domingo, 5 de febrero de 2012

LA CHIMENEA Y EL PIANO












































Órgano de agua, Hydraulos, organon hydraulicum, inventado por Ktesibios el mecánico y descrito por su alumno Hero de Alejandría.




Allier
Scarlatti fue llamado a Portugal para ser el profesor de clavicémbalo de la princesa Bárbara de Braganza, reina de España por su matrimonio con Fernando VI.
Composiciones para clavecín del veneciano Baldassare Galuppi.
Desde el siglo XVI, se apreciaba que los instrumentos para tecla se "tocaban", la sonoridad se alcanzaba oprimiendo un teclado. De allí derivaron los nombres de sonata y de tocata, que reservaba el segundo nombre para la clave y el órgano.
Para superar la relativa monotonía del sonido del clavicémbalo nacieron los recursos ornamentales que después se desvanecieron gradualmente con el piano, instrumento que podía usar otros con los pasajes rápidos y ser sugestivo con los pasajes lentos: los conmovedores Adagios y los numerosos efectos y matices sonoros casi vedados al clavicémbalo.
Los pianoforti eran los primitivos pianos creados por Bartolomeo Cristofori.
Se celebró una especie de desafío en Roma, Scarlatti tocaba mejor el clavecín y Händel venció con el órgano.
La técnica del clavecín había actuado bajo la influencia de la del órgano. Pero Scarlatti da el espaldarazo definitivo a la técnica del clave exigiendo una técnica manual y también de brazos a los intérpretes. Un detalle de la interpretación de Scarlatti era el cruce de brazos con el que la mano derecha pasaba a tocar notas del bajo, mientras la izquierda ejecutaba la parte superior. La "Sonata nº 120" tiene los cruces de manos más salvajes de las sonatas de Scarlatti.
Clave, clavicémbalo, clavecín. Instrumento de teclado precursor del piano usado los siglos del barroco. Su mecanismo impulsaba una pequeña púa hecha con el eje de una pluma de ave cortado a manera de plectro que punteaba las cuerdas del instrumento una para cada tecla. Un mecanismo adecuado hacía retroceder el plectro sin volver a pasar al lado de  la cuerda para colocarse con posición de reposo. El procedimiento era mecánico impidiendo, por tanto, producir la intensidad del sonido, motivo por el cual a comienzos del siglo XVIII apareció un nuevo tipo de clave dotado de macillos de fieltro y un mecanismo distinto que permitía tocar "suave y fuerte", "piano e forte", de lo que deriva el pianoforte, reducido a piano.


Amiano Marcelino
Chilon, un antiguo vicario, y su esposa Máxima, se quejaron ante Olibrio, prefecto de Roma (368), de que habían pretendido envenenarles, consiguiendo que fueran capturados y conducidos a prisión los sospechosos. El organista Serico, el atleta Asbolio y el arúspice Campensis.


Chaucer
La voz del gallo Chantecler era más dulce que la del órgano que sonaba en la iglesia los días de misa.
El órgano sonó una pieza musical.


Rabelais
El aparato armónico de un órgano.
Los dientes de los galicosos y gotosos se movían como las teclas de un órgano.
Las deliberaciones como tubos de órgano.
Los dedos de los pies organizados como un clavicordio.
El pecho como un juego de tubos de órgano.
Los órganos estaban fabricados de una madera muy extraña; los tubos eran de madera de cañafístola, el copete de gallac, las teclas de ruibarbo, los pedales de turbith y el clavijero de escamonea.


Galileo
Que los tubos del órgano no suenen todos al unísono, depende de que unos den un tono más grave y otros más agudo. No depende de que están hechos de materias diferentes, ya que todos son de plomo; dan diferentes tonos porque son de diferentes tamaños; se pueden hacer tubos de madera, estaño, plomo, plata o papel, pero todos sonarán al unísono, siempre que su largura y anchura sean iguales. Y con igual cantidad de materia, con las cuatro libras de plomo, configurándolas en forma de vaso mayor o menor, se obtendrán diferentes notas; de modo que, por cuanto se refiere al producir sonidos, diferentes son los instrumentos que tienen diferente tamaño, y no los que están hechos de materias diferentes. Pero si con el plomo fundido de un tubo se vuelve a construir otro más largo, y en consecuencia de tono más grave, este tubo es diferente del primero. Y si alguien encontrase el modo de hacer un segundo tubo más largo, sin deshacer el primero, sería idéntico. Consistiría en hacerlo de dos partes, tales que una entrase en la otra, de modo que se pudiera alargar y abreviar, y en definitiva, formar a nuestro arbitrio tubos diferentes, con la finalidad de formar notas distintas.


Jonson
Los dientes bailando como teclas de espineta.


Locke
Un músico, acostumbrado a una melodía cualquiera, descubre que, si empieza a sonar en su cabeza, las ideas de sus diferentes notas se seguirán en su entendimiento, sin que ponga ningún empeño o atención, y de la manera regular con que se mueven sus dedos sobre las teclas del órgano ejecuta la melodía que ha comenzado a tocar.


Pepys
Redoma arqueada. Nuevo instrumento, dotada de claves como un órgano y de cuerdas como un laúd.


Mandeville
La época de Händel había dos especies de recitativo: el recitativo secco acompañado de clavicordio y el más efectivo, el recitativo stromentato acompañado de orquesta.


Richardson
Cuando no podía mudar de conversación solía retirarme a tocar mi clave.
Recorrer suavemente las teclas del clave o acompañándose con voz baja para manifestar la indiferencia y la tranquilidad del alma.
Me vi en la precisión de recurrir a mi clave para calmar mi ánimo después de la precaución de cerrar mis puertas y ventanas para no ser oída.
El ataúd al lado de la ventana como un clave aunque cubierto con un tapiz.

El ánimo afinado para tocar el clavicordio
Tocar el clavicordio para distraer las horas de melancolía.
Tocar un aire al clavicordio.
Aprovechó la ocasión para elogiar mi voz y mi interpretación del clavicordio.
Dedos hechos para tocar el órgano.


Fielding
Canta admirablemente y posee una mano muy ejecutiva para el clavicordio.


La Mettrie
Una cuerda de violín o una tecla de clavicordio vibra y produce un sonido; las cuerdas del cerebro, heridas por los rayos sonoros, han sido impulsadas a devolver o a repetir las palabras que las tocaban.


Smollett
Tocaba el clavicémbalo a la perfección.
Las melodías del carillón de un campanario. Como las campanas están afinadas y el músico, el cual cobra un salario de la ciudad por tocarlas no es mal intérprete, es una diversión agradable y sorprendente para los oídos del forastero.


Edgeworth
Practicar una lección de clavicémbalo.


Malte-Brun
El marimba, un instrumento de música de los balonda, es como un piano portátil compuesto de dos barras de madera sobre las cuales son colocadas transversalmente una quincena de teclas de madera de un grueso graduado a las notas; debajo de cada una de estas teclas, que se tocan con una baqueta de tambor, hay una calabaza. Los sonidos no son desagradables.
Madame Ida Pfeiffer tocó el piano delante de la soberana Radama de Madagascar y esta para manifestarle su agrado le hizo un presente de varias gallinas y aves de corral.
Hay mujeres que no saben leer y que, sin embargo, aprenden a tocar el piano.


Goethe
Tocar el piano y cantar tonadillas.


Jean Paul
Para el pianista el bajo pasa de la cabeza a los dedos y estos se abandonan a los caprichos de la inspiración sin equivocarse, mientras él está ocupado de recorrer un libro.


Byron
Pero ya sea capricho, ingenio o clavicordio,
El ultimo año transfiere al nuevo sus provisiones.


Stendhal
Ejecutó con su piano todo un acto de "Don Juan" y los acordes sombríos de Mozart le llevaron la paz.
La tranquilidad con que un pianista versado domina el piano.


Austen
Teclas de una vieja espineta.


Chateaubriand
El sordo murmullo del órgano bajo las bóvedas.


Musset
Piano, armonía del instrumento.
Las blancas manos deslizándose sobre el marfil del clavecino.
Inteligente pianista.
El admirable clavecino de Erard transmitía en sonoras vibraciones la doble inspiración que le animaba.
Se sienta al piano para entregarse a la noble inspiración de su alma.



Baudelaire
Me imponéis, grandes bosques como las catedrales, / clamáis como los órganos.

Por encima de las ciudades, donde los pianos cantan la gloria de Liszt.
Los gatos se arroban sobre los pianos y gimen como mujeres, con voz rauca y dulce.


Balzac
El trueno de un órgano enfático.
Papel de música, con sus corcheas, sus blancas y negras, sus suspiros, sus puntos de órgano y sus sostenido en clave.
Excelente ejecutante de piano.
Tocaba al piano variaciones sobre el "Ultimo pensamiento", de Weber.
Tocar el forte, el pianoforte.
Suele ocurrir que un trozo de música pobre, pero ejecutado por una joven bajo el imperio de un sentimiento profundo, haga más impresión que una gran obertura pomposamente ejecutada por una hábil orquesta. Hay en la música, a más del pensamiento del compositor, el alma del ejecutante que, por un privilegio sólo concedido a ese arte, puede dotar de sentido y poesía a frases sin gran valor. Chopin prueba hoy para el ingrato piano la verdad de ese fenómeno, que para el violín ya demostrara Paganini. El fragmento elegido no carece de cierta profundidad capaz de desarrollarse en la ejecución, y justificó el título de "Capricho", que lleva esa pieza, con una técnica al par que suave soñadora. Sentado en el pico del piano, apoyado el codo en la tapa y la cabeza en su mano izquierda, admiraba el enamorado.
Sintió la voz del piano.
Tocando con el libro abierto, sin gastar la menor ceremonia para sentarse al piano.
Vino a convertirse en una especie de organillo, que salía sonando en cuanto algún accidente de la conversación le soltaba el resorte.
Algunas mujeres aporrean un piano inamovible, que al cabo de siete años suena como un caldero y termina sus días asmático.
Piano producido por la casa Erard.
Piano del chisme.
El piano formaba parte del moblaje que, para uso de las mujeres, trasladaran de la casa de la ciudad al chalet.
Se sentó al piano, ese confidente de las jóvenes, las cuales les cuentan sus penas y sus ilusiones, expresándolas con los matices de su juego.


Spencer
De un piano lo que aparece primero a la imaginación es una imagen visual del piano a la que se añaden seguidamente aunque con otros actos mentales las ideas del lado que no se ve y de la sustancia sólida que lo constituye. El concepto completo incluye la cuerda, los martillos, los pedales, las sordinas y si se van añadiendo unas tras otras las ideas de esos objetos a nuestra mente se van borrando al tiempo los atributos primeramente imaginados; sin embargo, el conjunto de todos constituye la representación del piano.


Pauly-Wissowa
Un problema de construcción del ascenso y descenso de cuartas y quintas, el procedimiento del afinador de pianos, de donde se sigue que la cuarta es de 2 1/2 tonos.


Ainsworth
El órgano prorrumpió con una cadencia solemne.


Dickens
Le sigue como va un mono domesticado detrás del organillo.
El poderoso resoplido del viejo órgano de la iglesia.
Maquinaria del piano fuerte.
Los sones de un gran piano perfeccionado.
Un piano de metálico sonido.
El artista pasaba sus dedos por las teclas, a modo de preludio.
Después de recorrer, abstraída, las teclas durante unos minutos, comenzó a tocar con un aire suave y solemne.
El autómata discreto se permite resbalar al lado del piano donde, detrás de aquella prisión de palo rosa, semeja un lánguido cautivo.
Tocadores de pianoforte.
Ignacio Moscheler, pianista y compositor checo, nacido en Praga, en 1794 y fallecido en Leipzig, en 1870. Recorrió en viaje triunfal las capitales de Europa, y después aceptó el cargo de profesor de piano en el Conservatorio de Leipzig. Sus numerosas composiciones son célebres, sobre todo por el interés de su armonía y la limpieza de su ritmo.

Organillos y aristones.
(Nicholas Nickleby)

El voluntario que toca el órgano en la iglesia y que ensaya en la oscuridad las noches de verano.
Se mueven los martillos de un clavicordio cuando se tocan las notas.
Era un órgano pequeño y sencillo, accionado por los pies del músico y ni siquiera requería que nadie moviera los fuelles.
Tocar el órgano con mucha expresión y ternura.
Escudriñando en el silencio de la noche la resonante anatomía de ese inescrutable y viejo clavecín del salón trasero.
Dos desdichados fallecimientos nos postraron sólo con un piano de cola. Además, era un piano de cola vertical, de manera que ni siquiera podía sentarme en él. 
Se sentó al piano y se sumergió en varias de sus viejas tonadas para órgano.
(Martin Chuzzlewit)


Collins
Del piano brotó la celestial ternura de una pieza de Mozart. Visiones y sonidos imposibles de olvidar.
Sus dedos aleteaban sobre el piano.


Gaskell
Espineta, viejo piano.


Gautier
Permitía vagar como mariposas blancas sus bellas manos distraídas sobre el marfil del teclado.
Sentada al piano tocando un fragmento de Weber y arrullando el tedio con la música.
Tu alma ha revoloteado unos minutos a mi alrededor con el torbellino sonoro de las notas del piano.
El piano extendía su hilera de teclas que semejaban los dientes de una vieja.
Las vaguedades que preceden la conversación semejan los preludios con los que los pianistas tantean el teclado antes de empezar la pieza musical.
Le cogió de la mano, le condujo al piano y abriendo sobre el atril un cuaderno de música para formar parte de un duettino cuyo acompañamiento no es difícil, unos acordes casi simultáneos.
Las cigarras guardaban silencio como para escuchar y la brisa del mar llevaba las notas con los pétalos de las flores caídas de las macetas sobre el borde de la terraza.


Poe
Se encaminó hacia el piano situado en el salón. La impresión que produjo en los presentes puede calificarse de eléctrica, pero en mí su efecto fue más grande. Nacía en parte del sentimiento amoroso que me poseía pero, sobre todo, de la extraordinaria capacidad de la cantante. El arte es incapaz de comunicar a un aria o a un recitativo una expresión más apasionada de la que les infundía. Su versión de la romanza de "Otello", el tono con que pronunció las palabras <<Sul mio sasso>>, en "Los Capuletos", resuena en mi memoria. En el final de "La Sonámbula" logró el más notable de los efectos. Aquí, imitando a la Malibrán, modificó la melodía original de Bellini.
Sentada al piano y cantando un aria de Bellini, había una joven y hermosísima mujer, la cual, al verme entrar, hizo una pausa en su canción y me recibió con graciosa cortesía.


Dostoyevski
Linda romanza al piano.
En torno al Royal, escogió una romanza de Glinka.

Cuando en hora feliz abras tu boquita
y me hables más tierna que una palomita.

Romanza, exaltación de la pasión, elevándose y acreciéndose a cada palabra; fuerza de exaltación inusitada.


Flaubert
Por cuanto al piano, cuanto más deprisa corría los dedos sobre las teclas, más se maravillaba. Las tocaba con aplomo y recorría de arriba abajo todo el teclado sin interrupción.
Como nunca podría con un traje de terciopelo con manga corta, con un piano Érard, con un concierto, tocando con sus ligeros dedos las teclas de marfil sentir como una brisa circular alrededor suyo un murmullo de éxtasis, no valía la pena aburrirse estudiando.
Aquel célebre músico que para mejor excitar su imaginación iba a tocar el piano ante algún lugar imponente.


Melville
Los organilleros italianos teniendo sujeto su mico a una larga cuerda.
El gran órgano de Haarlem con sus miles de tubos.


Daudet
Respirar afanoso como un cargador de pianos.
Se acompañaba al piano y cantaba con una voz de contralto algo gastada y desigual, pero educada, romanzas de Chopin o de Schumann, tonadillas de Berry, borgoñonas y picardas.
Las tocatas de organillo de una fiesta en las afueras de la ciudad.
Languidecía en una pesadez vaga, que le quitaba las fuerzas, incluso de abrir el piano.
Con alegría de niña, tocó a lo largo de la noche el piano, cantó feliz, exuberante, transfigurada.
Por lo general, sus rencillas no duraban mucho. Se fundían con un retazo de música tocada al piano o con tiernas efusiones.
Volver a abrir el piano, para tocar las partituras favoritas.
Manos largas y duras de destructor de teclados.
Viejo piano de clavicordio.


Christina Rossetti
Inofensivo como un organillo.


Trollope

Las ninfas se sentaron convenientemente al piano.
Leía poco y nunca ponía una mano sobre el piano.
Tocaba las melodías que sabía hasta que las cuerdas destensadas del pobre piano, sometidas al aire marino y lejos de la pericia de cualquier afinador sonaban discordantes.


