité los zapatos.


Sartre
El tiempo transcurre, cada instante conduce a otro y se aniquila. Atribuimos esta propiedad a los acontecimientos que se presentan con los instantes; lo que pertenece a la forma lo referimos al contenido.
Son cosas sin consecuencia. Pero nos ayudan a pasar el tiempo.
Sin dar tiempo para actuar extiende una tarjeta.
Darse cuenta a tiempo.


De Beauvoir
El tiempo por lo general muere muy rápido y no terminaba de agonizar.
El amor es insoportable cuando no amamos ya. Todo ese tiempo perdido.
Preciosos instantes perdidos para siempre.


Leduc
Déjame. No tengo tiempo.
¡Habla! No hagas perder tiempo al guardián.
Se arrebataba, balbucía, se confundía en excusas; la portera perdía el tiempo. La portera refunfuñaba, que no tenía tiempo que perder en tonterías.
Perdía su tiempo como otros pierden su situación, su amante.
El desconocido siguió la marcha sin perder el tiempo, encogiéndose de hombros.


Cary
No tengo tiempo que perder.


Yourcenar
Transcurrir los meses lentamente, de manera maquinal y verdaderamente insensible.


Cesbron
La sala de los pasos perdidos, del tiempo perdido, de las lágrimas perdidas.
Durante el armisticio, los valientes generales de Sedán no habían perdido el tiempo.
Y bien, mis generales, ¿a qué esperáis? Si me hacéis perder el tiempo, os quedaréis sin medallas.
Las vacaciones de Pascua tocaban a su fin. No era momento para perder el tiempo.
El día envejecía disimuladamente y estaba preocupado, debido al tiempo transcurrido.
Era el río, que a poca distancia correteaba lejos de los árboles y que perdía el tiempo con los pescadores y los remeros barbudos.
El tiempo perdido atascaba su método.
El dinero se vuelve a encontrar, se reemplaza. Mientras que las mil ocupaciones mezquinas con las cuales, por falta de una estructura sólida, componemos la trama de nuestra vida, se nos antojan irreemplazables, no es el tiempo perdido, que no se vuelve a encontrar nunca, es el tiempo que se habría podido perder preciosamente.
La tortura del tiempo perdido, en cuanto reflexiono.
Mucho ir y venir, mucho tiempo perdido.
No hay que perder el tiempo.
Un tipo incapaz de todo, de esos que nos hacen perder el tiempo.
El muguet cargado de imágenes, el perfume del tiempo perdido, del tiempo que pasa y que vuelve y que siempre nos encuentra transformados.
Se sentía impelido a contar todo el tiempo que había perdido.
Las horas perdidas con las búsquedas y las idas y venidas.
Vayamos sin pérdida de tiempo hacia donde debemos ir.
Perder un tiempo precioso actuando en vez de consagrarlo a ser.


Camus
¿Qué hacer para no perder el tiempo? Sentirlo con su lentitud.
Proceder a la mudanza sin pérdida de tiempo.
Hicieron lo imposible para ayudar con la casa y no repararon el tiempo que pasaron allí.
La vida es corta, el tiempo rápido y su energía tenía límites.


Von Doreder
El fin de una ocasión perdida.


Fromm
Ser activo en la mente, en el sentimiento, con los ojos y los oídos, durante todo el día, evitar la pereza interior, sea que esta signifique mantenerse receptivo, acumular o, meramente, perder el tiempo, es condición indispensable para la práctica del arte de amar.


Lévi-Strauss
Todo mito es una búsqueda del tiempo perdido.
El valor intrínseco atribuido al mito proviene de que los acontecimientos, que se suponen ocurridos en un momento del tiempo, forman una estructura permanente. Se refiere simultáneamente al pasado, presente y futuro.


