martes, 3 de enero de 2012

WIM WENDERS. DER AMERIKANISCHE FREUND (EL AMIGO AMERICANO), 1977







Tom Ripley (Dennis Hopper), un aventurero americano, visita el taller neoyorquino del pintor Derwatt (Nicholas Ray), cuyo auténtico nombre es Pogash. El artista especula cuánto conseguiría sacar, ya que con solo seis meses puede pintar cinco lienzos. Ripley indica que un pintor fallecido no tiene la aptitud de producir esa cantidad.
A través de las calles de Hamburgo, Jonatahn Zimmermann (Bruno Ganz), acompaña al hijo, Daniel, camino del colegio con la música de fondo de Jürgen Knieper inspirada de los Moody Blues. Jonathan posee una tienda de artículos de pintura. Es restaurador.
Tom Ripley ocupa un palacete alejado de la ciudad alemana.
Un salón de subastas exhibe un Derwatt al que califican de su época tardía. Una locomotora adelanta el vapor que la envuelve a través de las nieblas del pasado. Cuando la licitación ofrece un crecido precio, Jonathan indica a Winter, un marchante americano, que no suba muy alto. El restaurador remozó el paisaje. Los colores, el azul no es correcto comparado con otros de Derwatt. Pero el negocio de América es lo que cuenta, se lo quitarían de las manos. Ripley, el cual acude a la venta, escucha la prevención. Marianne (Lisa Kreuzer), la mujer de Jonathan, formaba parte de la mesa de los subastadores.
Al remate de la exhibición, cuando presentaron a Ripley, Jonathan comenta, "Ya he oído hablar de usted". Un empleado del evento suaviza la réplica. Se halla nervioso. Es un buen enmarcador, pero ya no un restaurador cualificado. Padece una enfermedad de la sangre sin posibilidad de curación. Además, la terapia es cara. La mujer tiene que trabajar también.
Cuando da las buenas noches a Daniel, Jonathan choca con un funicular suspendido de una litera. Daniel se queja de que los camiones hacen ruido.
Ripley localiza un intruso de la mansión. Es Raoul Minot (Gérard Blain). Buscan una persona con un tipo discreto.
Con el pretexto de enmarcar un huecograbado, una marina, Ripley conversa con Jonathan. Se disculpa de su comportamiento anterior. Es que no le gusta la gente que compra pinturas como inversión.
Jonathan sufre pesadillas bañado con el sudor.
Recoge un telegrama firmado por Allan Winter. La enfermedad le preocupa, informado respecto del empeoramiento. Ofrece ayuda si sufre algún problema de dinero. Jonathan razona que había enviado el cable desde el aeropuerto. Podría haber preguntado. Excitado, al levantarse colisiona con los marcos colgados.
Se apresura a visitar con el doctor. Tras una larga carrera bajo los subterráneos de la ciudad requiere que practique la dolorosa punción. Los análisis no son alarmantes. No había empeorado.
Minot sigue los pasos de Jonathan. Quiere ofrecerle un negocio. Toman el metro. Precisa eliminar una persona, posiblemente dos. 250.000 marcos por matar un hombre. Jonathan, quien lo toma a risa, exclama que cómo supone que sea un criminal. Le confunde. Minot sabe que su tiempo de vida es limitado. Con una mujer y un hijo les proporcionaría dinero. Y tienen menester de alguien sin contacto con el grupo. Al que quiere matar es un criminal. Pertenece a la mafia. Es suficiente para Jonathan. Al salir del vagón el matón grita la dirección del Hotel Pacífico.
Jonathan despide desde el balcón de la casa del puerto a Marianne y a Daniel. Con los chillidos de las gaviotas de fondo tropieza de nuevo con el funicular. Siente preocupación.
Otra carta. Un sobre con dinero y una tarjeta. Ripley acecha. Jonathan entona la canción de los Kinks. "Hay demasiadas cosas dentro de mi cabeza y no hay nada que pueda decir". Con pan de oro extendido sobre la mano llama a Minot. Brinda ir a París y que le examine un hematólogo.
Jonathan prepara el equipaje. Da como excusa que un cliente consiguió una cita de un hospital. Lisa cuestiona quién mandó el telegrama. Jonathan ya no valora el asunto.
Ve perder el equilibrio a un viajero con las escalas mecánicas del aeropuerto. Dormido en el corredor,  Minot le obliga a regresar a la realidad.
Cuando enciende el televisor del hotel de París sufre una descarga eléctrica. Conecta con Minot, el cual ocupa el hotel de enfrente. El ultimo piso, desde el que agita un foulard blanco.
