martes, 25 de septiembre de 2012

REPASO DE LA NOVELA 3A



 





JONATHAN SWIFT

Yo me he enfadado con muchos ensayistas y escritores, por desenvolverse entre viejos tópicos y citas manoseadas y por no manejar los temas plena y estrechamente. Al ser las reflexiones y las experiencias enteramente nuevas; las citas no empleadas por otros; el tema de importancia evidente y expuesto con mucho arreglo y transparencia, he tenido que emplear mucho esfuerzo de mi ingenio.
He perseguido, sobre todo, la verdad sin afectaciones de ornamentos eruditos o estilísticos.
Referiré fielmente la historia y sus circunstancias.
En mi opinión, ya estábamos más que surtidos de libros de viajes; nada podía pasar que fuera extraordinario, lo cual me hacía desconfiar de algunos autores, que tenían menos en cuenta la verdad, que su propia vanidad o interés o el divertir a lectores ignorantes; mi cuento podía contener poco más que acontecimientos corrientes, sin aquellas decorativas descripciones de plantas exóticas y árboles y pájaros y otros animales, o las bárbaras costumbres y la idolatría de los salvajes, en lo que la mayoría de los escritores abundan.
Hacer un relato, en estructura y extensión.
Prefiero contar realidades palpables en la forma y estilo más sencillos, que mi pretensión primera fue informarte, no distraerte.
El propósito del viajero debería ser hacer a los hombres más sabios y mejores y perfeccionarles el entendimiento con las muestras de lo que cuentan sobre exóticas regiones.
Algunos escritores, a fin de que sus libros tengan mejor aceptación entre el publico, embaucan al inadvertido lector con los embustes más enormes.
Sé cuán escasa gloria se gana con escritos, que no precisan ni genio ni erudición, ni ningún otro talento, excepto buena memoria y un diario detallado. Sé también, que los que escriben de viajes, como los que compilan diccionarios, se hunden en el olvido bajo el peso y la envergadura de los que vienen detrás y se sitúan, por tanto, arriba del todo.
No es poco placer, que este libro mío pueda no encontrar críticos, pues ¿qué objeciones pueden hacerse a un escritor, que narra realidades que sucedieron en países lejanos, en los cuales no tenemos el mínimo interés, sea comercial o diplomático? Además, no me meto con partido ninguno, sino que escribo sin apasionamiento, prejuicio o mala voluntad, frente ningún ser humano o grupo de hombres, sean quienes sean. Escribo con el fin de informar y enseñar a la humanidad, sobre la cual puedo invocar, sin pecar de inmodesto, alguna superioridad, en razón de los logros que hice. Escribo sin ninguna visión en el provecho o el elogio. Nunca permito pasar palabra, que pueda semejar intencionada o causar la mínima ofensa, incluso a aquellos que están dispuestos a recibirla. Espero que, en justicia, se me permita declararme autor intachable, en quien la tribu de replicadores, consideradores, observadores, discurridores, averiguadores y apostilladores, nunca podrá encontrar terreno, para ejercitar sus talentos.
El esfuerzo de muchos circunloquios.
Los argumentos y expresiones.
Exponer argumentos de enjundia y peso.
Santiscario. Invención de mi cabeza.
Eruditos a la violeta.
Argumentos y objeciones.

Mientras que el ingenio es el don humano más útil, el humor es el más agradable; y cuando los dos entran en la composición de una pieza literaria, la harán aceptable para todos.
Un libro moderno de ingenio es delicado y puede sufrir en el transporte.
Siempre que un lector desee tener un perfecto discernimiento de las reflexiones de un autor, no puede adoptar mejor método, que situarse en las circunstancias y postulados de la vida, en los que se encontraba el escritor, en cada pasaje importante cuando fluía de su pluma; pues eso incluirá una paridad, una estricta correspondencia de ideas entre el lector y el autor.
Existen algunas ventajas comunes de un escritor, de cuyo disfrute no habrá razón para desconfiar. En particular, que allí donde no se me entienda, se deducirá que hay algo muy útil y profundo y también que cualquier sentencia, que aparezca en letra diferente, se dilucidará que contiene algo de extraordinario ingenio o sublime.
Nuestras expresiones no podrán llegar más lejos que nuestras ideas y, cuando nuestras ideas se agotan, los términos correrán igual suerte.
En realidad, no parece sin razón que los libros, hijos del cerebro, reciban el honor de ser bautizados con varios nombres como otros infantes de calidad.
Las ideas de los autores han versado sobre las faltas y defectos, equivocaciones y desaciertos de otros escritores y los han adoptado; y cualquiera que fuese el tema, sus imaginaciones estaban poseídas y repletas de los defectos de otras plumas y la quintaesencia de lo malo se destilaba de menester.
La actividad de recopilación de recopilación, la fidelidad de la enumeración y el gran interés del tema.
Algunos autores incluyen las digresiones unas en otras como en un juego de cajitas.
Es evidente que la sociedad de los escritores se reduciría rápidamente a un numero insignificante, si los hombres se vieran obligados a componer libros, con la fatal limitación de no decir más de lo que entra en el propósito de esos libros.
Siendo la noche la madre general de las cosas, los sabios filósofos mantienen que los libros son fecundos en la proporción en la que son oscuros.
Inglés, farce. Albóndiga, relleno y también farsa.
Máxima. Aquellos a quienes el mundo adjudica el segundo lugar son dignos del primero.
Argumento indiscutible.
La sátira es mejor recibida que el panegírico, pues el elogio, al estar dirigido a una o a pocas personas a la vez, provocará la envidia y palabras groseras del resto, que no tiene parte; mientras que la sátira, al apuntar a todos, nunca es sentida como una ofensa por ninguno, puesto que cada uno imagina que es a otros a quien ataca y suelta sabiamente su parte del fardo sobre las espaldas del mundo, que son muy anchas y pueden mantenerlo.
Hell. Infierno y cajón de sastre, donde arroja las piezas de tela sobrantes, de las que pretende apropiarse.
Vistoso peluquín adorna la cabeza de un haya, y fino jubón de satén blanco lleva el abedul.
Una dificultad de peso.
Un argumento indiscutible.
Dicho. Separarse del dinero por una canción. 
Trofeos de los eruditos; polémicas, argumentos, réplicas, breves consideraciones, contestaciones, experiencias, reflexiones, objeciones y refutaciones.
Libros de polémica o controversia.
Inició su perorata, imbuida de auténtico ánimo de controversia, resuelta a ser calurosamente procaz, inflamada en la exposición y defensa de sus razonamientos, sin la menor atención hacia las réplicas u objeciones de su antagonista; y decidida de antemano a no tolerar ninguna aseveración de su opuesta.
Agotar la sustancia de todos los argumentos que se podían aducir.

Las garambainas al uso de políticas y partidos.
Los gastos del pupilaje.
Exonerar el vientre.
Alto y bajo alemán. Alemán y holandés.
Una carestía fatal.
El reloj hacía un incesante ruido como el de una aceña.
Isla de Blefuscu, enemigos de Liliput.
Palacio de Belfaborac, en Liliput.
El cuerpo de Gulliver tenía un volumen de 1.728 de un liliputiense.
Mildendo, metrópoli de Liliput.
El Brundecral es su Corán.
Nardac, el título honorífico más alto.
La naturaleza ha adaptado los ojos en referencia con los objetos dentro de su perspectiva. Un ser pequeño puede ver con gran precisión, pero no a gran distancia. 
Los gastos que costó la defensa.
Como es preciso que existan permanentemente unas referencias de compra-venta y el negociar a préstamo, donde el fraude se consiente o no hay ley que lo castigue, deviene que el negociante honrado sale perdiendo, mientras que el sinvergüenza lleva el provecho. 
Solemos llamar recompensa y castigo las dos bisagras sobre las que se mueve el poder político.
Tempranos traumas de necedad y vicio a los que están sujetos nuestros niños.
Cálculo matemático, el doble del perímetro del pulgar es el de la muñeca.
El báculo blanco, distintivo de la autoridad del Tesorero Mayor del Inglaterra.
Expresión agria.
Sprug. La moneda de oro más grande, del tamaño de una lentejuela.
Clumglum, título inferior en un grado al de Nardac.
Sufrir el peso de la terrible indignación.
Redactar unas resoluciones acusando de alta traición.
Quinbus Flestrin. El Hombre-Montaña.
Debates respecto de la acusación.
Nave descomunal.
Carpinteros de ribera.
Samuel Sturmy, "Revista del marinero".
El miedo y el asombro.
Nada es grande o pequeño sino por comparación.
Reflexionar con la cautela de quien se dispone a echar mano a un animal, de manera que no pueda arañarlo ni morderlo.
Se acusa a los que viajan de pesados y triviales.
Un animal extraño del tamaño de un splacknuck, un animal de aquel país muy hermoso y de dos metros de largo.
Grultrud. Pregonero.
La capital, Lorbrulgrud, Orgullo del universo.
1 glonglung = 18 millas inglesas.
Tomillo limonado.
Dar tantarantanes con las alas.
El gran jet d´eau de Versalles.
Cuán vana pretensión es que un ser humano pretenda gloriarse ante aquellos que se encuentran en un grado de igualdad o de comparación completamente distinto del suyo.
Tener genio para la técnica.
Reineta de Kent.
Viejo dicho inglés. Llenar el papo antes que el ojo.
Sonido italiano, un idioma claro, refinado y meloso.
Laputa. Isla Voladora o Flotante.
Lagado, la metrópoli del territorio de abajo, en tierra firme.
El sol, que gasta diariamente sus rayos sin tener ningún alimento que los reemplace, finalmente se consumirá y reducirá a la nada completa.
La lucha y la victoria irlandesa (en la cual Swift colaboró con sus "Cartas del pañero"), en el asunto de la escandalosa patente que concedió al Parlamento inglés, a través de la duquesa de Kendal, para la importación de la moneda en Irlanda.
Sufrir las críticas de soberbia, individualismo, afectación, ignorancia y capricho.
Nitro, sustancia nítrica que se creía que formaba parte del aire.
Cada palabra que hablamos significa la disminución de los pulmones por desgaste y, por tanto, contribuye a acortar nuestra vida.
Irreconciliable enemigo de la ciencia es el vulgo.
Tipo de charla artificial.
Vieja sentencia. No hay nada disparatado e irracional que algunos filósofos no lo hayan mantenido como verdad.
Aquella disposición enérgica, autosuficiente y obstinada que la virtud infunde en el ser humano es una traba en los asuntos publicos.
La avaricia es consecuencia de la vejez.
El uso frecuente de la sal es consecuencia del lujo y se importó originalmente sólo para incitar a beber, excepto cuando es menester para la carne en los largos viajes o en lugares alejados de los grandes mercados. Pues no se experimenta que ningún animal sea aficionado a la sal, excepto el ser humano.
Los houyhnhum, seres racionales, caballos, tenían a los yahoos, semejantes a humanos, toscos y salvajes, brutos con dientes y garras, por seres inferiores sin tintura de razón.
Conversación fluida.
Ribetes de razón.
No hay una guerra furibunda y sangrienta ni de larga duración como aquellas que causa la diferencia de opiniones, especialmente de las cosas insignificantes.
El reflejo de un arroyo agitado devuelve la imagen de un cuerpo deforme, mayor y más deformada.
Va opuesto a las reglas de la ley permitir que cualquiera se defienda. Encuentro dos graves inconvenientes. Primero, mi abogado, que se ha ejercitado en defender la falsedad, se encuentra fuera de su elemento a la hora de abogar por la justicia, que como es para él una actividad opuesta a su condición, la acomete con desmaña, si no con mala voluntad. El segundo inconveniente es que mi abogado tiene que proceder con cautela o, si no, los jueces le reconvendrán y sus colegas lo aborrecerán como si degradara el ejercicio de las leyes.
Purga o clister.
Pronósticos de los astrólogos.
A una corneja domesticada con capirote y calzas la persiguen las que están sin domar cuando acierta a caer en su entorno.
Negro como la endrina.
Sistemas de filosofía natural. Un ser que pretende estar dotado de razón se evalúa fundándose en su experiencia de las conjeturas de otra gente y en cosas en las que aquella experiencia, si era verdadera, podía ser útil. Lo que estaba plenamente en armonía con el sentir de Sócrates, según lo refiere Platón.
Santiscario. Invención de mi cabeza.
Espadillar cáñamo.
No necesitaba protección ante el fraude o la tiranía; ni médico que me destrozara el cuerpo, ni delator que expiara mis palabras y acciones o que a sueldo falsificara acusaciones en mi desventaja.
Decreto. Obligación.
Ribete de un vicio absurdo.
(Los Viajes de Gulliver)

Los anuales crecen alrededor de un árbol joven y semejan competir con él durante un verano, pero caen y mueren con las hojas del otoño.
Jerga de Alsatia, otro nombre en argot del barrio de Whitefriars, en Londres, que era un santuario de los tramposos y los quebrantadores de la ley.
Inglés cant, hipocresía y cántaro.
Hors de page. Sin custodia.
Mettre hors de page. Libertar de la dependencia.
Semejaba existir entre los componentes de un comité la costumbre, cuando encontraban una ballena, de arrojarle con fuerza una barrica vacía para distraerla e impedir que diera violentos coletazos sobre el barco. Se entendió que la ballena era el Leviatán de Hobbes, que sacude y juega con los esquemas de la religión y del poder, de los cuales un gran numero son huecos, secos, vacíos, ruidosos, estúpidos y giran sin parar. Este es el leviatán del cual los terribles ingenios de nuestra época han tomado sus armas.
Escala, inglés ladder, escalera de mano o escala y, en sentido figurado, materiales para prosperar en el mundo o alcanzar un fin. La escala por la que suben los que van a ser ahorcados.
Barra. Barandilla que en la sala donde un Tribunal celebra sus reuniones, separa el lugar destinado al publico y desde donde los abogados hablan dirigiéndose a aquel.
El siete y el nueve, los dos climatéricos.
Maderas de sylva Caledonia (Escocia).
El tablado itinerante de los charlatanes.
La sabiduría es un zorro al que después de una larga cacería os costará esfuerzos hacer salir por fin.
Poner de manifiesto por incisión los refinados sistemas de las ciencias.
Gotham. Pueblo proverbial por la estupidez de sus habitantes, <<los sabios hombres de Gotham>>.
Locket´s. Taberna famosa.
El cáñamo, según algunos naturalistas, es malo porque produce la asfixia, aunque sea en semilla.
Bulldogs ingleses, raza de perros de presa utilizada para azuzar a los toros.
Isla de las Painters wives, isla imaginaria situada en alguna parte desconocida del océano, al capricho del cartógrafo.
Owls, lechuzas, en sentido figurado personas estúpidas con aires de sabiduría.
El peso de los argumentos.
Los argumentos del zorro. El zorro de la fábula, caído en una trampa, perdió la cola e inventó argumentos para persuadir a los demás de que cortasen la suya para que la singularidad de su deformidad no le expusiera a la irrisión.
Tom el Mendigo, los Gueux, nombre con el que se designaban los protestantes de Flandes.
Un estómago y una digestión robustos.
En el pasado, los libros estaban sujetos con cadenas en las bibliotecas publicas.
Virtuosos, anticuarios, eruditos aficionados que estudian el pasado.
Snap-dragon. Juego de Navidad que consiste en pescar uvas que están en aguardiente ardiendo.
Billingsgate. Mercado de pescado establecido en una de las puertas de Londres, a la orilla del río.
Predicación. Exposición.
El orgullo está íntimamente referido con la mendicidad y el menester.
La pólvora blanca mata infaliblemente sin advertirse el estampido.
(Historia de una barrica)

El abeto, predecesor del terebinto.
Brotan las setas al final de una cosecha.
Los profundos químicos informan que los ánimos más fuertes son los extraídos de la carne humana.
La médula espinal, no siendo sino una prolongación del cerebro, debe precisar crear una muy libre comunicación entre las facultades superiores y las inferiores.
La comparación de un ser humano con un árbol invertido era corriente en Platón.
El hacha de la intemperancia.
Errores de la conversación. Nada es más explotado que la necedad de hablar demasiado. Otra falta generalizada en la conversación es cometida por aquellos que adoran hablar de su persona. Una de las mejores reglas en la conversación es no decir nunca algo que los que escuchan puedan con razón desear que hubiéramos ocultado decir. 
Dos faltas en la conversación. Una impaciencia para perturbar a los demás y la incomodidad de ser contenidos nosotros.
Los dos fines más importantes de la conversación son entretener y beneficiar a aquellos entre los que nos encontramos, o recibir esos beneficios.
(Meditaciones sobre un palo de escoba)

Los astrólogos ordinarios con su abuso del mundo y su despreciable y antigua jerigonza astrológica.
Creo tener una verosímil reputación que no arriesgaría voluntariamente con un juego humorístico.
Expresar las cortesías adecuadas a la ocasión.
Explicar el asunto con la casualidad o el efecto de la imaginación.
Hallar la verdad debería ser el ultimo fin de cualquier disputa de hombres instruidos.
Diferir un punto meramente especulativo.
Evitar la molestia de justificarme publicamente.
Demostrar cómo muchos hombres se ven enceguecidos con la parcialidad.
El lector cándido e imparcial.
Conducir la controversia con brevedad, perspicacia y tranquilidad.
Los hombres cultos tomarán partido del lado que encuentren mayor apariencia de razón y verdad.
Radicar la sofistería del argumento.
El cálculo del suceso.
Probar claramente con una invencible demostración.
(La Polémica. Bickerstaff versus Partridge)

John Arbuthnot planeó con Swift esta sátira durante las reuniones del Scriblerus Club.
Una verdad saludable.
Los rumores y libelli famosos concernientes a la reputación de los hombres del poder son de tres especies; la destructora, la sumadora y la traslativa.
Lanza una severa filípica a la locura de los partidos al contratar bribones y hombres de genio módico para colocar sus mentiras como lo son la mayoría de los gacetilleros actuales quienes excepto una fuerte vocación del oficio son totalmente ignorantes de las reglas de la pseudología y descalificados para una actividad de tal importancia.
Nuestros cuchicheos se mueven estrecha pero muy raudamente.
(El arte de la mentira política)

Conceder la patente con engaño.
Buenos argumentos y pruebas claras.
Tono arrogante.
La patente de Su Majestad no os obliga a aceptar esta moneda y las leyes no han dado a la corona el poder para obligar a sus súbditos a aceptar la moneda que al soberano le plazca.
E. Cooke, "Institutes of the Lawes of England", 1628-1669.
(Cartas del pañero. Primera carta)

A las constituciones débiles, políticas y naturales, se les debe aplicar con frecuencia tónicos fortificantes. Un pueblo largamente acostumbrado a las adversidades pierde la noción de libertad y cree estar a merced de los demás; y según las palabras del Informe es legal y obligatorio todo lo que le impone una mano más fuerte. De allí proviene esa pobreza y cortedad de ánimo a la que puede estar sometido un reino o una persona particular.
Estas calumnias son la reserva que le queda.
Retorno de esta digresión al tema central.
La moneda no es liberal ni conservadora ni del partido del campo ni del de la ciudad.
Razones para esperar prosperidad bajo circunstancias desalentadoras.
Diluvio de bronce.
El dinero, la gran causa de la división del mundo.
Refrán. Quienes no vienen aquí a aprender el idioma nunca permitirán un país mejor por uno peor.
La ley, la razón o el sentido común.
La verdad, la razón y la justicia.
Argumentos irrefutables.
La definición de esclavitud es todo gobierno que carezca del consentimiento de los gobernados.
El informe del comité de ministros ingleses me colmó la paciencia.
La suma calculada que la acuñación añade al valor intrínseco del metal.
La famosa historia del escocés, el cual cuando recibió la sentencia de muerte que le condenó a ser ahorcado, decapitado, descuartizado, eviscerado y menudencias similares exclamó "¿Qué menester hay de esa abundante culinaria?"
Los remilgos de algunos estómagos.
(Cuarta carta)

Encontrar un método razonable, económico y sencillo para hacer miembros cabales y útiles.
El pescado es una dieta prolífica.
Una ventaja colateral.
Algunas personas de ánimo pesimista están muy preocupadas con la gran cantidad de gente pobre, un estorbo gravoso.
Como adicto a la brevedad omito muchas ventajas.
Rehusar los instrumentos que fomentan exótica lujuria; curar el derroche del engreimiento, la vanidad, la holgazanería y el juego de nuestras mujeres; importar parsimonia, prudencia y templanza; abandonar nuestras animosidades y facciones; cuidarnos de no vender nuestro país y nuestra autoconciencia por nada.
Una pretensión sana y sincera de practicar los expedientes.
(Una modesta proposición para evitar que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o su país y hacerlos útiles al publico)

El carácter de cascarrabias incurables.
La heterogénea muchedumbre de escritores de baladas, traductores, biógrafos, panfletistas y periodistas.
Los incurablemente vanos, afectados e impertinentes.
Plagas inconcebibles.
Un hospital gradualmente ampliado.
Las utilidades del patrimonio.
La utilidad real.
Los herederos gradualmente admitidos bajo una u otra denominación.
Usureros con los apelativos de honesto y frugal, leguleyos caracterizados como escrupulosos y equitativos.
Estadistas y generales británicos pudriéndose con mayor honor que el que vivieron.
La vanidad incurable es consecuencia de un éxito pequeño.
Es extremadamente doloroso soportar cualquier insensatez excepto las propias.
Es natural aplicar caracteres ridículos a todos excepto a nosotros.
(Un serio y útil programa para hacer un hospital de incurables de general beneficio para todos los súbditos de su majestad)

Acusar de chivato.
Una cárcel para morosos.
El ingenio puede lograr muchas cosas.
Nada dura eternamente.
El carácter ácido y corrosivo del té.
Nada es comparable al tacto.
Sufrir una humillación es mucho mejor que disgustarse una o dos ocasiones a la semana.
Que la sal caiga sería una señal de mala suerte.
El viernes y el Día de los Inocentes son dos días nefastos y es imposible tener buena suerte.
Existe una controversia respecto de la forma más práctica y elegante de aguantar una fuente para la comida.
Instrucciones al lacayo. Cuando debas transmitir un mensaje exprésalo con tus propias palabras pues ¿cómo van a saber cómo debe ser un mensaje mejor que tu que has sido educado para esa tarea?
Un vago y un paseante.
Un patrono pobre o avaro son los peores atributos.
Una ocupación reputada.
La elegancia con la que tropezaba delante de su palanquín.
Según la vieja balada el escalafón más bajo de la vida es el de un criaducho expulsado.
Tres atributos; el amor al jolgorio, un talante generoso o un ánimo demasiado vivaz.
Que nada te empuje a declarar excepto una promesa de perdón al delatar a tus compinches.
Que el mejor escritor de Newgate te redacte un discurso.
Aquellos que valoran menos su prestigio que su bolsa.
Instrucciones al administrador de la casa y de las tierras. Pide dinero a los inquilinos por tu paciencia. Renueva los arrendamientos y saca provecho y vende los bosques. Presta a tu lord su propio dinero.
Gil Blas habló largo y tendido de este asunto y te remito a él.
Grado sumo indecente.
La conversación de dos amantes es como el cielo en la tierra.
Aquello que deseamos durante la enfermedad nos conforta.
Instrucciones a la institutriz. Haz que las señoritas lean novelas inglesas y francesas y libros de caballerías franceses y las comedias de los reinados de Carlos II y del rey Guillermo para dulcificar su carácter y hacerlas piadosas.
(Instrucciones a los criados)

Cuando un verdadero genio aparece lo podéis distinguir con esta señal; todos los tontos se unen frente a él.
(Reflexiones)



Smith
Pope y Swift han insertado un estilo diferente del utilizado antes con los libros escritos con verso, uno con versos largos, otro con versos cortos. El exquisito arcaísmo de Butler ha permitido su lugar a la franqueza de Swift.

Godwin
El autor hace doce años que ha llegado a persuadirse de que la soberanía era una especie de poder inevitablemente corrompido y debió esta persuasión a los escritos políticos de Swift y la lectura de los historiadores latinos y recibió gran instrucción adicional de los grandes escritores franceses respecto de la esencia del ser humano, familiarizado su entendimiento con los argumentos que mantienen.

Richardson
Swift. Se sonrojan porque entienden.
Paréntesis y más paréntesis, apologías y más apologías a imitación de las digresiones de Swift como alabanza de las digresiones.

Fielding
Genio que inspiraste a Swift.
Peter Walter, prestamista avaro, muerto el año 1746, satirizado por Pope y Swift.
Una resolución de la Cámara de los Comunes, 1738, prohibía que se publicaran los debates, por lo que la publicación "Gentleman´s Magazine" comenzó el mes de junio a imprimir los Debates a través del senado de la Magna Liliputia, supuestamente escritos por el nieto de Gulliver.
Según la sátira de Swift, hurgo era el término liliputiense para denominar un lord, por lo que para esa revista la Cámara de los Lores se transformó como la Cámara de los Hurgos y la de los Comunes como la de los clinabs, otro término de "Los viajes de Gulliver". Muchos de los discursos transcritos fueron escritos por Samuel Johnson, el cual no solía asistir a las sesiones, sino que eran sus ayudantes quienes iban y después le pasaban sus notas de lo que se había dicho, tras lo cual encargaba dar forma a los discursos, cuidando que los tories salieran mejor parados que los <<perros whigs>>.

Mandeville
Área, superficie, extensión, corral, patio. Metamorfosis que hizo Swift de Filemón y Baucis. Encontramos alguna apariencia de semejanza con las transformaciones.

Smollett
Butler y Swift carentes de humor.
El doctor John Arbuthnot (1667-1735) fue un matemático, médico y satírico escocés amigo de Swift, Pope y Gay cuyos libros satíricos incluyen "La historia de John Bull", que estableció a John Bull como la personificación de Inglaterra.

Burney
El hospital de idiotas de Swift. Referencia al St. Patrick´s Hospital de Dublín <<para locos e idiotas>> hecho realidad gracias a un legado de diez u once mil libras esterlinas de Swift y que se inauguró el 19 de septiembre de 1757 para recibir cincuenta pacientes; o una referencia al panfleto de Swift "A Serious and Useful Scheme to Make an Hospital for Incurables" publicado en Dublín el año 1773.

La Mettrie
Las "Memoires" de William Temple publicadas por Swift, 1709.

Paine
Swift. El poder político es algo sencillo y posible para la aptitud de muchas cabezas. 

Jean Paul
Los "Diálogos cultos de Walstaff" describen (con una verdad que sólo se refleja con la superioridad del genio en el talento de Swift para la parodia) los altos dignatarios de Inglaterra, faltos del ánimpo; al otro lado del Estrecho son los poetas cómicos, y no los personajes, los que ofrecen un carácter y un genio superior.
<<¡Viva la bagatela!>>, exclama con sublimidad Swift, casi loco, terminando por no gustar más que de leer y componer malos libros. Estaba en ese espejo cóncavo, donde lo finito de la tontería, como enemigo de la idea, le daba la impresión de lo mejor destrozado, y en el mal libro que leía o que escribía gozaba de ese libro, que creó en su imaginación.
"Gulliver" (menos humorístico por la forma, pero más por la mentalidad, que su "Cuento del Tonel"), se eleva sobre la roca Tarpeya, desde donde esa mentalidad precipita a la humanidad.
Cuando Swift toma un aire de malicia o de arrogancia, y Musaeus un continente estúpido, ¿cómo podrán producir un efecto cómico, sobre el que toma en serio su apariencia y se encuentra, por consiguiente, mal dispuesto en su favor? El autor cómico, como representante nuevo de las irregularidades nuevas tiene, para conciliarse con su publico, distinta benevolencia que el poeta serio, que se une a sentimientos y bellezas, que existen desde hace mil años; y esta benevolencia tiene por condición alguna intimidad con el publico.
Home cree que Swift no ha poseído más que un humor innato y sin autoconciencia.
Swift, destacado por su limpieza exagerada, el cual un día no puso nada en la mano de un mendigo porque no estaba lavada, y más famoso por su continencia platónica, la cual terminó por ser en él, como en Newton, la impotencia de los hombres gastados, no ha dejado de escribir "Swift Work´s", "Ladys dressing-room" y "Strephon and Chloe".
Según el relato de Swift, el capitán Brunt voló hacia la luna con sus caclogalinios alados.

Raspe
Gulliver en el país de Brobdingnag, gigantes.

Scott
El sastre que, luego de haber calculado la talla de Gulliver, mediante un semicírculo, y habiendo tomado sus cálculos con una figura matemática, es una alusión a la imprenta que, agregando una cifra al cálculo astronómico de Newton, respecto de la distancia que separa el Sol de la Tierra, la aumentó sin quererlo a un nivel incalculable. Los amigos de Swift opinaron también que la idea del Despabilador (Flopper) le fue sugerida por el carácter habitualmente distraído de Newton.
Es también auténtico, que la sátira de Gulliver está dirigida al abuso de la ciencia. Los estudiosos de la academia de Laputa están representados como hombres que, con un ligero barniz matemático, pretenden perfeccionar sus modelos de mecánica, a través de la fantasía o el apasionamiento.
La máquina del profesor de Lagado, que impulsaba el progreso de las ciencias especulativas y componía todo tipo de libros sin recurrir al genio o al saber, era colocar en el ridículo el arte inventado por Raymond Lulle y perfeccionado por sus seguidores, o también se refería a aquel procedimiento mecánico por el cual, según Cornelius Agripa, discípulo de Lulle, cualquier ser humano puede disertar sobre cualquier materia.
El Viaje a los Houyhnhums es una severa diatriva sobre el ser humano. A pesar del odio que ha inspirado el carácter de los Yahoo. Swift quiso pintar al ser humano degradado por el aherrojamiento voluntario de sus facultades y sus instintos.
Escritores como Luciano, Rabelais, Morus, y las utopías sabidas hasta entonces, se fundaban en pueriles ficciones. Sería Swift quien pudiera amenizar con el humor la moral de sus libros, haciendo desaparecer el absurdo con una sátira más aguda y otorgando verosimilitud a los acontecimientos más increíbles, gracias a la personalidad y estilo del escritor. Robinson Crusoe no es superior a Gulliver en la gravedad y verosimilitud de la novela.
Es precisamente la oposición de la natural sencillez y la sencillez del estilo con las maravillas relatadas, el que produce uno de los mayores encantos de esta memorable sátira de las imperfecciones, locuras y vicisitudes de la especie humana. Es verídico que, en general, la proporción es un atributo esencial de la verdad y, por consiguiente, también de la verosimilitud.
En Lilliput, las intrigas y preocupaciones políticas -que son la ocupación de los cortesanos en Europa- se convierten en ridículas, al ser transportadas a una corte de pequeñas criaturas de seis pulgadas de alto. Mientras que la frivolidad de las mujeres y las locuras de las cortes europeas -que el autor representa en las damas de la corte de Brobdingnag-, se convierten en desagradables monstruosidades, en unas personas de una estatura pavorosa. A través de estos recursos, se sienten los efectos del libro llegando sólo a las causas a través de un profundo análisis. El abad Desfontaines tuvo a su cargo la traducción al francés.
Swift poseía en la ficción el arte de la verosimilitud en su máximo grado o, el arte de pintar y describir un carácter ficticio, en cualquiera sea el lugar y la circunstancia. Una gran parte del secreto está en la aparente exactitud de los hechos que forman el proscenio de una historia contada por un testigo ocular. Estas son las circunstancias que interesan vivamente al escritor.
En todo relato existe un horizonte y un primer plano, lo que hace que la escala de los objetos decrezca, en cuanto se alejan de quien los describe.

Byron

Volvamos a Lilliput y orientemos
A nuestro protagonista por el laberinto amoroso
Donde antes le dejamos.

Balzac
La burocracia inventó los hijos liliputienses, que encadenan Francia a la centralización parisiense.
Los lazos con que los liliputienses agarrotaron a Gulliver, eran nonadas enumeradas, que hacían imposible todo movimiento y anulaban los deseos más violentos.

Dickens
No creo que ningún satírico pudiera prosperar, para escribir libremente respecto de cualquier cuestión que no fuese partidista en este país libre. Si mañana surgiera otro Juvenal u otro Swift entre nosotros, lo echarían de aquí. 

Carlyle
Es grandioso el momento que un ser humano se despoja de sus envolturas adventicias y ve que está desnudo y como expone Swift es "un animal de piernas arqueadas" pero también un ánimo, un inefable misterio de misterios.
La cabeza de Dryden se sienta en la "Batalla de los Libros" de Swift.

Macaulay
Oposición en la Cámara de los comunes. Atacaban al gobierno de Walpole, Bolingbroke, Carteret, Chesterfield, Argyle, Pulteney, Wyndham, Doddington, Pitt, Lyttleton, Barnard, Pope, Swift, Gay, Arbuthnot, Fielding, Jonson, Thomson, Akenside, Glover.

Ainsworth
Era perito del idioma de los Huoyhnymn. Los famosos caballos racionales de "Los viajes de Gulliver".
Los peritos de la metafísica de los Houyhnymn.

Poe
Un timador puede ser estimado como un banquero en potencia, y una operación financiera como un timo en Brobdignag.  País imaginario de los "Viajes de Gulliver", donde las cosas existen en una escala colosal.

Ch. Brontë
Brobdingnag, tierra de gigantes, que visita Gulliver después de Liliput.

Thackeray
Chloe y Strephon, pareja de recién casados, protagonistas de un poema satírico de Jonathan Swift.
Strephon y Chloe se pudren separados; se unieron embelesados y se puede oír llorar a Chloe; Strephon ha roto su bastón en la espalda de Chloe.
Swift ha descrito esa pasión por la intriga, ese amor por las actividades secretas, la difamación y la mentira, típicas de la gente débil y de los parásitos de las cortes débiles. Tales personas odian y envidian a los fuertes y conspiran para destruirlos. La conspiración tiene éxito y todo hace presagiar el cumplido derrocamiento del fuerte, hasta que un día Gulliver despierta, sacude las pequeñas alimañas y marcha sin más.
Swift. El gigante Prometeo caído y solitario, gruñendo a los cuervos, que se acercan para desgarrarlo.

Stuart Mill
Aquellos cantos a la magnanimidad, con los que el soberano de Liliput encabezaba sus edictos más sanguinarios, según contaba Gulliver.

Baudelaire
Una miríada de feos gnomos liliputienses.

Emerson
Excepto Rabelais y el deán Swift, nadie había tenido una ciencia semejante de inmundicia y corrupción.
La correspondencia de Pope y de Swift describe la humanidad que los rodea como monstruos.

Eliot
Ubi saeva indignatio ulterius cor lacerare nequit. Donde la ira cruel no podrá destrozar su corazón. Inscripción en el sepulcro de Swift, en la catedral de San Patricio de Dublín.

Stevenson
Aquello iba a ser lo ultimo que vería en esta vida; aquella chispa radiante que pronto agrandó en su fantasía hasta verla como una Ciudad de Laputa, por cuyas terrazas paseaban hombres y mujeres de semblantes solemnes y benignos, que le veían con una lejana conmiseración. Aquellos espectadores imaginarios le consolaban; se repitió lo que decían; hablaban de él y de su fatal destino. En los "Viajes de Gulliver" se describe esa isla aérea que flota entre las nubes, habitada por gentes que desdeñan cualquier labor útil y que viven abstraídas en vanos ensueños y cavilaciones.

Arnold
Una armoniosa perfección en la que los rasgos de la belleza y de la inteligencia están presentes. Swift une dulzura y luz.
"The Momoirs of Martinus Scriblerus", 1741, libro del satírico escocés John Arbuthnot, donde se burla de la pedantería de los miembros del club Scriblerus, Swift, Gay o Pope, del que también formaba parte. Pope, parodiando a Longino, fue el primero en usar el término bathos (trivial).

Stoker
La broma del deán Swift. Una de las mistificaciones más hermosas nunca perpetradas, tuvo a su responsable en la persona de Jonathan Swift. Encargó la impresión y distribución de un pasquin, que pretendía ser <<las ultimas palabras>> de un tal Elliston, un atracador, en el que al ladrón condenado se le hacía decir, <<Ya que me muero, he hecho algo que puede ser de utilidad a la gente. He revelado a un hombre honrado todos los nombres de todos mis hermanos impíos, los lugares donde moran, con una breve descripción de los crímenes que han cometido, en muchos de los cuales he participado como cómplice (de los demás he tenido noticia de sus propios labios). Igualmente, he puesto por escrito los nombres de aquellos a quienes llamamos nuestros ganchos, de las malas casas que frecuentamos y de todos aquellos que reciben o compran nuestros objetos robados. He encomendado solemnemente a este ser honrado y se ha comprometido a hacerlo bajo juramento, que cuando sepa de cualquier granuja que vaya a ser juzgado por robo o allanamiento, consulte la lista y, si encuentra el nombre del ladrón correspondiente, remita la información al gobierno. De lo que doy aviso leal y publico a mis compañeros en el oficio y espero que lo tengan en cuenta>>. Se comenta que la treta le salió bien al deán y que no se tuvo noticia de atracos en las calles durante muchos años.

Slocum
Yahoo. En "Los viajes de Gulliver", una especie de criaturas degradadas que tienen la forma y los vicios del ser humano. Situados en Maldonado.

Symons
La sátira social y la sátira del universo material de alguien que cree un universo del ánimo. La risa de nuestro tiempo fundamentalmente como la de Swift o la de Rabelais. La risa lacerante del idealista.

Joyce
Los babeleros se fueron; los tigin tugos y los houhnhymn songtoms y los apuestos norgeles y los paliful fiancés.
El cuento de una barrica.
Cualquier cosa que se escriba con el idioma lapón con implosiones de magiar semejará estar compuesta el negro similar al blanco con esa mezcla que twisteaban Sterne, Swift y Jolly Roger (bandera pirata).
El wildeshaweshowe se les mueve swiftamente hasta Sterne.
El cuento de una barrica.
Un porte de Sterne para un salto a lo Swift.
No tienes un pasador. Fantástico. Avispado prematuro predestinado garantizado, al Swfit, alas.
El santuario de Swift.
Sus ojos vueltos a Saturno con estelar atracción siguieron con una premura de Swift una golondrina imaginaria.
Homelio gauche Swift.
Sé más Swift y es tela vana ensayo. Trocado hoy, separado mañana.
Depositando la maza potente de Swift.

Gissing
Swift y Pope elevaron a Elkanah Settle a los altares de los plumíferos de Grub Street.

Mantoux
Es propio de las restauraciones el mostrarse ingratas con algunos de sus viejos seguidores. 1726 y 1734. Experiencias con el cok de William Wood. Frente a él escribió Swift con un brío admirable como injusto sus "Cartas del pañero".

Woolf
A Addison, Pope y Swift les encantaba el té. Les gustaban las glorietas. Reunían trocitos de cristales de colores. Adoraban las grutas. Los honores no les desagradaban. Los halagos les resultaban deliciosos. Un día vestían de colores ciruela y, al otro, de gris. Un poco de chismorreo no les hacía mal. Ni carecían de envidia.
Swift tenía un bello bastón de Malaca.
Modales arbitrarios de Swift.
Swift. Pero basta, ¡suspende esa lluvia de palabras de hierro, con la que puedes desollarnos vivos a todos y a ti propio! Nadie es claro como ese ser violento. Es grosero y a la vez claro; brutal y a la vez amable; desprecia al mundo, pero habla a una joven como a un niño y perecerá en un manicomio.
(Orlando)

Shaw
Como la Evolución es creadora, el Ser Humano deberá ser arrumbado, porque es un Yahoo y reemplazado por una más alta y nueva creación, del modo como el Ser Humano fue creado, para suplir las deficiencias de los animales inferiores.

Yeats
Dean Swift. La materia, dicen los sabios, / no puede subsistir sin una forma; / y la forma, digo yo, ha de fallar si no concurre la materia.
Swift. Esta manera de publicar introducciones a libros que quién sabe cuándo van a ver la luz o es eternamente nuevo o es una práctica muy antigua que mi modesta lectura no alcanza a vislumbrar sus orígenes.
Dominado con ese horror que hay en "Gulliver" y "Fleurs du Mal".
El ensayo de Swift sobre las disensiones de los griegos y los romanos; la decadencia termina cuando ha dado su luz como mechas consumidas.

Musil
Fuerzas indiferentes, acontecimientos en un reino liliputiense.

Barbusse
La llama roja que deflagra en la cima del asta liliputiana de una cerilla.

Walter de la Mare
Brobdingnag es el país de los gigantes, en los "Viajes de Gulliver". Glumdalclitch es la joven de buen corazón, la cual toma bajo su cuidado a Gulliver en aquel país. Los Yahoos son los bestiales seres humanos sometidos a los nobles Houyhnhnms, o caballos racionales.
Swift, poema satírico "On Poetry: A Rapsody".

Giraudoux
Agigantado de pronto, un Gulliver delicioso.

Faulkner
Existe una hermandad entre los instrumentos que usa la humanidad con sus acciones, sus mentalidades y sus emociones. Swift apreciaba muy importantes sus emociones.

Russell
Swift hizo un retrato del ser humano como bestia pura con sus Yahoos de tal forma persuasiva que la huella es imborrable. Pero los Yahoos de Swift a pesar de ser repulsivos carecen de las peores características del ser humano moderno, ya que carecen de su inteligencia.