Waugh
Algunas ocasiones la senda menguaba y se desvanecía entre juncales secos; hacía falta rodearlos hasta que volvía a aparecer el camino con las correspondientes pérdidas de tiempo y energías.
Encontré poco con lo que ocupar mi tiempo.
He pasado tiempo suficiente perdido por tierras remotas como para poder decir que existen cientos de razones para viajar a la aventura, pero la buena vida no es una.
Anoté falacias, pero me di cuanta de que sería una pérdida de tiempo, ya que tal vez menos gente de la que imaginaba se permitía engañar con ese tipo de fanfarronerías.
Tendré que hacerle perder unos minutos.
Acusar con energía la vacilante actitud del poder político. Los ministros están perdiendo el tiempo.
Habían terminado de comer pero seguían allí, tal como solían hacer durante una hora aproximadamente, todos los días, perdiendo el tiempo.
Irse a la cama sin perder un momento.
Cenó con Proust y Gide, hizo amistad íntimamente con Cocteau y Diaghilev. Firbank le mandaba sus novelas con ardientes dedicatorias.
Sin perder un instante su aire pulcro y prosaico.
Aquí están empleadas muchas jóvenes. No tengo tiempo de saber el nombre de cada una.


Vian
Lo agarró justo a tiempo.
Antes que tuviera tiempo de colocar una pica.
Las reuniones hacían perder el máximo de tiempo.
No perdamos tiempo y vamos derecho al grano.
Antes de tener tiempo de preguntarse.
Seducir cuando las mínimas circunstancias favorables o la ausencia de circunstancias desfavorables le dieran tiempo.
Estará libre para recuperar el tiempo perdido un sábado por la tarde.


Abbagnano
Bergson ha opuesto el tiempo específico de la autoconciencia al tiempo abstracto de la ciencia y el procedimiento de la ciencia que se ayuda de conceptos o símbolos, de ideas abstractas o generales, al procedimiento intuitivo o empático de la filosofía.
Para las mecánicas clásica o newtoniana los fenómenos son reversibles; el tiempo puede transcurrir indiferentemente con una u otra dirección. La ley de la entropía establece un sentido de los fenómenos, su irreversibilidad con el tiempo.
La definición de Aristóteles "el tiempo es el numero del movimiento según el antes y el después" es una expresión perfecta de la concepción que identifica el tiempo con la organización mensurable del movimiento.
Hobbes definió el tiempo como "la imagen (phantasma) del movimiento por cuanto imaginamos con el movimiento el antes y el después, la sucesión".
Bergson insistió respecto de la exigencia de apreciar el tiempo vivido, la duración de la autoconciencia como una corriente fluida con la cual es imposible hasta distinguir disposiciones, ya que todo momento suyo pasa al otro ininterrumpidamente como sucede con los colores del iris. El tiempo como duración tiene dos caracteres; el de la novedad total a cada instante, por lo cual es un proceso orgánico de creación y el de la reserva infalible e integral de todo el pasado, con lo cual es una boule de neige y se agranda cuando avanza hacia el futuro.
Heidegger. Primacía del porvenir de la interpretación del tiempo. Ha investigado el tiempo con los términos de la posibilidad y el alcance. El tiempo es originalmente el ad-venir. Cuando el tiempo es auténtico, originario y propio de la existencia es "el venir con el que el ser adviene según su posibilidad peculiar". El pasado como un ya-sido está condicionado por el porvenir porque igual que son auténticas las posibilidades que ya han sido también ya han sido las posibilidades a las que el ser humano puede auténticamente retornar y que puede hacer suyas. El tiempo auténtico, aquel con el cual el ser refleja su posibilidad (aquel que ya ha sido, de manera que sus decisiones son de lo ya seleccionado, de la imposibilidad de escoger) como el tiempo inauténtico, el de la existencia banal cuando el tiempo llega a ser una sucesión infinita de instantes, son los dos el sobrevenir del ser al ser humano, lo que la posibilidad le refleja y es un presentarse desde el futuro de lo que ya ha sido durante el pasado. Elementos del análisis de Heidegger. 1. La transformación del horizonte nodal de la interpretación del tiempo del menester a la posibilidad. 2. La primacía del futuro con la interpretación del tiempo constituye una alternativa diferente y opuesta a la primacía del presente con la cual se funden las otras interpretaciones y ofrece la posibilidad de no limitar al presente las otras especificaciones del tiempo y entenderlas específicamente; el futuro como futuro y no como presente futuro y el pasado como pasado. 3. La referencia del pasado y el futuro que Heidegger ha encerrado dentro de un círculo puede ser disuelta con la noción de lo posible. El pasado puede ser entendido como punto de partida de las posibilidades por venir y el porvenir como posibilidad de reserva o transformación del pasado con límites y aproximación. 4. La aportación de nuevos conceptos expresados con términos como programa, disposición de yecto, precursar, espera útiles con los análisis filosóficos.