Tylor
Las vocales son tonos musicales compuestos, como los que en el registro vox humana del órgano, se producen mediante lengüetas (vibrantes) ajustadas a los tubos de órgano de construcción especial. 


Heine
Al piano se oían las más dulces melodías.

El órgano resonó con tumultuoso ímpetu.
Bramaba y gemía fuertemente el órgano como una tempestad estrepitosa del mar del Norte.


Tyndall
Los fenómenos de los tubos de órgano.


H. James
Había demostrado algún talento para el piano.
Un don, un bello talento, un exquisito toque de pianista.
Tocando al piano un vals muy expresivo.
Se acercó al piano y empezó a pulsar las teclas con ímpetu. Estuvo tocando un rato, de manera rápida y brillante.


Edwards
Un organillo fantásticamente decorado con tallas pintadas de santos medievales y demonios.


Murger
Romanza sentimental, usada por los organilleros de París. 


Zola
Tocar al piano "El rey Dagoberto".
Piano de Erard, el instrumento databa de 1810, caja de madera de caoba.


Meredith
Exquisita pianista.


Butler
También eché de menos un piano de cola o algún instrumento similar.


Lee
Su clavecín privado, el que tenía tallada la historia de Orfeo y las vistas del monte Soratte en la tapa.
Una débil ráfaga de órgano.
Un sonido tenue de órganos.
Una larga frase del clavicordio, aguda y vibrante.
Un largo y estrecho clavicordio con largas patas.
Un agudo sonido trémulo de un órgano. El organista está ensayando su vox humana.
Las velas del piano estaban encendidas.
Clavecines con incrustaciones de marfil.
Los tubos del órgano se llenaban de sonido, los viejos clavecines dorados tintineaban con furia.
Espléndidos clavecines.
Las notas leves, agudas y cristalinas de un clavecín o una espineta.
Un pequeño clavecín con incrustaciones.
Un clavecín abierto, con el teclado cubierto de telarañas.
Un pequeño clavicordio italiano de elegante planta, con flores y paisajes pintados en la caja.
Me senté al piano y me puse a tocar fragmentos al azar.
Arañar el clavicordio.
Iniciaron uno de aquellos antiguos dúos familiares, al clavicordio y la viola da gamba.


Wilde
Ruidos confusos de Londres, como las notas graves de un órgano lejano.
Rubinstein, compositor y pianista ruso (1829-1894).
La mortalidad en el gremio de pianistas en Leadville, en las Montañas Rocosas, es asombrosa.
Sus manos de marfil erraban al azar sobre las teclas de marfil también, semejantes al rayo argentado que atraviesa los álamos cuando agitan distraídamente sus pálidas hojas.


Leroux
Vieron aparecer, en mitad de sus juegos decadentes (quien tocaba un shimy en el piano), una náyade morena perseguida por un fauno.


Alcott
Piano afinado y repasado.


Pavlov
Cuando se aprende a tocar el piano o el violín con partitura, el paso de la excitación de la célula óptica a la célula cinestésica es evidente.
Los hemisferios cerebrales intervienen en los detalles de nuestros movimientos, generando unos y reteniendo otros, como cuando tocamos el piano.
Punto de vista cartesiano: el cerebro es un piano, un instrumento pasivo, el alma es el artista que extrae los sonidos, las melodías.


Kropotkin
Un individuo no tiene más ambición que la de poseer un excelente piano, mientras que ese otro se contenta con una guitarra.
Las pequeñas disputas brotaban acerca de la cuestión de adquirir un piano o instrumentos de física.
Aquel que desde su juventud ha aprendido a tocar el piano, de manera de sentir que lo que hace es bello, no abandonará jamás el piano. Encontrará placer en un trabajo que no lo fatigará, mientras no esté desbordado.


Rimbaud
La señora dispuso un piano en los Alpes.
La mano de un músico anima el clavicordio de los prados.
El patíbulo muge, cual órgano de hierro.


Chejov
Un viejo piano de cola.
Pulsó las teclas del piano, que lanzó unas notas débiles, trémulas, gangosas, pero armoniosas; entonó su voz y comenzó a cantar una romanza haciendo muecas.
Tocar "Días pasados" al piano.
Largos dedos pálidos de pianista.
Tocar el piano y canturrear "¿qué me reserva el día por venir?"
Tocar al piano con sordina un vals.
Gemía a lo lejos un mal piano de cola.
Oír gemir un piano.
Tenía ganas de que el niño se distrajera y le  había permitido que golpeara el teclado del piano.
Trozos de pan sobre el piano. 
Un gran piano Bakher.
Se sentó al piano y cantó una romanza sentimental.
Unos ejercicios pesados y difíciles al piano.
Se sentó al piano y buscó un acorde.
La sala de espera estaba llenísima. Incluso encima del piano estaba sentado un paciente.
Venían señoritas vecinas que tocaban el piano y bailaban.
Sobre el piano de cola temblaban los reflejos verdes del claro de luna.
Un órgano mecánico de un restaurante.
Se sentó al piano y tocó unos bailables, un vals, una polka, una contradanza con cotillón.
Una nube cuya forma recuerda la de un gran piano.
Los acordes lejanos de un piano mueren con el aire quieto y preñado de aromas.


Stoker
Las mercancías descargadas lo más cerca posible de la casa (pianos, órganos y carretadas de muebles de cualquier laya).


Ribot
La invención del órgano la época alejandrina.


Proust
Toscas manos de escultores y pianistas componen con retoques delicados una labor de un pulido maravilloso.


Chopin
Tocar al piano un dúo de "Zampa". Ópera cómica de Ferdinand Hérold (1791-1832).
Tocar la obertura de "Poeta y aldeano", del compositor austriaco Franz von Suppé (1819-1895).
Interpretaba muy bien, manteniendo un excelente tempo de vals e imprimiendo a la melodía una elocuencia realmente inspirada. Seguía practicando el piano por los niños, estimaba que era una manera de alegrar la casa y hacerla atractiva.
A los primeros acordes que extrajo del piano, un intenso escalofrío recorrió la espina dorsal.
Interpretar al piano con distintos grados de gusto y pericia.
Un piano magnífico llenaba el apartamento.
Tocaba un suave interludio. Era una improvisación. Se sentó al piano en el taburete, demasiado bajo; la posición desgarbada de las curvas y ángulos de su cuerpo le daban un aspecto deforme. Gradual e imperceptiblemente, el interludio se fundió con los dulces acordes de obertura en tono menor del impromptu de Chopin.
Los estremecedores acordes de la canción de amor de Isolda. La sentimental y conmovedora añoranza del impromptu.
La música se transformaba en algo extraño y fantástico, turbulento, insistente, quejumbroso y suave como una súplica.
El obsequio de oír tocar el piano.
Tocar al piano una selección de Grieg. Daba la impresión de que había captado la frialdad del compositor, pero no su poesía.
Soñar tocar el piano.
La música penetraba todo su ser como un resplandor, calentando e iluminando los espacios oscuros.
Quitó el sombrero y lo dejó sobre el piano.
Se hallaba enfrascada, pretendiendo tocar el aire del piano.
(El despertar)

Por la tarde, solía oírse el piano; ejercicios y escalas con variaciones de óperas.
Las enormes dificultades que le suponía tocar el piano.
(Cuentos)


Barclay
Pianos Bechstein, Erard, Broadwood, Collard.


Forster
Mundo más sólido del piano.


Lagerlöf
Los sones del órgano.
Se aproximó al clavecín y le arrancó una nota.
El clavicordio, sobre cuya tapa blanca podían verse pintados un gaitero y una pastora.
Organista constructor. El órgano tiene voces maravillosas y poderosa voz de trombón.
Un pobre piano viejo, destemplado y estridente.


Moore
Sentándose al piano ejecutó un vals con gran agitación y gallardía.
Un espléndido piano de cola inclina su melodiosa boca.
Ejecutar las sonatas de Beethoven a la maravillosa luz de la chimenea.
Tocar al órgano un canto gregoriano, el maravilloso himno, el "Vexilla Regis" de san Fortunato.
El alquiler del piano.
Dentro de otro cuarto de siglo se verán chisteras y pianos en las casas de Yeddo (Tokio).
La anticuada retórica que recuerda un organillo jadeante tocando "Ah! che la morte".
Todo se deteriora; un piano viejo tintinea.
Los sones del armonio.
Un triste armonio.


Joyce
Piano vertical Cabdy.
Miss McCloud´s Reel, al piano.
Aporrea el marfil adorablemente.
Un infante entrenado para martillar un piano plano.


Luxemburg
El piano de los cafres se compone de unas tiras de hierro desiguales sujetas a un marco.


Fontane
Una dama de porte monumental, que tocaba el piano y cantaba.
Desde el cuarto de la música se oía una pieza de los estudios de Cramer, cuyo deficiente ritmo la señorita se esforzaba en ordenar.
Recuerde que también tenemos un piano de cola, y pruébelo usted pronto y a menudo si le conviene.
Kiosco central, kioscos de café y cerveza, donde había música con piano y flauta.
Se sentó al piano de cola y empezó a cantar, bromeando.
Y se dirigió al piano de cola y atacó con fuerza y con un atisbo de exageración optimista: <<¡Con mi capa te protegeré, te protegeré de la tempestad!>>
vibró el órgano y tembló como si tuviera que decidirse o tomar carrerilla, y por fin resonó pleno y potente bajo la gran bóveda.


Woolf
Un piano en la habitación del ático, que estaba ocupada por grandes plantas exóticas.
Tecleando con sus ensortijados dedos unos compases de <<Tristán>>.
Tocar el piano con mucha atención.
Sobre el atril del piano había papeles de música y estos formaban montones en el suelo.
Un bailable, la <<Barcarola>>, de Hoffman.
Ejecutó al piano algunos compases y fragmentos de Wagner y Beethoven a un compás más ligero. Su repertorio de danzas terminó pronto y la emprendió con Mozart. Aquello no era un baile; pero siguiendo la melodía, marcaba el ritmo con valentía, para simplificar los pasos.
En los oídos resonaba el murmullo de las piezas que había tocado al piano en la ultima velada.
Escribir novelas es similar a tocar el piano. Pretender explorar lo que se oculta bajo las apariencias. Combinar las imágenes. No, la música es diferente.
Una música dulzona, ejecutada en el armonium.
Tocar unas escalas en el piano.
Había ido ascendiendo por una lenta sonata de Beethoven, como quien sube por una escalera ruinosa, decididamente al comienzo, pero avanzando con dificultad y penosamente a cada nuevo peldaño, hasta llegar a un punto en el que era forzoso volver atrás.
(Fin de viaje)

Los finos y agudos sonidos de las voces del órgano.
Un organillo decorado con un paño rojo y dos jarrones con flores de papel.
El piano tocaba una idéntica sonata.
El piano está perfectamente afinado, pero tal vez tengamos que pedir a alguien que nos lo mueva de sitio.
Un organillo sonaba como un ruiseñor obsceno bajo las hojas mojadas.
Cruzaba la calle para permitir que el organillo trocara sus meditaciones por rapsodias.
(La habitación de Jacob)

Cantaba dulcemente acompañándose al clavicordio.
Sonó el órgano con un gemido, que subía y bajaba alternativamente.
El clamor del órgano.
Frágiles, rojizos, aflautados, espasmódicos y anticuados organillos de manubrio, que tocan los organilleros italianos, en las calles poco concurridas.
Las reflexiones se volvieron más misteriosamente tensas y vibrantes como si un afinador de piano hubiese encajado en su espalda el templador y tensado sus nervios al máximo.
(Orlando)

Los sones de un piano.
El piano estaba abierto.
Teclear acordes en el piano.
Un organillo lanzaba su alegre y aflautada giga.
(Los años)


Dreiser
En la sala de estar o habitación delantera se instaló un piano.
Una pesada lámpara de piano con una pantalla de un precioso estampado.


T. Mann
Tocó en el pequeño y oscuro piano el fragmento de la Marcha nupcial, del "Sueño de una noche de verano".
Ojos negros de organillero.
Tocar el violín, acompañando al piano, el "Largo" de Haendel y una sonata de Grieg, de una factura mundana.
Hacer correr los dedos por el techado del pequeño piano de nogal. Tocar con mucha expresión.
Hablaban bajo y el piano ahogaba sus voces.
El piano, en el ángulo, no dejaba oír más que algunos sonidos incoherentes.
Había obligado a tocar en el piano el "Coro de peregrinos de Tannhäuser", mientras él pasaba sobre los registros agudos del piano un cepillo, parodiando el violín.
Serie de arias, cantadas con acompañamiento de piano, por cantantes de ópera mundialmente famosos.
Se hacían adivinanzas, luego se buscaban objetos, que habían sido escondidos, ayudándose del piano, que era tocado más alto o más bajo, según se acercasen o alejasen del escondite.
(La montaña mágica)

Interpretaciones al piano ejecutadas con mucho gusto y arraigadas en la escuela burguesa.


Weber
Sólo en Occidente ha existido la música armónica racional (contrapunto, armonía), la composición musical sobre la base de los tres tritonos y la tercera armónica, nuestra cromática y nuestra enarmonía (que sólo a partir del Renacimiento han sido conocidas racionalmente como elementos de la armonización), nuestra orquesta con su cuarteto de cuerda como núcleo y la organización del conjunto de instrumentos de viento, el bajo fundamental, nuestro pentagrama, y como elementos de ejecución, nuestros instrumentos básicos: órgano, piano y violines.


Norris
Pianos que no cesaban de sonar.
El rugido de la ciudad como el bordón de un inmenso órgano.
El bordón profundo de un órgano cuando el aire empieza a vibrar a través de los tubos.
El diapasón grave de un enorme órgano.


Kipling
Un organillero calvinista.


Chambers
Un viejo clavecín de dulces tonos.
Un rayo de luna cubría de plata una esquina del viejo clavecín y la madera pulida semejaba exhalar las notas, como si fuera un perfume flotando sobre una caja de madera de sándalo.
La pieza inicial de órgano.
La música de órgano era una ejecución experimentada y científica, pero denotaba una vívida, aunque fría, inteligencia. Poseía el gusto francés; este reinaba supremo, comedido, digno y reservado.
Me senté y permanecí inmóvil, conteniendo la respiración; como alguien que escucha el primer rumor profundo de un órgano.


Gissing
No tocaba mal el piano, aunque un verosímil despiste producía sus efectos a la música.
Toca perfectamente el piano con una agradable voz de contralto.


Rolland
Se oye una catarata de sonidos; es el órgano que toca. Brilla, revolotea sin que sea posible distinguir nada.
Zumbar los cañones de un órgano.
Tocar muy agradablemente el piano.
En un rincón había un pequeño piano y en otro un violonchelo.
Un piano viejo le daba la impresión de una caja mágica llena de historias maravillosas como los cuentos.
Para probar las notas del piano hizo salir una lluvia de arpegios semejantes a la que cae con un tibio soplo de viento después de un aguacero de las mojadas ramas de un bosque.
Cerró el piano desdeñosamente diciendo que no valía nada.
Tocaba suavemente una tecla cual si hubiera puesto un dedo sobre el verde caparazón de algún insecto; quería hacer salir la bestia allí encerrada.
Los sonidos del piano se diría que son ánimos que obedecen y que se hallan cautivos dentro de aquella vieja caja, es una cosa inexplicable.
Lo mejor de todo es cuando se ponen dos dedos sobre las teclas a la vez. Nunca se sabe a punto fijo lo que va a pasar. Algunas ocasiones los dos ánimos son enemigos, se irritan, se pelean, se odian y zumban como si estuvieran de mal humor; inflan la voz y gritan ya coléricos, ya doloridos. Se diría que son monstruos encadenados que muerden sus cadenas y que golpean furiosamente las paredes de su prisión; semeja que van a romperlas y salir furiosamente como los genios aprisionados.
Tomó su primera lección con el mayor cuidado. Supo, de pronto, que aquellos ánimos que zumbaban tenían nombres singulares a estilo chino de una sílaba y hasta de una letra. Se alegró de saber las referencias y su jerarquía, de aquellas gamas que semejan soberanos que mandan un ejército de soldados o una tropa de africanos puestos en fila. Vio con asombro que cada soldado o cada africano podía transformarse a su vez como soberano o cabeza de columna y hasta podían desarrollarse batallones enteros desde un extremo a otro del teclado. Se divertía de tener el hilo que les hacía marchar. Pero todo aquello se había hecho más pueril que lo que veía al comienzo; había desaparecido su bosque encantado. Sin embargo, se aplicaba porque era un ejercicio agradable y estaba sorprendido de la paciencia de su padre.
Se refugiaba tras un rincón del piano donde nadie podía molestarle, pues para entrar allí había que hacerlo a cuatro patas.
Recorrer el teclado con la mayor velocidad escamoteando el pulgar o dar agilidad al cuarto dedo que quedaba torpemente pegado.
Los ejercicios secos, monótonos, insípidos.
Remover todo el día pedazos de marfil y aburrirse soberanamente con el solo propósito de exhibir un animal sabio.
Las mañanas tres horas y otras tres las tardes pasaba ante el instrumento de tortura. Crispado con la atención y el fastidio, sus manecitas rojas movían sin cesar las teclas blancas y negras.
El piano, el instrumento aborrecido.
Ponerse al piano y tocar ejercicios cuatro horas. Lo primero era aprender a tocar perfectamente, por cuanto a la composición tiempo había de ocuparse cuando no tuviera una cosa mejor.
Si se sentó al piano sin rezongar fue más que nada para obedecer, para poder soñar a sus anchas según acostumbraba.
El piano aparecía como un refugio y un islote marino.