Cesbron
Mil lazos ligaban al sexo a Gulliver; se había transformado casi como el enano entre aquellos gigantes de más o menos buena ley; Amor, Dignidad, Pudor, pero también Vergüenza e Hipocresía.

Wolfe
Un libro serio de ficción es autobiográfico y no es fácil imaginar un libro más autobiográfico, que "Los viajes de Gulliver".
Se apeó cuidadosamente en la pequeña Liliput, comprobando que todo era bajo, próximo y reducido, al hacer su entrada como un nuevo Gulliver. Se veía alto e imponente; encogiendo los codos, se sentó en el caldeado tranvía de Liliput, viendo dolorosamente los sucios rótulos de cartón, los almacenes baratos de ladrillos y tablones, la endeblez herrumbrosa y carcomida del hotel.
En los "Viajes de Gulliver", evocar un día claro y ventoso de marzo, los breves momentos de calor, el goteo y los vapores del deshielo, la sensación del fuego.
Los chiquillos cargaron furiosamente, lanzando gritos agudos a su Gulliver.
Los mejores fabulistas han sido los más grandes satíricos. La sátira (como en Aristófanes, Voltaire y Swift) es un arte elevado y sutil, mucho más allá de las tomaduras de pelo y de los sangrientos sarcasmos de la degenerada época actual. La sátira grande tiene menester del apoyo de una fábula grande. La fuerza y la inventiva de Swift son incomparables; no ha habido mejor fabulista.

A. Huxley
<<Qué genio poseía yo entonces>>, reflexionó parodiando al viejo Swift.
Un manojo de versos que habría hecho las delicias de Swift.

Lukács
La época del terror de la acumulación originaria en Inglaterra. Swift es aparentemente el perfecto antípoda de esta exposición y muchos de sus lectores lamentan su dureza y frialdad sobre todo con la terrible y desilusionada ultima parte de "Gulliver". Sin embargo si se lee con atención y simpatía es imposible no sentir qué ardiente amor de la vida y de los hombres hubo de ser apreciado para que Swift viera la aniquilación interna y externa con la acumulación originaria: a los hombres como animales repugnantes y malolientes opuestos a los caballos prudentes y bondadosos de la ultima sección y con la encarnación satíricamente grandiosa de la verdadera humanidad.
Swift ha mantenido con éxito frente a la ola en marcha de la barbarie burguesa unos islotes magníficos de la experiencia humana.
El odio lleno de desprecio con el que Swift abucheó el sistema social de su época. Segun su situación histórica pudo amar la humanidad y la vida con dicho odio.

Mumford
Yahoos, raza de seres humanos degenerados y con costumbres propias de los animales.

Wilson
"Cadenus and Vanessa" es un poema de Swift de uno de sus amores, Esther Vanhomrigh.

Della Volpe
El realismo pesimista-constructivo de Swift.

Amis
Una cómoda liliputiense que contenía conchas de mar y mechones de cabello infantil.

Tomalin
La señora Skewton ("Dombey e hijo") es una de las creaciones más espléndidamente repulsivas de Dickens, un personaje digno de Swift.

Cleveland
Los grandes autores satíricos como Lewis Carroll y Jonathan Swift.

Böll
Swift, "Modesta proposición para evitar que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o para el país", 1729. Amarga sátira con la que sugería ofrecer a los ingleses ricos como alimento la cifra apreciativa de 120.000 nacidos anuales. Descripción exacta y cruel de un programa útil para muchos fines, entre otros, la disminución del numero de papistas.

Radbruch
Liliputiense Ciudad del Vaticano.

Papp
Planetas enanos o asteroides, estos liliputienses son cuerpos sólidos, bloques rocosos que vagan a lo largo del espacio trazando al Sol órbitas que algunos casos presentan una gran excentricidad.

Deutscher
"1984" no parece justificar el que se llame a Orwell el Swift de nuestro tiempo, título al que "Animal Farm" da alguna justificación. A Orwell le falta la riqueza y sutilidad de reflexión y la imparcialidad filosófica del gran satírico. Su imaginación es feroz y algunas ocasiones penetrante, pero carece de amplitud, flexibilidad y originalidad.

Bok
Algunos han mantenido que el autoengaño favorece un mayor bienestar físico y mental como si, subrayando la indicación (irónica) de Jonathan Swift, en el "Cuento de un tonel", definieran la felicidad como <<la Posesión de estar bien Engañados>>.

Koestler
El estúpido problema, de por qué lado se quebraban los huevos, razón por la cual pelearon los liliputienses.

Yevtushenko
La hirviente sopa extraída con cazos de tamaño propio de Gulliver, de cacerolas también gulliverianas.
Un liliputiense de cara arrugada como la de una manzana asada.
Percibía como una carga inseparable su pesado cuerpo de Gulliver.

Highsmith
En la chimenea, el caviar restallando como si fueran liliputienses, consumiendo cada grano aisladamente.

Burgess
Repugnante lección de literatura picante como la escrófula de Jonson, la escatofilia de Swift o el vómito de sangre con el mandato de ejecutar la sentencia de muerte de Keats.

Orton
Liliput y Brobdingnag, sólo una descripción mañosa; Laputa, algo forzado, aunque la parte de los científicos es bastante mordaz. Lo mejor del libro llega con la ultima parte, la de los Yahoos. En conjunto, estoy con el doctor Johnson. Swift es un escritor sobrevalorado. "Historia de una barrica" es mucho mejor que los "Viajes de Gulliver"; aunque las digresiones son muy exageradas y también el artificio de simular un vacío en el texto. El esquema global es ingenioso, pero no está logrado. El final es decepcionante. "La batalla de los libros" no está a la altura. "The Bickerstaff Papers" es un chiste bastante bueno, nada más. La fascinación de Swift (como en el caso de Dylan Thomas, Brendan Bahan y muchos otros escritores y pintores) se debe a su propia vida.

O´Grady
Al igual que sus colegas científicos, los cuales pretenden curar la flatulencia aplicando un fuelle al recto, los filósofos de la imaginada Academia de Lagado alcanzan términos absurdos, presumiendo que el mundo se conforma a sus reglas. Swift era tory desde que tenía cuarenta y tres y analizaba al ser humano no como un animal racional, sino sólo como un animal con la aptitud de la razón y viciado como todo, según el debido curso de las cosas. Pero el propósito de sus sátiras era el perfeccionamiento social y, aunque su pesimismo lo llevaba a satirizarlo como quimeras son, después de todo, las utopías impracticables lo que realmente forma el sentido común. La estocada de Swift tiene doble filo, pues ridiculiza la inveterada locura humana, que engendra y tiene menester de dicho sentido.
La virtud, expone Swift, en su larga "Oda a Sir William Temple", se rompió con la Caída y la vieja sabiduría no la recompondrá nunca. <<Excavar en las minas de plomo de la Filosofía profunda>> producirá sólo desperdicios inútiles. Una perversa confirmación de la teoría de la reminiscencia de Platón. El escarnecimiento, casi existencialista, de la academia, que propone el poeta, puede estar con el hecho de que Swift se graduase sólo por <<gracia especial>>, tres años antes de haberlo escrito. William Temple, el cual fue lo bastante generoso para ofrecerle un empleo, es declarado ser la unica persona con la aptitud de encontrar la <<Terra Incognita de la Virtud>>.

Berman
Otro tópico indicativo de la unidad interna de intereses de la filosofía irlandesa es el problema de Molyneaux (relativo a la referencia de la percepción visual con la táctil). Algunas de las más atractivas réplicas a este problema fueron pergeñadas por filósofos de Irlanda, Berkeley, Hutcheson, Synge, como también (aunque menos directamente), Swift y Burke.

Cott
Tendemos a ver con desprecio lo exiguo y pequeño, igual que los Brobdingnags a Gulliver. Pero, como Swift enseñó, ser un gigante o un enano depende de nuestra percepción particular en las referencias entre las cosas. Las transformaciones espaciales y temporales crean nuevos contextos.

Tuzo Wilson
Se ha precisado de muchos liliputienses, para construir nuestra fascinante imagen de una Tierra en movimiento.

Silverstein
Los lastimosos seres descritos en "Los viajes de Gulliver", de Jonathan Swift.

Schwarnitz
Swift permite ver cuán disparatado tenía que devenir un sistema político abandonado a una implacable lucha de partidos. Pero describiendo a los hombres en ocasiones como enanos morales y otras como gigantes éticos, Swift no hace sino relativizar la oposición entre los partidos.

Pinker
Un liliputiense no podría controlar el fuego, romper las rocas con un pico ni albergar un cerebro lo suficientemente grande para contener el idioma.