Greene
Qué pérdida de tiempo registrar un barco muy grande a la busca de diamantes.
Es inútil seguir perdiendo el tiempo.
Sueños poco profundos que duran escasos segundos y que casi no tienen tiempo de reflejar una preocupación.
Ver las estrellas, pretender recuperar el tiempo perdido.
Es un médico el que me hizo razonar, no los libros. Todo el tiempo que había perdido.


Planchard
La idea de los periodos sensibles, de Devres, en los cuales se inspira Montessori cuando insiste en la edad del habla. La adquisición verbal, se haría en condiciones óptimas entre ciertos límites de edad. Antes, se perdería el tiempo; después, se encontrarían dificultades.
Se ha llegado a estandarizar a los hombres como se ha estandarizado la producción y las máquinas, porque se mira, ante todo, el rendimiento instantáneo. Se practica una especie de pedagogía platónica, en la que la personalidad estuviera manchada de imperfección y no mereciese que se pierda el tiempo.


Baum
Devorarlo todo a un tiempo con los ojos.
No tengo tiempo que perder con habitaciones semejantes.
Hay que hacerse desear un poco y además no tengo tiempo.
Es preciso aguantar uno a otro para el poco tiempo que nos queda de vida.
Siente correr el tiempo a lo largo de la noche rápidamente y sin tregua.
El tiempo no dura más que un relámpago.
Los relojes corrían su marcha desenfrenada.
El galope de las horas.
Perdió algunos minutos para escoger un traje.
Lo que se aplaza se pierde.
No puedo perder tiempo y tengo que mandar unas cartas urgentes.


Eliade
Casi nadie tiene imaginación. Vivimos timepos difíciles. ¿Quién tiene tiempo para imaginar otro mundo con otras personas, un mundo poético y más verdadero?
No perdamos más el tiempo.
Hemos perdido mucho tiempo. Hace mucho que tenías quehaberme buscado y haber venido a verme.
Habíamos perdido demasiado tiempo.
Desapareció antes de tener tiempo de decir algo.
Una vida, una existencia humana entera se puede desarrollar, cumplir y terminar varios meses incluso menos tiempo.
Todo lo nuestro no está en el tiempo, no tiene duración.
De sopetón antes que yo tuviese tiempo de preguntarle nada.
No tengo tiempo de explicarte por qué y cómo. No tiene sentido perderme con generalidades.
No dar tiempo a los curiosos.
No habría perdido el tiempo ni lo habría pillado el bombardeo.


Irish
No tenía tiempo para nadie ni para nada.
Una conversación sin tractivo, inocua, casi como si estuvieran hablando para matar el tiempo. Solo por decir algo.
Cómo pueden transformarse las cosas con el curso de unas pocas horas.
No estuvo el tiempo suficiente como para llegar a embriagarse.
Bebió ávidamente como si le faltara tiempo para hacerlo.
Sin darle tiempo a decirlo rehusaba por segunda vez concederle el divorcio.
La amistad no tiene límites para el tiempo.
El tiempo nos va endureciendo.
Una conversación superficial para pasar el tiempo, para mantener el silencio interior y la distancia.
El tiempo era precioso. Y corría deprisa. Quedaba muy poco.
Tu eres lo inesperado, el tiempo inconexo.
No podría evitar mucho tiempo más que se diera cuenta que huía.
Un instante puede ser una eternidad y puede ser muy breve.
Algunas ocasiones un minuto tiene un enorme significado.
Contar la vida por horas.
No tengo tiempo de contarle todo.
Perder el tiempo haciendo el experimento.
Perder el tiempo buscando.
El tiempo es más criminal que ningún ser humano. El tiempo es el criminal que nunca puede ser castigado.
No perdió más tiempo discutiendo.
No le quedaba tiempo, no podía quedarse más.
No había tiempo que perder; todos los recursos se habían agotado.
El asunto era demasiado trivial como para perder más tiempo haciendo conjeturas.
No disponemos de mucho tiempo. Comencemos a empaquetar las cosas.
Todo está muy claro y no vale perder el tiempo con él.
Estoy perdiendo un tiempo precioso.
No tener tiempo de comunicarse.
Tampoco disponía de tiempo para reflexionar si le agradaba o desagradaba.
No hay motivo para que estemos más tiempo aquí.
Transportar secretamente sin pérdida de tiempo.
Buscar el menor tiempo posible.
Aquella horrible máquina del despertador del explosivo devorando el tiempo.
Algo de lo más profundo de su ser -qué era él no tenía tiempo ni discernimiento para saberlo- semejaba huir a lo largo de sombríos corredores lejos del destino que iba a cumplirse.
No podía perder tiempo llamando por teléfono.
Tenía poco tiempo para decir lo que tenía que decir y debía eludir un obstáculo que podía presentarse de improviso.
Yo no tenía tiempo de reflexionar la idea.
Devolvió el dinero por el tiempo perdido.