El diagnóstico de los médicos es desalentador. Minot enseña la foto del que acechan. Se llama Samuel Ingraham. Un judío americano de Nueva York, un criminal. Rudolf (Lou Castel), un joven estudiante, lo señalará. El mejor sitio será la terminal de Étoile al transbordo de otro metro.
Caminan tras la víctima. Llega el momento de encargarse del perseguido. Casi dormido dentro del vagón, Jonathan se ve obligado a apresurarse. Desconcertado, choca con un pilón de basura y abre una brecha de la frente. Espera sentado mientras la víctima adquiere de un quiosco una revista y el revólver es visible desde el bolsillo del gabán. Coge otro metro. El hostigado escudriña fijamente, Jonathan disimula con el pañuelo sobre la herida. Cuando por fin se hallan sin concurrencia dispara mientras suben unas escalas mecánicas y se da a la fuga.
Bajo la noche de París vuelve a casa.
Otro caso y completará la cifra prometida. Minot convino una cita con un especialista de Munich. Al volver en el tren habrá alguien. Jonathan, ingenuo, exclama que en el tren se dedicará a dormir.
Minot informa a Ripley del segundo crimen. Un americano. Pertenece a otra organización. Pasará por una venganza del crimen anterior.
Ripley se hizo el encontradizo con la tienda de los Zimmermann. Mientras conduce escucha una salmodia grabada. "No hay nada que temer excepto al temor propio. Sé menos respecto de quién soy yo y quiénes son los demás". Un dicho de un presidente americano.
Desde el andén del ferrocarril Minot indica a Jonathan un sujeto de un grupo dedicado al negocio del porno.
Maravillosas vistas a través del tren un día de sol radiante. Jonathan se encuentra expectante. Dentro del lavabo prueba un nudo corredizo metálico que Minot le entregó. Carga el revólver y coloca el silenciador. Pero no tuvo la precaución de cerrar la puerta y el perseguido ve los preparativos. Marcha detrás de él sin dilación y de las puertas automáticas surge inesperadamente con la pose del vampiro Ripley, el cual reduce al fugitivo y se encarga de rematarlo. Encerrado en el retrete, se vio precisado de deshacerse de otro de la banda que buscaba al desaparecido. Tiran los cadáveres fuera del tren.
Jonathan accede a la locomotora y es sumergido bajo el abatimiento cuando comprueba que marcha movida de manera automática a 129 kilómetros por hora.
Esta ocasión trajo a Daniel unas cosas, una especie de peonza. Se llama giróscopo.
Marianne quiere saber de quién recibe las llamadas. Provoca un drama familiar. Sospecha que los viajes tienen que ver con asuntos criminales de Gartner y Ripley. Se siente desamparada y engañada.
Jonathan ofrece a Ripley la mitad del dinero. Pero Minot ignora que se encontraba también en el tren. Quiere su amistad. Precisa explicar por qué permitió correr el rumor de que tenía un pie dentro de la tumba. El motivo fue la manera molesta como se comportó cuando le presentaron.
Marianne señala al esposo una libreta con 97.000 marcos. Alega que procede de los médicos. Jonathan acompaña a los Kinks. "Ya nada me importa. Puedo cantar y decirlo sin palabras. Tengo la mente demasiado nublada. Ya poco puedo perder al respecto".
Jonathan perdió el sentido cuando se encontraba solo. Minot empuña un revólver mientras Jonathan yace caído al suelo. Algo salió mal. Volaron su piso de París. Le persiguen. Ingenuamente, Jonathan cuenta que Ripley y él se encargaron de los canallas.
Ripley traslada a Jonathan al palacete. Perseguido por Minot y la mafia, Jonathan vigila los bajos y caza a uno de la banda. Una ambulancia y un coche de los enemigos aguardan a aquel. Ripley vislumbra a Minot prisionero. Desbaratan a los mafiosos y roban la ambulancia.
Ese instante llega Marianne. Remolca a Jonathan al coche. Siguen la ambulancia que conduce Ripley. Cuando ruedan por una playa, Jonathan percibe las locuras del americano, el cual prende fuego al vehículo y persigue con una desquiciada carrera el coche de los Zimmermann, quienes deciden alejarse. Exhausto, Jonathan desvía el auto hacia un terraplén después de dar a entender que todo empieza a oscurecer. Ripley sopesa que lo consiguieron.  





Ana Kontroversy


2 comentarios:

  1. Happy new year dear Ana and God bless you!
    Lemmy

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  2. ¿Jonathan muere por la enfermedad (pensaba que era falso) o es envenenado por Ripley?

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