SAMUEL RICHARDSON

La rueda de la incertidumbre.
Las turbaciones suscitadas de la familia.
El objeto de las conversaciones publicas.
Un genio altivo.
Marchar a lo largo de las olas de la sangre.
Un preámbulo de las cláusulas del testamento.
Dairy bouse, la casa de la quesera, de lácteos.
La manera y el tono son más expresivos que las palabras.
Las reservas costaban mucho a los caracteres abiertos.
Conducir con grados a un exceso de disgusto.
Un negocio enteramente descompuesto.
Un gesto desdeñoso.
Sufrir la reserva con resignación.
Un genio errante y variable.
Desempeñar a la perfección el papel de la indiferencia.
Tenía reservadas y prevenidas varias referencias para objetarlas y oponerlas a sus miras.
La excesiva libertad de sus opiniones.
Cartas de materias generales.
Un tono de un superior que quería alabar a un subalterno.
Vivacidad y valor.
Expuesto a sus burlas indecentes.
Su indignación les impelía más allá de los límites de la verosimilitud con sus acusaciones.
Un ser humano de calidad y conveniencias.
Su genio había sido acusado de violento.
Después de varios insultos opuso el desprecio y un aire de altivez que semejaban un ataque.
Tono de desafío.
Una visita de conversación.
Los materiales especificados del testamento son adventicios y adquiridos con mi propia industria.
Las semillas de los celos y disgustos esparcidas.
Seriedad y reserva.
Las semillas de las divisiones domésticas.
Valernos de la obstinación y la inflexibilidad.
Aquellos que aúnan más materiales en este mundo son los que más sienten carecer de alguno que les falta.
Un genio áspero y soberbio.
Un desdén similar a la soberbia.
Una pasión que habría llegado a un grado digno de su objeto.
El honrado pretexto de establecer la organización.
Una visita de amistad.
Tono desapacible.
Un despreciable licencioso.
Tono burlesco.
Indigno miedo.
La actitud que avisa una furiosa tempestad.
Tono regañón.
Tono chocarrero.
Muy fértil es una mala y atrevida voluntad.
Reservar la eficacia.
Un genio dulce.
El objeto de la burla de artífices viles.
El depósito general de la leña.
A cuántas invenciones y ardides no dan lugar una vigilancia inútil y una injusta opresión.
Cabezas extravagantes y extraordinarias.
Pintar figuras horrorosas.
¿Quién sabe lo que puede suceder una vez que el negocio se halla en buena condición y no tienes la resolución de oponerte al torrente que te arrastra?
Batallar con genios perversos.
Los límites de la decencia.
Algunos visos de razón.
Las personas que saben su principal mérito no son vituperables al mejorarlo.
El que tiene la paciencia de sufrir mucho tiene que esperar mucho que sufrir en cualquier parte.
Se rehúsa todo a los que no conceden nada y los que todo lo quieren todo lo pierden.
Las alabanzas recíprocas de su economía.
Proverbio. La oveja tras del cordero.
Afectando secretos se excita la curiosidad.
Los obsequios y la veneración calculados.
Encubrir alguna cosa como reserva con excesivo cuidado.
Acusar de un yerro.
Los méritos de su persona, sus riquezas y su cuna.
No es raciocinar inferir que no se tiene amor de que no se quiere tener.
Un genio dócil y flexible.
El arte de la cifra abreviada.
Gozar de un patrimonio muy apreciable de materiales muy famosos.
El valor anual del arriendo.
Tono indecente.
Sucedieron las injurias personales y después los desafíos que ocasionaron la desgraciada cuestión con los que se coronó el acto.
Una reversión criminal.
Viejo proverbio. Es bueno tener ilusiones próximas o remotas a una rica sucesión.
¿Adónde resbala mi pluma?
Los genios más dulces son los más resueltos.
Cuando una persona tiene a su favor la evidencia ¿cómo ha de sufrir sin impacientarse que le mezclen con contenciones y disputas?
Un hechizo para enternecer.
La obediencia es más apreciable que los sacrificios.
La fuerza del argumento.
Tono irritado.
Sospechar alguna preferencia extraña.
Las prohibiciones injuriosas impuestas.
No disfrazar la verdad.
Genios impetuosos.
Contenerse dentro de los justos límites.
Las leyes solo se hacen valer después de la ofensa.
Genios demasiado prontos para inflamarse.
Delicada modestia.
Ofrecer mucho y merecer poco.
Carácter villano, sórdida avaricia.
Generalmente el mundo con la malicia que se le atribuye es más justo de lo que se supone con la pintura o formación de los caracteres. Los decide con lo que experimenta.
Útiles instrucciones.
Una desobediencia formal.
La aversión tiene los ojos abiertos sobre la parte defectuosa como la benevolencia o la amistad los tiene cerrados para no ver los defectos reales y positivos.
Los verdaderos motivos.
Acusar de haber caído en la decrepitud.
¿No es sustancialmente mi principal motivo la vanidad o el deseo secreto de ser aplaudida?
Acusar de pertinaz y de estar de mal humor.
El honor y las conveniencias de la familia.
Cómo expresar lo que había de manifestar.
Venir a la memoria.
El menester de acomodarse a muchos genios.
Una ligera sombra de ilusión.
Los hechizos y gracias.
El aire abatido de un delincuente.
Una repugnancia invencible.
Disponer de la suerte.
Guardarse de un sujeto inficionado del contagio.
Un consejo de cólera.
Picado de la manera como de la sustancia.
El garante de la conducta.
Una conversación particular.
Manifestar los rostros turbación y embarazo.
El auxilio de las oraciones publicas.
A buen gato buen ratón.
Asistir a la conversación como testigos.
Dilatarse con elogios y protestas de afecto.
No hay menester de otro castigo para algunos genios que la libertad de seguir la propia inclinación.
La sustancia de la réplica.
Los caballos reacios fatigan la mano y dislocan el brazo cuando se les quiere refrenar.
Favores imaginarios.
Hombres profundos y solapados a fuerza de haberse ejercitado con el fraude.
Un equívoco ente.
Impacientar los visages que rodean.
Los prodigios obtienen nuestra admiración pero nunca se granjean nuestro afecto.
Las sombras del esplendor del mérito.
Las visitas que proporcionan los asuntos o el menester.
Grave o ligera.
La gravedad, la locura.
Excusar los que aman el dinero aquellos que no lo aborrecen.
Refrán. La obediencia sin excepción y sin ningún respeto a las razones.
Cediendo a genios temerarios y vanos.
Declarar por el partido de la obediencia ciega.
Las admirables prendas naturales y adquiridas.
Mi bilis comienza a enardecerse.
Recobrar los derechos.
Una linda ocasión.
Acusar de una pretendida cobardía.
Yo debo explicarme y la ocasión lo exige.
Acusar de la liga formada.
Atiende menos al efecto que a la causa, cesará esta.
Una inclinación adelantada.
El amor y el aborrecimiento no son sino pasiones libres.
Un vil disoluto.
La distinción o la calidad pueden engendrar orgullo a las personas que recientemente la han adquirido; pero dan motivo a las reflexiones y el desprecio.
Graves soliloquios.
Una mezcla sensible de amor predominante.
Una coqueta de calidad.
Una hipocresía refinada.
Disfrazado con el velo de una humilde y modesta hipocresía, de una apariencia equívoca de reforma y de una vana prueba.
Los grados de la educación.
Las vanas preocupaciones de la cuna.
Los insultos cuya memoria altera mi sangre.
¿Pero hubo nunca algún protagonista de novela que fuese provocado a aventuras más terribles?
El fin que debe coronar mis fatigas.
Prudencia y reserva.
Un necio y oscuro hidalgo con menester de formarle.
Cuatro hombres de buen gesto; fiero y bélico, vivo e inflamable, agradable y bizarro, sedicioso y atrevido.
Un grado excesivo de rigor.
Proponer un expediente.
Funestas turbaciones.
Llegar al colmo los favores.
Atrincherados con una invencible perseverancia.
Acusar de un gran numero de defectos.
Acusar de envanecer con los libros y la escritura.
Acusar de preocupación a favor de otro.
Una tintura de avaricia.
Un amor subordinado.
Si las razones merecen ser escuchadas.
Una larga apología enfadosa.
Una costumbre de Inglaterra. Se daba un pernil o una lonja de tocino, jamón de Dunmow, a los casados un año entero sin tener ninguna riña.
Versalles ha salido de la nada.
Precipitar la desesperación a un torrente homicida.
Maquinar fraudes y ardides.
Desvanecer las preocupaciones.
Reservar alguna excusa.
Recurrir a muchas máquinas.
Un genio emprendedor.
Teñir de despotismo una triste experiencia.
Hechos manifiestos y declarados que no se pueden negar.
La dulzura y la razón.
Una decorosa reserva.
Manifestar vanidad.
Una conversación que ni había previsto ni deseado.
Manifestar un gran resentimiento.
La fuerza del aborrecimiento todo lo transforma.
Habría pocos culpados si todos los acusados o sospechosos tuvieran la libertad de contar su historia y debiesen ser creídos con su palabra.
El pormenor de una conversación.
Algún grado de verosimilitud.
Quejarse agriamente.
Afectar alguna reserva.
Pruebas de apreciación.
Acusada con un amor opuesto al deber.
Justificar sobre el particular de las reservas.
Una prueba del ascendiente.
Dar cuenta sustancial de las réplicas.
Inflexible obstinación.
Inflexible resolución.
Áspero genio.
Un mérito glorioso y una fuente pura y permanente de satisfacción.
Vagas lamentaciones.
La crueldad insultante con la que los ricos altivos oprimen al pobre que tiene la desdicha de desagradarlos.
Una mentira o anfibología.
La atención puesta con muchas cosas.
La grave acusación de ser reservada con la más querida de sus amigas.
Acusar de invencible obstinación.
Nos enseña la sana razón.
Acusar del vicio de la codicia y la falta de generosidad.
El que está persuadido no dista mucho de corregirse.
El lado favorable del carácter.
Adornar cualidades soportables hijas del orgullo.
La opinión del publico no debe tener más que el segundo lugar.
La profundidad debe contarse con las sombras de la pintura.
La venganza no lavaba su mancha, nunca había ocurrido hacer una esponja de una espada.
La pretensión mata o sana. Aunque no puede matar sin la aplicación.
El amor está más arraigado cuando no hay causas verosímiles a las que se pueda atribuir.
Si nada claudicase respecto de las costumbres.
El amor, una Potencia invencible.
Las tiernas expresiones de la amistad.
Con qué lindos grados llegar a buscar agradar.
Con los matrimonios celebrados como inclinación se insiste menos sobre las capitulaciones.
La memoria de las fanfarronadas.
Manifestar con tiernas señales.
Tono moderado.
Tono festivo.
Mudando de tono y postura.
Una picante réplica.
Dicho. El amor despreciado se transforma como un aborrecimiento mortal.
Una canción con otro tono, no adelantas ni retrocedes un paso.
Los que hacen vana la ilusión.
Un pormenor de acusaciones bajas e indignas.
Los hechizos de la orgullosa dulzura y el aire respetuoso y modesto.
Ganar los sufragios del país.
Extender las instrucciones dando fuerza a las cláusulas.
Cómo los grandes ingenios se permiten preocupar.
Dicho. Las hechiceras pueden contentar a sus amantes.
Las divisiones fatales de la familia.
Expresiones desabridas.
La linda y justa condición.
Manifestando el cruel triunfo.
Lindos y picantes modales.
Piedades llenas de menosprecio.
Una chanza pesada.
Una sorpresa parte verdadera y parte afectada.
Manifestar el deseo.
Su visita era un excesivo favor para una desgraciada presa.
La experiencia de sus indignas libertades.
Los fundados motivos de mi oposición.
Cada circunstancia pintada con los más vivos colores.
Tiernos avisos.
Odiosas aplicaciones.
Veo todos los colores del arco iris al través de un diluvio de llantos.
Cuán dificultoso es no ceder a los defectos dominantes de nuestra complexión.
No tuve conveniente prestarme como pendiente a su látigo.
Esos apresurados que tienen el aire negocioso sin tener negocios graves nunca.
Prudente, de excelente economía.
Obstáculos vencidos, batallas ganadas y enemigos aterrados a centenares con las proezas de un solo paladín.
Tomando un fanfarrón el aire de un valiente obtiene favores que deberían estar reservados al verdadero valor.
Esta carta solo es un tejido de locuras.
Un papel de desafío.
Humores tétricos.
Libres con las expresiones y la conducta.
Coger en falta a este Catón.
La pericia para desfigurar las costumbres.
El grado de apreciación.
Vanas invocaciones.
Engañar con exterioridades.
Ver  sin tener nada que decir.
El grado de parentesco.
Una presunción de colegio.
La diversidad del estilo.
Dar la sentencia según la fuerza de los argumentos.
Dócil y tenaz.
Los frívolos disfraces de la locura.
El penacho de la ambición, la flor efímera de la hermosura.
Disipar las nubes del error.
Oponer los embarazos de las trampas legales.
Las mordaces reflexiones.
El fin de los movimientos extraordinarios es el de cesar pronto.
El relevante mérito de vencer la aversión.
¿Dónde está la gloria y el mérito de la obediencia si nada cuesta vencerla?
El grado de cólera de la violencia.
Hay muy pocos amantes que se vean como son el tiempo que obsequian.
Lo grave y serio de la conversación.
Calcular las molestias.
Los colores encubren las malas cualidades y la amistad echa un velo sobre las mayores manchas.
La aversión exagera los defectos.
El diente matador de la envidia.
El derecho de reversión de la heredad.
Reclamar las disposiciones testamentarias.
Descorrer el velo de la hipocresía.
La aversión y el resentimiento transforman las cosas.
Contener dentro de los límites de una sumisa suplicante.
Genios obstinados.
El tono sosegado de la razón.
Una expresión lisonjera.
Rasgos de ingenio.
Humor festivo.
Bon gré mal gré. Voluntariamente o con malvada voluntad.
Revocar la dilación.
Graves reflexiones.
Reservar la libertad de revocar las ilusiones dadas.
El grado de dulzura y condescendencia.
Las personas débiles están persuadidas de que la formación del testamento es el presagio infalible de su fin.
Una razón que reservo in pectore.
Acompañar una píldora demasiado dulce con una declaración.
Hacer sonar una guinea sospechosa para experimentarla.
No es el amor una pasión libre.
La justificación frente las reprensiones.
La ley de Coventry de los malos tratos.
Si la cojo aquí alguna vez podrá celebrar mientras viva el aniversario de su libramiento.
Qué diferencia de un seto de algunas pulgadas de grueso a las montañas que hoy te separan de él.
Oh serpientes peligrosas que se humillan hasta el suelo para insinuarse y que la ocasión que les conviene se levantan con la mayor insolencia.
Todos los buenos genios son muy afectuosos.
Genios incorregibles.
La aprobación de los genios de dos sujetos que han de vivir unidos es de gran importancia. No obstante han de pactar verosímiles límites y auxiliarse para contenerse.
Disminuir y apagar con grados el resentimiento.
Estas festivas digresiones no son más que ligereza afectada.
Los filos de la chanza.
Impelida como casualmente con los vientos impetuosos de una vehemente oposición y de un rigor que me atrevo a acusar de injusto.
El talento de dar lecciones serias e importantes con el apreciable arte de agradar e instruir al tiempo.
La conducta y la bajeza del abominable monstruo.
Acusaciones injustas.
No hay nada lindo y amable sin modestia.
Acusaciones fundadas.
Las alas del viento.
Una perversidad infernal.
El mérito real de la acción.
Recompensar una injustica con otra es causar una general corrupción.
Ganar tiempo con pretextos manejados o con la toma de alguna cosa nociva a la salud.
Un gesto afectado.
Una vieja áspera y descontentadiza.
El mérito que da derecho al respeto.
Los magníficos absurdos.
Cuánto se apresura a venir el día que se teme.
Vanas alteraciones.
Todo aquello que tiene la imaginación muy preocupada produce a su tiempo efectos que no son imaginarios.
Una conversación concedida con la forma citándose el día, la hora y el lugar.
Un artificio muy bajo e indigno a la verdad para sorprenderme.
Acusar de haber tenido parte del artificio.
Una terrible conversación.
Un gran conjunto de particularidades que escribir.
Manifestar confusión.
La cobardía de un enemigo aumenta nuestro valor.
Toser para cobrar ánimo.
Con los ojos encendidos manifestaba su furor.
Ni siquiera puedo desear vencer mi resolución.
El impulso de la cólera.
Creer tener demasiados talentos para la religión.
La libertad de rehusar.
La flor y el ornamento de la familia.
De un genio propenso a injuriar.
Un chiste intempestivo.
Todo nos ofende de los sujetos que aborrecemos.
Manifestando con los ojos su extrañeza.
Un gesto serio y tranquilo.
Algo reservado que temes que vea.
Las indecentes y ridículas invectivas.
Los límites de la moderación.
Este grande frenesí dará materia a muchas agudezas.
Acusados con cartas anónimas y con motivos aprovechados.
Las numerosas acusaciones del pobre reo.
Tono injurioso.
Injuriosos epítetos.
La cara puntiaguda como la creciente luna nueva.
Expresiones picantes.
El argumento que satisfaga anticipadamente.
Suplir con el arte la pérdida de las gracias naturales.
Eterno agradecimiento, una expresión hiperbólica.
Las expresiones amatorias.
Una sentencia formidable.
Acusar el publico.
Una ventaja accidental.
Sufrir las libertades con paciencia.
Las proposiciones y las inteligencias.
Un insulto de cólico.
Un vil espía de dos caras.
La sabiduría mundana es el colmo de la locura.
Un mérito brillante y extraordinario.
El despreciable argumento de no mezclarse con negocios ajenos.
Para vivir ocultamente es Londres el lugar más garantizado del orbe.
Un ánimo imposible de persuadir.
Aquel griego de quien se decía que gobernaba Atenas, que a él le gobernaba su mujer y que a su mujer la gobernaba su hijo.
La regla de escoger el menor mal para eludir el mayor.
Acusar de granjear la desgracia con alguna locura o descuido.
Tono serio.
Los yerros comunes.
Las olas de la aflicción se congregan y dan vueltas sobre mi cabeza con irresistible violencia.
La activa y superabundante vegetación de los deseos.
Contengámonos y aprovechémonos de la reflexión.
El fruto de los quebrantos dado para la corrección.
Ganar tiempo recurriendo al disimulo y aparentar algún convenio.
Está prohibido hacer algún mal incluso cuando pueda llegar algún bien.
Algún estudiado ardid.
Los movimientos que me causaron inquietud y las expresiones oscuras.
Una insolencia extravagante.
Instar con un argumento.
Referir los hechos de los que se le acusa.
Extravagantes invenciones.
El excelente pretexto de rescatar de la familia.
Tono alegre de triunfo.
Humor triste y taciturno.
Echar sobre la reputación una mancha.
Renacer la turbación con las reflexiones.
Estimular los presentimientos.
Un pretexto para alguna dilación.
Llena la imaginación de los horrores de un funesto sueño.
Las expresiones y amenazas.
Infiero de su conducta reservada que se le han impuesto leyes severas.
Sospechar las inteligencias.
Acusar de tener parte de las amenazas.
Llegar a ser el objeto de un odio general.
Una acusación para que se me desprecie y note de hipócrita.
La osadía de su estilo es efecto de un alborozo que no tiene límites; pero se somete sin reserva a mi voluntad.
Las alternativas y proposiciones.
Indiscreta persecución.
Vehementes expresiones.
Extender las alternativas.
La gentileza y las gracias de su persona.
Las tiernas plantas de olmos y tilos.
Obligar con la sustancia y disgustar con la manera es solo obligar a medias.
El más leve pretexto.
Variar el semblante de las cosas.
La importancia de la ocasión y la excesiva delicadeza.
Se aproxima la decisión de tu suerte.
Expresión proverbial. "Quitar una espina del pie de un amigo para clavarla al pie propio".
Pretender pasar desde los efectos hasta las causas.
Una reflexión hecha casualmente.
El carácter filosófico de reserva y moderación de los propios atractivos que abandona con asuntos de otros.
Una carta de éxtasis.
Comenzar a gloriarse de la hermosa perspectiva.
A la sombra de la familia.
Un golpe del imparcial afecto.
El fuego sagrado de la amistad.
Una disposición condicional o una promesa positiva.
Disimular un conjunto de razonamientos no digeridos.
Limitar los paseos.
Aguantar el ataque de las exclamaciones.
Un paso temerario.
Argumentos convenientes a la situación.
Manifestar inquietud.
Oscuras expresiones.
Una competencia de mérito causa de su mutuo aborrecimiento.
Acomodarme a mi suerte.
Una prueba fuerte y sensible.
Acusar de vanagloriarse de sus designios.
Cómo nos hace ver el miedo con la más vana quimera el objeto que se teme.
Arriesgar la conversación.
San Albans es una pequeña ciudad 7 leguas al norte de Londres.
Acusarme sin indulgencia de los puntos que me crea justamente digna de reprensión.
Las circunstancias de la conversación.
Precipitar con alguna resolución desesperada.
Un rápido instante decide la suerte de nuestra vida.
Un genio sumiso es peligroso, pues excitándonos a contentar a otros hace que nos perjudiquemos.
Un aire de impaciencia tierno y animoso.
Lisonjera condescendencia.
Manifestar las razones con circunstancias más favorables.
Cuán cruel es mi suerte.
No tendreis esperanzas cuando os expongais enteramente a la casualidad del incierto éxito.
El salario de la corrupción.
El miedo daba alas a mis pies al tiempo que me impedía reflexionar.
Baja y vil astucia.
La formidable prueba.
Una querella de genios violentos.
Ver castigada la presunción de los vicios.
Un intrigante profundo.
Sórdida avaricia.
Un tono espantoso.
Coadyuvaban a mis propósitos como topos activos para minar y más ciegos que estos animales no sabían que minaban para mí.
Mi placer padece alguna disminución con las mortificaciones que padece mi orgullo.
Ha pasado el Rubicón, la vuelta le es imposible.
Sobre las alas del amor vuelo a mi querida que se levanta y acelera a la tardía aurora.
Soy más ánimo que materia y no preciso el restaurativo común del sueño.
Acusar de haber usado ardides.
Se logran las grandes empresas con las precauciones que toman otros para desvanecerlas.
Es una cólera muy leve la que excitan las expresiones.
La cólera que proviene del ímpetu repentino no es sencilla de reprimir.
Recíprocas acusaciones.
Innumerables circunstancias de mi situación ofenden mi delicadeza.
Proverbio. "Jurar como un soldado".
Informar circunstanciadamente.
Las alas del amor o del miedo.
Oh sexo, verdadero caos.
El viejo carantamaula (careta de cartón).
Un aire de reserva.
Acusar de burlar con profundo arte.
Quien puede complacer puede igualmente disgustar.
Extender la acostumbrada condescendencia a comunicar las particularidades.
Los grandes negocios a la manera que los sujetos de importancia van comúnmente acompañados de numerosas pequeñas causas e incidentes consistiendo su grandeza.
Arrogancia y presunción.
Un bajo disimulo.
Un crimen premeditado.
Vigilancia y circunspección.
Las quejas y expresiones de impaciencia.
Traer a la memoria lo pasado.
Las trabas del matrimonio.
He aquí una súplica, camarada.
Manejar con reserva.
Aprender el arte de las reservas.
Las persecuciones y locas pruebas.
Son recíprocas las obligaciones.
Avara como el sepulcro.
Demonios licenciosos.
La esfera del pequeño poder es un demonio.
Habiéndote creído antes un oso causa extrañeza después hallarte semejante a la especie humana.
Una sombra de desconfianza.
El tono sosegado de la razón.
La presencia de las personas con las cuales se tiene enemistad disminuye el amargor de los resentimientos.
Una desesperada resolución.
Te aconsejo que no te obstines caprichosamente y que no tomes ninguna anticipada deliberación.
El amor verdadero busca menos su propia satisfacción que la del objeto amado.
En lo interior de una casa pueden sobrevenir mil cosas que no es sencillo decidir desde fuera.
Contener las fogosidades de la ira y aprender a tolerar las adversidades.
Una persecución más inflamada que nunca y un odio publicamente declarado.
El grado de dulzura y condescendencia.
Una ocasión seria y grave.
El Comisionado del entierro.
La naturaleza con la que no podía yo cooperar me ha formado como soy.
Disminuir y apagar con grados el resentimiento.
Acusar de un rigor injusto.
Absolver de las acusaciones.
El mérito real de la acción.
Invenciones y expedientes.
Los defectos y manchas.
Reservar un recurso.
Los preliminares de la conversación.
Una conversación temible.
Llena la fantasía de la conversación que se aproxima.
Solicitar la conversación.
El fundamento de la acusación.
Una ventaja accidental.
Un aviso demasiado verosímil.
La buena noticia merecía venir acompañada de una circunstancia muy desagradable.
La sabiduría mundana es el colmo de la locura.
Una pendencia tiene sus utilidades.
Las olas de la aflicción se congregan y dan vueltas sobre mi cabeza con irresistible violencia.
Errores punibles.
Es inútil disfrazar una resolución que ha de ejecutar muy pronto.
Tono alegre de triunfo.
Humor triste y taciturno.
El objeto de un odio general.
Una proposición cruel.
Rehusar el inconsiderado consejo.
La mancha que mi encierro y el rigor han echado sobre mi propio concepto.
Cuando nadie ignora el origen del mal hace variar el semblante de las cosas.
Lo importante de la ocasión.
Es inútil esforzar más el consejo.
Una visita publica o secreta.
El fuego sagrado de la amistad.
Los verdaderos límites de la justicia.
El deseo de ostentar una sagacidad que se anticipa a los sucesos.
Consolar y hacer llevadera la suerte.
Argumentos convenientes a mi situación.
Grande y manifiesta inquietud.
Me valí del pequeño ardid de manifestar algunos escrúpulos.
Una competencia de mérito causa de mutuo aborrecimiento.
Un gesto expresivo.
Una prueba fuerte y sensible.
Tono colérico.
Acusar de vanagloriarse de sus designios.
Un ánimo altivo y osado.
Cómo nos hace ver el miedo con la más vana quimera el objeto que se teme.
Acusarse sin indulgencia los puntos de reprensión.
Un aire de impaciencia tierno y animoso.
Exponerse a la casualidad del incierto éxito.
Veo castigada mi presunción con la presunción propia según sucede con otros vicios.
Con este encargo llegarán a su colmo todos los demás.
Un humor demasiado incómodo.
Incluyo aquí algunas arras de mi futura liberalidad.
Tirar el sombrero a la cabeza.
La alegría del miserable que manifiestamente se lisonjea de su triunfo.
Un arrebato de mal genio.
Una acción de banco de cien guineas.
Ha sido mi máxima la de despreciar los peligros con los que me quiere intimidar. Los que hacen muchas amenazas rara vez las ejecutan cuando se ofrece la ocasión.
Reserva y altivez.
Exigir una condición cruel.
No perder la primera ocasión decorosa.
Las reliquias de la reputación.
Dar una oficiosa asistencia a la comunicación.
Un petimetre rancio.
Elevar hasta la esfera de la luna sin ningún menester de escala.
Abandonemos los sies y los peros.
Resolución y despejo.
El huracán se transformó instantáneamente como lluvia.
Un aspecto afligido.
La activa malicia.
Un abismo de incertidumbres y errores.
Si hemos de separarnos no inquietaré esta isla con mi presencia.
Ofendida mortalmente.
Nuestra aventura no tenía ejemplo por su singularidad.
Manifestar las facciones del rostro atención.
La historia de nuestras familias, conveniencias, alianzas y antipatías.
Le conté el motivo de mi actual discordia fundando la realidad del fuego.
Cometía la injusticia de tener el fuego como un premeditado artificio.
Una expresión descarada.
Nada hay que no semeje bueno y malo con diversos aspectos.
Encargar con eficaces instancias.
La máxima de atenerse fielmente a la verdad cualesquiera ocasiones.
Un general consentimiento.
Un genio indómito.
De una prudencia consumada lo conduce todo al más dichoso fin.
Difiero manifestaros mis pretensiones hasta que tenga el placer de veros.
Verdades muy reales.
Desatento silencio.
Un insulto de gota.
Abandonar esta enfadosa isla.
Yo hablaba con mucho fuego aunque con un tono muy bajo.
La mayor parte de nuestras bellas heroínas de novelas han tomado nombres supuestos sus primeros años de matrimonio.
Quien expone poco tiene menos de qué retractarse.
Los instrumentos con disposición de firmarse.
Un vale de banco de treinta libras esterlinas.
El pretexto de consultar antes.
Hacer valer la objeción.
La garantía que da la inocencia la cual, sin embargo, debería mezclar un poco de la astucia de la culebra con la sencillez de la paloma.
Qué locura despreciar el granjearse la buena reputación de los particulares cuando todos se conducen por las apariencias.
Viejo adagio. "Quien escucha su mal oye".
Sacar una declaración formal que afirmase o negase el hecho.
Tono de impaciencia.
El sexo gusta de las intrigas y de los intrigantes también.
Negros crímenes.
Desfigurar la verdad.
Pretextos para los que quiere engañar.
Reflexionar las resoluciones.
Un maldito ataque.
Un pretexto para seguir sus pasos o retener su fuga.
La vergüenza no me habría contenido ni me lo hubiese permitido la política.
¿A quién he de temer yo aquí? Su pregunta manifestaba sus temores.
Alcé los ojos y las manos al cielo con un silencio de admiración.
Pretender con falsas inquietudes de fuego intimidar.
Imputar un artificio premeditado.
Dar buen colorido a la conducta.
Inteligencia con el diablo.
Los hechizos de la elocuencia.
La hermosa fugitiva estaba con sus enajenaciones y los dados le eran favorables.
Acostumbrarse a tolerar privaciones que nunca puede sucederle experimentar.
El ingenio fecundo y sutil de maldad.
Recibí muchos cumplimientos de mi persona e ingenio que me ofrecieron una ocasión singular para hacer ostentación de mi modestia.
Acusar con un exceso de vanidad.
Las noticias adelantarán mis designios según las circunstancias que ofrezca la casualidad.
Acusar la pereza.
Encogiéndome de hombros con un aire de embarazo y pretendiendo ponerme encarnado.
Grande admiradora de las reflexiones morales.
El diablo te lleve hablador. Pícaro con tus gestos.
Tieso como un diablo.
Ojos de losa.
Una carta importante útil para la reconciliación.
El curso de esta fatal aventura.
Mi profunda prudencia y la fecundidad de mi invención.
Proposiciones vagas que alteran un genio vivo.
Obligar con la atracción, lo cual es proporcionar como Lucifer las tentaciones a las inclinaciones.
Las ideas vagas.
La posta general y particular se llama la que no pasa del distrito o jurisdicción de Londres.
Fidelidad y homenaje.
No quiero anticiparme como monopolista en el mercado publico. Comprar el primero la mercadería para venderla solo.
La sala de conversación.
Un pequeño exordio extravagante e impertinente.
Acusar de ser más severo que dadivoso.
Mis verdaderos amigos experimentados, naturales.
Para disminuir la admiración que podría causarte mi memoria te digo que tenía a la mano mi librito y mi lápiz.
Un error origina otros.
Lo sustancial de la verdad.
Una reconciliación general.
Protesta solemnemente que la ofensa no fue premeditada.
Creer la ofensa más grave de lo que efectivamente ha sido.
Acusarse con justicia.
Protesté que el fuego había sido verdadero, negué que la aventura había sido premeditada.
Sus inquietudes con el fuego me estimulaban a serenarla con las ilusiones de un tierno afecto.
Un concepto perverso.
Fatal disensión.
Los expedientes e invenciones.
Un gesto enfático.
Los colores de dureza y delicadeza vana del carácter.
No poder penetrar el enigma.
Tono enfático.
Entregado a la ternura natural de mi genio.
El más alto grado de la prueba.
El menester es sobre todo la prueba de las buenas máximas.
He sido superior a la reserva las ocasiones que no he tenido ningún motivo para desconfiar.
Bajo qué abismo de dificultades te ha sumergido un solo paso temerario.
Se fortificó con su resolución.
Ningún reposo para los malos.
Qué figura haré en los anales de los licenciosos.
Lo sustancial de la novela.
Persuadir de sus reservas a dar un paseo.
Una tropa de graves y augustos doctores, de oficiosos boticarios, sus maneras ridículas y una cuadrilla de cirujanos carniceros todos reunidos para representar una farsa medieval.
Comunicar sustancialmente.
Mordía los labios de rabia y guardaba silencio.
Conspiración, ardides, intrigas, estratagemas.
El tono del razonamiento.
Peligrosamente enfermo (la aventura de la ipecacuana).
La respiración me falta cuando reflexiono de qué hilo ha sido mi suerte suspensa.
La extraña casualidad.
El fruto de nuestras fatigas.
Al fin el pícaro insoportable partió.
Atribuir el buen éxito a mis exactas disposiciones.
Librarte de esta cohorte infernal.
Un ente imaginario.
Es cosa muy dura que no pueda obtenerse una compensación de los préstamos con las deudas y que en la balanza donde se pesa un licencioso no se haga poner todo lo que le favorece como se hace con el más ínfimo; pero no cuenta lo que hace un ser humano de quien no se espera nada.
Por más que se diga que la línea que separa lo justo de lo injusto es visible y manifiesta, la reputación hace claudicar al género humano con sus juicios.
Una actitud recta y remilgada.
Romper los huesos, una amenaza de esportillero.
Lo ha dispuesto la suerte.
La dificultad ayuda como estímulo a un genio como el mío.
Un enajenamiento del celo romanesco.
Las flores de igual color de las cartas.
La ira hace impolítica la persona más atenta.
Remilgándose desdeñosamente pero con un desprecio atractivo.
Una mezcla de gravedad y reflexión del carácter.
Se aviva la acción y camina al desenlace la referencia de esta intriga.
Actitudes remilgadas.
La libertad propia de la calidad.
Un despejo gracioso, un aspecto que muestra saber la propia dignidad cuán difícil es conseguirlo con el arte.
Una taza de crema de las Barbadas.
Los elogios y transportes.
Un Belzebuth desencadenado y un infame intrigante.
Humor orgulloso.
Adelantar con molestias.
No se triunfa de la voluntad con la fuerza.
Un abismo de dolor y temor.
Da mil expresiones de mi parte al digno objeto de tu amor.
Un verdadero arrebato de frenesí.
Alguna extraña pretensión.
Tono lacrimoso.
Concebir terribles ideas de las cosas. Pura ignorancia.
El idioma cortado de la turbación.
Inquietudes vanas.
Los furores del amor y los furores de la venganza.
Un mortal desvanecimiento.
Estratagemas insidiosos.
Famélicas averiguaciones.
Según la expresión de un filósofo no hay diferencia notable del cráneo del Rey Filipo y el de otro ser humano.
Las extravagantes nociones de los hombres no transforman nada de la realidad de los hechos.
Persuadir a alguna grata transacción sobre un mal irreparable.
Satisfice liberalmente mis deudas.
El diablo se lleve al loco.
Dulces expresiones.
Un fin generoso.
Una dosis excesiva entorpece un ingenio celestial.
Humor triste.
Oruga venenosa que te tiras sobre la hermosa flor del honor virginal y emponzoñas las hojas que no puedes devorar. Tiña impura que roes y ensucias el traje de la inocencia. Oh infeliz reflexiona mientras es tiempo cuál será tu condenación.
Oh razón ¿cuándo terminas de perderte? / Permíteme delirar con mis ideas.
Espanto y vano furor.
Los médicos recetan narcóticos para las enfermedades agudas cuya violencia podría dar al paciente una calentura o un delirio. Tales remedios soporíferos producen efecto más a causa de la dosis que de la pretensión de quien los suministra.
Valerse de comparaciones para justificarse.
Mientras espero lo que el tiempo nos prepara.
Las intrigas de esta perversa ciudad.
Los demonios que hay en este mundo y en los abismos subterráneos.
La visión ni humana ni altiva pero sobremanera grave.
Las gracias de la elocuencia viva y patética.
Nada violento es durable.
Una cólera majestuosa y circunspecta.
Distinguir la serie de los días.
Afectada reserva.
Manifiesta indignación.
Detestable artificio, astucia y traición.
Tono triste.
Condestable. Oficial subalterno.
Suministrar un pretexto.
La calidad de heredero presuntivo.
El influjo de la dulzura sobre los genios violentos.
Un genio vivo y lleno de recursos.
Nosotros somos propensos a imputar al diablo todo lo que nos sucede opuesto a nuestra voluntad; pero la presente ocasión siendo el diablo yo mis desgracias provienen de un ángel. Para el género humano cada uno es atormentado por su opuesto.
Buscar lo que prepara la suerte.
Adonde debe conducirme mi misterioso destino.
Un violento transporte de ira.
¿Hay una sombra de verdad en esta historia?
Un delito trae consigo otro.
La prueba de la sinceridad.
Un tono alegre.
Recurrir a estratagemas diabólicos.
Tono enfático.
Una satisfacción lisonjera para los manes de los antepasados y para los parientes vivos.
Un resentimiento obstinado.
Solo afectó alguna serenidad con la vista de desvanecer cualquier sospecha.
El rayo ligero.
Una cólera frenética.
Frenéticos enajenamientos.
Agradable cólera.
Oficioso demonio.
Formar vehementes resoluciones para reparar las injurias.
Un intrépido abogado.
Inconstantes resoluciones.
El lobo a la verdad no busca grandes pretextos cuando quiere reñir con el cordero.
Exponerse a infinitos pesares y a fatales aventuras.
Urdiendo esta trama mal urdida se asemeja a un infeliz que se ahoga y se ase a una paja.
Vuestra suerte es muy triste.
La depravación de esta ciudad perversa.
Con una transición repentina y una extraña metamorfosis común de los sueños rompen y hacen desaparecer el engranaje de los acontecimientos.
Los lugares comunes, las tiernas y crueles angustias de los combates amorosos.
Los sueños no se atienen a las reglas dramáticas. Inconexas extravagancias.
Yo soy un extraño soñador.
Las más pequeñas circunstancias son de gran ayuda las ocasiones de mayor importancia.
Un Belzebuth ¿no ha de tener consigo algunos demonios subalternos?
A los que tienen dinero no faltan personas que les ayuden con sus designios cualesquiera que sean.
Las sugestiones del príncipe de los demonios que está fuera de la casa y sus agentes secretos que están dentro.
Suministrar mucha materia la experiencia para componer un libro del asunto de los sueños.
Un ensayo de los sueños de la noche y de los sueños del día.
Las visiones, las ilusiones vanas de una imaginación loca y depravada.
Las máximas licenciosas.
Las pasiones desarregladas que satisfacer llevan su castigo consigo.
Extender el mensajero los encargos.
Una mortal inquietud.
Un amor oculto.
No gustar que al anticiparse se perviertan las referencias.
Las reconvenciones de la autoconciencia.
Los taimados no sueltan su presa sin estar garantizados del doble de su valor.
Crédulo y engañado como mi loca ilusión.
Tono altivo.
La inquietud y los combates.
Tono afable.
La vista de esta vieja furia le causó un manifiesto terror.
Las invectivas, exclamaciones y amenazas.
Los cargos, súplicas y amenazas.
Embarazado, confuso y cansado.
Ver como arrancada la promesa.
Obtener con dificultad el favor de la conversación.
Vejar con bufonadas.
Han leído y tienen buen talento.
Delicadeza bastante como para aspirar a una intimidad personal.
Desear recíprocamente cosas extrañas.
Qué valdrá la venganza después de hecho el insulto.
Aparentar tristeza y gravedad.
Yo precisaba un pretexto para tener otro más justo porque si me excita una violenta ira ¿no se conviene generalmente que la ira excusa la violencia?
Un engranaje de invenciones.
¿Qué disoluto se abstendrá de cometer un mal al que le arrastra su inclinación teniendo ilusiones de logar un fin?
Un ángel que sale del horno.
Dar un pretexto para ofender.
Primero había de cargar el diablo que yo hubiese dado un paso antes de terminar mi empresa.
Negra corrupción.
Es menester que te haga enteramente la pintura de este acto extraño.
Brutales precauciones.
Un objeto de aversión y repugnancia.
Un negro y bajo artificio.
Una infernal conspiración.
Cuán tímido y humillado estaría el vicio si se permitiera a la inocencia mostrarse con respetuoso poder.
Ningún demonio habría refrenado las tropas cuando un ángel las mandaba huir.
Los que se condenan al conseguir las comodidades de este mundo y se echan a temblar cuando con sus maneras criminales de lograrlo recelan algún peligro.
Insultar con un valor verdaderamente intrépido.
Un manifiesto resentimiento.
La inocencia triunfante y el vicio humillado.
Con el diablo en el cuerpo.
Los oídos acostumbrados al trastorno de los términos.
El buen éxito es el todo de los sucesos humanos.
Loca y pueril invención.
Prudente y verdadera magnanimidad.
Qué maldito fruto he sacado de esta conspiración.
El efecto del amor y del temor causado con el amor.
Arte para persuadir.
Los pretextos solo han sido una ficción.
Un oso, una víbora o cualquier otro animal feroz.
Tomar el carácter imaginario de un garante para amenazar.
Es imposible que permanezcan mucho tiempo ocultas mis invenciones y astucias.
Todo lo hará el dinero que nunca he excusado gastar.
Un preludio natural del encargo.
Los vicios particulares son menos vituperables que los vicios publicos.
Imputar la negra e ingrata bajeza con la que has cargado tu autoconciencia.
Brillar la magnanimidad las ocasiones que exigen resolución y firmeza.
Reflexionar abrir el camino de la libertad.
Se levantó un ruido de acusaciones y reconvenciones.
Discurrir con afectada gravedad.
La fuga se ha tenido como sucede con los tribunales de justicia como una ratificación del delito.
Las reflexiones serias de los ateístas prácticos.
Estoy perdido sin remedio; peor que si estuviera aniquilado.
¿No habrá nadie a quien yo pueda degollar a título de descuido o infidelidad para serenar mis transportes de venganza?
Cuánto me atormenta la memoria mis atentados.
Una persona de calidad y valor.
Un pícaro estúpido.
Un temperamento de hierro.
Los médicos con la artillería de su arte.
Lloraría de dolor y rabia si las quejas pudieran ser de alguna utilidad.
Un ministro extranjero según refiere el honrado Kennet había agotado casi de paños negros las tiendas de Black Well antes de la muerte e incluso de la ultima enfermedad de Carlos II; prueba de que el soberano había de ser envenenado y de que este embajador tenía parte del secreto.
De qué vale haber leído la historia si no se saca utilidad propia.
Inexorable genio.
La imparcialidad de la ternura.
Las referencias e invectivas.
Los peligros de la afabilidad del genio.
Londres es un pueblo pestilencial.
Una serie de designios y ardides premeditados.
Mi perspectiva variaba con mucha frecuencia. Tenía ilusiones o no preveía más que infortunios.
Disfrazar la verdad.
Profundas y negras intrigas.
Siento que su resentimiento la impela a semejantes libertades.
Genio satírico.
El objeto de la sátira no es el de irritar sino el de corregir y nunca debe ser personal. Si degenera con injurias personales todo ser humano imparcial podrá sospechar que el sujeto satírico se abandona a su índole natural desahogando su bilis, lo cual es un gran defecto.
Las particularidades ofensivas de su bajeza.
Recursos proporcionados a las pruebas.
Los infelices casi ningún ascendiente tienen de la aflicción sobre el ánimo de nadie. La prosperidad y la independencia tienen la grande ventaja de dar fuerza a los consejos amistosos, los informes y los avisos del desgraciado se reputan como insolencias.
La unión del ingenio y del intelecto forman el gran genio.
Dinero, malas inclinaciones y una cabeza ingeniosa.
El tono de la reconvención.
No debo ser reservada sobre las circunstancias para no exponerme a la sospecha de que pretendo callarlas o paliarlas.
Un pretexto para que sospechase la impostura.
Una ofensa que excita un terrible resentimiento.
La fuerza de los argumentos y las resoluciones.
La ciudad triste y ahumada de Londres.
"El método de vivir y perecer " del teólogo Taylor.
Hechos o sospechas vagas.
Dulce y melindroso tono.
Sus bebidas propias para atolondrar o entorpecer habían casi desconcertado mis potencias y borrado los objetos de mi imaginación; muchos días seguidos tuve un extraño delirio o un estúpido desvarío.
Lo que actúan los vejigatorios y una sangría copiosa de los insultos de perlesía y apoplejía.
Las viles imposturas.
Qué engranaje de crímenes y perfidias. Cuál será el fin del impostor.
El papel de acusadora.
Una carta fingida.
Acusar de haber mantenido la discordia de los esposos.
Agrias reflexiones.
Participar manifiestamente de la desgracia.
Expresiones amargas.
Un temperamento robusto y sano.
Cegar las circunstancias.
El peor de todos tus males sería el de agravar con una culpada desesperación accidentes que no puedes remediar.
Como a la manera de un contagio se ha extendido mi yerro.
Consentir acusar.
Pueden mis principios con maduras reflexiones hacerme superior a las opiniones humanas.
Finas expresiones.
Describir cada actitud de la adorada persona.
La manera, la invención, la astucia y la intrepidez.
Lo que otros llaman vituperio yo lo tomo como alabanza. Esta es mi regla para sacudir temprano el yugo de la vergüenza que entibia de pronto un genio resuelto.
La vena de humor festivo.
Un ingenio poco fértil.
Justas satisfacciones.
Ser reservada con las quejas del pasado.
Una reconciliación general.
Sigue las referencias de la alegoría cuya explicación hace inútil tu perspicacia.
La costumbre de Londres. El deudor es retenido algunos días en la casa de algún alguacil que se le conceden para pagar y si no lo hace ni puede dar fianza se le pone preso.
Para colmo de horrores.
Un pretexto decoroso.
Averiguar hasta las más pequeñas particularidades.
El Sherif es una persona encargada de hacer ejecutar las leyes, despachar los negocios y nombrar los jurados.
Soltar expresiones groseras y ofensivas.
Remedar el gesto y la actitud.
Lo ridículo de una afectada circunspección.
Un alto grado de valentía, valor y firmeza.
Acusaciones ofensivas.
Condescender la transacción de los asuntos.
Reducir a indignos fines.
Un papel de obligación firmado y sellado.
Los efectos de valor.
Dinero contante.
Una condición de terrible convulsión.
Manifestando patentemente su tristeza y debilidad.
La sensibilidad respecto de las desgracias ajenas está lejos de deshonrar a un ser humano de valor.
Tono humilde y afectuoso.
Los que más aborrecen la incertidumbre son comúnmente los que menos temen exponer a los demás.
Las pruebas de la verdad.
Atormentar cruelmente un genio impaciente.
El boticario, una profesión que se distingue bastante algunos años ha.
El desprecio consiguiente a la indigencia y el mundo y sus leyes eran sus enemigos.
Esta ultima e infame aventura.
Los palacios nada tienen de atractivo para un moribundo.
Una horrible injusticia de la suerte.
Las prendas y la reputación general.
Valerse de conductos reservados y costosos.
Un carácter humano.
Una odiosa acusación.
Permitamos que la causa produzca sus efectos.
Estimular el mérito.
Sin recurrir a la criminal ultima desesperación.
Un tono muy vivo.
Un concepto alto de su calidad y riquezas.
Serás desgraciado con tus ideas siendo tu suerte la de no concebir las cosas sino a medias o la de no tener acierto de explicarlas.
Tono de desprecio.
El mérito de una acción voluntaria.
Alguna sombra de fundamento.
No se confiere de buena voluntad el mérito de los sujetos que se miran con aversión.
El libro proporcionalmente largo como el prefacio.
Las personas de cualquier edad usan anteojos en España para mantener la vista.
Acusar querer obtener sin el matrimonio.
Cuando un yerro se ha cometido y no tiene remedio no hay que hacer otra cosa más que consolarse.
Expresiones infamantes.
La ocasión de reparar las injusticias y cubrirlas con honor.
Bajando los ojos con un aire de estupidez y perplejidad.
Avaro como el infierno.
Las cultas atenciones del médico.
Una disposición manifiesta de languidez y decadencia.
Reflexiones libres.
Doblando una rodilla con un movimiento involuntario.
Soy más infeliz que culpada.
Una ocasión esencial.
Las visitas de calidad y conveniencias.
Acusar de abandonar voluntariamente.
No dar la menor ocasión ni ventaja.
El veneno de la enfermedad extingue todos los deseos y hace concebir aversión a lo que más se ama; pero la salud transforma el escenario, nos da contento a nosotros y nos dispone a estarlo de los demás.
Traspasar vergonzosamente los límites del carácter.
Discursos almidonados.
Mis resoluciones están íntimamente anejas a mi existencia.
Mis tinieblas aumentan tu brillantez.
Los días de mi niñez cuando mis pies se bañaban en torrentes de leche y el aceite corría a borbotones para mí de lo interior de la roca.
He pesado los argumentos sobre los que apoyas tu consejo.
De buen genio y muy humano.
La muerte no es más que la cesación de una carrera limitada, un puerto después de una triste navegación, el término de las inquietudes y cuidados de la vida.
No embarazar con ninguna otra materia extraña un asunto muy particular.
Muy mezcladas se hallan de alguna amargura nuestras más dulces complacencias.
La fragilidad y la presunción de los pobres mortales.
El hábito nos reconcilia con la totalidad de las cosas.
La escuela de la aflicción.
Los ultimos preceptos.
Disfrutar las comodidades regulares.
La perspectiva de lo futuro.
Nuestros enlaces y amistades solo son útiles el tiempo de la vida y de la salud.
Las afectaciones de valor.
Abandonemos una materia que puede venir a parar con reconvenciones desagradables.
Cuando los médicos se hallan perplejos y no saben qué recetar se informan de lo que más agrada y divierte a los enfermos para prohibírselo después.
La extensión de un mérito sublime.
Fuerte temperamento.
Una vanidad sin límites, una imaginación desarreglada.
Una prenda voluntaria del afecto.
Atractivo desdén.
Moderación y cortesanía y con todo intrepidez, obstinación y audacia.
Trabar conversación.
El ser humano de mérito debe ser modesto porque desconfía propiamente.
Los grados de la corrupción.
Un buen humor que nada tenía de hipócrita.
Su valor es notorio y su talento muy temido.
Acusarse sin rodeos ni miramiento.
Admitir la amistad como una libertad fundamental.
Una vez que no hay remedio es indispensable que tolere las consecuencias.
Una oposición indiscreta causa el mal como las locas imprudencias del amor.
Tono humilde.
Un gesto que excita más a la repulsión que persuade.
El recurso de la energía para dar a los argumentos.
Aprisionar con los lazos de seda del amor.
Permitirse arrastrar del torrente del resentimiento general.
Subir la gota al estómago.
Es menester que pase tiempo y que lleguen las cosas al punto adonde deben llegar.
Graduar la culpa.
Comunicar los materiales.
Las obligaciones generales.
Las indagaciones del diligente investigador.
Nunca ningún oso padeció una cruel caza como tu pobre amigo.
Rehusar totalmente con términos violentos y positivos.
Los derechos y el secreto de la amistad.
Los materiales concernientes a mi historia.
El protector de mi memoria.
El amor propio es parcial de las preferencias.
Exponer a la vista con la fuerza de la verdad.
Insinuar con grados.
El pusilánime y maldito tono de reforma.
Reforma tu estilo fúnebre y abandona tocar a agonía y apagar y volver a encender la candela de la muerte.
La extravagancia y la obstinación.
Los grandes gozan menos de lo que más les cuesta. La grandeza y el uso son cosas diversas.
La rabia del amor despreciado hierbe la sangre de mis venas.
Aprender a hacer distinciones de una materia.
El diablo es negro.
Unas pruebas brillantes de una reforma según los preceptos que impongais.
Un fin temporal o mundano.
Un violento arrebato de vapores y fuertes convulsiones de los nervios.
Una cara de león encolerizado y los cabellos espesos como las hojas de un viejo sauce descabezado.
Apostar quién hace un gesto más feo.
Un furioso que solo respira sangre y no conoce la piedad.
Un aire de gravedad insoportable.
Despertar intimidado con un sueño.
Las vanas fatigas.
Un genio inclinado a olvidar ofensas.
Los arrebatos de tu loca alegría y de tus extravagancias.
Tiempo para sentir los terrores.
Librar de las reflexiones.
Qué terrible precisión la de perecer sin tener que traer a la memoria una reflexión consolatoria.
Este es tu tiempo; tu ánimo y tu cuerpo se hallan con su mayor fuerza.
Los argumentos para el consuelo.
Las alabanzas necias aunque sinceras de un abandonado.
Recorrer la memoria el curso de la vida.
Los gozos vanos y pasajeros de los sentidos.
Sueños ligeros, agradables.
Resplandecer el sol de la prosperidad.
Hay alguna realidad de los sueños.
Incluso con los sueños no gusto de amenazas ni de lo que tiene apariencias de opresión de lo que más lisonjearía mi inclinación.
Explicar un sueño profético.
Llevar una sortija como memoria.
Soltar expresiones fuertes.
Suerte terrible.
Los infortunios son la piedra de toque de la integridad.
Un paso inexcusable.
Los objetos graves y serios.
Una perspectiva funesta.
La vana valentía y un falso valor que solo es real para ofender.
Ostentar la sabiduría de las naciones.
El acostumbrado y descarado tonillo.
Las conspiraciones, los artificios y la magia negra siguen su curso.
Atribuir la repulsa a motivos de devoción.
Raptos de devoción.
Un agente oficioso.
La ejecución seguirá a la amenaza.
Las reservas dimanan de los consejos.
Excelentes y enfáticas reflexiones.
Es menester que yo tenga en mi faltriquera las orejas de este necio.
Ostentar el genio inventor.
La brújula de la conducta.
El fuego de la amistad brilla y resplandece.
Buscar un pretexto para las dilaciones de una atención.
Reducir a una cruel suerte.
Los locos con ingenio y vanidad.
Un tono muy triste.
Las actitudes, los gestos, el humor.
Sin rodeos ni reserva.
Manifiestamente asustada.
Un gesto terrible.
Un genio fogoso.
Con grados haciendo progresos.
Un desaire manifiesto.
Excesiva timidez, su terror es demasiado grande para el motivo.
Invenciones tempestuosas.
La capa de la rígida virtud.
Un fatal accidente.
Discurrir algún expediente que pueda suplir el asunto.
Invenciones admirables.
Una agradable confusión.
Los culpados cualquier ocasión se irritan más con la verdad que les quita la máscara, que los inocentes con la calumnia que les desfigura.
Un insolente orgulloso.
Haber supuesto mutuamente más intriga y disimulo que amor.
Un humor y unos modales ofensivos.
Enternecerse con un apóstrofe lastimoso aunque violento.
¿Qué he hecho para merecer esa exclamación llena de impaciencia?
Cansados del genio y los modales.
Equipajes, ostentación, brillantez.
La libertad de buscar un refugio.
Llorando de impaciencia.
Odiosas reconvenciones.
Insistir abiertamente con las resoluciones.
Disponer la suerte.
Acusar de un odio violento e implacable.
Las prendas accidentales.
La condescendencia no es bajeza. Es glorioso ceder.
Cuán vana y despreciable es una altivez que solo es receptiva a puntos frívolos y que desprecia o ridiculiza los más importantes.
Los mendigos notorios y vagos.
Supererogación, socorrer a los pobres.
Reflexionando varios pasajes de vuestros razonamientos.
La armonía de los caracteres y de las ideas.
Las dulces quejas, los atractivos de la persuasión, el influjo de los tiernos suspiros.
Insípidas y molestas reflexiones.
Reservada y misteriosa.
Jurar traer a la memoria.
Desvanecer la fina y remota insinuación incluso antes que la reflexión indicada pueda manifestarse para que admita dos sentidos.
Los viles designios del abismo del infierno.
Materia para las reconvenciones.
Una superioridad manifiesta sobre el ánimo.
Una imaginación inflamada con algún exceso de la mesa.
Me avergüenza el conjunto de extravagancias que escribo.
El hipocondríaco o que adolece de splin.
Un pedimento de acusación.
Diferir la conversación.
El estómago atormenta al que está solo.
El defecto de la vejez, la lentitud y la desconfianza.
Qué horrible descarga de proverbios ha disparado sobre mí.
Con todos los negocios humanos lo cómodo y lo incómodo, lo bueno y lo malo están de tal suerte mezclados que no se puede conseguir lo uno sin lo otro.
No se conoce el mérito hasta que se ha perdido.
La capilla de San Esteban. Nombre de la cámara.
Retener las sentencias en la memoria.
Una cabeza de partido es un sujeto de importancia de la Cámara de los Comunes, pues este tiene el derecho de suministrar el dinero y el dinero hace mover al mundo.
Navegamos antes de tener viento.
Pasar un curso de galanteo muy espinoso.
Reservar los artificios, manifestarlos y guardar in pectore otros.
El diablo de la cosa es que recibe lo que le digo con reserva o como un tributo.
Los caracteres diversos y sobre puntos esenciales.
Reservar las circunstancias cuya comunicación pudiera no hacer honor.
Abandonar esta perversa isla.
El papel del abogado que aconseja.
Si nada vales para inventar eres intrépido para ejecutar.
Una conspiración atractiva.
Ostentar valor y buena educación.
Presentados a la barra, la sala de justicia.
El general que obtiene los honores del triunfo viene de degollar millares de hombres y cometer innumerables homicidios santificados solo con la costumbre.
César de cincuenta y seis años, a cuya edad fue muerto, había ganado cincuenta y cinco batallas campales tomando por asalto más de mil ciudades y muerto un millón doscientos mil hombres sin contar los que murieron de sus soldados matando a los otros.
Hombres inocentes y cándidos como la nieve.
Alejandro honrado con el nombre de grande por sus devastaciones y muertes.
La suerte de escapar.
Atraer a mi querida a la cabecera de mi cama, astucia que tiene de antigüedad de tres a cuatro mil años.
Obligaré a mi estómago que haga esfuerzos prodigiosos.
El agua de Eaton es estíptica.
Manifestar grande intrepidez.
El poder del tiempo o de la suerte.
Atrincherada bajo su silencio.
La reflexión de una carta y la rapidez de una conversación.
Manifiesta agitación.
Asuntos agradables y animadas descripciones.
Las armas cortantes de la medicina.
Los monosílabos de la admiración.
Lo que se llama política es muy poco natural y se precisa serenidad de ánimo para experimentarla. El alboroto de las pasiones no da lugar a la política.
Los que pregonan edictos huyen aceleradamente de los compradores a quienes ansían vender.
Paréntesis para hermosear.
El que pregona publicamente edictos atrae con su fuga al pueblo que le sigue precipitadamente para comprar a la manera que perseguiría a un ladrón.
Tono afectado.
Frase vulgar. La divinidad envía la vianda y el diablo la guisa.
Expedientes agradables que poner como ejecución.
La punta de Rotherhithe.
Armar un lazo de la aventura.
Asustada con los dedos extendidos.
La circulación de los designios.
De genio atrevido.
Extraña casualidad.
Tentar el vado.
Obedecer sin reserva.
Cuando la saciedad sigue a la posesión.
Si el rubor solo es un atractivo más y una señal exterior de modestia.
Una copia de la memoria que contiene mis proposiciones.
Las proposiciones puestas en forma, aprobado, trasladado y firmado.
El odio y la cólera saben formar terribles y engañosas quimeras.
Antes éramos los amantes reñidos y hoy somos los amantes atentos.
Las tempestades disipadas.
El amor me vuelve loco, la venganza me estimula, mis ardides me embarazan, mis intrigas se oponen a mí y mi orgullo es mi castigo.
Reserva y desconfianza.
Nos inclinamos a creer lo que nos lisonjea.
La triste verdad.
La vida humana es un verdadero tejido de negro y encarnado, una mezcla de bueno y malo.
Los argumentos a favor.
La humanidad no se contenta con hacer cosas loables con impulsos e ímpetus.
La fatal restricción.
Me ha faltado valor para quitar enteramente la máscara.
La esfera y las conveniencias.
Tono de amistad.
No faltar a la verdad de lo sustancial del hecho.
La amable imagen de la aptitud.
Los consejos y advertencias.
El combate del crimen armado y de la inocencia desnuda.
De mucho talento y lectura.
Un ingenio prestado y de memoria.
Expresiones equívocas.
La pura inocencia constituye la diferencia esencial que distingue al ser humano del bruto.
La gloria del fin.
Los demonios creen y tiemblan.
La repetición de las ofensas hace resucitar la memoria de la primera.
Un bill de acusación.
Ardiente para acusar.
Argumentos y comparaciones.
Impertinentes reflexiones.
El éxito de las conspiraciones.
Reventar la mina.
Un manantial inagotable de variedades.
Poner límites a los extravíos de las errantes reflexiones.
Expresiones vehementes y lastimosas.
La energía y la propiedad de expresión.
Ese tono y esos monosílabos me hacen recelar alguna repulsa.
Si un impulso repentino y los efectos de una imprevista casualidad no pueden perdonarse.
Si César hubiese sido necio nunca habría pasado el Rubicón; mas si habiéndolo pasado se hubiese retirado sin haber hecho nada e intimidado con un edicto del Senado qué papel brillante habría sido el suyo para la historia.
Preparar un robo es punible como el robo propio.
El error es consiguiente a la flaqueza humana con tal que no se persevere.
Pullmall, una fonda y una calle de Londres.
La extraña delicadeza de satisfacciones inocentes para una ocasión originada con un accidente imprevisto.
Todo lo que pasa del menester es demasiado.
El yerro de un sujeto vituperable no justifica el de otro más perfecto.
Alguna sombra de favor.
Que el resentimiento no os cause un pesar y un enojo poco proporcionados a la ofensa.
La condescendencia no es bajeza. La condescendencia va acompañada de la dignidad.
El poder es celoso de la familiaridad.
Traer con satisfacción a la memoria.
Reducir lo sustancial del caso.
Reflexiones libres y tranquilas.
Rabia, furor, desesperación.
Aprovecharse de la angustia.
Acusar de perfidia y corrupción.
La sustancia de la referencia.
Me prepara la suerte una indemnización.
El hilo y el enlace del relato.
Acusarse recíprocamente.
La barrera de Holborn, un arrabal de Londres.
Una viva actitud.
Avisar la gaceta de una mujer fugitiva.
Ocultarse de la indigna pasión cuya llama a la manera de la palma crece y se eleva cuanto más se oprime.
Tono despótico.
Las noticias escandalosas sobre las cuales se murmura al comienzo silenciosamente no llegan hasta haber pasado diversos conductos.
Penetrar lo sustancial del misterio.
Las conveniencias y la calidad.
Una conducta regular, constante y respetuosa.
Una conducta desatenta y grosera.
La experiencia de que el amor es un fuego del que no nos burlamos impunemente.
Una grave ofensa con algún vil atentado.
Saber por conductos garantizados.
La apariencia y la fuerza de una cruel realidad.
No quiero abandonar nada a la casualidad.
La razón que me contiene.
Juro por todos los dioses de primera y de segunda categoría.
El vivo fuego de la amistad.
El ardor de las averiguaciones que amenazan.
Garantizar la suerte.
Ocupar las potencias la lastimosa y desgraciada situación.
He reflexionado cómo he de conducirme.
Llegar con grados a querer ver cuál de los dos es más experimentado para engañar al otro.
El placer de ser engañado es igual de grande que el de engañar.
El placer del pueblo congregado alrededor de un titiritero es mayor cuanto menos adivina el secreto de sus suertes y mientras menos lo concibe más admira la agilidad del charlatán.
El eterno oprobio.
Después que la perspectiva ha mudado, mi imaginación más alegre puede dar una vista agradable.
Tirada al vasto espacio del mundo.
La colina de Hampstead ofrece lindas y extensas perspectivas.
Una acusación cruel.
Una tintura de un ingenio romanesco.
La aurora perezosa.
La aurora sacude de su manto el rocío de sus lágrimas.
Sepultar bajo el olvido la odiosa memoria de sus ofensas.
Un ingenio industrioso. No se me echará en cara estar ocioso.
Tomar los informes que conciernen a mis fines.
Concebir el todo de las operaciones y entender su enlace.
Un pretexto frívolo o cualquier pretexto que sea.
Los sujetos sensibles no abandonan sus amigos sin mucha tristeza.
La ocasión se alejaba a tal distancia que no podía volverse a lograr.
Imprimir particularidades a la memoria a fuerza de repetirlas.
Tono de enternecimiento.
Mi regla para las acciones y las cosas ha sido la de atender menos a su naturaleza que al carácter de sus autores.
Reparar la negligencia de lo pasado.
Abandonarme entregada a mi suerte.
Tono colérico.
La historia de las familias, las conveniencias, alianzas y antipatías.
Les conté el motivo de nuestra actual discordia fundando perfectamente la realidad del fuego.
Tener el fuego como un premeditado artificio.
Nada hay que no semeje bueno y malo con diversos aspectos.
Los pasajes fatales de la aventura.
Reformar las disposiciones del testamento.
De una prudencia consumada con la aptitud de conducirlo todo al más dichoso fin.
Las verdades reales.
Hablar con mucho fuego.
Quien charla poco tiene menos de que retractarse.
Todos los días no se presenta la ocasión de adquirir regalos.
Una tímida paloma que una nada la espanta.
Hubo de hallarse perpleja al justificar los vivos resentimientos de una ofensa leve.
Los colores de la inocencia.
Tono de impaciencia.
El sexo gusta de las intrigas y de los intrigantes.
Negros crímenes.
No le faltan pretextos para los que quiere engañar.
Un verdadero maldito ataque.
La vergüenza no me habría contenido si me lo hubiese permitido la política.
El extraño desconcierto de las expresiones.
Su propia pregunta manifestaba sus temores.
Los tiros de los misteriosos estratagemas.
Intimidar con falsas inquietudes de fuego.
A pesar de la buena inteligencia que me supone con el diablo no tengo como conveniente fiarme de él.
Una criatura arrogante, vengativa, artificiosa y osada.
Adelantarán mis designios según las circunstancias que ofrezca la casualidad.
Acusar la pereza.
Encogiéndome de hombros con un aire de embarazo y pretendiendo ponerme encarnado.
Diferenciándonos solo con la forma y los materiales de conseguir el fin.
Una sombra de aprobación.
Las reflexiones morales.
Sus ojos de losa (borracho).
Manifestar inquietud.
La fecundidad de mi invención.
Proposiciones vagas que alteran sobre manera un genio vivo.
Proporcionar como Lucifer las tentaciones a las inclinaciones.
La posta general y particular. El distrito o jurisdicción de Londres.
Atribui su conducta a lo singular de la ocasión.
Una liga detestable.
La fuerza del argumento.
Fatal disensión.
El temor del fuego la había inquietado sobremanera.
El admirable proceso de una causa que el ofensor está sentado con los jueces.
La inconstancia inexplicable de su conducta.
El motivo de mi reserva para explicarme era el justo temor de no ver una recompensa de generosidad.
Mi delito no es irremisible.
Si mi resentimiento traspasa los justos límites.
Con qué embarazo me ha puesto una fatal imprudencia.
Un gesto enfático.
Mordiendo sucesivamente de rabia mis labios que habían perdido su persuasión.
Extendiendo una mano con un aire inimitable de dignidad y agrado.
Los colores de la serenidad.
La dureza y la delicadeza vana del carácter.
Un motivo muy leve a la verdad para mucho ruido.
Pesarosa de no poder efectivamente penetrar el enigma.
El placer de sacar consecuencias más favorables que adversas.
Tono enfático.
Al abrigo incluso de la más ligera sombra de sospecha.
La expresión ruina es bastante enérgica.
Saber la verdad desnuda.
Una reconciliación general debe comenzar con una mejor armonía.
El menester es sobre todo la prueba de las buenas máximas.
Un paso infructuoso.
He sido superior a la reserva las ocasiones que no he tenido ningún motivo para desconfiar.
Informar de lo sustancial de las circunstancias.
El gozne sobre el que debe dar vuelta la suerte.
Suprimir las reflexiones demasiado libres porque no hacen al caso para lo sustancial de la novela.
Habrás visto con lo grave de mi estilo cuánto me contrista el caso.
Comunicar sustancialmente una parte de las réplicas.
Una patética conversación.
La sustancia de la aventura.
Serias reflexiones.
Querer seguir con la reserva.
Reflexiono de qué débil hilo ha sido mi suerte como suspensa.
El fruto de las fatigas.
El rústico entró descortezando el suelo con sus reverencias y teniendo delante su sombrero con las dos manos.
No me hagais aguardar demasiado saber el asunto de vuestra venida.
Su color inflamado provenía de su pesar y de su dolor de muelas.
Atribuir el éxito a mis exactas disposiciones.
Expresiones tiernas.
Mi sorpresa no ha sido grande como mi indignación.
Una mera fábula.
Un infame carácter.
La bajeza de ese monstruo disfrazado.
Un artificioso disimulo.
Un ente imaginario.
Es cosa muy dura que no pueda obtenerse compensación de los préstamos con las deudas.
Por más que se diga que la línea que separa lo justo de lo injusto es visible y manifiesta, la reputación hace claudicar a todo el género humano.
Una actitud recta y remilgada.
Disponer la suerte.
Un desprecio atractivo.
La gravedad y la reflexión del carácter.
Se aviva la acción, camina al desenlace.
Actitudes remilgadas.
La libertad propia de la calidad.
Los elogios y transportes.
Un humor orgulloso.
La prueba de la perfección que no ha tenido igual.
Me hallo el momento que he pretendido adelantar con molestias, gastos y ardides.
No se triunfa de la voluntad con la fuerza.
Una vana empresa.
Las dificultades o quimeras.
La pusilánime piedad.
Sumergidos bajo un abismo de dolor y temor.
Un verdadero arrebato de frenesí.
Tono lastimoso.
Sus manos de alabastro.
Los ojos turbados semejaban salir de su cavidad.
Concebir terribles ideas de las cosas.
El idioma cortado de la turbación.
Los furores del amor y los furores de la venganza.
Cada circunstancia, cada proposición.
Romper una lanza, romper para siempre.
Cuento con unas cinco mil guineas en arcas o de los fondos publicos después de satisfechos todos los legados además de los materiales raíces que rinden anualmente mil libras esterlinas.
No he caminado casualmente aunque con infinitos rodeos y remordimientos.
Abandonemos un asunto que podría ponerse demasiado grave.
Satisfice liberalmente mis deudas.
Disimular el demasiado vivo resentimiento del ultraje.
Una referencia exagerada de la aventura.
Es demasiado que el caballero y el caballo sean viciosos a un tiempo.
Este elocuente embrollo indica una imaginación exaltada más que apagada.
Espanto y vano furor.
Una secreta altivez ocultaba bajo un velo de modestia.
Se hacen pasar como locuras las quejas y los vituperios de muchas personas desgraciadas.
El cielo me concede una corta pausa de razón.
La cuenta general con la que se nos amenaza y con la que será la autoconciencia la que primero nos acuse.
Unir las fuerzas de la elocuencia.
Las gracias de la elocuencia más viva y patética.
Las buenas máximas de la conducta.
El pusilánime y delincuente.
Una afectada reserva.
El sol, este astro imparcial.
Un detestable artificio, astucia y traición.
La reversión del título.
Un genio vivo y lleno de recursos.
Reducir a la desesperación. 
Escribir familiarmente a un amigo es conversar con él.
Inconstantes resoluciones.
Herederos, albaceas y testamentarios.
Los lugares comunes, las tiernas y crueles angustias de los combates amorosos.
Escribía notas de cuanto sucedía con el fin de ayudar a su memoria.
Para qué males estás reservada.
Su gota ha subido al estómago al haber bebido limonada con exceso.
Tenemos todos pasiones desarregladas que satisfacer, generalmente llevan su castigo consigo.
Un amor oculto.
Un dolor de estómago de tres horas.
Los ojos, dos amables fuentes.
Un tácito consentimiento.
Crédulo y engañado con mi loca ilusión.
Lo mínimo que exige el decoro.
Invectivas, exclamaciones y amenazas, cargos, súplicas y amenazas.
Tomando la libertad de catequizarme y reprenderme con insolencia como si le hubiese debido algún dinero.
Pretextos y ocasiones que exciten su perversidad.
Alguna ligera prueba de apreciación.
Mudar de resolución.
Los amantes buscan la soledad cuando gimen bajo la tiranía cruel y hacen a los árboles, las rocas y las criaturas más estúpidas confidencias de sus tristezas.
No dar pretexto para ofender.
Excitar un pretexto de riña.
Los límites de la condescendencia.
Un miserable que se permite corromper con pensiones para faltar a su deber.
Brutales precauciones.
Un negro y bajo artificio.
No me prometo vuestro amor ni lo exigiré de vos hasta que mi futura conducta os dé motivo para reflexionar que lo merezco.
Tomar el carácter imaginario de un garante para amenazar.
Un sujeto de genio afable puede enardecerse; pero se le impone respeto y se le hace volver sencillamente a su índole natural.
Parcial con la propia causa.
Las deposiciones, las acusaciones y las declaraciones.
Lo sustancial de la noticia.
La negra e ingrata bajeza con la que has cargado tu autoconciencia.
El rigor de las leyes. Son muy severas en Inglaterra para los que ofenden la libertad de alguna persona.
Un ruido de acusaciones y reconvenciones.
Entregándonos a reflexiones serias ya que solo somos ateístas prácticos.
La inclinación y las ocasiones de la conducta.
Los transportes de venganza.
Cuánto me atormenta la memoria de mis atentados.
Qué ser humano indiferente querrá competir con un sujeto de mi persona, calidad y valor.
El temperamento de hierro del Par.
Es limitada la prudencia humana.
Falta de circunspección, flaqueza, credulidad.
Un genio satírico.
Las particularidades ofensivas referidas.
Los recursos proporcionados a las pruebas.
La prosperidad y la independencia tienen la gran ventaja de dar fuerza a los consejos amistosos y los avisos del desgraciado se reputan como insolencias.
El pretexto de estar indispuesta.
Dinero, malas inclinaciones y una cabeza ingeniosa para las maldades, un peligro para todos.
Tomar el tono de la reconvención.
La cabeza sorprendida con el vino.
Expresiones tiernas, atentas y respetuosas.
Los argumentos y las resoluciones.
Agradables perspectivas.
Estrechar la amistad.
Permitir el agradable estilo a la presencia de extraños.
La ciudad triste y ahumada de Londres.
Tomar las instrucciones el agente de negocios.
Una visita de ceremonia.
Yo no fui una loca que creyese o me envaneciese con sus panegíricos.
El archi-seductor.
Dando una voltereta sobre el talón con uno de los aires festivos que acostumbra.
Nunca hubo una cosa astuta y artificiosa como estas dos mujeres.
La conducta concertada.
Las personas y las cosas tienen dos semblantes y cada uno puede verlas con el bueno o el malo según sea bien o mal intencionado.
Hechos o sospechas vagas.
Precipitarse al vasto espacio del mundo.
Crueles recuerdos, cruel memoria cuánto me atormentais.
Envanecer con lisonjeras expresiones.
Sentir una terrible impresión.
Dulce y melindroso tono.
Sofocada de flato.
Las conmociones, las agitaciones forzadas de una alegría que sofocaba.
Sus expresiones y gestos manifestaban una pasión violenta y casi convulsiva que le agitaba internamente.
Vuestro apresuramiento solo puede provenir de vanas aprensiones.
Omitiré un asunto, el más desagradable que nunca puede quedar en mi memoria.
Frenesí e insensibilidad.
Un extraño delirio o un estúpido desvarío.
Incluso más infeliz los momentos que un rayo de razón me traía confusamente a la memoria lo que había padecido.
Entorpecimiento y delirio.
El conjunto de pesares que amenazaron oprimir con su peso mi razón.
Qué engranaje de crímenes y perfidias.
El cielo agraviado e insultado.
Hacer el papel de acusadora.
Para la indemnización de las tristezas es menester poner la vista en otro mundo.
Circunspecta y perspicaz.
La venganza de este atrevido e infernal monstruo.
Los principios de justicia con los que están apoyadas las leyes obligan a la inocencia ofendida a emplearlos con sus perseguidores.
Un gran talento para las ilusiones y los prestigios.
Las palabras son demasiado débiles. Qué imprecaciones bastante fuertes podría yo emplear.
Las expresiones son demasiado débiles para semejantes horrores.
Una deplorable aventura.
La veracidad del historiador.
Un temperamento robusto y sano.
Presentarse con la cualidad de acusador.
Describir cada actitud de su adorada persona.
Los elementos, los objetos están oscurecidos, son una verdadera nada sin mi querida.
El yugo de la vergüenza entibia de pronto un genio resuelto.
Quién sabe si con la muerte han llegado al colmo sus desgracias o está reservada a males más terribles.
Para colmo de semejantes horrores.
Manifestar con extensión.
Un pretexto decoroso para tener tiempo de avisar.
Soltar expresiones groseras y ofensivas.
Los efectos de valor.
Remedar el gesto y la actitud.
Más vale caer reservando el orgullo que mantenerse de pie con bajeza.
El grado de valentía, del valor y de la firmeza.
Acusaciones ofensivas.
Entregar instantáneamente la deuda con dar un vale.
Estrechar, reducir a la desesperación.
Comenzó a caer un turbión de agua. El cielo se entristece de mi suerte.
Condescender con la transacción de los asuntos.
Proporcionar el pago de una deuda legítima.
Entregar una memoria de la deuda.
Sofocado de piedad la angustia me impidió articular palabra.
La sensibilidad según las desgracias ajenas está lejos de deshonrar a un ser humano de valor.
Tono humilde y afectuoso.
Debilitada le faltaban las fuerzas como el deseo.
Haber trasladado a su ultima morada verdaderamente preferible.
Los que más aborrecen la incertidumbre son comúnmente los que menos temen exponer a los demás.
Pedir permiso era exponerme a que se me rehusase.
La devoradora miseria le había descarnado hasta los huesos; el desprecio consiguiente a la indigencia le seguía por cualquier parte y el mundo y sus leyes eran sus enemigos.
El médico vestido de negro.
Alzando la cabeza con mucha gravedad.
Una reprensión patética.
La sombra de la sospecha.
Reservar la memoria justos resentimientos.
Negra ingratitud.
Una horrible injusticia de la suerte.
Manifesté cuánta impresión me había causado lo que había padecido.
Una imagen de tus merecidos tormentos.
De instrucción y mérito.
Prescribir una dieta sencilla que aguantara su estómago.
Valerse de conductos reservados y costosos.
Un argumento sin réplica.
Criminales designios.
Fuerzas para prevenir el mal.
Una odiosa acusación.
Qué astucias no ha inventado.
Recurrir a la materia criminal de la ultima desesperación.
Una verdadera dignidad sin ninguna mezcla del orgullo o la arrogancia que se desea humillar.
Las cartas que harían más honor a mis sentimientos son precisamente las que menos se pueden mostrar.
Los vanos furores de los disolutos.
El mérito de una acción voluntaria.
El tono de su súplica me desagrada.
Alguna sombra de fundamento.
Con estos ceremoniosos lo mejor es turbarles al comienzo.
Amable, de genio alegre.
Un asunto de los más indignos.
Las expresiones con las que haya podido infamarme.
Es avaro como el infierno y, sin embargo, es exageradamente rico.
Semejó muy intimidado como si el horrible esqueleto se hubiese ofrecido a su vista antes de tener prevenidas sus cuentas.
Apoderarse temprano el ánimo de reforma.
Una condición manifiesta de languidez y decadencia.
Dando consternada un suspiro.
Apiadadas de mi suerte.
Turbulento, requebrador y despreciable.
Los hombres se distinguen con sus amigos.
Los discretos consejos de una amable persona.
Las prendas sublimes.
He pesado los argumentos sobre los que apoyas tu consejo.
Resentimientos muy vivos que no son injustos ni imprudentes.
No embarazar un asunto muy particular con ninguna otra materia extraña.
Qué miserables y pusilánimes somos con nuestras afectaciones de valor.
Abandonemos una materia que puede venir a parar a reconvenciones desagradables.
Un cálculo verdadero.
Intrepidez, obstinación y audacia.
Expresiones y agudezas prontas y alegres.
Una oposición indiscreta causa un mal como las locas imprudencias del amor.
Tomar el atolondramiento y la falta de reflexión como un valor y danzar sin miedo del peligro al borde del precipicio.
Las circunstanciadas y exactas noticias.
Estoy de humor para permitir mi pluma abandonarse a su locura.
El recurso de la energía de los argumentos.
Un simple de entendimiento lento y sin ideas, tolerable solo cuando hablas reflexionando, pero sumamente estúpido para hablar de pronto.
Tu desgraciada torpeza destruye la fuerza de tus argumentos.
El tiempo y la mejoría restituyéndole sus fuerzas y viveza reanimarán sus resentimientos; estos la conducirán a quejas vehementes; esta vehemencia se aplacará y transformará como reconvenciones y palabras.
Eludir la culpa y la reconvención.
Graduando mi culpa como la gradúan mis parientes.
Los miserables que no tienen más honor sobre un punto que sobre otro no escrupulizan lisonjearse de su flaqueza con sus camaradas de disolución. 
Los genios violentos se permiten dominar de otros más violentos idénticamente como algunas ocasiones los desarmarán genios más dulces.
Las obligaciones generales no deben perder su fuerza con la justificación de un sujeto.
Es uno de esos embrolladores que se exceden del fin, que se figuran entender más que todos y que buscan misterios donde no los hay para granjearse la reputación de ingeniosos y sutiles.
Las indagaciones del inteligente investigador.
Rehusar totalmente con términos violentos y positivos.
Lo que se refiere de las agitaciones, del entusiasmo y de los suspiros convulsivos de nuestros Quakers (Cuáqueros).
Tus acciones han manifestado que tus escritos no pueden ser la parte más criminal de lo que sabe de ti.
No violar el secreto debido a la amistad.
No buscar un pretexto para encolerizarte conmigo ni una ocasión de ejercitar tu talento para las execraciones.
Los derechos y el secreto de la amistad.
Las prendas honrosas.
El protector de mi memoria, mi albacea.
La ejecución textual de cuanto querais prescribirme.
Suprimir las expresiones demasiado libres.
Dulce, sufrido y paciente.
Prometer fidelidad y exactitud.
Insinuarse gradualmente.
Un pusilánime tono de reforma.
Tono lastimoso.
Aparentar con falsos gestos piedad.
Un genio impetuoso.
He cumplido con una de vuestras urgentes alternativas, espero el fruto.
Reventar de pesadumbre.
Tentar la suerte con una visita.
Encargué a mis ojos que mostrasen alternativamente viveza y languidez.
La persona que dispone de mi suerte.
Un aire de gravedad insoportable.
La verosimilitud de mis inteligencias.
Resplandecer el sol de la prosperidad.
Animar a tolerar la suerte.
Los objetos graves y serios.
Una perspectiva funesta.
Formalizar la justa acusación.
Su acostumbrada precipitación y aspereza.
Prudencia, discreción y mérito.
Vagas reflexiones.
La separación debe seguir al arrepentimiento.
Tono altivo.
No tolerar el aire de amenaza del tono ni de las palabras.
Hay maneras de explicarse frente las que se puede hacer alguna objeción incluso cuando de las palabras nada haya de notar.
Un tono duro como un diablo.
Un oficioso incógnito.
El mejor concepto del valor.
El primer abogado tiene razón hasta que se oiga a su opositor.
Cuán opuesta tiene la ventaja una mala causa.
Restituir las cosas a la condición más favorable que se puede esperar.
Un mérito sublime y perfecto.
Los genios altivos que admiten que ha sido excesivo su resentimiento solo esperan un pretexto para ceder con honor.
Una oleada de resentimientos y desgracias.
Un genio dulce y apacible.
Recurrir a engañosas alusiones.
El mundo ciego y estúpido con sus juicios.
Pedir a la divinidad que desvíe el terrible golpe.
Entregado a fatales comparaciones.
Se puede descender a menudencias sin perjuicio de los puntos esenciales.
Se acostumbra pasar un caballo espantadizo delante de lo que le intimida para familiarizarlo con su vista y curarlo de su temor.
Una serpiente coronada con la cola en la boca formando un círculo es emblema de la eternidad.
Un reloj de arena con alas.
He sido lentamente y con grados como privada de este mundo y tengo muchos motivos para no amarlo.
Cuando llegue el tiempo que te veas precisado a embarcar en el océano sin límites de la eternidad.
Preferir el papel de víctima al de agresor mantenía el valor del divino Sócrates. Cuando se le conducía al suplicio su mujer desesperaba viendo que moría inocente. Pues qué, insensata, le dijo, ¿quisieras que muriese culpado?
Cuando llegue tu hora serán terribles tus reflexiones.
Tu memoria es muy feliz, una sola lectura te basta regularmente.
Reflexiones amargas aunque justas.
Una reflexión sin ofensa.
Tu familia es demasiado rica para ser humilde, prudente o moderada.
Buenos consejos generales como particulares.
Una vida es a la proporción que se alarga llena de inquietudes por nuestros amigos y por nosotros.
La debilidad y las nubes que turbaban su vista.
Poder permanecer sereno y como el ángel de Addison dirigir la tempestad e incluso gozar.
El papel de un demonio encarnizado excitando una autoconciencia devoradora insoportable.
Las compañías que solían divertirme y agradarme me son enfadosas como mis reflexiones solitarias me son crueles. Una grande y mortal inquietud.
Maldiciendo mi existencia.
Caminando al portante o caracoleando según agradaba al animal que tenía más fuego que su dueño.
El que traiga la noticia funesta, este pájaro aciago y abominable.
Saldré de esta isla detestada para no volver nunca.
Partir a cualquier parte adonde te conduzca tu suerte.
Perecer de pesadumbre.
Reducir a la razón.
Oh muerte ¿dónde está tu aguijón?
La injusta distribución de la suerte de los mortales.
La expiación, un acontecimiento que no es sobre todo más que una suerte común.
La ultima morada que había preparado con valor y serenidad.
Reflexiones de afecto eficaces y enérgicas.
El duque de Luxemburgo hallándose postrado en su cama con la ultima enfermedad decía que el recuerdo de un vaso de agua dado a un infeliz le causaría más satisfacción que la memoria de todos sus triunfos a los cuales había dedicado su reputación.
El fatal error que la eximió de vuestra protección.
Suplicar poner límites al resentimiento.
El ejercitado ha mucho con el arte de ofender y mantener sus ofensas.
Agravar las consecuencias funestas del error.
Los males y peligros de los que está hecho este mundo engañador.
El valor para consagrar los ultimos días al recogimiento.
La ilusión de reunirnos para no separarnos más ni con el tiempo ni con la ofensa.
Gozar de una suerte tolerable.
Arrack. Licor muy usado en Oriente que se extrae de la palma.
Los malditos caracteres algebraicos.
El tono de un acto trágico.
Sentado callando en un rincón cuando está cansado a fuerza de movimientos, de exclamaciones enfáticas y de sus pomposos razonamientos con los ojos tristes y la cabeza baja enseñando a su sombra que haga gestos en la pared.
He vuelto a recuperar mis derechos y me hallo restablecido in statu quo como si nunca la hubiera ofendido.
Eximir de los cuidados respectivos a su memoria.
Probar hasta la demostración.
El mundo entero no es más que un gran hospital de locos.
Los nombres no se disfrazarán más que los hechos.
Hacer el más vergonzoso papel de este atractivo manifiesto.
Son menester hecatombes enteras para satisfacer los manes.
La admirable conversación que había perdido.
Una terrible perspectiva.
Huir de espanto.
La rabia y los impulsos de su ira hinchaban sus músculos y engrosaban sus vastas facciones.
Sus ojos de buey con un encarnado inflamado como los de una salamandra.
Su cabello cano del cual no había dado el vicio nada venerable.
Reflexionar la suerte que las esperaba.
El furor y la impaciencia.
La infección de las prisiones cuyo aire inficionado causa lo que se llama el mal de prisión.
Ha hecho la gangrena manifiestos progresos.
Una descripción anatómica.
Era menester hacer una experiencia sin que fuese útil la operación y pagar al cirujano.
Afable, circunspecto e inteligente elude la jerigonza y la ostentación del saber.
Resolví declararle la suerte que la esperaba.
El más horrible arrebato de ira dando terribles golpes al pecho.
Hombres groseramente sensuales cuya afición favorita es confundirse con lo más vil y corrompido de los retretes de la disolución y de la infamia.
Una vida empleada con la más desenfrenada disolución.
Reunirnos para la expiación de nuestra vida criminal.
Ideas edificativas.
Manifestando su rostro la más profunda aflicción.
Un triste concierto de quejas y lamentos.
Traer a la memoria con las particularidades exigidas.
Tono de exclamación.
Actitudes de dolor que les causaba grande opresión.
Qué cosa terrible son las reflexiones tardías después de los duros e inhumanos procedimientos.
Rasgos de fuego y de una viveza singular.
Lastimosa actitud.
La reputación adquirida con un grado eminente.
Una memoria despejada.
Un motivo o pretexto.
Libros selectos.
Una insolencia ocasionada con el cargo y un fondo de petulancia e indiscreción.
Cartas de materias graves.
Ayudar con consejos y cuidados.
Poner el honor a cubierto.
Los testadores deben disminuir las molestias de sus albaceas.
Pagar el valor de los cuidados y las visitas del cirujano y boticario.
Seguir la regla de ayudar y favorecer a los pobres industriosos y de buena conducta. Pequeños auxilios dados a estas gentes serán suficientes pudiendo aumentar en sus manos un corto fondo.
No bastaría un océano de riquezas a los disolutos y holgazanes.
La voluntad expresa.
Socorrer los menesteres casuales y momentáneos.
Presumir con razones demasiado manifiestas.
El pretexto del reposo y la salud.
Las sortijas, apreciables señales de la memoria.
Con el pretexto de galantear y obsequiar arrastrar al precipicio valiéndoos de una conducta artificiosa y de viles conspiraciones.
Seducir con artificios o engañar con perjurios.
Atroces ofensas.
Una seria ocasión.
Ninfas del infierno.
La fiebre me ha abatido de tal suerte que preciso aguantarlo hasta que haya recobrado algunas fuerzas.
Maltratar indignamente con injurias y golpes.
Una dieta rigurosa y refrigerante.
La suerte ha decidido estando resuelta a abandonar este mundo.
El arrepentimiento y la reforma.
Un asunto serio y útil.
César debía cuidarse de los idus de Marzo.
Una píldora cefálica.
Nada tiene actividad en torno a mí sino el gusano que no muere nunca.
Querer, deber y saber triunfar de los infructuosos vapores.
Los suspiros que doy por la memoria de mi adorada.
La viveza y la alegría.
Comunicar singularidades curiosas.
Es una cosa que consuela no ser uno solo el miserable mayormente cuando son los objetos de su odio los que tienen parte de su infelicidad.
La fuerza de la verdad.
La cárcel de Maidstone.
Conjeturas remotas.
Vanas excusas.
Reservar comunicar para una conversación.
¿Por qué no se ha de imitar lo que admiramos?
Una cláusula expresa del testamento.
Argumentos sin réplica.
El peso de los consejos y los razonamientos.
Lo sustancial del atentado.
Sumergidos con sus reflexiones.
Un discernimiento exquisito.
El defecto de los que queriendo mostrarse superiores a la adulación y a la hipocresía llegan a ser desatentos y groseros; defecto común a las personas que no cuidando corregir los vicios ajenos a su constitución pretenden dorarlos con un vano nombre mientras que no son sino efecto de una arrogancia innata o consecuencias de un mal hábito obtenido y que no pueden desterrar sin una fatiga que no tienen valor para tomarse.
Manifestar la acusación con sus propias palabras.
Un genio altivo, incorregible y violento.
Los consejos y lecciones.
Cuando desaprobamos hasta la más ligera sombra semeja un terrible fantasma.
Perjuicios o incomodidades tal vez imaginarias.
Ir a Douvres para embarcar.
Hay expresiones que con una conversación y cuando con un corazón alegre nos abandonamos al placer excitan un ruido general de aplausos y que pierden todo su mérito con un relato no pudiendo tampoco sufrir un examen después que se han proferido. Dichos comunes en boca de quien se admira y el cual tiene según nuestro concepto un sublime ingenio son otros oráculos un rato de buen humor.
Ajustar unas cuentas con el banquero.
Discurrir como un mulo de España y comenzar a ser grave como un español viejo de noventa años.
Gozando de una salud florida.
Una resolución favorable o adversa.
El testamento formalizado ante testigos, una copia y una transferencia auténtica depositada al banquero.
El pesar monta a las ancas y galopa con él. Boileau.
Con un idioma expresivo como el inglés no gusto poner textos ni mezclar lo que escribo con retazos de latín habiéndome burlado de nuestros diaristas o escritores de periódicos los cuales no pueden pasar sin un epígrafe.
La autoconciencia doma y señorea al ser humano.
Las menores bagatelas son agradables de las noticias respectivas a los amigos e incluso aquellos a quienes hacemos el honor de tenerlos como enemigos nuestros.
Después de algún tiempo sigo otras guías diversas de los sentidos y de las pasiones que han conducido a nuestros camaradas a su perdición.
Un genio vivo e impaciente.
Un empírico diferente de los charlatanes temerarios, sistemáticos y testarudos.
Le visita regularmente, percibe las alteraciones y los síntomas de la enfermedad, muda de remedios según la diversidad de las indicaciones.
No digiriendo nada su estómago.
Afirmarse con su resolución.
Sería una cosa terrible que se te pidiesen cuentas sin ninguna preparación.
Leer con serenidad de ánimo.
La corte de Baviera es pulida y brillante.
Proferir expresiones de amenaza.
La gloria y los atractivos de esta preferencia.
Las reflexiones forzadas cuyo penetrante dolor aumenta el tiempo en vez de disminuirlo.
Solo busco las concurrencias alegres y brillantes.
Los gabinetes de los curiosos.
Un aspecto triste que horrorizaba.
Partir una bala sobre el filo de un cuchillo.
No habiéndome permitido la lluvia más entretenimiento que el de mi pluma.
Comunicar lo sustancial de las circunstancias bajo el juramento secreto.
Un grande recíproco odio y furor.
Demasiado acostumbrado a las sangrientas expediciones de los duelos.
Reservar unas onzas de oro como una señal de lo satisfecho que estaba de mi conducta.
El poder político austriaco aprecia con razón el país inglés.
Experimenté algunas dificultades de parte del magistrado sobre la causa de la muerte, siendo forzoso valerse del dinero para que no se hiciesen averiguaciones.
Un título muy litigioso.
Los hermanos y las hermanas que no son propensos a amarse llegan a ser comúnmente mortales enemigos.
Un humor impaciente y colérico.
Al fin se aproximó su suerte.
Hizo abortar aunque el embarazo estaba muy adelantado y casi le costó la vida. La incontinencia fue su primer delito y el homicidio el segundo.
Libros frívolos y peligrosos.
El aspecto altivo y gentil de un valiente insultado.
Gracia e ingenuidad.
El fin de los viajeros es el de perfeccionarse.
Según el autor las conversiones repentinas con especialidad las que se permiten suponer y justificar con la benevolencia del lector son ajenas de la naturaleza, de las reglas del arte y de cualquier verosimilitud fuera de ser un mal caso. Y como el autor ha mostrado con otro libro ninguna reforma puede fundarse con la beldad de una mujer con una pasión que solo tiene los sentidos como objeto, con la bondad del corazón de una consorte si no se digna el dedo divino tocar el corazón del marido. 
Además el autor tenía a la vista un grande objeto. Había vivido bastante como para ver las sectas de la incredulidad y del escepticismo altamente permitidas e incluso esforzadas con la prensa.
El autor ha creído el deber de pintar la muerte de los malos terrible como ha podido hacerlo; pero ha pretendido pintar con bellos colores la de las personas honradas.
Se nos ha puesto aquí como una condición de prueba mezclando de tal manera el bien y el mal que nos vemos precisados a poner la vista más allá de esta vida para ver una repartición idéntica del uno y del otro.
Tal vez lo que se llama generalmente amor se podría sustituir con la palabra concupiscencia.
Incrédulo solo con la práctica.
Sin el auxilio de digresiones ni de episodios que no conducen al objeto principal.
Los talentos y perfecciones.
Fuego y atractivo, los caracteres son diversos y naturales, están desenvueltos y constantemente mantenidos, la variedad de accidentes forma un enlace propio para tener expectante al lector.
(Clara Harlowe)