Ganar algunas pequeñas sumas dando lecciones y afinando pianos.
El viejo piano tenía la voz cascada. Con sus teclas amarillentas y gastadas con el roce de los dedos había hallado el reino de los sonidos y sus reglas; era un objeto sagrado.
El hermoso piano nuevo.
El zaquizamí de pesada atmósfera.
Disfrutaba un goce mudo con el ir y venir maquinal de sus dedos y el incierto vagar de los sueños.
Lecciones de piano, vigilar las gamas y los ejercicios.
Encima del piano se mecían al extremo de un hilo algunos monillos de felpa y varios recuerdos de cotillón.
Muda, grave y digna iba a sentarse al piano.
Cuando se figuraba que debía poner un poco de alma a un pasaje lleno de expresión se mostraba sentimental.
Golpeando furiosamente el teclado.
Se sentó al piano con modestia y fue durante la lección un ángel de docilidad.

La capilla tocaba música de Bach y de Mendelssohn.


Murger
Romanza sentimental usada por los organilleros de París. Noëls borgoñones de La Monnoye.


Stanislavski
Desordenados, las notas amontonadas sobre el piano.


Forster
Vida cotidiana caótica, mundo más sólido del piano.


Wassermann
La caracola semeja contener, en verdad, el océano, cuando se aplica el oído a su interior; pero no hace más que simular su eterna melodía de órgano y resuena precisamente porque está vacía.
Furioso traqueteo metálico de la pianola.


Walser
El piano y el martilleo ligado a él.
(Jakob von Gunten)

La ternura con que le enseñaron a tocar el piano.
El órgano mugía desde el solemne interior hacia el mundo exterior.
(El bandido)


Kafka
Buena actividad de un piano mecánico.


Mansfield
Una enorme piel de tigre bajo el piano, alzando sólo la cabeza con adormilada fiereza.
Batallando con el piano.
El órgano de vapor tocando "La madreselva y la abeja" a paso de carga.
Interminable matraqueo, hace saltar las cuerdas del piano.
En la calle, un organillo dejaba oír unas notas alegres, que parecían fluir a borbotones, como los ritmos de la garganta de un pájaro.


Benjamin
Energías que se manifiestan en los pianos de cola de los salones.


Adorno
Wurlitzer. Firma americana de instrumentos.


Rohmer
Escalonados cañones de un órgano, creando la impresión de algo visto a través de una lupa muy potente.


Frost
Empotrada como órgano de iglesia.


Richardson
Tocar al piano de cola los dúos "Mikado" y "Holy Family".
Las "Noches sin dormir" del pianista Heller.
Madame Schumann sentada al piano con sus cortinas de cabello y su sonrisa soñadora.
Los pasajes cromáticos, los suaves tonos del piano.
Los viejos pianos oscuros.


Barbusse
Dentadura, teclas de piano.
(El fuego)


Zamiátin
Un instrumento remoto, un cajón al que llamaban piano de cola.
Tomó asiento y comenzó a tocar algo salvaje, espasmódico y abigarrado, como todo lo que existía en aquellos tiempos, sin la menor sombra de racionalismo de lo mecánico.
Como todos, sólo percibí el ridículo y bullicioso traqueteo de las cuerdas.
(Nosotros)


U. Sinclair
Había comenzado a juguetear con las teclas, en cuanto fue lo suficientemente mayor para subir solo a un taburete.
Pretender reproducir las melodías al piano.
Practicar al piano.
Saludable instrucción de la técnica pianística, al más puro estilo alemán. Los brazos y las muñecas extendidos, los nudillos quietos, las segundas falanges hacia arriba, los dedos han de moverse ágilmente de arriba abajo.
El método Breithaupt, el movimiento rotatorio del antebrazo, la importancia de la relajación, evitar el cansancio.
Leschetizsky concedía igual importancia a todos los dedos; las muñecas bajas, los nudillos arqueados, los dedos relajados y los dos codos en equilibrio, hasta para ejecutar el más corriente de los legatos.
Se reunieron en torno al piano y cantaron baladas sentimentales con melodiosas y tiernas voces.
Técnica con el piano confusa.
Dedicarse con renovadas energías a la práctica del piano.
Conseguía arrastrar al éxtasis con sólo acariciar las teclas del humilde instrumento, creando oleadas de belleza y construyendo imponentes estructuras de maravillosos sonidos.
Tocar al piano fragmentos de la "España", de Chabrier.
En su sala de estar descansaba el piano, perfectamente afinado tiempo atrás.
(El fin del mundo)


S. Lewis
Al lado de la pared había un piano (con otra lámpara de piano).
Tira de gruesa tela bordada en oro sobre una flamante pianola nueva.
Los violentos pianos automáticos.
Tocar el piano como un ángel.
Teclear en el piano.
(Babbitt)

El clavecín, la spinetta di serenatta y la música de Palestrina.
Un edificio, que en su día se usaba para enseñar baile y delicados aires de piano.
(Eso no puede pasar aquí)


Faulkner
Mostró sus dientes blancos como un piano abierto de repente.
El piano no se había abierto en varios años y si se abriera, sonaría mal.

El día era cálido, brillante y soleado, con una atmósfera pletórica de efluvios, que hacían imaginar el sonar de órganos.
(Pylon)


Dos Passos
Encorvado sobre las teclas del piano, pretendía sacar la "Parada del mosquito".
Había atacado "La barcarola".
Bajo el brazo del gas, había un piano lleno de fotografías.
Poner el dinero en el borde del piano.
El metrónomo siguió su tictac.
Permitió caer los dedos en un acorde lánguido.
Tener un piano y vivir tranquilos.
Un piano eléctrico empezó a tocar un vals.
El piano tocó "Innocent Eyes".
El piano tocaba "Yes We Have No Bananas".
"Beautiful Girl of my Dreams", en el piano alegremente.
Su cabeza seguía vibrando como una pianola.


J. Huxley
Cuando escuchamos el órgano se producen notas de la línea fronteriza del sonido y del tacto. Las vibraciones que las constituyen son perceptibles y laten a lo largo de nosotros y cuanto más separables son las vibraciones especiales más son sentidas como sacudidas mecánicas, menos como sonido. Sin embargo, sabemos que todos los sonidos dependen realmente de movimientos vibratorios y que sólo es alguna particularidad de la máquina registradora del oído o del cerebro lo que nos hace aptos para oír una nota prolongada.


A. Huxley
Tocar el piano queda y vigorosamente.
El rag-time brotaba de la pianola a borbotones melosos y con cálidos perfumes, con chorros de luces de bengala.
Permitió caer sus manos con un golpe estrepitoso el acorde final de su rapsodia. Con aquella armonía triunfante se insinuaba como si la séptima hubiese sido tocada al tiempo que la octava con el pulgar de la mano izquierda; pero el efecto general de espléndido ruido emergió bastante claro. Los pequeños detalles cuentan muy poco cuando es bueno el efecto general. Y además aquel asomo de séptima era decididamente moderno. Giró sobre su asiento y sacudió los cabellos que le caían sobre los ojos.
Improvisar con brillantez sorprendente, con gran rapidez y sonoridad al piano.
El órgano de vapor despedía una música prodigiosa.
No esperes que lleve tu piano de cola con mi aeroplano de dos plazas.
Había una pila de música sobre el piano.
Abrió el piano y tocó unos acordes; desafinando como de costumbre.
El piano de la sala de estudio.


Heard
Pidió a la mujer que tocara el piano. Volvió las hojas del libro de música mientras ejecutaba; además se ofreció a cantar una balada.


Lee Masters
Poner cuerdas, afinar y desenredar pianos.


Toynbee
Un mero acompañamiento subsidiario, una especie de bajo de Alberti. Un término musical para los acompañamientos diddle-diddle comunes de la música de teclado del siglo XVIII.


Shaw
Profesor de música, Johann Bernhard Logier, famoso en Dublín como inventor del quiroplasto, un ejercitador mecánico, para la digitación del piano.
Sonar con solemnidad y estruendo los órganos.


Lytton Strachey
El arpegio de una espineta había sido siempre más para su ánimo que una plegaria.


Bennett
El órgano hacía llegar las notas de una melodía de Purcell.
El órgano recobró la voz, para entonar la suprema expresión del duelo humano. La marcha fúnebre de Chopin.


Schumpeter
El pianista Rubinstein.


Giraudoux
El mugiente piano.
Vacíos, chirridos, en la voz de un órgano deteriorado.


T. Burke
Pianista Paderewski.


W. J. Locke
Poseía un piano en el que tocaba con el suave entusiasmo de un aficionado sin aptitudes.
Tocaba al piano música moderna, Stravinsky.
Cambió la pieza por otra de música frívola.
Sentía especial cariño por la música clásica. Empezó el "Canto de Primavera", de Mendelssohn.
Y aquella noche tocó las viejas canciones de mediados del siglo pasado, además de "Preludio", de Bach; "Novena Misa", de Mozart; "Noches Blancas", de Stephen Heller, hasta que, cansada, dejó el piano.
Tocar aires alegres en el piano.
Cantar al piano la vieja canción de cuna danesa "Sov mit Barn jeg sidder ved din Vugge", "Duerme mi niño, yo estoy sentado en su cuna".


Brod
El tono simple de los énfasis del órgano.


Leroux
Vieron aparecer en torno de sus juegos civilizados (quien tocaba un shimy en el piano) a una náyade morena, perseguida por un fauno.


Korsch
Un objeto es utilizado con vistas a la producción, en cuanto su uso conlleva un rendimiento productivo. Tal rendimiento puede consistir en la realización de actividades destinadas a satisfacer un determinado menester actual, como la atención de un virtuoso concertista. El objeto utilizado es el piano de cola.


Gilson
Organista ciego, Francesco degli Organi (F. Landini).


Gorki
El horrible tecleo de un piano desafinado.
Al pianista el piano se le antojaba un cráneo monstruoso que hipaba y reía.
Ilustre pianista.
Un pianista notable.


Heidenstam
Un piano europeo de tipo corriente.
Encontrar el arpa clásica con la trivial envoltura de un piano moderno.


Scott Fitzgerald
Fantasmal piano.
Una danza oriental de una pianola, una alegre versión de <<Vuelvo a Tennessee>> al organillo.


Steinbeck
Unas matas del alto de un piano.
Se puede hacer vibrar una armónica sonora y redonda como la música de un órgano.
Un tono dulce y bajo de órgano rico, vibrante, que llenaba.


Lawrence
Dio los elementos de una educación distinguida. Teoría y práctica del piano, pintura de flores a la acuarela, traducción de un poema de Lamartine.
Gran piano cubierto de música, en desorden.


Wells
Piano Clementi. Piano corto, dulce, triste, viejo, espineta.
Un piano tocado por una pianista de ocasión.


Hasek
Los sonidos del armonio, que sustituía al órgano, tristes cantos litúrgicos, sus notas formaban una gama dórica muy original.
Borracho, había roto el piano.
Empeñar el piano.
Si todo iba bien, desempeñaría el piano.
Un campesino polaco llevó a casa incluso el viejo piano, cuya tapa usó para arreglar la puerta de una pocilga.


Savinio
Los sollozos de la voz y los acordes quebrantados del piano caían como mariposas moribundas entre los pufs del salón.


Wolfe
Tocaba el piano sin sentir apasionadamente la música; pero tocaba ajustadamente las partituras y tenía una pulsación bella y brillante. Y practicaba durante horas seguidas.
Las finas manos pulsaban suavemente las teclas del órgano.
La música del órgano se hizo más intensa.
La música del órgano estalló en un himno triunfal.
Cantar, aporreando el barato piano con sus fuertes, pero preciosos dedos y cantando con voz enérgica, vibrante y un poso dura, de soprano, un repertorio de canciones clásicas, sentimentales y cómicas.
Una vigorosa solterona aporreaba las teclas de un piano, que temblaba como una hoja.
El sonoro órgano distante.
Tocar al piano y cantar "Guillermo Tell", "Mi corazón está con tu suave voz", "La canción sin palabras", "Celeste Aida", "El acorde perdido".
Tocar el piano correctamente, académicamente, con un toque vibrante, pero sin imaginación.
Sentado en el taburete del piano, viendo furiosamente el teclado, murmurando una tonadilla y acompañándola con un dedo.
Canturrear despreocupadamente a los lentos acordes del piano.
La muchedumbre, al empezar el pianista a martillear una tonada en el maltrecho piano, consintió arrastrarse por los compases de un vals.
Tocó tonadas en un maltrecho piano de la sección de música de unos almacenes baratos.
El órgano tronaba con rimbombante unción.
Una enorme música de órgano sonaba en su corazón.
(El ángel que nos mira)


Sassoon
El tintineo y el latido de un piano... tum-ti-tum...


Dinesen
Sentado al clavicordio, acompañando en el aria de "Alcestes".


Musil
Tocar al piano el <<Himno a la alegría>> de Beethoven. Según la descripción de Nietzsche, los millones caían estremeciéndose sobre el polvo, las barreras enemigas se derrumbaban, el evangelio de la armonía reconciliaba y unía a los separados. Las cabezas picoteaban el ritmo, las manos alborotadas golpeaban la mesa sonora aumentando su intensidad. Era algo inconmensurable, una erupción propagada por todo el cuerpo, inflamada por ardientes sentimientos y próxima a estallar; de los dedos en erección, de las convulsiones nerviosas de la frente, de las convulsiones del cuerpo irradiaba un sentimiento, siempre nuevo, en el enorme estremecimiento singular.
El piano con su boca abierta y enseñando los dientes rechinantes, ídolo canino de morro chato y patas largas.
El instrumento del piano tendía un arco; de su cuerpo incandescente salían, chocando en las paredes, columnas de fuego, dulzura y valentía que, reducidas a cenizas, sonidos pulverizados, se desvanecían después de unos pocos centenares de pasos. El piano hacía vibrar la casa y era uno de esos megáfonos a través de los cuales grita el alma en pleno universo.
Tocar a Wagner, un vicio de la adolescencia.
El bullir del piano.
El piano permanecía abierto como una cama deshecha.
El piano amartillaba cabezas aureoladas de notas en una pared de aire.
La pericia de un pianista.
Con la música de piano sólo el grado de intensidad puede definir su verdadero carácter.
No tenía sentido hacer ejercicios de piano no habiendo nacido para la música.
Una pianista de gran fama, venida a menos al perder el contacto con su tiempo.
El enfermizo tecleo al piano, como si sonase en cuerpo y alma.
Era una <<sensación pianística>>, que surgía tumultuosa, sin plena persuasión.
Tocar el piano consiste en una excitación desacostumbrada, unida a un temblor de las muñecas y de los tobillos.
Tocar el piano los más difíciles cálculos sobre dividendos y descuentos.
El obstinado esfuerzo por aprender una pieza de piano.
Un piano, durante la centésima de segundo que separa el momento que los diez dedos se apresan a lanzarse sobre las teclas, para una entrada llena de empuje y el momento del gran grito.
Tocar el piano ante la ventana abierta, enviar signos.
En la residencia había un pequeño piano, el cual se prestaba para redondear la formación y educación del hijo, razón por la que este ya le había arrancado algunas cuerdas.


Christie
Piano Erard.


