En la Camarga una mañana en la finca ganadera del marqués de Cerisay un aparatoso accidente automovilístico exige el socorro de la conductora tristemente tirada a la cuneta (Renée Carl). Escondido tras el follaje surge un tipo de extraño aspecto lo que podría imaginarse como un bandido sin escrupulos ya que entrega a la mujer un revólver y una ampolleta. Un beso de circunstancias de un complot urdido y la accidentada vuelve a su primitiva posición yacente a la espera de auxilio. Es conducida en una angarilla al establecimiento.
Quince días más tarde el doctor diagnostica la completa curación. La solicitud del rescatador aviva una explicación a través de una nota. Recorriendo los caminos sola, divorciada y libre ¿para qué persistir con la soledad? El corresponsal la invita cuando retorne a París. La joven apoderada del marqués impacta la intrusión y registra el bolso de la aventurera hallando el revólver. Al tiempo el cartero trae la correspondencia. Una carta para la intrigante la cual tras leerla rompe en pedazos y tira al suelo cuyos despojos recoge la administradora y reconstruye. Un encuentro con el imprescindible cobro en el banco de Marsella antes de la oposición. Decide neutralizar el revólver.
El cheque de la compraventa de ganado asciende a cincuenta mil francos. Libranza que la ladrona no pierde de vista.
A solas engaña a su benefactor aturdiéndolo con una dosis de cloroformo y adueñándose del cheque galopa a caballo al encuentro de su cómplice.
Perseguida por la afrentada ayudante da con los delincuentes a punto de escapar. Los reduce con un arma en la mano. Cerisay con la expresión reprensiva de no haber sabido apreciar la ayuda concedida recobra su billete. Y les manda que marchen.
Ana Kontroversy
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