sábado, 3 de noviembre de 2012

RETROSPECTIVA DE LA FELICIDAD 1






Empédocles

De qué cumbres de felicidad he caído.
(Las Purificaciones)


Píndaro

El primero de todos los bienes es una fortuna feliz. El segundo es una buena fama.
La envidia va unida a las grandes hazañas. Para los mortales la felicidad más sólida y más brillante está expuesta a los golpes del Destino.
Cuya felicidad brilla con su gloria.
Ha navegado a lo largo del océano de las felicidades humanas hasta sus ultimos límites.
(Píticas)

Feliz cazador.
(Nemeas)


Tucídides

La felicidad se funda en la libertad y la libertad en el valor.
Tener autoconciencia de haberse criado en circunstancias variables y de que la felicidad es, para quienes logran el más hermoso final.
Os felicitamos por vuestra inocencia.


Ateneo. El diálogo de Antístenes, "Político", fue una animadversión, aleccionada con la figura de Arquelao, soberano de Macedonia, frente la doctrina defendida por Polo, en el "Gorgias", en el sentido de que cualquier manera para conseguir la felicidad es lícita.
Persuadido como Protágoras, de que la educación (paídeusis) es lo más importante para el ser humano, Antifonte impartió, por la transferencia de honorarios, instrucción sofística, consistente en una educación de un saber verdadero, libre de ilusiones o creencias religiosas y orientada a alcanzar el fin, que consistía en la satisfacción del deseo personal de felicidad, sobre el fondo de un dominio racional de la propia acción y no de una obediencia a ley alguna. Esta doctrina, expuesta en "Sobre la verdad", abría el camino para el ideal del Superhombre.
Para Protágoras, la ley era la fuente de lo justo y de lo injusto y la naturaleza una condición de infelicidad, por lo que apreciaba superior la ley a la naturaleza.
Equilibrio eterno. Antifonte llama de esa manera la eternidad y el equilibrio permanente sobre los fundamentos, de igual manera que la felicidad es llamada bienestar (euestô).
La moral que Antifonte propone, escoger lo que satisface los deseos y los instintos personales, provocó la protesta de Sócrates, el cual le acusaba de buscar la felicidad sólo en la molicie y el lujo (tryphé, polytéleia).
Plutarco, "Cimón". Glosa con la vida de hombres ilustres del pasado, la ambición de la felicidad, como expresa el escolio ático Diehl. Dicha ambición aparece moralizada al admitir, al lado de los bienes materiales de la salud, la riqueza, la juventud y la belleza, otros como la grandeza de ánimo y la gloria. Y la salud.


Aristóteles

Perfecto es lo que se selecciona propiamente y nunca por otra cosa. La felicidad. Mientras los honores, el placer, la inteligencia y la virtud los deseamos a causa de la felicidad.
La felicidad precisa de los bienes exteriores, los recursos. Amigos, riqueza, poder político, linaje, buenos hijos, belleza. La felicidad es una actividad del alma, según la virtud perfecta. 
La sabiduría produce felicidad con su posesión y ejercicio. 
Makários, feliz, abreviación de mállista chaírein, gozar en grado sumo.
La felicidad es una actividad y la actividad es algo que se produce y no algo como una posesión. Y si el ser feliz radica en vivir y actuar y la actividad del ser humano bueno es buena y agradable y lo nuestro es también agradable y somos aptos de percibir a nuestros prójimos más que a nosotros, entonces las acciones de los virtuosos serán agradables a los buenos, puesto que cumplen las dos condiciones de lo agradable. Las acciones virtuosas y agradables a los amigos del ser humano virtuoso.
La felicidad no es una cualidad, sino una actividad conforme a la virtud.
Discusión sumaria en torno a la felicidad, la colocamos como el fin de todo lo humano.
La felicidad no es una manera de ser, de otra manera podría pertenecer al ser humano que pasara la vida durmiendo o viviera como una planta o sufriera las mayores desgracias.
Si de las actividades, unas son precisas y se escogen por causa de otras, mientras otras se escogen propiamente, la felicidad se ha de colocar entre las cosas propias deseables, porque se basta, y las actividades que se escogen propiamente son aquellas de las cuales no se busca nada fuera de la actividad.
Ya sea el intelecto, ya otra cosa, lo que semeja mandar y dirigir y poseer la experiencia de los objetos destacados y divinos, su actividad, según la virtud propia será la felicidad perfecta. 
El placer debe estar mezclado con la felicidad. La más agradable de nuestras actividades virtuosas deviene la actividad en concordancia con la sabiduría. 
Se cree que la felicidad radica en el ocio; actuamos para tener ocio.
Es penosa la actividad del político y aspira a algo más, poderes y honores, o a su propia felicidad, o a la de los ciudadanos, una felicidad distinta de la actividad política y claramente buscada como una actividad distinta.
La actividad de la mente semeja ser superior en seriedad y no aspira a otro fin que la propia mente y a tener su propio placer (que aumenta la actividad); entonces la autarquía, el ocio y la ausencia de fatiga, humanamente posibles, y las demás cosas que se atribuyen al ser humano dichoso, semejan existir en esta actividad. Esta será la perfecta felicidad del ser humano, si ocupa todo el espacio de su vida, porque ninguno de los atributos de la felicidad es incompleto. 
Anaxágoras no atribuía al ser humano feliz ni riqueza ni poder, al decir que no le extrañaría que el ser humano feliz semejara un extravagante al vulgo; este juzga por los signos externos, los que sólo percibe. 
(Ética Nicomáquea)

Si el vivir bien consiste en la cualidad personal y en las acciones idóneas, el bien podrá ser más común, porque será posible a un mayor numero de gente participar en él y más divino, porque la felicidad será accesible a aquellos que dispongan, propiamente y sus acciones, de alguna cualidad. 
Tres bienes conducen a la felicidad. Virtud, prudencia y placer. Tres géneros de vida que escogen vivir todos los que tienen esta facultad de selección. La vida política quiere ocuparse de las acciones destacadas (que se desprenden de la virtud); la vida filosófica de la prudencia y el vislumbre de la verdad; la vida de placer de los goces corporales.
Anaxágoras de Clazómene, preguntado quién era el ser humano más feliz dijo, <<Ninguno de los que crees, sino uno que te daría una impresión extraña; el que vive sin dolor y con pureza, según la justicia, o participa de alguna experiencia divina es feliz, humanamente hablando>>. Filósofo y científico jonio, residió treinta años en Atenas y fue amigo de Pericles. Propugnó una Inteligencia suprema, que dirige el universo y fue el primero en explicar los eclipses.
Cualidad y fuente de los placeres corporales y del bien físico. El ser humano feliz vive agradablemente y no meramente sin dolor. 
Feliz. Eudaímon. Aplicado al que posee una participación divina, siendo el daímon una divinidad que actúa desde el exterior.
Nadie escoge ser feliz, sino ganar dinero o arriesgarse para ser feliz. 
(Ética Eudemia)

Es imposible que sea feliz una ciudad entera si la mayoría o algunos no poseen la felicidad.
La mayoría de los hombres soportan muchos sufrimientos por su vivo deseo de vivir, como si con el vivir hubiera una verosímil felicidad y dulzura natural. 
Si se ha dicho con razón de la "Ética a Nicómaco" que la vida feliz ofrece menos impedimentos según el valor y que el valor es un término central, la vida media será la mejor por estar el término al alcance de cada ser humano.
Verdaderamente nadie podría discutir aquella división de los materiales, según la cual los reparte entre tres grupos. Los externos, los del cuerpo y los del alma y todos deben tenerlos los hombres felices. 
La vida feliz, ya sea para el ser humano el placer, el valor o las dos cosas corresponde a quienes están adornados con los dones del carácter y de la inteligencia con grado sumo, aunque estén moderadamente favorecidos con la posesión de materiales exteriores más que a los que poseen estos materiales, pero están faltos de aquellos. 
Convengamos que a cada ser humano corresponde cuanta felicidad según cuanto tenga de valor, prudencia y que actúa según estas. Poniendo por testigo a la divinidad, feliz y dichosa, pero no por ninguno de los materiales exteriores y ya que también la buena suerte es distinta de la felicidad por la razón de su carácter, la causa de los materiales exteriores al alma es lo fortuito y el azar, mientras que nadie es justo ni prudente por suerte ni a través de la suerte. Se sigue acudiendo a iguales argumentos que la ciudad mejor es a la vez feliz y próspera.
Nos falta por decir si hay que afirmar que la felicidad de cada uno de los hombres es idéntica que la de la ciudad. Todos estarán conformes con que sea idéntica. Cuantos fundan con la riqueza la vida feliz del ciudadano examinan como feliz la ciudad entera si es rica. El ser humano feliz y su valor. 
Es propio del buen legislador examinar cómo la ciudad, el género humano y cualquier otra comunidad participará de la vida buena y de la felicidad que les es posible alcanzar. Sin embargo, algunas de las leyes establecidas diferirán.
El actuar perfectamente y la felicidad son idénticas.
La felicidad es una actividad; y las acciones de los hombres justos y prudentes tienen como consecuencia muchas y sublimes acciones.
Si la felicidad debe ser examinada como prosperidad la vida activa será la mejor para el común de la ciudad y para el ser humano. Pero la vida práctica no está de menester orientada a otros, ni las reflexiones son exclusivamente prácticas, aquellas que formamos según las consecuencias que surgen de la acción. Son mucho más las meditaciones que tienen su fin y su causa propiamente, ya que la prosperidad es un fin y consecuentemente también una actividad. Práxis, actividad; bíos praktikós, vida activa; theoría, meditación.
Todos aspiran a vivir perfectamente y a la felicidad, pero estas cosas unos tienen la posibilidad de alcanzarlas y otros no a causa de la suerte o de la naturaleza (el vivir perfectamente requiere un verosímil bagaje de materiales, con menor cantidad para los dotados de mejores disposiciones y con mayor cantidad para los dotados de peores disposiciones).
La ciudad es mejor administrada por el sistema que hace posible la mayor cantidad de felicidad.
La felicidad es el ejercicio y el uso perfecto del valor y eso no condicional, sino totalmente. 
Es evidente que la razón por la que la ciudad se propone ser feliz y digna debe participar de estos valores. Poder hacer uso de los materiales y poder hacerlo con el tiempo de ocio.
El ocio semeja contener el placer, la felicidad y la vida dichosa. La felicidad es un fin, la cual no va acompañada de dolor, sino de placer.
La felicidad se compone de dos elementos, belleza y placer.
(Política)

La felicidad es una especie de especulación.


Epicuro

Practicar la simmétresis es, en la justificación de los placeres y las penas, la aptitud para sopesar la felicidad o la infelicidad, en la que consiste la esencia del discernimiento o phrónesis, la virtud más alta. Poseer esta perspicacia es ser phrónimos.


Aristipo

En el cálculo de la felicidad y de la desgracia, todo debe reducirse al dolor y al placer, porque sólo esto es real.


Menandro

Elementos fijos de la Comedia, el final feliz, el tema del imposible vencido.


Apolonio de Rodas

Después de mi muerte tendré mi parte de felicidad perfecta.
Un presagio feliz.


Cicerón

A la muerte de César, Cicerón estaba presente cuando Bruto levantó su puñal ensangrentado y le llamó a grandes gritos, para felicitarle por el restablecimiento de la libertad.
No dejó Rómulo de apoyarse en la autoridad de los padres y en su consejo para reinar. Con ayuda de este consejo, casi senado, terminó felizmente algunas guerras con las poblaciones vecinas y no dejó de enriquecer a sus súbditos, sin reservar jamás la parte más pequeña del botín.
Por una costumbre que felizmente guardamos, Rómulo trató respetuosamente a los arúspices, primer fundamento de la Republica, y en sus empresas cuidó de asesorarse de un augur escogido de cada una de las tribus.
Por lo que se refiere a la vida privada, nada hay más útil a la vida y a las costumbres, que el matrimonio legal, los hijos legítimos, el culto del hogar doméstico, para que todos tengan garantizado su bienestar personal en el ámbito de la felicidad común. No hay felicidad sin una buena constitución; no hay paz, no hay dicha posible, sin una Republica sana y organizada.
Platón admitió la división de la filosofía en tres partes. La primera trataba de la vida y las costumbres. La solución de la primera parte, el problema de la felicidad de la vida, la cimentaba en la naturaleza, obligando a obedecerla, pues sólo en ella se puede encontrar el bien supremo al que deben referirse nuestras acciones; decía que el término de las cosas deseables y la dicha mayor consiste en obtener de la naturaleza los bienes correspondientes al cuerpo, al espíritu y a la vida. Los bienes del cuerpo se apoyan en la totalidad del propio cuerpo, como la salud, el vigor y la belleza; en sus diversas partes, como la integridad de los sentidos y las excelencias de cada uno de los miembros: agilidad en los pies, fuerza en las manos, claridad en la voz y pronunciación factible y distinta de los sonidos. Los bienes del espíritu eran el conjunto de cualidades capaces de hacer penetrar en nuestras almas la virtud, y la dividía en propios de la naturaleza y de la costumbre. La rapidez para aprender y la memoria eran consideradas cualidades naturales y propias de la inteligencia y del ingenio. Las aficiones eran atribuidas a la costumbre, en cuya formación intervienen el ejercicio cotidiano y la razón. De este grupo formaba parte la filosofía, en cuya ciencia lo que se empezaba era considerado sólo un paso en el camino de la virtud, y lo que se comenzaba y seguía hasta su término y fin, era la perfección de la naturaleza y la mejor de las prerrogativas espirituales. Estos eran los bienes del alma. Por lo que se refiere a los de la vida, eran considerados accesorios, útiles para la práctica de la virtud, pues esta resplandece en los bienes del alma, en los del cuerpo y en otros particulares, que se refieren a la naturaleza y a la consecución de una vida feliz.
El hombre era considerado integrante de la ciudad y del género humano, un ser unido a los restantes humanos por una especie de sociedad común. Estas son las doctrinas de la escuela sobre el bien natural y supremo; los demás bienes, la gloria, la riqueza, el poder y la influencia, están sometidos al bien supremo y contribuyen a aumentarlo. De esta forma, llegan a su triple concepción de la naturaleza de los bienes. Esta división la aceptan los peripatéticos, discípulos de Aristóteles, y el fin supremo era la consecución de los bienes, que por naturaleza son los primeros y deseables por sus características. Ninguno puede compararse a los que residen en el alma y la virtud. La antigua filosofía reflexionaba que sólo en la virtud se encontraba la felicidad de la vida, pero que no podía alcanzar su máximo desarrollo si prescindimos del bienestar del cuerpo y de los restantes bienes, que permiten el acceso a la virtud. Tal teoría provocó la obligación de la actividad, y una primera noción del deber, consistente en guardar lo que la naturaleza ordena. De esta forma, se deducía la evitación del ocio, del desprecio de los placeres y, como consecuencia, la aceptación en nombre de lo justo, de lo honesto y de los mandatos de la naturaleza, de grandes trabajos y una suerte de dolores; se hacía posible la existencia de la amistad, la justicia y la equidad, virtudes que anteponían a los placeres y otras conveniencias de la vida.
Zenón exponía que sólo en la virtud se halla lo preciso para la felicidad de la vida; la virtud era el bien simple e indivisible, al que llamaba lo honesto.
Maneras para vivir bien y felizmente.
Felicidad y eternidad.
La felicidad consiste en la tranquilidad del espíritu y una completa exención de obligaciones.


Lucrecio

Los cuerpos que ves engrandecerse con un feliz aumento y levantarse lentamente y por grados la condición de madurez adquieren pero pierden. 
El labrador viejo suspira y caen de sus labios aquellos siglos bienaventurados cuando los hombres de piedad henchidos más felices con menos heredades recogían cosechas abundosas de aquellos pegujales miserables. 
Si del amor feliz hay penas innumerables son las inquietudes de un amor desgraciado y miserable. Es mejor abrazar, estar alerta y no permitirse enredar con sus lazos. 


Salustio

El ingenio de Sempronia era feliz para la poesía, para el chiste, para la conversación fuese modesta o tierna o licenciosa. Tenía mucha sal y mucha gracia.

El Senado manda que por los sucesos felices se den gracias publicamente a los dioses eternales.


Horacio

El numero de los felices.

Contén el griterío y los superfluos honores de la sepultura. Horacio no concibe otra forma de supervivencia feliz sino con la fama.


Virgilio

Un voto para obtener un feliz retorno.
Los espaciosos Campos elíseos, mansión feliz que alcanzan pocos y a la que no se llega hasta un larguísimo periodo cumplido.
Siete colinas encerrará en su recinto la ciudad de Roma, madre feliz de ínclitos varones.
Feliz olivo.


Ovidio

¡Oh Andrómaca feliz! Tu admonición alabo, te diste por esposa de un varón de gran prudencia.
La luz dio un estallido tenido por señal feliz.


Tito Livio

Las prendas de la felicidad doméstica garantizadas.
Feliz consecuencia de la empresa.
Alabanzas y felicitaciones.
Felicitar por la llegada de los socorros.
Felicitar por la libertad y la concordia restablecida.
Saludar con recíprocas felicitaciones.
Felicitar la moderación.
En el Comicio expresan con la voz y con las manos el publico regocijo, proclamando que la ciudad de Roma es feliz, invencible y eterna, gracias a aquella concordia.
Los acontecimientos felices o desgraciados de los ultimos años.
Felices augurios.
Un ensayo feliz.
Felicidad excesiva.
Palabras de feliz augurio y justa predicción.
Haberse atrevido felizmente a arrostrar un vano aparato.
El epíteto de Máximo, el premio del feliz restablecimiento del equilibrio.
Honra y felicidad del pueblo y de la republica.
El regocijo y las felicitaciones.
Regocijado por la feliz noticia.


Veleyo Paterculo

Adviértase la felicidad peculiar de la familia Domicia, muy ilustre como reducida del numero de miembros. La familia de Nerón.
Sila, al ver muerto a Gayo Mario el Joven, se dio el sobrenombre de Feliz a partir de su triunfo.


Dhammapada

Mente pura. La felicidad te seguirá como tu sombra, inseparable.
Busca la felicidad en los sentidos. Sé inteligente en la comida y el descanso y serán desenraizado.
Sigue los siete escalones de la ciencia con la felicidad que da el ser libre.


Josefo

Samuel, ferviente admirador del gobierno aristocrático, por considerarlo divino y que hace felices a los que ponen en práctica su constitución.
Grado de felicidad.


Dionisio de Halicarnaso

La felicidad humana se sostiene sobre una pequeña inclinación de la balanza y ningún bien permanece firme.
Superior era para los romanos la vida a todo placer, calculando la felicidad por la virtud, no por la fortuna.


Columela

¿Creeré encontrar más felicidad en estar arrimado a unas puertas incómodas?
Yo he oído a Lucio Volusio Saturnino, antiguo consular y hombre opulentísimo, que para un padre de familia la heredad más feliz sería la que tuviese colonos indígenas.


Petronio

Felicitaciones por derroche de esplendor.
Pronto y feliz éxito.
El pájaro de Delfos, hendiendo los aires con su vuelo, les trajo felices presagios, de un espantoso bosque salieron, entre llamas, extrañas palabras cargadas de prósperos augurios, el disco de Febo de aureola dorada.


Suetonio

Para ser felices, los signos en el sacrificio de la víctima sacrificada a Plutón debían ser antagónicos.


Aulo Gelio

Declaraba el peripatético, que el vicio y la perversidad bastan para hacer desgraciada una vida; pero mantenía, sin embargo, que la virtud sola no llena la felicidad. Buena salud, verosímil abundancia, buena reputación, las ventajas del cuerpo y los materiales de fortuna eran menester para completar la felicidad.