Cesbron
Tocar la armónica, por el gusto de oír cómo el eco devolvía sonoridades de órgano.
(Los inocentes de París)


Yourcenar
Una pintura representaba un músico tocando el clavecín; paraba de tocar para escuchar su vida.
El teclado contiene los sonidos. El silencio que sucede a los acordes no tiene nada que ver con un silencio corriente; es un silencio atento, vivo. Una pintura, una escultura, incluso un poema, nos presentan ideas precisas que, de ordinario, no nos llevan más lejos. Pero la música nos habla de posibilidades sin límite.
Ceder a la atracción del piano.
Abandonando mi alma sobre la cumbre de los arpegios, como un cuerpo sobre el reflujo de la ola, esperaba que la música me permitiera pronto la caída en el abismo o en el olvido.
Duermen los sonidos dentro del teclado.


Mumford
El vapor aparece como un agente de actividad en el siglo X, cuando lo empleó Silvestre II, para hacer actuar un órgano.


Cain
Jugadas como las que podría haber hecho Tom el ciego, el pianista privado de visión.
Piano Steinway.


Chandler
Tiene un mentón del tamaño de un piano.
Se oían notas de un piano, que se encontraba en una esquina y una voz cantando "My little Buckeroo", en un tono confidencial.
Un hombre rió estrepitosamente y el pianista expresó su desagrado recorriendo el teclado con el pulgar.
El pianista tocó algunas notas y luego comenzó a improvisar sobre "We Can Still Dream, Can´t We?


Remarque
El piano asombrosamente volvía a sonar.
Un piano vertical, pardo. Las notas sonaban altas y claras. Era el coro de los presos de "Fidelio".
Un eximio pianista.
Un órgano bramaba.


Fromm
Un aprendiz del arte de tocar el piano comienza por practicar escalas.


Frisch
Un clavicordio o espineta.


Fischer
Stravisnki. Con sus composiciones para piano el punto de partida de Beethoven es el piano; con sus sinfonías, oberturas y música de cámara la partitura instrumental.


Du Maurier
Organillo. "Las rosas de Picardía".


Baum
Habían impuesto la más severa economía y le negaron el piano que había deseado.


Camus
Estallar un tronar de órganos.
Los órganos tocaron largamente una especie de marcha.


Williams
Aunque de oído, tocaba el piano con mucho arte y muy sonoramente. Se sentaba ante nuestro piano vertical y atacaba algún éxito del momento.
Como movida por un reflejo, cruzaba hacia el piano e interpretaba un reposado estudio de Chopin, para suavizar como mejor pudiera la aspereza de la situación.


J. Bowles
Un día muy soleado, después del almuerzo, tuvo que meterse dentro de casa para su lección de piano.


Cary
Un piano Bechstein.


Vian
Dotado de talento para el piano atormentado.
Un Pleyel de cola y media.
La tapa, las patas y la marquetería del piano.


Greene
La música del órgano eléctrico gemía y tronaba.


Planchard
El sonido del piano no es bastante puro.


Drake
Test de los Seis Cálculos del Talento Musical de Seashore. Hasta que se haya demostrado que la discriminación de la intensidad hace ejecutar a un pianista con mayor apreciación de los matices dinámicos que otro inferior según este test, o que el discernimiento del ritmo es diferente entre aquellos que son inferiores o superiores con esta cualidad, o que el discernimiento del tiempo pronostica diferencias de la disposición de llevar exactamente el compás de una manera significativa para la ejecución musical, no estaremos dispuestos a decir qué cantidad son válidos estos cálculos para probar el talento musical.
La rapidez muscular, la exactitud y la coordinación son precisas a los pianistas.


I. Shaw
Un órgano se puso a tocar un trozo sin línea melódica precisa.
La radio seguía difundiendo su melosa música de órgano.
Ponerse a tocar el piano a medianoche.
El concierto para piano de Tchaikovsky, música rara y triste.
A mitad de un motivo, dejó de tocar. Siguió al piano, con sus largas manos sobre el teclado y los ojos fijos en la vieja madera barnizada.
Tocó un largo pasaje con la mano izquierda.
Un concierto para piano, de Brahms. Música amplia, discutible y melancólica.
Un brutal decrescendo de Respighi.
En la trastienda comenzaron a vibrar, solas, las notas del piano.
Sus largos cabellos canosos le daban el aspecto de algún viejo astrónomo o pianista de esos que, abstraídos en las fugas y en las estrellas, no tienen tiempo de ir al peluquero.
El adagio después del vivace.


Highsmith
Piano Steinway de media cola.
Scarlatti, clavicémbalo.
Obtener un legato con el clavicémbalo, tensión correcta, grado de relajación precisa.
Teclado beige y negro del clavicémbalo.


Leduc
El piano automático no sonaba, sino los domingos al atardecer. Música canallesca. El pararse del piano me sorprendía. Una embolia. Después, oía soltarse un resorte y la máquina empezaba de nuevo arrebatándome el corazón.
Un trémolo en el piano.
Como un glisando sobre el teclado del piano, un estremecimiento de miedo corrió por mi espalda.
Regocijaban el teclado. Podíamos oír canciones a la moda.
El piano de estudio pequeño. Me acerqué al piano de puntillas. La tapa levantada hirió el silencio. Sabía de memoria un estudio de arpegios. Lo toqué en muchas ocasiones y cada vez más ligero. Esos arpegios acelerados me embriagaban. Mis dedos eran mis esclavos.
El piano no terminaba de resonar. Aquel ejercicio me había fortificado.
Lo que tocaban me clavaba frente la casa. La mano izquierda trabajaba los bajos. La derecha corría a la victoria. Virtuosismo semejante en una composición heroica daba a quien la oía confianza propia. Yo habría caminado sobre las olas. Me sentía mezclada en esa ejecución, pasaba a ser yo su ejecutante. No tocaba y, sin embargo, fatigaba magníficamente el piano.
Se sentó en el taburete, comenzó de nuevo el estudio. Esa gravedad, aliada a la frescura física, o la juventud, la hacía patética.
El vaivén de las escalas.
Ese vaivén de escalas me refrescaba.
El piano de la sala de solfeo estaba afinado, las teclas se conducían bien. Me entregué nuevamente a las escalas, a los arpegios. Mi muñeca izquierda estaba anquilosada. Arrastraba las manos, seguía, pero no me hacía ilusiones.
El piano, un escenario sobre un escenario.
Al comienzo del concierto, paseaba de tiempo en tiempo sus manos por una avenida lisa. Cuando no tocaba, reflexionaba sobre los millares de notas que llevaba dentro y que nos daría. Usaba su pañuelo sólo cuando hacía falta. Era una simplicidad nacida de su virtuosismo, de su poder profesional. Convencía a los músicos y a su director, a quien arrastraba.
Nos dio mucho y, sin embargo, lo que estaba escrito. No otra cosa. En ocasiones cerraba los ojos; o jadeaba. Era un duro combate, que volvía a empezar a cada nueva interpretación. Su rostro se trastornaba. Perdía el aliento, lo volvía a atrapar. Sufría la inspiración del inspirado. A su lado, alcanzaba uno lo sobrenatural. Yo habría caminado sobre las olas, porque todo semeja posible cuando un ser nos saca de nosotros.
La orquesta no la acompañaba ya. Se arrebató. Vivir era, ante todo, tocar. Sus rasgos se endurecieron. Qué misterio, una adolescente, que nos explica sobre un teclado la intrepidez, la pasión, la rebelión, el amor, la humildad. Tenía una perfecta puntuación musical, hacía respirar las frases. Tocaba un concierto y no le agregaba bordados. La sobriedad de su juego centuplicaba nuestra emoción.
Un Pleyel de caoba, lo más caro y grande en pianos verticales.
Pianistas. Cortot, Brailovski, Tagliaferro.
Con la uña del pulgar hacer un glissando sobre las teclas del piano.
El pianista mariposeaba sobre el teclado.
El pianista improvisaba, terminaba con penachos de dulzura en las notas agudas; tocaba fragmentos de canciones, "Tea for you", "Cheek to cheek", "The man I love".
El pianista me mareaba con el balanceo de su busto. El teclado, con su jazz azucarado, hechizaba a las parejas adúlteras.
Los órganos estallan.


Waugh
Un harmonio dulcemente afinado.
Diploma de experta pianista.
Un armonio de caja gótica.
Cantar <<Al hogar... le trajeron su guerrero muerto>>, acompañándose al armonio.


Silliphant
Almibarada música de órgano.


Irish
Dar la propina al pianista.
Un piano vertical.
Desgranar notas del piano una y otra vez.
Extrañamente chata, de forma de arpa la llave de un piano.
Una sucesión de notas tocadas al azar como lo haría una persona que ha recibido una satisfacción y que está contenta consigo.
La musculosa y firme pata de un piano.


Kerouac
Tocar suaves escarceos al piano.


Amis
Un aburrido rondó para piano.


Ludlum
El bolso sobre el piano.


Spillane
Una espineta cubierta de partituras de música folklórica y éxitos de Broadway.

Sus dedos arrancaban notas angustiadas de las teclas.
Le oí colocar el asiento, levantar la tapa del piano y, al cabo de un momento, una pieza clásica llenó la casa. Un instante era alegre y al siguiente seria. Buena música para reflexionar. La música se había transformado y tenía cadencia de canción. 
Creaba una sinfonía al piano, una obertura desafiante para la muerte. La melodía terminó en un laberinto estrepitoso de acordes menores.


Dylan Thomas
Forma muda y negra del piano cerrado.


O´Flaherty
Asfixiar a un semejante con mis propias manos, un ser humano como yo, a quien le encanta tocar el piano.


Burgess
Pianos y candelabros en escaparates.
Cantó su canción, que el pianista acompañó de memoria torpemente.
Un acordeón-piano.


Duras
Las escalas del piano, además del carácter, ejercitan también los dedos.
Lento pasacalles fúnebre. Autor, un viejo organista de los países alemanes.
Un piano cerrado.


Yevtushenko
¡Pero nada de hogueras encima del piano de cola!
Piano alemán, "botín de guerra".
El sonido de un piano que alguien hubiese retenido apretando solícitamente el pedal, moviendo el aire durante unos segundos.
Una escultura colocada de pie sobre un negro piano de cola.


Daninos
Leyes de Wesley. No debía pronunciarse piernas; patas de los pianos envueltas con muselina.


Jagot
Audición de una serie de octavas tocadas al piano.


Mialaret
Comportamientos topográficos (réplicas a un estímulo). Leer <<piano>> y tocar lentamente; leer <<allegro>> y tocar deprisa.


Robbe-Grillet
Redondo taburete de piano, sin brazos ni respaldo.
Toca al piano una melodía moderna, llena de pausas, que subraya con risitas nerviosas, repentinas, breves, poniendo de manifiesto las notas falsas de las que sólo personalmente puede darse cuenta.


Plath
El ojo del pianista ciego conmigo a la mesa en el barco.
He cosido vida dentro de mí como un órgano raro.


Nooteboom
Sonaba el piano, una música demasiado aguda, rígida y sin brillo. Música creada para fluir, pero que andaba a golpes y a sacudidas; música que no debería tocar quien la estaba tocando.
Sobre el piano vio algo de Schubert; un impromptu.
Con maniática precisión se tocaba la primera tecla del piano.
Tintinear un delicioso carillón.
El escaparate de la casa Bender, tras el que aguardaban inmutables a los futuros genios los pianos de cola y los clavicémbalos.
A sus cuarenta y cinco ya no podía ser pianista.


Bernhard
En el salón estaba el llamado corazón de la casa, un piano de cola Steinway.
Practicar el arte pianístico.
Al piano no tocaban más que piezas tristes y me hundían bajo la más profunda melancolía. Brahms, Beethoven, Mozart.

Lo primero fue adquirir un piano, no por amor al arte, sino para calmar sus nervios excesivamente fatigados por una actividad intelectual de decenios. Con el arte que odiaba no tenía lo más mínimo que ver su tocar el piano; improvisaba y tocaba como un aficionado todos los días su instrumento con las ventanas abiertas y el metrónomo.
Las piezas clásicas para piano más variadas.
Lo característico del aficionado es dedicarse a lo más difícil, a las sonatas y los conciertos más complicados.
Utilizar el piano para calmar los nervios.
No había vendido el piano por buenas razones, porque podría ser que empezase un día otra vez a tocar el instrumento.
Recurrir a tocar el piano.
Vender el piano, transformar el piano como dinero.

Cuadernos de música, partituras para piano.
Dominar el arte de tocar el piano.


Enzensberger
Piano de cola de madera de rosal.
Mis reflexiones zumbaban como el órgano gigante del Palacio de Cristal.


Arpino
Brotaron de un piano repentinamente salpicaduras de música.
El rincón del piano.


Tomalin
Lograron meter un piano en la casa a pesar del poco espacio.
Comprar un piano de buenos proveedores.


McCullers
Alguien en el vecindario afinaba un piano. Alzaba los ojos en cuanto la nota iba subiendo, como si la estuviera viendo moverse de un extremo a otro de la cocina. En el momento que la nota se hizo más aguda, sus ojos llegaron a una esquina del techo; luego, cuando una larga escala comenzó a descender, sus ojos se trasladaron hacia la esquina opuesta en el suelo. La nota más baja de la escala fue tocada en seis ocasiones y quedó fija en sus viejas zapatillas y una botella vacía de cerveza en un rincón de la habitación.


Raucher
Sus manos recorriendo el teclado de pianos invisibles.


Domalain
Kéluri, órgano de miniatura compuesto de tubos de bambú y de un curiosos sistema de aire, de los kayans de Borneo.


Vidal
Gran piano de palo de rosa. Flotaba con el aire la fragancia de las rosas.


Vonnegut
Las patas de un gran piano eduardiano.
Un pequeño órgano negro a prueba de agua, que tenía treinta y nueve teclas y dos registros; vox humana y vox celeste.
Los dientes como teclas de piano.


Grenville
Las cuerdas de un piano están sujetas a distintas tensiones.


Sanders
Notas de un rollo de pianola, agujeritos perforados de delgado papel.


Fox Keller
Pianista de reconocido talento.


Hornsby
Cuando Juana mueve sus dedos sobre un teclado y de aquí tienen consecuencia sonidos emitidos por un piano, el movimiento de los dedos de Juana, es que Juana está tocando el piano. Juana está haciendo dos cosas -mover sus dedos y tocar el piano-, aunque hay encerrada una sola acción. El hecho de que Juana despierte a sus vecinos podría ser una acción, incluso aunque no los despertara intencionadamente; sería intencionada si lo fuera también su acción de tocar el piano y Juana tocó el piano intencionadamente. El fenómeno y los eventos.


Le Clézio
Un piano de estudio Chapell de ébano.


Lapierre
Un piano de cola bastante lustroso y, por una vez en la vida, sin un chal encima.
Había un Steinway de concierto en un ángulo.


Dyer
El estaño era consumido para artículos especializados como los tubos de los órganos.


Briley
Era una excepcional pianista.
Aporrear el piano.
Hacía escalas para alejar su angustia con la rutina del ejercicio.


Rule
El proceso de domar los rushbearings de Lancashire y las festividades de Pentecostés en Oxfordshire, hacer desaparecer la costumbre musical popular de los coros plebeyos y sustituirlos con los Hymns Ancient and Modern y el órgano.


Handke
Los pianos le producían, nada más verlos, una sensación extraña.


Davis
Las notas graves de un órgano de agua al ponerse en marcha.


Themerson
Las estruendosas notas graves del órgano.


Rutherfurd
Un gran órgano Willis.


Mee-Spawforth
Órgano de agua o hydraulis, del siglo I a. n. e., sus tubos de bronce se tocaban por aire presurizado, bombeado a través del agua a la caja que se encuentra debajo. El instrumento, inventado por un ingeniero alejandrino, Ktesibios, siglo III, en la época romana acompañaba a los gladiadores.


McEwan
Poder un pianista abarcar diez notas habría sido util.
Persistir una nota de piano sostenida.


Ford
Tocar bugui-bugui al piano.
Un piano espineta Kimball.
El piano lleno de raspaduras.


Franceschini
El órgano de agua comenzó a emitir su melodía sincopada.


McGrath
El tintineo desganado de un piano.




Pianoforte Chickering.


Obtener un legato con el clavicémbalo, la tensión correcta, el grado de relajación necesaria.


El teclado beige y negro del clavicémbalo.


Un piano de Erard.


Gran piano de palo de rosa.


Un viejo piano Royal.


Organillos y aristones.


Ralph Kirkpatrick, clavecinista y musicólogo norteamericano de origen irlandés.


Wanda Landowska, famosa clavecinista polaca.


Un piano de media cola.