Acostumbrada resolución.
Un tono menos osado.
Manifestar los temores con suspiros.
La salud se deteriora día a día.
Es muy vano y hace gran aprecio de cuanto escribe.
El buen genio se muestra incluso con las facciones más comunes.
El amor engrandece los que se adora.
La perfecta igualdad de temperamento.
Justificar el carácter la inclinación.
Si la resolución y la perseverancia tienen algún poder.
Los talles de Inglaterra y el descuido o la negligencia francesa.
La dignidad y la gracia de la persona, el porte, el aire y los movimientos.
La brillantez serena de los ojos.
Adquirir urbanidad e instrucción.
Mucho más me ha descontentado su ira que me han ablandado sus lisonjas.
Pretextos para seguir a cualquier parte.
Fundamentos para limitarme a las atenciones que le debo como vecino.
Los hombres de su carácter todo lo interpretan a su favor y equivocan la sombra con la realidad.
La falsedad o la extravagancia de los lisonjeros.
Envanecida con la propia discreción.
Manifestar inquietud.
Dar expresivas gracias.
Llegar importunando con grados.
Una pintura de los caracteres de las personas.
La vanidad del sexo.
El vuelo de la indulgencia o el favor de los parientes.
Sentencias comunes.
La conversación tomaba un tono serio.
Simplezas con el nombre de cumplimientos.
Una pieza difusa de la que se halla apurado el argumento.
Llevar a la máscara, al Ridotto y a su tiempo a Vauxhall y a Ranelagh.
Brillantes riquezas.
Tomar el té con aire de impaciencia e incertidumbre.
Un continente angélico, buen genio y un rostro florido como la primavera.
Singular ingenio.
Un particular afecto.
Conversaciones singulares.
La festiva burla de la provincia.
Las expresiones de ternura.
Argumentos para probar que tenía razón y que no la tenía.
Cálculos exactos.
Un excelente ingenio enriquecido con mucha lectura, la experiencia de sus talentos.
Realmente los que no se hacen despreciables con sus afecciones merecen ser tolerados. Pobres y ricos, discretos y necios todos somos engranajes de una cadena.
Vituperar a los que desprecian a otros por defectos que no se pueden remediar.
Libertar de infinitas importunidades.
Manifestar desprecio con gran variedad de gestos.
Había sido manifiesto que no quería que se hiciese de él mucha apreciación.
El mundano estaba decidido a no divertirse con nada.
La agradable fecundidad del caballero o la sequedad enfática del sabio.
Aplaudir con los ojos y los labios.
Una ironía fina y picante.
Admirado con un gran numero de prendas extraordinarias.
A pesar de su genio festivo y placentero para las conversaciones y corrillos es de muy mala índole, de perversa intención y malvado, que nada escrupuliza para conseguir sus fines. Pródigo con sus placeres como mezquino las ocasiones que se debe ser liberal.
Reformar el carácter.
Yo no me porto mal con aquellos que puedo contener dentro de los límites del respeto; pero me vería muy perpleja con estos hombres atrevidos.
Cubrirse con el pretexto de sus negocios.
Causa mucha tristeza rehusar las atenciones hijas de un vivo afecto.
La primavera, margarita, vellorita o maya.
Recibir con un exceso de política.
Manifestar embarazo.
Una circunstanciada y entretenida conversación.
El tono de chanza de la primera visita.
Exclamaciones, reconvenciones y quejas tiernas.
Contenerse dentro de los términos de la urbanidad.
Suspiros sinceros.
Tierna pertinacia.
Recorrer la memoria.
La lotería del matrimonio.
Variar la decisión el tiempo y los obsequios.
Una negativa formal.
Nadie es dueño de sus inclinaciones.
La razón de una singularidad.
Tono desabrido.
Una réplica vaga.
La grandeza tiene sus hechizos.
Genio perverso y vengativo.
Sé que no nos granjeamos más que pesadumbres recompensando con atenciones las afectaciones del aprecio.
Lances de amor y galanteo.
Dar una patada con un arrebatamiento de gratitud.
Dos regueros de lágrimas corrían sus mejillas.
Debilidad, puerilidad.
Manifestar el aprecio.
El tono del país de Northamptonshire.
Tono festivo.
Una conversación jocosa.
Tono de impaciencia.
Renacer la osadía.
Aunque me repugne decir las verdades duras me vanaglorio de ser ingenua.
Un loco de este carácter.
Todos los consejos que me den unas personas que quiero como avisos o como reprensiones causarán algún efecto a mi conducta.
Una parte muy apreciable de la especie humana.
Una mezcla de orgullo y humildad.
Las fuerzas para permanecer con las resoluciones.
Fuego las ocasiones que lo exigen.
Algunos momentos de conversación privada.
Manifestar una viva inquietud.
Un tigre de rostro pálido cuyo nombre describe su carácter.
Reservar la preferencia.
Calidad de amante.
Escribe perfectamente y es otra Sevigné para sus correspondencias.
Chistes del carácter de los rivales.
Suscitar una conversación muy viva.
La alegría de ver el campo libre.
Soltar la rienda a su loca imaginación, humor festivo, el arte de divertir.
Apostar llevar la pera.
Aunque no estaba obligada a manifestarle mis sentimientos no acostumbraba ser descortés con los que me profesaban algún aprecio.
Amenazas indirectas.
Seré exacto al referirte las particularidades como mi dolor y mi sorpresa me lo permitan. Comencemos con las circunstancias.
Manifestar los indicios de las sospechas.
El autor de la perversa aventura.
La pintura del carácter.
Estaba persuadido que no diría diferentes cosas a dos partes.
Fatal suceso.
Algún perverso licencioso.
Genio dulce, afable y oficioso.
Las pruebas que ha manifestado.
Disimula la confusión de esta carta.
Lo respectivo a esta conspiración semeja sepultado bajo una infernal oscuridad.
Con menos confianza que desesperación.
Una impaciencia mortal.
Padington, aldea a una milla de Londres.
Un pícaro infame.
Tras el éxito de la empresa quedaría satisfecha de la inocente impostura.
Maribone, aldea de Londres.
Una intriga de amor.
Grosvenor-Square, hermosa plaza de Londres cuyo centro es un jardín.
Pruebas manifiestas de atracción.
Con qué ardor se abrazan los más débiles recursos cuando no se encuentran otros mayores.
Trayendo a la memoria.
Tono de amenaza.
Manifestar un ardiente deseo de saber cómo la había libertado.
Manifestar temores.
La ternura de la sangre.
Una graciosa familiaridad.
El vehemente deseo de la venganza.
Tono triste.
Una empresa vituperable.
Furiosa irritación.
Plinio. El caso de un pájaro asustado que viéndose perseguido de un halcón se lanzó como asilo al seno de un pajarero.
Señales manifiestas de espanto.
Un rubor gracioso.
Se quejó del valor excesivo que se daba a un objeto común.
Tono tierno.
La disposición de variar las ideas con agradables imágenes de lo futuro que ofrecían una perspectiva distante.
Alterar el semblante.
Poner el mérito sobre las estrellas.
La frívola pintura de mis galas y otras circunstancias igualmente ridículas.
Una legión de insensatos, verdaderos demonios.
Sospechar una negra maldad.
Aire de desdén.
Mi cólera se había encendido, mas pronto se apagó. Me retorcía las manos como con un insulto de frenesí.
Añadir al insulto la traición.
Tono malicioso.
Picar la vanidad.
Justificar a los ojos del publico mi proceder.
Reducir a la desesperación.
Amedrentado de su propio arrebatamiento.
Leer la fórmula fatal del matrimonio.
Horrible determinación.
Tono de burla.
No era cólera sino un enajenamiento de mi ánimo y un extravío de la razón.
La reflexión reduce los ánimos.
Invencible aversión.
Tono violento.
Un aspecto y un tono afectuosos.
Turbado con la ternura y el espanto.
Pagar liberalmente.
Aturdimiento y agitaciones convulsivas.
Tono resuelto.
Súplicas lastimeras.
La bajeza de remedar imitando el balido de una oveja.
Tono de triunfo.
Invencible obstinación.
Insultando con bufonadas.
Horrible invención.
Desvanecer de alegría.
Tono afectuoso.
Penetrada de la apreciación que solo puede explicarse con mi silencio.
Dulzura y despejo de los modales.
Incomparable amor.
Ciega imprudencia.
El curso de mi desgracia.
Un suceso desagradable.
Una acusación formal.
Temor o remordimiento.
El numero de licenciosos y de personas útiles.
Una pintura particular del carácter y de la persona.
El elogio elevará mi estilo hasta la mayor sublimidad la vehemencia de mi apreciación.
Una vena de bufona.
Una salud florida.
La opinión ajena.
El matrimonio es una amistad con el grado más alto adonde puede elevarse la amistad humana.
¿La reserva es compatible con la amistad?
Reserva y desconfianza.
La simplicidad de los viejos para llorar.
Una conversación sazonada con las sales derramadas de las familiaridades de la amistad.
Los límites del decoro.
Grave y circunspecto.
La coquetería como moneda.
Viajando adquieren los ingleses urbanidad y aire despejado.
Extravíos de la imaginación.
Con su acostumbrada política.
Qué horrible fantasma es el honor. Es enemigo del deber, de la bondad, de la religión.
Este mundo es un lugar de prueba y mortificación. Son indispensables las desgracias para que detestemos sus vanidades.
Avivar el fuego del resentimiento.
El honor no permite a la verdad proponer ninguna composición ni admitirla.
Proporcionar conductos garantizados para saber los pasos del odioso.
Generosos motivos.
El terrible motivo de mis temores.
Un enfermo desahuciado.
Querer saber la cosa de raíz.
Acusar de un exceso de viveza.
Dar mejor nombre a la ocasión.
El hambre me aprieta y no estoy de humor para comerme mis guantes.
Poderosas razones para ocultar el negocio.
El embarazo para comenzar.
Repliqué sin guardar ninguna consecuencia.
No respirar más de vergüenza.
Enajenada de alborozo.
Las formidables ideas que había concebido.
He experimentado que volvemos más pronto de las sorpresas de la alegría principalmente cuando provienen del agradecimiento que de las otras pasiones más terribles.
Los hombres de verdadero valor no amenazan.
Expresiones fuertes.
Hombres viles capaces de una bajeza premeditada.
Las Potencias del mundo no harían que negase ni condenase una acción justa.
Yo no reñiré con nadie a título de duelo, pues no soy cobarde para tener la reputación de tal.
Según las nociones vulgares del honor debe el enemigo tomar alguna satisfacción.
La causa de la contienda.
La conversación se hizo general.
La reflexión de lo que había que temer.
La afabilidad y la finura que forman las amables fisonomías.
Atento, prudente, generoso, un verdadero hidalgo de los pasados tiempos.
Manifestar una tierna condescendencia.
La libertad de manifestar el secreto.
Los tiros de Cupidillo delante del cual es indispensable que las mujeres lleguen tarde o temprano a inclinar la cabeza.
Desazonar con las burlas.
Hechas las capitulaciones con recíproco beneplácito.
Prevenido con la fama publica a favor.
Transformar la disposición como amor.
El odio de las vanas adulaciones.
La confusión y el dolor son la satisfacción que puede expiar un delito.
Señales de un vivo afecto.
Reunir con el carácter la bondad, las luces del saber, la prudencia y la modestia.
Granjear el afecto.
Mis perfecciones excedían lo que publicaba la fama.
El carácter ponderado.
Condescendencia y urbanidad.
Ana Howe y Hickman, dos personajes de "Clara Harlowe". Ana Howe cedía a la inclinación de su madre dispuesta a casarse con Hickman cuanto más la maltrataba.
Tono serio.
Acostumbrada gracia.
Fuertes razones.
Desterrar de la memoria.
Pedir el favor de los circunstantes.
La reserva o la discreción afectada o la declaración.
La reserva de un incidente inquietante.
Según las leyes del honor no se tiene derecho a los honores cuando se rehúsa dar satisfacción.
Mi ánimo no es el de aumentar el mal sino el de impedir sus consecuencias.
La causa de su inquietud.
Suspirar de alegría.
Manifestar impaciencia.
Una conversación larga y varia.
Un aire odioso de premeditación.
La utilidad de la precaución.
Escuchemos antes lo que diga a su favor pues las ocasiones se ofrecerán después.
Lo que ha pasado ha sido por mera casualidad y no acostumbro acriminar los hechos.
Granjear la suerte.
Un carácter excelente.
Una conversación singular.
Resta una circunstancia que conviene informar.
Como nunca digo una cosa que no reflexione no puede sobresaltarme una recopilación de mis expresiones cuando no recuerdo tener nada que vituperarme.
Horribles señales.
Extenderse con alabanzas.
Modesto, culto, valiente y generoso.
Máximas extrañas.
Un profundo delirio.
Verdadera, exacta y circunstanciada referencia.
La materia de la carta.
Encarnada como una necia.
He batido el monte por una liebre y he hecho saltar dos.
El orgullo tiene sus caídas.
Una pintura favorable del carácter.
Genio alegre y buen humor.
Una pasión sin esperanza.
Recaer la conversación.
Las afectaciones y las vanas formalidades.
Sus chanzas comenzaban a contristarme.
Una visita de complacencia y satisfacción.
El peso de los favores.
El orgullo es un vicio que causa mortificación.
Encontrar mejoría suspirando. Los suspiros van acompañados de dulzura, son involuntarios. Una tristeza en el estómago.
Cuán sencillamente traemos a la memoria las circunstancias de un caso aunque no tengamos ninguna atracción de él cuando tememos vernos con otro igual.
Zaherir con baldones y amenazas.
Reclamar la validez del matrimonio.
La razón debilitada.
La razón ha padecido una alteración.
Injurias patentes.
Con ánimo de aplaudir.
Examinar con reflexión.
Vituperar la vanidad.
Acusar de reservado.
Una temible expresión.
Generales aplausos.
Las circunstanciadas referencias.
Reserva y secreto.
Un combate manifiesto de la natural honradez y la pasión.
Afectada reserva.
Amable ingenuidad.
El equívoco y lo que ofende la verdad.
Comenzar con cálculos las capitulaciones.
El estilo burlesco.
El combate de la modestia y la sinceridad.
Correr la cortina y ser reservada.
La miserable política del artificio.
La pasión del linaje más puro pues no la han excitado los sentidos.
Las fatigas, tristezas e incomodidades del matrimonio.
La realidad más terrible que las suposiciones.
El indispensable honor del carácter.
La verdad no es digna nunca de vituperio.
La suerte reservada del cielo.
Acusaciones, combates manifiestos, una pasión que nace, que crece visiblemente.
Merecer la nota de afectada y reservada.
Mudar los tiempos y las circunstancias.
Seguir las instrucciones con extensión.
Mover la conversación como era regular.
Un vuelo o giro.
Ingenio, experiencia y ambición.
Sacudir el yugo de las apariencias a las cuales tenía sujeto su orgullo.
Prudente economía.
Insoportable vanidad.
Qué delicia ver la aurora de la razón.
La fuerza y la extensión de la reflexión.
Concebir horror a los duelos.
Una pintura patética.
Los temperamentos débiles deben temer mezclar sus excesos con los de una constitución más fuerte porque los excesos que no hacen más que quebrantar esta causan comúnmente la total ruina de aquellos.
Prendas apreciables, una grande inteligencia de los negocios domésticos.
El platillo de las conversaciones.
Apasionada de las vanas diversiones.
Una sutileza política.
Una referencia seguida y circunstanciada.
Una conducta arreglada.
Las mil circunstancias que destapan y venden a los amantes.
No sentiría ver alargarse un poco la novela con el que pretendía a su hija aunque podría no tener idéntica complacencia de la hija de otro para su hijo.
Un elocuente e ingenioso cumplimiento de la cortesía y de la urbanidad.
Una fuerte inclinación a los placeres.
Romper la conversación.
Pelear con un ser humano de ingenio más fuerte que de razón.
Un generoso afecto.
Un asunto que tal vez no tendría sobre el papel la gracia de una referencia delicadamente mantenida con los gestos de los ojos y del semblante.
Una serie cruel de burlas y bufonadas.
Partió con pretextos que ocultaron a los criados lo sustancial.
Vena satírica.
El amor va por el suelo cuando no puede andar.
Las tristezas de otros por más que las sintamos no nos llegan nunca a lo vivo.
Alzando las dos manos y uniéndolas con un aire lastimoso.
Alzando las manos de una manera muy lastimosa y expresiva.
Vuestros queridos vendrán alegres a bailar con vosotras sobre mi sepultura y yo seré olvidado.
Defender la razón frente la crueldad.
Traer a la memoria.
Celebrar un convenio condicional dependiente de la aprobación.
Tono lastimoso.
Vanas irritaciones.
Sátiras vagas y generales.
Una imaginación obscena.
Las circunstancias han causado semejante alteración.
Los frívolos pretextos.
Precipitar a algún paso temerario.
Mi apreciación y mi afecto se fundan menos con la sangre que con el mérito.
La extraña fuerza del vicio que humilla hasta la altivez.
¿Quién saldrá responsable de la reforma de un libertino con hábito cuando se halla expuesto a la tentación?
La inocencia es un poderoso atractivo para los disolutos.
Artificiosas insinuaciones.
El amor, este nombre envilecido.
Un vigoroso temperamento.
Los sellos de papeles de importancia o efectos preciosos.
Los malos son los que afectan mayor severidad al castigo de los demás.
Una crueldad no afín a su genio.
¿Por qué no se escribirá igual de pronto como se habla?
La justicia o la generosidad.
Aguar los placeres.
Extender la antigua indisposición.
Su aspecto que las circunstancias hacían más grave y majestuoso.
Tierno y constante afecto.
Inadvertencias solamente, fatales equivocaciones.
Echar respetuosamente un velo.
Una vituperable conducta.
Saludar con agrado.
El dichoso reinado de la unión fraternal.
La gracia y el despejo de los modales.
Las útiles mudanzas del carácter.
Mi suerte es digna de lástima.
Los motivos de queja.
Para formar una decisión de la conducta de otro es menester figurar su situación.
Una mezcla de confusión y admiración.
Un pretexto para dar algunos instantes de desahogo.
Acusar de haber vivido con demasiado fausto.
Notoria pasión de la ostentación.
La cabeza erguida majestuosamente de las Duquesas en una procesión de coronación.
Grandes monedas de la coronación de diferentes Príncipes.
El valor del dinero puede ser desigual.
La gloriosa bondad propia o según sus influjos.
Amargas expresiones.
Un testamento es una de las más prudentes acciones de la vida y nunca viajaba sin el suyo.
Obstinado odio.
¿Hemos de limitarnos a los deberes que son de rigurosa justicia? La Ley no se ha hecho para el ser humano de autoconciencia y honor.
Llorar de alegría.
Manifestar envidia.
El freno de la prudencia.
Una memoria de lo que poseía.
Hallar pretextos para que se presentase.
Un tierno afecto.
Expresiones ofensivas.
Unir con prudencia y gracia la firmeza debida.
Desenfrenada incontinencia.
Venerad su memoria.
Secretos profundos.
Varias memorias de las principales circunstancias.
Entretenidas con chanzas y aventuras semejantes a las de las novelas.
Qué entes ridículos son los pisaverdes.
El apellido solo no me deslumbra.
Excelente carácter.
Lo que el publico es respecto de las personas privadas.
Este mundo no es más que un tránsito muy corto que nos conduce a mejor vida.
Desempeñar un negocio muy triste.
Pagar el ultimo tributo de la naturaleza.
Negra empresa.
Vituperar alguna reserva.
Una intriga de galanteo.
Su reserva no había tenido nada de afectación, creía que no debía comunicar a sus pasiones cosa que pudiese entristecerles mayormente cuando no podía seguir ninguna utilidad.
Necia perseverancia.
Un error precipita a otros.
Una afable majestad brillaba en su rostro con la piedad.
Aconsejar prevenir la acusación.
Una vena satírica.
Estas ideas hacían en mí la más viva impresión.
Adquirió al comienzo algún mérito a mis ojos.
No poder justificar la indiscreción.
El orgullo ofendido.
Cegar con los artificios con los que nos exceden los hombres. Con grados se me arrastró hasta muy lejos y me era igualmente difícil el pasar adelante y el retroceder.
Una reflexión seria.
La fuerza de las reflexiones.
La reparación es mucho mayor que el yerro.
Esfuerzos con un valor afectado.
Mayor eficacia y oficiosidad de los obsequios.
Hablar con mucho fuego y fluidez.
Una pintura de la situación.
Aguanta una persona con menos paciencia que se la engañe cuanto es menos apto de engañar a otros.
Engañosas apariencias.
Guardar un secreto inviolable.
Los consejos y el influjo.
Una temeraria promesa.
Un genio colérico y violento.
Una indiscreta promesa.
Una promesa desigual y no recompensada.
La simpatía de carácter.
Manifestar los motivos.
Un perito casuista.
La confusión ayudó de velo a la mía.
Acostumbrado a las grandes acciones y que no supone nada extraordinario.
Poner en ejecución el testamento.
Cuya amistad me lisonjeo haber logrado.
Un tierno amor.
Un principiante del amor.
Han rasgado el velo o mejor me han dado a saber que lo habían penetrado hace mucho.
Meditar alguna burla, amenazar con algún chasco.
Sus primeras expresiones fueron unos cumplimientos lisonjeros.
Un exceso de viveza.
¿Qué acusación es esa?
Causar una sorpresa extremada.
Un repentino ataque.
Una repentina conmoción.
El talento para causar inquietudes.
Una afectación abominable.
Complacer la turbación.
Afectación y reserva.
Sin sombra de motivo para que me improperase.
Poniéndose grave y hablando con un tono más dulce.
Una indemnización de la insoportable y pesada burla.
Tentada de jorobar la paciencia.
Una fina amistad.
Si nuestra burla te fatiga abandona esa reserva.
Hay asuntos que no pueden tocarse sin causar una viva conmoción a los que vacilan de la ilusión de tenerlos.
Son un tormento los instantes de la triste situación de la incertidumbre.
Desterrar cualquier reserva.
Finos cumplimientos.
Indiscretas expresiones.
Un tono demasiado decisivo.
El ardor de otros no me enardece nunca con términos irregulares.
Hablar extensa y circunstanciadamente.
Tono de desprecio.
Con cada uno está que yo forme de él el concepto que quiera.
Exponer la verdad desnuda.
Merecer un elogio común.
El fin del razonamiento.
Extenderse sobre los particulares.
Objeciones indisolubles.
Con grandes prendas y conceptos altos no se cae bajo pequeños defectos.
Manifestar verbalmente.
Frívolos pretextos.
Veneración de la memoria.
El ansia de destruir de César.
Una sombra de disgusto.
Carácter grosero, indócil, presuntuoso y perverso con inclinaciones bajas y viciosas.
Cometer excesos ruidosos para formar una causa.
Despachar un expreso con documentos.
Víctima del fatal cordón.
Calumniosas acusaciones.
El pretexto para suministrar los gastos de la empresa.
No tiene reserva y, sin embargo, es reservado.
Manifestar afecto.
Un aborrecimiento mortal a alguien.
Débil, boba, humilde y, sin embargo, vana y orgullosa.
Un olvido involuntario.
El orgullo ufano.
La bajeza de acusar para justificar. Cubrir con una mancha vergonzosa.
Lo sustancial de los negocios.
Una viva pintura del mérito extraordinario.
Una cláusula del testamento.
Después que me notan reservada se me da menos cantaleta.
La postura, las expresiones y el aire.
Tono resuelto.
Afectar gravedad.
Casi no podía contener mi indignación.
Yo no le manifesté mi desprecio sino con el silencio.
Expresiones injuriosas.
Es cosa dura el violentar las propias inclinaciones.
Sofocar los principios del monstruo, los odiosos celos.
Extender los oficiosos cuidados.
Los suspiros son un artificio del amor.
Un amor con la aptitud de turbar el reposo.
Las ternezas pueriles.
La activa e infatigable bondad.
El golpe inevitable que amenaza a todos los mortales.
Desanimado y embarazado con un poderoso hábito de condescendencia y esclavitud.
Cuánto más glorioso es el título de amigo del género humano que el de vencedor de países.
La ejecución del convenio.
Gloriosas pruebas.
Imbuir crueles máximas.
La sencillez con la que había disimulado sus primeros extravíos solo había valido para que se obstinase de seguir sus vicios.
Hacer justicia a la memoria.
La distinción del crimen y la que se ha infamado con él.
Olvidar los enojos.
Qué diverso aspecto tienen las cosas cuando estamos persuadidos que dependen de nosotros.
Mi humildad supera mi ambición.
Los deberes aumentan con las conveniencias.
Manifestar agitación.
Enternecida con el tono.
Mi desgracia solo proviene de la de otros porque tolero con resignación los males que no puedo evitar y hago cuanto es posible una potencia del menester.
Los tormentos de la incertidumbre.
Ha turbado su reposo un tierno defecto de su constitución. Su piedad de algún infeliz objeto.
Explicar con agudeza y prudencia.
Un genio afable.
Manifestar necedad.
El ingenio es un arma peligrosa y quien no puede brillar sino a costa de otros no puede vanagloriarse del suyo.
Proferir con gravedad.
Distingamos los tiempos y las ocasiones.
Manifestar pesar.
Las expresiones de una coqueta consumada.
Siendo el apuro reciente es de creer que lo tenga en la memoria.
Una distinción delicada.
Todos somos sensibles al aprecio de aquellos a quienes no podemos rehusar el nuestro.
Cartas de una extensión monstruosa.
Desterrar de la memoria.
Exacta respecto de las particularidades.
A la seriedad sustituyeron el agrado y la afabilidad.
Manifestar inquietud.
La conversación apalabrada.
Los ojos quieren quedar satisfechos proviniendo de aquí que se atienda más al exterior que al interior.
Un genio amable.
Temer más los resentimientos inveterados de un ser humano dulce que la ira repentina de uno colérico.
La justicia tiene igual derecho a lo que sea digno de vituperio y a lo digno de elogio.
Las imposturas de la adulación.
La diversidad de los caracteres.
Los límites de la prudencia y de la discreción.
El carácter y la conducta.
Una mezcla de generosa piedad y de oficiosa curiosidad.
La presunción que con la demasiada sencillez hace concebir lisonjeras ilusiones.
Un genio afable.
La disolución de las costumbres.
Dilatada preferencia.
La raíz del mal.
Lo sustancial del asunto y sus circunstancias.
Importuno afecto.
Un inglés, un hereje.
La molestia de las averiguaciones.
Vuestra pertinacia es de las más vituperables y delincuentes porque huis de quedar persuadido.
Para las personas de condición comenzaba la libertad francesa a ocupar manifiestamente el lugar de la reserva italiana.
La comunicación de los secretos es el verdadero cimiento de una sincera amistad.
El candor esencial de la amistad.
Las personas de talento pretenden no dar vagamente sus golpes.
La ingenuidad y la prudencia superiores al artificio.
Titubeando con una turbación muy notable.
Acusar de inmodesto.
Acusar de una injusta preocupación.
Tomaré los colores para pintar su carácter.
Pertinaz protestante.
Extender un asunto que hasta los menores argumentos tienen fuerza.
Honrar paladinamente con la apreciación.
Entibiar la resolución.
Los impulsos del honor.
Los grados de los mayores embarazos.
Los nuevos embarazos de mi situación.
Acusar de excesivamente delicado.
Las demostraciones del placer que me causaba oírle.
La verdad desnuda.
No hay cosa dulce como los elogios de aquellos sujetos de quienes se quiere ser amado.
Desterrar de la imaginación las ideas de división o de segundo lugar respecto del amor.
Un suceso puede excitar diversos afectos cuando se ve de cerca o de lejos.
Una apariencia, una afectación.
Debemos someternos a lo justo y la proporción de la dificultad es el mérito.
Obligar con protestas y garantías.
Gravar con el peso de excesivos favores.
El mejoramiento de los miserables a proporción de sus facultades.
Acusar de burlar las ilusiones.
Las alas del viento y de la amistad.
Los Príncipes después de haber enviado su retrato a sus damas y de haberse casado por procuradores van a sus fronteras de incógnito con algún disfraz para sorprender a una joven y tímida princesa.
El amor cubre una infinidad de faltas.
Lejos fatal recuerdo yo te destierro de mi memoria.
Cuando las realidades nos ofenden, las sombras toman oficiosamente la fuerza de realidades de nuestra bulliciosa imaginación.
La ira es una pasión disforme.
Lo sustancial de la situación.
El amor propio, la vanidad de los genios vivos.
Una declaración demasiado precipitada.
Lo que antes era honor y piedad llegó a ser admiración y amor.
Decir como obsequio de la verdad.
Un esfuerzo decisivo.
Manifestar la flexibilidad de la súplica.
Tono de reconvención.
No vendréis a humo de pajas.
Una cruel aventura.
Una seriedad afectada.
Un tono y un aire de transporte.
Las pequeñas formalidades y la afectación.
Mis afectos se inflamaban con la reflexión.
Mezclando con mis reconvenciones y justificaciones cien deliciosas circunstancias encontraba motivos para bendecir mi suerte.
Acusar de apresuramiento.
Expresiones vagas.
Superior a la falsa vergüenza.
La sutil serpiente.
Acusar de vano.
Conceder ventajas y prendas.
Tono insultante.
Saber las tretas del arte.
Los ornamentos de la especie humana.
Las vanas formalidades.
Aprovechado de una mera casualidad.
Los cantones próximos a Londres.
El bocado es duro y desconfío de la digestión.
Traer a la memoria.
Una apología fundada con el ansia.
Acusar de precipitado.
Pendencias, insolencias y locuras.
Negra acción.
Recordar y comparar las circunstancias.
Dar alguna apariencia de realidad a vanas sombras.
La reserva fuera de sazón.
Reservo para mí todos los temores que solo se fundan con conjeturas.
Manifestar temores.
Tono altivo.
Las personas honradas tienen pocos secretos.
Hacer un papel de olvido y de perfecta reconciliación.
La confidente de sus tristezas.
Extenderse sobre las circunstancias.
Venir a la memoria.
Una quimera de la imaginación.
Negra pasión.
Seria y grave.
La mudanza del humor.
El mal presente podía curarse con paciencia y tiempo.
El bálsamo de una fraternal ternura.
Un arrebato de ira.
Explicar el caso, decir la réplica en sustancia.
Severos cargos.
La piedad aumenta mi ternura.
Fatales suposiciones.
Noticias asombrosas.
El mal próximo es el más terrible.
La autoconciencia, el honor, la justicia.
Cuando llega a trastornarse la razón ayudan poco los remedios y la curación es imperfecta.
Lo sustancial de la carta.
El tiempo triunfa de todo.
El pesar de la lastimosa ocasión.
El trastorno de la razón.
Con las obligaciones recíprocas la negligencia del uno no justifica la del otro.
Un arrepentimiento condicional.
Mil cosas que no pueden verterse al papel ni basta lo limitado de una carta.
Un amigo fiel, indulgente y ajeno a todo género de severidad.
Términos tiernos y afectuosos.
El cielo es piadoso como justo.
Mortal inquietud.
Crueles persuasiones.
Vitupera un paso extraordinario que toma como una temeridad.
Acusar la autoconciencia.
La vehemencia de las persuasiones.
Un afecto desinteresado.
Disponer el té.
Tono lastimoso.
Un poco de paciencia. Las cosas tomarán un buen semblante.
Una navegación favorable.
La conducta y el carácter de las gentes de la casa.
Los riesgos a los que se exponía su resolución.
Una loca empresa.
Un aire tímido de dignidad.
La serenidad del ánimo.
La generosa inquietud de la tranquilidad.
Cuánto se siente turbar una tranquilidad fundada con la ignorancia de un suceso.
Una persona adornada de un talento singular.
Expresiones de grandeza y de bondad.
Favorecer con algún afecto.
Haber dado un paso cuyas apariencias son opuestas a mi gloria.
Incluso la persuasión es una violencia.
Oficiosas salutaciones discretas y atentas.
Abandonar a una extremada aflicción.
Mi orgullo y mis caprichos me cuestan caros.
El encanto de las tertulias.
Una fuga vergonzosa e imprudente.
El fatal trastorno de la razón.
Algunas señales del trastorno de su razón la hace exclamar y elevar el estilo.
Escapar alguna indiscreta expresión.
Honrado, modesto y apreciable.
La turbación de los ojos.
Alzando las manos enajenado.
Bajando los ojos con confusión.
Alzó los ojos con un transporte de ternura.
Ver lo que convenía a las circunstancias.
Los argumentos eran menos propios para desvanecer las dificultades que para corroborarlas.
Moderar la impetuosidad.
Recibir con transportes de alegría.
La gravedad de su continente.
Me hizo su cumplimiento con una gracia que aventajó sus expresiones.
Una lisonjera perspectiva.
Una alegría general.
Las gracias de la dulce persuasión.
Con qué grados ha tenido el placer de conducirla al deseado término.
Mi gratitud no se resiste a nada.
Permitirse vencer de la generosidad.
Una imaginación inflamada.
La fuerza de las razones.
Un paso que semejaba al comienzo temerario debe tenerse como un venturoso incidente puesto que ha ocasionado alegría a todos.
La grande y antigua cuestión, si es mejor casarse por amor que por razón.
Una lágrima que se me escapa mal de mi grado.
La ausencia es un material muy poderoso, un prudente recurso.
Acusar de injusta y cruel.
Malignas reflexiones.
Negra imputación.
Una imputación falsa.
Cuánto he caído para vuestro concepto.
Un generoso desprecio.
Recibir con términos expresos la libertad de escoger.
Cuán poco conocemos lo que más nos conviene.
Injuriosas sospechas.
Concebir algún designio.
Infeliz esclavo de la más vehemente pasión.
Las altas nociones del deber.
La salud restablecida.
Un exceso de precaución.
La grande objeción de la familia.
¿Qué partido queda tomar? El de la paciencia.
Abogar con buen éxito.
Manifestar algunas leves apariencias de la enfermedad.
Una serenidad de ánimo que llene de gozo a cuantos la aman.
Manifiesto descontento.
Desvanecer la causa de la inquietud.
Renacer los deseos.
Dar un paso temerario.
Solo se discurre y no se resuelve.
Los ataques de la maledicencia.
El afecto filial, el amor de la sangre.
El amor, esta pasión que hace muchas bajezas y que algunas ocasiones a la verdad produce efectos admirables.
Frustrar la disposición.
Poner a la balanza unos materiales terrenos y caducos con otros eternos.
El hilo de las ideas.
Pesar y apreciar lo que llevaba con su memoria.
Llorar generosamente.
Abandonada a los furores del amor.
Manifestar inquietud.
Un mérito modesto.
Según pinta la fama.
Negras sospechas.
El brillo de la dulce condescendencia.
Recuperar la serenidad de ánimo, la memoria y la razón.
Comunicar algunas cosas de importancia.
Una súplica solemne y grave.
Manifestar afectuosamente.
Proporcionar la ocasión.
Mi empresa pueril pero grande y seria por lo importante de mi objeto.
Tono de enternecimiento.
Recogiendo las fuerzas de su razón.
El honor de su carácter y la reputación de su mérito.
Lisonjear la imaginación con gratas ilusiones.
Aliviar la memoria y reservarla para las declaraciones esperadas.
Con su impaciencia son demasiado largos los momentos.
Elocuencia y fuego.
Desvanecer rumores injustos.
Una mudanza real y manifiesta.
Un esfuerzo de la memoria para recordar las palabras.
El colmo de los infortunios.
Experimentar tristes vicisitudes.
Proveer de armas, de hechos verosímiles para combatir una quimera.
Acusar de indiscreto.
Vehemente afecto, causa manifiesta.
Tristes sospechas.
Alzando los ojos con vivos afectos.
El despejo, la exactitud y la claridad.
Manifestar algunas señales de admiración.
El curso de sus infortunios.
El sello del establecimiento.
Los transportes de alegría.
Presentarse sin estudio ni afectación.
Las gracias sencillas y atractivas.
Insensatos de contento y admiración.
Las gracias de su ingenio y de su humor.
Yo no he de precipitar nada; el tiempo lo proporcionará todo.
Alguna cosa lisonjera.
Encantando con su talento y sus gracias.
Dilatada opresión.
El dichoso fin que se propone.
Ideas magníficas y atenciones galantes.
Materiales para desvanecer los obstáculos.
Viva la amistad que me da la más grata y lisonjera prueba.
Una reina que manifiesta sus deseos no está mejor atendida.
No poder acusar a nadie más que propiamente.
Una inflamación interna.
Una carta grave.
La reserva de la comunicación.
Los límites de la cortesanía y de la amistad.
El fino afecto.
Las señas manifiestas o secretas.
Grave silencio.
Las pruebas del tiempo y de las circunstancias.
Dilatados tormentos.
El maravilloso engranaje de causas y efectos que siguen rápidamente.
No se cesa de amar lo que no cesa de semejar amable.
 Prescribir las condiciones.
Acusar de armar un lazo.
Una abundancia superflua.
Sospechas de ternura con impulsos de una vana presunción.
La ocasión fue oficiosamente a presentarse.
Un raro mérito.
El temor dispone a la ternura.
Hallar una diferencia extremada de la teoría y la práctica.
Referir lo sustancial de las cartas.
Precisado con las circunstancias.
Vituperar de romancera.
Su salud declina visiblemente en consunción.
Una enfermedad que solo pueden curar la paciencia y el tiempo.
Transportes, molestar con invectivas.
Las prendas del ingenio, la gracia, la razón y la experiencia.
Monstruosos progresos del comercio de la apreciación.
Gentes reputadas como muy sensatas y de grande penetración.
Inteligente con la materia de la economía doméstica.
Algunas cartas más agradables que útiles para mantener el atractivo.
Cosas festivas.
Una disposición diferente, grave y reservada.
Una conversación de importancia.
Extender algunas condiciones.
Manifestar la política y el agasajo.
Pasear por el cuarto como un ser irresoluto.
Una mudanza del humor.
La conmoción del ánimo.
Manifestar la parte que tomaban de su pesar e inquietud.
La imaginación viva y agitada.
La imaginación alterada.
El mal se presenta bajo una extraña variedad de formas.
El ánimo combativo de vehementes afectos.
Los transportes de gratitud.
La cualidad de amigo y la de hermano.
La fuerza de los argumentos.
Una indisposición grave.
Vuestro desprecio es para mí una acusación de ingratitud .
Las ideas o caprichos.
La aptitud de ponerse en la situación de otro y olvidar las preferencias para tomar un partido prudente.
El manifiesto ascendiente sobre su afecto.
Ofender el orgullo.
La copia de mis lágrimas.
Urbanidad y atención.
Acusar de indigno.
Una acusación de ingratitud.
Las alas de la amistad.
Acompañar del genio de la salud.
La fuerza de los argumentos corroborados.
Colmar de elogios.
Transportes de contento.
Permiso de abandonar el siglo.
Un placer inexplicable.
El peso del favor.
Baños restaurativos.
Útil para la diversión o la salud.
Se valió de un pretexto para hablar particularmente.
Desterrar de la memoria.
Consentir oficiosas ausencias para experimentar la constancia.
Expresiones de gratitud.
La memoria de la ternura.
La agitación de sus afectos elevaba su seno.
Expuesto a pruebas que exigen mejores fuerzas.
El motivo de la cortesanía.
Una política bastante fina.
Hay sensibilidades que se manifiestan con actos exteriores y otras que no puede declarar el idioma.
Demostraciones de ternura.
El bullebulle gozó de su transporte y del de los circunstantes.
Expresiones vagas.
Según la acepción común la palabra resignación supone una condición de desesperación.
Libertades burlescas.
La alegría es madre de infinitas locuras.
No hay talento sin razón ni justicia ni buen humor sin descaro.
Talentos para mejores fines.
Un transporte de alegría que ofenda la razón.
Una imaginación inflamada puede pasar de un linaje de grandeza a otro.
La sombra de la muerte.
Altas ideas de gratitud.
Situaciones difíciles y grados de los mayores embarazos.
No me acuses de excesivamente delicado.
La causa de la indisposición.
Placeres inocentes.
La costumbre de los ánimos es no hablar los primeros.
Términos atentos, modestos.
La verdad desnuda.
Una visita atrevida.
Qué fuerza da a lo que escribe.
Explicar el enigma.
Este sutil ladroncillo, el amor.
Cada día tiene su malicia que le basta.
No puede mudar de resolución puesto que sus objeciones subsisten.
Transformar como ídolo, diosa y las demás absurdidades de los amantes vulgares.
Una apariencia, una afectación.
Debemos someternos a lo justo y la proporción de la dificultad es el mérito.
Delicada gratitud.
Obligado con protestas y garantías.
Arrogancia o afectación.
No gravar con el peso de excesivos favores.
La mejora de los miserables a proporción de sus facultades.
Acusar de burlar las emociones.
Mis ilusiones se disipan como el humo.
Finas expresiones.
Un amante discreto es un ente fuera de lo natural.
Generosidad y desinterés.
Manifestar las disposiciones.
Arrebatar la generosidad.
A qué no se abandona la altivez para justificar sus caprichos.
La enfermedad de amor.
Apresurada y cortada como una niña.
Con mi debilidad la alegría me era difícil de soportar como el dolor.
Mientras le contenía y refrenaba su situación no es extraño que te ofreciese las meras atenciones de un amigo; mas hoy que tiene libertad de explicarse su conducta debe ser la de un amante.
El ceremonial y el decoro.
Cuáles pueden ser los obstáculos cuando están arregladas las voluntades.
Honrar con sus visitas.
Añadir la inquietud a la indisposición, una mezcla que como he comenzado a experimentar turba demasiado nuestros más lisonjeros contentos.
Los excesos de delicadeza merecen un nombre opuesto.
El amor cubre una infinidad de faltas.
Cuando las realidades nos ofenden, las sombras toman oficiosamente la fuerza de realidades de nuestra bulliciosa imaginación.
La ira es una pasión disforme.
Reflexiones tiernas y atentas pero intempestivas.
Mis asuntos me proporcionaban pretextos para frecuentes ausencias.
El amor propio, la vanidad es demasiado propia de los genios vivos.
Una concurrencia de afectos.
Incierta suerte.
Gloriosa resolución.
Haber extendido demasiado la declaración.
Tono de reconvención.
Un ser humano urbano y atento.
Una cruel aventura.
Atormentar la memoria.
Seriedad afectada.
Un tono y un aire de transporte.
Fatales escrúpulos que oponer.
Mis afectos se inflamaban con la reflexión.
La complacencia de ver hasta su sombra.
Mezclando con mis reconvenciones y justificaciones deliciosas circunstancias encontraba motivos para bendecir eternamente mi suerte.
Acusar de apresuramiento.
No usar expresiones vagas denotando las personas con su país, no hablar con reserva.
Ágil y dichosa.
Superior a la falsa vergüenza.
Sutil serpiente.
Las menores cosas no pueden ocultarse en una provincia.
Acusar de vano.
Conceder ventajas y prendas.
Una legión entera de amantes.
Horcas para repeler las llamas.
Tono insultante.
Colmados de honor y satisfacción.
Mi gloria consistirá en vivir con honor con una condición privada.
Flaquear la memoria.
Algún embarazo involuntario.
Una madura deliberación.
Un razonamiento patético.
Insoportable negligencia.
El rostro encarnado de impaciencia.
Fuertes reconvenciones.
Un miserable que ha ido a aullar la aventura.
Desconfiar de la digestión.
Acusar de precipitado.
Una negra acción.
Recordar y comparar las circunstancias.
Un nudo de dolor.
Poder dormir para dar alguna apariencia de realidad a vanas sombras.
Una sorpresa deliciosa.
Dar cuenta del uso que he hecho de mi tiempo esta sensible ausencia.
Tono altivo.
El tiempo, este gran médico de todos los males.
Venir a la memoria.
Una negra pasión.
La mudanza del humor.
Preceder las quejas a las amenazas.
Pobre estratagema.
Decir la réplica sustancial.
Con qué olvido propio ha oscurecido su gloria.
El mal próximo es el más terrible.
Extender la piedad.
El tiempo triunfa de todo.
El trastorno de la razón.
Lastimosas distracciones.
Sensible a todo se extravía con las menudencias.
Un paso temerario.
La regla de que con las obligaciones recíprocas la negligencia del uno no justifica la del otro.
Una ciudad muy poblada y el pueblo muy activo.
Un amigo fiel, indulgente y ajeno a todo género severidad.
El cielo es piadoso como justo.
Las cosas tomarán un buen semblante.
Pesar los riesgos a los que la exponía su resolución.
Una loca empresa.
La vista inclinada y un aire tímido de dignidad.
La generosa inquietud de la tranquilidad.
Una persona adornada de un talento singular.
Según el idioma francés un cumplimiento muy cortesano.
Oficiosas salutaciones discretas como atentas.
Apretando las manos con una gracia inimitable.
Lograr ver con más tranquilo aspecto.
No aflojó nuestra conversación y se tocaron varios puntos.
Obtener permiso para acompañar a título de cortesanía.
Más enternecimiento que aflicción.
Escapar alguna indiscreta expresión.
Honrado, modesto y apreciable.
Extendiendo la mano sobre su pecho.
Justas inquietudes les habían hecho anticipar su resolución.
La atención de informar con un expreso.
Indispuestos con las fatigas del ánimo y del cuerpo.
Una inexplicable alegría.
Respirar ternura y reconciliación.
Urgentes preguntas.
Alzar los ojos con un transporte de ternura.
Manifestar una gran alegría con patéticas expresiones.
Ver lo que convenía a las circunstancias.
Los argumentos eran menos propios para desvanecer las dificultades que para corroborarlas.
La gravedad de su continente.
Un cumplimiento cuya gracia aventajó sus expresiones.
La posesión de los dividendos de las haciendas que le han legado.
Sepultando lo pasado bajo un eterno olvido.
Se extendió sobre las razones que podían serenar su ánimo.
Lisonjera perspectiva.
El arrebatamiento de una alegría general.
Afectuosa modestia.
Las gracias de la dulce persuasión.
Los grados de placer de conducir al deseado término.
Las circunstancias del hecho.
La imaginación inflamada.
La estreché fuertemente. Nuestras lágrimas se mezclaron en nuestras mejillas.
Los entretenimientos y las conversaciones.
Ocultar una lágrima que se me escapa mal de mi grado.
Acusar de injusta y cruel.
Recibir con términos expresos.
Cuán poco conocemos lo que más nos conviene.
Injuriosas sospechas.
Con grados llegará a hacer reflexiones que no se le han ocurrido.
Un manifiesto descontento.
Somo ricos y tales materiales son comprados y no patrimoniales.
Convenir la soledad para recoger el ánimo distraído.
La debilidad de mi razón puede conducirme al error; mas luego que se me abran los ojos no persevero con él.
Las tinieblas que oscurecen la razón.
Pesar y apreciar lo que llevaba en su memoria.
Incapaz de ninguna reflexión que un ángel no podría declarar.
Una dicha que será la compensación de una infinidad de tristezas.
La precipitación de un ser humano agitado que teme perder la ocasión.
Mis preámbulos son más largos que mi materia.
Admirar la viveza del ingenio.
Instruido de varias materias, las ocasiones de lucir.
Obligar la gratitud al favor.
Según pinta la fama.
Negras sospechas.
Dulce condescendencia.
Tono de enternecimiento.
Agradable perspectiva.
Mejorar la memoria y reservarla para las declaraciones.
Desvanecer los rumores.
La real y manifiesta mudanza.
Un esfuerzo de la memoria para recordar las palabras.
La había mortificado con comparaciones que la envilecían.
El colmo de mis infortunios.
Los ataques que se dirigen a vuestra reputación son una terrible desgracia.
Proveerme de armas, de hechos verosímiles para combatir una quimera.
El depositario de las cartas.
Acusar de indiscreto.
Objetar algunas dificultades.
Sana razón, despejo, exactitud y claridad.
Cotejar los hechos.
Manifestar señales de admiración.
El curso de sus infortunios.
El sello de su restablecimiento.
Hace justicia a su mérito y sabe todo el valor de sus obsequios y su constancia.
Recibir sin agitaciones ni ruido.
Las gracias sencillas y atractivas que formaban su comitiva.
Insensatos de contento y admiración.
Las gracias de su ingenio y de su humor.
Yo no he de precipitar nada; el tiempo lo proporcionará todo.
Alguna cosa lisonjera.
Encantando con el talento y las gracias.
Resentir la dilatada opresión.
Prometer solo imágenes alegres.
Ideas magníficas y atenciones galantes.
Una grata y lisonjera prueba de amistad.
Los límites de la cortesanía y de la amistad.
(Historia del caballero Charles Grandison)