Arriano

Cálamo, uno de los sabios de la India, fue seducido por la invitación de Alejandro. Según Megástenes, le conceptuaban los demás sabios un ser humano que no se sabía dominar, afeándole que hubiera abandonado la felicidad en la que vivían y que se hiciese sumiso de alguien en vez de sumiso de la felicidad.
(Anábasis)


Luciano

Persiguiendo con el recuerdo una felicidad ilusoria y fugaz. "Odisea", XIX.


Artemidoro

Soñar que se vuela. Llamamos más elevados a los que son más felices. Patria inaccesible para el soñante.


Sexto Empírico

Agathón, lo bueno; agastón, lo envidiable. El Bien es capaz de hacer la felicidad.
Indiferente es aquello que no conduce ni a la felicidad ni a la desdicha, como la salud y la riqueza.


Heliodoro

Hasta en las alegrías que el destino nos depara, la desgracia es mayor que la felicidad, que resulta ser sólo aparente. No obstante, es propio de personas sagaces sacar el mejor partido posible también de las calamidades.


Amiano Marcelino

Juliano contestó a Florencio, prefecto del pretorio, que sería un motivo de felicidad si los habitantes de las provincias saqueadas, pagaban sólo los impuestos oficiales y no unos incrementos que, con ningún tipo de tortura, podrían arrancarse a unos hombres que no tenían nada.
Cicerón consideraba infelices a quienes se creían con derecho a todo.
Los filósofos, con grandes posibilidades de acertar, declaran que los jóvenes y los desdichados suelen encolerizarse más que los que son felices.


Historia Augusta

El senado concedió a Antonino Geta el título de Pío y de Feliz.
Armenios, a los que llaman Eudémones, felices.


Filostrato

Rodadas van las prosperidades de los hombres y un día es la duración de la felicidad. Tópico griego.


Cuentos irlandeses

El hombre posee un alma eterna, destinada a la felicidad o la desdicha eternas.


Escoto Eriúgena

La causa precede al efecto. Por lo que no se prometió otra felicidad a los que fueren dignos, ni otro fin del mundo, excepto ascender más allá de los lugares y tiempos, todos aquellos que habrán de recibir la gloria de la théosis, la deificación.
(Periphyseon)


Von Aue

Puerta de la felicidad.


Geoffrey de Monmouth

Adoptar una feliz estratagema.
Rey Lear: Destinos que proseguís vuestros usuales cursos. ¿Por qué quisisteis concederme otrora una felicidad transitoria, cuando es mayor suplicio recordar la felicidad perdida, que sufrir la presencia de la infelicidad subsiguiente?


Chrétien de Troyes

Ha logrado su propósito el joven, que era muy feliz pues le iban a conceder el don que mucho deseaba.
Felicitar, cumplimentar, alabar y apreciar.
La felicidad desplaza al duelo.
Teme que aquello que a él le haría muy feliz desagrade a su amiga, prefiere sufrir antes que conseguirla sin su voluntad. Pide un plazo de tiempo y no quiere expresar su deseo hasta que no sepa sus sentimientos.
Era muy feliz, se sentía como si nunca hubiera sufrido ni una hora de tristeza.
Quiere mostrar la desgracia y la vergüenza a aquellos que llevan a la joven. Los reúne y los ataca como lobo hambriento y voraz que se abalanza sobre su presa. Puede realizar una proeza ante aquella cuyo amor le enloquece, siente que su felicidad ha llegado.
Arrebatar la felicidad.
Resolver felizmente.
No alcanzaré mi felicidad si antes no lo pago muy caro.
Mi felicidad y mi suerte tardan y se alejan demasiado.
Por dentro su corazón se siente alegre, pues espera su felicidad.
Era mi felicidad vuestra salud y vuestra vida.
Más sana y feliz que lo fue nunca.
Amor no se envilece al unirlos, pues cuando se abrazan y besan con su alegría y felicidad el mundo se hace mejor. El sentido de vilanie es distinto aquí que cuando se aplica a Iseo. Chétien celebra una especie de <<paganismo cortés>> que se sitúa más allá del bien y del mal.
(Cligés)

Dime con verdad si reserva su poder y si está libre y feliz.
(Perceval)


Salisbury

El Fénix promete acontecimientos especialmente felices, como es el hecho de que la nueva Roma fue fundada con mejores auspicios a la vista de un Fénix.
En venganza de sus muertos, el Senado envió a Escipión el Africano, el cual recuperó felizmente la provincia perdida, desde los Pirineos hasta las columnas de Hércules y el Océano, con sencillez y rapidez.
Epicuro: Aquello a donde se orienta la pretensión de todos los hombres racionales es a la felicidad. La virtud es el mérito de la felicidad y la felicidad el premio de la virtud.
Reflexionó Ptolomeo que le faltaba algo para alcanzar la suprema felicidad hasta que, a pesar de ser pagano, llamó a los setenta exegetas y comunicó a los griegos la ley divina. 
Aquello a donde se orienta la pretensión de todos los seres racionales. La felicidad.
Prudencia de Solón. <<La prueba de la felicidad está en el ultimo día y la pira confirma al sabio el honor de ese nombre. Cesa de lamentar los males de los mortales como propios, porque las ciudades no son otra cosa que recintos de calamidades dignos de piedad.>>


Eckehart

De la acción creadora brota el gozo en el crear, la verdadera dicha espiritual, la felicitas como amor verdadero y voluntad.


Von Eschenbach

Mas la espada de su felicidad se quebró en mitad de la empuñadura.
No se evadió frívolamente de sus deberes, sino que los asumió con humildad. Pero su felicidad se ahogaba en el vado de la tristeza.
Yo no estaba en mis cabales al no concederle mi amor. Esta fue la levadura de mi desdicha, que echó a perder mi felicidad.
El Grial era el fruto de la felicidad, el cuerno de la abundancia de todos los placeres del mundo y se acercaba mucho a lo que se explica del reino de los cielos.
Su mensaje era como un puente, que dejaba pasar la desgracia por encima de la felicidad.
Primo, perdiste la felicidad cuando no tuviste ganas de plantear la pregunta, que te habría llenado de honra y cuando el bondadoso Anfortas fue tu anfitrión y tuvo tu suerte en tus manos. Entonces la pregunta te habría proporcionado la perfecta felicidad. Pero tu dicha se ha esfumado y todo tu orgulloso valor ha quedado cojo.
En la silla lleva una tórtola. Este blasón se lo concedió Anfortas cuando era dueño de la felicidad.
Debemos empezar a lamentarnos de todo corazón y terminar con cualquier alegría, pues tus artes consistieron en rechazar la felicidad.
Parzival emprendió el viaje feliz y contento.
Traían el Grial cuando eran felices y habían superado por completo la tristeza.


De Rémy

Brindar felicidad.
Sutilmente ha tensado Amor el arco, le ha robado la felicidad.
Cuando se ha disfrutado de la felicidad, más dolor causa la desgracia y es más difícil de soportar.
Llave de felicidad o desesperanza.
Llorar de felicidad y emoción.


El Libro del Castellano de Coucy

Salud, honor y felicidad.
Ninguna felicidad puede compararse al amor, nadie puede desear con mayor intensidad ser apuesto y sincero que aquel que ama y que vive esperando merced, custodiando celosamente el don que se le ofrece y esforzándose por merecerlo y prestarle lealtad.


Huon de Burdeos

Razón feliz.


Sir Gawain y el Caballero Verde

Pasar el día ocupado y feliz.
Amables palabras henchidas de felicidad.
Feliz acogida.


Dante

En cuanto corruptible, el hombre tiende a la felicidad accesible por la vida activa en el marco político de la ciudad; en cuanto incorruptible, tiende a la bienaventuranza complaciente de la vida eterna.


Petrarca

Felices luces ledas.
A Piedad encuentro sorda cual áspid, donde esperaba ser feliz.
Mi bien no cabe dentro de una mente humana  -  Mi felicidad no puede ser entendida por la inteligencia humana.

"Metamorfosis". Antes del día del postrer viaje / no conviene llamar feliz a un ser humano.
(Cancionero)


Boccaccio

Ajenamente a su persona, con Felicidad.
Y sobreponiéndose su fogoso amor a su honradez, acordó privar de aquella felicidad al príncipe, para ser él feliz.
Al placer se opuso la fortuna, enemiga de los felices.


Chaucer

Epicuro mantenía que la plenitud de la felicidad era el deleite perfecto.
Felicidad opuesta a desesperación.
Andamos por el mundo a la busca desesperada de la felicidad, pero generalmente donde no se encuentra.
Altibajos de este mundo; la alegría tras la pena y la pena tras la felicidad.
Riquezas, salud y felicidad.
Signos de felicidad y deleite.
El dolor repentino sigue siempre a la felicidad terrena, que está sin cesar sembrada de amargura, pues la calamidad inesperada, consecuencia de nuestro goce de nuestros esfuerzos terrenales vive detrás de nuestra felicidad.
Una felicidad como no ha visto criatura ninguna desde que empezó el mundo, excepto la alegría eterna.
La felicidad terrena dura sólo breve tiempo; muda como la marea, pasando de la noche al día.
¿Quién ha vivido un solo día de completa felicidad sin verse sacudido por la autoconciencia, la ira, el deseo, la envidia, el orgullo, la pasión, el daño o por alguna especie de temor?
Su corazón estaba inundado por un océano de felicidad.
El feliz yugo que los hombres llaman desposorio o matrimonio: es el yugo de dominio, no de esclavitud.
Con su fuero interno estallaba de felicidad.
La condición de casado obliga al ser humano a vivir una vida feliz y organizada, atado al yugo del himeneo.
Algunos eruditos pretenden que la felicidad más pura se encuentra con la diversión.
Felicidad y prosperidad.
Alcanzar la felicidad.
Vivir inmersos de felicidad y goce.
El corazón rebosante de felicidad.
La Envidia se apena con la felicidad de los demás y celebra alegremente sus penas y desgracias.
Deliberó y ponderó reflexivamente la posible forma de rematar el asunto con un feliz colofón y término.
Arrojado desde la felicidad a la sima de la desgracia.
A la felicidad sigue la aflicción.
Feliz comitiva.
Felicidad y satisfacción.
Los bienes de la Naturaleza referidos al ánimo son: la cordura, la agudeza intelectual, el ingenio sutil, las facultades naturales y una memoria feliz.
(Cuentos de Canterbury)

Mi ocio se ha transformado como actividad, mi descanso como esfuerzo, mi felicidad como tristeza.
(El libro de la duquesa)

La destrucción de Troya por el griego Sinon, que con su falso perjurio, con su falso entusiasmo y sus mentiras había penetrado el caballo dentro de Troya, por el que los troyanos perdieron su felicidad.
(La Casa de la Fama)


Sir Tryamour

Juego y felicidad.
Ninguna felicidad pudo apartarlo del dolor.
Completamente feliz.
Para hacerte feliz orina agua de lluvia.
Él te pondrá en tu camino / para hacerte feliz de ser despreciado o de ser solo lo que será posible.
La felicidad cara.


Rosencreutz
Un feliz augurio de ayuda.
Las distracciones constantemente renovadas nos hicieron olvidar el hambre y con esta dieta ayunaría felizmente.
Transmitir los deseos de felicidad.
Feliz del éxito y de haber salido libre.
Formular deseos de felicidad y prosperidad.
Destinado a una felicidad particular.


Bandello

Imponderable felicidad.


Pigafetta

Feliz navegación.


Ariosto

Leda, feliz.
Nuotare in mar di latte. Nadar a lo largo de un mar de leche, frase proverbial italiana, ser feliz, encontrarse perfectamente.
(Orlando furioso)


Rabelais

Al fin llegará el feliz momento / que termine el hórrido tormento.
La especie de felicidad humana que radica con la condición de leprosos.
La divina institución de los germanos, tomaban como santos y cordialmente reverenciaban los consejos de las viejas y prosperaban felizmente. Testigos: la vieja Ausinia y la buena madre Velleda de los tiempos de Vespasiano.
Una felicidad predestinada.
Proverbio vulgar. <<Feliz el médico a quien llaman al final de la enfermedad>>.
Más felices son los litigantes que los miembros de la justicia.
Se es más feliz al dar que al recibir.
La felicidad del matrimonio con la comunidad de sentimientos y costumbres.
La acogida feliz o desgraciada de alguna gran dama o reina.
Los plantadores de coles disputan como quieren de la felicidad.
Pyrrhon hallándose frente un peligro y viendo un cerdo de la ribera que comía la cebada esparcida lo declaró feliz por dos condiciones; por saber que para él había cebada y por hallarse además sobre tierra.
Prosperidad, felicidad y victoria.
Según la opinión de Epicuro la suprema felicidad está con la voluptuosidad sencilla y no penosa.
Gentes felicísimas.
Feliz como una mariposa.
Transportados a las soberanas delicias y a la ultima felicidad del Olimpo.
Nos reputamos felices si damos y obsequiamos mucho a los demás.
(Gargantúa y Pantagruel)


Cardano

La parte principal de nuestra felicidad es no merecer de antemano las desgracias y mostrarse insensible.
Vivamos aunque sepamos que no hay felicidad de estas cosas humanas cuya sustancia es inconsciente, floja y vacía. Y si hay algún material con el que engalanar el escenario del teatro del mundo no nos está vedado su disfrute.
Cuatro madres buenas parieron cuatro hijos malos. Verdad parió a Odio, Felicidad a Engreimiento, Despreocupación a Peligro, Familiaridad a Desprecio.
Nuestras cosas son pasajeras y la propia felicidad humana no es más que humo y viento que pasa.
La aritmética es teoría sutilísima y felicísima, pues nos enseña que las cosas están trabadas con una suerte de organización secreta y maravillosa.
Ninguna señal más clara de felicidad que sentirse incómodo con cualquier menudencia.
Los ricos pueden ser felices.
(Consejos de provecho y opiniones impertinentes)


Holinshed

Es una gran parte de su felicidad estar lejos del aura malvada y cruel.
La felicidad prístina.


Bodin

La felicidad del alma inferior, ligamento de cuerpo e intelecto, reside en la obediencia, que los apetitos deben a la razón, hábito de las virtudes morales. Diferencia entre verdadero y falso.


Spenser

Desperdiciaste tus horas felices con un dolor innecesario.
Los gozos y la feliz fecundidad.
Otra dicha, otra felicidad, otro final.
Gran renombre y felicidad.
Estaba avergonzada y su pura felicidad / Con un tinte repentino de clavel claro.
La fortuna perversa y la noche demasiado atrevida / la felicidad me hizo sentir mi pesar / Y de mí arrebata la vida como el tono de luz.
La felicidad habitual.
La feliz dicha.


Sydney

La mutua felicidad del encuentro.
Los majestuosos árboles mantienen su floreciente vejez con la felicidad de su asiento.
Es una gran felicidad ser alabada de quienes son más dignos de elogio.
Felices sean aquellos accidentes que justamente se dan con proporción.
Loable felicidad.
Una casa vacía que era la imagen de la felicidad miserable y la rica mendicidad.
La miseria con la felicidad ajena.
Oprimido con un relámpago de felicidad.
No podía poner límites a su felicidad.
El terreno con el que se apoyaba siendo demasiado alto de felicidad.
Los cielos envidiaban mi gran felicidad.
Guiar a la felicidad deseada e imaginada y a la felicidad verdadera y esencial.
Una felicidad inefable.
Su fortuna tendría enmienda y felicidad.
La felicidad de recibir un mandato de su dama.
La verdadera felicidad puede derivar la felicidad a otro.
Envidiar la felicidad que no pueden disfrutar.
El ser humano mientras con el embarazo de su imaginación se esfuerza para alcanzar cosas sobrenaturales pierde su felicidad natural.
La felicidad del alma.
Un dador o un deseador de la felicidad.
Mi felicidad fue presa de las olas inexorables.
Una rara felicidad.
La apreciación de la mutua felicidad.
Las páginas picantes de amor, dudas, ilusiones languidecientes y desesperanzas amenazantes acudían a su mente en una fila para embellecer su felicidad esperada.
El mejor grado de felicidad.
A qué mayor adelanto puede cualquier consejo llevar nuestra deseada felicidad.
Oh noche con tus dulces alas me has envuelto en el valle de la felicidad; eres la primera hija adquirida del tiempo.


Nash

La grosera felicidad de los tontos.
La felicidad está sujeta a derrotas sin miedo.
Aprende de tu felicidad cómo hacer una felicidad mayor.


Shakespeare

Nueva y feliz ocasión al amor enfermo de deseos, para redoblar sus instancias.
(Venus y Adonis)

Transformación feliz.
Unión en el dolor, lejana del auxilio como el Limbo de la felicidad.
(Tito Andrónico)

¿Qué negra traición nos ha traído aquí, o qué felicidad nos ha conducido?
Transformación feliz.
Limbo lejano de la felicidad.
La sociedad hace la felicidad de la vida.
Presagio de paz, amor, vida tranquila, sumisión deferente, superioridad respetada, cuanto anuncia armonía y felicidad.
Qué feliz tarea le ocupa.


Jonson

Más feliz que la fecunda tierra por ver el ansiado sol.
Rescatar feliz.
(Volpone)


Burton

Un sabio en casa, un tonto en el exterior para hacer felices a los demás.
No hagas el ridículo para hacer felices a los demás.


La Rochefoucauld

La ocupación del cuerpo libera de las congojas del ánimo y eso es lo que hace felices a los pobres.


Bayle

Uno es feliz siempre que logra su propósito, pero alcanzarlo no prueba que se haya hecho bien.


Hobbes

La felicidad es el éxito constante en las cosas que uno desea.
La felicidad es el perpetuo paso de un deseo satisfecho a otro igualmente satisfecho.


La Fontaine

Felice estrella del amante.

Huygens

Cuánto más feliz y sencilla se vuelve la vida humana al disfrutar de los sentidos.
Las entrañas de la tierra contribuyen a la felicidad humana. Qué arte y astucia emplea para encontrar, excavar, probar metales, fundirlos, refinarlos y templarlos.
Somos felices con los usos que nos brindan el aire y el agua; nos ayudan con nuestra navegación y nos proporcionan la fuerza suficiente sin esfuerzo propio para hacer girar nuestros molinos y máquinas.
La utilidad de la efusión de luz y calor del sol a todos los planetas que lo rodean y la preservación y felicidad de las criaturas vivientes.
(Los mundos celestes)


Racine

No hay suerte que iguale mi felicidad.
(La Tebaida)

El cielo os preparaba un destino bastante feliz.
Sentir una feliz debilidad.
(Alejandro Magno)

Feliz comienzo del destino.
Feliz destino.
El feliz término de las caricias.
Feliz arrebato.
La inocencia de mis felices suspiros.
(Andrómaca)

¿Qué felicidad me acerca a vos?
Feliz ausencia.
¿Tal vez la felicidad puede despertar vuestra envidia?
Feliz frialdad, que reaviva el fuego de la amistad.
(Británico)

Felices arrebatos.
Pretender la felicidad de mil desdichados.
(Berenice)

Garantizar la felicidad.
El nudo sagrado de un himeneo feliz.
(Bayaceto)

Un cielo más feliz y digno.
Cúmulo de gloria y felicidades.
Un hijo, la felicidad de la vida.
Felices aliados.
Discreto y feliz.
(Mitrídates)

Una felicidad sin nube ninguna.
Ojos celosos de la felicidad.
Feliz imprudencia.
Un futuro feliz.
(Ifigenia)

Feliz retirada.
Buscar la feliz manera de conmover la ternura.
(Fedra)

Feliz ayuda.
Calamidad o felicidad.
Que otro envidie la felicidad del malvado.