I. Shaw
Querían anularle el permiso, pero imaginé que era conveniente para la salud de usted y que sabría recuperar el tiempo perdido.


Spillane
El tiempo no había pasado en balde.
No tener tiempo, una investigación laboriosa.
No perder el tiempo contestando.
Abandonar el perder el tiempo.
Si tengo tiempo volveré a llamar.
No tenía sentido perder el tiempo con la pista de una herramienta vulgar.
No había perdido el día, ni mucho menos, me estaba acercando al tema fundamental.
Mientras perdía el tiempo echando hacia atrás el percutor.


P. Bowles
Tenía la sensación oprimente de que el alba se iba acercando y notaba que perdía el tiempo.
Dentro de un minuto. El tiempo de recobrar el aliento.
Se había traicionado, había establecido contacto con el otro lado, no había un minuto que perder.


Calvino
Economía de fuerzas, la espera de un tiempo larguísimo y extenuante.
Las tajadas de tiempo, el espesor de un segundo.
Habituado a una estricta economía de su tiempo.
sin haber tenido siquiera el tiempo de pasar un peine.
Sin perder tiempo.


Amis
El giro del segundero rojo alrededor de la esfera transmitía la ilusión de que el tiempo avanzaba a plena pastilla.
Tendré que prescindir del desayuno. No hay tiempo.
Proponer sin perder tiempo.
Matar el tiempo.
Lo poco que ayuda saber que uno está perdiendo el tiempo para abandonar perderlo.
Es una joven decente y no va a perder el tiempo con un tipo como usted.
Arrancó a hablar antes de que le diera tiempo a controlarse.
Agotar los poderes de conciliación era una pérdida de tiempo.
No tengo tiempo para pasar el día huroneando dentro de la biblioteca.
Una verosímil pérdida de tiempo y de integridad.
No tendré tiempo de mudarme, asearme y conducir hasta el centro.
Sin dar tiempo para contestar.
Se le agota el tiempo.
No le quedaría tiempo para el té.
Me hacen perder el tiempo y yo se lo hago perder.
El conductor pretenderá compensar el tiempo perdido.


Wiener
Pierde su tiempo el científico que busca a lo largo del universo una fuerza positiva decidida a engañarnos.


Ellmann
Pierdo tiempo con mi puesto de la universidad y me agota los nervios.
No podía perder el tiempo indignándose.


Kerouac
El tiempo y el dinero que había malgastado.
Viajo lo más rápido que puedo y no creo que tenga tiempo de trabajar en una feria.
Lamentando la ocasión perdida.
Perdiendo el tiempo andando por ahí.
Andar apurado de tiempo.
No tengo tiempo para trabajar.
Estaba decidido a recuperar todo lo que había perdido; era una pérdida sin límites; algo que arrastraría siempre.
Viajar un tiempo asombrosamente corto.
Sabemos cómo es el tiempo. Las cosas se cuidan propiamente.
Las infinitas bifurcaciones, no hay tiempo.
Con el menester de preocuparse traicionan el tiempo con falsas urgencias o mostrándose simplemente ansiosos y quejosos.
Saber cómo hacer que el tiempo sea más lento y que avance; entender las cosas y los trucos.
Perdí el tiempo callejeando.