El sensacional invento del disco microsurco, en 1948, puso a disposición del publico unas audiciones musicales domésticas de calidad y cantidad insospechada. Aparecen discos dedicados a las sonatas de Scarlatti interpretadas con el instrumento moderno del piano, como los de Dinu Lipatti (1950) y Vladimir Horowitz (después de 1960).


Un órgano Hammond es un instrumento musical basado en los principios del electromagnetismo y de la amplificación a través de altavoces individuales, creado por el inventor estadounidense Laurens Hammond (1895-1973).


El mellotron fue inventado en Estados Unidos en la década de 1950 por Harry Chamberlain. Se trataba de un teclado capaz de reproducir en tres canales cintas pregrabadas accionadas con ambas manos.














Para alumbrar y calentar las habitaciones, en tiempos de Homero se utilizaban cestas o cuencos de fuego (lamptêres), colocados en puntos altos, alimentados con astillas (dâdes).


La investigación práctica de la transformación del movimiento mecánico en calor es muy arcaico, casi podríamos estimarlo como punto de partida de la historia de la humanidad. Cualesquiera que hayan sido los progresos que, en lo tocante a la invención de herramientas y la domesticación de animales precedieron al hallazgo del fuego, los hombres, al aprender a producirlo por frotación, sojuzgaron y pusieron a su prestación, por experiencia, una fuerza inanimada de la naturaleza.


Cuentos irlandeses
Solera de la chimenea.


Chrétien de Troyes
Los cuartos y las chimeneas.
Larga y alta chimenea de bronce macizo.


Giraldus Cambrensis
Sobre la chimenea de la casa una figura de un sapo esculpido de mármol.


Sir Gawain y el Caballero Verde
Ante la chimenea, donde ardía el carbón, dispusieron una silla ricamente cubierta de preciosos cojines, sobre tela acolchada.
Le condujeron a un aposento, al lado de la chimenea encendida.
La chimenea de la cámara.
Sentados al lado de la chimenea de la cámara.


Boccaccio
La mujer hizo encender un gran fuego en la chimenea.


Chaucer
Un techo agrietado, una chimenea que eche humo y una esposa gruñona ahuyentan al hombre de su hogar.


Rabelais
He aquí un ser despreciable. Con su voto nos acostaríamos al lado de la chimenea y allí pasaríamos nuestra vida y nuestro tiempo ensartando perlas o hilando como Sardanápalo.
Ahumar la carne con la chimenea.
Cada uno se agarra de su nariz mientras otros miran con perspectiva ocularmente la chimenea.
Cuando uno va a la husma descolgándose por la chimenea.
Un jergón de paja al lado de la chimenea.
Quemar a gusto en la chimenea las arengas doctorales.
La sibila en un rincón de la chimenea.
La sibila dio tres escobazos a la chimenea.
Príapo permanecía de pie tras el rincón de la chimenea.
Huevos fritos arrojados por la chimenea.
Una escoba para barrer la chimenea.


Holinshed
Un escudo con las armas de San Jorge en la liga para colocarlo sobre la repisa de la chimenea. Y este mueble debe estar orgulloso de su instalación.
Tenemos muchas chimeneas y sin embargo nuestros pequeños se quejan de reumas, catarros y posturas.


Spenser
Una gran chimenea con un largo tunel.


Shakespeare
Un adorno de la campana de la chimenea. La casta Diana bañándose, figuras a punto de hablar, el escultor fue como otra Naturaleza muda y la superó abandonando fuera el movimiento y el aliento.
El cañón de la chimenea.


Burton
Las brujas cabalgan sobre un asta de capota que sale de la parte superior de la chimenea.


Petty
Los corazones de las chimeneas.


Locke
Me atengo a la sentencia de cualquiera documentado de la historia de la humanidad y que se haya asomado más allá del humo que desprende su propia chimenea.


Pepys
1662. El Parlamento ha votado dos chelines anuales por cada chimenea, como ganancia permanente destinada a la Corona.


Swift
Puede abrirse, al acercarse demasiado al fuego, el testero de hierro y piedra de nuestras chimeneas.


Richardson
Una vieja agradable ocupando un sillón de paja al rincón de la chimenea.
Sobre el vasar de la chimenea un candelabro de hierro con una vela de sebo encendida de las que se darían cuatro al cuarto.
En el fogón de la chimenes no quedaban más que dos mitades de teja y una entera y la argamasa destruida.
La vieja rejilla de la chimenea.
Había pegado fuego a unas cortinas viejas de indiana y las había tirado a la chimenea.
Tirar las tijeras a la chimenea.


Fielding
La agradable perspectiva del fuego de su chimenea para resarcirse de su lucha ante las inclemencias del tiempo.


Smollett
La varilla de asar del rincón de la chimenea.
Una sala donde se encendía la chimenea para comodidad de los más distinguidos de aquellos que esperaban audiencia.
Con el tiempo ventoso las casas de la colina terminan llenas de humo que el viento revoca de las chimeneas al chocar con la colina de detrás y que contribuye a que la atmósfera sea más húmeda e insalubre.
Mi apartamento tiene unos tres metros cuadrados y cuando la cama plegable está extendida casi no hay sitio para pasar entre la cama y la chimenea.
El hollín de la chimenea, que estaba muy sucia, prendió fuego y se dio la alarma de una manera terrible.
Los campesinos escoceses habitan chamizos muy humildes construidos con piedras y turba sin cemento ninguno y con una chimenea u hogar al centro habitualmente hecho con una vieja piedra de molino y un agujero al techo para que salga el humo.
Reparó lo incómodo de nuestra situación y nos llevó a otro apartamento donde había un fuego de chimenea y pidió que nos dieran chocolate caliente.
Los búhos y los grajos habían tomado posesión de las chimeneas.
Encender el fuego de las chimeneas desde la cocina a la buhardilla.


Edgeworth
Afectuosas cartas sobre la repisa de la chimenea.
Chimeneas hechas de ladrillo al aire libre.
Un tallo de mirto sobre la chimenea.
Una chimenea de mármol.
La butaca dispuesta al lado de la chimenea.
Unos quinqués sobre la chimenea.
Las pistolas colgadas sobre la chimenea.


Malte-Brun
Una chimenea ennegrecida con el humo y el hollín.


Scott
Sin más luz que la del alegre fuego que brillaba en la maciza y amplia chimenea.
Una iglesia en un ángulo de la chimenea.
La chimenea estaba hecha de barro y arcilla y atada con cuerdas de paja.
La gran chimenea del castillo viejo estaba siempre encendida durante su tiempo y se veía a su lado pobres como personas distinguidas había dentro del salón.
Cuidar de que la chimenea no eche humo.
Un hermoso salmón colgado del garfio de la chimenea.
El foro es de una sociedad experimentada la chimenea por donde escapa el humo que llenaría la casa y terminaría por cegar. ¿Cabe extrañarse de que el tubo sea alguna vez obturado por el hollín?
El humo, saliendo de las chimeneas, se desvanecía con el azul de un cielo sin nubes.


Stendhal
La chimenea de un gran gabinete contiguo al salón.
Ya apuntaba el alba sobre las chimeneas lejanas de la parte de oriente.
La audacia de escribir, tener una chimenea por donde el genio pudiese salir al exterior.


Lord Byron
La chimenea podría esconder a un amante.


Chateaubriand
Sobre la chimenea un paquete.


De Maistre
Un murciélago que revoloteaba en torno de la casa y que, viéndome inmóvil me tomó por una chimenea, vino de repente a posarse sobre mí y se agarró a una de mis orejas; sentí sobre mis mejillas la horrible frescura de sus alas húmedas.


Babeuf
Extenderos hasta las sociedades particulares; colocad un espía al lado de cada chimenea de cada padre de familia, y conseguiréis resultados muy diferentes.


Lyell
Una tosca chimenea que consistía en un anillo de piedras.


Balzac
Una lechuza encaramada sobre la cresta de la chimenea vibró con un sombrío aviso.
Los viajeros, que fríamente esperan delante de la chimenea de una hostería a que el asado esté en su punto.
La campana y el cañón de la chimenea.
La cabaña, cuya chimenea le hacía de jalón.
El objeto más visible y más pomposo era una inmensa chimenea, cuyo "manto" estaba hecho de piedra de granito azul. La etimología de aquel vocablo encontraba su demostración en un fragmento de sarga verde, ribeteada de cinta de igual color, pero más pálido y recortada en redondo, que pendía a lo largo del anaquel en cuyo centro se alzaba una Virgen de escayola pintada.
Apoyándose en la chimenea en la actitud inocente y cándida de un niño.
En la chimenea ardía un fuego claro y chisporroteante. 
El arte de impedir que las chimeneas den humo.
Círculo descrito por varias personas alrededor de la chimenea.
Por lo que concierne a las chimeneas de la habitación de la señora, tendréis cuidado de colocar en el cañón una reja de hierro, a cinco pies de altura, aunque haya necesidad de reponerla cada vez que tenga que limpiarla. Alegad los numerosos crímenes que se han cometido entrando por las chimeneas.
Sentados en sus sofás académicos, describían un semicírculo ante una gran chimenea, donde ardía tristemente un fuego de carbón de piedra, símbolo eterno del objeto de sus importantes discusiones.
El calzado en la chimenea.
El revellín de la chimenea.
La tarima y la chimenea están especialmente reservadas para los jefes de negociado y de sección.
El almanaque, colgado en el pico de la chimenea.
En la chimenea, un péndulo recordaba los tiempos de holgura ya idos.
Sobre la chimenea, un espejo de luna, un péndulo de tendero, dos candelabros con dos bujías y unas cuantas tarjetas de visita desparramadas.
Una alfombra entrelarga, llamada salto de chimenea.
La tapa de la chimenea.
Chimenea de buen gusto.
La chimenea de mármol blanco resplandecía con las más costosas bagatelas. 
Revellín de la chimenea.
Brillaba el rojo cilindro de Fumade. Una briqueta fosfórica, llamada por el nombre de su inventor.
Chimenea condenada.
Alcabor de la chimenea.
Morillos de la chimenea.
Había recogido de la cabecera de la cama sus pistolas y las puso sobre la chimenea.
Se levantó y fue a plantarse ante la chimenea, en una de las más bellas actitudes de su repertorio.
En un inmenso salón, agrupadas al lado de la chimenea, había una docena de señoras.
El bastidor al lado de una ventana y la chimenea.
Plantarse ante la chimenea.


Musset
El manto de la chimenea.
Una chimenea de pórfido.


Martineau
Filosofando al lado de la chimenea del estudio.
Una chimenea agradable aunque era el ultimo día de junio.
La placa de latón que se engancha en el guardafuegos o en la barra superior de la rejilla se llama <<el lacayo>>.
En las chimeneas ardían enormes fuegos de leña.
Nos calentábamos y nos secábamos en los rincones de la chimenea.


Pauly-Wissowa
La chimenea estaba rodeada de un círculo de piedra, se levantó y tapió artificialmente a la manera del hogar. Finalmente se prefirieron los altares convenientes para la víctima. Ideas antropopáticas, la atribución de emociones humanas.
Anfidromia, la celebración de la lustración de Atenas después del nacimiento de un niño. El niño fue llevado rápidamente alrededor de la chimenea por la nurse y los presentes lo siguieron. Tuvo lugar el quinto día después del nacimiento.
Asbetos es invocado para destruir el hogar, la chimenea y la cerámica de los alfareros con la ayuda de los phármaka de Circe y los centauros de Quirón. El inextinguible, un demonio de fuego.
La semajanza de la mappa con la repisa de la chimenea proviene de Petronio, porque la laticlavia mappa fimbris recuerda la repisa de la chimenea. 


Ainsworth
La inmensa plancha de rejería de la chimenea.


Dickens
Aunque era una noche de mayo, parecían apegados al fuego de la chimenea cual si estuvieran en Navidad.
Allí donde no hay otras vacas que las que rematan las chimeneas.
El tablero de la chimenea.
Espejo de la chimenea.
Chimeneas, ladrillos y mortero.
La alfombra delantera de la chimenea.
Desvencijada y sucia chimenea.
El resplandor de la chimenea.
Puso los pies en la galería de la chimenea.
El color de un tubo nuevo de chimenea.
La mejor sala era una hermosa y larga habitación artesonada con alta chimenea, por la que hubiera podido pasar un coche de los de nuevo modelo con ruedas y todo.
Se oye un viento helado zumbar por la chimenea.
La idea incuestionable de la vieja señora de que estaba ardiendo la chimenea, calamidad que se le ocurrió cuando alguien mostraba la más insignificante inquietud.
Encendió en la chimenea un fuego vivísimo.
Una mesa bufete situada junto a la chimenea.
Flancos de la chimenea.
Los férreos utensilios de la chimenea.
Tapete de la chimenea.
Chimenea, conducto subrepticio.
Las densas humaredas que despedían las piramidales y elevadas chimeneas, que todo lo ennegrecían en torno.
El humo gravitaba perezosamente sobre las bocas de las chimeneas, cual si le faltara aliento para ascender.

Gruñir el viento en la chimenea.
Mucho humo y chisporroteo de madera recién encendida en una chimenea húmeda.
En las chimeneas de las casas el humo se alzaba como si la tierra hubiese perdido su grosería al ser hermosa y no debiera verse oprimida por densos vapores.
Entró otro huésped, llevando consigo tal aire frío, que al comienzo dio la impresión de que había apagado el fuego de la chimenea.
Apoyar los pies en la rejilla de la chimenea.
Calentar la espalda y apoyarse en la chimenea.
Al otro lado de la rejilla de la chimenea había media docena de botas y zapatos con las suelas hacia arriba, para que secaran.
Chimeneas giratorias.
Chimeneas de forma torcida.
Después de hacer un inútil esfuerzo por quitarse los zapatos, se desplomó en la chimenea.
La alfombra de la chimenea.
Una caja de caudales empotrada en la pared de la chimenea.
El rincón oscuro a un lado de la chimenea.
Un fuego que semeja salir de la chimenea.
Meter sacos en la chimenea para que no se colara el agua de lluvia.
Despejó la mesa por el procedimiento sumario de inclinarla parta que todo cayera en la chimenea.
Limpiar la chimenea.
La polvorienta rejilla de la chimenea.
Viendo las cenizas de la chimenea, como si retomara sus reflexiones donde las había abandonado.
Sentado muy a gusto al lado de la chimenea y charlando agradablemente con la familia.
Era una circunstancia agradabilísima estar en un salón cómodo y bien amueblado, caldeado por una alegre chimenea y repleto de cosas hermosas.
Su viejo rincón al lado de la chimenea.
Durante una semana estuvieron sentados en torno de la chimenea y no pusieron un pie en la calle.
Las pinzas de la chimenea y los negros fogones.
La reina de Inglaterra tiene su alojamiento en Mansion House con el lord Mayor, pero no puede vivir allí por culpa del humo de la chimenea.
La medicina en la repisa de la chimenea.
La alta rejilla de la chimenea.
Gorriones que construyen su nido en las chimeneas y que disfrutan de la compañía de los hombres.
Sentado delante de la chimenea, como un pájaro de mal agüero.
Los enormes bloques de mármol en las chimeneas.
Una gráfica representación al óleo de un buey muy gordo colgaba sobre la chimenea.
Su cabeza semejaba un viejo y ennegrecido escobón de chimenea.
Ennegrecidas chimeneas.
El misterio que guardaba podía salir volando por la chimenea.
El acostumbrado aire de querer esconderse en la chimenea.
Las dos húmedas alacenas que había al lado de la chimenea.
La chimenea llena de ceniza en inerte descuido.
Como muestra de su respeto por los rayos, había llevado la vela a la chimenea.
Blandir el puño hacia la chimenea con un ademán muy amenazador.
Unas delicadas cerillas que había en la repisa de la chimenea.
El polvo y la humedad de la chimenea.
Caer en la chimenea.
La chimenea estaba adornada con un enorme almanaque.
La botella en la chimenea para llevarla a los labios cuando apetezca.
(Martin Chuzzlewit)

La revisión de las chimeneas.
Grandes chimeneas de madera.

Las pinzas de la chimenea.
Los morillos de la chimenea.
Por qué los constructores instalan las chimeneas de los tejados al tuntún como sombreros olvidados en una fiesta, sabiendo el efecto que eso ejercerá sobre el humo, pues o lo enviará directamente a tu garganta o lo retorcerá un poco antes de que llegue a ella. Y lo que yo digo siempre al ver esas nuevas chimeneas metálicas con cualquier suerte de formas es que sólo sirven para que el humo adopte formas artificiales antes de que te lo tragues y, puestos a eso, prefiero tragarme el mío sin más. 