Establecer escuela. 
La advertencia del amor vigilante.
La autoconciencia limpia.
Amable y cual un ángel.
Sentido común y prudencia.
Educado caballero, gentil benefactor.
Degradado hasta el punto de proponer libertades.
Ver una razón para albergar sospechas.
Hacer acopio de valor.
Una mala causa y malas acciones abandonan sin argumentos hasta las mentes más preclaras.
Obligada a vivir de pan de centeno y agua.
Alta posición frente a baja condición.
No tengo ningún otro prestigio en el mundo más que mi honra.
Gozar de la gracia de actuar coherentemente.
Bondad futura.
Abonar el salario.
Alta condición.
Insulto de calibre.
Ocuparse más de la pluma que de la aguja.
Humilde, cortés y fiel.
Poseer aires de una persona de buena cuna.
Autoconciencia de imperfección en las acciones.
Tienen dotes de ingenio los que se toman la libertad de decir lo que a otros les escandalizaría imaginar.
Un lord está por encima de la opinión del mundo.
Los tímidos tienen una deuda de rencor propio y con frecuencia se confunden más, al pretender evitar las confusiones.
Habitual aire liberal.
Astuto Lucifer.
Enfadado y rojo de ira.
Lucifer está preparado para alentar sus acciones y a sus peones.
El poder y las riquezas no tienen menester de abogados.
Desarrollar malvadas estratagemas.
Proverbio. La Gracia Divina no está restringida por el espacio.
Conversación cordial.
Dura fuente de haya.
Influir el favor y el afecto.
Extraño y condenado destino.
Riquezas, trampas alegres y engañosas.
Libertades indecorosas.
Generosas y condescendientes atenciones.
Inocencia oprimida.
Capricho y locura, no bondad.
Salir muy temprano supondría romper la crisma al viaje.
Ilusiones de liberación.
Qué criaturas más mezquinas las que, renunciando a su honradez, buscan el favor de los miserables, que se hacen con un poder indebido.
A qué invenciones nos empuja el menester.
Pobreza natural.
La honradez, para el malvado, es la desgracia y la vergüenza, para la persona virtuosa.
Restringirse a los límites prescritos.
Eficacia y carácter.
Condescendencia generosa.
Una hora de inocencia vale más que un siglo de culpabilidad.
Garantías generales de honorabilidad.
Estratagema, vigilar.
Dicho. Lo que el amor une, nada frena.
Metido en un dulce adobo. Situación inconveniente.
Proverbio. ¿Qué será del tonto sin su juguete?
Si del vulgo soy y humilde, no soy despreciable.
La categoría, no el ser humano, daba miedo.
Extremos impuestos por la tiranía sin ley.
Rayo de gracia.
Reflexión instigada por el demonio, dulce e intensa.
Vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los márgenes de los caminos, con una estaca atravesándoles el cuerpo.
Fiel cabeza.
Grado de culpa.
El ladrón que ha robado está mucho mejor que yo, excepto por su culpa.
Bien puede el bárbaro embustero temblar con sus viles disimulos e intrigas despreciables.
Miopía de su temor.
Línea de Júpiter, que cruza la línea de la vida.
Si en Inglaterra, un criminal no declara, le presionan hasta la muerte o hasta que declare.
Arrogancia de los estratos altos. Una persona de posición humilde no debe decir ni una palabra, cuando a los nobles se les mete en la cabeza estar enfadados.
Elaborar un documento de obligación ante notario. El demandante hace se valer a cobrar una deuda, comprometiéndose el deudor a su pago. Podía ser elaborado sólo por el demandante, sin que tuviera que estar presente la otra parte.
Desprecio cruel y desconsiderado por la condición humilde.
Generosas manifestaciones.
Bienes y voluntad.
Paciencia y humildad.
Es el signo de una capa dependiente, verse obligada a deber lo que no puede pagar, como es el de una mente pudiente, poder conferir favores sin esperar o precisar que se los devuelvan.
Atender de manera generosa.
Presuntuosos, engreídos e irreflexivos, cometen grandes errores.
Una de las distinciones de las personas de buena familia es poder desconcertar a quienes son tímidos.
Requerimiento conforme a selección.
Elaboré una obligación, a propósito del dinero por el que había hecho que os encausaran. Procedimiento.
Generosa impaciencia.
Delicioso círculo, como se mueven los días.
Transformación de condición.
Humilde copista.
Pobre vida transitoria y placeres eternos.
Emulación loable.
Donde faltan los bienes, la voluntad suple la acción.
Generosa amabilidad.
Vientos borrascosos de la pasión y la culpa.
Stand. Soportar y estar de pie.
Espolón de pollo. Creencia, de que quien queda con el hueso más largo, se casa primero.
No hablar perjurando ni insultando vulgarmente.
Cálculos amorosos.
Si me ponéis la mano encima, será por vuestra cuenta y riesgo.
Espinaz. Forma pasada de espinazo.
Constitución inglesa. Leyes del país y bienestar supremo del pueblo.
Pruebas gloriosas y deshonrosas.
Acusaciones de haber sido engañada, de mis artes, de intrigas y de ser una perdida.
Carácter soberbio e irascible.
Acusar de la conducta.
Dueño de una propiedad libre e independiente.
Una persona más humilde y que tenga méritos intrínsecos.
Destruye la ira las mentes más distinguidas.
Cuestión delicada.
La palabra amigo es utilizada por los cuáqueros para llamarse; el término Amigos designaba este grupo; solían usar el pronombre tu antes que vos, creían que todos los hombres eran iguales.
Notable por su valor y reconocido experto en el manejo de la espada.
La gente no sabe cómo va a actuar cuando sus voluntades están en poder de sus superiores.
Intemperancia de carácter.
Voluntad conforme a la razón.
Somos habitualmente ingobernables en nuestras voluntades y, no estando acostumbrados a que nuestros padres nos impongan su autoridad, no podemos tolerarla. Culpable indulgencia.
Indiferencia insuperable, aversión.
Manifestar desobediencia.
Generosa benevolencia.
Humildad y gratitud.
Un gran numero de niños puede impedir alcanzar un grado de bienestar tolerable.
Generosas pretensiones.
Circunstancia tierna.
Oficial de la media paga. Empleado que sólo cobra la mitad de su sueldo cuando no está de prestación o ya se ha retirado.
Plaza de Crosby. Zona residencial selecta, cercana a la Bolsa de Londres y al Banco de Inglaterra.
Olivo, símbolo de los hijos, descendencia.
Prestigio que la aprobación de la gente da al hecho.
La vida humana es incierta.
Las cuestiones materiales no deberían abandonarse para la hora final, cuando ya las fuerzas no nos asisten y esos momentos importantes han de llenarse con otras y mayores atenciones.
Ser leído y componer una bella historia, para un relato romántico. Romance. Las novelas francesas de temática amorosa eran afamadas en la época.
Leer novelas, historias románticas y cosas banales de ese tipo.
Obtener aprovechamiento y entretenimiento de los libros.
Proporcionar el tema y conducirlo. Contar la historia con un aire bonito de relato romántico en las tramas e indicar de qué manera terminará la catástrofe de esa preciosa novela.
Mi historia sería un argumento para un tipo de novela sorprendente, caso de que la contaran adecuadamente.
Leer, en momentos y en libros adecuados, es un placer. Además, ayudan los libros a pulir la mente y a hacer digna la compañía y la conversación.
Cita en el Swan del pueblo.
Unir las circunstancias.
Un recurso que no me proporcionó escaso consuelo.
La cuestión del tormento, como se le llama en el extranjero.
Burlas y sátiras.
Sombra de afecto.
El amor no es una cosa voluntaria. Desconozco cómo vino ni cuándo comenzó, pero ha avanzado sigilosamente hacia mí, como un ladrón, y antes de que supiera lo que pasaba semejaba amor. Mi suerte está irrevocablemente echada.
Mantener registros elaborados.
Un andar garboso.
Timidez inoportuna.
Consecuencia final.
El peso de un agradecimiento.
Nos moveremos en un delicioso círculo, como se mueven los días.
(Pamela)



Smith
Los poetas y novelistas que sobresalen en la descripción de los refinamientos y delicadezas del amor y la amistad, y los demás afectos privados y familiares, Racine, Voltaire, Richardson, Maurivaux, Riccoboni son, en tales casos, mejores educadores que Zenón, Crisipo o Epicteto.

Smollett
Lotario, famoso libertino del libro "The Fair Penitent" (1703), de Nicholas Rowe, a partir del cual se acuñó el término como sinónimo de seductor. Samuel Richardson se inspiró en él, para crear el personaje de Lovelace de su novela "Clarissa" (1748).

Burney
El género de la novela. Rousseau, Johnson, Marivaux, Richardson, Smollett.
La aptitud poética de Richardson.             

Edgeworth
La descripción de sillas labradas y de porcelanas varias de la señorita Harriet Byron. Las prolijas descripciones de los preparativos de boda de Harriet Byron de "The History of sir Chales Grandison", novela epistolar de Samuel Richardson (1753).

Austen
El gran Sir Charles Grandison rehusaba decir que no estaba en Casa si lo estaba. Protagonista de la novela de Samuel Richardson "Sir Charles Grandison".

Byron
Si me río de todo lo perecedero es para no llorar.  Referencia a la novela de Richardson "Clarissa".

Balzac
Clarisa Harlowe herida en su honor.
Los seres que realmente han vivido, como la Clarisa, de Richardson.
¿Quién de nosotros podría pronunciarse entre Clarisa y Lovelace? ¿Cuál fue la pretensión de Richardson?
Es preciso amar sinceramente, para participar de los rugidos de Lovelace, leyendo "Clarisa Harlowe".
El ser humano ha inventado a Satanás y a Lovelace. Pero la virgen es un ángel, al que sólo sabe prestar sus propios vicios.
Lovelace, personaje de "Clarisse Harlowe", prototipo del seductor, joven inmoral y de conducta libertina. Grandisson, tipo ideal del hombre íntegro y virtuoso.
La admirable moral de esa epopeya doméstica, que se titula "Clarissa Harlowe", en la que el amor legítimo y honesto de la víctima la conduce a su perdición por concebirse, desarrollarse y proseguir a despecho de la familia. La familia tiene razón frente a Lovelace. La familia es la sociedad.
Por más poderosas que sean las leyes de familia y los límites teológicos, existen Julias d´Étanges, Clarissas, almas henchidas como cálices demasiado llenos y que se desbordan bajo una presión divina.
Poseo el amor de la joven más encantadora, hermosa como para brillar entre las más hermosas, con mucho corazón y literatura como una Clarissa Harlowe.

Ch. Brontë
Le besó la mano igual que sir Charles Grandison habría besado la de Harriet Byron. Protagonista de la novela homónima de Richardson, de 1753-1754.

Baudelaire
Dotes de Valmont o de Lovelace. Personajes literarios, prototipos del seductor. El término lovelace ha pasado al francés como sinónimo de seductor, por figurar el apellido del atractivo y poco recomendable pretendiente de la protagonista de la novela romántica de Samuel Richardson, "Clarissa or the History of a Young Lady".
Barnizados difuntos, Lovelace sin pelo.