La felicidad del impío está siempre agitada,
siempre errante, a merced de su propia inconstancia.
No busquemos la felicidad
más que en la paz de la inocencia.

La fuente de la felicidad publica.
(Ester)

La felicidad de los malvados se desliza como un torrente.
La feliz pureza de las costumbres.
(Atalía)


Otway

Soberana felicidad.
Gozar la más grande felicidad, que puede gozarse sobre la tierra.
Las dulces visiones traen a mi alma la felicidad suprema.
Sois bienvenido, como felices noticias después de las inquietudes más vivas.
Licencia del amor feliz.
Deseos de felicidad.
Las tristes visiones no son un buen augurio de felicidad.
Cuál será la señal de nuestra felicidad, de esa felicidad que gozaré sin lamentar mi libertad perdida.
Es menester suplantar este primogénito demasiado feliz.
Mi alma escapa hacia esa felicidad, que me hace cruel esperar.
Un reposo feliz ha ahuyentado el dolor.
(La Huérfana)


Locke

La naturaleza ha sembrado en el ser humano un deseo de felicidad y de aversión ante la desgracia. 
Felicidad o miseria en la otra vida.
El ingenio estriba en reunir varias ideas uniendo rápidamente aquellas con las que se pueda ver algo de semejanza, de manera que se producen cuadros felices y visiones agradables a la imaginación.
Como sólo somos aptos de conseguir que la voluntad se determine hacia una acción a tiempo, el malestar actual que experimentamos determina la voluntad de cara a la consecución de la felicidad.
El menester de obtener la verdadera felicidad es el fundamento de la libertad. La más alta perfección de un carácter intelectual consiste en una búsqueda cuidadosa de la verdad y la felicidad consolidada; el cuidado que debemos tener de no confundir la felicidad imaginaria con la verdadera es el fundamento de nuestra libertad.
En la identidad personal están fundados la ley y la justicia del premio y del castigo, ya que la felicidad y la desgracia constituyen aquello por lo que cada uno se preocupa. Toma de autoconciencia.
El término persona es forense. Imputa las acciones y su mérito, pertenece a agentes inteligentes, que poseen la aptitud de una ley y de ser felices y desgraciados.
Habiendo obtenido por reflexión las ideas de existencia, saber, poder y placer, llevando al infinito obtenemos la idea compleja de un Ser eterno, omnisciente, omnipotente, infinitamente sabio y feliz.
El placer y el dolor se sigue a la aplicación de algunos objetos en nosotros, de cuya existencia nos apercibimos a través de nuestros sentidos; esa verosimilitud es grande como nuestra felicidad o desgracia, independientemente de las cuales el saber o la existencia no nos interesan. 
Importante asunto de nuestra felicidad.
Aristipo situaba la felicidad en los placeres corporales. Antístenes hacía de la virtud el origen de la felicidad.
Ética. El hallazgo de aquellas reglas y cálculos de las acciones humanas que llevan a la felicidad y los materiales de ponerlas en práctica. El fin de esta rama representa la justicia y una conducta armónica.
(Ensayo sobre el entendimiento humano)

La perspectiva de la felicidad o de la desgracia.
Los diferentes tipos de felicidad que los hombres esperan o se proponen.
La tranquilidad y felicidad común.
Felicidad o miseria.
Felicidad y angustia no son sino grados diferentes de una cosa, y pertenecen a las ideas de placer y dolor.
El odio o el amor a aquellos con la aptitud de la felicidad o la miseria, es con frecuencia el malestar o el deleite que encontramos en nosotros, y que surgen de la apreciación de su felicidad.
La supresión del malestar es el primer peldaño hacia la felicidad.
Lo que mueve al deseo, la felicidad.
La felicidad es, en su grado máximo, el mayor placer del que tenemos aptitud; y el grado ínfimo de la felicidad es aquella condición en la cual, lejos de todo dolor, gozamos de un placer presente sin el cual no nos podríamos contentar.
Infinitos grados de felicidad, que no podemos alcanzar.
Una determinación en pos de la felicidad no supone un detrimento de la libertad.
La consecuencia de obtener la verdadera felicidad es el elemento de la felicidad.
Con la riqueza o con la gloria, algunos hombres hacen recaer su felicidad.
La mayor felicidad consiste en tener aquellas cosas que producen el mayor placer, y en la ausencia de aquellas otras que producen alguna molestia o dolor.
Quien está contento, es feliz.
La felicidad consiste en el cruce de un deleite sin una mezcla considerable de malestar.
Cuando sucede que alguien ha perdido la felicidad, viéndose sumido en la desgracia, tiene que admitir que cometió un error al no preocuparse de la posibilidad de lo que conduce a la felicidad, y sentirse culpable.
Una liberación total del dolor forma parte de nuestra felicidad.
Aristipo situaba la felicidad en los placeres corporales, característica distinta de la de Antístenes, el cual hacía de la virtud la regla de la felicidad.
La Ética es el hallazgo de aquellas reglas de las acciones humanas que trasladan a la felicidad y su práctica. Las acciones en cuanto dependen de nosotros para nuestra felicidad.


Spinoza

Dado que el hombre es una parte de la naturaleza, de la que depende y por la que resulta regido, no puede hacer nada para su salvación y felicidad. Esta experiencia lleva el amor al prójimo. Es útil para promover el bien común. Nos libera de la tristeza.
La razón no tiene poder para conducirnos a la felicidad. Es la experiencia la que produce el amor.
(Tratado breve)

La verdadera felicidad, la beatitud, consiste en el goce del bien y no en la gloria que un hombre goza exclusivamente. En la sabiduría y experiencia de la verdad reside la felicidad verdadera y la dicha humana.
(Tratado Telógico-Político)


Shaftesbury

Un nuevo estrato político, que extiende su jurisdicción hasta el otro mundo, ve la vida y felicidad futuras de los hombres más importantes que las presentes.
Las cosas están felizmente dispuestas.
Estar satisfechos y felices en este mundo.
(Carta sobre el entusiasmo)

Hacer inmensamente felices desahogarse y vengarse de quienes oprimen.
Soñamos con la felicidad, con personas y placeres irreales y dudosos y, sin embargo, perseguimos estas cosas como si fueran las más reales o incuestionables.
Un secreto que se nos oculta felizmente, para que merezcamos la recompensa cuando llegue.
Todos perseguimos la felicidad, dar vía libre al sentimiento común.
Sólo el malvado total, el perfecto canalla, puede de alguna manera disputar la felicidad con el honrado. Porque la ventaja real está en un lado o en el otro.
(Sensus Communis)


Leibnitz

La sabiduría es la ciencia de la felicidad. La felicidad es la alegría duradera que siente quien la posee; consiste en tomar interés por nuestro prójimo, incluso a costa de un momentáneo perjuicio nuestro. 
Amar equivale a buscar uno la felicidad de otro, ser feliz con la felicidad de otro.
El derecho de piedad suple los preceptos de la sociedad y abarca aquello que promete un tipo de felicidad, que los hombres, con sólo su mutuo auxilio, son incapaces de alcanzar. 
La felicidad humana consiste en poder conseguir lo que se desea y en saber querer lo más conveniente.
Aumentar la felicidad de la sociedad por la reflexión.
Precisamos la felicidad. Tener el espíritu satisfecho; tenemos menester de la virtud, de la salud, de amigos, de recursos.
La felicidad es una condición duradera de placer. La sabiduría es la ciencia de la felicidad.

Amar es encontrar placer en las perfecciones o atractivos y, sobre todo, en la felicidad de otro. De esta manera se ama las cosas bellas y las sustancias dotadas de inteligencia.
La felicidad o perfección de otro, al darnos placer, se incluye en nuestra propia felicidad. Todo lo que place es deseado. Y cuando el objeto cuya perfección nos place es capaz de felicidad, entonces la afección que se tiene hacia él deviene en Amor.


Fenelon

La Edad de Oro se atribuye al reinado de Saturno, porque en este tiempo trajo Juno al mundo la felicidad. La tierra producía sin cultivo los bienes y Astrea pudo establecer su tribunal. Todos los hombres vivían en común en una amistad perfecta.


Swift

Felices planteamientos.
La felicidad humana es de corta duración y depende enteramente de las modas humanas.
La tarea representa la semilla del ocio y la felicidad característica de nuestra doble época es recoger el fruto.
Si examinamos lo que se entiende generalmente como felicidad, ya sea respecto del entendimiento o de los sentidos, encontraremos que sus propiedades están encerradas dentro de esta corta definición: la felicidad es una perpetua aptitud para ser engañado.

Un alto grado de felicidad.


Fontenelle

La especie extraña de criaturas que se llama el género humano. Tiene gran deseo de ser feliz y gran incapacidad para serlo.
Un gran filósofo clásico ha hecho de la Luna la morada de las almas que aquí han merecido ser felices. Su felicidad consiste en que allí oyen la armonía producida por los cuerpos celestes con sus movimientos. Pero como supone que cuando la Luna cae tras la sombra de la Tierra y no oyen esta armonía, entonces estas almas gritan como desesperadas y la Luna se apresura lo que puede a sacarlas de un lugar incómodo.
Nuestro planeta es más tranquilo, comparado con Júpiter y Marte, y tenemos grandes motivos para felicitarnos, y más incluso si es verosímil que haya habido en Júpiter países extensos como Europa incendiados.


Mandeville

Nada más arrebatador para el orgullo que el hacerse creer feliz.
Puede haber verdadera felicidad de lo que dependen cosas perecederas.
Solo el ser humano bueno puede ser feliz y apto para disfrutar de los verdaderos placeres.
El arte infalible para hacer un país feliz y próspero es proporcionar a todos la ocasión de trabajar. Para conseguir lo cual el primer cuidado del poder político debe ser promover una gran variedad de manufacturas, artes y oficios como el ingenio humano pueda inventar y estimular la agricultura y la pesca.
Ser feliz es estar satisfecho y cuanto menos noción tenga un ser humano de otra existencia mejor más contento se sentirá con la suya. Según aumente su experiencia más refinados serán sus gustos y cuanto más agudamente aprenda a valorar las cosas generales más difícil será darle satisfacción. Cuando un ser humano se divierte, ríe y canta y demuestra con su actitud los indicios del contento y de la satisfacción yo lo llamo feliz, sin que tenga que ver con su ingenio o su aptitud.
El temperamento singular se desarrolla según haya sido alentado o refrenado con la educación. De estos dos factores dependen las diferentes concepciones que tienen los hombres respecto de la felicidad. Y según la concepción adoptada el amor a la gloria les hace emprender distintos caminos. Algunos creen que la mayor felicidad radica con mandar sobre los demás. Algunos creen que lo más valioso será alabanza de la valentía y la intrepidez frente a los peligros. Otros aman la erudición y prefieren ser famosos autores.
La pasión ha sido dada al ser humano para la supervivencia, nos manifiesta la transitoriedad de la felicidad terrenal y la infeliz condición de los mortales.
Feliz según el sentido del voluptuoso.
El lujo y la cortesía crecieron unidos y nunca fueron gozados separadamente; la comodidad y el deleite terrenales se han valido de los deseos del Beau Monde y como su principal esfuerzo y su mayor preocupación por las apariencias externas ha sido la obtención de la felicidad de este mundo, la preocupación por la vida futura ha sido el negocio menos importante.
Todo ser humano es un pequeño mundo autónomo y las criaturas, por cuanto lo permiten su entendimiento y sus aptitudes, se esfuerzan por lograr la felicidad de ese mundo. Se sigue que según la alternativa de las cosas los hombres deben estar movidos por la percepción que tienen de la felicidad.
Ocurre con la felicidad completa lo que sucede con la piedra filosofal. Las dos cosas han sido buscadas de diferentes maneras por los sabios como por los locos, sin que hasta el presente se hayan encontrado. Pero durante el curso de su persecución los buscadores asiduos han tropezado por casualidad con cosas fútiles que no habían previsto y que la sagacidad humana nunca habría encontrado con una pretensión a priori.
Muchos componentes de nuestra especie pueden ayudarse mutuamente para la defensa común y constituir un cuerpo político donde vivir pacífica y cómodamente durante muchos siglos sin estar enterados de mil cosas que de ser sabidas influirían respecto del sentido de hacer más completa la felicidad publica, según las nociones habituales que los hombres tienen de la felicidad.
Es importante saber la causa del mal. Pero saber la causa del bien recibido con agrado es poco útil. Una experiencia de esta índole no semeja agregar nada a la felicidad.

Los legisladores deben atender dos puntos cuando promulgan las leyes: las cosas que ofrecerán la felicidad a la sociedad bajo su cuidado y las pasiones y las cualidades humanas que pueden fomentar o impedir esta felicidad.
Para los asuntos que son de competencia de la Hacienda publica, la Constitución soluciona las nueve décimas partes y se preocupa de que la feliz persona a quien el soberano ha designado para tal cargo no se encuentre demasiado fatigada o perpleja y que la amigabilidad que haya que depositar sobre él sea moderada como sus cuitas.
Propiciar las comodidades de la vida y la felicidad temporal de un gran país decadente sería practicable sin idioma como lo sería sin dinero o sin un equivalente. Donde este no falte y la legislación se preocupa del asunto constituirá la regla por la cual será apreciada cada cosa.
La sabiduría miope o la buena pretensión nos roba la felicidad que fluiría espontáneamente de la gran sociedad si nadie se dedicara a desviar u obstruir la corriente.


Pope

Suceder suele a un País / Que de un golpe feliz el más sencillo / Su rescate depende.


Richardson

Demasiado ricos para ser felices.
Un feliz primer ensayo.
Sacar partido de la vanidad con la mayor felicidad.
Sonríe interiormente con una feliz idea de su imaginación.
Los avaros solo cuidan lo que prefieren a la felicidad de la especie humana.
Preferir la felicidad a las riquezas.
Las ilusiones de felicidad.
La felicidad y las riquezas son dos cosas muy diferentes y rara vez se hallan unidas.
El feliz expediente se propuso con nueva fuerza.
Arriesgar el sacrificio de la eterna felicidad.
Felices conjeturas.
Una feliz reconciliación.
La inclinación y la felicidad.
La felicidad de conseguir lo que deseamos.
Mantenerse feliz con el producto de sus pasmosas actividades de aguja.
Tu felicidad depende de ti.
La felicidad de tener un aire despejado.
Conveniente y feliz tocante a la edad.
Buscar con ansia la felicidad.
Las felicidades y satisfacciones.
El carácter de un alma firme es reservar las ilusiones de una condición infeliz. Esperar días más felices es merecerlos. Dignos de la felicidad que nos prometemos.
Ha llegado el día. Ojalá vea su fin con felicidad.
La felicidad presente y la felicidad futura.
Se desembarazó con bastante felicidad.
La felicidad de arrancar de los tiranos.
Es indispensable que vengan tiempos más felices y no están lejanos.
Haber arreglado a gusto y hecho felizmente la reconciliación.
Una fuga feliz.
Me felicité los motivos de firmeza.
Dignos de la felicidad que nos prometemos.
Hacer felizmente la reconciliación.
Manifestar cuánto deseaba este feliz acontecimiento con condiciones que me fuese posible aceptar.
Algún tiempo feliz vendrá que hará olvidar lo pasado.
¿Un ligero motivo, una bagatela ha de echar por tierra todo el edificio de nuestra felicidad?
La felicidad de que las señoras me hayan favorecido.
Buscar la pretendida felicidad.
Di con gravedad un profundo suspiro diciendo, no hay felicidad completa en este mundo. Si no tenemos verdaderas desgracias nos las podemos causar incluso con lo superfluo de nuestra felicidad.
La agradable perspectiva que comenzaba felizmente a ofrecerse a nuestra vista.
El arte o la felicidad de granjear un gran numero de amigos.
La referencia será una feliz verdad.
Una bagatela, una equivocación felizmente aclarada.
La felicidad y la buena reputación.
Rara felicidad.
La feliz evasión.
La pérdida felizmente reparada.
El feliz libramiento.
Dirigir los cuidados para ser feliz.
La perspectiva de la felicidad.
Un feliz refugio.
Feliz y tranquila.
La feliz convalecencia.
La recíproca felicidad.
Me felicito de mi dichosa invención una vez que me obliga su pertinacia a valerme del artificio.
Una feliz casualidad.
El feliz restablecimiento.
Vuestro silencio es un feliz presagio para mí.
La felicidad de esta vida pasajera.
¿No se tiene como feliz un desenlace cualesquiera que hayan sido los obstáculos anteriores cuando se finaliza con el matrimonio?
Ser feliz y hacer felices.
Las felices apariencias.
La felicidad de encontrar sus vestigios.
Contar con la felicidad más que con las verosimilitudes.
Felices circunstancias.
Escapar felizmente con honor.
El cielo os ha dado un alma muy propia para no pervertiros con la prosperidad y aumentar la felicidad de los que os rodean.
Cuán rara vez se encuentra la verdadera felicidad con el cumplimiento de nuestros deseos.
Cuán mezcladas están de amargura y dolor estas apariencias de felicidad que se me ofrecen.
No me queda ninguna ilusión de felicidad sobre la tierra.
Lisonjear de ser feliz.
¿Cuántos días felices puedes prometerte?
Felices consecuencias.
Prometer felicidad.
Lo que constituye la felicidad.
La venidera felicidad.
La felicidad es encontrar placer con lo que se hace y si tu puedes tenerlo con una vida melancólica mejor para ti; pues es ser dichoso como si estuvieses alegre con la sola diferencia de que encontrarás pocas gentes que quieran tener una parte de tu género de felicidad.
La felicidad eterna y la felicidad temporal.
Amigos que tenían como felicidad el verme.
Ojalá que se renueve este feliz día.
La noción de la sólida felicidad.
Largo tiempo felices.
La felicidad recíproca.
Sentir felices efectos.
Los felices dones recibidos.
He aquí cuatro meses de los que has hecho un bello y feliz uso.
Acelerar el día de la felicidad.
Una dilatada y feliz vida.
Felices nuevas que comunicar.
La agradable y pequeña familia fruto de la feliz unión.
Las horas de reposo y felicidad.
La felicidad desvanecida.
Hasta que llegue aquel feliz momento que todo lo ha de expiar.
Mi visión tocante a la felicidad es sobremanera limitada.
Conceder la felicidad que aspira.
Surtir felices efectos.
Pedir al cielo que dispense la felicidad que puede esperarse de este mundo.
Un talento feliz para el estilo epistolar.
Gozar la felicidad que nos aguarda.
Felicitar con una perspectiva lisonjera.
Manifestó con ardor que iba a proporcionarse la mayor felicidad de su vida abrazando su causa.
Recompensado con la felicidad de lograr una mujer cuyo mérito es superior a cualquier fortuna.
La pintura de la feliz condición de nuestros negocios.
Cuándo llegará este día de la mayor felicidad.
Un feliz expediente que desvanecerá las dificultades.
La feliz ocasión.
Ser sobremanera felices.
La felicidad pura sin artificios.
La pérdida de la felicidad natural.
El edificio de nuestra felicidad.
Haciendo gestos con una familiaridad que indicaba que se creía calificado para tomar libertades conmigo con las felices nuevas que me traía.
Estos pícaros no son más felices que sus patronos.
Cómo se ha de ser feliz con un corazón sensible.
Una feliz verdad.
Las circunstancias de mi feliz situación.
Comprar los regalos de la familia para una feliz ocasión.
La pérdida felizmente reparada.
Dirigiéndose los cuidados de mi vida a que sea feliz.
Sustituir felizmente una persona a otra.
Os pido por favor que no hagais desvanecer estas felices apariencias rehusando rescatar a los ojos del publico vuestra reputación.
No he tenido la felicidad de escapar enteramente intacta.
Cuán feliz es una joven que se halla bajo la protección de un marido digno de su respeto como de su amor.
Felicitarte por tu impaciencia y rabia.
¿No ha tenido mi situación una feliz mudanza?
Hay personas para quienes es una desgracia llamar la atención de todos y otras son tal vez más felices al no merecer que les ponga nadie atención aunque lo envidian mucho; pero sería de desear que tuviesen la prudencia de dar gracias al cielo porque al haberlas hecho de poca importancia las ha puesto al abrigo de los riesgos y las situaciones peligrosas con los que les habría sido difícil conducirse correctamente.
Felicitando por la enmienda.
Lo sustancial del fatal negocio. Desear que termine felizmente.
Hay con la idea de la muerte y de la felicidad que espero siga una especie de superioridad de mucha importancia y peso que desvanece de alguna manera cualquier otro cuidado y reflexión. 
Ocasionar la pérdida de la felicidad.
La feliz y dulce tranquilidad.
Una feliz conspiración.
El más alto grado de felicidad.
Las aflicciones se transforman como felicidades cuando se reciben con resignación.
Las ilusiones han sido fatales para mi felicidad.
He escapado felizmente de los lazos que han armado a mi alma.
Hallarse con una feliz disposición.
Inquietar la felicidad.
Está decidida mi suerte y mi sentencia pronunciada siendo yo para la eternidad feliz o infeliz.
Habiéndole hecho el primer vendaje con mucha felicidad.
(Clara Harlowe)