El rumor del viento silbaba sordamente en la chimenea.

Cerca de la chimenea se veía un robusto niño de dos o tres años, despierto y tranquilo como si no fuera a dormir nunca.


Daudet 
Un cerco de rosas amarillas exornaba el hogar de una alta chimenea Renacimiento.
Acurrucada delante de la chimenea.
La llama se avivaba en la chimenea con las efusiones líricas y apasionadas del gran poeta.
El mármol delante de la chimenea.
La escultura que preside la chimenea.
Lo frío de la chimenea cerrada, sin lumbre.


Baudelaire
La chimenea sin llama ni rescoldo sembrada de esputos.
Estufa de hierro colado.
Un monigote de chimenea.


Gautier
Un castillo de piedra y ladrillo de la época de Enrique IV, el tejado de pizarras puntiagudas, altas chimeneas, las veletas de los aguilones y ventanas estrechas y largas.
Un reloj formado de un bloque de mármol negro con esfera de platina coronado con la estatuilla oxidada de la Diandre de Gabier reducida por Babedienne y acompañada de dos copas antiguas también de plata decoraba la chimenea de mármol blanco con vetas azuladas.
El mármol blanco de la chimenea cuyo centro estaba lleno de flores.
Sobre la chimenea había dos ánforas de color verde claro cuyas asas estaban formadas de dragones de oro. Una contenía pequeñas joyas y la otra tarjetas de visita.
La chimenea festoneada de una ramita de hiedra de Irlanda hacía brillar su parrilla de hierro recién pintado.
Una magnífica peana de bronce dorado permitía posar unos cuernos de buey de Sicilia con las astas hacia arriba sobre una chimenea, una consola o una cornisa.


Collins
Tenebroso paisaje londinense de tejados y chimeneas.


Gaskell
Badila de madera o hierro. Badil, paleta de metal para remover la lumbre de chimeneas y braseros.


Gógol
En Rusia, las chimeneas de las cabañas tienen una forma especial, que permite acostarse encima.


Poe
En una de las paredes se veía la saliencia de una falsa chimenea.
Ahogado sonido, ruido del viento en la chimenea.
Se enviaron deshollinadores para que exploraran las chimeneas.
Deshollinadores, cepillos cilíndricos que usan los que limpian chimeneas.
Una mujer estrangulada por la presión de unas manos e introducida en el cañón de la chimenea con la cabeza hacia abajo.
Se hacía visible allá de nuevo la punta de una chimenea.
Entre el edificio mayor y el ala oeste se levantaba una altísima y fina chimenea cuadrada de duros ladrillos holandeses, alternativamente blancos y rojos, con una ligera cornisa de ladrillos salientes en la punta.
Uno o dos pequeños bouquets adornaban la repisa de la chimenea.
Terminé cayendo de cabeza en la ancha chimenea y aterricé en el hogar del comedor.
Rodó en la chimenea, confundiéndola con la salida.
Una gran chimenea abría sus fauces frente a la puerta.
Las ráfagas del viento, corriendo impetuosas por la chimenea, agitaban terriblemente las cortinas del lecho.
No puedo dejar de recorrer con ojos inquietos y cautelosos esos lejanos rincones del aposento, cuyas densas sombras sólo parcialmente alcanzaba a disipar el rojo fuego de la chimenea.
Las chimeneas son anchas y altas y tienen relojes y repollos esculpidos en el frente, y un verdadero reloj, que hace un prodigioso tic-tac, en el centro de la repisa, y en cada extremo un florero con un repollo, que sobresale a manera de bastidor. Entre cada repollo y el reloj hay un hombrecillo de porcelana con una gran barriga y en ella un agujero, a través del cual se ve el cuadrante de un reloj.
Los relojes de las chimeneas apenas podían contenerse en su furia y se obstinaban en tal forma en dar las trece y en agitar y menear los péndulos, que eran realmente horribles de ver.


Flaubert
La luz que bajaba por la chimenea, aterciopelando el hollín de la placa, azuleaba la ceniza fría.
Las chimeneas de ancha campana.
Quiso tener sobre la chimenea dos grandes jarrones de cristal azul.
Un Mathieu Laensberg tirado en la chimenea polvorienta.
Sobre la chimenea había un frondoso polípero que chocaba contra el espejo.
La llama de la chimenea hacía temblar en el techo una alegre claridad.
El taburete de la chimenea.
La chimenea con sus pantallas chinas.


Cabet
Se halla todo calculado, nunca pueden ser arrancadas por huracanes chimeneas ni macetas.


Melville
Trepar por la chimenea.
La pantalla de papel de la chimenea.
Leyendo reposadamente al lado de la chimenea.
Comodidades, chimenea, cena, mantas abrigadas, amigos.
Una de esas brujas de chimenea masticando sus propias encías.
Era como si gritáramos a los carbones de un horno a través de la chimenea.


E. Brontë
Hacer volar llamas de fuego por la chimenea con un fuelle colosal.
Su fuerza le abandonó de repente, cuando se vio confinado al rincón de la chimenea se volvió atrozmente irritable.
Un fuerte viento soplaba alrededor de la casa y aullaba dentro de la chimenea.
Una enorme rama cayó sobre el tejado y derribó un trozo del cañón de la chimenea lanzando un torbellino de piedras y hollín al hogar de la cocina.
El reloj de la chimenea.
Una chimenea con una orla de papel recortado.
Fue a la chimenea, donde permaneció silencioso dándonos la espalda.
Su ángel malo, casi macilento y cadavérico se apoyaba a la chimenea.
Huir a la chimenea fuera del alcance.
La llama culebreaba por la chimenea.
Un hermoso fuego encarnado alumbraba la chimenea; el placer que ofrece a los ojos hace soportable el excesivo calor.
Colocar el plato sobre la reja de la chimenea para mantenerlo caliente.
Barrer el hogar de la chimenea.


Trollope
Sentarse al lado de la chimenea del salón y beber la colmada copa de oporto, que se colocaba a su lado.
Viejos caballeros permanecían de pie, de espaldas a la chimenea vacía y tenían aspecto de estar mucho más incómodos, que sentados en casa en sus sillones.
Permaneció triste y reflexiva al lado de la chimenea vacía.
De espaldas a la chimenea, estirando los brazos y dilatando el fornido pecho.
Inmovilizándose al lado de la chimenea, vislumbró su imagen en un deslustrado espejo situado sobre la repisa.
Avivar el fuego de la chimenea.


Heine
Ardía un confortable fuego de la chimenea.
Nos sentamos al lado de la chimenea charlando amistosamente.
Gire usted un poquito la silla hacia la chimenea para que la llama lance su reflejo rojo sobre todo el rostro y el cuerpo quede tras la penumbra.
La porcelana de la chimenea tembló al tono de mi voz.


Carlyle
Algunas chimeneas consumen su propio humo.

Las gargantas de chimeneas culinarias.
La cancillería y los tribunales: chimeneas para que escapen la diablura y la contienda de los hombres.

El palacio seguía construyéndose con grandes troncos elevados con forma de pirámide con la chimenea al centro del piso y sin otra salida para el humo o entrada de luz que una abertura a lo alto, abertura que cuando hacía mal tiempo podía cerrarse o entrecerrarse con una tapa que primitivamente era de material opaco, luego sustituido con un ligero marco cubierto con entrañas de animales lo cual permitía una verosímil translucidez.


Ruskin
La cabaña suiza tiene chimeneas muy largas cubiertas con dispositivos sumamente ingeniosos para la recepción conveniente y el entretenimiento hospitalario del hollín.
En la cabaña un edificio especialmente adaptado para escenarios de paz, la chimenea guiando la vista hasta lo agradable puede apreciarse importante y como un bello acompañamiento. Pero en los edificios de una escala superior las chimeneas decoradas son barbaries inexcusables.
El alma de las chimeneas, un aire práctico y sustancial.
Entender la arquitectura de la chimenea como una cuestión de gusto y comodidad.
Las chimeneas cilíndricas nos recuerdan los invernaderos y las fábricas.
Requerimos de una buena chimenea el carácter del edificio al que pertenece despojado de su elevación y sus líneas predominantes privadas de todo su ornamento.


Halliday
La alfombra de la chimenea.


E. Yates
Lleva un sombrero que da la impresión de una chimenea.


Liermontov
Encantador efecto de la iluminación de la chimenea. Resplandor rosado.


Dostoyevski
Gran samovar de familia.
El samovar refunfuñaba y gruñía y hervía de rabia, amenazando a cada instante con rebosar, con celo ardiente, pronunciación gutural de su atropellado idioma, barbotando y silbando. En punto.


Le Roy
La campana de la chimenea.
Ancha y baja chimenea.
Sentado sobre el saladero, en el rincón de la chimenea.
Macizas chimeneas humeantes bajo un sombrero cónico.
Chimenea de madera de cerezo, presidida por un crucifijo de yeso como los que venden los buhoneros.
Las chicas que quieren echar a sus galanes, colocan verticalmente los tizones en la chimenea.
Acantonado en la chimenea.
Una vasta chimenea como la de una cabaña del bosque.


Tylor
En cuanto a la moderna reminiscencia de los ritos solares del solsticio de invierno, Europa reconoce la Navidad como una primitiva fiesta solar, por las hogueras del yule-log (tronco que se quema en la chimenea por la Navidad), el souche de Noël.
El directo y elemental sacrificio, podía verse en Alemania, en la fiesta del solsticio de verano. Una parte del potaje de la mesa se arrojaba al fuego y una parte al agua corriente; una parte era enterrada en el suelo y otra se ponía sobre unas hojas y se colocaba en lo alto de la chimenea, para los vientos.


Boucicault
Los hombres se queman con el sol de amor. Esas donnas extranjeras les enseñan a hacer chimeneas con sus corazones y con sus bocas.
Corrió hasta la chimenea y al momento el atizador estaba en el aire.
No perdió el tiempo de establecer un buen hogar y construyó una chimenea.
Tomó hollín de la chimenea y lo aplicó a la cubierta del pergamino, le dio un aspecto suave como si hubiera sido usado con manos trabajadoras.
La habitación tenía una chimenea notablemente grande que originalmente calentaba todo el piso pero que se usaba solo como ventilador.
El enladrillado de la chimenea.
El oropel de la chimenea.
Golpeó la chimenea con el atizador.


Fromentin
De pie, al lado de la chimenea.
La chimenea en el salón.


H. James
La chimenea, elemento del apartamento, era de mármol blanco y del consabido estilo rococó del siglo pasado; pero encima había un artesonado de una fecha anterior, primorosamente tallado, pintado de blanco e iluminado de oro aquí y allá.
Resplandeciente hogar.
Una pieza de chimenea bajo un drapeado de volantes y chorreras, que excluía el fuego por completo.
Concluir la velada frente a la chimenea.
En el hogar de la chimenea, un fuego al rojo vivo emitía una débil llama azul.
La repisa de la chimenea estaba recubierta con una curiosa tira de terciopelo, adornada con rústicos encajes de aspecto sucio.
Colocarse delante de la chimenea.


Morley
Otra de las ayudas de William Petty de la aritmética de la población fue el impuesto a las chimeneas, una recuperación del viejo fumage o dinero para el hogar (los peniques para el humo como los llamaba la gente) que se pagaba segun el Domesday Book por cada chimenea de una casa. Carlos II había establecido un impuesto a las chimeneas el año 1662; las estadísticas de la recaudación estaban a cargo de W. Petty.


Lee
La negra y profunda chimenea de los campesinos.
Chimenea ornamentada con cupidos de mármol sobre fondo azul.
A cada lado de la chimenea un encantador muchacho desnudo sostiene una tinaja; una de ellas contiene claveles y la otra rosas.
La curiosa cámara del guarda, una estancia enorme situada en el triforio con una chimenea.
Vaciar la pipa en la chimenea.
Las altas chimeneas de la época de Jacobo I.
Enorme chimenea esculpida en piedra gris y negra.
El resplandor del fuego bajo la gran chimenea incrustada en piedra de estilo italiano.
Las rojas chimeneas cónicas de los hornos del lúpulo, daban a aquella comarca la apariencia de estar salpicada por una sucesión de castillos con torreones.


Stevenson
La parrilla de la chimenea.
Salón caldeado (según es costumbre en las casas de campo) por un fuego, que ardía alegremente en la chimenea.
Una larga chimenea.
La caperuza de la chimenea.
La chimenea familiar.
Caracoles sobre la chimenea.


Ponson du Terrail
Sobre la chimenea una pequeña escultura de bronce de Guerard de metal.
Colocar una bujía encendida sobre la chimenea.


Meredith
Pasar revista a los adornos de la repisa de la chimenea.


Hardy
La chimenea abultada con el follaje de la hiedra parasitaria tomaba las proporciones y la apariencia de una torre ruinosa.
La chimenea, el ardiente hogar.
Salir de la chimenea una vedija de humo.
Comer en el rincón de la chimenea.
La luz débil de un frío matiz azulado que bajaba de la chimenea.
Los dos ganchos colgantes de la chimenea.
Blanquear el rincón de la chimenea y pintar de colorado los ladrillos del hogar.
Abstraído con la vista fija en la lumbre de la chimenea.
Se produjo con el humo de la chimenea un raro retroceso invadiendo la estancia una bocanada alborotada cual si algún gigante hubiera tapado con su mano la chimenea de la parte de fuera. La causa del fenómeno había sido el haber abierto la puerta exterior.
El deslumbrante resplandor de las ascuas.
El humo de la chimenea se elevó como una columna rematada con flores de loto.
Tiró a la chimenea el muérdago marchito.
Un ramalazo de nieve penetró la chimenea.


Butler
La chimenea de una celda.


Wilde
Las columnas dóricas y los tubos de chimenea corintios, que pueden verse a lo largo de Broadway o la Quinta Avenida.
Vi la pequeña chimenea de hierro, que insisten en querer decorar con adornos hechos a máquina y que es fastidiosa como un día húmedo o como cualquier otra institución particularmente horrible. Como extravagancia suprema aparecían adornadas algunas con dos urnas funerarias.
Un copete de chimenea.


Rimbaud
Sobre la chimenea un enorme reloj en madera negra, con columnas.


Lagerlöf
Se sentó ante el fuego, con los pies apoyados en el morillo de la chimenea.
El brillo del fuego de la chimenea tremola contra las paredes blanqueadas con cal.
Las viejas creían que era el diablo a caza de almas, y cerraban las ventanas y tapaban las chimeneas. 
Enmendar la chimenea que, desmañadamente fabricada, no había modo de que saliese el humo.


Fontane
Chimenea profunda y carente de todo ornato.
El viento arreció, y como si salieran de una chimenea expuesta a las corrientes de aire, los copos de estopa en llamas volaban por el aire.
Un vino joven, al que se ha colgado dentro de la chimenea y envuelto en telas de araña para hacerle pasar por viejo y venerable.
El hogar y la chimenea, similar a la pequeña cocina de un barco.
Se volvió hacia la chimenea para echar unos trozos de carbón en las llamas, que ardían con fuerza.
La cordial patrona romana había ya encendido, además de la chimenea, la lámpara de tres cabos.
Lo más bonito, según los florentinos, es la pequeña torre que sobresale en el palacio ducal, como si fuera una chimenea con una corona y una galería alrededor. 
El metal de la chimenea reluce y brilla como si fuera pan de oro.


Kropotkin
Ese inmenso esfuerzo de limpiar chimeneas y de mantener el fuego -la mujer sabe cuánto tiempo absorbe- está en vías de desaparecer.


Stoker
Artistas del cepillo los cuales habían venido a <<hacer la chimenea>>.


Bellamy
El método tosco de combustión de las chimeneas para obtener calor quedó obsoleto.


Bergson
El ruido del viento que silba en la chimenea se transformará según la presencia de ánimo del que sueña, según la idea que ocupe su imaginación como aullido de fieras o canto melodioso. Tal es el mecanismo corriente de la ilusión del sueño.


Chambers
Me levanté y lancé el libro a la chimenea.
Libros en la repisa de la chimenea, hileras de estantes.
Había festones de armaduras sobre la repisa de la chimenea.
Había madera en la chimenea y encendí un fuego.
La chimenea de una amplia sala a los pies de la escalera.
Al abrigo de la cálida chimenea y el crujiente destello del fuego.
Fumando en el salón frente a la chimenea.
Losa del suelo de la chimenea.
Se hizo un ovillo en el rincón de la chimenea con su bordado.
La blanca playa semejaba elevarse y caer como un tapete blanco sobre una chimenea.