Gautier
El ataúd de miss Clarisse Harlowe, de madera de ébano con cierres y asas de plata, forrado de raso acolchado, cuyos detalles recomienda con sorprendente encanto al carpintero. La heroína de la novela de Richardson se preocupa de sus funerales y encarga al <<fabricante de ataúdes>> un féretro de ébano provisto de planchas de plata y que pueda cerrarse con llave.

Yeats
Sir Charles Grandison no sabe sino reclamar tierras.

Moore
Uno que quiera tener éxito con las mujeres debe tener éxito con los hombres; el auténtico Lovelace es amado por todos.
Lovelace es superficial y simple; preguntes lo que preguntes nunca niega; pero no hace más que lo que tiene decidido hacer, es su ventaja. Es aparentemente la encarnación de la generosidad ya que sabe que después de haberse ayudado propiamente se aconseja ayudar a los demás para hacer un amigo que futuras ocasiones le pueda ser útil.

Symons
Para "Clarissa Harlowe", esa gran novela realista, Richardson copió pasajes completos de los Salmos.

Faulkner
Las Clarisas y Judiths y Marguerites, los St. Elmos y Rolands y Lothairs; mujeres que siempre eran damas y hombres que eran siempre valientes moviéndose con una especie de claridad lunar sin angustia y sin dolores desde su nacimiento sin mácula hasta su muerte sin corrupción de manera que era posible llorarlos sin tener que sufrir ni lamentarse y regocijarse sin tener que triunfar.

Faure
Fielding, Richardson y Goldsmith incorporaron a pequeños burgueses y Daniel de Foe incluye pillastres y réprobos del mundo intelectual.

Della Volpe
El gran precedente del Lovelace de Richardson del vizconde de Valmont de Las amistades peligrosas de Chordelos de Laclos.

Schwanitz
"Pamela" y "Clarisa", de Samuel Richardson (1689-1761), son dos novelas epistolares con las que se relata el acoso de una honrada joven burguesa por parte de un noble inmoral. Las cartas informan de los apuros con los que se hallan y su firmeza; pero también sus sentimientos bivalentes frente a unos acosadores por los que se sienten atraídas. Con "Pamela", el noble por las armas amenaza violar a la protagonista; con "Clarisa" lo hace. Con la primera el acosador se desanima hasta el punto de que termina pidiéndole la mano, una proposición honesta que la joven acepta. Con la segunda el violador ha perdido la ocasión pues, cuando le pide matrimonio, Clarisa rechaza su proposición.
La forma epistolar abre nuevas posibilidades para el relato. Se describe lo que el protagonista ha vivido, sus sentimientos actuales y la agitación del ánimo. Las historias se nos cuentan en el momento que están ocurriendo. La novela se vuelve psicológica. Lo que supone una implicación emocional del lector más intensa.
Richardson inserta un nuevo mito. El mito de la pareja de la novela burguesa. El presupuesto de este mito significa la transformación en tabú de la sexualidad de las mujeres y la exaltación del sentimiento como fundamento del matrimonio.

Lewis
Personalmente de forma anónima Smollett escribía la mayoría de reseñas de la "Critical Review", aunque encargaba algunas al doctor Johnson, David Hume, William Hunter (el anatomista y obstetra escocés, 1718-1773), Adam Smith y Samuel Richardson.
Famosa como Evelina (1778) Frances Bunny (1752-1840) fue con Richardson el máximo exponente de la novela epistolar inglesa.





HENRY FIELDING


La literatura no acostumbra ser amable, como esos escritores que dibujan personajes totalmente perfectos. No suele crear ningún ser humano completamente grande, ni bajo, sin que algunas chispas de humanidad brillen en el primero, ni otras, de lo que los vulgares llaman maldad, emanen del segundo; y conseguir apagarlas les causaría dolor y desasosiegos. No existe mente por entero libre de mácula, salvo la de un hipócrita consagrado.
La sospecha de que se dedica a escribir novelas.
Desarrollo de la novela. Ensalzar la inocencia y la bondad.
Utilizar en la historia el genio y la fantasía, a la vez que hacer burla de los vicios y extravagancias preferidos por la Humanidad.
El lector culto no puede ignorar, que en en el ser humano se da una variedad prodigiosa. ¿Cuál es el tema de las historias fantásticas, novelas, piezas cómicas y poesías, que llenan las tiendas donde se venden libros? Todo estriba en el arte de cocinar del autor.
Las excelencias del alimento anímico en el asunto que haya escogido el autor y, sobre todo, en la forma en que se presente.
Al comienzo de esta novela ofreceremos la esencia humana al despierto apetito del lector de la forma sencilla y llana, en la que suele encontrársela en el campo para, más tarde. adornarla con la suerte de vicios y artificios de origen francés e italiano, que proporcionan las cortes y las ciudades. Utilizando este procedimiento, estamos persuadidos de que nuestros lectores no se cansarán de la lectura.
Mi pretensión es divagar, a lo largo de esta historia, cuantas vicisitudes se me presente la ocasión, de lo cual soy mejor juez, que cualquier despreciable crítico.
La cabeza del lector corre peligro por efecto de una descripción.
En realidad, muy escasas ocasiones haré divagaciones profundas, de no encontrarme en casos, en los que sólo la inspiración con la que estamos dotados los escritores, nos dispone para tales exploraciones.
Como ocurre que adivino el carácter del lector, estimo conveniente adelantar una ligera insinuación.
Bosquejo de los caracteres.
Nos ocuparemos de temas de la mayor enjundia.
Si hemos titulado esta composición una historia y no una vida, y mucho menos apología de una vida, como está de moda, pretendemos seguir el método de esos escritores, que exponen las agitaciones de los países, y no al historiador laborioso y prolijo.
Cuando aparezca un pasaje extraordinario -cosa que tenemos el ánimo que suceda a menudo-, no escatimaremos esfuerzo ni papel, para describirla in extenso. Pero si hubieran de transcurrir años enteros sin que se produzca nada digno de mención, no nos permitiremos sorprender por el vacío de nuestro relato, sino que nos apresuraremos a buscar temas de mayor enjundia y no registraremos esos periodos de tiempo en nuestra historia.
Estos deben ser comparados iguales a cero en la gran lotería del tiempo.
El lector no deberá sentirse sorprendido si en el curso de esta historia encuentra cortos algunos capítulos y otros excesivamente largos, unos que abarcan sólo un día y otros un periodo de uno o varios años. Si mi historia asemeja estancarse o volar. Como en realidad soy creador de un nuevo género de literatura, gozo de plena libertad, para decidir las leyes por las cuales debo regirme. Y estas leyes, mis lectores, a quienes vislumbro como mis súbditos, están obligados a aceptarlas y a obedecerlas de buen grado, puesto que como no busco más que su provecho, no imagino, cual otro tirano jure divino, que sean mis esclavos. Estoy situado sobre mis lectores y fui creado para ayudarles. Acudirán unánimemente a apoyar y mantener mi dignidad, a hacerme los honores que pueda merecer o desear.
Nuestra finalidad es relatar los hechos, abandonando las causas u origen a personas de más profundo talento.
Representa una cualidad mucho más útil predecir las acciones de los hombres por sus caracteres, que el juzgar sus caracteres por sus acciones. Lo primero exige una gran penetración mental. Sin embargo, puede ser realizado con verdadera sagacidad.
En modo alguno es nuestra pretensión presentar ningún carácter infalible en esta historia, en lo que tenemos el ánimo de que no sea hallado nada, que no haya sido experimentado en el ser humano.
Cada libro debe ser leído con el ánimo y la forma que fue escrito.
Hemos pretendido aprovechar las ocasiones que se nos han presentado, para incluir a través de nuestra labor distintos símiles, descripciones y otras suertes de embellecimientos poéticos. Estos están destinados a aligerar el cerebro de esos sueños, que durante una actividad larga se apoderan del lector como del escritor.
Insertar esas partes ornamentales en nuestra tarea.
Los ensayos iniciales que hemos antepuesto a los sucesos históricos, que reúne cada libro, los hemos establecido como una regla precisa, que hay que guardar en todo escrito prosaico-cómico-épico.
Los buenos libros, igual que los hombres buenos, siempre sobreviven al mal.
No debe omitirse en el capítulo de introducción algo de ese tipo de escritos, que se ocupan de lo maravilloso. Por este motivo pretenderemos establecer, en obsequio nuestro como de los demás, concretos límites. En el fondo, nada más preciso, ya que los críticos (con esta palabra queremos indicar a cualquier lector) son susceptibles de opinar de formas muy variadas, puesto que mientras unos están dispuestos a admitir que una cosa que es imposible puede ser, sin embargo, probable, otros poseen escasa ilusión histórica o poética, y no creen que nada sea posible o probable, mientras no haya sido experimentado personalmente.
Por eso juzgo razonable, como algo esencial, requerir a los escritores, para que se mantengan dentro de los límites de lo posible y que tengan presente, que lo que no es posible para un ser humano llevar a cabo, es para él difícil creer que se realizó.
El ser humano es el objeto supremo, a no ser en ocasiones muy extraordinarias, que se presentan a la pluma de nuestro historiador o de nuestro poeta, y al contar sus acciones debemos tener cuidado de no exceder el talante del agente que describimos.
No es suficiente la posibilidad para justificarnos. Debemos mantenernos dentro de las reglas de la probabilidad.
Es en el género de la ficción, donde por lo común se abandona la regla de la probabilidad. Debido a lo cual, los historiadores que refieren hechos publicos, tienen ventaja sobre nosotros, que nos limitamos a las episodios de la vida privada.
Pero los que nos ocupamos de los caracteres humanos privados, quienes escudriñamos los rincones más ocultos y exponemos muestras de virtud y vicio extraídos de los agujeros y rincones del mundo, nos encontramos en una situación de mayor peligro. Como no gozamos de notoriedad publica ni de testimonios concurrentes, ni de informes para defender y corroborar lo que producimos, nos conviene mantenernos dentro de los límites de la posibilidad y, al propio tiempo, de la probabilidad, sobre todo, al describir lo bueno y amable con exceso. La picardía y la insensatez, aunque no exageradas, serán creídas con mayor sencillez, pues el natural perversa colabora a fortalecer la ilusión.
En ultimo extremo, las acciones deberían ser tales, que estuvieran incluidas en el ámbito de la influencia humana y ser idóneas con los que las realizan, puesto que lo que aparece como maravilloso y sorprendente en un ser humano, es improbable y hasta imposible referido a otro.
Este ultimo requisito es lo que los críticos llaman adaptación del carácter, y exige un grado extraordinario de discernimiento y una experiencia completa del ser humano humano
Dentro de estas limitaciones, le debe ser permitido a todo escritor manejar lo maravilloso cuanto quiera. Si se mantiene dentro de las reglas de la verosimilitud, cuanto más pueda sorprender al lector, más llamará su atención y más le encantará.
Aunque todo buen autor permanece dentro de los confines de la probabilidad, no es en modo alguno menester, que sus personajes o sus incidentes sean comunes o vulgares, como los que suceden en cualquier calle o casa, o los que se leen en los artículos de los periódicos. Ni debe contenerse de mostrar muchas personas y cosas, las que no habrán caído nunca dentro de la esfera de experiencias de la gran parte de lectores. Si el escritor cuida atentamente las reglas antes mencionadas, ha cumplido con su deber y tiene, entonces, la ventaja de algún cuidado por parte de sus lectores, que se hacen culpables de infidelidad crítica si desconfían de él.
Entre otros excelentes fines, por los que he juzgado menester escribir estos capítulos a modo de introducción de cada libro que componen esta historia, está el de poderlos atisbar como una especie de señales o hitos, que ayuden al lector indiferente a distinguir lo verdadero y genuino de los falso y deforme.
Como nuestros personajes están extraídos del natural, nuestros libros poseen título suficiente, para merecer el nombre de historia. Merecen ser distinguidas de los libros vistos como engendro de un pruritus o reblandecimiento del cerebro.
Osaré mencionar algunas cualidades, que son precisas en alto grado, para este grupo de historiadores.
La primera de esas cualidades es el genio, sin cuyo requisito, como afirma Horacio, ningún estudio puede aprovecharnos. Por genio yo entiendo ese poder o poderes de la inteligencia, dispuestos a penetrar en las cosas al alcance de nuestras experiencias y distinguir sus diferencias esenciales. Estos son la inventiva y el discernimiento, los dos agrupados en el nombre general de genio, ya que son dones, que nos son otorgados al nacer. Inventiva no significa más que exploración, una rápida y sagaz penetración en la esencia verdadera de los objetos sujetos a nuestro poder de penetración.
No son suficientes para nuestro propósito, si no van acompañados de una dosis de erudición, arte y reglas. Estos usos los proporciona la erudición; la erudición debe prepararlas para su empleo, guiarlas y colaborar con parte de los materiales. Es por completo precisa una exploración de la Historia y de las bellas artes.
Existe, además, otra erudición que sólo se adquiere con la conversación. Es precisa para entender el carácter de los hombres. El verdadero sistema práctico sólo se aprende en el mundo con la conversación. La conversación debe ser general, deberá abarcar las categorías de la sociedad. Las características de cada jerarquía complementan una experiencia mutua.
Estas cualidades enumeradas no valdrían a nuestro historiador, si no posee un buen corazón y es capaz de sentir.
Un buen escritor, si tiene que mantener las características en las que coinciden la mayoría de los que ejercen una idéntica profesión debe, al tiempo, variar sus efectos. Debe marcar una distinción entre dos personas aquejadas por el vicio o la locura. Esta distinción constituye un placer muy vivo, para aquellos que son aptos de hacerlo.
Te advertimos, digno amigo, teniendo presente que tu corazón sea mejor que tu cabeza, que no condenes a ningún personaje, debido a que no es perfecto.
Si se crea un personaje con la suficiente bondad, para provocar la admiración y el afecto de un ánimo dispuesto, aunque aparezcan en él algunas pequeñas imperfecciones, lo natural y propio es que más suscite nuestra piedad, que nuestra aversión.
Un libro es, en alguna manera, el hijo del cerebro de su autor.
El autor cuya musa haya dado a la luz algunos frutos de su vientre, tal vez me acompañe con algunas lágrimas -en especial si su ser querido terminó de existir-, cuando hable de la inquietud y desasosiego con los que la musa suele llevar su peso, el doloroso esfuerzo que le cuesta echarla al mundo y, por ultimo, el cariño con el que el padre alimenta su creación predilecta, hasta que alcanza el debido grado de madurez, para ser lanzada al mundo.
Un historiador que se jacta de extraer sus materiales de la cantera de lo natural.
Nuestra historia no concede mucha atención, como hacen los periódicos, a personajes de los cuales nunca se va a hablar.
¿Por qué razón ha de diferir el arte de escribir de las demás artes?
La vida ociosa es fundamentalmente incolora y proporciona poca alegría y entretenimiento. Los distintos oficios de las esferas inferiores producen gran variedad de caracteres pintorescos y jocosos.
Insinuamos, puesto que nuestra costumbre es no desvelar de una vez, más de lo preciso en cada caso.
Las notables transformaciones mentales operadas, se producen con frecuencia en las novelas, sólo por la razón de que se acerca el final y son justificados por la autoridad de los autores.
Donde el lector se entera, con la amplitud requerida.
Las grandes sorpresas, como ha podido comprobarse, suelen producir un profundo silencio.
La gran belleza del símil.
Contar con una piedra de toque, que permita distinguir lo verdadero de lo falso.
Charla transparente.
La elegancia y belleza es el reverso de la vulgaridad.
La salsa de la belleza.
Celosa guardadora de las reglas del decoro.
Un escarceo amoroso.
Recelo o sospecha.
Las reflexiones sobre acciones grandes y buenas, independientemente de como sean recibidas o agradecidas por aquellos en cuyo favor han sido realizadas, nos proporcionan algún consuelo.
Persuadido con los argumentos.
Exponer los argumentos.
Razonamientos y argumentos.
El afecto justificado por la inteligencia es visto más duradero por personas sabias, que el que se funda en la belleza.
Tener argumentos que ofrecer.
No existe un halago irresistible como el procedente de segunda mano.
La prueba puede ayudar de atenuante.
Cuando la tormenta alcanzaba su cenit, todos los argumentos se metamorfoseaban en viento, acrecentándola.
Recurrió a todos los argumentos que su razón le sugería.
El tiempo y la ignorancia, los grandes mantenedores de la impostura.
El amor es similar a una enfermedad que, si se le impide la salida por un lado, se abre paso por el otro.
La estimación y la gratitud son los fundamentos del amor.
Nadie ha visto la belleza en su máximo esplendor, si no la ha visto envuelta por el dolor.
Es mudable nuestra manera de razonar, siempre sometido a las ocasiones.
El colmo de la sorpresa.
Lord Shaftesbury experimenta que no hay nada más frío que la invocación a una musa por un escritor moderno.
La salida del suicidio.
Razones de gran peso.
Se aplica el amor indistintamente a los objetos de nuestras pasiones, apetitos, sentidos y a la preferencia que damos a algunos alimentos sobre otros.
Los ánimos malignos poseen poder, para mostrarse en la forma que mejor les plazca.
Manifestó que tenía sospechas.
Novelas de Mrs. Benh.
Alcanzar una emoción secreta y espontánea, extraña a la razón.
La envidia ante la superioridad de la inteligencia.
Apoyar los argumentos.
Inició sus argumentos opuestos.
Siempre llevan las de ganar dos frente a uno.
De todo punto imposible, palabra que con harta frecuencia se utilizaba en la conversación corriente, para indicar lo improbable, lo que a menudo resulta muy probable y en ocasiones cierto.
Una violencia hiperbólica semejante a la que ofrecen las palabras infinita y eterna. De idéntico modo se acostumbra afirmar , que es imposible perder lo que ya está irremisiblemente perdido.
Siembras de fructíferas semillas, que alimentan el arte y conducen a la perfección
La experiencia, acostumbrada al prudente, al bueno, al erudito y al cortés. 
La fama de su tren de vida se había propagado.
Al igual que esas flores obligadas a florecer fuera de su época, carecía de la frescura con que la natura adorna sus productos.
Adoptar un aire de reserva.
El elegante lord Shaftesbury es opuesto a que se diga la verdad, de lo que puede deducirse, que en determinados casos, el mentir es disculpable y recomendable.
Elegancia en la manera de hablar, delicadeza, justeza en la expresión.
En el colmo de su asombro.
Pero la Historia y la fábula no dan cuenta de un solo caso, que por la fuerza de los argumentos y de la razón triunfaran nunca de la avaricia.
Argumento persuasivo.
Forjar una excusa.
Sólo el amor puede formarse una idea exacta de los tormentos que el cariño está dispuesto a sentir, amable cualidad.
Argumentos secundados.
Hazte cargo de la impaciencia del amor.
Deleznables y mutilados argumentos.
Sospechosa finura.
Fábula. La bella Grimalkin, a quien Venus, para complacer a un apasionado amante, metamorfoseó de gata en una bella mujer. Roger L´Estrange.
(Tom Jones)


El miedo significa la maldad humana más lamentable. De igual manera que la benevolencia, el honor y la honradez forman un buen ser humano y que el arrojo y el valor son las características más destacadas de uno grande, debemos identificar que los ingredientes que forman al primero no son análogos ni dependen de los que constituyen al segundo. Por tanto, un ser humano puede ser grande sin ser bueno. No obstante, aunque no dependen uno de otro, tampoco existe una total repulsión entre estas cualidades que eluda por completo su unión, de manera que pueden llegar a reunirse (aunque no es una condición precisa) dentro de una mente, como de hecho ocurrió y con altísimo grado con los casos de Bruto y Sócrates. Por tanto, tenemos tres tipos distintos de personajes; los grandes, los buenos y los grandes y buenos. Los ultimos componen lo auténticamente sublime respecto de lo que al carácter humano se refiere.
Por más que reflexiono que sea imposible que el vicio llegue a disfrutar del verdadero honor y gloria o, aunque le demos riquezas y poder llegue a gozarlos, contamina la comida que no puede probar y mancha la túnica que no es de su talla ni le sienta adecuadamente hasta que finalmente el valor desprecia las dos. Grado de odio.
Supuesto el menester que todos los acontecimientos grandiosos y sorprendentes cuyos designios son trazados, ejecutados y culminados a la perfección por la fuerza máxima de la inventiva y el arte humanos sean realizados por grandes y eminentes hombres podemos con justicia y propiedad denominar las vidas de estos la quintaesencia de la historia. Estas vidas cuando nos llegan de la pluma de escritores perspicaces nos entretienen sobremanera y nos proporcionan enseñanzas de la mayor utilidad. Además de obtener una experiencia cabal de la esencia humana generalmente (de sus fuentes secretas, sus diversos meandros y sus confusas revueltas) lo que aparece ante nuestros ojos son casos vívidos de lo afable o detestable, digno de ser admirado o aborrecido y consecuentemente aprendemos de una forma infinitamente más efectiva que por precepto lo que debemos esforzarnos e imitar o tener cuidado de evitar. 
Pero, además de las dos ventajas obvias de estudiar como si fuera una pintura la verdadera belleza del valor y la auténtica deformidad del vicio, podemos aprender de Plutarco, Nepote, Suetonio y demás biógrafos la útil lección de no depositar nuestra alabanza o censura ni con demasiada premura ni de forma burda, pues con frecuencia nos encontramos con tal mezcla del bien y del mal con un personaje, que será menester un análisis muy preciso y una investigación muy detallada para poder dirimir hacia qué lado se inclina la balanza ya que, aunque algunas ocasiones demos con un Arístides o un Bruto, con un Lisandro o un Nerón, sin embargo, la gran mayoría serán del tipo mixto, ni totalmente buenos ni totalmente malos y sus valores se verán oscurecidos y atenuados por sus vicios y estos a su vez suavizados y matizados por aquellos.
Debilidad de los protagonistas modernos, invariable grandeza de los clásicos.
Fragilidad del carácter humano. Ningún mortal puede llegar a ser pleno objeto de nuestra adoración. 
Gran rasgo de perfección llamado uniformidad de carácter.
Esperemos que el lector no encuentre fundamento para acusarnos de diseminar ese tipo de ideas confusas.
Imperfección de la raza humana, perfección de la satánica.
Despojos del pasado.
Es costumbre de todos los biógrafos al inicio de sus libros retroceder un poco de tiempo (de hecho, suelen retroceder todo lo que les es posible), para trazar los orígenes de la familia de su personaje, tal y como hicieron los arcaicos con el origen del Nilo, hasta que la imposibilidad de retroceder más pone fin a su búsqueda. Deviene difícil examinar el fundamento de esta práctica. Algunas ocasiones imagino que se incluye a los antepasados del protagonista para que ayuden de recalco con él. Otras, barrunto que será para eliminar la sospecha de que personajes extraordinarios no pudieron ser engendrados por elementos naturales, lo cual hace que el autor tema que si no se nos informa de quiénes fueron los padres de estos corran el peligro de que supongamos que no tuvieron, como le pasó al príncipe Prettyman. Por ultimo y tal vez sea esta la razón más acertada, tengo la impresión de que la pretensión del biógrafo no es otra que demostrar su gran erudición de la pretensión a la que el mundo probablemente deba muchas investigaciones notables y la mayor parte del esfuerzo de nuestros historiadores.
El capitán James Hind, célebre bandolero del siglo XVII.
Snap, según la jerga criminal de la época se utilizaba para referirse a un ladrón que reclamaba su parte del botín.
Hockley-in-the-Hole. Lugar donde se celebraban peleas de gallos y entretenimientos brutales, famoso por las borracheras y reyertas.
La naturaleza no nos da apetitos sin dotarnos de los materiales para satisfacerlos.
Edificio de forma redonda u orbicular de Covent Garden. Prisión nocturna o casa redonda adonde eran llevados los criminales que las rondas de vigilancia nocturna apresaban por las calles hasta que comparecían ante un magistrado.
Por culpa de un rasgo de humildad presente de su carácter que deriva perjudicial para la auténtica grandeza, se dignaba intimar con seres y objetos inferiores.
Fielding, jurista, criticó esa ley injusta que permitía encarcelar personas por atraer deudas, algunas ocasiones no importantes y contando sólo con la palabra del demandante.
Los criminales comunes eran ahorcados en Tyburn, hoy Marble Arch, mientras los culpables de traición o de algún otro crimen político, que por lo general pertenecían a la categoría social alta, eran decapitados en Tower Hill.
Los hombres de gran talento se muestran con pericia como lo hacen los masones.
Al contactar con seres inferiores adquirimos un miedo hacia todo lo superior mayor del que merece. Declinamos perseguir metas más elevadas, no por desprecio, sino por desesperación.
El miedo, la emoción que más repugna a la grandeza.
Antro nocturno, night-cellar, sótano nocturno, sótanos, taberna o refugio donde pasar la noche para personas del submundo londinense.
Grado de confusión.
Demostraciones excelsas de grandeza humana.
Degenerados que se avergüenzan de ver a sus amigos después de haberles robado y traicionado. Por causa de ese tipo de comportamiento bajo y lamentable se han cometido crueldades monstruosas llevadas a cabo por hombres que se han apartado de su templanza habitual para llegar al crimen o la destrucción total de aquellos ante quienes saben, porque se lo dicen sus autoconciencias, que han cometido alguna pequeña falta, ya sea porque han pervertido a sus mujeres o hijas o han defraudado o traicionado al amigo o alguna otra insignificancia de ese estilo
El voraz lucio yace acurrucado bajo unas algas de la desembocadura de cualquiera de los arroyuelos que van a dar a un río grande a la espera de que aparezcan por allí los alevines.
El alguacil corrupto, un puesto destacado, bajo el mando del oficial de justicia de Londres y Middlesex espera a la puerta de las casas de juego a que salgan los jóvenes caballeros, a quienes entrega unas pequeñas cédulas de pergamino que contienen invitaciones para que acudan a sus casas acompañados de Mr. John Doe, cuya presencia posee cada vez mayor demanda. Los esperan con citaciones por deudas. Ese nombre genérico, equivalente a Fulano de Tal, solo aparecía con los formularios de los libros de leyes.
"The New Canting Dictionary", 1725. Diccionario de la jerga criminal, glosario de los términos variados y originales empleados por los criminales de la época.
Con esa gran aversión hacia la satisfacción y el contento propia de las grandes mentes estaba comenzando a ampliar las vistas de su prosperidad. Pues esa disposición afable e inquieta, ese distinguido apetito voraz que aumenta conforme más se come, es el origen o la característica constituyente fundamental de nuestros grandes hombres, o los que durante su viaje hacia la grandeza les ocurre igual que a un viajero que cruza los Alpes, o si este símil es demasiado lejano, al que cruza con dirección oeste las colinas que hay cerca de Bath, al fin y al cabo donde se originó dicho símil. Prior Park, la mansión de Ralph Allen cerca de Bath fue donde Fielding entabló amistad con Pope. 
El arte de la política es el arte de la multiplicación, donde los grados de grandeza están constituidos por esas dos simples palabras, más y menos. 
La forma más apropiada de apreciar la humanidad es desde la perspectiva de dos grandes grupos. Aquellos que usan sus manos y los que emplean las de los demás. Los primeros son vulgo y chusma; los segundos la parte gentil de la creación. 
El dinero es el punto de partida como el fin de todo lo que idean los hombres.
Lucios, ávidos campeones acuáticos.
De carácter honrado y abierto era de ese tipo de hombres a quienes solo la experiencia y no su propio carácter les enseña que existen sobre el mundo cosas tales como el engaño y la hipocresía y consecuentemente a la edad de veinticinco años es más sencillo aprovecharse de estos que de gente mayor y perspicaz.
Como suele ocurrir con las personas agradables era un ser mezquino, ruin, hogareño y humilde que se limitaba a cuidar de su familia.
Manifestar profunda estima.
El método doble de timar a quienes utilizamos como instrumento para timar a otros es el grado superlativo de la grandeza y probablemente sea lo más aproximado que haya (por cuanto un ánimo moldeado de arcilla pueda serlo) al propio demonio.
Manifestar reticencia.
Familiaridad propia de una educación urbana y gentil.
Raza baja y apocada de mortales que viven pegados a las faldas de su mujer, que están corrompidos por ese vicio, o valor según otros, rastrero, mezquino y ruin de la constancia.
Manifestar pena.
La extraordinaria rapidez mental y la expresión invariable que son consustanciales a un gran personaje.
Sombrero viejo, forma vulgar de designar la vagina.
Los cuáqueros se negaban a jurar por apreciar que era una violación de la autoconciencia, por lo que, a partir del año 1696, se les permitió hacer ese tipo de declaraciones solemnes que tenía igual valor jurídico y las responsabilidades de un juramento.
Tipo de garantía de uno propio al que los franceses añaden el epíteto de buena. La bonne assurance.
Tipo de amistad que tiene demasiado de débil y de imprudente.
Explicar especialmente a nuestros lectores más sagaces, cuya satisfacción es nuestra prioridad.
El <<Glosario moderno>>, un escrito del "Covent-Garden Journal", Fielding definió el amor como término que se aplica al deleite que sentimos por alimentos concretos y que se emplea metafóricamente para hablar del objeto de nuestros apetitos.
Hay un tipo de debilidad de la vida de la gente vulgar, comúnmente denominado ternura, a la que las grandes mentes son totalmente ajenas, ni siquiera saben que existe.
La cualidad que un valiente precisa mucho. Estar por encima del poder del miedo o de la piedad.
Tiránica muerte.
Capitán tosco por la educación.
Erudición sagaz y curiosa.
Proverbios. Breves aforismos con los que hombres de gran inteligencia encierran algunas investigaciones de primera magnitud realizadas sobre los campos de la ciencia natural, haciéndolos más dispuestos de llevar con la memoria.
Paroxismo de la mente humana, la ambición con tal de poder entretenerse con la lejana música de la trompeta de la fama posee la aptitud de desdeñar todos los placeres del hedonista y el más solemne y sosegado bienestar con el que una buena autoconciencia provee a un filósofo.
La mente ansía reconfortarse (tendencia sabia) sacando de cualquier hecho las consecuencias que más le convengan.
Manifestar emoción.
Efluvios mezquinos de ternura y humanidad.
Manifestar gratitud.
¿Tal vez son voluntarias mis emociones? ¿Soy dueño de las emociones y puedo decirme que me limitaré a lamentarme? Su misión es sopesar con justicia el valor de cada cosa y dirigirnos hacia ese grado de perfección de la sabiduría humana que nos permite apreciar cada objeto según su verdadero mérito y evitar que sobrevaloremos o minusvaloremos aquello que deseamos, disfrutamos o perdemos.
Aunque la indicación <<qué proclives son los hombres a odiar a aquellos que hieren>> o <<qué poco perdonan las heridas que cometen>> es bastante común no recuerdo haber visto la explicación a lo que semeja ser un extraño fenómeno. Tras un profundo y riguroso escrutinio hemos hallado que la razón para ese odio se funda sobre el miedo y que surge del temor de que la persona a quien hemos causado un terrible daño use todos los materiales a su alcance para vengarse y reparar las heridas que le hemos infligido.
Breve lección. Aunque es tu obligación, e igualmente es nuestro consejo, que perdones a tu enemigo, nunca familiarices con quien tenga motivos para sospechar que sabes que te ha hecho daño.
Acusarse de haber actuado precipitadamente.
La barriada de Smithfield de Londres celebraba un mercado de ganado, de allí que se llamaran uniones de Smithfield los matrimonios por dinero. El palacio de St. James era entonces el palacio real, por lo que la referencia es a la parte aristocrática de la ciudad donde los matrimonios de conveniencia también eran frecuentes.
Las circunstancias más improbables a menudo escapan a quienes escuchan ansiosos una historia.
Mandato de capias in withernam. Si terminado el periodo de libertad provisional la persona no ha aparecido, entonces el acusado ingresará en prisión hasta que consiga demostrar su inocencia.
Acusado de ingratitud abyecta.
El tiempo, el amigo más fiel de la justicia.
Como haría el ser más ignorante, no se paró a reflexionar lo mucho que merecía el daño.
La mayoría de los ánimos valientes que insultan a los hombres con problemas tienen algo de prudencia mezclada con su celo por que se cumpla la justicia.
Correccionales de Londres. Cuando nacía un hijo bastardo si la parroquia no era indemnizada por hacerse cargo del niño, entonces el padre era llevado a la cárcel y la madre debía pasar a uno de esos centros un año.
Despreocupación e indiferencia que los grandes hombres tienden a sentir de forma demasiado descuidada hacia aquellos a los que han destruido. 
Pocas personas (a excepción de los más grandes de los hombres, los príncipes totalitarios) se dedican a cortar el hilo de la vida humana al estilo de esas hermanas letales, las parcas, de forma gratuita y para su diversión, sino que lo hacen para garantizar algún material propio del futuro o para vengarse de algún mal sufrido del pasado.
La ingratitud popular de los poderes políticos libres hacia sus grandes hombres se debe a esa absurda ansia por una cosa ridícula verosímil e imaginaria llamada libertad, hacia la cual está comprobado que los grandes hombres sienten una enorme aversión.
Acusado de algún crimen propio del mundo gentil.
Nuestra misión es dibujar personajes reales, no perfectos y presentar las verdades de la historia, no las extravagancias de los romances.
El término esencial de la literatura y la mentalidad augustan, la ira (spleen) es uno de los rasgos que caracterizan los personajes negativos de la literatura del siglo XVIII por el egoísmo personal, la irracionalidad y la falta de inteligencia que implica. La naturaleza no acostumbra a ser amable como esos escritores que dibujan personajes totalmente perfectos. No suele crear ningún ser humano completamente grande ni bajo sin que algunas chispas de humanidad brillen con el primero ni otras de lo que los vulgares llaman maldad emanen del segundo y conseguir apagarlas les causará dolor y desasosiegos. No existe mente por entero libre de mácula excepto la de un hipócrita consagrado.
Lo que mandan las reglas estrictas de la escritura y la probabilidad.
Patten. Una suela de madera que se añadía a los zapatos para que no se mancharan de barro y agua.
Método moderno de presentar ante el tribunal de Westminster Hall una demanda por adulterio o conversación criminal.
(Jonathan Wild)


Kant
Antagonismo. Fielding, "Jonathan Salvaje el Grande", Blumauer, "Virgilio disfrazado", Richardson, "Clarisa".

Burney
El ánimo de Fielding.
El juez Fielding. Sir John, hermanastro del novelista Henry Fielding, aunque ciego de nacimiento ejerció de magistrado en Westminster del año 1761 al 1780.

Edgeworth
Henry Fielding, "Tom Jones", 1749, el primer capítulo afirma que la estima y la gratitud son los motivos apropiados para el amor.

Scott
Fielding ha descrito una especie de feras consumere nati (hombres que sólo se ocupan de la caza), el personaje de Western, el tipo de los squires ingleses.

Austen
Aparición de "Tom Jones".

Smollett
Jonathan Wild (1683-1725) fue un célebre ladrón, jefe de una banda organizada y un informante, que llegó a convertirse en un personaje antes de ser atrapado y ahorcado. Se cree que la biografía que apareció en 1725 fue escrita por Daniel Defoe, mientras que Henry Fielding escribió una novela satírica sobre el personaje, en 1743.
El café Bedford, en la plaza de Covent Garden, era frecuentado por escritores, actores, artistas y petimetres. Entre sus clientes habituales se encontraban Henry Fielding, el pintor William Hogarth, Oliver Goldsmith y el actor David Garrick.
Al igual que Fielding, Smollett admiraba a Hogarth. Sin embargo, mientras los otros dos eran grandes amigos, no hay constancia de que Hogarth y Smollett llegaran a intimar.

Stendhal
No puedo describir extensamente más que mis sentimientos, que probablemente semejarían exagerados o increíbles, para el espectador acostumbrado a la falsedad de las novelas (no hablo de Fielding), o a la languidez de las novelas sentimentales al estilo de París.
El temperamento oculta, en el caso de Fielding, lo innoble.

Byron

Consiento ceder y remitir a las páginas más edificantes
De Smollet, Prior, Ariosto o Fielding,
Que hablan de cosas curiosas para una época decente.    

Byron, acusado de poco delicado con sus escritos, se defiende citando a otros autores, los cuales, según su concepto, lo habían sido menos.
Scout. Abogado de la novela "Joseph Andrews", que encarcela a Joseph bajo falsas acusaciones.

De joven me causó gran impresión
Mrs. Adams chillando que, fuera de la iglesia,
Es blasfemia citar los Textos Sagrados.

Personaje de la novela de Fielding, "Joseph Andrews", 1742.

Ya no hay, como antaño, escuderos como Western,
Y nuestras Sofías no son enfáticas,
Pero hermosas como antes o más, cuando las vemos.
Ya no tenemos tunantes redomados como Tom Jones,
Sino caballeros rígidos y como piedras envarados  

Personajes de la novela de Fielding, 1749.

Lady Booby, mujeres rechazadas por aquellos que querían como amantes.

Macaulay
Escritores de 1753. Hume, Fielding, Smollet, Richardson, Johnson, Warburton, Collins, Akenside, Gray, Dyer, Young, Warton, Mason, Chesterfield, lord Bath, W. Whitehead, Charles Williams, Soame Jenyns, Cambridge, Coventry.

Ainsworth
Jonathan Wild, célebre delincuente del siglo XVIII ejecutado en Tyburn el 24 de mayo de 1725, cuyas hazañas inspiraron el relato satírico de Fielding, "The Life of Mr. Jonathan Wild the Great" (1743).

Dickens
Nos explica Fielding, que el varón es fuego y la mujer estopa, y que el Príncipe de las Tinieblas sopla.

Thackeray
Preferiría una historia más cercana y no heroica. Hogarth y Fielding darán a nuestros hijos una idea mejor de las costumbres de Inglaterra de la época actual, que la "Gaceta de Palacio" y los periódicos que proceden de tal sitio.

Flammarion
Fielding, "Juliano el Apóstata, viaje al otro Mundo".

Moore
La ficción inglesa se volvió pura y el ajo y la asafétida con la que Byron, Fielding y Ben Jonson sazonaban con generosidad sus creaciones y que a pesar de lo cual eran unos genios desaparecieron de nuestra literatura. 
Todo escritor cuya creación está destinada a pervivir es autor de algún libro que eclipsa los demás y la imaginación publica personifica su talento y posición. Fielding, Carlyle, Thackeray y Zola.

Eleanor Marx
Fielding era un autor al cual admiraba Marx.

Woolf
Una fotografía de la tumba de Fielding.
¿Por qué leer algo que no fuera Marlowe o Shakespeare y Fielding si uno tenía que leer novelas?
"Tom Jones", aquel libro místico, semejante tostón con personajes de nombres raros. Mujeres anticuadas a quienes no preocupa cómo cruzan las piernas leen el "Tom Jones" porque hay algo de los libros que si se tuviera educación podría disfrutarse.
Impreso a dos columnas su precio era de tres chelines y seis peniques; el libro místico con el que Henry Fielding reprochaba la predilección por el escarlata con una prosa perfecta.

Cary
Haciendo sonar el chelín de Tom Jones.

Faure
Fielding, Richardson y Goldsmith incorporan pequeños burgueses, y Daniel de Foe pillastres y réprobos, en el mundo intelectual.

Wolfe
Leía mucho, pero sin organización y por placer. Leyó a Defoe, a Smollett, a Sterne y a Fielding, la fina sal de la novela inglesa perdida, durante el reinado de la Viuda de Windsor, bajo un océano de té y melaza.

Cather
Leyó "Tom Jones" y "Wilhelm Meister" y siguió con velocidad hasta que llegó a Montaigne y los libros de Ovidio.

Lukács
Desde Fielding hasta Balzac muchos grandes escritores han pretendido ganar para la gran literatura la vida cotidiana burguesa.

Della Volpe
El realismo burgués optimista y constructivo de Fielding o Balzac.

Adorno
Contar algo significa tener algo especial que decir, y eso es lo que impiden el mundo administrado, la estandarización y la perennidad. El hecho de que las informaciones y la ciencia se hayan incautado de todo lo positivo, de la facticidad de lo íntimo, obliga a la novela a romper con la psicología y a asumir la representación de la esencia y de su antítesis, y también el de que cuanto más ininterrumpidamente y densa se estructura la superficie del proceso orgánico vital social, más herméticamente recubre esta como un velo la esencia. Si la novela quiere seguir siendo fiel a su herencia realista y decir cómo son realmente las cosas, debe renunciar a un realismo que, al reproducir la fachada, se pone bajo lo que de engañoso tiene esta. Desde el "Tom Jones", de Fielding, tuvo su verdadero objeto en el conflicto entre los hombres vivos y las petrificadas referencias. Cuanto más extraños se han hecho los hombres, más enigmáticos se hacen unos a otros y la pretensión de descifrar el enigma de la vida exterior, el impulso propiamente dicho de la novela, se transmuta en la preocupación por la esencia, la cual aparece sobrecogedora y doblemente extraña en la sólita extrañeza impuesta por las convenciones.