Cleveland
Los cínicos suponían que era tiempo perdido.


Koestler
Estaba perdiendo su tiempo y comiendo el pequeño capital que los impresores le habían adelantado a cuenta.
Perder el tiempo con discusiones.
Discutir el aspecto trascendental es sólo una pérdida de tiempo. Volver al problema práctico, al aspecto inmanente.


Runciman
Los hermanos de Juan VIII perdían el tiempo con luchas intestinas en el Peloponeso o con intrigas en Tracia.
Perder el tiempo con las inevitables negociaciones.


Nooteboom
No hay enemistad mejor que la que se da entre la totalidad del tiempo y una parte tomada separadamente.
Una peculiaridad del tiempo es que retrospectivamente se presenta de forma compacta, un objeto macizo indivisible, un plato con más de un gusto y un aroma.
Algún indivisible mordisquito de la galleta del tiempo imposible de recuperar.
Semejaba que el tiempo no iba a consumirse nunca, los días se unían bajo la confusión con lo inconcebiblemente largos que eran.
La retrodevoración del tiempo transcurrido.
Se aproximaban tiempos de confusión.
Pertenecía a esa especie de personas que arrastran como una masa amorfa el tiempo que han pasado sobre la tierra. No sabía tasar, calcular ni dividir el tiempo.
Hablar de <<tiempo>> a la inglesa, dar a este elemento la plena y coriácea almibaración.
El tiempo era el padre de las cosas de la vida. Había dividido la tabla rasa, desierta y peligrosa del día entre fragmentos exactamente calculados y los cabos de esos tramos segmentaban su jornada con una inflexibilidad total. La angustia que dominaba quería cobrar sus diezmos con horas, medias horas o cuartos de hora, con puntos de fragmentación inmotivadamente dispuestos sobre el fluido elemento invisible que vadeamos vida adelante.
Escapar a tiempo de la influencia.
La destructora acción metronómica del péndulo.
Una generación que no perdía el tiempo. Te meten y te sacan como un guante, mano dura, decisiones rápidas.
Allí el tiempo no jugaba ningún papel.
Chuang Tzu (siglo IV a. n. e.), un taoísta para quien las cosas están transformándose sin parar a su manera. Con esa transformación van apareciendo y desapareciendo las cosas. Lo que llamamos tiempo no influye nada. Las cosas son iguales.

Claude-Gilbert Dubois, "Le maniérisme", 1979. Los manieristas andan en busca del tiempo perdido. No un tiempo perdido o anecdótico, sino un tiempo eterno, inmóvil y bello como un sueño de piedra. El tiempo perdido y el tiempo eterno se acumulan alternativamente, dado que resulta imposible conciliar los conceptos teológicos de un tiempo eterno con la realidad sociológica.
Un instante perdido del tiempo.
El tiempo perdido retornaba, la locura de la historia que vivieron empezaba a envolverle de nuevo.
Con el paso del tiempo fue perdiendo la ilusión por la acción.
No conozco ningún libro que no se funde bajo una confusión. Marcel, el cual no sabía que Gilberte le amaba.


Bernhard
No se debía perder mucho tiempo cuando la hermana me administraba mi desayuno.
La agonía de mi madre se acercaba a su culminación, para mí no tenía tiempo.
Su ideal fue roto por el tiempo demasiado tarde y no se pudieron remendar los jirones.
Matar el tiempo jugando a las cartas.
Ni siquiera he perdido el tiempo con echarme encima una manta.
Vivir con tribulación, todo el tiempo no tenía tiempo.
Había podido sentirse libre y desarrollarse libremente y recuperar lo perdido con un tiempo asombrosamente corto.
Unas circunstancias espantosas que le robaban el tiempo y que atacaban los nervios.


Duras
Tener que esperar, perder mucho tiempo.
Su propio olor se había ido perdiendo con el tiempo.


Böll
Ocupado, buscaría el tiempo preciso.


Marcuse
La repcherche du temps perdu llega a ser el vehículo de la futura liberación.


Burgess
El tiempo pasado como arma mortal.
Hablaba como un hombre cuyo tiempo fuera muy valioso.
Es inútil. No tenemos nada en común. Más valdría que me dejara ir. Está perdiendo el tiempo.