Chopin
En invierno, cuando el viento traicionero baja por las chimeneas.
Las losas de la chimenea.
Un busto de Beethoven, cubierto de polvo, ceñudo, desde la repisa de la chimenea.
(El despertar)

Cogió los guantes del estante de la chimenea.
(De "Una noche en Acadia")

En la amplia chimenea ardía un buen fuego, que alumbraba e iluminaba hasta el ultimo rincón del lujoso apartamento.
Arrojó el impecable envío, una caja de bellísimos capullos primaverales blancos, a la amplia chimenea tiznada de hollín.
Rosa perla de las conchas a los lados de la chimenea.
(Cuentos)


Grahame
Una mecedora enfrente de la chimenea.
Dentro del ancho hogar ardía un fuego de leños entre dos rinconeras de la chimenea protegidas por la pared, lejos de la más mínima corriente de aire.
Un brillante fuego de la chimenea.
El repentino fuego de la chimenea y la vista de cosas familiares que nos saludan como viajeros largamente ausentes.
Un alegre resplandor ardiendo furiosamente dentro de la chimenea.
El reloj de encima de la chimenea.
La alfombra de la chimenea.
Atascados y sin ilusión dentro de la chimenea.
Huir por la chimenea.
El felpudo de la chimenea.


Chejov
Gruesas chimeneas adiposas cubiertas con caperuzas de alambre rematadas con chirriantes veletas negras.
El viento se puso a ulular a lo largo de la chimenea.
Vapores de blancas pero grasientas chimeneas, cargueros extranjeros.
Encender la lumbre de la chimenea.
De pie al lado de la chimenea de espaldas al fuego.
La chimenea casi derruida.
Los fumistas reparan la chimenea de la cocina.
Del techo de paja de una chimenea salía elevándose una columna de fuego que se retorcía lanzando chispas como si hubiese brotado un chorro de agua luminosa.
Se sentaba sobre la alfombra delante de la chimenea con las rodillas dentro de las manos, veía el fuego y soñaba.
La nueva literatura como el viento del otoño en la chimenea gime y aúlla.
El crepitar de los leños de la chimenea.
El viento se lamentaba en las chimeneas.
La tempestad de nieve aullando a lo largo de la chimenea.
Quemar troncos en las chimeneas.
Quemar malezas en las chimeneas.
Quemar la belleza de los bosques en una chimenea.


Gissing
El hueco que había entre la chimenea y la ventana lo ocupaban varios estantes con cientos de libros.
Clavó reflexiva la vista sobre la repisa de la chimenea.
La alfombra de la chimenea.
Enfrente de la chimenea había una alfombrilla muy fina.
El tiempo era característico de la primavera inglesa como para que la chimenea fuese agradable a la vista, pero tenía como axioma que a partir del 1 de mayo encender un fuego era impropio.
Una carta sobre la repisa de la chimenea.
Apoyado a la repisa de la chimenea escribió una contestación a esa carta.
Si hubiese habido chimenea no habría podido permitirme encender el fuego.
La negra rejilla de la chimenea.


Yeats
Sentados alrededor de una chimenea.


Moore
Apoyada a la repisa de la chimenea del salón.
Delante de la chimenea retirando las cenizas.
Cuando la chimenea y el hogar crecían con más fuerza al marido le costaba más decir a la mujer que se iba a la taberna.
El saloncito de la chimenea.
La chimenea Kensington.
En la repisa de la chimenea había fotos de la familia y unos jarrones verdes.
Las herramientas de la chimenea.
Una chimenea negra rota.


Lubbock
Las fábricas reemplazando árboles con chimeneas.
La brillante chimenea.


Dreiser
Tinta y papel sobre la repisa de la chimenea del comedor.
Un pequeño reloj ornamental en la repisa de la chimenea.


Dujardin
La chimenea adelante en lugar de la puerta del baño o en la esquina.
Las velas de la chimenea están encendidas.
Sentada al lado del fuego, la blanca luz de alabastro de la llama piloto y el fuego claramente rojo sobre los leños corriendo incesantemente estremeciéndose.


Joyce
Un reloj de repisa de chimenea.
Reloj cronómetro de bronce dorado sobre la repisa de la chimenea, hora garantizada con carillón de catedral.
Alta chimenea de Brewster (cervecera).
Escupió a la piedra de su chimenea.


Rolland
A lo alto de la chimenea arrulla una paloma.
Las llamas que bailan de la negra chimenea.
Adornaban la chimenea flores artificiales con las fotografías de sus dos mujeres y sus once hijos.
Recostado a la chimenea.
Los morrillos de la chimenea.
Ardía una buena lumbre en la chimenea.
Sobre la chimenea al lado de una rana que fumaba una pipa de caña había un abanico de papel con el teatro de Bayreuth pintado.
Un ramillete de flores sobre la chimenea.
El espejo colgado encima de la chimenea.
Bramaba el viento a lo largo de la chimenea.
Convaleciente y acurrucado al lado de la chimenea.


Norris
Caminaba hacia la chimenea tirando del labio inferior como solía hacer cada vez que se ponía a reflexionar.
Apoyado a la repisa de la chimenea con el ceño fruncido.


Luxemburg
Hay gente que sólo saben bailar si comienzan desde el rincón de la chimenea.


Woolf
Retorcidas conchas de rojos bordes que recordaban cuernos de unicornio adornaban la repisa de la chimenea.
(Fin de viaje).

Se levantó, se acercó a la chimenea y acarició al gato la nuca tras las orejas.
La escoba para la chimenea.
El golpe seco de una pipa con la repisa de la chimenea frenó las palabras.
Las colinas de Cornualles tienen descarnadas chimeneas erigidas sobre sus faldas; y de alguna manera u otra la belleza es infinitamente triste.
El reloj barato de la repisa de la chimenea.
Un libro que al lado del fuego de la chimenea abriría para estudiar.
Vaciar la pipa con el quemador de la chimenea.
Garabatear al lado de la chimenea.
Inéditas composiciones femeninas escritas al lado de la chimenea con pálida profusión, secadas con la llama.
Las chimeneas de las casas de huéspedes.
El fuego ardía limpiamente entre los dos pilares de mármol verdoso y sobre la repisa había un reloj verde con la diosa Britania apoyada con la lanza haciendo guardia.
Apoyar los pies sobre la repisa de la chimenea.
La delgada voz del deber silbando como un hilo blanco desde la cima de la chimenea, la noche no es sino un largo suspiro exhalado entre mazazos, una profunda respiración.
(La habitación de Jacob)

Las grandes chimeneas esculpidas con mármol de Italia, donde ardía cada noche un roble entero con sus millones de hojas y sus nidos de grajos y reyezuelos.
Fue la primera persona y tal vez la ultima que fundió queso con una gran chimenea italiana.
El humo de innumerables chimeneas se rizaba con el aire a perpetuidad.
El guardafuegos de la chimenea.
Las chimeneas humeando, atareadas como si tuvieran vida propia.
Los trebejos de la chimenea.
Durante el diecinueve, las vitrinas condujeron a las flores artificiales y las flores artificiales a las repisas de chimenea y las repisas de chimenea a los pianos y los pianos a las baladas de salón.
(Orlando)

La chimenea con cortinillas, cubierta con una pantalla, que tenía pintado un martín pescador posándose en unos juncos.
Dos dagas en la repisa de la chimenea.
Delante de la chimenea con un pie en el guardafuegos.
Gladiadores de mármol dispuestos en la repisa de la chimenea.
Cogió un atizador y golpeó los leños. Las chispas ascendieron como locas por la chimenea, formando un torrente de ojos dorados.
Otro torrente de chispas de corazón rojo se lanzó chimenea arriba.
(Los años)


Rider Haggard
El sillón de roble colocado al lado del hogar abierto y provisto de una chimenea.


Walser
El crepitante y risueño fuego de la chimenea.
<<Al amanecer buena cara has de poner>, maravillosa máxima de chimenea o mantel.


Ball
Una chimenea roja.


Deeping
Octogonales chimeneas del castillo, siglo XIV.
Campana tallada de la chimenea.


Bennett
El fuego de la chimenea estaba al rojo vivo, el tono más apropiado para tostar las rebanadas de pan.
Una chimenea, en cuyo fuego se podría haber asado un buey entero, de una pieza, y en cuya repisa el gigante Goliat no habría alcanzado a poner el codo.
Enormes chimeneas con inaccesibles repisas.


Gorki
Los tubos de las chimeneas, semejantes a verrugones, emergían de las techumbres verdes y encarnadas; sus bocas exhalaban perezosamente un tenue vapor azul claro.
De la chimenea subía un humo azulado al abrasado aire.
Zumbar el tubo de la chimenea.
El viento aullaba como un lobo dentro de la chimenea.


Richardson
Se arrodilló al lado de la chimenea con una mano en la repisa.
La alfombra de la chimenea.


Masefield
Las chimeneas negras y torcidas.
Chimeneas reventadas y gente ciega.
Está amaneciendo y la chimenea está humeando.


Barbusse
Chimenea gigante.


Reed
Una elegante sala blanca de estilo Jorge III, dividida en dos partes desiguales por una chimenea doble.


Zamiátin
Llamear el fuego en una chimenea.


Mansfield
En la repisa de la chimenea, sobre ruedos color rosa, querubines rollizos y sonrosados irrumpían trompeta en mano de rosáceos cascarones.
Había un buen fuego en la chimenea, ya que el comedor era también cuarto de estar.


Faulkner
La cansada inmovilidad de una chimenea, que se alza sobre las ruinas de una casa cuando ya ha pasado el huracán.
El hogar de la chimenea.
Gimiendo para sus adentros como el viento en una chimenea.
Una herrumbada chimenea de cocina.
La escoba de la chimenea.


Giraudoux
El sombrero de las chimeneas.
Las insignes chimeneas.


Lee Masters

De la chimenea del tribunal 
un galgo de humo brincaba y perseguía 
al viento del noroeste.


Frost
La chimenea alza un vivo florón de humo al cielo.


Bernstein
Una hermosa chimenea a la mitad de la pared.
Una chimenea donde arde un buen fuego.


Heidenstam
Arrojar leña a la chimenea.
Sentado sobre un tajuelo delante de la chimenea donde los ramascos que ardían se habían transformado como una brasa llameante.
Sentada al lado del fuego de la chimenea cardando lana.


Mauss
La chimenea no aparece hasta muy tarde, ya que el humo no suele sentirse originariamente como algo desagradable.


Wassermann
Por encima de los tejados temblaba un vapor rojizo como las chimeneas.


U. Sinclair
La gran chimenea encendida y el crepitante fuego alimentado con madera de pino.
El comedor tenía una enorme chimenea con un gran gancho del que colgaba una gigantesca olla.
Una gran chimenea, cuyo fuego crepitaba. Sobre la gran chimenea se erguía una gran efigie de la paz, sujetando una antorcha.
(El fin del mundo)

El viento aullaba en la chimenea.


S. Lewis
Una chimenea de piedra llena de escudos, con tiro científico.
Chimenea blanca.
No había en la chimenea rastros de ceniza ni de ladrillos tiznados; los accesorios de latón brillaban como nuevos; y los morillos semejaban muestras de una tienda, artículos comerciales desolados, sin vida, superfluos.
Las mañanas eran frías; agradecían el fuego de la chimenea cuando se vestían.
La chimenea era correcta y clásica; una chimenea pequeña, sólida y sencilla, en la que relumbraban atizadores y morillos.
Vamos a acercar el diván al radiador, estiramos los pies y nos imaginamos que es una chimenea.
Grácil, vaporosa y radiante, como un espíritu del fuego delicadamente posado sobre el fuego de la chimenea.
(Babbitt)

Una impresión encuadernada en lino de "Old Heartside Songs for Home and Picnic" (Viejas canciones para cantar al lado de la chimenea, en el hogar o en un picnic).
Traer suficiente leña a la chimenea.
Una enorme chimenea de piedra áspera.
Lanzó la vista a la chimenea, a la que había llevado brazadas de leña.
Las ultimas brasas seguían chisporroteando en la chimenea.
Los paneles blancos sobre la chimenea.
(Eso no puede pasar aquí)


Fallada
Cocina de campaña, con la chimenea. También se les llama cañones de pitanza.
En una chimenea de ladrillo chisporrotea un fuego de troncos de haya.
No quiero luz directa. Lo mejor será que dejemos la del fuego de la chimenea.
En la chimenea chisporroteaba un gran fuego, cuyas llamas esparcían gran claridad. De vez en cuando algún leño caía, con un ruido amortiguado, desde lo alto del montón a las brasas, y las llamas brillaban con más claridad. Lanzaban su resplandor sobre el rostro de ella, que parecía iluminada por dentro.
Un profundo silencio, interrumpido sólo, de vez en cuando, por el chasquear de algún leño en la chimenea y el remover de las brasas.
Ve el hogar de amplios muros, con su chimenea descubierta. 
El antepecho de la chimenea.
Cocina de campaña, negra, con chimenea.


Shaw
Chimenea con bonita ménsula.


Wells
El tostadero de hierro, que colgaba al lado de la chimenea.
Fumaba su pipa de blanca arcilla al lado de la chimenea.
La apagada chimenea, inútil en verano.


W. J. Locke
Desaparecer las chispas de la chimenea.
Se puso a fumar de espaldas a los rescoldos de la gran chimenea.
Fue a la biblioteca, donde el fuego de la chimenea le dio la bienvenida.
Una casa de cuya chimenea salía una cantidad prodigiosa de humo.


Rohmer
Yate blanco y plata con su casco elegante y bajo, y su corta chimenea amarilla en la que ondeaba una bandera plateada.


Dos Passos
Hacer una reverencia a la chimenea.
Una chimenea ahumada.
La chimenea de mármol cerrada por una plancha de hojalata con rosas pintadas.
Una escoba apoyada en la chimenea despedía un olor de aceite de cedro.
Ir y venir por delante de la chimenea.
De pie delante de la chimenea.


Musil
La intensidad del recuerdo se le había representado improvisadamente como si hubiera bajado por la chimenea a la solitaria habitación.
Enterrar una vieja muñeca en el fuego de la chimenea.


Lovecraft
Las anchas chimeneas.
Dinteles de chimeneas blancas de la época de Aram.
La gran chimenea central.


Lu Shin
Sentado al lado de la chimenea con los ojos cerrados.
Lo que hizo ese día fue estar sentada al lado de la chimenea y avivar el fuego.
La entrada a la biblioteca publica era libre y había dos chimeneas para la sala de lectura.


Hasek
Si la estufa soltara humo, limpiad la chimenea.
El jamón que el cura guardaba en la chimenea.


Green
Los leños eran economizados en el hogar de la chimenea con cuidadoso celo, en nombre de la sagrada economía.
Todo ardió en una noche, sólo quedó en pie la culpable; la chimenea de ladrillo, orgullosa de su gran hazaña y de su superioridad sobre la madera.
La chimenea del salón.
Flotaba una humareda gris, que procedía de la chimenea y que envenenaba el aire.
Acercó su butaca a la chimenea y comenzó a leer.
Las lámparas de la chimenea.
El fuego crepitaba y se elevaba por las paredes de la chimenea.
El viento gemía en el pasillo y movía la trampilla de la chimenea.
El leve silbido de la madera húmeda en la chimenea.
El momento en que el crepitar de un leño que se rompía, le hacía dejar a un lado su novela y empuñar la pala y las tenazas.


Shólojov
El humo subía veticalmente de la chimenea y se tendía, forma sin brazos, hacia la lámina dorada y cortante de la joven luna lejana, inaccesible.
El paso de la chimenea.
Debería obligaros a fumar en la era, partida de chimeneas.
El salero sobre la repisa de la chimenea.


Steinbeck
El agujero hecho en la muralla para la chimenea.
En la chimenea se abrió un leño y de la fisura se alzó una fina llama que se enroscó alrededor de la olla de hierro como una flor de fuego.


Savinio
Cinco en un lado y cinco en el otro, las largas velas de estearita pintadas se elevaban en las esquinas de la chimenea, se doblaban sobre los candelabros de bronce, lloraban largos lagrimones.
Se armó con el atizador de bronce de la chimenea.