Sharpe
"Tom Jones" encarna una filosofía moral particular, una moral en la que las virtudes del impremeditado entusiasmo y de la sensibilidad son valoradas por encima de una moralidad alternativa, esencialmente concebida como sometida por reglas, aunque el "Bildunsroman", del propio Fielding, traza también los peligros y limitaciones de una moralidad renovada y espontánea.

Orton
Libro de Fielding titulado "The Author´s Farce". 

Fischer
El ocioso desprecio que Fielding sentía por la burguesía ascendente (elemento que también se encuentra en Byron, Stendhal y Balzac).

P. D. James
John Evelyn, Henry Fielding, William Cowper, De Quincey, miembros de la vieja cofradía del Temple.

Lewis
Los académicos preferían los novelistas sentenciosos y prolijos como Fielding.
El estilo de Smollett es de una ferocidad y energía que comparadamente Fielding semeja apocado.
Smollett se refiere a Fielding con sorna como <<ese sagaz moralizador>>.
El cazador y gran novelista victoriano, rival de Smollett como autor duro de las letras inglesas, percibe el aspecto y la vestimenta de sus personajes y cuando semeja que presta atención a lo que ocurre dentro de sus mentes lo compensa con la energía y comicidad con la que relata sus acciones.
Escritores como Fielding abandonaron la dramaturgia para dedicarse a la novela. 
"Roderick Random" se publicó de forma anónima como era costumbre, pero el estilo intenso y vigoroso del autor provocó que muchos lectores asumieran que la novela la había escrito Fielding. El hecho de que "The History of Tom Jones" (1749) vendiese muchas más copias que "Roderick Random" dio lugar a envidias y resentimientos. A pesar de que por el carácter los dos autores eran dos polos opuestos (Fielding tenía una visión optimista y alegre del carácter humano, mientras que Smollett tendía al pesimismo), desde entonces se les comparó a favor de Fielding. 

Tomalin
John Wilson, profesor de ética y articulista excepcional del "Blackwood´s", donde escribía con el pseudónimo de Christopher North, elogió la originalidad de Dickens, le comparó con Defoe y Fielding y señaló con agudeza que su fallo era la incapacidad para crear personajes femeninos.
"Tom Jones", una comedia de hipocresía sexual y social.


WALTER SCOTT

Grave y sesuda deliberación.
Lady Alice de la vieja balada, adornada con mantos de púrpura.
Las salas góticas, con sus ventanas sombrías, su techo elevado y tenebroso, sus mesas de roble macizo y sus pinturas, representando faisanes y pavos reales, grullas y cisnes, producen un excelente efecto en un relato novelesco.
Emplear argumentos, artes de la persuasión.
Mensajes y visitas ceremoniosos.
Su percepción psíquica era poderosa, semejaba casi la intuición.
Hacer pesquisas y una depurada selección.
Páginas vacías de sentido, como las que estuvieron en boga en la segunda mitad de la pasada centuria.
Abrigo poca confianza en mis propios méritos, para hacer una innecesaria oposición a opiniones preconcebidas. Sin embargo, hace falta un nombre limpio de mancha, cuyo sonido no exprese ni el bien ni el mal y al que el lector puede atribuir, de las dos cosas, la que más le venga de gusto. Pero el título suplementario era de una selección mucho más dificultosa; pues, por su brevedad, ha de obligarle al autor a desarrollar sus escenarios, dibujar sus caracteres y planear sus aventuras, de una manera peculiar.
Desplegar las ocultas experiencias respecto del arte de componer novelas.
La opción de la época dará a entender a los críticos, que mi objeto es más pintar a los hombres, que las costumbres. Una novela de costumbres, para ser interesante, debe remontarse al pasado, más venerable cuanto más remoto; o ser un vivo reflejo de los espectáculos que estamos presenciando todos los días y que no interesan más que por su novedad.
Teniendo en cuenta las desventajas inseparables de esta parte de mi asunto, he resuelto, para evitarles en todo lo posible, concentrar la fuerza de mi relato en los caracteres y en las pasiones de mis personajes; esas pasiones comunes a todos los hombres, cualquiera que sea la jerarquía social que ocupen y que han agitado y estremecido el corazón humano, ora bajo el coselete de acero del siglo quince, la casaca de brocado del dieciocho, o el frac azul y el chaleco blanco de bombasí de nuestros días. Las leyes y las costumbres imprimen a dichas pasiones su peculiar colorido; pero el impulso interior es idéntico. Yo he intentado ofrecer a mis lectores un fiel traslado del gran libro de la Naturaleza. Aprecio las lecciones morales la parte más importante de mi plan, aunque no se me oculta que no conseguiré mi objeto, si no sé revestirlo de amenidad y de interés; tarea que no es fácil en esta generación nuestra, dada a la crítica.
La gracia y la ligereza dignas del protagonista de una novela.
Las frívolas y esquemáticas lecturas le imposibilitaron para los estudios graves y profundos.
Posesionado por entero del poderoso hechizo de las leyendas, que excitaban poderosamente la imaginación.
Les pido perdón a mis lectores, que leen las novelas sólo por entretenimiento, si les aburro hablándoles largo rato de políticas pasadas de moda. La verdad es que esta historia no sería inteligible sin este requisito. Mi plan requiere que yo explique los motivos de los que dependen las acciones de mis personajes; y estos motivos se derivan de los sentimientos, prejuicios y partidos políticos de la época. Yo no invito a mis hermosas lectoras, cuyo sexo e impaciencia les dan la mayor disculpa a quejarse de mi prolijidad, a viajar conmigo por los espacios de la imaginación en un coche aéreo tirado por hipócrifos o movido por arte de encantamiento. Mi vehículo es una modesta silla de posta inglesa de cuatro ruedas, y siguiendo su camino majestuosamente. Los que se resignen a quedarse conmigo, estarán expuestos a la pesadez inseparable de las ruedas pesadas, de las agrias cuestas, de las pendientes y otros obstáculos y retrasos terrestres; pero con unos caballos medianos y un cochero regular (como son las noticias que tengo que dar a mis lectores), me comprometo a llegar lo más pronto posible, si mis pasajeros no se impacientan con la lentitud de mi marcha, a uno de los países más románticos y pintorescos.
Pero Rose Bradwardine merece más estima y respeto de su indigno historiador, para ser presentada a mis lectores al final de un capítulo.
La impetuosa novela de su ánimo deleitaba a su alma demasiado joven e inexperta, para notar sus deficiencias.
Circunstancias novelescas y extraordinarias.
Tengo en mucho las útiles cualidades de mi pluma, que puede pasar rápidamente de lo grave a lo alegre y de la descripción y el diálogo a la parte relatada y al desenvolvimiento del carácter.
Mientras mi pluma no saque a relucir entre las muchas cualidades de origen, sólo la versatilidad, me daré por satisfecho; y tú, querido lector, no tendrás ocasión de mostrarte descontento. De la jerga de los bandidos paso a explicar el carácter de su jefe. Es un importante análisis.
Cual personaje novelesco, fue conducido por la hermosa montañesa, su silenciosa guía.
La novela del cortejo.
Veréis un espectáculo digno de vuestras aficiones novelescas.
¿Habláis seriamente? ¿O estáis en el país de las novelas y de la fantasía?
El amor con un novelesco cortejo de ilusiones, de deseos y de temores, se mezclaba con otros sentimientos más difíciles de definir.
La influencia que una imaginación novelesca puede tener sobre la conducta de un joven.
Llevó a la práctica las maquinaciones que el lector ya sabe y que dan el hilo del laberinto oscuro, en el cual se ha perdido nuestra historia.
Entonces fue cuando se dijo, tal vez suspirando, que la novela de su vida había terminado y que iba a empezar su historia. Pronto tuvo ocasión de justificar sus pretensiones a la filosofía y a la razón.
Estas circunstancias harán accesibles los diferentes puntos de nuestro relato que, según la costumbre de los novelistas, abandonamos sin explicar, para excitar el interés de nuestros lectores.
Rumiar la dulce y amarga fantasía.
La extravagancia de una imaginación aniquilada y maltrecha.
Por encima de las consideraciones sublunares.
El duelo o monomaquia.
Abarrotaba su memoria con los hechos escuetos, con los perfiles duros, fríos y secos, que delinea la historia. Opuesto a gustar de adornar y embellecer el boceto con el colorido de una imaginación ardiente y viva, que diese vida a los personajes del drama de las pretéritas edades.
Taishatr. Persona dotada de doble vista, predecía las visitas.
El argumento no admitía réplica; prefirió mejor torcer el curso de la conversación.
Soy demasiado indulgente conmigo y mil circunstancias fatales han hecho de mí una criatura imaginaria y poco dada a la razón.
El alejamiento produce sobre las ideas igual efecto que la perspectiva.
Iba deduciendo sus argumentos.
El desencanto ha sido siempre el castigo de la curiosidad.
Para colmo de contingencia.
Relato circunstanciado.
El dogmatismo de su conversación.
Invocando por argumentos.
Dificultad orillada.
Demasiado indignado, para desviar la tempestad por una concesión.
Participar el mensaje.
Casi aniquilado bajo el peso de estas dolorosas impresiones.
Francisco de Úbeda, "La Pícara Justina".
(Waverley)

La marcha de la acción.
Incidentes novelescos.
Una visión, que habría inspirado al experto lápiz de Calotte un asunto digno de ser trazado.
Nuestro relato va a franquear un lapso de tiempo bastante largo; a permitir transcurrir casi diecisiete años, durante los cuales no ocurre nada que tenga verdadero interés con respecto a la historia que nos hemos propuesto relatar. La vida es apreciable; pero si mi lector tiene bastante experiencia, para poder ver atrás del tiempo, tal vez no lo juzgará más largo, que el lapso que media entre dos capítulos del libro que está leyendo.
Dotados de la facultad de poder enterarnos de aquello que nos interesa.
Heredar, en gran parte, la manera de ser, un poco novelesca, del padre.
Había leído muchas novelas; las intrigas llegaron a interesarla de tal manera, que quiso desarrollar una en su casa. Se complacían en tener pequeños misterios, en hacer de una nada un secreto importante y se estremecía, sin embargo, a la idea de la indignación que sentiría su esposo si alcanzaba a vislumbrar sus maniobras. Forzaba un plan por el solo placer de forjarlo, o por ánimo de estorbar, si avanzaba en él más de lo que se había propuesto, pretendía salir del apuro que se creaba por nuevos artificios, u ocultando sus errores con el disimulo; y a menudo, se veía envuelta en sus propias redes; y el miedo de permitir mostrar un plan, que no había formado sino por distracción, la obligaba a proseguirlo cuando habría querido volver sobre sus pasos.
Sin cuidarse de llamar la atención sobre él con su tono y sus gestos, se contenta transmitiéndonos con gusto los sentimientos expresados por el autor a quien lee.
En su amor mutuo hay algo de novelesco y de interesante.
Cuando emprendíamos algún viaje furtivo hacia el país de las ilusiones, tú admirabas lo sublime, lo novelesco. Caballeros, gnomos, gigantes, princesas encantadas, hechiceros, aparecidos, manos ensangrentadas. Gustabas de pasear el barco de tu fantasía por el vasto océano, ver sus calmas y sus borrascas, sus abismos entreabiertos y sus montañas líquidas elevándose hasta el infinito.
Reanudar el hilo del relato.
A mí me gusta citar exactamente las cosas.
Aunque la fortuna no sea una cosa indiferente, sino en las novelas.
Las demás circunstancias por las cuales mis queridos lectores han dado
<<a nonadas imaginarias
una residencia local, o un nombre >> (Shakespeare)
serán también sancionadas, hasta donde un autor tiene dignidad de hacerlo.
El velo del futuro.
Cada cosa llega, según el curso vulgar de los acontecimientos, las alternativas del juego están sometidas a reglas aritméticas. Los sucesos imprevistos, las casualidades sorprendentes, felices o desgraciadas, desafían los cálculos del ánimo humano y corren un velo impenetrable sobre el destino.
Amaba el comadreo como la gente sin carácter.
De un carácter asequible y dulce.
Un momento de serena reflexión.
Los males efectivos de la vida.
Gracejo satírico.
El colmo de la ambición.
El embarazo de reflexionar y la fatiga de seguir metódicamente el desenvolvimiento de una idea.
Juguete de las circunstancias.
Ofrecimientos hechos con delicadeza y fina voluntad.
Cita a la española.
Apelar a cuantos argumentos sugiere la imaginación.
La incertidumbre de la vida y la desgracia.
Pesar un adarme en la balanza.
Caminando, según dicen los españoles, <<con la cabeza sobre los hombros>>, veía por todos lados. Tenía ojos en la espalda.
Esa respiración lenta y penosa, síntoma precursor de la separación del ánimo y la materia.
La excusa frívola de los perezosos: que no tengo nada de interés que comunicarte.
El transformar nuestra suerte no está en nuestras manos; es menester pretender contentarnos con la que tenemos.
Laboriosa tarea, colocar en los estantes los infolios.
No era una tos negativa, sino una tos de incredulidad.
Libro de George Makenzie sobre los crímenes.
La blancura de la tierra nevada, brillante, aunque triste.
La repugnancia que sienten el crimen y la infamia, para mostrarse a los ojos del honor y de la probidad.
Victoriosos argumentos.
La voz del lector bajó insensiblemente, no sobrecargando el tono del piano.
Una persona que no quiere ser obligada a tener más memoria de la que está dispuesta a mostrar.
El pesado tren de su erudición.
Un golpe mortal e imprevisto.
Sentía el peso de su inferioridad.
Le recibió con una política estudiada.
Jock, el matador de gigantes de la balada, con su hábito que le hace invisible y sus zapatos que le permiten andar una milla a cada paso.
Frases de relumbrón.
El destino, del que se quejan los amantes.
Imaginación exaltada o descompuesta.
Sueño, dulce olvido de las penas.
Manifestar satisfacción y reconocimiento.
(Guy Mannering)

Algunas ocurrencias que se han contado entre amigos, pierden la mitad de su valor cuando se recomiendan al papel.
Humildes hojas.
Tinta, papel y tiempo.
Grado de debilidad.
Hablar en tercera, como Julio César.
Demonio del amor propio.
Especulaciones y empresas. Operaciones comerciales.
Demanda, fruto de penosa labor.
Imposibilidad moral.
Arcanos del comercio.
Extender y mantener una herencia.
Grada para elevarse a nuevas especulaciones.
Socio comanditario.
Experiencias y genio. Dirección.
Dificultades del comercio.
Razones ostensibles u ocultas.
Sistema de vida metódico.
Materia de estilo. Modismos satisfactorios.
Ánimo de sistema.
El comercio aproxima los países, remedia los menesteres y coopera al bienestar general.
Negocios de la jornada. Compras, mandatos, pagos, recibos, finiquitos, ofertas, comisiones y cartas.
Atractivos de un estilo encantador.
División del trabajo marcada con precisión.
Notabilidades de campanario.
Hidalgos de camino. Ladrones.
Toros (alcistas), osos (bajistas).
Desconfianza y disimulo escoceses.
Escocés, en pro de los derechos legítimos y hereditarios.
Valor de un león.
Dilatados dominios enajenados por efecto de la desgracia o la incuria. Categoría de los ricos propietarios.
La vista destruye el encanto del oído.
Crítica mordaz.
Jardín de arcana moda.
Presbiteriano independiente.
Cavar como el rey de los vándalos, en la ultima novela de Marmontel.
Gran cazador a la manera de Nemrod. Caza al ser humano.
Mal disimulada ira.
El licenciado Pedro García, cuya alma estaba encerrada con los ducados en su bolsa de cuero. "Gil Blas".
Presencia provechosa o puesta en razón.
Proverbio. Dos cabezas pueden más que una sola.
A salvo de las manos de los filisteos.
Ley vigente en la materia.
Bueno, delicado, galante y lindo pimpollito del desierto.
Perla mía del Tyne.
Suministrar una garantía. Ningún magistrado puede resistirse sin abuso de poder.
Cosa que entra en la excepción de la ley. Ante el juez Mortal no se tiene derecho, como con el doctor, a presentar un aval.
Sustanciación de la querella.
Apariencias hipócritas de humanidad.
Pasar a vías de hecho.
Instruirse en el proceso legal.
Axioma. En donde no hay de qué, el rey pierde sus derechos.
Paso humilde, pero suelto.
Generosa fraternidad.
El placer oscurece nuestra percepción y embota nuestro juicio estético. El sabor de ciertas frutas, dulces y ácidas a la vez, neutralizan el paladar.
Cargas del comercio.
Arte de saber mantenerse en los límites de lo serio y de la broma.
Dotado de sagacidad, para desvelar secretos móviles a través de los artificios del idioma.
La tolerancia constituye una sagrada regla de economía política.
Proverbio. No hay tonto de quien no se aprenda algo.
Tránsito del dolor a la alegría.
Mover ruido.
Falso mágico Disimulo.
No hay palabra alguna de conmiseración, que pueda aligerar en lo más mínimo al esclavo, de la carga que pesa sobre él.
Sombrío dédalo de las sutilezas, que los pedantes llaman filosofía; estudio de ciencias igualmente abstractas, aunque más positivas, de las matemáticas y la astronomía.
Huésped útil
Tiempo demasiado precioso y dinero demasiado duro en permitirse ganar.
Gallos de estercolero. Rajarse los sesos a picotazos, diversión bárbara.
Pujos de humildad.
La mejor manera de emplear el tiempo.
Amigos desinteresados y útiles, menos esclavos de las circunstancias y expuestos a calumnias y dificultades.
Menester de disimular la pasión.
Razón. Otorgar a cada cosa su justo valor.
¿De qué fundamento eran aquellos misterios que la tenían cautiva, como en cerco mágico, y cuya influencia pesaba sin cesar sobre sus actos y reflexiones, sin que los agentes fuesen nunca visibles?
Fuego de los celos.
La autoconciencia se resignó cual mercader que prefiere aceptar, mal de su grado, una moneda mala, a correr el riesgo de perder un parroquiano.
Poder de la autoconciencia.
Dédalo de dificultades y artificios.
Hacer del menester virtud.
Sin que le sugiera el raciocinio más que recursos precarios, ¿no se halla el ser humano propenso a soltar las riendas a su imaginación? Caprichosas emociones.
Preceptos de cuerda experiencia.
Los aparecidos, según creencia, no pueden hablar hasta que se les sondea.
A manera de príncipe, mohíno con los homenajes de sus cortesanos, para interesarse en sus personas, pero que se digna contestar con alguna demostración de benevolencia.
Escalera de caracol, molinete.
Desventurado formalista.
Noticia para la Bolsa. La batalla de Almansa, en la que las pérdidas totales de los ingleses se elevaron a cinco mil hombres, entre muertos y heridos, sin contar con los desaparecidos.
Haber hecho suspensión de pagos.
Proposiciones leoninas.
Proceso legal y socorrido.
Instinto del desorden.
Balanza holandesa.
Libras de Escocia.
Allá donde para la nieve de antaño. La cúspide de Schiehallion.
Viejas prácticas de ocultaciones, rescates, rapiña y pillaje.
Deber. Ley que exige la obediencia de todos.
Trazas de persona de camino real y pescuezo de horca.
Loco como una liebre en marzo.
Vía de la horca y del demonio.
Agilidad, cualidad en alto grado de perfección.
Compromisos financieros.
Buen sentido suple riqueza.
Leal como la buena espada, que nunca faltó a su dueño.
Noble manantial de emociones, borrachera.
Papel de preceptor o criado.
Autoconciencia de las dificultades monetarias.
Estímulos y consejos.
Carácter y situación.
Haber motivado la prisión.
Conspirar de mancomún, con el miserable genio de la perversidad, nada inferior a la del genio del mal.
Superior habilidad y experiencia.
Encargado de cuidar grandes intereses políticos.
No estar contento. Volver la hebilla del cinturón.
País molido con mandados, confiscaciones, tasaciones y mañas por el estilo.
Causa más recta que una saeta.
Uniendo a la palabra la acción.
Dos piernas valen lo que dos brazos.
Cirujano boticario.
Aforismo de moral.
En las montañas habita una raza de hierro, enemiga de los suaves habitantes del llano.
Abundancia de los valles.
Montañeses. Honrado a su manera.
Salario honradamente ganado con el sudor del rostro.
Levadura de odio.
Límites de la prudencia.
¡Sobran amos!, como dijo el sapo al rastrillo, herido por cada punta de este.
Ocultar la vanidad bajo el velo de la humildad.
Ilustrado patricio.
Viento de desgracia es el que no sopla bien para nadie.
Humor comunicativo.
Un día u otro la piel del zorro traba entendimiento con el cuchillo del cazador.
Paisaje de extensión infecunda.
Trementina de abeto inflamable.
Hablas escocesas.
Legítimo y puesto en razón.
Aptitudes físicas y morales.
Abono de deudas.
Guías y consejos.
Viajeros dignos en tierra y sobre las olas. Ritual.
Sórdida pasión por la ganancia.
Filocrácoras. Aves acuáticas, cuyos graznidos anuncias la próxima tempestad.
Gente decadente, que no se pasea como quiera, llevando dinero en el bolsillo.
Ministro que reconoce su incapacidad y los peligros del empleo, sin atreverse a prescindir de la grandeza que ha tenido la presunción de ambicionar.
Motivo de terror.
Menesteres crueles, que las leyes de la guerra imponen a los vencidos, para salvaguarda de los vencedores.
Reyes se han visto tomando mensajeros a mendigos.
Capítulo de recriminaciones.
Humanitaria precaución.
Demostrar profunda humillación. Besar el extremo inferior del plaid.
Gracia de vivir. Degradante súplica de la existencia.
Manifestad la voluntad.
Los lobos no se devoran mutuamente.
Fuerzas, valor y recursos.
Las cosas suceden como pueden.
Desanidar un silfo montañés.
Emblemas de la riqueza comercial.
Punto de vista de la edad.
La paja del rey vale más que el grano de otro.
Impedir al gato aproximarse al guiso.
Inconvenientes del poder y la popularidad.
Violar un secreto, que mejor era disimular.
Elementos ordinarios de una educación liberal. Tabla de multiplicar, eje de las investigaciones útiles. Leer, escribir, contar.
Realización de provecho.
Deuda legítima.
Adagio. Acoge al huésped que llega; no le retengas cuando quiera marchar.
Máxima es de sabio no regresar por el camino, cuando puede escogerse otro.
Estómago, órgano delicado.
Punto de vista inglés.
Erizar el pelo como a un gato montés dentro de un matorral de acebos.
La guerra civil semeja al basilisco; diez años empollando el huevo que lo encierra; monstruo llamando a las armas.
Gusto innato en los montañeses de Escocia, cuya imaginación se presta a las ideas novelescas y poéticas.
Un sistema de deferencia escrupulosa y de severa etiqueta semeja grotesco en un aldeano, pero tiene su razón de ser en un montañés, que devuelve armado el saludo.
Falta en desdicha de los tiempos.
Hablaba inglés sin énfasis, porque habiéndolo aprendido como nosotros los clásicos muertos, no lo aplicaba a los menesteres corrientes de la vida; carácter lleno de vigor, distinción y poesía.
Léxico de la pasión puro y elocuente.
Vulgaridad moralista.
Suficiencia menestral y rutinaria.
Preocupado más de lo útil, que de lo posible.
Místico Bunyan.
Valoración de terrenos.
Apostasía política.
Legar un chelín de legítima y sustituir a título de heredero más próximo.
Disposición testamentaria.
Herencia patrimonial.
Contingencias del comercio.
Inmensos beneficios en la alza rápida de los fondos publicos, que había subseguido a la derrota de los rebeldes.
Garantizar la posesión, al decir de los inteligentes, título que vale nueve de las diez partes.
Votos de gracias.
Cuchilla de la ley.
Arte de simular abnegación sin límites.
Devoción, teoría.
Pactos de familia, no tomar más en cuenta los afectos de los interesados, que si formasen parte del ganado que pacía en el fundo.
Vacilante esencia humana.
Fantasear negro.
Ultima y formal recomendación.
Recuerdo de aquellos, que en el curso de su existencia no habían adquirido cualidad a mi afecto.
La gigantesca sombra iba a abandonar la fosa, para disputarme la entrada, a semejanza de lo que acontece en algunas novelas.
Tono humilde.
Rogar humildemente.
Papistas. Tinieblas de la ignorancia.
Disimular la turbación.
Manifiesto disgusto.
Por vía de precaución.
Existencia erizada de obstáculos y peligros.
Ayudas indispensables para la fuga.
Las personas codiciosas rebasan el límite.
Dominio de la ficción.
Severidad de las leyes.
Materia para reflexiones.
Los emisarios de la justicia nunca han tenido fama de rayos de la guerra.
Derechos a una sucesión incontrastable.
(Rob Roy)

En sus ojos había un característico brillo epicúreo, que acusaba un cauto voluptuoso.
Tormenta de la pasión desvanecida.
Espada de doble empuñadura usada por los caballeros andantes.
El pueblo bajo, el crítico más severo de la conducta de sus superiores.
Es difícil justificar a un loco, que habla conforme su locura.
Disposición emocional.
Inseguridad de los tiempos.
Los cortejos de los dignatarios guardaban humildemente las distancias.
Ventajas que goza un loco.
Hambre satisfecha.
Refinamientos ultramarinos.
Sonidos del cuerno de caza. Recheat, mort.
Jergas de caza. Curée, arbor, nombles.
El origen de la cinegética se atribuía al fabuloso Tristán.
Temperamento directo y llano, le era difícil prestar atención a dos cosas a la vez.
Verdad y honor.
Dura mano de la enfermedad.
Vengativa memoria que posee el orgullo herido.
Estrado español.
El que vive de la especulación debe estar a disposición de cualquiera que desee hablar de negocios.
Avales razonables.
Los negocios del jefe deben preceder a los del escudero, según las reglas de caballería.
Cantar en prosa una llana proeza.
Curso de las reflexiones.
Capitán, paladín.
Fuerza de la costumbre.
Razón del fallecimiento.
Rapidez que confiere el apasionamiento y placer con el que la curiosidad se ve satisfecha.
Campesina habilidad.
A la mesa redonda del rey Arturo podían sentarse sesenta caballeros a la vez.
Ser de consejo y prudente.
Licencia de la corte y campamentos y lujos de las ciudades.
La naturaleza había recuperado sus derechos, a pesar del patriótico estoicismo, que pretendía derrotarla.
Mal agüero inquietante como un perro negro grande.
Terror agónico.
Se arrodilló y besó la parte inferior del vestido, siguiendo la costumbre oriental.
Ventajas de la libertad.
La sorpresa es el factor más difícil de dominar.
Inflexible obstinación y firme resolución con que los israelitas saben capear las perores calamidades, que el poder y la violencia pueden infligirles.
Préstamo. Señalar los términos de pago.
Barrera por encima de la ambición y la belleza.
Ignorancia de los caballeros de la época.
Permite que viva el árbol viejo, para que se salven las ilusiones del bosque.
Despiadado profeta de la condenación.
El menester no puede escoger sus mensajeros.
El halcón no descansa hasta que está harto.
Viejo proverbio. El menester aguza el ingenio.
Depardieux. Expresión.
Las horas de peligro son también de confidencias y afecto.
Silencio que precede a la tormenta.
La luz de la caballería es lo que distingue al gentil caballero del malvado y el salvaje, que valora la vida del caballero muy por encima de las cimas de su honor, le hace vencer al dolor, la fatiga y los sufrimientos y le enseña a no temer nada malo, a excepción de la desgracia.
Fuego de la fama.
La caballería es la causa de todo distinguido afecto. Es el descanso de los oprimidos, que endereza los entuertos y castiga el poder abusivo del tirano.
Los presentimientos no pueden cesar ni mitigarse.
<<Daga de gracia>>. Puñal con el que los caballeros remataban a sus enemigos.
Reglas de fundación.
Los malos tiempos no acostumbran a producir sólo el mal de una manera indiscriminada.
Velo de la hipocresía.
Acusada de brujería, seducción y otras condenables prácticas. Ofrece un campeón para combatir en su nombre.
Hábito de pedir libras y terminar tomando onzas.
El tránsito entre el tiempo y la eternidad es corto, pero terrible.
Montañas que, según los paganos, eran suficientes para alcanzar el cielo si se las escalaba.
Nuestra razón nacida libre.
Ingenio, bribón de ideas rápidas.
El valor, enemigo vigoroso, que todo atropella y, sin embargo, se abre paso.
Mitin de reformistas raciales.
Haber jurado que la acusación es justa y verdadera.
El fuego griego consume cuanto toca.
Nube carmesí, que transforma el color cuando el sol se hunde en el horizonte.
(Ivanhoe)

Negocio lucrativo.
Sacrificar el interés a la generosidad.
Presbiteriano no completamente opuesto a la monarquía.
Carácter generoso y franco.
Momento crítico.
Casaca de búfalo.
El tiempo había efectuado su acción benéfica, dulcificando los pesares.
El ánimo sufre presentimientos enfadosos.
Las personas cuyas familias se ven atacadas por una dolencia fatal, suelen hacerse supersticiosas y atribuyen a los lugares, circunstancias, cuidados personales, mucha mayor eficacia, para evitar los tristes efectos de la enfermedad. Aflicción, recelo, aislamiento.
Júbilo de un invitado a una fiesta.
El pescado no agradaba a los presbiterianos.
Lealismo, entusiasmo.
Leyes habituales de economía.
Desagradable asunto del préstamo.
La plebe no simpatiza nunca con la autoridad encargada de reprimir sus desórdenes.
Orgullo inglés obstinado en su amor a una creencia proscrita.
El viajero de la fábula se arrebujaba en su capote, cuanto más crecía la tempestad.
Impresión momentánea de humillación.
Humillación del adversario.
Valor y perseverancia.
La rareza del placer acrecentaba su valor.
Aprovechar la luz de la luna, para prevenir accidentes.
Zambra, fiesta.
Argentados rayos del astro nocturno.
Pretender humillar.
Satisfacer la vanidad de los hijos de casa grande.
El verdadero valor consiste en afrontar y vencer al peligro.
Precisar todo el valor que poseemos.
Gradas de la escalera.
Comité de Secuestros.
Hasta donde puede hacernos descender el menester.
Obligaciones pecuniarias.
Carácter impaciente e irritable.
Carácter fogoso y terco.
Manifiesta curiosidad.
Tiempo y circunstancias a los que estamos sometidos.
Advertencias de una presciencia infalible.
Consejo sabio como prudente.
Pero ¿quién en el momento de triunfo, acierta a obrar con moderación y sangre fría?
Obraré según el deber reclame, rindiendo testimonio a la verdad.
Argumentos a favor de la tolerancia y liberalidad.
Acto de opresión ordenado por el Gobierno.
Grado de condescendencia.
Motivo de la misión.
Inmensa distancia de rango y nacimiento.
Asunto de competencia.
Generosas pretensiones.
Deuda adquirida. Reembolsada. Disposiciones económicas.
Inflamarse la imaginación.
La prohibición supone la regla de imponer la obediencia.
Marcha del tiempo.
Prevenciones susceptibles de ceder a la razón.
Carácter y genio.
Sucesos provocados por el furor de las facciones y lo malaventurado de los tiempos.
El menester inventa las artes y revela las ayudas.
Sátiras del café de la Rosa.
Escritos de Saint-Evremond y Hamilton.
Volumen de piezas in-folio de la duquesa de Newcastle.
Sátira de Denman.
Grave anacoreta.
Ánimo sutil y admirable inteligencia.
Exigencias ordinarias de la conversación.
Genio irascible y vengativo.
Violencia de carácter.
Saludables enseñanzas, que dominan nuestras rebeldes pasiones antes de que hayan adquirido su algidez.
Puritano. Liberal.
Si una acción es buena, es inútil buscar su justificación en los motivos del que la practica; si es mala, estos motivos no la justifican.
Realistas o patriotas.
Barrera de ocioso orgullo.
La esencia humana y las pasiones de los hombres tienen mudanzas súbitas e inexplicables.
No pueden participar de las prevenciones que tenga el vulgo, las dos Cámaras.
Dominar el ánimo de partido.
Carácter grave y serio.
Carácter distinguido y desinteresado.
Desde distinto punto de vista.
Candidez de la paloma, prudencia de la serpiente.
Maneras de saber qué ocurre, voluntad de utilizarlos.
Tacto y delicadeza de investigación.
Atención forzada a transformar de objeto.
Obtener utilidad en compras y ventas.
No debéis correr a la caza, sino cuando esteis fuera de traílla.
Moléculas de harina.
El título es la mitad de la realización.
Janeway, Newman, Simmons. Libreros.
Mercancía del buhonero, quien no la muestra nunca sin manejar antes a sus clientes.
Escuchad la razón.
Condiciones de libertad.
Valor de celo.
Nubes que la adversidad ha extendido.
Afición al dinero.
Obtener una noticia útil y razonable.
Afección violenta. Accesos de histerismo.
Informes de programas y de personalidad. Materias.
Novedades de la corte.
Hace falta ingenio, modales y juicio estético, para mantener el influjo después de adquirido.
Ingenio, rareza.
Copa de cólera y promesa de batalla.
Calumnia y veneno, vil agente de infamias. Modos de venganza.
Araminta en la desesperación.
El escándalo es lo mejor de la intriga.
Cáfila de testigos.
El rango dora la vergüenza y cubre el pecado.
Exacto como un amanuense.
Fama de exactitud.
Intriga política.
Grandes designios, que deben colocar la rectitud sobre las gradas del trono.
Seleccionada la corte.
Placer del que bebe el agua que ha robado y come su pan a escondidas.
Partidario útil.
Delatores de profesión.
Cortesano en predicamento.
Velar por un depósito precioso.
Experiencia en la política amorosa de la corte.
Merecía colaborar de las afecciones del soberano.
Cortesano disipador.
Comprobación de un comité particular.
Londres, amplio campo de intrigas, recinto de oscuros vapores.
Época en la que se desarrolla la acción de esta novela.
Transformación operada en la marcha de los sucesos.
Por vía de pasatiempo.
Capilla de disidentes.
Despertar el apetito de un epicúreo. Verdadera piedra fundamental.
Las pocas horas que llevaba en su casa eran como las que en prisión pasa el que desconoce la causa de su encierro.
Consejo. Resolver la cuestión.
Seguir el consejo.
La experiencia es fruto de los años.
Lección de urbanidad.
Carácter tímido.
Talento limitado.
Color anaranjado-oscuro de los jabalíes de las espesuras de Hampshire.
Comentarios de Coke respecto de Littleton.
Azote de castigo con rebenque.
Presos por deudas.
Engordar como la comadreja de la fábula, que no podía salir por ninguno de los estrechos senderos que comunicaban con su agujero.
Escuerzo, sapo, anuro, que vive cautivo bajo una piedra.
La bolsa. Influencia indirecta, pero poderosa.
Cortesanos. Ingenios escogidos.
Desplegar actitudes de ataque y defensa.
Maneras de vengar el honor.
Oscuros laberintos del misticismo.
Manifiesto mal humor.
Novelas de Scudery. El autor ha reunido en sus enormes in-folios las inverosimilitudes y absurdos de los viejos libros de caballerías, sin la frescura de su ingenua imaginación. Enternecerse ente los pesares de Artamenes y Mandane.
En las situaciones desesperadas se recurre a ayudas extrañas.
Poder limitado.
El tiempo lleva en sus alas la ocasión.
Interés marcado.
Contemporizar con un visitante singular.
Blanco. Emblema de inocencia.
Deshollinador del primero de mayo.
Momento actual.
Con la libertad de un amigo íntimo de la casa.
Brusca franqueza con la que solía disimular sus impresiones.
Garantir los intereses.
Busquemos las maneras de prevenir las consecuencias.
Proverbio. El dardo del desprecio atraviesa la concha de la tortuga. La autoconciencia advierte que el sarcasmo es merecido.
Aplastado bajo el peso abrumador de su culpa.
Podemos aborrecernos, pretender hacernos daño; esta es la costumbre de las cortes; pero no denunciarnos uno al otro.
No tolerar ningún insulto, que la sangre pueda borrar.
La verdad es grande y prevalecerá.
En las cortes, la astucia triunfa frecuentemente sobre la prudencia.
Ocupación para el valor.
El que manda es más culpable que el que ejecuta.
Consejos y censuras.
Ingeniosa mecánica.
Marcha de los resortes.
Escocés embrollador y mendigo.
Departamento útil para fechorías eróticas.
Garantizar la cautividad de las víctimas retenidas por la violencia.
Transformación repentina. La transformación existe.
Un comandante que desespera de defender una ciudad, retirado a la ciudadela, sin pretender disputar el paso a las avanzadas.
El voluptuoso gastado es como el epicúreo, que llega a una condición de saciedad, en la que nada excita su apetito, castigo suficiente por haber hecho de los manjares el objeto de sus goces.
Sensación de inquietud, exaltación de amor, respeto, deseo y admiración, con los que el verdadero amante se acerca al objeto amado.
Gracia y desenvoltura, que caracterizaba a los elegantes cortesanos.
El tiempo, ese cruel enemigo de las más tiernas pasiones.
Velo adverso.
Sólo las crueles divinidades dan sus oráculos en la oscuridad.
Fisonomías, que por una seductora originalidad de expresión, viven más tiempo en la memoria y cautivan la imaginación en mayor grado.
Frente bronceada por Natura.
Intruso en el dominio de Cupido.
Nunca pondera sus recursos el comandante de una fortaleza, como cuando reflexiona capitular.
Como los niños mimosos, se abandonó a la violencia de su cólera.
Singular carácter de la época.
Inglaterra se diferencia de los demás países, en que se sacia sencillamente del castigo, incluso cuando lo suponga merecido.
Explosión de rabia popular.
Consejos de la corona.
Encadenamiento de las circunstancias.
Precisión de un hipócrita.
Instrucción de un proceso y sentencia expedida.
Tres grados de comparación. Grande menor y muy pequeño.
Consejo prudente.
Carácter impetuoso.
Natural irascible.
Caras inglesas redondas y anchas.
Beatífica visión, espléndida.
Adoptar el partido más ventajoso, para la protección.
Epicúreo vacilante.
Humildes pretensiones.
Sabio. El que hace la injuria está menos dispuesto al perdón, que el que la recibe.
Punto de vista sorprendente.
Rasgos de ingenio.
Poseo una vieja levadura puritana y no me agrada la imposición de las manos.
Maneras de vengar un insulto recibido.
Valor e inteligencia.
Llamar en ayuda un argumento.
Defensa en la situación propia de las cosas.
Títulos de uso en la corte.
Gasto de la fiesta.
Fuentes del bienestar y de la hospitalidad, agotadas durante la generación precedente, a fuerza de multas y confiscaciones, incuria y prodigalidad.
Suerte ordinaria de la humanidad.
Superioridad que debe tener la persona que recibe una injuria, respecto de quien se la infirió, o en nombre de quien fue cometida.
Pretextos especiosos de justicia.
Expedida una pena legal por un acto irregular de violencia.
Generosidad de la pretensión.
Acusación formulada. Entregar a las prevenciones del país.
Durante la tempestad no se puede gobernar la nave, es menester refugiarse en el vecino puerto.
Obtener justicia a través de una ley imparcial.
Simple y leal prosa.
Estilo novelesco.
Ángel terrestre, sílfide cuya mirada era brillante como rápido su paso.
Modelo de absurdo.
Consejero imparcial.
Recado de la corte.
Capturó con firmeza, aunque con respeto.
Aconsejar con humildad.
Maneras para salir de malos trances.
Humilde amigo.
Carácter puro.
Carácter obstinado.
Utilizar la vanidad.
Cinismo sin par.
Genio del mal.
Comercio de comunicación.
Tiempo, lugar, circunstancias.
Espectáculo de la ventura o la adversidad.
Acceso utilizado para transformar el país.
Expresiones de un aldermán de aquel tiempo.
Referencias relativas a la profesión.
À vendre et à prendre.
Frente casi negra a causa de la rabia que lo consumía.
Conexiones íntimas.
Grandes genios voluntariosos y caprichudos.
Maneras habituales de comunicación.
Producir una impresión en la imaginación.
Valor de la declaración.
Á de concordia.
Pretensiones verdaderas. Criminales.
Fundamento de los rumores.
Poderoso bando.
Experiencia delicada.
Maneras extraordinarias empleadas.
Drama de venganza.
Intrigas, conmociones políticas.
Elementos precisos para escribir una novela, sin su ordinario desenlace.
Oficiosidad. Indemnizar pérdidas.
Ascendiente ilimitado.
(Peveril del Pico)

Las aprensiones generadas por la imaginación.
Conversación entretenida.
Un amigo humilde y atento.
El clásico cicerone italiano, el hablador valet de place francés, el arriero español de honor.
El brioso fluir de una fuente esmaltada con musgo verde y flores silvestres.
La cortesía de los miembros humildes de un pueblo acostumbrados a apreciarse, según la frase española, "Caballeros como el soberano, sólo menos ricos".
Se abate exuberante el rocío de la montaña.
Ingenuos límites.
Robert Bruce era un grande, pero empieza a sospecharse que su legitimidad a la corona escocesa no era como el de la desdichada familia con la que batalló.
La total indiferencia por las profundidades y las alturas, las cuestas o los llanos que aconsejaban los viejos ingenieros romanos.
La perfección esencial de las grandes construcciones que son los caminos castrenses de las Tierras Altas.
Bosques talados para alimentar las fundiciones de hierro de Bunawe.
Dar la vuelta a la conversación.
Vegetación de grama de centeno, siemprevivas y musgo común de las cabañas derruidas.
Huerto de coles.
Señaló con el dedo como quien teme que le escuchen.
Mezcla de honor y piedad.
Víctima de la culpa y la calamidad.
Viejo refrán. Es mejor favorecer al diablo que enfrentarse a él.
Casaca roja, uniforme del ejército británico.
Tambores de guerra sajones.
Destacamento de los Sidier Roy, soldados rojos.
El país vivía una miseria general.
Influencia desarrollada sin control de nadie.
Vista de águila.
El escenario de la acción.
El matiz de los celos.
Indiferencia sin remedio y sin esperanza.
Ilógico resentimiento.
La angustia le impedía darse cuenta de su debilidad.
La figura temible de un mensajero que descendía del cielo para sentenciar sobre su vida o su muerte.
Formular con los ojos las preguntas.
La regla moral que de manera natural y justa surge dentro de la mente de aquellos que han sido educados bajo un poder político que protege la propiedad del débil frente los ataques de los fuertes.
La prudencia que podía dar peso a los escasos materiales de la época para aguantar un poder político de combinación, que se había mostrado antes incapaz, con una autoridad menos sólida de sofocar las fechorías de los forajidos.
Su imaginación anticipaba el futuro con los recuerdos del pasado.
Una banda de hombres, los viejos Sidier Dhu, soldados negros, a quienes denominaban para distinguirlos de los casacas rojas del ejército británico.
Usa sus prestaciones y págaselas, porque de esta manera debemos pagar a los mezquinos.
Se irguió con autoridad regia.
Triste determinación.
Gorro, espada y bolsa. Poder, fuerza y riqueza.
Presentar argumentos decisivos.
Era inútil preguntar al invisible arriero de las nubes por qué sopla.
El instinto primitivo de los animales por su camada.
Los seres inferiores sondean el futuro muy poco más allá.
Tenía la superstición común de los montañeses de que no se debía influir con las apariciones sobrenaturales ni tampoco evitar su presencia, sino permitir que a su voluntad ampliaran o limitaran su contacto, según les permitiera su poder o el propósito que las había traído.
A quien su loco amor iba a conducir a un destino fatal.
La alegría impulsiva de quien ha llevado a término una empresa difícil y penosa.
Los alarmantes y a la vez racionales miedos.
Lagos salados de Kintail.
Argumentos tópicos.
Gemidos, suspiros y exclamaciones, manifestaciones de una profunda desesperación.
Tono cortante y severo de la ira apasionada.
El valor que nace de la desesperación.
El profundo y firme sueño con el que se explica que los indios se recuperan cuando se les da descanso de las torturas.
Haber tendido una trampa fatal.
El vaso fatídico.
El freno que se había impuesto.
El azote sajón.
El Árbol Negro de la Ley cuyas manzanas son los cuerpos de los hombres muertos.
Acusar al cielo de la desgracia.
Esforzarse hasta el límite.
La segunda vista era la visión sobrenatural del futuro sobre la que creían los montañeses.
Las fatales circunstancias que le empujaron al crimen.
Un paraje hechizado.
Un lugar de aparición de los ánimos que se deleitan con la soledad y la desesperanza.
Tono escalofriante.
Los curas amenazaban a los poderosos de la tierra con la llama de su antorcha.
El arroyo de verano desvía las cañas y contiene una manta de juncos.
Noticias verosímiles como fatales.
Aullido del zorro.
La ronca catarata devolvió los ecos.
(La viuda de las montañas)

Hay momentos, que la imaginación se extravía; a pesar de la vigilancia de nuestra razón, la realidad semeja una sombra, las sombras semejan cuerpos, la barrera inmensa que separa la verdad de la fantasía semeja invertida, como si los ojos del alma pudieran penetrar más allá de los límites de nuestro mundo. Yo prefiero esas horas de vagos ensueños a las tristes realidades de la existencia.
El avaro esconde el oro, que no quiere que goce nadie después de su muerte.
Siempre es un deber reflexionar en la muerte.
Combatieron hasta que su mano quedó pegada a su espada.
Plaids, pibrochs y claymores, capa escocesa, gaita y espada usadas en Escocia.
(El cuento del espejo misterioso)

El diezmo y las contribuciones blancas o negras, las que exigen los dragones reales y el libre highlander, son desgracias políticas.
Robustez de constitución.
Negra misantropía.
Perversidad que ofrecía la corte del Regente.
Conversación amistosa.
Retamas negras.
De qué delito se la acusaba.
Mar de color verde oscuro.
Como una sílfide huyó.
Gradación racional de la selección de las expresiones.
Decretos del azar.
Guinea. Moneda de cuenta equivalente a la libra.
Pasajeros relámpagos de voluntad.
Fuego del entusiasmo.
General rodeado de sus edecanes. Ayudantes de campo.
Tipo de la dicha sin nubes.
Silencio. Insensibilidad e ingratitud.
Ánimo de cálculo que constituye al buen comerciante.
Pesada falleba. Varilla de hierro doblada por los extremos para cerrar las ventanas.
Sopor ocasional para los sueños e incoherencias de la imaginación.
Calor de la amistad.
Ultrajes del feroz leopardo sajón y del inmundo buitre de Hannover.
Vía de pasatiempo.
Dardo de la víbora.
Acusación formal.
(La maga de la montaña)


Coleridge
Walter Scott escuchó la recitación de "Christabel", en 1801 y Byron en 1811 y adoptaron metros similares en poemas, que ya habían sido publicados cuando "Christabel"" fue dada por primera vez a la imprenta.