Rebosar de felicidad.
Un feliz acontecimiento.
Felicidad. Inocencia consciente y paz.
Feliz transformación.
La ocasión que la feliz idea de hoy proporciona a mis esperanzas.
La felicidad de la vida futura.
Una reflexión feliz.
Las circunstancias que contribuyen a la felicidad.
La inenarrable felicidad.
Los comienzos que más se meditan prometen tener las consecuencias más felices.
Felicidad actual y perspectivas futuras.
Felicidad construida sobre un origen sólido.
Qué cosa triste es la vida humana en los momentos de mayor felicidad. Sometida a males imaginarios cuando no tiene ninguno real que la inquiete, y que por los temores que nos asaltan de contingencias, incluso remotas, puede volverse de verdad desdichada como si lucháramos con las punzadas de una aflicción, que nos oprime en el momento actual.
Alegrarse en esa feliz disposición, donde no hay confusión ni existe insatisfacción, donde todo es alegría, paz y amor por siempre jamás.
(Pamela)


Hutcheson

Una forma deliciosa (lovely form) y fuertes sentimientos son las fuentes de la felicidad.
Las gratificaciones de nuestros sentidos internos constituyen placeres naturalmente reales y satisfactorios como cualquier placer sensible y son los fines con los que comúnmente perseguimos la riqueza o el poder. Porque la riqueza o el poder son provechosos y nos hacen felices por cuanto proporcionan gratificaciones a nuestros sentidos y facultades de percibir placer.
La belleza de la acción es el fundamento de nuestra máxima felicidad. Porque si no hubiera leyes fijadas al curso de la naturaleza no podría haber prudencia o finalidad para los hombres, ninguna expectativa racional de efectos a partir de causas, ningún esquema de acciones ni ninguna ejecución regular. Si nuestra felicidad debe depender de nuestras acciones, el universo debe ser mandado no con voluntades particulares, sino con reglas generales sobre las que podamos fundar nuestras expectativas y programar nuestros esquemas de acción.
(Una investigación sobre el origen de nuestra idea de la belleza)


Winckelmann

La condición de la felicidad, la ausencia del dolor y el goce del placer, se obtiene por materiales sencillos.
(Historia del Arte en la Antigüedad)


Smith

Todos están de acuerdo con la máxima general, de que en cuanto el hecho no depende del agente, no debería influir sobre nuestros sentimientos, en lo tocante al mérito o corrección de su proceder. Pero en la práctica comprobamos que nuestros sentimientos virtualmente nunca se ajustan a esta máxima. Pero la naturaleza, cuando plantó la semilla de esta irregularidad en el corazón humano, apuntó a la felicidad y perfección de la especie.
El ser humano fue hecho para la acción y para promover, mediante el ejercicio de sus facultades, las transformaciones en el entorno exterior suyo y de los demás, que sean más conducentes a la felicidad de todos.
La sabiduría de la naturaleza ha establecido que la felicidad de la persona inocente es de igual manera consagrada y protegida, frente a los ataques de otra persona.
La felicidad consiste en la tranquilidad y el gozo.
Las disquisiciones políticas, si son justas, razonables y practicables, resultan las más provechosas de las realizaciones analíticas. Hasta las más endebles y de peor calidad no carecen de utilidad, para animar las pasiones publicas de la gente e impulsarla a buscar promover la felicidad de la sociedad.
El amor a nuestro país abarca dos reglas distintas. Un respeto y reverencia hacia la constitución y un ferviente deseo de hacer que la condición de nuestros conciudadanos sea respetable y feliz.
La preocupación por nuestra felicidad nos recomienda la virtud de la prudencia, que en un caso nos impide que perjudiquemos y que en otro nos impulsa a promover dicha felicidad. 


Hume

Aunque los poderes políticos libres han sido comúnmente los más felices para quienes participan de esa libertad, son los más ruinosos y opresores para sus provincias.
La prevalencia de las buenas costumbres, precisa para la felicidad, nunca puede ser una actividad de los preceptos filosóficos ni de las admoniciones de la religión, sino exclusivamente de la educación de los valores de la juventud, hija de unas leyes y unas instituciones sabias.
(Ensayos Políticos)


Kant

Conde Pietro Verri, "Meditazioni sulla felicità", Milán, 1763.
O el deseo de la felicidad debe ser la causa motora para la máxima virtud, o la máxima virtud debe ser la causa eficiente de la felicidad.


Mendelssohn

La sabiduría debe comenzar examinando los objetos externos pero a cada paso ver al ser humano a cuya felicidad deben dirigirse sus esfuerzos.
Las acciones de quien antes de tiempo deambula hasta las sombras de Orcus o un ser eterno con la garantía de que dondequiera que vaya será más feliz que nadie.
El cuerpo perturbador de nuestra felicidad nos ofrece sombras en lugar de la verdad.
Un sentimiento de felicidad tras la muerte.
Un feliz presagio cuando el oponente castigó su derrota.
La felicidad y la miseria.
Las primeras opiniones de los mortales vagan arriba y abajo por los mares de la opinión buscando la verdad hasta que la razón y la reflexión hijas de Jupiter brillan en sus velas y anuncian un feliz aterrizaje.


Bentham

Mi noción de ser humano es un ser que desea la felicidad con el éxito y con el fracaso y con todos sus actos seguirá haciéndolo mientras siga siendo ser humano.
La regla de autopreferencia debe entenderse como la propensión humana por la cual, con motivo de cada acto que ejecuta todo ser humano se ve inclinado a seguir la línea de conducta que, según su apreciación del caso, contribuirá con el más alto grado a su propia felicidad máxima, cualquiera que sea su efecto con la dicha de otros seres semejantes, uno cualquiera o todos conjuntamente. 
El cuidado total de la felicidad entre dos personas desde el comienzo hasta el fin. Según este tipo de cosas la especie no podría seguir existiendo.
El ánimo publico está constituido por la participación que el ser humano tiene con la felicidad y el bienestar de la comunidad. Su ánimo privado está formado de o por la parte que tiene para el bienestar de alguna porción de la comunidad menor a la mayor parte y del cual la parte más pequeña posible está compuesta de su particular y propia autopreferencia personal.
El deseo de reputación, la satisfacción de la simpatía para el pueblo, el placer del poder respecto a la persuasión íntima de haber tenido una amplia participación para la felicidad publica.
Cualquier cosa que reduzca el bienestar y la felicidad personales lo inhabilita con igual grado para impartir felicidad a sus semejantes y lo predispone a reducir la cuota de disfrute al nivel de la suya.
Las cantidades netas de felicidad producidas.
Al placer sea que se le llame causa o instrumento del placer, o provecho, que significa el placer distante o la causa o instrumento del placer distante, o conveniencia, ventaja, beneficio, emolumento, hay lo que se ajusta perfectamente a la práctica de los seres humanos.
Cualquiera cosa que no tenga influencia con la felicidad ¿sobre qué se fundará para que pueda apreciarlo el ser humano? Si por causa de la delincuencia y a título de castigo es justo que cualquier ser humano tenga que hacerse desgraciado no es que su felicidad tenga menos apreciación que la de otro, sino que se precisa que se sacrifique esa parte de la felicidad de uno para la mayor felicidad del mayor numero de seres. Las razones que señala esta conveniencia están derivadas de la regla de la utilidad que se expresa mejor refiriéndose a la mayor felicidad. Exponer estas razones es presentar la cuenta entre la ley y la felicidad, es emplear cálculos aritméticos para los elementos de la felicidad. La aritmética política es el nombre que algunos han dado a la economía política, es una aplicación aunque muy particular y demasiado reducida de una ciencia de grandes alcances de la aritmética y de sus cálculos a la felicidad y sus elementos. Los elementos de la felicidad son los placeres y las exenciones del dolor; placeres singulares y exenciones de dolores singulares. 
Las cantidades netas de felicidad producidas por los ingresos.
Desgraciada o felizmente para las cantidades de placer o dolor no tenemos cálculos perceptibles y que se pueden expresar.
Apreciados con referencia a un ser humano la unidad humana de felicidad con cada unidad de su opuesta infelicidad los elementos o dimensiones del valor son cuatro; intensidad, duración, proximidad y verosimilitud. Si es una comunidad política agréguese la extensión. De estos cinco elementos el primero no es susceptible de expresión precisa pues no puede ser calculado. Pero los otros cuatro lo son. 
La igualdad no es como la garantía, la subsistencia y la abundancia un instrumento instantáneo de felicidad. Actúa solo a través de las tres, especialmente por la abundancia y la garantía. El uso, fruto y objeto es el máximo de felicidad; la magnitud de este máximo depende del grado de igualdad que se verifica con las proporciones con las que estas tres están distribuidas.
Si el conjunto de la felicidad fuera como el agregado de los elementos de la subsistencia no podría hacerse aumento ninguno por ningún grado de igualdad al conjunto de la felicidad. Pero está muy lejos de ser este el caso, es asunto de difícil solución saber si los casos que el agregado de los materiales de abundancia está representado por el numero más grande posible el conjunto de la felicidad es grande o mayor. 
Siendo de idéntica edad la cantidad de felicidad no es como la cantidad de los elementos de la felicidad, sino como la suma de los elementos de la felicidad y su aptitud de contenido cuando una corriente de los elementos o instrumentos de la felicidad de ilimitada magnitud se inyecta al corazón humano. Para los dos casos la cantidad de felicidad realmente disfrutada depende del grado de sensibilidad del goce para cada caso. De los goces o instrumentos de felicidad positiva se encontrará que los más indiscutibles están unidos con un alto grado a la situación del profesional, al jornalero al cual no le faltan los materiales de subsistencia pero que carece de los materiales de abundancia, como a la del soberano.
Felices los países que nunca han sentido la fiscalización del poder político más que como forma ligera y discutible. 
Los convenios de no-importación hasta donde no abarcan surten el efecto de prohibiciones; felizmente no son muy amplios para un país ni frecuentes ni perfectamente ejecutados. Por fortuna al faltarles la fuerza de las leyes prohibitivas el daño que ocasionan rara vez es muy grande.
Completa y felizmente nos hemos pasado de listos con nuestros pactos con aquel pueblo prudente, Holanda.
(La Psicología del Hombre Económico)

No hay un artículo de subsistencia que a un tiempo no sea un artículo de usufructo. El uso de los alimentos, los vestidos y el combustible con sus respectivos propósitos está acompañado felizmente de placer.
Los talentos y aptitudes de las capas improductivas que pueden contribuir a su felicidad y a la de la sociedad son materiales que no entran con la composición de la riqueza del país. 
Es un carácter distintivo de las modificaciones del beneficio convencional que pueden ser destruidas sin disminución del volumen del beneficio del país, no sin disminución del volumen de la felicidad del país, objeto exclusivo por el cual la riqueza adquiere valor, sino de lo posible, aunque sea por corto tiempo y no de lo deseable.
Una apreciación que con frecuencia se ha hecho como motivo de felicitación con referencia a la opulencia de Inglaterra y elogio por la forma de conducir sus asuntos políticos es que la carga de los impuestos recae casi exclusivamente sobre los artículos de lujo. La lista de los objetos libres de impuestos demuestra la verdad de esta apreciación.
(La verdadera alarma)

Con el término de Pannomio se entiende una colección completa de leyes, de reglas que expresan la voluntad de aquellos que pertenecen a la comunidad o a la sociedad por cuya voluntad, por lo que se sabe o conjetura todos los miembros de la comunidad son apreciados anuentes para actuar. La unica felicidad cabal y organizada debe ser la consecución de la mayor felicidad para la comunidad. El razonamiento de la máxima felicidad debe ser el fundamental.
La siguiente regla específica la representa la felicidad enumerativa. Para este caso de antagonismo y pugna siendo igual la felicidad de cada bando prefiérase la felicidad de la mayoría a la del menor numero.
A través de estas denominaciones, por las palabras garantía, subsistencia e igualdad pueden caracterizarse las distintas finalidades específicas que por su carácter de materiales están instantáneamente subordinadas al fin que todo lo abarca; la mayor felicidad para el mayor numero de seres humanos que pertenecen a la comunidad.
Respecto a las acciones generales no hay propiedad que esté calculada para absorber rápidamente y fijar firmemente la atención como la tendencia que puedan tener hacia o la divergencia de la finalidad común. El fin al cual me refiero será la felicidad y esta tendencia de cualquier acto es lo que nombraremos su utilidad. A esta divergencia es a lo que damos el nombre de perjuicio.
Por utilidad se entiende la propiedad de cualquier objeto a través de la cual tiende a producir beneficio, ventaja, placer o felicidad para impedir que ocurran el perjuicio, el dolor o la desdicha a la parte cuyas preferencias se refieran; si esta parte fuera la comunidad general entonces la felicidad de la comunidad, si la de un particular, entonces la felicidad de ese ser humano.
Aritmética y Medicina, estas son las ramas del arte a las cuales, por cuanto el máximo de felicidad es el objeto de sus esfuerzos debe acudir el legislador para utilizarlas como ámbitos de acción.
Garantía, subsistencia, abundancia, igualdad, mínimo de desigualdad, con estos nombres se han designado las finalidades particulares que están próximas a la mayor felicidad general para el mayor numero.
La materia de la subsistencia es según el caso de cada ser humano menester para la existencia y la existencia precisa para la felicidad.
Se haría una adición mayor al conjunto total de la cantidad de felicidad dividiendo la cantidad total adicional de riqueza que haciendo un aumento del numero de personas creadas.
La materia de abundancia a diferencia de la materia de subsistencia contribuye a la felicidad de tres formas o aptitudes distintas. Contribuyendo de forma directa al placer con un grado que excede al que pudiera contribuir la materia de subsistencia, contribuyendo indirectamente a la garantía por su aptitud para ayudar como forma de transferencia para la obtención de los materiales eficientes de garantía  y contribuyendo eventualmente de igual forma indirecta a la subsistencia.
A cada partícula de la materia de riqueza corresponde una partícula de la materia de felicidad. Por consiguiente se deduce que hasta donde depende de la riqueza, de dos personas que tienen fortunas desiguales la que tiene más riqueza debe ser apreciada por el legislador como la que posee más felicidad. Pero la cantidad de felicidad no irá creciendo ni siquiera aproximadamente con idéntica proporción que la cantidad de la riqueza.
El efecto de la riqueza para la producción de la felicidad sigue disminuyendo por cuanto la cantidad por la cual la riqueza de un ser humano excede a la de otro va aumentando.
Una partícula de riqueza si se agrega a la riqueza del que tiene menos se producirá más felicidad que si se agrega a la riqueza del que tiene más. 
Por la sustracción de una partícula de la materia de riqueza se producirá una sustracción menor de felicidad si esta se hace de la riqueza del que tiene la materia de la abundancia más que si se hace de la riqueza del que solo tiene la materia de subsistencia. 
Fortunas iguales. Tómese de una parte una porción de la materia de riqueza y désele a la otra. La cantidad de felicidad obtenida por el ganador de la riqueza no será grande como la cantidad de felicidad perdida por el perdedor de la riqueza.
Fortunas desiguales. Mientras más pobre sea el perdedor más rico será el ganador. Mientras más rico el perdedor más pobre el ganador. 
La destrucción de la felicidad por la alarma general y por el aumento del peligro que llega a ser verosímil.
La destrucción de la existencia por la verosimilitud de no poder disfrutar del fruto de la actividad y por ende la supresión de todo incentivo para la actividad.
Entre un ser humano y otro el placer para el superior, o sea el que tiene el poder, de la posesión y el ejercicio de este no es grande como el dolor sufrido por la parte sometida. Solo cuando se transforma como extra-benéfico a través de obligaciones adecuadas puede conducir a la más grande felicidad. Idéntica apreciación puede hacerse con referencia al rango y la estimación ficticia producida por el rango. De igual manera a la extra-reputación o estimación, a menos que haya sido adquirida por prestaciones a otros. La regla correspondiente a estos axiomas y a la igualdad representa la regla de la mínima desigualdad. 
(Filosofía de la Ciencia Económica)

La felicidad representa la finalidad por la cual la riqueza adquiere valor.
Por utilidad se entiende la propiedad de cualquier objeto por la cual tiende a producir beneficio, ventaja, placer o felicidad.


Burke

Felicidad racional.
Una notable porción de felicidad, en virtud de los consejos unidos de personas capaces y experimentadas.
Esa falaz idea de libertad, mientras presenta una vana sombra de felicidad al súbdito, aprieta con más fuerza las cadenas de su sumisión.
Disfrutar la auténtica felicidad.
Seréis feliz si alcanzáis pronto la estimación de las cosas que puedan conceder libertad y calma a vuestra vida.


Crébillon

Esa deliciosa felicidad, que no puede definirse mientras se siente ni cuando se ha dejado de sentir.


Beckford

A pesar de sentirme mucho más feliz de lo que jamás habría podido imaginar, tenía menester de encontrarme a solas conmigo.
Cerré suavemente los párpados, como se hace cuando queremos proseguir un sueño agradable, aunque en aquel caso, pude comprobar que mi felicidad era algo real.
Os seré deudora de una felicidad sin la cual la vida me resultaría odiosa.
Los sentimientos que caldeaban nuestros corazones de sobra nos bastaban para nuestra felicidad; la amistad y el amor se turnaban en sus transportes, confundiéndose en éxtasis indescriptibles.
Compartir la felicidad perfecta, que ni los accidentes ni las vicisitudes de la vida consiguen alterar.
¿En qué lugar es posible vivir en la feliz eternidad de una ternura mutua?
Gozar de perenne felicidad.
Durante un instante surgió la duda de si no se trataría de un engaño; pero no tardé en decidir que valía la pena arriesgarse para conseguir la felicidad prometida.
Camino que conducía a la auténtica morada de la felicidad.
Inmensamente feliz.
La fuente de donde brota la felicidad.
Ser feliz viendo la felicidad cumplida.
La felicidad de dos seres amables.
Disfrutando de la felicidad, que es patrimonio de una naturaleza perfecta como la nuestra.
No hay felicidad que dure una vida sin sufrir, al menos, algún revés.
La gran fábrica de felicidad levantada.
Felicidad imprevista.
No hice más que deplorar lo inestable de su felicidad, que imaginaba haber contribuido a consolidar sobre inquebrantables cimientos.
Decidíos de una vez, ¿o es que no habéis esperado lo suficiente la felicidad que podrán daros estos brazos?
La gloria y la felicidad a la que habéis sido destinada.
Una felicidad y un portento, que ni siquiera puede imaginar.
Quería gozar ininterrumpidamente de mi felicidad.
Pero ¿cómo es posible ser feliz cuando no se deja de sentir la inminencia de un castigo, ciertamente merecido?
Compartir la felicidad.
Juzgan todos los humanos la felicidad de los demás por las apariencias, siempre engañosas.
Sería feliz en cualquier lugar en el que vos os encontrárais.
Sólo me sentía feliz si podía colmarle de caricias.
Si ser feliz fuese un crimen, los sabios nos lo habrían advertido.
La dulce tranquilidad y la felicidad de la infancia.