Pinter
¿Quieres preparar el té? Estamos perdiendo el tiempo.


Plath
¿Cuándo llegará el segundo que el Tiempo rompa / y la eternidad lo sumerja y me hunda por completo?
Es sólo tiempo que pasa sobre nuestras manos. / Es sólo tiempo y no es material.
Caballos volando al viento, / un lugar, un tiempo fuera de la mente.


Memmi
Sólo el idioma permitirá al colonizado reanudar su tiempo entorpecido, recuperar su prosecución perdida y la de su historia.


Eco
Perder tiempo para definir las posibilidades de aplicación.

Decidí no perder el tiempo con cazadores de misterios y atenerme solo a las fuentes de la época.
Una historia del futuro, no una crónica del tiempo perdido.


Laing
El terapeuta actúa según el principio de que puesto que la referencia con otros está potencialmente presente a cada uno tal vez no esté perdiendo su tiempo al sentarse horas con un silencioso catatónico que da sobradas pruebas de no aceptar su existencia.
No poder mantener más tiempo el engaño.
Esta niña es tiempo perdido.


Thompson
Los exámenes bíblicos-tecnológicos ya han reducido el tiempo durante el cual pueden tomarse decisiones del lado del partido político del poder.


Robbe-Grillet
Está perdiendo el tiempo con ese viejo drogado que por otra parte no tardará para dormirse.
Los marineros no tienen  tiempo que perder con adivinanzas.


Le Breton
Ganar tiempo.


Heller
No tengo tiempo para tener un niño.
No entendía con qué se le iba el tiempo.
Un periodo de tiempo concreto.
Cuánto tiempo tendré que esperar.
Los minutos transcurrían a paso de tortuga y las horas se arrastraban como siglos.
Haga el favor de no hacerme perder el tiempo con esos tópicos sentimentales.
No tuvo tiempo de volver a planear.
No tengo tiempo para bobadas.
Se había hecho demasiado viejo para la diversión y no tenía tiempo.


Orton
Perder el tiempo dentro de una cabina telefónica.
Encarga un guión y luego puede perder el tiempo hasta que se lo quiten.
Absurda pérdida de tiempo.


Romano-Tenenti
Roger Bacon. "Si fuese libre quemaría todos los libros de Aristóteles, porque su estudio no ayuda más que a perder el tiempo, induce al error y acrecienta la ignorancia".


Morrison
He perdido el tiempo.


Daniel
Carter (1923). Esos instantes de desilusiones, el tiempo como factor de nuestras vidas perdió todo su significado.


Arpino
No tuve tiempo de contestar.


Vonnegut
El tiempo no pasaba. Alguien debía estar manipulando los relojes, los eléctricos y los de cuerda.
Es espástico en cuanto al tiempo; no puede controlar lo que va a sucederle.
Vivir fuera del tiempo.
La urdimbre del tiempo.
No iban a perder más tiempo aguantando.


Updike
Viajar equivale a reducir el paso del tiempo, es una manera de comprar vida mutada con millas.
Tropical manera de triunfar sobre el paso del tiempo con el ejercicio de la espera.


Kraus
La pérdida de tiempo libre digna de mención se produce por cosas organizadas por el Partido, por reuniones y cursos de adoctrinamiento.


Moorcock
Cuanto más pronto sepamos si debemos esperar un ataque menos tiempo perderemos de librarnos.
No le había dado tiempo a mudarse.
Temo que no quede mucho tiempo.
El barco navegaba a tal velocidad que no daba tiempo a meditar mucho las decisiones a adoptar.
Matar el tiempo a la espera de noticias que nunca llegarán.
Ha terminado el tiempo disponible.
¿Qué podría significar el Tiempo para el Ámbito intemporal?
Perder el tiempo con el mantenimiento de los mitos devaluados.
No desperdiciar el tiempo con las persecuciones de un mito.
Hay menos tiempo que nunca.
Casi no tuvo tiempo para volverse cuando algo pesado le golpeó un hombro.
Solo era cuestión de tiempo que fueran muertos.
No perdió el tiempo con palabras.
No había tiempo para especulaciones.
No pudo seguir la extraña conversación y prefirió no perder el tiempo.
Mi principal problema ha sido permitir transcurrir el tiempo.
Matadle de una vez. No perdamos más tiempo.