Stendhal
Las provincias leen la novela de buena sociedad, la novela en octavo impresa por Lavavasseur pero, en general, no la entienden del todo.
Walter Scott y Manzoni son las excepciones. Con la diferencia, sin embargo, de que París se aburre con los primeros volúmenes de Walter Scott, llenos de detalles demasiado circunstanciados y poco entretenidos; estos detalles encantan en provincias.
No he sido galante, por lo menos no lo suficiente, sólo me ocupaba de la mujer que amaba y cuando no estaba enamorado, reflexionaba en el espectáculo de las cosas humanas o leía con deleite a Montesquieu o a Walter Scott.
Aborrezco las descripciones de Walter Scott y el énfasis de Rousseau.

Lord Byron
Scott, Rogers, Campbell, Moore y Crabbe, autores contemporáneos admirados por Byron.
Me agradaría mucho tomar una copa con Scott.
Sigo amando <<la tierra de los montes y los ríos>> . Walter Scott, "Lay of the Last Minstrel".

El amor rige el campamento, la corte y la arboleda,
El amor es el cielo y el cielo es el amor,
Canta el poeta, algo difícil de probar
(Y eso en poesía suele ser espinoso)  

"Lay of the Last Minstrel".

Mi buen camarada Scott.

Ya es hora de que sigamos con nuestro relato
Y, como dijo mi amigo Scott, <<mantengamos nuestro genio>>.
Scott, el superlativo de mi comparativo, Scott,
Quien pinta por igual los caracteres con gracia
Como nadie sino Shakespeare o Voltaire:
A los dos semeja.

Balzac
Los seres que realmente han vivido, como la Rebeca, de Walter Scott.
Dibujo de la herradura del caballo de Redgauntlet. Novela histórica de Walter Scott.
Cognomonismo. Poesía que el feudalismo le imprimiera y que Walter Scott ha reproducido con talento.
Varney hace trizas a esa muñeca de Amy Robsart, en "Kenilworth".
Los relatos de Walter Scott sobre los efectos de la "segunda vista".
Un libro histórico, por el estilo de los de Walter Scott.
Empieza Walter Scott con largos diálogos, para presentar sus personajes, y luego que se hartaron de hablar, pasa a la descripción y la acción. Ese antagonismo en la composición dramática viene a lo ultimo. Las conversaciones difusas, en Walter Scott resultan magníficas. Walter Scott carece de pasión, no sabe lo que puede ser eso o puede que se lo impidiesen las hipócritas costumbres de su país. Para él, la mujer es el deber encarnado. Salvo raras excepciones, sus heroínas son idénticas y tienen un solo estarcido, según la expresión de los pintores. Proceden de Clarisa Harlowe; y al reducirlas a una idea, no podía sino sacar especies de un tipo, variadas por un colorido más o menos vivo.
Nodier, lord Byron y Walter Scott estimaban infinitamente a Mathurin.
Oponer las novelas de Voltaire, de Diderot, de Sterne, de Lesage, enjundiosas, incisivas, a la novela moderna, en la que todo se traduce en imágenes y que Walter Scott ha dramatizado con exceso.
Andaban en busca de un Scott francés.
El éxito de Walter Scott despertaba la atención de los libreros sobre los productos de Inglaterra.
Siniestros avaros de Walter Scott.
Los calvinistas dejaron en mantillas a los feroces cameronianos de Walter Scott.
Apareció Walter Scott, quien podía reunir los cinco sentidos literarios.
Walter Scott divierte, gobierna o conduce su época.
Enviar con delicadeza aquello, que en nuestra época, representa para el genio lo que en la edad media representó para Ivanhoe la armadura o el caballo regalados por Rebeca.
Estoicismo que Walter Scott hace admirar en el alma puritana del padre de Jeanie Deans. 
¿Por qué no ha de salvar el historiador de la sociedad francesa estas curiosas expresiones del pasado, imitando al viejo de Walter Scott, el cual reparaba las tumbas?
Había bautizado aquel grotesco ser con el mote de "el enanito misterioso". El tal mote le hizo leer la novela de Walter Scott.
Ni Byron, ni Goethe ni Walter Scott, ni Cuvier, ni el inventor se pertenecen; son los esclavos de su idea; y esa misteriosa y celosa potencia los absorbe y los hace vivir y los mata en su provecho.
Una de las condiciones del ser de genio es la invención de una forma, un sistema o una fuerza. Walter Scott, Linneo, Geogefroy Saint-Hilaire y Cuvier, son inventores de primera fila. Renuevan, aumentan y modifican la ciencia o el arte.
La "Gaceta de los Tribunales" publica novelas muy distintas de las de Walter Scott, con un desenlace terrible, hechas con sangre de verdad y no con tinta. La dicha y la virtud están por encima del arte y del genio.

Schopenhauer
Walter Scott, "St. Romans Well".

Musset
Walter Scott y Scarron.

Martineau
Los claros con su césped limpio donde cada hoja caída había sido absorbida me recordaban a Ivanhoe; casi busqué a Gurth en mis paseos (el porquerizo luciendo un collar de latón).
Scott es idolatrado.

Macaulay
Nos maravilla que Walter Scott no se ocupase nunca del duque de Newcastle. Su oratoria semejaba la del justicia de Shallow. Consistía en majaderías rimbombantes, tonterías y extravagancias. Fue durante cerca de treinta años secretario, y durante diez primer lord del Tesoro. Su pasión por la influencia y el mando semejaban la avaricia del viejo usurero, en <<Las fortunas de Nigel>>. Era peligroso tener ningún contacto político con Newcastle, como comprar y vender con el viejo Trapbois. 

Ainsworth
Disponía de lo que Walter Scott denominó con expresión feliz <<una noción no diferenciada del meum et tuum>>.

Poe
Claude Halcro, personaje de "El Pirata".

Collins
Isaac de York, padre de Rebecca, el prestamista en "Ivanhoe", 1819.

Ch. Brontë
Autores imaginativos y ardientes, Byron y Scott.
Nunnwood, resto del viejo bosque británico, una de las guaridas de Robin Hood.

Flaubert
Con Walter Scott se enamoró de cosas históricas, soñó con ataúdes, salas de guardias y trovadores. Le habría gustado habitar alguna casa solariega como aquellas castellanas de largo corpiño que bajo el trébol de ojivas pasaban los días con el codo apoyado con la piedra y la barbilla dentro de la mano viendo llegar de los confines del campo un caballero de pluma blanca galopando sobre un caballo negro. Aquel tiempo tuvo el culto de María Estuardo.
Con la ópera "Lucie de Lammermoor" volvía a encontrarse con las lecturas de la juventud, plenamente con Walter Scott. Oía a lo largo de la niebla el son de las cornamusas escocesas repitiéndose sobre los brezos. Por otra parte, como el recuerdo de la novela ayudaba a entender el libreto seguía la intriga frase por frase.

Gautier
Estirado, alto no sabía qué postura adoptar el terrateniente de Dumbidike de "La Prisión de Edimburgo" de Walter Scott.

Liermontov
Si relatase las opiniones de los criados tendría menester del talento de Walter Scott y la paciencia de sus lectores.

Trollope
Burley debió de haber fulminado con la vista a Bothwell cuando su terrible encuentro de la montaña, cada uno dispuesto a probar con el conflicto fatal el valor del otro. Fanático Burley. Combatientes del libro de Walter Scott, "Old Morality".
No hay novelas dentro de la casa, excepto las de Walter Scott y mucha basura antigua.

Morgan
El clan escocés existió con notable vitalidad en los Highlands (Países Montañosos) de Escocia, hacia la mitad del XVIII. Evan Dhu, Torquil, Rob Roy, casos ilustres de la influencia de la gens en la formación del carácter de las personas. Vemos en sus vendettas y venganzas de familia, en su organización en gentes, en la tenencia de tierras comunes y en la fidelidad de los miembros del clan y para con sus jefes, los rasgos característicos de la sociedad gentilicia. El gobierno británico se vio obligado a deshacer los clanes, en su carácter de organizaciones, para someter al pueblo a la autoridad de la ley y a los usos de la sociedad política. La descendencia seguía la sucesión masculina, quedando en el clan los hijos de los miembros varones, mientras que los hijos de las mujeres pasaban a los clanes de sus respectivos padres.

Carlyle
Gurth esclavo de Cedric el Sajón. "Ivanhoe".
El gran corazón enfermo de Walter Scott, un clima salvaje de primavera, la vida de sombríos abetos escoceses y la desolación y el páramo manchado de nieve le hace llorar.
John Gibson Lockhart, "Memoria de la Vida de Walter Scott", 1837.

Ruskin
Carácter del principado de Waldeck, ligado al término germano de Woody, woodish, que describe rocas y bosques a medias crecidos, respeto saludable por los fondos profundos, que Scott da indistintamente a los nombres propios, en su libro "El Anticuario".
Los tramos de laderas desoladas y tormentosas que el autor de "Waverley" transforma como similar a un bosque.

Zola
El caballero Ivanhoe, apasionadamente amado por dos mujeres; Rebeca, la bella judía, y la noble lady Rowena, quien le amaba con orgullo y paciente serenidad.
Episodio del ataque al castillo, cuando Rebeca cuida a Ivanhoe herido y le da cuenta de la marcha de la lucha, que sigue a través de la ventana. Al final del episodio Rebeca, cubierta con su velo, vuelca su ternura al lado del dormido caballero.

Féval
Constable, impresor de Walter Scott.

Twain
Robin Hood con una estocada traicionera mató al pobre Guy de Guisborne. El lego Tuck, Much el hijo del molinero, sheriff de Nottingham. 
Robin Hood, por acción de la traidora monja que le destapó la herida, se desangró hasta la ultima gota.
Robin Hood, bandido, robaba a los sheriff, obispos, ricos y soberanos. Iba a partes iguales con los pobres, podía a todos los hombres de Inglaterra con una mano atada atrás y cogía su arco de tejo y atravesaba una moneda de diez centavos sin marrar una vez, a milla y media de distancia. Y si daba a la moneda nada más que por el borde, se tiraba al suelo y lloraba, echando maldiciones.

Lee
Dryasdust era una autoridad literaria de ficción tediosamente minuciosa, citada por Walter Scott en sus novelas; a partir de ese momento es utilizado como término humorístico, para referirse a cualquiera que presenta hechos históricos sin mostrar empatía alguna hacia los personajes involucrados.

Wilde
Cuando Escocia, hacia fines del siglo XVIII, produjo uno de sus dos grandes genios literarios, le hizo reo de traición (con eterno aplauso y aprobación para su realización literaria, por parte de los hombres de negocios), abandonándole al inexorable y terrible mundo de la contratación, y condenándole a escribir libro tras libro, uno peor que otro, como manera de librarse de sus acreedores. Pero, al fin, alcanzó el éxito y, por consiguiente, Escocia se enorgullece hoy de él. Reflexionen en el desgraciado sir Walter Scott, el cual escribió sus trascendentales novelones con el exclusivo fin de librarse de la ruina. La ruina, ese hada bienhechora, que a los que en su insolvencia buscan refugio, entrega cinco y hasta diez y nueve chelines por libra de lo que deben a sus acreedores, esos avarientos acreedores, cuyos derechos usuarios están limitados en cualquier otra esfera de la ley y que, en este caso, son libres.

Eleanor Marx
Surgió una nueva manía, la de Scott; el detestado clan de los Campbell, los programas para levantar los Highlands y revivir a los cuarenta y cinco. Scott era un autor al cual Marx volvía una y otra vez, al cual admiraba.

Moore
Scott semejaba estar al nivel de los discursos de Burke; demasiado impersonal para mi gusto.
A Scott le sucedió Lytton.

Symons
Scott murió bajo el peso de sus deudas.

Morris
Con paso ligero abandonó la sala llevando -como expone Scott- un rayo de sol de nuestra mesa.
Los autores que apelan a nuestros ojos para que estos recojan impresiones mentales son relegados por nuestros críticos intelectuales a un segundo plano; pasando de largo a Homero, Beowulf o Chaucer encontrareis que el auténtico intelectual levanta meros juegos de palabras grandilocuentes y sabuesos de la introspección encima de directores de la vida comun como Scott o Dickens quienes contaban sus historias a nuestros sentidos permitiéndolos reflexionar la historia que habían oído.

Gissing
Walter Scott (1771-1832) sufrió una bancarrota el año 1826 y se dedicó a escribir hasta saldar las deudas.

Norris
Menos faroucherie, querido y joven Lochinvar.

Croce
El legitimismo de la Europa occidental decaía pasando de ser un ideal práctico y activo a transformarse como un ideal de la imaginación y un suspiro idílico. Pasaba de un partido político a pequeños círculos de la buena sociedad. Selectos salones del Faubourg Saint-Germain, empresa de la duquesa de Berry de la Vendée, de la que se dijo que la culpa correspondía a Walter Scott.

Woolf
Waverley se llamaba la villa de la carretera, no porque admirara a Scott o le gustara escoger nombres, sino porque los nombres son útiles cuando se invita a universitarios.

U. Sinclair
El joven Lochinvar huiría esta vez de Oriente, pero su corcel era hoy día mucho más rápido, que los que cualquier protagonista de Walter Scott habría soñado.

Savinio
Una escenografía a lo Walter Scott. Las torres abatidas del castillo horadan los blancos vapores. Vieja coquetería de las ruinas.

Toynbee
Los Dryardust (secos como polvo), nombre acuñado por Walter Scott, quien fue un historiador más grande en algunas de sus novelas, que en las Historias de aquellos.

Menéndez Pidal
La rehabilitación de los romances tuvo un tropiezo con Southey (1808). Sin embargo, las traducciones y la estimación siguieron contando con la pluma de Walter Scott, lord Byron, Lockhart.

Maurois
Frente al rígido Covenanter debe pintarse al escocés romántico, el de Walter Scott, realzado con sus atributos pintorescos; el kilt de tartanes variados y gloriosos; los bagpipes o cornamusas; el glengarry, gorro con cenefa a cuadros; el sporrun peludo que se lleva delante del kilt.

Faulkner
Aquello de Scott o Hardy respecto del joven dueño del castillo y los villanos, droit du seigneur. Esta vez era bastante diferente. Mejor que nada de lo que imaginaron Shakespeare o Hardy. Porque esta vez había dos jóvenes de la ciudad; el rico príncipe heredero y además el amigo extranjero del príncipe o, por lo menos su invitado, ese romántico caballero extranjero moreno y audaz que vencía al joven cabalgando los caballos de este y que luego le quitaba la espada con un golpe de escoba. Hasta que por fin todo lo que tenía que hacer era ir a caballo durante la noche a la ventana de la novia del príncipe y silbar.

Wolfe
"Quentin Durward". Las descripciones de las comidas eran más abundantes y apetitosas.

Dinesen
Walter Scott aceptó con gran complacencia la novela de Wilibald Alexis, "Walladmor", que publicó con su nombre y a la que denominó el misterio más delicioso del siglo.
Todos los personajes de Walter Scott se encontraban a gusto en el país y los topabas por cualquier parte.

Sartre
Rebecca, de "Ivanhoe", la judía de <<Gilles>>, las de Ponson du Terrail.

A. Huxley
Las novelas de Walter Scott arrancando de un hecho verosímil se reflejan preferentemente sobre los planos de la imaginación y del arte.
Las novelas de Wewerley.

Greene
Una versión abreviada de "Ivanhoe" para uso escolar.

Lukács
En el capítulo de introducción de su novela "Old Mortality" Walter Scott describe una exhibición de armas combinada con festividades en Escocia que fue organizada por la Restauración estuardiana como pretensión de renovación de las instituciones feudales, como revista general de los fieles y como provocación y desenmascaramiento de los descontentos. Esta revista tiene lugar la víspera del levantamiento de los puritanos oprimidos. El gran arte épico de Walter Scott reune en este escenario total los antagonismos que habrán de explotar con lucha sangrienta. La exhibición de armas pone de manifiesto grotescamente el carácter irremisiblemente anticuado de las referencias feudales y la oposición sorda de la población a la pretensión de su renovación. En la taberna se manifiesta con su grandeza sombría la figura de Burley el futuro jefe del levantamiento puritano. Al relatar Walter Scott la historia de dicha exhibición y al desplegar el escenario entero expone al tiempo las tendencias, las figuras de un gran drama histórico, nos situa de golpe en la acción decisiva.
Con Scott nos enteramos de acontecimientos que son significativos por el destino de las personas que participan con el rico despliegue de su vida humana para la vida de la sociedad. Vivimos esos acontecimientos.
Los estudios sobre Walter Scott del poeta épico y dramático Otto Ludwig.
Walter Scott se opone al puritanismo radical de sus corrientes plebeyas como la acción catolizante de los Estuardos. 

Abbagnano
Quine, 1953, ha insistido respecto de la diferencia entre la referencia semántica verdadera y propia, que sería el significar, y la referencia del nombrar. Tal diferencia es consecuencia del hecho de que se puede nombrar un objeto, cuando se expresa Scott y el autor de "Waverley", por cuanto los significados son diferentes. 

MacAvoy
Balada de "Thomas el Bardo", de Walter Scott, historia irlandesa. Lo llevó la reina del país de los elfos en su caballo, que tenía cincuenta y nueve campanillas. Cruzaron el río de sangre y le mostró los caminos que conducían al cielo y al infierno, apartándose de los dos, para tomar un tercero. Hizo prestación a la reina durante siete años con su arte encantador y al final la pobre recompensa que obtuvo fue la incapacidad para mentir. Apuros de un bardo, al que se le priva de los recursos imprescindibles para su profesión. Caso de la adulación. Tuvo un hijo con la reina. El niño tenía cinco años cuando terminó la estancia del padre y este fue enviado a seguir su camino. Thomas abandonó a su hijo. Pero después regresó, vadeando el río de sangre y vagando por el laberinto verde, que oculta el sendero a los ojos de los mortales. No era un viaje demasiado agradable para un hombre solo, pero encontró el camino de vuelta a la tierra no-muy-feliz, buscó a su hijito, se apoderó de él y lo llevó consigo. Tras volver al mundo, se dedicó a su oficio, llevando al niño con él. Pero la fortuna no consintió sonreírle. Aunque antes de que terminara aquel año, el Bardo empezó a escuchar el lamento de la Sidhe en la noche y supo que le estaban dando caza. Tras esconder el niño en el monasterio de Lagan ( sucedió en los días que Cornac O´Dubh era el abad del lugar), cabalgó, para alejar de allí la cacería. Canje de su hijo. La reina se apoderó del niño. ¡Apesta". Ma´cuschla! Y la Sidhe desapareció. Porque el abad había puesto el niño más allá del alcance del pueblo de su madre. Le había bautizado. 

Vonnegut
El ultimo libro que había leído era "Ivanhoe".

Fowles
Juzgaba las personas con arreglo a los cánones de Walter Scott y de Jane Austen, como de otros establecidos empíricamente.

Sainsbury
Según Russell, una descripción definida es una frase de la forma <<el-tal-y-el-cual>> (<<el autor de "Waverly">>). No hay referencia a Scott en <<El autor de "Waverly" es prolífico>>, porque esta frase es realmente un enunciado general y cuantificacional, que expresa que hay exactamente un autor de "Waverly" y que quien quiera que fuese el que escribió "Waverly" es prolífico.

Rutherfurd
Poemas de Walter Scott y su revista "Quaterly Review".

Read
En las novelas de Walter Scott se nos presenta una visión bélica de los Templarios. El caballero Templario de "Ivanhoe", Brian de Bois-Guilbert, es un antihéroe demoníaco, <<valiente como el más temerario, pero manchado con sus vicios habituales; orgullo, arrogancia, crueldad y voluptuosidad; un ser de corazón duro, que no conoce el miedo terrenal ni el temor celestial>>. Los dos grandes maestres Templarios no son mucho mejores. Giles Amaury en "El Talismán" es traicionero, mientras Lucas de Beaumanoir en "Ivanhoe" es un fanático intolerante.
En la imaginación del siglo XIX los brutos depravados de "Ivanhoe" y "El Talismán" coexisten con la honrosa hermandad de "Parsifal".
Edward Gibbon se refirió al <<orgullo, la avaricia y la corrupción de los soldados templarios>>. Esta impresión de los Templarios fue la inspiradora de los personajes Templarios de Walter Scott.

Schwarnitz
"Waverly", 1814. Walter Scott hacía que un valiente ficticio se encontrase con personajes históricos, en un escenario descrito desde su perspectiva. La sublevación de los jacobitas de Bonnie Prince Charlie, en las Tierras Altas de Escocia, alrededor del año 1740.

Townson
Las guerras de las Dos Rosas (1455-1487) deben esta denominación a Walter Scott, ya que la rosa roja era uno de los símbolos de la Casa de Lancaster y la rosa blanca emblema de la Casa de York. En realidad, son de guerras independientes, la primera de las cuales estalla por la incompetencia de Enrique VI.

Tomalin
George Hogarth, "Historia de la música, biografía y ensayos". Amigo de Lockhart y Walter Scott, para quien había colaborado profesionalmente.
Escribir una novela histórica, cosa que hizo Scott con experiencia.


JANE AUSTEN

Un Salón de la Corte.
Disposición terriblemente apasionada.
Resplandor del Ingenio.
El tout ensemble de su persona.
Producir más rechazo que aceptación.
Como el efecto era motivo de Alegría, la Causa casi no podía lamentarse.
Extender la noticia.
Inteligencia distinguida y exaltada.
Amor a la Virtud y odio al Vicio.
El compromiso de asistir a una reunión.
Sistema de tortura.
Conversación racional.
Obcecación, opuesto a racionalidad.
Contrato prematrimonial ventajoso. Contrato con el que se escrituraban verosímiles materiales que para el caso de fallecimiento del esposo pasaban a la esposa y los hijos.
Licencia Especial. Permiso solo otorgable por el Arzobispo de Canterbury que dispensaba de la lectura de las amonestaciones antes de una boda.
Amonestaciones. Anuncio publico de un próximo matrimonio pronunciado dentro de la iglesia; debía llevarse a cabo tres domingos antes de la celebración de la boda. Los ricos podían librarse de este anuncio con una licencia especial o común.
Licencia común u ordinaria concedida por un arzobispo o un obispo para casarse dentro de cualquier iglesia o capilla de la diócesis, que permitía el matrimonio sin la lectura de las amonestaciones.
Acusar de Obstinación o de maldad.
El progreso que hacía con el estudio excedía la enseñanza recibida.
Lujos superficiales de Bath y apestoso pescado de Southampton.
Disipación de Londres.
Reserva Amenazante.
Dulces lazos del Cariño, atractiva transferencia de la Amistad.
Hall. Mansión.
Acusar de un Acto. Retorcidas acusaciones.
Objeto de Desdén.
Armarse de filosofía.
Átomo de Sensibilidad.
Incomodidad de su condición.
Situación de Inconsciencia.
El Sufrimiento que le produjo la noticia fue demasiado violento para su autoconciencia y permaneció con un intenso Delirio.
Alegre y Disipado estilo de Vida.
Grado de Piedad o Afecto.
Animosa Alegría e Ingenio vivaz.
Condición de extrema pobreza.
Transformar las Dificultades que inflige la Pobreza por las diversiones que el Dinero puede comprar.
Una docena de Aspics. Comida. Salud y Ánimo.
Realidad de la situación.
Un rasgo que pueda criticarse.
La carne asada se corta con lonchas muy finas.
Regla del Poder y del Ingenio.
Especie de secreto.
Delamere, antihéroe de la novela de Charlotte Smith, "Emmeline". La heroína se compromete primero con Frederic, rompe su compromiso y se casa con el protagonista.
Humillante situación.
Abrirse paso a través del mundo, comportarse de forma humilde y paciente.
Terrible viento del Este.
Precisar el consejo de alguien cuyo afecto, años y superior aptitud podrían autorizarle a darlo. Amistad.
Repartées ingeniosos. Agudezas.
Las habitaciones de las posadas recibían los nombres de Luna, Sol, León.
Perdiz apestosa. Algunos gourmands creían que la caza debía permanecer colgada mucho antes de cocinarse.
Falsa guinea.
Chopos lombardos.
Límites de la maleza.
Acusar de olvido y abandono.
Verdad de la acusación.
Rumbo de la fantasía.
Perspectiva de una transformación inminente.
Familia muy ociosa, más famosa por su orgullo que por su opulencia, firme defensora de la dignidad y celosa de sus derechos.
Charlotte Smith (1749-1806), "Ethelinde", 1789. Descripciones de Grasmere, pequeño lago circular del Distrito de los Lagos de Inglaterra.
La Cámara de los Comunes no se disolvía algunas ocasiones hasta las cinco de la mañana.
Scarbough. Pueblo costero de la región de Yorkshire, al este, al lado opuesto del Distrito de los Lagos.
Los internados galeses eran más baratos que los ingleses.
Sentido de la propiedad.
El peso de la tristeza se ve aligerado con la comunicación.
Mérito comparativo.
Lord Canciller. Secretario oficial del soberano.
El hecho de que una dama joven fuera a un baile por la noche y se mezclara con adultos era signo de que llegaba la edad de casarse.
El bienestar del país depende del valor de sus habitantes.
(Amor y amistad)

Fábula de "La liebre y sus amigos".
Citas literarias adecuadas como útiles.
Una cosa, por ininteligible que se muestre, tiene explicación si se indagan las causas que la originan.
Ilusión bella y atrayente.
Objeto de la frenética admiración, que su condición de heroína requería.
Consuelo y utilidad.
Impresión de misterio precisa en la vida de los campeones.
Distintas y precisas gradaciones de ternura.
"Camila", "Udolfo". Los libros de Mrs. Radcliffe tienen cierta naturalidad y bastante interés. La autora se casó con un emigrante francés.
Novelas, gracia, ingenio y buen gusto.
Color coquelicot.
Vicisitudes victoriosas de Udolfo.
Es destino de la heroína el verse en ocasiones despreciada por el mundo, sufrir todo signo de difamaciones y calumnias y mantener el corazón puro y limpio de culpa.
Fortaleza de ánimo.
Austeridad comparativa.
Agudo ánimo de discernimiento.
Fundado en la realidad y la razón.
Variedad de diversiones y circunstancias.
Catalogada conducta, en el código de política mundana.
Armados con argumentos.
Tranquilidad de ánimo.
Género de excusas.
Informalidad e incorrección de faltar a un compromiso.
Un sacrificio es un acto de honestidad.
Proverbial desdicha de las protagonistas novelescas.
Apreciar el valor de una buena novela.
Julias y Eloísas.
Bonito, originalmente se empleó para expresar que una cosa era agraciada de algunas proporciones y bellezas; hoy significa alabanza.
Género de literatura.
No hay nada como la ignorancia, para que las personas se atraigan mutuamente.
El estar bien informado nos impide alimentar la vanidad ajena, lo cual el buen sentido aconseja evitar.
Bosques, terrenos improductivos, patrimonios reales, gobiernos, política. Disquisición respecto de la condición del país.
Alto grado de amistad.
Virtud y poder soberano del amor.
Fuerza del amor omnipotente.
Interesante declaración, avalorada por su significado como por la novedad de la idea que la inspiraba. Actitud de las heroínas de las novelas.
Sus expresiones de júbilo casi superaron los límites de lo convencional.
Refrán. Una boda trae otra.
Tenaz, terco.
Flexibilidad de criterio.
Gastos elementales.
Independiente de ánimo.
Error notorio.
Reflexión y decoro.
Experimentó la satisfacción que produce la victoria.
Arte de ocultar un tesoro.
Siniestra negrura.
Nunca había temido los elementos, pero en esa ocasión semejaba que el viento, en su ulular, traía un mensaje terrible y misterioso.
Carácter y vetustez del edificio.
Las tormentas, como el insomnio, no tienen importancia una vez que pasan.
Adquirir el hábito del amor.
Capacidad de aprender una grata virtud.
Propiedad, prebenda de familia, curato.
Emplear dignamente el tiempo.
Pinos escoceses.
El que no sintiese afecto alguno por el lugar predilecto de su esposa indicaba desamor.
Caracteres exagerados.
Muestra incontestable.
Las ausencias revelaban una autoconciencia intranquila, dominada por el remordimiento.
Punto de vista de la economía doméstica.
Después de una velada, cuya monotonía y aparente duración pusieron de manifiesto la importancia y significación de la presencia.
Ocupado en el interés del país. Actuar para el bien del prójimo.
Muerte prematura.
Entierro simulado.
Punzada de sentido común.
Hecho realizado con fidelidad.
Fiebre biliosa motivada por una causa orgánica.
Progreso de la enfermedad.
Intríngulis de las sospechas.
Caracteres fruto de la mezcla de tendencias.
Desarrollar inclinaciones verdaderamente satánicas.
Caballerosa amabilidad.
Mano indulgente del tiempo.
Actitud beneficiosa, generosidad y distinción.
Falsedad, inconstancia e inexplicable maldad.
Generosas manifestaciones en asuntos de dinero.
¡Qué insurrección se había operado en sus gustos!
Actuar el genio organizador.
Deseo de molestar, de hacer daño.
Su conducta había merecido otros resultados.
Familiaridad y bienestar.
Desaparecer los motivos de malestar.
Aliviar el peso de la preocupación.
Leve y perenne inquietud, que todos los humanos pretendemos mantener y alimentar como elemento indispensable de nuestra existencia.
Inquietudes, molestias del ánimo.
Compromiso adquirido previamente.
Manifestar tierna solicitud.
Un compromiso previo deshace todos los que posteriormente se adquieren.
Autoridad puramente nominal, sin influencia.
Orgullo natural y afecto.
Locos desvaríos de la imaginación.
Distinto origen de inquietud, superior en realidad y en sustancia.
Dignidad y clemencia.
Habilidad y deseo.
Tranquilo interés.
Sufrir los efectos del cansancio radical.
Deberes que impone la hospitalidad.
Hay que vivir para aprender.
Haber dado vida y valor anímico a la existencia.
Existen momentos y situaciones, en los que el sentido común tiene poco ascendiente sobre la razón humana.
Estático tête-à-tête.
Las reglas de la composición prohíben la introducción de caracteres, que no tienen referencia con la fábula.
Rectificación de la condición económica.
Transformación del sentir manifestada.
Avariciosa especulación.
Desarrollo del afecto.
Gente irresponsable, jactanciosa e intransigente.
Oposición afianzada en la razón y las exigencias de la autoconciencia.
Comprometido por los lazos del afecto y los mandatos del honor.
Consentimiento tácito.
Carácter comedido.
Inquietud razonable.
Allanadas las dificultades.
(La abadía de Northanger)


Martineau
La familia Bennet como la describe "Orgullo y prejuicio": si se permitiría que una madre tonta con hijas adultas malcriara a las dos más pequeñas en lugar de que las hijas sensatas tomaran el caso con su propias manos.

Yeats
Las heroínas de Jane Austen buscan no la verdad teológica o política sino simplemente la buena educación como si aumentarla fuera más importante que ningún talento práctico.

Woolf

Jane Austen demasiado personal.
<<Persuasión>> de Jane Austen. Es indiscutiblemente nuestra mejor escritora... por eso no escribe como un ser masculino, lo que acostumbran hacer las demás.
Había libros de Jane Austen tal vez como deferencia al gusto de otra persona.

De la Mare
Austen, uno de esos escritores compactos y cautos los cuales no alimentan mentes errabundas.

U. Sinclair
Los días de Jane Austen habría sido apropiado lucir décolleté, pero hoy día la soberana no veía decorosa la desnudez de brazos y escotes hasta la puesta del sol.

Somerset Maugham
Jane Austen acusada de apartamiento poseía demasiado esteticismo y humor vivo para ser romántica y tampoco se sentía atraída de lo no corriente, sino de lo corriente.

Waugh
La sombra del cedro, los canapés de pepino, la jarrita de plata para la leche, la joven inglesa vestida con lo que visten las jóvenes inglesas para jugar al tenis; todo eso a lo Jane Austen, a lo señorita Mitford.

Heard
Ofrecía un aspecto delicado, fresco y al tiempo clásico. Su contorno cincelado con la línea recta y afinada de la ceja conferían a su perfil un carácter griego. Semejaba un personaje de una novela de Jane Austen.
Austen vino de Winchester con su familia.

Tomalin
La casa que describe Jane Austen en "Mansfield Park", cuando relata la visita de Fanny Price a la casa de sus padres, en Portsmouth y ve que el pasillo y las escaleras son muy estrechos y las paredes muy finas, que se oían ruidos de una habitación a la otra. "Mansfield Park" fue escrita entre 1811 y 1813 y publicada el año 1814.
Richard Bentley, impresor de las novelas de Jane Austen, 1833, con magníficas ilustraciones.
Jane Austen, su <<criatura de pecho>> ("Sentido y sensibilidad") y su <<adorada criatura>> ("Orgullo y prejuicio").

Warnock
El sentido moral igual que el gusto estético puede estar bien o mal fundado. Esta idea fue dada por supuesta con Jane Austen quien reflexionaba que era una falta que alguien no <<sintiese como debiera sentirse>>.

Orton
Da la impresión de que no crees que "La rama dorada" y "Northanger Abbey" pudieran proporcionar inspiración. Puedes sacar agua envenenada de los pozos más limpios.

Fowles
Las escaleras por las que Jane Austen hace caer a Louisa Musgrove, "Persuasión".

Sharpe
Las famosas generalizaciones respecto del matrimonio y la familia con las que empiezan "Orgullo y prejuicio" y "Ana Karenina" no carecen de excepciones. Sería sencillo encontrarles excepciones negativas.

Lyon
La propiedad de ser humano identifica el conjunto de todos los seres humanos. Este agregado tiene subconjuntos y miembros. David Hume y Jane Austen.

Schwanitz
Cuando la novela de amor no es simplemente una historia que termina en boda, es frecuente que sea una novela de formación encubierta. En ese caso, los obstáculos con los que al comienzo choca el amor, se deben a la inexperiencia de los protagonistas, En consecuencia, la historia de amor se presenta como una serie de equivocaciones. Y superando estos obstáculos, los protagonistas hallan que sienten verdaderamente. Como siempre hay dos protagonistas, la experiencia de uno depende de la mejor experiencia del otro. Razón por la que este tipo de novelas de amor presentan el proceso orgánico de la experiencia como aquel por el que se eliminan prejuicios, clichés románticos, el orgullo o cosas similares y suelen mostrar la educación de los sentimientos de un amante por el otro. Las mejores novelas de amor de este tipo son las de Jane Austen, por eso se titulan "Orgullo y prejuicio" o "Razón y sensibilidad".
El patrón de la novela de amor de la época burguesa. "Orgullo y prejuicio" (el ocioso Darcy y la burguesa Elizabeth).
Jane Austen (1775-1817) desarrolló la técnica de la perspectiva transformadora en sus novelas "Emma" y "orgullo y prejuicio". El secreto del éxito de sus novelas está en esta regla compositiva. Austen relata la historia desde la perspectiva de uno de sus protagonistas, para después volver a presentarla directamente, lo que permite ver el personaje desde fuera. De esta manera, la novela logra unir la introspección psicológica y la descripción al panorama social, al presentar el encuentro entre la persona y la sociedad y su recíproca relativización.

Mackie
Si el Mr. Wickham de Austen no existió, ¿como puede ser verdad -como semeja serlo- que se fugó con Lydia Bennet?

McEwan
Uno de esos casos que un microscopio te da el mundo entero. Una novela de Jane Austen.
"Jane Eyre". Admirar las invenciones. Los niños mueren pero hace un día precioso. El pasaje que Rochester se hace pasar como gitano y cuando Jane ve a Bertha y es como una fiera. 
Jane Austen y George Eliot compartían la falta de estrechez de miras de sus atractivos.




Ana Kontroversy








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