Godwin

La felicidad de la especie humana es el objeto más deseable que debe perseguir la ciencia humana. La felicidad o el placer intelectual y moral han de ser infinitamente preferidos a los precarios y transitorios.
Un ser humano es de más valor que una bestia, porque con la posesión de más facultades tiene la aptitud de una felicidad más refinada y genuina. Pero hay otro motivo de preferencia además de la apreciación privada de que uno está más lejos de la condición de simple animalidad. No estamos unidos con uno o dos seres perceptivos, sino con una sociedad, un país y con algún sentido con la familia entera de la humanidad; por consiguiente debería ser preferida la vida más ventajosa para el material general.
Todo ser humano preservado (preservación según Fenelon, "Telémaco", de algún error, vicio y consiguiente desdicha) ha llegado a ser un miembro mejor de la sociedad y ha ayudado a su vez a la felicidad, la experiencia humana y el progreso de otros. El entendimiento representa la facultad que percibe la verdad de este tipo de proporción y la justicia la regla que regula su conducta respectiva. 
Lo que estoy ligado a hacer a favor de la felicidad general como beneficio de los seres humanos de los que se compone el todo es todo lo que esté bajo mi poder. Yo soy una parte del todo.
Los hombres no se habrían asociado nunca si no hubieran creído que a través de la asociación promoverían el mayor bienestar y felicidad de todos y cada uno. Por cuanto tal propósito es alcanzado la sociedad atiende al fin que ha concretado su creación.
La justicia coincide con la utilidad. Yo soy parte del gran conjunto social, mi felicidad se integra dentro de ese complejo de conceptos que regulan la justicia.
La felicidad y la desdicha, el placer y el dolor son independientes de cualquier institución positiva. 
Ningún país puede ser felizmente administrado si no realza la práctica de la deliberación común para todos los cálculos de preferencia general que sea menester adoptar.
Hay algo de primordial importancia para la felicidad de la especie humana. La justicia.
La humanidad no alcanzará un alto nivel de felicidad hasta que cada cual disponga de las distinciones que legítimamente le corresponden por sus méritos personales.
No todo lo que semeja quietud equivale a felicidad. Es preferible alguna fluctuación y turbulencia a esa tranquilidad malsana ajena al valor.
Persuasión de los griegos y romanos de que su mayor o menor felicidad dependía del grado de virtud contenida de la propia conducta.
No podemos permanecer con la inmovilidad. Todo cuanto afecta la felicidad de la especie humana libre de cualquier especie de coerción ha de estar sujeto a transformación. Transformación lenta, casi imperceptible, pero permanente.
Existe una gran diferencia entre la anarquía y una forma de sociedad racional sin poder político. La anarquía es un mal de breve duración; cuanto más grandes son los horrores que causa más rápidamente se extingue; es menester que apreciemos el grado del mal que produce durante un periodo como el escenario donde se desarrolla. La garantía personal representa la primera víctima que se sacrifica sobre su altar. Según la peor condición de anarquía muchos hombres dormirán tranquilos con una oscura felicidad, pero ay de aquel que por cualquier motivo excite la envidia, el celo o la sospecha de su vecino; la ferocidad desenfrenada lo señalará al instante como su presa. Lo más lamentable de tal condición de cosas es que el ser humano más sabio, sincero, generoso y valiente es el que se halla expuesto a sufrir una suerte injusta. Los hombres que surgen súbitamente a la notoriedad publica se identifican con las circunstancias que los llevaron a la inesperada grandeza, son rigurosos, insensibles y fieros, sus irrefrenadas pasiones los incitarán a tomar el poder. A pesar de eso debemos cuidarnos de la apresurada resolución de que los males de la anarquía son más graves que los que puede producir un poder político. Por lo que a la garantía personal se refiere la anarquía no es verosímilmente peor que el despotismo, con esta diferencia; mientras la anarquía constituye una condición de cosas transitoria el despotismo es de carácter permanente. 
Cuando la filosofía de la ley sea debidamente entendida la verdadera clave para el análisis de su ánimo e historia se hallará no con el deseo de garantizar la felicidad del género humano, sino con ese complejo venal que hace que los tiranos superiores consigan el apoyo y alianza de los tiranos inferiores.
Si la verdadera justicia surge de la apreciación de los numerosos factores que marcan cada caso singular, si la regla válida de la justicia representa la utilidad general se deduce que cuanto más auténtica justicia haya dentro de una sociedad más disfrutarán sus miembros de la felicidad, la verdad y el valor. 
Deseo de garantizar la felicidad del género humano.
Los mayores materiales personales son la independencia anímica, que pone nuestra felicidad al abrigo de las transformaciones de la fortuna y de la conducta extrema, y la alegre actividad, que surge del empleo de nuestras energías con la creación de objetos útiles valorados propiamente.
Si la vida del ánimo ha de ser preferida a la existencia puramente animal, si nuestro deseo ha de ser que se propague la felicidad humana, además de que aumente el numero de la especie, hemos de valorar que el elegante derrochador constituye un verdadero azote.
el sistema igualitario no podrá implantarse hasta que no arraigue con la autoconciencia publica el sentimiento de que los genuinos menesteres del ser humano constituyen el justificativo de la posesión de materiales concretos. Tras satisfacer nuestros menesteres animales de alimento y abrigo, nuestra felicidad realmente humana será la expansión de las facultades del ánimo y la verdad.
Para emitir una valoración ecuánime debemos encarar los momentos relativamente breves de crueldad y violencia con los siglos de felicidad humana.
Los ricos y poderosos están lejos de sentirse insensibles a las ideas de felicidad general cuando son presentadas con forma suficientemente atractiva y evidente.
(Investigación concerniente a la justicia política)


Diderot

El verdadero filósofo no se siente atormentado por la ambición, pero se preocupa y desea tener las comodidades de la vida. Precisa, además de lo adecuado para satisfacer los menesteres físicos, un honesto excedente para un hombre honesto, lo que permite ser feliz. Tal cosa es condición indispensable para la decencia y la cortesía.
Dogmas de la doctrina exotérica de Budda. La estancia de los bienaventurados es un lugar donde gozarán de una felicidad, que no terminará, y este lugar se llama gokurakf. Amida es el gobernador de estos lugares felices. Cada consejo ha sido subdividido en cinco go fiakkai, o instrucciones particulares. Los indignos de la felicidad eterna serán enviados a un lugar horrible, llamado dsigokf, donde padecerán tormentos, que durarán un tiempo indeterminado.
Sexto Empírico declama con fuerza y elocuencia frente el arte frívolo de la astrología judiciaria, funesto para la felicidad del género humano.
La felicidad y la gloria de la especie.
Advertencia de Antonino. Los pueblos serán felices cuando los soberanos sean filósofos, o cuando los filósofos sean soberanos.


Voltaire

Ser amado significa la verdadera felicidad. Es preferible que el amor nos entregue la rosa.

Los suizos mantenían su independencia, sin pretender oprimir a nadie. Vendían sus tropas a los vecinos más ricos; eran pobres, ignoraban las ciencias y las artes nacidas con el lujo, pero eran sensatos y felices.
(El Siglo de Luis XIV)


Florian

Su sonrisa, su forma de ser anunciaban tranquilidad, ese hábito de ser feliz que se comunica a los demás.
Para vivir feliz vivir escondido.
Retrasar la felicidad.
Es útil con dulce amistad colocar la felicidad.
(Fábulas)


Mme. de la Fayette

Un transporte de felicidad.
¡Qué fantasma del deber oponéis a mi felicidad!
Las obligaciones que el deber le imponía, opuestas a su felicidad.


Fielding

El amor es el fundamento de la felicidad en el matrimonio, pues sólo él puede engendrar la profunda y tierna amistad que siempre será el lazo de tal unión.
Personas dispuestas a sacrificar la felicidad a las leyes vanas, inciertas y sin sentido de la opinión vulgar, que deben su fuerza y fundamento a la estupidez.
Se traza un ligero esbozo de la felicidad, que las parejas prudentes pueden extraer del odio.
Si la amistad nos hace sentir un gran interés por las personas, no contribuye en idéntico grado a la satisfacción de sus pasiones. Para gozar de la felicidad que pueda resultar de esto, sería preciso que sintiéramos una pasión igual. Existe en algunos corazones humanos una disposición generosa, que se empeña en contribuir a la felicidad de los demás. Sólo en esta satisfacción, igual que en la amistad, en el cariño de los padres y en el sentimiento filantrópico, se encuentra un grande y exquisito placer.
Los poetas han descrito el matrimonio como un sistema romántico de felicidad, fruto del amor.
Poseía un temperamento sociable y deseaba copartícipes de su felicidad.
Los gitanos se distinguen de las demás colectividades, a lo que deben su felicidad: que no se conocen entre ellos los falsos honores, que tienen por algo bochornoso.
La suprema felicidad de ser conocido por la posteridad, está reservada a la espada o la pluma.
Perder al juego, a la lotería, pérdidas de la felicidad.
La felicidad se encuentra cuando se posee un temperamento pletórico, temperamento que nos coloca fuera del alcance de la fortuna, dispuestos a ser felices sin su ayuda. La sensación de placer que nos produce resulta mucho más constante que la que otorga esa ciega señora. En realidad, la naturaleza ha permitido con gran sabiduría que nuestros goces reales vayan acompañados de cierta languidez y sensación de saciedad.
Siento verdadera lástima de los hombres que no son capaces de gozar la felicidad que proporcionan a otros.
¿A qué fin tendían sus descripciones almibaradas de la felicidad, fruto de un amor mutuo y apasionado?
Las más altas cumbres de la felicidad humana.
Expedir las reglas de la felicidad a otras personas es absurdo y estúpido.
Nunca ha existido un sistema más sabio que el de los antiguos epicúreos, los cuales apreciaban en alto grado la sabiduría de las virtudes cardinales, al revés de los modernos epicúreos, que colocan la felicidad en la satisfacción de todo apetito sensual.
Nunca era un espectador indiferente de la miseria o felicidad de los seres humanos, y experimentaba la una como la otra en mayor o menor proporción, de acuerdo con lo que había contribuido a ellas.
La felicidad se experimenta en el interior de uno.
Desembarcar en la costa de la felicidad.
Las grandes felicidades tienden a ser silenciosas y a alojarse en el corazón.
Mansiones felices en las que la fortuna eleva sobre la gente vulgar a ese magnánimo descendiente de los viejos bretones, sajones o daneses, cuyos antepasados, nacidos en mejores tiempos, acumularon, por obra y gracia de distintos méritos, riquezas y honores.
El oficio de soberano exige tres cualidades difíciles de reunir en un ser humano. Bastante moderación en la persona para contentarse con el poder posible de concederle, bastante sabiduría para reconocer su propia felicidad y suficiente bondad para poder soportar la felicidad de los demás cuando sea compatible con la suya y cuando sea útil a esta.


Sterne

Graves teólogos. A la felicidad se llega entre suspiros y el mayor placer que experimentan llega a ser casi una convulsión.
(Viaje sentimental por Francia e Italia)


Smollett

Mezquino con su felicidad.
Felicitar por la victoria.
Feliz expectativa.
Albergar la idea de gozar de la felicidad de manera ininterrumpida.
Agradables ensoñaciones sobre mi felicidad futura.
Felizmente recuperado.
Una extraña aventura, a consecuencia de la cual soy extremadamente feliz.
Demostrar colaborar de la felicidad.
Nunca hubo dos amigos más felices conversando.
Exultante por la feliz idea que había tenido.
Envidiar la feliz indiferencia de los espíritus selectos, sin dejar traslucir aprobación o preocupación.
Feliz perspectiva.
Un feliz augurio.
La imaginación ocupada anticipando la felicidad que iba a gozar.
Calmó mi alma hasta dejarla en una disposición de beatífica felicidad.
Rapto de felicidad.
Detalles de la felicidad.
Desenlace feliz.
Perspectivas felices.
Feliz encuentro.
Compartir la felicidad.
El recuerdo unido a cualquier perspectiva de felicidad que imaginase.
Colmar la felicidad.
Ser testigo de la felicidad y compartirla.
Completar la felicidad.
La felicidad terrenal.
Rematar la felicidad.
(Roderick Random)

Una feliz circunstancia.
Valoro la amistad sincera de un ser humano sensato, rara joya de la que me aprecio feliz poseedor.
Los aspectos felices de la vida social.
Grandeza, riqueza, alegría, felicidad y belleza.
Felicidad futura.
Calcular hacer feliz.
Brindar por la felicidad de los mendigos.
Las felices consecuencias de la templanza, el ejercicio y la buena constitución.
Proseguir con los adelantos hasta que se consuman felizmente y caso de que den frutos serán de un sabor muy peculiar.
Un malentendido solucionado felizmente.
Respecto de la felicidad doméstica no le queda ni una chispa de ilusión.
Felicitar sonriente.
Felicitar con lágrimas.
Felizmente alojados.
Un joven enviado por el cielo para completar su felicidad.
Las ocasiones que la felicidad se ve obstruida con esos accidentes que son inseparables de las condiciones de la vida.
Felizmente recuperado.
Garantizar vuestra mutua felicidad será nuestra mayor preocupación.
Decidimos hacerles felices sin más dilación.
La benevolencia que predispone a favorecer la felicidad ajena.
Felices como cualquiera.
La felicidad de la ninfa.
Los miembros de las familias felizmente unidas.
(Humphry Clinker)


Priestley

El mejoramiento y la felicidad.
(Curso de Filosofía Experimental)


Burney

Una edad que la felicidad significa querer participar.
Un tierno y feliz lazo de parentesco.
La felicidad familiar.
No tengo felicidad ni dolor que su bondad no haya amparado o que su desagrado pueda causar.
Un puerto de tranquila felicidad.
Garantizar la felicidad
La alegría de corazón que desde la inocencia da la felicidad.
Favorecer la felicidad.
Alargar la felicidad.
Mi felicidad se desvaneció dando paso a la vergüenza y la confusión.
Prodiga favorecer aquello que me hace feliz.
El orgullo y la felicidad de la familia.
La feliz resolución del problema.
Felicitarse de encontrar la forma de complacer.
Sacrificar voluntariamente la máxima felicidad.
Gozar pacíficamente de la serena felicidad.
Una aparente felicidad.
Una fuente de felicidad.
Una estancia feliz.
La más feliz de las criaturas.
La felicidad terrenal.
Las opciones posibles para alcanzar la felicidad.
La felicidad era demasiado grande para poder soportarla y lloré amargamente con la extraordinaria felicidad que me desbordaba.
Precipitar el tiempo feliz que ninguna discreción ni escrúpulo exija separarnos. El momento que la delicadeza más honorable proveerá más que se opondrá a mi felicidad.
Completar generosamente la felicidad.
Una felicidad perfecta.
La plena felicidad es poco amiga de la charlatanería.
Radiante de felicidad.
(Evelina)


Edgeworth

Gran ingenio, galantería y sátira de feliz efecto.
Qué feliz debe de estar para destilar tal asombrosa alegría.
He sacrificado reputación, felicidad, todo en aras de la diversión.
Inspirar la fuerza combinada de la vanidad y el odio con feliz éxito.
Llevar a cabo con decoro y feliz éxito.
Arrastrar a una situación fatal para la felicidad.
Arriesgar la felicidad.
La expresión de felicidad.
La desembarazada alegría sosegaba la mente y contagiaba felicidad al excitar la simpatía mientras que del ingenio y la jovialidad había una apariencia de empeño y artificio que destruía el placer que deseaba transmitir (pocos simpatizan con la afectación).
Ser grande en publico o feliz en privado.
Reir del feliz hallazgo.
Promover la felicidad.
El camino de la felicidad.
Garantía y felicidad.
Agradecida, satisfecha y feliz.
Un feliz hallazgo literario.
La mutua felicidad.
Las mieles de una felicidad doméstica.
La felicidad permanente de la vida doméstica.
Felicitar por la recuperación.
Las cualidades esenciales para la felicidad.
La ocasión de ser feliz compensa el riesgo.
La felicidad de la sociedad.
Las cosas siguieron avanzando a un ritmo feliz aunque lento.
El prejuicio había menoscabado la felicidad.
Menoscabar la felicidad sin alterar la decisión.
Poseía el feliz talento de apreciar el alcance potencial como el real de la mente.
La felicidad presente.
Las cualidades esenciales para la felicidad.
Haber menoscabado su felicidad con consejos insensatos y una intromisión inapropiada.
La ilusión de ser feliz de por vida.
La futura felicidad.
Sin compañía que apelase a sus afectos sociales ni objetos reales que ocuparan sus sentidos y su entendimiento la mente permanecía indolente o exaltada con reflexiones románticas e ideas visionarias de felicidad.
Una vida útil y feliz.
Perfectamente feliz.
Reparó lo poco que la riqueza contribuía a la felicidad.
La felicidad decidida con una cuestión de momentos.
Los sentimientos reales se sumaron a su entusiasmo para creer que su felicidad dependía de la sonrisa de la amada.
No soy ruin como para privar a otros de una felicidad que no podré disfrutar.
Se persuadió con un sofístico argumento que realmente contribuiría a su felicidad.
No soy romántica como para imaginar que podría ser feliz si no dispusiera de alguna de las habituales comodidades de la vida; pero si quedase lo que la prudencia exige un mínimo para vivir podría prescindir sin miramientos de lujos innecesarios.
Podemos ser felices sin renunciar a nuestros sentimientos.
(Belinda)

Palabras de felicidad y parabienes.
Cansado de los ruidos felices.
Con las manos enlazadas con pleno éxtasis levantando la vista al cielo con una expresión de total felicidad.
Esperar el feliz momento de su mayoría de edad.
Una estampa de felicidad.
El honor de añadir felicitaciones.
Las bromas pesadas y la agotadora felicidad.
Felicitar efusivamente.
Reflexionar cosas felices.
Una situación inmejorable para percibir el valor de la riqueza y su poder limitado para conferir la felicidad como describe el poeta filósofo. Las transformaciones y los aumentos de los hijos se reducen a unos pocos placeres elementales.
La felicidad de su expresión no semejaba forzada y sus alusiones eran a la vez ocasionales y elegantes.
Notablemente feliz y animada.
El envidable arte de destacar publicamente, el más deseable poder de ser feliz privadamente.
Según su opinión el rango y el dinero eran requisitos indispensables para la felicidad.
Contribuir a la felicidad.
La pretensión de darse una vida feliz y corta.
Felicitar con lágrimas de felicidad.
La auténtica felicidad.
Cuidar la felicidad.
Una felicidad completa.
Poner los cimientos de la felicidad.
No es imposible para un rico ser una persona activa y feliz.
(Ennui)


La Mettrie

Qué locura atormentarse con lo que no se puede saber ni nos haría más felices aunque lo lográramos.
(El hombre máquina)


Coleridge

Dos cosas semejantes y próximas, el amor compartido y la felicidad.
(Para Asra)


Malte-Brun

La parte occidental de la provincia de Victoria ha recibido por la razón de su agradable posición el nombre de Australia feliz.
Viajes terminados con felicidad.
Ensayos para aclimatar algunas plantas coronados del más feliz éxito.