Wolfe
Depositó sobre la repisa de la chimenea la manzana que estaba mondando.
El fiero rugido de las llamas en la chimenea, haciendo temblar la casa en su ascensión.
Un desacostumbrado fuego de leña de pino ardía en la chimenea.
Tabaco de mascar, siempre dispuesto, para su uso, sobre la repisa de la chimenea.
Las llamas chispeantes y danzantes de la colmada chimenea.
Surgía una gruesa voluta de humo mañanero de la chimenea.
Sentir el temblor de la chimenea invadida por el fuego.
La madera barnizada y con amollas de la chimenea.
Garrapateaba sus peticiones a Santa Claus, entregando la larga lista a la rugiente chimenea.
Chimenea predilecta.
Huéspedes frioleros, pasaban horas sentados delante de las ascuas de la chimenea del salón.
Sobre cada extremo de la repisa de la chimenea había una pequeña foto en un marco de plata.
La alegría invernal de la chimenea.
Tomó una habitación y pasaba los días meciéndose en una silla delante de la chimenea del salón.
Columpiándose en la mecedora, delante de la flamante chimenea del salón, contaba las leyendas de su experiencia.
Chimeneas ocultas.
Vacía chimenea.
Sobre la baja repisa de la chimenea con pantalla, había una muñeca Kewpie ceñida con una cinta colorada, un jarrón de bordes acanalados y flores doradas ganado en un carnaval y un papel de alfileres.
Fumaban solemnemente, con una viva impresión de riesgo, soplando el humo en la chimenea, para frustrar una posible irrupción.
Un montón de brasas ardía sin llamas en la chimenea.
El montón de brasas se derrumbó en la chimenea.
Se mecía incesantemente ante la chimenea, a razón de treinta oscilaciones por minuto, con los brazos estrechamente cruzados sobre los fláccidos senos.
(El ángel que nos mira)


Dinesen
El reloj en la repisa de la chimenea.
El fuego de la chimenea se reflejaba en una alfombra de Bruselas y en las butacas de tapizado rojo.
La ley de la gravedad no se aplicaba a él; podía desvanecerse a través de la chimenea.


A. Huxley
Apoyado de espaldas a la chimenea calentándose al recuerdo de las lumbres del pasado invierno.
El manto de la chimenea y la repisa, elevada estructura de columnas ahusadas y de pequeños estantes.
Sentada en su butaca favorita al rincón de la chimenea.
El cañón de la chimenea.
La chimenea de la máquina que movía el tiovivo.
El reloj de la chimenea.
Permanecía silenciosa viendo la chimenea sin fuego.
El anaquel y la chimenea tenían una espesa capa de polvo.
El reloj de campana sobre la chimenea hizo un súbito e inesperado comentario de ocho notas posando sobre el aire un retintín de armónicas vibraciones que se desvanecieron melancólicamente a lo largo de la nada como la música de un barco que se aleja.
Cogió el pesado vaso levantándolo hasta la repisa de la chimenea.
Durante una de aquellas sesiones se oyó de pronto un ruido sobrecogedor dentro de la chimenea y súbitamente apareció un gato debajo del hogar.
La chimenea suele ser el postigo de salida y entrada de brujos y brujas.


Heard
El pequeño fuego que ardía en la chimenea me calentaba agradablemente los pies.
De pie al lado de la chimenea.
Sobre la repisa de la chimenea dos libros formaban un pequeño arco con caras rectas.
La falsa repisa de la chimenea.
Una amplia chimenea enorme casi como una gruta.
Había encendido la chimenea de la sala y el ambiente era el de una casa tropical caliente con el fuego ardiendo y las persianas y las cortinas bajas.
La rejilla de la chimenea.
Me gusta un fuego no muy fuerte los meses frescos.


Hemingway
No se oía más ruido que el silbido que hacía la chimenea cuando caía la nieve por el agujero del techo sobre los carbones del fogón.


Cesbron
A cada lado de la chimenea simulada había un retrato, Victoria y Eduardo.
Sobre la chimenea, algunos obuses, balas de cañón, un adoquín.
Un gran ramo sobre la repisa de la chimenea.
(Los inocentes de París)


Mumford
Chimeneas al estilo de las mansiones normandas.


Chandler
Una chimenea de yeso.
Una cabaña de madera, tenía dos chimeneas de metal.
Una chimenea de latón, agarrada con alambres.


Remarque
El mirar las chimeneas humeantes del valle sólo le pone a uno más hambriento que de costumbre.
El humo subía pacíficamente de las chimeneas.
Afirmar la chimenea del fogón.
A través de la puerta apenas entreabierta de la alcoba, se filtraba un reflejo parpadeante de la chimenea y ponía una pincelada de luz sobre los ornamentos de bronce de la veranda.


Febvre
Para que se encendieran las primeras chimeneas domésticas tuvo que ser posible el acarreo masivo de leña. Lo que nos lleva al enganche con collera. La chimenea doméstica apareció con la extensión del desarrollo a los países fríos y boscosos del norte. El sur, con escasez de combustible, es el país del brasero, malsano, pero que utiliza todo el calórico, mientras la chimenea malgasta la mayor parte.


Priestley
La grandiosa y vetusta chimenea.
Bosque de chimeneas de las fábricas de Halifax.


Greene
Chimenea de azulejos flamencos.
Se acerca a la chimenea. Aviva el fuego.
(El león dormido)


Bromfield
Chimenea de mármol amarillo.
Pantalla de la chimenea.
Se inclinó sobre el mármol de la chimenea, apoyándose para equilibrar su estabilidad.


P. Bowles
La chimenea donde se extinguían las llamas.
En uno de los extremos de la habitación ardía una chimenea.
Se enfriaba y ennegrecía rápidamente una brasa, que había quedado sola en el hogar de la chimenea.


J. Bowles
Sentada en la sala ante la chimenea apagada.


Sartre
Sentados delante de la chimenea donde hay un gran fuego.


De Beauvoir
Catherine lee al lado de la chimenea donde arde un fuego ligero; semeja las niñas felices, las cuales leen acostadas sobre la alfombra.
Los inmuebles modernos no pueden permitirse el lujo de una chimenea.
Le gusta el fuego de leña, en el verano enfría su casa con aire acondicionado y enciende las grandes chimeneas.


Leduc
De las cuatro chimeneas no volaban el calor y la vida.
Transformación, dulzura, envejecimiento, el césped sobre la chimenea en lugar de tu vaso de vino.
La chimenea para sacudir.
Una chimenea asombrerada.
Chimenea de mármol blanco.
Estaba borracha sin haber bebido, estrechaba las chimeneas entre mis brazos.
El fuego de leña preparado en la chimenea.
Un fuego de leña. Una pretensión. Es el otoño, que triunfa en la chimenea.
Chimeneas feúchas, altas, friolentas.
Él absorbía todo, no me dejaba nada, era mágico. Debía adosarme contra la chimenea.
Chimenea mastodonte.
El espejo biselado sobre la chimenea.
Estamos más cerca que dos candelabros sobre una chimenea.


Genet
Espejo de la chimenea.


Graves
Prometeo entró en secreto en el Olimpo con ayuda de Atenea y robó una brasa encendida de la chimenea de Hestia, primer paso hacia la decadencia de la civilización.


Morante
Hogar de la chimenea, vieja estufa frailuna.
El rincón de la chimenea.


Peské
De día permanecía la mayoría del tiempo en el salón, sentado al lado de la chimenea, vigilando el fuego.


Cary
La franja del manto de la chimenea.
De una pieza, como la chimenea de un barco.
Exhalar nubes de humo como una chimenea encendida.
Netzkes japoneses sobre la repisa de la chimenea.
Chimenea japonesa.
Me encaminé hacia la chimenea y revolví el fuego con la pala.
Gentes decadentes. Nunca escupían en el suelo. Lo hacían en el hogar de la chimenea.
Bronces franceses sobre la chimenea.
La parrilla de la chimenea de bronce.


Vian
Una monumental chimenea con frontón renacentista del más puro estilo gótico.
El hueco grande y renegrido de la chimenea.
La pantalla de hierro colado y flordelisado debía guardar el calor de fuegos nunca encendidos.


Amis
Un cenicero de la repisa de la chimenea.
La tambaleante repisa de la chimenea.
Se abrió paso a través de varios grupos de conversadores hasta la chimenea.
Una figurita de porcelana sobre la repisa de la chimenea.
El reloj con patas de la repisa de la chimenea.


Spillane
Con la vista perdida en una chimenea vacía.
Tirar la colilla a la chimenea.
Por primera vez desde que había llegado, la chimenea estaba encendida.
Las llamas lamían la parte superior de aquella caverna repleta de hollín.
Un escondite secreto en la chimenea.
Estirar las piernas hacia la chimenea.


Duras
Acusar el calor.


Frisch
Chimenea de un palazzo toscano.
Espetón de la chimenea.
Arrodillarse ante el hogar de la chimenea.


Ardrey
Un ejemplo de preadaptación es el hábito de hacer nidos del vencejo americano de las chimeneas. 
Hemos padecido catástrofes climáticas mucho antes de las chimeneas.


Maurois
Wright. Para que el periódico no se encienda del todo y vuele por la chimenea, basta punzar con el atizador la parte de papel que ennegrece.


I. Shaw
Se plantó ante la chimenea, examinando su cara en el pequeño espejo convexo.
Un cuarto espacioso con una chimenea facticia.
En la chimenea vació un cenicero.
Un gato deporcelana sobre la chimenea.
La vieja chimenea ennegrecida, ultimo vestigio de una casa de labranza, que había sobrevivido a tres guerras.


Waugh
El instinto inexplicable que impulsa a colocar los objetos encima de la chimenea cuando visitas casas ajenas para que queden derechos.
Una cabaña de una habitación ahumada por la leña de la chimenea e invadida de aves de corral.

El animalito de compañía, un leopardo que distaba mucho de estar completamente domesticado, ronroneaba al lado de la chimenea.
Jarrones ornamentales en la repisa de la chimenea.

Colgué con orgullo una reproducción de "Los girasoles", de Van Gogh, encima de la chimenea.
La repisa de la chimenea estaba cubierta de tarjetas de invitación de famosas anfitrionas londinenses.
Enormes chimeneas gemelas de mármol tallado.
De pie, de espaldas a la chimenea.
Las invitaciones sobre la chimenea.
Un cuarto de baño, que semejaba haber sido construido dentro de una chimenea; no tenía techo y las paredes subían en torno del piso de arriba hasta el cielo abierto.
Sentados en silencio al lado de la lumbre de la chimenea.
Se dirigió directamente a la chimenea y se agachó, tiritando al lado de las llamas.
La chimenea en la habitación de la sala de tapices.
Las cariátides de los dos lados de la chimenea.
El centro incandescente del fuego de la acogedora chimenea.
En invierno, siempre ardía fuego de carbón en la chimenea.
Sentarse al lado de la chimenea, para fumar una pipa.
Las motas que despedía la chimenea.
La lumbre de la chimenea.
La chimenea del vestíbulo.
Trasladarse de una chimenea a otra.
Cegar con listones la chimenea.
Chimenea sólida.
(Retorno a Brideshead)


O´Flaherty
Se acercó a la chimenea y se sentó en un banquillo de tres patas, al lado de los restos del fuego.


Baum
Una oscura chimenea de ventilación.
Un alpinista sobre una chimenea difícil.
Una chimenea simulada de un rincón.
La chimenea mal construida consume una gran cantidad de combustible.


Irish
Una chimenea eléctrica construida de ónice.
Y al punto la chimenea resplandeció.


Calvino
Con la orla de papel de periódico que cubría el manto de cada chimenea el infinito punteado de excrementos de mosca.
El tiro de la chimenea.


Robbe-Grillet
El faldón de la chimenea.
Va hasta la chimenea para mirarse al espejo.


Yevtushenko
Burzhuiki, las prácticas estufas de hierro.


Chimeneas de bronce.


Samovar de níquel con los costados panzudos.


Ginsberg
La chimenea que representa Chicago.
(Aullido)


Burroughs
Me fui a la chimenea y di un manotazo encima de la repisa.


Burgess
Un atizador de chimenea.
El aire penetró con timidez, pero se abrió camino por la chimenea ósea, se dividió en tranquilos cocodrilos, que andaban pesadamente por corredores, que nunca habían visto anteriormente.
Accionó el interruptor de una chimenea eléctrica; carbón de imitación y un ventilador oculto, que simulaba el movimiento de las llamas.
Un fuego de chimenea eléctrica con un contador de chelines.
Calentador Ascot.


Nooteboom
Sobre la repisa de la chimenea había veinte paquetes de cigarrillos de la marca Black Beauty.


Bernhard
No tirar la chimenea.


Orton
Una repisa de chimenea enorme con objetos de cristal rotos.
En la repisa de la chimenea había un cubo con fotos de los cuatro Beatles a los lados.


Vonnegut
En la chimenea siseaba y crepitaba un buen fuego. Los muebles eran el combustible.
Los cobertizos tenían diminutas chimeneas por las que salían constelaciones de chispas.

Las chimeneas de las fábricas eructaban humo de nuevo.


Higgins Clark
Chimenea de mármol irlandesa.


Kraus
Ilustrar con imágenes vivientes el artículo de fondo que se ha ingerido al lado de la chimenea.


Chevalier
La chimenea es la vía que toman las brujas, para ir al Sabbat.
Chimenea de las hadas.


Ehrlichnan
Chimenea colonial.


Kenny
Descartes sentado ante la chimenea con pijama buscaba buenas razones para creer que eso era exactamente lo que estaba haciendo y le llevó bastante tiempo encontrarlas.


Lapierre
Una falsa chimenea con fuego de gas.


Ludlum
Apilados como convenía los troncos y la leña menuda para la chimenea.
Completar la exposición sobre la chimenea.
Un semicírculo de divanes ante una enorme chimenea.
Una panoplia de opacos reflejos sobre la repisa de la chimenea. Decenas de fotos de distintos tamaños con gruesos marcos negros, siendo el punto central un pergamino enmarcado con bordes de oro.
El reloj de la repisa de la chimenea.
El pequeño reloj de la repisa de la chimenea.
Puso el atizador sobre los ladrillos de la chimenea.
La pared de ladrillos de la enorme chimenea.
De pie al lado de la chimenea con las manos negras de ceniza.


Puzo
Se acercó a la repisa de la chimenea y tomó una imagen de la Virgen María. Era de color negro y tenía rasgos negroides. Una oleada de calor del fuego de una chimenea.


King
Sentado delante de la chimenea leyendo The Wall Street Journal.
El reloj de la repisa de la chimenea comenzó a tintinear musicalmente.
Había fallecido a consecuencia de una fractura de cráneo producida al golpearse con la repisa de la chimenea.


McDowell
La lluvia goteaba por la chimenea.


Sanders
Un artificioso reloj de chimenea.


Dyer
El gran numero de manors del siglo XV conoció la proliferación de refinamientos como los hogares, las chimeneas y los cristales de las ventanas.
La vivienda campesina del siglo XIII consistía habitualmente en dos habitaciones, una de ellas una sala de estar con una chimenea en el centro (el hall), y la otra una cámara interior o dormitorio, que puede haberse usado también como almacén.
Poco a poco iban apareciendo en las casas campesinas chimeneas más eficaces, con campanas para el humo suspendidas sobre el hogar.
Los elementos imprescindibles de los edificios de más de un piso eran las escaleras interiores y las chimeneas, que proliferaron en algunas ciudades en el siglo XIV, aunque en algunos lugares como York y Worcester estaban llegando en el siglo siguiente.
Se construían más chimeneas y más techos con tejas.


Jennings
Doblegar los impulsos más urgentes, retirarse al rincón de la chimenea.


Briley
El cañón de chimenea de un horno de cerámica.


Potter
Una chimenea de piedra.
Se preguntó cuántas piedras había del pavimento entre la ventana y la chimenea.


Themerson
Sobre la repisa de la chimenea había una foto enmarcada.
La repisa de la chimenea del salón.


Rutherfurd
Cañones de chimenea.


McEwan
El gas de las chimeneas de carbones falsos.
Las campanas de chimenea.


Hough
Materiales que pueden ser reciclados son las latas usadas que tienen gran demanda de los constructores de estufas de queroseno.


Sardou
Los sombretes de las chimeneas ennegrecieron el cielo como narices de dragón.


Larsson
La chimenea lanzaba un penacho de chispas y humo.
Una chimenea reconvertida en radiador de gas.
Una chimenea de esteatita con puerta de cristal.


El trío de la Dama Negra
El atizador de la chimenea.
Una imponente chimenea coronada con un espejo.


Tyerman
Los personajes típicos de los cruzados de salón, a quienes se colgó el mote de <<ashies>> (ceniza), porque permanecieron al lado de su chimenea, y el décroisié, el que había redimido o abandonado su voto, ingresaron en el vocabulario y en las convenciones literarias.
Imponer tributos a los súbditos, según la leña consumida en las chimeneas de cada casa.




Chimenea de mármol irlandesa.


Irlanda. Solera de la chimenea.






Ana Kontroversy





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