martes, 25 de marzo de 2025

LOUIS FEUILLADE. LA FILLE DU FAUX MONNAYEUR 1907



 


Con una precaución permanente el padre estampa el metálico y la mujer y la hija amonedan. El troquelado cumplido despojan la habitación y toman la resolución de la simulación.

La madre y el padre adquieren todo tipo de mercancías con las falsas monedas. El periódico, pescado, el pan. La niña impaciente sale de la casa a jugar a la comba. En el prado encuentra una mendicante con la hija lamentando su suerte. Decide ayudarlas y ofrece como limosna una brillante pieza metálica. 

Cuando la paria desesperada compra una barra de pan la panadera reclama el material y da como falso el dinero. Llama al guardia siendo conducidas las andrajosas de menester al puesto de reserva.

No tardó la atribulada madre para guiar hasta la hija del falsificador. Arrastradas al confinamiento las empobrecidas quedan libres.

La cruda investigación con la comprobación de la falsa moneda no perturba a la hija del acuñador la cual llega a escapar de los apresadores. La siguen hasta el domicilio y esperan a la puerta.

Al borde de la ceca identificadora la jovencita toma la ayuda de un niño vecino. Es preciso desaparecer cualquier cosa incriminatoria. Se valen de la canasta de mimbre del mozo. 

Vuelven los padres casi sin tiempo de informarse de lo que ocurre. Ven cómo ponen patas arriba los enseres a la busca de pruebas. La damisela emite muecas de advertencia. No encuentran nada y marchan malhumorados y derrotados.

Los papás felicitan a la precavida hija.



Ana Kontroversy








lunes, 10 de marzo de 2025

D. W. GRIFFITH. THE NEW YORK HAT 1912




El lecho de una madre. Un extraño encargo.

El pastor (Lionel Barrymore) desenvuelve el legado. El marido la había adorado hasta la muerte. Ha conseguido reunir una gran suma. Había comprado de vez en cuando a la hija Mary (Mary Pickford) los adornos que le habían negado. Que nadie lo sepa.

Mary indaga si puede conseguir un sombrero nuevo. Es una atractiva adolescente. El padre deniega rotundamente la petición cuando probaba un casquete de la madre.

Con una cinta a la mano saluda en la calle a unas amigas con sendos floreados tocados. Detecta una repulsa y una falta de identidad.

La sensación de la ciudad es un caro chapeo aparatosamente grande y con lazos, plumas blancas y un zorzal. Rodeada de jóvenes tocadas Mary admira el escaparate de la sombrerería. El ministro recuerda la confidencia y adquiere el espectacular chapeau. Con un paquete muy abultado las chismosas especulan.

Mary fantasea y delira. El sombrero es un símbolo de la libertad femenina y le origina ensoñaciones y visiones.

Cuando el predicador llega con la voluminosa caja la joven no acierta a adivinar el contenido. Una grata sorpresa que turba a Mary hasta casi desvanecer. Lo prueba al espejo y experimenta una gratificante impresión.

La mañana del domingo sale a pasear ataviada con la vistosa modernidad saludando a quienes encuentra. Va a la iglesia y causa sensación con los jóvenes feligreses. Tras el oficio impacta la admonición de las viejas con atavíos menos ostentosos. 

Los intrigantes informan al padre. Cuando Mary llega a casa esconde al instante el sombrero con la reprimenda correspondiente y las explicaciones son vanas. El padre estupefacto arranca los adornos de la urdimbre. La joven obsesionada llora el estropicio.

El padre busca una reparación con el ministro. Los parroquianos imprecan en plena calle a Mary y el predicador la acoge amablemente. Protestan. El pastor enseña la carta que expresaba las complacencias maternales. 

Un fideicomiso inesperado.



Ana Kontroversy