Goethe

Aquello que el intelecto y la razón son impotentes para lograr lo alcanza una feliz corazonada que irresistiblemente nos impulsa.
Dar feliz remate al asunto.
Desear cumplida felicidad.
(Herman y Dorothea)

Tornar felizmente trayendo buenas noticias.
Prometérselas muy felices.
Idear alguna feliz treta.
Ilusiones de un feliz desenlace.
Quiera el Cielo recompensarte haciéndote feliz dondequiera que estés.
Felizmente dar cima.
Una idea feliz.
Ensartar felices ideas y garbosas palabras.
(Reineke el zorro)


Humboldt
Lo que aumenta la industria del pueblo surge de la feliz concatenación de las cosas humanas según la cual lo verdadero, lo sublime y lo bello actúan con lo útil como sin pretensión.
Es una osadía irracionalmente presuntuosa decidir dogmáticamente sobre el peso de la felicidad y la desgracia de la historia de la evolución humana. No conviene a los seres humanos los acontecimientos mundiales juzgar, que siendo preparados lentamente con el seno del tiempo pertenecen solo parcialmente al siglo que los ubicamos. 
Activo como feliz.
(Cosmos)


Paine
Gozar de la Felicidad de ver cómo el Nuevo Mundo regenera al Viejo.
Las palabras de un ser humano racional, de un corazón que siente lo que debería sentir por los derechos y la felicidad de la raza humana.
La prudencia y la política imponían transformar un escenario peligroso como un acontecimiento feliz.
Feliz terminación.
Los derechos intelectuales o derechos de la mente y todos los derechos de actuar como ser humano para su bienestar y felicidad, siempre que no se opongan a los derechos naturales de otros.
Títulos. Círculos que dibuja la varita del mago para reducir la esfera de la felicidad del ser humano.
La soberanía no pertenece más que al país y no a ningún ser singular y el país tiene el poder inherente e inderogable de abolir cualquier forma de poder político que evalúe inconveniente y establecer la que convenga a sus preferencias, agrado y felicidad.
Los poderes políticos pasados se forman de una manera que excluye la experiencia y la felicidad.
Lo que hoy día vemos por las agitaciones de América y Francia es una agitación de la organización de las cosas, un sistema de reglas general como la verdad y la existencia del ser humano y que combina la felicidad moral con la política y la prosperidad del país.
Si se pueden importar sistemas políticos menos caros y más productivos de felicidad general a los existentes hasta hoy las tentativas de oponerse a su avance terminarán por ser estériles.
La verdadera causa de los disturbios representa la falta de la felicidad, demuestra que algo malo tiene un sistema político que se opone a la felicidad por la cual se ha de mantener la sociedad.
Las leyes pueden ser buenas o no, pero para este caso no pueden tener más sentido que el de ser conducentes a la felicidad del país y por ende están incluidas dentro del país.
Cualquiera que sea la forma o constitución del poder no debería tener más finalidad que la felicidad general; según el caso opuesto se precisa la reforma. El idioma cotidiano ha consagrado la condición humana a dos descripciones; la vida decadente o no; a una ha asignado la felicidad y la abundancia, a la otra los problemas y los menesteres. La condición de pobreza y miseria no reside en ningún defecto natural de las reglas decadentes, sino porque se ha impedido que esas reglas tengan una actividad general.
Hallo mi felicidad con la independencia y percibo las cosas como son sin reparar el lugar ni la persona; mi patria es el mundo. Humanidad y reflexión imparcial.
Antes de pasar a los materiales de hacer que los poderes políticos sean más conducentes a la felicidad igual de la humanidad es oportuno examinar cómo han evolucionado las contribuciones.
Cuando cualquier país del mundo pueda decir, mis pobres son felices, no son víctimas de la ignorancia ni de la escasez, mis cárceles no contienen presos ni mis calles mendigos, los viejos no padecen menesteres, las contribuciones no son progresivas, el mundo racional es mi amigo porque yo soy el amigo de su felicidad, cuando puedan decirse esas cosas ese país podrá presumir de su contribución y de su poder político.
Conciliar la humanidad, hacer que su condición sea feliz, unir los países hasta hoy enemigos, extirpar la política de guerra y romper las cadenas de la esclavitud y la opresión.
Sinceridad, libertad y felicidad.
(Derechos del Hombre)


Itard

Una vida independiente, feliz y añorada.


Ricardo

Idénticamente importante es para la felicidad de la humanidad que nuestras satisfacciones sean aumentadas a través de la mejor distribución de la actividad profesional, produciendo cada país aquellas mercancías para las cuales está adaptado con vista a su situación, clima y otras ventajas naturales y artificiales, como que esas satisfacciones sean aumentadas por un alza del tipo de beneficios.
El fin de todo comercio es aumentar la producción y que al hacerlo, aunque se ocasione una pérdida parcial, se aumenta la felicidad de la comunidad.
Las invenciones mecánicas, aunque contribuyen a la abundancia general y por consiguiente a la felicidad de la comunidad, no hacen sino disminuir o reducir a la nada el valor de una parte del capital existente de los agricultores y de los industriales.
Los ingresos, la felicidad y el poder del país.


Malthus

No puede haber un criterio más justo, para apreciar la felicidad y la inocencia de un pueblo, que la rapidez de su crecimiento.
La felicidad de un país depende de la rapidez de su crecimiento, del grado en el que el aumento anual de su producción de alimentos se aproxima al libre crecimiento anual de su población.


Jean Paul

Debe existir una felicidad más grande que la pena del placer, que esta tormenta de transportes que quema y hace llorar. La felicidad suprema, aquella a la cual aspiramos, no es una aspiración (porque unicamente en el Tártaro la rueda de Ixión y la piedra de Sísifo dan vueltas eternamente), sino al contrario, un descanso delicioso, el farniente de la eternidad.
Los indios colocan la felicidad en la quietud, los ardientes italianos hablan del dolce farniente.
Los griegos atribuían la felicidad a los dioses y la virtud a la humanidad.
Pierde su felicidad al perder el objeto que debía garantizarla.
El oro es el excremento de la felicidad.


Creuzer

El sabio Sileno encarece a los hijos de la tierra, encarnados en la figura del Prometeo desdichadamente afanoso, la felicidad de librarse de las ataduras de la vida, que entrega a los mortales al juego del cruel destino.

 
Scott

La humilde perspectiva de la felicidad doméstica de una adhesión mutua e inquebrantable.
Poseía disposiciones muy felices para los negocios publicos.
Donde no nos sentimos a nuestras anchas, no podemos ser felices.
Se despidieron haciendo votos por su felicidad.
Vivir en una excitada felicidad.
Los veteranos del presbiterianismo eran personas de las capas medias, que debían su fortuna a su industria y felices especulaciones en el comercio o las minas. Recelan las pretensiones de la aristocracia del ocio ambiciosa y exclusiva y defienden celosamente sus derechos. Usan trajes oscuros, sombreros de copa alta y anchas alas, espadones suspendidos del cinturón por una simple correa, sin lazo, hebillas y adornos, cabellos cortados al rape. Grupo de puritanos de aldea.
Felicidad temporal. Moneda.
Feliz desenlace del proceso.

Los sucesos imprevistos, las casualidades sorprendentes, felices o desgraciadas, desafían los cálculos del ánimo humano y corren un velo impenetrable sobre el destino.
Groaning malt, cebada de los gemidos. Era una cerveza hecha con cebada, a la que se impide germinar con el calor y que se toma para celebrar un feliz alumbramiento.
(Guy Mannering)


Pascal

La imaginación dispone de todo. Hace la belleza, la justicia y la felicidad, que es todo en el mundo.


Austen

Reflexión sobre la felicidad.
Expresar Deseos de Bienestar y Felicidad.
(Amor y amistad)

Moneda de positiva felicidad.


La Mettrie

Un ansia feliz de imitar la pronunciación, ¿no podría poner en libertad los órganos de la palabra en animales que imitan otros signos con habilidad e inteligencia?


J. de Maistre

La ley visiblemente justa es que la masa más grande de felicidad, incluso la temporal pertenece, no al ser humano virtuoso, sino a la virtud. Si sucediera de otra manera no habría organización social.
Historia de las opiniones humanas. Disputa de los filósofos respecto de los verdaderos manantiales de la felicidad, o el summum bonum. Disputaban respecto de la ley.
(Las veladas de San Petersburgo)


Babeuf

Conseguir la felicidad común de los Pueblos.
La edad de oro y la felicidad social.
Los otros habitantes de Europa deben ser admitidos a gozar de nuestra felicidad para que, volviendo a sus países, lleven un deseo de imitación.
Si las masas pudieran iluminarse de golpe y sentir que transigiendo no hacen más que retrasar su felicidad indefinidamente.
Artes, ciencia, industrias, se desarrollarían y depurarían, buscando vías nuevas; recibirían un impulso sublime conforme a los grandes sentimientos, que una inmensa asociación de hombres felices haría nacer.
Concepciones grandiosas, las unicas dignas de una civilización real, que implica la felicidad común, las unicas que la caracterizan.
Las instituciones tienen que garantizar la felicidad común, la comodidad de todos los asociados.
La paz que es natural cuando todos son felices.
Los tribunales han concebido el verdadero sistema de la felicidad social. Han sentido que tenía que residir en instituciones capaces de garantizar y de mantener inalterablemente la igualdad de hecho.
El ensayo práctico de la igualdad de hecho fue emprendido felizmente por el tribuno Licurgo. Llegó a instaurar este sistema admirable, en el que las cargas y las ventajas de la sociedad estaban igualmente repartidas, en el que todos tenían lo suficiente y en el que nadie podía esperar lo superfluo.
La felicidad inalterable, sin mezcolanzas.
La felicidad publica y la independencia perfecta.
El nec plus ultra de la felicidad.
Máxima de justicia eterna. El fin de la sociedad es la felicidad común.
El verdadero sistema de felicidad social.
La felicidad inalterable, sin mezclas, la felicidad común, fin de la sociedad.
Lo que en otros tiempos era calor y coraje, lo que ardía con una llama ardiente por la felicidad publica y la independencia perfecta.
La felicidad perfecta, la felicidad general.
Activar, aumentar lo más posible estos elementos de fuerte voluntad, de determinación acentuada en favor de una verdadera regeneración, de la transformación de cosas, de una regeneración, que haga pasar a la mayoría de la condición de desgracia a la condición de felicidad para todos.
Yo llamo organización a una disposición, según la cual se garantiza la felicidad de la masa; y llamo organizadores a los que actúan por fundamentar y calcular las reglas de donde pueden fluir efectos dichosos.


Stendhal

Sentía una especie de terror que coartaba, al interrogar a un ser en el que la felicidad tenía también un aspecto frágil. Una felicidad ausente.
Por esta desgracia, se distrajo de su negra tristeza, olvidó la costumbre de buscar el juzgar de la cantidad de felicidad de que gozaba en el momento presente.
La simple felicidad de la amistad.
Aquel instante de felicidad fue delicioso.
Casi cada noche tenía la felicidad de poder hablarle, sin ser precisamente escuchado por los demás.
El amor más dichoso tiene sus borrascas: vive de sus terrores y de sus felicidades.
La felicidad tranquila y perfecta que penetraba la dulce amistad, la sentía vivamente y esperaba cambiar de carácter.
Su felicidad le hizo desertar de razonamientos severos sobre muchas cosas.
Se permitía saborear en la imaginación la felicidad de cesar de sentir.
Tuvo durante un rato la felicidad de poder llorar.
Salió del castillo con el sentimiento que tendría marchando a la muerte.
Felicidad imprevista.
Una duda venía en ocasiones a turbar la felicidad.
Felicidad llena de sentimiento, en la cual la vanidad y la ambición no participaban.
La suprema felicidad.
La felicidad artificial. Sueño.
Descontento por no saber simular la felicidad.

El instinto de la felicidad natural en todos los seres.
Torrente de felicidad.
Embelesada por la felicidad de amar.
Feliz casualidad.
Felicidad arrobadora.
El cese del dolor punzante, hijo de la sospecha, la presencia de una felicidad como jamás había soñado, le produjeron arrebatos de amor.
Había gozado una felicidad insólita.
Lo que constituía su superioridad fue precisamente lo que le impidió gustar la felicidad que le salía al paso.
Su felicidad tenía la fisonomía del delito.
Una felicidad divina.
La habían convencido de que, en razón a sus ventajas, de nacimiento, de fortuna, tenía que ser más feliz que otra cualquiera. De aquí proviene el hastío de los príncipes y sus locuras.
Pero había también un gran orgullo en el carácter, y el nacimiento de un sentimiento, que hacía depender de otro su felicidad, iba acompañado de una negra tristeza.
La felicidad, omnipotente en una inteligencia superior, hubo de sostener una larga lucha con la dignidad y con los sentimientos de los deberes vulgares.
Grado de desvarío y de felicidad.
La felicidad le había devuelto la energía de su carácter.
La fatiga se impuso por fin a la felicidad y, al asomar el sol, cayó en un profundo sueño.
Las altas cumbres de la felicidad.
Le invadían los recuerdos de la felicidad pasada y destruían en un instante la obra de la razón.
La besó con una sensación de felicidad completamente nueva para él. Ya no era la embriaguez del amor, sino la suma gratitud.
El delirio de la felicidad se imponía a los consejos de la prudencia.
Encontró a su prima mucho menos alegre y mucho más feliz.

El conde Argout, un hombre cuya felicidad estriba en leer dos o tres volúmenes de novelas para asistentas, diariamente.
Yo tenía igual carácter que de niño. Mi manera de ir a la caza de la felicidad no se había transformado en el fondo, con esta excepción; ya estaba, con respecto a lo que constituye la realidad física del amor, en igual situación en que estaría César si volviese al mundo con respecto al empleo del cañón y de las armas cortas.
Sensaciones exquisitas y conmovedoras de felicidad en el viaje.
La dificultad, la nostalgia profunda de describir mal y de estropear de esa manera un recuerdo celeste, en el cual el tema sobrepasa con mucho las palabras -esta expresión está tomada de un verso de Francisco I, y Stendhal la repetirá cuando cuenta sus momentos de felicidad-, me causa una verdadera pena en vez del placer de escribir.
Detesto el populacho (para conectarme con él), al tiempo que con el nombre de pueblo deseo ardientemente su felicidad y creo que sólo es posible procurársela haciéndole preguntas sobre cuestiones importantes, incitándole a nombrar diputados.
El paisaje, el ideal de la felicidad voluptuosa.
¿La música me gusta como símbolo, como recuerdo de la felicidad juvenil, o por la música propia?
Grado de felicidad.
Fondo de felicidad real.
Perfecto arrebato de felicidad.
Una pausa de felicidad apasionada y total.
Este amor celestial, apasionado, este amor que me había arrebatado de la tierra, para llevarme al país de las quimeras más divinas, más deliciosas, más deseables, no llegó a lo que se denomina felicidad, hasta Septiembre de 1811.

Aquellos dos corazones, para quienes las sensaciones procedentes de su amor eran felices.
Si los hombres supieran valorar su felicidad, no por la infinita insaciabilidad de sus deseos, sino por el goce general de los honores que poseen.


Chénier

Luego cogió la flor del moly, que a los hombres
Hace prudentes, sabios y felices.


Constant

Pirro, rey de Epiro (318-272) anunció a su consejero Cineas su pretensión de invadir Italia y Grecia y vivir después tranquilo y feliz. Cineas le instó a vivir feliz sin afrontar primero tales peligros.
Amamos en la patria la posibilidad de la tranquilidad, de mil distintos tipos de felicidad.


Byron

Luna llena, brillaba felizmente el púdico astro.
(Don Juan)


Shelley

Disfrutar de la mínima, pero real felicidad.
Atendamos a los razonamientos de los epicúreos y convengamos que <<no hay placer más que en la satisfacción de los sentidos>>. Pero desecho el placer si puedo disfrutar de la felicidad. Bien pueden los estoicos argumentar que <<débil es quien imagina que existen los buenos sentimientos y más débil aun quien se somete>>. Incapaces de imaginar que nada, salvo lo material, es capaz de ejercer su influencia sobre la humana naturaleza. Porque si soy capaz de disfrutar de un placer inocente y afín, imposible de explicar a cualquier extraño, me siento satisfecho.
(St. Irvyne o el Rosacruz)

Con sus sueños felices los hombres y las bestias recobrarán sus fuerzas.
Gloria del Titán, ser benévolo, grande, feliz, hermoso y libre.
(Prometeo Liberado)


Chateaubriand

¿Tienen menester los hijos de las cabañas de muchas cosas, para ser felices?
Felices los que mueren en la cuna, porque no han sentido, sino los besos y las sonrisas maternales.
Conceptuarse feliz.
Más feliz que la nueva esposa, la cual siente agitarse por primera vez en su seno el fruto de su amor.
La sencillez que constituye la felicidad.
Sueño feliz.
Colmo de la felicidad.
Los ensueños de felicidad en los que mecía mi corazón.
Ocultando con una esposa querida mi felicidad, en el seno de los bosques.
Tocar la suprema felicidad y no poder disfrutarla.
Ensueños de felicidad.
Engañado en los dorados ensueños de felicidad.
(Atala)

Felices aquellos que han terminado su travesía sin haber abandonado el puerto, sin haber arrastrado inútiles días sobre la tierra.
La felicidad de los pueblos que honran las leyes.
Si tuviese la locura de creer posible la felicidad, la buscaría en la costumbre.
Felicidad de hallar un abrigo en la tempestad.
No hay felicidad, sino en las sendas comunes.
(René)

Una existencia de alegría y felicidad.
(El ultimo abencerraje)

La felicidad campestre.
Una feliz travesía.
Muy felices son aquellos viajeros que se contentan con recorrer la Europa decadente sin llegar a penetrar aquellos países que antes fueron célebres con los que el corazón padece cada instante.
El magnífico Delta al que para ser feliz solo le falta un buen poder político.
Escapar con bastante felicidad.
Los tiernos deseos de felicidad que una madre forma sinceramente por su hijo.
(De París a Jerusalén)


Hegel

Feliz se expresa de aquel que se halla en armonía consigo.
De felicidad sólo es susceptible la vida privada, que puede encontrarse en muy distintas circunstancias externas.
(Lecciones sobre la Filosofía de la Historia)

Reflexión referida a los instintos. Felicidad, valor total de la educación.
Bienestar o felicidad.
(Líneas de la Filosofía del Derecho)

La cosmología investiga el mundo, su contingencia, menester, eternidad, limitación en el espacio y el tiempo, las leyes formales en sus transformaciones, la libertad humana y el origen del mal. Se coloca aquí como formando oposiciones totales la contingencia y el menester, el menester exterior e interior, las causas eficientes y finales, o la causalidad en general y el fin, la esencia o sustancia y el fenómeno, la forma y la materia, la libertad y el menester, la felicidad y la desdicha, el bien y el mal. Esta cosmología tiene por objeto la naturaleza y el ánimo en las referencias complejas de su existencia exterior, en su existencia fenomenal y, por tanto, la existencia en general, el conjunto de los seres finitos.
La filosofía moral que dominaba en época de Kant era el eudemonismo. El fin de la vida humana era la felicidad. Como por felicidad se entiende la satisfacción de las inclinaciones, deseos, menesteres, era lo contingente y particular lo que el eudemonismo había erigido en ley de la voluntad. Kant vino a oponer a esta doctrina la razón práctica y proclamó el menester racional de una delimitación de la voluntad general y obligatoria para todos.
La felicidad se representa como una existencia inminente y general; el bienestar como justo con referencia a la moralidad es algo particular.
(Lógica)

El ideal, quedando encerrado, libre e independiente en el seno de lo sensible, aparece encontrando su dicha y felicidad. Bajo este aspecto, se puede colocar en el punto culminante del ideal y como rasgo esencial esta calma llena de serenidad, esta dicha inalterable, que copia en la fruición de su ser una cualidad que se basta y satisface. La existencia ideal en el arte aparece como una especie de divinidad bienhechora. Para los dioses que gozan de la felicidad, no puede haber nada serio en los menesteres de la vida real, en las pasiones que nos agitan y en los intereses que dividen el mundo de la existencia finita. Esta potencia de la personalidad, este triunfo de la libertad concentrada, la reconocemos en las creaciones artísticas del tiempo pasado, en la calma y la serenidad de los personajes representados. Y tiene lugar en la felicidad exenta de lucha, e incluso cuando el sujeto termina de ser alcanzado por uno de esos golpes terribles de la suerte, que rompen la existencia.
La simple determinación del ideal ofrece como atributos esenciales, la amable inocencia de una felicidad celestial, o el reposo inalterable, la majestad de una fuerza libre, que se enriquece. La excelencia, la perfección que conviene a la existencia sustancial.
(Estética)


Schopenhauer

El fin de la ética estoica se encamina a la dicha. Las virtudes tienen como finalidad la felicidad, se expone en la presentación de la Stoa, hecha por Estobeo, "Extractos de física y ética".
Punto de vista de Zenón. Para conseguir el bien supremo, la felicidad a través del sosiego del ánimo, debe vivirse en armonía consigo.
La felicidad no es algo que nos ocurra originariamente, ha de serlo de un deseo. Pues el deseo, la carencia, es la condición previa de cualquier goce. Por eso la satisfacción o la felicidad nunca puede ser más que la liberación de un dolor, de un menester.
El puro experimentar avolitivo, que es de hecho la felicidad pura.
Los sistemas éticos y filosóficos pretendieron poner en conexión la virtud con la felicidad
La esencia íntima de la virtud se revelará como una tendencia opuesta a la felicidad, al bienestar y a la vida.
Los prolijos y agudos debates mantenidos por Cicerón, las renovadas indagaciones sobre si realmente la virtud bastaba, para una vida feliz.