Lapierre
Recuperar el tiempo perdido cuando volviese la electricidad.


Ludlum
No tenía tiempo para semejantes indulgencias ni inclinación.
Hasta que nos dé algo concreto estará haciéndonos perder el tiempo.
Estamos perdiendo el tiempo. Te preocupas de la mecánica. Eso es pedestre. Hablemos con claridad.
Volvemos a perder el tiempo.
No tuvo tiempo de reflexionar.
No tenía tiempo para la piedad.
Apresurarse para que nadie tuviese tiempo de reflexionar su pérdida.
El tiempo se estaba agotando.
Recordando lo poco memorable.
Hay varias alternativas. No tengo tiempo de explicarlas.
No tenía un solo segundo que perder.
Nada puedo perder menos el tiempo.
No quiero hacerle perder el tiempo.
No había tiempo para más.
Malgastar el tiempo.
Hacer concesiones, perder el tiempo, ponerse a la defensiva.
Te han insultado, has perdido el tiempo.
La filosófica reflexión de la inquietud de carecer de tiempo.
Para no perder más tiempo conviene que sepa que las opiniones difieren de las mías.
Ya ha pasado un poco de tiempo, tenemos algo de perspectiva.
Será una maniobra por sorpresa, que nadie tenga tiempo de preparar explicaciones.
No tenemos tiempo. Estamos al centro de una tormenta.
No haber tiempo para una explicación.
No tengo tiempo para explicaciones.
No había tiempo para persuadir.
No podía perder tiempo ayudándola.
Los detalles hacen perder el tiempo.
No había tiempo de reflexionar.
¿Qué perdemos con un poco de charla?
Voy justo de tiempo.
El tiempo había terminado.
No tenía tiempo para ocuparse de rutinas.
No hay tiempo para la cena.
Pasa mucho tiempo fuera de casa. No tiene tiempo para dar una adecuada educación a los que ama.


Puzo
Dos días más tarde, un breve lapso de tiempo.


King
El tiempo pasaría y las cosas se verían con perspectiva.
No hubo tiempo ni de gritar; gritaría después.
Ni siquiera tuvo tiempo de darse cuenta del asunto.
Calcular mal el tiempo.
No tuvo tiempo de reflexionar que ninguna sensación humana era auténticamente exclusiva, aunque fuera probable creerlo.
El tiempo pasa sin que uno se dé cuenta.
No tener tiempo de conseguir un análisis completo de laboratorio.
El ultimo momento no es siempre demasiado tarde.
Por desgracia no podía hacerle sudar un poco más; no había tiempo.
Todo hay que contarlo a su tiempo.
Muévete, idiota. No tienes tiempo de disfrutar el flipe.
No era un memo. Era otro día perdido dentro de la casa de los horrores.


Sanders
Perdía el tiempo diciendo qué diablos.
Dicho de los húngaros. <<Antes de que uno tenga tiempo de ver a su alrededor, la fiesta terminó.>>


Markstein
Resarcirnos por el tiempo perdido.


Keneally
Imaginar que la experiencia justificaba el tiempo perdido.


Brattstrom
Durante los millones de años que han evolucionado los animales, la Tierra ha sido heredada por los descendientes de seres capaces de lograr modificaciones en su comportamiento específico. Esta capacidad implica errores y es antieconómica en periodos cortos de tiempo, puesto que algunos errores son fatales, a causa de que los animales desperdician tiempo y energía en resoluciones no apropiadas.


McCullough
En lugar de desperdiciar tiempo persiguiendo los mil jinetes situados a la derecha de César, Lavieno giró a la derecha en el momento en que llegaba al tercio trasero de la décima.


Davis
Yo nunca pierdo el tiempo hablando con los egipcios, escuchar su visión de la vida como un río eterno de penas y amarguras.
No perdía nunca el tiempo.
Perder el tiempo tomando notas.
Tener la sensación de una pérdida de tiempo.
Sin tiempo para especulaciones.
No tenía tiempo que perder con nutrias o ranas entre las espadañas.
No tengo tiempo que perder escuchando necedades.