Paz, tranquilidad y felicidad habitan allí donde no haya ningún donde ni cuando. La felicidad no puede habitar donde no hay lugar más que para el <<devenir y nunca ser>> de Platón.
(El arte de insultar)


Pushkin

Olas libres y felices.
(El Zar Saltán)


De Maistre

Necker, "Sobre la felicidad de los necios", 1782.
(Expedición nocturna alrededor de mi cuarto)


Hugo

Tránsito repentino del colmo de la felicidad a la ultima adversidad.
Los niños aceptan en seguida y familiarmente la alegría y la felicidad, siendo por naturaleza felicidad y alegría.
La nobility inglesa arroja sobre la silla de posta de los novios una granizada de chinelas rotas y zapatos viejos, en recuerdo de Churchill, desde que Marlborough o Malbrouck se vio atacado el día de su casamiento, por la cólera de su tía, a cuyo ataque debió su felicidad.

Deseamos que los países consigan una felicidad, que no consiste sólo en la obediencia.
La concordia se condensa en felicidad y la decadencia de la civilización se resume en armonía.
(William Shakespeare)

Tesoros, títulos, felicidad.
Paz, felicidad y salud.
La felicidad es seria y busca corazones de bronce para grabarse lentamente. El placer la asusta.
(Hernani)

El porvenir, las fiestas, las danzas, los torneos, los diálogos de amor al fondo de los bosques y cien y cien placeres que la noche cubrirá con sus alas. Dos amantes felices.
(El rey se divierte)


Balzac

Corona de rosas de la felicidad.
Dotado de feliz memoria.

Un país embrutecido es feliz. Si no tiene el sentimiento de la libertad, tampoco siente sus inquietudes y borrascas; vive como los pólipos; puede dividirse en dos o tres fragmentos, porque cada fragmento será un país completo y vegetante, apto para ser comandado por cualquier ciego armado con el báculo pastoral. Produce esa maravilla humana la ignorancia; la que puede aguantar el despotismo, a la vez que este tiene menester para vivir de tinieblas y oscuridad.
La felicidad conyugal es igual que la política, una felicidad negativa.
(Fisiología del matrimonio)

¿Podría encontrar la felicidad fuera de las leyes en las que la sociedad, con razón o sin razón, funda su moral?
(La mujer de treinta años)

Humea el incienso de la prosperidad, sobre el altar de las felicidades arden sus llamas, circula un aire perfumado.
(Cesar Birotteau)

La felicidad estriba en el bienestar de la vida, en los goces sociales; el sentimiento es un papel.
Un acto asombroso de felicidad, ejecutado sin reflexión ni interés oculto.
Pensión honorable y prestamente arreglada por gentes felices de tener una plaza libre; liquidada a razón de mil setecientos francos.
Felicidad inaudita.
Un comienzo de felicidad.
Desplomarse la felicidad.
Aportar la felicidad.
Una conferencia de la que dependía la felicidad de la familia.
Poner una sombra de razón en la locura, que comprometía la felicidad. O la felicidad es la absolución de esa temeridad.
Una frase que hubo de repetirse, como todos los epigramas felices.
Buscar la piedra filosofal de la felicidad en el matrimonio.
El cielo era de color de rosa y el aire violáceo, cual esos templos de Himeneo, al final de esos espectáculos de magia, que terminan con felicidad.
Mimos y felicidad.
Las proximidades de la felicidad, para los verdaderos amantes.
Abandonar una felicidad de diez años como se abandona una capa.
Hacer castillos en el aire, llenos de felicidad, en los momentos que preceden al sueño, en esa hora que en nuestro entendimiento nacen confusas las imágenes y con el silencio de la noche, la mente adquiere una fuerza mágica.


Dickens

Corona de la felicidad.
El ser humano cuida de los amigos que no ha probado. Recuerda los muchos ofrecimientos de ayuda que se le hicieron liberalmente por sus optimistas camaradas en los tiempos que no los precisaba. Abriga la ilusión de la inocencia feliz y, aunque se abate al recibir el primer golpe, renace en su pecho y florece por breve tiempo, hasta que perece ante la evidencia del desaliento y el abandono.
Los mejores deseos, como dijo el otro cuando abandonó a su esposa por no ser esta feliz a su lado.
Breve temporada de felicidad y esparcimiento.
(Pickwick)

Feliz disposición de las cosas.
Peculiares costumbres de autocomplacencia. Descuidan el primer deber vital, la feliz justicia retributiva.

Riqueza, felicidad, bienestar, libertad y existencia de un pueblo grande y libre.
(Nicholas Nickleby)

Caras alegres, voces animadas, palabras de cariño, corazones amantes y lágrimas de felicidad en un hogar tranquilo.
Que el Cielo conceda a nuestro viaje una feliz consecuencia.
(Almacén de curiosidades)

Un motivo de inefable consuelo y felicidad.
Feliz de saber que me depositaba en manos de un ser humano excelente.
Era el feliz inicio de un tonificante día de comienzos de invierno, de esos que harían ruborizar al lánguido verano (del que se habla cuando no puede tenerse) y que avergonzaría a la primavera por ser fresca sólo a medias.
Desear suerte y felicidad.
Sería meritorio ser feliz en algún sitio con la aptitud de hacerme desdichado.
Huir ilegalmente de su felicidad.
Una felicidad excesiva.
Es una alegría hacer felices a los jóvenes.
Una velada muy feliz.
Felicitar calurosamente.
Oh, moralistas, que habláis de la felicidad y del respeto por uno, innatos en las esferas de la vida y que ilumináis los granos de polvo de los caminos.
Encargarse del progreso y la felicidad.
La feliz hora del próximo encuentro.
Labrar felizmente camino en la vida.
Tranquila y feliz.
Felices de estar unidos como si fueran al paraíso.
Feliz como una perdiz.
Esta feliz crónica puede ofrecer Libertad y Sensibilidad Moral a sus ilustres compañeros.
Anticipación de la felicidad.
Comunicar la feliz noticia.
Hay algunas personas felices, para quienes el tiempo transcurre al revés.
Una feliz característica de la doble vocación era que le atraía idénticamente lo joven como lo viejo.
La felicidad de la persuasión.
Felicitarse por cobrar un peaje.
Para la felicidad y la paz del ánimo, dar un paso decidido.
Dando la vuelta con la felicidad pintada en el rostro.
Felicitándose de su suerte.
Felicitar de forma calurosa por la buena suerte.
Desear felicidad.
Se sintió más feliz que nunca.
El rostro rebosante de felicidad.
Llevaba una vida discreta, feliz y estudiosa en armonía con sus inclinaciones.
Una extraordinaria, feliz y favorable conjunción de circunstancias.
La vida feliz, garantizada.
Momentos felices, caminata feliz, despedida feliz, sueños felices.
Abrumado y agobiado por la perspectiva de su inminente felicidad.
Agradecida y feliz.
Felicidad doméstica.
Lágrimas de felicidad.
Merecer ser feliz.
Lo bueno y bello hace mejor y más feliz.
Todo era felicidad, no había distancia ni tiempo.
Feliz, orgulloso, contento y sorprendido.
Felices circunstancias.
Felicidad y simpatía.
Vida tranquila, sosegada y feliz.
(Martin Chuzzlewit)

Platos sazonados por la felicidad, condimento precioso.
(Nuestro común amigo)


Musset

Viva la novela vieja, de hojas felices
que, tendida en el césped, lee la enamorada.

Contaba las probabilidades de dolor y felicidad, jugándose atrevidamente la vida.
(El lunar)

Favor concedido a pocos, es raro que una felicidad nueva no destruya una pasada felicidad.
Que la felicidad de los hombres no sea más que un sueño es muy duro; pero que el mal sea irrevocable, eterno, imposible de transformar, no puede permitirse.
Un demonio más bello que Gabriel; la libertad, la patria, la felicidad de los hombres.


Spencer

El establecimiento de las máximas de perfección y felicidad.
(Primeros Principios)

La idea del progreso social es teleológica, solo se examinan las transformaciones que tienden a aumentar la felicidad humana.
(Creación y Evolución)


Collins

Música, idioma más feliz.
Satisfacción de ir mejorando, que pertenecía a la vida y la felicidad perdidas del pasado.
El curso del Tiempo fluyó feliz y apacible.
(La dama de blanco)

Hay ocasiones que la felicidad del presente depende de la verosimilitud del futuro.
(El Secreto)

Crueldad en sacrificar la felicidad por un miserable escrúpulo de delicadeza, por un temor irracional a la opinión del mundo.
(Dos Destinos)

Feliz mezcla de los extremos, la sumisión que roza con la independencia y la independencia que roza con la sumisión, que no logra ningún otro pueblo más que el escocés.
Moralmente un Animal pisoteará mi felicidad.
Nuestra pobre y escasa posición de felicidad  se encuentra a merced de la caprichosa Casualidad.
Perspectiva de felicidad.
(Marido y Mujer)


Thackeray

Esta congoja amarga e irremediable, que domina a los hombres cuando reflexionan en los felices tiempos idos ya.
(La Feria de las Vanidades)


Ch. Brontë

Se conseguiría la felicidad y el bienestar de todos si cada uno supiera cuál es su suerte y se aferrara con tenacidad.
Monotonía y muerte, opuesto a transformación y felicidad.
(Shirley)

Felicidad. Resplandor magnífico saliendo del cielo, rocío divino.
(Villette)


A. Brontë

El crecimiento del amor lleva consigo el amuleto de la felicidad, cuando es mutuo y puro.
Verdadera personificación de la desenvuelta felicidad del amor.
Reencontrada la felicidad y el renacimiento de mi ilusión y amor.


E. Brontë

Muchos no podrían imaginar que la felicidad exista con una vida completamente apartada del mundo.
Acontecer algún feliz percance fuera del común curso de las cosas.
Vivían con una honda y creciente felicidad.
Preciso que algún ser viviente me acompañe con mi felicidad.
Ilusiones de un feliz desenlace.
Me siento feliz cuando velo un muerto. Percibo un reposo que ni la tierra ni el infierno pueden romper y siento la garantía de un futuro infinito y sin sombra la Eternidad donde han entrado, donde la vida no tiene límite de duración, ni el amor de simpatía, ni el gozo de su plenitud.
Era una criatura feliz, un ángel.
Feliz por encima de cualquier expresión.
Una feliz transformación de escenario y compañía.
Felicitarse de que el castigo hubiera recaído sobre otro.
Dar un consejo para hacer más feliz.
Distinguir felizmente el respetable carácter.
(Cumbres borrascosas)


Eliot

Formar la personalidad con un ambiente propicio de desarrollarla con la felicidad y la salud.
Feliz alucinación.
Momentánea resurrección a una anterior existencia más feliz.
(El velo alzado)


Gaskell

Extensa felicitación.
(Cranford)


Tocqueville

Los hombres muy decadentes pueden transformarse como seres iguales porque tienen a su disposición conductos análogos de alcanzar el bienestar y la felicidad. Entre estos dos extremos se encuentran la desigualdad de condiciones, la riqueza, la experiencia y el poder de unos; la pobreza, ignorancia y debilidad de los demás.
Para la gran empresa de las sociedades humanas aprecio la categoría social industrial aquella que ha recibido la especial y peligrosa misión de proveer por su cuenta y riesgo la felicidad material de los demás. El movimiento irreversible de la decadencia tiende a aumentar proporcionalmente la cantidad de aquellos que la componen. A esta causa hay que atribuir lo que sucede dentro del seno de las sociedades ricas, donde el bienestar y la indigencia se dan a la vez con mayores proporciones.


Comte

Los menesteres mentales constituyen el primer estímulo indispensable, para nuestros esfuerzos filosóficos. Reclaman una feliz combinación de estabilidad y de actividad, de donde resultan los menesteres simultáneos de organización y progreso, o de unión y extensión.
Felicidad personal.
Si la felicidad resulta de una acertada actividad, debe depender de los instintos simpáticos; puesto que los sentimientos benévolos pueden desarrollarse libremente en la condición social, mientras exige con menester una represión permanente de los impulsos personales.


Feuerbach

Entre los griegos, incluso en la feliz isla de Cronos, el hombre fallecía, pero dulcemente como si estuviera quedando dormido. No querían ser bienaventurados, sólo felices, vivir sin molestias y a la ligera.
El mayor deseo y felicidad del filósofo es reflexionar sin ser molestado.


Martineau

Un motivo de felicitación.
Una manera de vida favorable a la felicidad.
La extensión y variedad precisa para la felicidad.
Si el dinero, si el éxito aparte del objeto pudiera dar la felicidad.
La felicidad positiva y comparativa.
(La sociedad en América)


Stuart Mill

Mientras no se pueda enseñar a la capa profesional a hacer un mejor uso de las circunstancias favorables mejorando su experiencia intelectual y moral o elevando su nivel corriente de vida, nada permanente puede hacerse, los programas más prometedores terminan solo con una población más numerosa, pero no más feliz.
No puede darse una combinación de circunstancias más peligrosa para la felicidad humana que aquella con la que se mantienen a un alto nivel la inteligencia y el talento de la categoría del poder político, pero se desalienta y se obstaculiza fuera. Despotismo.
(Principios de Economía Política)

Los inventores además de la actividad de su cerebro tienen que ejecutar bastante actividad con sus manos para los modelos que construyen y los experimentos que tienen que hacer antes de que su idea se realice felizmente y tome cuerpo. No obstante, ya sea mental, ya sea corporal, su actividad forma parte de aquella con la que la producción se lleva a cabo.


Macaulay

Discursos abundantes de alusiones felices y apasionados llamamientos.


Ainsworth

Relativamente feliz.
Si la felicidad tiene una gota de ambrosía más dulce que las otras con su meliflua copa produce el gozar de la felicidad de una unión.
A qué bendita circunstancia debo esta imprevista felicidad.
La feliz ilusión de que vengan días mejores.
Temas de inspiración. El amor, los afectos y la felicidad.
La prosperidad, los honores y la felicidad semejaban aguardarle.
Inesperada felicidad.
Serena felicidad.


Stifter

No suponían que algo externo fuera preciso para su felicidad.
Felicitantes importunos.
Dos corazones se abrían a una completa aunque tardía flor de la felicidad.


Flaubert

Ilusión indefinida, vaga felicidad.
Calma impasible, peso sereno hasta la felicidad que la mujer le daba.


Melville

Si os felicitáis de estar cómodamente instalados, pero lo estáis por un tiempo demasiado largo, no podréis decir por mucho tiempo que seguís cómodos.
Efusivas felicitaciones.
Lograr realizar felizmente la liberación o el alumbramiento.
El invasor de la felicidad familiar.
El ser humano puede reducir o modificar sus ilusiones de felicidad inalcanzable; y no colocando esta dentro de una parte cualquiera del intelecto o la imaginación, sino con la mujer, el corazón, el lecho, la mesa, la silla de montar, la chimenea, el campo.
Nos casamos e imaginamos ser felices; cuando llega Libra, o las balanzas, se pesa la felicidad y se la encuentra deficitaria.
Aprovechar una feliz coyuntura.
Mientras las más elevadas felicidades terrenales esconden insignificante mezquindad, las aflicciones del corazón albergan una significación mística y con algunos hombres una grandeza arcangélica.
Huérfano de felicidad, no puedo soportar la desgracia de los demás si no es desesperada.
Aire feliz, alegre.
(Moby Dick)

Dormir. Condición de olvido feliz.
Causas de irritación, que el ingenio del ser humano ha creado, para estropear su felicidad. Procesos legales hipotecarios, letras protestadas, cuentas que pagar, deudas de honor, abogados de procesos legales de faltas, para fomentar la discordia, respaldando a sus clientes, para llevar a pleito y derribándolos a todos.
(Taipi)


Emerson

Ver la verdad, compartir la felicidad.
(Hombres representativos)


Baudelaire

Un país maravilloso, donde los relojes marcan el compás de la felicidad con una solemnidad más significativa, más honda.
Libros en boga en aquellos tiempos, versaban sobre el arte de hacer felices, sabios y ricos a los pueblos en veinticuatro horas.


Gautier

Joven, guapo, rico, con muchas razones para ser feliz.
Un poético y misterioso rincón donde, cosa rara, la riqueza semejaba albergar la felicidad.
El límpido cielo azul de su felicidad.
Un rápido rubor de felicidad matizó sus transparentes mejillas.
(Avatar)


Hebbel

Encantadora felicidad.
La fragante y humilde violeta que te preste señal de que se esconde ante tu vista más de una cosa que te hará feliz.
El mayor dolor escogido por el destino para ser el dador de la mayor felicidad.
Quebrantar la felicidad.


Liermontov

Feliz siglo XVIII.
(Vadim el Jorobado)

Todos quieren que los demás sean felices, según imaginan, hiriendo el corazón de una manera incurable.
La historia de la gente feliz no suele ser divertida.
Decidme si puede ser feliz el que se hace pesado con su presencia.
(Un hombre extraño)

Ningún dinero puede enseñar a ser feliz.
(La Princesa Ligovskaia)

Un sueño feliz, divino, me ha estropeado el día. Cosa extraña los sueños. Es el forro de la vida y es más agradable que la realidad. Yo siento su realidad, su pueril atractivo. Quién sabe si después de la vida existirá el yo. El Universo no sería más que un trozo de barro.
(Cartas)


Dostoievski

Chistoso y feliz retruécano.
Harto generoso cuando es feliz.
(El eterno marido)

Tipos para los que no representa demasiado la opinión publica, que no se atrevan a decir alguna vez la verdad. Saben administrar un bombón relleno. Felicitar acertadamente.
Aliento de rosa de la felicidad y virginal candor en el rostro amable.
Feliz desenlace de su propósito.
(El doble)

Estilo felizmente florido.
(El señor Projarchin)

Aplastada por la felicidad.
(Humillados y ofendidos)

Razón, provecho y felicidad de todos.
(Stepantchikovo)


Hawthorne

Gozar la felicidad humana.
La felicidad llega incidentalmente.
(Historia del Valle Feliz)

La figura de un ser humano de paz, predicador de la sabiduría y esparciendo el bien a manos llenas, haciendo la felicidad del pueblo.
Soñando ilusiones utópicas y programas sublimes para alcanzar la felicidad de todos los hombres, semejaba que hubiese hablado con los ángeles y que estos le hubiesen infundido su sabiduría suprema.
(La gran casa de piedra)


Heine

El amor dichoso que un tiempo me hizo infinitamente feliz. Mi alma se refugia tras sus sombras frescas cuando el polvo y el calor de la vida diaria me agobian insoportables.
Feliz y contento.
(Noches florentinas)

Poder hacer feliz a la humanidad
Reflexiones respecto de la felicidad del mundo.
Solo un corto tiempo está concedido a los hombres para buscar la felicidad; deben atraparla pronto, apretarla a su corazón antes que vuele lejos.
(Memorias del señor de Schnabelewopski)


Carlyle

Las puertas de la felicidad.
La felicidad de una autoconciencia que aprueba.
Si la felicidad es nuestra verdadera finalidad entonces todos estamos extraviados.
Con un símbolo hay ocultamiento y sin embargo manifestación. Es aquí donde la fantasía con su místico país de las maravillas entra en el pequeño dominio prosístico del sentido y se incorpora a él. Con un símbolo hay más o menos clara y directamente alguna encarnación del infinito; el infinito se funde con lo finito; se hace visible y alcanzable allí. Con los símbolos consecuentemente el ser humano es guiado, se lo hace feliz o desdichado.
(Sartor Resartus)

Felices como el eupéptico (sustancia que ayuda a la digestión) Curtis, el cerdo más gordo de Epicuro.
(Pasado y Presente)


Ostrovski

El ser humano era feliz cuando habitaba las cabañas. Cuán es de lamentar que nos hayamos separado de la sencillez primitiva, que nuestras referencias patriarcales y las prevenciones que se tomaban con el patriarcado respecto de nuestros hermanos inferiores hayan caído bajo el desuso.
Experimentar el menester. Vida nada feliz.
Infeliz es el que no sabe complacer y ser ruin. Donar poca herencia.
Infeliz con los estudios.
Nieschastlitsev y Schatlitsev, patronímicos formados con los términos infeliz y feliz.
La felicidad vale más que el dinero.
Que te sea concedido todo género de felicidades.
Cuando se es feliz las personas se hacen mejores, más honorables.
Cooperar con la felicidad.
La felicidad no irá detrás de ti si huyes de la felicidad.
Soñar con la felicidad de ser su esclavo, de estar a sus pies.
Desear bienestar y felicidad.


Burckhardt

Niebuhr. Diógenes reputaba la falta de patria por una verdadera felicidad y se llamaba propiamente apolis.


Hauff

Sueño profundo. Feliz inconsciencia.


Keller

Al despertar estaba ahogado y embriagado con una abrasadora fuente de felicidad.
Cínicos. Escuela de filosofía fundada por Antístenes (444-365), discípulo de Sócrates. Su máximo representante fue Diógenes de Sinope y tuvo como características el desprecio por las cosas materiales y por la especulación abstracta, proclamando un ideal de felicidad cimentado en la vida, según lo natural.
Filosofía de Epicuro (342-270). La felicidad es el bien de la vida y la ética debe orientarse hacia su consecución. El verdadero bien se define como la serenidad de la mente y la liberación del menester y del dolor, siendo el camino para alcanzarlo el autodominio y el uso racional del placer. Se ha atribuido al epicureísmo una tendencia hacia el hedonismo, pero se confunde la felicidad con el simple placer sensual.
Doctrina filosófica del estoicismo, desarrollada entre los años 300 y 200. Para el estoico, la felicidad reside en la realización del bien supremo; la virtud moral. El ser humano sabio debe utilizar su razón y dominar las pasiones y los afectos irracionales, despreciando el dolor y el placer.
Resplandecer la patria eterna de la felicidad.
La felicidad de la sabiduría también forma parte de la verdadera felicidad, porque es sencilla y franca y es de comienzo a fin aquello que puede ser; señala hacia delante, haciendo que uno olvide la propia fragilidad por encima de la inalterable vida de la ley.
(Enrique el Verde)


Mistral

Juvenal, hablando de un ser feliz, le llama hijo de la gallina blanca.
(Mireya)


Christina Rossetti

Lo hizo muy feliz con sus encantadores modales.
Brillaba expansiva con una felicidad generosa.
Amable felicidad.
(Lugares comunes)


Trollope

Feliz con la vida privada.
Los días más felices cuando terminaran sus tribulaciones.
Comparativamente felices.
Con una andanada de apasionado amor permitió brotar los sentimientos que albergaba su corazón mezclando como hacen los hombres algunas verdades con muchas falsedades.
Darse aliento con el silencio que otorga y sentir el júbilo del enamorado feliz.
La dulce ociosidad de la felicidad conyugal.
(El Custodio)

Dulce encanto de la felicidad conyugal.
(El Doctor Thorne)

Se acerca la eternidad con su gloria y felicidad.
Tachar de rufián maniobrero sin escrúpulos dispuesto a destruir la felicidad de una familia a través de un plan malvado.
Unas cuantas palabras que bastaban para ser feliz.
Volvía a ser feliz, aunque reptaba por su pecho la sombra de algún presentimiento, de un anticipo de pena.
Felicidad futura.
Ileso, feliz, dichoso.
(Ojo por ojo)


Ruskin

La mejor y más rica consecuencia de riqueza y felicidad para todos seguiría de la perseverancia del sistema de comunicación verdadera y de la actividad común.
Una población sabia implica la búsqueda de la felicidad como la del alimento.
Buscar no una  mayor fortuna sino una felicidad más profunda.
El aumento del numero de la población cuanto sea compatible con su felicidad.
("Hasta el ultimo" y otros ensayos de Economía Política)

Hasta hoy, sólo mediante la actividad y con ilusión ha podido el hombre hallar la felicidad, el talento y la virtud.
En la proporción exacta en que los hombres han sido aptos para tales cosas, amor, razón, disciplina, en que han sido enseñados a amar, a reflexionar y a soportar el sufrimiento, son distinguidos, felices, expiran tranquilos y su recuerdo es, para su raza, un honor y un beneficio perpetuos.


D´Aurevilly

La felicidad de los que se ocultan.


Wagner

Felicidad, patrimonio de los ángeles, sublime corona de los celestes goces.
(Tannhäuser)

Felicidad consagrada por el engaño.
(Tristán e Isolda))


Nietzsche

La filosofía se separó de la ciencia cuando planteó la cuestión, ¿cuál es la exploración del mundo y de la vida con la que el hombre vive más feliz? Esto se hizo ya en las escuelas socráticas. Mediante la consideración de la felicidad, se ligó las venas de la investigación científica.
Pandora trajo la caja llena de males y la abrió. Era el presente de los dioses a los hombres, un hermoso presente de seductora apariencia, llamado la "caja de la felicidad". Al abrirla, salieron volando todos los males, seres vivientes con alas. Desde entonces, rondan en torno nuestro y atormentan a los hombres día y noche.
Hoy el ser humano tiene propiamente la caja de la felicidad e imagina maravillas del tesoro que posee; pues no sabe que era la caja de los males y considera el mal que quedó en su fondo como la más grande de las dichas.
La belleza más distinguida es la que no nos cautiva de un solo golpe, la que no libra asaltos tempestuosos y embriagadores, sino la que se insinúa lentamente y un día, en sueños, toma posesión completa de nosotros. Deseamos ante el aspecto de la belleza ser bellos, nos figuramos que hay felicidad.
(Humano, demasiado humano)

Máxima de los estoicos. El virtuoso es el más feliz.
Se ha fomentado el desarrollo de las ciencias. Se creía en el menester de la experiencia, en referencia entre la moral, la ciencia y la felicidad.
Epicuro. Gozar de la felicidad vespertina de lo arcaico, felicidad de una visión, voluptuosidad modesta.
Los artistas están permanentemente transfigurando aquellas situaciones y cosas, que se estima proporcionan al ser humano el sentirse bueno o grande, ebrio o feliz o sano y sabio. Estas cosas y situaciones escogidas, cuyo valor para la felicidad humana se estima incontestable y garantizado, constituyen la materia de los artistas.
Cuando Prometeo se apiada de los hombres y se sacrifica, es feliz y grande; pero cuando envidia a Júpiter los homenajes que le rinden los mortales, ¡entonces sufre!
(La Gaya ciencia)

Los bien nacidos se autoconsideraban los felices; la actividad formaba parte de la felicidad. Eupráttein, obrar bien, ser feliz.
Idea de felicidad de los impotentes. Paz, sábado, algo pasivo, humillarse pasajeramente.
Los griegos no tenían un condimento más agradable que ofrecer a los dioses para su felicidad, que los goces de la crueldad. Sentido final de las guerras troyanas y otras crueldades trágicas.
Schopenhauer. Su cólera le ayudaba, como a los cínicos, de bálsamo, alivio, premio y remedio frente el hastío; esa era su felicidad.
(Genealogía de la moral)

La belleza artística ha consistido siempre en la representación del hombre feliz, según la idea de felicidad que tiene una época, un pueblo o una persona singular, que se autolegisla gustosamente.
Felicidad. Experiencia. Inventar (Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza). Intuición.
(Aurora)

Según los estoicos, la felicidad, no el placer, es el bien supremo y consiste en la virtud, la cual consiste a su vez en vivir, según la naturaleza. Un ser como la naturaleza, derrochadora, indiferente, carece de pretensiones y cautela, de piedad y justicia, es feraz y estéril e incierta. Vivir ¿no es cabalmente un querer-ser-distinto de esa naturaleza, evaluar, preferir, ser injusto, limitado, querer-ser-diferente?
En cualquier agrupación bien estructurada y feliz, los que mandan se identifican con los éxitos del grupo.
Nadie tendrá por verdadera una doctrina sólo porque haga felices o virtuosos a los hombres. La felicidad y la virtud no son argumentos.
General y verde felicidad. Prado del rebaño.
Un ser humano de una época de disolución, la felicidad en armonía con una medicina y una mentalidad tranquilizantes, felicidad del reposo, tranquilidad, saciedad, unidad final.
(Más allá del bien y del mal)

Praxis simple y amable, felicidad budista factible de alcanzar en la tierra.
(La voluntad de poderío)


Tylor

Promover la bondad, el poder y la felicidad del ser humano.
Artemidoro. Abrazar a una persona querida es un agüero felicísimo. Soñar con la muerte significa felicidad y larga vida.
El monstruo devorador de hombres se inserta en la Saga de Eirek escandinava. Eirek, viajando hacia el Paraíso, llega a un puente de piedra guardado por un dragón y, metiéndose en sus fauces, comprueba que ha llegado al mundo de la felicidad.
El argumento de Adam Clarke, en favor de la vida futura de los animales, se funda en la justicia abstracta. Aunque no pecaron, están envueltos en los sufrimientos del pecador y no pueden tener la felicidad que les está destinada, por lo que se muestra razonable que la tengan en una situación futura.
Creencia de los clásicos en un paraíso en las Islas Afortunadas del lejano Océano occidental. Hesíodo habla de los semidioses de la cuarta Edad, entre la Edad de Bronce y la Edad de Hierro. Cuando la muerte terminó con aquella raza valiente, Zeus les garantizó en los confines de la Tierra, una vida y un hogar, apartados de los hombres y lejos de los eternos. Allí Cronos reina y viven despreocupados en las Islas de la Felicidad, al lado del Océano de profundas corrientes, campeones dichosos, para quienes el campo de grano produce tres cosechas al año, el fruto de la dulce miel. Estas Islas de los Bienaventurados, las moradas de los ánimos bienaventurados de los muertos, pasaron a ser identificadas con los Campos Elíseos.
La teoría de la retribución en la vida futura incluye la creencia en diferentes grados de felicidad futura, en distintas regiones del otro mundo, asignadas a los hombres, según hayan sido sus vidas en este. Se mantiene una conexión entre la vida del ser humano y su felicidad o desgracia después de la muerte, como un artículo definido de la teología.
Convirtiendo en entidades animistas las recónditas operaciones de la mente humana, una filosofía dualista concebía adscritos a cada mortal un genio bueno y un genio malo, cuyos esfuerzos, a lo largo de la vida, le empujaban hacia atrás y hacia delante, hacia la virtud y el vicio, hacia la felicidad y la miseria.

Triplemente feliz.
En el Brahmanismo y en el budismo, la resolución de las acciones buenas y malas, en su precisa consecuencia de felicidad y de desgracia, es la clave de la filosofía de la vida.
Manifestaciones reales que la filosofía primitiva atribuyó a influencia demoníaca. La histeria y la epilepsia, el delirium y la manía y otros desarreglos semejantes, corporales y mentales. Es en el mundo decadente, bajo la influencia de las doctrinas médicas, que han ido desarrollando desde los tiempos clásicos, donde la originaria teoría animista de estos fenómenos morbosos ha sido gradualmente desechada por los conceptos más en consonancia con la ciencia moderna, con gran provecho para nuestra salud y nuestra felicidad.


Daudet

Felicidad completa, profunda.
Proporcionar felicidad.
Eran gentes que no se contentaban con ser felices, sino que gozaban viendo cómo lo eran y saboreaban su felicidad, hasta el extremo de despertar a uno el apetito de ser igualmente feliz.
Soñar con una felicidad, que retozaba en las noches de verano, en las que gozar de una vida campestre.
Felicidad formada con tristezas y lágrimas.
La felicidad, el amor honrado y juvenil.
Total embriaguez de felicidad.
(Safo)

Paleta de la felicidad. Verde de agua, de cielo y de amarillo paja.
La verdadera felicidad consiste en poderse desarrollar libremente en todos los sentidos y ser todo lo que se puede ser.


Boucicault

La entrega sincera de mi vida para hacer feliz la tuya.
Esparcir felicidad.
(La cuarterona)

Eres un niño, no puedes ver más allá de tu felicidad.
Soñé con una felicidad que nunca podré esperar.
Ha consternado a nuestros invitados, sembrado el terror en nuestro festival y transformado el recuerdo de esta noche que debería haber sido feliz como tristeza y vergüenza.
(The Colleen Bawn)

No siendo feliz con su mente se lanzó al comercio con el celo febril y muy pronto amplió las operaciones de la casa.
Disfrutó de la felicidad de escribir y recibir cartas afectuosas.
Una verosímil sensación de felicidad, una alegría irrazonable a menudo procede de la locura y los problemas.
La felicidad pronto se va.
Cómo mi partida afectará a aquellos cuya felicidad es muy querida para mí.
Felicitar publicamente.
Rebosante de felicidad.
Las causas de la felicidad estaban allí.
Es difícil arruinar la gran felicidad.
Alegría, júbilo y felicidad total.
La felicidad cruelmente frustrada.
(Juego sucio)


Fromentin

El ultimo rayo del sol poniente acompañó la feliz pareja hasta su casa.
Culpable, negándose a hacer la felicidad de alguien cuando le es posible.
Desear un feliz viaje.
Expresión de ternura y felicidad.
Precisar sentirse feliz, el secreto de muchas cegueras inexplicables.
Argumentos de los maridos, que ven su felicidad amenazada.
Ruina de la felicidad.
Alegría de mujer feliz.
Me rebelaba a unas costumbres, que me hacían disipar sin dar fruto, no añadían gran cosa a mi felicidad.
Todo aquello me asustaba más de lo que habría hecho una conjura de muchos enemigos de mi felicidad, de suponer que aquella triste y famélica felicidad pudiera dar envidia a alguien.
Quién sabe si la felicidad no consiste en la voluntad de ser dichoso.
Hasta la felicidad presenta algún inconveniente.
Perfecta expresión de felicidad.
La verdadera felicidad pertenece a la leyenda. Nos conformamos con perfecciones a medias, felicidades medianas.
Felicidad y orgullo.
Días inauditos de felicidad.
El silencio que el alejamiento y el tiempo han impuesto a algunos de los personajes de esta historia, les ha permitido creer que se habían perdonado mutuamente, que se habían rehabilitado y que eran felices.
(Dominique)

La felicidad consiste en el equilibrio entre deseos y fuerzas.
La felicidad consiste en vivir con rapidez y en amar con fuerza, sin motivo de arrepentimiento y sin ilusión.


Richter

Añadir una nueva felicidad.
Nadie es el forjador de los vínculos de su felicidad.
Prosperidad y felicidad.
(Imágenes del futuro socialista)


Hardy

La ración de felicidad que despachaba la taberna.
Las luces de un chiquillo feliz.
El instante que puede conducir a la felicidad.
Podía ser feliz en algún rincón del mundo donde no hubiese vestigio ninguno de su triste pasado.
Felices o descontentadizos.
Eludir comprometer la felicidad.
La felicidad y la conveniencia material.
El silencio examinado imparcialmente el asunto semejaba lo mejor para la felicidad.
Atravesado en el camino de su felicidad.
Oronda y radiante de puro feliz.
Las preocupaciones del dolor una vez apuradas ceden su puesto al sueño de idéntica manera que hay muchas situaciones felices que estorban el reposo.
La noche había tragado su felicidad y la estaba digiriendo lentamente.
Envidiar la felicidad.
Una feliz ocurrencia.
Feliz memoria.
Desear felicidades para el futuro bienestar.
Anidar la felicidad.
(Tess D´Urberville)


Ponson du Terrail

La fuerza de voluntad suple en algunas ocasiones la felicidad y triunfa de la mala suerte.
(Historia del niño perdido)


Féval

Dorada mediocridad. Modesto bienestar, que constituye la felicidad.
(La Ciudad Vampiro)


Andreas -Salomé

Dos hombres esencialmente distintos como Platón y Aristóteles, coincidieron en afirmar que aquello que constituye la máxima felicidad lo habían hallado en la experiencia, en la actividad de una inteligencia entrenada, que encuentra y que inventa, no en la intuición, no en la visión, no en el simple hacer.
Originariamente, lo dionisíaco era, según Nietzsche, un testimonio profundamente pesimista de los griegos, ya que el aspecto más íntimo de la vida se revelaba en lo orgiástico como oscuridad, dolor y caos. Hoy, lo dionisíaco semeja el instinto helénico sediento de vida, algo que sólo puede satisfacerse en el exceso y que también hallaría felicidad en la triunfal e inagotable capacidad de la vida expresada en el dolor, la muerte y el caos.



Ana Kontroversy

















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