Norfolk
El tiempo difícilmente altera su profunda compostura por un confuso reconocimiento de los menesteres de aquí abajo. Su ciclo gira y las ciudades pasan.


Jennings
No es preciso que hagamos perder más tiempo a sus excelencias.
Recuperar las horas de sueño perdidas.
Perder el tiempo con una guerra.
No perdamos tiempo con una traducción.
No habíamos tenido ocasión de disfrutar, ni las circunstancias nos lo hicieron desear. Estábamos preparados para recuperar este tiempo perdido.
Un año ocupado y productivo. No había sido una pérdida de tiempo.


Bradshaw
Cosroes no logró nada de que hablar en sus invasiones de los ultimos tres años y perdió mucho tiempo y dinero sitiando Edesa.


James
Si no recupera el tiempo perdido, me va a crear problemas con las otras secretarias.
¿Qué decían sus padres respecto del tiempo? ¿Empleaban frases como "No pierdas tu tiempo"?
Un jugador programa su tiempo, aunque puede ser perdido.


P. D. James
El tiempo transcurre más deprisa cuando se realiza una actividad rutinaria.


Themerson
Era como si el tiempo fuera una larga cinta que se extendía a dos direcciones, al pasado y al futuro y a cada extremo de la cinta unas tijeras cortando centímetro a centímetro hasta que solo existiría el presente.
Una pérdida de tiempo extravagante.
¿Existe una longitud de tiempo muy corta que si fuera más corta no tendría las propiedades del tiempo?
El tiempo permanecía a la espera con posición supina hasta que llegó el ruido fuerte y estridente y el movimiento arriba y adelante y el tiempo se lanzó a gran velocidad avanzando, vibrando y luego llegó la paz.
A esa hora temprana el polvo de las calles de París que nadie había perturbado empezaba a verse removido por los pies de los apresurados humanos que corrían sin un segundo que perder.


Potter
No vamos a perder el tiempo viendo tus deditos.
Si de verdad quieres perder el tiempo y que lo perdamos todos.
El tiempo se agota. Cada vez queda menos arena de la ampolla superior.
La sesuda actitud concentrada cuando uno espera demasiado tiempo alguna cosa que no confía recibir.
No siempre hay tiempo para todo.


Miller
Perder el tiempo con demasiados análisis y la elaboración de planes largos y complicados.
Perder el tiempo con preparativos largos y detallados.
No perder el tiempo soñando con el futuro.
Perder el tiempo sentado y hablando.
Hay que fabricar el producto y ofrecerlo sin pérdida de tiempo.
Los tiempos no están para grandes magnates.
Perder el tiempo con reuniones de dirección y la elaboración de estrategias esotéricas.
El crecimiento de la empresa priva de tiempo al directivo para establecer referencias personales con los clientes.


Ford
Computar el tiempo de forma diferente. Las horas pasaron como al galope y confusamente. Hasta entonces el tiempo no había tenido casi costuras, había compuesto una organización familiar duradera.
El tiempo a decir verdad semejaba no pasar.
Lo que sustituía al paso del tiempo día a día era el tiempo atmosférico.
El tiempo significaba muy poco para mí allí.


El trío de la Dama Negra
Cuando se halla una persona atractiva se siente una especie de menester de cautivarla y retenerla, no se tienen ganas de separarse y se cuenta lo que se puede como si ese momento será el tiempo del que se dispondrá.
No perderé tiempo con inútiles circunloquios.
Puesto que el tiempo es escaso.


Tyerman
El deseo de liberar el Santo Sepulcro adquirió un impulso totémico y dirigente, que cobraba mayor dinamismo, mientras los líderes perdían el tiempo.


Tomalin
Una pérdida de tiempo y de energía atroz.







Ana Kontroversy


2 comentarios:

  1. Maravilloso, me diron ganas de leerlos a todos de nuevo. Al homenajeado y a aquellos que lo comentan.
    Saludos,

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  2. Agradecer que este blog es siempre una auténtica fuente de sorpresas mágicas.
    La parte de cine es única pero además los otros apartados resultan siempre deliciosos y son una maravilla de erudición. Gracias por todo, sois geniales las dos Anas. Saludos de Lena

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